Vol. 56 N.° 4. Julio-Agosto 2013 ISSN 0026-1742 Contenido Contenido Contents Contents Director Dr. Enrique Graue Wiechers Editor Dr. Rafael Álvarez Cordero rac@liceaga.facmed.unam.mx Consejo editorial Dr. Carlos Fernández del Castillo Sánchez, Dr. Guillermo Fajardo Ortíz, Dr. Daniel Rembao Bojórquez, Dra. María Elisa Alonso Vilatela, Mtra. Gabriela Castañeda López, Dra. Ma. Elena Medina Mora Icaza, Dr. Guillermo J. Ruiz Argüelles, Dr. José Ignacio Santos Preciado, Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg, Dra. Yolanda López Vidal, Dr. José Emilio Exaire Murad, Dra. Teresa Corona Vázquez, Dr. Felipe Vadillo Ortega, Dr. Jaime Iván Velasco Velázquez, Dr. Horacio Vidrio López, Dr. José Octavio Ruiz Speare, Dr. Leonardo Viniegra Velázquez, Dr. Salvador Uribe Carbajal, Dr. Fernando López Casillas. Asistente del editor L.A. María del Rocío Sibaja Pastrana rsibaja2001@hotmail.com REVISTA DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNAM, Vol. 56, No. 4, Julio-Agosto 2013 por la Facultad de Medicina de la UNAM, Dirección: Ciudad Universitaria, circuito interior, edificio B, tercer piso, CP 04510, México, DF. Teléfonos: 56232154, 56232508 y 56232300, ext.: 43028 y 43029. Portal Web: www.revistafacmed.com. Editor responsable: Rafael Álvarez Cordero. Reservas de Derechos al uso exclusivo No. 04-2004031713505800-102, ISSN: 0026-1742. Licitud de Título No. 3669, Licitud de Contenido No. 3101, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX, registro para correspondencia de Publicaciones Periódicas No. PP09-1026. Impresa por Grupo Stellar, S. A. de C. V., Av. Insurgentes Sur 1898, piso 12, Col. Florida, C.P. 01020, Delegación Álvaro Obregón, México, D. F., éste número se terminó de imprimir el 21 de junio de 2013 con un tiraje de 4,000 ejemplares. Los trabajos firmados son exclusiva responsabilidad de los autores. Prohibida la reproducción total o parcial de los artículos contenidos en este número sin consentimiento del editor. Imagia Comunicación: servicios integrales para revistas; diseño, edición, impresión, portal Web, distribución física y electrónica, actualización de BD. Tel: (33) 3615-2233; correo electrónico: servicioseditoriales@webimagia.com Producción editorial: Imagia Comunicación Diseño, maquetación y corrección de estilo: Nayeli Zaragoza. Portal Web: Margarita Hernández, Fidel Romero. Cuidado de edición: Pedro María León. Traducciones: Dr. José Luis Pérez. Diseño de Portada: Imagia Comunicación. Versión electrónica en: www.revistafacmed.com Editorial Autonomía universitaria..................................................................................... 3 University’s autonomy Rafael Álvarez Cordero Artículos de Revisión Review articles Neurobiología del sueño y su importancia: antología para el estudiante universitario................................................... 5 Sleep Neurobiology and its importance: Anthology for the university student Paul Carrillo-Mora, Jimena Ramírez-Peris, Katia Magaña-Vázquez Modelo de la enseñanza en cirugía laparoscópica básica en residentes de cirugía general..................................................... 16 Basic-laparoscopic-surgery teaching model in general surgery residents Guillermo López Espinosa, Primo Armando de la Rosa Aguirre, Sergio Arturo Lee Rojo Determinantes sociales de la salud en los usuarios de atención sanitaria del Distrito Federal.................................................. 24 Social determinants in the health of Mexico City’s public health service users Martín Silberman, Laura Moreno Altamirano, Víctor Kawas Bustamante, Eugenio González Almada Casos clínicos Clinical cases Heterotopia pancreática yeyuna yuxtahepática y en quiste de conducto colédoco............................................................... 35 Jejunal juxtahepatic and common bile duct (ductus choledochus) cystic pancreatic heterotopia Miguel Fernando Salazar Morales, Rubén Darío Pérez Velásquez, Carlos Alberto Serrano Bello, José Mario Perezpeña-Diazconti Heterotopia gástrica como causa de sangrado del tubo digestivo bajo.................................................................................... 42 Gastric heterotopia as a cause of lower gastrointestinal bleeding Miguel Fernando Salazar Morales, Montserrat Reyes Macedo Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 1 Caso clínico-radiológico Clinical-radiological case Haga su propio diagnóstico...........................................................................46 Make your own diagnosis José Luis Ramírez Arias Responsabilidad profesional/Caso CONAMED Professional responsibility/CONAMED case Pie diabético......................................................................................................... 47 Diabetic foot María del Carmen Dubón Peniche, Boletín de la Academia Nacional de Medicina de México Bulletin of the National Academy of Medicine El trastorno de ansiedad generalizada....................................................... 53 Generalized anxiety disorder Desde la trinchera de las Ciencias Básicas Notes from the Basic Sciences Trenches El ácido lisofosfatídico activa directamente el canal iónico TRPV1 a través de fibras terminales tipo C. Reseña.................. 56 Lysophosphatidic acid directly activates TRPV1 through a C-terminal binding site. Reviex León D. Islas Conoce tu facultad Get to know your school El mural de Eppens............................................................................................60 Eppens’s Mural Rafael Álvarez Cordero Arte y medicina Medicine and Art La creatividad de Francisco Eppens Helguera......................................... 62 Francisco Eppens Helguera creativity Rafael Álvarez Cordero 2 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Editorial Autonomía universitaria Univeristy autonomy U no de los episodios más interesantes de la vida de nuestra Universidad está relacionado con el logro de la autonomía que orgullosamente ostenta nuestra máxima casa de estudios. Como posiblemente recuerdas, la enseñanza de las ciencias en el mundo occidental estuvo supeditada por siglos al control eclesiástico, y México no fue la excepción; la Real y Pontificia Universidad fue creada por una cédula real de Carlos I el 21 de septiembre de 1551, e inició sus cursos el 25 de enero de 1553, siendo virrey don Luis de Velasco. En un principio recibió los mismos estatutos de la Universidad de Salamanca en España, su metodología puede considerarse didáctica tradicional (medievalescolástica), sus enseñanzas incluían las siete artes medievales: el trivium (gramática, retórica y lógica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía). Once años después de iniciada la etapa independiente de México, el Vicepresidente Valentín Gómez Farías cierra la Universidad el 21 de octubre de 1833 mediante un decreto que a la letra dice: “Artículo 1. Se suprime la Universidad de México y se establece una Dirección General de Instrucción Pública para el distrito y territorios de la Federación”. El 23 de octubre de 1833, Gómez Farías crea los Establecimientos de Instrucción Pública; Ciencias Médicas era el cuarto, que a la letra dice: “Cuarto establecimiento: Ciencias médicas. Cátedras: Anatomía general, descriptiva y patológica, una de fisiología e higiene, primera y segunda de patología interna y externa, una de materia médica, primera y segunda de clínica interna y externa, una de medicina legal, una de farmacia teórica y práctica. Este establecimiento se situará en el convento de Belén”. Así nació nuestra Facultad de Medicina. Después de múltiples vicisitudes en las que la Universidad fue cerrada y abierta varias veces, en 1910, Justo Sierra, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, presenta ante el Congreso de la Unión la iniciativa de ley que, aprobada, crea la Universidad Nacional de México, como parte de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. Por muchos años tanto maestros como alumnos lucharon por lograr la autonomía de la Universidad, la cual se obtuvo en 1929 durante el gobierno del presidente Emilio Portes Gil, quien autorizó la construcción de Ciudad Universitaria. La ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue publi- Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 3 cada el 3 de enero de 1945 y su autonomía fue elevada a rango constitucional el 9 de junio de 1980. ¿Qué significa esto?, es la independencia de la universidad pública del poder político o administrativo, y es un principio establecido en la Carta Magna para otorgar una protección especial a la universidad pública a fin de que pueda cumplir con la obligación constitucional y la responsabilidad social de proveer a los estudiantes universitarios de una educación superior de calidad; este principio ha prevalecido, y en uno de los momentos cruciales de la vida de la UNAM, el entonces rector don Javier Barros Sierra, dijo en forma tajante: “la autonomía es libertad de enseñar, investigar y difundir la cultura”. Por eso es valiosa la autonomía de nuestra universidad, por eso es y será defendida por todos los universitarios, por eso es importante que conozcamos qué significa y también qué no significa; autonomía no es extraterritorialidad, el campus universitario no es como una embajada extranjera cuyo recinto no puede ser penetrado; al hablar de la sujeción de la universidad al orden jurídico nacional, la Ley Orgánica de la UNAM señala lo siguiente: “el criterio jurisprudencial es claro en este sentido: la autonomía de que goza [la UNAM] no la excluye de la aplicación de las leyes que conforman el estado”. Podemos estar orgullosos de la autonomía de nuestra máxima casa de estudios, preservada y defendida con igual pasión por maestros y alumnos. Por mi raza hablará el espíritu Rafael Álvarez Cordero Editor Bibliografía Narro RJ, Alcocer Martínez de Castro S, et al. Autonomía universitaria y universidad pública. El autogobierno universitario. Universidad Nacional Autónoma de México. Primera edición 2009. Tünnermann Bernheim C. La autonomía universitaria en el contexto actual”. En Pantoja Morán D. Antología del pensamiento latinoamericano sobre la educación, la cultura y las universidades. UDUAL: México; 2007. p. 265-307. 4 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Artículos de revisión Neurobiología del sueño y su importancia: antología para el estudiante universitario Archivo Paul Carrillo-Moraa, Jimena Ramírez-Perisb, Katia Magaña-Vázquezc Resumen El sueño es un proceso fisiológico fascinante, sólo recientemente algunos de los misterios acerca de su origen, fisiología y funciones biológicas han sido esclarecidos, sin embargo, aún falta mucho por estudiar. La investigación sobre la biología del sueño y sobre los efectos clínicos de sus trastornos cada vez deja más en claro que el sueño es un proceso de vital importancia para la salud integral del ser humano. Sin embargo, según algunos estudios, la tendencia en la población mundial es hacía la reducción del tiempo total de sueño, lo cual se ha reflejado en el incremento en la incidencia de trastornos del sueño. En este sentido, la población joven es especialmente proclive a desarrollar trastornos del sueño principalmente debido a factores externos (sociales y ambientales) y a distintos hábitos que pueden afectar su calidad (consumo de alcohol, tabaco, cafeína, etc.). Este artículo pretende realizar una revisión actualizada acerca de la neurobiología del sueño y de aspectos del sueño que resultan de interés práctico para el estudiante universitario, como el División de Rehabilitación Neurológica. Instituto Nacional de Rehabilitación. México, DF. b Programa de Alta Exigencia Académica (PAEA). Facultad de Medicina. UNAM. c Facultad de Medicina. UNAM. Correo electrónico: neuropolaco@yahoo.com.mx Recibido: 09-agosto-2012. Aceptado: 08-marzo-2013. a papel del sueño en el proceso de aprendizaje y memoria, así como los efectos que ejercen distintas sustancias de uso común en este grupo de población sobre el proceso de sueño, y finalmente con énfasis en la importancia de una adecuada higiene del sueño para la salud integral del individuo. Palabras clave: Sueño, memoria, jóvenes, alcohol, tabaco. Sleep Neurobiology and its importance: Anthology for the university student Abstract Sleep is a fascinating physiological process, only recently some of the mysteries about its origin, physiology and biological functions have been clarified; however, much remains to be studied. Research on sleep biology and the clinical consequences of sleep disorders has made clear that sleep is a vital process for the full health of human beings. Nevertheless, according to some studies, worldwide population tends to reduce total sleep time, which is reflected in the increasing incidence of sleep disorders. In this sense, young people are particularly prone to the development of sleep disorders, mainly due to external factors (social and environmental), and other habits that can influence the quality of sleep (alcohol, tobacco, caffeine, etc.). This article aims at providing an updated review about sleep neurobiology and related aspects of practical interest for university students, such as: the role of sleep in learning and memory processes, Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 55 Neurobiología del sueño Corteza prefrontal Corteza del cíngulo dorsolateral Cíngulo posterior Hipotálamo Núcleo tuberomamilar Amígdala Locus coeruleus Núcleo colinérgico Hipocampo Núcleos del rafé Figura 1. Estructuras neuroanatómicas relacionadas con el sueño. Con letras rojas están señaladas las estructuras que aumentan su actividad durante el sueño MOR, mientras que con letras azules están señaladas las estructuras que disminuyen su actividad durante esta fase. as well as the effects produced by several substances, commonly used in this population, on the sleep process; finally emphasizing the importance of appropriate sleep hygiene practices for human health. Key words: Sleep, memory, young people, alcohol, tobacco. Introducción El sueño es un fenómeno que siempre ha provocado profunda fascinación en el ser humano. Debido a que sólo recientemente se han comenzado a entender sus mecanismos fisiológicos y su sustrato neuroanatómico, constantemente ha estado envuelto en el misterio, las controversias y las especulaciones. El sueño no sólo es un fenómeno normal, sino que en la actualidad es considerado como un proceso fisiológico de vital importancia para la salud integral de los seres humanos1. En este sentido, es una creencia muy difundida que todos los seres vivos duermen, sin embargo, dicha aseveración no es del todo correcta. Conforme descendemos en la escala evolutiva resulta más complicado definir el concepto de “sueño”, ya que muchos organismos exhiben periodos de disminución de la actividad o de reducción de la respuesta a estímulos externos 66 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM (insectos, peces, reptiles, aves, mamíferos, etc.), pero las características, la duración y las funciones de este periodo de “sueño” son muy diferentes entre las distintas especies. Además es importante mencionar que sólo una minoría de especies han sido formalmente estudiadas respecto a su proceso de sueño, de manera que aún no puede asegurarse nada al respecto2. ¿Qué es el sueño? Al intentar definir el sueño no podemos evitar imprimirle nuestra experiencia humana, pero como hemos mencionado anteriormente, las características del sueño varían enormemente entre las diferentes especies. Resulta más sencillo enumerar las características conductuales que se asocian con el sueño en el ser humano que quizá definirlo apropiadamente de una forma más amplia: 1) disminución de la conciencia y reactividad a los estímulos externos, 2) se trata de proceso fácilmente reversibles (lo cual lo diferencia de otros estados patológicos como el estupor y el coma), 3) se asocia a inmovilidad y relajación muscular, 4) suele presentarse con una periodicidad circadiana (diaria), 5) durante el sueño los individuos adquieren una postura estereotipada, P. Carrillo-Mora, J. Ramírez-Peris, K. Magaña-Vázquez Tabla 1. Neuroquímica de los estados de alerta y sueño Núcleo cerebral responsable Alerta Núcleo colinérgico en la unión de puente y cerebro medio Locus coeruleus Núcleo del rafé Núcleo tuberomamilar Sueño No MOR Núcleo colinérgico en la unión de puente y cerebro medio Locus coeruleus Núcleo del rafé Sueño MOR activo Núcleo colinérgico en la unión de puente y cerebro medio Núcleo del rafé Sueño MOR inactivo Locus coeruleus a Neurotransmisor involucrado Estado de actividad en neuronas cerebrales relevantes Acetilcolina Norepinefrina Serotonina Orexina Activado Activado Activado Activado Acetilcolina Disminuido Norepinefrina Serotonina Disminuido Disminuido Acetilcolina Serotonina Activo (ondas PGO)a Inactivado Norepinefrina Activado PGO: ondas ponto-geniculo-occipitales. y 6) la ausencia de sueño (privación), induce distintas alteraciones conductuales y fisiológicas, además de que genera una “deuda” acumulativa de sueño que eventualmente deberá recuperarse3. ¿Por qué dormimos? Aún no se tiene una idea clara acerca de por qué dormimos, además es poco probable que exista sólo una respuesta para esta pregunta, sin embargo, sí resulta evidente que diversos y muy importantes procesos fisiológicos, están estrechamente relacionados o incluso están determinados por el sueño o la periodicidad del mismo. A este respecto, existen diversas teorías acerca de las funciones del sueño, por ejemplo: 1) restablecimiento o conservación de la energía, 2) eliminación de radicales libres acumulados durante el día, 3) regulación y restauración de la actividad eléctrica cortical, 4) regulación térmica, 5) regulación metabólica y endocrina, 5) homeostasis sináptica, 7) activación inmunológica, 8) consolidación de la memoria, etc3,4. ¿Cuál es el sustrato anatómico del sueño? De forma general mencionaremos que desde el punto de vista funcional se conceptualiza que en la regu- lación global del sueño participan tres subsistemas anatómico-funcionales: 1) un sistema homeostático que regula la duración, la cantidad y la profundidad del sueño, en este sistema se ha involucrado especialmente el área preóptica de hipotálamo, 2) un sistema responsable de la alternancia cíclica entre el sueño REM y no REM que ocurre en cada episodio de sueño, en el que se ha involucrado primordialmente al tallo cerebral rostral, y 3) un sistema circadiano que regula el momento en el que ocurre el sueño y el estado de alerta, en el cual se ha involucrado el hipotálamo anterior5 (figura 1). Así mismo, se ha demostrado que paralelamente a la participación de distintas estructuras cerebrales, también diferentes neurotransmisores participan en las fases del sueño y vigilia (tabla 1). ¿Cuáles son las fases del sueño? Una herramienta tecnológica que ha sido de vital importancia para el estudio de la fisiología del sueño es el electroencefalograma (EEG). De forma muy simplificada, el EEG es el la representación gráfica y digital de las oscilaciones que muestra la actividad eléctrica del cerebro, al ser registrada mediante electrodos colocados encima de la piel cabelluda en distintas regiones de la cabeza. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 77 Neurobiología del sueño Sueño No Mor Sueño de ondas lentas Despierto Ojos abiertos (15-60 Hz) Etapa Etapa 1 o N1 (4-8 Hz) “Ondas agudas del vertex” Etapa2 o N2 (10-12 Hz) “Husos de sueño” Sueño MOR o R (8-12 Hz) Etapa3 o N3 (2-3 Hz) Etapa 4 o N3 (0.5-2 Hz) 0 10 20 50 w 4 30 60 70 Tiempo (minutos) Figura 2. Las etapas o fases del sueño No MOR y MOR y su duración. Durante el estado de alerta, mientras se mantienen los ojos cerrados, en el EEG se observan oscilaciones de la actividad eléctrica que suelen encontrarse entre 8-13 ciclos por segundo (Hz), principalmente a nivel de las regiones occipitales (ritmo alfa). Durante el sueño ocurren cambios característicos de la actividad eléctrica cerebral que son la base para dividir el sueño en varias fases. El sueño suele dividirse en dos grandes fases que, de forma normal, ocurren siempre en la misma sucesión: todo episodio de sueño comienza con el llamado sueño sin movimientos oculares rápidos (No MOR), que tiene varias fases, y después pasa al sueño con movimientos oculares rápidos (MOR). La nomenclatura acerca de las fases del sueño ha sido recientemente modificada por la Academia Americana de Medicina del Sueño (2007)6. Quedó de la siguiente manera: • Sueño No MOR. Fase 1 (ahora denominada N1): esta fase corresponde con la somnolencia o el inicio del sueño ligero, en ella es muy fácil despertarse, la actividad muscular disminuye paulatinamente y pueden observarse algunas breves sacudidas musculares súbitas que a veces coinciden con 88 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM una sensación de caída (mioclonías hípnicas), en el EEG se observa actividad de frecuencias mezcladas pero de bajo voltaje y algunas ondas agudas (ondas agudas del vértex). Fase 2 (ahora denominada N2): en el EEG se caracteriza por que aparecen patrones específicos de actividad cerebral llamados husos de sueño y complejos K; físicamente la temperatura, la frecuencia cardiaca y respiratoria comienzan a disminuir paulatinamente. Fases 3 y 4 o sueño de ondas lentas (en conjunto llamadas fase N3): esta es la fase de sueño No MOR más profunda, y en el EEG se observa actividad de frecuencia muy lenta (< 2 Hz).7 • Sueño MOR. Ahora es llamado fase R y se caracteriza por la presencia de movimientos oculares rápidos; físicamente el tono de todos los músculos disminuye (con excepción de los músculos respiratorios y los esfínteres vesical y anal), así mismo la frecuencia cardiaca y respiratoria se vuelve irregular e incluso puede incrementarse y existe erección espontánea del pene o del clítoris. Durante el sueño MOR se producen la mayoría de las ensoñaciones (lo que conoce- P. Carrillo-Mora, J. Ramírez-Peris, K. Magaña-Vázquez Memoria Declarativa o explícita Hechos Eventos Lóbulo temporal diencéfalo-medial No declarativa Procedimental (habilidades y hábitos Priming y aprendizaje perceptual Estriado Neocorteza Condicionamiento clásico Respuestas emotivas Respuestas motoras Amígdala Cerebelo Aprendizaje no asociatvo Vías reflejas Figura 3. Clasificación de los sistemas de memoria de largo plazo en seres humanos (tomado de Carrillo-Mora, 20108). mos coloquialmente como sueños), y la mayoría de los pacientes que despiertan durante esta fase suelen recordar vívidamente el contenido de sus ensoñaciones7. Un adulto joven pasa aproximadamente entre 70-100 min en el sueño no MOR para después entrar al sueño MOR, el cual puede durar entre 5-30 min, y este ciclo se repite cada hora y media durante toda la noche de sueño. Por lo tanto, a lo largo de la noche pueden presentarse normalmente entre 4 y 6 ciclos de sueño MOR (figura 2). ¿Cuál es la participación del sueño en el aprendizaje y la memoria? Desde principios del siglo XX algunos investigadores ya habían demostrado que la retención de la memoria era mucho mejor después de una noche de sueño que después de un intervalo de descanso similar manteniéndose alerta. Sin embargo, en esta época se pensó que el efecto positivo observado era en realidad inespecífico, por lo que no llevó a concluir que en realidad el sueño en sí mismo pudiera tener un papel en el proceso de aprendizaje y memoria. En la actualidad diversos estudios tanto experimentales como clínicos han demostrado que el sueño tiene efectos positivos sobre distintos tipos de memoria (figura 3)4,8. De todos los sistemas de memoria antes expuestos, la evidencia más consistente respecto al efecto positivo del sueño se ha observado en 2 tipos de memoria: la memoria declarativa (memoria que es fácilmente expresada verbalmente: información de hechos y eventos), y la memoria procedimental (memoria acerca de habilidades y destrezas motoras). Hasta el momento prácticamente no existe ninguna evidencia que sugiera lo contrario (es decir, que el sueño favorezca el olvido o la alteración de la memoria previa)4. Hacer una descripción exhaustiva de toda la evidencia que existe acerca el efecto del sueño sobre la memoria trasciende al objetivo del presente artículo, pero a continuación señalaremos algunas cuestiones relevantes. ¿Cuánto tiempo debo dormir para que el sueño beneficie a la memoria? Sorprendentemente algunos estudios sugieren que la duración del sueño parece no tener relación con el efecto positivo sobre la memoria, ya que se demostró que incluso brevísimos periodos de sueño (o siestas) de hasta 6 minutos de duración son capaces de provocar una mejoría significativa en la retención de información. Sin embargo, también es prudente señalar que una mayor duración del sueño se asocia con una mejor retención de la información al compararlo con un periodo más breve de sueño. El Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 99 Neurobiología del sueño Tabla 2. Principales funciones cognitivas afectadas con la pérdida del sueño Atención sostenida intencional: la atención se vuelve variable e inestable y se incrementan los errores de omisión y comisión Enlentecimiento cognitivo El tiempo de reacción se prolonga La memoria de corto plazo y de trabajo disminuye Se afecta la adquisición de tareas cognitivas (aprendizaje) Aumenta las respuestas perseverativas Toma de decisiones más arriesgadas El desempeño inicial de las tareas es bueno al inicio pero se deteriora con las tareas de larga duración Alteración de la capacidad de juicio Disminución de la flexibilidad cognitiva Alteraciones del humor: irritabilidad, enojo Disminuye la autovigilancia y autocritica Fatiga excesiva y presencia de “microsueños” involuntarios tiempo entre el aprendizaje y el periodo de sueño también parece influir sobre el resultado en la memoria, algunos estudios sugieren que un intervalo corto (3 horas) entre el aprendizaje y el sueño parece ser mejor que un intervalo más largo (10 horas).9 ¿Qué fase de sueño es la más importante para la memoria? Evidencias experimentales y clínicas sugieren que el sueño No MOR principalmente favorece la consolidación de la memoria declarativa (dependiente de la participación del hipocampo), mientras que el sueño MOR parece favorecer la consolidación de la memoria procedimental (independiente del hipocampo)4. Sin embargo, también existe evidencia que sugiere que este efecto es independiente de la fase de sueño y el tipo de memoria4. De forma interesante un estudio reciente sugiere que el rendimiento de la memoria declarativa se correlaciona con la cantidad de husos de sueño que se presentan en la fase N2 del sueño No MOR10. ¿Cómo favorece el sueño a los procesos de memoria? La forma en la que participa el sueño promoviendo la consolidación de la memoria no se conoce con precisión (consolidación en este contexto se conceptualiza como el proceso mediante el cual la información de corto plazo –lábil y limitada– pasa a convertirse 10 10 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM en información de largo plazo –más resistente e ilimitada. Sin embargo, la observación de que las mismas áreas cerebrales que se ven activadas durante el aprendizaje de una tarea son nuevamente activadas durante el sueño (principalmente durante el sueño No MOR) e incluso siguiendo la misma secuencia de activación, ha llevado a proponer que durante el sueño se realiza una recapitulación o reactivación de la información previamente aprendida, con lo cual se favorece la consolidación11. En apoyo a esta hipótesis se ha demostrado que la reactivación de la memoria durante el sueño No-MOR a través de la exposición a estímulos aromáticos que previamente se habían presentado durante aprendizaje mejora significativamente el recuerdo de la misma, además de que la hace más resistente a la interferencia12. ¿El efecto positivo del sueño sobre la memoria es igual a cualquier edad? La mayor parte de los estudios sobre sueño y memoria han sido realizados en adultos, pero algunos estudios realizados en niños, ancianos y adolescentes parecen comprobar el mismo efecto positivo del sueño sobre la memoria. Sin embargo, estudios en pacientes ancianos sugieren que los efectos positivos del sueño sobre la memoria procedimental disminuyen con la edad mientras que permanecen sin cambios para la memoria declarativa, además de que estos pacientes parecen resultar más resistentes a los efectos deletéreos que ejercen la privación y fragmentación del sueño sobre la memoria13. En otro estudio se demostró que el sueño no sólo tiene un efecto sobre la información aprendida previamente sino que también mejora las capacidades de aprendizaje durante el día siguiente al periodo de sueño, en otras palabras el sueño previo también mejora las habilidades diurnas de aprendizaje del día siguiente13 (quizá esta evidencia apoye la recomendación generalizada que hacen padres y profesores a los estudiantes a cerca de dormir bien antes de un examen…). ¿El proceso de aprendizaje y memoria se puede afectar por no dormir bien? Primero, vale la pena señalar que existen diversas formas de pérdida de sueño: a) la privación de sue- P. Carrillo-Mora, J. Ramírez-Peris, K. Magaña-Vázquez ño, que quiere decir la suspensión total del sueño por un periodo (> 24 h), b) la restricción del sueño, que significa una disminución del tiempo habitual de sueño, generalmente de forma crónica, y c) la fragmentación del sueño, que significa la interrupción repetida (despertares) de la continuidad del sueño14. Todos estos tipos de alteraciones del sueño han demostrado afectar distintas funciones cognitivas y variedades de memoria en mayor o menor grado (tabla 2). La modalidad de alteración del sueño que más se ha estudiado es la privación total del sueño, sin embargo, en la práctica clínica la restricción crónica del sueño así como su fragmentación son las formas más comunes14. Aún en la actualidad existe debate acerca de si las distintas alteraciones del sueño inducen también efectos diferentes sobre la cognición en general y sobre la memoria en particular. De forma general se puede decir que todas las alteraciones del sueño parecen afectar el rendimiento en distintas tareas cognitivas de una forma equivalente dependiendo de la cronicidad de la alteración y la cantidad de “deuda de sueño”14. Por ejemplo, en el estudio llevado a cabo por Van Dongen y cols. (2003) se demostró que el deterioro en el desempeño cognitivo que mostraban pacientes sometidos a restricción de 4 h de sueño durante 14 días era equivalente al que mostraban pacientes sometidos a privación total de sueño durante 72 horas15. De forma interesante los estudios realizados parecen indicar que las privaciones crónicas del sueño, suelen cursar con cierto nivel de adaptación, ya que los pacientes paulatinamente tienden a referir menos fatiga, somnolencia o alteraciones del humor que con la privación aguda del sueño, sin embargo, a pesar de esta aparente “adaptación” a los efectos negativos del sueño, las alteraciones del rendimiento cognitivo continúan aumentando con la cronicidad del trastorno del sueño14. El mecanismo mediante el cual la falta de sueño afecta a los procesos cognitivos no se conoce exactamente, aunque se ha sugerido que las hormonas de estrés que se secretan como producto de la falta de sueño pueden afectar la fisiología neuronal y contribuir así al deterioro de las funciones cognitivas. Recientemente también se ha demostrado que incluso periodos cortos de falta de sueño (< 24 h) afectan significativamente la neurogénesis (la formación de neuronas maduras a partir de células precursoras en el cerebro adulto) a nivel de giro dentado del hipocampo, lo cual también puede contribuir a los efectos cognitivos deletéreos de la falta de sueño16. Sueño y alcohol Aunque la farmacología del alcohol es compleja, en general puede considerarse como un depresor del sistema nervioso central. Se ha demostrado que inhibe o disminuye la actividad de los receptores glutamatérgicos de tipo NMDA y los canales de calcio tipo L, mientras que aumenta la actividad de los receptores GABA A, los de glicina y los receptores serotoninérgicos de tipo 5HT317. El alcohol por sus efectos relajantes y sedantes con frecuencia es utilizado por las personas como un hipnótico (sustancia que favorece o induce sueño) muy accesible e inocuo. Sin embargo, la mayor parte de los estudios clínicos han demostrado que el consumo de alcohol en realidad se relaciona con una menor duración del sueño e incluso con trastornos del mismo. Por ejemplo, en un estudio se demostró que un mayor consumo de alcohol (7-14 copas a la semana) disminuye significativamente la duración del sueño (< 6 h). Por otra parte, estudios en pacientes alcohólicos han demostrado que, tanto en los periodos de consumo como en los de abstinencia, tienen una elevada frecuencia de trastornos del sueño que van desde el insomnio hasta la apnea del sueño; es importante señalar que en estos pacientes los trastornos del sueño pueden persistir hasta 3 años después de haber suspendido el consumo de alcohol, además de que la presencia de trastornos del sueño se relaciona fuertemente con el desarrollo de depresión y de recaídas en el consumo de esta sustancia. Un estudio reciente confirmó el efecto negativo del alcohol sobre la duración total del sueño, pero además demostró que incluso si se consumen dosis bajas de alcohol (< 80 ml) durante la noche puede existir un efecto de “rebote” con un incremento del estado alerta en la segunda mitad de la noche, fragmentación del sueño, así como un incremento de la fatiga diurna18. Toda esta evidencia apoya Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 11 11 Neurobiología del sueño fuertemente la recomendación de que el alcohol no debe ser usado como un hipnótico cotidiano, y que el abuso en el consumo de alcohol incrementa significativamente la frecuencia de trastornos del sueño incluso a largo plazo. Sueño, café y bebidas “energéticas” La cafeína es un alcaloide de origen vegetal del grupo de las xantinas que está presente en diversas bebidas de consumo humano habitual como el café, el té y el chocolate. La cafeína, que puede considerase como el principal ingrediente activo del café tiene efectos en el sistema nervioso central, en donde actúa bloqueando los receptores A1 y A2a de adenosina, provocando a su vez un incremento de las concentraciones cerebrales de dopamina, noradrenalina y serotonina19. El consumo de cafeína en bebidas está ampliamente difundido a nivel mundial y goza de una gran popularidad debido a los efectos positivos con los que se asocia su consumo moderado: mejora el estado subjetivo de alerta, reduce los tiempos de reacción, así como disminuye la fatiga y la somnolencia durante el día 20. Múltiples estudios se han realizado tanto a nivel experimental como clínico para establecer si la cafeína realmente tiene un efecto estimulante sobre algunas funciones cognitivas, pero hasta el momento la evidencia continua siendo contradictoria, en el mejor de los casos se ha demostrado que puede mejorar la memoria verbal y las habilidades visuomotoras, quizá mediante sus efectos sobre el estado de alerta, la atención y la velocidad de reacción20. Respecto al sueño, está bien establecido que la cafeína aumenta la latencia del sueño, disminuye su duración total, aumenta la actividad motora durante éste, disminuye su consolidación y reduce la duración del sueño de ondas lentas sin afectar el sueño MOR19. Es importante señalar que todos estos efectos ocurren sobre todo en pacientes que consumen cafeína horas antes de dormir, mientras que los pacientes con consumo habitual diurno parecen no tener efectos significativos sobre el sueño, quizá por un efecto de tolerancia paulatina a la cafeína19. La mayoría de los estudios sugieren que la cafeína, más que estimular el desempeño de funciones cognitivas, parece más bien ayudar a mejorar el 12 12 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM desempeño cuando éste se ha visto afectado por una falta de sueño previa, lo cual apoyaría su uso diurno después de una mala noche de sueño, pero no así su administración durante la noche como un método para retrasar el sueño nocturno. Los efectos del consumo habitual de cafeína sobre el sueño a nivel mundial en realidad se desconocen pero algunos estudios poblacionales sugieren que al menos se relacionan positivamente con una alta frecuencia de somnolencia diurna19. Finalmente, es interesante mencionar que se ha demostrado que entre el 56-78% de los consumidores habituales de cafeína ya exhiben síntomas y signos de dependencia (síntomas de abstinencia o de rebote), incluso con consumos tan bajos como 100 mg al día y con periodos de consumo tan cortos como 3-7 días, de manera que las cifras reales de personas con dependencia a la cafeína se desconocen21. El consumo de bebidas energéticas recientemente se ha vuelto muy popular sobre todo entre los jóvenes. Se estima que entre el 35-50% de los adolescentes y jóvenes consumen habitualmente este tipo de bebidas en Estados Unidos22. El ingrediente principal de estas bebidas es la cafeína, sin embargo, también contienen cantidades tremendamente variables de otras sustancias, principalmente taurina, endulcorantes, vitaminas y fitofármacos (algunos con acción sobre el sistema nervioso central como la yohimbina, el guaraná y la teobromina). Sólo recientemente se han comenzado a estudiar las consecuencias de este consumo en la salud de los jóvenes y aún son pocos estudios que demuestren algún efecto contundente, sin embargo, existen diversas preocupaciones en aspectos como sus efectos cardiovasculares, conductuales, sobre el rendimiento académico, sobre la obesidad, trastornos alimentarios, el crecimiento normal, la mineralización ósea, el sueño, etc.22 Paralelamente se ha puesto de moda el consumo combinado de bebidas alcohólicas y bebidas energéticas entre los jóvenes, ya que existe la falsa creencia de que esta mezcla antagónica (bebidas depresoras y estimulantes), neutraliza los efectos indeseables de ambas bebidas mejorando la experiencia de consumo. Varios estudios sugieren que el consumo de estos cocteles se relaciona con un mayor riesgo de con- P. Carrillo-Mora, J. Ramírez-Peris, K. Magaña-Vázquez secuencias derivadas del consumo de alcohol: accidentes automovilísticos, abuso sexual, agresiones, etc.23 Quizá esto se deba a que se ha demostrado que esta combinación en efecto es capaz de contrarrestar ciertos síntomas depresores subjetivos del alcohol, como la somnolencia, sin embargo, no tiene ningún efecto sobre las alteraciones fisiológicas asociadas al consumo de alcohol (incoordinación motora, disminución de la velocidad de reacción, alteraciones del juicio, autocrítica y evaluación del peligro, etc.), e incluso se ha observado que los efectos indeseables de ambas bebidas (ansiedad, agitación) pueden coexistir y potenciarse más que neutralizarse23. Respecto a sus efectos sobre el sueño, algunos estudios han demostrado que el consumo bebidas energéticas incrementa significativamente la frecuencia de insomnio y reducción del tiempo total de sueño (< 4 h), así como de la presencia de somnolencia diurna excesiva.22,23. Sueño y tabaquismo Recientemente 2 estudios investigaron el efecto del tabaquismo intenso y crónico (aprox. 20 cigarros al día por 13 años) sobre el sueño, en ambos estudios se demostró que los fumadores tienen periodos significativamente más cortos de sueño, una latencia de sueño más larga (tiempo que tardan en conciliar el sueño), mayor frecuencia de apneas (pausas respiratorias) y cantidad de movimientos durante el sueño, además de que refirieron subjetivamente una menor calidad de sueño que los no fumadores; de forma interesante los niveles sanguíneos de nicotina se correlacionaron de forma inversa con la duración del sueño de ondas lentas, y es interesante mencionar que dichos efectos negativos sobre el sueño se han demostrado incluso en fumadores pasivos24,25. Sueño y vida estudiantil Los trastornos del sueño se observan con más frecuencia en la edad adulta y es claro que esto se incrementan conforme aumenta la edad, lo cual se ha relacionado más con la presencia concomitante de diversas enfermedades asociadas a la edad, que con verdaderos cambios del proceso del sueño asociados con el envejecimiento. Sin embargo, según algunos estudios epidemio- lógicos, existe un incremento en la incidencia de trastornos del sueño en el mundo26. Recientemente se ha puesto especial atención en la detección de este tipo de trastornos en la población joven, especialmente en niños y adolescentes, debido fundamentalmente a la asociación que estos trastornos muestran con problemas de aprendizaje, bajo rendimiento escolar, así como con distintas patologías crónicas (depresión, obesidad, diabetes, hipertensión, adicciones, etc.). A este respecto, una población particularmente proclive a presentar una baja calidad de sueño, así como trastornos del mismo son los estudiantes universitarios27. El incremento en la demanda académica, así como de responsabilidades, tareas y actividades, además de las circunstancias sociales y personales que rodean a esta población, junto a una gran diversidad de conductas que pueden influir negativamente en su calidad del sueño (estrés, privación de sueño, horarios de sueño irregulares, periodos de ayuno, consumo de tabaco, café, bebidas energéticas, alcohol u otras drogas, etc.), contribuyen para que un alto porcentaje de esta población refiera una mala calidad del sueño. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo en estudiantes de medicina demostró una frecuencia de > 30% de alumnos que reportaron una calidad del sueño apenas satisfactoria o mala 27. En otro estudio que incluyó estudiantes de licenciatura en enfermería se demostró una frecuencia de insomnio de 26.7%, y una mayor frecuencia con el incremento de la edad28. Una encuesta en estudiantes de farmacología demostró que más del 92% de los estudiantes referían una mala calidad del sueño además de una elevada frecuencia de somnolencia diurna (40%), con un 77% que reportaron un horario de sueño muy irregular29. Estudios previos en poblaciones latinoamericanas han confirmado estas frecuencias elevadas de mala calidad del sueño (> 50%), especialmente entre estudiantes de licenciatura en medicina30. En nuestro país existen muy pocos estudios al respecto pero en el estudio realizado por Lombardo y cols., en alumnos de preparatoria, se documentó una frecuencia de hipersomnia diurna del 27.5%, además de esto, se relacionó con una Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 13 13 Neurobiología del sueño Tabla 3. Recomendaciones de higiene del sueño (basado en Mastin et al 2006)33 Evitar realizar siestas prolongadas (> 1 h) durante el día Acostarse a dormir a una misma hora todos los días Despertarse todos los días a una misma hora Evitar hacer actividad física vigorosa antes de dormir Evitar consumir alcohol, cigarro y bebidas con cafeína (café, té, chocolate, refrescos de cola o bebidas energéticas) al menos 4 horas antes de dormir Evitar realizar actividades sensorialmente muy estimulantes antes de acostarse (video juegos, internet, televisión) Evitar irse a acostar si se está estresado, ansioso, enojado o preocupado No utilizar la cama para otras actividades: leer, estudiar, comer, trabajar, etc. Dormir en una cama confortable No realizar trabajo importante minutos antes de irse a dormir: trabajo, tareas, estudio Evitar pensar sobre sus actividades del día u organizar y planear sus actividades futuras mientras trata de dormir Dormir en una habitación con baja iluminación y poco ruido ambiental disminución del rendimiento escolar y una mayor frecuencia de sobrepeso y obesidad31. Higiene del sueño Las medidas de higiene del sueño son una serie de recomendaciones acerca de conductas y hábitos deseables, así como modificaciones de las condiciones ambientales y otros factores relacionados, encaminados a mejorar la calidad del sueño de las personas que ya padecen de un trastorno del sueño como el insomnio, o que pueden emplearse como medidas para prevenir una alteración del sueño. Aunque no existe un consenso mundial acerca de cuáles deben ser estas medidas de higiene del sueño y algunas de estas medidas se traslapan con algunas formas de tratamiento conductual no farmacológico, de forma general podemos considerar las siguientes (tabla 3). La eficacia de las medidas de higiene del sueño como tratamiento de entidades como el insomnio se ha demostrado en algunos estudios en los que se observa un efecto positivo al acortar su latencia y mejorar su calidad en pacientes con insomnio. Sin embargo, debido a que aún no se cuenta con evidencia suficiente, la Academia Americana de Medicina del Sueño, aún no la recomienda como 14 14 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM medida única para el manejo del insomnio, pero sí como una importante medida adyuvante en su manejo32. Sin embargo, más allá de sus efectos terapéuticos, en el futuro valdrá la pena estudiar el papel de dichas medidas en la prevención de futuros trastornos del sueño y por ende en sus consecuencias. Por el momento la evaluación de los hábitos de higiene del sueño en las personas, por ejemplo, mediante el índice de higiene del sueño, predice o refleja de forma excelente su calidad, por lo que es muy utilizada en los estudios clínicos33. Conclusión En la vida moderna (sobre todo en poblaciones urbanas) el papel del sueño ha quedado relegado y el tiempo destinado a dormir ha ido disminuyendo a lo largo de los años. Para muchos, en el fondo el periodo de sueño es visto como una pérdida de tiempo (especialmente entre los jóvenes). Es común que éstos consuman diversas sustancias (café, bebidas energéticas, tabaco, alcohol, etc.) que de una u otra forma afectan la fisiología del sueño normal. Esto, aunado a una serie de malos hábitos de sueño (consumir café, alcohol o fumar por la noche, horarios de sueño irregulares, malos hábitos dietéticos, sedentarismo, estudiar durante la madrugada, uso nocturno de dispositivos tecnológicos, etc.), se ha reflejado en que un gran porcentaje de jóvenes universitarios en todo el mundo refieran una mala calidad del sueño. Hoy sabemos que las consecuencias de una mala calidad del sueño van mas allá de un simple malestar, somnolencia o bajo rendimiento escolar; la hipertensión, la obesidad, la diabetes, diversas enfermedades cardio y cerebrovasculares, depresión, etc., son sólo algunas de las patologías que a largo plazo se observan con mayor frecuencia en personas con trastornos del sueño. La importancia de la atención a los trastornos del sueño que sufren los jóvenes radica en que la mayor parte de estos trastornos ocurren como consecuencia de factores externos o malos hábitos, que por lo tanto son potencialmente modificables. Todo esto debe hacernos reflexionar acerca de la importancia del sueño como proceso fisiológico y de las medidas de higiene del sueño como una inversión a largo plazo para prevenir enfermedades crónicas. P. Carrillo-Mora, J. Ramírez-Peris, K. Magaña-Vázquez referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Siegel JM. Do all animals sleep? 