Comunidad Campesina Taucca Sistematización de una experiencia de desarrollo comunal Contenido Presentación ……………………………………………………………………………………………..…… p. 03 Comienzos difíciles ……………………………………………………………..………………..………... p. 04 Una nueva conciencia estaba creciendo ……………….………………………………..…………... p. 06 Cuando dejaron de tomar comenzaron a soñar – Logros de la organización comunal …. p. 09 Haciendo cumplir el Estado - Conquistas colectivas a través de la organización y la articulación con comunidades vecinas ……………….……………..………………………………... p. 10 Empoderamiento de las mujeres - “Las mujeres y los varones somos igualdad” …………. p. 11 Conclusiones y una mirada hacia el futuro ……………….………………………………………..... p. 12 2 Presentación La idea de sistematizar y hacer pública la experiencia de desarrollo de la comunidad campesina Taucca surgió en una visita la comunidad por el equipo de la Asociación ARARIWA y una representante de MISEREOR en mayo de 2014, en la cual dos comuneras contaron de los avances logrados. Los cambios en su organización comunal y el empoderamiento de las mujeres eran impresionantes, en comparación con el Taucca de comienzos de los 80 cuando era visto poco menos como “la oveja negra del distrito”1. En esta sistematización se pretende presentar la reflexión analítica, crítica y participativa con comuneras y comuneros de Taucca sobre su propio proceso organizacional durante los últimos treinta años. Teniendo esta sistematización escrita se puede divulgar y hacerla accesible a todas las personas, instituciones y comunidades interesadas en procesos de empoderamiento de comunidades rurales para que de esta manera se puedan motivar a realizar cambios similares. La sistematización se realizó durante los meses junio y julio de 2014 en un proceso participativo entre comuneras y comuneros de Taucca que fue guiado por la encargada de la sistematización, Anke Schünemann. La elaboración consistió en seis etapas. La misma se inició con (1) la presentación de la idea de la sistematización en una asamblea comunal en Taucca en la cual la comunidad manifestó su interés y eligió a los representantes más idóneos para las entrevistas. Siguió con (2) el levantamiento de la información mediante entrevistas personales realizados por la consultora, en cuya base (3) ella elaboró una línea de tiempo, que fue presentada en (4) una reunión de retroalimentación a las y los representantes de la comunidad. Esta información entró en la elaboración (5) de un documento escrito por la consultora. Se cerró el proceso con (6) la entrega del mismo en Taucca en la cual las comuneras y los comuneros pudieron hacer las últimas observaciones. Un especial agradecimiento para: Justina Puma Huancca Grimaldina Puma Huancca Ruperto Quispe Inquiltupa Florencio Ttito Huamán Rubén Ttito Quispe que han ofrecido material fotográfico, su conocimiento y su reflexión, participando además en las entrevistas y en la reunión de retroalimentación. 1 Entrevista con Francisco Cueva García, anterior Director Ejecutivo de la Asociación Arariwa – institución que durante más de 20 años acompañó y apoyó el desarrollo de Taucca. 3 Comienzos difíciles A fines del siglo XX Taucca se caracterizaba por su pobreza extrema. Su mayor problema era el alcoholismo que abarcaba a casi toda la comunidad. Desde la mañana, tanto varones como mujeres ingerían alcohol metílico. Los impactos del consumo de alcohol eran “Aquí había mucha violencia familiar amplios y desastrosos. Había un alto grado por el alcoholismo. Entre mujeres y de violencia intrafamiliar entre adultos que varones. En las casas peleaban pues. afectaba de manera directa a niños y Mamá y Papá peleaban. Los hijos jóvenes. Sufrían de agresiones físicas, estaban asustados de eso. Cuando emocionales y de desnutrición. nosotros tomábamos, nuestros hijos sin comer dormían, sin comer Para muchas familias, la educación formal caminaban. Pobres estábamos.” tenía poco valor. Mujeres y niños pasaban la Justina Puma Huancca, fiscal de la mayor parte de su tiempo cuidando comunidad animales y chacras. Los ingresos económicos eran pequeños y los productos agrícolas ofrecían lo básico para garantizar la subsistencia. Había casos de robos de animales entre los mismos comuneros, y Conociendo la Comunidad Campesina Taucca actual Ubicación Está a una altura de 3960 msnm y tiene una expansión territorial de 622ha Pertenece al distrito Chinchero de la provincia Urubamba en el centro del departamento Cusco, que a su vez se localiza en la parte surandina del Perú Población 40 familias compuestas por aprox. 