Artista shipiba Santuario amazónico

Anuncio
Semana del 21 al 27 de diciembre de 2009 • DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Santuario
amazónico
Lago Sandoval
Semanario del Diario Oficial El Peruano |
Año 102 | 3a etapa | N° 152
Artista
shipiba
Dora Panduro
Fiesta navideña
LOS NEGRITOS EXPRESAN CON SUS BAILES SU RESPETO AL NIÑO JESÚS
CRÓNICA
2 • VARIEDADES
RESUMEN
5 | ESCENARIOS
Que lo vivido no sea en vano, por María del
Pilar Tello.
6 | HALLAZGO
Los Chehing Sardá poseen el nacimiento más
grande de Arequipa.
11 | NUESTRA MÚSICA
La historia de la marinera limeña, por Manuel
Acosta Ojeda.
14 | TURISMO
El lago Sandoval, uno de los atractivos de
Madre de Dios.
16 | EL
OTRO YO
Walter Yaipén, director
de los Hermanos
Yaipén, se confiesa
a Variedades.
PADRE ÓSCAR AQUINO PÉREZ
La voz de Los
Toribianitos
Cuando hablamos de Navidad casi siempre imaginamos
la escena al ritmo de villancicos, temas que dieron
notoriedad a Los Toribianitos. El padre Óscar Aquino,
director del coro desde hace 38 años, cuenta la historia
del conjunto infantil.
PORTADA
DANZA. Los Negritos, la famosa
estampa huanuqueña. Con sus bailes
expresan su fe inmensa hacia el Niño
Jesús. Foto: Renzo Uccelli / Promperú.
DIRECTOR FUNDADOR : CLEMENTE PALMA
DIRECTORA (E) : DELFINA BECERRA GONZÁLEZ
SUBDIRECTOR : JORGE SANDOVAL CÓRDOVA
EDITOR : MOISÉS AYLAS ORTIZ
EDITOR DE FOTOGRAFÍA : JEAN P. VARGAS GIANELLA
EDITOR DE DISEÑO : JULIO RIVADENEYRA USURÍN
TELÉFONO : 315-0400, ANEXO 2030
CORREOS : VARIEDADES@EDITORAPERU.COM.PE
MAYLAS@EDITORAPERU.COM.PE
Variedades es una publicación del Diario Oficial
2008 © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
ESCRIBE: JOSÉ VADILLO VILA / FOTOS: JUAN
CARLOS GUZMÁN / RUBÉN GRANDEZ
E
l timbre se va perdiendo por el pasadizo como una nota
redonda y blanca. Desde el fondo, emerge la figura del
monseñor Óscar Aquino Pérez. Se disculpa y pide un par
de minutos para atendernos.
En realidad, se siente incómodo. A sus 76 años de edad y
medio siglo de sacerdocio, nunca le ha gustado que se hable de
él. Prefiere que los niños del coro sean los protagonistas: El año
pasado una periodista hizo un libro sobre Los Toribianitos y él. El
libro lo tiene en su escritorio, pero él no ha leído ni una página.
Temo que mi artículo correrá la misma suerte.
Pero hablar de Los Toribianitos es hablar de este sacerdote
nacido en Matucana. Por eso hemos venido hasta la parroquia
San Lorenzo, en el jirón Libertad, una zona picante del Rímac.
Desde hace cuatro años, Aquino es el párroco de esta pequeña iglesia. Nunca antes, en su vida dedicada a difundir la
Palabra, había estado a cargo de una parroquia. Cuarenta y seis
años de su vida religiosa los dedicó a la docencia de niños. "Pero
CORO
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 3
uno tiene que ir a donde le ordenan", recuerda.
A diferencia de otras iglesias de barrio, tres veces por semana el salón de la San Lorenzo se convierte en una sala de
ensayos donde 36 niños van afinando voces y coreografías, bajo
la atenta mirada y oído del padre Aquino.
La historia de Los Toribianitos empezó aquí, en el rico Rímac, en 1971. Fue en el colegio externado Santo Toribio de
Mogrovejo. Entonces Aquino era encargado de la primaria del
centro educativo, cuando un profesor que había hecho un himno
para la Cruz Roja, le propuso crear un coro para participar en el
concurso, donde estarían colegios de todo Lima.
Aquino, que era un aficionado a la música y la considera
"un medio para evangelizar y un buen medio para corregir el
vocabulario, el lenguaje y la atención de los niños", se animó y
juntaron a los niños de quinto y sexto año de primaria. En menos
de un mes, armaron el coro exclusivamente para el evento.
"No eran grandes cantantes, pero ganaron ese concurso
por dos cosas: los coros iban sin acompañamiento y en nuestro
caso, yo acompañaba a los niños con un acordeón. Y así clasificamos", dice el párroco. El premio fue un diploma y la grabación
de un disco. Solo se cumplió con lo primero.
Pensaron que ahí terminaba la historia del elenco, pero
como la noticia del triunfo del coro infantil del colegio Santo Toribio salió en algunos periódicos de la época, el productor del
programa infantil de Panamericana Televisión –"un tal señor Cabaña"–, los invitó a cantar.
El padre Aquino le dijo que los niños solo conocían el himno
de la Cruz Roja y nada más. Pero el productor insistió, les prestó
unos elepés para que aumenten su repertorio y tras varios ensayos, el padre Aquino y los 35 niños lograron sacar un repertorio
de 15 canciones. Entonces el grupo empezó a salir en la TV por
lo menos una vez al mes. Y su leyenda popular empezó.
No nacieron como un coro navideño, pero el repertorio de
estas fechas suma hoy 150 villancicos, desde que en 1973 grabaron su primer disco de cuatro canciones, bajo el nombre de
coro del Colegio Externado Santo Toribio.
Nuevamente, el señor Cabaña intervino en la historia del
coro y dice al padre que el nombre no era comercial. Aquino lo
medita una noche y a la mañana siguiente ya tiene el nombre, se
llamarán Los Toribianitos.
El coro de niños más famoso del Perú ha grabado seis elepés y seis discos compactos. Cada fin de año, Los Toribianitos
son más requeridos, aunque su actividad es permanente.
Han viajado a casi todo el Perú y fueron dos veces a EE UU.
Desde 2004 no vuelven al extranjero porque los costos son altos
y ellos han tenido que solventar también parte de los gastos.
Aunque algunos hasta se burlen de las voces agudas del
coro y los relacionen con los villancicos, su gestor recuerda que
el repertorio del elenco es amplio. Han grabado piezas de música peruana, inclusive con arreglos tropicales y otro con zampoñas y charangos.
Le pregunto al padre Aquino cuál es el disco que le gustaría
hacer. No lo piensa dos veces: su sueño es que Los Toribianitos
graben un álbum con música selecta con una orquesta sinfónica.
Por lo menos, por una cuestión de costos, con un cuarteto de
cuerdas.
