Atención urgente - Elsevier Instituciones

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Atención urgente
Valoración del paciente con abdomen agudo
en urgencias
M.A. López-Boado
Servicio de Cirugía General y Digestiva. Hospital Clínic. Barcelona. España.
¿Qué es el abdomen agudo?
El abdomen agudo en general es un cuadro clínico de dolor
abdominal agudo de menos de una semana evolución y, en
particular, de entre 12 y 48 h; el dolor es suficientemente intenso y significativo como para suponer que existe alguna enfermedad orgánica abdominal que requerirá un tratamiento
concreto y temprano. Además, existe una repercusión global
del organismo. Su abordaje implica llegar a un diagnóstico sindrómico, y no necesariamente etiológico, lo antes posible, para instaurar el tratamiento que muchas veces requerirá una
intervención quirúrgica urgente.
El abdomen agudo es uno de los cuadros más importantes
que se manejan en un servicio de urgencias, tanto por su frecuencia como por su pronóstico como por la infraestructura humana y técnica que requiere, especialmente referido a las implicaciones quirúrgicas a que puede dar lugar. En cuanto a su incidencia, es la causa más frecuente de consulta en cualquier
servicio de urgencias especializado en patología quirúrgica y una
de las más significativas en los servicios de urgencia generales.
En su pronóstico, debe tenerse en cuenta la afección general del
organismo que puede implicar, por su potencial repercusión extraabdominal; todo ello, puede suponer, por una parte, un riesgo
vital significativo y, por otra, la posibilidad de cirugía inmediata.
Tabla I. Zonas del abdomen agudo y enfermedad
más frecuente
Patología intraperitoneal: dolor abdominal inespecífico, apendicitis,
colecistitis aguda, diverticulitis, oclusión intestinal, pancreatitis aguda,
enfermedad vascular aguda (isquemia intestinal, hemoperitoneo),
complicaciones de úlcera péptica
Enfermedad urinaria (retroperitoneal): infección urinaria, enfermedad
litiásica, retención aguda de orina
Enfermedad ginecológica: infecciones, embarazo ectópico, torsión
de ovario
Enfermedad extraabdominal (torácica): neumonías basales, infarto
de miocardio basal
Tabla II. Valoración del abdomen agudo: objetivos generales
Diagnóstico
Etiológico.
Sindrómico (“probabilístico”)
Enfermedad extraabdominal
Pronóstico
Inmediato: vital
Corto-medio plazo
Tratamiento
Conservador
Quirúrgico
Clasificación sindrómica-topográfica
Desde el punto de vista sindrómico-Topográfico, en la valoración del abdomen agudo se consideran 4 zonas que se presentan como abdomen agudo (tabla I): origen extraabdominal, especialmente por enfermedad de las zonas inferiores del tórax
del tipo de neumonías basales; origen en la zona del tracto urinario (retroperitoneal), origen ginecológico o bien origen en la
cavidad peritoneal. Esta última es, propiamente, la que se considera patología del abdomen agudo que, además, es la que
puede ser tributaria de cirugía urgente. La enfermedad ginecológica suele requerir tratamiento médico, aunque con cierta frecuencia debe ser intervenida, si bien suele tener que realizarse
en el mismo período de ingreso, días después de la admisión,
más que en las primeras horas de asistencia en urgencias.
Actuación inmediata en caso
de abdomen agudo
El objetivo general en cuanto al diagnóstico del abdomen agudo supone 3 apartados (tabla II): diagnóstico temprano, trata-
miento adecuado y pronóstico, tanto vital como de morbididad. El primero es el paso más importante, pues condiciona
absolutamente el tratamiento y el pronóstico. En la práctica,
no es imprescindible llegar la diagnóstico etiológico, pero sí al
sindrómico o probabilístico, ya que condicionará la conducta
terapéutica que se debe seguir: alta, observación, ingreso o cirugía (tabla III).
