Evento de Pedagogía 2017 Título: La gestión institucional para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las Escuelas Especiales de Trastornos de Conducta. Autora: Mirian Menéndez Peña Especialista en Dirección de instituciones educativas. Nivel: Organismo Central Ministerio de Educación Dirección de Educación Especial Metodóloga Inspector Correo: mirian.menendez@mined.rimed.cu Dirección: Edificio E – 33 Apto. 19 Zona 11 Alamar La Habana del Este CI: 61052311315 Resumen Las escuelas de trastornos de conducta transitan en la actualidad por un perfeccionamiento en aras de garantizar un acertado cumplimiento de su encargo social con un impacto en la sociedad por cuanto debe contribuir a satisfacer la equidad social, a través de la educación de los jóvenes procedentes de los sectores sociales menos favorecidos en estrecha coordinación con la familia y la comunidad. No caben dudas de que el éxito de estas instituciones está en primer lugar en la gestión institucional a partir de la preparación de los principales cuadros. La investigación propone un modelo de gestión institucional para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las escuelas de trastornos de conducta. El cual permitirá a los directores un mejor desempeño en su actividad de dirección y el fortalecimiento de la interrelación de los elementos teóricos y prácticos con alternativas para enriquecer la estrategia de formación laboral y la conciencia de productores en los escolares con trastornos de la conducta. En consecuencia se promueve, una vida social activa, con el desarrollo de valores, acorde a los principios de nuestra sociedad y en concordancia con las exigencias actuales del perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación. MINISTERIO DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN EDUCACIÓN ESPECIAL Congreso de Pedagogía 2017 Título: La gestión institucional para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las Escuelas Especiales de Trastornos de Conducta. Autora: MSc. Mirian Menéndez Peña La Habana Enero - 2017 INTRODUCCIÓN El Sistema Nacional de Educación se destaca por su humanismo, en correspondencia con lo que establecen las leyes cubanas que ninguna persona puede ser discriminada, por ningún motivo o razón, cualquiera que sea su procedencia social, color de la piel, sexo, creencia religiosa, e incluso sus limitaciones físicas o mentales. La educación constituye una prioridad y se atienden a todos los niños, adolescentes y jóvenes con igualdad de oportunidades de acuerdo a sus potencialidades. Sin embargo, esto no sucede en todos los países del mundo y por eso el surgimiento de los trastornos de la conducta en el contexto internacional está relacionado, entre otros factores, con circunstancias de pobreza, violencia y abandono de la mayoría. El análisis de esta realidad internacional, unido al desarrollo que han tenido las ciencias y sobre todo aquellas relacionadas con la educación especial, hace que cada vez más se le imprima mayor importancia a la profundización en el estudio de los problemas sociales y sus incidencias en el surgimiento de los trastornos de conducta, buscando mejores vías para una educación efectiva en el contexto cubano. En nuestro país la formación y desarrollo de los escolares con trastornos de la conducta se ha convertido en el centro de atención, donde se garantizan todos los recursos y medios necesarios para elevar la calidad del proceso docente educativo. El Ministerio de Educación cuenta con una red de escuelas para la atención a los escolares con trastornos de la conducta, que tiene como objetivo lograr la integración de los alumnos a la vida escolar y social, mediante la creación de patrones de conducta adecuados, lo que implicaría la eliminación de las deficiencias que puedan presentar mediante medios y técnicas educativas, así como ofrecerles una preparación general politécnica y laboral de acuerdo con las características y escolaridad de estos menores. Estas instituciones educacionales se organizan atendiendo a los niveles de gravedad y la categorización de la entidad de los trastornos que presenta el menor, su edad y sexo. Las escuelas de trastornos de conducta transitan en la actualidad por un perfeccionamiento en aras de garantizar un acertado cumplimiento de su encargo social con un impacto en la sociedad por cuanto debe contribuir a satisfacer la equidad social, a través de la educación de los jóvenes procedentes de los sectores sociales menos favorecidos en estrecha coordinación con la familia y la comunidad. No caben dudas de que el éxito de estas instituciones está en primer lugar en la gestión institucional a partir de la preparación de los principales cuadros. La gestión institucional…"implica dirigir el funcionamiento y desarrollo de un sistema" como lo es la escuela, para darle direccionalidad al servicio educativo que ofrece… (Dr.C Valle Lima, 2015). Así mismo autores