capitulo v

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CAPITULO V
LA CARDIOLOGÍA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO
XX
LA CARDIOLOGIA EN EL MUNDO
A partir de la década del 50, la Cardiología tuvo un avance espectacular
merced a los importantes avances técnicos y científicos alcanzados, basados
muchos de ellos, paradójicamente, en los progresos tecnológicos
experimentados en todos los aspectos de la vida moderna luego de la Segunda
Guerra Mundial.
Hemos visto nacer numerosos métodos diagnósticos como la
Hemodinamia, que al comienzo solo fue diagnóstica y que a partir de los años
80 se convirtió también en un método terapéutico dando nacimiento a la hoy
conocida Cardiología Intervencionista, la Ecocardiografía y el Doppler cardíaco,
la Cardiología Nuclear, la electrofisiología, el Holter y la creación de los
marcapasos cardíacos, el desfibrilador y el cardioversor.
Nació la cirugía cardiovascular, lo que posibilitó el tratamiento quirúrgico
correctivo de las cardiopatías congénitas, la implantación de distintas prótesis
valvulares y surgió la exitosa cirugía de revascularización propugnada por
nuestro René Favaloro culminando con el transplante cardiaco y
cardiopulmonar.
Gracias a las importantes investigaciones realizadas hemos podido
conocer más profundamente la fisiopatología de la mayoría de las patologías,
que modificaron el enfoque terapéutico en la mayoría de ellas.
Hemos visto la aparición de productos farmacéuticos que modificaron
sensiblemente la conducta terapéutica seguida previamente. Los antibióticos,
los diuréticos orales y las importantes drogas antihipertensivas significaron un
avance espectacular en el tratamiento de los pacientes.
Hoy la hipertensión arterial dejó de ser una patología grave en muchos
casos; la fiebre reumática prácticamente dejó de existir gracias a su
prevención, las arritmias pudieron ser tratadas con éxito; la cardiopatía
isquémica si bien sigue siendo una patología frecuente y seria, gracias a los
nuevos métodos y conductas terapéuticas su pronóstico ha mejorado
sensiblemente, etc.
Hemos dejado de lado el enfoque muchas veces empírico basado
preferentemente en la experiencia personal u “ojo clínico” por una Medicina
basada en la evidencia, gracias a los importantes estudios multicéntricos que
de una manera u otra, hoy nos señalan las conductas a seguir.
Y también, al finalizar el siglo XX hemos visto surgir la jerarquización de
la prevención cardiovascular, que ya ha tomado cuerpo en la población gracias
a las importantes campañas de prevención que se realizaron y se realizan en el
mundo las entidades científicas y sobre todo las Fundaciones Cardiológicas.
Así como este siglo podemos decir que fue el de los avances
tecnológicos y científicos, el siglo XXI se avizora como el siglo de la prevención
que permitirá dentro de algunos años que muchas patologías tiendan a
disminuir y por ende de esa manera mejorar tanto la longevidad como la
calidad de vida de la población.
No debemos dejar de mencionar las grandes sorpresas que
seguramente nos deparará las futuras investigaciones basadas en la lectura del
Genoma Humano recientemente lograda.
Numerosas figuras cardiológicas sobresalieron en estos últimos 50 años
en el mundo.
La lista sería interminable, pero considero que no podemos dejar de
mencionar a quienes, a mi criterio, tuvieron un papel predominante en el
desarrollo logrado y pueden ser considerados como pioneros de la Cardiología
Moderna.
Los Dres Samuel Levine y su discípulo W. Proctor Harvey por sus
importantes publicaciones y libros (especialmente Clinical Auscultation of the
Heart editado en 1949) sobre auscultación y fonocardiografía
El Dr. Aubrey Leatham de Inglaterra considerado como el pionero de la
auscultación en el siglo XX.
Proctor Harvey
Samuel Levine
Aubrey Leatham
El Dr. John Goodwin de Inglaterra, líder en el estudio de las
miocardiopatías.
Los Dres Harold Jeremy Swan y William Ganz, por sus importantes
aportes en distintos temas cardiológicos y especialmente por la creación del
conocido cateter balón que lleva sus nombres y que permitió el control
hemodinámico de los pacientes en estado crítico.
Harold Swan
William Ganz
El Dr. Mason Sones creador de la cinecoronariografía que revolucionó el
estudio y tratamiento de la cardiopatía isquémica.
El Dr. Williams Kannel uno de los directores del extraordinario estudio
de Framingham que dio nacimiento a los modernos conceptos de la prevención
cardiovascular.
