Visión en túnel y la empatía dentro de las instalaciones sanitarias. Gaspar Alberto Motta Ramírez radbody2013@yahoo.com.mx Imagen: Instagram Itamaria83. Ilustrado por Amalia Andrade. Soy un médico con experiencia profesional de más de 25 años y hace unos días acudí a una instalación sanitaria, junto con otros profesionales de diversas áreas, para que nos practicasen un examen médico. !Que privilegio¡ Al lugar que asistimos suspendieron otras actividades asistenciales para que la actividad diese a lugar y ello conllevo a lo que observe: En una banca de esas que se utilizan en consulta externa estaba una paciente femenina, recostada, en bata, con su gorrito sobre la cabeza – ese que hemos visto en pacientes oncológicos y/o en hema-oncológicos - con su bolsa recolectora de orina en el piso, dormida, esperando ser atendida. Fácilmente transcurrió más de 1 hora y esa misma escena fue observada, fue transitada tanto por nosotros como por otros profesionales de la Salud que laboran en esa instalación sanitaria, sin más que una actitud pasiva, de costumbre, de aceptación del hecho. Me imagino que más de uno quizá pensó sobre esa paciente recostada: “esta esperando su consulta”, “ya pronto la atenderán”, “que espectáculo, que alguien haga algo”, “que se la lleven, da mal aspecto”, “son tiempos de COVID-19…todos debemos esperar”, etcétera. A los profesionales de la Salud seguro estoy nos ha sucedido el hecho de que perdamos de vista alguno de los innumerables detalles, de esos que no deberíamos perder. También vino a mi memoria aquel hecho, hace mas de 20 años que le sucedió a mi esposa cuando en Urgencias esperaba ser atendida y paso un conocido de nosotros, sin que este la lograse ver, sin ni siquiera voltear la cabeza a ver quienes estaban ahí. Era o no su obligación, debía o no debía hacerlo. Es nuestra responsabilidad como profesionales de la Salud estar atentos a TODOS y a cada uno de los detalles, necesidades, o que sé yo, así como el resolverlos antes que suceda cualesquier eventualidad. Justamente de esto se trata el que hoy decida escribir al respecto. La empatía, considerada como una de las competencias básicas en el aprendizaje de la medicina en el siglo XXI1, es esencial en la comunicación médico-paciente, y está se refiere a la habilidad para entender las experiencias y los sentimientos de otra persona, del paciente o de sus familiares, combinado con la capacidad de comunicar este entendimiento al paciente. Se ha asociado en forma teórica o empírica con una serie de atributos como el respeto, el comportamiento prosocial, el razonamiento moral, las actitudes positivas hacia la gente de edad avanzada, a una buena práctica caracterizada por una habilidad para recabar la historia clínica y ejecución del examen físico, la satisfacción del binomio médico-paciente, la mejor relación terapéutica y los buenos resultados clínicos.2 La empatía se define como la capacidad de entender las emociones de los pacientes o sus familiares, así como sus perspectivas y experiencias. No consta sólo de contenido emocional sino que se integra con 3 componentes básicos: cognición, comprensión y comunicación.3 Hay múltiples estudios que asocian la empatía con una mayor competencia clínica, así como también con una mejor comunicación y vínculo entre el profesional y el pacientefamiliar. En concreto, altos niveles de empatía se relacionan con mayor facilidad de los pacientes o sus allegados para expresar sus síntomas y preocupaciones, por lo que no sólo se obtiene una mejor anamnesis y precisión diagnóstica, sino también una más amplia participación en la consulta y resultados más sostenibles en educación para la salud. Por otro lado, elevados niveles de empatía se han correlacionado con mayor satisfacción, menor estrés y un menor síndrome del desgaste profesional del personal profesional de la salud.3 La inteligencia emocional es un concepto clave para organizar las destrezas interpersonales y de comunicación en el ámbito de las profesiones de la salud, y de entre ellas, sobresale la empatía. Otero Martínez4 señala que un profesional de la salud con inteligencia emocional es capaz de: – Reducir sus dudas, de existir manejar su temor. – Escuchar, calmar y conocer lo que está sintiendo su interlocutor. – Admitir las diferencias entre los seres humanos. – Mitigar el duelo y manejar el enojo, la tristeza y otros estados emocionales – Lograr un mejor cumplimiento de las indicaciones del tratamiento así como el lograr conductas más saludables y facilitar la adhesión terapéutica. – Fomentar la independencia de los pacientes. – Controlar sus propios sentimientos y lograr sentirse bien con lo que está haciendo La visión en túnel es un fenómeno que afecta a la capacidad para percibir los estímulos de nuestro entorno. Puede aparecer en situaciones de mucho estrés, ya que en estos casos, prestamos atención de forma exclusiva a aquello que se relaciona con la amenaza que percibimos.5 Si nuestro cerebro detecta una amenaza, se ajusta el foco visual de nuestros ojos sobre