Subido por JOSE DOMINGUEZ GARCIA

Historia general de las Islas Canarias millares Torres

Anuncio
Acerca de este libro
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
Acerca de la Búsqueda de libros de Google
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
MAS
E
Span 3443.8
A
HA
I
RV
M
AR
E
DI
O
HRIST
C
A
D
AN
E
ECCLESI
TAS
N
O
V
Y
ON
Harvard College Library .
FROM THE
SALES
FUND .
Established under the will of FRANCIS SALES, Instructor
in Harvard College, 1816-1854. This will requires
the income to be expended for books " in the
Spanish language or for books illustrative of Spanish history
and literature."
Received 3
April, 1897
.
.་
HISTORIA GENERAL
DE LAS
ISLAS
CANARIAS .
HISTORIA
GENERAL
DE LAS
ISLAS
CANARIAS
POR
AGUSTIN MILLARES
socio correspondiente de la R. Academia de la Historia.
TOMO PRIMERO
LAS PALMAS
IMPRENTA DE LA VERDAD DE I. MIRANDA
CALLE DE LOS REMEDIOS NÚM. 10
1893
1,5229
Span 3443.8
HARVARD COLLEGE
APR
3 1897
LIBRARY
Sales fund.
( 110)
Es propiedad del Autor.
Preservation has seen
6/96
AL LECTOR.
Los estudios históricos, poderoso elemento de progreso en nuestros dias , cuya esfera
de accion, lo mismo se extiende á las grandes agrupaciones , que han ejercido una radical influencia en el proceso de la Humanidad, como á esos pequeños centros, que han
cumplido su misión dentro de una órbita reducida,
demuestran, por mas insignificante
que sea su mérito , el adelanto intelectual del
país que los patrocina y publica .
Las Islas Canarias alcanzan hoy una importancia verdaderamente excepcional , si se
recuerda los orígenes de su primitiva formación , relacionados estrechamente con los graves problemas geológicos,
que se agitan en
el campo de la ciencia, problemas, cuya so-
VI
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
lución se busca con afán en el detenido exámen de las alternas
capas, que constituyen
su macizo .
Tambien ofrecen las Canarias, un
palpi-
tante interés , bajo el punto de vista antropológico y etnográfico , si
tenemos en cuen-
ta el rápido desenvolvimiento que estos estudios han recibido con la aparición cási simultánea de esos restos prehistóricos , que
han venido á revelar épocas ignoradas de la
infancia del hombre, y á descubrir, de una
manera racional y científica , el enlace, cruzamiento Ꭹ filiación del tipo que ha constituido la especie .
El movimiento civilizador del Archipiélago, desde ese momento histórico, en que la
conquista lo eslabona á la vida universal,
ofrece, asimismo , un cuadro digno de razonada crítica , si se pretende investigar el desarrollo que las ciencias , las letras y las artes , la agricultura , el comercio y la industria, los usos, los hábitos y
han experimentado en
las costumbres
el trascurso de estas
últimas centurias , escudriñando para ello las
AL LECTOR.
VII
causas que han dado movimiento y existencia á esos indispensables elementos de todo
progreso social.
El conocimiento , pues , de lo pasado , para
enseñanza de lo presente, y advertencia de
lo porvenir, nunca podrá ser bastante aplaudido , por más modesta que sea la obra, que
venga á contribuir á su desenvolvimiento .
Las Islas Afortunadas,
apesar de la hu-
milde posición que ocupan entre sus hermanas, las provincias españolas,
sentian,
mu-
cho tiempo há, la imperiosa
necesidad
de
poseer una historia propia, que recordase su
vida pasada, su actual organismo , y sus futuras aspiraciones .
Los materiales abundaban , pero la historia no existía. Así es que,
con frecuencia ,
cuando algún viajero , atraido por el poético
renombre de este
Archipiélago , por
la be-
nignidad de su clima, ó por la curiosidad de
interrogar los vestigios, que aún nos restan,
de su prehistória, se ha detenido en sus playas, y
recoriendo sus pintorescos
abruptas montañas, s
valles y
primer deseo ha sido
VIII
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
siempre obtener un libro,
que resuma,
en
pocas y correctas páginas , la última palabra
de la ciencia sobre el orígen, costumbres y
lenguaje de la raza
que pobló
estas
Islas ,
las leyendas de su pasado, sus luchas
con
las huéstes conquistadoras, su vida actual, y
las promesas que su suelo guarda para el
porvenir.
La obra que hoy ofrecemos
al
público ,
intenta responder á esas diversas interrogaciones, hasta donde alcancen las fuerzas de
su autor .
Pero, entretanto, y sea cual
sultado de su modesto trabajo ,
fuere
el re-
permítasele
consignar aquí, que no crée inútil esta tentativa literaria, porque indudablemente despertará en los Canarios la afición á una clase de estudios , con cuyo auxilio se conseguirá algún dia llevar un recuerdo de la olvidada patria, á los centros ilustrados de España
y del extranjero,
ensanchando ,
al mismo
tiempo, la senda hoy tan difícil y escabrosa
de las investigaciones científicas .
Sólo de este modo otros ingenios , con ma-
AL LECTOR.
IX
yor acierto y cópia de datos , podrán satisfacer cumplidamente el deseo, cada dia más
vivo y ardiente, de los que anhelan conocer
la historia de su país , para elevarlo á la altura que merece, tanto por la variada riqueza
de sus productos naturales, cuanto por
su
envidiable posición marítima .
En efecto , hállase este archipiélago á las
puertas de ese codiciado Continente, que, sitiado por la civilización, no tardará en entregar sus maravillosos secretos á la ciencia. A
tan favorable circunstancia deben las Canarias la honra de servir de vanguardia á esa
noble falange de mártires, cuyas generosas y
atrevidas
excursiones llevan por enseña el
culto de la inteligencia , y el perfeccionamiento indefinido de la Humanidad .
Cuando la civilización tome carta de naturaleza en ese desconocido suelo, tan rico en
promesas, las Islas Canarias serán el puente
echado entre la Europa y el Sahara, y servirán de depósito general á sus variados productos, dentro de esa extensa zona, que comprende las dos vertientes del Atlas , desde las
X
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
orillas del Mediterráneo y del Atlántico , hasta los últimos confines del gran Desierto . Entónces estas Islas serán llamadas las Antillas
de ese nuevo mundo , que será el último en
despertar á la voz irresistible del progreso .
INTRODUCCIÓN .
I.
La historia de las Islas Canarias no se ha
escrito todavía. ¿Es digna de escribirse?
En ese movimiento , eterna ley de la vida ,
lucha que en el hombre se revela por una
vehemente aspiración hacia un perfeccionamiento sin límites definidos , no hay esfuerzo alguno que se juzgue enteramente inútil ,
ni investigación que se considere ociosa, por
más modesto que sea el fin que se proponga
alcanzar .
Pequeño era, sin duda , el pueblo que habitaba las Canarias, cuando la Europa lo ató
al carro de su triunfante civilización .
Más ,
¿qué importa? Averiguar el origen de aquella raza indómita; recoger los
perdidos res-
tos de su lenguaje,
y costumbres;
religión
penetrar en el curioso arcano de su aparición; ofrecer un cuadro exacto de su cultura
intelectual, antes que fatalmente se fundiera
2
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
en la raza vencedora; observar luego sus lentos progresos, hasta llegar á la época actual;
seguir paso a paso la ascensión de su nivel
sobre la superficie ilustrada del Globo; escudriñar las causas que han paralizado, retrogradado ó impelido ese movimiento;
estu-
diar, en fin, el pasado, presente y porvenir
de esas Islas, taréa es ésta, que no será calificada de impertinente, si recordamos el conjunto armónico, el maravilloso enlace, el mútuo apoyo, que en su ascendente marcha se
prestan hoy entre sí todas las ciencias .
Ha llegado el momento
en que no hay
fronteras para la inteligencia. Un lazo universal une á los pueblos , fundiéndolos en un interés común .
La historia particular de cada agrupación,
será de hoy más el lazo invisible que eslabone cada raza, cada nación, cada pueblo , á la
historia general de la humanidad , cuadro inmenso, cuyas verdaderas formas crítico-literarias principian solo á bosquejarse, allá en
los indecisos horizontes de las ciencias eminentemente filosóficas .
La historia no ha sido hasta ahora, salvo
rarísimas excepciones , sino una leyenda encomiástica de guerras y conquistas ; una série no interrumpida de hechos fatales; una
biografía de guerreros , reyes y emperado-
INTRODUCCIÓN.
res, con sus crímenes, ambiciones y absurdas
genealogías , sin que haya alcanzado esa altura, desde la cual,
olvidando los
odios y
antagonismos de nacionalidad , religión y raza, nos enseñe de donde viene el hombre y
adonde vá, su misión individual y colectiva,
las leyes que rígen el mundo moral, tan necesarias é inmutables como las del órden físico , las rudas luchas del espíritu , el lento y
contínuo desarrollo de la razón ,
la emanci-
pación paulatina del hombre por la ciencia,
el perfeccionamiento cada dia más visible de
las condiciones sociales, el progreso, en fin ,
qué, latente y sin interrupción , vá infiltrándose en el corazón de la
humanidad
enaltecerla y vigorizarla ; y como
para
digno co-
ronamiento á obra tan portentosa , la demostración plena, indubitada y concluyente , de
que el hombre no marcha al acaso
por las
sendas de la vida, ni es regido por leyes ciegas é inconscientes , sino que, inteligente , libre y progresivo ,
cumple,
Providencial ,
misión de
una
bajo
la
acción
perfecciona-
miento en ésta su rápida existencia, eslabón
misterioso
de esa cadena infinita de evolu-
ciones , cuyo principio y fin se oculta á toda
disquisición humana.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
II.
La existencia de las Islas Canarias nunca
fué desconocida á la vieja Europa.
Desde los primeros albores de la historia
aparece su recuerdo envuelto en las oscuras
leyendas de los sacerdotes egipcios , viéndose su fama pregonada por los poetas más insignes de aquellas remotísimas edades.
Descubiertas, luego, por los pueblos comerciantes del litoral mediterráneo , visitadas por ellos, y por ellos tal vez colonizadas , llegó á perderse su memoria, en medio
de los repetidos eclipses que nublaron tantas veces las civilizaciones europeas .
Ese vago recuerdo, ahogado á intérvalos
bajo las sucesivas oleadas de los pueblos invasores, se vé, al fin, sobrenadar Ꭹ salvarse
de la ignorancia de los siglos medios , apareciendo espléndido y glorioso en la época del
Renacimiento , bajo la triple aureola con que
lo envuelve la leyenda, la poesia y la religión .
Yá fuese por su situación excepcional en
las fronteras del mundo conocido, más allá
de esas misteriosas columnas, terror de los
más osados navegantes; yá por la creencia,
cada vez más arraigada en la conciencia uni-
10
5
INTRODUCCIÓN.
versal, de que la mansión prometida á los
justos se encontraba en esas codiciadas Islas, dónde, bajo una primavera eterna, se alzaba oculto y maravilloso el paraiso terrenal, el archipiélago
recibió
el
nombre de
Afortunado, multiplicándose de siglo en siglo tan poéticas fábulas, y siendo decorado
su suelo con todas las bellezas que la fantasía era capaz de inventar, yá le prestase el
Paganismo su mágica paleta, yá el Cristianismo lo envolviese en su místico ropage .
Llega,
entretanto , esa época, en que una
nueva sávia viene á dar impulso á las ciencias, las letras y las artes, época de general
trasformación, cuna de la edad presente, en
la que el pensamiento , dispuesto á lanzarse
por sendas inexploradas, sacude el polvo del
pasado, y mira sin temor al porvenir. Entónces las Canarias vuelven á surgir de las
nieblas de la fábula, y principian á ser visitadas por esos aventureros de todas las naciones , piratas luego ennoblecidos ,
que de
playa en playa van saqueando pueblos y recogiendo
prisioneros, para reducirlos á la
obligada condición de siervos .
Juan de Bethencourt, caballero francés ,
que habia encanecido en el ejercicio de las
armas, asi en tierra como en mar (1) impul(1 )
En las conferencias de Leulinghen, que tuvieron
6
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
sado por el deseo de correr aventuras y descubrir paises desconocidos, y al mismo tiempo, lleno de santo ardimiento por convertir
infieles, taréa que dejaba honra y .provecho
(1) , abandona su jóven esposa, y las comodidades con que le brinda su feudo normando , y asociándose á otro aventurero , llamado Gadifer de la Salle, se lanzan juntos al
inexplorado Océano, é intentan conquistar
las Islas de Canaria, donde ya otros, con menores fuerzas, y sin plan premeditado , se habian propuesto,
aunque sin éxito, realizar
tan arriesgada empresa .
Con el auxilio de D. Juan el segundo de
Castilla, inclinado
á
favorecer
á
Bethen-
court, por complacer á uno de sus más ricos
validos, pariente del noble normando , se declara éste, feudatario de aquella corona, y re-
lugar el 3 de Agosto de 1401 , fué acusado el Baron
Normando y Roberto Canel , con otros franceses , de haberse apoderado , durante las tréguas , de un buque en
el canal de la Mancha, cargado de vino y otras diversas
mercancias.
En Agosto de 1402 , el Gobierno francés dió al inglés la
contestación siguiente:-«El Sr. de Bethencourt.... ha dejado la Francia con el deseo , según se dice, de ir á las islas de Canaria y del Infierno para conquistarlas . Sin embargo, se le citará, si la parte contraria lo exige, a fin de
hacer justicia á los interesados. >>
Archives nationales J. 645 A núm . 18.
(1) Bontier y Leverrier dicen en su famosa crónica:«entreprit ce voiage à l' oneur de Dieu et du soutenement
et accroissement de nostre foy.- Le Canarien, p . 1 .
INTRODUCCIÓN .
7
duce fácilmente á la obediencia las tres islas
de Lanzarote, Fuerteventura y Hierro , viniendo solo á quebrantar sus fuerzas en las
playas de la Gran- Canaria, de donde es vigorosamente rechazado , tantas cuantas veces
intenta pisar su libre suelo .
Pasados algunos años de estéril dominación, Bethencourt abandona definitivamente su efímera conquista, y vá á morir olvidado en su
Castillo de Normandía , con el
disgusto de no dejar sucesor legítimo á su
nombre y Señorio . (1)
El reino de las Canarias, durante la ausencia de Bethencourt, pasa de mano en mano ,
vendido, hipotecado , donado y vuelto á enagenar , hasta que, un noble sevillano, Diego
Garcia de Herrera, casado con D.
raza, llega sin contradicción
Inés Pe-
á poseerlo, y
creyéndose un verdadero Rey, se traslada
con toda pompa á sus dominios , acuña moneda, levanta subsidios y tropas , y pretende
someter con sus débiles fuerzas las tres islas
principales,
sobre cuyo litoral no cesa
de
ejercer frecuentes actos de piratería , tan sangrientos como inútiles .
( 1 ) En 1445 había en Lanzarote una familia , de que era
jefe Floridas de Betancor , hijo natural de Juan de Bethencourt y de D. Mariana de Ayala , noble doncella de Sevilla. Así lo acreditó Florldas en una información de que
hablaremos en otro lugar.
TOM. I.
A
∞
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Cansado, al fin, de vanas y costosas agresiones, acepta la proposición con que le brinda la Católica Isabel, y cede en 1478 á la
Corona de Castilla el dominio
de aquellas
tres islas, cuya importancia era ya bien conocida de los sabios consejeros de esa Reina,
tan ilustre como emprendedora . (1)
Un cuerpo de tropas, costeado en parte
por el erario de Castilla, se reune, avitualla,
y sale del puerto de Santa Maria, para desembarcar en las costas de la Gran-Canaria,
donde los soldados
castellanos , despues de
cinco años de rudo batallar, consiguen rendir la indómita fiereza isleña, y reprimir el
espíritu de independencia , que parecia innato en aquellos belicosos corazones .
A esta conquista suceden luego las de Palma y Tenerife,
debidas á la iniciativa par-
ticular de aquellos mismos soldados españoles, que habían derramado antes su sangre en los valles y montañas de la GranCanaria.
La Religión cristiana apoya entonces su
regeneradora planta sobre el Archipiélago ,
catequiza á los vencidos y los desarma, arrojándolos, por decirlo así, en el inmenso cáu-
( 1 ) Esta cesión y ajuste tuvo lugar por documento público , que se celebró en Sevilla ante Bartolomé Sanchez de
Porras, á 15 de Octubre de 1477.
INTRODUCCIÓN .
9
ce que ella misma abre á la civilización universal.
El orgullo castellano , y el desprecio que
pueblos infieles é idólatras habian de inspirar á tan fieros conquistadores , fué causa de
que se abandonára, como estéril y pecaminosa, toda investigación dirigida á conservar
un recuerdo exacto de las leyes,
usos,
cos-
tumbres , religión y lenguaje de los aborígenes, y de que fuesen asimismo despreciadas
las tradiciones referentes á su orígen, llegando, en fin, á desaparecer todo medio seguro
de profundizar cuestiones , que luego habian
de adquirir un interés tan vital , para la solución de muchos é interesantes problemas
etnográficos .
Desde entónces , los siglos que precedieron al XV , época de la conquista, son siglos
que pudiéramos considerar, con relación á
estas Islas , como prehistóricos . Remontarse
á épocas anteriores para escudriñar por medio de vagas conjeturas la aparición de la
raza primitiva, sus vicisitudes , emigraciones
y enlaces, secretos son, que sólo el estudio
comparado del lenguaje, en la débil parte
que aún nos resta, ayudado del exámen de
los cráneos extraidos de sus túmulos y grutas , donde todavia se conservan algunos , podrá con el tiempo revelarnos , teniendo , co-
10
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mo debe tenerse en cuenta para ello, los rápidos y maravillosos adelantos de
las cien-
cias antropológicas, auxiliar tan poderoso
de la historia.
Concluida la conquista , pequeña pero gloriosa epopeya, que preludia las gigantescas
luchas de los Corteses y Pizarros , la historia del Archipiélago no ofrece
otro interés ,
que el espectáculo tantas veces repetido y
siempre instructivo y nuevo , de esa batalla
eterna entre el privilegio y la libertad , entre
el arte rutinario y el arte ilustrado, entre la
ignorancia con su fuerza de inercia, y la razón con su expansiva fuerza, pugnando por
reconquistar sus violados fueros , cualquiera que sea el teatro en que esa lucha se desarrolle .
Por esto creemos , quo los modestos anales de las Canarias , son el reflejo exacto de
los de la Península Ibérica, durante
esas
cuatro últimas centurias .
En la esfera gubernamental, el poder absoluto de derecho divino, pesando sobre el
organismo social, y deteniendo su desenvolvimiento . En la esfera de las ideas , el poder
absorvente de la inquisición , ahogando toda
manifestación heterodoxa, y paralizando el
vuelo de la ciencia libre.
Asi, pues ,
una nación , llamada por
sus
11
INTRODUCCIÓN.
tradiciones y su envidiable posición geográfica, á ser grande, poderosa é ilustrada , se
la vé rápidamente descender, desde una momentánea altura, á un grado tal de ignorancia y sumisión,
de que
encontraremos po-
cos ejemplos en la historia .
Aunque uncidas las Canarias al yugo comun, que pesaba sobre las demás provincias y colonias españolas , alguna vez se atrevian á hacer frente al doble absolutismo político é inquisistorial, que
esterilizaba
las
fuerzas productoras é inteligentes de la Nación; y yá fuese por su privilegiada situación
en el Atlántico ,
donde los buques de todos
los pueblos civilizados se han dado siempre
cita, dejando en sus playas algún éco de adelantos realizados,
ó de vagas aspiraciones
hácia el porvenir; ó bien, que la mezclada
sangre, ibérica y africana, que por las venas
de sus hijos corre, haga á éstos refractarios
á vergonzosas humillaciones , ello es que, en
más de una ocasión, se detuvo impotente en
su suelo la acción inquisistorial , y el municipio, robustecido por el elemento popular,
neutralizó con su poder moderador el orgullo insolente de los Gefes militares .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
12
III .
Muchos poetas y filósofos ,
geógrafos
é.
historiadores de la antigüedad, y algunos escritores de la Edad media, se ocupan en sus
obras , formal
ó
incidentalmente , de estas
Islas , copiándose
clando
las breves
y
mez-
y contradictorias
noti-
con frecuencia,
cias adquiridas por los mercaderes y navegantes que las visitaban, con las mil y mil
fábulas , que al trasmitirse verbalmente aquellas narraciones, se inventaban por la ignorancia y la vanidad , ó por esa inclinación á
lo maravilloso , que es propio de nuestra naturaleza, siendo, sin embargo, una creencia
generalmente admitida, que en estas Islas
existió el jardín de las Hespérides , el paraiso de Adán , la mansión de los Justos , ó por
lo ménos una tierra excepcional , sobre cuyo suelo se ha complacido el poeta en derramar todas sus galas y el historiador sus leyendas más absurdas.
Reproducidos se hallan esos fragmentos
en las diversas crónicas que se han escrito
sobre las Canarias , sin que de ellas aparezca
noticia alguna, que pueda desafiar impunemente la moderna crítica.
Dejando á un lado la cuestión de la At-
13
INTRODUCCIÓN .
lántida , que será siempre de difícil solución
para los que quieran estudiarla, consignaremos, que la más remota tradición escrita,
referente al Archipiélago , es aquella que se
encuentra en las obras de Platón .
Despues de los diálogos de Solón y Cricias , hallamos tambien un recuerdo de las
Afortunadas en Homero, Hesiodo , Pindaro
y otros poetas de los siglos heróicos de la
Grecia
(1),
sin que sus versos hayan con-
seguido esclarecer ninguna cuestión importante relativa
Archipiélago , siendo
á este
dudoso si , bajo el nombre de Hespérides ,
Górgonas ,
Atlánticas,
Campos
Elíseos ,
y
otros , quisieron aquellos escritores designar
las Islas de la costa occidental de Africa, ó
los grupos más lejanos de las Azores, Cabo
Verde y Antillas .
Los historiadores
y poetas de la repú-
blica romana, hasta la época de Augusto,
reprodujeron en sus obras esas mismas fábulas , sin
detenerse á depurar lo
que en
ellas hubiese de verdadero ó falso , de modo
que ningun apoyo sólido
podríamos hallar
en sus citas , si sériamente fuésemos á con"
sultarlas .
(1) Iliada. L. 18, v . 606. L. 20 , v. 7 .
Odisea. L. 4 , v . 563 á 568 .
Hesiodo . Opera et Dies , v . 171 .
Pindaro. Olymp. 2, Ant. 4, v. 77 y 78.
14
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
No sucede lo mismo con la relación de
Herodoto , cuando , al hablarnos de la expedición que el Rey
Necos preparó en Egip-
to, de cuya ejecución encargó á los fenicios ,
declara que, saliendo los buques del golfo
arábigo,
regresaron
por las
columnas
de
Hércules, despues de tres años de navegación ; añadiendo luego, que un sobrino de
Darío emprendió tambien otro viaje allende
el estrecho , y habiendo seguido las costas
meridionales del Africa, doblado el cabo Soloeis, había visto hombres vestidos con hojas
de palma, que huyeron al descubrirle, refugiándose en sus montañas. (1 ) No es aventurado suponer, que ambas expediciones encontraran á su paso el grupo oriental de las
Canarias, y descansaran en sus accesibles
playas, porque, no separándose los pilotos
del litoral, debieron necesariamente descubrir á Lanzarote y Fuerteventura , y tal vez
la Gran-Canaria.
Si las obras de Euthimenes y Pytheas de
Marsella se hubieran salvado íntegras de las
injurias del tiempo y del descuido de sus
contemporáneos , pudiéramos esclarecer algunas cuestiones sobre el Archipiélago , porque, no es dudoso , que al salir del estrecho
.
(1)
Herodoto . Lib. 4 , cap . 42 .
INTRODUCCIÓN .
15
recorrieran las costas africanas , impulsados
por los vientos, que con frecuencia reinan
en esas latitudes . (1)
Algunos historiadores nos hablan de los
Etruscos , cuya marina dominó en las aguas
del Mediterráneo por un largo período de
siglos , siendo un hecho averiguado , que, deseando extender su comercio y su poder marítimo
hácia
lejanos paises ,
llevaron sus
naves al Atlántico , y colonizaron los sitios
más favorables, que junto al Estrecho fueron encontrando .
Otras expediciones se realizaron tambien
por las Repúblicas de Tiro y Cartago, como
condición necesaria de șu existencia , exclusivamente comercial, habiéndonos conservado la historia el nombre de Hannon, que llegó á fundar varias ciudades en el litoral atlántico-africano, al emprender
ese famoso
viaje, que tantas interpretaciones ha ofrecido despues á sus ilustrados comentadores . (2)
(1 ) Pytheas escribió dos obras : La vuelta al mundo , y
el Océano, que desgraciadamente se han perdido, no quedando de ellas sino fragmentos en Strabon y Plinio . Véase ,
Pytheas de Marseille et la Geographie de son temps , par
Lelewel, París, 1836.
(2) Plinio . Lib . 2, cap . 67 .
Entre los varios comentadores del célebre Periplo de
Hannon , cuya traducción nos han conservado Polibio y Plinio, podemos citar los siguientes :
-Bochart, Geographia sacra I, 13 .
16
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Cuando Sertorio, dueño de la Iberia, pa-
seaba sus triunfantes legiones hasta las costas de la Lusitania , seducido por la descripción que unos navegantes le hicieron de las
Afortunadas , se dice, intentó trasladarse á
ellas, segun nos refiere Plutarco (1) , lo cual ,
aunque parece no llegó á tener efecto , dió
ocasión á este escritor para consignar tan interesante noticia, que es por si sola una prueba evidente del conocimiento que los marinos conservaban de la existencia de aquellas Islas , y de la facilidad con que se navegaba entonces por el Atlántico.
Conocido era, pues, este archipiélago , cuando Juba, Rey de la Mauritania, se decidió á
enviar una expedición que lo visitase y examinara, sobre cuyo viaje escribió un libro ,
-Campomanes . Antigüedad maritima de Cartago.
-Dodwell . Dissertatio prima in geograph . min .
Bougainville. Memoires sur les decouvertes d'Hannon ,
dans les nemoires des Inscrip . t . 26 y 28 .
-Gosselin. Recherches sur la go . des ancicus T. 1.º ,
p. 63.
Rennel . Geo . of Herodotus , p . 910 .
-Heeren . De la Politique et du Commerce des Peuples
de l'antiquité, T. 4. °, p 101 , 196 y 318. En un apéndice
al mismo tomo se halla el texto íntegro .
Cuando Hannon fué à explorar las Costas de Africa , Himilcon recorria la parte occidental de Europa , segun aparece de los fragmentos que de su viage nos conservan , Plinio , II, 67 , y Festo Avieno en su poema Ora marítima,
v. 117 y 412 .
( 1 ) Sertorio . Ed . de Reiskc t . 3 , p . 520 á 523 .
INTRODUCCIÓN .
17
que desgraciadamente se ha perdido , pero
del cual nos conserva Plinio algunos preciosos fragmentos en su tratado de Historia
Natural . (1)
De ésta ó de las anteriores expediciones
egípcias ó libico púnicas , datan sin duda las
inscripciones que se han encontrado grabadas en los basaltos y rocas volcánicas del
Hierro, Palma y Gran- Canaria, misteriosas
leyendas ,
que guardan el
secreto
de esas
atrevidas excursiones , cuya interpretación
tal vez esté reservada á la ciencia del porvenir.
IV.
Densas tinieblas envuelven , durante los
primeros siglos de
la Edad media , los re-
cuerdos que la antigüedad habia conservado sobre las Afortunadas .
Si algún misionero , en álas de su fé, se
atreve á
pisar
su suelo; si algún buque ,
arrastrado por las corrientes ó por la fuerza de los vientos , llega á sus aguas ;
si los
Vándalos, ú otras hordas salvages del Norte,
(1 ) Plinio . Hist. nat, L. 6. ", cap. 37.
18
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
empujados en su camino por nuevas falanges de feroces tribus, pasan desde Europa
al Africa, y desde el Africa á
sus playas ,
hechos son, que, aunque probables, no han
dejado vestigios de indubitado orígen
para
asegurar su certeza histórica . (1)
Sin embargo por los años de 846 y 860,
cuentan las crónicas hispano -arábigas, que
aparecieron sobre las costas de la Lusitania
densas nubes de barquichuelos, armados en
guerra, y regidos por numerosas hordas de
rapaces normandos . Estos piratas ,
que no
(1 ) Los autores que en este oscuro periodo hablan de
las Canarias son :
Pomponio Mela en su Compendio Geográfico . L. 3.º,
cap. 10.
Ptolomeo, que las coloca en un mismo meridiano . L. 4 ,
cap . 6.º
Agathomero y Solino , que copian á Plinio , y escriben en
el siglo III .
Eumenio , que a fin del mismo siglo dudaba ya de la existencia del Archipiélago .
Dionisio Periegeta y Marciano de Heraclea , á principios
del IV, y Rufo Festo Avieno , á mediados del mismo siglo ,
afirman que el Atlántico es innavegable.
Junior Philosopho , en su Descripción de todo el orbe ,
asegura, que allende de las columnas de Hércules , se halla el fin del mundo .
Sulpicio Severo , escritor del siglo V, duda que las Islas
sean abordables .
Orosio , Julio Honorio , Marciano Capella y Ethico , reproducen á Flinio con mayor ó menor exactitud .
Prisciano , que escribe en el siglo VI , San Isidoro en el
VII, Dicuil y el anónimo de Rávena en el IX , Tzetes en el
XII , y Eustaquio en el XIII , copian á Scilax , Dionisio y
Avieno ."
INTRODUCCIÓN .
19
conocian freno ni ley, de costumbres sanguinarias , é instintos de fiera , sin perdonar sexo ,
condición ni
edad , incendiaban las
ciuda-
des , talaban los campos , y sacrificaban á su
antojo cuanto se oponia á su paso , dejando
por do quiera ancho surco de fuego, sangre
y lágrimas. (1 ) Creen algunos que en sus audaces correrias pudieron ser arrojados por
los vientos á las costas occidentales de Africa, y que, más de una vez, abordaron á las
Canarias .
Estas y otras invasiones , que con frecuencia se repitieron en aquel siglo , y en los dos
siguientes , obligó á los Califas de Córdoba ,
y á los reyezuelos que tiranizaban las cos-
1
tas meridionales de España, á sostener una
armada,
compuesta de
que defendiesen el
aviso á
pequeños
abierto
las poblaciones
buques ,
litoral,
dando
marítimas
de la
aproximación del nublado, para ponerse en
defensa, reunirse y rechazar la agresión .
El capitan de una de esas naves , llamado
Ben Farroukh, cuenta el historiador árabe
Ibn-al-Qouthia, hallándose en crucero sobre
las costas lusitanas, el año 334 de la Egira,
correspondiente al 999 de nuestra Era, tuvo
(1) Conde. Dominación de los Arabes en España . Parte 2. , cap . 45 y 49 .
20
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
noticia de que en frente de las regiones del
Atlas existian unas Islas, que los antiguos
habian llamado , por su clima , Afortunadas ,
ricas en dones naturales, en belleza Ꭹ salubridad . Deseando conocerlas , hizo rumbo al
sur, y despues de una navegación rápida y
feliz , aportó á la rada de Gando , en la GranCanaria, á la que dió su nombre . Durante
algunos dias recorrió esta Isla, acompañado
de una parte de su tripulación , consignando
interesantes pormenores sobre el gobierno,
usos y costumbres
de los insulares , hasta
que, despues de haber reconocido el resto
del Archipiélago , regresó á España
en el
mismo año, anunciando su feliz descubrimiento .
Ya se comprenderá cuan grande sea el
valor histórico de este documento , ignorado
de todos los historiadores nacionales y extranjeros que nos han precedido , por referirse á una época tan oscura , respecto á la
cual, corria muy válida la opinión de que
los árabes nunca habian reconocido las Canarias.
El manuscrito, encontrado en la Biblioteca Nacional de París, y traducido por Mr.
Etienne, fué publicado con otros
de igual
procedencia en 1842 , dándolo á conocer en
España el escritor canario D.
Manuel Osu-
INTRODUCCIÓN.
21.
na, en una obra histórica ,
que principió á
publicar en Santa Cruz de Tenerife , y que
luego dejó incompleta . (1)
Otro árabe, el célebre El Edrisi , conocido
por el nombre del Geógrafo de la Nubia,
nos refiere en su obra titulada, Recreo del hombre deseoso
de conocer á fondo las diferentes
comarcas de la tierra (2) , la aventura de ocho
árabes, que embarcándose por el solo deseo
de viajar, visitan varias islas del Atlántico ,
cuya descripción hace el autor; y si bien est
casi imposible
designar y fijar nombre al-
guno á los diversos paises que sucesivamen-
(1 ) Este importante documento , conocido solo de Osuna, no ha podido ser visto por ninguna otra persona,
aunque han sido muchas las investigaciones que se han
hecho para descubrirlo . Sin dudar de su veracidad , veracidad que parece reflejarse en la sencillez de su relato , y
en los pormenores con que lo acompaña , cumple á nuestro
deber, consignar esta manifestación , lamentando la desaparición de una obra, cuyo exámen sería de una importancia
capital para la historia de las Canarias ,
En 1842 , año que Osuna cita como el de la publicación
del manuscrito árabe , se ocupaban de estudios relacionados
con estas Islas . entre otros ilustres escritores, D' Avezac ,
Berthelot, Major, Gravier , Santarem y Macedo , y ninguno
que sepamos , cita una publicación , que era todavía más
interesante , que el diario de Boccacio, descubierto por
Ciampi en 1827.
Posteriormente no han sido más felices las pesquisas hechas por todos los Canarios, que se ocupan de ilustrar la
literatura patria.
(2) La obra de Edrisi (Abou -abd -Allah-Mohainmed El
Edrisi) se concluyó en 1154 de nuestra Era. Hay una traducción francesa con una erudita introducción por Mr.
Jaubert, y otras varias en otros idiomas .
22
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
te van aquellos recorriendo , algunos comentadores
han creido ,
comprendidas
que
pueden hallarse
las Canarias
en esa
oscura
relación, aunque otros afirmen, fundándose
en uua crítica razonable, que el viage es una
fábula, sin fundamento real ni
valor his-
tórico.
No eran, sin embargo, tan inusitadas estas remotas
y
arriesgadas
expediciones ,
porque consta tambien de una manera indubitada, por lo que han dejado escrito Justinianí, Flogietta, Pedro de Albano , Petrarca y otros (1 ) ,
que en 1291 dos nobles ita-
lianos , Thedisio Doria y Ugolino de Vivaldi ,
salieron con dos galeras del puerto de
Génova, haciendo rumbo
hácia las Indias
por el estrecho de Gibraltar, sin que nunca
se haya tenido noticia cierta de su destino .
No hay datos , pues , para asegurar, que en
su desconocido itinerario reconocieran este
Archipiélago .
Al fin del siglo XIII tuvo sin duda lugar
el viage del genovés Lanciloto
Maroxello á
la Isle de Lanzarote , imponiéndole su nombre y construyendo en sus playas un castillo cuyas
ruinas encontró dos siglos
( 1 ) Pedro d' Albano . Conciliat. Dissert . 67 .
- Foglieta. Hist. Genuens . Lib . 5.º
-Petrarca . Vit. solit.
des-
INTRODUCCIÓN .
pues
el
23
conquistador normando
Juan
de
Bethencourt . (1)
Otra expedición , que felizmente no se halla envuelta en dudas ni vacilaciones , emprendida por órden de Alfonso IV de Portugal, ha venido luego á arrojar vivísima
luz sobre el estado de estas Islas en el siglo
XIV . El 1.º de Julio de 1341 , dos buques
mandados por
Angiolino
del
Tegghia de
Corbizzi , salieron de Lisboa , llevando consigo uua tripulación
nos, genoveses ,
compuesta de florenti-
castellanos y otros españo-
les, con armas y caballos, y habiendo llegado en pocos días á las Canarias , visitaron
sus tripularios
detenidamente
el
país, re-
gresando en noviembre á Portugal . Angiolino dejó establecidas relaciones de comercio con los isleños , y se apoderó de cuatro
jóvenes naturales de la
Gran-Canaria , un
ídolo de piedra y diversos animales y productos varios, que ofreció al rey D. Alfonso, como prueba evidente de su atrevida
excursión .
(1 ) En 1339 figuran por la vez primera las Islas de
Lanzarote y Fuerteventura en el mapa de Angelino Dulcert
de Mallorca que ha dado á conocer recientemente el Doctor
Hamy . Figura la primera con el nombre de Insula de Lanzarotus Marocelus, y la segunda con el de la Forte Ventura . Entre las dos se lee sobre un islote iegi mariniParís-1887 .
TOM. I.
3
24
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
El relato de tan curioso viage se ha encontrado en un diario de Boccacio, docu-.
mento ignorado y descubierto en la
teca de los
Magliavechi
biblio-
de Florencia por
Sebastian Ciampi , y publicado por éste en
1827 con eruditos comentarios . (1)
Luego que el infante D. Luis de la Cerda
fué nombrado por el Papa Clemente VI, soberano del reino afortunado , bajo el nombre de Príncipe de la Fortuna, dispuso una
expedición de reconocimiento hácia sus dudosos
Estados , con la protección
del rey
de Aragón, rival de la Corona de Castilla, y
sabiendo
que por su enemigo se alegaban
derechos de preferente conquista sobre el
archipiélago , creía de este modo mortificar
á su poderoso adversario .
Consta que
en
abril de 1345 el infante zarpó de Cádiz con
rumbo á las Islas en tres pequeñas caravelas , armadas en
corso . De esta notable ex-
ploración, cuyas circunstancias habian permanecido en su mayor parte ignoradas , se
han encontrado manuscritos en la biblioteca del Escorial, que ilustran una parte tan
interesante de nuestra antigua historia . (2)
(1 ) El libro lleva por titulo:
Monumenti d'un manuscrito autógrafo de Messer Gio .
Bocacci da Certaldo trovati ed illustrati da Sebastiano
Ciampi. Firenze . Per Giuseppe Galleti . 1827 , in 8.º
(2) Manuscritos de Diego Ordoñez . Cuad . 4.º , año de
25
INTRODUCCIÓN.
A este viage sucedieron otros , de que tam.
bien hay diversas noticias, pero nó emprendidos con objeto de fijarse en el país , sino
como punto de recalada á las costas de Guinea y Rio del Oro, ó con el propósito deliberado de hacer presas en ganados , frutos y
esclavos . (1)
Empero, los verdaderos documentos históricos no aparecen, sino cuando Juan de
Bethencourt se resuelve á emprender formalmente la conquista del archipiélago . Sus
dos capellanes ,
Verrier,
Pedro Bontier y
escriben entonces
Juan le
la crónica
de
aquellos sucesos , precioso manuscrito , que
contiene las primeras auténticas noticias sobre el estado social y moral
de los isleños ,
1530. Bib . del Escorial.
Osúna en su Compendio de Historia de Canarias, es el
primero que cita estos documentos. De esta expedición se
ccupa Mr. Graverg en sus Anales de Geog. , t . 2.º , p . 219 .
( 1 ) Citaremos algunas obras donde se ballan esas
noticias:
Sobre el viaje del catalán Jacobo Ferrer en 1346, consúltese á Buchon y Tastu . Ilustración del atlas catalán y
sus leyendas .
Zurita en sus Anales , Lib . 20 , cap . 39 , nos habla de una
expedición de dos buques à Canaria en 1360 , que supone,
fueron de la escuadrilla del Principe de la Fortuna .
Benzoni en su Historia del nuevo mundo . Venecia 1572
p . 179 habla de la misma expedición .
Pueden además consultarse :
Gonzalo de Avila . Historia de Enrique III .
Ortiz de Zúñiga . Anales de Sevilla.
Mariana. Historia de España . Lib. 16 , cap 14.
Gomara. Historia General de las Indias , cap . 223 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
26
y la relación sencilla y exacta de una empresa, que, sin esa circunstancia , hubiera
permanecido ignorada ó envuelta en las más
groseras fábulas .
Tan curioso manuscrito estuvo ,
sin em-
bargo , olvidado é inédito muy cerca de 250
años ,
hasta
que, Galeno de Bethencourt ,
consejero en el parlamento de Rouen ,
lo
confió para ser publicado á Mr. Pierre Bergerón , quien lo dió á luz en París, año de
1630 (1 ) . Dos siglos despues , en 1874, se reprodujo esta obra en una nueva edición , más
esmerada y correcta que la primitiva, mejorando otras ediciones , que del mismo texto
se
habian
repetido
en
Francia
y
en
el
extranjero , con cuyo objeto se copiaba escrupulosamente
el manuscrito ,
sin supri-
mirle el capítulo que Bergerón y otros editores habian creido necesario ocultar al público , por respeto á la memoria
del Baron
(1) Se publicó bajo este título :
Histoire de la premiére Descouverte et Conqueste des
Canaries faite des l'an 1402 par Messire Jean de Bethencourt Chambellan du Roy Charles VI , escrite du temps
pesme par Fr. Pierre Bontier Religieux de S. François et
Jean le Verrier, Prestre, Domestiques dudit Sieur de
Bethencourt et mise en lumiere par M. Galien de Bethencourt Conseiller du Roy en sa Cour de Parlement de Rouen ,
plus un traicte de la Navigation et des voyages de Descouverte et conqueste modernes et principalement des François . A París . Chez Michel Soly , rue sainct Jaques au Phoe1x . MDCXXX .
27
INTRODUCCIÓN .
normando . Esta última edición ,
precedida
de un extenso prólogo , y publicada bajo la
protección de la Sociedad Histórica de Normandia , se debe al celo y reconocida ilustración de Mr. Gabriel Gravier, quien, además ,
la ha enriquecido con una erudita introduccion y varias curiosas notas
. (1)
Hasta
ahora se habia
creido
que
solo
existia un manuscrito único de esta célebre
crónica,
pero recientemente ha
adquirido
otro el Museo Británico , que si no es de fe-
( 1 ) Esta obra tiene por titulo Le Canarien . Livre de la
conqueste et conversion des Canaries por Jean de Bethencourt Gentil homme Cauchois . Rouen . Chez Ch . Meterie
1874 .
Un ejemplar de esta esmorada edición nos fué remitido
por la solicita amistad de su erudito comentador.
La crónica de Bethencourt se tradujo al castellano , aun
que sin llegar á publicarse, por el capitan Servan Grave;
por D. Luis Fernandez de Córdova y Arce, y por D. Tomás Marin y Cubas . Hemos tenido ocasión de examinar algunas de estas traducciones . Por último D. Pedro Mariano
Ramirez hizo otra traduccion , que publicó en la Coleccion
de Historiadores Canarios , dada á luz en Santa Cruz de
Tenerife , Imp . isleña . 1847. - 117 páginas en 8.º
En 1855 Mr. Ed . Charton reprodujo la misma Crónica
en el tomo 3º de su obra- Voyageurs anciens et modernes
Pero, modernisando el texto, é ilustrándolo con algunos grabados que contiene el códice primitivo , de dudosa
autenticidad .
En 1872 se publicó otra correcta traduccion al idioma
inglés , por encargo de la Hakcluyt Society , debida á lainteligente pluma de Mr. Richard Henry Major, con el texto
francés y un retrato de Bethencourt, según Mancornet , un
mapa de las Canarias , y una introduccion , escrita con mucha copia de erudicion , método y claridad por el mismo
traductor.
28
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
cha anterior al primero, contiene á lo menos
notables variantes que hacen vacilar á los
críticos respecto á su relativa autenticidad .
En el manuscrito de Bethencourt se considera á éste como investido de la autoridad
suprema, y á Gadifer de la Salle como un
lugarteniente indócil Ꭹ descontento .
En el manuscrito inédito del Museo Británico se invierten los papeles , siendo los
elogios
para Gadifer y las faltas
para el
Baron normando , (1 ) á quien se considera
como incapaz por su edad y achaques de
dirigir una expedición guerrera de alguna
importancia.
Muchos hechos que de la crónica publicada se atribuyen á Bethencourt en el manuscrito inédito
aparecen
ejecutados por
Gadifer; y entre ellos el de la sumisión prestada por el rey de Lanzarote, que la recibió
el mismo Gadifer y nó Bethencourt.
Los
críticos que han tenido ocasión de
examinar tan importante documento , creen
que
Le
Canerien
que conocemos , ha sido
corregido y adulterado por un descendiente
de Bethencourt en 1482 , y que tanto por el
(1) En el prefacio se dice : -Gadifer de la Sale et iehan
de Bethencourt, chevaliers , nez du royanme de france, ont entrepris ce voyage.
Los autores se llaman Capellanes y servidores de ambos.
INTRODUCCIÓN .
29
estilo, como por la letra y dibujos debe juzgarse el del Museo como el primordial y auténtico . Ya tendremos ocasión de ampliar estas noticias cuando tratemos
de la expedi-
ción de Bethencourt (1)
Despues de la muerte de éste ,
acaecida
en 1425 , acaloradas disputas tuvieron lugar
entre las Córtes rivales de Portugal y Castilla, sobre el derecho de señorío y conquista de las Islas
de Canaria,
fué sometida al
cuya solución
arbitrage del Concilio de
Constanza, y luego al de Basilea, segun era
entonces de derecho público.
Hallábase representado el reino de Castilla , en aquella famosísima asamblea, por
el docto hijo del converso
Alonso
de San-
ta María, el insigne D.
Alonso de Cartage-
na, Dean
de Santiago
y Segovia, y luego
Obispo de Búrgos ; y
en aquellas célebres
sesiones defendió con tan rara elocuencia la
primacía de asiento de los Reyes de
Casti-
lla, sobre el de los de Inglaterra, que produjo en sus ilustrados oyentes una admiración profunda. Por este tiempo fué, cuando
D. Alonso escribió , de órden de su sobera-
(1) Sería de desear la publicación de ese manuscrito del
cual poseemos algunos extractos .
Véase el artículo que le ha consagrado Mr. Warner en
el Athenæum de 4 de Octubre de 1890 .
30
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
no, D. Juan el segundo , una extensa disertación ,
que se presentó á los Padres del
Concilio , en la cual probaba con poderosos
argumentos , el derecho exclusivo de la Corona de Castilla á la conquista de las Canarias , Tánger, Fez y
Marruecos , en oposi-
ción á las pretensiones de los portugueses ,
que alegaban una preferencia, fundada en
anteriores descubrimientos . Este interesante opúsculo es digno de consultarse , no solo
para ilustración de la historia de las Canarias , sino tambien para la general de España. (1)
Las frecuentes entradas que sobre el indefenso litoral isleño se repitieron, durante
la anarquía que sobrevino bajo el desventurado
gobierno de Maciot,
la publicación
dieron lugar á
de algunas relaciones ,
que
han contribuido tambien á esclarecer algunos puntos
dudosos
de nuestra
Entre esas relaciones , merece
historia.
mencionarse
con marcada preferencia, la que escribió el
veneciano Aloisio de Cadamosto en
1455 ,
( 1 ) El manuscrito aparece con el siguiente epigrafe :
Allegationes factæ p . Rev. Dom . Alfonsum de Cartagena Episcopum Burgensem in Concilio Basilensis super conquestam insularum Canaria contra Portugalensis . Anno
Domini 1435 .
Existe el Códice origin
en la Biblioteca escurialense ,
una copia en la de la Academia de la Historia, c . 136 , y
otra en el Vaticano , cod . 4151 , ms .
INTRODUCCIÓN.
31
publicada luego por Ramusio , y en la cual
se refiere su viage á las costas occidentales
de Africa, de órden de D. Enrique , Prínci-
pe de Portugal , recopilando todas las noticias que entonces se conocian sobre las Afortunadas, de cuyas islas visitó las de Gomera y
Hierro,
sometidas
ya
á los
euro-
peos . (1)
Son dignas tambien de recordarse , las noticias que nos suministra
riador lusitano,
el célebre histo-
Gómez Eannes de
ra, en su famosa crónica,
dida, escrita en 1458
Azura-
que se creía per-
de órden expresa de
Alfonso V de Portugal, apellidado el Africano . Esta crónica comprende una relación
exacta de todos los
descubrimientos ,
que
los portugueses realizaron bajo los auspicios del infante D.
Enrique
el navegante .
Entre los muchos capítulos de que consta
la obra, hay algunos dedicados
mente á
describir los usos
exclusiva-
y costumbres
de los canarios , y las entradas , que á viva
fuerza ó por sorpresa , hacian las tripulaciones de los buques portugueses, cuando , al
( 1 ) Delle Sette isole delle Canarie e delli lore costumi .
-Ramusio . par . 3. ' , Lib . 2.º , p . 66 .
La relación de Cadamosto apareció por primera vez impresa en Venecia , año de 1507 , luego se tradujo al aleman
por Jobst Ruchamer en fol . 1508. Nuremberg; y al francés
despues por Pedro Redoner.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
32
dirigirse ó regresar de Guinea, pasaban á
vista del Archipiélago .
En estas correrías ,
que algunas veces costaban sangre á sus codiciosos autores,
cargaban las naves de le-
ña, frutos , cueros, animales y esclavos , obteniendo para éstos fácil venta en los mercados de Europa . (1) De
de otras
cancía
estas entradas , y
la mer-
análogas debió proceder
que se ofreció al público
en 1444 ,
sobre la costa de Lagos , escena que reproduce con vivos colores un escritor contemporáneo, en las crónicas
caballerescas
España y Portugal (2) , copiándolas
de
literal-
mente de la crónica de Azurara. (3)
Por los años de 1445 y 1469 se practicaron en Lanzarote dos notables informaciones , que no carecen de
cierta importancia
histórica . Acreditó en la primera Floridas
(1 ) Chronica de Descobrimiento e conquista de Guiné.
escrita por mandado de el Rey D. Alfonso V sob a direcçao scientífica e segundo as instruccoes do ilustre Infante
D. Enrique , Pelo Chronista Gomes Eannez de Azurara . Fielmente trasladada do manuscrito original contemporaneo,
que se conserva na Biblioteca Real de Pariz e dada pela
primeira vez à luz per diligencia do Vizconde da Carreira
enviado extraordinario e Ministro Plenipotenciario de S. Majestade Fidelisimo na Corte da França , precedida de uma
introducção e ilustrada com algunas notas, pelo Vizconde
de Santaren . - Pariz . J. P. Aillaud , 1841 , un tomo en 8.º
de 474 páginas.
(2 ) Crónicas caballerescas de España y Portugal por
F. Deniz. Paris , t . 2.º , pag. 45 y siguientes .
(3) Azurara. Crónica Cap . XXV , pag . 132. Paris 1841 .
INTRODUCCIÓN.
33
de Betancor ser hijo natural del conquistador Juan
de Bethencourt y de Da María
de Ayala, noble dama de Sevilla , afirmando doce testigos , que habian asistido á la
conquista, la exactitud de aquella filiación
ilegítima. Y en la segunda un hijo de Floridas , llamado Arriete Perdomo de Betancor ,
solicitó se le tuviese por hijodalgo , y se le
guardasen las preeminencias y exenciones
de que entonces disfrutaba la nobleza, cuya
resolución favorable recayó al fin, oyéndose
antes
siete
testigos
mayores
de
setenta
años . (1)
Las cuestiones suscitadas entre las Córtes de Castilla y Portugal, sobre la posesión de estas Islas , nos suministran asi mismo otro precioso documento ó declaración ,
que Juan Iñiguez de Atabe, secuestrario de
Lanzarote por D. Juan el II, y embajador
suyo en la Corte de Lisboa, redactó con to-
(1 ) La primera información contiene una solicitud de
Floridas, presentada al alcalde mayor de Lanzarote , Francisco de Burgos , ante el escribano Fernando de Párraga
(14 de Agosto de 1445 ) . y al tenor de la cual declaran : Jácome Ruan , Tomas Guillermo , Rubin Gerson , Tomas Juan ,
Juan de Jijon , Brahan Jácome , Rubin Dumpierrez, Pedro
Barba, Juan de Pierres , Arriete Perdomo , Rafael Marin y
Juan de Vallejo .
En la segunda información , que pasó por ante Pedro Gutierrez el viejo ( 24 3 de Junio de 1465 ) , declararon otros siete testigos , respecto á la hidalguia del nieto de Bethencourt.
Algunos dudan de su autenticidad .
34
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
da precisión y claridad, y en donde consta
la historia secreta de aquellas negociaciones
y las disputas sobrevenidas entre Diego de
Herrera y sus vasallos . (1)
Otra información de grande interés para
la historia general del Archipiélago fué llevada á feliz término en 1477 por el Pesquisidor ó Juez de residencia Estéban Pérez
de Cabitos, con asistencia de su secretario
ó escribano de
diligencias , Diego Fernan-
dez de Olivares, á causa de las reiteradas
quejas de los vecinos de Lanzarote contra
la arbitraria administración y soberanía absoluta de Diego de Herrera . Esta información, ordenada expresamente por los reyes
Católicos , cuyos
conatos de centralización
se extendian yá á los puntos más lejanos
de sus vastos dominios, les fué luego enviada , por el mismo Juez, y se conserva hoy
entre los interesantes manuscritos del Escorial . (2)
V.
Cedido el derecho de
señorío de las tres
(1) Hallase este documento en el Archivo de Simancas ,
y una copia auténtica en la Casa-fuerte de Adexe .
(2) Biblioteca del Escorial . II . X. 26 .
INTRODUCCIÓN .
Islas
35
principales á favor de la Corona de
Castilla, en virtud de un convenio , que lleya la fecha de 15 de Octubre de 1477 , y conquistado éstas sucesivamente en 1483 , 1493
y 1496 aparecen poco despues algunas pequeñas crónicas ó relaciones , que por desgracia han
llegado hasta nosotros
mutila-
das, corregidas y adicionadas por
copistas
ignorantes y comentadores
sin el
oficiosos , que,
menor escrúpulo , se han apropiado
esos trabajos, prévia la adulteración conveniente, á fin de oscurecer el original .
Vamos , pues, á enumerarlas , porque, aun
con esas alteraciones, constituyen la única
fuente anténtica de los sucesos de la conquista, y la más exacta relación de los usos
y costumbres de los indígenas.
Merece entre esas crónicas preferente lugar, la que escribió Antonio Sedeño , natural de
Toledo ,
uno de los
conquistadores
que vinieron con Juan Rejón en
el
tercio
de tropas, que, por el color de su uniforme,
recibieron sus soldados el nombre de Pardillos . Falleció luego este cronista
en la inva-
sión de Tenerife , adonde se habia trasladado bajo las órdenes de Alonso Fernandez
de Lugo . El estilo es sencillo , y parece narrar los sucesos , según
el mismo los iba
presenciando . La obra lleva por título : Con-
36
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
quista de la Isla Gran- Canaria, y es un documento precioso para todo lo que se refiere á aquella época . Al concluir su narración ,
dedica algunos capítulos á los usos, costumbres y naturaleza de los insulares , en cuyas
páginas se encuentran datos curiosos sobre
la vida pública y privada de aquella raza
primitiva. (1 )
Otra crónica, tambien muy importante ,
es la que escribió otro conquistador
de la
Gran-Canaria, que vino con Pedro de Vera,
(1) De este Códice tenemos dos copias . La primera está
fielmente sacada de un manuscrito de letra del siglo XVI ó
principios del XVII, que perteneció á D. Tomás Marin y
Cubas, y luego á D. Pedro Agustin del Castillo . Contiene
al márgen varias notas de ambos historiadores aclarando ó
impugnando el texto . Su título es: Conquista de la Isla de
Gran Canaria Al final se leen estas palabras : - Aqui se
acabó lo que en este caso se pudo escribir diciendo verdad ,
lo que toca a la conquista y algunas costumbres de los canarios . Escribió Antonio Sedeño, natural de Toledo , uno de
los conquistadores , que vinieron con Juan Rejon, que llamaban los Pardillos . Murió en la conquista de Tenerife,
donde fué con Alonso de Lugo , Adelantado de Canaria . »
La segunda copia que poseemos, lleva por título-« Historia de la Conquista de la Isla de Canaria , escripta por Antonio Cerdeño, natural de Toledo , uno de los conquistadores que vinieron con Juan Rejon , el cual murió en la conquista de Tenerife , donde fué con Alonso de Lugo , Adelantado de Canaria , con la introducción y algunas anotaciones al fin por el Canónigo Pedro Cervantes, natural de dicha isla , hechas en el año de 1640 , la cual se sacó de un
libro de dicho Sr. Prebendado , año de 1732. »
Es evidente que su verdadero apellido es Sedeño , y no
sabemos si era hermano ó pariente del héroe , cuyas hazañas nos canta Castellanos en sus elegias de Varones ilustres de Indias .
( །
INTRODUCCIÓN.
37
de soldado , según unos , y segun otros , de
capellan, llamado Pedro Gomez Escudero .
(1) Esta crónica se ocupa así mismo , aunque
con mucho laconismo , de la conquista de
Palma y Tenerife, y contiene un curioso capítulo sobre las costumbres de los indígenas que poblaban la Gran-Canaria. Los sucesos ocurridos en la rendición de esta Isla ,
se hallan narrados con más extensión que
en el manuscrito de Sedeño , y la redacción
parece más esmerada y correcta . (2)
En diversos autores , habiamos leido , que
el alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, cuñado de Juan Rejón , que
tan justa celebri-
dad alcanzó en la conquista de la Gran-Canaria , habia dejado escrita una relación de
estos sucesos , adicionada despues , en 1639,
por el capitan Alonso de Jerez Cardona.
Muchas é infructuosas investigaciones habíamos hecho para obtener una copia de tan
curioso manuscrito , hasta que al fin hemos
(1 )
Marin y Cubas en su historia manuscrita , de que
luego hablaremos , le llama Pedro Fernandez Escudero , y
añade , que era Alcaide de la Torre del Real de Las Palmas , situada en la plaza de San Anton , y que escribió mucho de la conquista Parte 2.*
(2) El ejemplar que poseemos es copia de otro que perteneció á Marin y Cubas, y se titula: -Historia de la conquista de Gran-Canaria por el Capellan y Licenciado Pedro Gomez Escudero .
Obsérvese que el ser Capellan , no era obstáculo en aquellos tiempos para ser soldado .
38
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
creido encontrarle en
un códice
del
siglo
XVII , convenciéndonos al menos , de que,
sino es el de Sotomayor, es el mismo que
Viera y Clavijo cita en sus Noticias. bajo
el epígrafe
de manuscrito antiguo . Esta cró-
nica es un interesante estudio , que, aunque
poco se aparta de lo consignado en las de
Sedeño y Escudero , completa sus citas y las
adiciona á veces , respecto de aquellos acontecimientos , que se relacionan con la gestión de los espinosos asuntos en que intervino Rejón, de quien se muestra defensor
incondicional . (1 )
Hernan Peraza, castigado por los Reyes
Católicos con la pena de presentarse en persona y acompañado de cierto número de vasallos en la Isla de Gran-Canaria , para ayudar á su completa sumisión , tambien dejó escrito algunos
apuntes sobre
este su-
ceso, lo mismo que su yerno Diego de Herrera. (2) Se dice del mismo modo, que Pe-
(1) El manuscrito tiene por epigrafe: -Conquista de la
Isla de Gran-Canaria hecha por mandado de los Señores
Reyes Católicos D. Fernando y D. Isabel , por el capitan
D. Juan Rejón y el Gobernador Pedro de Vera, con el alferez mayor Alonso Jáimez de Sotomayor.
Se custodia en la Biblioteca de la Laguna , y aparece
copiado por Fray Juan Antonio , franciscano , año de 1666 .
Consta la obra de 22 capítulos .
(2) En una nota de letra de Marin y Cubas , al márgen
del manuscrito de Sedeño , citado anteriormente , se lée : «Yo he visto.... los escritos de Hernan Peraza , y los de su
INTRODUCCIÓN .
39
dro de Argüello redactó una crónica en latin sobre la conquista de las islas , enmendada Ꭹ adicionada por el bachiller Hernando Ortiz . Dábase Argüello el título de escribano de la conquista, pero sólo sabemos ,
que por los años de 1528 , residía en la Villa de Gáldar. (1)
yerno Diego de Herrera . » - Tal vez este Diego de Herrera
fuese el Gobernador de Canaria que en 1524 dió un informe, que poseemos original, sobre ciertas perturbaciones
producidas por el Chantre D. Martin Jimenez , Inquisidor
apostólico que era de estas Islas , durante el ejercicio de su
cargo .
(1) Según el Dicionario bibliográfico de D. Tomás Muñoz , esta crónica tiene el siguiente título : -Crónica de las
Islas de Canaria , en que se refiere como se ganaron de los
naturales dellas, por Pedro de Argüello , primer escribano de
la conquista , enmendada por el Bachiller Hernando Ortiz
en 1526
Manuscrito en folio de la Biblioteca del Marqués
de Montealegre , según el catálogo impreso, fol . 108 vuelto . Esta librería formó luego parte de la del Marqués de
la Romana , pero no se encuentra ya en ella dicho Códice .
En la información de hidalguía de D. Luisa de Betancor , declaraba Argüello como testigo , en 1528 , y se decía
vecino de Gáldar .
Consignaremos , por lo que pueda contribuir al hallazgo
de este inanuscrito, que en la- Relación de los libros que
se llevaron al Escorial, procedentes de la Capilla Real de
Granada- se lée la siguiente nota:
-Otro libro en latin, escrito de mano, en papel de á
cuarto , encuadernado en tabla, intitulado : «Tratado sobre
la Conquista de las islas de Canaria. »
¿Será la obra de Argüello?
Respecto á Hernando Ortiz poseemos algunas curiosas
noticias .
En 1505 era bachiller de gramática en Las Palmas , y
leia en la Igiesia de San Anton las lecciones á que estaba
obligado por razón de su oficio , á cuya clase asistian muchos canónigos para aprender latin .
La Inquisición le procesó por proposiciones atrevidas , de
4
TOM. I.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
40
La organización feudal y nobiliaria de los
reinos de Castilla, llevada á las playas del
archipiélago por los aventureros de Rejón,
Vera y Lugo, dió desde luego tanta importancia al elemento militar, que tan pronto
como fenecíó la conquista, y comprendieron
los Jefes de ella, que sus proezas iban á quedar oscurecidas, sino se perpetuaban de una
manera auténtica en informaciones y actas
notariales , así como su preciosa cualidad de
hijodalgos , que les eximia de pechos, sisas y
alcabalas, y hasta de pagar las deudas mas
legítimas, se apresuraron á
formular sus
respectivos hechos y glorias personales en
aquellos actos, que pasaban siempre por ante
los
gobernadores de cada isla, interro-
gando al efecto viejos testigos, que declaraban sobre esos mismos hechos , á los cuales ,
la excesiva vanidad de los solicitantes , prestaba exageradas proporciones .
Doña
Margarita, hija de
D.
Fernando
Guanarteme, que vivía en Gáldar, y había
casado con Miguel de Trexo Carvajal, fué
una de las primeras, que pretendió acredi-
sabor herético . En una ocasión fué denunciado , porque hablando respecto de la humildad, para realzarla, dijo, que
la Virgen había nacido y vivido en una condición baja
y vil.
Es probable que Argüello solicitara su asistencia para
poner en lengua latina su crónica.
INTRODUCCIÓN.
41
tar su noble ascendencia por medio de una
ínformación, cuyas diligencias se practicaron en 1526 , ante el teniente de Gobernador
de Canaria Francisco Pérez Espino ó Espinosa, por delegación de Martin Fernandez
Cerón, Justicia mayor de la isla . Declararon en ella, al tenor del interrogatorio que
encabeza la demanda , nueve testigos que se
habían hallado en lo más récio de la conquista, y en sus verídicas contestaciones encontramos confirmados muchos de los hechos que las
crónicas refieren , y menciona-
dos otros que en ellas se omiten . (1)
Su prima D.ª Luisa de Betancor, conocida en nuestra historia con el nombre indígena de Tenesoya
Vidina, hija del Guaire
Aymedeyacoan, siendo ya viuda de Maciot
Perdomo, pariente del
baron normando , y
hallándose tambien en Gáldar, solicitó y obtuvo la recepción de testigos para acreditar
su hidalguía y la de sus hijos , á quienes se
les iba á embargar por deudas , los pocos
bienes que poseian . En estas diligencias se
halla una declaración notabilísima , presta-
(1 ) De esta información existen varias copias auténticas . Los testigos que en ella declararon se llamaban - Hernando del Castillo . - Juan Bravo . -Alonso Hernández . Luis Ximenez - Fernan Alvarez . - Juan de Soria . - Bartolomé de Barrea . - Gonzalo de Aguilar . - Gonzalo de
Fuentes .
42
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
da por D.a Catalina, hija única del Rey Guayasen el Bueno, y prima de Tenesoya, que
por algunos canarios era respetada como la
sola y legítima heredera de la corona isleña .
Contaba entonces esta señora la edad de sesenta años, y se dice que habia casado tres
veces. (1) La información contiene tambien
algunos
datos
importantes
sobre la
con-
quista.
En Tenerife se hicieron asimismo , y con el
propio objeto ,
diversas justificaciones , que
contribuyen á esclarecer ciertos hechos de
la época que siguió inmediatamente á la colonización española, y á darnos algunas noticias
sobre las fusiones que tuvieron lu-
gar entre las dos razas .
Ibone de Armas, afamado capitan isleño ,
que se distinguió
Tenerife,
acreditó
en las islas de Palma y
su
hidalguía en
1501 ,
probando que descendia de Aguamuge, célebre adivino ó Faican de la Gomera. (2)
(1 ) Luisa de Betancor y su hijo Juan Perdomo dieron
poder para esta información ante el escribano de Guia
Alonso de S. Clemente , el 24 de Octubre de 1525 , y firma
como testigo Juan Cairasco .
Los que declararon en la justificación se llamabanAdan Acedo . - Juan de Soria . - Antonio Cerezo . - Hernando de Vera . - Cristóbal Rodríguez . - Pedro de Argüello. Catalina de Guzman .
(2) Estas diligencias las autorizó Antonio de la Peña ,
escribano de la Gomera, y las posée hoy el Licenciado
D. José María de las Casas, vecino de la Laguna
INTRODUCCIÓN.
43
Lope Hernandez de la Guerra, conquistador tambien de Tenerife , solicitó otra información en 1512 , para consignar algunos gloriosos hechos de armas, que sin esa circunstancia hubieran
quedado
oscurecidos .
(1 )
En años subsiguientes los hijos del heróico
patricio Bernardino de Lescano Muxica, tomaron acta judicial de las increibles hazañas de su ilustre ascendiente, quien, en sn
afán por servir á su país, adquirió, armó y
se puso al frente de una escuadrilla, con la
cual limpió de piratas los mares del Archipiélago . (2) Agustin Delgado,
descendiente
de los Guaires de Telde, y soldado de las
huestes de Lugo, probó tambien su nobleza
ante las autoridades de la Laguna, y luego
pasó á Indias , donde realizó esos prodigios
de valor, que cantó Castellanos en sus Elegias . (3) De esta información extractó numerosos datos el diligente cronista Nuñez de
la Peña .
Otras informaciones sobre cadra de hereges y delitos contra la fé, practicadas de
(1) Viera cita esta información en sus Noticias .
(2
Esta información se custodia en el archivo de los
Sres Condes de la Vega Grande.
(3) Agustin Delgado és el mismo que tantos elogios
mereció á Juan de Castellanos en sus Elegias de varones
ilustres de Indias . Era nieto del célebre canario Pedro Maninidra, que murió peleando bajo las banderas del Adelantado en las costas de Berberia .
44
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
1491 á 1499 , por el Provisor de la Diócesis ,
y por delegados del Sr. Obispo de Canarias
D. Diego de Muros , y las probanzas que recibió el canónigo D. Dartolomé Lopez de
Tribaldos, Inquisidor en comisión, nombrado por el Arzobispo de Sevilla, de 1504 á
1510 , contienen numerosos datos , que se relacionan íntimamente con la manera de ser
de aquella sociedad naciente . (1)
Dignas son tambien de mencionarse , como documentos históricos, las
constitucio-
nes sinodales dadas á su clero , por el mismo
Sr. Obispo D. Diego de Muros , y de las cuales se conservaba una copia en el archivo parroquial de San Juan Bautista de Telde . En
ellas se contiene una série de prescripciones
morales,
que
reflejan
poderosamente
los
usos y costumbres del país, en aquellos primeros dias que siguieron á la rendición de
los indígenas . (2) Son, asimismo , de grande
importancia histórica otras constituciones si-
(1 ) Hemos visto y leido estas diligencias en sus origi
nales , tal vez los más antiguos que se conservan en el Archipiélago . El obispo firma D. Episcopus Rubicensis; hay
tambien firmas originales del adelantado D. Alonso de
Lugo , del Dean D. Juan de Alarcon y de los principales
conquistadores .
(2) Estas sinodales las dió á conocer por primera vez
Zuasnávar en su compendio histórico . Se dice que ya no
se encuentran en aquel archivo ; pero existe una copia en el
secreto de la Catedral de Las Palmas .
INTRODUCCIÓN .
45
nodales de su sucesor el Iltmo . D. Fernando
de Arce, que en 1514 y 1515 abrió sínodo
en Las Palmas, y enmendó y adicionó las de
Muros , creando al mismo tiempo parroquias
en los pueblos , donde el aumento de población indicaba su necesidad; y por último,
dando reglas para el mejor gobierno espiritual de sus administrados . Estas constituciones que han permanecido
hasta ahora
desconocidas , ofrecen numerosos datos sobre las costumbres , industria, y cultura intelectual de los isleños . (1)
Si examinamos ahora, como documentos
coetáneos , la célebre crónica de los
reyes
Católicos , tantas veces citada por todos los
historiadores nacionales y extrangeros, crónica que escribió á fines del siglo XV el cura de los Palacios , Andrés Bernaldez , nos
será fácil , con los capítulos que á las Canarias dedica, formar una nueva é interesante
memoria, que completará, corregirá y ampliará muchas de las noticias que poseemos
sobre estas islas, y que Bernaldez recogió
(1) Hállase este documento en el mismo archivo secreto de la Catedral de Las Palmas , donde fué descubierto por
Viera y Clavijo , quien lo cita en los apuntes que recogia para adicionar sus noticias, pero sin que hubiese llegado á
utilizar su contenido .
Noticias , 2. edición t. 4. 0 p . 70 nota . Poseemos un traslado del que Viera copió para su uso particular .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
46
de los indígenas y soldados conquistadores ,
que con frecuencia se detenian en Jerez, Cádiz y Sevilla . (1 ) Estos capítulos fueron yá
reunidos y anotados con el propio objeto ,
por el fraile carmelita, Pedro de Quesada
Molina, natural de la Laguna, cuando residia en el convento de San Alberto de Sevilla . (2)
Antes y despues de que se escribiera esa
crónica, los historiadores generales y particulares de los reinos de Castilla y Aragon,
y todos los de Indias, consagraban siempre
algunos capítulos al estudio de este archipiélago, ampliando con mayor ó menor extensión y exactitud lo que entonces se sabia,
( 1 ) Esta crónica , uno de los monumentos más curiosos
de la historia pátria , era solo conocida por las copias manuscritas que poseian algunos cruditos , hasta que, á mediados
de este siglo, se imprimió en Granada con muchas incorrecciones . En 1869 la Sociedad de Bibliófilos andaluces
hizo de ella una esmerada edición en dos tomos , con varios datos biográficos sobre su autor, y un juicio crítico de
la obra , debido á la pluma de D. Fernando de Gabriel y
Ruiz de Apodaca . Por último en 1878 se insertó en la colección de Autores Españoles, que con tanto aplauso ha
publicado Rivadeneyra, depurando con esmero el texto.
(2) Etnog . de Canarias por Mr. S. Berthelot , p . 70 .
Los capítulos de Bernaldez relativos á Canarias , son los
marcados con los números 64 , 65 , 66 , 67. 132 y 134
Bib . de AA. Españoles , tono 70 .
Apesar de la esmerada corrección del texto , observamos
que se llama el Archipiélago islas de Canarias , cuando
Bernaldez debió escribir y escribió islas de Canaria .
ว
INTRODUCCIÓN .
47
respecto al estado del país , sus habitantes y
producciones . (1)
Obsérvase con frecuencia , que estos escritores se copian los unos á los otros , incurriendo en groseros errores ó dando crédito
á absurdas fábulas , que han venido repitiéndose en diccionarios, viages y tratados geo-
(1 ) Citaremos algunas de estas obras :
-Gerónimo de Zurita . Anales . Lib . 8. , cap . 1. ° y 4. °
Lib . 20 , cap . 9.
-Salazar de Mendoza . Monarquia de España , cap . 7 y 8
-Lopez de Gomara Historia general de las Indias .
Fol. 121 .
-Perez de Guzman Crónica de D. Juan el II . cap . 263 .
-Antonio de Nebrija . Década 2. Lib . 2.º , cap . 1.º
-Juan de Barros . Década 1 , ª Cap . 12 .
-Mariana . Historia de España . Lib . 20, cap . 9.
-Marineo Siculo . Lib . 19 , cap . 75 .
-Gil Gonzalez Dávila . Crónica de Enrique III . cap .
39 y 79.
-Jacobo Mainoldo . Reyes de España . p . 24 .
-Jorge Mérula . De Variat . Lib . 5.º cap . 4 .
-Camilo Borrero . De Præstitu Rey. Cath. cap . 46 .
-Auberto Mireo in Geog Eccles. Verb . Canaria .
-Morigia . Historia de las Religiones . c . 59
Hernando de Pulgar . Historia de los Reyes Cató icos .
Parte 2. , cap. 76 y parte 3.ª , cap . 18 .
-Cobarrubias . Tesoro de la lengua castellana . cap . 17 .
-Garibay. Compendio Historial . t . 2.º , cap . 1.°
-Bartolomé de las Casas . Historia general de las In
dias . Del 18 al 21 cap .
-Antonio Galauo . Tratado sobre el camino que condu
ce a las Indias . Lisboa . 1550 .
-Thamara . El libro de las costumbres de todas las gentes del mundo de las Indias . Amberes . 1556 .
-Oviedo . Historia general de las Indias . Madrid . 1853 .
-Cordeiro . Historia insular . Lisboa . 1717.
-Vida del infante D. Enrique de Portugal, por Cándido
Lusitano . (José Freire . ) Lisboa . 1758 .
48
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
gráficos , hasta nuestros
dias , con
notable
perjuicio de la verdad histórica y descrédito de sus autores .
Desde esa remota época, varios aficionados á genealogias, que nunca han escaseado
en el país, recogieron las filiaciones de muchas de las familias de los principales jefes
indígenas, conservándonos de ese modo la
historia de sus alianzas con los conquistadores , y hasta la de sus enlaces con los negociantes y colonos extranjeros , que vinieron á buscar nueva patria en las Canarias,
preciosos datos que hoy son el hilo conductor que sirve de guia al estudio de las vicisitudes de esa raza tan olvidada como des- ·
conocida . (1)
VI .
Entrando ya el siglo XVI , varios
nego-
ciantes ingleses principiaron á enviar á las
Canarias algunos comisionistas ó factores ,
(1 ) Entre estas colecciones podemos citar la que posće
el Beneficiado D. Domingo Brito y Salazar, y los manuscritos genealógicos que fueron del infatigable D. Juan Nuñez de la Peña, propiedad hoy de D. Manuel García Andueza.
INTRODUCCIÓN.
49
que recorriesen sus principales puertos y poblaciones aprovechando los escasos intérvalos de paz, que ambas naciones se permitían ;
pero cuidando de evitar aquellos la incansable vigilancia del Santo Oficio , que yá desde
1504 ejercia sus rigores en las personas , que
por sus actos ó palabras inspiraban sospechas de dudosa sinceridad católica .
Uno de estos comisionistas, más ilustrado
ó menos indiferente que los demás , escribió
en 1526 una relación descriptiva del país,
publicada despues en la colección de viages
de Hakcluit y Purchas, y reproducida en el
tratado de navegación que Bergeron publicó en 1629, á continuación de su crónica de
Bethencourt. Llamábase su autor Thomas
Nichols ó Midnal, y en su curioso viage refiere todo lo que el mismo observó, consagrando á cada isla un párrafo relativo á sus
productos naturales, industria, comercio y
población . (1)
Otro viagero inglés, M. Edmond Scory,
visitó la isla de Tenerife y subió al Teide,
cuyos caracteres geológicos fué uno de los
( 1 ) Véase la colección citada , y el Tratado de navegación de Mr. P. Bergeron . Paris . Chez J. de Heuqueville . 1629 .
Tomás Nichols era factor de tres célebres comerciantes de
Londres, Tomás Locke, Antonio Hikman y Eduardo Castelin .
50
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
.
primeros en señalar, aunque con marcadas
inexactitudes, debidas á la imperfección de
los instrumentos , y á los escasos progresos
de las ciencias en aquella época . (1 )
En la conquista de Tenerife se habia distinguido por su valor y prudencia el capitan Martin de Alarcon, y un pariente suyo,
el P. Pedro de Alarcón, de la Compañía de
Jesús , martirizado luego en el Japón, dejó
escritas algunas noticias que recordaban
aquellos hechos de armas, cuyo manuscrito
poseia el Licenciado Luis Parrado de León,
beneficiado
de la parroquia de los Reme-
dios en la Laguna. (2)
En este mismo siglo vivia en Las Palmas
un médico ilustrado y laborioso , llamado el
Doctor
Alonso
Fiesco, quien
dedicó
sus
ocios al estudio de las antigüedades de su
país, que para él no eran antiguas todavia.
Sabemos que escribió una larga y curiosa
historia, cuyo manuscrito ha desaparecido ,
sin que hayamos podido averiguar noticia
(1 ) Sir Edmond Scory, caballero inglés , descripción
particular de Tenerife , montaña maravillosa, de las singularidades de esta isla, costumbres de sus habitantes, gobierno antiguo , idolatría, fertilidad , vinos excelentes , ciudad de la Laguna , Guanches , Bethencourt primer descubridor, opiniones en la religión , particular vuelo de aves.Purchas , t . V.
Bergeron . Viajes . La Haya. 1735 .
( 2) Vease Nuñez de la Peña pag. 112 .
1
51
INTRODUCCIÓN.
alguna sobre tan interesante documento . (1)
Los
ingenieros
Leonardo Turiani
(2)
y
Próspero Casola, de los cuales , el último estaba ya domiciliado en las
Palmas desde
1586 , donde se casó y fué regidor perpetuo
de su municipio, escribieron á fines del mismo siglo y principios del siguiente varios
( 1 ) Fr. Alonso de Espinosa en su obra- Del origen y
milagros de N. S. de la Candelaria- dice : -Aunque no fué
mi intento ni el principal motivo de mi escriptura ser historiador desta isla ... muéveme ... ver, que aunque hay muchos historiadores que de las otras islas escriben, como es
el Dr. Fiesco en Canaria, que va escribiendo una larga y
curiosa historia , y Leonardo Turian , ingeniero, que con
subtil ingenio y mucha arte escribe la descripción destas
islas , y otras que no han salido á luz . — Lib . 3.º, p . 51 .
El Dr. Fiesco fué recibido médico del Cabildo Eclesiástico de Canarias , en sesión de 28 de Abril de 1564 , que
dice asi : «Se nombraron por médicos del Cabildo al Dr.
Fiesco y al Licenciado Castro , á cada uno con el salario de
30 doblas y 6 fanegas de trigo . » Extracto de actas . T. 1.º ,
año de 1564 .
Sabemos, además, que en 1581 ejercia el cargo de médico del Hospital de San Martin, y que en 1588 estaba aún
en Las Palmas , porque aceptó un tributo que le cedia Lorenzo de Palenzuela . Tambien consta por otro documento
público , otorgado por él en 1600 , que daba poder á un
hermano suyo , Racionero en la Catedral de Cádiz, para
vender algunas fincas .
En 1564 tenia 32 años , y por tanto en 1600 alcanzaba
la edad de 68 años .
(2) Leonardo Turian ó Turiani era en 1595 Veedor Mayor de las Obras Reales , y tan celebrado por su agudo ingenio, que Camoens lo elogia en uno de sus sonetos . En
la parte 2. del Templo Militante de Cairasco , edición de
Lisboa, hay unos versos en italiano , que Turiani dedica al
poeta isleño. Tal vez fuera hijo del célebre Juan Turiano ,
predilecto ingeniero de Cárlos V. , autor del acueducto de
Toledo . Es indudable que Leonardo visitó el archipiélago .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
52
informes y memorias sobre estrategia, fortificaciones y topografía de las islas , que se
remitieron á España, y de los cuales algunos
se guardan hoy en
el Archivo de Si-
mancas (1 )
El famoso historiógrafo de Felipe II, D.
Antonio de Herrera en sus discursos morales, políticos é históricos, obra poco conocida, se ocupa en el opúsculo que lleva el número XIV, del descubrimiento de las islas
Canarias, y de las diferencias que sobre su
dominio surgieron entre castellanos y portugueses . En el discurso XV nos ofrece una
reseña de los usos, costumbres y religión de
los indígenas, que contribuye á aumentar el
caudal de esas noticias , aunque nada nuevo
(1) Entre las memorias que escribió Casola, tenemos
copia de la que dirigió á Felipe II en 8 de Octubre de
1595 , sobre la manera de fortificar á Fuerteventura , poniéndola á cubierto de las invasiones moriscas .
Viera en la pag. 197 del tomo 3.º de sus Noticias, hablando del Capitan General D. Iñigo Brizuela , que falleció
en Las Palmas en 1636 , se expresa en estos términos.« Su grande actividad y celo se comprueba con el libro que
se presentó á Felipe IV de la visita que hizo de nuestras islas, acompañado del ingeniero Próspero Cazorla . »
Su verdadero apellido es Casola, como puede comprobarse con sus firmas de que poseemos varios autógrafos .
Creemos que el libro fuese obra del laborioso ingeniero .
En su testamento otorgado en Las Palmas ante Andrés
Rosales , en 9 de Diciembre de 1629 , declara ser natural
de Reggio en Lombardía , criado del Rey y su ingeniero
militar, habiendo casado con Doña Isabel de Zurita Imperial de quien tenia sucesión . Volvió á testar en 7 de Mayo
de 1647 ante Juan Baez Golfos .
INTRODUCCIÓN.
53
añada á lo que ya habian dicho sus predecesores . (1)
A fines del
siglo XVI aparece al fin la
primera obra impresa de alguna importancia, que contenga una relación ordenada
de la historia de la conquista y de sus primitivos habitantes ,
aunque dirigida á otro
objeto muy diverso, que el de ilustrar los
orígenes de la historia isleña . Habíala escrito y publicado en Sevilla el P. Fr. Alonso
de Espinosa en 1594 , y llevaba por títuloDel orígen y milagros de N. S. de Candelaria-Divídela su autor en cuatro partes de
las cuales la primera trata-De la descripción de la isla de Tenerife y de sus calidades Ꭹ de los naturales de ella y de sus costumbres y otras cosas .- En la segunda parte se
ocupa - Del orígen y
aparecimiento
de la Santa Imágen de Candelaria, y de las
cosas que en este tiempo pasaron . -En la
tercera nos habla de la Isla de Tenerife y
de sus conquistadores . -Y en la cuarta-
(1 ) Inédita habia permanecido esta obra, hasta que en
1804 se imprimió en Madrid bajo este título .
-Discursos morales , politicos é historicos de D) . Antonio de Herrera, cronista del Rey D. Felipe II , autor de las
Décadas de Indias . Tomo 1. " Madrid , Imprenta de Ruiz1804 , en 8.°
Vieron la luz por el celo de D. Juan Antonio de Zamacola .
54
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
De los milagros que N.a S.a ha obrado por
esta santa reliquia .
El autor se lamenta de la indiferencia que
habia en Tenerife respecto á investigaciones
históricas, y asegura que en las otras islas ,
se habian emprendido notables trabajos sobre antigüedades , de los cuales algunos estaban ya concluidos, y andaban en manos
de los curiosos .
Entretanto , y como para
probar, no yá la indiferencia,
sino el odio
hácia toda discusión histórica , la obra del
laborioso Dominicano , aunque impresa, se
vió expuesta á desaparecer del todo , sin dejar más huella que el recuerdo de su título .
Una familia poderosa de Tenerife , creyéndose ofendida por algunas observaciones que
consignaba el fraile historiador, recogió la
edición, y quemó todos sus ejemplares, escapando solo uno de tan inaudito auto de fé,
que, guardado
felizmente por un amante
de las glorias patrias, sirvió , tres siglos despues, para reimprimir el texto, y legar á la
posteridad las peregrinas noticias que aquella obra contiene , apesar de la excesiva credulidad con que se halla escrita , y de la candidez de sus numerosos milagros . (1)
(1 ) La obra fué impresa en esta forma :
De la aparición y milagros de la santa Imágen de
55
INTRODUCCIÓN .
Otra imágen célebre, que se veneraba en el
convento de San Miguel de la Laguna, dió
lugar á otra publicación , que no tiene el valor histórico de la del P. Espinosa, pero que
no debemos omitir en esta reseña bibliográfica. Nos referimos al-Breve sumario de
los milagros que el Santo Crucifijo de
San
Miguel de las Victorias de la ciudad de la
Laguna
de la isla de Tenerife
ha
obrado
hasta el año de 1590, y de los primeros predicadores de la fé en las islas de Canaria .
Está escrito por el P. Provincial Fr. Luis
de Quirós de la órden de San Francisco . (1 )
En los últimos años de este mismo siglo
XVI , tuvo lugar en Las Palmas el ataque é
invasión de las escuadras inglesa y holandesa, al mando
respectivamete de Drake
y
Vanderdoez, y sobre tan importante acontecimiento se practicaron algunas informaciones, entre las cuales fué la mas notable
la que se recibió á instancia del Gobernador
Antonio de Pamochamoso . Tambien se re-
N. S. de Candelaria , que apareció en la isla de Tenerife
con la descripción de esta isla . Compuesto por el P. Fr.
Alonso de Espinosa de la órden de Predicadores y Predicador de ella . En Sevilla, 1594 .
Se reimprimió en Santa Cruz de Tenerife , Imprenta y libreria isleña , 1848. Un tomo en 8. El autor era natural de
Alcalá de Henares .
(1 ) Impreso en Zaragoza por Juan Lanaja, 1612 en 8.°
5
TOM . I.
56
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dactó un diario por el escribano de Guia Juan
de Quintana, y se enviaron relaciones á España por el Tribunal de la Audiencia, dando cuenta al Rey de uno y otro suceso. (1 )
No debemos omitir, para completar esta
reseña, en la parte que corresponde á aquel
siglo, la relación que el italiano Benzoni nos
ha dejado de su visita á las islas de GranCanaria y Palma en 1541 , al emprender su
viage de exploración al nuevo mundo . Apenas tenia veinte y dos años, cuando al salir
de su patria se detuvo en las Canarias . Hallábanse éstas todavia muy próximas á la
época de su conquista, y por eso es más curiosa su relación .
En el tercer libro de su
historia, impresa en Venecia en 1572 , nos dá
algunos pormenores sobre los usos y costumbres de los isleños, manifestando que lo
que refiere lo
habia oido á algunos de los
descendientes de aquella primitiva raza . (2)
(1 ) Poseemos copia de la información de Pamochamoso , del diario de Quintana , y de los servicios prestados
por el Capitan Juan Ruiz de Alarcon en ambos ataques .
Hay una relación auténtica y documentada de la invasión
de Drake enviada por el Tribunal de la Audiencia al Rey
Felipe II, que posée hoy D. José Sancho Rayon .
( 2) G. Benzoni . La historia del Mondo Nuevo di M. Girolamo Benzoni Milanese . La qual tratta delle Isole e mari
nuovamente ritrovati , et delle nuove cittá da lui proprio vedute, per acqua et per terra in cuattordeci anni . Nuovamente ristampata et illustrata con la giunta d'alcune cose
notabile dell'Isole di Canaria. Venecia ad instantia di Pietro
et Francesco Tini , fratelli . 1575. En 8.º, 179 fol.
57
INTRODUCCIÓN.
VII .
Los primeros años del siglo XVII vieron
llegar al archipiélago algunos individuos de
la yá poderosa Compañía de Jesús , con el
intento de fundar establecimientos permanentes de su instituto en Tenerife y Canaria, para lo cual contaban con valiosos auxiliares entre la nobleza, obispos ,
cabildo y
municipios .
Uno de estos hijos de Loyola, despues de
permanecer algunos años en el país , estudiándolo y
reconociéndolo ,
escribió
un-
Tratado de la historia natural y moral de
las islas de
Canaria - que no ha llegado á
publicarse. (1)
Mientras Espinosa, Quirós y Garcia escribian y
jamos
daban á
mencionadas,
luz las obras
dos
poetas
que
de-
canarios.
de levantada y generosa inspiración , nacidos , uno en Las Palmas, y otro en la Laguna, improvisaban á la sombra del Doramas .
y del gigantesco Teide, flúidos y armoniosos
versos, que habian de inmortalizar sus nombres, celebrando al mismo tiempo las belle(1 ) Se asegura que cuando se verificó en España la
expulsión de los Jesuitas se hallaba cste manuscrito en el
Colegio que tenian los P. P. en Sevilla .
58
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
zas de su patria, y los hechos gloriosos que
en su suelo se habian realizado .
Asi era en efecto . Cairasco de Figueroa
cantaba en su Templo Militante en su Esdrujúlea y en su Jerusalen , la hermosura incomparable de las Afortunadas, enviando hácia
todos los pueblos que entonces hablaban la
hermosa lengua de Castilla, un recuerdo inmortal de este archipiélago ; (1) en tanto que,
Antonio de Viana, en su famoso poema sobre la conquista de Tenerife, celebraba en
épicas octavas las brillantes hazañas de los
Bencomos y Tinguaros, de los Lugos y Benitez, de los Guanartemes y Maninidras, recordando en sus versos las riquezas naturales de Nivaria, la imponente magestad de su
(1 ) La primera edición del Templo Militante se hizo en
Valladolid por Luis Sanchez , año de 1602 , en un tomo en
8.º , que comprende los meses de Enero , Febrero y Marzo .
En 1603 , se reimprimió dicha primera parte con la segunda , en un tomo en 4.º , por el mismo Sanchez en Valladolid . La tercera parte vió la luz en un tomo , año de 1609 ,
en Madrid , por el mismo impresor : y la cuarta en Lisboa
por Pedro Crasbeck , año de 1615 , reuniendo las cuatro
partes, en dos tomos en folio á dos columnas con el retrato del autor grabado en madera .
Posteriormente se han hecho dos tentativas de reimpresión en Las Palmas en 1860 y 1878 , que no han alcanzado sino el primer trimestre .
En el tomo XLII de la Biblioteca de Autores Españoles
de Rivadeneyra se encuentra una colección de Discursos tomados de dicha obra con una noticia biográfica : y en el
Parnaso Español que publicó D. Antonio de Sancha en
1771 (tomo 5. ) se inserta con grandes elogios uno de sus
cantos .
INTRODUCCIÓN .
59
gigante Teide, y los sencillos amores de Dácil, Rosalva y Guacimara. (1)
Las cuestiones litigiosas que se promovieron sobre el Señorío y división del Marquesado de Lanzarote, cobranza y distribución
de su derecho de quintos y otras alcabalas,
tanto en aquella isla como en la de Fuerteventura, y las diferentes reclamaciones que
sin cesar dirigian al Rey sus vecinos , vejados y atropellados por los que, desde el siglo
anterior, se llamaban sus Señores , dió lugar
á la publicación de extensos Memoriales, en
defensa de los unos y de los otros, que contienen numerosos datos históricos y estadísticos relacionados
con
todo el archipiéla-
go (2)
( 1 ) El poema de Viana se imprimió en Sevilla en 4604
por Bartolomé Gomez de Pastrana con el título de— Antigüedades de las Islas Afortunadas de la Gran- Canaria ,
Conquista de Tenerife y aparecimiento de la Imágen de
Candelaria , en verso suelto y octava rima, dirigido al Capitan D. Juan Guerra de Ayala, Sr. del Mayorazgo del Valle
de Guerra .
Esta edición es tan rara , que ignoramos quien posea hoy
un ejemplar. Conocemos algunos manuscritos , copiados de
la misma obra impresa . En 1854 se reimprimió el poema
en Santa Cruz de Teuerife con muchas incorrecciones, mal
papel y peores tipos , edición que tambien se halla agotada , volviendo á reimprimirse en 1882 .
(2) Entre estos opúsculos creemos dignos de mencionarse los siguientes :
-Memorial ajustado en el Pleito del Estado de Lanza .
rote.
-Derechos de la casa de Herrera á las Islas Canarias 1593 .
60
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
El Licenciado Juan de Betancor, Racione-
ro de la Catedral de Canarias, ayo y maestro
que habia sido del célebre D. Agustin de Rojas , marqués de Lanzarote, al ocuparse tambien del derecho de quintos perteneciente á la
casa de Herrera, escribió unas memorias sobre el orígen y conquista de estas islas , que
no llegaron á publicarse, pero que fueron
muy conocidas y consultadas por los letrados , que entonces se encargaron de la defensa de aquellos privilegios . (1)
Despues que el Sr. Obispo D. Diego de
Muros habia publicado las constituciones Sinodales de
que
antes hablamos ,
aquellos
que estaban obligados á su cumplimiento , ó
las olvidaban, ó cohonestaban su falta de
-Memorial ajustado del pleito de quintos .
-Alegación histórica juridica por el Marques de Bélgida , Conde de la Gomera , en el pleito con el 1.er Fiscal del
Tribunal Supremo de Justicia sobre incorporación á la Corona de las Islas de la Gomera , Hierro ,. Lanzarote y Fuerteventura , en las Canarias . de que son poseedores , el Marques de Bélgida de las dos primeras y el Conde de Santa
Coloma, de las otras dos . Madrid . 1846. Imprenta de D.
Pedro Mora y Soler .
Citaremos tambien , aunque de diversa indole , el siguiente:
-Memorial por D. Francisco de Franchy y Alfonso , dedicado a la Ciudad de Gran-Canaria , 1649 , por el que se
obtuvo la continuación del Comercio de Indias, suspenso
por R. Orden de 4 de Febrero del mismo año .
(1 ) Titulábase la obra -- Del origen y conquista de las
Islas de Canaria y del derecho de quintos de los Sres . de
la Casa de Herrera . 1604
61
INTRODUCCIÓN.
observancia con la dificultad de poseer una
copia auténtica de ellas . Estas y otras respetables consideraciones movieron al Iltmo .
Sr. D. Cristóbal de la Cámara y Múrga , celoso Prelado de la Diócesis , á promover la
convocación de una asamblea sinodal, con el
objeto , no solo de reformar aquellas constituciones, sino de establecer otras , que estuviesen más en armonia con los adelantos y
necesidades de la población .
El resultado de este Sínodo , con el texto
literal de sus nuevas prescripciones , y un
apéndice en que el docto Prelado nos presenta una rápida descripción del Archipiélago, recorrido por él en pastoral visita, aparece en un volúmen que hizo imprimir en
1631 , y del cual dió segunda
edición
en
1634. (1)
Constituciones Sinodales del Obispado de Cana(1)
rias , su primera fundación , traslación , vida de sus Obis
pos , y breve relación de aquellas islas . -Madrid , por Juan
Gonzalez . - 1631. - En 4. °
La viuda del mismo impresor publicó segunda edición
en 1634 Los ejemplares de ambas ediciones son hoy curiosidades bibliográficas .
El Maestro Gil Gonzalez Dávila en su Historia de la vida.
y hechos del Rey D. Felipe III de Castilla , reproduce las
noticias estadisticas de cste Sr. Obispo
Nuestro ilustre historiador D. José de Viera y Clavijo , en
su testamento , otorgado en Telde el 30 de Setiembre de
1811 ante el Notario D. Juan Nepomuceno Pastrana , dice
en una de sus cláusulas : --« Del mismo modo dejo á la Biblioteca Capitular ... un ejemplar de las Sinodales de este
62
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Poco despues de este Sínodo , un fraile
franciscano, el P. Fr. Juan de Abreu Galindo , aficionado al estudio de las antigüedades del país , recorrido
mo misionero ,
tambien por él co-
escribia en 1632 una Histo-
ria de la Conquista de las siete Islas de GranCanaria, habiendo reunido con ese objeto
gran copia de materiales y de noticias curiosas é interesantes,
aunque algunas evi-
dentemente erróneas . La obra se halla dividida en tres libros , tratando en el primero,
de la conquista de las islas menores ; en el
segundo, de la Gran-Canaria hasta su rendición; y en el tercero, de la Palma y Tenerife . Algunos datos recogidos en anteriores
códices sobre las costumbres de los aborígenes dió mucha importancia al manuscrito , que sirvió luego de guía,
con manifiesta
parcialidad á D. José de Viera y Clavijo en
sus eruditas Noticias .
tuvo por entonces
Sin embargo, no ob-
los honores de la publi-
cación, quedando esta obra olvidada en los
archivos de uno de los conventos de su órden en la Palma, hasta que, á mediados del
siglo pasado , Jorge Glas , aventurero esco-
Obispado por el Sr. Obispo D. Cristóbal de la Cámara y
Murga, por tener la recomendación de haber sido el mismo
que tuvo presente el Iltmo . Dávila en las suyas , para las
ediciones y variaciones que se hicieron . »
INTRODUCCIÓN .
63
cés, que visitaba las islas con el deseo de
fundar una factoría en las playas del vecino continente, fronterizas á Fuerteventura,
pudo conseguir una copia, con la cual y los
datos que había podido recoger en sus inteligentes excursiones, imprimió un libro en
Lóndres, que produjo honda irritación
tre las Autoridades Canarias ,
mente en el Santo Oficio,
y
en-
especial-
que condenó y
persiguió con saña todos los ejemplares que
llegaron á la provincia. La obra de Galindo
obtuvo, pues,
la inesperada honra de ser
leida en Europa, y esta circunstancia contribuyó más que otra alguna á perpetuar
los
errores
que en el texto se
observan,
respecto á algunos sucesos de la conquisEl manuscrito ha sido al fin impreso
ta .
en 1848 , y apesar de sus inexactitudes , es
una de las obras más apreciables de nuestra
bibliografía isleña . (1)
En 1645, publicaba un viagero francés ,
en París, una obra que titulaba- Viages de
Le Maire á las islas Canarias, Cabo
Mr.
(1 ) Ha aparecido bajo el título de - Historia de la Conquista de las siete islas de Gran - Canaria , escrita por el
Rev. P. Fr. Juan de Abreu Galindo del órden del Patriarca San Francisco , hijo de la Provincia de Andalucía . Año
de 1632 .
Impresa en Sta. Cruz de Tenerife- 1848 -Imprenta Isleña , un tomo en 8.º de 229 páginas .
64
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Verde, Senegal y Gambía
en cuya obra se
encuentra la frase siguiente . -Puedo aseguraros que si algun día tuviese que abandonar la Francia seria para vivir
Canaria .
Esto
en la Gran-
demuestra el gran aprecio
con que, desde entonces , se miraban las condiciones
climatológicas
de
este
archipié-
lago . (1 )
Yá por ese tiempo la
afición á los estu-
dios históricos era general en la provincia,
porque el catálago de las personas que se
dedicaban á recoger y escribir esta clase de
noticias
se aumentaba
diariamente . Entre
esas personas , citaremos en primer lugar
á D.
Francisco López
de
Ulloa , que
con-
cluía en 1646 una Historia de la Conquista de
las siete Islas de Canaria, cuyo manuscrito
se conserva inédito en la Biblioteca Nacional . Consta de 116 fólios , y está dedicada á
D. Antonio Alós de Rodarte . Al final lleva
una relación del establecimiento del Tribunal de la Audiencia , y una lista de los Obispos de la Diócesis . (2)
Llegamos yá á una obra,
que, casi pode-
mos asegurarlo , produjo una revolución en
(1 ) Les voyages du Sieur Le Maire aux isles Canaries ,
Capa Verd, Senegal et Gambic . - Paris . Colombat . 1645 ,
p . 39 .
(2) Ms. en 4. ° letra del siglo XVII . Bib . Nac . J. 131 .
INTRODUCCIÓN .
65
la manera de ver y juzgar ciertos hechos de
interés
local para las islas .
El Licenciado
D. Juan
Nuñez de la Peña,
natural de la
Laguna, sugeto muy aficionado á estudios
genealógicos é investigaciones históricas, llegó á coleccionar un gran número de informaciones , documentos, diplomas ,
dulas y actas,
reales cé-
con cuyos materiales , refe-
rentes en su mayoría á la isla de Tenerife,
escribió una historia bajo el título de conquista y antigüedades de las islas de la GranCanaria, que imprimió en Madrid en 1676
(1). La obra está dedicada por su autor á la
Vírgen de la Candelaria, y se divide en tres
libros . Trata el primero: -De la antigüedad
y conquista de las islas de Canaria y milagrosa aparición de Na S.a de Candelaría.El segundo : -De algunas mercedes y privilegios , que los católicos Reyes
de España
han hecho á la Novilísima isla de Tenerife .
