Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Vamos a hablar un ratito de Yoga. El Yoga es la vida misma, o dicho de otra manera, toda la vida es Yoga, el Yoga trata de la evolución humana. Cuando hablamos de Yoga, la gente piensa que el Yoga es algo opcional, que podemos hacer o dejar de hacer, o que puede apuntarse o dejar de apuntarse a esto. Pero todo está dentro del Yoga, porque la vida es todo un proceso de aprendizaje, por lo tanto de crecimiento y de evolución. Al principio, al medio, y durante mucho tiempo, caminamos inconscientemente, y dirigidos por las leyes de la naturaleza, que nos obligan a aprender. Entonces, no sabemos si tenemos que ir a alguna parte, si venimos de algún sitio, no sabemos absolutamente nada. El otro día leía un libro que no tenía nada que ver con esto, era de un pirata que hablaba y decía: “La mayoría de las personas no saben, no se enteran ni de que están vivos, es como si no se diesen cuenta de que existiesen”, y es verdad, la gente va, viene y no se da cuenta de que está viva, de que existe. Existe una tribu de indios en Méjico que se autodenomina así misma “Los seres humanos” y dicen que todos los demás, menos ellos, no saben que existen. Sólo el hecho de darte cuenta de que existes, de darte cuenta que estás ahí y de hacerte autoconsciente, eso te convierte en un ser humano. Y este es todo el proceso del Yoga, el proceso del Yoga es el proceso del conocimiento de uno mismo, pero el conocimiento en todos los aspectos, del aspecto más elemental que es el físico hasta el más sutil, el aspecto espiritual, que en el Yoga se denomina el Ser. Yoga es una palabra sánscrita, pero el Yoga ya existía antes de que lo recogiesen los de la India, es decir, el Yoga ha existido siempre, desde el primer hombre que puso el pie sobre la tierra, suponiendo que era Adán. Cuando apareció Adán sobre la tierra, comenzó el Yoga. Lo podemos llamar Yoga, o de cualquier otra manera, le llamamos Yoga porque es lo que hemos recogido como una tradición que viene desde el principio de los tiempos. Yoga es el hecho de ir conociéndose a sí mismo, paso a paso, poco a poco, hasta llegar a conocerse absolutamente en todos sus aspectos. Al principio, al medio y durante mucho tiempo se caminaba inconscientemente, sin saber siquiera que existíamos y hacíamos cosas porque existían unas fuerzas en nosotros que nos impulsaban a actuar. Al principio son instintos, necesidades puramente físicas como son comer, beber, dormir, protegerse del peligro, procrear y esto nos impulsaba en la vida. 1/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Luego más adelante, aparece el deseo con fuerza y vamos buscando el objeto del deseo, el deseo es el motor de la acción. Cuando aparece el deseo vamos detrás de lo que deseamos. Pero todo este movimiento es inconsciente, absolutamente involuntario, nos movemos porque las fuerzas de la naturaleza nos obligan a movernos. El hombre no decide, no tiene capacidad de decisión, por eso cuando a una persona la preguntas:” tú, ¿Por qué estás aquí? Te responde porque me apetece y ¿Por qué no haces esto?, Porque no me apetece y ¿Por qué comes algo? Porque me gusta y ¿Por qué no comes esto? Porque no me gusta. ¿Cómo nos movemos en la vida? Me gusta, no me gusta, me apetece, no me apetece, me interesa, no me interesa. Todo esto nos mueve en vida, pero nosotros no decidimos, es un mecanismo automático y nos está moviendo, y todo esto por qué o para qué, para que tengamos experiencias, y con las experiencias, vayamos aprendiendo. Y ese aprendizaje es el que nos va haciendo poco a poco caminar por el sendero de la evolución. Al principio cuando el hombre aparece sobre la Tierra, es un hombre primitivo que apenas se diferencia de los animales, vive igual que los animales, hace lo mismo que ellos y se mueve por los mismos mecanismos que los animales, mecanismos instintivos y necesidades primarias de supervivencia. Pero poco a poco, se va despertando otro aspecto en nosotros que es la razón. Es decir, con todas las experiencias que vamos teniendo poco a poco, vamos despertando un aspecto que hasta entonces estaba dormido y en un momento dado se despierta la razón y la razón es la parte de la mente que constituye la primera luz que ilumina las tinieblas. Porque a través de la razón, podemos saber lo que es bueno y malo, lo que está bien y lo que está mal. Hasta ese momento no lo sabemos, sólo sabemos lo que nos gusta, apetece e interesa, no sabemos si está bien o mal, si es bueno para nuestra salud, si es bueno para el bien común, no sabemos absolutamente nada. Sólo sabemos qué es lo que queremos y vamos a por ello aunque fastidiemos a los demás y a nosotros mismos muchas veces. Sólo cuando se despierta en nosotros la razón, es cuando comenzamos a darnos cuenta de lo que es bueno y lo que no es bueno, de lo que hacemos bien y lo que no hacemos bien, lo que nos va a llevar a una vida mejor, o nos va a provocar desgracias a nosotros y a los demás. 