UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA - UNAD Escuela de Ciencias de la Educación Licenciatura en Etnoeducación Módulo del Curso Académico Perspectivas Etnoeducativas en América Latina Autor: Néstor Jiménez Donoso Bogotá, D. C., Junio de 2009 CONTENIDO Pág. CONTENIDO 2 INTRODUCCIÓN 5 PRIMERA UNIDAD IDENTIDADES, DIVERSIDAD E INTERACCIÓN DE LOS GRUPOS ÉTNICOS EN AMÉRICA LATINA 7 CAPÍTULO I LOS GRUPOS ÉTNICOS LATINOAMERICANOS Lección primera Del arrinconamiento a la construcción de propuestas. Lección segunda Población de los grupos étnicos Latinoamericanos. Lección tercera Desplazamiento contemporáneo de los grupos étnicos. Lección cuarta Potencial de los idiomas propios. Lección quinta Idiomas existentes en América Latina. 10 10 13 18 21 24 CAPITULO II DIVERSIDAD ÉTNICA E INTERRELACIONES Lección primera Movilización por los derechos. Lección segunda Reconocimiento de la diversidad étnica en América Latina. Lección tercera El derecho a una mejor educación. Lección cuarta El derecho al uso de los idiomas ancestrales. Lección quinta 28 28 31 33 35 2 La dimensión intercultural en la educación para grupos étnicos. 38 CAPÍTULO III ENFOQUES EDUCATIVOS PARA LA INTERCULTURALIDAD Lección primera: Educación intercultural bilingüe. Lección segunda: Etnoeducación. Lección tercera: La interculturalidad para todos. Lección cuarta: La interculturalidad en las ciudades. Lección quinta: EIB en América Latina. 41 41 43 46 48 51 SEGUNDA UNIDAD ETNOEDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA 54 CAPÍTULO I DIFERENTES RESPUESTAS A REALIDADES DIVERSAS Lección primera: Programas etnoeducativos en sistemas dirigidos por los grupos étnicos. Lección segunda Programas etnoeducativos en entidades territoriales de los grupos Étnicos. Lección tercera: Proyectos de amplia cobertura. Lección cuarta: Proyectos focalizados. Lección quinta Proyectos regionales. 55 55 59 67 76 86 CAPÍTULO II RESULTADOS DE LA EIB EN AMÉRICA LATINA 89 3 Lección primera Resultados en política oficial. Lección segunda Resultados en la participación comunitaria. Lección tercera Resultados de los modelos educativos. Lección cuarta Resultados en la formación de docentes. Lección quinta Resultados de la relación intercultural. 90 93 95 99 102 CAPITULO III PERSPECTIVAS DE LA ETNOEDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA Lección primera Perspectivas en cuanto a políticas de Estado. Lección segunda Perspectivas en la participación comunitaria. Lección tercera Perspectivas en el modelo escolar. Lección cuarta Perspectivas de la formación de docentes. Lección quinta Perspectivas de la relación con la cultura dominante. 106 106 109 112 115 118 GLOSARIO 122 BIBLIOGRAFÍA 125 4 INTRODUCCIÓN El curso “Perspectivas Etnoeducativas en América Latina” tiene la finalidad de otorgar a los estudiantes de la Licenciatura en Etnoeducación algunos elementos para diferenciar la política y la práctica de la educación dirigida a la atención de poblaciones diferenciadas culturalmente, en los países de América Latina. Una vez finalizado el curso el estudiante estará en capacidad de identificar los países latinoamericanos que adelantan programas de educación bilingüe intercultural con pueblos indígenas y afrodescendientes, sus principales particularidades en cuanto a la implementación de la modalidad se refiere y los aspectos que encierra el devenir de una acción futura. Una característica de la identidad es el reconocimiento de lo propio en el espejo de lo diverso, la autoafirmación de lo que nos caracteriza en el contraste con lo que nos es extraño. Así, la mirada desde la etnoeducación a los procesos que se adelantan en otros contextos similares y diversos de la América Latina, va a permitir conocer y valorar de mejor manera lo que sucede en Colombia. Abordar el tema de la de etnoeducación en América Latina remite a comparar la manera como se enfoca la educación para grupos étnicos diferenciados adelantada en Colombia, con esa misma modalidad educativa desarrollada en los demás países de la región, y que es conocida como educación bilingüe intercultural EBI o educación intercultural bilingüe EIB. En general son pocos los autores que ven detrás de los términos procesos diferentes y se emplean indiscriminadamente dependiendo del autor y del país donde se contextualiza la experiencia. En relación con la etnoeducación si se presentan algunas diferencias conceptuales, que en la práctica no llevan a marcar distancias; esto en razón a que comparten procesos sociales, grupos poblacionales, pedagogías, principios y en cuanto a las finalidades, las nuevas tendencias se dan hacia un mayor acercamiento. Por tanto los tres términos serán utilizados para referirse a los procesos de educación bilingüe intercultural adelantados con grupos étnicos. La similitud de los procesos educativos latinoamericanos, con los énfasis que cada proceso tiene de acuerdo con sus propios desarrollos y circunstancias, son los que permiten hablar de una visión de la etnoeducación en América Latina. De hecho el carácter diferencial de la etnoeducación, cual es su indeclinable acompañamiento comunitario y colectivo, puede encontrarse en países que como el Ecuador han tomado los procesos educativos en las manos de las organizaciones indígenas. Y, asimismo, ésta característica puede no hallarse en algunos procesos colombianos que han descuidado o les ha sido imposible contar con ese componente. 5 Para ver esas semejanzas, que incluyen a la etnoeducación dentro de las propuestas de EIB del continente, se fundamentará la revisión en las personas que han hecho historia en el continente por su dedicación al tratamiento del tema. Su consulta en profundidad puede darle al estudiante conocimientos puntuales que muy probablemente responderán las inquietudes que surjan del curso. Es una constante que la población de la EIB en Latinoamérica son los pueblos indígenas, razón por la que se dedica un espacio mayor a la reflexión sobre sus procesos y condiciones de vida, sin desconocer el relevante lugar que van tomando los procesos etnoeducativos con poblaciones afrodescendientes. En general las comunidades indígenas y negras en el continente se encuentran en una marcada situación de pobreza, que se explica en parte por la insuficiente e inadecuada oferta educativa. Los grandes esfuerzos por alfabetizar, realizados en las últimas décadas, no dan respuesta suficiente a las altas tasas de analfabetismo vigentes en éstas comunidades. A pesar de los programas y proyectos realizados en la mayoría de países alrededor de las propuestas interculturales de educación realizadas para y con los pueblos indígenas y comunidades negras, se mantiene una situación de desconocimiento y desinterés por los valores que encierra la diversidad cultural, manifiesta en las mala prestación de servicios básicos que reciben éstas comunidades; muchas en peligro de desaparecer por causa de un encuentro cultural desventajoso e inapropiado. 6 PRIMERA UNIDAD IDENTIDADES, DIVERSIDAD E INTERACCIÓN DE LOS GRUPOS ÉTNICOS EN AMÉRICA LATINA La etnoeducación ha sido patrimonio de las propuestas reivindicatorias de los pueblos indígenas y afrodescendientes en América Latina. Enfatiza la etnoeducación la dimensión cultural, como expresión de la identidad y de su complemento la diversidad. Sus desarrollos han sido realizados hacia y desde las culturas indígenas y afroamericanas; la cultura blanca, blanca mestiza, occidental o hegemónica, como se le suele llamar al conjunto de expresiones del grupo étnico interactuante con los indígenas y negros en América Latina, no ha sido objeto principal de reflexión de la etnoeducación. Foto, wilkipedia La cultura blanca se ha referenciado en contraste, en complementariedad, donde todo lo no indígena y no afro es blanco-mestizo, sin profundizar en unos matices que hacen compleja esa unidad. Los sistemas educativos nacionales tampoco han desarrollado una educación desde el reconocimiento de las diferencias que existen al interior de la cultura hegemónica y se ha educado para una supuesta 7 unidad que desconoce que las culturas regionales de sierra o cordillera, de selva, de costa, de llano, etc. que, al interior de la misma etnia, determinan los comportamientos y expresiones apropiados para cada medio. Con ésta salvedad, la unidad y el curso en general van a centrar sus análisis alrededor de los procesos etnoeducativos de las poblaciones indígenas y afrodescendientes; enfatizando en las comunidades indígenas en reconocimiento de su trayectoria y amplia cobertura en América Latina. Las relaciones culturales que se han dado en lo político, social, económico, religioso, artístico, etc. en América Latina se caracterizan por la intención de homogenizar los pueblos y suprimir las diferencias; al servicio del grupo hegemónico y en detrimento de las comunidades indígenas y afroamericanas. Las dinámicas del pensamiento universal y los procesos organizativos de las comunidades indígenas y afrodescendientes han direccionado los reglamentos constitucionales de los países y sus legislaciones sectoriales, hacia una apertura de reconocimiento de derechos y valoración de la realidad diversa y pluricultural que caracteriza la región latinoamericana. Foto, Néstor Jiménez El paso de una visión homogénea de la América Latina, a reconocerla como ricamente diversa, cambia en lo conceptual las relaciones entre los pueblos y en la práctica se establecen los retos de nuevas interacciones. Se mueve en la política 8 educativa latinoamericana una tendencia hacia la incorporación de la interculturalidad, como dimensión transversal que influye en el currículo nacional. Esta reciente tendencia se origina en las experiencias etnoeducativas de educación bilingüe e intercultural, desarrolladas en poblaciones indígenas y afrocolombianas durante las tres últimas décadas, en la mayoría de los países latinoamericanos. Estas experiencias han colaborado con la recuperación y el fortalecimiento de las identidades de los grupos dominados culturalmente y, a la vez, han llamado la atención sobre la posibilidad de abrir espacios de reconocimiento, respeto y valoración de las diversidades nacionales, en un acto de reflexión llamado interculturalidad. Abordar la propuesta conceptual con seriedad y empeño, así como pasar a la acción, son los desafíos de los nuevos educadores latinoamericanos, en el propósito de construir un ambiente más propicio para el desarrollo humano equitativo, armónico y progresista, que merece una tierra tan prodigiosa. 9 CAPÍTULO I LOS GRUPOS ÉTNICOS LATINOAMERICANOS Los grupos étnicos indígenas y afrodescendientes en América Latina fueron desconocidos en sus valores como pueblos y como personas. En muchos casos fueron desplazados de sus territorios de origen y desposeídos de sus identidades. De ese estado de marginalidad resurgieron como el mito del Ave Fénix, que renacía con toda su gloria de sus propias cenizas. Una de sus mayores glorias la constituyen los numerosos idiomas que aún se hablan en el continente americano. Varios de ellos por poblaciones que superan el millón y todos con una tradición de conocimientos enraizados en la madre tierra. Las grandes poblaciones de indígenas y afrodescendientes enfrentan un nuevo peligro de marginalidad y desplazamiento, la proximidad de los “encantos” de las ciudades que a semejanza de los encantos de la selva se los llevan lejos de la madre tierra y los pierden. 1. Del arrinconamiento a la construcción de propuestas Los pueblos indígenas y afrodescendientes han sido objeto de uno de los peores sucesos que ha vivido la humanidad, un genocidio y etnocidio aún no suficientemente lamentado por el mundo, tampoco reparado y menos superado por las víctimas. Las consecuencias de esa catástrofe humana las siguen manifestando los herederos: destrucción de pueblos enteros, pérdida de los territorios ancestrales y debilitamiento de elementos fundamentales de la cultura como el idioma, o como la sabiduría, depositada en algunos líderes que se cultivaron por muchos años para comprender y actuar con acierto sobre su medio. Este debilitamiento cultural ocasionó sometimiento en lo económico, político, social y espiritual, y determinó una invalidez y desconfianza en los propios valores. Se facilitó un proceso aculturizante, en contraposición a un intercambio recíproco entre culturas. A esta imagen psicológica se refiere la autora Itala en la presentación de sus personajes indígenas: “De todo ha sido despojado. De su tierra, de su cultura y 10 hasta de sí mismo… Invisible para los otros y para sí mismo… ha llegado a rechazarse… ha intentado borrar su rostro y su lengua que lo avergüenzan… Hay momentos en los cuales… se resigna y se conforma; llega a sentir que nada importa mucho, que es posible olvidar lo que realmente quiere en la vida por considerarlo irrealizable o amenazante. Entonces es… como si hubiera perdido el sistema de valores que le daba sentido a su vida…”1 Los mismos indígenas son conscientes de ésta situación: “Hoy en día todo ha cambiado por culpa de nosotros mismos por acoger a una cultura que no nos pertenece… La mujer ya no siembra y nos hemos acostumbrado a la comida, bebida y vestido del occidental, dejando a un lado lo nuestro…”2 El mundo moderno se caracteriza por la coexistencia de miradas opuestas: unas similares a las que llegaron en las carabelas conquistadoras, que siguen anhelando la riqueza y el dominio por único aliciente, sin medir las consecuencias de su intervención sobre los pueblos y el medio ambiente, y otras miradas que buscan el bienestar integral del ser humano en una relación armónica con su medio. En ésta última mirada futurista se han ubicado los supervivientes indígenas americanos, en ella se encuentran reflejados porque su cultura los acerca y les ha dado argumentos para buscar un mejor presente. Foto, wikipedia 1 2 Scotto-Dominguez, Itala. 1991. Asoaintam. 2008. 11 De nuevo es Itala quien nos muestra al indígena transformado: “… llegó a abjurar de su pasado… Pero cada día su malestar aumentó. Sus crisis iracundas, sus letargias, sus adicciones y la sensación de su impotencia dieron testimonio del descontento consigo mismo… Entonces comenzó a soñar con otras vías para la fundación del porvenir… ha emergido un movimiento revitalizador… La transformación ha significado… el incremento del sentido de la responsabilidad… el transito… desde una actitud aniquiladora hacia una disposición más sana que le solicita integrar sus identidades fragmentadas, la reconexión con los aspectos preservados de su identidad más profunda y la creación de formas novedosas de interacción social y coexistencia.”3 El contacto obligado, condujo a un nuevo encuentro, ahora en medio de un mundo moderno matizado por una mirada humanitaria y con unos derechos promulgados en espacios universales que de alguna manera equilibran las fuerzas desiguales. “La dinámica de contacto y cambio cultural presente en las comunidades indígenas, se fue poniendo de presente a través del proceso de negociación cultural al que comúnmente se alude con el término de interculturalidad… En esta perspectiva,… ya no sufre o interioriza de manera pasiva una cultura estática e inmutable, sino por el contrario, relieva su papel de sujeto en y de esa cultura y hace y rehace su cultura en constantes esfuerzos de apropiación.”4 Los países latinoamericanos se caracterizan por su condición de multiétnicos, pluriculturales y multilingües. Después de largos y complejos procesos históricos, en América Latina conviven pueblos pertenecientes a diversas culturas, lenguas y etnias; sin embargo el reconocimiento positivo de esta diversidad cultural es reciente. En la confluencia de los continentes americano, africano y europeo, se hizo la distinción discriminatoria y se dio el enfrentamiento motivado por la dominación. El grupo étnico blanco, y su mestizaje (herederos directos de la cultura occidental), impusieron su cultura, en una posición cómoda de asimilarse a las condiciones más ventajosas desde el punto de vista de posibilidades y tratamiento. En general el blanco-mestizo se ha considerado diferente, pero en un sentido negativo y discriminatorio, y aprovechando la ventaja del desarrollo tecnológico que le fue heredado, ha ratificado su pensamiento asumiendo posiciones de poder. Algunos de los pueblos indígenas quedaron en la memoria histórica, después de su exterminio físico en la confrontación bélica con los pueblos occidentales. Subsisten otros pueblos de escaso número de integrantes, quienes están al borde de desaparecer por las múltiples circunstancias adversas que han tenido que vivir en la convivencia con los pueblos invasores. Los más numerosos en población, que han permanecido a lo largo de más de quinientos años, se encuentran 3 4 Scotto-Dominguez, I. 1991. Rodríguez, Álvaro. y Martínez, Adán. 2005. 12 también en peligro de extinción cultural, debido a la condición marginal a la que se han visto reducidos en el encuentro desigual y discriminatorio entre culturas. La comunidad afroamericana, arrancada de las raíces de su continente, llevó consigo sus cosmovisiones y deseos de sobrevivir en las nuevas condiciones de vida. Se multiplicaron, se refugiaron en “palenques” que crecieron en el tiempo, y algunos continuaron su éxodo poblando nuevas tierras en las naciones que los recibieron. Su identidad los convocó a mirarse entre sí y en la actualidad también abogan por un mundo de respeto e iguales oportunidades. Los pueblos indígenas y afrocolombianos comparten historias similares de sometimiento y un espacio en la América Latina. Ellos como protagonistas principales de los cambios que se van dando, en respuesta a sus esfuerzos por ser reconocidos diversos en medio de un mundo global, han encontrado eco en personas, entidades y gobernantes, que han facilitado estos cambios que afectan la educación y la política. El esfuerzo conjunto que han hecho los pueblos tradicionalmente dominados, por obtener el reconocimiento de sus derechos, ha visto su resultado en las nuevas relaciones que se van generando lentamente en la América Latina, apoyados por algunos representantes de la cultura dominante, quienes detentando un pensamiento humanista contemporáneo ven en sus planteamientos algo más que una posibilidad de revancha. Aumentar la conciencia de la necesidad de entendimiento entre culturas, fundamentado en valores de valoración, respeto y equidad, puede llevar a la América a ser un lugar posible para que reine la armonía y el equilibrio, fundamentos mayores de la etnoeducación. El anhelo de los etnoeducadores es que las transformaciones operadas en los sistemas político, educativo y social puedan influir otros componentes de la cultura dominante, permitiendo la conformación de una América más democrática y participativa. Lección 2. Población de los grupos étnicos latinoamericanos La educación bilingüe intercultural en América Latina se identifica mayormente con los procesos sociales de los pueblos indígenas. Sin embargo la situación vivida en Colombia respecto a la etnoeducación afrocolombiana, pone en aviso el crecimiento de un movimiento social reivindicatorio de las comunidades afroamericanas, el cual puede proyectarse en procesos educativos similares al desarrollado en Colombia. 13 Los mayores grupos poblacionales, culturalmente diferenciados, en América Latina son los indígenas, los afroamericanos y los blancos-mestizos. Llegar a una idea de la población que conforma éste último grupo, se alcanza mediante la diferencia porcentual respecto de los otros dos. En muchos de los países de América Latina no se cuenta con datos desagregados para conocer de manera diferenciada la cantidad de población afroamericana existente en cada uno de ellos.5 El reconocimiento de la herencia negroafricana se encuentra limitado por los prejuicios o por la ignorancia generalizada en algunas naciones que se extrañan ante ese componente de su sociedad; sin embargo no se puede desconocer a una población de ascendencia africana, que podría llegar a ser el 35% de la población iberoamericana. 6 La mayor representación de la población afroamericana se encuentra en los países del Caribe como Jamaica y Haití, donde algunos porcentajes están por encima del 84%. Foto, www.utchvirtual.net Otros países donde se encuentra población afroamericana en número significativo son: 5 6 Organizaciones Mundo Afro. 2006. Beltrán, Luís. 14 Afrodescendientes Brasil Colombia Panamá Ecuador Venezuela Nicaragua Perú porcentaje 46 26 14 10 10 9 5 La población indígena en algunos países latinoamericanos no supera el 5% de la población total, ellos son: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Paraguay y Venezuela. Sin embargo, en otros, como Guatemala, Bolivia, Perú y Ecuador, los indígenas forman verdaderas mayorías nacionales; pese a ello, todavía se les considera como integrantes de sociedades minoritarias.7 La población indígena en América Latina está cercana a los 50 millones de personas, lo cual representa aproximadamente el 10% de la población del continente. En países como Guatemala y Bolivia, más del 60% de la población se reconoce como indígena y habla una lengua indígena. En Bolivia existen 36 etnias indígenas; de ellas son andinas los quechua, aimara, puquina, chipaya y uru, y no andinas son sirionos, yuracarés, tsimanes, chácobos, cabineños, araonas, tacanas, ese ejjas, machineris, pacahuaras, ignasianos, trinitarios, baures, movimas, mores, itomamas, guaraníes, guarayos, ayoreos, chiquitanos, weehnayeks, yukis. Bolivia es el país con mayor número de indígenas, de los cuales en la población mayor de 15 años el 49% son quechuas y el 41% aimaras.8 En Guatemala hay tres pueblos indígenas: los Mayas que a su vez se dividen en 21 grupos y son la abrumadora mayoría, los Garífunas que comparten su cultura y lengua con los pueblos de afrodescendencia de Belice y de Honduras, y los Xincas, pueblo indígena minoritario. Los cuatro grupos mayoritarios mayas: k´iché, kaqchiquel, k´eqchí y mam representan el 80% de los indígenas de Guatemala. El censo de población del Perú9 proveyó información sobre 51 de las 60 etnias existentes, entre ellas se encuentran los bora, huitoto meneca, huitoto murui, jibaro, yagua, quichua, ticuna, iquito, lamas, capahuana y amahuaca. Las 9 etnias restantes no fueron censadas por dos razones: 1) han sido absorbidas por otros pueblos y 2) hay dificultad de llegar a ellas por su aislamiento. 7 López, Luís Enrique.; Küper, Wolfgang. 1999. Choque, Celestino. 2005. 9 Instituto Nacional de Estadística e Informática. 2007. 8 15 En Ecuador los desacuerdos sobre el número de la población indígena persisten en las organizaciones indígenas. La dirigencia indígena prefiere fijar su cuantificación en términos de porcentaje que van desde un 30% que sostiene la FEINE, un 45% la CONAIE, hasta de un 70% que afirma la FENOCIN;10 mientras que el censo del 2001 señala un total 830.418 personas (EL 6.8% de la población nacional).11 Todo parece indicar que la explicación de un porcentaje tan bajo en el censo, se encuentra en la manera como se interactuó con la población indígena, lo cual no permitió que entendieran la pregunta que daría su condición étnica. La diversidad de los pueblos indígenas brasileros se expresa por la presencia de más de 220 pueblos diferenciados, pertenecientes a 38 etnias. Habitan en 628 territorios indígenas, que en total ocupan el 12.5% del territorio nacional. Más del 60% de la población está concentrada en la región amazónica. Los pueblos indígenas de Brasil conforman grupos con baja densidad poblacional, más del 50% de ellos están constituidos por menos de 500 personas y apenas 3 de esos pueblos por más de 20000 habitantes.12 En Honduras hay siete pueblos indígenas: los pech, los tahwakas, los tolupanes, los miskitos, los lencas, los chorties y los garífunas. Según el último censo, 14% de los mexicanos son indígenas. Pertenecen a 57 pueblos y viven en 23 Estados. Nueve estados, sin embargo, albergan más de 80% de los indígenas. Según el censo colombiano de 200513, en el país hay 87 etnias indígenas, cuya población asciende a 1.392.623 de personas, o sea, el 3.4% de la población nacional (éste porcentaje se duplicó de un censo al siguiente). Restringiéndose a los 66 pueblos que conservan su idioma en Colombia, sólo 3 tienen más de 50000 personas, 29 tienen entre 50000 y mil personas, y 33 tienen menos de mil personas. Se trata de una población dispersa que habita en 28 de las 32 entidades territoriales que conforman el país, y de acuerdo a las grandes regiones los asentamientos indígenas se distribuyen así: 70% en selva y sabana, y el resto en zona de desierto y en la zona andina. 14 Venezuela también cuenta con una importante diversidad étnica, hay en su territorio 44 pueblos indígenas, distribuidos en 20 de sus 23 Estados.15 10 www.inec.gov.ec INEC, 2006. 12 Ministerio de Educación de Brasil (www.mec.gov.br) y enciclopédia Wikipedia (www.wikipedia.org). 13 Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia - DANE. 2009. 14 Trillos Amaya, María. 1998. 15 Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas: www.minpi.gob.ve 11 16 En Panamá los pueblos indígenas son los embera, kuna, wounan, bugle, nasos, bri-bri y ngöbe. Éste último pueblo constituye la etnia mayoritaria.16 Los pueblos indígenas del Salvador, los pipiles, los nahuat y los cacaopera, quedaron invisibilizados después de la matanza de 32000 indígenas pipiles en 1932. Declararse indio era firmar su propia sentencia de muerte, para sobrevivir se mimetizaron de mestizos, peligrando perder su lengua y su cultura.17 Los pueblos indígenas en Argentina son los Kollas (aymara), Chiriguano, Teba, Guaraní, Huarpe, Rangel, Pampa, Mapuche, Ona, Diaguita.18 En Chile, que hay indígenas de los pueblos Mapuches, Aymaras, Rapa Nui, Atacameños, Colla, Kawashar y Yagana, alrededor del 60% de ellos viven en las urbes.19 Para una aproximación al conocimiento de la población indígena en América Latina, se muestran las siguientes cifras, teniendo en cuenta que ellas pueden variar bastante de una fuente a otra:20 Población Bolivia Guatemala Perú Ecuador Belice Honduras México Chile El Salvador Guyana Panamá Surinam Nicaragua Guayana Francesa Paraguay Colombia Venezuela Costa Rica Islas del Caribe Argentina Población nacional 7.960.000 10.801.000 24.797.000 12.175.000 230.000 6.147.000 95.831.000 14.824.000 6.032.000 850.000 2.200.000 414.000 4.807.000 100.000 5.222.000 40.803.000 23.242.000 3.841.000 8.406.000 36.123.000 Población indígena 5.652.000 7.129.000 11.655.000 5.235.000 44.000 922.000 13.416.000 1.186.000 422.000 51.000 132.000 25.000 240.000 4.000 157.000 816.000 465.000 38.000 162.000 361.000 % 71 66 47 43 19 15 14 8 7 6 6 6 5 4 3 2 2 1 2 1 16 www.geocities.com Abram, Matthias. 2004. 18 Ibid. 19 Ibid. 20 Ibid. (Fuente: IPES, 1999; Jordán Pando, 1990; América Indígena, 1993.) 17 17 Brasil Uruguay TOTAL 165.851.000 3.289.000 473.945.000 332.000 1.000 48.445.000 0.2 0.03 10 Un análisis más localizado de la situación poblacional de los grupos étnicos, muestra como en algunas entidades territoriales se constituyen en mayoría, sin que lleguen por ello a influir de manera determinante en las políticas gubernamentales. Hay escasos ejemplos de lo contrario, pero la realidad general es que los pueblos indígenas y afrocolombianos siguen en situación de marginalidad frente a la cultura dominante. Poblaciones donde los grupos étnicos se constituyen en mayoría, se encuentran en Colombia en los departamentos de Chocó y San Andrés Islas; la población afrocolombiana es de 82% y 57% respectivamente. Para las comunidades indígenas ésta situación se presenta en los departamentos de Vaupés (67%), Guainía (64%) y en Amazonas, Vichada y Guajira que tienen una población por encima del 43%. En el Perú, en regiones como la que ocupa la meseta del Collao y bordea el lago Titicaca, la población indígena llega al 90%. En el caso de México, en el Estado de Chiapas la presencia indígena supera el 50 ó 60% de la población de esa región. La falta de la presencia o visibilidad de los pueblos indígenas en el panorama nacional y latinoamericano, deja ver muchas situaciones como la de Chile, en donde se empieza a hablar de ellos recién en 1990, a pesar de tener una población bastante considerable. Por la misma década, en el Valle del Cauca, colombiano se dio el caso donde las autoridades de turno desaparecieron de sus políticas a los pueblos indígenas, con el pretexto infantil que en ese departamento no existían comunidades indígenas, cuando en realidad lo habitan más de 20.000 personas de cuatro grupos étnicos diferenciados. Lección 3. Desplazamiento contemporáneo de los grupos étnicos La población afrocolombiana ha logrado, después de 15 años de promulgada la Ley 70 o de comunidades negras, la titulación de más de 5 millones de hectáreas de tierra para ser manejadas como territorios colectivos por los Consejos Comunitarios. Sin embargo la falta de consideración de sus proyectos de desarrollo comunitarios por parte del gobierno nacional, al no integrarlos a los planes de desarrollo y en consecuencia no asignarles presupuesto para su financiación, lleva a que se mantengan las condiciones de marginalidad que han impulsado la migración del campo.21 Ello, agregado a las condiciones de 21 Sánchez-Garzol, Gimena. 2008. 