Enfermedades inflamatorias de estirpe linfoide con afectación del sistema nervioso central. NO LINFOMAS. Poster no.: S-0526 Congreso: SERAM 2014 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: 1 1 2 T. de las Heras Carballo , B. Brea Alvarez , M. Tunon Gomez , M. 1 1 1 1 Moeinvaziri , M. Escribano Pérez , I. Rodriguez Lizarbe ; Madrid/ 2 ES, Majadahonda/ES Palabras clave: Neurorradiología cerebro, RM, TC, Inflamación DOI: 10.1594/seram2014/S-0526 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Página 1 de 20 Objetivo docente • Mostrar los hallazgos en imágenes de RM de tres casos infrecuentes que pueden considerarse espectros de la enfermedad inflamatoria linfática, con afectación perivenular: la vasculitis linfocítica crónica perivenular, la granulomatosis linfomatoide y el pseudotumor inflamatorio. • Incluir estas entidades en el diagnóstico diferencial de patologías con afectación radiológica cerebral periférica y meníngea. • Revisar las publicaciones realizadas a partir del diagnóstico de sospecha inicial por imagen. Revisión del tema Las vasculitis linfocíticas crónicas del sistema nervioso central, la granulomatosis linfomatoide y el pseudotumor inflamatorio pueden considerarse espectros de una misma enfermedad inflamatoria linfática que, de manera característica, muestran una afectación perivenular. En neuroimagen se identifican con afectación tanto cortical como meníngea, e histológicamente lo constituye un infiltrado linfocítico crónico que presenta un típico patrón de crecimiento angiocéntrico. En ocasiones asocian alteraciones analíticas con elevación de inmunoglobulinas, lo cual ha hecho que, unido a los hallazgos de imagen y de anatomía patológica, recientemente se engloben en un marco común con otras entidades como la enfermedad relacionada con IgG4 o la llamada CLIPPERS (chronic lymphocytic inflammation with pontine perivascular enhancement responsive to steroids). La afectación del sistema nervioso central [SNC] por estas enfermedades presenta gran variedad de manifestaciones radiológicas. Su escasa prevalencia hace difícil el diagnóstico precoz antes de ser establecido por los patólogos tras biopsia cerebral. Sin embargo, existen datos en la imagen que pueden permitir la caracterización de estas patologías y su consideración en el diagnóstico diferencial, permitiendo así que pudiera llegar a evitarse la realización de pruebas invasivas. La prueba de imagen de elección en todas ellas es la resonancia magnética, que muestra características propias de cada entidad pero también nos revela similitudes entre los distintos pacientes. Tras analizar los casos atendidos en nuestro Hospital podemos destacar ciertos hallazgos comunes. Por una parte, se observan lesiones de predominio periférico, con focos hiperintensos en sustancia blanca cortical o Página 2 de 20 yuxtacortical. Aleatoriamente, se acompañan de un fino realce lineal o puntiforme periférico, que se manifiesta tras la administración de gadolinio intravenoso. Esto se ve reflejado en las secuencias de susceptibilidad magnética, donde se aprecian depósitos también de morfología lineal o puntiforme a nivel cortical y en sustancia blanca yuxtacortical. Por otro lado, resulta llamativa la afectación meníngea, observándose en el caso de pseudotumor inflamatorio una lesión dural hipointesa. Desde el punto de vista radiológico, el diagnóstico diferencial de este grupo de patologías incluye una amplia variedad de enfermedades. La vasculitis primaria del SNC mostraría hallazgos propios en RM y angiografía, así como una destrucción inflamatoria con necrosis fibrinoide de los vasos de parénquima o leptomeninges. Puede confundirse con tumores (linfoma intravascular), enfermedades desmielinizantes, síndrome antifosfolípido o patología congénita (CADASIL Cerebral Autosomal Dominant Arteriopathy with Subcortical Infarcts and Leukoencephalopathy). Asimismo, entre las etiologías responsables de afectación de la sustancia blanca más frecuentes debe tenerse en cuenta la cefalea o la hipertensión arterial crónica-arterioesclerosis carotídea. La granulomatosis linfomatoide