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BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Octava época, año 2
7
JULIO-SEPTIEMBRE
2015
BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Octava época, año 2, núm. 7, julio-septiembre, 2015
Primer Libro de la Escuela del Pueblo.
Enseñanza de la Escritura-Lectura.
AGN,
Propiedad Artística y Literaria, caja 284, registro 70, expediente 15.
BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Archivo General de la Nación
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Dirección de Tecnologías de la Información
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Jefe del Departamento de Publicaciones
Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, año 2, número 7, julioseptiembre de 2015, es una publicación trimestral del Archivo General de la Nación,
donde se publica y distribuye, con domicilio en Eduardo Molina 113, colonia Penitenciaría
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Corrección de estilo: Roberto Del Vecchyo Calcáneo, María del Carmen Gutiérrez Haces
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número: 04-2009-110916591800-106.
ISSN-0185-1926
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Instituto de Investigaciones sobre
la Universidad y la Educación,
Universidad Nacional Autónoma
de México
Juan Voutssás Márquez
Instituto de Investigaciones
Bibliotecológicas y de la Información,
Universidad Nacional Autónoma
de México
Tabla de contenido
Presentación
9
GALERÍAS DE LA HISTORIA
Los “archivos trofeo” rusos de la Gestapo
y del servicio de inteligencia alemán (1912-1945)
como indicio del despliegue panóptico
anticomunista en América Latina
Brice Calsapeu Losfeld
13
Henequén, chicle y turismo. El financiamiento
estatal para la transformación de la economía
yucateca, 1915-1970
Luis Anaya Merchant
35
La transición democrática española
vista desde el México de José López Portillo
Carlos Sola Ayape
61
PORTALES DE LA ARCHIVÍSTICA
Rescate de la memoria de un coleccionista
María Sánchez Vega
89
Conservación y estabilización de la colección
Diapositivas sobre vidrio del Archivo Fotográfico
Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones
Estéticas de la UNAM
Mariana Planck González Rubio
107
Expediente del reparto de bienes comunales
en Tancítaro, Michoacán
Alicia Venegas González
125
RESEÑAS
Historia judicial eclesiástica de la Nueva España
Jorge E. Traslosheros
Por Herlinda Ruiz Martínez
157
Educar para la paz.
México y la cooperación intelectual internacional
Alexandra Pita González
Por Hubonor Ayala Flores
160
La conservación preventiva durante
la exposición de fotografía
Sandra Peña Haro
Por Elia Botello Miranda
163
DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Imagen centenaria. Primer Libro de la Escuela del Pueblo.
Enseñanza de la Escritura-Lectura
Omar Ocampo Fuentes
169
Normas para la entrega de originales
174
PRESENTACIÓN
En este número de Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, publicación
especializada tanto en historia como en archivística, el lector encontrará
atractivas y muy particulares colaboraciones en ambas materias. La sección
de Galerías de la historia reúne resultados recientes de investigación de tres
estudiosos del siglo XX.
El primer artículo de esta sección, escrito por Brice Calsapeu, bien
podría servir de bisagra a este número, pues plantea cuestiones de interés
sobre desclasificación y uso de archivos, con un enorme valor para los
planteamientos de historia del tiempo presente, lo mismo para Europa que
para América Latina. El detonante ha sido, en el caso estudiado por Calsapeu,
la desclasificación gradual de archivos de inteligencia política decomisados
por la Unión Soviética a los alemanes al final de la Segunda Guerra
Mundial. El artículo, en cuestión, identifica, claramente, las inquietudes
que en materia de seguridad interna compartieron históricamente la
República de Weimar y el Tercer Reich, de igual manera, en relación con un
entendimiento antibolchevique con regiones aparentemente remotas como
la latinoamericana.
El artículo siguiente hace interesantes reconsideraciones sobre la
economía henequenera de la península de Yucatán a lo largo de prácticamente
todo el siglo XX, puesto que reconstruye y explica las medidas de adaptación
económica que fueron concebidas para Yucatán en un periodo dilatado
de declive del henequén. Luis Anaya Merchant, enfatiza los cambios en la
estructura agraria y mide su limitado éxito en términos de eficiencia financiera,
diversificación productiva y mejoras en los órdenes social y económico.
La sección de Galerías de la historia cierra con el artículo de Carlos Sola
Ayape sobre las apreciaciones en México respecto del proceso que condujo
al restablecimiento de la democracia en España, hecho que no fue ajeno a
la mejora y pleno restablecimiento de las relaciones entre los dos países. La
incursión de Sola Ayape en ambas problemáticas es sumamente original,
pues tiene como fuente principal el compendio documental que resguarda
el Archivo General de la Nación con motivo de la visita presidencial,
inmediata a tal normalización de relaciones, que José López Portillo hizo a
España a finales de 1977.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
9
La referencia al uso de las fuentes documentales constituye un
excelente puente a la sección Portales de la Archivística que presenta tres
textos que exploran el procesamiento técnico de materiales documentales
de muy diferentes características. La sección abre con un artículo de
María Sánchez Vega, quien hace un espléndido recuento de la trayectoria
del archivo de Franz Mayer desde la muerte de su compilador hasta su
reciente procesamiento y abunda en las problemáticas que enfrentaron y la
soluciones que desarrollaron con la asesoría de especialistas de Apoyo para
el Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México.
Mariana Planck nos abre las puertas a la colección de diapositivas sobre
vidrio que resguarda el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, del Instituto
de Investigaciones Estéticas. El texto abunda en el origen y desarrollo
histórico y tecnológico de los positivos sobre vidrio que formaron parte de
los recursos didácticos de las asignaturas de historia del arte que impartieron
Manuel Toussaint y Justino Fernández y nos presenta el diagnóstico y el
proceso de estabilización que llevó a cabo. El texto presenta y desarrolla
una propuesta que puede ser retomada como punto de referencia para la
revisión y procesamiento de colecciones fotográficas similares.
Finalmente, el texto sobre el “Archivo Expediente de reparto de bienes
comunales en Tancítaro, Michoacán” profundiza en la conformación del
Archivo Histórico de la Secretaría de Gobierno y particularmente en la
serie documental “Hijuelas”, que contiene los documentos generados por
el proceso de reparto de las tierras en esa comunidad. A lo largo del texto,
Alicia Venegas González presenta la historia, contenido y servicios del
Archivo General Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán y abunda
sobre las características de los materiales documentales, sus particularidades
y conformación, pero principalmente, sobre la construcción del cuadro de
clasificación que determinó la organización documental.
Se trata pues, de un número de Legajos. Boletín del Archivo General de
la Nación que presenta una temática variada e interesante para quienes
se interesen en los textos vinculados con el desarrollo y contenido de la
historia y de los archivos. Invitamos al lector a profundizar en las páginas
de la presente edición.
Fabián Herrera León y Sandra Peña Haro
10
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
GALERÍAS
DE LA HISTORIA
LOS “ARCHIVOS TROFEO” RUSOS DE LA GESTAPO Y DEL SERVICIO
DE INTELIGENCIA ALEMÁN (1912-1945) COMO INDICIO DEL
DESPLIEGUE PANÓPTICO ANTICOMUNISTA EN A MÉRICA L ATINA
Brice Calsapeu Losfeld*
Resumen
El trabajo está enfocado en la presentación de los “archivos trofeo”
que los soviéticos confiscaron a las autoridades alemanas durante
la Segunda Guerra Mundial, a través de algunos documentos
– seleccionados por su interés para la historia iberoamericana del
periodo–, que puntualizan lo que podrían ser embriones de redes
anticomunistas y de colaboración internacional contra el comunismo,
que empezaron a formarse bajo la República de Weimar, lo cual
plantea un nuevo enfoque de estudio de las relaciones entre Alemania
y los países latinoamericanos en este periodo.
Palabras clave: archivos trofeo, anticomunismo, Gestapo, Comintern,
América Latina, siglo XX.
Abstract
This article presents the “Trophee-archives” confiscated to German
authorities by the U.S.S.R. during World War II, by some documents
–selected due to their relevance in the Iberoamerican history of that
period–, about the international collaboration against communism,
constructed under the Weimar Republic, and what could be the
embryos of anticommunist networks will be clarified. Thus, a new
study approach regarding the relations between Germany and the
Latin-American countries of that period can be set.
Keywords: trophee-archive, anticommunism, Gestapo, Comintern,
Latin America, XX Century.
* Doctorante del Instituto de Investigaciones Históricas, UMSNH.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
13
Introducción
Marius Losfeld, simpatizante comunista, recién casado con su mujer
Marguerite, en cinta del primogénito, tenía apenas 17 años cuando la
Wehrmacht irrumpió en la ciudad minera y siderúrgica de Denain, en el
norte de Francia. Durante meses la propaganda de la drôle de guerre1 les
hizo creer que los alemanes bajo el nazismo se morían de hambre. ¡Cuán
sorprendido se quedó viendo llegar a los primeros soldados alemanes!
Marius, a pesar de su metro noventa, se sintió de repente pequeño. La
siguiente oleada de soldados alemanes llegó, en sus palabras, ya con un
“tamaño más normal”; la segunda sorpresa que se llevó fue la organización
que tenían los boches (como llamaba a los alemanes de manera despectiva).
Se rumoraba mucho sobre la quinta columna y el espionaje organizado.
Cuando llegaron los soldados alemanes fueron directamente a buscar en los
corons (barrios obreros) a los responsables encargados de prender los altos
hornos en la acerería de la ciudad. Ya tenían los nombres y las direcciones
de la gente necesaria para que la actividad económica, vital para el esfuerzo de
guerra nazi, pudiera empezar de inmediato. ¿Quinta columna o servicios de
inteligencia eficientes? Marius, ya abuelo, nunca supo explicarnos, cuando
nos lo contó a nosotros, sus nietos, lo que vio durante las primeras horas de
la ocupación nazi. La colaboración con las nuevas autoridades de una parte
de la población francesa y el reacomodo de la posguerra oscurecieron más
todavía asuntos sobre los cuales se prefirió no hablar.
La puesta en línea por parte de las autoridades de la federación rusa,
a partir del 2011, de los “archivos trofeo” rusos de la Gestapo y del
servicio de inteligencia alemán (1912-1945), ofrece una nueva oportunidad
para interrogar este acervo de naturaleza policiaca desde la perspectiva
del colaboracionismo. Dada su naturaleza –cuyo principal objetivo era
la vigilancia de los enemigos políticos del régimen en turno– el archivo
encierra una información valiosa, principalmente, del movimiento
comunista, vigilado tanto por la República de Weimar como por el régimen
nazi, que trasluce las redes y contactos entre las administraciones de varios
1 Periodo que cubre desde la declaración de guerra contra Alemania, el 3 de septiembre 1939,
hasta la invasión relámpago del territorio francés, en mayo de 1940, tiempo en el cual no hubo
casi actividad militar.
14
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
países con distintos gobiernos alemanes antes de la guerra, en materia de
represión anticomunista.
Aunque muy poco estudiadas, la existencia de esas redes permiten
responder a la perplejidad de Marius frente a esos obreros “marcados”, sus
vecinos, llevados a encender los altos hornos apagados por unos dueños
que huyeron frente al avance nazi y que dejaron en el paro a miles de
trabajadores y sus familias. Lo que hizo el avance nazi en Europa fue poner
en relieve la existencia de estas redes. Lo que los “archivos trofeo” nos
revelan, es que para América Latina hay indicios de que tales redes existían,
y sobre todo, que habían empezado a formarse, no bajo el régimen nazi
como se podría pensar, sino en la ciudad de Weimar.
El presente artículo presenta los “archivos trofeo” que fueron
puestos a disposición en línea muy recientemente; de igual manera, revela
cómo ciertos documentos del periodo de Weimar pueden servir para
documentar la colaboración anticomunista entre Alemania y algunos países
latinoamericanos y cómo, a fin de cuenta, el régimen nazi no hizo otra cosa
que seguir una continuidad anticomunista (obviamente) desde su visión
paranoica del supuesto peligro bolchevique.
La colección de documentos de la policía secreta alemana y los
servicios de inteligencia
Este acervo representa una colección de actas y documentos que
originalmente fueron ordenados en los archivos administrativos del Reich
alemán, de Austria, de Francia y de Polonia. Al final de la Segunda Guerra
Mundial los documentos se enviaron de Alemania a la Unión Soviética;
entre los años cuarenta y sesenta del siglo pasado; el Comité Central del
Partido Comunista de la URSS los transfirió al Archivo Central del Partido,
al que hoy en día se le llama Archivo Estatal Ruso para la Historia SocialPolítica (RGASPI por sus siglas en ruso). Las actas entregadas provenían del
Archivo Central Estatal Especial de la Alta Administración del Archivo del
Consejo de Ministros de la URSS, la División General del Comité Central
del Partido Comunista de la URSS y el Ministerio de Relaciones Exteriores de
la URSS. En 2011 la federación decidió que se compartiera, mediante la
puesta en línea del acervo documental, un proyecto de largo aliento en
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
15
colaboración con Alemania y que tendría que terminarse en el 2018. Este
esfuerzo representa la disponibilidad de millones de documentos, hasta
ahora casi desconocidos, a disposición de los usuarios de la red.2
Gran parte del material del RGASPI está conformado por escritos
de la policía secreta o de la Gestapo3 y de los servicios de inteligencia
alemanes, franceses, austriacos y polacos, principalmente; se enfocan en la
observación de las labores de la Comintern o Internacional Comunista (IC),
las actividades de los partidos socialdemócratas, de las organizaciones de la
juventud, sindicatos, así como los movimientos de oposición al fascismo
en diferentes partes del mundo. Cubren tres periodos de la administración
alemana: el final del Segundo Imperio (1871-1918), la República de Weimar
(1919-1933) y el Régimen Nazi (1933-1944). Ciertos informes tratan de
individuos específicos, como es el caso del dirigente comunista alemán
Ernst Thälmann (1886-1944),4 que pertenecen a las organizaciones o
movimientos vigilados por su naturaleza política.
Una primera revisión de los documentos confirma la investigación
histórica que subraya una cierta continuidad policiaca entre las dos
administraciones, la de Weimar y la nazi.5 Queda claro, a la luz del archivo,
un hecho demasiado olvidado –en buena medida por el trato mediático
que se da al nazismo en general–, concentrado en ciertos aspectos del
2 Los archivos se pueden consultar en: http://www.germandocsinrussia.org/. El sitio es
accesible en los idiomas ruso, alemán y también en inglés para la página de presentación del
archivo. De la página de presentación se obtuvo la información sobre el archivo.
3 Geheime Staatspolizei; abreviado muy rápidamente: Gestapo, fue creado en 1933 a partir de la
policía secreta prusiana, la cual ya tenía bajo la República de Weimar la tarea de proteger el
Estado y vigilar así como luchar contra los enemigos políticos, principalmente los partidos
extremistas. Ya a partir de 1932, a raíz de la infiltración por parte de funcionarios afines al
NSDAP de los organismos de vigilancia, las tareas se centraron, principalmente, en el Partido
Comunista Alemán (KPD). Sobre la estructura y el funcionamiento de la Gestapo véase:
Dams, Die Gestapo Terror; Herbert, “Ideological legitimization”, pp. 95-108.
4 Ernest Thalmann, dirigente del Partido Comunista de Alemania (KPD). Fue arrestado en
1933 y culpado por el incendio del Reichstag. Nunca fue juzgado y quedó encarcelado, en
aislamiento total, hasta su ejecución en 1944 en el campo de Buchenwald. El acervo es
particularmente rico en documentos sobre el movimiento de solidaridad internacional con el
dirigente del KPD, como la carta del Centro de Obrero de Habla española ubicado en Harlem (New
York), que representa a unos doscientos trabajadores de habla hispana de Harlem que piden
“que se ponga fin al reino del terror en contra de la clase trabajadora y específicamente contra
el Partido Comunista y sus líderes”. RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 284/22. Carta al
embajador alemán en Washington, con fecha 5/03/1933.
5 Dams, Die Gestapo terror, capítulo 1.
16
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
holocausto: el principal enemigo político del nazismo fue el movimiento
comunista.6 En un principio los nazis entendieron, bajo el término
comunista, a los integrantes de la IC, para después aplicar las teorías jurídicas
de Carl Schmitt (1888-1985) sobre la definición de lo político como una
línea de separación entre amigos y enemigos.7 Lo que hizo bascular, con
el tiempo, todo oponente al fascismo en la metacategoría de comunista
–muchos perseguidos–. Pienso, por ejemplo, en el caso de Ernesto Kroch
(1917- 2012)8 y otros casos aludidos más adelante, que son perseguidos, no
por su pertenencia a la comunidad judía, sino por su militancia comunista.
Por lo tanto, el acceso al poder por los nazis en 1933, implicó una brutal
destrucción de la organización de la clase trabajadora. Se estima que a
finales de 1933 entre 150,000 y 200,000 izquierdistas fueron víctimas de
arrestos,9 y no menos de 20,000 comunistas alemanes fueron asesinados
entre 1933 y 1945.10
Vigilancia y colaboración anticomunista bajo Weimar
Los archivos cubren un periodo anterior a la toma del poder por el
Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, o partido nazi (NSDAP). Los
dos regímenes alemanes tienen en común la vigilancia del movimiento
comunista, por lo cual podemos encontrar información relacionada con
la IC y sus organizaciones satelitales, de hecho, los servicios de Weimar –a
6 A modo de ejemplo, en la reciente obra colectiva dirigida por Kershaw sobre el nazismo (El
nazismo. Preguntas clave), la palabra “anticomunismo” aparece un sola vez y ni siquiera como un
punto desarrollado aparte, p. 140. Está claro que para los autores, la Weltanschauung de Hitler
se desarrolla alrededor de la noción del racismo y particularmente del antisemitismo. De
acuerdo con Kershaw, esto sería lo propio del hitlerismo y lo que lo diferencia del nazismo
como tal.
7 Véase Schmitt, El concepto, pp. 56-63; Slomp, Carl Schmitt.
8 Ernesto Kroch, sindicalista y escritor uruguayo-alemán de origen judío que fue condenado
dos veces por actividades de propaganda comunista a penas de trabajos forzados en los
campos de concentración antes de poder exiliarse en América del Sur, en 1937, gracias al
gobierno paraguayo que le otorgó una visa. En los años setenta, fue víctima de la dictadura
militar en Uruguay y tuvo que exiliarse de nuevo, regresando a Alemania. En una plática
personal, Ernesto Kroch insistió que, a él, a pesar de que sabían su origen judío, lo condenaron
por comunista y que no hubo una diferencia en las penas dictadas entre él y sus compañeros
de infortunio “arios”.
9 Wachsmann, “The dynamic of destruction”, p. 18.
10 Margain, “Zwischen Verlusten”, p. 6, en: https://halshs.archives-ouvertes.fr/
halshs-00778512/document [Consultado el 25 de agosto de 2015].
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
17
través de su supervisión de la Comintern–, recopilaban información sobre
el movimiento comunista en América Latina. De interés es el documento
relativo al Profintern (ISR)11 cuya central de contacto con América del Sur se
ubicaba en la ciudad de Berlín a partir de 1927, conforme con los servicios
alemanes.12 La ciudad prusiana se había transformado rápidamente, para
los soviéticos, en un centro de enlace de la actividad comunista a nivel
internacional. El documento comenta que los contactos pasaban por China
hasta la derrota de los comunistas del sur. De allí, el cambio organizativo
que se dio y que, de acuerdo con la misma fuente, tenía otro objetivo.
Acorde con los servicios de Weimar, los soviéticos buscaron entorpecer
las “buenas relaciones” entre Alemania y Estados Unidos de Norteamérica
que son “el mayor enemigo de Rusia en el continente americano, lo cual
deberá tener influencia, también, en América del Sur y así dificultar el acceso
de la industria alemana al capital americano”. Dos agentes de la Comintern
llegaron a la organización de la central en Berlín, el argentino Resnik13 y un
“comunista de la República de S. Salvador, de La Plata [sic]”.14 Un documento
ulterior da el nombre de otros dos agentes, encargados de la organización de
la Krestintern (Internacional Campesina), “Rugen Warga”15 y “Krajewky”
11 El Profintern o Internacional Sindical Roja (ISR) era un organismo dependiente de la
Comintern encargado de los gremios y sindicatos al nivel internacional. Se creó en 1921
para competir contra la influencia del FSI (Federación Sindical Internacional) y se disolvió
en 1937, dentro de la política de Frente Popular, para no crear fricciones con las centrales
socialdemócratas.
12 Russian State Archive of Socio-Political History (RGASPI), Bestand 458 Findbuch 9 Akte
21 (1927-1928)/10, 19/12/1927.
13 Se trata, seguramente, de Abraham Resnik o Reznik, secretario general de la Unión
Sindical Argentina en 1928, miembro fundador de la Confederación General del Trabajo de
la República Argentina (CGT) en 1930; también fue miembro de la filial argentina de la Liga
Antiimperialista de las Américas (LADLA). Sin embargo, Estados Unidos se caracterizó por
un apego al sindicalismo revolucionario y entre 1922 y 1930 por una posición crítica hacia el
comunismo. Sin embargo, Resnik estuvo en la URSS en noviembre 1927 en el Congreso de los
Amigos de la URSS, en la Primera Conferencia Sindical Latinoamericana (11, 1928), reuniones
del buro ejecutivo de la ISR, y fue miembro de la comisión preparatoria de la Segunda
Conferencia Latinoamericana en Moscú (1928). Quiero agradecer al doctor Victor Jéifets,
profesor de Historia Universal en la Universidad Estatal de San Petersburgo, su valiosa ayuda
en la identificación de los cominternistas aludidos en los documentos.
14 El agente que redacta la nota no parece dominar la geografía americana y confunde la
ciudad argentina de La Plata en una República llamada “San Salvador”. RGASPI, Bestand 458
Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/10-12, 19/12/1927.
15 El documento tal vez remite a Eugen Varga (1879-1964), economista marxista de origen
húngaro. De 1922 a 1927, trabajó en el departamento de comercio de la Embajada soviética
en Berlín, durante este tiempo escribió una monografía de geografía económica sobre
18
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
en Buenos Aires.16 La supervisión de los órganos cominternistas hubiera
podido resumirse a las actividades en el territorio alemán. Sin embargo, el
interés mostrado por las autoridades alemanas es mucho más amplio. Una
nota de 1928 sobre el secretario latinoamericano de la ISR para América
central y del sur explica, como preámbulo, que a raíz de la debilidad del
movimiento sindical en esos países, no están todos representados en el
secretariado. Sigue la composición del capítulo latinoamericano de la ISR,
con sede en Buenos Aires, donde se encuentra un Sikeires d’Alfaro [sic] para
Mexiko [sic].17
Uno de los agentes sudamericanos que será así marcado por la policía de
Weimar fue Ricardo Paredes.18 Un informe de 1928 sobre la ISR sudamericana
–como se le designa internamente–, señala que Katajew mandó a Ricardo
Paredes con los plenos poderes otorgados por la Comintern y la ISR para
organizar el congreso internacional en Montevideo; como complemento,
se dice que es miembro de la Federación Roja de los Ferrocarriles de
Chimborazo, que participó –noviembre 1927– en la Conferencia del comité
ejecutivo de la IC, al IV Congreso de la ISR y al VI Congreso mundial donde
formó parte de la comisión del programa. Entre 1927 y 1928 viajó varias
veces a Alemania como enlace entre Moscú y la organización de América
Latina. Era considerado como el futuro secretario general del capítulo
latinoamericano de la ISR.19
Si se compara lo que sabía la policía de Weimar con la biografía del
ecuatoriano,20 su ficha policiaca parece una complicada mezcolanza de
información fidedigna, rastreable en publicaciones comunistas, rumores,
imprecisiones y grandes vacíos. Si bien la información es acertada en
América Latina. En otro documento del mismo fondo (RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9
Akte 3/88-89, 25/5/1928), Eugen Varga, exhibido como conocido agitador, es presentado
como el posible jefe del Buró Europeo del Comintern en Berlín. Sin embargo, nunca estuvo
en América Latina.
16 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/13, 7/01/1928. Probablemente,
Boris Izrailevich Kraevski (1888-1938), polaco de origen, militante bolchevique de la vieja
guardia, dirigió las actividades comerciales de la URSS en Buenos Aires a partir de 1925, donde
permaneció hasta 1930 a la cabeza del Yuzhamtorg (oficina comercial soviética). Fue víctima
de las purgas en 1937.
17 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/14.
18 Ricardo Paredes Romero (1898-1979) médico ecuatoriano, fundador del PC de Ecuador.
19 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/41.
20 Toda la información bibliográfica de Paredes se tomó de Jéifets, América Latina, p. 468.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
19
cuanto a la participación de Paredes en los grandes congresos (VI Congreso
IC, IV congreso ISR) representante de la Federación de ferroviarios de
Ecuador y de la Federación obrera de Chimborazo en la celebración del
X aniversario de la Revolución de Octubre y el Congreso de los amigos
de la URSS (10/1927). Falta, tal vez, lo más importante: que fue alumno,
durante 1927, de la Escuela Leninista Internacional y preparó activamente
la Primera Conferencia sindical Latinoamericana (11/1927) informando al
Buro Ejecutivo de la ISR sobre la situación en Ecuador. Su posterior labor
tuvo poco que ver con la ISR. A su regreso a América Latina, se enfocó en
organizar el PC de su país del cual fue secretario general de 1933 a 1945.
El mencionado informe tampoco indica que Paredes regresó a Ecuador,
pero acompañado de otro agente de la Comintern, Octave Rabaté Austine
(1889-1964), quien fue enviado para organizar el movimiento comunista
en Ecuador –donde se quedaría la segunda mitad de 1928–, antes de ir a
Colombia, donde la huelga en las plantaciones de plátano de Santa María
estaba a punto de empezar.21
Para los servicios alemanes, el nombre de Paredes estaba involucrado,
indirectamente, en los problemas políticos entre las facciones soviéticas que
estaban en pugna. Los documentos alemanes cuentan que buscó obtener
con Katajew una suma de 60,000 dólares, votada en el VI Congreso. En
efecto, para “revolucionar lo más rápidamente posible América Latina”,
la IC y la ISR consideraban que era indispensable organizar en 1928 un
congreso en Montevideo.22 No fue sino hasta mayo de 1929 que se organizó
el Primer Congreso Latinoamericano en Montevideo y en el mes siguiente,
la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, en Buenos Aires. De
acuerdo con el informe alemán, el asunto fue de relevancia y originó un
encontronazo entre Katajew y Krestinsky;23 cuando el primero informó
21 Octave Rabaté, ciudadano francés, empezó a militar en el anarco-sindicalismo antes
de incorporarse al PCF donde fundó la Juventud Comunista. En 1924 fue miembro del
Comité Central del PCF y a raíz de la represión política en Francia forzado al exilio en la
Unión Soviética, donde integra el aparato del Komintern. Jefe de la resistencia en la región
de Bordeaux, fue arrestado en 1942 por los alemanes que lo internaron en el campo de
Mauthausen. Después de la guerra fungió como redactor del diario del PCF L’humanité, del cual
pasó a ser el director de 1957 hasta su muerte. Kersffeld, “Austine”, en: http://eltelegrafo.
com.ec/cultura1/item/austine-el-espia-de-la-comintern-en-ecuador.html [Consultado el 25
de agosto de 2015].
22 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/42, 20/11/1928.
23 Nikolái Krestinski (1883-1938) revolucionario ruso. Cercano a Trotsky hasta 1923 romperá
20
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
al segundo, éste protestó, su argumento fue que dada la situación política
actual imperante hubiese sido contraproducente organizar el Congreso
de Montevideo, lo cual puede que dañara las relaciones con los Estados
Unidos y, a largo plazo, propiciar que los estadunidenses no reconocieran a
la URSS. Enseguida, Krestinsky informó a Litvínov (1876-1951)24 y prohibió
a Katajew recibir a Paredes en la embajada. Como muestra el documento,
este asunto lo utilizaron los adeptos de Stalin en la legación berlinesa
(Brodowsky,25 Katajew y Weresajew) en contra de Krestinsky;26 aunque, al
final, los dos bandos fueron víctimas de las purgas.
Por otro lado, la vigilancia que hacían sobre los camaradas que pasaban
por el suelo alemán era total; pero, no sólo se ejercía desde Alemania. Una
nota titulada con parsimonia “América Latina”, informa que próximamente
irían a América Latina, pasando por Alemania, los compañeros Rjabikow
y Martinez,27 con los plenos poderes otorgados por la Comintern y la ISR
para dirigir los conflictos laborales que uno está esperando en relación con
la agitación en México, la lucha de los trabajadores plataneros contra la
firma estadunidense United Fruit Company en Colombia y el conflicto
entre Bolivia y Paraguay.28 Rjabikow, oficial del Estado Mayor Rojo, es
descrito como uno de los grandes especialistas de la guerra civil en los
países coloniales; se deja entender que ha sido nombrado en México para
dirigir acciones militares. Para dar más peso a lo antedicho, el funcionario
añadió un recorte de prensa alemana que reporta el llamado del secretario
del Comintern contra la guerra entre Bolivia y Paraguay.29
Vamos ahora a subir un peldaño en materia de colaboración policiaca.
Se trata de una serie de tres documentos que se extraen de otros escritos
en ruso, relativos a los métodos y medios a utilizar en América Latina por
totalmente con la oposición de izquierda en 1928. Fue diplomático hasta 1937 cuando cayó
víctima de las purgas estalinistas.
24 Maksim Litvínov (1876-1956), principal jefe de la diplomacia soviética.
25 Bratman-Brodowsky (1880-1938) revolucionario de origen polaco que estuvo en función
en la embajada soviética en Berlín de 1922 a 1931. Arrestado en 1937; fue víctima de las
purgas en 1938.
26 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/43, 20/11/1928.
27 Los dos no son identificados.
28 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/44, 20/12/1928.
29 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/45, 28/12/1928.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
21
el movimiento comunista.30 El traductor de los tres documentos se va a
ocupar de redactar un informe de tres cuartillas donde, apoyándose sobre
argumentos filológicos, va a poner en duda la autenticidad del documento,
llegando a la conclusión de que fue escrito por un alemán y que por lo
tanto era falso.31 El documento, así como el informe del traductor, van a
propiciar un intercambio de correo en las más altas instancias del sistema
policiaco de Weimar: los servicios secretos del Ministerio de la Guerra y el
Comisario de la Vigilancia del Orden Público. Todos fueron convencidos
por la buena argumentación del traductor y, de igual manera, consideraron
las conclusiones del traductor como acertadas.
Sin embargo, y a pesar del decidido carácter apócrifo de los documentos,
en un correo del 6 de julio de 1928,32 los servicios policiacos toman contacto
con el doctor Ernesto Fricke Lemoine,33 segundo de la legación boliviana en
Berlín, para entregarle los documentos. De igual manera serán trasmitidos
al primer secretario de la legación brasileña Silvio Rangel de Castro. Cabe
recordar que las autoridades alemanas van a transmitir a las autoridades
de los países sudamericanos los documentos que consideraron falsos. En
ambos casos, la autoridad alemana hace referencia a conversaciones privadas
sobre el intercambio de “noticias e informaciones” del movimiento de la
IC (caso boliviano) y la “propaganda bolchevique” (caso brasileño). Para
entender la manipulación es importante reparar en sutilezas lingüísticas:
cuando el documento interno alemán termina considerando la instrucción
como falsa,34 el correo al diplomático boliviano avisa que el documento
mandado viene de “una fuente confiable pero todavía no comprobada.
Por lo tanto se la puede comunicar con toda reserva sin dar garantía de
30 RGASPI , Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)//21-23. Documentos respectivamente del 7/4/1928, 24/4/1928 y 24/3/1928.
31 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/31-33. “Werturteil des Uebersetzers”
32 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/37.
33 Político y diplomático boliviano (1890-1962). A pesar de la aparente preocupación
antibolchevique de su embajada, Bolivia acogió a muchos judíos alemanes. Se estima que fueron
unos 7,000 entre 1933 y 1938 y de 10 a 15 000 entre 1938 y 1941. Fricke Lemoine formó parte
de la cúpula directiva de un proyecto de 1940, la “Sociedad Colonizadora de Bolivia (SOCOBO)”
como vicepresidente del comité de ayuda a los refugiados que intentaron colonizar territorios
bolivianos con judíos provenientes de Europa. Sobre Fricke Lemoine véase, Brockmann, Tan
lejos. Sobre la huida de judíos alemanes a Bolivia véase, Kizsan, Fluchtziel.
34 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/35-36.
22
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
su autenticidad. De todos modos no hay que descartar que se trate de un
verdadero documento de la Internacional Comunista, porque el contenido,
en general, corresponde en este momento a la línea de los métodos de
propaganda preferidos de la Comintern”.35 El funcionario anota que sin
embargo “suscita la impresión que posiblemente se trate de un falso”.36
Por otra parte, el aviso al diplómate brasileño es algo menos enredado y
más directo. Algunos elementos “dejan aparecer hasta un cierto grado la
autenticidad cuestionable, pero por otra parte la instrucción recorre la línea
de los métodos más queridos de la Comintern”.37 En este estricto sentido, si
aceptamos los documentos como verdaderos, se contradicen con la línea del
V Congreso de la IC, dado que la del VI Congreso –que llegará a la línea
más ofensiva de clase contra clase–, está todavía por darse.38 En todo caso,
los documentos sirven como indicio de la colaboración de los servicios
de inteligencia anticomunista entre Alemania y los países sudamericanos
en la época de Weimar. Queda por determinar el tamaño y la legalidad de
la colaboración y si respondía a la iniciativa privada de los representantes
sudamericanos o si en cambio respondía a unas directivas concretas de sus
gobiernos respectivos.
El régimen nazi y el panóptico paranoico del comunismo
Con los siguientes documentos se cambia la temporalidad y el régimen,
directamente a 1936, donde el gobierno nazi sigue con cierto interés la
actividad comunista en América Latina. El caso de Guatemala será
paradigmático. Los esfuerzos del gobierno dictatorial de Jorge Ubico y
Castañeda (1878-1946) en la lucha contra el comunismo son evaluados
como serios. El informe diplomático indica de un supuesto agente de la IC,
camino a El Salvador y a Uruguay que fue ejecutado sin proceso y a quien
se le decomisó la suma de 38,000 dólares. El informe añade que el caso fue
disimulado; por tanto, no trascendió en la opinión pública. Un funcionario
35 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/37.
36 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/38, 6/7/1928.
37 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/39.
38 El VI congreso de la IC fue entre julio y septiembre de 1928 y los documentos apócrifos,
anteriores, son de marzo y abril de 1928.
