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( 110) Es propiedad del Autor. Preservation has seen 6/96 AL LECTOR. Los estudios históricos, poderoso elemento de progreso en nuestros dias , cuya esfera de accion, lo mismo se extiende á las grandes agrupaciones , que han ejercido una radical influencia en el proceso de la Humanidad, como á esos pequeños centros, que han cumplido su misión dentro de una órbita reducida, demuestran, por mas insignificante que sea su mérito , el adelanto intelectual del país que los patrocina y publica . Las Islas Canarias alcanzan hoy una importancia verdaderamente excepcional , si se recuerda los orígenes de su primitiva formación , relacionados estrechamente con los graves problemas geológicos, que se agitan en el campo de la ciencia, problemas, cuya so- VI HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. lución se busca con afán en el detenido exámen de las alternas capas, que constituyen su macizo . Tambien ofrecen las Canarias, un palpi- tante interés , bajo el punto de vista antropológico y etnográfico , si tenemos en cuen- ta el rápido desenvolvimiento que estos estudios han recibido con la aparición cási simultánea de esos restos prehistóricos , que han venido á revelar épocas ignoradas de la infancia del hombre, y á descubrir, de una manera racional y científica , el enlace, cruzamiento Ꭹ filiación del tipo que ha constituido la especie . El movimiento civilizador del Archipiélago, desde ese momento histórico, en que la conquista lo eslabona á la vida universal, ofrece, asimismo , un cuadro digno de razonada crítica , si se pretende investigar el desarrollo que las ciencias , las letras y las artes , la agricultura , el comercio y la industria, los usos, los hábitos y han experimentado en las costumbres el trascurso de estas últimas centurias , escudriñando para ello las AL LECTOR. VII causas que han dado movimiento y existencia á esos indispensables elementos de todo progreso social. El conocimiento , pues , de lo pasado , para enseñanza de lo presente, y advertencia de lo porvenir, nunca podrá ser bastante aplaudido , por más modesta que sea la obra, que venga á contribuir á su desenvolvimiento . Las Islas Afortunadas, apesar de la hu- milde posición que ocupan entre sus hermanas, las provincias españolas, sentian, mu- cho tiempo há, la imperiosa necesidad de poseer una historia propia, que recordase su vida pasada, su actual organismo , y sus futuras aspiraciones . Los materiales abundaban , pero la historia no existía. Así es que, con frecuencia , cuando algún viajero , atraido por el poético renombre de este Archipiélago , por la be- nignidad de su clima, ó por la curiosidad de interrogar los vestigios, que aún nos restan, de su prehistória, se ha detenido en sus playas, y recoriendo sus pintorescos abruptas montañas, s valles y primer deseo ha sido VIII HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . siempre obtener un libro, que resuma, en pocas y correctas páginas , la última palabra de la ciencia sobre el orígen, costumbres y lenguaje de la raza que pobló estas Islas , las leyendas de su pasado, sus luchas con las huéstes conquistadoras, su vida actual, y las promesas que su suelo guarda para el porvenir. La obra que hoy ofrecemos al público , intenta responder á esas diversas interrogaciones, hasta donde alcancen las fuerzas de su autor . Pero, entretanto, y sea cual sultado de su modesto trabajo , fuere el re- permítasele consignar aquí, que no crée inútil esta tentativa literaria, porque indudablemente despertará en los Canarios la afición á una clase de estudios , con cuyo auxilio se conseguirá algún dia llevar un recuerdo de la olvidada patria, á los centros ilustrados de España y del extranjero, ensanchando , al mismo tiempo, la senda hoy tan difícil y escabrosa de las investigaciones científicas . Sólo de este modo otros ingenios , con ma- AL LECTOR. IX yor acierto y cópia de datos , podrán satisfacer cumplidamente el deseo, cada dia más vivo y ardiente, de los que anhelan conocer la historia de su país , para elevarlo á la altura que merece, tanto por la variada riqueza de sus productos naturales, cuanto por su envidiable posición marítima . En efecto , hállase este archipiélago á las puertas de ese codiciado Continente, que, sitiado por la civilización, no tardará en entregar sus maravillosos secretos á la ciencia. A tan favorable circunstancia deben las Canarias la honra de servir de vanguardia á esa noble falange de mártires, cuyas generosas y atrevidas excursiones llevan por enseña el culto de la inteligencia , y el perfeccionamiento indefinido de la Humanidad . Cuando la civilización tome carta de naturaleza en ese desconocido suelo, tan rico en promesas, las Islas Canarias serán el puente echado entre la Europa y el Sahara, y servirán de depósito general á sus variados productos, dentro de esa extensa zona, que comprende las dos vertientes del Atlas , desde las X HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . orillas del Mediterráneo y del Atlántico , hasta los últimos confines del gran Desierto . Entónces estas Islas serán llamadas las Antillas de ese nuevo mundo , que será el último en despertar á la voz irresistible del progreso . INTRODUCCIÓN . I. La historia de las Islas Canarias no se ha escrito todavía. ¿Es digna de escribirse? En ese movimiento , eterna ley de la vida , lucha que en el hombre se revela por una vehemente aspiración hacia un perfeccionamiento sin límites definidos , no hay esfuerzo alguno que se juzgue enteramente inútil , ni investigación que se considere ociosa, por más modesto que sea el fin que se proponga alcanzar . Pequeño era, sin duda , el pueblo que habitaba las Canarias, cuando la Europa lo ató al carro de su triunfante civilización . Más , ¿qué importa? Averiguar el origen de aquella raza indómita; recoger los perdidos res- tos de su lenguaje, y costumbres; religión penetrar en el curioso arcano de su aparición; ofrecer un cuadro exacto de su cultura intelectual, antes que fatalmente se fundiera 2 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . en la raza vencedora; observar luego sus lentos progresos, hasta llegar á la época actual; seguir paso a paso la ascensión de su nivel sobre la superficie ilustrada del Globo; escudriñar las causas que han paralizado, retrogradado ó impelido ese movimiento; estu- diar, en fin, el pasado, presente y porvenir de esas Islas, taréa es ésta, que no será calificada de impertinente, si recordamos el conjunto armónico, el maravilloso enlace, el mútuo apoyo, que en su ascendente marcha se prestan hoy entre sí todas las ciencias . Ha llegado el momento en que no hay fronteras para la inteligencia. Un lazo universal une á los pueblos , fundiéndolos en un interés común . La historia particular de cada agrupación, será de hoy más el lazo invisible que eslabone cada raza, cada nación, cada pueblo , á la historia general de la humanidad , cuadro inmenso, cuyas verdaderas formas crítico-literarias principian solo á bosquejarse, allá en los indecisos horizontes de las ciencias eminentemente filosóficas . La historia no ha sido hasta ahora, salvo rarísimas excepciones , sino una leyenda encomiástica de guerras y conquistas ; una série no interrumpida de hechos fatales; una biografía de guerreros , reyes y emperado- INTRODUCCIÓN. res, con sus crímenes, ambiciones y absurdas genealogías , sin que haya alcanzado esa altura, desde la cual, olvidando los odios y antagonismos de nacionalidad , religión y raza, nos enseñe de donde viene el hombre y adonde vá, su misión individual y colectiva, las leyes que rígen el mundo moral, tan necesarias é inmutables como las del órden físico , las rudas luchas del espíritu , el lento y contínuo desarrollo de la razón , la emanci- pación paulatina del hombre por la ciencia, el perfeccionamiento cada dia más visible de las condiciones sociales, el progreso, en fin , qué, latente y sin interrupción , vá infiltrándose en el corazón de la humanidad enaltecerla y vigorizarla ; y como para digno co- ronamiento á obra tan portentosa , la demostración plena, indubitada y concluyente , de que el hombre no marcha al acaso por las sendas de la vida, ni es regido por leyes ciegas é inconscientes , sino que, inteligente , libre y progresivo , cumple, Providencial , misión de una bajo la acción perfecciona- miento en ésta su rápida existencia, eslabón misterioso de esa cadena infinita de evolu- ciones , cuyo principio y fin se oculta á toda disquisición humana. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . II. La existencia de las Islas Canarias nunca fué desconocida á la vieja Europa. Desde los primeros albores de la historia aparece su recuerdo envuelto en las oscuras leyendas de los sacerdotes egipcios , viéndose su fama pregonada por los poetas más insignes de aquellas remotísimas edades. Descubiertas, luego, por los pueblos comerciantes del litoral mediterráneo , visitadas por ellos, y por ellos tal vez colonizadas , llegó á perderse su memoria, en medio de los repetidos eclipses que nublaron tantas veces las civilizaciones europeas . Ese vago recuerdo, ahogado á intérvalos bajo las sucesivas oleadas de los pueblos invasores, se vé, al fin, sobrenadar Ꭹ salvarse de la ignorancia de los siglos medios , apareciendo espléndido y glorioso en la época del Renacimiento , bajo la triple aureola con que lo envuelve la leyenda, la poesia y la religión . Yá fuese por su situación excepcional en las fronteras del mundo conocido, más allá de esas misteriosas columnas, terror de los más osados navegantes; yá por la creencia, cada vez más arraigada en la conciencia uni- 10 5 INTRODUCCIÓN. versal, de que la mansión prometida á los justos se encontraba en esas codiciadas Islas, dónde, bajo una primavera eterna, se alzaba oculto y maravilloso el paraiso terrenal, el archipiélago recibió el nombre de Afortunado, multiplicándose de siglo en siglo tan poéticas fábulas, y siendo decorado su suelo con todas las bellezas que la fantasía era capaz de inventar, yá le prestase el Paganismo su mágica paleta, yá el Cristianismo lo envolviese en su místico ropage . Llega, entretanto , esa época, en que una nueva sávia viene á dar impulso á las ciencias, las letras y las artes, época de general trasformación, cuna de la edad presente, en la que el pensamiento , dispuesto á lanzarse por sendas inexploradas, sacude el polvo del pasado, y mira sin temor al porvenir. Entónces las Canarias vuelven á surgir de las nieblas de la fábula, y principian á ser visitadas por esos aventureros de todas las naciones , piratas luego ennoblecidos , que de playa en playa van saqueando pueblos y recogiendo prisioneros, para reducirlos á la obligada condición de siervos . Juan de Bethencourt, caballero francés , que habia encanecido en el ejercicio de las armas, asi en tierra como en mar (1) impul(1 ) En las conferencias de Leulinghen, que tuvieron 6 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. sado por el deseo de correr aventuras y descubrir paises desconocidos, y al mismo tiempo, lleno de santo ardimiento por convertir infieles, taréa que dejaba honra y .provecho (1) , abandona su jóven esposa, y las comodidades con que le brinda su feudo normando , y asociándose á otro aventurero , llamado Gadifer de la Salle, se lanzan juntos al inexplorado Océano, é intentan conquistar las Islas de Canaria, donde ya otros, con menores fuerzas, y sin plan premeditado , se habian propuesto, aunque sin éxito, realizar tan arriesgada empresa . Con el auxilio de D. Juan el segundo de Castilla, inclinado á favorecer á Bethen- court, por complacer á uno de sus más ricos validos, pariente del noble normando , se declara éste, feudatario de aquella corona, y re- lugar el 3 de Agosto de 1401 , fué acusado el Baron Normando y Roberto Canel , con otros franceses , de haberse apoderado , durante las tréguas , de un buque en el canal de la Mancha, cargado de vino y otras diversas mercancias. En Agosto de 1402 , el Gobierno francés dió al inglés la contestación siguiente:-«El Sr. de Bethencourt.... ha dejado la Francia con el deseo , según se dice, de ir á las islas de Canaria y del Infierno para conquistarlas . Sin embargo, se le citará, si la parte contraria lo exige, a fin de hacer justicia á los interesados. >> Archives nationales J. 645 A núm . 18. (1) Bontier y Leverrier dicen en su famosa crónica:«entreprit ce voiage à l' oneur de Dieu et du soutenement et accroissement de nostre foy.- Le Canarien, p . 1 . INTRODUCCIÓN . 7 duce fácilmente á la obediencia las tres islas de Lanzarote, Fuerteventura y Hierro , viniendo solo á quebrantar sus fuerzas en las playas de la Gran- Canaria, de donde es vigorosamente rechazado , tantas cuantas veces intenta pisar su libre suelo . Pasados algunos años de estéril dominación, Bethencourt abandona definitivamente su efímera conquista, y vá á morir olvidado en su Castillo de Normandía , con el disgusto de no dejar sucesor legítimo á su nombre y Señorio . (1) El reino de las Canarias, durante la ausencia de Bethencourt, pasa de mano en mano , vendido, hipotecado , donado y vuelto á enagenar , hasta que, un noble sevillano, Diego Garcia de Herrera, casado con D. raza, llega sin contradicción Inés Pe- á poseerlo, y creyéndose un verdadero Rey, se traslada con toda pompa á sus dominios , acuña moneda, levanta subsidios y tropas , y pretende someter con sus débiles fuerzas las tres islas principales, sobre cuyo litoral no cesa de ejercer frecuentes actos de piratería , tan sangrientos como inútiles . ( 1 ) En 1445 había en Lanzarote una familia , de que era jefe Floridas de Betancor , hijo natural de Juan de Bethencourt y de D. Mariana de Ayala , noble doncella de Sevilla. Así lo acreditó Florldas en una información de que hablaremos en otro lugar. TOM. I. A ∞ HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Cansado, al fin, de vanas y costosas agresiones, acepta la proposición con que le brinda la Católica Isabel, y cede en 1478 á la Corona de Castilla el dominio de aquellas tres islas, cuya importancia era ya bien conocida de los sabios consejeros de esa Reina, tan ilustre como emprendedora . (1) Un cuerpo de tropas, costeado en parte por el erario de Castilla, se reune, avitualla, y sale del puerto de Santa Maria, para desembarcar en las costas de la Gran-Canaria, donde los soldados castellanos , despues de cinco años de rudo batallar, consiguen rendir la indómita fiereza isleña, y reprimir el espíritu de independencia , que parecia innato en aquellos belicosos corazones . A esta conquista suceden luego las de Palma y Tenerife, debidas á la iniciativa par- ticular de aquellos mismos soldados españoles, que habían derramado antes su sangre en los valles y montañas de la GranCanaria. La Religión cristiana apoya entonces su regeneradora planta sobre el Archipiélago , catequiza á los vencidos y los desarma, arrojándolos, por decirlo así, en el inmenso cáu- ( 1 ) Esta cesión y ajuste tuvo lugar por documento público , que se celebró en Sevilla ante Bartolomé Sanchez de Porras, á 15 de Octubre de 1477. INTRODUCCIÓN . 9 ce que ella misma abre á la civilización universal. El orgullo castellano , y el desprecio que pueblos infieles é idólatras habian de inspirar á tan fieros conquistadores , fué causa de que se abandonára, como estéril y pecaminosa, toda investigación dirigida á conservar un recuerdo exacto de las leyes, usos, cos- tumbres , religión y lenguaje de los aborígenes, y de que fuesen asimismo despreciadas las tradiciones referentes á su orígen, llegando, en fin, á desaparecer todo medio seguro de profundizar cuestiones , que luego habian de adquirir un interés tan vital , para la solución de muchos é interesantes problemas etnográficos . Desde entónces , los siglos que precedieron al XV , época de la conquista, son siglos que pudiéramos considerar, con relación á estas Islas , como prehistóricos . Remontarse á épocas anteriores para escudriñar por medio de vagas conjeturas la aparición de la raza primitiva, sus vicisitudes , emigraciones y enlaces, secretos son, que sólo el estudio comparado del lenguaje, en la débil parte que aún nos resta, ayudado del exámen de los cráneos extraidos de sus túmulos y grutas , donde todavia se conservan algunos , podrá con el tiempo revelarnos , teniendo , co- 10 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mo debe tenerse en cuenta para ello, los rápidos y maravillosos adelantos de las cien- cias antropológicas, auxiliar tan poderoso de la historia. Concluida la conquista , pequeña pero gloriosa epopeya, que preludia las gigantescas luchas de los Corteses y Pizarros , la historia del Archipiélago no ofrece otro interés , que el espectáculo tantas veces repetido y siempre instructivo y nuevo , de esa batalla eterna entre el privilegio y la libertad , entre el arte rutinario y el arte ilustrado, entre la ignorancia con su fuerza de inercia, y la razón con su expansiva fuerza, pugnando por reconquistar sus violados fueros , cualquiera que sea el teatro en que esa lucha se desarrolle . Por esto creemos , quo los modestos anales de las Canarias , son el reflejo exacto de los de la Península Ibérica, durante esas cuatro últimas centurias . En la esfera gubernamental, el poder absoluto de derecho divino, pesando sobre el organismo social, y deteniendo su desenvolvimiento . En la esfera de las ideas , el poder absorvente de la inquisición , ahogando toda manifestación heterodoxa, y paralizando el vuelo de la ciencia libre. Asi, pues , una nación , llamada por sus 11 INTRODUCCIÓN. tradiciones y su envidiable posición geográfica, á ser grande, poderosa é ilustrada , se la vé rápidamente descender, desde una momentánea altura, á un grado tal de ignorancia y sumisión, de que encontraremos po- cos ejemplos en la historia . Aunque uncidas las Canarias al yugo comun, que pesaba sobre las demás provincias y colonias españolas , alguna vez se atrevian á hacer frente al doble absolutismo político é inquisistorial, que esterilizaba las fuerzas productoras é inteligentes de la Nación; y yá fuese por su privilegiada situación en el Atlántico , donde los buques de todos los pueblos civilizados se han dado siempre cita, dejando en sus playas algún éco de adelantos realizados, ó de vagas aspiraciones hácia el porvenir; ó bien, que la mezclada sangre, ibérica y africana, que por las venas de sus hijos corre, haga á éstos refractarios á vergonzosas humillaciones , ello es que, en más de una ocasión, se detuvo impotente en su suelo la acción inquisistorial , y el municipio, robustecido por el elemento popular, neutralizó con su poder moderador el orgullo insolente de los Gefes militares . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 12 III . Muchos poetas y filósofos , geógrafos é. historiadores de la antigüedad, y algunos escritores de la Edad media, se ocupan en sus obras , formal ó incidentalmente , de estas Islas , copiándose clando las breves y mez- y contradictorias noti- con frecuencia, cias adquiridas por los mercaderes y navegantes que las visitaban, con las mil y mil fábulas , que al trasmitirse verbalmente aquellas narraciones, se inventaban por la ignorancia y la vanidad , ó por esa inclinación á lo maravilloso , que es propio de nuestra naturaleza, siendo, sin embargo, una creencia generalmente admitida, que en estas Islas existió el jardín de las Hespérides , el paraiso de Adán , la mansión de los Justos , ó por lo ménos una tierra excepcional , sobre cuyo suelo se ha complacido el poeta en derramar todas sus galas y el historiador sus leyendas más absurdas. Reproducidos se hallan esos fragmentos en las diversas crónicas que se han escrito sobre las Canarias , sin que de ellas aparezca noticia alguna, que pueda desafiar impunemente la moderna crítica. Dejando á un lado la cuestión de la At- 13 INTRODUCCIÓN . lántida , que será siempre de difícil solución para los que quieran estudiarla, consignaremos, que la más remota tradición escrita, referente al Archipiélago , es aquella que se encuentra en las obras de Platón . Despues de los diálogos de Solón y Cricias , hallamos tambien un recuerdo de las Afortunadas en Homero, Hesiodo , Pindaro y otros poetas de los siglos heróicos de la Grecia (1), sin que sus versos hayan con- seguido esclarecer ninguna cuestión importante relativa Archipiélago , siendo á este dudoso si , bajo el nombre de Hespérides , Górgonas , Atlánticas, Campos Elíseos , y otros , quisieron aquellos escritores designar las Islas de la costa occidental de Africa, ó los grupos más lejanos de las Azores, Cabo Verde y Antillas . Los historiadores y poetas de la repú- blica romana, hasta la época de Augusto, reprodujeron en sus obras esas mismas fábulas , sin detenerse á depurar lo que en ellas hubiese de verdadero ó falso , de modo que ningun apoyo sólido podríamos hallar en sus citas , si sériamente fuésemos á con" sultarlas . (1) Iliada. L. 18, v . 606. L. 20 , v. 7 . Odisea. L. 4 , v . 563 á 568 . Hesiodo . Opera et Dies , v . 171 . Pindaro. Olymp. 2, Ant. 4, v. 77 y 78. 14 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . No sucede lo mismo con la relación de Herodoto , cuando , al hablarnos de la expedición que el Rey Necos preparó en Egip- to, de cuya ejecución encargó á los fenicios , declara que, saliendo los buques del golfo arábigo, regresaron por las columnas de Hércules, despues de tres años de navegación ; añadiendo luego, que un sobrino de Darío emprendió tambien otro viaje allende el estrecho , y habiendo seguido las costas meridionales del Africa, doblado el cabo Soloeis, había visto hombres vestidos con hojas de palma, que huyeron al descubrirle, refugiándose en sus montañas. (1 ) No es aventurado suponer, que ambas expediciones encontraran á su paso el grupo oriental de las Canarias, y descansaran en sus accesibles playas, porque, no separándose los pilotos del litoral, debieron necesariamente descubrir á Lanzarote y Fuerteventura , y tal vez la Gran-Canaria. Si las obras de Euthimenes y Pytheas de Marsella se hubieran salvado íntegras de las injurias del tiempo y del descuido de sus contemporáneos , pudiéramos esclarecer algunas cuestiones sobre el Archipiélago , porque, no es dudoso , que al salir del estrecho . (1) Herodoto . Lib. 4 , cap . 42 . INTRODUCCIÓN . 15 recorrieran las costas africanas , impulsados por los vientos, que con frecuencia reinan en esas latitudes . (1) Algunos historiadores nos hablan de los Etruscos , cuya marina dominó en las aguas del Mediterráneo por un largo período de siglos , siendo un hecho averiguado , que, deseando extender su comercio y su poder marítimo hácia lejanos paises , llevaron sus naves al Atlántico , y colonizaron los sitios más favorables, que junto al Estrecho fueron encontrando . Otras expediciones se realizaron tambien por las Repúblicas de Tiro y Cartago, como condición necesaria de șu existencia , exclusivamente comercial, habiéndonos conservado la historia el nombre de Hannon, que llegó á fundar varias ciudades en el litoral atlántico-africano, al emprender ese famoso viaje, que tantas interpretaciones ha ofrecido despues á sus ilustrados comentadores . (2) (1 ) Pytheas escribió dos obras : La vuelta al mundo , y el Océano, que desgraciadamente se han perdido, no quedando de ellas sino fragmentos en Strabon y Plinio . Véase , Pytheas de Marseille et la Geographie de son temps , par Lelewel, París, 1836. (2) Plinio . Lib . 2, cap . 67 . Entre los varios comentadores del célebre Periplo de Hannon , cuya traducción nos han conservado Polibio y Plinio, podemos citar los siguientes : -Bochart, Geographia sacra I, 13 . 16 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Cuando Sertorio, dueño de la Iberia, pa- seaba sus triunfantes legiones hasta las costas de la Lusitania , seducido por la descripción que unos navegantes le hicieron de las Afortunadas , se dice, intentó trasladarse á ellas, segun nos refiere Plutarco (1) , lo cual , aunque parece no llegó á tener efecto , dió ocasión á este escritor para consignar tan interesante noticia, que es por si sola una prueba evidente del conocimiento que los marinos conservaban de la existencia de aquellas Islas , y de la facilidad con que se navegaba entonces por el Atlántico. Conocido era, pues, este archipiélago , cuando Juba, Rey de la Mauritania, se decidió á enviar una expedición que lo visitase y examinara, sobre cuyo viaje escribió un libro , -Campomanes . Antigüedad maritima de Cartago. -Dodwell . Dissertatio prima in geograph . min . Bougainville. Memoires sur les decouvertes d'Hannon , dans les nemoires des Inscrip . t . 26 y 28 . -Gosselin. Recherches sur la go . des ancicus T. 1.º , p. 63. Rennel . Geo . of Herodotus , p . 910 . -Heeren . De la Politique et du Commerce des Peuples de l'antiquité, T. 4. °, p 101 , 196 y 318. En un apéndice al mismo tomo se halla el texto íntegro . Cuando Hannon fué à explorar las Costas de Africa , Himilcon recorria la parte occidental de Europa , segun aparece de los fragmentos que de su viage nos conservan , Plinio , II, 67 , y Festo Avieno en su poema Ora marítima, v. 117 y 412 . ( 1 ) Sertorio . Ed . de Reiskc t . 3 , p . 520 á 523 . INTRODUCCIÓN . 17 que desgraciadamente se ha perdido , pero del cual nos conserva Plinio algunos preciosos fragmentos en su tratado de Historia Natural . (1) De ésta ó de las anteriores expediciones egípcias ó libico púnicas , datan sin duda las inscripciones que se han encontrado grabadas en los basaltos y rocas volcánicas del Hierro, Palma y Gran- Canaria, misteriosas leyendas , que guardan el secreto de esas atrevidas excursiones , cuya interpretación tal vez esté reservada á la ciencia del porvenir. IV. Densas tinieblas envuelven , durante los primeros siglos de la Edad media , los re- cuerdos que la antigüedad habia conservado sobre las Afortunadas . Si algún misionero , en álas de su fé, se atreve á pisar su suelo; si algún buque , arrastrado por las corrientes ó por la fuerza de los vientos , llega á sus aguas ; si los Vándalos, ú otras hordas salvages del Norte, (1 ) Plinio . Hist. nat, L. 6. ", cap. 37. 