2/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Todo este proceso de despertar se va dando poco a poco, desde el hombre animal que apenas se distingue del resto del la bestias, al hombre que es el que ha despertado el aspecto racional. Tenemos por tanto al hombre primitivo, luego al hombre civilizado, pero ser civilizado no es ninguna maravilla. Porque ser civilizado es ser una mala bestia, porque la civilización consiste en un conjunto de normas, mandamientos y leyes que nos dicen por dónde tenemos que ir y por donde no. Y tenemos necesidad de ello porque por nosotros mismos no somos capaces de llegar a esa conclusión. O sea que la civilización es ese conjunto de normas y códigos de leyes que nos canalizan en la vida para poder estar juntos porque si no existiesen leyes, nos destrozaríamos los unos a los otros. ¿Qué quiere decir esto? Que no tenemos un nivel muy elevado de desarrollo, pues no somos capaces de convivir si nos faltan las leyes y normas que dicen lo que es bueno y malo, porque por nosotros mismos parece que no somos capaces de llegar a la conclusión o conocer lo que es bueno y malo. Sólo cuando en nosotros se despierta la razón, el intelecto, entonces comenzamos a poder discriminar, distinguir una cosa de otra. Por eso se dice que la razón es la primera luz que ilumina las tinieblas. Hasta ese momento caminábamos en tinieblas. Entonces, para caminar tienen que existir leyes y fuerzas que nos guíen. La primera ley del Universo es la ley de la Evolución, de donde estamos tenemos que llegar a un punto que todavía no sabemos cuál es y no sabemos ni siquiera que tenemos que llegar a un sitio, sólo sabemos que queremos comer o me apetece esto o aquello. La segunda ley, que como todas las demás leyes naturales sirve a la primera para que podamos evolucionar, es la ley del Karma, que es la ley de acción y reacción, la que de forma sencilla dice “lo que siembras, eso cosechas”. Es decir, lo que haces es eso lo que tienes que vivir a la contra, si yo hago una acción, luego esa acción la tengo que vivir de la otra manera. Si eres víctima, luego serás el verdugo, pero no es para castigar o para premiar, es para aprender. Yo cómo voy a saber si la violencia es mala si sólo soy el verdugo. Cuando uno sólo es el verdugo, puede ser hasta divertido hacer daño a otro. Ahora damos la vuelta y te toca ser la víctima, a ver qué gracia te hace ahora. Así tenemos que repetir las experiencias en un sentido y en otro, para que algo en nosotros aprenda, cuesta pero terminamos aprendiendo. Así vamos viviendo las experiencias de la vida, hacemos una cosa y luego la tenemos que vivir en el contrario, en un sentido y en el 3/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 contrario, para que algo en nosotros (que todavía no nos damos cuenta que está ahí), vaya aprendiendo. Así, caminamos inconscientemente por la vida, pero inconscientemente también vamos aprendiendo algo. Y cuando ese algo ha llegado a ese punto de aprendizaje adecuado, entonces se produce un cambio en nuestra vida. Hasta entonces, hemos caminado por este camino de la evolución inconscientemente, a partir de este punto, comenzamos a darnos cuenta, ahora empezamos a ver de dónde venimos, a dónde tenemos que ir y por lo tanto, dónde estamos. ¿Cuándo se produce ese momento? Cuando eso que en nosotros tiene que aprender ha llegado a aprender cinco puntos que son las que contienen la moral natural y no se lo ha transmitido nadie. Es la conclusión a la que llega el alma humana de todos, después de vivir todas las experiencias de una manera y de la contraria, como víctima y como verdugo, como ser guerrero, como objeto de generosidad. Patanjali, que era uno de los grandes Maestros históricos de Yoga, hizo un tratado que se llamaba los Sutras. Antes como no se sabía leer ni escribir, había que aprender todo de memoria. Los Sutras eran frases cortas que se aprendían de memoria, los Sutras son unos libros que tratan sistemáticamente de lo que es el Yoga y todo el proceso. En uno de los Sutras se dice “El mal futuro puede ser evitado”. Claro, si conocemos la ley podemos utilizarla. Si yo conozco que lo que siembro cosecho, puedo sembrar aquello que quiero cosechar y puedo dejar de sembrar aquello que no me gusta cosechar. Los agricultores en algún momento descubrieron una ley universal, que plantando una semilla en la tierra, las fuerzas de la naturaleza actúan sobre la semilla y eso da una planta y la planta da unos frutos. Esto es domesticar una de las leyes del Universo, de hecho los agricultores lo hacen todos los días y no nos damos cuenta. Antes de esto, el hombre tenía que ir detrás de la comida, era nómada, pero un día descubrió la ley de la agricultura: “si siembras una semilla, esa semilla da una planta igual”, para nosotros no es ningún misterio, pero en algún tiempo era totalmente desconocida. Cuando se conoció esto, el hombre no tuvo necesidad de ser nómada, y los labradores 4/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 hacen esto. Cada acción, cada pensamiento y cada intención, es una semilla que plantamos en este campo cósmico y en cualquier momento dará su fruto. ¿Qué quieres cosechar? Pues planta eso. Un labrador planta alubias, pero quería lentejas, entonces ¿Por qué ha plantado alubias?, es absurdo. Si quieres lentejas, tienes que plantar lentejas. Pues en nuestra vida pasa lo mismo, se dice ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Pues cosechar lo que has plantado, si no te gusta la cosecha pues planta otra cosa. Lo que hemos plantado en el pasado no lo podemos cambiar, pero sí podemos cambiar lo que estamos plantando ahora, por eso, Pantájali decía “El mal futuro puede ser evitado”. Pero esto no es para premiar ni para castigar, sino para aprender, en la medida que aprendemos crecemos, algo en nosotros se va despertando, se va desarrollando, ese algo es la conciencia. La conciencia es eso que en nosotros conoce, si tenemos la conciencia sólo a nivel físico sólo percibimos los instintos, y las sensaciones físicas; hambre, sed, dolor, placer, frío, calor, y no salimos de ahí. Si nuestra conciencia crece, y nos hacemos conscientes de las emociones; el miedo, la ambición, la sexualidad, la envidia, los celos, la ira, la tristeza, el afecto, el cariño y eso es lo que nos mueve en la vida. Más adelante, nos hacemos