Aida Garcia Instituto Bíblico – Rama de West Chester, PA Teología Sistemática Prof. Andy Salgado Octubre 15, 2023 Capítulo 10 (1,2,3,5,7,8) 1.En cuanto a la relación entre el amor de Dios y el sufrimiento, hay diferentes perspectivas y opiniones. Algunos creen que el amor de Dios es tan grande que abarca todo, incluso el sufrimiento supremo. Según esta perspectiva, Dios permite el sufrimiento en nuestras vidas para enseñarnos lecciones valiosas, fortalecernos y acercarnos a Él. El sufrimiento también puede ser una oportunidad para que otros muestren amor y compasión hacia nosotros. Otros creen que el sufrimiento es una consecuencia del pecado en el mundo y que Dios no lo desea ni lo causa. En lugar de eso, Dios trabaja para redimir el sufrimiento y traer algo bueno de él. Cuando vamos a la escritura podemos ver como desde el inicio el plan de Dios es que la humanidad mantenga una relación con El. Entrando en escena el pecado de Adán y Eva, dando lugar a la condenación por la desobediencia de un hombre perfecto, viene ahora la expiación por el sacrificio de otro hombre perfecto. Cristo a quien se menciona en Apocalipsis 13:8, es producto del amor de Dios, que por su sufrimiento hoy tenemos esperanza de vida eterna. El sufrimiento de Cristo y sus seguidores también hace eco en nuestros días, en donde creyentes de diferentes partes del mundo aún padecen por su fe, pero tienen la esperanza de que Dios continua con su plan de salvar a la humanidad, de traer la libertad. Continuamente busca que todas las personas alcancen el arrepentimiento para estar en los cielos con Cristo. Dios continúa con su plan de salvar a la humanidad, de traerle la libertad. Continuamente busca que todas las personas alcancen el arrepentimiento para salvación. 2. El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento son dos secciones importantes de la Biblia. El Antiguo Testamento contiene los libros y las historias que fueron escritos antes de la venida de Jesús, mientras que el Nuevo Testamento contiene los libros y las historias escritos después del ministerio y la resurrección de Jesús. El Antiguo Testamento es la base del Nuevo Testamento, proporcionando el trasfondo y el contexto necesarios para el cristianismo y la vida de Jesucristo. El Nuevo Testamento nos proporciona doctrina, principios, mientras que el Antiguo nos suministra lecciones objetivas para ayudarnos a poner en práctica esos principios. Es importante tener en cuenta que, aunque hay una continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, también hay una discontinuidad. Los autores del Nuevo Testamento estaban proponiendo algo radicalmente nuevo: el cumplimiento de las esperanzas de los israelitas en las promesas de Dios por medio de Jesús . Para los escritores del Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento era una escritura sagrada. Para contar la historia de Jesús, esos autores se basaron en gran medida en el vocabulario y los métodos de lectura de las Escrituras que ya existían en el mundo judío. 3. La imagen de un cordero o de un macho cabrío sacrificado como parte del drama redentor y salvador se remonta a la Pascua. Dios veía la sangre rociada y "pasaba" por encima de aquéllos a quienes protegía esa sangre. Cuando el creyente del Antiguo Testamento ponía las manos sobre el sacrificio, esto significaba más que una simple identificación (es decir, éste es "mi" sacrificio); se trataba de un sustituto en el sacrificio. Aunque no debemos llevar demasiado lejos las comparaciones, este tipo de imágenes se transfiere claramente a la persona de Cristo en el Nuevo Testamento. Juan el Bautista lo presenta diciendo: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Felipe les aplica la profecía de que el Siervo sería llevado "como cordero ... al matadero" al "evangelio de Jesús". 