ENTREVISTA A ERNESTO MAYZ VALLENILLA* ¿Qué experiencia tiene usted en la educación universitaria venezolana? La primera y fundamental como estudiante. Yo estudié en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Pertenecí a la primera promoción que inauguró la Facultad de Filosofía y Letras. Realicé estudios de especialización en el exterior, regresé y fui profesor de la UCV durante catorce años. Y posteriormente, fui designado rector de la Universidad Simón Bolívar (USB), la cual tuve el honor y la satisfacción de fundar. Son tres perspectivas muy distintas, pero unidas indisolublemente entre sí, que me sirvieron pues para dos cosas: para “aprender a aprender” y para “dejar aprender a otros”. ¿Qué opina usted sobre la educación universitaria en Venezuela? Hay en general una crisis de la Educación Superior y ello se debe entre otras cosas a la crisis que experimenta la institución universitaria como instrumento mediante el cual se pretende cubrir las necesidades de la Educación Superior. No sólo en nuestro país sino a nivel mundial la Universidad como institución se halla en crisis, y justamente esa crisis en los fundamentos de la institución universitaria es la que provoca y produce los defectos en la formación que se imparte en la Educación Superior. ¿Qué propuestas tiene usted para mejorar esta situación? Refiriéndonos concretamente al modelo de Universidad que existe en Venezuela y en Latinoamérica, podemos decir que esta institución está determinada por tres vertientes fundamentales o bases de sostenimiento: 1. El modelo de la Universidad Medieval. La Universidad medieval nació en los claustros o conventos medievales, que eran lugares cerrados. Paralelamente a esa visión de espacio cerrado que ocupaba la Universidad, el saber que en ella se impartía también se concebía como una serie de esferas o áreas espaciales cerradas. Por una parte estaba el saber jurídico, por otra parte estaba la esfera del saber médico, por otra estaba la esfera del saber retórico y encima de todo como área máxima el saber teológico, que con el poder que tenía la concepción religiosa del mundo en aquel tiempo determinaba como esfera superior todos los otros saberes. Cada una de estas esferas formaba lo que se llamaba una facultad. Las facultades se dividían en escuelas y a su vez las escuelas en cátedras. * Entrevista realizada a Ernesto Mayz Vallenilla en torno a la educación universitaria en Venezuela. Publicada en la revista Reflejo. La imagen de la Unimet, editada por estudiantes de la Universidad Metropolitana, Año 4, N° 10, Caracas, junio de 1994, págs. 45-49. 2. El modelo de la Universidad Germánica propuesto por Humboldt. El plan de organización de la Universidad alemana de Humboldt se basa en lo siguiente: la enseñanza universitaria debía estar acompañada por la investigación. El profesor debía enseñar en su cátedra lo que investigaba en su instituto. El Politécnico era sencillamente donde se formaban los estudiantes para ser buenos profesionales y técnicos, en cambio a la Universidad iban los que querían ser sabios. Entonces la Universidad de Berlín fue una pequeña “tacita de plata” porque Humboldt y Federico Guillermo III recolectaron de toda Alemania los más distinguidos, sabios y brillantes especialistas y a cada uno se le dotó de un instituto de investigación y de su cátedra. El modelo de la Universidad humboldtiana se transmitió a Inglaterra, a las viejas y medievales universidades inglesas: Oxford, Cambridge, y de allí pasó a Norteamérica. 3. El tercer modelo proviene de la llamada Reforma de Córdova. Córdova era una vieja Universidad clerical en Argentina administrada por el arzobispado de Córdova, donde los profesores eran nombrados a dedo y las cátedras obsoletas que dictaban las pasaban de padre a hijo. Allí se produjo con plena razón un movimiento de protesta y reforma, y en el manifiesto de Córdova se equipara a la Universidad con una república democrática. Esa república democrática está formada por profesores, estudiantes e incluso empleados. Las autoridades y los profesores deben ser elegidos libremente, permitiendo la participación de los gremios estudiantiles y a veces también la de los gremios de empleados administrativos. La Universidad es una república democrática y goza de autonomía frente a la Iglesia y frente al Estado. Ahora bien, ¿de qué proviene la crisis de la Universidad latinoamericana? Proviene de que esos tres supuestos históricos están en crisis. En el saber todo espacio cerrado ha cesado, no hay saberes aislados. Hay una interconexión entre saberes. Hoy en día no es posible mantener con la interdisciplinariedad del saber y el dinamismo que esta interdisciplinariedad tiene facultades cerradas, escuelas cerradas, cátedras cerradas ni mucho menos universidades cerradas. El estudiante que escoge la carrera de medicina si quiere ser eficaz tiene que saber de