como: González Méndez, Laredo, Galarza López, Judith, Méndez Leyva, Alfredo, Almuiñas Rivero, Jose Luis y Márquez Lorez, Matilde han realizado investigaciones sobre la gestión institucional. Varios han sido los autores que se han dedicado a la investigación sobre las premisas teóricas en torno a las desviaciones de los niños y adolescentes, así como estudios dirigidos al diagnóstico, prevención, tratamiento y efectividad del sistema de influencia educativa con los escolares que presentan esta problemática y el marco legal para la atención de los escolares con trastornos de la conducta. (Gutiérrez Muñiz J. A., López Hurtado J. y Arias Beatón G. (1983-1984), Ortega R. L, y Betancourt T. J. (1985); Bárcena G. I. M. (1986); Ortega R. L., Betancourt T. J. y Sánchez G. O. (1989); Rosés M. A., García O. M. y Castro A. P. L. (1997) y Ortega R. L. (2001 y 2009). En la caracterización de los alumnos con trastornos de la conducta es típica la poca estimulación por la actividad intelectual a causa de la falta de intereses cognoscitivos que puede estar ocasionado indistintamente por el déficit en los procesos cognoscitivos, el retraso pedagógico y el mal manejo pedagógico siendo un aspecto importante desarrollar la formación laboral como recurso pedagógico en la corrección y compensación de los trastornos de conducta en el sistema de influencias educativas. Es necesario señalar el seguimiento a las indicaciones de la Carta de la Ministra del MINED a los directores provinciales con fecha 8 de abril de 2014 sobre el desempeño y resultados de los directores de las escuelas de conducta, y determinar las necesidades, definir las acciones de preparación y control que se deben desarrollar con este cuadro, incluyendo el acompañamiento en su trabajo en la propia institución. Las indagaciones realizadas, entre las que se encuentran los análisis de los informes de visitas a las diferentes provincias, la experiencia directiva y las competencias desarrolladas por la autora se pueden resumir como principales problemáticas: No todos los directivos de las escuelas de trastornos de conducta se encuentran preparados para la dirección del principio estudio – trabajo. Generalmente los directivos de las escuelas de trastornos de conducta no han logrado la incorporación del 100% de los egresados de estas instituciones a la vida social. No siempre los directivos de las escuelas de trastornos de conducta utilizan la formación laboral como recurso educativo para evitar la permanencia prolongada y el retorno de los educandos con trastornos de conducta. De acuerdo con todo lo anterior se revela la contradicción entre la gestión del director para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las escuelas de trastornos de conducta ante las exigencias actuales políticas, económicas y sociales del Ministerio de Educación y el Estado. Esta investigación responde a las prioridades del Ministerio de Educación y constituirá un referente teórico, metodológico y organizativo para el desempeño de los directivos de las escuelas que les permitirá concebir, planificar, organizar, intervenir, dirigir y desarrollar con mayor efectividad el proceso de atención educativa de los escolares con trastornos de la conducta. DESARROLLO Hoy en Cuba existen las condiciones necesarias para ofrecer la debida atención a los alumnos con Necesidades Educativas Especiales mediante la utilización de un sistema coherentemente articulado que favorece la escolarización masiva de cuantos precisan de los servicios de la Educación Especial y la adecuada incorporación a la vida social y laboral como trabajadores activos de la sociedad con igualdad de derechos. La Educación Especial “más que un tipo de enseñanza, implica toda una política educativa, una didáctica para personas con necesidades especiales en cualquier contexto en que se encuentren. Es una forma de enseñar, enriquecida por el empleo de los recursos, de los apoyos y la creatividad, para, según el ritmo de cada alumno, optimizar de manera permanente su desarrollo y posibilidades”. Bajo esta concepción trabaja en estos momentos el sistema educativo cubano, en un complejo escenario económico y bajo circunstancias por todos conocidas. La labor que hoy llevamos a cabo en toda Cuba en defensa de los derechos humanos, la paz y la democracia alcanzados por el pueblo con el triunfo de su Revolución, es reflejo de como su sistema educativo ha influido en la formación de una sociedad más justa y equitativa. La especialidad trastornos de la conducta está amparada en su estructura y funcionamiento por el Decreto Ley No.64 de 1982 que entre sus regulaciones está su concepción pedagógica e integral, regida además por el Ministerio de Educación y el Ministerio del Interior y donde se especifica con claridad la adopción de medidas para aquellos menores que cometen actos y delitos que no son juzgados por tribunales de justicia, sino por órganos e