Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro Artículo M.a R. Pérez Fernández1. Socio AEF n.° 3196 B. Nóvoa Castro2. Socio AEF n.° 12263 El ejercicio terapéutico en la diabetes 12 Therapeutic exercise in diabetes 1 Fisioterapeuta de Atención Primaria. Ourense. Profesora de la Universidad de Vigo. 2 Fisioterapeuta. Escuela Universitaria de Fisioterapia. Pontevedra. Correspondencia: M.a Reyes Pérez Fernández Escuela Universitaria de Fisioterapia de Pontevedra Campus «A Xunqueira», s/n 36005 Pontevedra RESUMEN ABSTRACT El ejercicio junto con la dieta y los fármacos constituyen la base del tratamiento de la diabetes. Con este protocolo pretendemos acercar a los fisioterapeutas de AP esta patología debido a su gran prevalencia e incidencia y sentar las bases del ejercicio terapéutico como pilar básico en el abordaje de este trastorno endocrino, así como organizar la educación diabetológica desde el punto de vista de las terapias físicas. Exercise, together with diet and medcines constitutes the basis of the treatment of diabetes. Owing to its important prevalence and incidence with this protocol we aim to approach this pathology to primary care physioterapists and to establish the bases of the therapeutical exercise as a basic prop for the treatment of this endocrine disorder as well as to organize the diabetological education from the physical therapies viewpoint. PALABRAS CLAVE KEY WORDS Diabetes; Fisioterapia; Ejercicio terapéutico. Diabetes; Physiotherapy; Therapeutic exercise. Fisioterapia 2000;22(1):12-22 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro El ejercicio terapéutico en la diabetes ¿FISIOTERAPIA, DIABETES Y ATENCIÓN PRIMARIA? venciones multidisciplinares). — Continuado (durante toda la vida). El ejercicio junto con la dieta y los fármacos constituyen la base del tratamiento de la diabetes; los dos últimos han sido hasta ahora las recomendaciones más utilizadas por parte de los profesionales sanitarios, dejando al ejercicio físico como una mera recomendación que se hacía anecdóticamente. Los fisioterapeutas como especialistas en ejercicio terapéutico tenemos el deber de educar y tratar a las personas que acudan a nuestras consultas solicitando información y soluciones que mejoren su calidad de vida. En los inicios de la Fisioterapia en AP, a comienzos de los años noventa, el perfil de los usuarios que accedían a nuestros servicios era en su mayoría personas aquejadas de algún proceso artrósico o traumático; poco a poco fuimos ampliando el abanico de prestaciones, incorporándonos a los distintos programas de salud: programa de la mujer, del niño, del anciano. Las patologías que precisan mayores atenciones por parte de los profesionales sanitarios de AP, HTA, dislipemias, obesidad, diabetes, etc., no han sido suficientemente abordadas por los fisioterapeutas a pesar del papel fundamental que desempeñamos en estos procesos. Se hace evidente y necesaria la preocupación de los fisioterapeutas por desarrollar su actividad en estos desatendidos campos de la Fisioterapia, donde nuestra labor desempeña un papel esencial para su buena evolución. PROTOCOLO DE EJERCICIO TERAPÉUTICO EN LA DIABETES Introducción La diabetes es el trastorno endocrino más frecuente que atiende el personal sanitario; su alta prevalencia está en continuo aumento debido al envejecimiento de la población y al aumento de factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y la alimentación inapropiada. En un área de salud de 250.000 habitantes se estima un total de 5.000-7.500 personas con DM (500 con DM tipo I). En una unidad básica de salud («cupo») con 1.500 habitantes 30-60 padecerán diabetes mellitus (3-6 DM tipo I). Debido a esta prevalencia, cronicidad e implicaciones sociosanitarias se justifica el importante papel que puede desempeñar la Fisioterapia de atención primaria en el cuidado de las personas con este proceso, ya que precisan un abordaje: — Integral (biopsicosocial). — Integrado (preventivo-curativo-recuperador). — Longitudinal (en el sistema sanitario y con interFisioterapia 2000;22(1):12-22 ¿Qué es la diabetes? La diabetes no es una enfermedad como tal, sino un grupo heterogéneo de síndromes que englobando a diversas entidades clínicas tienen en común la elevación permanente de la glucemia. Según la ADA se define a la diabetes como «un grupo de enfermedades metabólicas caracterizado por hiperglucemia resultante de defectos en la secreción insulínica en la acción de la