CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 CASOS CLÍNICOS 1 Página 1 Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CIRUGÍA GENERAL EDITORIAL SUMARIO 1 Lecciones de una infección intraabdominal des- 2 3 4 5 pués de una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica Oclusión intestinal a nivel de rectosigma por íleo biliar y fístula colecistocólica Nudo ileosigmoideo gangrenado: caso clínico y revisión Rotura hepática en el síndrome de HELLP: manejo conservador Incidentaloma suprarrenal Redactor Jefe Francisco Angulo Morales Director Xavier Guirao Garriga Junta directiva de la AEC Presidente Alberto Muñoz-Calero Peregrín Vicepresidente 1º Horacio Oliva Muñoz Vicepresidente 2º Arturo Soriano Benítez de Lugo Secretario General José Luis Ramos Rodríguez Vicesecretaria Elena Martín Pérez Tesorero Juan M. Bellón Caneiro Vocal de Relaciones Institucionales Jose Ignacio Landa Garcia Director de la Revista Cirugía Española Pascual Parrilla Paricio Presidente de la Junta Rectora del Patronato Jose Luis Balibrea Cantero Comité científico de la AEC Presidente Héctor Ortiz Hurtado Vocales Daniel Casanova Rituerto Juan C. García-Valdecasas Salgado Luisa Fernanda Martínez de Haro José Vicente Roig Vila Eduardo Mª. Targarona Soler ISSN: En tramitación D. Legal: M-39466-2009 Impreso en España CASOS CLINICOS DE CIRUGÍA GENERAL completa su enfoque pedagógico con un cuestionario de autoevaluación acerca de cada uno de los casos presentados en la revista, disponible únicamente en formato electrónico en la página web de la Asociación Española de Cirujanos (www.aecirujanos.es), apartado “Publicaciones”. Para cuestiones de acreditación por favor consultar la página web de la Asociación Española de Cirujanos www.aecirujanos.es Avalado por Solicitada reacreditación al Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) © 2009 Ergon C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid). Pza. Josep Pallach, 12. 08035 Barcelona. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida de ninguna forma sin el permiso escrito del titular del copyright. La redacción de un caso clínico tiene su gracia. A diferencia de la publicación de un trabajo por estudio original en donde el esfuerzo en el diseño del estudio y análisis de los datos quizás es superior al trabajo “de campo”, la publicación de un caso clínico aleccionador requiere de intuición clínica (para identificar el caso con posibilidades de ser publicado), la realización de pruebas complementarias de forma ”prospectiva” (a diferencia del caso cerrado, en el que ya todo está hecho y nada es modificable) y, al igual que el fotógrafo de prensa, llevar la cámara fotográfica cerca, para captar aquellas situaciones clínicas, irrepetibles con el paso del tiempo. El perfil del profesional capaz de construir el caso clínico desde su inicio coincide plenamente con el residente de cirugía general. Durante el periodo de formación, el aspirante a cirujano tiene la oportunidad única de explotar las dotes de observación, curiosidad e intuición (habilidades que idealmente deberían ser innatas en aquellos médicos que eligen la especialidad), aprender a trabajar en equipo, pedir consejo y saber organizar el tiempo para compartir la asistencia con la formación. En el segundo número de la revista de CCCG presentamos dos casos de oclusión intestinal, patología quirúrgica muy prevalente en el área de Atención de Urgencias Quirúrgicas. El íleo biliar sigue siendo una de las etiologías de oclusión intestinal de más difícil diagnóstico y que se asocia a retardo terapéutico. El caso que presenta el grupo de Valencia es un reto para el cirujano. Si en el íleo biliar debido al cálculo enclavado en algún punto del intestino delgado, la enterotomía y cierre primario a través de un segmento intestinal no inflamado es el tratamiento de elección, la misma táctica quirúrgica en colon puede acompañarse de complicaciones como la fístula cólica descrita. Un punto importante que el residente no debe olvidar es la exploración de todo el segmento intestinal a partir de la fístula colecistoentérica. Además del cálculo causante de la oclusión, otras litiasis pueden estar en tránsito y ser la causa de un segundo episodio de oclusión intestinal y complicar el cierre primario practicado para la extracción del cálculo. La oclusión intestinal por un nudo ileosigmoideo es una entidad rara pero muy grave. Los autores plasman magníficamen- te la necesidad de evitar la manipulación vigorosa del intestino ocluido, la descompresión controlada así como la valoración paciente de los segmentos intestinales viables para evitar resecciones masivas. El síndrome de HELLP (acrónimo de H de hemolysis, EL de elevated liver enzymes y LP de low platelet count) es una entidad grave de etiología desconocida que puede complicar el embarazo en el curso de una eclampsia. El grupo del Hospital Parc Taulí presenta un caso muy bien documentado de síndrome de HELLP complicado con una rotura hepática espontánea. El diagnóstico y tratamiento óptimo, de esta complicación requiere una vigilancia intensiva, disponibilidad de angiorradiología y de cirujanos con experiencia en cirugía hepática. El caso de feocromocitoma suprarrenal izquierdo no sospechado es realmente aleccionador. No hay palabras para elogiar la magnífica y extensa discusión del caso y queda muy claro que a todos los pacientes con tumoración retroperitoneal se les debe medir, además de otras determinaciones, las catecolaminas y metanefrinas en orina de 24 horas. El correcto diagnóstico antes de la intervención, permitirá la correcta preparación preoperatoria y evitar complicaciones hemodinámicas potencialmente graves. Y por último, un breve comentario del caso de infección quirúrgica. Seguimos pensando que los pilares del tratamiento ideal de la infección intraabdominal son el diagnóstico precoz, la reanimación adecuada, el mejor control del foco y la adecuación de la pauta antibiótica en tiempo, dosis y espectro. El caso quiere reforzar estos aspectos con la inestimable ayuda de los comentarios del Dr. Miguel Gobernado del Servicio de Microbiología del Hospital La Fe de Valencia. La relevancia y gravedad de la infección quirúrgica está fuera de toda duda, por lo que animamos a los residentes en formación y a los especialistas consolidados a enviar casos clínicos de infección para entender mejor esta parte de la fisiopatología quirúrgica y mejorar el pronóstico de estos pacientes tan graves. Dr. Xavier Guirao Garriga Director CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 2 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 3 1 LECCIONES DE UNA INFECCIÓN INTRAABDOMINAL DESPUÉS DE UNA COLANGIO-PANCREATOGRAFÍA RETRÓGRADA ENDOSCÓPICA: IDENTIFICACIÓN RÁPIDA DE LA SEPSIS, INICIO PRECOZ DEL TRATAMIENTO ANTIBIÓTICO Y MÁXIMA COBERTURA PARA ENTEROBACTERIAS X. Guirao, M. Amillo, J.M. Tarrech, J.M. Badía Hospital General de Granollers, Barcelona. INTRODUCCIÓN Correspondencia Xavier Guirao Garriga Adjunto Servicio de Cirugía General Hospital General de Granollers Av.da Frances Ribas s/n, 08402 Granollers Email: xguirao@aecirujanos.es Entre los factores pronósticos más importantes del tratamiento de la infección grave destacan la adecuación1 y la precocidad2 del tratamiento antibiótico. Estudios retrospectivos han demostrado que la ventana terapéutica en la infección intraabdominal (IIA) puede ser limitada. Así, se ha observado una mejor evolución en aquellos pacientes en los que el tratamiento antibiótico empírico fue activo frente a los patógenos que crecieron en las muestras de la intervención quirúrgica inicial. La inadecuación del tratamiento antibiótico empírico en la IIA se presenta en el 13-16% de los casos, observándose una mayor tasa de fracaso en las IIA de origen nosocomial. A pesar de ser un procedimiento mínimamente invasivo, la colangiografía retrógrada endoscópica (CPRE) comporta una tasa de complicaciones que pueden llegar al 7%. La infección biliar que ocurre en el paciente después de la CPRE es grave porque presenta factores de riesgo de fracaso terapéutico, como son la alta frecuencia de bacteriemia y de sepsis grave asociada y la posible implicación de patógenos resistentes a los antibióticos β-lactámicos de amplio espectro. DESCRIPCIÓN DEL CASO Mujer de 70 años de edad con antecedentes de alergia a la penicilina y herpes zóster a los 20 años. Dos años antes del presente episodio, la paciente fue intervenida mediante colecistectomía a través de laparotomía media para el tratamiento quirúrgico Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 de una vesícula con paredes parcialmente calcificadas y de una hernia umbilical irreductible. Se practicó colecistectomía y reparación de la hernia mediante malla de polipropileno. El curso postoperatorio fue satisfactorio y el informe anatomopatológico confirmó la presencia de una colecistitis crónica escleroatrófica. Un mes antes, la paciente fue atendida en el servicio de Urgencias por un cuadro de dolor abdominal y vómitos. En la analítica de este episodio destacaba la presencia de una citólisis hepática discreta (AST de 57 U/L y ALT de 142 U/L) junto a una colestasis disociada (257 U/L, GGT de 229 U/L y bilirrubina total de 0,8 mg/dL). El antígeno de superficie virus hepatitis B y el anticuerpo de virus de hepatitis C fueron negativos. Los valores de CEA, CA19.9, CA 125 y CA15.3 fueron normales. Se realizó una ecografía abdominal que informó de una ligera dilatación de la vía biliar intrahepática con un coledóco de 11 mm de diámetro y material hiperecogénico en su interior que podría corresponder a microlitiasis o barro biliar coledocal (Fig. 1). Un mes después y con la orientación de colestasis extrahepática por coledocolitiasis, se practicó CPRE observándose una papila duodenal infradiverticular, opacificándose la vía biliar intrahepática dilatada sin apreciar defectos de repleción sugestivos de litiasis. Se realizó esfinterotomía amplia sin complicaciones inmediatas. La paciente siguió tratamiento mediante dieta absoluta, sueroterapia y tratamiento antibiótico profiláctico mediante clindamicina (600 mg/8 h) Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 4 8/4/10 10:22 Página 4 X. Guirao y cols. Tabla 1. Cronología del caso clínico Día /hora D0/20:58 D3/08:40 D3/18:00 Clínica Dolor abdominal y náuseas Persistencia dolor abdominal y alteración del sensorio Shock séptico Constantes vitales Tª : 36,9ªC TA: 128/74 FC: 85 l x min No taquipnea Tº: 36ºC TA: 60/40 FC: 120 FR:Taquipnea TA: 93:58 FC133 FR: Ventilación mecánica Tº: 38,4ºC TA: 140/67 FC: 133 FR: Ventilación mecánica Tª: 34,5ºC TA: 60/30 FR: Ventilación mecánica Recuento leucocitos (109/L)/ (% bandas)/ plaquetas (109/L) 7.400 /0/129.000 9.700/7/71.000 4.000/nd/43.000 14.300/5/32.000 20.800/nd/30.000 25 378 381 434 216 Bioquímica Amilasa: 2014 U/L Amilasa:1512 U/L AST: 469 U/L GGT: 304 U/L Crt: 2,6 mg% Amilasa: 1.100 AST: 703 U/L Crt: 1,9 mg% PH: 7,27 mg% (EB: -11) Amilasa: 519 U/L AST 712 U/L Crt: 2,7 mg% Bili T: 6,85 U/L PH: 7,3 (EB:-7) Crt: 0,9 mg% Amilasa 294 U/L CPK: 3.070 U/L PH: 7.2 (EB:-12) SIRS No Sepsis grave-shock séptico Shock séptico Shock séptico Shock séptico APACHE ND 23 21 25 RANSON 2 6 ND ND ND Orientación diagnóstica Pancreatitis post-CPRE Pancreatitis grave e inestabilidad hemodinámica Pancretitis aguda Shock séptico Shock séptico de origen intraabdominal Shock séptico refractario Pruebas complementarias No Rx de tórax TAC abdominal: colédoco dilatado con paredes hipercaptantes Pancreatitis cefálica focal C de Balthazar 2 hemocultivos (UCI) Cultivo líquido peritoneal y biliar (quirófano) No Tratamiento quirúrgico No No No Laparotomia exploradora: esteatonecrosis pancreática, vía biliar y colédoco dilatado con bilis infectada No No Aztreonam+ Metronidazol+ Linezolid Aztreonam Metronidazol Linezolid Piperacilina-Tazobactam Sala cirugía, ingreso en UCI UCI UCI UCI y exitus Proteína C reactiva (mg/L) Tratamiento antibiótico Clindamicina 600 mg/8 h ev+ Gentamicina 240 mg/24 h Ámbito tratamiento y evolución Sala cirugía D4/11:00 D5 Paciente en IOT y necesidad de Paciente en IOT y inotropos y vasoconstrictores necesidad de inotropos y vasoconstrictores Abreviaciones de la tabla: Tª: temperatura axilar; TA: presión arterial; FC: frecuencia cardiaca; FR: frecuencia respiratoria; AST: aspartato transaminasa; GGT: gamma-glutamiltransferasa; Crt: creatinina plasmática; EB: exceso de base; Bili T: bilirrubina total; ND: no realizado. y gentamicina (240 mg/24 h) durante las 24 horas siguientes. Nueve horas después de la CPRE, la paciente inició un cuadro de dolor en epigastrio e irradiado hacia el hipocondrio derecho. En la exploración inicial se documentó una paciente nauseosa, hemodinámicamente estable y apirética. La palpación abdominal era dolorosa en epigastrio y en hipocondrio derecho. En la analítica inicial (Tabla 1, D0) destacaba: amilasas 2.014 U/L y proteína C reactiva (PCR) de 25,3 mg/L, Casos Clínicos Cirugía General objetivándose dos criterios en la puntuación inicial de la escala de Ranson. Al 2º dia, a pesar de la mejoría del dolor abdominal se constató en la analítica de control la presencia de citólisis hepática (AST 209 U/L; ALT 235 U/L) y colestasis completa (FA 396 U/L, GGT 372 U/L, bilirrubina total 3,82 mg%) junto a un incremento de la PCR (182 mg/L). Al tercer día, la enfermera de la unidad avisó de forma urgente por presentar la paciente una alteración del nivel de mejor conciencia, taquipnea, taquicardia e hipotensión. En este momento destacaba el incremento de los parámetros inflamatorios (PCR de 378 mg/L) y acidosis metabólica severa con consumo de bases junto a la persistencia de la hiperamilasemia, citólisis hepática con colestasis completa y parámetros de insuficiencia renal (Tabla 1, D3/8:40). Se iniciaron medidas de reanimación en la sala de cirugía mediante sobrecarga de volumen y la paciente fue ingresada en la UCI. Se procedió a la intubación orotraqueal, perfusión Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 5 Lecciones de una infección intraabdominal después de una colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica:... FIGURA 1. Ecografía (corte sagital-oblicuo a nivel del hilio hepático) realizada antes de la CPRE en donde se observa dilatación del colédoco (flecha amarilla) y presencia de material hiperecogénico en su interior (flecha roja) con sombra acústica posterior (flecha morada). FIGURA 2. TC abdominal con contraste. Duodeno engrosado (flecha blanca) con gas peri-duodenal (flecha roja). Cabeza de páncreas engrosada (flecha amarilla) sin claros signos de déficit de captación y proceso uncinado (flecha azul). Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 5 de cristaloides en sobrecargas de 500 ml (un total de 3 litros en 11 horas), tratamiento mediante dopamina y noradrenalina y perfusión de bicarbonato 1 molar. Tras conseguir estabilización hemodinámica, se practicó una TAC abdominal con contraste observándose un aumento del volumen de la cabeza pancreática y proceso uncinado (Fig. 2) compatible con una pancreatitis focal de la cabeza del páncreas grado C de Balthazar y burbujas aéreas en el retroperitoneo (Figs. 2 y 3). No se identificó una necrosis pancreática clara. También se informó de una dilatación de la vía biliar intra y extrahepática (Fig. 4) observándose el conducto hepático común dilatado (Fig. 5). Aproximadamente diez horas después del inicio del cuadro de inestabilidad hemodinámica y con la orientación diagnóstica de shock séptico de origen no filiado, se inició tratamiento antibiótico junto a actocortina a dosis de insuficiencia suprarrenal relativa (200 mg ev de inicio y posteriormente,100 mg/8 h ev). Dado el antecedente de alergia a la penicilina, se administró aztreonam (1 g/8 h ev) y metronidazol (500 mg/8 h ev) y, 24 horas después, linezolid (600 mg/12 h ev) (Tabla 1, D3/18:00) A las 24 horas del ingreso en la UCI y a pesar de la estabilización hemodinámica, la paciente continuó presentando oliguria y parámetros de insuficiencia renal, acidosis metabólica y un empeoramiento de los parámetros inflamatorios con una PCR de 432 mg/L y recuento leucocitario de 14.300 x109/L, plaquetopenia y elevación de la creatinin-fosfokinasa de 1943 U/L. Con el diagnóstico de shock séptico refractario de origen intraabdominal se decidió la intervención quirúrgica urgente (Tabla 1, D4/11:00). Se practicó una laparotomía subcostal bilateral y maniobra de Kocher amplia. Se constató una esteatonecrosis de cabeza y cola pancreática con peritonitis difusa sin observarse perforación duodenal evidente, documentándose una vía biliar dilatada con bilis purulenta. Se tomaron muestras de líquido peritoneal y biliar y se concluyó la intervención quirúrgica mediante drenaje del colédoco sobre tubo en T- Kher y cierre primario de la laparotomía. Durante el acto quirúrgi- Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 6 8/4/10 10:22 Página 6 X. Guirao y cols. co, la paciente presentó inestabilidad hemodinámica severa y arritmia supraventricular que precisó de cardioversión y posterior tratamiento mediante amiodarona ev (Tabla 1, D4/11:00). Al 5º día del proceso, la paciente seguía en shock séptico refractario a pesar de dosis elevadas de cristaloides y drogas presoras. Veinticuatro horas después de la extracción de los hemocultivos y la tomas de muestras peritoneal y biliar, se informó del crecimiento de bacilos gramnegativos en todas la muestras. Dada la gravedad de la paciente y después de interrogar a la familia sobre el antecedente de alergia a la penicilina, se decidió cambiar la cobertura antibiótica por piperacilina-tazobactam. La paciente persistió en shock séptico y fallo multiorgánico falleciendo en las horas siguientes. Los cultivos de sangre, líquido peritoneal y bilis fueron positivos para Escherichia coli con un patrón de resistencia a las cefalosporinas de 3ª generación y al aztreonam, típico de la hiperproducción de ß-lactamasas de espectro extendido (BLEE) (Tabla 2). DISCUSIÓN Detección precoz de la infección intraabdominal grave Uno de los factores que se correlacionan con un peor pronóstico en la infección grave es el retardo diagnóstico2. La paciente del presente caso presentó un cuadro inicial compatible con pancreatitis aguda post-CPRE. Sin embargo, a pesar del incremento notable de las amilasas plasmáticas existían datos acerca de que la gravedad en la evolución de la paciente no podía ser explicada solamente por la inflamación pancreática. La inestabilidad hemodinámica y taquipnea que ocurrió al tercer día de la CPRE se puede observar en una pancreatitis aguda grave (puntuación inicial de Ranson mayor de 3 y un índice de severidad tomográfico mayor de 7) . En ausencia de la rara infección pancreática precoz, los pacientes con pancreatitis aguda grave que precisan el ingreso en la UCI presentan inestabilidad hemodinámica de origen mixto (tercer espacio, colecciones intraabdominales o Casos Clínicos Cirugía General FIGURA 3. TC abdominal con contraste. Se observa un engrosamiento de la cabeza de páncreas sin claras áreas de necrosis (flecha roja), una banda de líquido de forma semilunar entre el duodeno y el páncreas (flecha amarilla) y pequeñas burbujas aéreas en el retroperitoneo y área periduodenal (flecha negra). hipertensión abdominal) e insuficiencia respiratoria (atelectasias pulmonares e hipertensión abdominal). La exploración física de la paciente (ausencia de distensión abdominal) y la baja puntuación de Ranson (dos criterios a las 24 horas), deberían haber sugerido otras causas que justificaran el deterioro súbito de la enferma al tercer día de la CPRE. La TC practicada posteriormente confirmó un grado moderado de pancreatitis (grado C de Baltazhar) sin que se pudieran objetivar claras áreas de necrosis. Además de la clínica, los parámetros biológicos como la PCR, la procalcitonina y el ácido láctico pueden ser útiles para diferenciar los procesos inflamatorios de los sépticos. La presencia de una PCR de casi 400 mg/L (D3, Tabla 1), demuestra una respuesta inflamatoria desmesurada que se observa principalmente en procesos que cursan con niveles plasmáticos muy elevados de endotoxina como en las bacteriemias o las peritonitis difusas3. Estudios observacionales han demostrado niveles extremadamente elevados de procalcitonina (10-1.000 ng/ml) a diferencia de procesos inflamatorios no sépticos (5-20 ng/ml). Sin embargo, un reciente metaanálisis no apoya la medición sistemática de la procalcitonina en la diferenciación entre inflamación e infección4. El ácido láctico es un indicador de hipoxia tisular, y niveles superiores a 4 mmol/L, en el contexto de infección, permite clasificar al paciente en la fase de shock séptico sin esperar a la confirmación de fracaso hemodinámico resistente a la reposición de volumen y tributario de tratamiento mediante drogas vasoactivas. Factores de riesgo de mala evolución en la infección intraabdominal Estudios controlados han identificado como factores de riesgo en relación al fraca- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 7 Lecciones de una infección intraabdominal después de una colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica:... FIGURA 4. TC abdominal con contraste. Dilatación de la vía biliar intrahepática (flecha roja). FIGURA 5. TC abdominal con contraste. Dilatación del hepático común (flechas rojas). Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 7 so terapéutico en el tratamiento de la infección intraabdominal, la inadecuación del tratamiento antibiótico (en relación fundamentalmente a la infección por enterobacterias productoras de BLEE), la presencia de shock séptico, la coexistencia de comorbilidad, la edad superior a 65 años y el control de foco difícil. Si hasta hace poco tiempo, las enterobacterias productoras de BLEE, en particular Klebsiella spp. productoras de ß-lactamasas del tipo SHV y TEM, se observaban en infecciones nosocomiales, se ha documentado más recientemente un incremento de infecciones de origen comunitario (sobre todo en países del sur y del este de Europa) producidas por E. coli con expresión de BLEE del tipo CTX-M5. Estudios caso-control han identificado como factores de riesgo de infección comunitaria por E. coli BLEE, la diabetes mellitus, tratamiento previo mediante quinolonas, infecciones urinarias de repetición, ingresos hospitalarios (sobre todo en el último año) y la edad avanzada en el paciente varón6. La paciente del presente caso presentaba como factores de riesgo conocidos la edad (70 años), la sepsis grave en tránsito hacia shock séptico y una posible perforación periampular en relación a la CPRE que, en la situación clínica de la paciente, no permitió un control adecuado de la infección (Figs. 2 y 3). A pesar de la revisión exhaustiva del historial de la paciente no fue posible identificar algún factor de riesgo de infección por E. coli BLEE. Ni el ingreso hospitalario dos años antes del episodio actual por una colecistectomía electiva sin complicaciones, ni la reciente visita al servicio de Urgencias parece que puedan ser los inductores de la colonización intestinal por enterobacterias resistentes, en tanto que tampoco se pudo objetivar tratamiento antibiótico prolongado en ninguno de los anteriores episodios asistenciales. Por lo tanto, es posible que la infección que presentamos tenga relación con la presencia de portadores intestinales de E.coli BLEE, cada vez más extendida en la población y que puede transmitirse por elementos génicos móviles o plásmidos. Delante de este panorama, y a la espera de identificar nuevos factores de riesgo, los pacientes que presenten sep- Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 8 8/4/10 10:22 Página 8 X. Guirao y cols. sis grave de origen intraabdominal deberían recibir tratamiento antibiótico empírico que cubra E. coli BLEE. Adecuación del tratamiento antibiótico empírico El presente caso clínico es un claro ejemplo de inadecuación del tratamiento antibiótico empírico por inicio tardío y déficit de espectro. Así, se constata una dilación de casi 10 horas desde que la enferma presenta el cuadro de inestabilidad hemodinámica y el inicio del tratamiento antibiótico empírico. La coexistencia inicial de patologia inflamatoria no infecciosa (pancreatitis aguda) contaminó el juicio clínico previo y fue la responsable del retardo diagnóstico y en consecuencia del retardo del tratamiento antibiótico empírico. El tratamiento antibiótico empírco es más efectivo cuando, además de adecuarse a los patógenos causantes de la IIA, se instaura precozmente. Estudios de cohorte en pacientes con sepsis grave, han demostrado que por cada hora que se retrasa el inicio del tratamiento antibiótico apropiado, se incrementa la mortalidad en un 7,6%2. El resultado de los cultivos bacteriológicos demostrarón también la inadecuación en relación al espectro microbiológico. Varias son la razones que la precipitaron. En primer lugar, el antecedente de la paciente de alergia a la penicilina hizo restringir la pauta antibiótica a aztreonam y metronidazol. Debido al bajo porcentaje de reacciones alérgicas cruzadas (alrededor del 1% en pacientes que no padecen de fibrosis quística), aztrenonam ha sido el monobactámico de elección de la combinación antibiótica empleada en el tratamiento empírico de los pacientes con infección mixta que dicen ser “alérgicos a la penicilina”. Sin embargo, la seguridad en relación a los efectos adversos no se debe asegurar a costa de un espectro antibacteriano deficiente. Aztreonam no es activo frente a las enterobacterias productoras de BLEE y tampoco cubre los cocos grampositivos (10-15% de los aislamientos en IIA). Así pues, en estas situaciones es preciso primero, confirmar la “etiqueta” de alergia a la penicilina mediante interrogatorio dirigido en busca de episo- Casos Clínicos Cirugía General Tabla 2. Antibiograma de los cultivos de sangre, bilis y líquido peritoneal Muestra Hemocultivo Bilis Líquido peritoneal Disco-placa CMI:mg/L (interpretación antibiograma) CMI:mg/L (interpretación antibiograma) Ampicilina R >16 (R) >16 (R) Amoxicilina-clavulánico R ≤8/4 (R) ≤8/4 (R) Piperacilina-tazobactam S ≤16 (R) ≤16 (R) Cefazolina R >16 (R) >16 (R) Cefoxitina S ≤8/4 (S) ≤8/4 (S) Cefotaxima I 4 (R) 8 (R) Gentamicina S ≤4(S) ≤4(S) Imipenem S ≤2(S) ≤2(S) Aztreonam R >16 (R) >16 (R) Ciprofloxacino R >2 (R) >2 (R) Antibiótico Abreviaciones. MIC: concentración mínima inhibitoria; S: sensible; I: intermedio; R: resistente. dios claros de hipersensibilidad tipo I, como son el rash cutáneo, el angioedema o el espasmo bronquial, coincidiendo con la administración del antibiótico ß-lactámico. Estudios realizados en la UCI han demostrado que sólo el 5% de los pacientes que explicaban reacciones alérgicas inespecíficas, presentaban el test cutáneo de alergia a la penicilina positivo7. En ausencia de claros antecedentes de alergia y en situación de gravedad, la mayoría de los clínicos, sobretodo en el ámbito de la UCI, optan por iniciar el tratamiento antibiótico disponible más eficaz. En caso de duda, o si existe el antecedente de un exantema maculopapuloso (reacción menor), se puede realizar el test cutáneo de hipersensibilidad (cuya lectura se puede realizar en 30 minutos)7 o iniciar la administración controlada de aztreonam o, mejor en este paciente, meropenem o imipenem dado el riesgo relativamente bajo de reacciones cruzadas de los carbapenemes con los antibióticos ß-lactámicos8. En el presente caso clínico, debido a la mala evolución y después de investigar la historia de alergia a los ß-lactámicos, se inició tratamiento mediante piperacilina-tazobactam, cambio realizado muy al final del proceso y que tampoco fue el adecuado para este paciente. Otra posible alternativa para este enfermo podría haber sido la administración de un antibiótico no ß-lactámico como tigeciclina junto a una quinolona antipseudomónica a dosis altas (ciprofloxacino 400 mg/8 h ev) para completar la cobertura contra Pseudomonas aeruginosa. Los aminoglucósidos, antibióticos con una actividad relativamente conservada contra las enterobacterias BLEE, no serían de primera elección en un paciente en fracaso renal y con volumen extracelular expandido. Interpretación del antibiograma Las infecciones por enterobacterias productoras de ß-lactamasas representan un reto para el clínico y también para el microbiólogo. La capacidad de estos microorganismos de producir altos niveles de BLEE, puede precipitar el fracaso clínico en situaciones de infección con inóculo bacteriano alto, como en el caso de la infección intraabdominal de este paciente. Así, la cepa de E. coli descrita productora de BLEE, desde el punto de vista de resistencia in vitro y según los patrones del CLSI (Clinical Laboratory Standard Institute) se informó como resistente a ampicilina, cefalosporinas de 3ª generación, aztreonam, cirpofloxacino y sensible a amoxicilina-clavulánico, piperacilina-tazobactam, cefoxitina, gentamicina e imipenem, siguiendo el patrón típico de las enterobacterias productoras de BLEE. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 9 Lecciones de una infección intraabdominal después de una colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica:... Sin embargo, la interpretación clínica debe ser diferente. Dado el elevado porcentaje de fracasos clínicos, existe un consenso para considerar el microorganismo portador de BLEE, con independencia del valor de sensibilidad obtenido, como resistente para amoxicilina-clavulánico y piperacilina-tazobactam, y sensible para aminoglucósidos y carbapenemes. En el caso que presentamos, a pesar de que el antibiograma del E. coli demostró in vitro una CMI de ≤16 mg/L (justo por debajo del punto de corte que indica resistencia bacteriana), la capacidad para producir BLEE en el foco de infección y de inhabilitar la acción del antibiótico y de producir fracaso terapéutico, hace necesario interpretar el antibiograma para piperacilina-tazobactam como resistente. Dado que los resultados iniciales de los hemocultivos se basan en la inhibición del halo en el disco-placa, sin conocerse todavía la capacidad de producción de BLEE, Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 piperacilina-tazobactam de informó como sensible. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Dra. Nuria Rosón del servicio de Radiología del Hospital General de Granollers su colaboración en la descripción de los detalles de las imágenes de la ecografía abdominal y de la TAC. BIBLIOGRAFÍA 1. Krobot K, Yin D, Zhang Q, Sen S, Altendorf-Hofmann A, Scheele J, et al. 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Impacto de las BLEE en los tratamientos empíricos y las políticas antibióticas Enferm Infecc Microbiol Clin 2007;25 Supl(2):54-9. 6. Rodríguez-Baño J, Navarro M, Romero L, MartínezMartínez L, Munianian M, Perea E, et al. Epidemiology and clinical features of infections caused by extended-spectrum beta-lactamase-producing escherichia coli in nonhospitalized patients. J Clin Microbiol 2004;42:1089-94. 7. Arroliga M, Wagener W, Bobek M, Hoffman-Hogg L, Gordon S, Arroliga A. A pilot ptudy of penicillin skin testing in patients with a history of penicillin allergy admitted to a medical ICU. Chest 2000; 118:1106-8. 