conscientes de que existe algo en nosotros que piensa y que ese pensamiento lo podemos utilizar para llegar a conclusiones y darnos cuenta. Así tenemos al hombre primitivo, al hombre civilizado que necesita ser dirigido, el hombre intelectual que como decía Nietzsche, es el Superhombre que está más allá del bien y del mal, porque él mismo, por sí mismo sabe darse cuenta de lo que es bueno y malo, aunque otra cosa es que vayamos por el camino que pensamos que es bueno porque existen otros condicionamientos como son los intereses apasionados, los gustos y disgustos que nos condicionan, aunque nos damos cuenta que no es por ahí. Pero es igual, porque ahí se abre una batalla de lo que nos damos cuenta que es justo y necesario, y por otra, lo que nos gusta, nos apetece y nos interesa, y a ver quién vence. Esta es la batalla interior. Por un lado dices, es bueno hacer gimnasia pero por otro piensas, me da pereza, lo haré mañana, pero lo del mañana es como lo del cartelito que aparece en algunos establecimientos:”Hoy no se fía, mañana sí”. Pero mañana nunca es, siempre es ahora, siempre es hoy, entonces ¿Cuándo llega mañana? Nunca, porque mañana es hoy, y si no 5/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 hacemos las cosas hoy, mañana nunca llega, porque mañana siempre es mañana, nunca es ahora. Y así vamos poco a poco, siendo movidos por las fuerzas de la naturaleza y poco a poco algo que existe ahí, va aprendiendo esos cinco puntos de que hablaba antes que son: El primer punto es ahimsa: No dañar, no hacer daño conscientemente. Para llegar a esta conclusión cuántas veces hemos tenido que hacer daño, y cuántas veces nos han tenido que dañar, para que algo en nosotros llegue a la conclusión de que hay que vivir sin hacer daño. Este es el primer punto y más importante. Lo aprendemos, no porque nos lo digan, sino porque lo vivimos. Si no lo vivimos, no lo aprendemos, porque aprender es coger y, ¿cómo cogemos algo? viviendo, con la experiencia. Las palabras entran por un oído y salen por otro, lo que se queda es sólo la experiencia, lo que vivimos, y por eso tenemos que repetir las cosas, una y otra vez, por un lado y por el contrario. El segundo punto es La Veracidad: De una forma simple es no decir mentiras, pero a veces no decir mentiras es una mentira, porque si uno está equivocado, cuando dice la verdad, lo que está diciendo está equivocado. La Veracidad se refiere sobre todo a no engañarse a sí mismo, empieza por no engañarse a uno mismo. Si nosotros tenemos que trabajar con nosotros mismos para crecer, no podemos trabajar sobre algo que es mentira y la mayoría hasta un cierto nivel, no hacemos más que engañarnos a nosotros mismos. Todos tenemos un montón de carencias psicológicas y complejos y ¿cómo superamos esto?, ¿aprendiendo, mejorando? No, inventándonos un personaje todo lo contrario a lo que nos pasa. Si eres miedoso, te construyes un personaje valiente, si eres mentiroso, te construyes un personaje de que siempre dices la verdad, y así nos construimos un personaje todo lo contrario a lo que somos, de ahí el dicho “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Además nos creemos el personaje que hemos construido, pero el personaje es falso, es mentira, entonces ¿cómo vas a crecer cultivando algo que es mentira? La mentira nunca da frutos, lo único que da frutos es la verdad. Tenemos que ver lo que somos realmente y aceptarnos, y ahí comienza la Veracidad ¿Qué es lo que hay? Pues con esto tengo que vivir, que trabajar para ir creciendo, mejorando, cambiando. Por eso no puedo alcanzar ninguna meta desde la mentira. La Veracidad no se trata de algo que tiene que ver con los demás, tiene que ver con nosotros mismos. Uno tiene que ser sincero consigo mismo, aquí no intervienen los demás, no podemos ser 6/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 sinceros con los demás, si no somos sinceros con nosotros mismos. Nosotros somos lo que hacemos, no somos lo que decimos que somos, o lo que otros dicen que somos, somos lo que hacemos. En lo que haces, se ve lo que eres. No puedes decir “yo soy el hombre más valiente del mundo” y luego te escapas de todas las situaciones, serás el hombre más listo porque te escapas de las situaciones problemáticas, pero no el más valiente. Tenemos que ser veraces, pero cuándo surge este conocimiento, cuando hemos pasado por muchas experiencias, muchas veces traumáticas, como resultado de habernos engañado a nosotros mismos, identificándonos con un personaje falso. Un personaje falso que nos construimos necesita mucha energía para sostenerlo, porque es mentira y por lo tanto, no se sostiene por sí solo. Entonces, tenemos que darle nosotros energía. Es decir, tenemos que dedicar toda nuestra vida, a mantener el personaje, porque en el momento en que le dejamos de dar energía, desaparece. Popularmente existe una frase para describir esto, cuando se dice “Se te ve el plumero”, o sea, se te ve lo que hay detrás del personaje, porque no es verdad. El tercer punto es el no robar, cuántas veces hemos tenido que robar y ser robados para llegar a esta conclusión. Tenemos que conseguir los medios para vivir, pero de una forma correcta. El cuarto punto es no codiciar. La Codicia es la madre de todos los crímenes. ¿Qué es la Codicia? Un deseo desordenado sobre un objeto que nos domina. Si deseamos algo de alguna manera que no podamos controlar, somos capaces de hacer cualquier cosa, cualquier barbaridad para conseguirlo, podemos incluso matar. Cuántas veces hemos tenido que vivir esa experiencia a lo largo de la existencia para llegar a esa conclusión. El quinto punto es la continencia, que es buscar el justo término medio de todas las cosas. La continencia tiene que estar en todo, en el comer, en el beber, en el dormir, en el trabajar, en las relaciones sexuales. Continencia no significa que no comamos, que no ayunemos, es buscar el término medio de todo lo que hagas. Lo mismo ocurre con el dormir, con el fumar. Fumas mucho y tienes bronquitis y dices, seré imbécil, no voy a fumar nunca más, pero esto es hasta el próximo cigarrillo. 