insulina o ambas». Los principales tipos de diabetes son: — DM tipo I. Caracterizada comúnmente por presentarse durante la infancia o en adultos jóvenes, con normopeso y dependencia insulínica. — DM tipo II. Representa del 90 al 95% de los casos de DM, que aunque puede ocurrir a cualquier edad es habitual su comienzo a partir de la quinta década de la vida. El riesgo de desarrollar esta forma de diabetes aumenta con la edad, la obesidad (80% de los pacientes) y la falta de actividad física; es más frecuente en mujeres con antecedentes de diabetes gestacional y en individuos con hipertensión o dislipemia. No precisan insulina para mantener la vida, aunque pueden requerirla para conseguir control glucémico. Es importante reseñar que una quinta parte de la población se encuentra en situación de diabetes latente. Las características de esta población son: obesidad, enfermedad vascular, sedentarismo, alcohol, tabaco, etc. 13 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 14 M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro El ejercicio terapéutico en la diabetes Ejercicio físico y metabolismo en la diabetes mellitus un control neurohormonal. Con el ejercicio en los pacientes diabéticos se produce entonces un aumento de la captación de glucosa por el músculo que provoca una disminución de la glucemia (en especial en la fase de recuperación), además de aumentar el número de receptores de insulina y la sensibilidad a esta hormona. Como factor añadido se ha detectado en la sangre de los atletas una sustancia de acción similar a la insulina que aparece después del esfuerzo muscular. En los pacientes diabéticos tipo I debemos tener en cuenta que la concentración de insulina se mantiene constante debido a su administración exógena al tiempo que se inhibe la producción hepática de glucosa y neutraliza la acción de las hormonas contrarreguladoras. En estas condiciones la producción de glucosa en el diabético no logra igualar la utilización periférica y la cifra de glucemia desciende, por lo que es probable que aparezca hipoglucemia en pacientes tipo I que presentan una deficiencia de glucagón. Por esta razón se recomienda que en estos últimos pacientes se planifiquen sus actividades de modo que el ejercicio se vea complementado por una oferta de glucosa como consecuencia de la absorción gastrointestinal de alimentos, ya sea después de una comida o de un refrigerio. En la diabetes tipo II el ejercicio no está relacionado con un riesgo de hipoglucemia, pero existe claramente un mejor control de glucemia si el ejercicio se realiza con intervalos regulares. Teóricamente es posible que el ejercicio efectuado de 30 a 120 minutos después de las comidas pueda provocar una disminución del pico de la glucemia postprandial. Dado que además la actividad sedentaria es un factor patogénico perfectamente identificado en la diabetes tipo II, el gasto calórico relacionado con el ejercicio y la pérdida de peso que trae aparejada será doblemente beneficioso. El comportamiento del metabolismo en un organismo con diabetes dependerá de la cantidad de insulina disponible, el grado de control de la diabetes y el estado de hidratación. Con un mal control el nivel de glucosa en sangre Analizaremos en primer lugar cómo se desarrolla el metabolismo en un organismo sano. Los músculos utilizan durante el ejercicio físico energía procedente fundamentalmente de la glucosa y los ácidos grasos libres. Las fuentes de glucosa son la sangre, glucógeno hepático y glucógeno muscular. Los ácidos grasos se almacenan en el tejido celular subcutáneo. Al comienzo del ejercicio la mayor parte de la glucosa utilizada procede de la sangre y del glucógeno muscular. Posteriormente, aproximadamente a los 15 minutos, se empieza a utilizar la glucosa producida a partir del glucógeno hepático. Y, por último, cuando el ejercicio se prolonga más de 30 minutos se utilizan los ácidos grasos libres (el ejercicio activa la lipólisis). Con la toma posterior de alimento el relleno de los depósitos se alcanza en 12-14 horas. Durante el ejercicio físico las concentraciones plasmáticas de insulina disminuyen al tiempo que aumentan las de glucagón y otras hormonas contrarreguladoras (adrenalina), que estimulan una mayor producción de glucosa para contrarrestar la mayor utilización periférica de la misma (tabla 1). Esta glucosa es consumida con el esfuerzo muscular; por este motivo el músculo necesita recibir más oxígeno y nutrientes, esto implica