200 personas Principales actividades económicas Agricultura, ganadería, artesanía, trabajos variados en las ciudades cercanas Infraestructura Una carretera construida en 2003 conecta Taucca con la ciudad de Chinchero y con los mercados cercanos Desde 2001 tiene luz eléctrica Educación Hay una escuela primaria en el centro de Taucca, la escuela secundaria está a una hora y media caminando o a veinte minutos en carro Organización comunal Junta Directiva, Comité de Regantes, Comité JASS (Junta Administradora de Servicio y Saneamiento), Comité de Recursos Naturales, Comité de Ahorros, Comité de Mujeres, Comité Vaso de Leche, Asociación de Artesanas “Las Hormiguitas” 4 los ingresos obtenidos muchas veces se utilizaban para la compra de alcohol. También existían conflictos con las tres comunidades vecinas que compartían el acceso a agua. La organización comunal era débil. Las Juntas Directivas no contaban con el reconocimiento suficiente para darle seguimiento a los acuerdos comunales. Muchas veces tenían problemas con la llegada a acuerdos porque algunos varones venían tomados a las asambleas comunales y no permitían consensos. La mayoría de las mujeres participaban pasivamente en las reuniones y no formaban parte de las decisiones importantes. Su autoestima era baja. Temían hablar en público. Crecían pocas plantas en Taucca, en parte debido a las condiciones climáticas de la altura. Las chacras sufrían de erosión y deslizamientos de tierras en la temporada de lluvia. Los animales, como ovejas, vacas y llamas, estaban sueltos en las chacras lo que impedía el crecimiento de las pocas plantas que había. En este escenario, al comienzo de los años 80, la Asociación Arariwa tomó la decisión de iniciar el trabajo agropecuario y organizacional en Taucca. Para obtener la confianza de los comuneros y lograr impactos mayores decidieron convivir con la comunidad. Esto significaba pernoctar en las casas y acompañar personalmente todas las actividades colectivas, como reuniones, asambleas o faenas. El compartir diario con las familias les permitió adaptar sus capacitaciones a las condiciones y necesidades reales y a identificar a grupos de personas que destacaban en ciertos aspectos por lo que tenían un rol especial para el desarrollo de la comunidad. Así se dieron cuenta de la importancia del trabajo con las mujeres. Ellas eran las más organizadas, ordenadas y cumplidas de Taucca. Después de un tiempo de capacitación en medicina natural, artesanía, participación, derechos de las mujeres y lucha contra la violencia familiar, ellas lograron un hito en la comunidad al crear un Comité de Mujeres en el año 1984. Durante los primeros años, su tema principal era el alcoholismo y la violencia en las familias. Al mismo tiempo, Arariwa comenzó a acompañar y a capacitar a un grupo de jóvenes que destacaba por una visión diferente sobre el desarrollo de Taucca. Rubén Ttito Quispe, uno de los jóvenes de ese entonces lo expresa de la siguiente manera: “como éramos jóvenes, más ánimo había entre nosotros. Teníamos otra visión. Promovíamos nuevas cosas en la comunidad. Las y los jóvenes soñaban con una comunidad sin pobreza ni alcoholismo y estaban dispuestos a entregar su mano de obra para promover mejoras en Taucca. Recibieron capacitaciones tanto en tecnologías agropecuarias como en liderazgo y organización comunal. En este momento conjugaron dos elementos importantes en la comunidad: la existencia de un grupo de jóvenes que buscaba un futuro diferente y el interés 5 de una ONG en promover un desarrollo de las capacidades de las personas en el marco de la agricultura sostenible. Sin embargo, durante los primeros años de capacitación, Taucca no experimentó grandes cambios. La comunidad misma reconoce que al principio tenía un interés limitado en las propuestas de formación. “Nos estaba apoyando Arariwa pero no le hacíamos caso. Por cumplir y por el incentivo no más estábamos haciendo los cursos de capacitación pero en la práctica no poníamos atención” (Florencio Ttito Huamán, expresidente comunal). Así por ejemplo, Arariwa planteaba la necesidad de sembrar árboles nativos, adecuados para las tierras de altura, que necesitan menos agua que el eucalipto muy usual en la zona. Pero seguidas veces, la comunidad usaba los árboles nativos como leña o como alimentación para el ganado. Hasta que los primeros árboles nativos comenzaron a crecer pasaron varios años. Donde sí se pudo