CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO CICLO B MONICIONES INTRODUCCIÓN: (Monición) La Navidad está ya a la vuelta de la esquina. Están a punto de cumplirse los días y la Virgen dará a luz un Hijo que será nuestro Señor y Salvador. Todos estamos en tensión esperando la llegada del Redentor. Todos sentimos la necesidad de ser salvados. Todos esperamos recibir el gran don de Dios con un corazón bien dispuesto. Al tiempo que encendemos las cuatro velas de la corona de Adviento, abrámonos de papar en par a la venida del Señor dispongámonos a preparar bien la acogida que Él espera de nosotros. (Se dice la oración de la cuarta vela mientras se encienden las cuatro velas en la corona) PRIMERA LECTURA: Segundo libro de Samuel 7,1-5. 8b-ll. 16 (Monición) El Dios que salvó a Israel de Egipto e hizo con él una alianza, también estableció a David como rey, como siervo predilecto. Cuando David quiere construir una casa para Yavé Dios. Dios le responde que nunca necesitó templo o casa alguna ya que habitó en una tienda en medio de su pueblo. Por eso es Dios quien edificará una casa (familia o dinastía) a David. Así cada rey que nace despierta la esperanza en el que ha de inaugurar el reino justo de Dios. Esta promesa ya se ha realizado en la persona de Jesucristo, hijo de David por excelencia. Escuchemos SALMO RESPONSORIAL (Sal 88) Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. SEGUNDA LECTURA: Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 25-27 (Monición) En este himno a la Encarnación del final de la carta, san Pablo, nos manifiesta el misterio de Cristo. Misterio largo tiempo oculto y manifestado al presente mediante la venida de Cristo en carne y las Escrituras proféticas que la predijeron. Esta manifestación no es exclusiva para los judíos. La fe es universal, los gentiles son admitidos a su comunicación. Escuchemos TERCERA LECTURA: Evangelio según san Lucas 1, 26-38 (Monición) La victoria de la Virgen María nace de su disponibilidad. Ella siempre dijo sí a la palabra de Dios. La humildad de María y la plenitud de Dios llenan el mundo de alegría. María la llena de gracia es la que hizo realidad el proyecto de Dios. Preparémonos para la proclamación del evangelio cantando. ANTES DEL EVANGELIO Aleluya, aleluya. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. ORACIÓN UNIVERSAL: (Monitor) Por la Iglesia, que ya ha recibido, como María, la misión de dar a luz a Cristo, para que sepa hacerlo presente en medio de nuestro mundo. Roguemos al Señor Por nuestro país y todos sus habitantes, para que la venida del Señor aumente la fe heredada de nuestros mayores y promueva la felicidad para todos. Roguemos al Señor Por todos los cristianos, para que las próximas fiestas de Navidad nos acerquen más a Dios y al amor de los demás. Roguemos al Señor Por nuestra comunidad y parroquia, para que la venida de Cristo en la humildad de nuestra carne nos ayude a desempeñar la misión de trabajar por la paz. Roguemos al Señor Por nosotros, para que los obsequios, intercambios de regalos, felicitaciones y parrandas navideñas nos ayuden a recibir al Señor que viene. Roguemos al Señor