18 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . empujados en su camino por nuevas falanges de feroces tribus, pasan desde Europa al Africa, y desde el Africa á sus playas , hechos son, que, aunque probables, no han dejado vestigios de indubitado orígen para asegurar su certeza histórica . (1) Sin embargo por los años de 846 y 860, cuentan las crónicas hispano -arábigas, que aparecieron sobre las costas de la Lusitania densas nubes de barquichuelos, armados en guerra, y regidos por numerosas hordas de rapaces normandos . Estos piratas , que no (1 ) Los autores que en este oscuro periodo hablan de las Canarias son : Pomponio Mela en su Compendio Geográfico . L. 3.º, cap. 10. Ptolomeo, que las coloca en un mismo meridiano . L. 4 , cap . 6.º Agathomero y Solino , que copian á Plinio , y escriben en el siglo III . Eumenio , que a fin del mismo siglo dudaba ya de la existencia del Archipiélago . Dionisio Periegeta y Marciano de Heraclea , á principios del IV, y Rufo Festo Avieno , á mediados del mismo siglo , afirman que el Atlántico es innavegable. Junior Philosopho , en su Descripción de todo el orbe , asegura, que allende de las columnas de Hércules , se halla el fin del mundo . Sulpicio Severo , escritor del siglo V, duda que las Islas sean abordables . Orosio , Julio Honorio , Marciano Capella y Ethico , reproducen á Flinio con mayor ó menor exactitud . Prisciano , que escribe en el siglo VI , San Isidoro en el VII, Dicuil y el anónimo de Rávena en el IX , Tzetes en el XII , y Eustaquio en el XIII , copian á Scilax , Dionisio y Avieno ." INTRODUCCIÓN . 19 conocian freno ni ley, de costumbres sanguinarias , é instintos de fiera , sin perdonar sexo , condición ni edad , incendiaban las ciuda- des , talaban los campos , y sacrificaban á su antojo cuanto se oponia á su paso , dejando por do quiera ancho surco de fuego, sangre y lágrimas. (1 ) Creen algunos que en sus audaces correrias pudieron ser arrojados por los vientos á las costas occidentales de Africa, y que, más de una vez, abordaron á las Canarias . Estas y otras invasiones , que con frecuencia se repitieron en aquel siglo , y en los dos siguientes , obligó á los Califas de Córdoba , y á los reyezuelos que tiranizaban las cos- 1 tas meridionales de España, á sostener una armada, compuesta de que defendiesen el aviso á pequeños abierto las poblaciones buques , litoral, dando marítimas de la aproximación del nublado, para ponerse en defensa, reunirse y rechazar la agresión . El capitan de una de esas naves , llamado Ben Farroukh, cuenta el historiador árabe Ibn-al-Qouthia, hallándose en crucero sobre las costas lusitanas, el año 334 de la Egira, correspondiente al 999 de nuestra Era, tuvo (1) Conde. Dominación de los Arabes en España . Parte 2. , cap . 45 y 49 . 20 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . noticia de que en frente de las regiones del Atlas existian unas Islas, que los antiguos habian llamado , por su clima , Afortunadas , ricas en dones naturales, en belleza Ꭹ salubridad . Deseando conocerlas , hizo rumbo al sur, y despues de una navegación rápida y feliz , aportó á la rada de Gando , en la GranCanaria, á la que dió su nombre . Durante algunos dias recorrió esta Isla, acompañado de una parte de su tripulación , consignando interesantes pormenores sobre el gobierno, usos y costumbres de los insulares , hasta que, despues de haber reconocido el resto del Archipiélago , regresó á España en el mismo año, anunciando su feliz descubrimiento . Ya se comprenderá cuan grande sea el valor histórico de este documento , ignorado de todos los historiadores nacionales y extranjeros que nos han precedido , por referirse á una época tan oscura , respecto á la cual, corria muy válida la opinión de que los árabes nunca habian reconocido las Canarias. El manuscrito, encontrado en la Biblioteca Nacional de París, y traducido por Mr. Etienne, fué publicado con otros de igual procedencia en 1842 , dándolo á conocer en España el escritor canario D. Manuel Osu- INTRODUCCIÓN. 21. na, en una obra histórica , que principió á publicar en Santa Cruz de Tenerife , y que luego dejó incompleta . (1) Otro árabe, el célebre El Edrisi , conocido por el nombre del Geógrafo de la Nubia, nos refiere en su obra titulada, Recreo del hombre deseoso de conocer á fondo las diferentes comarcas de la tierra (2) , la aventura de ocho árabes, que embarcándose por el solo deseo de viajar, visitan varias islas del Atlántico , cuya descripción hace el autor; y si bien est casi imposible designar y fijar nombre al- guno á los diversos paises que sucesivamen- (1 ) Este importante documento , conocido solo de Osuna, no ha podido ser visto por ninguna otra persona, aunque han sido muchas las investigaciones que se han hecho para descubrirlo . Sin dudar de su veracidad , veracidad que parece reflejarse en la sencillez de su relato , y en los pormenores con que lo acompaña , cumple á nuestro deber, consignar esta manifestación , lamentando la desaparición de una obra, cuyo exámen sería de una importancia capital para la historia de las Canarias , En 1842 , año que Osuna cita como el de la publicación del manuscrito árabe , se ocupaban de estudios relacionados con estas Islas . entre otros ilustres escritores, D' Avezac , Berthelot, Major, Gravier , Santarem y Macedo , y ninguno que sepamos , cita una publicación , que era todavía más interesante , que el diario de Boccacio, descubierto por Ciampi en 1827. Posteriormente no han sido más felices las pesquisas hechas por todos los Canarios, que se ocupan de ilustrar la literatura patria. (2) La obra de Edrisi (Abou -abd -Allah-Mohainmed El Edrisi) se concluyó en 1154 de nuestra Era. Hay una traducción francesa con una erudita introducción por Mr. Jaubert, y otras varias en otros idiomas . 22 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . te van aquellos recorriendo , algunos comentadores han creido , comprendidas que pueden hallarse las Canarias en esa oscura relación, aunque otros afirmen, fundándose en uua crítica razonable, que el viage es una fábula, sin fundamento real ni valor his- tórico. No eran, sin embargo, tan inusitadas estas remotas y arriesgadas expediciones , porque consta tambien de una manera indubitada, por lo que han dejado escrito Justinianí, Flogietta, Pedro de Albano , Petrarca y otros (1 ) , que en 1291 dos nobles ita- lianos , Thedisio Doria y Ugolino de Vivaldi , salieron con dos galeras del puerto de Génova, haciendo rumbo hácia las Indias por el estrecho de Gibraltar, sin que nunca se haya tenido noticia cierta de su destino . No hay datos , pues , para asegurar, que en su desconocido itinerario reconocieran este Archipiélago . Al fin del siglo XIII tuvo sin duda lugar el viage del genovés Lanciloto Maroxello á la Isle de Lanzarote , imponiéndole su nombre y construyendo en sus playas un castillo cuyas ruinas encontró dos siglos ( 1 ) Pedro d' Albano . Conciliat. Dissert . 67 . - Foglieta. Hist. Genuens . Lib . 5.º -Petrarca . Vit. solit. des- INTRODUCCIÓN . pues el 23 conquistador normando Juan de Bethencourt . (1) Otra expedición , que felizmente no se halla envuelta en dudas ni vacilaciones , emprendida por órden de Alfonso IV de Portugal, ha venido luego á arrojar vivísima luz sobre el estado de estas Islas en el siglo XIV . El 1.º de Julio de 1341 , dos buques mandados por Angiolino del Tegghia de Corbizzi , salieron de Lisboa , llevando consigo uua tripulación nos, genoveses , compuesta de florenti- castellanos y otros españo- les, con armas y caballos, y habiendo llegado en pocos días á las Canarias , visitaron sus tripularios detenidamente el país, re- gresando en noviembre á Portugal . Angiolino dejó establecidas relaciones de comercio con los isleños , y se apoderó de cuatro jóvenes naturales de la Gran-Canaria , un ídolo de piedra y diversos animales y productos varios, que ofreció al rey D. Alfonso, como prueba evidente de su atrevida excursión . (1 ) En 1339 figuran por la vez primera las Islas de Lanzarote y Fuerteventura en el mapa de Angelino Dulcert de Mallorca que ha dado á conocer recientemente el Doctor Hamy . Figura la primera con el nombre de Insula de Lanzarotus Marocelus, y la segunda con el de la Forte Ventura . Entre las dos se lee sobre un islote iegi mariniParís-1887 . TOM. I. 3 24 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . El relato de tan curioso viage se ha encontrado en un diario de Boccacio, docu-. mento ignorado y descubierto en la teca de los Magliavechi biblio- de Florencia por Sebastian Ciampi , y publicado por éste en 1827 con eruditos comentarios . (1) Luego que el infante D. Luis de la Cerda fué nombrado por el Papa Clemente VI, soberano del reino afortunado , bajo el nombre de Príncipe de la Fortuna, dispuso una expedición de reconocimiento hácia sus dudosos Estados , con la protección del rey de Aragón, rival de la Corona de Castilla, y sabiendo que por su enemigo se alegaban derechos de preferente conquista sobre el archipiélago , creía de este modo mortificar á su poderoso adversario . Consta que en abril de 1345 el infante zarpó de Cádiz con rumbo á las Islas en tres pequeñas caravelas , armadas en corso . De esta notable ex- ploración, cuyas circunstancias habian permanecido en su mayor parte ignoradas , se han encontrado manuscritos en la biblioteca del Escorial, que ilustran una parte tan interesante de nuestra antigua historia . (2) (1 ) El libro lleva por titulo: Monumenti d'un manuscrito autógrafo de Messer Gio . Bocacci da Certaldo trovati ed illustrati da Sebastiano Ciampi. Firenze . Per Giuseppe Galleti . 1827 , in 8.º (2) Manuscritos de Diego Ordoñez . Cuad . 4.º , año de 25 INTRODUCCIÓN. A este viage sucedieron otros , de que tam. bien hay diversas noticias, pero nó emprendidos con objeto de fijarse en el país , sino como punto de recalada á las costas de Guinea y Rio del Oro, ó con el propósito deliberado de hacer presas en ganados , frutos y esclavos . (1) Empero, los verdaderos documentos históricos no aparecen, sino cuando Juan de Bethencourt se resuelve á emprender formalmente la conquista del archipiélago . Sus dos capellanes , Verrier, Pedro Bontier y escriben entonces Juan le la crónica de aquellos sucesos , precioso manuscrito , que contiene las primeras auténticas noticias sobre el estado social y moral de los isleños , 1530. Bib . del Escorial. Osúna en su Compendio de Historia de Canarias, es el primero que cita estos documentos. De esta expedición se ccupa Mr. Graverg en sus Anales de Geog. , t . 2.º , p . 219 . ( 1 ) Citaremos algunas obras donde se ballan esas noticias: Sobre el viaje del catalán Jacobo Ferrer en 1346, consúltese á Buchon y Tastu . Ilustración del atlas catalán y sus leyendas . Zurita en sus Anales , Lib . 20 , cap . 39 , nos habla de una expedición de dos buques à Canaria en 1360 , que supone, fueron de la escuadrilla del Principe de la Fortuna . Benzoni en su Historia del nuevo mundo . Venecia 1572 p . 179 habla de la misma expedición . Pueden además consultarse : Gonzalo de Avila . Historia de Enrique III . Ortiz de Zúñiga . Anales de Sevilla. Mariana. Historia de España . Lib. 16 , cap 14. Gomara. Historia General de las Indias , cap . 223 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 26 y la relación sencilla y exacta de una empresa, que, sin esa circunstancia , hubiera permanecido ignorada ó envuelta en las más groseras fábulas . Tan curioso manuscrito estuvo , sin em- bargo , olvidado é inédito muy cerca de 250 años , hasta que, Galeno de Bethencourt , consejero en el parlamento de Rouen , lo confió para ser publicado á Mr. Pierre Bergerón , quien lo dió á luz en París, año de 1630 (1 ) . Dos siglos despues , en 1874, se reprodujo esta obra en una nueva edición , más esmerada y correcta que la primitiva, mejorando otras ediciones , que del mismo texto se habian repetido en Francia y en el extranjero , con cuyo objeto se copiaba escrupulosamente el manuscrito , sin supri- mirle el capítulo que Bergerón y otros editores habian creido necesario ocultar al público , por respeto á la memoria del Baron (1) Se publicó bajo este título : Histoire de la premiére Descouverte et Conqueste des Canaries faite des l'an 1402 par Messire Jean de Bethencourt Chambellan du Roy Charles VI , escrite du temps pesme par Fr. Pierre Bontier Religieux de S. François et Jean le Verrier, Prestre, Domestiques dudit Sieur de Bethencourt et mise en lumiere par M. Galien de Bethencourt Conseiller du Roy en sa Cour de Parlement de Rouen , plus un traicte de la Navigation et des voyages de Descouverte et conqueste modernes et principalement des François . A París . Chez Michel Soly , rue sainct Jaques au Phoe1x . MDCXXX . 27 INTRODUCCIÓN . normando . Esta última edición , precedida de un extenso prólogo , y publicada bajo la protección de la Sociedad Histórica de Normandia , se debe al celo y reconocida ilustración de Mr. Gabriel Gravier, quien, además , la ha enriquecido con una erudita introduccion y varias curiosas notas . (1) Hasta ahora se habia creido que solo existia un manuscrito único de esta célebre crónica, pero recientemente ha adquirido otro el Museo Británico , que si no es de fe- ( 1 ) Esta obra tiene por titulo Le Canarien . Livre de la conqueste et conversion des Canaries por Jean de Bethencourt Gentil homme Cauchois . Rouen . Chez Ch . Meterie 1874 . Un ejemplar de esta esmorada edición nos fué remitido por la solicita amistad de su erudito comentador. La crónica de Bethencourt se tradujo al castellano , aun que sin llegar á publicarse, por el capitan Servan Grave; por D. Luis Fernandez de Córdova y Arce, y por D. Tomás Marin y Cubas . Hemos tenido ocasión de examinar algunas de estas traducciones . Por último D. Pedro Mariano Ramirez hizo otra traduccion , que publicó en la Coleccion de Historiadores Canarios , dada á luz en Santa Cruz de Tenerife , Imp . isleña . 1847. - 117 páginas en 8.º En 1855 Mr. Ed . Charton reprodujo la misma Crónica en el tomo 3º de su obra- Voyageurs anciens et modernes Pero, modernisando el texto, é ilustrándolo con algunos grabados que contiene el códice primitivo , de dudosa autenticidad . En 1872 se publicó otra correcta traduccion al idioma inglés , por encargo de la Hakcluyt Society , debida á lainteligente pluma de Mr. Richard Henry Major, con el texto francés y un retrato de Bethencourt, según Mancornet , un mapa de las Canarias , y una introduccion , escrita con mucha copia de erudicion , método y claridad por el mismo traductor. 28 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . cha anterior al primero, contiene á lo menos notables variantes que hacen vacilar á los críticos respecto á su relativa autenticidad . En el manuscrito de Bethencourt se considera á éste como investido de la autoridad suprema, y á Gadifer de la Salle como un lugarteniente indócil Ꭹ descontento . En el manuscrito inédito del Museo Británico se invierten los papeles , siendo los elogios para Gadifer y las faltas para el Baron normando , (1 ) á quien se considera como incapaz por su edad y achaques de dirigir una expedición guerrera de alguna importancia. Muchos hechos que de la crónica publicada se atribuyen á Bethencourt en el manuscrito inédito aparecen ejecutados por Gadifer; y entre ellos el de la sumisión prestada por el rey de Lanzarote, que la recibió el mismo Gadifer y nó Bethencourt. Los críticos que han tenido ocasión de examinar tan importante documento , creen que Le Canerien que conocemos , ha sido corregido y adulterado por un descendiente de Bethencourt en 1482 , y que tanto por el (1) En el prefacio se dice : -Gadifer de la Sale et iehan de Bethencourt, chevaliers , nez du royanme de france, ont entrepris ce voyage. Los autores se llaman Capellanes y servidores de ambos. INTRODUCCIÓN . 29 estilo, como por la letra y dibujos debe juzgarse el del Museo como el primordial y auténtico . Ya tendremos ocasión de ampliar estas noticias cuando tratemos de la expedi- ción de Bethencourt (1) Despues de la muerte de éste , acaecida en 1425 , acaloradas disputas tuvieron lugar entre las Córtes rivales de Portugal y Castilla, sobre el derecho de señorío y conquista de las Islas de Canaria, fué sometida al cuya solución arbitrage del Concilio de Constanza, y luego al de Basilea, segun era entonces de derecho público. Hallábase representado el reino de Castilla , en aquella famosísima asamblea, por el docto hijo del converso Alonso de San- ta María, el insigne D. Alonso de Cartage- na, Dean de Santiago y Segovia, y luego Obispo de Búrgos ; y en aquellas célebres sesiones defendió con tan rara elocuencia la primacía de asiento de los Reyes de Casti- lla, sobre el de los de Inglaterra, que produjo en sus ilustrados oyentes una admiración profunda. Por este tiempo fué, cuando D. Alonso escribió , de órden de su sobera- (1) Sería de desear la publicación de ese manuscrito del cual poseemos algunos extractos . Véase el artículo que le ha consagrado Mr. Warner en el Athenæum de 4 de Octubre de 1890 . 30 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . no, D. Juan el segundo , una extensa disertación , que se presentó á los Padres del Concilio , en la cual probaba con poderosos argumentos , el derecho exclusivo de la Corona de Castilla á la conquista de las Canarias , Tánger, Fez y Marruecos , en oposi- ción á las pretensiones de los portugueses , que alegaban una preferencia, fundada en anteriores descubrimientos . Este interesante opúsculo es digno de consultarse , no solo para ilustración de la historia de las Canarias , sino tambien para la general de España. (1) Las frecuentes entradas que sobre el indefenso litoral isleño se repitieron, durante la anarquía que sobrevino bajo el desventurado gobierno de Maciot, la publicación dieron lugar á de algunas relaciones , que han contribuido tambien á esclarecer algunos puntos dudosos de nuestra Entre esas relaciones , merece historia. mencionarse con marcada preferencia, la que escribió el veneciano Aloisio de Cadamosto en 1455 , ( 1 ) El manuscrito aparece con el siguiente epigrafe : Allegationes factæ p . Rev. Dom . Alfonsum de Cartagena Episcopum Burgensem in Concilio Basilensis super conquestam insularum Canaria contra Portugalensis . Anno Domini 1435 . Existe el Códice origin en la Biblioteca escurialense , una copia en la de la Academia de la Historia, c . 136 , y otra en el Vaticano , cod . 4151 , ms . INTRODUCCIÓN. 31 publicada luego por Ramusio , y en la cual se refiere su viage á las costas occidentales de Africa, de órden de D. Enrique , Prínci- pe de Portugal , recopilando todas las noticias que entonces se conocian sobre las Afortunadas, de cuyas islas visitó las de Gomera y Hierro, sometidas ya á los euro- peos . (1) Son dignas tambien de recordarse , las noticias que nos suministra riador lusitano, el célebre histo- Gómez Eannes de ra, en su famosa crónica, dida, escrita en 1458 Azura- que se creía per- de órden expresa de Alfonso V de Portugal, apellidado el Africano . Esta crónica comprende una relación exacta de todos los descubrimientos , que los portugueses realizaron bajo los auspicios del infante D. Enrique el navegante . Entre los muchos capítulos de que consta la obra, hay algunos dedicados mente á describir los usos exclusiva- y costumbres de los canarios , y las entradas , que á viva fuerza ó por sorpresa , hacian las tripulaciones de los buques portugueses, cuando , al ( 1 ) Delle Sette isole delle Canarie e delli lore costumi . -Ramusio . par . 3. ' , Lib . 2.º , p . 66 . La relación de Cadamosto apareció por primera vez impresa en Venecia , año de 1507 , luego se tradujo al aleman por Jobst Ruchamer en fol . 1508. Nuremberg; y al francés despues por Pedro Redoner. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 32 dirigirse ó regresar de Guinea, pasaban á vista del Archipiélago . En estas correrías , que algunas veces costaban sangre á sus codiciosos autores, cargaban las naves de le- ña, frutos , cueros, animales y esclavos , obteniendo para éstos fácil venta en los mercados de Europa . (1) De de otras cancía estas entradas , y la mer- análogas debió proceder que se ofreció al público en 1444 , sobre la costa de Lagos , escena que reproduce con vivos colores un escritor contemporáneo, en las crónicas caballerescas España y Portugal (2) , copiándolas de literal- mente de la crónica de Azurara. (3) Por los años de 1445 y 1469 se practicaron en Lanzarote dos notables informaciones , que no carecen de cierta importancia histórica . Acreditó en la primera Floridas (1 ) Chronica de Descobrimiento e conquista de Guiné. escrita por mandado de el Rey D. Alfonso V sob a direcçao scientífica e segundo as instruccoes do ilustre Infante D. Enrique , Pelo Chronista Gomes Eannez de Azurara . Fielmente trasladada do manuscrito original contemporaneo, que se conserva na Biblioteca Real de Pariz e dada pela primeira vez à luz per diligencia do Vizconde da Carreira enviado extraordinario e Ministro Plenipotenciario de S. Majestade Fidelisimo na Corte da França , precedida de uma introducção e ilustrada com algunas notas, pelo Vizconde de Santaren . - Pariz . J. P. Aillaud , 1841 , un tomo en 8.º de 474 páginas. (2 ) Crónicas caballerescas de España y Portugal por F. Deniz. Paris , t . 2.º , pag. 45 y siguientes . (3) Azurara. Crónica Cap . XXV , pag . 132. Paris 1841 . INTRODUCCIÓN. 33 de Betancor ser hijo natural del conquistador Juan de Bethencourt y de Da María de Ayala, noble dama de Sevilla , afirmando doce testigos , que habian asistido á la conquista, la exactitud de aquella filiación ilegítima. Y en la segunda un hijo de Floridas , llamado Arriete Perdomo de Betancor , solicitó se le tuviese por hijodalgo , y se le guardasen las preeminencias y exenciones de que entonces disfrutaba la nobleza, cuya resolución favorable recayó al fin, oyéndose antes siete testigos mayores de setenta años . (1) Las cuestiones suscitadas entre las Córtes de Castilla y Portugal, sobre la posesión de estas Islas , nos suministran asi mismo otro precioso documento ó declaración , que Juan Iñiguez de Atabe, secuestrario de Lanzarote por D. Juan el II, y embajador suyo en la Corte de Lisboa, redactó con to- (1 ) La primera información contiene una solicitud de Floridas, presentada al alcalde mayor de Lanzarote , Francisco de Burgos , ante el escribano Fernando de Párraga (14 de Agosto de 1445 ) . y al tenor de la cual declaran : Jácome Ruan , Tomas Guillermo , Rubin Gerson , Tomas Juan , Juan de Jijon , Brahan Jácome , Rubin Dumpierrez, Pedro Barba, Juan de Pierres , Arriete Perdomo , Rafael Marin y Juan de Vallejo . En la segunda información , que pasó por ante Pedro Gutierrez el viejo ( 24 3 de Junio de 1465 ) , declararon otros siete testigos , respecto á la hidalguia del nieto de Bethencourt. Algunos dudan de su autenticidad . 34 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . da precisión y claridad, y en donde consta la historia secreta de aquellas negociaciones y las disputas sobrevenidas entre Diego de Herrera y sus vasallos . (1) Otra información de grande interés para la historia general del Archipiélago fué llevada á feliz término en 1477 por el Pesquisidor ó Juez de residencia Estéban Pérez de Cabitos, con asistencia de su secretario ó escribano de diligencias , Diego Fernan- dez de Olivares, á causa de las reiteradas quejas de los vecinos de Lanzarote contra la arbitraria administración y soberanía absoluta de Diego de Herrera . Esta información, ordenada expresamente por los reyes Católicos , cuyos conatos de centralización se extendian yá á los puntos más lejanos de sus vastos dominios, les fué luego enviada , por el mismo Juez, y se conserva hoy entre los interesantes manuscritos del Escorial . (2) V. Cedido el derecho de señorío de las tres (1) Hallase este documento en el Archivo de Simancas , y una copia auténtica en la Casa-fuerte de Adexe . (2) Biblioteca del Escorial . II . X. 26 . INTRODUCCIÓN . Islas 35 principales á favor de la Corona de Castilla, en virtud de un convenio , que lleya la fecha de 15 de Octubre de 1477 , y conquistado éstas sucesivamente en 1483 , 1493 y 1496 aparecen poco despues algunas pequeñas crónicas ó relaciones , que por desgracia han llegado hasta nosotros mutila- das, corregidas y adicionadas por copistas ignorantes y comentadores sin el oficiosos , que, menor escrúpulo , se han apropiado esos trabajos, prévia la adulteración conveniente, á fin de oscurecer el original . Vamos , pues, á enumerarlas , porque, aun con esas alteraciones, constituyen la única fuente anténtica de los sucesos de la conquista, y la más exacta relación de los usos y costumbres de los indígenas. Merece entre esas crónicas preferente lugar, la que escribió Antonio Sedeño , natural de Toledo , uno de los conquistadores que vinieron con Juan Rejón en el tercio de tropas, que, por el color de su uniforme, recibieron sus soldados el nombre de Pardillos . Falleció luego este cronista en la inva- sión de Tenerife , adonde se habia trasladado bajo las órdenes de Alonso Fernandez de Lugo . El estilo es sencillo , y parece narrar los sucesos , según el mismo los iba presenciando . La obra lleva por título : Con- 36 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . quista de la Isla Gran- Canaria, y es un documento precioso para todo lo que se refiere á aquella época . Al concluir su narración , dedica algunos capítulos á los usos, costumbres y naturaleza de los insulares , en cuyas páginas se encuentran datos curiosos sobre la vida pública y privada de aquella raza primitiva. (1 ) Otra crónica, tambien muy importante , es la que escribió otro conquistador de la Gran-Canaria, que vino con Pedro de Vera, (1) De este Códice tenemos dos copias . La primera está fielmente sacada de un manuscrito de letra del siglo XVI ó principios del XVII, que perteneció á D. Tomás Marin y Cubas, y luego á D. Pedro Agustin del Castillo . Contiene al márgen varias notas de ambos historiadores aclarando ó impugnando el texto . Su título es: Conquista de la Isla de Gran Canaria Al final se leen estas palabras : - Aqui se acabó lo que en este caso se pudo escribir diciendo verdad , lo que toca a la conquista y algunas costumbres de los canarios . Escribió Antonio Sedeño, natural de Toledo , uno de los conquistadores , que vinieron con Juan Rejon, que llamaban los Pardillos . Murió en la conquista de Tenerife, donde fué con Alonso de Lugo , Adelantado de Canaria . » La segunda copia que poseemos, lleva por título-« Historia de la Conquista de la Isla de Canaria , escripta por Antonio Cerdeño, natural de Toledo , uno de los conquistadores que vinieron con Juan Rejon , el cual murió en la conquista de Tenerife , donde fué con Alonso de Lugo , Adelantado de Canaria , con la introducción y algunas anotaciones al fin por el Canónigo Pedro Cervantes, natural de dicha isla , hechas en el año de 1640 , la cual se sacó de un libro de dicho Sr. Prebendado , año de 1732. » Es evidente que su verdadero apellido es Sedeño , y no sabemos si era hermano ó pariente del héroe , cuyas hazañas nos canta Castellanos en sus elegias de Varones ilustres de Indias . ( ། INTRODUCCIÓN. 