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Julio-Agosto 2013 15 15 Artículos de revisión Modelo de la enseñanza en cirugía laparoscópica básica en residentes de cirugía general Un hospital de segundo nivel, el Hospital General de Tijuana Archivo Guillermo López Espinosaa, Primo Armando de la Rosa Aguirrea, Sergio Arturo Lee Rojob Resumen La cirugía laparoscópica se ha establecido como estándar de oro en procedimientos básicos. A pesar de lo anterior no todas las residencias de Latinoamérica cuentan con la sistematización de la enseñanza de estos procedimientos. Objetivo: Valorar si el adiestramiento en 4 años es seguro y suficiente en la enseñanza de laparoscopia básica. Material y métodos: Estudio prospectivo, descriptivo, observacional y transversal en 1104 pacientes operados de enero del 2008 a octubre del 2011. Considerando criterios de inclusión específicos y recolectando variables generales y de complicaciones para evaluar estadísticas descriptivas de tendencia central. Resultados: 714 (65%) colecistectomías, 375 (34%) oclusión tubárica (OTB), y el resto para colecistectomías más OTB y quistes de ovario, en género femenino 94%, y masculino 6%. El tiempo quirúrgico promedio fue de 48 min para colecistectomía y 21 min para OTB. La técnica americana a una mano en todos los casos de colecistectomía, para OTB se realizó Hospital General de Tijuana. Secretaría de Salud. Tijuana, Baja California. b Unidad de Especialidades Médicas Tijuana. Secretaría de Salud. Tijuana, Baja California. Correo electrónico: glopezmed@hotmail.com Recibido 06-febrero-2013. Aceptado: 20-marzo-2013. a 16 16 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM con 2 manos en su totalidad. En el 73.2% de los casos el ayudante fue un médico adscrito, y en un 25% un residente de mayor jerarquía. El índice de complicaciones menores en los primeros 30 días fue del 1.8%, no se observó ninguna mayor. Conclusiones: La técnica de colecistectomía a una mano y la OTB son seguras y una curva de aprendizaje tanto para el cirujano como para el ayudante no muy experimentado, esto se observa al término de sus 4 años de adiestramiento porque los residentes de este hospital, tienen la destreza y conocimiento necesario para cirugía laparoscópica básica. Palabras clave: Cirugía laparoscópica, colecistectomía, oclusión tubárica. Basic-laparoscopic-surgery teaching model in general surgery residents Abstract Laparoscopic surgery has been established as the gold standard in basic procedures. In spite of this, not all residencies in Latin America include the required systematization for the teaching of these procedures. Objective: To assess whether the training in four years is safe and enough for the teaching of basic laparoscopy. Material and methods: Prospective, descriptive, observational and transversal study in 1104 patients operated on from January 2008 to October 2011. Considering specific inclusion criteria and collecting complication and general variables to evaluate descriptive statistics of central tendency. Results: 714 (65%) cholecystectomies, 375 (34%) fallopian tube obstruction and the rest for cholecystectomy plus fallopian tube obstruction and ovarian cysts, women 94%, male 6%. The average surgical time was 48 minutes for cholecystectomy and 21 minutes for fallopian tube obstruction. The American technique with one hand was used in all cholecystectomy cases, whereas the 2-hand technique was used in all the cases of fallopian ube obstruction. In 73.2% of operations, the assistant was helper was a graduated doctor, and in 25% of cases the assistant was a senior resident. The rate of minor complications in the first 30 days was 1.8%, without any major complication. Conclusion: Handed technique Cholecystectomy and the OTB are safe and for both the surgeon and Assistant not very high learning curve, this can be seen at the end of his 4 years of training the residents of this hospital, they have the skill and knowledge necessary for basic laparoscopic surgery. Key words: Laparoscopic surgery, cholecystectomy, fallopian tube obstruction. Introducción Desde su introducción, la cirugía laparoscópica ha sido aceptada y se ha establecido como estándar de oro en algunos procedimientos básicos en el programa de entrenamiento de los médicos residentes de cirugía, y la colecistectomía laparoscópica es el procedimiento más realizado en los diferentes hospitales a nivel mundial, sin embargo, no todos los hospitales en nuestro país contaban con los equipos necesarios para realizarla, y menos para enseñarla1,2. En 1990 el Dr. Leopoldo Gutiérrez3 realizó la primer colecistectomía laparoscópica en México, desde entonces la formación del residente de Cirugía ha exigido una renovación constante en los programas académicos, lo que ha ameritado tutores calificados y entrenados en los diferentes procedimientos laparoscópicos4. La cirugía laparoscópica requiere también actualización continua y por lo tanto de adquisición de los avances tecnológicos, ya que en la actualidad los avances en instrumentos tecnológicos se clasifican en 3 categorías: a) de facilitación, b) de capacitación y c) complementarias5. En Latinoamérica existen diferentes programas de enseñanza para la cirugía general, con diferente Archivo G. López Espinosa, P.A. de la Rosa Aguirre, S.A. Lee Rojo La cirugía laparoscópica no puede seguir el modelo de aprendizaje antiguo: lo veo, lo hago y lo enseño, la formación tradicional ha evolucionado al iniciar procedimientos quirúrgicos en simuladores virtuales, dando entrenamiento óptimo a los cirujanos en ciernes. duración: en algunos de 4 años y en otros hasta de 5, durante los cuales se fijan metas de procedimientos quirúrgicos asistidos y realizados por los residentes, con supervisión de los tutores y médicos adjuntos al programa. La cirugía laparoscópica no puede seguir el modelo de aprendizaje antiguo: lo veo, lo hago y lo enseño, la formación tradicional ha evolucionado al iniciar procedimientos quirúrgicos en simuladores virtuales, con lo que da entrenamiento óptimo a los cirujanos en ciernes6,7-10. El ámbito natural de formación quirúrgica sigue siendo la residencia en cirugía general, sin embargo, en muchas residencias de Latinoamérica no se cuenta con el uso sistemático de la laparoscopia, incluso en otras, estos procedimientos son realizados por cirujanos que aún están en formación en este abordaje quirúrgico y en algunas, aunque existe un programa para los residentes, el nivel con el que finalizan es sólo el de cirugía laparoscópica básica11. Existen diferentes técnicas quirúrgicas para los procedimientos laparoscópicos básicos en donde la posición del cirujano varia, por ejemplo la posición americana a la derecha del paciente o la francesa Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 17 17 Modelo de enseñanza en cirugía laparoscópica Hombres (66) Mujeres (1038) Figura 1. Relación por sexo. 35 Otros (49) 30 Toxicomanías (25) 25 Cardiopatía (2) 20 Asma (3) 15 DM-HAS (18) 10 en donde el cirujano se coloca entre las piernas del paciente, con lo que la utilización de ambas manos para el cirujano y de menos ayudantes hacen más fácil el desarrollo de la cirugía. Por otro lado, se han implementado criterios o pasos de seguridad para el éxito y bienestar para el paciente, lo que ha demostrado que la técnica quirúrgica laparoscópica realizada con estos cánones tiene resultados con menor morbimortalidad en comparación con instituciones que no siguen estas normas12,13. Con el advenimiento de la tecnología, cursos de especialización y mejora en los diferentes programas de salud surge una nueva interrogante, ¿es adecuada y eficaz la formación de los residentes quirúrgicos en la actualidad? La cirugía laparoscópica en el Hospital General de Tijuana inició en 1991 y en la actualidad está establecida en el programa académico de los residentes de Cirugía General, cuenta con entrenamiento en simulador laparoscópico básico y desarrollo dirigido y tutorial en pacientes. El objetivo de este estudio es valorar si el adiestramiento recibido durante 4 años es seguro y suficiente, a través de identificar las complicaciones quirúrgicas más comunes en un centro de laparoscopia básica en residentes. HAS (58) 5 DM (14) 0 Figura 2. Comorbilidades. 120 Mínimo 100 Máximo 80 60 40 20 0 Colecistectomía OTB Figura 3. Duración de las cirugías. 18 18 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Material y método Es un estudio prospectivo, descriptivo, observacional y transversal en pacientes operados mediante cirugía laparoscópica básica en el periodo de enero del 2008 a octubre del 2011. Con un total de 1,104 casos que cumplieron los criterios de inclusión, que eran ser pacientes operados por el mismo cirujano y residentes de cirugía general rotantes en la Unidad de Especialidades Médicas (UNEME) y que tuvieran expedientes completos, según la hoja de recolección de datos, y hayan entendido y firmado un consentimiento informado para la cirugía y participación en este estudio. Se recolectaron variables de género, edad, comorbilidades, tipo de cirugía, técnica (1 o 2 manos), cirugía abdominal previa, cirujano ejecutante (residente o médico de base), tiempo quirúrgico, conversión a cirugía abierta, complicaciones, estancia hospitalaria, mortalidad. G. López Espinosa, P.A. de la Rosa Aguirre, S.A. Lee Rojo Se consideró como cirugía laparoscópica básica a la colecistectomía, oclusión tubárica, resección o drenajes de quistes de ovario, laparoscopias diagnósticas y toma de biopsias. En todas las cirugías el equipo quirúrgico fue formado por un cirujano general en el papel de tutor, el cual fue el responsable de todos los pacientes incluidos en este estudio, 1 o 2 residentes, un anestesiólogo, una enfermera quirúrgica y un circulante, apoyo de un técnico para el manejo del equipo de laparoscopia. Se valoró el egreso de los pacientes de acuerdo con su evolución establecida en un sistema de evaluación de cirugía ambulatoria segura donde se mencionaron estudios previos en esta unidad, esto a las 8 o 12 h posteriores a la cirugía y con una adecuada recuperación. Quienes presentaron nausea, vómito, dolor o sangrado ameritaron estancia hospitalaria mayor a 24 h. El seguimiento posoperatorio se realizó por el residente de mayor jerarquía, quien retiró el drenaje a las 48 h, retiró los puntos y dió consulta a los 7 días, y revisió al paciente a los 15 y 30 días para su egreso. La información de los pacientes fue recabada en una hoja de vaciado de datos, los cuales fueron integrados a una base de datos en una hoja de cálculo realizada en el programa Excel, diseñada específicamente para este estudio, para la realización del análisis estadístico, y se llevaron a cabo estadísticas descriptivas de tendencia central. Al tratarse de un estudio observacional sin grupo control, no se obtuvieron valores para significancia estadística. Resultados Del total de 1,104 pacientes, 1038 (94%) eran mujeres, y 66 (6%) eran hombres. El rango de edad fue de 13 a 85 años, con la distribución por género en hombres de 19 a 75 años con un promedio de 43, y para mujeres fue de 13 a 85 con un promedio de 33.9 años (figura 1). Las comorbilidades fueron múltiples en 169 pacientes; predominó la hipertensión en 34% de ellos, las toxicomanías al cristal y heroína en 14.7% y diabetes mellitus en 8% (figura 2). El tiempo quirúrgico para colecistectomía fue de mínimo 9 min, y de 95 min máximo; OTB de 4 min 80 70 65% Quistes de ovario (2) 60 50 40 Colecistectomía + OTB (13) 34% oclusión tubarica bilateral (375) 30 20 Colecistectomía (714) 10 0 1.1% 0.1% Figura 4. Tipos de procedimientos realizados. mínimo, y 76 min máximo (figura 3); se extirparon 2 quistes de ovario con tiempo quirúrgico de 30 min para uno, y el otro procedimiento se convirtió en cirugía abierta; en las cirugías mixtas de colecistectomía más OTB el tiempo promedio fue de 50 min. Se realizaron 714 (65%) colecistectomías, 375 (34%) OTB, 13 (1.1%) colecistectomías con OTB, y 2 (0.1%) quistes de ovario (figura 4). Se usó la técnica americana en todos los casos de colecistectomía laparoscópica; a una mano se hicieron 727 (65%) colecistectomías, y la posición de 2 manos fue en 377 pacientes (35%), en los cuales se incluyen OTB y quistes de ovario. Se presentaron 424 casos que tenían una o más cirugías abdominales previas; la cesárea era la más común con un 63%, seguida de OTB con 13%, apendicetomía, 4.7%, y el resto de ellas con 2 o más cirugías. Los procedimientos se realizaron por el médico tutor o por los residentes de cirugía general desde el R1 hasta el R4 en la posición de cirujano. Los residentes de cuarto año realizaron 511 cirugías y los residentes de tercero 481, el médico adscrito operó 55 cirugías y el R2 sólo 57 procedimientos, estos últimos en el segundo semestre de su R2. Para estos procedimientos se contó con al menos un ayudante durante cada cirugía; de estos casos, en 73.2% el cirujano fue como tutor, y 25% de las ocasiones fue un residente de mayor jerarquía (R4) que ayudaba a uno de menor jerarquía con un tutor en sala lavado o no durante el procedimiento quirúrgico. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 19 19 Modelo de enseñanza en cirugía laparoscópica Sólo 35 de los pacientes ameritaron hospitalización mayor a 24 h: 15 por conversión a cirugía abierta, de los que 12 fueron casos de colecistitis clasificadas según Kimura Y.14 en 4 (grado 2), 6 (grado 3), 1 (coledocolitiasis), 1 (duda anatomica). Los 20 restantes presentaron náuseas, vómito, dolor o sangrado por el drenaje. Uno de ellos ameritó una nueva cirugía a las 24 h con abordaje abdominal convencional secundario a sangrado de arteria cística secundario a desprendimiento de la grapa de titanio, la cual se logró ligar con puntos transfictivos desde su nacimiento en la arteria hepática derecha y mejorando su estado hemodinámico con hemotransfusiones y líquidos intravenosos. Los 34 pacientes egresaron y volvieron a su domicilio satisfactoriamente 24 h después de su cirugía, la paciente reoperada fue egresada a las 48 h sin complicaciones. El índice de complicaciones durante los primeros 30 días fue del 1.8% con 20 pacientes, que presentaron sólo complicaciones menores con infecciones de sitio quirúrgico y dolor postoperatorio; se presentaron complicaciones después de 30 días, las cuales fueron 9 abscesos residuales diagnosticados por clínica y ultrasonido tratados conservadoramente con antibioticoterapia sin requerir cirugía. Quince pacientes ameritaron conversión a cirugía abierta con un índice del 1.3%, pero esto no se manejó como complicación sino para prevenir las complicaciones mayores; las conversiones fueron 12 colecistectomías, de las cuales 6 fueron por plastrón vesicular, 4 por colecistitis gangrenosa, 1 por coledocolitiasis, 1 duda anatómica, 2 OTB por sangrado y 1 quiste de ovario gigante. Bolea y cols.15 presentan 384 pacientes operados por residentes con un índice de conversión de 4.1%. En nuestra serie, durante este periodo no se presentaron lesiones a la vía biliar ni mortalidad en ninguno de nuestros pacientes. Discusión Con el advenimiento de la cirugía laparoscópica, la mejoría de los programas de enseñanza académica para el médico residente de cirugía general al llevar la necesidad y nuevos retos para los tutores de los diferentes cursos impartidos a nivel nacional e internacional, siendo en ocasiones polémica la decisión de un solo tutor quirúrgico en un área determinada 20 20 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM de la cirugía en comparación con un número mayor de cirujanos, esto con múltiples variantes en las técnicas quirúrgicas conocidas en cirugía, de las cuales una es la cirugía laparoscópica15,16. En tiempos pasados la cirugía laparoscópica era considera como una subespecialidad para la cirugía, pero en la actualidad se ha establecido que el abordaje es diferente para patologías ya conocidas y además es complementaria de la cirugía abierta, por lo que el cirujano residente egresado debe tener la capacidad de realizar procedimientos laparoscópicos básicos y resolver sus diferentes complicaciones y eventualidades, todo esto gracias a una nueva formación de residentes y tutores y a las diferentes técnicas de adiestramiento como simuladores virtuales, práctica experimental, y ejercicios de entrenamiento mental y manual así como talleres de tutoría médica17-21. Aún existe debate en cuanto al perfil del cirujano durante sus años de entrenamiento, ya que a pesar de los avances tecnológicos y el equipamiento en algunos países de Latinoamérica, sobre todo los residentes concluyen su formación sin haber realizado algún procedimiento laparoscópico básico o de urgencia, lo que los obliga a buscar cursos de laparoscopia al términar su carrera, que en su mayoría son cortos (de 7 a 15 días) y con un número limitado de procedimientos como curva de aprendizaje y con una menor ventaja con aquellos que tuvieron una preparación con cirugía laparoscópica 22-25. En ninguna parte del mundo tienen establecido el número de procedimientos laparoscópicos que debe realizar un residente durante sus años de residencia, y en algunos hospitales no se lleva control o reporte de las competencias por año quirúrgico del residente según sus conocimientos básicos teórico-prácticos. En el hospital de la universidad de Maryland desde 1989 se han establecido estos programas y en la actualidad los residentes egresados cuentan con un promedio de 50 a 75 procedimientos laparoscópicos como cirujano principal y 25 a 30 como primer ayudante26. En el hospital Ramón y Cajal de España cuentan con un programa operativo que determina los procedimientos realizados por los residentes en sus diferentes años distribuidos de la siguiente manera: R-2, inserción de trocares; R-3, G. López Espinosa, P.A. de la Rosa Aguirre, S.A. Lee Rojo Colecistectomía laparoscópica con 1 puerto subxifoideo de 5 mm Anestesiólogo Mo nito M Mon Cirujano Ayudante r itor Cámara de cirugía r ito Mon Anestesiólogo tor oni Asistente Mesa de mayo Ayudante de cámara r Mesa de instrumentos Anestesia Anestesia ito Mo r ito on nit or M Ayudante Arcenalera Cirujano Técnica francesa Ayudante Paciente Paciente n Mo Cirujano Arcenalera Técnica americana Figura 5. Posiciones. apendicetomías y colecistectomías laparoscópicas; R-4, funduplicaturas, y R5, cirugía laparoscópica avanzada (bariatria, adrenalectomías). Esto da como resultado al término del R-5 un promedio de 49 colecistectomías laparoscópicas realizadas y haber ayudado en un promedio de 56.6 cirugías laparoscópicas (básicas y avanzadas)27. Nuestro programa académico de cirugía general en el Hospital General de Tijuana se basa en algunos criterios de propuesta educativa como: trabajo en equipo, trabajo con equipo adecuado, tutor siempre presente, seguir una metodología, determinar puntos críticos de seguridad y tener un plan de contingencia. Hasta el año 2011 está conformado por 3 R-4, 2 R-3, 4 R-2, 4 R-1, de los cuales asisten a cirugía laparoscópica básica al menos 5 días a la semana, con un sistema de competencias por año en el cual el R-1 debe tener conocimiento básico del equipo laparoscópico y técnicas quirúrgicas; R-2, cámara, inserción de trocares, ayudar en oclusión tubárica (OTB), y realizar OTB al término del año. R-3 de primer semestre, ayudar en colecistectomía; en segundo semestre, laparoscopia diagnóstica y colecistectomía como cirujano principal. R-4, colecistectomía laparoscópica como primer cirujano, ayudar en Nissen laparoscópico y realizar al menos una como primer cirujano. No tenemos un número determinado de procedimientos establecidos que debe realizar el residente de cuarto año a su egreso como lo propone Delgado et al.27, pero se tiene un registro de que en los últimos 4 años se han presentado un promedio de 450 Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 21 21 Archivo Modelo de enseñanza en cirugía laparoscópica En la actualidad, la cirugía laparoscópica se ha establecido como un abordaje diferente para patologías ya conocidas y es complementaria de la cirugía abierta, por lo que el cirujano residente egresado debe tener la capacidad de realizar procedimientos laparoscópicos básicos y resolver sus diferentes complicaciones y eventualidades. procedimientos laparoscópicos básicos por egresado, de los cuales al menos 300 son colecistectomías laparoscópicas, un promedio mucho más elevado en comparación con otras instituciones nacionales e internacionales. Utilizamos la técnica americana para la colecistectomía en la cual el cirujano principal opera a una mano para el puerto de trabajo y la no dominante en la lente, con lo que se logra un mayor control en su lugar de trabajo, y el ayudante, ya sea residente o médico de base, utiliza sus 2 manos para traccionar y realizar maniobras de separación (figura 5), aproximación de la vesícula 22 22 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM como está descrito en numerosas bibliografías a nivel mundial. Esto es llevado a cabo durante su tercer y cuarto año de la residencia, con base en esto se presenta la controversia de si hay preparación para utilizar ambas manos en procedimientos que así lo ameritan como las funduplicaturas, para esto se ha establecido que durante el segundo y tercer año realicen oclusión tubárica, la cual se practica con ambas manos, lo que los adiestra adecuadamente. Con el establecimiento de la cirugía laparoscópica como abordaje de elección o el llamado “estándar de oro” para el tratamiento de múltiples patologías quirúrgicas, la determinación por mejorar el adiestramiento de los médicos residentes de cirugía general en el Hospital General de Tijuana, arroja buenos resultados al término de su residencia, lo que demuestra que las complicaciones más frecuentes en cirugía laparoscópica no ponen en peligro la vida y tienen una buena resolución. Las complicaciones moderadas (conversiones), se resolvieron de manera adecuada y el porcentaje de complicaciones es del 3.5%, de las cuales sólo 0.8% son por sangrado a pesar de no tener mortalidad. En el 99% de las ocasiones está presente un médico calificado para resolver las complicaciones transoperatorias en sala de quirófano, y así se integra una mayor seguridad y habilidad al residente para resolver sus complicaciones al ser egresados. Proponemos que sigan estos puntos críticos en nuestro hospital y en otros donde exista un programa de residencia en cirugía, se puede realizar una enseñanza segura básica de laparoscopia. • La cirugía laparoscópica es segura. • Puede ser realizada por hospitales de residencia quirúrgica que cuenten con el material básico. • Se deben llevar a cabo los pasos de la cirugía de una manera más estandarizada y con puntos anatómicos de seguridad. • Con una adecuada tutoría, pueden ser aprendidos por los residentes año con año de participación en estos procedimientos. Las técnicas de colecistectomía a una mano y la OTB son seguras y dan una curva de aprendizaje tanto para el cirujano como para el ayudante G. López Espinosa, P.A. de la Rosa Aguirre, S.A. Lee Rojo no muy especializado; esto se puede ver reflejado durante la práctica quirúrgica con una cirugía más segura, mejor identificación de anatomía y menor tiempo quirúrgico. Al término de sus 4 años de adiestramiento quirúrgico, los residentes de cirugía general de este hospital terminan su rotación con la destreza y conocimiento necesario para cirugía laparoscópica básica, sin ameritar cursos extras de cirugía laparoscópica básica, pero sí con la necesidad de buscar cursos de cirugía laparoscópica avanzada para una mejor preparación. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Trullenque JR, Marti E, Torres T, Richart JM, Gómez SA, Trullenque R. Problemas actuales de la formación en cirugía laparoscópica. Cir Esp. 2001;69:477-481. López Espinoza G, Zavalza González JF, Paipilla Monrroy OA, Lee Rojo SA. Laparoscopic cholecystectomies performed in Ambulatory Surgery Unit. Cir Gen. 2011;33:104-11. Gutiérrez L, Grau L, Rojas A, Mosqueda G. Colecistectomía laparoscópica: informe del primer caso realizado en México. Endoscopia. 