Para el diagnóstico diferencial (tabla IV) debe empezarse
por una anamnesis exhaustiva de las características del dolor
y los signos y síntomas acompañantes. Junto a ello, en una primera valoración se tiene que apreciar el aspecto general del
paciente; en la práctica, se puede catalogar como bueno, regular o malo, pues suele existir una correlación con el pronóstico. Así, un paciente que consulta por dolor abdominal y tiene
mal aspecto, probablemente tendrá un cuadro grave, con un
pronóstico desfavorable, y viceversa. Entre los signos y los
síntomas acompañantes, debe interrogarse especialmente por
los que pueden sugerir una mayor gravedad en el cuadro, referidos sobre todo a los que pueden expresar un proceso sépJANO 19-25 ENERO 2007. N.º 1.634
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Tabla III. Valoración del abdomen agudo: objetivos
específicos
Tabla IV. Sistemática diagnóstica en el abdomen agudo
Anamnesis
Alta
Características del dolor: zona, tiempo de evolución, intensidad, factores
desencadenantes, exacerbantes y atenuantes
Observación sin ingreso: máx. 24 h
Signos y síntomas acompañantes: fiebre, náuseas y vómitos, ritmo
deposicional
Ingreso
Observación
Estudio diagnóstico específico
Tratamiento conservador
Tratamiento quirúrgico
Urgente
Inmediato
Diferido
Programado
Mismo ingreso
Ingreso posterior
Antecedentes: dolor previo, cirugía previa, fármacos, alergias
Constantes vitales y exploración física: temperatura, frecuencias cardíaca
y respiratoria y presión arterial. Inspección, palpación, auscultación y
percusión. Tacto rectal
Analítica de urgencias
En sangre: hemograma con fórmula, glucosa, creatinina, ionograma (Na y K),
amilasas y lipasas
En orina: sedimento, leucocitos y hematíes
Punción abdominal: líquido peritoneal
Exploraciones complementarias
tico grave, como fiebre, mareos, desvanecimientos y un mal
estado general de reciente aparición. El ritmo deposicional
ayuda mucho en la valoración, pues, en general, un paciente
con diarreas significativas no suele tener un cuadro de tratamiento quirúrgico y, al contrario, un paciente con cierre intestinal (no eliminación de heces ni de gases por el ano) es más
probable que tenga un cuadro de obstrucción intestinal (íleo)
o bien un cuadro peritonítico. Además, deben descartarse síntomas urinarios y, en el caso de las mujeres, ginecológicos, así
como la ingesta previa y el tipo de alimentos. Junto a todo esto, siempre deben tomarse las constantes vitales: temperatura
axilar, frecuencias cardíaca y respiratoria y presiones arteriales. La temperatura rectal, hoy día, es de poca ayuda en el
diagnóstico, molesta para el paciente y poco higiénica para el
hospital.
Radiografías simples de abdomen y tórax
Ecografía abdominal
Tomografía computarizada abdominal
Radiología con contraste: enema opaco y tránsito esofagogástrico
Endoscopìa digestiva
Arteriografía
Laparoscopia y laparotomía exploradora
Auscultación
La auscultación denotará silencio abdominal en el caso de un
cuadro peritonítico o bien un aumento de peristaltismo, en
oclusiones mecánicas y en algunas gastroenteritis.
Exploración física y análisis de laboratorio
Percusión
La exploración física también es fundamental en el diagnóstico diferencial y si la realiza un médico con experiencia, es altamente eficaz y eficiente.
Inspección
En el aspecto general, junto a lo anteriormente comentado, en
las conjuntivas debe descartarse la existencia de ictericia, sugestiva de un cuadro biliohepático, o bien de una palidez significativa, que sugiere un cuadro anémico. Y, en la exploración
propiamente abdominal, debe observarse especialmente si
existen cicatrices de intervenciones previas y descartar sistemáticamente posibles bultos en zonas inguinales para que no
pase desapercibida una hernia incarcerada.
Palpación
En la palpación, es fundamental la valoración de la defensa involuntaria, tanto de su intensidad como de la zona en que se
produce, y diferenciarla de la defensa voluntaria que se da en
las personas delgadas con mucha masa muscular y una cierta
ansiedad, que, al vencerse o distraer al paciente, permiten deprimir el abdomen. La defensa involuntaria implica irritación
peritoneal, que puede ser por pus (cuadro peritonítico), (fig.
1 y 2) por isquemia (cuadro vascular) (fig. 3) o por sangre
(cuadro hemorrágico).
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La percusión da poca información, aunque en casos de distensión ayuda a diferenciar la producida por ascitis, que es mate,
de la ocasionada por dilatación de asas que es timpánica. El
tacto rectal debe realizarse, sobre todo, para descartar una
oclusión intestinal y, en concreto, una suboclusión, frente a
una oclusión completa, si existen o no heces en ampolla, res-
Figura 1. Imagen quirúrgica de una apendicitis aguda flemonosa.