7/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Estos cinco puntos constituyen la moralidad de nuestra alma y entonces aquí se produce un cambio. Hasta ahora la evolución ha sido inconsciente, no te has enterado, has tenido experiencias, pero sin saber de qué iba todo esto, y todo el mundo decía ¡Qué cruel es la vida!, ¿Qué he hecho Señor para merecer esto? Pero sólo nos acordamos del Señor cuando las cosas van mal, cuando sufrimos, porque cuando estamos contentos y felices, no nos acordamos del Señor. Pero hay que acordarse también cuando las cosas te van bien, para que no te vayan mal. A partir de ese momento en que nuestra alma ha llegado a este punto de madurez en que estos cinco puntos se han dado, comenzamos otro proceso. Este proceso en Ocultismo se llama Sendero del Discípulo y en el Yoga, Sendero Inferior del Yoga. Es a partir de ahora cuando vamos conociendo lo que es el Yoga, pero es que hasta este momento hemos hecho Yoga sin darnos cuenta, obligados por el Conductismo Universal. El Conductismo consiste en enseñar a hacer algo a quien no es consciente y no se da cuenta. ¿Y cómo se le enseña? Mediante la dualidad placer-dolor. Uno es domador de fieras y ¿cómo le enseña a un león a saltar por medio de un aro de fuego? se le enseña a través del conductismo, a través de la dualidad placer-dolor, si no salta, palo, si salta, premio. Y así nos guía la naturaleza, mediante esta dualidad y vamos caminando por la vida por medio del placer-dolor. El placer es lo que está en medio, el dolor es lo que está en las esquinas. Si te vas hacia una esquina dolor, si te vas a la otra esquina dolor, en el centro todo va bien. Entonces, sin darnos cuenta, como vamos buscando lo que es agradable y placentero y nos escapamos de lo que resulta doloroso, vamos por el medio. Esto se llama Conductismo Universal, que nos conduce sin darnos cuenta, por el camino de la evolución, y el camino de la evolución es el camino del Yoga. Se llama Yoga a hacer este camino conscientemente y empezamos a hacer este camino conscientemente cuando en nosotros mismos, se han dado en alguna medida estos cinco puntos, por lo que tenemos ya una madurez evolutiva, la madurez del alma. Y ahora, a 8/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 partir de ahora, es cuando uno está capacitado para recibir esta enseñanza, la enseñanza de lo que es el Yoga. ¿Qué es el Yoga? El Yoga es el conocimiento y la realización de la verdad de nosotros mismos. Esta es la meta de la evolución humana, que se llama Suddha Dharma o la Ley Suprema, es lo que tenemos que alcanzar y ahí se culmina la evolución humana. Para llegar ahí existe un camino y para caminar por ese camino existen unos métodos y herramientas que nos ayudan a caminar por el camino. Las herramientas son las técnicas, las prácticas de las técnicas nos ayudan a caminar por el sendero y a acercarnos a la meta. El conocimiento de la meta, del camino y de las técnicas o métodos para caminar y llegar a la meta, es lo que a partir de ahora se nos va a ir enseñando. Esta primera parte del sendero inferior del Yoga, comienza desde el primer conocimiento hasta la percepción de la verdad de uno mismo, tenemos que descubrirlo en nosotros. La Verdad, es aquello que en nosotros no cambia, que está siempre y lo que cambia lo llamamos la no-verdad. Es decir, tenemos que alcanzar el conocimiento, ver por nosotros mismos, no recibir el conocimiento porque alguien nos lo dice o porque lo leamos, aunque esto también es necesario, porque así nos enteramos de que existe algo que tenemos que alcanzar. Esto es el Testimonio, y es importante porque aquí nos movemos viendo lo que hacen otros, si no tenemos referencias ni se nos ocurre buscar. Pero este testimonio no es suficiente, nos da una información, pero ahora tenemos que ver si esta información es verdad o no, y eso lo tenemos que ver en nosotros, por eso tenemos que buscar y encontrar dentro de nosotros. Si existe algo que es Verdad, está en nosotros y ha existido siempre, lo que pasa es que no se nos ha ocurrido pensar en ello ni mirar hacia allí. ¿Qué es lo que está en nosotros y no cambia? Es entonces cuando empieza todo el trabajo de acercamiento a esa Verdad. Comienza utilizando las técnicas para aislar eso que llamamos la Verdad, de la no-Verdad, hasta llegar a la percepción de esto. Esto es el Sendero del Discipulado o Sendero Inferior del Yoga y luego vendría el Sendero Superior del Yoga o Sendero Iniciático, pero este comienza una vez que conocemos cuál es 9/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 la verdad y la percibimos. ¿Qué tenemos que hacer para alcanzar esa verdad? Se tiene que hacer de todo, pero se resume en dos puntos. Para alcanzar la percepción y conocimiento directo de eso que llamamos la Verdad, sólo existen dos puntos o dos etapas que tenemos que pasar. - La primera es construir la Paz en nosotros. - La segunda es construir el Silencio. El camino que tenemos que recorrer no está ahí fuera, hasta ahora hemos vivido ahí afuera todas las experiencias para aprender estos cinco puntos de la moral natural. Pero ahora tenemos que buscar esa verdad cada uno de nosotros, en el corazón de cada uno de nosotros y