1990:1:99-102. Sabater Orti L. Hacia un nuevo modelo de tutor en residentes. Cir Esp. 2006;80(3):121-2. 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Este trabajo se realizó en la jurisdicción sanitaria de Álvaro Obregón, Distrito Federal, con objeto de conocer las condiciones socioeconómicas de los hogares y la situación de salud de cada persona que habita en dicho hogar; se realizaron encuestas durante 3 semanas a 1,331 hogares. Los principales datos encontrados fueron: 19.4% de los hogares tienen techo de lámina, en 11.8% se encontró hacinamiento, y el 2.7% de los hogares no tiene acceso a agua potable en la vivienda. En relación con educación, el 38% de Departamento de Salud Pública. Facultad de Medicina. UNAM. México, DF. b Director de la Jurisdicción Sanitaria Álvaro Obregón. Servicios de Salud Pública del Distrito federal. México, DF. c Director Ejecutivo de los Servicios de Salud Pública del Distrito Federal. México, DF. Correo electrónico: silbermanmartin@gmail.com Recibido: 26-febrero-2013. Aceptado: 10-mayo-2013. a 24 24 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM los individuos que deben estar en escuela no asiste, y de los 2,903 adultos el 31% no concluyó su educación básica y el 7.7% es analfabeta. Se encontraron 41 mujeres embarazadas, 6 sin atención médica, 283 diabéticos, 33 sin atención médica, 307 hipertensos (52 de ellos sin atención), 109 discapacitados (94 sin atención), 138 adictos al alcohol y 115 adictos a las drogas. Con estos datos se clasificaron los hogares en función del riesgo que tienen para su salud. Se inició un programa de reorganización de los servicios de salud, que permitió mejorar, discreta per efectivamente, el riesgo de los hogares estudiados y sus habitantes. Se concluye que es indispensable incluir la valoración de las condicionantes sociales de la salud en todo programa que pretenda mejorar las condiciones de salud de una comunidad. Palabras clave: determinantes sociales de la salud, servicios de salud, jurisdicción sanitaria de Álvaro Obregón. Social determinants in the health of Mexico City’s public health service users Abstract For more than 20 years, the social determinants of health have been increasingly emphasized; by describing the social conditions in which people live and work; which affect health either positively or negatively. Lifestyle, the environment, as well as human biology and the organization of health services are currently considered people’s main health determinants. onómicas, culturale cioec sy o s am nes Condiciones de vida o bie i c i nt d y de trabajo on uo id Es t s ciales y comun s so ita e d ria e R de vida del ind iv li os es al C M. Silberman, L. Moreno Altamirano, V. Kawas Bustamante, E. González Almada DSS proximales DSS distales Figura 1. Adaptada del modelo de determinantes sociales de la salud de Whitehead y Dâlgren. 19924. The present study was performed in Álvaro Obregon’s health district, Mexico City, in order to know the socio-economical conditions of houses and the health situation of each person living in such house. Surveys were applied to 1331 homes within a three-week period. The main data found were: 19.4% houses have sheet roof; overcrowding was found in 11.8%, and 2.7% houses have no access to drinking water. As for education: 38% individuals who should be at school are not enrolled; while out of 2903, 31% did not finish primary school, and 7.7% are illiterate. 41 women were pregnant, six with no medical surveillance, 283 diabetic people (33 with no medical care), 307 hypertensive (52 with no medical care), 109 handicapped (94 with no medical care), 138 alcohol addicts, and 115 drug addicts. Based on these data, houses were classified according to the health risk they represent. A health-service reorganization program was started, which improved, discreetly but effectively, the risk of the houses studied and of their inhabitants. We conclude that it is essential to include the assessment of health social conditions in any program aiming at improving the health conditions in a community. Key words: Social determinants of health, health services, Álvaro Obregon district. Introducción Los determinantes sociales de la salud (DSS) hacen referencia a las condiciones que influyen en ella y las vías particulares por medio de las que se ejerce dicha influencia1. Se entienden como las condiciones sociales en que las personas viven y trabajan que impactan sobre la salud, o las características sociales en que se desarrolla la vida 2. Desde 1974 Marc Lalonde3 había propuesto un modelo para comprender interacciones entre factores determi- Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 25 25 Determinantes sociales de la salud en usuarios de atención sanitaria nantes de la salud, en él se reconocen el estilo de vida, y el ambiente, junto a la biología humana y la organización de los servicios de salud. En su informe destaca la gran importancia de los 2 primeros en la determinación de la enfermedad, y a la vez, la poca importancia relativa de éstos observada en los presupuestos sanitarios3. Dahlgren y Whitehead4 presentan a los principales determinantes de la salud como un abanico de capas jerárquicas concéntricas (figura 1) donde cada capa externa determina las capas sucesivas en dirección al centro. Allí propone que los individuos y sus conductas (ubicados en el centro del diagrama) son influenciados por su comunidad y las redes sociales (ubicados adyacentes al centro), las que pueden sostener o no a la salud de los sujetos. Así, la estratificación socioeconómica (los ubicados en la capa más externa, llamados determinantes estructurales) configura mejores o peores oportunidades para la salud. De esto se desprende que la estratificación no actúa en forma directa, sino que lo hace mediada por diversos factores, por ejemplo: materiales de la vivienda, circunstancias psicosociales (estrés, depresión) y los comportamientos (hábito de fumar o mala alimentación)5. La necesidad de trabajar desde los servicios de salud en la idea de los determinantes sociales tiene como principal objetivo el de reducir las inequidades en salud que impactan fuertemente las condiciones socio sanitarias de la población6. Esta orientación responde a los postulados de la Atención Primaria de la Salud y a los más recientes llamados de los organismos internacionales (OMS-OPS) a retomarla como estrategia sanitaria7-9. DSS, situación en la América latina El desarrollo económico y social es un gran macrodeterminante de la salud desde la década de 197010. El coeficiente de Gini promedio –que mide desigualdad en la distribución de recursos– para América Latina y el Caribe se ha mantenido como el más alto del mundo, al quintil más pobre de la población le corresponde menos de 5% del ingreso total, mientras que al quintil más rico de la población acumula más de 45% del ingreso total. Esto la ubica como la región más inequitativa en términos de la brecha 26 26 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM de ingreso10. Estas desigualdades tienen una fuerte correlación con las desigualdades en los indicadores sanitarios duros como la esperanza de vida al nacer, el riesgo de morir, la oferta y acceso a los servicios de salud y, por supuesto, la distribución de los determinantes sociales de la salud11. Cuando analizamos el desempeño de la región, medido mediante el índice de desarrollo humano (IDH), también las diferencias son muy pronunciadas, tanto respecto del IDH global, como de los 3 indicadores que lo conforman (esperanza de vida, alfabetización y PIB per cápita). Los gobiernos de América Latina y el Caribe incrementaron los recursos públicos destinados al gasto social como proporción del PIB entre los años noventa y 2003 de 12,8 a 15,1%; sin embargo, el mismo fue insuficiente y no logró alterar las diferencias ya existentes entre los países y en la distribución al interior de los mismos10. Entre las características de los sistemas de salud de la región para resaltar están la segmentación de los servicios, las deficientes políticas de financiamiento de la salud, la asignación ineficiente de los recursos para salud y el refuerzo en la atención terciaria e individual. Las reformas del sector de salud iniciadas en el decenio de 1990 debilitaron la posición de los ministerios de salud, lo que produjo un notable deterioro de su liderazgo12. La situación de desigualdad en salud en México Si bien los indicadores globales de salud a nivel federal han mejorado en los últimos años, las desigualdades al interior del país siguen siendo el problema más grave. Las enfermedades no transmisibles y las lesiones son las patologías más prevalentes a nivel país, pero las infecciones, los problemas perinatales y la desnutrición siguen siendo importantes en las regiones y comunidades con mayor marginación13. Por ejemplo, la mortalidad en menores de 5 años, también tiene un comportamiento desigual e injusto, al ser casi el doble en Guerrero y Chiapas (22.9 de cada 1000) respecto a la de Nuevo León (12.1 de cada 1000)14. La tasa de mortalidad infantil para Guerrero, Chiapas y Oaxaca son las más elevadas del país, con 19.8, 19.5 y 17.8 defunciones por 1000 M. Silberman, L. Moreno Altamirano, V. Kawas Bustamante, E. González Almada nacidos vivos estimados (NVE), respectivamente; mientras que en Nuevo León, la probabilidad es de 10.0 defunciones por 1000 NVE y en el Distrito Federal con 10.6 muertes infantiles14. En cuanto a la razón de mortalidad materna (RMM), Oaxaca, Guerrero y Chiapas registraron las RMM más elevadas, con 88.7, 88.5 y 73.2 defunciones por cien 1000 NVE, respectivamente. Mientras que Colima no registró ninguna defunción materna durante ese año y en Nuevo León se registró una RMM de 18.6 defunciones maternas por cien 1000 NVE14. Si observamos las diferencias en la distribución de los recursos para atender la salud, en cuanto a camas disponibles en 2010, el Distrito Federal y Campeche presentaron la mayor disponibilidad al registrar 1.7 y 1.2 camas censables por cada 1000 habitantes respectivamente, mientras que el estado de México registró la relación más baja, 0.4 camas por cada 1000 habitantes14. La mayor disponibilidad de médicos generales se registró en Coahuila con 1.4 médicos por cada 1000 habitantes; en contraste, la menor disponibilidad se registró en el Estado de México, con 0.4 médicos generales por cada 1000 habitantes. El Distrito Federal fue la entidad federativa que registró la mayor disponibilidad de enfermeras con 4.6 por 1000 habitantes; en contraste, Chiapas y el Estado de México sólo dispusieron de 1.3 enfermeras, respectivamente14. Además de estas marcadas desigualdades, encontramos que aún del total de población usuaria de los servicios de salud, el 26.21% no cuenta con seguridad social14. Por lo tanto, observamos un cuadro preocupante respecto a la situación de desigualdad en la vulnerabilidad social y sanitaria en nuestro país15. En relación con este problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emite una serie de sugerencias de mejora que permitan reorientar los recursos en salud a estas poblaciones más vulnerables, teniendo como eje a los Determinantes Sociales de la Salud (DSS). Los interrogantes que se plantean son, en principio, cómo incorporar el concepto de DSS y hacer operativa la propuesta que hace la OMS a través de la comisión de DSS. Luego, cómo introducir las condiciones sociales y económicas de las familias y de las personas como una variable sistemática de análisis a la hora de distribuir los recursos de manera más equitativa, comenzando con los recursos en salud. Se han reconocido 3 principales enfoques en orden de reducir la inequidades en salud16: a) centrar los esfuerzos en la población más vulnerable, b) reducir la brecha de salud mediante la mejora de la salud de los más vulnerables en relación con los de mejores condiciones de vida, y c) reducir las inequidades sociales en toda la población. Si bien consideramos que se deben generar políticas que integren las 3 estrategias juntas, se requieren cambios y propuestas desde el sector salud que permitan mejoras, sobre todo tomando en cuenta la dimensión territorial. Se entiende como territorio al espacio donde habitan las poblaciones, el que se considera un espacio social construido a través de un proceso histórico. En este sentido, el espacio es una expresión de las condiciones de vida de la población17. Tal como lo plantea Alazraqui, “Los determinantes involucrados en este proceso de constitución del espacio social son los mismos determinantes presentes en el proceso salud, enfermedad, cuidado (PSEC). Estos determinantes se distribuyen de forma diferencial en el espacio, de tal forma que las condiciones de vida y condiciones de salud también tendrán una distribución diferencial que expresan desigualdades sociales y desigualdades en salud”17. Por ello, se plantea desde el sector salud la necesidad de reorientar las acciones desde una perspectiva que conjugue el accionar de los DSS, pero desde una dimensión territorial en el que dichos determinantes se expresan. Este trabajo expone una evaluación preliminar de la implementación inicial de un programa de atención que se propone reorientar el modelo de atención dando prioridad a la población más vulnerable. Al evaluar dicha vulnerabilidad en un espacio territorial delimitado, se usan criterios vinculados a las dimensiones sociales y sanitarias, e indicadores de nivel familia y persona. La premisa es dar atención a la población de un espacio territorial específico, en el que sea posible identificar la distribución de necesidades y priorizar los recursos a la población vulnerable. Esto se realiza en los centros de salud pertenecientes a la Jurisdicción Sanitaria Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 27 27 Determinantes sociales de la salud en usuarios de atención sanitaria Álvaro Obregón (JSAO), dependientes de la Secretaría de Salud (SSA) del Gobierno del Distrito Federal (GDF) desde julio de 2011, posteriormente se hizo una evaluación en diciembre de 2012. El programa tiene como objetivo fundamental el reorganizar el modelo de atención actual, que presenta determinadas características que lo hacen ineficaz (centrado en la atención de “enfermos”, organizado a partir de la demanda, etc.), por un modelo cuyo eje de atención sean las familias, orientado a la salud y a dar prioridad a aquellas personas pertenecientes a familias de alta vulnerabilidad. Antecedentes Los centros de salud pertenecientes al GDF presentan una organización por áreas geoestadísticas básicas (AGEB), por lo que un centro de salud tiene bajo su área de influencia uno o varios AGEB, de acuerdo con su categoría. Se clasifican en centros TI, TII y TIII; los TI son los de menor tamaño, conformados por un módulo de atención (médico general y enfermera), hasta los TIII, quienes centralizan uno o varios TII y TI. Estos TIII, tienen como mínimo 5 módulos de atención médica, además de contar con laboratorio de análisis clínicos y estudios de rayos X. La modalidad en estos centros de salud es la de atención a la demanda, es decir, se distribuye una cantidad determinada de ficha* por cada profesional. Para conseguir esa ficha, las personas deben formarse por orden de llegada; el horario de atención comienza a las 8:00 h hasta terminar de atender a todos los pacientes con ficha. Esta realidad lleva a que, por un lado, los pacientes que asisten sin cita deban llegar desde muy temprano para conseguir su ficha, en algunos casos a las 5:00 h o antes. Esto demuestra una gran dificultad por parte de los servicios de atención en cuanto al cumplimientos de los postulados de la atención primaria de la salud9,18 al generar diversas barreras de acceso –administrativas, económicas y culturales. Por otro lado, * Las fichas o expedientes hacen referencia a un documento en el que se registrarán los eventos observados por el médico. La cantidad de fichas permite calcular la cantidad prefijada de pacientes que recibirá un profesional de la salud a diario en el centro de salud. 28 28 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM impide saber si la población que está accediendo a la atención es la que más lo necesita. Así, el mismo sistema genera condiciones de inequidad o colabora en su reproducción, ya que los más desprotegidos son los que tienen más dificultades a la hora de cumplir con los requisitos de acceso. Dada esta situación, un problema a resolver es la incapacidad del sistema tal como está para advertir prioridades y generar respuestas a esas prioridades. Propuesta de reorganización desarrollada La propuesta que se presenta pretende incorporar mayor racionalidad al destino de los recursos en salud, e incorporar la dimensión de equidad y de territorialidad a la organización de los servicios. Esto es, poder procesar información propia de las áreas de responsabilidad de los centros de salud con el fin de detectar a aquellas personas de hogares de mayor vulnerabilidad, a las que un problema de esta índole le pueda significar un daño importante para la propia persona y una sobrecarga económica y de otros recursos a la familia. Es decir, se busca incorporar el concepto de DSS de manera que sean esas características de las personas y de los hogares las que permitan diagnosticar el nivel de prioridades en el acceso a la atención. Metodología Para llevar adelante la propuesta se decidió circunscribirla a la Jurisdicción Sanitaria Álvaro Obregón; se convocó al personal directivo y operativo de los centros de salud y de la jurisdicción a una capacitación en DSS. En ésta se acordaron determinados criterios para desarrollar la tarea de reorganización de los servicios a fin de adaptarlos a la propuesta presentada, es decir que la propuesta se logra mediante el consenso de los actores involucrados. Etapas de trabajo 1. En primer lugar, se diseñó un cuestionario que busca obtener información de las condiciones socioeconómicas de los hogares y de la situación de salud de cada persona que habita en ellos. Este cuestionario fue validado en cuanto a su apariencia (face validity) mediante talleres con M. Silberman, L. Moreno Altamirano, V. Kawas Bustamante, E. González Almada trabajadoras sociales y enfermeras de los centros de salud, así como sociólogos y una antropóloga de la SSA. 2. Se pidió a las trabajadoras sociales y enfermeras de los centros de salud que dentro de las zonas de mayor marginalidad de sus áreas de responsabilidad, seleccionaran en principio 3 manzanas que de acuerdo a su conocimiento, presentaran peores condiciones sanitarias y sociales. 3. Se realizó la encuesta en esas 3 manzanas procurando visitar todas las viviendas y entrevistando a un adulto responsable por cada una. En caso de no hallar a nadie, los encuestadores regresarían en 2 oportunidades más. 4. Se volcaron los resultados de la encuesta a una base de datos que permitió la localización de las personas con mayor vulnerabilidad de acuerdo a problemas de salud o carencias socioeconómicas del hogar. 5. Cada hogar clasificado como de alta o muy alta vulnerabilidad recibió la visita de una trabajadora social, quien realizó un informe pormenorizado de la situación del hogar y las personas para garantizar la fiabilidad de la información recabada en la encuesta. A su vez, la trabajadora social implementó tareas de promoción de la salud, ingresó personas a los sistemas de protección social (Programa Seguro Popular y Gratuidad), organizó en el hogar citas programadas con el profesional del centro de salud correspondiente al padecimiento, y comenzó a generar vínculos entre las personas y los líderes comunitarios de la zona. 6. Se reorganizaron los servicios de atención de los centros de salud, y se priorizó el acceso y la distribución de los recursos a las personas categorizadas por la trabajadora social como de muy alto riesgo. 7. Se planificaron reuniones con los líderes comunitarios de las zonas, a las que asisten regularmente el personal directivo de los centros de salud y de la jurisdicción sanitaria. Resultados En cuanto a la realización de la encuesta, se logró estructurar una de fácil llenado, que incluye información significativa que permite clasificar rápi- Tabla 1. Condiciones de las viviendas Hogares Total: 1331 Porcentaje Piso de tierra 91 6.8% Techo de lámina 258 19.4% Hacinamiento 157 11.8% Sin agua 36 2.7% Sin gas 7 1% Sin luz 13 1% Sin drenaje 24 1.8% damente los hogares en mediana, alta y muy alta vulnerabilidad. Para ello, se tomaron en cuenta las condiciones de la vivienda y las condiciones sociosanitarias de cada persona. En virtud de ello se determinaron condiciones de riesgo potencial tanto para las viviendas (material de la vivienda, hacinamiento, servicios, etc.) como para los individuos (educación, problemas de salud sin control, faltante de vacunas, etc.). Si el hogar presenta más de 3 condiciones de riesgo, se considera de alto riesgo, si presenta más de 5, se considera de muy alto riesgo. Las trabajadoras sociales realizaron una actividad grupal de revisión de registros para seleccionar las manzanas de mayor vulnerabilidad. Realizaron las encuestas durante 3 semanas en 1331 hogares de los 1785 que conformaban el total, ya que en 454 no se encontraron adultos para responder. Los datos arrojados fueron los siguientes: Viviendas En cuanto a las condiciones de las viviendas, los principales determinantes detectados e incluidos para evaluar la vulnerabilidad son: el material principal del techo es de lámina en el 19.4%, el 11.8% presenta condiciones de hacinamiento, y 2.7% que no posee acceso a agua potable dentro de la vivienda (tabla 1). Personas Se encontraron un total de 5208 personas en los 1331 hogares (tabla 2), 51% mujeres y 49% hombres. Del total, 476 (9%) son menores de 5 años, 26% tienen entre 5 y 20 años (1387), los adultos entre 20 y 59 años son 2903 personas (56%), y el restante 8% corresponde a mayores de 60 años (442). Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 29 29 Determinantes sociales de la salud en usuarios de atención sanitaria Tabla 2. Distribución según edad Grupos de edad N Porcentaje Menores de 5 años 476 9% De 5 a 9 años 441 8% De 10 a 19 años 946 18% De 20 a 59 años 2903 56% Mayores de 60 442 8% Total 5208 100% Tabla 3. Problemas educativos encontrados Problemas educativos N Porcentaje Menores de 15 años que no asisten a clases Mayores años de 15 que no concluyeron la educación básica Analfabetos 38 4% 1144 31.1% 332 7.7% Problemas detectados • Educativos. Dentro de las problemáticas seleccionadas como determinantes de la salud se evaluó el nivel educativo de los integrantes de los hogares (tabla 3); se dividieron en aquellos que deben estar dentro del sistema educativo actualmente (mayores de 4 años y menores de 16) y de los cuales se detectó que 38 no asiste a clase. Luego, los mayores de 15 que deben haber finalizado su educación básica, de los que se encontró a 1144 que no lo hicieron. Por último, el grupo de mayores de 8 años que no saben leer ni escribir, en el que se halló a 332 analfabetos. drogas ilícitas (115), sobre todo preocupa el hecho de que no se encuentren bajo tratamiento más que el 8.2% de las personas con problemas de alcohol y ninguno de los que tienen problemas de drogas. Otro hecho particularmente alarmante es que 118 menores de 8 años (casi el 16%) no tiene la cartilla nacional de salud. Luego de analizar los datos recabados en la encuesta, cada equipo de salud de cada uno de los centros de atención tuvo acceso a los resultados de su área trabajada. Estos datos se procesaron para tener la información agregada por hogares, y se caracterizó a cada hogar en de moderado, alto y muy alto riesgo. Esta clasificación se realizó con los parámetros establecidos en el taller con trabajadoras sociales y enfermeras. Quedaron establecidos 3 grupos (tabla 5): • Problemas de salud. En la tabla 4 se pueden observar los problemas detectados en la encuesta antes de que se realice la intervención; entre los más importantes se observan 38embarazos sin control† (14.6%), y 52 diabéticos e hipertensos sin control‡. También es preocupante la gran cantidad de personas que refieren padecer adicción al alcohol (139), y los que manifiestan consumir 1. El grupo considerado de muy alto riesgo, conformado por 210 hogares y 1504 personas quienes presentaron una combinación de problemas tanto a nivel de la vivienda como de los individuos. Estos hogares recibieron una visita inmediata de la trabajadora social, quien en la vivienda realizó intervenciones directas de promoción, prevención y programó una cita para atención en el centro de salud. 