5. La Biblia es muy clara en cuanto a que nuestras propias obras no nos ayudan a merecer la salvación. Somos salvos “no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho" (Tito 3:5). "No por obras" (Efesios 2:9). "No hay justo, ni aun uno" (Romanos 3:10). Esto significa que el ofrecer sacrificios, el guardar los mandamientos, el ir a la Iglesia, el ser bautizado y otras buenas obras, son incapaces de salvar a alguien. No importa que tan "buenos" seamos, nunca podremos alcanzar el estándar de la santidad de Dios (Romanos 3:23; Mateo 19:17; Isaías 64:6). La Biblia es muy clara en que la salvación es condicional; Dios no salva a todos. La única condición para la salvación es la fe en Jesucristo. Casi 200 veces en el Nuevo Testamento, se dice que la fe (o la creencia), es la única condición para la salvación. La salvación es un regalo de Dios que no se gana por obras, es por la gracia de Dios, aun cuando no lo merecemos podemos ser salvos. 7. Porque sabemos que Dios mando a su hijo por rescate de toda la humanidad en la Encarnación y en la cruz vemos una demostración del desbordante amor de Dios. Está visión nos mueve a gratitud y amor y, por tanto, incita al arrepentimiento, la fe y el anhelo de transformar nuestra conducta. Cristo murió por todos, pero la obra salvadora se ha sido eficaz en aquellos que se arrepienten y creen. 8. Es posible que las personas que no se preocupan mucho por su salud, no se den cuenta de los síntomas de una enfermedad y, por lo tanto, no busquen atención médica a tiempo. Esto puede llevar a un diagnóstico tardío y a un tratamiento menos efectivo. Por otro lado, las personas que están muy preocupadas por su salud pueden experimentar ansiedad y estrés innecesarios. Es importante encontrar un equilibrio saludable entre la preocupación y la negligencia. Capítulo 11 (2, 5, 6, 7, 8) 2. En Joel, el derramamiento del Espíritu Santo solo era en ciertas personas o grupos mientras que, en Hechos, con la obra del Señor Jesucristo, este derramamiento es a todos los creyentes o sea un cambio en la cantidad o amplitud de la cantidad. En ambos pasajes, Dios promete derramar su Espíritu sobre toda carne. En Joel 2:28-29, Dios dice que derramará su Espíritu sobre toda carne, y que los hijos e hijas profetizarán, los ancianos soñarán sueños y los jóvenes verán visiones. En Hechos 2:17-18, Pedro cita a Joel y dice que, en los últimos días, Dios derramará su Espíritu sobre toda carne, y que los hijos e hijas profetizarán, los jóvenes verán visiones y los ancianos soñarán sueños. Ambos pasajes hablan de la misma actividad del Espíritu Santo. 5, Sí, estoy de acuerdo ya que es una señal que ha recibido como hijo de Dios, creo que es una experiencia individual. Cuando fuimos bautizado en una reunión pública, nos recuérdanos de esa experiencia que es bien personal y las personas que estuvieron allí fueron testigo de lo que sucedió. 6. Porque nuestra experiencia con el espíritu santo nos serve de prueba de la resurrección de Cristo, Pablo en 1 Corintios 15, afirma que si Cristo no ha resucitado de entre los muertos no habría una resurrección, y toda nuestra creencia en Dios y en la salvación seria mentira, por eso hemos encontrado personalmente y hemos experimentado su presencia. 7. Como creyente y estudiante de la palabra del Señor, debemos leer la palabra del Señor de forma cuidadosa y con un espíritu de oración, pidiéndole al Espíritu Santo sabiduría para comprender correctamente lo que nos quiere decir. Debemos permitir que el Espíritu Santo nos guie en las tareas de interpretar la Palabra de Dios y confrontar a todos pensamientos y los de otros con las Escrituras. 8. Se encuentra muchos teólogos y comentaristas de la Biblia y otros que atravesé de sus escritos saben acerca de la religión, la historia de la iglesia, y también de lo que dice la Biblia, y los que se llaman cristianos. Sin embargo, nunca se han rendido al llamado del Espíritu Santo sobre su vida, y ni aun lo han reconocido; y no tienen experiencia de Dios. Hay aquellos que niegan la existencia de Dios hasta denuncian a los cristianos por interpretar sus experiencias subjetivo como la actividad de Dio en sus vidas. Estas personas declaran que no hay evidencia alguna de la actividad divina en el universo. El Espíritu Santo nos guía a toda verdad y nos da testimonio de Cristo.