Mason Sones
William Kannel
El Dr. Atilio Masseri de Italia por sus importantes trabajos sobre
espasmo coronario.
El Dr. Andreas Gruntzig de Suiza creador de la angioplastia que dio
origen a la Cardiología Intervencionista.
Atilio Masseri
Andreas Gruntzig
Y en los últimos años han sido figuras destacadas el Dr. Valentín Fuster,
español residente en EEUU, por sus significativos aportes en el estudio de la
cardiopatía isquémica.
El Dr. Shabudin Rahimtoola por sus trabajos sobre valvulopatías.
El Dr. Milton Packer por sus importantes estudios sobre insuficiencia
cardíaca.
Valentín Fuster
Shabudin Rahimtoola
Milton Packer
Y los Dres Eric Topol de EEUU y Salim Yusuf de Canadá quienes
además de diversos trabajos de investigación, dirigieron numerosos estudios
multicéntricos que brindaron significativos aportes a la cardiología basada en la
evidencia.
Eric Topol
Salim Yusuf
Dentro de los cirujanos, debemos destacar como pioneros y verdaderos
Maestros de la cirugía cardiovascular a:
Dwight Harken, Clarence Walton Lillehei, Michael DeBakey, John Gibbon,
Denton Cooley, Donald B. Effler, John Kirklin, Norman Shumway, de EEUU,
Clarence Crafoord de Suecia, lord Claude Baron Brock, Sir Thomas Holmes
Sellors, y Donald Ross del Reino Unido, Sir Brian Barrat-Boyes de Nueva
Zelanda, Alain Carpentier de Francia , Rene Favaloro de Argentina, Cristihiaan
Barnard de Sudáfrica.
Pero dentro todo de este grupo, debemos resaltar especialmente a tres
figuras que yo considero emblemáticas de la Cardiología Moderna: los Dres
Eliot Corday, Eugene Braunwald y Bernard Lown.
El Dr. Eliot Corday nació en Alberta (Canadá) en 1913 y
en 1940 se graduó en la University of Alberta Medical School.
Estuvo durante 5 años en la Fuerza Aérea de Canadá y luego
se radicó en Nueva York trabajando con Dickenson Richards
(laureado luego con el Premio Nobel junto a Forssman y
Cournand en 1956) en el desarrollo de cateterismo cardíaco.
Junto al Dr. Arthur Master comenzaron a realizar
estudios electrocardiográficos en los pacientes subiendo
escalones y descubrieron que ellos presentaban alteraciones
significativas en los pacientes con
enfermedades coronarias naciendo así la
famosa prueba de Master que fue la
precursora de la ergometría.
Ya en Los Angeles, jugó un rol
importante en el desarrollo de la
electrocardiografía ambulatoria y junto al
Dr. George Griffin estudió el flujo del sodio
Prof. Dr. Eliot Corday
marcado con radioisótopos en las cámaras
cardíacas que diera nacimiento a la Cardiología nuclear.
Sus contribuciones en estos campos, cateterismo
cardíaco, test de esfuerzo, ECG ambulatoria y estudios con
radioisótopos hicieron que pronto fuera uno de los cardiólogos
más conocidos de su tiempo.
Fue médico de figuras relevantes del mundo,
sobresaliendo entre sus pacientes el Presidente de EEUU
Dwight Eisenhower a quien atendió al padecer de un infarto.
En 1960 fue presidente del American College of
Cardiology. Visitó numerosos países del mundo llevando sus
enseñanzas y experiencias y pronto se transformó en un
gigante de la Cardiología.
Falleció en el año 1999 a los 85 años.
El Dr. Eugene Braunwald es una de las figuras más
sobresalientes de la Cardiología Moderna
Llegó a EEUU en 1939 desde Austria junto a su familia
huyendo de la guerra, se recibió de médico en la Universidad
de New York y completó su residencia médica en el John’s
Hopkins Hospital.
Fue Jefe de Cardiología y Director
Clínico del National Heart, Lung and
Blood Institute de Bethesda, creó el
Departamento de Medicina en la
Universidad de California y desde 1972 a
1996 fue Jefe del Departamento de
Medicina del Britham and Women's
Prof. Dr. Eugene Braunwald
Hospital de Boston.
Hoy es Profesor Distinguido de la
Escuela de Medicina de Harvard y Decano del programa
académico en the Partners HealthCare System, creado por
Brigham and Women’s y Massachusetts General Hospitals.
Es el único cardiólogo miembro de la Academia Nacional
de Ciencias de Estados Unidos habiendo sido Presidente de la
American Society for Clinical Investigation.