EL TRAJE ROJIBLANCO QUE
CARACTERIZA AL ELENCO
LO ASUMIERON EN LOS
AÑOS OCHENTA, AÑOS DEL
TERRORISMO, CUANDO LA
PRENSA LOS BAUTIZÓ COMO
LOS TORIBIANITOS DEL PERÚ.
Si bien el coro solo lo integran las voces blancas, en cada
presentación siempre están algunos de los "Toriviejitos", hombres de 20, 30 ó 40 años de edad, que alguna vez estuvieron
en el elenco y por el cariño siempre están atentos al devenir
de Los Toribianitos. Y cada 8 de octubre los nuevos y antiguos
miembros del elenco se reúnen para celebrar simbólicamente su
aniversario de creación.
Por sus cinco décadas dedicadas a Dios, la orden diocesana le dio un permiso al padre Aquino y pudo ir a Canadá a
visitar a sus familiares. Allá asistió a un festival mundial de coros
infantiles y se sorprendió que, veinte años después de volver a
ver en el país del norte un espectáculo similar, los coros hagan
coreografías.
En cambio esta práctica la tiene por más tiempo Los
Toribianitos. Es parte de su sello. Sin embargo, Óscar Aquino recuerda que todo es una creación colectiva, y que si en
1976 empezaron a incluir las coreografías fue gracias a los
esposos Iparraguirre, quienes hacían teatro y les enseñaron
unos pasos a los chicos.
Para el creador del elenco, todos los niños pueden ser Toribianitos, empero son ellos mismos quienes deben decidir y no
venir a la fuerza por sus familiares.
El padre Aquino siempre ha acompañado al coro con un
acordeón, mas hoy llevar los 20 kilos encima le resulta difícil.
Algunos de los ex Toribianitos se acercan para ayudarlo con las
coreografías o la disciplina, importantísima para el elenco.
Si bien nunca se ha pensado en Los Toribianitos como un
medio para lucrar y tanto instrumentos como trajes han sido esfuerzos colectivos con los padres de familia (no cobraron ni las
regalías de los discos suyos que distribuía la disquera Iempsa),
el elenco de 26 niños va a casi todas los lugares donde los solicitan.
Muchas veces las instituciones les dicen que no tienen dinero para pagarles y ellos van, pero se olvidan que los Toribianitos
hacen sus espectáculos junto a cinco músicos profesionales,
que sí viven de la música, y que el poco dinero que se consigue
en la parroquia es mejor usarlo para los pobres que solventar
pasajes del gran elenco que ha puesto sello propio a la fiesta
de Navidad.
NAVIDAD
4 • VARIEDADES
ESPÍRITU NAVIDEÑO
ESCRIBE / FOTO: JESÚS RAYMUNDO TAIPE
Aires de
villancicos
andinos
C
El cantante y compositor Jorge Núñez del
Prado y la intérprete de música andina
Margot Palomino le cantan a la Navidad.
APUNTES
• Una muestra de los
villancicos con aires
cusqueños se podrá
apreciar hoy, a las 7 y
30 de la noche, en el
auditorio del Icpna de
Miraflores.
• El repertorio permitirá
recorrer por diversas
etapas de la vida,
reflexionar sobre los
tropiezos cometidos,
reiterar un abrazo
a la humanidad y
compartir la esperanza
de construir un mundo
más solidario.
omo el amor, los villancicos nunca envejecen. Es
posible escucharlos una y otra vez, en diferentes
etapas de la vida, en diversos géneros musicales e
idiomas, pero siempre conservan el aroma de la inocencia.
Su mensaje también es una palabra universal que recorre
con naturalidad todas las épocas, regiones y culturas que
uno puede imaginarse.
En el caso del músico y compositor cusqueño Jorge
Núñez del Prado, de 81 años, los villancicos le recuerdan
los días en que solía tocar las campanas y el melodio en la
iglesia matriz de Paucartambo. En aquella época, integraba
el coro de niños y era acólito y actor. Vivía, además, bendecida por la Mamacha del Carmen, la patrona que en julio es
venerada por miles de fieles.
Hace cinco años se animó a compartir sus canciones navideñas en el programa Presencia Cultural del canal del Estado.
Al otro lado del set, la intérprete de música andina Margot Palomino lo observaba fascinada. "Son canciones que don Jorge
las había escuchado de niño y otras que había creado gracias
a su extraordinaria humanidad, su talento y sabiduría".
Los villancicos obraron el milagro de una amistad que
hasta hoy perdura. Ella le propuso presentar un recital con
canciones navideñas y él aceptó gustoso. Luego, grabaron
el disco Waylluy taki (Muestra de amor), en el que se luce el
pampapiano (piano de pampa) de Jorge Núñez del Prado, el
violín de Rolando Carrasco, el arpa de Armando Becerra y la
voz de Margot Palomino.
El pampapiano del maestro es uno de los pocos del país
que aún se encuentran en funcionamiento. Hace cuatro siglos, su sonido acompañaba a los evangelizadores que recorrían los pueblos andinos. El siglo pasado todavía se escuchaba en las fiestas religiosas cusqueñas de San Sebastián
y San Jerónimo.
Para el artista cusqueño, los villancicos son semillas que
despiertan en los niños el amor y la solidaridad. Por eso se
animó a crearlos con la misma emoción que vivía la Navidad
en su tierra. "Me animé a componer para recordar que un día
fui un niño inquieto, pero con mucha fe. También lo hice porque los hombres están perdiendo la ilusión y la espiritualidad
y ven más lo material".
Aún recuerda las Navidades en que los paucarbambinos
no lucían árboles con luces multicolores, como hoy acostumbran. Tampoco conocían al personaje subido de peso que
viste traje rojo, tiene barba blanca y siempre ríe con las personas. En las primeras décadas del siglo pasado, los niños
pensaban que el Niño Manuelito traía los regalos y que los
Reyes Magos regalaban galletas y caramelos.
Aunque las costumbres han evolucionado, los villancicos
aún comparten sus mensajes cristianos. Margot Palomino,
quien es dueña de una dulce voz, comenta que al margen de
la concepción ideológica, el credo o la idea que cada persona
tenga de Dios, la Navidad invita a la afirmación de la unión
familiar y de los afectos. "También es una reafirmación de
nuestra identidad y del amor por nuestros pueblos y nuestra
cultura".
ESCENARIOS
ESCRIBE: MARÍA DEL PILAR TELLO
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 5
MUSEO DE LA MEMORIA
Que lo vivido no sea en vano
L
a pacificación es tarea de todos y es parte del progreso,
el bienestar y el desarrollo de nuestra sociedad. A casi
tres décadas del inicio de la guerra fratricida que enlutó
nuestro país, está por levantarse el Museo de la Memoria en
el distrito de Miraflores. Será un recurso testimonial que permitirá dejar constancia de la forma en que el país recuerda la
violencia vivida y cómo la rechaza en todas sus expresiones
para consolidar la integración y la cultura democrática.