ingeniería, tiene que saber de física, tiene que saber de antropología, de computación, de filosofía. Ahora, cómo va un estudiante a compartir su tiempo vital estudiando 6 años de medicina, 5 años de ingeniería, 5 años de filosofía, etc. Eso no es posible sostenerse en nuestro tiempo. La formación del estudiante reclama otra cosa. En segundo lugar, recuerden la “tacita de plata” de Humboldt. Cada profesor tenía un curso de máximo diez (10) estudiantes y un instituto a su disposición para investigar. ¿Cuántos estudiantes hay hoy en una Universidad? ¿Cuántos profesores hay? Ahora, ¿cómo se le da a cada profesor un instituto para que investigue? Y luego, una pregunta más importante: ¿Cuántos de esos tantos miles de estudiantes quieren ser sabios y cuántos van sencillamente a adquirir un título profesional con intereses muy concretos, que le sirva para ganarse la vida profesionalmente? ¿Cómo se le va a obligar a estos muchachos a que sean investigadores? Y ¿dónde van a investigar los profesores en las universidades si no hay dinero para comprar los equipos? El modelo humboldtiano no sirve, carece de operatividad en nuestro tiempo. Tercero, ¿es legítimo sostener que la Universidad es una república o por el contrario es una academia? Si se parte del supuesto del lema defendido por la Reforma de Córdova de que la Universidad es una república democrática, entonces en la Universidad tiene que haber democracia. Entonces si la Universidad es una república democrática debe convertirse en un parlamento donde se discuta todo. Las autoridades se eligen democráticamente con votos de estudiantes, profesores y a veces los empleados administrativos. ¿Y por qué si vivimos en una república democrática los estudiantes no pueden intervenir en el diseño de los pensum? Parece lógico, pero sucede que la Universidad no es una república democrática, la Universidad es una academia. Y la academia es meritocrática. Todo esto nos demuestra que las bases sobre las cuales está sentada la Universidad son anacrónicas y carecen de eficacia para las necesidades de nuestro tiempo. La Universidad se debe distinguir de la Educación Superior. La Universidad es un instrumento y la Educación Superior es una necesidad. Ahora bien, toda institución es un instrumento y todo instrumento se tiene que adecuar históricamente a las necesidades para las cuales ha sido diseñado. Si nuestro saber es transdisciplinario, vamos a transformar la estructura de las universidades. Si se quiere sígase llamando Universidad pero ¡abajo las paredes y los muros de facultades, escuelas, cátedras! Vamos a poner programas transdisciplinarios, vamos a dejar que cada alumno haga su propio pensum, que no le impongan el pensum que él debe seguir, que estudie donde quiera pues no hay fronteras entre universidad y universidad. ¿Cuál es la diferencia entre educación académica y educación profesional? y ¿cuál debe ser la labor del Estado como ente controlador de la educación profesional cuando un estudiante elige el pensum para su educación académica? Unos son los títulos académicos que pueden proporcionar las instituciones de Educación Superior y otro tanto son los títulos profesionales que el Estado debe controlar y discernir muy rigurosamente. La Universidad lo que me dice es lo siguiente: usted para obtener el título de doctor en alguna especialidad debe haber cursado tantas materias o tantos créditos. Otros tantos créditos serán opcionales y podrán ser cursados donde uno desee. Completado el pensum, la Universidad le da un título académico. Pero el Estado tiene el deber como representante de la sociedad de controlar, supervisar que si usted adquiere un título académico cuando ejerza profesionalmente lo haga satisfactoriamente. Para ello es sometido a un examen de Estado, sumamente difícil, donde el que quiera ejercer una profesión determinada tiene que mostrar su competencia en aquel campo del saber. Entonces hay un título académico y un título profesional con examen de Estado. Esta diferenciación no existe en Venezuela pues sólo tenemos títulos académicos y los colegios gremiales no son los más escrupulosos y exigentes. ¿Mensaje final a los estudiantes de la UNIMET? Abran los ojos frente al tiempo que están viviendo pero sobre todo frente al que se aproxima, al futuro, intentando descubrir en los signos de los tiempos que se avecinan hacia dónde quiere ir el hombre y qué busca y espera del futuro. Y en base a eso traten de que su conciencia siempre se mantenga alerta frente a estas señales o signos que pueden adivinarse en los tiempos que se aproximan, y ese alerta les sirva para dos cosas: primero para exigirse a sí mismos ser cada día más abiertos, permeables y sensibles frente a los mensajes que reciben; y en segundo lugar, exigir de sus profesores que sean hombres también con mentalidad de futuro y no carcamales repetidores de un saber anacrónico.