Recibió numerosos honores y designaciones honoríficas
de numerosas Instituciones del mundo entre ellas de la
American Heart Association que instituyó en 1999 un Premio
con su nombre y del American College of Cardiology que lo
designó Científico Distinguido.
Es autor de más de 980 publicaciones, muchas de ellas
de importancia superlativa, sobre los más diversos temas
destacándose sus trabajos sobre cardiopatía isquémica e
insuficiencia cardíaca. Sus definiciones sobre el miocardio
atontado y la remodelación ventricular provocaron cambios de
conducta muy importantes ante la enfermedad cardíaca.
Fue editor en jefe de numerosos libros de medicina siendo
hoy su libro “Heart Disease” de consulta obligada
especialmente para quienes se están formando en la
especialidad.
El Dr. Bernard Lown, nació en Lituania y emigró a EEUU
en 1935 huyendo de la guerra a los 13 años.
Profesor Emérito de Cardiología de
Harvard University, se graduó en la
John’s Hopkins University School of
Medicine.
Es pionero en las investigaciones
de la muerte súbita y creador del
Prof. Dr. Bernard Lown
desfibrilador de corriente continua que permitió su utilización
como cardioversor.
Además, fue autor de la ya clásica clasificación de la
severidad de las arritmias ventriculares las cuales se validaron
finalmente para las arritmias por isquemia.
Fue también quien introdujo el uso de la lidocaína como
tratamiento de las arritmias ventriculares y, además, un gran
impulsor de la instalación de las Unidades Coronarias.
No solo se dedicó a las arritmias, sino que también se
destaca por ser un fuerte defensor de la paz en el mundo
habiendo sido cofundador de la Asociación Internacional de
Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear en 1980, que
le valió en 1985 recibir el Premio Nobel de la Paz junto a otro
cardiólogo ruso el Dr. Belemkov.
En estos últimos años se dedica especialmente a la
promoción de la prevención cardiovascular a través de
PROCOR, institución que desarrolla su actividad por vía
informática que creó en 1997 y dirige en la actualidad.
LA CARDIOLOGIA EN ARGENTINA
La Cardiología en Argentina, no estuvo aislada del mundo en este
tiempo. Las facilidades tecnológicas de comunicación y de traslado permitieron
que los cardiólogos argentinos pusiéramos precozmente en práctica todos los
adelantos científicos y tecnológicos ocurridos e inclusive se hicieran aportes
muy importantes para el desarrollo cardiológico.
La jerarquía de la cardiología argentina y de sus miembros fue
reconocida por todo el mundo en 1974, cuando se le asignó ser sede del
Congreso Mundial de Cardiología en Buenos Aires, el cual fue organizado bajo
la presidencia del Dr. Francisco Romano por la Sociedad Argentina de
Cardiología con la colaboración de la Federación Argentina de Cardiología, las
cuales en forma conjunta ahora aspiran conseguir la postulación para que
nuestro país sea nuevamente sede de un Congreso Mundial en el año 2008.
Muchos cardiólogos fueron partícipes importantes en el desarrollo de la
Cardiología Argentina en los últimos 50 años. Sería interminable el listado e
inclusive injusto el olvido de algunos de ellos por lo que prefiero evitar su
mención. Pero sin dudas, a mi criterio, hubo tres que sobresalieron en forma
manifiesta: los Dres. René Favaloro, Mauricio Rosembaum y Carlos Bertolasi.
Para los argentinos, hacer una reseña de la vida de
René Favaloro parece innecesaria. Pero considero que no
podemos dejar de resaltar algunos de sus datos biográficos en
este libro.
Nació en La Plata el 14 de julio de 1923 y se recibió
como médico en la Universidad Nacional de esa ciudad en
1949.
Cursó la educación primaria en una modesta escuela de
su barrio" El Mondongo" de La Plata y durante las tardes
ayudaba a su padre ebanista en el taller de carpintería, quien le
enseñó los secretos del oficio.
En 1936, después de un riguroso examen, Favaloro
entró al Colegio Nacional de La Plata donde docentes como
Ezequiel Martínez Estrada, al que siempre recordaba, le
infundieron principios sólidos de profunda base humanística.
Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad
de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata y
se recibió de médico en 1949 haciendo el
practicanato en el Hospital Policlínico de
La Plata.
En 1949, apenas recibido, accedió al
puesto de médico auxiliar en dicho
Hospital en carácter de interino y a los
pocos meses lo llamaron para confirmarlo.
Le pidieron que completara una tarjeta con
Dr. René Favaloro
sus datos y en donde en el último renglón
debía afirmar que aceptaba la doctrina del gobierno (El Gral.
