SALA DE CASACIÓN SOCIAL Ponencia del Magistrado Doctor

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SALA DE CASACIÓN SOCIAL
Ponencia del Magistrado Doctor JUAN RAFAEL PERDOMO.
El ciudadano JOSE ANTONIO RODRIGUEZ HERRERA, abogado que
ha ejercido su representación y ha sido representado así mismo por el abogado CARLOS
ALFREDO RODRIGUEZ CASTRO, demandó por cobro de prestaciones sociales a la
empresa SEGUROS LA SEGURIDAD C.A., representada por los abogados ANGEL
GABRIEL VISO, ALEXANDER PREZIOSI, MARIA TRINA BURGOS, GUSTAVO
BRAVO CONDE, ANGEL BERNARDO VISO, ALONSO RODRIGUEZ PITTALUGA,
LEON ENRIQUE COTTIN, IGOR ENRIQUE MEDINA, LUIS VALERA, BEATRIZ
ABRAHAM, MARCILIEN PEREZ MILLAN, RAFAEL ALVAREZ VILLANUEVA,
MARIA DE LOURDES VISO, TATIANA B. DE MAEKELT, HAIDEE BARRIOS,
CARLOS ENRIQUE GALÁRRAGA, RAMON AGUILERA VOLCAN, OSWALDO
BULOZ SALEH y SULMA UZCATEGUI COLMENARES por ante el Juzgado Quinto de
Primera Instancia del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de
Caracas, el cual declaró parcialmente con lugar la demanda.
El Juzgado Superior Tercero del Trabajo de la misma Circunscripción
Judicial accidental, conociendo en reenvío, dictó sentencia en fecha 215 de abril de 1998,
declarando con lugar la apelación del demandante, sin lugar la apelación de la demandada,
y con lugar la demanda. La parte demandada propuso recurso de nulidad y anunció y
formalizó oportunamente recurso de casación. Hubo impugnación, réplica y contrarréplica.
Por auto de fecha 13 de enero de 2000, la Sala de Casación Civil declina la
competencia para decidir el presente asunto, en esta Sala de Casación Social la cual
corresponde en virtud de la materia, de conformidad con el vigente texto constitucional.
Recibido el expediente, se dio cuenta en Sala el 26 de enero de 2000.
Cumplidos los trámites de sustanciación, siendo la oportunidad para decidir, lo hace esta
Sala, bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe el presente fallo, previas
las siguientes consideraciones:
-IEl recurso de nulidad propuesto por la representación de la parte demandada,
resulta improcedente en razón de que la sentencia casada con anterioridad lo fue por
quebrantamiento de forma, derivada de la inmotivación que la aquejaba, con el
consiguiente efecto de reposición que deja en libertad al juez de reenvío en la elaboración
de la nueva sentencia. El recurso de nulidad sólo procede contra la sentencia dictada en
reenvío, cuando se ha casado el fallo por infracción de ley, y la nueva decisión se encuentra
inexorablemente vinculada a la doctrina estimatoria o desestimatoria dispuesta en el caso.
Así se declara.
- II De conformidad con lo establecido en el ordinal 1º del artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, se denuncia que la recurrida no dio cumplimiento a la
exigencia del ordinal 4º del artículo 243 eiusdem, por no expresar a plenitud los
fundamentos de la decisión.
Se concreta la infracción alegada, argumentado lo siguiente :
“En la recurrida se puede observar, al leer el parágrafo cuarto
de su página nueve, como el sentenciador, al referirse al
instrumento contentivo de un contrato de servicios
profesionales concertado entre la demandada y el escritorio
RODRÍGUEZ HERRERA, instrumento promovido por la
demandada, afirma, después de dejar constancia de que dicho
instrumento riela a los folio 455 y 456 y sus respectivos
vueltos, que “la apreciación probatoria de este documento, ya
que fue realizada en el comienzo de este capítulo al analizar la
copia de dicho convenio producido por la parte actora. Esta
afirmación es totalmente contraria a la verdad, por cuanto, se
lee el simplísimo comentario que el Juzgado hace sobre este
contrato, en base a la copia del instrumento presentada por el
demandante, comentario contenido en la página siete de la
sentencia, se puede constatar que no fue hecho un análisis
completo y exhaustivo del contrato contenido en ese
instrumento, sino que simplemente el juez se limitó a expresar
que ese instrumento hace prueba contra la demandada porque
ésta lo reconoció y que, de esa prueba documental, el Juzgador
de Alzada solo “adquiere conocimiento cierto de la fecha de la
pretendida convención cuya nulidad por simulación de
relación laboral se pide, así como los términos de la misma”.