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23
alemán informa que ciertos sectores políticos o influyentes (lastimosamente
no aludidos), vislumbran al consulado mexicano y a ciertos elementos
judíos como fuente de apoyo al comunismo en Centroamérica.39 En cuanto
a la presencia de una comunidad judía en el país, debemos interrogarnos
frente a la percepción de la realidad por parte de las elites; a menos que
esa visión sea recompensa de la intoxicación producida por un funcionario
que busca justificar actividad en una parte del mundo, que había ganado un
interés geoestratégico para Alemania y el capitalismo germano. Hasta 1937,
en Guatemala, el gobierno de Jorge Ubico mantuvo muy buenas relaciones
con Alemania en general (su segundo socio económico), y con la Alemania
nazi en particular.40 No es casualidad que uno de los primeros capítulos
del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en el extranjero se
organizara, en el verano de 1931, justamente en Guatemala, bajo la férula
de Otto Langmann (1898-1956).41
El siguiente documento hace eco al precedente,42 ya que manifiesta la
preocupación por parte de la embajada alemana para seguir la conformación
de un sector anticomunista en la elite chilena que distribuyó un folleto,
conseguido en Ginebra por el embajador chileno en Londres, que
denuncia las actividades y métodos comunistas en América Latina. Resulta
cómico que el folleto –conseguido en Suiza–, fuera obra de la Entente
Internationale Anticommuniste, una oficina de propaganda internacional
fundada en Ginebra en 1924 por unos rusos blancos y financiada tanto por
gobiernos (alemán, italiano…) como por particulares.43 Es decir, el trabajo
propagandístico intoxicó a los propios servicios consulares, cuyo gobierno
de tutela pagaba la producción de tales materiales.
La vigilancia paranoica del movimiento comunista por parte de las
instancias nazis, operó en el mundo entero ofreciendo a sus lectores
noticias pasadas por el filtro de la propaganda, lo que se puede ejemplificar
39 La idea de México como caballo de Troya del comunismo en Centroamérica ya se daba
desde 1919. Véase sobre el tema, Díaz Vásquez, “Intelectuales centroamericanos”, pp. 119-134.
40 Wagner, Los alemanes en Guatemala, pp. 348-365.
41 Teólogo evangélico alemán que a partir de 1928 se fue a Colombia y Ecuador como
misionero. En 1930 llega a Guatemala; en 1931 organiza el partido nazi. Fue mandado por
el gobierno nazi como representante en Uruguay en 1937, en: http://www.deutsche-inguatemala.de/?p=62. [Consultado el 25 de agosto de 2015].
42 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 144/10-18.
43 Caillat, “Une source inédite”, pp. 25-31.
24
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
con la publicación Narichtendienst der Antikomintern (Servicio de información de la
Anticomintern). El 25 de febrero de 1936, la publicación reporta la creación
en México (en la lógica del frente común) del sindicato de la CTM por
socialdemócratas y comunistas: “El responsable de la CTM es un comunista
y el objetivo del sindicato es la lucha contra toda religión y actuar contra
el capitalismo a través del boicot y de la huelga”.44 De acuerdo con la
misma fuente, el 29 de febrero de 1936, el PCM pide a sus miembros entrar
masivamente en el ejército. El mismo órgano de prensa anticomunista
reporta que el 25 de mayo se dio una manifestación en la ciudad de México,
frente a la embajada brasileña, para protestar contra los arrestos masivos de
comunistas a raíz de la intentona de 1935.45 Los acontecimientos en Brasil,
seguramente por la enorme población alemana presente en el sur del país
sureño, son el objeto de un seguimiento anterior al caso de Olga Benário.
En un recorte de periódico del Völkischer Beobachter,46 se aprecia que la
Comintern, que ya para esa época estaba en la táctica del Frente Popular,
quiere la guerra civil en Brasil y que el jefe de la policía de São Paulo declara
que las instancias comunistas decidieron atacar a Brasil para instalar en el
país “la dictadura de los soviet” [Rätediktatur, litt. dictadura de los consejos]. El
periódico publica que, nada menos que Bela Kuhn (1886-1939)47 y Otto
Braun (1900-1974)48 estarían en marcha para supervisar el golpe; noticias
que obviamente no tienen ningún fundamento.
La colaboración en la lucha en contra del comunismo va a subir un
peldaño más en la ignominia, justamente con el caso de Olga Benário (190844 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/2, 25 de febrero de 1936.
45 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/23, 30/05/36.
46 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/40, 1/07/1936, núm. 183. El Völkischer
Beobachter (1919-1945) fue el periódico oficial del NSDAP desde 1920 hasta su desaparición.
Comprado por el NSDAP en 1920, Hitler adquirió todas las acciones el año siguiente
convirtiéndose en su propietario. Para 1936, su editor en jefe era Alfred Rosenberg (18931946) el principal ideólogo del nazismo.
47 Abogado húngaro de origen judío, después de militar en la socialdemocracia fue uno de
los fundadores y director del PC húngaro. En marzo de 1919, encabezó la efímera República
Soviética Húngara que duró 133 días, después de los cuales se refugió en Austria. Tras
su expulsión de Austria en 1928, el dirigente húngaro fue notificado de la interdicción de
participar en actividades clandestinas fuera de la Unión Soviética. Participó en el VII Congreso
del Comintern, fue destituido de sus cargos en mayo de 1936 y detenido en junio 1937,
víctima de las purgas estalinistas bajo la acusación de trotskismo y de traición a la IC.
48 Otto Braun, para estas fechas, trabaja para la Komintern en China de la cual fue expulsado
en 1939. Fue amante de Olga Benário quien organizó su huida de la cárcel en 1928.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
25
1942). Sabido es que la militante comunista de origen judío fue expulsada,
en compañía de Elise Saborowski-Ewert (1886-1939),49 por las autoridades
brasileñas hacia Alemania y pasará bajo el poder de la Gestapo hasta ser
ejecutada. Las complicidades entre el gobierno de Vargas y la Gestapo
fueron demostradas de sobra.50 Sin embargo, las expulsiones extrajudiciales
no eran algo poco común. Citamos como ejemplo el caso del salvadoreño
Aquilino Salinas Martínez (1899-¿?), quien a su regreso de Rusia en 1933,
fue detenido en Alemania y enloqueció a consecuencia de las torturas que
le fueron infligidas; fue deportado hacia su país de origen donde terminó su
vida, al parecer, en un manicomio.51
El trabajo de vigilancia e inteligencia de los militantes de izquierda es internacional, como lo ejemplifica el listado sistemático de los combatientes
internacionales participantes en la Guerra Civil española.52 A juzgar por las
piezas, la Gestapo tiene expandida, desde 1934, su red de colaboración
con autoridades policíacas extranjeras que seguramente jugarán, más tarde,
un papel determinante en el momento de la colaboración con las fuerzas
nazis de ocupación, por ejemplo, la vigilancia de actividades comunistas
en suelo danés.53 La colaboración policiaca con ciertos países, por esos
años, con regímenes en vía de derechización y con un movimiento fascista
importante como en el caso de Rumania,54 no es de extrañar. Pero hay
casos más problemáticos como el de las autoridades de Holanda,55 uno de
los países que recibió muchos alemanes perseguidos por el régimen nazi,
49 Agente de la IC, arrestada al mismo tiempo que su marido, Arthur Ewert (1890-1959)
dirigente del KPD hasta 1929. Después de caer en desgracia, integró la IC que lo mandó en
misiones a China y América Latina. Preso en 1935 al mismo tiempo que su esposa, fue
torturado por la policía brasileña al punto de enloquecer; su mujer fue violada y torturada
frente a él. Sobre la vida de Ewert se puede consultar la tesis de doctorado de Ronald
Friedmann, Arthur Ewert (1890-1959) Der Lebens-und Leidensweg eines deutschen Kommunisten
auf drei Kontinenten (Postdam, 2015), descargable en http://www.ronald-friedmann.de/
dissertation/. Una versión reducida de la tesis fue publicada por la editorial Dietz.
50 Botteri, Selvagens e Incendiáro, p. 163. Sobre la extrema brutalidad de la represión de la
intentona de 1935, Smallman, “Military terror”.
51 Jeiféts, América Latina, p. 558.
52 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 179/385. El documento enlista 12 nombres de
ciudadanos daneses miembros de las Brigadas Internacionales.
53 Caso del jefe Hansen de la policía criminal sección política de Copenhague. RGASPI Bestand
458 Findbuch 9 Akte 401-403. Noviembre-diciembre de 1935.
54 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/22-26 y 29. Respectivamente 25 de junio y 14
de julio de 1934.
55 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/34, 31 de marzo de 1934.
26
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
pero que no vaciló en expulsar hacia Alemania militantes comunistas,56 o
el de la autoridad inglesa en Palestina que no vacila en dar la información
que tiene sobre el ciudadano polaco Itzhak Barzelai.57 El caso de Barzelai
nos sirve para ilustrar lo que avanzábamos sobre la prioridad dada por el
sistema nazi –hasta una cierta fecha–, a la militancia política por encima de
la filiación étnica en el despliegue de su aparato represivo.58 Joseph BergerBarzilai (1904-1978) emigró a Palestina en 1920; militante sionista en un
principio, fundó el Partido Comunista de Palestina en 1922 y participó de
la construcción de las organizaciones comunistas en Líbano y Siria. A partir
de 1924 asumió más trabajo dentro de la Comintern; en 1932 ingresa en la
comisión del medio oriente en Moscú; los ingleses dejan de tener noticias
sobre él. En 1935, aquel que fuera descrito por la policía palestina como
“capaz, inteligente y un peligroso comunista”, será una víctima más de las
purgas estalinistas.
Otro ejemplo ilustrativo es el escritor de origen judío, Bruno Frey (18971988), descendiente directo de Heinrich Heine (1797-1856), quien a partir
de 1929 edita el Berlin am Morgen bajo los auspicios del dirigente comunista
Willi Münzenberg (1889-1940). Después del incendio del Reichstag, emigró
a Praga donde participó en la publicación antifascista Gegenangriff junto con
Franz Carl Weiskopf (1900-1955). Internado en el campo de concentración
francés en Le Vernet, en 1941, el cónsul mexicano en Marsella, Gilberto
Bosques Saldívar (1892-1995),59 le otorgó su visa para México; antes, una
nota de 1933, que lo identifica como marxista prominente, había informado
a los servicios alemanes que se encontraba en suelo praguense.60
No es el único antifascista alemán exiliado en México que dejó huellas en
los archivos del RGASPI. En 1941, la Gestapo mandó al gobierno portugués
una lista de 16 comunistas supuestamente presentes en su territorio que
había que arrestar.61 En la lista se encuentra Rudolf Feistmann (1908-1950)
56 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/35.
57 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/18.
58 El momento clave sería en julio de 1936 con la reorganización del sistema policiaco
que deja de tener como prioridad al enemigo político para enfocarse en una visión racial y
eugenista del cuidado de la nación alemana. Herbert, op. cit., p. 104.
59 La acción del diplomático mexicano permitió salvar aproximadamente 40,000 personas.
Sobre Bosques existe un documental de Lilian Lieberman, Visa al paraíso (2010), así como
varias publicaciones que relatan su actuar.
60 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 284 (1)/97, 22 mayo de 1933.
61 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 185 (1)/86-87 y 82, 31 de julio de 1941.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
27
periodista de origen judío, miembro del KPD que había emigrado a Francia
en 1933, donde había sido miembro del Deutscher Kulturverbandes en París y
redactor en jefe del periódico comunista Unsere Zeit. Internado en un campo
en 1939, Feistmann, –también conocido como Rudolf Fürth–, ya estaba
camino a México cuando la Gestapo lo buscaba en Portugal, huyendo
por Marsella en compañía de su compañera Gertrud Düby (1901-1993).62
Los tres exiliados formaron parte del grupo “Alemania Libre/Freies
Deutschland” que en colaboración con El Taller de Grafica Popular editó El
Libro Negro de Terror Nazi en Europa, en 1942.
Algunos documentos provenientes del CAMO63 relativos al pacto antikomintern, permiten profundizar un poco la visión de la lucha anticomunista
y las redes que se tejieron antes de la guerra. El pacto anti-komintern,
firmado inicialmente el 25 de noviembre de 1936 entre Alemania y el Japón
imperial, es relativamente poco estudiado a pesar de las implicaciones entre
sus firmantes en cuanto a colaboración cultural, económica, etcétera.64
Otto von Erdmannsdorff, embajador alemán en Budapest, lo define como
“movimiento de contención (Niederkämpfung) del bolchevismo”,65 “de resistencia al trabajo de disolución de la Internacional comunista”.66 Hay que
recurrir al protocolo adicional del pacto anti-komintern para entender qué se
entiende concretamente como resistencia: el punto (a) dictamina que los
funcionarios responsables de los dos estados van a trabajar conjuntamente
en el intercambio de inteligencia sobre las actividades de la IC. Cabe
resaltar que los términos utilizados son exactamente los mismos que en las
notificaciones enviadas a los mandatarios suramericanos en relación con los
documentos dudosos de la IC de 1928. De igual manera, tomaran medidas
62 Gertrude Elisabeth Lörtscher, más conocida como G. Duby-Blom, suiza de origen,
después de casarse con un alemán se integró al SPD. Fue una de las fundadoras del SAPD
(Sozialistische Arbeiter Partei Deutschland), una escisión izquierdista del SPD, cercana al POUM
y que tuvo un gran papel en la resistencia interna al nazismo. Después de su exilio, DubyBlom se quedó en México donde hizo una gran trayectoria como fotógrafa y antropóloga del
mundo maya.
63 Archivo Central del Ministerio de la Defensa de la Federación Rusa (CAMO por sus siglas
en ruso) poseedor de “archivos trofeo” que están puestos en línea en el mismo sitio que los
del RGASPI.
64 El régimen fascista italiano se unirá al pacto el 6 de noviembre de 1937, el reino de
Hungría el 25 de febrero de 1939 y la España franquista el 27 de marzo de 1939.
65 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450,/5, 24 de febrero de 1939.
66 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450,/6, 24 febrero de1939.
28
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
severas contra los que en el país –o en el extranjero–, directa o indirectamente
estarían al servicio del comunismo internacional o lo ayudarían en su trabajo
de disolución (punto b).67 A pesar de sus declaraciones, el Pacto no es, en
la práctica, defensivo, sino más bien ofensivo dado que su campo de acción
no se limita al territorio nacional.
El mismo aparato de la anticomintern destila una visión de la geopolítica
mundial muy lejana de la veracidad factual, donde el objetivo en España sería
de constituir una república soviética ibérica que serviría de base para una
bolchevización de Europa occidental, en especial en Francia y América Latina. El envío del exministro socialista Indalecio Prieto Tuero (1883- 1962)
y del general Manuel “Herera” [sic]68 a la Conferencia Panamericana en
Lima y a la toma de cargo del presidente del frente popular chileno, el
radical Pedro Aguirre Cerda (1879-1941),69 son presentados como parte
de acciones para obtener un apoyo para armas y alimentos dentro de esta
política de expansión guiada por la IC.70 El análisis nazi está muy lejos de la
realidad de “La lógica de Stalin” imperante en relación con la guerra de España.71 Historiográficamente queda claro que las más altas instancias del
poder soviético nunca tuvieron la intención de ganar el conflicto sino, más
bien –de manera pragmática–, hacer que el conflicto durará lo más posible
para desgastar al máximo a los que iban a ser los próximos enemigos
concretos.72 El mismo pragmatismo se aplicará con el pacto germanosoviético. En efecto, Stalin requería tiempo para recomponer un ejército
rojo, fuertemente debilitado por las purgas empezadas a partir de 1936.73
Pero, qué visión se tiene de América Latina desde el pacto anti-komintern.
América Latina tiene tres centros de expansión comunista: México, Chile y
67 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450/13, 25 noviembre de 1936. El punto (c) establece una
comisión permanente de trabajo entre los países miembros.
68 Se trata del general Emilio Herrera Linares (1879-1967), ingeniero militar español, aviador
y científico; director técnico de las fuerzas aéreas republicanas. Durante su exilio en Francia
el general alemán Von Faupel le ofreció trabajar en el laboratorio de vibraciones de Berlín,
proposición que rechazó. Fue presidente de la república en exilio entre 1960 y 1962.
69 Miembro del Partido Radical fue ministro del interior de Arturo Alessandri Palma, de 1932
a 1938. Fue presidente de la república de 1938 a 1941 como candidato del Frente Popular
Chileno. En la revista El Libertador, cercana a la IC, Alessandri Palma fue tachado de fascista.
70 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450/64. El documento no tiene fecha de redacción pero
parece ser –en toda lógica– de finales de diciembre de 1938.
71 Remitimos al siguiente trabajo, Elorza, “La lógica de Stalin”, pp. 1-23.
72 Para una valoración del tema, Payne, The spanish civil war, pp. 126-129.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
29
Colombia. La Federación Latinoamericana del Trabajo74 es vista como una
organización cominternista. Si bien la CTAL tenía su antecedente directo en
la Confederación Sindical Latinoamericana (1929-1938),75 entraba más bien
dentro de la política de frente común ante el acercamiento de la Segunda
Guerra Mundial. Las personalidades presentes en su fundación, los
sindicalistas León Jouhaux (1879-1954),76 John L. Lewis (1880-1969),77 el
argentino Francisco Pérez Leirós (1895-1971),78 su presidente, el mexicano
Vicente Lombardo Toledano (1894-1968) o el sindicalista español Ramón
González Peña (1888-1952),79 considerados por el informe alemán como
comunistas, pertenecen al espectro de la socialdemocracia y, en absoluto,
no eran miembros de la Comintern y menos se pueden considerar agentes
del poder soviético.80
La política que seguía la Unión Soviética fue la aplicada por la propia
Alemania nazi hacia América Latina. Es, tal vez excesivo, menospreciar
el papel de la ideología cuando se examinan las relaciones de la Alemania
hitleriana y la España franquista, sin embargo, la tesis de Pier Paolo Barbieri,81
el cual inscribe la ayuda militar al bando nacionalista dentro de un programa
de explotación económica de España a largo plazo, podría complementarse
con el fomento de un proyecto de penetración en América Latina por
medio de España, que corresponde a la descripción del proyecto imputado
73 Hay que notar que las purgas tocaron también el aparato de la Comintern, en primera línea
los militantes alemanes y centroeuropeos. Véase Chase, Enemies.
74 De hecho, se trata de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL),
fundada en 1938 en México durante el Congreso Obrero Latinoamericano, culminación de
la Conferencia Regional del Trabajo que se había llevado en Santiago de Chile en 1936. Esos
encuentros se inscribían en el desarrollo institucional de un movimiento obrero no comunista
bajo el amparo de la OIT. Véase Herrera, “La Primera Conferencia”, pp. 199-242.
75 Fundada en Uruguay, en 1929, después del Congreso de Montevideo de la ISR.
76 León Jouhaux, sindicalista francés, firmó la Charte d’Amiens en 1906 sobre la independencia
sindical frente a los partidos políticos. Secretario general de la CGT hasta 1947. Fue deportado
al campo de Buchenwald en calidad de rehén de Vichy. Premio nobel de la paz en 1951.
77 John Lewis, sindicalista de los USA, organizador del Committee for Industrial Organization
(CIO) una escisión del AFL. Cercano en un primer momento al partido demócrata, se distanciará
de Roosevelt para ser fiel a sus posiciones antibélicas.
78 Francisco Pérez Leirós, político y sindicalista argentino responsable de la CGT en la década
de los 30. Vicepresidente de la CTAL en su fundación y diputado nacional por el PSOE.
79 Ramón González Peña, fue un sindicalista y político español miembro de la UGT (Unión
General de Trabajadores) sindicato cercano al Partido Socialista Obrero Español de
orientación social demócrata.
80 Herrera, “La confederación”, pp. 136-164.
81 Barbieri, Hitler´s shadow.
30
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
a la Unión Soviética. En efecto, la política franquista de la hispanidad se
inscribía dentro de un plan más amplio de expansión ideado en Berlín y que
tenía como centro de difusión el Instituto Iberoamericano, bajo la batuta
de Wilhelm von Faupel.82
Conclusión
Muchos aspectos de la política alemana en relación con América Latina,
desde el periodo de la República de Weimar al Tercer Reich, quedan por
esclarecerse; en todo caso, desde 1918 hasta 1944, se puede identificar
un enemigo público número uno para las diferentes administraciones
alemanas: el socialismo y su principal adalid, la Comintern. Esto lleva –de
manera prematura– a los servicios de policía política a vigilar y recopilar
información sobre el comunismo en América Latina. Si en muchos aspectos
se consideran los dos periodos como una ruptura, en lo que concierne a
la vigilancia anticomunista hay una continuidad que revelan las actas. Esa
vigilancia se vuelve, a la vez que obsesiva, internacional. Con toda lógica
una de las funciones de las legaciones alemanas en suelo extranjero va a ser
la vigilancia del movimiento comunista en los países donde están ubicados
así como la conformación de redes informales de contacto con sectores
de la población que tienden naturalmente al anticomunismo. Basándose
tanto en la documentación alemana como en las documentaciones locales,
la elaboración de las redes informales queda por esclarecerse. Si algunas
colaboraciones muy tempranas pueden entenderse, otras son menos
explicables. De igual manera, queda por determinar si la colaboración
anticomunista empezada antes de la guerra desde 1928 para el intercambio
de información y desde 1933 para la represión física entre ciertos países
“democráticos” y el régimen nazi, formó parte de unos acuerdos estatales o
simplemente fue la iniciativa de elementos aislados que más tarde pasaron,
en el caso europeo, a colaborar con las autoridades de ocupación nazi.
A lo mejor la perplejidad de Marius Losfeld, frente a la excelencia de la
información con la cual llegaban los soldados alemanes, se explica mejor a
través de las redes bicéfalas anticomunistas trasnacionales que se tejieron
82 Brito, La actividad nazi, pp. 98-102.
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a partir de 1919, como se percibe en los “archivos trofeo”. Si se refiere a
un sistema comunista trasnacional, como lo hace Annie Kriegel,83 fuerza
es de constatar que a la luz de los documentos presentados existen fuertes
indicios de un sistema anticomunista trasnacional esbozado anteriormente
a los diferentes organismos que se desarrollaron a partir de la Guerra Fría y
que implican a América Latina.
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Bestand 458 Findbuch 9 Akte 144/10-18.
Bestand 458 Findbuch 9 Akte 179.
Bestand 458 Findbuch 9 Akte 185.
Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216.
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83 Kriegel, Le système.
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Fecha de aprobación: 28 de septiembre de 2015
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HENEQUÉN, CHICLE Y TURISMO. EL FINANCIAMIENTO ESTATAL
PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA ECONOMÍA YUCATECA, 1915-1970
Luis Anaya Merchant*
Resumen
Este ensayo explora la experiencia económica yucateca durante medio
siglo. La prosperidad henequenera intentó ser repetida bajo nuevos
esquemas organizativos por las clases dirigentes que emergieron de la
Revolución. Su intento más ambicioso y menos fructífero vino con la
denominada cruzada del Mayab. Al revisar este pasaje se hace especial
énfasis en sus mecanismos de financiamiento; un segundo aspecto
estudiado son las organizaciones de cordeleros. Las dificultades del
henequén plantearon pronto la necesidad de encontrar alternativas
económicas. En esta perspectiva, el ensayo revisa algunos factores
que frenaron los primeros intentos de convertir a la península en un
polo de atracción turística. En tal circunstancia, cobrarían realidad
otros cultivos, incluyendo el chicle, que no podrían explicarse sin la
intervención de mecanismos estatales de financiamiento como el
Banco Agrario de Yucatán (BAY).
Palabras clave: cordeleros, financiamiento, chicle, turismo, BAY.
Abstract
This essay explores the economic experience for half a century in
Yucatan. The Henequenera prosperity tried to be repeated under new
organizational schemes for the ruling classes that emerged from the
Revolution. His most ambitious and less successful attempt came with
the called “Cruzada del Mayab”. In reviewing, this passage makes
special emphasis on financing mechanisms; a second aspect studied
are organizations of “Cordeleros”. The difficulties of the henequen
raised the need to find economic alternatives. In this perspective, this
* Universidad Autónoma de Morelos.
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essay reviews some factors that slowed the first attempts to turn the
peninsula into a tourist attraction. In such circumstance, other crops
would become important, including the “chicle”, that could not be
explained without intervention of the state financing mechanisms
such as the Banco Agrario de Yucatán.
Keywords: cordeleros, financiamiento, chicle, turismo, BAY.
Yucatán ofrece una imagen de grandes contrastes a lo largo del siglo XX. Fue
el estado mexicano más próspero al comienzo del siglo, pero era también
de los más pobres en los años sesenta. Sin embargo, todo el siglo tuvo
como eje la misma base económica: el henequén. No obstante su continua
relevancia, el imaginario que predomina es el de que su producción se
derrumbó durante la postrevolución. Entonces su importancia contrastaba
con el descenso de su precio, con la competencia en el mercado de fibras
duras y con el interés de gobiernos y empresarios por diversificar las
actividades económicas en la península. Aún faltan estudios que muestren
cómo se combinaron estos procesos: la continuidad del peso económico de
la fibra y los esfuerzos por multiplicar alternativas en el campo y el sector
servicios. Abordar a profundidad los aspectos de esta articulación requeriría
más espacio, por no tenerlo nos limitamos a presentar reflexiones de una
investigación en curso sobre los vínculos y paralelismos de estos procesos.
Con excepciones notables, hasta hace unas décadas la historiografía
destacaba las rupturas y poco las continuidades, en parte pautándose
con visiones broncíneas de la “posrevolución”.1 El proceso expansivo
del henequén inició en el porfiriato bajo una explotación peculiar que
combinaba procesos técnicos novedosos, acuerdos monopólicos y
relaciones laborales de semiesclavitud en una atmósfera de economía de
plantación.2 El resultado general fue un rápido crecimiento de la producción
(situó a la fibra en el segundo puesto de las exportaciones) y la formación de
una reducidísima y muy voraz burguesía terrateniente. Una estructura social
agraria polarizada por esa oligarquía y una inmensa mayoría de campesinos
1 La excepción más temprana es el trabajo de Gilbert, Joseph, y Allen Wells, Yucatán y la
International Harvester, Yucatán, Maldonado Editores.
2 Cfr., Anaya, Luis, “El secreto infame y las quiebras perennes”, en 20/10. Memoria de las
revoluciones en México, primavera (7).
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LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
y peones pobres, la cual sucesivos gobiernos revolucionarios intentaron
modificar, sin dominar las peculiaridades del cultivo y sus complicaciones
financieras y comerciales. Cambiar la estructura social y conservar su
fuente de ingresos fue el mismo desafío que asumió la más ambiciosa de
las reformas agrarias: la cardenista. En paralelo, personajes que conocían
mejor los problemas peninsulares, revisaban opciones económicas. En aras
de diversificarla plantearían apoyar nuevos cultivos, desarrollar el turismo,
conectar marítimamente con Veracruz y Tampico, construir carreteras o
rehabilitar Puerto Progreso y los Ferrocarriles Unidos de Yucatán.
Las décadas siguientes observarían que el cambio de la estructura agraria
apenas impactó la estructura social. La hipótesis de este trabajo es que el
fracaso de las diversas intervenciones financieras estatales fue decisivo para
prolongar la falsa imagen de prosperidad, dando lugar a una transferencia
inadecuada de recursos a sectores parasitarios de la agricultura.
1. Cambios y revolución
En 1860 la producción henequenera fue de 1000 toneladas; en 1873 sumó
5000. Su ascenso continuó sin que la Revolución lo interrumpiera, pues se
le identificaba como una fuente de ingresos fiscales.3 En 1916 alcanzó su
récord histórico: 200 000 toneladas. Obsérvese que en 1954, los principales
competidores mexicanos: Brasil, Haití, Cuba, así como algunos africanos,
sumaban en conjunto 300 000 toneladas y que la cifra que aportamos no
incluye la producción de Campeche y Tamaulipas.
Cárdenas situó, en 1916, el inicio de la “decadencia” que llevó a la
disminución de “la superficie sembrada con henequén en 50%, de modo
que tal industria en otro tiempo tan próspera, dejó de ser floreciente a pesar
de ser vigentes las condiciones de privilegio que siempre disfrutaron los
terratenientes”.4 Él simplificaba la compleja situación henequenera para
precipitar su intención justa de favorecer al campesinado. Por lo demás,
3 Cfr. Zuleta, Cecilia, “Hacienda pública y exportación henequenera en Yucatán, 1880-1910”,
en Historia mexicana, LIV: 1, 2004.
4 Mensaje presidencial de Lázaro Cárdenas, agosto 8, 1937; Partido Nacional Revolucionario.
1937, “La reforma agraria en Yucatán”, Secretaría de Prensa y Propaganda, México, El
Nacional.
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si bien era claro que la producción había declinado en los años veinte, el
mayor problema sucedió en la Depresión de 1929, cuando el valor de la
fibra cayó más del sesenta por ciento y se volvió común venderlo a precios
inferiores a los de su producción.5
El 8 de agosto de 1937, inició la denominada “cruzada del Mayab”;
la intención de Cárdenas era distribuir la gran hacienda henequenera
conservando una parte del viejo esquema productivo. En realidad,
amplificaba ensayos realizados en los años veinte, a los que la experimentada
burguesía criolla reaccionó disfrazando repartos entre familiares y clientelas.6
Los cardenistas conocían sus argucias y ampliaron las “dotaciones ejidales para
manejo colectivo”. En consecuencia, la reforma respetó la pequeña propiedad
y una fracción de la grande; pero de las 300 hectáreas inafectables por ley, al
menos 50% estarían en plantaciones henequeneras y el resto en plantaciones
incultas. El estilo barroco del decreto se enriqueció por otras dos importantes
líneas: facultó al arbitrio de los propietarios afectados para precisar las tierras
nacionalizadas y no expropió la maquinaria de desfibrilación. Además, el
proyecto previó adquirir equipo para que los ejidos constituyeran “unidades
agrícolas de producción permanente”. El decreto también creó organismos
de fomento: un instituto agrícola henequenero que realizaría estudios para
aprovechar desperdicios y proyectar mejores comunicaciones.
El cardenismo también transformó el anterior canal de financiamiento;
el Banco Nacional de Crédito Agrícola (BNCA) cambió a Banco Nacional de
Crédito Ejidal (BNCE) para apoyar el proyecto. Empero, la cruzada coincidió
con desequilibrios económicos gubernamentales que limitaron al BNCE para
financiar a ejidatarios y al Banco Nacional Obrero de Fomento Industrial
para apoyar cooperativas de obreros en Mérida. También el desenlace de la
expropiación petrolera y circunstancias políticas complicaron el experimento
yucateco. Al paso de unos años y por falta de recursos el BNCE entregó sus
fondos a un organismo especializado que se denominó el “Gran Ejido”.
No obstante la atención presidencial al proyecto, la situación del henequén
5 Véase, por ejemplo, AHB, Acta 385, diciembre 16, 1931.
6 La reacción afloró con guardias blancas y organizaciones defensoras de los intereses
terratenientes, como la Asociación Defensora de la Industria Henequenera, capitaneada por
Hernando Ancona, la Unión de Productores Henequeneros, o la Liga de Pequeños y Medianos
Productores de Henequén. Mediante éstas presionaban a gobernadores y así a la organización
más importante del estado, la Cooperativa de Henequeneros Unidos de Yucatán.
38
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
no mejoró. A ello contribuyó que la cruzada agravó el enfrentamiento entre
cardenistas y hacendados que hizo declinar más la producción; entre 19381942, descendió a su peor nivel –promediaría las 50,000 toneladas– a pesar
de que la guerra anunció la elevación de su precio.
Conviene hacer una breve nota comparativa de las tendencias generales
de precios de la fibra: el denominado oro verde tenía un ciclo distinto a la
fibra blanda más importante, el algodón. Además, mientras la demanda
mundial de algodón crecía, la del henequén decrecía sensiblemente. Como
sucedió con otros productos, la Segunda Guerra Mundial les dio un respiro,
pero su tendencia declinante sería inevitable. Ésta se arrastraba desde hacía
más de una década. En 1937, el sisal de África oriental se pagó en Londres
24% más alto que el yucateco en Nuevo Orleáns. Por si ello fuera poco, el
cáñamo de Manila se cotizaba mejor que el sisal africano. Aunque la guerra
modificó pasajeramente las cosas, la depreciación obedecía a la menor
calidad del yucateco y, a decir de compradores norteamericanos y europeos,
porque los costos de producción también eran más altos.7
2. La banca estatal y el henequén
El cultivo tenía su dificultad para ser rentable; observaba un complicado
equilibrio debido a su escalonado esquema de reposición. Éste dividía en
tres tipos al cultivo: jóvenes, en producción y decadentes. La producción se
escalonaba para reponer la precedente, así, el término de una extensión plenamente explotada suponía su simultáneo reemplazo por una fase previa;
esto equilibraba los gastos de explotación, conservación y cultivo; en caso
de haber huecos entre fases descendía el volumen de producción y crecían
los gastos. Naturalmente, otros cuidados ante plagas, invasión de yerbas,
malos temporales, etcétera, se necesitaban para controlar la buena calidad
de la fibra.
De estos requerimientos agrícolas se derivaba la necesidad de su
financiamiento a plazos que eran largos para la banca mexicana. Esto
explica las razones de la temprana dependencia de los cultivadores hacia
7 Cfr., Mesa Andraca, Manuel y Rogelio Villanueva, La producción de fibras duras de México,
México, Monografías Industriales del Banco de México, 1948 y, el estudio introductorio de
Alanís Patiño.
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desfibriladores norteamericanas. Sólo lentamente surgieron organismos
financieros locales y cuando lo hicieron fueron una parte selecta de la
burguesía que colaboraba con industriales y bancos norteamericanos y que
no tenía buenas prácticas bancarias.
Su mayor prueba ocurrió con la crisis de 1907, en la que el Estado
porfiriano intervino para salvar a los desfalcados bancos de Yucatán.8
La crisis se produjo por malos manejos internos y porque la demanda
declinaba por la contracción norteamericana. La fundación de La Caja de
Préstamos para Obras de Irrigación y Agricultura, en 1908, fue la respuesta
de la Federación a problemas originados para apoyar a los henequeneros. Su
resultado inmediato fue salvar la banca privada yucateca y ocultar sus malos
manejos. Claro, la administración revolucionaria de La Caja desconoció los
objetivos originales de lucro y trasladó, parcialmente, créditos henequeneros
a la Comisión Monetaria.