observar mejoras fue en la organización comunal. La convicción de los jóvenes de que la comunidad debería cambiar su rumbo y la capacitación de Arariwa empezaron a dar frutos. Los comuneros comenzaron a valorar el cumplimiento de los acuerdos de las reuniones comunales y a tratar los problemas centrales de la comunidad. Una nueva conciencia estaba creciendo En 1988, la calidad de la organización comunal dio un salto cuando eligieron como presidente comunal a una persona que pertenecía al grupo de jóvenes. Él gozaba de reconocimiento entre los comuneros porque era la única persona en Taucca que había finalizado la educación secundaria. Con su Junta Directiva comenzaron a disminuir las barreras que frenaban la comunidad: el alcoholismo y la destrucción de árboles y plantas por el ganado. Convocaron a una asamblea general para abordar esta problemática. Fue la primera vez, y hasta ahora la única, en que solicitaron la participación de instituciones del Estado Peruano en la asamblea, para darle un mayor peso a los acuerdos y el cumplimiento de las sanciones. Los acuerdos de aquella asamblea comunal fueron: prohibir la venta de alcohol en la comunidad y seleccionar cada año una nueva zona protegida para la siembra de plantas nativas. Quien entraba con sus animales en esta zona tenía que reponer la planta dañada y pagar una multa. La sanción para los vendedores de alcohol fue más drástica: quien seguía vendiendo alcohol a escondidas perdía uno de sus terrenos. Taucca ha podido aplicar esta multa porque la totalidad de sus tierras eran comunales. Hoy en día los domingos hay partidos de futbol en Taucca. Es un momento tranquilo de encuentros. 6 Una asamblea general que cambió la comunidad “Para esta asamblea invitamos a las autoridades del distrito de Chinchero: al Gobernador, al Juez de Paz, a la Policía Nacional y también a la Asociación Arariwa. Nuestra costumbre era reunirnos a las nueve o diez de la mañana. Pero como tomábamos, la gente solía venir tomada, reaccionar con machismo e interrumpir las asambleas. Viendo eso, yo había llamado para las ocho en punto. Para eso había solicitado a la Policía Nacional. La Policía llegó a las ocho, pasó por casa en casa y trajo a la gente. Y así la gente entró sanita a la escuela. En la asamblea aprobamos dos puntos: uno era sobre el alcoholismo, el otro sobre los daños. El primer punto era sobre el alcoholismo. Todos participamos, marido y mujer. Ante toda la comunidad, ante todas las señoras, los varones reconocieron lo que habían hecho mal, que habían agredido a sus señoras y a sus hijos. Lloraron los comuneros. Las señoras dijeron: “Mi esposo también me maltrata mucho cuando toma. Me ha pegado. Nos hace dormir afuera. Cuando viene de su trabajo está tomado.” Lloraron. Los esposos contestaron: “Sí, cuando tomo maltrato a mi señora. Yo quiero que el alcoholismo desaparezca de esta comunidad”. Varios lo reconocieron y lloraron. Entramos en votación sobre la desaparición del alcoholismo. Toditos levantaron la mano para que desaparezca el alcoholismo. También acordamos que tenían que desaparecer las cinco o seis tiendas que vendían alcohol en la comunidad. Acordamos que a la persona que iba a continuar vendiendo alcohol, le íbamos a quitar una parte de su tierra porque era tierra comunal. ¿Quiénes iban a hacer cumplir esto? Eligieron a mi persona. La Policía Nacional se comprometió también, después el Gobernador y el Juez de Paz también. Después pasamos al otro punto, él de los daños. Elegimos una zona protegida de cinco a diez hectáreas donde íbamos a sembrar plantas nativas y donde no iba a entrar ningún animal. Porque si plantamos y hacemos daño con nuestros animales, por gusto hacemos el trabajo. Así acordamos ese día.” Florencio Ttito Huamán, presidente comunal en 1988 Un tema que no se había abordado a profundidad era cómo resolver el alto grado de violencia en las familias. Al principio pensaron que con la prohibición de la venta de alcohol también iba a desaparecer ese fenómeno. Pero no fue así. La Junta Directiva seguía recibiendo muchas quejas de mujeres sobre el maltrato en sus casas. Por eso acordaron en otra asamblea comunal una sanción: chicotazos en público de todas las comuneras a los varones que maltrataban a sus esposas o hijos. Sin embargo, no se pudo impedir un triste acontecimiento. En 1989 una comunera fue asesinada a golpes por su esposo. Sospechando el afán del asesino de esconder el crimen, las autoridades comunales exigieron la investigación de la