Desde ningún punto de vista puede concluirse que esas
simples y únicas expresiones del sentenciador, con relación a
un contrato de cuyo examen depende la calificación jurídica de
las relaciones contractuales que existieron entre el demandante
y la demandada, puedan tenerse como el análisis y el
juzgamiento a que se refiere el artículo 509 del Código de
Procedimiento Civil. Basta `para corroborar este alegado con
observar que el juzgador, después de afirmar que ese
documento adquirió conocimiento cierto de la fecha de la
pretendida convención, agregó: “así como los términos de la
misma”, sin siquiera expresar cuáles son esos términos, lo cual
era necesario porque “esos términos,” son los que demuestran
que esa convención no tiene la naturaleza de un contrato de
trabajo, tal como lo alegó la demandada y lo demostró con la
promoción del contrato, ya que un contrato de trabajo, dado el
carácter intuitu personae que tiene respecto del trabajador, no
puede ser celebrado por una persona jurídica como lo es el
escritorio RODRÍGUEZ HERRERA. El trabajador, parte en
un contrato de trabajo, tiene necesariamente que ser una
persona natural”
La Sala, para decidir, observa:
Se basa la denuncia en haberse verificado un examen sólo parcial de
determinado contrato, concretando el defecto en la ausencia de exposición de los términos
del mismo, particularmente , en cuanto a tratarse de una convención celebrada entre la
demandada y la persona jurídica ESCRITORIO RODRIGUEZ HERRERA, de donde
derivaría la imposibilidad de que pudiera referirse a una relación laboral, ya que ésta es por
naturaleza intuito personae y sólo podría tener lugar respecto de una persona natural.
Ahora bien, no es cierto que la recurrida omitiera el análisis de los términos
contractuales a que hacen referencia los formalizantes, pues en ella, como expone el
impugnante, examinó el sentenciador con amplitud el contrato a que se alude, advirtiendo
la presencia en el mismo de estipulaciones conforme a las cuales el actor renunciaba
expresamente a beneficios de orden laboral personal y de cualquier índole, renuncia que
considera no admisible desde el punto de vista del derecho del trabajo, y a la que además,
no encuentra justificación si se la entendiera como una relación entre personas jurídicas;
concluyendo en definitiva en declarar nulo y viciado de simulación el contrato, tanto por
razón de la señalada renuncia, como por no existir constancia alguna en los autos de la
existencia como persona jurídica del ESCRITORIO RODRIGUEZ HERRERA. Por lo
demás, esa declaratoria de nulidad del contrato, es una cuestión previa y determinante que
enerva en todo caso las objeciones formales expuestas en la denuncia.
Es improcedente, en consecuencia, la presente denuncia, y así se declara.-
- II De conformidad con lo establecido en el ordinal 1º del artículo 3l3 del
Código de Procedimiento Civil, se denuncia que la recurrida no dio cumplimiento a la
exigencia del ordinal 4º del artículo 243 eiusdem, según los alegatos siguientes:
“Al folio 10 de la recurrida, en su párrafo tercero, afirma el
sentenciador en forma expresa: “Riela al folio 04 de la
segunda pieza del expediente, acta contentiva del acto de
Exhibición de Documentos realizado en fecha 21 de marzo de
1994, promovido por la parte demandada, en el cual el
demandante manifiesta su imposibilidad de exhibir los
instrumentos poderes a los cuales este sentenciador de alzada
se ha referido en el párrafo inmediato anterior, aun cuando los
reconoce expresamente en firma y contenido, excepto aquellas
(sic) no firmadas por el actor, cursante al folio 470 de la
primera pieza del presente expediente”. Luego de esa
afirmación, con la cual el juzgador deja constancia de una
actuación de carácter probatorio en el proceso pues se trata de
una exhibición de documentos, más nada expresó dejando en
el limbo, en una dimensión desconocida, la determinación de
los hechos que pudieron haber quedado o no probados con la
evacuación de esa inhibición”.
La Sala, para decidir, observa :
No es cierta la omisión alegada por los formalizantes, pues la recurrida
señala con toda claridad al respecto, que los recaudos a que se refiere , son instrumentos
poderes otorgados por el demandante en sustitución de los que le fueron otorgados por la
demandada, y que con ellos se demuestra la colaboración en los juicios que otras personas
realizaban para él, lo cual, en su criterio, no desnaturalizaba la esencia personal de la
prestación de servicios, por cuanto el actor efectuaba esas sustituciones reservándose su
ejercicio, con lo cual no se desvinculaba de esos procedimientos.