37 de soldado , según unos , y segun otros , de capellan, llamado Pedro Gomez Escudero . (1) Esta crónica se ocupa así mismo , aunque con mucho laconismo , de la conquista de Palma y Tenerife, y contiene un curioso capítulo sobre las costumbres de los indígenas que poblaban la Gran-Canaria. Los sucesos ocurridos en la rendición de esta Isla , se hallan narrados con más extensión que en el manuscrito de Sedeño , y la redacción parece más esmerada y correcta . (2) En diversos autores , habiamos leido , que el alférez Alonso Jáimez de Sotomayor, cuñado de Juan Rejón , que tan justa celebri- dad alcanzó en la conquista de la Gran-Canaria , habia dejado escrita una relación de estos sucesos , adicionada despues , en 1639, por el capitan Alonso de Jerez Cardona. Muchas é infructuosas investigaciones habíamos hecho para obtener una copia de tan curioso manuscrito , hasta que al fin hemos (1 ) Marin y Cubas en su historia manuscrita , de que luego hablaremos , le llama Pedro Fernandez Escudero , y añade , que era Alcaide de la Torre del Real de Las Palmas , situada en la plaza de San Anton , y que escribió mucho de la conquista Parte 2.* (2) El ejemplar que poseemos es copia de otro que perteneció á Marin y Cubas, y se titula: -Historia de la conquista de Gran-Canaria por el Capellan y Licenciado Pedro Gomez Escudero . Obsérvese que el ser Capellan , no era obstáculo en aquellos tiempos para ser soldado . 38 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . creido encontrarle en un códice del siglo XVII , convenciéndonos al menos , de que, sino es el de Sotomayor, es el mismo que Viera y Clavijo cita en sus Noticias. bajo el epígrafe de manuscrito antiguo . Esta cró- nica es un interesante estudio , que, aunque poco se aparta de lo consignado en las de Sedeño y Escudero , completa sus citas y las adiciona á veces , respecto de aquellos acontecimientos , que se relacionan con la gestión de los espinosos asuntos en que intervino Rejón, de quien se muestra defensor incondicional . (1 ) Hernan Peraza, castigado por los Reyes Católicos con la pena de presentarse en persona y acompañado de cierto número de vasallos en la Isla de Gran-Canaria , para ayudar á su completa sumisión , tambien dejó escrito algunos apuntes sobre este su- ceso, lo mismo que su yerno Diego de Herrera. (2) Se dice del mismo modo, que Pe- (1) El manuscrito tiene por epigrafe: -Conquista de la Isla de Gran-Canaria hecha por mandado de los Señores Reyes Católicos D. Fernando y D. Isabel , por el capitan D. Juan Rejón y el Gobernador Pedro de Vera, con el alferez mayor Alonso Jáimez de Sotomayor. Se custodia en la Biblioteca de la Laguna , y aparece copiado por Fray Juan Antonio , franciscano , año de 1666 . Consta la obra de 22 capítulos . (2) En una nota de letra de Marin y Cubas , al márgen del manuscrito de Sedeño , citado anteriormente , se lée : «Yo he visto.... los escritos de Hernan Peraza , y los de su INTRODUCCIÓN . 39 dro de Argüello redactó una crónica en latin sobre la conquista de las islas , enmendada Ꭹ adicionada por el bachiller Hernando Ortiz . Dábase Argüello el título de escribano de la conquista, pero sólo sabemos , que por los años de 1528 , residía en la Villa de Gáldar. (1) yerno Diego de Herrera . » - Tal vez este Diego de Herrera fuese el Gobernador de Canaria que en 1524 dió un informe, que poseemos original, sobre ciertas perturbaciones producidas por el Chantre D. Martin Jimenez , Inquisidor apostólico que era de estas Islas , durante el ejercicio de su cargo . (1) Según el Dicionario bibliográfico de D. Tomás Muñoz , esta crónica tiene el siguiente título : -Crónica de las Islas de Canaria , en que se refiere como se ganaron de los naturales dellas, por Pedro de Argüello , primer escribano de la conquista , enmendada por el Bachiller Hernando Ortiz en 1526 Manuscrito en folio de la Biblioteca del Marqués de Montealegre , según el catálogo impreso, fol . 108 vuelto . Esta librería formó luego parte de la del Marqués de la Romana , pero no se encuentra ya en ella dicho Códice . En la información de hidalguía de D. Luisa de Betancor , declaraba Argüello como testigo , en 1528 , y se decía vecino de Gáldar . Consignaremos , por lo que pueda contribuir al hallazgo de este inanuscrito, que en la- Relación de los libros que se llevaron al Escorial, procedentes de la Capilla Real de Granada- se lée la siguiente nota: -Otro libro en latin, escrito de mano, en papel de á cuarto , encuadernado en tabla, intitulado : «Tratado sobre la Conquista de las islas de Canaria. » ¿Será la obra de Argüello? Respecto á Hernando Ortiz poseemos algunas curiosas noticias . En 1505 era bachiller de gramática en Las Palmas , y leia en la Igiesia de San Anton las lecciones á que estaba obligado por razón de su oficio , á cuya clase asistian muchos canónigos para aprender latin . La Inquisición le procesó por proposiciones atrevidas , de 4 TOM. I. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 40 La organización feudal y nobiliaria de los reinos de Castilla, llevada á las playas del archipiélago por los aventureros de Rejón, Vera y Lugo, dió desde luego tanta importancia al elemento militar, que tan pronto como fenecíó la conquista, y comprendieron los Jefes de ella, que sus proezas iban á quedar oscurecidas, sino se perpetuaban de una manera auténtica en informaciones y actas notariales , así como su preciosa cualidad de hijodalgos , que les eximia de pechos, sisas y alcabalas, y hasta de pagar las deudas mas legítimas, se apresuraron á formular sus respectivos hechos y glorias personales en aquellos actos, que pasaban siempre por ante los gobernadores de cada isla, interro- gando al efecto viejos testigos, que declaraban sobre esos mismos hechos , á los cuales , la excesiva vanidad de los solicitantes , prestaba exageradas proporciones . Doña Margarita, hija de D. Fernando Guanarteme, que vivía en Gáldar, y había casado con Miguel de Trexo Carvajal, fué una de las primeras, que pretendió acredi- sabor herético . En una ocasión fué denunciado , porque hablando respecto de la humildad, para realzarla, dijo, que la Virgen había nacido y vivido en una condición baja y vil. Es probable que Argüello solicitara su asistencia para poner en lengua latina su crónica. INTRODUCCIÓN. 41 tar su noble ascendencia por medio de una ínformación, cuyas diligencias se practicaron en 1526 , ante el teniente de Gobernador de Canaria Francisco Pérez Espino ó Espinosa, por delegación de Martin Fernandez Cerón, Justicia mayor de la isla . Declararon en ella, al tenor del interrogatorio que encabeza la demanda , nueve testigos que se habían hallado en lo más récio de la conquista, y en sus verídicas contestaciones encontramos confirmados muchos de los hechos que las crónicas refieren , y menciona- dos otros que en ellas se omiten . (1) Su prima D.ª Luisa de Betancor, conocida en nuestra historia con el nombre indígena de Tenesoya Vidina, hija del Guaire Aymedeyacoan, siendo ya viuda de Maciot Perdomo, pariente del baron normando , y hallándose tambien en Gáldar, solicitó y obtuvo la recepción de testigos para acreditar su hidalguía y la de sus hijos , á quienes se les iba á embargar por deudas , los pocos bienes que poseian . En estas diligencias se halla una declaración notabilísima , presta- (1 ) De esta información existen varias copias auténticas . Los testigos que en ella declararon se llamaban - Hernando del Castillo . - Juan Bravo . -Alonso Hernández . Luis Ximenez - Fernan Alvarez . - Juan de Soria . - Bartolomé de Barrea . - Gonzalo de Aguilar . - Gonzalo de Fuentes . 42 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . da por D.a Catalina, hija única del Rey Guayasen el Bueno, y prima de Tenesoya, que por algunos canarios era respetada como la sola y legítima heredera de la corona isleña . Contaba entonces esta señora la edad de sesenta años, y se dice que habia casado tres veces. (1) La información contiene tambien algunos datos importantes sobre la con- quista. En Tenerife se hicieron asimismo , y con el propio objeto , diversas justificaciones , que contribuyen á esclarecer ciertos hechos de la época que siguió inmediatamente á la colonización española, y á darnos algunas noticias sobre las fusiones que tuvieron lu- gar entre las dos razas . Ibone de Armas, afamado capitan isleño , que se distinguió Tenerife, acreditó en las islas de Palma y su hidalguía en 1501 , probando que descendia de Aguamuge, célebre adivino ó Faican de la Gomera. (2) (1 ) Luisa de Betancor y su hijo Juan Perdomo dieron poder para esta información ante el escribano de Guia Alonso de S. Clemente , el 24 de Octubre de 1525 , y firma como testigo Juan Cairasco . Los que declararon en la justificación se llamabanAdan Acedo . - Juan de Soria . - Antonio Cerezo . - Hernando de Vera . - Cristóbal Rodríguez . - Pedro de Argüello. Catalina de Guzman . (2) Estas diligencias las autorizó Antonio de la Peña , escribano de la Gomera, y las posée hoy el Licenciado D. José María de las Casas, vecino de la Laguna INTRODUCCIÓN. 43 Lope Hernandez de la Guerra, conquistador tambien de Tenerife , solicitó otra información en 1512 , para consignar algunos gloriosos hechos de armas, que sin esa circunstancia hubieran quedado oscurecidos . (1 ) En años subsiguientes los hijos del heróico patricio Bernardino de Lescano Muxica, tomaron acta judicial de las increibles hazañas de su ilustre ascendiente, quien, en sn afán por servir á su país, adquirió, armó y se puso al frente de una escuadrilla, con la cual limpió de piratas los mares del Archipiélago . (2) Agustin Delgado, descendiente de los Guaires de Telde, y soldado de las huestes de Lugo, probó tambien su nobleza ante las autoridades de la Laguna, y luego pasó á Indias , donde realizó esos prodigios de valor, que cantó Castellanos en sus Elegias . (3) De esta información extractó numerosos datos el diligente cronista Nuñez de la Peña . Otras informaciones sobre cadra de hereges y delitos contra la fé, practicadas de (1) Viera cita esta información en sus Noticias . (2 Esta información se custodia en el archivo de los Sres Condes de la Vega Grande. (3) Agustin Delgado és el mismo que tantos elogios mereció á Juan de Castellanos en sus Elegias de varones ilustres de Indias . Era nieto del célebre canario Pedro Maninidra, que murió peleando bajo las banderas del Adelantado en las costas de Berberia . 44 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 1491 á 1499 , por el Provisor de la Diócesis , y por delegados del Sr. Obispo de Canarias D. Diego de Muros , y las probanzas que recibió el canónigo D. Dartolomé Lopez de Tribaldos, Inquisidor en comisión, nombrado por el Arzobispo de Sevilla, de 1504 á 1510 , contienen numerosos datos , que se relacionan íntimamente con la manera de ser de aquella sociedad naciente . (1) Dignas son tambien de mencionarse , como documentos históricos, las constitucio- nes sinodales dadas á su clero , por el mismo Sr. Obispo D. Diego de Muros , y de las cuales se conservaba una copia en el archivo parroquial de San Juan Bautista de Telde . En ellas se contiene una série de prescripciones morales, que reflejan poderosamente los usos y costumbres del país, en aquellos primeros dias que siguieron á la rendición de los indígenas . (2) Son, asimismo , de grande importancia histórica otras constituciones si- (1 ) Hemos visto y leido estas diligencias en sus origi nales , tal vez los más antiguos que se conservan en el Archipiélago . El obispo firma D. Episcopus Rubicensis; hay tambien firmas originales del adelantado D. Alonso de Lugo , del Dean D. Juan de Alarcon y de los principales conquistadores . (2) Estas sinodales las dió á conocer por primera vez Zuasnávar en su compendio histórico . Se dice que ya no se encuentran en aquel archivo ; pero existe una copia en el secreto de la Catedral de Las Palmas . INTRODUCCIÓN . 45 nodales de su sucesor el Iltmo . D. Fernando de Arce, que en 1514 y 1515 abrió sínodo en Las Palmas, y enmendó y adicionó las de Muros , creando al mismo tiempo parroquias en los pueblos , donde el aumento de población indicaba su necesidad; y por último, dando reglas para el mejor gobierno espiritual de sus administrados . Estas constituciones que han permanecido hasta ahora desconocidas , ofrecen numerosos datos sobre las costumbres , industria, y cultura intelectual de los isleños . (1) Si examinamos ahora, como documentos coetáneos , la célebre crónica de los reyes Católicos , tantas veces citada por todos los historiadores nacionales y extrangeros, crónica que escribió á fines del siglo XV el cura de los Palacios , Andrés Bernaldez , nos será fácil , con los capítulos que á las Canarias dedica, formar una nueva é interesante memoria, que completará, corregirá y ampliará muchas de las noticias que poseemos sobre estas islas, y que Bernaldez recogió (1) Hállase este documento en el mismo archivo secreto de la Catedral de Las Palmas , donde fué descubierto por Viera y Clavijo , quien lo cita en los apuntes que recogia para adicionar sus noticias, pero sin que hubiese llegado á utilizar su contenido . Noticias , 2. edición t. 4. 0 p . 70 nota . Poseemos un traslado del que Viera copió para su uso particular . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 46 de los indígenas y soldados conquistadores , que con frecuencia se detenian en Jerez, Cádiz y Sevilla . (1 ) Estos capítulos fueron yá reunidos y anotados con el propio objeto , por el fraile carmelita, Pedro de Quesada Molina, natural de la Laguna, cuando residia en el convento de San Alberto de Sevilla . (2) Antes y despues de que se escribiera esa crónica, los historiadores generales y particulares de los reinos de Castilla y Aragon, y todos los de Indias, consagraban siempre algunos capítulos al estudio de este archipiélago, ampliando con mayor ó menor extensión y exactitud lo que entonces se sabia, ( 1 ) Esta crónica , uno de los monumentos más curiosos de la historia pátria , era solo conocida por las copias manuscritas que poseian algunos cruditos , hasta que, á mediados de este siglo, se imprimió en Granada con muchas incorrecciones . En 1869 la Sociedad de Bibliófilos andaluces hizo de ella una esmerada edición en dos tomos , con varios datos biográficos sobre su autor, y un juicio crítico de la obra , debido á la pluma de D. Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca . Por último en 1878 se insertó en la colección de Autores Españoles, que con tanto aplauso ha publicado Rivadeneyra, depurando con esmero el texto. (2) Etnog . de Canarias por Mr. S. Berthelot , p . 70 . Los capítulos de Bernaldez relativos á Canarias , son los marcados con los números 64 , 65 , 66 , 67. 132 y 134 Bib . de AA. Españoles , tono 70 . Apesar de la esmerada corrección del texto , observamos que se llama el Archipiélago islas de Canarias , cuando Bernaldez debió escribir y escribió islas de Canaria . ว INTRODUCCIÓN . 47 respecto al estado del país , sus habitantes y producciones . (1) Obsérvase con frecuencia , que estos escritores se copian los unos á los otros , incurriendo en groseros errores ó dando crédito á absurdas fábulas , que han venido repitiéndose en diccionarios, viages y tratados geo- (1 ) Citaremos algunas de estas obras : -Gerónimo de Zurita . Anales . Lib . 8. , cap . 1. ° y 4. ° Lib . 20 , cap . 9. -Salazar de Mendoza . Monarquia de España , cap . 7 y 8 -Lopez de Gomara Historia general de las Indias . Fol. 121 . -Perez de Guzman Crónica de D. Juan el II . cap . 263 . -Antonio de Nebrija . Década 2. Lib . 2.º , cap . 1.º -Juan de Barros . Década 1 , ª Cap . 12 . -Mariana . Historia de España . Lib . 20, cap . 9. -Marineo Siculo . Lib . 19 , cap . 75 . -Gil Gonzalez Dávila . Crónica de Enrique III . cap . 39 y 79. -Jacobo Mainoldo . Reyes de España . p . 24 . -Jorge Mérula . De Variat . Lib . 5.º cap . 4 . -Camilo Borrero . De Præstitu Rey. Cath. cap . 46 . -Auberto Mireo in Geog Eccles. Verb . Canaria . -Morigia . Historia de las Religiones . c . 59 Hernando de Pulgar . Historia de los Reyes Cató icos . Parte 2. , cap. 76 y parte 3.ª , cap . 18 . -Cobarrubias . Tesoro de la lengua castellana . cap . 17 . -Garibay. Compendio Historial . t . 2.º , cap . 1.° -Bartolomé de las Casas . Historia general de las In dias . Del 18 al 21 cap . -Antonio Galauo . Tratado sobre el camino que condu ce a las Indias . Lisboa . 1550 . -Thamara . El libro de las costumbres de todas las gentes del mundo de las Indias . Amberes . 1556 . -Oviedo . Historia general de las Indias . Madrid . 1853 . -Cordeiro . Historia insular . Lisboa . 1717. -Vida del infante D. Enrique de Portugal, por Cándido Lusitano . (José Freire . ) Lisboa . 1758 . 48 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. gráficos , hasta nuestros dias , con notable perjuicio de la verdad histórica y descrédito de sus autores . Desde esa remota época, varios aficionados á genealogias, que nunca han escaseado en el país, recogieron las filiaciones de muchas de las familias de los principales jefes indígenas, conservándonos de ese modo la historia de sus alianzas con los conquistadores , y hasta la de sus enlaces con los negociantes y colonos extranjeros , que vinieron á buscar nueva patria en las Canarias, preciosos datos que hoy son el hilo conductor que sirve de guia al estudio de las vicisitudes de esa raza tan olvidada como des- · conocida . (1) VI . Entrando ya el siglo XVI , varios nego- ciantes ingleses principiaron á enviar á las Canarias algunos comisionistas ó factores , (1 ) Entre estas colecciones podemos citar la que posće el Beneficiado D. Domingo Brito y Salazar, y los manuscritos genealógicos que fueron del infatigable D. Juan Nuñez de la Peña, propiedad hoy de D. Manuel García Andueza. INTRODUCCIÓN. 49 que recorriesen sus principales puertos y poblaciones aprovechando los escasos intérvalos de paz, que ambas naciones se permitían ; pero cuidando de evitar aquellos la incansable vigilancia del Santo Oficio , que yá desde 1504 ejercia sus rigores en las personas , que por sus actos ó palabras inspiraban sospechas de dudosa sinceridad católica . Uno de estos comisionistas, más ilustrado ó menos indiferente que los demás , escribió en 1526 una relación descriptiva del país, publicada despues en la colección de viages de Hakcluit y Purchas, y reproducida en el tratado de navegación que Bergeron publicó en 1629, á continuación de su crónica de Bethencourt. Llamábase su autor Thomas Nichols ó Midnal, y en su curioso viage refiere todo lo que el mismo observó, consagrando á cada isla un párrafo relativo á sus productos naturales, industria, comercio y población . (1) Otro viagero inglés, M. Edmond Scory, visitó la isla de Tenerife y subió al Teide, cuyos caracteres geológicos fué uno de los ( 1 ) Véase la colección citada , y el Tratado de navegación de Mr. P. Bergeron . Paris . Chez J. de Heuqueville . 1629 . Tomás Nichols era factor de tres célebres comerciantes de Londres, Tomás Locke, Antonio Hikman y Eduardo Castelin . 50 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . . primeros en señalar, aunque con marcadas inexactitudes, debidas á la imperfección de los instrumentos , y á los escasos progresos de las ciencias en aquella época . (1 ) En la conquista de Tenerife se habia distinguido por su valor y prudencia el capitan Martin de Alarcon, y un pariente suyo, el P. Pedro de Alarcón, de la Compañía de Jesús , martirizado luego en el Japón, dejó escritas algunas noticias que recordaban aquellos hechos de armas, cuyo manuscrito poseia el Licenciado Luis Parrado de León, beneficiado de la parroquia de los Reme- dios en la Laguna. (2) En este mismo siglo vivia en Las Palmas un médico ilustrado y laborioso , llamado el Doctor Alonso Fiesco, quien dedicó sus ocios al estudio de las antigüedades de su país, que para él no eran antiguas todavia. Sabemos que escribió una larga y curiosa historia, cuyo manuscrito ha desaparecido , sin que hayamos podido averiguar noticia (1 ) Sir Edmond Scory, caballero inglés , descripción particular de Tenerife , montaña maravillosa, de las singularidades de esta isla, costumbres de sus habitantes, gobierno antiguo , idolatría, fertilidad , vinos excelentes , ciudad de la Laguna , Guanches , Bethencourt primer descubridor, opiniones en la religión , particular vuelo de aves.Purchas , t . V. Bergeron . Viajes . La Haya. 1735 . ( 2) Vease Nuñez de la Peña pag. 112 . 1 51 INTRODUCCIÓN. alguna sobre tan interesante documento . (1) Los ingenieros Leonardo Turiani (2) y Próspero Casola, de los cuales , el último estaba ya domiciliado en las Palmas desde 1586 , donde se casó y fué regidor perpetuo de su municipio, escribieron á fines del mismo siglo y principios del siguiente varios ( 1 ) Fr. Alonso de Espinosa en su obra- Del origen y milagros de N. S. de la Candelaria- dice : -Aunque no fué mi intento ni el principal motivo de mi escriptura ser historiador desta isla ... muéveme ... ver, que aunque hay muchos historiadores que de las otras islas escriben, como es el Dr. Fiesco en Canaria, que va escribiendo una larga y curiosa historia , y Leonardo Turian , ingeniero, que con subtil ingenio y mucha arte escribe la descripción destas islas , y otras que no han salido á luz . — Lib . 3.º, p . 51 . El Dr. Fiesco fué recibido médico del Cabildo Eclesiástico de Canarias , en sesión de 28 de Abril de 1564 , que dice asi : «Se nombraron por médicos del Cabildo al Dr. Fiesco y al Licenciado Castro , á cada uno con el salario de 30 doblas y 6 fanegas de trigo . » Extracto de actas . T. 1.º , año de 1564 . Sabemos, además, que en 1581 ejercia el cargo de médico del Hospital de San Martin, y que en 1588 estaba aún en Las Palmas , porque aceptó un tributo que le cedia Lorenzo de Palenzuela . Tambien consta por otro documento público , otorgado por él en 1600 , que daba poder á un hermano suyo , Racionero en la Catedral de Cádiz, para vender algunas fincas . En 1564 tenia 32 años , y por tanto en 1600 alcanzaba la edad de 68 años . (2) Leonardo Turian ó Turiani era en 1595 Veedor Mayor de las Obras Reales , y tan celebrado por su agudo ingenio, que Camoens lo elogia en uno de sus sonetos . En la parte 2. del Templo Militante de Cairasco , edición de Lisboa, hay unos versos en italiano , que Turiani dedica al poeta isleño. Tal vez fuera hijo del célebre Juan Turiano , predilecto ingeniero de Cárlos V. , autor del acueducto de Toledo . Es indudable que Leonardo visitó el archipiélago . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 52 informes y memorias sobre estrategia, fortificaciones y topografía de las islas , que se remitieron á España, y de los cuales algunos se guardan hoy en el Archivo de Si- mancas (1 ) El famoso historiógrafo de Felipe II, D. Antonio de Herrera en sus discursos morales, políticos é históricos, obra poco conocida, se ocupa en el opúsculo que lleva el número XIV, del descubrimiento de las islas Canarias, y de las diferencias que sobre su dominio surgieron entre castellanos y portugueses . En el discurso XV nos ofrece una reseña de los usos, costumbres y religión de los indígenas, que contribuye á aumentar el caudal de esas noticias , aunque nada nuevo (1) Entre las memorias que escribió Casola, tenemos copia de la que dirigió á Felipe II en 8 de Octubre de 1595 , sobre la manera de fortificar á Fuerteventura , poniéndola á cubierto de las invasiones moriscas . Viera en la pag. 197 del tomo 3.º de sus Noticias, hablando del Capitan General D. Iñigo Brizuela , que falleció en Las Palmas en 1636 , se expresa en estos términos.« Su grande actividad y celo se comprueba con el libro que se presentó á Felipe IV de la visita que hizo de nuestras islas, acompañado del ingeniero Próspero Cazorla . » Su verdadero apellido es Casola, como puede comprobarse con sus firmas de que poseemos varios autógrafos . Creemos que el libro fuese obra del laborioso ingeniero . En su testamento otorgado en Las Palmas ante Andrés Rosales , en 9 de Diciembre de 1629 , declara ser natural de Reggio en Lombardía , criado del Rey y su ingeniero militar, habiendo casado con Doña Isabel de Zurita Imperial de quien tenia sucesión . Volvió á testar en 7 de Mayo de 1647 ante Juan Baez Golfos . INTRODUCCIÓN. 53 añada á lo que ya habian dicho sus predecesores . (1) A fines del siglo XVI aparece al fin la primera obra impresa de alguna importancia, que contenga una relación ordenada de la historia de la conquista y de sus primitivos habitantes , aunque dirigida á otro objeto muy diverso, que el de ilustrar los orígenes de la historia isleña . Habíala escrito y publicado en Sevilla el P. Fr. Alonso de Espinosa en 1594 , y llevaba por títuloDel orígen y milagros de N. S. de Candelaria-Divídela su autor en cuatro partes de las cuales la primera trata-De la descripción de la isla de Tenerife y de sus calidades Ꭹ de los naturales de ella y de sus costumbres y otras cosas .- En la segunda parte se ocupa - Del orígen y aparecimiento de la Santa Imágen de Candelaria, y de las cosas que en este tiempo pasaron . -En la tercera nos habla de la Isla de Tenerife y de sus conquistadores . -Y en la cuarta- (1 ) Inédita habia permanecido esta obra, hasta que en 1804 se imprimió en Madrid bajo este título . -Discursos morales , politicos é historicos de D) . Antonio de Herrera, cronista del Rey D. Felipe II , autor de las Décadas de Indias . Tomo 1. " Madrid , Imprenta de Ruiz1804 , en 8.° Vieron la luz por el celo de D. Juan Antonio de Zamacola . 