ella, provocando que las pupilas se dilaten debido al efecto que se produce en esos momentos, cuando se vierte adrenalina en el torrente sanguíneo; por lo que entra una gran cantidad de luz en el ojo sin darle a este tiempo para adaptarse, dificultando la visión periférica.5 Así, la visión en túnel se considera un fenómeno de atención provocado por la hipervigilancia específica, es decir, la atención selectiva a estímulos asociados a lo que percibe como una potencial amenaza para la supervivencia. Por ello, la persona se centra solamente en los estímulos que se consideren relevantes para su seguridad en ese momento de estrés, reduciendo la capacidad de percibir el resto de factores.5 Como superar, como evitar la visión en túnel. Actualmente, no hay terapias, programas, y/o webinars, etcétera que eliminen totalmente los efectos del estrés del combate o de la visión túnel… eso sería como decirle a alguien que se le va a enseñar a controlar las reacciones fisiológicas de su cuerpo. Lo que si resulta útil es aprender a e intentar minimizarlas.5 Además lo importante es reconocer esta situación por parte de quienes puedan padecerla en un determinado momento5; reconocer que en nuestra vida cotidiana, en nuestro ambiente laboral, en las instituciones de salud, la visión en túnel afecta nuestro criterio. Debemos re/conocernos e identificar los efectos del estrés en nuestro organismo. Hay que controlar la reacción aunque resulte complicado y sea indispensable entrenarsecapacitarse para poder por lo menos atenuar estos efectos. Debemos mejorar la precisión de nuestros objetivos y nuestra visión bajo estrés, hay que aprender perfectamente los procedimientos y saber utilizar la memoria neuromuscular para que juegue a nuestro favor. Algo comúnmente aceptado son los movimientos de la vista a derecha e izquierda y luego de nuevo al blanco; Izquierda-derecha-blanco. Además debemos prepararnos mental y psicológicamente para minimizar las situaciones en las que se presenta la visión túnel simulando situaciones los más reales posibles.5 En fin… entrenamiento/capacitación, entrenamiento/capacitación. entrenamiento/capacitación y más La ceguera por falta de atención (“inattentional blindness” en inglés, término acuñado por Arien Mack e Irvin Rock en 1998) es la incapacidad de una persona de notar un estímulo inesperado en el campo visual cuando la persona está realizando otras tareas que demandan o capturan su atención. Está categorizado como un error de la atención y no está asociado con ninguna deficiencia visual. Esto generalmente sucede porque estamos sobresaturados con estímulos y no es posible prestarle atención a todos los estímulos del ambiente. En un estudio publicado en 2011, los psicólogos Simona Buetti y Alejandro Lieras, de la Universidad de Illinois, han propuesto la hipótesis de que efectivamente existe una relación entre la dedicación que se pone en una tarea y la habilidad para bloquear la percepción de estímulos imprevistos. Hay la opinión de que las personas se distraen más fácilmente cuando la complejidad de una tarea comienza a exigir un mayor esfuerzo mental así como el que la habilidad para evitar distracciones no está regida exclusivamente por la dificultad de la tarea en sí, sino que también podría ser resultado del nivel personal de dedicación puesta en dicha actividad. Hoy por hoy ya no hay dudas de los beneficios de ser empático tanto para el profesional como para el paciente y su familia. En este contexto se revaloriza la sugerencia del Dr. Ian Renwick McWhinney a la hora de interactuar con los pacientes o su familia: “tenemos que escuchar no sólo con los oídos, sino también con los ojos, la mente, el corazón y la imaginación”. El Dr. Ian Renwick McWhinney era un médico de familia en el Reino Unido que se trasladó a Canadá en 1967 para establecer el Departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Western, Ontario. Influyó en las carreras y las actitudes de los médicos de familia en muchas partes del mundo, y fue uno de los líderes pioneros del desarrollo de la base académica de nuestra disciplina profesional, murió en 2012 a la edad de 85 años. La conducta empática puede y debe enseñarse. En un artículo publicado en el Canadian Medical Association Journal6 se argumenta que “como cualquier otra competencia profesional, la empatía clínica puede ser enseñada y aprendida”. Es indispensable integrar el desarrollo de habilidades emocionales y de autoconocimiento en la formación de pregrado y posgrado con el fin de conjugar una instrucción académica desde el saber, el hacer y el sentir. Recientemente se han creado y evaluado algunos programas de entrenamiento de empatía destinado a médicos, cuyos resultados demuestran que, comparado con sus pares, los médicos que asistieron al curso de empatía, interrumpieron menos a sus pacientes, mantuvieron mayor contacto visual y mejoraron su comprensión cuando los pacientes se mostraban molestos, frustrados o enojados. Otros estudios arrojan más evidencia empírica sobre la importancia de la