instituciones especializadas. Hay que destacar que los educandos que conforman esta categoría constituyen un grupo muy heterogéneo. Dentro de ellos se encuentran niños y adolescentes con conductas que pueden ir desde actos de agresión, destructividad, inasistencias injustificadas a instituciones escolares, episodios desafiantes ante la comunidad, hurtos, así como también desórdenes afectivos variados como ansiedad extrema, llantos, gritos, hipersensibilidad, retraimiento. Estos desórdenes provocan en ellos, y en los que los rodean, profundas desdichas. Tienden a manifestar inhabilidades comunicativas así como deficiencias en las adquisiciones adaptativas, de aprendizaje escolar y en las formaciones psicológicas superiores como son la autovaloración, la autoestima y el autocontrol. Tales características repercuten negativamente, no solo en el desarrollo psicológico, en el desempeño académico, en la adquisición de habilidades de adaptación personal y social de los propios niños, sino también en la comunidad escolar y social en general. En este sentido desempeña un importante papel el desarrollo de la personalidad de estos menores, estrechamente vinculada con la calidad de la educación que reciben y el trabajo preventivo que se realice , a partir de una concepción pedagógica distintiva por el carácter de corrección y compensación que la determina como proceso consciente , dirigido y organizado. La atención integral de los alumnos con trastornos de conducta, asume como marco teórico y metodológico de la Pedagogía , el materialismo dialéctico e histórico, el cual es retomado también por la Psicología, asumimos que la atención integral de los alumnos con trastornos de la conducta, es decir la formación de la personalidad , debe estar basada en un enfoque histórico cultural que explica que cada individuo es irrepetible a partir de las particularidades histórico concretas que caracterizan la situación social de desarrollo en las que se desenvuelve y las especificidades naturales y biológicas que lo caracterizan. Una concepción pedagógica de atención a estos niños y adolescentes exige una relación dinámica entre los fundamentos esenciales de categorías que tiene su base en la Sociología, la Psicología y la propia Pedagogía en cuyo proceso se integran, de lo contrario no es efectivo el sistema de atención integral a estos escolares. La atención a esta problemática en nuestro país, continuamente se ha estado perfeccionando, como parte de la política de atención a la infancia y a consecuencia del desarrollo social y educacional alcanzados. Los valiosos estudios acerca de los niños difíciles, con trastornos de la conducta o con problemas de aprendizaje, desarrollados por L.S. Vigotski (1934), Telma Reca (1943), A. Berge (1969),Thomas y sus seguidores (1969), G. Grossman (1980), entre otros, han revelado que la combinación de los problemas orgánicos y funcionales, con la dinámica familiar, comunitaria y escolar negativas, son los factores que influyen en la aparición de las alteraciones en el desarrollo psíquico y en el proceso de formación de las cualidades de la personalidad de niños, adolescentes y jóvenes y que estas condiciones producen una compleja interrelación que se puede presentar de forma muy peculiar en cada uno de los casos con trastornos de la conducta. El Dr. Arias B. G. denominó a este hecho multifactorial como “… la dinámica causal que está en la base de las alteraciones del proceso de formación de las cualidades de la personalidad, lo que pone en evidencia el carácter complejo de los trastornos, la no existencia de una sola causa, una causa orgánica, sino un efecto de la ínterdeterminación o mediación de variadas condiciones, que indica la necesidad de su tratamiento especializado y orientado por un enfoque optimista del desarrollo, caracterizado por la persistencia, la buena planificación educativa y una labor muy dedicada de los educadores.” (1998) La Dra. Betancourt T.J. ha considerado la causa fundamental del origen de los trastornos de conducta y de su posterior evolución como ”… la existencia de un estado vivencial angustioso del que no siempre es consciente el sujeto y que se ha establecido por las relaciones inadecuadas de comunicación que se han producido en los diferentes espacios de relación, al no tenerse en cuenta las características peculiares del sujeto y no brindársele las formas de desarrollo personal en función de sus potencialidades en los diferentes momentos de su desarrollo evolutivo”. (2002) Las características que se presenta en niñas, niños y adolescentes en los que se determina un trastorno de la conducta, están evidenciadas en las desviaciones en el curso normal del desarrollo de su personalidad, dadas por su frecuencia, intensidad y relativa estabilidad, en la que la esfera psicológica más dañada es la esfera afectivo-volitiva y se produce fundamentalmente por deficiencias en las relaciones de