-Y el tercero y último: -De la población
y vecindad de la isla
de Tenerife , y de co-
sas notables que han sucedido en estas islas
de Canaria, y otras muchas cosas , curiosas
y milagros de N.a S.a de Candelaria.
Escrita esta obra sin conocer el autor la
crónica de Bethencourt, ni los manuscritos
(1 ) Madrid . Imprenta Real á costa de Florian Anison
mercader de libros . 1676 en 4. ° á dos columnas .
66
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
de Sedeño ,
Escudero ,
Jaizme,
Argüello ,
Fiesco y Abreu Galindo , incurrió
en mu-
chos errores y anacronismos , que luego corrigió en unas notas que destinaba á ver la
luz pública, como adición á su Historia, pero que no han llegado á imprimirse (1) . No
son, sin embargo, esos errores é inexactitudes los mayores defectos que debemos señalar en su obra . Advertíase por la vez primera, que en una crónica destinada á dar á
conocer la historia general de estas islas , se
ocupaba su autor de una sola, con preferencia esclusiva y deliberada, dejando en la
sombra á las demás . Y así era en efecto . Nuñez de la Peña consagra su trabajo histórico á enaltecer la isla en que habia nacido ,
Ilamándola repetidas veces, la más rica,
la
más fértil , la más poderosa , y fomentando
con su imprudente predilección el gérmen
de esa rivalidad funesta, que en el porvenir habia de dar tan tristes frutos .
La lectura de ese libro , de que circularon
entonces numerosos ejemplares en la pro-
( 1 ) Es de lamentar , que los editores que en 1847 publicaron en Sta. Cruz de Tenerife una nueva edición de esta obra, no hubiesen obtenido copia de aquellas correcciones . depurando con ellas el texto, y cumpliendo asi la voluntad de su autor .
El manuscrito original se hallaba en la Biblioteca de D.
Lope Antonio de la Guerra y Peña . Poseemos copiosas notas de esos apuntes .
INTRODUCCIÓN.
67
vincia, produjo un disgusto general en aquellos que no eran hijos de Tenerife, dando
ocasión á que se manifestase de una manera indiscreta la guerra oculta que, respecto
á intereses locales , existia ya entre las dos
islas principales del grupo , revelándose esa
animosidad con más energia, entre los que
se ocupaban de estudios genealógicos é históricos .
De este número era un fraile de la órden
de San Francisco, llamado el P. Fr. José de
Sosa, que, con el carácter de predicador, habia recorrido el archipiélago , visitando sus
localidades, haciendo
sensatas
observacio-
nes, tomando notas, y recogiendo todos los
documentos y noticias , que con la historia
del país se relacionaban .
Era
este fraile
hijo de Las Palmas , y
amante apasionado de la isla en que habia
nacido , por lo
que
su indignación creció ,
cuando , al leer las impremeditadas páginas
del
cronista Licenciado , se
rango inferior
convenció del
que en ellas se
su isla predilecta .
Entonces,
asignaba á
se dice, que,
empuñando la pluma, se propuso devolver
á la isla rival los agravios
que suponia in-
feridos á la Gran-Canaria, pretendiendo enmendar asi una falta,
ejecución de otra.
con la premeditada
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
68
De este patriótico y leal propósito , aunque imprudente é indiscreto en su forma,
nacieron unas apreciables
memorias histó-
ricas, que con el significativo título de-Topografía de la Isla Fortunada Gran-Canaria,
Cabeza
de Partido de toda la Provincia-
escribió y dejó inéditas por los años de 1678 .
(1 ) En ellas se leen frases tan
expresivas
como éstas - Gran-Canaria siempre obtuvo
este nombre, porque, como la habia criado
Dios nuestro Señor para cabeza y superior
de las otras seis islas afortunadas , nunca fué
mudable
( 2) Sosa nos asegura que tuvo á
la vista memorias é informaciones auténticas, que contaban más de ciento cincuenta
años , sobre cuyos datos habia redactado sus
noticias. (3)
(1) El manuscrito dice asi:
Topografía de la Isla Afortunada Gran - Canaria Cabeza
de Partido de toda la Provincia, comprensiva de las siete
Islas llamadas vulgarmente Afortunadas , su antigüedad ,
conquista é invasiones , sus puertos , playas , murallas y Castillos , con cierta relación de sus defensas, escrita en la M.
N. y muy Leal Ciudad Real de Las Palmas por un hijo suyo , este año de 1678 .
Esta obra permaneció inédita , hasta que se imprimió en
Sta . Cruz de Tenerife , en 1849 , imprenta isleña , un tomo
en 8. de 198 páginas .
Hemos examinado y compulsado el inanuscrito original,
que conserva el Sr. D. Juan del Castillo y Westerling en
su Biblioteca particular .
(2) Sosa Topog . p . 8 .
(3) Sosa Topog. Prólogo .
INTRODUCCIÓN .
69
En el siguiente año de 1679 , un jóven jesuita, el P. Luis de Anchieta hijo de la Villa
de la Orotava, educado en
la Compañía en
los colegios de
Jerez, Sevilla y Córdoba,
dotado de mucho ingenio y de una vasta
erudición sagrada y profana, predicador afamado
y
apasionado
amante de los poetas
clásicos de Grecia y Roma, deseando enaltecer las islas donde habia nacido, escribió
un libro con el título de -Excelencias y Antigüedades de las siete islas de Canaria, primera parte en que se comprehenden las excelencias de estas islas, en los renombres que
les dió la antigüedad; dála á luz D. Cristóbal
Perez de el Cristo . Dr. en Sagrada Teología
y natural de la isla de Tenerife . (1)
Esta obra, de la cual llegó á publicarse la
primera parte, estaba dedicada al Marques
de Acialcázar y Torrehermosa , decidido protector de los Jesuitas en Canarias . Ignoramos el motivo que impulsó al jóven literato á ocultar su nombre en una ocasión tan
honrosa para él, ni como hubo un eclesiás(1 ) Se publicó esta obra en Jerez de la Frontera por
Juan Antonio Tarazona , 1679 , un tomo en 4.º
Aunque apareció con el nombre de Perez del Cristo , se
averiguó luego el verdadero nombre de su autor que cra el
del P. Luis de Anchieta y Abreu . En un manuscrito que de
éste conservaba su sobrino D. José Anchieta se confirmaba esta manifestación , manuscrito que examinó D. Manuel
Osuna, segun nos'dice en su Compendio Histórico p . 6.
70
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
tico que se prestára á este fraude literario;
solo podemos asegurar,
que el libro del P.
Anchieta es una recopilación ordenada de
todos los textos , que poetas é historiadores
de la antigüedad y de la Edad media escribieron en obras diferentes, al ocuparse directa ó indirectamente de estas islas . Su autor revela en dicho libro unos conocimientos
poco comunes , que hacen sabrosa y amena
su lectura, siendo sus curiosos datos de indisputable utilidad para la historia isleña .
Cuando en 1679 aparecia impresa esta obra
en Jerez de la Frontera, yá Anchieta estaba
en Tenerife, enviado por sus superiores para apoyar con su elocuente palabra y personal influencia las fundaciones que aquellos
meditaban en el país.
Sospechamos que las
obras impresas de
Espinosa, Quirós, Nunez de la Peña y Anchieta, los manuscritos que antes hemos citado, y otros cuya memoria no ha llegado
hasta nosotros , despertó la afición á esta clase de estudios en el Dr. en medicina D. Tomás Marin y Cubas , natural de Telde en la
Gran-Canaria, y le impulsó á reunir noticias
y documentos para escribir una historia sobre las antigüedades y conquista de estas
islas, de cuyo trabajo empezó á redactar numerosas apuntaciones desde el año de 1682 .
71
INTRODUCCIÓN.
Ello es, que ya en 1687 había concluido una
obra de
mucha extensión, que dividió
en
tres partes, y daba fin con una lista cronológica de los gobernadores de Canaria hasta 1639 (1 ) pero, no contento ,
con este primer ensayo,
al
parecer,
ó deseando darle
mayor amplitud y corrección, comenzó denuevo otro trabajo, conservando la misma
distribución y órden en las materias de que
trataba, cuyo segundo manuscrito concluyó
en 1694 , dedicándolo á D. Pedro Ronquillo ,
su condiscípulo tal vez, en las Universidades de
Salamanca ó Alcalá, Embajador en
Lóndres y Presidente del Consejo de Estado á fines del reinado de Cárlos II . ( 2)
Esta historia, una de las más notables que
conocemos respecto á antigüedades canarias,
es digna de elogio, no solo por la sencillez Ꭹ
claridad de su narración, sino por la multitud de hechos nuevos que nos revela, completando, enmendando y adicionando las di-
(1 ) Posée este precioso códice , que parece de letra del
autor, nuestro ilustrado amigo e ! Sr. D. Juan del Castillo y
Westerling .
( 2) El titulo del manuscrito , de que tenemos copia, dice
así:
-Historia de las siete islas de Canaria , origen descubrimiento y conquista, dividida en tres libros . Compuesta por
D. Tomás Arias Marin y Cubas , natural de Telde , Ciudad
en la Isla de Canaria . Dedicala á Ronquillo . Año de 1694.6
TOM. I.
72
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
minutas ó erróneas noticias de sus predecesores . Conste, sin embargo , que la mayor
parte del primer libro es una traducción de
la crónica de Bethencourt, y el tercero , una
indigesta disertación sobre la predicación y
martirio de San Avito en Canaria, con otros
asuntos agenos completamente al objeto de
la obra; en cambio, el libro segundo , compensa con exceso estos defectos . Refiérenos
en él nuestro laborioso escritor la conquista de la Gran- Canaria con un lujo de pormenores, que en vano buscaríamos en otras
crónicas, y se extiende largamente respecto
á los usos, costumbres y naturaleza de los indígenas , consagrando en la tercera parte un
curioso capítulo á disertar sobre el orígen
del primitivo dialecto isleño, que lo hace derivar del Egipto , Persia, Arabia y otras comarcas, cuna de la civilización griega, hipótesis que no se aleja demasiado de las teorías filológicas modernas, sobre la filiación
de los dialectos que se hablan en la vertiente occidental del Atlas .
Por ese tiempo
ordenaba unos apuntes
para servir á la historia de estas islas el Dr.
D. Sebastian Cubas , natural de la Gomera,
y médico del Cabildo de la Catedral de Las
Palmas, estimulado quizá por los estudios y
laboriosidad
de
su compañero
el
Doctor
INTRODUCCIÓN.
73
Marin . (1)
Estos apuntes no
han llegado á publi-
carse .
VIII .
El siglo XVIII se inaugura con algunos
viajes científicos al Teide . Mr. J. Edens hace
su descripción
en
1715
(2);
el
Padre
Feuillée de la Academia francesa , lo mide en
1724 (3 ) ; el abate La Caille rectifica sus observaciones algunos años despues ; y el oficial D. Manuel Hernández vuelve á medir
su altura en 1742. (4)
En los primeros años de ese siglo se escribió un opúsculo de autor anónimo ,
contiene una breve
que
relación de las noticias
que de estas islas tuvo la antigüedad , de su
descubrimiento y conquista , de la religión ,
(1 ) Habia sido médico de Villanueva de Sigena , y nombrado por el Cabildo de Las Palmas en 13 de Julio de 1648 .
(2) Transacciones Filosóficas de la Sociedad régia de
Londres . 1714 á 1716 .
(3 ) Academia de Ciencias de Paris , tomo correspon
diente al año de 1751. Memorias de Mr. l'Abbè de la
Caille .
(4) Viera , Noticias , t . 1.º, p . 234.
74
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
costumbres y leyes de los aborígenes ,
y del
estado social del archipiélago , cuando dicho
manuscrito se
redactó .
Lleva por título-
Relación histórica de las Islas Canarias -- y
se custodia en la Biblioteca Nacional . (1)
Tambien en esos mismos años, un escritor
modesto é incansable, hijo del Hierro ,
D.
Bartolomé Garcia del Castillo se dedicaba
á
reunir y conservar
los recuerdos histó-
ricos de aquella pequeña isla, dedicando su
libro al que era entonces señor del Hierro
y la Gomera, D. Juan Bautista de Herrera
Ayala y Rojas .
Se debe
asimismo
á
su
fecunda pluma un tratado sobre la langosta,
obra donosa, donde se mezcla
la política y
la teología con la alquimia y el
infierno ;
una relación de las revueltas que alteraron
la paz de aquella isla en 1718; y unas
riosas
ordenanzas,
que
revelan
el
cu-
estado
económico de aquella parte del archipiélago
en la época en que se recopilaron . (2)
El viage del P. Feuillée á Tenerife y sus
laboriosas
tóricas
investigaciones
movió el ánimo
Pedro José de
científicas é hisdel ilustrado
Mesa y Benitez á
D.
redactar
( 1 ) Bib . Nac . Ms. en 4. ° 36 fojas de letra moderna .
J. 127 .
(2) Tenemos copias de las ordenanzas , y del tratado
sobre la Langosta , que contiene datos sobre la agricultura
herreña ,
unas
noticias
INTRODUCCIÓN .
75
sobre
de
las
antigüedades
estas islas y que dedicó al mismo sabio francés y que han permanecido inéditas . (1)
En 1735 , el Iltmo .
Dávila y Cárdenas,
constituciones
Sr.
Obispo D.
Pedro
deseando modificar las
sinodales
de
su
antecesor
Cámara y Murga, anunció , preparó y llevó
á efecto un nuevo Sínodo , que se abrió en
Las Palmas en agosto de
dicho año , con
asistencia de todas las autoridades , y representación de las parroquias de la Diócesis
y delegados de los Municipios . La relación
del Sínodo se publicó en Madrid con algunas noticias estadísticas y datos referentes
á instrucción pública, costumbres y moralidad de los isleños . (2)
Al siguionte año el P. Matias Sanchez de
la órden de Jesús se dedicó á escribir una
obra bajo el extraño título de Semi-historia
de las fundaciones de su órden en las Canarias, que ha permanecido inédita .
De esta
obra copia algunos graciosos fragmentos el
(1 ) Se asegura que se conserva en el Archivo de D.
Francisco Urtusáustegui . Es célebre el D. Pedio por su
obra sobre la ascendencia de Santo Domingo de Guzman .
-Constituciones y nuevas adiciones Synodales del
(2)
Obispado de las Canarias , hechas por el Iltmo, Sr. D. Pedro
Manuel Dávila y Cárdenas.... á las que hizo el Iltmo . Sr. D.
Cristóbal de la Cámara y Murga . Madrid . En la oficina de
Diego Miguel de Peralta . Año de 1737. Un tomo en 8.º de
536 fojas .
76
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
historiador Viera y Clavijo , cuya lectura nos
hace sentir vivamente la desaparición del
manuscrito. (1)
No debemos olvidar otra obra, tambien
manuscrita, debida al ingenio del dominicano palmense Fr. Luis Tomás Leal, religioso docto y elocuente, sobre la aparición y
milagros de la Vírgen de la Candelaria, por
que además de las noticias referentes al objeto que se propuso tratar, hay otras de no
escaso interés para la historia general del
país . (2)
Tambien recordaremos, porque pertenece
á la misma época, una descripción geográfica de la isla de Tenerife , escrita por el rey
de armas D. Francisco Gomez de Arévalo ,
tal vez por encargo de algún magnate canario, la cual se conserva inédita en la biblioteca de los Duques de Osuna . (3)
Otra descripción, histórica y geográfica ,
pero de mayor importancia que la anterior,
concluia en 1739 el eminente patricio D. Pe-
(1) Parece que constaba de tres tomos en 4. — Viera
poseia una copia , segun nos dice el mismo en el prólogo
del tomo 3.º de sus Noticias .
(2) Asegura Viera en el tomo 4.º de sus Noticias , p .
559 , que se custodiaba el manuscrito en el convento de la
Candelaria en Tenerife .
(3) Gomez de Arévalo era ya fallecido en 1717. Su descripción se halla en el tomo 2.º de Sumarios de Nobleza ,
Véase Muñoz . Dic . Bibliog .
INTRODUCCIÓN.
77
dro Agustin del Castillo , que ya en diferentes ocasiones habia dado repetidas pruebas
de su afición á las letras y de su amor á la
patria . Esta obra, que ha llegado al fin á publicarse en 1848 , conocida antes por las muchas copias que de ella circulaban en manos
de las personas ilustradas, contiene extensas noticias sobre las siete islas , y especialmente sobre la Gran-Canaria,
habiendo te-
nído su autor á la vista muchos y peregrinos datos é informaciones de sucesos notables, que hoy no es fácil consultar. (1)
Ya desde 1688 , y siendo Castillo aún muy
jóven, habia ejercitado su pluma en escribir una descripción de las islas de Canaria,
curioso manuscrito , que, además del texto ,
contiene un mapa del archipiélago y de la
vecina costa de África , que ha sido grabado
y publicado recientemente en Madrid en los
anales de la Sociedad Geográfica española,
al tratar esta ilustrada Corporación de ave-
(1 ) La obra consta de tres partes , de las cuales la primera refiere el viage de Bethencourt, los usos y costumbres
de los Canarios , y una breve noticia de los sucesores del
Baron normando . La segunda se ocupa de la Conquista de
las tres islas Canaria , Palma y Tenerife, y en la tercera describe el archipiélago y el grupo de la Madera. Un tomo en
4. Imprenta Isleña . Sta. Cruz de Tenerife , 1848.
Hemos visto y consultado el manuscrito original , que se
conserva en el archivo de los SS . Condes de la Vega Grande, descendientes del autor .
78
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
riguar el sitio que ocupó en
fortaleza de Mar Pequeña .
el siglo XV la
Enriquecen este
Códice varios dibujos hechos discretamente
con la pluma y el pincel, representando algunos puertos , radas y fortalezas de la provincia, y un plano exacto de la ciudad de
Las Palmas con sus barrios y puerto de la
Luz , tal como existia la población en 1688 .
(1 ) Asimismo escribió otros
opúsculos ,
so-
bre diferentes asuntos relacionados con el
bienestar del país, á cuyo servicio consagró
siempre su incansable actividad y su reconocida ilustración . (2)
(1 ) El libro lleva la fecha de 25 de Mayo de 1688 , y
está dedicado á D. Francisco Bernardo Varona , Capitan
General de las Islas .
(2) Además de las obras que hemos citado , dejó escritos los opúsculos siguientes:
1. ° Prevenciones políticas y militares para defensa de
esta Isla de Grau-Canaria .
2. Relación diaria de las celebraciones que se hicieron
en esta Isla (Gran - Canaria) al nacimiento del Principe
N. S. D Luis I.
3.º Propuesta que el alferez mayor D. Pedro A. del
Castillo hizo á su Cabildo sobre los graves perjuicios que
se ocasionaban al público de estas Islas de tener efecto los
impuestos que se mandaban hacer sobre la entrada de los
efectos que comerciaran navios neutrales , y se refieren los
privilegios de estas Islas y sus servicios .
4. Consulta hecha á S. M. por el alferez mayor de esta Isla sobre el mismo asunto .
5. Informe que hizo al Sr. D. Fernando Chacon , Caballero del órden de Santiago, Gobernador Capitan General de estas Islas y Presi lente de su Real Audiencia sobre
si conviene haya en estas Islas universidad de ciencias .
6. Consulta é informe histórico y político al Sr. D. Sa-
INTRODUCCIÓN .
79
Al mediar ese mismo siglo apareció en la
provincia una imprenta, que fué adquirida
para el servicio de las oficinas del Estado ,
siendo Capitan General D. Juan de Urbina .
Una de las primeras obras que en ella se
imprimieron fué, un pequeño tratado sobre
la aparición y milagros de la Imágen de la
Peña en Fuerteventura, debido á la pluma
de Fr. Diego Gordillo, erudito y virtuoso
eclesiástico , natural de la Gran Canaria, si
bien el libro apareció bajo el nombre de D.
Francisco Goñi . (1) Esta misma afición á
turnino Daoiz del Consejo de S. M. , Oidor de la Real Audiencia de Sevilla, Presidente y Visitador desta de Canaria, sobre si conviene el que haya Sr. Regente en esta Real
Audiencia, ó el que vengan á ella los SS . Capitanes Generales como Presidentes suyos.
7.º Carta al Excmo . Sr. D. Juan de Mur y Aguirre ,
caballero del órden de Santiago , Gobernador Capitan General de estas Islas y Presidente de su Real Audiencia .
dando el Alferez mayor todas las noticias que tiene de la
Isla de San Blandon, y refiere las opiniones que hay sobre
haberla, y las dudas .
8.º Consulta jurídica y politica que hizo al Sr. D. Francisco Roman Melendez sobre el no admitirse en esta Isla
(Gran- Canaria) á los pobres peregrinos , que de las otras
Islas vinieron á ésta en los años de necesidad, y remedio
que dá para las futuras .
9.
Consulta que hizo á S. M. en nombre de esta ciudad ( Las Palmas) sobre que se mantengan en estas Islas
las monedas de plata menuda exceptuándolas de la Real
Pragmática en que se mandan recoger.
10. Auto de buen gobierno, que proveyó , estando á su
cargo el de esta_Isla (Gran -Canaria) , por ausencia en Madrid del Sr. D. Francisco de Valenzuela .
(1 ) Se imprimió en Santa Cruz de Tenerife por D. Pe-
80
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
las milagrosas tradiciones, que se conservaba intacta en el archipiélago , á pesar de su
creciente cultura, impulsó al P. franciscano
Fr. Diego Henriquez á escribir un tratado
sobre las Imágenes aparecidas en las Canarias, cuyo manuscrito existia en el pasado
siglo en la parroquia principal de Fuerteventura. (1 )
Entretanto , un distinguido isleño , que llegó á ser ministro togado del Supremo Consejo de Indias, escribia por encargo especial
de la Academia de la Historia, de que era
individuo, tres
disertaciones sobre asuntos
relacionados con la historia de estas islas ,
que fueron leidas
con aplauso ante aquella
docta asamblea .
Sus
temas
eran
los
si-
guientes:
Primera disertación .
Discurso sobre los
primeros pobladores de las islas de Canaria,
y que país era en los tiempos primitivos ,
con la cuestión
de la existencia de la isla
Aprósitus, San Brandon ó Encantada.
Segunda. Disertación histórica sobre la
época del primer descubrimiento , expedición
y conquista de
las Islas de Canaria.
dro José Pablo Diaz , en 12º, año de 1754 .
La imprenta funcionaba desde 1751 , aunque con mala
prensa y peores tipos . El encargado de ella se llamabaImpresor mayor de Guerra y Marina.
(1 )
Viera. Noticias .T. 1.º , pag . 400 .
INTRODUCCIÓN.
81
Tercera. Adición sobre la famosa cuestión
de la existencia
del Hierro .
del árbol santo
de la Isla
(1 )
Tambien por el mismo tiempo otro insigne canario , gloria de la literatura española, el célebre humanista D. Juan de Iriarte
reunía numerosos materiales para escribir
una historia de estas islas , y una Biblioteca
de los escritores que han hecho mención de
ellas en todos tiempos . Desgraciadamente
no llegó á verificarlo , pero los apuntes , anotaciones , extractos y valiosos documentos
que había tenido ocasión de reunir duran
te muchos años , en la posición distinguida,
que,
como bibliotecario del Rey, ocupaba
en Madrid, han desaparecido totalmente, no
faltando quien asegure haberlos visto entre los importantes
manuscritos españoles
que se custodian en el Museo Británico . (2)
Recorría entonces las costas del Archipiélago, con el designio de estudiar el país ,
bajo su doble aspecto comercial y marítimo,
un aventurero escocés , de que ya antes hemos hecho especial memoria , llamado Jorge
Glas, hombre de cierta
ilustración ,
obser-
(1 ) La primera disertación lleva la fecha de 1.º de Febrero de 1753 ; la segunda , la de 5 de Mayo de 1755 ; sin
tener fecha la tercera.
(2)
Véase Osuna. Compendio Histórico de las Canarias .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
82
vador perspicáz y
de incansable iniciativa ,
quien , desde su juventud navegaba por el
Atlántico , nó sin dirigir codiciosas miradas
hácia las desconocidas costas africanas, que
enfrente del grupo oriental canario se dibujaban, y en cuyo litoral soñaba el atrevido
marino con un rico porvenir. Hablaba Jorge
perfectamente el idioma español , conociendo algunas de sus mejores joyas literarias , á
cuya lectura era muy aficionado . Entonces
fué, cuando , hallándose un dia en Santa
Cruz de la Palma, llegó á sus manos el manuscrito del P. Abreu
Galindo,
olvidado
en el archivo del Convento de San Francisco de aquella ciudad, y habiendo conseguido sacar una copia, seducido por la sencillez
de su narración, y por el interés que supo
comunicarle el modesto fraile español, concibe el proyecto de traducir aquel manuscrito al inglés , adicionarlo con el caudal de
sus propias observaciones, y ofrecerlo así á
la nación inglesa , ávida siempre de ensanchar sus conocimientos
marítimos y geo-
gráficos .
En efecto , traduce la obra, la adiciona , y
en 1764 la publica en Londres, bajo el título de
Historia del descubrimiento y con-
quista de las Islas Canarias, sacada de un
manuscrito español hallado últimamente en
INTRODUCCIÓN.
83
la Isla de la Palma, con una disertación sobre el origen de los antiguos habitantes , á
que se ha añadido una descripción de las Islas Canarias , insertando la historia moderna de los que las habitan , y una relación de
sus usos, costumbres , comercio etc.- (1) En
la parte que el autor dedica al gobierno episcopal, instrucción y moralidad del clero regular y secular de la Diócesis , é influencia
omnímoda de esta clase en el organismo de
la sociedad isleña , describe con tan subidos
colores la ignorancia , lujo , riquezas , ociosidad y vicios de sus
individuos , que el Tri-
bunal de la Inquisición , luego que tuvo noticia de aquella obra, por algunos ejemplares que llegaron á Las Palmas , formó expediente, hizo traducir los párrafos más agresivos , nombró censores, y con su informe
condenó el libro á ser incluido en el İndice. ( 2)
Esta obra, apesar de sus muchos errores ,
sirvió, no obstante, para dar á conocer á la
Europa, la ignorada historia de los Guan(1 ) The History of the Discovery and Conquest of the
Canary Island By George Glas .
Un tomo en 4. ° impreso en Londres , año de 1764. Edición rara de que poseemos un ejemplar . Existe nna segun
da edición, tambien en Londres , año de 1767 , en dos volúmenes , imprenta de A Pope y J. Swft in the Strand
(2) Tenemos copia de estos párrafos , traducidos de
órden del Santo Oficio por D. Juan Sall .
HISTORIA DE LAS ISLASA NCARIAS .
84
ches y Guanartemes , llamando la atención
de la Inglaterra sobre las Costas Occidentales de Africa, que, en su afan de dominación
comercial, anhela desde entonces poseer. (1)
Cuando en paises de corta extensión lle-
09
ga á despertarse la afición á estudios literarios , como el campo en que ha de ejercitarse la actividad del aficionado
trechos
límites,
es de tan es-
naturalmente
se dirige á
examinar, reunir y coleccionar datos y documentos relativos al mismo país en que vive ,
antes de lanzarse á otras extrañas y mas difíciles especulaciones . Compilador fué, pues ,
y de los más laboriosos , el regidor de Tenerife D. José Ancheta de Alarcón , el
cual,
despues de registrar durante muchos años
todos los archivos de su patria, dejó escritos diferentes volúmenes por órden alfabético, que intituló -- Noticias históricas pertenecientes á las Canarias - Depósito indigesto para ser leido , pero de gran auxilio al
( 1 ) Deseando Glas volver á Inglaterra se embarcó con
su esposa é hija en el buque oscocés Sandwich , despues de
haber sufrido una arbitraria prisión en un castillo de Tencrife por su establecimiento de Mar-Pequeña . En la travesía
se sublevó una parte de la tripulación , asesinando al capitan , á los marineros que se mantuvieron fieles, y al infeliz
Jorge , cuya esposa é hija , estrechamente abrazadas , lanzaron vivas al mar.
Los asesinos fueron al fin descubiertos y ahorcados en
Escocia.
INTRODUCCIÓN.
85
que con sana crítica y claro ingenio pueda
utilizarlo . (1)
Ya en el último tercio del siglo XVIII ,
sentíase en España el movimiento precursor
de una próxima restauración literaria, que
principiando
por
serviles imitaciones del
francés , y luego por un rigorismo clásico
exagerado , había de producir primero á los
Benagesis, Gerardos y Butrones , para llegar despues á los Moratines, Iriartes y Quintanas .
Había
nacido , en tanto , en el humilde
pueblo de los Realejos en Tenerife un joven
que, andando el tiempo , había de ser sacerdote, predicador de fama, y escritor infatigable . Este jóven se hallaba destinado á condensar, por
decirlo así, en
una sola obra ,
todos los ensayos, memorias y bocetos históricos , que antes de él, se habían redactado
sobre las Canarias, y corrian , diseminados
unos , apolillados otros, y escondidos el mayor número, en archivos inaccesibles, donde vergonzosas rivalidades ó invencible ig
norancia los tenian ocultos á la loable y pa
triótica curiosidad de los isleños ilustrados .
Recibido D. José de Viera y Clavijo (2) ,
(1) Poseemos un extracto de sus más importantes noticias .
(2 ) Su primer apellido era Alamo , con el cual firmaba
en sus primeros años, como resulta de documentos originales que poseemos .
86
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
que este era el nombre del jóven canario ,
á pesar de su humilde cuna , en la tertulia
literaria de D. Tomás de Nava, marqués de
Villanueva del Prado, esclarecido patricio ,
que se habia declarado protector de las ciencias y las letras en su país, dió á conocer en
breve su afición á los buenos estudios , esgrimiendo
allí
sus
primeras armas , obte-
niendo el aplauso y la amistad de sus oyentes, y cobrando alientos con el estímulo recibido, para emprender obras de más levantado esfuerzo .
Entre las muchas que se presentaban desde luego á su claro y agudo ingenio, como
dignas de egercitar sus fuerzas , habia una ,
que, más especialmente seducia su viva imaginación. Era ésta la de escribir y publicar
una colección ordenada de noticias históricas sobre este Archipiélago, que recopilase
en correcto estilo , buen método y erudito
criterio los trabajos incompletos y contradictorios de sus antecesores . Por este trabajo se decidió , al fin , no sin grandes vacilaciones, que la magnitud de la empresa disculpaba.
Para realizar
con
mejor acierto su pro-
yectado trabajo se trasladó á Madrid, y yá
en la Córte , mientras desempeñaba un descansado y honorífico empleo , que lo emanci-
INTRODUCCIÓN .
87
paba de los cuidados materiales de la vida ,
se dedicó á la impresión del primer tomo ,
que es fama llevaba escrito desde Tenerife ,
y el cual dió á luz en 1772 (1 ) , continuando despues, en los dos años subsiguientes de 1773 y
1774 la publicación de los tomos segundo y
tercero , bajo la misma forma y plan que el
primero . ( 2) El cuarto tomo, último de la obra,
lleva la fecha de 1783, y contiene extensamente las noticias eclesiásticas de la Diócesis, y una curiosa biblioteca de
autores
ca-
narios , primero é interesante ensayo de una
bibliografía isleña . Fué publicado este cuarto tomo, cuando Viera estaba ya nombrado
Arcediano
de
Fuerteventura,
una de las
Dignidades de la Catedral de Canarias , premio exíguo á su vasta erudición y conoci-
(1) Publicóse esta obra bajo el nombre de- Noticias de
la Historia General de las Islas de Canaria -Madrid . Imprenta de Blas Roman . 1772 , en 4.º
(2 ) El mismo Viera declara en el prólogo del tomo 3 º,
que para escribir sus Noticias le favorecieron con sus apuntes , extractos y memorias los ilustrados canarios D. Fernando de Molina y Quesada y y D. Lope de la Guerra y Peña .
Hemos tenido ocasión de leer esos documentos originales en la misma forma que le fueron remitidos á Madrid , y
causa verdadero asombro la constancia y desvelo de aquellos patricios en un trabajo tan ímprobo y de tan escasa gloria para ellos.
Tenemos copia manuscrita y ordenada de todos esos
apuntes en dos tomos en fólio , que contienen los principales acuerdos del Municipio de la Laguna , desde 1497 hasta
1773 , y citas de las Reales cédulas custodiadas en Sus
archivos .
TOM. I.
7
88
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
mientos , históricos pero notable, si se tiene en
cuenta
las preocupaciones nobiliarias de la
época . Debemos lamentar, sin embargo , que
con tan notables dotes de escritor, no se hubiese atrevido á emprender una obra más
extensa y acabada
país ,
sobre la historia de su
permaneciendo
durante
los
treinta
años que despues vivió en Las Palmas , dedicado casi exclusivamente
á inútiles
tra-
ducciones y pueriles poesías , sin que pensara en
rehacer el plan de sus noticias , de-
jándonos, como pudo hacerlo , en vez de difusas relaciones genealógicas , fundaciones
de conventos y cofradias, mayorazgos y títulos de nobleza, una razonada y metódica
relación, que reflejase con toda exactitud el
estado social, político y económico de la provincia en los
momentos de espirar el siglo
XVIII , y cuando
empezaban ya á alborear
los buenos estudios históricos , adquiriendo
éstos la libertad, amplitud y correlación que
anunciaban en nuestra España á los Torenos , Pidales y Lafuentes .
No se crea, empero , al decir esto , que tratemos de disminuir el mérito de sus interesantes Noticias ; convencidos estamos de que
serán
siempre el monumento más
insigne
de buen lenguage, sana crítica y recto juicio,
que entre todas las obras
públicadas
89
INTRODUCCIÓN.
entonces en España, podríamos citar ; pero
tambien estamos persuadidos , que el lugar
señalado á Viera por su talento y erudición ,
no era el de un
mero compilador de noti-
cias , sino el de un verdadero y concienzudo
historiador de su patria. (1 )
Los
estudios
topográficos,
que
desde
Próspero Casola se habian continuado en el
archipiélago por personas competentes , encontraron en el último tercio de aquel siglo
dignos representantes en D. Miguel Hermosilla Ꭹ D. Andrés
Amat de Tortosa. Debe-
mos al primero , durante su residencia en
Las Palmas, una curiosa obra, ó sea , como
él la llama, una --Descripción político-militar de la Gran-Canaria - en la cual, despues
de
darnos una relación exacta de la confi-
guración y calidad del
suelo, con arreglo á
los conocimientos de la época, nos suministra interesantes noticias sobre la población ,
arbitrios , comercio, y recursos del país , concluyendo con una reseña detallada ,
fortalezas , y de los proyectos
de sus
facultativos
(1 ) Dice Viera en el Prólogo del tomo 1. " :
«Aunque yo no podré negar que las Canarias tuvieron
sus historiadores , me atrevo sin embargo á asegurar , que
su verdadera historia está todavía por formar, y que los
mismos conatos de la obra presente, cuando mucho , solo
podrán servir como de ensayos , nemorias ó apuntes para
escribirla bien . »
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
90
para construir otras
nuevas .
La obra
dá
principio por un prólogo, en el cual su autor se propone
demostrar la necesidad ab-
soluta de esas fortificaciones , encareciendo
la importancia
de la isla .
Despues divide
en tres partes su trabajo , recordando
en la
primera el título de Grande, que Canaria
ha merecido siempre de todos los geógrafos é historiadores , pasando luego á descri
bir sus poblaciones, y
fijar sus productos
agrícolas é industriales , y el balance de su
importación y exportación . En la segunda
parte, enumera minuciosamente el nombre ,
estado y armamento
de sus fuertes, torres
y baluartes; y en la tercera , se ocupa de los
nuevos castillos que deben construirse, y de
los sitios que para ello han de ser elegidos .
El manuscrito lleva numerosos planos , proyectos y alzados de no escaso mérito . (1)
La afición á reunir
y compulsar docu-
mentos parroquiales, memorias testamentarias é informaciones de nobleza, no habia
concluido en las Canarias con los Anchetas
y Nuñez
de la
Peña; quedaba todavia un
digno émulo de estos incansables patriotas
en D. Antonio Romero Zerpa Padilla, na-
(1) La obra fué escrita en Las Palmas en 1779. Tenemos de ella una copia .
INTRODUCCIÓN .
91
tural de Las Palmas , y decidido entusiasta
de las glorias de su país . Fruto de su laboriosidad es un nobiliario por órden alfabético, donde inquiere el orígen y descendencia
de las principales familias de las siete islas ,
precedido de un notable discurso sobre la
nobleza, en el cual parece que se propuso
parafrasear aquella filosófica definición de
Cairasco , que él debia conocer, y que termina con estos versos :
Pues arguye más ánimo y grandeza,
Dar principio que fin á la nobleza.
Al ocuparse
de algunas personas , que,
ademas de su abolengo , reunian el mérito de
haber prestado servicios á su patria, entra
en pormenores, que enlaza con sucesos históricos , dando con frecuencia á sus investigaciones un valor, que de otro modo no tuvieran ya aquellos apuntes . (1 ) Tambien es
digno de mencionarse el compendio ó reseña de la conquista de la Gran-Canaria, que
sirve de introducción al Nobiliario , trabajo
que
puede considerarse independiente
éste, y
de
constituye , en efecto, un pequeño
extracto , útil y curioso de aquel acontecimiento .
Entretanto, el ilustre Viera , aunque ocu(1 ) De los 6 tomos en fólio que componian esta obra,
solo hemos visto el 1. ° y 6.º; los demás se han perdido .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
92
pando con predilección sus ócios en cultivar
lastimosamente la
poesia , aún encontraba
voluntad y tiempo para legar á su país nuevas obras de reconocida utilidad , entre las
cuales citaremos , como la más importante ,
un- Diccionario de Historia Natural de las
islas canarias , ó indice alfabético descriptivo
de sus tres reinos animal, vejetal y mineral .
Dedicó el manuscrito
á la
Sociedad
Económica de Las Palmas , de que era Director en 1799, cuya sociedad lo publicó , al
fin, en 1866 , si bien incompleto , y sin las
ilustraciones que deben acompañar á esta
clase de obras ,
para ponerlas en armonia
con los rápidos adelantos de las ciencias naturales . (1)
Cerraremos el siglo XVIII con la llegada
á Tenerife de Humboldt, que jóven y entusiasta , se detuvo seis
dias en aquella isla ,
escaló el Teide, estudió las Cañadas, y examinó la
configuración geológica de aquel
inmenso cráter,
dejándonos algunas
pági-
(1) El original se componia de trece cuadernos , de los
cuales habian desaparecido cuatro . Al acordar la Sociedad
su reimpresión , pudo obtenerse copia del 1.9 y 2.0. Despues
de impresa la obra se encontró el 9.º , que ha permanecido
inédito , ignorándose hasta ahora donde se halle el 12. °
El Diccionario está impreso en Las Palmas, imp . de La
Verdad. 2 tomos en 4. ° con el retrato y un fac- sinile del
autor. 1866.
INTRODUCCIÓN .
93
nas, como recuerdo de su paso por las Afortunadas . ( 1 )
Otros ilustres exploradores y viajeros le
habian precedido en
tan curiosa investiga-
ción, cuyos nombres no debemos pasar en
silencio .
En efecto , Cook (2) Lord Matcarney (3)
Fleurieu (4) Pingre, Verdun , Borda (5) ,
La-
billardiére ,
(8)
(6),
Anderson
(7)
Boudin
(1 ) Véase su viaje a las Regiones equinoxiales .
En el Cosmos habla tambien de las Canarias. Llegó á
Tenerife á bordo de la Corbeta Pizarro , que mandaba D.
Manuel Cagigal .
(2) Cook, en su primer viage , descubrió el 23 de Septiembre de 1769 el Teide y lo describe. En 1772 reconoció la Isla de la Palma . En 1776 se detuvo cuatro dias en
la rada de Sta . Cruz de Tenerife .
(3 ) Lord Matcarney en su expedición á la China ( 1793 á
1794) descanso en Sta . Cruz de Tenerife , y al reseñar Mr.
Anderson su viage, consagra algunas páginas á esta Isla.
Hay una traducción española en tres tomos Madrid , imp .
de Torres y Brugada . 1798.
(4) Fleurieu estuvo en Tenerife desde el 19 hasta el 28
de Marzo de 1768 , y fijó geográficamente la posición de
la Isla .
(5) Pingre , Verdun de la Crenne y Borda estuvieron en
Tenerife desde el 25 de Diciembre de 1771 , hasta el 4 de
Enero de 1772, y levantaron el mapa de la Isla .
(6) Labillardiére pasó por el archipiélago al dirigirse en
busca de Lapeyrouse .
(7) Anderson acompañaba á Cook en su tercer viage
como naturalista .
(8) En 1796 el capitan Boudin, de órden del Gobierno.
francés , recorrió el archipiélago , habiendo redactado el viage Mr. Le Dru ( Voyage aux ilos de Tenerife la trinitè etc.
Paris . 1810. ) Véase sobre este escritor , lo que nos decia
el ilustre Berthelot , en carta de 11 de Enero de 1880:
« Ce bon abbè (Mr. Le Dru) ètait un botaniste erudit .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
94
Broussonet, y el desgraciado Laperouse han
escrito breves notas en
la
relación de sus
viajes y exploraciones marítimas , que pueden ser
consultadas con
provecho,
si se
cuida de expurgarlas de los errores inevitables en que siempre incurre el que no vé
de cerca los objetos que describe , ó los juzga
por preconcebidas ideas ó inexactas relaciones .
IX .
El siglo XIX se abre para las Canarias
J'ai possedè de lui un Cathalogue ecrit de sa main sur une
double feuille grand velin, de tous les arbres et plantes.
exotiques du Jardin d' acclimatation d'Orotavaqui . comme
vous le savez , fut fondè par le Marquis de Villanueva del
Prado, et dont la plantation recente, en 1795 ou 1796 , cuand
Le Dru le visita ètait dèjá en prosperitè . Ce Cathalogue fort
bien rédigé en latin portait une dedicace au Marquis en fort
beau style. J'en fis cadeau á Webb . Une des plantes rares
de notre Flore Canarienne , la Drusa oppositifolia de Teneriffe, a ètè dedièe á l'abbè Le Dru par de Candolle . L' apparition de ce nouveau genre de plante dans la nomenclature
botanique, intrigua plusieurs Phytologues, qui ne comprirent pas tout d'abord l'origine de ce nom de Drusa, et en
effet , e'était assez difficile . Le spirituel professeur de Genève leur donna l'explication de cet' enigme , qui aurait intriguè nos sphinx . «L' abbè Le Dru , disait en riant de Can dolle , était selon lui d'origine romaine , et piètendait descendre de l'ancienne famille des Drusus . Voilà pourquoi je
lui ai dediè le Genre Drusa.»
INTRODUCCIÓN .
95
con la publicación de una obra notabilísima, debida á la pluma de un jóven , que llegó despues á alcanzar en el estudio de las
ciencias
naturales una grande y merecida
reputación .
Era, en efecto, muy jóven Bory de Saint
Vincent, cuando dió á la publicidad su ensayo sobre las islas afortunadas, producto de
sus observaciones en Tenerife , única isla del
grupo que creemos visitó . (1)
Contiene esta obra una breve reseña de la
conquista,
en la
que
abundan
tanto las
inexatitudes, que no sabemos , si llegó á entender á Viera, á quien evidentemente pretendió copiar, ó si soñó lo que escribe . Un
estudio sobre los usos y costumbres , comercio é industria de la provincia, un largo ensayo sobre historia natural , una disertación
respecto á la Atlántida, cuya existencia admite, y otra sobre el origen de la raza indígena, á la que dá el nombre genérico
guanche,
completan
este
curioso
de
trabajo .
(1) Esta obra , que es ya por su rareza una curiosidad
bibliográfica , se titula- Essais sur les Isles Fortunées et
l'antique Atlantide ou Précis de l'histoire général de l'Archipel des Canaries , par J. B. G. M. Bory de S. Vincent ,
officier français . Paris . Baudouin . Germinal an XI ( 1801 )
un tomo en 4.º; carrè , con láminas .
Posecmos un ejemplar.
Hay otra obra del mismo autor- Voyage aux quatre principales isles d' Afrique- Paris- 1804 .
96
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Puede afirmarse, que el libro revela, en general , la edad del autor, su inexperiencia, la
rapidez de sus observaciones , y el poco tiempo que se detuvo en el país;
pero tiene el
mérito indiscutible de haber despertado la
atención de los sabios sobre la flora del archipiélago , y sobre la formación geológica
de sus rocas .
Tal vez á esa obra se deba que Mr. Cordier fijáse por algun tiempo su residencia en
Tenerife, escalára las cañadas , y midiera con
escrupulosa
exactitud el gigantesco circo ,
que sirve de base al Teide . (1)
Otro sabio, también francés , Mr. le Dru ,
publicó en 1810 un viaje á las islas de Tenerife, Trinidad y Santo Tomás , emprendido por
Mr.
Boudin de órden de
su
go-
bierno, donde emite algunas observaciones
sobre la geologia del
archipiélago .
Mientras la ciencia procuraba penetrar el
secreto de la primera aparición de estas islas, otros escritores,
con aspiraciones más
modestas, continuaban el curso de las investigaciones puramente históricas . En ese número es
preciso contar, como
uno de los
más laboriosos, al que fué digno Fiscal de
la audiencia de Canarias,
al estudioso
vas-
(1 ) Véase sobre este viage el Journal de phys de chim ,
et d'hist. nat. tomo 57.
INTRODUCCIÓN .
97
congado D. José M.a Zuasnavar . Este celoso funcionario, desde su llegada á Las Palmas , cediendo á la afición que le dominaba
por aquella clase de estudios , escribió y publicó en el espacio de pocos años, un catálogo alfabético de las poblaciones isleñas , unas
noticias histórico-legales sobre su audiencia ,
y un compendio de la historia de estas islas ,
donde procura rectificar algunos descuidos
de Viera, ilustrando el texto con una copia
del diario del escribano de Guia,
Juan de
Quintana, que presenció la invasión de Vanderdoez, y con las ignoradas Sinodales de
D. Diego de Muros . (1) Trasladado luego á
(1) -Catálogo de los Pueblos del Distrito de la Real
Audiencia de Canarias , y noticia de su situación , su calidad
y la de sus justicias por D. J. M. Zuasnavar y Francia, Fiscal de la R. Audiencia . Por Francisco de Paula Marina.
1803 , un cuaderno en 4.°
-Noticias histórico -legales de la R. Audiencia de Canarias , desde la conquista de aquellas Islas hasta el año de
1735 Extractadas de las leyes de la Recopilación y de otras
varias obras histórico -jurídicas , y colocadas segun su órden
cronológico por D Josef M. Zuasnavar y Francia . Madrid .
Imp . que fué de Fuentenebro . 1815 - en 4.º
-Compendio de la historia de las Canarias, formado en
su principio con la comisión correspondiente para las escuelas de primeras letras de aquellas Islas , y hoy ilustrado y
comentado notablemente en obsequio de la verdad , por D.
José M. Zuasnavar y Francia del Consejo de S. M. Fiscal
jubilado de su R. Audiencia de Canarias . Madrid . Imp . que
fué de Fuentenebro . 1816 en 4 .
Tambien hizo un traslado de- La correspondencia de
Ochoa Alvarez de Isásaga, Tesorero de la Reina de Portugal D. Maria, con la reina y rey D. Fernando , que comprende desde 29 de Mayo de 1502 hasta el dia 1." de cua-
98
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIA .
S
España, no se olvidó del país, donde habia
residido tantos años , y redactó un opúsculo
sobre los sucesos más notables ocurridos en
él, desde 1796 á 1802 , que no ha llegado á
publicarse . (1)
Otro estudioso é inteligente funcionario ,
el Doctor D. Francisco Escolar y Serrano,
comisionado expresamente por el Gobierno
para recoger datos, á fin de echar los cimientos de una exacta estadística de la provincia,
en cuyo suelo residió desde 1805 hasta 1820 ,
impulsado por su decidida afición á las ciencias naturales , hizo un exámen detenido de
las rocas y lavas del archipiélago ,
sificó con arreglo á la
las cla-
nomenclatura
en-
tonces admitida, levantó mapas, y reunió
colecciones de fósiles y plantas,
mientras ,
cumpliendo con su especial encargo , levantaba estados del movimienro de población ,
de
productos
comerciales, industriales
y
agrícolas , emitiendo informe sobre demar-
resma de 1509. Copiada del traslado que de ellas tiene , su
sucesor D. José M. Zuasnavar del Consejo de S. M. en el
de órdenes y académicos de la Historia . Año 1831 .-Ms. de la Academia de la Historia - Los originales se los
donó el autor al Rey Don Fernando VII .
Contiene esta correspondencia curiosos datos sobre Santa Cruz de Mar Pequeña.
(1 ) Varios sucesos de las Islas Canarias por D. José
Zuasnavar y Francia . Mss . El autor habla de este trabajo
en sus Memorias .
INTRODUCCIÓN .
99
caciones de partidos judiciales y electorales ,
sobre fortificaciones , salubridad y otros mil
asuntos relacionados
provincia. Las
con el bienestar de la
curiosas é importantes ob-
servaciones de este modesto sabio , duermen
en los archivos de las oficinas del Estado . (1 )
Como documento de interés local , enlazado con la historia general del pais, debemos citar con elogio unas noticias referentes
á los acontecimientos que tuvieron lugar en
estas islas, y especialmente en Las Palmas,
de 1808
á 1812 , obra inédita de D.
Agustin Alvarez Rixo, donde se
numerosos
datos
José
consignan
sobre las costumbres de
aquella época , y causas que produjeron la
primera
excisión entre
Tenerife y
Cana-
ria . (2)
(1 ) El Doctor D. Francisco Escolar llegó á Sta . Cruz
de Tenerife en Marzo de 1805 , y desde luego dió principio
á sus estudios , recorriendo en varias ocasiones todo el Árchipiélago . En 1820 se habia trasladado á la Península , y
creemos que alli murió en 1826. Habia estudiado en Zaragoza y era Doctor en Leyes y Medicina .
Poseemos un grueso volúmen con la descripción estadística de la Provincia , y un curioso estado ó resúmen de todos sus trabajos , fechado en Sta . Cruz el 20 de Diciembre
de 1818 , coleccionado todo por el erudito y laborioso isleño D. Francisco M. de Leon y Xuarez .
Respecto de sus notas sobre historia natural y Geología,
se encuentra de ellas algunos extractos en la Historia Natural de Webb y Berthelot, y en otras publicaciones de la
misma índole .
(2) El manuscrito , de que tenemos copia, tiene por titulo-Cuadro histórico de las Islas Canarias ó noticias ge-
100
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
La agricultura, entre tanto, habia llamado más de una vez la atención de las pocas
personas de
verdadero patriotismo é
ilus-
tración de la provincia, y con el objeto de
mejorar los cultivos y prácticas rutinarias,
introducir plantas útiles, reformar los toscos instrumentos de labranza , é inculcar entre propietarios y colonos algunas nociones
científicas , aplicables á abonos , semillas y
riegos, se instaló en Las Palmas una escuela cuya dirección se confió al Doctor en medicina D. Juan B. Bandini, muy apreciado
por sus variados conocimientos
en ciencias
físicas y químicas. (1) Aunque esta cátedra
tuvo al fin que cerrarse por falta de protección oficial, su digno profesor dió á luz en
1816 unas Lecciones elementales , que contienen algunas interesantes noticias sobre el
clima del archipiélago , estado de su agricultura, precio medio de sus productos, regulado por quinquenios , movimiento comernerales de su estado y acaecimientos más memorables , durante los cuatro años de 1808 á 1812 , por D. José Agustin
Alvarez Rixo Un tomo en fol . de más de 300 paginas.
Tambien conocemos de este laborioso isleño una biografía de D. M. Viera y Clavijo, y unos estudios sobre los
origenes del lenguage canario .
(1) La cátedra se instaló en el Seminario Conciliar de
Las Palmas el 4 de Noviembre de 1806 ; y en Real órden de
29 de Julio de 1807. el Rey dió las gracias á la Sociedad
Económica de Canaria por la parte que habia tomado en su
creación .
101
INTRODUCCIÓN.
cial, correspondencia de pesos y medidas entre las islas y la Península, calidad y composición del terreno en sus diversas zonas ,
y manera de hacerlos aptos á determinados
cultivos . (1)
Mientras se imprimia en la ciudad de la
Laguna esta obra , recorria las islas Leopoldo
de Buch, sábio berlinés, de
elevada reputa-
ción científica, estudiándolas con entusiasta
atención, midiendo de nuevo el Teide, clasificando sus rocas , rectificando su flora,
haciendo la descripción
rife ,
y
geológica de Tene-
Canaria, Palma, Lanzarote y Fuerte-
ventura, con
una teoría especial sobre la
naturaleza de
los fenómenos volcánicos , á
los cuales atribuye exclusivamente la formación del grupo . (2)
(1 ) Lecciones elementales de agricultura teórica , prácti
ca y económica , que para la enseñanza de sus discípulos
en las Islas de Canaria ha coordinado el Doctor D. Juan
B. Bandini , Profesor de la Real Armada retirado , socio
correspondiente de la Real Academia de las Ciencias de
Paris , Secretario de la Real Sociedad Económica de Tenerife un tomo en 8. ° impreso en la Laguna, imp . de Bazzanti. 1816 .
Solo se publicó el toro 1.º
(2) Buch recorria las Islas en 1815 , su obra se imprimió en Berlin en 1825 , y fué traducida al francés en 1836 ,
bajo este titulo- Description Physique des Iles Canaries ,
suivie d'une indication des principaux volcans du Globe ,
por Leopold de Buch , trad . de l'Allemand par C. Boulanger etc. Paris . F. G. Levrault . 1836 , un tomo en 8.º prolongado, y atlas .
102
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
De órden del Almirantazgo inglés visitó
luego este pais el teniente de navío Arlett,
describiendo
algunas
de
sus
localidades ,
levantando el perímetro de sus costas y publicando una colección de mapas , que han
alcanzado
una justa
y merecida reputa-
ción . (1)
Llegaba por este tiempo á Tenerife, y se
fijaba en la villa de la Orotava, un jóven y
estudioso hijo de Marsella , nacido en 1794 ,
que ambicionaba explorar y dar á conocer
al mundo científico un
país
tan rico
en
tradiciones poéticas , y en tesoros no exploAsocióse
para
esta empresa con otro sabio profesor,
que
tados
de
historia
natural .
llegaba con el mismo fin y por primera vez
á estas islas, y ambos principiaron sus excursiones,
trepando
por
las
elevadas
y
abruptas montañas , desfiladeros, barrancos
y vertiginosas sendas de pastores , que constituyen el nudo central de cada isla .
Algu-
nos años emplearon en estas atrevidas exploraciones , y cargados con un precioso botín de herbarios , apuntes , albums , objetos
prehistóricos, plantas , flores incectos , rocas ,
vistas, paisages y copias de tipos indígenas ,
llegaron á París , y emprendieron el ímprobo
(1 )
Survey of some of the Canary. By L. Arlett. - 1834 .
INTRODUCCIÓN .
103
trabajo de poner en órden sus notas, clasificarlas y ordenarlas , dándoles una forma
literaria y científica , digna del elevado objeto que se proponian .
Eran estos sábios los Sres. Barker Webb
y Sabin
Berthelot,
cuyos nombres nunca
olvidará el Archipiélago , mientras en él se
rinda verdadero culto á las ciencias históricas y naturales .
Su obra, publicada bajo los auspicios del
Gobierno francés ,
en fólio, con
consta de 106 entregas
hermosas láminas , mapas y
atlas , obra que será siempre un monumento
insigne de laboriosidad y estudio , por los
numerosos datos que en ella se encierran ,
por las nuevas teorias que desarrolla, por
su estilo correcto,
exactitud
fácil
y elegante, por la
de sus dibujos , y por el lujo de
la impresión. (1)
( 1 ) Esta obra estuvo publicándose desde 1836 á 1850 ,
y se titula - Histoire Naturelle des Iles Canaries par MM .
P. Barker Webb et S. Berthelot . - El primer volúmen
comprende las siguientes partes:
1.
La Etnografia y los Anales de la Conquista .
Las Misceláneas ó relación del viaje de sus autores
2.
por el Archipiélago .
El segundo volúmen contiene:
1.º La Geografía descriptiva y la Geologia.
2.
La Zoologia , dividida en Introducción , Reptiles,
Ornitologia, Ichthyología, Moluscos y Entomología .
El tercer volúmen consta de las partes siguientes :
1.º La Geografia botánica con 24 láminas .
TOM. I.
104
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
En tanto se publicaba esta obra, otro sabio
francés , el célebre Mr. d'Avezac, se ocupaba
tambien de las Canarias, publicando numerosos estudios ,
que han ilustrado su anti-
gua geografía, y las expediciones
empren-
didas en otro tiempo sobre el vecino Continente. En un folleto
que vió
la luz en
1845, expuso algunas noticias sobre los descubrimientos realizados en el Atlántico durante la Edad media; en 1846 disertaba sobre la primera
expedición de Bethencourt
á las Canarias; y en 1848 , año en que se
publicaba el Universo, escribió para esta colección un tomo, bajo el título de Islas de
África , donde ocupa un lugar distinguido
el grupo de las Afortunadas . (1)
En 1842 el orientalista Mr. Etienne Quatremère (?) habiendo descubierto en la Biblioteca Real de Paris unos manuscritos ára2.
La Fitografía en tres secciones con 278 láminas .
3.
Las plantas celulares con 9 .
(1 ) Obras de Mr. d'Avezac con relación á las Canarias .
-Notice des Decouvèrtes faites au moyen age dans l'
Ocean atlantique anterieurement aux grandes explorations
portugaises du XV siècle par M. d ' Avezac . Paris . Imp .
de Fain et Thunot . 1845 .
-Note sur le première expedition de Bethencourt aux
Canaries et sur le degrè d'habilitè nautique des Portugais à cette époque . Par M. d' Avezac. París imp . de
Bourgogne et Martinet . 1846 .
-Iles d' Afrique . Par M. d' Avezac. Paris . Firmin Didot Frères . 1848.
INTRODUCCIÓN .
105
bes del historiador cordobés Ibn-al - Qouthia ,
los tradujo y publicó , encontrándose , en el
que lleva el número 13, una curiosa relación
del capitan de una nave, llamado Ben Farrouck, referente al viaje que emprendió éste
el año 999 de nuestra Era á las Canarias ,
donde consigna peregrinos datos sobre el estado del país en aquella tan apartada como
desconocida época de nuestra historia. (1)
En 1844 el ilustrado isleño D. Manuel Osu-
(1) En la nota que va á la pág . 21 nos ocupamos de
la desaparición inexplicable de esta obra. Ahora solo aña
diremos que , posteriormente , y favorecidos por la benévola
oferta de la Sra . Baronesa d' Eicthal, que ha recomendado
eficazmente nuestra petición , nos hemos dirigido al sábio
bibliotecario, que tiene á su cargo la sección de manuscritos árabes de la Bib . Nacional de París , Mr. de Zotenber ,
quien nos ha contestado asegurándonos lo siguiente :
1.° Je ne connais aucun ouvrage portant le titre indiqué par Mr. Millarés , ni d'ouvrage portant un titre analogue .
2❤ Je n'ai pas trouvé dans le texte d' Ibn al -Qouthia
le fait mentionné dans la citation ; car le récit d ' Ibn al- Qouthia, ne s ' ètend , que jusqu'à l'an 312 de l' hégire .
3.º Aucun autre historien arabe ne rapporte le fait en
question .
4.
Il n'existe aucun autre ouvrage d ' Ibn al- Quothia ,
ni dans notre Bibliothèque , ni dans une autre .
Si Mr. Millarés a la conviction , que la citation d'
5.
Ossuna n'a pas été forgèe , je l'engage à parcourir les ouvrages d' Etienne Quatremére . Get auteur avait l'habitude
de joindre à ses publications une quantité considerable de
notes, se rapportant de près ou de loin à son sujet . Si , par
hasard l'auteur du nom d' Etienne etait le mème qu ' Etienne
Quatremère, il se pourrait qu'il y eut quelque part , dans
un ouvrage de Quatremère, la note que cherche Mr. Millarés . Mais je n'oserais l'affirmer,
106
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
na Saviñon, nacido en medio de una familia entusiasta por las glorias de su país , despues de ensayar sus fuerzas en folletos y artículos
de periódicos , políticos y literarios,
se decidió á publicar una obra, que. bajo el
modesto título de Compendio , explícase
la
historia natural, económica y social de las
Canarias, utilizando todos los materiales anteriores , y condensándolos en pocas y correctas páginas . Por desgracia el libro quedó incompleto desde las primeras entregas , aunque, lo poco que vió la luz, puede consultarse con provecho , por algunos nuevos datos que en sus trabajos de investigación habia sabido recoger . (1)
Algunos años despues, en 1847. se inauguró en las Canarias un período de actividad
literaria, que dejó provechosa huella en la
provincia. Publicáronse entonces de nuevo
(1 ) El compendio se anunció de este modo - Resúmen
de la Geografía fisica y política y de la historia natural y
civil de las islas Canarias, por D. Manuel Osupa Saviñon .
Santa Cruz de Tenerife Imp . de V. Bonnet. 1844. Las entregas salieron como parte de la sección recreativa del periódico El Propagador de los conocimientos útiles . La 1 .
entrega se repartió el sábado 3 de Febrero de 1844.
Osuna escribió , además , las obras siguientes:
-Viage al pico de la Isla de Tenerife en 1834. Barcelona . Imp . de A. Gaspar y C. 1837
-Sinopsis insectorum insulae . Tenerife .
-Los Guanches ó la destrucción de las monarquías de
Tenerife .
Solo llegó á publicarse el prospecto.
INTRODUCCIÓN .
107
las obras históricas de Espinosa y Nuñez de
la Peña, y una traducción de la
vieja
nica de
la primera
Bethencourt. (1) Por
cró-
vez se imprimieron tambien los manuscritos de Sosa, Abreu Galindo y Castillo; una
correcta traducción de la parte etnográfica y
anales de la conquista de la grande obra de
Webb y
tar de
Berthelot, (2) y una historia miliestas Islas, por D.
Juan Montero,
Jefe de Estado mayor de la
provincia, re-
producción de la obra de Viera, sin mérito ,
crítica ni utilidad alguna. (3)
D. José M.a Bremon, Jefe
político que
habia sido de esta misma provincia, dió á
luz en
Madrid en 1847 una série de artícu--
los , á los que, reunidos luego, dió el nombre
de-Bosquejo
histórico
las Islas Canarias,
y
descriptivo
de
refundición desprovis-
ta de novedad, que solo podia ser apreciada por una Nación ,
donde se ignora casi
completamente el pasado , presente y porvenir de este Archipiélago . (4)
Un
ensayo poético sobre la conquista de
(1 ) Por D. Pedro M. Ramirez á cuya ilustración se debió el pensamiento y la publicación de esta Biblioteca .
(2) Traducción de D. Juan Arturo Malibran . Un tomo
en 8. Sta . Cruz de Tenerife . Imp . Isleña . 1849 .
(3) Un tomo en 8. de 340 páginas , impreso en Sta.
Cruz de Tenerife . Solo se publicó el primer tomo y algunas
entregas del 2.°
(4) Madrid . Imp . Nac. un tomo en 8.º de 96 páginas .
F
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
108
Tenerife, escrito por
el inspirado poeta ca-
nario D. Ignacio de Negrin, apenas merece
citarse como obra de valor histórico , si bien
tiene su lugar,
entre las que constituyen
hoy la escasa literatura isleña . (1)
Los
borrascosos debates que sobre capi-
talidad se han sostenido en periódicos y folletos entre las
dos islas principales , desde
que comenzó este siglo , dió lugar á D. Bartolomé Martinez, erudito
escritor y nota-
ble jurisconsulto de Las Palmas, para publicar una compilación de los derechos y
títulos que la Gran-Canaria ostenta como
Capital de la provincia.
Contiene algunas
cópias de reales cédulas , privilegios y acuerdos de interés ,
cuyo valor aumenta, si se
recuerda que el incendio de las Casas Consistoriales de Las Palmas en 1842, devoró
el rico archivo municipal de la Isla .
(2)
En 1855 el Baron de Minutoli publicaba
en Alemania
el
exploración á las
de-Presente
resultado de un viage
Canarias , bajo el
y porvenir de las
de
título
mismas ,
(1) Ensayo poético sobre la conquista de Tenerife . Imp .
Isleña . Sta . Cruz de Tenerife 1847. Un cuaderno en 8.º
de 43 páginas .
(2) -La Gran - Canaris - Compilación de los derechos y
titulos que esta Isla posée como capital de las siete á que
dá nombre . -Las Palmas- Imp . de La Verdad- 1855 - Un
tomo en 8.º de 228 páginas .
INTRODUCCIÓN .
109
que creemos no haya sido vertido al castellano .
Un distinguido escritor español, D. Mariano Nougués Secall, auditor de guerra de
la Capitanía General de
rante su permanencia
la
provincia, du-
en ella, se dedicó á
publicar unas cartas , dirijidas á dar á conocer el país bajo su aspecto estadístico , social
é histórico , para lo cual tuvo á su disposición
los archivos militares , eclesiásticos y gubernativos, de donde estractó algunas noticias
útiles . (1)
Acabóse de publicar por
este tiempo el
Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico
de España y sus
escrito por
posesiones de Ultramar,
D. Pascual Madoz , y en los ar-
ticulos correspondientes á Canarias , se aumentan algunos datos , verídicos unos, otros
inexactos , y muchos
copiados
literalmente
de otras obras, sin citarlas, que no
aumen-
tan el caudal de noticias recogidas en los
documentos que van anteriormente descritos .
(2)
(1 ) Cartas histórico - filosófico - administrativas sobre las
Islas Canarias , escritas por el Dr. D. Mariano Nougués
Secall . -Sta . Cruz Imp . de Salvador Vidal . 1858. Un tomo en 4. de 422 pág. ", con algunos toscos grabados .
(2) Diccionario Geográfico- estadistico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar por Pascual Madoz.—
Madrid , 1843 .
110
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
De mas importancia nos parece, á lo menos respecto
á
la topografía marítima, el
derrotero de Mr. Ph . de Kerhallet, dado á
luz en español , y adicionado por el ilustrado
contra-almirante D. Miguel Lobo ,
de cuya
obra se publicaron dos ediciones con planos
y notas; (1), y el notable Diccionario estadístico-administrativo que en 1865 redactó
en Canarias, é hizo imprimir en Barcelona,
D. Pedro de Olive, por más que los datos
recogidos por este laborioso estadista , hayan
cambiado
con
el trascurso de los años , y
perdido su oportunidad é importancia . (2)
En el mismo año publicaba tambien D.
Agustin Diaz Nuñez , Doctor en teología, y
Arcipreste de Güimar,
nológica del
establecimiento ,
y permanencia de
tólica,
una-Memoria cropropagación
la religión católica, apos-
romana en las Islas
Canarias, - (3)
que poco añade á las extensas noticias eclesiásticas de Viera y Clavijo.
(1 ) Derrotero de las Islas Canarias por Mr. Ch . Ph . de
Kerhallet, trad. de D. Miguel Lobo . Madrid . Lib . Esp .
1858.
La segunda edición se imprimió en Cádiz . Imp . de la
Revista Médica . 1860 .
(2) Diccionario estadístico -administrativo de las Islas
Canarias , obra escrita por D. Pedro de Olive , precedida de
un prólogo por D. Gaspar J. Fernandez . Barcelona . Imp .
de Jaime Yepus . 1865 .
(3 ) Madrid . Imp . de la Esperanza . 1865. Un tomo en
12 de 429 pág.'
INTRODUCCIÓN.
111
Una pequeña colección de voces del antiguo dialecto isleño ,
recogidas por D. Maxi-
miliano Aguilar, viene á aumentar el catálogo ya numeroso de
estas palabras , de las
cuales no todas reconocen un legítimo orígen.
De 1860
escribe una
á
1866
publicó el
que
esto
historia particular de la Gran-
Canaria, que narra los sucesos hasta la reciente
época de la segunda división admi-
nistrativa de la provincia (1) ;
una Galeria
biográfica de hijos ilustres de Canarias (2) ,
de la que se hizo segunda edición
en 1879 ,
aumentada con nuevas biografías , y un bosquejo histórico,
sobre los progresos de la
civilización en el
archipiélago
en
1874,
donde
una Historia de
la
(3) ; y en fin,
Inquisición ,
por primera vez fueros publicados
con documentos auténticos los procedimientos, causas y autos de fé de aquel abolido
Tribunal. (4)
En una colección de crónicas de todas las
provincias de España, publicada en Madrid,
( 1 ) Las Palmas . Imp . de D. M Colina , 2 tomos en 4.°
(2) Biografias de Canarios Célebres . Un tomo Imp . de
Victor Doreste . Las Palmas . 1872 .
( 3) Dos tomos en 4. " Imp . de F. Martin . Las Palmas .
1878-1879 .
(4 ) Las Palmas Imp . de La Verdad , 4 tomos en 12 .
1874 .
112
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
en 1868 , se encuentra la de
crita por
D.
estas islas,
Waldo Gimenez
es-
Romera, en
un tomo en fólio de 133 páginas,
que no
es sino una reseña indigesta de las Noticias
de Viera, adicionada
incorrectamente con
algunos datos recogidos sin
conocimiento
alguno del país . (1)
Otra obra se publicó en
Francia, al año
siguiente, que adolece de iguales ó mayores
defectos . Es
ésta la relación
sin nombre de autor,
Iles Fortunées,
de
un viaje,
bajo el título de
Les
donde el protagonista
re-
corre el archipiélago sin salir de Tenerife.
Háblase en
Guanches ,
ella
de la conquista ,
de la vírgen
de
los
de Candelaria, de
la lepra, del clero, de agricultura, de música, de sociedades , de política, de casinos , y
en revuelto caos , y utilizando
sin escrúpu-
lo, y sin método , las observaciones y datos
que
Mr.
Berthelot
ha prodigado
en sus
obras, compone el anónimo viagero un libro , que dá una idea grotesca y equivocada
del país que supone haber estudiado. (2)
Algunas afinidades de lenguage, y el tipo
(1 ) Crónicas de España. Crónica de las Islas Canarias .
por D. Waldo Gimenez Romera. Madrid. Rubio , Grito y
Vitturi. 1868 .
(2) Les iles fortunées ou archipel des Canaries . Paris .
A. Lacroix, 1869. 2 tomos en 4. Esta obra aparece en los
catálogos bajo el nombre de Mr. Ogier, y está dedicada á
Victor Hugo.
113
INTRODUCCIÓN .
rubio que poblaba alguna
de
las Canarias
al tiempo de la conquista , inspiró al alemán
Frans Von Loeher una obrita ó folleto que
tituló los Germanos en las islas Canarias,
y en el cual, con mas ingenio
que fortuna,
trató de probar que los Vándalos , cruzando
el estrecho , estableciéndose
luego
faldas del Atlas; y atravesando
en las
despues el
brazo de mar que separa el archipiélago del
vecino continente, llevaron
allí el tipo ca-
racterístico de su raza , lenguaje y costumbres . (1)
Anunciada con anticipación , y publicada
con buenos tipos, mapas y excelente papel,
principió á ver la luz pública en
Las
Pal-
mas , el año de 1876 , una extensa obra bajo
el título de
Estudios históricos , climatoló-
gicos y patológicos de las islas
Canarias-
por el Doctor D. Gregorio Chil y Naranjo ,
miembro de varias academias científicas , y
literarias y natural de la Gran-Canaria . Estos estudios , destinados á formar una especie de
colección enciclopédico-canaria, don-
de su laborioso autor intenta reunir y compulsar lo más interesante y curioso que se
ha escrito sobre estas islas, será indudablemente de grandes ventajas para el porvenir .
( 1) Los Germanos en las Islas Canarias, por Frans Von
Loeher, Madrid, sin fecha.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
114
Como su mismo título lo indica, no es esta
obra una historia propiamente
dicha ,
sino un voluminoso conjunto de materiales ,
dispuestos á ser utilizados por el que se encuentre con ánimo bastante para emprender la espinosa tarea de escribir la historia
de un país, pobre, olvidado y de escasa importancia política y social .
El precio de la
obra, el plan complejo que
en ella
rrolla, y el número
necesariamente
cance de las
se desa-
de volúmenes de
constará,
que
la alejan del al-
modestas fortunas ,
y del co-
mercio de las clases populares . (1)
Es, sin embargo, una obra
digna del pa-
triotismo é ilustración de su autor, defensor ardiente de los progresos de las ciencias
naturales .
Por ese mismo tiempo se imprimió en
Sta . Cruz de Tenerife una obra que habia dejado
escrita D. José Desiré Dugour, muy
conocido en la provincia por sus aficiones literarias y
su local patriotismo .
Publicose
con el modesto nombre de -Apuntes para
la Historia de Sta. Cruz de Tenerife , desde
su fundación
hasta
nuestros dias,
y las
noticias que contiene, ofrecen algun interés
(1 ) Empezó á publicarse en la Imp . de D. Isidro Miranda el año de 1876 , y solo han visto la luz el primero y
segundo volúmen en 4.º mayor.
INTRODUCCIÓN.
115
en la parte que se relaciona con la población á quién va dedicada. (1)
Hay otra obra, que, relacionada estrechamente con la vida íntima del Archipiélago,
merece ocupar un lugar distinguido en esta
reseña bibliográfica. Nos referimos al Nobiliario de las Islas Canarias , que publica D.
Francisco Fernandez Bethencourt, y cuya
obra puede considerarse como un curioso
inventario de las familias isleñas , donde solo
hallan lugar las que de muy noble alcurnia
proceden .
Con el talento que distingue á su erudito
autor ha formado éste una galeria de apellidos , elevado teatro donde vá colocando á
los que él llama, glorias del país , y en cuya
árida nomenclatura de fechas de nacimientos , bautismos y defunciones , títulos de mayorazgos, donaciones y vínculos, ha sabido
con su correcta dicción y fácil palabra dar
un interés, que dificilmente hubiera alcanzado otro escritor de menos relevantes cualidades .
La árdua tarea que se ha impuesto es digna, pues, de nuestros elogios , por los datos
verdaderamente peregrinos
que se hallan
diseminados en su obra, cuyo valor histó-
(1 ) Imp . de J. Benitez y C. Sta . Cruz de Tenerife .
1875. Un tomo en 4.º de 308 pág.*
116
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
rico es indudable, y por el trabajo ímprobo
que se ha impuesto de soldar y engranar
entre sí tantas y tan repetidas séries de ascendientes y descendientes , de modo que no
dejen nunca solución de continuidad, uniendo, siempre que le es posible, á cada nombre
que cita, una condecoración, título ó empleo
honorífico , circunstancia que le coloca con
frecuencia en sérios compromisos y angustiosas situaciones . (1) Las citas de hombres
(1 ) Consta ya de siete tomos , de los cuales el 1.º y 2. "
se han impreso en Sta . Cruz de Tenerife . Imp . Isleña .-1878. El tercero en Valencia , imp . de la viuda de Agoldi ,
1879. El 4.º en Sta . Cruz 1880 y los restantes en Madrid.
No es ésta la primera obra que se ha publicado sobre la
Nobleza Canaria; muchos son los nemoriales históricos y
opúsculos , que para enaltecer y perpetuar sus enlaces , titulos y preeminencias se han escrito en las tres últimas
centurias . Citaremos algunos de estos documentos .
-Historia de los Señores de Fuerteventura por D. José
Pellicer de Tobar, cronista mayor de S. M. Madrid . 1646 .
-Memorial de la Casa de los Marqueses de Zelada, por
el cronista D. Alonso Nuñez de Castro . 1685 .
-Relación de la calidad , servicios y distinciones de D.
Bartolomé Benitez de las Cuevas , por su tercero nieto D.
Bartolomé Benitez de Ponte y Lngo . Madrid . 1798 .
-Relación de los méritos de D. Bartolomé Cayetano
Benitez de Ponte , por D. Antonio Fernandez Portalegre.
Madrid . 1777 .
-Memorial de la calidad y servicios de los SS . de la Isla
de Fuerteventura en las Canarias del apellido de Saavedra ,
por el cronista D. Alonso Nuñez de Castro . 1680 .
-Memorial de la Casa de Nava . 1665 .
-Id . de la de Lugo .
-Id . de D Angel Bautista Vandama .
-Id . del capitan D. Francisco Machado y Fiesco, 1738 .
-Id . de D. Fernando de Saavedra , por el cronista D.
Juan Baños de Velasco . 1679 .
INTRODUCCIÓN .
117
verdaderamente célebres , dentro de esa clase privilegiada, por sus virtudes , servicios.
y talento, nos suministran tambien curiosas
notas para la historia.
Incansable Mr. Berthelot en su tarea de
dar á conocer ventajosamente en el extranjero la patria de su adopción , escribió una
nueva obra con el
título
Canarias, que publicó
de Antigüedades
en Paris en 1879.
Los rápidos progresos de las ciencias antropológicas, despertando sucesivamente la
afición del
que en otro tiempo había estu-
diado la historia natural y las tradiciones y
leyendas del país , infundió nuevo aliento á
su ilustre autor
para tocar el
blema del orígen de la raza
lazando esta cuestión, y
oscuro pro-
autóctona, en-
procurando resol-
verla, con el estudio comparado de los monumentos ,
fósiles , é interesantes geroglífi-
cos isleños . Esta obra ilustrada con una co-Descripción genealógica de las casas de Mesa y Ponte establecidas en las Islas de Canaria . Por D. Antonio Ramos . Madrid . 1792 , un tomo en f.º
- Relación genealógica de la ascendencia y descendencią por todas líneas de D. Francisco de Molina Azoca Quesada y Castilla , por el cronista D. Juan Antonio de Hoces
Sarmiento . 1708.
-Memorial de D. Domingo de Herrera. 1765 .
-Nobleza é hidalguia notoria de las Casas de Campos y
Fonseca , Manuscrito que se custodia en el archivo municipal de la Palma .
-Memorial de la casa de Sotomayor, por D. José Pellicer y Tobar .
118
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
lección de grabados ,
ha venido felizmente
á aumentar el caudal ya tan copioso de las
antigüedades canarias, y á dar solución ,
la forma que el elevado criterio
tor le
aconsejó,
á esas
en
de su au-
árduas cuestiones ,
objeto hoy de las preferentes miradas de la
ciencia .
(1 )
Otras publicaciones ,
de índole esencial-
mente científicas, han llegado asimismo en
estos últimos años á esclarecer puntos concretos de Geología, Paleontología, Antropología, Geognesia y Filología con aplicación
á este
mismo
archipiélago ,
entre
cuyas
obras no dudamos citar como más importantes el viaje á Tenerife y las Antillas de St.
Claire Deville (2) , el de Dumont d'Urville
en la Corbeta Astrolabio (3), los
trabajos
del célebre Haeckel en Tenerife y Lanzarote, (4) los de Hartung
(5),
Piazzi
y Lyell
(1 ) Antiquités Canariennes . Par S. Berthelot. Paris . E.
Plon et C 1879.
(2) Voy. geo . aux Antilles et aux iles de Teneriffe et
de Fogo . 1849 ,
(3) Voyage de la Corvette l ' Astrolabe executè por ordre du Roy pendant les années , 1826. 1827 , 1828 , 1829 ,
sous le comandement de M.Dumont d' Urville . Histoire du
Voyage . Paris Tastu . 1830 .
(4) Eine zoologische Excursión nach den Canarischen
Inseln ( Jenaische Zeitschrift , 1868 , t. 3.º , pag. 313 ) y Eine
Besteigund des Pic von Teneriffe (Berliner geographische
Zeitschrift vol . V. p . 1 .
(5) Hartung. - Lanzarote und Fuerteventura 1856.Ins . Gran-Canarie Madeira und Porto Santo .-- Dic . geol .
119
INTRODUCCIÓN.
los
del Baron Frisch y
Reiss ( 1 ) . Mous-
son (2) . Meunier (3), Sauver (4), y por último , los del jóven profesor que fué
de his-
toria natural en el instituto de las Palmas,
y hoy distinguido geólogo , D. Salvador Calderón y Arana . (5 )
Posteriormente
el
Doctor Verneau en-
cargado por el Gobierno
francés de
misión científica en estas islas ,
una
visitó una
parte del archipiélago en 1876 , excursión
que repitió en 1884. De sus
estudios , que
tienen un gran valor antropológico , han resultado
algunas
tarse con mucho
dedican á
obras que deben consulprovecho
investigar
los
por los que se
orígenes
de las
verch . des ins . Lanzarote und Fuerteventura nouv . de la
Soc. helv. Tomo XV. 1851 .
(1 ) Véanse las obras siguientes:
Teneriffe , Au Astronomer ' s Experiments or speciá
lities of a residense above the clouds . By C. Piazzi Smith .
London . 1858.
-Principes de Geologie , trad . francaise . Garnier . 1873 .
-Geol . Bescher der Insel . Teneriffe . K. Fritsch y
Reiss. Winterthur . 1868 .
(2) A. Mousson -Revision de la Faune Malacologique
des Canaries .
(3) Comp . rend . de l'Acad . des sciences . Tomo 79.1874 .
(4) Untersuchungen über die phonolitischen Gesteine
der Canarischen Inseln . -Zeitschr f. d . ges . - 1876 .
(5) Reseña de las rocas de la isla volcánica Gran - Canaria, publicada en los Anales de la Sociedad de Historia
Natural de Madrid . T. 4.º
-La evolución en las rocas volcánicas en general , y en
las de Canarias en particular. Idem . Madrid . T. 8.º
9
TOM. I.
120
razas
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
que
poblaron
el pais
antes
de su
conquista . (1)
A la extensa enumeración
que
dejamos
hecha en las páginas anteriores ,
pudiéra-
mos
añadir
opúsculos ,
un voluminoso
artículos,
catálogo
de
folletos y memorias
de menor importancia, que siempre contienen alguna noticia provechosa ó dato utilizable
(2); pero, aun omitiendo como ociosa
(1 ) Entre sus obras mas notables relativas à las Canarias citaremos :
-Rapport sur une mission scientifique dans l' Archipel
Canarien . Un vol . 1887 .
-L'archipel Canarien , son passé , son present. Broch.
-Les iles Canaries , leur etat actuel, leur commerce .
Broch .
-De la pluraritè des races anciennes de l'archipel Canarien . Broch .
-Les semites aux iles Canaries . Broch .
-Les anciens habitans de la Isleta Broch .
-Las Pintaderas de la Grande Canarie. Broch.
-Les inscriptions lapidaires de l'archipel Canarien .
Broch.
- -Cinq anneès de sejour aux Iles Canaries . Un vol . illustre.-París . - 1891 .
(2 ) Entre otras podemos citar las siguientes :
Garcia Ramos - Primeras nociones sobre las Islas Canarias -Cádiz -1877 .
Busto ( D. Fernando del) —Topografía médica de Canarias . Sevilla- 1864 .
Silva Ferro ( D Ramón ) - Estudios económicos industriales y científicos . respecto á la explotación y riqueza de algunas pesquerías y consumo de sus productos en los grandes mercados , con otros varios informes para servir de
precedentes al proyecto de establecer una factoría de pesca,
y preparación de pescado en la Isla Graciosa . situada al
norte en las Canarias . -Lóndres . - Imp . de Clayton y C.'
1875. -Un tomo en 4. de 217 páginas con grabados y
mapas,
INTRODUCCIÓN .
tan prolongada lista,
121
no debemos
bargo pasar en silencio otra
sin em-
clase de do-
cumentos , fuente preciosa para el historiador, donde, si los consulta con buen criterio
y
paciente
laboriosidad,
encontrará
en
-Berthelot ( Sabin ) -De la Péche sur la Cóte occidentale
d'Afrique - Paris- 1840 .
-Manique y Saavedra (D. Antonio Maria) -Elementos
de Geografia é Historia Natural de las Islas Canarias . - Las
Palmas , Imp . de Antonio Lopez . - 1873 . - Historia de Lanzarote y Fuerteventura del mismo autor .
--Perez del Toro ( D. Felipe) El tabaco canario y las Pesquerías en Africa . Apuntes acerca de la geografía , historia ,
agricultura etc Madrid . 1881. - España en el Noroeste de
Africa -Madrid . 1892. Por el mismo autor con copiosos
datos estadísticos .
El viagero universal .--Colección española , tomo XI ,
pag. ' desde la 129 hasta la 229 .
Archivo de Simancas - -Sala XX . Cámara de Castilla.
-Mercedes hechas á los Conquistadores y primeros pobladores españoles de Canarias , con algunas advertencias sobre el fuero, plan beneficial y judicatura de aquellas Islas .
Legajos que comprenden desde 1420 á 1546 .
-Noticias sobre la Isla del Hierro . Ms. por D. Bartolomé
Garcia del Castillo .
- Colecciones de apuntes , y diario de D. Isidoro Romero
y Ceballos , desde 1760 hasta 1816 , que contiene numerosos
datos y curiosidades sobre el estado de las islas durante
ese período.
-Deniz ( D. Domingo) -Historia de la Conquista de estas
islas , que permanece inédita .
-Leon y Xuarez ( D. Francisco M.ª de ) -Contiuuación de
la Historia de las Canarias , desde la fecha á que alcanza la
de Viera y Clavijo , hasta la muerte del autor . Ms. que po
seia su hijo D. Francisco de Leon Morales .
-Inscripcion de Anaga por D. Manuel Osuna . 1889 .
Estudios de Mr. S. Berthelot referentes á estas islas ,
que tambien pueden consultarse :
-Observations sur le Dracena Draco L. Bonn . 1827 .
-Excursion au Pic de Tènèriffe .-- Genève . - 1831 .
-Synopsis molluscarum terrestrium et fiuviatilium quas
122
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
todas ocasiones las
retroceso ,
verdaderas causas
del
adelanto ó estancamiento de la
sociedad isleña . Nos referimos á las actas de
los dos principales
Municipios de Tenerife
y Canaria, en cuyos documentos , como en
un diario, se recogieron desde los primeros
años
de la conquista
este siglo ,
las
hasta principios
disposiciones gubernativas
y económicas de policía é
blica,
de
instrucción pú-
de movimiento de riqueza y pobla-
ción, y cuanto hoy corresponde al Gobierno
político
de las
provincias ,
unos curiosos
anales,
de concesión
de
formando
que con los libros
datas ,
reales privilegios ,
ordenanzas y repartimientos ,
conservan en
algunos
así
que
archivos ,
aun se
corrigen ,
in itineribus per Insulas Canarias. -Annales des Scien .
Nat. Paris . T. 28. 1833 .
-Coup d'oeil sur la chorographie des iles Fortunèes.Bul . de la Soc. de Geo . - Paris . 2. serie , t. 4. 1835 .
-Description de l'ile de Palma .-Description de l'ile
de Fer . - Idem . T. V. 1837.
-Notice sur les iles de Lancerotte et Fortaventure.-Idem.-T. VIII . 1837 .
-Fraginens historiques sur les anciens habitants des iles
Fortunèes . - Idem T. 13. 1840 .
-Note sur le Mocan , arbre des iles Canaries . Idem . 3.ª
série . T. V. 1846 .
-Notice sur des caractéres hieroglyphiques gravès sur
des rochers volcaniques aux iles Canaries . Idem . 6.ª série .
-T . IX . 1875 .
-Nouvelle découverte d'inscriptions lapidaires à l'ile
de Fer . - Idem . 6.ª série . T. XII . 1876 .
-Memoire sur les Guanches .- Soc . Ethn . Paris . T Iy
11. 1841 á 1845 .
INTRODUCCIÓN .
aclaran y completan
123
las noticias estadísti-
cas del país . (1)
Otra Corporación hay tambien, que, por
razón
de su instituto,
ejerció
un influjo
poderoso y continuo en todas las manifestaciones que
constituyen la vida activa de
una sociedad . Esta Corporación fué la
del
Iltmo . Cabildo de la Catedral de Canarias ,
que residía desde 1485 en Las Palmas , como capital de la Diócesis , cuya corporación
la componian
graves
é
en general
ilustradas,
cuantiosos caudales ,
que
disponiendo
de
ejerciendo una exten-
sa jurisdicción espiritual,
fundas de su
personas doctas ,
dejó huellas pro-
iniciativa en la
administra-
ción y gobierno de las islas, así como en su
educación moral é intelectual . Sus acuerdos
son, por tanto, una fuente segura y abundante de peregrinas noticias para el historiador . (2)
( 1 ) Poseemos un extracto de todos los acuerdos del
Municipio de la Laguna desde 1497 hasta 1773 .-- Dos tomos en folio. Y otro de los acuerdos del Municipio de Las
Palmas , que comprende solo algunos años del siglo XVIII.
Sabido es que el archivo de Las Palmas pereció en el incendio de 1842. Tambien pescemos notas de los Privilegios
y Reales Cédulas de ambos Municipios .
( 2) El sabio é incansable D. José de Viera y Clavijo
dedicó una parte de sus ocios á coleccionar los cuadernos
de actas que estaban ya ilegibles y apolillados , y formo un
extracto en dos volúmenes, que comprenden los principales acuerdos del Cabildo desde 1514 á 1793 .
Poseemos copia de esta interesante colección .
124
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Tambien los libros y correspondencia del
Tribunal
de la
inquisición , sus
testificaciones y registros
procesos ,
de limpieza de
sangre, cuyo exámen y lectura modificaría,
si fueran conocidos , las
páginas del Nobi-
liario , arrojan mucha luz
sobre los usos y
costumbres de los isleños en las tres últimas
centurias , porque penetran en la vida íntima del hogar,
y reflejan las tendencias y
dirección del espíritu , durante aquel triste
y lento periodo de nuestro
proceso histó-
rico . (1)
numerosos materiales hay que
A estos
agregar todavía los que se desprenden del
cotejo y expurgo de los archivos notariales ,
donde hallará el historiador un estado exacto del movimiento de la
de las
fincas ,
relación
propiedad , precio
de sus productos ,
cargas y gravámenes, cruzamientos y enlace
de las
familias,
esclavos ,
valor y
cualidades de los
condiciones de los
arrendamiento ,
monetarias ,
contratos de
alza y baja de las especies
fundaciones
de
mayorazgos ,
obras pias y censos , salarios del obrero, construcción de
edificios públicos , informacio-
(1) Uno de los más curiosos documentos de este Tribunal es el Registro genealógico de las familias isleñas , cuyo titulo es- Del origen de los apellidos notados por el
Santo Oficio de la Inquisición de Canarias--
125
INTRODUCCIÓN .
nes de hechos
importantes históricos y de
interés particular, y en fin,
cuanto puede
constituir la vida pública y privada de una
agrupación social en todas sus diversas
y
variadas ramificaciones .
X.
Abundan ,
pues ,
los
documentos
para
escribir una historia completa
de la
vincia de Canarins , que puedan
contribuir
pro-
á ensanchar é ilustrar la general de España,
tan diminuta
y errónea en
todo lo que se
refiere á las inmensas posesiones de Africa
y Ultramar, lejanos paises que han formado en otros siglos el vasto imperio
de la
grandeza ibérica . Esa historia, inspirándose
en las exigencias
de la moderna
crítica,
bajo un plan armónico y un estilo levantado y
digno, puede condensar en pocas pá-
ginas todo lo que hasta hoy se ha publicado
sobre estas islas ,
po
so é
asi en el limitado cam-
de su historia, como en el mas exteninteresante de sus adelantos
en las
ciencias , las artes y las letras, en
los pro-
gresos de su comercio, agricultura é indus-
126
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
tria, y en la marcha de su política, gobierno
Ꭹ administración .
Habiendo conseguido ,
con una perseve-
rancia patriótica é incansable , reunir la mayor parte de las obras y documentos
que
extensamente dejamos enumerados , nuestra
afición á esta clase de
estudios , y el deseo
de contribuir al desarrollo
los
elementos literarios
impulsado
progreso de
del país , nos han
á intentar la
empresa de
y
honrosa y difícil
escribir una
historia general
de las islas canarias . (1 )
No
desconocemos
la
magnitud de esta
(1) Ya hemos recordado lo que Viera y Clavijo dice respecto á sus Noticias, cuando asegura que la verdadera historia de estas islas está todavia por formar. (Prólogo , tomo 1. )
Añadiremos á este propósito lo que el Dr. Chil consigna
en sus Estudios . (Tomo 1. ° Prefacio , pág . VIII ;.
«Mis Estudios son una colección de documentos , antes
que una historia propiamente dicha , y si bien á ellos se
puede aplicar todo lo que decia Juvenal de los historiadores empalagosos, quiero pertenecer a esta clase , con tal
que suministre los medios para que otros , con mejores con .
diciones que las mias , puedan escribir la Historia de Canarias .»
El Dr. Chil se juzga con demasiada severidad . Su obra,
en la parte que conocemos , es un precioso tesoro de noti
cias para el país , y si bien su autor , por razones que respetamos , no ha querido seguir el método y forma rigurosamente históricos , no por eso deja de haber prestado con
su publicación un eminente servicio á su patria .
Nosotros , sin reunir las dotes que exigen Viera y Chil
para acometer tamaña empresa , no hemos vacilado en aceptarla , seguros de que , cu lesquiera que sean sus defectos ,
nuestro patriótico ejemplo sabrá encontrar más felices imitadores en la generación que nos sigue .
127
INTRODUCCIÓN .
obra ensayada yá
en más
por nosotros ,
aunque
modesta esfera, y cuando
no po-
seíamos ninguno de los peregrinos
mentos,
que
despues han venido
quecer nuestra biblioteca
docu-
á enri-
isleña , y aclarar
muchos puntos oscuros ó dudosos
historia pátria .
Muévenos
de la
tambien á ello la convicción
en que estamos de que el estudio de hoy,
por más insignificante que parezca, no será
inútil al estudio de mañana, antes bien le
servirá de ejemplo y de
provechoso
estí-
mulo.
La historia, en cada uno de sus diversos.
períodos, no es obra de un solo hombre , ni
de
una sola
constante y
civilización ,
sin
cesar
es ,
sí,
adicionada
la obra
de las
generaciones que van
sucediéndose en el
tiempo ,
contínua é indefini-
superposición
da, que trae al campo de la ciencia nuevos
y valiosos elementos , depurados lentamente
por la controversia,
la
observación y la
crítica.
Ahora bien; la investigación histórica no
se agotará nunca; el choque de las ideas no
concluirá jamás ;
la
exégesis no interrum-
pirá ni un solo instante su trabajo de eliminación; la ciencia seguirá imperturbable
su camino , arrojando á la candente arena
128
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
de la polémica sus atrevidas teorías , sueños
de hoy, realidades de mañana; de todos esos
poderosos elementos, fundidos en un crisol
común,
surgirán
siempre
soluciones dife-
rentes , que serán admitidas ó rechazadas
por los hombres ilustrados, que vengan de
distintos
campos á sostener la
controver-
sia, si bien quedando de cada esfuerzo individual, un residuo utilizable , que hará florecer con nueva sávia ese árbol cada dia más
arraigado y fructuoso del saber humano .
Contribuir, pues,
á ese adelanto científi-
co, literario é histórico , ardiente aspiración
de nuestra edad , en la parte infinitamente
pequeña que pueda asignársele
á este mo-
desto estudio, emprendido , aunque no tenga otro mérito ,
con celo, imparcialidad
patriotismo, es el
pensamiento que ha ve-
nido á inspirarle, y el único
biciona
su autor.
y
láuro que am-
LIBRO PRIMERO .
EL ARCHIPIELAGO CANARIO .
I.
FORMACIÓN GEOLÓGICA DEL ARCHIPIÉLAGO
El Archipiélago de
las
Canarias se le-
vanta en el Océano Atlántico , enfrente de
ese inexplorado mar de arenas, que
por nombre el
Sahara, y á
lleva
pocas leguas
de la costa occidental de Africa. (1 )
Compónese de siete islas habitadas y seis
(1 ) El Archipiélago pertenece geográficamente al Africa ,
teniendo en frente los cabos de Juby y Nun, y á mayor dis.
tancia los de Ger y Bojador . La cordillera del Atlas parece
prolongarse hasta las Canarias , cuyo grupo se halla situado en la misma dirección, que las últimas estribaciones de
aquella cadena de montañas .
Fuerteventura, la isla más próxima al Continente, dista
de él ciento y un kilómetros .
130
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
islotes desiertos, que ocupan una extensión
de 504 kilómetros en dirección del E. N. E.
al O. S. O. , entre los paralelos 27° 37' 33" y
29° 24' 44" de latitud N. , y los meridianos
7° 7' 30 " , y 11 ° 57' 30 " de longitud 0 , (1)
pudiendo valuarse su superficie en 7167 kilómetros cuadrados . (2)
El archipiélago se divide en dos grupos
distintos, que se denominan por su misma
situación ,
oriental
y
occidental .
Fórmase
(1) Las longitudes se hallan referidas al meridiano de
San Fernando , estando Paris al E. 8° 32 ' 39 " .
Si tomamos como primer meridiano el de la punta Debesa de la isla del Hierro , tendremos 0°, y 4º, 54' long . O.
Si elegimos el del Observatorio de Madrid , nos dará 9° 37'
30 " y 14° 31 ' 30 " Y si aceptamos el de Paris , tendremos
15° 1' y 20° 32' 30 " .
Los 27° 37 ' 33 " de lat . N. corresponden á la punta de
la Restinga, que es la más meridional de la isla del Hierro ;
y los 29° 24' 44" coinciden con la punta N. de la Alegranza .
Las longitudes se hallan tomadas desde Roque del Este
á punta Orchilla , que es la más occidental del Hierro .
La mayor distancia , entre los dos puntos extremos del
Archipiélago, es la de 504 kilómetros en dirección E. N. E.
á O. S. O.
(2) Estas cifras se descomponen de la manera siguiente .
Lanzarote con sus islotes 741 kc Fuerteventura y Lobos ,
1722. Gran-Canaria , 1376. Tenerife . 1946. Palma , 726 ,
Gomera , 378 , Hierro , 278 .
Aceptan esta medida superficial , D. Pedro de Olive en
su Diccionario Estadístico - administrativo de las Islas Canarias pág 219. 1) . Antonio M. Manrique y Saavedra en sus
Elementos de Geografia pág. 2, y el Dr. Chil en sus Estudios Históricos t . 1. " pág. 342 .
Apártase de este cómputo D. Justo P. Parrilla en su
compendio de Geografía General, dando á estas islas 8.830
kil. cuad. de superficie total .
131
LIBRO PRIMERO.
el primero
con las islas de Lanzarote,
y
sus cinco islotes desiertos, Roque del Este,
Alegranza, Roque del Oeste , Montaña Clara y Graciosa, con la isla de Fuerteventura ,
y su islote Lobos , y la Gran-Canaria;
y
constituyen el segundo , las de Tenerife, Gomera, Palma y Hierro . Las dos principales
de Canaria y Tenerife
ocupan el centro ,
teniendo á uno y otro lado sus respectivos
grupos , oriental y occidental.
El archipiélago se halla
cia del trópico de Cáncer,
ma latitud
poca distan-
y bajo su mis-
encontramos, dirigiéndonos al
las provincias de
Este
á
Marruecos corres-
pondientes á la región del
Sahara y el alto
Egipto . En Asia, el norte del mar Rojo, el
fondo
del golfo pérsico,
la India septen-
trional y las provincias meridionales de la
China . En Oceania algunos islotes del archipiélago de Magallanes: y en America , la
baja California, Méjico y la Florida.
Graves y acalorados debates , cuya solución definitiva buscaríamos hoy en vano,
entre las diversas teorías científicas , que sobre este Archipiélago se han emitido, renacen
diariamente y se discuten por los geó-
logos ,
respecto al orígen,
edad de cada
componentes, y
una de estas islas, y sus ad-
yacentes islotes .
132
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Los
neptunistas,
queriendo
explicar el
fenómeno de su aparición y disgregación por
la acción única de las aguas, suponen que
las Canarias han formado
parte del
tinente africano , del cual fueron
con-
arranca-
das lentamente por el contacto irresistible
y continuo del Océano , haciendo coincidir
ese movimiento de dislocación,
ca remotísima de la
central del
con la épo-
evaporación del mar
Sahara, y con un descenso gra-
dual en el macizo del Atlas .
que unidas las islas al
Suponen otros,
mismo continente, y siendo sus montañas
las últimas estribaciones del Atlas, un poderoso
sacudimiento
de aquella
volcánico ,
las desgajó
cordillera , abriendo los profun-
dos canales que las separan entre sí, y el
brazo de mar que las divide del Africa .