tenemos que ir hacia el corazón, no ir hacia afuera, no está ahí afuera, está aquí dentro, en cada uno de nosotros. No está en el vecino, está en mí. A esto es lo que se le llama Yoga, hacer este trabajo, pero hasta ahora no hemos hecho otra cosa que acercarnos hacia aquí, pero ahora lo vamos a hacer conscientemente. ¿Cómo consigo la Paz? ¿Qué es la Paz? La Paz no es algo que se compra ni que se vende. No vas al Corte Inglés y dices, tres kilos de Paz. La Paz no es otra cosa que ausencia de conflicto, es decir, la Paz es algo que aparece cuando desaparece el conflicto. Para que exista Paz, lo que tengo que hacer es eliminar el conflicto. Cuando se está en conflicto no sirve de nada hablar de la Paz, porque la Paz sólo es posible cuando el conflicto desaparece. ¿Cómo hacemos que el conflicto desaparezca? Primero tenemos que ver dónde está el conflicto en nosotros. En nosotros, el conflicto está en el juego de las emociones y deseos. Por ejemplo, deseas una botella, la quieres y cuando piensas ir a por ella te entra el miedo y de mientras va otro y se lleva la botella, entonces más conflicto. Empiezas, seré imbécil, por qué no me he decidido antes, nunca aprendo, y aparece así el diálogo interno que te está machacando. Para solucionar esto, hay que construir la paz y para ello, tenemos que hacernos dueños de nuestro cuerpo físico y de nuestro cuerpo emocional. Necesitamos hacernos dueños del cuerpo físico, porque a través del cuerpo físico tenemos que conseguir todo esto. Porque no 10/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 podemos conseguir dirigir nuestras emociones, sino a través de lo físico, porque no tenemos poder sobre las emociones y pensamientos, pero si tenemos desarrollado un cierto poder sobre el cuerpo físico. Por ejemplo, dices voy a tocarme la nariz y te la tocas. Pero esto no siempre ha sido así, cuando aparecieron los primeros hombres sobre la tierra, sus cuerpos físicos eran torpes, lograr esto, ha llevado muchos millones de años de evolución. Podemos manejar el cuerpo físico y podemos respirar. La respiración es la única función del cuerpo que puede ser voluntaria o involuntaria. La respiración constituye la llave que va a abrir la puerta de ese mundo interior. Ya sabéis que nosotros tenemos un Sistema Nervioso doble. El Sistema Nervioso Central, es el del movimiento, la energía del Sistema Nervioso Central es la energía motora, la que produce el movimiento, pero cuando esta energía vuelve de la periferia, lleva la información de lo que pasa aquí fuera. Cuando va es motora y cuando vuelve es sensitiva, lleva sensación; frío, calor, dolor, placer. Luego está el Sistema Nervioso Neurovegetativo, Vegetativo significa vida, es el Sistema Nervioso de la vida, quien dirige la vida. Nuestro cuerpo tiene miles y miles de funciones. Si hemos comido algo, ahora se está haciendo la digestión. ¿Alguno de nosotros le está diciendo al estómago lo que tiene que hacer, a las glándulas qué tienen que segregar? Ninguno, hacemos esto, pero se está haciendo en nosotros la digestión y al mismo tiempo está el corazón latiendo y la sangre circulando. Y cuando llega la sangre a los pulmones, se carga de oxígeno y cuando llega la sangre a las células, les lleva el oxígeno, pero también los nutrientes. La célula con la comida y el oxígeno reacciona, se produce el metabolismo celular y una parte asimilará y la otra, le expulsa como desecho a la sangre. La sangre recoge estas impurezas y las lleva a los riñones, para que se expulse a través de la orina, las lleva a la piel, para que se expulse a través del sudor. Los gases de las células, llegan a los pulmones y en cada expiración, los expulsa como anhídrido carbónico. Esto lo hace la sangre, pero quién dice a la sangre y a las células lo que tienen que hacer. Existen miles de reacciones químicas que se producen en nosotros y esto lo dirige una inteligencia no nacida, La Inteligencia Innata, que es la Inteligencia Creadora del Universo, la Madre Universal, y ¿A través de qué funciona en nosotros? A través del Sistema Nervioso Neurovegetativo. El Sistema Nervioso Neurovegetativo es el sistema de la vida, el que dirige la vida de nuestro cuerpo y todas las funciones de la vida, y este es el que tenemos que utilizar para acceder a estos otros aspectos sutiles internos. El Sistema 11/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Nervioso Neurovegetativo tiene dos canales o ramas, el simpático y el parasimpático, que son antagónicos, lo cual quiere decir que cuando funciona uno, no funciona el otro. Si la energía va por el simpático, los músculos se contraen, si va por el parasimpático, los músculos se relajan, no pueden funcionar los dos a la vez, porque no pueden estar contraídos y relajados al mismo tiempo. Cuando la energía está en el simpático, la respiración es superficial y rápida, jadeante, se bloquea el diafragma, la boca se seca, el aparato digestivo se bloquea, entonces uno dice estoy nervioso. Cuando se canaliza la energía por el parasimpático, pasa lo contrario, el cuerpo se relaja, la boca se llena de saliva, por eso, cuando dormimos y dormimos bien, babeamos. Entonces la respiración se hace amplia, profunda, el diafragma se mueve y estamos contentos. Cuando reímos, estamos en el parasimpático, por eso reírse es tan bueno. Cuando funcionamos en el simpático y nos ponemos en tensión, se activan los procesos catabólicos del cuerpo, que son los procesos destructivos, esto es lo que ahora se llama stress, que es estar en tensión. Estar en tensión significa estar en el simpático de forma crónica y esto mata. El stress produce todas las enfermedades, te bajan las defensas y te