comunicación. Sus determinantes (frecuencia, intensidad y relativa estabilidad), son el resultado de investigaciones científicas que han establecido procedimientos y criterios para su diagnóstico y evaluación, registrados en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM V). Este proceso se asume por los centros de diagnóstico y orientación del MINED y los centros de evaluación, análisis y orientación a menores del MININT para la categoría II. Sin embargo, existen potencialidades para un desarrollo normal, siempre y cuando la intervención sea oportuna y existan condiciones para el cambio, por lo tanto el diagnóstico no debe basarse solo en la manifestación conductual sino que debe penetrarse en la estructuración psicológica interna que la situación social de desarrollo provoca. Teniendo en cuenta las características de la actividad cognoscitiva como de la actividad afectiva, de todo este análisis psicopedagógico de la personalidad de los escolares con trastornos de la conducta, permiten plantear que hay una repercusión importante en la socialización y en el aprendizaje escolar, lo que incide considerablemente en las insuficiencias que presentan en el desarrollo del autocontrol. Uno de los factores que influye en la conformación de los trastornos de la conducta, es la influencia desfavorable del medio familiar. En tal sentido es una regularidad en todos estos alumnos, la presencia de afectaciones por las inadecuadas relaciones paterno filiales que se establecen en sus hogares, donde pocos conviven con ambos padres, la mayoría lo hacen solo con la madre, otros solo con el padre, y un porciento con otros familiares y personas ajenas. Con frecuencia, estos estudiantes provienen de familia con factores de riesgo por un divorcio mal manejado, abandono de los padres, desatención, viven con otros familiares, en estos hogares las condiciones de vida son bajas, el nivel de ingreso es insuficiente, la vivienda es inadecuada, pueden encontrarse en hacinamiento, con falta de higiene, etc. Todas estas dificultades materiales pueden afectar el clima familiar provocando, maltratos, golpes, amenazas, restricciones. La mayoría son hogares disfuncionales, donde las normas de disciplinas son irregulares, los castigos o regaños son muy severos; existen miembros de la familia con alcoholismo, drogadicción y otras conductas socialmente inadecuadas. El entorno familiar de los menores con trastornos de la conducta se caracteriza por inadecuadas influencias de los padres en contra del normal desarrollo de sus hijos, entre ellas: maltrato físico, psicológico o moral, desatender o descuidar la educación, manutención o asistencia bajo su potestad o guarda y cuidado, utilizarlos en la comisión de hechos delictivos e inducirlos a abandonar su hogar, faltar a la escuela, rechazar el trabajo educativo inherente al sistema nacional de educación o a incumplir sus deberes relacionados con el respeto y amor a la patria. Todas estas manifestaciones de desatención de los padres para con sus hijos, constituyen delitos contra el normal desarrollo de la infancia y la juventud y están previstas y sancionadas como delitos de Corrupción de menores y Otros Actos Contrarios Al Normal Desarrollo Del Menor en el Código Penal vigente. El trabajo con la familia, fundamentalmente con los representantes legales, es uno de los principales objetivos de trabajo que desarrollan estas instituciones educacionales como parte del sistema de atención a menores con trastornos de la conducta, en la consecución de las transformaciones que necesariamente deben ser promovidas en las niñas, niños y adolescentes, tomando en consideración que las influencias nocivas recibidas en el medio social y en particular el seno familiar, resultan ser una de las causales en la conformación de los comportamientos desviados que estos presentan. No obstante las medidas que se deciden con estos padres, muchos de ellos muestran aún evidencias de reiteración en la falta de responsabilidad, lo que se expresa en la inobservancia de sus obligaciones, por lo que ha sido necesario utilizar otras medidas más severas, que van desde la advertencia legal, la presentación a fiscalía y hasta la vía judicial con aquellos más persistentes en sus incumplimientos, procediendo de acuerdo con lo que establece del Decreto Ley 64/82 en los artículos 31 y 32. La Fiscalía General de la República ha actuado de conjunto con las instituciones y las estructuras en los diferentes niveles de dirección hasta el MINED, en función de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes matriculados, ofreciendo orientación jurídica a los padres y advirtiéndolos de sus obligaciones y de las consecuencias legales de su incumplimiento. En cumplimiento de sus funciones ha visitado sistemáticamente las escuelas de conducta para controlar la observancia de la legalidad en la atención y tratamiento a los alumnos, señalando en cada caso las