El éxito del oro verde interesó a las camarillas constitucionalistas, ansiosas
de fuentes fiscales, en las cuales sustentar sus gobiernos, de ahí que cuidaran
su explotación manifiesta en importantes cosechas entre 1911 y 1920. Pero
la tendencia declinó coincidiendo con el agravamiento de las disputas
políticas: el asesinato de Felipe Carrillo Puerto y la agitación delahuertista
(1923-1924). Los enfrentamientos de “socialistas” y “liberales” acentuaron
los daños al cultivo.
La “pacificación” estatal fue compleja e incubó tres tendencias
importantes: la primera fue estabilizar el producto en promedios de 90 000
toneladas con declinación de su calidad. La segunda fueron los esfuerzos
por crear una industria cordelera (los “cordeleros”) que sería favorecida
con el privilegio de adquirir el henequén en rama para transformarlo.9
La tercera consistió en el fortalecimiento del ensayismo económico; con
improvisación se intentaría casi todo, excepto la observancia constante
de las decisiones. Los revolucionarios, como los Gracos, distribuirían
tierra y condonarían deudas. Idearon impuestos para apoyar la industria
8 Cfr., Anaya, Luis, “La crisis internacional y el sistema bancario mexicano, 1907-1909”, en
Secuencia, p. 54.
9 En 1930 las cordelerías consumían 10,000 pacas anuales; en 1935 consumían 68,000 y
en 1944 consumían 210,000 pacas por año. Con estos productores locales se impulsó la
exportación de hilo de engavillar, bolsas de mano, jarcias, hamacas. A mediados de los años
sesenta su consumo representaba 80% de la producción henequenera.
40
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
y nuevos organismos (la Comisión Reguladora de Henequén, la Comisión
Exportadora de Yucatán, la Cooperativa de Productores Henequeneros,
entre otros) burocráticos para reorganizar la explotación del cultivo;
buscaron neutralizar conflictos sindicales aunque, sin duda, también los
alentaban. Entre 1926 y 1934 hubo ocho restricciones a la producción y
dos paros totales. Eran respuestas desfasadas pues, para entonces, Yucatán
había perdido su liderazgo productivo y sus trastornos económicos no
sustentaban la respuesta favorable que demandaban los trabajadores.
Las primeras dos tendencias merecen un comentario particular. La
declinación fue relativa porque si se observa a largo plazo, su producción es
realmente estable, como se muestra en el siguiente cuadro.
CUADRO 1. PRODUCCIÓN DE HENEQUÉN (TONELADAS), 1910-1960.
Fuentes: Estimaciones generales propias con base en Alanís, 1937; Echeverría, 1987; Solís,
1967.10
10 Cfr., Alanís Patiño, Emilio, Panorama estadístico de las industrias de México (mimeo); Echeverría,
Pedro, La política en Yucatán en el siglo XX (1900-1964); Mérida, Maldonado Editores, 1985;
Solís Preciat, Francisco, La economía del estado de Yucatán, Colección de Estudios Económicos
Regionales, México, Bancomer, 1969.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
41
Desde luego, merecería un comentario más amplio lo sucedido entre 19401950 puesto que –como fue señalado– la guerra elevó el precio de la fibra
pero no con el aliento que trajo el inicio de la siguiente década.
El auge de la guerra fue fugaz y tuvo cierta artificialidad. Se intuía que
el problema sería la posguerra, así que Yucatán se preparó a “industrializar
progresivamente la fibra”. De hecho, se intentó cumplir con requisitos
técnicos y se elevó la producción desde 1942; año en el que la Defense
Supply Corporation, de Estados Unidos compró toda la producción hasta
1945. Con base en su política de “Unidad Nacional”, el gobierno federal,
regresó equipos a propietarios “sentándose la conciliación de ejidatarios y
hacendados”.11 Así, la industrialización era alentada por demanda extranjera.
Incluso podía prescindirse de compradores domésticos de henequén en
rama y dedicar todo el producto a la industrialización. Bajo esta situación
crecieron muchos capitales y aumentó la demanda de obreros, pero era una
prosperidad con un auge anormal. Además, había un obstáculo estructural
al competir con las más y mejor tecnificadas fábricas norteamericanas.
En este punto cabe comentar la cuestión de los cordeleros más
ampliamente. En el auge de la Segunda Guerra se crearon 110 nuevas
cordelerías.12 Fue su época de oro; pero, como en el pasado, algunas parecían
ser meras fachadas. La posguerra trajo una nueva situación: incrementó
la competencia y bajó la calidad de la fibra. Esto indujo la formación de
la “Asociación de Productores de Artefactos de Henequén”, en 1950. El
organismo (luego llamado, Cordeleros de México S. de R. L.) buscó controlar
la compra de materia prima (incluyendo la producida por el ejido y la pequeña
propiedad), la exportación independiente del henequén en rama y defender
sus ventas en Estados Unidos. Los pequeños propietarios reaccionaron
constituyendo la Unión de Crédito Henequenero para vender henequén en
rama y obtener créditos. Sus objetivos antagonizaban porque los cordeleros
reclamaban (auspiciados en acuerdos gubernamentales anteriores) precios
11 Los precios siguieron subiendo en la posguerra; en 1945 fue de nueve centavos de dólar
por libra y en 1950 de 12.5 cts.; en 1951 de 24.5 cts., nivel que jamás se igualó; pero en 1952
bajó a 18.2 cts.; en 1953 a 10.2, en 1954 a 8.8 y, entre 1964 y 1968 se cotizaba a 4.5 y 4.7
centavos.
12 Sauri Riancho, Dulce, “El proceso de industrialización de Yucatán 1880-1970. Henequén,
estado y empresarios”. Tesis de maestría en Historia, CIESAS, 2012. Menciona 115 que localiza,
“especialmente”, en Mérida.
42
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
preferenciales de compra, mientras que los cultivadores (dada el alza del
mercado) se beneficiaban más si vendían la fibra directamente en el mercado
estadunidense.
El apoyo financiero federal había cobrado importancia con el BNCA a
mediados de los años veinte. El Banco de México refinanciaba al BNCA y
también respaldaba operaciones de henequeneros con otros bancos.13 Pero
los nuevos financiamientos se contrajeron al caer su precio en 1929. Los
efectos depresivos norteamericanos se combinaron con problemas internos
y se manifestaron en una recaída productiva de 1931 a 1942, con dos ciclos;
hasta 1938 bajó a promedios de setenta mil toneladas y de 1938 a 1942 a
promedios de cincuenta mil.
En 1934 nadie apostaba que su auge porfiriano podría regresar, pero
conservaba inercias considerables. Con más de seis mil operarios era la
sexta industria por ocupación obrera nacional. Era la vigésima por valor de
producto pero sus salarios reflejaban su contracción: la inmensa mayoría
de sus obreros ganaba de uno a dos pesos diarios. Si se estima que las
desfibradoras trabajaban menos de doscientos días y se considerara en
$1.50 el salario promedio,14 el medio anual iría de doscientos sesenta a
trescientos pesos. El ingreso representaba alrededor del 13% del valor de
la producción que se estimaba entre 15.8 y 16 millones.15 Realmente, el
cambio social más importante era el fin del trabajo forzado y la emergente
actividad política popular, pero las condiciones materiales de vida eran
muy semejantes a las porfirianas. Los cambios ocurrían también a nivel
del mercado internacional y con la menor posibilidad de influir sobre éste. Su
precio tenía una tendencia decreciente y la competencia extranjera reducía el
anterior monopolio yucateco a un tercio del mercado mundial. Esta nueva
circunstancia afectaría los impulsos “revolucionarios” y/o cuestionaba los
programas de reforma agraria.
13 En agosto de 1927 el BNCA adeudaba a Banco de México 2,5 millones de pesos por
redescuentos con garantías relacionadas con la Cooperativa de Henequeneros, cfr., AHB, Acta
117.
14 Una cifra distinta, 1.60 pesos, pero también para 1934 puede verse en Varios, Nuevos ensayos
sobre Francisco J. Múgica, México, INHERM, p. 545.
15 En 1934, el valor de las pencas (6,2 millones de pesos en 1934) representaba casi el
cuarenta por ciento; mientras que con 1,1 millones, los combustibles y leña formaban 7% del
mismo valor. Otros costos importantes eran el mantenimiento de caminos, transporte y la
electricidad. Alanís, 1937, op. cit.
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En una “lógica” característica de la época, al comenzar los años treinta,
aunque convergían las cifras y las premisas, las conclusiones sobre el
cultivo del henequén divergían: Plutarco Elías Calles se “pronunció” por
detener la reforma agraria mientras que Cárdenas la impulsó. Ambos, claro,
compartían preocupaciones sociales de fondo.
Los anhelos de justicia social, el deseo de redimir al campesino y al
indígena, los efectos de la depresión, el impulso cooperativista, las
ambiguas promesas revolucionarias y la imposibilidad de conciliarlas con
el establishment yucateco, empujaban la decisión del reparto agrario, pese a
que los informes y análisis económicos que sustanciaban el proyecto eran
contradictorios. El experimento reformador optó por enfatizar al ejido
como unidad económica alternativa a la hacienda que se acotó entre límites
de 150 y 200 hectáreas. Como advertimos, los hacendados previeron los
repartos y fingieron fraccionar sus propiedades. Su acción planteó desafíos
legales, pero los problemas importantes para la “cruzada del Mayab” eran,
ante todo, técnicos, organizativos y comerciales. Los primeros señalaban
límites a cultivos alternativos debido al suelo calcáreo de la península.
Experimentos de los años veinte, cuando la Comisión Nacional Agraria
hizo más de doscientas dotaciones a pueblos yucatecos para producir maíz,
bajo el esquema de rotación de suelos prehispánico (siembra nómada),
mostraron la baja rentabilidad de la tierra con los métodos conocidos.
Los anhelos de redención social encontraron muchos obstáculos.
Siguiendo proyectos reformistas de Alvarado y Carrillo Puerto, los
cardenistas idearon la coordinación de ejidos y cooperativas, que los caciques obstaculizaron.16 El cultivo había “aprendido, históricamente, su
equilibrio”, en circunstancias especiales: costo mínimo de la tierra y formas
productivas que forzaban directamente a los productores primarios. Ahora, pese
a idealizaciones tropicales, la transformación del trabajo forzado en “trabajo
libre” prometía seguir su curso clásico: abaratar costos a los hacendados. Y
esto se habría visto más rápidamente si las condiciones de producción no se
hubieran alterado. Pero el caso fue que en el marco reformista reinante se
16 Para la resistencia frente a los programas de Alvarado y Carrillo, además de Joseph, véase,
Carey, James, 1984, The Mexican Revolution in Yucatán, 1915-1924, Boulder and London,
Westview Press; Mesa Andraca, Manuel, 1955, “La situación henequenera en Yucatán”,
en Problemas agrícolas e industriales de México, vol. VII, 2. Fallaw, Ben, 2000. Cárdenas
Compromised.
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respaldaron políticamente nuevas demandas: “mejor vestido, alimentación,
habitación, salud, diversiones”.17 La dignificación de la vida del trabajador
era un leit motiv revolucionario. Pero las preguntas eran, si los peones recién
transformados a ejidatarios y cooperativistas resolverían sus complicaciones
de corto plazo y, si sus cooperativas tendrían viabilidad económica. Más
allá de la campaña negra de los terratenientes y sus corifeos, el reto era
mayúsculo. Para salvarlo, Cárdenas depositó su fe en la banca.
Un paso decisivo fue transformar el BNCA en BNCE. Significaba que el
crédito privilegiaría a ejidatarios respecto de pequeños productores, entre
los que habían figurado miembros de la pequeña burguesía agrícola.
La imposición de la estructura organizativa del BNCE sería onerosa por
su burocratismo, su origen se fundamentó en ideas básicas, complicaciones
técnicas del cultivo y financieras de las cooperativas. Antes del ejido era
normal que cada hectárea sembrada de henequén costara al hacendado 500
pesos y siete años de trabajo antes de obtener algún producto y beneficio.
Por supuesto, podía preverse que los costos del nuevo modelo serían un
tanto mayores debido a dificultades de organizar en cooperativas el proceso
productivo, a sus incentivos inmediatistas y a la burocracia que no cargaron
los hacendados; algunos tuvieron sus propios bancos, que usaron de modo
pragmático e incluso fraudulento contra su propia clase.18 Pero, allende
estos problemas, estaba el costo del cultivo que oscilaba en 500 pesos, más
los intereses acumulados en siete años. Ahora había que sumar el costo
parasitario del BNCE y descontar la menor capacidad y conocimiento de
comercialización de la fibra. En sumas y restas, los resultados amenazaban
ser más pobres.19 La ruta cardenista, con sus organizaciones y leyes,
difícilmente podría mejorar las condiciones morales y materiales de los
campesinos yucatecos en el corto plazo. ¿Cómo podrían sobrevivir siete
17 La “elevación de sus medios de vida se realizará sólo mediante el reparto agrario, solución
que ha ido reivindicando los derechos de los campesinos en todo el país”, Mensaje presidencial
de Lázaro Cárdenas, agosto 8, 1937; op. cit., La Reforma, p. 15.
18 Véase, Anaya, Luis, “El secreto infame”.
19 Porque sus volúmenes de producción tendían a ser menores y enfrentaban los mismos
“contactos comerciales” norteamericanos. “Socios” que fueron duros negociadores con los
antiguos hacendados. Además, la reforma no determinó qué hacer con los peones acasillados
nacidos en haciendas. Para ellos la situación fue más difícil pues los terrenos que antes
cultivaban –o buena parte de ellos– pasaron al ejido.
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años con menos ingresos reales? ¿Cómo obtendrían “mejores vestidos,
alimentación, habitaciones, medicinas y diversiones” si su producto se
depreciaba?
El balance de la redención del ejidatario yucateco y de la producción
henequenera puede verse desde otro ángulo. En 1936, antes de encabezar
la transformación estructural yucateca, el BNCE hizo un balance de los 53
ejidos que administraba: 14 alcanzaron un saldo favorable que sumó 185
mil pesos, mientras que los 39 restantes le adeudaban 740 mil. Los montos
revelaban diferencias entre pequeños productores cuyos desequilibrios eran
más perceptibles. El BNCE enfrentaba con pocos recursos la organización
de la naciente agricultura ejidal y la desvalida de pequeños agricultores;
el reto exigía grandes gastos que no parecía posible pagar con utilidades
obtenidas de sus operaciones de crédito previas. En general, los bancos
estatales tenían un bajo índice de recuperación crediticia; confirmado,
en años subsiguientes, por el incremento de garantías prendarias, que
obedecían a la dificultad de recuperar pagos en efectivo. En su experiencia
nacional estos problemas se agravaban en años de malas cosechas o de
malos precios. Pero 1936 fue un año excepcional, “por circunstancias
exógenas la cotización de la fibra subió a un nivel superior al más alto que
se registró en el último quinquenio”. Un observador, sin duda interesado,
destacó una ironía: los ejidos que tuvieron déficit fueron los más celosos en
aplicar “los planes maravillosos del ingeniero Peralta”, no obstante que este
funcionario del BNCE sólo explotó los henequenales de mejor producción
y cultivó sin hacer las siembras proporcionales necesarias para preparar la
futura reposición de los plantíos que venían acabando.20 Y esto era en los
años buenos. Aun dejando al lado la mordacidad de la vieja élite, había
dudas legítimas sobre el ensayo y surgía la conciencia de que la “cruzada del
Mayab” no alcanzaría sus fines económicos y sociales. El malestar crecería
y la protesta, que lentamente inducían los antiguos hacendados, pareció
encontrar justificaciones económicas.
En cualquier caso, fue hasta 1963 que el gobierno federal creó el Banco
Agrario de Yucatán (BAY) para sustituir funciones del BNCE y de la Sociedad
20 Molina Font, Gustavo, La tragedia de Yucatán, p. 136.
sufrió por la primera temporada de lluvias, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina de Turismo,
octubre15, 1934.
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de Servicios Ejidales en la administración de plantas desfibradoras que
beneficiaban la producción ejidal. El BAY también financiaba mediante
anticipos a los ejidatarios. Ellos los recibían como aportaciones periódicas
por sus trabajos agrícolas y ya vendida la producción se le entregaba, si
la había, la diferencia entre el precio de venta y los anticipos recibidos.
Con 70% de las tierras de explotación, el ejido producía cantidades que
oscilaban 60% del henequén que generalmente era de calidad inferior.
Los bajos rendimientos no los alentaban a cuidar sus cultivos que se veían
enyerbados, sus matas de tamaño desigual y distribución irregular. Su
falta de incentivos se ligaba al exceso de población campesina y la actitud
paternalista gubernamental (siempre tenían remuneración de una u otra
forma).
El subsidio estatal tenía sentido como apoyo coyuntural a sectores no
asistidos antes, sin embargo, el sector ejidal henequenero no entraba en
esas categorías. En los hechos operaba la empresa estatal más grande del
país con sus 60 000 ejidatarios (Pemex tenía 55 000 obreros y empleados)
que trabajaban como empleados del BAY y que recibían salarios en forma de
anticipos. En promedio, cada agricultor sembraba tres hectáreas, pero para
que un henequenero y familia pudieran satisfacer necesidades elementales
requerían al menos seis.21 Es decir, sobraban 30 000 ejidatarios o faltaban
190,000 hectáreas, para tener un mejor equilibrio. Por supuesto, esta
realidad se reflejó en el BAY que, en promedio anual, perdía 130 millones.
En 1968, con apenas cinco años de operar sumaba una cartera vencida de
600 millones de pesos. Éste era el famoso subsidio federal a Yucatán.
3. Alternativas: el turismo, otros cultivos y el chicle
Para redondear nuestro panorama de la economía yucateca es importante
observar que la clase política y los agentes económicos buscaron alternativas
a lo que ya estimaban como un largo ciclo de declive de la fibra. En esta
perspectiva, la reforma cardenista fue otra alternativa, más inclinada a
21 Cárdenas dotó al ejido con seis y ocho hectáreas y admitiendo que no era compatible con
las escalas usuales de operación, dado su esquema de reposición y equilibrio. De ahí y de
las experiencias incubadas en el callismo, que concibiera la integración en cooperativas para
librar los obstáculos del pequeño productor.
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neutralizar conflictos inminentes y menos a buscar salidas económicas
de largo plazo. Se entendía que éstas suponían diversificar la economía
peninsular. Para esto había que explorar nuevos cultivos y nuevos servicios.
El Egipto de América
Al final de los años veinte Yucatán ofrecía la amplia gama de contrastes
sociales que aún lo caracterizan, pero la recién inmigrada revolución
constitucionalista añadió más intereses económicos, polarización política,
influencia de militares y burocratismo. Los hacendados vieron disminuir
su fuerza política y social pero conservarían riquezas, influencias, lazos y
sentimientos de unidad grupal que les permitirían extender una situación de
impasse, incluso después de la denominada “cruzada del Mayab”.
El envidiado éxito turístico de Cuba se imbricaría con la conciencia
sobre las atracciones naturales de la península y la creciente curiosidad
internacional por la arqueología maya, motivando a emprendedores locales
y autoridades federales a empujar el potencial turístico yucateco. En esa
incipiente atmósfera no debiera desestimarse el interés de autoridades
cubanas que impulsaban convenios de colaboración.22 Miguel González
Rodríguez, miembro del Comité Ejecutivo de la Corporación Nacional de
Turismo de La Habana, actuó como el comisionado especial que planteó el
intercambio turístico México-Cuba. Uno de sus primeros interlocutores fue
el gerente del Banco de México en Mérida, Rafael Torres, quien lo introdujo
con Efraín Buenrostro, primer director de Petróleos Mexicanos (empresa
que iniciaría un ambicioso programa de apoyo al turismo) y con Luis Montes
de Oca, director del Banco de México y un temprano e importante impulsor
del turismo mexicano.
Sin mayor experiencia previa y sin recursos iniciaron las primeras
campañas pro Yucatán; mostraron candor y objetivos altos. Las primeras
propagandas aparecerían con el lema de “El Egipto de América”. Parecían
óptimas para Yucatán. Era un eslogan que evocaba las “pirámides” y a
los “misterios” que aún envolvían la civilización maya. Pero pronto los
promotores yucatecos entendieron su resonancia esclavista y la imagen
22 Cfr., doc. 27688, enero 12, 1937, CEH-CARSO, CMLXXV.
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negativa que tenía en el mundo anglosajón, así que lo cancelaron.23 Los
ensayos, pruebas y errores cometidos reflejaban el ímpetu de los promotores,
el carácter inmaduro del polo turístico y las dificultades enfrentadas al
coordinar sus esfuerzos.24
La inexperiencia de los promocionales era comprensible. Allende estos
problemas, preocupaba más el aislamiento relativo de la península, falta
u aleatoriedad de los transportes y la escasez de recursos del gobierno
estatal.25 Los gobiernos de la postrevolución no habían establecido
tráficos comerciales y de pasajeros adecuados hacia la península. Privaba
el flujo irregular de flotas comerciales escasas dominadas por banderas
extranjeras. Tampoco había una carretera que conectara Yucatán y el Istmo
de Tehuantepec. Incluso, no obstante el auge carretero del país siguió
considerándose difícil construirla. Por otro lado, la incipiente aviación
comercial aún no podía ofrecer una opción de flujos interesantes.
La Secretaría de Comunicaciones conocía estos problemas, recordados
por agrupaciones cívicas yucatecas o por la Asociación Mexicana
Automovilística (AMA) para que autorizara que barcos extranjeros
embarcaran en puertos yucatecos evitando restricciones. Como sucedía
en otras localidades, cámaras de comercio secundaban activamente estas
iniciativas.26 La falta de flota comercial no los desanimó ni se desalentaron
para construir carreteras de conexión a accesos marítimos de Yucatán
(Mérida-Progreso), como las que conectaban hacia el sur y el este (MéridaUxmal y Mérida-Chichén);27 aunque repetían el vicio de ser paralelas a la
23 Influidos por la punzante crítica del conocido libro de Arnold Channing y Frederick
Frost, sobre las condiciones de esclavitud porfirianas, The American Egypt: A Record of Travel in
Yucatan, 1908. Y el aún más famoso México bárbaro de John K. Turner.
24 Que, por ejemplo, hacían a la Secretaría de Agricultura y Fomento presentar como “mapa
para el turista” de la península, un mapa simple de su “oficina de cartografía y cálculo”, cfr.,
Secretaría de Agricultura y Fomento, Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología,
1938. Yucatán. Mapa para el turista, México.
25 Un informe de la recién fundada “oficina promotora del turismo” del Departamento de
Educación Pública revela un exiguo presupuesto de “159.00 pesos”. Alojada en un mal local
sufrió por la primera temporada de lluvias, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina de Turismo,
octubre15, 1934.
26 En numerosos oficios entre las cámaras nacionales de comercio, funcionarios de
Banco de México, autoridades de la Secretaría de Comunicaciones, empresarios cubanos,
norteamericanos y mexicanos se insistía en la potencialidad de Yucatán y en los desfavorables
resultados del impulso al turismo debidos a la “falta de barcos”.
27 Claro, otros puntos de interés cercanos estaban presentes en el gobierno estatal, como
Labná, Zaiji, Soltin y más cercanos a Mérida, Chacmulinú, Grutas de Sabacha y ruinas de
Mayapan.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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red ferroviaria y ocasionaran la subutilización de un medio ya instalado.
Cabe observar que estos enlaces eran seguidos atentamente por el referido
Miguel González, en lo que parecía un intento de encauzar al creciente
parque automotriz cubano y dar alternativas al turismo norteamericano;
pronto se ofrecieron circuitos turísticos que incluían a la isla y la península.
Pese a esta importante coordinación de esfuerzos que incluían a la
línea de vapores New York and Cuba Mail Steamship Co., hasta mediados
de los años treinta, no hay evidencia suficiente ni clara de que dichos
proyectos conocieran una realización positiva. Funcionarios de esa Línea
comunicaban a sus pares del gobierno yucateco: “todos los esfuerzos de los
últimos años para fomentar el tráfico turístico de México a Yucatán no han
producido los resultados que las personas interesadas y nosotros mismos
hubiéramos deseado”.28 De ninguna manera debería pensarse que estos
esfuerzos iniciaron tardíamente. Una década antes, el ministro Montes de
Oca buscó adquirir buques comerciales capacitados para trasladar pasajeros
con las Líneas Nacionales de Navegación, incluso gestionó la construcción
de uno en Hamburgo. Infortunadamente, la mala situación económica y
los escándalos ligados a la reciente compra del tren presidencial en Nueva
York afectaron tal posibilidad posponiéndola sin que ninguna mejoría
presupuestal hubiese permitido la búsqueda de alternativas a los inadecuados
navíos que se ofrecieron en planes.29
Un evento que permite establecer un contraste entre lo planeado
y lo alcanzado, fueron las comparativamente más grandes excursiones
28 “Y debido a los resultados poco satisfactorios… no creemos justificable el caso de cambiar,
por completo, nuestro itinerario para incluir Puerto Progreso como puerto de escala en los
viajes con rumbo al norte de nuestros vapores en el servicio entre Nueva York y Veracruz.
Recientemente se hizo prueba por salida del vapor Siboney de Veracruz..., entendiéndose
que se incluiría a Progreso como un puerto de escala si se podía obtener un mínimo de 75
pasajeros para el viaje. Desgraciadamente, el promotor no pudo conseguir más de 20, y al
fin decidieron usar el servicio de la línea nacional”, cfr., M. C. Campbell, NY and Cuba Mail
Steamship Co., Foot of Wall Street a Germán Sosa Vázquez, 20 nov 1935. AGY, IPE, 19251937, Sección Oficina de Turismo.
29 En varios momentos el gobierno mexicano intentó comprar un barco en Alemania.
También requirió planos y especificaciones para construirlo. Los primeros resultados fueron
infructuosos: la mayoría de los que se ofrecieron eran de calados mayores a los que permitían,
con su cargamento regular, la mayoría de los puertos de ambos litorales del país. Tampoco
sus combinaciones de espacio, precio y capacidad del pasaje resultaron satisfactorios.
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de yucatecos a la ciudad de México. Un estupendo ejemplo ocurrió con
motivo de las fiestas por el ascenso presidencial de Lázaro Cárdenas.30
Resulta irónico que las excursiones más voluminosas se movieran en
sentido contrario al deseado; pero no debiera extrañarnos, pues obedecía
al incipiente carácter de la industria, a la aleatoriedad de sus flujos y a las
inversiones requeridas para encauzarlos.
Estas condiciones contradictorias no impidieron que funcionarios
del recién creado Departamento de Turismo, de la Secretaría de
Comunicaciones y promotores privados continuaran coordinándose
para que flotas de cabotaje –como “Transportes Marítimos y Fluviales,
de Veracruz”– condujeran excursiones a Progreso, el principal puerto
yucateco. Ambiciosos, los circuitos se planearon para tocar Tampico,
Veracruz y Progreso, pero la realidad continuó ofreciendo obstáculos
y las personas que se transportaban entre Puerto Progreso y Veracruz o
Tampico, lo hacían predominantemente en los vapores del “Gremio Unido
de Alijadores de Tampico” que “no servían al turismo por incómodos,
insuficientes y no tener itinerario fijo”.31
Hacia 1937 hubo un cambio importante en el escenario: la finalización
de la nueva carretera Panamericana. Ésta acentuó el interés de promotores
norteamericanos y cubanos para organizar viajes de circuito en el Golfo de
México.32 Ese año, Charles Upham, miembro importante de la American
Road Builders Association (ARBA), preparó una convención cuyo objetivo
central era organizar tours y cruceros entre La Habana, Veracruz y la
Ciudad de México. La convención rediscutió el asunto y era frustrante
constatar que las empresas marítimas de Nueva York no se interesaban por
los flujos potenciales de la industria. Lo hacían por una dificultad propia de
recursos o por la inmadurez de un mercado que, sabían, requería grandes
inversiones antes de tener algunos beneficios. Tampoco era alentador que
30 Incluyó al menos a 68 excursionistas y dejó utilidades a sus organizadores; como solía
ocurrir a la excursión se le dio un título, “Mensajeros de Acercamiento Nacional”.
31 Mérida, Reyes Baeza a gobernador, octubre 15, 934, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina
de Turismo.
32 W. H. Furlong, Estados Unidos, representante de National Highway Direction, San
Antonio, Tx, tenía contacto con funcionarios y empresarios mexicanos y participó en la
revisión de la construcción de extensiones de caminos nacionales y viajes combinados (barco
y automóvil). Participó en desarrollar circuitos como el de Yucatán y Cuba.
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la incapacidad del personal de la Compañía de Transportes Marítimos y
Fluviales pudiera atender la demanda de promotores y funcionarios.33
Las dificultades para desarrollar la alternativa turística, presentes en la
coyuntura, se ilustran también con la actividad de Fernando Barbachano
Ponce, propietario de la promotora “Mayaland Tours” y socio –con
familiares– de la “Pan American Tours”. Barbachano compartía este interés
con muchos personajes de la época. Siendo corresponsal de Montes de
Oca, le solicitó insistentemente interceder ante empresas navieras para
trazar rutas regulares de pasajeros. No obstante desear ayudarlo, Montes
de Oca le señalaría que la enorme cantidad de deficiencias de la “empresa”
Transportes Marítimos y Fluviales, de Veracruz, posiblemente “representará
inconvenientes tales, que más que fomentar el turismo sería motivo para
alejarlo de la Península”. Huelga mencionar que Montes de Oca afirmó que
su opinión era compartida por la Secretaría de Comunicaciones.
No es improbable que por estas dificultades Barbachano haya fundado la
“Pan American Tours”. Al final de 1937, él intentaba cubrir servicios para el
medio oeste norteamericano e incluso zonas del noroeste. Sus expectativas
se fundaban en que la carretera Panamericana sería de gran atracción para
el turismo norteamericano. Aunque todavía era “frenada” por las distancias, el
desconocimiento de servicios, las seguridades que podían ofrecerse, una
insuficiente oferta hotelera, etcétera. Estimaba que le sería relativamente
fácil, dada su experiencia, obtener contratos con la casa Thos Cook & Son,
y con la incipiente American Express, para desarrollar estos proyectos y
otros para el centro y el Pacífico mexicano.
Es una asignatura pendiente sistematizar los fragmentarios conocimientos
que se podrían recabar de empresarios como Barbachano. Sin embargo,
hay que subrayar que personajes tan dinámicos como él, que intentaban
conectar sus propias regiones con flujos de población estadunidense
recibieron un balde de agua helada en 1938. La crisis diplomática que
desató la expropiación petrolera fue seguida por una campaña negra y de
boicots desde Estados Unidos. Quizá nacionalmente fue una coyuntura
relativamente corta. Sin embargo, las circunstancias yucatecas tenían más
33 Diversas denuncias de este problema aparecieron en abril de 1937, tanto en medios
impresos como en la correspondencia de los nuevos empresarios del ramo.
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lastre y eran más complicadas. Luego de la “cruzada del Mayab” se agravaron
las condiciones de agitación política popular y cupularmente. Además, la
potencialidad del enclave caribeño se venía reduciendo considerablemente
y los pronósticos del inicio de la guerra en Europa no eran halagüeños.
El caso de la península yucateca (a la postre el más importante destino
turístico mexicano) resultó ser tardío pese a su enorme potencial y a la
coordinación de esfuerzos locales y federales. El freno más importante
fue la dificultad para conectar marítimamente a Puerto Progreso con los
puertos del golfo y la baja rentabilidad que registraba el propósito para
las navieras norteamericanas. Evidenció también que las sociedades más
interesadas en desarrollar estos polos, como la AMA y la ARBA, no distraerían
sus escasos recursos –más orientados a la comunicación terrestre– para
generar opciones de comunicación naval.
Otros cultivos y el chicle
Los cambios en Yucatán tenían una dimensión financiera que normalmente
se deja al lado por la trascendencia moral de los fines perseguidos; pero
hoy como ayer cabe preguntar ¿cuánto habría costado sembrar las 50 000
hectáreas que idearon los “cruzados”? Con seguridad rebasaría los techos
del BNCE para refaccionar ejidos. La pregunta era si, en estimaciones bajas
¿realmente podía inmovilizar en un solo producto más del cuarenta por
ciento de su capital? ¿Estaba facultado para hacerlo? ¿Qué otro organismo
financiero respaldaría este gran riesgo? Los balances más serios sobre el
pronóstico de esas inversiones eran pesimistas.
De hecho, el crédito se contraería. El Banco de México ya mostraba
cautela en los negocios del henequén y a fines de 1935 le limitaba líneas de
crédito. En el otoño de 1937, el Nacional de México convergía vigilando
más sus redescuentos y transfiriendo “responsabilidades al dueño deudor de
las mercancías pignoradas”, para no descansar la garantía sólo en el valor
de ésas.34 También en 1938, Cárdenas trasladaba más responsabilidades
crediticias a autoridades locales y el Banco de México reorganizaba sus
34 Se restringieron los redescuentos al Banco de Yucatán, “a fin de no dar la impresión de
que se conceden límites desproporcionados a sus necesidades de crédito”, cfr., AHB, Acta
599, noviembre 27, 1935.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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riesgos involucrando al recién fundado Banco Nacional de Comercio
Exterior, además, atendía más cerca las operaciones del BNCA, del BNCE y
del antiguo y reformado Banco de Yucatán.35 No era para menos, al final
de 1937 el sobregiro gubernamental actualizaba la posibilidad de que Banco
de México abandonara el tipo de cambio. Para evitarlo, el secretario de
Hacienda, Eduardo Suárez, lo refinanció con recursos fiscales y ventas de
algodón pero su “equilibrio” siguió siendo frágil; más aún, él aclaró que era
inaplazable aportar seis millones de pesos al BNCE. Banco de México estuvo
dispuesto a apoyar este “compromiso” si se respaldaba en la recaudación
petrolera (estimada en 10 millones de dólares).36 No parece coincidencia
que tal cifra fuera la que propuso Morgenthau para respaldar al peso un
mes después.
No obstante que la producción henequenera decaía a su peor promedio (50,000 toneladas), que la estructura agraria se había modificado y que
cobraba fuerza la idea de diversificar cultivos, el horizonte de la Segunda
Guerra Mundial daría un respiro al henequén. Veamos los alcances de la
diversificación.