Carece por tanto la denuncia de sustentación, y es por ello improcedente. Así
se declara.-
- IV Con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 Código de Procedimiento
Civil, se denuncia nuevamente que la recurrida no dio cumplimiento a la exigencia del
ordinal 4º del artículo 243 eiusdem, al resultar inmotivada en cuanto al análisis y
apreciación de las declaraciones de los testigos promovidos tanto por el actor como por la
demandada, respecto de las cuales, hace gala de frases genéricas estereotipadas, que no
expresan positivamente los hechos declarados, lo cual explica el porqué, cuando el
sentenciador concluyó en que la relación contractual del caso era de carácter laboral, no se
apoyó en los citados testimonios.
La Sala, para decidir, observa:
Del señalamiento del formalizante citado en último término, se evidencia
que no cumplió con la carga de fundamentar el recurso, indicando el aspecto o puntos
particulares en los que se evidenciaría la omisión de motivación. De lo decidido se
desprende que en nada influyó el contenido de las deposiciones de los en el dispositivo del
fallo.
Se desecha en consecuencia, la presente denuncia.-
-VSe denuncia nuevamente, con base en el ordinal 1º del artículo 313 del
Código de Procedimiento Civil, la infracción del ordinal 4º.del artículo 243 eiusdem, por
silencio absoluto de pruebas, en razón de que el sentenciador afirma en su página 18, para
establecer la existencia de los requisitos esenciales de una relación laboral, que “existe
abundante prueba documental que determina la subordinación, o sea, la dependencia del
demandante de los ingresos que obtenía en forma periódica y ajustada por parte de la
demandada según los requerimientos del demandante ...”; con lo cual se habría apoyado en
el sentenciador en una cita genérica de una imaginaria prueba instrumental.
La Sala, para decidir, observa:
No existe en absoluto la omisión que atribuye el formalizante a la recurrida,
pues en ella, como señala el impugnante, con anterioridad a la afirmación que refiere, se
mencionan y aprecian en el fallo los instrumentos en que se apoya el sentenciador,
consistentes en un contrato celebrado entre la demandada y el actor, el cual se declara nulo
y viciado de simulación por contener renuncias de orden laboral; en planillas y formularios
del impuesto sobre la renta, cursantes a los folios 210 a 232; órdenes de pago emitidas en
papel rotulado de la demandada y nombre del demandante, no desconocidas ni impugnadas,
cursantes a los folios 166 al 209; el mandato otorgado por la demandada al demandante,
donde señala por parte de la Junta Directiva de la misma que el actor ostentaba el cargo de
Jefe del Departamento Legal; órdenes de pago por gastos judiciales cursantes a los folios
233 al 36l; comunicaciones del actor a la demandada con sellos y fecha de recepción por la
demandada, cursantes a los folios 362 al 398; recibos expedidos por la demandada sobre
pagos periódicos por concepto de una oficina ubicada en la sede de la misma; otros
comunicaciones del actor a la demanda, sobre la marcha o evolución de los servicios;
sustituciones del poder de la demanda al actor, efectuadas por éste a otros abogados; y
oficio de la Administración de Hacienda Región Capital, cursante a los folios 43 a 102, en
respuesta a prueba de informes promovida por el actor.
Es improcedente por ello la presente denuncia. Así se declara.- VI Conforme al ordinal 2º del artículo 3l3 del Código de Procedimiento Civil se
denuncia la infracción, por falta de aplicación, del artículo 39 de la Ley Orgánica del
Trabajo.
Argumentan los formalizante que de acuerdo con la norma denunciada, la
relación laboral con respecto al sujeto trabajador, es “intuitu personae”, y que por ello, si
queda demostrado que en un momento dado la prestación del servicio es realizada por otra
persona, como sucedió en el caso del actor, quien contaba con un mandato idóneo para que
pudiera sustituirlo en otros abogados y a quien, según la declaración de una testigo,”en una
oportunidad” lo sustituyó en el acto de la declaración uno de sus hijos. Hecho éste de
particular importancia en criterio del formalizante y del cual no había deducido el
sentenciador consecuencia alguna.