8. Barberán J, Mensa J, Fariñas C, Llinares P, Olaechea P, Palomar M, et al. Recomendaciones de tratamiento antimicrobiano en pacientes alérgicos a antibióticos betalactámicos. Rev Esp Quimioterap 2008;21(1):60-82. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 10 8/4/10 10:22 Página 10 X. Guirao y cols. COMENTARIO En este caso clínico se hacen unos comentarios finales acertados sobre la interpretación del antibiograma que parece lógico que se complementen con otros adicionales. En la terapéutica antibiótica, en las infecciones que lo requieren, es común realizar en el laboratorio de Microbiología pruebas con diversas técnicas estandarizadas, manuales o automáticas, para determinar la sensibilidad de los microorganismos a los antibióticos y sus mecanismos de resistencia en los causantes de infecciones que a juicio clínico lo requieran. Estas pruebas son las que se conocen como antibiograma. Los resultados, utilizando los llamados puntos de corte, se expresan con los términos microorganismo sensible, intermedio o resistente (valores cualitativos), o informando de la concentración mínima que inhibe a las bacterias (CMI en mg/L) (valores cuantitativos) siguiendo los criterios de organizaciones internacionales o nacionales como el CLSI americano (Clinical Laboratory Standards Institute), el EUCAST europeo (European Committee on Antibiotic Susceptibility Testing), MENSURA (Mesa Española para la Normalización de la Sensibilidad y Resistencia a los Antimicrobianos) y otras, dependiendo de los diferentes países, con complejidad variable, aunque con criterios básicos similares. Los datos que se obtienen in vitro, puesto que lo que se pretende es una respuesta favorable in vivo de la infección, deben interpretarse teniendo en cuenta, además de la sensibilidad o resistencia y mecanismos génicos de la misma, una serie de parámetros adicionales de los antibióticos ensayados, como son los farmacocinéticos (PK) (absorción, distribución, metabolismo, eliminación), farmacodinámicos (PD) (interacción del fármaco con el microbio –unos concentración-dependientes, otros tiempo-dependientes–), régimen terapéutico, formulación utilizada, vía de administración y, en último término, experiencia de los resultados clínicos en situaciones similares anteriores1-7. Esta interpretación final es conjunta: microbiología y clínica. Aunque todavía hay temas no resueltos, lo que se trata es de informar que, independientemente de las defensas del huésped, con una dosificación adecuada se puedan conseguir, cuando decimos que un microorganismo es sensible, concentraciones adecuadas del antibiótico administrado en el lugar donde se localiza la infección (lugar anatómico, tejido, líquido intersticial, intracelular) y que no haya otras circunstancias que impidan su mecanismo de acción. Por ejemplo, los aminoglucósidos funcionan mal en anaerobiosis y cualquier antibiótico en el interior de los abscesos. Estos parámetros son distintos para cada clase de antibióticos y tipo de infección, así en una meningitis por Streptococcus pneumoniae por muy sensible que sea a un antibiótico determinado en el laboratorio, si este no es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica el informe del micro- Casos Clínicos Cirugía General Dr. Miguel Gobernado Servicio de Microbiología. Hospital Universitario La Fe de Valencia biólogo al clínico debe ser como resistente, interpretación diferente en las infecciones extrameníngeas. Desde un punto de vista microbiológico, en el laboratorio, la lectura “interpretada” del antibiograma pretende establecer el fenotipo de sensibilidad y resistencia (natural y adquirida), deducir el posible mecanismo de resistencia y predecir el fenotipo previamente determinado e inferir la actividad de los antibióticos sobre los microorganismos que presenten este fenotipo, para poder redefinir adecuadamente la interpretación clínica de los resultados y deducir el comportamiento de los antibióticos similares no estudiados, consiguiendo con ello la detección de nuevos mecanismos de resistencia y la adecuación del tratamiento antibiótico. Para ello se aplican cuatro procesos: caracterización de la resistencia observada, fenotipo observado frente a algunos antibióticos de las diferentes familias seleccionados juiciosamente, deducción de los mecanismos de resistencia ante el fenotipo detectado e inferencia de la predicción de resistencia a otros antibióticos8-10. En muchas situaciones, un solo antibiótico basta como indicador para detectar la presencia de mecanismos que confieren resistencia no sólo al propio antibiótico, sino también a otros relacionados. Así, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (y mejor a cefoxitina) arrastra resistencia a las penicilinas, ampicilinas, cefalosporinas y carbapenemes, es decir, a todos los β-lactámicos, por eso basta con probar en el laboratorio la meticilina y deducir el resto de los resultados11. Klebsiella pneumoniae tiene resistencia natural a la ampicilina, y Enterobacter cloacae a la ampicilina, cefalosporinas de 1ª generación, cefuroxima y cefotaxima, por lo que siempre se informa como resistente a estos antibióticos. En el caso de Escherichia coli productor de β-lactamasas de espectro extendido, enzimas capaces de hidrolizar cefalosporinas de amplio espectro y monobactames pero no los carbapenemes, independientemente de los resultados fenotípicos detectados en el laboratorio, se informa como resistente a ampicilina, cefalotina, cefuroxima, cefotaxima, ceftazidima, cefepima, aztreonam y piperacilina-tazobactam, que es lo sucedido en el presente caso clínico. Tanto para K. pneumoniae como para E. coli, para detectar las BLEE en el laboratorio se usa como indicador preferente la asociación de cefotaxima y ceftazidima12. Los β-lactámicos son fármacos ideales para la lectura interpretada del antibiograma de las enterobacterias ya que tienen una gran variedad de mecanismos de resistencia, incluyendo más de 300 tipos de β-lactamasas, su conocimiento puede deducirse simplemente teniendo en cuenta la clasificación clásica de este tipo de enzimas propuesta en el año 199513. De la misma manera que hay reglas de expertos para interpretar la sensibilidad a los β-lactámicos, también las hay para las fami- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 11 Lecciones de una infección intraabdominal después de una colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica:... lias de quinolonas, aminoglucósidos, glucopéptidos, macrólidos, tetraciclinas y otras. Las reglas de la interpretación del antibiograma no sólo están presentes en la mente de los microbiólogos, sino también en las máquinas automáticas empleadas para las pruebas de sensibilidad al incorporar algoritmos y decisiones informáticas que se conocen como “sistema experto” que facilitan la lectura e interpretación final14. Un comentario adicional es que a la hora de probar antibióticos en el laboratorio, estos se eligen con varios propósitos: en función de su interés terapéutico habitual, como alternativa para microorganismos multirresistentes, con fines epidemiológicos y como ayuda a la interpretación del antibiograma. Más detalles acerca de la lectura interpretada del antibiograma se salen del propósito de estos breves comentarios asociados al caso clínico, pero en la bibliografía incorporada los cirujanos interesados pueden informarse con más detalle. BIBLIOGRAFÍA 11 3. Soriano F. Aspectos farmacocinéticos y farmacodinámicos para la lectura interpretada del antibiograma. 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Tres Cruces, s/n. 46014 Email: mbruna16@yahoo.es, drbruna@comv.es El íleo biliar debido a la impactación en un segmento intestinal de un cálculo migrado a través de una fístula colecistoentérica es una enfermedad rara, que representa el 23% de todas las oclusiones intestinales, siendo la localización a nivel del colon extremadamente infrecuente. Una clínica típica de oclusión intestinal junto a determinados hallazgos radiológicos, como la tríada de Rigler (dilatación de asas intestinales, aerobilia y cálculo radiopaco) permiten sospechar el diagnóstico, aunque hasta en un tercio de los pacientes este se establece intraoperatoriamente. El tratamiento endoscópico mediante la movilización o fragmentación del cálculo raramente es efectivo siendo la cirugía el procedimiento más resolutivo. La opción quirúrgica más aceptada consiste en la resolución del cuadro oclusivo con extracción del cálculo, aunque algunos autores recomiendan la colecistectomía y el tratamiento de la fístula colecistocólica en el mismo acto quirúrgico en pacientes sin afectación del estado general ni comorbilidades. Palabras clave: Íleo biliar; Fístula colecistocólica; Obstrucción de colon. INTRODUCCIÓN La obstrucción intestinal en el colon por un cálculo biliar migrado a través de una fístula colecistocólica sobre una inflamación cró- Casos Clínicos Cirugía General nica de la vesícula biliar es una patología muy infrecuente. La clínica de oclusión intestinal, junto a los hallazgos radiológicos y ecográficos característicos, permite establecer la sospecha diagnóstica en estos pacientes, aunque hasta en un tercio de los casos el diagnóstico es intraoperatorio. Las modalidades terapéuticas son varias en este tipo de patología: desde el intento de movilización endoscópica hasta la cirugía resolutiva del cuadro oclusivo, acompañada, en ciertas condiciones y según determinados autores, de la colecistectomía y resolución de la fístula colecistocólica en el mismo acto quirúrgico. Presentamos a continuación el caso clínico de una paciente que consultó por un cuadro de íleo biliar con impactación del cálculo a nivel de rectosigma. OBSERVACIÓN CLÍNICA Mujer de 73 años con antecedentes personales de hernia de hiato, cólicos biliares y hábito intestinal estreñido, que acudió a urgencias por cuadro de dolor abdominal, vómitos y disminución de la expulsión de heces y gases de 3 días de evolución. A la exploración presentaba un regular estado general con un abdomen con peristaltismo incrementado, distendido y timpánico a la percusión, que resultaba doloroso de forma difusa a la palpación profunda pero sin signos de irritación peritoneal. Los orifi- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 13 Oclusión intestinal a nivel de rectosigma por íleo biliar y fístula colecistocólica FIGURA 1. Radiografía de abdomen con visualización de asas cólicas dilatadas e imagen ovalada y radiopaca de cálculo biliar en fosa ilíaca izquierda. cios herniarios no estaban ocupados y al tacto rectal existían escasos restos fecales sin productos patológicos ni palpación de masas tumorales. Analíticamente, la paciente presentaba una leucocitosis con neutrofilia y una proteína C reactiva elevada. En la radiografía de abdomen se evidenció una gran distensión de asas de colon hasta su zona descendente con una imagen sugestiva de cálculo biliar a nivel de sigma (Fig. 1). La ecografía practicada mostró la presencia de un plastrón vesicular con aerobilia y escasa cantidad de líquido perihepático. Ante la sospecha de íleo biliar obstructivo y la afectación del estado general de la paciente se decidió intervenirle de forma urgente, obviando la realización de cualquier otra prueba como la colonoscopia, ante la sospecha de sufrimiento intestinal y la escasa rentabilidad terapéutica de esta prueba. Tras la realización de una laparotomía media suprainfraumbilical se evidenció una gran distensión de todo el colon con el ángulo hepá- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 tico adherido a un plastrón vesicular y un cálculo de unos 4 cm de diámetro enclavado firmemente a nivel de la unión rectosigmoidea. Tras intentar la fragmentación o movilización del cálculo sin éxito, se decidió hacer una colotomía con extracción del mismo (Fig. 2) y una colorrafia posterior, colocando un drenaje en la pelvis. No existían signos de diverticulitis ni estenosis neoplásicas en la zona de impactación ni a nivel distal. Durante el postoperatorio, se produjo una fístula cólica de escaso débito y controlada a través del drenaje pélvico, que se resolvió espontáneamente con recuperación del tránsito intestinal y siendo dada de alta la paciente al séptimo día postquirúrgico. DISCUSIÓN El íleo biliar es una enfermedad infrecuente que representa el 2-3% de todas las oclusiones intestinales. Es debido a la oclusión de una parte del tracto intestinal por un cálculo biliar migrado a través de una fístula 13 biliodigestiva. Normalmente, la fístula es colecistoduodenal, siendo otro tipo de fístulas como la coledocoduodenal o la colecistocólica mucho más raras. Aunque la impactación del cálculo puede producirse en cualquier zona del intestino, el íleon terminal es la localización más frecuente, siendo la oclusión a nivel duodenal (síndrome de Bouveret) y el colon mucho más raras, presentándose en esta última región tan sólo el 4,1% de todos los íleos biliares1. Es una patología más frecuente en mujeres, en torno a los 60 o 70 años y de pacientes con ciertas comorbilidades2, como es el caso que presentamos. Se han descrito en la literatura casos de íleo biliar tras una esfinterotomía endoscópica previa3 o incluso en pacientes colecistectomizados4. En ocasiones es difícil establecer un diagnóstico correcto, llegando a ser, hasta en un tercio de los pacientes, un hallazgo intraoperatorio insospechado5. Sin embargo, son varios los datos clínicos y radiológicos que deben hacernos pensar en el diagnóstico de íleo biliar. Además de la sintomatología de oclusión intestinal que refieren estos pacientes, con vómitos, distensión abdominal y disminución de la expulsión de heces y gases, en la radiografía de abdomen podemos observar los signos definidos por la denominada tríada de Rigler6, que consiste en la visualización del cálculo radiopaco, la presencia de asas intestinales dilatadas y aerobilia. En el caso que presentamos se visualizó una importante dilatación del colon proximal a la oclusión con una imagen ovalada y radiopaca a nivel de fosa ilíaca izquierda. Por otro lado, la ecografía ayuda en gran medida al diagnóstico, evaluando la patología biliar, con presencia de un plastrón vesicular y confirmando la presencia de aerobilia, como en nuestra paciente. Otras pruebas como el enema opaco, el tránsito esofagogastroduodenal, la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica o la tomografía computarizada con contraste intraluminal pueden ser útiles para establecer el diagnóstico de oclusión, localizar el nivel de la misma e incluso dibujar la fístula biliodigestiva. En los infrecuentes casos de íleo biliar con oclusión a nivel del colon es importante des- Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 14 8/4/10 10:22 Página 14 M. Bruna y cols. FIGURA 2. Colotomía y extracción del cálculo impactado a nivel de la unión rectosigmoidea. cartar cualquier patología que pudiese justificar la impactación del cálculo en dicha región, ya sea una neoplasia o un proceso inflamatorio local. La realización de una colonoscopia permite, en ocasiones, descartar estas afecciones, establecer el diagnóstico de íleo biliar e intentar la manipulación del cálculo para conseguir su movilización o fragmentación. Sin embargo, raramente estas maniobras son efectivas para conseguir la extracción de los cálculos7. En nuestro caso, el estado general afectado de la paciente, la presencia de leucocitosis en la analítica sanguínea y la gran distensión radiográfica de asas cólicas nos hizo descartar la realización de esta prueba, que consideramos de utilidad en pacientes con situaciones estables como primera aproximación diagnóstica y terapéutica, a pesar de su escaso rendimiento para la extracción de los cálculos. Para la mayoría de los autores2, el tratamiento de elección del íleo biliar es quirúrgico mediante la realización de una enterotomía y extracción del cálculo. El abordaje en el mismo acto de la colecistitis crónica y la fistula biliodigestiva es tema controvertido, debido a la elevada morbimortalidad que puede conllevar esta opción. Así, muchos Casos Clínicos Cirugía General autores recomiendan el tratamiento de la fístula y el problema biliar de forma diferida únicamente si posteriormente producen sintomatología, postura que compartimos, ya que muchos de estos pacientes son añosos y con importantes patologías asociadas, pudiendo permanecer asintomáticos de su problema biliar durante muchos años. Por otra parte, siempre que el estado general del paciente lo permita, ciertos autores defienden actuar sobre la patología oclusiva y biliar en el mismo acto quirúrgico 8 por el elevado riesgo de desarrollar colangitis, gangrena o síndrome de mala absorción, habiéndose descrito incluso el manejo del cuadro oclusivo y de la fístula colecistoentérica por vía laparoscópica9. En nuestra opinión esta opción debe reservarse para casos muy seleccionados, en pacientes jóvenes con buen estado general y sin comorbilidades, lo cual es infrecuente en esta patología. La morbilidad asociada a esta patología y su tratamiento ronda el 30-40%, debida principalmente a infecciones de la herida quirúrgica e intraabdominales y otros problemas médicos. La mortalidad alcanza hasta el 2030% en algunas series publicadas10. Por tanto, la oclusión intestinal secundaria a un íleo biliar a nivel del colon es una patología infrecuente con una considerable morbimortalidad, que debemos sospechar en pacientes con clínica oclusiva, antecedentes de patología biliar y en cuyas exploraciones complementarias podemos advertir signos característicos como la tríada de Rigler. El tratamiento quirúrgico más aceptado es la resolución del cuadro oclusivo mediante colotomía y extracción del cálculo, aunque algunos autores recomiendan la colecistectomía y el tratamiento de la fístula colecistocólica en el mismo acto quirúrgico en pacientes sin afectación del estado general ni comorbilidades. BIBLIOGRAFÍA 1. Reisner RM, Cohen JR. Gallstone ileus: a review of 1001 reported cases. Am Surg 1994;60:441-6. 