que las arterias se dilaten y que llegue también más insulina; entonces se produce un aumento del ingreso de glucosa en el músculo y el tejido adiposo (tejidos insulinodependientes que necesitan de insulina para poder incorporar glucosa plasmática en su interior y producir energía). Todas estas reacciones metabólicas son reguladas por Tabla 1. Comportamiento del metabolismo durante el ejercicio Sujeto no diabético Sujeto diabético — Disminuye la insulina. — Nivel de insulina cons— Aumenta el glucagón. tante. — Aumenta las hormonas — Disminuye el glucagón. contrarreguladoras. — Neutraliza las hormonas contrarreguladoras. Se iguala la utilización Hipoglucemia Fisioterapia 2000;22(1):12-22 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro es elevado, pero la falta de insulina impide que ésta sea utilizada. Si la diabetes está bien controlada se utiliza primero la glucosa como combustible para posteriormente utilizar los ácidos grasos y se puede tolerar el ejercicio igual de bien que una persona sin diabetes OBJETIVOS Los objetivos que planteamos en este protocolo terapéutico son en primer lugar: — Incrementar la calidad de vida. El ejercicio físico controlado y constante produce en los diabéticos como en cualquier otra persona un incremento de la calidad de vida por una mayor autoestima, capacidad de esfuerzo y creencia en sus posibilidades; por otro lado disminuye la ansiedad, el estado depresivo, el estrés, la tensión y otros factores psicológicos agravantes de la enfermedad. — Disminuir o evitar la necesidad de fármacos. Con la consiguiente reducción del riesgo a sufrir las complicaciones propias que implica la dependencia a un tratamiento farmacológico permanente tanto en su aspecto de independencia personal como social. — Mejorar el metabolismo y las funciones orgánicas generales, aunque la principal finalidad es la de mejorar el metabolismo de la glucosa. — Prevenir y actuar sobre los factores de riesgo. Al intervenir sobre la obesidad, hipertensión, sedentarismo, hiperlipidemias conseguiremos beneficios tanto en las personas con diabetes latente, donde prevendremos o retrasaremos la aparición de la enfermedad, como en los propios diabéticos, donde impediremos el empeoramiento y la aparición de enfermedades graves asociadas. — Personalizar el plan de actividad según el estado de afectación, condiciones físicas y preferencias del usuario, así como en los pacientes que ya desarrollen una actividad, asesorarles adecuadamente sobre ella. — Disminuir costes a la sanidad pública. No nos extenderemos en los costes directos derivados del tratamiento y los costes indirectos derivados de la Fisioterapia 2000;22(1):12-22 El ejercicio terapéutico en la diabetes larga enfermedad: pensiones, jubilaciones anticipadas, etc., que nos darían cifras astronómicas. Sólo baste decir que estudiado el coste de personal y medios educativos para llevar adelante un programa y con sólo el dinero gastado por dos intervenciones de miembros inferiores sería suficiente para costear por un año una sección de educación, teniendo en cuenta que allí donde existe se reduce a la mitad el riesgo de estas intervenciones. POBLACIÓN DIANA Criterios de inclusión Todos los diabéticos incluidos en el programa de diabetes, sean tipo I y tipo II, así como los diabéticos latentes. Criterios de exclusión — Diabéticos descompensados. — Patología asociada que lo impida (criterio médico). — Aquellos que no sean capaces de reconocer todavía una situación de hipoglucemia. — Diabéticos que no deseen participar en el protocolo. MATERIAL Y MÉTODOS Plan de actuación de Fisioterapia Vamos a distinguir dos fases en el plan de actuación, una primera de adaptación y otra segunda fase de seguimiento. Fase de adaptación En esta primera fase realizaremos tres consultas a lo largo de la primera semana, durante las cuales intentaremos llevar a cabo los siguientes objetivos (tabla 2): — Elaborar la historia de Fisioterapia. — Informar de los beneficios y riesgos de la actividad física. — Proponer un plan personalizado de ejercicio. — Ofrecer la participación del usuario en un programa de educación para la salud. 