irregularidades apreciadas, relacionadas esencialmente con la permanencia de alumnos en estas escuelas especiales, sin resolver los problemas que los llevaron a ellas y la necesidad de lograr mayor participación de la familia en la atención a los problemas diagnosticados a los estudiantes, aspectos en los que maestros profesores y funcionarios del Ministerio de Educación han trabajado. La Federación de Mujeres Cubanas ha enfatizado en su papel en la comunidad, en el trabajo con las familias y el entorno social, en interés de contribuir a la transformación de las causas y condiciones que influyen negativamente en la conducta y modos de actuación de los menores de edad en estos escenarios, a los que deben retornar, una vez egresados. Entre las tareas que desarrolla la organización, según la caracterización de las familias, ha trabajado en la ubicación al empleo y a programas de adiestramiento de madres con necesidades económicas precarias, así como en la atención y seguimiento a manifestaciones de violencia de género e intrafamiliar, indicios de prostitución, alcoholismo y consumo de drogas. Un aspecto importante para el mejoramiento de la conducta es la formación laboral, sin embargo, limitaciones económicas desde la década del 90 no han permitido restituir el equipamiento y contar con las materias primas necesarias. Entre las actividades que se deben utilizar se encuentran las actividades de talleres, trabajo en jardines, parcelas, huertos, cría de animales que se pueden desarrollar a través de proyectos sociolaborales en la escuela o en la comunidad en dependencia de las características de la zona donde está ubicada la escuela y las edades de los alumnos. Todas estas actividades deben estar organizadas y planificadas como parte de los horarios y de las estrategias educativas de los estudiantes. Fue destacada en la obra de nuestro Héroe Nacional José Martí la importancia del trabajo como fuente formadora de la juventud en toda su amplitud, así expresó: “Ventajas físicas, mentales y morales vienen del trabajo manual (...) El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos...”.De sus pensamientos se puede extraer la preocupación y la necesidad de la utilización del trabajo en la formación de las nuevas generaciones. Las ideas de los pioneros de la pedagogía en Cuba y de los clásicos del marxismo leninismo acerca del decisivo papel del trabajo en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes pueden llevarse plenamente a la práctica en nuestro país bajo el concepto del compañero Fidel Castro de que “Ha de ser el trabajo el gran pedagogo de la juventud” y que “El objetivo de la educación es preparar al individuo para su vida social, su función en la sociedad y su tarea en la sociedad y eso está indisolublemente ligado al trabajo, a la actividad que ese ser humano tiene que desempeñar a lo largo de su vida”. Es preciso destacar como parte del perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación se aprobaron las adecuaciones para el trabajo en el curso escolar 2014/15, una de ellas dirigidas al fortalecimiento de la formación laboral con propuestas para enriquecer la estrategia de formación laboral y la conciencia de productores en los escolares con trastornos de conducta. Se considera la “formación laboral” como el proceso de transmisión y adquisición por parte de los alumnos del conjunto de conocimientos, habilidades, procedimientos y estrategias que se necesitan para analizar, comprender y dar solución a los problemas de la práctica social; encaminados a potenciar el “saber”, el “saber hacer” y el “cómo hacerlo”; orientado por el sistema de valores adquiridos tanto en las clases como en la experiencia cotidiana. Está presente en todo el proceso educativo, tanto dentro como fuera del aula. Los objetivos de la formación laboral se pueden agrupar en dos categorías: los económicos y los educativos, ambos muy vinculados entre sí. Los objetivos económicos tienen que ver con los resultados de la actividad productiva en el sentido de formar habilidades y hábitos que contribuyan a elevar los bienes de consumo, lograr que la escuela genere recursos, aporte ganancias a la economía del país y forme conciencia económica a partir del ahorro y la recuperación de recursos tanto materiales como humanos. Los objetivos educativos están dirigidos a formar conciencia obrera, de productores, actitudes positivas y de respeto al trabajo, fomentar el colectivismo, relacionar la enseñanza con la vida -disminuyendo el divorcio entre el trabajo intelectual y el manual- vincular la teoría con la práctica, enseñar a emplear los conocimientos y habilidades en la solución de problemas concretos de la práctica social, desarrollar intereses profesionales y, en general, organizar la actividad, de modo, que los alumnos participen en la toma de decisiones en relación con el trabajo. La formación laboral nace en torno a los puntos fundamentales que