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pectivamente; un cuadro oclusivo por una neoplasia estenosante de colon se acompaña, habitualmente, de una ampolla
rectal vacía. Por último, debe descartarse una enfermedad extraabdominal especialmente torácica, auscultando el tórax
(pulmones y corazón).
Estudios analíticos
Tabla V.
Signos de alarma en el abdomen agudo:
implican ingreso o cirugía urgente
Mal estado general. Paciente irrecuperable, valorarlo
Alteración significativa de constantes vitales: fiebre, hipotensión, taquicardia
mantenidas
Signos potenciales de sepsis
Hemograma séptico
Con todo ello, ya se puede tener una sospecha diagnóstica inicial que deberá ratificarse con la analítica y las exploraciones
complementarias. En cuanto a la primera, sistemáticamente
deberá solicitarse un hemograma con fórmula para descartar
procesos sépticos y hemorrágicos. En cuanto a la bioquímica
en sangre, además de los parámetros básicos (tabla IV), que
valorarán la repercusión general del paciente, siempre deben
solicitarse amilasas y lipasas, en los dolores abdominales por
encima del ombligo, para descartar una pancreatitis. El análisis urinario permitirá descartar cuadros urológicos. En casos
de duda diagnóstica, puede ser muy útil la paracentesis abdominal: según el tipo y las características del líquido peritoneal
obtenido puede indicarse una intervención urgente, y la medición en éste de la bilirrubina, la creatinina e incluso las amilasas y las lipasas puede establecer el diagnóstico etiológico.
Exploraciones radiológicas
Asimismo, en todo paciente que consulte por dolor abdominal
significativo, debe solicitarse una radiografía simple de abdomen y, además, de tórax, si el dolor es de la zona superior o
existen suficientes evidencias de que el paciente se ingresará y
podrá ser operado. La radiografía de abdomen es muy útil en
oclusiones intestinales y en perforaciones de víscera hueca en
las que debe buscarse activamente el neumoperitoneo y, si no
se ve en una radiografía en decúbito supino, debe descartarse
en una en decúbito lateral izquierdo, pues el contraste del aire
con la densidad del hígado en la zona superior derecha permite
objetivarlo con menos cantidad de gas extraluminal. Si en la radiografía existe un stop aéreo en el colon, deberá solicitarse un
enema opaco para descartar una neoplasia oclusiva de colon.
Las 2 exploraciones complementarias de más rendimiento
en el diagnóstico diferencial del abdomen agudo son la ecografía y la tomografía computarizada (TC) abdominal. La pri-
Figura 2. Imagen quirúrgica de una úlcera péptica perforada.
Exploración abdominal: defensa involuntaria, dolor intenso
Dudas diagnósticas
Sentido común
mera es especialmente útil en la enfermedad biliohepática
aguda y, dependiendo de la experiencia del ecografista, en casos de apendicitis aguda, enfermedad ginecológica y renal. Sin
embargo, tiene sus limitaciones, especialmente cuando existe
distensión de las asas intestinales con mucho aire en su interior. En los últimos años, la TC se ha erigido en la prueba de
mayor rendimiento en el diagnóstico diferencial etiológico del
abdomen agudo. Sin embargo, no está disponible en todos los
hospitales 24 h al día, implica el traslado del paciente que, en
caso de shock, puede ser arriesgado, y si se utiliza contraste
puede dar problemas alérgicos, o bien exacerbar o desencadenar una insuficiencia renal. Con todo, es muy útil, pues además de hallar la etiología de un proceso peritonítico, puede
mostrar la causa de una oclusión intestinal mecánica y descartar una enfermedad vascular retroperitoneal, especialmente la
rotura de un aneurisma de aorta y el grado en que éste se ha
producido.
Actuación en caso de ausencia
de diagnóstico etiológico
Finalmente, si con toda esta sistemática diagnóstica no se halla la causa y se observan signos de alarma (tabla V), se deberá ingresar al paciente en observación y revalorarlo estrechamente en unas pocas horas, o bien se deberá optar por la intervención si la probabilidad de que exista una patología
orgánica es elevada, recalcando con ello el diagnóstico sindró-
Figura 3. Isquemia intestinal avanzada irreversible.