15 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro 16 El ejercicio terapéutico en la diabetes Tabla 2. Fase de adaptación Primera consulta — Informar sobre los beneficios y riesgos de la actividad física. — Calcular el IMC y la TA. — Elegir el tipo de ejercicio. Segunda consulta — Establecer frecuencia, duración, horario, intensidad, sesión y progesión. — Enseñar el control de la frecuencia cardíaca. — Entregar hoja de recomendaciones y normas de seguridad. — Proponer su inclusión en grupo de educación para la salud. Tercera consulta (a la semana de iniciar el protocolo) — Revisión de los conocimientos. — Aclarar posibles dudas. Seguidamente daremos unas propuestas para llevar a cabo estos apartados. tanto, disminuye los requerimientos de ésta. — Disminuye las necesidades de hipoglucemiantes orales. — Ayuda a prevenir efectos secundarios como la enfermedad vascular periférica, osteoporosis, restricciones de la amplitud articular, ansiedad, depresión, retinopatía y microangiopatía diabéticas. — Ayuda a la reducción de peso, importante factor en los diabéticos tipo II. — Aumenta la fuerza del músculo y mejora su flexibilidad. — A nivel del corazón, mejora su funcionamiento, previene problemas vasculares y activa la circulación sistémica. — Descongestiona el hígado, mejora el estreñimiento, reduce la hipertensión arterial, disminuye la concentración lipídica en sangre y mejora el estado anímico (tabla 3). Los riesgos que conlleva la actividad física son: — Hipoglucemias en diabéticos con medicación. Elaborar la historia de Fisioterapia Además de los datos subjetivos y objetivos habituales en este documento tomaremos nota también de índice de masa corporal (IMC), presión arterial (TA), hábitos tóxicos (especial atención a los pacientes obesos/sedentarios que consumen alcohol), nivel de glucemia y nivel de hemoglobina glicosilada; estos dos últimos ya nos vendrán especificados en la petición de consulta. La fórmula para calcular el IMC es la siguiente: dividir el peso en kg entre la altura en metros elevada al cuadrado: IMC = kg/m2 Informar sobre los beneficios y riesgos de la actividad física Como beneficios les indicaremos: — La actividad física restablece en el organismo el equilibrio de todas sus funciones (digestión, nutrición, circulación, respiración glandular y nerviosa). — Aumenta la sensibilidad a la insulina y, por Fisioterapia 2000;22(1):12-22 Tabla 3. Efectos psicológicos del ejercicio físico Aumentan — Productividad académica laboral. — Firmeza. — Confianza. — Estabilidad emocional. — Independencia. — Rendimiento intelectual. — Control interno. — Memoria. — Estado de ánimo. — Percepción. — Popularidad. — Imagen corporal positiva. — Autocontrol. — Satisfacción sexual. — Bienestar. — Eficiencia en el trabajo. Descienden — — — — — — — — — — — — — — — Absentismo laboral. Alcohol. Ira. Ansiedad. Confusión. Depresión. Dolor menstrual. Cefaleas. Hostilidad. Fobias. Comportamiento psicótico. Respuesta al estrés. Tensión. Conducta tipo A. Errores en el trabajo. Taylor C, et al. The relation of physical activity and exercise to mental health. Public Health Rep 1985;100:195-202. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro Suelen presentarse cuando hacen más ejercicio del habitual. — Hiperglucemias tras un ejercicio muy vigoroso o de larga duración, sobre todo en personas no entrenadas. — Problemas cardiovasculares (arritmias, angina e insuficiencia cardíaca). — Complicaciones relacionadas con las patologías secundarias a la diabetes: • • • En la retinopatía se pueden producir hemorragias vítreas, desprendimientos de retina. En la nefropatía los ejercicios intensos y prolongados favorecen la proteinuria y disminución de la perfusión renal. En la neuropatía periférica el ejercicio puede favorecer la aparición de lesiones osteomusculares y de tejidos blandos. Proponer un plan personalizado de ejercicio Acordaremos el tipo de actividad a realizar, determinando frecuencia, duración, horario, intensidad, sesión y progresión. El ejercicio terapéutico en la diabetes Lo recomendable en personas no habituadas al ejercicio será caminar, trotar, correr, montar en bicicleta, nadar. Se pueden incluir actividades de la vida diaria, realizadas en el hogar y que signifiquen un gasto energético, por ejemplo, actividades de limpieza, jardinería, bricolaje, trabajos ligeros en el campo, etc. Las actividades de tipo lúdico como las excursiones, juegos, bailes de salón, también pueden ser incluidas dentro de este apartado. Ante la elección del tipo de ejercicio, cuando la diabetes se asocia a determinadas complicaciones debemos tener en cuenta las características específicas de éstas (tabla 4). Frecuencia Lo ideal es realizar el ejercicio escogido todos los días, o al menos un programa de tres días por semana, para