configuran la conciencia del trabajo y que tienen su máxima expresión en: la concentración, la motivación, la capacidad, la responsabilidad personal y social, el afán de perfección, la iniciativa, la creatividad, el deseo de promoción, la constancia, la tenacidad, la colaboración, el diálogo, la actitud para pensar científicamente y para el rendimiento pleno en su actividad. Durante este proceso se atribuye a la formación de capacidades de actuación y de inserción social, a dominar los procedimientos generales en la solución de problemas de la vida, a realizar una mejor valoración de la actividad creativa, a comprender la incidencia de los avances científicos y técnicos sobre las formas de vida y a desarrollar la capacidad de decisión, mediante la combinación e integración del estudio con el trabajo. La formación laboral tiene entre sus finalidades socializar mediante el trabajo, enseñar normas morales de conducta, normas en las que se concentren valores como: la honestidad, la honradez, la solidaridad, la ayuda mutua y la responsabilidad. Todo ello representa enfrentar significativos retos, tales como: la automatización de la producción y los servicios, las nuevas formas de organización del trabajo, las formas descentralizadas de la organización de la producción y la sociedad, los modelos productivos basados en la cooperación y el intercambio de roles profesionales, la rápida obsolescencia de las tecnologías y los conocimientos y el empeño de acabar con la identidad de los pueblos. La formación laboral se caracteriza por la significación de una profesión o un oficio en el sistema para la subsistencia y la seguridad, tanto personal como familiar, y la representación y defensa de sus intereses. En este sentido la formación laboral juega un rol esencial desde el punto de vista educativo y exige al proceso docente las condiciones necesarias para formar a los alumnos con una concepción científica del mundo y un sistema de valores que le da sentido a su vida, para que puedan asumir una actitud consecuente como individuos productores, que sienten la necesidad de adquirir conocimientos, de desarrollar habilidades y hábitos laborales. El proceso de formación laboral es la base para el alcance de tal aspiración y es por ello que se fundamenta la necesidad de la instrumentación en la práctica educativa de la escuela de un proyecto de mejoramiento educativo cuyo contenido y objetivos están enfilados hacía ello, sustentado en los fundamentos teóricos de la escuela histórico cultural de Vigotski y los aportes de investigaciones cubanas realizadas en este campo. La posibilidad que el trabajo se emplee como recurso educativo de corrección y compensación en el sistema de influencias educativas, está dada por la conciencia de la utilidad del resultado que pueden alcanzar y por la posibilidad que tienen los estudiantes de demostrar sus potencialidades para ser reconocidos por los demás, así como por la creación de una necesaria disciplina social. El trabajo le permite potenciar el sistema de relaciones y la formación de determinados valores socialmente valiosos. En la caracterización de los alumnos con trastornos de la conducta es típica la poca estimulación por la actividad intelectual a causa de la falta de intereses cognoscitivos que puede estar ocasionado indistintamente por el déficit en los procesos cognoscitivos, el retraso pedagógico, el medio familiar desfavorable sin satisfacción de las necesidades básicas. Se debe propiciar la participación de los escolares en talleres de carpintería, costura, artesanía, educación doméstica, albañilería y otros, todos organizados sobre la base de los intereses y motivaciones de los alumnos y de las posibilidades del contexto. Es muy importante el reconocimiento de los resultados del trabajo, es muy educativo que concienticen, a través de sus propias vivencias, como se desarrolla la vida laboral, el papel del trabajo y su importancia, y que reconozcan la labor de los adultos, para lograr el bienestar social. Una variante de gran envergadura correctiva compensatoria la constituyen las actividades que se desarrollan en empresas, fábricas y centros de trabajo cercanas a la escuela, y lograr el compromiso y sensibilización de los trabajadores para que se conviertan en agentes educativos que supervisen y apadrinen a los estudiantes. Resulta importante que todo el proceso educativo en las fábricas, empresas y centros de trabajo de la comunidad quede bien reconocido con antelación en convenios y compromisos entre estas y la escuela, y que sea de dominio de la familia. Se continúan presentando deficiencias en la coordinación de acciones integradas con organismos, organizaciones e instituciones que de conjunto con la escuela tienen la responsabilidad de la integración social y preparación de los escolares con trastornos de conducta. El panorama cubano actual se caracteriza por trasformaciones en la vida social