18 desplazamiento masivo ocasionadas por el conflicto armado interno sucedido en los últimos años, lleva a considerar el crecimiento de la población de comunidades negras en las principales ciudades colombianas. Ciudades como Cali y Bogotá tienen según estadísticas alrededor de un millón de afrodescendientes, además que existen considerables concentraciones de población afro en Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Montería, Sincelejo y Medellín, ubicadas fundamentalmente en los barrios populares o en asentamientos subnormales de la periferia.22 Otra circunstancia que afecta la realidad poblacional de los grupos étnicos en América Latina es que, en las dos últimas décadas, la presencia de los indígenas se hace cada vez más visible en las ciudades. Urbes como México, Lima, Santiago de Chile y Quito e incluso Buenos Aires albergan números crecientes de indígenas que a menudo llevan consigo sus lenguas y culturas y las reproducen en el espacio urbano. Si bien por el tamaño de tales ciudades los indígenas pueden a veces pasar desapercibidos, su presencia resulta mayor en algunos barrios o microciudades de estas urbes. Así, por ejemplo, en algunas comunas de Santiago de Chile viven más de quinientos mil mapuches, y en barrios periféricos de Lima y Guayaquil lo hacen más de seiscientos mil y trescientos mil quechua hablantes respectivamente.23 Foto, Wilkipedia 22 23 www.etniasde colombia.org López, L. E.; Küper, W. 1999. 19 El crecimiento negativo de algunas poblaciones indígenas en Colombia, así como la acelerada urbanización, hace pensar que los pueblos indígenas colombianos no se encuentran ajenos al fenómeno de emigración a las ciudades. En efecto situaciones como el desplazamiento forzado y la emigración, relacionadas con la grave situación de los derechos civiles y políticos, al igual que los sociales, económicos y culturales, explican el aumento de presencia indígena en las ciudades. Como ejemplo, en la Amazonía colombiana existe una marcada urbanización de los indígenas. En el censo de 1993 el 12,14% de la población indígena vivía en las cabeceras municipales, mientras en el 2005 esa proporción subió al 33%, un crecimiento relativo del 257%. Los departamentos que tuvieron mayor crecimiento de la población indígena en las cabeceras municipales fueron Putumayo, Caquetá y Guainía, con crecimientos del 629%, 417% y 252% respectivamente. En Vaupés, Guaviare y Amazonas la población indígena urbana creció al 155%, 84%, y 16% respectivamente. La gráfica permite visualizar el crecimiento urbano de éstas poblaciones indígenas en un período de 12 años.24 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Amazonas Guainía Vaupés Caquetá Censo 1993 Guaviare Putumayo Censo 2005 El 54% de la población indígena del departamento de Vaupés vive en cabeceras municipales. En el resto de departamentos amazónicos esta proporción todavía es inferior al 50%. Es preocupante el creciente abandono de los territorios por parte de las poblaciones indígenas puesto que su proyecto de vida histórico y actual se fundamenta en las relaciones con la naturaleza, mediadas por un territorio que les garantice la vida en condiciones de dignidad y coherencia con sus valores, usos y costumbres. La población indígena sigue siendo rural en Colombia. Después de una lucha desigual, la mayoría de los pueblos supervivientes en Colombia se refugiaron en los rincones más inaccesibles, huyendo del contacto que les trajo dolor y despojo. Pero ello no fue suficiente, hasta allí han llegado las avanzadas colonizadoras quienes en busca de su mejoría económica, principalmente, influencian con su 24 Auza, Guelly. 2008. (Fuente: DANE. Censos 1993 y 2005.) 20 modelo de vida decisiones de las familias o de los individuos para dejar el territorio, cuando no son forzados al desplazamiento. Dada la importancia del territorio en el pensamiento, la sostenibilidad y la educación de los pueblos indígenas y afrodescendientes, el fenómeno poblacional que se está presentando en Colombia deja una gran preocupación por el futuro de éstos pueblos. Una imagen de lo que lo anterior representa se puede observar en el siguiente párrafo: “El territorio es una dimensión esencial para los pueblos indígenas, porque sus mayores y sabios derivan de él los conocimientos y el sustento de la vida. En estos términos, todo el conocimiento y saberes científicos y tecnológicos están en la naturaleza y en el cosmos; los cuales son sistematizados a través de los suprasentidos mediado por el espíritu y pensamiento, con el apoyo de elementos que la misma naturaleza provee… la madre tierra nos permite perpetuar el cordón umbilical de la vida… la historia cotidiana y de origen de los pueblos indígenas está grabada en el territorio y su entorno: lagunas, ríos, pantanos, lugares sagrados y las estrellas. Este contexto da testimonio de ello mediatizados por la oralidad (voz) de los mayores, que se revitaliza de generación en generación. También, allí florece la biodiversidad engendrada por la madre tierra de la cual formamos parte integral de un sistema vital recíproco.”25 Lección 4. Potencial de los idiomas propios “Los pueblos indígenas en su origen creador relacionaron la palabra con la muerte y con la vida, para asignarle un valor trascendental y luchar por su continuidad y pervivencia.”26 El mismo autor ilustra muy bien el valor del lenguaje: “Cuando llegaron los europeos e invadieron los territorios indígenas a sangre y fuego mediatizados por la cruz, su lenguaje se quedó corto para nombrar todo lo visto y lo oído. Por no decir que todo estaba nombrado, pues todo ya tenía nombre: lo que había sobre la superficie de la pacha mama, lo que existía en el seno de la misma y lo que contenía el manto azul que la cubría. Estas palabras circulaban en las cosmogonías de cada pueblo indígena tapizando la maravillosa diversidad de lenguas y culturas.” El pueblo indígena guambiano llama su idioma nativo con los vocablos namui wam que significan “nuestra voz”; la voz que les permitió el avance autónomo del 25 26 Almendra, Agustín. Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Bogotá, 2008. Almendra, A. 2005. 21 pensamiento, susceptible de ser mejorado de generación en generación. Los pueblos indígenas tienen en gran estima la oralidad, y en ella la palabra sagrada y creadora de los ancianos y los sabios de sus comunidades, compartida en torno a sus relatos cimentados en la ética. El valor de la oralidad es tan profundo que la asimilan a la existencia misma del ser y del mismo pueblo: “la palabra es el aliento o vida de la persona. Por esta razón un pueblo indígena que pierde la palabra ancestral, pareciera que estuviera muerto, porque ya no respira su aliento vital.”27 Foto, Néstor Jiménez Las lenguas de los pueblos son su esencia y por ello tienen un gran valor en el fortalecimiento de su identidad cultural. Por ello es lamentable que muchos idiomas indígenas estén en peligro de extinción, por el reducido número de hablantes y, sobre todo, con el hecho de que muchos de estos idiomas ya no cuentan con hablantes menores de 40 ó 50 años. La perdida de esos idiomas se llevara con ellos los saberes en la botánica, la medicina, la agricultura, la astronomía, entre otros conocimientos que han sido adquiridos por transmisión oral. De ahí la importancia de las iniciativas para la revitalización y recuperación de las lenguas consideradas como de alta vulnerabilidad; como en el caso de los cocama-cocamillas peruanos, quienes han iniciado acciones para recuperar la lengua ancestral utilizando para ello la escuela oficial, a través de los mayores de 50 años que aún conservan algo de su idioma materno.28 27 28 Ibid. López, L. E.; Küper, W. 1999. 22 Algunos aspectos problemáticos que caracterizan el uso de las lenguas indígenas son: a) “La pureza y mezcla son los polos de existencia de la lengua y la cultura, que simbolizan el tránsito desde la tradición a la modernidad. b) La identidad profunda se impone desde pequeños. La socialización primaria es definitiva. c) El bilingüismo con la lengua nacional (español, portugués) es un recurso más eficiente en las relaciones sociales interculturales (trabajo asalariado, mercado, gestiones). d) La unidad, mantenimiento y vitalidad de las lenguas indígenas no requieren del código escrito.” 29 De lo anterior se puede desprender una preocupación respecto a la calidad y cantidad de trabajo intencionado y sistemático que se está haciendo en los espacios de socialización comunitarios, en procura de mantener vivas las lenguas indígenas. La fortaleza que tenga el uso de la oralidad es fundamental para la pervivencia de las lenguas, sobre la importancia, a veces desmesurada, que se le da a los códigos escritos. La vitalidad y tradición lingüística se ven afectadas por la tensión entre las generaciones, como una constante que se encuentra presente en muchos de los pueblos indígenas actuales y que no solo afecta la tradición lingüística. Esta tensión es el choque de las culturas autóctonas y la occidental, en un esfuerzo de los mayores por mantener las tradiciones y de los estudiados o pasados por la escuela occidental por transformar sus costumbres y las de su comunidad, en un deseo de “modernizarse”. Un testimonio de los jóvenes estudiados ejemplifica lo dicho: “Hay como una diferencia en cuanto a los jóvenes que permanecen en la comunidad y los estudiantes que no permanecen ahí… ellos se acogen a las costumbres… nosotros tenemos un conocimiento que nos permite… ver en un futuro… estamos en miras de cosas mejores para la comunidad… nosotros vemos al mundo con nuevas cosmovisiones donde todo parece fácil y no difícil como es el estar trabajando en pleno sol.”30 Un estudio realizado en Guambía, departamento del Cauca colombiano, mostró que existen cuatro escuelas con una significativa diferencia en el uso del lenguaje: “tres son propias, la Casa de Consejos, el Cabildo y la de los mayores, que ayudan en minga a construir el camino guambiano hacia dentro, usando esencialmente la tradición oral en lengua originaria… La cuarta es la escuela oficial que facilita el camino hacia fuera con la preponderancia del uso de la escritura del castellano en el aula... En este contexto existe una fuerte tensión 29 30 Mena, Patricia; Muñoz, Héctor.; Ruíz, Arturo. 1999. Rodríguez, A., Martínez, A. FUCAI. 2005. 23 intergeneracional, progresivamente la generación letrada da la espalda a la palabra de sus mayores.31 Los taitas, las mamas y los sabios del pueblo indígena guambiano perpetúan la palabra de los mayores transmitiéndola de generación en generación, para ello siempre usan el namui wam como lengua vehicular de sus pensamientos y sentimientos en todos los contextos, sin embargo sienten una profunda preocupación al ver el distanciamiento de los wentoeló32, quienes dan la espalda a la palabra de los mayores progresivamente y asumen el uso del castellano en sitios que como la cocina eran escenarios del lenguaje nativo.33 El futuro de los idiomas nativos en Latinoamérica es incierto por la historia que ha acompañado su evolución. La esperanza se encuentra en los esfuerzos que organizaciones, comunidades y entidades nacionales y extranjeras vienen haciendo en procura de su preservación. La última parte de los años ochenta y casi todos los noventa estuvieron marcados por reformas constitucionales en todo el continente que buscaron reconocer y legislar sobre las diferencias en el contexto de la reafirmación democrática. Y uno de los rasgos de esa reafirmación pasa por el reconocimiento de la población indígena y de sus derechos constitucionales, entre ellos su derecho a la educación haciendo uso de la lengua ancestral. Lección 5. Idiomas existentes en América Latina En 19 países latinoamericanos está establecido el español como lengua oficial. Hay dos de ellos (Bolivia y Paraguay) que reconocen otros idiomas, junto con el español, como lenguas nacionales y otros dos (Nicaragua y Perú) que dan oficialidad a otras lenguas en determinadas zonas del país.”34 Algunos de los pueblos afrodescendientes conservan su influencia lingüística africana en la mezcla de lenguas africanas con las indoeuropeas (español, francés, inglés, portugués, holandés y danés), así como las que interactuaron con lenguas nativas indígenas (garífunas y saramaka).35 La relación entre los tratantes europeos y los africanos produjo una lengua de contacto o pidgin, que posteriormente se constituyó en una lengua criolla. 31 Almendra, A. 2005. La nueva generación, los que vienen atrás. 33 Almendra, A. 2005. 34 Warleta, Enrique. 1994. 35 www.utchvirtual.net/centroafro/ 32 24 Hispanoamérica estuvo salpicada de lenguas criollas o creole, como el palenquero de San Basilio, el papiamento de las Antillas Holandesas (Aruba, Bonaire y Curazao), el gullah de Haiti, además de otras lenguas criollas habladas en las naciones caribeñas (Jamaica, Guyana, Trinidad, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, etc.).36 Las lenguas amerindias habladas en la región están entre 400 y 450, sin contar un número mucho mayor de dialectos. Entre los países con mayor diversidad lingüística están Brasil, México, Colombia y Perú. Aun cuando los datos varían mucho de una fuente a otra, vale mirar una panorámica de algunas de las lenguas más habladas en el continente: el quechua continúa siendo hablado por entre ocho y ocho millones y medio de personas, en Perú hay unos 4.400.000 hablantes; en Ecuador, 2.700.000 y en Bolivia, 1.100.000, además de que es hablado en el sur de Colombia y en el norte de Argentina.37 En un estudio sobre la diversidad cultural en la provincia de Mendoza, Argentina, en el año 2000, se estableció que 65% de los niños proceden de un ambiente cultural quechua y que 51% lo hablan.38 Foto, Néstor Jiménez 36 Ibid. Warleta, E. 1994. 38 Abram, M. 2004. Adelante otro autor dice que los hablantes de quechua son 12 millones. 37 25 El aimara lo hablan 1.250.000 personas, 890.000 en Bolivia, 350.000 en Perú, y el resto en Chile y Argentina. Y el guaraní lo hablan 2.300.000 personas en Paraguay, Argentina y Brasil.39 Aun cuando es grande el acervo lingüístico que se encuentra presente, está expuesto a las contingencias del choque cultural. En Colombia se hablan 68 idiomas diferentes, incluidos dos afrocolombianos el palenquero y el criollo sanandresano y en Bolivia se hablan 32 idiomas distintos y en Brasil hay 170 lenguas, distribuidas en 41 familias.40 En México se hablan 58 lenguas pertenecientes a siete familias lingüísticas; 22 de estas lenguas son habladas por menos de mil personas cada una. Los idiomas más hablados son: el náhuatl, de la familia yuto-azteca, hablada por 1.600.000 personas y la maya, de la familia maya-totonaca, que también es hablada en México por igual número de personas (1.600.000 aproximadamente). Le siguen en importancia numérica el zapoteco, el mixteco y otras lenguas de la familia lingüística otomangues, hablada por 1.125.000 personas. Las otras cuatro familias lingüísticas son habladas, en conjunto, por unas 500.000 personas.41 En Perú se estima que los indígenas de habla vernácula bordean los seis millones de habitantes, de éstos, cerca de medio millón son hablantes de aimara, aproximadamente cinco millones hablan quechua, y unos trescientos o cuatrocientos mil hablan una o más de las 41 lenguas de la Amazonía peruana.42 En Guatemala a la complejidad de 22 lenguas amerindias, se añade la presencia y uso de dos lenguas criollas en su costa del Caribe: el garífuna o afrocaribeño y el inglés criollo. Situación similar vive Nicaragua en su costa Caribe, donde las lenguas son oficiales y hay hablantes de miskitu, mayangna y rama, así como los pobladores afroamericanos hablan inglés creole y garífuna.43 En Ecuador se hablan 13 lenguas indígenas, siendo la quichua la más utilizada.44 En Paraguay la mayoría de la población es bilingüe. El guaraní como uno de los dos idiomas oficiales, no comparte ésta situación con las demás lenguas indígenas habladas allí. “El bilingüismo paraguayo se caracteriza por el uso alternativo de las dos lenguas oficiales, con el predominio de la oralidad guaraní en el área rural y del castellano en el ámbito urbano. Este último, además sigue siendo el canal privilegiado de la comunicación escrita. Los estudios demuestran 39 Warleta, E. 1994. López, L. E.; Küper, W. 1999. 41 Warleta, E. 1994. 42 López, L. E.; Küper, W. 1999. 43 López, L. E.; Küper, W. 1999. 44 INEC. 2006. 40 26 que el Paraguay es más un país de dos lenguas que un país bilingüe. Lo propio sería, entonces, hablar del bilingüismo real como una meta.”45 La situación que atraviesan los idiomas indígenas varía según criterios demográficos y de vitalidad lingüística. Algunas lenguas, como el quechua, pueden llegar a tener doce millones de hablantes, distribuidos en seis Estados: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Otras llegan a seis mil hablantes como en el wichí, en la Argentina, o a menos de setecientos hablantes como el bororo y el tapirapé, en Brasil. Sólo en América del Sur 33 lenguas se encontrarían en situación de vulnerabilidad; de ellas, 8 tendrían únicamente cincuenta hablantes o menos, como es la situación que viven los guarasugwe de Bolivia, con apenas cuarenta y seis, 46 o los taiwano en Colombia con no más de diecinueve hablantes de su lengua.47 45 Demelenne, Dominique. López, L. E.; Küper, W. 1999. 47 Trillos Amaya, M. 1998. 46 27 CAPÍTULO II DIVERSIDAD ÉTNICA E INTERCULTURALIDAD El resurgimiento de los grupos étnicos indígenas y afrodescendientes no fue casual, sus integrantes se organizaron en los diferentes niveles (local, regional, nacional e internacional) y presionaron a las sociedades dominantes y hegemónicas para producir transformaciones políticas, respaldadas en nuevas legislaciones, que reconocían la diversidad lingüística y cultural como un bien patrimonial de los Estados. De aquí se ha reconocido la existencia de los grupos étnicos, constituidos de derechos, entre los que se tiene el derecho a una educación que colabore con la reconstrucción de los pueblos en los contextos globalizados que se tienen actualmente. Se pasó del reconocimiento de los idiomas nativos o ancestrales en los procesos educativos, a la incorporación de la dimensión cultural en los mismos procesos de formación, a manera de un diálogo de saberes llamado interculturalidad. Lección 1. Movilización por los derechos En el continente americano hay movimientos indígenas presentes en la vida nacional, y en unos contextos más que en otros han adquirido un nivel de ciudadanía y tienen una capacidad de interlocución nacional. Desde la década de los setenta el movimiento indígena ha tomado fuerza en distintos países latinoamericanos, logrando convertirse en interlocutor válido del Estado, incluso en temas que trascienden la propia problemática indígena y van más allá de las iniciales reivindicaciones sobre tierra y educación. Son los casos, por ejemplo, de Colombia, Ecuador, Guatemala, y Nicaragua. En Guatemala el avance ha llegado a establecer comisiones paritarias gobierno-movimiento indígena para la formulación de proyectos estatales, como el de la reforma del Estado o la propia reforma educativa, así como la discusión en torno a las autonomías indígenas. 48 Es preciso agregar en la lista a Bolivia, cuyos pueblos han sido luchadores infatigables de los derechos indígenas y en los últimos años ha logrado espacios 48 López, L. E.; Küper, W. 1999. 28 importantes dentro de la política estatal, gran parte de la Cámara de Diputados está compuesta por diputados indígenas elegidos por voto popular y el gobierno incorpora a los indígenas con cargos altos en distintos niveles. En Colombia, pese a la escasa población indígena que existe, los indígenas son fuertes interlocutores del gobierno colombiano. Eso también está ocurriendo en Guatemala, y en el Ecuador.49 Foto, María Eugenia Delgado Alrededor de los años setenta en Ecuador y en la Amazonia peruana los movimientos u organizaciones indígenas demandaron la presencia de elementos de su cultura en la educación formal. En este marco, la educación bilingüe primero, y la EIB después, se convirtieron en demandas de las organizaciones indígenas en aras de una educación de mayor calidad, para interactuar en mejores condiciones, en el contexto de los países de los cuales las poblaciones indígenas formaban parte.50 La educación siempre ha sido un elemento fundamental en la historia de la organización y movilización indígena por la reclamación de sus derechos. La gran población indígena del continente, sumada a la variedad de grupos diferenciados, condujo a una multiplicidad de organizaciones determinadas por elementos territoriales (locales, departamentales, nacionales, regionales) y también por aspectos étnicos que no siempre corresponden a un territorio aislado. 49 50 López, Luís Enrique. 2002. López, L. E.; Küper, W. 1999. 29 Estas organizaciones han sido las encargadas de movilizar los proyectos de educación, tierras, salud, etc. que surgen de acuerdo a sus políticas y prioridades, y en esas relaciones con las administraciones han fortalecido su capacidad de gestión. Es así como surgen otras instancias supranacionales como: las coordinadoras que representan una región como la Amazonía: la COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica) que con sede en Quito representa a nueve organizaciones indígenas amazónicas nacionales; las coordinadoras que representan una región: la CAOI (Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, que inició agrupando a los pueblos quechua; los organismos que lo constituyen los países de un continente: el Fondo Indígena, que es un fondo para el desarrollo de los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe, constituido por 22 países. O el CONIC (Consejo de Organizaciones y Naciones Indígenas del Continente). Las metas de la organización se fundamentan en los procesos educativos. Es por esto que se les ve al frente de muchos de los trabajos de etnoeducación y además en la constitución de instituciones educativas para la formación de la población indígena preferencialmente. En Colombia está el Instituto Departamental de la Educación Indígena (INDEI) de la Organización Indígena de Antioquia. Dentro del mismo concepto de universidades indígenas interculturales se encuentra la Universidad Indígena Intercultural que se implementa en coordinación con la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas de Ecuador (Amawtay Wasi), la Universidad Autónoma Indígena Intercultural del Consejo Regional Indígena del Cauca (Colombia) y la universidad de las regiones autónomas de Nicaragua.51 Estas organizaciones van generando espacios de reunión para compartir políticas, reflexiones y originar mandatos al resto del continente, desde una filosofía indígena que comparten. Uno de esos espacios que vale mencionar es la Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades originarias indígenas de Abya Yala (las Américas), cuyo primer encuentro se realizó en 1990, con el propósito de proclamar la historia del movimiento indígena continental y poner en evidencia los planteamientos que desde la cosmovisión indígena aportan a la construcción de un nuevo orden más armónico y equitativo. La Cuarta Cumbre está programada para realizarse en mayo de 2009 en Puno, Perú.52 En los documentos preparatorios a la III Cumbre de 2007 los pueblos indígenas sostuvieron que existe una gran discrepancia conceptual respecto de la libre 51 52 www.fondoindigena.org www.cumbrecontinetalindigena.org 30 determinación, vista desde la óptica de los intereses de los gobiernos Estados, en contraste con la visión cultural, la cosmovisión de los Pueblos Indígenas. Discrepancia que es producto de dos distintos sistemas de conocimientos: la de las sociedades de los gobiernos Estados y la de los Pueblos Naciones Indígenas. “La jurisdicción de los Estados en términos de territorio es una de dominación y colonización, mientras la de la relación de territorialidad de nuestros pueblos está basada en la inter-relación y la reciprocidad.”53 El protagonismo indígena en la política también tiene importantes resultados, por ejemplo en el parlamento boliviano hay 36 representantes indígenas entre diputados y senadores. Esta participación hace que la autoestima y la fuerza de los pueblos originarios crezcan considerablemente.54 Los pueblos afrodescendientes buscan fortalecer interiormente su movimiento. Recientemente en 2005 presentaron la agenda de trabajo de la Conferencia Nacional Afrocolombiana – CNA, espacio pensado para articularse socialmente y buscar la unidad del movimiento afro. Adicionalmente desde 1934 se constituyó un movimiento afrocaribeño y latinoamericano que conforman en 1994 la Red Continental de Organizaciones Afroamericanas y en 1996 Afroamérica en Washington. Es importante la organización particular que a éstos niveles tienen las mujeres afro, quienes conforman una red continental.55 Lección 2. Reconocimiento de la diversidad étnica en América Latina Aún cuando las comunicaciones y la investigación social y antropológica han mostrado la realidad que el mundo es sobre todo diverso y que el multiculturalismo es la norma que rige las relaciones sociales en el mundo, las culturas nacionales de los países latinoamericanos, en general mantienen de hecho su concepción histórica de ser pueblos homogéneos bajo una misma religión y lengua. Ello se da, a pesar de las presiones ejercidas por las poblaciones afectadas por esa mirada, las cuales han logrado producir cambios en las políticas y legislaciones que reglamentan sus derechos. El movimiento indígena en el ámbito continental constituye uno de los movimientos sociales y políticos más dinámicos e innovadores. Junto a ello, se observa una mayor sensibilidad y apertura gubernamental, de los países latinoamericanos, frente a la diversidad lingüístico-cultural. Como fruto de lo anterior se han 53 www.cumbrecontinetalindigena.org Abram, M. 2004. 55 www.etniasdecolombia.org 54 31 modificado las leyes fundamentales de más de diez Estados, con la participación decisiva de las organizaciones indígenas y de líderes étnicos, políticos, sindicales o intelectuales. Foto, www.utchvirtual.net Los Estados de América Latina y el mundo han reconocido constitucionalmente el carácter multicultural y plurilingüe de sus sociedades, el derecho a la diversidad y la apertura a la participación comunitaria en acciones educativas. Las constituciones de por lo menos once países (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela) reconocen y aceptan su pluriculturalidad y algunos, como en el caso ecuatoriano, dejan incluso traslucir el carácter «multinacional» del país. A estos se suman otros cuatro (Chile, El Salvador, Honduras y Panamá) que, con disposiciones de menor rango, reconocen también tales derechos y, entre ellos, el relativo a una educación diferenciada.56 Desde 1917 la Constitución de México, el país con más experiencia en la educación indígena, reconoce la composición pluricultural del país: “La nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado” (cap. I, art. 1,2 y 4).57 56 57 López, L. E.; Küper, W. 1999. Abram, M. 2004. 32 Respecto del reconocimiento legal de los idiomas amerindios, hasta hace muy poco tiempo el Perú constituía una excepción en la región. Su legislación había otorgado desde 1975 a un idioma amerindio, el carácter de idioma oficial. Hoy otros idiomas indígenas comparten con el quechua esta condición. En 1991, la Constitución colombiana reconoció como oficiales, junto al castellano, a todas y cada una de las lenguas indígenas habladas en su territorio. En la Constitución peruana de 1993, o en la ecuatoriana de 1999, todas las lenguas indígenas son idiomas de uso oficial en las regiones en las que se hablan. Los idiomas indígenas son oficiales en Nicaragua en las regiones autónomas del Atlántico Norte y Sur. Lección 3. El derecho a una mejor educación Los pueblos indígenas por su condición de marginalidad han recibido malos servicios de los Estados, sea por el abandono que hace que no lleguen o que lo hagan de manera deficiente, o de otra parte, porque la propuesta educativa que llega no satisface las propias expectativas de formación, que tienen las comunidades para su infancia y juventud. “En Bolivia un educando de habla vernácula tiene el doble de posibilidades de repetir un determinado grado frente a su par que habla sólo castellano. Ello determina que el tiempo promedio para que un estudiante concluya seis grados de escolaridad sea de 12,8 años. Lo propio ocurre en Guatemala, país en el que un alumno requiere de 9,5 años para completar sus primeros cuatro de escolaridad formal. Situaciones como esas son producto del hecho que el sistema educativo falla, al no tomar en cuenta su particular condición lingüística ni las necesidades de aprendizaje derivadas de ella.”58 “Cuando de la educación formal se trata, el contexto indígena en general se caracteriza por su pobreza, producto, entre otras cosas, de la insensibilidad de los sistemas educativos que, hasta hace muy poco, no tomaban en cuenta las particularidades lingüísticas, culturales y sociales de los educandos que hablan una lengua distinta a la hegemónica.”59 Esa pobreza es consecuencia de la incapacidad de los sistemas educativos para tomar en cuenta las experiencias, saberes y conocimientos de los educandos e igualmente es la resultante de la tendencia homogeneizante y universalizadora que ha orientado y aún marca a la educación latinoamericana. El modelo educativo en el continente adoptó la forma de vida y la visión del mundo de los sectores medios y altos, que tienen un idioma 58 59 López, L. E. 2001. Ibid. 33 europeo como lengua de uso predominante o exclusivo y patrones culturales de corte occidental como referentes. “Todos estos factores han incidido en la configuración de una propuesta educativa pobre que redunda en resultados que también lo son.”60 “Los efectos de la escuela en las comunidades indígenas han sido siempre cuestionados por dirigentes propios o relacionados con sus organizaciones. En Colombia se le atribuye a la escuela un papel determinante en el debilitamiento de las formas tradicionales de preparación de los niños y jóvenes para vivir en el territorio propio y el ambiente comunitario.” 