Aunque la iniciativa ha sido controvertida, los sectores
que la impulsan entienden que es una forma de afrontar el
recuerdo de la violencia indeseable para que no se repita.
Que lo vivido no sea en vano, que la nación asuma objetivamente la dimensión, las causas y las consecuencias de la
subversión terrorista que dejó a la sociedad desangrada con
instituciones debilitadas y hasta enfrentadas por los excesos
y los errores que se cometieron.
Mario Vargas Llosa, junto a un grupo de peruanos comprometido con la paz, ha tomado en sus manos esta tarea de
profundo simbolismo. Como presidente de la comisión encargada del proyecto, deberá cuidar que el Museo de la Memoria supere las heridas aún abiertas y refleje con imparcialidad
el período de violencia que vivimos. Que el sentimiento que
el museo motive sea constructivo y de paz, que fortalezca la
acción democrática pero también la integración nacional, la
lucha contra la pobreza y la exclusión.
En un continente tan desigual como es América Latina,
los conflictos sociales proliferan. El desafío de las clases
dirigentes es canalizarlos dentro del sistema y las instituciones. Cuando ello no sucede, se llega a extremos como
el conflicto armado que padecimos durante dos décadas.
Parte de la prevención es recordar cabalmente lo sucedido
para evitar que resurja y que tome dimensiones que pongan
en jaque a la democracia. Para ello, se requiere lucidez y
desprendimiento, pero también generosidad para entender
que la inversión social y la educación son las armas democráticas para evitar que las rebeliones lleguen al enfrentamiento armado.
Como bien sabemos, la violencia y la guerra siguen
siendo flagelos de la humanidad. El arreglo de los conflictos
por la vía pacífica es la opción mundial, y para ello se creó
la ONU. En el plano nacional, este mismo criterio implica la
defensa de los derechos humanos a comenzar por satisfacer
las necesidades esenciales que permitan a las sociedades
convivir en armonía y superar los enfrentamientos que se
alimentan de los radicalismos.
El Museo de la Memoria implica una visión retrospectiva
constructiva. Un espacio de reflexión que convoque a todos
los peruanos sin excepción y que el alcalde de Miraflores,
Manuel Masías, dando espalda a las críticas, ha entendido y
facilitado descartando que pueda ser usado como instrumento para atacar a las Fuerzas Armadas, tal como bien lo ha
reiterado el mismo Vargas Llosa.
El Museo de la Memoria es un desafío al país. Tan difícil como pedir perdón puede ser enjuiciar con imparcialidad
un enfrentamiento entre hermanos cuyas heridas aún están
abiertas por lo que sucedió y lo que aún está sucediendo
con los remanentes activos de Sendero Luminoso. Sin embargo, es de almas grandes el perdón y de sociedades que
se empeñan en desarrollar y progresar el dejar en el pasado
el dolor y los rencores, aunque sin olvidar lo sucedido para
evitar que se repita. En este sentido, la sociedad española
dio una gran lección a la humanidad al superar las divisiones
y enfrentamientos de la guerra civil y emprender una senda
de confluencia de esfuerzos que han dado nacimiento al gran
país que es hoy España, competitivo y fortalecido dentro de
la Unión Europea.
HALLAZGO
6 • VARIEDADES
ALGUNAS PIEZAS TIENEN 200 AÑOS DE ANTIGÜEDAD
Nacimiento
peculiar
La fiesta de Navidad es un acontecimiento especial
para la familia Chehing Sardá. Ellos poseen uno de los
nacimientos más peculiares del país. Con un total de
150 piezas escenifican 16 pasajes bíblicos.
ESCRIBE / FOTOS: ROCÍO MÉNDEZ CARBAJAL
E
s inevitable que la gente exprese su admiración
cuando visita el nacimiento de la familia Chehing
Sardá, y es que las 150 piezas, que forman parte de
la colección con la que recrean varios pasajes bíblicos, nos
hablan del origen de Jesús.
Hace cuatro años esta familia abrió las puertas de su
casa al público para que admire las piezas de su colección
con las que arman el nacimiento. Este año la escenificación
consta de 16 pasajes bíblicos, exquisitamente recreados en
dos habitaciones de la vivienda de los Chehing, a quienes
les tomó una semana adecuar los ambientes.
Varias de las piezas empleadas tienen más de 200 años
y fueron adquiridas por Pedro Chehing, descendiente árabe
que llegó al Perú muy joven, durante la Segunda Guerra
Mundial, y se instaló en Arequipa, donde decidió quedarse
a vivir por su agradable clima, para entonces ya tenía una
pasión, coleccionar objetos religiosos.
CIUDADBLANCA
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 7
LAS ESCENAS
Esta pasión se acentuó con los años y lo transmitió a
su hijo Mario, quien también contribuyó a adquirir más piezas, incrementando la colección de piezas religiosas. Éstas
miden 40, 30, 25 y 20 centímetros. Varias de ellas son finas
piezas talladas en madera, otras son de maguey con manos de plomo y con ojos de cristal. Sus rasgos son definidos
y otorgan a las imágenes una expresión de realismo que
transporta a los visitantes a aquella época.
En la versión de este año se muestra al público dos
nuevas escenas: la matanza de los inocentes y Jesús el
buen pastor. Mario Chehing refiere que cada año trabajan
una escena nueva debido a que su colección cuenta con
piezas inéditas que por cuestiones de tiempo y espacio no
puede mostrar en sus exhibiciones.
Él se emociona cuando habla de la recreación del
nacimiento y no es para menos, pues las piezas que
muestra son especiales si no únicas y lo sabe, por eso
personalmente dirige la ambientación de la escenificación
para que no falte ningún detalle, también está pendiente
del desembalaje de la imágenes para evitar su deterioro,
pero cómo él dice, nada de esto podría ser realidad sino
contara con el apoyo de sus amigos Mauricio Herrera y
Gerardo Valdivia.
Nos cuenta que hasta 2005 el nacimiento sólo se armaba para la familia, claro que no todas la piezas eran utilizadas. La propuesta de mostrar la colección surgió luego
de participar de un concurso de nacimientos convocado por
el Instituto Nacional de Cultura (INC) de Arequipa. Ganó el
primer lugar y el INC lo animó a mostrar al público las valiosas piezas. Desde aquella fecha la familia Chehing muestra
su colección.
La vivienda de los Chehing se ubica en la calle Las
Flores Nº 124, en la parte baja del distrito de Miraflores,
cerca de la plaza de San Antonio. Los interesados en ver
la escenificación pueden hacerlo de lunes a domingo en
el horario de 9 de la mañana a 7 de la noche hasta el 20
de enero de 2010. Esta es una oportunidad que no puede
dejar pasar.
• La historia del Nacimiento se inicia con San Joaquín
y Santa Ana, padres de María, quienes le enseñan las
labores de la casa.
• La Anunciación. El ángel San Gabriel se presenta
a María y le dice que va a ser madre por obra del
Espíritu Santo.
• María visita a su prima Isabel, quien también está
embarazada, para contarle el anuncio de San Gabriel.