Perón era presidente en esos momentos)
Sus calificaciones eran mérito más que suficiente para
obtener el puesto. Sin embargo, ese requisito resultaba
inaceptable para alguien como él que había formado parte de
movimientos universitarios opuestos al Gobierno, habiendo
tenido que soportar la cárcel por dicha causa en alguna
oportunidad.
Por ese entonces le llegó una carta de un tío desde
Jacinto Aráoz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en la
zona desértica de La Pampa. El único médico que atendía la
población, el doctor Dardo Rachou Vega, estaba enfermo y le
solicitaba lo reemplazara por algún tiempo.
Llegó a Jacinto Aráuz en mayo de 1950 y rápidamente
trabó amistad con el doctor Rachou. Su enfermedad resultó ser
un cáncer de pulmón. Falleció unos meses más tarde y
Favaloro resolvió quedarse creando una clínica. Al poco tiempo
se le sumó su hermano, Juan José, médico también.
Favaloro leía con interés las últimas publicaciones
médicas y cada tanto volvía a La Plata para actualizar sus
conocimientos. Quedaba impactado con las primeras
intervenciones cardiovasculares.
Poco a poco fue naciendo en él el entusiasmo por la
cirugía torácica y comenzó a pensar en viajar a los Estados
Unidos para hacer una especialización.
En uno de sus viajes a La Plata le manifestó ese deseo
su querido maestro el Profesor Mainetti, quien le aconsejó que
el lugar indicado era la Cleveland Clinic.
Hacia allí se dirigió en el año 1962. Trabajó primero
como residente y luego como miembro del equipo de cirugía,
en colaboración con los doctores Donald B. Effler, jefe de
cirugía cardiovascular, F. Mason Sones, Jr. a cargo del
Laboratorio de Cineangiografía y William L. Proudfit, jefe del
Departamento de Cardiología.
Al principio, la mayor parte de su trabajo se relacionaba
con la enfermedad valvular y congénita. Pero todos los días,
apenas terminaba su labor en la sala de cirugía, Favaloro
pasaba horas revisando cinecoronariografías y estudiando la
anatomía de las arterias coronarias y su relación con el
músculo cardíaco. El laboratorio de Sones, tenía la colección
más importante de cineangiografías de los Estados Unidos.
A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la
posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria.
Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese
año.
La estandarización de esta técnica del “by pass”, fue el
trabajo fundamental de su carrera, lo cual hizo que su prestigio
trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento
cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria.
En 1971 Favaloro decidió regresar a la Argentina, con el
sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la
Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la
investigación y la educación, tal como lo dijo en su carta de
renuncia a Effler que figura en uno de sus libros:
"Una vez más el destino ha puesto sobre mis hombros
una tarea difícil. Voy a dedicar el último tercio de mi vida a
levantar un Departamento de Cirugía Torácica y Cardiovascular
en Buenos Aires. En este momento en particular, las
circunstancias indican que soy el único con la posibilidad de
hacerlo. Ese Departamento estará dedicado, además de a la
asistencia médica, a la educación de postgrado con residentes
y fellows, a cursos de postgrado en Buenos Aires y en las
ciudades más importantes del país, y a la investigación clínica.
Como usted puede ver, seguiremos los principios de la
Cleveland Clinic".
Con ese objetivo comenzó sus actividades en Buenos
Aires en el Sanatorio Güemes y en 1975 creó la Fundación
Favaloro junto con otros colaboradores.
En 1992 inauguró en Buenos Aires el Instituto de
Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro.
Pero Favaloro no se conformó con su actividad científica
sino que también se preocupó por los males endémicos de
nuestra Sociedad. En todas sus conferencias no dejó de
denunciar el problema de la desocupación, la desigualdad, la
pobreza, el armamentismo, la violencia.
Su última conferencia dada en el marco del XIX
Congreso Nacional de Cardiología realizado en Mendoza en
junio del 2000, que muchos de nosotros tuvimos el privilegio de
escuchar, versó sobre estos problemas postulando que la
pobreza, la desocupación y la miseria debían ser catalogadas
también como un factor de riesgo cardiovascular.
Favaloro fue miembro activo de 26 sociedades,
correspondiente de 4, y honorario de 43, entre ellas de la
Federación Argentina de Cardiología y la Sociedad de
Cardiología de Rosario.