mejorar la sensibilidad a la insulina, el control glucémico y la función cardiovascular. En el caso de que el objetivo sea perder peso debe practicarse al menos cinco días por semana. Tabla 4. Recomendaciones específicas en problemas asociados Tipo de ejercicio Tendremos en cuenta diferentes aspectos para la elección del ejercicio a realizar: su estado de salud, grado de control y evolución, nivel de educación y por supuesto es necesario respetar siempre las preferencias del paciente si éstas no conllevan riesgo alguno. En líneas generales aconsejaremos ejercicios aeróbicos (baja resistencia), realizados de forma continua y no intermitente, que no conlleven riesgos. No son recomendables los deportes violentos o aquellos que una hipoglucemia aumente los riesgos (escalada, motociclismo, travesías a nado en solitario, vuelo sin motor, submarinismo, etc.). Tampoco es aconsejable la práctica esporádica de deportes que requieran gran esfuerzo en poco tiempo. Pueden practicarse deportes de competición y su rendimiento si está adecuadamente controlado será similar al del no diabético. Fisioterapia 2000;22(1):12-22 Problema Modalidad recomendada Ejercicios a evitar N e u r o p a t í a Natación, ci- Ejercicios con tren inferior, trotar, correr, saltar. periférica. clismo, baja resistencia. Nefropatía. Retinopatía. Marcha y nata- Ejercicios violentos y cualquiera que sea demasiación combido prolongado. nadas, ejercicios con tren superior. Evitar isométricos y ejercicios con tren superior. Marcha o ciclisControl de presión artemo, ejerrial. Ejercicios bruscos, cicios con kárate, fútbol, baloncestren inferior. to, balonmano, boxeo y los que tengan que realizar posiciones bajas de la cabeza. 17 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro 18 Duración Duración mínima de 15 minutos y máxima de una hora. Recomendamos 30 minutos diarios de actividad física moderadamente intensa. Las personas que no hayan realizado ejercicio habitualmente se les recomendará realizar en un principio de 10-20 minutos por sesión aumentando cinco minutos cada 15 días hasta llegar a sesiones de 30-60 minutos. Horario Se elegirá un horario cómodo que se pueda cumplir la mayoría de los días. El mejor momento para hacer ejercicio es una hora después de cualquier comida. Los diabéticos tipo I deberán evitar su realización en el período de máxima acción de la insulina. Intensidad La intensidad dependerá de la edad, estado físico y nivel de entrenamiento del paciente. Se recomienda que la intensidad del ejercicio provoque un ritmo cardíaco del 60-75% de la frecuencia cardíaca máxima estimada. — Máxima = (220 – edad) × 0,75. — Mínimo = (220 – edad) × 0,60. Un nivel aceptable de actividad, que se percibe como moderadamente intenso y que es seguro y efectivo, se sitúa entre el 60-75% de la frecuencia cardíaca máxima (220 – edad) durante 15-60 minutos. Para controlar la intensidad enseñaremos al paciente a medir su frecuencia cardíaca (toma de pulso) máxima y mínima (tabla 5). Los diabéticos que realizan ejercicio por primera vez deberían controlar su pulso cuatro o cinco veces durante una sesión de ejercicio. A las personas de edad es muy importante darles explicaciones simples sobre el nivel de esfuerzo percibido; se les pondrán, por ejemplo, este tipo de sugerencias: cuando camine o monte en bicicleta vaya lo suficiente rápido para que todavía pueda hablar, pero no cantar. Se les advertirá qué situaciones deben provocar la suspensión del ejercicio o realizarlo con una intensidad Fisioterapia 2000;22(1):12-22 El ejercicio terapéutico en la diabetes Tabla 5. Intensidad del pulso para la realización de ejercicio Pulso (latidos/minuto) 60-70 ................ 80-100 .............. 100-120 ............ 120-140 ............ .......................... 140-160 ............ .......................... Intensidad Evaluación Demasiado ligero. Bastante ligero. Moderado. Algo fuerte. Intensidad no valorable. Intensidad baja. Intensidad correcta. Intensidad correcta-nivel medio. Intensidad correcta-nivel alto. Fuerte. No aconsejable en pacientes no entrenados 160-180 ............ Muy fuerte. Intensidad excesiva. 180-200 ............ Demasiado fuerte. Sólo para atletas. menor: respiración forzada, palidez de cara, mareo. Sesión de ejercicio Cada sesión se estructurará en tres fases: Primera fase: período de calentamiento. Su duración será de 5-10 minutos. Los ejercicios se realizarán a muy baja intensidad y serán predominantemente de estiramiento y fortalecimiento muscular. Segunda fase: período principal de ejercicio. Se realizará el ejercicio escogido con las indicaciones de duración e intensidad recomendadas. Tercera fase: período de adaptación al reposo. Esta fase es muy parecida a la primera, se irá disminuyendo poco a poco la intensidad del ejercicio realizado, por ejemplo, se pasará a caminar durante cinco minutos y finalizar realizando ejercicios de estiramiento o de relajación. Progresión Se tendrá en cuenta el nivel de ejercicio previo y se irá incrementando progresivamente. Dividiremos esta progresión en tres fases: Primera fase: inicio. Suele durar aproximadamente un mes o un mes y medio; el ejercicio en esta etapa se realizará a una intensidad suave, poco tiempo y pocas veces por semana. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro Segunda fase: perfeccionamiento. Durará aproximadamente tres-cuatro meses, durante los cuales se irán aumentando los apartados de duración, frecuencia, etc. Tercera fase: mantenimiento. Consistirá en perseverar con la actividad elegida a lo largo del tiempo. Ofrecer la participación del usuario en un programa de educación para la salud (tabla 6) Una de las bases fundamentales de la atención primaria es la educación para la salud, cuyo objetivo es el cambio de comportamientos mediante la modificación en sentido favorable de los conocimientos y actitudes en materia de salud, de individuos, grupos y colectividades. Uno de los mayores logros en el campo de la diabetes ha sido y es sin duda la educación diabetológica. Numerosos estudios nacionales e internacionales avalan esta afirmación. Los datos que arrojan las estadísticas revelan que en aquellos centros donde existen programas educativos disminuyen los ingresos entre el 50 y el 70%, las intervenciones de miembros inferiores entre el 50 y el 80% y la cetoacidosis entre el 60 y el 90%, dando cifras de nuestro país. Siguiendo esta premisa, en educación diabetológica debemos conseguir que los participantes en estos grupos cambien su disposición y adquieran aptitudes saludables para mejorar su calidad de vida. Hay dos líneas fundamentales a desarrollar; por un lado, todas las actividades terapéuticas relacionadas con las terapias físicas, ámbito que compete a los fisioterapeutas, y por otro lado, y no por ello menos importante, los aspectos farmacológicos y dietéticos, competencia de médicos y enfermeros. Podremos iniciar nuestras charlas de educación profundizando en la diabetes como proceso relacionándolo con los beneficios y perjuicios que puede ocasionar el ejercicio físico. Además de entregar la hoja de recomendaciones y normas de seguridad (tabla 7) explicaremos el porqué de cada una de las afirmaciones mencionadas, estimulando el debate o en todo caso aclarar las posibles dudas que fuesen apareciendo. Respecto a su calidad de vida le enseñaremos técnicas Fisioterapia 2000;22(1):12-22 El ejercicio terapéutico en la diabetes Tabla 6. Normas generales para la realización de educación diabetológica — No empezar con grandes dosis de información. Se deberá ir poco a poco, proporcionando cantidades de datos limitadas en cada sesión, ajustándose a la capacidad de asimilación del grupo. — Se deben emplear técnicas persuasivas, nunca la intimidación psicológica. Nunca asustar al paciente. — Los pequeños detalles son importantes: no llegue tarde, no olvide la hora de las citas, asegúrese de que la atmósfera del lugar de reunión es agradable. No llegue nunca al lugar de reunión sin saber qué va a hablar. — No se debe emplear un estilo grandilocuente o la pose de creerse la única persona en posesión de la verdad. La sencillez es la clave del éxito. Emplee un lenguaje sencillo que pueda ser entendido por todos. — No sobrepasarse con el material educativo. — La exposición no deberá durar más de 15-20 minutos. La mitad del tiempo deberá reservarse para la discusión. — No le pase el grupo a otro educador. No aproveche la educación de los pacientes como excusa para evitar su responsabilidad profesional con ellos. — Es esencial que desde el principio el equipo sanitario tenga un mismo enfoque en cuanto a los problemas de la educación diabetológica. No hay nada más negativo para la confianza de los pacientes que recibir consejos contradictorios. — Se tendrán en cuenta las aptitudes y habilidades de los pacientes, así como la edad, origen social, nivel cultural, etc. — La educación será activa, participativa, fomentando en