• Desposorio. La escena recrea el matrimonio de
San José, quien acepta el designio de Dios, con
María.
• Luego se observa a San José pidiendo posada
para la Virgen María, la cual le es negada por la
gente.
• El Nacimiento de Jesús, la escena principal. Se
muestra una imagen del Niño finamente hecha en
maguey con ojos de cristal, así como las imágenes
de la Virgen María y San José con expresiones de
regocijo por el alumbramiento del Salvador. En este
pasaje se observa a María ataviada con finas telas
y joyas.
• Otra escena que llama la atención del público es la
imagen de la Virgen María después del alumbramiento de Jesús.
• La matanza de los inocentes, muestra cómo los soldados mataban a los recién nacidos por orden del rey
Herodes.
• La bajada de los Reyes Magos (Melchor, Gaspar
y Baltasar) Finamente vestidos, llegan con ofrendas
para el niño Jesús.
• La huída a Egipto muestra a la Virgen María con el
niño en brazos, y a San José caminando por el desierto.
• La Virgen de la Leche, es una escena que enternece
al público porque muestra a la Virgen María dando de
lactar a Jesús.
• La escena de los mercaderes, presenta piezas curiosas como pequeñas balanzas y productos de la
época.
• La presentación del Niño Jesús en el templo, muestra a la Virgen María llevando en brazos a Jesús; y a
San José, con dos palomas en la mano.
• La carpintería de San José. El niño Jesús aprende
las labores de su padre. El ambiente es recreado con
pequeñas herramientas.
• Jesús perdido y hallado en el templo entre los doctores de la ley, donde hizo gala de sus conocimientos.
La recreación muestra varias piezas finamente trabajadas en madera.
• Jesús el buen pastor, es la segunda escena nueva
del Nacimiento, y muestra al niño Jesús predicando a
pesar de su corta edad.
FOLCLOR
8 • VARIEDADES
La famosa
estampa de
Huánuco se
escenifica en
estos días de
fiesta navideña.
Los Negritos
sustentan su arte
en la inmensa fe
al niño Jesús.
A él no solo le
dedican sus
plegarias y rezos,
sino también
sus bailes.
NAVIDAD EN HUÁNUCO
Al son de los
Negritos
ESCRIBE / FOTOS: ROLLY VALDIVIA CHÁVEZ
E
l niño Jesús no le tiene miedo a Gorochano, ese hombrecito quisquilloso que siente particular antipatía por los
infantes, sobre todo con los rapaces que arman alboroto cerca de su barbería. A esos los detesta interminablemente.
Y es que además de malcriados, son tontos y muy tercos. No
aprenden ni a gritos ni a chicotazos y siempre se dan maña para
sacarlo de quicio.
Dicen que por andar bufando como toro de lidia y repartiendo fustazos como jinete rezagado, ese iracundo fígaro presuntamente español, que modelaba las barbas en la ilustre ciudad de
los Caballeros de León, se convertiría en un ser sombrío, mucho
más temible para los chiquillos que esos ridículos "cucos" que
nunca faltan en los cuentos y en las canciones de cuna.
Aquellos infantes jamás lo olvidarían. Su recuerdo era tan
perdurable que al dejar los pantalones cortos y unirse a una de las
tantas cofradías de Negritos que, en diciembre y enero, invaden
las calles de Huánuco en afanosa, devota y larguísima adoración
al niñito Jesús, se las ingeniaron para incluir en sus cuadrillas a
un personaje que caricaturizaba al explosivo Gorochano, al que
bautizarían como Corochano.
Es difícil precisar con certeza en qué año apareció por primera vez peregrinando festivamente en las calles, plazas y templos
de la ciudad de Huánuco, sorprendiendo con su levita, su barba
blanca, su sombrero de copa y su extraña nariz roja, y, claro, eso
también, poniendo en vereda a los chiquillos que pretendieran
interrumpir el rítmico paso de sus cofrades.
Hay cosas que no cambian y él seguirá con su cruzada particular contra los pequeños bochincheros. Todos le caen mal y son
unos malcriados, con excepción de la "guagua" de Dios, a quien
sí quiere y a quien jamás le alzaría la voz o el fuete.
Su cariño, aunque es lícito pensar lo contrario, no es por
conveniencia ni para quedar bien con el de arriba o con sus compañeros que están al ladito nomás, y lo echarían en un dos por
tres, si su afecto y apego no fuera sincero.
Y es que los Negritos de Huánuco, la colorida estampa folcló-
CELEBRACIÓN
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 9
BAILAN EN LA NAVIDAD Y LES GUSTA TANTO HACERLO, QUE NO
SE DETIENEN HASTA MUCHO DESPUÉS DE LA BAJADA DE REYES.
TODOS ESOS DÍAS, LAS CALLES PRIMAVERALES VIBRAN CON LAS
ELEGANTES EVOLUCIONES DE ESOS DANZANTES
rica cuyas raíces se encuentran en la época colonial, sustentan
su arte en la fe inquebrantable hacia el niño Jesús. A él le dedican
sus pasos y figuras; para él son sus plegarias y rezos.
La devoción habría empezado en diciembre de 1854. Antes de esa fecha, la danza no tenía ninguna connotación ni cariz
religioso. La bailaban los esclavos africanos en las haciendas
del centro del país. Pero el día 3 del mes y año mencionado, el
mariscal Ramón Castilla rompería las cadenas. Eran libres al fin,
dueños de su destino y de su propio futuro.
No más amos ni dueños. Podrían hacer lo que quisieran.
Dejar las haciendas en las que eran explotados, ir a la ciudad,
recorrerla, bailar en su calles para expresar la dicha que los embargaba. Y así lo hicieron. Tronaron los bombos aquí y allá. Los
hombres y mujeres libertos llevaron sus danzas a las viviendas y
a las casas de Dios donde se armaban nacimientos.
Allí eran recibidos con afecto y no faltaba quien les invitara
un traguito o un potaje suculento. No estaba mal. Se danzaba, se
comía y bebía. Tendrían que hacerlo al año siguiente y el próximo
y así sucesivamente.
Pero surgiría un problema, muchos de los antiguos esclavos
migrarían. Ya no había tantos negritos. Algo se tenía que hacer
para que no muriera la costumbre. Y se hizo. Aparecieron las
máscaras y los mestizos se las pondrían con gusto para perpetuar la tradición.
Bailan en la Navidad y les gusta tanto hacerlo, que no se detienen hasta mucho después de la Bajada de Reyes. Todos esos
días, las calles principales vibran con las elegantes evoluciones
de esos danzantes de máscaras oscuras y labios prominentes,
de sombreros con penachos que parecen plumeros y con campanitas estridentes en sus manos enguantadas.
Salen los Negritos pintando con sus andares una Navidad
de matices distintos. Ellos no están solos. Los acompañan el Corochano en su eterna lucha con los rapaces, el Turco y su Dama,
personajes ufanos que evocan a los comerciantes de esclavos y
los Abanderados que parecen escoltar a las señoritas que cargan
al Jesusito, en un anda con apariencia de moisés.