se caracteriza por lesiones intraparenquimatosas nodulares que puede mostrar o no realce y edema perilesional. Además pueden tener asociado un engrosamiento de leptomeninges, simulando así procesos infecciosos (aspergilosis, toxoplasmosis) o tumores sólidos (gliomas, metástasis). Las lesiones en anillo o con realce puntiforme o lineal mencionadas previamente como característica común de estas enfermedades, puede verse también en otras patologías con daño vascular como la sarcoidosis o la linfomatosis intravascular. Además, debe considerarse el linfoma de Hodgkin, el linfoma T/NK extranodal de tipo nasal y los linfomas T periféricos. En el diagnóstico del pseudotumor inflamatorio valoraremos los linfomas, el tumor miofibroblástico inflamatorio o la enfermedad esclerosante asociada a IgG4, como posibles causas de tumores intracraneales linfoproliferativos. (Paciente 1) Fig. 1 on page 9 A continuación detallaremos cada una de estas patologías. La vasculitis primaria del sistema nervioso central comprende lainflamación y destrucción idiopática de los vasos sanguíneos decerebro, médula espinal y meninges, en ausencia de vasculitis sistémica. Se desconoce su etiología y patogenia, aunque se ha relacionado con el herpes zóster oftálmico. A pesar de tratarse de una enfermedad poco frecuente, su evolución es tórpida. (Pacientes 2, 3 y 4) Conocida también como angeítis idiopática, aislada o primaria del SNC, se caracteriza por un cuadro de déficit neurológico (cefalea, crisis comiciales, accidentes cerebrovasculares), asociado a alteraciones en el análisis del líquido cefalorraquídeo Página 3 de 20 (pleocitosis y/o elevación de proteínas). Afecta predominantemente a varones de raza blanca de edad media. En la actualidad, el diagnóstico se basa en los cinco criterios propuestos por Moore, entre los cuales incluye el radiológico basado en la RM y la angiografía cerebral. El TC tiene una baja sensibilidad aunque puede mostrar un infarto isquémico, una hemorragia precoz o una lesión con efecto de masa. La RM es una herramienta poco específica pero muy sensible para la evaluación inicial de la vasculitis, pudiendo prácticamente excluirse el diagnóstico de ésta si la RM es normal. Fig. 2 on page 10 Fig. 3 on page 10 Fig. 4 on page 11 Fig. 5 on page 12 Fig. 6 on page 13 Fig. 7 on page 14 • Lo más frecuente son los infartos, habitualmente múltiples, bilaterales, en varios territorios vasculares y de distintos tamaños y cronología. Pueden hallarse corticales, subcorticales o en leptomeniges. • Otra alteración común son las lesiones puntiformes hiperintensas en sustancia blanca vistas en secuencias potenciadas en T2, y con atenuación del líquido cefalorraquídeo en secuencias inversión-recuperación (FLAIR). Esto suele ser reflejo de edema o desmielinización, y para poder distinguirlo de enfermedades desmielinizantes debe observarse la afectación no sólo de la sustancia blanca sino también de la gris. Las secuencias eco de gradiente son útiles para mostrar hemorragias parenquimatosas o subaracnoideas. • Más raras son las lesiones de aspecto tumoral con efecto de masa, que corresponderían a infartos confluentes en la corteza y sustancia blanca debidos a la inflamación vascular. Todas estas alteraciones descritas pueden tener realce variable tras inyección de contraste intravenoso en forma de líneas irregulares subcorticales que corresponder a captación cortical, realce leptomeníngeo o realce vascular parenquimatoso difuso. La angiografía se considera la prueba más sensible pero los hallazgos tampoco son específicos ni constantes. Se observan áreas difusas y bilaterales de estenosis segmentarias que se alternan con dilataciones e irregularidad del calibre de los vasos. Se describe también aparición de circulación colateral, borramiento del contorno vascular y enlentecimiento del tiempo de circulación en la distribución vascular afectada. Fig. 3 on page 10 No obstante, así como el diagnóstico de sospecha se basa en la clínica y la imagen radiológica, sólo puede confirmarse mediante los hallazgos histológicos obtenidos a partir de una biopsia de parénquima