empatía en la práctica asistencial y los beneficios que genera: reduce errores, aumenta la satisfacción en pacientes-familiares, disminuye los reclamos por mala praxis , e incrementa la satisfacción en los profesionales. Por el contrario, la percepción de desinterés del profesional, de su prisa o falta de calor humano, generalmente contribuyen a que el paciente-familiar no aporten los datos que se le piden o los den con similar espíritu de salir del paso. Desenvolverse profesionalmente en consonancia con la postura según la cual la salud mejora con compasión, contacto y comunicación, y no exclusivamente con sofisticadas herramientas tecnológicas, contribuye a desmentir la falacia que ha permanecido durante largo tiempo arraigada en la conciencia sanitaria de que la salud y la enfermedad son meros hechos biológicos sin carga emocional. Y luego entonces, que sucedió: Terminamos nuestro examen médico y cuando nos dirigían a la salida yo le pregunte a quién nos conducía sobre a quien me debía dirigir para intentar resolver la situación que ya me había inquietado…la paciente durmiendo en consulta externa… Ya para ese entonces, como lo señale, habia transcurrió más de 1 hora y esa misma escena fue observada, fue transitada tanto por nosotros como por otros profesionales de la Salud que laboran en esa instalación sanitaria, sin más que una actitud pasiva, de costumbre, de aceptación del hecho e inclusive me dijo -a quien le pregunte- que el Sr. Director de la instalación había pasado por ahí y que no había dicho nada….”y luego entonces porque yo preguntaba sobre algo que no debía interesarme” adivine en sus ojos. Le dije que no podía permitir que yo habiéndome dado cuenta de ese incidente no hiciese algo a respecto y agregue…mi integridad no me lo permite. Nos condujo a la salida y ahí me tope fortuitamente con un directivo de la multicitada instalación y de inmediato me le acerque y le narre lo que Ustedes yapan leído. Tomo su teléfono celular, se comunico con quién es el responsable de esa área, le explico los hechos y le pido lo resolviese. El quedo satisfecho y así me lo manifestó. Se lo agradecí y termino nuestra conversación. Aún así, me dirigí de regreso para verificar si efectivamente se había ya generado la atención de la paciente. NO, no fue así y ahora me dirigí a una oficina que decía “Jefatura” y ahí le solicite a la persona que esta tras un escritorio que me apoyara y acelerara el proceso. Minutos después trajeron una silla de ruedas, despertaron a la paciente y le dijeron que ya la atenderían. Observe su cara y ojos de sorpresa y yo di por terminada mi intervención. 1. 2. 3. 4. Pautas que sugiero realizar7,8: La visión túnel no es exclusiva de situaciones especificas de estrés extremo y puede ocurrir en una situación cotidiana que simplemente altere o rompa el equilibrio emocional de una persona.7 Como profesionales de la Salud debemos mantener nuestro equilibrio profesional, orientado en todo momento, en horas laborales, y en total atención para lo específico de nuestra actividad. Identificar momentos en nuestras actividades cotidianas que nos ocasionen perder el enfoque; en repasar las múltiples ocupaciones a las que nos enfrentamos: hágase consciente lo que está pasando a su alrededor.8 Siempre mirar el panorama general y ponerlo en contexto. Observar una acción desde un par de ángulos diferentes y unos cuantos horizontes temporales diferentes. También un contexto extenso puede crear una parálisis por exceso de análisis. El exceso de información contradictoria llevó a la indecisión.7 Aplicar una selección cuantitativa y cualitativa. 5. PRIORIZAR nuestras actividades sin perder de vista lo objetivo y lo humano de nuestro quehacer. 6. Prestar atención a los detalles así como el de buscar brindar la atención que prestamos tal y cómo nos gustaría nos la otorgasen. ….. Continuara …. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Esquerda M, Yuguero O, Viñas J y Pifarré J. La empatía médica, ¿nace o se hace? Evolución de la empatía en estudiantes de medicina. Aten Primaria. 2016;48(1):8-14. 2. Alcorta-Garza A, González-Guerrero JF, Tavitas-Herrera SE, Rodríguez-Lara FJ, Hojat M. Validación de la escala de empatía médica de Jefferson en estudiantes de medicina mexicanos. Salud Mental. 2005,28(5):57-63. 3. https://www.fcchi.org.ar/el-efecto-de-la-empatia-en-la-practica-asistencial/ 4. https://www.optica2000.com/blog/2019/11/26/vision-en-tunel/ 5. Otero Martínez Haydée. Hacia una comunicación efectiva y humanista en ámbitos de salud. Rev haban cienc méd [Internet]. 2008 Mar [citado 2020 Ago 09] ; 7( 1 ). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729519X2008000100002&lng=es. 6. Buckman R, Tulsky JA, Rodin G. Empathic responses in clinical practice: intuition or tuition? CMAJ. 2011 Mar 22;183(5):569-71. doi: 10.1503/cmaj.090113. Epub 2011 Jan 24. PMID: 21262946; PMCID: PMC3060185. 7. https://www.stockarmas.com/que-es-la-vision-tunel-y-como-evitarla/ 8. https://clmforex.com/es/blog/vision-del-tunel-que-es-y-como-superarlo/