Despreciando estas hipótesis
nistas, atribuyen
la formación
los vulcadel
archi-
piélago al poder eruptivo del fuego interno,
que empujando hácia arriba la corteza terrestre, en uno de esos movimientos
con-
vulsivos,
ter-
tan frecuentes en
ciaria, llevó
los
primeros
cráteres, que
á la
la
época
superficie del
contornos
de
esos
Atlántico
aislados
luego, por una fuerza ascen-
cional, que todavia continúa
ejerciendo su
presión desde las profundidades del plane-
133
LIBRO PRIMERO .
ta, vino á constituir la forma irregular y
caprichosa, que
revisten hoy las costas
acantilados de las
y
Afortunadas . (1)
Los poetas, y con ellos buen número de
historiadores y filósofos,
tamente
creyendo resuel-
en la misteriosa existencia y desala Atlántida , afirman, al ocu-
parición de
parse de las
cumbres
Canarias,
que sus
elevadas
son restos de ese sumergido con-
tinente, inmortalizado por Platón ; y aunque
desechada con
los
más
siglo ,
desdén esa teoría por
eminentes
se observa,
no
geólogos
de
nuestro
obstante , que surge
de vez en cuando, patrocinadas por nombres respetables en las ciencias y las letras ,
y revestida con el ropage seductor que le
prestan lo
maravilloso de su
dramático
de su
orígen y lo
desgracia. (2)
Sin embargo, las ciencias
naturales han
adelantado ya lo suficiente , para señalar las
(1) Los volcanes , dice K. Fuchs , han aparecido en los
últimos períodos del desarrollo terrestre, aunque respecto
á la cronologia humana son muy antiguos . Difícil es determinar la época de la aparición de los primeros volcanes , á
causa de la perfecta semejanza que las lavas actuales presentan con los basaltos y las traquitas , qne ciertamente son
más antiguas . »>
Les volcans . Paris . Germer . 1876 .
(2) Pueden consultarse sobre la Atlántida, entre otras
obras modernas las siguientes :
-E. Forbes. Mem . of. geol . Survey etc. 1849 .
----Bory de S. Vincent. Essai sur les iles Canaries . Paris ,
1 801.
134
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
causas verdaderas que, á nuestro juicio, han
dado orígen á ese archipiélago ; y nosotros ,
al considerarlas exactas y fundadas , creemos resuelto el problema , en la forma que
vamos brevemente á exponer , teniendo para ello en cuenta los últimos estudios geológicos , y los peregrinos datos , que nos suministran en abundancia esas mismas ciencias .
Al observar el geólogo la estructura y
composición interna del grupo canario; al
leer, por decirlo asi , en sus alternas capas
la historia de su formación ; al sondear su
pasado al traves de los cortados valles , hendidas montañas , y verticales flancos de su
macizo, se adquiere la convicción profunda
de
que
estas
islas
han
brotado
desde
el fondo de los mares en la época terciaria,
y durante ese período llamado por algunos
mioceno superior. (1)
-P. Gaffarel Etude sur les rapports de l'Amerique etc.
Paris . 1869 .
-A . C. Moreau de Jonnès . L' Ocean des anciens et les
peuples prehistóriques . Paris. 1873.
-Roisel. Les Atlantes . Paris. 1874 .
-Heer et Gaudin . Floria tertiaæ . T. 3.º
-Mac Pherson. Bosquejo geológico de la Provineia de
Cádiz . 1873 .
(1) Lyell en sus Principios de Geologia t . 2. pág. 515
se expresa de este modo hablando del orígen volcánico de
las Islas del Atlántico .
«Podemos afirmar que las primeras erupciones han tenido lugar en ese período terciário-medio , que yo he desig-
LIBRO PRIMERO .
135
En ese momento geológico, cada isla debió surgir, destacándose de esa gran masa
submarina sobre la cual se apoya y descansa el gran continente africano , por efecto de
un sacudimiento poderoso, que fué evidentemente sincrónico con el que elevó los cráteres de las Salvages , y los que constituyen
los grupos de la Madera, Cabo- Verde y Fernando Póo,
removiendo al mismo tiempo
con terrible empuje las costas andaluzas y
lusitanas, aunque siendo posterior al levantamiento de los Alpes y Pirineos , que yá
habian hecho su aparición en Europa, desde los primeros dias del período Eoceno . (1)
Al sobrenadar en el Océano el primitivo
nado con el nombre de Mioceno superior. »
>
Frizch y Reiss señalan tambien el periodo mioceno-medio
ó sea el Helveciano de Mayer. Geologische Beschresbung
der Ins . Teneriffe .
(1 ) -«Placèes ( les iles Canaries) à la suite les unes des
autres , par leur gisèment d'orient en occident, elles sont
comme un prolongement de la chaîne de l'Atlas . Cet archipel se rattache ainsi à la masse sous-marine sur laquelle
s'appuie la grande terre africaine , et n ' est, pour le géolo.
gue comme pour le geographie , qu'un fragment isolé de ce
continent.» Berthelot. Antiquitès Canariennes . París . 1879 .
«En una gran masa plutónica sub - marina, que se extiende desde el Continente africano , hasta más allá de las Islas
de Cabo Verde , y forma relieve en el N. O. de la Península, constituyendo el gran macizo de Galicia , se abrieron
paso en la época terciaria los cráteres dispuestos en série
de Fernando Póo , Canarias , Madera y Cabo Verde . »
Calderon . Las Rocas de Canarias , articulos públicados en
0
El Museo Canario , t . 1. pág. 339. Las Palmas . Imp. Atl.
1880.
10
TOM. I.
136
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
esbozo del Archipiélago , cada isla apareció
subdividida en mil y mil fracciones , separadas entre sí por golfos y canales , estrechos
y lagos
de caprichosas
formas.
Un
mar, en efervescente ebullición, se agitaba
sin descanso en medio de esas segregadas
porciones , cual inflamada caldera de
viente vapor .
hir-
Las lavas, derramando su materia líquida é incandescente sobre la superficie de las
agitadas aguas , desde una profundidad , que
no era inferior á 3.000 metros , y obedeciendo al empuje ascensional, que sin interrupción se sostenia y manifestaba, aunque con
secular lentitud, dió ocasión á que el Océano , encontrándose con las crestas solidificadas de aquellos nacientes arrecifes , trabase
con ellos singular contienda , que ha venido
prolongándose de siglo en siglo, sin que cese nunca en su eterno batallar. (1)
El obstáculo , no
obstante, que las masas
graníticas oponian sin cesar
(1)
al libre curso
Las traquitas primero, despues el basalto, capas de
wacka y laterita, y por último un grueso conglomerado , que
constituye potentes bancos; y si à estas rocas se agregan
unas erupciones localizadas más modernas , y algunos depósitos , tanto de acarreo , como de sedimento, de escasa
extención, quedan enumeradas todas las masas componen
tes de tan curioso país. >>
Reseña de las rocas de la Gran- Canaria por D. S. Calderon y Arana, pág . 3. —Madrid . Imp . Fortanet- 1876 .
7
137
LIBRO PRIMERO.
de las olas, tomaba entonces mayores proporciones, con el
todos los
que acudian de
rizonte
á
furor de los huracanes ,
prestar su
puntos del ho-
poderoso
auxilio
al
mar embravecido , sumando con él sus fuerzas invasoras,
ataque y la
ramente
y
dando
de
este modo al
defensa un aspecto verdade-
aterrador .
Entre ese flujo y reflujo contínuo, y entre ese incansable embestir de los vientos
y las olas, consiguieron éstas arrancar pequeños fragmentos de las salientes rocas,
por todos aquellos sitios en que las brechas
ofrecian al ataque algún lado vulnerable,
fragmentos que , precipitándose por su propio peso al fondo de las futuras playas, aún
nó visibles , que constituian su circuito, y
cómo el cimiento ó placer de cada isla, principiaron á formar en revueltas capas , lechos
de cantos rodados , arenas , asperones y conglomerados vários, confundidos con numerosos bancos
de conchas y detritus marí-
timos . (1)
(1 ) Dice Lyell: - «Desde que las primeras lavas solidificadas se alzaron sobre las aguas, se vieron expuestas á la
acción de las olas : fragmentos de rocas volcánicas se desprendieron y fueron á colocarse en la ribera , siendo otros
arrastrados á mayores profundidades en el mar adyacente ,
formando lechos de cantos rodados , conglomerados , arenas
y asperones, en medio de los cuales quedaron sepultados
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
138
Continuando de esa manera el nunca interrumpido crecimiento del archipiélago , las
lavas volcánicas fueron paulatinamente alcanzando progresivas elevaciones , sin dejar
por eso de oponer sus sólidos muros de traquita y basalto ,
Océano,
á la
acción
erosiva
del
y sin que tampoco esta tenás re-
sistencia disminuyese
el trabajo de disgre-
gación de los productos lávicos , que habian
de
constituir,
andando el tiempo , los se-
dimentos y aglutinados de los terrenos costeros .
Durante ese período de verdadera gestación, espantosos cráteres, con violentas convulsiones , se abrieron paso en cada isla, formando focos centrales , cual éjes del futuro
sistema orográfico de cada agrupación , y con
tendencias en
cierto modo á normalizar la
dirección y alcance de sus erupciones y de
su esfera de actividad .
La caldera de Eceró en la Palma, el circo
de Tirajana en la Gran Canaria, las Cañadas del Teide en Tenerife , se levantaron en
medio de aquella confusa masa de desordenados materiales,
cómo para dar
forma y
modelado á la nueva tierra que surgia.
corales y conchas de especies miocenas »>
Principios de Geología, t . 2. ° pág. 516 .
33
43
139
LIBRO PRIMERO .
Movimientos histéricos en el
tonaciones horribles en
suelo, de-
los áires, espesas
lluvias de hirviente arena, que oscurecian
arroyos líquidos de fundida
la atmósfera,
lava, cruzándose en
todas direcciones , dis-
locaciones titánicas ,
valles , montañas , des-
barrancas en confuso desórden ,
filaderos y
se presentaban por dó quiera sobre su superficie, que un mar siempre en cólera azotaba con violencia, (1)
Entretanto , las capas más elevadas de su
aplacerado circuito , constituidas , segun hemos dicho , con los despojos disgregados de
sus corroidas lavas, ocultas
por
la
de las aguas ,
altura
aparición
sobre
verticalmente
hasta entonces
ó
hicieron
el agitado océano, ó
por
báscula ,
dejando
terrenos
sedimentarios
fosilíferos , á cuyas
bien
un movimiento
al descubierto
y
su
de
extensos
conglomerados
capas siguieron otras ,
colocadas en posiciones inferiores , tan pronto
aquellas
fueron
alcanzando
el mismo
(1 ) Saint Claire Deville , al explicar la formación de estas islas , dice :
«Primeramente aparecieron al exterior las traquitas oligoclásicas , con las tobas y conglomerados que le son afines, constituyendo el núcleo central, luego siguieron los
basaltos , llenando los puntos intermedios , y por último brotaron los mil y mil cráteres , cuyos conos cubren e ! Archipiélago , inundandolo con sus lavas . »
140
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
nivel que las primeras . (1 )
Estos bancos de conchas y despojos marítimos de especies hoy extinguidas , se alzaron de aquel modo,
sometiéndose á esa
fuerza de levantamiento ,
que parece laten-
te en las entrañas del Globo , y
alcanzando
alturas desde el fondo del Océano de 300 á
400 metros sobre su nivel. (2)
En esos bancos de fósiles , verdaderos geroglíficos de la creación , es donde al presente descifra el geólogo , en páginas de conchas, la historia pasada de estos archipiélagos y formula con certeza sus científicas
teorías .
A este período de vertiginosa actividad ,
sucedió luego otro de tregua ó descanso,
calmándose relativamente la fuerza erupti-
(1) Dice Lyell en su obra ya citada:
«A 400 m. más o menos al N. de la Ciudad de Las Palmas , y en una localidad denominada de Sta . Catalina , que
se sitúa al N. E. de la Isla , se presenta un banco elevado ,
entre la alta escarpa de tobas con conchas miocenas , y la
orilla del mar . »
(2 ) Estos fósiles yacen en estratos casi horizontales , alternando con algunas capas de basalto , y están lejos de la
masa volcánica que , en forma de cúpula , constituye el núcleo central de Gran -Canaria . Segun Lyell , el depósito que
los contiene llega en el interior á una altura de 335 m . sobre el nivel del mar , concibiéndose por lo tanto , que aquel ,
en un tiempo suelo submarino , experimentó una elevación
por lo menos igual à dich ! cantidad . »
Estudios paleontológico por D. Miguiel Maffiotte . Rev.
de Canarias , t . 1.° pág. 194.
LIBRO PRIMERO.
141
va de los grandes centros ígneos . El enfriamiento de las lavas, la acción vivificadora
de las corrientes atmosféricas , y el acarreo
de las aguas pluviales, eran todos elementos
que, desde ese instante, iban á cooperar gradual y simultáneamente á levantar el fondo
de los valles , fijar el curso de los torrentes ,
y redondear la aguda silueta de las abruptas
montañas.
Durante ese período de lenta superposición, debieron formarse grandes lagos sobre
las cerradas cuencas de las altas sierras, alimentados por las espesas lluvias de la época
pliocena, que luego , al desbordarse, abrieron sin duda enormes brechas en los basaltos y acantilados de las costas , llevando estos despojos, con el excedente de sus aguas ,
á las más próximas orillas . (1)
(1 ) Dice Escolar en sus apuntes inéditos :
«La montaña en que está la Cueva del Mediodia , y la
otra en que se halla la Fuente blanca (Gran -Canaria) , están
separadas por el barranco de Texeda , que tiene su orígen
en lo alto de la misma , casi en los bordes del enorme crȧter primitivo de la Isla , dentro del cual están la mayor parte de los pagos que componen la parroquia de Tiraxana, y
cuyo diámetro tiene quizás más de dos leguas . Despues de
haber atravesado y surcado profundamente éste y los demas barrancos que vienen á parar á él , y las montañas descarnadas que hay por el término de Texeda, se abrió un
paso angosto y profundo por entre estas dos montañas , que
fueron en sus principios una sola, como lo manifiesta la
igualdad del nivel que están los estratos de las diferentes
rocas que las forman , y la idéntica naturaleza de ellos . Ro-
142
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Trascurrió de este modo incalculable período de siglos , hasta que hubo un momento
en que se
encalmaron definitivamente
las convulsiones del suelo , en que cesó el
fragor de las tempestades, y en que el hervidero del fuego interno pareció extinguido .
Llegado ese instante, y despues de otro lápso de tiempo, que escapa á todo cómputo
humano, las aves de los vecinos continentes principiaron á traer en sus picos , en sus
álas, y
hasta
en sus deyecciones, semillas
de las plantas y frutos que constituian su
alimento, la corriente inter-oceánica dejó en
su trayecto fragmentos vegetales , y el viento , llevando en suspensión gérmenes orgánicos , depositó tambien en los terrenos de
aluvión, preparados para recibirlas ,
semi-
llas de aquellas plantas y larvas de aquellos insectos , primera manifestación de la
ta esta primera valla , tuvo que romper la otra, que en una
época, á mi parecer muy posterior, le opusieron las montañas volcánicas y escarpadas , que son hoy el baluarte en
que el mar revienta con violenta furia ; hasta que el barranco se abrió este nuevo paso , las avenidas debieron formar
un lago que , subiendo de nivel , se fueron desaguando por
los parajes más bajos , y arrastrando en sus corrientes los
terrenos menos solidos , hasta abrirse el portillo por donde
hoy entra en el mar . Pero , entretanto , este depósito grande de agua pudo y debió causar las ruinas y escarpaduras ,
que se ven en las montañas que la produjeron , es la de
Fuencaliente . Cueva del Mediodia , y el espacio en que está
hoy situado el pueblo de la Aldea y la mayor parte de sus
tierras cultivadas .»
LIBRO PRIMERO.
143
vida vegetal y animal sobre el suelo de las
futuras Afortunadas .
La fáuna y la flora del Archipiélago fué
constituyéndose de este modo lentamente,
aunque sin ninguna interrupción, hasta que
pudo
al fin obtener el desarrollo con que
aparecen ambas en el período cuaternario ,
y en los tiempos que precedieron á la aparición del hombre sobre esas playas y
bos-
ques intertropicales .
Empero, el fuego interno que habia dado
vida á las islas , continuaba á intérvalos su
trabajo de erupción, rasgando con frecuencia la dura corteza que ya cubria por todas
partes el suelo . Asi , de siglo en siglo, y de
isla en isla, volcanes imponentes é inesperados han venido á demostrar que el foco
oculto , orígen de su formación , está aún
muy lejos de haberse extinguido en sus entrañas .
Esa fuerza misteriosa que hace descender
ó alzar los continentes , no ha cesado, pues ,
en las Canarias de ejercer su poderosa acción , como se evidencia con el movimiento
que se revela en sus playas, fenómeno reconocido hoy por la ciencia , y cuyo descubrimiento se debe al estudio de las costas,
arrecifes y acantilados del Grupo , y al atento exámen de los bancos fosilíferos , que se
144
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
levantan en su perímetro . (1)
Ese movimiento, aunque común á todo
el macizo del archipiélago , es, sin embargo,
parcial y distinto para cada isla. Á una ó
dos millas aproximadamente , de su respectivo contorno la sonda desaparece, y alcanza grandes profundidades , que acusan , pa
ra cada una , existencias , por decirlo asi, independientes . Exceptuamos el placer que
sirve de base á Lanzarote y Fuerteventura,
con todos sus islotes adyacentes , que es uno
para ambas, (2) no siendo por consiguiente
imposible, dada su especial configuración ,
que en el trascurso de muchos siglos , y continuando
ese levantamiento
gradual,
lle-
guen las mismas á formar una sola isla, sir-
(1 ) Calderon y Arana , en su opúsculo ya citado , dice á
este propósito lo siguiente :
«Lyell observa acertadamente , que nada lleva á pensar
en la sumerción temporal de dichas capas , y que, por el
coutrario, parece que el movimiento ascensional no ha sido
interrumpido : mis observaciones indican que , no tan solo
es esto cierto , sino que en la actualidad se dá á conocer esta infiuencia en Gran- Canaria , por la invasion constante del
mar en unos sitios , y su alejamiento sucesivo en otros ,
aunque en general tiende å levantar la Isla . » pág. 27 .
Fritsch y Reiss , hablando de Tenerife se expresan de
este modo:
«Tenerife se ha formado por superposiciones sucesivas,
y su forma actual depende del modo como tuvieron lugar
los depósitos de los materiales volcánicos eruptivos y de
las modificaciones que en los mismos ocasionó la erosión
durante una ascensión lenta. »>
2
-
(2) Kerhallet. Derrotero del archipiélago de Canarias ,
edición , pag. 9. " . traducción de D. Miguel Lobo ,
145
LIBRO PRIMERO .
viéndoles de lazo de unión el islote hoy desierto de Lobos .
Cae, pues, por su base la suposición de
un continente sumergido , de cuyas últimas
alturas fueran las Canarias la prueba indubitada, porque, en efecto , si sondeamos el
atlántico en toda esa inmensa cuenca que
abraza las islas
Verde,
de Cabo
Azores ,
y enlazamos
Canarias, Salvajes y Madera,
su estudio con el de las costas de Portugal
y Galicia, y las occidentales de Africa observaremos, que una extensión continental
en esos mares, implica un cambio de nivel
de tal magnitud,
que se
de todas
aparta
las conclusiones geológicas de
los períodos
terciarios .
Entre las Azores y el Portugal revela la
sonda depresiones,
que exceden de 4.500
metros . Junto á la Madera y alrededor de
las Canarias las profundidades varian entre
3.000 y 3.500 metros . Cada una de estas últimas
Islas , á excepción de
Lanzarote
y
Fuerteventura, tienen, como hemos dicho,
un placer
distinto, que
supone una base
ó cimiento aislado . Los freus ó canales que
las separan entre sí, ofrecen asi mismo un
mar
libre
ciones
las
y
profundo, indicando
independientes,
aunque
Islas al mismo macizo
forma-
enlazadas
submarino , y
146
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
sometidas á las mismas causas ígneas .
La submersión, pues, en el Atlántico , de
tan vasto
misible,
Continente,
si se tiene
estudiada
posición
continentes
cuencas
es un hecho inad-
para ello presente
equilibrio
y
actuales , y
oceánicas,
la
de
los
el exámen de
las
respecto
al
período
prehistórico en que se supone acaecido tan
singular fenómeno .
Permítasenos ,
por tanto , que en el estarechacemos, como
do actual
de la ciencia
destituida
de
todo
fundamento
sério ,
la
poética, leyenda de ese colosal hundimiento, que nos ha
conservado la clásica lite-
ratura griega ,
de Platón .
y ha inmortalizado el génio
Es pues evidente, por lo que dejamos expuesto, que el Archipiélago Canario debe
su orígen á un movimiento ascencional de
la
corteza
terrestre
(1 ) determinado por
(1 ) El Dr. Chil en sus Estudios, se manifiesta tambien
partidario de esta teoría cuando dice :
«Es indudable y asi lo ha evidenciado ya la ciencia que
todas estas porciones ( Canarias, Azores , Madera , Salvajes)
han salido del fondo de los mares , sufriendo , aun despues
de su levantamiento , otros accidentes más ó ménos importantes... Las Canarias se puede decir, y las observaciones
geológicas confirman esta idea, se han formado por la accion
de dos fuerzas , la actividad volcánica, y la erocion por el
agua, tanto salada como dulce .» T. 1.º , pag . 58. 1876 .
En la Historia de la Gran-Canaria, que publicamos en
1860, consignábamos tambien nosotros lo siguiente :
147
LIBRO PRIMERO .
violentas erupciones en su superficie ,
que
alzando poderosamente numerosos cráteres ,
desgarrando
el suelo en todas direcciones ,
vomitando lavas , cenizas y escorias , cegando
valles , elevando cerros ,
entreabriendo
abismos , rasgando cordilleras , pulverizando
montañas,
y fundiendo
repulsó al Océano,
primitivas rocas,
dibujó el perímetro de
cada isla, y despues de un titánico batallar
con el
furor de
los vientos, con el hervi-
dero de los volcanes , y con el terrible empuje de las olas , cesó ,
al fin, en sus secu-
lares
convulsiones , y modificando su tos-
tada
superficie
edades ,
recibió
con el transcurso de
en su seno , los
de la vida, convirtiendo
las
gérmenes
sus negros flan-
cos y estrechos valles en tierra productora ,
donde
los árboles
levantaron sus alegres
«Entretanto la moderna ciencia , al observar los trastornos que se descubren en todas direcciones sobre su quebrantado suelo , los apagados cráteres de sus numerosOS
volcanes , los torrentes de lava , que cruzan sus valles , y los
nuevos respiraderos , que de vez en cuando suelen aparecer en su superficie , no duda atribuir al fuego subterráneo
el origen de estas Islas . Sus montañas, dicen , revelan por
su configuracion geológica , que han sido producto de ascenciones submarinas , efecto de las terribles oscilaciones que
en épocas remotas han elevado gradualmente el terreno
desde el fondo de los mares , para constituir el grupo bajo
las condiciones fisicas en que hoy se nos presenta. » T.º 1.º,
pag. 28 .
148
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
copas, y las flores derramaron su mágico
perfume.
La ciencia asi lo demuestra con sus eternas
é inmutables leyes , y los
miembros del
archipiélago,
dislocados
ruinas
de
su
caótico pasado , asi tambien lo revelan con
su mudo é imponente aspecto .
Tal ha sido,
tunado .
el Génesis del grupo afor-
149
LIBRO PRIMERO .
II.
LANZAROTE Y SUS ISLOTES.
La isla de Lanzarote es la más oriental
de las Canarias . Hállase
situada entre los
28° 49' y 29° 14' de latitud N. y 7° 12' 30 "
y 7° 40 ' 30 " de longitud O.
Su mayor extensión es de 58 kilómetros ,
y 18 la de su
en
ancho medio .
Corre la isla
E. al S.
O. , y cuenta
dirección del N.
741 kilómetros cuadrados de superficie, incluyendo en esta medida la de sus islotes
adyacentes .
Colocándonos en el cabo Fariones, que es
el punto más setentrional de la isla, para
recorrer desde allí
y dirigiéndonos
oriental,
el límite de sus costas ,
primero hácia
la banda
hallamos sucesivamente
las pun-
de
Mojon blanco y Aguzada ,
las
de
Arrieta,
Usaje y Pasito, y luego
las
de
tas
Cucharas, Ancones y Charcos .
150
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Siguiendo despues la curvatura del litoral , que se
inclina rápidamente al S. E. ,
nos encontramos con los puertos ó fondeaderos de Naos y Arrecife, que se abren á
derecha
ofreciendo cómodo
vientos .
de
é izquierda
la
abrigo
Estos puertos
villa
á
capital ,
todos
serían los
los
mejores
si su entrada presentase
del archipiélago,
menos dificultades ,
y si el movimiento de
las arenas, ó la ascensión del subsuelo , no
fueran visiblemente disminuyendo su fondo. Hay la certidumbre
en estos últimos
científica de que
cien años se ha elevado
una braza sobre su anterior nivel, (1) amenazando
cegar,
en tiempo no remoto , los
charcos interiores de
la Estila y San Gi-
nés, y los fondeaderos comprendidos entre
los islotes
Francés; Cruces y Juan Rejon,
que son los principales que constituyen el
puerto de Naos . (2)
( 1 ) « Es indudable que á estas corrientes ( las del S. ) y
á la permanencia de los vientos del 1.er cuadrantre se debe la disminucion del fondo de este puerto , cuya profundidad ha disminuido una braza en los últimos cien años y
y acabará por cegarse...»
Derrotero de Canarias por Mr. C. F. de Kerhallet , trad .
de D. M. Lobo . Cádiz . 2.ª edición pág . 31 .
(2) Dice Kerhallet en su citada obra pág . 29:
«Naos está al N. y Arrecife al S. de la Villa de este último nombre, la cual se halla asentada sobre una punta
redonda de terreno áspero y montuoso . Delante de esta
punta existen esparcidos algunos islotes de piedra, uno de
151
LIBRO PRIMERO .
Prosiguiendo la descripción del circuito
de la isla,
hallamos
luego la ensenada de
Ávila, el cabo de Punta Gorda y el del Papagayo, extremidad sur de la isla, desde la
cual, hasta la punta
de Pechiguera,
hoy se levanta un faro
de 4.º
halla la famosa playa de las
donde
órden,
se
Coloradas , y
el distrito de Rubicón , que sirvió de asiento
á la primera población de Lanzarote, y á
la fundación de su catedral . Esta parte de la
costa forma con la de Fuerteventura ,
que
le es paralela , á cuatro y seis millas de distancia, el canal de la Bocaina,
en
medio
del cual se alza el islote desierto de Lobos ,
donde al presente hay tambien un faro.
Doblando ahora la punta de Pechiguera,
para seguir la
dirección
occidental,
que
costa,
van
apareciendo sucesivamente las puntas
de-
desde
este
sitio
continúa
la
nominadas Roja, Janubio, Gabiota, el Rio ,
Penedo , Ginate y Salinas , hasta encontrar
de nuevo el cabo Fariones,
que cierra el
los cuales , bastante grande, está unido á la población por
medio de un puente levadizo de tres ojos , que dá paso al
fuerte llamado San Gabriel . Los arrecifes que despide ese
islote grande , cuya figura es la de una media luna irregular , y los de otro que está á un cuarto décimo de milla del
anterior, y se llama el Quemado , forman el puerto de Arrecife... Al N. E. de la punta de San Gabriel , y á un cuarto de milla de ella, se halla el puerto de Naos , formado
por los islotes Francés y las Cruces . >>
11
ΤΟΜΟ Ι.
152
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
perímetro recorrido .
Enfrente de este cabo, y separado por un
canal de 1800 metros de largo, que se denomina el Rio;
se levanta
la isla de la Gra-
ciosa, que mide cinco millas
de largo
por
dos y media de ancho, de terreno montuoso
y elevado .
Sobre
su
pequeña
descuellan
cuatro
ó
cinco
superficie
picos,
de
los
cuales, el nombrado montaña amarilla mide 678 piés de altura,
llegando á alcanzar
el macizo que constituye su núcleo central ,
hasta 955 piés . (1 )
(1) D. Ramon de Silva Ferro en sus Estudios sobre la
pesca en las Canarias , describe así este islote .
« Al N. de la Isla de Lanzarote, un poco al O. de punta Fariones , se encuentra el islote ó pequeña Isla llamada
Graciosa . Esta situada entre los 29° 12 ' 50 " y 29° 17 ' 7 " de
lat. N. y entre los 7 ° 16 ' 2 " y 7° 20 ' 32 " de long . O. de
San Fernando . Hállase separada de Lanzarote por el estrecho del Rio , que próximamente tiene una milla de ancho , y
forma un magnífico fondeadero con 5 á 15 brazas de fondo .
Tiene de largo la Graciosa en su mayor long. , desde la
punta de Montaña Amarilla al S. O. , hasta la punta de Pedro Barba al N. E. 5 millas; por su mayor ancho no excede mucho de dos millas . En parte se encuentra cubierta de
arena blanca mezclada con gran número de caracoles terrestres , entre los cuales dominan el Helix Sarcostoma . Helix
Pisana, Bulinus decollatus, Cryptella Canariensis , y otras
especies mezcladas con restos de moluscos marinos ; tambien se hallan concreciones oviformes . huecas y abiertas
por una estremidad , que no son otra cosa que nidos de ciertos insectos apiarios del órden de los himenópteros , que
con mucha frecuencia se encuentran tambien en los paises
cálidos de América colgados de los árboles. Por la parte
del S. E. la costa es pedregosa , baja y fácilmente accesible, signiendo luego el terreno hacia el N. y S. O. en una
N
153
LIBRO PRIMERO .
A una milla de distancia de la Graciosa
aparece el islote donominado Montaña Clara, de
forma abrupta y escarpada, y á me-
dia milla escasa de éste, la piedra del Infierno ó Roque del Oeste, que es un arrecife de
un
tercio de
milla
de
extensión
aproximadamente . (1)
Cinco millas mas al norte, se alza otro islote casi circular llamado Alegranza, volcan
apagado, cuyo cráter tiene 1.181 piés de altura absoluta con un diámetro de dos millas . (2)
planicie ligeramente ondulada, en la que abundan las plantas arborescentes de la familia Chenopodeœ , tales como el
Chenopodium maritimum , el Cheno odium setigerum y el
Chenopodium fruticosum . Hácia el N. O. el litoral es mucho más escarpado ; grandes masas de basalto rodean la
ribera, y tres conos volcánicos colocados en fila no dejan
la menor duda respecto á su origen . La Isla Graciosa despues de las lluvias de otoño se cubre de plantas herbáceas ,
que se desarrollan rápidamente á la sombra de grandes
breñales de Atripplex y Salsola . »>
L -Estudios Económicos , industriales y científicos . - Por
D. Ramon de Silva Ferro . Londres. Imp . de Clayton y C."
-1875, un tomo en 4.ª pág. 125 .
( 1 ) El mismo Silva Ferro en la obra precitada , dice :
«Un poco al N. O , de la Graciosa , como á una milla , se
encuentra el islote Montaña Clara , que se eleva del mar
hasta la altura de 300 piés . Un pequeño manantial que
corre en dicho islote , atraia en otro tiempo una multitud
de canarios : pero los pescadores incendiaron la maleza que
crecia en los contornos , y estos hermosos pájaros han desaparecido . p . 126 .
(2) Hácia el norte existe el único fondeadero de esta
pequeña isla , que es un ancon , célebre por asegurarse que
en él se detuvo Juan de Bethencourt antes de llegar á
Lanzarote , cuando por la primera vez aportó á estas islas .
154
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Por último , el Roque del Este , situado á
diez millas de Montaña Clara, y casi en el
límite de las sondas , completa el grupo de
los cinco islotes desiertos , que rodean como
satélites á Lanzarote , y con la cual aparecen
ellos geológicamente enlazados .
Limpias son las costas de la isla, desatracándose poco de sus orillas , y no ofreciendo por lo mismo peligros á la navegación ,
algunos bajos y arrecifes , de los cuales los
más importantes son , los que se hallan situados respectivamente
en las puntas
de
Pechiguera , Papagayo , la Tiñosa y Charcos .
Lanzarote ha sido recientemente combatida por los volcanes , que han rasgado de
nuevo su
suelo ,
destruido sus campos,
y
arrasado sus caseríos, alterando profundamente sus condiciones productoras y climatológicas . Por esta causa su sistema orográfico parece envuelto en las ruinas
de esas
mismas revoluciones ígneas, sin que pueda
seguirse con facilidad el hilo conductor, que
debiera servirnos de guia en el inextricable
enlace de sus dislocados grupos .
Dos cordilleras se dibujan, sin embargo,
sobre su accidentado suelo , que ofrecen á la
vista una determinada posición . Toma su
orígen la primera junto á la antigua villa de
Teguise, y corre en dirección N. E. , hasta
155
LIBRO PRIMERO
llegar al cabo Fariones, que le sirve de límite, enlazándose, al parecer, con el macizo
submarino, de donde brotaron los cráteres
de la Graciosa, Montaña Clara y Alegranza,
cuya línea de alturas se prolonga, siguiendo
la misma dirección . Hácia la vertiente occidental de esa
misma cordillera, los
son rápidos y casi verticales ,
por el
córtes
descendiendo
costado opuesto en pendientes más
suaves é inclinadas . Descuellan
sobre esta
meseta los picos de la Corona, Chache, Helechos y Famára . que son los más elevados
de Lanzarote.
La segunda cordillera, que tiene su nacimiento en
Montaña blanca, situada en
el
promedio de la isla, corre en opuesta línea,
y vá á concluir,
dividida en
dos
ramales ,
en las puntas de Pechiguera y del Papagayo, sobre las playas meridionales de las Coloradas, y del canal de la Bocaina.
Algunos montes aislados , cráteres de apagados volcanes , y las montañas
del fuego,
producto de las últimas erupciones de 1730
en el distrito de Timanfaya, situado hacia el
S. O. , completan la configuración interior
de Lanzarote, que, además ,
contiene exten-
sas llanuras de movediza arena,
llamadas
Jábles en el país, y numerosos rios de petrificada y reciente lava, que se cruzan en
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
156
todas direcciones , y bajo los cuales se siente
todavía hervir el fuego, que á poca profundidad sigue labrando las entrañas de la isla .
Desde el siglo XV desapareció el escaso
bosque que cubría sus valles , y las vertientes de sus montañas, hallándose por
esta
causa , ó por su situación especial, privada
con frecuencia
de las lluvias, que escasa-
mente vienen á
regar su abrasado
Dos
manantiales ,
fuentes
ó
suelo .
llamados
de
Chafariz y Aguza, son los únicos que se encuentran en la isla, aunque sin ninguna utilidad para sus vecinos , por
hallarse en si-
tios inaccesibles , que hacen su explotación
casi imposible. El agua de que se surten los
habitantes
se recoje
en
invierno , cuando
llueve, en albercas ó algibes , porque en general , la que suministran los pozos , es salobre y de malas condiciones higiénicas .
En la villa de Teguise existe un grande
estanque ó mareta , que es un vasto receptáculo de 600 metros de circuito, socabado en
tierra, y con un fondo toscamente cubierto
de piedras . Se llena con las aguas flluviales,
siendo éstas conducidas por acequias abiertas al aire libre, que bajan desde las alturas
circunvecinas . Este depósito es comunal, teniendo todos los vecinos derecho á servirse
del agua que en él se conserva.
LIBRO PRIMERO .
157
III
FUERTEVENTURA Y EL ISLOTE LOBOS
La isla de Fuerteventura
está separada
de la de Lanzarote por el canal de la Bocaina, que cuenta, como ya lo hemos dicho , seis
millas de ancho .
Enmedio de este canal, pero más próximo
á las costas de Fuerteventura, se alza el islote de Lobos ,
teniendo
de extensión, de
norte á sur, dos millas, y poco mas de una
de Este á Oeste .
Hállase situada Fuerteventura entre los
28° 1' 30" y 28° 45' de latitud N. , y los 7°
36' 30" y 8° 19 ' 30 "
de longitud
O.
Mide
cien kilómetros de largo y 25 de ancho , con
una superficie cuadrada de 1722 kilómetros ,
incluyendo en esta medida la del expresado
islote de Lobos , que se considera geográficamente como adyacente á ella .
La isla parece dividida en dos porciones
158
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
desiguales . La mayor, que es la situada hácia
la parte septentrional , es poco montuosa, y
en general contiene extensas y áridas llanuras, interrumpidas por cerros de escasa
elevación; y la menor, que se levanta hácia
la banda meridional, y en frente de la Gran
Canaria,
es muy accidentada y de mayor
altura, llevando el nombre de Península de
Jandía, unida á la otra porción
de la isla,
por un istmo de cinco kilómetros de ancho ,
denominado de la pared ó de matas blancas, cubierto de dunas y de movibles arenales , cuya superficie apenas se alza pocos metros sobre el nivel del mar, demostrando su
exámen geológico, que, en tiempos prehistóricos , debieron estar separadas ambas porciones por un estrecho brazo de mar, y constituir dos islas , que solo el movimiento ascendente del subsuelo ha podido reunir.
Situándonos para recorrer su perímetro
en punta Gorda, extremo norte de la Bocaina, y siguiendo la costa por su banda del
N. O. , hallamos primero la punta de Tostón, rodeada de arrecifes , que forman á su
abrigo
el fondeadero del mismo
nombre.
Destácanse luego, aunque acentuándose ligeramente, las puntas de Manta , Esguinzo ,
Janubio,
Molinos y Horadada, encontrán-
donos seguidamente con el fondeadero de
LIBRO PRIMERO.
159
la Peña, por donde desemboca el histórico
barranco de Rio-palmas . Sucédense á continuación, puerto nuevo y punta de Guadalique ó Guadalupe, y la extensa playa de
barlovento de Jandía, hasta llegar á punta
Pesebre, una de las dos extremidades de
aquella pequeña península, llevando el mismo nombre de Jandía la punta opuesta que
se avanza hacia el S. O. ,
rodeada de peli-
grosos bajos y de pedregosos arrecifes . Doblada esta punta nos encontramos con los
mal llamados puertos de la Cruz y la Cebada, que no son más que radas desabrigadas
y abiertas á los vientos que bajan furiosos
desde la elevada sierra de Jandía; luego se
extiende la playa
llamada de
Sotavento,
hasta el morro de los Canarios, formando
la dilatada bahia de la Pared, y más allá los
fondeaderos de
Tarajalejo , Toneles , Pozo
negro y caleta de Fústes,
que ofrecen poca
seguridad al navegante.
Colocados yá sobre la costa occidental , se
descubre la rada de puerto de Cabras , donde toma asiento el pueblo de su nombre, capital hoy de la isla, y que hubiera podido.
cambiarlo sin dificultad por otro más eufónico . (1 ) Esta rada ofrece un buen fondea(1) Podia haber adoptado el nombre de Erbania , como
recuerdo del antiguo nombre indigena de la isla .
160
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dero, excepto con los vientos del S. E. , que
suelen soplar con violencia en los inviernos . Desde este sitio de la costa, vamos encontrando sucesivamente las puntas de Lagos , Roja, Jáble del Moro , Pozo y Corralejo, que cierran el perimetro recorrido .
El islote Lobos destaca su punta Martino hacia el norte, formando al sur un canal de media milla con la isla á que ག es
adyacente, que estrechan los bajos y arresembrados
cifes
Una
fija,
cadena
ocupa la
ventura,
ambas costas .
en
de
cerros,
parte
sin
central
formando estas
dirección
de
Fuerte-
alturas
hácia el
norte, un grupo de apagados cráteres , entre
los que descuellan los montes de la Muda
y
Cardón al sur. Corre
del
enseguida es-
ta cordillera, entrecortada por valles y llanuras, que interrumpen
istmo de la
pared, no
su
éje ,
hasta
sin desprender al-
gunas
aisladas montañas en dirección
litoral
S.
paso
E. ,
entre las cuales se
numerosos
los nombres
el
barrancos ,
del Diamante ,
que
del
abren
reciben
Torre, Janu-
bio , Molinos y Rio-palmas . Las alturas del
Cuchillo , de Tefia y de Betancuria , y
montaña
de Cardones ,
la
cerca de Chilegua ,
son tambien notables por su relativa elevación .
LIBRO PRIMERO .
Salvado
el istmo , la
á presentarse,
161
cordillera
levantándose
vuelve
con rapidéz ,
y alcanzando alturas dignas de consideración,
que forman el
península
macizo
de Jandía, en
eleva
el pico de Orejas de
más
culminante de
central de la
cuya
sierra
se
asno , punto el
la Isla , que
llega
á
844 metros de altura absoluta.
Los bosques han desaparecido de Fuerteventura
( 1 ) lo mismo que de Lanzarote,
produciendo
en ambas
islas
el fenómeno
de la desaparición de las lluvias , que por
ésta ú
veces
otras causas
riegan
su
Algunos
escasos
maretas,
donde
meteorológicas pocas
suelo en los inviernos .
manantiales ,
algibes
y
recoge
agua,
no
se
un
siempre higiénica, suplen imperfectamente
aquella
falta,
que se
deja
sentir anual-
mente en las cosechas , haciendo imposible
hoy todo progreso agrícola y forestal . (2)
( 1 ) Dice la Crónica de Bethencourt describiendo esta
isla : «Hay grandes bosques de tarahays ... el país se halla abundantemente poblado de árboles que dan un jugo me
dicinal , y de otros de gran hermosura... hay tambien palmas de dátiles y olivos » Cap . 70 , p . 120 .
(2 ) Silva Ferro en su obra ya citada, dice , hablando de
Lanzarote y Fuerteventura:
«Las antiguas formaciones de estas dos islas , están cubiertas superficialmente de un depósito calcáreo , que parece proceder de la infiltración de carbonato de cal en las
cenizas volcánicas , procediendo á su vez el carbonato de la
descomposición de caracoles terrestres durante un largo pe-
162
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Ya hemos dicho que el islote Lobos divide en dos partes desiguales
el estrecho de
la Bocaina, siendo su extensión la de dos
millas de N. á S. , y de una y un tercio de
E. á O. El canal que
ventura es solo de
lo separa de Fuertemedia milla , y
ofrece
muchos peligros para la navegación por los
bajos y arrecifes que se levantan , como antes tenemos indicado , en sus orillas . Hay en
Lobos un faro
de 6.º órden .
ríodo, cuyos moluscos debieron de haberlo obtenido de la
materia volcánica descompuesta en la superficie por agentes atmosféricos .
Pág. 124.
LIBRO PRIMERO.
163
IV .
GRAN-CANARIA .
La Gran-Canaria se halla situada en el
centro del Archipiélago , formando parte del
grupo oriental, y se extiende entre los 27°
44' y 28° 12' de latitud N. y los 9° 8'
30 "
y 9° 37' 30" de longitud 0.
Su figura es casi circular, teniendo 56 kilómetros en su mayor diámetro, y 1376
de
superficie cuadrada . Al norte se destaca la
Isleta, pequeña península unida á la isla de
que forma parte por un estrecho istmo de
arena, conocido con el nombre de Guanarteme .
La isleta se halla formada por cinco montañas de orígen volcánico , sobre una de las
cuales se levanta hoy un faro de tercer órden,
siendo estas montañas antiguos conos, que
en tiempos anteriores á toda tradición histórica, han visto correr torrentes de lava por
164
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
sus costados, y cuya lava se exhibe al presente con sus ennegrecidas y tostadas capas,
refractarias
á toda vegetación ,
ofreciendo
en los acantilados de su litoral curiosas formaciones basálticas , y córtes verticales , que
revelan la brusca ascención del subsuelo y
sus profundas convulsiones .
En el punto de enlace de la isleta con el
istmo de Guanarteme, el recodo ó ensenada
que de esta unión resulta, abraza un espacio
de mar, que constituye la rada que lleva el
nombre de puerto de la Luz, principal fondeadero de la isla, y el mejor del archipiélago, (1) célebre en la historia por haberlo elegido Colón en su primer viage para reparar
las averías de sus tres famosas Carabelas.
Hoy se levanta en aquellas mismas aguas
un magnífico puerto de Refugio, que, aunque en construcción, sirve ya de abrigo á los
buques de todas las naciones que cruzan es
tas latitudes , dando de este modo á las Canarias una importancia marítima verdaderamente excepcional, y cuyos brillantes resultados han excedido en mucho á las esperanzas que sus más entusiastas admiradores ha(1 ) Dice Kerhallet, en su Derrotero pág. 47 .— «Esta
bahia es la mejor del Archipiélago . Debe esta supremacia
á la circunstancia de que siendo sumamente espaciosa , es
dado fondear en ella , de modo que puede abandonarse con
facilidad si carga un S. E.
165
LIBRO PRIMERO.
bian concebido , al aprobarse el proyecto y
dar principio á las obras.
Contiguo al puerto de la Luz se abre la
ensenada de Las Palmas, que se extiende
enfrente de la Ciudad , capital de la isla , con
su fondo aplacerado , de fácil anclage, y expuesta sólo á los vientos del segundo cuadrante .
Siguiendo el litoral en la misma dirección
S. E. , para recorrer luego su perímetro, encontramos primeramente la punta de Melenara, y despues la de Gando , que sirve de
abrigo á la ensenada de este nombre y al Lazareto que allí se ha construido . Mas allá , y
corriendo al sur, se van sucesivamente presentando las de Arinaga , Tenefe,
Salinas y
Mas- Palomas, donde hoy se levanta un faro
de primer orden, y seguidamente las de Tauro
y Arguineguin, resguardando ésta últi-
ma la rada de su nombre, célebre en la historia de la isla . Corriendo hácia el oeste se destacan las puntas de Mogan, Veneguera, Tazarte y la Aldea, que ofrecen radas abiertas
de poca seguridad , pasadas las cuales , y continuando la curvatura de la costa, que va
rodando al norte, hallamos las puntas de las
Arenas, Tamadaba y Juncal, la ensenada de
las Nieves de Agaete, con su muelle, la de
Sardina, donde la Villa
de
Gáldar tiene
166
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
tambien un desembarcadero, y la del Rio ,
que ofrece á la Ciudad de Guia un pequeño
muelle natural.
Para cerrar la circunferencia de la isla se
doblan
las puntas de
Silva, Arúcas y Te-
noya, extendiéndose entre ésta y el istmo
de Guanarteme la ensenada
del Confital,
que, cuando no existia aún el puerto de Refugio, y soplaban con violencia los vientos
del segundo cuadrante en la rada de Las
Palmas, ofrecia un excelente y
seguro fon-
deadero . (1)
La isla ofrece en su conjunto el aspecto
de una pirámide, que, ocultando sus cimientos en el fondo del mar, va ascendiendo en
progresivos
escalones, trepando de monte
en monte, hasta llegar á la meseta central,
extensa terraza de 20 kilómetros de largo
por diez de ancho, aproximadamente, que
corre de N. E. al S. E. dividiendo en dos
partes la isla. (2) Desde esta elevada meseta ,
salen, como radios de irregulares dimensiones , numerosas cortaduras ó barrancos , que
(1) «Esta isla ofrece más fondeaderos que ninguna otra
del Archipiélago , pues el banco que la rodea sale mucho
en casi todo el litoral . » Derrotero pag 43 .
(2 ) «En conjunto ofrece Gran-Canaria un núcleo , una
inmensa columna vertebral , de la que parten , á modo de
costillas , una serie de macizos separados por profundas
gargantas, que descienden rápidamente.
Calderon . Reseña de las rocas de la Gran-Canaria , pág. 3 .
167
LIBRO PRIMERO .
surcan en direcciones opuestas las vertientes de la sierra ó cumbre, y vienen en rápido descenso unos , y otros en suave corriente á descargar el peso de sus aguas torrenciales en las playas del litoral .
Esta meseta, que constituye el nudo central del sistema orográfico de la isla , presenta en su parte más elevada alturas y depresiones, que revelan la acción poderosa de las
fuerzas ígneas , orígen de su primitiva formación. (1) Casi en su centro , se abre una
brecha, gigantesca cortadura de flancos verticales , que
recibe el nombre de
Tejeda, sembrado en
picios
su circuito de preci-
espantosos , profundas
cos inaccesibles ,
valle de
grietas y
pi-
descollando entre éstos el
(1 ) Calderon en el opúsculo yá citado , hablando de la
formación de esta isla, dice : -- «En la primera (de las tres
eras ó períodos en que divide dicha formación ) aparecieron
al exterior por muchas grietas las traquitas oligoclásicas y
las masas tobáceas y de conglomerado que las acompañan ,
las cuales por su consolidación , constituyeron el cimiento ,
el núcleo , si vale la palabra , de todo el archipiélago . Más
tarde , manaron de igual suerte y en semejantes circunstancias los depósitos de basalto , que, corriendo por su propio
peso , llenaron los puntos bajos ó formaron corrientes . Por
último , aún no quebrantada la energia interior , se abrieron
paso en època moderna, aunque no histórica , los volcanes
con cráter y corriente , que ofrecen los conos tan frecuentes
en el país á lo que Buch ha prestado un gran interés
científico , describiendo el de la Palma y ocupándose de
varios de la Isleta- y que en el camino de Las Palmas á
Telde se descubren en crecido número , colocados como en
série , entre ellos la gran sima de Jinámar. » pág. 24 .
12
TOM. I.
168
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Nublo, monólito de traquita de ciento doce
metros, que se eleva sobre el alto nivel de
la
cordillera que le sirve
Otra depresión,
la de
aún
de pedestal .
más
extensa
Tejeda, se ofrece al sur,
que
interrum-
piendo la gran meseta central , y constituyendo por si sola el inmenso cráter de Tirajana, circo imponente que desde las alturas de Riscos-blancos vá descendiendo
hasta la cordillera de Mas-Palomas , que lo
cierra por el lado opuesto, constituyendo ;
segun respetables autoridades geológicas , el
éje central de la evolución volcánica de la
Gran Canaria.
Esa inmensa caldera de cuarenta kilómetros
de
circunferencia,
con
sus elevadísi-
mos flancos perpendiculares , sus cortaduras
y
precipicios,
sus variadas
anfractuosida-
des, su accidentado suelo , sus indóciles barrancos y caprichosos
y
pequeños valles,
presenta al viajero un espectáculo de indescriptible
si se
belleza
natural,
le contempla
la sierra,
á
mil
especialmente
desde las
metros
alturas
sobre
cientos á que ya se encuentra
de
los ochoelevado el
fondo de este cráter , respecto al nivel del
mar.
En dos porciones
dirse
la
isla que
distintas puede
vamos
divi-
describiendo , si
169
LIBRO PRIMERO.
para ello tenemos en cuenta la
ción y contrafuertes
dre .
La
lla
que
norte
que le
sión.
á
de la cordillera ma-
porción más importante es aquese
abre al
naciente ,
cortada de
sur por la série de estribaciones
sirve de límite en
Forma la
desarrolla
niendo
configura-
segunda, aquella
hácia la
por
toda su exten-
banda
occidental , te-
frontera la dirección
aguas pluviales , que se inclinan
otro lado de
las montañas
gún sea la desviación
que se
de las
á uno y
divisorias,
se-
y desnivel de
sus
planos.
De estas dos porciones , la primera ofrece
risueños valles,
campos de flores ,
alegres
caseríos , preciosos vergeles , llanuras , donde
el maíz, la patata
y los cereales alternan
con el nopal, el café y
oleadas de
verdura,
el tabaco , y cuyas
que el
invierno no
interrumpe jamás , van á confundirse con
la blanca espuma del mar en sus orillas .
La porción
occidental , salvo
pequeños
oásis, solo presenta á la vista sombrios pinares, peladas rocas , rudos acantilados , murallas inaccesibles , y tostados promontorios ,
que concluyen
en andenes
escarpados , co-
mo los de Guayedra , Tirma y Veneguera,
cortados á veces por brechas y hendiduras
que interrumpen el paso, y asombran por
170
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
su caótica dislocación .
Situados en la cordillera central, y dirigiéndonos
primero
al Este, se
nos
pre-
sentan clara y distintamente cuatro extensas cuencas, que, desde el límite S. E. comprenden en vasto semicírculo la parte más
feraz
de la Isla.
Dominan
por
este lado ,
sobre
el ma-
cizo de la cordillera
central , los conos de
los
la nieve y Saucillo ,
Pechos , Pozo
alturas
de
que alcanzan 1951 ,
1910 y 1850
metros de elevación respectivamente . Desde esos altos picos, y principiando nuestra
excursión por la cuenca del S. E. , encontraremos en primer lugar la notable Caldera de los Marteles ,
vado
hoy,
toma
nacimiento el
deque,
profunda
sus aguas
desde
curioso cráter culti-
cuyo
borde meridional
barranco de Guaya-
cortadura,
al mar,
entre las
que arrastra
puntas
de
Gando y Arinaga . Esta cuenca enlaza los
pueblos
de
Agüimes y
del
Ingenio, los
pagos de Temisas, Carrizal y Sardina, y las
llanuras
del Polvo ,
Aldea Blanca y Juan
Grande .
Al pié del Saucillo se desarrolla la segunda cuenca, que
Telde, donde se
tenigüada ,
pudiéramos llamar
abren los valles
Tesén y Mocanes ,
de
de Ten-
y la explén-
LIBRO PRIMERO .
dida
vega de
Telde,
171
que, cual manto de
esmeralda, vá á perderse en las arenas
de
Melenara .
La tercera
al Este y
cuenca,
comprende
corre
directamente
una zona
no inte-
rrumpida de risueños valles, desde los elevados
de
Cuevas Grandes,
Lechuza, La-
gunetas y San Mateo, hasta los centrales
del Madroñal, Satautejo
y
Lentiscal, con
sus adyacentes del Dragonal , Tafira y Ginámar,
donde se alza el célebre
cráter de
Bandama (1 ) , terminando con aquellos que
rodean y coronan la ciudad
de Las
Pal-
mas .
Estos valles aparecen como otros tantos
jardines, que, en planos inclinados , descienden desde las alturas de la cumbre, y forman una corriente de perenne verdura , que
vá á confundirse
y morir entre las vegas
de Santa Catalina y San José, á uno y otro
(1 ) «El volcan de Bandama es quizá el mas notable de
todos los que se observan en la superficie del globo : su
inmenso cráter es mayor que el del pico de Tenerife , y recuerda por su aspecto y profundidad el lago de Nemi , ó
más bien el lago de Albano . Una llanura fértil , cubierta de
viñedos y de árboles frutales se extiende en el fondo de este abismo . El extremo más elevado del borde del cráter es
conocido con el nombre de Pico de Bandama . Una casa
construida á la orilla del camino , que serpenteando conduce á la Caldera se halla á 1343 piés de altura ; el fondo está pues á 1030 piés del borde superior. » Leopoldo de Buch .
Phis , Besch etc. pág. 262 ,
172
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
lado de la ciudad capital .
La cuarta cuenca, que demora al N. E. ,
comprende las fértiles llanuras de San Lorenzo y Tamaraceite, las
productoras ve-
gas de Arúcas y los Bañaderos , y los aislados valles
Moya,
de
Teror, Valleseco ,
Firgas y
en cuya última demarcación se des-
cubren aún los restos de la famosa selva
de Doramas, de grato
é imperecedero
re-
cuerdo para los canarios . (1)
(1) Véase como la describe el Iltmo Cámara y Murga
en sus Constituciones Sinodales , pág . 240 .
«Es , pues, aquella montaña de Oramas de las grandiosas cosas de España : muy cerrada de variedad de árboles ,
que mirarlos á lo alto casi se pierde la vista , y puestos á
trechos en unas profundidades y unas peñas , que fué singular obra de Dios criándolos allí . Hay muchos arroyos y
nacimientos de frescas aguas , y están los árboles tan acopados, que el mayor Sol no baja á la tierra . A mi me espantaba lo que decian, y visto de ella lo que pude , dije me
habian dicho poco . »
Y el poeta Cairasco , en una comedia escrita en 1581
para solemnizar la llegada á Las Palmas del Iltmo . Sr. Obispo D. Fernando Rueda , se expresa de este modo :
« Este es el bosque umbrifero
Que de Doramas tiene el nombre célebre ,
Y aquestos son los árboles ,
Que frisan yá con los del monte Líbano .
Y las palmas altísimas
Mucho más que de Egipto las pirâmides .
Que los sabrosos dátiles
Producen á su tiempo dulces támaras .
Aqui de varias músicas
Hincheu el aire los pintados pájaros .
La verde yedra errática
A los troncos se enreda con sus circulòs ,
Y mas que el yelo frigidas
Salen las fuentes de peñascos áridos .
173
LIBRO PRIMERO .
Si tendemos ahora la vista á derecha
izquierda
de la misma cordillera
observaremos , que desde
é
central,
los últimos con-
trafuertes , que al S. O. y N. O. se levantan ,
y son como los puntos
extremos de dicha
meseta, se abren, á un lado, el
cráter ya
descrito de Tirajana con sus pequeños valles de Tunte, Lugarejo , Fatága y Mas- Palomas, y al lado opuesto , las ricas zonas de
Guía,
Gáldar y Agaete, donde se
agrupa
una población numerosa .
Colocados de nuevo sobre la cúmbre, y
y examinando la isla por la banda occidental, encontramos , primero, el valle
central
de Tejeda, que debió ser en tiempos
pre-
históricos el receptáculo de un gran lago; y
luego ,
el
barranco , abierto en
el cual, por su
cáuce ,
es
su flanco ,
extensión , profundidad
el más importante
de los
y
que
tienen su orígen en la sierra, y que, atravesando los
terrenos
más
abriéndose
paso
entre
por
escarpados,
y
fragosísimas
Aqui de Apolo Délfico
No puede penetrar el rayo cálido ,
Ni del profundo Océano
Pueden damnificar vapores húmedos .
Aqui con letras góticas.
Se escriben epigramas . nombres , títulos ,
En árboles tan fértiles ,
Que parece que estuvo recreándose
En ellos el artifice
De la terrena y la celeste fábrica, »
174
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
montañas , desagua en la playa de la aldea
de San Nicolás , despues de fertilizar su extensa vega, dejando á uno y otro lado las
vertientes de Artenara, cubiertas
de espe-
sos pinares, y el histórico cerro de Bentaiga, refugio de los últimos isleños . Más al
sur, y cruzando por entre vertiginosos precipicios y sobrepuestas y
tañas , se abren algunos
los nombres del
dislocadas mon-
valles, que llevan
Juncal, Rincón, Mogán y
Arguineguin, y al lado opuesto , los de Tirma, Acusa y Tamadaba.
Numerosos
y
abundantes
riegan los campos
de esta
manantiales
isla, brotando
unos en la misma Sierra-madre, otros al pié
de sus primeras
estribaciones , algunos en
cerros inferiores, y nó pocos en los acantilados y arrecifes del mismo litoral (1)
(1) «Los heredamientos más notables , y que han llamado la atención y hecho pensar mucho á los geólogos y viageros, son los de Las Palmas y de la Aldea que surgen en
el barranquillo de Juan Francés , casi al pié del monolito
del Nublo , y se forman ambos de una infinidad de manantiales que brotan del suelo á manera de sifones ; y para que
se comprenda la legitimidad de esa extrañeza solo diré , que
la gruesa del agua que termina en Las Palmas es de cinco azadas de la medida del país , cada una de las cuales
llena en doce horas un depósito de 500 metros cúbicos , de
modo que las cinco equivalen á 2500 metros , tambien cúbicos , que hacen un gusto de agua por segundo , por el total de la gruesa de 0'57,889 metros cúbicos ó de 57'889
litros .>>
Chil. Estudios t . 1.º pag. 364 .
175
LIBRO PRIMERO .
Sus progresivas mesetas , que constituyen
la figura piramidal de la isla , producen en
la vegetación el efecto de variados
desde
el
subtropical ó
límite
de
las
nieves
climas ,
africano , hasta el
perpétuas .
(1) Así
pues , todos los árboles y plantas del
Glo-
bo , se aclimatan y florecen en sus flancos y
planicies , viéndose en sucesiva gradación
levantar sus verdes copas, la palma, el drago y la higuera, el olivo el naranjo y el
plátano, el nogal , el castaño y el pino , mezclados en grato maridaje con las flores y
arbustos de las más opuestas zonas .
(1 ) « La grande Canarie est en general moins elevée que
Teneriffe: le sol est moins tourmentè et plus susceptible de
labour, aussi est il mienx cultivè . Si l'on excepte la partie
centrale , les talus de l'ile son plus accessibles , les ravins
plus larges et moins escarpès : les torrens , au lieu de s'y
precipiter en cascades , les parcourent sans fracas, et les
eaux , mieux reparties , viennent faciliter les irrigations . La
nature mème des trachytes a produit d'autres aspects ; ces
puissantes masses , disposeès en plateau presentent des formes plus arrondies , des pentes moins abruptes , et ce concours de circonstances geognostiques a influè ici sur les
progrès de cultures , l'abondances des ressources alimen .
taires , et meme sur les moeurs et le caractère des habitans . » Webb y Bert . Hist. nat. des Isles Can . t. 2.º p . 345 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS ,
176
V.
TENERIFE.
La isla de Tenerife ocupa con la de GranCanaria el centro del archipiélago , y es la
primera de las cuatro que constituyen
el
grupo occidental.
Hállase situada entre los 28° 00' 30," y .
28° 36' 30 " Lat. N. , y los 9º 54'
30"
Long.
O-,
teniendo
y 10º 42'
una figura
casi
triangular, cuyos ángulos están formados
por la punta de Anaga al oriente , la de Teno al occidente, y la de Rasca al mediodía.
Su extención es de 86 kilómetros de longitud, 44 de latitud y 1946 de superficie cuadrada.
Situándonos en el cabo de Anaga, extremo N. E. de la isla, como punto de partida
para recorrer su perímetro, y siguiendo la
costa por la banda oriental, encontraremos
primeramente la punta de Antequera, el Ro-
177
LIBRO PRIMERO.
quete y el valle de San Andrés, para penetrar luego en la rada abierta y extensa, que
forma la bahia de Santa Cruz , sobre cuyas
playas se asienta la Ciudad de su nombre,
capital hoy del archipiélago .
De esta rada
solo puede considerarse como fondeadero el
espacio comprendido entre la enfilación del
castillo de Paso-alto , y la embocadura de
barranco hondo ,
que ofrece abrigo
á los
vientos del S. O. al N. N. E. por el N. estando expuesta por su escasa curvatura á los
frescos del N. E. , y descubierta enteramente, como la rada de Las Palmas , á los temibles del S. E. , que suelen soplar con violencia en los inviernos , haciendo peligroso el
anclaje en ambas radas. (1)
El muelle, construido en la perpendicu-
lar del segundo cuadrante, tiene bastante
extensión y comodidad , y está alumbrado
por un faro de sexto órden .
Continuando la inspección de la costa , en
dirección al sur, iremos descubriendo sucesivamente las puntas Larga, del Socorro y
de Güimar, y el fondeadero de San Blas ó
(1 ) Derrotero Kerhallet, p . 60 ·
El puerto de Sta. Cruz ha sido declarado de interés general por la última ley de puertos , y habiendose hecho un
primer estudio que se ha adicionado despues , dándole mas
amplitud se han rematado las obras, estando en ejecución
el proyecto ,
178
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de Candelaria . Desde allí se llega por un litoral ligeramente pronunciado , hasta la punta de Abona, erizada de basaltos ; y más allá
á otra que se denomina Roja, entre las cuales
se encuentran los surgideros ó caletas
lla-
madas de los Abrigos , las Cuevas y el Médano , sobre cuya línea se avanzan amenazadores los contrafuertes de la cordillera central, con sus
escarpadas rocas, profundos
cortes y torrenciales barrancos.
Llegando al extremo sur de la isla, señalado por la punta Rasca, y doblando este
promontorio, la costa huye hácia el Oeste,
formando la ensenada de los Cristianos , la
caleta de Adeje, y el surgidero de Santiago,
que domina la sombra del Teide, hasta alcanzar la punta de Teno, que se avanza en
figura de península, y es la más occidental
de las de Tenerife .
La parte de la costa que acabamos de recorrer, es aquella que conserva huellas mas
profundas de la acción plutónica.
El número de los fragmentos lávicos , y
el campo de las sembradas escorias vá creciendo,
cual si amenazara desbordarse en
tumultuosas oleadas sobre el mar que baña
sus playas, y pretendiera alejar sus límites ,
cegando el fondo del Océano con un diluvio
de arenas, descompuestas rocas , y rios de
LIBRO PRIMERO .
179
espesa lava .
Situados en la punta de Teno, gigantesco
promontorio de columnas basálticas , sobre
cuyas paredes se estrella el mar sin descanso, el litoral se inclina hácia el N. O. , presentando sucesivamente la montaña de Taco, el cono volcánico de Buenavista, y el antiguo puerto de Garachico,
obstruido por
recientes erupciones , pero sobre cuyos terrenos adyacentes aparece dándole vida y
movimiento, la vid, el nopal , la palma y el
naranjo .
Pasado este puerto , la costa vuelve á erguirse con salvaje majestad, y á presentar
sus formidables murallas de basalto , entre
las cuales se abre de vez en cuando alguna
brecha, que forma los surgideros de Icod y
de la Orotava, expuestos al furor de los
vientos del norte, que soplan en casi todos
los meses del año .
Ramales que se desprenden del núcleo
central, y se dirigen al N. E. , siguen lanzando sus sobrepuestos cerros sobre el litoral
que vamos recorriendo , hasta llegar á la
punta del Hidalgo , ofreciendo en su trayecto , entre agrestes quebradas , los pintorescos valles del Sauzal, Tacoronte y Tegina,
y las inseguras caletas y ensenadas de Barranco hondo, Acentejo y Madera. Luego,
180
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
desde la punta del Hidalgo hasta los Roques
de Anaga, que se hallan rodeados de rompientes, la costa continúa
destacando sus
negras siluetas de perpendiculares flancos y
sus vertiginosas
cortaduras , para enlazar-
se con la punta de Anaga, que cierra el recorrido perímetro, en cuya altura se alza
un faro de primer órden, que alumbra un
rádio de 35 millas marítimas .
La isla de Tenerife es célebre en el mundo por el pico que se levanta sobro el nudo
central de su sistema orográfico .
Un circo
inmenso de 60 kilómetros de circunferencia
y 2.009 metros de altura,
conocido por el
nombre de las Cañadas, ocupa la parte más
elevada de esta terraza enorme, dentro de
cuyo circuito se alza imponente y magestuoso el cono piramidal del Teide , á una
altura absoluta de 3.711 metros.
(1 ) En uua obra del célebre Balbi , que lleva por titulo :
-Delle Primarie altitudine del Globo saggio d' ipsometria
generale del nobile Adriano Balbi .-Milano. - 1845.- Se
encuentra un cuadro de las diversas medidas que se han dado al Teide , y que reproducimos como dato curioso , advirtiendo que la altura vá reducida á toesas :
1743
Borda y Pingrè en 1771 . •
Saviñon en 1815 •
1896
Borda en 1776
1905,
2213
El P. Feuillée en 1724
Heberden e Crosse en 1752
2408
Hernandez en 1742.
2658
Johnstone
1899
•
Manevilette en 1749
2000
LIBRO PRIMERO.
181
Llámase vulgarmente pitón ó pan de azúcar á esta última elevación (150 metros) que
es un compuesto de lavas, escorias, piedra
pómez, obsidiana y otros productos volcánicos . La circunferencia del cráter mide
240 metros por treinta de profundidad , observándose en el fondo azufre cristalizado y
desprendimiento de gases, que se abren paso por entre las rocas y hendiduras de su
agrietada superficie. (1)
Churruca en 1788
2193
1902
Lamanon en 1785
Cordier en 1803 .
1920
El Baron de Humboldt
1909
Dumoulin . •
1911
La toesa tiene 6 piés franceses y 7 aproximados de Búrgos . La medida que hemos adoptado en el texto es la que
dá el Baron Von Fritsch en su Descripción geol . de Tenerife . 1868 .
(1 ) Webb y Berthelot describen asi el Teide:
«El Teide ó pico de Tenerife, uno de los más grandes
conos volcánicos conocidos ocupa el centro de una meseta,
cuya base tiene más de diez leguas de circuito , y lanza su
aguja á más de 1900 toesas sobre el nivel del Océano . El
cráter que ocupa la cima del pico no es hoy más que una
solfatara de 300 piés de diámetro y 100 de profundidad
aproximadamente . Esta chimenea volcánica tiene cerca de
500 piés de alto , y descansa sobre un cinturon de lavas ,
que se ha desbordado en largas corrientes por los costados
de! cono >>>
Hist. nat. de Canarias
-Mr . C. Piazzi en su viaje de exploración al pico en 1856
se explica de este modo :
<
«Nos hallabamos en aquel momento entre el Malpays y el
Piton , en el sitio llamado Rambleta , que algunos dicen ser
llano; pero que sin embargo , apenas si nos presentó espacio que sirviera de mesa á nuestro almuerzo . La verdad es ,
que el Malpays, la Rambleta y el Pan de Azúcar tienen casi
182
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Desde aquella altura, cuando la atmósfera se halla despejada, se descubre todo el
archipiélago ,
presentando
un
espectáculo
el mismo declive ; al paso que es muy pequeño el ángulo
que forma el terreno central. No obstante lo reducido del
sitio , al vernos allí experimentamos verdadera satisfaccion .
Durante nuestro refrigerio contemplamos , admirados , la elevada y lisa pendiente de piedra pomez , que se levanta cual
mansion de cristal de gigantescas formas y figura cónica .
Concluido el almuerzo , nos pusimos otra vez en movimiento; y llevando acuestas todos nuestros aparatos , emprendimos nuestra última ascension .
« El ángulo medio del Pan de azúcar es 33°. Su parte
oriental , que es por la que suben todos los viajeros , tiene
unos 437 pies de elevacion ; mientras que por el lado opuesto cuenta 711 pies . La Rambleta , que es su base , tiene inclinación hacia el O. Al principio, como íbamos por un terreno formado de pedazos sueltos de piedra pomez , echábamos de ménos el Malpays; pero cuando llegamos á los
parajes en que se destacan peñascos de una especie de lava roja (but coming to the projecting points of some red lava
crags), encontramos tan buenos senderos , que bien puede
decirse no ser difícil la ascension para ningun viajero . Los
agujeros y grietas con que de cuando en cuando tropezábamos , expelian algun calor: y aumentando incesantemente el número y temperatura, percibimos cierto olor de azu .
fre . Dimos algunos pasos más, y nos encontramos en el
cráter culminante , en medio de las columnas de vapor y de
las exhalaciones ácido -sulfurosas que despedia .
«A aspirar la primer bocanada , nos sentimos inclinados
á retroceder algunos pasos , y con infinito disgusto dirijimos la vista al monte, que consideramos como la chimenea
de 13,343 pies de alto de una de las fábricas de la naturaleza ; y que, habiendo sido levantada á tanta costa, era preciso sacar partido de ella . Nosotros que , llevados de insensata curiosidad, y que con la mayor insistencia habiamos
trepado por sus lados, nos quedamos atónitos , cuando al
hallarnos sobre su boca , vimos que de ella salian humos
mefiticos .
«No tardamos en encaramarnos de nuevo sobre el borde ,
y al pronunciar hacia abajo algunas palabras , para expeler
las mefiticas exhalaciones , vimos que la principal particula
LIBRO PRIMERO.
183
que embarga el ánimo y sorprende la imaginación. (1)
Las montañas que constituyen el circo
de las
Cañadas y sirven
de pedestal
al
Teide, pueden considerarse como un anfiteatro
de
anillos
concéntricos ,
donde se
destacan alturas tan considerables como las
que acusan el Pico viejo , Isaña , Chahorra,
y Azulejos . Hácia el oeste y norte
el de-
clive de estas montañas es tan rápido, que
el descenso desde su cima al
mar,
apenas
ridad del cráter interior ( cuyo diámetro es de 328 pies y 76
su profundidad) consistia en su extremada blancura , de un
blanco como nieve , cuando no se hallaba cubierto de azufre. La anchura del borde era apenas suficiente para permanecer en él dos personas : tan estrecho y afilado era el
canto que separaba el declive del lado exterior de la montaña , del de su muralla interior. El terreno , en el espacio de la
circunferencia que nosotros ocupábamos, estaba caliente y
húmedo, al mismo tiempo que se disolvia , formando una
arcilla bianca, llena de agujeros , que parecian de ratas ( “ and
fuffof aparent rat-holes") De estos agujeros era de donde á
cada momento salian aquellos acidulados vapores , que al
caer sobre las piedras , formaban preciosas incrustaciones
de azufre, figurando agujas ; y que al mezclarse y confundirse unas con otras , producian la más brillante confusión . »>
(1) Humboldt, que escaló el pico el 22 de Junio de
1799 , observa , que hallándose éste á 2° 49' del punto más
próximo de la Costa de Africa, y tomando como medio para la refracción de los rayos 0 , 08 , el vértice puede verse
desde una altura de 202 toesas , ó sea desde las montañas
negras situadas cerca del cabo Bojador . Para este cálculo
supone que tiene el pico una elevación absoluta de 1904
toesas .
Cosmos t. 2. , pág . 391 .
13
TOMO I.
184
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
nos dá una distancia de 13 kilómetros . (1)
Varias brechas
ó estrechos desfiladeros
sirven de entrada al Circo, distinguiéndose
entre ellos, como los más notables ,
de Guajara
al
mediodia,
el
paso
la degollada de
Ucanca al S. O. , la de las Arenas al E. y el
Portillo de la Villa al N.
(2)
Despréndense de este núcleo dos principales cordilleras. Corre una en dirección del
N. E. , y despues de aplanarse para formar
las
fértiles
Valle de la
llanuras de los
Laguna ,
constituye una série
Rodeos y
se alza
del
de nuevo, y
de contrafuertes , que
en córtes rápidos y abruptos ,
ras considerables hasta
alcanza altu-
descender al pro-
(1) Segun los cálculos de Humboldt el Sol brilla en la
cima del Teide 11 ' 51 " 8 " antes de iluminar su base, computándola con el nivel del mar .
(2) Muchos son los viages al Pico que se han publicado , entre los cuales citaremos los siguientes :
-Viage al pico de la Isla de Tenerife en 1834 por D.
Manuel Osuna Saviñon , Barcelona imp . de A. Gaspar y C. "
1837 .
a
-Viage al Pico de Tenerife por D. José M. Sili uto en
1824. Sta . Cruz de Tenerife , imp . de Bonnet . 1846 .
-Sacinta noticia de una excursion al pico de Teide por
D. Ramon Masferrer y Arquimbau , publicada en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural . MadridT. 8. 1876 .
-Voyage aux iles fortunèes . Le pic de Teneriffe et les
Canaries par J. Leclercq . Paris . E. Plon y C. - 1880.
-Viaje al pico por D. Camilo Mojon . 1846 .
185
LIBRO PRIMERO .
montorio de Anaga, dejando á uno y otro
lado estrechos
profundas
duras
ó
valles ,
escondidos entre sus
gargantas, y numerosas hendi-
barrancos
que al tocar en
de
perfiladas
crestas ,
la orilla, dan lugar á algu-
na faja de terreno , donde deja su planta el
labrador, y se levantan alegres caserios , que
las
brisas del norte
vienen diariamente á
refrescar. Esta cordillera forma por si sola
una elevada sierra de calcinadas montañas ,
que tal vez
constituyera en la época ter-
ciaria una isla independiente del macizo del
Teide.
Sepárase la segunda cordillera, ó sea la
que corre en dirección del N. O. , del mismo.
circo de las
Cañadas, y
desciende , por de-
cirlo así, con tanta rapidéz, que sus flancos
parecen casi verticales . Esta cordillera, que
viene á morir en el promontorio de Teno,
se
halla sembrada
de multitud
de conos
apagados y escorias, dejando tras sí largo
surco de petrificadas lavas . Constituyen el
remate de esta agrupación , crestas de agudas
rocas,
diques gigantescos
y elevadas
columnas basálticas , por entre las cuales se
descubren con asombro descarnados filones,
que parecen murallas ciclópeas . y calzadas
de titanes, donde las fuerzas de la naturaleza han luchado con terrible energía du-
186
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
rante esos misteriosos períodos
anteriores
á todo recuerdo humano. (1)
(1 ) La celebridad que el Teide ha dado á la isla de Tenerife, ha conducido á sus playas á muchos sabios y viageros distinguidos , entre los cuales recordaremos los siguientes :
Edens 1715.
Feuilleè 1724. - Lapeirousse 1791 . ―
Humboldt 1799, 1804. - Cordier 1803. - Buch 1815 . Berthelot 1825 , 1827. 1828. - Webb 1828.- Deville 1848.
-Lyell 1854.- Hartung 1854. — Piazzi Smyth 1856.Fritsch 1863. - Masferrer 1878.
187
LIBRO PRIMERO.
VI.
LA GOMERA .
Un pequeño brazo de mar de 47 kilómetros separa la Gomera de la isla de Tenerife, de modo que la colosal pirámide del Teide cubre con su sombra el antiguo Condado
de los Herreras y Perazas .
Hállase esta
1'
40 " y
28°
isla situada
entre los 28°
13 ' de latitud N.
y los 10°
53' 30 " y 10° 9 ' de longitud O. Su figura es
elíptica, teniendo en su mayor diámetro 26
kilómetros , y de superficie cuadrada 378 .
Su rada principal constituye el
llamado
puerto de San Sebastian (Puerto Hila) , formado por la prolongación de
San
la
punta de
Cristóbal, y la de los Farallones , que
es la más oriental de la isla, hallándose resguardado de todos los vientos , excepto de los
del S. E. , que son violentos y peligrosos . Esta rada es célebre por los recuerdos que des-
%
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
188
pierta el nombre de Colón .
Saliendo
desde aquí,
y principiando la
descripción de su perímetro por la banda
del mediodia, anotaremos primero las puntas que se denominan de los Canarios y Gabiota, y la playa
de Santiago , que
ofrece
abrigo á los vientos del oeste.
Destácase más adelante la punta del Becerro, promontorio desprendido de la escarpada montaña de San Salvador, continuando luego la rada Erese, el cabo Falcones,
la ensenada de las Canteras y de la playa
Negra, y las puntas del Trigo y la Calera .
Desde
esta última
estribación sigue
costa muy acantilada,
hasta
de Peligros , y de esa
manera
norte para terminar
ganos ,
que es la
rección . Junto
senada
de
la
llegar al cabo
continúa al
en el Cabo de los Or-
más
saliente en esa di-
á esta punta se abre la en-
Vallermoso ,
puntas de Agulo ,
de
y más
Mahona,
allá
las
Pesebres y
del Hocico, con la piedra ó islote sumergido de Bermejo, separado una
milla
es-
casa del cabo de San Cristóbal , que nos ha
servido de punto de partida
para recorrer
la circunferencia de la isla.
A semejanza de la
Gran- Canaria,
se
le-
vanta la Gomera en forma piramidal , alcanzando alturas
prodigiosas , si atendemos á
189
LIBRO PRIMERO .
su pequeña extensión .
La meseta ó éje
central se halla consti-
tuido por el cerro de Garajona ó Garajonay, que mide 1380 metros de altura absoluta . Desde su cima parten
en radios
de
irregulares dimensiones en dirección á sus
costas, numerosas y profundas grietas, que
llevan el nombre de barrancos , entre los
cuales hay algunos
que se inclinan como
cascadas, y otros que forman planos ménos rápidos , dejando á uno y otro lado pequeños valles de sorprendente feracidad , regados por abundantes manantiales .
Aunque formada tambien por los volcanes , la Gomera no ofrece huellas recientes
de trastornos en su superficie . Las fuerzas
ígneas han encontrado allí un largo y no interrumpido reposo , que ha permitido al suelo convertirse en tierra vegetal . Extensos y
frondosos bosques han cubierto siempre sus
montañas hasta sus más elevadas cimas , y
las plantas y las flores han brotado expontáneamente en el fondo de sus valles .
190
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
VII .
LA PALMA.
Al norte del archipiélago
se descubre la
isla de la Palma, última del grupo en aquella dirección .
Hállase situada entre los 28° 27' y 28° 52'
de latitud N. y los 10° 30' 30 " y 12° 17' 30 "
de longitud O. Tiene 47 kilómetros de largo,
28 de ancho por término medio, y 726
de superficie cuadrada .
Es su figura casi
triangular, formando
los tres vértices, punta Gorda al O. , punta
Cumplida al N. E. y la de Fuencaliente al S.
Situándonos para reconocer su contorno
en punta Cumplida, donde se ha levantado
un faro de 2.º órden, y continuando nuestra excursión por el Este, hallaremos sucesivamente las puntas de Barlovento y Llana, y la ensenada en cuyo fondo se alza la
capital de la isla,
sobre un terreno, que se
191
LIBRO PRIMERO .
eleva rápidamente, alcanzando á poca distancia alturas considerables .
Siguiendo siempre la dirección del Sur,
y dejando atrás las
puntas de
otras de menor importancia,
Tigalate y
rodeadas de
piedras y arrecifes, que velan y hacen peligrosa la aproximación á la costa , llegamos
á la de Fuencaliente, que forma el extremo
meridional de la isla, y junto á la cual se
abrió paso el volcán, que en el siglo XVII
desgarró su suelo . Doblada esta punta para
recorrer ahora la banda occidental, sembrada tambien de roques y de peligrosas bajas ,
hallaremos la bahia ó fondeadero de Tazacorte, que se abre entre el cabo del mismo
nombre y el elevado promontorio denominado de Juan Grage .
Desde Tazacorte á punta Gorda, la costa
se eleva verticalmente cortada á pico, presentando alturas de mas de mil piés , donde el
mar se rompe con furioso empuje; luego oblicua al norte hasta punta Muda, que es la
última tierra de las Afortunadas en esa dirección, y torciendo al E. , se doblan el cabo
de Juan Adaly, el Roque Manga, y la punta
de la Gabiota para encontrar de nuevo el
Faro de punta Cumplida, que cierra el trayecto recorrido .
ww
La isla de la Palma es la que, despues de
192
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Tenerife, ofrece las más considerables elevaciones, causando verdadero asombro observar esas rápidas alturas en una superficie
tan reducida .
La porción situada al norte constituye por
si sola un sistema de que es éje la famosa
Caldera de Eceró ó de Taburiente, pues con
ambos nombres es conocida , prodigioso cráter de ascensión, que es tal vez el mas notable que de su clase se
encuentra en el
Globo . Constituye este cráter una formidable depresión, cuyo borde superior mide una
circunferencia de
12 kilómetros por 5000
piés de profundidad . Sus paredes laterales
se levantan perpendicularmente entre espantosos desfiladeros , precipicios horribles
y dislocaciones titánicas . Una profunda cortadura abre paso á sus aguas , dando nacimiento al barranco de las Angustias . (1 )
La Palma se presenta hoy todavia á la vista de¹
(1 )
geólogo , lo mismo que fué en su origen , es decir, socavada hasta sus cimientos por uno de los mayores cráteres conocidos . El fondo de aquel abismo se halla á 2257 pies sobre el nivel del Océano ; su diámetro es de cerca de dos
leguas; el círculo de montañas que le rodea forma un poderoso macizo , que una erupcion submarina de primer orden hizo surgir del fondo de los mares; al oprimirse aquella masa hacia el centro dió origen á la Caldera . Probablemente en la época de aquella perturbacion , y en el momento de aparecer sobre la superficie de las aguas esa formacion espantosa , fué cuando las fuerzas volcánicas , girando
con violencia al rededor de aquel foco rompieron por uno
de los flancos de la montaña, abriéndose el barranco de las
LIBRO PRIMERO
193
Desde este núcleo central se destacan los
picos llamados Roque de los muchachos , de
Angustias , garganta profunda que corre hasta la costa SudOeste, y divide en dos partes el gran macizo de la Isla ,
desde el centro hasta la playa . »>
Webb y Bert . Hist . Nat . t . " 2.º pág . 122 .
Leopoldo de Buch en sa Descrip . phis . des I. Can . dice:
«Desde que las Islas Canarias son conocidas , siempre se
ha hablado de la gran Caldera de la Isla de la Palma , como de una maravilla de la naturaleza, y no ha sido sin un
motivo poderoso, pues es la que la distingue principalmente
de las otras . y la hace una de las más notables é interesan.
tes del Océano .
« Las cimas de la Isla ( Palma) están divididas desde la
Galdera hasta la mar, por un profundo barranco que desemboca cerca de Tazacorte , y permite descubrir entre sus dos
bordes el interior del gran cráter . Las rocas se elevan desde el fondo hasta el borde superior ; la cumbre o alta region, en vez de formar una cadena conticua , se abre interiormente, y los bordes de la Caldera ofrecen idénticos
caracteres á las gargantas de los Alpes, extendiéndose el
vacio que encierra hasta las cabidades mas profundas de
la Isla . El barranco que arranca de este abismo se denomina de las Angustias.... En los puntos en que las rocas están
mas cercanas , corren los arroyos de Agua buena y Agua mala, salidos de la Caldera, por dos conductos diferentes , y van
á engrosar mas abajo el torrente principal . Entonces.se ha
llegado á la mayor profundidad del barranco , y el suelo que
vuelve a elevarse rápidamente, conduce á las rocas basálticas del interior de la Caldera.... Masas inaccesibles de muchos miles de piés de elevacion la cercan por todas partes ;
al pié de los repechos la acumulacion de hundimientos ha
formado una pendiente mas dulce , hoy cubierta por selvas
de pinos , laureles, hayas, dragos y palmeras Todo el suelo.
está guarnecido de helechos . La Caldera constituye el grande eje de la Palma : los bordes de la Isla se desarrollarían
casi circularmente al rededor de éste eje , si una prolongacion de la montaña hácia el lado meridional , no viniera á
modificar la estructura .... Ningun volcan en el mundo presenta un hueco tan considerable, y en ninguna isla existe
un cráter de levantamiento de tan gran circunferencia y de
tan sorprendente profundidad .>>
194
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
la Cruz, de Tacande, de Bergoyo y otros ,
descendiendo sus flancos casi verticalmente
hasta el mar, dentro
del semicírculo com-
prendido desde la punta de Juan Grage á
Punta Llana, cual si todo ese macizo fuese
una sola montaña de anillos concéntricos ó
una pirámide de superpuestas moles.
A la parte del sur se prolonga desde Cumbre-nueva la misma cordillera central, cuyo
dorso sigue casi una línea recta , tendiendo
á uno y otro lado sus brazos , entre los cuales se abren numerosos barrancos y se alzan conos eruptivos , unos antiguos y otros
modernos, constituyendo
con la acumula-
ción de sus productos las alturas de Cumbre-vieja, Bergoyo,
Montaña del Azufre y
Quemados.
En sn conjunto esta isla es la mas fragosa del archipiélago , y la que, en mas corta
extensión, ofrece como hemos dicho , mayores alturas .
El banco de las sondas apenas se aleja
del litoral, de modo que si pudiéramos descubrir sus cimientos desde la base submarina donde se apoya, veríamos una montaña de inconmensurable altura,
cuya cima
rasgando las olas , se eleva 8.500 piés sobre
el nivel del Océano .
LIBRO PRIMERO .
195
VIII.
EL HIERRO.
La más occidental del grupo
canario es
la isla del Hierro, famosa por haberse fijado en ella desde
Ptolomeo el primer me-
ridiano . (1)
Se encuentra situada entre los 27° 37' 33 "
y 27° 51 ' latitud N. y 11 ° 40 ' 30 " y 11° 57'
30 " longitud O. , teniendo de largo 29 kilómetros y un
ancho irregular, con 278 de
superficie cuadrada .
(4) Creyendo Ptolomeo que la región más occidental
del Globo era aquella donde se sitúan las Islas Afortunadas, y entre éstas la del Hierro , hizo pasar por ella el pri
mer meridiano . Despues del descubrimiento de las Américas principió á notarse cierto desórden en esta demarcación , eligiendo cada Nación el suyo , hasta que , habiendo
el Cardenal Richelieu convocado en París el 25 de Abril de
1634 una asamblea de matemáticos y cosmógrafos se ratificó la designación de Ptolomeo .
Postoriormente ha vuelto cada Nación á elegir su meridiano por el punto donde se hallan situados sus respectivos
observatorios astronómicos .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
196
Su figura
es casi triangular, hallándose
los tres vértices,
uno en la punta llamada
del Norte, que tiene su
orientación al N.
E. , otro en la de la Restinga al S. , y el último en la de
la Orchilla al S. O. , siendo
esta punta la más occidental del archipiélago.
Colocándonos ahora en la del Norte, y
avanzando por la banda del Este, encontramos el fondeadero del Hierro (Puerto de la
Estaca) por donde se comunica la villa de Valverde con el mar, y las puntas de Tijeretas,
de Rosas y de Niebla . Doblada la de la Restinga se halla la ensenada de Naos , que no
ofrece abrigo ni seguridad alguna , y corriendo luego al N. O. , vamos encontrando sucesivamente la punta de la Hoya, la de la Orchilla, el puerto de los Reyes y la punta de
la Dehesa .
Desde
aquí hasta otra punta
próxima á los Roques de Salmore forma la
costa un semicírculo , que recibe el nombre
del Golfo, profunda escotadura que comprende el pintoresco valle del mismo nombre . Desde Salmore, rodeado de islotes y
rompientes , se llega á la punta del Norte,
cerrando de este modo el breve contorno
de la isla .
Una cintura de lavas, que se levanta en
acantilados , rodea casi todo el Hierro , y le
LIBRO PRIMERO.
197
dá el aspecto de una fortaleza inexpugnable. La elevación que desde el litoral alcanzan las costas , hace peligroso el acceso á sus
abiertas radas, que por ningun lado presentan cómodo anclaje, ni seguro desembarcadero .
Constituye el núcleo de la isla una elevada meseta, que desde la circunferencia se
alza en sobrepuestos cerros, ofreciendo alturas considerables como las de los
Picos de
Agando , del Malpaso y Tenerife .
En direcciones inversas se abren camino
algunas hondonadas, que cortan el macizo
central, y abren sus bocas por entre las murallas basálticas del inhospitalario litoral .
198
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
IX.
LOS SALVAJES.
Unos islotes desiertos, que se sitúan entre la Madera, Puerto- Santo y las Canarias ,
pero más cercanos á este grupo que al primero, ha recibido el nombre de los Salvajes , olvidados roques de desolado aspecto ,
de cuya
aproximación huyen los buques ,
temiendo los
bajas y
Tres
peligros
de las
corrientes ,
arrecifes que los circuyen.
islotes principales
forman el gru-
po , y son conocidos por los
Salvaje grande, y
de
Piton grande y peque-
ño . El primero dista de los
millas, y éstos
nombres
segundos ocho
entre sí una milla escasa .
Un gran
número de
rompientes
forman
á
escollos ,
su
piedras
alrededor
y
una
especie de diminuto archipiélago , que tiene sus cimientos sobre un banco submarino
de que estos islotes constituyen la parte cul-
LIBRO PRIMERO.
199
minante . Tal vez llegue el dia en que, continuando su movimiento de
elevación , se
den la mano estos desparramados escollos ,
y enlazados entre sí , formen todos una sola
isla.
El salvaje grande demora á los 30° 7' 51 "
de lat. N. y 9° 39 ' 5 " de long. O. y tiene una
milla de extensión. (1) Sus costas son altas ,
escarpadas y muy difíciles de abordar, distinguiéndose sobre su pedregosa superficie
dos alturas, de las cuales la más elevada es
la que se descubre hácia la banda occidental .
Entre las varias ensenadas y sinuosidades que su perímetro presenta , se halla con
dificultad un buen anclaje, siendo el único
sitio por donde puede desembarcarse , aun
que siempre con mucho riesgo, la punta que
corre en dirección del S. E.
El pitón grande está formado
por una
montaña cónica, cuyas faldas se extienden á
lo largo, apareciendo desde el mar cual si
fuera otro islote .
El pequeño pitón tiene menos altura y
extensión que su gemelo , y ambos se consideran como casi inabordables .
(1 ) Dista de Lanzarote 35 millas , y trata de levantarse
en su parte mas elevada un faro por cuenta del Gobierno
español .
TOM. I.
14
200
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Sobre estos islotes parece que ostentan
derechos de propiedad algunos vecinos de
la Madera.
201
LIBRO PRIMERO .
X.
LA COSTA NOROESTE DE ÁFRICA .
Extiéndese enfrente de las islas afortunadas una vasta región de desconocidas proporciones, inhospitalaria y misteriosa , que,
cual un nuevo mundo, envuelto
en densas
nubes de arena, espera un Colón, un Cortés
ó un Pizarro, que lo descubra , conquiste y
colonize .
Forma ese inmenso país una parte muy
considerable é
importante
africano, porción de tierra
del
continente
de maravillosa
hermosura, que principia ya á entrar bajo
el mágico poder del progreso, y de la influencia
irresistible
de
la civilización
mo-
derna .
La riqueza de vejetación que su seno vírgen encierra, sus ricas y variadas minas de
productos
naturales, la fecundidad asom-
brosa de su suelo, sus mares interiores , lazo
202
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
de unión entre sus diversas zonas,
sus rios
caudalosos y navegables , arterias que llevan
la vida de una á otra parte de su inmenso
territorio, la situación privilegiada de sus
costas, tocando por uno de sus lados al Mediterráneo, lago de la civilización europea ,
y bañadas sus playas por mares que surcan
sin descanso los buques de todas las naciones , con factorías permanentes que sitian su
perímetro, y misioneros incansables de la
ciencia, que avanzan sin tregua á su conquista, el Africa se rendirá en breve á las
reiteradas invasiones de los pueblos civilizados .
El dia en que esto se verifique,
la raza
blanca, obedeciendo á las inmutables leyes
de la naturaleza , invadirá aquellos territorios,
absorviendo y asimilándose las razas
inferiores ,
y concluirá por trasformarlas ,
imponiéndoles su avanzado perfeccionamiento físico y moral . ¿Quién sabe si llegará un
dia en que la luz de la civilización irradie
desde el lago Nianza, las fuentes del Nilo ó
las elevadas mesetas de los montes de la Luna sobre los demás continentes del Globo?
Enfrente, pues , del grupo que forman las
islas del archipiélago canario, se extiende la
costa noroeste de ese maravilloso país, comprendido entre el cabo Nun y el de Juby.
LIBRO PRIMERO .
203
Más lejos , y bajando al sur, la misma costa nos presenta los célebres cabos de Bojador y Blanco , último límite de las atrevidas
excursiones de los pescadores isleños ,
tra-
yecto sin cesar recorrido por sus pequeñas
embarcaciones, durante el largo trascurso
de cuatro siglos .
El imperio de Marruecos y el desierto de
Sahara se dividen entre
sí esa extensa zo-
na, si bien los distritos
que confinan con
los cabos Nun, Bojador y Blanco , pertenecen
á tribus que no reconocen dependencia alguna del Sultan.
El litoral , desde el Cabo Blanco al de Bojador, ofrece á la vista, en una extensión
de más de cien leguas, una constante faja
de blanquecinas arenas, donde apenas rompen la monotonía del paisage algunos grupos de tabaibas y salados , y una especie de
euforbio , que los naturales llaman Dagmuz ,
plantas todas que se arrastran raquíticas y
enfermizas,
sin
encontrar la
tierra
y
el
agua necesarias para sostener su miserable
existencia .
Reinan por lo regular en esta región vientos
bonancibles,
por
cuanto la
dirección
misma de la costa , modificando el ímpetu
de los alisios , quebranta su violencia.
Doblado el cabo,
llamado
por los indí-
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
204
genas
Juby,
y por los geógrafos
Buibixa,
recuerdo tal vez de Juba, el Rey explorade la isla
de
de la cual apenas dista
el
casi
dor, estamos
Fuerteventura,
enfrente
continente 19 leguas, debiéndose
advertir,
sin embargo, que llegando por la parte del
sur, no es Fuerteventura, sino la Gran-Canaria, la que presenta más fácil abordaje .
Al sui
del cabo Juby, y al abrigo que
proyecta el promontorio que
se abre una ensenada,
le dá forma,
que los canarios lla-
man Matas de San Bartolomé, y los
Bere-
beres Tarfaya (hoy Puerto Victoria de los
ingleses) .
El
cabo se
halla
sembrado
de
tarahales , cuyos grupos se descubren desde
el mar, atribuyéndose el nombre de Matas ,
al aspecto
que estos
arbustos presentan .
Existe alguna agua potable .
Hállase el
fondeadero resguardado por
una barra de rocas areniscas , que
semicírculo , cubierta
corre en
en parte por las olas
en la pleamar. La boca que le sirve de entrada mide una media milla, y tiene de tres
á cuatro metros
Su anclage
es
bueno y
puerto de Cabras
y de
de agua
en la bajamar.
seguro . Dista de
ciento once kilómetros,
Arrecife ciento treinta ,
que
pueden
recorrerse con buenas brisas en diez ó do-
་མཆཁ་ོད་
ce horas.
205
LIBRO PRIMERO .
Algunos
creen
que
sea el
este puerto
mismo donde Jorge Glas estableció su desgraciada factoría.
Subiendo al nordeste, llegamos
al sitio
que los marinos canarios denominan Boca
del Rio , que es el puerto Cansado de las cartas modernas, y por los naturales
Guad-
fun-Naam . Hay en tierra una pequeña elevación de 120 metros , denominada mesa de
Derúa.
Una milla adelante principian á levantarse varios montecillos de una arena rojiza,
por lo que se llama uno de
ellos
Gord-El-
Jamar (colina roja).
Paralelas á estas colinas se elevan otras
en
el
ra,
habitadas
interior,
á
una
por
considerable
kabilas
(kabilas
altuZor-
gien) que se ocupan del pastoréo de numerosos ganados , cuyas colinas se llaman Mesas Taulekt.
Desde este punto de la costa hasta Rio
de boca grande ó Guad- Xibika, se recorren
nnas 30 millas de un litoral escarpado , trás
el cual siguen levantándose cordilleras empinadas , que se pierden á lo léjos en el interior del país.
Algunos barrancos sin agua aparecen de
en
este trayecto
recorri-
do , entre los cuales
citaremos Rio
Zahar,
vez
en cuando
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
206
Rio Udeima Fatma, Umi-es-sebed y Sebba
Jarsa .
Nueve
millas
adelante se llega al
fondeadero del Médano, que los árabes denominan la Uina, defendido por un arrecife
con dos brechas que le sirven de entrada.
El terreno es pedregoso, sembrado de arbustos y sin agua potable.
Desde este sitio continúa la costa alternando entre arrecifes escarpados y playas
accesibles , siendo digna de especial mención
la playa que se extiende junto á la boca de
un barranco , llamado por los pescadores canarios Médano de la Boca de los Robálos ,
y por los
rifeños
sigue una rada
Uina Sequera , á
la que
espaciosa, enrriscada por el
norte y arenosa por el sur, conocida por Rio
Dráa ó Boca de los Robálos , que limita en
el fondo una
cordillera
elevada. Cierra
la
boca de este barranco una barra apénas accesible á
pequeñas
embarcaciones , descu-
briéndose hacia el sur dos colinas cónicas,
aisladas, pero próximas entre sí, como
de
noventa metros de elevación .
Algunas millas más adelante
se alza un
promontorio de piedra arenisca, que es el
famoso cabo
Nun .
Los canarios
le
dan
el nombre de los Morretes , por las cortaduras que el continuo batir de
abierto en las rocas que le
las
olas ha
sirven de base.
207
LIBRO PRIMERO.
Un escarpado vertical de cincuenta metros se enlaza con este promontorio , que termina en Rio de Playa Grande ó Guad Aureora, límite, al parecer, del gran desierto .
Extensas colinas de arena siguen, no obstante,
hasta Rio Salado ,
playas blanquecinas,
y
hasta
alternan
los
con
riscos de
las Garitas, y barranco de Guad- Assaka.
Este rio, sin agua en
el verano , desem
boca en una ensenada, que forma dos cabos , cuya entrada
se
halla defendida por
una barra ó dique de arena .
A su espalda
la cordillera se aproxima á la costa,
cándose
que á la
Sigue
una montañeta de cien
destametros,
derecha se levanta .
luego un litoral,
accidentado en
parte, hasta enlazarse con el cabo Sidi-Vórzek, que se
alza á una altura aproximada
de cincuenta metros .
Este cabo parece perforado por la acción
de las olas ,
descubriéndose
numerosas ca-
vernas en su base .
Desde aquí
hasta Yfní se cuentan diez
millas . Éste es un pequeño caserío , situado
junto á la desembocadura
agua dulce, en una
de un arroyo de
posición ventajosa, ro-
deado de fértiles campos, y con una playa
de peligroso acceso . El
nerado Santón le
sepulcro de un ve-
sirve de
Mezquita .