2. El grupo de alto riesgo, formado por 310 hogares y 1234 sujetos, presenta un número menor de elementos considerados de riesgo. En éstos la trabajadora social definió el tipo de urgencia en la intervención, de acuerdo al tipo de problema detectado, si se trataba de un problema de salud sin control, el personal del centro de salud procuró una cita programada en el domicilio del paciente en el horario disponible. 3. Por último, el grupo de riesgo moderado, con 811 hogares y 2470 personas presentó los problemas que requieren menor urgencia de atención por parte del centro de salud. † Embarazo sin control: aquella embarazada que no ha asistido a su control por lo menos en los últimos 30 días. ‡ Diabéticos e hipertensos sin control médico: aquel paciente diagnosticado que no ha acudido a consulta con el médico para control de su enfermedad en los últimos 3 meses. Reorganización de los servicios de salud Tal como se expuso anteriormente, la trabajadora social se acercó al 100% de los hogares de alto riesgo 30 30 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM M. Silberman, L. Moreno Altamirano, V. Kawas Bustamante, E. González Almada Tabla 4. Problemas de salud antes y después de la intervención Problemas de salud Antes de la intervención Embarazos 41 Sin atención médica N (%) 6 (14.6) Diabéticos en > 20 años 283 38 (13.4) Total Después de la intervención Sin atención médica N (%) 0 (0) 6 (2.1) Hipertensos en > 20 años 307 52 (17) 15 (4.9) Discapacitados 109 94 (86.2) 36 (33.0) Diagnóstico de cáncer 17 1 (5.8) 0 (0) Adicción al alcohol 139 114 (97.8) 79 (67.7) Adicción a drogas ilícitas 115 115 (100) 87 (75.6) Menores de 8 años sin cartilla 118 118 (100) 0 (0) Tabla 5. Clasificación de los hogares antes y después de la intervención Riesgo Antes de la intervención Después de la intervención Hogares Personas Hogares Personas Resultado Modificación (%) Moderado 811 2470 873 3058 +7.6 Alto 310 1234 294 1042 −5.2 Muy alto 210 1504 164 1108 −22 Total 1331 5208 1331 5208 y a los de mediano riesgo que requirieron atención médica profesional. En los mismos hogares realizaron tareas de promoción de la salud y prevención de enfermedades, y canalizaron problemas sociales y de salud. En cuanto a los problemas sociales, se intervino en la adicción al alcohol mediante las asociaciones de Alcohólicos Anónimos (AA) con las que las trabajadoras tenían contacto previo. Todas las familias que no contaban con seguridad social fueron empadronadas al Seguro Popular y Programa de Gratuidad. En cuanto a la atención sanitaria, cada centro de salud destinó un módulo de atención para atender específicamente la consulta programada en los domicilios mediante la trabajadora social. El módulo consta de un médico general y una enfermera, quienes reciben a los pacientes en el centro de salud previamente citados mediante visita en su domicilio. Por último todos los pacientes sin cartilla de vacunación fueron atendidos mediante la visita de la enfermera del módulo quien vacunó y entregó las cartillas de salud en los domicilios. Tal como podemos observar en la tabla 5, el resultado de estas intervenciones permitió reducir en un 22% el número de familias clasificadas como de Muy Alto riesgo (de 210 a 164). Estas familias que pasaron a menor riesgo aumentaron un 7.6% los de riesgo moderado. Es decir, se disminuyó considerablemente el riesgo de muy alto a moderado. Otro elemento de utilidad en la organización del programa es su capacidad de mostrar la localización geográfica de cada problema, sea de índole social o de salud, lo cual permite el seguimiento por parte de los directivos de los centros de salud, así como de los de la jurisdicción sanitaria. Esta posibilidad de contar con un tablero de control en tiempo real permite la continuidad de la acciones y su monitoreo. Una acción más a realizar por parte de las trabajadoras sociales en la comunidad es promover el desarrollo comunitario mediante tareas de fortalecimiento de las redes comunitarias, o de su creación en caso de no estar presentes. En estos 6 meses desde el inicio de la intervención se han realizado 8 reuniones con actores sociales de la comunidad Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 31 31 Determinantes sociales de la salud en usuarios de atención sanitaria Figura 2. Pantalla de salida del mapa con los problemas de salud referenciados (situación de la diabetes). en locaciones ubicadas dentro de ella (casas, locales vecinales, asociaciones, etc.), en todas han estado presentes directivos de los centros de salud y de la jurisdicción sanitaria, las trabajadoras sociales y el personal asignado al módulo de atención (figura 2). Conclusiones En primer lugar se observa una importante presencia de problemas de salud que no estaban siendo atendidos, como el embarazo, que si bien no es una enfermedad, urge se incorpore a los servicios de salud. En todos los casos en que se detectó falta de seguimiento clínico se pudo dar algún tipo de respuesta que permitiera resolver la urgencia inmediata y asegurar la continuidad en el seguimiento. Este seguimiento se facilita desde el punto de vista técnico al contar con herramientas tecnológicas como las presentadas, en las que un mapa interactivo puede mostrar la magnitud y la distribución espacial de la vulnerabilidad (figura 1), y su evolución en el tiempo. Este monitoreo debe implementarse tanto en el nivel de los centros de salud como de dirección. También se detectaron personas con problemas de salud que a primera impresión pueden parecer simples, pero dadas las condiciones materiales de la vivienda, el nivel educativo y las problemáticas sociales que involucran al hogar, adquieren otra dimensión y requieren una respuesta más acorde a la situación del hogar y no sólo al tipo y gravedad de la enfermedad. 32 32 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM También observamos algunos casos en familias en las que un problema de salud se combina con una situación de otra índole que reestructura el funcionamiento familiar (personas discapacitadas, alcohólicos, adictos) y complejiza el problema de salud al hacerse más dificultosa la asistencia a controles médicos. Ello pudo ser considerado por la trabajadora social, quien priorizó la asistencia de dichos pacientes en el servicio correspondiente y también pudo brindar opciones de canalización para mitigar las problemáticas sociales. A partir de los resultados podemos afirmar que el programa ha sido exitoso hasta el momento en cuanto a medir el riesgo individual de cada persona, combinado con aquellas condiciones que se comparten con el resto de los individuos en el hogar y que interactúan en potenciar el riesgo. Dicha información posibilita una mejor comprensión de las problemáticas a nivel no ya de individuos sino de grupos, lo que facilita la adopción de mejores medidas para afrontarlas desde los servicios de salud. Además, estos grupos se encuentran a su vez vinculados a otras familias, en tanto son pertenecientes a una misma comunidad, colonia o barrio. Esta dimensión territorial es fundamental para generar respuestas organizadas específicas a los problemas locales. Por ello se generaron respuestas que permitan fortalecer en algunos casos –y generar en otros– las redes comunitarias locales. La vinculación de los actores sociales a debatir las problemáticas encontradas a partir del censo realizado genera un nuevo espacio en el que se discuten problemas locales de personas, familias y comunidades, desde un punto de vista social y sanitario. De esta manera los servicios de salud tienen la capacidad de poner en la agenda de las organizaciones locales las situaciones a resolver halladas mediante este programa, y le dan a las discusiones una fuerte impronta sanitaria. Si bien se han incorporado las situaciones de salud de las personas, lo que contribuye a la disminución de la vulnerabilidad de los hogares, resulta mucho más complejo el abordaje de las problemáticas sociales y educativas halladas. En cuanto a este punto, es preocupante el gran nivel de deserción escolar en menores de 15 años, que llega a 4% (tabla 3). En estos casos, la trabajadora social colabora con Cortesía de los autores M. Silberman, L. Moreno Altamirano, V. Kawas Bustamante, E. González Almada Figura 3. Algunas de las reuniones realizadas con vecinos de la comunidad. la familia en la reinserción de los menores, en conjunto con instituciones educativas de la zona; a su vez, canaliza el problema a la jurisdicción sanitaria en busca de una respuesta institucional de mayor envergadura. De la misma manera se vincula mediante la jurisdicción sanitaria, para que a través del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) se pueda incorporar a aquellos adultos que no concluyeron sus estudios, o a aquellos que son analfabetos y desean aprender. A partir de lo expresado tanto por los directores de los centros de salud, como por las propias trabajadoras sociales, el programa ha tenido gran aceptación entre el personal, y excepto casos particulares, lo han implementado con gran entusiasmo. Todo esto debe destacarse, sobre todo teniendo en cuenta que no se solicitó personal adicional, y que debieron recibir capacitación en servicio en los postulados del programa, además de seguir con sus tareas normales. Jurisdicción sanitaria produjo un documento para presentar ante las autoridades de la delegación política, en el que se solicita se priorice el destino de determinadas obras de infraestructura en aquellas zonas en las que se encuentran mayor concentración de hogares en situación de vulnerabilidad. Discusión Es importante resaltar que este trabajo evalúa una fase inicial de implementación de un programa, que podrá ser evaluado más exhaustivamente en cuanto avance en zonas geográficas mayores. De acuerdo con los resultados presentados, el programa cumple con los lineamientos de la OMS, a través de su Comisión de Determinantes de la Salud en cuanto a las recomendaciones de seguimiento, evaluación y formación: “Es necesario realizar más investigaciones interdisciplinarias y multidisciplinarias sobre los determinantes sociales de la salud, pero generar datos científicos que demuestren la eficacia o ineficacia de las intervenciones para reducir las desigualdades sanitarias es un proceso complejo” (pág. 22)6. Mediante este trabajo se genera seguimiento de los DSS con relación a los problemas de salud, se buscan evidencias de las intervenciones para medir su eficacia, y se forma al personal jerárquico, operativo y a la propia comunidad, en el mejoramiento de su situación sociosanitaria. A la vez, se busca trabajar no sólo con la población vulnerable, la propuesta engloba a toda la población que comparte un espacio geográfico en el que se desarrollan estas diferencias para tratar de mitigarlas mediante el desarrollo de las redes Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 33 33 Determinantes sociales de la salud en usuarios de atención sanitaria locales, en colaboración con las instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Por ello compartimos lo planteado por Alazraqui17: “El espacio es una expresión de las condiciones de vida de la población. Los determinantes involucrados en este proceso de constitución del espacio social son los mismos determinantes presentes en el proceso salud, enfermedad, cuidado (PSEC)”. Así es que el espacio cobra una dimensión fundamental para la comprensión del concepto de equidad; se busca la equidad con un sentido de justicia social, como valor normativo y un principio ético de justicia distributiva19,20 que también debe ser territorial. En posteriores evaluaciones deberá tomarse en consideración el análisis de los recursos disponibles y su adaptación al nuevo sistema de atención. El programa requerirá nuevas competencias por parte del personal profesional y no profesional de los servicios de atención, así como del manejo de conceptos y herramientas por parte del personal jerárquico. Este punto es crucial para lograr el éxito de un programa como el que se pretende, ya que involucra modificaciones en todos los niveles de dirección. Por otro lado se deberá evaluar la necesidad de nuevos recursos para hacer frente a una población con grandes necesidades que puedan superar los recursos existentes. Si se pretende cumplir con los objetivos del milenio y transformar la realidad socioeconómica de nuestras comunidades, es fundamental cambiar las estrategias de abordaje de las problemáticas, ya que, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (Albert Einstein). Referencias bibliográficas 1. Krieger N. 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Mujer de 53 años de edad fallecida por neumonía de focos múltiples. Durante el estudio post mortem se encontró, a nivel del segmento yeyunal, un nódulo constituido histológicamente por múltiples conductos con epitelio columnar y fibras anchas desorganizadas de músculo liso. 2. Preescolar varón de 2 años 11 meses de edad con diagnóstico de quiste de colédoco y resección del mismo. En uno de los cortes de pared se observó una banda de tejido que a la microscopía de luz correspondía a tejido pancreático sin alteraciones. 3. Escolar mujer de 6 años 10 meses de edad con diagnóstico de síndrome de Byler candidata a transplante hepático. Los cortes histológicos del explante en la región del hilio revelaron grupos multifocales de conductos y acinos pancreáticos sin presencia de islotes. Estudiante de posgrado de la Especialidad en Anatomía Patológica. Hospital General “Dr. Manuel Gea González”. México, DF. b Médico residente de 5° grado de la Subespecialidad en Patología Pediátrica. Hospital Infantil de México “Federico Gómez”. México, DF. c Médico Adscrito del Departamento de Patología Clínica y Experimental. Hospital Infantil de México “Federico Gómez”. México, DF. Correo electrónico: k7nigricans@hotmail.com Recibido: 28-enero-13. Aceptado: 10-abril-2013 a Conclusión: La heterotopia pancreática es un hallazgo infrecuente que se puede observar a cualquier nivel del tracto gastrointestinal e inclusive fuera del mismo, por lo que la caracterización histopatológica de esta alteración permite distinguirla de otras lesiones. Pese a su conducta habitualmente benigna y asintomática, ocasionalmente puede dar origen a cuadros obstructivos, hemorrágicos, inflamatorios o neoplásicos. Palabras clave: Heterotopia pancreática, páncreas ectópico, adenomioma intestinal, hamartoma mioepitelial, coristoma pancreático. Jejunal juxtahepatic and common bile duct (ductus choledochus) cystic pancreatic heterotopia Abstract We report three cases of pancreatic heterotopia incidentally found (one in autopsy and two in surgical pieces) with a brief review of the literature. Cases: 1. A fifty-three-year-old woman who died of bronchopneumonia. During post-mortem examination, a nodule (hystologically formed by multiple ducts lined by columnar epithelium and broad disarranged smooth muscle fibers) was found at the level of jejune. 2. 5-year, 11-month-old male with diagnosis of choledochal cyst. In the resected specimen, one of the mural slices showed a Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 35 a b c d Cortesía de los autores Heterotopia pancreática Figura 1. (a) Segmento de intestino delgado, por la cara serosa, sobre el que se distingue un nódulo que protruye a modo de domo (circunferencia blanca discontinua). (b) Superficie de corte del nódulo mostrado en (a); carnosa, finamente trabeculada, con numerosos y minúsculos espacios que le dan un aspecto “poroso” similar al de una piedra volcánica. Igualmente se advierte su ubicación transmural. (c) Microscopía de luz en campo panorámico donde se observan múltiples conductos y canales separados por fascículos musculares anchos y desorganizados. En la esquina inferior izquierda se identifica mucosa de intestino delgado con desprendimiento del epitelio superficial (flecha negra). Tinción de hematoxilina y eosina (HyE). (d) Fotomicrografía a mayor aumento mostrando conductos en estrecha relación entre sí, delineados por epitelio columnar con mucina apical, algunos con dilatación luminal irregular, agrupados en lóbulos y rodeados por fibras gruesas de músculo liso. Tinción de hematoxilina y eosina (HyE). tissue stripe that under light-microscope examination corresponded to normal pancreatic tissue. 3. 6-year, 10-month-old female diagnosed with Byler syndrome who was recipient of liver transplant. Slices taken from the hilum in the resected specimen revealed multiple clusters of pancreatic acini and ducts without evidence of endocrine islets. Conclusion: Pancreatic heterotopia is an uncommon finding, which may be found at any level of the gastrointestinal tract, and even outside it. Histopathologic studies allow to distinguish this disorder from other lesions. Despite its commonly benign and asymptomatic behaviour, it may sometimes produce obstruction, hemorrhage, inflammation or neoplasms. Key words: Pancreatic heterotopia, ectopic pancreas, intestinal adenomyoma, myoepithelial hamartoma, pancreatic choristoma. 36 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM La situación anatómica habitual de un órgano en el plano corporal –ortotopia– constituye un arreglo espacial ordenado que suele supeditarse a la relación que mantiene con estructuras contiguas. En oposición a este canon, ectopia, heterotopia y coristoma son términos que expresan un cisma anatómico mordaz calificado peyorativamente en ocasiones (aunque etimológicamente acertado) como “tejido aberrante”. Caso 1 Mujer de 53 años de edad con historia familiar de quistes renales y antecedentes patológicos de desnutrición y anemia. Su padecimiento final inició con pérdida involuntaria de masa corporal y hos- a b c d pitalización posterior debido a un cuadro de epigastralgia intensa con náusea y vómito al cual se sumaron tos y expectoración amarilla. Durante su estancia permaneció febril cursando con elevación de azoados y neurológicamente poco reactiva con tendencia al deterioro. Falleció al cuarto día de estancia con los diagnósticos clínicos de lesión renal aguda, poliquistosis renal, desequilibrio hidroelectrolítico y síndrome consuntivo en estudio. Examen post mortem y hallazgos histopatológicos Se llevó a cabo el estudio de autopsia A02-12, en el que se identificaron como hallazgos de mayor relevancia cambios anatómicos graves por neumonía de focos múltiples, numerosos quistes renales bilaterales y pólipos filiformes en la unión ileocecal. Durante la exploración del intestino delgado, a 49 cm de distancia del ángulo de Treitz, se identificó un pequeño nódulo de consistencia firme y superficie convexa visible por la cara mucosa y el anverso seroso. Al corte, dicha estructura se observó de superficie carnosa sutilmente trabeculada con Cortesía de los autores M.F. Salazar Morales, R.D. Pérez Velásquez, C.A. Serrano Bello, J.M. Perezpeña-Diazconti Figura 2. (a) Corte bivalvo del quiste de colédoco (flecha blanca) y vesícula biliar (flecha verde) observado desde la superficie serosa. El área muestreada aparece encerrada en un círculo blanco discontinuo. (b) Montaje histológico con un ribete tisular basófilo subseroso (intervalo en negro). Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). (c) Fotomicrografía panmural de (B) en campo panorámico con tejido pancreático embebido en el tejido conectivo subseroso (parte inferior del campo). En la parte superior se observa la pared del quiste tapizada por epitelio cúbico (flecha negra). Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). (d) Campo a mayor aumento en el que se distingue la composición tripartita de la heterotopia completa: islote de Langerhans (círculo azul discontinuo), acinos pancreáticos (flechas azules) y conductos de mediano calibre (flecha negra). Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). numerosos y finos espacios que le daban un aspecto esponjoso (figura 1a-b). Histológicamente se identificaron numerosos conductos embebidos en la muscular propia agrupados en lóbulos y separados entre sí por haces gruesos e irregulares de músculo liso. Al detalle microscópico los conductos se encontraban tapizados por epitelio columnar con vacuolas apicales de moco ocasionales, algunos de ellos con un lumen dilatado y tortuoso (figura 1c-d). Con esta morfología se formuló el diagnóstico histopatológico de heterotopia pancreática yeyunal tipo III (canalicular). Caso 2 Preescolar varón de 2 años 11 meses de edad hospitalizado por leucemia linfoblástica aguda quien inició súbitamente con dolor abdominal intenso, de tipo cólico, localizado en mesogastrio con aproximadamente 24 h de evolución. Los estudios de imagen mostraron una imagen compatible con quiste de colédoco en tanto que la clínica y estudios de laboratorio fueron orientativos para colangitis. Se preparó para tiempo quirúrgico encontrándose quiste de colédoco con volumen de 700 ml del cual Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 37 Heterotopia pancreática se realizó resección hasta el conducto hepático común a 5 cm por arriba del cístico. Dicho ejemplar se envió para estudio histopatológico. Caso 3 Escolar femenino de 6 años 10 meses de edad con ictericia generalizada a partir de los 5 meses de vida extrauterina asociada con acolia y hepatomegalia, siendo diagnosticado síndrome de Byler (colestasis intrahepática progresiva) de manera posterior en el 2006. Fue ingresada durante el 2012 por tratarse de receptora seleccionada de donador cadavérico, llevándose a cabo transplante hepático ortotópico sin hallazgos de importancia durante la intervención. El explante fue enviado para su estudio histopatológico. Descripción de la pieza quirúrgica y hallazgos histológicos Identificado como “hígado nativo” se entregó un producto de hepatectomía total (20 × 23 × 7 cm; 1200 g) con cápsula de Glisson opaca, discretamente irregular, café clara con algunas áreas en matiz verde. En el lecho hepático se encontró vesícula 38 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM a b Figura 3. (a) Imagen panorámica de la región hiliar del explante en la cual se reconocen pequeños grupos acinares y conductillos distribuidos por todo el campo (flechas azules). En la parte superior se aprecia el borde del parénquima hepático. Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). (b) Acercamiento a uno de los grupos observados en (A) que muestra un lobulillo de acinos exocrinos en continuidad con un conducto intralobulillar. Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). biliar (7 × 3 × 2 cm) verde limón de morfología sacular. Al corte del ejemplar se observó parénquima verde olivo de apariencia fibrosa y consistencia firme con áreas congestivas, el cual histológicamente evidenciaba colestasis intracelular, intracanalicular y en células de Kupffer, así como espacios porta con infiltrado inflamatorio linfocítico, proliferación de colangiolos y fibrosis en puente centroportal de manera incompleta. Adyacente al parénquima hepático, en el territorio del hilio se advirtieron grupos de acinos pancreáticos distanciados entre Cortesía de los autores Descripción de la pieza quirúrgica y hallazgos histológicos Referido como “quiste de colédoco” se recibió un espécimen constituido por quiste con dimensiones de 10 × 7 × 2 cm de superficie serosa verde olivo, con áreas congestivas y de consistencia renitente, unido a la vesícula biliar (8 × 2.5 × 2 cm, de morfología sacular) por un segmento estenosado de 1.5 × 0.5 cm (figura 2a). Al corte se observó salida de abundante líquido biliar con lumen permeable y mucosa aterciopelada verde amarilla. Los cortes histológicos de las áreas muestreadas presentaban pared de tejido fibroconectivo denso con infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario escaso, hemorragia reciente y congestión vascular; en uno de ellos se identificó una franja correspondiente a tejido pancreático sin alteraciones con presencia de islotes, acinos y conductos (figura 2b-d). La pieza quirúrgica fue diagnosticada como quiste de colédoco con heterotopia pancreática focal tipo I (completa) y vesícula biliar con colesterolosis. M.F. Salazar Morales, R.D. Pérez Velásquez, C.A. Serrano Bello, J.M. Perezpeña-Diazconti sí, en estrecha asociación con conductos, dispersos entorno a conductos de calibre mucho mayor sin llegar a distinguirse islotes de Langerhans en ellos (figura 3a-b). El ejemplar de explante fue diagnosticado como colestasis familiar recurrente con heterotopia pancreática multifocal tipo II acompañado de vesícula biliar sin alteraciones histológicas. Revisión La heterotopia pancreática puede conceptualizarse como la presencia de parénquima y estroma aislados, carentes de continuidad anatómica, con irrigación e inervación independientes respecto al tronco glandular pancreático in situ1-6. A pesar de que los autores consultados concuerdan en atribuir a Schultz la descripción original de heterotopia pancreática en 1727, también coinciden en proponer a Klob como el primero en ofrecer la confirmación histopatológica de un caso en 1859, en tanto que a Otschkin se adjudica el primer reporte de heterotopia pancreática en la vesícula biliar en 19163,5,6. Se trata de una alteración ligada a la organogénesis que, aunque suele descubrirse hasta la edad adulta (con una media aproximada entre los 45 y 51 años4,7) se encuentra presente desde el nacimiento por lo general como una condición benigna y asintomática. Puede observarse por lo tanto en cualquiera de los grupos etarios con un leve predominio en varones, aunque parece haber mayor incidencia en población femenina durante la edad pediátrica así como en los casos de heterotopia en vesícula biliar3-5,7. La frecuencia de este hallazgo está entre el 0.11 y 13.7% siendo incidental su descubrimiento en estudios de autopsia o durante procedimientos quirúrgicos y raramente de manera intencionada por alguna patología derivada de la misma1,2,7-10. Los sitios de afección más común son la segunda porción del duodeno (30.3%), estómago (26.5%), yeyuno (16.3%), íleon (5.8%) y divertículo de Meckel (5.3%), aunque también puede detectarse en otras localizaciones tales como vesícula biliar, vías biliares extrahepáticas (incluyendo quistes congénitos), ámpula de Vater, cicatriz umbilical, salpinge, mesenterio, vejiga, pulmón, esófago, tiroides, colon y bazo2,8-17. La patogénesis de esta condición se halla vinculada con la embriogénesis pancreática al ocurrir separación de un brote procedente de las yemas ventral o dorsal durante el proceso de rotación axial, mismo que en una etapa posterior dará origen a páncreas maduro18,19. Este mecanismo no sustenta satisfactoriamente el hallazgo de tejido cefálica o caudalmente distanciado de la situación ortotópica. Al respecto han surgido diversas hipótesis para intentar explicar este fenómeno3-6: células pancreáticas embrionarias que permanecen adheridas al intestino primitivo y que son arrastradas a ubicaciones lejanas durante la enlongación intestinal, metaplasia de células endodérmicas multipotenciales secuestradas proximal o distalmente y, a nivel molecular, con anomalías del sistema de señalización notch. Incluso se ha cuestionado la naturaleza heterotópica del mismo, en particular del adenomioma o tipo III de von Heinrich (detallado más adelante), surgiendo interpretaciones alternativas orientadas hacia un origen hamartomatoso tales como hiperplasia glandular local, cambios reactivos en respuesta a un estímulo lesivo persistente, invaginación diverticular o involución fibroadenomatosa asociada a la vejez20. Se sabe asimismo que la expresión de citoqueratinas detectada por inmunohistoquímica en el adenomioma es similar al que exhiben los sistemas ductal biliar y pancreático normal, con positividad para citoqueratina 7 y negatividad para citoqueratina 20 (CK7+/CK20-)20, por lo que al comparar este perfil de expresión con aquel que manifiesta el epitelio intestinal se observa un patrón invertido (CK7-/CK20+), hecho demostrado cabalmente por Takahashi y Fukusato21 en el 2011 con base en los trabajos previos de Babál, Yao y Handra-Luca20,22,23, descartando por completo la hipótesis del origen hamartomatoso y enfatizando la naturaleza heterotópica de la lesión, y con la propuesta de que el hallazgo ocasional de células caliciformes y argentafines obedece a un proceso metaplásico en tanto que la hiperplasia fibromuscular a una proliferación desordenada secundaria a un estímulo derivado del epitelio retenido20. Macroscópicamente se observa como un nódulo bien delimitado, de consistencia firme, con dimensiones de 1 mm a 5 cm, único o múltiple, ubicado Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 39 Heterotopia pancreática a cualquier nivel de la pared visceral (aunque por lo general de localización submucosa), cuya superficie de corte es blanco amarilla, sólida o quística, centralmente umbilicada con desembocadura hacia el lumen1,8,10,24. A nivel histológico se distinguen los componentes del sistema ductal, exocrino y endocrino en distintas proporciones y combinaciones, siendo más común encontrar conductos y acinos, islotes en una tercera parte de los casos y sólo ocasionalmente estructuras similares a glándulas pilóricas (de Brunner), células caliciformes o de Paneth1,9,10,21. En 1909 fue propuesta una clasificación, actualmente vigente y con aceptación general, que categoriza a la heterotopia pancreática de acuerdo a los elementos histológicos que la constituyen. Su autor, von Heinrich, sistematizó esta entidad en un espectro morfológico que comprende 3 variedades: tipo I (cuando posee todos los elementos del páncreas normal), tipo II (en ausencia de islotes de Langerhans) y tipo III (si únicamente se observan conductos rodeados de fascículos entrelazantes de músculo liso)2-5,20,25. Debido al aspecto que exhibe, este último tipo también es conocido en la literatura como adenomioma o hamartoma mioepitelial, considerándose como una forma incompleta de heterotopia pancreática que recapitula la morfología de los conductos de la papila duodenal mayor4,10,20. Esta clasificación sin embargo es incompleta por no tipificar al componente endócrino solo o en conjunto con los demás componentes. Para el año de 1973 Gaspar Fuentes y cols.26 plantearon una nueva agrupación con 4 clases nuevas: tipo I (heterotopia completa), tipo II con sólo conductos (heterotopia canalicular), tipo III con sólo componente acinar (heterotopia exocrina) y tipo IV con únicamente islotes de Langerhans (heterotopia endocrina)7. No obstante, nuevamente esta clasificación adolece de desacierto ya que no contempla la presencia de 2 componentes mezclados, de tal manera que en el análisis clínicopatológico publicado por Bromberg et al4 en el 2010 se establece la propuesta de simplificar la categorización en 3 tipos dependiendo de la cantidad de componentes involucrados (el tipo I tal y como es citado por ambas clasificaciones, el tipo II con presencia de 2 componentes y el tipo III con presencia de uno 40 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM sólo) conservando asimismo las denominaciones completa, endocrina, exocrina y canalicular para los casos que así lo ameriten. Al igual que ocurre en la glándula ortotópica, el tejido pancreático ectópico excepcionalmente puede ser asiento de procesos inflamatorios o neoplásicos que inciten sintomatología de dolor epigástrico, náusea, vómito, hemorragia, pérdida de masa corporal, obstrucción o intususcepción8-10,27. Al respecto, se ha especulado que los cistadenomas, cistadenocarcinomas e insulinomas intraesplénicos que existen reportados en la literatura probablemente deban su histogénesis a páncreas heterotópico9,12-14. De igual forma es conveniente mencionar la utilidad del estudio transoperatorio cuando se descubre una lesión compatible con páncreas ectópico durante el abordaje quirúrgico de alguna patología que sea diagnóstico diferencial (leiomioma, linfoma, tumor neuroendocrino, tumor del estroma gastrointestinal (GIST) y metástasis de un adenocarcinoma)2,3,6 ya que el reconocimiento de la morfología en cortes congelados permite rápidamente descartar un proceso maligno y evitar así la realización de un procedimiento de resección radical (por ejemplo, pancreatoduodenectomía o gastrectomía subtotal)1,10. Finalmente el tratamiento de esta entidad, aunque sencillo, permanece controversial debido a que conlleva ciertas acciones. En primer lugar, al ser generalmente un descubrimiento incidental, la falta de consentimiento preoperatorio impide proceder a su resección, quedando entonces delegada dicha decisión a juicio del equipo quirúrgico. Adicionalmente, debido a que por lo regular mantiene un comportamiento biológico benigno, se ha sugerido una conducta expectante con monitorización periódica del paciente, sin embargo, dado que existe la posibilidad de malignización, inflamación, obstrucción hemorragia, etc, el retiro quirúrgico del tejido ectópico parece ser la mejor opción que se puede ofrecer2,3,6. Conclusión A pesar de su rareza y curso indolente, la heterotopia pancreática es un hallazgo meritorio de discriminación debido a su inconstante ubicación a lo largo del tracto gastrointestinal (o fuera de éste) así como M.F. Salazar Morales, R.D. Pérez Velásquez, C.A. Serrano Bello, J.M. Perezpeña-Diazconti por la vaga heterogeneidad morfológica que puede desplegar. Tal distinción es importante cuando se requiere descartar otros diagnósticos diferenciales así como en situaciones donde la heterotopia per se acarrea complicaciones, antetodo, de índole neoplásica. Reerencias bibliográficas 1. 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Resultados: En la muestra recibida se observaron fragmentos entremezclados de mucosa de colon y mucosa gástrica de tipo oxíntico (fúndica) cuyos adenómeros se hallaban en estrecha relación con las criptas de Lieberkühn. Conclusión: La heterotopia gástrica es un hallazgo infrecuente, más aún cuando se observa en segmentos muy apartados en el colon distal. Suele acarrear un curso indolente y benigno, sin embargo, en ocasiones conlleva ciertas malformaciones asociadas o complicaciones derivadas de la misma actividad secretora fisiológica del tejido ectópico. Raramente puede experimentar malignización. Palabras clave: Heterotopia gástrica, mucosa gástrica ectópica, sangrado de tubo digestivo bajo, rectorragia, heteroplasia/ aloplasia. Estudiante de posgrado de la Especialidad en Anatomía Patológica. Hospital General “Dr. Manuel Gea González”. México, DF. Correo electrónico: k7nigricans@hotmail.com Recibido: 18-febrero-2013. Aceptado: 10-abril-2013. a 42 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Gastric heterotopia as a cause of lower gastrointestinal bleeding Abstract We report a case of gastric heterotopia in the rectum and sigmoid colon clinically presented as rectal bleeding; a review of the literature on the topic is also presented. Case: Twenty-one-year-old male who had experienced rectal bleeding for one week. biopsies from ulcerated lesions in the rectum were taken and sent forward for histopathological assessment. Results: In the sample received, fragments of colon mucosa and oxyntic (fundus) gastric mucosa, which adenomeres were closely related to the crypts of Lieberkühn. Conclusion: Gastric heterotopia is an unusual finding, even less common when it is located in distant segments of the distal colon. Although usually being a condition with an indolent and benign evolution, it may also produce certain malformations o complications, consequence of the same secretory activity of the ectopic tissue. It rarely becomes a malignant disease. Key words: Gastric heterotopia, ectopic gastric mucosa, lower gastrointestinal bleeding, rectal bleeding, heteroplasia/alloplasia. M.F. Salazar Morales, M. Reyes Macedo La hemorragia del tracto digestivo inferior es un evento dramático con incontables diferenciales, a los cuales es posible asignar una probabilidad en concordancia con los datos clínicos informados, tales como la edad y características del sangrado. Existen sin embargo instancias en que los hallazgos –a veces contemplados bajo un lente de aumento– eventualmente dirigen hacia a una conclusión imprevista a priori durante el proceso de valoración y exclusión de causas. Descripción de la pieza quirúrgica y hallazgos histológicos Se recibieron múltiples fragmentos irregulares de tejido con dimensiones en conjunto de 0.5 × 0.3 × 0.2 cm, previamente teñidos con eosina, blandos y de aspecto mucoso los cuales, bajo la microscopía de luz, correspondían a mucosa colónica entremezclada con mucosa gástrica de tipo oxíntico (figura 1). A mayor aumento pudo advertirse la presencia de criptas en transición conjunta con el compartimento gástrico glandular a nivel de la lámina propia (figura 2). Así, este hallazgo condujo a formular el diagnóstico histopatológico de heterotopia gástrica de tipo oxíntico en mucosa de recto y sigmoides. Discusión En 1939 fue publicado un comunicado cuyo encabezado Mucosa gástrica aberrante en el recto con ulceración y hemorragia anunciaba al mundo la primera descripción de este fenómeno según la experiencia Figura 1. Microscopía de luz en campo panorámico, se observa mucosa de colon (flechas negras) en proximidad con mucosa gástrica de tipo oxíntico; se distinguen los compartimentos foveolar (flecha azul) y glandular (flecha verde). Dicho campo impide al observador descartar la posibilidad de material contaminado. Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). Cortesía de los autores Caso Varón de 21 años de edad sin antecedentes médicos de importancia quien presentó hemorragia rectal en escasa cantidad durante aproximadamente una semana, sin manifestar dolor o algún otro síntoma. La exploración física descartó lesiones externas como fuente de la hemorragia, por lo que fue sometida a estudio endoscópico el cual reportó numerosas úlceras con diámetro aproximado de 5 mm, cubiertas por fibrina y distribuidas a lo largo de la mucosa en los segmentos de recto y sigmoides. Tras el muestreo de dichas lesiones, el material obtenido fue enviado para su estudio histopatológico. Figura 2. Detalle histológico que muestra la transición radical e inequívoca entre elementos de ambas mucosas –con criptas a la izquierda y foveolas a la derecha– y se identifican, de acuerdo con su afinidad tintorial, células principales (basófilas) y parietales (eosinófilas). Tinción de hematoxilina y eosina (H y E). Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 43 Cortesía de los autores Heterotopia gástrica La hemorragia del tracto digestivo inferior es un evento dramático con incontables diferenciales, a los cuales es posible asignar una probabilidad en concordancia con los datos clínicos informados, tales como la edad y características del sangrado. Existen sin embargo instancias en que los hallazgos –a veces contemplados bajo un lente de aumento– eventualmente dirigen hacia a una conclusión imprevista a priori durante el proceso de valoración y exclusión de causas. de sus autores, Ewell y Jackson1-4. Así, como un parteaguas, a partir de entonces cerca de 50 casos similares con localización anorrectal han sido reportados hasta la fecha1,3,5,6. Como se deja entrever, la heterotopia gástrica representa un hallazgo inusual a nivel de la porción caudal del canal alimentario, el cual sin embargo se encuentra documentado en diversos segmentos del tracto digestivo –e incluso fuera de éste–, tales como lengua, esófago, duodeno, vesícula y árbol biliar, divertículo de Meckel (el más frecuente), cicatriz umbilical, íleo, colon, recto, boca, rostro, mediastino y médula espinal5,7-9; la región anorrectal es la más extravagante de todas ellas pese a tratarse, como ya se comentó, del sitio de su descripción original. La histogénesis de esta particular forma de heterotopia (sobre todo en lugares tan distanciados) se encuentra lejos de una explicación satisfactoria ya que, contrario a lo que ocurre con otras ectopias como la heterotopia pancreática, difícilmente se 44 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM pude concebir un mecanismo de atrapamiento y arrastre hacia otros sitios durante los movimientos de rotación, desplazamiento y alargamiento del intestino anterior en los momentos tempranos de diferenciación del epitelio gástrico1,7,8. Es debido a este obstáculo teórico que han surgido propuestas alternativas cuyo efecto, aunque similar, es producto de procesos distintos: metaplasia y aloplasia. Desde el planteamiento del fenómeno de heteromorfosis dentro de la vía digestiva por parte de Nicholson en 19232,9,10, el concepto de metaplasia se entiende como un cambio adaptativo por el cual un epitelio maduro es reemplazado por otro de un tipo distinto, pero de igual madurez, con mayor resistencia frente al estímulo que lo incita. En la misma vertiente, el término aloplasia (igualmente conocido como heteroplasia) hace alusión a un reemplazo tisular cuyo significado se solapa con el anterior, empero, difiere fundamentalmente de este último en la artificialidad –inexistencia– de un estímulo que desencadene dicho cambio11. Siguiendo ambas líneas, la heterotopia gástrica se ha postulado como el culmen de una u otra con inclinación, aparentemente, a favor de la segunda. Al respecto, es bien conocido que el epitelio de los órganos del sistema digestivo deriva de la lámina endodérmica, por lo que un cambio en el fenotipo basado en la reprogramación de los genes HOX, que son participantes en la diferenciación del intestino primitivo, parece una opción plausible que, sin embargo, no distingue entre ninguna de las 26,8,12. Por otra parte, llama la atención que en su gran mayoría, la mucosa gástrica reportada como heterotópica resulta ser de tipo oxíntico (fúndica) mientras que aquellos casos de metaplasia probada (con un estímulo bien identificado) exhiben el fenotipo antropilórico el cual, además, no recapitula completamente el patrón arquitectural de dicha región al tener ausentes elementos como las células mucosas del cuello o de la superficie3,6,8,13. Es interesante que la heterotopia gástrica suele presentarse asociada a otras anomalías congénitas tales como divertículo de Meckel, onfalocele, duplicaciones intestinales, atresia duodenal o yeyunal, mesenterio común, pólipo vestigial del hígado, agenesia apendicular, rotación intestinal incompleta, megacolon, megaesó- M.F. Salazar Morales, M. Reyes Macedo fago, agenesia de vesícula biliar, defectos en cuerpos vertebrales (espina bífida oculta), escoliosis, además de síndrome de Zollinger-Ellison y ortas formas de heterotopia como respiratoria y pancreática7,8,13. La heterotopia gástrica es descubierta generalmente durante el primer decenio de la infancia o en adultos jóvenes1,3,6,7; el rango documentado es muy amplio y abarca desde el día uno de vida extrauterina hasta los 51 años de edad con un promedio de 21 años al momento del diagnóstico, con predilección por el sexo masculino en proporción de 5.2:3. Los síntomas principales son dolor abdominal y, evidentemente, sangrado en cantidad variable ya sea como rectorragia, hematoquezia o melena, mientras que las complicaciones reportadas son colonización por Helicobacter pylori, ulceración, anemia ferropriva, perforación, fistulización, estenosis, obstrucción intestinal e incluso transformación neoplásica1,3-9. El aspecto macroscópico de la mucosa ectópica –y por lo tanto el que se observa en la exploración endoscópica– varía insospechadamente y se pueden visulizar como úlceras fibrinosas o sangrantes, placas bermellón o asalmonadas o como una proyección polipoide1,5. Respecto al tratamiento, suele practicarse la excisión quirúrgica del segmento afectado debido a la seriedad de las complicaciones ya señaladas así como al riesgo latente de malignización, no obstante, conviene hacer mención de la propuesta hecha en 1988 por Murray et al.8 sobre el control farmacológico de la actividad secretora del tejido ectópico con el empleo de antagonistas H2, efecto que también puede conseguirse a través del manejo con inhibidores de la bomba de hidrogeniones1,6. Dicha terapia, sin embargo, se prefiere reservar para aquellos casos con multifocalidad extensa de la heterotopia. Conclusión ¿En qué momento un evento de baja probabilidad abandona el ámbito estadístico? Indiscutiblemente, tras su confirmación, cuando adquiere una presencia real. Por ello es que pese a su baja frecuencia, la disyuntiva teórica que plantea su histogénesis y al potencial mórbido que eventualmente puede manifestar, la heterotopia gástrica amerita reservar un espacio en el abanico de diferenciales de una hemorragia del tracto digestivo inferior en un individuo joven. Retomando las breves líneas del prólogo, la omisión no en pocas veces estrecha el panorama diagnóstico y en consecuencia aumenta el margen de error. Sin embargo, es el mismo error el que modifica la experiencia propia para consumar una máxima por demás verdadera: “no se diagnostica lo que no se conoce”. Referencias bibliográficas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Sousa J, Cabezuelo L, Rodrigues A, et al. Gastric heterotopia of rectum: a rare entity. Acta Med Port. 2010;23(6): 1151-4. Park DI. Gastric heterotopia in rectum. Korean J Gastroenterol. 2005;45(1):1-2. Lascar G, Houissa-Vuong S, Martin B, et al. Gastric heterotopia in the rectum: a new case. 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En relación al aire intestinal, los cambios corresponden a: a) No existen alteraciones. b) Hay datos de obstrucción intestinal. c) Hay íleo paralítico. d) Hay perforación de víscera hueca. Jefe del Servicio de Radiología. Hospital “Ángeles del Pedregal”. México, DF. a 46 el ar t e l au to r d a) Artificio. b) Material quirúrgico retenido. c) Remanente de cálculo biliar. d) Calcificación de tejido blando. 4. Adicional a lo anterior en la tomografía se observa: a) Perforación intestinal. b) Tumor intestinal asociado. c) No existen cambios. d) Reacción inflamatoria-absceso. 5. El diagnóstico de este paciente es: a) Material quirúrgico retenido. Gasa marcada. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Co r te sía d 3. En la tomografía computada wse observa: b) Neoplasia calcificada. c) Perforación gastrointestinal. d) Litiasis renal derecha. Bibliografía Gore RM, levine MS. Textbook of gastrointestinal radiology. 3er ed. Philadelphia: WB Saunders; 2008. Respuestas 1. b) Material quirúrgico retenido. 2. c) Hay íleo paralítico. 