Las cuadrillas van y vienen todos los días de la casa de los
Mayordomos (organizan la celebración) a las iglesias y otras instituciones donde hay vistosos nacimientos.
Cada grupo se desplaza en dos columnas, lideradas por un
Caporal. Estos marcan el ritmo y, al llegar a sus destinos, se colocan al medio de las dos filas. Allí realizan diversas evoluciones,
las cuales son seguidas por los demás integrantes, conocidos
como negritos de pampa.
Y los vientos de la banda se propagan por la ciudad, entonces, la gente se aglomera, aplaude, se divierte y goza de la
navidad huanuqueña, tan ajena en este momento, a la otra Navidad, aquella en la que un arbolito con luces y nieves sintética
empieza a ocupar el lugar del pesebre, y el regordete Papá Noel
y su trineo volador, parece ser más importante que el niñito Jesús
o Manuelito.
Bueno, eso es lo que hacen otros; no ellos, que son fieles
y siguen en lo suyo: adorar al hijo de Dios... y se postran ante la
imagen y se quitan el sombrero y se acercan en parejas. Uno se
arrodilla; el otro gira alrededor haciendo repiquetear su campana.
Cuando terminan, aparece el temido Corochano, pero ahora es
afable, se acomoda la levita y aplaude. Se le ve tan feliz.
Quién dice que no quiere a los niños...
CORREODESALEM
10 • VARIEDADES
REIVINDICANDO LA FE CRISTIANA
¿Felices fiestas
o feliz Navidad?
Happy Holidays (Felices Fiestas a secas, y no Feliz Navidad) decía la primera tarjeta
que recibí en diciembre, y creí que me la enviaba Walmart, Sears o tal vez Toys R Us.
Por fin, pensé, esas tiendas se han quitado los disfraces pascuales y no disimulan que
su verdadero dios es el dólar, y su único profeta, un viejito rojo y gordiflón.
POR EDUARDO GONZÁLEZ VIAÑA
M
e equivocaba. Me la enviaba Rigoberto Masa, catedrático en una universidad cercana. RM va a la misa
en español con su familia todos los domingos y pasa
la bolsita de la colecta, pero esconde la mención cristiana de
la Navidad porque en los ambientes académicos está prohibida, y teme que sus amigos gringos (quienes lo llaman Rigg)
lo consideren un latino conservador, ignorante, retrógrado,
machista y primitivo.
Los norteamericanos "políticamente correctos" impusieron esa prohibición hace unos años, y ahora todo el mundo la acata. Ordenan ellos que se diga solamente felices
fiestas porque, según afirman, la alusión al nacimiento de
Cristo resulta insultante para quienes no comparten la religión predicada por el Rabí de Galilea o para los respetables
ciudadanos antisemitas. Aunque la proscripción pascual es
obedecida por la mayoría en los medios universitarios, yo
sencillamente no la acepto, y quiero desear a mis lectores
una Feliz Navidad y un maravilloso Hannukah, las dos celebraciones cristiana y judía que coinciden en diciembre.
Debo agradecer además a Rigg y a sus rígidos censores la oportunidad de ratificar en público mi filiación cristiana.
Ella le da forma y sentido a mi vida, y le pone su sello a todo
lo que hago, pienso, escribo y sueño. El signo de la cruz,
incluso, me orientó desde temprano hacia el socialismo, una
forma ética de vivir y una idea que los malvados declararon
anticristiana y que, sin embargo, es la mejor manera de lograr que se haga verdad en la tierra la justicia prometida por
el Hijo del carpintero. Ser cristiano, por fin, me hace miembro
de una comunidad eterna e indeciblemente feliz.
¿Soy un cristiano a rajatabla? Sí y no. Dudo de la organización eclesiástica y desconfío de algunas autoridades
de la Iglesia, condeno la intervención de los obispos norteamericanos a favor de la segunda elección del presidente
Bush. En la historia universal, me repugnan las Cruzadas,
las conversiones forzadas, la diabólica Santa Inquisición y
el apoyo a los ricos y a los poderosos dispensado por los
administradores de la Iglesia y, sin embargo, no renuncio a
mi cristianismo, esa fuerza carismática que está por encima
de la Iglesia burocrática y que a cada momento
se despierta, condena y reforma las instituciones
humanas.
A pesar de todo lo anterior, puede decirse que
el mundo fundado en los principios judeocristianos
es una civilización de la libertad. El Dios que habla
a través de Moisés y de Jesús nos hace distinguir
lo bueno de lo malo, pero nos da la libertad de
elegir.
Suena paradójico que una cultura de amor
y libertad haya creado un mundo sin justicia y
sin libertad, pero crearlo es la tarea que nos
está encomendada. Esta sensación de mundo
incompleto y de hombre no terminado es lo que
más me convence de mi religión. Tenemos que
fundar un mundo de justicia, un mundo más vivible, y sólo así nosotros, habremos terminado de
crearnos. La libertad, como dijo Manuel Azaña,
no hace felices a los hombres, pero los hace más
hombres. He oído decir que Dios trabajó seis
días, y al séptimo descansó. Eso significa que
nosotros debemos ocuparnos de lo que nos ha
dejado inconcluso.
Hannukkah celebra a un grupo de rebeldes
judíos, capitaneados por Judas Macabeo, que
hace 23 siglos se levantó contra la dominación
siria, rescató su antiguo templo y reconquistó su
libertad religiosa. En la Roma de los Césares, los
perseguidos cristianos festejaban la presencia
eterna del Hijo del Hombre, trazando el signo del
pescado sobre la arena y bendiciones unos a otros antes de
ser entregados a las fieras.
Ser valiente es una condición para ser cristiano, querido
Rigg. No te dejes censurar. Anda, anímate y dinos algo más
que Felices Fiestas.
ESCENARIOS
NUESTRAMÚSICA
ESCRIBE: MANUEL ACOSTA OJEDA
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 11
¡ARRIBA!... ¡SIEMPRE ARRIBA!
LA MARINERA LIMEÑA | 4
La marinera limeña es un género muy particular. Necesita de una buena voz para
darle el realce que necesita. Desde sus primeros años, la marinera limeña ha tenido
intérpretes inolvidables que le dieron su característica singular.
N
o, no nos estamos refiriendo a las célebres palabras de nuestro héroe Jorge Chávez, sino a lo
que cantamos hoy como Marinera Limeña, si no
se canta "arriba" –en tono muy alto–, pierde ese sabor
tan típico, que es el esfuerzo del cantor y que nos parece
viene del "Cante Jondo" español.
Los "tonos" que pueda alcanzar una primera voz dependen de su "tesitura" por tanto la voz debe ser "atenorada", es poco probable que un barítono alcance las
tonalidades que exigen un SOL, un LA, un SI y hasta un
DO, sobre agudos.