61 Esta responsabilidad en el debilitamiento de las culturas la comparte la escuela por diferentes razones, una de ellas, el uso Estatal de la institución educativa para propiciar la aculturación de los pueblos aborígenes. Foto, Wilkipedia La problemática presentada en las comunidades indígenas es parcialmente la consecuencia de la imposición de un modelo escolar, que ha aumentado el sometimiento de éstos pueblos frente a la colonización de sus tierras. La pérdida de valores culturales es una realidad que manifiestan con preocupación en las políticas que orientan sus nuevos planes de vida. Sin embargo, en la búsqueda por dar solución a los problemas que los afectan, han argumentado el derecho que tienen a recibir una educación acorde con sus realidades. 60 61 Ibid. Enciso, Patricia y cols. 1996. 34 Son muy pocos los pueblos que hoy en día argumentan la expulsión de la escuela de sus comunidades. En general han convivido con ella y llegaron a la conclusión que no pueden quedarse solamente con la educación endógena que tradicionalmente se daba antes de llegar la escuela occidental, pero, para no perder esos pilares formadores de su cultura, tampoco pueden aceptar una escuela que les aleja de su plan de vida. Estas razones han llevado a que los pueblos indígenas organizados promuevan la transformación de los sistemas educativos, abriendo espacios en sus instituciones para el desarrollo de una propuesta acorde a sus intereses y necesidades actuales; contando para ello muchas veces con el apoyo de entidades y países interesados en los procesos adelantados. Los resultados obtenidos en los procesos educativos son muy demorados en verse y lo que ahora se tiene es el producto de años de esfuerzo. Algo claro en el panorama actual es el espacio ganado por los pueblos nativos en el derecho a tener una educación que respete y valore las diferencias, así como también se cuenta con diferentes experiencias en toda la América Latina orientadas a dar respuesta a ese derecho. Lección 4. El derecho al uso de los idiomas ancestrales Los enfoques asumidos por la escuela en éste peregrinar de las comunidades indígenas por alcanzar una educación al servicio de sus ideales de pueblos y naciones originarias, son variados y se relacionan con los momentos históricos por los que ha pasado el movimiento indígena latinoamericano. Los esfuerzos por reformar ese modelo educativo impuesto han sido y siguen siendo muchos e importantes. Desde finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, hubo a través del continente un movimiento de los pueblos indígenas por la reivindicación del derecho al castellano y el derecho a la lectura y a la escritura en esta lengua. El castellano era la única herramienta que les permitía a los indígenas su defensa en la ciudad, en los tribunales y otros espacios de convivencia con la sociedad hegemónica. Entonces, ellos querían apropiarse de la lengua de uso, de la lectura y escritura para poder asumir la defensa de sus derechos.62 Con el transcurrir del tiempo y con un mayor avance en la organización comunitaria, los propios indígenas comenzaron a descubrir que el sistema oficial homogeneizante y monolingüe no satisfacía sus intereses, no contribuía a la reproducción de su propia cultura, no facilitaba el cambio social anhelado ni el 62 López, Luís Enrique. 2001. 35 progreso esperado. Constataron, además, que no bastaba con leer ni escribir ni tampoco con hablar el idioma hegemónico, pues los mecanismos de exclusión eran más fuertes y la discriminación y el racismo persistían, aun cuando se tratase de indígenas letrados y que hablaran castellano.63 A partir de los años cuarenta se comienza a hacer uso de las lenguas diferentes al castellano en la educación y aparece lo que entonces se denominó como educación bilingüe de transición. Su uso llevó a utilizar las lenguas nativas para introducir en las comunidades indígenas contenidos ajenos a sus culturas y para su castellanización. Lo que esta educación bilingüe de transición logra es acelerar la asimilación. Bajo este paradigma hubo importantes proyectos educativos en territorios indígenas entre los años 70 y 80, en Bolivia, en Ecuador, en Guatemala y en Perú.”64 Foto, www.utchvirtual.net La introducción de las lenguas indígenas en la educación ha producido reacciones encontradas en las comunidades. Se mantiene en muchas familias el deseo que sus hijos e hijas aprendan el idioma oficial no indígena, como resultado de su asistencia a la escuela, y ven en el estudio de los idiomas maternos un obstáculo para ese fin. Las comunidades que han superado ésta situación son aquellas que han trabajado, una y otra vez, sobre los propósitos de la educación bilingüe, en el contexto del proyecto de vida de cada pueblo. 63 64 Ibid. Ibid. 36 En los años ochenta y noventa surge una educación denominada educación bilingüe de mantenimiento y desarrollo. Esta alternativa, que enfatiza en el bilingüismo y la interculturalidad permite ver que la lengua materna no constituye un impedimento para el aprendizaje del castellano, sino que más bien facilita su aprendizaje como segunda lengua, usando ambas lenguas como vehículos de educación.65 Se plantean entonces los fundamentos de una educación bilingüe, que va más allá de buscar el conocimiento de otro idioma, para adentrarse en lo sustancial de las lenguas, cual es su capacidad de reproducir los imaginarios (la cosmovisión) que cada cultura ha desarrollado en su contexto físico y espiritual. La educación en áreas indígenas se fue convirtiendo en algo más que una educación bilingüe y fue adquiriendo cada vez mayor calidad, producto tanto de la reflexión curricular y metodológica como de la participación de los padres y madres de familia y de las comunidades indígenas en su conjunto en la gestión e incluso en el quehacer educativo.66 Desde los años setenta las reformas educativas en Latinoamérica trajeron programas educativos institucionales alternativos, que superaron el criterio evangelizador, se distanciaron de la política oficial de castellanización y comenzaron a experimentar el bilingüismo escolar. Por ejemplo, en el Perú, en el marco de la Reforma de 1972, se logró influir en la definición de una Política Nacional de Educación Bilingüe y, en 1973 se creó en México la Dirección General de Educación Indígena (D.G.E.I.), como un subsistema sólo para indígenas que incorporó el uso en la educación de los 56 idiomas indígenas reconocidos oficialmente.67 Asimismo, en 1976, el estado colombiano se refiere por primera vez a la necesidad que la educación de las comunidades indígenas tenga en cuenta las lenguas y culturas de cada una de ellas, al igual que el conocimiento proveniente de otras culturas, apropiado a sus necesidades y medio. Esta situación se mantendría sin mayores desarrollos en los años setenta y a partir de la presión ejercida por los indígenas arhuacos, quienes expulsaron en 1982 a la Misión Capuchina de su territorio, se creó el Comité Técnico para coordinar la Educación Indígena Nacional y se concertaron con el gobierno nacional algunas fórmulas para el manejo de la educación de los indígenas.68 Si bien no en todos los países las lenguas indígenas han logrado ser consideradas como oficiales, la legislación de la mayoría reconoce a las poblaciones indígenas el derecho a recibir educación en su lengua ancestral. Pese a ello, es poco aún lo que se ha avanzado en la realización de este ideal y en el cumplimiento de las 65 López, L. E. 2001. López, L. E.; Küper, W. 1999. 67 Ibid. 68 Decreto 1142 de 1978 y Resolución 3454 de 1984. 66 37 nuevas legislaciones; poco se ha hecho para ir más allá de las acciones realizadas en la educación y en la radio, o para incorporar los idiomas indígenas a otros órdenes de la vida social Por lo tanto los indígenas no participan con sus idiomas de la vida política, social y económica de sus países.69 Lección 5. La dimensión intercultural en la educación para grupos étnicos Los avances en la búsqueda de una educación de mayor calidad para los grupos étnicos trajeron la necesidad de modificar el currículo escolar, de manera que éste diera cuenta también de los saberes, conocimientos, historias y valores tradicionales de los pueblos indígenas y negros. “Con ello se buscaba, de un lado, responder a las necesidades básicas de aprendizaje y, de otro, acercar aún más la escuela a la comunidad y a la vida de los sujetos a los que pretendía servir”. 70 La educación en áreas indígenas se fue convirtiendo en algo más que una educación bilingüe y comenzó a autodefinirse como educación bilingüe intercultural o educación intercultural bilingüe (EIB). La EIB, como se le conoce generalmente, es una educación con raíces en la cultura de la población que atiende, pero abierta a la incorporación de elementos y contenidos provenientes de otras culturas, próximas o lejanas que puedan aportar en el proceso formativo.71 En una EIB es necesario trascender el plano meramente idiomático para abarcar también los planos político, social, económico, religioso, artístico y demás que conforman la cultura; añadir a la característica bilingüe de la educación la dimensión intercultural. La interculturalidad es diálogo e intercambio cultural, valoración de las otras culturas, préstamo cultural. La interculturalidad hace referencia a relaciones entre pueblos que tienen distintas tradiciones culturales y que ocupan un mismo espacio. Las circunstancias de acceso permanente a un mundo globalizado, por medios masivos de comunicación y otras fuentes como el turismo, hacen ese intercambio cada más amplio. 69 López, L. E.; Küper, W. 1999. Ibid. 71 Ibid. 70 38 La dimensión intercultural de la educación para grupos étnicos diferenciados está referida a la relación curricular que se establece entre los saberes, conocimientos y valores propios o apropiados por estas sociedades y aquellos saberes, conocimientos y valores desconocidos y ajenos; en la búsqueda de un diálogo y de una complementariedad permanente entre la cultura tradicional y aquella de corte occidental, con el propósito de satisfacer las necesidades de las poblaciones indígena y afrodescendientes y de contribuir a la búsqueda de mejores condiciones de vida.72 Este reto ha sido asumido de maneras muy distintas, que han dependido fundamentalmente de la concepción que cada programa tiene sobre la cultura y el currículo. Hay programas que tienden a incorporar algunos contenidos culturales en el currículo oficial, mientras que otros programas conciben al currículo como un proceso de construcción cultural, que debe dar pie a la identificación de formas divergentes de entender la realidad.73 Foto, Maruja La aproximación a la interculturalidad que incluye la inserción de contenidos de las culturas locales en el currículo oficial, la han denominado en algunos países como contenidos étnicos en el currículo. En otras experiencias enseñan una lengua indígena a educandos hispanohablantes de otros sectores sociales. Se encuentran algunos ensayos en curso de ésta aproximación, en países como Bolivia y Guatemala.74 Mientras que la posibilidad de construir currículo, obedeciendo a la diversidad local, se encuentra en las experiencias etnoeducativas colombianas. Sin embargo, un trabajo limitado al plan de estudios, por más bueno que sea, no es suficiente para garantizar el desarrollo de una educación intercultural. Desde una concepción vivencial de la interculturalidad, con énfasis en la dimensión 72 López, L. E.; Küper, W. 1999. Trapnell, Lucy. 74 López, L. E.; Küper, W. 1999. 73 39 afectiva y social es evidente que el trabajo de incorporación de saberes indígenas en el currículo, aunque fundamental, es sólo uno de los aspectos que deben ser atendidos en la formación EBI75 La negociación cultural que se debiera producir en la dinámica de contacto y cambio cultural actual de las comunidades indígenas, no ha tenido los desarrollos esperados. “La lógica de negociación que le subyace no ha sido ni explícita, ni formalizada y cuando se aborda, la pluralidad de sus acepciones revela de inmediato su valor ideológico por lo general referido a una “armonía”, a un diálogo de culturas en abstracto que olvida los factores económicos, políticos, etc. que regulan y condicionan las relaciones entre la sociedad dominante y la cultura minoritaria.”76 75 76 Trapnell, L. Rodríguez, Á; Martínez, A. 2005. 40 Capítulo III ENFOQUES EDUCATIVOS PARA LA INTERCULTURALIDAD En sociedades multiculturales como las que caracterizan los Estados latinoamericanos es importante tener claridad acerca de la manera como se entiende y se vive la interculturalidad. Los sistemas educativos nacionales se vienen acercando a ejecutar propuestas que recogen el sentir de los grupos étnicos indígenas y negros en torno a un tratamiento igualitario en las relaciones entre las diferentes culturas que conforman la nacionalidad. Este interés de los Estados se convierte en un reto para las sociedades latinoamericanas, que ven con preocupación las corrientes xenofóbicas del mundo contemporáneo y que, por haber sufrido ese mal en la reciente historia con presencia en las relaciones actuales, desean un mejor futuro para las nuevas generaciones. Lección 1. La Educación Intercultural Bilingüe Un aspecto medular de la concepción de EIB es la cultura, su reconocimiento como valor fundamental de un grupo humano y su posibilidad de entrar en relación con otros grupos a partir de las manifestaciones que les son propias y los identifican. La EIB es una modalidad educativa que propende porque los grupos o las poblaciones identificadas culturalmente, tengan el derecho a ser formadas en sus propios valores lingüísticos, sociales, económicos, históricos, políticos, religiosos, etc. El planteamiento pedagógico parte de ese reconocimiento y establece la necesidad de tener unos referentes externos a esos valores, para poder convivir plenamente dentro de un mundo globalizado. La aldea global en la que se configura el mundo moderno, tiene como características que se identifica con una cultura dominante, la cual se transforma rápidamente; pero que, además, por la razón de la interconexión, tiene una posibilidad de ser influenciada desde cualquier parte. Esta última opción no por remota deja de ser probable, siempre y cuando el interlocutor tenga un aporte significativo para la humanidad. La EIB tiene una fundamentación que le da sustento como política educativa en las poblaciones adonde se ha llevado con gran aceptación. Esta se puede apreciar 41 en las siguientes dimensiones: fundamentación psico-pedagógica, fundamentación ética y fundamentación política.77 Foto, María Eugenia Delgado Desde la fundamentación psico-pedagógica se sostiene que “el principio fundamental de toda pedagogía es que el aprendizaje debe partir siempre de lo que ya se sabe y se maneja adecuadamente”.78 Por ello la EBI propone afianzar en un comienzo la cultura propia y, a partir de ahí, agregar de manera reflexiva y crítica los nuevos conocimientos. Este es uno de los elementos más valiosos para la aceptación y la valoración que hacen de la EIB las comunidades indígenas y afrodescendientes; sustentado en la recuperación de la confianza que significa la socialización en un medio seguro, por amable y conocido. La pedagogía de la EBI fortalece la identidad cultural de los estudiantes, comunidad y profesores, aportando al sentimiento de seguridad personal, en una época de la vida donde esa formación del carácter es trascendental para el éxito futuro. La fundamentación ética cuestiona la discriminación que se ha dado en razón de la diferencia. Convoca al reconocimiento del derecho a la igualdad de las personas sin distingo de clases, razas u otras categorías que han sido excusa para el maltrato. Es el fundamento de la justicia y se compenetra muy bien con todos los procesos de revaloración interna y externa que impulsan los indígenas y afrodescendientes, en un continente que les ha negado el derecho a ser tratados en igualdad de condiciones. Tener un fundamento ético universaliza la problemática de las culturas que han sido tratadas en desigualdad e introduce un 77 78 Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. Ibid. 42 componente de contrastación globalizado, que puede ser bastante acertado para el manejo de la interculturalidad. El componente político de la fundamentación se refiere a “los postulados o cimientos mismos de la sociedad y el Estado”. Transformar algunos de sus planteamientos, consignados en las leyes que normatizan la convivencia, ha significado adelantar una serie de movimientos reivindicatorios de las comunidades indígenas y afrodescendientes en el continente. Esa acción política ha producido algunos cambios favorables a las concepciones de una nueva convivencia en la tolerancia, que en la práctica tiene que ser desarrollada con la misma favorabilidad. Es una responsabilidad primordial de la EIB formar en el respeto de los valores y actitudes para establecer relaciones interculturales acertadas. Como objetivo que tiene muy explícito lo ha venido trabajando en las diferentes experiencias, pero debe ser una preocupación especial de todo el sistema educativo, por tratarse de una situación que no se da en aislamiento. Para que haya una buena relación intercultural las partes deben estar apostando conjuntamente hacia el respeto, la concertación y la tolerancia. Por otra parte la interculturalidad no la ve la EIB como un asunto temático, sino más bien como la oportunidad de tener conocimientos y experiencias que permitan la cimentación o transformación de las actitudes personales y grupales, en una perspectiva de mayor felicidad, equlibrio y armonía para la sociedad. “La vertiente cultural no debe traducirse en una materia sino que debe ser un hilo conductor presente en las diferentes áreas.”79 Lección 2. Etnoeducación La etnoeducación es el componente educativo del etnodesarrollo, y éste tiene en la autonomía (“…el ejercicio de la capacidad social de decisión de un pueblo…”80) su mayor énfasis. El concepto hace referencia a un grupo humano cohesionado por orígenes históricos y raciales, y por ende, culturales y lingüísticos, que además comparten un proyecto para construir su futuro. Cuando se habla de etnoeducación se hace referencia a los pueblos, como entidad política y social, además de cultural, quienes en el caso de los pueblos indígenas son definidos en el Convenio 169 de la OIT como “pueblos en países independientes, considerados 79 80 López, Luís Enrique. 1996. Resolución 3454 de 1984. Ministerio de Educación Nacional de Colombia. 43 indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país… en la época de la conquista…”81 En etnoeducación es de gran importancia la fortaleza de las decisiones sociales y comunitarias que orientan los procesos educativos. La base social de respaldo a la etnoeducación fue concebida, desde un inicio, como un factor decisivo para el éxito de sus programas y proyectos, por tanto se espera que la participación de los diferentes sectores de la comunidad se dé en los diferentes aspectos relacionados con el proceso educativo. En consecuencia se fomenta la vinculación de mayores y sabedores, entre otros de los líderes comunitarios, en los momentos de planeación, construcción o materialización de propuestas y evaluación. Esa participación convoca a la inclusión de elementos cosmogónicos y del plan de vida de cada pueblo, en los contenidos y prácticas educativas, con el propósito de cobrar una mayor autonomía. Foto, Néstor Jiménez Aun cuando con la EIB comparte la etnoeducación estrategias participativas, es en otros aspectos donde coinciden con mayor énfasis. Estos aspectos, fundamentales de la propuesta de EIB son: el reconocimiento y vinculación de los saberes de la cultura propia a la escuela, en una búsqueda de la promoción y 81 Roldán, Roque; Gómez, John Harold. 1994. 44 fortalecimiento de la identidad cultural (uso de lenguas indígenas para la instrucción y recuperación de los contenidos étnicos en el proceso escolar), así como la relación de éstos saberes con la cultura dominante (idiomas español y portugués, y demás valores occidentales), en un esfuerzo por frenar el debilitamiento cultural de los pueblos indígenas contemporáneos. Colombia es el único país latinoamericano que oficialmente adoptó el concepto de etnoeducación para identificar los procesos educativos que se desarrollan con pueblos indígenas, afrocolombianos y rom (gitanos). Con base en el enfoque etnoeducativo se inició la ejecución de proyectos experimentales que valoraran la cultura propia, mediante la implementación de programas bilingües y biculturales.82 Posteriores desarrollos, los que seguramente estuvieron influenciados por las reflexiones conceptuales que se venían dando en la EIB en Latinoamérica, introducirían el concepto de interculturalidad como uno de los principios de la etnoeducación.83 Pero iría más allá y la acompañaría con otros principios que enriquecerían el concepto en lo social y comunitario: la integralidad, la diversidad lingüística, la geohistoria, la sustentabilidad y viabilidad económica, la flexibilidad, la progresividad, la solidaridad, la autonomía, la participación comunitaria y la cohesión y control social.84 Todos estos principios estaban encaminados a dos fines principales: a) la formación de personas y pueblos autónomos y b) la construcción y desarrollo del proyecto global de vida de cada uno de los pueblos indígenas, negros y raizales (de San Andrés y Providencia). En 1996 los pueblos indígenas y afrocolombianos desarrollaron conjuntamente con el Estado los lineamientos de la política etnoeducativa, los principios y fines antes anotados y, algo más importante, los fundamentos: cosmovisión, territorio, diversidad, usos y costumbres y pedagogías propias. 85 La etnoeducación entonces está formulada para fortalecer en los grupos étnicos su capacidad de decidir acerca de su viabilidad económica y cultural en un territorio ancestral históricamente definido, reconociéndose diferentes y respetuosos de la diversidad. De tal manera, un proyecto etnoeducativo tiene como soporte el Plan de Vida y no puede entenderse sin la autonomía que nace de la organización y participación comunitaria, emanada desde los usos y costumbres. La etnoeducación debe estar al servicio del proyecto de vida, de la conservación del territorio y la cultura, en una relación de derechos y deberes que se determinan en la relación intercultural. 82 Resolución No. 3454 del 13 de abril de 1984(Ministerio de Educación de Colombia). Ley General de Educación 115 del 8 de febrero de 1994. Artículo 56. Decreto 804 (artículo 2). 84 Ministerio de Educación, enero 1996. 85 Ibid. 83 45 Estos postulados, comunes a la etnoeducación indígena y a la etnoeducación afrocolombiana, se han ido especificando según sus propias características poblacionales, pero se comparte la decisión tomada por representantes de los grupos étnicos, respecto a que el Proyecto Educativo Institucional (PEI), obligatorio para todo establecimiento educativo, se convierta en la estrategia para concretar el Proyecto Etnoeducativo Comunitario (PEC), el cual es a su vez el componente educativo del Proyecto de Vida. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), creada en 1982 mantiene los principios de unidad, territorio, cultura y autonomía, que coinciden con la etnoeducación indígena en el horizonte de construir unos pueblos con identidad ancestral y posibilidad de futuro sin traicionarse. Las organizaciones de los grupos étnicos, las instituciones estatales y las organizaciones no gubernamentales han construido en las dos últimas décadas, de manera participativa, una política estatal, más o menos aceptada, que ha permitido desarrollar diferentes experiencias. Las comunidades indígenas siempre han estado atentas de los procesos educativos y han influido en la definición de las políticas estatales para los grupos étnicos. Sus organizaciones nacionales y regionales mantienen una política que genera acciones educativas con programas propios o en concertación con otros organismos. En el año 2007 lograron la creación de una instancia de concertación ante el Ministerio de Educación, denominada Comisión Nacional de Trabajo y Concertación de la Educación para los Pueblos Indígenas, cuyo objeto es la formulación, seguimiento y evaluación de la política públicas de educación para los Pueblos Indígenas.86 Los aportes hechos por las comunidades afrocolombianas en procura de una visión intercultural son varios, sin embargo vale resaltar la obligatoriedad de incluir en el área de sociales de los diferentes niveles del currículo nacional la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, con el propósito de velar “para que en el sistema nacional educativo se conozca y se difunda el conocimiento de las prácticas culturales propias de las comunidades negras y sus aportes a la historia y a la cultura colombiana, a fin de que ofrezcan una información equitativa y formativa de las sociedades y culturas de estas comunidades.”87 Lección 3. La interculturalidad para todos La EIB inicialmente orientada a contribuir para que los pueblos “minorizados” recuperen la confianza perdida respecto de sí mismos, de sus culturas y de sus 86 87 Decreto 206 de 2007. Artículo 39 de la Ley 70 de 1993. 46 instituciones, gradualmente transciende la esfera indígena para impregnar con sus propuestas el conjunto de la educación latinoamericana en un momento en el que la humanidad se ve ante la necesidad de aprender a convivir, en un mundo de múltiples diferencias, para asegurar la supervivencia en el planeta.88 La educación intercultural bilingüe abrió la posibilidad a una educación intercultural para todos en América Latina. Sus proponentes, que empiezan a aparecer en 1990, sugieren que en todas las escuelas los educandos desarrollen competencias y actitudes interculturales. “La noción de interculturalidad comienza a transcender la relación entre indígenas y no-indígenas para aplicarse también a contextos más amplios relacionados con la presencia afroamericana y con la de las minorías étnico-culturales resultantes de la migración extranjera a la región. En este sentido, la propuesta de educación intercultural contribuye de manera más general a la construcción de una pedagogía de y en la diversidad.” 89 La interculturalidad se constituye en un rasgo fundamental de la educación nacional; en algunos países de América Latina la conciben como una transversal de las propuestas curriculares, o como es el caso de la nueva educación boliviana, en un eje de todo el sistema educativo. 90 Foto, Agustín Almendá La afirmación de la identidad cultural se produce en la apertura a los aportes de los otros pueblos; esta visión beneficia la reafirmación de los valores propios y también faculta para optar de manera consciente por los cambios que se requieran para un mejor vivir. Es complejo desarrollar una práctica que busque cambiar los paradigmas que han modelado una visión de la realidad social durante siglos, en 88 López, L. E. 2001. Ibid. 90 Ibid. 89 47 procura de cuestionar la hegemonía de la cultura latinoamericana de corte europeo que ha impuesto sus creencias, valores, conocimientos y prácticas culturales como universales, en desmedro de aquellas de las culturas amerindias.91 “Incluir la interculturalidad como elemento básico del sistema educativo implica que se asume la diversidad cultural desde una perspectiva de respeto y equidad social, una perspectiva que todos los sectores de la sociedad tienen que asumir hacia los otros. Esta perspectiva tiene que partir de la premisa de que todas las culturas tienen el derecho a desarrollarse y a contribuir, desde sus particularidades y diferencias, a la construcción del país.”92 Es clara la importancia de contar con una propuesta pedagógica que permita llevar a las instituciones de formación la interculturalidad como propósito general de convivencia. “No se trata simplemente de reconocer, descubrir o tolerar al otro, o la diferencia en sí, tal como algunas perspectivas basadas en el marco de liberalismo democrático y multicultural lo sugieren.”93 Tampoco se trata de encerrarse en identidades, viviéndolas y entendiéndolas como posesiones étnicas inamovibles. Más bien, se trata de impulsar activamente procesos de intercambio, pero estos procesos de intercambio no constituyen un simple contacto o relación entre culturas,… sino algo mucho más profundo, que tiene como meta confrontar las desigualdades en los intercambios culturales y entre culturas mismas.94 Lección 4. La interculturalidad en las ciudades El crecimiento de las ciudades latinoamericanas con el arribo de la población campesina mestiza, de indígenas y de afrodescendientes, desplazados de una u otra manera de sus tierras de origen, es un fenómeno en aumento. Además del malestar que experimentan por el cambio de hábitat, las condiciones de marginalidad y escases les ubican por lo general en las situaciones más desfavorecidas de las urbes. La creciente presencia indígena en zonas urbanas no sólo contribuye a la modificación del escenario y del imaginario de las ciudades latinoamericanas, sino que además trae desafíos inesperados. La EIB no ha logrado aún desarrollar propuestas para este nuevo tipo de situaciones, en tanto fue concebida para 91 Trapnell, L. Walsh, Catherine. 2000. 