muerte. El asesino fue condenado y estuvo preso por varios años. Cuando regresó a Taucca fue expulsado por la comunidad. La reacción de las y los comuneros frente a este acontecimiento es un reflejo de la creciente 7 sensibilidad ante los derechos fundamentales de las mujeres y la unidad entre los comuneros para impedir tal exceso de violencia. A pesar de que toda la población había firmado el acta, al principio hubo bastante rechazo al cumplimiento de los acuerdos. En varias ocasiones, la Junta Directiva recibió amenazas por parte de los sancionados. Sin embargo, no se desanimó y siguió con la vigilancia de las tiendas y de las zonas protegidas. Finalmente, el apoyo del Gobernador, que cada semana visitaba la comunidad, y la firmeza de la Junta Directiva en hacer cumplir las sanciones, fueron esenciales para lograr la aceptación gradual. En un caso se tuvo que quitar un terreno a la persona que seguía vendiendo alcohol. Por miedo, todos comenzaron a respetar los acuerdos. Cuando los comuneros vieron los resultados positivos de las sanciones, la obligación se volvió convicción. La población de Taucca empezó a vigilarse entre sí para que nadie destruyera el trabajo comunal del cuidado de plantas. Después de dos o tres años, en los terrenos cercados comenzaron a crecer árboles, arbustos y “Con la organización comunal empezamos plantas nativas que habían desaparecido a cambiar, empezamos a cuidar los en la comunidad. Al mismo tiempo, los árboles. Nosotros mismos nos dimos comuneros que antes rechazaban la cuenta que estas plantas eran para el aplicación de las capacitaciones, las futuro.” Justina Puma Huancca, fiscal de comenzaron a comprender como Taucca nuevas oportunidades y a cuestionar su propio comportamiento. Recibieron formación de Arariwa y después también de PRONAMACHCS 2 en gestión del agua y tecnologías adaptadas a los terrenos de altura, como por ejemplo la construcción de andenes con muros o zanjas de infiltración, que implementaron en sus parcelas. Lograron una mayor producción agrícola que conllevó a cambios en la economía familiar. Los comuneros produjeron más de lo que necesitaban para el autoconsumo y comenzaron a vender los excedentes. También las tintes naturales de las plantas nativas han servido para la artesanía a que se dedicaba la mayoría de las mujeres. Todas las familias comenzaron a pensar en el futuro y a gastar una parte de sus ingresos en la educación de sus hijos. Cerros con andenes, árboles nativos reforestados 2 PRONAMACHCS representa las siglas del „Programa Nacional de Manejo Integral de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos” que pertenecía al Ministerio de Agricultura del Perú. 8 No solamente a nivel de la producción agrícola hubo un cambio de actitud sino también respecto al alcoholismo. Desde la asamblea general en 1988 había crecido la conciencia de que el alcoholismo era el sinónimo de fracaso para Taucca. La Iglesia Evangélica Peruana logró su presencia estable en la comunidad en los años 90, y predicó la importancia del amor al prójimo lo que también implicaba erradicar el alcoholismos y la violencia entre las personas. La mitad de la población de Taucca se volvió evangélica y la Iglesia dio impulsos importantes a toda la comunidad para desistir al alcohol. “Entonces las plantas que hemos plantado, rapidito crecieron. De ahí, la gente recién se ha concientizado: ¿Por qué tantos años no hemos reaccionado? ¿Por qué no hemos luchado juntos, marido y mujer? Hace tiempo lo hubiéramos hecho así y no hubiéramos sufrido de la vida. Pero nos estábamos atacando entre nosotros, decían.” Florencio Ttito Huamán, ex presidente comunal Cuando dejaron de tomar comenzaron a soñar – Logros de la organización comunal El autoestima de los comuneros había subido. Estaban convencidos de que si habían logrado vencer el alcoholismo, la violencia intrafamiliar y el descuido de las plantas también eran capaces de cosas mayores para lograr un futuro diferente. El hecho de que comenzaran a planificar su propio desarrollo se puede ver a nivel de la organización interna y en las relaciones con otras comunidades y con el Estado. Cuando el trabajo comunal se multiplicó y se diversificó, la población de Taucca vio la necesidad de dividir las funciones de la Junta Directiva que hasta los años 90 había sido el único órgano comunitario para la resolución de asuntos comunales. Para equilibrar las responsabilidades en la comunidad y así evitar una sobrecarga de pocas personas, pero