2. Serrano R, Montañana A, Lacasa J. Colelitiasis y fístula colecistocolónica: una rara forma de íleo biliar. Rev Esp Enf Digest 1990;77:55-7. 3. Oskam J, Heitbrink M, Eeftinck-Schattenkerk M. 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De etiología mecánica con fenómeno de doble asa cerrada, se produce al envolverse en un nudo asas ileales móviles y el sigma, por lo general redundante, comprometiendo al meso en el centro del nudo y provocando rápidamente la isquemia de los segmentos involucrados. Descrita inicialmente por Parker en 1845 es una causa inusual de obstrucción intestinal en el mundo occidental y comparativamente común en algunos países de Asia, África y el Medio-Oriente. El diagnóstico precoz es difícil debido a lo inespecífico de los hallazgos radiológicos, su rápida evolución y lo infrecuente de su presentación. El diagnóstico oportuno, la reposición hídrica y la laparotomía precoz son esenciales en el manejo de esta entidad. dosis metabólica. La radiología simple de abdomen en bipedestación mostraba gran dilatación de asas sin evidencia de neumoperitoneo (Fig. 1). En la ecografía abdominal se apreciaba gas abdominal y dilatación de asas delgadas con discreta cantidad de líquido subfrénico izquierdo y en fondo de saco de Douglas. Se practicó laparotomía exploradora evidenciándose líquido serohemático oscuro libre en cavidad y gran dilatación de asas de intestino delgado con cambios de coloración de tipo isquémico de asas ileales (Fig. 2) y de sigma (Fig. 3) conformando un nudo ileosigmoideo gangrenado (Fig. 4). Se procedió a practicar descompresión con aguja de los segmentos dilatados y posterior resección en bloque de los segmentos ileales y sigmoideos gangrenados, con anastomosis leo-cólica ascendente y colostomía de tipo terminal. DISCUSIÓN CASO Varón de 35 años sin antecedentes médicos o quirúrgicos de interés que acudió al Servicio de Urgencias por presentar desde hacía 6 horas dolor abdominal cólico difuso de inicio brusco, de fuerte intensidad, acompañado de vómitos y sudoración profusa. A la exploración el paciente estaba afebril, deshidratado con abdomen discretamente distendido y doloroso de forma difusa, con defensa leve a la palpación y silencio intestinal. La analítica reflejaba discreta leucocitosis 12,4 x 109/L con desviación a la izquierda y aci- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 El nudo ileosigmoideo es una emergencia quirúrgica infrecuente que puede evolucionar rápidamente a gangrena del segmento ileal y sigmoideo comprometido 1. Inicialmente descrito en 1845 por Parker, en un paciente con un cuadro de obstrucción intestinal condicionado por un anudado del íleon en la base del sigma2. Afecta más a hombres en la cuarta década de la vida aunque también se ha descrito en la población pediátrica. Clínicamente se presenta como un cuadro de obstrucción intestinal alto con poca distensión abdominal, Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 16 8/4/10 10:22 Página 16 C. Yánez y cols. FIGURA 1. FIGURA 2. dolor intenso y difuso, deshidratación y vómitos. Si hay gangrena puede acompañarse de peritonitis severa, acidosis y shock séptico precoz. El diagnóstico preoperatorio es difícil debido a lo infrecuente y a los hallazgos inespecíficos en la radiología. Ocasionalmente se aprecia una imagen de doble asa cerrada, el colon sigmoideo dilatado y niveles hidroaéreos en múltiples asas ileales. También se describe de forma inconstante pero muy sugestiva la desviación medial del colon descendente. La tomografía puede revelar signos de vólvulo sigmoideo y la imagen del remolino creada por el giro intestinal y del mesocolon, así como signos de isquemia y neumatosis. Aunque la etiología no está clara hay varios factores descritos que condicionan la formación del nudo ileosigmoideo. En lo anatómico hay dos consideraciones: la primera es un meso ileal largo y delgado, el cual otorga libre movilidad al intestino delgado, y segundo, un colon sigmoideo largo y redundante asociado a un meso angosto. También el hábito de alimentación ha demostrado ser otro factor en su etiopatogenia, el consumo de dieta de alto residuo en presencia de un intestino delgado vacío puede condicionar la formación de nudos ileosigmoideos. Cuando el alimento llena el yeyuno proximal incrementa el peristaltismo condicionando por efecto Casos Clínicos Cirugía General FIGURA 3. de gravedad la caída de las asas del intestino delgado excesivamente móviles en el cuadrante inferior derecho del abdomen, que con un posterior movimiento de rotación a favor o contra de las agujas del reloj condiciona la formación del nudo. Una serie de 92 casos de nudos ileosigmoideos a lo largo de 16 años publicada por Shepard mostró que este fenómeno ocurría en la tribu de los Bagandans de Uganda quienes comen una vez al día. También se ha descrito en musulmanes en Afganistán quienes comen una única comida diaria durante la celebración del Ramadán. Según la clasificación propuesta por Alver hay cuatro tipos: la tipo I es la más común y ocurre cuando el íleon actúa como compo- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 17 Nudo ileosigmoideo gangrenado: caso clinico y revisión ción dependerá de las condiciones del paciente, en nuestro caso debido a la inestabilidad se optó por una colostomía dejando la restitución del tránsito para un segundo tiempo. En nuestro caso el paciente tuvo una evolución favorable, pese a la extensa necrosis ileocólica. La mortalidad es variable y se ve directamente relacionada con la gangrena, siendo del 6,8% a 8% en casos sin gangrena visceral y del 20% al 100% cuando hay segmentos gangrenados, siendo la causa de muerte más frecuente el shock séptico. El anudado ileosigmoideo es una causa infrecuente pero grave de obstrucción intestinal, en la cual el paciente sufre rápido deterioro hemodinámico y shock. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y la detallada interpretación de los estudios radiológicos. La reducción mediante laparotomía urgente disminuye el riesgo de gangrena de los segmentos involucrados. FIGURA 4. nente activo y se envuelve alrededor del colon sigmoide. En la tipo II es el sigma el que envuelve al íleon. La tipo III la porción ileocecal se enrolla alrededor del sigma, y la tipo IV son los casos indeterminados en los cuales no es posible definir el componente activo. No es la única forma de anudado intestinal ya que se han descrito nudos ileoileales, apendico-ileales e ileocecales. Una vez formado el nudo se crea una oclusión y el hiperperistaltismo contribuye a cerrar rápidamente el nudo retorciendo los mesos y comprometiendo la irrigación de los segmentos involucrados. Shepard en su serie describe una incidencia de gangrena del 15% en sigma, 34,8% en íleon y 40% en ambos segmentos, como fue en nuestro caso. Existe controversia con respecto a la conducta quirúrgica ideal cuando no hay isquemia Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 17 y todos los segmentos son viables, se argumenta que la simple reducción es suficiente ya que la recidiva es improbable. Por lo contrario otros recomiendan la sigmoidectomía en todos los casos aunque sea viable, evitando así el riesgo de recidiva. Cuando hay isquemia irreversible, la conducta unánime es la descompresión mediante punción con aguja o enterotomía controlada y la posterior resección de los segmentos gangrenados. No se recomienda la manipulación del nudo en el intento de reducirlo, dado que conlleva un alto riesgo de perforación libre, peritonitis y eventual shock séptico. Una vez resecado el íleon necrosado se practica anastomosis ileoileal si no hay afectación del íleon distal; si está afectado o el segmento restante es menor de 10 cm es preferible la anastomosis íleo-cólica ascendente. La decisión de si anastomosar el sigma posterior a su resec- BIBLIOGRAFÍA 1. Miller BJ, Borrowdale RC. Ileosigmoid knotting: a case report and review. Aust N Z J Surg 1992; 62:402-404. 2. Parker. Case of intestinal obstruction: Sigmold flexure strangulated by the ileum Edzn Med Surg J 1845;64;306-8. 3. Olcay A, Durkaya OM, Mustafa T, Bayram K, Dursun A. Ileosigmoid knotting in Turkey. Dis. Colon Rectum 1993;36:1139-47. 4. Shaff MI, Himmelfarb E, Sacks GA, et al. The whirl sign: a CT finding in volvulus of the large bowel. J Comput Assist Tomogr 1984;8:559-591. 5. Alver O, Oren D, Tireli M, Kayabasi B, Akdemir D. Ileosigmoid knotting in Turkey. Review of 68 cases. Dis Colon Rectum 1993;36:1139-47. 6. Vaez-Zadeh K, Dutz W. Ileosigmoid knotting. Ann Surg 1970;172:1027-33. 7. Shepherd JJ. Ninety-two cases of ileosigmoid knotting in Uganda. Br J Surg 1967;54:561-6. 8. Wapnick S. Treatment of intestinal volvulus. Ann R Coll Surg Engl 1973;53:57-61. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 4 2 Página 18 ROTURA HEPÁTICA EN EL SÍNDROME DE HELLP: MANEJO CONSERVADOR A. Luna Aufroy1, S. Pérez-Aguilera2, A. Cos Torrubiano3, S. Navarro-Soto1 1Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. 2Unidad de Radiología Intervencionista. 3Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital Parc Taulí de Sabadell. Correspondencia Dr Alexis Luna Aufroy Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo Hospital Parc Taulí de Sabadell Parc Taulí s/n 08208 Sabadell E-mail: aluna@tauli.cat Casos Clínicos Cirugía General INTRODUCCIÓN En 1982, Weinstein describe por primera vez el síndrome de HELLP como un cuadro que cursa con hemólisis microangiopática, trombocitopenia e hipertransaminasemia1. Se presenta entre el 1-6% de los embarazos y hasta un 12-20% en casos de pre-eclampsia o eclampsia severas2. La mortalidad materna es elevada, alcanzando el 40-50% cuando se complica con hematoma subcapsular y rotura hepática3. El hematoma subcapsular fue descrito por Aberombic4, y se presenta en un 1% de los casos de síndrome de HELLP. El riesgo de recurrencia oscila entre el 4-27%5. La sospecha clínica, un rápido diagnóstico y un agresivo tratamiento multidisciplinar son fundamentales para mejorar la morbi-mortalidad de estas pacientes. El tratamiento del hematoma subcapsular hepático abarca desde la conducta expectante y seguimiento clínico 6, la embolización de las arterias hepáticas7 o incluso se propone tratamiento quirúrgico en presencia de inestabilidad hemodinámica, persistencia del sangrado o aumento del dolor8. En caso de rotura hepática se recomienda el tratamiento quirúrgico, que incluye desde el packing, la ligadura de arterias hepáticas, resecciones parciales y ocasionalmente se han descrito trasplantes hepáticos9. Se ha descrito también la utilización del bisturí de argón10 y de factor VIIa recombinante11 para la hemostasia hepática. DESCRIPCIÓN DEL CASO Paciente de 30 años procedente de Marruecos, P1001 (paridad: 1 parto a término y 1 hijo vivo), con un curso de embarazo correcto y con el antecedente de una preeclampsia en la gestación anterior. Ingresa a las 38,3 semanas de embarazo en expulsivo, dando a luz un niño de 2.800 g con un parto eutócico y sin anestesia peridural. La tensión arterial (TA) en el posparto inmediato fue de 140/90 mmHg. A las 6 horas posparto inicia cuadro de dolor súbito en hipocondrio derecho resistente a AINE (antiinflamatorios no esteroideos). TA=230/110 mmHg. Se administra un bolus de hidralazina y otro de sulfato de magnesio, que se mantiene en perfusión. El dolor mejora de forma paulatina, y en la tomografía computerizada (TC) abdominal se objetiva edema periportal y perivesicular (Fig. 1), sin la presencia de líquido libre intraabominal. Ante estos hallazgos inespecíficos y el intenso dolor de la paciente, se realiza una ecografía para descartar patología biliar. Se evidencia una vesícula biliar prácticamente colapsada, sin colecistitis. A las 2 horas del inicio del cuadro inicia una rápida anemización, plaquetopenia (69.000x109/L), hipertransaminemia leve e inestabilidad hemodinámica de difícil control. Ante la sospecha de hematoma subcapsular hepático asociado a síndrome de HELLP, se repite ecografía que demuestra una banda líquida hiperecogénica, de 3 cm de grosor sugestiva de hematoma subcapsular e importante cantidad de líquido libre perihepático y en pelvis. Rápidamente se sospecha rotura hepática y se practica arteriografía, en la Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:22 Página 19 Rotura hepática en el síndrome de hellp: manejo conservador que se objetiva un sangrado múltiple y puntiforme de la arteria hepática, con deformidad del contorno hepático por gran hematoma subcapsular de predominio en lóbulo hepático derecho (Fig.2). Se decidió ante la situación de la paciente, embolizar la arteria hepática derecha con partículas de Gelfoam®. Se transfundieron 5 concentrados de hematíes y 3 bolsas de plasma fresco congelado, consiguiéndose la estabilización de la paciente y descartándose tratamiento quirúrgico inmediato. La evolución resultó favorable en días posteriores, con difícil control de la TA a pesar de tratamiento con hidralazina y labetalol. Presentó cifras de ALT=684 U/L y AST=495 U/L que mejoraron de forma progresiva. A las 48 horas se realiza eco-Doppler que demuestra señal Doppler en el inicio de la arteria hepática derecha y en la pared vesicular. La paciente es dada de alta a los 14 días. El control de TC al mes muestra una resolución completa del sangrado con reabsorción del hematoma subcapsular y permeabilidad de la arteria hepática (Fig. 3). 