Si-
208
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
guiendo la dirección del rio se descubre en
segundo término
un montecillo
redondo ,
que llaman Du-Drar, y en el fondo una sierra que corre del S. al N. , llamada por los
naturales Taulaxt.
No creemos necesario continuar esta descripción ,
porque
el litoral recorrido es el
que se desarrolla en frente del grupo oriental del archipiélago , y es , por lo tanto , el
que nos interesa conocer .
Entre esos numerosos fondeaderos, que
la acción combinada de los vientos , del mar
y de las arenas hace cambiar de forma y de
condiciones marítimas con demasiada frecuencia, se hallan los sitios por donde Diego de Herrera y sus sucesores , y el Adelantado y sus hijos, emprendieron sus famosas
correrias, y fundaron fortalezas á fines del
siglo XV y principios del XVI , como luego
tendremos ocasión de consignar.
No es fácil determinar hoy
con preci-
sión el lugar por donde se efectuaron esos
tuvieron lugar
aquellos
armas, tan gloriosos
para los
desembarcos ,
hechos
de
y
canarios ; ni tampoco es constante la tradición, respecto al emplazamiento del castillo
de Mar-Pequeña, ó fortaleza de que
eran
castellanos
los gobernadores
de la
Gran-Canaria; pero, sin prejuzgar nosotros
209
LIBRO PRIMERO
con se-
la cuestión, podemos desde ahora
que
fué una sola la
no
guridad
afirmar,
fortaleza
construida, ni una la playa que
sirvió de punto de abordaje á
los
isleños
para emprender y asegurar el éxito de sus
excursiones
biendo
sobre el litoral
cambiado
medios de ataque,
expediciones,
estos
africano ,
ha-
segun
los
sitios ,
puntos de salida de las
situación de los aduares ene-
migos, condiciones de los fondeaderos, siempre variables por el movimiento de las arenas, y otras circunstancias referentes á víveres , leña y aguada .
Restos hay, en varios
sitios de
la costa,
de edificios que los bereberes atribuyen
los cristianos , segun
aseguran
á
respetables
autores y viageros .
Un exámen detenido de esas ruinas tal
vez resolvería
la
cuestión
del verdadero
emplazamiento de Mar-Pequeña .
En dirección de N. O. á S.
continente
africano por
O.
unido al
un itsmo de uno
y medio á dos kilómetros de ancho , se levanta la península de
mide 22 millas
de
Rio
de
Oro,
que
largo por 3 en su ma-
yor anchura.
El
espacio de
mar comprendido
esa península y la costa,
moso
puerto
de 17
entre
forman un her-
millas de
extensión
210
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
desde la Isla
de Herm hácia la
y cinco de ancho , que en
entrada,
el interior
au-
menta hasta siete .
Los
arrecifes
puerto, que se
situados
prolongan
en la boca del
algunas
mar afuera, dejan un canal
millas por once
En
esta
millas
libre de dos
piés de fondo
península se
ha
fundado re-
cientemente una factoria, que se halla hoy
defendida
por nuestro pabellón nacional .
LIBRO PRIMERO.
211
XI.
SAN BORONDON .
Como recuerdo de las fantásticas leyendas de la Edad media, nos ha conservado
la historia
el nombre de una isla incógni-
situada en el
que a veces se
paralelo de las Canarias ,
aparecia á
los navegantes
que cruzaban por estas latitudes , y otras se
descubria desde algunos pueblos del Archipiélago, desapareciendo despues
intérvalo de
na
años ,
sin dejar huella algu-
de su misteriosa
Esas
periódicas
una y muchas
de las
existencia.
apariciones,
conquista , provocó de
autoridades
viages de exploración ,
ningun
repetidas
veces en las tres centurias
que siguieron á la
parte
por largo
isleñas
algunos
que, sin embargo ,
resultado práctico
obtuvieron . La
isla permanecía siempre inaccesible, apesar
de las respetables declaraciones de los que
212
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
aseguraban haber abordado á sus playas y
visitado su litoral .
Diósele á esta isla los nombres de Aprósitus,
Non Trubada,
Encubierta,
de
San
Brandan ó San Borondon, suponiendo que
en ella habia residido y predicado este santo monge irlandes .
Contribuia á sostener despierta la curiosidad del público , la circunstancia de
su
desaparición periódica, que hacia vacilar á
los más incrédulos , y sostenia el entusiasmo
de los
que, inclinados
deseaban
á
lo
maravilloso,
creer en su existencia .
Desde que las Canarias figuran bosquejadas en los rudimentarios mapas de la Edad
media,
se encuentra en ellos , con ligeras
excepciones, delineada la isla de San Brandan , situándola siempre
al oeste
del gru-
po, como si providencialmente anunciara el
descubrimiento
otras
en
aquella
dirección
de
ignotas y maravillosas tierras . (1)
(1 ) Los mapas en que aparece la isla de San Borondon
con éste , ó con algunos de los nombres que indicamos en
el texto, son:
1265. Imago mundi de Robert d ' Auxerre .
1367.-El de Picigano.
1424.- El de Weimar .
1435. - El de Beccaria.
1457. - El de Fra Mauro .
Siglo XVI . - El Globo de Behaim .
El Atlas de Ortelio .
>>
El de Mercator .
>>
Aunque
la
LIBRO PRIMERO .
213
cuestión de
esta supuesta
isla, y las causas que explican su repetida
aparición,
no
tienen
hoy grande
impor-
tancia histórica ni geográfica, probado como está, que el fenómeno se verifica por
un efecto de espegismo , no hemos creido ,
inoportuno consignar estas breves observaciones , al bosquejar la descripción general
del Archipiélago, considerando el lugar que
dicha cuestión ocupó entonces en la atención pública, y reservando la relación de los
viages que en su busca se emprendieron,
para la época en que sucesivamente se fueron aquellos realizando . (1 ) .
Por último , manifestaremos , que se conservan algunos dibujos de la misma isla, en
las crónicas y manuscritos que hemos consultado, de cuyos dibujos nos ofrece Viera
una copia exacta en sus Noticias , y Castillo
un mapa de su perímetro, en la curiosa descripción inédita que de estas islas escribió
en 1686.
(1 ) Ilustran esta cuestión , más de lo que ella merece ,
Viera en sus Noticias t. 1. pág. 78 , y el Dr. Chil en sus
Estudios t . 1.º pág. 101. El célebre D. Antonio Porlier en
su Disertación histórica , sobre quienes fueron los primeros
pobladores de estas Islas , que se conserva inédita en la
Bib . de la Academia de la Historia , cuenta la Isla de San
Borondon entre las que formaban el Grupo , aunque Problemática.
214
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
XII .
ASPECTO GENERAL .
Puede decirse que una primavera eterna
se observa constantemente en las Canarias .
La graduación máxima del termómetro en
sus costas no baja en Enero 10º ni sube en
Agosto de 26º, salvo algunos casos raros y
excepcionales . (1)
Los vientos alisios ó brisas, que soplan
del N. E. , son los que se dejan sentir con
más
frecuencia, por hallarse situado
este
Archipiélago en la línea que aquellos recorren, si bien en invierno se presentan los del
S. E. que persisten algunas veces y alejan
las lluvias . Cuando en el verano son flojas
aquellas brisas , aparece el viento sur, que
(1 ) La brújula de inclinación marcaba en 1878 , 48° 30',
y la de declinación , que por los años de 1765 se desviaba
de 14 á 15° al O. llegó á su máximun el año de 1852 declinando 22° 16' , y en 1878 solo se desviaba 20º 30 ' al O.
Gonzalez. -Apuntes sobre las Canarias .
La aguja avanza en dirección al N. 4' próximamente en
cada año.
215
LIBRO PRIMERO.
produce invariablemente un calor molesto y
perjudicial á la salud y á los sembrados .
Aunque las elevadas cordilleras del grupo
detienen
las
nubes,
y
las
deshacen
en lluvia, hay años en que éstas escasean ,
y son insuficientes para asegurar las cosechas, observándose este fenómeno con mayor intensidad
en las dos islas de Lanza-
rote y Fuerteventura , que por la poca elevación de sus montañas, y la proximidad de
sus costas al vecino
continente, participan
en más extensa escala de las condiciones climatológicas de la región del Sahara.
La ausencia casi completa de lluvias en
esa vasta zona, se atribuye hoy á una corriente atmosférica alísea continental y seca, que viene del Este, inclinándose al Sur,
y formando á su paso la faja de
desiertos
que se extiende desde las altas planicies del
Asia, y recorre el Turkestan , la Persia, la
Arabia, la Siria, el Egipto y el Sahara, hasta alcanzar el Atlántico en el punto donde
se alzan las islas de Cabo Verde . (1)
La configuración misma de las Canarias
dá lugar á que en un corto espacio de terreno, se encuentren reunidos los más opuestos climas del Globo, y por consiguiente los
( 1 ) Véase M. G. Rolland . Revue Scientifique . Marzo
de 1881 .
15
TOMO I.
216
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
cultivos más variados, y las plantas y árboles de las zonas subtropical, mediterránea y
alpina.
Los eminentes geólogos y botánicos que
han visitado sus valles y montañas, se hallan de acuerdo en dividir su suelo en cinco regiones , que clasifican de la manera siguiente .
Primera región, subtropical ó de aspecto
africano, análogo al de Egipto ó Berberia:
desde las playas hasta 1.200 pies de elevación absoluta.
Segunda región, mediterránea ó de cultivo europeo; clima semejante al de la Italia
central ó al mediodia de la Francia: desde
1.200 á 2.500 piés .
Tercera región, que es la de los bosques
siempre verdes , análoga al clima de la Lombardia; desde 2.500 á 4.100 piés .
Cuarta región, que es la de los pinos , semejante al clima de Escocia, al del Norte de
Francia ó al de Alemania: de 4.100 á 5.900
piés .
Quinta región,
llamada de las retamas ,
que es la que se eleva desde esa altura hasta el Teide.
Así, pues, en una rápida ascención de diez
á veinte kilómetros se van encontrando , las
palmas, las higueras y los dragos, los moca-
217
LIBRO PRIMERO .
nes , los tilos y laureles , el pino canariense ,
único de su especie en el mundo , y la blanca retama, intrépida compañera de las nieves perpetuas, cuyos olorosos ramilletes sacuden las brisas , y vienen á servir de alfombra al Saucillo , el Nublo y las Cañadas.
Raras son las tormentas en estas islas,
notándose el fenómeno de que solo se presentan en la estación de invierno .
Sus más grandes mareas no pasan de once á doce piés . (1)
Hállanse
estas
islas delineadas
en cási
todos los mapas de los antiguos geógrafos ,
desde las cartas de Ptolomeo , que sitúan el
archipiélago en un
mismo paralelo , hasta
los primeros ensayos , que
en
1351 apare-
cen, utilizando para ello los
datos de Pli-
nio y
Estacio Seboso,
á fin de concordar-
los con los suministrados por los viageros
italianos y españoles , que ya empezaban á
ocuparse de estas lejanas tierras . El mapa
ó carta marina de Angelino Dulcert de Mallorca
en
1339 (2) de Pizzigani
en 1367 ,
(1) Dice Kerhallet . -Las mayores mareas suben de 11
á 12 pies , y suceden dos dias despues de los novilunios y
plenilunios á las 12 del dia , que es su establecimiento . Cuando crecen , y segun las localidades de las Costas , van para
el N. E. y N. y para el S. O. y S. cuando bajan . - Derrotero pág. 17 .
(2) Publicado por primera vez en 1887 por el Doctor
Hamy.-Paris , en 8. °
218
de
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Mésia
de
Viladestes en
(1),
de
Weimar
en 1424,
1436 (2)
de Gabriel de Valsequa en 1439 ,
de Bartolomé de
de
1413
Andrea Bianco en
Pareto en 1456 , de Fra
Mauro en 1460 (3) de Gracioso Benicasa en
1467 , de Mercator en
1479 , la primera edi-
ción de Ptolomeo en 1486 (4) , y el planisferio de Martín Benhaim en
1492 (5) re-
copilan las vacilantes noticias,
que circula-
ban yá en aquel
das .
siglo
sobre las
afortuna-
En el siguiente aparecen, la carta de Juan
de la Cosa en 1500 , (6) otra nueva de Ptolomeo publicada en Strasburgo en 1513, un
mapa-mundi iluminado por órden de Enrique II de Francia; la carta universal espa-
(1 ) Mescia o Matias de Viladestes dibujó esta carta en
1413. Conservábase en la Cartuja de Val- de - Cristo , hasta
que la adquirió Libri para la Biblioteca Nacional de Francia, en 1847 , en precio de 800 francos . Aparece en ella el
viage de Jaime Ferrer en 1346 á Rio de Oro , y ha sido publicada en la parte que corresponde á las Canarias, y Costa
occidental de Africa en el Canarien . Rouen . 1874 .
(2) Se publicó en la obra. - Saggio sulla nautica antica
de Veneziani .
(3) Publicado por el Cardenal Zurla en la obra . - Sulle
autichi Mappe lavorate in Venezia . — 1818 .
(4) Ptolomeo Geographia, Edit . princ , Venise . -1486 .
(5 ) Planisferio de Martin de Bohemia, que se conserva
en Nuremberg. Se ve diseñada junto á la linea equinoccial
una Isla grande con la siguiente leyenda. - Año 505 : San
Brandam llegó con su navío á esta Isla .
(6) Es la primera carta en que aparece Mar -pequeña
á la orilla derecha de un rio grande sin nombre .
219
LIBRO PRIMERO .
ñola dibujada por un cosmógrafo de
los V en 1527 (1); el
Cár-
Isolario de Bordone
hecho en Venecia en 1528 ; la carta de Jaques de Vaulx en 1533; el mapa-mundi de
Sebastián Cabot en 1550 ; la carta de Juan
Martinez en 1567 , la de Guillermo de Testu, y el atlas de Juan Riezo á fines del mismo siglo .
En el XVII pueden citarse, entre otros, el
mapa de Guillermo Lavasseur en 1601 , el
de Juan Gueard en 1631 , el de Alonso Pérez 1648 , el de Próspero Casola en 1636, y
el de
D.
Pedro
Agustín
del Castillo en
1686. (2)
En el siglo XVIII aparecen el
atlas de
N. de Fer en 1709 , la carta del P. Feuillée
en 1724 ;
la del ingeniero
español D. Ma-
nuel Hernández en
1746 ;
Fleurieu y Borda ;
la de D.
las de
Delisle ,
Tomás Lopez
publicada en Madrid en 1780 , y las de D.
Antonio Rivero , D. Antonio
Andrés
Herrera y D.
Amat de Tortosa. (3)
(1) Citado por Fernandez Duro en su Memoria sobre la
Costa de Africa.
(2) Ha sido publicado en el Boletin de Geografia. Madrid 1880 .
(3) Segun Osuna , se conservan estos últimos mapas en
los archivos de la dirección de fortificaciones de la Provin
cia; y añade , que el de Herrera , con planos y vistas de las
Islas , está grabado en Tenerife en 1786 por un fraile Domínico , y dedicado al Marqués de Branciforte ,
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
220
Pero ya en este siglo encontramos delineados con mayor perfección y exactitud los
contornos de las islas en el mapa publicado
por Bory de S. Vincent en 1801 , en
Leopoldo de Buch
el de
en 1815; en el de D.
Domingo de Mesa en 1824 , en los de Webb
y Berthelot en 1829 , en los que publicaron
de órden
del
Almirantazgo inglés
niente Arlett y el capitan Vidal,
el
te-
que go-
zan de merecida reputación científica; en el
de
Coello, que acompaña al Diccionario de
Madoz; en los del
Dr. K. von Fritsch; en
los de la dirección hidrográfica
en 1875 , y por
los Estudios
de Madrid
último en los que ilustran
del
Dr. Chil en 1876 (1)
Tales son los principales trabajos que , de
esta clase se han hecho hasta hoy respecto
á
estas islas, aunque dejando los mapas
mucho
que desear, en cuanto se refiere á
la topografía del terreno,
ción
de los pueblos ,
principales
y
verdadera posi-
dirección
de sus
montañas y barrancos, pudien-
Sabemos tambien que el canario D. Francisco Machado
y Fiesco, Secretario del Vireinato de Méjico , intendente de
Cuenca Ꭹ Contador General del Consejo de Indias , hizo un
mapa general de estas Islas
(1) Mr. Berthelot hizo en 1846 el relieve de la Isla de
Tenerife , de que existen algunos ejemplares en Madrid y
en París , y dos ca Sta . Cruz de Tenerife ; y algunos años
despues, el de las siete islas , que posee hoy D. Justo P.
Parrilla.
LIBRO PRIMERO .
do asegurarse, que sólo
221
existe el trazado
exacto de su perímetro , y el reconocimiento
escrupuloso del banco de sus sondas .
LIBRO SEGUNDO .
EDAD ANTIGUA .
I.
FILÓSOFOS Y POETAS .
Entre las obras que nos ha legado la antigüedad, pocas son las que, al ocuparse de
los sistemas religiosos de aquellos antiguos
pueblos , de su historia civil y política, de su
comercio é industria, de sus colonizaciones
y de sus guerreras empresas, ó al cantar en
sus
poemas las
maravillosas leyendas de
sus teogonias ó los triunfos de sus héroes ,
pocas son, repetimos, las que hayan dejado
de hacer especial mención de las
lántidas ó
esos
islas At-
Afortunadas , conocidas yá por
nombres , desde los
de la historia.
primeros albores
224
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Nacida sin duda en el Asia, y trasmitida
luego á las naciones , que sirvieron de lazo
de
unión á la civilización
griega, la
idea
de un paraiso, donde las almas alcanzaban
una eterna bienandanza , constituyó la base
de todas las religiones , que, desde Brachma
á Numa subyugaron al mundo antiguo .
Cuando Thales,
Solón y Pitágoras visi-
taron el Egipto y los florecientes
del Asia Menor, yá
pueblos
aquel dogma formaba
parte de un cuerpo de
doctrina,
sacerdotes
como
veneraban,
que los
fundamento
de la inmortalidad del alma, y
afirmación
de un Ser eterno y creador.
Para demostrar con más
eficacia la rea-
aquel
paraiso , oculto
lidad y existencia de
á las
aceptó
sin
esa región
la
tierra
llegar á
loso,
de todos
miradas
los
mortales ,
dificultad la hipótesis
se
de que
ocupaba los últimos límites de
entonces conocida,
ella
y que
se interponia un
rodeado
de
rio cauda-
innumerables
pasado el cual, se penetraba en
sagrado de las
almas,
para
peligros ,
el recinto
donde se hallaban
reunidos todos los goces, que puede soñar
nuestra humana naturaleza.
Fácil fué con el trascurso de
las edades ,
convertir ese rio en mar, y ese mar en proceloso Océano , que se extendía allende
las
225
LIBRO SEGUNDO
columnas
pantoso
de Hércules , golfo obscuro,
y
preñado
tades , que nave
es-
de horribles tempes-
alguna se atrevia á surcar.
Relaciones de desconocido orígen, rumores de extraviados
navegantes ,
de viageros sin nombre,
aventuras
formaron, andan-
do los tiempos, un tejido de fantásticas leyendas , que vino al fin á tomar cuerpo
verdadera
forma
vantaban enfrente
en las islas, que
de
se
y
le-
las
costas occiden-
tales de la antigua Libia,
bañadas por un
mar siempre en calma , entoldadas
cielo
azul, y cubiertas de
tropical ,
una vegetación
donde se disfrutaba
taciones de
por un
en todas
es-
una primavera eterna.
Constituida de este
convertida luego en
modo
la ficción, y
dogma religioso ,
poetas se apoderaron de ella, y la
los
embe-
llecieron con todas las galas de su fantasia ,
prestándole el encanto de una versificación
armoniosa .
Asi encontramos en los cantos de Homero la descripción de los Campos Elíseos (1) ,
en Hesiodo (2) y Pindaro (3) el recuerdo en-
( 1 ) Iliada . Lib . 18 , v . 606. - Lib . 20. v . 7 .
Odisea. Lib . 4, v . 563 al 568. - Lib . 10 , v . 508. — Lib .
2 , v. 154 á 163 , 600 y 638. — Lib . 12 , v . 1 .
(2) Hesiodi . Opera et Dies , v . 171 .
( 3) Pindari Olymp. 2. Ant. 4, v. 77 y 78; y Frag. t.
4.º , p . 620:
226
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
tusiasta de las
Hespérides ó
islas biena-
venturadas, y en Teopompo de Chio (1) el
nombre de
un país remotísimo ,
de séres maravillosos,
escondido
poblado
á todas
las miradas, entre las brumas de tenebrosos y desconocidos mares.
Pero ,
entre estas
narraciones,
ninguna
ha llegado á adquirir la popularidad é importancia de la que se refiere á la Atlántida,
isla cuya existencia y desaparición habian
revelado á la Grecia los sacerdotes egipcios,
allá en los primeros
tiempos de su civili-
zación portentosa .
Según nos
gados
de
afirma
Platón (2 ) ,
los encar-
conservar y trasmitir los
mis-
terios de la ciencia, en los templos que baña el Nilo , refirieron un dia á Solón , que
allende
ese
estrecho , testigo
ñas de
Hércules , existía
una comarca más extensa
en
de las hazaotro tiempo
que la Libia y
el Asia reunidas, rodeada por todas partes
Sus palabras son : -«Aquellos que durante su vida han
conservado su alma sin mancilla , demandan á Júpiter las
deleitosas Islas de los Bienaventurados , donde soplan las
áuras del Océano , y brillan flores de oro en árboles hermoSOS.>>
(1 ) Teopompo de Chio , copiado por Eliane .
(2) Diálogos .-Timeo y Cricias .
No insertamos integro este Diálogo , porque hoy las obras
de Platón andan en manos de todos , y seria hurtar á nuestros lectores un gran número de páginas .
227
LIBRO SEGUNDO
de
profundos
mares , y gobernada por re-
yes
sábios
cuya
y poderosos,
alcanzaba á las regiones
influencia
líbicas , y
á una
parte muy considerable de la Europa.
Los
territorios que compren-
inmensos
dian aquellos reinos ,
dades
en
que
ellos
y las populosas ciuse levantaban ,
ofre-
cian al viagero tantos objetos de estudio
y admiración , que palidecian á su lado las
civilizaciones
las
de
expléndidas comar-
cas orientales . Los productos de
la tierra,
el perfeccionamiento de las artes , los adelantos de las ciencias, y
cuanto
constituye
en la esfera del progreso humano , el brillo,
poderío y
nación , todo se
riqueza de una
reunía allí en armónico consorcio para cautivar el ánimo ,
seducir la
imaginación , y
dar honrosa muestra de la energía intelectual y moral de aquella
privilegiada raza.
Pero, llegó un momento, en que las virtudes
de los Atlantes , que tal era
el nombre de
aquellos insulares , principiaron á eclipsarse,
y á tan heróicas
patriarcales
acciones , sábias leyes y
costumbres , sustituyó el lujo ,
el desórden y el vicio, en tales proporciones
y con tal desenfreno , que Júpiter indignado
decidió castigar tanta depravación , haciendo desaparecer la isla en las profundidades
del Océano. En efecto , la
Isla desapareció,
228
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dejando como inscripción lapidaria de su catástrofe los picos de sus más altas montañas, que después han llevado los nombres de
Madera, Salvajes, Canarias, Cabo Verde y
Azores .
Desde la lejana época en que Platón nos
dió á conocer esta extraordinaria leyenda ,
ha venido sin cesar reproduciéndose y
co-
mentándose de mil maneras , poniendo unos
en duda su existencia, y afirmándola otros
resuelta convicción . Muchos suponen ,
con
que, si esa submersión tuvo lugar,
debió
producirse por el movimiento oscilatorio de
una gran dislocación en la corteza terrestre ;
otros creen, que en el momento geológico
de la aparición de los Alpes y los Pirineos ,
el ma , que ocupaba aquella inmensa cuenca,
refluyendo en sentido inverso , invadió las
costas y llanuras de la Atlántida; no faltan
algunos que, negando la presencia de esa
isla, en la latitud que le señala Platón, afirman que la América es la verdadera y misteriosa Atlántida, y su asombrosa civilización, la que hoy yace envuelta en las indescifrables ruinas
de
Méjico , Yucatán y el
Perú; en fin, el mayor número, refractario
á toda autoridad poética,
niega rotunda-
mente la verdad del relato , atribuyéndolo á
invenciones
de los sacerdotes egipcios , á
229
LIBRO SEGUNDO
credulidad de Solón , ó á equivocadas interpretaciones del filósofo de Atenas , confirmando esta opinión con argumentos científicos de innegable fuerza , aun cuando para
combatirlos se hayan inventado ingeniosas
teorías .
Nosotros , ya lo hemos dicho , no, creemos
que las
Canarias sean restos de un conti-
nente sumergido .
El estudio
geólogico de
la depresión oceánica , donde toma su asienarchipiélago asi lo demuestra, y la
estructura esencialmente volcánica de sus
to el
rocas,
enérgicamente lo confirma . Esa
vilización
exuberante y
ci-
excepcional, pro-
ducto de la raza Atlántica , que ningun dato
histórico viene á corroborar , es inadmisible
en la escala gradual del progreso humano .
El argumento deducido del exámen de
depósitos lacustres de la península
en
que
la época terciaria , y el
acusan la
los
Ibérica
de las analogias
fauna y flora en el mismo
período geológico
entre los continentes de
América y Europa, solo revelan el afán de
lanzar al campo de la ciencia nuevas y brillantes hipótesis , que, á ser
ciertas , proba-
rian únicamente,
que para todas las espe-
cies hubo muchos
centros de creación, de
tal
manera, que dadas
las mismas causas
generadoras , y el mismo medio ambiente,
230
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
las conchas, plantas y animales que llevan
el sello especial de una edad
prehistórica,
pudieron aparecer simultáneamente en diferentes paises , sin necesidad de acudir á
forjar continentes imaginarios , que sirvieran de
puente de comunicación al desarro-
llo y propagación
cies . (1)
de esas mismas
espe-
Despues de Platón, el enciclopédico Aristóteles, en una obra
que se le atribuye, y
Diódoro de Sicilia, que escribia su biblioteca histórica en la época de César y Augusto, hacen tambien mención de las afortunadas, aunque de una manera breve, confusa
y vaga, que
revela falta de conocimientos
y oscuridad en los datos que utilizaban. (2)
El recuerdo de los campos Elíseos , de la
mansión de los Justos , de las islas Afortunadas y de la Atlántida se mantuvo , sin
embargo, ileso en la mente de los escritores
romanos, herederos é imitadores de la cultura helénica, pero, fundiendo en una aquellas diferentes localidades . (3)
(1) Roisel en su obra titulada Los Atlantes, Paris 1874,
defiende con grande erudición la existencia de la Atlántida
y su maravillosa cultura intelectual .
(2) Aristóteles . Liber de Mirabilibus Auscultationibus ,
4. c. 85, p. 172.
Diódoro Siculo . -Bibli . L. 5, p . 344 .
(3)
Nuestro insigne poeta Cairasco, recogiendo estas
LIBRO SEGUNDO
231
Virgilio en el libro sexto de su Eneida ,
(1) Horacio en sus Ódas , (2) Séneca en
su
ideas mitológicas , dice con galana frase :
Otras islas se ven , que blanco velo
Las ciñe en torno , menos elevadas ,
Llamólas por su fértil cielo Ꭹ suelo
La antigüedad las islas fortunadas:
Y tan amigo suyo estimó el Cielo ,
Que de su voluntad no cultivadas
Las tierras , entendió dar nobles frutos,
Y las incultas vides sus tributos .
Siempre desea florecer la oliva ,
Destilar de las peñas miel sabrosa ,
Y con murmurio blando la agua viva
Bajar del alto monte presurosa ;
Templar el aire la calor estiva ,
De suerte que á ninguno sea enojosa ,
Y en fin, por su templanza , láuros, palmas ,
Ser los Campos Elíseos de las almas .
(Templo Militante . )
Y Camöens en el canto 5.º de sus Lusiadas dice :
Passadas tendo já as Canarias ilhas
que tiveram per nome Fortunadas ,
entramos navegando pellas filhas
do velho Hesperio , Hespérides chamadas:
Terras por onde novas maravillas
andaram vendo já nossas armadas ;
alli tomamos porto com bom vento
por tomarmos dá terra mantimento .
(1 )-Devenere locos lætos et amœna vireta
Fortunatorum nemorum , sedesque beatas .
(Eneida, lib . 6. )
Llegaron (Eneas y la Sibila) á los alegres lugares y deliciosos vergeles de los bosques afortunados , donde los Bienaventurados residen .
(2)-Nos manet Oceanus circumvagus ; arva, beata
Petamus arva , divites et insulas ,
Reddit ubi Cererem tellus inarata quotannis ,
Et imputata floret usque vinea,
Germinat et nunquan fallentis termes olivæ,
Suamque pulla ficus ornat arborem;
Mella cava manant ex ilice ; montibus altis
16
TOM . I.
232
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Medea, Tíbulo en sus Elegias , (1 ) Plauto en
sus comedias (2) , invocan con frecuencia esas
nebulosas regiones , y las describen, colocando en ellas la mansión inaccesible de las
almas, que un rio separa de los que viven
en la tierra .
Aún despues del siglo de Augusto , y durante la dominación imperial, el nombre romano se extendia allende el Estrecho , conservando los Emperadores las colonias adquiridas,
sosteniendo el comercio y prote-
giendo la navegación;
pero sin que aque-
llas fábulas perdiesen la envoltura maravillosa y sobrenatural, que los poetas le ha-
Levis crepante lympha desilit pede.
Illic injussæ veniunt ad mulctra capellæ,
Refertque tenta grex amicus abera;
Nec vespertinus circumgemnit ursus ovile
Nec intumescit alta viperis humus .
(Horacio . Epod . 16 á los Romanos . )
« El Océano nos llama sobre sus ondas que nos circundan . Volemos á esos campos , campos fortunados, islas fecundas y felices , donde la tierra sin cultivo prodiga cada
año sus tesoros , donde florece eternamente la viña sin el
auxilio de la hoz , donde el olivo no engaña , donde el rojo
racimo adorna el árbol que le ha visto nacer, donde la miel
se derrama del hueco tronco de las encinas, donde la onda
ligera, lanzándose de lo alto de las montañas , salta en bulliciosas cascadas . Alli , las cabras se ofrecen ellas mismas
á la mano que ha de ordeñarlas ; el ganado sumiso trae del
prado llenos sus ubres, el oso no ronda por la noche los establos , ni en el suelo se ven venenosos reptiles . >>
(1) Tibulo . Elegia 3."
Sed me, quod facilis tenero sum semper amori . etc.
(2 ) Plauto in Trinummo .
LIBRO SEGUNDO
233
bian comunicado , y sin que la exploración
de Juba, de que luego hablaremos , adquiriese confirmación por medio de nuevos datos posteriores y auténticos , que fijáran de
una manera indubitada la forma indecisa
y vaga con que aquella relación ha llegado
hasta nosotros .
(1).
(1 )
Huet. Hist. del Comercio . p . 353 .
-Aristides Egipt .
234
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
II.
EGIPCIOS , PERSAS, ETRUSCOS .
La más remota expedición marítima, que
los anales de la historia nos conserva, donde
el nombre de las islas afortunadas pueda
lógicamente figurar, se encuentra en Herodoto, cuando nos refiere el viage emprendido por los fenicios de órden
de Necos ó
Nechao, que reinaba en Egipto por el año
de 610 antes de nuestra Era.
« La Libia (Africa), nos dice
el padre de
la historia , se halla rodeada de mar por todas partes , excepto por el istmo que la une
al Asia . Necos, rey de Egipto , fué, según
nuestras noticias, el primero que se propuso averiguarlo. Habiendo renunciado á la
empresa
de concluir el canal,
que debia
unir el Nilo con el golfo Pérsico , envió unas
naves tripuladas por fenicios ,
á su
que debian
regreso entrar por las columnas de
235
LIBRO SEGUNDO
Hércules en el mar septentrional, y volver
de esta manera á Egipto .
Embarcados los
fenicios, se hicieron á la vela desde el mar
Eritréo, con rumbo al mar austral, y cuentan, que, llegado el otoño, se detuvieron en
un lugar de la Libia (Africa), á cuyas playas el viento los habia arrojado; sembraron
trigo y esperaron su granazón . Luego que
recogieron su cosecha, volvieron á hacerse
á la vela, y continuaron de este modo dos
años , hasta que, durante el trascurso
del
tercero, penetraron en el estrecho de Hércules , y regresaron por ese opuesto camino
á Egipto. Decian los navegantes á su llegada, que, al rodear la Libia, habian visto el
sol á su derecha, lo que no me parece digno de crédito , aunque tal vez lo parezca á
otros . De este modo fué la Libia reconocida por la vez primera. » (1 )
Algunos han querido poner en duda la
veracidad de este relato , pero la sencilla reflexión de Heródoto, respecto á la posición
del sol , nos garantiza su exactitud .
En efecto,
aquellos osados
navegantes,
despues que atravesaron la línea equinoccial ,
debian encontrar el
sol á su derecha, cir-
cunstancia que, dudosa para Heródoto, ha
(1 )
1870 .
Herodoto . Lib . 4.º par . 42 , p, 294. Larcher. Paris .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
236
venido hoy á confirmar la certeza histórica
de su relación con la autoridad irrecusable
de la ciencia. (1)
Ahora bien, si este viaje
no puede racio-
nalmente ponerse en duda, y se tiene , además , en cuenta la insuficiencia de los medios, que se empleaban entonces
en el arte
de la navegación , no es aventurado suponer,
dando por cierto el deseo de los pilotos de
permanecer junto á las costas que iban recorriendo,
para navegar de dia y fondear de
noche, que, al doblar el cabo Juby, y penetrar
en el
canal, que separa la costa occi-
dental de Africa del grupo oriental
Canarias,
de
las
descubriesen los marinos alguna
de estas islas, y descansara la
expedición
en sus orillas , con preferencia
á los inhos-
pitalarios arenales que les ofrecía el África.
Tambien Herodoto nos
noticia,
suministra
otra
que podemos sin esfuerzo relacio-
(1 ) Heeren en su historia sobre la politica y comercio
º
de los pueblos de la antigüedad, t . 2 p. 93 , se expresa de
este modo :
«Indagaciones recientes han probado , que el viage al rededor de Africa , saliendo del golfo arábigo , no está sugeto
á tantas dificultades , como teniendo su punto de partida de
Europa . Todo favoreció a los Fenicios , asi los vientos regulares , que en aquellos mares soplan , como la direccion de
las corrientes , pues de éstas depende casi exclusivamente
la navegacion costera .»
Véase tambien à Rennel, Geography of Herodotus , pág .
693 ; y á Humboldt- Cosmos, t . 2.º
237
LIBRO SEGUNDO
nar con el mismo asunto .
refiere esta
Hablando de los Persas, nos
aventura.
«Setaspes,
reconocido autor de un estu-
pro en la persona de una hija
hijo de Megabises ,
de Zopiro ,
y condenado
por Xér-
xes á morir en una cruz, fué indultado por
intercesión de su madre, hermana de Dario, pero con la condición
de que empren-
diera un viaje al rededor de la Libia, volviendo por el Golfo Arábigo, apercibido de
mayor rigor, si su
empresa se malograba .
Setaspes se dirigió entonces á
un buque,
país ,
lo tripuló
con
Egipto , fletó
marineros
del
y habiéndose embarcado, hizo rumbo
á las columnas
cuales ,
de
Hércules,
pasadas
dobló el promontorio Soleis (1) ,
las
y
puso la proa al sur; más, despues de surcar
por muchos meses un mar inmenso , viendo
.
que éste no tenia límites , abandonó la empresa, y regresó á Egipto ,
volviendo
á la
Córte de Xérxes . Allí manifestó , que en los
países
más remotos
que habia
recorrido ,
habia visto unos hombres de pequeña estatura, vestidos con hojas
bian abandonado sus
de palma, que ha-
caseríos ,
y refugiá-
( 1 ) Algunos grógrafos creen que este cabo correspon
de al que hoy lleva el nombre de Espartel, si bien otros
aseguran que era el de Bojador .
238
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dose en sus montañas, tan pronto reconocieron el buque, no habiéndoles hecho otro
daño , que apoderarse de sus ganados . Añadió, por último,
que no
habia continuado
fué
posible conseguir
su viaje, porque no
que el navio avanzara . »
(1)
Hemos citado este curioso fragmento del
célebre historiador, para que se comprenda
que, en aquellas remotas edades , se intentó
más de una vez la arriesgada empresa de penetrar los secretos del Atlántico , y al verificarlo , siguiendo ,
como
era necesario, el
litoral africano, sus exploradores
pudieron
fácilmente
Canarias,
conocer y visitar las
llevando á otros paises la noticia de su ventajosa posición, de su bonancible clima, y de
sus numerosos recursos naturales . (2)
Por este tiempo los Etruscos y Pelasgos
de Italia, que habian
progresado en el co-
mercio y la navegación , despues de ejercer
la piratería en el mar mediterráneo , llevan-
(1 ) Herodoto . Lib . 4.º , p . 295. Trad . de Larcher .
(2) Refiere Plinio , bajo la autoridad de Cornelio Nepote , que en su edad hubo un tal Eudoxo , que huyendo de la
persecución de Ptolomeo Lathiro Rey de Egipto , se cmbarcó en el golfo arábigo , dió la vuelta al Africa , y aportó á
Cádiz , despues de haber encontrado la proa de una nave
naufragada, con una cabeza de caballo esculpida , que se reconoció pertenecer á ios Fenicios ; ( Plinio , lib . 2.º. cap . 67)
y Posidonio cuenta, que este mismo Eudoxo hizo diferentes
excursiones en el Atlántico . ( Strab . lib . 17. )
239
LIBRO SEGUNDO
do el terror á todas las poblaciones ribereñas, que á su paso encontraban ,
se lanza-
ron al Océano, llegando á fundar colonias.
en una isla, cuyo nombre ha permanecido
oculto á todas las investigaciones .
No hay datos para asegurar, que descubrieran y colonizasen las islas canarias; pero sí, como está probado,
su navegación se
extendia hasta las costas del Báltico é islas
Británicas, no parece inverosímil , que,
su afán
por
en
adelantar su comercio y reco-
nocer nuevos paises, siguieran la costa, que
sin interrupción se ofrecia á su vista, como
invitándoles á continuar sus interesadas y
lucrativas exploraciones .
240
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
III.
FENICIA, CARTAGO, MARSELLA,
En las vastas llanuras que se extienden
.
desde
el Mediterráneo
desde
la punta meridional
hasta el Tigris , y
de la
Arabia
hasta el Cáucaso , se habia establecido
el
pueblo fenicio, tribu semítica, cuyo's habitantes eran llamados cananeos por los
judios.
La Fenicia comercial y marítima no ocupaba , sin embargo, sino un pequeño territorio , tendido de sur á norte en las costas
de
la Siria, cuya
longitud no
excedia de
cincuenta leguas, por ocho ó diez de latitud.
Favorecido por la naturaleza para las .
empresas navales, presentaba este pais numerosas bahias , puertos y ensenadas y algunas pequeñas islas , que se apartaban poco del Continente, ofreciendo refugio á los
buques y recursos abundantes á sus contí-
LIBRO SEGUNDO
241
nuas expediciones con la fertilidad del sue- ·
lo y con los bosques que cubrian las altas
montañas de aquella faja de terreno , donde
sus industriosos habitantes se habian preparado una patria cariñosa y agradecida .
Por
cios
muchos siglos
dominaron los feni-
el Mediterráneo, no habiendo guerra
importante ni empresa marítima de algun
peligro, en que no se solicitára su indispensable cooperación .
Respecto á sus viajes allende el Estrecho ,
guardaban una reserva, que era tanto mas
misteriosa , cuanto que de ella dependia el
monopolio de su comercio y de su exclusivo dominio del mar.
Como nación industriosa y colonizadora
no se halla ninguna en la antigüedad , que
verdaderamente la aventaje. Según asegura
Estrabon, pasaron de trescientas las ciudades fundadas por estos atrevidos navegantes sobre las costas de la Libia y de la Iberia occidental, añadiendo aquel escritor, que
tambien hacian mención los poetas de las
islas de los Bienaventurados , sabiéndose que
aparecian no muy lejos de la Mauritania, y
enfrente de la populosa Gádes . Estas islas
habian sido descubiertas por los Fenicios ,
que mucho antes de la época en que floreció
Homero, ocupaban ya , una parte muy con-
242
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
siderable del Africa y España . (1)
Diódoro tambien , despues de escribir las
bellezas sobrenaturales de una isla, que se
alzaba en el Atlántico , se expresa de este
modo
"Investigando los fenicios
las
re-
giones situadas más allá del Estrecho , y costeando las playas de la Libia, fueron lanzados por la fuerza de los vientos á gran distancia en el Océano , y despues, combatidos
por las tempestades durante muchos
dias,
aportaron á una isla distante largas jornadas del continente , en dirección hacia donde
se pone el sol ." (2)
Entre los objetos mas preciosos del comercio fenicio se contaba la
púrpura, ex-
traida, segun unos, de un molusco, segun
otros, de la orchilla, planta que se produce
sin cultivo y expontáneamente en las islas
de Lanzarote y Fuerteventura, debiéndose á
esta circunstancia el nombre especial que se
les daba de Purpurinas, nombre que alguna vez se hizo extensivo á todo el grupo . (3)
(1 ) Estrabon . Lib 3.0, p . 224 .
(2) Diodoro . Sic Bib Lib . 5.º , t . 1.º , p_344 .
(3) Viera en su Diccionario de Historia natural, dice asi
hablando de la Orchilla:
- -Especie de
musgo , que criándose sobre las peñas marítimas de nuestras Canarias, es una de sus producciones
mas peculiares…….. Fué conocida desde luego por los Europeos, quienes hicieron de ella uno de los mas importantes
ramos de su comercio . Pertenece al género de los Lichens .
243
LIBRO SEGUNDO
Al poder marítimo de los Fenicios ,
suce-
dió luego con el trascurso de los siglos ,
el
de su hija primogénita Cartago, que colocada en el promedio del Mediterráneo , podia extender con mas facilidad su influencia
á uno y otro lado
del estrecho , realizando
el vasto
su
de aquel mar y
en
mayor
escala
sistema de colonización , base
política
y
fundamento
de
de
su futura
grandeza.
Es indudable
que
sus
turarse sobre las costas
el Atlántico , mientras
Lusitania, y se
te,
flotas , al aven-
líbicas,
que
baña
reconocian las de la
avanzaban al mar del nor-
traficando con los
salvajes de las islas
Británicas y del Báltico ,
bajaron hacia
el
Sus ramificaciones son tortuosas ó arqueadas , del grueso
de un hilo de carreto ó bramante, casi redondas, puntiagudas, largas ordinariamente de tres pulgadas , bien que hay
tambien Orchillas de ocho ó nueve , y aun la tengo en mi
gabinete de más de doce , traida de la isla de la Gomera .
Unas tienen el color gris , y otras , que son las mas selectas , lo tienen blanquecino , en sus hebras salpicadas de unas
berrugitas algo cóncavas y pulverulentas de color de ceniza.... Redúcese esta preciosa yerba á pasta , moliéndola ,
cerniéndola y colocándola en una vasija de vidrio .... El color natural que comunica la orchilla es el de flor de lino , tirando á violado : pero si se tiñe antes la misma estofa de
un azul más ó menos claro , sacará un color como de flor de
romero, de pensamiento ó de amaranto . Preparada la estofa con zumo de limon , recibe de la orchilla un hermoso
color azul .
Cuaderno 9. del Diccionario de Viera, ( no publicado ) .
Ms. del autor .
244
sur,
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
y recorrieron tambien
que tantos
objetos de
las Canarias,
tráfico ofrecian á
su comercio .
Aunque los
autores
algunos otros ,
desconocidas ,
se
ocupan de
situadas
frecuentadas por los
algunos de los
en
varias islas.
el Atlántico , y
cartagineses ,
edictos
prohibia bajo las
antes indicados, y
en
que
citando
el Senado
más severas penas reve-
lar su posición geográfica reservándose su
explotación, no encontramos noticias
par-
ticulares ni descripción alguna, que
clara
y distintamente nos designe el grupo afortunado .
Empero, hay entre
lonizadoras
de aquel
las
expediciones coindustrioso,
pueblo,
activo y emprendedor, una muy notable,
que
ha
escapado á las injurias
po,
y ha
sido siempre objeto
para los geógrafos
ferimos al
ción que
ciente de su
rela-
se conserva . Enviado
más
flore-
poder marítimo , con el objeto
de reconocer la costa
cieran
estudio
é historiadores ; nos re-
por la República, en la época
occidental de Africa,
colonias en los
mayores
emprendió
de
viage de Hannon, y á la
del mismo
y fundar
del tiem-
ventajas
el viage,
sitios
que ofre-
á
comercio,
su
llevándolo á feliz tér-
mino, y á su regreso consignó su resultado
245
LIBRO SEGUNDO
en una nota ó extracto, que hizo inscribir
en el templo de Kronos, nota que, traducida al griego, nos ha sido trasmitida por Polibio.
Componíase la escuadra de Hannon de
sesenta naves , que llevaban á su bordo 30
mil personas, entre hombres y mujeres , con
armas, víveres, semillas y herramientas propias para todos los oficios .
sar
Despues de pa-
el Estrecho , la escuadra
navegó
dos
dias, y Hannon fundó, junto á una extensa
llanura, una ciudad con el nombre de Thymaterium. Siguiendo luego al Oeste , en dirección al cabo Soloes, cubierto de bosques ,
elevó sobre este promontorio un templo á
Neptuno, y partiendo de allí, á media jornada de marcha, descubrió un lago, junto
al mar, rodeado de juncos, donde venian á
apagar su sed muchos elefantes y otros animales hervívoros . Fundó en el litoral algunas poblaciones, y continuando el General
su viage hácia adelante , llegó al rio Lixus ,
que baja desde las alturas de la Libia, en
cuyas orillas habitaba un pueblo nómada,
que vivía solo del pastoréo de sus ganados ,
con el cual los expedicionarios entablaron
relaciones de amistad, pero nó con los que
poblaban el interior del país, que eran etiopes salvages, y hombres de extrañas figuras
246
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
llamados
trogloditas ,
ágiles
en
ejercicios
ecuestres .
Habiendo recogido
intérpretes entre los
habitantes del Rio Lixus, siguieron los colonos su viage en la misma dirección de la
costa por dos dias más , y al tercero penetraron en un golfo , donde había una isla pequeña, á la que dieron el nombre de Cerne,
calculando Hannon, que desde Cartago al
Estrecho habia igual distancia, que desde el
Estrecho á Cerne .
Pasado el
Golfo , entra-
ron en un gran rio llamado Cretes , que terminaba en un lago, donde
se descubrian
tres islas , y en el fondo altísimas montañas
pobladas de tribus feroces, con vestiduras
de pieles , quienes se opusieron á su desembarco.
El viage continúo hasta un
rio lleno de
hipopótamos y cocodrilos, que les obligó á
retroceder, volviendo á la isla Cerne, donde
descansaron; siguiendo despues la expedición, y limitándose á reconocer la costa por
espacio de doce dias, sin entender el lenguage
de los
Etiopes que la poblaban , y
que huian al descubrirlos . El último dia vieron alzarse unas elevadas sierras, cubiertas
de olorosos bosques , y continuando la navegación por dos dias más, echaron el ancla
en un extenso golfo , cuyas orillas se ilumi-
247
LIBRO SEGUNDO
naban de noche con hogueras . Habiendo hecho aguada en aquel sitio, se hicieron luego á la vela, penetrando en otra profunda
escotadura, á la que dieron el nombre de
Cuerno del Oeste. En medio de ella se elevaba una isla de gran extensión, y á su lado otra más pequeña .
De
noche
seguian
viendo hogueras y oyendo un ruido infernal de címbalos,
flautas y timbales, ame-
drentándoles de tal modo, que por consejo
de los agoreros abandonaron aquellas playas, y siguieron adelante,
pasando junto á
una tierra llamada Thimamiates , que arrojaba torrentes
de llamas hácia el mar, de
cuyo sitio tambien se alejaron con terror.
Durante el dia tuvieron á la vista una montaña muy elevada , á la que dieron el nombre de Carro de los Dioses . Tres dias despues
entraron en
un golfo ,
denominado
Cuerno del mediodia, y en uno de sus ángulos vieron una isla semejante á otra, ya
nombrada, en la cual habia un lago , y luego otra isla poblada de salvajes ,
cuya ma-
yoria era de mujeres velludas , que los intérpretes llamaban Gorillas . Habiendo intentado apoderarse de algunos de estos habitantes, no fué posible, porque los varones
huyeron á los montes, defendiéndose con piedras, y aunque tres hembras cayeron en poTOM. I.
17
248
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
der de los viageros, hubo que matarlas, despojándolas de la piel, que se llevó á Cartago,
á cuyo puerto volvieron las naves, siendo imposible continuar la expedición por falta de
víveres .
Ahora bien: ¿ algunas de las comarcas recorridas por Hannon, en el breve relato que
hemos
extractado,
pueden
racionalmente
ser consideradas como parte del archipiélago canario?
Los ilustrados comentadores de esta inscripción célebre, conocida en la historia con
el nombre de Periplo de Hannon , no se hallan de acuerdo, respecto á la verdadera posición geográfica de los sitios que van enumerados , ni sobre la época en que tuvo lugar el viage, si bien autores , que nos merecen crédito, la fijan aproximadamente en el
año 500 antes de J. C. ( 1)
Por las razones que dejamos expuestas ,
nos parece difícil que el Jefe cartaginés, al
doblar el cabo Nun, dejára de descubrir la
isla de Lanzarote, ó al menos la de Fuerteventura, situada á cien kilómetros de aquella costa, cuyo litoral se iba reconociendo,
y esto sin tener en cuenta las anteriores expediciones á estos mares,
ni el recuerdo
(1 ) Heeren. De la Politique etc. T. 4.º , p . 354 .
249
LIBRO SEGUNDO
que los
pilotos
necesariamente
conserva-
rían del archipiélago . Sin embargo , los sabios , comentadores que han ilustrado este
relato, colocan el Cuerno del sur en la Senegambia, y no encuentran
analogía alguna
entre las islas canarias y las descritas por
Hannon . (1)
Pudiéramos , con algun esfuerzo y buena
voluntad, hallar algunas probables semejanzas entre la isla que tenia un lago , y la que
posteriormente designa Juba con el nombre
de Ombrios ; entre el Teide en erupción, y el
terror que este fenómeno produjo en los navegantes ; pero estas analogías , y otras que
omitimos , con las consecuencias que de ellas
pudieran deducirse, no resolverian de ningun modo la cuestión histórica, cuya solución tantos han buscado , lanzándonos
al
contrario por extraviadas sendas , que llevarian la confusión y la duda al ánimo de los
lectores .
El mismo juicio hemos formado , respecto
á las expediciones marítimas,
atribuidas á
Pitheas y Euthimenes de Marsella ; pues ,
( 1) Véanse sobre este asunto :
-Campomanes . Antigüedad maritima de la República de
Cartago .
-Bochart. Geographia sacra.
Gosselin . Recherches sur la geographie des anciens .
-Rennen , Geography of Herodotus.
250
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
si bien está probado , que
recorrieron
el
Atlántico, en la zona bañada por las costas
cantábrico-lusitanas, las británicas y el mar
Báltico, no hay dato alguno, que nos autorize á
afirmar, que reconocieran
tambien
las Canarias, aunque éstas presentasen mejores condiciones de colonización,
que las
peligrosas
por el
comarcas que
mar del Norte .
azotadas
251
LIBRO SEGUNDO
IV.
SERTORIO .
Roma no principió á
ser conocida como
nación marítima y comercial, sino despues
de la
y desaparición
ruina
de
Cartago.
Heredera de las colonias fundadas por esta
república sobre las playas que ofrecian ventajas de comodidad y abrigo á sus buques, y
fáciles
comunicaciones
con el interior del
país, conservó y aumentó aquellos puntos
avanzados , apoyos de su política exterior ,
fijando con mayor empeño sus miradas en
las feraces campiñas del Africa, cuyos reyezuelos dominó, haciéndolos tributarios de
su poder.
Durante las guerras que la
ambición de
Mario y Sila habia encendido dentro y fuera
de Italia, Sertorio, que seguia
la
par-
cialidad de Mario, se refugió en España, y
despues de
varias
cerca del sitio
vicisitudes,
donde desemboca
hallándose
el
Bétis,
252
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
(Guadalquivir), se le presentaron unos marineros
llegados directamente
de las islas
atlánticas, y le hicieron de ellas la siguiente
relación :
« Esas islas son dos ,
separadas entre sí
por un pequeño brazo de mar, y distantes
diez mil estadios del Africa . Llámanse afortunadas, y son en
y serenas .
Los
ellas las lluvias escasas
vientos soplan sin
violen-
cia, derramando provechosos rocios , que dan
fecundidad
á la
solo
producir
para
tierra ,
y la preparan,
no
todo lo que se quiera
sembrar ó plantar, sino para ofrecer espontáneos frutos á
abundancia y
un pueblo , que vive en la
felicidad de las cosas
de la
tierra, exento de penas y cuidados . El clima es puro y sano, por no estar sujeto á
bruscas variaciones de temperatura, que
traen consigo las estaciones .
Los
vientos
del Este y norte, que les envia nuestro Continente, debilitados por tan largo trayecto,
pierden su fuerza, antes de llegar á aquellas
playas . Los
del sur y oeste llevan consigo
á veces pequeñas
lluvias; pero es más fre-
cuente la produccción de vapores , que entoldan , refrescan y fecundizan el terreno . Por
todas estas causas reunidas , se cree, y hasta
aquellos
bárbaros lo
son los Campos
dicen , que esas islas
Elíseos cantados por Ho-
253
LIBRO SEGUNDO
mero , donde habitan las almas de los Bienaventurados . » (1)
Se asegura que Sertorio, seducido por la
relación de aquellos marineros , intentó pasar á dichas islas , y colonizarlas ;
pero sus
soldados , informados de su proyecto , se opusieron tenazmente á que lo realizase, y no lo
dejaron salir de la Bética.
Si estudiamos la descripción que antecede, solo encontraremos en ella aplicable á
las Canarias,
el nombre
que se les dá de
Afortunadas, la bondad del clima, y la fecundidad del suelo , pudiendo racionalmente
dudarse, si los marineros de Sertorio , quisieron referirse en su descripción á aquel grupo , ú á otro más ó menos lejano de las costas de Africa:
Dos islas separadas por un estrecho brazo
de mar, solo nos recuerda las de Lanzarote
y Fuerteventura; pero, aun prescindiendo
de que su suelo es el más estéril de las Canarias, y no les conviene la entusiasta descripción de Plutarco, no es verosímil, que , al
ser exploradas,
dejasen
de
descubrir los
navegantes la cordillera central de GranCanaria, el promontorio de Anaga ó la elevada cima del Téide . (2)
(1 )
(2)
Plutarco. Vida de Sertorio.
El primer vestigio de las Islas Atlántidas lo hallamos
254
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Inútil será, pues , detenernos en comentar
esta aventura, que ningún dato claro y preciso añade á los ya consignados vagamente
por los poetas griegos y romanos , dejándonos siempre en la misma oscuridad .
Sin embargo, Lucio Floro nos afirma, que
aquel General aportó á las Canarias , cuando
dice: (1)
« que habia penetrado hasta las is-
las Afortunadas al tiempo de emprender sus
navegaciones por el Océano .- >> Pero es evidente que estas navegaciones se refieren á
los diversos viages que Sertorio hizo á la
Mauritania, y á las evoluciones de la escuadra,
que habia conseguido reunir, y con la
cual se proponia combatir y vencer la de
Annio su adversario .
Dispersa esta escuadra por una horrorosa
tempestad, sobre las costas de la Lusitania ,
se asegura que Sertorio aportó á dos pequeñas islas del Océano , donde descansó de sus
en un fragmento de Salustio, conservado por Nonio Marcello . Dice así: -«Cujus duas insulas propinquas inter se, et
decem stadium procul a Gadibus sitas, constabat suopte
ingenio alimenta mortalibus gignere . » -Nonio .- De numeris et casibus .
Acron , copiando tambien á Salustio , nos añade : - « Insulæ ad quas Sallustius in Historia dicit victum voluisse
ire Sertorium.- >>
Edición de Salustio , de Havercamp . T. 2. , p . 112 y
149.
(1) Missusque in Oceanum Fortunatas Insulas penetravit. Floro . Hist . Rom. I. 3. c. 22 .
*
LIBRO SEGUNDO
255
fatigas y reparó las averias de sus galeras .
Creen tambien algunos , que estas islas fueran las de Lanzarote y Fuerteventura ; pero
la mayoria de los eruditos designan las de
Madera y Porto Santo , fundándose tal vez
en la latitud donde se hallan éstas colocadas.
256
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
V.
JUBA.
Llegamos , por fin , á una época , que ofrece al historiador un dato firme y seguro respecto á la existencia de estas islas , libre de
las nebulosidades que se encuentran en todas las relaciones de que antes nos hemos
ocupado .
Entre los reyezuelos que contribuyeron
con su presencia á
realzar el triunfo de
César, cuando éste entró en Roma vencedor de Pompeyo , habia un niño , heredero
del trono de la Mauritania, llamado Juba,
como su desheredado padre .
Parece que César fijó en este niño su atención, y hallándole dotado de una imaginación viva, de un talento precoz y de una
aplicación superior á sn edad, le facilitó los
medios de recibir una educación científica,
de que el
príncipe africano
supo
aprove-
LIBRO SEGUNDO
257
charse, antes que le faltára aquella poderosa protección .
Andando
el tiempo , el jóven
Juba fué
amigo de Octavio, y éste, vencedor de Marco Antonio, y dueño de los destinos de la
República, le cedió, como recompensa de su
fidelidad y servicios , la corona de Numidia,
que luego le obligó á cambiar por la de la
Mauritania Tingitana, cuando la Numidia
fué incorporada al extenso imperio romano.
Colocado Juba en el trono, continuó con
igual aplicación sus estudios é investigaciones, que le inclinaban al exámen de los fenómenos de la naturaleza, y á los progresos
de la Geografía, nombre que entonces abrazaba un campo dilatadísimo de las ciencias
experimentales ,
llegando
al fin á obtener
una fama tan excepcional entre sus contemporáneos , que, en premio de su mérito , llegaron á levantarle estátuas .
Deseando este ilustre sábio obtener la exploración de aquellos paises, hasta entonces
desconocidos, ó cuyo recuerdo parecia olvidado , envió expediciones á las costas occidentales de Africa, límite por aquel punto
de su vasto imperio, á fin de que fueran reconocidas por tierra y mar, fijando su posición geográfica,
y tomando nota de sus re-
cursos y productos naturales .
258
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Entre estas expediciones hubo una, que
ha dejado honda huella en la historia de los
adelantos geográficos , conservándonos una
rápida noticia de ella el naturalista Plinio .
Esta expedición fué la que Juba envió á
las islas Afortunadas , siendo este viage el
primero que reviste caracteres de indubitada autenticidad , y el que nos suministra datos irrecusables, aunque desgraciadamente
breves é incompletos , sobre el estado político social del Archipiélago , en aquellas remotísimas edades .
Al regreso de la misma expedición , y con
las noticias , productos y objetos curiosos , que
sus marinos le ofrecieron , como muestras del
país recorrido , escribió Juba una relación ,
de la cual es solo un
extracto
la que nos
conserva Plinio , por haberse perdido el libro
original .
Transcribiremos por su importancia, y
como base fundamental de la historia de las
Canarias, el fragmento, que, atravesando los
siglos , ha llegado felizmente hasta nosotros .
« Creen algunos , dice Plinio , que allende
el estrecho se encuentran las Afortunadas
y algunas otras islas , de las cuales Seboso
ha fijado el número y la distancia , afirmando que Junonia se halla á 750.000 pasos de
Gádes ; que las llamadas Pluvialia y Capra-
259
LIBRO SEGUNDO
ria están á igual distancia de Junonia, en
dirección al poniente; que solo hay agua de
lluvia en Pluvialia; que las Afortunadas se
alzan á 250.000 pasos de la costa sudoeste
de la Mauritania; que una de estas islas se
llama Convallis por su figura convexa, otra
Planaria por su mismo aspecto ; y por último, que la circunferencia de Convallis es
de 3.000 pasos , produciendo árboles de 114
piés de altura. >>
« Juba averiguó, ademas , respecto de las
Afortunadas, que éstas se sitúan al mediodia,
corriendo
hacia
el
ocaso,
distantes
625.000 pasos de la isla Purpuraria , en esta forma: 250.000 pasos hácia el Oeste, y
375.000 al Este . »
Pasando luego á describirlas, añade:
< La primera, llamada Ombrios, no ofrece
vestigio
alguno de edificios , tiene en sus
montañas una laguna, y árboles semejantes
á cañahejas, de los cuales se extrae un licor
amargo en los que aparecen de color negro ,
y agradable al paladar en los que tienen el
color blanco . Llámase otra isla Junonia, y
en ella se vé un pequeño templo de piedra.
Junto á ésta hay otra del mismo nombre,
pero de menores dimensiones . Viene
guida Capraria, poblada de
ense-
grandes lagar-
tos, y á la vista de ambas se alza Nivaria,
260
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
que
lleva
este nombre por sus nieblas y
perpetua nieve . Sigue luego Canaria, llamada asi por sus perros de gran tamaño ,
de
los que fueron enviados dos á Juba;
en-
cuentran
en
ella
vestigios
de
se
edificios .
Abunda el Archipiélago en árboles frutales ,
y en diferentes especies de aves . Las palmeras y los pinos con sus dátiles y piñas , abundan tambien en Canaria. Hay mucha miel,
y se hallan, además , en
sus riachuelos ,
el
pápiro y el esturion. La atmósfera de estas
islas se infesta con la putrefacción
animales
muertos , que el mar
de los
arroja de
continuo á sus playas. » (1)
Esta relación que, como hemos dicho , es
la primera legada por la antigüedad hasta
nosotros con referencia á las Canarias , tiene
toda la importancia, que de su lectura se desprende.
De este viage se deduce indubitadamente,
que las islas
se hallaban ya habitadas, ha-
biendo en algunas templos y edificios , cuyas ruinas se indican. La vegetación era
espléndida; las frutas, las aves y los peces
abundaban, y la miel se recogia en sus peñas y en el hueco de sus árboles.
Mucho se ha discutido en averiguación
(1 )
Plinio . Hist. nat . Lib, 6.º, cap . 37 .
261
LIBRO SEGUNDO
de la verdadera correspondencia entre los
nombres que
los enviados de Juba dieron
á las islas , y los que hoy llevan, disertación
que, si bien es curiosa, no entraña esa gran
importancia histórica , que despues ha querido dársele por algunos de nuestros cronistas. Indiscutible es que las dos islas principales se hallan designadas por los nombres
de Canaria y Nivaria, circunstancia importante, que aleja toda sospecha de falsedad ,
y no permite dudas respecto á la exactitud
de la narración de Plinio .
Puede,
no obstante, asegurarse, que las
por
noticias recogidas
Juba , y trasmitidas
hasta nosotros por Estacio Seboso y Plinio
han llegado truncadas, y sin
rrelación y enlace,
copistas
infieles,
la debida co-
ya sea por defecto de
ó por ignorancia de
sus
mismos comentadores .
Al ocuparse Plinio de las
Afortunadas
cita á Estacio , antes que á Juba , lo cual pudiera inducirnos
fuente donde
á error en cuanto á la
aquel bebió
los datos que
nos suministra, muy dudosos
por
cierto .
Algunos pretenden que Seboso recogió esas
noticias durante un viaje que hizo á Cádiz,
sin que hubiese llegado
ción de Juba (1);
(1)
á conocer la rela-
pero creemos más vero-
Malte Brun . 1. p . 230 dice : -Statius Sebosus re-
262
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
símil, que consultase la obra de éste, y la
adicionara con todo aquello , que por si mismo pudo averiguar entre los marinos gaditanos . (1)
La colocación arbitraria que Plinio dá á
las islas, y las repeticiones que emplea en
su relato , son indicios vehementes de que
habla de memoria, procurando recordar
lo
que ha oido ó leido muchos años antes . La
confusión que tambien se advierte en las
distancias, y la nota con que concluye, relativa á la insalubridad del clima, dándole
por causa la putrefacción de los cadáveres,
que el mar arrojaba á las playas, nos prueba asi mismo, que es preciso admitir con
ciertas reservas sus observaciones .
Sea
como fuere, y por más vagas é ine-
xactas que se juzguen esas noticias, nosotros las estimamos de grande importancia,
por ser el punto de partida de la verdadera
historia de las Canarias .
cueillit á Gades tous les renseignemens qu' on avait sur les
iles occidentales.(1) Macedo. Memoria em que se pertende probar etc. ,
p . 23. Lisboa. 1844 .
263
LIBRO SEGUNDO.
VI.
HISTORIADORES Y GEÓGRAFOS .
Durante
civilización
ese brillante
período en que la
romana impuso á los pueblos
vencidos , su lenguaje, costumbres , legislación y literatura , las ciencias históricas y
geográficas , adquirieron un rápido desarrollo , siendo objeto preferente de las especulaciones de los ingenios más aventajados de
la República y del Imperio.
Ya hemos visto
que Juba, filósofo y na-
turalista en la acepción universal que entonces se daba á esta palabra,
fué el primero
que obtuvo las noticias más exactas sobre
este archipiélago , siendo evidente que desde
su famosa exploración tomaron estas islas
el nombre
de
Canarias,
ya fuese por los
canes, ingentis magnitudinis, de que nos habla Plinio, ya por otras diferentes
causas,
según otros creen con mejor criterio.
TOMO I.
18
264
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
Contemporáneo de Juba era, como antes
hemos indicado,
Estacio Seboso , quién, al
hablar sobre el mismo
asunto, recopiló las
noticias por el mismo adquiridas, y las que
encontró en las obras del ilustrado monarca
africano .
Ocupábase
por
griego de orígen, en
ese
tiempo
Estrabon,
escribir unos estudios
geográficos , obra importante por ser el resúmen de todos los conocimientos , que de esa
ciencia poseian en aquella época los romanos, y hablando de las afortunadas , dice:
« Los poetas hacen mención de esas islas ,
y sabemos que hoy se encuentran no muy
lejanas de la extremidad de la Mauritania ,
enfrente de Gádes » ; pero sus datos
eran
tan vagos , que ni aún responde de su posición geográfica
(1 )
Mas extenso Pomponio Mela , que escribia su compendio geográfico algunos años
despues , nos habla del archipiélago en estos
términos .
« Cerca del monte Atlante están las Afortunadas, que abundan en producciones espontáneas , renovadas continuamente para
el sustento de sus habitantes , sin que éstos
tengan
(1)
que cuidar del cultivo de la tierra,
Estrabon . L. 3.º, p. 201 y 224.
265
LIBRO SEGUNDO
como sucede en todos los paises , siendo una
de esas islas muy notable por la circunstancia de poseer dos fuentes , de las cuales ,
el agua de la una produce
en los que la
beben una hilaridad , terminada por la muerte, sin que esta enfermedad tenga otra cura, que beber el agua de la segunda fuente. » (1)
Tal vez la leyenda tuviese su origen en
las aguas dulces y amargas de las férulas ó
cañalhejas, que se encontraban en la isla
Ombrios de Plinio , á las cuales pudo el vulgo atribuir propiedades extraordinarias .
Ptolomeo, que escribia á mediados del siglo II su célebre tratado de Geografía, con
el cual tanta influencia ejerció en los estudios astronómicos , al repetir las
noticias
dadas por Juba, cambia sólo los
nombres
de algunas de las islas , cuyo número reduce
á seis , colocándolas de norte á sur, y en una
sola
línea,
sin añadir otra cosa á lo que
antes dejamos mencionado . (2)
Solino, autor del Polyhistor, extracto de-
(1) Mela . L. 3.º. cap . 10 .
Contra (Atlantem) Fortunate Insulæ abundant sua
sponte genitis , et subinde aliis super aliis innascentibus
nihil sollicitos alunt, beatius quam aliæ Urbes excultæ . Una
singulari duorum fortium ingenio maxime insignis , alterum
qui gustavere , risu solvuntur in mortem; ita adfectis remedium est ex altero bibere - ))
(2) Ptolomeo . Lib . 4.º, cap . 6.º
266
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
fectuoso
de
Plinio
el viejo; y
Marciano ,
geógrafo griego, que compuso un Periplo,
de cuya obra se han salvado algunos fragmentos ,
copian
ó
extractan
á
Plinio, nó
siempre con fidelidad .
Agathemero, autor ó compilador de una
geografía, basada en la obra de Ptolomeo ,
que vivia á principios del siglo III,
asegu-
ra que la tierra más occidental conocida era
el promontorio Sacro (cabo de San Vicente), pero no habla de las Canarias. (1)
Eumenio en su panegírico á Constantino .
duda de la existencia de las Afortunadas ,
tan debilitado se hallaba yá su recuerdo . (2)
Á principios del siglo IV, Scilax , Dionisio Periegeta y Marciano de Heraclea hablaban con incertidumbre de la posición geográfica del Estrecho , añadiendo el último:
«Se sabe que en la isla de Gádes están
las columnas de Hércules , aunque según algunos , se levantan junto al monte Calpe , en
el mismo estrecho , y otros dicen, que están
junto á dicha isla, como el geógrafo Artemidoro . >>
Pocos años despues escribia Rufo Festo
Avieno, bajo el título de -Descripción de
(1) Geography Græci Veteres Minores. T. 2. , p . 158 .
(2 ) Panegirico de Constantino Aug. -Panegyrici Veteres. -T. 1. , p . 367. — Paris . -1643 .
4
49
LIBRO SEGUNDO
267
todo el Orbe, -una obra de geografía, en la
cual afirma, que la última tierra habitada
hácia el occidente de África , era la isla Cerne; y en su otra obra-Ora marítima -asegura, que el Atlántico no era navegable. (1)
Esta opinión se habia generalizado tanto,
que Junior (2 ) Servio , y Sulpicio Severo (3) ,
escritores todos del siglo IV, hablaban de
las Afortunadas, como de lugares inaccesibles , donde estaba el paraiso prometido á
las almas, volviendo á recordarnos la leyenda de Homero; si bien otros , como Orosio ,
copiando á Mela , afirman, que las Afortunadas se hallaban cerca del monte Atlas . (4)
La creciente
ignorancia
que invadió la
Europa, la desaparición de las bibliotecas ,
el abandono de las
colonias marítimas, la
ruina del comercio y la navegación, y el
(1) Descriptio orbis terræ , es una traducción del griego
en 42 fábulas . Y Ora maritima , un poema geográfico , que
se supone traducido ó imitado de alguna obra púnica .
Poetæ latini minores de Wernsdorf.
(2) Junior Philosopho se expresa así :
-Despues de España se dice que está el Océano , cuyas aguas nadie ha podido describir, porque todo es un
yermo solitario , y segun dieen algunos está allí el fin del
mundo.
Vetus orbis Descriptio . Génova . 1628. p . 17 , § 35 ,
(3)
Campi Elysii aut apud Inferos sunt , aut in insulis
Fortunatis, an in lunari circulo.(4) Ultimus autem finis ejus (Africa) est mons Atlas ,
et insulæ quas Fortunatas vocant , --Ed . de Havercam . Lugd .
Bat. 1738 , p . 12 .
268
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
eclipse total de las ciencias, acabó de extinguir la escasa luz que Juba habia conseguido derramar sobre las Canarias . Una losa de
plomo cayó sobre su nombre, un velo espeso envolvió su recuerdo, y largos siglos de
silencio siguieron á las maravillosas y poéticas relaciones de los atrevidos marinos del
Egipto, Tiro, Fenicia, Cartago y Roma.
FIN DEL TOMO PRIMERO.
ACLARACIONES
Y
DOCUMENTOS .
ACLARACIONES Y DOCUMENTOS.
Número 1. °
Extensión superficial del Archipiélago.
Kil.
Lat.
Leguas
en kil. cuadrados . cuadradas .
Long.
en kil.
58
18
741
24'01
25
1722
55'81
Gran-Canaria .
100
57
55
1376
44'60
Tenerife
86
44
1946
63'07
Lanzarote y sus islotes.
Fuerteventura y Lobos.
Gomera .
26
26
378
12'25
Palma
47
28
726
23'53
Hierro
20
20
278
9'01
394
216
7167
232'28
Total.
Número 2.º
Distancias de las Islas entre sí, con Cádiz y
con el Continente Africano
LEGUAS
¡¡Cádiz, AFRICA.
195
23
Lanzarote.
210
18
5
Fuerteventura.
230
36
34
15
Canaria.
237
52
46
30
8
Tenerife .
250
60
58
45
22
4
Gomera.
259
74
67
57
40
15
10
Palma.
263
68
73
59
36
20
8
12
Hierro.
272
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Número 3.º
Latitud y Longitud de las principales poblaciones del Archipiélago contando la Longitud desde el Observatorio de San Fernando .
(Lat.
N. 27° 57' 25"
1.&-Arrecife
Long. O. 8° 20' 24"
Lat.
N. 28° 29' 00"
2.
Puerto de Cabras .
Long. O. 7° 39 ' 10 "
N. 28° 6' 24"
( Lat.
3.
Las Palmas .
Long . O.
4.a - Sta . Cruz de Tenerife .
9° 12 ′ 30 ”
N. 28° 27' 58"
(Lat.
Lat.
Long. O. 10° 2' 15 "
Lat.
5' 35"
N. 28°
5.a-San Sebastian .
6.ª—Sta . Cruz de la Palma.
Long. O. 10° 54' 00"
Lat.
N. 28° 40' 30"
Long. O. 11° 32 ' 40"
N. 27° 47 ′ 45 ″
Lat.
(Long. O. 11 ° 42 ' 40"
7.a-Valverde .
Número 4.°
Cuadro de diferencias de longitud.
Punta de la orchilla (occidental
de la Isla del Hierro.
Oº
0'
0"
Madrid .
14
28
29
San Fernando.
11
57
26 .
Paris.
20
30
0
Greenwich .
18
9
46
Pulkova
48
29
31
Lisboa .
9
1
45
301
6
51
•
Washington
ACLARACIONES Y DOCUMENTOS
273
Número 5.°
Alturas de las principales montañas, poblaciones
y caseríos de las Canarias sobre el nivel del mar .
LANZAROTE .
MONTAÑAS .
Famára.
684 metros. (1)
Montaña Blanca .
.
598
Cráter de la Corona .
591
Hacha grande
567
Montaña Roja
.
207
Graciosa (Isla)
.
266
Alegranza (Isla)
.
287
94
Montaña Clara (Islote).
POBLACIONES.
Teguise.
San Bartolomé
.
261
.
249
FUERTEVENTURA.
MONTAÑAS .
.
Orejas de asno
La Muda
.
844
683
747
Atalaya.
602
Pico del Castillejo
Montaña Cardón.
.
683
Lobos (Isleta).
.
150
POBLACIONES.
520
Oliva
(1 )
Altura absoluta .
274
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Antigua
Tetir
270
Pájara
420
260
GRAN-CANARIA.
MONTAÑAS .
Atalaya (Isleta)
225
Faro (Isleta) •
243
Montaña de Agüimes .
359
Id.
de Tafira .
465
Id .
de Gáldar.
482
Id.
de Bandama.
560
Pico de Vergara .
856
La Lechuzilla.
. 1008
Pilones .
. 1030
Hoya de Bravo
Montaña del Brezo .
Pan de azúcar
1120
. 1270
1405
Cruz de los navegantes
• 1510
Cuevas del Caballero
. 1620
Cráter de los Marteles
1705
Saucillo.
• 1850
Nublo
1862
•
Cascajales .
. 1880
Pozos de la nieve
. 1910
Los Pechos
.
1951
POBLACIONES Y CASERÍOS .
40
Agaete .
Telde
120
Arúcas .
310
metros.
ACLARACIONES Y DOCUMENTOS.
275
Agüimes
368 metros.
Tafira
375
Mogan
395
Moya
434
Mocanes (Vega de los) .
477
Santa Brígida.
479
Valsequillo
558
Teror
•
590
Vega del Medio .
670
Temisas
674
Santa Lucia
686
San Mateo .
783
San Bartolomé
845
Lechuza
923
Техеја .
Artenara
958
. 1279
1300
grandes .
Cuevas
Monólito del Nublo .
112
Azuaje (aguas minerales, fondo del
210
barranco) .
TENERIFE .
MONTAÑAS .
Chavique
1053
Perejil .
. 1383
Montaña negra ( Garachico)
. 1417
Cañadas (apr .)
Izaña
•
2000
. 2247
Chahorra
. 2475
Azulejos
.2865
276
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Estancia de los Ingleses
. 2891 metros.
Pico viejo.
. 3136
3711
Teide
POBLACIONES Y CASERÍOS .
Icod .
•
235
Anaga (Faro) .
Buenavista.
247
Realejo bajo .
Santa Úrsula
269
Victoria.
274
257
270
Güimar.
297
Adexe •
302
Orotava (villa)
328
Arico
360
Tacoronte .
432
Sauzal •
454
Matanza
483
Guancha
488
Arafo .
495
Laguna.
Guia.
558
San Miguel
589
Granadilla .
614
Arona •
632
559
Taganana
724
Santiago
962
Vilaflor.
1303
Jardin botánico
200
Agua mansa
. 1064
ACLARACIONES Y DOCUMENTOS .
277
PALMA
MONTAÑAS
Pico de la Cruz .
2358 metros.
Roque de los muchachos .
. 2354
Bergoyo.. •
. 2030
Pino del Cedro
. 1961
Cabrito .
. 2015
Tacande
1449
POBLACIONES .
Los Llanos .
352
Mazo
400
El Paso.
628
San Andrés
310
Garafia .
370
Tijarafe.
823
Punta gorda .
715
GOMERA.
MONTAÑAS.
Alto de Garajonay
1380
Roque de Agando
1180
Ojila.
Fortaleza de Chipude
1000
1245
POBLACIONES .
Valle hermoso
250
Hermigua .
350
Agúlo
240
Alajeró .
940
278
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
HIERRO .
MONTAÑAS .
Alto de mal paso .
1415 metros.
Montaña de Tenerife
1336
Paso de Jinama .
1320
de Tivataje.
750
Id.
Risco de
id.
. 1030
Punto culminante, meseta central . 1520
POBLACIONES .
Valverde
620
ÍNDICE .
PÁG.
AL LECTOR.
Vi
INTRODUCCIÓN.
I.
LIBRO PRIMERO.
EL ARCHIPIÉLAGO CANARIO.
I. Formación geológica del archipiélago.
II. Lanzarote y sus islotes . •
•
•
149
157
III. Fuerteventura y el islote Lobos .
IV. La Gran-Canaria.
V. Tenerife.
129
163
•
176
VI. La Gomera .
187
VII. La Palma.
190
VIII. El Hierro .
195
IX. Los Salvages.
198
X. La Costa noroeste de África
201
XI. San Borondon .
211
XII. Aspecto general.
214
LIBRO SEGUNDO .
EDAD ANTIGUA .
I. Filósofos y poetas .
223
II. Egipcios , Persas, Etruscos.
234
III. Fenicia, Cartago, Marsella .
IV. Sertorio .
251
V. Juba .
240
25
PÁG.
VI. Historiadores y Geógrafos .
263
ACLARACIONES Y DOCUMENTOS.
N.º 1.0 -Extensión superficial del archipiélago
N.º 2.0
1
271
Distancias de las Islas entre si, con
Cádiz y el Continente africano
271
N.º 3.0-Latitud y longitud de las principales
•
poblaciones del archipiélago .
272
N.º 4.0-Cuadro de diferencias de longitud .
272
N.º 5. -Alturas de las principales montañas,
poblaciones y caseríos de las Canarias
sobre el nivel del mar
273
HISTORIA GENERAL
DE LAS
ISLAS
CANARIAS .
HISTORIA
GENERAL
DE LAS
ISLAS
CANARIAS
POR
AGUSTIN
MILLARES
socio correspondiente de la R. Academia de la Historia .
TOMO SEGUNDO
LAS PALMAS
IMPRENTA DE LA VERDAD DE I. MIRANDA
CALLE DE LOS REMEDIOS NÚM . 10.
1893
Es propiedad del Autor.
2
77
LIBRO TERCERO.
EDAD MEDIA.
I.
DEL SIGLO VI AL XII.
Para no omitir noticia
las islas
alguna,
que con
Canarias se relacione, aun cuando
ningun dato nuevo podamos añadir á los que
antes hemos mencionado,
vamos á
seguir
cronológicamente apuntando las escasas, y
contradictorias notas,
que en las
indigestas compilaciones de la
edad media
se ofrecen á nuestro estudio ,
reanudando
á veces
de este modo, en medio de esa oscura noche, los rotos eslabones de la cadena histórica.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
6
El primer escritor que en el siglo VI se
ocupa del archipiélago,
es Julio
Honorio,
cuya ignorancia geográfica puede aquilatarse fácilmente, examinando el párrafo , que
en su tratado de Cosmografía dedica
á es-
te grupo .
« El Rio Malda , dice, nace enfrente de las
islas Afortunadas , circuyendo la
dad
extremi-
de la Mauritania, divide los Bárbaros
de los Vacuates, y vá á desaguar por aquella parte del Océano, que llaman columnas
de Hércules . » (1)
Sin detenernos en comentar tan estéril
pasage, ni en repetir las palabras de Marciano Capella,
que copia á Plinio , pero in-
troduciendo nuevas confusiones en los nombres de las islas, ni á Ethico en su Cosmografía, que recoge lo dicho por Orosio (2) ,
ni menos al Prisciano ,
que se contenta con
traducir á Dionisio , adicionando y mutilando el texto (3 ) , llegamos á San Isidoro de .
(1)
Fluvius Malda nascitur sub insulas fortunatas circuiens extremans partem Mauritaniæ interdicens inter Barbares et Vacuates vergit in mari quod appellatur Columnne
Erculis . -Julii Honorii , Oratoris .
(2) Orosio en el siglo V decia: -Ultimus autem finis.
ejus ( Africa ) est mons Alas, et insulæ qu´s Fortunatas vocant. - Rodriguez de Castro . Bib . Esp .. t . 2. " , p . 237. Citado ántes en esta • bra.
(3) Poeta Latini Minores . —Wernsdorf, t
p. 226 .
5.º, p. 1.ª ,
LIBRO TERCERO .
Sevilla, escritor enciclopédico del siglo VII ,
que, en sus famosas Etimologias , teniendo
á la vista las obras de Plinio, el Panegírico
de Mamertino
á Juliano, y las descripcio-
nes mitológicas de los poetas griegos , nos
habla de las Afortunadas , aunque mezclando sin crítica alguna aquellos heterogéneos
datos , y sin añadir por sí mismo ninguna
nueva noticia á las que iba recopilando de
fuentes tan diversas . (1 )
En el siglo VIII no hallamos escritor alguno, que recuerde la existencia del grupo
afortunado; y
es preciso llegar hasta el IX
para encontrar al geógrafo irlandés , Dicuil ,
que copia incorrectamente á Honorio y Solino . (2)
De ese mismo siglo es el anónimo de Rá- 1
vena, que coloca las Canarias , yá en el Es-
(1 ) -Fortunatæ Insulæ vocabulo suo significant omnie
ferre bona, quasi felices et beatæ fructuum ubertate . Suapta
enim natura pretiosiarum poma sylvarum parturiunt Fortuitis vitibus juga collium vestiuntur, ad herbarum vicem
messis , et olus vulgo est: unde gentilium error, et secularium carmina Poetarum propter Soli fœcunditatem easdem
esse Paradisum putaverunt Sitæ sunt autem in Oceano contra lævam Mauritaniæ . Occiduo proximæ , et inter se interjecto mari discretæ.Etymol. , t . 1.º, L. 14 , p . 361. - Madrid , 1778.
Véase el Panegírico de Mamertino á Juliano , de donde
esta descripción se halla copiada .
Paneg. Veteres , t . 2. ", p. 736 .
(2) De mensura orbis . Publicado por Walkenaer en
1807 , y por Letronne en 1814 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
trecho gaditano , ya en la Etiopía . (1)
La oscuridad continuaba, pues, aumentando con la creciente ignorancia de la Europa; y para soldar los débiles eslabones de
estos informes fragmentos , necesario es que
penetremos en el siglo XII, y consultemos
al poeta y gramático griego J. Tzetzes, que
habla de las Afortunadas, aunque confundiéndolas con las islas Británicas . ( 2)
La leyenda vuelve luego á imperar , y se
enseñorea de los siglos XIII y XIV, imponiéndose á aquellos pocos escritores ,
que
aun se ocupaban del estudio de la geografía.
En ese período de triste recordación histórica, vienen los Santos y los misioneros con
sus fantásticos milagros á ocupar el sitio de
los Dioses de la mitología y el de los héroes
de la fábula.
Por esta rápida exposición será fácil deducir, que, despues de las noticias de Juba ,
bien ó mal copiadas
por Seboso y Plinio,
ningún otro escritor de los que han llegado
hasta nosotros , durante esos oscuros siglos ,
utilizó dato alguno nuevo y fidedigno respecto á estas islas , pudiendo por lo tanto ase(1) Item Oceani Britanici Spano . —Guasconici , verum et
Spanici , usque supra seri tum fretum quod diximus Septe .
-Gaditane , ubi est mon stat ola vei Insuæ Fortunatæ
Anonimy Ravenatis , Ggraphia Lugd . B. 1722 , p. 795
(2) Tzetzes . Ed . de Fiter, p . 124 .
LIBRO TERCERO .
9
gurarse sin vacilación alguna, que, desde el
siglo de Augusto , los autores dedicados sucesivamente á describir
la tierra entonces
conocida, reprodujeron á su capricho la relación de Plinio , al hablar de esta región
a poco trunatlántica, relación que fué poco á
cándose y confundiéndose , según se alejaba
de la fuente que le habia dado orígen.
10
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
II .
LEYENDA CRISTIANA.
El afán de aumentar el catálogo del martirológio cristiano ,
y
el deseo de
que todas las comarcas de la
probar,
tierra habian
recibido la luz del Evangelio ,
movió á
gunos
á
dar
fácil
que
el
vulgo
escritores
crédito á
piadosos
las invenciones ,
recogia, sin tener en cuenta la crítica
al-
his-
tórica, la investigación razonada de los hechos , ni á veces , el sentido común .
El primer santo que en esas crónicas encontramos,
es
el
desconocido San Avito ,
quien á principios del siglo II
de
nuestra
Era, hallándose en peregrinación por varias
ciudades de la Bética, llegó á orillas del Atlántico , y sabiendo
se
que una pequeña nave
disponia á levar
anclas
con rumbo
á
las Afortunadas, lleno de cristiano celo, de-
11
LIBRO TERCERO.
terminó embarcarse y
Cristo,
predicar
la fé
de
en aquellas lejanas playas .
Firme en su propósito , llega á la GranCanaria, y
eligiéndola como teatro de su
predicación, dá principio á su misión apostólica, sin que sepamos si tenia el
lenguas para ser comprendido
indígenas . Ello fué que,
hizo muchas
de
de aquellos
según su
conversiones,
don
leyenda ,
y adquirió tan
poderoso influjo en el país, que se
atrajo el
ódio de los principales magnates , quienes
temerosos de esta influencia, amotinaron al
pueblo y consiguieron darle cruel muerte,
en
medio
de los
tormentos del
que sufrió el Santo
martirio ,
con evangélica resigna-
ción el 3 de las nonas de
Enero
del año
de nuestros cronistas
añaden ,
106 de J. C.
Algunos
que su desembarco tuvo lugar por el puerto de Arguineguin ,
siendo
una cueva, que
allí todavía existe junto á la playa, donde
se venera
una pequeña imágen de Santa
Agueda, el lugar en que dijo su primera misa, y catequizó y bautizó á los isleños . (1)
(1) Marin y Cubas consagra todo el Libro 3. " de su
Historia inédita á probar con numerosas citas , y una crudición tan vasta como indigesta , la verdad de este cuento .
Al efecto nos recuerda el Martirologio de Don Juan Tamayo Salazar , el Cronicon de Lucio Flavio Dextro , las Crónicas de Luitprando , y otros muchos autores , que seria eno-
12
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Despues de esta devota leyenda, viene la
del monje San Brendan,
Brandan,
Brandon ,
llamado tambien
Brandenes
y Boron-
dón, que vivia al mediar del siglo VI en la
Abadía de Cluainfort ó
Cluainfert en
Ir-
Refiérese, que en una visita hecha
por
landa,
San Barinto
á San Brandan, habia aquel
referido á éste
las maravillas que
Dios le
revelara en el Océano, cuando , acompañado
del monje Mernoe, se dirigió en una embarcación ligera hácia el Oriente, en demanda
de la isla de promisión de los Bienaventurados . Al principiar su viage, cuenta el Santo , se vieron envueltos
en densas
nieblas ,
hasta que, pasada una hora,
brotó una luz
vivísima ,
descubrir una
que les permitió
tierra espaciosa y abundante
en pastos y
frutos. Quince dias estuvieron los expedicionarios recorriéndola sin encontrar sus límites , y
sin
observaron que no habia plantas
flores , ni
un precio
bradas
adelante
árboles sin fruto , siendo de
inestimable
por
el suelo .
llegaron
las
piedras
Andando
por fin á
sem-
siempre
un río, que
jose repetir.
Ea su afán de elogiar á San Avito , llega hasta asegurarnos, que en el año 632 , excedia en la Gran Canaria el número de los cristianos al de los gentiles; pero se guarda de
citar la fuente de donde toma tan peregrina noticia.
LIBRO TERCERO .
13
separaba la isla en dos partes, á cuya orilla se detuvieron, no
vadearlo, porque
siéndoles permitido
Dios se los habia prohi-
bido, viéndose por tanto obligados á retroceder, recorriendo de nuevo la parte de donde habian salido , sin sospechar siquiera que
habian estado á las mismas puertas del Paraiso .
Al escuchar tan estupenda relación ,
seido el monje
vió
po-
de santa curiosidad, resol-
emprender por si mismo un viage á
aquellos codiciados lugares, y sin detenerse,
se embarcó, siguiendo el rumbo designado .
En efecto, despues de muchas y extraordinarias aventuras, tuvo la
suerte de encon-
trar la isla maravillosa ,
que recorrió tam-
bien en toda su extensión ,
siendo detenido
á orillas del rio, lo mismo que San Barinto,
y apareciéndosele un ángel que Dios le envió con ese objeto .
Durante tan maravilloso viage , San Brandan y los diez Ꭹ siete monjes que le acom-
pañaban, entre los cuales se contaba el célebre San Maló ó San Maclovio , descubrieron
varias islas, que la Crónica vá reseñando en
esta forma ,
La primera era una isla escarpada , que
varios riachuelos surcaban, en la cual fueron cariñosamente recibidos, renovando allí
14
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
sus provisiones. Pasaron luego á otra isla
abundante en peces y ganados de cabras ,
entre las que habia algunas tan grandes como novillos . Desde ella avistaron un islote
llano y sin playas, donde intentaron celebrar la fiesta de la Pascua de Resurrección ;
pero el
islote principió á moverse, y tuvie-
ron que huir precipitadamente, revelándoles
el Santo, que el tal islote era una Ballena.
de las Cabras descubrieron
Desde la isla
otra más hermosa, cubierta de bosques y
flores, donde los pájaros cantaban deliciosas
melodias ; llamáronla el Paraiso de los Pájaros, y en ella celebraron la Pascua de Pentecostés . En la leyenda aparece despues otra
isla poblada
de
cenobitas, en la
que des-
cansaron los viajeros hasta la fiesta de Navidad . Este trayecto de isla á isla fué recorrido por éllos en seis años, hasta que, al
comenzar el sétimo , Dios les permitió ver
otras islas , de las cuales, una estaba llena
de bosques; otra producia frutas de color
rojizo , y se hallaba habitada por hombres
de grandes fuerzas; otra estaba perfumada
con hierbas olorosas y preciosos racimos , y
fertilizada con
fuentes cristalinas ; y otra,
que llamaron pedregosa, donde los Cíclopes
tenian sus fraguas, se veia iluminada por
fuegos intensos . Más al norte se les apare-
15
LIBRO TERCERO .
ció una montaña alta y nebulosa, á la que
dieron el nombre de Infierno ; y por último ,
aportaron á una mas pequeña , donde vivia
un ermitaño, que les dió su bendición .
Este relato nos
que al
demuestra
claramente,
forjar esta fábula se tuvo presente
el recuerdo de las Afortunadas, pues creemos, que van
envueltas estas
islas en los
nombres de isla de las Cabras (Fuerteventura) , paraiso de los pájaros (Gran-Canaria) ,
é infierno (Tenerife), cuyo pico en ignición ,
habian notado ya otros viageros .
Tal
vez sea cierto, que alguna embarca-
ción se aventurase en
esos siglos desde la
Irlanda hasta los Trópicos, y se escribiera
entonces una relación de este viage , expedición que
habia
de
juzgarse como una
maravilla excepcional, hasta que, reprodu
cida luego por los
monjes, adicionada por
el vulgo, y comentada
por
los
eruditos ,
llegó tras algunas centurias á aparecer en
el siglo XI, copiada de un
manuscrito
en
latin bárbaro , del cual fué traducida , y de
nuevo alterada, siendo propiedad de
todas
las literaturas europeas, bajo las diversas
formas en que hoy la conocemos . (1)
( 1 ) Esta Odisea monacal, como la llama Mr. Achyle
Jubinal, ilustrando esta leyenda, fué traducida en prosa y
16
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Más adelante , en el año 714 , cuenta Martin
Behain , (1 ) que huyendo los godos de
la irrupción árabe, salieron de Oporto muchos cristianos ,
capitaneados por el arzo-
bispo de aquella metrópoli con otros seis
obispos lusitanos, y embarcados ,
á una isla,
llegaron
que denominaron Septte
Cita-
de (Siete Ciudades) ó Antilia, llevando consigo animales , semillas é instrumentos agrícolas , y en ella se fijaron.
Esta leyenda ha sido
mentada,
muchas veces
co-
suponiendo algunos autores hu-
biese en ella
algo de cierto, pudiendo ser
alguna de las Canarias, cuya existencia no
fuera entonces conocida . Sin embargo, nos
inclinamos á reconocer en la designación de
esa isla, que aparece en las primeras cartas
con un trazado igual al de la Península Ibérica, las costas de la ignorada América, ó el
contorno de alguna de las grandes Antillas,
verso durante la Edad Media á todos los antiguos dialectos
de Europa.
Véase Mr. A. Jubinal . - La Leyenda latina de S. Brandaines . 1836 , en 8.º
Los Bolandistas no quisieron insertarla en su obra, y la
llamaron delirios apócrifos.
El célebre jesuita Henschenius , que escribió un exámen
crítico de la vida de S. Brandan dice : -Cujus historia, ut
fabulis referta , omittitur .
(1 ) Behaim ha consignado esta leyenda en antiguo aleman sobre su famoso globo de 1492. Véase D'Avezac .
Les iles d'Afrique, II parte , p . 24 .
LIBRO TERCERO .
17
que el recuerdo de desconocidos viageros
hubiese legado á los cronistas y geógrafos
de aquella edad,
perpetuándose luego su
memoria, y salvándose del olvido tan solo
la vaga indicación del nombre. (1)
( 1 ) Pedro de Medina asegura que en un Tolomeo pre
sentado al Papa Urbano VI , se encontró la Isla Antilia con
la siguiente inscripción : -Ista Insula Antilia aliquando a
Lusitanis est inventa, sed modo quando quæritur, non invenitur. Quæ , tempore Regis Roderici , qui ultimas Hispaniarum , tempore Gothorum , rexit , ad hanc insulam a facie
Barbarorum, qui tunc Hispaniam invaserant , fugisse credatur . Habent hinc unum Archiepiscopum cum sex aliis Episcopis, et quilibet illorum suam habet propriam civitatem ,
quare a multis insula septem Civitatum dicitur. Hic populus christianissime vivit, omnibus divitiis saeculi hujus plenos .
Grandezas y cosas memorables de España, p . 47 .
TOMO II.
2
18
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
III.
ESCRITORES ÁRABES .
El cultivo de las ciencias y las letras , despreciado en Europa, despues de la desaparición del Imperio de Occidente , y honrado
y protegido en Bagdad y Córdoba por los
ilustrados Califas musulmanes que allí reinaban, dió á conocer en aquellas florecientes academias , las obras más selectas de las
literaturas hebrea, griega y romana , entre
cuyas obras descollaban las de Platon, Arístóteles , Plinio y Ptolomeo .
De los conocimientos que en
ellas bebie-
ron los escritores árabes, respecto á estas
islas , y de las tradiciones que debieron recoger, mientras el Imperio musulman domi .
nó sin obstáculo sobre las costas españolas ,
oyendo á los marinos , que de siglo en siglo
se aventuraban en el
Atlántico ,
se formó
LIBRO TERCERO .
con
el tiempo un conjunto
19
abigarrado
y
oscuro, mas propio para aumentar la confusión, que para aclarar las escasas noticias
que se habian conservado de las Canarias.
Vamos á examinar rápidamente los fragmentos en que se consignan esas diferentes
noticias, y así nos será fácil convencernos
de que poco adelantan á las que yá nos habia legado la antigüedad .
El primer autor árabe, que se ocupa de
las
Afortunadas,
es
El-Mas'udi's ,
en
su
obra Los prados de oro y las minas de piedras preciosas, escrita al mediar el siglo X.
(1) En ella se expresa de este modo .
-Se considera tierra cultivada,
desde
las islas eternas (Khaledat) en el Océano Occidental,
islas ,
que es un grupo de seis floridas
hasta las extremidades de la China.
Ptolomeo declara en su Geografía,
mar
que el
del Imperio Bizantino . y del Egipto
principia en el de los ídolos de cobre (Columnas de Hércules) . En los límites en que
se juntan estos
dos mares, levantó el Rey
Hirakl , columnas de cobre y piedra . Sobre
estas columnas hay inscripciones y figuras ,
(1 ) Consúltese á Guignes . - Notices et Extraits des Mss .
de la Bibliotheque du Roi.-T. 1.º y en el t. 8.º , p . 132 ,
donde hay otro extracto por Silvestre de Sacy .
Historical Enciclopedia , t . 1º , p . 195. London . 1841 .
Traducción del texto árabe por A Sprenger.
20
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
que
muestran con sus manos
la imposi-
bilidad de seguir adelante, porque es
inna-
vegable el Océano,
en
sin
encontrarse
tierras cultivadas, ni gente alguna,
él
y sin
conocerse su extensión y profundidad . Llámanle mar de oscuridad ó verde, y
quien afirma, que
esas columnas
hay
no están
en el Estrecho, sino en unas islas del Océano, contándose
de ellas algunas
historias
maravillosas, que pueden leerse en nuestro
Libro Akhbar az-zemán.» -El párrafo de la obra á que hace referencia el autor árabe, y que parece no ser de
su mano, dice así:
« Existe en este mar atlántico la isla
de Salomón,
que
contiene
un
magnífico
castillo , y dentro de sus muros
de ese
el cuerpo
Rey. Hay sitios en este mar, 1 que
lanzan
continuamente
altura de más de
llamas ,
hasta
males de formas extrañas, y ciudades
tantes
una
cien codos, peces y ani-.
flo-
sobre el agua . Tambien hay tres es-
tátuas ó ídolos , hechos por Abraham, de los
cuales,
uno hace con el brazo señal de re-
troceder, otro parece preguntar; ¿dónde
vais?
y X el último , que es negro , mira hácia el mar, como
si quisiera advertir á los
navegantes , que morirá ahogado el que se
aventure en sus aguas . Lleva esta estátua
LIBRO TERCERO .
21
en el pecho una inscripción que dice - Hecha por Abrahah- Zul-Menar el Himarita á
su Señor el Sol para tenerle propicio . » (1 )
No es posible reconocer en este fragmento
ninguna de las islas
descritas por Juba y
Plinio , lo cual confirma la opinión generalmente recibida, respecto á la ignorancia de
los árabes sobre la verdadera situación y conocimiento
de este archipiélago , en
cuyo
apoyo observa con mucho acierto un erudi' to escritor portugués , que ha ilustrado con
gran copia de datos esta cuestión (2) , que el
nombre con que los autores árabes designaban las Canarias era el de Fortunans , derivado del latin Fortunatæ , que nada significa por si mismo en lengua arábiga, y por esa
razón le añadian la palabra Sahida, ó séase
Felices , probando de este modo , que todas
las nociones recibidas sobre estas islas se
derivaban, como de una fuente comun, de
los escritores griegos y romanos .