también para ejercer una vigilancia ciudadana sobre los líderes comunales electos, formaron diferentes comités que atendían asuntos específicos, como el tema de la irrigación, del cuidado de las plantas o de la administración de un fondo comunal. Trabajo comunal en Taucca – el Ayni Después de un tiempo de cobros por sanciones, la comunidad estableció un Comité de Ahorros, que empezó a administrar un fondo comunal destinado al desarrollo de la comunidad. Decidieron que este fondo debería funcionar en dos sentidos: para gastos de interés comunal y como préstamo para las familias. A pesar del aumento de los ingresos económicos, las familias de Taucca no contaban con capacidad de ahorro para realizar gastos mayores, como por ejemplo para la mejora de su vivienda. El fondo comunal sirvió entonces 9 para realizar algunos gastos que permitían un acercamiento al desarrollo soñado por las familias. La comunidad pudo mantener el fondo debido a la propiedad comunal de los terrenos: cada persona o familia que pidió el préstamo tenía que devolver dentro de un plazo fijo el dinero más un 3% de intereses. Si alguien no devolvía el dinero acordado perdía un terreno. En realidad esta sanción nunca se ha tenido que aplicar. Una vez más, el hecho de que los terrenos sean comunales ha ayudado al cumplimiento de los acuerdos colectivos. “Con el cambio vivimos más feliz con nuestros hijos, nuestras familias y entre los comuneros también vivimos tranquilos. Apoyarnos en los aynis se ha vuelto muy importante.” Ruperto Quispe Inquiltupa, comunero de Taucca Haciendo cumplir el Estado - Conquistas colectivas a través de la articulación con comunidades vecinas Al soñar con un futuro diferente de Taucca, también la comunidad tomó el reto de exigir una mejora de los servicios básicos respecto a salud, educación, energía eléctrica y agua a los entes correspondientes estatales y privados. Ya no solamente se organizaron internamente en la comunidad sino comenzaron a coordinar con otras comunidades cercanas que compartían la misma situación. “Nos hemos organizado todas estas comunidades que tampoco no teníamos luz, y hemos solicitado un préstamo. Solito para nuestra comunidad hubiera sido muy costoso” explica Florencio Ttito Huamán, el representante de Taucca en el proceso de electrificación. De esa manera obtuvieron, junto con otras comunidades cercanas, un préstamo compartido y la electrificación de Taucca. Otro ejemplo del nuevo nivel de coordinación entre comunidades era el acceso a agua que siempre había sido motivo para conflictos entre las cuatro comunidades vecinas que compartían un mismo manantial. La conflictividad desapareció cuando las cuatro comunidades establecieron reglas de acceso. Hoy en día, cualquier dificultad se discute en reuniones intercomunales. La capacidad de negociación con actores externos como el Estado se refleja en las mejoras en la calidad de la educación básica en la escuela primaria de Taucca y respecto al acceso a la salud pública. Escuela primaria y electricidad en Taucca Empoderamiento de las mujeres - “Las mujeres y los varones somos igualdad” 10 Tradicionalmente, las mujeres en Taucca se dedicaban a los trabajos reproductivos, o sea a las tareas de la casa y al cuidado de los niños, como también a la agricultura. Generalmente no participaban en los espacios de tomas de decisiones comunitarios como las asambleas y reuniones comunales. Estos espacios estaban reservados para los varones. El efecto de esta situación fue que no aprendieron a expresarse en público ni a confiar en su propia opinión. Sus autoestimas eran bajas. Además, “cuando íbamos a las asambleas, cuando opinábamos, no valoraban nuestras opiniones. Eran machistas los varones”, dice Justina Puma Huancca, una comunera que ha logrado ocupar varios puestos en la organización comunal. Esta situación comenzó a cambiar cuando la Asociación Arariwa inició capacitaciones sobre derechos de las mujeres, un tema que después también fue asumido por PRONAMACHCS. Dicen que en ese momento los participantes de ambos sexos comprendieron que eran iguales y que tenían los mismos derechos. Sin embargo, el cambio de mentalidad no fue inmediato. Tanto las mujeres como los varones tuvieron que aprender mucho antes de tratarse como igualitarios en los espacios de tomas de decisión comunal. La comunera Grimaldina Puma Huancca expresa que un factor favorable había sido la regla de Arariwa de realizar todas las capacitaciones incluyendo tanto a varones como a