Yucatán tiene tres tipos de suelos: delgados (Tzekel), medianos (Kankab
Tzekel) y profundos (Kankab). Los primeros en el centro norte, los segundos en manchones del territorio y los terceros en el sur y en los municipios de Panabá y Tizimín. Otros aspectos generales a considerar son que la
técnica agrícola seguía siendo atrasada y que hubo retrocesos al combatir
plagas por descuido de políticas. En el henequén, por ejemplo, provocaba
fibra manchada y menor calidad. Pero había deficiencias más serias al cultivar maíz que aún se hacía con tumba y quema. Debiera señalarse que contra
lo que aún puede implicar polémica, los agrónomos de los años sesenta no
35 Montes de Oca a Martín Díaz de Cossío, junio 14, 1938, doc. 31643, CEH-CARSO, le
comunicó la “situación más distante con respecto a la agricultura e industria henequenera”
que ahora guardaría Banco de México. Así como el traslado a las autoridades locales que hacía
“el general Cárdenas” sin implicar “que el gobierno Federal se haya desentendido de vigilar
convenientemente el problema de la fibra yucateca”. “Por lo que toca a operaciones bancarias,
como Ud. sabe, éstas ya no se hacen directamente por nosotros, sino por intermedio de
bancos privados y particularmente el Agrícola, el de Comercio Exterior, y el de Yucatán”.
36 Véase, CA-AHB, Acta 696, noviembre 19, 1937, el sobregiro ascendía entonces a 112
millones de pesos y Banco de México condicionó la facultad de rehusar cualquier pago “si el
gobierno no cuenta con la provisión de fondos”. La coyuntura permitió ajustes importantes
gracias a ventas de algodón que redujeron el saldo a 89 millones. La estimación de ventas
petroleras era, de 1934 y 1937, entre 42 y 44 millones de dólares (150-160 millones de pesos)
anuales., cfr., doc. 31584, CEH-CARSO.
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pensaban que las tierras se agotaran rápido sino que la feracidad aceleraba
la invasión de “malas hierbas”; así, la idea era apostar por herbicidas, pero
faltando éstos, la población recurría a rotaciones excesivas y esto a agotamientos tempranos de su potencial.
No obstante los traspiés de las décadas de los cuarenta y cincuenta hacia
el final de los sesenta, la agricultura yucateca conocía una mayor diversificación. Descansaba en seis productos: henequén, maíz, camote, coco de agua,
naranja (con preferencia de la variedad agria para el consumo local) y plátano. En 1967, de los 500 millones de pesos que representó la producción
agrícola estatal, los artículos mencionados representaron las 9/10 partes.
En 1960 el valor de la producción agrícola yucateca sumaba $380 millones
y los referidos seis productos eran los de mayor peso.
No obstante los esfuerzos realizados por diversificar la economía, hablar entonces de Yucatán significaba aún, hablar de henequén, como hablar
de Brasil era hacerlo de café. El henequén se cultivaba en 200,400 hectáreas
(58% del total estatal) y en 1967 su producción llegó a 133,000 toneladas
y su valor se acercaba a 600 millones. El resto de las actividades agrícolas
tenían un lugar muy secundario. En segundo lugar, el maíz se sembraba en
100,000 has con rendimientos de 800 a 1000 kg x ha, para significar un producto de 80 a 100,000 toneladas e ingresos por 90 millones (pero su precio
solía ser superior al de garantía de Conasupo, $940 pesos por tonelada)
para 25,000 campesinos. Infortunadamente, este producto no satisfacía a
los yucatecos que consumían entre 135 y 150,000 toneladas anuales, normalmente transportadas de Tamaulipas. Las oscilaciones de la producción
determinaban, además, una recuperación baja para los precios del maíz, que
como señalamos, era poco eficiente. Esto se traducía en que a mediados de
los años sesenta, el BNCE recuperara incluso menos del treinta por ciento de
los créditos que concedía.
Pese a su gran importancia en la dieta, el frijol –cuya siembra se intercalaba con el maíz– registraba déficits de ocho mil a 12,000 toneladas. En
1966 apenas se producían 3 400 toneladas en una superficie de 12,700 has.
La producción anual de camote ascendía a 7,000 toneladas y valía 10 millones
de pesos. Mientras que producciones menores de jitomate y aguacate (2,000
toneladas) comenzaban a llamar la atención.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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Del resto de los cultivos, el más importante fue la naranja; un millón de
naranjos producían 125 millones de naranjas con valor de 12 millones de pesos. No obstante su escaso valor se planeaba sembrar otros cientos de miles
de naranjos dado el dinamismo del mercado de cítricos. Las hortalizas iban en
aumento y suscitaron un gran proyecto en la Unidad de Santa Rosa al sureste
del estado, en la frontera con Quintana Roo. Jitomate, aguacate y pepino serían
los productos clave pero hubo errores muy graves. Se abrieron 3,500 hectáreas,
se perforaron pozos de agua y los cultivos se regaron por inundación. Previamente se contrataron intermediarios para vender al extranjero asignándoseles
comisiones exageradas; el colmo fue fletar barcos a toda capacidad que con
frecuencia salían casi vacíos. Las tierras de Santa Rosa se repartieron entre el
BNCE y algunos colonos, pero a la hora de cosechar no hubo personal suficiente
para recogerlas y vinieron nuevas pérdidas. Para empeorar las cosas, también
fracasaron las ventas en Estados Unidos, así que los excedentes se intentaron
colocar en el mercado local y esto deprimió los precios en la península, desalentando a pequeños horticultores que se organizaban para surtir colectivamente al
estado. En consecuencia, al menos en estos tres cultivos la primera experiencia
distó de ser positiva.
Debe señalarse, también, que desde el inicio de los años cincuenta ya se
producían cantidades limitadas de melón, piña, sandía, ciruela, coco de agua,
mamey, limón, mango, papaya, plátano para un valor conjunto de 50 millones
de pesos. Se estimaba que la cifra podría multiplicarse varias veces con un
buen programa de inversión. La infertilidad del suelo no parecía confirmada
por los hechos, pues incluso en tierras de temporal se producían de 40 a 50
toneladas de caña de azúcar. En este escenario faltaría mencionar un producto
promesa: el chicle. Su sustancia base se extraía del látex del chicozapote desde
tiempos prehispánicos y la golosina fue creada tempranamente, aunque su
explotación masiva corresponde al siglo XX, principalmente por las compañías
norteamericanas William Wrigley Jr. Co., Beach Nuit Co., y American Chicle Co.
El chicozapote florecía mejor en los bosques de Veracruz, Campeche y Quintana
Roo. En Campeche el éxito de la resina obedeció a la caída internacional de los
precios del palo de tinte y a “la mayor calidad” y precio más bajo del chicle
peninsular en relación con el veracruzano, dominante hasta inicios del siglo XX.37
37 Para análisis de precios y un balance más amplio de la trayectoria de la industria chiclera,
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LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
Sin duda, la combinación de cambios atraería la atención de cultivadores
yucatecos, sobre todo de regiones limítrofes con Campeche y Quintana Roo,
donde crecían mejor las variedades óptimas de sapodilla. En los años veinte
y treinta, se renovaron los esfuerzos pero aún estaban lejos de aproximarse
a los que rendían los frutos de sus estados vecinos; considérese que, en
promedios de los años treinta, la producción campechana relacionada con el
árbol del chicozapote equivalía al total de la producción frutícola yucateca.
CUADRO 2. PRODUCCIÓN Y EXPORTACIÓN (KGS) Y VALOR DE LA
EXPORTACIÓN (PESOS) DE CHICLE EN MÉXICO, 1920-1946.
Fuente: Jiménez, 1951.38
véase Vadillo López, Claudio, “La explotación del chicle en el Circuncaribe siglo XIX y XX“,
en Revista Brasileira do Caribe, I (2), enero-junio, 2001.
38 Jiménez, Luis, El chicle, su explotación forestal e industrial, Ed. Gto, Coahuila.
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Comentarios finales
Elástico, aunque quizá no tanto como la ideología revolucionaria, el chicle
es una metáfora en este trabajo. Recuerda el alargamiento de la producción
henequenera, las burbujas financieras que ayudó a crear, sus estallidos y
su capacidad para endulzar la vida de grandes hacendados, burócratas,
cordeleros y cultivadores que supieron hacer grandes fortunas con su
explotación. Éstas continuarían con la captura del subsidio federal por
“cordeleros” importantes, tesis que ya puede suscribirse, pero que quizá
aún merezca estudios de caso para documentarla más fehacientemente.39
A mediados de los años veinte, los gobiernos revolucionarios ensayaron
fórmulas para justificar su lucha por la “redención” social. En un primer
ciclo se privilegiaron la pequeña industrialización, los repartos selectivos
y la búsqueda de alternativas de crecimiento en el turismo y la inversión
en infraestructura pública; en un segundo se amplió el reparto y se buscó
concentrar la producción en una cooperativa de mayor tamaño; en un tercero,
continuaron algunos privilegios a los pequeños industriales y se apostó por
agilizar la diversificación agrícola. Los resultados sociales y económicos
fueron pobres. Los empobreció un conjunto de fuerzas y circunstancias: la
resistencia de la antigua oligarquía, las oscilaciones en el precio de la fibra,
la aparición de nuevos competidores, las disputas políticas nacionales y
estatales, el oportunismo de líderes sindicales, empresarios y comerciantes,
la ineficacia e interés de burócratas, etcétera. Un último ejemplo muestra
algunas de estas características ya estructurales en la economía yucateca.
La alternativa de fortalecer a los pequeños propietarios no era fácil
de seguir. Eran más eficientes, sus cultivos estaban bien ordenados
pero tenían límites para explotarlos. Uno muy actual era la dificultad de
encontrar trabajo. Claro había suficiente gente, pues los ejidatarios tenían
media semana libre, pero los pequeños agricultores no podían pagarles
los salarios que les entregaba el BAY y entonces los ejidatarios preferían
no trabajar. Siendo bajos estos “salarios-anticipos” se puede afirmar
que pese la creciente intervención financiera estatal y a las importantes
39 En la revisión final de este trabajo pudimos explorar el estupendo trabajo de Sauri Riancho,
2012, op. cit., quien aporta más evidencia al respecto.
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LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
transformaciones estructurales, el ingreso económico de la clase campesina
local estaba literalmente estancado desde el porfiriato; una época que aún
en los años sesenta era referida como la de la esclavitud.
Cabe por último anotar que no podemos coincidir con los críticos que
etiquetaron el experimento cardenista de socialista. Si bien hubo expropiación
y colectivización, nunca afirmó la abolición del intercambio mercantil; la
comercialización externa de la fibra continuó siendo su objetivo básico
“dirigido” por cooperativas y funcionarios estatales. Las alianzas y disputas
de intereses de estos grupos, con cultivadores, pequeños industriales,
los resabios oligárquicos, la clase política local y federal contribuirían,
decisivamente, a la disfuncionalidad económica de la península.
Fecha de recepción: 10 de septiembre de 2015
Fecha de aprobación: 21 de octubre de 2015
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L A TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA
VISTA DESDE EL MÉXICO DE JOSÉ L ÓPEZ PORTILLO
Carlos Sola Ayape*
La verdadera lucha política está entablada entre el pueblo [español] –cuya conciencia política despierta rápidamente– y los estamentos representativos del antiguo régimen.
Archivo General de la Nación, expediente Visita a España del
Presidente López Portillo, del 8 al 16 de octubre de 1977.
Resumen
Un largo expediente de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
guardado en el Archivo General de la Nación y que, en su día, formó
parte de la carpeta operativa del viaje oficial del presidente José
López Portillo a España, en octubre de 1977, nos arroja luz sobre las
claves que hicieron posible la transición democrática española. De
este modo, el presente artículo rescata la mirada que desde el México
de López Portillo se tenía de aquel complejo tránsito de la dictadura
franquista a la monarquía de Juan Carlos I, precisamente, en el marco
coyuntural del restablecimiento de las relaciones hispano-mexicanas.
Palabras clave: franquismo, José López Portillo, Juan Carlos I,
transición democrática española, relaciones hispano-mexicanas.
Abstract
A long file of the Ministry of Foreign Affairs, kept in the General
Archive of the Nation and, at the time, was part of the operating
folder official trip of President Jose Lopez-Portillo to Spain in October
* Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus ciudad
de México.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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1977, gives us light on the keys that made the Spanish democratic
transition possible. Thus, this article rescues the look from Mexico
Lopez Portillo had of this complex transition from dictatorship to the
monarchy of Juan Carlos I, precisely in the cyclical part of the restoration of Spanish-Mexican relations.
Keywords: Franco, José Lopez Portillo, Juan Carlos I, spanish
democratic transition, hispanic-mexican relations.
1. La mirada en un expediente: a modo de introito
Del 8 al 16 de octubre de 1977 –cuando todavía no había cumplido un
año al frente de la alta magistratura del Estado–, el presidente José López
Portillo y Pacheco hizo su primera y única visita oficial a España, un país
receptor donde, entre otras circunstancias políticas que se irán presentando
a lo largo de estas páginas, los correligionarios del franquismo venían
preparando la celebración del segundo aniversario de la muerte del general
Francisco Franco, acaecida el 20 de noviembre de 1975.
A decir verdad, aquel viaje presidencial a España presentó un sinfín de
particularidades, como, a buen seguro, no las ha reunido ningún otro viaje al
exterior por parte de los presidentes que desde entonces hasta la fecha han
ocupado la residencia oficial de Los Pinos, ya que, de entrada, se trataba de
la primera visita que un presidente de México hacía a España en su siglo y
medio de vida independiente. En efecto, 1977 fue el marco temporal donde
tuvo lugar buena parte de los hitos estelares de las relaciones hispanomexicanas contemporáneas, primero, por registrar el fin de la amistad
de México con el gobierno de la República Española en el exilio (18 de
marzo) y, diez días más tarde, la consiguiente normalización del vínculo
diplomático con la España del rey Juan Carlos o, más bien, la “España
territorial”, término utilizado en ese entonces en los círculos internos de
la Secretaría de Relaciones Exteriores. Con ambas medidas, y al margen
de otras valoraciones, se ponía fin a cuatro largas décadas de enemistad
diplomática entre ambos países como consecuencia directa de la Guerra
Civil Española. Cabe recordar que, en ese entonces, José Gómez Gordoa
desempeñaba, desde el 3 de septiembre de 1977, el cargo de embajador
62
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
extraordinario y plenipotenciario de México ante el gobierno español,
mientras que Luis Coronel de Palma asumía el mismo cargo en la embajada
de España en México.1
De hecho, el viaje de José López Portillo a España, programado con
precisión varios meses antes, venía a corresponder a la visita oficial de
Estado que en abril de ese mismo año había hecho a México el presidente
del gobierno español Adolfo Suárez, tan sólo unos días después de
recuperarse el vínculo diplomático entre los países (28 de marzo de 1977).
Es importante señalar que el presidente de México viajó a Madrid para
encontrarse con el rey Juan Carlos, pero también para reencontrarse con el
presidente Suárez, quien había resultado ganador en las elecciones generales
del 15 de junio de 1977, y a quien había recibido en México en abril de ese
mismo año en calidad de presidente de gobierno elegido, no por votación
popular, sino por designación directa del nuevo jefe de Estado: el rey Juan
Carlos I.
Como se dice, José López Portillo fue el presidente que canceló
– mas no rompió– las relaciones oficiales con el gobierno republicano
de José Maldonado –el día en que México celebraba el aniversario de la
nacionalización del petróleo–, para normalizarlas poco después con una
España monárquica.2 Con ambos gestos no sólo se cerraba para dos países la
profunda herida generada por la guerra civil, sino también algunos episodios
recientes como la fuerte tensión que se generó entre ambos países cuando
en su periodo el presidente Luis Echeverría solicitó al secretario general de
las Naciones Unidas la inmediata expulsión de España de este organismo
internacional, reaccionando así, y con tal petitorio, el 27 de septiembre
de 1975, a la ejecución de cinco fusilamientos –tres de las víctimas eran
militantes del FRAP y dos de ETA– y por considerar, según su lectura de los
1 Sobre los pormenores del complejo proceso de restablecimiento de las relaciones entre
México y España, véase Sola Ayape, El reencuentro de las águilas, 220 pp.
2 Aquel 18 de marzo de 1977, en el salón Carranza de la residencia oficial de Los Pinos, el
presidente de la República Española en el exilio, José Maldonado, pronunció estas palabras
en un discurso que no duró más de 20 segundos: “El Presidente de México don José López
Portillo y yo convinimos hoy cancelar las relaciones diplomáticas que sostenían ambos
gobiernos”. Véase una copia mecanografiada del discurso de Maldonado en el Archivo
Histórico Genaro Estrada, expediente III-5251-1 (segunda parte). Habida cuenta de que este
paso –por otra parte, cargado de gran simbolismo– fue una demanda expresa del gobierno
mexicano –tal y como asimismo a éste se lo había pedido el ejecutivo español de Adolfo
Suárez– aquella cancelación debe ser traducida en clave de ruptura en toda regla.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
63
hechos, que la España franquista constituía un foco de perturbación para
la paz internacional.3
Para superar el pasado, el viaje a España también quiso opacar el
incidente relacionado con la recién abierta embajada de México en Madrid
y con el titular que, de manera fugaz y por espacio de 12 días, habría de
ocupar la titularidad a partir del 21 de julio: el ex presidente Gustavo Díaz
Ordaz. Mientras que la prensa progresista española, especialmente El País,
criticaba a golpe de editorial la decisión de tal nombramiento –por asociarse
al nuevo embajador con el episodio de la matanza de Tlatelolco, del 2 de
octubre de 1968–, la embajada mexicana en Madrid se convertía en el
escenario de enfrentamiento entre dos ex presidentes, Díaz Ordaz y Luis
Echeverría, producto de las luchas internas que se vivían en el seno de la
familia del Partido Revolucionario Institucional.4
Sin entrar en otro tipo de detalles, aquel viaje presidencial se caracterizó
por la nutrida delegación mexicana que se desplazó hasta España, por
la copiosa agenda de trabajo que aseguró el encuentro del presidente de
México con todo tipo de autoridades, presencia en instituciones, contactos
con partidos políticos y sindicatos, así como con empresarios u otro tipo
de actores de aquella España en transición democrática y, por último, por
las grandes expectativas de negocio, especialmente cifradas en la venta de
petróleo a España, un país especialmente dependiente en materia energética
y que, estratégicamente, había iniciado un proceso de diversificación de
sus mercados de compra para ir minimizando su hasta entonces acentuada
dependencia de los países árabes.
Finalmente, y para sorpresa de algunos, la larga duración de aquel viaje
oficial tuvo su gran colofón en el breve pero intenso paso del presidente
mexicano por Navarra: primero, por Pamplona y, después, por Caparroso;
aquel pueblo, asentado sobre una de las riberas del río Aragón, lo recibió con
honores de jefe de Estado y lo nombró alcalde honorario, y no sólo porque
allí nació Alonso López del Portillo, quien en el siglo XVI partió rumbo a la
Nueva España y al otro lado del Atlántico plantó el árbol genealógico de
aquel que, siglos más tarde, acabaría siendo el nuevo presidente de México.
3 Sánchez; Landavazo, “La crisis entre México y España”, pp. 95-120.
4 Véase el capítulo “Gustavo Díaz Ordaz: el embajador de los 12 días”, en Sola Ayape, El
reencuentro de las águilas, pp. 118-156.
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LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
En Caparroso, López Portillo se mostró ante España como un español
más, consumando así su anhelo de convertir su árbol genealógico en un
capital simbólico que, debidamente gestionado, le permitiera lograr su
acercamiento definitivo a la España del rey Juan Carlos. Por momentos,
la normalización de relaciones se hizo entre dos españoles –un monarca
español y un mexicano de Caparroso–, hasta el punto de hacer de este
pueblo navarro una especie de improvisada capital del restablecimiento de
las relaciones hispano-mexicanas.5
En este sentido, y si bien son diversas las vías de información y también
distintas las fuentes documentales para el conocimiento y estudio de esta
importante coyuntura histórica, tan determinante en la intrahistoria de las
relaciones entre México y España, el Archivo General de la Nación de
México –conocido por su siglas como AGN– atesora una valiosa información
entre sus copiosos fondos, relacionada precisamente con el viaje oficial del
presidente López Portillo a España en aquel mes de octubre de 1977. De
hecho, por su origen, la documentación que aquí se analiza proviene del
“Archivo Gubernamental del C. Presidente de la República, 1976-1982”,
del fondo Presidencia de la República, presidente José López Portillo, serie
Secretaría de Relaciones Exteriores, caja 2345 y expediente 37414.
Este expediente mecanografiado intitulado “Visita a España del
Presidente López Portillo, del 8 al 16 de octubre de 1977”, se encuentra en
un buen estado de conservación y, desde el punto de vista formal externo,
se articula en torno a siete grandes apartados, a saber:
1. Programa de la visita del presidente López Portillo.
2. Composición de la delegación.
3. Carpeta operativa.
4. Documento para la prensa (comunicado conjunto).
5. Discurso de respuesta.
6. Informes de nuestra embajada relativos a la visita.
7. Recortes de prensa extranjera enviados por nuestra embajada.
5 Sola Ayape, El tlatoani de Caparroso, 306 pp.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
65
A su vez, la “carpeta operativa” –apartado tres–, de la que nos valemos para
escribir estas páginas, contiene un largo y detallado informe sobre muchos
aspectos vinculados con España –políticos, sociales, económicos, etcétera–,
así con las relaciones hispano-mexicanas y, en general, con la vinculación de
España con el mundo en aquellos años de abierta transición democrática.
Asimismo, y desde un punto de vista formal, el índice del informe contiene
los ocho apartados siguientes:
1. Datos históricos.
2. Breve reseña histórica.
3. Forma de gobierno.
4. Situación política actual.
5. Situación económica actual.
6. Política exterior de España.
7. Relaciones entre México y España.
8. Temas de conversación que interesan a México y que interesan a
España.
Por su naturaleza “operativa” –y como es de imaginar–, el origen de la
fuente se encuentra en la necesidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores
de reunir y después proveer de información precisa y variada sobre aquella
España en transición a la democracia, que venía dejando atrás, aunque no
sin problemas, el largo pasado franquista. Si la razón de ser de la fuente hay
que vincularla con la visita oficial de López Portillo a España, deducimos que
su manejo estaba pensado para uso exclusivo del cuerpo de funcionarios
que acompañaron al presidente en su viaje a Madrid, especialmente por
las consideraciones y hasta recomendaciones que de manera explícita se
hicieron en el mismo. No obstante, no hay que descartar que algunos de sus
apartados fueran también compartidos con los medios de comunicación,
especialmente, mexicanos que cubrieron puntualmente la visita de Estado.
En síntesis, el presente expediente, elaborado minuciosamente en las
oficinas de Tlatelolco, se convierte en una fuente documental de primera
mano por tratarse de una excelente radiografía política, social y económica
de la España de los años setenta, tal y como se verá a continuación. A lo
largo de sus páginas, todas ellas sin foliar, se fueron identificando aspectos
66
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
tan interesantes como la estructura y funcionamiento del nuevo Estado
español, sus leyes fundamentales en vigor, el proyecto de reforma política,
las particularidades de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y
Judicial), así como, y entre muchos aspectos más, la incidencia de la pesada
herencia del franquismo, el papel de los diferentes actores –pueblo, ejército,
Iglesia, partidos políticos o sindicatos–, así como problemáticas tan distintas
como los nacionalismos secesionistas (vasco y catalán, principalmente) o el
fenómeno de la llamada “pornocracia”, es decir, aquella repentina –aunque
fugaz–, obsesión por la cultura del porno y el destape, como clara muestra
de la liberación sexual tras cuatro décadas de represión moral.
Pues bien, partiendo del conocimiento y análisis de la suculenta
información de este expediente de naturaleza diplomática, a continuación
se presenta la visión puntual que desde el México lópez-portillista se tenía
de aquella transición democrática española, en ese entonces dirigida bajo el
timón de la jefatura del Estado del rey Juan Carlos I. No se oculta que detrás
de esta reunión estratégica de información se encontraba el afán de concebir
una política exterior mexicana hacia España no sólo para superar los
fantasmas del pasado, sino para vertebrar un presente y futuro de estrecha
colaboración mutua y de intercambios recíprocos no con la “madre patria”,
sino con la hermana España.
2. Reseña histórica sobre España
De entrada, hay que decir que el informe de la “carpeta operativa”6
comenzaba con la incorporación de un cuadro de “datos históricos” que,
a modo de radiografía, reunía una primera y muy básica información sobre
España en los años setenta que, en ese entonces, contaba con una población
de 35’783,000 personas –48% del área rural y 52% de la zona urbana–, de las
cuales 13’144,466 (37%) formaban parte de la población económicamente
activa. Así, y por ejemplo, se decía que, en cuanto a su organización política,
6 AGN, Presidencia de la República, presidente José López Portillo, serie Secretaría de Relaciones
Exteriores, caja 2345, exp. 37414. Habida cuenta de que se trata de un gran expediente sin
foliar, los entrecomillados que se irán presentando están sacados de esta fuente documental,
advirtiendo oportunamente cuando la información utilizada se obtenga de otras procedencias,
sobre todo, bibliográficas.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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España era “un Estado católico, social y representativo, constituido en
Reino”, que tenía por jefe de Estado a un monarca –Juan Carlos de Borbón–,
por jefe de Gobierno a Adolfo Suárez González, por ministro de Asuntos Exteriores a Marcelino Oreja Aguirre y por ministro de Comercio y
Turismo a Juan Antonio García Díaz. A su vez, se hacía la indicación de
que el país pertenecía a diversos organismos internacionales como la ONU,
a “organismos especializados” como el GATT (Acuerdo General sobre
Comercio y Aranceles), la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico), el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BID
(Banco Interamericano de Desarrollo), haciéndose también la mención de
que España había firmado en junio de 1970 un “acuerdo preferencial” para
comerciar con la CEE (Comunidad Económica Europea).
En cuanto al capítulo de las cifras económicas, se señalaba que en
1975 el producto nacional bruto español había sido de 84.525 millones
de dólares, habiéndose registrado un incremento anual promedio de 8%
desde 1958 hasta 1970, con un estimado de 1.4% para 1975 y con una
tendencia inflacionista para 1977 de 30%. En materia de detalles, y con
respecto a la distribución por sectores de la población económicamente
activa, se hacía la siguiente constatación y además en este orden: agricultura,
silvicultura, caza y pesca (26.1%); industria extractiva (0.9%); industria
de transformación (27.3%); construcción (9.0%); electricidad, agua y gas
(0.7%); comercio (12.0%); transportes (5.2%) y otros servicios (18.8%). En
materia de importaciones, se señalaba que España venía comprando a otros
países –entre otros productos de interés–, petróleo crudo, maíz amarillo,
soya, aviones, café, carne de bovino congelada, hierro, hulla, algodón sin
cardar, tabaco en rama y piezas para automóviles.
A tenor de este prontuario de datos, se deduce que en los años setenta
España se encontraba en claro proceso de tránsito de la dictadura a una
democracia –todavía sin una carta magna–, con un cierto nivel de presencia
internacional –aun siendo un país europeo que no pertenecía al consorcio
de países democráticos vecinos–, con una fuerte presencia de la población
rural y un sector primario de gran peso económico y, por último, con una
acentuada dependencia comercial hacia ciertos productos estratégicos como
el petróleo. De este modo y por el cariz de este breviario de información,
no había dudas acerca de las intenciones del México de López Portillo
68
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
por vertebrar unas relaciones diplomáticas con España donde hubiera una
fuerte dominancia de los aspectos comerciales y económicos, dirigida de
entrada a reequilibrar la deficitaria balanza comercial que venía arrojando
considerables saldos negativos.
BALANZA COMERCIAL DE MÉXICO CON ESPAÑA, 1970-1976
(MILES DE DÓLARES)7
Año
Exportaciones
Importaciones
Saldo
1970
14.036
30.257
-16.221
1971
10.254
40.005
-29.751
1972
15.479
58.555
-43.076
1973
33.319
60.275
-26.956
1974
46.772
71.467
-24.695
1975
19.985
58.103
-38.118
1976
23.157
51.475
-28.318
Junto a la semblanza de aquella España, incluidos estos datos comerciales
favorables, el informe de la carpeta operativa daba paso a un segundo
apartado para presentar una “breve reseña histórica”, tan breve como
peculiar, ya que se remontó hasta los tiempos de la antigüedad cuando
la Península Ibérica estuvo habitada, primero, por iberos, y después por
fenicios, cartagineses y romanos. Para la ocasión, es importante significar
los apuntes históricos que se hicieron del siglo XX, comenzando por el
señalamiento de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que
“favorecieron a los republicanos, por lo que Alfonso XIII y su familia se
vieron obligados a abandonar España”. En esta nueva coyuntura republicana
–segunda en la historia contemporánea española tras la primera tentativa del
siglo XIX (febrero de 1873-diciembre de 1874)–, “Niceto Alcalá Zamora fue
elegido por las Cortes, en 1931, Presidente de la República”.
7 Para esta reunión de datos que confirmaba la tendencia negativa de la balanza comercial
de México con respecto a España, la Secretaría de Relaciones Exteriores se basó en la
información proporcionada por la Dirección General de Estadística, que fue incorporada en
el informe que dio cuerpo a la carpeta operativa del viaje presidencial a España en octubre
de 1977.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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Así se daba cuenta de que “las medidas del gobierno (leyes de libertad
de cultos, reforma agraria, etcétera) provocaron mucha oposición”, además
se señala que en las elecciones de 1933 “triunfaron los radicales” y en las
de 1936 el Frente Popular, “el cual destituyó a Zamora y eligió presidente de la
República a Manuel Azaña”. Con estos antecedentes poco después, el 18
de julio de 1936 estallaba en Marruecos “una rebelión militar, siendo el
comienzo de la Guerra Civil española (1936-1939)”, donde el general Franco
se puso “al frente de la rebelión, la cual, con la ayuda de Italia y Alemania,
lograba triunfar en todo el territorio mediante la rendición de Madrid del 28
de marzo de 1939”. Finalmente, también se señalaba que durante la Segunda
Guerra Mundial España “se mantuvo neutral”, que fue hasta 1955 “cuando
ingresó en las Naciones Unidas” y que a la muerte de Franco, acaecida en
noviembre de 1975, “el príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso
XIII, fue proclamado rey, de acuerdo con las leyes y la designación efectuada
por el general Franco en 1969”.8
Con estos últimos apuntes se cerraba esta breve pero significativa reseña
histórica sobre España, desde la presencia de los iberos hasta la reciente
restauración de la monarquía borbónica tras la muerte de Franco. Este
considerable esfuerzo de síntesis –donde no se hizo alusión alguna a la
Nueva España– dejó, sin embargo, cinco interesantes señalamientos a modo
de advertencia para todos aquellos que, de una forma u otra, iban a hacer
uso de esta carpeta operativa durante su viaje oficial a España: primero, las
grandes tensiones políticas internas vividas durante la Segunda República
española y las dificultades para gestar un proyecto de país conjunto;
segundo, la calificación de rebelión militar al alzamiento nacional del 18 de
julio de 1936; tercero, el señalamiento del general Franco como responsable
y líder, aunque con la ayuda militar del nazi-fascismo de la Alemania de
Hitler y la Italia de Mussolini; cuarto, la restauración monárquica en España
y la consiguiente proclamación del príncipe Juan Carlos de Borbón como
nuevo rey de España, conforme a los dictados de las leyes franquistas
del momento; quinto, la presencia del nuevo rey como jefe de Estado
español por designación del general Franco en 1969, esto es, conforme
8 Sobre los fundamentos de la política exterior hacia la España de Franco, véase Sola Ayape,
“De Cárdenas a Echeverría” (en prensa).
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a la proclamación de las Cortes franquistas del 22 de julio, que vinieron a
sancionar el deseo explícito del dictador de designar como su sucesor al príncipe Juan Carlos, obviando, en consecuencia, el orden sucesorio natural que
correspondía a su padre Juan. De hecho, y como contrapartida, fue en ese
entonces cuando Juan Carlos hizo juramento de fidelidad a los principios
del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino.
3. La transición política española: del general Franco al rey Juan
Carlos
Con estas particularidades señaladas desde las oficinas de Tlatelolco, se
inició en España lo que a la postre acabaría siendo un irreversible proceso de
transición hacia la democracia, donde el nada fácil desmantelamiento de las
estructuras de la dictadura franquista fue conviviendo durante un tiempo con
el progresivo establecimiento de un Estado de pleno derecho y libertades.
Precisamente, y al respecto, la “forma de gobierno” fue el tenor que encabezó
uno de los apartados que configuró la mencionada carpeta operativa, dadas
las singularidades que iban nutriendo el tránsito político en España. Así, se
decía que el español era “un Estado católico, representativo y democrático
constituido en Monarquía parlamentaria” y se hacía la advertencia de que
España aún no tenía una Constitución –misma que sería aprobada en
referéndum por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978–, y que “su vida
política” se regía todavía por las “Leyes Fundamentales del Reino”.
Éstas no eran otras que ese gran corpus legislativo del franquismo
conformado por las siguientes disposiciones legales: el Fuero de los Españoles,
del 17 de julio de 1945 –y no 1975, como se señala en el expediente–; el
Fuero del Trabajo, del 9 de marzo de 1938; la Ley Constitutiva de las Cortes,
del 17 de julio de 1942; la Ley de Sucesión, del 26 de julio de 1947; la Ley
de Referéndum Nacional, del 22 de octubre de 1945 y la Ley Orgánica del
Estado, del 10 de enero de 1967. A su vez, se hacía la expresa indicación de
que este marco legislativo franquista venía conviviendo ya con la Ley para
la Reforma Política, aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976.9
9 El discurso político de la transición democrática española se fue legitimando paulatinamente
mediante su vinculación con la idea de cambio y democracia. Véase Del Águila, “La dinámica
de la legitimidad”, en Cotarelo (comp.), Transición política, pp. 58 y 59.
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A pesar de que esta ley no fue producto del consenso, a la postre acabó
marcando el “punto de inflexión” que permitió construir un régimen
democrático en España.10
En cuanto a su estructura orgánica, se hacía el señalamiento de que el
Estado español se asentaba sobre dos principios constitutivos de primera
magnitud: “la institución monárquica” y “el recién declarado principio de
democracia representativa”. Y esto así, porque en ese momento España
se encontraba en “un proceso constituyente” en el que debían “coexistir
actualmente las antiguas leyes franquistas con las fórmulas que ofrece la ley
de Reforma Política”. De este modo, el viaje del presidente López Portillo
a España iba a coincidir con el estudio por parte de las Cortes españolas
de una nueva Constitución “que sustituya a las leyes fundamentales”,
donde, desde un punto de vista procedimental, “las iniciativas de reforma
constitucional correspondían al gobierno y al Congreso de los diputados”.
El cuadro siguiente revela la complejidad del panorama político español, tras
la celebración el 15 de junio de 1977, de las primeras elecciones legislativas
tras la muerte de Franco y la conformación fragmentada de un parlamento
dominado, en ese entonces, por la Unión de Centro Democrático del
presidente Adolfo Suárez.