93 Ibid. 94 Ibid. 92 48 atender a población rural.95 Hay excepciones en proyectos puntuales, como en del Cabildo Inga en Bogotá, con 500 personas, quienes han iniciado una propuesta de etnoeducación en el preescolar, que recupera la historia, las costumbres, el idioma y los nexos con el territorio ancestral para mantener la identidad.96 Foto, Néstor Jiménez La diferencia del inmigrante desde los campos con el habitante de las ciudades es notoria en habilidades y destrezas para desempeñarse en las nuevas exigencias. En el afán por parecerse al modelo de éxito, deja sus rasgos distintivos, en un intercambio cultural que desde su inteligencia se le antoja provechoso. Entonces, la educación intercultural se presenta como una necesidad para enfrentar el nuevo reto cultural, sin minusvalías de parte de los recién llegados y sin atropellos por parte de las comunidades receptoras. La acomodación a las nuevas condiciones, como proceso educativo que es, puede llevar mucho tiempo y sus consecuencias pueden variar dependiendo de la orientación que se le dé a los programas educativos. La “educación intercultural para todos” debe extenderse a las escuelas de la ciudad; la escuela urbana hasta ahora ha sido el lugar donde se transmiten los valores sociales urbanos y los prejuicios hacia las sociedades rurales, indígenas y afrodescendientes. Como los prejuicios son transmitidos mediante alusiones desvalorativas marginales y en la omisión de estas sociedades como tema que merecería plena atención, los promotores de la “educación intercultural para todos” postulan que se debe fomentar la “intercomprensión entre ciudadanos de 95 96 López, L. E. 2001. Al tablero No. 46, 2008. www.mineducacion.gov.co 49 un estado pluricultural, el respeto mutuo entre personas con diferentes “identidades étnicas”, y, por ende, la paz y la armonía sociales, introduciendo en los contenidos de las escuelas urbanas conocimientos de las sociedades rurales e indígenas”97 y afrodescendientes. “Esta posición es utopista, pues ignora las relaciones de dominación y, además, cree que basta con que los alumnos aprendan las “cosas” de las otras culturas, para que adopten una actitud tolerante, respetuosa e igualitaria frente a los miembros de las sociedades dominadas. Tratar en una clase las costumbres de los pueblos indígenas procura a los alumnos conocimientos, mas el significado de las cosas dentro de una lógica de vida subjetiva distinta de la urbana no se aclara ni se hace comprender con la simple adquisición de estos conocimientos folklóricos. “98 Se reafirma el planteamiento anotado en la lección anterior, respecto de la imperiosidad de encontrar una pedagogía adecuada para el tratamiento de la educación intercultural en las escuelas pluriculturales; no con ello se aclara el enfoque intercultural en las escuelas y comunidades urbanas con presencia de población indígena y afrodescendiente. La ciudad de Bogotá tiene cinco cabildos indígenas de cuatro grupos étnicos, dos de ellos originarios de la Sabana de Bogotá. A esta realidad se le agrega una migración permanente de familias indígenas y afrodescendientes que llegan a la ciudad, situación que llevó al Concejo de Bogotá, por iniciativa de una concejal indígena, a contar con una política pública para neutralizar las desventajas que afectan a las minorías étnicas en contextos urbanos, proteger su patrimonio cultural y brindar solución a la situación de quienes de distintos pueblos han llegado a la ciudad, víctimas del conflicto armado en los territorios ancestrales, o por la migración forzada que produce el hambre y la falta de condiciones de vida en las zonas rurales.99 Estos indígenas y afrodescendientes, migrantes y desplazados forzados, no encuentran en la ciudad posibilidades para desarrollar un proyecto de vida digno, ni con identidad. En un proyecto adelantado con mujeres indígenas que viven en la ciudad de Bogotá, pertenecientes a 12 grupos étnicos, el 29% son jefes de hogar y en el caso de las demás que comparten sus ingresos para sostener el hogar, sus esposos tienen trabajos eventuales con ingresos menores al salario mínimo.100 Otra realidad fue reseñada en una investigación adelantada en Pereira, Dos Quebradas y La Virginia, ciudades intermedias colombianas, a raíz de la preocupación por la presencia de mujeres Emberas, con hijos pequeños mendigando en las grandes ciudades de Colombia. La actividad económica que determina los ingresos de las familias indígenas residentes en estas ciudades 97 Gasché, Jorge. 2007. Gasché, J. 2007. 99 www.concejodebogota.gov.co 100 Asociación Manos Amigas. 2008. 98 50 eran: en 14% artesanías, 80% otra actividad (correspondiente en su mayoría a trabajos no calificados, en donde el salario mínimo es el máximo ingreso) y 11% limosnas.101 Los indígenas en las ciudades conservan el contacto con sus comunidades de origen y lo van perdiendo en la medida que son asimilados por la cultura urbana; muchos regresan de visita llevando algún aporte para sus familiares. Esos nexos no los puede perder de vista un proyecto educativo urbano, que debe apuntar a sensibilizar frente a las condiciones que se tienen en la ciudad y a otras reales o posibles que le ofrece la pertenencia a un pueblo o grupo étnico. El tratamiento intercultural debe servir para confrontar esas situaciones y colaborar con la elaboración de un plan de vida, relacionado en lo posible con el plan de vida de su comunidad de origen. Lección 5. EIB en América Latina “La EIB es una innovación educativa que tiene tradición en el continente y toma diversas formas y modalidades según los contextos en los cuales se ha desarrollado: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Guyana Francesa, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela. Aun cuando en su mayoría se trate de proyectos con reducida incidencia en las políticas educativas de cobertura nacional, en Ecuador y México la EIB tiene cobertura nacional, se ofrece a través de un sistema paralelo al general, en el caso del Ecuador, y de un subsistema del sistema educativo nacional en México. En Bolivia y Colombia la EIB tiene también cobertura nacional pero no se ofrecen sus programas desde un sistema paralelo como en los dos casos anteriores; sino en las localidades en las cuales una población indígena es predominante. En los demás países la EIB se ofrece a través de programas de amplia cobertura (como en Guatemala y Perú) o de proyectos focalizados (como en Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Honduras y Venezuela).102 Nicaragua, por ser el único país de la región que ha reconocido autonomías regionales multiétnicas en la costa Caribe: la Región Autónoma del Atlántico Norte y la Región Autónoma del Atlántico Sur, dirige la EIB a toda su población indígena, en éstos espacios político-geográficos.103 101 Mejía, William. 2007. López, L. E. 2001. 103 Ibid. 102 51 La enseñanza bilingüe en Paraguay se ofrece para todo el país en dos modalidades: para hispanohablantes y para guaranihablantes. En la práctica, en casi la totalidad de las escuelas del país, la modalidad hispanohablante se impone como sistema de enseñanza, por varios motivos: la falta de materiales didácticos en guaraní, la falta de formación de los docentes (que saben hablar en guaraní pero no necesariamente escribirlo), el rechazo de los padres (que piensan que el español es más importante para su hijo/a, etc.)104 Foto, Néstor Jiménez Como se puede apreciar, la gran diversidad de situaciones sociolingüísticas existentes llevan a la necesidad de imaginar estrategias de educación intercultural diferenciadas que respondan a las características específicas de cada región, a las expectativas de su población y a las necesidades de aprendizaje de los educandos, sean ellos monolingües de idioma indígena, bilingües (incipientes, avanzados y equilibrados) e incluso monolingües hispanoparlantes.105 “La EBI nació como una demanda a favor de la inclusión de saberes indígenas en la escuela. Esta exigencia puso sobre el tapete la necesidad de revisar y modificar los currículos escolares, lo cual era y sigue siendo una tarea bastante compleja y difícil, debido, entre otros factores a la falta de personal especializado y de conocimiento sobre los pueblos indígenas beneficiarios”.106 Otra mirada de las situación que atraviesa la EBI manifiesta que ésta sigue expuesta a los retos que encontró a sus inicios: 1) miles de niños indígenas siguen 104 Demelenne, D. López, L. E.; Küper, W. 1999. 106 Trapnell, L. 105 52 recibiendo una educación de corte urbano homogeneizante; 2) la incorporación de saberes indígenas en los programas de EBI sigue siendo débil; 3) aún no se le da suficiente importancia a la dimensión vivencial y comunicativa de la interculturalidad y no se tiene mucha claridad sobre cómo promover la conciencia y el respeto de la diversidad desde el plano cognitivo, afectivo y vivencial; 4) existe un conjunto de limitaciones respecto al manejo de las lenguas en la educación. No se puede pensar entonces en etapas concluidas o en problemas ya superados que pueden ser reemplazados por otros, de lo contrario se corre el riesgo de promover los procesos asimilatorios contra los cuales surgió la educación intercultural.107 “El discurso de la interculturalidad ha llegado a la legislación latinoamericana y se ha incorporado al discurso pedagógico, pero falta aún aterrizar en la práctica… Existe una gran brecha entre la concepción teórica y las prácticas de EIB, de hecho persisten prácticas homogeneizantes y asimilatorias encubiertas bajo los términos de educación bilingüe intercultural o bicultural. Los programas de EBI en Latinoamérica se han desarrollado en el marco de estas tensiones y la manera cómo cada uno las ha interpretado y manejado ha generado diferentes niveles de apertura frente a los retos que encierra la diversidad. Hay un consenso generalizado de que la mayoría de programas que llevan este nombre siguen enfatizando el aspecto lingüístico y descuidando la dimensión cultural.108 Sin embargo junto con la educación popular, la educación intercultural bilingüe constituye una de las más importantes innovaciones de la educación latinoamericana de los últimos tiempos.109 En palabras de los dirigentes indígenas actualmente “el mejoramiento del servicio educativo de nuestros pueblos requiere que nosotros planteemos propuestas curriculares que respondan a nuestras realidades cósmicas y territoriales, para que en el futuro, por medio de la escuela, nuestros hijos sepan defender nuestros derechos, historia, idiomas y formas de relacionamiento del hombre con la naturaleza. De este modo nos sentiremos orgullosos de nuestra identidad e historia, sin dejar de lado los adelantos de la modernidad, los cuales en vez de quebrantarnos deben ser utilizados para fortalecernos más como pueblos.” 110 107 Trapnell, L. Ibid. 109 López, L. E.; Küper, W. 1999. 110 Consejo Educativo de la Nación Quechua; Consejo Educativo Aymara. 2002. 108 53 SEGUNDA UNIDAD ETNOEDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA Foto, Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe del Ecuador - DINEIB Hay una tradición de trabajos educativos cuyo propósito es la atención pertinente de los pueblos indígenas latinoamericanos. En general no pasa de tres décadas el tiempo que se ha dedicado a construir las variadas experiencias, que se encuentran a lo largo del continente. En unos países más que en otros se tienen proyectos de etnoeducación en marcha, pero la constante en estos tiempos es la iniciación, desarrollo y consolidación de tales procesos en todos los países. Aun con las diferencias que este panorama arroja, se puede, una vez que se tiene una visión general de cada situación, acometer la tarea de identificar grandes líneas de lo que caracteriza a la etnoeducación o EIB en América Latina; sus resultados hasta el momento y sus posibles proyecciones. 54 CAPÍTULO I RESPUESTAS DIFERENTES A REALIDADES DIVERSAS La realidad en la América Latina de una gran variedad de etnias y sus consecuentes culturas y características que las identifican y diferencian, determina que los programas y proyectos que se realizan sean igualmente variados. Hay pueblos numerosos y organizados que han movilizado la opinión política de sus países a favor de sus causas étnicas, logrando que haya sistemas educativos completos al servicio de la EBI ó etnoeducación. En el otro extremo hay pueblos minoritarios, sin organización, que están perdiendo su identidad por falta de una atención educativa de calidad. Y entre ambos extremos hay pueblos indígenas y afrocolombianos que recurren a la etnoeducación como un recurso para fortalecer sus proyectos étnicos locales, defender sus territorios, sus costumbres y su futuro. Lección 1. Programas etnoeducativos en sistemas dirigidos por los grupos étnicos Ecuador La educación no ha sido prioritaria en el Ecuador, en los años ochenta el porcentaje del PIB invertido en Educación era del 5%, el cual fue reducido en el nuevo siglo a menos del 3%, mientras países como Bolivia y Colombia asignaban en la misma época el 6.7% y el 4.2%, respectivamente.111 Largas luchas en la que la Confederación de Nacionalidades Indígenas CONAIE logró organizar a la demanda indígena frente al Estado y también logró sensibilizar al conjunto de la sociedad ecuatoriana, permitiendo la creación de la Dirección de EBI (DINEIB), en el año 1988. La DINEIB constituye un sistema paralelo, el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe – SEIB, que tiene tres Direcciones Regionales (Costa, Amazonía, Sierra y Nacionalidades) y 21 Direcciones 111 Viteri, Galo. 2006. 55 Provinciales y es administrado por los mismos pueblos y nacionalidades indígenas.112 El sistema bilingüe cuenta con 1908 escuelas, atendidas por 5167 maestros, no todos indígenas y no todos bilingües; el 94% son estatales y el 6% restante es contratado por las comunidades y los padres de familia. Los maestros bilingües requieren de una mayor formación, no todos los bilingües enseñan en dos idiomas y muchos de ellos son neoalfabetas en su propio idioma. Para su formación existen varios Institutos Normales Superiores Bilingües. 113 El sistema tiene 97766 niños, el 7% son niños mestizos monolingües en castellano y el 1% son niños de cultura kichwa, también monolingües en castellano. Se trabaja en kichwa en los primeros grados, usando a veces la traducción o mezclando los dos idiomas sin sistema. Las escuelas hasta sexto grado son bilingües; en los grados superiores ya se escucha menos la lengua materna, normalmente el kichwa queda como asignatura, todo lo demás se desarrolla en castellano. 114 Foto, DINEIB Las escuelas, muy bien organizadas, cuentan con materiales didácticos, en parte elaborados por los maestros y los propios niños. Se han producido materiales y textos que cubren todas las materias, en todos los grados, en los dos idiomas; esto vale para el idioma mayoritario (en el sistema bilingüe el 73% son kichwas), no tanto para los idiomas minoritarios, donde la cobertura generalmente no llega 112 www.educacion.gov.ec/dineibme Abram, M. 2004. 114 Ibid. 113 56 más allá del tercer grado. Además de los textos de aula existen ensayos, guías, materiales para los maestros, investigaciones y una revista: “Pueblos indígenas y Educación”. Tienen además aulas de computación. 115 En Ecuador la Universidad de Cuenca ofrece, desde hace más de diez años, una licenciatura en lingüística andina y EIB para estudiantes indígenas (LAEB). Otras universidades, como la Salesiana, ofrecen cursos relacionados con EIB, y la FLACSO tiene una maestría en estudios étnicos. “La enseñanza bilingüe no siempre parece acertada. Hay todavía oposición de parte de algunos padres, no vencida por los maestros, que en muchos casos parecen compartir los argumentos.” 116 México La EIB tiene en México, tal vez la historia más larga del continente. Después de la corriente ideológica “incorporacionista” de los años veinte, que usó el “método directo”, o sea enseñar a la población indígena solamente en castellano, se pasó a la política integracionista, que introdujo en los años treinta el uso de la lengua indígena como medio para llegar a la enseñanza del español. A finales de ésta década, a partir de la creación del Instituto Indigenista Interamericano y del INI Instituto Nacional Indigenista (1940), formularon en 1948 proyectos sobresalientes en salud y educación.117 Posteriormente, cuando los indígenas consideraban que el INI se había convertido en otro organismo burocrático más, que no representaba el medio adecuado para hacer llegar sus demandas, fue reemplazado por la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). 118 En 1963 se aprueba la política educativa nacional para regiones indígenas con métodos bilingües y en 1978 la reforma educativa crea, en la Secretaría de Educación Pública, la Dirección General de Educación Indígena, parcialmente en manos indígenas, encargada del proyecto de Educación Indígena Bicultural.119 El sistema educativo mexicano en preescolar y primaria se divide en el sistema bilingüe intercultural y el sistema general, sin que se presenten muchas ni grandes diferencias entre los dos. No se cuenta con planes y programas propios para los niveles educativos del medio indígena, ambos sistemas tienen currículos contextualizados del plan y programa nacional,120 115 Ibid. Ibid. 117 Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 118 Jiménez, Yolanda. 2005. 119 Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 120 Jiménez, Y. 2005. 116 57 La población indígena argumenta seguir con la secundaria en castellano.121 “México posee la mayor oferta formadora de maestros bilingües del continente.” 122 La Universidad Pedagógica Nacional de México forma a maestros bilingües en varios idiomas y en más de 70 centros regionales; tiene la licenciatura en educación preescolar y en educación primaria para el medio indígena, en modalidades escolarizadas y semiescolarizadas; también ofrecen la Maestría en sociolingüística de Educación Básica Bilingüe, con especialización en interculturalidad. Además se encuentran las Escuelas Normales Bilingües Interculturales. El 77% del personal docente de Educación Bilingüe tiene estudios de Educación Superior.123 Sin embargo la Secretaría de Educación Pública manifiesta que las deficiencias de la educación en las zonas indígenas se deben entre otras cosas a un enfoque pedagógico y cultural inadecuado, originado en el deseo de reproducir en condiciones precarias el esquema de la escuela urbana. En las escuelas indígenas se ha avanzado en infraestructura, en la producción de textos gratuitos en L1, en capacitación, e inclusive se tienen iniciativas en el diseño curricular, pero todavía existe poco progreso en la formación y comprensión de la enseñanza aprendizaje en el aula.124 Foto, wilkipedia “La educación de las poblaciones indígenas todavía no tiene el status de cuestión principal en la sociedad mexicana actual, a pesar que aparece como prioridad en el programa oficial… el futuro de la educación indígena depende más de los 121 Abram, M. 2004. Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 123 Ibid. 124 Ibid. 122 58 procesos sociales en lingüísticas.”125 curso, que de las concepciones pedagógicas y En Oaxaca un Estado donde habita la quinta parte de la población indígena del país y en donde el 40% de su población es indígena, se promulgó en 1995 una Ley Estatal de Educación que atiende problemáticas referidas a la implementación de una educación bilingüe intercultural para las minorías étnicas. Esta Ley es un avance en el reconocimiento de la especificidad de las culturas regionales, locales, y además establece la enseñanza de contenidos referidos a las culturas étnicas en la población escolar no indígena. Pero la EBI necesita otras condiciones de organización y asesoría para que la práctica docente refleje los principios y resultados de la política, por ejemplo se tiene que replantear profundamente la enseñanza inicial en lengua indígena y sus conexiones con la segunda lengua. Es reducido el número de escuelas que en Oaxaca practican en el primer ciclo el uso de la lengua indígena, como es mínima la cobertura del subsistema de educación indígena, que no llega a atender el 20% de la población indígena en los niveles de educación inicial, preescolar y primaria.126 Alrededor de la escuela existe una gran producción de literatura de autores indígenas, no siempre en las lenguas indígenas, pero también en ellas o al menos en ediciones bilingües.127 Lección 2. Programas etnoeducativos en entidades territoriales de los grupos étnicos Nicaragua Hay educación bilingüe desde hace veinte años, apoyada por Terra Nuova, la cooperación finlandesa KEPA (el proyecto FORIBCA) y ONGs europeas.128 La política de EBI se desarrolla al interior de las Autonomías que cuentan con gobierno propio; estos gobiernos se ocupan también del desarrollo curricular y de la gestión de la educación. Con la creación de las Autonomías, la E.I.B. cobró más 125 Ibid. Ibid. 127 Abram, M. 2004. 128 Ibid. 126 59 importancia y se estableció como una modalidad de educación regional con énfasis en la dimensión de sustento a la identidad atlántica y a la Autonomía.129 Desde los años ochenta existe un programa nacional de EBI por parte del Ministerio de Educación. En la Dirección de Educación Primaria se tiene el Programa de Educación Bilingüe Intercultural (PEBI) para las regiones autónomas norte y sur de la Costa Atlántica. Estas regiones están habitadas por pueblos indígenas: mayangnas (sumus), miskitos y ramas; comunidades mestizas zambas: creoles o criollos (mezcla de negros con indígenas miskitos) y garífonas o garífunas (mezcla de indígenas caribes y negros), éstos últimos están asimilados actualmente a la lengua y cultura criollas.130 Foto, Universidad Politécnica de Nicaragua El programa impulsa el desarrollo de sus lenguas nativas y el rescate cultural de sus pueblos, como también la consecuente inserción intercultural en la unidad nacional. Se inició en 1984 con miskitos, sumus y criollos, actualmente atiende todos los grupos, a excepción de los mestizos, y cuenta con 52 Escuelas Modelo Bilingües, de las 200 escuelas que atiende el PEBI. Su cobertura es hasta cuarto grado en la Región Autónoma Atlántico Norte con miskitos y mayangnas, y hasta sexto grado en la Región Autónoma Atlántico Sur con criollos y miskitos.131 El sistema de educación regional, SEAR, cuenta con 2 Consejos regionales de Educación y tiene como meta reconvertir a todas las escuelas en bilingües. Se 129 Ibid. www.montraykreyol.org 131 Ibid. 130 60 empezó con la transformación curricular de las dos Escuelas Normales y se está construyendo el currículo bilingüe para la educación inicial.132 La Universidad de las Regiones autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN) en Bluefields apoya la EBI. Tiene carreras relacionadas con la enseñanza bilingüe y ejerce un liderazgo en Centroamérica; ya graduó promociones de la Licenciatura en EIB. La segunda Universidad de la Costa Atlántica, BICU, también tiene trabajos con la EBI. Existen textos para la primaria bilingüe en mísquito y sumo/mayangna, y para inglés y castellano como L2.133 Las dificultades que presenta el Programa de EBI son: 1) el aislamiento de la región; la insuficiencia lingüística de los maestros; la carencia de especialistas y 4) la falta de reforzamiento y capacitación de los equipos técnicos regionales para la transformación curricular y el diseño y elaboración de materiales educativos. Colombia La Constitución de 1991 declara a Colombia como una Nación multiétnica y pluricultural, los territorios indígenas entidades territoriales y los territorios de las comunidades negras de propiedad colectiva. Así mismo oficializa las lenguas en sus territorios y manda que la enseñanza que se imparta en las comunidades con tradiciones lingüísticas propias sea bilingüe. Además la educación contratada y los procesos educativos en comunidades de grupos étnicos deben ser concertados con las organizaciones involucradas.134 La situación colombiana es leída como “sui generis” en el continente, porque: 1) la modalidad recibe la denominación de etnoeducación; 2) las dimensiones bilingüe e intercultural constituyen sólo dos de los varios factores que intervienen en su definición; 3) la modalidad recibe una importante atención en la política nacional; y 4) la propuesta de etnoeducación trasciende el ámbito indígena para hacerse extensiva a la población afrocolombiana135 y en menor medida a los pueblos rom o gitanos que habitan el país. 132 Abram, M. 2004. Ibid. 134 Decreto 804 de 1995. 135 López, L. E. 2001. 133 61 Desde 1988 Colombia tiene convenio con las misiones católicas para la administración de la educación, en 1978 atendían el 9.6% de los establecimientos nacionales en 17 entidades territoriales, con una tendencia a disminuir su cobertura. En 1990 atendían 25 internados indígenas y una población de estudiantes de primaria pertenecientes a grupos étnicos, que promediaba el 50% de la matrícula, en 12 entidades territoriales.136 Esta contratación se daba a la par de la preocupación de las comunidades por la desintegración de los pueblos ocasionada por la acción proselitista de misiones católicas y protestantes.137 Foto, Memorias I foro afrocolombiano. Muchos de los actuales líderes de las organizaciones son egresados del sistema de educación contratada, que a excepción de las acciones de proselitismo religioso que pudiesen facilitar, daba mejores oportunidades de formación al compararlo con las administraciones directas de las secretarias departamentales de educación; las cuales se siguen caracterizando por su descuido pedagógico y financiero. En las Mesas Temáticas de concertación entre el Ministerio de Educación y las comunidades de los grupos étnicos, realizadas en las regiones desde el año 2003, en desarrollo del Decreto 1397 de 1996, se encontró que muchas autoridades y funcionarios estatales han omitido la aplicación de la legislación etnoeducativa.138 Esta situación se presentaba a menudo en años anteriores, pero era matizada en parte por la presencia en las regiones de los funcionarios del Programa de Etnoeducación del Ministerio, equipo que fue debilitado en el 2001 con las seguidas reestructuraciones administrativas que sufrió el ente rector. 136 Ministerio de Educación. 1982. Ministerio de Educación. 1991. 138 Enciso, Patricia. 2004. 137 62 Una mirada de la época ratifica lo dicho antes: “Las experiencias de educación indígena se desarrollan de forma diversa e incluso accidentada, no solamente por sus circunstancias propias sino también porque el reconocimiento legal de ésta no significa que los agentes institucionales (CEP139, Educación Contratada) y no gubernamentales hayan modificado prácticas viejas de la educación o se adecuen a la nueva realidad, salvo en ciertas comunidades en donde la fuerza de las organizaciones indígenas o la comprensión de estos agentes es mayor.” 140 Los pueblos indígenas y afrodescendientes colombianos han logrado sensibilizar a los gobiernos y avanzar en su proyecto de defensa de los territorios y de sus lenguas y culturas.141 Ello en gran parte se origina en el trabajo político y organizativo que ha llevado a los grupos étnicos en Colombia a ocupar cargos de prestigio en la institucionalidad del país y a obtener reconocimientos jurídicos a sus derechos. A partir de 1976 como parte del proceso de mejoramiento cualitativo de la educación en el país, se hace explícito el derecho de las comunidades de los grupos étnicos a contar con una educación acorde con sus características y necesidades. En 1984 el Ministerio de Educación creó el Programa de Etnoeducación, que ha tenido períodos en los que ha sido asimilado en las demás instancias administrativas. Aun así, estableció una política de mejoramiento de la calidad de la educación para grupos étnicos, a través de cinco componentes de la etnoeducación: capacitación de docentes, investigación, diseño curricular, producción de materiales educativos bilingües y asesoría, seguimiento y evaluación. La aparición de la Ley 70 de 1993, o Ley de Comunidades Negras, permitió la creación de la Comisión Pedagógica Nacional, mediante el Decreto 2249 de 1995, y con ella la dinamización de un proceso propio de etnoeducación en las comunidades donde se concentra gran parte de la población afrocolombianas. Surgieron entonces lineamientos particulares de política para las comunidades afrocolombianas.142 En los últimos veinte años se lograron crear en el país distintos tipos de recursos científicos, pedagógicos y humanos que han favorecido la gestación de las experiencias etnoeducativas. Se aumentó el conocimiento de más de cuarenta lenguas indígenas y afrocolombianas por distintos centros académicos, lo cual permitió reducir la dependencia hacia el Instituto Lingüístico de Verano (ILV), institución que desde 1962 investigó y produjo en el país material sobre casi 139 Los Centros Experimentales Piloto, que fueron las instancias encargadas de la etnoeducación en las regiones durante los años 1985 y 1995. 140 Trillos Amaya, M. 1998. 141 Abram, M. 2004. 142 Ministerio de Educación, marzo 1996. 63 cincuenta lenguas, pero que ha sido cuestionada por las organizaciones indígenas debido a su carácter religioso y a las divisiones que causa en las comunidades.143 Foto, Néstor Jiménez “En Colombia el concepto de etnoeducación se convirtió en un canal facilitador de las aspiraciones educativas de los pueblos indígenas. A pesar de ser interpretado y asumido de diferentes formas, los pueblos indios han acudido a ese concepto para desarrollar diversas iniciativas de educación que tienden a ser más pensadas por las comunidades, más cercanas, adecuadas y articuladas a un proyecto de vida integral, a las necesidades de las comunidades y a un proyecto de reconstrucción y crecimiento cultural.”144 Entre las diversas experiencias etnoeducativas que se pueden encontrar en Colombia, se podrían citar algunas, con la implicación de no conocerse todas, dada la dispersión, la falta de reseñas sistematizadas y el aislamiento que caracteriza los procesos y limita acceder a su conocimiento: El proceso educativo liderado por la Organización regional Indígena de Antioquia (OIA), quienes en coordinación con el Estado han adelantado procesos de construcción curricular, formulación de Planes de Vida y formación de maestros y líderes comunitarios en los pueblos indígenas de su organización. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) también ha liderado desde 1980 un proceso que tiene tres expresiones importantes: a) el “Planeamiento Educativo Guambiano”, que se propone reconstruir la educación con el aporte de los mayores; b) el “Programa de Educación Bilingüe” nasa, propiamente liderado por el CRIC, desarrolla un proyecto de 143 144 Trillos Amaya, M. 1998. Ibid. 64 educación comunitaria que incide en más de 70 escuelas y ha formado maestros y agentes educativos; desembocando también en la oferta de educación superior; y c) y la Asociación de Cabildos Indígenas de la Zona Norte del Cauca (ACIN) que han desarrollado el Proyecto Educativo Comunitario en el marco del Plan de Desarrollo Regional de los 14 cabildos. En condiciones de una organización política más débil, en el Amazonas se desarrollo desde antes de 1993, un proceso sistemático de mejoramiento de la calidad de la educación, financiado por la Educación Contratada con la iglesia católica. Se diseñaron y ejecutaron de manera participativa con las organizaciones y comunidades indígenas, proyectos educativos, materiales escolares y procesos de formación de maestros en las zonas de San Rafael, la Chorrera y Araracuara, Tarapacá y río Amazonas, Pedrera y Mirití. En etnoeducación afrocolombiana se han realizado experiencias en diferentes regiones del país, Una de las principales se adelanta en el Departamento de Bolívar, en donde la Etnoeducación se implementa en 12 comunidades con el liderazgo de la experiencia adelantada desde la década de los ochenta en el Palenque de San Basilio. La organización de comunidades negras ha respaldado un proceso curricular y con proyectado hacia su plan de vida. 145 En Colombia, existen seis programas de licenciatura en etnoeducación, en universidades de diferentes partes del país. “Uno de los avances más sobresalientes en estos doce años es la creación de institutos para jalonar los procesos educativos indígenas desde la orientación política de las organizaciones (OIA 2004; CRIC 2004). La formación de recursos humanos continúa en casi todas partes, denotando el interés de líderes políticos y autoridades tradicionales en que se mejore la calidad de la educación y en incrementar los cuadros de indígenas preparados para formular y manejar proyectos, ser interlocutores de igual nivel con funcionarios y encargados de la administración nacional en diferentes sectores y ayudar a posicionar las organizaciones étnicas ante el Estado y la sociedad en general.”146 Las reformas de los últimos años, que han llevado a una descentralización y privatización de la educación, no han ayudado al fortalecimiento de los procesos. Los departamentos y municipios, no han sido muy afectos a invertir en los proyectos etnoeducativos, exceptuando aquellos pocos espacios donde las organizaciones indígenas y afrocolombianas son fuertes políticamente y han logrado coadministrar con éxito. El proceso de apropiación de la educación básica, por parte de los pueblos indígenas, ha llegado a un punto, donde las mismas comunidades y organizaciones se proponen al Estado como contratistas; eso tiene 145 Memorias del I Foro Nacional de Etnoeducación Afrocolombiana, realizado en 2002 en Bogotá para socializar las experiencias educativas de las comunidades negras en Colombia. 146 Enciso, P. 2004. 65 múltiples implicaciones, entre otras, que las comunidades ganan autonomía sobre los maestros. También se ha contado con el apoyo de organismos internacionales, que a través de las organizaciones propias o de las ONGs han permitido el desarrollo de algunas experiencias.147 Se pueden mencionar algunos logros alcanzados en las tres últimas décadas, en cuya gestión participaron entidades del Estado, ONGs, organizaciones y comunidades de los grupos étnicos y universidades públicas y privadas: La capacitación y formación de maestros que laboran en las comunidades de los grupos étnicos. Estas plazas docentes paulatinamente han sido ocupadas por miembros de las mismas comunidades en seguimiento de la normatividad vigente. El diseño de currículos educativos en diferentes modalidades de construcción colectiva, que han llevado a resultados de adecuación, contextualización, integración temática de las áreas o creación y redefinición de las áreas desde concepciones culturales. El diseño y elaboración de material educativo en lenguas indígenas, afrocolombianas y en español. La formulación de proyectos etnoeducativos, muchas veces articulados a los planes de vida de las comunidades. La participación de algunas comunidades y organizaciones en la administración de su educación. El aumento en el número de indígenas y afrocolombianos que entran a la educación superior. Se cuenta en lo específico con seis licenciaturas en etnoeducación. A su vez las acciones adelantadas han permitido identificar las siguientes dificultades:148 Conflictos creados por la “salarización” del maestro dentro de la cultura y por la rivalidad que se da con los sabedores tradicionales, cuando los docentes se articulan más al sistema educativo oficial que a la comunidad. La etnoeducación sigue siendo un tema marginal en la política educativa nacional. No ha logrado afectar el sistema educativo en su conjunto, trascendiendo la concepción de una educación para grupos étnicos; se hace necesario que se proyecte e involucre al resto de la sociedad.149 Pertinencia de la capacitación en cuanto enfoque, contenidos y métodos. Los programas en la mayoría de los casos incluyen las temáticas sobre el saber occidental organizadas en esquemas de tradición no indígena y el saber propio se tematiza en cátedras disciplinarias descontextualizadas. 147 Abram, M. 2004. Trillos Amaya, M. 1998. 149 Men. 2003 148 66 Insuficiencia de investigaciones orientadas hacia los proyectos educativos en desarrollo. Adecuación mecánica de currículos e inadecuación de los mismos a la situación sociolingüística. Las cosmogonías propias de los grupos étnicos se han investigado para que sirvan de contenido, pero no para que sean la base estructural de los proyectos educativos. Falsas o inadecuadas metodologías para el uso de las lenguas, por falta de una elaboración teórica al respecto. Insuficiencia de recursos económicos estatales para adelantar los procesos etnoeducactivos. Al no existir un sistema específico dentro del sector educativo que canalice esfuerzos en procura de mejorar la calidad etnoeducativa, los recursos dedicados a su desarrollo serán eventuales y escasos para la magnitud de lo posible. Deficiencia en la concepción y ejecución de los procesos de asesoría, seguimiento y evaluación; correspondiente al incipiente nivel de desarrollo del conocimiento necesario para adelantar los procesos encomendados y ocasionado también en parte por la falta de una política estable de respaldo al programa. Lección 3. Proyectos de amplia cobertura Bolivia La lucha por la escolarización indígena viene de tiempo atrás en Bolivia, acompañada de la reclamación de derechos.150 Las luchas de las Centrales Bolivianas, como la Central Obrera COB, pero también de la Confederación de Maestros Rurales, han impuesto la reivindicación de una educación pertinente. La Asamblea del Pueblo Guaraní que, habiéndose decidido plenamente para le EIB, presionó para que el Estado y los otros pueblos indígenas la hicieran suya.151 En 1992 se creó la Dirección Nacional de EBI en el Ministerio de Educación. La Reforma Educativa instauró la EBI en Bolivia desde 1994, e hizo de la interculturalidad y de la participación popular los fundamentos del nuevo sistema educativo nacional. Bolivia se decidió para una EIB de desarrollo y de mantenimiento, que apunta a la conservación de todas las lenguas habladas, y a 150 151 Sichra, Inge. 2001. Abram, M. 2004. 67 un sistema de educación intercultural para todos los bolivianos; en un Estado donde todas las lenguas son oficiales en sus territorios.152 Foto, www.aymara.org Los cuatro Concejos de Pueblos Originarios (quechua, aymara, guaraní y amazónicos) vigilan el sistema bilingüe y el desempeño de los maestros. Los maestros bilingües son formados en Escuelas Normales, gerenciadas por las Universidades, y mediante la “Ley de Participación Popular” que ha hecho posible la transferencia de fondos estatales a los gobiernos locales, las escuelas se organizan en núcleos, fomentando la capacitación local de los maestros. 153 Han producido materiales en tres lenguas indígenas y distribuido de manera generosa libros en idiomas indígenas y en castellano, para las bibliotecas de aula y de escuela. Tienen un currículo flexible y abierto que responde a la diversidad de culturas y lenguas del país y que, al mismo tiempo, no deja de lado un denominador común que le dé un sentido de unidad. El nivel nacional es el encargado del diseño del tronco común curricular, siendo responsabilidad de los niveles departamentales y locales la elaboración y aplicación de las ramas diversificadas de acuerdo a las 152 153 Ibid. Ibid. 68 necesidades concretas de aprendizaje, bajo lineamientos establecidos en el nivel central. El diseño del tronco común fue un proceso que se desarrolló a medida que avanzaba su aplicación en el aula, lo cual exigía de los maestros cambios drásticos en su concepción de los procesos de enseñanza-aprendizaje y en su desempeño pedagógico. Esta situación generó dudas e inseguridades en la labor en el aula. Por esta razón se consideró necesario consolidar la aplicación del tronco común para luego promover las adecuaciones y complementaciones que respondan a las necesidades locales.154 Estos logros se han dado para la educación primaria; la tarea es llevar la EIB a la educación secundaria. En la Universidad de San Simón de Cochabamba, en el Departamento de Posgrado, funciona el Programa Académico PROEIB Andes. Paraguay Como el Paraguay es un país bilingüe, donde el idioma guaraní es hablado por el 80% de los paraguayos y más o menos un 35% lo escribe, la educación inicial se da normalmente en dos idiomas. El grupo indígena guaraní, sin embargo, habla un guaraní distinto del guaraní colonial de los mestizos y blancos y debe ser tratado aparte.155 El diseño de enseñanza – aprendizaje bilingüe en castellano y guaraní en el periodo 1994 – 2004, respondió al modelo de mantenimiento. En la Educación Escolar Básica, grados 1° al 6°, la enseñanza – aprendizaje bilingüe se realiza en dos modalidades: para hispanohablantes y para guaranihablantes; en respuesta a que los niños y las niñas que ingresan a las instituciones educativas son monolingües en una de las dos lenguas.156 A pesar que la mayor parte de los niños y niñas que entran en la escuela son guaraní hablantes, en casi la totalidad de las escuelas del país la modalidad hispanohablante se impone como sistema de enseñanza. Hay varios motivos: la falta de materiales didácticos en guaraní, la falta de formación de los docentes (que saben hablar en guaraní pero no necesariamente escribirlo), el rechazo de los padres (que piensan que el español es más importante para su hijo/a, etc.). El nivel de bilingüismo existente en realidad se trata de un continuo, en el cual los 154 Ministerio de Educación. 2004. Abram. M. 2004. 156 Demelenne, D. 155 69 extremos de monolingüismo absoluto en una de las lenguas son los casos menos frecuentes y en el intermedio se presenta una diversidad de grados de bilingüismo en los hablantes.157 Con la introducción del idioma guaraní en el sistema escolar se inició el proceso de recuperación social de la lengua que, aunque mayoritaria en la comunicación cotidiana de los paraguayos, se encuentra en evidente desventaja frente al castellano, por su falta de acceso a las numerosas esferas que hacen parte de la comunicación moderna. Foto, Indymedia Lo crítico del caso paraguayo es la escasa atención que se presta a la población indígena y a sus minorías. La población nacional tiene un promedio de ocho años de escolarización a los 15 años, mientras que los indios de esa edad solo reciben los primeros tres años de la enseñanza escolar. El censo tuvo como resultado que el 40 % de la población indígena es analfabeta, se cuenta solo con 350 escuelas para 500 comunidades y 160 maestros trabajan sin salario.158 Aun teniendo la experiencia bilingüe con el guaraní, y contando con una Dirección General de Educación Indígena,159 es muy poco lo que se ha hecho por la EIB. Existe la necesidad de una educación indígena específica, una educación que no sea la integración, una educación que sea un instrumento adicional para valorar y defender su cultura y sus derechos. 157 Demelenne, D. www.lanacion.com.py 159 www.mec.gob.py 158 70 Hay preocupación para que se genere un modelo EBI aparte para las escuelas de los pueblos indígenas. En la década de los noventa la sociedad mestiza monocultural y bilingüe se acordó de los indígenas todavía sobrevivientes y están empezando esfuerzos de una educación bilingüe también para los demás indígenas. La constitución de 1992 reconoce por primera vez la presencia de pueblos indígenas al interior de la nación y les otorga el derecho de tener una escuela propia.160 Perú El idioma quechua es oficial, a la par del castellano, desde 1975. En 1969 la Reforma Educativa Peruana fomentó la EIB y se estableció una Unidad en el Ministerio de Educación, que se transforma en Dirección Nacional de EBI, DIGEBIL, en 1987. Esta política ha tenido altibajos, por la falta de personal, de poder de decisión y de presupuesto. En la década del noventa la DIGEBIL fue convertida en Unidad de Educación Bilingüe, dependiente de la Dirección Nacional de Educación Inicial y Primaria, situación luego modificada en 2001, mediante la creación de la Dirección Nacional de Educación Bilingüe Intercultural (DINEBI), responsable de normar y orientar la política nacional de Educación Intercultural, Bilingüe en las etapas, niveles, modalidades, ciclos y programas del sistema educativo nacional.161 Hubo educación bilingüe en los Andes del Perú desde los años veinte, con la Misión Adventista. Desde esos años hay historia de programas y proyectos, entre los que cabe mencionar: el Proyecto del Alto Napo, PEBIAN, con los naporuna; el Proyecto Bilingüe del Puno, que trabajaba desde los años 70 en quechua y en aymara y el proyecto de la Universidad de San Marcos, en Ayacucho, desde 1964. Un programa de EIB pionero en América Latina fue el Programa de Formación de Maestros Indígenas especializados en Educación Intercultural y Bilingüe, diseñado en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana en Iquitos y que empezó a formar maestros indígenas a partir de 1988.162 La EIB en el Perú estuvo circunscrita a la primaria en la década del ochenta. Los docentes de los programas eran atendidos a través de capacitaciones orientadas a promover el manejo de los materiales producidos en los proyectos y al conocimiento de metodologías innovadoras. Estos programas desarrollaban 160 Abram, M. 2004. Trapnell, L. 162 Gasché, Jorge. , 2007. 161 71 propuestas que expresaban diferentes formas de entender la cultura y de asumir y enfrentar la diversidad y la interculturalidad.”163 En un contexto de baja eficiencia de la educación rural (27.7% de repitencia en primer grado), y tomando muy en serio la situación de la población indígena, quechua y aimara hablante, el Estado peruano se concentra en la articulación de la educación primaria, apoya las actividades preprimarias y hace énfasis en implicaciones de la enseñanza bilingüe. Sin embargo, se está lejos de diseñar una política lingüística y una pedagogía bilingüe intercultural para las vastas zonas de población indígena.164 La implementación y consolidación de la EBI en Perú enfrenta las siguientes dificultades: a) Incomprensión y rechazo, debida a estereotipos y prejuicios hacia lo que tenga que ver con lo indígena; b) falta de recursos humanos formados, tanto en el nivel de la propuesta y gestión pedagógica como de la gestión institucional; c) falta de una política general sobre lenguas y culturas a nivel nacional.165 Foto, BBC Mundo Entre los logros, cabe señalar:166 la producción de cartillas en lenguas indígenas. En las áreas de Comunicación Integral y Lógico-matemática, adopta el nuevo enfoque pedagógico y tiende a ser cultural y lingüísticamente pertinente. Distribución en los tres últimos años de alrededor de un millón de textos en lenguas indígenas. 163 Trapnell, L. Abram, M. 2004. 165 Godenzzi, Juan Carlos. 2004. 166 Ibid. 164 72 La cooperación interinstitucional para la capacitación docente EBI, con ONGs, universidades e instituciones de educación superior cuyo ámbito de trabajo se sitúa en las zonas rurales en las que existe población vernáculohablante. La conformación de grupos de interaprendizaje, en los que se reúnen una vea al mes los docentes de comunidades más o menos próximas. El diseño y elaboración de diccionarios bilingües (lengua indígena – español – lengua indígena) para los niños. Diseño de una propuesta para apoyar la EBI en educación inicial a través de la radio Han sido más los agentes no gubernamentales (la Cooperación Alemana G.T.Z., la Unión Europea, Terra Nuova, la Universidad de San Marcos) y los intelectuales (lingüistas, antropólogos, indigenistas) quienes han impulsado, alimentado y promovido la EIB. Hace falta el apoyo esencial de las organizaciones indígenas y del Estado. Las organizaciones indígenas todavía son débiles en la Sierra y la identidad y el orgullo del indígena quechua se esconden todavía tras la autodenominación de campesino de los Andes.167 En los años ochenta se realizó en Iquitos un Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía, resultado del Convenio entre el Ministerio de Educación, cuatro institutos pedagógicos superiores, la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana y las federaciones indígenas (AIDESEP), es de resaltar en éste programa el protagonismo que tuvo la Asociación de los Pueblos Amazónicos. En la actualidad hay un programa de apoyo a las Escuelas Normales Bilingües y un gran número de maestros bilingües formados académicamente. También hay libros y textos para la EIB que son utilizados en muchos otros proyectos.168 Sólo una pequeña parte de los niños indígenas peruanos tienen acceso a la EBI (la cobertura no parece ir más allá del 15% de los estudiantes indígenas), ésta se halla restringida a franjas de la Sierra y a algunos pueblos de la Amazonía.169 Guatemala A finales de los años sesenta se realizó un proyecto de educación bilingüe con las cuatro comunidades mayas más numerosas, en Guatemala. Posteriormente se 167 Abram, M. 2004. Ibid. 169 Abram, M. 2004. 168 73 tienen las experiencias del Proyecto Nacional de Educación Bilingüe Intercultural (PRONEBI) que funcionó, con ayuda del USAID, entre 1986 y 1994, la labor del Instituto de Lingüística de la Universidad Rafael Landívar, el proyecto de Educación Maya Bilingüe Intercultural (PEMBI) del Ministerio de Educación, adelantado con ayuda de la GTZ170 y actualmente se desarrolla el Proyecto Multiplicador de Educación Maya Bilingüe Intercultural (PROEMBI). En Guatemala la EBI está administrada desde la Dirección General de EBI (DIGEBI), que hace parte del Vicedespacho ministerial Bilingüe Intercultural y cuenta con Jefaturas Provinciales de Educación en 13 de los 22 departamentos. La DIGEBI es responsable de más de 2000 preescolares y 1200 escuelas primarias, está adelantando la contextualización el Currículo Nacional con base en las culturas indígenas del país y tiene acciones pedagógicas en 18 Escuelas Normales Bilingües Interculturales.171 Al lado de las escuelas del Estado existen las escuelas mayas, dirigidas y administradas por las comunidades. Foto, Unesco La oferta educativa no es simétrica regionalmente, aun cuando existe una experiencia innovadora denominada la “Franja Maya”, que consiste en la enseñanza del idioma maya en escuelas indígenas y no indígenas y, también, se 170 171 Zimmermann, Klaus. 1997. www.mineduc.gob.gt 74 ofrece educación al pueblo garífuna, en cooperación con la Organización Garífuna de Honduras.172 Una gran parte de las plazas docentes rurales están reservadas a maestros bilingües, muchos de los cuales están todavía en formación. En la formación inicial de maestros bilingües intervienen varias agencias de cooperación y las Escuelas Normales Bilingües, están todas operando con base en el currículo desarrollado por el Proyecto de Educación Maya Bilingüe Intercultural y la agencia de cooperación alemana GTZ.173 Hay materiales en las 21 lenguas mayas, pero para los 6 años de la primaria sólo en las 4 lenguas mayores (k´iché, mam, caqchikel y k´eqchí). Para las lenguas menores los textos cubren los primeros tres años.174 Las principales necesidades que tiene la EBI son: la escasez de material y el poco personal capacitado. Se necesitan libros de texto para todas las materias en lenguas indígenas diseñados según los criterios de la EIB, además de otros materiales didácticos. Se tiene que formar al profesorado capacitándolo para la EIB; los actuales profesores no tuvieron la oportunidad de aprender durante su escolaridad a escribir su lengua, ni tienen el conocimiento cognitivo acerca de su estructura gramatical.175 Desde la perspectiva de los pueblos maya se identifican tres aspectos aún no satisfechos por el sistema EBI: 1) la organización de la EIB según los espacios sociolingüísticos (21 grupos mayas, uno garífuna y uno castellano), los cuales tienen una cohesión social y económica determinada históricamente; 2) la inclusión de su cosmovisión en el currículo, como contexto de la educación y, por ende, el eje dinamizador que recibe los contenidos de la otra cultura; 3) compartir con todos los guatemaltecos sus propias sabidurías al interior de una educación intercultural para todos.176 En Guatemala, la Asociación de Colegios de Educación Media (ACEM) ofrece, en 11 de sus 44 colegios, formación de maestros de primaria bilingües. Existe también un sistema masivo de profesionalización de los docentes, a nivel de cursos universitarios. La Universidad Landívar han participado de manera decisiva en la preparación de los docentes y de los formadores.177 172 Abram, M. 2004. Ibid. 174 Abram, M. 2004. 175 Zimmermann, K. 1997. 176 Abram, M. 2004. 177 Ibid. 173 75 Lección 4. Proyectos focalizados Honduras La creación de un sistema EIB y su implementación en Honduras se ha producido en una forma paralela al desarrollo rápido y reciente del movimiento indígena en general. La organización de los pueblos indígenas en la década de los ochenta, provoco que en 1994 se aprobara por Acuerdo Legislativo el derecho y la obligación del Estado de preservar las lenguas indígenas y de ejecutar programas de educación bilingüe intercultural en todas las escuelas primarias de las comunidades.178 En 1997 el Congreso Nacional institucionalizó la educación bilingüe intercultural. Dentro de la oferta educativa para las etnias el mayor esfuerzo desplegado por el Gobierno es a través del subcomponente del Proyecto Mejoramiento de la Educación Básica (PROMEB), es decir la creación del PRONEEAH (Programa Nacional de Educación para la Etnias Autóctonas de Honduras) en 1994. En la primera fase del programa se atendieron los miskitos, pech, tawahkas y garífunas. El programa EIB garifuna se mantiene en unas 20 escuelas en los cursos de 1°, 2° y 3°.179 Foto, www.nacionmulticultural En Honduras la Universidad Pedagógica apoya la EIB a través de investigaciones y formación de especialistas. Ya existe la formación de maestros bilingües en un Instituto pedagógico en Puerto Lempira y se está usando nueva tecnología para la formación y capacitación a distancia de los maestros. Hay un servicio de 178 179 www.angelfire.com Von Gleich, Utta; Gálvez, Ernesto. 1999. 76 capacitación itinerante. El proyecto de educación bilingüe intercultural tawahka, coordinado y dirigido por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia da formación a 25 maestros y maestras EIB.180 El programa PRONEEAH, que surge como una iniciativa de la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras (COMPA), tiene como compromisos: la asesoría y asistencia financiera para el desarrollo de un curriculum intercultural bilingüe; la normalización de las lenguas indígenas y el establecimiento de alfabetos oficiales y producción de obras de consulta en dichas lenguas (diccionarios y gramáticas); la capacitación de los representantes indígenas en el PRONEEAH; la producción de textos en lenguas maternas y español como segunda lengua y la formación de maestros en la especialidad intercultural bilingüe.181 Panamá Desde la década del setenta los pueblos indígenas, en especial los cuna, lucharon porque en sus escuelas se enseñara la lengua propia y sus maestros fueran hablantes de ella. En 1975, el Ministerio de Educación creo el Programa para el Desarrollo de la Educación Bilingüe para los grupos de cultura aborigen.182 Foto, www.biodiversidadla Aun cuando el espíritu de la Ley de Educación de 1995 obliga a impartir educación bilingüe y bicultural como educación única para los tres pueblos indígenas y la 180 www.angelfire.com Von Gleich, U.; Gálvez, E. 1999. 182 www.angelfire.com 181 77 Constitución vigente reconoce la identidad étnica de las comunidades y se compromete a desarrollar programas de educación y promoción para fortalecer sus lenguas y sus culturas, la preocupación acerca de las lenguas indígenas se da más en el contexto del mejoramiento de la eficiencia de la educación.183 Se relaciona éste enfoque con la escasa formación de los maestros y el vacio en el sistema bilingüe de un currículo y de textos en lengua indígena, que contrasta con la actividad de las organizaciones indígenas, quienes mantienen la promoción de la EIB, relacionada en sus políticas con otros temas importantes, como la ecología y el control de sus territorios.184 Chile A partir de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza promulgada en 1990 y de la Ley Indígena de 1993, Chile reconoce su multietnicidad y expresa valoración por las etnias. La política educativa con los pueblos indígenas prevé EIB, formación de maestros bilingües en las universidades y becas para estudiantes indígenas.185 El Ministerio coordina un Programa de Educación Intercultural Bilingüe (PEIB) en el que:186 se capacita a profesores de los establecimientos educacionales del programa (PEIB), a autoridades tradicionales indígenas y líderes comunitarios en estrategias de enseñanza y formación basadas en la EIB. Se financian proyectos que persiguen la incorporación de la cultura indígena en la escuela, la participación comunitaria, el desarrollo de prácticas pedagógicas interculturales y los encuentros entre establecimientos. Se fomenta la implementación de proyectos de contextualización curricular. Se elabora, imprime y distribuye material de apoyo a la Educación Intercultural Bilingüe para contexto andino y mapuche. Se elaboran y distribuyen materiales didácticos en EIB, realizados por docentes de las escuelas focalizadas por el Programa. A su vez el Ministerio coordina con el Programa Orígenes orientado a fomentar el desarrollo con identidad, desde una perspectiva sostenible y con pertinencia 183 Abram, M. 2004. Ibid. 185 Ibid. 186 www.mineduc.cl 184 78 cultural. Orígenes se ejecutó en 44 comunas con alta densidad de población aimara, atacameña y mapuche.187 Foto, geocities En un estudio del Ministerio de Chile sobre una muestra de las 162 escuelas focalizadas por parte del Programa Orígenes, se presenta que es considerable la tendencia a la ocupación de espacios extracurriculares para el tema indígena. El “confinamiento” de los temas culturales a estos espacios y su reducción a actividades vinculadas con las costumbres y tradiciones, van de la mano con una tendencia a la folklorización. La tendencia a la transversalización curricular, se traduce en fragmentación del conocimiento indígena y su descontextualización. Por otra parte, a nivel del curriculum oculto se observó que el fortalecimiento de la identidad del niño no es una orientación tangible en la práctica, es escasa la valoración explícita de la pertenencia cultural de los niños, muy limitado el espacio que se deja para que los niños hablen de sus vivencias culturales y aún menos de su vida familiar.188 Como parte de los convenios de Ministerio de Educación se encuentra en curso un programa de formación de maestros mapuches, en la Universidad Católica de Temuco, que ofrece un diploma en educación con mención en Educación intercultural y bilingüe. 187 188 www.origenes.cl Luna, Laura; Hirmas, Carolina. 2004. 79 Salvador Con la firma de los acuerdos de paz en 1992 se contempló el desarrollo y protección de las culturas y lenguas de los grupos étnicos salvadoreños. En 1995, se creó la Jefatura de Asuntos Indígenas que tiene como finalidad atender los programas de educación bilingüe y de asuntos culturales. La Reforma Educativa establece una educación indígena que gira alrededor de la cultura, más que de la lengua.189 Existe un proyecto EIB de rescate de la lengua nahuat y lentamente otras lenguas son llevadas a las aulas; como producto se han elaborado algunos materiales bilingües en lengua nahuatl y en cacaopera. Los programas educativos están apoyados y desarrollados por la Asociación Coordinadora de Comunidades Indígenas de El Salvador y por la Comunidad Lenca de Cacaopera. 