Recibió innumerables distinciones internacionales entre
las que se destacan: el Premio John Scott 1979, otorgado por
la ciudad de Filadelfia, EE.UU; la creación de la Cátedra de
Cirugía Cardiovascular "Dr. René G. Favaloro" en la
Universidad de Tel Aviv, Israel en 1980; el premio Maestro de
la Medicina Argentina en 1986; el premio Distinguished
Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); el
Premio René Leriche en 1989, otorgado por la Sociedad
Internacional de Cirugía; el Gifted Teacher Award, otorgado por
el American College of Cardiology (1992); el Premio Príncipe
Mahidol, otorgado por Su Majestad el Rey de Tailandia en 1999
entre otros.
En 1992, el diario The New York Times lo consideró
como “héroe mundial”.
El 29 de julio de 2000 falleció trágicamente a los 77
años.
El Dr. Mauricio Rosenbaum fue un brillante
electrocardiografista y uno de los líderes en el estudio de las
arritmias a nivel mundial en los últimos 50 años.
Nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, en
agosto de 1921. Estudió en la Universidad Nacional de
Córdoba cubriendo sus gastos actuando como pianista en una
orquesta típica.
Recibió su diploma de médico en el año 1946 y accedió al
doctorado en 1951, con su tesis Semiología de la onda Q.
En el año 1947, atraído por la cardiología, ingresó en el
Pabellón de Cardiología Luis H. Inchauspe del Hospital Ramos
Mejía.
En 1966 gana el concurso de Jefe de Cardiología del
Hospital Salaberry y en 1973 regresa al Hospital Ramos Mejía
como Jefe de la División Cardiología hasta su retiro en el año
1986.
Alrededor de él se aglutinó un grupo de
jóvenes especialistas con quienes construyó
la escuela de electrocardiografía más
renombrada de nuestro país y admirada en
el mundo entero fundamentalmente por la
descripción
que
hicieron
de
los
Hemibloqueos,
que
causó
una
gran
Dr. M.Rosenbaum
conmoción en el mundo cardiológico.
Pero su actividad científica no se resumió solo a ello.
Durante la década del 60, junto al Dr. Cerisola, hicieron
investigaciones en pacientes con la Enfermedad de Chagas en
Santiago del Estero y otras zonas endémicas de la
enfermedad, publicando datos que relacionan la serología
reactiva a Trypanosoma cruzi, con los trastornos de la
conducción cardiaca en los infectados.
Describió los bloqueos taquicárdicos-dependientes en
fase 3 y bradicárdicos-dependientes en fase 4; desarrolló la
explicación electrofisiológica de la conducción oculta y fue
responsable de la descripción de los efectos antiarrítmicos de
la amiodarona y especialmente su utilización en los pacientes
con Wolff Parkinson White, en momentos que dicha droga aun
era prácticamente desconocida.
Durante los años 80, describe la modulación electrotónica
de la onda T y su relación con la memoria cardíaca, hecho
realmente revolucionario.
Por su labor científica recibió homenajes dentro y fuera de
nuestro país, y también numerosos premios y reconocimientos
institucionales: fue profesor de la Universidad de Kentucky,
Fellows de Honor del American College of Cardiology en 1975,
Investigador Distinguido de la Sociedad Norteamericana de
Electrofisiología y Estimulación Cardíaca, Profesor Honorario
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires,
y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
Nuestra Sociedad realizó en su homenaje en 1997 el
Simposio Internacional de Arritmias para el Cardiólogo Clínico,
en el cual, por supuesto, estuvo presente.
Falleció el 4 de mayo de 2003 a los 81 años.
El Dr. Carlos Bertolasi, es otro de los grandes de la
Cardiología Argentina.
Nació en Buenos Aires el 27 de setiembre de 1932 y
cursó el ciclo primario y secundario en la Escuela Argentina
Modelo para luego en 1950, ingresar a la Facultad de Medicina
de Buenos Aires donde se graduó de médico en 1956 con
diploma de Honor.
Luego de concurrir al Instituto
Modelo del Hospital Rawson para
completar su formación clínica, ingresa al
Pabellón Inchauspe del Hospital Ramos
Mejía donde integró el grupo de
cardiólogos dirigidos por el Dr. Blas Moia,
uno de sus maestros.
Dr. Carlos Bertolasi
A los 28 años gana por concurso el
ingreso a la carrera hospitalaria, incorporándose al Hospital
Municipal Cosme Argerich donde se desempeñó por más de 40
años. Estuvo al lado de su otro gran maestro, el Dr. Fernando
Battle a quien sucedió como Jefe del Servicio de Cardiología en
1974.