19 FIGURA 1. Primer TC donde se observa edema periportal y perivesicular. DISCUSIÓN En las pacientes en que se sospecha el síndrome de HELLP con rotura hepática y que han de ser sometidas a una cesárea urgente, recomendamos un abordaje quirúrgico del hígado en el mismo acto. Si, como en nuestro caso, el síndrome de HELLP se desarrolla en el puerperio y tiene un hígado sano, se puede valorar un manejo más conservador mediante la embolización de la arteria hepática común o bien una de sus ramas principales, en función de la afectación hepática, siempre que se disponga de esta técnica. En caso de no disponer de arteriografía de forma ágil o bien si la situación hemodinámica de la paciente no lo permite, recomendamos el manejo quirúrgico con packing hepático, ligadura de arteria hepática o bien, en casos más leves, mediante métodos hemostáticos como el bisturí de argón o esponjas hemostáticas como Tachosil. Si el hematoma subcapsular está contenido recomendamos un manejo conservador intentando el control de la ten- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 FIGURA 2. A) Arteriografía selectiva de tronco celíaco que muestra la presencia de imágenes puntiformes múltiples por sangrado hepático difuso, con formación de hematoma subcapsular. B) Estudio postembolización de arteria hepática derecha con partículas de Gelfoam®. sión arterial y se puede valorar la embolización de la rama de la arteria hepática del lóbulo afectado en caso de signos, como sería el aumento del dolor, que sugieran que el hematoma se puede romper. Ante una situación de rotura hepática con shock hemorrágico, antes de cualquier acción terapéutica se debe intentar corre- gir los trastornos de la coagulación con la transfusión de derivados sanguíneos, si es preciso. El abordaje quirúrgico se debe efectuar mediante una laparotomía media, se debe controlar el hilio hepático mediante maniobra de Pringle y se debe conseguir una correcta exposición hepática seccionando el ligamento falciforme para intentar el con- Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 20 8/4/10 10:22 Página 20 A. Luna y cols. 2. Sibai BM. Maternal morbidity and mortality in 442 pregnancies with HELLP syndrome. Am J Obstet Gynecol 1993;169:1000-6. 3. Sibai BM. Risc factors associated with pre-eclampsia in healthy nulliparous women. The Calcium for Pre-eclampsia Prevention (CPEP) Study group. Am J Obstet Gynecol 1997;177:1003-10. 4. Aberombic J. Haemorrage of the liver. London Medical Gazette 1884;34:792-4. 5. Rojas G. HELLP syndrome.Critical state.Current concepts.Ginecol Obstet Mex 1996;64:64-72. FIGURA 3. A) TC de control al mes. Resolución ad integrum del hematoma subcapsular con mínima banda residual y con perfusión hepática homogénea. B) Reconstrucción MIP coronal del angioTC que muestra permeabilidad de arteria hepática. trol de la hemostasia y en su defecto realizar un packing hepático. Puede ser precisa la ligadura de una rama o la propia arteria hepática. La embolización o ligadura de la arteria hepática o de una de sus ramas principales, en un hígado sano, suele producir como efecto secundario una citólisis transitoria sin mayor trascendencia clínica. Esto es debido al mayor flujo que aporta la cir- Casos Clínicos Cirugía General culación portal. Si la embolización se realiza con partículas de Gelfoam suele ser reversible mientras que si se realiza con coils puede ser permanente. BIBLIOGRAFÍA 1. Weinstein L. Syndrome of hemolysis, elevated liver enzimes and a low platelet count: a severe consequence of hypertension in pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1982;142:159-67. 6. Pilco P. Ruptured subcapsular hepatic hematoma associated with HELLP syndrome. Rev Gastroenterol Perú 2006;26(2):207-10. 7. Rinehart BK. 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García Gil1 1Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivoa, 2Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital Universitario San Cecilio, Granada. Correspondencia Hospital Universitario San Cecilio. Avenida Dr. Olóriz/sn 18012 Granada Email: edugarabril@aecirujanos.es INTRODUCCIÓN Los incidentalomas suprarrenales son descritos como lesiones suprarrenales, clínicamente silentes, descubiertos mediante alguna técnica de imagen durante el estudio de una entidad nosológica no relacionada inicialmente con las glándulas suprarrenales1. Si el tumor no es hormonalmente activo no dará una clínica definida, alcanzando un tamaño considerable que, finalmente, será el que determine las molestias por compresión de órganos vecinos. Es de destacar la importancia de protocolos multidisciplinares de actuación clínica, con la finalidad de consensuar la estrategia diagnóstico-terapéutica de esta entidad clínica y, así, evitar las potenciales complicaciones de un tratamiento inadecuado. Presentamos el caso complejo de un incidentaloma suprarrenal izquierdo, orientado inicialmente como una masa quística de cola de páncreas, que resultó ser un feocromocitoma con carácter poco agresivo. DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO Anamnesis: mujer de 45 años, fumadora de 10-15 cigarrillos al día. Exbebedora. Depresión mayor once años atrás, con nuevo brote en tratamiento antidepresivo durante los últimos cuatro meses (coincidiendo con problemas familiares), diagnosticada de diabetes leve y dislipemia en los últimos seis meses, cefaleas tipo migraña. Apendicectomizada. La paciente es estudiada en consulta de Servicio del Aparato Digestivo por historia Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 de malestar en mesogastrio de 1-2 años de evolución, aumentando con la ingesta y acompañado de vómitos alimentarios ocasionales y síntomas vegetativos (taquicardia, sudoración fría y sensación de mareo sin pérdida de conocimiento). Asímismo presentaba cuadro diarreico de 7 a 11 deposiciones líquidas al día, abundantes y sin productos patológicos, sin respetar el descanso nocturno. Pérdida de peso (15 kg durante el último año) asociado a decaimiento general progresivo, sin fiebre. Fue estudiada por el Servicio de Cardiología de manera ambulatoria sin evidenciar patología cardiovascular y catalogada de síndrome ansioso. Nunca diagnosticada de hipertensión arterial (HTA). Exploración física: en la exploración la paciente estaba consciente y orientada con regular estado general, delgadez y sensación de enfermedad. Coloración mucocutanea normal, no adenopatías periféricas y auscultación cardiorrespiratoria dentro de la normalidad, tensión arterial (TA) 134-85 mmHg, frecuencia cardíaca (FC) 88 lat/min. Abdomen excavado con diástasis de músculos rectos anteriores, dolor selectivo a la palpación en epigastrio y zona paraumbilical izquierda a la palpación profunda, sin poder apreciar masas. Ruidos intestinales conservados. Sin edemas en miembros inferiores. Pruebas complementarias: • Hemograma y bioquímica: glucemia 134 mg/dl, colesterol 309 mg/dl y resto dentro de la normalidad. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 22 8/4/10 10:22 Página 22 E. García y cols. FIGURA 1. FIGURA 2. • Hormonas tiroideas normales. • Ecografía abdominal: masa hipoecoica a nivel de cuerpo y cola de páncreas de 7,4 x 10 cm con áreas quísticas periféricas e imágenes compatibles con necrosis tumoral. Hígado, vesícula, vía biliar y Casos Clínicos Cirugía General bazo sin alteraciones. Riñón izquierdo desplazado por la masa. • Marcadores tumorales: CEA 6,2 ; Ca 19.9, Ca 125, Ca 15.3 dentro de la normalidad. • TC abdominal con contraste intravenoso: neoformación esferoidal a nivel de cola de páncreas, capsulada, definida, que rechaza estómago y comprime riñón izquierdo, mostrándose en el ángulo del receso pancreático y la adrenal izquierda sin apreciarse infiltración de estos. La formación no presenta calcio discontinuo, curvilíneo periférico o puntiforme. Se evidencian áreas quísticas no modificables al medio de contraste iodado ev y áreas sólidas con realce dishomogéneo. No se observan áreas de afectación grasa ni linfadenopatías retroperitoneales (Fig.1). • PAAF de masa retoperitoneal: tumor con gran componente mesenquimal, compatible con tumor papilar. Con la sospecha clínica de neoplasia papilar de cola de páncreas, la paciente es remitida a nuestro servicio para cirugía electiva, realizándose el estudio preanestésico pertinente. Intervención quirúrgica: se practica laparotomía subcostal bilateral, identificando un páncreas de aspecto normal, bazo de pequeño tamaño y una gran tumoración pararrenal izquierda que en principio parece depender de la glándula suprarrenal izquierda o al menos está en íntimo contacto con esta (Fig. 2). Durante la extirpación del tumor, la paciente comienza a presentar TA 170- 110 mmHg y FC 120 lat/min que se interpreta como insuficiente analgesia, instaurándose perfusión con remifentanilo, que no consigue frenar ni la taquicardia ni la HTA. Trascurridos 10 min presenta TA 180/120 mmHg y FC 135 lat/min, motivo por el que se detiene la intervención y se administran 2 mg de propanolol. Pocos minutos después comienza una desaturación importante decreciente de 93-78% de oxígeno. A la auscultación aparecen crepitantes y la TA sistólica se hace indetectable lo que hace pensar en edema pulmonar por fallo ventricular izquierdo incapaz de vencer una poscarga tan elevada. Llama la atención la palidez intensa de la paciente, la pequeña amplitud de la onda del pulso a pesar de la HTA y la oligoanuria hasta ese momento. Se procede a la estabilización de la paciente mediante aspiración de líquido a través del tubo orotraqueal, presión espirato- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 23 Incidentaloma suprarrenal ria final positiva y corticoterapia, administrándose bolo de 25 mg de urapidilo y 40 mg de furosemida. Tras mejorar la situación hemodinámica de la paciente, se realiza ligadura del pedículo vascular y se completa la resección tumoral. Período postoperatorio: La paciente ingresa en reanimación, extubándose la misma tarde, precisando fármacos vasoactivos durante 24 horas y completando tres días en total hasta su traslado a sala de Cirugía, donde evoluciona favorablemente siendo dada de alta a los 13 días de la intervención, previo estudio por servicio de Endocrinología. En el seguimiento, a los diez meses, la paciente ha ganado peso, se encuentra asintomática y sin alteraciones en el estudio hormonal. Función y morfología tiroidea normales. Anatomía patológica: (Fig. 3) el informe definitivo es de tumoración aparentemente circunscrita, sólido-quística de dimensiones 11x9x6 cm con zonas amarillentas y anaranjadas en superficie correspondientes a corteza suprarrenal, diagnóstico feocromocitoma. En el estudio inmunohistoquímico se correlaciona con variedad de comportamiento poco agresivo. 23 FIGURA 3. COMENTARIOS Y DISCUSIÓN En ocasiones las masas retroperitoneales, sobretodo las de gran tamaño, plantean problemas de diagnóstico diferencial a pesar del gran avance de las técnicas de imagen. En especial el carcinoma papilar seroso de páncreas y el schwanoma retroperitoneal son tumores que pueden plantear este tipo de problemas confundiéndose, a veces, con masas suprarrenales y viceversa2,3. A pesar de que la tomografía computerizada es la técnica de imagen ideal y más utilizada para identificar y definir tumoraciones retroperitoneales, algunas masas de gran tamaño y de localización en hipocondrio izquierdo pueden plantear problemas de diagnóstico a la hora de delimitar el origen y relaciones de estas mediante técnicas de imagen. Es por esto la importancia de incidir en la necesidad de un abordaje multidisciplinar en el diagnóstico de este tipo de lesiones. Es de destacar en estas situaciones, la importancia de la histo- Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 FIGURA 4. Algoritmo diagnóstico/terapéutico. ria clínica, junto con el uso de las determinaciones hormonales, técnicas de imagen e histológicas necesarias para hacer la mejor aproximación diagnóstica a la hora de plantear la mejor estrategia terapéutica. En el caso que hemos presentado, varias son las preguntas a las que hemos de responder: ¿se trata en senso estricto de un incidentaloma tal y como se ha definido? De haberse sospechado en la TC, ¿tendríamos que haber solicitado un estudio hormonal? ¿Se habría realizado la PAAF? ¿Se habría resecado? En realidad el feocromocitoma fue sospechado en la propia intervención ya que la ausencia de hipertensión, los antecedentes de alcoholismo y síndrome depresivo y la clínica predominantemente digestiva, hicieron que no se tomara en consideración este diagnóstico a pesar de que la taquicardia y sudoración, atribuidas a sus crisis de ansiedad, así como la diarrea y pérdida de peso podrían justificarse con este cuadro. De otro lado, los informes de la ecografía y TC abdominal describiendo una lesión ocupante de espacio pancreática, hicieron que el digestólogo no se planteara realizar ningún estudio hormonal previo. Si se hubiera sospechado una lesión suprarrenal, ¿habría cambiado la estrategia? La necesidad de realizar estudios hormonales sistemáticos a todos los pacientes porta- Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 24 8/4/10 10:23 Página 24 E. García y cols. Tabla 1. Determinaciones hormonales5 • Feocromocitoma:ácido vanilmandélico, catecolaminas y metanefrinas en orina/24 h. Gammagrafía con ¹³¹ I-MIBG, en caso de dudas. • Hiperaldosteronismo: potasio sérico, aldosterona y renina plasmática. • Síndrome de Cushing subclínico: test de Nugent (1 mg de dexametasona la noche anterior a la determinación de cortisol plasmático). • Hiperplasia adrenal congénita en varones: 17- OH progesterona. • Carcinoma suprarrenal: puede aparecer elevado el sulfato de dihidroepiandrosterona. Tabla 2. Criterios radiológicos de malignidad5 TC RMN Aspecto heterogéneo de la masa. Contorno irregular. Invasión de estructuras adyacentes. Metástasis o adenopatías. Más de 18 unidades Hounsfield. Los carcinomas suelen presentar un refuerzo en T2. Los adenomas muestran una pérdida de señal por su alto contenido lipídico. dores de una masa suprarrenal ha estado en discusión y, si bien, en teoría, sólo tendrían rendimiento en aquellos pacientes que tuvieran una sospecha de funcionalidad por criterios clínicos y/o analíticos básicos, la potencial agresividad del feocromocitoma hace que actualmente se aconseje realizar un estudio hormonal básico a todos los pacientes con sospecha de masa suprarrenal, aún estando asintomáticos1. En los adenomas suprarrenales, la grasa intracitoplasmática produce una atenuación baja en la TC no contrastada mientras que los no adenomas producen una atenuación más elevada. En la TC contrastada, retardada, los adenomas muestran un lavado rápido del medio de contraste, mientras que los tumores suprarrenales no adenomas tienen un lavado retardado. Diez minutos después de la administración del medio de contraste, se lava más del 50% del medio de contraste, lo que da una sensibilidad y especificidad del 100% para el diagnóstico de adenoma, como se ha comprobado comparando pacientes con adenomas y aquellos con carcinomas, feocromocitomas o metástasis. Aunque el fenotipo de la imagen no es predictivo de la función hormonal, predice la patología subyacente, siendo los pacientes con imágenes de incidentalomas suprarrenales sospechosos, candidatos para la resección quirúrgica. Casos Clínicos Cirugía General En la citología se observaron grupos de células de aspecto epitelial, escaso pleomorfismo y citoplasma amplio. Entre las tinciones efectuadas al bloque de parafina confeccionado se encontró positividad a la vimentina, por lo que se informó de tumor con gran componente mesenquimal compatible