Igual observación pudiéramos hacer respecto de Bekri, otro autor árabe , que escribía en el propio siglo XI , y el cual nos ha-
(1 ) Recherches sur la priorité des poys situês surla cote occidentale d'Afrique etc. Por el Vizconde de Santarem .
-Paris .
(2) Joachim Jose da Costa Macedo en su interesante
Memoria , sobre que los Arabes no conocieron las Canarias ,
Lisboa , 1844 , p . 42.
22
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
bla sobre el mismo asunto de la siguiente
manera :
-Enfrente de Tandjah (Tánger) y del
monte Atlas en el Océano Occidental , están
las islas
Fortunadas,
esto es, Felices , asi
llamadas, porque los árboles producen frutos magníficos, sin necesidad de cultivo , los
prados alimentan trigos en vez de hierbas, y
los cardos se convierten en plantas olorosas .
Estas islas , situadas al occidente del país de
los Beréberes , se hallan diseminadas en el
Océano á poca distancia unas de otras . » — (1)
Sin embargo, encontramos en este fragmento más precisión en el texto , aunque rodeado siempre de las fábulas de eterna primavera y frutos maravillosos , que nos recuerdan los Campos Elíseos de la mitología
griega .
Parece, pues, fuera de duda, que el conocimiento que esos escritores árabes tuvieron
de las Canarias , no salió de la limitada esfera
de la tradición y de la especulación
científica, sin descender al estudio práctico
del grupo, que siempre quedó envuelto en
las nebulosas narraciones trasmitidas
por
la clásica antigüedad .
(1 ) Description d'Afique . --Extracto hecho por Mr. de
Quatremére en la coleccon autes citada . - Notices et Extraita etc. , t . 12 p 438 y 658 y siguientes .
223
LIBRO TERCERO ,
IV .
BEN FARROUCKH .
La invasión y conquista de la Península
Ibérica por los
musulmanes ,
y la necesi-
dad sentida por éstos de guardar las
tadas costas
dila-
atlánticas y mediterráneas de
saqueos de piratas, algaradas de cristianos ,
y
sorpresas de normandos,
crear y
sostener
que recorriese sin
una
les
obligó
poderosa
á
armada,
descanso aquel vasto li-
toral, para de este modo, al velar
por
defensa, sirviese de lazo de unión ,
que es-
trechára los vínculos de raza,
religión
su
y
costumbres , debilitados por el tiempo y la
distancia entre los
árabes españoles y los
árabes de Africa.
En el mes de Febrero de 999, año 334
de la Egira, hallándose el capitán Ben Farrouckh en las costas lusitanas ,
vigilando
24
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
con su nave á los piratas normandos , llegó
á su noticia, que hácia las regiones líbicas ,
donde
se
levanta el monte Atlas , existian
unas islas, cuya fertilidad y hermosura les
habia conquistado en la antigüedad el nombre de Afortunadas. Deseando conocerlas,
y soplando viento
favorable,
hizo rumbo
en aquella dirección , y á los pocos dias
descubrió la isla de la Gran Canaria, en
cuya rada de Gando echó el ancla , dándole
su nombre .
No habiéndose
opuesto los isleños á su
desembarco , determinó
recorrer la isla ,
y
hombres ,
la
poniéndose al frente de 130
atravesó de sur á norte, venciendo para ello
los obstáculos casi insuperables que le ofrecia el continuo y enmarañado bosque, desarrollado desde las orillas del mar hasta las
más enriscadas
cumbres, que
cubria cual
manto de verdura aquel privilegiado suelo .
Parece que los indígenas , cuyo
número
no era sin duda muy crecido , si atendemos
al estado inculto del país , se hallaban familiarizados con la presencia de extrangeros ,
porque los
árabes
españoles y africanos,
solian frecuentar sus costas y dejar olvidado en ellas á alguno de sus tripularios . Esta
circunstancia favo: cció al atrevido capitán,
que pudo llegar sin oposición hasta las lla-
LIBRO TERCERO .
nuras
de Gáldar,
donde
25
residia entonces
el Rey ó Guanarteme de la isla con sus
Guaires ó consejeros , y allí les manifestó
por medio de intérpretes, que, enviado por
un monarca poderoso á
aquellas remotas
playas, arrostrando grandes peligros , para
solicitar la amistad y alianza del Guanarteme, deseaba se entablasen desde aquel dia
entre ambos soberanos , benévolas relaciones , que facilitasen el cambio de productos ,
y asegurára un lugar de refugio á los navegantes que se aventurasen en aquellos procelosos mares .
Guanariga, que éste era el nombre del
Jefe isleño, oyó con orgullosa satisfacción
tan inesperada solicitud,
árabes á su palacio,
y llevando á los
que estaba adornado
con flores y hojas de palma , les ofreció una
abundante comida de frutas , carnes y harina de cebada, que constituian su principal
alimento .
Desde Canaria dirigió, Ben Farrouckh su
rumbo hacia el poniente, y reconoció cuatro
islas, que designó con los nombres de Ningaria, Junonia, Aprósitus y Hero , de las
cuales, la primera tocaba á las nubes (Tenerife) , la segunda era pequeña y se levantaba muy cerca de la anterior (Gomera), estando las dos últimas más distantes (Palma
26
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
y Hierro), entre las que ocupaba Hero la
parte más occidental. Retrocediendo luego
al
naciente,
encontró las
islas
Capraria
(Fuerteventura) y Pluitana (Lanzarote), que
se alzaban frente á las costas de la Mauritania. con lo cual dió el árabe por terminada
su curiosa exploración, regresando á España en Mayo del mismo año . (1)
De las observaciones que el caudillo árabe
recogió durante este viage, resulta comprobado , que en las islas de Canaria y Capraria habian algunas tribus regidas por jefes
independientes , que se hacian entre sí cruda guerra; que en Nivaria existian quince
distritos , pero subordinados á un solo jefe,
que ejercia sobre ellos un poder absoluto; y
que la isla donde se presentaban mayores
vestigios
de civilización y
cultura
Gran-Canaria, lo cual se revelaba ,
era la
tanto en
la afabilidad de sus moradores , como en sus
instituciones civiles y religiosas . (2)
(1 ) Ya ros hemos ocupado extensamente de las dudas
á que ha dado lugar este viage , citado solo por Osuna tomandola de una traducción hecha por Mr. Etienne, que
nadie ha logrado ver.
(2 ) Osuna. Compendio de Historia de las Canarias . (p .
21)
27
LIBRO TERCERO.
√.
EL EDRISI .
En el mes de enero de 1154 el famoso escritor árabe el Edrisi, conocido con el nombre del Geógrafo de la Nubia, concluia un
extenso tratado , en cuyas páginas procuraba
compendiar todo lo
que hasta entonces se
conocia referente á la descripción de la tierra,
su clima, producciones,
habitantes y
fenómenos naturales , que eso y aún más
abrazaba entonces la ciencia geográfica .
Describiendo en su obra las islas que estaban situadas en el mar tenebroso , decia
estas palabras :
« El primer clima principia al
Oeste del
mar occidental , llamado tambien mar de las
tinieblas; nadie sabe lo que mas allá existe .
Hay en él dos islas conocidas con el nombre
de Afortunadas,
desde las cuales principia
28
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Ptolomeo á contar las longitudes . Se dice
que en cada una hay una estátua de mas de
cien codos de alto . » (1)
Y más adelante añade:
-
Hállase en el mismo mar la isla de
los dos hermanos mágicos Cherham. Cuéntase que eran
piratas, y atacaban á todos
los navios que pasaban junto á sus playas,
cautivando
las tripulaciones,
y apoderán-
dose del cargamento; pero Dios , en castigo de sus fechorías, los transformó en dos
rocas ó islotes,
que se levantan á orillas
de aquel mar . La isla
frente del puerto
se
halla situada en-
Azafi , á una distancia ,
que permite ver el humo que en ella se alza, cuando el cielo está despejado . Tambien
hay en este mar otra isla,
llamada de los
Carneros , por los muchos que en
ella se
encuentran . Cerca
con el
de ella hay otra
nombre de Raca , ó isla de los pájaros , donde se vé una especie de
águilas rojas, que
se alimenta con mariscos y
pescados .
suelo produce unos higos grandes ,
Su
que sir-
ven de antídoto contra cualquier sustancia
venenosa . »
El autor en éste y otros pasajes que omi-
(1 ) Edrisi. Traducción del árabe al francés por Mr. Am .
Jaubert Paris . 1836 .
LIBRO TERCERO .
29
timos , porque no aclaran ninguna cuestión
geográfica relativa á las Canarias, confunde
con frecuencia este grupo con
figuran en
hablando
los
mares de Europa y Asia,
con tanta vaguedad
ocupan el mar atlántico ,
mar tenebroso,
otros que
que no es
de las que
llamado
posible
por
él
asegu-
rar si le era conocida la verdadera situación
de este Archipiélago . ( 1)
Otro autor árabe del
siglo XIII , Ibn-al-
Wardi (2) en el capítulo de su obra, que titula de las Regiones , dice:
En cuanto á
la tierra occidental , de-
be saberse que está
bañada por el mar te-
nebroso, y se ignora lo que haya más allá.
Encuéntranse en este Océano islas grandes
(1 ) Edrisi nació , segun se asegura , en Ceuta, al comenzar el siglo XII . Rugiero de Sicilia le llamó á su Corte , y le
encargó la compilación de un gran tratado de Geografía
universal, que terminó en 1154 .
Su obra no fué conocida de la Europa, hasta que se imprimió un compendio de ella en Roma , año de 1592. Este
compendio se tradujo al latin en 1619 por Gabriel Sionita y
Juan Hesronita , y fué impreso eu Paris bajo el título de
Geografía del Nubiense .
D. José Antonio Conde vertió al castellano en 1799 la
parte relativa á España; y la Sociedad Geográfica de Paris hizo imprimir por último la traducción francesa del texto
completo, hecha por Ainadeo Jauber , en 2 tomos , de 1836
á 1840 .
Los orientalistas Dozy y Goeje han principiado en 1866
la publicación del texto árabe.
( 2) De Guignes . Notices etc. , t. 2.º , p. 19 .
Hylander. -Operis Cosmographici Ibn El Wardi Caput
primum de Regionibus et Oris. - Lundæ , 1823.
30
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
y habitadas , entre las cuales hay dos que
se designan con el nombre de Khaledat (eternas) , viéndose en ellas dos estátuas de cien
codos de alto . » Comparando
este párrafo y otros ,
con
convencemos de que
los de El Edrisi , nos
Ibn-al-Wardi copió á su antecesor, añadiéndole algunas
fábulas,
cuya
narración no
copiamos por inútiles .
El mismo juicio nos merece Ibn Said,
escritor
del
mismo
siglo ,
que
cita
á las
Afortunadas, solo para decir, que en ellas
se alzaban unas columnas
ó estátuas
con
la inscripción- Non plus ultra.—(1 )
Abulfeda en su célebre tratado
de Geo-
grafía, escrito al parecer en 1321 , consigna
á este propósito lo siguiente:
« Entre las islas del mar occidental están las llamadas Eternas , Gezair el Khaledat, que distan diez grados del continente, y
son muchas en número . Se asegura que han
sido sumergidas, sin haber de ellas noticia
alguna . >» -- (2)
Mas exacto Ibn-Khaldun en sus Prolegó-
( 1 ) Recherches sur la priorité de la decouverte des
Pays situés sur la cote occidentale d'Afrique etc. Par le
Vic. de Santarem. Paris . 1842 .
(2) Los más acreditados Orientalistas dicen, sin embar
go, que Abulfeda , conocia las Canarias
V. Macedo . Memoria etc. Lisboa . 1844.
LIBRO TERCERO .
31
menos , escritos en 1377 , se expresa en estos
términos :
-En el primer clima, hácia la parte occidental, están las islas eternas (Khaledat) ,
donde Ptolomeo principia á contar las longitudes . De estas islas, las mayores y más
conocidas son tres, y se asegura que se hallan habitadas .
Sábese, además , que á me-
diados de este siglo
(XIV) algunos buques
de Francos ( europeos) pasaron por ellas, se
batieron con sus habitantes , aprisionaron y
cautivaron algunos , y luego los vendieron
por esclavos . Cuando éstos
lengua de
sus
ción y estado de su país,
cerse de
hierro ,
donde, por care-
las tierras con
•
alimento la cebada, y
las cabras ;
sistia en armas
situa-
labraban
cuernos , siendo su
sus animales
aprendieron la
amos, revelaron la
su defensa
arrojadizas ;
con-
adoraban
el
sol cuando nacia, sin tener más nociones religiosas; y por último , añadian,
era poco
que su isla
frecuentada , · pues solo
por
ca-
sualidad se aportaba á sus playas . »
Esta descripción es notable por hallarse
conforme con las noticias que nuestros Cronistas nos
han trasmitido
respecto á
los
usos y costumbres de los indígenas , especialmente de aquellos
que habitaban la Gran-
Canaria; lo cual indica , que en el siglo XIII ,
32
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
las exploraciones de los europeos en el mar
atlántico eran ya frecuentes, y las piraterías
de
que Azurara nos conserva una curiosa
relación en su famosa
Crónica,
se conside-
raban fáciles , lícitas y productivas .
Vamos ahora á ocuparnos de otra expedición
que todos los historiadores recuerdan ,
dándole grande importancia, la cual se equipó
y salió de Lisboa con objeto de penetrar los
misterios que ocultaba el Océano . El Edrisi ,
que es el primero que nos habla de ella , la
refiere en esta forma.
« Salieron
los Maghruinos de
Lisboa,
deseosos de averiguar los arcanos del Atlántico y sus límites . Reuniéronse en número
de ocho, todos primos hermanos , y despues
de haber construido un buque al efecto , se
embarcaron,
llevando agua y víveres
en
abundancia, para prolongar su navegación
muchos meses , dándose á la vela al primer
soplo del viento del Este. De este modo navegaron once dias , poco más ó menos , hasta llegar á una parte del Océano , cuyas espesas
aguas exalaban un olor fétido ,
tando numerosos
agua.
arrecifes ,
cási
ocul
á flor de
Temiendo naufragar, cambiaron
de
rumbo, y se dirigieron al sur durante doce
dias, abordando á la isla de los
Carneros
asi llamada por los abundantes rebaños que
LIBRO TERCERO
allí pastaban , sin que nadie
Al desembarcar en
esta isla
33
los
guardase .
encontraron
un manantial de agua cristalina é higueras
salvages . Cojieron y mataron
neros , cuya
algunos car-
carne era tan amarga,
fué imposible comerla, de
modo
que les
que
solo
aprovecharon las pieles . Seguidamente navegaron doce dias,
descubriendo al fin una
isla, que parecia habitada y en cultivo , á la
cual se aproximaron para averiguar lo que
hubiese de curioso en ella; pero de pronto
se
vieron rodeados
de lanchas ,
quedando
todos prisioneros , y siendo luego conducidos á una población , que se levantaba á
orillas del mar. Lleváronlos para mayor
seguridad á una casa, donde habia hombres
de alta estatura, de color rojo y caldeado y
cabello laso , y mugeres de extraordinaria
belleza . En aquella casa estuvieron tres dias,
y llegado el cuarto, se les acercó un hombre que hablaba la lengua árabe, y les preguntó sus nombres , á que venian y de que
país eran. Contáronle entonces sus aventuras, y él les dió ánimo y buenas esperanzas , añadiéndoles que era intérprete .
Dos
dias despues fueron presentados al Rey del
país, quien les dirigió las mismas preguntas , á las que dieron igual respuesta, esto
es, que se habian lanzado al mar, con el deTOMO II.
3
34
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
seo de averiguar lo que hubiese en él de raro y curioso, y conocer sus límites . Cuando
el Rey oyó lo que decian, soltó á reir, y les
contestó por medio del intérprete . - Díle á
esa gente, que mi padre envió en otro tiempo
algunos
de
sus esclavos á recorrer el
Océano, y habiéndose embarcado , y navegado un mes , les faltó la luz de los cielos , viéndose obligados á renunciar á su inútil tentativa . - El Rey, además, previno al intérprete que respondiese á los viageros del cariño con que serian tratados , pues
deseaba
que formasen una buena opinión de su carácter; y asi fué hecho . Volvieron en seguida á su prisión , y allí permanecieron , hasta
que, soplando vientos del oeste, se les vendó
los ojos , entraron en una lancha, y les obligaron á vogar largo rato . Continuando de
este modo tres dias y tres
noches, llegaron
á una tierra, donde fueron desembarcados
con las manos ligadas á la espalda , y allí se
les abandonó en la orilla . De este modo permanecieron hasta el amanecer en
el más
triste estado á causa de las ligaduras, que
les atenaceaban los brazos ; y entonces , oyendo á su alrededor risas y voces de hombres ,
empezaron á gritar, y habiéndose acercado
los habitantes del país ,
y viéndolos en tan
miserable estado , los desligaron,
haciéndo-
35
LIBRO TERCERO .
les diferentes preguntas , á las que satisfacieron con la relación de
sus desventuras ,
Eran Beréberes, y uno de ellos les dijo:¿Sabeis vosotros á que distancia os encontrais de vuestra patria? -y habiéndoles contestado
negativamente,
añadió: -Entre
el
lugar en que os hallais y vuestro país, hay
dos meses de camino . - El que entre
ellos
parecia jefe, repetia sin cesar- Wasafi (ay
de mi!) . Y por eso ha conservado ese nombre aquel sitio ,
llamándose hoy Asafi . Este
puerto es el mismo que antes designamos
como situado al extremo de Occidente . »
(1 )
En medio de las fábulas que esta narra-
ción contiene, y que no nos detendremos en
refutar, se observa que la isla de los Carneros pudo haber sido la de Lanzarote ó Fuerteventura, aunque
nada nos dicen los ára-
bes respecto á sus habitantes , que tal vez se
( 1 ) Edrisi. T. 2.º , p . 27. Trad . de Jaubert Paris . 1836 .
Véase Conde . Dominación de los Arabes . Pte . 2.*. C.
109 .
Este autor añade , antes de relatar esta aventura , lo siguiente:
-« En este tiempo unos vecinos de Alisbona , en número
de ochenta hombres , amigos entre si , y de una alcabila , se
embarcaron á buscar nuevas tierras en lo interior del Océano
Atlántico ; pero , no pudieron pasar de unas islas en que
fueron embestidos de una infinita multitud de azores , y se
volvieron contando cosas maravillosas de su viage ; y fueron
llamados los emprendedores , y dieron nombre á la calle en
que moraban en Alisbona, que en adelante se llamó calle
de Almogávares . » -
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
36
ocultaron al aproximarse la expedición . Dudosas
pueden ser,
sin embargo , nuestras
congeturas por la circunstancia que se consigna relativa al agua, de que en ambas islas se carece, si bien entonces debia encontrarse en abundancia en Rio Palmas, sobre
la costa norte de Fuerteventura . Sea como
fuere, difícil es asegurar que los Maghruinos , si su viage es cierto, abordasen á las
Canarias, y tuviesen lugar en ellas las aventuras que cuentan,
pues no corresponde su
descripción á este grupo, ni á ningún otro
de esta parte del Atlántico .
El país civilizado, que se supone gobernado por un Rey, que tantas precauciones tomaba para alejar de su suelo á los que iban
á visitarle, tambien nos parece otro cuento,
basado en el afán de dar interés y novedad
á su narración .
Algunos , comentando este viage, quieren
no obstante, que la isla de los Carneros sea
la desierta de la Madera y la de Raca la de
puerto Santo, dejando para Lanzarote la de
los hermanos mágicos con sus dos islotes
Roque del Este y del Oeste (1), sin tener
en cuenta, que, además de estos islotes , rodean aquella isla otros de más importan( 1 ) Consúltense D' Avezac y Berthelot en sus obras antes citadas .
LIBRO TERCERO.
37
cia, y no parece convenirle bajo ningún aspecto esta designación arbitraria .
Otros escritores árabes , con mayor ó menor exactitud, continúan ocupándose en sus
obras del grupo afortunado .
Bakui, que vivia en 1403 , se expresa de
este modo :
<< Estas islas se hallan situadas en el Océano , á la extremidad del Magreb, en
Africa .
En ellas es donde los sabios principiaron á
contar las longitudes . Son seis, vecinas unas
de otras , y producen espontáneamente y
sin cultura
plantas y árboles . Todo lo que
se halla en ellas
es bueno y agradable. En
cada isla hay una estátua de cien codos de
altura, como faro, que sirve para dirigir el
rumbo de las naves , y recordarles que más
allá no hay camino posible. » (1 )
Schems Eddin, autor del mismo siglo, en
su Cosmografía, dice, al hablar
de
las Ca-
narias :
«Abu-Obaid- el- Bekri en su libro titulado
--De los viages y de los Imperios - hablan-
(1 ) Bakui llama á estas islas Dgeziret al-Dgialidat .
De Guignes . Notices et Extraits etc. , t. 2.º , p. 397
Parece que Bakui copió la descripción transcrita de otro
árabe que escribia en el siglo XIII , llamado Cazvini ó Cazwini .
Véanse Herbelot Bib . Orientale t. 1.º, p . 244 , y Casiri.
Biblioteca Arabico- Hispana-Escurialensis , t . 2.º , p . 5 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
38
do de las
maban
Afortunadas , que los griegos lla-
Fortianos ó Fortianas,
que estas islas se alzaban
ger, pero que
manifiesta
enfrente de Tán-
fueron sumergidas ,
excepto
una, que se llamó Sahida (feliz) , porque sus
plantas y árboles producian sin cuidado ni
cultivo excelentes frutas de diversas cualidades, naciendo tambien en
ella, en lugar
de cardos y espinos, hierbas aromáticas de
muchas especies, de que nadie se utilizaba:
que estas
islas eran antes en número de
seis, situadas al poniente del país de los bereberes, divididas entre sí, pero sin distar
mucho unas de otras. » (1)
Soyuti, otro árabe de la mitad del siglo
XV, en un Diccionario Geográfico , que escribió,
afirma- que las
islas
al Khaledat
(eternas), son las islas al Shadat (afortunadas) de que hacen mención los astrónomos
en sus obras , y se hallan internadas en el
mar circundante hácia el poniente, cerca de
doscientas farzangas; se dice que están enteramente desiertas . » ( 2)
Algunos
escritores persas de la misma
época repiten confusamente las mismas noticias .
(1 )
581 .
(2)
Bibliot . Nacional de Pa.is. Fundo antiguo . Mss . n °
Bib. de Paris . Sción de Mss . árabes .
39
LIBRO TERCERO .
Ali Koshgi, que floreció á mediados del
mismo siglo XV, manifiesta,
que hay hácia
el Occidente una isla que estuvo en otro tiempo habitada, y que se halla hoy desierta, á
la cual dieron el nombre de Khaledat, eterna,
perenne, y dista dos grados de las pla-
yas del mar atlántico .- (1)
Libre la fantasia de aplicar el texto de
estos diversos fragmentos á las islas
que
hoy conocemos con el nombre de Canarias ,
no hay á nuestro juicio interés histórico en
comentar
tan
extravagantes
noticias,
y
datos tan vagos é inverosímiles , que nunca
ofrecerán al historiador una base sólida en
que apoyarse , para aumentar el escaso catálogo de los
conocimientos , que la Edad
media nos ha legado sobre este apartado
archipiélago .
(1)
D' Herbelot . Bib . Orientale , p . 904 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
40
VI.
LOS GENOVESES .
Ya entrado
italianas ,
el siglo XIII las repúblicas
que adivinaban en
el comercio
marítimo una fuente inagotable de verdadera riqueza, y con ella la influencia y poderio.
que presta siempre á un Estado la prosperidad de su hacienda, principiaron á fomentar
sus marinas
respectivas,
concediendo
protección y auxilios á aquellos que se aventuraban á ensanchar los límites del Océano ,
reconociendo remotos y desconocidos
pai-
ses , y llevando las mercancias de la Europa
para cambiarlas por los extraños y apetecidos productos naturales, que
ofrecian las
costas orientales y occidentales del Africa.
Entre
estas
expediciones
es
digna de
mencionarse, por lo que se relaciona con la
historia de las Canarias, la que llevaron á
41
LIBRO TERCERO .
cabo los genoveses Thedisio D ' Oria y Ugolino de Vivaldi , con
el fin de explorar las
nebulosas costas de la antigua Libia, allende el estrecho de Hércules .
Dicen antiguas crónicas, que el año de
1291 , los dos marinos genoveses aparejaron
á su costa dos galeras trirémes , y se propusieron con ellas descubrir el camino marítimo de las Indias , entrando por el Atlántico, y siguiendo su rumbo al Occidente. (1)
La noticia de este viage,
que se encuen-
tra en algunos antiguos manuscritos de la
república de Génova, no vá unida á ninguna circunstancia referente á
y solo se
las Canarias ,
conjetura, que las dos galeras se
perdieron con sus
tripulaciones sobre las
costas africanas , allende el cabo Bojador . (2)
Pretenden
los que han comentado este
(1 ) Giustiniani . Annali di Genoa . Ed . de 1537 , p. III .
Foglieta . Hist. Genuensis , p . 110. Ed . de 1585 .
Pedro d'Albano . Conciliador . Diss . 67 .
Petrarca . De vita so'it . T. 2.º , sect . 6, cap . 3 .
(2) Giustiniani refiere en estos términos aquel viage :
«En este año de 1291 Thedisio d'Oria y Ugolino de Vivaldi con un hermano suyo y otras personas , intentaron hacer un viage nuevo y desusado , esto es , quisieron ir á la
India por el poniente , y armaron dos galeras muy bien араrejadas , levando consigo dos frailes de San Francisco, y
saliendo por el Estrecho de Gibraltar , navegaron hacia la
India, sin que jamás se haya sabido de ellos . De este viage hace mención Cecco d'Ascoli en el Gomento de la Esfera.»
Annali di Genoa . 1537 , p . 3.
42
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
suceso, que los genoveses debieron tocar en
las islas Canarias, al seguir el litoral africano, derrotero obligado de su atrevida expedición. Y en efecto ,
sin dar grande im-
portancia á este hecho, que, sin embargo,
no tenemos por inverosímil ,
debemos re-
cordar, que los marinos genoveses conocian
indudablemente el archipiélago y lo visitaban, circunstancia que presta mayor fuerza á la suposición de que Thedisio y Vivaldi descansaron en
algunas de las islas del
grupo oriental, buscando los
abrigo que
no podian
recursos y el
encontrar sobre la
inhospitalaria costa de Africa.
Antes de esta expedición se habla de otra,
emprendida
en
1285
por
los
hermanos
quienes llega-
Vadino y Guido de Vivaldi ,
ron hasta el Senegal y Guinea . De ésta ó de
la anterior exploración nos
habla una car-
ta escrita 150 años despues (12 de Diciembre de 1455) por Antonio Usodimare, noble
genovés ,
en
los
asegurando
haber
encontrado
del
reino
del
confines
Preste
Juan, un descendiente de aquellos desaparecidos marinos . (1)
Todo esto confirma lo que
antes hemos
(1) Publicó esta noticia , tomándola de un manuscrito
de los archivos de Génova , Mr Graverg de Hemso .
Annali de Geog. e di statist .
43
LIBRO TERCERO.
dicho , esto es, que los viages
con rapidez,
se sucedian
protegidos por todos los Esta-
dos marítimos del Mediterraneo , y que , apesar del empeño de ocultar cualquier nuevo
descubrimiento , el afán de lucro y el deseo de
visitar paises hasta entonces
desconocidos ,
arrastraba á todos á emprender aventuras
que les brindase gloria y provecho .
Aunque
no existen
documentos
coetá-
neos que lo comprueben , está hoy fuera de
duda, que otro genovés, de la noble familia de los Maloxello , (1) llamado Lanciloto ,
visitaba en los siglos XII ó XIII la isla de
Lanzarote , á la cual es probable diera
su
nombre, y en cuyo suelo , para mayor seguridad de su comercio, levantó un castillo ó
fortaleza, cuyas ruinas se veian todavia en
1402 , cuando Juan de Bethencourt pisó por
primera vez aquellas playas ; (2) pero cuyo
( 1 ) La familia de Maloxello era antiquísima en Génova ,
habiendo desempeñado muchos individuos cargos honori.
ficos en dicha república . En junio de 1231 , uno de este apeMido mandaba una escuadra de diez galeras y cinco naves,
que fué en socorro del Sultan de Marruecos para defender
á Sebthah , contra un ataque del Reyezuelo moro de Murcia —Muratori . Anales de Génova .
Decíase tambien , y asi lo encontramos escrito, Maloxeli ,
Marogelo , Maroxello , y en francés Lancelot Maloisel . Parece que su origen venia de Malus Ancellus , convertido
luego en Malocellus .
(2 ) La crónica de Bethencourt dice á este propósito :
Si assemblerent grant cantité d'orge , et le misrent en
ung vieil chastel que Lancelot Maloesel auoit jadiz fair faire ,
44
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
recuerdo habia desaparecido completamente de la memoria de los isleños .
En cási todos los mapas de aquella época,
y aún en otros de años anteriores , aparece
el escudo de Génova junto á la isla de Lanzarote, como signo de posesión , lo cual indica, al
ménos , que el viage de Lanciloto
no era desconocido á los marinos de aquella
República, ni la posición de las Canarias extraña á sus conocimientos náuticos . (1)
selon ce que l'on dit.—
Edición de Rouen. 1874, p . 50 .
(1 ) Por primera vez , en 1339 , figuran en un mapa dos
islas de este archipiélago , que es el levantado en Mallorca
por Angelino Dulcert. La situada al norte que lleva las atmas de Génova tiene por lema Insula de Lanzarotus Maro
celus, y la que le sigue el de La Forte Ventura . Entre las
dos se lee sobre un islote , megi marini .
Da cuenta de este curioso mapa el Doctor E. T. Hamy .
Paris . 1887. Bulletin de geographie historique et descriptive.
Sobre la primer carta hidrográfica del Atlas Catalan de
1375 se lee : -Insula de Lanzaroto -y debajo: Maloxelo
En el postulano de Viladestes de 1413 , se vé , á un
lado :-Iusola de Lanzarot-y del otro : Maloxelo.—
Le Canarien . -Int. , p . 2. *
LIBRO TERCERO .
45
VII.
ANGIOLINO DEL TEGGHIA.
Reinando Alfonso IV en Portugal , y deseando este ilustrado monarca fomentar su
marina , para no perder el derecho que creia
asistirle á la conquista y colonización de las
Canarias, aparejó una
pequeña escuadra,
que, saliendo de Lisboa , al mando del florentino Angiolino del Tegghia, reconociera
el archipiélago ,
se detuviese en sus islas
principales , y recogiera todos aquellos datos, que pudiesen darle cumplida noticia de
los productos , recursos y ventajas que traeria su conquista y del estado del país , población y medios de resistencia de los indígenas, para en vista de este estudio preliminar, resolver lo que al interés de su Corona conviniese .
Esta notabilísima expedición , que vuelve
46
HISTORIA DE LAS IŠLAS CANARIAS .
á reanudar la
série de los conocimientos
exactos sobre las Afortunadas, interrumpída desde los tiempos de Juba, se ha encontrado hace algunos años en un diario de Bocaccio , cuya relación, tal como aparece en
el manuscrito original, que se conserva en
la biblioteca de los Magliabechi de Florencia, y ha publicado con eruditos comentarios el bibliografo italiano
Sebastian Ciam-
pi, creemos conveniente trasladar íntegra á
nuestra columnas . (1 )
« De Canaria y de otras islas nuevamente
descubiertas en el Océano , allende España . »>
« En el año 1341 de la Encarnación llegaron á Florencia cartas de comerciantes florentinos ( 2) establecidos en Sevilla ,
de la España ulterior,
ciudad
con fecha 15 de no-
viembre del mismo año, en las que se contiene lo que luego referiremos . »
« Dicen, pues , que el 1.º de julio de este
repetido año , dos naves provistas por el Rey
de Portugal de todo lo necesario para navegar, y convoyadas por una embarcación
(1 ) Monumenti d'un manoscrito autógrafo di Messer
Gio . Bocacci da Certaldo, trovati ed illustrati da Sebastiano
Ciampi . Firenze . Per Guseppe Galleti 1827. 8.º
( 2 ) Al margen del manuscrito , y de la misma letra , se
lee la siguiente nota :
«El florentino que fué de capitan de estos buques se llama Angiolino del Tegghia de Corbizzi , primo hermano de
los hijos de Gherardino de Gianni .
47
LIBRO TERCERO .
menor, armada en guerra, se dieron á la vela desde la ciudad de Lisboa, engolfándose
en alta mar, tripuladas por Florentinos , Genoveses, Castellanos y otros Españoles (sic) ,
con caballos ,
armas y varios instrumentos
bélicos para batir en brecha ciudades y castillos , en demanda de aquellas islas, que, segun opinión vulgar, se dice que han sido
de nuevo descubiertas; y
favorecidos por
un viento propicio , llegaron á ellas en cinco
dias , retornando á Lisboa en noviembre con
los objetos siguientes: en primer lugar, cuatro hombres , habitantes de aquellas
islas,
muchas pieles de machos cabríos y de cabras, sebo, aceite de pescado , despojos de
focas , palo rojo para tinte, casi igual al brasil (1) , corteza de árboles para teñir tambien
de rojo, tierra bermeja, y otras cosas para
el mismo fin . »
« Nicolás de Recco, genovés , que era capitan de las naves, interrogado, decia: que dichas islas distaban de Sevilla 900 millas
aproximadamente ; pero que, desde el lugar
(1 ) Asi se llamaba en Europa, muchos siglos antes del
descubrimiento de aquella región americana , que tomó de
él su nombre . Edrisi que escribia à mediados del siglo XII
dice :
2
In hac insula (Alrami) nascitur Bresillum cujus germen est omnino simile Oleandro , lignum rubrum.Trad. de Gabriel Sionita . Paris 1619 .
48
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
que hoy llaman cabo de San Vicente, su
distancia al Continente era menor ; que la
primera
que abordaron tenia de
circuito
150 millas , siendo pedregosa , con árboles, y
abundante en cabras y otros animales ; que
los hombres y las mugeres iban desnudos y
eran groseros en su trato y costumbres; que
en ella se proveyeron de la mayor parte del
sebo y pieles que llevaban, sin atreverse á
penetrar en el interior. >>
<< Pasando despues á otra isla, poco mayor
que la precedente , vieron acercarse á ellos
por la playa una gran multitud de gente,
asi hombres como mugeres , casi todos desnudos . Algunos que parecian de condición
más elevada, se cubrian con pieles de cabras
pintadas
de rojo y
amarillo ,
la vista podia alcanzar
que cuanto
eran suaves y de-
licadas , y cosidas artificiosamente con tripas . Adivinaron por sus movimientos que
tenian un príncipe á quien rendian vasallaje .
Esta gente manifestaba deseos
de en-
trar en relaciones comerciales con la que estaba en los buques; pero , aunque dos lanchas se aproximaron á tierra, no se atrevieron los marineros á desembarcar por no entender la lengua de los insulares , apesar de
ser su idioma,
según dicen, muy pulido y
expedito y semejante al italiano . Viendo los
49
LIBRO TERCERO .
isleños que nadie desembarcaba, procuraron llegar á nado á los buques , y de ese número fueron los cuatro que trajo consigo la
expedición .
Finalmente,
allí ventaja alguna,
las
no
encontrando
naves levaron an-
clas , y al bordear la isla, observaron que estaba mejor cultivada hácia la parte del norte que á la del sur, descubriendo por aquella banda muchas
sin fruto
casas, higueras,
y otros árboles ,
palmas
palmeras , hor-
talizas , coles y legumbres , por todo lo cual
tomaron
dos ,
tierra hasta
examinaron las
25
hombres
arma-
casas, y hallaron en
ellas unos 30 hombres desnudos ,
que des-
aparecieron llenos de terror al ver aquellos
extrangeros .
Entrando entonces en las ca-
sas , observaron que estaban construidas con
admirable artificio de piedras cuadradas y
cubiertas còn grandes y hermosos maderos.
Viendo que algunas estaban cerradas, y deseando averiguar lo que en ellas se encerraba, rompieron sus puertas con piedras , lo
que dió lugar á que los fugitivos , que de léjos los observaban, atronasen el aire con
sus gritos . Rotas las puertas penetraron en
las casas , donde solo hallaron higos secos ,
tan buenos como los
de Cesena, colocados
en cestas de palma, y granos de trigo mas
hermosos que los nuestros , porque eran mas
TOM . II .
4
50
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
largos , gruesos y blancos ; tambien hallaron
cebada y otros cereales , que probablemente
servian de alimento á los indígenas . Las casas eran hermosas y aderezadas con bellísimas maderas,
estando
por dentro blan-
queadas, como si hubieran empleado el yeso. Hallaron tambien un oratorio ó templo ,
en el que no habia adorno ni pintura alguna, excepto un ídolo ó estátua de piedra,
que representaba un hombre desnudo con
una bola en la mano , y cubiertas sus partes
pudendas con un tegido de palma á estilo
del país, cuya estátua sacaron
de aquel si-
tio y embarcaron en sus naves , llevándola
á Lisboa. La isla se encuentra muy poblada y en cultivo , recojiendo sus habitantes ,
grano y otros cereales, frutas
y especial-
mente higos . Comen el trigo y cereales á
manera de las aves , ó reduciéndole á harina,
que tambien les sirve de alimento ,
sin ha-
cer panes, y beben agua. >>
« Dejando los marinos esta isla , y viendo
muchas que de ella distaban 5 , 10 , 20 y 40
millas , navegaron hácia una , en que hallaron árboles muy altos y derechos , que se
elevaban al cielo . Navegando despues á otra,
encontraron en ella muchas playas y excelentes aguas, madera abundante , y palomas
que cogian á palos y pedradas para comer-
51
LIBRO TERCERO .
las . Dicen que estas palomas son mayores
que las nuestras , y de mejor y más sabroso
gusto . Tambien vieron allí muchos halcones y otras aves de rapiña . No se detuvieron
en esta isla por parecerles totalmen-
te desierta . Apareció luego á su vista otra
isla,
en
de
que habia rocas
excesiva
al-
tura, cubiertas con frecuencia de nubes , y
donde caen repetidas lluvias; pero cuando
aclara el tiempo parece bellísimo , y se cree
esté poblada . Desde allí aportaron á otras
islas hasta el número de 13 ; unas habitadas ,
otras desiertas, y cuanto
más
navegaban
más islas descubrian; era en ellas
el
mar
mucho más claro que entre nosotros , y de
buen fondo para anclar, y aunque sus puertos son pequeños , tienen agua bastante. De
las 13 islas visitadas encontraron cinco con
muchos habitantes, aunque desiguales en
población,
pues unas
ménos . Aseguran que
manera
rente,
de
unos
y otros ,
tienen más y
lenguaje es dife-
su
que
otras
no
careciendo
se
entendian
de todo
medio
de comunicación marítima , y no pudiendo
pasar de una á otra isla sino á nado . »
<< Hallaron tambien otra isla en la que no
desembarcaron, porque descubrieron en ella
una cosa maravillosa , y era un monte que
tiene más de 30.000 pasos de altura, y se vé
52
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
desde muy lejos , en cuya cima aparecia una
cosa blanca, que por ser pedregosa la montaña se asemejaba á un castillo . Sin embargo, se asegura que no es castillo ,
sino un
peñasco agudísimo, en cuya cúspide se levanta un mástil como el de un buque , del
que pende una entena con una vela, semejante á la de una grande embarcación latina , sujeta á manera de escudo , que colocada á aquella altura , se hincha con el viento ,
se extiende mucho, y luego se recoje poco á
poco con el mástil, como una Galera, y despues torna á elevarse, y así alternativamente . Este fenómeno lo observaron siempre al
costear la isla, y suponiendo fuese cosa de
brujeria, no se atrevieron á tocar en tierra . »
<< Otras
muchas cosas
encontraron ,
que
Nicolás de Recco no quiso referir; estas islas , no obstante,
parece que no son ricas ,
porque la expedición apenas sacó los gastos
del viage. Los cuatro hombres que fueron
hechos prisioneros eran imberbes y de buena presencia, y andaban desnudos, teniendo
solo una especie de tonelete , que soste-
nian con una cuerda en la cintura , hecho de
hojas de palma ó de junco , de dos y medio á
dos palmos de largo , y con el cual cubrian
sus vergüenzas por uno y otro lado, de modo que no lo levantase el viento , ni por nin-
53
LIBRO TERCERO .
gún otro accidente . Son incircuncisos , y tienen cabellos largos y rubios (flavos) , que
les caen hasta el ombligo. Con ellos se cubren, y andan descalzos . >>
« La isla á que éstos pertenecen se llama
Canaria, y es la más poblada . No entienden
.
idioma alguno ,
aunque se les ha hablado
en varias lenguas; son de nuestra estatura,
membrudos, muy
atrevidos , fuertes y de
mucha inteligencia á lo que parece . Se les
habla por signos y por signos responden como los mudos . Se respetan mutuamente ,
pero en particular consideran á uno de ellos ,
que lleva un tonelete de hojas de palma, al
paso que el de los otros es de junco pintado
de amarillo y rojo . Cantan dulcemente, danzan como los franceses , y son risueños , alegres y mas civilizados que muchos españoles . (et satis domestici, ultra quam sint multi ex hispanis .) »
« Luego que entraron en las naves comieron pan é higos , siéndoles agradable el pan ,
que nunca habian comido; el vino lo rehusaron, y solo bebieron agua. Comen igualmente cebada y trigo á manos
llenas;
el
queso y las carnes de que tienen gran abundancia son de excelente calidad. Carecen de
bueyes , camellos y asnos, y solo tienen cabras, ovejas y cerdos salvajes . Las monedas
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
54
de plata y oro les son desconocidas , así como las armas . Los collares de oro, vasos
cincelados , espadas y cuchillos , parece que
jamás los habian visto ni usado .
Su leal-
tad es grande, porque no se daba á uno de
comer, sin que antes de llevarlo á la boca no
lo dividiese por partes iguales con los demás . Sus mugeres se casan ,
y
despues de
casadas usan el tonelete como los hombres ;
pero mientras son doncellas andan completamente desnudas,
muestren
sin
vergüenza
que
por eso
de-
Cuentan co-
alguna .
mo nosotros, haciendo preceder las unidaá las decenas , del modo siguiente: 1
Nait. 2 Smetti . 3 Amelotti . 4 Acodetti . 5
des
Simusetti . 6 Sesetti . 7 Satti .
Aldamorana. 10
8 Tamatti . 9
Marava. 11 Nait-Marava.
12 Smatta-Marava. 13 Amierat-Marava. 14
Acodat-Marava. 15 Simusat-Marava. 16 Sesatti-Marava etc. »
Hasta aquí llega el precioso manuscrito
de Bocaccio, que
to,
parece no estar comple-
porque se vé al dorso de la página un
blanco, como para continuarlo .
Esta es la más completa descripción que
de la época anterior á la conquista nos ha
quedado del Archipiélago , siendo tanto más
digna de aprecio para el historiador , cuanto viene á confirmar las noticias que nos
55
a
LIBRO TERCERO .
han conservado en sus memorias nuestros
primeros cronistas .
La claridad y precisión
del relato , los
pormenores que refiere, los datos que consigna, todo revela la verdad y exactitud del
piloto genovés , y el crédito
que
merecen
sus palabras .
Trece son las islas que contiene el grupo ;
entre pobladas y desiertas,
y ese es el nú-
mero que se encuentra en las
notas de Bo-
caceio .
La primera isla que aborda
ción portuguesa
la expedi-
es al parecer la
de Fuer-
teventura, como lo prueba la extensión de
su perímetro ; la abundancia de ganado cabrío, y la recolección
de
pescado,
que se hizo de aceite
que, según la frase de Plinio,
abundaba en sus costas y sobre el islote Lobos . (1)
La segunda isla se halla tan claramente
designada, que nunca hubiéramos dudado
de su identidad, aunque no se la nombrase;
solo nos maravilla que fuese yá tan generalmente conocida por el nombre de Canaria, sin confundirla con ninguna otra
del
grupo . Su estado de civilización nos demuestra, que con frecuencia tocaban en sus
(1) Infestari eas belluis , quæ expellantur assidue pu
trescentibus .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
56
costas buques de todas las naciones entonces comerciales,
cuyo trato suavizaba sus
costumbres , é introducia
reformas
en
su
agricultura é industria .
En la tercera isla queremos reconocer el
Hierro con sus frondosos y espesos árboles que
se avecinan á las nubes, y en
cuarta la
Gomera,
la
con sus frescas aguas
corrientes y sus palomas
de sabrosa carne.
La Palma debe ser la isla de elevadas cumbres, donde la lluvia sin cesar caia; y Tenerife, aquella en que se levantaba el monte
en cuya cima estaba izado un mástil y una
vela, extendiéndose y plegándose
alterna-
viento .
Sabido
tivamente á impulsos del
es que el Teide se hallaba entonces en ignición, y en ese estado la columna de humo
denso y negro, que se escapaba del pico , subiendo
al tiempo mismo en que una nube
blanca y torneada rodeaba el pan de azúcar, podia ciertamente ofrecer á la vista de
los inexpertos y atemorizados marinos , el
aspecto nuevo y sorprendente de que nos
dan cuenta en su viage .
(1)
( 1 ) Edens en la relación de su viage al pico, en 1715,
dice , que con frecuencia tba cubierto de una nube blanca
Berthelot, comentando " to pasage Etnog. p . 29 ) . añade ;
«Estas masas de vapors flotantes pueden tomar diferens
LIBRO TERCERO .
57
VIII .
EL PRÍNCIPE DE LA FORTUNA .
Dos años despues del reconocimiento intentado por el Rey de Portugal, se verificaba en Aviñon , Córte á la sazón de los Romanos Pontífices, una extraña y grotesca
ceremonia .
Don Luis de la Cerda, Conde de Clermont, biznieto de San Luis y de D. Alonso
el Sabio , desheredado del trono de España ,
Ꭹ deseando encontrar una corono real que
ceñir á sus sienes , habia solicitado del Papa
Clemente VI la investidura del Reino de las
Canarias, y el Papa, usando del derecho que
tes formas; la mas comun es la triangular , en razón á que
la nube , que cubre las vertientes del Teide , se extiende entonces hacia su base, adelgazándose en la cima . En este
caso los habitantes de Tenerife dicen , que el Teide tiene
sombrero, indicio cierto de viento del O. E. acompañado
de lluvia.»
58
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
todos le reconocian entonces, de disponer
á su antojo de los pueblos y de sus jefes
temporales , accediendo á este deseo , le habia
donado la soberania del archipiélago
afortunado en féudo perpétuo , bajo el título
de Príncipe de la Fortuna , y con la obligación de pagar anualmente á los Pontífices ,
el dia de San Pedro y San Pablo un censo ó
tributo de 400 florines de oro, puro y bueno, con el peso y cuño de Florencia . (1)
La ceremonia de esta coronación , era la
fiesta que se celebraba en la nueva Córte
del Papado , allá por los últimos dias de direcorriendo el Príncipe
ciembre de 1344 ,
las calles de Aviñon con una lucida cabalgata, y llevando corona en la cabeza y cetro de oro en las manos con la inscripción
Faciam Principem super Gensiguiente:
magnam.
—
tem
Una copiosa lluvia, dice Petrarca (2), testigo de esta singular escena, obligó al Príncipe á retirarse apresuradamente á su posa-
( 1 ) Labula se expidió el 15 de Noviembre de 1344 .
En la fórmula del juramento , que prestó el Principe , se
encuentra el nombre de las Islas en esta forma:
-Ego Ludovicus de Hispania , Princeps Fortuniæ, fateor
et reconosco me infrascriptas Insulas , videlicet Canariam ,
Ningarian, Pluviariam , Junoniam , Embroneam , Athalantican . Hesperidum , Cernen . Gorgoniden et Goletam
(2) Vit. Solit lib . 2, trat. 6. c . III.
LIBRO TERCERO.
59
da, juzgando todos como de fatal augurio
tan inesperada interrupción .
Entre los Reyes á quienes el Papa participó la creación de este nuevo Reino y el
nombre del agraciado (1 ) , hubo dos que protestaron enérgicamente contra esta disposición de Clemente VI: el Rey de Inglaterra ,
(2) porque su embajador en Aviñon habia
creido que por islas afortunadas se entendia las Británicas ; y el Rey de Portugal , por
estar
situados
sus dominios
próximos
al
Africa, y hallarse tan recientes sus exploraciones sobre aquel litoral, creyendo
que
todo esto le daba un derecho preferente á
su conquista.
Apoyado en estas razones escribia Alfonso IV al Pontífice , una extensa carta , de la
cual copiaremos los siguientes párrafos :
« Atendiendo á que las islas afortunadas
están mas cerca de Nos , que de cualquiera
otro Príncipe.... mandamos allí algunos de
nuestros súbditos, que
exploraron el país,
los cuales abordaron á dichas islas, se apoderaron violentamente de algunos hombres ,
animales y otras cosas , y los condujeron
con gran placer á nuestros Reinos . Pero,
(1) Fueron éstos , los Reyes de Francia , de Sicilia , de
Aragón , de Castilla y de Portugal , el Delfin y el Dux de
Gènova . (Raynaldo , t . 4. °, p. 211.)
(2) Heylin's Cosmography , citado por Jorge Glas.
60
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
cuando
pensábamos
enviar
una
armada,
que conquistase las referidas islas, con gran
número de caballeros y peones , nos lo impidió la guerra que sosteniamos con el Rey
de Castilla , y despues con los príncipes sarracenos . Todo esto, por ser notorio, estamos seguros de que no lo ignoraba . S. S. , y
tomándolo en consideración los embajadores que ha poco enviamos á S. S. , como nos
consta de la relación literal del predicho D.
Luis, juzgaron , y nó sin motivo , que se nos
agraviaba con la concesión hecha al infante, y asi lo manifestaron á S. S. » (1)
El infante, entretanto , habia escrito varias cartas pidiendo protección y auxilio , y
se había trasladado al Reino de Aragón,
donde D. Pedro IV, que deseaba tener ocasión de molestar á los reyes de Portugal y
Castilla , ( 2) le
tuallar y
facilitó los
armar
medios de
avi-
en guerra tres carabelas ,
con las cuales salió de Cádiz
en Abril de
1345. (3)
(1 ) Publicada en las Memorias de la Academia de
Ciencias de Lisboa . T. 6. " , P. 1. ' , p. 10 .
(2) Aunque el Rey de Castilla en carta escrita al Pontifice en Alcalá de Henares , el 13 de marzo de 1345 , no se
opone a la investidura de D Luis de la Cerda, es notorio
que secretamente buscó los medios de que abortára la empresa.
Véase Salazar de Mendoza , lib . 3.º
(3) Zurita , Anales de Aragon, iib , 20 , c . 39 ,
61
LIBRO TERCERO .
Ya en
el
mar ,
Sudeste, para
enderezó
seguir
su
su rumbo al
viage,
llevando
siempre á la vista las costas de la Mauritania y las
montañas del Atlas . La navega-
ción fué molesta y peligrosa por las corrientes y vientos , que sin
cesar arrojaban los
buques sobre la costa, amenazando con la
muerte ó la esclavitud al infante y sus nuevos súbditos.
Hallábase una de estas carabelas mandada por el aventurero español Alvaro Gue-
1
rra, capitan audaz, acostumbrado á desafiar
diariamente los vientos , los escollos y los
mares, y el cual habia tomado una parte
muy activa en la expedición , con esperanza
de hacer una grande y rápida fortuna en
aquellas lejanas y celebradas islas . Viendo ,
pues, éste, que el infante estaba pesaroso
de su empresa, y deseaba encontrar un pretexto para volver á Europa, apoyó su deseo ,
y le convenció de que era más acertado y
propio de su alta dignidad , dejar que se explorase primeramente el país , y se le informára de sus recursos y medios de resistencia,
antes de
aventurarse en aquel suelo
enemigo, y exponerse á un descalabro . En
su consecuencia, brindóse Guerra á servir
con su persona y carabela de precursor al
príncipe, proposición que éste acogió con vi-
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
62
vísimo placer, retrocediendo á Cádiz con las
dos naves restantes.
Alvaro, entonces, se adelantó sólo hácia
el nuevo Reino , y aportó á Lanzarote, de la
cual tomó posesión al descubrirla , dándole
el nombre de isla del Infante.
En ella pa-
rece que encontró algunos europeos , abandonados allí por expediciones anteriores, á
quienes dió parte de la Bula pontificia, recibiendo á todos con cariño , lo mismo que á
los insulares , muy agenos éstos del noble
amo á quien el Papa los habia cedido .
Su posesión no se limitó á Lanzarote, si
no que se extendió á todos los paises comprendidos dentro del rádio de cien leguas;
pero sin atreverse á reconocerlos . Limitóse,
pues, á visitar aquella isla, y aunque la primavera cubria de flores el suelo, y una vegetación frondosa descendia desde las montañas, dando un aspecto risueño á los valles
del interior,
comprendió
luego ,
que
aquel pedazo de tierra africana, tostado por
el sol, trastornado por los volcanes , y sitiado por las arenas , nunca llegaría á ser para
el infante una tierra de promisión .
Ello fué, que Alvaro Guerra abandonó la
isla, y volvió á España, pudiendo sospecharse, por la relación de su viage, que D.
Luis de la Cerda olvidó su improvisado rei-
LIBRO TERCERO .
63
no, muriendo luego en la batalla de Crecy
( 1346) , en defensa de su patria adoptiva. (1)
Algunos autores , confundiendo esta expedición con otras verificadas por españoles
en el mismo siglo, suponen que dos galeras
del Príncipe de la Fortuna salieron de Cádiz , y abordaron á la isla de la Gomera,
donde sus tripularios sostuvieron una reñida lucha con los isleños, teniendo al fin que
reembarcarse con grandes pérdidas . ( 2) Otros
aseguran que la expedición se dirigió á la
Gran-Canaria, en cuyas playas tuvo el mis-
(1 ) Estos pormenores están tomados de las noticias que
contienen unos mss . de Diego Ordoñez , depositados en la
a
Bib . del Escorial , y citados por Osuna . Comp . de Hist . de
Canarias .
(2) Véase lo que dice Benzoni en su Historia del mondo nuevo:
-Si legge nell'istorie del Re don Pietro d'Aragona,
cuarto di questo nome , che l'anno 1334 venne á lui un gentif' huomo Spagnuolo nominato Don Luigi dalla Corda (sic) ,
huomo de grande isperienza nelle cose della guerra, il quale per esserli , succeeso tutte le sue imprese prosperamente , egli stesso , arrogantemente si haveva posto per sopranome Principe della Fortuna . Costui domandó al Re aiuto
et favore per conquistare l'Isole di Canaria, et proveduto di
denari per armar due caravelle con quelli se parti de Calice ,
et in breve giunse alla Gomera ; et quivi messo in terra cento e' venti huomini , furono da gl ' Isolani con tanto ardire et
ferocitá d'animo assaltati, che la magglior parte di loro restarono uccisi ; gli altri , parte si salvarono alle caravelle natando , et parte con la barche sani vi aggiunsero , et insieme col Capitano , il quale si conosceva haver perduto il principato della fortuna , tristi et dolenti in Espagna se he tornarono.Fol. 176 vto . Venecia. 1572.
64
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mo desgraciado éxito . Pero, sea lo que fuere, solo puede asegurarse, que el Príncipe
de la Fortuna no llegó nunca á sus Estados
y los viages emprendidos en su nombre no
dejaron por tanto otro recuerdo en el pais ,
que el de los aventureros llegados periódicamente á sus costas , donde se llevaban prisioneros á los isleños para venderlos como
bestias de carga en Europa.
65
LIBRO TERCERO.
IX .
CATALANES Y NORMANDOS .
Al mediar el siglo XIV, las empresas ma
rítimas hácia desconocidos paises se sucedian sin interrupción , en álas de la fé , de la
curiosidad ó del lucro . Distinguíanse en este
peligroso ejercicio los catalanes , normandos
y mallorquines , y algunas ciudades del extenso litoral ibérico .
En 1346 salia del puerto
de Palma de
Mallorca el catalán Jáime Ferrer, con destino á Rio del Oro en una Galeaza de remo
y vela, como aparece del célebre mapa que
lleva su nombre , sin que despues se volviera á tener noticia alguna de su expedición .
Se conjetura su paso por las Canarias . (1)
(1) Graverg en sus Anales de Geog. y Estad . , t . 2.º ,
p . 290 , dice, refiriéndose á un antiguo mss . encontrado en
los archivos de Génova : -El catalan Juan Ferne (Jaime
5
TOMO II.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
66
Tan conocidas iban siendo yá las costas
meridionales del África, que no es fácil enumerar las expediciones que á la fama de sus
riquezas allí se dirigian .
Se dice que los normandos se establecieron en
rías,
Guinea, fundando extensas
facto-
y levantando fortalezas , como consta
de tratos y convenios entre los armadores y
marinos de Rouen y
además, que
Dieppe.
en noviembre
navios salieron de
sabe,
esta última ciudad,
dejando atrás las islas
zaron hasta
(1 ) Se
de 1364 dos
Canarias , se
Boulombel,
llamado
y
avan-
despues
en
septiembre de
1365 algunos comerciantes
de Rouen, aso-
Sierra Leona; (2) y que
ciados á otros de Dieppe, aparejaron cuatro navios para seguir explorando aquella
Ferrer) , salió de la ciudad de los Mallorquines en una Galeaza , el dia de la fiesta de San Lorenzo , que es el 10 de
agosto del año del Señor de 1346 , con el obgeto de ir á
Rio de Oro , sin que despues se hayan recibido noticias de
dicha nave . Este rio por su longitud se llama Vadamel, y
tambien del Oro , porque en él se recojen pajuelas del mismo metal. Los pueblos que habitan aquellas regiones , se
ocupan en recoger el oro del Rio , que tiene una legua de
largo, con la profundidad necesaria para fondear los mayores buques ( 1) Véanse las obras siguientes:
-Recherches sur les Voyages et deconvertes des navigateurs normands en Afrique par Mr. Estancelin , p . 7 y 14 .
-Hist. des anciennes villes de France par Mr. Vitet.Dieppe , t . 2. , p.ª 1 á 36 .
(2) Relation de Costes d'Afrique etc. , par Villault de
Bellefond p. 410 .
67
LIBRO TERCERO
costa, y buscar nuevos mercados , de cuyo
viage trajeron á Europa un cargamento de
marfil, y algunas cantidades no despreciables de polvo
de
oro. (1)
Con estas ventajas las
repetian, y de
expediciones
se
este movimiento marítimo
resultaba un conocimiento más exacto del
archipiélago , que necesariamente servia de
punto de recalada á
atreverse
aún á
los buques ,
por
no
separarse mucho del con-
tinente .
Todavia
podríamos
aducir otra prueba
ménos dudosa de que el grupo
afortuna-
do era perfectamente conocido en las principales naciones de
Europa,
estudiando el
texto de la Bula que el Papa
dirigió
á
Urbano V
los Obispos de Barcelona y Tor-
tosa, recomendándoles
acelerasen el
viage
de algunos misioneros, que deseaban trasladarse á estas islas,
cia el
y en cuya Bula de-
Pontífice :-Que sus
amados
hijos
Beltran de Marmando y Pedro de Estrada le habian informado como en Canaria
y demás islas
adyacentes , llamadas Fortu-
nadas , habia gente de uno y otro sexo, que
no teniendo más ley ni secta que
ración del
(1 )
Sol y de la
La misma obra , p . 415,
Luna,
la
ado-
seria muy
68
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
fácil reducirla á la fé de Cristo por medio de la predicación
bra.
Que algunos
y clérigos seculares ,
de la
misma
de su divina
encendidos en
cristiana fé, y
la misericordia
pala-
mendicantes
religiosos
el celo
confiando en
Omnipotente,
de Dios
taban aparejados para navegar
es-
á aquellas
predicarla y convertir á sus
islas , á fin
de
moradores ,
si fuese del agrado del Papa y
de la Santa Sede .— (1 )
Se asegura
que esta
Bula,
Vitervo el 2 de septiembre
solicitada por algunos á
de
fechada
en
1369 ,
fué
quienes cartas ó
noticias recibidas de la Gran-Canaria , presentaban
como empresa fácil la sumisión
de esta isla á la fé de Cristo .
(1)
Oder. Rayn. an. 1369, n . 14.
69
LIBRO TERCERO .
X.
GALLEGOS Y ANDALUCES .
El viage de Alvaro Guerra,
aunque poco
fructuoso , despertó en algunos mercaderes
el deseo de asociarse, y enviar nuevas expediciones que estudiasen mejor el país, y
explotaran con ciertas precauciones sus productos .
Nuestras crónicas aseguran (1) , que en el
año de 1360 dos buques mallorquines aportaron á la Gran-Canaria, y entablaron pacíficos tratos con sus moradores , habiendo llegado la confianza de éstos hasta permitir
que
se levantasen dos humildes Ermitas,
una al naciente en los arenales del puerto
de las Isletas , bajo la advocación de Santa
Catalina, y otra al poniente en la aldea lla( 1 ) Abreu Gal . , p . 22. - Castillo . p . 17. - Este último
historiador es el que fija la fecha que damos en el texto .
70
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mada despues de San Nicolás , dedicada al
Santo del mismo nombre,
en cuyas Ermi-
tas colocaron unas imágenes,
que ellos tos-
camente labraron . (1)
Algunos años más adelante naufragó en
la misma isla de Gran-Canaria, junto al barranco llamado Niginiguada , un buque español que iba de S. Lúcar á los puertos de
Galicia, y al cual mares contrarios y vientos borrascosos arrastraron á estas
latitu-
des . De los treinta y seis hombres de que se
componía la tripulación, perecieron ahogados veinte y tres , salvándose trece, que fueron cariñosamente recibidos por el Guanarteme ó soberano de la isla, inclinado á tratarlos favorablemente , por el grato recuer
do de la expedición anterior . Capitaneaba
el buque Francisco López que fué uno de
los ahogados . (2)
(1 ) Estas noticias no tienen ningun fundamento sério ,
pues si bien es cierto , que el Sr. Ob . D. Fernando Suarez de Figueroa mandó enterrar unas imágenes, que estabau en dichas ermitas , porque su mala construcción distraia la piedad de los fieles , no hay razones para creer tu
viesen tan remoto origen , debiendo principalmente recordar ,
que ni Bethencourt, Rejon ni Vera encontraron en pić
esos oratorios .
(2) Castillo nos ha conservado el nombre de algunos de
estos náufragos , aunque sin citar la fuente de donde toma
esas noticias. Llamábanse , Andrés Suarez , Juan Romero ,
Andrés Galindo , Juan Hernandez , Ignacio de Fuentes ,
Antonio Lopez y Francisco Tellez de Sevilla , hermano del
capitan .
Descrip. hist , p . 30. - 1848 .
71
LIBRO TERCERO.
Los náufragos despues de ser regalados
con carne asada , miel y gófio (harina de cebada) , fueron puestos en
libertad , y distri-
buidos por toda la isla,
dedicándose á la-
brar cuevas, fabricar casas, doctrinar secretamente
á varios jóvenes en los misterios
de la religión y bautizarlos luego . Así estuvieron once
años , hasta que,
los Canarios
con las frecuentes
exasperados
piraterías
de que eran víctimas , y suponiendo , no sin
alguna razón, que estos ataques provenian
de ocultos avisos enviados por los españoles , siempre que tenian ocasión oportuna, los
redujeron á
prisión un día, en unión de
cuatro guipuzcoanos
Sevilla,
y
que por causas
tres naturales
fortuitas
de
estaban
tambien en la isla, y reunidos en consejo
deliberaron
matarlos, arrojando á dos
ellos, que parece eran frailes,
de
á la sima de
Jinámar, profundidad sin fondo
conocido ,
respiradero de algun apagado volcan . (1)
(1 ) Grande es la divergencia de opiniones que se observa en nuestros cronistas al narrar este suceso . Abreu
Galindo hace de las dos expediciones una . Castillo confunde là de 1380 con la de 1382 , y luego afirma , que las noticias referidas fueron las que dió á Gadifer de la Salle un
muchacho que llegó á nado á su navío, segun nos refiere la
Crónica de Bethencourt (cap . 32 , p . 66 ) Galindo atribuye
la muerte de los cristianos á la pérdida de las cosechas y á
una enfermedad pestilencial , añadiendo en seguida: « que con
la conversacion habian tomado alguna licencia demasiada ,
odiosa y aborrecible á los Canarios , » Lo cual comenta Vie-
72
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
En 1377 un noble vizcaino llamado Mar-
tin Ruiz de Avendaño,
capitán de una es-
cuadrilla que vigilaba las costas de Galicia
y el canal de la Mancha , llegó con el navío
que mandaba
á Lanzarote,
los temporales . Reinaba
lla isla Zonzámas ,
arrastrado por
entonces en aque-
casado con la hermosa
Fáina . Recibido el español con el mayor cariño por aquelles sencillos
insulares , se de-
algún tiempo
en el país , dejando al
marcharse la duda
de si una blanca niña,
tuvo
nacida después como hija de Zonzámas, tuviese un orígen menos legítimo . (1)
Llevado también por los vientos , arribó
á las Canarias en 1386 otro capitán español
natural de Galicia, llamado D. Fernando de
Ormel, conde de Ureña , que recorria con
algunos buques las costas
occidentales de
España . Habiendo descubierto la Gomera,
ancló en el puerto de Hipare , y desembarcó con los suyos , despues de sostener una
sangrienta lucha con una tropa de isleños,
mandada por el hermano del Rey de la isla .
Éste, que se llamaba Amalahuige, al saber
la llegada á sus Estados de un buque ex-
ra diciendo: « es menester sospechar, que los vicios de aque
llos cristianos fueron mayores que sus virtudes . » -T . 1.º,
p. 274.
( 1 ) Ab . Gal . , p . 34 .
73
LIBRO TERCERO.
trangero, acudió con mayor número de gente al sitio del combate, y bloqueando el cerro de Argodey, donde se habian
rado los españoles ,
atrinche-
les obligó á rendirse.
Generoso como todos los canarios , el
Rey
Amalahuige perdonó á sus injustos agresores , y hasta olvidó la pérdida de su hermano, muerto valerosamente en la refriega, regalando á los
extrangeros durante muchos
dias, permitiéndoles reembarcarse libremente, y aceptando, dicen, la ceremonia del bautismo . El Conde de Ureña obsequió al Rey
con vestidos y armas , y dejó en la isla á su
capellán, para que continuára la
obra de
conversión, inaugurada felizmente,
aún en
medio de una agresión tan sangrienta como
injustificada . (1)
En junio de 1393, refiere otro historiador (2), se apareció una escuadrilla de seis
buques
españoles
Gran Canaria,
sobre las
costas de la
y despues de reconocer la
isla, fondeó enfrente de la entrada del barranco de Telde . Colocadas en buen órden
( 1 ) Ab . Gal , p . 43. Este autor , al referirnos ese suceso , nos habla de dos expediciones, una ejecutada por D.
Fernando Orimel , Conde de Ureu , y otra por D. Fernando de Castro , ambos gallegos . Viera resuelve la cuestión ,
aunque sin citar otra autoridad que la de Ab . Gal . , suponiendo fueran ambas expediciones una , y dando al gefe los
dos apellidos de Ormel y Castro .
(2) Marin y Cubas . L. 1 , °, cap . 3.º, mss .
74
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
sus lanchas , desembarcó su gente en son de
guerra sobre aquella playa, dirigiéndose al
Distrito de Jinámar, para salir al encuentro
de los isleños , que se habian retirado y hecho fuertes en un bosque de olivos silvestres, que cubria las faldas de las montañas
por donde, hácia el
valle .
poniente, se cerraba el
Nuestro autor añade, que buscando un
soldado castellano una senda que le condujese á la playa , yendo á pié con espada y
rodela, descubrió el mar desde lo alto de un
collado , y vió que la escuadrilla acudia á toda vela á protejer á los suyos ; entonces , como se viera acosado de cerca por los canarios , no teniendo medio alguno de defensa,
se lanzó desde una altura de mas de 400
brazas al mar, y cayendo sobre su rodela , en
dos braceadas se fué á su navío . De ahí viene, añade Marin y Cubas, que refiere este
cuento, el nombre que aun conserva aquel
sitio , de salto del Castellano.
Esa misma expedición, según dicho cronista,
fué la
Lanzarote,
isla,
Tingua-faya,
de sus vasallos ,
bras,
que,
aprisionó
á
cayendo
luego
al
Rey
su
esposa
de
y
con gran cantidad
sobre
aquella
á
160
de ca-
cuero y sebo, y rica con esta presa
regresó á Sevilla de donde los buques ha-
75
LIBRO TERCERO
bian salido . (1)
Otros autores colocan esta expedición en
1399 , dándole por jefe á
Gonzalo
Peraza
Martel, señor de Almonaster, con cinco navíos tripulados por andaluces y otros aventureros
de
Vizcaya y
Guipúzcoa,
licencia y beneplácito de Enrique
prévia
III
(2),
añadiendo algunos, que los expedicionarios
no se atrevieron á desembarcar
en
Teneri-
fe, porque estaba el Teide en erupción .
(1 ) En la Crónica de Don Enrique III . ( Bib . de Autores Españoles , t. 66, p . 214) se dice lo siguiente:
-En este año , estando el Rey en Madrid , ovo nuevas como algunas gentes de Sevilla é de la costa de Vizcaya é de
Guipúzcua armaron algunos navios en Sevilla , é levaron caballos en ellos é pasaron a las islas que son llamadas Canarias , como quier que hayan otros nombres, é anduvieron
en la mar fasta que las bien sopieron . E dixeron que fallaran la isla de Lancarote , junta con otra isla que dicen la
Graciosa , é que duraba esta isla en luengo doce leguas .
Otrosi la isla de Forteventura , que dura veinte é cinco leguas. Otrosi la isla de Canaria la grande , que dura veinte é
dos leguas en luengo é ocho en ancho . Otrosi la isla del
Infierno , que dura veinte é dos leguas en luengo , é mucho
ancho . Otrosi la isla de la Gomera, que dura ocho leguas ,
é es redonda. E á diez leguas de la Gomera ay dos islas , la
una dicen del Fierro é fa otra de la Palma . E los marineros
salieron en la isla de Lanzarote é tomaron el Rey é la Reina
de la isla, con ciento é sesenta personas, en un lugar é trajeron otros muchos de los moradores de la dicha isla , é muchos cueros de cabrones , é cera, é ovieron muy grand pró
los que allá fueron . E enviaron á decir al Rey lo que alli fallaron, é como eran aquellas islas ligeras de conquistar, si
la su merced fuese , é á poca costa . »
(2 ) Véase Viera, t. 1.º, p . 279. -Mariana , Hist . Gen.
de España , lib . 16 , c . 14. - Gomara , Hist. G. de las Indias ,
c. 223. -Zurita , Anales , lib . 20 , cap . 39 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
76
Si hemos de dar crédito á Marin
y Cu-
bas (1), parece que los mallorquines
llega-
ron á poseer en la Gran-Canaria algunos
puertos escogidos para
su comercio . En la
rada de las isletas habian conseguido levantar una casa fuerte
con el nombre de Er-
mita de Santa Catalina , segun
timos , construida de
antes adver-
gruesas y altas pare-
des; y en Arguineguin poseian
una cueva;
que la tradición consagraba al recuerdo de
San Avito. Al oeste, cerca del monte
ma, se alzaba tambien
Tir-
otra pequeña Igle-
sia, parte de cueva y parte de sillería; y por
último en Gaete (Agaete), que se supone recibió este nombre de los italianos , se
veía
otra casa fuerte, llamada por ellos mismos.
Roma, defendida con fosos y saeteras ,
que
solo por traición podia ser tomada . (2)
Otras
expediciones pudiéramos
aun ci-
tar, pero de tan incierta fecha, y con
por-
menores tan exiguos y contradictorios , que
en vez de ilustrar la historia , la anublan y
oscurecen. Cerremos , pues, aquí el estéril período
del siglo
XIV, y entremos de
lleno
(1 ) Marin y Cubas. Parte 4." , cap. 3.º
( 2) Mario y Cubas no cita las fuentes de donde tomó
estas y otras peregrinas noticias que nos dá en su obra,
porque la tradición que invoca , conservada cerca de siglo y
medio por gentes rudas é ignorantes , no merece confianza
al historiador .
77
LIBRO TERCERO .
en
ese otro fecundo siglo , el XV,
que
se
abre con la conquista definitiva del archipiélago,
durante
cuya brillante época los
documentos principian
á reunir todas
las
condiciones de precisión
y veracidad ,
que
llevan á la mente del historiador la certeza
de los hechos recogidos , bajo cuyas sólidas
bases
se van
desarrollando
mientos , y brotando
ducciones
lógicas ,
los
aconteci-
naturalmente las de-
que de
ellos
se
des-
prenden.
Pero antes de dar principio á esa
narra-
ción, cumple á nuestro propósito , presentar
un cuadro del estado
social y político
país donde han de tener lugar los
sos de su
conquista y
del
suce-
colonización , tarea
que emprenderemos en el libro que sigue.
LIBRO CUARTO .
LOS ABORÍGENES
I.
ETIMOLOGÍA DE LOS NOMBRES DE LAS ISLAS .
Ya hemos visto en el curso de esta historia, como
la antigüedad , creyendo que el
paraiso prometido á las almas se hallaba en
algún lugar delicioso y apartado de este planeta, fijó su situación en los confines del
mundo entonces
conocido ,
aceptando
las
maravillosas leyendas de los navegantes, y
dotándole con el significativo nombre de tierra afortunada.
Las islas canarias, colocadas en una de
las más favorecidas latitudes del Globo , envueltas en el misterio de lo desconocido , y
rodeadas de un Océano de ignorados límites,
80
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
fueron desde luego designadas como el lugar
escogido por los Dioses para que las almas
de los justos gozaran de esa eterna felicidad
prometida á sus virtudes.
Este fué, pues, el primer nombre que se
dió al archipiélago ,
recibiendo después el
de Campos Elíseos , mansión de los Bienaventurados, Paraiso
de los
elegidos , Islas
felices, y otros análogos . (1 )
Cuando los progresos de la navegación,
rompieron el círculo en que mágicamente se
ocultaba el asiento de las Afortunadas, cada
isla fué designada por un
que varió segun el
nombre especial,
capricho de los geógra-
fos , ó el de los viageros que las iban dando
á conocer .
Atlántidas tambión se apellidaron, por el
recuerdo de la
fábula de las hijas del Rey
Atlas ; y Hespérides , por aquellas
seis don-
cellas , que guardaban el jardín de las manzanas de oro, salvadas por Hércules de las
piraterías de Busiris .
(1) Homerus campos Elysios ad insulas Fortunatas esse
testatur his versibus (563 al 568 , Lib . 4 de la Odisea) . Comentario al v . 640 del Lib . 6.º de la Eneida , en la Ed . de
Virgilio de Burmanno . Amstel . 1746.
Insulæ fortunatæ... quasque ait Sallustius fragm . incert.
inclytas esse Homeri carminibus .
Com . al v. 735 del Lib . 5 de la Eneida, p . 689 del t . 2.º
de la Ed . de Burmanno .
Segun afirma S. Bochart la etimologia de Eliseos , viene
de la voz hebrea Alizuth , que significa placer ó alegria.
81
LIBRO CUARTO .
Parece fuera de toda duda, que
á la isla
de Canaria se le dió siempre el nombre que
hoy lleva, extendiéndose luego esta denominación á todo el grupo .
Plinio y Estacio Seboso fueron los primeros que la llamaron asi , haciendo derivar
su nombre de los grandes canes que en ella
se encontraron , al tiempo de la famosa expedición de Juba, y de cuyos animales llevaron dos al rey de la Mauritania . (1)
Esta etimología, aceptada por todos los autores que posteriormente comentaron aquel
viage, ha encontrado despues sérios impugnadores .
Indudable es que en Canaria no hubo perros de extraordinaria corpulencia, pues los
capellanes é historiógrafos de Bethencourt,
al describir esta isla, dicen expresamente :<hay en ella cerdos , cabras y ovejas , y perros salvajes,
son pequeños . »
que parecen lobos , aunque
( 2)
Teniendo en cuenta éstas y otras juiciosas observaciones ,
han
aparecido
algunas
nuevas etimologías , que vamos brevemente
á exponer .
(1 ) Proximam ei Canariam vocari a multitudine canum
ingentis magnitudinis .
Plinio, lib . 6.º , cap . 32 .
(2) Le Canarien , cap . 69 , p. 129 .
6
TOM. II.
2
82
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Asegura Plinio, que en las vertientes oc-
cidentales del Atlas existían unos pueblos
llamados Canarios, (1) y tal vez por esta
causa llamára Ptolomeo al Cabo Bojador ,
Caunaria extrema . Pero, ¿procedian estos
nombres del que primitivamente se habia
dado á la isla de Canaria , ó por el contrario , era la isla la que prestaba su nombre á
aquellos pueblos y al promontorio africano?
Sea como fuere, no debe olvidarse esta curiosa identidad por la correlación que entre
si guardan ambas designaciones .
Suponen otros, que el euforbio canariense, férula de los Latinos , ó caña amarga, conocido de Juba, que escribió un tratado sobre este vegetal , dándole aquel nombre, como recuerdo de su médico Euforbio , fué el
que prestó su denominación á la Gran-Canaria, haciéndola derivar de Canna. Tomás
Nichols, que escribía en 1526 , dá por verosímil esta hipótesis , y añade á este propósito : (2)- « He oido decir á sus antiguos habitantes , que era asi
llamada (Canaria), por
cierta caña de cuatro faces, que crece
en
abundancia en el país, de la cual se extrae
( 1 ) «Canarii , Africa populi sunt circa Atlantem . »
>
Plinio, lib . 5.º
(2) Traicte de la Navigation , p . 221. París, 1629 .
Hackluyt. Part . 2. , t . 2. °, p . 3.
LIBRO CUARTO .
83
una leche, que es un veneno muy peligroso. >>- (1 )
Citaremos,
aunque destituidas
de todo
(1 ) Véase en apoyo de esta opinión , lo que encontramos en la sesión de la Academia de las inscripciones y bellas artes de Francia , del viernes 3 de septiembre de 1875 .
-Mr. Derembourg leyó una nota sobre una inscripcion
neo-púnica de Cherchell . Esta inscripcion ha sido descubierta en febrero de 1875. en un campo , camino de Tenez ,
cerca de Cherchell . Indicada por Mr. Schmitter, ha sido
adquirida la piedra donde se halla por el Louvre , en donde
Mr. Derembourg ha podido estudiarla . La inscripcion está
grabada en mármol blanco , y se compone de seis líneas
muy bien conservadas , salvo un sitio del sexto renglon , en
el que algunas letras han desaparecido por efecto de un choque con otra piedra .
Esta inscripcion es curiosa por más de un concepto , y su
traduccion hecha por Mr. Derembourg , es como sigue :«Un recuerdo durable á la muger buena é inteligente . Este
monumento lo ha erigido Bosch , hija de Abdeschmoum ,
hijo de Azrouba'al á su madre á causa de su afliccion , despues que hubiese hecho (ya antes ) un signo para los vivos
el marido de ella Azrouba ' al el jóven . Ella ha marchado ,
Hodba'al , hija de Schaklan , su madre, para someterse durante cincuenta años , sobre la Isla de Hoschbar , à la purificacion prescrita , y se ha guardado de ver las aguas de
la Caña, y de la isla de Dara, à fin de conservarse feliz ,
como tambien ella lo ha sido en recompensa de la perfeccion de su obra, ella que se ha dormido á la edad de ochenta años . »—
Mr. Derembourg explica cada palabra del texto original
en esta forma:
Hoschbar, es Kasperia , una de las islas afortunadas , y
las aguas de la Caña , ó más bien aguas de Kana (Kana
significa caña) indican la Isla de Canaria , que ha dado más
tarde nombre al Archipiélago . Dará, á su vez , no es una
Isla , sino un arroyo ó riachuelo , Doradae , que desemboca
frente á la Isla de Canaria . Parece que el primitivo autor
de la inscripcion ha confundido estos dos nombres . El significado de las ceremonias á que se hace alusion , solo puede conjeturarse . Supónese desde luego , que la finada se ha
distinguido por una vida de piedad y buenas obras ,
84
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
fundamento, las opiniones de aquellos que
han pretendido encontrar la raiz de la voz
Canaria en dos supuestos hijos de Noé, llamados Crano y Crana, ó en la de Cananeos ,
que al ser derrotados
llegaron en su fuga
hasta estas islas . (1)
Tampoco nos detendremos en refutar la
hipótesis
inaceptable
de
suponer,
que
el
nombre de esa misma isla proviene de la
unión de las voces Cananeo y Aria, porque
no creemos que estas palabras pudieran haber sido enlazadas , en la acepción que hoy
pretendemos darles, por aquellos
primiti
vos indígenas que poblaron esta parte del
archipiélago , aún suponiendo que hubiesen
tenido ese común orígen . (2)
Quedan, por tanto,
como hipótesis pro-
bables, la de aquellos
que, apoyados en la
autoridad de Plinio, encuentran la etimología de Canaria, en la voz latina Canis ; la
que la hace derivar de los pueblos del Atlas
llamados Canarii , y la que afirma que viene
de Canna, por haberse denominado asi el
Euforbio, que crece espontáneamente en su
suelo .
(1 ) Nuñez de la Peña . Lib . 1.º, cap . 2 , p. 15.
Viana . Canto 1.º, P, 17 .
Calmet. Disert. t. 9 0, p . 2 .
(2) Los aborigenes de Canarias , por D. Cárlos Pizarroso, p. 48. - Sta. Cruz . - Imp . Isleña . - 1880 .
LIBRO CUARTO .
85
La isla de Canaria era apellidada por sus
primitivos habitantes Tamarán ó Tamerán ,
lo que parece significar en su
idioma , país
de valientes. (1 ) Desde las primeras entradas
de Bethencourt , y aún antes , se la designaba tambien con el calificativo de Grande,
que en la crónica francesa vá unido siempre al de Canaria, tal vez para no confundirla con las demás islas , á las cuales desde
entónces prestaba ella su nombre. (2)
No existe la misma vacilación y oscuridad respecto á la etimología de la palabra
Lanzarote.
Las repúblicas italianas de la Edad media, que encontraban, como ya
hemos di-
cho, un venero de riqueza inagotable en el
comercio marítimo , enviaban con frecuencia
expediciones armadas á
aquellos
remotos
( 1 ) Osuna . Comp . de la Hist . de Canarias , p . 49. La
palabra Tamerán nos recuerda el Tamahou , voz con que los
Egipcios designaban á los habitantes de la Libia .
(2) La grant Canare contient XX lyeues de lonc et xij
de large; et est en maniere de herche, et compte l' en douze lieues de la grant Canare iusquez en l'ille d'Erbanne ,
et est la plus renommée de toutes les autres illes qui y
sont.
Le Canarien , p . 127.
A este propósito dice el P. Ab . Galindo (p . 40) , despues de referir la derrota de Bethencourt en las playas de
Arguineguin: «En esra jornada, que fué año 1405 , dió
Betancor á esta isla de Canaria el epiteto y nombre de
grande y le dura hasta hoy. » —
La Crónica nada nos diee , é ignoramos en donde recogió Galindo esta noticia .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
86
paises, apenas explorados , que la fama dotaba de aromas preciosos , de materias tintoreas y de oro en polvo , expediciones que,
á su regreso, realizaban fabulosas ganancias .
Debido á esta política mercantil , el grupo
afortunado fué reconocido desde los siglos
XII y XIII, como favorable al comercio del
palo de tinte y á la orchilla, tan estimada
como sustancia tintórea.
Desde el año de 1275 sé asegura, como
ya antes hemos consignado , que un noble
genovés llamado Lanciloto
Maloxeló, visi-
taba con ese objeto aquella isla , la primera
que viniendo de Europa se encuentra en
esa latitud, y que en sus playas construyó
una fortaleza. En comprobación de la autenticidad de este viage , se citan todos los
mapas de los siglos XIV y XV, en los cuales se observa siempre, junto á la palabra
Insula de Lanzaroto , el apelativo de Maloxelo , Maloxeli , Marogelo ó Maroxello , y debajo el escudo de armas de la república de Génova. (1)
(1) Petrarca nos dice :
-Eó siquidem patrum memoria Januensium armata classis penetravit .
De vita sol. Lib . 2.º , sect . 6.ª , cap . 3.º , p. 277 .
En la famosa Crónica de Azurara hay un capitan llamado
Lanzarote . Pag. 105 .
87
LIBRO CUARTO .
Los mismos capellanes de Bethencourt
se encargan de desvanecer hasta la menor
sombra de duda, cuando dicen en su crónica:
tiguo
Habia en la isla de Lanzarote un anticastillo ,
bia construido
que Lancelot Maloesel
en
otro
tiempo ,
según
hase
dice.-- (1)
Los indígenas daban á esta isla el nombre de Tite-roigatra, palabra cuyo verdadero significado no ha sido posible averiguar
(2); apesar de que Marin y Cubas afirma, .
que Tite es el nombre de un pueblo situado
en África, entre Mazagan y Mámora , y que
de ahí se deriva aquella voz. (3)
Con lo dicho desaparecen las ridículas suposiciones de los que han pretendido encontrar la etimología del nombre de esta isla
en la palabra francesa Lanzot, (4) ó en la
española de Lanza-rota . (5) El mismo Marin
y Cubas, en su obra inédita sobre el descubrimiento y conquista de estas islas , nos
afirma que tambien era llamada por sus naturales Toicusa.
Los capellanes é historiadores de Bethen-
(1 )
(2)
(3)
13 .
(4)
(5)
Le Canarien . Cap . 32 , p . 50. Edición de 1874 .
Le Canarien , p . 134 .
Hist. de las siete islas de Canaria . Ms. P. 1. * , cap .
Viana . Canto 2.º , p . 38 .
Nebrija . Lib . 2.º, Dec. 2. , cap . 1.º
88
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
court, al ocuparse de Fuerteventura , la designan con el nombre de Albania y Fuerteventura, constando del átlas catalan, que yá
desde el siglo XIV se le conocia con este
último nombre . ¿Cuál pudo ser su orígen?
Natural es suponer, que algún naufragio ú
otra fuerte ó temible aventura, dió lugar á
que los navegantes la apellidasen de ese
modo.
Asegura Jorge Glass , que los franceses
?
llamaban á esta
isla Fortuite; pero ello es
lo cierto, que en la crónica de Bethencourt
no se encuentra esa palabra . Con el nombre de
Erbania la designaban los indíge-
nas de la
Gran-Canaria, según
la
crónica nos refiere (1), siéndonos
misma
descono-
cido el significado de esa voz del dialecto isleño , aunque
sospechamos hiciera referen-
cia al aspecto nebuloso y fantástico con que
aquella
se les aparecia,
horizonte
cuando
El islote Lobos se encuentra
catalan con la denominación
megi mari .
estaba el
despejado .
en el átlas
de Insula de
(2)
En ese mismo átlas se le dá á Tenerife el
nombre de Insula del Infierno por el temor
que infundia la erupción casi constante del
(1)
(2)
Le Canarien , p . 130 .
Le Canarien , p . 13 .
LIBRO CUARTO .
Teide en aquella época .
89
Prevaleció , sin em-
bargo, el de Tenerife, sobre cuya etimología
no están de acuerdo nuestros historiadores.
Unos aseguran que Tener significaba montaña, é Ife, blanco ; otros , al contrario, pretenden que Tener debe interpretarse por blanca
nieve, é Ife por monte
alto . ( 1 )
Aquellos
suponen la palabra derivada del dialecto tinerfeño ; éstos del dialecto palmense. Cuando á principios del siglo XV recorría sus
costas el Baron Normando ,
todavia, Isla del Infierno ;
era apellidada
(2) pero al descri-
birla en su crónica (3) le da tambien el nombre de
Tonerfiz, que parece una
inexacta
interpretación de Tener-ife.
Abreu Galindo nos afirma (4) que en
el
año en que escribia (1632 ), la llamaban aún
sus habitantes en su propia lengua y comun
hablar
Achinech .
Achi
era
el
prefijo que
usaban los isleños antes de los nombres propios, para indicar su filiación ,
y
nech nos
recuerda el nombre de Chiner ó Tiner, indudablemente el de la Tribu que habia poblado primitivamente la isla . Asi pues , no creemos desacertado suponer, que Atchi-nech
(1)
(2)
( 3)
(4)
Viana. Canto 1.º , p . 21 -Ab . Gal…. P. 190 .
Le Canarien , p . 104 .
Le Canarien , p . 123 .
Abreu Galindo , p . 190 .
90
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
pudiera traducirse por Pueblo ó Tribu de
Chinerf. Sabido es tambien, que Guan-nech
ó Guan-che significaba hijo de Tenerife , y
en esta voz volvemos á encontrar los componentes de Achi-nech ó Atchi-nerfe .
La Gomera se llamaba asi desde el siglo
XIII , y esa denominación se le ha conservado en el mapa de Jaime Ferrer, y en la Crónica
(1) ¿Quién le asignó
de Bethencourt.
ese nombre?
Bertherlot pretende (2) , que proviene de la
palabra Ghomerah ó Ghomarah con la que
era conocida la tribu bereber que habia poblado aquella isla en épocas desconocidas.
Viera (3) aventura la hipótesis de que se derivaba de la goma que daban sus numerosos
lentiscos ; y otros historiadores pretenden ,
que algún navegante español, llamado Gomez, le impuso su apellido . Todas estas suposiciones parecen verosímiles , sin que hoy
existan
datos suficientes para resolver la
cuestión en uno ú otro sentido .
La etimología de la Palma es todavia más
oscura. Afirman unos que los Mayorquines
le impusieron este nombre, como recuerdo
de la capital de las
Baleares ,
(1 ) Le Canarien , p . 68 .
(2 ) Etnografia, p . 225 .
(3) Noticias , t . 1. " , p. 55 .
y suponen
91
LIBRO CUARTO .
otros que se deriva de la antigua Planaria
de
Plinio, porque mirada desde alta mar
desaparecen sus
numerosas
quebradas , y
toma la figura de una elevada planicie . Sus
naturales la llamaron Benahoave , que significaba mi
tierra (1) , palabra que, según
nos asegura Bertherlot, trae
su orígen de
Beni-Haouarah (2) , esto es , de la tribu de los
Haouarithas , que á su juicio poblaron aquella isla .
La de las palmas, la apellidan los Capellanes de Bethencourt
(3);
numerosas palmeras que
¿seria
por las
cubrian sus va-
lles?
Réstanos
hablar
de
la etimología
del
Hierro, denominada desde el siglo XIV isla del
Fero . Suponen varios escritores que
esta palabra trae
terna ó fuente
país,
si bien
que sus
su
de
Héros ,
cis-
en el antiguo dialecto
del
Abreu Galindo
(4)
asegura ,
naturales la llamaban Eceró,
decir, fuerte, y que al
ñol,
raiz
se convirtió sin
traducirla al
esfuerzo
es
espa-
alguno en
Hierro . (5)
ww
w
(1 ) Abreu Galindo , p . 168 .
(2) Etnografia, p . 225 .
(3) Le Canarien , p . 70 .
(4) Abreu Galindo , p . 46 .
(5 ) Von Loeher (p . 123) asegura que Esceró viene de la
voz goda eisarn- (hierro) .
92
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Viera crée que
para darle este nombre
se tuvo en
cuenta
del país (1 ),
sin fijarse que en ese caso, to-
el aspecto ferruginoso
do el grupo hubiera merecido ese
califica-
Maestro Sarmiento (2)
preten-
tivo . El P.
de, que, llamándose
en
griego
la
Diosa
Juno, Hera, y en el dialecto jónico , Here ,
la Junonia menor de Plinio se
convirtió
en Hero, de donde con el tiempo se
tellanizó, adoptándose el
lleva . (3)
cas-
que actualmente
(1 ) Noticias, t. 1.º, p . 58.
(2) Demostración , apol . Disc . 18.
(3) Expondremos á continuación los nombres que se
dieron en la antigüedad á las Canarias y sus equivalencias ,
segun los autores que á continuación citamos :
Hierro Ombrion ó Pluvialia.
Palma -Junonia mayor .
Gomera-- Junonia menor.
Nuñez de la Peña. Tenerife- Nivaria
Canaria- Canaria ,
Fuerteventura- Planaria.
Lanzarote Capraria .
San Borondon- Aprósitus .
Hierro-Ombrion .
Palma - Junonia mayor
Gomera--Junonia menor .
Fr. José de Sosa .
Tenerife- Nivaria .
Canaria-Canaria.
Fuerteventura- Capraria.
Lanzarote Pluviaria.
Hierro Capraria .
Palma-Onibrion .
Gomera-Junonia .
Tenerife- Nivaria .
Berthelot.
Canaria -Canaria .
Fuerteventura
Lanzarote
-Purpurarias .
LIBRO CUARTO .
93
Esto es , resumiendo tan
opuestas conje-
turas , lo más notable que se afirma sobre
la
etimología de los nombres llevados hoy
por las
siete islas del grupo .
La cuestión no reviste á nuestro juicio
una importancia
con lo expuesto , se
sis que parezca
capital,
y
creemos que
podrá elegir la hipóte-
más
verosímil,
entre las
diversas que dejamos indicadas.
Osuna.
Chil.
Tenerife-Ningaria ó Nivaria.
Gomera- Junonia .
Palma-Aprósitus.
Hierro Hero .
Canaria- Canaria .
Fuerteventura- Capraria ó Casperia.
Lanzarote Pluitana.
Hierro-Junonia minor .
Palma-Ombrion .
Gomera-Junonia major.
Tenerife- Nivaria.
Canaria- Canaria.
Fuerteventura-Capraria.
Lanzarote y sus islotes- Purpurarias.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
94
II.
LA RAZA INDÍGENA .
Numerosas son las noticias que la antigüedad nos ha conservado
más ó ménos
sobre las islas
próximas al estrecho gadita-
no, y no es posible, racionalmente juzgando , como ya lo hemos demostrado , dudar
de
las Canarias
que
fueran conocidas
y
las naciones , que sucesiva-
visitadas
por
mente se
enseñorearon de la gran cuenca
marítima del Mediterráneo .
Sin
embargo,
no revisten
esas noticias
un carácter indubitado ,
sino cuando Juba ,
deseando ensanchar los límites occidentales
de su monarquía,
envió la
expedición ex-
ploradora, de que Plinio nos
Historia Natural, y que
habla en su
antes
hemos
ex-
tensamente comentado.
Al examinar
de nuevo ese curioso frag-
95
LIBRO CUARTO .
mento, de tan subido valor para la primitiva historia de estas islas,
que nada
observaremos ,
allí sobre los habitantes
se dice
que poblaban el grupo , al tiempo en
se verificaba
que
aquella excursión .
A pesar de tan extraño silencio , todo nos
induce á suponer, que las islas estaban habitadas en aquella época, como es fácil convencerse, estudiando la citada relación .
La primera isla que los enviados de Juba visitaron , se llamaba Ombrion, no ofrecia
vestigio alguno de edificios, pero tenia en la
cima de sus montañas un estanque. (1 ) De
estas palabras
se
deduce claramente , que
toda su
extensión,
recorrieron la isla
en
creyendo oportuno
consignar, que
no te-
en rigor no
prueba
nia edificios , lo
que
cual
careciese de habitantes, porque éstos
podian
vivir
en cuevas, como se observó
luego durante el
período
de la conquista .
Tampoco nos dice Plinio si
el estanque ó
lago era natural ó artificial,
circunstancia
que hubiera aclarado mucho nuestras dudas . Mas adelante añade, que en
mayor, nombre
Junonia
que daba á otra isla , exis-
tia un pequeño templo fabricado de piedra
(1 ) « Primam vocari Ombrion nullis aedifitiorum vesti
giis : habere in montibus stagnum ………»
96
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
y que
(1 ) en Canaria se descubrian restos
de edificios (2), lo cual sin duda alguna resuelve afirmativamente la cuestión , porque
es más lógico suponer, que aquellos que levantaron ese templo y esos edificios se
re-
fugiaran en los montes á la aproximación
de los Mauritanos , antes de dar por cierto ,
que los autores de esas construcciones hubiesen abandonado el país donde habian encontrado asilo .
Despues de Plinio nos hallamos á la distancia de diez siglos con el viage del árabe
Ben Farrouck, en cuya relación nos habla
éste con claridad y precisión de los habitantes del archipiélago, deteniéndose en describirnos el estado de cultura de la Gran-Canaria, y asegurándanos que en esta isla existia un gobierno constituido, con su Rey ó
Guanarteme á la cabeza, sus Guaires ó Consejeros , como cámara consultiva, un pueblo
agrupado en caseríos, una morada fastuosa, aunque rústica, para el Jefe del Estado,
costumbres dulces y patriarcales ,
que per-
mitian recibir con cariño á los extranjeros
y entablar con ellos negociaciones , por decirlo asi,
internacionales ; una civilización
(1) «Alteram insulam Junoniam apellari , in ea aedicu .
lam esse tamtum lapide exstructam .>>
(2) ... apparentque ibi vestigia aedificiorum .
97
LIBRO CUARTO .
relativamente avanzada ,
série
fin,
que revelaba una
no interrumpida de progresos ; y en
como inmediata consecuencia de
esta
sociabilidad , una permanencia secular en el
suelo , necesaria para la realización de aquellos adelantos .
Despues de este dudoso viage se nos presenta el de Angiolino del Tegghia, que es
aun de mayor importancia, por las exactas
observaciones
que en él se consignan, res-
pecto á las cualidades físicas de los isleños ,
y por su indubitada autenticidad .
Dícenos, en efecto, que los cuatro prisioneros recogidos en las playas de la GranCanaria , tenian hermosas facciones, que sus
cabellos
eran
largos y rojos ,
ó
con
más
exactitud , de un rubio dorado , y que su estatura no excedia de la de los europeos, siendo membrudos,
muy
atrevidos y vigoro-
sos. (1)
Añade el piloto, á quien debemos estas
noticias , que en su mayoria andaban desnudos los indígenas , pues solo algunos vestian toneletes de pieles de cabra ó tejidos
de junco ó palma , pintados de amarillo y
(1 ) Quatuor vero homines, qui portati sunt, aetate imberbes , decora facie… sunt autem incircumcisi et crines habent longos et flavos usque ad umbilicum ... magnitudinem
vero nostram non excedunt ; membruti satis audaces et fortes, et magni intellectus, ut comprehendi potest.
7
TOM. II.
98
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
rojo, cuya última observación creemos debe
referirse solamente á los hijos de la GranCanaria.
Su lenguage era vivo y dulce co-
mo el italiano , su canto
suave,
y su baile
muy semejante al de los franceses . (1)
Tales eran los canarios al mediar el siglo
XIV .
Veamos ahora como eran descritos
por los capellanes
de Bethencourt, al
principio el siglo
XV.
« Id
por
dar
todo el
mundo, dicen éstos (2), y no encontrareis en
parte alguna gente mas hermosa ni mejor
formada, que la que se halla en estas islas,
asi hombres como mugeres , siendo grande
su entendimiento , si tuvieran enseñanza . »
Y hablando de la conquista
añaden: (3 )
de Erbania,
« Monseñor ha encontrado en
esta isla gente de gran estatura, fuertes , y
muy firmes en su ley . » - Respecto de los
herreños cuentan , que
« hombres y muge-
res eran gentes muy hermosas . »-Y lo mismo repetian de los habitantes de la Palma
(4),
añadiendo
que alcanzaban larga vida .
De Tenerife decian- « que era numerosa su
población ,
y que los isleños eran los más
(1) «Cantant dulciter, et fere more gallico tripud'ant, ridentes sunt et al acres, et satis domestici , ultra quam sint
multi ex hispanis . >>
(2) Le Canarien , cap . LVIII .
(3 ) Le Canarien , cap . LXI.
(4) Le Canarien, p. 120
C
LIBRO CUARTO.
99
atrevidos del archipiélago. » (1) Respecto á
los de Gran Canaria, que era entonces la
isla mas visitada, manifiestan lo siguiente:
- «Las gentes que la pueblan son en gran
número y se llaman nobles .... andan desnudos , cubiertos solo con un tonelete de hojas
de palma, y en su mayor parte tienen sus
carnes labradas con diferentes dibujos , según el capricho y gusto de cada uno; llevan
el cabello sujeto por la espalda á manera
de trenzas ; los hombres son gallardos y bien
formados , y las mugeres muy hermosas, cubriendo con pieles sus partes deshonestas .