En 1970 organiza la primera sala de Terapia Intensiva y
Unidad Coronaria del país y se pone al frente de la prestigiada
Residencia de Cardiología del Hospital Argerich.
Docente nato, su gran capacidad didáctica para trasmitir
sus conocimientos y experiencia, especialmente en el tema de la
Cardiopatía isquémica, es admirada por todos.
Maestro de muchas generaciones de cardiólogos a través
de la docencia que impartió en su querido Hospital, y de sus
múltiples publicaciones y conferencias. Sus libros sobre
Cardiología Isquémica, escrito junto a su maestro el Dr.
Fernando Battle y publicado en 1980, Cardiología Clínica editado
en 1987, Cardiología Actual en 1992 y recientemente
Cardiología 2000 han sido y son hoy de consulta obligada.
Su clasificación de la cardiopatía isquémica es
ampliamente utilizada y su hipótesis del "sin tiempo" y "con
tiempo" en la enfermedad coronaria, con una aproximación
fisiopatológica más tarde confirmada, aún está vigente.
Fue Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología
en 1974; Miembro del Comité de Honor y Asesor Honorario de la
Secretaría de Salud Pública del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires desde 1996 al 2000, Asesor Honorario del
Ministerio de Salud Pública de la Nación de 1999 a 2001 y desde
1997 es miembro de número de la Academia Nacional de
Medicina.
Ha recibido numerosas distinciones entre ellas la de
“Maestro de la Medicina” por la Prensa Médica Argentina en el
año 2001 y ese mismo año la de Profesor Honorario de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Durante estos últimos 50 años, la cardiología argentina participó
activamente a través de la Sociedad Argentina de Cardiología en las distintas
instituciones internacionales (Federación Mundial de Cardiología, Sociedad
Interamericana de Cardiología que fue presidida en varias oportunidades por
cardiólogos argentinos, lo mismo que la Sociedad Sudamericana de
Cardiología (ex USCAS)
Dado que la S.A.C. es la entidad cardiológica que ostenta la
representación internacional del país, los cardiólogos del interior nucleados a
partir de 1964 en la Federación Argentina de Cardiología, vieron limitada su
participación en esas Instituciones.
Sin embargo, en los últimos años, tiende a revertirse esa situación dado
que en la actualidad la F.A.C. está participando como miembro con voz pero
sin voto en esos foros institucionales.
LA CARDIOLOGIA EN ROSARIO
La cardiología de Rosario no estuvo ajena a todo lo mencionado. A
pesar de los avatares económicos, el nivel cardiológico en nuestra ciudad
siempre estuvo a la altura de los grandes centros cardiológicos del mundo
gracias a la inquietud y capacidad de sus profesionales muchos de los cuales
permanentemente buscaron su actualización y perfeccionamiento en distintos
países del mundo, preferentemente EEUU.
La Sociedad de Cardiología de Rosario, creada en 1954, fue el centro
motor de toda la actividad cardiológica rosarina.
Numerosos cardiólogos de nuestra ciudad se destacaron en este
período tanto por su producción científica como por su participación
institucional, pero creo que deben mencionarse especialmente a 3 de ellos
como figuras relevantes dentro de ese importante grupo, los Dres Fernando
Gaspary, Pedro Tuero y Osvaldo Robiolo.
El Dr. Fernando Gaspary nació en 1913 e inició su
actividad médica también en la célebre Sala 17 del Hospital
Centenario, Cátedra del Prof. Dr. David Staffieri, generadora de
tantos talentos médicos en nuestra ciudad.
Junto con González Sabathié, en la década del 40,
publicaron numerosos artículos en Revistas Nacionales y en los
Archives des Maladies du Cour, por entonces publicación líder
en la Cardiología Mundial, especialidad que recién comenzaba
a perfilarse con independencia de la Clínica Médica. Estas
presentaciones le valieron ser designado Miembro de la
Sociedad Francesa de Cardiología.
Integró el cuerpo médico del Servicio de Cardiología del
Hospital Marcelino Freyre, creado en 1944, y que fue el primer
Centro con internación cardiológica exclusiva que existió en la
ciudad, en calidad de subdirector.
Fundó y dirigió durante 30 años el Servicio de
Cardiología del Hospital Italiano.
En 1956 ganó el concurso de
Profesor Titular de la Cátedra de
Semiología de la Facultad de Medicina
(luego
Patología
Médica
Area
Cardiología)
habiendo
sido
posteriormente, Vice Decano y Decano
de la Facultad elegido por sus pares y
Vicerrector de la Universidad Nacional
del Litoral.