190 189 190 Abram, M. 2004. www.angelfire.com 80 Argentina En Argentina la atención a los problemas educativos de los pueblos indígenas empieza en los años ochenta: se crea, en el Ministerio de Educación, la oficina de Educación Aborigen.191 El Estado define los lineamientos generales del sistema educativo para el mejoramiento de la práctica en las aulas, que es uno de los ámbitos públicos donde el fenómeno intercultural se manifiesta más tempranamente. El Ministerio de Educación fortalece la educación intercultural bilingüe como estrategia educativa en el compromiso de transformar estas iniciativas en una política de Estado y abre en el país la posibilidad de avanzar en un campo que no ha sido lo suficientemente explorado.192 Foto, www.tierradegauchos Los programas de EBI todavía son pocos, se está buscando ayuda e intercambio con Bolivia para atender el pueblo quechua; lo mismo vale para la población guaraní. Para los pueblos de la Patagonia la situación es más precaria: existe colaboración reciente con Chile para la EBI de los mapuches. Al lado de la administración estatal son las iglesias y las ONGs las que más se interesan en la educación intercultural.193 191 Abram, M. 2004. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Argentina, 2004. 193 Abram, M. 2004. 192 81 Costa Rica En la década de los setenta se creó la zona indígena de Talamanca y varios centros educativos que asumieron la modalidad EBI. Existe un colegio indígena autogestionado en Talamanca y otros pueblos, como los bribri y cabécares tienen escuelas bilingües y maestros bilingües residentes.194 Foto, www.guiascostarica En 1994, el Ministerio de Educación creo el Departamento de Educación Indígena encargado de la capacitación y formación docente de las comunidades y se inicio el programa bilingüe en todas las comunidades étnicas con una cobertura del 70%. Es el país de Centroamérica en que el Estado y las universidades mantienen programas EIB permanentes.195 Los pueblos formaron una Mesa Indígena que está negociando con el Estado una Ley de Autonomía. También en Costa Rica se usa nueva tecnología para la formación a distancia de los maestros bilingües, que lentamente deben reemplazar a los maestros itinerantes que trabajan en algunas comunidades. 194 195 Ibid. www.angelfire.com 82 Venezuela En Venezuela, donde la Constitución de 1961 declaraba a los indígenas en vías de extinción, en marzo de 1998, en una reunión de la Confederación Indígena de Venezuela (CONIVE), organización representativa de treinta pueblos indígenas, el Estado suscribió un documento titulado “Un compromiso para la Historia” en el cual se compromete a saldar la deuda histórica de Venezuela con los pueblos indígenas del país.196 Foto, www.skyscraperlife Desde 1979 la EIB es parte oficial del sistema educativo y, no obstante la gran variedad de pueblos indígenas con poca población, que hace difícil organizar la educación bilingüe para ellos, en el año 2002 el Ministerio de Educación publicó estos logros en el campo de la educación indígena:197 · Se creó el Consejo Nacional de Educación, Culturas e Idiomas Indígenas, como un órgano consultivo para garantizar la participación de los pueblos indígenas, en el diseño, planificación y ejecución de las políticas educativas, culturales y lingüísticas. · Se dispuso el uso obligatorio de los idiomas indígenas en todos los planteles públicos y privados ubicados en los hábitats indígenas, incluyendo las zonas urbanas habitadas por indígenas, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo nacional. 196 197 Abram, M. 2004. Ibid. 83 · Se conformó la Comisión Nacional de Lingüística Indígena. · Se desarrollaron los Proyectos Educativos por pueblos Indígenas, elaboración y edición de materiales instruccionales (libros informativos y de apoyo, textos monolingües y bilingües), para los diez estados del país con poblaciones indígenas. · Se fortaleció la formación inicial y permanente de los docentes indígenas; así como los proyectos de revitalización cultural y lingüística, a través de la incorporación de los nichos lingüísticos. La Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe, del Ministerio de Educación impulsa el proyecto rector denominado, “Fortalecimiento de la Educación Intercultural Bilingüe en contextos Interculturales y Multiculturales” orientado a la formación de docentes en áreas curriculares y/o pedagógicas vinculadas con la educación indígena e intercultural bilingüe; y a la dotación de planteles con bibliotecas de aulas y demás materiales impresos educativos y audiovisuales, en idiomas indígenas y bilingües.198 Se encuentran publicaciones de textos escolares traducidos a los idiomas indígenas currico, guarikena, yekuana, piaroa, vare, pari, yupa, guayu, kariña, guarao y kariñas. Incluyen diccionarios, libros de gramáticas pedagógicas, textos de iniciación a la lectura y de educación básica y cartillas. En todos los planteles no se ha implementado el sistema de educación intercultural bilingüe, debido a que algunos pueblos aún están preparando el material en sus respectivos idiomas.199 Brasil En la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo, realizada en Río de Janeiro en 1992 los pueblos indígenas tuvieron una participación visible, en lo referente al proceso de organización, autodefensa y fortalecimiento de sus territorios, de sus culturas y de sus lenguas, algunos gozan de territorios garantizados por el Estado, pero otros, como los Xavantes, no vuelven todavía a sus territorios, otrora ocupados por las Internacionales del petróleo. También han buscado la autonomía en su educación y en gran parte la han logrado.200 Desde 1991 la EIB es atendida desde el sector oficial a través de los Estados Federados, donde existen Unidades de EBI al interior de las Secretarías Estatales 198 www.me.gob.ve www.aulaintercultural.org 200 Abram, M. 2004. 199 84 y Municipales de Educación.201 Estas Unidades en coordinación con el Ministerio de Educación brasilero vienen implementando una política nacional de educación escolar indígena, caracterizada por ser comunitaria, específica, diferenciada, intercultural y multilingüe. “No puede haber un único modelo de escuela indígena para todo el país, por lo tanto se ha procurado apoyar la consolidación de experiencias particulares de organización escolar, discutidas a partir de los intereses y la participación de cada comunidad.”202 Foto, Wilkipedia En 1999 se creó la categoría de Escuelas Indígenas en el sistema de enseñanza del país, obedeciendo a la definición de unos elementos básicos que deben cumplir en cuanto a estructura, organización y funcionamiento. Según el Censo Escolar de 2006 hay 2444 escuelas funcionando en territorios indígenas, atendiendo a más de 174000 estudiantes. En éstas escuelas trabajan 10200 profesores, el 90% de ellos son indígenas. “Con el riesgo que corren varias lenguas indígenas de desaparecer, la escuela que en un pasado fue uno de los principales instrumentos de negación de la diversidad lingüística y de la imposición del portugués, como lengua nacional, puede tener un papel importante en el mantenimiento y valoración de las lenguas indígenas.”203 201 Abram, M. 2004. www.mec.gov.br 203 Ibid. 202 85 Las principales acciones de la Secretaria de Educación Continuada, Alfabetización y Diversidad – SECAD del Ministerio de Educación, para garantizar la oferta de una educación escolar de calidad para los pueblos indígenas son las siguientes:204 a) Formación inicial y continuada de profesores indígenas, con una duración media de cinco años y formación en el Nivel Superior – Licenciaturas Interculturales. b) Producción y distribución de material didáctico específico en lenguas indígenas, bilingües o en portugués. c) En coordinación con la Fundação Nacional do Indio – FUNAI, ofrece cursos sobre los derechos y el ejercicio del Control Social sobre los mecanismos de financiación de la educación pública. Además está en funcionamiento La Comisión Nacional de Educación Escolar Indígena, conformada por 15 representantes indígenas. d) Apoyo a la construcción, reforma o ampliación de las Escuelas Indígenas, así como la adquisición de elementos de dotación. e) Apoyo técnico - pedagógico para mejorar los Sistemas de Enseñanza. f) Divulgación de las culturas indígenas por medio de programas temáticos en la televisión y a través de la distribución de libros temáticos. En Roraima (Brasil) existe una universidad indígena y la Universidad de Campiñas/Sao Paolo ofrece una licenciatura en lingüística indígena. El Fondo Indígena apoya un programa de formación de maestros tikuna, con interesantes resultados en lo social, en el aumento de la calidad de la educación y también en la valoración del patrimonio cultural.205 Lección 5. Proyectos regionales Para la etnoeducación cada uno de los pueblos que se identifican y diferencian como grupo étnico debe ser atendido de manera integral. Al interior de los países algunos miembros de un grupo étnico se encuentran distanciados territorialmente y deben desarrollar procesos independientes por ese distanciamiento. No es lo ideal, pero algunas veces se inician procesos con recursos independientes o limitados que llevan a esa situación. Otras veces, por razones de la organización que agrupa varias comunidades del mismo grupo étnico, los avances de unas comunidades sirven para apoyar los procesos educativos en otras pertenecientes al mismo grupo étnico, realizando los ajustes necesarios. Ello además de ser un ahorro de esfuerzos y recursos, aporta en la unidad de los pueblos. 204 205 www.mec.gov.br Abram, 2004. 86 Foto, Néstor Jiménez Lo anterior sucede regularmente en el servicio educativo considerado como “nacional”. Cuando un mismo pueblo indígena habita en dos países diferentes, particularmente en sus zonas de frontera, son un poco más complejas las posibilidades de colaboración interestatal entre los países latinoamericanos. Algunos pasos han comenzado a darse en este sentido, por ejemplo, entre los awas que habitan a un lado y otro de la frontera colombo-ecuatoriana y entre los wayuu que viven tanto en Colombia como en Venezuela. En el proyecto de cooperación binacional Awa los Estados establecieron con representación de la cooperación internacional un convenio binacional que permitió acercamientos entre la organización nacional indígena del Ecuador y la organización indígena regional awa (Unipa). Esta experiencia fue interesante en cuanto permitió ver las dificultades que se tiene al conciliar las diferencias existentes entre los enfoques predominantes en los países. Lo ideal sería iniciar al mismo tiempo el proceso en ambos países, para llegar a unos acuerdos pedagógicos fundamentales para el entendimiento; además sería bueno contar con una previsión de recursos y respaldo de las organizaciones étnicas, que permita su continuidad en los momentos que la dinámica burocrática de los Estados pueda disminuir la marcha del proyecto. Otras experiencias en zonas de frontera se adelantan con mayor autonomía por parte de ONGs, en coordinación con las organizaciones indígenas locales y regionales. Una muestra de ello es el proyecto “Fortalecimiento de los procesos educativos de los pueblos indígenas del Norte y Oeste de la Amazonia”, que hace 87 parte de la alianza establecida en el 2001 entre organizaciones de la sociedad civil para la cooperación en el noroeste amazónico – Canoa. El Noroeste Amazónico se extiende desde la frontera de Venezuela con Guyana, incluyendo la Amazonia colombiana y la región del Río Negro en Brasil hasta llegar al Valle del Javarí en la frontera de Brasil – Perú. Dentro de esta zona, el área de acción de las entidades involucradas actualmente en Canoa, incluye el Estado Amazonas en Venezuela, cuatro departamentos en Colombia (Amazonas, Vaupés, Guainía y sur del Vichada) y el Estado Federativo de Amazonas en Brasil.206 La alianza “busca sobreponer las ideas de frontera, de diferencias, de separación, de discontinuidad, con la concepción de un bien común entre los Pueblos Indígenas que habitan la región amazónica entre Brasil, Colombia y Venezuela valorizando al mismo tiempo las características de cada país y la unidad de la región amazónica.”207 En este proyecto educativo participan las asociaciones indígenas: Federacao das Organizacoes Indígenas do Río Negro, Brasil (FOIRN); Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Amazonas, Venezuela (ORPIA); la Asociación de Cabildos Tradicionales Indígenas de la Selva de Matavén (ACATISEMA) y el Consejo Regional Indígena del Guainía (CRIGUA). Con los grupos étnicos piaroa, curripaco y nheengatú, desarrolla cuatro líneas de acción: formación de maestros, investigadores; desarrollo curricular participativo; producción de material pedagógico en las lenguas y desde los saberes propios etnocientíficos; difusión y articulación institucional para la implementación de políticas lingüísticas.208 Podría pensarse, en otras experiencias regionales como por ejemplo, en una propuesta educativa para los aimaras que habitan entre Bolivia, Chile y Perú o para los propios quechuas que viven en seis Estados diferentes, creando además posibilidades de intercambio poco explotadas que contribuirían a hacer realidad una verdadera integración latinoamericana, construida desde y a partir de los pueblos indígenas.209 206 www.canoa.org.co Ibid. 208 www.canoa.org.co 209 López, L. E.; Küper, W. 1999. 207 88 Capítulo 2 Resultados de la EIB en América Latina Los resultados generales que se pueden observar en las diversas experiencias de la educación intercultural bilingüe en Latinoamérica, se presentan en una clasificación que permita analizarlos temáticamente. No por ello será posible aislar una categoría de otra, puesto que cualquier experiencia real se caracteriza por su integralidad, en donde hay interdependencia entre sus componentes, sin importar cuales sean ellos. Foto, Wilkipedia 89 Lección 1. Resultados en política oficial La historia de la educación indígena en América Latina está estrechamente ligada a la participación e intervención de agencias de cooperación, organismos nogubernamentales e instituciones privadas, generalmente religiosas, y también, en algunos casos, de organizaciones indígenas. La educación bilingüe en la región se caracterizó, en sus primeros años, por la escasa dimensión y cobertura de sus proyectos y por su aislamiento respecto a los sistemas educativos oficiales, al no sustentarse aquellos en políticas educativas definidas. En la actualidad la mayoría de Estados le reconocen a la etnoeducación un sitio dentro del sistema educativo, una instancia estable dentro la estructura orgánica administrativa, lo cual permite su crecimiento. Hay otros países que han dudado en tomar esa iniciativa y desandan lo actuado, o simplemente no han pasado del reconocimiento de un proyecto aislado; afortunadamente, para los grupos étnicos de la región, estos últimos países son la excepción. Los proyectos etnoeducativos han carecido de apoyos financieros gubernamentales nacionales significativos, dependiendo en gran parte de la inversión de gobiernos extranjeros y organismos internacionales.”210 Con la intervención del Instituto Lingüístico de Verano en los territorios indígenas latinoamericanos, desde fines de los años treinta, se comenzó un vínculo técnico y financiero entre instituciones extranjeras y el desarrollo de la EIB en la región. Se pueden ver ejemplos en las siguientes experiencias: el Programa Nacional de Educación Bilingüe de Guatemala (PRONEBI); el Proyecto de EIB de la Costa Atlántica de Nicaragua; el Proyecto EBI en el Ecuador y el Proyecto EIB de Bolivia que contaron con el apoyo técnico y financiero de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (A.I.D.), de la ONG italiana Terra Nuova, de la Unión Europea, de la Cooperación Técnica Alemana (G.T.Z.), y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).211 Esta intervención marca una gran diferencia entre unos proyectos y otros. Son contados los países que dedican recursos suficientes para soportar un proceso tan costoso, que implica partir casi de ceros y levantar condiciones de cobertura y calidad no presentes en las ofertas educativas de las poblaciones de grupos étnicos. A lo costoso de elaborar currículos y materiales participativos, con un personal cualificado en la temática, formar maestros y líderes comunitarios, hacer acompañamiento para verificar resultados, y demás implicaciones que conlleva un 210 211 Tejedor, Jorge. 2005. López, L. E.; Küper, W. 1999. 90 proceso naciente, se agrega la falta de disposición económica de los gobiernos para invertir en una acción que muchas veces no se ve como prioritaria. Aunque el avance conceptual y operativo de la EIB es importante en la región, sus programas pocas veces han logrado superar el experimento de proyectos y programas focalizados de duración limitada y con apoyo internacional. A ello se debe que la EIB no sea implementada todavía en todas sus potencialidades en muchos países.212 La falta de presupuestos obstaculiza la continuidad y respaldo a las políticas etnoeducativas en muchos de los países. Si bien estamos hablando de economías pobres, atendiendo a las poblaciones de menores recursos, ello no justifica la falta de participación de los Estados en el desarrollo de las políticas. Muchas veces se dedican enormes esfuerzos a impulsar programas vendidos como paquete en los mercados internacionales, que muchas otras se dejan de lado al pasar la administración que los priorizó, o en el mejor de los casos prestan un servicio y son de calidad dentro de unas condiciones homogeneizantes. Entonces, más que la falta de recursos, la razón prioritaria para el poco protagonismo que tienen muchos Estados en el desarrollo de políticas etnoeducativas, es el escaso interés que se presta a éstos temas, la falta de voluntad política, que se menciona con frecuencia en las evaluaciones. Foto, Néstor Jiménez Los mismos organismos internacionales que han apoyado las experiencias etnoeducativas en América Latina, hacen el llamado a los gobiernos para que 212 López, L. E.; Küper, W. 1999. 91 respalden sus avances y mantengan los procesos adelantados con altas inversiones. De otra manera no será posible garantizar su continuidad, porque llevar a un “feliz término”, unas experiencias tan novedosas como las de la educación intercultural bilingüe, implican décadas de esfuerzos continuados, de mantener procesos que son a largo término y que se retroalimentan con la experimentación y con los sucesos sociopolíticos que les imprimen transformaciones inevitables y necesarias para cualificarlos. Sin embargo hay que resaltar la apropiación que Estados como el boliviano, para ejemplo, han tenido de los procesos etnoeducativos, donde las condiciones políticas y sociales le han imprimido una nueva vitalidad. Allí es esas condiciones favorables será posible ver los resultados de una estrategia educativa como la EBI, que fue pensada para dar respuesta al pedido de las comunidades, pero que en manos de los pueblos y con el respaldo de los Estados puede llegar a mostrar resultados bastante admirables. Si bien el cambio político en los países puede mejorar la apropiación que hagan los países de los programas etnoeducativos, lo que han mostrado las experiencias latinoamericanas es la decisiva influencia que tienen los movimientos organizativos de los grupos étnicos sobre la transformación en los Estados de las políticas y normatividad que los incluye. Aún cuando las políticas y leyes del continente son propicias para el desarrollo de una educación dirigida al reconocimiento de los derechos y la revitalización de las culturas de los grupos étnicos, hasta ahora invisibilizados, ello no garantiza en sí mismo la implementación de esas políticas. Mucho se ha dicho que es muy grande la distancia entre lo establecido como el deber ser de la etnoeducación o EIB y lo que existe en la realidad. México a pesar de su trayectoria etnoeducativa presenta una crisis en las escuelas rurales con población indígena, en donde parece consolidada la imposibilidad de llegar a un plan consistente y a una visión orgánica del sector educativo que produzcan el cambio esperado. Por el contrario las propuestas privilegian objetivos “post-modernistas” de eficacia, productividad, pluralidad cultural;213 conflictos de intereses que recuerdan el estado de globalización que amenaza los proyectos locales de desarrollo. Esta crisis no es particular de un país. Las condiciones de marginalidad en las que han estado las comunidades indígenas y negras en el continente, hacen difícil su transformación a mediano término con la introducción de un programa educativo; más aún si se considera la complejidad que trae la inserción del bilingüismo y la interculturalidad en los contenidos curriculares. Estas consideraciones no siempre se tienen en cuenta y hay la tendencia a querer tener todos los resultados a corto 213 Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 92 plazo, sin hacer consciencia de los complejos procesos que están detrás de la decisión de transformar por decreto la educación tradicional en etnoeducación. De otra parte, hay que tener en cuenta que las experiencias exitosas adelantadas en la región, han provocado que los Estados y organismos de financiamiento internacionales aumenten su interés por los programas de educación para grupos étnicos. Ello, además de ser un elemento facilitador para obtener el respaldo oficial que se requiere, puede también propiciar la avalancha de fórmulas mágicas y exigencias, que atropellen un trabajo comunitario que debe ser andado al ritmo de sus actores. Lección 2. Resultados en la participación comunitaria Los teóricos de la educación han considerado una preocupación creciente la vinculación de las comunidades al aula. La contextualización de los contenidos educativos a las condiciones de vida de las comunidades y la extensión de la vida escolar a los ambientes comunitarios, han sido motivos de reformas y proyectos. Los pueblos indígenas, de manera insospechada se entraron a los espacios institucionales de la escuela, con el propósito de recuperar a las nuevas generaciones para la comunidad, que las había perdido por la influencia de las modalidades educativas allí empleadas. La movilización desplegada en años de organización les abrió el espacio para participar en los diversos escenarios que les ofrecía la relación con la cultura occidental. Así llegaron a los ambientes escolares, fomentando el diálogo intercultural. Desde la etnoeducación se ha propiciado la participación de las comunidades, sus autoridades, líderes y organizaciones, en el diseño de planes, programas y materiales educativos. Los resultados de estos procesos educativos tienen la autoría compartida de asesores y miembros de las comunidades, quienes en un empeño colectivo de creación han plasmado en ellos sus pensamientos y aspiraciones. Para el desarrollo y consolidación de la modalidad educativa ha sido importante tanto la participación comunitaria como la intervención de las propias organizaciones indígenas. Las organizaciones indígenas asumieron la reivindicación de la EIB y también, en muchos casos, la orientación y gestión de los programas. Este tipo de intervención permitió que fuera posible que en el Ecuador la EIB, dependiendo del Estado, se desarrolle a nivel nacional por una 93 suerte de cogestión entre el Estado y las organizaciones indígenas nacionales.214 Sin embargo las experiencias de cogestión no son tan numerosas como correspondería a la movilización que han desplegado a lo largo del continente. El sentido de apropiación no es tan fuerte como para impedir que en muchos casos se mantenga el escepticismo por parte de los padres de familia acerca de la inclusión en el currículo del idioma materno o de temas propios de la cultura. No obstante lo anterior, hay experiencias donde las comunidades evalúan la labor del docente y con ello deciden su continuidad en las escuelas, evalúan la pertinencia de la educación que se ofrece y proponen alternativas, participan de la gestión administrativa del presupuesto y colaboran en la producción de materiales para el desarrollo del currículo. Son comunidades muy autónomas que han ganado esos derechos mediante la movilización organizada. Foto, Néstor Jiménez Son las propias organizaciones indígenas latinoamericanas y sus líderes quienes reivindican la EIB como estrategia constitutiva de sus proyectos políticos. Y siendo los mismos pueblos étnicos los interesados en impulsar una educación acorde a sus necesidades e intereses, el tema educativo se convierte en un aspecto que cohesiona los pueblos, fortalece la organización y promueve la participación comunitaria alrededor de la escuela y sus proyectos educativos. Los resultados de investigación plantean que la EIB en Latinoamérica favorece la participación comunitaria y la intervención de los padres y madres de familia 214 López, L. E. 2001. 94 indígenas en el desarrollo de la acción y gestión educativas y, por ende, en la apropiación de la escuela.215 “Una buena consecuencia de la lucha por visibilizar la educación intercultural bilingüe es que ha producido una desconocida mayor participación de las comunidades, dando forma a nuevas organizaciones e instituciones para definir y operar la justicia, el gobierno y la educación. En educación, la participación de varios miles de nuevos agentes educativos significa una aproximación popular a la EIB, que no se había dado antes debido a las arraigadas prácticas verticalistas de las instituciones gubernamentales y comienzan a discutirse de nuevo, diríamos a construirse, los cimientos de la política educativa. No sólo han proliferado los comités técnico-pedagógicos por idioma y por región étnica, sino que algunas organizaciones comunitarias indígenas inician gestiones de educación pública bilingüe e invierten esfuerzos y recursos financieros propios para apoyar el desarrollo educativo de sus hijos”.216 La educación se convierte de pronto en el motor del desarrollo de los pueblos, como se propone que sea el Proyecto Etnoeducativo Comunitario. Lección 3. Resultados de los modelos educativos En los primeros años la EBI en Latinoamérica se caracterizó por ser experimental y diversa en cuanto se refiere a enfoques metodológicos y técnico-operativos.217 Planteamiento válido no solamente para las experiencias nuevas, sino también para todas aquellas que no han logrado consolidarse. Es bueno dejar la duda sobre la probable madurez de los procesos por antiguos, o por haber sido fuertemente apalancados económica y políticamente; esta duda nace en la dinámica actual de los cambios que se van generando en la América Latina, que desestabilizan lo construido y lo obligan a modificarse en la perspectiva de hacerlo más coherente con las expectativas. La educación para grupos étnicos está íntimamente ligada a procesos sociales y políticos, ello enfatiza la dependencia de sus modelos pedagógicos a las exigencias de las comunidades. El viejo anhelo de desescolarizar algo el proyecto institucional, en aras de acercarse a las vivencias comunitarias (en zonas rurales principalmente), sigue siendo un horizonte por conquistar para los grupos étnicos, 215 López, L. E. 2001. Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 217 Tejedor, J. 2005. 216 95 que aún se sienten afectados por la excesiva pasividad de los ambientes escolares. Se mantiene la expectativa de tener una educación que no pierda la juventud para las comunidades, que no las abandonen en procura de la ilusión de obtener mejores condiciones de vida en las ciudades. Es necesaria la transformación pedagógica. Como resultado de la ausencia casi absoluta de pedagogos, es notoria la influencia lingüística y antropológica en la EIB. No es raro, por ello, que el énfasis de esta modalidad haya estado puesta, hasta hace muy poco tiempo, en los aspectos lingüísticos y culturales, sin que la reflexión pedagógica mereciera suficiente atención.218 En términos generales los programas o proyectos que tienen un recorrido considerable, y cuentan con un respaldo económico, pueden encontrar que han ganado bastante terreno en infraestructura y edificaciones escolares y en la producción de textos gratuitos bilingües, inclusive en la elaboración de propuestas curriculares, sin embargo el menor progreso se encuentra en el campo de la enseñanza-aprendizaje en el aula indígena.219 Foto, Néstor Jiménez Algunas de las dificultades pedagógicas que presentan las experiencias etnoeducativas son: 218 219 López, L. E. 2001. Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. 