mujeres. Esto conllevó a la situación que ambos manejaron las misma información, tanto a nivel técnico como a nivel organizacional. Después aplicaron la misma norma a los espacios de toma de decisión comunal: “varón y mujer tuvieron que ir - igual tuvieron que participar en la asamblea” (Grimaldina Puma Huancca). Participando en los espacios públicos ofrecidos por Arariwa y la municipalidad distrital de Chinchero, muchas mujeres de Taucca aprendieron a confiar más en si mismas. La Asociación Arariwa invitaba a comuneras y comuneros a pasantías para conocer y replicar experiencias exitosas. Eran momentos en los cuales los representantes de Taucca tuvieron que comunicar, dialogar y discutir con personas de otros lugares. En estos momentos, las mujeres quechuahablantes tuvieron que vencer sus miedos y hablar no solamente en público sino también en castellano. “Yo tenía miedo para hablar en cursos, en capacitaciones. No quería ni hablar. Porque quechua no más hablaba. Cuando iba a capacitarme ahí he aprendido a hablar.” (Justina Puma Huancca, actual fiscal de Taucca). 11 Otro espacio público que les exigía a las mujeres de Taucca representar los intereses de la comunidad en público fueron las reuniones frecuentes en la municipalidad distrital de Chinchero en el marco del programa social “Vaso de Leche”. Después de estos encuentros, las mujeres regresaban fortalecidas a su comunidad. Se preguntaban, si ya manejaban tanta información y podían representar su comunidad ante otras comunidades, ¿por qué no podrían participar en las Juntas Directivas y en los comités comunales? Las mujeres lideresas que se insertaron en la estructura organizativa tuvieron una función ejemplar. Al ver a mujeres con autoestima alta y seguras de si mismas, otras mujeres también se animaron a levantar su voz y a participar en las tomas de decisiones comunales. Actualmente, no hay Junta Directiva ni comité comunal sin la participación de mujeres. Conclusiones y una mirada hacia el futuro Los mayores cambios en la comunidad campesina Taucca se dieron durante los años 80 y 90 del siglo pasado. Fueron dos décadas en las cuales las comuneras y los comuneros se concientizaron sobre la importancia de la organización comunal para lograr el desarrollo comunal deseado. Los siguientes años sirvieron para profundizar los acuerdos obtenidos y hacer nuevas coordinaciones y negociaciones con actores externos con el fin de mejorar la calidad de vida. Hoy en día la población de Taucca está consiente que los cambios en la comunidad se deben al trabajo colectivo. Una comunidad sin unidad no puede funcionar bien. “Lo más importante es la organización, si no estaríamos organizados no sé dónde estaríamos. Igualito estaríamos sin árboles, sin plantas, nuestros hijos no estarían educados, no estarían bien alimentados, estaríamos dedicados al alcoholismo” resume el ex presidente comunal Florencio Ttito Huamán. Los cambios externos no han pasado desapercibidos a la comunidad. El acceso a la educación secundaria y universitaria, las ofertas laborales fuera de Taucca y las expectativas económicas relacionadas al futuro aeropuerto internacional a pocos kilómetros de Taucca han introducido nuevas visiones y sueños en la comunidad. Ante esta situación, una vez más la buena organización comunal puede jugar un rol importante para el bienestar de la población de Taucca. Tienen la oportunidad de aprovechar varias experiencias exitosas para la nueva situación. Así por ejemplo, se podría tomar en cuenta una vez más las ideas novedosas de la juventud para lograr un desarrollo económico sostenible. Estudiantes de turismo provenientes de Taucca podrían orientar mejor la comunidad en la introducción del turismo comunitario. Para el desarrollo de Taucca, la cooperación con otras comunidades ha sido importante y lo puede ser otra vez para negociar con más fuerza la reducción de impactos ambientales y las 12 condiciones de capacitación y de oferta laboral relacionadas al aeropuerto internacional. El fondo comunitario podría tener un nuevo impacto como beca para jóvenes de familias con pocos ingresos. Aunque Taucca decida reducir su producción agrícola, su buena organización comunal no pierde de valor. Las comuneras y los comuneros cuentan con un conocimiento extraordinario sobre la organización colectiva y el respeto de los derechos de las mujeres que pueden ser la base para una vida digna en el marco de las nuevas condiciones. Vista desde el camino a Taucca sobre la Laguna Piuray 13