54 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . De los milagros que N.a S.a ha obrado por esta santa reliquia . El autor se lamenta de la indiferencia que habia en Tenerife respecto á investigaciones históricas, y asegura que en las otras islas , se habian emprendido notables trabajos sobre antigüedades , de los cuales algunos estaban ya concluidos, y andaban en manos de los curiosos . Entretanto , y como para probar, no yá la indiferencia, sino el odio hácia toda discusión histórica , la obra del laborioso Dominicano , aunque impresa, se vió expuesta á desaparecer del todo , sin dejar más huella que el recuerdo de su título . Una familia poderosa de Tenerife , creyéndose ofendida por algunas observaciones que consignaba el fraile historiador, recogió la edición, y quemó todos sus ejemplares, escapando solo uno de tan inaudito auto de fé, que, guardado felizmente por un amante de las glorias patrias, sirvió , tres siglos despues, para reimprimir el texto, y legar á la posteridad las peregrinas noticias que aquella obra contiene , apesar de la excesiva credulidad con que se halla escrita , y de la candidez de sus numerosos milagros . (1) (1 ) La obra fué impresa en esta forma : De la aparición y milagros de la santa Imágen de 55 INTRODUCCIÓN . Otra imágen célebre, que se veneraba en el convento de San Miguel de la Laguna, dió lugar á otra publicación , que no tiene el valor histórico de la del P. Espinosa, pero que no debemos omitir en esta reseña bibliográfica. Nos referimos al-Breve sumario de los milagros que el Santo Crucifijo de San Miguel de las Victorias de la ciudad de la Laguna de la isla de Tenerife ha obrado hasta el año de 1590, y de los primeros predicadores de la fé en las islas de Canaria . Está escrito por el P. Provincial Fr. Luis de Quirós de la órden de San Francisco . (1 ) En los últimos años de este mismo siglo XVI , tuvo lugar en Las Palmas el ataque é invasión de las escuadras inglesa y holandesa, al mando respectivamete de Drake y Vanderdoez, y sobre tan importante acontecimiento se practicaron algunas informaciones, entre las cuales fué la mas notable la que se recibió á instancia del Gobernador Antonio de Pamochamoso . Tambien se re- N. S. de Candelaria , que apareció en la isla de Tenerife con la descripción de esta isla . Compuesto por el P. Fr. Alonso de Espinosa de la órden de Predicadores y Predicador de ella . En Sevilla, 1594 . Se reimprimió en Santa Cruz de Tenerife , Imprenta y libreria isleña , 1848. Un tomo en 8. El autor era natural de Alcalá de Henares . (1 ) Impreso en Zaragoza por Juan Lanaja, 1612 en 8.° 5 TOM . I. 56 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dactó un diario por el escribano de Guia Juan de Quintana, y se enviaron relaciones á España por el Tribunal de la Audiencia, dando cuenta al Rey de uno y otro suceso. (1 ) No debemos omitir, para completar esta reseña, en la parte que corresponde á aquel siglo, la relación que el italiano Benzoni nos ha dejado de su visita á las islas de GranCanaria y Palma en 1541 , al emprender su viage de exploración al nuevo mundo . Apenas tenia veinte y dos años, cuando al salir de su patria se detuvo en las Canarias . Hallábanse éstas todavia muy próximas á la época de su conquista, y por eso es más curiosa su relación . En el tercer libro de su historia, impresa en Venecia en 1572 , nos dá algunos pormenores sobre los usos y costumbres de los isleños, manifestando que lo que refiere lo habia oido á algunos de los descendientes de aquella primitiva raza . (2) (1 ) Poseemos copia de la información de Pamochamoso , del diario de Quintana , y de los servicios prestados por el Capitan Juan Ruiz de Alarcon en ambos ataques . Hay una relación auténtica y documentada de la invasión de Drake enviada por el Tribunal de la Audiencia al Rey Felipe II, que posée hoy D. José Sancho Rayon . ( 2) G. Benzoni . La historia del Mondo Nuevo di M. Girolamo Benzoni Milanese . La qual tratta delle Isole e mari nuovamente ritrovati , et delle nuove cittá da lui proprio vedute, per acqua et per terra in cuattordeci anni . Nuovamente ristampata et illustrata con la giunta d'alcune cose notabile dell'Isole di Canaria. Venecia ad instantia di Pietro et Francesco Tini , fratelli . 1575. En 8.º, 179 fol. 57 INTRODUCCIÓN. VII . Los primeros años del siglo XVII vieron llegar al archipiélago algunos individuos de la yá poderosa Compañía de Jesús , con el intento de fundar establecimientos permanentes de su instituto en Tenerife y Canaria, para lo cual contaban con valiosos auxiliares entre la nobleza, obispos , cabildo y municipios . Uno de estos hijos de Loyola, despues de permanecer algunos años en el país , estudiándolo y reconociéndolo , escribió un- Tratado de la historia natural y moral de las islas de Canaria - que no ha llegado á publicarse. (1) Mientras Espinosa, Quirós y Garcia escribian y jamos daban á mencionadas, luz las obras dos poetas que de- canarios. de levantada y generosa inspiración , nacidos , uno en Las Palmas, y otro en la Laguna, improvisaban á la sombra del Doramas . y del gigantesco Teide, flúidos y armoniosos versos, que habian de inmortalizar sus nombres, celebrando al mismo tiempo las belle(1 ) Se asegura que cuando se verificó en España la expulsión de los Jesuitas se hallaba cste manuscrito en el Colegio que tenian los P. P. en Sevilla . 58 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . zas de su patria, y los hechos gloriosos que en su suelo se habian realizado . Asi era en efecto . Cairasco de Figueroa cantaba en su Templo Militante en su Esdrujúlea y en su Jerusalen , la hermosura incomparable de las Afortunadas, enviando hácia todos los pueblos que entonces hablaban la hermosa lengua de Castilla, un recuerdo inmortal de este archipiélago ; (1) en tanto que, Antonio de Viana, en su famoso poema sobre la conquista de Tenerife, celebraba en épicas octavas las brillantes hazañas de los Bencomos y Tinguaros, de los Lugos y Benitez, de los Guanartemes y Maninidras, recordando en sus versos las riquezas naturales de Nivaria, la imponente magestad de su (1 ) La primera edición del Templo Militante se hizo en Valladolid por Luis Sanchez , año de 1602 , en un tomo en 8.º , que comprende los meses de Enero , Febrero y Marzo . En 1603 , se reimprimió dicha primera parte con la segunda , en un tomo en 4.º , por el mismo Sanchez en Valladolid . La tercera parte vió la luz en un tomo , año de 1609 , en Madrid , por el mismo impresor : y la cuarta en Lisboa por Pedro Crasbeck , año de 1615 , reuniendo las cuatro partes, en dos tomos en folio á dos columnas con el retrato del autor grabado en madera . Posteriormente se han hecho dos tentativas de reimpresión en Las Palmas en 1860 y 1878 , que no han alcanzado sino el primer trimestre . En el tomo XLII de la Biblioteca de Autores Españoles de Rivadeneyra se encuentra una colección de Discursos tomados de dicha obra con una noticia biográfica : y en el Parnaso Español que publicó D. Antonio de Sancha en 1771 (tomo 5. ) se inserta con grandes elogios uno de sus cantos . INTRODUCCIÓN . 59 gigante Teide, y los sencillos amores de Dácil, Rosalva y Guacimara. (1) Las cuestiones litigiosas que se promovieron sobre el Señorío y división del Marquesado de Lanzarote, cobranza y distribución de su derecho de quintos y otras alcabalas, tanto en aquella isla como en la de Fuerteventura, y las diferentes reclamaciones que sin cesar dirigian al Rey sus vecinos , vejados y atropellados por los que, desde el siglo anterior, se llamaban sus Señores , dió lugar á la publicación de extensos Memoriales, en defensa de los unos y de los otros, que contienen numerosos datos históricos y estadísticos relacionados con todo el archipiéla- go (2) ( 1 ) El poema de Viana se imprimió en Sevilla en 4604 por Bartolomé Gomez de Pastrana con el título de— Antigüedades de las Islas Afortunadas de la Gran- Canaria , Conquista de Tenerife y aparecimiento de la Imágen de Candelaria , en verso suelto y octava rima, dirigido al Capitan D. Juan Guerra de Ayala, Sr. del Mayorazgo del Valle de Guerra . Esta edición es tan rara , que ignoramos quien posea hoy un ejemplar. Conocemos algunos manuscritos , copiados de la misma obra impresa . En 1854 se reimprimió el poema en Santa Cruz de Teuerife con muchas incorrecciones, mal papel y peores tipos , edición que tambien se halla agotada , volviendo á reimprimirse en 1882 . (2) Entre estos opúsculos creemos dignos de mencionarse los siguientes : -Memorial ajustado en el Pleito del Estado de Lanza . rote. -Derechos de la casa de Herrera á las Islas Canarias 1593 . 60 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . El Licenciado Juan de Betancor, Racione- ro de la Catedral de Canarias, ayo y maestro que habia sido del célebre D. Agustin de Rojas , marqués de Lanzarote, al ocuparse tambien del derecho de quintos perteneciente á la casa de Herrera, escribió unas memorias sobre el orígen y conquista de estas islas , que no llegaron á publicarse, pero que fueron muy conocidas y consultadas por los letrados , que entonces se encargaron de la defensa de aquellos privilegios . (1) Despues que el Sr. Obispo D. Diego de Muros habia publicado las constituciones Sinodales de que antes hablamos , aquellos que estaban obligados á su cumplimiento , ó las olvidaban, ó cohonestaban su falta de -Memorial ajustado del pleito de quintos . -Alegación histórica juridica por el Marques de Bélgida , Conde de la Gomera , en el pleito con el 1.er Fiscal del Tribunal Supremo de Justicia sobre incorporación á la Corona de las Islas de la Gomera , Hierro ,. Lanzarote y Fuerteventura , en las Canarias . de que son poseedores , el Marques de Bélgida de las dos primeras y el Conde de Santa Coloma, de las otras dos . Madrid . 1846. Imprenta de D. Pedro Mora y Soler . Citaremos tambien , aunque de diversa indole , el siguiente: -Memorial por D. Francisco de Franchy y Alfonso , dedicado a la Ciudad de Gran-Canaria , 1649 , por el que se obtuvo la continuación del Comercio de Indias, suspenso por R. Orden de 4 de Febrero del mismo año . (1 ) Titulábase la obra -- Del origen y conquista de las Islas de Canaria y del derecho de quintos de los Sres . de la Casa de Herrera . 1604 61 INTRODUCCIÓN. observancia con la dificultad de poseer una copia auténtica de ellas . Estas y otras respetables consideraciones movieron al Iltmo . Sr. D. Cristóbal de la Cámara y Múrga , celoso Prelado de la Diócesis , á promover la convocación de una asamblea sinodal, con el objeto , no solo de reformar aquellas constituciones, sino de establecer otras , que estuviesen más en armonia con los adelantos y necesidades de la población . El resultado de este Sínodo , con el texto literal de sus nuevas prescripciones , y un apéndice en que el docto Prelado nos presenta una rápida descripción del Archipiélago, recorrido por él en pastoral visita, aparece en un volúmen que hizo imprimir en 1631 , y del cual dió segunda edición en 1634. (1) Constituciones Sinodales del Obispado de Cana(1) rias , su primera fundación , traslación , vida de sus Obis pos , y breve relación de aquellas islas . -Madrid , por Juan Gonzalez . - 1631. - En 4. ° La viuda del mismo impresor publicó segunda edición en 1634 Los ejemplares de ambas ediciones son hoy curiosidades bibliográficas . El Maestro Gil Gonzalez Dávila en su Historia de la vida. y hechos del Rey D. Felipe III de Castilla , reproduce las noticias estadisticas de cste Sr. Obispo Nuestro ilustre historiador D. José de Viera y Clavijo , en su testamento , otorgado en Telde el 30 de Setiembre de 1811 ante el Notario D. Juan Nepomuceno Pastrana , dice en una de sus cláusulas : --« Del mismo modo dejo á la Biblioteca Capitular ... un ejemplar de las Sinodales de este 62 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Poco despues de este Sínodo , un fraile franciscano, el P. Fr. Juan de Abreu Galindo , aficionado al estudio de las antigüedades del país , recorrido mo misionero , tambien por él co- escribia en 1632 una Histo- ria de la Conquista de las siete Islas de GranCanaria, habiendo reunido con ese objeto gran copia de materiales y de noticias curiosas é interesantes, aunque algunas evi- dentemente erróneas . La obra se halla dividida en tres libros , tratando en el primero, de la conquista de las islas menores ; en el segundo, de la Gran-Canaria hasta su rendición; y en el tercero, de la Palma y Tenerife . Algunos datos recogidos en anteriores códices sobre las costumbres de los aborígenes dió mucha importancia al manuscrito , que sirvió luego de guía, con manifiesta parcialidad á D. José de Viera y Clavijo en sus eruditas Noticias . tuvo por entonces Sin embargo, no ob- los honores de la publi- cación, quedando esta obra olvidada en los archivos de uno de los conventos de su órden en la Palma, hasta que, á mediados del siglo pasado , Jorge Glas , aventurero esco- Obispado por el Sr. Obispo D. Cristóbal de la Cámara y Murga, por tener la recomendación de haber sido el mismo que tuvo presente el Iltmo . Dávila en las suyas , para las ediciones y variaciones que se hicieron . » INTRODUCCIÓN . 63 cés, que visitaba las islas con el deseo de fundar una factoría en las playas del vecino continente, fronterizas á Fuerteventura, pudo conseguir una copia, con la cual y los datos que había podido recoger en sus inteligentes excursiones, imprimió un libro en Lóndres, que produjo honda irritación tre las Autoridades Canarias , mente en el Santo Oficio, y en- especial- que condenó y persiguió con saña todos los ejemplares que llegaron á la provincia. La obra de Galindo obtuvo, pues, la inesperada honra de ser leida en Europa, y esta circunstancia contribuyó más que otra alguna á perpetuar los errores que en el texto se observan, respecto á algunos sucesos de la conquisEl manuscrito ha sido al fin impreso ta . en 1848 , y apesar de sus inexactitudes , es una de las obras más apreciables de nuestra bibliografía isleña . (1) En 1645, publicaba un viagero francés , en París, una obra que titulaba- Viages de Le Maire á las islas Canarias, Cabo Mr. (1 ) Ha aparecido bajo el título de - Historia de la Conquista de las siete islas de Gran - Canaria , escrita por el Rev. P. Fr. Juan de Abreu Galindo del órden del Patriarca San Francisco , hijo de la Provincia de Andalucía . Año de 1632 . Impresa en Sta. Cruz de Tenerife- 1848 -Imprenta Isleña , un tomo en 8.º de 229 páginas . 64 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Verde, Senegal y Gambía en cuya obra se encuentra la frase siguiente . -Puedo aseguraros que si algun día tuviese que abandonar la Francia seria para vivir Canaria . Esto en la Gran- demuestra el gran aprecio con que, desde entonces , se miraban las condiciones climatológicas de este archipié- lago . (1 ) Yá por ese tiempo la afición á los estu- dios históricos era general en la provincia, porque el catálago de las personas que se dedicaban á recoger y escribir esta clase de noticias se aumentaba diariamente . Entre esas personas , citaremos en primer lugar á D. Francisco López de Ulloa , que con- cluía en 1646 una Historia de la Conquista de las siete Islas de Canaria, cuyo manuscrito se conserva inédito en la Biblioteca Nacional . Consta de 116 fólios , y está dedicada á D. Antonio Alós de Rodarte . Al final lleva una relación del establecimiento del Tribunal de la Audiencia , y una lista de los Obispos de la Diócesis . (2) Llegamos yá á una obra, que, casi pode- mos asegurarlo , produjo una revolución en (1 ) Les voyages du Sieur Le Maire aux isles Canaries , Capa Verd, Senegal et Gambic . - Paris . Colombat . 1645 , p . 39 . (2) Ms. en 4. ° letra del siglo XVII . Bib . Nac . J. 131 . INTRODUCCIÓN . 65 la manera de ver y juzgar ciertos hechos de interés local para las islas . El Licenciado D. Juan Nuñez de la Peña, natural de la Laguna, sugeto muy aficionado á estudios genealógicos é investigaciones históricas, llegó á coleccionar un gran número de informaciones , documentos, diplomas , dulas y actas, reales cé- con cuyos materiales , refe- rentes en su mayoría á la isla de Tenerife, escribió una historia bajo el título de conquista y antigüedades de las islas de la GranCanaria, que imprimió en Madrid en 1676 (1). La obra está dedicada por su autor á la Vírgen de la Candelaria, y se divide en tres libros . Trata el primero: -De la antigüedad y conquista de las islas de Canaria y milagrosa aparición de Na S.a de Candelaría.El segundo : -De algunas mercedes y privilegios , que los católicos Reyes de España han hecho á la Novilísima isla de Tenerife . -Y el tercero y último: -De la población y vecindad de la isla de Tenerife , y de co- sas notables que han sucedido en estas islas de Canaria, y otras muchas cosas , curiosas y milagros de N.a S.a de Candelaria. Escrita esta obra sin conocer el autor la crónica de Bethencourt, ni los manuscritos (1 ) Madrid . Imprenta Real á costa de Florian Anison mercader de libros . 1676 en 4. ° á dos columnas . 66 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. de Sedeño , Escudero , Jaizme, Argüello , Fiesco y Abreu Galindo , incurrió en mu- chos errores y anacronismos , que luego corrigió en unas notas que destinaba á ver la luz pública, como adición á su Historia, pero que no han llegado á imprimirse (1) . No son, sin embargo, esos errores é inexactitudes los mayores defectos que debemos señalar en su obra . Advertíase por la vez primera, que en una crónica destinada á dar á conocer la historia general de estas islas , se ocupaba su autor de una sola, con preferencia esclusiva y deliberada, dejando en la sombra á las demás . Y así era en efecto . Nuñez de la Peña consagra su trabajo histórico á enaltecer la isla en que habia nacido , Ilamándola repetidas veces, la más rica, la más fértil , la más poderosa , y fomentando con su imprudente predilección el gérmen de esa rivalidad funesta, que en el porvenir habia de dar tan tristes frutos . La lectura de ese libro , de que circularon entonces numerosos ejemplares en la pro- ( 1 ) Es de lamentar , que los editores que en 1847 publicaron en Sta. Cruz de Tenerife una nueva edición de esta obra, no hubiesen obtenido copia de aquellas correcciones . depurando con ellas el texto, y cumpliendo asi la voluntad de su autor . El manuscrito original se hallaba en la Biblioteca de D. Lope Antonio de la Guerra y Peña . Poseemos copiosas notas de esos apuntes . INTRODUCCIÓN. 67 vincia, produjo un disgusto general en aquellos que no eran hijos de Tenerife, dando ocasión á que se manifestase de una manera indiscreta la guerra oculta que, respecto á intereses locales , existia ya entre las dos islas principales del grupo , revelándose esa animosidad con más energia, entre los que se ocupaban de estudios genealógicos é históricos . De este número era un fraile de la órden de San Francisco, llamado el P. Fr. José de Sosa, que, con el carácter de predicador, habia recorrido el archipiélago , visitando sus localidades, haciendo sensatas observacio- nes, tomando notas, y recogiendo todos los documentos y noticias , que con la historia del país se relacionaban . Era este fraile hijo de Las Palmas , y amante apasionado de la isla en que habia nacido , por lo que su indignación creció , cuando , al leer las impremeditadas páginas del cronista Licenciado , se rango inferior convenció del que en ellas se su isla predilecta . Entonces, asignaba á se dice, que, empuñando la pluma, se propuso devolver á la isla rival los agravios que suponia in- feridos á la Gran-Canaria, pretendiendo enmendar asi una falta, ejecución de otra. con la premeditada HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 68 De este patriótico y leal propósito , aunque imprudente é indiscreto en su forma, nacieron unas apreciables memorias histó- ricas, que con el significativo título de-Topografía de la Isla Fortunada Gran-Canaria, Cabeza de Partido de toda la Provincia- escribió y dejó inéditas por los años de 1678 . (1 ) En ellas se leen frases tan expresivas como éstas - Gran-Canaria siempre obtuvo este nombre, porque, como la habia criado Dios nuestro Señor para cabeza y superior de las otras seis islas afortunadas , nunca fué mudable ( 2) Sosa nos asegura que tuvo á la vista memorias é informaciones auténticas, que contaban más de ciento cincuenta años , sobre cuyos datos habia redactado sus noticias. (3) (1) El manuscrito dice asi: Topografía de la Isla Afortunada Gran - Canaria Cabeza de Partido de toda la Provincia, comprensiva de las siete Islas llamadas vulgarmente Afortunadas , su antigüedad , conquista é invasiones , sus puertos , playas , murallas y Castillos , con cierta relación de sus defensas, escrita en la M. N. y muy Leal Ciudad Real de Las Palmas por un hijo suyo , este año de 1678 . Esta obra permaneció inédita , hasta que se imprimió en Sta . Cruz de Tenerife , en 1849 , imprenta isleña , un tomo en 8. de 198 páginas . Hemos examinado y compulsado el inanuscrito original, que conserva el Sr. D. Juan del Castillo y Westerling en su Biblioteca particular . (2) Sosa Topog . p . 8 . (3) Sosa Topog. Prólogo . INTRODUCCIÓN . 69 En el siguiente año de 1679 , un jóven jesuita, el P. Luis de Anchieta hijo de la Villa de la Orotava, educado en la Compañía en los colegios de Jerez, Sevilla y Córdoba, dotado de mucho ingenio y de una vasta erudición sagrada y profana, predicador afamado y apasionado amante de los poetas clásicos de Grecia y Roma, deseando enaltecer las islas donde habia nacido, escribió un libro con el título de -Excelencias y Antigüedades de las siete islas de Canaria, primera parte en que se comprehenden las excelencias de estas islas, en los renombres que les dió la antigüedad; dála á luz D. Cristóbal Perez de el Cristo . Dr. en Sagrada Teología y natural de la isla de Tenerife . (1) Esta obra, de la cual llegó á publicarse la primera parte, estaba dedicada al Marques de Acialcázar y Torrehermosa , decidido protector de los Jesuitas en Canarias . Ignoramos el motivo que impulsó al jóven literato á ocultar su nombre en una ocasión tan honrosa para él, ni como hubo un eclesiás(1 ) Se publicó esta obra en Jerez de la Frontera por Juan Antonio Tarazona , 1679 , un tomo en 4.º Aunque apareció con el nombre de Perez del Cristo , se averiguó luego el verdadero nombre de su autor que cra el del P. Luis de Anchieta y Abreu . En un manuscrito que de éste conservaba su sobrino D. José Anchieta se confirmaba esta manifestación , manuscrito que examinó D. Manuel Osuna, segun nos'dice en su Compendio Histórico p . 6. 70 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . tico que se prestára á este fraude literario; solo podemos asegurar, que el libro del P. Anchieta es una recopilación ordenada de todos los textos , que poetas é historiadores de la antigüedad y de la Edad media escribieron en obras diferentes, al ocuparse directa ó indirectamente de estas islas . Su autor revela en dicho libro unos conocimientos poco comunes , que hacen sabrosa y amena su lectura, siendo sus curiosos datos de indisputable utilidad para la historia isleña . Cuando en 1679 aparecia impresa esta obra en Jerez de la Frontera, yá Anchieta estaba en Tenerife, enviado por sus superiores para apoyar con su elocuente palabra y personal influencia las fundaciones que aquellos meditaban en el país. Sospechamos que las obras impresas de Espinosa, Quirós, Nunez de la Peña y Anchieta, los manuscritos que antes hemos citado, y otros cuya memoria no ha llegado hasta nosotros , despertó la afición á esta clase de estudios en el Dr. en medicina D. Tomás Marin y Cubas , natural de Telde en la Gran-Canaria, y le impulsó á reunir noticias y documentos para escribir una historia sobre las antigüedades y conquista de estas islas, de cuyo trabajo empezó á redactar numerosas apuntaciones desde el año de 1682 . 71 INTRODUCCIÓN. Ello es, que ya en 1687 había concluido una obra de mucha extensión, que dividió en tres partes, y daba fin con una lista cronológica de los gobernadores de Canaria hasta 1639 (1 ) pero, no contento , con este primer ensayo, al parecer, ó deseando darle mayor amplitud y corrección, comenzó denuevo otro trabajo, conservando la misma distribución y órden en las materias de que trataba, cuyo segundo manuscrito concluyó en 1694 , dedicándolo á D. Pedro Ronquillo , su condiscípulo tal vez, en las Universidades de Salamanca ó Alcalá, Embajador en Lóndres y Presidente del Consejo de Estado á fines del reinado de Cárlos II . ( 2) Esta historia, una de las más notables que conocemos respecto á antigüedades canarias, es digna de elogio, no solo por la sencillez Ꭹ claridad de su narración, sino por la multitud de hechos nuevos que nos revela, completando, enmendando y adicionando las di- (1 ) Posée este precioso códice , que parece de letra del autor, nuestro ilustrado amigo e ! Sr. D. Juan del Castillo y Westerling . ( 2) El titulo del manuscrito , de que tenemos copia, dice así: -Historia de las siete islas de Canaria , origen descubrimiento y conquista, dividida en tres libros . Compuesta por D. Tomás Arias Marin y Cubas , natural de Telde , Ciudad en la Isla de Canaria . Dedicala á Ronquillo . Año de 1694.6 TOM. I. 72 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . minutas ó erróneas noticias de sus predecesores . Conste, sin embargo , que la mayor parte del primer libro es una traducción de la crónica de Bethencourt, y el tercero , una indigesta disertación sobre la predicación y martirio de San Avito en Canaria, con otros asuntos agenos completamente al objeto de la obra; en cambio, el libro segundo , compensa con exceso estos defectos . Refiérenos en él nuestro laborioso escritor la conquista de la Gran- Canaria con un lujo de pormenores, que en vano buscaríamos en otras crónicas, y se extiende largamente respecto á los usos, costumbres y naturaleza de los indígenas , consagrando en la tercera parte un curioso capítulo á disertar sobre el orígen del primitivo dialecto isleño, que lo hace derivar del Egipto , Persia, Arabia y otras comarcas, cuna de la civilización griega, hipótesis que no se aleja demasiado de las teorías filológicas modernas, sobre la filiación de los dialectos que se hablan en la vertiente occidental del Atlas . Por ese tiempo ordenaba unos apuntes para servir á la historia de estas islas el Dr. D. Sebastian Cubas , natural de la Gomera, y médico del Cabildo de la Catedral de Las Palmas, estimulado quizá por los estudios y laboriosidad de su compañero el Doctor INTRODUCCIÓN. 