todo momento el diálogo y el intercambio de experiencias. Fuente: Adaptado de Alivisiatos J, et al. The teaching letter. De J Ph Assal Diabetes Treaching Unit. University Cantonal Hospital Ginebra. Suiza; 1985. de relajación que les ayudarán a llevar una vida lo más reposada posible, pues las emociones fuertes debido a una complicada reacción hormonal hacen subir la tasa de azúcar en sangre, por eso la práctica de la relajación puede ser muy útil. Podremos aplicar o enseñar diversos métodos (cinesiterapia pasiva, masoterapia, biofeedback, eutonía —Gerda Alexander—, el de Jacobson, etc.), siendo de los más sencillos y efectivos los métodos respiratorios de relajación, que además tienen la ventaja de que al realizar respiraciones forzadas y profundas dismi- 19 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 20 M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro El ejercicio terapéutico en la diabetes Tabla 7. Recomendaciones y normas de seguridad Tabla 8. Equilibrio entre ejercicio, glucemia y suplemento de hidratos de carbono — Es preferible no realizar el ejercicio solo, se debe procurar ir acompañado. — No se debe practicar nunca el ejercicio cuando se tiene elevado el azúcar en sangre o en orina ni tampoco cuando hay acetona en esta última. — Lleve siempre una tarjeta o carnet que le identifique como diabético. — En el caso de DID debe hacerse siempre autoanálisis antes y después del ejercicio. — Ingerir líquidos durante y después de la actividad. — Procurar no hacer ejercicio en los días muy calurosos o en las horas que hace más calor, así como tampoco debe realizarse los días de mucho frío. — Si está en tratamiento con insulina no inyectarla en la zona de más actividad. — Si se trata con pastillas o insulina, evitar hacer ejercicio en el momento de máxima acción de la medicación. — Si la actividad física supera la hora de duración, tomar un suplemento de azúcares, preferiblemente lentos. Deben llevarse siempre durante el ejercicio. — Después del ejercicio, examinar diariamente los pies en busca de posibles lesiones, sobre todo entre los dedos. — Acudir a consulta si aparecen heridas, úlceras, ampollas, cambios de color en la piel y uñas, cambios de temperatura, dolor, hinchazón o calambres. — El calzado a utilizar debe ser de piel, sin costuras internas, flexible, ligero y transpirable, usando siempre calcetines, que deben ser de tejidos naturales: algodón, lana, lino, etc. nuyen los cuerpos cetónicos que tienen dificultad para ser eliminados por otras vías. Otras técnicas complementarias al ejercicio físico que podemos recomendar bajo supervisión del fisioterapeuta pueden ser baños de vapor, baños de sol y balneoterapia. Los baños de vapor mejoran la circulación sanguínea, activan el metabolismo, ayudan a relajarse y eliminan el estrés. Los baños de sol tomados una o dos horas mediante entrenamiento paulatino provocan una disminución de la glucosa en sangre y al aumentar la sudoración favorecen la eliminación de las numerosas sustancias tóxicas que genera su metabolismo alterado; además producen vasodilatación periférica, con las ventajas específicas que esto conlleva. Podemos recomendar la estancia en un balneario, especialFisioterapia 2000;22(1):12-22 Intensidad Ejercicio Ligera ....... Caminar, andar, bicicleta de paseo. Glucemia Suplemento de HC ≥ 80 < 80 Moderada . Trote, tenis, ciclis- > 250 mo, golf. 180-250 80-179 ≤ 80 No. 10-15 g/h. No realizar ejercicio. No. 10-15 g /h. Incio 25-50 g, después 10-15 g/h. Intensa ...... Fútbol, hockey, > 250 Ningún ejercicio. esquí, balon- 180-250 10-15 g/h. cesto, natación. 80-179 25-50 g/h. Incio: 50 g. ≤ 80 10-15 g de carbohidratos = una ración de fruta o pan. 25-50 g de carbohidratos = 1/2-1 bocadillo de carne con un vaso de leche. mente si el enfermo de diabetes sufre neuralgias, dolores musculares y artralgias. Técnicas fisioterápicas adicionales al tratamiento que podremos recomendar en las charlas serían la talasoterapia, baños de arcilla y aguas minerales cloruro sódicas; estas últimas facilitan la evacuación intestinal, activan la función biliar y descongestionan el hígado, además de influir en el metabolismo glucídico. La ingestión de aguas sulfoalcalinas y sulfurosas disminuyen la glucemia y la glucosuria. Ante la realización de cualquier actividad física debemos recomendar la modificación de la dieta, así como el aumento del aporte de líquidos (tabla 8). Una de las complicaciones que a menudo desenvuelven a las