(2)
man,
Por último, respecto á Lanzarote afirque
« sus habitantes andaban des-
nudos y cubiertos solo con un delantal , que
les caia de la espalda á la rodilla, sin avergonzarse de su desnudez; que las mugeres
eran por el contrario muy honestas y hermosas , vestidas con una hopalanda de pieles, que les caia hasta el suelo . >> (3)
Examinando ahora lo que Cadamosto y
Azurara nos refieren , con relación á las cualidades físicas y morales de los isleños , observaremos que el primero, en su viage emprendido en 1455 , habla de este modo: -
(1 ) Le Canarien , p . 124 .
(2) Le Canarien , p . 127 .
(3) Le Canarien , p . 134.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
100
<«< Los canarios son astutos y vivos , corren y
saltan en medio de rocas inaccesibles Ꭹ de
peligrosos precipicios, con la ligereza de cabras, excediendo á todo lo creible .... el vigor
de sus brazos es tal , que algunos golpes son
suficientes para romper un
escudo en mil
pedazos .... tanto los hombres como las mugeres
tienen
la costumbre
de pintarse
el
cuerpo con el jugo de hierbas de diversos
colores , verde , rojo y amarillo .... » (1 ) Y hablando especialmente de los
añade
de
Tenerife
« Se hallan siempre en guerra, ma-
tándose como fieras . Andan desnudos , exepto algunos que se cubren con pieles . Se untan el cuerpo con grasa de macho cabrío,
mezclado con el jugo de ciertas hierbas . No
construyen casas , sino viven en las cuevas
situadas en los montes . Adoran el Sol , la
Luna, las Estrellas y otros diferentes objetos . Toman cuantas mugeres quieren , pero
no tocan á su esposa sino despues de pasar
la primera noche con su señor . » — (2)
Azurara nos refiere que
« Los isleños de
la Gran-Canaria son entendidos
y
valien-
tes, aunque poco leales y defienden bien
(1 ) Delle sette isole delle Canarie e delli loro costumi. Pág. 98 .
(2) Op . cit .
101
LIBRO CUARTO .
su tierra ( 1 ), andan desnudos , excepto algu
nos que traen toneletes de palmas ... Los de
la Gomera desprecian el vestido y gozan
de las mugeres en común; y los de Tenerife
son fuertes y atrevidos Ꭹ
viven en cuevas ,
teniendo algún conocimiento de Dios . >>
Hernando del Pulgar, en su
célebre cró-
nica de los Reyes Católicos, consigna á este
propósito
Aquellas gentes eran muy agu-
das de su natura, é placíales saber y enten
der las cosas de nuestra fé.- (2)
Esto es lo más importante que,
respecto
la
historia ,
á los indígenas , nos
conserva
hasta el momento en que la conquista vino
á alterar radicalmente
de
sus condiciones
existencia y sus cualidades morales y físicas, al
contacto
de
otra raza y de otra
civilización .
Con ligeras diferencias , la población que
ocupaba cada una de
las
islas ,
al princi-
piar el siglo XV, se encontraba en el mismo
grado de cultura .
daban
casi
Todos los
desnudos ,
canarios
adornaban
su
anpiel
con dibujos , ó la teñian de diversos colores ; solo algunos individuos , más por adorno y distintivo, que por un sentimiento de
honestidad, usaban toneletes y delantales
(1 )
(2)
Azurara . Crónica, p . 376 y 377.
Biblioteca de A. A. Españoles , t . 70 , p . 331 .
102
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
de pieles, ó de tejidos de junco
ó
palma,
porque juzgamos que, hallándose al alcance de todos una manera tan sencilla
de cu-
brirse, y no siendo , sin embargo , su uso
general, sino, al contrario,
muy limitado ,
prueba que esto no era producido por ningún principio de moral, fijo y constante, si
no tan solo por esa vanidad infantil , que
con tanta frecuencia se manifiesta en el estado salvage de toda agrupación humana .
Su lenguage, como observaremos luego,
aunque al parecer diferente, tenia raices comunes, que probaban su anterior unidad .
Fuertes eran todos , ágiles y valientes; todos
tambien tenian jefes hereditarios
que los
gobernasen, y una organización político- social muy semejante entre si .
Sus usos y costumbres, sus ideas religiosas , sus enterramientos , sus armas , sus utensilios, sus tradiciones , nos revelan que , nacidos de un tronco común, y aislados luego
por especiales circunstancias, los indígenas
canarios eran oriundos de una misma raza.
Ahora bien: ¿cuál fué esa raza; de donde
vino; como llegó á las Canarias?
LIBRO CUARTO.
103
III.
ORÍGEN DE LOS PRIMITIVOS CANARIOS .
Sabido es, que, cuando llegó el momento en que el hombre apareció sobre la tierra, rudo de inteligencia, sin conciencia de
sus actos, torpe de sentido moral , inexperto
é ignorante, dominado por el instinto de su
propia existencia y sin freno en sus apetitos, buscó abrigo en las cavernas y alimento
en los bosques,
asociándose momentá-
neamente tan solo para la conservación de
la especie, ó para mejorar y aumentar sus
medios de defensa.
Despues de este primer periodo , cuya duración
no es posible
apreciar, medió otro
lápso de tiempo , tambien indefinido , en que
el hombre, amaestrado yá por una dolorosa
experiencia, se armó con hachas de piedra
y con groseras lanzas , y osó atacar los ani-
104
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
males , que habian de servirle de alimento.
Entonces fué, cuando , saliendo de las cavernas, que diariamente disputaba á las fieras ,
se instaló en medio de los lagos ,
como los
castores , levantó estacadas , construyó chozas, y se aisló entre las aguas, interponiendo aquella barrera natural al ataque de sus
constantes y feroces enemigos .
Más adelante, favorecido
el hombre por
las circunstancias especiales del suelo , por
una alimentación más sana, ó por condiciones atmosféricas excepcionales , se multiplicó en términos que los árboles , las plantas,
las aves, los peces , y los animales de fácil
caza , no bastando á la nutrición de la tribu ,
se desbordó
ésta en todas direcciones, for-
mando esas grandes corrientes
emigrato-
rias , cuyas huellas son tan difíciles de señalar y seguir en esos tiempos anteriores á toda tradición .
Entonces , brotaron , por decirlo asi , razas
diferentes, que permanecieron más ó ménos
estacionarias , según el medio en que llegaron á desarrollarse , y las particulares condiciones de su
desenvolvimiento .
La co-
loración de la piel, el matiz de los cabellos ,
la forma de las facciones, la capacidad cránea y el ángulo facial se fijaron , siguiendo el tronco más ó ménos puro , que habia
105
LIBRO CUARTO .
dado orígen á la agrupación, ó las fusiones
que en su trayecto emigratorio habia conseguido realizar con otras razas, avanzando
ó retardando su progreso .
Parece probable que la especie
humana
hiciera su aparición en las altas planicies
del Asia central, porque esa parte del globo
fué la
que
surgió primero
del
seno
de las aguas , siendo por tanto la que, al solidificarse, recibió en su seno los gérmenes
de la vida, tal como habian de desarrollarse en el planeta .
Imposible es asegurar hoy, si durante el
período glacial estuvo la Europa unida al
África , ni si los hielos
flotantes soldaron
por el Estrecho los dos vecinos continentes ,
llevando hasta las latitudes subtropicales su
baja temperatura .
Si este fenómeno tuvo lugar,
como todo
parece acreditarlo, y la emigración de los
que buscaban climas más templados pudo
verificarse satisfactoriamente, huyendo sus
habitantes del septentrión al mediodia, la
solución del problema del orígen de la raza
isleña, estaria casi resuelto , porque entonces no es violenta la hipótesis de los que
aseguran, que esa raza dueña en la edad de
piedra de la Europa central, y llamada de
Cro-Magnon, con la cual tantas afinidades
106
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
han encontrado los antropólogos , fuera la
misma que por medio de ese movimiento de
traslación
se trasportara de la Europa al
Africa , y del África á Canarias. (1)
Pero, dejando á un lado esta hipótesis ,
que creemos, sin embargo, muy verosímil,
y abandonando la cási improbable, geológicamente hablando,
piélago unido
de suponer este archi-
al continente ,
ó formándo
parte de la atlántida ó de un continente terciario sumergido , la opinión que más acertada nos parece es aquella,
que hace deri-
var la verdadera colonización de estas islas
de las exploraciones egipcias, dos mil años
próximamente ántes de la Era vulgar, aún
concediendo , como concedemos , que en ellas
se encontrára ya establecida la raza miserable de la Edad de piedra.
La existencia de un pueblo ocupando el
Oeste del Egipto , extensa zona conocida con
el nombre de Libia , se halla probada hoy
por los
anales
egipcios
4000
años
antes
de J. C.
Llamábase este pueblo Tamahou, palabra
que aún, dicen, se conserva en la lengua de
(1)
En Canarias, y principalmente en la colección de
cráncos de Barranco Hondo en Tenerife , ha encontrado M.
Hamy muchos, cuyo parentesco éthnico con el de CroMagnon es verdaderamente indiscutible .»- Quatrefages.L'Espéce Humaine . -Pág . 248.
107
LIBRO CUARTO .
los
kábilas occidentales , con las variantes
de Tamahoug y Tamehag, que nos recuerda el Tamerán de los canarios .
Sabido es tambien que aquel pueblo invadió diferentes veces el Egipto , y suministró tropas mercenarias á algunas de sus dinastías .
Antes de esas invasiones , el tipo líbico ó
beréber estaba ya fijado por la mezcla de la
raza autóctona con otra venida del norte,
cuyo paso al través de la Europa central y
de las islas del Mediterráneo está asimismo
demostrado en la historia , siguiendo la línea de construcción de los dólmenes .
De esta fusión nació el tipo rubio de que
hablan las inscripciones egipcias , tipo que
vemos figurar en sus grabados y pinturas ,
y constituye
el Tamahou invasor y con-
quistador del reino de los Faraones .
Este pueblo , pues , dueño de las costas del
Mediterráneo y del Atlántico ,
fué el que
extendió sus excursiones hasta las Afortunadas, y las colonizó, fundiéndose con la raza primitiva, que en número muy escaso
ocupaba entonces el archipiélago .
En efecto , el lenguage, los usos , las costumbres, todo acusa un orígen líbico-egipcio claramente definido , como más adelante
tendremos ocasión de comprobarlo con otros
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
108
datos ,
pudiendo
remontarnos
para
fijar
aquella época hasta la cuarta, quinta y sexta dinastias, y en el momento histórico de
una civilización , que aún hoy es el asombro del mundo ilustrado .
No debe, sin embargo, ser extraña esta
colonización á las subsiguientes visitas de
los pueblos fenicios , tirios , etruscos y cartagineses, (1) que en sus excursiones sucesivas, y á seculares distancias , dejaron
bre
el
ménos
suelo
afortunado familias
numerosas,
más
soó
que se fundieron lue-
go con el tipo indígena. Confirma esta hipótesis la observación de los cráneos , donde
se encuentra mezclado el tipo árabe ó semita con el líbico- egipcio y el de Cro-Magnon ,
fusión ó mezcla que reune mayor ó
(1 ) Leemos en la Revue de d' Anthropologie . (Abril de
1881 )
De la platycnemie dans les races humaines , par M. Khuff.
-On sait que la platycnemie consiste dans un aplatissement transversal du tibia dans ses deux tiers superieurs
avec transformation de la face posterieure de l'os en un
bord plus ou moins arrondi . M. Khuff a comparè la largeur
du tibia a son diamètre antèro- postérieur —100 sur un grand
nombre de tibias possedès par le musée Broca et notamment
sur una série de 173 tibias provenant des Grandes- Canaries
et donnès par le Dr. Chil . Il conclut que la platycnemie
ne parait pas etre un attribut exclusif des races prehistori
ques , mais qu'a de rares exceptions près , dont la signification ne lui est pas suffisamment connue, les indices les
plus faibles se sont rencontrès jusqu'à prèsent dans les races de la plus haute antiquité.-
109
LIBRO CUARTO .
menor suma de ejemplares, según las islas
ofrecieron más ó ménos fácil acceso á las
hordas inmigrantes . (1 )
El tipo rubio dominante en las Canarias
al emprenderse su conquista, era el mismo
que habia invadido el Egipto en la época
remota antes señalada, pasando primeramente por Sicilia y las numerosas islas del
archipiélago de la Grecia, para venir á fundirse
con los beréberes, y constituir una
disnatia poderosa , que levantó las pirámides , y llevó su avanzada civilización hasta
los confines del gran desierto .
Pero de todos modos, lo que nos parece
fuera de toda duda, por el estudio y exámen comparado de aquellos
mismos crá-
neos , es que, sobre la antigua raza autóctona, cuyo parentesco con la de Cro-Magnon
se halla,
científicamente establecida , se su-
perpuso
otra, venida del litoral
africano,
que nos revela el tipo rubio, proveniente
(1 ) Mr. Bordier en el Congreso antropológico de Nancy
se expresa de este modo :
- « Los kábilas ó bereberes, provenientes de la mezcla
de los Libios indígenas (los antiguos Tamahous de los Egipcios) con los rubios constructores de los dólmens , que, venidos de Europa , aparecen en la Argelia por Gibraltar y
Tánger, cerca de 2000 años antes de nuestra era , están
siempre allí, con sus costumbres pastorales , sus antiguos
vestidos , y muchas veces con los blondos cabellos de una
parte de sus antepasados >>
110
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de las llanuras asiáticas por el norte de Europa, tribu que, penetrando en el litoral líbico , llevó sus conquistas hasta las últimas
estribaciones del Atlas .
Esta inmigración , respecto al archipiélago canario, pudo manifestarse en son de
conquista, porque, en la apartada época en
que debió tener lugar, habian alcanzado los
reyes egipcios una dominación extensa, poseyendo una floreciente marina , que surcaba el mar rojo y el atlántico , y dominaba el
Mediterráneo, y es de suponer, que , dentro
de su sistema político ,
entrára como opor-
tuno y necesario el establecimiento de colonias permanentes, para servir de punto de
apoyo á su comercio , y á la extensión de su
poder marítimo .
De esta manera encuentra
satisfactoria
explicación el hecho misterioso de esa civilización, por decirlo asi ,
retrógrada, que ha-
biendo sido reflejo de la egipcia en los albores de su importación ,
fué debilitándose
paulatinamente con el forzado
aislamiento
de los indígenas, con su falta de estímulo ,
y tal vez por hallarse en contacto con otra
raza más ruda é ignorante,
dueña anterior
del suelo .
Las inscripciones geroglíficas, los embalsamamientos , el sistema agrícola y de irri-
4
49
111
LIBRO CUARTO.
gación ,
el lenguage, las costumbres , y los
restos de su teogonía , todo nos
revela re-
cuerdos de aquellas civilizaciones asiáticas,
que solo la falta de movimiento estacionó ,
é hizo más tarde retrogradar,
hasta alcan-
zar la situación excepcional en que la Europa del renacimiento encontró á estos indígenas . (1)
Eran ellos altos ,
fuertes y bien propor-
cionados , de tez oscura, ojos generalmente
azules , y cabello largo y rubio . Algunos esqueletos
que conservan hoy nuestros Mu-
acusan para unos pocos
individuos
una estatura gigantesca; pero
suponemos
seos ,
que ese desarrollo excepcional fuera debido
á causas accidentales , como pueden señalarse para otras comarcas del Globo , donde se
ha
observado
y observa
el mismo
fenó-
meno .
Broca figura la raza guanche , comprendiendo equivocadamente bajo este apelativo ,
toda la
población indígena, entre las sub-
dolicocéfalas , con un índice de 0,75 ; y Mr.
Topinard en su tratado
de
Antropología
(1 ) Dice el Dr. Verneau :
«Todos los hechos que acabo de exponer me autorizan á
afirmar, que el Archipiélago canario contenia antes de la
conquista razas muy diferentes . >>
De la pluralité de races anciennes de l'Archipel Canarien . Bull. de le Soc. d' Antrop . de Paris . 1878 , p . 429 .
112
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
dá á la misma raza una
capacidad
cránea
media, en centímetros cúbicos , de 1557 para los hombres , y 1353 para las mugeres . (1)
No todos los canarios eran blancos , otros
tenian la tez tostada,
las mugeres
de
(2) siendo en general
extraordinaria belleza, es-
pecialmente las de
la Gran-Canaria.
rara nos dice que habia
gunos
Azu-
entre aquellos , al-
bastante
blancos, muy hermosos y
dispuestos, otros
morenos ó por mejor de-
cir cási amarillos ,
y algunos negros ,
que creemos
que éstos
aun-
pertenecieran á la
Costa del Rio de Oro, y nó á las
Canarias ,
porque los prisioneros llegaban
á
Portu-
gal, y se vendian sin separación prévia y en
revuelto montón .
Por lo expuesto nos será
fácil deducir,
que, con arreglo á los datos
suministrados
hoy por las ciencias antropológicas, y etno-
(!)
«Los antiguos Canarios estuvieron en contacto con
la civilizacion romana en tiempo de Juba , rey de la Mauritania.... es muy probable que la primera población de las
Canarias fuese originaria del Africa septentrional , procedente las dos razas rubia y morena, llamadas Beréberes , que
ocupaban y aun ocupan esta parte de Africa . »>
Broca. Bol. de la Soc . de Ant. de Paris . Sesión de 18
de Marzo de 1875 .
(2) Colon en su primer viage hablando de la gentileza
de los indios dice-ellos son de la color de los Canarios ,
ni negros ni blancos . -Y luego repite―y los ojos muy fermosos y no pequeños , y ellos ninguno prieto salvo de la color de los canarios.Navarrete .-Diario de Colon p.³ 21 y 22.
113
LIBRO CUARTO.
gráficas,
la raza
indígena
canaria
debió
existir en el archipiélago durante ese desconocido período de la edad de piedra, revelado por la Paleontología, siendo probable
que su inmigración principiara
se
cruelísimos
en los
rigores
á verificarde la épo-
ca glacial, que obligó á una parte
de la ra-
za de Cro-Magnon á huir del centro de la
Europa hácia climas más templados , facilitando la misma superficie helada su trasal
migración
Africa y á
sus
islas
adya-
centes .
Despues,
sobre esta raza salvage y mise-
rable, que tal vez no llegó á ocupar toda el
área habitable de las siete islas, vino la invasión de los Tamahou de la Libia
época de su
brillante
dominación
en la
egipcia,
llevando consigo un reflejo de
sus usos y
costumbres, de
lenguage
sus
creencias ,
é
industria,
á la colonia ó
fundaron
en cada una de las mismas islas
colonias , que se
del grupo . (1)
( 1 ) El Doctor Verneau en el interesante Informe sobre
su misión científica en estas Islas- Paris - 1887 - se expresa de este modo :
-Resulta que en las 5 islas que hemos estudiado , GranCanaria , Fuerteventura , Gomera, Palma y Hierro , la poblacion estaba ya muy mezclada antes de llegar los europeos .
El primer elemento es el Guanche que ofrece un conjunto
de caracteres muy marcados , alta estatura que podia alcanzar y exceder de 1,80 , piel blanca , cabellos rubios ó 10jos ,
TOM. II.
114
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Olvidada
luego
esta lejana
conquista,
cuando otras dinastías de diverso orígen llegaron á dominar en Egipto, volvió el archipiélago á
ser
descubierto y
colonizado
en parte por los tirios y fenicios ,
hasta el
momento en que, despues de varios eclipses , señalados en la historia por las alternas
civilizaciones de los pueblos comerciantes
del mediterráneo , Juba alcanzó la gloria de
hacer su descripción, legando
tante recuerdo á las edades
este impor-
subsiguientes.
1
craneo voluminoso ... en fin el tipo de Cro-Magnon .
A su lado encontramos el Semita tan puro como suele
verse hoy en el norte de Africa , de estatura mediana , cabellos negros y piel oscura .
Este tipo nos presenta un craneo de un óvalo perfecto ; la
cabeza hermosa , las facciones finas ....
Igualmente llegó á Canarias otro tercer tipo, mal definido
aún , pero que era de pequeña estatura , de craneo corto ór
bitas elevadas y nariz prolongada .
La raza guanche ó de Cro -Magnon ocupaba la mayor
parte de Tenerife , y una menos considerable en las demas
islas , siendo la autóctona.
El tipo semita abunda en la Gran-Canaria, Hierro y Palma, sin encontrarse en la Gomera.
El tercer tipo parece haberse desarrollado en la Gomera
sin conseguir que la oscureciera el Guanche, pero apenas
se revela en Gran-Canaria y Hierro .
Pág. 170 y siguientes.
115
LIBRO CUARTO .
IV .
VICISITUDES DE LA RAZA INDÍGENA .
Generalmente
se ha creido que la raza
primitiva isleña desapareció poco
despues
de la conquista, diezmada por las privaciones , los trabajos de una forzada servidumbre, y la deportación ,
llegando tal vez sus
escasos restos á fundirse con las últimas capas sociales de la población advenediza, que
vino á repoblar su
este
modo
el
tipo
suelo, perdiéndose de
característico
de
su
orígen .
Este error en que han incurrido escritores eminentes nacionales y extrangeros , por
no haberse detenido á examinar con atención los datos , que abundantemente proporcionan los archivos públicos y privados del
archipiélago ,
está hoy plenamente recono-
cido, y se comprueba suficientemente
á la
116
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
luz de la investigación histórica, siendo numerosos y fehacientes los
datos y noticias
sobre los cuales puede establecerse la autenticidad de nuestra afirmación .
Desde luego un observador atento é ilustrado distinguirá en la raza que hoy puebla ,
las Canarias el tipo
español, más
ó ménos
mezclado con la sangre árabe-ibérica ; y
indígena, adulterado
aquel, con
la sangre
el
con frecuencia, como
diversas
de las
zas bereber, judía y negra,
ra-
que sucesiva-
mente han venido á cruzarse con ella sobre
el suelo isleño. Más, apesar de esta adulteración , que ha ido siempre en progresión
creciente, el tipo primitivo , siguiendo la ley
de la herencia , descuella siempre como originario, apareciendo de generación en generación, los rasgos típicos de su fisonomia , el
color de su piel , el de sus ojos , y el matiz
especial de su cabello .
Muchos son los documentos que, á raiz
de la conquista, vienen á
demostrar la fu-
sión de las dos razas , vencida y vencedora,
sus alianzas , su influencia en la colonización
del pais , y las ramificaciones que , entre el
pueblo y la nobleza se establecieron , como
producto de esa misma unión.
Los
libros
de Datas
ó
Repartimientos
conservan en sus páginas auténticos com-
117
LIBRO CUARTO.
probantes de estos procedimientos , y hasta
en las primeras crónicas hallamos tambien
numerosas
indicaciones, que nos autorizan
á creer, que la nobleza indígena no fué del
todo relegada al olvido , por aquellos á quienes se encargó la división del suelo.
En efecto, desde la remota rendición de
Lanzarote podemos observar, que el desgraciado Rey Guadarfia ,
solicitó de Juan de
Bethencourt la concesión del lugar donde
habia de fijar su residencia, con algunas tierras
de labor, necesarias al sustento de su
familia . El Barón normando,
haciendo jus-
ticia á tan modesta pretensión , donó al despojado rey el castillo de Zonzamas , con la
condición de no poder nunca fortificarlo ,
añadiendo trescientos acres de tierra y bosque, sujetos
al impuesto del quinto,
que
habia señalado como contribución general á
todos los nuevos propietarios , con reserva
solo de la orchilla.
Guadarfia quedó muy satisfecho con esta dádiva, añaden los capellanes de Bethencourt, porque nunca creyó obtener tanto ni
tan bueno . (1 )
( 1 ) Il luy vint le roy qui estoit sarazin , de l'ille Lancelot, qui demanda à son vrai seigneur et roy du país , monsg."
de Bethencourt, qu'il lui plaisoit bailler et donner le lieu là
où il demouroit, et certaine cantitè de terres pour labourer
et pour vivre . Monsg. ' de Bethencourt luy octroia qu'il vou-
118
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Los dos reyes de Fuerteventura recibieron á su instancia casas y hogar, y un lote
de 400 acres de terreno, con lo que ambos
quedaron tambien , al parecer,
dos . (1)
La
indemniza-
historia no nos ha trasmitido el re-
parto que se hiciera á los jefes subalternos
de esas islas, únicas entonces conquistadas;
pero debemos suponer, que recibieron algunas tierras donde apacentar sus ganados , y
depositar sus semillas , porque, siendo escaso el número de colonos europeos , y considerando como hecho indubitado la tranquilidad
que sucedió á la conquista , es cási
evidente, que no fué vulnerado el derecho
de propiedad , de que
disfrutaban los isle-
loit bien qu'il eut hotel et mesnage plus que nul autre des
Canariens d'icelle isle , et des terres suffisaminent, mais de
fortresse, il n'aroit point (ni) nul du pais . Led . seigneur lui
bailla ung hostel qu'il demanda qui estoit au millieu de l'isle, et si lui bailla environ trois chens acres que bois que
terre aetour de son hostel , en faysant le truage, que le dit
seigneur avoit ordonnè , c'est à dire le chincquieme de toutes choses. Led . roy Canarien fut fort content : il ne cuidoit
iamès avoir si bien , et à dire voir il eut tout des milleurs
terres du pais pour labour, aussi il congnoissoit bien le lieu
qu'il demandoit .-3
Le Canarien p . 177 .
(1) Les deulx rois qul s' estoient fait batiser de l' ille de
Fortaventure vindrent vers led . S. de Bethencourt; et pareillement led . seigneur leur bailla lyen et plasse . ainsi que
aucunement le requeroient et leur bailla à chacum quatre
chen acres que bois que terre, et furent fort content dud .
seigneur.Le Canarien p . 178.
119
LIBRO CUARTO .
ños , pues de lo contrario se hubieran suscitado sublevaciones , quejas y conflictos , cuyo recuerdo hubiera llegado de algún modo
hasta nosotros .
Despues de la rendición de la
Gran- Ca-
naria, el rey D. Fernando Guanarteme
ob-
tuvo el término de Guayedra , laderas áridas y desoladas, que se extienden más allá
de Agaete; y cuando llegó el momento de la
rendición de Tenerife , los reyes de aquella
isla recibieron de Alonso de Lugo numerosas datas ,
de
de que tambien participó
el rey
Canaria y los guerreros que le acom-
pañaban, prestando relevantes
servicios á
aquel General. (1 )
La costumbre establecida de recibir
los
( 1 ) D. Fernando Guanarteme habia sido casado con la
infanta Abenehara Chambeneguer, de cuyo matrimonio hubo a Guayarmina ( D.ª Margarita) ( Romero p . * 19) ; y en segundas nupcias con Maria Vizcaino , noble isleña , hija de
Juan Vizcaino y de Maria de Medina , indígenas , naturales
todos de la Gran- Canaria . Juan Vizcaino habia muerto combatiendo en la costa de Berberia. Su testamento se halla en
la Orotava, ante Ruiz Garcia Estrada á 24 de Julio de 1528 ,
y el de su viuda en el Registro notarial de 1540 , folio 853 .
Maria Vizcaino alcanzó una edad avanzada , pues vemos
que hizo su testamento en la misma Villa , ante Domingo
Hernandez , con fecha diez de Enero de 1570 , dejando por
heredera à su nieta Juana , hija de Juan Martin , que parece
era hija natural del Guanarteme y de Inés Hernandez .
El Adelantado no olvidó los buenos servicios de D. Fernando , concediéndole Datas en Buenavista, en cuyo pueblo se avecindó, porque tal vez su presencia en Canaria no
agradára á Pedro de Vera .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
120
indígenas en el bautismo el nombre de sus
padrinos y protectores , y la
zar, traduciéndolos , los
de castellani-
sobrenombres con
que se distinguian entre los suyos ,
dió lu-
gar posteriormente á que fuese de
una di-
ficultad casi insuperable la investigación de
sus filiaciones , y la
correlación exacta de
sus complicadas y numerosas alianzas . Sin
embargo, el estudio más detenido de
esas
mismas antigüedades, ha principiado á ilustrar esta parte tan oscura de la historia isleña,
porque,
llos
enlaces , ha sido
cir la
conocidos algunos de
veracidad
bre bases
ménos
de otros ,
aque-
difícil dedu-
y
asentar
so-
más sólidas la
afirmación antes
enunciada, de que la raza
autóctona , cons-
tituyó el fondo de la población del archipiélago,
despues de conquistado ,
sin
que
hubiese desaparecido total ni parcialmente,
como antes habia llegado á suponerse .
Ejemplos nos ofrece,
desde los
albores
de la conquista , el primero y despótico señor de las islas menores, Maciot de Bethencourt, cuando se
Teguise,
hija de
unió
legítimamente con
Guadarfia,
demostrando
con este enlace á normandos y españoles el
raza subyugada .
aprecio que le merecia la
Otro pariente suyo, que
bre de Maciot Perdomo
de
llevaba el nomBetancor , hijo
LIBRO CUARTO .
121
de Arriete Perdomo y de Margarita de Bethencourt, naturales de Normandia , hallándose en Lanzarote,
ejemplo ,
y siguiendo tan notable
obtuvo por esposa á la infanta
Canaria, Tenesoya Vidina, que se llamó
Luisa en el bautismo , célebre por su rapto
en los Bañaderos, y de cuyo
den
descender muchas
enlace preten-
hidalgas
familias
del archipiélago . (1 )
En la Gran-Canaria casó la hija de Guayasen el Bueno, de quién fué tutor el Guanarteme D.
Fernando,
con
Hernando de
Guzman, uno de los conquistadores , hijo de
Alonso
Pérez
de Guzman, natural de To-
ledo , señor de Batres y Alenvillet, habiendo trocado
en el bautismo su
nombre de
Arminda por el de Catalina (2) ; y la hija
(1) D. Luisa y sus dos hijos Arriete de Betancor y
Juan Perdomo hicieron información de hidalgía en 1.º de
Abril de 1528.
Esta misma D. Luisa otorgó su testamento en Guía .
(Gran-Canaria) Protocolo 13 , folio 171 .
En él declara haber sido casada con Maciot , y tener por
hijos á Arriete y Andrés de Betancor, á Juan Perdomo y á
Maria de Betancor . Hace un legado á su nieta , hija de
Arriete , y declara por yerno á Gerónimo de Pineda , Regidor.
Continúa esta línea Juan Perdomo Betancor , casado con
Francisca Cerezo , que tuvieron por hijos á Angel de Betancor, Marcos de Betancor, Juan de Bracamonte Betancor , y Antonio Cerezo Betancor, que casó con Catalina
Guerra, de quienes fué hijo otro Arriete Betancor y Maciot
de Betancor , casando éste con Ana Rengifo de Herrera.
(2) D. Catalina vivia en Gáldar en 1528 , y fué uno de
122
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
legítima del Guanarteme, la infanta Guayarmina, (1 ) que llevó luego
el nombre de
Margarita, casó con Miguel de Trexo Carvajal, hijo de Alonso Pérez Carvajal , señor
de Grimaldo y la Corchuela y de Elvira
Fernandez Trexo . (2)
Otra isleña de la Gran Canaria , hija hermosísima del Guaire Utindana ó Autindara, hermano éste de Tenesoya, que recibió
en el bautismo el nombre de D.a Catalina
Fernandez Guanarteme, casó con el capitan
Francisco
de
conquistador
Cabrejas, que
extensos
obtuvo como
repartimientos
de
tierras y aguas en Gáldar, y de cuyo enlace
hay numerosa descendencia. (3)
los testigos en la información de su prima Tenesoya . Tuvo varios hijos, y entre otros á D.ª Luisa de Guzman que
continuó la línea, y testó en Guía , protocolo 13 folio 306 .
Habia casado ésta con Alonso Gutierrez Rojas .
Los cronistas llamaa á D. " Catalina con el nombre iudigena de Arminda
Viera sin embargo te dá el de Masquera.
(1) Guayarmina ó Guan-ar- mina significaba en el dialecto canario Estrella ó , à la letra , hija dei cielo .
Mss . antiguo .
2) Ya hemos citado varias veces la información de hidalguía de esta señora, que arroja mucha luz sobre algunos
sucesos de la conquista
(3) Véase lo que dice el P. Sosa en sa Topografia .
«El Faican de Gáldar, que llamaban Guanarteme Semidan , tio de la reina , hermano de su madre , fuè padre de
Utiudana , de quien proceden los Cabrejas de Gáldar , porque Francisco de Cabrejas fué casado con una bija de
Útindana, hermosisima dama , y él gentil hombre y galan. »>
Lib . 1. , cap . XVIII.
123
LIBRO CUARTO .
Sancho de Herrera, llamado el viejo , hijo
de Diego de Herrera y de D. " Inés Peraza,
señor que fué de las
islas
de
Lanzarote y
Fuerteventura, habia casado por el mismo
tiempo en
primeras nupcias
con D. " Vio-
lante de Sosa , hija del señor de la villa de
Fernan Nuñez , de quien no tuvo sucesión,
heredando su Estado y señorío una hija natural que hubo en D.a Catalina de Fia , hija
de Guillen de Fia , nieto éste del rey de Lanzarote, Luis Guadarfia .
Esta niña, que tal
vez legitimó , según la costumbre de aquellos tiempos , aún cuando hubiera nacido `viviendo su
legítima
esposa ,
se llamó D.ª
Constanza Sarmiento , que casó con su primo Pedro Fernandez de Saavedra, tronco
de los Marqueses de Lanzarote y de los señores de Fuerteventura.
Enlazados luego con la primera nobleza
de España, son hoy sus últimos representantes los Marqueses de Belgida y los Condes de Santa Coloma .
Al rendirse la isla de Tenerife ,
el Rey
Bencomo de Taoro dejaba tambien dos hijas . Dácil, cantada por Viana en su Poema
heróico, eligió el nombre de Mencia, y casó
con Gaspar Hernandez (Adxoña) , Rey que
Véase sobre su descendencia el Nobiliario de Canarias ,
t. 1.º, p . 155 .
124
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
habia sido de Abona, y Maria,
que era el
nombre de la segunda, se enlazó con Juan
Doramas, hijo del célebre guerrero de este
nombre .
La princesa Dácil, ó sea D.ª Mencia hubo de su citado matrimonio una hija llamada Catalina , que fué la casada con el capitan de caballos Hernan Garcia del Castillo , (1) dando lugar con este enlace á la ficción poética de Viana. (2)
( 1) Resulta esto probado de varias informaciones , entre otras la de 2 de Octubre de 1614 ante el escribano
Agustin de Mesa; las de 3 de Abril de 1618 ante los escribanos Rodrigo Hernández Lordelo y Marcos Gonzalez
Bravo ; la de 12 de Marzo de 1619 ante Gerónimo Rosa ;
la de 2 de Agosto de 1622 ante Cristóbal Guillen del Gastillo ; y la que se hizo en 1799 á instancia de D. Cristóbal
Perez de Barrios , ante el alcalde inayor de la Laguna en
juicio contradictorio con D. Ignacio Alvarez.-- « En estos
autos , ( dice D. E ias Gonzalez Espinola en un curioso artículo publicado en el Museo Canario t . 2. " , p . 337 ) se encuentra certificación de un expediente ad perpetuam instruido con citación y audiencia del Síndico Personero general de la Isla de Tenerife en el año de 1611 , dia 15 de
julio , de la que resulta que declararon trece testigos de 70
á 95 años, unos de ciencia propia, y otros por haberlo oido
á sus mayores , y ser público y notorio que la infanta Dácil, hija de Bencomo Rey de Tagro, se lanió despues de
bautizada D. Mencia Bencomo , que casó con el Rey de
Abona , Adxoña ó Adichona llamado despues de su bautismo D. Gaspar Hernandez , y que de este matrimonio hubieron una bija llamada Catalina Garcia Bencomo , que casó con el capitan , comandante de la Caballeria en la isla
de Tenerife , Hernando Garcia del Castillo , caballero del
hábito de Santiago y natural del pueblo de Castillo , arzobispado de Burgos. )) -(2) Parece que el héroe de Viana , Gonzalo Garcia del
Castillo , no asistió á la Conquista de Tenerife .
LIBRO CUARTO .
125
Despues de la rendición de los reyezuelos de Tenerife, cada uno tomó un nombre
especial, habiéndonos conservado la historia, algunos de estos nombres . El Rey Bencomo se llamó Cristóbal ; el de Anaga Pedro
de los Santos ; el de Güimar, Juan de Candelaria; el de Tacoronte,
Fernando ; el de
Abona, Gaspar Hernandez ; el de Icod , Blas
Martin; el de Tegueste, Antonio; el de Daute, Gonzalo ; el de Adexe, Diego . Este último casó con una señora de la familia del
Adelantado , llamada D.ª Catalina de Lugo ,
de cuyo consorcio hubo varios hijos . Entre
éstos ,
se cita á D.ª Maria de Adexe y Lu-
go, que se unió con el príncipe guanche Pedro de Adexe, y en segundas nupcias con
el isleño Andrés de Llarena , habiendo muerto ambos sucesivamente en las costas de
África,
combatiendo con los Adelantados
por el triunfo de las armas cristianas . (1)
Nuñez de la Peña llama al capitan de la Caballería Fernando , y Viera lo repite . T. 3.º , p . 107 .
(1) Pelinor, Mencey de Adexe, se llamó despues de su
bautismo Diego y casó con Doña Catalina de Lugo , de la
casa del Adelantado . Su hijo primogénito D. Pedro casó
con Maria de Adeje ó de Lugo , la cual contrajo segundas.
nupcias con Andrés Llarena ( Guanche) .
Consta el matrimonio de D. Pedro , señor que fué del
Valle de Masca, de una escritura de venta que otorgaron
sus hijos ante Anton Martin , Escribano de Daute à 19 de
septiembre de 1535 .
Resulta el 2. ° matrimonio , del testamento que hizo An-
126
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
El ilustre guerrero Maninidra, hermano
del Guanarteme D. Fernando , conocido despues
de
Pedro,
su
nombre de
bautismo con el
que tanto
cooperó
á la conquista
de Tenerife, donde obtuvo un buen repartimiento,
dejó á su muerte, ocurrida glo-
riosamente en las vecinas playas africanas ,
dos hijos
llamados
Pedro é
Inés .
Pedro
casó con Maria de León , natural de Canaria, é Inés con
Miguel Gonzalez , de la mis-
ma procedencia, siendo
de notar;
que
de
este último enlace nació Agustin Delgado ,
héroe famoso en América , á quien tantas
veces cantó
Castellanos en sus
Elegias de
varones ilustres de Indias, y Herrera en sus
Décadas . (1)
Ibone de Armas, hijo del Rey de armas
Juan
Negrin , indígena de
la Gomera, re-
presentó tambien un brillante papel en las
drés Llarena, al pasar á Berberia , ante el Escribano Alonso
Gutierrez en 1528 , f.° 532 , donde declara que era casado
con Maria de Lugo , y tenia cuatro hijos menores , Diego ,
Maria , Andréssy
y Catalina.
Véase tambien un poder dado por la misma viuda ante
Anton de Vallejo à 12 de Octubre de 1528 , f.º 530 ; y la
tutela de los hijos de su primer marido , ante Sebastian
Paez en 1513 , en cuyos documentos constan estos particulares.
(1 ) Tutela de Nicolás Delgado , hijo de Agustin Delgado y de su muger Ines Gonzales Maninidra. Fué el tutor Rodrigo Nuñez . Autos ante Ruiz Garcia Estrada en la
Orotava, año de 1537 , f. 26 .
127
LIBRO CUARTO .
guerras de la conquista, obteniendo ,
otros
canarios ,
mercedes
de
repartimiento de tierras, con
como
hidalguia y
escudo de ar-
mas . (1 )
Guillen
Castellano,
casado
con
Maria
Perdomo, intérprete de Lugo en la conquista
de Tenerife, y conquistador de Gran-Ca-
naria y la Palma, era tambien isleño , y fué
progenitor por
la línea materna del Maes-
tre de
Campo
Gonzalo de Jaraquemada,
que obtuvo el
título de Regidor de la La-
guna en 20 de Octubre de 1497 .
Entre los guerreros naturales de la GranCanaria, que acompañaron á Alonso de Lugo á Tenerife, son de notar los cuatro hermanos Pedro Garcia, Juan Prieto (Moreno) ,
Alonso Perez, y Rodrigo Alvarez , inscritos
en los libros de
datas de
aquella isla
con
cuantiosos donativos inmuebles , que revelan
la importancia de sus servicios .
cia era llamado
Pedro Gar-
el Comendador,
y estaba
casado
con otra isleña de Canaria,
Garcia,
ennoblecidos ambos y su numerosa
Isabel
descendencia, con diplomas de hidalguia y
brillantes escudos de armas . ( 2)
(1) Véase su información de nobleza, que posee hoy
D. José M. de las Casas vecino de la Laguna.
(2) De este Comendador, indigena de la Gran-Canaria ,
se habla extensamente en el curioso manuscrito que posée
128
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Tambien entre
los
apellidos
españoles
adoptados por los bautizados isleños , encontramos los de Mena , León , Vera , Lugo , Alcubilla, Cabrera, Beltran, Magdaleno , Ramos,
Camacho, Armas y otros mil que sería prolijo enumerar. Algunos, sin embargo , eran traducción de sus sobrenombres, como las Casas
de
Dara ó Tara (dialecto de la Gran-
Canaria; ) la Sierra de Bentagaire; eligiendo
otros el de la localidad donde habian nacido, ó el título de nobleza ó apodo que llevaban ántes, como Guanarteme, Bencomo,
Doramas, Tahodio , Tegueste, Daute, Maninidra y Bendidagua .
Es,
pues,
indudable,
que los naturales
de estas islas , cuyo valor, rango y condiciones personales les hizo distinguir del resto
de la
raza conquistada , despues de
haber
sido poderosos auxiliares de los conquistadores , formaron parte de la población isleña, obteniendo valiosas extensiones de terreno, empleos honoríficos y cartas de hidalguia , tan codiciadas en el siglo XVI, por
el fuero, distinción y respeto que producía
á los agraciados .
D. Domingo Brito y Salazar , del Puerto de la Orotava.
Parece que la Encomienda de Pedro Garcia se llamaba Chapin de la Reina , cuyo objeto era cobrar un subsidio ,
que al casarse los Reyes se imponia en cada jurisdicción .
129
LIBRO CUARTO .
Hubo,
no
obstante, muchos indígenas,
que, desconociendo el valor de la propiedad
inmueble, ó dedicados desde su infancia á
apacentar sus ganados,
empleo
ellos nada tenia de innoble,
que para
cayeron luego
en el descrédito , y se confundieron con las
últimas
capas sociales, por haber ignorado
los elementos
de que se componia la nue-
va sociedad en que ingresaban.
Estas alternativas de buena y mala fortuna produjo múltiples alianzas , que levantaron ó hicieron descender á los representantes de la raza canaria , según la extensión é importancia de las Datas , que les habian caido en suerte .
·
Todavia un siglo despues de la rendición
de Tenerife ,
decia,
el P. Fr. Alonso de Espinosa
hablando
de
los
Guanches : - « Los
naturales desta Isla , no exceptuando á los
de las otras, pues todos creo tuvieron un
principio y orígen , fueron gentiles .... hallólos el Evangelio
desembarazados .... y pro-
dujo varones aprobadísimos y de gran celo
de religión y cristiandad , varones de ingenios delicadísimos y caudalosos ,
asi en las
humanas, como en las divinas letras esmerados, varones que no solo con la toga, no
solo con el bonete, más tambien con la espada han mostrado su valor y la virtud de
9
TOMO II.
130
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
sus antepasados . » —(1)
Apesar de la autorizada opinión de Espinosa, creemos que los canarios convertidos
no disfrutaban en general de los
y garantias de
beneficios
la raza conquistadora.
tristemente cierto , que
Es
en las pruebas de
nobleza exigidas para ingresar en los colegios mayores , era necesario acreditar no ser
descendiente de canario (2) , morisco ni judio, cuya disposición debió influir poderosamente en las poblaciones isleñas para ocultar su verdadera filiación , excepción hecha
de esas familias antes citadas , y otras que
pudiéramos recordar, descendientes de los
Guanartemes y Menceyes ,
las
cuales ha-
bian sido desde luego ennoblecidas , ocupando ya por sus alianzas una posición excepcional.
La
Inquisición contribuyó tambien por
su parte á producir aquel triste resultado ,
pues se apresuró á inscribir en sus secretos
registros
á los conversos
canarios ,
mirán-
dolos con suspicaz desconfianza . El temor
de aparecer en esas odiosas listas , y sufrir
las amargas decepciones, que eran su finenevitable consecuencia , contribuyó lastimosa-
(1 ) Espinosa . -Origen y milagros de N. S. de Cande
laria.-P . 17 .
(2) Véase Viera . Noticias, t 1.º, p . 356 .
131
LIBRO CUARTO .
mente á la ocultación de los apellidos notados, á la suplantación de padres y abuelos , y
á la invención de árboles genealógicos, tan
fantásticos como ridículos .
No era, sin embargo , empresa fácil sorprender la vigilancia de los ministros
del
Santo
Oficio, ni alterar las ocultas fuentes
donde
aquellos
recogian tan
importantes
noticias , y á esta incansable persecución debemos hoy los datos
mas auténticos sobre
la existencia, alianzas, y filiaciones de la raza convertida .
El registro donde se daba asiento á los
que aquel Tribunal marcaba con su sello de
reprobación, salvado milagrosamente de las
injurias del tiempo , nos suministra un nuevo y curioso Nobiliario , cruzado de numerosas líneas canarias, producto de la unión de
ambas razas , y extraño á todas
nes oficiales de los libros
las relacio-
genealógicos , no-
biliario que hace desviar con frecuencia, y
enturbia el sereno rio de noble sangre , que
corre por las venas de algunas familias del
archipiélago , que debieron considerar esto
como más honroso para ellas . (1 )
Otro documento , tambien de grande in-
(1) Del origen de los apellidos notados por el Santo Oficio de la Inquisición de Canaria . Mss .
132
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
terés, debemos á la vigilancia
del
mismo
Tribunal. En su afán por averiguar el orígen y
descendencia
de
todas las familias
de la monarquia, ordenaba en 1504 al Licenciado
Bartolomé
Lopez
de
Tribaldos ,
único Inquisidor entonces de las Canarias,
la formación de un padrón general, referente á estas islas , que comprendiese con la debida separación los españoles , indígenas y
moriscos, y los esclavos de Guinea y Berbería. El padrón se levantó y fué dirigido á
Sevilla,
sin
dejar desgraciadamente copia
alguna en el archivo de Las Palmas.
En 1568 , siendo inquisidor Ortiz
de Fú-
nes , se pidió de nuevo por la Suprema, una
nota de los canarios
convertidos , y
ces,
escasos
consultando los
enton-
antecedentes
que aún se conservaban , se
encontró copia
de la
Tribaldos
carta dirigida
por
á la
inquisición de Sevilla, acompañando el expresado
padrón ,
en cuya carta decia, que
en aquel año (1504) habia en el archipiélago 1.200 familias canarias- « fuera de otras
muchas, añadía,
que
estaban
con ellas, pues con los
mexturadas
conquistadores
vi-
nieron muy pocas mugeres , y éstas casadas , por lo que la mayor porcíón de los conquistadores
habiendo
casaron con las
tambien,
desta
tierra,
principalmente en las
LIBRO CUARTO .
133
islas de Lanzarote y Fuerteventura muchos
moriscos
y descendientes de ellos . »>>
(1 )
En este notabilísimo
documento se aña-
(1 ) La importancia de esta carta, ignorada hasta hoy
de todos nuestros historiadores , nos obliga á trasladarla íntegra á nuestras columnas , dice así:
«M. I. Señores : En este Santo Oficio , como á V. S. hemos hecho relacion , no hay papeles de el primer Inquisidor Bartolomé Lopez Tribaldos , ni de sus sucesores , hasta
que vino á ésta el Licenciado Ortiz de Fúnez á establecer
la Inquisicion conforme à las de España; estos papeles , si
los habia, debieron remitirse á Sevilla por el dicho Inquisidor Fúnez , pues en correspondencia con V. S. consta ,
que por V. S. se le pidió nota de los padrones hechos por el
Inquisidor Tribaldos , y en carta que escribió á V. S. en 21
de Mayo de 1568 , dice lo siguiente : -M . I. S. A mi ¡ legada aqui á plantificar la Inquisición , conforme las instrucciones de V. S. , de lo que tengo dado relacion , me enteré
y recogi todos los papeles y causas que habia desde que
empezó la Inquisición, pero no hallé el padron que V. S.
pedia de los Canarios nuevamente convertidos , levantado
por orden de V. S. , y solo hallé copia de una carta para la
Inquisicion de Sevilla , en que decia habia remitido el padron de los Canarios nuevamente convertidos , de los cuales
resultaba , que cuando se levantó el padron por órden de
la Inquisicion de Sevilla, se encontraron en estas siete Islas
1.200 familias canarias , fuera de otras muchas que estaban mexturadas con ellas, pues con los conquistadores vinieron muy pocas mugeres , y éstas casadas, por lo que la
mayor porcion de los conquistadores casaron con las des.
ta tierra , habiendo tambien principalmente en las Islas de
Lanzarote y Fuerteventura muchos moriscos y descendientes dellos .-- Cómo verá V. S. por lo que dejamos copiado
éste es el único dato formal , que aqui hay sobre lo que se
sirve pedirnos , sin embargo , con algun trabajo podremos
formar un nuevo padron de los descendientes de los Canarios , pues aunque los naturales destas Islas , descendientes
dellos , lo ocultan con cuidado, por el libro de apellidos notados , y haciendo otras averiguaciones en secreto, se podrá
saber, si V. S. asi lo dispone y tiene de su agrado . Dios
guarde etc. Canaria 25 de Enero de 1577 . »>
Correspondencia con la Suprema. Lib. 1.º
134
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de, que los isleños , descendientes
rios , ocultaban cuidadosamente
de cana-
su filiación
por las razones que antes hemos expuesto .
El célebre cronista Nuñez de la Peña ,
que tanto se dedicó
á escudriñar las oscu-
ras y
alianzas
enmarañadas
principales
conquistadores,
de nuestros
y sobre cuyo
asunto dejó tan curiosas noticias , nos asegura, que no siempre se debia dar crédito
al apellido para deducir por él , si la
na era descendiente español ,
perso-
porque suce-
dia entonces, que no solo cada hijo tomaba
el que, entre los de sus abuelos , le parecia
más sonoro y brillante,
mos canarios
sino que los mis-
y esclavos
moriscos , al ser
bautizados, adoptaban los nombres y apellidos de sus señores y padrinos .
Habia
además,
añade ,
otra
costumbre
impuesta con frecuencia por los fundadores de vinculaciones y mayorazgos para
perpetuar sus nombres y apellidos , y era la
de obligar al sucesor de sus bienes , á abandonar el que tuviese, y adoptar el que la
fundación le imponia.
A este propósito el
mismo cronista nos refiere un ejemplo curioso de estas suplantaciones . Al ocuparse del
vínculo fundado
por el licenciado Andrés
Xuarez Gallinato , pone al pié de su arbol genealógico estas curiosas palabras .
« El ca-
135
LIBRO CUARTO .
pitán Andrés Xuarez Gallinato de Fonseca, regidor, que
Ponte,
Cuevas,
antes
se llamó Pedro
de
casó con D, a Isabel Abarca de las
hija de
Luis Benitez del Hoyo y
de Elvira de Vergara . » — (1 )
Váyase luego á adivinar que Andrés Xuarez Gallinato se habia llamado en otro tiempo Pedro de Ponte .
Demostrado queda, pues, que la raza indígena no desapareció nunca del suelo aforrazgos más característi-
tunado, y que sus
cos se descubren todavia en una parte muy
población actual , espe-
considerable de la
cialmente en aquellas comarcas
apartadas
de las costas , donde las fusiones con extraños elementos se
repiten con
menos fre-
cuencia .
Estas islas han obedecido á la ley fisiológica del movimiento ascencional de la especie.
Los adelantos
de la
civilización , perfec-
cionando las razas, tienden á
cuando á ellos
son
nivelarlas, y
refractarias sufren la
absorción completa de la una por la otra .
Obedeciendo dicha ley vemos el tipo primitivo ,
representante de
la edad
de pie-
(1 ) Libro de Hacienda de Mayorazgo y bienes vinculados, que instituyó y fundó el Sr. Francisco Benitez de Lugo . Arreglado por D. Juan Nuñez de la Peña . 1681. Mss .
136
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
1
dra, tender á elevarse al contacto de la raza semítica que lo compenetra : y ésta á su
vez, con su tipo mixto,
producto de aque-
lla fusión, envolverse en las corrientes del
progreso al recibir en su seno los
tos vivificadores de la raza
elemen-
ibérica.
De aquí ha resultado una población morigerada, laboriosa é inteligente que ha dado á la España hombres eminentes en todos los ramos del saber humano.
137
LIBRO CUARTO.
V
DEL ANTIGUO LENGUAGE ISLEÑO
Los
historiadores
canarios no están de
acuerdo respecto á la unidad de lenguage
de los primitivos habitantes de estas islas .
Afirman unos , que el hablado por la población indígena, alterado y descompuesto
con el transcurso de
los
siglos , y la inco-
municación que el olvido del arte
gar produjo, era sin embargo
de nave-
uno mismo
para las siete islas . Aseguran otros , que hubo tantos dialectos
diferentes,
como islas
contaba el archipiélago .
Antes de entrar en el
exámen de
estas
dos opuestas opiniones, veamos lo que nos
dicen nuestros antiguos cronistas sobre tan
debatida cuestión, y cuales sean al presente las pocas palabras
han legado
lenguage .
auténticas ,
como restos
de aquel
que nos
perdido
138
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
conocido
El primer documento
encontramos
respecto á los
en
que
exactas
algunas indicaciones
dialectos canarios , es la re-
lación tantas veces
citada, que nos
refiere
Bocaccio en su diario , del viage verificado
en 1341 por Angiolino
del Tegghia de ór-
den del rey Don Alfonso IV de Portugal .
Hablándonos de la isla de Canaria, se expresa así el piloto genovés : -Los
marine-
ros nada entendieron de su lenguage , y no
se atrevieron á
bargo,
saltar
en tierra.
Sin em-
su idioma es muy dulce ,
y la pro-
nunciación viva y precipitada como el italiano .- (1 )
Mas adelante añade , refiriéndose á todo
el archipiélago : -Se dice
que su lenguage
difiere de tal modo , que juntos no se entienden.— (2) Y concluye manifestando respecto
á los cuatro prisioneros , naturales de la Gran
Canaria, presentados
que
al Rey de Portugal,
se les ha hablado en
diferentes len-
guas y ninguna han comprendido .-- (3)
( 1) ....non intelligentes aliquo modo illorum linguam ,
minime , descendere ausi sunt . Est quidem , ut referunt,
idioma eorum satis politum et more italico expeditum.—
Champi 1827. Firenze .
(2) Et ultra hoc cas dicunt idiomatibus adeo inter se esse
diversas ut invicem nullo modo intelligantur ....
Op . cit.
(3) Hi nihil penitus ex idiomate aliquo intelligunt , cum
ex variis et pluribus eis locutum sit.
Op . cit.
139
LIBRO CUARTO .
Juan de Bethencourt, al salir
de Fran-
cia, llevó consigo dos intérpretes
canarios,
esclavos en Europa, que eran conocidos con
los nombres de Alfonso é Isabel, y de los
cuales solo sabemos, que el primero era sobrino de uno de los magnates , que en Lanzarote
codiciaban
la
corona
de Guadar-
fia.— (1)
De lamentar es que los autores de la Crónica francesa, no dedicáran algunas páginas de su curiosa obra al dialecto hablado
en las tres islas, reducidas por Bethencourt
á su obediencia, pues apenas encontramos
ligeras y vagas indicaciones, que no dan luz
alguna sobre tan importante cuestión .
Al ocuparse, en el capítulo primero , del
archipiélago
en general, consignan que-
las islas Canarias estaban habitadas por gentes infieles , de leyes diversas y de diferentes lenguages.Apesar
de esto , puede deducirse de la
....ung nommé Alfonse, et une fame nomée Izabel ,
(1)
lesquelz led . Bethencourt avait amenés pour estre leur truchemens en l'ille Lancelot.Le Canarien, p . 22 .
-Durant ces choses , vint devers lui ung nommé Asche ,
paien de lad . ille, qui vouloit estre roy de l'ille Lancelot ...
et aucuns iours aprés , il transmist son nepveu , lequel Mr.
de Bethencourt avoit amené de France pour estre son truchement..
Le Canarien, p . 45 .
140
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
misma Crónica, que el dialecto hablado en
Fuerteventura no era extraño al de Lanzarote, por cuanto el mismo Alfonso sirvió
de
intérprete
á
Bethencourt,
al
y
transacción
los Reyes Guize
Ayoze la
aceptar
que aquel les ofrecia, dando por resultado
la sumisión de la isla.
(1 ) Pero al visitar
Gadifer las costas de la Gran-Canaria , consta que llevó otro intérprete, llamado Pedro
el Canario, probablemente natural de aquella isla; y despues , al dirigirse al Hierro y
á la Gomera, se comunicó por medio de
Augerón,
esclavo
adquirido
por
Bethen-
court en España antes de venir á las Canarias , perito en
islas . (2)
el idioma de aquellas dos
En otro lugar (3), al describir la isla de
la Gomera, dicen los mismos cronistas , refiriéndose á sus habitantes : -- Hablan con
los labios , como sino tuviesen lengua, y se
asegura que un gran príncipe por castigarles los desterró á aquella isla, é hizo que les
cortasen la lengua , lo
cual parece
cierto ,
oyéndoles hablar .- (4)
(1) Le Canarien , p . 153 .
(2) Le Canarien , p . 172 .
(3 ) Le Canarien , p 122 .
(4 ) Es curioso lo que el Doctor Verneau refiere en su
viage de exploración por estas islas respecto del lenguage
silbado que se usa hasta hoy en la Gomera, dice asi :
LIBRO CUARTO.
141
Finalmente , Bethencourt, en su conferencia con el Rey de Castilla, al
pedirle Obis-
po para su nuevo Reino , se expresa de este
modo: -Señor, sea quién fuere el elegido ,
solo deseo que sea buen clérigo y sepa el
lenguage del país, porque es muy semejante al de éste el que se habla en Canaria.(1 ) A lo que el Rey le contestó : -Os daré
un hombre honrado que os acompañe á Roma , que es buen clérigo, habla bien la lengua de los canarios , y los entiende bien.Esto prueba, como observa acertadamente un ilustrado escritor contemporáneo (2) ,
-«Al principiar mi viage por esta isla oia silbar en todas direcciones. Primero crei que se trataba de simples señales convenidas ; pero no tardé en observar que los sonidos variaban al infinito en su timbre , ritmo etc., siendo ora
suaves, melodiosos, graves, agudos, desgarradores , ora
cadenciosos , precipitados , imperativos , como si el hombre
que los emitia comunicara órdenes , y ya por fin tristes , suplicantes . Hallábame deseoso de penetrar este misterio sin
sospechar todavia la verdad , pero era indudable , que se habia establecido una conversación entre mi guía y los isleños de las cercanías, respecto á mi persona .
Al emprender el viage habia recomendado al guia que no
revelase mi profesión de médico para no perder mi tiempo
en consultas . Desde que los isleños nos descubrian se apresuraban á preguntar silbando mi nombre , nacionalidad , profesión y objeto de mi viage . El guia a pesar de mi prohibición habia respondido à todas estas interrogaciones con
sus silbos, como asi me lo confesó luego, y en prueba de
que lo habian entendido encontré á mi llegada una multitud de enfermos que esperaban para consultarme . » Verneau . Cinq années etc. p . 318 .
( 1 ) Le Canarien, p . 185 .
(2) Mr. G. Gravier en Le Canarien , p . 185 ,
142
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
la frecuencia de las comunicaciones entre
los españoles y los isleños canarios.
Veamos ahora lo que nos dicen dos cronistas de Castilla , que
escribian al tiempo
mismo en que se realizaban los últimos actos de la conquista , y pudieron, por tanto,
conocer y hablar á
vencidos y . vencedores.
Hernando del Pulgar asegura con relación
á todo el grupo , que- La lengua era bárbara, muy cerrada é apartada de la lengua castellana .
(1 ) Y Bernaldez añade: -Estas is-
las tenian siete lenguages, en cada una el
suyo, que no se entendian ni parecian unos
á otros , los cuales ahora los de la nación
dellas se retienen entre ellos.-
- ( 2)
Escudero , que es autoridad en la materia,
habla asi en su crónica: -Siempre (los españoles) controvertieron el nombre de las
cosas, y despreciaron sus vocablos (de los
isleños), y cuando se reparó para rastrearles
sus costumbres por más extenso ,
no hubo
quien diera razón de ello .- (3)
En la información de D.ª Margarita Guanarteme,
(1526) declarando
Juan Bravo, aseguraba,
como testigo
que D. Fernando,
( 1 ) Pulgar --Crónica de los Reyes Católicos . - Edición
de Rivadeneyra , t. 3.º de las Crónicas , p . 331.
(2) Bernaldez .- Historia de los Reyes Católicos . - Edición de Rivadeneyra, t. 3.º de las Crónicas , p. 612.
( 3) Escudero . Ms. , p . 45 vto .
LIBRO CUARTO .
143
padre de la solicitante, habia sido enviado
al Rey Bentor (Bencomo) para obtener su
sumisión,
y le fabló , porque sabia la len-
gua de Guanches, -(1) lo cual prueba que
no era muy desemejante de la suya.
Tomás
Nichols ,
que
en
el mismo año
(1526) visitaba las Canarias , asegura que el
lenguage de los indígenas era igual en todo
el archipiélago. (2)
Dos siglos despues , el celoso investigador
de nuestras antigüedades Marin y Cubas , se
expresaba en esta forma: -El lenguage común de todos los isleños, es pronunciar hiriendo la lengua al paladar, á modo de tartajosos ó impedidos de lengua; comienzan
las más veces con la letra T , pronunciada
en su acento sin finalizar, y en Tenerife más
particularmente . Este defecto sobre la aspiración nace de las
fauces, como los africa-
nos, y para una cosa usaban de más de dos
y tres vocablos diferentes . La lengua de todos los isleños
en común es indeclinable .
-(3) Antes de este escritor habia dicho el
viagero Edmond
Scory: - « El lenguage de
los antiguos guanches, que habitan aún en
120 vto .
(1 ) Información de D. Margarita, ms .
(2) Leur langage estoit uniforme en tout et par tout.
Bergeron . Traicte de navigation . - Paris , 1629, p . 222.
(3) Marin y Cubas . Ms. P. 2. " , f. 250.
144
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
esta isla en un pueblo llamado Candelaria,
se acerca mucho al de los chorros de Berberia . »- (1)
No reproduciremos lo que dicen otros historiadores , porque su autoridad disminuye
en razón de la distancia que de la conquista los separa, pero no concluiremos sin observar que los datos reunidos , únicos conservados por la historia,
no resuelven la
cuestión, y ni aún remotamente la ilustran.
La vaguedad de esas apreciaciones , las pocas palabras que á tan difícil problema se
consagran, y hasta las mismas contradicciones , en que incurren los cronistas , dejan en
el ánimo la duda y el deseo de penetrar y
esclarecer este oscuro problema .
Pocas son las palabras auténticas que del
lenguage hablado en cada isla se conservan,
á pesar del largo catálogo que hoy de ellas.
poseemos. Para convencernos de esta verdad, observaremos ,
tres fuentes
que solo existen hoy
á donde acudir para escudri-
ñar el origen de esos dialectos . La primera,
y la de mayor importancia, es la recopilación de las voces y frases, que se hallan diseminadas en los diversos documentos de
los siglos XV y XVI, y hasta en algunos
(1 )
Ed . Scory, 130 .
145
LIBRO CUARTO .
del XVII , aunque cuidando de no aceptar
como nuevos
vocablos
aquellas palabras ,
que, por defecto de pronunciación ó de ortografía, lo parecen , y desechando sin apelación las que se encuentran en obras posteriores,
cuya filiación
no se halle justifi-
cada suficientemente con pruebas
indubi-
tadas.
Otra fuente verdadera es la que nuestro
lenguage actual nos suministra en algunos
de sus modismos, frases y palabras adoptadas por el uso , á raiz de la conquista , é impuesta por los vencidos á la raza conquistadora, sin que el transcurso de cuatro siglos haya podido borrar su primitivo sello .
Por último, la Geografía isleña, que habia
dado á los caserios, cabos , montañas, barrancos y desfiladeros sus nombres propios
y significativos , y la Etnografía, que dotaba
á cada individuo de apellidos diferentes , tomados de sus cualidades morales ó defectos físicos ,
es indudablemente otra fuente
segura y abundante de voces isleñas , que
ha contribuido á enriquecer el vocabulario
de ese muerto é interesante dialecto .
Hé aquí, á nuestro juicio , los medios de
recoger, si bien imperfectamente, los restos
perdidos de los siete lenguages isleños , cuya
investigación , aunque otra ventaja no ten10
TOM . II.
146
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
ga, puede contribuir, y contribuye en efecto , á resolver la cuestión de la unidad de raza , probada antes la unidad de idioma . (1)
(1) En uno de los apéndices con que ilustraremos esta
obra y publicaremos en su último tomo , se encontrará
una lista de palabras y frases canarias, únicas que despues
de un detenido examen juzgamos auténticas .
LIBRO CUARTO .
147
VI.
VOCES Y FRASES .
Es indudable que cuando en el siglo XIV ,
los primeros exploradores de las Canarias ,
encontraron de nuevo este archipiélago, no
les fué difícil convencerse de que en cada
una de las islas se hablaba un dialecto diferente, si bien en algunas, como en Lanzarote y Fuerteventura, Gomera y Hierro la variedad era de escasa importancia.
Ahora bien, si nos fijamos en la remotísima época en que las islas debieron haber sido colonizadas por las expediciones Egipcias
ó Líbico-púnicas, y la incomunicación forzada, que sucedió al abandono de esas colonias , no ha de extrañarse que en ese largo
período de treinta siglos , se operase la natural divergencia observada luego en
cada
dialecto . Recuérdese que en diez siglos sola-
148
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mente se formaron las lenguas meridionales
de la Europa, hijas todas de la lengua latina, y que, entre las tribus americanas , los
dialectos variaban hasta el punto de no entenderse en un radio de pocas leguas, apesar de su común orígen.
Sin embargo, y aún con ese aislamiento,
que contribuyó de
á producir
una manera poderosa
mayores diferencias de leguan-
ge de isla á isla , hay por decirlo
esos
dialectos tal
asi
en
aire de familia, tienen
razgos tan semejantes en su construcción,
y raices fundamentales tan idénticas, no sólo por su forma, sino por su significado ,
que, no es posible, racionalmente juzgando,
dudar del lazo que los une.
En las siete
islas,
ó en la mayoría de
ellas , eran de igual uso y significado , entre
otras
muchas, las voces siguientes :
Gofio .
(harina de cebada, trigo ó centeno) : Tamarco (tonelete, manto ó capa de hojas de juncos , palma ó
pieles,
mente de palma) :
aunque más
premo é invisible) : Guan,
(descendiente de):
exacta-
Acoran (Dios , poder
su-
Guad ó
Guay
Guanil (ganado) :
Magec
(el Sol): Tabona (piedra cortante) : Aho
che): Ahemon (agua) : Gánigo (vasija
(le-
de ba-
rro) : Banot (arma arrojadiza) : Burgado (marisco): Verode (planta) : Mocan (árbol) : Atchi
LIBRO CUARTO .
149
(hijo de) : Ben (procedente de) .
Esta identidad,
como
antes indicamos ,
era más general en Lanzarote y Fuerteventura, cuyos dialectos tenian entre si
semejanza, debido tal
la poca distancia
mayor
vez á que, atendida
que separa ambas islas ,
pudieron haber estado por más largo tiempo en comunicación.
En los nombres que designaban personas
y lugares, se advierte la misma homología,
como puede observarse recordando las voces de Fírgas, Agana , Agando, Guia, Guancha, Temisa, Acayro , Bentagaiga y otras.
La raiz de la mayoria de las voces, y especialmente su terminación final, no dá tampoco lugar á dudas respecto á su común ascendencia.
Mr. Berthelot , que ha ilustrado extensamente esta parte de nuestra historia, dice ,
en su tratado de Etnografía : -Los antiguos
habitantes de las Islas Canarias
hablaban
diversos dialectos , derivados todos evidentemente
de una lengua madre .-(1 ) Y Mr.
Ogier en su obra Las islas Afortunadas- se
expresa
en el mismo sentido : - < Equivoca-
damente han creido algunos , dice, que el
lenguage variaba entre las islas , no siendo
(1)
Etnografia, p . 162 .
150
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
comun su orígen; pero este error ha desaparecido al presente , pudiéndose afirmar, que
más de las tres quintas partes de las palabras que se conservan, eran usadas en todo
el Archipiélago . » — (1)
Los autores
que recientemente
ocupado de filología comparada,
se han
creen en-
contrar estrecho parentesco entre los restos
del dialecto canario , y los que aún se hablan
en las vertientes
del Atlas por las tribus
Bereberes de los Schellouks (Bereberes occidentales , ) Zenethad, Ghomerah, Hauarah y
Touareks.
En efecto, si se comparan los
catálogos
que de esos dialectos se han publicado, con
las pocas voces auténticas del lenguage isleño, no será difícil reconocer cierta especie
de afinidad
reveladora de una común filia-
ción; y si , como es de suponer, la misma raza que ahora 3000 años se extendió por las
costas occidentales del
Africa,
despues de
conquistar el Egipto y colonizar esa extensa
zona de las vertientes del Átlas , llegó hasta
el archipiélago, é impuso su lenguage y costumbres á la raza salvage de Cro -Magnon ,
que en él dominaba, esa similitud de lenguage conservada al traves de los siglos, na-
(1) Les iles fortunées . -T. 2.º , p. 320.
151
LIBRO CUARTO .
da tiene para el historiador de inadmisible
ni de extraordinario .
Ya desde el siglo XVII el
atento inves-
tigador de nuestras antigüedades , Marin y
Cubas, habia notado (1), que eran homólogos algunos nombres canarios con
Griegos, Persas
sito citaba,
nombres
nea,
otros .
y Egipcios .
otros
A este propó-
respecto á la Gran-Canaria los
de Tirma, Tara,
Tamara,
Acusa,
Cendro, Tiran-
Arguin,
Magoc y
En cuanto á Tenerife copiaba los de
Belicar, Añaterve, Tacoronte, Taoro, Teno,
Adeje , Abona, Romen y Bencomo; y con
referencia á la Palma, indicaba los de Azucuaje, Adirame, Guevejey, Ajentive , Mazo ,
Atavira y Ajenguareme .
Cierto es que Marin se deja arrastrar con
frecuencia por la aparente ó casual semejanza de algunas voces, esforzando sus argumentos con gran aparato
de citas,
que
prueban su notable erudición ; pero tambien
es necesario reconocer, que muchas de esas
observaciones parecen verdaderamente proféticas , si se recuerda la época en que se
escribieron , por cuanto la Filología ha venido despues ha decidir, sinó su certeza , al
menos su probabilidad .
(1)
Marin y Cubas . Ms. Lib . 3.º , cap . XXIV.
152
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
En
estos últimos
años ,
estudiando los
dialectos hablados por algunas
tribus de la
América meridional , se ha creido encontrar
tambien sorprendentes semejanzas
de las
Canarias, y, en
iguales , no sólo en su
efecto ,
con los
voces
hay
construcción ,
sino
hasta en su mismo significado , lo cual sólo
prueba, si es cierto , que esa misma raza conquistadora, despues de tocar en las Afortunadas , pudo
casualmente
llegar
hasta las
costas de Venezuela y del Brasil . (1)
El primer
historiador
que se propuso
de las Canarias ,
recoger y formar una lis-
ta alfabética de voces isleñas, fué el escocés Jorge Glas, quién , en su traducción de
Abreu Galindo, nos dió 13 voces del dialecto de Lanzarote y Fuerteventura ,
Gomera, 14 del Hierro, 26
3 de la
de Canaria ,
de la Palma y 39 de Tenerife,
24
ó sea un to-
tal de 119 voces . (2)
El ilustre Viera y Clavijo
en
en
sus
Noti-
cias, recogió solamente 18 de Canaria ,
44
de Tenerife , 17 de la Palma, 15 del dialecto
de Lanzarote y Fuerteventura ,
y
de Hierro y Gomera, formando
un grupo
13 del
(1 ) Véase Berthelot . Etnog. Nota 273 .
(2 ) The History of the discovery and Conquest of the
Canary Island , 1767 , p . 174 .
LIBRO CUARTO .
153
de 107 palabras . (1) Obsérvase ,
nera de tratar esta
por la ma-
cuestión, que la juzga
con marcada indiferencia, lo que es de notar, si se atiende á su
aventajada
ilustra-
ción .
Despues de este historiador nos encontramos con Bory de St. Vincent (2) ,
creyendo de más
el cual,
importancia esta misma
cuestión, aumenta el catálogo considerablemente, é introduce nuevas voces de indiscutible
importancia,
donde
pudo
pero
sin
descubrirlas .
decirnos
Resulta ,
que de Canaria, nos presenta
nerife 48 , de la Palma 22 , de
Fuerteventura 31 , y de
en
pues ,
26 , de
Te-
Lanzarote y
Hierro
y Gomera
21 , lo que nos dá un total de 148 palabras,
algunas de dudosa filiación .
Más adelante Berthelot ,
con mayor
co-
.
pia de datos, y conociendo mejor la historia
del país, se propuso estudiar tan interesante problema, y en su tratado
fía, despues de varias
de Etnogra-
consideraciones
de
elevado interés científico , nos presenta un
catálago de 1.091 palabras ,
sin contar va-
rias frases, que tambien colecciona y procura descifrar, cuyas 1.091
(1 )
(2)
palabras se des-
Noticias , t . 1.º, p . 116 .
Essais sur les isles Fortunées . - P 49 .
154
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
componen en esta forma: Tenerife 359; Canaria 291 ; Palma 109 ; Gomera 102 ; Hierro
59; Lanzarote 106 y Fuerteventura 65.
En el análisis que de ellas
hace , encuen-
tra mucha semejanza con algunos dialectos
bereberes,
deduciendo de esto , que la raza
autóctona desciende de la de aquellos an-
tiguos habitantes
de la Libia.
Mr. Ogier, posteriormente, reproduce una
parte de aquellas voces en su obra ya citada, indicando que el antiguo lenguage isleño era gutural,
y tenia
muchos puntos
de contacto con el idioma celta. (1)
El escritor aleman Franz Von Loeher en
su obra- Los Germanos en las islas Canarias, -se adelanta á probar , que los indígenas eran godos , y en consonancia con esta
hipótesis, se empeña en deducir
sas analogias entre los restos
capricho-
del dialecto
isleño y el germánico . (2 )
Finalmente, el Dr. Chil, en sus eruditos.
Estudios , recopila las voces
que nacionales
y extranjeros han reunido en sus diversas
obras y extensos catálogos alfabéticos , dándonos
una série de palabras, que asciende
á la respetable
cifra de 2909 distribuidas
(1) Les iles fortunées , t . 2.º, p . 319 .
(2) Los Germanos en las islas Canarias . Traducción española Madrid . C. X , p . 109 .
155
LIBRO CUARTO.
en esta forma: Lanzarote 277 , Fuerteventura 166, Gran- Canaria 737, Tenerife 842 ,
Palma 239, Gomera 317 , y Hierro 241 .
Este rápido aumento de voces , si se examina con atención, proviene en primer lugar del afán que cada escritor ha sentido de
sobrepujar á sus antecesores en una disquisición , cuyo valor científico se juzga cada
dia de mayor interés ,
pero sin que haya
precedido en su elección y estudio el discernimiento necesario para que esos elementos
contuvieran las condiciones
de legalidad ,
que dan carta de naturaleza á esas voces
nuevamente descubiertas y precipitadamente aceptadas.
Repeticiones de una misma palabra, escrita con diferente ortografía, ó que solo tiene alguna desinencia, nombres de localidad
de dudoso orígen , vocablos de desconocida
ascendencia,
voces,
unas de
construcción
moderna, otras introducidas por los moriscos y judios conversos , por los esclavos de
Berberia, ó por los negros del Senegal, elementos todos heterogéneos , que disminuyen
considerablemente el nuevo contingente llevado á la historia, sino se le somete al escalpelo riguroso de una severa crítica.
Sea como fuere, y cualesquiera que sean
los loables esfuerzos de los filólogos , impo-
"
156
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
sible será siempre reconstruir con esos diseminados restos las reglas que precedieron
á la formación del lenguage canario, ni adivinar sus formas gramaticales, para deducir
por su exámen las modificaciones , que las
raices de las voces experimentaban al convertirse
modos .
en números , géneros ,
tiempos y
LIBRO CUARTO.
157
VII
ANÁLISIS FILOLÓGICO
Examinando ahora con especial atención
2
la crónica de Bethencourt, primer documento auténtico que debemos consultar , solo hallamos 16 voces y una frase rigurosamente canarias, que por su indubitado orígen vamos á reproducir:
Albania, -nombre con que se designaba
á Fuerteventura, (p . 11) variante de Erbania.
Ávago, ―nombre propio, (p . 23) .
Asche,
otro nombre propio (p . 45) , que
despues ha sido desfigurado por nuestros
cronistas , escribiendo Ache, Achien, Atche,
Atchen, Atchi .
Lacatif, Laratif, -nombre de localidad ,
(p . 47. ) (1 )
(1 ) Este nombré tambien ha sido desfigurado con frecuencia. Acatif y Acatife , dice D. P. M. Ramirez en su
158
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Alby, -nombre propio (p . 48 ) . Nuestros
historiadores dicen equivocadamente Abby.
Maby,-nombre de guerrero, (p . 48) . Parece el mismo anterior, pero mal copiado.
Erbania,-la isla de Fuerteventura , (p . 58) .
Telde y Teldes, -lugar en la Gran- CanaS
ria, p . 63 y 109).
Argonez, -(id . ) (p . 63) .
Arguinegui, -puerto y lugar en la misma
isla, (p . 109)
Artamy, -rey de la Gran-Canaria, (p . 123)
Tonerfiz, ―la isla de Tenerife, (p . 123) .
Tharaiz,
arbusto , (p . 130) .
Titheroigatra,
la isla de Lanzarote , (p .
134) .
Higuyerez,
arbusto . (p . 134).
Augeron, -nombre propio en la Gomera,
(p . 172).
Fore troncquenay, - traidor malvado , (p .
49) , frase que vemos escrita é interpretada
de manera diferente . Ramirez en su traducción (p . 31) , nos dice- Fore tronc gueve; —
traducción de Bontier ( p . 30 ) ; pero Gravier en le Canarien dá la verdadera palabra del manuscrito , que es Lacatif ó Laratif. El Dr. Chil (t. 1. °, p . 418) siguiendo à Berthelot (Eng., p . 189) asegura que era tambien nombre de
barranco, y el que se daba á la villa de Teguise , citando la
Crónica de Bethencourt; pero en éstas pág . 47 y 72) solo
se habla de puerto . Sabido es que la villa de Teguise , llamada Aldea Grande ( Castillo , p . 23) , tomó ese nombre de
la hija de Guadarfia.
159
LIBRO CUARTO .
Charton (Viageros antiguos y modernos , p .
Marin y
21) escribe - Fore troncqueve;
Cubas (ms. p . 47) -Fore tronche ve- traidor infame;
Viera (t . 1.º , p . 315) nos da,
Fore Tronc
queue
(ah malvado traidor).
Y Von Loeher, por último, (p.
76) quiere
encontrar su equivalente en la frase germánica- Verraeter geht weg.
Según una construcción beréber, que se
nos asegura exacta, parece que Fore debe
significar el imperativo Sal, Tronc el adverbio pronto ó al instante, y guevay, el adjetivo infame, maldito, ó lo que es igual- Sal
pronto, infame. Dudamos mucho de su exactitud .
El Cura de los Palacios,
en su célebre
Crónica, consigna asimismo
algunas pala-
bras auténticas, referentes al dialecto de la
Gran-Canaria . En las páginas 613 y 614 ,
edición de Rivadeneyra, hallamos las voces
siguientes : -Toriña (casa de oración); Guardateme (Rey); Fag-zame (Sacerdote) ; Gofio
(harina). Y el de las localidades
ma isla:
de la mis-
Ventangay. - Telde . -Galda.-
Araguacad.
Arajines .
Atrahanaca .
Atairia .
Themensay.
Atagad .
Adfata-
gad. -Furic. -
Artenaran.- Afaganige.-
-
Arecacasumaga . -Atasarti .
Areaganiguí.
-Aeragraca. - Arbenugania . - Arerehuy-
160
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Atirma. -Aracuzem.--- Artubrirgains .---AtaArtagude.- Aregayeda.- Aremaraseid .
Areagraxa .--- Areagamasten.--- Aregaldan .
—
Afurgad.- Arehucas.- Aterura.achu.
Atenoya.-Araremigada .---Ateribiti .--- Aran-
tiagata.
Entre
estos
nombres
encontramos
sin
violencia los modernos de Agüimes, Utiaca,
Guayedra, Acusa , Gáldar, Tamaraceite, Tasarte, Arúcas , Tenoya, Agumastel, Teror y
Tirma.
Creen algunos , que las sílabas ar, at, af,
ad, con que principian muchos de esos nombres ,
y otros
á'yt beréber
del
dialecto
canario ,
correspondiente
á
es el
tribu;
de
manera que, en ese caso . Ar-ajinez , se traduciría por tribu,
pueblo ó aduar de Aji-
nez, y así de los demás .
El mismo escritor
en su crónica nos su-
ministra tambien otras palabras, que , aunque en
escaso
número,
constituyen
con
las anteriores y las de Sedeño , la base fundamental de este primitivo lenguage.
Escudero
nos ofrece 54 voces del que
se hablaba en la Gran- Canaria,
deño , á las que
y once Se-
Marin y Cubas agregó pos-
teriormente 71 , entre las cuales van incluidas algunas de las anteriores .
En cuanto al dialecto de Tenerife, los es-
161
LIBRO CUARTO .
critores Espinosa,
de
Viana, y Nuñez
la
Peña, autoridades que se pueden citar como
fundamentales, nos dan el primero 17, el
segundo 58 , y el tercero 67.
Del exámen de esas voces, y de las que
sucesivamente se agregaron , recogidas
antiguos
documentos ,
en
y
misma del país, por Abreu
en
la Geografía
Galindo , Sosa,
Castillo , Viera, Bory, Berthelot , Chil y Von
Loeher, al compararlas y estudiarlas entre
si ,
podemos
consignar las
siguientes
de-
duciones .
La mayoría de las palabras, sin distinción
de dialectos , principiaba
·
en
las siete islas
por las sílabas ad, ag, at, ben, gua, tag, tar
y tin, notándose que hay pocas
voces con
P. , y siendo en número escaso las que empiezan por F. L. y Q.
Habia muchas voces compuestas , como
es fácil convencerse por la
aquellas que nos ha
significación de
conservado la tradi-
ción .
Artemi,
nombre del Rey de la Gran-Ca-
naria, al verificarse la derrota de
Bethen-
court en 1405 , parece compuesto de las voces
Arsch (tribu)
emir
(Jefe) , Jefe
de la
tribu; y Guanarteme, título con que se designó despues al soberano , significaba indudablemente, Guan (descendiente) arst-emir
11
TOM. II.
162
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
(del Jefe de la Tribu . )
Adargoma, espaldas de Risco , que era la
traducción,
según nuestros cronistas ,
nombre de este guerrero,
del
estaba formado
con las voces Adarg (espalda) goma (risco) .
Tamogan-corac, casa de Dios ,
venia de
Tamogan, casa, y de Alcorac, Dios .
Ben significaba hijo de ,
y hay muchos
nombres propios que principian
así,
como
Ben-taguaya, Ben-tejui, Ben-taguaire , Bentagoya, que debian significar hijo de
Gua-
ya, Tejui, Guaire y Tagoye.
En el viage tantas veces citado del genovés Nicolás da Recco
(1341 ), recogió éste
una lista del modo de contar
narios,
desconocida
de
entre los
Abreu
ca-
Galindo ,
que escribia en 1632 , el cual , sin embargo,
nos presenta otra en su historia, que guarda grandes analogías con aquella . Véanse á
continuación una y otra lista:
RECCO.
GALINDO .
GALINDO .
1 Nait .
1 Been .
20 Linago .
2 Smetti .
2 Lini.
3 Amelotti.
3 Amiat .
21 Beni-Linago .
30 Amiago .
4 Acodetti .
4 Arba.
31 Beni-Amiago .
5 Simusetti .
32 Lini-Amiago.
6 Sesetti .
5 Cansa.
6 Sumous.
7 Satti .
7 Sat.
8 Tamatti.
8 Set.
40 Arbiago.
50 Camago.
100 Been-Maragoin
163
LIBRO CUARTO.
RECCO.
GALINDO.
GALINDO.
9 Aldamorana.
9 Acot.
10 Marava.
10 Marago.
11 Beni-Marago.
11 Nait-Marava .
200 Limaragoin.
12 Smatta-Marava . 12 Lini-Marago .
13 Amierat- Marava 13 Amiat-Marago.
14 Acodat-Marava .
15 Simusat -Marava
16 Sesatti-Marava . ( 1 )
Aunque
no hay perfecta
concordancia
entre ambas listas, se observa,
go, un plan uniforme
lazar las
sin
embar-
en la manera de en-
decenas y centenas . Desde luego
el Marava de Recco y el Marago de Galindo para expresar la decena,
se puede
ase-
gurar que es una misma palabra , adulterada por el tiempo ó por las personas que la
oyeron y trasladaron al papel , y admitiendo que haya habido trasposición
al reproducirlas ,
Sesseti ,
Satti ,
de
voces
se observa que Simusetti ,
Amelotti y Acodetti, guar-
dan gran semejanza
con Sumous , Sat, Set,
Amiat y Acot de la segunda
lista .
Posteriormente el Doctor Verneau (2) nos
dá
cuenta de
un manuscrito ,
encontrado
por M. León de Cessac en una biblioteca de
1
(1) Champi . 1827. Firenze .
(2 ) Rapport, Paris , 1887 , p . 195 .
164
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Lisboa que contiene
varios dibujos de los
habitantes primitivos de Canaria y Hierro y
donde, á la vez, se reproducen dos poesias
de una y otra isla con su correspondiente
traducción en portugués .
Respecto á la cuestión filológica , que vamos tratando ,
este documento es de una
grande importancia histórica .
Véanse aquellas poesias.
1.a GRAN CANARIA.
Aicá maragá, aititu aguahal
Maicá guere, demacihani
Neigá, haruvici alemalai.
2.a HIERRO .
Mimerahaná ? ziná zinuhá ?
Ahemen aten , haran, huá ,
Zu Agarfa fenere nuzá.
Las
palabras
de
estos
dos cantos se
descomponen en portugués y español en la
forma siguiente :
LIBRO CUARTO .
165
CANTO CANARIO.
CANARIO .
Aicá .
PORTUGUÉS .
ESPAÑOL.
Seas
Sejais
bem venido
bienvenido
maragá .
aititu
•
aguahal .
Maicá
·
nossa mai
esta gente
esta gente
guere
demacihani .
forasteira
extrangera
mas ja que estamos
juntos
irmao
ahora que estamos
juntos
hermano
mataraô .
Neigá
haruvici.
alemalai.
matarán
•
quero me casar .
nuestra madre
•
poisque estamos perdidos
quiérome casar
ya que estamos
perdidos
CANTO HERREÑO.
CANARIO .
PORTUGUÉS .
ESPAÑOL .
Mimerahaná
ziná .
Quetragaopara cá.
Que traeis ahí?
Que por aqui conduzaô
Que llevais acá?
aten
Que importa
leite .
que importa
Leche
haran
agua
agua
huá .
epao .
se
pan
si
Agarfa .
nao quer
nombre propio
zinuhá •
Ahemen
Zu
Agarfa .
fenere
nuzá.
olhar para mim
no quiere
mirarme
166
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Los dos cantos pueden traducirse libremente así:
Canto
canario . -Bienvenido
seas .
Esos
extrangeros desean matar á nuestra madre,
ahora que nos ven juntos . Hermano, quiero casarme, ya que estamos perdidos .
Canto herreño .-Que traes? Que conduces
ahí? Pero, ¿qué me importa la leche, el agua
y el pan, si Agarfa no quiere mirarme?
Suponemos que este manuscrito perteneciera á alguno de los de la expedición de
Angiolino, de que nos habla Bocaccio, aunque
pudo
tambien
ser posterior ,
porque
sabido es, que los portugueses siguieron visitando
las Canarias
durante
todo
el si-
glo XV.
Varias son las raices , que los autores dan
á las principales voces del vocabulario isleño, acomodándolas cada uno á la hipótesis
que sostiene. Asi vemos que á Alcorac (Dios) ,
le dán un orígen beréber; á Magec ( Sol) , orígen celta; á Altahay (valiente) , orígen griego; á Ecero (fuerte) , orígen celtibero; á Quehebi (señor), orígen árabe,
daman (rebaño) ,
(al-kebir); á Ari-
orígen egipcio ;
y asi
de
otras .
El estudio de los dialectos , que aún se ha-
LIBRO CUARTO .
167
blan por algunas tribus en las faldas del
Atlas , dará al fin la clave de ese antiguo
lenguage . Las escasas tentativas , emprendidas en ese sentido, suministran yá una gran
copia de preciosos datos, autorizándonos para asegurar, que alli se encuentra la raiz común de ese perdido idioma.
Mr. de Quatremére decia: -La lengua beréber no ha sido importada en el África septentrional por ninguno de los pueblos , que
han hecho ó intentado su conquista.- Y el
laborioso Berthelot, añadia : -Puede creerse
con toda apariencia de verdad , que esta lengua se hablaba, desde los tiempos más remotos , por los pueblos nómadas esparcidos en
esa parte del continente africano . Esa lengua es la misma que hoy se habla en esos
sitios , y probablemente la que hablaban los
Númidas antes de la invasión romana..— (1)
La raza fundamental que puebla el norte
de África es la beréber, (2) y su lengua. la
que se habla hoy , desde el Egipto hasta el
Atlántico ,
desde el Mediterráneo hasta el
Soudan; allí debe encontrarse la raiz del dia-
(1 ) Etnografía, p . 219 .
(2) « On ne la retrouve pas ailleurs , que dans les Canaries , où les anciens noms de lieux et de populations sont
berbers . >>
M. Manouvrier. Revue scientifique . 1881 ,
168
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
lecto isleño , y cuando se pruebe por los filólogos la certeza de nuestra hipótesis ,
que-
dará asimismo probada con mayor autoridad, según tantas veces hemos repetido en
el curso de esta obra,
la unidad de la raza
que poblaba primitivamente el archipiélago .
LIBRO CUARTO .
169
IX.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA .
GRUPO ORIENTAL .
En las siete islas , únicas habitadas , existia, al tiempo de su conquista , como forma
de gobierno establecida , la monarquia hereditaria absoluta, más ó menos templada por
un cuerpo organizado de sacerdotes y nobles , que tenian el derecho de aconsejar al
soberano, y en ciertas ocasiones de compartir con él su autoridad.
La división en castas de nobles y plebeyos, se hallaba tambien universalmente admitida, existiendo signos exteriores , que daban á conocer desde luego su procedencia.
El límite entre ambas castas no era, sin embargo, difícil de salvar; se ascendia á noble
ó se descendia á villano, según la aprecia-
170
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
ción de ciertos
actos, ó la calificación de
otros examinados por un tribunal ,
que en-
tendia especialmente en estos asuntos .
Es probable que en remotas edades cada
isla estuviera dividida en varios distritos,
tribus ó familias, de que eran jefes los más
ancianos , los más valientes , ó los más astutos , hasta que, las guerras de tribu á tribu,
provocadas por celos, ódios
ó ambiciones ,
dieron á la más afortunada la supremacia
sobre las demás . De este modo, el reyezuelo
que en ella imperaba, se erigió en jefe absoluto del Estado , fundiendo en una aquellas diversas tribus , y echando asi los cimientos de una monarquia, que luego se cambió
sin esfuerzo en absoluta y hereditaria.
Para recoger y apreciar con mayor exactitud los pocos recuerdos , que de esta organización nos restan , vamos á ocuparnos separadamente de cada una de las islas , y de
lo que, respecto á su gobierno, ha llegado
hasta nosotros , concluyendo esta reseña con
la sucesión histórica de sus jefes ó reyezuelos, según se refiere en nuestras crónicas .
LANZAROTE . - Tradición histórica . — Esta
isla , la
do
primera que se encuentra llegan-
de Europa ,
fué,
por esta circunstan-
cia, la más azotada de los piratas nacionales
y extrangeros, que iban allí á buscar escla-
LIBRO CUARTO .
171
vos, para satisfacer las repetidas demandas
de una mercancia, tan codiciada en aquellos
tiempos .
Ya hemos visto en el curso de esta historia, la ocupación momentánea de Lanciloto.
Maloxello ( 1275?) (1 ) ; la expedición de Angiolino (1341) cuya relación nos ha conservado Bocaccio; el pacífico reconocimiento de
Alvaro Guerra (1345) ,
como
delegado del
Príncipe de la Fortuna ; y el abandono definitivo que hizo luego el Infante de su efímero Principado . (2)
En ninguna de estas expediciones se hace mención de la forma de gobierno que regia en la isla, ni del nombre de sus jefes ,
siendo preciso llegar hasta el último tercio
del siglo XIV, para encontrar el primer dato auténtico sobre la cronologia histórica de
sus reyes .
En 1377 , ó quizas algunos años despues
(1 ) La fecha de esta expedición se deduce de esta frase
de Petrarca : Eó siquidem patrum memoria.-Vita Solit. Lib . II . Sect . VI . Cap . III , p . 277. Basilea .
(2 ) Dice Osuna, pág. 29 :
«Las noticias que Alvaro Guerra dió al Infante en las que
se pintaban con vivos colores las pocas ventajas que podia
reportar de la conquista de las Islas, los gastos que ésta
ocasionaba , y los peligros á que se exponian los Europeos ,
tanto por causa de la navegación , cuanto por la falta de
alimentos, que habia en estos paises y la barbarie de sus
moradores, fueron sin duda los motivos que decidieron al
principe á abandonar su proyecto . >>
172
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
(1) cuando el Rey de Portugal y el Duque
de Lancaster (Alencastre de nuestras crónicas) pretendian hacer valer sus derechos sobre la corona de Castilla , en nombre de los
desheredados hijos del asesinado en Montiel , vigilaban las costas lusitanas ,
una ar-
mada, bajo la bandera de D. Juan el primero
de Castilla, con el intento de impedir el desembarco de los refuerzos , que habia ofrecido el Rey de Inglaterra á su hermano el de
Lancaster, casado con la Infanta D.a Constanza, primogénita del Rey D. Pedro . (2)
Era capitán de una de esas naves un noble vizcaino llamado Martin Ruiz de Avendaño, jóven y apuesto caballero , de gentil
presencia, quién , sorprendido por
un recio
temporal, y sin serle posible resistir el empuje de los vientos y las olas, se vió separado de las costas de España , y arrastrado
(4) Abreu Galindo , de quién tomamos esta noticia , dice: « reinando en Castilla D. Juan el primero, » en cuyo caso
no puede aceptarse la fecha de 1377 que fija Viera (t. 1.º ,
p. 173 ) por cuanto es sabido que D. Juan principió á reinar
en 1379 .
(2 ) Dice Mariana en su Historia de España, t . 1.º, p .
585 ed . de 1852 .... «diez y seis galeras de Castilla se encontraron con veinte y tres de Portugal . Dióse la batalla
naval, que fue muy memorable . Vencieron los Castellanos ;
tomaron las veinte galeras contrarias y en ellas gran número de portugueses con el mismo General D. Alfonso Telez Conde de Barcelos >>>
El almirante castellano era Fernán Sanchez de Tobar .
173
LIBRO CUARTO .
á las de Lanzarote , en cuyo puerto principal
buscó
abrigo , y descanso á su combatida
nave, y refrescos y mantenimientos para sus
atribulados compañeros .
Aunque no era aquella la primera vez, que
los isleños eran visitados por los europeos ,
sorprendióles
sin
duda el órden ,
aseo y
compostura de una nao de guerra, y el tra+
to afable y cortés del capitán Avendaño .
Ello fué,
que,
el
Rey
de
la isla , llama-
do Zonzámas , recibió á los españoles con cariñosa solicitud, les obsequió generosamente con carne, harina de cebada y leche, y
hospedó en su misma casa al comandante
del buque .
Estaba
Fáina,
casado
Zonzámas con la
noble
isleña jóven y agraciada, que supo
apreciar, más de lo que sus deberes le permitian, las galantes frases del capitán vizcaino , dándole pruebas de su rendida voluntad .
La nave retornó á España con su jefe y
tripularios , y la reina Fáina, nueve meses
despues, dió á luz una hermosa niña,
de
tez blanca y sonrosada , á quién se le puso
por nombre Ico.
Zonzámas á su muerte dejó dos hijos llamados Tingua- Fáya y Guanarame, además
de la infanta Ico . De éstos , el primero suce-
174
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dió en el trono á su padre, y fué hecho prisionero con su esposa y 160 de sus vasallos,
en la expedición de Andaluces y Guipuzcoanos , acaudillada por Gonzalo Peraza Martel, llevando , además, como trofeos de su fácil victoria , cera , cueros, sebo y ganado . Algunos autores colocan la fecha de esta invasión en 1393 , y otros en 1399.
Vacante el trono por la prisión de Tin.
gua-faya, entró á sucederle Guanarame, que
habia casado, según la costumbre de los antiguos reyes persas y egipcios , con su hermana la princesa Ico , de cuyo enlace nació
Guadarfia, que reinaba en 1402 , cuando se
presentó en la isla Bethencourt , hallándose
aquel casado con la reina Artiaga. Pero sucedió,
que,
antes
de
aclamarlo
Rey,
se
levantó una facción , capitaneada por algunos
nobles descontentos , que negó
á Gua-
darfia su cualidad de hijo legítimo , declarando , sin ambages, que su madre Ico era fruto de un adulterio, y citando como prueba
el nombre nunca olvidado de Avendaño .
Cuenta la tradición , que, entonces, el tri
bunal nombrado para conocer de tan espinoso
asunto, resolvió encerrar á la reina
viuda con tres criadas suyas , de orígen plebeyo, en un aposento tapiado y lleno de humo, entendiendo, que, si salia viva de esta
175
LIBRO CUARTO .
prueba y ahogadas sus doncellas , seria que
Dios habia decidido manifestar por este medio su inocencia .
Habia por aquel
tiempo
en
Lanzarote
una vieja, con sus ribetes de hechicera, que
condolida de la angustiosa posición de la
viuda, la aconsejó, que debia ayudar á Dios
en la ejecución de aquel fallo , para lo cual
solo era preciso que llevase oculta una esponja llena de agua, y la aplicase á la nariz
cuando le dieran humo . Hízolo asi la reina,
y consiguió respirar fácilmente , saliendo viva de tan hórrible suplicio, y ahogadas sus
compañeras las tres villanas . Quedó , pues ,
probado que Ico era noble é hija de Zonzámas, y limpia y sin mancha la honra de la
hermosa Fáina.
Después de esta prueba decisiva, la facción contraria enmudeció, y Guadarfia fué
proclamado sin obstáculo , rey de Tite-roygatra, colocando sobre sus sienes la antigua
corona de pieles , adornada de conchas marinas . (1)
Este Jefe, el mismo que encontró Bethencourt reinando en Lanzarote , recibió en el
bautismo el nombre de Luis , é hizo entrega
de su corona en manos del Barón norman-
(1)
Abreu Galindo , p . 31 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
176
do. Sabemos que su hija la princesa Teguise casó con Maciot de Bethencourt,
y qué
de un hijo ó nieto suyo llamado Guillen de
Fia nació doña Catalina Dar-fia , manceba de
Sancho de Herrera el viejo , de quienes desciende la noble familia de los Marqueses de
Lanzarote.
FUERTEVENTURA . - Tradición Histórica.En dos
reinos
cuando la
estaba
dividida esta
isla,
crónica de Bethencourt nos dá
las primeras noticias sobre su organización
política. De una á otra orilla del mar corría
una pared, que aislaba completamente ambas porciones del territorio , siendo llamada
la del norte Maxorata, y Jandía la del
En cada
uno
habia un jefe,
de
sur .
estos pequeños Estados
que disponia del poder su-
premo, sin que sepamos si
electivo ó hereditario .
este poder
era
De presumir es que
su autoridad fuese compartida con los guerreros , que habian adquirido mayor fama
por su prudencia y valor, y con la tribu sacerdotal,
de la que
solo
ha llegado hasta
nosotros los nombres de dos mugeres, que
ejercian el oficio de agoreras ó sibilas .