73 Marin . (1) Estos apuntes no han llegado á publi- carse . VIII . El siglo XVIII se inaugura con algunos viajes científicos al Teide . Mr. J. Edens hace su descripción en 1715 (2); el Padre Feuillée de la Academia francesa , lo mide en 1724 (3 ) ; el abate La Caille rectifica sus observaciones algunos años despues ; y el oficial D. Manuel Hernández vuelve á medir su altura en 1742. (4) En los primeros años de ese siglo se escribió un opúsculo de autor anónimo , contiene una breve que relación de las noticias que de estas islas tuvo la antigüedad , de su descubrimiento y conquista , de la religión , (1 ) Habia sido médico de Villanueva de Sigena , y nombrado por el Cabildo de Las Palmas en 13 de Julio de 1648 . (2) Transacciones Filosóficas de la Sociedad régia de Londres . 1714 á 1716 . (3 ) Academia de Ciencias de Paris , tomo correspon diente al año de 1751. Memorias de Mr. l'Abbè de la Caille . (4) Viera , Noticias , t . 1.º, p . 234. 74 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . costumbres y leyes de los aborígenes , y del estado social del archipiélago , cuando dicho manuscrito se redactó . Lleva por título- Relación histórica de las Islas Canarias -- y se custodia en la Biblioteca Nacional . (1) Tambien en esos mismos años, un escritor modesto é incansable, hijo del Hierro , D. Bartolomé Garcia del Castillo se dedicaba á reunir y conservar los recuerdos histó- ricos de aquella pequeña isla, dedicando su libro al que era entonces señor del Hierro y la Gomera, D. Juan Bautista de Herrera Ayala y Rojas . Se debe asimismo á su fecunda pluma un tratado sobre la langosta, obra donosa, donde se mezcla la política y la teología con la alquimia y el infierno ; una relación de las revueltas que alteraron la paz de aquella isla en 1718; y unas riosas ordenanzas, que revelan el cu- estado económico de aquella parte del archipiélago en la época en que se recopilaron . (2) El viage del P. Feuillée á Tenerife y sus laboriosas tóricas investigaciones movió el ánimo Pedro José de científicas é hisdel ilustrado Mesa y Benitez á D. redactar ( 1 ) Bib . Nac . Ms. en 4. ° 36 fojas de letra moderna . J. 127 . (2) Tenemos copias de las ordenanzas , y del tratado sobre la Langosta , que contiene datos sobre la agricultura herreña , unas noticias INTRODUCCIÓN . 75 sobre de las antigüedades estas islas y que dedicó al mismo sabio francés y que han permanecido inéditas . (1) En 1735 , el Iltmo . Dávila y Cárdenas, constituciones Sr. Obispo D. Pedro deseando modificar las sinodales de su antecesor Cámara y Murga, anunció , preparó y llevó á efecto un nuevo Sínodo , que se abrió en Las Palmas en agosto de dicho año , con asistencia de todas las autoridades , y representación de las parroquias de la Diócesis y delegados de los Municipios . La relación del Sínodo se publicó en Madrid con algunas noticias estadísticas y datos referentes á instrucción pública, costumbres y moralidad de los isleños . (2) Al siguionte año el P. Matias Sanchez de la órden de Jesús se dedicó á escribir una obra bajo el extraño título de Semi-historia de las fundaciones de su órden en las Canarias, que ha permanecido inédita . De esta obra copia algunos graciosos fragmentos el (1 ) Se asegura que se conserva en el Archivo de D. Francisco Urtusáustegui . Es célebre el D. Pedio por su obra sobre la ascendencia de Santo Domingo de Guzman . -Constituciones y nuevas adiciones Synodales del (2) Obispado de las Canarias , hechas por el Iltmo, Sr. D. Pedro Manuel Dávila y Cárdenas.... á las que hizo el Iltmo . Sr. D. Cristóbal de la Cámara y Murga . Madrid . En la oficina de Diego Miguel de Peralta . Año de 1737. Un tomo en 8.º de 536 fojas . 76 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . historiador Viera y Clavijo , cuya lectura nos hace sentir vivamente la desaparición del manuscrito. (1) No debemos olvidar otra obra, tambien manuscrita, debida al ingenio del dominicano palmense Fr. Luis Tomás Leal, religioso docto y elocuente, sobre la aparición y milagros de la Vírgen de la Candelaria, por que además de las noticias referentes al objeto que se propuso tratar, hay otras de no escaso interés para la historia general del país . (2) Tambien recordaremos, porque pertenece á la misma época, una descripción geográfica de la isla de Tenerife , escrita por el rey de armas D. Francisco Gomez de Arévalo , tal vez por encargo de algún magnate canario, la cual se conserva inédita en la biblioteca de los Duques de Osuna . (3) Otra descripción, histórica y geográfica , pero de mayor importancia que la anterior, concluia en 1739 el eminente patricio D. Pe- (1) Parece que constaba de tres tomos en 4. — Viera poseia una copia , segun nos dice el mismo en el prólogo del tomo 3.º de sus Noticias . (2) Asegura Viera en el tomo 4.º de sus Noticias , p . 559 , que se custodiaba el manuscrito en el convento de la Candelaria en Tenerife . (3) Gomez de Arévalo era ya fallecido en 1717. Su descripción se halla en el tomo 2.º de Sumarios de Nobleza , Véase Muñoz . Dic . Bibliog . INTRODUCCIÓN. 77 dro Agustin del Castillo , que ya en diferentes ocasiones habia dado repetidas pruebas de su afición á las letras y de su amor á la patria . Esta obra, que ha llegado al fin á publicarse en 1848 , conocida antes por las muchas copias que de ella circulaban en manos de las personas ilustradas, contiene extensas noticias sobre las siete islas , y especialmente sobre la Gran-Canaria, habiendo te- nído su autor á la vista muchos y peregrinos datos é informaciones de sucesos notables, que hoy no es fácil consultar. (1) Ya desde 1688 , y siendo Castillo aún muy jóven, habia ejercitado su pluma en escribir una descripción de las islas de Canaria, curioso manuscrito , que, además del texto , contiene un mapa del archipiélago y de la vecina costa de África , que ha sido grabado y publicado recientemente en Madrid en los anales de la Sociedad Geográfica española, al tratar esta ilustrada Corporación de ave- (1 ) La obra consta de tres partes , de las cuales la primera refiere el viage de Bethencourt, los usos y costumbres de los Canarios , y una breve noticia de los sucesores del Baron normando . La segunda se ocupa de la Conquista de las tres islas Canaria , Palma y Tenerife, y en la tercera describe el archipiélago y el grupo de la Madera. Un tomo en 4. Imprenta Isleña . Sta. Cruz de Tenerife , 1848. Hemos visto y consultado el manuscrito original , que se conserva en el archivo de los SS . Condes de la Vega Grande, descendientes del autor . 78 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . riguar el sitio que ocupó en fortaleza de Mar Pequeña . el siglo XV la Enriquecen este Códice varios dibujos hechos discretamente con la pluma y el pincel, representando algunos puertos , radas y fortalezas de la provincia, y un plano exacto de la ciudad de Las Palmas con sus barrios y puerto de la Luz , tal como existia la población en 1688 . (1 ) Asimismo escribió otros opúsculos , so- bre diferentes asuntos relacionados con el bienestar del país, á cuyo servicio consagró siempre su incansable actividad y su reconocida ilustración . (2) (1 ) El libro lleva la fecha de 25 de Mayo de 1688 , y está dedicado á D. Francisco Bernardo Varona , Capitan General de las Islas . (2) Además de las obras que hemos citado , dejó escritos los opúsculos siguientes: 1. ° Prevenciones políticas y militares para defensa de esta Isla de Grau-Canaria . 2. Relación diaria de las celebraciones que se hicieron en esta Isla (Gran - Canaria) al nacimiento del Principe N. S. D Luis I. 3.º Propuesta que el alferez mayor D. Pedro A. del Castillo hizo á su Cabildo sobre los graves perjuicios que se ocasionaban al público de estas Islas de tener efecto los impuestos que se mandaban hacer sobre la entrada de los efectos que comerciaran navios neutrales , y se refieren los privilegios de estas Islas y sus servicios . 4. Consulta hecha á S. M. por el alferez mayor de esta Isla sobre el mismo asunto . 5. Informe que hizo al Sr. D. Fernando Chacon , Caballero del órden de Santiago, Gobernador Capitan General de estas Islas y Presi lente de su Real Audiencia sobre si conviene haya en estas Islas universidad de ciencias . 6. Consulta é informe histórico y político al Sr. D. Sa- INTRODUCCIÓN . 79 Al mediar ese mismo siglo apareció en la provincia una imprenta, que fué adquirida para el servicio de las oficinas del Estado , siendo Capitan General D. Juan de Urbina . Una de las primeras obras que en ella se imprimieron fué, un pequeño tratado sobre la aparición y milagros de la Imágen de la Peña en Fuerteventura, debido á la pluma de Fr. Diego Gordillo, erudito y virtuoso eclesiástico , natural de la Gran Canaria, si bien el libro apareció bajo el nombre de D. Francisco Goñi . (1) Esta misma afición á turnino Daoiz del Consejo de S. M. , Oidor de la Real Audiencia de Sevilla, Presidente y Visitador desta de Canaria, sobre si conviene el que haya Sr. Regente en esta Real Audiencia, ó el que vengan á ella los SS . Capitanes Generales como Presidentes suyos. 7.º Carta al Excmo . Sr. D. Juan de Mur y Aguirre , caballero del órden de Santiago , Gobernador Capitan General de estas Islas y Presidente de su Real Audiencia . dando el Alferez mayor todas las noticias que tiene de la Isla de San Blandon, y refiere las opiniones que hay sobre haberla, y las dudas . 8.º Consulta jurídica y politica que hizo al Sr. D. Francisco Roman Melendez sobre el no admitirse en esta Isla (Gran- Canaria) á los pobres peregrinos , que de las otras Islas vinieron á ésta en los años de necesidad, y remedio que dá para las futuras . 9. Consulta que hizo á S. M. en nombre de esta ciudad ( Las Palmas) sobre que se mantengan en estas Islas las monedas de plata menuda exceptuándolas de la Real Pragmática en que se mandan recoger. 10. Auto de buen gobierno, que proveyó , estando á su cargo el de esta_Isla (Gran -Canaria) , por ausencia en Madrid del Sr. D. Francisco de Valenzuela . (1 ) Se imprimió en Santa Cruz de Tenerife por D. Pe- 80 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . las milagrosas tradiciones, que se conservaba intacta en el archipiélago , á pesar de su creciente cultura, impulsó al P. franciscano Fr. Diego Henriquez á escribir un tratado sobre las Imágenes aparecidas en las Canarias, cuyo manuscrito existia en el pasado siglo en la parroquia principal de Fuerteventura. (1 ) Entretanto , un distinguido isleño , que llegó á ser ministro togado del Supremo Consejo de Indias, escribia por encargo especial de la Academia de la Historia, de que era individuo, tres disertaciones sobre asuntos relacionados con la historia de estas islas , que fueron leidas con aplauso ante aquella docta asamblea . Sus temas eran los si- guientes: Primera disertación . Discurso sobre los primeros pobladores de las islas de Canaria, y que país era en los tiempos primitivos , con la cuestión de la existencia de la isla Aprósitus, San Brandon ó Encantada. Segunda. Disertación histórica sobre la época del primer descubrimiento , expedición y conquista de las Islas de Canaria. dro José Pablo Diaz , en 12º, año de 1754 . La imprenta funcionaba desde 1751 , aunque con mala prensa y peores tipos . El encargado de ella se llamabaImpresor mayor de Guerra y Marina. (1 ) Viera. Noticias .T. 1.º , pag . 400 . INTRODUCCIÓN. 81 Tercera. Adición sobre la famosa cuestión de la existencia del Hierro . del árbol santo de la Isla (1 ) Tambien por el mismo tiempo otro insigne canario , gloria de la literatura española, el célebre humanista D. Juan de Iriarte reunía numerosos materiales para escribir una historia de estas islas , y una Biblioteca de los escritores que han hecho mención de ellas en todos tiempos . Desgraciadamente no llegó á verificarlo , pero los apuntes , anotaciones , extractos y valiosos documentos que había tenido ocasión de reunir duran te muchos años , en la posición distinguida, que, como bibliotecario del Rey, ocupaba en Madrid, han desaparecido totalmente, no faltando quien asegure haberlos visto entre los importantes manuscritos españoles que se custodian en el Museo Británico . (2) Recorría entonces las costas del Archipiélago, con el designio de estudiar el país , bajo su doble aspecto comercial y marítimo, un aventurero escocés , de que ya antes hemos hecho especial memoria , llamado Jorge Glas, hombre de cierta ilustración , obser- (1 ) La primera disertación lleva la fecha de 1.º de Febrero de 1753 ; la segunda , la de 5 de Mayo de 1755 ; sin tener fecha la tercera. (2) Véase Osuna. Compendio Histórico de las Canarias . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 82 vador perspicáz y de incansable iniciativa , quien , desde su juventud navegaba por el Atlántico , nó sin dirigir codiciosas miradas hácia las desconocidas costas africanas, que enfrente del grupo oriental canario se dibujaban, y en cuyo litoral soñaba el atrevido marino con un rico porvenir. Hablaba Jorge perfectamente el idioma español , conociendo algunas de sus mejores joyas literarias , á cuya lectura era muy aficionado . Entonces fué, cuando , hallándose un dia en Santa Cruz de la Palma, llegó á sus manos el manuscrito del P. Abreu Galindo, olvidado en el archivo del Convento de San Francisco de aquella ciudad, y habiendo conseguido sacar una copia, seducido por la sencillez de su narración, y por el interés que supo comunicarle el modesto fraile español, concibe el proyecto de traducir aquel manuscrito al inglés , adicionarlo con el caudal de sus propias observaciones, y ofrecerlo así á la nación inglesa , ávida siempre de ensanchar sus conocimientos marítimos y geo- gráficos . En efecto , traduce la obra, la adiciona , y en 1764 la publica en Londres, bajo el título de Historia del descubrimiento y con- quista de las Islas Canarias, sacada de un manuscrito español hallado últimamente en INTRODUCCIÓN. 83 la Isla de la Palma, con una disertación sobre el origen de los antiguos habitantes , á que se ha añadido una descripción de las Islas Canarias , insertando la historia moderna de los que las habitan , y una relación de sus usos, costumbres , comercio etc.- (1) En la parte que el autor dedica al gobierno episcopal, instrucción y moralidad del clero regular y secular de la Diócesis , é influencia omnímoda de esta clase en el organismo de la sociedad isleña , describe con tan subidos colores la ignorancia , lujo , riquezas , ociosidad y vicios de sus individuos , que el Tri- bunal de la Inquisición , luego que tuvo noticia de aquella obra, por algunos ejemplares que llegaron á Las Palmas , formó expediente, hizo traducir los párrafos más agresivos , nombró censores, y con su informe condenó el libro á ser incluido en el İndice. ( 2) Esta obra, apesar de sus muchos errores , sirvió, no obstante, para dar á conocer á la Europa, la ignorada historia de los Guan(1 ) The History of the Discovery and Conquest of the Canary Island By George Glas . Un tomo en 4. ° impreso en Londres , año de 1764. Edición rara de que poseemos un ejemplar . Existe nna segun da edición, tambien en Londres , año de 1767 , en dos volúmenes , imprenta de A Pope y J. Swft in the Strand (2) Tenemos copia de estos párrafos , traducidos de órden del Santo Oficio por D. Juan Sall . HISTORIA DE LAS ISLASA NCARIAS . 84 ches y Guanartemes , llamando la atención de la Inglaterra sobre las Costas Occidentales de Africa, que, en su afan de dominación comercial, anhela desde entonces poseer. (1) Cuando en paises de corta extensión lle- 09 ga á despertarse la afición á estudios literarios , como el campo en que ha de ejercitarse la actividad del aficionado trechos límites, es de tan es- naturalmente se dirige á examinar, reunir y coleccionar datos y documentos relativos al mismo país en que vive , antes de lanzarse á otras extrañas y mas difíciles especulaciones . Compilador fué, pues , y de los más laboriosos , el regidor de Tenerife D. José Ancheta de Alarcón , el cual, despues de registrar durante muchos años todos los archivos de su patria, dejó escritos diferentes volúmenes por órden alfabético, que intituló -- Noticias históricas pertenecientes á las Canarias - Depósito indigesto para ser leido , pero de gran auxilio al ( 1 ) Deseando Glas volver á Inglaterra se embarcó con su esposa é hija en el buque oscocés Sandwich , despues de haber sufrido una arbitraria prisión en un castillo de Tencrife por su establecimiento de Mar-Pequeña . En la travesía se sublevó una parte de la tripulación , asesinando al capitan , á los marineros que se mantuvieron fieles, y al infeliz Jorge , cuya esposa é hija , estrechamente abrazadas , lanzaron vivas al mar. Los asesinos fueron al fin descubiertos y ahorcados en Escocia. INTRODUCCIÓN. 85 que con sana crítica y claro ingenio pueda utilizarlo . (1) Ya en el último tercio del siglo XVIII , sentíase en España el movimiento precursor de una próxima restauración literaria, que principiando por serviles imitaciones del francés , y luego por un rigorismo clásico exagerado , había de producir primero á los Benagesis, Gerardos y Butrones , para llegar despues á los Moratines, Iriartes y Quintanas . Había nacido , en tanto , en el humilde pueblo de los Realejos en Tenerife un joven que, andando el tiempo , había de ser sacerdote, predicador de fama, y escritor infatigable . Este jóven se hallaba destinado á condensar, por decirlo así, en una sola obra , todos los ensayos, memorias y bocetos históricos , que antes de él, se habían redactado sobre las Canarias, y corrian , diseminados unos , apolillados otros, y escondidos el mayor número, en archivos inaccesibles, donde vergonzosas rivalidades ó invencible ig norancia los tenian ocultos á la loable y pa triótica curiosidad de los isleños ilustrados . Recibido D. José de Viera y Clavijo (2) , (1) Poseemos un extracto de sus más importantes noticias . (2 ) Su primer apellido era Alamo , con el cual firmaba en sus primeros años, como resulta de documentos originales que poseemos . 86 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. que este era el nombre del jóven canario , á pesar de su humilde cuna , en la tertulia literaria de D. Tomás de Nava, marqués de Villanueva del Prado, esclarecido patricio , que se habia declarado protector de las ciencias y las letras en su país, dió á conocer en breve su afición á los buenos estudios , esgrimiendo allí sus primeras armas , obte- niendo el aplauso y la amistad de sus oyentes, y cobrando alientos con el estímulo recibido, para emprender obras de más levantado esfuerzo . Entre las muchas que se presentaban desde luego á su claro y agudo ingenio, como dignas de egercitar sus fuerzas , habia una , que, más especialmente seducia su viva imaginación. Era ésta la de escribir y publicar una colección ordenada de noticias históricas sobre este Archipiélago, que recopilase en correcto estilo , buen método y erudito criterio los trabajos incompletos y contradictorios de sus antecesores . Por este trabajo se decidió , al fin , no sin grandes vacilaciones, que la magnitud de la empresa disculpaba. Para realizar con mejor acierto su pro- yectado trabajo se trasladó á Madrid, y yá en la Córte , mientras desempeñaba un descansado y honorífico empleo , que lo emanci- INTRODUCCIÓN . 87 paba de los cuidados materiales de la vida , se dedicó á la impresión del primer tomo , que es fama llevaba escrito desde Tenerife , y el cual dió á luz en 1772 (1 ) , continuando despues, en los dos años subsiguientes de 1773 y 1774 la publicación de los tomos segundo y tercero , bajo la misma forma y plan que el primero . ( 2) El cuarto tomo, último de la obra, lleva la fecha de 1783, y contiene extensamente las noticias eclesiásticas de la Diócesis, y una curiosa biblioteca de autores ca- narios , primero é interesante ensayo de una bibliografía isleña . Fué publicado este cuarto tomo, cuando Viera estaba ya nombrado Arcediano de Fuerteventura, una de las Dignidades de la Catedral de Canarias , premio exíguo á su vasta erudición y conoci- (1) Publicóse esta obra bajo el nombre de- Noticias de la Historia General de las Islas de Canaria -Madrid . Imprenta de Blas Roman . 1772 , en 4.º (2 ) El mismo Viera declara en el prólogo del tomo 3 º, que para escribir sus Noticias le favorecieron con sus apuntes , extractos y memorias los ilustrados canarios D. Fernando de Molina y Quesada y y D. Lope de la Guerra y Peña . Hemos tenido ocasión de leer esos documentos originales en la misma forma que le fueron remitidos á Madrid , y causa verdadero asombro la constancia y desvelo de aquellos patricios en un trabajo tan ímprobo y de tan escasa gloria para ellos. Tenemos copia manuscrita y ordenada de todos esos apuntes en dos tomos en fólio , que contienen los principales acuerdos del Municipio de la Laguna , desde 1497 hasta 1773 , y citas de las Reales cédulas custodiadas en Sus archivos . TOM. I. 7 88 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. mientos , históricos pero notable, si se tiene en cuenta las preocupaciones nobiliarias de la época . Debemos lamentar, sin embargo , que con tan notables dotes de escritor, no se hubiese atrevido á emprender una obra más extensa y acabada país , sobre la historia de su permaneciendo durante los treinta años que despues vivió en Las Palmas , dedicado casi exclusivamente á inútiles tra- ducciones y pueriles poesías , sin que pensara en rehacer el plan de sus noticias , de- jándonos, como pudo hacerlo , en vez de difusas relaciones genealógicas , fundaciones de conventos y cofradias, mayorazgos y títulos de nobleza, una razonada y metódica relación, que reflejase con toda exactitud el estado social, político y económico de la provincia en los momentos de espirar el siglo XVIII , y cuando empezaban ya á alborear los buenos estudios históricos , adquiriendo éstos la libertad, amplitud y correlación que anunciaban en nuestra España á los Torenos , Pidales y Lafuentes . No se crea, empero , al decir esto , que tratemos de disminuir el mérito de sus interesantes Noticias ; convencidos estamos de que serán siempre el monumento más insigne de buen lenguage, sana crítica y recto juicio, que entre todas las obras públicadas 89 INTRODUCCIÓN. entonces en España, podríamos citar ; pero tambien estamos persuadidos , que el lugar señalado á Viera por su talento y erudición , no era el de un mero compilador de noti- cias , sino el de un verdadero y concienzudo historiador de su patria. (1 ) Los estudios topográficos, que desde Próspero Casola se habian continuado en el archipiélago por personas competentes , encontraron en el último tercio de aquel siglo dignos representantes en D. Miguel Hermosilla Ꭹ D. Andrés Amat de Tortosa. Debe- mos al primero , durante su residencia en Las Palmas, una curiosa obra, ó sea , como él la llama, una --Descripción político-militar de la Gran-Canaria - en la cual, despues de darnos una relación exacta de la confi- guración y calidad del suelo, con arreglo á los conocimientos de la época, nos suministra interesantes noticias sobre la población , arbitrios , comercio, y recursos del país , concluyendo con una reseña detallada , fortalezas , y de los proyectos de sus facultativos (1 ) Dice Viera en el Prólogo del tomo 1. " : «Aunque yo no podré negar que las Canarias tuvieron sus historiadores , me atrevo sin embargo á asegurar , que su verdadera historia está todavía por formar, y que los mismos conatos de la obra presente, cuando mucho , solo podrán servir como de ensayos , nemorias ó apuntes para escribirla bien . » HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 90 para construir otras nuevas . La obra dá principio por un prólogo, en el cual su autor se propone demostrar la necesidad ab- soluta de esas fortificaciones , encareciendo la importancia de la isla . Despues divide en tres partes su trabajo , recordando en la primera el título de Grande, que Canaria ha merecido siempre de todos los geógrafos é historiadores , pasando luego á descri bir sus poblaciones, y fijar sus productos agrícolas é industriales , y el balance de su importación y exportación . En la segunda parte, enumera minuciosamente el nombre , estado y armamento de sus fuertes, torres y baluartes; y en la tercera , se ocupa de los nuevos castillos que deben construirse, y de los sitios que para ello han de ser elegidos . El manuscrito lleva numerosos planos , proyectos y alzados de no escaso mérito . (1) La afición á reunir y compulsar docu- mentos parroquiales, memorias testamentarias é informaciones de nobleza, no habia concluido en las Canarias con los Anchetas y Nuñez de la Peña; quedaba todavia un digno émulo de estos incansables patriotas en D. Antonio Romero Zerpa Padilla, na- (1) La obra fué escrita en Las Palmas en 1779. Tenemos de ella una copia . INTRODUCCIÓN . 91 tural de Las Palmas , y decidido entusiasta de las glorias de su país . Fruto de su laboriosidad es un nobiliario por órden alfabético, donde inquiere el orígen y descendencia de las principales familias de las siete islas , precedido de un notable discurso sobre la nobleza, en el cual parece que se propuso parafrasear aquella filosófica definición de Cairasco , que él debia conocer, y que termina con estos versos : Pues arguye más ánimo y grandeza, Dar principio que fin á la nobleza. Al ocuparse de algunas personas , que, ademas de su abolengo , reunian el mérito de haber prestado servicios á su patria, entra en pormenores, que enlaza con sucesos históricos , dando con frecuencia á sus investigaciones un valor, que de otro modo no tuvieran ya aquellos apuntes . (1 ) Tambien es digno de mencionarse el compendio ó reseña de la conquista de la Gran-Canaria, que sirve de introducción al Nobiliario , trabajo que puede considerarse independiente éste, y de constituye , en efecto, un pequeño extracto , útil y curioso de aquel acontecimiento . Entretanto, el ilustre Viera , aunque ocu(1 ) De los 6 tomos en fólio que componian esta obra, solo hemos visto el 1. ° y 6.º; los demás se han perdido . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 92 pando con predilección sus ócios en cultivar lastimosamente la poesia , aún encontraba voluntad y tiempo para legar á su país nuevas obras de reconocida utilidad , entre las cuales citaremos , como la más importante , un- Diccionario de Historia Natural de las islas canarias , ó indice alfabético descriptivo de sus tres reinos animal, vejetal y mineral . Dedicó el manuscrito á la Sociedad Económica de Las Palmas , de que era Director en 1799, cuya sociedad lo publicó , al fin, en 1866 , si bien incompleto , y sin las ilustraciones que deben acompañar á esta clase de obras , para ponerlas en armonia con los rápidos adelantos de las ciencias naturales . (1) Cerraremos el siglo XVIII con la llegada á Tenerife de Humboldt, que jóven y entusiasta , se detuvo seis dias en aquella isla , escaló el Teide, estudió las Cañadas, y examinó la configuración geológica de aquel inmenso cráter, dejándonos algunas pági- (1) El original se componia de trece cuadernos , de los cuales habian desaparecido cuatro . Al acordar la Sociedad su reimpresión , pudo obtenerse copia del 1.9 y 2.0. Despues de impresa la obra se encontró el 9.º , que ha permanecido inédito , ignorándose hasta ahora donde se halle el 12. ° El Diccionario está impreso en Las Palmas, imp . de La Verdad. 2 tomos en 4. ° con el retrato y un fac- sinile del autor. 1866. INTRODUCCIÓN . 93 nas, como recuerdo de su paso por las Afortunadas . ( 1 ) Otros ilustres exploradores y viajeros le habian precedido en tan curiosa investiga- ción, cuyos nombres no debemos pasar en silencio . En efecto , Cook (2) Lord Matcarney (3) Fleurieu (4) Pingre, Verdun , Borda (5) , La- billardiére , (8) (6), Anderson (7) Boudin (1 ) Véase su viaje a las Regiones equinoxiales . En el Cosmos habla tambien de las Canarias. Llegó á Tenerife á bordo de la Corbeta Pizarro , que mandaba D. Manuel Cagigal . (2) Cook, en su primer viage , descubrió el 23 de Septiembre de 1769 el Teide y lo describe. En 1772 reconoció la Isla de la Palma . En 1776 se detuvo cuatro dias en la rada de Sta . Cruz de Tenerife . (3 ) Lord Matcarney en su expedición á la China ( 1793 á 1794) descanso en Sta . Cruz de Tenerife , y al reseñar Mr. Anderson su viage, consagra algunas páginas á esta Isla. Hay una traducción española en tres tomos Madrid , imp . de Torres y Brugada . 1798. (4) Fleurieu estuvo en Tenerife desde el 19 hasta el 28 de Marzo de 1768 , y fijó geográficamente la posición de la Isla . (5) Pingre , Verdun de la Crenne y Borda estuvieron en Tenerife desde el 25 de Diciembre de 1771 , hasta el 4 de Enero de 1772, y levantaron el mapa de la Isla . (6) Labillardiére pasó por el archipiélago al dirigirse en busca de Lapeyrouse . (7) Anderson acompañaba á Cook en su tercer viage como naturalista . (8) En 1796 el capitan Boudin, de órden del Gobierno. francés , recorrió el archipiélago , habiendo redactado el viage Mr. Le Dru ( Voyage aux ilos de Tenerife la trinitè etc. Paris . 1810. ) Véase sobre este escritor , lo que nos decia el ilustre Berthelot , en carta de 11 de Enero de 1880: « Ce bon abbè (Mr. Le Dru) ètait un botaniste erudit . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 94 Broussonet, y el desgraciado Laperouse han escrito breves notas en la relación de sus viajes y exploraciones marítimas , que pueden ser consultadas con provecho, si se cuida de expurgarlas de los errores inevitables en que siempre incurre el que no vé de cerca los objetos que describe , ó los juzga por preconcebidas ideas ó inexactas relaciones . IX . El siglo XIX se abre para las Canarias J'ai possedè de lui un Cathalogue ecrit de sa main sur une double feuille grand velin, de tous les arbres et plantes. exotiques du Jardin d' acclimatation d'Orotavaqui . comme vous le savez , fut fondè par le Marquis de Villanueva del Prado, et dont la plantation recente, en 1795 ou 1796 , cuand Le Dru le visita ètait dèjá en prosperitè . Ce Cathalogue fort bien rédigé en latin portait une dedicace au Marquis en fort beau style. J'en fis cadeau á Webb . Une des plantes rares de notre Flore Canarienne , la Drusa oppositifolia de Teneriffe, a ètè dedièe á l'abbè Le Dru par de Candolle . L' apparition de ce nouveau genre de plante dans la nomenclature botanique, intrigua plusieurs Phytologues, qui ne comprirent pas tout d'abord l'origine de ce nom de Drusa, et en effet , e'était assez difficile . Le spirituel professeur de Genève leur donna l'explication de cet' enigme , qui aurait intriguè nos sphinx . «L' abbè Le Dru , disait en riant de Can dolle , était selon lui d'origine romaine , et piètendait descendre de l'ancienne famille des Drusus . Voilà pourquoi je lui ai dediè le Genre Drusa.» INTRODUCCIÓN . 95 con la publicación de una obra notabilísima, debida á la pluma de un jóven , que llegó despues á alcanzar en el estudio de las ciencias naturales una grande y merecida reputación . Era, en efecto, muy jóven Bory de Saint Vincent, cuando dió á la publicidad su ensayo sobre las islas afortunadas, producto de sus observaciones en Tenerife , única isla del grupo que creemos visitó . (1) Contiene esta obra una breve reseña de la conquista, en la que abundan tanto las inexatitudes, que no sabemos , si llegó á entender á Viera, á quien evidentemente pretendió copiar, ó si soñó lo que escribe . Un estudio sobre los usos y costumbres , comercio é industria de la provincia, un largo ensayo sobre historia natural , una disertación respecto á la Atlántida, cuya existencia admite, y otra sobre el origen de la raza indígena, á la que dá el nombre genérico guanche, completan este curioso de trabajo . (1) Esta obra , que es ya por su rareza una curiosidad bibliográfica , se titula- Essais sur les Isles Fortunées et l'antique Atlantide ou Précis de l'histoire général de l'Archipel des Canaries , par J. B. G. M. Bory de S. Vincent , officier français . Paris . Baudouin . Germinal an XI ( 1801 ) un tomo en 4.º; carrè , con láminas . Posecmos un ejemplar. Hay otra obra del mismo autor- Voyage aux quatre principales isles d' Afrique- Paris- 1804 . 96 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Puede afirmarse, que el libro revela, en general , la edad del autor, su inexperiencia, la rapidez de sus observaciones , y el poco tiempo que se detuvo en el país; pero tiene el mérito indiscutible de haber despertado la atención de los sabios sobre la flora del archipiélago , y sobre la formación geológica de sus rocas . Tal vez á esa obra se deba que Mr. Cordier fijáse por algun tiempo su residencia en Tenerife, escalára las cañadas , y midiera con escrupulosa exactitud el gigantesco circo , que sirve de base al Teide . (1) Otro sabio, también francés , Mr. le Dru , publicó en 1810 un viaje á las islas de Tenerife, Trinidad y Santo Tomás , emprendido por Mr. Boudin de órden de su go- bierno, donde emite algunas observaciones sobre la geologia del archipiélago . Mientras la ciencia procuraba penetrar el secreto de la primera aparición de estas islas, otros escritores, con aspiraciones más modestas, continuaban el curso de las investigaciones puramente históricas . En ese número es preciso contar, como uno de los más laboriosos, al que fué digno Fiscal de la audiencia de Canarias, al estudioso vas- (1 ) Véase sobre este viage el Journal de phys de chim , et d'hist. nat. tomo 57. INTRODUCCIÓN . 97 congado D. José M.a Zuasnavar . Este celoso funcionario, desde su llegada á Las Palmas , cediendo á la afición que le dominaba por aquella clase de estudios , escribió y publicó en el espacio de pocos años, un catálogo alfabético de las poblaciones isleñas , unas noticias histórico-legales sobre su audiencia , y un compendio de la historia de estas islas , donde procura rectificar algunos descuidos de Viera, ilustrando el texto con una copia del diario del escribano de Guia, Juan de Quintana, que presenció la invasión de Vanderdoez, y con las ignoradas Sinodales de D. Diego de Muros . (1) Trasladado luego á (1) -Catálogo de los Pueblos del Distrito de la Real Audiencia de Canarias , y noticia de su situación , su calidad y la de sus justicias por D. J. M. Zuasnavar y Francia, Fiscal de la R. Audiencia . Por Francisco de Paula Marina. 1803 , un cuaderno en 4.° -Noticias histórico -legales de la R. Audiencia de Canarias , desde la conquista de aquellas Islas hasta el año de 1735 Extractadas de las leyes de la Recopilación y de otras varias obras histórico -jurídicas , y colocadas segun su órden cronológico por D Josef M. Zuasnavar y Francia . Madrid . Imp . que fué de Fuentenebro . 1815 - en 4.º -Compendio de la historia de las Canarias, formado en su principio con la comisión correspondiente para las escuelas de primeras letras de aquellas Islas , y hoy ilustrado y comentado notablemente en obsequio de la verdad , por D. José M. Zuasnavar y Francia del Consejo de S. M. Fiscal jubilado de su R. Audiencia de Canarias . Madrid . Imp . que fué de Fuentenebro . 1816 en 4 . Tambien hizo un traslado de- La correspondencia de Ochoa Alvarez de Isásaga, Tesorero de la Reina de Portugal D. Maria, con la reina y rey D. Fernando , que comprende desde 29 de Mayo de 1502 hasta el dia 1." de cua- 98 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIA . S España, no se olvidó del país, donde habia residido tantos años , y redactó un opúsculo sobre los sucesos más notables ocurridos en él, desde 1796 á 1802 , que no ha llegado á publicarse . (1) Otro estudioso é inteligente funcionario , el Doctor D. Francisco Escolar y Serrano, comisionado expresamente por el Gobierno para recoger datos, á fin de echar los cimientos de una exacta estadística de la provincia, en cuyo suelo residió desde 1805 hasta 1820 , impulsado por su decidida afición á las ciencias naturales , hizo un exámen detenido de las rocas y lavas del archipiélago , sificó con arreglo á la las cla- nomenclatura en- tonces admitida, levantó mapas, y reunió colecciones de fósiles y plantas, mientras , cumpliendo con su especial encargo , levantaba estados del movimienro de población , de productos comerciales, industriales y agrícolas , emitiendo informe sobre demar- resma de 1509. Copiada del traslado que de ellas tiene , su sucesor D. José M. Zuasnavar del Consejo de S. M. en el de órdenes y académicos de la Historia . Año 1831 .-Ms. de la Academia de la Historia - Los originales se los donó el autor al Rey Don Fernando VII . Contiene esta correspondencia curiosos datos sobre Santa Cruz de Mar Pequeña. (1 ) Varios sucesos de las Islas Canarias por D. José Zuasnavar y Francia . Mss . El autor habla de este trabajo en sus Memorias . INTRODUCCIÓN . 99 caciones de partidos judiciales y electorales , sobre fortificaciones , salubridad y otros mil asuntos relacionados provincia. Las con el bienestar de la curiosas é importantes ob- servaciones de este modesto sabio , duermen en los archivos de las oficinas del Estado . (1 ) Como documento de interés local , enlazado con la historia general del pais, debemos citar con elogio unas noticias referentes á los acontecimientos que tuvieron lugar en estas islas, y especialmente en Las Palmas, de 1808 á 1812 , obra inédita de D. Agustin Alvarez Rixo, donde se numerosos datos José consignan sobre las costumbres de aquella época , y causas que produjeron la primera excisión entre Tenerife y Cana- ria . (2) (1 ) El Doctor D. Francisco Escolar llegó á Sta . Cruz de Tenerife en Marzo de 1805 , y desde luego dió principio á sus estudios , recorriendo en varias ocasiones todo el Árchipiélago . En 1820 se habia trasladado á la Península , y creemos que alli murió en 1826. Habia estudiado en Zaragoza y era Doctor en Leyes y Medicina . Poseemos un grueso volúmen con la descripción estadística de la Provincia , y un curioso estado ó resúmen de todos sus trabajos , fechado en Sta . Cruz el 20 de Diciembre de 1818 , coleccionado todo por el erudito y laborioso isleño D. Francisco M. de Leon y Xuarez . Respecto de sus notas sobre historia natural y Geología, se encuentra de ellas algunos extractos en la Historia Natural de Webb y Berthelot, y en otras publicaciones de la misma índole . (2) El manuscrito , de que tenemos copia, tiene por titulo-Cuadro histórico de las Islas Canarias ó noticias ge- 100 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . La agricultura, entre tanto, habia llamado más de una vez la atención de las pocas personas de verdadero patriotismo é ilus- tración de la provincia, y con el objeto de mejorar los cultivos y prácticas rutinarias, introducir plantas útiles, reformar los toscos instrumentos de labranza , é inculcar entre propietarios y colonos algunas nociones científicas , aplicables á abonos , semillas y riegos, se instaló en Las Palmas una escuela cuya dirección se confió al Doctor en medicina D. Juan B. Bandini, muy apreciado por sus variados conocimientos en ciencias físicas y químicas. (1) Aunque esta cátedra tuvo al fin que cerrarse por falta de protección oficial, su digno profesor dió á luz en 1816 unas Lecciones elementales , que contienen algunas interesantes noticias sobre el clima del archipiélago , estado de su agricultura, precio medio de sus productos, regulado por quinquenios , movimiento comernerales de su estado y acaecimientos más memorables , durante los cuatro años de 1808 á 1812 , por D. José Agustin Alvarez Rixo Un tomo en fol . de más de 300 paginas. Tambien conocemos de este laborioso isleño una biografía de D. M. Viera y Clavijo, y unos estudios sobre los origenes del lenguage canario . (1) La cátedra se instaló en el Seminario Conciliar de Las Palmas el 4 de Noviembre de 1806 ; y en Real órden de 29 de Julio de 1807. el Rey dió las gracias á la Sociedad Económica de Canaria por la parte que habia tomado en su creación . 101 INTRODUCCIÓN. cial, correspondencia de pesos y medidas entre las islas y la Península, calidad y composición del terreno en sus diversas zonas , y manera de hacerlos aptos á determinados cultivos . (1) Mientras se imprimia en la ciudad de la Laguna esta obra , recorria las islas Leopoldo de Buch, sábio berlinés, de elevada reputa- ción científica, estudiándolas con entusiasta atención, midiendo de nuevo el Teide, clasificando sus rocas , rectificando su flora, haciendo la descripción rife , y geológica de Tene- Canaria, Palma, Lanzarote y Fuerte- ventura, con una teoría especial sobre la naturaleza de los fenómenos volcánicos , á los cuales atribuye exclusivamente la formación del grupo . (2) (1 ) Lecciones elementales de agricultura teórica , prácti ca y económica , que para la enseñanza de sus discípulos en las Islas de Canaria ha coordinado el Doctor D. Juan B. Bandini , Profesor de la Real Armada retirado , socio correspondiente de la Real Academia de las Ciencias de Paris , Secretario de la Real Sociedad Económica de Tenerife un tomo en 8. ° impreso en la Laguna, imp . de Bazzanti. 1816 . Solo se publicó el toro 1.º (2) Buch recorria las Islas en 1815 , su obra se imprimió en Berlin en 1825 , y fué traducida al francés en 1836 , bajo este titulo- Description Physique des Iles Canaries , suivie d'une indication des principaux volcans du Globe , por Leopold de Buch , trad . de l'Allemand par C. Boulanger etc. Paris . F. G. Levrault . 1836 , un tomo en 8.º prolongado, y atlas . 102 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . De órden del Almirantazgo inglés visitó luego este pais el teniente de navío Arlett, describiendo algunas de sus localidades , levantando el perímetro de sus costas y publicando una colección de mapas , que han alcanzado una justa y merecida reputa- ción . (1) Llegaba por este tiempo á Tenerife, y se fijaba en la villa de la Orotava, un jóven y estudioso hijo de Marsella , nacido en 1794 , que ambicionaba explorar y dar á conocer al mundo científico un país tan rico en tradiciones poéticas , y en tesoros no exploAsocióse para esta empresa con otro sabio profesor, que tados de historia natural . llegaba con el mismo fin y por primera vez á estas islas, y ambos principiaron sus excursiones, trepando por las elevadas y abruptas montañas , desfiladeros, barrancos y vertiginosas sendas de pastores , que constituyen el nudo central de cada isla . Algu- nos años emplearon en estas atrevidas exploraciones , y cargados con un precioso botín de herbarios , apuntes , albums , objetos prehistóricos, plantas , flores incectos , rocas , vistas, paisages y copias de tipos indígenas , llegaron á París , y emprendieron el ímprobo (1 ) Survey of some of the Canary. By L. Arlett. - 1834 . INTRODUCCIÓN . 103 trabajo de poner en órden sus notas, clasificarlas y ordenarlas , dándoles una forma literaria y científica , digna del elevado objeto que se proponian . Eran estos sábios los Sres. Barker Webb y Sabin Berthelot, cuyos nombres nunca olvidará el Archipiélago , mientras en él se rinda verdadero culto á las ciencias históricas y naturales . Su obra, publicada bajo los auspicios del Gobierno francés , en fólio, con consta de 106 entregas hermosas láminas , mapas y atlas , obra que será siempre un monumento insigne de laboriosidad y estudio , por los numerosos datos que en ella se encierran , por las nuevas teorias que desarrolla, por su estilo correcto, exactitud fácil y elegante, por la de sus dibujos , y por el lujo de la impresión. (1) ( 1 ) Esta obra estuvo publicándose desde 1836 á 1850 , y se titula - Histoire Naturelle des Iles Canaries par MM . P. Barker Webb et S. Berthelot . - El primer volúmen comprende las siguientes partes: 1. La Etnografia y los Anales de la Conquista . Las Misceláneas ó relación del viaje de sus autores 2. por el Archipiélago . El segundo volúmen contiene: 1.º La Geografía descriptiva y la Geologia. 2. La Zoologia , dividida en Introducción , Reptiles, Ornitologia, Ichthyología, Moluscos y Entomología . El tercer volúmen consta de las partes siguientes : 1.º La Geografia botánica con 24 láminas . TOM. I. 104 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . En tanto se publicaba esta obra, otro sabio francés , el célebre Mr. d'Avezac, se ocupaba tambien de las Canarias, publicando numerosos estudios , que han ilustrado su anti- gua geografía, y las expediciones empren- didas en otro tiempo sobre el vecino Continente. En un folleto que vió la luz en 1845, expuso algunas noticias sobre los descubrimientos realizados en el Atlántico durante la Edad media; en 1846 disertaba sobre la primera expedición de Bethencourt á las Canarias; y en 1848 , año en que se publicaba el Universo, escribió para esta colección un tomo, bajo el título de Islas de África , donde ocupa un lugar distinguido el grupo de las Afortunadas . (1) En 1842 el orientalista Mr. Etienne Quatremère (?) habiendo descubierto en la Biblioteca Real de Paris unos manuscritos ára2. La Fitografía en tres secciones con 278 láminas . 3. Las plantas celulares con 9 . (1 ) Obras de Mr. d'Avezac con relación á las Canarias . -Notice des Decouvèrtes faites au moyen age dans l' Ocean atlantique anterieurement aux grandes explorations portugaises du XV siècle par M. d ' Avezac . Paris . Imp . de Fain et Thunot . 1845 . -Note sur le première expedition de Bethencourt aux Canaries et sur le degrè d'habilitè nautique des Portugais à cette époque . Par M. d' Avezac. París imp . de Bourgogne et Martinet . 1846 . -Iles d' Afrique . Par M. d' Avezac. Paris . Firmin Didot Frères . 1848. INTRODUCCIÓN . 105 bes del historiador cordobés Ibn-al - Qouthia , los tradujo y publicó , encontrándose , en el que lleva el número 13, una curiosa relación del capitan de una nave, llamado Ben Farrouck, referente al viaje que emprendió éste el año 999 de nuestra Era á las Canarias , donde consigna peregrinos datos sobre el estado del país en aquella tan apartada como desconocida época de nuestra historia. (1) En 1844 el ilustrado isleño D. Manuel Osu- (1) En la nota que va á la pág . 21 nos ocupamos de la desaparición inexplicable de esta obra. Ahora solo aña diremos que , posteriormente , y favorecidos por la benévola oferta de la Sra . Baronesa d' Eicthal, que ha recomendado eficazmente nuestra petición , nos hemos dirigido al sábio bibliotecario, que tiene á su cargo la sección de manuscritos árabes de la Bib . Nacional de París , Mr. de Zotenber , quien nos ha contestado asegurándonos lo siguiente : 1.° Je ne connais aucun ouvrage portant le titre indiqué par Mr. Millarés , ni d'ouvrage portant un titre analogue . 2❤ Je n'ai pas trouvé dans le texte d' Ibn al -Qouthia le fait mentionné dans la citation ; car le récit d ' Ibn al- Qouthia, ne s ' ètend , que jusqu'à l'an 312 de l' hégire . 3.º Aucun autre historien arabe ne rapporte le fait en question . 4. Il n'existe aucun autre ouvrage d ' Ibn al- Quothia , ni dans notre Bibliothèque , ni dans une autre . Si Mr. Millarés a la conviction , que la citation d' 5. Ossuna n'a pas été forgèe , je l'engage à parcourir les ouvrages d' Etienne Quatremére . Get auteur avait l'habitude de joindre à ses publications une quantité considerable de notes, se rapportant de près ou de loin à son sujet . Si , par hasard l'auteur du nom d' Etienne etait le mème qu ' Etienne Quatremère, il se pourrait qu'il y eut quelque part , dans un ouvrage de Quatremère, la note que cherche Mr. Millarés . Mais je n'oserais l'affirmer, 106 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . na Saviñon, nacido en medio de una familia entusiasta por las glorias de su país , despues de ensayar sus fuerzas en folletos y artículos de periódicos , políticos y literarios, se decidió á publicar una obra, que. bajo el modesto título de Compendio , explícase la historia natural, económica y social de las Canarias, utilizando todos los materiales anteriores , y condensándolos en pocas y correctas páginas . Por desgracia el libro quedó incompleto desde las primeras entregas , aunque, lo poco que vió la luz, puede consultarse con provecho , por algunos nuevos datos que en sus trabajos de investigación habia sabido recoger . (1) Algunos años despues, en 1847. se inauguró en las Canarias un período de actividad literaria, que dejó provechosa huella en la provincia. Publicáronse entonces de nuevo (1 ) El compendio se anunció de este modo - Resúmen de la Geografía fisica y política y de la historia natural y civil de las islas Canarias, por D. Manuel Osupa Saviñon . Santa Cruz de Tenerife Imp . de V. Bonnet. 1844. Las entregas salieron como parte de la sección recreativa del periódico El Propagador de los conocimientos útiles . La 1 . entrega se repartió el sábado 3 de Febrero de 1844. Osuna escribió , además , las obras siguientes: -Viage al pico de la Isla de Tenerife en 1834. Barcelona . Imp . de A. Gaspar y C. 1837 -Sinopsis insectorum insulae . Tenerife . -Los Guanches ó la destrucción de las monarquías de Tenerife . Solo llegó á publicarse el prospecto. INTRODUCCIÓN . 107 las obras históricas de Espinosa y Nuñez de la Peña, y una traducción de la vieja nica de la primera Bethencourt. (1) Por cró- vez se imprimieron tambien los manuscritos de Sosa, Abreu Galindo y Castillo; una correcta traducción de la parte etnográfica y anales de la conquista de la grande obra de Webb y tar de Berthelot, (2) y una historia miliestas Islas, por D. Juan Montero, Jefe de Estado mayor de la provincia, re- producción de la obra de Viera, sin mérito , crítica ni utilidad alguna. (3) D. José M.a Bremon, Jefe político que habia sido de esta misma provincia, dió á luz en Madrid en 1847 una série de artícu-- los , á los que, reunidos luego, dió el nombre de-Bosquejo histórico las Islas Canarias, y descriptivo de refundición desprovis- ta de novedad, que solo podia ser apreciada por una Nación , donde se ignora casi completamente el pasado , presente y porvenir de este Archipiélago . (4) Un ensayo poético sobre la conquista de (1 ) Por D. Pedro M. Ramirez á cuya ilustración se debió el pensamiento y la publicación de esta Biblioteca . (2) Traducción de D. Juan Arturo Malibran . Un tomo en 8. Sta . Cruz de Tenerife . Imp . Isleña . 1849 . (3) Un tomo en 8. de 340 páginas , impreso en Sta. Cruz de Tenerife . Solo se publicó el primer tomo y algunas entregas del 2.° (4) Madrid . Imp . Nac. un tomo en 8.º de 96 páginas . F HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 108 Tenerife, escrito por el inspirado poeta ca- nario D. Ignacio de Negrin, apenas merece citarse como obra de valor histórico , si bien tiene su lugar, entre las que constituyen hoy la escasa literatura isleña . (1) Los borrascosos debates que sobre capi- talidad se han sostenido en periódicos y folletos entre las dos islas principales , desde que comenzó este siglo , dió lugar á D. Bartolomé Martinez, erudito escritor y nota- ble jurisconsulto de Las Palmas, para publicar una compilación de los derechos y títulos que la Gran-Canaria ostenta como Capital de la provincia. Contiene algunas cópias de reales cédulas , privilegios y acuerdos de interés , cuyo valor aumenta, si se recuerda que el incendio de las Casas Consistoriales de Las Palmas en 1842, devoró el rico archivo municipal de la Isla . (2) En 1855 el Baron de Minutoli publicaba en Alemania el exploración á las de-Presente resultado de un viage Canarias , bajo el y porvenir de las de título mismas , (1) Ensayo poético sobre la conquista de Tenerife . Imp . Isleña . Sta . Cruz de Tenerife 1847. Un cuaderno en 8.º de 43 páginas . (2) -La Gran - Canaris - Compilación de los derechos y titulos que esta Isla posée como capital de las siete á que dá nombre . -Las Palmas- Imp . de La Verdad- 1855 - Un tomo en 8.º de 228 páginas . INTRODUCCIÓN . 109 que creemos no haya sido vertido al castellano . Un distinguido escritor español, D. Mariano Nougués Secall, auditor de guerra de la Capitanía General de rante su permanencia la provincia, du- en ella, se dedicó á publicar unas cartas , dirijidas á dar á conocer el país bajo su aspecto estadístico , social é histórico , para lo cual tuvo á su disposición los archivos militares , eclesiásticos y gubernativos, de donde estractó algunas noticias útiles . (1) Acabóse de publicar por este tiempo el Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico de España y sus escrito por posesiones de Ultramar, D. Pascual Madoz , y en los ar- ticulos correspondientes á Canarias , se aumentan algunos datos , verídicos unos, otros inexactos , y muchos copiados literalmente de otras obras, sin citarlas, que no aumen- tan el caudal de noticias recogidas en los documentos que van anteriormente descritos . (2) (1 ) Cartas histórico - filosófico - administrativas sobre las Islas Canarias , escritas por el Dr. D. Mariano Nougués Secall . -Sta . Cruz Imp . de Salvador Vidal . 