ESTRUCTURA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS EN ESPAÑA
TRAS LAS ELECCIONES DE 197711
Candidatura
Votos %
Escaños
Unión de Centro Democrático (UCD)
34.5
165
Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
29.4
118
Partido Comunista de España (PCE)
9.4
20
Alianza Popular (AP)
8.2
16
Pacte Democràtic per Catalunya (PDC)
2.8
11
Partido Nacionalista Vasco (PNV)
1.6
8
10 Gómez, La monarquía parlamentaria, p. 52.
11 Ruiz, La España democrática, p. 37.
72
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Candidatura
Votos %
Escaños
Partido Socialista Popular-Unidad Socialista
(PSP-US)
4.5
6
Unió del Centro i de la Democracia Cristiana
de Catalunya (UC-DCC)
1.0
2
Esquerra de Catalunya-Front Electoral
Democràtic (EC-FED)
0.8
1
Euskadiko Ezkerra-Izquierda de Euskadi (EE-IE)
0.3
1
Candidatura Aragonesa Independiente del
Centro (CAIC)
0.2
1
Candidatura Independiente del Centro (CIC)
0.2
1
Otros
7.2
0
En la misma línea y en este apartado del informe de la carpeta operativa,
se hacía la observación de que la estructura del Estado español se asentaba
“en el triángulo de poderes Iglesia, Ejército y Capital”, aunque la ley para
la reforma política declaraba que “el Estado se sustenta en la voluntad
popular”, algo que advertía con claridad que las leyes las debían elaborar
y aprobar las Cortes, aunque “tocando al rey su sanción y promulgación”,
precisamente la figura troncal en aquel nuevo modelo en gestación por
ejercer el poder ejecutivo “por medio del jefe de gobierno, por el Consejo
del Reino y el Consejo de Ministros”. Si bien el poder legislativo se componía
–y así sigue siendo–, de dos cámaras –la del Congreso (350 escaños) y la del
Senado (207 senadores)–, el rey se reservaba en ese entonces “la potestad
de designar hasta una quinta parte de senadores”. A su vez, se hacía la
observación de que los proyectos de ley aprobados por el Congreso de
los diputados por mayoría absoluta, se sometían al Senado y en caso de no
ser aprobados por este último “será una comisión mixta la que decida sobre la
aprobación de los proyectos de ley”.
Como bien se apunta en la carpeta operativa las Cortes españolas venían
rigiéndose “por los lineamientos generales de la Ley de Reforma Política, ya
que aún no existen los reglamentos que regulen su actuación”. En cuanto
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
73
al Poder Judicial, venía estando “ligado a la jefatura del Estado, a través
del ministerio de Justicia”, aunque “tiende a su autonomía, y a la creación
de un único sistema judicial, tradicionalmente fraccionado en los ramos
militar, eclesiástico, de orden público, etcétera”. Finalmente, con respecto
al sistema de gobierno, se advertía del gran peso del centralismo “que
ejerce el gobierno de Madrid”, aunque, “dadas las corrientes federalistas
y nacionalistas de algunas regiones, se prevé una pronta federalización
de España”; se hacía la observación de “la autonomía provisional de la
Generalitat de Cataluña y las avanzadas negociaciones con las entidades
nacionalistas de las Vascongadas”.12
En este sentido, otro de los apartados del informe de la carpeta operativa
estuvo dedicado a elaborar una síntesis de la “situación política actual”
de España, fruto de la complejidad partidista que presentaba España sin
Franco, una vez que se había legalizado el Partido Comunista de España,
en la Semana Santa de ese mismo 1977.13 De entrada –y al respecto–, se
adelantaban tres importantes valoraciones: primera, que las elecciones
parlamentarias del 15 de junio de 1977 habían sido “un éxito de civismo”;
segunda, que el pueblo español había hecho un ejercicio “de madurez
política”; tercera, a pesar de estas primeras e importantes manifestaciones la
configuración parlamentaria era “difícilmente armonizable”. De este modo,
ante tal condicionante, se recordaba que el partido que más votos había
obtenido era el Partido Socialista Obrero Español (29%), aunque la coalición
“Unión del Centro Democrático”, conformada por un conglomerado de 12
partidos, había sido la formación más votada (34%), a pesar de que, con
esta unificación para las elecciones, “apenas pudieron remontar al PSOE”.
En el fondo, pensando en alguna clave de gobernabilidad, se advertía que
estas 12 formaciones políticas presentaban “programas políticos, sociales
y económicos diferentes” y que “su única afinidad” era “el centrismo
democrático, término muy subjetivo para hacer una unidad consistente”.
En efecto, recordemos que esta coalición estuvo conformada por
partidos de matriz ideológica distinta, bien de procedencia democristiana,
12 Sobre la nueva organización del Estado español en el marco de aquella transición
democrática, véase Vilas, “La organización territorial”, pp. 219-242 y De Blas, Andrés,
“Estado de las autonomías”, pp. 105-120.
13 El País, 10 de abril de 1977, p. 1.
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socialdemócrata, liberal o regional. Entre ellos, se encontraba el Partido
Demócrata Cristiano de Fernando Álvarez de Miranda e Iñigo Cavero; la
Federación Social Demócrata de José Ramón Lasuén Sancho; el Partido
Social Demócrata de España de Francisco Fernández Ordóñez y Rafael
Arias Salgado; el Partido Popular de Pío Cabanillas, Emilio Attard y José
Pedro Pérez Llorca; la Federación de Partidos Demócratas y Liberales
(FPDL) de Joaquín Garrigues Walker y Antonio Fontán o, por citar a un
regionalista, el Partido Social Liberal Andaluz de Manuel Clavero.
De cara a futuros pactos de estabilidad gubernamental, en el informe
también se advertía que los partidos centristas eran “difícilmente
conciliables con la derecha representada por Alianza Popular que obtuvo
8% del sufragio”, mientras que en la franja política de la izquierda se veían
“más factibles las alianzas parlamentarias del PSOE con el Partido Socialista
Popular de Enrique Tierno Galván, con su 4% de electorado, y con el
Partido Comunista de España, un 8%, cuya tendencia eurocomunista lo
acerca al socialismo”.
Sin embargo, a pesar de que “históricamente la fórmula socialismocomunismo del Frente Popular de 1936 fue un fracaso”, se registraba que
“el sector renovado del PSOE”, de Felipe González, no se había cerrado “a la
posible alianza”, a pesar de que los dirigentes socialistas venían sosteniendo
“una postura intransigente de no aceptar formar parte del gobierno”. No
obstante, también se atestiguaba que, aunque “tácitamente” el PSOE había
aceptado “el plan económico del gobierno”, su brazo sindical –la Unión
General de Trabajadores– se venía negando a aceptar “el pacto social
que propone Suárez, bloqueando así cualquier avance socio-económico,
desgastando por esta vez al tercer gobierno de la monarquía, propiciando
así su ascensión al poder desde el parlamento, en el que mantienen
la segunda posición”.14 Como se verá más adelante, a pesar de la grave
situación económica que vivía aquella España, faltaban unos meses para la
14 En palabras de Reynaldo Yunuen Ortega, “si el Rey y Suárez actuaron como lo hicieron, se
debió a la presión desde abajo que clausuró otras alternativas. [...] Hubo un aumento creciente
en las movilizaciones de la sociedad civil, dirigida por las organizaciones de trabajadores y
estudiantes, durante los años cincuenta y sesenta, y coordinada alrededor de los partidos
políticos de oposición, en los setenta”. Ortega, “Tipos de transición”, en Ortega (ed.),
Caminos a la democracia, pp. 276 y 284.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
75
firma de los Pactos de la Moncloa, que sentaron las bases para la gradual
recuperación socioeconómica.
Ante semejante diagnóstico –y como era de prever–, el informe de la
carpeta operativa también se hacía eco de que el panorama parlamentario
español era especialmente “incierto”, porque “el partido del centro
democrático” tenía una “mayoría muy precaria, sujeta a los bloques que
se creen en las votaciones, en las que tendrán un papel determinante las
minorías parlamentarias de los partidos regionalistas, cuya definición no
los enmarca dentro de los problemas nacionales”. A esto hay que añadir
el gran reto pendiente de la agenda política de aquella transición española
a la democracia, esto es, la necesidad de ir consensuando un proyecto
constitucional, por consiguiente, “los grandes debates que se esperan en las
cámaras serán sin duda los de la aprobación de la nueva Constitución, cuyo
pluralismo deberá ser evidente: el de la autonomía regional y los referentes
a temas económicos”.15
Asimismo, no se oculta la expectación generada ante las elecciones
municipales, que “históricamente provocaron la caída de la Monarquía”, y
que finalmente tuvieron lugar en la España democrática el 3 de abril de 1979.
Como se menciona en el informe, “originalmente y de acuerdo con la ley,
las elecciones municipales estaban previstas para el mes de marzo de 1977;
sin embargo, fueron aplazadas para dar margen a un mejor desarrollo de las
parlamentarias, a través de un control municipal de las fuerzas políticas en
el poder”. Así, “con el mayor acceso al poder que tienen actualmente los
grupos de oposición, gracias a la configuración parlamentaria, es posible
que las elecciones municipales disminuyan el margen entre el centro y la
izquierda, máxime que ante el Pueblo se está desacreditando el gobierno
centrista debido al acrecentamiento de la crisis económica”. En este
entonces, hay que decir que C ganaría las elecciones con 30.63% de los
votos (28,960 concejales), mientras que el PSOE quedaría como segunda y
gran fuerza política con 28.17% de votos (12,077 concejales).
En este sentido, y como se apunta, el informe sobre el panorama
político español también se hacía eco de la cuestión de la autonomía
15 En palabras de Fuentes Quintana –creador del borrador de los Pactos de la Moncloa,
que después se sometió a revisión y discusión–, “la suerte de los Pactos estuvo asociada a la
suerte de la Constitución”. Fuentes, “De los Pactos de la Moncloa”, en García (dir.), Economía
española, p. 34.
76
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
regional –catalogada como “de intensa actualidad”–, ya que las elecciones
municipales podían resultar “determinantes en la composición política de
los ayuntamientos y, en última instancia, en la presión sobre el gobierno
central”. Y esto así, porque tradicionalmente “los partidos de izquierda se
han pronunciado por un autonomismo regional que los coloca en posición
de superioridad sobre otros grupos”. En materia de ejemplos se recordaba
que los “conflictos más serios” se venían situando en la provincia de
Vizcaya, “donde los extremistas pretenden incluso separar a la región
de España”, así como en Cataluña, “donde el día 29 de septiembre fue
concedida la autonomía y restablecida la ´Generalitat´ promovida por
José Tarradellas y sustentada por un importante grupo parlamentario”.
También se hacía alusión a Galicia, “donde recientemente ha surgido un
movimiento autonomista que resultó con pocos sufragios en las elecciones
parlamentarias”, y a las Islas Canarias, “en las que existe un separatismo
alentado desde el exterior; por una parte, [desde] Argel, a través del Frente
Polisario que estuvo auspiciando la independencia del territorio del Sahara
Español y, por la otra, [desde] Marruecos, que sin una reivindicación formal
ha venido afectando los intereses españoles en Canarias, cortando las ligas
continentales de las Islas”.
Otro de los problemas señalados desde las oficinas de Tlatelolco estaba
vinculado con el necesario y nada fácil proceso de desmantelamiento de
las estructuras del viejo régimen dictatorial, señalando, de manera muy
puntual, a los tres grandes poderes fácticos del momento: el Ejército, el
Capital y la Iglesia católica. Así, “la permanencia de las estructuras militares
de antiguos miembros del régimen franquista mantiene una situación de
bloqueo frente a algunas iniciativas de reforma y, si bien el ejército ha
permanecido neutral ante los cambios visibles en la política, sigue afectando
los cambios profundos”. De igual forma, el capital venía haciendo “presión
sobre los medios políticos, propiciando una situación económica crítica” y,
por último, la Iglesia, “que mantiene tradicionalmente posiciones políticas
y económicas muy importantes, está realizando un juego velado que incide
en el proceso de reforma política”. En síntesis, y desde el señalamiento
de esta compleja problemática que condicionaba puntualmente el éxito de
aquella transición democrática, se hacía el señalamiento último de que “la
verdadera lucha política [estaba] entablada entre el pueblo [español] –cuya
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
77
conciencia política despierta rápidamente– y los estamentos representativos
del antiguo régimen”.
4. La radiografía económica de una España en crisis
En buena medida, y tal y como se ha anunciado más arriba, la garantía de éxito
de aquella transición hacia la democracia pasaba por resolver la grave crisis
económica en la que estaba sumida España, aquejada de graves problemas
de descapitalización, de ausencia de inversiones internas y externas, de una
elevada e incontrolada inflación y, de manera especial, todo lo acentuado
por los muchos recelos que venía despertando la conformación del nuevo
modelo político y de Estado, donde su principal timonel –el monarca–
había logrado una restauración monárquica por expreso deseo de Franco.16
Ante estas circunstancias, el informe incorporado en la carpeta operativa
del viaje presidencial incluyó un conciso apartado sobre los distintos
pormenores que permitían explicar la delicada situación económica por
la que venía atravesando aquel país, que por vez primera iba a visitar un
presidente mexicano. Tras las elecciones generales, y una vez conformado
el nuevo gobierno democrático de Adolfo Suárez, un grave problema se
presentó delante de los actores que venían asumiendo diferentes niveles de
responsabilidad ejecutiva. De esta forma, “al caer el telón político con las
elecciones parlamentarias, aparece ahora en la escena española un oscuro
panorama económico, que venía siendo soslayado deliberadamente por los
anteriores gobiernos de la monarquía”. Como si de una calculada estrategia
de dosificación se tratara, se advertía que, “de repente”, se había “permitido
al pueblo darse cuenta de la crisis, agravando la situación, pues cierto pánico
está trascendiendo de los círculos económicos a la calle, donde el trabajador,
el pequeño ahorrador y el consumidor están seriamente preocupados por
la evolución del desempleo, la caída de la bolsa, el aumento del costo de
vida, etcétera, repercutiendo en paros y huelgas, contracción del ahorro y
disminución del consumo”.17
16 Sobre el peso de la cuestión económica durante la transición democrática española véase,
y a modo de ejemplos, Aguirre, La política económica de la transición española, 288 pp. y Martínez,
La transición económica de España, 382 pp.
17 En palabras de Del Águila y Montoro, “si el consenso se utilizó como un argumento de
fortalecimiento de la democracia y una cooperación en esa dirección, no cabe duda de que fue
78
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
Ante tal situación el presente informe del viaje presidencial dio cuenta
de cinco importantes problemáticas entrelazadas, y cuya alargada sombra se
cernía sobre el oscuro panorama de la economía española en 1977:
a) La descapitalización. Ante el horizonte de riesgos que venía
ofreciendo el cambio político en España, principalmente “ante
el desmantelamiento del sistema de sindicatos verticales que propiciaban una estabilidad laboral”, en el informe se decía que los
capitales, especialmente industriales, se iban retirando “de las
actividades más riesgosas, encauzándose, principalmente, a las inversiones inmobiliarias o a la especulación, cuando no a la evasión de
divisas”. A su vez, se comentaba que la salida de capitales hacia
el exterior era una condición “no menos considerable, del cual se
tiene indicadores poco precisos que la sitúan en 200 mil millones de
pesetas en los dos últimos años”.
b) La desaceleración de la producción. La descapitalización industrial, la falta
de nuevas inversiones, la creciente reacción laboral con huelgas y
paros y, por otra parte, la contracción de la demanda tanto nacional
como externa habían generado, tal y como se señaló en el informe,
“una caída considerable de la producción con sus repercusiones en
desempleo e inflación”.
c) El desempleo. Ambos factores precedentes venían afectando
directamente a la tasa del desempleo, que en ese entonces se estimaba
en torno a 8% de la población económicamente activa, con un
registro en términos absolutos de 1’400,000 desempleados. El fuerte
desempleo, que también se explicaba por la caída de la actividad
productiva, se debía al “retorno a España de un número importante
de trabajadores emigrantes, que anteriormente se situaban en los
mercados de trabajo de Europa”.
d) La inflación. La fuerte presión inflacionaria era, sin lugar a dudas, uno de
los grandes problemas que aquejaban a la economía española, con el
también a costa de que determinados temas […] no fueran lanzados al tapete de la discusión
política. En este sentido, el consenso no fue un argumento de diálogo y comunicación, sino
justamente lo contrario: un argumento silenciador”. Del Águila; Montoro, El discurso político,
pp. 131 y 132.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
79
consiguiente, inmediato y negativo impacto en la economía doméstica
de la población. Como se ha indicado, la inflación rondaba por 30%,
resultado directo de “la desaceleración productiva y la baja de la
demanda, además de la dependencia de los suministros del extranjero,
sobre todo en materia energética, cuyos precios se han venido
incrementando considerablemente desde el otoño de 1973”. A pesar
de las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno de Suárez,
especialmente en cuanto al control del gasto público, no se había
logrado detener la espiral inflacionaria “que amenaza con agravarse
ante las reivindicaciones obreras que solicitan aumento de salarios”.
e) La deuda exterior. Este problema era el quinto de los aspectos
abordados en el informe de la carpeta operativa. Se le vinculó
directamente con la crisis económica, primero, porque los bienes y
servicios españoles resultaban “menos competitivos a la exportación”
y, segundo, porque las necesidades productivas españolas dependían
de bienes de importación “difícilmente sustituibles”, como el petróleo y sus derivados, “de los cuales España depende en un 80% para
cubrir sus necesidades”. Esta doble situación había llevado al país
“a mantener un déficit crónico de balanza comercial” que venía
gravando “fuertemente el sector externo”. Por eso, se recordaba que
España había incrementado el consumo de crudo en 21%, mientras
que Europa lo había reducido en 18% desde 1973. A pesar de esta
notable disparidad, se hacía la constatación de que el gobierno
español todavía no había definido “un plan energético que frene este
problema”.
Junto a estas cinco inconveniencias que venían aquejando fuertemente a
la economía española en aquellos años de transición a la democracia, se
señalaban otras más como los efectos retardados de la crisis del petróleo de
octubre de 1973, por sufrir “aún las consecuencias del reajuste económico
que ocasionó la recesión europea”; el retorno de trabajadores emigrantes que
no sólo tenía su incidencia en el mercado de trabajo interno, sino que había
mermado las remesas de divisas –“que es un rubro importante en la balanza
de pagos española”– y, finalmente, la sobrevaluación de la peseta que, “aún
después de su depreciación en el mes de julio, incide desfavorablemente en
80
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
el desarrollo de la balanza de bienes y servicios”. Así, y en este último rubro,
se indicaba que la evasión de pesetas estaba siendo empleada por los países
extranjeros para “pagar bienes y servicios adquiridos en España, por lo que
la economía española no recibe suficientes divisas extranjeras para financiar
sus compras”.
Así analizado este adverso panorama de la economía española convergía,
como se ha señalado anteriormente, “con una situación sociopolítica muy
incierta” que hacía “temer ciertos descalabros económicos durante el
tercer trimestre del año, una vez restablecida la actividad después de las
vacaciones”. Y, a pesar de que el gobierno había congelado los precios
y “devaluado recientemente la peseta un 24%”, se estimaba que “la
incapacidad de los dos gobiernos anteriores de la monarquía por resolver
la situación se vería agravada por la intervención del parlamento y todas
las tendencias económicas allí representadas”, así como por “la presencia
de sindicatos libres”, por lo que “puede resultar más difícil de resolver la
situación”.
Ciertamente, el arreglo de la situación económica era premisa para la credibilidad democrática y garantía indispensable para la gestación de la nueva
Constitución, la conformación del proceso político, la consolidación de las
estructuras del Estado y, finalmente, legitimidad de un rey al frente de la jefatura
del Estado sin pasar por ningún tipo de aval plebiscitario. La necesidad de
llegar a acuerdos por medio de la vía del consenso de las distintas fuerzas
se tradujo en los llamados Pactos de la Moncloa, de octubre de ese
año, que tenían como punto de partida “la constatación de que la crisis
existía” y que, para afrontarla, era precisa “la colaboración de todos los
agentes económicos y un programa de saneamiento y reforma de aspectos
fundamentales de la economía nacional”.18 A su vez, aquellos acuerdos,
donde todos los agentes ganaron algo desde la renuncia a algunas de sus
peticiones iniciales, evidenciaron “un amplio consenso básico en torno a la
economía social de mercado como futuro sistema socioeconómico”.19
Por cierto, el presidente López Portillo acabó siendo un testigo de
excepción de aquel proceso de negociación de los Pactos de la Moncloa.20
18 Tusell, La transición española, p. 181.
19 Powell, España en democracia, p. 208.
20 El contenido completo de los Pactos de la Moncloa puede consultarse, entre otros, en
Rubio, “Algunos textos significativos”, en Cotarelo (comp.), Transición política, pp. 473-487.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
81
Su presencia en España y el encuentro personal con muchos de los actores
políticos y sindicales que hicieron posible la consumación del ejercicio de
consenso le ayudaron a madurar un juicio propio sobre los mismos. A
este respecto, y en palabras del presidente mexicano, “todos los partidos
políticos –y creo que ésta es la clave del asunto– han reconocido que ahora
y aquí en España no hay más alternativa que seguir en una economía de
mercado”.21
5. A modo de final
Como se ha visto a lo largo de estas páginas, y en el marco del viaje oficial
de José López Portillo a España, en octubre de 1977, la Secretaría de
Relaciones Exteriores se dio a la tarea de elaborar un minucioso informe
para uso interno de los miembros de la nutrida delegación que acompañaron
al presidente de México. Página a página, la “carpeta operativa” se fue
enriqueciendo con estadísticas diversas, valoraciones cuantitativas,
consideraciones cualitativas, infinidad de datos de todo tipo y, finalmente,
con un sinfín de detalles más sobre diferentes aspectos de la vida política,
social, económica y cultural de aquella España en declarada transición
hacia la democracia tras el largo pasado franquista. Aunque no se registra
constancia de ello, es de imaginar que el embajador José Gómez Gordoa
estuvo detrás del mismo.
Más allá de los diferentes réditos operativos que podían obtenerse
del manejo de esta información, el conocimiento de aquella España –sin
dictador pero con rey– se convertía en una estrategia de primer orden no
sólo porque se acababan de normalizar las relaciones diplomáticas tan sólo
unos meses antes (marzo de 1977), sino porque entre ambos países había una
gran ignorancia después del paréntesis del franquismo. En consecuencia, no
se oculta que el conocimiento de las partes, con la consiguiente eliminación
de prejuicios y de estereotipos que tanto nutrieron la construcción del
otro durante aquellas cuatro décadas, se convertía en una tarea crucial para
21 Presidencia de la República, El gobierno mexicano, pp. 132 y 144. Véase también El País, 16
de octubre de 1977, p. 8.
82
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
asegurar el entendimiento mutuo que habría de nutrir el presente y el futuro
de la relación bilateral.22
De este modo, la presente carpeta operativa que guarda el Archivo
General de la Nación se convierte en una fuente documental de primera
mano para conocer, y hasta comprender, la mirada del México lópezportillista sobre aquella España en transición hacia la democracia que,
si bien daba pasos hacia adelante y se distanciaba del pasado franquista,
todavía tenía pendiente el otorgamiento por la vía de referéndum de su
nueva carta magna, la misma que fue aprobada por votación popular el 6 de
diciembre de 1978. Por eso, y esto es importante recalcarlo, el valor de la
fuente no reside únicamente en la información que nos brinda, sino en el
registro puntual de los temas que señala.
Por consiguiente, y entre otros, se hizo una especial alusión a la singular
presencia de Juan Carlos en su doble condición de nuevo rey y de jefe
del Estado, al marcado centralismo del aparato institucional estatal, a la
fuerza del nacionalismo en Cataluña y País Vasco, a la tendencia hacia
el federalismo como fórmula de vertebración administrativa y territorial,
a la injerencia del jefe del Estado en el poder legislativo y judicial, a las
primeras elecciones parlamentarias de mediados de junio de 1977 –“éxito
de civismo y madurez política del pueblo español”, tal y como se dijo–, a la
complejidad de la vida política ante la gran fragmentación partidista y, entre
otros aspectos más, a la fuerte crisis económica que venía sacudiendo al país
con registros inflacionarios de 30%.
Así –y con esto cerramos–, la Secretaría de Relaciones Exteriores
elaboró un minucioso informe para nutrir la carpeta operativa de aquel
viaje presidencial de octubre de 1977 que, a la postre, y así lo entendemos,
se convirtió en una evidencia clara de la mirada precisa que el México de
López Portillo tenía sobre aquella España en transición hacia la democracia
que, entre sus muchas singularidades, se contaba con un monarca al frente
de la jefatura del Estado que, a su vez, había recuperado la titularidad de la
Corona por expreso deseo del general Franco.
22 Un buen trabajo de investigación sobre la mirada de la prensa mexicana sobre aquella
España en proceso de democratización, en Sánchez, “La transición española”, pp. 635-659.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
83
Bibliografía
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1975-1980, Madrid, Unión Editorial, 1981.
Cotarelo, Ramón (comp.), Transición política y consolidación democrática. España
(1975-1986), Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1992.
De Blas, Andrés, “Estado de las autonomías y transición política”, en
Ramón Cotarelo (comp.), Transición política y consolidación democrática.
España (1975-1986), Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas,
1992.
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Fecha de recepción: 11 de septiembre de 2015
Fecha de aprobación: 6 de octubre de 2015
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
85
PORTALES
DE LA ARCHIVÍSTICA
R ESCATE DE LA MEMORIA DE UN COLECCIONISTA*
María Sánchez Vega**
Resumen
Muchos de los museos mexicanos no sólo resguardan obras históricas
o artísticas, sino también acervos documentales o fotográficos, como
es el caso del Museo Franz Mayer. En el presente texto, se hará un
recorrido por los distintos momentos de organización por los que ha
atravesado el acervo, actualmente denominado Fondo Documental
Franz Mayer.
Palabras clave: coleccionismo, archivo personal, Museo Franz Mayer.
Abstract
Many of the Mexican museums not only safeguard historical and
artistic works also documentary or photographic collections, it is the
case of Franz Mayer Museum. This text shows the different moments
of organization for which documentary heritage, now called Fondo
Documental Franz Mayer, has gone through.
Keywords: collectinng, personal archive, Museo Franz Mayer.
* Se agradece el apoyo brindado para la realización de este artículo a la licenciada Tania Vargas,
quien actualmente es responsable de los acervos documentales, y al licenciado Ricardo Pérez
Álvarez, director de Colecciones, ambos colaboradores del Museo Franz Mayer.
** Museo Nacional de Historia, INAH.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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Cada vez son más los museos que resguardan acervos documentales o
fotográficos, los cuales muchas veces son legados a estas instituciones
culturales tanto por coleccionistas como por académicos, y en otras
ocasiones llegan ahí por mera coincidencia. En el caso del Museo Franz
Mayer, el acervo documental y fotográfico más complejo, amplio y
significativo, lo dejó el propio Mayer. Posteriormente, con la inclusión de
otras colecciones, se recibieron los acervos que las acompañaban, tal es el
caso de Wolfgang Paalen, pintor austriaco nacionalizado mexicano, y del
platero norteamericano William Spratling.
Comúnmente, la prioridad de un museo es la conservación y cuidado
de la colección de objetos que exhibe y resguarda, por lo que los acervos
documentales y fotográficos quedan en segundo término y esperan su turno
para ser organizados y consultados. El Museo Franz Mayer comenzó con la
organización de los acervos fotográficos, constituidos por las fotografías que
Franz Mayer realizó o coleccionó (Fondo Fotográfico FM), fotografías
digitales e impresas de las piezas de la colección (Fondo Colección FM), así
como de las exposiciones temporales y la exhibición permanente del museo
(Fondo Memoria Institucional).1
Aquí se hará un recorrido por los distintos momentos de organización
por los que ha atravesado el acervo documental legado por Franz Mayer,
actualmente denominado Fondo Documental Franz Mayer.2
Antecedentes
Los archivos personales presentan características que no tienen los
eclesiásticos o los civiles, ya que preservan la memoria del individuo que lo
organizó sin seguir ninguna normativa.
Al morir Franz Mayer, los miembros del patronato, en colaboración con
el Banco de México, se dieron a la tarea de llevar a cabo las instrucciones
dejadas en su testamento para formar un museo de arte. Para lograrlo debían
1 A partir de 2014 los fondos fotográficos y documentales se encuentran en una misma área,
denominada Acervos Documentales, como parte de la Dirección de Colecciones del museo.
2 En lo relativo a los Fondo Wolfgang Paalen y el Fondo William Spratling, el primero se
organizó y se le hizo un inventario como ejercicio primigenio al Fondo Documental Franz
Mayer. El segundo sólo está registrado.
90
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
encontrar un inmueble, así como realizar el registro de la colección legada,
con el apoyo de investigadores doctos en el tema de las artes decorativas
novohispanas.
Los documentos que estaban en el despacho de su casa, en Reforma 960,
fueron guardados en cajas, tal y como estaban en sus archiveros. Algunas de
estas cajas se abrieron 25 años después de la muerte de este filántropo.3 Es
relevante mencionar la dificultad de revisar un archivo de esta naturaleza,
pues cuando el creador muere, los responsables de custodiar el acervo
consideran la consulta como una intrusión a su vida privada. Sin embargo, la
distancia histórica que se tuvo para su organización y catalogación permitió
que este sentimiento se difuminara.
Las cajas fueron trasladadas a un edificio de origen juanino, proporcionado
en comodato al Fideicomiso Cultural Franz Mayer, que hasta la fecha sigue
siendo la sede del museo. Asimismo, por más de dos de décadas, el conjunto
documental se resguardó en la bodega de Colecciones. En ocasiones,
algunas de estas cajas fueron revisadas sin ninguna sistematización por
personal del Área de Investigación.
Comienza la historia
En el 2008, la doctora Ana Ortiz Islas, coordinadora del Área de
Investigación, tuvo la iniciativa de organizarlo, y contó con el apoyo de la
doctora Esther Aigner, quien comenzó a revisar las cartas en alemán y a
traducirlas al español.4 Ya que no se contaba con un inventario de las cajas,
resultaba complicado saber el total de las mismas, así como la cantidad
de expedientes; por ello y para llevar a cabo el registro de información, la
doctora Aigner diseñó un formato (fig. 1) en el que se anotaban los datos
relevantes de las cartas traducidas al español. Esta tabla estaba conformada
por los siguientes rubros: número, fojas, fecha, remitente, destinatario,
personas relacionadas y asunto.
3 La información de cómo llegó el archivo a las instalaciones del museo fue proporcionada
por Ricardo Pérez Álvarez, actual director de Colecciones, siendo él quien lo transportó con
el apoyo del entonces director del museo, el licenciado Eugenio Sisto.
4 El 29 de diciembre de 2008, la doctora Esther Aigner realizó un reporte de las actividades
que realizó durante ese año, y lo entregó al director del museo, licenciado Héctor Rivero
Borrell. Asimismo, dejó en el Área de Investigación un archivo electrónico con las ocho cajas
que revisó.
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92
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FIG. 1. FORMATO ELABORADO POR LA DRA. ESTHER AIGNER PARA EL VACIADO DE INFORMACIÓN DEL ACERVO
DOCUMENTAL.
En 2009, cuando la doctora Ortiz dejó la coordinación del Área de
Investigación, la licenciada Rosa Dopazo retomó la revisión de archivo
y contó con el apoyo tanto de la licenciada Martha Kuthy, quien estaba
trabajando su tesis de maestría en estudios de arte acerca de Franz Mayer y
el coleccionismo, como de quien suscribe este documento. Se decidió iniciar
con la revisión de las cajas según se encontraban apiladas en la bodega de
Colecciones, adaptando el formato para hacer el registro (fig. 2).
Al formato original se le agregó el rubro de tema. Aunque en ese
momento no se contaba con una información certera, se hizo un listado
con aquello que parecía lógico y, en caso de ser necesario, era viable de ser
modificado; los temas fueron: hobbies, actividades lucrativas, personajes a
los que trató, contexto social, contexto cultural, coleccionista, artículos de
oficina, artículos personales, asuntos domésticos, obra de invernadero y
ampliaciones, aportaciones de caridad y obra.
La revisión del acervo documental se llevó a cabo desde febrero de
2009 hasta junio de 20105 y se denominó Fondo Personal Franz Mayer. Se
implantaron normas básicas, tanto de higiene y seguridad, como de procesos:
se revisaron las cajas aleatoriamente y se identificaron con los números y
leyendas en ellas escritos. La mayoría de los documentos se encontraba en
carpetas rotuladas por Franz Mayer, por lo que se numeraron conforme al
orden que tenían en las cajas. No se mezclaron ni se cambiaron de lugar,
solamente se indicó con qué carpeta se inició la revisión. Los documentos
se dejaron en el mismo orden cronológico en el que se encontraron, de la
fecha más antigua a la más reciente. Desde la muerte de don Franz, muchas
de las cajas permanecían cerradas y selladas, al momento de abrirlas, fue
posible darse cuenta que el orden de los expedientes era cronológico y
temático.
En general, los documentos se encontraron en buenas condiciones,
puesto que el museo había tenido la precaución de fumigar las cajas, aunque
5 En ese momento, el personal del Área de Investigación solamente éramos Rosa Dopazo
y la que suscribe este documento, por lo que se recurrió a voluntarios y alumnos de servicio
social para lograr la revisión completa. Participaron alumnos de la licenciatura y maestría
del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad del Claustro
de Sor Juana y del Instituto Mora, un total de 13 personas: Martha Kuthy, Andrea de Caso
Rivero Borrell, Mayela Flores Enríquez, Mariana Sánchez Monroy, Grecia González, Andrea
Van Rankin, Adriana López Mariscal, Julieta Inman y Campos, Elena Salmerón, María José
Mancera y Nicolás Medina Mora.
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93
Notas
Núm.
Tipo de documento
Fecha de inicio:
Revisado por:
Datos de la caja:
Fecha
Remitente
Destinatario
Documentos archivo personal Franz Mayer
Tema
Asunto/Observaciones
Fecha de término:
FIG. 2. FORMATO PARA VACIADO DE INFORMACIÓN REALIZADO EN 2009
POR EL ÁREA DE INVESTIGACIÓN.
un par de éstas sí presentaron deterioros biológicos, moho principalmente;
se hallaron ocho libros de cuentas con moho en estado activo. El personal
de la Dirección de Colecciones recomendó aislarlos para evitar que el resto de
los documentos se contaminara.
Con la intención de tener el panorama completo del acervo, las carpetas
que se encontraban aún en los cajones de archivero, se quedaron en ellos.
Tomar esta medida lo hacía más fácil y no se transgredía el orden dado por
el coleccionista.