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mico o prababilístico. Dicha intervención implicará una anestesia general y, hoy día, se tiende a la laparoscopia exploradora, excepto en casos de importante distensión abdominal,
múltiples intervenciones previas o severa inestabilidad hemodinámica. Con la técnica laparoscópica, además del diagnóstico, en muchas ocasiones se podrá realizar el tratamiento adecuado y, en casos de peritonitis difusas, permitirá lavar todo el
abdomen de pus con una mínima invasión y, por supuesto, si
la situación no puede resolverse con este método, siempre
permite la conversión a cirugía abierta.
• Existe una correlación bastante estrecha entre el aspecto general del paciente y la existencia o no de
una causa orgánica concreta de abdomen agudo.
• La ecografía y/o la tomografía computarizada, bien
indicadas, hallan el diagnóstico (sindrómico o etiológico) en la mayoría de casos.
Errores habituales
Derivación del paciente
con abdomen agudo
• Administración inadecuada de analgésicos, tanto por
Tras todo este proceso, se llegan a conseguir los objetivos específicos en el manejo del abdomen agudo que se especifican
en la tabla III; tras la valoración inicial (anamnesis, constantes
vitales y exploración física), la analítica y la radiografía simple
de abdomen, se debe decidir si el paciente se puede dar de alta, debe quedarse en observación y revalorarse en unas horas,
debe ingresarse para tratamiento médico o debe ser intervenido de urgencia. Igualmente, de forma ocasional, debe considerarse que un paciente es terminal por el tipo de enfermedad
abdominal que presenta, dependiendo de diversos factores,
como la edad, el estado general previo, las posibilidades de recuperación y el consentimiento y la información familiar. Asimismo, en casos de duda diagnóstica, y siempre aplicando el
sentido común en cuanto a factores médicos y extramédicos,
como las características sociales y personales del paciente y
del centro de asistencia, deberá observarse y revalorarse al
paciente en las siguientes horas. J
exceso como por defecto; esto último es más frecuente hoy día.
• Solicitar exploraciones complementarias sistemáticamente sin una exhaustiva valoración inicial basada
en la anamnesis, constantes vitales y exploración física.
• Valorar de forma incorrecta los signos de alarma,
tanto por defecto como por exceso y especialmente
la existencia de defensa involuntaria cuya presencia
implica un proceso peritonítico.
Bibliografía recomendada
Corson JC, Williamson RCN, Kauffman GL Jr. Acute abdomen. St
Louis: Mosby International; 2001.
A tener en cuenta
• No debe necesariamente llegarse a un diagnóstico
etiológico para el abordaje concreto: con el diagnóstico sindrómico o probabilístico pueden resolverse la
mayoría de casos.
• La observación clínica estrecha es lo más eficaz y
eficiente en las dudas diagnósticas.
De Dombal T. Diagnóstico del dolor abdominal agudo. Barcelona:
Salvat Editores; 1984.
Salem TA, Molloy RG, O’Dwyer PJ. Prospective study on the role of
the CT scan in patients with an acute abdomen. Colorectal Dis.
2005;7:460-6.
Schein M. Cirugía abdominal de urgencia. Springer-Verlag. Santiago
de Chile: Editorial Mediterráneo; 2001.
Schmutz GR. Diagnóstico por imagen del abdomen agudo. Barcelona: Masson; 1997.
FE DE ERRORES
En el artículo de Xavier Estivill titulado “De la epidemiología genómica a la biomedicina de sistemas”, publicado en esta revista (JANO
2006;1.632:38-43), se ha detectado un error en los pies de las figuras 2 y 3. En el pie de figura 2 debería decir “Principales plataformas
de análisis genotípico. Según el tipo de plataforma es posible analizar un SNP (single necleotide polymorphism) en un experimento
para un elevado número de muestras o centenares de miles de SNP, para una sola muestra. Según el diseño de la investigación que se realiza
el Centro de Genotipado aplicará una u otra estrategia” y en el pie de figura 3 debería decir “Factores genéticos y ambientales en el desarrollo
de enfermedad y estrategias de análisis genético empleando SNP (single nucleotide polymorphisms) y CNV (copy number variants). El estudio
de la heredabilidad, los endofenotipos los GTL (quantitative trait loci) y el análisis de variables múltiples permiten una adecuada disección
del fenotipo en la identificación de los factores biológicos de enfermedad”.
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