Guize y Ayoze se llamaban los reyes que
gobernaban aquellos estados ,
la
se rindió á Juan
de
cuando la is-
Bethencourt, des-
pues de algunas ligeras escaramuzas, repe-
7
47
LIBRO CUARTO .
tidas en diferentes
177
ocasiones , indignas del
patriotismo de aquellos isleños , y de lo que
podia esperarse de
las
fortificaciones que
defendian el país .
Guize rey de Maxorota tomó
de Luis, y Ayoze rey de
fonso . Desde entonces
el nombre
Jandía el
desaparecen
de
Al-
ambos
la historia, sin que se conserve el me-
de
nor recuerdo de su vida posterior ni el de
su descendencia .
GRAN-CANARIA- Tradición histórica. — En
el siglo
XIV, dicen nuestras
hallaba dividida la
crónicas ,
se
Gran-Canaria en
diez
cantones , llamados Agáldad (Gáldar) ,
Tel-
de, Araginéz (Agüimes), Texeda, Aquexata,
Agaete,
Atamaraseid (Tamaraceite) ,
brirgains (Artebirgo) ,
Artiacar,
Artu-
y Arehu-
cas, (Arúcas), mandado cada uno por un jefe independiente .
Vivia entonces en el distrito de Agáldad,
el más populoso y rico de la isla , una jóven de singular hermosura y de un talento
excepcional ,
cia
decisiva en todos los
que
egercia una influennegocios
públi-
cos y privados que se le consultaban . Llamábase Andamana ó Atidamanan , y la suponian todos inspirada y en comunicación con
espíritus superiores, creencia que ella misma se complacia en difundir y afirmar, su12
TOMO II.
178
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
poniendo misteriosos éxtasis y formulando
sibilíticas respuestas .
Levantóse contra ella un partido numeroso, que, envidiando su influjo y su talento, pretendió calumniarla y envilecerla, lo
cual dió ocasión á que, despertándose en
ella el deseo de
vengarse de tan injustos
adversarios , concibiera el proyecto de avasallar la isla, reduciéndola á su obediencia .
Para ello se enlazó ántes con Gumidafe, jefe
del cantón de Agáldad , y juntos , despues de
reunir una tropa adicta y aguerrida , que secundára sus planes,
valiéndose de los me-
dios de declarar á unos Cantones la guerra,
de seducir á otros con promesas, y de atemorizar á los demás con el poder de sus armas
y la protección invisible de su Dios, consiguieron en poco tiempo someter los diez
distritos á su voluntad, echando los cimientos de una monarquia hereditaria, cuya corte fijaron en el pueblo de Agáldad .
Hijo de esta unión fué el valiente Artemis, que habia sucedido ya á sus padres en
1405 , año en que obtuvo en las playas de
Arguineguin una señalada victoria sobre las
tropas de Bethencourt , muriendo á manos
de sus valientes isleños veinte y dos franceses, entre los cuales se contaban los distinguidos oficiales Juan le Courtois y An-
LIBRO CUARTO .
179
nibal, bastardo de Gadifer .
Ignoramos la fecha de la muerte de este
intrépido guerrero, y solo sabemos , que le
sucedió Taghoter Semidan, que otros escriben Tago-horcer, (2) el cual, despues de un
reinado, cuya duración no es posible hoy fijar, dejó dos hijos llamados Guanache Semidan, y Bentagache. Fué el primero aclamado rey de Agáldad , y el segundo de Telde, división que debió tener lugar de 1455
á 1460 (3) , arreglada tal vez por los Guaires
(consejeros) y Faicanes (sacerdotes) de ambas localidades, que desearian conciliar de
este modo las opuestas pretensiones de los
dos hermanos á fin de dividirse mejor su
autoridad .
Guanache , llamado por los
españoles el
Bueno, fué casado con Guanuriragua, hermana del Faican de Telde Guanariragua el
tuerto , jefe de las tropas que se apodera(1 ) Le Canarien , p . 170. Aunque algunos historiadores creen que Artemis murió en esta refriega , la Crónica
de Bethencourt, única autoridad en tal asunto , nada nos
dice sobre ello .
(2) Véase una escritura de transacción entre varios descendientes de canarios, otorgada ante el escribano de Gáldar Diego de Flores en 1565 , donde constan estos nombres .
(3) Azurara en su Crónica escrita en 1458 , dice , hablando de Canaria : -E teem antre si dous , que nomean por
rex.-P. 376 .
Consta tambien , que cuando por ese tiempo Diego de
Herrera levantó la Torre de Gando , habia ya un Rey o
Guanarteme en Telde .-- Abreu Galindo , p . 74 .
180
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
ron de la fortaleza de Gando , teniendo aquel
una sola hija legítima que se llamó Arminda, nacida en 1464, si bien es fama, que sus
hijos naturales pasaban de cuarenta . (1) La
muerte de
este Guanarteme la fijan nues-
tros cronistas , en 1472 ,
dejando de ocho
años á la jóven heredera (2), por lo cual se
confirió el gobierno de sus Estados á su sobrino Thenesor Semidan, que algunos llaman Guayedra (3) (D. Fernando Guanarteme), hijo de su hermano
Soront- Semidan ,
de edad entónces de 24 años . Thenesor, último Rey de Gáldar, y luego de toda la isla
á la muerte del Rey de Telde Bentagache
(4) dejó de su matrimonio con Abenehara á
la infanta Guayarmina, que tomó, como es
sabido , el nombre de Margarita (5) , y en se-
( 1 ) Véanse Marin y Cubas, ms. p. 232, y el P. Sosa ,
p. 182 .
(2) Sosa, p . 69.
(3) Guayedra lo llama Marin y Cubas. Lib . 1.º, cap . 18 .
(4) Aunque se dice que el Rey de Telde habia dejado
hijos menores, es lo cierto , que éstos nunca llegaron á heredar, siendo para nosotros una fábula la elevación de Doramas á dicho trono , despues que hemos estudiado mejor
esta cuestión .
(5) Del matrimonio de ésta con Miguel de Trejo Carvajal nacieron cuatro hijos: 1. Bernardino de Carvajal , que
casó con Melchora de Cabrejas . 2.º D. Maria Carvajal que
casó con Bartolomé de Aguilar, vecino de Galdar é hijo de
Gonzalo de Aguilar . 3. Alonso Gonzalez Carvajal ; y 4.°
Hernando de Trejo . Estos dos últimos pasaron á las Américas.
LIBRO CUARTO .
181
gundas nupcias con Maria Vizcaina, natural
de la Gran-Canaria, familia que tuvo grandes repartimientos de tierras y aguas en la
Orotava .
De todos estos enlaces se conserva numerosa descendencia .
Es dudoso si la división en dos reinos independientes existiera al tiempo de la conquista, por la menor edad de los hijos de
Bentagache, que parece dió ocasión á una
anarquia, durante la cual nuestros cronistas
no dicen con claridad quien gobernaba aquel
distrito; pero es indudable, que el Guanarteme de Gáldar ejercia entonces un poder supremo, extensivo á toda la isla , por cuanto
antes y despues de caer prisionero
se le
consideró como Rey de la Gran-Canaria, y
en ese concepto fué enviado á España, y regresó cristiano y sometido, con el empeño
de reducir á la obediencia al resto de sus
vasallos .
Cada distrito ó señorio tenia seis capitanes ó Guaires , que constituian una asamblea consultiva ó Sábor, en un lugar que
denominaban Tagóror, y á cuyos individuos
se les encomendaba el mando de las tropas
ó el gobierno de las comarcas más ricas y
pobladas . En Gáldar se llamaban estos jefes Adargoma, Tazarte, Doramas , Tijama,
182
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Gáifa, y Gaitafa; y en Telde,
Maninidra,
Nenedan, Bentohey, Bentagay, Guanhaben
y Autindara . (1)
En cierta época del año se juntaban los
dos reyes con sus consejeros
en las cuevas
de Farácas en Gáldar, para tratar de asuntos de general utilidad ,
ó tal vez á dirimir
las discordias , que habian de ser frecuentes
sobre límites y pastos . (2)
Aunque el cuerpo de la nobleza era numeroso , distinguiéndose por lo largo del ca
bello, cualquiera tenia el derecho de ingresar en esa clase, siempre que fuera valiente,
y no hubiese cometido acción alguna deshonrosa . Los hijos de los nobles , no lo eran
sólo por haber nacido de ellos , sino cuando
el Faican les conferia el cargo en una especie de juicio público y contradictorio , ( 3 ) ó
(1 ) Abreu Galindo , P. 108 .
(2) Marin y Cubas . Parte 2 * , cap . XVIII .
La manera que tenian en hacer los nobles é hi(3)
dalgos era, que desde cierta edad , que tenian determinada, criaban o dejaban criar el cabello largo , y cuando te
nian edad , y fuerza para poder ejercitar las armas y cosas
de la guerra, y sufrir los trabajos de ella , ibase al Faycag
y deciale, yo soy fulano , hijo de fulano noble , y que él lo
queria tambien ser . El Faycag convocaba los nobles y á
los demas del pueblo , donde e! mozo nacia y habitaba , y
perjurábalos por Acoran , que era su Dios , dijesen si ha
bian visto á fulano entrar en corral á ordeñar cabras ó matar cabras ó guisar de comer ó lo habian visto hurtar en
tiempo de paz ó ser descortés y mal hablado y mal mirado
principalmente con las mugeres , porque estas cosas impe
dian el ser noble ; y sí decian que no , el Faycag le cortaba
183
LIBRO CUARTO .
si por gracia especial el Guanarteme les tomaba de la mano, y les
conferia de este
modo el rango de caballeros .
A los villanos se les daba el nombre de
trasquilados , porque no podian dejarse crecer el cabello, siendo éste el distintivo entre
ambas clases .
Cada aldea
ó
distrito tenia un Fayacan
para el gobierno y buena administración de
justicia
de su
circunscripción,
con cierto
número de coadyutores ó auxiliares llamados Guafayacanes . A los que acaudillaban
las tropas se les denominaba Faya-rahucanes y eran escogidos entre los más valientes, y elegidos por el Guanarteme en junta
anual con sus Guaires . (1)
Cuando salia el Guanarteme le acompa-
ñaba una lucida escolta, precediéndole un
guerrero con una lanza en alto llamada Anepa, á cuya vista se arrodillaban besándole el
tamarco y limpiándole los piés . (2)
el cabello redondo por debajo de las orejas, y le daba una
vara que llamaban Magado , con que peleaban , que era cierta arma, y quedaba hecho noble , sentándolo entre los nobles . Y si decian que sí y daban razon , dónde y cuando ,
trasquilábale el Faycag todo el cabello , y quedaba villano y
inhabilitado para ser noble ni podia pedirlo
Abreu Galindo ,. p . 89 .
(1) Castillo p. 61 llama á los Consejeros Hecheres - Hamenatos , y establece la división que vá consignada en el
texto , noticia que solo haltamos en este autor.
(2) Castillo, p . 63 .
184
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
X.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA .
GRUPO OCCIDENTAL .
TENERIFE . —
Tradición histórica .-- Asegu-
ran nuestras más antiguas crónicas (1) que
la isla de Tenerife , se hallaba sujeta á la dominación de un solo Rey ó Mencey, cuyo
último representante se llamó Tinerfe
el
Grande; pero que éste en su vejez, hallándose padre de nueve hijos, vió atacada su
autoridad por el primogénito , conocido con
el nombre de Betzenuya,
quién, devorado
por una impaciente ambición , se enseñoreó
del hermoso distrito de Taoro, donde estableció su capital, siguiendo luego su ejemplo los demás hermanos, que se dividieron
(1 )
Espinosa, p . 13 .
LIBRO TERCERO.
185
entre sí el resto de la isla. (1)
Ello es lo cierto que en 1464 , cuando Diego de Herrera visitó las playas de Añaza , y
tomó la ridícula
posesión de que nos dá
cuenta el documento de Fernando
de Pá-
rraga, habia nueve Reyes en la isla, cuyos
distritos
ó
señorios llevaban los nombres
de Taoro, Güimar, Anaga, Abona, Tacoronte , Ben-Icod , Adexe, Tegueste y Daute. (2)
Algunos años antes (1455) el célebre viagero Cadamosto, que visitaba las cuatro islas
conquistadas , afirma, respecto de la de Tenerife, que se hallaba gobernada por nueve
señores, llamados Duques , los cuales no eran
elegidos por derecho de sucesión ó de herencia, sino por el derecho del más fuerte. (3) En
esta apreciación
puede haber inexactitud,
(1) Marin Ꭹ Cubas dice á este propósito :
«Hubo noticia en Levante, llevada de esta Isla llamada
Infierno , por los Aragoneses llegados á la parte del Sur,
donde es Adexe , á tratar de paz , por los años del Señor
1347 , y vino alli un Rey solo , que dice tenia la Isla , llamado Betzenusiga , con muchos capitanes, supieron el temple
de toda ella, y cómo eran idolatras , teniendo un Dios llamádo Jucanche , y como no admitieron tener con ellos paz ,
diciendo, que si alli volviesen otra vez á ese fin no saldrian
vivos . » -Lib . 2.º, cap . XX , Ms.
(2) Véase un traslado en pergamino , que se halla en la
información de nobleza del Rey de armas Juan Negrin , citado por Nuñez de la Peña , p . 67.
(3) «Non sono signori per natura , che succeda il figluolo al padre , ma chi piu puote é signori . »>
Cadamosto, p . 98.
186
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
porque
todos
los
historiadores
están
de
acuerdo en asegurar, que la sucesión no era
electiva sino hereditaria ;
pero queda, sin
embargo, probado, que la división en nueve señorios se hallaba establecida desde
principios del siglo XV.
Esta
misma
división
subsistia
cuando
Alonso Fernández de Lugo redujo la isla á
la obediencia de Castilla. La historia nos ha
conservado los nombres de sus reyes y los
de sus hijos y sucesores, hasta el momento
en que tuvo lugar la invasión castellana.
El primogénito del Gran Tinerfe, ya hemos dicho que se llamaba Betzenhuya, que
otros escriben Bentinerfe y Bentenuhya . Este se reservó el distrito
tápala,
el
isla,
conservó de
y
más
fértil y
de Taoro ó Araupopuloso
de la
este modo cierto ran-
go y predominio sobre los demás Estados.
Su hijo tomó el nombre de Imobach Quehevi (señor, alteza ó magestad) , siendo el
Mencey , que , al parecer, reinaba en tiempo
de Diego Garcia de Herrera , sucediéndole
luego Bencomo , que en algunos manuscritos antiguos se denomina Bentor ,
célebre
por su gloriosa defensa contra las armas
españolas, su valor , prudencia y suerte desgraciada.
Acaymo, segundo hijo del gran Tinerfe,
187
LIBRO CUARTO .
reinó en el distrito de Güimar, sitio escogido para la aparición de la Vírgen de Candelaria, y fué llamado Rey de las Lanzadas .
Añaterve el Bueno le sucedió , siendo durante la conquista un traidor á su patria, como
lo fué el Guanarteme D. Fernando en la
Gran-Canaria.
Atguaxoña ocupó el distrito de Abona, y
sólo se sabe, que su hijo y heredero se llamó Atxoña .
Arbitocazpe entró á poseer
el reino de
Adeje, á la muerte del Gran Tinerfe su padre. Su hijo llamado Pelinor le sucedió
el trono .
en
A Caconáimo, quinto hijo de Tinerfe, le
tocó el señorio de Daute, y sólo sabemos
que su hijo Romen se rindió, sin defenderse ,
á Alonso de Lugo.
En el distrito de Icod ó Ben-icod, entró á
reinar Chincanáico ,
sexto hijo
de Tinerfe,
sucediéndole Pelicar, que tambien se rindió
á las armas castellanas, sin haber contribuido á la defensa del pasí.
El séptimo hijo, llamado Rumen , reinó en
Tacoronte, y tuvo por sucesor á Acáymo,
que tambien combatió valerosamente
por
la independencia de su patria.
Tegueste , Mencey del Estado del mismo
nombre, hubo por hijo á Tegueste II, que
188
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
asimismo tomó las armas en defensa de la
isla.
Y por último, el noveno hijo, señor de
Naga ó Anaga, llamado Beneharo, que vivió siempre asediado por las entradas de los
normandos y castellanos , dejó el trono á su
hijo Beneharo II, padre de la infanta Guacimara, de quien nos habla Viana en su
poema. (1)
Además de estos nueve hijos, habia dejado Tirerfe otro ilegítimo , llamado Aguahuco, que se apoderó de un pequeño territorio, conocido hoy con el nombre de Punta
del Hidalgo , señorio, que supo conservar y
legar á su hijo Zebenzui ó Zebenzayas, á
quien daban los nombres de Atchi-mencey,
ó hijo del Rey, y el de Hidalgo pobre. (2)
(1) Nuñez de la Peña, p . 34.
(2) Nuñez de la Peña , que nos merece mucho crédito
en todo lo que se refiere á Tenerife , cuenta á este propósito
lo siguiente:
«Este Zeb ensui era un valiente guanche , señor de aquel
término; era primo de los reyes de la isla, y descendiente
de Guahuco, hijo bastardo del Rey Thinerfe, á quien cupo
aquel señorío , como dije en el capítulo V. Llamábanlo los
naturales Archimenceu , que quiere decir Hidalgo pobre, por
ser de poca hacienda ; y de aqui se le quedó á aquel término
llamarse la punta del Hidalgo; los reyes le acudian con algo, y en particular el de Anaga le daba en cada año cantidad de gofio de regalo , por la fama que de valiente tenia ;
era grande robador de ganado ajeno , que à los de Anaga
destruia por estar allí cerca; y á los pastores de los términos comarcanos . Algunos dieron quejas al Rey Bencomo,
de los daños que Zebensui hacia; el noble Rey procuró el
LIBRO CUARTO .
189
Aunque la sucesión era hereditaria y nó
electiva, creen algunos , que los
hermanos
eran preferidos á los hijos , lo cual está en
remedio, y sin dar cuenta á persona alguna , salió de su palacio, y sin acompañamiento se fué à la Punta, y término de
Zebensui para con secreto reprehenderle ; llegó cerca de la
cueva, y morada de Zebensui, y para entrar aguardó á ocasión que estuviese comiendo Zebensui ; siendo hora, de repente se entró en ella , y halló á Zebensui comiendo de un
tierno y grueso cabrito , y de otras frutas , que habia adqui .
rido con su mala industria; con la entrada del Rey, quedó
Zebensui turbado con el bocado en la boca, y como confuso le vió el Rey , le dijo : bien creo Zebensui, cuan vicioso
vives , y descuidado , de que no tendrás castigo por tus malos hechos, y que no tienes Rey á quien obedecer, y que
en tus desaciertos ponga remedio, si tuvieras conocimiento
de lo que te digo, vivieras en paz, y con reposo ; el hidalgo
con el color demudado , le respondió : «Gran Rey y señor,
seais bien llegado , he quedado suspenso de veros entrar en
mi pobre cueva, solo, sin acompañamiento , y gozoso de que
en mi cueva hayais entrado , de que me haceis mucha honra; juzgo no habreis comido , con vuestra licencia voy á
prevenir que poneros en la mesa: suplicoos que descanseis
en el interin; al salir de la cueva le detuvo el Rey y le dijo: «Zebensui detente, si piensas darme de comer de lo
ageno , no tomes ese cuidado , que el Rey no quiere sustentarse de la sangre del pobre , antes darle de la suya: replicóle Zebensui : « señor , un cabrito de los mios iba á buscar , no ageno ; solo gofio y agua en mi cueva tengo, pésame no tener con que regalaros : » el gofio pidió , y con una
poca de agua el Rey con sus manos desleyó; pidióle sal
para echarle, no se la dió por no tenerla: comiólo y despues le dijo el rey: « Primo Zebensui ; muy sabroso me ha
parecido este gofio aunque sin sal . El pobre con gofio, y
agua se alimenta, y para él es el mayor regalo , pues no
tiene rentas ni ganados con que regalarse . Tú sin ellos te
regala, con lo que Dios te ha dado te contenta, que el gofio
y agua á nadie mata ; el que has dado, bien has visto , que
sin sal lo he comido, y me ha parecido sabroso ; el manjar
ageno es desabrido, el propio con sabor siempre se halla;
en lo que te he dicho advierte, que si te enmiendas , cuando
te pienses pobre, te hallarás rico; » con esto se salió el Rey
190
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
contradicción con lo que nuestros mismos
cronistas nos refieren respecto del Gran Tinerfe y sus sucesores. Tal vez fuera aquella
una costumbre tradicional , caida luego en
desuso, por el poderoso estímulo del cariño
paternal, que necesariamente habia de contribuir al olvido de una práctica tan expuesta á usurpaciones, aunque siendo desde luego anterior á la relación histórica que dejamos consignada . (1)
La
coronación
y juramento del nuevo
Rey se verificaba en el Tagóror ó lugar del
Consejo, á presencia de los nobles (Atchimencey) , de los pecheros (Cichiciquitzo) , y
de los hijos del pueblo (Atchi - caxna) . El раriente más cercano del nuevo Rey, llevando
en la mano un hueso , que, como reliquia sagrada se guardaba en cada Estado , perteneciente á uno de sus antiguos Reyes, lo daba
de la cueva sin esperar satisfaccion . El hidalgo se quedó
confuso é imaginativo de lo que el Rey le decia , y el estilo
con que le reprendió . Salió en su seguimiento para pedirle
perdon, y darle las gracias por la oculta reprehension , y no
le pudo alcanzar por llevar mucha ventaja en haber salido
antes y caminar aprisa ; llegó hasta Tegueste, contóle al
Rey su primo lo que le habia sucedido con el Rey de Taoro; echole por tercero prometiendo la enmienda, y por este medio consiguió su amistad . El Rey de Tegueste se ale .
gró de la promesa de Zebensui : hizole muchos agasajos ,
nombróle mayoral de su hacienda y ganados, que eran tantos con sus señas , que cien pastores los guardaban, y el
hidalgo Zebensui los gobernaba . » Pág. 144 .
(1 ) Espinosa, p . 13 .
191
LIBRO CUARTO .
á besar al electo monarca, el cual , despues
de esta ceremonia, lo ponia sobre su cabeza ,
repitiendo los principales asistentes la misma fórmula, aunque colocando el hueso sobre el hombro, y cada uno decia: -Juro por
Dios
que me hizo grande.— (1 ) Con lo que
era respetado como Rey, entregándose el
pueblo á los festejos y regocijos
consagra-
dos por el uso en tales ocasiones .
PALMA. -Tradición histórica .
Ninguna
noticia se conserva relativa á los jefes que
esta isla antes de su con-
dominaron en
quista. Azurara en su crónica (2) , sólo nos
dice que tenian reyes, sin añadir otras explicaciones . La crónica de Bethencourt nada adelanta sobre su gobierno interior; de
modo que, es preciso llegar hasta el P. Abreu
Galindo, curioso
investigador de
las anti-
güedades de esta isla, para encontrar una
descripción exacta de los
señorios
en que
estaba dividida, los nombres de sus jefes , y
( 1 ) El P. Espinosa ( p . 14 ) , trae la fórmula de este juramento en idioma guanche : -Agoñe Yacoron Iñat- zahaña
Chaco ñamet. -A cuya frase damos la traducción consignada
en el texto, que sin duda debe ser su genuina interpretación .
Esta frase ha sido diversamente escrita y traducida por
nuestros historiadores ; pero nosotros hemos preferido seguir la versión de Espinosa en cuanto al texto isleño ,
porque él oyó pronunciar dicha frase á los viejos guanches.
(2) <.... e dizem que teem certos que se chamam reis .»>
Azurara, p . 384 .
192
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de estos
los límites ó fronteras
pequeños
Estados .
Primer Reino. Llamábase Adirane, y
jefe ó Rey, Mayanfigo ,
que
al
en su lengua
significaba pedazo de cielo , á causa de la
gentileza de su persona.
Segundo Reino .
montaña de
distrito
Desde Tihuya hasta la
Tamanca. Era señor de este
Echedey,
célebre
muerto á mano de sus
por haber
sido
vasallos en las pla-
yas de su mando el noble Guillen Peraza .
Tercer Reino . Desde la montaña
de
Ta-
manca hasta el Charco, y se donominaba
este distrito Guehebey, siendo su jefe Tamanca , de quien tomó el nombre la misma
montaña .
Cuarto
Reino. Desde el Charco hasta el
término de Tigalate . Llamábase este distrito Ahenguareme, y eran sus jefes dos hermanos llamados Echentire y Azuquahe. (Mo
reno) .
Quinto Reino .
Desde
Tigalate
y Mazo ,
hasta Tedote. Eran sus jefes otros dos hermanos ,
que se llamaban Jugiero y Gare-
hagua.
Sexto Reino. Desde Tedote y Tenibucar
hasta Tenagua. Dividíanse el gobierno de
este distrito tres hermanos, denominados
Tinisuaga, Agacencie y Bentacayse, de los
193
LIBRO CUARTO.
cuales, los dos primeros perecieron ahogados
en la repentina avenida de un barranco , que
está en el
término de Tedote, salvándose
solo Bentacayse , por haber logrado asirse á
las ramas
de un árbol , de cuya
aventura
quedó cojo el resto de sus dias.
Septimo
Reino .
Desde
Tenagua
hasta
Adeyámen, siendo su jefe el guerrero Atabara.
Octavo Reino.
Desde
Adeyámen
hasta
Tagarágre, de que era señor el isleño Bediesta.
Noveno
Reino .
Desde
Tagarágre
(hoy
Barlovento) hasta Tagálgen de cuyo distrito era jefe Temiaba, á quién, por su ineptitud, gobernaba el capitán Autinmara.
Décimo Reino . Desde Tagálgen (hoy Garafia) hasta el barranco de Hiscaguan . Mandaba este distrito otro jefe llamado tambien
Bediesta.
Undécimo Reino .
Desde Hiscaguan has-
ta Tijarafe, que abarcaba la parte más considerable y populosa de la isla, de que era
señor Atogmatoma.
Duodécimo .
Este señorio comprendia el
fragoso distrito de la Caldera ó Eceró, (lugar fuerte en el dialecto palmense ) de que
era rey el valiente é intrépido Tanausú.
Tales eran las
TOM. II .
circunscripciones
en que
13
194
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
estaba dividida la isla , siendo por esta circunstancia muy frecuentes las guerras entre esos diversos caudillos . (1 )
Antes de la conquista, y reinando los Jefes
que
hemos enumerado, hubo reñidas
contiendas entre Echentire y Mayantigo, en
las cuales, habiendo salido éste mal herido
en el brazo izquierdo , él mismo se lo amputó, torciéndolo por el codo , llamándosele
desde entonces por esta bárbara hazaña Mayantigo Aganeye, que significaba brazo cortado .
Tambien hubo cruda guerra entre Atogmatoma y Tanausú , su sobrino , durante la
cual se aliaron los Jefes circunvecinos á
uno y otro bando, resultando alternativamente varias victorias y derrotas, hasta que
al fin se afirmó la paz con el casamiento de
Tinabana, hija de Atogmatoma , con el hermoso Aganaye señor de Adirame . (2)
Estos reyezuelos eran todos parientes en
grado muy cercano, como lo afirma Abreu
Galindo, lo cual nos induce é creer, que, en
tiempo no lejano , debió estar la isla
sujeta
á un solo rey, dividiéndose á su muerte
distritos , entre los hijos
que
en
dejára, y des-
pues entre sus nietos, que eran los ya refe(1 )
(2 )
Abreu Galindo , p. 174 y siguientes .
Abreu Galindo , p . 178 .
195
LIBRO CUARTO .
ridos , y cuyos nombres nos ha conservado
la historia. De
se
aquí
deduce
necesaria-
mente, que el régimen de sucesión
era he-
reditario , sin que la elección pudiera
rar esta costumbre, pues de
seguro,
alte-
modo
otro
es
que Autinmara hubiera despojado
del trono al imbécil Temiaba, que no tenia
en su favor más cualidad , que la reconocida por su nacimiento.
Tambien sostuvieron guerras los palmenses con los naturales del Hierro , y se cuenta que, en una de estas correrias, desembarcaron los hereños por el sitio
man Puntallana ,
que
y cautivaron
hoy lla-
al capitán
Echentire, quién, apesar de no tener más
que un brazo, se defendió con tal brio, que
pudo
escapar
á sus
enemigos .
Estos
se
apresuraron á dejar aquellas playas , temien-
do que los isleños , ya avisados , cayeran en
mayor número sobre ellos , y los derrotasen,
dirigiendo su rumbo hácia el señorío de Tigalate, donde mandaban los hermanos Juguiro y Garehagua . Una hermana de éstos ,
que casualmente se hallaba en la ribera, cayó en poder del herreño Jacomar; pero con
tal fiereza se resistió, y en tanto apuro puso
á
su
raptor,
que
éste,
no
encontrando
otro medio de defensa , le dió muerte á puñaladas .
196
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Algunos años despues , y habiendo paz entre ambas islas, vino á la Palma Jacomar,
y contó el suceso á Garehagua, sin saber
que era hermano de la valiente isleña . Más
tan pronto se convenció el Jefe de que se
trataba de ella, volvióse airado hácia el herreño, y le hirió mortalmente con una lanza, armada de un agudo cuerno de cabra,
diciéndole
asi se vengan los palmeros .- (1)
GOMERA. - Tradición histórica . -A
fines
del siglo XVI reinaba en esta isla el Príncipe Amaluyge, siendo testigo , durante
reinado , de los frecuentes robos ,
su
que los pi-
ratas europeos ejercian en sus costas . Cuando el Conde de Ureña se detuvo en la rada
de Hipara con los
buques de
tuvo la desgracia de que un
su
mando ,
hermano de
este rey cayese mortalmente herido
en la
sangrienta refriega, que tuvo lugar al verificarse su desembarco .
Habiendo
acudido
Amaluyge con gran
número de guerreros á vengar
la muerte
de su hermano , acorraló á los españoles en
un cerro llamado Argodey, donde hubieran
todos perecido de hambre y sed ,
el rey isleño no les hubiese
generoso perdón.
(1)
Abreu Galindo , p . 182 .
si piadoso
otorgado un
LIBRO CUARTO .
197
Es fama que recibió el bautismo , tomando el nombre de Fernando, y que el clérigo catequista se quedó en aquella isla para
continuar su obra de conversión .
A la muerte de Amalahuyge se levantaron cuatro bandos en la Gomera, acaudillados por Aberbequeye, Alguabozegue , Halhagal y Masegue, quienes, al fin, despues de
reñidas luchas se dividieron entre si el país
(1) , tocándole el distrito de Mulágua á Aberbequeye,
el de Aganá á Alguabozegue , el
de Ipalan á Halhagal, y el de Orone á Mazegue. (2)
Divididos
de esta manera los encontró
Bethencourt,
siendo fácil empresa apode-
rarse del país y someterlo , como lo verifi-
(1) Dice Abreu Galindo (p . 45) que-«hubo en esta
Isla hombres valientes cuya memoria en sus cantares dura
hasta hoy, como era Aguacoroncos, Aguanahuche , Amanluy, Gualhegueya , que murieron en sus cuestiones ; principalmente se cuenta deste Gualhegueya , que yendo un dia
á mariscar , que éste era su mantenimiento , entraron á una
peña dentro en la mar nadando , y crecida la mar , vino un
bando de marrajos, que por aquella costa los hay grandes ,
que no los dejaban salir á tierra, y que este Gualhegueya
era de grande cuerpo y fuerza, y determinado se echó al
agua y se abrazó con uno de los marrajos , y ambos se fueron al fondo dando vueltas, y que lo tuvo fuertemente abrazado , y con los zapatazos que el marrajo con la cola daba
espantó á los demás marrajos , y huyeron , y los gomeros
tuvieron lugar de salir á tierra , y desasiéndose dél , salió
tambien à tierra . Dura la memoria desto hasta hoy . >»
( 2) Masegue Conche lo llama Abreu Galindo , Metegnanchepe , Viera; y Masaque Conche el Dr. Chil . Nosotros en este caso , como en todos los de igual indole , seguiremos siempre la versión del autor más antiguo .
198
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
caron Maciot y sus sucesores en los
años
que siguieron á la ausencia y muerte del
Barón.
HIERRO .- Tradición histórica.— En
esta
pequeña isla sólo habia un rey llamado Armiche, cuando Bethencourt se presentó en
sus costas, y se apoderó del país sin dificultad ni oposición alguna.
La tradición solo conserva el vago recuerdo de las invasiones y correrias de los corsarios, que con frecuencia desvastaban la
isla, llevándose prisioneros á sus indefensos
habitantes .
LIBRO CUARTO.
199
6
XI.
RELIGIÓN, RITOS , CEREMONIAS .
GRUPO ORIENTAL.
Aunque vagas y confusas , poseian los canarios algunas ideas religiosas , restos de antiguas creencias , ó producto natural y progresivo de su misma inteligencia.
Sujeto el hombre á idénticas impresiones
y á igual desarrollo físico y moral , el sentimiento religioso, que es una de las condiciones de su propia naturaleza, ha dado orígen en todos tiempos y bajo todos los cli
mas á la formación de sistemas más ó menos complicados, donde la idea de un Ser
superior, omnipotente, creador , justiciero y
dispensador de los bienes y los males , Juez
que se aplaca con súplicas y dádivas , ó envia á su antojo , asi la lluvia y el buen tiem-
200
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
po , como los huracanes, las pestes y los terremotos , ha ido siempre enlazada con el
pensamiento , mas filosófico y elevado de
una vida ultra-terrestre, mansión de premio
ó castigo ó de progreso indefinido para la
Humanidad.
Pueblos hubo y hay todavia, que nunca
han llegado á elevarse á esta última concepción; pero casi puede asegurarse , que ninguno ha existido sin sentir algún
presenti-
miento de ese poder supremo y moderador,
en cuyas manos está la vida y la muerte del
hombre, su desgracia ó su felicidad .
Los primitivos canarios reconocian y adoraban ese principio eterno y creador, y le
rendian culto por medio de ministros , que
ejercian en el Estado una influencia poderosa y permanente , habiendo suficientes datos para creer, que no les era desconocida
la idea altamente moral y consoladora de la
inmortalidad del alma.
Vamos á
examinar
separadamente sus
creencias religiosas, que, aunque iguales en
el fondo para todo el Archipiélago , tenian ,
sin embargo, la variedad, que el trascurso
de los siglos habia necesariamente introducido en cada localidad .
LANZAROTE. -Los habitantes de esta isla
adoraban á Dios en la
cima de sus mas
LIBRO CUARTO .
altas
montañas,
201
como si de esta manera
creyeran estar más cerca de él. Su oración
consistia en implorarle, elevando sus manos
al Cielo , y derramar como ofrenda la leche
de sus cabras , que llevaban en vasijas de
barro , llamadas gánigos. (1)
FUERTEVENTURA . - En esta isla se daba
culto
á Dios
en unas casas denominadas
Efequenes, de figura redonda, formando sus
paredes dos círculos concéntricos , que dejaban abierto entre si un pasadizo ó galeria
circundante. La entrada era pequeña , y su
construcción de grandes y pesadas piedras .
(2) Lo mismo que los lanzaroteños ofrecian
en esta isla sus habitantes ofrendas de manteca y leche, como lo más precioso que poseian, rito común á todo el archipiélago . Los
capellanes
isleños
de Bethencourt dicen de estos
que eran duros de entendimiento,
muy firmes en su ley, y con templos donde
hacian sus sacrificios .—( 3 )
Indudable es que, en una y otra isla, hubiese una tribu sacerdotal, dedicada esclusivamente á recibir y ofrecer estos sacrificios é interpretar la voluntad divina, frecuentemente consultada por las diarias ne-
(1 ) Abreu Galindo, p. 31 .
(2) Abreu Galindo , p . 31 .
(3) Le Canarien , p . 132.
202
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
cesidades de ambos pueblos , pero la historia solo nos conserva los nombres de dos
sacerdotisas
de Fuerteventura,
especie de
sibilas inspiradas, que profetizaban lo futuro . Llamábase la
una Tibiabin ,
hábil
en
apaciguar las disensiones y cuestiones
sus-
citadas entre los jefes y sus caudillos ;
y la
otra,
apellidada Tamonante, hija de aque-
lla, que tenia á su cargo los ritos y ceremonias del culto . (1)
GRAN-CANARIA. - En esta
isla , la
más ci-
vilizada entonces del archipiélago , es donde se encuentran vestigios
más numerosos
de las creencias religiosas de los aborígenes .
Designaban estos isleños al Ser supremo
con el nombre de
Acoran
(2) ,
Dios
sólo ,
eterno y omnipotente, señor de cielo y tierra y dispensador de recompensas á los buenos y de castigos á los malos . (3)
(1) Abreu Galindo , p . 33 .
( 2)
A Dios llamaban acoran, reverenciabanle por solo y eterno y omnipotente , señor de cielo y tierra , criador
y hacedor de todo Escudero , cap. XIX .
Y creian que de Dios les venia todo el bien , que les
enviaba desde el cielo que era su morada.—
Sedeño, cap. XV.
-Conocian que habia un Dios solo, señor de cielo y
tierra.Jaimez , cap . XXII Algunos autores escriben Alcoran,
Achoran y Alcorac
(3) Dice Azurara , p . 376 :
E conhecem que ha Deus , do qual aquelles que bem
fezerem averam bem , e os contrairos averam mal.-
203
LIBRO CUARTO .
El cuidado con que procuraban conservar
los cuerpos de
mando los
los que fallecian , embalsa-
más ilustres , dejando á su lado
vasijas con miel, higos y leche, y colocando
sus armas predilectas en las cuevas, donde
los encerraban , nos prueba, que
tenian al-
guna noción de otra existencia despues de
la muerte .
Adoraban al Sol,
como un ser benéfico ,
llamándole Magec y creyendo que su espíritu provenia de aquel
nombre
astro,
y daban el
de Magios, fantasmas ó hijas del
Sol, á las
almas .
El mal estaba
personifi-
cado en un ser denominado Gabiot, que los
perseguia,
tomando diferentes
animales , á cuyas figuras
figuras
de
en general ape-
llidaban Tibicenes .
Ministros
consagrados al culto, y llama-
dos Faicanes (1)
cuidaban de
las
ceremo-
nias, ordenaban los sacrificios, recibían las
ofrendas, y ejercian un poder
extenso , no
sólo en el
en el
órden religioso sino
Habia un Faican en Gáldar y
civil .
otro en Tel-
de, cargos que desempeñaban siempre los
parientes más cercanos de los Guanartemes,
( 1 ) Esta palabra se encuentra escrita de diversas maneras en nuestras crónicas , á saber, Fagzam , Faysage , Faicag, Faicas , y parece tener por raiz la voz Fag, que significaba hombre poderoso .
204
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
y otros Faicanes subalternos , dependientes
suyos , que residian en los santuarios consagrados á la Divinidad .
Dos adoratorios tenian, como sitios privilegiados para este objeto , el uno estaba situado en la montaña de Tirma, hácia la
parte oeste de la isla, junto al mar; y el
otro , en uno de los riscos más
escarpados ,
que circuyen la Caldera de Tirajana, donde
llaman hoy Riscos blancos, que ellos decian
Umiaya. (1) Allí derramaban diariamente leche de cabras, y quemaban ofrendas de toda clase de frutos , adivinando lo próspero ó
adverso de los sucesos futuros por la dirección del humo . A estas casas santas llamaban Almogaren, y servian de asilo á los jóvenes , que deseaban adquirir algunos conocimientos en la administración y gobierno
de la república , ó en los ejercicios corporales propios para el estado de contínua gue(1 ) Véase como Marin y Cubas describe este sitio :
-El mayor adoratorio donde hacian romerías era Almogaren de Umiaya , que es una casa de piedra sobre un alto
risco en Tiraxana , llamado Riscos Blancos , que fueron de
Anton de la Santidad , conquistador. Aun alli hay tres braseros de cantos grandes, donde quemaban de todos frutos ,
menos carne, y por el humo, si iba derecho ó ladeado , hacian su agüero, puestos sobre un paredon á modo de altar
de grandes piedras , y enlosado lo alto del monte , y ha quedado una como capilla y zancarrones dentro todo de una
gran cerca de piedras muy grande, y el Risco es el más
descolado de todos aquellos sitios.Lib 1.º , cap . XVIII .
LIBRO CUARTO .
205
rra en que vivian; mas, si ellos observaban
que eran débiles ó enfermizos , entonces los
ádoctrinaban en la ciencia sacerdotal ; que,
además de los ritos, comprendia la relación
de las tradiciones populares , la historia del
país , y algunos cantos rimados , que, sin duda,
recitaban en todas sus fiestas públicas. (1)
Tambien existia una comunidad de mugeres consagradas al culto , que guardaban
continencia , y vivian recogidas en apartados
sitios , dedicándose á la enseñanza y á la
oración . Estos sitios eran sagrados y se denominaban Tamogante. (2)
Llamábanse estas mugeres Maguas , Hari-maguas ó Hari-magadas, y tenian, entre
otros , dos asilos principales cercados de mu-
(1 ) -Habia hombres que vivian en clausura, á modo de
religiosos, vestian de pieles , largo de ropon hasta el suelo :
barruntaban lo porvenir y eran Faisages . Observaban algunas moralidades , y en corrida sabian de memoria las historias de sus antepasados , que entre ellos se quedaban . Contaban consejas de los montes de Atlante en Africa, en metáforas de palomas , aguilas Éstos eran maestros que iban
á enseñar muchachos á los lugares . Habian nobles para
nobles, y villanos para enseñar lo que conviniese á los villanos ; y si habian niños hábiles los enviaban á Umiaga como á mayor Universidad ...»
Marin y Cubas , cap . XVIII .
-No tenian libros ni historias , solo mandaban á la memoria cantares y corridos de hazañas de sus antepasados , y
sabian los de aquellas familias ...
Escudero , cap. XIX .
(2) Las casas de mugeres religiosas eran sagradas para el delincuente , llamábanlas Tamogante Alcorac o casa de
Dios . Escudero, cap . XIX .
206
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
ros , de cuyo recinto no salian sino en dias
determinados para bañarse en el mar, estando prohibido bajo pena de la vida, que
ningún hombre las encontrase . Una de estas casas estaba en Agaete , junto al fuerte
que los Mayorquines habian construido con
el nombre de Roma, y otra en el Distrito de
Telde, donde
hoy llaman montaña de las
Cuatro puertas ó montaña bermeja.
La clausura de estas Maguas no les impedia salir á cierta edad y casarse con beneplácito del Rey, que tenia el derecho de prelibación; pero, entre tanto , se ocupaban de
rogar á Dios ,
haciendo
para
ello ciertos
grotescos movimientos con ojos, cabeza y
cuerpo, cruzando los brazos, abriéndolos y
levantándolos al Cielo, mientras repetian en
coro: -Almene- Coran- Válame Dios . (1) Solo en las calamidades públicas, como peste,
sequía ó hambre les era permitido salir en
procesión con palmas y ramas de otros árboles en las manos , y dirigirse al mar para
azotarlo con unas varas, cantando siempre
el Almene-Coran, que pudiera mejor traducirse por esta frase- Misericordia, Señor.En las casas de estas sacerdotisas apren-
(1 ) Escudero , cap . XIX .
Jaimez, cap. XXII .
Marin y Cubas, cap . XVIII ,
207
LIBRO CUARTO .
dian las jóvenes á cortar pieles y adobarlas ,
tejer juncos y hojas de palma, coser tamarcos y hopalandas, fabricar vasijas de barro,
y collares de conchas , moler cebada y com
binar los colores para sus adornos y pinturas . Entre esas obligaciones parece que tenian la de lavar los niños
recien
nacidos
con un ceremonial, que recordaba el bautismo de los cristianos .
Si alguna jóven era indócil, se la reprendia por la Harimaguada de una manera indirecta, para lo cual llamaba á todas las
educandas , y sentándolas en semicírculo les
decia :
Si yo fuera fulana, hija de tales pa-
dres (y los nombraba), y hubiera cometido
tal falta (y la decia) , mereciera este castigo .
-Y azotaba el suelo con unas varas . ( 1 ) Esto avergonzaba á la culpable y la corregia.
Juraban por Tirma y Umiaya ,
aunque
algunos autores sustituyen este último juramento por el de Atis -Tirma, Atis-magro.
En las solemnidades consagradas á implorar la clemencia del Cielo , juntaban los
ganados y
apartaban las
hembras de los
machos , y luego ayunaban todos , hombres ,
mugeres,
niños
y
animales
durante
tres
dias , lanzando terribles gritos , ahullidos y
( 1)
Sedeño . - Orden en que vivian .
208
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
vociferaciones al rededor de Tirma ó Umiaya, y desde allí bajaban en procesión al mar
para
azotar
sus olas, como
antes
hemos
dicho .
Angiolino, en su célebre viage, nos refiere, que habia encontrado sobre la costa norte de la Gran-Canaria una capilla ó templo,
en el cual no habia pintura alguna, ni ningun otro ornamento, sino una estátua esculpida en piedra, representando un hombre con una bola en la mano. Este ídolo se
hallaba desnudo , excepto un delantal de hojas de palma, que le cubria por delante. (1)
Esta noticia se halla confirmada, por lo
que nos asegura Andrés Bernaldez en su
crónica de los Reyes Católicos (2) , cuando
dice, que en la Gran-Canaria habia una casa de oración llamada Toriña, y que allí tenian— « una imágen de palo tan luenga como media lanza , entallada,
con todos sus
niervos, de muger desnuda , con sus miembros de fuera, y delante de ella una cabra
de un madero entallada , con sus figuras de
hembra, que queria concebir, y trás de ella
un cabrón entallado de otro madero , puesto como que queria subir á enjendrar sobre
(1) Champi . - Diario de Bocacio.
(2) Bernaldez . -Historia de los Reyes Católicos , Cap .
64 , p . 613. Edición de Rivadeneyra .
LIBRO CUARTO .
209
la cabra . Allí derramaban leche y manteca ,
parece que en ofrenda, ó diezmo ó primicia, é olia aquello alli mal
manteca . »
á la
leche é
Despues de estos documentos contemporáneos , no sabemos como puede haberse negado la existencia de ídolos en Canaria, aún
cuando se alegue, que no han quedado objetos de escultura para probarlo . Debe recordarse el horror profundo , que á los conquistadores inspiraba la idolatria ,
y el placer
con que, sin duda , destruyeron las imágenes
de madera, barro ó piedra, veneradas por los
isleños en sus santuarios .
Nos inclinamos á creer, que los numerosos sellos de barro cocido , encontrados en esta isla, eran amuletos llevados por sus habitantes
al
cuello,
sirviéndoles
al mismo
tiempo de adorno. En todos los sellos se observa un pequeño mango perforado , que parece no haber tenido otro
objeto . Sus for-
mas son redondas ó triangulares , y muy variadas las líneas y figuras trazadas en su
superficie . (1)
Creen muchos , que estos sellos , llamados
hoy pintaderas , sirviesen exclusivamente para reproducir en la piel sus dibujos, apoyan(1 ) Existe en los salones del Musco Canario de Las Palmas una abundante colección .
TOM . II.
14
210
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
do esta opinión en objetos de igual clase encontrados recientemente en Méjico, y á los
cuales se atribuye el mismo empleo . (1)
Investigaciones recientes respecto al lugar
que ocupaban los adoratorios ó almogarenes
en la Gran-Canaria, han venido á derramar
alguna luz sobre tan interesante asunto .
Hay al borde de la gran cuenca ó cráter
de Tirajana, un macizo basáltico , que se eleva en la meseta central de la isla,
consti-
tuyendo su mayor altura. Llámasele en los
mapas
Los Pechos, y entre
los isleños
campanario, acusando una altura
El
total de
1951 metros . (2) Este elevado grupo de rocas, se cree que constituya el célebre adoratorio de Umiaga, ó sea el sitio donde tenian
lugar las ofrendas religiosas . Despues de una
ascención llena de peligros , se llega á una
escavación de diez á quince metros de altura, terminada por dos esplanadas oblicuas ,
formando ángulo obtuso , y abiertas al sudeste . En la esplanada superior existen cinco pilas abiertas en la roca, que
es de un
basalto muy duro, de las cuales , tres son de
figura circular, y dos elípticas, ordenadas de
modo, que las tres circulares se encuentran
en el centro, y las dos elípticas á los extre(1)
Verneau. Las pintaderas . - Broch .
El Saucillo tiene 1850 y el Nublo 1862 .
211
LIBRO CUARTO .
mos, hallándose estas últimas en comunicación cada una con otra circular, y quedando
la del centro aislada de las demás .
Al pié de la roca gotea un agua pura y
cristalina, que recojen las pilas redondas, y
cuando éstas se desbordan, pasa el sobrante
á las elípticas .
Tienen las pilas 26 centímetros de profundidad, con un diámetro , las primeras de
33 centímetros y un semidiámetro las segundas de 50 .
Hállanse labradas
con tan rara perfec-
ción, que al examinarlas se duda con que
clase de cincel se hayan podido abrir.
La segunda esplanada forma un ángulo
de treinta grados con el horizonte, y hay en
el borde vestigios de una pared,
siguiendo
' luego un corte vertical, que podrá tener más
de 800 metros de elevación, precipicio espantoso, cuya vista produce vértigos .
Desde este sitio, que es el culminante de
la isla, se domina completamente toda
parte sur y
oeste,
presentando un
su
espec-
táculo tan grandioso como imponente.
En otro de los
bordes del mismo
cráter
de Tirajana, que mira hácia el sudoeste, se
levanta una montaña llamada la Fortaleza ,
que tiene sobre el nivel del valle unos 250
metros de altura . Hállase perforada
en su
212
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
base por un túnel natural, que
la atravieza
de naciente á poniente . Esta curiosa
tura tiene 30 metros de longitud
ancho con
una
aber-
por 8 de
cómoda y propor-
altura
cionada, y rampas artificiales para su entra-
da y salida.
En esta montaña coloca la tradición otro
almogaren, y aunque es hoy
de difícil ac-
ceso , ha sido sin embargo explorada, encontrándose en ella una multitud de cuevas,
que se supone
los
Faicanes,
estuvieron
encargados
ofrendas expiatorias .
habitadas
por
de
las
recibir
El lugar consagrado
especialmente á este uso, parece haber sido
una concavidad en figura de brasero , abierto en piedra de tres
diámetro
metros
de
que se eleva en lo más alto
á cuatro
de
una de las estribaciones de la montaña. (1)
Réstanos hablar de
Tirma, en cuya lo-
calidad, hoy árida y desolada , no se han
encontrado vestigios de almogarenes .
Constituye la planicie
bre, una meseta
de
200
que lleva su nommetros sobre
el
nivel del mar, donde no se vé la menor vegetación, aunque pudiera haber estado en
otros siglos cubierta de pinares .
En el centro del valle aparecen todavia
(1 ) En el célebre Roque de Bentaiga , en Tejeda , hay
otro tunel y un brasero de parecidas formas .
LIBRO CUARTO .
213
las ruinas de dos casas de construcción canaria, y en la falda de la montaña hay restos de otras viviendas, que revelan el mismo orígen.
Tal vez el sitio
del almogaren
se halle
oculto en las fragosidades de la vecina sierra, ó quizá, con el trascurso del tiempo , haya cambiado de nombre aquella localidad.
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
214
XII .
RELIGIÓN, RITOS ,
CEREMÓNIAS .
GRUPO OCCIDENTAL
TENERIFE.
La creencia en un solo Dios
estaba asimismo arraigada en
esta
designando
con diversos
al Ser
supremo
isla , (1)
nombres , según los diferentes atributos que
le concedian; así es que se le llamaba Achuhurahan,
grande;
Achahucanac ,
sublime;
Achguayageraxi , espíritu del Cielo , de guaya, espíritu, y geraxi ó hiraxi, Cielo;
ceito , rey
de
Acoran,
Dios;
Men-
todo lo existente ; Acoron ó
Acaman,
nombre con que
tambien designaban al Sol (2) , ó á la Luna,
(1 ) -E creem que ha hi Deos.a
Dice Azurara en su Crónica . p . 383 , hablando de los
habitantes de esta isla.
(2) Espinosa , p . 8 .
Nuñez de la Peña , p . 25 .
LIBRO CUARTO.
215
y At-guaichafan, el que sostiene el Cielo . (1)
El dogma de la inmortalidad
manifestán-
estaba generalmente admitido,
dose, lo mismo que en
del alma
Canaria , en el cui-
dado con que guardaban y conservaban los
proporcionán-
cuerpos de los que morian,
doles armas y alimentos para continuar la
vida
ultra-terrestre
que les
reser-
estaba
vada.
El espíritu del mal ,
personificado en un
ser llamado Guayota, lo
encerraban en las
entrañas del Téide , que con frecuencia estaba en erupción ,
inspirándoles un terror
invencible . Por eso tal vez denominaban al
infierno
Echeyde.
Sus
ofrendas consistian
tambien en frutos y leche, y tenian
muge-
res , que como las Maguas, vivian en comunidad y clausura . Los encargados
del culto
eran los Guañames ó consejeros , que
cian
tambien el cargo de
ejer-
agoreros , adivi-
nando lo futuro por medio de la dirección
del humo y del balido de
las
ovejas . Era
Marin y Cubas , Lib . 1.º, cap . XX . Este autor le da tam.
bien el nombre de Zucancha.
( 1 ) En todas estas interpretaciones hay una confusión
lamentable . Si Hiraxi significaba Cielo , no es probable que
Ataman sirviese para expresar la misma idea ; nosotros nos
inclinamos á creer que Ataman y Acaman eran una misma
voz, y servia para designar al Sol ó á la Luna, en cuyo
caso Atguai-chafan- ataman , se traduciria por Aquel que dá
vida al Sol.
216
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
doctrina entre ellos, que Dios habia formado al hombre y la muger con agua y tierra,
dándoles ganados para su alimento , y que
despues, habiendo determinado dar vida á
mayor número de hombres ,
sin aumentar
el ganado, Dios habia dicho á éstos : « Servid
á esotros y dáros han de comer. » Y de ahí
provienen los Achicaxna ó villanos . (1 )
Las sacerdotisas vivian en grandes
vas, y administraban
á los recien
una especie de bautismo , lo
cue-
nacidos
mismo que en
Canaria, ocupándose además en la enseñanza de la juventud . (2) Otros
ran, que si el nacido era
autores asegu
varón,
correspon-
dia á los Guañames esta ceremonia .
Es de presumir, que los guanches ó tinerfeños tuviesen objetos para
Ser que adoraban, tanto
representar al
más , cuanto que
Nuñez de la Peña asegura (3)—que hacian
retratos de los reyes ó
de los
hidalgos , en
tabla .... y aunque los matices eran
era curiosa la obra.-(4)
toscos ,
Asimismo es pro-
( 1 ) Espinosa , p . 14 .
(2) Viana . Poema Canto . 1.º p . 25 .
Nuñez de la Peña , p . 26 .
(3) Nuñez de la Peña , p . 31 .
Son idólatras , y adoran al sol, la luna, las estre(4)
llas y otros diferentes objetos . - Cadamosto .
El Dr. Chil dice en sus Estudios , t . 2.º , P. 33 :
«...en la exposición universal de Paris , y en los salones
del Arte retrospectivo , pude ver, entre varios objetos lleva-
LIBRO CUARTO.
217
bable, que el culto externo estuviese sujeto
á ritos y ceremonias
no
vencidos guanches , ó
reveladas por los
que
los vencedores
cristianos no se cuidaron de inquirir.
PALMA.
Se niega generalmente á los in-
dígenas palmeros el conocimiento
(1);
pero es indudable, que
de Dios.
tenian alguna
idea de un poder superior y absoluto , al cual
acudian en sus aflicciones y necesidades . En
cada distrito
ó señorío habia una especie
de obelisco ó pirámide de piedra suelta, que
era objeto de una veneración especial, y en
donde se reunian en ciertos días
del mes
á implorar la clemencia divina . Estas romerías ó procesiones eran
celebradas con bai-
les , juegos y banquetes, dando lugar á luchas y otros ejercicios corporales , y aún á
los de la inteligencia, si hemos
de creer á
aquellos, que nos hablan de endechas y romances allí recitados, conmemorando las hazañas y virtudes de sus abuelos . (2) En el
dos de las islas por mi digno compañero el Dr. Verneau,
una figura que representaba un ídolo , y que decia haber
sido encontrado en Tenerife. A la verdad , no me fué posible examinarlo con detención por hallarse en un lugar
elevado , más siempre me ha quedado la duda de si verdaderamente era un ídolo ó un símbolo.(1 ) Dice Azurara al ocuparse de esta isla, p . 384:
...non sabem conhecer Deos , nem fe nhua , senom pensam que creem .
(2) Abreu Galindo p . 175. - Marin y Cubas . Ms. P. 2.ª,
cap . XIX .
218
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
territorio de Eceró ó la Caldera habia un
roque llamado Idafe, muy elevado, que servia de pirámide á
los habitantes de este
distrito, y al cual rendian
cianle las entrañas
homenaje . Ofre-
de los animales
sacri-
ficados , y temiendo su caida, cantaban en
son de rogativa estas palabras : Iguida Iguan
Idafe; que significaba :-Dicen ,
Idafe .
que
caerá
Y respondia el que llevaba la ofren-
da:-Que guerte Iguan taro. - Dále
lo que
traes y no caerá . -Diciendo esto arrojaba
las
entrañas , dejándolas
al pié del roque
para que sirvieran de pasto á los cuervos .
Veneraban tambien al Sol y á la Luna, y
parece que
reconocian un poder maléfico
llamado Irnene, opuesto al benéfico , que recibia el nombre de Abora. (1)
Es verosímil la existencia de una clase sacerdotal, que sirviera de intérprete á la voluntad divina;
pero los historiadores nada
nos han dejado respecto á este particular,
consignando sólo lo que llevamos expuesto.
GOMERA .
No hay noticia alguna sobre la
religión de los Gomeros , dudando nuestros
cronistas si tenian alguna noción de un Ser
Supremo, apesar de lo que nos dice Azura-
(1) Abreu Galindo p 175. - Marin y Cubas . Ms. P. 2. ' ,
cap. XIX .
LIBRO CUARTO.
219
ra. (1) Las frecuentes entradas de los corsarios europeos , la despoblación creciente de la
isla, y la introducción de nuevas creencias
entre los escasos isleños que componian los
cuatro bandos de Mulagua, Agana, Hipalan
y Orone, fueron causa de que se borrasen al
fin los recuerdos
de sus ceremonias religio-
sas, y aceptasen el bautismo, mezclando los
nuevos ritos
con el culto idólatra de sus
mayores.
Sin embargo , recientes exploraciones en
esta isla, tan interesante como injustamente
olvidada por viajeros y cronistas , nos autotorizan á creer, que en ella existia el mismo
elemento religioso , y las mismas creencias y
ceremonias , que hemos señalado respecto á
las demas islas del grupo .
En la Fortaleza de Chipude, meseta de
basalto
de superficie elíptica y de flancos
verticales, se han descubierto,
entre
otros
curiosos vestigios de la existencia del hombre en aquella áspera é inexpugnable localidad, edificios que parecen haber servido de
vivienda á los indígenas ; corrales para encerrar ganado menor; pequeños círculos de piedra de cuatro, seis y más decímetros de luz,
(1)
.....ca nom teem ensinança de ley , soomente creem
que ha hi Deos .»
Azurara. Crónica p . 381 .
220
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
que debieron servir para recojer líquidos ; y
restos de algunos pireos, entre los cuales se
conserva uno de forma elíptica de metro y
medio de largo
por noventa y cinco centí-
metros de ancho , orientado su eje mayor de
N. á S. y de paredes de
un metro de alto ,
formadas con piedras largas , gruesas y quemadas por el fuego . En el fondo de este curioso y rústico monumento se han descu
bierto huesos de cabra y cabrito calcinados,
y cuchillos de piedra , al parecer de fonolita,
con los que sin
duda
hacian
sus sacrifi-
cios . (1)
Todo esto nos prueba evidentemente, que
teniendo los pobladores de las Canarias un
mismo orígen, sus creencias debieron ser
iguales, como repetidas veces lo hemos consignado en esta obra, y aunque el tiempo y
(1 ) Tomamos estas interesantes notas de unos articulos
que publicó en la acreditada Revista de Canarias, nuestro
erudito amigo D. Juan Bethencourt Alfonso (T. 3.º, p .
355), el cual termina diciendo :
«Cuando concluimos de recorrer la meseta , que bautiza-
ríamos con el nombre de montaña sagrada , si tuviéramos
autoridad para ello , á duras penas podiamos contener nuestra emoción , al contemplar desde aquellas alturas el singular paisaje que por todas partes se descubre , y al trasladarnos con la imaginación á aquellos tiempos remotos en
que los antiguos Gomeros , á semejanza de los primitivos
Persas, tenian por Dios á las sorprendentes y poderosas
manifestaciones de vitalidad de la Naturaleza, por templo
una montaña, por altar un tosco Pireo, y por ofrendas cabritos y libaciones de leche . >>
221
LIBRO CUARTO .
nuevas invasiones alteraron con frecuencia
las principales
ceremonias, y hasta consi-
guieron en algunas localidades , que fuesen
olvidadas , los monumentos encontrados van
revelando la unidad de religión,
como
asi
las de lenguage y raza, y demostrando la
insuficiencia de nuestros datos históricos, y
el descuido é inexactitud de nuestros primeros cronistas .
HIERRO. - Tambien los herreños
conser-
vaban la idea de un ser superior,
que les
protegia en sus adversidades , dotándole de
sexo, pues habia un Dios para los hombres,
llamado Eraoranhan, y una Diosa para las
mujeres, á la
que daban el nombre de Mo-
neiba . Suponian ellos que estos Dioses descendian desde las alturas, donde era su morada, y se detenian para oir sus
en dos roques, que hoy
peticiones
llaman por eso los
Santillos , situados en los riscos de Bentaiga .
Lo mismo que en las demás islas ,
ban la
montaña ,
dando grandes
despues de un forzoso ayuno
rodea-
alaridos ,
de tres
dias,
y pedian agua para sus sementeras, acompañando sus gritos con lágrimas y sollozos ,
y con los balidos del ganado , hambriento
tambien en tales ocasiones .
Si la ceremonia era
ineficáz , iba el ago-
rero ó Sacerdote al Distrito
de Tacuitunta,
222
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
donde habia una cueva llamada
Asteheita,
y entrando en ella, permanecia algún tiempo en oración, hasta que hacia salir un cerdo,
que los
isleños llamaban
Aranfáibo,
creyendo que dentro del animal iba un espíritu conocedor de sus necesidades , y mediador con la Divinidad para alcanzarles el
agua que deseaban .
Cuando
el cerdo salia
de la cueva, era inmediatamente recogido y
envuelto en un tamarco, y asi lo llevaban
á
Bentaiga, paseándolo al
rededor
de la
montaña, con gran veneración .
Si llovia, soltaban el cerdo , que se volvia
á su cueva, ó era conducido á ella para que
el faican ó sacerdote pudiese repetir la escena. (1)
Estos agoreros ó faicanes eran hombres
que ejercian una poderosa influencia en la
isla, pues se
cuenta que uno de ellos lla-
mado Yone, muchos siglos antes de la
gada de
los primeros
habia vaticinado ,
que,
estuviese reducido
á
buques
cuando su cuerpo
polvo , vendría
mar en una casa blanca
han, para que
lle-
europeos ,
por
su Dios
Eraoran-
le reconocieran y
adorasen ,
en cuyo dia seria
inútil toda
debiendo someterse sin
reñir.
resistencia ,
Esta tradi-
(1 ) Abreu Galindo es el historiador que nos refiere estos sucesos, p . 52 .
LIBRO CUARTO .
223
ción parece que influyó eficazmente en la
rápida rendición de la isla á
las armas de
Bethencourt . (1)
De todo lo expuesto deducimos , que habia en las siete islas ritos comunes
sus
habitantes ,
orígen. Las
á todos
reveladores de un común
de Dios , de un espíritu
ideas
del mal, y del alma, y aún aquellas que se
referian á recompensas
y castigos , despues
de la muerte, se muestran con evidencia en
esos ritos,
apesar
de las
escasas noticias
que los conquistadores y viajeros nos han
suministrado . Adoratorios en lugares determinados, personas de
ambos sexos consa-
gradas al culto , signos externos de la Divinidad, ofrendas de miel y leche, y sacrificios de animales escogidos , iguales procedimientos para
implorar
la clemencia del
cielo , ayunos , maceraciones, y penitencias ,
una influencia
todo esto se
sacerdotal
preponderante;
hallaba establecido en el Ar-
chipiélago, aunque con las alteraciones que
el aislamiento habia introducido en el tras-
·
curso de los siglos , modificando , omitiendo
Ꭹ adicionando en su forma, más no en su
fondo, la mayor
parte de aquellas tradicio-
nes , ceremonias y ritos .
(1)
Abreu Galindo , p . 54 .
224
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
XIII .
LA FAMILIA . -USOS Y COSTUMBRES
GRUPO ORIENTAL.
LANZAROTE . -En esta
isla
existia , antes
de su conquista por los normandos , el matrimonio, base de la familia.
Si hemos de creer la crónica de Bethencourt, cada mujer tenia tres maridos , que
usaban de sus derechos, alternando por lunaciones , única manera de medir por ellos
el tiempo , añadiendo , que nunca se alteraba la paz en tan extraño consorcio . (1)
Por muy respetable que sea para
nos-
otros la autoridad de Bontier y Le Verrier,
parécenos dudoso que esa costumbre fuese
constante y general, porque la encontramos
(1)
Le Canarien , p . 135 .
225
LIBRO CUARTO .
en oposición con los instintos naturales de
nuestra especie .
No sabemos si el parentesco era respetado al contraer esos enlaces , si bien podemos
asegurar, que los reyes se casaban con sus
hermanas , recuerdo
egipcio ó persa, como
lo hizo Guanarame con su hermana Ico .
Las mugeres eran graciosas y honestas, y
vestian unas hopalandas, que
llegaban
á
los piés ( 1); el vestido de los hombres consistia en un hábito de cuero de cabras hasta las rodillas , llamado tam arco, con sandalias que denominaban maho . Usaban la
barba en punta, y el cabello largo .
Al toca-
do decian guapil , llevando los hombres un
bonete de pieles con tres plumas largas de
frente, y las mugeres una faja de cuero de
cabrito teñida de colorado , ceñida á la cabeza, y adornada con las mismas plumas . (2)
Sin embargo , los capellanes de Bethencourt
aseguran, que los hombres andaban desnu.
dos sin avergonzarse de ello ,
con solo un
manto á las espaldas para abrigarse. ( 3) El
rey tenia un vestido especial, cuya descripción no ha llegado hasta nosotros (4); y, se.
(1)
(2)
(3 )
(4)
Le Canarien , cap . LXXI , p . 135 .
Abreu Galindo . Cap . X. p . 91 .
Le Canarien . Cap . LXXI p . 135 .
Parece indudable que existia ese vestido , por lo que
TOMO II.
15
226
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
gún Abreu Galindo , llevaba por corona una
mitra como de obispo , hecha de cuero de cabrón, sembradas por ella conchas de la mar. (1)
Según el mismo autor eran los Lanzaroteños caritativos, alegres y muy aficionados
al canto y baile . La sonada que hacian era
con piés , manos y boca, muy á compás y
graciosa. (2)
Se ejercitaban
ligrosos
saltos ,
con frecuencia en dar pelevantar pesadas
piedras ,
jugar con sus tesseses (varas de acebuche) ,
arrojar piedras, y luchar brazo á brazo .
Al delincuente castigaban colocándole junto á la orilla del mar sobre una losa, y luego
el ejecutor dejaba caer sobre su cabeza una
piedra redonda, haciéndole pedazos el cráneo . Tambien parece que, para ciertos delitos muy graves , estaba en uso , como en algunos pueblos antiguos , ser apedreado . Así
vemos que el
traidor Asche murió de esa
manera. (3)
Su común alimento era carne de cabra
dicen Bontier y Leverrier. - Et ainssi se parti Asche de
Gadiffer et se vesti comme Roy . - Le Canarien p . 49 .
(1 ) Abreu Galindo , p . 31 .
(2) Id p . 30.
Hablando los Capellanes de Bethencourt del efecto que
en los isleños produjo el sonido de los instrumentos de los
Normandos , dicen --et les Canariens en estoient toulz esbahis et leur plaisoit terriblement . - Cap . 83 .
(3) Le Canarien , p . 51 .
227
LIBRO CUARTO.
cocida ó asada , leche , manteca
y especial-
mente gofio, ó sea harina de cebada, tostada
y molida en molinillos de piedra ,
que con
ese objeto construian . (1)
Para obtener fuego , usaban de un palo de
espino que batian con fuerza dentro de un
cardón seco y esponjoso , hasta que brotase llama.
Sus sembrados
consistian en campos de
cebada, y rompian la tierra con cuernos de
cabra, recogiendo el grano , despues de maduro, para reducirlo á harina.
La pesca les suministraba tambien un alimento sano, fácil y abundante , asi como el
marisco, que sin trabajo
encontraban en
sus playas .
Habitaban generalmente en cuevas, que
las habia grandes, frescas y bien labradas,
habiéndose conservado hasta hoy la que
sirvió de palacio á Zonzamas y á Guadarfia,
y la famosa de los Verdes , extenso cañón
de más de dos millas de longitud, que parece
un barranco subterráneo cubierto
con
una bóveda de lava . (2)
( 1) Abreu Galindo , p . 32 .
( 2) Las ruinas del palacio de Zonzamas se encuentran
á poco más de una legua al N. de Arrecife :
«En una pequeña eminencia á 160 metros sobre el nivel
del mar, existen aun los vestigios de este castillo . Unas
grandes piedras , algunas de 1.300 á 1.800 kilogramos es-
228
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
El uso de embalsamar los cadáveres no
se habia
olvidado en la tribu lanzaroteña .
Para conservar mejor los cuerpos eran envueltos en pieles
de cabras preparadas al
efecto , y despues
se depositaban en cuevas .
Creemos que esta ceremonia solo tenia lugar respecto
á muy
elevados
personajes ,
pues en los tiempos cercanos á la conquista
estaba casi en desuso aun
para los mismos
reyes . (1)
Contaban el tiempo por lunaciones , em-
tán indicando los cimientos de una muralla ciclópea , que en
forma de óvalo coronaba aquella altura . Hácia el centro de
este recinto aparece , à manera de enbudo , la boca ó puerta que dá paso á una ancha caverna , la cual se ramifica en
varias direcciones ... desde estas ruinas se descubre al norte, mas acá de Nazaret y de Teguise, un ancho rio de lava , que ahora 147 á 149 años corrió hasta el mar; al sur se
encuentran unas colinas que forman un pequeño valle ; se
levanta al S. S. E. la cónica montaña de Maneje , de ancha
base y esbelta forma, desde cuya base hasta el este , asoma
un trozo del horizonte del mar, interrumpiendo su vista la
montaña de Tahiche y por el O. y N. O. se extiende una
llanura, perdiéndose allá á lo lejos , en donde se elevan algunas montañas pequeñas ... Desde éstas ruinas se descubre el territorio adyacente de 300 fanegadas , que constituia
la merced que Juan de Bethencourt hizo al último Rey de
Lanzarote.... »
Manrique.-Museo Canario . T. 1.º p . 326 .
( 1 ) Abreu Galindo dice à este propósito.—
« Si alguno moria , metianlo en cuevas, que tenian como
entierros y tendianlos echando debajo del cuerpo y encima
muchos pellejos de cabras que mataban . » Cap . X, p . 32.
Marin y Cubas añade Lib . 1. Cap . XIX .
«Sus difuntos les mirlan , de que tienen cuevas de ellos
de grandes rumazones , sin estar apolillados y envueltos en
pieles .>>
229
LIBRO CUARTO .
pezando en junio; y cuando estaban enfermos se curaban con hierbas , cuyo valor medicinal conocian por tradición ,
sangrándose
con agudos pedernales, y aplicándose á sus
dolores y
heridas la manteca de ganado ,
que conservaban con este objeto en grandes tinajas ocultas bajo tierra. (1)
Nobles
y plebeyos
esta pequeña isla,
habian tambien en
removida por los volca-
nes, y abrasada por el viento del desierto ;
la facción
que se levantó contra la reina
Ico, poniendo
en
la que despues
acaudilló
duda
su
legitimidad , y
Asche para des-
tronar á Guadarfia, eran dirijidas por jefes pertenecientes á las familias
nobles de
Lanzarote. Es de presumir se ocupasen los
villanos en los pocos oficios que en aquella
sociedad existian ; villanos, pues, serian los.
alfareros , albañiles , pescadores , tintoreros,
embalsamadores , carniceros y ejecutores de
justicia.
Los escasos datos que dejamos expuestos ,
son los únicos encontrados en nuestros antiguos autores , hallándose con frecuencia
confundidos con los que nos refieren respecto á Fuerteventura, siendo hoy imposi-
(1 ) Encuéntranse todavia estos depósitos , de los cuales
hay muestras curiosas en los Museos de Santa Cruz y Las
Palmas .
230
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
ble distinguir y separar convenientemente
lo que
corresponde á
una y otra locali-
dad . (1)
FUERTEVENTURA . -Nuestros historiadores
al reproducir lo
concerniente á los indíge-
nas de esta isla , se han visto obligados á
seguir una tradición vaga , oscura y á veces
contradictoria, porque, despues de los capellanes de Bethencourt, que escribieron al
comenzar el siglo XV, hasta el P.
Abreu
Galindo, que recogia sus noticias á mediados
del siglo XVII, hay una laguna de más de
dos siglos , que siempre dejará un vacio en
el estudio de esas antigüedades .
Parece indudable que Fuerteventura estaba más poblada que Lanzarote , no solo
por su mayor extensión , sino por hallarse
hasta cierto punto á cubierto de las requisi-
(1 ) Los autores que nos han servido de guia en estas
noticias sobre Lanzarote , han sido Le Canarien , y las Historias de Abreu Galindo y Marin y Cubas , pues los cronistas Sedeño , Jaimez , y Escudero no se ocupan de las islas de Señorío .
No nos hemos atrevido á seguir á nuestro ilustrado amigo el Doctor Chil en el extenso capítulo.que en Sus Estudios
consagra á Lanzarote , por que si bien muchas de sus apre
ciaciones y noticias son peregrinas , no cita la fuente histórica donde las haya recogido , á excepción de aquellas que ,
como nosotros , ha extractado de los autores que acabamos
de nombrar . Por tanto , y no queriendo en esta obra adelantar dato alguno , siu su correspondiente justificación , nos he
mos ceñido á lo que vá a el texto , único auténtico que
hasta ahora conocemos ,
LIBRO CUARTO.
231
ciones de los corsarios con sus numerosas
fortalezas y lo apartado de sus centros de
población.
En general , hombres y mugeres , eran de
elevada estatura y fuertes en la pelea, prefiriendo la muerte
á
caer prisioneros; (1 )
por eso el ánimo esforzado y la valentia y
destreza del cuerpo se tenia entre ellos en
mucha estimación , designando á los valientes con el calificativo de altahay.
Se asegura que eran tambien caritativos ,
alegres y aficionados á la danza y al canto ,
y que sus juegos consistian en el salto , la
lucha , la carrera y el pugilato .
Su alimento principal era como en Lanzarote el gofio , la carne sin sal, y el sebo de
sus cabras, que comian crudo , leche, manteca ,
dátiles y zarzamora, pescado
y ma-
risco (2)
El vestido de estos insulares , tal como lo
describe Abreu Galindo , se reducia á pieles
de carnero , ropilla con mangas hasta el codo ,
calzon angosto hasta la rodilla , desnuda ésta, y de allí hasta el tobillo cubierta la pierna
(1 ) Marin y Cubas . P. 1. * Cap . XIX .
(2) « El ganado desta isla de Fuerteventura es el más
sabroso de todas las islas , el cual anda suelto por toda la
isla , y cuando querian tomar algun ganado se juntaban y
hacian apañadas que llamaban gambüesas. »>
Abreu Galindo , p . 33 .
232
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
con otra piel; por calzado llevaban unos cueros de cerdo llamados mahos . Traian el cabello corto , y la cabeza cubierta con un bonete
alto
de
piel .
Sus
armas
ofensivas
eran
unos grandes palos de acebuche ,
que
maban como en Lanzarote teseses .
Las mu-
lla-
geres se vestian con unos tamarcos de cuero de cabras (harhuy),
y encima un pellico
ó ropilla de piel de carnero . (1)
Sus construcciones
eran
muy notables
revelando un grado de cultura superior á
la de sus vecinos
de Lanzarote . Una gran
muralla de piedra separaba la península de
Jandia de la otra parte de la isla llamada
Maxorata, y grandes casas fortificadas, que
los normandos llamaron castillos , se levantaban en algunos distritos ,
y
ofrecian pro-
tección á sus moradores . (2)
Por las ruinas que aún se descubren en
algunos sitios , se puede deducir la existencia de centros predilectos de población, donde se agrupaban las familias, atraidas tal
vez
por alguna fuente ó por la posición
inexpugnable del terreno .
La montaña de Cardones, situada en los
(1 ) Véase Abreu Galindo , p . 33 y 34.
Poséen los más fuertes castillos que pueden verse ;
(2)
y tienen en medio de la isla una gran muralla de piedra .
que corre de una á otra mar.» L Canarien . Cap . LXXVIII ,
p. 152 .
233
LIBRO CUARTO .
confines Adel itsmo de la Pared , es indudablemente una de esas localidades privilegiadas . En su cima se descubren todavia ruinas de recintos cubiertos , bóvedas circulares de piedras ciclópeas , grutas labradas en
las vertientes de la montaña, donde, restos
humanos y objetos curiosos de alfareria, demuestran evidentemente su antigua importancia . (1)
En el distrito de Jandia , que, por su aspereza natural, ofrecia más ventajas para el
ataque y la defensa , se encuentran hoy repetidos vestigios de la misma raza indígena.
En el sitio llamado Pedro Afonso se descubre una plataforma ovalada de
metros de circunferencia con
cuarenta
asientos de
piedra al rededor, que revela un tagóror ó
local del consejo, igual al que existia en las
demás islas con el propio objeto . En otros
sitios de la misma península hay grutas,
casas de piedra, y recintos
circulares, que
acusan una población numerosa y sociable .
(1 ) Sobre la parte más alta de esta montaña se cleva un cerro, que llaman por su figura el Castillo, debajo del
cual, y en su flanco más enriscado , se abre una cueva de seis
metros de profundidad. En el punto designado con el nombre de cuevas labradas, hay otra gruta muy notable, dividida
en cuatro departamentos, teniendo el que ocupa el centro
cuarenta metros de circuferencia .
Los isleños llaman á las antiguas viviendas de esta curio
sa montaña , Las habitanzas de los maxos .
234
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
(1) En fin , en
el barranco de la Torre, á
23 kilómetros
de Puerto de Cabras, hay
ruinas de edificios , de construcción ciclópea,
y una plazoleta, que acusa también la forma de un Tagóror, habiéndose encontrado
en este recinto una piedra con algunes signos desconocidos , pertenecientes al parecer
á ese alfabeto púnico , de que hay otros ejemplos en el archipiélago .
GRAN- CANARIA .---La organización de la familia existia de un modo regular en esta isla . Concertado el matrimonio por la libre
elección de las partes , se recogia la novia
en la casa de sus padres, donde permanecia
acostada veinte ó treinta dias, regalándose
con toda clase de manjares, especialmente
carne asada, leche y gofio , hasta que sus formas se redondeaban, y su vientre adquiria
el mayor desarrollo
posible ,
consistiendo
la principal belleza de la muger en la ro-
(1) En unos apuntes del laborioso isleño D. Ramon Castiñeira , encontramos los siguientes datos :
«Al pié de la Cañada de la Cueva hay grutas labradas en
la roca; en el valle de Pesenescal, recintos circulares y bóvedas; en la boca de los Canarios, al pié de la montaña del
inoro, ruinas de viviendas y recintos circulares; en el Cuchillo de Esquinzo, recintos circulares y casas de piedras tapadas con piedras ; en el Cuchillo de Binama, recintos circulares , y cimientos de casas ; en el valle del mismo nombre ,
vestigios de viviendas , en Munguia, recintos circulares y casas; en Cofete, ruinas de Tagóror y casas, habiéndose eucontrado en éstas, muchas veces , restos humanos .>>
Investigaciones de antigüedades canarias, Mss .
LIBRO CUARTO.
235
bustéz de su cuerpo, pues creian que un
vientre estrecho no podia concebir hijos de
grandes fuerzas ni de ánimo esforzado.
El matrimonio se festejaba con banquetes y bailes , asistiendo
con
frecuencia el
Rey ó Guanarteme, quién tenia el derecho
de prelibación, pudiéndolo delegar en uno de
sus Guaires, y usando de ese derecho
uno
ú otro con perfecto consentimiento del novio . (1) Los recien nacidos eran lavados con
ciertas ceremonias religiosas , que nuestros
cronistas asimilan al bautismo , no habiendo sido más que una fórmula impuesta por
la higiene .
La nobleza formaba un cuerpo separado ,
con sus fueros , exenciones y preeminencias ,
que se extendian hasta el vestido .
<< Los villanos ,
dice
Marin y Cubas (2),
vestian el tamarco ó capotillo de cuero á
modo de un zamarrón, y unas braguillas de
junco para la cintura ; y ellas una sayuela á
media pierna,
de hechura de faldellin de
pieles , y en la cabeza un zurrón de cabrito .
Los nobles calzaban zapatos de pedazos de
cuero de puerco envueltos en los piés, y el
(1) Crónica de Azurara, p . 377.
Abreu Galindo , p. 97 .
Marin y Cubas . Parte 2. * , cap . XVIII
(2) Marin y Cubas , parte 2. cap . XVIII .
236
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
guapilete de junco á la cintura, y el tamarco
más largo . El Rey y Faisajes (Faicanes) , criaban en lo alto de la cabeza un mechón de cabellos . Ponian un bonete, sobre el cabello recojido, de cuero de cabrón ó de cochino, hecho de cuatro pedazos á moda de montera.
Vestian un justillo con media manguilla á la
sangradera, y la falda sobre la rodilla, y
medio borceguí á la pantorrilla; y ellas vestian el justillo más corto de falda, y ponían
faldellin hasta los piés, y trenzado
el cabe-
llo, largo y recogido ; y la Reyna ponia otro
ropón desde los hombros á los piés . La cabeza apretaban con faja de cuero, y un capillo de cuero de cabrito, y las costuras hechas con gran primor. » (1)
(1) Abreu Galindo describe el vestido en esta otra forma :
«El vestido de los Canarios eran unos toneletes hechos
de juncos maj dos muy juntos al cuerpo , y tejidos que llegaban a la rodilla , y ceñianlo por la cintura , y despues se
echaban encima unos pellejos cocidos muy primorosamente, que llamaban tamarcos , en verano el pelo afuera , y en
invierno adentro , muy galanos , y pulidos , y en las cabezas ,
tocados de pellejos de cabritos , que desollaban enteros , y
las garras caian por las orejas , amarrados al pescuezo, y algunos traian unos como sombreros con plumas en ellos ; y
los tamarcos y toneletes y los demás vestidos eran pintados
de diversos colores de tintas que hacian de flores y yerbas .
Y del mismo hábito usaban las mugeres, de pellejos como
refajos altos del suelo . Criaban cabello , y cojíanlos atrás,
como trenzados , con juncos majados . Hacian las costuras
de los tamarcos y cueros con tanto primor y delicadeza ,
que no hubiera persona que su vista no engañara para afirmar que se hicieron con agujas muy delgadas y hilo pre-
237
LIBRO CUARTO.
Todos los cronistas están de acuerdo en
conceder á los isleños de la Gran-Canaria
una inteligencia desarrollada , un carácter
belicoso, gran respeto á la mujer y
odio
profundo á la mentira.
La nobleza no
era hereditaria , pues se
perdia por acciones deshonrosas , y se adquiria por actos heróicos de bravura, arrojo
é intrepidéz, prévio un juicio público y contradictorio , en el cual se oia á todo el que
se encontraba con datos para acusar al pretendiente .
Las armas con que los canarios peleaban ,
eran palos endurecidos al fuego, terminados
unos en bola (magados) y otros en
punta
(amodágas) espadas de pino, cortantes como
acero,
y
piedras que lanzaban
con
una
fuerza y destreza incomparables . Defendianse con rodelas de drago llamadas Tarjas.
Eran muy aficionados á desafios , que verificaban en sitios públicos , y á presencia
de un concurso numeroso , como los torneos
de la Europa feudal .
Concedida la licencia de los Guaires, ra-
ciado portugués , y los repulgos de muy pulidas labranderas. Traian calzados unos pedazos de cueros de cabras, atados con correas del mismo cuero crudo . >>
Lib . 2. cap. III , p . 98 .
238
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
tificada por el Faican ó Gran Sacerdote ,
iba cada uno
de los sostenedores acompa-
do de sus deudos y amigos al sitio destinado á estas fiestas, que era una plaza circular cerrada de paredes . El lugar ocupado
por los combatientes consistia en dos piedras un poco elevadas, de media vara de circuito , una para cada uno de los dos guerreros , á cuyas piedras subian sin serles permitido abandonar tan estrecho campo, llevando como armas ofensivas tres piedras,
un magado y algunos cuchillos (tabonas) fabricados de pedernal ú obsidiana . Consistia
la habilidad en evitar las piedras lanzadas
por su adversario, jugar con destreza el palo , y darse de
cuchilladas ,
resultando con
frecuencia víctima de las heridas alguno de
los contendientes .
Era la lucha otro de los ejercicios á que
se entregaban con mayor entusiasmo, dando pruebas de una agilidad , fuerza y ligereza
extraordinarias.
Cuéntase que en una de éstas entre Adargoma y Garirágua para decidir ciertos agravios
sobre límites , habiendo caido el pri-
mero bajo el cuerpo
del segundo , lo estre-
chó aquel de tal manera, que el vencedor
Gariragua se confesó vencido, por no ver
se ahogado en los brazos hercúleos
de su
LIBRO CUARTO .
239
contrario. (1)
Desafiados en otra ocasión los guerreros
Guanháven y Caytafa, y no habiendo conseguido uno ni otro derribarse en la lucha ,
Guanháven dijo á Caytáfa: -¿Serás tú para
hacer lo que yó? --Y habiendo éste contestado afirmativamente, subió Guanháven á un
risco elevado , y sin vacilar se arrojó desde
lo más
alto ,
diciéndo
á
gueme.
Lo
que no
dudó
su enemigo : -Síhacer Caytafa,
despeñándose en seguida sin ninguna vacilación . (2)
Contaban también el tiempo estos isleños
por
lunaciones , dando principio al año por
el mes
de junio ,
sus sementeras,
en
que recogian
celebrando
este aconteci-
época
miento anual, que llamaban Beñesmen, con
•
grandes
festejos
consistian
públicos .
principalmente
Estos
festejos
en bailes ,
jue-
gos bélicos , luchas, saltos y banquetes . Sus
convites eran de noche á la luz de la luna ó de las hogueras .
Asaban la carne de
diferentes modos , y cási cruda la comian ,
sazonándola
con el zumo
fermentado
de
la palma ó del mocan , á cuya bebida llamaban Teserquen . Tenian miel de abejas, man-
(1)
(2)
Abreu Galindo, p . 109 .
Abreu Galindo, p . 111 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
240
teca,
leche,
harina de cebada (gofio) ,
dáti-
les , higos y zarzamoras , y abundancia de
peces y marisco .
Conocian algunos procedimientos agrícola tierra con cuernos
las :
rompian
bra,
sembraban
guardando
rráneas
los
y
regaban sus
granos
abiertas
en
en piedra,
de ca-
campos ,
cuevas
subte-
curiosamente
labradas y á cubierto de toda humedad . El
agua de lluvia para el riego la conservaban
en grandes albercas y
represas, con-
duciéndola despues por medio de acequias
al sitio destinado á su labranza . (1)
La industria era limitada á sus escasas
4
necesidades . Las mugeres se dedicaban á
tejer tamarcos y hopalandas con juncos ú
hojas de palma,
siendo más ó menos deli-
cado su tejido , segun el rango de la persona á
quien
vasijas
se destinaba. Otras fabricaban
de barro para diferentes usos , que
bruñian curiosamente, dándoles airosas fi-
(1 ) «La manera de cultivar la tierra para su sementera
eran juntarse veinte y más canarios, cada uno con una casporra de cinco ú seis palmos, y junto à la porra tenian un
diente en que metian un cuerno de cabra yendo uno tras
otro surcaban la tierra, la cual regaban con acequias que
tenian por donde traian el agua largo camino, y cuando estaban en sazon las cementeras, las mugeres las cogian , llevando un zurron colgado al cuello, y cogian solamente la
espiga, y despues apalcaban ó pisaban con los piés, y con
las manos la aventaban
Abreu Galindo, p . 100 .
LIBRO CUARTO .
241
guras , y adornándolas con
festones capri-
chosos . (1 ) Además , ayudaban á los hombres en las faenas del campo , molian el grano, lo tostaban, cernian la harina en cedazos de junco con fondo agujereado de cuero
de cabra, cortaban los vestidos , y los cosian
con hebras de tripa tan finas y delicadas ,
que son hoy el asombro de cuantos han tenido ocasión de examinarlos . (2)
La cerámica se hallaba muy adelantada
en esta isla. Curiosos y variados ejemplares
de formas elegantes se conservan en nues-
( 1 ) En el Museo de Las Palmas hay una variada
colección de objetos cerámicos , que revelan el adelanto de
este arte en la Gran-Canaria .
También los hay de madera, que les servian para sus
comidas .
El ocre con que pintaban las vasijas se ha encontrado
preparado y desleido en piedras de superficie plana, y hasta las paletas de madera con que verificaban la operación .
(2) Dice Escudero, Cap . XIX :
«Tejen esteras de juncos , majados y curados , para mantas y colchones, y éste era el ordinario ejercicio de todas,
todos los dias, y empleitas de palmas no sabian bien ; hacian ollas y cazuelas de barro y tostadores de greda parda
con arena, y molinitos que labraban con piedras vivas. >>
Sedeño, ocupándose del mismo asunto, dice :
«Tenian mugeres dedicadas para sastres, como para hacer loza de que usaban, que eran tallas como tinajuelas para agua ; hacíanlas á mano y almagrábanlas , y estando enjutas las bruñian con piedras lisas, y tomaban lustre muy
bueno y durable ; hacian grandes y pequeñas tazas y platos, todo muy tosco y mal pulido ; á las ollas para el fuego
y cazalones no daban almagre , despues de esto hacian un
hoyo en la tierra , y encima hacian lumbre por un dia ó el
tiempo necesario para cocer la loza y servia muy bien . »>
TOM. II.
16
242
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
tros Museos , que atestiguan el progreso realizado en este arte por los indígenas canarios . Desde las toscas vasijas en figura de
ánforas, destinadas á conservar harina de
cebada ó higos secos , hasta las que solo tenian dos ó tres centímetros de altura, y
probablemente servian de juguete á los niños , habia una escala en formas y dimensiones de tan rica variedad , que su exámen
produce una verdadera sorpresa á los inteligentes . Vasijas hay con asas y
de fondo redondo ó cuadrado,
sin ellas ,
convexo ó
cóncavo, con caño ó sin él; algunas imitando figuras caprichosas y en su mayoria pintadas de rojo con fajas circulares , ondulantes ó festoneadas .
Líneas
curvas ,
rectas ó
interrumpidas por puntos , espirales ú otros
adornos se observan en su parte exterior ,
que revelan una notable perfección en este
arte, colocando al pueblo donde se ejercia,
en un grado de cultura muy superior al que
pudieran ostentar otras islas del grupo .
Era reputado vil el oficio de carnicero, y
siempre procuraban se ejerciera por la clase más abyecta
y miserable
ción . A los que
á
de la pobla-
tal oficio se dedicaban ,
no les era permitido entrar en las casas ,
ni
tocar persona alguna, no siendo de su misma
condición; por esta causa los europeos
243
LIBRO CUARTO.
que con frecuencia caian prisioneros ,
eran
obligados á matar reses ,
este
creyendo
de
modo envilecerlos , imponiéndoles el mayor
castigo corporal por ellos conocido .
Ignoraban el uso de la navegación, pero
eran muy industriosos en el egercicio de la
pesca, proveyéndose de pescado, ya con redes de juncos, que dejaban á largas distancias en el mar, ya acorralando los peces en
charcos ó maretas preparadas al efecto , ó
bien cogiéndolos si
zuelos que
eran
grandes , con an-
primorosamente
labraban
con
huesos y cuernos de cabra. (1)
Era costumbre vivir durante el estio en
cuevas abiertas en medio de los bosques ó
en lo alto de las sierras, y el invierno en las
costas y lugares abrigados del litoral.
Desde que se verificó el viaje de Angiolino del Tegghia hemos visto , que al recorrer la costa norte de la Gran-Canaria encontró la expedición numerosas habitacio-
(1) «Tenian redes para pescar de hilos de junco y juncia, y nasas de juncos marinos sobre maderos puestos en
la mar....Tenian corrales y charcos en que se recojia mucha pesca . Fchábanse á nado muchos, asi mugeres, muchachos y hombres, y venian hácia tierra desde una punta
á la mar afuera, trayendo el pescado á acorralar y á las redes, repartiéndolo muy bien, y á la preñada la daban dos
partes, la una para la criatura . Labraban anzuelos de cuerno tan fuertes y aún mejores que los de acero , que se han
visto algunos , y hay quien tenga dos de ellos guardados . >>
Marin y Cubas. P. 2. , cap . 18 .
244
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
nes fabricadas con piedras
rectangulares,
labradas con mucho artificio, y cubiertas de
grandes y bruñidas maderas .
tenian
puertas,
Estas casas
que los marineros
halla-
ron cerradas y rompieron á viva fuerza, penetrando en su interior,
blanqueado y de
hermoso aspecto . En medio de ese caserio
habia también un templo ú oratorio, donde
se adoraba una
estátua, que llevaron los
portugueses á Lisboa . (1)
En varios sitios de la isla se encontraron
también, despues de la conquista , algunas
casas de piedra, que, según la tradición , habian'sido construidas por los prisioneros
mallorquines y habitadas luego por los Guanartemes y Harimaguadas. La más famosa
de estas casas era la que se levantaba en
Agaete, y llevaba el significativo nombre
de Roma, dado quizá por sus mismos constructores .
El palacio del Guanarteme existia en Gáldar hasta fines del siglo XVIII , en que, con
barbarie inaudita , fué derribado para apro-
(1 ) .... videntes ibidem casas plurimas..... hi veró intrantes domos eas videre ex lapidibus quadris compositas
mirabili artificio , et lignis ingentibus ac pulcherrimis tectas ... Domus veró cum essent pulcherrimo , et lignis pulcherrimo contectæ, introrsum omnes erant albissimæ , tanquan ex gypso viderentur albatæ . Invenerunt et insuper oratorium unum seu templum .
S. Ciampi. Firenze . 1827 .
LIBRO CUARTO .
245
vechar sus maderas. (1) Las paredes tenian
tres varas de grueso , y las piedras perfectamente ajustadas sin cal, barro ni yeso, se
hallaban revestidas con tablones de tea curiosamente
pintados,
y de una tersura no-
table. (2)
(1 ) Hermosilla . Descripción de Gran -Canaria . P. 1.ª C.
1.º $ 19.
(2) Dice Sedeño . C. XVII :
Los mejores edificios de Canaria habia en Gáldar, que
era cabeza de la isla y asiento del Guanarteme . Edificaban
sus casas bajas y de paredes muy anchas y de grandes piedras sin mezcla de barro , sino tierra pisada . Cubríanlas con
vigas y tablones de tea fina y otras maderas perpetuas, las
cuales labraban con pedernales puestos en cuernos á manera de azuelas . Sobre las vigas y tablones ponian piedras
llanas y delgadas, con masaigo por arriba, que es una rama
como caña que dura mucho . Guardábanse que no llegase la
tierra á la madera, y sobre estas lajas dejaban tierra mojada y pisábanla mucho , de tal manera, que aunque llueva
muchos dias corre por encima y no cala dentro .
La casa del Guanarteme era toda aforrada de tablones de
tea puestos éstos muy juntos y pintados por encima, que
parecia todo una pieza , y solo esta casa era atorrada . Hay
otra casa fuerte, que llaman los Canarios Roma. Sobre ésta
hicieron los cristianos un torrejon en que se hicieron fuertes . Otra casa está junto á ésta , muy pintada y grande que
servia de recogimiento de hijas de hombres principales ....>>
Añade el P. Sosa , p . 174 , ocupándose del mismo asunto :
«Fabricaban sus moradas los canarios de paredes muy
anchas y de muy grandes piedras, sin mezcla alguna de cal
ni barro , sino de tierra pisada y todas eran bajas ; techábanlas con tablones que ponian de tea finísima , ó sobre vigas de
la misma materia, y otras maderas perpetuas é incorruptibles , las cuales labraban y pulian con pedernales , que ponian en cuernos gruesos á manera de azuelas , y todo á fuerza
de brazos, cosa que parece increible….. estando en dicha vila de Gáldar en mision (año de 1675 ) , fuí á ver una casa
canaria, que hasta hoy por via de estado se conserva cerca
de la Iglesia parroquial del Señor Santiago, y reparando en
246
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
Si hemos
de creer á Marín y Cubas no
solamente habia en la Gran-Canaria casas
numerosas,
de piedra , bajas,
cubiertas
de
terrado, con puertas muy angostas, todo á modo de hornos, sin corral ni patio, ni ventana para humbrera , sino que estas casas se
agrupaban formando pueblo, con calles muy
angostas, y empedradas con guijarrillo muy
menudo . (1)
Todo esto indica una civilización relativamente avanzada, y prueba el carácter sociable de aquellos isleños .
En el extenso cráter de Tirajana , que forma hoy un amenísimo valle de muchos kilómetros de circuito , dentro del cual se levantan
los pueblos de
San
Bartolomé y
Santa Lucia, rodeados de numerosos caserios, escondidos en los pliegues de aquellas
gigantescas fragosidades y de aquellos profundísimos barrancos , existen todavia numerosos vestigios de la antigua familia indígena. Allí se ven aún casas canarias construidas
de enormes piedras
sin
labrar y
unidas sin cemento . Gruesas vigas ó tron-
lo pulido y labrado de sus maderos y en el ajuste de sus
tablones y vigas , quedé fuera de mi . »>
(1 ) Y añade ::-como
yó conoci la antigua ciudad de
Cendro, frontero a Telde, donde habitó el Rey hasta la
conquista.Historia de las siete Islas de Canaria P. 2.^ , cap . XVIII .
247
LIBRO CUARTO .
cos de pino, ostentando su rugosa corteza
cubren
el techo, cruzándose otras ramas
mas delgadas en opuesta dirección para formar dos planos de suave declive . Generalmente la casa busca el apoyo de alguna roca, que le sirve por uno de sus lados ó por
el fondo de sostén . Dos alcobas ó dormitorios á derecha é izquierda constituyen con
la sala de entrada toda su distribución interior . (1)
También se observa en este montañoso
distrito , que las escarpadas vertientes de la
elevada cordillera ,
que
cierra el cráter, se
hallan perforadas por
multitud
de
cuevas
por todas partes
de
difícil
acceso ,
unas abiertas y otras aún tapiadas. En las
que se han podido examinar se encuentran
huesos humanos en abundancia , fragmentos
de
objetos
tamarco ,
loza
y
otros
curiosos
del uso de los antiguos insulares.
Allí se descubre el Sitio, último campamento
de los españoles , donde tuvo lugar la rendición de la isla; allí se vé la fortaleza, enriscada montaña, postrer baluarte de la libertad
isleña ,
cubierta
de
cuevas
sepul-
(1) Hemos tenido ocasión de ver una de estas casas, que
existe aún en el pueblo de S. Bartolomé . Seria de desear
que aquel Municipio la adquiriese para conservarla como
un curioso monumento de arquitectura indígena .
248
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
crales ; allí.hay concavidades que se llaman
de la Audiencia; allí en fin existe una montaña que conserva todavia el nombre del General Vera, llena de numerosos agujeros , que
le dan el aspecto de una colmena, y revelan
un centro importante de población .
En Arguineguín se encuentran también
restos numerosos de las casas , que constituian aquel poblado distrito . Las habitaciones están agrupadas al rededor de un gran
circo, en cuyo centro debió existir un edificio de mayores dimensiones . En la puerta
de entrada se levanta un banco de piedra
semicircular, que parece haber servido de
sala de Consejo
ó Tagóror. Las
casas, de
figura elíptica, tenian la misma distribución
interior antes reseñada . Piedras sin cemento , techos de pino ó barbusano sin labrar,
alcobas á los lados, hogar á
la
entrada, y
una superficie de tres ó cuatro metros de
largo por igual dimensión á lo ancho . (1)
La población no excedia á nuestro juicio
de diez mil almas, que suministraba, conocidas sus aficiones guerreras , un contingente de dos á tres mil hombres de pelea. (2)
(1 ) Webb y Berthelot. -Historia natural de Canarias.