Una vez terminada la revisión de una caja o archivero, se imprimía el
registro correspondiente por duplicado, una copia se colocaba en la caja
(figura 3) y a otra en una carpeta. Las cajas y los cajones de los archiveros
que no tenían nombre se denominaron con las letras del abecedario,
mientras que las carpetas sueltas fueron numeradas.
FIG. 3. CAJA 36 CON REGISTRO EN LA TAPA.
Foto: María Sánchez Vega (29.06.2010).
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95
Al terminar este proceso, en 2010, se habían contabilizado 3,400 legajos
distribuidos en 53 cajas (tamaño archivo muerto), seis cajones de archivero
y 16 carpetas sueltas, con una gran variedad de documentos que iban desde
cartas, postales, tarjetas de presentación, invitaciones, fotografías, entre
otros. En un primer momento se entregaron al Archivo Fotográfico las fotos
impresas y los negativos que acompañaban a algunos de los documentos,
pero posteriormente se decidió que no debían ser separadas de sus legajos,
por lo que se regresaron al Fondo.
Con tal panorama general, era posible hacer un proyecto para organizar
el acervo, pero en ese momento no se contaba con el apoyo de personal o
de instituciones especializadas en archivística. Nuestra metodología partió del
sentido común y el respeto al archivo, el personal del museo involucrado éramos investigadoras y habíamos tenido contacto con diferentes archivos
en distintas consultas para trabajos relacionados con nuestro quehacer
cotidiano. Para facilitar la revisión, el archivo se desplazó de la bodega de
Colecciones al Área de Investigación y a una de las bodegas de la biblioteca.
Pasos para conservar una memoria
Debido a la necesidad de generar un proyecto con la normativa, protocolos
y metodología dictadas por la archivística, en octubre de 2010 se realizó un
plan de trabajo, el cual fue presentado a la asociación Apoyo al Desarrollo
de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI) para contar con la asesoría
necesaria y llevar a cabo la organización y el inventario del acervo. Asimismo,
se contrató a un archivista6 para que estuviera tiempo completo. En esta
etapa la licenciada Dopazo dejó el museo y quedé como responsable del
proyecto.
Con el apoyo de la citada institución y con el personal de la biblioteca
del museo, se elaboró el “Manual de políticas para la organización
y automatización de documentos personales de Franz Mayer”. Una
vez terminados los procesos administrativos correspondientes entre
el Fideicomiso Cultural Franz Mayer y ADABI, el proyecto arrancó
6 Al analista Armando Ávila González, egresado de la Escuela Nacional de Biblioteconomía
y Archivonomía.
96
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formalmente el 1 de febrero de 2011. Así, se procedió a diseñar una base
de datos para los documentos del Fondo Reservado en el programa Access,
lo relacionado con la colección se realizó en el sistema Altair, con el que
cuenta la biblioteca. Conforme se capturaba el registro, por acuerdo previo
con ADABI, cada documento se limpió superficialmente, retirándosele clips
o grapas y colocándole una cintilla mylar para agruparse por legajos (figura
4). Posteriormente, a la mayoría de los documentos se les hizo un proceso
de limpieza más detallado.
FIG. 4. EJEMPLO DE LEGAJO LIMPIO Y AGRUPADO CON CINTILLA MYLAR.
Foto: María Sánchez Vega (24.02.2011).
Los legajos se retiraron de las cajas donde se habían resguardado por tantos
años y se acomodaron en cajas de archivo con la etiqueta correspondiente
al registro, según lo establecido en el manual (figuras 5 y 6). Con esta
metodología se trabajó hasta diciembre de 2011.
Aquellos libros de cuentas, separados del resto del acervo documental
a causa del moho, se enviaron a fumigar, gracias al apoyo de ADABI, cuyo
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FIG. 5 Y 6. CAJAS Y LEGAJOS ORDENADOS.
Foto: María Sánchez Vega (25.08.2011).
personal realizó el dictamen correspondiente para indicar el proceso de
fumigación pertinente.
A principios de 2012, el avance del proyecto se detuvo, cuando el
analista dejó el museo. Por cuestiones presupuestarias, se buscó un analista
que sólo estuviera medio tiempo.7 En junio, fue necesario detener una vez
más el proyecto, puesto que ADABI indicó que la organización de los acervos
se estaba haciendo con criterios bibliotecológicos y de catalogación, no de
inventario, por lo que hubo que replantar las directrices.
El primer paso fue revisar la documentación para crear bajo la asesoría
de ADABI un cuadro de clasificación adecuado al fondo. El trabajo era
lento porque debieron cotejarse los expedientes trabajados anteriormente
y esperar a que la licenciada Vargas terminara un proyecto relacionado con
el Fondo Wolfgang Paalen, el cual, aunque era más pequeño, fue de gran
utilidad como ejercicio primigenio de inventario.8
7 Pedro Banda Contreras, egresado de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y
Archivonomía. Asimismo, se contó con el apoyo de Ana Mayagoitia, alumna que realizó
prácticas profesionales en el museo.
8 La licenciada Vargas tomó varios cursos sobre catalogación de archivos y conservación preventiva de documentos y fotografías, lo cual permitió el replanteamiento de la catalogación
del acervo y de intervenciones menores necesarias para la correcta conservación de los
documentos y fotografías.
98
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El proceso para lograr el cuadro de clasificación adecuado fue largo y
con muchos cambios, por lo que se decidió no continuar con el proceso de
inventario hasta no tener el visto bueno de ADABI, ya que no era apropiado
manipular tanto los documentos del acervo.
En los escritos que se entregaron a ADABI, se mostraba el cuadro que
se presenta a continuación (cuadro 1), elaborado por la licenciada Vargas
y el licenciado José Carlos Toledo, pertinente para explicar el acervo como
resultado de la primera revisión. El nombre del acervo cambió a Fondo
Franz Mayer.
CUADRO 1. INDICA CÓMO SE ENCONTRÓ EL FONDO PERSONAL
FRANZ MAYER EN EL AÑO DE 2009.
Para afinar la construcción del cuadro de clasificación hubo una serie de reuniones entre el personal del museo involucrado en el proyecto y el de ADABI.
Sin transgredir el principio de procedencia, el cuadro de clasificación
quedó inicialmente integrado por 10 secciones documentales, 42 series
documentales y 94 subseries. Posteriormente, para facilitar el acceso y el
trabajo de inventario, quedó integrado por cuatro secciones documentales
y 20 series documentales (cuadro 2).
En julio de 2013 ya se trabajaba de manera sistematizada, de acuerdo
con el manual “Normas para la organización e inventario de los fondos
documentales” y al cuadro de clasificación acordado. Como ya se
mencionó, todo el primer semestre de ese año fue necesario revisar lo
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99
CUADRO 2. CUADRO DE CLASIFICACIÓN PARA EL FONDO FRANZ MAYER
Fondo Franz Mayer
Sección
Serie
Arte
Coleccionista
Bibliofilia
Fideicomiso cultural
Notafilia
Bienes
Bolsa de Valores
Economía
Contabilidad
Donativos
Negocios
Servicios
Gráficos
Mapas
Planos
Aficiones
Agendas
Amigos
Personal
Directorios
Documentos personales
Familia
Salud
Viajes
Elaborado por la licenciada Tania Vargas, julio-agosto de 2013.
trabajado durante 2011 y 2012. Asimismo, los libros fumigados ya habían
sido reintegrados al acervo y se dio seguimiento a las recomendaciones de
conservación y preservación. Se contó con el apoyo de alumnas de servicio
social para el cotejo y los procesos de conservación preventiva,9 siempre
bajo la supervisión del director de Colecciones, quien es restaurador.
9 En proceso colaboraron alumnas de las licenciaturas en Historia e Historia del Arte de
la Universidad Iberoamericana: Fernanda Belmot, Jimena López, Andrea López, Jimena
Hernández.
100
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
El proceso continúa
Para tener un mejor control y evitar errores significativos, se decidió que
la licenciada Vargas y el licenciado Toledo organizaran y catalogaran los
acervos, basándose en las normas citadas, las cuales constituyen un manual
que explica de manera clara, precisa y concisa, los pasos y conceptos a seguir
(figuras 7 y 8), y está dividido en varios apartados: introducción, objetivos,
organización documental, proceso físico de objetos documentales y objetos
fotográficos y ubicación topográfica. Todos los documentos elaborados
fueron revisados de manera conjunta con la que suscribe este documento
antes de ser enviados a ADABI para el visto bueno.
Los programas Access y Altair, utilizados primigeniamente para el
registro, se dejaron a un lado, remplazándolos por una tabla con los rubros
básicos de un inventario (cuadro 3).
Siguiendo el manual, la tabla contaba con la clave técnica, la sección
documental, la serie documental, el número de expediente, la cronología, la
ubicación, las observaciones y la documentación asociada.
A los objetos fotográficos incluidos en los expedientes se les aplicó
un tratamiento consistente en una limpieza superficial con brocha de pelo
fino y se fabricó una guarda de mylar. En el caso de las carpetas originales,
donde estaban los documentos, sólo se guardaron aquellas que contaban
con rótulos o textos escritos por Franz Mayer. Se continuó con el retiro
de elementos metálicos (grapas o alfileres) y adhesivos, y si algún objeto
documental o fotográfico necesitaba una intervención menor, era realizada
por la licenciada Vargas. Las cajas con los expedientes se etiquetaron con
los datos correspondientes.
En septiembre de 2013, la que suscribe este documento dejó el Museo
Franz Mayer y, por consecuencia, la coordinación en la organización e
inventario de los acervos documentales. La persona adecuada por formación
y conocimiento de los acervos que debía quedar como coordinadora era la
licenciada Tania Vargas, a la que se le hizo la entrega correspondiente. Los
acervos documentales quedaron bajo la responsabilidad de la Dirección de
Colecciones del museo.
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FIGS. 7 Y 8. PRIMERA Y SEGUNDA PÁGINA DE LAS “NORMAS PARA LA
ORGANIZACIÓN E INVENTARIO DE LOS FONDOS DOCUMENTALES”
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Los acervos documentales hoy en día
La licenciada Vargas continúo con los procesos de septiembre de 2013 a
junio del 2015, siempre con el apoyo de alumnas de servicio social.10 El
10 El licenciado Carlos Toledo dejó el museo para continuar con proyectos personales y se
contrató a Jimena López, quien ya se había licenciado y contaba con un conocimiento de los
procesos para la organización e inventario del fondo.
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Sección
documental
Coleccionista
Clave
técnica
FDFM1
Arte
1
Serie
Número
documental de exp.
S/F
Cronología
Caja 1
Ubicación
Entre Franz Mayer y Banco de
México, sobre la creación de un
fideicomiso.
Observaciones
CUADRO 3. EJEMPLO DE LA TABLA PARA LA ORGANIZACIÓN DEL ACERVO.
Documentación
asociada
Fondo Documental Franz Mayer (FDFM) se encuentra totalmente organizado
e inventariado, listo para continuar con la siguiente etapa: su catalogación.
Consta de 6,345 expedientes distribuidos en 325 cajas de archivo y tres
planeros. De igual manera, todos los archivos y planeros tienen una etiqueta
de identificación con el nombre del fondo, la sección y la serie documental,
las fechas y números de expedientes que contiene, así como el número de
contendor asignado.
El FDFM contiene documentos de distintos tipos: facturas, notas de
remisión, comprobantes de adquisición de objetos, cartas, fotografías
recortes de periódicos, inventarios, listados y documentos relacionados con
préstamos de obra a diferentes instituciones nacionales e internacionales,
documentos legales y contables relacionados con la actividad de Franz
Mayer como inversionista y corredor de bolsa, mapas de distintos
tipos y temporalidades, actas de nacimiento, naturalización y tarjetas de
presentación, entre otros.11
Ahora, los investigadores interesados en el coleccionismo y el arte
decorativo, sólo por mencionar un par de temas, pueden consultar el FDFM
que aportará datos para sus investigaciones.
Debe enfatizarse que este logro llevó casi siete años de trabajo con
el esfuerzo del personal del museo, alumnas de servicio social, prácticas
profesionales y voluntarias; contando siempre con el apoyo de las
autoridades y del Patronato del Museo Franz Mayer y de ADABI. El proyecto
tuvo tropiezos pero también una continuidad, superando los cambios que
enfrentó, lo que demuestra que todo es posible con esfuerzo y dedicación,
además de logística.
Fecha de recepción: 23 de junio de 2015
Fecha de aprobación: 19 de julio de 2015
11 Información tomada de la “Descripción de secciones documentales” elaborada por la
licenciada Tania Vargas y el licenciado Carlos Toledo, con el visto bueno de María Sánchez
Vega, 1 de agosto del 2013.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
105
CONSERVACIÓN Y ESTABILIZACIÓN DE LA COLECCIÓN DIAPOSITIVAS
SOBRE VIDRIO DEL A RCHIVO FOTOGRÁFICO M ANUEL TOUSSAINT
DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS DE LA UNAM
Mariana Planck González Rubio*
Resumen
Este trabajo muestra el progreso y resultados de las tareas de
identificación, organización y conservación realizadas a la Colección
Diapositivas sobre Vidrio del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint
del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Una vez
identificada la técnica fotográfica, se llevó a cabo la organización de
las 543 diapositivas, las cuales fueron clasificadas por técnica y tema.
Posteriormente fueron numeradas, digitalizadas y dadas de alta en la
base de datos del archivo. Por último, se llevó a cabo el diagnóstico
del estado de conservación; las imágenes fueron almacenadas de
acuerdo con la norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales
para la conservación de placas fotográficas sobre vidrio”.
Palabras clave: diapositivas sobre vidrio, identificación,
recomendaciones generales de conservación o almacenamiento,
normas internacionales ISO.
Abstract
This work shows the progress and results of the identification,
organization and conservation tasks done to the Lantern Slide/s
Collection of the Manuel Toussaint Photographic Archive at the
Institute of Aesthetic Studies, UNAM. Having identified the photographic
technique, the 543 slides were organized and classified by subject
and technique. Later, they were numbered, digitized and registered
in the archive´s database. And the final step, a conservation report
was carried out for each item, which was then stored in accordance
* Directora de la Fundación Leo Matiz.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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with ISO 18918-2000 standard: “Imaging materials - Processed
Photographic Plates - Storage Practices”.
Keywords: lantern slides, identification, storage practices,
international standards.
ISO
Antecedentes
El Archivo Fotográfico Manuel Toussaint cuenta con más de setecientas
cincuenta mil imágenes, agrupadas o clasificadas en cuatro grandes series
o fondos:1




Diapositeca.
Fotografías blanco y negro.
Colecciones especiales.
Imagen digital.
Entre las colecciones especiales se encuentra la Colección Diapositivas sobre
Vidrio, integrada por 543 que, además de servir como material didáctico
para la asignatura de historia del arte que se impartía en la Facultad de
Filosofía y Letras, fueron utilizadas para ilustrar algunas publicaciones de
Manuel Toussaint (1890-1955) y Justino Fernández (1904-1972).
Probablemente, la colección ingresó a la antigua fototeca del Instituto
de Investigaciones Estéticas en los años de 1953-1954, cuando se formaron
sus primeros fondos.
Se sabe que en 1942 el rector de la UNAM, Mario de la Cueva, adquirió
por 1,200 pesos la colección de 550 diapositivas en cristal sobre la historia
del arte en México, desde sus orígenes hasta el siglo XX, propiedad del
pintor Adolfo Best Maugard (1891-1964).
1 Página web del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma
de México, disponible en: <http://www.esteticas.unam.mx/cfototeca/acervo.html>
[Consultado en diciembre de 2009].
108
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
FIGURA 1
El material serviría como apoyo didáctico para la escuela de verano que se
ubicaba en la Facultad de Filosofía y Letras.2 El aparato que se utilizó para
proyectar las diapositivas fue un Delineascope, modelo VA, núm. 44089, de
500 watts y 115 volts, fabricado por la Spencer Lens Company de Buffalo,
Nueva York, el cual aún se conserva en el Archivo Fotográfico Manuel
Toussaint.3
En un inicio la colección fue nombrada “Linternas Mágicas”, sin
embargo, debido a que el término corresponde al antecedente del proyector
de diapositivas y no a la diapositiva en sí (lantern slide plate) como lo indica
su caja; en 2008 el nombre de la colección cambió a “Diapositivas sobre
Vidrio”.
2 Ficha ISAD(G) [General International Standard Archival Description] de la Colección
Linternas Mágicas (ahora Colección Diapositivas sobre Vidrio) del Archivo Fotográfico
Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, elaborada por Rocío
Gamiño Ochoa en noviembre de 2008.
3 Idem.
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109
La invención de los aparatos de proyección en el siglo XVII
El jesuita alemán Athanasius Kircher (1602-1680) es conocido como el inventor del aparato de proyección (o linterna mágica), sin embargo, su invención
–en 1659– se debe al físico holandés Christian Huygens (1629-1695),
fundador de la teoría ondulatoria de la luz y de las probabilidades, quien
también mejoró el telescopio y descubrió los anillos de Saturno, el principio
de la fuerza centrífuga y el reloj de péndulo, en 1656.
Se cree que tanto la linterna mágica como el aparato de proyección,
desarrollado a partir de la misma, surgieron de la cámara oscura. A
continuación, algunos datos cronológicos de su desarrollo histórico y
tecnológico:4
 En 1662 Thomas Walgenstein (1622-1701), matemático y físico
danés, conocido de Huygens, tomó el principio de la linterna
mágica y lo desarrolló en forma práctica, dándolo a conocer en sus
presentaciones, sobre todo en Francia e Italia.
 En 1668 aparece por primera vez el término “linterna mágica”, que
Athanasius Kircher le dio al aparato, en un libro de texto de óptica
poco conocido Centuriae optical pars altera pars, escrito por el sacerdote
italiano Francesco Eschinardi (1623-1703).
 La siguiente linterna mágica, descrita en 1720-1721, por el físico
holandés Willem Jacob’s Gravesande (1688-1742), estaba equipada
con una lámpara de aceite, cuatro mecheros colocados en el centro
de la curvatura de un espejo cóncavo y un objetivo doble con un
diafragma central.
 Aunque desde su invención la linterna mágica sirvió para entretener
a los niños, en 1685 Johann Zahn (1631-1707) propuso impartir
conferencias sobre anatomía; en 1705 Johann Conrad Creiling (16731752) la recomendó para todos los fines educativos; no tuvo éxito
debido a que la linterna mágica era utilizada por aventureros para la
presentación de espíritus con los que engañaban a los supersticiosos.
4 Eder, Josef Maria, History of Photography, pp. 46-50.
110
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
 Las proyecciones de fantasmas o fantasmagoría,5 que Étienne-





Gaspard Robert (1763-1837) presentó en 1798 en París y otras
ciudades con gran éxito, dio origen a las famosas “vistas disolventes”
que fueron, durante casi medio siglo, los principales exponentes del
arte de la proyección. Éstas consistían en la colocación de dos, tres
o más aparatos de proyección puestos en funcionamiento alternativa o
simultáneamente.
Para este equipo fue relevante la luz de calcio, inventada en 1822 por
el médico londinense Goldsworthy Gurney (1793-1875) que, debido
a su mayor poder de iluminación, desplazó a la lámpara de aceite y
permitió crear proyecciones de gran formato.
En 1849, Léon Foucault (1819-1868) y Jules Duboscq (1817-1886)
construyeron las lámparas de arco eléctrico para proyección. Sin
embargo, debido a que su uso era problemático, en la mayoría de los
casos se seguía utilizando la lámpara de aceite.
En 1872, L. J. Marcy, óptico de Filadelfia, sustituyó la lámpara de
aceite por una de queroseno con mechas planas. El “Sciopticon”
creó una revolución en el arte de la proyección y contribuyó en gran
medida a su propagación. El método debe su gran crecimiento a la
luz eléctrica de los tiempos modernos, lo que permitió que todas las
lámparas de arco eléctrico para los aparatos de proyección pudieran
ser utilizadas adecuadamente.
El aparato de proyección para cuerpos opacos, conocido como
“megascopio” o “episcopio” fue descrito por el matemático Leonhard
Euler (1707-1783) en 1750; la proyección de este aparato mejoró en
gran medida mediante el empleo de lámparas eléctricas de arco, siendo
el primer aparato práctico el “Epidiascopio” de Zeiss, introducido
en Jena en 1898. Éste servía para proyectar tanto cuerpos opacos
como transparentes.
Por último, la luz eléctrica incandescente fue empleada, por primera
vez, en 1911 por Schmidt y Haensch en su “episcopio esférico”, así
5“Arte de representar figuras por medio de una ilusión óptica”. Diccionario de la lengua
española - Vigésima segunda edición, disponible en:
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cultura> [Consultado
en diciembre de 2009].
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
111
como por Liesegang en su “globoscopio” empleando las entonces
nuevas lámparas de filamento metálico.
Identificación y organización
Definición e identificación de la técnica fotográfica
Las primeras diapositivas en vidrio surgieron en el siglo XIX, eran proyectadas
en una pantalla por medio de una “linterna” con un carro deslizante que las
colocaba dentro y fuera del aparato; de ahí la palabra inglesa slide: deslizar,
con la que se denomina a las transparencias de formato 35 mm.6
También conocidas como diapositivas de linterna, o lantern slide plates, su
fabricación era similar a la de los negativos de plata/gelatina, excepto por la
formulación de las sales utilizadas en la emulsión y algunos de los pasos del
procesado. Eventualmente, los soportes de plástico sustituyeron las pesadas
placas de vidrio y, nuevamente, la emulsión de bromuro de plata fue vertida
sobre el soporte de plástico, que podía ser negativo o positivo, siendo en su
mayoría negativos.7
De acuerdo con la norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales
para la conservación de placas fotográficas sobre vidrio”,8 las diapositivas
sobre vidrio se definen como placas sobre las cuales yace una imagen visible
de plata/gelatina que fue expuesta y procesada. Éstas están constituidas
por dos vidrios unidos entre sí por una cinta de papel de color negro, cuyo
adhesivo es goma arábiga. La capa de gelatina que contiene la imagen de
plata se encuentra sobre uno de los dos vidrios. El montaje o paquete
original incluye un marco de papel negro, que impide el contacto de la
gelatina con el vidrio protector. Éstas fueron producidas en los siguientes
formatos:9 85 x 100 mm; 80 x 80 mm; 85 x 85 mm.
Las diapositivas sobre vidrio a color se definen como placas sobre
las cuales yace una película a color formada por elementos entintados
en contacto con una imagen visible de plata/gelatina que fue expuesta y
procesada. Están constituidas por dos vidrios unidos entre sí por una cinta
6 Pavão, Luis, Conservación de colecciones de fotografía, p. 189.
7 Rempel, Siegfried, The Care of Photographs, p. 8.
8 International Organization for Standardization, ISO 18918-2000, pp. 1-3.
9 Pavão, Luis, op. cit., p. 59.
112
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
de papel de color negro y el montaje o paquete original incluye un marco de
papel negro, que impide el contacto de la gelatina con el vidrio protector.
Los tres procesos a color más utilizados son:10 Autochrome, Dufaycolor y
Finlaycolor.
Estos procesos se diferencian entre sí por el patrón de la imagen, el cual
puede observarse con un aumento mínimo de 30x. Las nueve diapositivas
sobre vidrio a color incluidas en la colección, fueron identificadas al
microscopio estereoscópico como “Dufaycolor”. Las 534 diapositivas
restantes fueron identificadas como diapositivas sobre vidrio blanco y
negro.
Organización de la colección
Una vez identificada la técnica fotográfica se llevó a cabo la organización
de las 543 diapositivas, clasificándolas en los siguientes grupos o categorías:
Por técnica fotográfica:
 Diapositivas sobre vidrio blanco y negro (534 imágenes).
 Diapositivas sobre vidrio a color (nueve imágenes).
Por tema:11
 Arte mexicano (ver cuadro clasificador).
 Arte universal (ver cuadro clasificador).
10 Ibid., pp. 79-80.
11 Se aplicó el mismo criterio de clasificación empleado para organizar las imágenes que
conforman la diapositeca en consulta pública y el fondo reservado del Archivo Fotográfico
Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
113
ARTE MEXICANO
Arte
prehispánico
Arte colonial
Arte siglo XIX
Arte siglo XX
Olmecas
Arquitectura
Arquitectura
Arquitectura
Huastecos
Pintura
Pintura
Pintura
Altiplano
central
Escultura
Escultura
Escultura
Oaxaca
Grabado y dibujo
Grabado y dibujo
Grabado y dibujo
Norte de
México
Miscelánea
Fotografía
Mayas
Otras artes
Otras artes
Códices
Mapas y planos
Arte popular
ARTE UNIVERSAL
Arquitectura
Pintura
Escultura
Grabado y dibujo
Fotografía
Posteriormente las diapositivas fueron numeradas, digitalizadas y dadas de
alta en la base de datos del archivo.
Diagnóstico del estado de conservación
Por último, se llevó a cabo el diagnóstico del estado de conservación de las
diapositivas, el cual contempló:





114
Información general.
Intervenciones anteriores.
Estado de conservación.
Propuesta de intervención.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
En la siguiente tabla se presentan los resultados:
INFORMACIÓN GENERAL
Características
Resultados
Formato en mm: 85 x 100
100%
Técnica fotográfica: diapositiva sobre
vidrio
100%
Soporte: vidrio
100%
Medio o aglutinante: gelatina
100%
Partícula formadora de la imagen: plata
100%
Presencia de película entintada
2%
Encapsulado entre dos vidrios
100%
INTERVENCIONES ANTERIORES
Intervención o tratamiento
Resultados
Sustitución del sello con cinta Filmoplast®
P90
4%
ESTADO DE CONSERVACIÓN
Deterioro
Resultados
Deterioro químico
Manchas
64%
Espejo de plata12
20%
Deterioro físico
Polvo superficial
100%
12 Deterioro natural, inherente al material fotográfico que contiene plata. En él, la plata
se ve afectada por agentes oxidantes, produciendo iones que pueden migrar a través de la
capa de gelatina, hasta llegar al soporte, o bien, a la superficie. Ahí, por medio de un proceso
de reducción, se transforman en sulfuro de plata. AIC Wiki, A Collaborative Knowledge
Resource, disponible en: <http://www.conservation-wiki.com/wiki/PMG_Silver_
Mirroring> [Consultado en septiembre de 2015].
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
115
Depósitos (fibras)
100%
Arrugas o dobleces en sello o cinta
56%
Abrasión
20%
Deterioro biológico
Presencia de microorganismos
0%
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
Intervención o tratamiento
Resultados
Limpieza superficial
100%
Separadores de cartulina o polipropileno
100%
Guarda de cuatro solapas
100%
Estabilización y condiciones de almacenamiento
Como lo indica la norma ISO 18918-2000, las diapositivas se almacenaron
en cajas de polipropileno con separadores de cartulina y polipropileno, que
imitan el sistema de almacenamiento original de cajones de madera tipo
“rack” con ranuras paralelas en forma de “U”, que mantienen las placas en
posición vertical y evitan que se golpeen unas con otras (ver figuras 2 y 3).
Se espera que, eventualmente, las diapositivas sean colocadas dentro de
guardas individuales de cuatro solapas con el fin de protegerlas del polvo,
daños mecánicos o físicos y facilitar su identificación o manipulación.
Las cajas de polipropileno fueron numeradas del uno al 18, se colocaron
en el área de prebóveda del archivo, la cual se encuentra a 18 grados
centígrados y 40% de humedad relativa con variaciones de más menos dos
grados centígrados y más menos cinco por ciento, lo que se traduce en un
Índice de preservación13 de 74 años.
13 Medio para expresar cómo afectan las condiciones ambientales el rango de descomposición
química de las colecciones. Ilustra en años, cuánto tiempo tomará para que los materiales
orgánicos sensibles o vulnerables, tales como el papel de mala calidad, se deterioren
notablemente en las condiciones ambientales existentes (sin tomar en cuenta las variaciones).
Image Permanence Institute, disponible en: <https://www.imagepermanenceinstitute.org>
[Consultado en diciembre de 2009].
116
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
FIGURAS
2Y3
Norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales para la
conservación de placas fotográficas sobre vidrio”
Con respecto al almacenamiento y conservación de las placas fotográficas
sobre vidrio, esta norma señala lo siguiente:
Los principales elementos que afectan la preservación de las fotografías con
soporte de vidrio o metal son:





Humedad relativa y temperatura.
Riesgos por incendio, inundación y exposición a la luz.
Presencia de hongos y otros microorganismos.
Contacto con ciertos químicos en estado sólido, líquido o gaseoso.
Daños físicos.
Por lo anterior, la norma recomienda:
Guardas de primer nivel, contenedores y áreas de almacenamiento:
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
117
 Diferentes tipos de placas fotográficas no deben ser almacenadas






en la misma guarda o contenedor, tienen que separarse por tipo o
técnica fotográfica.
Las guardas y contenedores deben ser diseñados de forma que
permitan el almacenamiento vertical de las placas, apoyándose en
el borde más largo. No deben ser almacenadas horizontalmente,
ya que las placas que se encuentran debajo pueden ser sometidas
a una presión excesiva. Las placas fabricadas en el siglo XIX son
particularmente vulnerables a fracturas cuando se almacenan
horizontalmente, ya que generalmente el vidrio no es plano.
Si las placas que no están protegidas, se almacenan en contacto unas
con otras, deben colocarse con el lado de la emulsión hacia el reverso
de la placa anterior o vecina y no emulsión contra emulsión. Las
placas con imágenes de grano muy fino que no están protegidas
deben almacenarse en contenedores con ranuras.
Las placas fotográficas pueden almacenarse en sobres, fundas, carpetas,
cajas o álbumes de papel o plástico que reúnan los requisitos establecidos
en las normas ISO 18902: “Guardas y contenedores para fotografías
sobre soporte de vidrio, papel y película plástica” e ISO 14523: “Prueba
de Actividad Fotográfica para materiales o para guarda”.
Cada placa debe colocarse en un sobre, funda o carpeta individual
con el fin de protegerla del polvo, daños mecánicos o físicos y
facilitar su identificación o manipulación.
Los materiales empleados para su identificación, tales como tintas,
marcadores y etiquetas deben pasar la “Prueba de la actividad
fotográfica”,14 descrita en la norma ISO 14523.
Los materiales de los contenedores deben ser de metal, plástico o
cartón con las características definidas en las normas ISO 18902 e ISO
14523. Estos materiales deben ser resistentes a la corrosión. Deben
evitarse los materiales hechos a base de madera y otros materiales
14 Único método reconocido por la ISO (International Organization for Standardization) para
predecir las interacciones químicas entre las guardas de protección y las imágenes fotográficas.
Permite anticipar la posible actividad fotográfica causada por los componentes de las guardas
tales como adhesivos, tintas, pinturas, etiquetas y cintas adhesivas. Image Permanence
Institute, disponible en: <https://www.imagepermanenceinstitute.org> [Consultado en
diciembre de 2009].
118
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015






naturales, ya que contienen oxidantes que pueden alterar la imagen
de plata.
Los contenedores estándar para documentos pueden ser empleados
para el almacenamiento vertical de las placas, en contacto una con
otra o con separadores. Deben estar diseñadas de forma que permitan
y mantengan el almacenamiento vertical sobre el borde más largo, así
como la inserción y remoción de las placas sin provocar daños.
Las dimensiones interiores del contenedor tienen que ser ligeramente
mayores que el tamaño de la placa; el soporte y rigidez del contenedor
deben ser proporcionales al peso del bloque completo de placas.
Se pueden utilizar los separadores de cartón o cartulina que reúnen
los requisitos establecidos en la norma ISO 18902 e ISO 14523, para
garantizar que las placas se mantengan en posición vertical y evitar
que golpeen unas con otras.
Los contenedores con ranuras paralelas para la colocación de las
placas que las mantienen separadas y en posición vertical, deben
utilizarse cuando sea necesario evitar que las placas golpeen unas con
otras, como las placas con imágenes de grano muy fino, o cuando las
placas no están protegidas por una guarda individual o vidrio protector.
Estos contenedores, normalmente cuentan en su interior con ranuras
paralelas. Los surcos tienen forma de “U” o “V” para restringir el
contacto en los bordes extremos de las placas, manteniéndolas en
posición vertical.
Las placas deben almacenarse en cajas o contenedores que puedan
cerrarse, como cajones o gabinetes para almacenamiento vertical, en armarios con puertas herméticas, o dentro de contenedores cerrados en
estanterías abiertas. Las cajas o contenedores deben ser diseñados para
soportar una carga de peso considerable.
Las placas, en sus contenedores, deben ser colocadas de forma que
su peso esté balanceado al centro de la estantería o interior del cajón,
minimizando así la tendencia a caerse de las estanterías o armarios
debido a la distribución desigual del peso. Las cajas o contenedores
pueden ser atornillados a pisos y paredes como precaución adicional
para evitar que vuelquen.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
119
 Los materiales empleados en su fabricación no deben ser inflamables
o corrosivos y químicamente inertes, como el aluminio anodizado,
acero inoxidable o acero con acabado de resina sintética no
plastificada. La madera común, la madera contrachapada y otros
materiales similares deben evitarse por su carácter combustible y la
posibilidad de producir agentes activos conforme envejecen.
 Las áreas de almacenamiento de las placas deben ubicarse en
el mismo lugar o espacio donde serán consultadas. La limpieza y
mantenimiento de estos espacios es esencial. Deben tomarse medidas
contra los daños provocados por inundaciones, fugas, rociadores e
incendios.
Condiciones ambientales:
 Las condiciones de humedad relativa y temperatura recomendadas
son de 18 grados centígrados y 30-40% de humedad relativa con
variaciones de más menos dos grados centígrados y más menos
cinco por ciento.
 La descomposición del vidrio depende de la humedad relativa cuando
ésta rebasa 40%; sin embargo, la exposición prolongada a una humedad
relativa muy baja puede promover la contracción o distorsión de la
emulsión o capa fotográfica y su desprendimiento de las placas.
 Las partículas sólidas, que pueden rayar las placas fotográficas o
reaccionar con la imagen, deben eliminarse por medio de filtros
mecánicos.
Protección frente a incendios:
 Las placas deben colocarse en contenedores o cajas cerradas, dentro
de bóvedas resistentes al fuego o en contenedores aislantes.
Manipulación e inspección:
 La manipulación adecuada es importante: las placas deben sostenerse
por los bordes; durante su consulta, deben estar sobre un soporte.
120
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
Quien las manipule debe utilizar guantes delgados y limpios de
algodón, nylon o plástico.