personas diabéticas es la aparición de úlceras en los pies (Fig. 1). El mejor tratamiento de las úlceras es el preventivo: el buen control de la diabetes y un cuidado meticuloso de los pies disminuye la posibilidad de aparición de úlceras y se evitan amputaciones. Nosotros como profesionales sanitarios debemos incidir en sus cuidados y vigilancia. Como consejos generales indicaremos: — Evitar el consumo de alcohol y tabaco. — Ejercicio físico de manera regular. — Buena higiene antes y después del ejerci- Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro El ejercicio terapéutico en la diabetes 21 Grados de la úlcera del pie diabético Grado 0 Sin úlcera, pero pie de alto riesgo. Grado 1 Grado 2 Grado 3 Úlcera superficial. Sitio más frecuente: cabeza del primer metatarsiano. Úlcera profunda. No afectación ósea. Absceso con afectación ósea. Grado 4 Gangrena localizada, por ejemplo, dedos, talón. Grado 5 Gangrena del pie. 䊱 Grado 0: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Dedos en garra. Cabeza prominente de metacarpianos. Juanetes. Juanetes. Charcot/prominencias óseas. Disminución de la sensibilidad, piel seca, enfermedad vascular. Fig. 1. Fases del pie diabético (Wagner FW. Algorithmos of diabetic foot care. En: Levin ME, O’Neal LW, eds. The diabetic foot, 2.a ed. St. Louis: CV Mosby; 1983. cio, evitando reposos excesivos con los pies húmedos. — Utilizar calzado y calcetines adecuados. Por la mayor probabilidad de padecer una situación de hipoglucemia al realizar ejercicio físico será función del fisioterapeuta reforzar el reconocimiento y la actuación ante dicha situación; el mejor tratamiento es la prevención. La educación diabetológica es la medida terapéutica que más influye en la reducción de la incidencia de hipoglucemias, por todo ello explicaremos que los síntomas generales ante la aparición de una hipoglucemia son sudoración, temblor, taquicardia, alteraciones visuales y confusión, llegando incluso a convulsiones y coma. Para evitar esta grave complicación tomaremos las siguientes medidas: — Disminuir la dosis de insulina o hipoglucemianFisioterapia 2000;22(1):12-22 — — — — — tes orales. Aumentar la ingesta de carbohidratos de una-tres horas antes, repetirla cada 30 minutos y hasta 24 horas después del ejercicio, dependiendo de la intensidad y duración. Evitar inyectar la insulina en el lugar más afectado por el esfuerzo. Programar el ejercicio, evitando las horas que coincidan con el máximo pico insulínico. Monitorizar la glucemia antes, durante y después del ejercicio. Si la hipoglucemia es leve o moderada suele ser suficiente con la ingesta de líquidos azucarados (zumos, agua con azúcar) o incluso de una pieza de fruta. Fase de seguimiento Documento descargado de http://www.elsevier.es el 29/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 22 M.a R. Pérez Fernández B. Nóvoa Castro El ejercicio terapéutico en la diabetes Finalizada la fase de adaptación programamos esta segunda fase, que consistirá en tres visitas realizadas cada dos meses, es decir, a los dos, cuatro y seis de la última consulta. En cada consulta de esta segunda fase se registrará el IMC, la tensión arterial y la hemoglobina glicosilada. Se reforzarán las pautas establecidas en la fase de adaptación, planteándose posibles dudas o dificultades surgidas en este tiempo, y por último, al finalizar esta visita de seguimiento se les proporcionará un cuestionario autocumplimentable. Nuestro objetivo fundamental es que el paciente en esta parte del protocolo convierta el programa de ejercicio en un hábito. El seguimiento queda abierto siempre y cuando el paciente desee acudir a la unidad por cualquier motivo o ante cualquier duda surgida. Evaluación de la captación Número de pacientes que inician el protocolo de ejercicio terapéutico ——————————————— × 100 Número de pacientes incluidos en el programa de diabetes [En la unidad básica (medicina y enfermería).] Evaluación de la adherencia al tratamiento Número de pacientes que inician el protocolo de ejercicio terapéutico ——————————————— × 100 Número de pacientes que realizan visitas de control al año Número de pacientes que inician el protocolo de ejercicio terapéutico —————————————————— × 100 Número de pacientes que realizan todas las visitas de seguimiento en ese año EVALUACIÓN BIBLIOGRAFÍA Pazos Rosales JM. Protocolo de diabetes. III Curso de Fisioterapia en Atención Primaria. Ourense; 1997. 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