-T . 1. P. 1. " págs . 158 y 159.
(2) Algunos autores dan de población a esta isla 14.000
familias, cuyo dato no necesitamos refutar .
LIBRO CUARTO.
En general
249
era siempre mayor el número
de las mugeres que el de hombres , de donde provino el absurdo rumor, recogido por
nuestros cronistas , de que estaba en vigor
entre los
indígenas una ley, que les impo-
nia la dura obligación de sacrificar al nacer todas las hembras, excepto la primogénita, sin
observar
que
la dulzura de
sus
costumbres infunde vehementes sospechas
de falsedad , pues no encontramos vestigios
de esta costumbre en la crónica de Bethencourt ni en la de Azurara.
Parece
que se trasmitia á los
jóvenes
cierta instrucción literaria, reservada por los
Faicanes para los que se educaban en Umiaga, cuyos funcionarios , además de las ceremonias del culto , de que estaban especialmente encargados ,
de leyendas
conservaban
en forma
algunos
hechos gloriosos de
sus antepasados, para
recitarlos en ciertos
dias solemnes , en medio de los juegos , las
luchas y los
banquetes . (1 ) Algunos
han
Azurara le dá en su Crónica 5.000 guerreros , pero Marin y Cubas acepta el número que nosotros damos en el
texto .
(1 ) En la obra de Bory de Saint Vincent, publicada á
principios de este siglo, encontramos el siguiente canto ,
que se supone compuesto por los indígenas de la Gran- Canaria.
CANTO DE DOLOR.
«Compadeced á Atrabaya , que con sus ardientes lágri-
250
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
creido que los collares de barro cocido, encontrados con frecuencia entre otros diversos objetos, pudieron haber servido de escritura,
como
los
quipos
del Perú,
no hay dato alguno en que pueda
pero
apoyar-
se esta conjetura, y es de presumir, que los
collares , asi como los
sellos ó dijes de
rro, solo sirvieron de adorno
á los
ba-
indíge-
nas de uno y otro sexo. (1)
mas aumenta el raudal de las solitarias fuentes . Léjos del
florido valle que la vió nacer, en donde cantó la fecundidad
de sus ganados, que dan una leche tan perfumada , lejos
de sus compañeras y de su familia, ha escojido el desierto
por sepultura , sin que haya un lugar en su corazon , que
no esté lleno de la imagen de Trayoba . Ella le amó desde sus mas tiernos años, y al encontrarse sus ojos por la
vez primera , el rubor encendió sus mejillas, fundiéronse sus
almas, y la felicidad fué el primer fruto de su amor . Pero
Trayoba ha recogido su magado y dos redondas piedras
para salir al combate, y le habla de este modo:
-Una la destino á Gahuaco, que ha manchado sus manos en la sangre de mi padre.Los ruegos de Atrabaya no han podido detenerle .
-Presienio una desgracia, exclama ella, prodigándole
las mas dulces caricias, haz que el amor imponga silencio á
la venganza , y no te alejes de quien tanto te ama. ¿ No
sientes el eco de nuestros besos en el fondo de tu corazon?
¿Acaso su blando murmullo te es menos grato , que el ruido atronador de las batallas?El jóven héroe la oye, y se aleja sin embargo , con los ojos
llenos de lágrimas . Ah! los presentimientos de Atrabaya no
la engañaban ; su amante jamás volvió . >>
Essais sur les iles fortunées. Par J. Bory de Saint Vincent, p . 87 .
Este mismo Canto lo copia Mr. Ogier. - Les iles Fortunées -Paris . - 1869. -Tomo 2.º, p. 333.
Ya hemos visto el que publica el Doctor Verneau procedente de un ms . , que se dice encontrado en Portugal.
(1) Mr. Verneau cree que estos sellos scrvian para pin-
251
LIBRO CUARTO.
Gomez Escudero dice á este propósito :« No tenian libros ni historia ,
solo manda-
ban á la memoria cantares y corridos de hazañas de sus antepasados . » Y Sedeño aña- '
de: - « No
conocian
letras
ni
aunque se valian de pintura
trina era como historias , ó
caracteres ,
tosca;
la doc-
como corridos y
jácaras de valientes de sus reyes y hombres
señalados , linajes y otras cosas
de campo,
de plantar, sembrar, y lluvias y señales de
los tiempos ,
como
pronósticos
y refran-
citos . >> En sus enfermedades hacian uso frecuente de la sangría, sirviéndose para ello de un
pedazo agudo de pedernal .
Sus heridas las
curaban con manteca de cabras añeja,
que
conservaban, para darle más fuerza , debajo
de tierra en grandes jarras de barro
fabri-
cadas con este objeto . Sus refrescos eran de
leche y miel , sus astringentes pastas de sangre de drago, y como vomitivos se administraban arrope de mocán. (1)
tarse los canarios la piel, asegurando , que muchos conser
van aún la tinta roja que para ello les servia . Nosotros
hemos examinado un número considerable de estos sellos ,
y jamás hemos observado restos de tinta entre sus caprichosas figuras, pero no nos parece imposible que se encuen
tren .
El Museo Canario de Las Palmas posée la más completa
colección de estos curiosos objetos , de problemático uso .
(1 )
....la corteza de este árbol mocán es el verdadero
252
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Hasta hace pocos años se dudaba que en
la
Gran Canaria estuviera
en práctica
arte de embalsamar los cadáveres ,
general era en Tenerife (1 );
brimiento de algunas
el
que tan
pero el descu-
momias en
perfecto
estado de conservación, ha venido á confirmar con este nuevo dato la unidad de orígen
del pueblo isleño y su afinidad con las razas
egipcias .
Ya nuestros cronistas habían descrito detalladamente la manera de practicar los embalsamamientos en la Gran-Canaria. Gomez
Escudero afirma, que los indígenas guardaban la manteca y el sebo para
estas
ope-
raciones , practicadas
con hierbas olorosas,
dejando los
entre arena calcina-
cuerpos
da . (2)
masis de Dioscórides , el dolor de gota ó sciática labraban
con fuego . Al dolor de cabeza apretaban , tiraban de orejas
y cabello , hasta que el cutis se estallase . Usaban mucho
de la dieta ; no supieron de purga. salvo de leche y suero.»>
Marin y Gubas , p . 2 , cap. XVIII .
Según Gomez Escudero , cap . XIX - usaban de purgas
de titímalo , tabaiba y cardón , y añade : -« no les dí crédito
porque donde cae una gota alza una ampolla que labra
como fuego , y no nace más allí el pelo . » —
(1) Berthelot . Etnog. p 148.
(2) < ...... la manteca y el sebo los guardan en ollas y
leñas olorosas para exequias de los difuntos, untándolos
y ahumándolos y poniéndolos en arena quemada los dejaban mirlados, y en quince ó veinte dias los metian en las
cuevas , y éstos eran los mas nobles; que á los demás ponian en los malpaises ó piedras de volcán , haciendo hoyos
en las piedras y cubríanlos con unos montes de ellos , como
253
LIBRO CUARTO.
Sedeño asegura que los plebeyos eran sepultados
en tierra, formando cuatro pare-
des de piedra,
rematadas en pirámide; los
que tenían derecho á mayor distinción descansaban en un lecho de tablones en forma
de ataud , que rodeaban
también
de pie-
dras, artísticamente colocadas ; y los nobles
eran embalsamados , depositándolos en cuevas destinadas á este fin. (1)
Los embalsamadores formaban gremio, y
había cuadrillas para
el entierro de cada
sexo . (2)
Los historiadores Marin y Cubas , Abreu
Galindo Ꭹ Castillo se detienen á describir el
procedimiento que usaban los canarios para
conservar las momias en el estado de incorruptibilidad en que se han encontrado algunas (3); pero sus relaciones no están de
acuerdo con la observación de los restos
examinados , lo que conduce al Dr. Chil á afirmar, que para proceder al embalsam
n-
torreoncillo , que hoy se hallan y hallarán siempre, porque
no se van á buscar, aunque por codicia de palos de buena
madera en las isletas han descubierto muchas casas y sepulcros de estos mirlados . »>
Gomez Escudero . Ms., cap . XIX .
(1 ) Sedeño . Ms. , c , XVII .
(2) Castillo , p . 64.
(3) Abreu Galindo , p . 102
Marin y Cubas , ms . c . XVIII .
Castillo, p . 64 .
254
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
to de las momias no se extraia del cadáver
ninguno de los órganos contenidos en las
tres cavidades cefálica, toráxica y abdomi
nal . (1)
Es de suponer que los encargados de estos trabajos de disecación , cuya importancia es grande en la sencilla teogonia de este
pueblo, poseian un secreto , que nuestros cronistas no pudieron penetrar. (2) Por ese medio llegaban á conservar perfectamente todas las partes del cuerpo, como puede observarse en algunas momias, que felizmente han llegado hasta nosotros . (3)
(1) Chil. - Estudios . - T. 1.º , p . 483.
(2) Copiaremos la descripción que del método de disecar trae Marin y Cubas en su Historia manuscrita , para
que nuestros lectores comprendan lo que aquel historiador
médico habia penetrado en el secreto .
« Al difunto, dice, lavaban todo con agua caliente, coci
das yerbas y con ellas lo estregaban ; abríanle el vientre
por la parte derecha debajo de las costillas á modo de media luna , sacaban todo lo de dentro , y por lo alto de la cabeza sacaban los sesos, y quitado todo hasta la lengua ,
llenaban los huecos de mezcla de arena, cáscaras de pino
molidas y orujo de yoya ó mocanes, y volvian á coserle
muy curiosamente; lo ungian con manteca y ponian al sol
de dia y de noche al humo y por quince dias le lloraban
haciendo exequias , y estando enjuto lo ponian en las cuevas con otros mirlados . »
(3) En nuestra Historia de la Gran- Canaria, t . 1.º p .
139 deciamos:
«<.... en 1855 se hizo por casualidad un descubrimiento
de más importancia ; unos pastores encontraron una cueva
situada en la escarpada vertiente de una montaña de las
bandas del sur, donde, despues de penetrar con gran peligro , vieron una multitud de momias encerradas alli desde
LIBRO CUARTO .
255
Pero, en general, los canarios no obtenían
el privilegio de conservarse de esta suerte,
privilegio que sin
duda estaba
reservado
tiempo inmemorial ... hallábanse las momias sin órden ni
simetria.... felizmente á la entrada de la cueva, y en un si
tio donde era menor la humedad, se encontró una perfectamente conservada .... estaba el cuerpo envuelto en doce
pieles . De éstas las siete interiores, extraidas de corderos
nonatos se hallaban tan perfectamente conservadas, que
aun podia verse el brillo del pelo , y tan elásticas como si
estuvieran acabadas de curtir . De las cinco exteriores , como mas expuestas al contacto del aire solo quedaban fragmentos . Encontróse asimismo el rastro de una sustancia
viscosa , fusible al calor de la mano , de gusto y olor semejantes en un todo al de la miel de abejas, pero de color rojo oscuro, debido tal vez á la mezcla de algunos ingredientes, que empleaban para obtener el bálsamo con que
ungian las mismas momias . Las pieles de que hemos hablado no eran todas de la misma clase ; las mas finas y delicadas se encontraban inmediatas al cuerpo , con el pelo
hácia adentro, observándose mezclados en algunas de ellas
los colores blanco y negro, formando sencillos dibujos .
Cada dos ó tres de estas pieles estaban sujetas al cuerpo
por algunas tiras de cuero colocadas á media vara de distancia y cosidas en sus extremos ; la última presentaba el
aspecto de un saco cerrado por la boca. La momia se hallaba en un estado de regular conservación. El rostro habia perdido la piel , y solo la mandíbula interior se veia aún
cubierta de una barba negra y corta ; el cráneo tenia asimismo algunos mechones de pelo castaño en su parte posterior. El pecho y el abdomen, aunque hundidos , se descubrian distintamente , del mismo modo que los muslos y
piernas; no asi las manos y los pies, que solo tenian las falanges , desnudas enteramente de la piel que las cubria.
Por la inspección de los dientes y el color del pelo de la
barba parecia pertenecer la momia á un hombre de mediana edad. La posición de los brazos y las piernas era perfectamente horizontal, sin que se advirtiera en sus miembros ninguna contracción . Halláronse junto á ella dos fragmentos de una vasija hecha de madera de drago , que aún
conservaba el olor de la miel , que en ella se habia depositado . >>
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
256
para algunos pocos individuos de la clase
más elevada . Los sitios donde la lava porosa
de los volcanes (malpaises) abundaba , como
sucede en la Isleta , en Agaete y en Tirajana,
eran con preferencia elegidos para ce-
menterio de la clase humilde . Aún se descubren en aquellos sitios numerosos sepulcros formados de bóvedas de piedra volcánica en donde, apesar de las filtraciones , se
conservan cráneos , fémures y tibias, mezclados con arenas , tobas, puzolanas y vitrificaciones, y una gran cantidad de semillas
de Leña buena (Ilex augustifolia ) diseminadas por todo el lecho de la sepultura ,
tal
vez con el objeto de neutralizar la infección
atmosférica .
Se ha asegurado que la colocación de la
cabeza estaba constantemente en dirección
al norte, pero esta disposición era arbitraria, pues hay esqueletos cuyo cráneo se encuentra al sur, sin que falten algunos que
miran al este y al oeste indistintamente, si
bien la posición más general es la del norte.
Algunas familias que no tenian cuevas,
abrian bóvedas en el suelo ó sobre la cima de
las montañas , y las cubrian cuidadosamente
con lajas . Cuando se allanó en 1704 el cerro
de Santa Catalina, frente á las isletas, para
construir la bateria de San Felipe , se descu-
79
47
LIBRO CUARTO .
257
brieron tres sepulcros en esa forma, donde
no habia llegado á penetrar tierra ni piedra . (1)
En Tara, cerca de Teide, y en otras localidades, se hallan también en los sepulcros
unos pequeños cilindros de tierra cocida, enhebrados como rosarios, (2) objetos que , sin
duda habían servido de adorno .
En los depósitos de momias encontrados
posteriormente en el barranco de Guayadeque, se ha visto, que unas estaban sostenidas en pié por medio de palos ahorquillados ,
y otras tendidas sobre tablones de tea. Descúbrense siempre en estas grutas algunas
vasijas de barro y de madera con restos de
miel y otras sustancias, consumidas por el
tiempo . Junto á algunos cadáveres hay magados y pedernales cortantes , y bastones de
mando . (3)
También se ha encontrado en una cueva
del distrito de Telde una gran vasija de barro llena de discos de
diferentes tamaños ,
atravesados todos por un agujero en el centro,
y formados con las espirales de una
( 1 ) Castillo, p . 64 .
(2) Chil .-Estudios . -T. 1.º, p. 491 .
3) Es digno de ser examinado el bastón que se encontró con la momia descrita en la nota de la página 254. Puede verse en el Museo de Las Palmas, donde se halla de
positado.
17
TOMO II.
258
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
concha. (1 )
Algunos han supuesto que estas conchas
servian de moneda á los isleños; pero como
todo su comercio se reducia al cambio de objetos , muebles y ganado , y al de los frutos
recogidos sobre el terreno ó en los árboles ,
no es admisible esta suposición, que ningún
dato histórico confirma.
En cuanto á la propiedad territorial , si
hemos de dar crédito á lo que nos aseguran
Sedeño y Escudero , no era conocida en la
Gran-Canaria . Dividíanse los terrenos anualmente por distritos , y los trabajos de siembra y recolección se hacian
en común . ( 2)
Sin embargo, debemos observar, que con frecuencia había sangrientas colisiones por de.
marcación de límites , lo que prueba , á lo
menos , que la subdivisión en distritos no
era tan arbitraria como nuestros cronistas
suponen. Hánse encontrado grandes rollos
(1) Berthelot. Etnog p . 150
En una cueva de Tamaraceite hemos visto nosotros uno
de esos discos, que parece haber servido de adorno de mucho valor entre aquellos insulares .
(2) Dice Sedeño :
Los bienes y haciendas eran comunes , repartiéndose
cada año por Cabildos, los ganados andaban juntos , menos las cabras mansas, que las cuidaban sus dueños . »
Y Escudero añade :
... .ayudábanse unos á otros á sus sementeras , las tierras eran concejiles, que eran suyas mientras duraba el
fruto, cada año se repartian . »>
LIBRO CUARTO .
259
de delgadas cuerdas de pita y palma con
nudos de veinte en veinte centímetros , ( 1)
cuyo empleo no podia ser otro sino la medición de terrenos . Si es exacta nuestra conjetura, el derecho de propiedad existia, aún
cuando en vez de ser personal , fuese de tribu ó casta, y estuviera circunscrito á una
determinada extensión de territorio ó á una
clase privilegiada de la sociedad .
Eran los naturales de la Gran-Canaria de
hermosa presencia (2) , de estatura más que
mediana, bien dispuestos y de suma ligerereza ( 3) , belicosos, de ánimo generoso y esforzado , y fieles á su palabra, teniendo por
grande afrenta faltar á la verdad .
(4) Las
mugeres eran de singular belleza , circunstancia en que están de acuerdo todos los historiadores del archipiélago . (5)
(1 ) Poseemos un fragmento de una de estas cuerdas.
Es curioso su tejido , y aún más la distribución métrica de
sus nudos .
(2) Le Canarien . Cap . LXIX , p . 128 .
(3 ) Sedeño . Ms.
(4) Abreu Galindo , p . 88 .
( 5) Ils sont belles gens et bien formés , et leurs femmes sont bien belles .
Le Canarien, p . 128 .
« El color trigueño , mayormente los hombres, que las
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
260
XIV .
LA FAMILIA.-USOS Y COSTUMBRES .
GRUPO OCCIDENTAL
TENERIFE.- Existía en esta isla el matrimonio,
constituido
por
el mútuo y libre
consentimiento de las partes . El P. Espinosa dice á este propósito: « En agradando
al
varón alguna muger, fuese doncella, viuda ó
repudiada de otro, pedida á sus padres , si
los tenia, y si
ellos consentían, sin otra ce-
remonia ni concierto , quedaban casados con
el consentimiento de ambos; y tenían las mu-
mugeres las mas eran muy blancas, muy pulidas y hermosas....))
Sosa, p . 158 .
Y Cairasco en su Templo Militante dice:
Eran de mucha gracia las mugeres ,
Algo morenas , bellas y piadosas ,
Honestos ojos , negros y rasgados .
(Canto de S. Pedro mártir .)
LIBRO CUARTO.
261
geres que querían y podian sustentar . » (1 )
De estas palabras, y de otras
análogas
que consigna Cadamosto en su viage (2) ,
parece deducirse que en Tenerife existía la
poligamia, aunque ningún otro autor lo afirma, por lo que podemos considerar dudosa esta noticia, mientras nuevos datos no
vengan á confirmarla. (3)
También parece que
existía el divorcio ,
tantas cuantas veces lo solicitaban los esposos , quedando luego en libertad de contraer nuevos lazos , pero
los hijos
de esta
unión se consideraban como ilegítimos , llamándose Achicuca á los varones y Cucaha
á las hembras . (4)
Para
los reyes no
parentesco
había limitación
respecto al
matrimonio ,
de
cuya
ley ó costumbre puede juzgarse común á todas las islas .
Muchas y variadas eran las fiestas públicas , que se celebraban en Tenerife , siendo las
(1 ) Espinosa , p . 12.
(2) «Toman tantas mugeres como quieren , pero no tocan á sus esposas virgenes, sino despues que han pasado
una noche con su señor, lo que consideran como un insigne honor.>>
Cadamosto en Ramusio , p . 98 .
(3) Sin embargo , el P. Espinosa, que escribia su apreciable obra á fines del siglo XVI , dice, que habia tenido
ocasión de hablar con algunos guanches, y saber por ellos
los usos y costumbres que describe .
(4) Espinosa, p . 12 .
262
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mas notables , aquellas que tenían lugar en
la coronación de sus reyes . Juegos , bailes ,
banquetes, pugilato y lucha constituian el
programa de estos festejos, que se repetían
al tiempo de la siembra y de la recolección
de los frutos . (1 )
Los habitantes de esta isla estaban divididos en diversas clases ó categorias . Los
nobles
eran llamados Achi-mencey (parien-
te del soberano) , los pecheros Cichisiquitso ,
y los plebeyos Achi-caxna.
A semejanza de la organización política
de la Gran-Canaria , cada Rey ó Mencey tenía seis capitanes ó Sigoñes, y cuatro Consejeros , sacerdotes ó agoreros , y con ellos celebraban sus juntas ó asambleas en un sitio,
que designaban con el nombre de Tagóror ó
lugar del Consejo, lo cual nos autoriza á
creer, que no era absoluto el gobierno
de
estos pequeños Señorios , por hallarse sometidas sus deliberaciones á los
acuerdos de
cierto número de personas, aunque ignoremos si esta asamblea era sólo consultiva ó
tenía voto ejecutivo .
(1) «Cuando hacian su agosto y recogian los panes, hacian juntas y fiestas en cada reino, como en agradecimiento
del bien recibido, y eran estas fiestas tan privilegiadas,
que, aunque hubiese guerra, se podia pasar de un reino á
otro seguramente á ellas . »
Espinosa , p . 12 .
LIBRO CUARTO.
263
El Rey salía en ocasiones solemnes , acompañado de un numeroso cortejo de Sigoñes
y Consejeros, precedido de una lanza ó banot, llamada Anepa , que servía para anunciar su presencia. A su vista se postraban
todos en el suelo , le limpiaban con el Tamarco el polvo de sus piés , y luego se los
besaban humildemente . (1 )
La tierra era propiedad del Soberano , y
dentro de sus límites, pastaban los ganados
de todos sus
vasallos , dando lugar la de-
marcación de estos límites y pastos , á frecuentes guerras y cuestiones entre los reyes
circunvecinos , como yá lo hemos indicado ,
respecto á las islas del grupo oriental .
Respecto á la administración de justicia
é imposición de penas, no están de acuerdo
nuestros cronistas . Unos dicen que se hallaba abolida la pena de muerte, y sólo se imponía la de azotes ó varas, y el despojo de los
bienes del reo para indemnizar con ellos á
la familia del ofendido . (2) Otros pretenden
que el hijo inobediente era apedreado ; el homicida ahorcado;
el deshonesto , lascivo ó
irrespetuoso con las mugeres , privado de la
(1 ) Espinosa , p . 14 .
(2) «No mataban por justicia á ninguno, porque decian que sólo al que estaba en lo alto pertenecia aquel castigo .»
>
Abreu Galindo , p . 196 .
264
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
vida por decapitación ; la doncella liviana
encerrada en cárcel perpetua , y el adúltero
enterrado vivo . (1)
Viana en su poema confirma este extraño
código , mientras Marin y Cubas sigue al P.
Espinosa, (2) de modo , que es imposible averiguar hoy la verdad . Creemos , sin embargo,
que el código no era tan severo como aseguran Nuñez de la Peña y Viana, si tenemos
en cuenta lo que en semejantes casos estaba
en uso en las demás islas .
Llamábanse los naturales de
Tenerife
Guan-ches , voz compuesta de hijo ó descendiente de Chiner ó Tinerfe . Su vestido consistia en una hopalanda de pieles de cordero
ó de oveja, á manera de saco , sin pliegues ,
collar ni mangas, primorosamente adobado ,
y tan sutilmente cosido ,
que
no era fácil
adivinar el lugar de la
costura . Cerraban
este vestido por delante , dejando aberturas
á los lados para sacar los brazos , y le daban
el nombre de tamarco, usándolo indistintamente hombres y mugeres, aunque éstas llevasen además , debajo de aquel saco , unas
sayas de cuero gamuzado , que les caian hasta los piés.
(3)
( 1 ) Nuñez de la Peña , p . 26 .
(2) Viana. Canto I, p . 33 .
Marin y Cubas . Ms. Lib . 2.º, c XX .
(3) Espinosa, p . 19 .
265
LIBRO CUARTO.
Azurara en su crónica, tantas veces citada, nos dice que los Guanches se cubrian con
pieles
(1);
pero Cadamosto
asegura
que
iban siempre desnudos , si bien algunos usaban una piel de cabra por delante y otra por
detrás . (2)
Los nobles llevaban también unas calzas
llamadas huirmas, y
unas abarcas con el
nombre de xercos . No consta que usaran tegidos de junco , pita ó palma , como los indígenas de Gran-Canaria, pues no se han encontrado hasta ahora vestigios de ellas en
sus cuevas y sepulcros, en cambio las pieles
de
sus tamarcos se hallan admirablemente
gamuzadas y teñidas de varios colores . (3)
Sus principales alimentos eran : la harina
de cebada, de habas ó de helecho , que llamaban gofio, como en Canaria, y trituraban
por el mismo procedimiento ;
carnes de ca-
bras , de ovejas y de puerco , casi crudas; dátiles , frutas de zarza , y
piñones .
Hacian
arrope de la fruta del mocán, y les servia
como laxante en sus enfermedades . (4)
(1 ) Azurara, p . 382.
(2) Están desnudos del todo, excepto algunos que se
hallan vestidos de pieles de cabra por delante y por detras . >>
Cadamosto en Ramusio , p . 98 .
(3) Chil . - Estudios . -T. 2.º , P. 82 .
(4) «Tambien tenian miel de unas frutas , que llaman
Mocán, que son del tamaño y hechura de garbanzos : antes
266
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
El uso de la sangría en brazos , cabeza ó
frente con una lanceta de pedernal ó tabona,
se practicaba en los mismos casos que en la
Gran Canaria . (1)
Los trabajos agrícolas se reducian á la
siembra de la cebada y habas , arando la tierra con palos de tea y cuernos de cabra, y
á la conservación de los pastos , teniendo especial vigilancia en no dejar crecer hierba ,
que no fuese provechosa al ganado . (2)
El tiempo lo dividían por lunas , y en el
mes de agosto recogian el grano, celebrando
entonces fiestas públicas , que eran muy concurridas.
Preferian las cuevas, como habitaciones
más frescas y saludables , y no vivian formando agrupaciones , deseando el aislamiento y la
independencia . (3) Algunas veces construian
que maduren son muy verdes : cuando comienzan á madurar se tornan coloradas , y cuando del todo están maduras
están muy negras, son dulces, y no se come dellas más del
zumo ; á éstos llaman los naturales Yoyo, y la miel dellos
Chacerquen Hacíanla desta manera, cogian los mocanes
muy maduros, y ponianlos al sol tres ó cuatro dias, y matahajábanlos ó quebrábanlos desmenuzándolos, y echában•
los á cocer en agua , hasta que se embebia y quedaba como
arrope.»
Espinosa , p. 11 .
(1) Espinosa, p . 11 .
(2 ) Espinosa, p. 12.
(3) «Los guanches construian sus cuevas en toba. Las
mas hermosas son las de! distrito de Güimar, conocidas con
el nombre de Cuevas de los Reyes . Se encuentran á la salida
267
LIBRO CUARTO.
casas de piedra cubiertas con techos de paja
aunque esto no era muy frecuente. (1)
Las armas ofensivas de que usaban , eran
unas varas tostadas y
aguzadas
en forma
de lanza , llamadas banotes, y piedras que
lanzaban con ojo certero al punto adonde
iban dirigidas . Las defensivas se reducian á
rodelas de drago y al tamarco , que llevaban
revuelto en el brazo izquierdo . Acostumbraban entrar desnudos en la batalla , salvo las
partes deshonestas, y daban principio á la
refriega por las piedras, hiriéndose después
con el banot y luchando cuerpo á cuerpo .
Las mugeres seguian las cuadrillas de
guerreros para preparar el alimento , curar
los heridos y dar sepultura á los muertos . (2)
del pueblo, bajando hacia el barranco de Chimisay . Se haIlan todas situadas á lo largo del mismo ribazo ; algunas
ofrecen en sus divisiones varios cuartos cuadrados, de los
cuales el principal recibe la claridad por la puerta de la entrada ; los demás no debian servir sino para dormir ó guardar provisiones. Asientos cortados en el macizo de las ro
cas , han sido construidos á lo largo del basamento del primer cuarto, en donde aún se vé una especie de nichos cortados en el espesor de las paredes , y destinados sin duda
á colocar en ellos los vasos de agua ó de leche .»
>
Berthelot . Etnog , p . 120 .
(1) <<mas nom teem casas, soomente choças e covas em
que passam sua vida .»
A fara, p . 382.
(2) Espinosa describe asi el Banot: (p . 15. )
«Eran unas varas tostadas y aguzadas con ciertas muesquesitas á trechos, y con dos manzanas en medio , en que
encajaban la mano, para que no desdijese , y para que fue-
268
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
También se practicaba en Tenerife el embalsamamiento y conservación de los cadáveres por el mismo método que en Canaria, estando reservado este privilegio á
más elevadas . Nuestros
las clases
cronistas explican
el procedimiento de que hacían uso los que
ejercían este oficio,
calificado de inmundo
entre los guanches , explicación
que no sa-
tisface hoy la curiosidad de los sabios , (1) ,
se con mas fuerza el golpe .... con estas peleaban á manteniente, despues que habian cerrado los unos con los otros ,
y en dando el golpe quebraban la muesquesita para que la
punta quedase cu la herida .»>
(1 ) Espinosa, p . 16, se expresa de este modo :
«Los naturales desta isla , piadosos para con sus difuntos , tenian por costumbre que cuando moria algunos
dellos, llamaban ciertos hombres (si era varón el difunto) ,
ó mujeres (si era mujer) , que tenian esto por oficio Ꭹ desto
vivian y se sustentaban, los cuales tomando el cuerpo del
difunto , despues de lavado , echándole por la boca ciertas
confecciones hechas de manteca de ganado derretida , polvos de brezo y de piedra tosca , cáscara de pipo y de otras
no sé que yerbas , y embutianle con esto cada dia , ponién.
dolo al sol, cuando de un lado, cuando de otro, por espacio de quince dias, hasta que quedaba seco y mirlado , que
llamaban Axo . En este tiempo tenian lugar sus parientes
de llorarle y plantearle , que otros obsequios no se usaban ,
al cabo del cual término , lo cosian ó envolvian en un cuero
de algunas reses de su ganado , que para este efecto tenian
señaladas y guardadas, y así por la señal y pinta de la piel
se conocia despues el cuerpo del difunto . Estos cueros
los adobaban con mucha curiosidad gamuzados, y los teñian con cáscara de pino y con mucha sutileza los cosian
con correas del mismo cuero , que casi no se parecia la
costura . En estas pieles adobadas cosian y envolvian el
cuerpo del difunto , despues de mirlado , poniéndole muchos
cueros destos encima , y algunas ponian en ataud de madera incorruptible, como es tea, hecho todo de una pieza y
calzado no sé con qué à la forma del cuerpo , y desta suer-
LIBRO CUARTO.
269
siendo todavía un secreto los medios de que
se valían para obtener un resultado tan com
pleto en la disecación de los cadáveres.
Generalmente envolvian las mómias en
una sola piel de cabra, pero según era el rango de la persona, así se aumentaba ó disminuía el número de las pieles , habiendo envolturas de seis piezas primorosamente adobadas y cosidas con una delicadeza admirable. Distínguese el sexo á primera vista por
la colocación de los brazos, que en los hombres se tendian horizontalmente, y en las
mugeres se colocaban cruzados sobre el vien
tre.
te lo llevaban á alguna inaccesible cueva puesta en algun
risco tajado, donde nadie pudiese llegar, y allí lo ponian
y dejaban, habiéndole hecho en esto el último beneficio y
honra. Mas, los hombres y mugeres que los mirlaban, que
ya eran conocidos, no tenian trato ni conversación con persona alguna, ni nadie osaba llegarse á ellos , porque los tenian por contaminados é inmundos . >>
Abreu Galindo, p . 195 , se explica de este modo:
«La manera de mirka los cuerpos era, que llevaban los
cuerpos á una cueva y
s tendian sobre lajas , y les vaciaban los vientres, y cad ia los lavaban dos veces con agua
fria las partes débiles, subacos, tras las orejas , las ingles ,
entre los dedos , las narices, cuello y pulso, y despues de
lavados los untaban con manteca de ganado, y echábanles
carcoma de pino y de brezo , y polvos que hacian de piedra
pómez , porque no se dañasen , y estando el cuerpo enjuto ,
sin ponerle otra cosa, venian los parientes del muerto y
con cueros de cabras ó de ovejas sobados los envolvian y
⚫los liaban con correas muy luengas , y los ponian en las cuevas que tenian dedicadas para ello , cada uno para su entierro . >>
270
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Las catacumbas de los
Guanches
eran
siempre unas cuevas altas, anchas y ventiladas, abiertas en los sitios más solitarios y escarpados, cuyas aberturas cerraban cuidadosamente, procurando que no se sospechase
su existencia . Ha habido cuevas que contenían hasta mil momias, colocadas en nichos
ó sobre andamios sostenidos por horquillas
y tablones de madera de tea y sabina. En estas cuevas se hallan vasijas con residuos
de
líquidos, que tal vez fueran de leche , miel ó
arrope, y unos collares de cuentas de barro
de
figura
cilíndrica,
como
recuerdo
del
nombre ó hazañas de los difuntos , si admitimos la hipótesis antes indicada, de que esos
collares por su forma y colocación fueran
signos convencionales de escritura. (1)
La industria de los guanches se limitaba
á sus diarias necesidades; la construcción de
1
( 1 ) «Las momias guanches se encuentran generalmente en un estado perfecto de conservación ; las carnes solamente han adquirido un color moreno , pero sin una grande
alteración en las formas; los dientes son siempre de una
extremada blancura ; las cejas existen aún , la cara conserva
las facciones principales ; y la barba y la cabeza sin cabellos ; en varios individuos la cabellera es bastante larga, y
de un castaño claro tirando á rojo ... en las cuevas que han
servido de catacumbas se encuentra un gran número de
pequeños granos cilindricos de tierra cocida , con los cuales los guanches hacian collares , y que falsamente se les
ha querido asemejar á los quipos de los Peruanos .>>
Berthelot. Etnog. , p . 131 .
LIBRO CUARTO.
271
cañizos , redes de juncos, esteras y espuertas; vasijas de barro ó madera, molinos
de
piedra, anzuelos de hueso, cuerdas , agujas,
collares , y la preparación de las pieles, que
les servian de calzado y vestido , constituian
su principal ocupación. (1)
También en Tenerife se ignoraba el arte
de la navegación , y nunca concibieron sus
habitantes la idea de pasar de una á
otra
isla, aún cuando en el horizonte se dibujasen los contornos de Canaria, Gomera y
Palma . Eran , sin embargo, grandes pescadores, y utilizaban como un don del cielo
las inagotables riquezas con que la naturaleza les brindaba sobre sus
extensas costas ;
y unas veces con el anzuelo , otras
con re-
des, ora armados de arpones, ora auxiliados
con
el resplandor de hachas de resinoso
pino, yá, por último , adormeciendo el pescado con el jugo del
euforbio ,
en grandes
recipientes , preparados al efecto , proporcionaban á sus familias un abundante y fácil
alimento,
que no
siempre
les
ofrecia la
abrasada tierra.
No se ha encontrado en Tenerife vesti-
(1 ) En el Museo de Santa Cruz de Tenerife , y en el
que fué de Casilda en Tacoronte, que ya ha desaparecido ,
se conservaban preciosos ejemplares de la industria de
los guanches .
272
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
gio alguno de escritura, (1) pero es fama que
en sus fiestas y juegos se recitaban leyendas, que recordaban al
pueblo los hechos
heróicos de sus Reyes y Guerreros . (2) Al(1 ) Recientemente ha publicado D. Manuel Osuna un
erudito folleto , bajo el epígrafe de Inscripción de Anaga,
donde da cuenta del hallazgo de una pequeña piedra con
varios signos desconocidos grabados en ella.
Tal vez esa escritura debe pertenecer á alguna de las naciones que dominaban con sus flotas en el Mediterráneo ,
llegando casualmente á las Canarias .
(2 ) Bory de Saint Vincent, en sus Ensayos, tantas veces
citados, copia algunas canciones , que asegura haber recogido en estas islas, y de las cuales, al ocuparnos de Canaria, hemos dado á conocer la referente á aquella localidad .
Aunque dudamos de la autenticidad de estos documentos , porque ningun autor canario antiguo ni moderno los
cita, ni en nuestros archivos y bibliotecas se conserva nin .
guno análogo, copiamos á continuación uno de los que se
refieren á Tenerife, como objeto de curiosidad literaria.
«La insensible Amarca despreciaba hacia largo tiempo
el amor de Gariraiga, que apacentaba un numeroso rebaño de cabras en el valle de Icod , pero, ¿era ella culpable
si no podia darle su corazón? Compadezcamos al infortunado amante, que no habia logrado hacerse amar. ¡ Cuantos esfuerzos hechos para olvidarla, como si el primer cariño no durase la vida entera ! Para calmar su pasión ha
recorrido los campos de batalla, subido á las mas altas
montañas, atravesado el mar que separa las islas, buscando
los mayores peligros . Un dia que se hallaba lleno de dolor, exclamaba : Mi pecho está en ignición como el Teide,
cuya cabeza toca al cielo, y se vé de todas partes. ¿De que
sirven mis amargas quejas? Ah, cruel Amarca ! Tiembla
que tu insensibilidad y desprecios me arrastren á los mas
dolorosos excesos!>>
Bory llama á estos cantos poesias históricas y Ogier los
copia en su obra Las islas Afortunadas . Como prueba indubitada de su falsedad, recordaremos la frase de haber Gariraiga atravesado el mar, cuando nadie ignora que los
Guanches desconocian el arte de la navegación , y hasta se
asegura que ni aún sabian nadar.
273
LIBRO CUARTO .
gunos han pretendido , que tenian nociones
de dibujo y pintura , pero creemos, que sólo
se extendia al uso del ocre con que los alfareros trazaban algunas toscas líneas en los
productos de su industria. La población era
á no dudarlo , tan densa como en Canaria ,
porque ni en una ni en otra isla habian conseguido los corsarios europeos ejercitar con
facilidad su infame tráfico .
Respecto á su cuerpo puede afirmarse que
hombres y mujeres presentaban un conjunto
bien desarrollado , de hercúleas fuerzas, de
agilidad
asombrosa,
y de
agradable
fiso-
nomia.
Según Espinosa, los guanches del sur tenian la piel algo tostada y morena, pero los
del norte eran
de color blanco , siendo las
mujeres rubias, hermosas y de lindos cabellos .
GOMERA . - Escasas son las noticias
que
nos han quedado respecto á los habitantes
de la Gomera.
Los capellanes de Bethencourt, que visitaron las costas de esta isla á principios del
siglo XV , solo dicen, que estaba cubierta de
bosques, pantanos y profundas hondonadas.
Pocos años despues
recopilaba Azurara
en su crónica todo lo que se sabia con relación á
esta isla,
TOM. II .
que no habia podido ser
18
274
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
conquistada por el Barón normando, consignando, que hombres
y mugeres
andaban
desnudos , sin avergonzarse de su estado ; que
la familia apenas
existia, pues el lazo del
amor conyugal se hallaba tan
que la unión
debilitado ,
de los sexos solo obedecia al
capricho, siendo
comunes las
mugeres , y
cediéndoselas los hombres entre sí, sin despertarse en ellos el aguijón de los celos ; por
lo cual, añade Azurara, los hijos no heredan,
sino los sobrinos , hijos de hermanas; que en
los alimentos eran tan poco
escrupulosos ,
que comían hierbas y raices de juncos , como
las bestias, y hasta
hacian pasto de los ani-
males más inmundos: y que su tiempo lo
empleaban en cantar, bailar y entregarse á la
holganza, y á los más vergonzosos placeres ;
y creyendo en Dios , pero sin obedecer á ley
alguna. (1 )
Tambien añade este autor,
que la pobla-
ción contaba setecientos hombres de pelea,
mandados
por
un
Duque
y
otros
jefes ,
siendo sus armas unas varas pequeñas á manera de flechas agudas y tostadas al fuego , y
produciendo la isla poca cebada, y
un
nú-
mero escaso de cabras y puercos .
El diligente cronista Abreu Galindo , que
(1)
Azurara, p . 380 .
275
LIBRO CUARTO .
procuró
investigar
escrupulosamente
los
usos y costumbres de los indígenas , nos dice , al ocuparse de los gomeros , que era gente de mediana estatura, animosos , ligeros ,
y diestros en ofender y defenderse. Cuando
estaban en guerra, llevaban atados al rededor de la frente unos tegidos de juncos teñidos de colorado y azul, y, aunque
Azura-
ra afirma que andaban desnudos , Galindo
nos dice que
se cubrian con
Tamarcos de
cuero de cabra ó de oveja, atados al cuello ,
pintados, y cayéndoles hasta la rodilla , vistiendo las mugeres unas faldas de la misma
clase llamadas Tahuyan, y llevando en la cabeza unos capillos de piel de cabrito , y
ca-
potes, y calzado de cuero de cerdo . (1)
Tal vez sucediera en esta isla, como
en
las de Canaria y Tenerife , que en general
anduviesen los
isleños
desnudos ,
do uso los jefes de aquellas
adornos,
tan
solo
hacien-
vestiduras y
como señal de
distin-
ción . Tambien puede suponerse , que, despues de la rendición de la isla,
los indíge-
nas adoptasen el vestido de pieles usado por
los naturales de Lanzarote y Fuerteventura,
muchos años despues de su conquista, hasta que fueron lentamente
(1)
Abreu Galindo , p . 42 .
introduciéndose
276
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
las telas europeas , tejidas toscamente en el
país .
Ignoramos si existia el derecho de pro-
piedad, si bien
dá lugar á sospecharlo , lo
que nos dice Azurara respecto al órden
de
heredar, pues allí donde no hay propiedad
no puede existir
herencia.
En sus fiestas y cantos se conservaba la
memoria de los hechos de sus mayores , asegurando los capellanes de Bethencourt, que
hablaban con los labios , como sino tuvieran
lengua.
Conocian el uso del fuego (1), y es de su-
poner que supieran cocer la carne, y tuviesen
algunas
rudimentarias
prácticas
de
agricultura; pero lo expuesto es lo que ha
podido con certeza averiguarse ,
consignaron en las crónicas
y lo
del archipiéla-
go , los que se han ocupado de sus
dades.
PALMA. -La división de
que
antigüe-
esta isla
en do-
ce señoríos, el derecho de
sucesión directa
que en ellos se observaba,
y la especie de
gobierno
despótico ejercido por sus jefes ,
indica, aunque otros datos no se conserven
( 1 ) Dice Marin y Cubas, lib . I, cap . XX, al hablar del
Hierro: «por muchos años no supieron hacer fuego ; enseñoles el fuego, ludiendo entre dos palos secos una muger
gomera, que vino al Hierro nadando sobre dos odres llenos de aire , y enseñó otras muchas cosas que ellos dicen . »>
277
LIBRO CUARTO .
que la familia se hallaba organizada en cada distrito , descansando sobre esta
base el
derecho de división y gobierno de cada departamento.
El matrimonio era también una institución reconocida , pues sabemos que Atogmatoma, uno de los más poderosos caudillos de la isla, deseando contraer
alianzas
que le asegurasen el apoyo de otros distritos , casó á su hija Tinahuna con el príncipe Aganaye señor de Adirane, lo cual prueba, que estos
enlaces
eran
respetados ,
y
constituian el fundamento de sus relaciones
sociales . (1 )
Es de creer hubiese yá en esta sociedad
la separación
en
castas ,
porque sabemos
que algunos Jefes tenian consejeros favoritos; y es de presumir también ,
sus
que éstos y
familias ocupáran una posición inter-
media entre el trono y el pueblo . (2)
El vestido de los palmeros era como en
Tenerife ,
de
de pieles adobadas, y su calzado
cuero de cerdo ; vivian en cuevas, sin
(1) Abreu Galindo , p . 179 .
El noveno término y señorio era Tagaragre , que
(2)
llaman hoy Barlovento, y era señor Temiaba, que por ser
hombre de poco ánimo tenia un palmero consigo , llamado
Autinmara, valiente, y de quién se hacia tanto y más caudal que del mismo señor, y éste lo gobernaba todo....>>
Abreu Galindo , p. 147 .
278
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
formar agrupaciones ni
caserios , aseguran-
do Azurara, que no pasaba de 500 el número de los hombres de pelea residentes en
la isla.
El alimento principal de estos isleños era
la carne y la leche de sus ganados , el marisco, la pesca, la harina de la raiz del helecho
y las frutas silvestres de sus bosques (1 ) ,
porque es fama que no conocieron el trigo,
la cebada ni el centeno .
Sus armas , según el mismo Azurara (2) ,
eran unas lanzas ó astas largas con cuernos
agudos en las puntas , que les servian para
el ataque y la defensa, y á las cuales, como
dice Abreu Galindo , llamaban mocas, estando destituido de todo fundamento la tradición que los juzgaba pusilánimes .
(1 )
El mantenimiento que usaban en lugar del pan
eran raices de helechos y grano de amagante, que es un arbol como jara, salvo que tiene la hoja más ancha . Este grano cogian á su tiempo, y lo secaban y molian en unos molinillos de mano , y lo guardaban para comer con caldo de
carne ó con leche, y asimismo se mantenian con carne de
ovejas y cabras, á que llamaban Teguevite, y con carne de
puerco que llamaban Asinavina, y con leche de cabras que
decian Adago, y para comer la leche usaban de las raices
de las malvas en lugar de cucharas .....»
Abreu Galindo , p . 174 .
(2) «sua pelleja he com astes como os da Tenerife ,
senom que The poneni, onde avya dan dar o ferro, hun corno agudo, e no conto outr • , empero nom tam agudo comno
o outro, da porta >>
Azurara, p . 384 .
LIBRO CUARTO.
279
En sus enfermedades graves llevaban su
estoicismo á un grado de indiferencia, de
que no faltan ejemplos entre las tríbus salvajes .
Cuando conocian que era imposible toda
esperanza de vida, llamaba el enfermo á su
familia , y le decia vacaguaré, quiero morir.
Y á su ruego le llevaban á la cueva donde
debian reposar sus restos , le tendian sobre
una cama de pieles con la cabeza hácia el
norte , colocaban á su lado una vasija con
leche, y tapiaban la entrada , dejándole allí
morir . (1)
Se dudaba, como en Canaria, si en esta
isla era conocido el arte de embalsamar los
cuerpos , pero recientes descubrimientos han
desvanecido toda duda sobre este particular.
Hubo en efecto momias en la Palma, si bien
hasta ahora habian escapado á la investigación de los curiosos, unas por estar ocultas
en puntos
desconocidos ó inaccesibles , y
otras por la ignorancia de los pastores , que
las han destruido al encontrarlas , sin comprender su valor histórico . ( 2)
(1) Abreu Galindo, p . 176 .
Yañade: -«todos se enterraban en cuevas y sobre pellejos, porque decian que la tierra ni cosa de ella , no habia
de tocar al cuerpo muerto. >>
(2) Dice el Dr. Chil en sus estudios , t. 2.º, p . 91 :
«...sé que se han encontrado momias perfectamente con-
280
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Se asegura
que
eran
vengativos , y
no
perdonaban una injuria,
ellos delito el robo;
no siendo entre
pero suponemos que
servadas por el embalsamamiento, mas como la ignorancia
se ha encargado de hacer desaparecer todo aquello que pudiera ser útil para la historia, no me ha sido posible conseguir ninguna de ellas , porque inmediatamente las han destruido los que las encontraron .»
El Iris, periódico de la Palma, anunciaba hace poco el
descubrimiento de una cueva llamada de los Bermejales,
situada en la punta sur de aquella isla á 500 metros de la
orilla del mar . Los expedicionarios, dicen , que hallaron
en una abertura ó nicho natural de la citada cueva «tres
cráneos ó calaveras introducidas en tres palos delgados de
tea toscamente labrados, de unos dos metros de alto : al pić
de cada uno de ellos los huesos de las piernas y brazos,
atados con yerbas y cortezas de árbol, al parecer palma ó
pita, y en forma de ramo ; y cada palo unido á los otros por
un enlace ó enramada de yerbas , hojas ó cortezas de árboles , todo hecho con arte y sumo cuidado , cuya enramada seguia en todos los palos hasta cerca dei cráneo ; de un
palo á otro habia como cuatro decímetros ... Todos los cráneos están horadados por encima con mucho cuidado y arte, especialmente el que estaba al centro , y parece fué agujereado con instrumento candente . »>
En el mismo periódico se publicaba asimismo la siguiente noticia:
«En la costa del mar , jurisdicción de la Villa de Mazo,
haciendo escavaciones en el interior de una cueva, que se
encuentra en el punto denominado Goteras, se han descubierto en estos últimos dias (setiembre de 1881 ) restos de
los aborigenes palmeros, colocados de un modo particular.>>
«Halláronse en dicha cueva varios esqueletos de guanches extendidos sobre el antiguo suelo de la caverna , y
sobre ellos formada con travesaños de madera, como una
especie de cubierta sepulcral tapizada con ramas de culantrillo , y sobre ésta la tierra , que , apesar de lo frecuentada que era aquella concavidad , no permitia se descubriese lo que debajo de la cap de tierra se guardaba . Encontrándose en el mismo sitio fragmentos de vasos de barro ,
281
LIBRO CUARTO .
estos rasgos especiales de carácter necesitan
otras pruebas , que las adquiridas por nuestros historiadores .
Hay la
tradición de
que los Palmenses
eran de mayor estatura y corpulencia que
los habitantes de las demás islas , en lo cual
creemos haya también alguna exageración .
Aficionados como todos los isleños á los
ejercicios corporales, al canto y al baile, reproducian en sus fiestas las leyendas de sus
guerreros ó las plegarias dirigidas á sus ídolos, (1) sin que haya otro recuerdo literario
referente á ellos en nuestros anales , si exceptuamos la inscripción
de Belmaco , de
que nos ocuparemos en otro lugar.
HIERRO. -Conocida era en esta isla la institución del matrimonio . El hombre casaba
con la muger que era de su gusto , á excepción de madre y hermana, dando á los padres de la moza cierta cantidad de cabezas
que se ignora si estarian intactos, y se rompieron al
hacer la escavación , ó si habia sido antes removida la
parte del suelo en que se hallaban los vasos, sufriendo éstos la destrucción en que se encontraron . De todos modos ,
la colocación de los esqueletos, y los fragmentos de los gánigos indican haber sido aquella concavidad destinada por
los guanches para panteón , pues sabido es que á la cabecera de los que iban a morir se colocaban cántaros de
leche . >>
(1 ) «venian todos allí alrededor de aquel montón de
piedra y bailaban y cantaban endechas ... »
Abreu Galindo , p . 175 ,
282
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de ganado . (1)
Tambien era costumbre alimentar á los
niños desde que nacian con raices de helecho trituradas y asadas con manteca, llamadas aguamanes, ó con harina de cebada
y leche.
Construian sus casas levantando un cerco de piedra suelta , grande y redondo , que
cubrian
con helechos y ramas de árboles ,
viviendo en cada
chas familias,
una de
estas casas
mu-
sirviéndoles solo para dor-
mir, y pasando el resto del dia fuera de su
recinto . Así no
era extraño ver dentro de
aquellas habitaciones hasta veinte familias,
durmiendo sobre lechos formados con hojas secas y zaleas .
Usaban, dice el Padre Abreu Galindo , (2)
- «unos capotes de cuero de carnero sin
mangas, y encima unos como capotillos hechos de tres pieles de ovejas ,
la lana para
dentro en invierno , y de verano á fuera, plegados á la garganta , donde los amarraban
con dos correas . Las mugeres traian á manera de saya de los mismos pellejos , hasta
media pierna plegadas á la cintura, y encima otro como capotillo , y estas vestiduras
traian sin otra cosa debajo . Cosíanlas con
(1 )
(2)
Abreu Galindo , p . 51 .
Abreu Galindo, p . 50 .
LIBRO CUARTO.
283
los nervios que sacaban de los lomos de las
reses cabrunas que mataban , y deshacian en
hebras de hilo como querian, y tan delgadas como hilo portugués muy delgado . Las
agujas eran de huesos adelgazados ; no traian
tocado sino el cabello largo y hecho crinejas . Su calzado era de pellejos crudos , que
revolvian á los piés , y algunos eran de cuero de puerco que desollaban . >>
Dice la Crónica de Bethencourt, que los
habitantes de esta isla eran gallardos , y la
isla muy hermosa,
cubierta de frondosos
bosques de pinos y laureles . (1)
Los herreños tenian gran afición al baile,
(2) al canto (3 ) y á toda clase de diversiones .
En sus festejos, que llamaban guatativoa,
mataban una, dos ó más ovejas , las asaban
enteras ,
mian,
y sentados
en círculo
entregándose despues
se las co-
á sus juegos
predilectos .
(1) «et dit que é est une moult belle isle ..... les habitans d'ilesquez sont moult belles gens , homes et femmes ...>>
Le Canarien , p . 115 y 116 .
(2) «bailaban en rueda y en folia , los unos contra los
otros para delante, y tornando para atrás asidos de las manos, dando grandes saltos para arriba juntos y parejos , que
parecen pegados unos con otros y muchos , y en estos bailes eran sus cantares, los cuales, ni los bailes hasta hoy no
los han dejado . >>
A. Galindo , p . 50 .
(3) «cantan endechas llorando amargamente de sentimiento de la historia. >>>
A. Galindo, p. 51.
284
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Carecian de granos , no conociendo trigo
ni cebada, y se mantenian de raices de helecho (haran) , carne de sus ganados , leche
(achemen), manteca (mulan) y frutas de los
mocanes , de las que hacian una bebida espirituosa, llamada por ellos ahemon . El marisco y el pescado contribuian también á variar sus alimentos.
Las
armas de que se servian eran unas
grandes lanzas sin hierro, llamadas banodes
y tomasaques. Castigaban al homicida y al ladrón, imponiéndole al primero la pena de
muerte, y al segundo la pérdida de un ojo
por el primer hurto, y la del otro por el
segundo . Tenian verdugo para ejecutar estas penas . (1 )
Tal vez el juicio fuera público ,
y se lle-
vára á efecto en asambleas periódicas , pues
es sabido, que tambien en el Hierro existia
el Tagóror con los mismos asientos circulares que se ven en las demás islas . (2)
Es probable fuera desconocido el derecho
(1) A Galindo, p . 52 .
(2) (( Entre Naos y Orchilla hay un paraje en medio de
un volcán , apenas transitable á pastores y orchilleros , en
que se encuentran varios asientos con espaldares en forma
de silla en tal colocación, como si hubiera sido Tribunal
destinado pera hacer justicia ....)
Viaje al Hierro por D. D. J. A. Urtusáustegui . Ms. del
autor.
285
LIBRO CUARTO .
de propiedad inmueble, pues no sembrando
granos, el terreno no representaba para ellos
valor alguno, constituyendo por lo tanto sus
verdaderas
riquezas el ganado de cabras ,
ovejas y puercos, únicos animales domésticos que habia en la isla .
Sus medicinas
consistian en frotaciones
con tuétano de cabra y manteca, sudores y
cauterizaciones con fuego en el caso de haber heridas .
Respecto al enterramiento de sus cadáveres , llegaron á practicar el embalsamamiento
en la misma forma que en Tenerife y Canaria, si bien suponemos que en general no se
adoptase
ese procedimiento sino
para los
Jefes principales y sus familias. (1)
En 1870 se descubrió hácia la costa occidental de la isla una cueva , donde se encontró bajo una gran capa de polvo , una veintena de cadáveres
en posición supina, co-
(1 ) El Dr. Chil en sus estudios . T. 2.º, p . 138 dice:
che visto comprobada ( la afirmación de embalsamar los
cuerpos) con el fragmento de una momia perfectamente
conservada, de la misma manera que se practicaba en GranCanaria y Fuerteventura....>>
A. Galindo dice á este propósito , p . 52:
«La forma de sus entierros era, que si el difunto tenia mucho ganado , lo metian con sus vestidos en cuevas , y lo arrimaban á un lado , á los pies un tablon , y su bordon arrimado
á un lado , y cerraban la cueva con piedras para que los
cuervos no lo comiesen .»>
286
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mo las estátuas yacentes de las antiguas
abadías . (1)
La isla carece de agua potable , excepto
la que suministran algunos pozos , salobre
y de mal gusto, y la que se recoje en algunos escasos manantiales que brotan, yá en
las playas, confundiendo sus aguas
con el
mar, ó en sitios enriscados y peligrosos de
imposible explotación . (2)
Por estas circunstancias los antiguos herreños habian abierto en la roca numerosas
albercas, donde recogian el agua de lluvia,
conservándola á veces por muchos años , cuyos depósitos todavia existen en varios distritos de la isla. (3)
Célebre es en todo el mundo el árbol santo, que hasta los primeros años del siglo
XVII se levantaba en el término de Tigulae, hácia lo alto de una cañada, y al pié de
un risco elevado frente al mar. Este árbol llamado
Garoe por los insulares, parecido á
un laurel ó tilo, destilaba de sus hojas arroyos de agua cristalina, que caian en dos es(1 ) Opúsculo de D. Aquilino Padrón sobre los letreros
del Hierro .
(2) Podemos citar las fuentes ó manantiales del Fraile ,
de Rodrigo, de Binto , de Azofa y de Tincosa, todos muy
escasos .
(3) «parece que estos charcos los encontraron los conquistadores .>>
Urtusáustegui. Ms.
287
LIBRO CUARTO.
tanques de piedra, de donde se surtia el vecindario y bebia el ganado.
La crónica de Bethencourt, es la primera donde se habla de árboles situados en lo
más alto del país, que destilaban un agua
clara y hermosa, recogida en unos fosos inmediatos , siendo la mejor que podia hallarse para beber, y de tal condición ,
que se comiera todo lo posible ,
que aun
si se bebia
de ella, se digeria la comida una hora despues, y
sobrevenian nuevos estímulos de
hambre . (1)
El Padre Abreu Galindo nos habla del
!
Garoe, como persona que le habia visto y
examinado , dándonos en su historia minuciosos detalles , sobre las prodigiosas cualidades de un vegetal tan maravilloso . (2)
(1) « Et au plus hault du pais sont arbres qui tousiours
degoutent yaue belle et clere gui chiet en foces au prés des
arbres , la miller pour boire que ‫ י‬en saroit trouuer ; et est
y celle yaue de telle condicion que quant on a tant mengé
que on ne peut plus, si on boit d'icelle yaue, anchois qu'il
soit une heure, la viande est toute digerée, tant , que on a
aussi grant voulenté de manger que on auoit eu par aduant
que on auoit beu. »>
Le Canarien , p . 117 .
(2) «El lugar y término donde está ese arbol se llama
Tigulae, y es una cañada que vá por un valle arriba desde
la mar, á dar á un fronton de risco , donde está nacido el
arbol santo, que dicen llamarse en su lengua Garoe, el cual
por tantos años se ha conservado sano , entero y fresco, cuyas hojas destilan tanta y tan continua agua , que dá de beber á la isla toda : habiendo proveido naturaleza esta milagrosa fuente á la sequedad y necesidad de la misma tierra .
288
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
El poeta D. Bartolomé Cairasco, que escribia en el año de 1600 , dice , hablando de
las Islas:
Está de la mar como legua y media, y no se sabe que especie de arbol sea, mas que quieren decir el Tilo sin que de
su especie haya otro arbol alli . El tronco tiene de circuito
y grosor doce palmos , y de ancho cuatro palmos y de alto
tiene cuarenta desde el pié hasta lo mas alto, y la copa en
redondo ciento y veinte pies de torno . Las ramas muy extendidas y coposas, muy altas de la tierra. Su fruta es como bellota con su capillo y fruto como piñon, gustoso al
comer, aromático, aunque mas blando . Jamas pierde este
arbol la hoja, la cual es como la hoja de laurel, aunque mas
grande, ancha y encorvada, con verdor perpetuo, porque
la hoja que se seca se cae luego y queda siempre la verde .
Está abrazada á este arbol una zarza, que coge y cierra muchos de sus ramos. Cerca de este arbol en su contorno hay
algunas hayas, brezos y zarzas. Desde su tronco ó planta á
la parte del norte están dos tanques ó pilas grandes, cada
una de ellas de veinte piés de cuadrado, y de hondura de
diez y seis palmos hechas de piedra tosca que las divide,
para que gastada el agua del uno se pueda limpiar, sin que
lo estorbe el agua del otro .>>
«La manera que tiene de destilar el agua de este arbol
santo ó Garoe es, que todos los dias por la mañana se levanta una nube ó niebla de la mar cerca de este valle , la
cual vá subiendo con el viento sur ó levante por la cañada
arriba hasta dar en el fronton, y como halla alli á este arbol espeso, de muchas hojas , asiéntase en él la nube ó niebla, y recógela en sí y vase deshaciendo y destilando el agua
que recogió, y lo mismo hacen los brezos que están en aquel
contorno cerca del arbol ; sino que , como tienen la hoja mas
disminuida , no recojen tanta agua como el tilo , que es muy
ancha, y esa que recogen tambien la aprovechan , aunque
es poca , que solo se hace caudal del agua que destila el
Garoe, la cual es bastante á dar agua para los vecinos y
ganados, juntamente con la que queda del invierno, recogida por los charcos de los barrancos ; y cuando el año es
de muchos levantes, hay aquel año mayor copia de agua ,
porque con este viento levante son mayores las nieblas y las
destilaciones mas abundantes . Cógense cada dia mas de
veinte botas de agua. »>
LIBRO CUARTO.
289
Y el Hierro la postrera,
Donde destila hoy dia el Arbol Santo,
Que los antiguos veneraron tanto . (1)
Benzoni en su Historia del Mondo Nuovo,
publicada
en el siglo XVI, dice: « réstame
hablar del árbol de la isla del Hierro , que
destila siempre agua por sus hojas , y con
tanta abundancia, que no sólo provée á sus
·
habitantes, sino á mayor número de personas , si las hubiese . Este árbol es de regular
altura, y sus hojas se asemejan á las del
nogal , aunque son un poco mayores; hállase cercado como fuente , y allí cáe y se recoje el agua. Causa verdadera admiración ,
y es un misterio notable de la naturaleza,
pensar que no hay más agua en la isla, que
la destilada por este árbol . Siempre se le vé
cubierto de niebla, que se deshace poco á
poco cuando el sol asciende . » (2)
«Está junto á este arbol una guarda , que tiene puesto el
consejo con casa y salario , el cual dá á cada vecino siete
botijas de agua , sin la que se dá á los señores de la Isla y
gente principal, que es otra mucha cantidad . Serán los vecinos de esta Isla del Hierro como 230 , y en ellos mas de
1.000 personas , y á todas sustenta de beber este arbol ; y
porque junto al pueblo , que antiguamente llamaban Amoco
y al presente Valverde, no habia otra agua de que proveer,
la llamaron los antiguos que escribieron Ombrios, dando á
entender que de sola agua llovediza se sustentaban . »>
A. Galindo , p . 49 .
(1 ) Cairasco . Templo Milit . Dia 2 de febrero .
(2) Benzoni. La historia del mondo nuovo . Venecia,
1572 , p . 179 .
TOM. II.
19
290
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
Leopoldo de Buch crée que este árbol fuese un tilo, (Laurus foetens) y no juzga imposible que, condensada el agua en su frondosa
copa, la destilára luego por sus hojas . (1)
Un huracán derribó en 1610 tan notable
vegetal,
como
consta
de
un
acuerdo del
ayuntamiento de Valverde , de 12 de junio
de 1612 , citado por D. Bartolomé Garcia
del Castillo en sus Noticias del Hierro, y redactado
en los términos
siguientes :
« Por
cuanto el árbol santo se cayó, y con la madera dél y rama tiene ocupadas las charcas
donde se recogia la agua, y es necesario que
todo se saque, y se limpie la tierra que asi
mismo cayó, se ordena y manda .... » ( 2 )
En el siglo pasado se dudó de la existencia de este árbol, y hubo entre los sabios
largas y curiosas disertaciones para demostrar, que estos maravillosos vegetales pertenecian al dominio de la fábula; (3) sin em-
En el ejemplar que poseemos , hay uua viñeta en ma.
dera , que representa el arbol y la alberca .
(1 ) D. Domingo Bello y Espinosa , distinguido botánico
isleño, supone qne este arbol fuera el laurel llamado Meśpilodapne moschata, ó falsa nuez moscada de las Antillas .
(2) Not. del Hierro . P. 5 Not . 22 , p . 122 .
(3) Véanse el P. Feijóo Teatro critico T.2 . Disc . 2. Y
Viera. Noticias . T. 1.º , p . 126 .
Hablan tambien de este famoso arbol:
Bacon. Nov. Org . p . 412.
Le Maire . Voy. á Can . 1628 , p . 28.
Corneille . Dicc . Ver , Ferro .
LIBRO CUARTO .
291
bargo , preciso es rectificar este juicio , y dar
crédito al testimonio unánime de los que
aseguran haberlo visto , y nos refieren con
una sencillez ,
fráude,
que aleja toda sospecha de
sus extraordinarias condiciones
y
benéficos resultados .
Si despojamos al árbol santo de la aureola milagrosa con que luego la tradición lo
rodeó, es evidente que puede sin dificultad
admitirse su existencia, como un hecho natural, de que hay yá muchos ejemplos conocidos y comprobados en la historia de los
vegetales . (1 )
Urtusáustegui , que visitó
el
Hierro en
1786, y examinó con atención sus diferentes localidades , nos dice en el Diario que de
su viaje escribió : - « Estuve en donde se crió
aquel árbol, que ha motivado tantas cuestiones, y de que trata el P. Feijóo . Ya no existen más que cortos vestigios dé raices entre
piedra , como tosca . Yó que estoy cansado
Taillandier. Cart. Edif. T. 7.º, p. 280 .
Gonzalo de Oviedo . Lib . 2.º, cap . 9 .
Viana. Canto 1.º
(1 ) En el Departamento de Loreto , República del Perú, hay un arbol que llaman los naturales Tamai Caspi ó arbol de lluvia.
Este arbol absorve y condensa con asombrosa energia, la
humedad de la atmósfera , y se le vé constantemente destilar agua por sus ramas con tal abundancia, que el terreno
se convierte en una laguna .
292
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
de pasar por los pinares de esta isla, y ver
las nieblas en ellos , y echando aguas las hojas, estando más arriba ó más abajo el sol ,
hice juicio, que, aquel árbol de continua hoja, atraia el agua como otro cualquiera . Era
grande, muy frondoso, y le acompañaban
otros por aquellas inmediaciones , y todos
atraian las nieblas, cayendo el agua en una
especie de posetas de tosca. » (1)
(1) Colección de documentos inéditos para la Hist. de
las Canarias .
Ms. del autor. T. 4.°
LIBRO CUARTO.
293
XV .
INSCRIPCIONES LAPIDARIAS .
¿Llegaron á conocer los Canarios algunos
signos , que les sirvieran para representar y
fijar la palabra?
Es indudable que, en la época de la conquista, el uso de la escritura era completamente desconocido de los isleños . ¿Cómo explicar entonces las inscripciones que se encuentran en algunas de sus localidades , signos que, si bien indescifrables al presente,
pertenecen sin duda alguna á los alfabetos
líbico - púnicos , de que hay tantos ejemplares
sembrados ,
desde
las costas del Egipto á
las del Magreb?
Dos hipótesis se presentan naturalmente
para resolver esta cuestión; ó esas inscripciones datan de las primeras invasiones líbico -egipcias , y grabadas por los jefes ó sacer-
294
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dotes de las tribus invasoras , se quiso perpetuar en ellas el acontecimiento de su conquista; ó bien las expediciones fenicias , tirias ó púnicas , al tocar posteriormente en
sus playas , inscribieron aquellos signos, como señal de su paso por tan lejano país .
La primera noticia que se tuvo de la existencia de esos signos , fué debida al exámen
de unas
extrañas
líneas, encontradas
en
una piedra de la cueva de Belmaco en la
isla de la Palma.
Yá desde la época en que escribia sus Noticias el ilustre Viera, se hablaba con interés de esos signos; pero , no habiéndolos podido observar por si mismo este perspicuo
historiador, tuvo que someter su juicio al
de otra persona , que los examinara en su
nombre, calificándolos ésta de juegos de casualidad ó de la fantasia de los antiguos bárbaros . (1)
La piedra en que se hallan grabados esos
signos , está dividida en dos trozos desiguales ; el primero, donde al
parecer comienza
la inscripción, se encuentra lleno de figuras
desconocidas; y el segundo , que sin duda es
la parte por donde debió estar unido al anterior, continúan los mismos signos , pero en
(1 )
Viera . Noticias. T. 1. , p. 143.
295
LIBRO CUARTO .
un corto espacio , quedando libre de ellos el
resto de la lápida .
Ambos trozos ocupan
la entrada de la
cueva, y han sido examinados recientemente por el sabio geólogo alemán ,
Barón K.
von Fristsch , en una de sus excursiones por
este archipiélago . (1)
Según un documento que se conserva en
el rico archivo de la casa del Marqués de
Guisla (2) resulta, que en 1752 el Gobernador militar de
aquella isla,
Vandewalle, habiendo
to de Mazo ,
D.
Domingo
atravesado el distri-
para reconocer el
sitio donde
habia muerto un hombre , visitó la expresada cueva y la piedra donde se halla la inscripción, y observó , que el pedazo mayor tenia cuatro varas de largo y tres de ancho,
y el menor una vara y tres cuartas de largo
por una cuarta de ancho, hallándose el pri-
(1) El Doctor Carlos von Fritsch, geológo distinguido ,
y catedrático de la Universidad de Francfort, dice asi en
su obra Reisebilder von den Canarischen Inselm- Gotha
1867 .
«Visité muchas grutas curiosas, y entre otras la de Belmaco , que sirve hoy de establo . Los antiguos autores españoles han hablado de ella . Obsérvase á su entrada dos
grandes rocas basálticas de superficie plana, sobre las cuales hay grabados caracteres particulares, imitando arabescos y espirales , especie de geroglificos de tres á cuatro milimetros de profundidad, y de un centimetro de longitud ,
que no pueden haber sido hechos sin una herramienta de
metal, que solo á los aborigenes puede atribuirse. »
(2) Protocolo 41 de noticias varias , fol. 388 .
296
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
mero roto en el sitio
que ocupa una de las
figuras del centro . (1)
Aquel descubrimiento , comentado en este
siglo bajo otro criterio del que sirvió al encargado del historiador Viera, suscitó la du
da de si en alguna otra localidad de aquella
ó de
las otras islas , pudieran encontrarse
inscripciones, que confirmaran la hipótesis
de la existencia de una tribu, dueña de tan
poderoso elemento de civilización .
Algunos viageros que habian tenido ocasión de visitar la isla del Hierro , oian á los
pastores de aquellas montañas , que en cierta localidad , al Oeste del pago del Pinar, habia un sitio llamado de los Letreros , á causa
de unos
signos
ó caracteres desconocidos
grabados en la piedra; pero esta noticia, vaga é incierta en su orígen,
no habia conse-
guido decidir á los que en ello pudieran tener un interés científico .
(1 ) Cuando llegó á la Palma en pastoral visita el eru .
dito Obispo D. Antonio Tavira y Almaraz (Agosto de
1794) , le enseñaron un dibujo, reproduciendo estos signos,
que le llamó poderosamente la atención , reconociéndolos
como caracteres de una verdadera escritura, pero desconocida.
El Doctor Verneau cree que los rasgos y líneas de esta
piedra son debidos á un juego caprichoso de los isleñosRapport 241Pero es extraño que este juego no se reprodujera sobre
otras piedras,
LIBRO CUARTO.
297
.
Transcurrieron así muchos años ,
que, en
hasta
1870 , el laborioso presbítero, bene-
ficiado de la Catedral de Canarias , D. Aquilino Padrón , hallándose
de temporada en
Valverde, y oyendo hablar con frecuencia
de
esos letreros , determinó
trasladarse á
aquel punto, y confirmar por sí mismo la
exactitud de un hecho tan importante.
Infructuosa fué su primera tentativa , pero en la segunda, emprendida en
1873 , re-
cibió su perseverancia el merecido premio.
Veamos como describe aquel ilustrado isleño su feliz hallazgo : « Del borde de la esplanada en que estuvimos la vez primera,
dónde el terreno se deprime con rápido de
clive , hasta el mar, parte una corriente ó
convexidad de escorias basálticas ,
que se
prolonga como unos cuatrocientos metros
en la misma dirección, hasta perderse, uniformándose con el suelo pedregoso é irregular que le subsigue . En toda su longitud,
á distancias más ó ménos cortas, como sin
guardar relación entre sí, y solo donde la
lava presenta algunas facetas planas y lustrosas con un ligero barniz , producido por
el enfriamiento que sobrevino á su formación plutónica, se ven grupos
de dos , tres
y más caracteres de extraña apariencia , que,
en mi poco saber, los reputé como signos
298
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
primitivos escriturales ó numéricos de una
época remota. A primera vista me parecieron geroglíficos egipcios ; pero en vano busqué las figuras humanas sedentes y mitradas, el buey Apis y el Ibis del Nilo , que cubren los obeliscos que caracterizan aquella
antigua civilización, ni la de peces y cuadrúpedos que he visto diseñados , representando
los calendarios
íncas ó
megicanos .
Parte de estos caracteres parece haber sido impresa con un punzón metálico de punta obtusa, ó que tal vez se gastó en la misma operación; y otra, con un cincel de una
á tres líneas de boca, aunque por no dar nada de decisivo á mis afirmaciones , y no salir del terreno de la hipótesis , digo
que no
creo improbable lo hubiesen sido con alguna especie de pedernal ú otro objeto desconocido, dirigidos con admirable paciencia y
exquisito tacto, que á veces sugiere la misma falta de recursos y medios proporcionados al fin intencional del agente .
Aunque
algunos de ellos están muy apagados por la
acción destructora del tiempo, y en otros
es fácil confundir sus contornos y extremidades con las grietas y hendiduras de la
roca, creo, sin
embargo, que
con algunos
de esos ingeniosos procedimientos de la industria moderna, y la perseverancia de un
299
LIBRO CUARTO .
anticuario pudieran
recogerse
cási todos ,
que, contando con los de forma más sencilla y oval repetidos, y los simples rasgos á
la manera de los palotes de nuestros niños
de escuela, me parece que ascenderán á cuatrocientos más ó ménos . » (1)
Lanzado á la publicidad tan notoble descubrimiento fué comentado por la prensa
literaria isleña, y traspasando los límites de
la provincia, llegó hasta los centros ilustrados de
Europa,
que tuvieron ocasión de
comparar los signos del Hierro , con los que
el General Faidherbe ha publicado en su
notabilísima colección de inscripciones líbicas , de cuya semejanza extraordinaria dá
razón su simple exámen. (2)
Otra consideración
importante
se
des
prendia también de su estudio . Observábase
una perfecta identidad en muchas de las figuras que aparecen en las piedras de Belmaco, al compararlas con las del
pues
muchos
signos
eran
Hierro ,
evidentemente
iguales y otros análogos, llevando al ánimo
la convicción de que en su orígen debieron
pertenecer al mismo sistema de escritura;
( 1) Opúsculo publicado en los periódicos isleños .
(2) Collection complète des Inscriptions Numidiques
(Libiques) par le General Faidherbe . Paris 1870. Librairie
A. Franck .
300
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS
resultando que abrió ancho campo á las congeturas , sobre el orígen y significación de
aquellos extraños caracteres. (1)
En 1874 , D. Gumersindo Padrón vino á
aumentar el caudal de estos conocimientos ,
descubriendo en la misma isla del Hierro, y
á poca distancia de la anterior inscripción ,
otra corriente de lava, sobre la cual aparecian grabados una multitud de signos , semejantes á los que llevamos descritos . (2) Posteriormente, en 1875 , el mismo presbítero
D. Aquilino Padrón , llevado de su afición á
las exploraciones prehistóricas, y continuando en el Hierro sus interesantes excursiones , llegó á descubrir otra nueva série de
inscripciones
á una legua escasa de Val-
verde .
Veamos como el mismo nos describe esta
nueva é interesante colección .
( 1 ) D. Carlos Pizarroso en su curiosa obra « Los Aborigenes de Canarias » se expresa asi , hablando de Los Letreros:
«Nosotros hemos visto facsimiles de parte de los mencionados letreros, hemos visto tambien en colecciones paleográficas escrituras fenicias , y hemos observado , que los caracteres que se muestran grabados á golpe de martillo sobie las lavas del Hierro semejan , es cierto , verdadera
escritura geroglífica, pero sin valor fonético, mientras que
los caracteres libico - púnicos, que se corresponden todos
del fenicio , son alfabéticos , y además de esto afectan con
regularidad los trazos cuneiformes, como puede tambien
notarse en las monedas fenicias de la antigua Gadir. - P. 9.
(2) Antiquités Canariennes par S. Berthelot, p . 138.
301
LIBRO CUARTO.
« En el barranco de Candia, situado á una
legua corta al oriente de Valverde , y á los
alrededores de unas grutas naturales,
que
parecen haber sido antiguamente habitadas ,
las rocas volcánicas vecinas ofrecen caracteres grabados de una forma particular, los
cuales por su aspecto dan á entender que
fueron
trazados
en épocas
remotísimas.
Aunque algunos de esos signos son análogos á muchos de los que anteriormente he
descubierto, presentan en general un género de escritura más perfeccionado . El trabajo perseverante del artista, ó si se tiene en
cuenta el número de signos grabados , la regularidad del trazado, y hasta la elección inteligente de la roca donde están insertos ,
revelan una mano ejercitada, de modo que
es preciso creer, que estas inscripciones se
apartan de los caracteres puramente geroglíficos,
y representan
verdaderas
apartándose de los Letreros
letras,
por su alinea-
ción en sentido vertical, según las reglas de
una lengua desconocida . » (1)
La más importante de estas inscripciones
es aquella
que se halla junto á las cuevas ,
(1 ) El General Faidherbe , despues de haber estudiado
estos nuevos signos , asegura, que son incontestablemente libicos .
Bull . de la Soc . de geographie de Paris . Novembre
1876.
302
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
compuesta de doce líneas verticales , colocadas con cierta regularidad , reuniendo aproximadamente unos ochenta signos en buen
estado de conservación. (1)
Creemos que con el tiempo han de aparecer nuevas inscripciones en esta isla, que,
estudiadas por personas
competentes, han
de arrojar vivísima luz sobre los
orígenes
del archipiélago . (2)
La isla de Fuerteventura , abundante en
restos curiosos de antigüedades prehistóricas, casi todas desgraciadamente inexploradas , ha suministrado también su contingente en signos geroglíficos .
De 1871 , data la primera noticia que se
tuvo de este nuevo hallazgo . El Marqués de
la Florida, D. Luis Benitez de Lugo, hallándose sobre la costa oriental de aquella
isla,
dirigiendo
varios trabajos agrícolas ,
descubrió en medio de algunas
ruinas de
construcciones, anteriores á toda tradición,
un fragmento de inscripción lapidaria, con
( 1 ) Antiquités Canariennes par S. Berthelot, p. 143 .
(2) J'avais pensé d'abord, lorsque je m'empressai de
renseigner la Societè de geographie sur cette nouvelle dècouverte, que ses inscriptions pouvaient etre liby-puniques; mais aprés un examen plus oproffondi , je n'ose
maintenant rien assurer de positif, et je crois qu'on ne
peut encore résoudre cette question avee les èlèmens qu'on
possède .»
>
Berthelot. Obra citada. Pag. 143 .
LIBRO CUARTO.
303
signos muy semejantes á los de los Letreros
herreños . En esas mismas escavaciones halló tambien el hueso de una fruta desconocida, del tamaño de un huevo de paloma, dividido en dos, y conteniendo en una de sus
concavidades una flor caprichosa con signos
geroglíficos muy bien ejecutados . (1)
En otro distrito de Fuerteventura, donde
llaman el
barranco
de la Torre , distante
de la capital de la isla 23 kilómetros , en dirección al sur, se hallaron asi mismo, como
antes tuvimos ocasión de advertir en esta
obra, numerosas ruinas de edificios, que revelan la gran importancia de aquel centro
de población . Enormes piedras forman sus
cimientos , que se extienden á 400 metros
del
barranco,
constituyendo
habitaciones
abiertas con calles de comunicación , y en la
parte más elevada una plaza ó tagóror, de
cuarenta metros de circunferencia, con su
entrada hácia el lado oriental.
A ochenta metros de aquel circo ó plaza
se descubrió una piedra, al parecer granítica, de un metro tres centímetros de largo
por cuarenta y cuatro centímetros de ancho
y ocho de espesor, que, por el lado donde
aparecen los signos, presenta una superficie
( 1)
Antiquités Canariennes, p . 220 .
304
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
tersa, como si se hubiera preparado al efecto para grabar en ella aquellos
caracteres .
Estos son diez, de nueve á diez centímetros
de longitud cada uno, pues, aunque es pro-
bable fuese mayor su número, el tiempo los
ha hecho desaparecer .
Estos signos acusan tambien por su forma una procedencia líbico púnica para aquellos que, con los conocimientos necesarios ,
han podido estudiarlos . (1)
Largos años hace que se habian asi mismo señalado en la Gran-Canaria algunos caracteres grabados en piedra, los cuales , despues de examinados , se ha visto que guardan perfecta semejanza con los descubiertos
en el Hierro .
En efecto, con este mismo nombre de Letreros se designaba una especie de hondonada, que en el cáuce del barranco del Balo ,
antes de entrar en el desfiladero de los Cuchillos, y á la derecha del camino que conduce de Agüimes al valle de Sta . Lucia, se
abre
entre
muralla de
dos montañas, formando una
basalto.
Olvidada
primero, y
examinada despues con el interés que merece,
se han hallado signos grabados
en la
(1 ) Esta piedra encontrada por el laborioso é ilustrado
isleño D. Ramon F. Castañeyra se halla hoy en el Gabinete Científico de Sta . Cruz de Tenerife .
LIBRO CUARTO .
305
piedra, formando renglones desiguales , unos
en línea
zontal,
vertical , otros
en dirección hori-
cuya figura nos
recuerda la de los
caracteres líbico-púnicos de la célebre
ins-
cripción de Tugga .
En la
curiosa
montaña de las Cuatro-
puertas, entre Telde y Agüimes , santuario
tal vez de las sacerdotisas isleñas, y en su
parte más elevada, se abre un semi -círculo ,
resguardado por un córte vertical de uno á
dos metros de altura, en cuyas rocas están
inscritos unos signos,
cuyas principales lí-
neas el tiempo ha borrado , pero que no dudamos en señalar como el recuerdo de algún
nombre venerado y santo , expuesto alli al
respeto y á la adoración de los canarios . (1)
El exámen detenido y circunspecto de estos curiosos monumentos , diseminados en
el Hierro , Palma, Fuerteventura y Canaria,
y de los cuales
es probable se encuentren
otros en las tres islas de Tenerife, Gomera
y Lanzarote , el dia en que el interés científico organice expediciones, que recorran la
parte central de cada isla, é investigue sus
tesoros históricos y geológicos , nos induce á
(1) El Doctor Verneau, que por indicación nuestra visitó el Barranco del Balo y esta montaña , duda que los dibujos de las Cuatro Puertas , sean verdaderos signos de escritura, pero reconoce los primeros como líbicos .
20
TOM. II.
306
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
creer, que esos signos se hallan grabados
por aventureros salidos de las costas líbicas
del Mediterráneo, para perpetuar el hecho
glorioso de su atrevida navegación , signos
que habian sido ya adoptados por los descendientes de los Tamehou en la época de
sus sangrientas luchas con los Egipcios .
Al recorrer la Berberia se encuentran, lejos de todo centro de población, numerosos
sepulcros megalíticos ó dolmens, que se reconocen fácilmente por las piedras brutas ó
sin labrar que los forman. Estos sepulcros
encierran las cenizas de un pueblo, que viniendo del norte, é invadiendo el Africa por
las tres penínsulas europeas del Mediterráneo, fué conocido de los Egipcios bajo el
nombre ya indicado de Tamehou . Él color
azul de sus ojos y lo rubio de sus cabellos ,
los distinguian de otras razas , elevándose la
fecha de su aparición á 2000 años antes de
nuestra Era.
Ya dejamos expuesta la hipótesis ,
para
nosotros admisible , de que esta invasión se
extendió hasta las islas Afortunadas ; y en
efecto, las
inscripciones ,
reconociendo
el
mismo orígen, parece que vienen á comprobar la verdad de nuestro aserto .
Tal vez, y esto lo consideramos más probable, la colonización del Archipiélago fué
LIBRO CUARTO .
307
posterior á la invasión de la raza rubia en el
Egipto , teniendo lugar en tal caso durante
ese período , que señaló el apogeo de su grandeza en el valle del Nilo, y el de sus empresas marítimas allende el Estrecho .
Encuéntranse hoy, á 4000 años de distancia, entre los habitantes de esa extensa
zona africana, algunas tríbus , que hablan el
dialecto más puro de la Berberia, y han conservado el uso de los signos numídicos, como puede verse en las inscripciones rupestres (rocosas) del Sahara, y en otras recogidas y publicadas por el mismo General Faidherbe . (1)
Entre esas tribus, las que llevan la denominación de Touaregs , se distinguen por la
pureza de su tipo, que recuerda el de los
Tamuhoe de los Egipcios , teniendo sus inscripciones mucha semejanza con las del Hierro, Canaria y Palma, y en ellas se habla todavia, según se asegura, un dialecto , que en
sus raices y en muchos de sus giros y modismos , recuerda el antiguo lenguage isleño .
Estos antecedentes no resuelven , sin embargo, la compleja cuestión de raza y lenguaje, pero suministran datos para aventurar conjeturas ,
(1 )
que solo esperan del tiem-
Faidherbe, op . cit . , plancha V.
308
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
po la sanción de su certeza histórica.
Reuniendo lo antes dicho sobre las inscripciones lapidarias del archipiélago, nos es
lícito conjeturar, que no fueron grabadas
por sus mismos habitantes ,
porque enton-
ces serian más numerosos los
ejemplares ,
encontrados , no siendo lógico suponer, que
un arte regulador
siempre de una civiliza-
ción avanzada, pudiera olvidarse tan completamente, dejando solo escasas huellas de
su existencia. Repetimos , pues , que esas inscripciones fueron grabadas por viageros célebres , deseosos de perpetuar de ese modo el
nombre, objeto y fin de su expedición , legando al porvenir el recuerdo de su breve
tránsito por estas islas .
Pretenden algunos que los signos del Hierro, primeramente descubiertos, son diferentes de los del barranco de Candia en la misma localidad, fundándose
en su desórden
aparente, y en la multiplicidad de sus signos ,
que revelan una escritura geroglífica y nó
alfabética. Difícil es admitir esta suposición
en uno ó en otro sentido , y asegurar que en
diferentes épocas llegaron á aquella isla personas bastante instruidas , para grabar signos pertenecientes á estados sociales de tan
diversa cultura . Ni ese desórden se puede
prejuzgar, porque la clave de los signos nos
LIBRO CUARTO . ·
309
es desconocida, ni afirmar que sean diferentes entre sí, por la simple inspección de su
forma. Entretanto , la inscripción del barranco del Balo en la Gran-Canaria, no ofrece
duda
alguna respecto á su autenticidad ,
pues está reconocida por todos los que la
han estudiado , como perteneciente á la escritura líbico -púnica ,
contemporánea de la
que, con tanta abundancia, se encuentran
restos sobre la costa africana del Mediterráneo .
Su importancia aumenta en razón de la
probabilidad de llegar algún dia á descifrar
esos signos , objeto de paciente estudio de
los sábios , que á
tal objeto consagran sus
vigilias, y sería de desear se pusiera á cubierto de las injurias del tiempo, como un
recuerdo
de inestimable precio .
310
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
XVI .
CONSIDERACIONES GENERALES .
Al estudiar los usos y costumbres de los
indígenas canarios, se observa desde luego,
que, si bien separados durante largos siglos
por una incomunicación forzada,
y apesar
de los cambios que el tiempo , el clima y las
influencias de personas
extrañas ,
llegadas
accidentalmente á sus playas, hubieran introducido en sus elementos de vida, el tipo
de su raza original, las formas de su lenguage, los contornos, por decirlo así,
de su
carácter é inclinaciones, que constituyen el
molde social de los pueblos , cualquiera que
por otra parte sea
adquirido,
el adelanto intelectual
aparecen de
una uniformidad
constante é invariable á la observación y
estudio del antropólogo , del filólogo y del
historiador.
No necesitamos esforzar mucho nuestros
argumentos respecto á una conclusión , que
resulta por si misma demostrada del exá-
311
LIBRO CUARTO .
men atento de los usos, costumbres, dialecto
y elementos típicos de la raza autóctona .
General era en todo el archipiélago la
idea de un Ser Omnipotente á quién acudian los isleños en todas sus adversidades ,
consagrándole oraciones, ofrendas y sacrificios por la intervención de personas ,
que
les servian de mediadores .
Espíritus del bien y del mal,
se dividian
en algunas localidades la influencia divina,
obligando á ésta á mostrarse
medio de procesiones
propicia
y romerias ,
por
cantos ,
bailes, ayunos y festejos públicos .
La costumbre de embalsamar los cadáveres , el respeto de
que rodeaban los
cros, y el uso constante de
sepul-
colocar junto á
sus momias algunas vasijas con leche, miel,
granos , higos y otros alimentos , demuestra
evidentemente, que se hallaba arraigada la
idea de una existencia
ultra-terrestre, para
cuya peregrinación , necesitaban , los que dejaban este mundo , de las ofrendas que el
cariño de sus parientes
colocaba junto á
sus sepulturas con tan solícita previsión .
Reconocido está ya por todos los ilustrados investigadores
de nuestras
antigüeda-
des , que el embalsamamiento era una práctica usada en todo el
Archipiélago , aunque
en desuso yá respecto á
algunas localida-
312
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
des, y limitada á la clase
otras .
más ilustre en
La forma de gobierno y la división
en
castas era también uniforme en cada una
de las siete islas; y si bien la esclavitud no
se hallaba establecida de
una manera
per-
manente, es indudable que la clase proletaria vivia sujeta al terruño y dependiente de
la nobleza, á quién pertenecia, por delegación
del Soberano, el dominio y usufruto de la
tierra.
Cuando sobre la costa naufragaba un buque,
y sus tripularios lograban salvarse ,
eran siempre distribuidos entre
los jefes
principales , utilizándolos en los oficios más
viles , como los de embalsamadores y carniceros, que constituia una especie de esclavitud . (1)
El respeto á la muger, y los terribles castigos impuestos á los que, penetrando en el
lugar destinado á sus abluciones , ó
encon-
trándolas al paso, faltaban de este modo al
decoro establecido; y la muerte ignominiosa que esperaba á las vestales de Tenerife y
( 1) «En estas correrias , dice Cadamosto , han caido prisioneros varios cristianos, y los idólatras en vez de matarlos, se han contentado para probarles su desprecio , con emplearlos en los trabajos nis humillantes; asi pues les han
hecho matar, desollar y descuartizar las cabras, y desempeñar otros cuidados aún más viles. D
313
LIBRO CUARTO.
Canaria, cuando quebrantaban el voto de
castidad á que estaban obligadas ,
eran cos-
tumbres de un mismo orígen ,
fundadas en
un sistema religioso , anterior
á la coloniza-
ción del país .
Nada añadiremos á lo que antes
extensa-
mente hemos consignado, respecto al lenguage . El estudio de las pocas palabras que la
tradición y las crónicas nos han legado , nos
demuestra yá con la mayor
evidencia la
unidad primitiva de los dialectos hablados
en el Archipiélago .
Las armas ofensivas y defensivas , el pugilato , la lucha, la carrera, los desafios y demás juegos belicosos,
iguales
eran
grupos oriental y occidental . La
en
los
industria
cerámica, se presentaba con algunas ventajas en Fuerteventura, Tenerife y Canaria, y
especialmente en esta última isla , respecto
á las demás ; pero en todas se construian
vasijas de barro de diferentes
formas y di-
mensiones para los usos domésticos . También la madera y el cuerno se trabajaban y
utilizaban para instrumentos de guerra, de
pesca y de agricultura, labrándolos con cuchillos de pedernal y obsidiana , pues si acaso llegaron á conocer el hierro, fué solo desde el siglo XIV en adelante , época en que
los
buques
europeos principiaron á traer
314
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS.
agujas, hachas y anzuelos para cambiarlos
por las pieles , sebo y productos tintóreos del
país, no habiéndose, sin embargo , generalizado su uso , apesar de las ventajas que les
ofrecia, tal vez por el desprecio que les inspiraba todo objeto de
procedencia
extran-
gera .
Entre los juegos y diversiones que en todos sus festejos públicos y privados tenian
lugar con marcada preferencia, se cuenta el
baile, que luego adquirió fama europea con
el nombre especial de baile canario.
Nuestras crónicas están llenas de observaciones relativas á esta clase de diversión ,
que era general en todo el archipiélago, así
como la manera de ejecutarlo , muy semejante en sus actitudes Ꭹ mudanzas .
Entre los lanzaroteños , dice un autor (1 )
< la sonada que hacian era con piés , manos y
boca, muy á compás y graciosa . >>
En la
Gran-Canaria
el baile constituía
uno de los principales ejercicios de la juventud. Véase lo que dicen á este propósito todos nuestros cronistas .
Escudero consigna que...
« á las casas de
juegos iban los Reyes y asistían á los bailes ,
que los hacian con varas pintadas de drago
(1)
Abreu Galindo , p . 30 .
LIBRO CUARTO .
315
y zapateados y cabriolas, en que eran diestrísimos , cantaban canciones sentidas y lastimeras, y repetian una cosa muchas veces
á modo de estribillo . » (1)
Sedeño añade: « el baile era muy polido y
de gran cuenta, hacian un general torneo con
unos palillos ó varillas pintadas de colorado
con sangre de drago; habia un circo ó plaza
redonda, donde hacian otro; en medio tenian un torreon, y unos lo defendian y otros
lo pugnaban , y los que alcanzaban esta victoria tenian premios ; eran diestrísimos en
las mudanzas y zapateos . » (2)
Abreu Galindo consigna, que; « tenian casas donde se juntaban á bailar y cantar; su
baile era menudico y agudo, el mismo que
hoy llaman Canario . » (3)
El Doctor Marin y Cubas, en su historia
inédita, nos asegura, que:
« usaban el zapa-
teado á modo de villano , que usan en España , llamado el canario, á un tiempo con piés
y manos, palmeando el suelo y rodilla y saltando . Otro usan muy acelerado de piés , por
derecho caminando , y éste es de mugeres ,
y también de ellos , caminando unos hácia
otros al son de muchos silbos , que no hay
(1 )
(2)
(3)
Gomez Escudero . Ms cap . XIX .
Sedeño . Ms.
Ab . Gal . pág . 98 .
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
316
otro instrumento que la boca. >>
En la isla de Tenerife existia la misma di-
versión, afirmando Espinosa (1 ) que hacian
<< alarde de sus gracias en saltar, correr, baiCanario con mu-
lar aquel són que llaman
cha ligereza y mudanzas ....»
Respecto de los herreños afirma el mismo
Marin, que « los bailes se hacen de muchos
juntos , dadas las manos ,
saltando á com-
pás . » (2)
Era tan general esta diversión en el Archipiélago , y tan agradables sus cambios y
mudanzas, que bajo el nombre de baile canario pasó á Europa con los conquistadores ,
donde fué conocido , aprendido y usado con
mucho aplauso, no tan solo dentro de los
vastos dominios
de España , sino también
en Francia é Italia.
« Dos cosas dice
Francisco de Gómara,
(3) andan por el mundo, que han ennoblecido á esas islas; los pájaros canarios tan
estimados por su canto, y el Canario , baile
gentil y artificioso . »
Este es un tañido músico , añade Viera (4) ,
de cuatro compases, que se danza, haciendo
(1)
(2)
(3)
287.
(4)
Del Origen y milagros de N. S. de Candelaria , p . 11
Marin y Cubas. Lib. 2. cap . XX.
Gómara. Hist . Gen. de las Indias, cap. 224. pág.
0
Viera . T. 1. p . 146
317
LIBRO CUARTO .
el són con los piés, con violentos y cortos
movimientos.
El P. Fr. Juan de la Puente , en el Epítome de D. Juan el Segundo , manifiesta , que:
« Gustaban mucho, aún hoy, de cierto baile
ó saltarelo muy gracioso, que llamamos en
España Canario, por haber venido su uso de
aquellas islas . » (1)
Cuando en España alcanzó este baile carta de naturaleza , llegó á ser colocado entre
los bailes de salón , como la Gallarda, la Pavana, la Alta, la Baja y la Hacha; (2) luego
fué descendiendo hasta el pueblo , quién lo
arrastró por las tabernas y ferias, y haciéndole tomar posiciones truhanescas, y exajerando
sus movimientos ,
lo convirtió en
baile picaresco como las Folías, el
la Capona y el Escarramán.
Villano,
(3)
No debemos pasar en silencio, como otra
prueba de la unidad de orígen de la raza in-
(1 ) Fr. Juan de la Puente . Lib . 1. ° cap 23.
( 2) Esquivel Navarro . Del estilo de danzar . Cap . IV
1642. Covarrubias en su Tesoro, publicado en 1611 , define
el Canario , siguiendo al P. la Puente, «un género de saltarelo gracioso . »>
(3) Quevedo en su romauce Lindo gusto tiene el tiempo,
dice:
Con un rabel un barbudo ,
Con una dueña danzaba,
Y acoceando el Canario,
Hacia hablar una sala.
Tomo 3.º, p . 216. Edición de Rivadeneyra .
318
HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS .
dígena, la manera de contar el tiempo.
Observóse en la época de la conquista,
que el año lo
principiaban siempre por el
mes de junio, cuando recojian sus granos y
concluian sus trabajos agrícolas , celebrando
entonces fiestas públicas en acción de gracias por la seguridad y abundancia de la cosecha .
La costumbre de administrar justicia en
circos ó plazas al aire libre , y la de convocar
sus asambleas en lugares determinados ,
le-
vantando un estrado en forma de herradura
con asientos labrados en piedra, para lo cual
elegian sitios de mucha elevación , desde los
cuales pudiera dominarse
una
extensa zo-
na, era también común á las siete islas , bajo el nombre general de Tagóror.
se encuentran estas
Todavia
esplanadas semicircu-
lares en los collados y montañas , donde, tal
vez, se vió caer bajo la piedra del verdugo
la cabeza del delincuente , ó se oyeron las aca- «
loradas discusiones de los Guaires y Menceyes sobre cuestiones de límites , robo de ganados , pastos ó invasiones .
Los hechos que hemos agrupado, y otros
que
nos
suministra
costumbres isleñas ,
el
estudio
de
las
prueban evidentemen-
te, que aquellos usos y procedimientos, que
por su importancia social constituyen, la fi-
LIBRO CUARTO.
319
sonomia de un pueblo , se encontraban en
cada una de las siete fracciones en que se hallaba distribuida la población, sin que los siglos de aislamiento transcurridos , hubieran
conseguido borrar del todo los lineamientos
y perfiles, que, al dejar las costas líbicas, les
habia impreso el sello característico de
común orígen .
FIN DEL TOMO SEGUNDO.
su
ÍNDICE
PÁG.
LIBRO TERCERO.
EDAD MEDIA .
I. Del siglo VI al XII
5
II. Leyenda cristiana .
10
III. Escritores árabes
18
IV. Ben Farroukh
23
V. El Edrisi .
27
VI. Los Genoveses
40
VII. Angiolino del Tegghia.
45
VIII. El Príncipe de la Fortuna.
57
IX. Catalanes y Normandos
65
X. Gallegos y Andaluces .
69
LIBRO CUARTO .
LOS ABORÍGENES .
I. Etimologia de los nombres de las islas
79
II. La raza indígena
94
III. Orígen de los primitivos canarios
IV. Vicisitudes de la raza indígena.
103
V. Del antiguo lenguaje isleño .
VI. Voces y frases
137
VII.- VIII.-Analisis filológico
157
IX. Organización política . Grupo oriental.
169
115
147
PÁG.
X. Organización política. Grupo occidental.
XI. Religión. Grupo oriental.
184
199
XII. Religión . Grupo occidental .
214
XIII. La familia. Grupo oriental
224
XIV . La familia . Grupo occidental
260
XV . Inscripciones lapidarias .
XVI. Consideraciones generales
293
310
3 2044 035 965 581
6
35
+
JUL 21 1914
BUT JUL -34?
JAN
163 H
Widener Library
3 2044 110
043 858
HD
IS
Descargar