cerebral o de leptomeninges. Los hallazgos anatomopatológicos muestran un patrón de crecimiento angiocéntrico, con la presencia de infiltrados linfocitarios multifocales y segmentarios, necrosis fibrinoide (en un 25% de los casos) y fibrosis de vasos, predominantemente aquellos de pequeño y mediano Página 4 de 20 calibre. La reacción inflamatoria comprende células gigante multinucleadas, células plasmáticas, histiocitos, neutrófilos y eosinófilos. Debido a la afectación segmentaria, en ocasiones la muestra recogida puede no ser relevante. Estos hallazgos histológicos pueden ser confundidos con procesos inflamatorios linfoproliferativos. La granulomatosis linfomatoide [GL] es una enfermedad poco frecuente que se caracteriza por una infiltración celular pleomórfica con linfoproliferación y necrosis, clínicamente similar a una vasculitis. A pesar de su escasa prevalencia, debe considerarse en el diagnóstico diferencial tanto de lesiones cerebrales difusas como con captación en anillo, incluso en ausencia de alteración pulmonar demostrable. En 2008, la OMS la describió como un linfoma B agresivo asociado al virus de Epstein Barr (VEB). (Paciente 5) El órgano más comúnmente involucrado es el pulmón, hasta en un 90% de los pacientes. El compromiso del sistema nervioso central en la GL sistémica sucede hasta en un 30% de los casos pero su debut como una masa única en esta localización es extremadamente raro, siéndolo más aún su aparición en médula espinal. Pese a tratarse de un proceso linfoproliferativo, los órganos linfoides secundarios como el bazo o los ganglios linfáticos no suelen afectarse. La afectación primaria del tejido cerebral sucede principalmente individuos de sexo masculino (relación hombres/mujeres 4:1). Puede aparecer a cualquier edad pero en más frecuente en el rango entre los 40 y 60 años. La clínica que presentan los pacientes depende del órgano afectado. Los síntomas por compromiso exclusivo del SNC son infrecuentes dada su escasa prevalencia como presentación inicial, lo cual unido al hecho de ser inespecíficos y variar en función de la localización de la lesión, dificultan en gran medida la sospecha clínica del médico. Posiblemente, la manifestación más frecuente es en forma de accidente cerebral vascular (de predominio hemorrágico) pero se han registrado casos de neuropatía periférica, cefalea, hemiparesia, ataxia, alteración de la conciencia o ceguera. La técnica de elección para el diagnóstico y control evolutivo de la GL cerebral es la resonancia magnética. Fig. 8 on page 15 • A modo general, suele describirse como lesiones múltiples intraparenquimatosas hiperintensas en imágenes potenciadas en T2, de morfología lineal o puntiforme y que siguen el trayecto de los vasos sanguíneos. • En secuencias de susceptibilidad magnética, estas lesiones pueden asociar áreas de hiperseñal secundarias a microsangrados. • En T2 eco de gradiente destacaría la necrosis hemorrágica. Página 5 de 20 • Las secuencias potenciadas en T1 muestran una lesión hipointensa rodeada por un halo hiperintenso, indicando áreas de hemorragia aguda. • Tras la administración de contraste en T1 también puede identificarse lesiones en anillo o con realce puntiforme o lineal. Estos hallazgos deben ser considerados como características importantes de la GL, ya que reflejan el compromiso perivascular y el daño en las paredes de pequeños vasos que la enfermedad ocasiona. No obstante, en consonancia con lo que se ha comentado previamente, el realce puede verse también en otras patologías con daño vascular como la sarcoidosis, la angeítis granulomatosa del SNC o la linfomatosis intravascular. La angiografía cerebral puede ofrecer un patrón compatible con vasculitis. El diagnóstico definitivo requiere un estudio histológico e inmunohistoquímico de muestras obtenidas en biopsia cerebral dirigida. Desde el punto de vista histológico, la GL ocasiona un daño vascular con comportamiento angiocéntrico y angiodestructivo. En el infiltrado pueden hallarse linfocitos atípicos, células plasmáticas, células linfoides de morfología inmunoblástica, histiocitos y