96 La ambigüedad en la enseñanza de la lectoescritura en lenguas indígenas, entre otras razones, debido a la deficiente formación de los docentes. Prevalecen las adaptaciones propias de cada profesor, unas veces se utiliza la lengua indígena como objeto de conocimiento, otras solo como instrumento de comunicación.220 Se emplean falsas, inadecuadas o improvisadas metodologías para el uso de las lenguas. Esta situación se agrava en los grados superiores cuando se tiende a utilizar el idioma más desarrollado en la escritura, para poder asumir las tareas propias de la escuela. Hace falta generalizar un modelo académico a través de todo el ciclo educativo, que permita superar el énfasis que se hace en una de las dos lenguas, en detrimento de la otra. A pesar de ser el idioma dominante el favorecido en la elección, sigue siendo insuficiente el énfasis que en él se hace para obtener los resultados esperados en cuanto a desarrollar una adecuada competencia funcional al egresar del sistema.221 Es insuficiente la investigación lingüística, pedagógica y antropológica orientada hacia los proyectos educativos en desarrollo, lo cual incide en el nivel de desarrollo de los currículos, que deben adecuarse partiendo de propuestas externas sin sentido de apropiación o pertinencia con la situación sociolingüística. No se ha llegado a formular currículos que tengan como matriz las cosmogonías indígenas, sus órdenes, sus axiologías sus clasificaciones; éstas han sido investigadas para que sirvan de contenido, pero no para que sean la base estructural de los proyectos educativos. Cosa similar sucede con los materiales educativos, sus metodologías y didácticas, que responden a las estructuras cognitivas desarrolladas por el pensamiento y el lenguaje occidental.222 En los esfuerzos por discernir situaciones como la planteada, se emplean muchas de las energías de los etnoeducadores y de los procesos en curso. Son las “dificultades propias de la concepción de etnoeducación que no ha resuelto satisfactoriamente los problemas relativos a las antinomias: escritura / oralidad, educación formal / educación no formal, educación endógena / educación exógena, tradición / modernidad, élite / comunidad, participación en la sociedad mayor / aislamiento.”223 El campo de investigación y creación sigue siendo amplio y promisorio, aun cuando hay avances en la organización de ambientes educativos bilingües, donde se reconocen los valores culturales y se estructura en consecuencia el proceso de enseñanza–aprendizaje. Las comunidades que disfrutan de esas condiciones son afortunadas y experimentan cambios positivos en sus actitudes frente a la escuela. 220 Ibid. Ibid. 222 Trillos, M. 1998. 223 Ibid. 221 97 Se tienen en toda la región libros de texto en las lenguas indígenas, lo cual es un avance muy grande respecto a la época cuando se estudiaba en las lenguas dominantes. Sus ejemplares son codiciados por los grupos que hablan el mismo idioma, y los resultados de usarlos son muy importantes en la comprensión y motivación de los estudiantes; por ello se llevan a manera de préstamo de un programa a otro, por ejemplo el Programa del Fondo Indígena Brasileño ofrece sus libros de texto, a los tikuna en Perú y en Colombia.224 El Banco Mundial ha observado los resultados de los programas de la EBI y dice que ésta ha logrado prevenir el ausentismo escolar así como disminuir las tasas de repetición y deserción en la educación primaria. Por ejemplo, indica que los estudiantes de escuelas bilingües en Guatemala, obtuvieron puntajes mayores en todas las disciplinas académicas, incluido el idioma español.225 “Los resultados obtenidos demuestran que el aprendizaje, la enseñanza y el uso de las lenguas indígenas en la escuela enriquecen la educación de los educandos indígenas y además contribuyen a un mejor rendimiento escolar de los mismos. Esto es producto de que leer y escribir en la lengua materna constituye la base y el sustento de todo nuevo aprendizaje, incluido el lingüístico, las competencias para la lengua escrita desarrolladas a través de una lengua pueden ser aplicadas a la lectura y escritura en otro idioma, y los niños producto de una educación bilingüe logran también mejores resultados en la resolución de problemas matemáticos e incluso en el manejo escrito y oral del castellano”.226 Diversos estudios sobre la EBI, concluyen que: “Los alumnos y alumnas indígenas cuya educación es bilingüe, en comparación con sus pares que sólo reciben educación en castellano, tienen mejor rendimiento escolar en general (Bolivia, Guatemala, Paraguay y Perú); desarrollan mayor capacidad para resolver problemas matemáticos (Guatemala y Perú); logran mejores niveles de comprensión lectora incluso en castellano (México y Perú); y desarrollan mayor espontaneidad y seguridad al hablar en esta lengua (Guatemala y Perú). “Una educación bilingüe contribuye a incrementar el nivel de escolaridad de las niñas (Guatemala y Perú). Se ha observado que la participación de las niñas en la escuela se incrementa y, a la vez, se da mayor atención a aspectos de género en la educación (Ecuador). 224 Abram, M. 2004. Tejedor, J. 2005. 226 López, L. E. 2001. 225 98 “La educación bilingüe logra nivelar a niños y niñas en cuanto a su rendimiento en lenguaje y matemática, así como a los niños y niñas de comunidades alejadas con sus pares que viven en lugares caracterizados por el mayor acceso al castellano (Perú)” 227. Se tienen también resultados sobre el impacto positivo que la EIB tiene sobre la promoción y la disminución de la deserción y la repetición, resultados en Guatemala dan cuenta de una disminución de 22% en la tasa de repetición escolar y un incremento de la retención escolar. Sin embargo, algunos programas de cobertura casi universal de la población indígena, aun cuando se adscriben a planteamientos como los postulados por la EIB, adolecen todavía de deficiencias en su implementación y/o financiamiento.228 Los resultados del bilingüismo están supeditados a la funcionalidad social que actualmente tienen tanto el segundo idioma como la escritura en las sociedades indígenas. Si bien ambos aspectos están condicionados, es aún más delicado el caso de la literacidad, pues aun cuando la mayoría de comunidades indígenas es hoy bilingüe, en ellas la escritura encuentra espacios limitados de práctica en tanto se trata de sociedades eminentemente orales.229 El alcance de las metas en la enseñanza de un segundo idioma y del manejo de la lectoescritura en comunidades indígenas y afrocolombianas es bastante complejo y dependiente de las situaciones particulares de cada comunidad. Lección 4. Resultados en la formación de docentes Una vez son institucionalizados los procesos etnoeducativos en las comunidades por acción de un proyecto exitoso, quedan éstos en manos, casi exclusivamente, de los docentes o etnoeducadores. No hay que desconocer el papel importante que tienen las comunidades, pero prima el tiempo que el maestro y la maestra dedican a los estudiantes, más la responsabilidad que tienen asignada. Por ello es fundamental que los docentes se ajusten a la definición que en su momento las comunidades han hecho del perfil del etnoeducador deseado o requerido por ellos. Las personas mayores y los sabedores de las comunidades son muy exigentes en la concreción de ese perfil y muchas veces hay tensiones entre unos y otros, que pueden afectar los ámbitos de poder o autoridad que existen al interior de cada comunidad. De modo que no es solo la capacidad pedagógica la que se requiere 227 López, L. E.; Küper, W. 1999. Ibid. 229 López, L. E. 2001. 228 99 como objetivo de la formación docente, sino también, y tan importante como ella, su capacidad para comportarse como uno más de los miembros de la comunidad. En la pedagogía indígena prima el ejemplo como materia de enseñanza. De hecho, en último término siempre pesa más la acción que la palabra sobre los modelos de aprendizaje, y su concordancia es la máxima aspiración cuando se trata de ganar credibilidad. El etnoeducador, como líder de la comunidad para restablecer procesos culturales en un ámbito de exigencia global, tiene la responsabilidad de comportarse como el modelo que pretende enseñar, de otra manera los estudiantes y la comunidad no le van a creer. Foto, Néstor Jiménez Tanto la formación, como el conocimiento mismo que manejan las comunidades indígenas, tiene que ser integral, valorando tanto lo académico como lo actitudinal. Esta exigencia muchas veces no se tiene en cuenta en los múltiples procesos de formación que se adelantan desde las instituciones formadoras y de ahí la importancia que algunos Estados hayan admitido que la formación magisterial intercultural y bilingüe sea co-ejecutada con las organizaciones indígenas, superando una acción tutelar absoluta que tenían sobre la educación indígena.230 Gran parte de las dificultades que reportan los procesos etnoeducativos, en los diferentes países, están relacionadas con el desempeño docente. En un comienzo estuvo ocasionado principalmente con la alta presencia dentro del sistema educativo de personal docente no indígena o educado dentro de una escuela que lo formó de espaldas a su cultura. Ello con las exigencias para que el personal 230 Gasché, J. 2007. 100 docente haga parte de la cultura de la comunidad, se ha ido superando; pero persisten los escasos niveles de formación de ese personal nuevo que se ha ido incorporando. La formación aún cuando aporta al crecimiento de las personas, en la situación de la etnoeducación además de ofrecerse, debe revisarse su pertinencia, porque el número de títulos que acompaña al etnoeducador no es una garantía de calidad en sí mismo. Un ejemplo de ello es el caso mexicano: ante la oferta envidiable de programas de formación que tienen, los profesores del sistema indígena la han aprovechado y tienen estudios superiores en un 77%, porcentaje mayor al promedio nacional que es de 72%. Pero a la par de ese logro está la necesidad que tiene el país de “producir una transformación a fondo en las escuelas indígenas rurales”, según las apreciaciones de los investigadores involucrados en los procesos, quienes además consideran que la historia de los cambios intentados en la educación indígena muestran que “los esfuerzos de capacitación / actualización han sido inmensamente desproporcionados en relación con el poco impacto en la calidad de los aprendizajes.”231 Es preciso entonces insistir en lo complejo de la formación, para unos procesos que día a día sufren nuevas exigencias o simplemente van agotando unas metas y deben suplir otras con el tiempo. Hay avances significativos en la región respecto a la formación de recursos humanos, tanto en lo concerniente a la formación docente inicial como a la preparación de profesionales universitarios. Es creciente el número de experiencias dirigidas a la formación de maestros para una educación bilingüe indígena; en Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú tienen institutos pedagógicos no universitarios para la formación de maestros para la EIB y en Ecuador, Guatemala, Perú, Chile, Colombia y México, desde hace casi dos décadas, se han organizado y llevado a cabo iniciativas universitarias dirigidas a apoyar el desarrollo de la EIB.232 A nivel regional se tiene desde 1996 la experiencia del Programa de Formación en Educación Intercultural Bilingüe para los países Andinos (PROEIB). En la Universidad de San Simón de Cochabamba funciona la sede principal en virtud de un convenio de cooperación técnica entre el gobiernos de Bolivia y de Alemania (Ministerio de Educación Cultura y Deportes de Bolivia y Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammmenarbeit – GTZ), con puntos locales en Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. La formación académica ofrece la Maestría en EIB, un curso de Especialización en EIB, un Programa de Fortalecimiento de Liderazgos Indígenas y un Programa de EIB en la Amazonía.233 En este programa se han 231 Mena, P.; Muñoz, H.; Ruíz, A. 1999. López, L. E. 2001. 233 www.programa.proeibandes.org 232 101 formado varias promociones de latinoamericanos. personal bilingüe de diferentes países Las diversas y numerosas ofertas de formación, han aumentado la calidad en la región de los diagnósticos, las investigaciones, propuestas pedagógicas y evaluaciones realizadas; los cuales conforman el bagaje actual de conocimientos y experiencias de la etnoeducación. Lección 5. Resultados de la relación intercultural Un resultado que no se pregunta mucho o al que poca atención se le presta desde el interior de los procesos etnoeducativos es al impacto que han tenido las experiencias en el campo de la educación con grupos étnicos, en la sociedad que sirve de escenario para la interculturalidad. Los grupos étnicos han avanzado en la concepción y práctica de la interculturalidad, pero muy probablemente los resultados obtenidos son muy escasos debido a que la relación intercultural es un camino de doble vía, en donde es muy difícil modificar los patrones de comportamiento, concepción o sentimiento frente al otro, si el otro a su vez no aporta en la misma dirección. Llegar a una relación unilateral, será una situación sin mayores posibilidades, donde una de las partes asumirá todos los costos y a cambio no obtendrá gratificaciones, porque sus transformaciones no traerán efectos que reafirmen el aprendizaje y por el contrario el otro de la relación será un lastre para los procesos de enseñanza aprendizaje. Esta preocupación no es lo suficientemente consciente en el ideario de las comunidades de los grupos étnicos y sus equipos de etnoeducadores de todas las tendencias; de otra manera se le daría más fuerza en las exigencias que surgen de los procesos. De hecho, pesa mucho en el imaginario de los grupos étnicos, la historia de desconocimiento y descalificación que ha caracterizado la mirada de los miembros de la cultura dominante. Igualmente la historia de una relación desigual coloca obstáculos a un posible cambio de las dos partes. Una situación de fronteras locales, tan común dentro de la realidad latinoamericana, es mostrada en un escrito de las comunidades afrocolombianas: “Parecemos extranjeros al pasar de un lugar a otro sin traspasar las fronteras nacionales, y para todos los lugares existen los estereotipos con sus acepciones descalificadoras. Aunque estos estereotipos no tengan el mismo significado de los que hacen referencia a la raza, generan actitudes de superioridad y exclusión.” 234 234 Ministerio de Educación de Colombia. 2002. 102 La localidad como contexto inmediato de interacción de los grupos étnicos es una realidad poco intervenida en los trabajos que buscan transformar la relación hegemónica en interculturalidad. Foto, Néstor Jiménez Se esperan mayores acciones compartidas con la sociedad dominante. Aun cuando instituciones de protección de derechos y algunos agentes estatales sensibilizan a diario respecto a la presencia de los grupos étnicos en los países y al respeto que merece la diversidad, hacen falta proyectos focalizados donde se pongan en común las diferentes mentalidades. Existe una brecha entre las concepciones científico – tecnológicas de la civilización moderna, con altos niveles de abstracción, y la racionalidad indígena basada en lo concreto y natural,235 y el distanciamiento no sólo se da en ese estilo cognitivo, están de por medio intereses económicos y de estilo de vida que poco ayudan al acercamiento. Algo importante que se ha logrado a nivel de metodologías y propuestas de acción, es la inclusión en algunos de los currículos nacionales de contenidos temáticos relacionados con los modos de vida de los grupos étnicos, que buscan con ello un mayor conocimiento de las costumbres y formas de pensar de los diversos pueblos, por parte del resto de la sociedad. Algunos países incluso han 235 López, L. E.; Küper, W. 1999. 103 iniciado su práctica etnoeducativa por esas acciones de tipo nacional, folclorizando, al decir de muchos, las culturas nativas que esperan mucho más que esa intervención. Detrás del reconocimiento formal de la política de “educación intercultural para todos” adoptada por el Perú, al igual que muchos otros países de la región (desde inicios de la década del noventa), se encuentra en algunos institutos de formación a profesores y autoridades contrarios a la EBI. Ello constata la existencia de un problema de tipo estructural: es evidente que una historia de discriminación, exclusión y etnocentrismo no se puede cambiar por decreto de la noche a la mañana, sino que se requiere de un trabajo sostenido de reflexión social y política orientado a propiciar el desarrollo de nuevas formas de relación. Si esto no se hace, será muy difícil lograr que la interculturalidad se constituya efectivamente en el eje transversal del sistema educativo nacional.236 Estas medidas educativas se requieren y son bien recibidas dentro de un proceso de educación para los grupos étnicos, como parte de lo que está llamado a hacer el Estado para garantizar una política intercultural. Para que se dé la interculturalidad no es suficiente con que se amplíen los temarios escolares y se incluyan en ellos a los grupos étnicos indígenas y afrocolombianos, eso es sólo el primer paso, que reconoce la posición oficial respecto a la diversidad sociocultural en un país pluricultural. Conocer sobre la diversidad no impide los juicios negativos y etnosuficientes de los estudiantes, cuando comparan estas culturas con el universo urbano de consumo y bienestar que los identifica y les parece superior.237 Un plan estructurado que responda a una intencionalidad para cambiar estás actitudes y que supere lo puramente informativo no ha sido realizado. “Esta manera de pensar, organizar y operativizar la interculturalidad en el sistema educativo todavía no ha tenido mucha aplicación. Más bien, enfocar la interculturalidad sólo en la cuestión afectiva y actitudinal ha sido el camino más fácil, menos conflictivo y más usual en la educación de niños y jóvenes, en el desarrollo de materiales y en la formación y capacitación docente. Sin embargo, este trato limita la interculturalidad a la relación individual y personal, pasando por alto la necesidad de entenderla y trabajarla como proceso social y político, y como proceso cognitivo y procedimental – de capacidades conceptuales y de habilidades y destrezas específicas.”238 Tanto en lo lingüístico como en lo cultural se mantiene un aislamiento de los grupos étnicos frente a la sociedad dominante. Ni siguiera las situación sociolingüística del Paraguay reporta avances en el posicionamiento de estos valores en la sociedad nacional. “Falta atrevimiento de los sistemas educativos y 236 Trapnell, L. Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana. Gasché, J. 2007. 238 Walsh, C. 2000. 237 104 las sociedades a las que atienden para animarse a poner en marcha una EIB de doble vía que forme a los miembros de los sectores hegemónicos en una mayor comprensión, aceptación y respeto” hacia los grupos étnicos indígenas y afrocolombianos.239 “No se puede llegar al reconocimiento de un pluralismo cultural y de sus consecuencias políticas, económicas y sociales, sin una previa “descolonización mental” de los dirigentes y de los segmentos dominantes de la sociedad.”240 Hace falta por recorrer esa calzada de la vía, para poder avanzar en las metas propuestas de la educación. Varios Estados hoy reconocen la importancia de cultivar los valores de la tolerancia, del respeto y valoración de los pueblos que fueron injustificadamente tratados en períodos anteriores. Esto no ha sido casual, y si ha influido la voluntad de personas de pensamiento humanista, que han visto acertado apuntar en el sentido de la reclamación de derechos que hacen los grupos étnicos. El camino por recorrer tiene que ver con superar los obstáculos que miembros de la sociedad dominante levantan de manera consciente o inconsciente para impedir que esos derechos y horizontes de igualdad sean una realidad. “En… la sociedad, incluyendo todas sus instituciones, la interculturalidad aún no existe. Se trata de un proceso por alcanzar por medio de nuevas prácticas, valores y acciones sociales concretas y conscientes que se pueden construir, no en “abstracto”, sino en medio de procesos formativos colectivos en los que se relacionen los miembros de culturas diversas.”241 239 López, L. E. 2001. López, L. E.; Küper, W. 1999. 241 Walsh, C. 2000. 240 105 CAPÍTULO III PERSPECTIVAS DE LA ETNOEDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA Dado que los procesos que presenta la América Latina en etnoeducación o educación intercultural bilingüe son tan diversos, difícilmente se pueden hacer observaciones generales que los cobijen a todos. No obstante lo anterior, en la dinámica de intentar realizar un ejercicio que no particularice las experiencias, se agruparon las perspectivas en categorías, cuya lectura debe hacerse en el marco de las acciones que se adelantan en cada país. Ello permite ubicar las indicaciones prospectivas en su lugar y de acuerdo a los avances que cada programa o proyecto ha alcanzado. Un aporte de la etnoeducación al futuro de la educación regional latinoamericana, es la influencia que está logrando sobre los programas oficiales, en la necesidad de incluir la dimensión intercultural, como aspecto que puede aportar a la convivencia pacífica de los grupos humanos asentados en el “continente verde”. Falta mucho por hacer para lograr establecer las bases ciertas de las relaciones interculturales, pero hay esfuerzos importantes dirigidos en ese sentido. Lección 1. Perspectivas en cuanto a políticas de Estado Las políticas escritas, relacionadas con la etnoeducación, en éste momento son abundantes en cantidad y en buenos propósitos; la parte más complicada es su aplicabilidad, es decir, la voluntad de las administraciones gubernamentales para ponerlas en práctica. Hay que mover esa voluntad, motivarla y hacerle seguimiento a su indecisión, negación o negligencia, para exigir el cumplimiento de su responsabilidad. Pero no sólo se depende de la voluntad política, se requiere hacer un esfuerzo para conseguir los recursos financieros necesarios para garantizar diversos aspectos, que van desde la preparación hasta la implementación de la propuesta etnoeducativa, y para permitir nuevas investigaciones lingüísticas, pedagógicas y culturales. La EIB, en tanto que es una opción de la educación pública en contextos de predominancia indígena y afrocolombiana, debe recibir del Estado los recursos que requiere para su desarrollo. El Estado y las organizaciones indígenas deben comprometer también la participación de las universidades y centros de investigación, así como buscar el apoyo financiero de la comunidad 106 internacional que hasta ahora ha jugado un papel predominante en la orientación de la etnoeducación. En lo relativo a la inversión, es necesario prever recursos para estudios de índole sociolingüística dirigidos a diagnosticar el uso y funcionalidad de las lenguas indígenas, a la par de las expectativas, intereses y actitudes de las comunidades en las que desee implementar la EIB. También habrá que tomar decisiones respecto de las estrategias de EIB a implementar y los materiales educativos requeridos para las áreas curriculares. De igual forma, es necesario capacitar a los maestros y desarrollar sistemas de monitoreo y evaluación que acompañen la puesta en marcha y el desarrollo del programa. El carácter de esta inversión es inicial, una vez que el programa está en marcha los costos se vuelven recurrentes y no difieren de aquéllos implicados en la educación tradicional. Cabe recordar que toda innovación supone una inversión inicial que haga la transformación posible.242 Foto, Wilkipedia Se deben tender puentes hacia el Estado y comprometer a las autoridades de diferentes niveles y ámbitos educativos en el proceso de formación y capacitación de los recursos humanos para la educación intercultural bilingüe. La formación se requiere para los maestros y maestras, pero también es importante pensar en una propuesta que incluya a los líderes, autoridades y personal en general de la comunidad, quienes siempre participan de los procesos etnoeducativos aportando 242 López, L. E.; Küper, W. 1999. 107 sus expectativas y conocimientos para la formulación, construcción y evaluación de propuestas. Es necesario reforzar el rol de la lengua indígena tanto dentro como fuera de la comunidad que la habla. Hace falta crear condiciones para que la oficialidad de las lenguas actualmente reconocida en muchos países, se haga realidad en las prácticas socioculturales. “En ese esfuerzo deben colaborar, de forma conjunta, los propios pueblos indígenas y el resto de la sociedad; los primeros exigiendo el cumplimiento de las leyes vigentes, y la sociedad en general apoyando tales reivindicaciones y poniendo lo que esté de su parte para que la oficialización trascienda el nivel de la legislación y del discurso.” 243 Para ello es necesario que el uso oficial de las lenguas de los grupos étnicos trascienda la esfera escolar. Debe propiciarse el uso de las lenguas en el proceso de formación y la organización de talleres para el desarrollo de la lengua indígena por parte de la comunidad.244 La oficialización debe ir acompañada de la estandarización y modernización, para que los idiomas tengan aplicabilidad global; pero, ante todo, se deben establecer los mecanismos que garanticen su respeto en la práctica.245 Se requiere establecer en cada país un sistema o subsistema de etnoeducación para que se faciliten los procesos de financiación, creación y reglamentación de la normatividad específica, seguimiento y evaluación. La participación directa de los pueblos indígenas y afrocolombianos en los procesos administrativos de la etnoeducación es una manera de superar los obstáculos que muchas veces se presentan por la intermediación de administradores externos, además que permite acceder a modos de interacción que propician nuevas actitudes. Una apertura hacia las organizaciones indígenas y afrocolombianas puede alcanzarse mediante la instauración de modelos y prácticas de cogestión; “en algunos países, las organizaciones indígenas vienen negociando la profundización de sus proyectos de autodeterminación y de nuevas relaciones con los gobiernos de los Estados en los que habitan. Sin embargo, todavía son pocos los puentes que se tienden entre unos procesos y otros para hacer efectiva la descentralización educativa, condición para una mejor EIB y el espacio desde el cual se puede poner en práctica una diversificación curricular real.”246 Hay preocupación en algunos países de América Latina acerca de la necesidad de ampliar la cobertura de la etnoeducación hacia los contextos urbanos. No hay experiencias consolidadas en ese sentido, pero en algunas ciudades la población indígena y negra es tan considerable, que sus demandas no dará tiempo de 243 López, L. E.; Küper, W. 1999. López, L. E. 1996. 245 López, L. E.; Küper, W. 1999. 246 Ibid. 244 108 espera. De acuerdo a la tendencia poblacional, se prevé para los próximos años el aumento de la población indígena y afrocoamericana residenciada en las ciudades; esta circunstancia presiona más la necesidad de atención pertinente en todos los sectores, de modo que se espera para la próxima década que se pongan en marcha programas y proyectos etnoeducativos para atender ésta población. Caso similar se podría anticipar con la situación de las comunidades negras en la América Latina, población que muy seguramente demandará por una atención educativa más pertinente de acuerdo con sus características étnicas. Lección 2. Perspectivas de la participación comunitaria La etnoeducación es la oportunidad para devolver a las comunidades una estrategia de fortalecimiento interno, de orientación de las nuevas generaciones en el proyecto de vida que persigue la comunidad. Las comunidades indígenas y afrocolombianas rurales identifican sus metas de desarrollo con el buen aprovechamiento del medio circundante y en la relación armónica y equilibrada con ese medio natural del cual hace parte integral el ser humano. De manera que la mayor fuerza de la participación comunitaria debe estar en el manejo y control de su entorno local y, en lo referente a la educación, de las situaciones que determinan su funcionamiento y pertinencia. “El peso de lo regional ha sido tan significativo en la historia nacional, que por lo menos, por razones económicas y políticas, ha generado más de un conflicto social. La Constitución Política de 1991 reconoce su importancia e incluye el tema en tres dimensiones: Ordenamiento territorial, descentralización administrativa y autonomía de las entidades, abriendo un debate y un proceso, ambos inconclusos. Pero lo que nos interesa para la etnoeducación son los espacios socioculturales construidos históricamente en regiones y localidades con sus características y ponderaciones propias frente a otros lugares del mismo territorio nacional.”247 Las comunidades organizadas deben trascender el papel de informantes o, en el mejor de los casos, el de aportantes en la construcción de los procesos educativos: diseño de currículos, elaboración de materiales, seguimiento y evaluación de las acciones escolarizadas. La etnoeducación debe servir para fortalecer la capacidad de decisión frente a la falta de arraigo territorial, debe ir en contravía de las dinámicas poblacionales que desocuparon las áreas rurales, llevando las grandes masas de indígenas y afrocolombianos a compartir el sueño ajeno de las ciudades. 247 Ministerio de Educación de Colombia. 2002. 109 La participación de las comunidades debe rodear el proyecto de vida y la etnoeducación debe ser el instrumento que fortalezca la identidad y claridad sobre lo que se persigue. La educación debe ser escolarizada, pero también debe ser comunitaria, la escuela debe ser en corazón de los procesos educativos que lideran el plan de vida y por ello la administración de sus procesos debe estar bajo responsabilidad de las comunidades organizadas. No se justifica que comunidades aisladas de las autoridades administrativas tengan que hacer enormes viajes y costearlos para solicitar se les atienda, y posterior a eso no obtienen, muchas veces, ninguna respuesta a cambio. Ejemplos como esos se dan en todos los países y la etnoeducación está en la capacidad de brindar las herramientas para devolver la autonomía que las comunidades indígenas y afrocolombianas perdieron con la inserción de la escuela en los procesos de formación de sus nuevas generaciones. Foto, Néstor Jiménez Las comunidades, pueden y deben incidir en la selección y nombramiento del personal docente en sus territorios. Una de las condiciones para ser maestro o maestra de los grupos étnicos bilingües es el manejo del idioma. “Contar con buenos maestros que tienen el idioma ancestral comunitario como lengua materna y que lo utilizan en el desarrollo de la educación, es fundamental para el desarrollo de la autoestima de los educandos y para reforzar la posición del idioma minorizado aun ante los ojos de las propias comunidades y de sus mismos hablantes jóvenes y adultos.”248 Pero también deben influir los indígenas y 248 López, L. E. 1996. 