con tumor papilar. De haberse localizado correctamente la lesión, la PAAF hubiera estado contraindicada sin antes descartar un feocromocitoma, ya que esta maniobra puede provocar una crisis hipertensiva e incluso la muerte del paciente4. Su rendimiento es bajo y sólo se aconseja en caso de metástasis única con neoplasia previa conocida5. Un correcto diagnóstico basado en la sospecha clínica, pruebas bioquímicas y técnicas de imagen, es la base para la fundamental preparación preoperatoria mediante la administración de drogas vasoactivas de tipo α, β antagonistas y bloqueantes de canales de calcio, que llega a reducir la morbimortalidad intraoperatoria de un 20-45% a un 2,9%6. En cuanto a los criterios de resección, se estima que del total de pacientes con incidentaloma, entre un 1-9% presentarán cáncer adrenocortical y un 2-20% hipersecreción hormonal1. La resección estará indicada en cualquiera de las siguientes circunstancias: masas hormonalmente funcionantes (Tabla 1), mayo- res o iguales de 4 cm, criterios radiológicos de malignidad (Tabla 2), angiomiolipomas y metástasis únicas de neoplasia conocida5. En nuestra paciente, el tamaño de la lesión, aun siendo no funcionante y de características benignas, justificaba su resección. La laparotomía por vía anterior es lo indicado en estos casos, quedando la laparoscopia para lesiones de tamaño más reducido5,7. La prevalencia de un feocromocitoma en la población general es del 0,13% y de los incidentalomas, del 6,5%. Este tumor se origina a partir de las células cromafines de la médula suprarrenal, que produce, almacena y secreta catecolaminas. El feocromocitoma es un tumor con una morbi-mortalidad cardiovascular alta si no se trata adecuadamente, siendo la resección quirúrgica la única terapia curativa hasta el día de hoy. No existen criterios histológicos ni citológicos definitivos de malignidad, estableciéndose dicho diagnóstico con base en la invasión tumoral de estructuras adyacentes, a la recidiva local tras la resección y a la existencia de metástasis.8 La tríada de cefalea, sudoración y palpitaciones en pacientes hipertensos conduce al diagnóstico de feocromocitoma con una especificidad del 94% y una sensibilidad del 91%8. Por otra parte, pueden aparecer también hipotensión ortostática, ansiedad, diarrea, estreñimiento, pérdida de peso, arritmias, hiperglucemia, hipercalcemia, alcalosis hipocaliémica, incluso síndrome febril, por lo que se ha llegado a llamar al feocromocitoma “el gran simulador”. El diagnóstico bioquímico de elección es la determinación de catecolaminas, metanefrinas y ácido vanilmandélico en orina de 24 horas. La gammagrafía con ¹³¹ I-MIBG nos proporciona información anatómica, pero sobre todo funcional, con una sensibilidad del 90% y una especificidad cercana al 100%. Además nos informa sobre la existencia de lesiones a otros niveles o de la presencia de metástasis. El hallazgo incidental de una masa suprarrenal obliga a realizar un diagnóstico diferencial con el feocromocitoma. Al menos el 10% de los feocromocitomas son extraadrenales y en ocasiones no se localizan en la cavidad abdominal8, motivo por Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 25 Incidentaloma suprarrenal el que será necesario utilizar técnicas de imagen, además de para elegir la mejor vía de abordaje quirúrgico, valorar criterios radiológicos de malignidad. La preparación preoperatoria está basada fundamentalmente en la administración de6: • α bloqueante, como la fenoxibenzamina a dosis creciente, según tolerancia (inicialmente 20 mg/h/8 h hasta 60-120 mg/día) o el prazosín (8-12 mg/día). Se recomienda su utilización entre 10 y 14 días previos a la cirugía. • β bloqueantes cuando existan alteraciones del ritmo cardiaco, el más usado es el propanolol (30 mg/día aumentando la dosis hasta 80-120 mg/día). Debiéndose pautar siempre después de, al menos una semana, el bloqueo α, nunca antes. • En las 24 horas previas a la cirugía puede ser conveniente iniciar sueroterapia y tratamiento con calcio antagonistas para revertir la situación de alta resistencia periférica que existe en estos pacientes9. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 En lo referente al abordaje quirúrgico, se suele realizar laparotomías subcostales y medias en caso de paragangliomas abdominales y tumores de gran tamaño; el abordaje laparoscópico está indicado para masas inferiores a 8 cm y sin criterios de malignidad5. La manipulación tumoral ha de ser cuidadosa, con ligadura vascular previa. Este es el momento de mayor riesgo de crisis hipertensiva por la liberación de catecolaminas, y donde una técnica quirúrgica depurada, y el correspondiente apoyo anestésico harán que la intervención sea segura y exitosa. BIBLIOGRAFÍA 1. Bülow B, Jansson S, Juhlin C, Steen L, Thorén M, Wahrenberg H, Valdemarsson S, Wängberg B, Ahrén B. Adrenal incidentaloma - follow-up results from a Swedish prospective study. Eur J Endocrinol 2006;154(3):419-23. 2. Inokuchi T, Takiuchi H, Moriwaki Y, Ka T, Takahashi S, Tsutsumi Z, Shima H, Hirota S, Yamamoto T. Retroperitoneal ancient schwannoma presenting as an adrenal incidentaloma: CT and MR findings.Magn Reson Imaging 2006;24(10):1389-93. 25 3. Demir MK, Unlu E, Genchellac H, Temizoz O, Ozdemir H. Primary serous papillary carcinoma of the retroperitoneum: magnetic resonance imaging findings with pathologic correlation. Australas Radiol. 2007 Oct;51 Spec No.:B71-3. 4. Sood SK, Balasubramanian SP, Harrison BJ. Percutaneous biopsy of adrenal and extra-adrenal retroperitoneal lesions: beware of catecholamine secreting tumours!. Surgeon 2007;5(5):279-81. 5. Fe Candel M, Flores B, Albarracín A, Soria V, Miguel J, Álvaro Campillo, del Pozo P, Sol Alcaraz M, Aguayo JL. Incidentalomas suprarrenales. Una enfermedad en auge. Cir Esp 2006;79:237-40. 6. van der Horst-Schrivers AN, Kerstens MN, Wolffenbuttel BH. Preoperative pharmacological management of phaeochromocytoma.Neth J Med 2006 Sep;64(8):290-5. 7. Jaime Ruiz-Tovar, Joaquín Pérez de Oteyza, Natalia Alonso Hernández, María Díez Tabernilla, Roberto Rojo Blanco, María Vicenta Collado Guirao, Augusto García Villanuev. Adrenalectomía laparoscópica. Cir Esp 2007;82:161-165. 8. Rodríguez González JM, Parrilla Paricio P, Piñero Madrona A. Feocromocitoma. En: A. Sitges –Serra, J.J. Sancho Insenser. Guía clínica de cirugía endocrina (AEC). Madrid: Aran.1999;p:143-149. 9. Karel P, Marston LW, Graeme E, MacClellan W, David G. Recent advances in genetics, diagnosis, localization and treatment of pheochromocytoma. Ann Intern Med 2002;134:315-329. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 26 TEST DE AUTOEVALUACIÓN Volumen 1 - Número 1 / Septiembre 2009 CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL completa su enfoque pedagógico con un cuestionario de autoevaluación acerca de cada uno de los casos clínicos presentados en la revista, disponible únicamente en formato electrónico en la página web de la Asociación Española de Cirujanos (www.aecirujanos.es), apartado “Publicaciones”. A continuación se publican las preguntas correspondientes al número anterior de CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL, junto a las respuestas correctas y acompañadas de su razonamiento. Para cuestiones relativas a la acreditación por favor consultar la página web de la Asociación Española de Cirujanos www.aecirujanos.es. GANGRENA DE FOURNIER 1. El diagnóstico de gangrena de Fournier es: A.Eminentemente clínico. B. Basado en estudios de laboratorio. C.Combinación de manifestación clínica más estudios por imágenes. D.Anatomopatológico. Respuesta: A Su diagnostico se basa en la presencia de tumefacción más necrosis y supuración de la zona perineal o escrotal. • Laucks SSII. Gangrena de Fournier. Surg Clin North Am 1994;74(6): 1339-52. 2. Su tratamiento consiste en: A.Antibioticoterapia vía oral. B. Estabilización hemodinámica + desbridación quirúrgica + antibioticoterapia. C.Tratamiento quirúrgico programado. D.Estabilización hemodinámica + desbridación quirúrgica. Respuesta: B Que el paciente sobreviva depende de un correcto tratamiento basado en: estabilización hemodinámica, una amplia desbridación quirúrgica de urgencia y una correcta antibioticoterapia endovenosa de amplio espectro. Casos Clínicos Cirugía General • Norton KS, Johnson LW, Perry T. Management of Fournier's gangrene: an eleven year retrospective analysis of early recognition, diagnosis, and treatment. Am Surg 2002; 68(8):70913. 3. La derivación uretral está indicado en: A.Todos los casos. B. En casos de insuficiencia renal. C.Cuando exista compromiso infeccioso de la uretra. D.En pacientes ancianos. Respuesta: C La extensión de la necrosis a la zona uretral es una indicación de derivación, como también el antecedente de obstrucción o trauma. • Irazu JC, Miceu J. Gangrena de Fournier, nuestra experincia clinica, etiopatogenia y tratamiento. Actas Urol Esp 1999;23(9):778-783. 4. ¿Cuál es la comorbilidad más frecuente en estos pacientes?: A.Tabaquismo. B. Diabetes mellitus. C.Sedentarismo. D.Alcoholismo. Respuesta: B La diabetes representa la comorbilidad más frecuente, presente en el 55% de los casos. • Saffle JR, Morris SE. Fournier's gangrene: management at a regional burn center. J Burn Care Res 2008; 29(1):196-203. OBSTRUCCIÓN INTESTINAL POR HERNIA INCISIONAL POSTLAPAROSCOPIA TRATADA MEDIANTE LAPAROSCOPIA 1. De las siguientes afirmaciones, ¿cuál no es correcta?: A.El desarrollo de la laparoscopia ha disminuido la incidencia de eventraciones. B. La aparición de hernias incisionales tras laparoscopia puede producirse en el postoperatorio inmediato. C.En los puertos de 5 mm no se desarrollan hernias. D.Los efectos del CO2 comprimido contribuye al desarrollo de la hernia. E. El estado nutricional, obesidad o infección son factores predisponentes al desarrollo de hernias. Respuesta correcta: C Aunque infrecuentes, los movimientos en diferentes direcciones del material quirúrgico pueden ampliar significativamente el defecto, con el consiguiente desarrollo de la hernia. Referencia bibliográfica: 1. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 27 Test de autoevaluación 2. Señale la afirmación incorrecta: A.La incidencia de las hernias incisionales en laparoscopia es de 1,5-1,8%. B. Su incidencia es mayor de lo reflejado en los estudios, debido a la existencia de pacientes asintomáticos no diagnosticados. C.Se pueden presentar a largo plazo tras la intervención. D.El diagnóstico inicial puede ser difícil, siendo la TC definitiva para su diagnóstico. E. Aparecen con mayor frecuencia a partir del 9 día postoperatorio. Respuesta correcta: E La mayor frecuencia de aparición es en el postoperatorio inmediato entre el 1º y 9º día postoperatorio, con clínica de obstrucción intestinal. Referencia bibliográfica: 8. 3. De las siguientes afirmaciones, señale la incorrecta: A.Las hernias de aparición precoz debutan habitualmente con vómitos y distensión abdominal. B. En este tipo solo existe defecto aponeurótico. C.En la obesidad mórbida debido a la laxitud preperitoneal puede desarrollarse una hernia, a pesar de un adecuado cierre aponeurótico. D.En las de presentación tardía el saco herniario está formado por el peritoneo. E. Existe un tercer tipo en que el intestino protuye directamente a través de la piel. Repuesta correcta: B En las hernias precoces existe defecto tanto del peritoneo como de la aponeurosis, quedando el intestino atrapado en el trayecto. Referencia bibliográfica: 7. 4. En cuanto a la prevención de las hernias incisionales, señale la incorrecta: A.Evacuar progresivamente el CO2. B. Mover la pared abdominal durante la evacuación del gas favorece el atrapamiento del intestino en el trayecto del trócar. C.Se debe retirar el trócar bajo control visual para comprobar la ausencia de sangrado y de adhesiones viscerales. D. Sutura sistemática del defecto peritoneal y aponeurótico en los orificios de 10-12 mm. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 E. El vacío del neumoperitoneo es un factor favorecedor de la hernia. Respuesta correcta: B El mover la pared durante la extracción del gas favorece la liberación del intestino que puede quedar atrapado por el efecto de vacío que se produce. Referencia bibliográfica: 6. CARCINOMA INSULAR DE TIROIDES CON METÁSTASIS PULMONARES 1. Respecto al carcinoma insular de tiroides, señale la respuesta correcta: A.Se origina a partir de las células parafoliculares. B. Se trata de una variante de buen pronóstico. C.Raramente metastatiza vía hemática. D.Es especialmente frecuente en el Sudeste asiático. E. Todas las respuestas anteriores son falsas. Respuesta correcta: E El carcinoma insular de tiroides es un tumor maligno de bajo grado de diferenciación de la glándula tiroides generado por proliferación a partir del epitelio folicular (respuesta “A” falsa). Se trata de un tumor de peor pronóstico que las variantes diferenciadas papilar y folicular (respuesta “B” falsa), con habitual diseminación extratiroidea, tanto linfática como hemática (respuesta “C” falsa). Se ha encontrado mayor frecuencia en Italia y Paraguay (respuesta “D” falsa). Por tanto, todas las afirmaciones son falsas (respuesta “E” correcta). • Hassoun AAK, Hay ID, Goellner JR, Zimmerman D. Insular thyroid carcinoma in adolescents. A pontential lethal endocrine malignancy. Cancer 1997;79:1044-8. • Naranjo-Gómez JM, Folqué-Gómez E, Moreno-Mata N, et al. Carcinoma insular de tiroides. Una neoplasia poco frecuente pero agresiva. Cir Esp 2005;77(4):236-9. 2.Todas las características microscópicas descritas a continuación son propias del carcinoma insular de tiroides, excepto: A.Formación de islotes de células tumorales con un número variable de pequeños folículos con tiroglobulina. B. Células grandes y homogéneas. C.Actividad mitótica siempre presente. 27 D.Invasión capsular y vascular, con frecuentes focos de necrosis. E. Puede representar una neoplasia entera o asociarse con el carcinoma diferenciado, folicular o papilar. Respuesta correcta: B Las características descritas por Carcangiu et al son: formación de islotes de células tumorales, que contienen un número variable de pequeños folículos con tiroglobulina (respuesta “A” correcta), células pequeñas y homogéneas en cuanto a su tamaño (respuesta “B” falsa), actividad mitótica variable pero siempre presente (respuesta “C” correcta), invasión capsular y vascular (respuesta “D” correcta) y frecuentes focos de necrosis. Puede representar una neoplasia entera o asociarse con el carcinoma diferenciado, folicular o papilar (respuesta “E” correcta). • Carcangiu ML, Zampi G, RosaiJ. Poorly indifferentiated (“insular”) thyroid carcinoma. A reinterpretation of Langhans “wuchernde struma”. Am J Surg Pathol 1984;8:655-68. 3. El tratamiento del carcinoma insular de tiroides debe incluir: A.Hemitiroidectomía del lóbulo afectado por el tumor. B. Tiroidectomía total. C.Tiroidectomía total y disección ganglionar del cuello. D.Tiroidectomía total y disección ganglionar del cuello, seguido de ablación con yodo radiactivo de las metástasis y posible adyuvancia con radioterapia y quimioterapia. E. Quimioterapia y radioterapia de forma paliativa. Respuesta correcta: D Se recomienda realizar un tratamiento enérgico con tiroidectomía total y disección ganglionar del cuello, seguido de la ablación con yodo radiactivo de las metástasis. Otros tratamientos adicionales que también hay que considerar son la radioterapia y la quimioterapia. (respuesta “D” correcta). • Rodríguez JM, Parrilla P, Moreno A, Sola J, Pinero A, Ortiz S, et al. Insular carcinoma: infrequent subtype of thyroid cáncer. J Am Coll Surg 1998;187:503-8. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 28 8/4/10 10:23 Página 28 Test de autoevaluación • Flynn SD, Forman BH, Stewart AF, Kinder BK. Poorly indeffierentiated (“insular”) carcinoma of the thyroid gland: an aggressive subset of differentiated thyroid neoplasm. Surgery 1998; 104:963-70. 4. Respecto al pronóstico del carcinoma insular de tiroides, señale la afirmación correcta: A.El componente insular dominante en un tumor tiroideo implica peor pronóstico que cuando es mínimo o no está presente. B. Con tratamiento apropiado, se pueden obtener supervivencias prolongadas. C.La evolución natural es mala, con tendencia a las metástasis linfáticas y hemáticas. D.Las recurrencias y fallecimientos son numerosos. E. Todas son correctas. Respuesta correcta: E El componente insular dominante en un tumor tiroideo implica peor pronóstico que cuando es mínimo o no está presente (respuesta “A” correcta). Se trata de una neoplasia con evolución natural mala, pero con tratamiento algunos tienen supervivencias prolongadas (respuesta “B” correcta). No obstante, la evolución a pesar de tratamiento suele ser desfavorable, con numerosas recurrencias y fallecimientos (respuestas “C” y “D” correctas). Por tanto, todas las afirmaciones son correctas (respuesta “E” correcta). • Naranjo-Gómez JM, Folqué-Gómez E, Moreno-Mata N, Moldes-Rodríguez M, MartínezMartínez P, González-Aragoneses F, OruscoPalomino E. Carcinoma insular de tiroides. Una neoplasia poco frecuente pero agresiva. Cir Esp 2005;77(4):236-9. CÁNCER DE COLON CON COMPROMISO DEL PERITONEO Y EPIPLÓN MAYOR PRESENTÁNDOSE COMO HERNIA INGUINAL IRREDUCTIBLE 1. ¿Cuál es la hernia más frecuente en varones?: A.Hernia inguinal indirecta. B. Hernia inguinal directa. C.Hernia inguinal mixta. D.Hernia crural. E. Hernia umbilical. Casos Clínicos Cirugía General Respuesta correcta: A La hernia inguinal indirecta es la hernia más frecuente en varones y mujeres. La hernia crural es más frecuente en mujeres. En varones la presentación de la hernia más común es la hernia inguinal indirecta. • Merello Lardies J. Hernias y Eventraciones. En Cirugía de Michans, Oria A y Ferraina P. 2000;35: 422. Ed. El Ateneo, Buenos Aires. 2. ¿Cuál es la primera causa de muerte por cáncer en la población occidental y el tumor digestivo más frecuente?: A.Cáncer de páncreas. B. Cáncer de esófago. C.Cáncer colorrectal. D.Cáncer de vía biliar. E. Cáncer de estómago. Respuesta correcta: C El cáncer de colon es el tumor más frecuente en varones luego del cáncer de próstata y pulmón y luego del cáncer de mama en la mujer. • Bonadeo F. Colon y Recto en Cirugía de Michans, Oria A y Ferraina P. Cap 2000;44: 843. Ed El Ateneo, 5º Ed. Buenos Aires. • Rozman C. Compendio de Medicina Interna. Ed. Harcourt Brace, 1997. Madrid. • Consenso Argentino para la Prevención del Cancer Colorrectal, 2004. http:// www. acamedbai.org.ar/pagina/academia/consenso%20colo rrectal.htm • NCCN – Practices in Clinical Oncology, 2008 Colon Cancer, MS1-2-3. Online-version. 3. De acuerdo al contenido del saco herniario debe plantearse: A.No es importante dado que lo principal es la plástica de la pared inguinal. B. El contenido del saco puede realizarse únicamente mediante el examen físico. C.Permite realizar el diagnóstico diferencial con otras situaciones clínicas. D.Define si la plástica será con colocación de prótesis o no. E. 1 y 4 son correctas. Respuesta correcta: C El diagnóstico diferencial debe realizarse con otras situaciones clínicas tales como el hidrocele, hematocele y tumores de la pared. Puede realizarse con el examen físico, pero es fundamental ser comple- mentado con un estudio por imágenes dado que el diagnóstico del contenido del saco es fundamental para la táctica quirúrgica. • Merello Lardies J. Hernias y Eventraciones. En Cirugía de Michans, Oria A y Ferraina P. 2000;35:424-426. Ed. El Ateneo. Buenos Aires. 4. Una hernia inguinal irreductible se caracteriza por: A.Dolor agudo, fiebre y falta de eliminación de gases. B. Imposibilidad de mantener el contenido del saco en la cavidad abdominal. C.Diagnóstico clínico de peritonitis a punto de partida de la hernia inguinal. D.Ninguna es correcta. E. Todas son correctas. Respuesta correcta: D Una hernia inguinal irreductible se caracteriza porque su contenido no puede ser totalmente reintegrado a la cavidad abdominal. Son más frecuentes en las hernias crurales, inguinales indirectas y umbilicales. Su instalación es insidiosa por lo cual carece de síntomas propios y específicos. • Merello Lardies J. Hernias y Eventraciones. En Cirugía de Michans, Oria A y Ferraina P. Cap 35:419. Ed. El Ateneo, 2000. Buenos Aires. 5.Ante un paciente con una probable enfermedad neoplásica (cáncer de colon) estadio IV con compromiso de la región inguinal por recurrencia de la enfermedad a dicho nivel, ¿Ud qué conducta tomaría?: A.Laparoscopia exploradora. B. Quimioterapia adyuvante. C.Tratamiento paliativo. D.Completaría la estadificación para resolver la táctica adecuada. E. Ninguna es correcta. Respuesta correcta: D La estadificación del cáncer de colon, en particular en estadios avanzados es la primera actitud diagnóstica y terapéutica a realizar, dada las diferentes opciones de tratamiento en cada estadio y si la forma de presentación de estos casos es sintomática o sólo fue diagnosticada por un estudio de rutina o seguimiento. • NCCN – Practices in Clinical Oncology, 2008. Colon Cancer, MS1-2-3. Online-version. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 29 Test de autoevaluación CONTRABANDO DE DROGAS CON HUMANOS COMO TREN DE MERCANCÍAS: CIRUGÍA URGENTE EN CASO DE INTOXICACIÓN AGUDA POR COCAÍNA 1. ¿Cuál de las siguientes zonas no suele ser un punto de obstrucción por paquetes de cocaína?: A.Válvula ileocecal. B. Ángulo esplénico. C.Ángulo de Treitz. D.Píloro. E. Ángulo hepático. Respuesta correcta: C Los puntos de obstrucción más frecuentes son: píloro, válvula ileocecal y flexuras hepática y esplénica del colon4. 2. ¿Cuál de los siguientes datos implica intoxicación aguda por cocaína?: A.Taquicardia B. Taquipnea. C.Hipertensión. D.Análisis de orina positivo para cocaína. E. Halo radiolúcido alrededor del cuerpo extraño en la radiografía de abdomen. Volumen 2 - Número 1 / Enero-Abril 2010 Respuesta correcta: E Existen casos de positividad para tóxicos en la orina por contaminación por droga de la capa externa de los paquetes durante su preparación, o bien, porque el látex es semipermeable, permitiendo la difusión de una pequeña cantidad del tóxico a la luz intestinal4. Según un estudio publicado3 sólo un pequeño porcentaje (3,7%) de los pacientes con ansiedad, dolor abdominal y náuseas presentan complicaciones. Existen signos radiológicos de rotura inminente como el halo radiolúcido (gas) alrededor del cuerpo extraño5. 3. ¿Qué prueba diagnóstica no recomendarías de entrada en caso de sospecha de ingesta de paquetes de cocaína?: A.Rx simple de abdomen. B. Ecografía. C.TC abdominal. D.Gastroscopia. E. RMN. Respuesta correcta: D La técnica de elección sigue siendo la radiografía simple, los ultrasonidos pueden detectar íleo y/o líquido libre intraabdominal en caso de per- 29 foración siendo la TC la técnica precisa para localizar cuerpos extraños. Existen series en las que los paquetes de cocaína y heroína se extrajeron por gastroscopia o colonoscopia, pese a los resultados satisfactorios, su uso es controvertido por el gran riesgo de rotura6. 4. ¿Cuál de las siguientes situaciones sería indicación de cirugía urgente?: A.Análisis de orina positivo para cocaína. B. Suboclusión/oclusión. C.Presencia de cuerpo extraño en el tracto gastrointestinal. D.Antecedentes de ingesta de paquetes de droga. E. Ansiedad, dolor abdominal y náuseas. Respuesta correcta: B Existen signos radiológicos de rotura inminente como el halo radiolúcido (gas) alrededor del cuerpo extraño5 que junto con un paciente con signos y síntomas de intoxicación aguda y la oclusión serían las tres indicaciones de tratamiento quirúrgico urgente. Según un estudio publicado3 sólo un pequeño porcentaje (3,7%) de los pacientes con ansiedad, dolor abdominal y náuseas presentan complicaciones. Casos Clínicos Cirugía General CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 30 NORMAS DE PUBLICACIÓN Los contenidos de la revista de “Casos Clínicos de Cirugía General” incluyen a todos los propios de la especialidad, haciendo énfasis en los principales temas de las bases fisiopatológicas de la Cirugía, como la infección quirúrgica, la oncología, la respuesta inflamatoria, la hemostasia y la cicatrización. Dentro de los temas de la cirugía se diferenciarán también aquellos casos que hacen referencia a los aspectos básicos y comunes como la oclusión intestinal o el abdomen agudo, de los aspectos más específicos de capacitación técnica en relación a las “superespecialidades” (cirugía hepatobiliopancreática, endocrina, colorrectal, etc.). La revista también quiere dar cabida a aquellos casos en relación a temas éticos o de toma de decisión. Los casos se seleccionarán por su interés formativo/docente, sin que en ello influya la escasa frecuencia del caso, puesto que la intención primordial es el planteamiento y solución de casos prácticos. Todos los casos seleccionados para su publicación serán premiados. Los trabajos deberán ser originales y no podrán haber sido publicados en ningún otro medio. Se enviarán a CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL: casosclinicos@aecirujanos.es En la primera hoja se incluirá el título del trabajo, el nombre de los autores, cuyo número no debe ser superior a 4, el servicio y el hospital de procedencia con dirección, código postal, teléfono y la dirección de correo electrónico para la comunicación con el primer autor o responsable del trabajo. Cada caso constará de los siguientes apartados: 1. Introducción. Deberá ser lo más breve posible, proporcionando la información necesaria sobre el interés del caso que se presenta. Su extensión no debe sobrepasar 15 líneas. 2. Descripción del caso. Será lo más detallada posible, incluyendo las dudas y/o problemas planteados para su diagnóstico y tratamiento, ya sea por las dificultades inherentes al caso o por las complicaciones que han surgido. La iconografía también debe presentarse con vocación pedagógica. Así pues, los autores no deben dudar en consultar a los colegas radiólogos o patólogos para que completen mediante flechas o signos, aquellos detalles de las pruebas de imagen o de los cortes histológicos que puedan mejorar la identificación de los aspectos clínicos y patológicos del caso. 3. Comentarios y discusión. La discusión tiene que presentarse de forma estructurada, en relación a los puntos que los autores hayan considerado más relevantes del curso del caso clínico, discutiendo aquellos aspectos que puedan ser más instructivos. Se concluirá con un breve apartado, a modo de reflexión y resumen, de las características más importantes con las principales consecuencias formativo-docentes, y se incluirá un resumen de la situación actual del problema planteado y sus diferentes opciones. 4. Bibliografía. Se incluirán un máximo de 8 citas, de acuerdo con las normas publicadas en Cirugía Española: “Requisitos de uniformidad para manuscritos presentados para publicación en revistas biomédicas”, elaborados por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Los nombres de las revistas deben abreviarse de acuerdo con el estilo usado en el Index Medicus/Medline:“List of Journals Indexed”. 5. La extensión del trabajo debe tener un máximo de 8-10 páginas DIN A4, con letra arial de 12 puntos a 1,5 espacios de interlineado. 6. Se recomienda que los casos sean muy gráficos, por lo que podrán incluirse las figuras y/o tablas que los autores consideren útiles. Se incluirán un mínimo de 2 figuras y un máximo de 4. En cuanto a las tablas, deberá haber un máximo de 2. Las figuras (fotos) se enviarán en soporte digital, intentando que sean de la máxima calidad posible (300 puntos por pulgada como mínimo) en cualquier formato. 7. El Comité Editorial se reserva el derecho a que el caso pueda ser comentado por un experto. 8. En hoja aparte se incluirán 5 preguntas tipo test de respuesta múltiple (5 respuestas posibles), entre las que sólo una será verdadera. Cada respuesta deberá acompañarse de una explicación que no debe superar 4 líneas de texto, y siempre que sea posible con la cita bibliográfica que avale la respuesta. El Comité Editorial podrá incluir alguna pregunta. Estas preguntas test serán publicadas en la página web de la Asociación Española de Cirujanos y servirán para conseguir créditos de formación médica continuada. CG2:CCCGeneral 8/4/10 10:23 Página 31 NOMBRE DEL MEDICAMENTO: Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión. Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión. Cada vial contiene meropenem trihidrato equivalente a 500 mg de meropenem anhidro. Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión. Cada vial contiene meropenem trihidrato equivalente a 1 g de meropenem anhidro. Excipientes: Cada vial de 500 mg contiene 104 mg de carbonato sódico que equivalen a aproximadamente 2,0 mEq de sodio (aproximadamente 45 mg). Cada vial de 1 g contiene 208 mg de carbonato sódico que equivalen a aproximadamente 4,0 mEq de sodio (aproximadamente 90 mg). Para consultar la lista completa de excipientes ver sección “Lista de excipientes”. FORMA FARMACÉUTICA: Polvo para solución inyectable o para perfusión. Polvo blanco a amarillo claro. DATOS CLÍNICOS: Indicaciones terapéuticas. Meronem está indicado para el tratamiento de las siguientes infecciones en adultos y niños mayores de 3 meses (ver secciones “Advertencias y precauciones especiales de empleo” y “Propiedades farmacodinámicas”, esta última en la Ficha Técnica). Neumonía, incluyendo neumonía adquirida en la comunidad y neumonía nosocomial. Infecciones broncopulmonares en fibrosis quística. Infecciones complicadas del tracto urinario. Infecciones complicadas intra-abdominales. Infecciones intra- y post-parto. Infecciones complicadas de la piel y tejidos blandos. Meningitis bacteriana aguda. Meronem puede emplearse en el tratamiento de pacientes neutropénicos con fiebre que se sospecha debida a infección bacteriana. Deben tenerse en cuenta las guías oficiales para el uso apropiado de agentes antibacterianos. Posología y forma de administración: Las tablas a continuación aportan recomendaciones generales para el tratamiento. La dosis administrada de meropenem y la duración del tratamiento deben tener en cuenta el tipo de infección a tratar, incluyendo su gravedad y la respuesta clínica. Cuando se traten algunos tipos de infecciones, como las infecciones nosocomiales debidas a Pseudomonas aeruginosa o Acinetobacter spp., puede ser particularmente apropiada una dosis de hasta 2 g tres veces al día en adultos y adolescentes, y una dosis de hasta 40 mg/kg tres veces al día en niños. Se necesitan consideraciones adicionales en cuanto a la dosis cuando se traten pacientes con insuficiencia renal (para más información ver a continuación). Adultos y adolescentes: Infección Dosis a ser administrada cada 8 horas Neumonía, incluyendo neumonía adquirida en la comunidad y neumonía nosocomial Infecciones broncopulmonares en fibrosis quística Infecciones complicadas del tracto urinario Infecciones complicadas intra-abdominales Infecciones intra- y post-parto Infecciones complicadas de la piel y tejidos blandos Meningitis bacteriana aguda Tratamiento de pacientes con neutropenia febril 500 mg o 1 g 2g 500 mg o 1 g 500 mg o 1 g 500 mg o 1 g 500 mg o 1 g 2g 1g Meropenem se administra normalmente por perfusión intravenosa durante aproximadamente 15 