puede entrar cualquier cosa, te puede producir cáncer, atacarte al corazón, de todo, porque se está en tensión, en el simpático, se producen los procesos catabólicos y por lo tanto destructivos. Si nos ponemos en el parasimpático, se activan los procesos contrarios, es decir, el proceso de regeneración del cuerpo, lo que cura, la curación es la regeneración, la curación no es tapar unos síntomas. Curar es regenerar lo que está mal y sólo se regenera si funcionamos en el parasimpático, por eso reírse es bueno y produce salud. Cuando te ríes y te ríes mucho, te estás regenerando, entonces hay que reírse mucho y empezar por reírse de uno mismo. Por eso, hay que reírse, cuanto más te rías, mejor, Pon una sonrisa en tu vida y si son dos, mejor. Una por la mañana, y otra por la tarde, y que se junten las dos. Este es el nexo que une lo físico con lo psicológico, lo emocional y lo mental, y sólo podemos trabajar en lo emocional y en lo mental a través del cuerpo físico, que es lo único que tenemos para manejarlos. Fijaos bien, todas las emociones cuando se producen nos ponen en el parasimpático. Por ejemplo, si tengo miedo estoy tenso, estoy en el Simpático. Si estás bajo la influencia de la emoción de la sexualidad, estás como una moto, si te enfadas estás tenso y lo mismo si tienes envidia, celos. Si estás triste tampoco estás relajado, estás en tensión porque empiezas a preocuparte por lo que puede pasar a la persona a quien quieres. 12/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Ves a una persona en la calle, no la conoces de nada y no te afecta para nada, un día te enamoras de ella y a partir de entonces, vas a sufrir porque todo lo que haga o deje de hacer te va a afectar. Luego un día, te desenamoras y ya no te afecta nada, es por la emoción que produce angustia y tensión, porque están en el Simpático. Fijaos lo que hemos descubierto, entonces sólo queda saber cómo me puedo relajar. Es fácil, abres la caja de herramientas del yoga, y buscas la herramienta o técnica que puede hacer que pases del simpático al parasimpático, y esta herramienta es la respiración. Empiezas a respirar profundamente, llenando y vaciando los pulmones, moviendo el diafragma, entonces comienzas a funcionar en el parasimpático y te empiezas a relajar, lo que hace que las emociones vayan perdiendo fuerza. Pero es que cuando profundizamos en el parasimpático, y nos vamos dejando cada vez más, en la hipófisis y en los tálamos, se producen unas sustancias que se llaman encefalinas y endorfinas, las cuales inhiben el dolor y las emociones. El dolor se experimenta en el cuerpo físico, si no experimentas dolor, tampoco placer y esto significa que no sientes el cuerpo, es como si hubiese desaparecido. Pero al inhibirse las emociones, también desaparecen y las emociones son la causa del conflicto, y si desaparece el conflicto, queda la Paz. Es que el juego del las emociones produce deseo, éste nos apega al objeto del deseo y el apego produce sufrimiento. ¿Qué es la Felicidad? Si la Paz es la ausencia de conflicto, la Felicidad es la ausencia de sufrimiento. La Felicidad es sosa, y no todo el mundo está preparado para la Felicidad, por eso la gente cuando quiere ser feliz, lo que hace es estimular la emoción, entonces, dice voy a hacer puenting y le preguntas ¿Qué tal te lo has pasado? Y responde, de miedo. Pero el miedo es una emoción y nos hace sufrir, por lo menos a mí. Yo para pasármelo bien no quiero el miedo. Por lo tanto, ser felices es no tener emociones, y la gente lo que quiere es tener emociones para pasárselo bien. Cuando estimulas las emociones, entras en el conflicto y el sufrimiento y nos llevan al mundo exterior, pero para ir dentro necesitamos la paz y la felicidad. Alguien dirá, sin emociones no se puede vivir, claro, no se puede vivir ahí afuera, pero aquí dentro es lo que hace falta para poder abrir la puerta del mundo interior. No podemos tener paz fuera si dentro hay conflicto, aunque tengamos buena educación, porque la 13/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 buena educación no es más que una careta, que hace que aunque la persona que está delante de ti te caiga gorda, le sonrías. Pero al final, se nos caerá la careta en algún momento, porque lo que irradiamos y lo que expresamos es lo que está dentro. Yo no puedo expresar fuera paz si dentro no hay paz, puedo poner buena cara, puedo sonreír cuando me está doliendo dentro, pero no existe paz y al final esto en algún momento sale, explota y cuando pasa esto, salpica al que está alrededor. En general, no hay gente mala, aunque alguna habrá, pero el resto está llena de conflictos y cuando el conflicto sale (la envidia, los celos, la rabia…), salpica y hace daño, pero no porque la gente sea mala, sino porque lo que hay es el conflicto. Para que no salga el conflicto, lo que tenemos que hacer es construir la paz, si construyes la paz, como no hay apego, no existe sufrimiento y el resultado de esto es la bondad. La bondad por lo menos es no hacer daño, pero ¿Cómo vas a hacer daño si estás en paz y eres feliz? Para hacer daño tiene que haber conflicto, tienes que enfadarte. ¿Qué hacían los indios antes de entrar en combate? Estaban toda la noche danzando y gritando, y así se iban cabreando y cuando ya estaban bien enfadados, iban al combate. Porque estando tranquilo, tomando el sol, así cómo se iba a hacer nada, primero uno se tiene que enfadar, llenarse de conflicto dentro para que salpique fuera, porque si no eres incapaz de matar a una mosca. Cuando estamos en paz y somos felices, la esencia que sale es la bondad, entonces si todos los días de nuestra vida construimos un rato de paz, hacemos las prácticas, respiramos, nos relajamos, nos ponemos en paz. Si todos los días construimos un momento de paz, estamos construyendo el hábito de la paz y cuando el hábito ya está instalado en nosotros, lo más fácil será estar en Paz, porque cuando un hábito está en nosotros, se hace solo. Lo que nos cuesta es cuando el hábito no está adquirido, entonces tenemos que esforzarnos, pero cuando vamos repitiendo una acción una vez, y otra vez y otra vez, se va construyendo un hábito, por eso hay una ley, que existe, que dice: “Siembra una acción y cosecharás un hábito, siembra un hábito y cosecharás un carácter, siembra un carácter y cosecharás una vida”. 