1858. Un tomo en 4. de 422 pág. ", con algunos toscos grabados . (2) Diccionario Geográfico- estadistico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar por Pascual Madoz.— Madrid , 1843 . 110 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . De mas importancia nos parece, á lo menos respecto á la topografía marítima, el derrotero de Mr. Ph . de Kerhallet, dado á luz en español , y adicionado por el ilustrado contra-almirante D. Miguel Lobo , de cuya obra se publicaron dos ediciones con planos y notas; (1), y el notable Diccionario estadístico-administrativo que en 1865 redactó en Canarias, é hizo imprimir en Barcelona, D. Pedro de Olive, por más que los datos recogidos por este laborioso estadista , hayan cambiado con el trascurso de los años , y perdido su oportunidad é importancia . (2) En el mismo año publicaba tambien D. Agustin Diaz Nuñez , Doctor en teología, y Arcipreste de Güimar, nológica del establecimiento , y permanencia de tólica, una-Memoria cropropagación la religión católica, apos- romana en las Islas Canarias, - (3) que poco añade á las extensas noticias eclesiásticas de Viera y Clavijo. (1 ) Derrotero de las Islas Canarias por Mr. Ch . Ph . de Kerhallet, trad. de D. Miguel Lobo . Madrid . Lib . Esp . 1858. La segunda edición se imprimió en Cádiz . Imp . de la Revista Médica . 1860 . (2) Diccionario estadístico -administrativo de las Islas Canarias , obra escrita por D. Pedro de Olive , precedida de un prólogo por D. Gaspar J. Fernandez . Barcelona . Imp . de Jaime Yepus . 1865 . (3 ) Madrid . Imp . de la Esperanza . 1865. Un tomo en 12 de 429 pág.' INTRODUCCIÓN. 111 Una pequeña colección de voces del antiguo dialecto isleño , recogidas por D. Maxi- miliano Aguilar, viene á aumentar el catálogo ya numeroso de estas palabras , de las cuales no todas reconocen un legítimo orígen. De 1860 escribe una á 1866 publicó el que esto historia particular de la Gran- Canaria, que narra los sucesos hasta la reciente época de la segunda división admi- nistrativa de la provincia (1) ; una Galeria biográfica de hijos ilustres de Canarias (2) , de la que se hizo segunda edición en 1879 , aumentada con nuevas biografías , y un bosquejo histórico, sobre los progresos de la civilización en el archipiélago en 1874, donde una Historia de la (3) ; y en fin, Inquisición , por primera vez fueros publicados con documentos auténticos los procedimientos, causas y autos de fé de aquel abolido Tribunal. (4) En una colección de crónicas de todas las provincias de España, publicada en Madrid, ( 1 ) Las Palmas . Imp . de D. M Colina , 2 tomos en 4.° (2) Biografias de Canarios Célebres . Un tomo Imp . de Victor Doreste . Las Palmas . 1872 . ( 3) Dos tomos en 4. " Imp . de F. Martin . Las Palmas . 1878-1879 . (4 ) Las Palmas Imp . de La Verdad , 4 tomos en 12 . 1874 . 112 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . en 1868 , se encuentra la de crita por D. estas islas, Waldo Gimenez es- Romera, en un tomo en fólio de 133 páginas, que no es sino una reseña indigesta de las Noticias de Viera, adicionada incorrectamente con algunos datos recogidos sin conocimiento alguno del país . (1) Otra obra se publicó en Francia, al año siguiente, que adolece de iguales ó mayores defectos . Es ésta la relación sin nombre de autor, Iles Fortunées, de un viaje, bajo el título de Les donde el protagonista re- corre el archipiélago sin salir de Tenerife. Háblase en Guanches , ella de la conquista , de la vírgen de los de Candelaria, de la lepra, del clero, de agricultura, de música, de sociedades , de política, de casinos , y en revuelto caos , y utilizando sin escrúpu- lo, y sin método , las observaciones y datos que Mr. Berthelot ha prodigado en sus obras, compone el anónimo viagero un libro , que dá una idea grotesca y equivocada del país que supone haber estudiado. (2) Algunas afinidades de lenguage, y el tipo (1 ) Crónicas de España. Crónica de las Islas Canarias . por D. Waldo Gimenez Romera. Madrid. Rubio , Grito y Vitturi. 1868 . (2) Les iles fortunées ou archipel des Canaries . Paris . A. Lacroix, 1869. 2 tomos en 4. Esta obra aparece en los catálogos bajo el nombre de Mr. Ogier, y está dedicada á Victor Hugo. 113 INTRODUCCIÓN . rubio que poblaba alguna de las Canarias al tiempo de la conquista , inspiró al alemán Frans Von Loeher una obrita ó folleto que tituló los Germanos en las islas Canarias, y en el cual, con mas ingenio que fortuna, trató de probar que los Vándalos , cruzando el estrecho , estableciéndose luego faldas del Atlas; y atravesando en las despues el brazo de mar que separa el archipiélago del vecino continente, llevaron allí el tipo ca- racterístico de su raza , lenguaje y costumbres . (1) Anunciada con anticipación , y publicada con buenos tipos, mapas y excelente papel, principió á ver la luz pública en Las Pal- mas , el año de 1876 , una extensa obra bajo el título de Estudios históricos , climatoló- gicos y patológicos de las islas Canarias- por el Doctor D. Gregorio Chil y Naranjo , miembro de varias academias científicas , y literarias y natural de la Gran-Canaria . Estos estudios , destinados á formar una especie de colección enciclopédico-canaria, don- de su laborioso autor intenta reunir y compulsar lo más interesante y curioso que se ha escrito sobre estas islas, será indudablemente de grandes ventajas para el porvenir . ( 1) Los Germanos en las Islas Canarias, por Frans Von Loeher, Madrid, sin fecha. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 114 Como su mismo título lo indica, no es esta obra una historia propiamente dicha , sino un voluminoso conjunto de materiales , dispuestos á ser utilizados por el que se encuentre con ánimo bastante para emprender la espinosa tarea de escribir la historia de un país, pobre, olvidado y de escasa importancia política y social . El precio de la obra, el plan complejo que en ella rrolla, y el número necesariamente cance de las se desa- de volúmenes de constará, que la alejan del al- modestas fortunas , y del co- mercio de las clases populares . (1) Es, sin embargo, una obra digna del pa- triotismo é ilustración de su autor, defensor ardiente de los progresos de las ciencias naturales . Por ese mismo tiempo se imprimió en Sta . Cruz de Tenerife una obra que habia dejado escrita D. José Desiré Dugour, muy conocido en la provincia por sus aficiones literarias y su local patriotismo . Publicose con el modesto nombre de -Apuntes para la Historia de Sta. Cruz de Tenerife , desde su fundación hasta nuestros dias, y las noticias que contiene, ofrecen algun interés (1 ) Empezó á publicarse en la Imp . de D. Isidro Miranda el año de 1876 , y solo han visto la luz el primero y segundo volúmen en 4.º mayor. INTRODUCCIÓN. 115 en la parte que se relaciona con la población á quién va dedicada. (1) Hay otra obra, que, relacionada estrechamente con la vida íntima del Archipiélago, merece ocupar un lugar distinguido en esta reseña bibliográfica. Nos referimos al Nobiliario de las Islas Canarias , que publica D. Francisco Fernandez Bethencourt, y cuya obra puede considerarse como un curioso inventario de las familias isleñas , donde solo hallan lugar las que de muy noble alcurnia proceden . Con el talento que distingue á su erudito autor ha formado éste una galeria de apellidos , elevado teatro donde vá colocando á los que él llama, glorias del país , y en cuya árida nomenclatura de fechas de nacimientos , bautismos y defunciones , títulos de mayorazgos, donaciones y vínculos, ha sabido con su correcta dicción y fácil palabra dar un interés, que dificilmente hubiera alcanzado otro escritor de menos relevantes cualidades . La árdua tarea que se ha impuesto es digna, pues, de nuestros elogios , por los datos verdaderamente peregrinos que se hallan diseminados en su obra, cuyo valor histó- (1 ) Imp . de J. Benitez y C. Sta . Cruz de Tenerife . 1875. Un tomo en 4.º de 308 pág.* 116 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . rico es indudable, y por el trabajo ímprobo que se ha impuesto de soldar y engranar entre sí tantas y tan repetidas séries de ascendientes y descendientes , de modo que no dejen nunca solución de continuidad, uniendo, siempre que le es posible, á cada nombre que cita, una condecoración, título ó empleo honorífico , circunstancia que le coloca con frecuencia en sérios compromisos y angustiosas situaciones . (1) Las citas de hombres (1 ) Consta ya de siete tomos , de los cuales el 1.º y 2. " se han impreso en Sta . Cruz de Tenerife . Imp . Isleña .-1878. El tercero en Valencia , imp . de la viuda de Agoldi , 1879. El 4.º en Sta . Cruz 1880 y los restantes en Madrid. No es ésta la primera obra que se ha publicado sobre la Nobleza Canaria; muchos son los nemoriales históricos y opúsculos , que para enaltecer y perpetuar sus enlaces , titulos y preeminencias se han escrito en las tres últimas centurias . Citaremos algunos de estos documentos . -Historia de los Señores de Fuerteventura por D. José Pellicer de Tobar, cronista mayor de S. M. Madrid . 1646 . -Memorial de la Casa de los Marqueses de Zelada, por el cronista D. Alonso Nuñez de Castro . 1685 . -Relación de la calidad , servicios y distinciones de D. Bartolomé Benitez de las Cuevas , por su tercero nieto D. Bartolomé Benitez de Ponte y Lngo . Madrid . 1798 . -Relación de los méritos de D. Bartolomé Cayetano Benitez de Ponte , por D. Antonio Fernandez Portalegre. Madrid . 1777 . -Memorial de la calidad y servicios de los SS . de la Isla de Fuerteventura en las Canarias del apellido de Saavedra , por el cronista D. Alonso Nuñez de Castro . 1680 . -Memorial de la Casa de Nava . 1665 . -Id . de la de Lugo . -Id . de D Angel Bautista Vandama . -Id . del capitan D. Francisco Machado y Fiesco, 1738 . -Id . de D. Fernando de Saavedra , por el cronista D. Juan Baños de Velasco . 1679 . INTRODUCCIÓN . 117 verdaderamente célebres , dentro de esa clase privilegiada, por sus virtudes , servicios. y talento, nos suministran tambien curiosas notas para la historia. Incansable Mr. Berthelot en su tarea de dar á conocer ventajosamente en el extranjero la patria de su adopción , escribió una nueva obra con el título Canarias, que publicó de Antigüedades en Paris en 1879. Los rápidos progresos de las ciencias antropológicas, despertando sucesivamente la afición del que en otro tiempo había estu- diado la historia natural y las tradiciones y leyendas del país , infundió nuevo aliento á su ilustre autor para tocar el blema del orígen de la raza lazando esta cuestión, y oscuro pro- autóctona, en- procurando resol- verla, con el estudio comparado de los monumentos , fósiles , é interesantes geroglífi- cos isleños . Esta obra ilustrada con una co-Descripción genealógica de las casas de Mesa y Ponte establecidas en las Islas de Canaria . Por D. Antonio Ramos . Madrid . 1792 , un tomo en f.º - Relación genealógica de la ascendencia y descendencią por todas líneas de D. Francisco de Molina Azoca Quesada y Castilla , por el cronista D. Juan Antonio de Hoces Sarmiento . 1708. -Memorial de D. Domingo de Herrera. 1765 . -Nobleza é hidalguia notoria de las Casas de Campos y Fonseca , Manuscrito que se custodia en el archivo municipal de la Palma . -Memorial de la casa de Sotomayor, por D. José Pellicer y Tobar . 118 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . lección de grabados , ha venido felizmente á aumentar el caudal ya tan copioso de las antigüedades canarias, y á dar solución , la forma que el elevado criterio tor le aconsejó, á esas en de su au- árduas cuestiones , objeto hoy de las preferentes miradas de la ciencia . (1 ) Otras publicaciones , de índole esencial- mente científicas, han llegado asimismo en estos últimos años á esclarecer puntos concretos de Geología, Paleontología, Antropología, Geognesia y Filología con aplicación á este mismo archipiélago , entre cuyas obras no dudamos citar como más importantes el viaje á Tenerife y las Antillas de St. Claire Deville (2) , el de Dumont d'Urville en la Corbeta Astrolabio (3), los trabajos del célebre Haeckel en Tenerife y Lanzarote, (4) los de Hartung (5), Piazzi y Lyell (1 ) Antiquités Canariennes . Par S. Berthelot. Paris . E. Plon et C 1879. (2) Voy. geo . aux Antilles et aux iles de Teneriffe et de Fogo . 1849 , (3) Voyage de la Corvette l ' Astrolabe executè por ordre du Roy pendant les années , 1826. 1827 , 1828 , 1829 , sous le comandement de M.Dumont d' Urville . Histoire du Voyage . Paris Tastu . 1830 . (4) Eine zoologische Excursión nach den Canarischen Inseln ( Jenaische Zeitschrift , 1868 , t. 3.º , pag. 313 ) y Eine Besteigund des Pic von Teneriffe (Berliner geographische Zeitschrift vol . V. p . 1 . (5) Hartung. - Lanzarote und Fuerteventura 1856.Ins . Gran-Canarie Madeira und Porto Santo .-- Dic . geol . 119 INTRODUCCIÓN. los del Baron Frisch y Reiss ( 1 ) . Mous- son (2) . Meunier (3), Sauver (4), y por último , los del jóven profesor que fué de his- toria natural en el instituto de las Palmas, y hoy distinguido geólogo , D. Salvador Calderón y Arana . (5 ) Posteriormente el Doctor Verneau en- cargado por el Gobierno francés de misión científica en estas islas , una visitó una parte del archipiélago en 1876 , excursión que repitió en 1884. De sus estudios , que tienen un gran valor antropológico , han resultado algunas tarse con mucho dedican á obras que deben consulprovecho investigar los por los que se orígenes de las verch . des ins . Lanzarote und Fuerteventura nouv . de la Soc. helv. Tomo XV. 1851 . (1 ) Véanse las obras siguientes: Teneriffe , Au Astronomer ' s Experiments or speciá lities of a residense above the clouds . By C. Piazzi Smith . London . 1858. -Principes de Geologie , trad . francaise . Garnier . 1873 . -Geol . Bescher der Insel . Teneriffe . K. Fritsch y Reiss. Winterthur . 1868 . (2) A. Mousson -Revision de la Faune Malacologique des Canaries . (3) Comp . rend . de l'Acad . des sciences . Tomo 79.1874 . (4) Untersuchungen über die phonolitischen Gesteine der Canarischen Inseln . -Zeitschr f. d . ges . - 1876 . (5) Reseña de las rocas de la isla volcánica Gran - Canaria, publicada en los Anales de la Sociedad de Historia Natural de Madrid . T. 4.º -La evolución en las rocas volcánicas en general , y en las de Canarias en particular. Idem . Madrid . T. 8.º 9 TOM. I. 120 razas HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. que poblaron el pais antes de su conquista . (1) A la extensa enumeración que dejamos hecha en las páginas anteriores , pudiéra- mos añadir opúsculos , un voluminoso artículos, catálogo de folletos y memorias de menor importancia, que siempre contienen alguna noticia provechosa ó dato utilizable (2); pero, aun omitiendo como ociosa (1 ) Entre sus obras mas notables relativas à las Canarias citaremos : -Rapport sur une mission scientifique dans l' Archipel Canarien . Un vol . 1887 . -L'archipel Canarien , son passé , son present. Broch. -Les iles Canaries , leur etat actuel, leur commerce . Broch . -De la pluraritè des races anciennes de l'archipel Canarien . Broch . -Les semites aux iles Canaries . Broch . -Les anciens habitans de la Isleta Broch . -Las Pintaderas de la Grande Canarie. Broch. -Les inscriptions lapidaires de l'archipel Canarien . Broch. - -Cinq anneès de sejour aux Iles Canaries . Un vol . illustre.-París . - 1891 . (2 ) Entre otras podemos citar las siguientes : Garcia Ramos - Primeras nociones sobre las Islas Canarias -Cádiz -1877 . Busto ( D. Fernando del) —Topografía médica de Canarias . Sevilla- 1864 . Silva Ferro ( D Ramón ) - Estudios económicos industriales y científicos . respecto á la explotación y riqueza de algunas pesquerías y consumo de sus productos en los grandes mercados , con otros varios informes para servir de precedentes al proyecto de establecer una factoría de pesca, y preparación de pescado en la Isla Graciosa . situada al norte en las Canarias . -Lóndres . - Imp . de Clayton y C.' 1875. -Un tomo en 4. de 217 páginas con grabados y mapas, INTRODUCCIÓN . tan prolongada lista, 121 no debemos bargo pasar en silencio otra sin em- clase de do- cumentos , fuente preciosa para el historiador, donde, si los consulta con buen criterio y paciente laboriosidad, encontrará en -Berthelot ( Sabin ) -De la Péche sur la Cóte occidentale d'Afrique - Paris- 1840 . -Manique y Saavedra (D. Antonio Maria) -Elementos de Geografia é Historia Natural de las Islas Canarias . - Las Palmas , Imp . de Antonio Lopez . - 1873 . - Historia de Lanzarote y Fuerteventura del mismo autor . --Perez del Toro ( D. Felipe) El tabaco canario y las Pesquerías en Africa . Apuntes acerca de la geografía , historia , agricultura etc Madrid . 1881. - España en el Noroeste de Africa -Madrid . 1892. Por el mismo autor con copiosos datos estadísticos . El viagero universal .--Colección española , tomo XI , pag. ' desde la 129 hasta la 229 . Archivo de Simancas - -Sala XX . Cámara de Castilla. -Mercedes hechas á los Conquistadores y primeros pobladores españoles de Canarias , con algunas advertencias sobre el fuero, plan beneficial y judicatura de aquellas Islas . Legajos que comprenden desde 1420 á 1546 . -Noticias sobre la Isla del Hierro . Ms. por D. Bartolomé Garcia del Castillo . - Colecciones de apuntes , y diario de D. Isidoro Romero y Ceballos , desde 1760 hasta 1816 , que contiene numerosos datos y curiosidades sobre el estado de las islas durante ese período. -Deniz ( D. Domingo) -Historia de la Conquista de estas islas , que permanece inédita . -Leon y Xuarez ( D. Francisco M.ª de ) -Contiuuación de la Historia de las Canarias , desde la fecha á que alcanza la de Viera y Clavijo , hasta la muerte del autor . Ms. que po seia su hijo D. Francisco de Leon Morales . -Inscripcion de Anaga por D. Manuel Osuna . 1889 . Estudios de Mr. S. Berthelot referentes á estas islas , que tambien pueden consultarse : -Observations sur le Dracena Draco L. Bonn . 1827 . -Excursion au Pic de Tènèriffe .-- Genève . - 1831 . -Synopsis molluscarum terrestrium et fiuviatilium quas 122 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . todas ocasiones las retroceso , verdaderas causas del adelanto ó estancamiento de la sociedad isleña . Nos referimos á las actas de los dos principales Municipios de Tenerife y Canaria, en cuyos documentos , como en un diario, se recogieron desde los primeros años de la conquista este siglo , las hasta principios disposiciones gubernativas y económicas de policía é blica, de instrucción pú- de movimiento de riqueza y pobla- ción, y cuanto hoy corresponde al Gobierno político de las provincias , unos curiosos anales, de concesión de formando que con los libros datas , reales privilegios , ordenanzas y repartimientos , conservan en algunos así que archivos , aun se corrigen , in itineribus per Insulas Canarias. -Annales des Scien . Nat. Paris . T. 28. 1833 . -Coup d'oeil sur la chorographie des iles Fortunèes.Bul . de la Soc. de Geo . - Paris . 2. serie , t. 4. 1835 . -Description de l'ile de Palma .-Description de l'ile de Fer . - Idem . T. V. 1837. -Notice sur les iles de Lancerotte et Fortaventure.-Idem.-T. VIII . 1837 . -Fraginens historiques sur les anciens habitants des iles Fortunèes . - Idem T. 13. 1840 . -Note sur le Mocan , arbre des iles Canaries . Idem . 3.ª série . T. V. 1846 . -Notice sur des caractéres hieroglyphiques gravès sur des rochers volcaniques aux iles Canaries . Idem . 6.ª série . -T . IX . 1875 . -Nouvelle découverte d'inscriptions lapidaires à l'ile de Fer . - Idem . 6.ª série . T. XII . 1876 . -Memoire sur les Guanches .- Soc . Ethn . Paris . T Iy 11. 1841 á 1845 . INTRODUCCIÓN . aclaran y completan 123 las noticias estadísti- cas del país . (1) Otra Corporación hay tambien, que, por razón de su instituto, ejerció un influjo poderoso y continuo en todas las manifestaciones que constituyen la vida activa de una sociedad . Esta Corporación fué la del Iltmo . Cabildo de la Catedral de Canarias , que residía desde 1485 en Las Palmas , como capital de la Diócesis , cuya corporación la componian graves é en general ilustradas, cuantiosos caudales , que disponiendo de ejerciendo una exten- sa jurisdicción espiritual, fundas de su personas doctas , dejó huellas pro- iniciativa en la administra- ción y gobierno de las islas, así como en su educación moral é intelectual . Sus acuerdos son, por tanto, una fuente segura y abundante de peregrinas noticias para el historiador . (2) ( 1 ) Poseemos un extracto de todos los acuerdos del Municipio de la Laguna desde 1497 hasta 1773 .-- Dos tomos en folio. Y otro de los acuerdos del Municipio de Las Palmas , que comprende solo algunos años del siglo XVIII. Sabido es que el archivo de Las Palmas pereció en el incendio de 1842. Tambien pescemos notas de los Privilegios y Reales Cédulas de ambos Municipios . ( 2) El sabio é incansable D. José de Viera y Clavijo dedicó una parte de sus ocios á coleccionar los cuadernos de actas que estaban ya ilegibles y apolillados , y formo un extracto en dos volúmenes, que comprenden los principales acuerdos del Cabildo desde 1514 á 1793 . Poseemos copia de esta interesante colección . 124 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Tambien los libros y correspondencia del Tribunal de la inquisición , sus testificaciones y registros procesos , de limpieza de sangre, cuyo exámen y lectura modificaría, si fueran conocidos , las páginas del Nobi- liario , arrojan mucha luz sobre los usos y costumbres de los isleños en las tres últimas centurias , porque penetran en la vida íntima del hogar, y reflejan las tendencias y dirección del espíritu , durante aquel triste y lento periodo de nuestro proceso histó- rico . (1) numerosos materiales hay que A estos agregar todavía los que se desprenden del cotejo y expurgo de los archivos notariales , donde hallará el historiador un estado exacto del movimiento de la de las fincas , relación propiedad , precio de sus productos , cargas y gravámenes, cruzamientos y enlace de las familias, esclavos , valor y cualidades de los condiciones de los arrendamiento , monetarias , contratos de alza y baja de las especies fundaciones de mayorazgos , obras pias y censos , salarios del obrero, construcción de edificios públicos , informacio- (1) Uno de los más curiosos documentos de este Tribunal es el Registro genealógico de las familias isleñas , cuyo titulo es- Del origen de los apellidos notados por el Santo Oficio de la Inquisición de Canarias-- 125 INTRODUCCIÓN . nes de hechos importantes históricos y de interés particular, y en fin, cuanto puede constituir la vida pública y privada de una agrupación social en todas sus diversas y variadas ramificaciones . X. Abundan , pues , los documentos para escribir una historia completa de la vincia de Canarins , que puedan contribuir pro- á ensanchar é ilustrar la general de España, tan diminuta y errónea en todo lo que se refiere á las inmensas posesiones de Africa y Ultramar, lejanos paises que han formado en otros siglos el vasto imperio de la grandeza ibérica . Esa historia, inspirándose en las exigencias de la moderna crítica, bajo un plan armónico y un estilo levantado y digno, puede condensar en pocas pá- ginas todo lo que hasta hoy se ha publicado sobre estas islas , po so é asi en el limitado cam- de su historia, como en el mas exteninteresante de sus adelantos en las ciencias , las artes y las letras, en los pro- gresos de su comercio, agricultura é indus- 126 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . tria, y en la marcha de su política, gobierno Ꭹ administración . Habiendo conseguido , con una perseve- rancia patriótica é incansable , reunir la mayor parte de las obras y documentos que extensamente dejamos enumerados , nuestra afición á esta clase de estudios , y el deseo de contribuir al desarrollo los elementos literarios impulsado progreso de del país , nos han á intentar la empresa de y honrosa y difícil escribir una historia general de las islas canarias . (1 ) No desconocemos la magnitud de esta (1) Ya hemos recordado lo que Viera y Clavijo dice respecto á sus Noticias, cuando asegura que la verdadera historia de estas islas está todavia por formar. (Prólogo , tomo 1. ) Añadiremos á este propósito lo que el Dr. Chil consigna en sus Estudios . (Tomo 1. ° Prefacio , pág . VIII ;. «Mis Estudios son una colección de documentos , antes que una historia propiamente dicha , y si bien á ellos se puede aplicar todo lo que decia Juvenal de los historiadores empalagosos, quiero pertenecer a esta clase , con tal que suministre los medios para que otros , con mejores con . diciones que las mias , puedan escribir la Historia de Canarias .» El Dr. Chil se juzga con demasiada severidad . Su obra, en la parte que conocemos , es un precioso tesoro de noti cias para el país , y si bien su autor , por razones que respetamos , no ha querido seguir el método y forma rigurosamente históricos , no por eso deja de haber prestado con su publicación un eminente servicio á su patria . Nosotros , sin reunir las dotes que exigen Viera y Chil para acometer tamaña empresa , no hemos vacilado en aceptarla , seguros de que , cu lesquiera que sean sus defectos , nuestro patriótico ejemplo sabrá encontrar más felices imitadores en la generación que nos sigue . 