Prof. Dr. Fernando Gaspary
Al obtener los beneficios de la
jubilación, en 1978, fue designado Profesor Emérito y se le
asignó la Dirección de la Escuela de Medicina de la Facultad,
teniendo en cuenta su vasta experiencia en Educación Médica
ya que era considerado uno de los más destacados
especialistas en el tema dentro de nuestro país e inclusive en
el extranjero habiendo sido invitado a dar numerosas
conferencias inclusive en Universidades latinoamericanas.
Sucedió al Dr. González Sabathié en la Presidencia de
la Sociedad de Cardiología de Rosario (1957-58) de la cual fue
miembro fundador. Junto al Dr. Pedro Tuero fue uno de los
impulsores de la creación de la Federación Argentina de
Cardiología de la cual fue vicepresidente en el período 196869.
Fue miembro de la Sociedad Internacional de Medicina
Interna, de la Sociedad Argentina de Humanismo Médico,
Miembro Honorario Nacional de la Sociedad Argentina de
Progresos en Medicina Interna, de la Asociación Médica
Argentina, y Miembro correspondiente de la Academia de
Ciencias Médicas de Córdoba, de la Academia de
Humanidades de San Luis, de la Academia Nacional de
Medicina y de la Academia Nacional de Ciencias.
Su pasión dentro de la Cardiología eran las arritmias.
Era frecuente encontrarlo en su escritorio analizando una tira
electrocardiográfica con arritmias utilizando el clásico diagrama
en escalera.
Publicó numerosos trabajos especialmente sobre la
parasistolia, que era su "arritmia preferida" y participó en
cuanta reunión científica sobre el tema había en calidad de
invitado especial.
Pero su otra pasión era la arqueología. Sus
excavaciones en su querida Tilcara y en nuestras islas lo llevó
a ser considerado un experto en civilizaciones indígenas
especialmente de la zona isleña y su teoría de las "campanas"
es hoy considerada muy importante en numerosos libros de la
especialidad teniendo por ello reconocimiento internacional.
Desde la perspectiva arqueológica se denomina
“campana” a un vaso de cerámica hueca, de paredes gruesas,
de base abierta, campaniforme o cilindriforme, que además de
su abertura basal, cuenta con orificios laterales.
Gaspary confirió a estas piezas un carácter sagrado.
Afirmaba que el acto de conservar el fuego debió ser motivo de
un culto especial. También consideró la posibilidad que
hubiesen sido utilizadas como sahumadores en actos
ceremoniales o en velatorios.
Su colección de "cacharros", como él los llamaba, forma
parte del acervo cultural de la ciudad, ya que están expuestas
en el Museo Histórico Provincial de Rosario.
Se caracterizó por su honestidad, bonhomía e ingenio
asociado a una singular sencillez, común denominador de
quienes son auténticamente grandes.
Quienes fuimos sus discípulos siempre tendremos un
muy grato recuerdo de su persona.
Falleció el 13 de noviembre de 1979.
El Dr. Pedro Tuero, nació en Rosario el 29 de abril de
1918. Se graduó en la Facultad de Medicina de Rosario en
1943 y por sus excelentes calificaciones fue
Practicante Mayor y Médico Interno del
Hospital Escuela Nacional del Centenario.
Comenzó su actividad cardiológica en el
Servicio de Cardiología del Hospital Freyre
dirigido por el Dr. Luis González Sabathié.
Dr. Pedro Tuero
Integró el Servicio de Cardiología del
Hospital Italiano junto al Dr. Fernando Gaspary para luego en
1955, junto a su gran amigo el Dr. Osvaldo Robiolo, crear el
Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico.
Durante esos años, visitó el Instituto Nacional de
Cardiología de México y el Servicio del Dr. Denton Cooley en
Houston, Texas.
Tuvo una importante actividad docente, habiendo sido
Jefe de Trabajos Prácticos de Semiología y Profesor Adjunto
de Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Rosario.
Estuvo al frente del Servicio de Cardiología del Hospital
Escuela de Granadero Baigorria durante muchísimos años,
formando un grupo de trabajo realmente importante en ese
Centro.
Presentó innumerable trabajos que fueron publicados en
distintas revistas, habiendo recibido los Premios Círculo Médico
de Rosario y Dr. Franzini Herrera por sus trabajos clínicos y
experimentales en Tromboembolismo Pulmonar, su tema
predilecto.
Fue Socio fundador de la Sociedad de Cardiología de
Rosario y su Presidente en el período 1973-74.