14/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 Dicho de otra manera, ¿Cómo es tu vida? como es tu carácter, ¿Cómo es tu carácter? como son tus hábitos, ¿Cómo son tus hábitos? Como son tus acciones. Es decir, si nosotros incorporamos algo diferente en nuestra vida, como la acción de construir la paz y todos los días creamos un momento de paz, vamos construyendo el hábito de la paz. Así vamos consiguiendo que ese momento de paz, se convierta en dos, en tres, en cuatro, en cinco momentos de paz y que ese hábito se vaya instalando en nosotros. Construir la paz, es la condición sin que sine qua non para ir más allá, por eso, cuando entráis en las Escuelas de Yoga, hacemos asanas (posturas), pranayamas (respiraciones) y relajación. Las asanas, el pranayama y la relajación, son muy buenas para la salud, pero ¿Qué estás construyendo? La paz, eso que es necesario y es el primer eslabón para alcanzar el Yoga. No es lo importante que hagas una asana y te cure por ejemplo el estreñimiento, aunque esto está bien, porque a nadie le gusta estar estreñido, pero las técnicas de Yoga no son para esto, si se producen esos efectos colaterales, pues bien. Cuando respiramos, nos relajamos y tranquilizamos los nervios, está bien, pero esto no es Yoga. El Yoga es ir construyendo la paz, esto está en el camino del Yoga y cuando construimos la paz, somos felices y buenos. Y ahora, que estamos en Paz, ya podemos ir más arriba. ¿Cuál es el segundo escalón para alcanzar el Yoga? El Silencio. El Silencio es parar ese lorito que está todo el rato hablando y diciéndonos cosas. Yo llevo aquí un rato hablando y vosotros, ¿me estáis escuchando? Pues no, le estáis escuchando al lorito ese que está diciendo lo que yo estoy diciendo. Bueno, os está diciendo lo que él cree que yo estoy diciendo, ¡A saber lo que os dice!, y encima pone notas, dice pues yo no me creo esto, a ver de dónde se ha sacado ese estas cosas. A este lorito es al que tenemos que parar, el silencio es cuando eso desaparece. Ese es el trabajo que a partir de ahora tenemos que hacer, tenemos que trabajar con la mente. ¿Cómo paramos la mente? Algunos dicen que dejando la mente en blanco. Pues no, dejar la mente en blanco es volver al estado de estupidez primitivo. Además es fácil dejar la mente en blanco, unos cuantos whiskys y ya está. 15/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 La mente en blanco es lo que popularmente se llama estupidez. Es decir, que si sólo fuese eso, un fin de semana a cubatas y todos yoguis. Pero no es por ahí. ¿Cómo hacemos que la mente desaparezca? Pues empieza con un pensamiento y acaba vete tú a saber dónde. Por ejemplo dices: mira la botella de agua, ¡ah!, me acuerdo de un chiste que me contaron, uno estaba en el desierto y estaba buscando agua y se encontró con un ánfora, ah sí, como la lámpara de Aladino. ¿Eso de la lámpara de Aladino ocurrió en Bagdad, pero quien va a ir a ese sitio… mejor ir a Canarias! ¿Os dais cuenta?, hemos empezado por la botella de agua y hemos dado un recorrido por el mundo y no sabemos dónde vamos a acabar. Esta es la mente en el estado que tenemos ahora, es la mente dispersa, es decir, va saltando de un pensamiento a otro, como una mariposa de flor en flor. Entonces, ahora tenemos que hacer un trabajo, no de respiración ni de asanas, que ya lo hemos hecho y por eso estamos relajados, ya estamos en paz. Ahora tenemos que hacer un trabajo directamente con la mente, ahora no nos sirven las otras técnicas, ahora tenemos que hacer Abhyasa Yoga. Abhyasa Yoga consiste en lo siguiente: si elijo un objeto para pensar en él, por ejemplo la copa, entonces piensas en la copa, pero de repente se me salta el pensamiento a la botella y cuando me doy cuenta que estoy pensando en la botella, me doy cuenta y entonces dices, a la copa. Copa, copa, copa, copa de cristal, ¿Por qué está la mesa sucia? A la copa. Salta el pensamiento a otro objeto, entonces lo traigo, lo traigo, lo traigo ¿Cuántas veces? Siempre. ¿Cuándo hay que hacer Abhyasa Yoga? ¿Dos días a la semana, hora y media? Siempre, cada vez que la mente piensa y como la mente piensa constantemente, constantemente hay que hacer Abhyasa Yoga. No hay que decir que la mente piense en lo que le dé la gana, tiene que pensar en lo que nosotros queramos que piense, por lo tanto siempre hay que recoger la mente, centrarla, dirigirla. Hacer Yoga no es sólo hacer posturas y respirar, uno puede estar tranquilo en cualquier sitio tomando el sol y estar haciendo Yoga con la mente. Abhyasa Yoga, si observas que se ha ido el pensamiento, recógelo, esto es importante. ¿Queréis que os cuente un cuento? Iba uno por el desierto muerto de sed y en sus últimos esfuerzos excava en la arena y encuentra un ánfora, y de él sale un genio que le dice: gracias por haberme liberado, llevaba 400 años ahí encerrado y como recompensa te voy a dar lo que quieras, pero con una condición, en el momento que dejes 16/19 Yoga y evolución humana Madhava Amorebieta Noviembre