Hemos oído hablar a los mayores, de un cantor de
apellido Zarratea –Malambo–, que según éstos, fue la
voz más hermosa y "alta" de los "cantores de jarana"
antes de 1900; mencionaban también a dos personajes:
Pió Suparo –Barrios Altos– y Jesús Pacheco –tal vez de
Monserrate–; estos no eran los únicos, lamentablemente
la historia y mi memoria los dejaron en el olvido. Los
pocos tratadistas que han escrito sobre este tema no los
consignan.
a competir en "contrapunto de jarana", pretextando que
esta tradición era solo de varones y que "no era de caballeros derrotar a una dama".
El mejor entre los mejores, Augusto Ascues Villanueva (1892), es para mí la mejor voz wque he escuchado
desde 1950, no solo en calidad y altura de voz, sino en
extensión de repertorio de muy buen gusto. "Cabeza de
Comba" como le decían solo sus amigos "de promoción";
llegaba a colocar en sobreagudo notas altísimas como SI
y DO. Según José Durand Flores, el primero en escribir
seriamente sobre el tema en el diario La Prensa, el único
cantor que nunca había perdido ni ganado, en competencia contra Augusto Ascues, era Manuel Quintana Olivares (1880) "el canario negro".
Estos dos grandes, jamás ofendieron a un contrincante que al contestar en la segunda de jarana se equivocaba, en la melodía o en el "término". Ellos aprovechaban la tercera para corregir el error, acentuando lo que
había omitido el equivocado.
POR VOZ, SI SE PIERDE
Respeto otras opiniones que no concuerdan con la
mía, por ejemplo para Lucas Borja el mejor cantor de
jarana ha sido Eduardo Montes, primera voz del Dúo
Montes y Manrique; para Rafael Matallana y Alicia Maguiña, fue Manuel Quintana; para mucha gente de los
Barrios Altos fueron Hernán La Rosa o Samuel Márquez;
para gente de La Victoria, Manuel Covarrubias o Augusto
Gonzales "el curita" o Alejandro Arteaga "el mancha'o",
sin obviar al "Chino" Ángel Monteverde, a los hermanos
Govea, Luciano Huambachano y Víctor Correa.
Los mejores decimistas del Perú que ha conocido la
tradición oral son: "Los Doce Pares de Francia", los que
habitaban y cantaban en el Barrio de Malambo, "Abajo'el
puente" (Rímac).
"Los doce pares" tenían mejor y mayor repertorio que
los grandes cantantes de jarana de contrapunto, ya que
la "primera de jarana" deriva de la "décima", que casi
siempre era "rezada" y cuando se cantaba no necesitaba
registrar notas altas.
Entonces, ¿por qué no fueron conocidos como cantantes? Sencillamente, porque en el canto de jarana, lo
más importante es el registro vocal. Si A "pone" una jarana en LA mayor, B debe contestar en la misma nota. De
no llegar a ella, aunque supiera la respuesta, se queda
callado por dignidad y pierde.
La única mujer de este grupo era Clara Boceta, esposa de Mateo Sancho Dávila, padres de Braulio y Bartola,
quien por ser mujer podía cantar fácilmente en los tonos
requeridos; con quien nadie de los "grandes" se atrevía
SOBRE GUSTO Y COLORES...
LOS MEJORES DECIMISTAS
DEL PERÚ QUE HA
CONOCIDO LA TRADICIÓN
ORAL SON: LOS DOCE PARES
DE FRANCIA, LOS QUE
HABITABAN Y CANTABAN
EN EL BARRIO DE MALAMBO,
"ABAJO'EL PUENTE".
LOS HEREDEROS
Los principales serían Wilfredo Franco y Abelardo
Vásquez, quienes ya partieron. Muy cercanos a ellos son
Rafael Matallana y José "Pepe" Villalobos y dentro de los
más jóvenes Gustavo Urbina, Jorge Villanueva "Chapulín", Alfredo Calderón, Juan Carlos Paredes, entre otros.
Habría que destacar la presencia femenina en la
que son imprescindibles Victoria Santa Cruz y Alicia
Maguiña.
SHIPIBOS
12 • VARIEDADES
ARTE TRADICIONAL EN LIMA
Piripiri en la ciudad
Desde la serpenteante
Amazonía y ataviada de
huayruros en el cuello, Dora
Panduro llegó a la capital no
solo para compartir aquel
arte tradicional impregnado
de trazos geométricos
y enigmáticos, sino para
revelarnos también los
secretos del piripiri.
ESCRIBE: ROBERTO RAMÍREZ AGUILAR
FOTOS: ALBERTO ORBEGOSO SIMARRA
ROJO
Dora, ¿te gusta Lima?
Ella mueve el collar de huayruros que lleva en el cuello e intenta esbozar una sonrisa. No puede. Aquel esfuerzo
deriva apenas en una mueca tenue. Debe ser su carácter o
debe ser que Lima no le agrada mucho. Aquí en la capital es
conocida como Dora Panduro. Allá, en aquel universo shipibo-konibo de lianas y manantiales es Chonon Besho. Así le
puso su abuela.
Es viuda y, gestualmente, poco expresiva. En sus respuestas gravitan inicialmente muchos monosílabos. Sin embargo, a la hora de crear vasijas antropomorfas y tinajas con
formas de taricayas, monos, ardillas y carachupas, Dora se
transforma. Sus manos hablan por ella. Y hablan hasta por
los codos y dicen todo lo que su boca calla. Sus manos expresan la armonía simultánea, la libertad de su espíritu y las
ganas de moldear la arcilla hasta convertirla en una vasija
con trazos de hermosa geometría. Es la belleza del lenguaje
no verbal.
Dora, ¿te gusta Lima?, le insisto. Sin pensarlo más ella
mueve la cabeza en forma negativa. Estamos en plena avenida Javier Prado, acorralados por edificios enormes, carros,
combis y tubos de escape que dispersan nitrógeno a su paso.
El semáforo se pone en rojo. Ella observa en el rostro de los
conductores la premura y la rutina viajando en el mismo carril. "La selva es mejor, el clima de aquí es raro", dice tras un
COSMOVISIÓN
Lunes 21 de diciembrea de 2009 • 13
breve silencio. ¿Sabes lo que es el piripiri?, me pegunta. No
estoy muy seguro, pero creo que en ese momento a Dora se
le escapó una sonrisa.
VERDE
Un frondoso universo verde, así es la selva. Verde como
la blusa que Dora Panduro luce ante los apresurados transeúntes de Lima que la miran de reojo.
Nació hace 48 años. Su aprendizaje artístico está asociado a dos figuras femeninas: su madre y su abuela.
Empezó con el pulido y luego con el modelado de miniaturas. Aprendió también el arte del bordado y del pintado
de telas. Primero observó, luego imitó y finalmente empezó
–con la ayuda del piripiri y la ayahuasca– a crear trazos que
hasta ahora sigue plasmando en sus telas y vasijas.