110 afrocolombianos organizados, en la decisión de permanencia de los docentes en sus comunidades, mediada por un seguimiento y evaluación a su desempeño profesional y su comportamiento personal. Las organizaciones deben seguir ganando espacios al interior de los programas de formación y capacitación en etnoeducación, a fin de garantizar que sus contenidos y prácticas no estén desfasados de las necesidades de los procesos que se adelantan. Es necesario establecer acuerdos acerca de una política clara que incorpore mecanismos de seguimiento a los docentes - alumnos como parte de una práctica pedagógica en el proceso de formación. En los sistemas educativos que no se ha logrado la descentralización de los procesos etnoeducativos y que se depende mayormente de decisiones externas y aplicación a tiempo y correcta de la normatividad específica, las organizaciones tienen que fortalecer el papel de veedores sobre la eficiencia del sistema. Una de las maneras de hacer posibles el respeto y la valoración de lo diverso es la exigencia colectiva del cumplimiento de los derechos; es una acción desgastante para las organizaciones y sus líderes, pero las comunidades van a apreciar el valor de hacerlo en la medida que se mejoren las condiciones. En general se requiere un mayor respaldo de las propias familias y comunidades indígenas a la propuesta de la etnoeducación, al lado de una mayor intervención de las organizaciones indígenas que las representan, en el diseño e implementación de las propuestas de EIB.249 Las comunidades deben ganar en conocimiento de las propuestas de etnoeducación y cualquier esfuerzo que se haga en ese sentido es bienvenido como aporte al bienestar del proceso. Debe ser superada la falta de confianza que algunas comunidades tienen en la etnoeducación, que las lleva a elegir otra oferta educativa y subvalorar las propuestas propias. La falta de apropiación de los procesos etnoeducativos por parte de las comunidades, muchas veces se origina en la poca participación que han tenido en su formulación y desarrollos. Sin embargo mientras se alcanzan esos niveles de participación debe ofrecerse una formación con y desde las organizaciones, para que padres de familia, líderes y comunidad en general tengan una mejor comprensión y valoración de los objetivos y propuestas de los procesos adelantados. La Primera Feria Hemisférica de la Educación Indígena realizada en 2001 en sus declaraciones conclusivas manifestó que es urgente hacer realidad “el paradigma de la Educación Indígena” y hay que insistir a cada comunidad lingüística del país 249 López, L. E.; Küper, W. 1999. 111 para que se organice con sus propios recursos, cultura e idioma, con el fin de promover y lograr su autodesarrollo y autosostenibilidad.250 Lección 3. Perspectivas de los modelos educativos “Dados los cambios que experimenta la educación latinoamericana, fruto de las reformas en curso que han puesto el acento sobre la calidad antes que sobre la cobertura, la EIB requiere revisar sus componentes pedagógicos de manera que capitalicen mejor los resultados positivos producto de la utilización de las lenguas indígenas como vehículos de educación.” 251 El bilingüismo constituyó una etapa en el proceso histórico de la etnoeducación, sus posteriores desarrollos continúan aportando retos a su implementación. “Actualmente está en cuestión no sólo el cómo enseñar, sino también el qué enseñar, y replantear tanto los fines y objetivos del sistema educativo en su conjunto como, a nivel más específico, la lengua o lenguas de educación, los usos escolares y extraescolares de los idiomas involucrados, los programas de estudio, materiales educativos y metodología, de manera tal que la propuesta educativa, en general, responda a las necesidades específicas de los educandos.”252 Es menester avanzar y generar cambios pedagógico - didácticos que eleven la calidad de los programas. Adoptar tales medidas requiere la revisión de los materiales y pedagogías educativas en uso, así como los mecanismos de formación inicial y continua de los docentes. Además de prestar atención a la enseñanza y al aprendizaje de la lengua o lenguas en cuestión en la educación bilingüe es necesario que la comunidad tome decisiones también respecto al idioma o idiomas en los cuales deben aprender y enseñar. 253 En las comunidades con niños bilingües sus maestros deben ser hablantes nativos de las lenguas ancestrales, mientras mejor y más usen sus idiomas las maestras y maestros en la escuela, mayores oportunidades tendrán los estudiantes de consolidar y desarrollar sus competencias idiomáticas en lengua propia. Además de mantener y fortalecer la lengua materna la etnoeducación mantiene un desafío relacionado con asegurar un adecuado y eficiente aprendizaje del idioma 250 Tejedor Guarín, J. 2005. López, L. E.; Küper, W. 1999. 252 Ibid. 253 López, L. E. 1996. 251 112 hegemónico como segunda lengua. Se mantiene una problemática relacionada con la introducción de la enseñanza del idioma hegemónico como segunda lengua y se requiere diseñar metodologías y materiales adecuados que permitan un eficiente y rápido aprendizaje de ésta segunda lengua, de manera que la educación sea realmente bilingüe.254 Es necesario trascender la esfera de la comunicación y la interacción social, que propicia la introducción del bilingüismo en la escuela, y buscar más ocasiones para un aprendizaje significativo en las aulas indígenas. Esta investigación debe ser una preocupación de pedagogos y maestros, capaces de sistematizar y aprovechar los conocimientos y saberes comunitarios así como de liderar un movimiento pedagógico que involucre a las comunidades indígenas en el desarrollo educativo.”255 Falta cultivar el saber práctico de las relaciones interculturales cotidianas, haciéndolo de manera reflexiva y con un plan. Este trabajo está por hacerse en la práctica vivencial cotidiana en el aula y fuera de ella. Es necesario abrir espacios para propiciar una reflexión con los estudiantes sobre la práctica intercultural cotidiana en sus comunidades, tanto en el aula como fuera de ella, a fin de comprometerlos en la búsqueda de nuevas formas de interrelación. 256 Se requiere de una estrategia para el aprendizaje de nuevas actitudes frente al encuentro 254 López, L. E.; Küper, W. 1999. López, L. E. 2001. 256 Trapnell, L. 255 113 intercultural, que superen la asimilación espontánea de valores, sin llegar al discernimiento necesario para decidir. Deben desarrollarse formas de trabajar en el aula y maneras de relacionarse en el aula que formen personas más interculturales. “Hace falta aterrizar en lo cotidiano del aula, en lo pedagógico, en la relación maestro - alumno, en la forma de trabajar en la sala de clases de manera que los niños crezcan con una visión distinta tanto de su propia cultura como de otras que lo rodean.” 257 Es preciso superar la visión de la interculturalidad como contenido de la educación, es decir, superar el nivel de lo ético aislado, para acompañarlo de la experiencia corriente de la interacción cotidiana. De otra parte, si los programas EBI toman distancia de los modelos metodológicos que están aplicando en la formación de niños y niñas y se esfuerzan por comprender e incorporar distintas estrategias de aprendizaje en la práctica docente, será posible considerar las formas que cada pueblo tiene de aprender y las pautas de interacción comunicativa que acompañan a estos procesos. De igual manera se debe hacer con relación a las propuestas metodológicas para las diferentes áreas de la educación primaria. Este trabajo, aún muy incipiente, exige que dichas propuestas sean revisadas y enriquecidas en un proceso de elaboración conjunta entre docentes y alumnos y se acompañe de procesos de investigación en diferentes contextos culturales, a fin de evitar las generalizaciones.258 Otra necesidad que se plantea a la etnoeducación es la relacionada con el tratamiento y manejo de la escuela multigrado y con una nueva organización pedagógica que posibilite el trabajo por niveles distintos dentro de una misma aula. Esto, debido a que en muchos casos, en las localidades en las cuales se hace hoy EIB, la escuela es unitaria o tiene el carácter de multigrado, y son más bien escasas las instancias en las que en una escuela rural bilingüe se cuente con un maestro o maestra para cada grado.259 Hay que desarrollar estrategias para elevar la función social que actualmente tienen tanto el segundo idioma como la escritura en las sociedades indígenas. Si bien la mayoría de comunidades privilegian la oralidad en sus comunicaciones, y debe reafirmarse esa capacidad, una buena didáctica puede llevar a que se familiaricen con el lenguaje dominante en las comunicaciones foráneas y con su escritura. La posible solución a ésta necesidad se puede ligar a otra presente en las experiencias etnoeducativas: la falta de propuestas destinadas a enriquecer la 257 López, L. E. 2001. Trapnell, L. 259 López, L. E.; Küper, W. 1999. 258 114 enseñanza - aprendizaje con metodologías activas que promuevan el aprendizaje cooperativo. Es llamativo que ésta última carencia en las experiencias EBI se presenta, a pesar de la capacidad que tienen los grupos indígenas y afrocolombianos para trabajar en conjunto. Una muestra más de la importancia de recuperar prácticas propias por encima de la introducción de métodos occidentalizados. Las experiencias etnoeducativas se beneficiarían si los maestros y maestras reconocieran que tanto los padres de familia como los expertos de las comunidades en las que trabajan pueden también contribuir al fortalecimiento del modelo y a complementar la tarea del docente, particularmente en aspectos relacionados con los saberes y conocimientos tradicionales. 260 Cuando se logra esa colaboración los resultados son muy alentadores para el estudiantado y para la comunidad en general, que ven en ello un acercamiento en los propósitos educativos. Lección 4. Perspectivas en la formación de recursos humanos. La formación sostenida de recursos humanos en EIB, a diversos niveles, es prioritaria con el fin de poder contar con mayores números de maestros, expertos y líderes de calidad, tanto indígenas como no indígenas. 261 Sin duda aún se requiere capacitación y formación para las personas involucradas en los procesos de etnoeducación; como también, es importante que estos procesos se cualifiquen en la pertinencia de sus enfoques, contenidos y métodos. La formación de recursos humanos de las comunidades indígenas y afrodescendientes, quienes están llamados a dirigir y administrar sus recursos humanos, naturales y económicos, es una prioridad ineludible. Por falta de capacitación y formación muchos de los líderes de éstas comunidades se han fracasado personalmente en su intento de asumir responsabilidades públicas o comunitarias. 260 261 Ibid. Ibid. 115 Foto, Ruth Chaparro Se cuenta con variadas propuestas de formación, elaboradas con una consulta de las necesidades de la región y la localidad donde están inscritas, y sería iluso pensar en mejorarlas desde fuera de ellas. Cada programa de formación debe velar porque su propuesta sea lo más pertinente posible, consultando las expectativas y necesidades que van surgiendo en los procesos comunitarios. Se debe asegurar la participación orgánica de las entidades representativas de los pueblos indígenas en la proyección y gestión de los procesos de formación de los recursos humanos. La formación de maestros para una educación bilingüe a menudo focaliza su acción en la preparación de maestros pertenecientes, o provenientes, de las propias comunidades indígenas. La formación docente en la región se enriquecería si en los planes de estudio para todos los maestros, se incluyeran competencias y contenidos relacionados con el multilingüismo de la región. Este tipo de programas académicos toman como referencia el aprendizaje, enseñanza y uso de idiomas extranjeros, dando la espalda a las lenguas indígenas, que en algunos países constituyen verdaderas mayorías nacionales. Las universidades de la región deberían también incrementar iniciativas y esfuerzos para incluir programas en psicolingüística, sociolingüística y lingüística aplicada.262 Se requiere diseñar estrategias que garanticen la actualización permanente de los egresados de los programas de formación. La capacitación de los docentes en servicio debe mantenerse a nivel de actualización y no sustituir las acciones de 262 Ibid. 116 formación y el calendario de los cursos de formación debe tomar en cuenta la alternancia entre períodos escolarizados y no escolarizados. La actividad de formación debe centrarse en procesos más que en contenidos y la capacitación en cascada debe cuestionarse porque deforma los contenidos y la intención pedagógica planteados inicialmente.263 El desarrollo de un proceso de educación intercultural en la escuela es una dificultad que desde la pedagogía tiene propuestas aún sin experimentar. Hay que probar opciones de abordarlo en los espacios etnoeducativos y en las comunidades de su influencia, y los hallazgos pedagógicos experimentados llevarlos como aporte a otros espacios de la sociedad hegemónica. Se propone que “los equipos de formadores aprendan a mirar al “otro” como distinto, pero a la vez igual, en términos de una relación horizontal y como portador de un conjunto de saberes y valores, formas de conocer e interpretar la realidad y de aprender, que deben ser recuperadas en el trabajo educativo. Una apertura real hacia “el otro” debe llevar a desarrollar una actitud vigilante frente a la tendencia a imponer esquemas de interpretación y organización de la realidad y a poner en duda la noción tan arraigada de verdades universales. Esta actitud debe permear a todo el equipo de formación y modelar todos los ámbitos de la práctica dentro y fuera del contexto del aula.”264 Los docentes de muchos institutos etnoeducativos afirman que no comprenden muy bien “lo de la interculturalidad”, como si fuera tan sólo un aspecto de la propuesta. Los problemas en la comprensión podrían estar relacionadas con la falta de un enfoque holístico e integrador que permita ver la interculturalidad como elemento orientador que define tanto los procesos como la finalidad de las propuestas educativas. La falta de un concepto holístico e integrador sobre la interculturalidad, también se observa en la manera cómo se buscan espacios específicos para reflexionar sobre “la interculturalidad”, sin considerar que la reflexión intercultural debe abarcar todos los ámbitos y las maneras de comprender y actuar sobre la realidad.265 Se tiene la necesidad de preparar al personal docente para los cambios. “La convivencia en la diversidad y la capacidad de reflexionar sobre las relaciones que se establecen y que se fomentan en la escuela, lo que se conoce como cultura escolar, no forman parte intrínseca de lo pedagógico. Lo común es ver escuelas que se desentienden de lo que ocurre en el ámbito de las relaciones interpersonales y la construcción de una cultura democrática, pluralista y participativa… Tal como lo explica un estudio etnográfico de UNESCO sobre atención a la diversidad cultural, los docentes no han sido formados para atender singularidades, ni de comunidades y menos de personas. Su objeto, en el contexto 263 López, L. E. 1996. Citando conclusiones del Congresos de EIB, América Andina, realizado en 1995. Trapnell, L. 265 Ibid. 264 117 de un mundo centrado en la productividad, son los insumos (contenidos), los procedimientos (estrategias- metodología) y los resultados (aprendizajes). Los maestros están formados ideológicamente en valores pero no tienen una formación para reconocer dónde y cómo se aplican estos valores.266 Una educación intercultural requiere de personas que se hayan encontrado con el “otro” en la práctica de convivencia intercultural, esta apertura y conciencia del “otro” es absolutamente necesaria. Los etnoeducadores deben tener la apertura necesaria para tratar de entender cómo sus estudiantes interpretan la realidad a partir de sus tradiciones culturales y sus experiencias personales, y desde allí autoorganizan sus procesos de aprendizaje y construyen nuevos conocimientos. En este proceso deben tener especial cuidado para evitar la imposición de marcos conceptuales y esquemas de interpretación de la realidad. 267 Para recuperar y movilizar las tecnologías tradicionales se debe recurrir al potencial de los recursos locales y regionales, lo que exige, a su vez, un proceso de aprendizaje y reaprendizaje social, cultural y tecnológico por parte de todos. La educación debe movilizar el potencial creativo de aplicación y desarrollo de las tecnologías tradicionales, no la simple transferencia y reproducción, y menos aún la simple imitación de una tecnología importada.268 Lección 5. Perspectivas de la relación con la sociedad hegemónica Las sociedades latinoamericanas se han planteado en sus normas fundamentales la apertura al reconocimiento y aceptación de la diversidad como bien constitutivo de sus culturas. Sin embargo es un camino que hay que construir para que deje de ser un postulado de papel. “No se puede llegar al reconocimiento de un pluralismo cultural y de sus consecuencias políticas, económicas y sociales, sin una previa «descolonización mental» de los dirigentes y de los segmentos dominantes de la sociedad.”269 La interculturalidad debe ser vista como una propuesta amplia de relacionamiento y de negociación de sentidos y significados entre realidades, expresiones y manifestaciones culturales y lingüísticas diferentes. Esta propuesta se plantea desde una concepción más equitativa y de mayor contenido democrático, en tanto 266 Luna, L.; Hirmas, C. 2004. Trapnell, L. 268 López, L. E.; Küper, W. 1999. 269 Ibid. 267 118 se requiere una relación más justa y equitativa entre colectivos que el mestizaje jerarquizó en detrimento de lo ancestral latinoamericano.270 Es preciso fomentar la interculturalidad como principio que rija para toda la sociedad y no sólo para la educación de los indígenas, de hecho es imposible concebir tal interrelación sin la participación positiva de ambas partes. La sociedad nacional debe reconocer la pluriculturalidad y aceptarla en el sentido de una complementariedad de elementos de diferentes culturas y de un enriquecimiento mutuo. 271 Foto, Néstor Jiménez “Para tener un verdadero impacto en los alumnos y en la sociedad, la interculturalidad tiene que partir de la experiencia de los alumnos y de la realidad sociocultural en que viven, incluyendo los conflictos internos, inter e intragrupales, los desequilibrios sociales y culturales que ellos confrontan. También tiene que desarrollar conocimientos y habilidades que permitan conceptualizarla, interiorizar su ejercicio y asumir compromiso y conciencia.”272 La escuela latinoamericana del siglo XXI debe considerar las lenguas y culturas amerindias como medios de aprendizajes que iluminen la construcción de sociedades más democráticas. “Sólo aprovechando nuestra especificidad y 270 López, L. E. 2001. López, L. E.; Küper, W. 1999. 272 Walsh, C. 2000. 271 119 reinscribiendo nuestra heredad como válida estaremos los latinoamericanos también en condiciones de inscribirnos en el proceso de globalización con rostro propio. Una educación intercultural para todos puede contribuir a este fin.”273 Hay que seguir insistiendo en la experimentación de propuestas metodológicas que abran las conciencias de las personas no son indígenas para que logren aceptar positivamente la diversidad. En ese proceso puede ser de utilidad destacar las contribuciones indígenas al mejoramiento de la calidad de vida, en relación con la posición que asumen frente a la naturaleza y en su papel de defensores del medio ambiente. También será de utilidad revisar el ideal del monolingüismo y propiciar el descubrimiento de la naturaleza plurilingüe del planeta.274 La interculturalidad sigue constituyendo una acción pendiente y necesaria en la agenda educativa latinoamericana. Para ello hay que revisar aspectos como: 275 El replanteamiento de la relación entre la institución educativa y las comunidades en las que ésta se inserta, en el marco de los planes de vida de los grupos étnicos que habitan ese contexto local. La mirada hacia afuera que permita ver el relacionamiento externo y el posicionamiento ante el mundo. No sólo tolerar las diferencias, sino respetarlas, revalorarlas y aceptarlas positivamente, desde una perspectiva que concibe la diversidad como recurso capaz de potenciar un desarrollo humano diferente y sostenible en contextos multiétnicos como los latinoamericanos. La recuperación para los currículos nacionales de las historias no-oficiales que tienen ver con la presencia indígena y con la de otras poblaciones culturalmente diferenciadas, como la afroamericana y la resultante de otros procesos migratorios a la región; La recuperación y sistematización de la tradición oral local y su transformación en material educativo ya sea escrito o audiovisual; el ejercicio de actividades de simulación de roles, de manejo y resolución de conflictos y de búsqueda de consensos.276 Hay que construir una pedagogía de la diversidad y para la diversidad que dé cuenta de la heterogeneidad cultural. La educación intercultural enseña que muchas de las convicciones y “verdades” son simples creencias, “que estas creencias son una prisión porque limitan las posibilidades de vivir, mientras que el 273 López, L. E. 2001. Ibid. 275 Ibid. 276 López, L. E. 2001. 274 120 descubrimiento de otras lógicas de vida sugerirá alternativas posibles y, por ende, ampliará la capacidad de acción.”277 Una educación intercultural para el medio urbano y dominante, se apoya en la evaluación crítica de la sociedad dominante en contraste con las sociedades indígenas y rurales. Su objetivo principal es el de relativizar el modelo civilizatorio urbano, haciendo comprender que otras formas de sociedad “son capaces de satisfacer las necesidades humanas en un sentido más amplio y completo que la sociedad urbana, aun cuando su universo de bienes materiales y avances tecnológicos es menos abundante”, más “pobre”. 278 Esta confrontación de saberes puede conducir a panoramas mentales más amplios. Es la oportunidad de diseñar una educación humanista que desmitifica las satisfacciones y la felicidad atribuidas al consumo de bienes materiales. Para confrontar el juicio etnosuficiente de una cultura sobre la diversidad humana, la convicción que una civilización es superior a todas las otras, para desmitificar la certeza que sus valores son universales y que su “sentido común” es el sentido único posible. La educación intercultural debe inducir una comprensión de las alteridades socio-culturales que cuestione los valores, juicios y el sentido común dominantes.279 “La noción de interculturalidad aboga por prácticas que evidencien respeto y afirmación de la diversidad étnica, cultural y lingüística del país en otros campos distintos de la educación, como pueden ser la administración de justicia, la prestación de servicios de salud y otros.” 280 277 Gasché, J. 2007. Ibid. 279 Gasché, J. 2007. 280 Trapnell, L. 278 121 GLOSARIO DE TÉRMINOS Aculturización. Proceso cultural mediante el cual se pierde la cultura propia y se adoptan valores de otra cultura. Aldea global. Debido al progreso tecnológico, la velocidad de las comunicaciones permite que todos los habitantes del planeta empiecen a comunicarse de manera instantánea y directa; la sociedad humana se transforma y su estilo de vida se vuelve similar. El principio de este concepto es el de un mundo interrelacionado, con estrechez de vínculos culturales: económicos, políticos y sociales, como producto de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), promoviendo el surgimiento de una conciencia global a escala planetaria. Educación Bilingüe de Mantenimiento y Desarrollo. Un tipo de educación en la cual la lengua materna se usa a lo largo de toda la escolaridad, para asegurar su mantenimiento y desarrollo. Educación Bilingüe de Transición. Un tipo de educación que recurre a las lenguas maternas de los niños, sólo como puente y mecanismo de facilitación del aprendizaje del idioma nacional. También cumple la función de facilitar la apropiación de los contenidos oficiales del currículo. Etnodesarrollo. “El ejercicio de la capacidad social de decisión de un pueblo sobre el manejo de los recursos de su cultura para construir su futuro de acuerdo con un proyecto que se defina según sus propios valores y aspiraciones.” (Guillermo Bonfil Batalla, 1981). Etnoeducación. "un proceso social permanente, inmerso en la cultura propia, que permite, conforme a las necesidades, intereses y aspiraciones de un pueblo, formar a sus individuos para ejercer su capacidad social de decisión, mediante el conocimiento de los recursos de su cultura, teniendo en cuenta los valores del grupo étnico que permitan un reconocimiento y a la vez relación con otras culturas y con la sociedad hegemónica en términos de mutuo respeto” (Guillermo Bonfil Batalla, 1981). Etnocidio. Destrucción de las culturas de un grupo étnico. Genocidio. Destrucción de los grupos étnicos. 122 Globalización. Se refiere principalmente a un proceso de integración económica de los países a un sistema de economía planetaria global. Para abordar asuntos de tipo social se habla de aldea global. Grupo étnico. Es un grupo humano que tiene un mismo origen y comparten una cultura; este grupo se denomina pueblo o etnia. Entre las características culturales que comparten se encuentran el idioma, la historia ligada a un territorio, los ancestros y formas de expresión materiales y espirituales. Hegemonía. Dominio que ejerce una población sobre otra para ejercer como superior. Letargia. Adormecimiento, enajenamiento del ánimo. Lengua Materna. Se denomina como L1 ó lengua materna al idioma hablado en la familia para la socialización primaria, por lo general es la lengua nativa o ancestral. Literacidad. Habilidad para leer y escribir un idioma y las posibilidades de usarlo como medio de comunicación en espacios sociales propicios. Multiculturalismo: Es una política de coexistencia pacífica de unas culturas junto a otras, conservando y expresando sus diferencias en una misma nación. Se busca que exista convivencia política, manteniendo y protegiendo las diferencias como un valor. Es preciso mirar dos conceptos originados en visiones y experiencias diferentes: La multiculturalidad “normalmente se refiere, en forma descriptiva, a la existencia de distintos grupos culturales que, en la práctica social y política, permanecen separados, divididos y opuestos. (Walsh, C. 2000) La multiculturalidad “Lo que busca es que la gente se entienda e interactúe aceptando su diversidad y no buscando la similitud, a la vez que respetando las preferencias de los individuos, sea cual sea su cultura. La multiculturalidad se da en culturas cuyo sistema político promueve la libertad (liberalismo social) y donde hay muchos grupos étnicos, y apuesta por la interrelación entre estos y no la creación de grupos aislados.” (www.wilkipedia.org) Pluriculturalidad. Indica la existencia de culturas diferentes que conviven en un mismo espacio territorial. Proyecto (Plan) de Vida. “Una estrategia organizada y sistematizada, que identifica y explicita el perfil de hombre y sociedad a construir, y parte de la revisión de los procesos históricos de la realidad actual, características, necesidades y aspiraciones de cada grupo étnico. Es una decisión política, 123 tomada colectivamente, que orienta los procesos y acciones para alcanzar el perfil de sociedad deseado. “El proyecto de Vida recoge y desarrolla la historia, la situación actual y la proyección de los componentes culturales propios y ajenos del grupo étnico, referidos a aspectos tales como el territorio, los recursos naturales, la producción, la religión, la salud, comunicación (contemplando idioma y las formas de transmisión del conocimiento), las relaciones con otros grupos y las formas de gobierno y participación.” (Ministerio de Educación. Enero, 1996) Proyecto Educativo Comunitario (PEC). “El Proyecto Educativo Comunitario… busca responder desde la educación a los problemas y necesidades de la comunidad a través de la clarificación, reconocimiento del potencial social y formación de la comunidad para el plan global de vida. Es decir, el PEC, es un componente formativo del plan global de vida, e idealmente, debería ser el motor del mismo.” (Rodríguez, A.; Chaparro, R. y Martínez, A. 2003) Segunda Lengua. La segunda lengua ó L2, es el idioma que se aprende después de la lengua materna, por lo general es en la escuela donde se estudia, El español y el portugués son las segundas lenguas de dominio en los Estados latinoamericanos. 124 FUENTES DOCUMENTALES Bibliografía de libros o artículos consultados impresos en papel ALMENDRA V., Agustín (2005). “Uso del Namui Wam y la escritura del castellano: un proceso de tensión y distensión intergeneracional en el pueblo guambiano (Departamento del Cauca – Colombia).” La Paz, Plural, PINSEIB, PROEIB Andes. ALMENDRA V., Agustín (2008). “La etnoeducación: sistema nodal del plan de vida y del proyecto etnoeducativo comunitario – PEC con pueblos indígenas, afrocolombianos, raizales y rom de Colombia.” Ministerio de Educación Nacional. Bogotá. ASOAINTAM – ASOCIACIÓN DE AUTORIDADES TRADICIONALES DE TARAPACÁ AMAZONAS (2008). “Plan de vida de los cabildos Uitoto, Tikuna, Bora, Kokama e Inga.” Opciones gráficas Editores Ltda. 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