linfocitos T de pequeño tamaño y de carácter reactivo que suelen ser CD4+. Todo ello junto con áreas de distinto grado de necrosis y vasculitis. Algunos investigadores consideran la GL como un proceso reactivo o preneoplásico inducido por VEB. A medida que aumenta el porcentaje de células atípicas, se hace más evidente el reordenamiento clonal de los genes encargados de la codificación para las cadenas pesadas de inmunoglobulinas, y el pronóstico empeora. El pseudotumor inflamatorio [PI] se considera una proliferación neoplásica de bajo grado compuesta por un infiltrado linfoplasmocitario. Se denomina también granuloma de células plasmáticas, pseudotumor xantomatoso, xantoma fibroso, histiocitoma complejo y proliferación miofibrohistiocítica inflamatoria. Se desconoce su etiología aunque se ha postulado que se trata de un proceso inflamatorio crónico idiopático con anomalías clonales. Algunos autores han informado el hallazgo de secuencias del herpesvirus-8, sobreexpresión de interleucina 6 humana y ciclina D1. Por otro lado, se ha documentado casos con altos niveles de inmunoglobulinas séricas, asociándose a enfermedades inmunológicas como la polimiositis o el síndrome de Sjögren. (Paciente 6) A pesar de ser una masa benigna histológicamente, su comportamiento es invasivo y puede llegar a maligninizar y metastatizar hasta en un 5% de casos. Clínica y radiológicamente es similar a un proceso neoplásico, con un 25% de riesgo de recurrencia local si no se reseca completamente. Por ello, resulta complicado el diagnóstico diferencial con otras entidades, como el tumor miofibroblástico inflamatorio o la enfermedad esclerosante asociada a IgG4, con la que parece haberse hallado relación. Página 6 de 20 El PI afecta principalmente a los pulmones pero puede aparecer también en mesenterio, omento, retroperitoneo, tracto respiratorio superior y, en menos de un 5% de los casos, en cabeza y cuello, siendo la órbita el lugar más común. La afectación primaria del sistema nervioso central es relativamente infrecuente, observándose en meninges supra e infratentoriales, parénquima cerebral y en menor medida, en cuarto ventrículo. Clínicamente, resulta una patología inespecífica con síntomas como cefalea, convulsiones, paresias, alteración de la visión y ataxia. Las pruebas de laboratorio pueden indicar anemia, trombocitosis, hipergammaglobulinemia policlonal y elevación de IgG4. A pesar de que el PI no presenta imágenes específicas, debe tenerse en cuenta ante los siguientes hallazgos en RM. Fig. 9 on page 16 • Presencia de lesiones hipointensas en T1 y en secuencias potenciadas en T2 (debido a que la fibrosis impide el movimiento de los protones). • Marcado realce homogéneo con gadolinio, simulando neoplasias. • Es frecuente observar también un realce tardío, que probablemente responda al acúmulo de contraste en la fibrosis. • En la RM de perfusión, puede evidenciarse una disminución del volumen de sangre cerebral al existir escasa neovascularización en el PI. • En espectroscopia, puede detectarse lactato sugiriendo hipoxia o reacción inflamatoria. • En TC cerebral puede comportarse como lesiones homo o heterogéneas, hipo, iso o hiperintensas. Por tanto, el diagnóstico depende del estudio histopatológico. El PI debiera tenerse en cuenta en toda lesión tumoral intracraneal compuesta por una proliferación de fibroblastos o miofibroblastos, junto con un importante componente inflamatorio mononuclear, policlonal y un estroma de colágena de diferente vascularización. En el diagnóstico histopatológico deben considerarse los linfomas, la enfermedad de Castleman o trastornos que produzcan inflamación crónica granulomatosa, fibrosis y/o fibroesclerosis. También con los tumores intraventriculares, ependimoma, neurocitoma, el carcinoma o papiloma de plexos coroideos y los meningiomas ricos en células linfoplasmáticas. Fig. 10 on page 17 En el estudio de las enfermedades inflamatorias de estirpe linfoide con afectación del sistema nervioso central debemos tener en cuenta otras dos entidades que se están relacionando de manera cada vez más frecuente, la enfermedad