Junto al Dr. Ricardo Podio de Córdoba, fue impulsor en
la creación de la Federación Argentina de Cardiología, de la
cual fue su segundo Presidente en el período 1968-69. Esta
Institución lo designó en 1996 Miembro Distinguido, siendo el
primer cardiólogo de nuestro país que recibió esa distinción.
Falleció en Rosario el 28 de marzo de 1999.
El Dr. Osvaldo Robiolo es otra de las personalidades
cardiológicas que más se han destacado en este segundo
mitad del siglo XX en nuestra ciudad.
Nació en 1919 y realizó sus estudios secundarios en el
Colegio Nacional Nº2 graduándose de
médico en la Facultad de Medicina de
Rosario en 1944.
Fue Practicante Menor, Mayor y
Médico
Interno
(por
promedio
de
clasificaciones) del Hospital Nacional del
Centenario concurriendo
durante esos
años a la Cátedra de Clínica Médica del
Prof. Dr. Clemente Alvarez a quien
Dr. Osvaldo Robiolo
recuerda con gran respeto y cariño.
En 1946, junto con la gran mayoría
de los docentes deja la Facultad y comienza a concurrir a la
Sala Santa Inés del Hospital Provincial que dirigía el Dr. Víctor
Terán.
Al poco tiempo de recibirse, es invitado por el Dr.
González Sabathié a incorporarse a su Consultorio particular
donde junto al Dr. Maximiliano Voogd fue uno de sus
principales ayudantes.
Casi simultáneamente, integró el grupo de jóvenes que
se desempeñaron en la primera Sala de Cardiología de Rosario
en el Hospital Freyre junto a González Sabathié, Gaspary y
otros cardiólogos prestigiosos.
En 1955 junto a su gran amigo Pedro Tuero crea el
Servicio de Cardiología del Sanatorio Británico.
Apasionado por la docencia, en 1955 vuelve a la Facultad
de Medicina y es designado por concurso Jefe de Trabajos
Prácticos de Clínica Médica y de Semiología de las carreras de
Medicina y de Odontología.
En 1960 ganó por concurso el cargo de Profesor Adjunto
de Semiología, en 1964 el de Profesor de Semiología de la
Facultad de Medicina y en 1978 es designado Profesor Titular
de la Cátedra de Patología Médica sucediendo en ese cargo al
Dr. Gaspary hasta 1983 en que se retira para jubilarse.
Participó activamente en la creación de la Federación
Argentina de Cardiología.
Fue Presidente del 2do Congreso Nacional de
Cardiología realizado en Rosario en 1968 por la F.A.C.,
Miembro del Comité Científico del Congreso Mundial de
Cardiología realizado en Buenos Aires en 1974 y miembro del
Jurado para el Premio de ese Congreso, Socio Fundador de la
Sociedad de Cardiología de Rosario y Presidente de la misma
en el período 1967-68 asumiendo la Presidencia de la
Federación Argentina de Cardiología en el periodo 76-77.
En 1976 se le asigna la dirección de la Revista de la
FAC hasta 1982 y en 1996 es designado Presidente de la
Fundación F.A.C. cargo que ejerció hasta el año 2002.
Apasionado del estudio de las cardiopatías congénitas,
fue el primer cardiólogo pediatra de nuestra ciudad siendo
autor de numerosos trabajos sobre el tema.
En dos oportunidades obtuvo el Premio FAC por los
trabajos “Cardiograma Apexiano” y por “Embolia de Pulmón
experimental y clínica”.
Es autor de los libros “Diagnóstico clínico en
Cardiología- Semiología fisiopatológica” publicado en 1980 y
“Prolapso mitral” editado en el año 2000, habiendo traducido
del portugués al castellano los libros “Electrocardiograma
Normal y Patológico - Nociones de Vectocardiografía” del Dr.
Joao Tranchesi y “Fiebre Reumática” del Prof. Luiz Decourt.
Es Miembro Honorario de las Sociedades de Cardiología
de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Rosario, y Bolivia y
en el año 2000 fue designado Miembro Emérito de la
Federación Argentina de Cardiología, siendo el primer
cardiólogo en obtener esa distinción.
Además de sus dotes de verdadero maestro, es un gran
aficionado al deporte, habiéndose destacado como golfista y
tenista, deporte este último que aún practica con asiduidad.
Maestro de numerosos cardiólogos del país, hoy es
considerado como una figura emblemática de la Cardiología de
Rosario.
Su trayectoria y su hombría de bien lo ha hecho
merecedor de la admiración y el respeto de la gran mayoría de
los cardiólogos argentinos y además del cariño de sus
discípulos y de todos aquellos que de alguna manera hemos
tenido la suerte de estar a su lado.
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