"El piripiri –explica Dora– es una planta que sirve para
varias cosas. Hay un jugo de piripiri que te lo pones en los
ojos y te da visiones, pero también hay para la suerte, para
la pesca y para el amor. Otro sirve para curar las mordeduras
de las víboras. Aquí he traído un frasco".
Entre sus cerámicas más significativas está el Joni shomo, que es un recipiente para servir el masato. Se caracteriza por presentar un rostro humano en la parte superior. También está la mucahua o ccampo, que es otra vasija, pero más
pequeña. Se usa como vaso y suele regalarse a los invitados
en las fiestas. La particularidad de estos recipientes es que
llevan diseños que ponen en evidencia a los invitados. Según
el modelo la gente sabe si quienes los reciben son solteros,
casados o comprometidos.
Hasta hace algún tiempo ella elaboraba estas vasijas
para utilizarlas diariamente en su cocina. En esas casas de
madera y techos de paja sus creaciones tenían fines utilitarios. Hoy, estas vasijas se ven cada vez más en las ferias
artesanales y cada vez menos en los ambientes domésticos
de sus hogares, incluso, para servir su chicha, guarapo o
masato, Dora viene usando vasos de plástico importados,
probablemente de la China.
"EL PIRIPIRI –EXPLICA DORA– ES UNA PLANTA QUE SIRVE PARA VARIAS
COSAS. HAY UN JUGO DE PIRIPIRI QUE TE LO PONES EN LOS OJOS Y TE DA
VISIONES, PERO TAMBIÉN HAY PARA LA SUERTE, PARA LA PESCA Y PARA
EL AMOR. OTRO SIRVE PARA CURAR LAS MORDEDURAS DE LAS VÍBORAS."
ÁMBAR
Intermitencia e indecisión. La luz del semáforo está en
ámbar. Algunos transeúntes paran en seco y otros intentan
pasar corriendo antes de que cambie el color. Dora Panduro
prefiere esperar. Así lo ha hecho siempre. En todos los aspectos. Incluso en el plano sentimental, pues sigue guardando la memoria de su esposo, fallecido hace cuatro años. Para
rehacer su vida –dice– solo espera una señal.
En su universo, uno de los códigos de mayor trascendencia
es el sistema de diseño que recibe el nombre de kené, elaborado por mujeres como ella, como su madre, como su abuela.
Kené, es el conjunto de líneas geométricas que Dora
traza sobre sus cerámicas y que aparecen en las visiones
que tiene luego de aplicarse o ingerir plantas como el piripiri
o la ayahuasca.
"Para el amor está este piripiri con perfume". Dora saca
un pomo de su bolsa, vierte el líquido en sus manos y empieza a frotarlas como si se tratara de una crema humectante.
"¿Quieres probar?".
Dicen que bajo los efectos psicoactivos de estas plantas,
una persona es capaz hasta de hablar con Nietzsche, Chacalón, Lennon, Teresa de Calcuta o Mesalina.
Dora Panduro debe su destreza a los misterios de esa
frondosa selva que ha dejado momentáneamente para venir
a la capital a mostrar sus trabajos. Ya en 1992, debido a su
calidad como ceramista, viajó a Francia para exponer sus
piezas y enseñar a los europeos el arte del kené.
"En Lima estoy comiendo pollo nomás", dice Dora, exhalando una irrefrenable nostalgia de tacacho, una añoranza de
paiche o de una sopita de sajino.
El piripiri, derramado sobre mi epidermis (y sobre la del
fotógrafo) no suscita, por el momento, cambio alguno. Salvo
una ligera picazón en las manos, todo transcurre con normalidad. En la pista, los carros siguen transitando y Dora espera, con paciencia, la señal del semáforo.
TURISMO
14 • VARIEDADES
El lugar es considerado un santuario de la fauna silvestre. El lago Sandoval, además de su
exuberante vegetación, alberga a más de mil especies de aves. Debemos visitarlo.
EL LAGO SANDOVAL
Un remanso en
la Amazonía
ESCRIBE: ANABELLA ZAMARRIEGO LOZANO /
FOTOS: LUIS NOGUERA SÁNCHEZ
"N
o hagan ruido, y si hacen comentarios, háganlo en voz
baja", nos recomienda Yuri, el guía voluntario, desde la
canoa en que junto a otros periodistas de la zona recorremos,
por primera vez, uno de los lugares considerados entre los
más bellos de la Amazonía peruana: el lago Sandoval.
Y es que los animales silvestres –algunos únicos en su
especie– que habitan el lugar se asustan y se esconden ante
cualquier sonido extraño, insiste el joven guía, quien también
hace las veces de un experto navegante.
Con una caprichosa forma de media luna, este hermoso
espejo de agua de agua tibia y rodeado de extensos aguajales (ecosistemas pantanosos donde crece la exótica palmera
aguaje) se ubica en medio de la Reserva Nacional de Tambopata, en Puerto Maldonado, departamento de Madre de Dios.
Confieso que nuestra ilusión de llegar al lago es grande,
queremos ver a la nutria, al caimán negro o a los lobos de río
(en extinción), pero la suerte, luego lo comprobamos, no nos
acompañó esta vez. Entendemos que se necesita estar más
tiempo en la zona.
Ante esta ausencia, sin embargo, captó nuestra atención
el vuelo de pájaros de colores, los patos silvestres, pero especialmente el shansho o gallina salvaje, que –según nos relata
el guía– no tiene depredadores, pues su olor es tan fuerte,
producto de las hierbas que come, que la hacen desagradable
al gusto de los otros animales.
También nos interesó la abundante vegetación en las márgenes del lago; a medida que la canoa avanza, observamos
plantas que dejan ver sus grandes raíces, que cual brazos gigantes ahogan a otras especies similares. Nos dicen que una
de ellas es la chachapona o palmera caminante, que se llega a
mover entre cinco a 20 centímetros en un año.
Sí que valió la pena el trayecto que hicimos para arribar
a este verdadero paraíso natural. Desde el embarcadero de
TAMBOPATA
Lunes 21 de diciembre de 2009 • 15
VOCES&
CUERDAS
Contra todo
pronóstico
ESCRIBE: FIDEL GUTIÉRREZ M.
P
Puerto Maldonado, abordamos un típico peque peque (una
lancha a motor) que nos condujo por la margen derecha del
río Madre de Dios hasta la Reserva Natural de Tambopata en
40 minutos.
Desde la zona de amortiguamiento de la reserva hay
que caminar por una trocha durante hora y media (que para
una periodista citadina, y en medio del calor de la selva, se
hace interminable). Lamentablemente, no hicimos caso de
los consejos y no nos pusimos botas de goma, nos conformamos con llevar solamente zapatos de montaña. Tampoco llevamos agua.
Los zapatos cedieron un poco cuando la lluvia nos sorprendió a medio camino, pero no importó, el paseo se hizo así
más aventurero y también más refrescante.