La Sala, para decidir, observa:
A juicio del sentenciador de la recurrida, el hecho de otorgar el actor
sustituciones del poder que le confirió la demandada y de utilizar ocasionalmente la
colaboración en los juicios de otros profesionales, no desnaturalizaba la esencia personal de
su prestación de servicios, pues se reservaba siempre su ejercicio y no se desvinculaba por
tanto de los respectivos procedimientos, en lo cual, aprecia la Sala, no incurrió el
sentenciador en infracción alguna. El que ocasionalmente el trabajador requiera la ayuda o
colaboración en el servicio de otra persona, no es óbice para considerar que mantiene su
condición de tal, pues ésta dependerá de la efectiva continuidad y permanencia en sus
labores, esto es, de las circunstancias en las que realmente se hubiere desarrollado su
actividad, no de que “en un momento dado” o “en una oportunidad”, como indican los
fomalizantes, se hubiere producido esa colaboración.
Es improcedente por ello, la presente denuncia. Así se declara.-
- VII En aplicación del ordinal 2º del artículo 3l3 del Código de Procedimiento
Civil, se denuncia la trasgresión del artículo 150 de la Ley Orgánica del Trabajo, por mala
aplicación, en relación con la apreciación de determinadas probanzas demostrativas de que
las remuneraciones percibidas por el actor no eran pagadas quincenalmente, y a cuyo
efecto, se invocan así mismo, los artículos 320 del Código de Procedimiento Civil y 1.363
del Código Civil.
Denuncia el recurrente “mala aplicación” de la regla legal, lo cual no es uno
de los supuestos del ordinal 2º del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil. De
entenderse que se refiere a falsa aplicación de la ley, no exponen los formalizantes, según
lo exigido por el ordinal 4º del artículo 317 Código de Procedimiento Civil, la
especificación de las normas que el Tribunal de última instancia debió aplicar y no aplicó
para resolver la controversia, con las razones que demuestren la aplicabilidad.
Se desecha en consecuencia, la presente denuncia.
- VIII De conformidad con lo previsto en el ordinal 2º del artículo 3l3 del Código
de Procedimiento Civil, se denuncia la violación de la regla de valoración probatoria
contenida en el artículo 1.368 del Código Civil, por falta de aplicación, y se invoca al
efecto el contenido del artículo 320 de aquél.
Alegan al respecto los formalizantes:
“Al párrafo primero de la página 10 de la sentencia recurrida
dice el sentenciador, que riela al folio 459 al 462, una
comunicación expedida por el actor a la empresa demandada
en la cual expone la marcha o evolución de la relación de
servicios profesionales con dicha empresa. Esta comunicación,
que constituye sin duda un documento privado, fue
expresamente apreciada por el juzgador como prueba no sólo
de la dependencia económica y jurídica del demandante frente
a la empresa demandada, sino también de los pagos de
periódicos y ajustes de dichos pagos que realizaba la
demandada a favor del demandante. De conformidad con el
citado artículo 1368 del Código Civil, el instrumento privado
debe estar necesariamente suscrito por el obligado y, si no
llena esta condición, no es oponible a éste. Es el caso de los
documentos tenidos como pruebas por el sentenciador de la
recurrida, los mismos están suscritos únicamente por el
demandante y no por la demandada, razón por la cual no hace
prueba contra éste y el otorgarle el sentenciador ese efecto a
dicho documento, viola flagrantemente el dispositivo de dicho
artículo 1368 del Código Civil”.
La Sala, para decidir, observa:
Observa la Sala, que el instrumento a que se refieren los formalizantes,
aunque suscrito por el demandante, fue promovido e incorporado al proceso por la propia
parte demandada, y que los extremos de hecho contemplados en el mismo, fueron
establecidos por la recurrida como demostrados, con base en todo el conjunto de probanzas
documentales y testificales que analiza.
Se desecha también, en consecuencia, la presente denuncia.
DECISION
Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la
ley, declara SIN LUGAR el presente recurso de casación. De conformidad con lo dispuesto
en el aparte quinto del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia
con el artículo 274 eiusdem, se condena a la recurrente en las costas del recurso.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Tribunal de la causa,
Juzgado Quinto de Primera Instancia del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Area
Metropolitana de Caracas, participando lo conducente al Tribunal de la recurrida.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veinticuatro (24) días del mes
de febrero de dos mil. Años: 189º de la Independencia y 141º de la Federación.
El Presidente de la Sala,
___________________________
OMAR ALFREDO MORA DIAZ
El Vicepresidente-Ponente,
________________________
JUAN RAFAEL PERDOMO
Magistrado,
____________________________
ALBERTO MARTINI URDANETA
La Secretaria,
____________________
BIRMA I. DE ROMERO
Exp. Nº 98-380 (RC)
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