 Un número suficiente de muestras seleccionadas adecuadamente
deben ser inspeccionadas cada dos o tres años. Debe partirse de un
plan de muestreo aleatorio establecido con anticipación.
Conclusiones
La identificación de la técnica fotográfica es un paso previo e indispensable
para la organización y conservación de las colecciones fotográficas. Tal y como
lo establece la norma ISO 18918-2000, los objetos deben ser separados por
técnica fotográfica y almacenados en guardas o contenedores distintos, porque
se requieren condiciones de humedad relativa y temperatura diferentes.
La numeración, digitalización y alta en la base de datos de las fotografías
facilita su localización y reduce los riesgos por manipulación.
La duplicación de las diapositivas sobre vidrio es indispensable, ya que
por su fragilidad no se recomienda su proyección.
Es necesario analizar y evaluar los sistemas de almacenamiento originales,
rescatando sus virtudes y efectividad, con el fin de generar nuevas soluciones
que contribuyan a la preservación de las colecciones fotográficas.
Todos los materiales empleados para el almacenamiento de fotografías
–ya sea a nivel de guarda individual, contenedor o mobiliario–, deben reunir
los requisitos establecidos en las normas internacionales ISO.
La probabilidad de degradación y problemas físicos derivados del
almacenamiento de las placas de vidrio por disminución de temperatura o a
baja humedad relativa no es bien conocida hasta el momento; por lo tanto,
se recomienda almacenarlos en condiciones ambientales moderadas, lo que
equivale a un promedio de 18 grados centígrados y 35-40% de humedad
relativa.
Fuentes bibliográficas
Eder, Josef Maria, History of Photography, Edward Epstean (trad.), Nueva
York, Columbia University Press, 1945.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
121
Pavão, Luis, Conservación de colecciones de fotografía, Granada, Comares, 2001.
Rempel, Siegfried, The Care of Photographs, Nueva York, Lyons & Burford,
Publishers, 1987.
Planck González Rubio, Mariana, “Estudio de papeles para guarda de
fotografías en México”, tesis de licenciatura, México, ENCRyM, INAH,
2007.
Normas internacionales
International Organization for Standardization, Imaging Materials-Processed
Photographic Materials-Photographic Activity Test for Enclosure Materials, ISO
14523-1999, International Organization for Standardization, Geneva,
1999.
International Organization for Standardization, Imaging materials-Processed
Photographic Plates-Storage Practices, ISO 18918-2000, Geneva, 2000.
International Organization for Standardization, Imaging Materials-Processed
Photographic Films, Plates and Papers-Filing Enclosures and Storage Containers,
ISO 18902-2001, Geneva, 2001.
International Organization for Standardization, Imaging materials-Processed
Photographic Plates-Storage Practices, ISO 18918-2000, Geneva, 2000.
Ficha ISAD(G) [General International Standard Archival Description] de
la Colección Linternas Mágicas (ahora Colección Diapositivas sobre
Vidrio) del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de
Investigaciones Estéticas de la UNAM, elaborada por Rocío Gamiño
Ochoa en noviembre de 2008.
Fuentes en sitios web
Página del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional
Autónoma de México, disponible en: <http://www.esteticas.unam.mx/
cfototeca/acervo.html> [Consultado en diciembre de 2009].
Diccionario de la lengua española - Vigésima segunda edición,
disponible en: <http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_
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122
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
Image
Permanence
Institute,
disponible
en:
<https://www.
imagepermanenceinstitute.org> [Consultado en diciembre de 2009].
Jerez Moliner, Felipe: “Luz y sombra para la diversión y el aprendizaje:
breve historia de la linterna mágica (siglos XVII-XIX)”, Arena numerosa:
colección de fotografía histórica de la Universitat de València, Daniel
Benito Goerlich (coord.), 2006, pp. 41-70, disponible en: <http://
books.google.com.mx> [Consultado en enero de 2010].
AIC Wiki: A Collaborative Knowledge Resource, disponible en: <http://
www.conservation-wiki.com/wiki/PMG_Silver_Mirroring>
[Consultado en septiembre del 2015].
Fecha de recepción: 25 de julio de 2015
Fecha de aprobación: 30 de agosto de 2015
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
123
EXPEDIENTE DEL REPARTO DE BIENES COMUNALES
EN TANCÍTARO, MICHOACÁN
Alicia Venegas González
Resumen
El presente trabajo corresponde a los avances de catalogación de
la serie documental “Hijuelas”, libros 5 y 6, distrito de Uruapan,
comunidad indígena de Tancítaro, 1872-1911. Fondo: Secretaría de
Gobierno. Sección: Gobernación, resguardada en el Archivo General
Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán (AGHPEM); documentos
generados por el proceso de reparto de bienes comunales realizado
durante el siglo XIX en Michoacán. Consta de una breve historia,
contenido y servicios del AGHPEM, (organismo que los custodia); un
estudio institucional de la Secretaría de Gobierno como entidad
generadora de la documentación en cuestión; descripción de la serie
documental Hijuelas; así como un análisis archivístico del expediente
del reparto de bienes comunales en Tancítaro, desde su génesis hasta
su destino final.
Palabras clave: Michoacán, Tancítaro, hijuelas, indígenas, bienes
comunales.
Abstract
The present work corresponds to advances in cataloging of the document series “Hijuelas”, books 5 and 6, Uruapan District, indigenous
community of Tancítaro, 1872-1911 fund: Secretary of Government,
Section: “Government”, archived at the General Archives and Historical Archives of Executive Power of Michoacán (AGHPEM); documents generated by the process of division of community property
conducted in the Nineteenth Century in Michoacán. It contains brief
historical content and services of the AGHPEM (of which they are cus* Responsable de la Sala Histórica del Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de
Michoacán.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
125
todians); an institutional study of the Secretary of Government as a
institution that generates documentation in question; Hijuelas description of the documentary series; in addition to archival analysis
of the recorded division of communal property in Tancítaro from its
genesis to its final.
Keywords: Michoacán, Tancítaro, hijuelas, indigenous, communal
property.
Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán
Historia
El 30 de noviembre de 1891 se decretó el establecimiento del Archivo
General y Público durante el periodo del gobernador del estado don Aristeo
Mercado; se estipuló que el archivo se conformaría, entre otros materiales,
con todos los expedientes, libros, comunicaciones, documentos, leyes,
decretos, periódicos y demás escritos y papeles útiles existentes en lo que
entonces se conocía como Archivo General: los archivos correspondientes
a oficinas extinguidas o que en lo sucesivo se extinguieran; el de la Secretaría
de Gobierno, los expedientes concluidos y los que se fueran terminando; los
negocios civiles y las causas criminales concluidas, las copias de los libros
de las actas del Registro Civil; los expedientes, documentos y otros papeles
interesantes para la historia, la estadística, la agricultura, la instrucción y
beneficencia pública.
El 25 de diciembre de 1891 se expidió el reglamento del archivo en el
cual quedaron plasmados los deberes y facultades del director, obligaciones
y labores de los empleados, normas de organización y clasificación del
acervo así como los servicios al público. Queda instalado formalmente el 1
de enero de 1892, en el piso bajo del primer patio del palacio de gobierno.1
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el archivo fue trasladado al Palacio
Clavijero.
En 1989, en la administración del gobernador doctor Genovevo
Figueroa Zamudio, dentro de la estructura orgánica de la Oficialía Mayor,
se creó la Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, y como parte de
1 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo XXXI, pp. 84-87 y 93-105.
126
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
ésta, el Departamento del Archivo General del estado con dos secciones:
el Archivo Histórico del Poder Ejecutivo y el Archivo General de Notarías
(segregado cuatro años después para integrarse al Registro Público de la
Propiedad). Posteriormente, se crearon otros dos departamentos, el de
Investigación y difusión y el de Capacitación y archivística.
En la administración del maestro Leonel Godoy (2008-2011),
desapareció la Oficialía Mayor, y la Secretaría de Gobierno se dividió en
dos subsecretarías, la de Gobernación y la de Enlace Legislativo y asuntos
registrales, pasando a ser parte de esta última la Dirección de Archivos del
Poder Ejecutivo.
El Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán
(AGHPEM) no cuenta con un edificio propio, por lo que ha ocupado varios
espacios físicos; actualmente se encuentra en la calle Corregidora núm. 666,
Centro, en esta ciudad capital. El edificio es una casa del siglo XX, edificada
sobre una antigua construcción; tiene 20 piezas además de tres pequeños
patios.
Imagen 1
Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, cuadro de clasificación del AGHPEM, p. 4.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
127
Estructura organizativa
Contenido
El AGHPEM custodia aproximadamente 1900 metros lineales de documentos,
resguardados en estantería metálica y cajas de cartón especiales para archivo.
Está conformado por cinco áreas de acervo; dos oficinas, una es la jefatura
donde se realizan las cuestiones administrativas laborales y del personal,
otra, que realiza actividades relacionadas con la aplicación del presupuesto
y un taller básico de restauración.
Los materiales que conserva cuentan con inventario general, además de
algunos índices y catálogos. Los acervos son los siguientes:
Fototeca. Se tienen 34 fondos y 23,594 imágenes en diferentes soportes
y procesos fotográficos. Los años que comprende, según la temática, son
a partir de 1824, pero, conforme la fecha de toma, la más antigua es de
1860, hasta el presente. Los temas son variados: “Los gobernadores de Michoacán y su Administración Pública”, “Vida cotidiana”, “Arquitectura”,
“Municipios”, entre otros.
Hemeroteca. Periódico Oficial de 1857 hasta la actualidad. Diario Oficial de
1894 a 1898 y de 1930 a la fecha.
Mapoteca. Contiene un total de 589 piezas entre planos, mapas y croquis
de Michoacán y sus municipios, así como de algunos edificios públicos.
Datan de finales del siglo XIX y principios del XX. Existe también un lienzo
– sin fecha– posiblemente del siglo XVIII, con la división territorial del
Estado, la distancia de cada uno de los lugares respecto de la capital del Estado y de la República.
Biblioteca. Es un acervo pequeño, básicamente tres temáticas:
Administración Pública Estatal, Historia de Michoacán y Archivística.
Archivo de concentración (1934-2006). Acceso exclusivo para la
dependencia generadora. Fondos: Junta Central de Conciliación y Arbitraje,
Tribunal de Conciliación y Arbitraje, Dirección de Desarrollo de Personal
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y PROMIVI. Otros sin clasificar y sujetos a valoración son: Secretaría de
Gobierno, Secretaría Particular, Secretaría Auxiliar, CIDEM, Tesorería y
Oficialía Mayor, aproximadamente de finales de la década de los setenta
hasta los noventa.
Archivo histórico (1827–1985). La mayor parte de esta documentación
corresponde al Fondo Secretaría de Gobierno, con un total de 77 series,
algunas de éstas son: los Libros de Registro de Títulos y Despachos, Memorias de Gobierno, Hijuelas, División Territorial, Asuntos Religiosos,
Aguas y Bosques, Comunicaciones y Transportes, Gobernadores, Leyes y
Decretos, Personajes Ilustres, Partidos Políticos, Conflictos Políticos, Materia Agraria, Pasaportes y Visas, Programa de Braceros, Municipios,
Instrucción, Colegio de San Nicolás, Universidad Michoacana, Titulación
de Profesores de Primaria, y otros.
Servicios
El archivo ofrece varios servicios: el préstamo de expedientes del archivo de
concentración a dependencias generadoras de la documentación; otros de tipo
archivístico dirigidos a instituciones públicas que lo requieran; así como
la consulta del acervo histórico a investigadores, estudiantes y público en
general.
El préstamo de expedientes del archivo de concentración se realiza
mediante oficio de la dependencia generadora de la documentación.
En coordinación con el Departamento de capacitación:
 Cursos de temática archivística y asesorías para la depuración a
dependencias municipales y estatales, previa solicitud.
En coordinación con el Departamento de investigación y difusión:
 Montaje de exposiciones gráfico-documentales.
 Donación del Boletín Ziranda Uandani, publicación de la Dirección de
Archivos.
 Visitas guiadas al interior del archivo, previa solicitud.
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129
La consulta del acervo histórico cuenta con las siguientes disposiciones:
Reglamento de consulta
Establece normas a las que deben sujetarse los usuarios, entre otras: llenar
la ficha de consulta; manejo cuidadoso de los documentos (no escribir
sobre ellos, mutilarlos o rayarlos); el material solicitado será proporcionado
en la sala de consulta por el personal de la institución; se prohíbe fumar e
introducir alimentos.
Requisitos
Credencial vigente; carta de presentación de la institución a la que pertenecen,
especificando el tema de investigación, intereses de la misma y compromiso
de citar la fuente; usar guantes de látex o algodón y cubrebocas.
Reproducción de materiales: se permitirá según su estado de conservación
y fines de la misma, previa solicitud.
Certificación de expedientes, presentar solicitud.
Todos los oficios y solicitudes deberán dirigirse al titular de la Dirección
de Archivos del Poder Ejecutivo o bien al jefe del AGHPEM.
Ubicación: Calle Corregidora, núm. 666, Centro, C. P. 58000, Morelia,
Michoacán.
Teléfono: (01 443) 3 13 02 66
Horario: 8:30 a 17:00 horas de lunes a viernes.
Cuadro de clasificación del AGHPEM
El cuadro de clasificación es un instrumento técnico que refleja la estructura
de un archivo con base en las atribuciones de cada dependencia y entidad. Se
representa de manera jerárquica y atiende a los conceptos básicos de fondo,
sección y serie; facilita el acceso del usuario a la información mediante una
visión general y dinámica de la ubicación de los grupos documentales que
lo conforman.2
2 Archivo General de la Nación, Guía para el cumplimiento de los lineamientos generales, p. 32.
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Durante su historia, el archivo ha modificado su cuadro de clasificación.
De acuerdo con el reglamento de 1891, estaba estructurado en épocas:
Colonial, Independencia y República, que a su vez se dividían en Secretarías
de Estado, de las cuales se desprendían los asuntos que a cada una
correspondían jurídicamente.3
Para finales del siglo XX, se implementó una clasificación por ramos y
sub-ramos, respetando el principio de procedencia; algunos de ellos eran:
Gobernación, Educación, Industria y comercio, Congreso del Estado,
Justicia, Hacienda, Municipios, Materia Agraria, etcétera.
Antes de arribar al siglo XXI, considerando los principios de procedencia
y orden original, la clasificación se estructuró de acuerdo con los niveles:
Fondo, Sección, Serie y Subserie, tal como se encuentra en la actualidad.
Estudio institucional de la Secretaría de Gobierno
Uno de los principios de la Norma Internacional de Descripción Archivística
(ISAD-G) es la descripción multinivel, es uno de los rasgos diferenciadores
de la descripción archivística, que permite hacerlo en diferentes niveles
interconectados desde el más amplio (fondo) al más específico (pieza
documental simple).4
Considerando que el principio de procedencia es fundamental para
la organización y la descripción de materiales de archivo, el creador o la
procedencia deben ser identificados e incluidos en su descripción, sus
actividades y funciones deben detallarse de igual modo, así el nivel de
descripción fundamental a partir del cual se establece el plan de descripción
de un archivo, es el fondo.5
La Ley de reparto de bienes comunales de 1851 estableció que el
gobierno dispondría que se efectuara ese proceso, la unidad responsable
de su tramitación fue la Secretaría de Gobierno a través de las prefecturas.
Siendo estas entidades las que intervienen en el proceso, se analizará su
estructura orgánica, funcional y su sustento jurídico.
3 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo XXXI, pp. 93-105.
4 Cruz Mundet, Diccionario de archivística, p. 138.
5 Delgado Gómez, Normalización de la descripción archivística, pp. 34-35.
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IMAGEN 2. CUADRO DE CLASIFICACIÓN DEL ARCHIVO GENERAL E HISTÓRICO DEL PODER EJECUTIVO
Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, Cuadro de clasificación del AGHPEM, pp. 7-8.
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El estudio institucional es el proceso de identificación de una entidad o
institución centrado en su estructura organizativa y en el análisis funcional
(funciones, actividades y trámites). También se identifica el flujo de los
procesos y de los trámites que comprenden.
En Michoacán –desde el inicio de la vida independiente por mandato de
la Constitución de 1825–, la Secretaría de Gobierno empezó a fungir. Como
parte de sus funciones le corresponde autorizar las órdenes y providencias
del gobernador, requisito sin el cual no serían obedecidas; de igual forma, es
responsable de las que autorizara contra la Constitución y leyes del estado,
sin que le sirviera de excusa haberlo mandado el gobernador. Su despacho
quedó establecido, formalmente, el 10 de diciembre de 1827, pero fue
hasta 1831 cuando se aprobó su primer reglamento, el cual plasmó que se
integraría de un secretario, cuatro oficiales y seis escribientes.6
Para 1858 se promulgó una nueva Constitución en el estado de
Michoacán, que por la situación de guerra que imperaba en el país empezó
a regir hasta 1867. La nueva legislación estableció, para la atención de los
negocios del Ejecutivo, un despacho que sería el órgano responsable de
comunicar las resoluciones del gobernador del estado, y un Secretario
General, responsable de los actos del Ejecutivo y lo representaría ante el H.
Congreso del Estado cuando fuese necesario.
En 1897 entró en vigor un nuevo reglamento, que sustituyó al de 1831.
Este nuevo instrumento jurídico especificó que la Secretaría de Gobierno
era la encargada del despacho de los negocios administrativos, que son de
la competencia del Ejecutivo del estado, distribuidos en seis secciones: 1ª
Relaciones y Justicia; 2ª Hacienda; 3ª Instrucción Pública; 4ª Gobernación;
5ª Fomento y 6ª. Guerra.
Ya en el siglo XX, la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, siguió sufriendo
diversas reformas, modificándose con ellas la estructura de la Secretaría
General. En 1995 se dividió en tres subsecretarías: 1ª Gobernación; 2ª
Seguridad Pública y Protección Civil, y 3ª Asuntos Jurídicos y Agrarios.7
La Secretaría de Gobierno ha tenido cambios significativos y radicales en
el siglo XXI, actualmente, se divide en dos subsecretarías, la de Gobernación
6 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo I, p. 119 y tomo III, pp. 24-25.
7 Marcos Martínez, Catálogo documental, pp. 16-18.
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y la de Enlace Legislativo y Asuntos Registrales, cada una con varias
direcciones y departamentos.
Estructura orgánica al momento del reparto
IMAGEN 4
Estructura funcional
Aquí sólo se plasman autoridades y funciones en relación con el proceso de
reparto de bienes comunales.
Gobernador
 Promulgar, mandar cumplir y ejecutar las leyes y decretos del
Congreso del Estado.
 Nombrar secretario del Despacho de gobierno y prefectos.
 Velar sobre el puntual cumplimiento, tanto de la Constitución estatal,
como de la general, de las leyes y decretos de la Federación y del
Congreso del estado; expide las órdenes correspondientes para su
ejecución.
 Formar los reglamentos que juzgue necesarios para el mejor gobierno
en los ramos de la Administración Pública del estado, presentándolos
al Congreso para su aprobación.
Secretario de gobierno
 Recibir y abrir toda correspondencia oficial que no contenga nota
de reservado.
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 Dar cuenta con ella al gobernador por el orden que exigiera la mayor

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
importancia de los asuntos, conferenciándolo con él y presentándole
los antecedentes que correspondieran.
Proponer al gobernador los proyectos que juzgara conveniente.
Conservar la llave del archivo secreto de las comunicaciones de esta
clase que le confiare el gobernador, despachándolas por sí o por otro
oficial de la aprobación de aquel.
Extender los documentos que fueren propios de su empleo, como
certificados, copias autorizadas, etcétera, cuando los pidieran
legalmente, sin necesidad del permiso del gobernador.
Dar orden de manifestar algunos documentos a los interesados que
los solicitaran, o bien se les entregaran cuando los pidieran, sin cuyo
requisito no podría hacer ni uno ni otro.
Firmar con el gobernador la correspondencia que contenga orden
o providencia, lo mismo que los decretos, órdenes para gastos de
la tesorería, en los títulos o despachos, y en los documentos sobre
contratos u otros de semejante importancia.
Oficialía 1ª
 Cubrir faltas del secretario.
 Manejar la correspondencia con todas las autoridades o particulares
del exterior del estado, Congreso, consejo de gobierno, tribunal
de primera, segunda y tercera instancia y autoridades eclesiásticas;
la sanción de las leyes y expedición de los decretos del gobierno,
finalmente la formación de pasaportes, licencias, títulos o despachos
y otros documentos de esta clase.
Oficialía 2ª
 Tratar los asuntos con hacienda, con el Congreso, consejo de
gobierno, tribunales, y demás autoridades y empleados del estado
y la federación; de los asuntos de gravedad, formar expediente con
antecedentes, documentos del caso, informe sustentado en leyes
u órdenes y pasarlos al secretario para su resolución. Esto mismo
observarían los otros departamentos.
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Oficialía 3ª
 Atender asuntos de las prefecturas, subprefecturas y otras autoridades
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
inferiores y particulares, así como los de la comandancia general e
inspección de milicia cívica.
Oficialía 4ª
Tiene a su cargo el archivo:
Llevar los libros de registro de despachos, títulos, licencias, etcétera.
Comenzar los expedientes que se formaran en la Secretaría.
Proporcionaría al secretario y oficiales los documentos de su
necesidad.
Cuidar la rúbrica y circulación de los decretos, dejando en número
competente, para constancia y usos que se ofrecieran.
Conservar los sellos del gobierno franqueándolos al oficial que los
necesitara.
Llevar cuenta de gastos de la Secretaría, proveer a ésta de útiles,
conservar su aseo y abrir y cerrar a las horas convenientes.
Prefecto
 Mantener la tranquilidad y orden público, así como la seguridad de

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
las personas y propiedades de los habitantes de su distrito con la
eficacia y prontitud que merecen objetos tan importantes.
Cuidar del puntual y exacto cumplimiento de las leyes y órdenes
emanadas del gobierno.
Dar curso a las solicitudes que por su conducto eleven los particulares
a las autoridades superiores, sentando al calce de ellas el informe
correspondiente como requisito indispensable.
Cerciorarse en las visitas que hagan, de la conducta pública de los
funcionarios y empleados de la administración y de si estos cumplen
o no con sus deberes.
Inspeccionar los archivos de ayuntamientos y jefes de policía para
ver si están arreglados, y formar con vista de ellos y de los demás
datos que recojan, los expedientes respectivos, con los que darán
cuenta al gobierno del estado para la resolución conveniente.
Nombrar a su secretario con aprobación del gobernador.
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Marco jurídico
Constitución Federal Mexicana de 1824, concedió la capacidad
soberana de los estados para “organizar su gobierno y administración
interior”, acorde con las directrices generales. Así cada estado formularía
su propia constitución, su división territorial y las formas de su gobierno y
administración política interna.8
Constitución del estado de Michoacán 1825.
-Facultades y obligaciones del gobernador: cap. IV. Art. 73, fracc. 1, 5, 6 y 7.
-Facultades y obligaciones del secretario de gobierno: cap. VI.9
Decreto de 10 de diciembre de 1827, habilita la Secretaría de Gobierno.10
Reglamento de la Secretaría de Gobierno de 1831.11
Constitución de Michoacán de 1858, reflejó en general las mismas
facultades y obligaciones para el gobernador, incluyendo el nombramiento
de los prefectos.12 La Secretaría de Gobierno siguió operando bajo el
reglamento de 1831.
De los prefectos
Constitución Política del estado de Michoacán de 1858, Art. 13, 60 y 62.13
Ley Orgánica de División Territorial del estado de 1868.14
Ley de reparto de bienes comunales de 1851 y su reglamento.15
8 Mijangos Díaz, La dictadura enana, p. 64.
9 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo I, pp. 99-135.
10 Ibid., tomo III, pp. 24-25.
11 Ibid., tomo IV, pp. 141-148.
12 Ibid., tomo XIV, pp. 41-69.
13 Ibid., pp. 44, 55 y 56.
14 Ibid., tomo XIX, pp. 55-64.
15 Ibid., tomo XI, pp. 195-205.
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Descripción de la serie documental “Hijuelas”
La serie documental “Hijuelas” corresponde al fondo “Secretaría de Gobierno”; se encuentran los documentos generados por el proceso de reparto
de tierras comunales en Michoacán, que inició desde principios del siglo
XIX, y que se dio con mayor fuerza durante el último tercio del mismo.
Los documentos de esta serie originariamente se empezaron a custodiar
en la sección cuarta de la Secretaría de Gobierno, encargada de llevar el
archivo de toda la institución, a partir de 1891, con el establecimiento
del Archivo General y Público, estos documentos pasaron a su custodia.
Actualmente se encuentran resguardados en el AGHPEM.
Esta serie documental abarca de 1828 a 1915; está dividida en 16
distritos, con un total de 196 libros.
La clasificación que se le dio en el Archivo Histórico del Poder Ejecutivo
fue: Fondo: Secretaría de Gobierno; Sección: Gobernación; Serie: Hijuelas.
Son libros organizados por distritos, en orden alfabético; varios no cuentan
con un estricto orden cronológico, alfabético o geográfico en su interior
debido quizá a los cambios de recintos, así como descuidos de funcionarios
y empleados. Al parecer, en la segunda mitad del siglo XX se mandaron
encuadernar estos documentos sin tener el cuidado de que quedaran en su
orden original.
Los documentos que podemos encontrar en la serie Hijuelas son: actas
de nombramiento de la comisión repartidora, padrones de los indígenas
que tienen derecho al reparto y de los terrenos a repartir, peticiones varias,
informes, respuestas del gobierno, comunicados, pago de contribuciones,
telegramas, certificaciones de propiedad; transcripciones certificadas de los
títulos de propiedad comunal, recibos, información testimonial, entre otros.
Todos son documentos originales escritos en español en su mayoría
con letra manuscrita y algunos mecanografiados, con firmas, sellos, timbres,
croquis y planos producto de los trámites que se hicieron para el reparto de
tierras comunales, de acuerdo con los instrumentos jurídicos que existían
sobre la materia en el estado de Michoacán.
Por contener valores histórico-legales su conservación es permanente;
fueron y son consultados por asuntos legales de tierras así como para
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
139
investigaciones históricas que han dado como resultado varias publicaciones
vinculadas al reparto de tierras.
El estado de conservación de esta serie no es uniforme, algunos libros
están deteriorados por el paso natural del tiempo, pero otros se encuentran
rotos, mutilados o manchados por mal manejo, varios han sido restaurados.
Para su consulta en sitio se requiere presentar credencial de elector
actualizada, utilizar guantes de látex o algodón y cubrebocas, además de
las indicaciones generales del reglamento de consulta interno. Para apoyo
de los usuarios se cuenta con un índice que describe de manera general los
expedientes que contiene cada libro, así como varios catálogos.
Se permite la reproducción del material si su estado de conservación lo
permite, previa solicitud para fines académicos, o bien se expiden copias
certificadas para fines legales.
Otras unidades de descripción que se relacionan temáticamente con las
Hijuelas –que se ubican en el mismo archivo– son la recopilación de Leyes y
Decretos expedidos en el estado de Michoacán (1824-1915) y las Memorias
de Gobierno (1828-1904).
IMAGEN 5. LIBROS DE HIJUELAs
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Análisis del circuito de tramitación del proceso de reparto de bienes
comunales en Tancítaro, tiempos y tipo de documento que generó
Circuito de tramitación
De acuerdo con sus atribuciones, el prefecto y secretario de gobierno
podían resolver algunas cuestiones relativas al proceso de reparto de tierras,
pero otras competían exclusivamente al gobernador. El seguimiento de la
tramitación del reparto de tierras era:
El presidente de la comisión repartidora acudía al prefecto quien a su
vez enviaba el asunto al secretario de gobierno, a través de la Oficialía 3ª y
éste lo turnaba al gobernador.
La contestación vendría en la misma línea pero inversa.
Delimitación del proceso
De acuerdo con la ley de 1851, el proceso de reparto de bienes comunales
iniciaría con la publicación de la ley en febrero 29 de 1852 y un año después
debería estar concluido. Este término sólo podría prorrogarlo el gobierno
por causa justa bien calificada. Para el caso de Tancítaro se realizó hasta
1872, inició el 25 de marzo de ese año, concediéndosele un término de tres
meses para su verificación que terminaría el 25 de junio, aunque se aplazó
un poco más, ya que fue aprobado el 5 de septiembre del mismo año.
Fases del proceso
1. Iniciación
 Publicación de la Ley de Reparto de Bienes Comunales.
▪ Tiempo: febrero 29 de 1852.
▪ Tipo documental: decreto o ley.
2. Desarrollo
 Reunión de la comunidad para dar a conocer los términos del
reparto y para nombrar comisión repartidora, comisión de reclamos
y defensor de ausentes.
▪ Tiempo: se verificó el 25 de marzo de 1872.
▪ Tipo documental: acta.
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 Nombramiento y notificación de las comisiones.
Tiempo: debió realizarse al mes de la publicación de la ley. En
términos reales se verificó el 28 de marzo de 1872.
▪ Tipo documental: nombramiento y notificación.
Inicio de la formación del expediente de reparto de Tancítaro por
parte del alcalde 1º y entrega al presidente de la comisión repartidora,
dando recibo de él y avisando a la prefectura de la fecha en que lo
recibió.
▪ Tiempo: se verificó el 29 de marzo de 1872.
▪ Tipo documental: expediente abierto.
Elaboración por parte de la comisión repartidora de los padrones de
individuos que tienen derecho al reparto, así como el de los terrenos
a repartir. Éstos deberían estar concluidos a los dos meses de que la
comisión recibiera el expediente.
▪ Tiempo: quedaron elaborados el 10 de mayo de 1872.
▪ Tipo documental: padrón, inventario.
Publicación de los padrones en lugar público por término de 15 días,
con el fin de que se hicieran reclamos por omisiones.
▪ Tiempo: inmediatamente al término de su elaboración, 10 de
mayo de 1872.
▪ Tipo documental: cartel del padrón.
Reclamos por omisión.
▪ Tiempo: a partir del 10 de mayo de 1872.
▪ Tipo documental: solicitud, acta.
Formación de la cuenta de partición entre todos los indígenas que
tuvieran derecho a ella y adjudicación de los terrenos, procurando la
mayor posible igualdad en cantidad y calidad.
▪ Tiempo: se concluyó el 10 de junio de 1872.
▪ Tipo documental: cuenta de partición y adjudicación de bienes
comunales.
La cuenta de partición de bienes y adjudicación se fijaría en lugar
público apropiado para conocimiento de los interesados y, de ser
necesario, se hicieran los reclamos convenientes.
▪ Tiempo: a partir del 10 de junio de 1872.
▪
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
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Tipo documental: cartel de la cuenta de partición de bienes y
adjudicación.
 Atención a los reclamos con argumentos y pruebas ante la comisión
repartidora para su rectificación en una primera instancia. Si hubiera
desacuerdo por los interesados, acudirían como segunda instancia
a la Comisión de reclamos y como una tercera al prefecto para su
resolución.
▪ Tiempo: 2 meses a partir de la publicación de la cuenta de partición
de bienes (10 de junio de 1872).
▪ Tipos documentales: solicitud, acta, reclamo, rectificación,
resolución, informe.
 Enviar expediente de reparto al gobernador para su aprobación.
▪ Término: concluidos los 2 meses para reclamos. En términos
reales se verificó el 15 de julio de 1872
▪ Tipo documental: oficio de remisión y expediente de reparto de la
comunidad de Tancítaro.
▪
3. Terminación
 Aprobación del reparto por el gobernador.
▪ En términos reales se verificó el 31 de agosto de 1872.
▪ Comunicado el 5 de septiembre del mismo año.
▪ Tipo documental: acuerdo y comunicado.
4. Ejecución
 Expedición de títulos de propiedad por la comisión repartidora,
Secretaría de Gobierno o Archivo General y Público de Michoacán.
▪ Término: después del 5 de septiembre de 1872.
▪ Tipo documental: título de propiedad o hijuela.
Expediente del reparto de Tancítaro
En Tancítaro, tiempo después de concluido el reparto, se envió el expediente
de 1,122 fojas a la Secretaría de Gobierno.16 Este expediente pasaría a la
16 AGHPEM, Fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie: Hijuelas, distrito:
Uruapan, libro 5, 1882, f. 199.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
145
sección 4ª y posteriormente al Archivo General y Público de Michoacán,
donde se encuentra hasta la fecha.
Cabe destacar que aunque en un inicio el expediente se envió en el
orden natural de su gestión, en la actualidad se encuentra un tanto disperso,
pues los documentos que lo conforman no tienen continuidad, aunque se
encuentran dentro del distrito de Uruapan mezclados con expedientes de
otras comunidades.
De 196 libros que comprenden esta serie, 22 corresponden al distrito
de Uruapan, 9 contienen información de Tancítaro; cuenta con un índice
general y algunos catálogos.
Los expedientes de reparto de tierras comunales normativamente debían
constituirse de la siguiente manera:
El alcalde 1º empezaría a formar los expedientes de los pueblos de su
jurisdicción, en los que se llevaría el reparto, con los siguientes documentos:
1) un ejemplar de la ley; 2) la remisión de ella a cada pueblo y la fecha
en que se les citó; 3) su comparecencia y lista de los que se presentaron;
4) el nombramiento de secretario; 5) la elección de los comisionados y
defensores de ausentes; 6) la notificación a éstos y su aceptación, así como
la de los suplentes, en caso de excusa de los propietarios; 7) las diligencias
consiguientes al nombramiento y aceptación de los curadores que se
nombren; 8) nota de haber dado parte a la prefectura del estado que tenga
cada expediente.
Estos expedientes debían entregarse al presidente de cada comisión
repartidora (recibo de por medio) notificando a la prefectura.
Ya en posesión de la comisión, ésta integraría los documentos que se
fueran generando como las actas de reuniones, el padrón de individuos
con derecho al reparto, el padrón de bienes a repartir, la cuenta de
partición y adjudicaciones, los oficios de reclamos y resoluciones, remisión
del expediente de reparto al gobierno para su aprobación, constancia de
expedición de títulos de propiedad a los comuneros así como toda la
correspondencia entre los comuneros y autoridades relacionada con el
reparto.
146
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
En la práctica el expediente de reparto de bienes comunales de Tancítaro
se apegó a la ley; el acta de reunión de la comisión repartidora, de junio 10
de 1872, señala que lo abriría el cuaderno general número 1, seguido de
cuatro cuadernos de padrones de terrenos designados por los cuatro vientos
(cuadernos 2 al 5) y por último, el cuaderno de Hijuelas y adjudicaciones de
los accionistas (cuaderno 6 y al parecer abarcó hasta el 7).17
Así se debió conformar originalmente:
 Documentos relativos a la iniciativa de reparto en Tancítaro en 1868.