IgG4 y CLIPPERS. Página 7 de 20 La enfermedad IgG4 (IgG4 related-disease) es un trastorno inflamatorio que afecta a varios órganos. Se trata de un proceso benigno y en general, de buen pronóstico. Analíticamente, se acompaña de elevación de IgG4 en plasma. Se denomina también fibroesclerosis sistémica relacionada con IgG4, enfermedad autoinmune relacionada con IgG4 o síndrome linfoproliferativo multiorgánico IgG4. El diagnóstico precoz prequirúrgico es básico y favorece una buena respuesta al tratamiento con corticoides o inmunosupresión. La región de cabeza y cuello es la segunda localización más frecuente tras la pancreatobiliar. A su vez, de ella destaca la afectación de las glándulas salivales, la glándula lacrimal y los tejidos periorbitarios. Parece acontecer de manera más frecuente en varones de edad media, simulando tratarse de un proceso neoplásico. El diagnóstico histológico característico comprende fibrosis, un infiltrado linfoplasmocelular denso y una flebitis obliterante con abundantes células plasmáticas IgG4. No se observan necrosis, granulomas ni vasculitis, cuya visualización haría necesario descartar otras patologías. Debe tenerse en cuenta que dicha inflamación crónica y fibrosis pueden ocasionar destrucción local, llegando incluso a evolucionar a linfoma y carcinoma. Por su parte, CLIPPERS (chronic lymphocytic inflammation with pontine perivascular enhancement responsive to steroids) constituye una inflamación crónica del sistema nervioso central con respuesta a tratamiento esteriodeo. Fue inicialmente descrita en 2010 por Pittock et al. como una encefalomielitis predominantemente pontina que mostraba un realce en T1 tras la administración de gadolinio, con un característico patrón puntiforme y curvilíneo. Dicho realce era de predominio en protuberancia y mesencéfalo, y menos llamativo en ganglios basales, cuerpo calloso, médula y cerebelo. En 2012, Simon et al. publicaron un estudio que contribuía con nuevos avances, aportando pacientes con afectación no sólo de la protuberancia, sino típicamente de los pedúnculos cerebelosos y el cerebelo. Por ello, propusieron puntualizar el acrónimo con la localización perivascular pontocerebelar. En secuencias T2 las lesiones eran focalmente irregulares e hiperintensas, con atenuación del líquido en secuencias inversión-recuperación. No ocasionaban efecto de masa. Destacaba la ausencia de edema vasogénico circundante. El estudio angiográfico no aportó hallazgos relevantes, excluyendo una vasculitis. Los pacientes aportados en los artículos y diagnosticados de CLIPPERS presentan cuadros de diplopía, disartria y ataxia. El deterioro de la función cognitiva que padecen algunos de los casos parece asociarse a la atrofia pontocerebelosa y la lesión axonal. Las pruebas analíticas sanguíneas muestran elevación de IgG, y en líquido cefalorraquídeo pleocitosis linfocitaria y/o elevación de proteínas. Página 8 de 20 Histológicamente, destaca un infiltrado perivascular linfático en sustancia blanca, y en menor medida, en parénquima. El infiltrado está compuesto por linfocitos reactivos TCD3 y linfocitos B-CD20, junto con gliosis reactiva. Se observan también histiocitos, macrófagos y microglia. Eosinófilos y neutrófilos está ausentes. Hay evidencia de lesión axonal y desmielinización perivascular en distintos grados. No se hallaron datos de esclerosis múltiple, granulomatosis linfomatoide, vasculitis, linfoma, histiocitosis o infecciones. Images for this section: Fig. 1: Paciente 1. Linfoma B difuso de células grandes del SNC. Varón de 50 años traído a Urgencias por su familia ante un cuadro de somnolencia y bradipsiquia de 20 días de evolución. RM cortes axiales. A. TC cerebral con civ. En ambos ganglios de la base se observan dos lesiones bien definidas, que realzan de manera homogénea tras la administración de gadolinio. Asocian pequeña zona de hipodensa perilesional en relación con edema (flechas amarillas). No producen efecto de masa. B. T1 CON GADOLINIO. Realce intenso y homogéneo. C. T2. Las lesiones se Página 9 de 20 muestran hiperintensas D. DIFUSIÓN. Focos hipointensos por