a 30 minutos (ver en la Ficha Técnica secciones “Incompatibilidades”, “Periodo de validez” y “Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones”). Alternativamente, se pueden administrar dosis de hasta 1 g mediante inyección intravenosa en bolus durante aproximadamente 5 minutos. Se dispone de datos limitados sobre seguridad para avalar la administración de una dosis de 2 g en adultos mediante inyección intravenosa en bolus. Insuficiencia renal: En adultos y adolescentes con aclaramiento de creatinina inferior a 51 ml/min, la dosis debe ser ajustada, tal y como se indica a continuación. Los datos para avalar la aplicación de estos ajustes de dosis para una unidad de dosis de 2 g son limitados. Aclaramiento de creatinina (ml/min) Dosis (basada en un rango de “unidad” de dosis de 500 mg o 1 g o 2 g, ver tabla anterior Frecuencia 26-50 10-25 <10 1 unidad de dosis mitad de una unidad de dosis mitad de una unidad de dosis cada 12 horas cada 12 horas cada 24 horas Meropenem se elimina por hemodiálisis y hemofiltración. Se debe administrar la dosis necesaria tras la finalización del ciclo de hemodiálisis. No hay recomendaciones establecidas de dosis para pacientes que reciben diálisis peritoneal. Insuficiencia hepática: No es necesario ajuste de dosis en pacientes con insuficiencia hepática (ver sección “Advertencias y precauciones especiales de empleo”). Dosis en pacientes geriátricos: No se requiere ajuste de dosis en individuos de edad avanzada con función renal normal o con valores de aclaramiento de creatinina superiores a 50 ml/min. Población pediátrica: Niños menores de 3 meses. No se ha establecido la seguridad y eficacia de meropenem en niños menores de 3 meses y no se ha identificado el régimen óptimo de dosis. Sin embargo, los limitados datos de farmacocinética sugieren que 20 mg/kg cada 8 horas puede ser un régimen apropiado (ver sección “Propiedades farmacocinéticas” en la Ficha Técnica). Niños desde 3 meses hasta 11 años y con un peso de hasta 50 kg. En la siguiente tabla se indican los regímenes de dosis recomendados: Infección Dosis a ser administrada cada 8 horas Neumonía, incluyendo neumonía adquirida en la comunidad y neumonía nosocomial 10 o 20 mg/kg Infecciones broncopulmonares en fibrosis quística 40 mg/kg Infecciones complicadas del tracto urinario 10 o 20 mg/kg Infecciones complicadas intra-abdominales 10 o 20 mg/kg Infecciones complicadas de la piel y tejidos blandos 10 o 20 mg/kg Meningitis bacteriana aguda 40 mg/kg Tratamiento de pacientes con neutropenia febril 20 mg/kg Niños con un peso superior a 50 kg. Se debe administrar dosis de adultos. No hay experiencia en niños con insuficiencia renal. Meropenem se administra normalmente por perfusión intravenosa durante aproximadamente 15 a 30 minutos (ver en la Ficha Técnica secciones “Incompatibilidades”, “Periodo de validez” y “Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones”). Alternativamente, se pueden administrar dosis de meropenem de hasta 20 mg/kg mediante un bolus intravenoso durante aproximadamente 5 minutos. Se dispone de datos limitados sobre seguridad para avalar la administración de una dosis de 40 mg/kg en niños mediante inyección intravenosa en bolus. Contraindicaciones: Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes. Hipersensibilidad a cualquier otro agente antibacteriano carbapenem. Hipersensibilidad grave (por ejemplo reacción anafiláctica, reacción cutánea grave) a cualquier otro tipo de agente antibacteriano betalactámico (por ejemplo penicilinas o cefalosporinas). Advertencias y precauciones especiales de empleo: En la selección de meropenem para tratar a un paciente, se debe tener en cuenta la idoneidad de utilizar un agente antibacteriano carbapenem basándose en factores tales como la gravedad de la infección, la prevalencia de la resistencia a otros agentes antibacterianos adecuados y el riesgo de selección de bacterias resistentes a carbapenem. Como con todos los antibióticos betalactámicos, se han comunicado reacciones de hipersensibilidad graves y ocasionalmente fatales (ver secciones “Contraindicaciones” y “Reacciones adversas”). Los pacientes con historial de hipersensibilidad a los carbapenemes, penicilinas u otros antibióticos betalactámicos también pueden ser hipersensibles a meropenem. Antes de iniciar el tratamiento con meropenem, se debe realizar un cuidadoso estudio sobre reacciones previas de hipersensibilidad a antibióticos betalactámicos. Si tiene lugar una reacción alérgica grave, se debe interrumpir el medicamento y tomar las medidas adecuadas. Con casi todos los agentes antibacterianos, incluido meropenem, se ha comunicado colitis asociada a antibióticos y colitis pseudomembranosa, pudiendo oscilar en gravedad desde leve hasta amenazante para la vida. Por lo tanto, es importante considerar este diagnóstico en pacientes que presenten diarrea durante o tras la administración de meropenem (ver sección “Reacciones adversas”). Se debe tener en cuenta la interrupción del tratamiento con meropenem y la administración de un tratamiento específico para Clostridium difficile. No deben administrarse medicamentos que inhiban la peristalsis. Durante el tratamiento con carbapenemes, incluido meropenem, se han notificado con poca frecuencia convulsiones (ver sección “Reacciones adversas”). Debido al riesgo de toxicidad hepática (disfunción hepática con colestasis y citolisis), durante el tratamiento con meropenem debe monitorizarse la función hepática estrechamente (ver sección “Reacciones adversas”). Uso en pacientes con enfermedad hepática: durante el tratamiento con meropenem, se debe monitorizar la función hepática de los pacientes con trastornos hepáticos preexistentes. No es necesario el ajuste de dosis (ver sección “Posología y forma de administración”). Durante el tratamiento con meropenem puede desarrollarse test de Coombs positivo, directo o indirecto. No se recomienda el uso concomitante de meropenem y ácido valproico/valproato de sodio (ver sección “Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción”). Meronem contiene sodio. Meronem 500 mg: Este medicamento contiene aproximadamente 2,0 mEq de sodio por cada dosis de 500 mg, lo que debe tenerse en cuenta por pacientes bajo una dieta controlada de sodio. Meronem 1,0 g: Este medicamento contiene aproximadamente 4,0 mEq de sodio por cada dosis de 1,0 g, lo que debe tenerse en cuenta por pacientes bajo una dieta controlada de sodio. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción: No se han realizado estudios específicos de interacción con medicamentos, con la excepción de probenecid. Éste compite con meropenem en la secreción tubular activa y, por tanto, inhibe su excreción renal, con el consiguiente aumento de la vida media de elimina- ción y concentración plasmática del mismo. Si se co-administra probenecid con meropenem, se requiere precaución. No se ha estudiado el efecto potencial de meropenem sobre la unión a proteínas de otros medicamentos o el metabolismo. Sin embargo, la unión a proteínas es tan baja que no serían de esperar interacciones con otros compuestos en base a este mecanismo. Se han notificado descensos en los niveles sanguíneos del ácido valproico cuando se ha co-administrado con agentes carbapenemes, dando lugar en unos dos días a una disminución de un 60-100% en los niveles de dicho ácido. Debido al rápido inicio y al amplio descenso, la co-administración de ácido valproico con agentes carbapenemes no se considera manejable, y por tanto debe evitarse (ver sección “Advertencias y precauciones especiales de empleo”). Anticoagulantes orales. La administración simultánea de antibióticos con warfarina puede aumentar sus efectos anticoagulantes. Ha habido muchas notificaciones de aumentos de los efectos anticoagulantes de agentes anticoagulantes administrados oralmente, incluyendo warfarina, en pacientes que han recibido concomitantemente agentes antibacterianos. El riesgo puede variar con la infección subyacente, edad y estado general del paciente, de manera que es difícil de evaluar la contribución del antibiótico al incremento en el INR (“International Normalized Ratio”). Se recomienda que el INR debe monitorizarse frecuentemente, durante y justo al terminar la co-administración de antibióticos con agentes anticoagulantes orales. Embarazo y lactancia: Embarazo. No existen datos suficientes, o son limitados, sobre la utilización de meropenem en mujeres embarazadas. Los estudios en animales no muestran efectos dañinos directos o indirectos respecto a toxicidad reproductiva (ver sección “Datos preclínicos sobre seguridad” en la Ficha Técnica). Como medida de precaución, es preferible evitar el uso de meropenem durante el embarazo. Lactancia. Se desconoce si meropenem se excreta en la leche humana. Meropenem se detecta a concentraciones muy bajas en leche materna en animales. Se debe decidir si interrumpir la lactancia o si se interrumpe/evita el tratamiento con meropenem, teniendo en cuenta el beneficio de la terapia para la mujer. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas: No se han realizado estudios de los efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Reacciones adversas: En una revisión de 4.872 pacientes con 5.026 exposiciones a tratamiento con meropenem, las reacciones adversas relacionadas con el fármaco comunicadas más frecuentemente fueron diarrea (2,3%), rash (1,4%), náuseas/vómitos (1,4%) e inflamación en el lugar de la inyección (1,1%). Los acontecimientos adversos de laboratorio relacionados con meropenem comunicados más frecuentemente fueron trombocitosis (1,6%) y aumento de los enzimas hepáticos (1,5-4,3%). Las reacciones adversas recogidas en la tabla con una frecuencia “no conocida”, no se observaron en los 2.367 pacientes que fueron incluidos en los estudios clínicos pre-autorización con meropenem vía intravenosa e intramuscular, pero se han notificado durante el periodo postcomercialización. En la tabla posterior se recogen todas las reacciones adversas por órgano y sistema y frecuencia: muy frecuentes (≥ 1/10); frecuentes (≥ 1/100 a <1/10); poco frecuentes (≥ 1/1.000 a <1/100); raras (≥ 1/10.000 a <1/1.000); muy raras (< 1/10.000) y frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles). Las reacciones adversas se enumeran en orden decreciente de gravedad dentro de cada intervalo de frecuencia. Clasificación por órgano o sistema Frecuencia Reacciones adversas Infecciones e infestaciones Trastornos de la sangre y del sistema linfático Poco frecuentes Frecuentes Poco frecuentes Candidiasis oral y vaginal trombocitemia Eosinofilia, trombocitopenia, leucopenia, neutropenia Agranulocitosis, anemia hemolítica No conocida Trastornos del sistema inmunológico No conocida Angioedema, anafilaxis (ver secciones “Contraindicaciones” y “Advertencias y precauciones especiales de empleo”) Trastornos del sistema nervioso Frecuentes Poco frecuentes Raras Cefalea Parestesia Convulsiones (ver sección “Advertencias y precauciones especiales de empleo”) Trastornos gastrointestinales Frecuentes Diarrea, vómitos, náuseas, dolor abdominal Colitis asociada a antibiótico (ver sección “Advertencias y precauciones especiales de empleo”). No conocida Trastornos hepatobiliares Frecuentes Poco frecuente Aumento de transaminasas, aumento de fosfatasa alcalina sanguínea, aumento de deshidrogenasa láctica sanguínea Aumento de bilirrubina sanguínea Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo Frecuentes Poco frecuentes No conocida Rash, prurito Urticaria Necrólisis epidérmica tóxica, síndrome de Stevens-Johnson, eritema multiforme Trastornos renales y urinarios Poco frecuentes Aumento de creatinina sanguínea, aumento de urea sanguínea Trastornos generales y alteraciones en el lugar de la administración Frecuentes Poco frecuentes No conocida Inflamación, dolor Tromboflebitis dolor en el lugar de la inyección Sobredosis: Puede ser posible una sobredosis relativa en pacientes con insuficiencia renal si la dosis no se ajusta, tal como se describe en la sección ”Posología y forma de administración”. La experiencia postcomercialización limitada indica que si se producen reacciones adversas tras una sobredosificación, éstas son consecuentes con el perfil de reacción adversa descrito en la sección “Reacciones adversas”, son generalmente leves en cuanto a gravedad y desaparecen con la retirada o la reducción de la dosis. Se deben considerar tratamientos sintomáticos. En individuos con función renal normal, se producirá una rápida eliminación renal. La hemodiálisis eliminará meropenem y su metabolito. DATOS FARMACÉUTICOS: Lista de excipientes: Meronem 500 mg: carbonato sódico anhidro. Meronem 1 g: carbonato sódico anhidro. Incompatibilidades: Este medicamento no debe mezclarse con otros excepto con los mencionados en la sección “Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones”. Periodo de validez: 4 años. Tras la reconstitución: Las soluciones reconstituidas para inyección o perfusión intravenosa deben utilizarse inmediatamente. El intervalo de tiempo entre el inicio de la reconstitución y el final de la inyección o perfusión intravenosa, no debe exceder de una hora. Precauciones especiales de conservación: No conservar a temperatura superior a 30ºC. No congelar la solución reconstituida. Naturaleza y contenido del envase: Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión. 674 mg de polvo en un vial de 20 ml de vidrio Tipo I con tapón (goma de halobutilo de color gris con una tapa de aluminio). Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión. 1348 mg de polvo en un vial de 30 ml de vidrio Tipo I con tapón (goma de halobutilo de color gris con una tapa de aluminio). Este medicamento se suministra en tamaños de envases de 1 o 10 viales. Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones: Inyección: Para emplear meropenem en inyección intravenosa en bolus se debe reconstituir con agua estéril para inyección. Perfusión: Los viales para perfusión intravenosa de meropenem se pueden reconstituir directamente con soluciones para perfusión de cloruro sódico al 0,9% o de glucosa al 5%. Cada vial es sólo para un único uso. Para la reconstitución y administración de la solución se deben emplear técnicas asépticas estándares. La solución se debe agitar antes de utilizar. La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: AstraZeneca Farmacéutica Spain, S.A. C/ Serrano Galvache, 56 - Edificio Roble 28033 Madrid. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN: Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión: 60.639. Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión: 60.640. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN: Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión: 1 Junio 1995 / 30 Abril 2008. Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión: 1 Junio 1995 / 30 Abril 2008. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO: Enero 2010. REGIMEN DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Medicamento sujeto a prescripción médica. Uso Hospitalario. PRESENTACIONES Y PRECIOS: Meronem I.V. 500 mg polvo para solución inyectable o para perfusión: Envase con 1 vial de vidrio de 20 ml, conteniendo 500 mg de meropenem. PVL: 13,65 €. PVPiva: 21,31 €. Meronem I.V. 1 g polvo para solución inyectable o para perfusión: Envase con 1 vial de vidrio de 30 ml, conteniendo 1 g de meropenem. PVL: 23,69 €. PVPiva: 36,98 €. Para mayor información, consultar la Ficha Técnica completa y/o dirigirse a AstraZeneca Farmacéutica Spain, S.A., Tfno: 900 200 444. 30.Nov.09 (Arm)/23.Jul.09 (CHMP). 8/4/10 10:23 ESHMER0414 (Fecha elaboración: Enero 2010) CG2:CCCGeneral Página 32