de 2010 de pedirme algo, te devoraré. Pues ningún problema, piensa el hombre, porque tiene muchas cosas que pedir. Pide un vaso de agua cristalina, va a beber y el genio le dice pídeme algo o te devoro, una mesa llena de comida, está comiendo, y el genio, pídeme algo o te devoro, un palacio, no sé qué, al final el hombre, estaba desesperado porque tenía de todo pero no podía disfrutar de nada. Entonces llega un anciano y le pregunta: ¿puedo beber un poco de agua? Y le responde, el agua y lo que te dé la gana, porque cuando voy a disfrutar de algo, el genio me dice pídeme algo o te devoro. El anciano le dice yo tengo la solución, es fácil, ves esa palmera, cada vez que el genio te diga: “pídeme algo o te devoro”, le dices, sube y baja a esa palmera hasta que te llame. Y así, cuando quería algo, llamaba al genio y cuando se lo concedía y el genio decía pídeme algo o te devoro, le mandaba a la palmera. Esto es Yoga, ¿Quién es el genio? La mente, la mente es el mayor poder que existe en el Universo, y es lo que nos da todo lo que queramos, nos da la solución a los problemas, nos dice cómo tenemos que conseguir las cosas. Pero cuando no la usamos en algo determinado, se vuelve contra nosotros, y nos dice de todo: “Dónde vas con esa cara, no sé para qué has nacido, todo lo haces mal…” ¿No os ha pasado esto nunca? Todos los días ¿verdad?, pues ya sabéis lo que hay que hacer, mandarle a la palmera. ¿Y qué es la palmera? El Mantra o los Mantras. En el Yoga, se utilizan los Mantras, que son palabras de poder. El más conocido es el OM, aunque existen otros y cada uno usa uno. La Mente cuando no la usamos para resolver un problema, para hacer un trabajo o lo que sea, tenemos que tenerla ocupada para que no se vuelva contra nosotros, y llevarla a la palmera. Por eso, mentalmente tenemos que estar todo el rato repitiendo, OM, OM, OM, OM…. Y cuando necesites solucionar algo, le preguntas y te responde, de nuevo le llevas a la palmera, de nuevo continúas repitiendo el OM. El Yoga de la Mente hay que hacerlo constantemente y no sólo cuando estamos despiertos, también por la noche, cuando estamos dormidos. Cuando te despiertas a mitad de la noche porque no puedes dormir, empiezas mentalmente OM, OM, OM…, te relajas, te duermes. 17/19 Yoga y evolución humana Amorebieta Madhava Noviembre de 2010 Que te vuelves a despertar, dices: “Ah! que bien, una nueva oportunidad para seguir haciendo Yoga”, no tienes que hacer asanas, puedes respirar profundamente, y llevar el mantra con la respiración. La mente hay que tenerla todo el rato ocupada para que no se vuelva contra nosotros, eso es Abhyasa Yoga y dirigir la mente al objeto que queremos alcanzar. Existen cinco estados de la mente: 1.- La mente en blanco o dormida. 2.- La mente dispersa. 3.- La mente en estado de recogimiento, de lo que estamos hablando ahora. 4.- La mente concentrada, cuando ya se queda con el objeto que hemos elegido. 5.- Estado de Niruda: cuando mantenemos la mente concentrada un cierto tiempo (el Swami Vivekananda decía doce segundos), se pasa a este quinto estado, donde la mente parece que no está, desaparece, y ahí se produce el Silencio. Hemos construido primero la paz y luego el silencio y cuando se construye el Silencio, la mente desparece. Fijaos bien, al construir la paz, ha desaparecido el cuerpo físico y el cuerpo emocional, porque se han inhibido. Ahora ha desaparecido el cuerpo mental ¿Qué queda? Lo que somos siempre, ahora se produce la meditación, en el silencio percibimos la Verdad de nosotros mismos, ahora nos convertimos en Yoguis. Yogui es el que conoce la Verdad de sí mismo, porque la conoce, la ve directamente. Para ver esto, es necesario construir la paz y el silencio, y para construir la paz y el silencio, tenemos que utilizar todas las técnicas habidas y por haber; asanas, pranayama, relajación, mantras, ayunos, dietas, lo que haga falta hasta llegar a ese punto donde ha desaparecido aquello que en nosotros está constantemente cambiando. El cuerpo físico, las emociones y los pensamientos ya no están. Entonces, ¿qué es lo que queda? Aquello que no puede dejar de ser, porque está 18/19 Yoga y evolución humana Amorebieta Madhava Noviembre de 2010 siempre, ha estado siempre y estará siempre, lo que está antes de nacer, lo que seguirá estando después de eso que llamamos la muerte, porque ni nace, ni muere, está siempre, es lo que somos en realidad, eso es Yoga. A partir de ahí, comienza otra etapa que es la de la Realización, eso que percibimos, nos tenemos que convertir en ello. Ahora percibes, es decir, parece que existen dos, uno que ve y otro que es visto, pero en realidad es uno ¿Quién soy yo? ¿El que percibe, o el que es visto? Tengo que convertirme en eso. Todo este proceso, es la Etapa del Sendero Superior del Yoga, primero lo percibo, y luego tengo que ser eso que percibo. Esta es la etapa de la realización, lo que se denomina Sendero Superior del Yoga o Sendero Iniciático. Pero de esto, ya se hablará en otro momento. Lo importante es llegar hasta aquí, percibir la Verdad de lo que somos. Cuando percibes y conoces lo que eres, sabes que eso no muere, que es Siempre, eso es la Vida, es el Ser. Aquello que es por sí mismo, da la vida al cuerpo físico, a las emociones y a la mente y al mismo tiempo, da la vida a Todo. Porque esto es la Vida, lo que en nosotros es la Vida, El Ser. Nosotros somos la Vida y la Vida no muere, la Vida es siempre. Percibir esto es conocer que somos siempre, eternos. Eso se alcanza, la vida eterna que está aquí en nosotros, no está ahí, ni allí, está aquí, en cada uno de nosotros. Eso es Yoga y allí nos lleva toda la Vida. OM SHANTI 19/19