 Cuaderno núm. 1 en que constan los acuerdos de la comisión, notas


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

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
de la superioridad, padrón del número de accionistas y la ley a que
debe sujetarse la citada comisión para hacer el reparto (1872).
Publicación de la ley de reparto que se hizo en febrero de 1852.
Acta de la reunión comunal de 25 de marzo de 1872, donde se
nombraron comisiones.
Notificación del nombramiento y toma de protesta de los
comisionados, por el alcalde 1º, en marzo de 1872.
Notificación de la entrega del expediente al presidente de la comisión
repartidora por parte del alcalde el 29 de marzo del mismo año.
Padrón de terrenos de la sección primera del norte de 1872.
Padrón de terrenos de la sección segunda del oriente de 1872.
Padrón de terrenos de la sección tercera del sur de 1872.
Padrón de terrenos de la sección cuarta del poniente de 1872.
Inventario de la comunidad de indígenas de 1872.
Cuaderno primero de aplicaciones a los accionistas a los bienes de
esa comunidad de 1872.
Cuaderno segundo de aplicaciones a los accionistas a los bienes de
la comunidad de 1872.
Hijuelas de la sección primera del norte de Tancítaro de 1872.
Quejas por abusos de la comisión repartidora y otras diligencias de
1873.
17 AGHPEM, fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie Hijuelas, distrito:
Uruapan, libro 5, 1872, f. 17.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
147
 Relativo al embargo por adeudo de contribuciones de 1873.
 Informe de la comisión repartidora de 1877.
 Solicitudes y expedición de certificaciones de hijuelas de 1893, 1904
y 1905.
Actualmente se encuentran así:
De 21 libros del distrito de Uruapan, encontramos documentos dispersos
entre los libros núms. 2, 4, 5, 6, 7, 9, 13, 14 y 21.
Libro núm. 2
 Cuaderno primero de aplicaciones a los accionistas a los bienes de
esa comunidad de 1872.
 Padrón de terrenos de la sección primera del norte.
 Padrón de los terrenos de la sección tercera del sur, fs. 1-179.
Libro núm . 4.
 Cuaderno segundo de aplicaciones a los accionistas a los bienes de la
comunidad de 1872, fs. 22- 145.
 Diligencias relativas al reparto y quejas por abusos cometidos por la
comisión repartidora de 1873, fs. 149-250.
 Relativo al embargo por adeudo de contribuciones de 1873, fs. 251297.
Libro núm. 5.
 Relativo al reparto de 1872, fs. 1-53.
 Asuntos posteriores al reparto y solicitudes de certificados de hijuelas
de 1876-1910, fs. 54-323.
Libro núm. 6.
 Contiene solicitudes de certificaciones de hijuelas de 1904, fs. 1-187
Libro núm. 7.
 Contiene solicitudes de certificaciones de hijuelas y expedición de las
mismas de 1905, fs. 1-177.
Libro núm. 9.
 Cuaderno núm. 1 en que constan los acuerdos de la comisión, notas
de la superioridad, padrón del número de accionistas y la ley a que
debe sujetarse la citada comisión para hacer el reparto de 1872, fs.
5-207.
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 Contiene la publicación de la ley, f. 7.
 Acta de reunión de marzo 25 de 1872, f. 9v.
 Notificación del nombramiento y toma de protesta de la comisión
por el alcalde, marzo 28 de 1872, f.10.
 Entrega del expediente al presidente de la comisión repartidora por
parte del alcalde el 29 de marzo, f. 11v.
Libro núm. 11
 Certificaciones y solicitudes de hijuelas de 1893, fs. 1-143.
 Relativo al reparto de terrenos de 1869, fs. 144-147.
Libro núm. 13
 Informe de la comisión repartidora de 1877, fs. 28-36.
 1|1 de la sección primera del norte de Tancítaro de 1872, fs. 172178.
Libro núm. 14
 Padrón de terrenos, sección cuarta del poniente e inventario de la
comunidad de indígenas de 1872, fs. 1-235.
Libro núm. 21
 Curso de los apoderados de varias comunidades entre ellas, Tancítaro,
pidiendo se aplacen los trabajos de reparto de 1869, fs. 40-44.
 Relativo al reparto de terrenos de 1869.
Conclusiones
La catalogación documental es una actividad que permite el control intelectual
de los acervos. El acceso eficaz contribuye a su mejor conservación y facilita
la difusión de la información.
La aportación de este trabajo de descripción archivística radica en la
recuperación del orden original del expediente de Tancítaro, a su vez,
cuándo y cómo se realizó el proceso de reparto de bienes comunales en
dicho lugar; ambos, elementos que constituyen un apoyo importante en la
construcción del conocimiento histórico regional, así como en la delimitación
de los procesos archivísticos que ayudan a una mejor comprensión de la
información contenida en los documentos.
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IMAGEN 8
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IMAGEN 9
Certificado de Hijuela expedido por la Comisión Repartidora de Tancítaro, libro 5, distrito
Uruapan, de 1877, fs. 53 y 53v.
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IMAGEN 10
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IMAGEN 11
Pie de foto: acta de reunión de la Comisión Repartidora de Tancítaro, libro 5, de Hijuelas,
distrito Uruapan, de 1892, fs. 28 y 28v.
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153
Bibliografía
AGHPEM, Coromina, Amador, Recopilación de leyes, decretos, reglamentos y circulares
expedidos en el estado de Michoacán, tomos I, III, IV, XI, XIV y XIX, Morelia,
Michoacán, Imprenta de los hijos de I. Arango, 1886.
AGHPEM, Coromina, Amador, Recopilación de leyes, decretos, reglamentos y circulares
expedidas en el estado de Michoacán, tomo XXXI, Morelia, Michoacán,
Imprenta de la Escuela de Artes, 1894.
Archivo General de la Nación, Guía para el cumplimiento de los
lineamientos generales para la organización y conservación de archivos
de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal,
México, AGN.
Cruz Mundet, José Ramón, Diccionario de Archivística (con equivalencias en
inglés, francés, alemán, portugués, catalán, euskera y gallego). Estudio preliminar de
Carmen Díez Carrera, España, Alianza Editorial, 2001.
Delgado Gómez, Alejando, Normalización de la descripción archivística:
Introducción a Encoded Archival Description (EAD), 2ª ed., Cartagena, Archivo
Municipal. 2004.
Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, Cuadro de clasificación del Archivo
General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán, Morelia, Michoacán,
DAPE, 2012.
Marcos Martínez, Álvaro, Catálogo documental “Profesores de Primeras letras”
(1871-1894), Morelia, Michoacán, Archivo General e Histórico del
Poder Ejecutivo de Michoacán, 2007.
Mijangos Díaz, Eduardo N., La dictadura enana. Prefecturas del porfiriato en
Michoacán, Morelia, Michoacán, UMSNH-IIH, 2008.
Fuentes documentales
AGHPEM,
Fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie:
Hijuelas, distrito: Uruapan, libros 5 y 6.
Fecha de recepción: 27 de junio de 2015
Fecha de aprobación: 19 de julio de 2015
154
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RESEÑAS
HISTORIA JUDICIAL ECLESIÁSTICA DE LA NUEVA ESPAÑA
Traslosheros, Jorge E., Historia judicial eclesiástica de la Nueva España. Materia, método y razones,
México, Porrúa/UNAM/IIH, 2014, 201 pp., ISBN: 978-607-09-1728-8.
En los últimos años se han difundido estudios
que versan en torno a tribunales de justicia civil y
eclesiástica, siendo este último foro el abordado por
investigadores como el doctor Jorge Traslosheros,
quien ha dedicado gran parte de su trayectoria
académica a develar los poco explorados caminos
de la historia judicial en el ramo eclesiástico para
el caso novohispano. Recientemente vio la luz su
obra Historia judicial eclesiástica de la Nueva España. Materia, método y razones,
que muestra el resultado de exhaustivas investigaciones y meditaciones
sobre el tema.
El estudio aborda, de manera completa, los foros de justicia eclesiástica,
además de sugerir un interesante y funcional procedimiento para estudiar
dichos organismos y conocer por qué su existencia, analizado a través de la
historia judicial.
Con un lenguaje ameno y claro, Traslosheros transporta al lector a un
interesante viaje en el tiempo mediante fuentes archivísticas y bibliografía
especializadas, con la finalidad de comprender mejor el desarrollo de la justicia eclesiástica novohispana y sus ramificaciones, remontándose, para
sustentar, aclarar y ejemplificar aspectos relevantes, hasta la época de los
apóstoles o la Edad Media.
Al inicio de su escrito el autor propone considerar tres aspectos que
acompañarán al lector: las relaciones entre justicia y misericordia, teología
moral y derecho canónico, así como prejuicios y limitaciones que pudieran
prestarse a polémica.
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157
Al respecto, parece pertinente resaltar un aspecto clave que defiende el
doctor Traslosheros al afirmar que la historia judicial “debe nutrirse de la
realidad en la cual cobran vida los foros, dar cuenta de su dependencia con
‘otros órdenes de la realidad’, de sus procesos de cambio y permanencia,
de los factores que los condicionaron, de los ideales que les inspiraron,
así como de los valores que persiguieron y trataron de hacer realidad” (p.
IX). Así, amalgamando estos aspectos, el resultado de la investigación será
exitoso.
El libro se conforma de dos partes, con un total de siete bloques
temáticos. En el primer segmento, compuesto por tres capítulos, el autor
explica ampliamente el surgimiento y desarrollo del Derecho Canónico,
describiendo los cinco foros de justicia eclesiástica: la confesión sacramental
(o foro interno), la visita episcopal, tribunales eclesiásticos ordinarios, el
Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, así como los foros de corte
privado, adscritos a congregaciones y órdenes religiosas. Concluye el primer
bloque compartiendo la propuesta metodológica para estudiar dichos
organismos.
En la segunda parte, expuesta en cuatro capítulos, el doctor Traslosheros
presenta, con interesantes ejemplos, cuatro de los más importantes motivos
que dieron sentido a los tribunales en cuestión: el realismo antropológico,
plasmado a través del pecado y el delito; la reforma de las costumbres y la
visita episcopal en su aspecto jurídico; la protección de la persona, tomando
como ejemplo a los indios y su interacción con tribunales eclesiásticos.
Traslosheros concluye esta segunda parte con un breve pero sustancioso
capítulo del trabajo de los tribunales eclesiásticos con el fin de mantener
relaciones cordiales entre sí, aunque esto no siempre fue posible, como se
lee en un par de casos suscitados a mediados del siglo XVII en el obispado
de Michoacán.
La obra cuenta con varios aspectos a destacar pero, sin duda, uno de
los que más llama la atención es el método con el que el autor sugiere
aproximarse a las fuentes documentales, pues considera que cuando los
historiadores utilizan la hermenéutica (y con ayuda de otras fuentes) se
logra reconstruir parte del pasado, es decir, debemos tratar a los expedientes
consultados en archivos permitiendo que cuenten su historia hasta conseguir
mediante el documento una conversación con los actores que vivieron en
158
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
épocas pretéritas, personajes centrales que estuvieron implicados, de manera
directa o indirecta en un tribunal de justicia eclesiástica e inclusive de quienes escribieron la historia y, ¿por qué no?, recibir alguna sorpresa; de lo
contrario, al forzar nuestra documentación a hablar, nos diría únicamente
lo que queremos oír, cayendo en una interpretación errónea del objeto de
estudio.
El autor reitera que las reflexiones sobre el tema estudiado y su análisis
correcto tienen importantes implicaciones en el resultado final, pues
estamos obligados a respetar lo que dicen las fuentes y entender a quienes
nos antecedieron en la historia, sin juzgarlos; como asevera con toda razón
el autor: “Siempre será conveniente tomar en cuenta que no tenemos la
obligación de creer en lo que ellos creían; pero sin duda tenemos el deber
de comprender que ellos así lo creían” (p. 54).
Evidentemente, la obra resulta de gran utilidad para los estudiosos
de la historia judicial eclesiástica en Nueva España, por sugerir nuevas
herramientas de trabajo que facilitan el estudio de las fuentes jurídicas que
están a la espera de compartir sus secretos, aludir a tribunales eclesiásticos
que requieren ser explorados, así como dar cuenta de aspectos claves para el
estudio de estos foros de justicia y que pasamos por alto, tales como la definición de persona jurídica (llámese indio, extranjero, viuda, etcétera) o la interacción que se vivía al interior de estos organismos, entre funcionarios y la
población implicada, como parte acusada o denunciante durante los pleitos.
Para terminar, sólo resta recomendar ampliamente la lectura y consulta
de esta nueva propuesta, no sólo para los interesados en explorar los
poco estudiados, pero valiosos expedientes judiciales virreinales, sino para
quienes trabajamos con fuentes de archivo en general y aquellos que gusten
entablar una conversación con el pasado para observar con una mirada más
crítica y abierta los temas que atraen nuestra atención.
Herlinda Ruiz Martínez
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
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EDUCAR PARA LA PAZ.
MÉXICO Y LA COOPERACIÓN INTELECTUAL INTERNACIONAL
Pita González, Alexandra, Educar para la paz. México y la cooperación intelectual internacional,
1922-1948, México, Universidad de Colima/Secretaría de Relaciones Exteriores, Dirección
General del Acervo Histórico Diplomático (col. Organismos Internacionales, vol. 3), 2014,
316 pp., ISBN: 978-607-446-065-0.
Educar para la paz. México y la cooperación intelectual
internacional, 1922-1948, de Alexandra Pita
González, forma parte de la colección Organismos
Internacionales, editada por la Secretaría de
Relaciones Exteriores, en la que se aborda la
historia de las relaciones exteriores de México a
través de diferentes instancias y organismos, como
la Sociedad de Naciones o las conferencias de paz
de La Haya. En particular analiza los esfuerzos,
anhelos y acciones encaminados a generar la cooperación intelectual entre
los países durante el mencionado periodo, para asegurar un entendimiento
más racional, abierto, armónico y generar un clima de paz y estabilidad
entre las naciones. De este espíritu participaron activamente reconocidos
intelectuales mexicanos como Alfonso Reyes, Genaro Estrada, Isidro
Fabela, Jaime Torres Bodet, por mencionar a los más importantes, quienes
entre las décadas de los veinte y los cuarenta del siglo XX, tuvieron como
tarea principal posicionar en el panorama mundial al Estado mexicano
surgido de la Revolución. Estos personajes, instruidos en diversos
conocimientos, dominio de diferentes lenguas y, sobre todo, dotados de
un espíritu universal y la capacidad de comprender la situación histórica del
país, así como de la realidad mundial de su tiempo son, en buena medida,
los actores principales de este libro.
Pita González aborda una temática poco estudiada y tomada en cuenta
por la historia mexicana: la participación de los gobiernos revolucionarios
en los principales escenarios internacionales a través de destacados
160
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
intelectuales que dieron vida a toda una época dorada de la diplomacia
mexicana y su influencia internacional en la primera mitad del siglo XX;
de las cuales, no obstante su importancia, aún se conoce poco. Con un
notable trabajo de acopio, organización y análisis de fuentes, la autora va
encontrando respuestas y explicaciones a varios de los procesos que le han
interesando desde hace algunos años, como las redes y relaciones entre
la intelectualidad latinoamericana y mundial, las características y papel
desempeñado por la diplomacia cultural, así como la comprensión de un
periodo fundamental de la historia nacional y mundial contemporáneas del
que se ha investigado poco, comparado con la producción historiográfica
de otras épocas.
El libro nos invita a reflexionar que la relación entre la cultura, las ideas
y la diplomacia es uno de los temas más relevantes para la comprensión
de la historia de las relaciones internacionales del siglo XX cuyo estudio
no debe dejarse de lado. En la actualidad, nadie puede negar que entre las
principales estrategias de los Estados para influir en el exterior se encuentre
presente el papel de los agregados culturales, los intercambios académicos,
las exposiciones artísticas, así como las relaciones culturales entre los países.
La obra se divide en siete capítulos, que sugieren al lector un cierto
hilo cronológico de los acontecimientos, pero también de varios procesos
interesantes, entre otros, la trascendencia de la educación como arma
contra la barbarie, y la participación de los países latinoamericanos en el
escenario mundial y su propuesta por alcanzar un auténtico espíritu de
paz ante los conflictos europeos que desgastaban las relaciones entre los
países del Viejo Mundo. Al leer el libro inevitablemente surge la primera
crítica: la modestia de la autora al anotar en el título sólo el papel de México
en la cooperación intelectual internacional, cuando en realidad su trabajo
es mucho más rico y extenso, pues reconstruye el complicado entramado
de las relaciones culturales e intelectuales de América Latina con Europa
y Estados Unidos de Norteamérica, el papel de diferentes intelectuales de
nivel mundial para mediar la paz, una discusión sobre el panamericanismo,
así como la creación y la desaparición de instituciones como el Comité
Internacional de Cooperación Intelectual o el Instituto internacional de
Cooperación Intelectual.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
161
En este sentido el libro no sólo aborda los derroteros del gobierno y los
intelectuales mexicanos que participaron en los foros internacionales que
trataban de enriquecer la relación entre los países por medio de la educación,
el arte y la cultura, sino también el complejo panorama internacional de la
cooperación intelectual en las décadas de los años veinte a los cuarenta del
siglo XX.
Los hombres y mujeres intelectuales o de la “república de las letras” en
aquel entonces –como bien lo apunta Pita González– estaban realmente
preocupados por el entendimiento del otro, por la búsqueda de la paz y por
un intercambio cultural y de ideas respetuoso entre las naciones. Del mismo
modo, se resalta la presencia del espíritu americano, sobre todo entre los
países latinos, incluso cuando se creía, pese a sus naturales diferencias, que
la América era la tierra de los sueños, la igualdad y la paz.
Enumero a continuación el valor de este trabajo: en primer lugar, si bien
el libro es resultado de una investigación histórica profunda, también debe
destacarse su cualidad de obra de consulta para el periodo y los temas de la
cooperación intelectual, resultado del interés de la autora por hacer asequible
y claro su conocimiento a sus colegas, estudiantes y público en general; en
segundo lugar, destaca la nutrida información de las explicaciones contenidas
en los pies de página, los cuales enriquecen el trabajo. También sobresale
una copiosa bibliografía en diferentes idiomas que acercan a los iniciados
en el tema a materiales más completos y especializados; en tercer lugar, debo
destacar el esfuerzo por incorporar un índice onomástico y documentos anexos
que brindan agilidad en la búsqueda de personajes y facilitan el entendimiento
del organigrama de las instituciones de cooperación intelectual nacional e
internacional.
Aunque se extrañan los pies de foto más informativos, el material gráfico
del libro es otro aporte destacable de la obra, pues no se conocían, o por lo
menos no se habían publicado hasta ahora, muchas fotografías referentes al
tema durante ese periodo.
Hubonor Ayala Flores
Facultad de Historia
Universidad Veracruzana
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LA CONSERVACIÓN PREVENTIVA DURANTE LA EXPOSICIÓN
DE FOTOGRAFÍA
Peña Haro, Sandra La conservación preventiva durante la exposición de fotografía, Gijón, Trea, 2014,
ISBN 9788497047593.
¿Cómo realizar un montaje para una exposición con
fotografías? ¿Qué riesgos tiene la fotografía al ser
exhibida? ¿Cuáles son las condiciones ambientales
óptimas? Este libro está dirigido, precisamente,
para quien directa o indirectamente participa
en el montaje de exposiciones garantizando su
conservación al término de la exposición. Su presentación en forma de manual y la organización de
la información da cuenta de una lectura concreta, puntual, sin tecnicismos,
amena y de gran utilidad.
La fotografía como objeto artístico, documental y social ha tenido
un impacto en la sociedad que se ha transformado como producto de la
tecnología. Asimismo, se ha producido una revaloración como objeto
material y se ha posicionado en el mercado como nunca lo habíamos visto.
Las exposiciones de fotografía han adquirido mayor demanda por ser
uno de los medios de expresión preferidos entre los fotógrafos y artistas,
quienes se han apropiado de la fotografía digital sin olvidar las experiencias
que dejaba el cuarto oscuro.
El libro describe qué es la fotografía, los procesos de revelado, los
componentes que la conforman y las diferentes técnicas producidas y que
pertenecen a colecciones privadas o se resguardan en museos, para cuya
exhibición es indispensable conocer la técnica fotográfica, ya que de ello
depende el tipo de soporte que la resguarda o la cantidad de iluminación
que puede recibir sin deteriorarse.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
163
En uno de sus apartados la obra se refiere a la valoración del objeto
original y su exhibición dentro de una amplia gama de posibilidades:
impresión de autor, vintage (impresión cerca de la toma del negativo),
de época (10 a 15 años después) o impresión contemporánea. Si bien el
público especializado y no especializado se inclina por una preferencia y
gusto de la impresión original sobre un facsímil, existe una serie de ventajas
y desventajas en cuanto a cada elección.
Por otra parte, se mencionan los deterioros que aparecen en los
materiales fotográficos y que son en su mayoría irreversibles. De acuerdo
con cada técnica fotográfica existe un patrón de deterioros que se relaciona con
la técnica de manufactura y los materiales constitutivos que se utilizaron;
un ejemplo común en impresiones de gelatina y colodión es cuando se
presentan manchas de color marrón, causadas por un lavado deficiente
durante el revelado, ya que los residuos de fijador reaccionan con la plata de la
imagen. Los deterioros pueden acentuarse en condiciones no controladas
de exhibición.
Para evitar cualquier deterioro se recomienda establecer, en cada
institución, una política de exhibición para definir qué materiales se van a
exhibir, y en caso de exponer las fotografías originales, se deberá realizar un
registro detallado antes y después de la exposición para detectar cualquier
cambio o alteración en el material fotográfico. Para lograrlo, se recomienda
realizar registros de densidad y color en cada ejemplar, y en caso de existir
alguna variación, el objeto deberá considerarse como sensible y quedará
restringida su exhibición para otras exposiciones.
Algunos aspectos previos a la exposición son: la protección legal que
incluye el convenio de préstamo o comodato, describiendo las obligaciones
y responsabilidades de las partes; el reporte de condición es el registro
físico del objeto que se va a exhibir, así como la documentación de las
intervenciones anteriores y la participación en exhibiciones previas; también
se anotarán indicaciones de las condiciones ambientales, de iluminación, los
cuidados de manipulación y otras indicaciones que coadyuven a la seguridad
del material fotográfico.
Otra consideración importante son las guardas que protegen las fotografías
y evitan nuevos deterioros mientras se almacenan; por ejemplo, las fundas
de papel o plástico: los papeles se caracterizan por ser opacos, protegen
el objeto de la luz y permiten un intercambio de humedad; asimismo,
deben alcanzar los parámetros de la prueba de actividad fotográfica (PAT)
o la norma ISO 18902. Los plásticos, como el poliéster, son transparentes,
estables, rígidos e inertes; no obstante, no hay intercambio de humedad y a
largo plazo esto puede ser causa de algún deterioro.
Se proporcionan indicaciones del montaje de las impresiones, las cuales
deben seguirse cabalmente, por ejemplo, para aislar la fotografía del exterior,
se debe colocar en un paquete de vidrio con filtro ultravioleta o plexiglás
el objeto fotográfico con paspartú y una película de poliéster al reverso y
sellar los bordes con cinta adhesiva; el paquete se introducirá al marco, que
de preferencia debe ser de aluminio anodizado.
En materia de exhibición se recomienda un control de la humedad y
temperatura, una iluminación adecuada para cada técnica fotográfica y la
ausencia de contaminantes, así como usar aparatos que midan las condiciones
óptimas de las salas. En cuanto a la humedad y temperatura se recomienda
un intervalo de 30 a 50% de HR y 18 a 21° C, con variaciones mínimas (±
6% y ± 2°C), de lo contrario puede aparecer un deterioro provocado por
la absorción de humedad, y como consecuencia un cambio dimensional en
cada estrato del material fotográfico.
La iluminación se debe regular conforme al objeto fotográfico y su
sensibilidad a la luz. Los materiales “especialmente sensibles” se expondrán
a 50 luxes, mientras que los “sensibles” a 150. Además de las mediciones
se pueden colocar testigos de colorantes donde se puede detectar una
decoloración y un posible deterioro en el objeto de exhibición. Asimismo,
para cada objeto fotográfico se recomienda estimar una dosis total de
exposición a la luz, debido a que es acumulativa.
Este libro es recomendable para las personas que trabajan en los distintos
espacios donde se exponen colecciones fotográficas. Una exposición implica
una toma de decisiones en la cual se debe conocer el material que se exhibe,
el espacio, las condiciones ambientales y de iluminación, los materiales
de montaje y embalaje requeridos para garantizar la conservación de los
objetos a largo plazo; actuar de forma preventiva ofrece mayores beneficios
a una colección y favorece su preservación.
Elia Botello Miranda
Museo Nacional de Historia
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DOCUMENTOS DEL
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Imagen centenaria
PRIMER LIBRO DE LA ESCUELA DEL PUEBLO.
ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA-LECTURA
Omar Ocampo Fuentes*
La portada que muestra este número de Legajos. Boletín del Archivo General de
la Nación se inserta en el contexto centenario de la Revolución mexicana. Se
trata de un manual de enseñanza, conocido actualmente en México como
libro de texto, el cual funcionó para el aprendizaje de la lectoescritura hace
un siglo. Este Primer Libro de la Escuela del Pueblo se resguarda en el AGN
como parte del fondo Instrucción Pública y Bellas Artes, sección Propiedad
Artística y Literaria, caja 284, registro 270, expediente 15. Fue elaborado por
* Centro de Referencias, AGN.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
169
el profesor normalista veracruzano Baldomero Zenil en 1912, y publicado
por la editorial Librería de la Viuda de C. Bouret.
El periodo revolucionario mexicano convulsionó muchos aspectos de
la vida política y social del país, donde se defendieron prerrogativas de
desarrollo que se conseguían con dificultades en años anteriores. Tal fue
el caso de la educación. Justo Sierra subsecretario de Justicia e Instrucción
Pública de 1901 a 1905 y luego responsable de la Secretaría de Instrucción
Pública y Bellas Artes hasta 1911,1 fue impulsor de la reforma integral de la
educación, su proyecto se fincaba en ideas liberales que iban dirigidas a una
pedagogía social incluyente.
Para 1901 se había fundo el Consejo Nacional de Educación Superior,
cuyas aspiraciones fueron, primero la creación de la Universidad Nacional
y, segundo la obligatoriedad de la instrucción primaria. Con esto se estaban
plasmando las pautas de la labor educativa en el país. Dichos planes
renovadores rompían en cierta forma con la visión de una educación
selectiva. La primera década del siglo XX mostraba un México con un alto
porcentaje de analfabetismo y por el contrario una minoría que tenía la
posibilidad de acceder a un nivel universitario; también se daba el caso de que
ciertos sectores acomodados mandaran a sus hijos al extranjero a educarse
para que, al cabo del tiempo y una vez concluida su formación, regresaran
al país para insertarse en algún puesto o institución de la administración
pública donde pudieran aplicar los conocimientos adquiridos.
Como parte de la demanda de justicia social, la Revolución mexicana
aspiraba a democratizar la educación: escuelas y libros para todos, se
vislumbraba un vínculo justo entre libertad y libros. La revolución se hizo
para obtener la libertad y la tierra, pero también la escuela.2
La prerrogativa de hacer llegar la educación a los sectores más olvidados de
la sociedad se concretó en la letra a partir de la ley expedida el 1 de junio de 1911,
cuando se determinó hacer llegar la educación básica al campo y las regiones
más alejadas; por educación básica se entendía saber leer y escribir, así como
1 En 1841 se denominaba Ministerio de Instrucción Pública e Industria; en 1843 se convirtió
en Ministerio de Justicia Negocios Eclesiásticos; de 1853 a 1861 fue dependencia de la
Secretaría de Relaciones Interiores: Justicia, Negocios Eclesiásticos Instrucción Pública; en el
periodo 1861-1905, Secretaría de Justicia Fomento e Instrucción Pública, y en el lapso 19051921, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
2 Castillo Isidro, México: sus revoluciones sociales y la educación, t. 3, México, Gobierno del Estado
de Michoacán, 1976, p. 130.
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ejecutar operaciones elementales de cálculo numérico o matemático. Esta
ley contemplaba establecer las llamadas escuelas rudimentarias que acogerían
a cuantos analfabetos acudieran a ellas, sin distinción de sexo o edad.
El Libro de la Escuela del Pueblo formaba parte del proyecto nacional de
educación a inicios del siglo XX, que consistía en extender el conocimiento
elemental de escritura y lectura al pueblo, como el mismo título lo indica.
También se inscribe –como lo han puntualizado Lucía Martínez Moctezuma
y Luz Elena Galván Lafarga–3 en la proliferación de libros o manuales
de texto ocurrida en aquella época, los cuales se convirtieron en fuentes
primarias para la interpretación y el conocimiento de las prácticas escolares
concretas de las sociedades que las generaron, así como de los postulados
socioeducativos propuestos en las distintas comunidades escolares.
El texto elaborado por Zenil parte del sistema de escritura denominado
fonetismo, que empezó a utilizarse a partir de la segunda mitad del siglo XIX
y hasta el siglo XX, consistía en emitir el sonido de la letra, vinculándolo
con el nombre de la misma. El libro invita al interesado a consultar uno de
los fondos más sugerentes que resguarda el Archivo General de la Nación,
correspondiente al periodo del México Independiente y contemporáneo:
Propiedad Artística y Literaria que consta de 1,324 volúmenes, equivalentes a
159 metros lineales y 8,723 fotografías, con una ordenación cronológica.4
El registro autoral comenzó en México en 1871. Para adquirir la
propiedad artística y literaria el autor debía recurrir a la Secretaría de Justicia
Fomento e Instrucción Pública y entregar dos ejemplares de su obra; el
primero se depositaba en el Archivo General de la Nación, el segundo, en
caso de ser un libro, se remitía a la Biblioteca Nacional. Los ejemplares que
el AGN recibía por las obras registradas en la oficina de propiedad artística
integran un extenso acervo documental compuesto de diversos géneros
y formatos, como fotografías, fotogramas, partituras, revistas, guiones y,
por supuesto, libros y manuales de métodos de enseñanza, los cuales están
disponibles para la consulta de las personas interesadas.
3 Galván Lafarga, Luz Elena y Lucía Martínez Moctezuma, Las disciplinas escolares y sus libros,
México, CIESAS/Juan Pablos/Ediciones Mínimas, 2010, p. 312.
4 Herrera Huerta Juan Manuel y Victoria San Vicente Tello, Guía General Archivo General de la
Nación, México, AGN, 1990, p. 191.
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NORMAS PARA LA ENTREGA DE ORIGINALES
1. Sólo se recibirán materiales inéditos.
2. Las propuestas de colaboración deberán cumplir con lo siguiente:
a. Presentar a doble espacio, con fuente ARIAL de 12 puntos, en versión
word para windows. Para las secciones “Galerías de la Historia” y
“Portales de la Archivística”, la extensión de los textos no deberá
sobrepasar las 35 cuartillas incluyendo notas, cuadros, gráficos,
mapas, apéndices y bibliografía. Los textos iniciarán con un resumen
en español (máximo 120 palabras), así como su equivalente en inglés
(abstract) y de tres a cinco palabras clave y sus key words equivalentes.
b. Para la sección “Reseñas” deberán comentarse libros de reciente
edición cuya temática se relacione con la historia o la archivística,
con una extensión no mayor a 1,000 palabras; la ficha bibliográfica
deberá incluir también el número de páginas y el ISBN; en archivo
separado deberá enviarse la imagen de portada del libro en
formato .jpg o .tiff a 300 dpi.
c. Sólo se aceptarán trabajos escritos en español.
d. Las ilustraciones, gráficas, cuadros y tablas se numerarán de
modo consecutivo. Se indicará su lugar de ubicación en el texto y
se enviarán en archivo por separado en formato “imagen” (tiff o
jpg a 300 dpi).
e. Los textos irán precedidos de una página con los datos del o los
autor(es), filiación académica, dirección profesional, teléfono de
contacto y dirección de correo electrónico.
f. Los textos deberán enviarse en forma electrónica a la dirección:
boletinagn@segob.gob.mx
3. Notas al pie de página
a. Las referencias aparecerán de manera resumida.
b. Para libros deberá seguirse el siguiente modelo:
Apellidos seguidos por una coma, título resumido en itálica seguido
por una coma, p. o pp., seguido por el número(s) de página(s).
Ejemplo: Sierra, Evolución política, p. 34.
c. Para artículos o capítulos de libros deberá seguirse el siguiente
modelo: Apellidos seguidos por una coma, título resumido entre
comillas seguido por una coma, p. o pp. seguido por el número(s)
de página(s).
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LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
4.
5.
6.
7.
8.
Ejemplo: Tutino, John, “Soberanía quebrada”, p. 34.
d. Las referencias de diferentes autores se separarán con punto y
coma. Ejemplo: Tutino, John, “Soberanía quebrada”, p. 34;
Azuela, Arturo, La ciencia renacentista, p. 17.
Siglas y bibliografía
a. Se incluirán sólo los libros o artículos citados en el texto, así
como las siglas de los archivos a los que se hace referencia.
b. Las referencias bibliográficas se presentarán después de las siglas,
en orden alfabético.
c. Deberá seguirse el siguiente modelo:
Libros
Apellidos, nombre(s), título en itálica, lugar de edición,
editorial, año de edición.
Capítulo en libro
Apellidos, nombre(s), “título”, en autor(es) compilación o
edición nombre y apellido, título resumido en itálica, páginas
del capítulo.
Artículo
Apellido, nombre(s), “título artículo”, en nombre de revista
en itálica, vol., número, año, páginas.
Citas
Las transcripciones de más de seis líneas de texto se incluirán en
párrafo aparte, con un margen igual al de la sangría izquierda, sin
comillas, a espacio sencillo.
No se aceptarán contribuciones que no cumplan con los requisitos.
En un plazo no mayor de 15 días Legajos confirmará la recepción de
la colaboración. Todos los artículos serán sometidos a por lo menos la
evaluación de dos dictaminadores en el esquema de doble ciego; así
como a la aprobación del Consejo Editorial que, con base en los
dictámenes, se reserva el derecho de solicitar modificaciones a los autores o de rechazar los textos. En un promedio de ocho semanas se
notificará a los autores el resultado del dictamen.
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los
autores y no refleja en modo alguno el punto de vista de Legajos o del
Archivo General de la Nación.
LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015
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Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, núm. 7,
se terminó de imprimir en noviembre de 2015
en Omnius Soluciones en Tecnología S. A. de C. V.
Se tiraron 500 ejemplares.
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