restricción a la difusión. E. ESPECTROSCOPIA con técnica PRESS multivoxel. TE de 144mS. Incluso en el TE largo de observa un pico de lípidos. Fig. 2: Paciente 2. Vasculitis. Mujer de 41 años que acude por sensación de acorchamiento de miembro superior derecho de inicio brusco, junto con disartria y cefalea bitemporal pulsátil. A. TC cerebral sin civ. Aumento del tamaño ventricular, más llamativo en ventrículo lateral izquierdo (flecha amarilla). Disminución generalizada del tamaño de los surcos en relación con tumefacción cerebral difusa (flechas rojas). B. RM corte axial FLAIR. Lesiones hiperintensas puntiformes, mal definidas, en sustancia blanca cortical y yuxtacortical frontal. C. RM corte axial DIFUSIÓN. Dichas lesiones son también hiperintensas en secuencias de difusión. Página 10 de 20 Fig. 3: Paciente 2. Vasculitis. Transcurridos 10 días del inicio de la clínica se realiza un estudio de control mediante TC y angiografía. A. TC cerebral sin civ. Mala definición de la sustancia blanca respecto a la gris en el lado izquierdo (flecha roja), a diferencia del lado contralateral (flecha amarilla). B, C. Arteriografía cerebal. Confirma la estenosis de arteria carótida supraclinoidea izquierda. Página 11 de 20 Fig. 4: Paciente 2. Vasculitis. Se amplía el estudio con una nueva RM. A. RM cortes axiales TSE T2. Afectación irregular de la sustancia blanca subcortical con presencia de lesiones hiperintensas mal definidas. B. RM cortes axiales FLAIR. Además de los observado en A (flecha roja), existía hiperseñal a nivel de los surcos (flecha amarilla). C. RM cortes axiales DIFUSIÓN. Las lesiones descritas en A y B presentan franca hiperseñal en difusión (en relación a disminución del valor ADC -no mostrado-), describiendo una delimitación en territorio limítrofe. D. RM corte axial PERFUSIÓN. Mapa paramétrico de TTP. Disminución de la perfusión en el hemisferio izquierdo, con un aumento de tiempo al pico y del tránsito medio, más significativo en las áreas que se observan en secuencias de Difusión (ver escala). Página 12 de 20 Fig. 5: Paciente 2. Vasculitis. A los 5 días, la paciente comienza con un cuadro de hemiparesia derecha, coincidiendo con los hallazgos en el mapa de perfusión. Fallece horas después. A. TC cerebral sin civ. Infarto masivo en territorio de la arteria cerebral media izquierda con área de hipodensidad parietal, insular, en ganglios basales y cabeza núcleo caudado izquierdos, junto con claros signos de herniación subfacial. B, C. Angiografía RM cerebral (secuencia 3DTOF). Además de la estenosis severa de la arteria cerebral izquierda vista en las imágenes previas, la paciente sufre una oclusión de la arteria carótida supraclinoidea derecha con ausencia de flujo en la arteria cerebral media ipsilateral (flechas rojas). Persiste la estenosis de la carótida supraclinoidea izquierda (círculo amarillo). Página 13 de 20 Fig. 6: Paciente 3. Vasculitis. Varón de 32 años que consulta por episodio de monoparesia de miembro inferior izquierdo, asociado a parestesias recidivantes en hemicuerpo izquierdo de cuatro meses de evolución. RM cortes axiales. A, B. T2 TSE. Lesión en área córtico-yuxtacortical parietal derecha, así como múltiples focos hiperintensos en ambos hemisferios cerebelosos, en relación con infartos antiguos. C. T1 CON GADOLINIO. Se observa algún refuerzo focal tras administración de contraste. D, E. DIFUSIÓN. Áreas focales puntiformes hiperintensas en relación con isquemia aguda. F, G. SWI. Algunas de las lesiones descritas en imágenes A-E asocian depósitos hipointensos (flecha roja). Asimismo, se observan focos hipointensos en otras áreas de parénquima (flecha amarilla). Página 14 de 20 Fig. 7: Paciente 4. Vasculitis. Mujer de 60 años que acude al Servicio de Urgencias por cuadro de vértigo e inestabilidad, sin hipoacusia, de días de evolución. Se ingresa a la paciente con el diagnóstico de vértigo de aparente origen central. RM cortes axiales. A, B. T1 CON GADOLINIO. Áreas pequeñas de refuerzo, la de mayor tamaño situada sobre la superficie de la circunvolución triangular derecha, en la región de Broca. C, D. DIFUSIÓN. Dichas