Camino al lago, nos encontramos con una variedad de
mariposas, hormiguitas de diversos tamaños en plena faena,
árboles medicinales y otras especies vegetales. Recordamos
lo que nos dijo Germán, el guardaparques de la reserva: pro-
hibido arrancar una sola hoja, y aquí sí cumplimos al pie de la
letra lo recomendado. El que llega a este santuario debe ser un
visitante muy respetuoso.
Una vez instalados en el entorno del lago, nos animamos a subir al mirador, y desde lo alto de la torre de metal
contemplamos en todo su esplendor esta zona, la más bella de la Reserva Nacional de Tambopata, con sus aguas
tranquilas, su fauna y flora; es decir, la Selva en su estado
más natural, y nos damos cuenta de que hay que volver a
nuestra realidad, a esa selva de cemento de la que tantos
queremos escapar.
arece inevitable que todo cantante de rock
que deja a su banda para ser solista enfatice,
en un primer momento, sus habilidades como
baladista con el propósito de ampliar su audiencia.
Casos hay muchos, pero el de Jhovan Tomasevich,
ex vocalista de Zen, es la excepción a esta regla roquera no escrita.
La vena "romántica" que mostró dicha agrupación en sus dos últimos discos es prácticamente
dejada de lado en La Señal. Su ex líder, oficiando de
productor junto al músico Gonzalo Landázuri, ha decidido mostrar su faceta más agreste e intensa; acercándose de nuevo al estilo de Huelga de Hambre, su
primer grupo, inspirado en el grunge estadounidense
en boga durante la década pasada.
Los ecos de Pearl Jam, Soundgarden y Nirvana resuenan en las guitarras de "Nadie responde",
en los tonos sombríos con los que se inicia "Nada
importa" o en el frenetismo de "Paraíso". Tomasevich maneja su garganta –muy bien– siguiendo las
pautas que instintivamente sentaron en los años
90 cantantes como Eddie Vedder o Chris Cornell;
expresivos juglares de una época en que el rock se
reencontró con su espíritu adolescente y rebelde.
Al igual que sus referentes anglosajones, el limeño expresa en sus letras incertidumbres y un afán
por superar contratiempos. La música que acompaña estas reflexiones y proclamas es directamente
roquera y, por eso, ensimismada en sus propios
esquemas y ajena a cualquier otra coordenada estilística o experimental. Así, por más que en varios
momentos Jhovan y compañía (Landázuri, el bajista
Ricardo Zárate y el guitarrista Kike Robles) eleven
casi al máximo el nivel de decibeles, estos nunca le
roban presencia a las líneas melódicas de todas sus
canciones; la mayoría de ellas apta para difundirse
masivamente gracias a una calidad sonora que, de
tan marcada que es, llega a ser intimidante.
FICHA TÉCNICA
ARTISTA: Jhovan
CD: La Señal
PAÍS: Perú
SELLO:
Independiente
ELOTROYO
16 • VARIEDADES
Es director de una de las orquestas de
moda en el Perú, Hermanos Yaipén.
Walter Yaipén confiesa a Variedades
su fuerte arraigo familiar y los secretos
del éxito de su grupo.
WALTER YAIPÉN UIPAN
"Me
halagan los
piropos"
ENTREVISTA: SUSANA MENDOZA SHEEN /
CARICATURA: TITO PIQUÉ
¿Usted es el hermano mayor de los Yaipén?
–Soy el cuarto. Somos siete hermanos.
¿Quiénes fundaron la orquesta Hermanos Yaipén?
–Quien habla y Javier, con quien también fundé el Grupo
5 en 1973; junto con mi otro hermano, Elmer, que en paz
descanse. Entonces hacíamos baladas, pero sobre todo
cumbias. Ahora, sus hijos son los que están a cargo de ese
grupo. Otro hermano, Víctor, tiene su orquesta, Candela.
Pura música corre por su sangre...
–Lo que pasa es que como Grupo 5 teníamos tantos
contratos y demanda que creamos el grupo Candela.
¿Le gusta ser el jefe de Hermanos Yaipén, no obstante no ser el hermano mayor?
–Soy el director, me gusta lo que hago y le dedico más
de 24 horas a mi trabajo...
Pero no escucho nuevos temas...
–Vamos a lanzar el tema "Una rosa lo sabe", que lo interpretará Christian Domínguez. ¡Será el tema del verano!
Usted cree que la va a romper...
–Estoy muy seguro, tanto por su letra como por el carisma que tiene Christian en todos los escenarios...
¿Carisma en qué sentido?
–Que las mujeres se derriten por él...
¿Le da envidia que se derritan las mujeres por él?
–Nooo, yo quiero que se derritan por todos los hermanos
Yaipén porque eso quiere decir que tenemos más fans...
¿Y se derriten por usted?
–Ya no... jajaja.
No tiene jale...
–¡No, sí lo tengo!... todos lo tenemos, jajaja.
Y eso le agrada.
–Sinceramente sí, porque como hombre me halaga que
me pidan una foto, un autógrafo o que me digan un piropo o
te amo. Es bienvenido.
¿Se siente un hombre de éxito?
–Después de estos nueve años, pienso que sí. Cuando
dimos un paso al costado del Grupo 5, le propuse a mi hermano ser la mejor orquesta del Perú...
¿Tiene talento?
–Sí, tengo talento musical y de negocio. Dios me lo ha
dado. Soy un empresario con talento musical...
Usted tiene carita de coquetón, ¿le ha causado problemas con su esposa?
–(Silencio) ... la verdad que sí. A veces la gente cree que
porque conversas con una mujer, ya estás con ella. Soy amiguero, entablo fácil una conversación.
¿Tiene barbilla "partida", por su mamá o papá?
–Por mi mamá.
¿Cómo es su relación con ella?
–Ahhh, mi mamá es la mujer más linda del mundo, la
quiero demasiado; mi esposa dice que tengo mamitis.
¿Cuál es la fantasía de un hombre de éxito?
–Cristalizar su meta. La mía, ser la primera orquesta del
Perú.
¿Y cuál es la tentación?
–Perderse. Conocer la gloria, embriagarse con la popularidad, mujeres y tragos.
¿A usted no le pasa?
–No. Tengo un hogar formado. Sin duda, hay tentaciones, pero uno aprende a medirse.
La gente norteña tiene muy arraigado el concepto de
familia, ¿no?
–Sí. Por eso nuestro grupo es bien familiar y me encanta,
a pesar de que es difícil; somos 29 personas que vienen de
diferentes familias y lugares, y aprendemos a querernos sin
necesidad de "maleteo". Nos protegemos.
Usted trabaja con su esposa, ¿es fácil?
–Creo que fortalece lo que hacemos. Estuvo conmigo
cuando no fui nadie, y ahora acompaña mi éxito.
¿Es su socia o su cómplice?
–Es todo. Es la mitad de la manzana.
¿Qué es lo que más valora de ella?
–Su amor, su lealtad, su fidelidad...
¿Es romántico?
–Muy romántico...
Entrevista completa en www.andina.com.pe
Descargar