3. b) Material quirúrgico retenido. 4. d) Reacción inflamatoria-absceso. 5. a) Material quirúrgico retenido. Gasa marcada. 1. Los datos que se observan en la radiografía simple corresponden a: ículo Hombre de 42 años con antecedente de 20 días de colecistectomía. Ingresa a urgencias con dolor abdominal y fiebre. Responsabilidad profesional Monografía Pie diabético Caso CONAMED María del Carmen Dubón Penichea Archivo La Comisión Nacional de Arbitraje Médico es una institución al servicio de la sociedad, cuya misión es ofrecer medios alternos para la solución de controversias entre usuarios y prestadores de servicios médicos, mediante un modelo unificado con enfoque sistémico que brinda servicios confiables. Síntesis de la queja El paciente refirió que asistió al hospital demandado por presentar necrobiosis de primer dedo del pie derecho, y se le amputó el 13 de mayo de 2011; sin embargo, la evolución fue tórpida y motivó una segunda cirugía el 13 de junio de 2011, así como resección del primer metatarsiano el día 5 de agosto del mismo año, que evolucuonó con infección. El paciente también refirió que debido a la negligencia del demandado se vio en la necesidad de acudir con otro facultativo, quien amputó el segundo dedo del pie y se realizaron múltiples lavados quirúrgicos. Resumen El 4 de abril de 2011, el paciente asistió al hospital demandado por traumatismo en pie derecho de una semana de evolución, presentaba escara, costra melicérica y costra hemática; se le indicó ciprofloxacino, clindamicina, curaciones y se solicitó Doppler arterial y venoso, el cual mostró insuficiencia de arteria femoral superficial en su porción distal. El paciente era diabético de larga evolución con tabaquismo crónico. El 22 de abril de 2011, presentó úlcera en Directora de la Sala Arbitral. Dirección General de Arbitraje. Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED). México, DF. a el primer dedo del pie derecho cubierta por escara, se desbridó y salió material purulento y fétido, por lo que se indicó curación diaria y antibióticos. El 7 de mayo se reportó cultivo positivo para Morganella morganii, se cambió el tratamiento a ceftriaxona y clindamicina. El 13 de mayo se amputó el primer dedo de pie derecho, el cual se encontraba con necrosis y absceso. Posteriormente presentó exposición del primer metatarsiano, por lo que el 5 de agosto de 2011, se efectuó resección de la cabeza de éste. Análisis del caso Para su estudio, se estiman necesarias las siguientes precisiones: Según la literatura de la especialidad, la diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica que se caracteriza por deficiencia de insulina, hiperglucemia y otras alteraciones del metabolismo de los carbohidratos y de los lípidos, lo cual puede originar múltiples complicaciones a nivel micro y macrovascular. El pie diabético es la infección, ulceración y destrucción de los tejidos profundos, asociados con anormalidades neurológicas (pérdida de la sensibilidad al dolor) y vasculopatía periférica en las extremidades inferiores. En estos casos, el pie es más Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 47 Archivo Pie diabético El pie diabético es la infección, ulceración y destrucción de los tejidos profundos, asociados con anormalidades neurológicas (pérdida de la sensibilidad al dolor) y vasculopatía periférica en las extremidades inferiores. En estos casos, el pie es más vulnerable a presentar afectaciones circulatorias y neurológicas, por ello el menor trauma puede causar úlceras o infecciones. La enfermedad macrovascular de las extremidades inferiores es común, progresa rápidamente y presenta una distribución peritibial característica a la cual se agrega fragilidad de las arterias del pie. vulnerable a presentar afectaciones circulatorias y neurológicas, por ello el menor trauma puede causar úlceras o infecciones. La enfermedad macrovascular de las extremidades inferiores es común, progresa rápidamente y presenta una distribución peritibial característica a la cual se agrega fragilidad de las arterias del pie. Quienes padecen esta entidad, tienen riesgo 30 veces mayor de sufrir una amputación, pues se caracteriza por manifestaciones neuroisquémicas, infección o deformidad del pie. El inicio de la afectación clínica del pie diabético, radica en el descontrol metabólico, la interacción de los mecanismos neuropáticos, microvasculares y macrovasculares, formándose la placa de ateroma con la consecuente progresión y evolución de las complicaciones neurovasculares. 48 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM El factor más importante que predispone a infección en el pie de los pacientes diabéticos, es la pérdida de la integridad de la barrera cutánea. También es importante mencionar que, como consecuencia de la neuropatía diabética, se pierde la sensación protectora, lo que favorece la aparición de afectaciones en la piel, principalmente de origen traumático, con lo cual se rompe la barrera cutánea y puede producirse penetración de microorganismos. Aunado a la neuropatía con frecuencia existe el factor isquémico que incide desfavorablemente en la evolución de la herida y de la infección. El diagnóstico de infección en el pie diabético es fundamentalmente clínico, ya sea por la existencia de supuración o de 2 o más signos de inflamación (eritema, induración, dolor, sensibilidad, calor) que son suficientes para establecerlo. En base a los estadios de Wagner, las afecciones del pie diabético se clasifican en los siguientes grados: 0. Representa el pie de riesgo, no existen lesiones abiertas, pueden presentarse callos, fisuras, úlceras curadas y deformidades óseas, que pueden propiciar la formación de nuevas úlceras. I. Úlceras superficiales con pérdida de piel en todo su grosor, sin infección. II. Úlceras profundas que generalmente penetran la grasa subcutánea hasta tendones y ligamentos, se asocian a infección sin afectar hueso. III.Úlceras profundas con infección importante, celulitis, y abscesos asociados frecuente a osteomielitis. IV.Se manifiestan por gangrena de parte del pie (dedos, talón, antepié). V. Se caracterizan por gangrena en todo el pie. El tratamiento de la úlcera neuropática no complicada, debe fundamentarse en el desbridamiento del tejido desvitalizado, la aplicación de apósito y evitar la carga sobre la zona afectada. El manejo de la úlcera isquémica no infectada incluye la valoración del procedimiento de revascularizador más idóneo. La infección superficial está limitada a la piel y el tejido celular subcutáneo, mientras que la in- M.C. Dubón Peniche fección profunda implica invasión de la fascia, del músculo, de la articulación o del hueso. La literatura médica refiere la clasificación de las infecciones de la siguiente manera: • Infecciones leves que no representan riesgo para la extremidad: celulitis de menos de 2 centímetros de extensión y úlceras superficiales. Habitualmente pueden ser tratadas en régimen ambulatorio. • Infecciones moderadas o graves, que representan una amenaza para la extremidad: celulitis extensa y úlceras profundas. Ameritan ingreso hospitalario y la coexistencia de osteomielitis es frecuente. • Infecciones que amenazan la vida del paciente: celulitis masiva, abscesos profundos y fascitis necrosante. Suelen asociarse a toxicidad sistémica e inestabilidad metabólica. Es necesaria la cirugía urgente. Las infecciones leves o no complicadas, son causadas por cocos grampositivos aerobios (S. aureus, estafilococo coagulasa negativo, estreptococo y enterococo), gérmenes que se cultivan en más del 90% de los casos y son el único patógeno en el 43%. Los bacilos gramnegativos aerobios se cultivan en torno al 20% de los casos, sobre todo enterobacteriáceas (Klebsiella, Proteus, E. coli) y eventualmente Pseudomonas. Las bacterias anaerobias se cultivan sólo ocasionalmente, en el 13% de los casos. Las infecciones graves o complicadas, clínicamente se refieren a celulitis intensas, gangrena o necrosis de la piel, fascitis necrosante, abscesos profundos y afección osteoarticular (osteomielitis). Estas infecciones casi siempre son polimicrobianas. En pacientes que ameritan amputación por gangrena e infección del miembro inferior, la proporción de cultivo de gérmenes anaerobios es muy superior, pues se refieren cifras mayores al 80% de los casos en la literatura especializada. Su presencia se suele asociar con olor fétido intenso. Los antibióticos están indicados cuando existen signos clínicos de infección local. La elección del antibiótico así como el manejo intra o extrahospitalario, la vía de administración y la duración del tratamiento, dependen de la gravedad de la infección. Las maniobras quirúrgicas van desde el desbridamiento de la úlcera, hasta una amputación menor o mayor, así como drenaje de abscesos con o sin resección del hueso afectado. En cuanto a los antibióticos, el tratamiento vía oral puede ser mediante: cefalexina y clindamicina; amoxicilina/clavulanato; ciprofloxacino; moxifloxacino, entre otros. El manejo intravenoso hospitalario en infecciones graves: piperacilina/tazobactam; clindamicina y quinolona o ceftazidima. En infecciones más graves, puede emplearse: meropenem y vancomicina; aztreonam y metronidazol más vancomicina. Se deberá limpiar la herida para eliminar microorganismos y todo tipo de elementos que dificulten su cicatrización, como cuerpos extraños, exceso de exudado, detritus y tejido necrótico, pues todos estos son medio de cultivo potencial para el desarrollo de microorganismos. Es importante valorar la cantidad de exudado y tipo de drenaje de la herida, el cual puede ser seroso, serosanguinolento o seropurulento, es importante determinar si presenta olor fétido, el lecho del tejido puede tener color rosado (epitelial) o color rojo-carne (granulación), si está desvitalizado puede estar esfacelado, fibroso, con necrosis húmeda o marrón-gris-negro (necrótico), o escara seca gruesa y negra. Por otra parte, según refiere la literatura especializada, los productos químicos del tabaco, pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y afectar el nivel de lípidos en la circulación sanguínea. Esto aumenta el riesgo de formación de placas de ateromas en las arterias (aterosclerosis), principal causa de enfermedad cardiaca, enfermedad vascular periférica (insuficiencia circulatoria en las extremidades pélvicas) y aneurismas. Dichas enfermedades relacionadas con los ateromas son más comunes en fumadores. Importante número de defunciones (25%) por enfermedad de las arterias y el corazón, están determinadas por el tabaco; la nicotina bloquea el consumo de oxígeno por el músculo cardíaco y aumenta el nivel de lípidos en sangre, los cuales se acumulan en las paredes de las arterias estrechándolas y endureciéndolas. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 49 Pie diabético Especial atención merecen los radicales libres que están presentes en las partículas del tabaco y tienen una potente acción oxidante en las proteínas, lo que ocasiona afectación tisular y, al oxidar lipoproteínas de bajo peso molecular, generan el agente promotor de la enfermedad aterosclerosa. El humo del tabaco puede iniciar directamente la formación de placa de ateroma, favorecer su evolución y complicaciones, o bien, potenciar el efecto de otros factores de riesgo. La nicotina estimula la liberación de catecolaminas, mediadores neurohormonales, fundamentales en las respuestas de adaptación del organismo a los cambios en su medio interno, lo que en segundo lugar favorece trombosis, por aumento de la adhesividad plaquetaria, así como formación de la placa de ateroma, por aumento de los lípidos sanguíneos, a la vez que también se produce sobrecarga circulatoria por taquicardia y aumento de la presión arterial. Los fumadores tienen elevada tasa de hemoglobina, saturada con monóxido de carbono (hasta 15%), lo que indica empobrecimiento del aporte de oxígeno por la hemoglobina, además de contribuir a la aparición de alteraciones ateromatosas por afectación endotelial. Por cuanto a la amputación por infracondílea, ésta ha sido una de las opciones terapéuticas utilizadas en pacientes con isquemia aguda avanzada de miembro pélvico, y también puede ser necesaria en pacientes con infecciones agresivas que comprometen al pie diabético, gangrena, en ulceración venosa importante o luego de un traumatismo considerable. En el presente caso, del expediente clínico aportado para su estudio, se desprende que el 4 de abril de 2011, el paciente asistió al hospital demandado refiriendo traumatismo en pie derecho de una semana de evolución. La nota de la Clínica de Heridas establece que presentaba escara de 2.2 × 1.2 centímetros, costra melicérica rodeada por área de exulceración, así como costra hemática de 0.7 × 0.5 centímetros, rodeada de hiperqueratosis, por lo que se indicó manejo mediante ciprofloxacino y clindamicina, así como curaciones con agua e Isodine, se solicitó Doppler arterial y venoso, en el cual se encontró insuficiencia de la arteria femoral 50 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM superficial en su porción distal, según lo acreditó el reporte de fecha 21 de abril de 2011. En términos de la literatura especializada, existe asociación entre la insuficiencia vascular y la neuropatía diabética, que son las causas de úlceras neuroisquémicas, lo cual incide desfavorablemente en la evolución del pie afectado, como sucedió en este caso. El paciente presentaba diabetes mellitus de larga evolución y tabaquismo crónico. Al respecto, la radiografía de fecha de 3 de abril de 2011, aportada para el análisis del caso, mostró ateroesclerosis de arteria dorsal del pie y de la arteria tibial posterior; es decir, mediante dicho estudio se acreditó la afectación de tipo circulatorio que presentaba y que incidió de manera desfavorable en su patología. La nota de Clínica de Heridas del 22 de abril de 2011, reportó úlcera en la punta del primer dedo del pie derecho que abarcaba desde la cara plantar hasta el eponiquio, cubierta por escara. Por lo anterior, se efectuó desbridación y salió material purulento fétido, se indicó curación diaria mediante Isodine y solución estéril, y se indicó ciprofloxacino y clindamicina. Esto demuestra que el personal médico atendió sus obligaciones de medios conforme a la patología del paciente. El 7 de mayo de 2011, se reportó cultivo positivo para Morganella morgani, sensible a ceftriaxona. Al día siguiente (8 de mayo), se indicó doble esquema antibiótico mediante ceftriaxona y clindamicina, como lo acreditó la receta médica exhibida en el juicio. De igual forma, en la receta médica del día 10 del mismo mes, se indicó continuar con el antibiótico y las curaciones, por lo que no se observaron irregularidades por cuanto a estas atenciones se refiere. Conforme a la nota de Clínica de Heridas del 12 de mayo de 2011, el paciente presentaba absceso en el primer dedo del pie derecho, el cual fue drenado y se tomó muestra para cultivo, así mismo el paciente fue referido al Servicio de Cirugía Vascular, donde se indicó su hospitalización para efectuar el tratamiento quirúrgico. En efecto, el 13 de mayo de 2011 se realizó amputación del primer dedo del pie derecho, hasta la unión metatarso-falángica, como lo acreditó la nota quirúrgica. Este tratamiento estaba justificado, pues existía necrosis del dedo y absceso en la base del mismo. El 15 de mayo de 2011 fue dado de alta por mejoría, indicándose doble esquema de antibiótico y cita para el día siguiente (16 de mayo), según lo acreditó la nota de egreso hospitalario. En este sentido, fue demostrado que el personal médico del demandado, actuó conforme a lo establecido por la lex artis médica. El 6 de junio de 2011, Cirugía Vascular reportó escara de la herida, la cual fue desbridada sin salida de pus; tampoco existía crepitación, ni hipertermia, se indicó continuar doble esquema de antibiótico y cita de control en una semana. El 12 de junio de 2011, el cultivo nuevamente reportó Morganella morganii, y al día siguiente (13 de junio), el paciente fue atendido por Consulta Externa de Cirugía Vascular, encontrando herida quirúrgica con proceso infeccioso y fetidez, sin salida de material purulento, motivo por el cual se indicó su ingreso y manejo con antibiótico. En la nota de Cirugía Vascular del 16 de junio de 2011, se reportó pie derecho con herida de bordes sangrantes, tejido seco, reactivo, sin mal olor, con disminución del halo eritematoso, lo cual indicaba que el proceso infeccioso estaba controlado. Esto se confirmó mediante nota del Servicio de Infectología del 17 de junio de 2011, la cual establece que no existía progresión del proceso infeccioso. Así, quedó demostrado que durante este internamiento el paciente presentaba exposición de la cabeza del primer metatarsiano, por ello el Servicio de Cirugía Vascular propuso tratamiento mediante amputación a fin de lograr la cobertura cutánea. Por su parte, el Servicio de Ortopedia, propuso amputación tipo Burgess (debajo de la rodilla), pues este tipo de amputación permite mayor recuperación funcional, así como mejor adaptación al uso de prótesis. Sobre este rubro, es necesario mencionar, que en términos de la literatura especializada, ambos tratamientos estaban justificados ante la patología que presentaba el paciente, su diferencia consiste en que el primero (amputación del primer metatarsiano) es conservador y el segundo (amputación tipo Burgess) es más distante a la patología del pie, pero su beneficio estriba en la recuperación funcional. Ahora bien, el paciente no aceptó ninguno de los tratamientos quirúrgicos propuestos. La nota de Archivo M.C. Dubón Peniche Cirugía Vascular del 19 de junio de 2011, establece que por decisión del paciente, no se realizó el manejo quirúrgico, por lo que al día siguiente egresó del hospital. La nota de Clínica de Heridas del 23 de junio de 2011, refirió úlcera cubierta totalmente por escara con exposición de hueso, la cual se intentó desbridar; sin embargo, el paciente se negó por completo, por lo que sólo se efectuó escarotomía, indicándose antibiótico y cubrir la herida empleando Ulcoderma, así mismo, se solicitaron estudios de laboratorio. En el expediente clínico existe nota del Servicio de Infectología, la cual acredita que el paciente fue atendido el 25 de junio de 2011, indicándose doble esquema antibiótico (moxifloxacino y clindamicina), así como hemorreológico (pentoxifilina). De igual forma, fue atendido los días 3 y 22 de julio de 2011, reportándose en este último día pulsos muy disminuidos, eritema per-lesional y dolor. Por lo anterior, reingresó al hospital demandado el 3 de agosto de 2011 para tratamiento quirúrgico. La nota quirúrgica fechada el 5 de agosto de 2011, reportó que se efectuó resección de la cabeza del primer metatarsiano, dejando los bordes de la herida Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 51 Pie diabético libres de tejido necrótico. El paciente fue egresado el 7 de agosto con herida quirúrgica abierta, sin secreciones o datos de infección, con pulsos presentes y llenado capilar de 3 segundos, se indicó antibiótico, analgésico, curación, cita abierta al Servicio de Urgencias y cita de control al Servicio de Cirugía Vascular, como lo acreditó la nota de egreso hospitalario. Así las cosas, quedó demostrado que la atención del personal médico del demandado, se ajustó a la lex artis médica. El paciente voluntariamente, sin que mediara mora, negligencia o negativa de servicio, consultó a otro facultativo, inhibiendo al demandado para continuar su atención. Esto se confirmó mediante resumen médico un cirujano general, quien refirió haberlo atendido a partir del 8 de agosto de 2011, es decir, al día siguiente de haber egresado del Hospital demandado. Cabe mencionar que en su resumen, el citado cirujano general reportó necrosis de segundo dedo, fascitis de flexor largo de primer dedo, así como del extensor de segundo dedo, por lo que realizó amputación de segundo dedo, fasciotomía, drenaje y desbridación, iniciando cicatrización por segunda intención. Sin embargo, no se demostró que esto fuera causado por mal praxis del demandado. Apreciaciones finales • Se demostró que en la atención brindada por el personal médico del demandado se cumplieron las obligaciones de medios de diagnóstico y tratamiento. • El paciente voluntariamente consultó facultativo distinto, inhibiendo al demandado para continuar su atención, la cual siempre estuvo apegada a lo establecido por la lex artis médica. • En términos de lo dispuesto por el artículo 2110 del Código Civil Federal, no existe incumplimiento de obligación alguna, ni el personal médico causó daño al paciente. Por lo anterior, en la resolución arbitral se absolvió al demandado. • No se realizaron pronunciamientos de la atención brindada por el facultativo distinto al demandado, al no formar parte de la controversia. 52 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Recomendaciones • La resolución de las úlceras infectadas del pie diabético requiere la consideración de distintos aspectos clínicos que incluyen control de la glucosa, cirugía (desbridamiento, drenaje o revascularización) y tratamiento de las infecciones asociadas a tejidos blandos u osteomielitis. • Un paso fundamental en el manejo de estas úlceras es el desbridamiento, el cual consiste en aliminar tejido necrótico para obtener tejido limpio que permita la cicatrización. • La educación del paciente y la familia resultan indispensables para disminuir los graves problemas económicos y sociales que esta patología genera. Bibliografía Beltrán C, Fernández A, Giglio S, Biagini L, Morales R, Pérez J, et al. 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INTRODUCCIÓN Los médicos de primer contacto o de atención primaria son los que atienden en sus estadios tempranos a pacientes con trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), los trastornos de crisis de angustia (estados de pánico), los trastornos de estrés postraumático y otros. El TAG está asociado con cierta afectación del estado mental, social y la salud en general del individuo, dolor corporal inespecífico, que interfieren en sus actividades diarias. Este trastorno también está asociado con un número mayor de visitas al médico debido a que no es diagnosticado ni tratado oportunamente. Muchas veces se asocia a la *Los artículos publicados en el Boletín de Información Clínica Terapéutica son fruto de la labor de los integrantes del Comité, por ello no tienen autoría personal ni referencias bibliográficas. El trastorno de ansiedad generalizada. Boletín de Información Clínica Terapéutica de la Academia Nacional de Medicina. 2012;21(3):1-2. automedicación, al consumo excesivo de alcohol así como de sustancias adictivas. También se presenta con otros trastornos de ansiedad y estados de depresión mayor y diferentes síntomas físicos sin una base orgánica. EPIDEMIOLOGÍA El TAG es el trastorno de ansiedad más visto por el médico general con una prevalencia entre la población general de alrededor del 3% y entre el 5-7% entre los pacientes que acuden a la consulta de atención primaria. Además, es un padecimiento que presenta la más alta prevalencia en personas de entre 40-50 años y en menor grado en la población mayor de 60 años. Las mujeres son 2 veces más afectadas por este cuadro que los hombres y el TAG declina su incidencia conforme avanza la edad en hombres, pero se incrementa en las mujeres. DIAGNÓSTICO De acuerdo con el Manual Diagnóstico de la Asociación Psiquiátrica Americana IV (revisado) (DSMIV-R) los síntomas deben estar presentes, aunque pueden variar, durante un periodo de 6 meses consistentes en una preocupación constante acerca de su salud, familia, trabajo y situación económica. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 53 El trastorno de ansiedad generalizada Hotblack el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) está asociado con cierta afectación del estado mental, social y la salud en general del individuo, dolor corporal inespecífico, que interfieren en sus actividades diarias. Este trastorno también está asociado con un número mayor de visitas al médico debido a que no es diagnosticado ni tratado oportunamente. Muchas veces se asocia a la automedicación, al consumo excesivo de alcohol así como de sustancias adictivas. También se presenta con otros trastornos de ansiedad y estados de depresión mayor y diferentes síntomas físicos sin una base orgánica. Esta condición suele afectar en forma negativa la relación social y laboral. Muchos pacientes, presentan síntomas somáticos inespecíficos (insomnio, cefalea, dolores musculares, fatiga y síntomas de malestar gastrointestinal). Es importante descartar cualquier otra patología médica como hipoglucemia, cardiomiopatía, entre otros así como condiciones psiquiátricas como la depresión, por mencionar alguna. Algunas sustancias como la cafeína, el alcohol, las anfetaminas, los anorexígenos, entre otros, pueden causar síntomas de ansiedad. De acuerdo con el DSMIV-R, el criterio diagnóstico del TAG comprende: c. Dificultad de concentración (tener la mente en blanco). e. Irritabilidad. f. Tensión muscular. g. Trastornos del sueño (dificultad para conciliar el sueño o sensación de tener un sueño insatisfactorio o superficial). 4. El TAG no se debe a efectos asociados a medicamentos o a sustancias de abuso o alcohol u otras patologías médicas como el hipertiroidismo, etc. 5. La ansiedad, preocupación o síntomas físicos ocasionan malestar clínico significativo e interfieren en la vida laboral o social. 1. Ansiedad importante y preocupación o aprensión excesiva con duración de 6 meses. 2. La persona no puede controlar su preocupación. 3. La ansiedad y preocupación están asociadas con 3 o más de los siguientes 6 síntomas: a.Inquietud. b. Fatiga frecuente. Existen varios cuestionarios de autoevaluación para ayudar al médico a diagnosticar los trastornos de ansiedad. 54 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM TRATAMIENTO Tanto el tratamiento farmacológico como el psicoterapéutico en forma simultánea son recomendados Boletín de Información Clínica Terapéutica de la ANMM para el adecuado manejo del TAG. Es importante para el paciente entender que la ansiedad es una condición médica manejable y controlable, siempre y cuando el paciente colabore estrechamente con su médico tratante. La psicoterapia cognitivo-conductual reduce la ansiedad en la mayoría de los pacientes que la padecen. Es importante concientizar al paciente sobre su pensamiento irracional que lo lleva a ciertas preocupaciones también infundadas. En principio es una reeducación de su cognición negativa e irracional hacia pensamientos positivos y de utilidad para el adecuado manejo de su vida diaria. Las terapias de relajación, ejercicios de respiración profunda y ejercicios en general, son de utilidad sobre todo en los casos en los que se puede alcanzar a eliminar el pensamiento irreal por una estrategia más realista para resolver determinados problemas. Estas diferentes técnicas pueden ser utilizadas fuera del ámbito clínico-hospitalario. El tratamiento farmacológico va de acuerdo con las características sintomatológicas, la gravedad y las características del paciente. Los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS) como duloxetina, escitalopram, imipramina, paroxetina, sertralina y venlafaxina, son los fármacos de primera elección. La principal ventaja de estos es que son efectivos para controlar la sintomatología del TAG, se pueden utilizar por tiempo prolongado y no muestran tolerancia ni peligro de abuso, es importante puntualizar que ésto depende del criterio del médico. Las dosis recomendadas son: • • • • • • Duloxetina 30-60 mg al día. Escitalopram 10 mg al día. Imipramina 25-75 mg al día. Paroxetina 20 mg al día. Sertralina 25-50 mg al día. Venlafaxina 50 mg 2 veces al día. Los efectos secundarios más comunes asociados a estos medicamentos son náusea, disfunción sexual, agitación, aumento de peso e insomnio. En general son leves y suelen remitir rápidamente. En los casos en los que se presenta un incremento de la ansiedad se puede prescribir en forma simultánea durante algunas semanas una benzodiacepina a dosis bajas, sobre todo porque los ISRS inician su acción después de 2 a 3 semanas. BENZODIACEPINAS Su principal ventaja es que actúan rápidamente sobre la sintomatología del TAG y la remisión de los síntomas se presenta generalmente dentro de la primera hora después de haber tomado el medicamento. Los mas utilizados son: • Alprazolam 0.25-0.50 mg 3 veces al día. • Clonazepam 0.25-0.50 mg 1 o 2 veces al día. • Clorazepate 5-10 mg 2 veces al día. • Diazepam 2-5 mg 2 veces al día. • Lorazepam 0.5-1 mg 2 veces al día. Es importante mencionar que las benzodiacepinas no son efectivas para tratar la sintomatología depresiva que frecuentemente acompaña al TAG. Los fármacos de vida media corta (6-8 h) producen menos somnolencia diurna y en los adultos mayores no suelen inducir estados de confusión. Deben de utilizarse por el menor tiempo posible por el riesgo potencial de inducir tolerancia y adicción. El tratamiento en general debe ser individualizado, es decir, hay que tomar en cuenta ciertos factores, como la preferencia del paciente hacia determinado tratamiento, la respuesta a tratamientos anteriores, intolerancia a ciertos medicamentos, edad del paciente y enfermedades comórbidas. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 Pedro J. Pérez 55 Desde la trinchera de las ciencias básicas El ácido lisofosfatídico activa directamente el canal iónico TRPV1 a través de fibras terminales tipo C* Reseña León D. Islasa L a membrana plasmática constituye tanto una barrera como una interfase de comunicación entre las células y el mundo exterior. Esta comunicación se lleva a cabo mediante la activación de varios tipos específicos de proteínas de la membrana. Entre estas proteínas se encuentran algunas muy variadas denominadas canales iónicos. Los canales iónicos son proteínas residentes de la membrana plasmática (figura 1) especializadas en el transporte de iones y que son de fundamental importancia en la conversión de señales diversas a señales eléctricas en diversos tipos celulares y principalmente células excitables. Muchos de estos canales son una a Profesor Asociado, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, UNAM * Andrés Nieto-Posadas, Giovanni Picazo-Juárez, Itzel Llorente, Andrés Jara-Oseguera, Sara Morales-Lázaro, Diana EscalanteAlcalde, León D. Islas, Tamara Rosenbaum. Lysophosphatidic acid directly activates TRPV1 through a C-terminal binding site. Nature Chemical Biology. 2012;8(8):737. 56 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM verdadera ventana al exterior de la célula y como tales, son cruciales elementos de esencialmente todos los sistemas sensoriales de los organismos y por la misma razón, su mal funcionamiento puede ser responsables de varias patologías. La principal función de estas proteínas es la conducción de iones a través de un poro de selectividad y una compuerta de activación que es regulada por el o los mecanismos de activación preferentes de cada canal. Por ejemplo, algunos canales iónicos se abren y cierran por cambios en el potencial eléctrico de la membrana, y es muy común que el estado abierto sea favorecido cuando el potencial de membrana se hace positivo. La apertura de algunos otros canales se puede efectuar cuando éstos unen sustancias que actúan como ligandos específicos (por ejemplo, neurotransmisores) y otros más pueden regular su activación por cambios en la tensión física de la membrana plasmática o por cambios en la temperatura o por la señalización hormonal. Es importante hacer no- L.D. Islas Figura 1. La figura muestra un modelo molecular del canal TRPV1 en la membrana plasmática (verde) con la región intracelular carboxilo terminal responsable de la unión de LPA (púrpura). En el panel derecho se muestran registros eléctricos de las corrientes iónicas producidas por TRPV1 tras su activación por LPA (trazo amarillo), así como la generación de potenciales de acción repetitivos producidos en presencia de LPA en células que tienen el canal, como las neuronas del ganglio de la raíz dorsal. tar que las respuestas de los canales iónicos al estimulo o estímulos activadores específicos se puede modular por otros factores, mediante mecanismos alostéricos. Así por ejemplo, la contribución de un canal iónico específico a la producción de señales eléctricas se encuentra modulada por diferentes neurotransmisores o por la liberación de neuromoduladores. Esta es la base molecular en la que se fundamenta el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, por sólo mencionar uno muy importante Existe una gran diversidad genética y estructural entre los canales iónicos conocidos. Algunas familias se especializan en la respuesta a algún estímulo específico, como los canales sensibles a voltaje, mientras otros funcionan como receptores polimodales o sensibles a múltiples y variados estímulos. Uno de los principales receptores de la sensación de temperaturas altas y de varios compuestos químicos que producen una sensación de pungencia o picor es el canal iónico denominado TRPV1, también conocido como el receptor de capsaicina, el compuesto responsable del picor de los tan Mexicanos chiles. Este canal es un miembro importante de una de estas familias de receptores polimodales, la familia de canales iónicos conocidos como TRP (transient receptor potential, en inglés). Muchos de los miembros de esta familia, incluido el TRPV1, son canales no selectivos que permiten el paso de distintos cationes, con una permeabilidad muy alta al ion calcio. Es por esta razón que la contribución de estos canales a la señalización está mediada importantemente por incrementos en la concentración intracelular de calcio. Este canal se expresa preferencialmente en terminales nerviosas libres que envían sus señales a neuronas sensoriales del ganglio de la raíz dorsal a través de fibras tipo C y tipo 2ad. Una consecuencia evolutiva de esta distribución es que las señales fisiológicas normales mediadas por TRPV1 han sido adaptadas por los mamíferos para también señalizar sensaciones dolorosas cuando se produce un estímulo doloroso de origen periférico. Los mecanismos de producción y codificación del dolor están muy relacionados con los de la in- Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 57 El ácido lisofosfatídico activa directamente el canal iónico TRPV1 Figura 2. Modelo molecular de la unión del LPA (bolas amarillas, blancas y naranjas) con el carboxilo terminal del canal TRPV1. Nótese la cercanía de las cabezas polares (cargadas negativamente) del LPA (bolas anaranjadas, que representan grupos fosfato) con el residuo de carga positiva, la lisina 710 del TRPV1, indicado en color azul fuerte. flamación y TRPV1 ha sido implicado en estos procesos, debido a que es modulado por una multitud de substancias proinflamatorias e inflamatorias liberadas durante y después de un insulto que deriva en inflamación y dolor. Por ejemplo, el dolor neuropático producido por desmielinización de nervios periféricos, ha sido asociado a la modulación positiva de TRPV1 es decir, un incremento de su actividad. Se han avanzado algunas hipótesis, como las que proponen que factores liberados por la fibra nerviosa desmielinizada promueven la activación de cascadas de segundos mensajeros que terminan en la fosforilación de TRPV1, es decir, la adición de un grupo fosfato mediada por enzimas denominadas proteína-cinasas. La fosforilación de TRPV1 deviene entonces en una mayor actividad de esta proteína y una mayor percepción de la señal dolorosa. Entre algunas de las substancias que se ha demostrado son liberadas por la desmielinización, se encuentra el ácido lisofosfatídico (LPA). Este es un 58 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM lípido bioactivo, que es también liberado mayoritariamente en procesos inflamatorios por las plaquetas, por lo que también está asociado a patologías cardiovasculares. Como se ve, los mecanismos por los que se lleva a cabo la participación del canal TRPV1 en los procesos de inflamación y dolor es un tema de la mayor relevancia clínica, que, sin embargo, apenas se a empezado a explorar. El artículo que se reseña aquí, es entonces de gran interés, pues describe un mecanismo novedoso por el cual el LPA sería capaz de mediar algunas de sus acciones actuando directamente sobre el canal TRPV1. Si bien, y como ya se mencionó, el LPA había sido involucrado como un importante mediador del dolor, los grupos de Escalante, Islas y Rosenbaum describen por primera vez al canal TRPV1 como un efector de la acción del LPA y demuestran que esto ocurre como resultado de una interacción directa del LPA con TRPV1. Esto es L.D. Islas muy relevante puesto que se ha sabido hasta ahora que todas las acciones del LPA son mediadas por sus receptores de membrana específicos. El trabajo, que fue publicado en la revista Nature Chemical Biology, describe no sólo que el LPA es capaz de actuar directamente sobre TRPV1 para producir dolor, sino que describe tanto los mecanismos celulares como moleculares de la interacción y el posible mecanismo de activación. Los autores empiezan por mostrar que el LPA es capaz de producir dolor en ensayos conductuales en que se inyectan cantidades conocidas de LPA en ratones. Mediante el uso del ratones knock-out en TRPV1 (es decir, ratones transgénicos con TRPV1 genéticamente removido), se demuestra que gran parte de esta respuesta conductual esta mediada por este canal. También, los autores demuestran de manera importante que hay un correlato fisiológico a la respuesta conductual al LPA a nivel celular. La aplicación de LPA extracelular en neuronas del ganglio de la raíz dorsal (DRG), desata la activación de corrientes mediadas por TRPV1 y la concomitante producción de potenciales de acción (figura 1), es decir, una respuesta eléctrica en la neurona DRG, lo que constituye la base celular de las respuestas conductuales. Estas respuestas se encuentran ausentes de nuevo en ratones knock-out, también denominados TRPV1-/-. Una evidencia más del papel fisiológico del LPA en la sensación del dolor, mediante la activación de TRPV1, es que en otro tipo de ratones transgénicos, en que genéticamente se encuentra elevada la concentración de LPA en el sistema nervioso, son hiperalgésicos y esta respuesta elevada a estímulos dolorosos está mediada por TRPV1, dado que los dobles mutantes, o sea ratones con LPA elevado pero sin TRPV1 funcional, no son hiperalgésicos y no hay respuesta fisiológica de las neuronas DRG al LPA. TRPV1 es un canal iónico que, como algunas otras proteínas de membrana, requiere de la unión del lípido de señalización, es este caso del fosfatidil inositol 4,5-bifosfato (PIP2), para poder responder a la unión de su activador canónico, la capsaicina. La interacción de este lípido con la proteína de TRPV1, si bien no esta completamente entendida, se sabe ocurre a través de la unión de PIP2, que tiene carga eléctrica negativa, mediante un mecanismo electroestático. El acido lisofosfatídico (LPA), al ser un fosfolípido, también contiene una cabeza polar con carga negativa. Estos autores demuestran que el sitio de unión del LPA es compartido con uno de los sitios de unión de PIP2 ya descritos en TRPV1, que se encuentra localizado en una región intracelular del dominio carboxilo terminal que tiene una carga neta positiva. Para demostrar convincentemente este punto se emplearon tanto mutaciones que neutralizan o revierten la carga eléctrica del sitio de unión putativo, como ensayos de unión directa del LPA al canal iónico purificado en membranas. También se demostró que el sitio es compartido por estos 2 lípidos, mediante mediciones de la competencia entre LPA y PIP2 por su unión a TRPV1 (figura 2). Finalmente, uno de las rasgos más importantes de la investigación básica de frontera es su carácter interdisciplinario. Así, los resultados experimentales del trabajo reseñado se racionalizaron en un modelo matemático de interacción entre estas 2 moléculas, que es capaz de reproducir fielmente los datos experimentales y permite tener una visión global de los mecanismos propuestos. Es importante destacar que este trabajo constituye una contribución original, por científicos mexicanos, al relevante campo de los mecanismos moleculares del dolor, pues es una demostración muy clara de la participación del LPA en las vías de dolor neuropático, a través de la activación directa de uno de los principales caracteres en juego, el canal TRPV1. Esta contribución no sólo demuestra como la investigación básica contribuye al esclarecimientos de fenómenos clínicos aún poco comprendidos, sino que también abre la puerta a futuros estudios sobre mediadores lipídicos de dolor y a la posible producción de moduladores de TRPV1 o de la producción de LPA , como analgésicos. Otra de las consecuencias de los resultados de esta investigación, es que se vislumbra una participación amplia del LPA y el TRPV1 en otros procesos fisiopatológicos. Por ejemplo, el dolor asociado a algunos padecimientos cardiovasculares como la angina de pecho, se asocia a una actividad plaquetaria incrementada que bien podría mediar sus efectos a través de la interacción de LPA con TRPV1. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 59 Conoce tu Facultad El mural de Eppens Rafael Álvarez Cordero C Pedro María uando un visitante de la Ciudad Universitaria, después de pasar por la torre de la Rectoría y admirar la monumental Biblioteca, en la que Juan O’Gorman plasmó el mural de la Historia de la Cultura, continúa su camino hacia el oriente, se encuentra de pronto en una explanada que termina en el edificio A de la Facultad de Medicina, y se sorprende al encontrarse con un gigantesco mural de 20 m de altura por 18 m en la base, realizado por el artista, pintor, escultor y muralista Francisco Eppens Helguera (1913-1990), uno de los más hermosos murales de todo el campus universitario. El mural de Eppens representa la concepción cosmológica de la vida y la muerte, así como la representación de los 4 elementos, y como tema central el mestizaje. Fue realizado superando las dificultades que supone traabajar en un muro curvo, lo que obligó a realizarlo en pequeñas losas precoladas de concreto de 1 m por 25 cm para poder darle la curvatura necesaria al conjunto. El contenido del mural, cuyo colorido es impactante, es el siguiente: 60 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM • Una serpiente que se muerde la cola rodea toda la composición, como símbolo de la eternidad, lo que da unidad a todo el mural. • El agua está representada en la parte inferior por ondas armadas de discos de jade, y el rostro de Tláloc, dios del agua, con algunos seres acuáticos como el caracol, el pez, la pulga de agua y el ajolote. Rafael Álvarez Cordero Este espléndido mural surgió por petición del arquitecto Roberto Álvarez Espinosa en 1953 y la idea de ejecutarlo a la intemperie fue de don Francisco Eppens, que aceptó el reto de cubrir aquel muro curvo. La labor fue faraónica, se utilizó mosaico de vidrio de Cuernavaca, y como faltaba mosaico color verde, se compraron platos de vidrio, se rompieron en pedazos y se colocaron en donde se necesitaban; trabajando incansablemente, el mural fue terminado en enero de 1954. 59 años después, podemos admirar el vigor, el colorido, la composición, la fuerza y el mensaje del mural de Eppens, artista multifacético al que le debemos también el diseño en 1968 del escudo nacional mexicano; en este año se realizó una exposición de su obra para conmemorar los 100 años de su nacimiento. Los universitarios tenemos en éste mural un elemento representativo de nuestra Facultad de Medicina; en lo personal debo decir que, cuando se inauguró la Facultad en su sede de la Ciudad Universitaria en 1956 y llegué a mi primera clase, el impacto que me produjo el mural de Eppens fue tan intenso y conmovedor como lo es hoy, medio siglo después. El Mtro. Francisco Eppens Helguera con el diseño del escudo nacional en 1968. www.eppens.com.mx/Facebook • El aire está ubicado en las franjas color azul en donde aparecen mariposas, un águila y el zopilote real o cozcacuahtli • La tierra, en el centro y la parte superior, está simbolizada por los senos flácidos de Cuatlicue, madre tierra precolombina en cuyo seno se nutren árboles y plantas. • El fuego está expresado en la parte superior por las llamas de los soles mayas. • Por encima del rostro de Tláloc está la muerte y de entre sus dientes emerge una mazorca de maíz, símbolo de la vida. • En el centro del mural se encuentra una gran cabeza con 3 rostros: el de la madre indígena a la izquierda, el padre español a la derecha y el hijo mestizo al centro, como imagen del México actual. Arriba de esa cabeza están 2 manos extendidas; en la palma de la mano izquierda –arriba de la madre– está una semilla en germinación, y en la otra mano –arriba del padre– aparece el polen fecundador. Colocación del mural La Vida, la Muerte, los Cuatro Elementos y el Mestizaje en la Facultad de Medicina de UNAM. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 61 Arte y medicina La creatividad de Francisco Eppens Helguera Rafael Álvarez Cordero E 62 Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM www.eppens.com.mx/Facebook/archivo n este número de nuestra Revista FACMED la sección “Conoce tu Facultad” está dedicada al mural monumental del frontispicio de nuestra Facultad, creada y realizada por don Francisco Eppens. Originario de San Luis Potosí, estudió en la Academia de San Carlos y trabajó desde 1935 en la elaboración de estampillas postales, por las cuales tuvo 2 premios internacionales en Nueva York en 1938 y 1945; en 1953 realizó el mural La vida, la muerte, los cuatro elementos y el mestizaje que adorna nuestra Facultad, y del mismo modo hizo otros, en la Facultad de Odontología, en el edificio del Partido Revolucionario Institucional, así como la escultura monumental que se encuentra en la ciudad Industrial Bruno Pagliai en Veracruz; en 1968 diseñó el Escudo Nacional que es aún vigente, y junto con esto, numerosas pinturas dan fe de su manejo del color y la forma; una característica de sus cuadros es la representación de un volumen escultórico y una síntesis y modelado de las formas, ya que cada elemento o figura tiene un lugar preciso y estudiado, produciendo equilibrio y unidad a la obra A cien años de su nacimiento, Arte y Medicina hace un pequeño homenaje a quien erigió la obra paradigmática de nuestra Facultad. Monumento La Industria Nacional del Acero (1973-1974). Escultura de acero y mural de mosaico de vidrio. Ciudad Industrial Bruno Pagliai, Framboyán, Veracruz. “El arte es un medio comunicativo humano y resulta un crimen tratar de deshumanizarlo, y cuando se hace impenetrable, pierde la más alta y noble de sus funciones” F. Eppens Caballos de Colores (1985). Óleo sobre tela. Mural La Revolución (1963). Mosaico de vidrio de 31 x 10 m. Edificio del Partido Revolucionario Institucional, México, DF. Ganó un concurso Nacional entre 52 participantes. Vol. 56, N.o 4. Julio-Agosto 2013 63 Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (1984). Óleo sobre masonite, 109 x 80 cm. Gallo Bicéfa 64 lo (198 2). Bro n ce, 27 x 12 cm . Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM Gallo (1978). Óleo sobre tela, 84.5 x 65 cm.