áreas no asocian alteraciones en el mapa de difusión. E, F. SWI. Se observa como tanto las áreas de refuerzo así como otras zonas (flechas amarillas), asocian depósitos de hiperseñal en relación con microsangrados. Página 15 de 20 Fig. 8: Paciente 5. Granulomatosis linfomatoide. Varón de 59 años, trasplantado cardíaco, que acude al Servicio de Urgencias por crisis convulsiva y agitación, habiendo presentado un síncope unas horas previas. Refiere cefalea en los dos meses anteriores e inestabilidad de la marcha de inicio en el último mes. RM cortes axiales salvo imagen C en corte sagital. A, B. FLAIR. Focos de hiperseñal en región yuxtacortical. C, D. T1 CON GADOLINIO. Lesiones focales de pequeño tamaño con realces irregulares y algunas de ellas, con realce en anillo (flechas amarillas). E, F. SWI. Las lesiones asocian hiposeñales secundarias a lesiones inflamatorias con áreas de microsangrado. Página 16 de 20 Fig. 9: Paciente 6. Pseudotumor inflamatorio. Mujer de 33 años que consulta porque tras levantarse de la siesta nota dolor tipo calambre en todo el miembro superior derecho de 2-3 minutos de duración, permaneciendo posteriormente una hipoestesia de la región hipotenar de mano derecha. RM cortes axiales salvo imagen B en corte sagital y D en corte coronal. A. TC cerebral sin civ. Hiperdensidad (flecha roja) con edema circundante (flecha amarilla) en el lóbulo occipital, tras el asta occipital. B. T1 IR corte sagital. Área focal de contornos irregulares con amplia base de implantación dural. C. T2. Área focal con fuerte hiposeñal (flecha roja) y edema vasogénico (flecha amarilla). D. T1 coronal. Refuerzo intenso hacia el parénquima encefálico con cola dural. E. SWI. La lesión asocia una fuerte hiposeñal. Página 17 de 20 Fig. 10: Paciente 6. Pseudotumor inflamatorio. Anatomía patológica de la lesión extirpada de tejido meníngeo. A. DESCRIPCIÓN MACROSCÓPICA. Fragmento laminar de duramadre de contorno irregularmente nodular. B. DESCRIPCIÓN MICROSCÓPICA. Abundante celularidad inflamatoria que incluye muy numerosas células plasmáticas maduras (flecha roja), linfocitos (con predominio de formas pequeñas) y algunos eosinófilos, así como pequeños cúmulos focales de leucocitos polimorfonucleares neutrófilos. Se identifican folículos linfoides hiperplásicos dotados de un centro germinal prominente, en el que existen macrófagos con cuerpos tingibles intracitoplasmáticos. Las células inflamatorias se disponen sobre un tejido conectivo con numerosos vasos sanguíneos, muchos de calibre capilar, revestidos por endotelio sin atipia. El estroma es laxo y edematoso en la zona nodular interna de la lesión y muestra marcada esclerosis en la base de implantación en la duramadre (flecha amarilla). C. IMAGEN AMPLIADA. Donde se aprecian las células plasmáticas (flecha roja). Página 18 de 20 Conclusiones La baja frecuencia de estas patologías, así como la heterogeneidad de los casos reportados en la literatura y la diversidad de los hallazgos en imagen, supone un reto de cara a su diagnóstico preoperatorio. Por ello, es preciso tenerlas en cuenta de cara al diagnóstico diferencial de enfermedades inflamatorias de estirpe linfoide, que se presenten como lesiones focales de localización preferentemente yuxtacortical, aunque también existan otras profundas, que muestren realce meníngeo o realce lineal subcortical y que de forma muy característica, asocien áreas de hiposeñal puntiforme yuxtacorticales en secuencias de susceptibilidad magnética. Bibliografía 1. Hammad TA, Hajj-Ali RA. Primary angiitis of the central nervous system and reversible cerebral vasoconstriction syndrome. Curr Atheroscler Rep. 2013 Aug;15(8):346. 2. Adams HP Jr. Cerebral vasculitis. Handb Clin Neurol. 2014;119:475-94. 3. Hajj-Ali RA, Calabrese LH. Diagnosis and classification of central nervous system vasculitis. J Autoimmun. 2014 Jan 31. 4. Miller D, Salvarani C, Hunder G, Brown R, Parisi J, Chirstianson T, et al. Biopsy findings in primary angiitis of the central nervous system. Am J Surg Pathol 2009; 33: 35-43. 5. 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