y económica del país, acelerado desarrollo científico técnico, nuevas modalidades de empleo: las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios y los trabajadores por cuenta propia, reordenamiento laboral, insuficiencias en la calificación laboral que limita el acceso al empleo de escolares con trastornos de conducta, aprobación de nuevas leyes: Código del Trabajo, entrega de tierras en usufructo, cooperativas no agropecuarias. Sin dudas es en la escuela donde su dimensión alcanza mayor realce, razón por la cual los principales cuadros deben conocer los elementos del entorno y sus transformaciones, referidos a: tipo de comunidad, fuerza laboral que posee, centros laborales con que cuenta, profesiones y oficios más deficitarios y tradicionales, materias primas y sus características, producciones que se obtienen en la comunidad, materias primas que se importan, soluciones a los desvinculados laboralmente, cantidad de trabajadores y su calificación, instituciones culturales, afectaciones producidas al medio ambiente, diseño y construcción de productos tecnológicos, conocimientos de los medios técnicos de los procesos de producción industrial, agrícola y de prestación de servicios y las normas de protección, seguridad e higiene a cumplir durante el proceso de trabajo. Por tales razones, la gestión del director para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las escuelas de trastornos de conducta se convierten en una necesidad política, económica y social del Ministerio de Educación. Los proyectos sociolaborales son acciones de prevención e integración social, a través del acompañamiento individualizado, la promoción personal y el apoyo grupal, con el fin de posibilitar un crecimiento integral que les haga protagonistas de su propio proceso de incorporación al mundo del trabajo y facilite su inserción socio-laboral. El empleo constituye, sin duda, uno de los aspectos más importantes en la vida de una persona, sobre todo cuando se inicia en la búsqueda de su primer empleo. Fomentar la inserción laboral de los egresados intermediando entre éstos y las demandas expresadas por los territorios, además de ser una herramienta que posibilite a los territorios el acceso a una fuente de recursos humanos en constante evolución, que les permita adaptarse de un modo fácil, rápido, económico y sobre todo eficaz, a las necesidades del mercado. Para la consecución de tales propósitos se organizan la: Gestión, difusión y tramitación de ofertas de empleo. Es preciso, por tanto, entrenar antes de su salida de la escuela, todas las habilidades que propicien el fomento de su autonomía, y dentro de ellas una de las más importantes es el ámbito socio laboral ya que, de una correcta integración laboral, va a depender que se integren en la sociedad de forma satisfactoria, y no se encuentren en un desamparo que propicie una situación de exclusión social, una espiral de la que sea difícil salir si no se dispone de las habilidades sociales y laborales pertinentes. Es necesario señalar el seguimiento a las indicaciones de la Carta de la Ministra del MINED a los directores provinciales con fecha 8 de abril de 2014 sobre el desempeño y resultados de los directores de las escuelas de conducta, y determinar las necesidades, definir las acciones de preparación y control que se deben desarrollar con este cuadro, incluyendo el acompañamiento en su trabajo en la propia institución. CONCLUSIONES La atención a los escolares con trastornos de conducta en nuestro país, continuamente se ha estado perfeccionando, como parte de la política de atención a la infancia y tiene como objetivo lograr la integración de estos alumnos a la vida escolar y social contribuyendo a satisfacer la equidad e igualdad social, a través de su educación en estrecha coordinación con la familia y la comunidad. La gestión del director para el desarrollo de los proyectos sociolaborales en las escuelas de trastornos de la conducta contribuye al éxito de la inserción sociolaboral del egresado de estas instituciones y en consecuencia se promueve, a una vida social activa, con el desarrollo de valores, acorde a los principios de nuestra sociedad y en concordancia con las exigencias actuales del perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación. BIBLIOGRAFÍA 1. Baxter Pérez, Esther. Cuando y como educar en valores. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2003. 2. Betancourt Torres, Juana y coautores. La comunicación educativa en la atención a niños con necesidades educativas. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2003. 3. Cartaya Colla, P.: José de la Luz y Caballero y la pedagogía de su época, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1981. 4. Castro Ruz, Fidel: “Selección de textos. El estudio, el trabajo y la formación de la juventud". Oficina de publicaciones del Consejo de Estado. 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