127 INTRODUCCIÓN . obra ensayada yá en más por nosotros , aunque modesta esfera, y cuando no po- seíamos ninguno de los peregrinos mentos, que despues han venido quecer nuestra biblioteca docu- á enri- isleña , y aclarar muchos puntos oscuros ó dudosos historia pátria . Muévenos de la tambien á ello la convicción en que estamos de que el estudio de hoy, por más insignificante que parezca, no será inútil al estudio de mañana, antes bien le servirá de ejemplo y de provechoso estí- mulo. La historia, en cada uno de sus diversos. períodos, no es obra de un solo hombre , ni de una sola constante y civilización , sin cesar es , sí, adicionada la obra de las generaciones que van sucediéndose en el tiempo , contínua é indefini- superposición da, que trae al campo de la ciencia nuevos y valiosos elementos , depurados lentamente por la controversia, la observación y la crítica. Ahora bien; la investigación histórica no se agotará nunca; el choque de las ideas no concluirá jamás ; la exégesis no interrum- pirá ni un solo instante su trabajo de eliminación; la ciencia seguirá imperturbable su camino , arrojando á la candente arena 128 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. de la polémica sus atrevidas teorías , sueños de hoy, realidades de mañana; de todos esos poderosos elementos, fundidos en un crisol común, surgirán siempre soluciones dife- rentes , que serán admitidas ó rechazadas por los hombres ilustrados, que vengan de distintos campos á sostener la controver- sia, si bien quedando de cada esfuerzo individual, un residuo utilizable , que hará florecer con nueva sávia ese árbol cada dia más arraigado y fructuoso del saber humano . Contribuir, pues, á ese adelanto científi- co, literario é histórico , ardiente aspiración de nuestra edad , en la parte infinitamente pequeña que pueda asignársele á este mo- desto estudio, emprendido , aunque no tenga otro mérito , con celo, imparcialidad patriotismo, es el pensamiento que ha ve- nido á inspirarle, y el único biciona su autor. y láuro que am- LIBRO PRIMERO . EL ARCHIPIELAGO CANARIO . I. FORMACIÓN GEOLÓGICA DEL ARCHIPIÉLAGO El Archipiélago de las Canarias se le- vanta en el Océano Atlántico , enfrente de ese inexplorado mar de arenas, que por nombre el Sahara, y á lleva pocas leguas de la costa occidental de Africa. (1 ) Compónese de siete islas habitadas y seis (1 ) El Archipiélago pertenece geográficamente al Africa , teniendo en frente los cabos de Juby y Nun, y á mayor dis. tancia los de Ger y Bojador . La cordillera del Atlas parece prolongarse hasta las Canarias , cuyo grupo se halla situado en la misma dirección, que las últimas estribaciones de aquella cadena de montañas . Fuerteventura, la isla más próxima al Continente, dista de él ciento y un kilómetros . 130 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . islotes desiertos, que ocupan una extensión de 504 kilómetros en dirección del E. N. E. al O. S. O. , entre los paralelos 27° 37' 33" y 29° 24' 44" de latitud N. , y los meridianos 7° 7' 30 " , y 11 ° 57' 30 " de longitud 0 , (1) pudiendo valuarse su superficie en 7167 kilómetros cuadrados . (2) El archipiélago se divide en dos grupos distintos, que se denominan por su misma situación , oriental y occidental . Fórmase (1) Las longitudes se hallan referidas al meridiano de San Fernando , estando Paris al E. 8° 32 ' 39 " . Si tomamos como primer meridiano el de la punta Debesa de la isla del Hierro , tendremos 0°, y 4º, 54' long . O. Si elegimos el del Observatorio de Madrid , nos dará 9° 37' 30 " y 14° 31 ' 30 " Y si aceptamos el de Paris , tendremos 15° 1' y 20° 32' 30 " . Los 27° 37 ' 33 " de lat . N. corresponden á la punta de la Restinga, que es la más meridional de la isla del Hierro ; y los 29° 24' 44" coinciden con la punta N. de la Alegranza . Las longitudes se hallan tomadas desde Roque del Este á punta Orchilla , que es la más occidental del Hierro . La mayor distancia , entre los dos puntos extremos del Archipiélago, es la de 504 kilómetros en dirección E. N. E. á O. S. O. (2) Estas cifras se descomponen de la manera siguiente . Lanzarote con sus islotes 741 kc Fuerteventura y Lobos , 1722. Gran-Canaria , 1376. Tenerife . 1946. Palma , 726 , Gomera , 378 , Hierro , 278 . Aceptan esta medida superficial , D. Pedro de Olive en su Diccionario Estadístico - administrativo de las Islas Canarias pág 219. 1) . Antonio M. Manrique y Saavedra en sus Elementos de Geografia pág. 2, y el Dr. Chil en sus Estudios Históricos t . 1. " pág. 342 . Apártase de este cómputo D. Justo P. Parrilla en su compendio de Geografía General, dando á estas islas 8.830 kil. cuad. de superficie total . 131 LIBRO PRIMERO. el primero con las islas de Lanzarote, y sus cinco islotes desiertos, Roque del Este, Alegranza, Roque del Oeste , Montaña Clara y Graciosa, con la isla de Fuerteventura , y su islote Lobos , y la Gran-Canaria; y constituyen el segundo , las de Tenerife, Gomera, Palma y Hierro . Las dos principales de Canaria y Tenerife ocupan el centro , teniendo á uno y otro lado sus respectivos grupos , oriental y occidental. El archipiélago se halla cia del trópico de Cáncer, ma latitud poca distan- y bajo su mis- encontramos, dirigiéndonos al las provincias de Este á Marruecos corres- pondientes á la región del Sahara y el alto Egipto . En Asia, el norte del mar Rojo, el fondo del golfo pérsico, la India septen- trional y las provincias meridionales de la China . En Oceania algunos islotes del archipiélago de Magallanes: y en America , la baja California, Méjico y la Florida. Graves y acalorados debates , cuya solución definitiva buscaríamos hoy en vano, entre las diversas teorías científicas , que sobre este Archipiélago se han emitido, renacen diariamente y se discuten por los geó- logos , respecto al orígen, edad de cada componentes, y una de estas islas, y sus ad- yacentes islotes . 132 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Los neptunistas, queriendo explicar el fenómeno de su aparición y disgregación por la acción única de las aguas, suponen que las Canarias han formado parte del tinente africano , del cual fueron con- arranca- das lentamente por el contacto irresistible y continuo del Océano , haciendo coincidir ese movimiento de dislocación, ca remotísima de la central del con la épo- evaporación del mar Sahara, y con un descenso gra- dual en el macizo del Atlas . que unidas las islas al Suponen otros, mismo continente, y siendo sus montañas las últimas estribaciones del Atlas, un poderoso sacudimiento de aquella volcánico , las desgajó cordillera , abriendo los profun- dos canales que las separan entre sí, y el brazo de mar que las divide del Africa . Despreciando estas hipótesis nistas, atribuyen la formación los vulcadel archi- piélago al poder eruptivo del fuego interno, que empujando hácia arriba la corteza terrestre, en uno de esos movimientos con- vulsivos, ter- tan frecuentes en ciaria, llevó los primeros cráteres, que á la la época superficie del contornos de esos Atlántico aislados luego, por una fuerza ascen- cional, que todavia continúa ejerciendo su presión desde las profundidades del plane- 133 LIBRO PRIMERO . ta, vino á constituir la forma irregular y caprichosa, que revisten hoy las costas acantilados de las y Afortunadas . (1) Los poetas, y con ellos buen número de historiadores y filósofos, tamente creyendo resuel- en la misteriosa existencia y desala Atlántida , afirman, al ocu- parición de parse de las cumbres Canarias, que sus elevadas son restos de ese sumergido con- tinente, inmortalizado por Platón ; y aunque desechada con los más siglo , desdén esa teoría por eminentes se observa, no geólogos de nuestro obstante , que surge de vez en cuando, patrocinadas por nombres respetables en las ciencias y las letras , y revestida con el ropage seductor que le prestan lo maravilloso de su dramático de su orígen y lo desgracia. (2) Sin embargo, las ciencias naturales han adelantado ya lo suficiente , para señalar las (1) Los volcanes , dice K. Fuchs , han aparecido en los últimos períodos del desarrollo terrestre, aunque respecto á la cronologia humana son muy antiguos . Difícil es determinar la época de la aparición de los primeros volcanes , á causa de la perfecta semejanza que las lavas actuales presentan con los basaltos y las traquitas , qne ciertamente son más antiguas . »> Les volcans . Paris . Germer . 1876 . (2) Pueden consultarse sobre la Atlántida, entre otras obras modernas las siguientes : -E. Forbes. Mem . of. geol . Survey etc. 1849 . ----Bory de S. Vincent. Essai sur les iles Canaries . Paris , 1 801. 134 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . causas verdaderas que, á nuestro juicio, han dado orígen á ese archipiélago ; y nosotros , al considerarlas exactas y fundadas , creemos resuelto el problema , en la forma que vamos brevemente á exponer , teniendo para ello en cuenta los últimos estudios geológicos , y los peregrinos datos , que nos suministran en abundancia esas mismas ciencias . Al observar el geólogo la estructura y composición interna del grupo canario; al leer, por decirlo asi , en sus alternas capas la historia de su formación ; al sondear su pasado al traves de los cortados valles , hendidas montañas , y verticales flancos de su macizo, se adquiere la convicción profunda de que estas islas han brotado desde el fondo de los mares en la época terciaria, y durante ese período llamado por algunos mioceno superior. (1) -P. Gaffarel Etude sur les rapports de l'Amerique etc. Paris . 1869 . -A . C. Moreau de Jonnès . L' Ocean des anciens et les peuples prehistóriques . Paris. 1873. -Roisel. Les Atlantes . Paris. 1874 . -Heer et Gaudin . Floria tertiaæ . T. 3.º -Mac Pherson. Bosquejo geológico de la Provineia de Cádiz . 1873 . (1) Lyell en sus Principios de Geologia t . 2. pág. 515 se expresa de este modo hablando del orígen volcánico de las Islas del Atlántico . «Podemos afirmar que las primeras erupciones han tenido lugar en ese período terciário-medio , que yo he desig- LIBRO PRIMERO . 135 En ese momento geológico, cada isla debió surgir, destacándose de esa gran masa submarina sobre la cual se apoya y descansa el gran continente africano , por efecto de un sacudimiento poderoso, que fué evidentemente sincrónico con el que elevó los cráteres de las Salvages , y los que constituyen los grupos de la Madera, Cabo- Verde y Fernando Póo, removiendo al mismo tiempo con terrible empuje las costas andaluzas y lusitanas, aunque siendo posterior al levantamiento de los Alpes y Pirineos , que yá habian hecho su aparición en Europa, desde los primeros dias del período Eoceno . (1) Al sobrenadar en el Océano el primitivo nado con el nombre de Mioceno superior. » > Frizch y Reiss señalan tambien el periodo mioceno-medio ó sea el Helveciano de Mayer. Geologische Beschresbung der Ins . Teneriffe . (1 ) -«Placèes ( les iles Canaries) à la suite les unes des autres , par leur gisèment d'orient en occident, elles sont comme un prolongement de la chaîne de l'Atlas . Cet archipel se rattache ainsi à la masse sous-marine sur laquelle s'appuie la grande terre africaine , et n ' est, pour le géolo. gue comme pour le geographie , qu'un fragment isolé de ce continent.» Berthelot. Antiquitès Canariennes . París . 1879 . «En una gran masa plutónica sub - marina, que se extiende desde el Continente africano , hasta más allá de las Islas de Cabo Verde , y forma relieve en el N. O. de la Península, constituyendo el gran macizo de Galicia , se abrieron paso en la época terciaria los cráteres dispuestos en série de Fernando Póo , Canarias , Madera y Cabo Verde . » Calderon . Las Rocas de Canarias , articulos públicados en 0 El Museo Canario , t . 1. pág. 339. Las Palmas . Imp. Atl. 1880. 10 TOM. I. 136 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . esbozo del Archipiélago , cada isla apareció subdividida en mil y mil fracciones , separadas entre sí por golfos y canales , estrechos y lagos de caprichosas formas. Un mar, en efervescente ebullición, se agitaba sin descanso en medio de esas segregadas porciones , cual inflamada caldera de viente vapor . hir- Las lavas, derramando su materia líquida é incandescente sobre la superficie de las agitadas aguas , desde una profundidad , que no era inferior á 3.000 metros , y obedeciendo al empuje ascensional, que sin interrupción se sostenia y manifestaba, aunque con secular lentitud, dió ocasión á que el Océano , encontrándose con las crestas solidificadas de aquellos nacientes arrecifes , trabase con ellos singular contienda , que ha venido prolongándose de siglo en siglo, sin que cese nunca en su eterno batallar. (1) El obstáculo , no obstante, que las masas graníticas oponian sin cesar (1) al libre curso Las traquitas primero, despues el basalto, capas de wacka y laterita, y por último un grueso conglomerado , que constituye potentes bancos; y si à estas rocas se agregan unas erupciones localizadas más modernas , y algunos depósitos , tanto de acarreo , como de sedimento, de escasa extención, quedan enumeradas todas las masas componen tes de tan curioso país. >> Reseña de las rocas de la Gran- Canaria por D. S. Calderon y Arana, pág . 3. —Madrid . Imp . Fortanet- 1876 . 7 137 LIBRO PRIMERO. de las olas, tomaba entonces mayores proporciones, con el todos los que acudian de rizonte á furor de los huracanes , prestar su puntos del ho- poderoso auxilio al mar embravecido , sumando con él sus fuerzas invasoras, ataque y la ramente y dando de este modo al defensa un aspecto verdade- aterrador . Entre ese flujo y reflujo contínuo, y entre ese incansable embestir de los vientos y las olas, consiguieron éstas arrancar pequeños fragmentos de las salientes rocas, por todos aquellos sitios en que las brechas ofrecian al ataque algún lado vulnerable, fragmentos que , precipitándose por su propio peso al fondo de las futuras playas, aún nó visibles , que constituian su circuito, y cómo el cimiento ó placer de cada isla, principiaron á formar en revueltas capas , lechos de cantos rodados , arenas , asperones y conglomerados vários, confundidos con numerosos bancos de conchas y detritus marí- timos . (1) (1 ) Dice Lyell: - «Desde que las primeras lavas solidificadas se alzaron sobre las aguas, se vieron expuestas á la acción de las olas : fragmentos de rocas volcánicas se desprendieron y fueron á colocarse en la ribera , siendo otros arrastrados á mayores profundidades en el mar adyacente , formando lechos de cantos rodados , conglomerados , arenas y asperones, en medio de los cuales quedaron sepultados HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 138 Continuando de esa manera el nunca interrumpido crecimiento del archipiélago , las lavas volcánicas fueron paulatinamente alcanzando progresivas elevaciones , sin dejar por eso de oponer sus sólidos muros de traquita y basalto , Océano, á la acción erosiva del y sin que tampoco esta tenás re- sistencia disminuyese el trabajo de disgre- gación de los productos lávicos , que habian de constituir, andando el tiempo , los se- dimentos y aglutinados de los terrenos costeros . Durante ese período de verdadera gestación, espantosos cráteres, con violentas convulsiones , se abrieron paso en cada isla, formando focos centrales , cual éjes del futuro sistema orográfico de cada agrupación , y con tendencias en cierto modo á normalizar la dirección y alcance de sus erupciones y de su esfera de actividad . La caldera de Eceró en la Palma, el circo de Tirajana en la Gran Canaria, las Cañadas del Teide en Tenerife , se levantaron en medio de aquella confusa masa de desordenados materiales, cómo para dar forma y modelado á la nueva tierra que surgia. corales y conchas de especies miocenas »> Principios de Geología, t . 2. ° pág. 516 . 33 43 139 LIBRO PRIMERO . Movimientos histéricos en el tonaciones horribles en suelo, de- los áires, espesas lluvias de hirviente arena, que oscurecian arroyos líquidos de fundida la atmósfera, lava, cruzándose en todas direcciones , dis- locaciones titánicas , valles , montañas , des- barrancas en confuso desórden , filaderos y se presentaban por dó quiera sobre su superficie, que un mar siempre en cólera azotaba con violencia, (1) Entretanto , las capas más elevadas de su aplacerado circuito , constituidas , segun hemos dicho , con los despojos disgregados de sus corroidas lavas, ocultas por la de las aguas , altura aparición sobre verticalmente hasta entonces ó hicieron el agitado océano, ó por báscula , dejando terrenos sedimentarios fosilíferos , á cuyas bien un movimiento al descubierto y su de extensos conglomerados capas siguieron otras , colocadas en posiciones inferiores , tan pronto aquellas fueron alcanzando el mismo (1 ) Saint Claire Deville , al explicar la formación de estas islas , dice : «Primeramente aparecieron al exterior las traquitas oligoclásicas , con las tobas y conglomerados que le son afines, constituyendo el núcleo central, luego siguieron los basaltos , llenando los puntos intermedios , y por último brotaron los mil y mil cráteres , cuyos conos cubren e ! Archipiélago , inundandolo con sus lavas . » 140 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . nivel que las primeras . (1 ) Estos bancos de conchas y despojos marítimos de especies hoy extinguidas , se alzaron de aquel modo, sometiéndose á esa fuerza de levantamiento , que parece laten- te en las entrañas del Globo , y alcanzando alturas desde el fondo del Océano de 300 á 400 metros sobre su nivel. (2) En esos bancos de fósiles , verdaderos geroglíficos de la creación , es donde al presente descifra el geólogo , en páginas de conchas, la historia pasada de estos archipiélagos y formula con certeza sus científicas teorías . A este período de vertiginosa actividad , sucedió luego otro de tregua ó descanso, calmándose relativamente la fuerza erupti- (1) Dice Lyell en su obra ya citada: «A 400 m. más o menos al N. de la Ciudad de Las Palmas , y en una localidad denominada de Sta . Catalina , que se sitúa al N. E. de la Isla , se presenta un banco elevado , entre la alta escarpa de tobas con conchas miocenas , y la orilla del mar . » (2 ) Estos fósiles yacen en estratos casi horizontales , alternando con algunas capas de basalto , y están lejos de la masa volcánica que , en forma de cúpula , constituye el núcleo central de Gran -Canaria . Segun Lyell , el depósito que los contiene llega en el interior á una altura de 335 m . sobre el nivel del mar , concibiéndose por lo tanto , que aquel , en un tiempo suelo submarino , experimentó una elevación por lo menos igual à dich ! cantidad . » Estudios paleontológico por D. Miguiel Maffiotte . Rev. de Canarias , t . 1.° pág. 194. LIBRO PRIMERO. 141 va de los grandes centros ígneos . El enfriamiento de las lavas, la acción vivificadora de las corrientes atmosféricas , y el acarreo de las aguas pluviales, eran todos elementos que, desde ese instante, iban á cooperar gradual y simultáneamente á levantar el fondo de los valles , fijar el curso de los torrentes , y redondear la aguda silueta de las abruptas montañas. Durante ese período de lenta superposición, debieron formarse grandes lagos sobre las cerradas cuencas de las altas sierras, alimentados por las espesas lluvias de la época pliocena, que luego , al desbordarse, abrieron sin duda enormes brechas en los basaltos y acantilados de las costas , llevando estos despojos, con el excedente de sus aguas , á las más próximas orillas . (1) (1 ) Dice Escolar en sus apuntes inéditos : «La montaña en que está la Cueva del Mediodia , y la otra en que se halla la Fuente blanca (Gran -Canaria) , están separadas por el barranco de Texeda , que tiene su orígen en lo alto de la misma , casi en los bordes del enorme crȧter primitivo de la Isla , dentro del cual están la mayor parte de los pagos que componen la parroquia de Tiraxana, y cuyo diámetro tiene quizás más de dos leguas . Despues de haber atravesado y surcado profundamente éste y los demas barrancos que vienen á parar á él , y las montañas descarnadas que hay por el término de Texeda, se abrió un paso angosto y profundo por entre estas dos montañas , que fueron en sus principios una sola, como lo manifiesta la igualdad del nivel que están los estratos de las diferentes rocas que las forman , y la idéntica naturaleza de ellos . Ro- 142 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Trascurrió de este modo incalculable período de siglos , hasta que hubo un momento en que se encalmaron definitivamente las convulsiones del suelo , en que cesó el fragor de las tempestades, y en que el hervidero del fuego interno pareció extinguido . Llegado ese instante, y despues de otro lápso de tiempo, que escapa á todo cómputo humano, las aves de los vecinos continentes principiaron á traer en sus picos , en sus álas, y hasta en sus deyecciones, semillas de las plantas y frutos que constituian su alimento, la corriente inter-oceánica dejó en su trayecto fragmentos vegetales , y el viento , llevando en suspensión gérmenes orgánicos , depositó tambien en los terrenos de aluvión, preparados para recibirlas , semi- llas de aquellas plantas y larvas de aquellos insectos , primera manifestación de la ta esta primera valla , tuvo que romper la otra, que en una época, á mi parecer muy posterior, le opusieron las montañas volcánicas y escarpadas , que son hoy el baluarte en que el mar revienta con violenta furia ; hasta que el barranco se abrió este nuevo paso , las avenidas debieron formar un lago que , subiendo de nivel , se fueron desaguando por los parajes más bajos , y arrastrando en sus corrientes los terrenos menos solidos , hasta abrirse el portillo por donde hoy entra en el mar . Pero , entretanto , este depósito grande de agua pudo y debió causar las ruinas y escarpaduras , que se ven en las montañas que la produjeron , es la de Fuencaliente . Cueva del Mediodia , y el espacio en que está hoy situado el pueblo de la Aldea y la mayor parte de sus tierras cultivadas .» LIBRO PRIMERO. 143 vida vegetal y animal sobre el suelo de las futuras Afortunadas . La fáuna y la flora del Archipiélago fué constituyéndose de este modo lentamente, aunque sin ninguna interrupción, hasta que pudo al fin obtener el desarrollo con que aparecen ambas en el período cuaternario , y en los tiempos que precedieron á la aparición del hombre sobre esas playas y bos- ques intertropicales . Empero, el fuego interno que habia dado vida á las islas , continuaba á intérvalos su trabajo de erupción, rasgando con frecuencia la dura corteza que ya cubria por todas partes el suelo . Asi , de siglo en siglo, y de isla en isla, volcanes imponentes é inesperados han venido á demostrar que el foco oculto , orígen de su formación , está aún muy lejos de haberse extinguido en sus entrañas . Esa fuerza misteriosa que hace descender ó alzar los continentes , no ha cesado, pues , en las Canarias de ejercer su poderosa acción , como se evidencia con el movimiento que se revela en sus playas, fenómeno reconocido hoy por la ciencia , y cuyo descubrimiento se debe al estudio de las costas, arrecifes y acantilados del Grupo , y al atento exámen de los bancos fosilíferos , que se 144 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. levantan en su perímetro . (1) Ese movimiento, aunque común á todo el macizo del archipiélago , es, sin embargo, parcial y distinto para cada isla. Á una ó dos millas aproximadamente , de su respectivo contorno la sonda desaparece, y alcanza grandes profundidades , que acusan , pa ra cada una , existencias , por decirlo asi, independientes . Exceptuamos el placer que sirve de base á Lanzarote y Fuerteventura, con todos sus islotes adyacentes , que es uno para ambas, (2) no siendo por consiguiente imposible, dada su especial configuración , que en el trascurso de muchos siglos , y continuando ese levantamiento gradual, lle- guen las mismas á formar una sola isla, sir- (1 ) Calderon y Arana , en su opúsculo ya citado , dice á este propósito lo siguiente : «Lyell observa acertadamente , que nada lleva á pensar en la sumerción temporal de dichas capas , y que, por el coutrario, parece que el movimiento ascensional no ha sido interrumpido : mis observaciones indican que , no tan solo es esto cierto , sino que en la actualidad se dá á conocer esta infiuencia en Gran- Canaria , por la invasion constante del mar en unos sitios , y su alejamiento sucesivo en otros , aunque en general tiende å levantar la Isla . » pág. 27 . Fritsch y Reiss , hablando de Tenerife se expresan de este modo: «Tenerife se ha formado por superposiciones sucesivas, y su forma actual depende del modo como tuvieron lugar los depósitos de los materiales volcánicos eruptivos y de las modificaciones que en los mismos ocasionó la erosión durante una ascensión lenta. »> 2 - (2) Kerhallet. Derrotero del archipiélago de Canarias , edición , pag. 9. " . traducción de D. Miguel Lobo , 145 LIBRO PRIMERO . viéndoles de lazo de unión el islote hoy desierto de Lobos . Cae, pues, por su base la suposición de un continente sumergido , de cuyas últimas alturas fueran las Canarias la prueba indubitada, porque, en efecto , si sondeamos el atlántico en toda esa inmensa cuenca que abraza las islas Verde, de Cabo Azores , y enlazamos Canarias, Salvajes y Madera, su estudio con el de las costas de Portugal y Galicia, y las occidentales de Africa observaremos, que una extensión continental en esos mares, implica un cambio de nivel de tal magnitud, que se de todas aparta las conclusiones geológicas de los períodos terciarios . Entre las Azores y el Portugal revela la sonda depresiones, que exceden de 4.500 metros . Junto á la Madera y alrededor de las Canarias las profundidades varian entre 3.000 y 3.500 metros . Cada una de estas últimas Islas , á excepción de Lanzarote y Fuerteventura, tienen, como hemos dicho, un placer distinto, que supone una base ó cimiento aislado . Los freus ó canales que las separan entre sí, ofrecen asi mismo un mar libre ciones las y profundo, indicando independientes, aunque Islas al mismo macizo forma- enlazadas submarino , y 146 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . sometidas á las mismas causas ígneas . La submersión, pues, en el Atlántico , de tan vasto misible, Continente, si se tiene estudiada posición continentes cuencas es un hecho inad- para ello presente equilibrio y actuales , y oceánicas, la de los el exámen de las respecto al período prehistórico en que se supone acaecido tan singular fenómeno . Permítasenos , por tanto , que en el estarechacemos, como do actual de la ciencia destituida de todo fundamento sério , la poética, leyenda de ese colosal hundimiento, que nos ha conservado la clásica lite- ratura griega , de Platón . y ha inmortalizado el génio Es pues evidente, por lo que dejamos expuesto, que el Archipiélago Canario debe su orígen á un movimiento ascencional de la corteza terrestre (1 ) determinado por (1 ) El Dr. Chil en sus Estudios, se manifiesta tambien partidario de esta teoría cuando dice : «Es indudable y asi lo ha evidenciado ya la ciencia que todas estas porciones ( Canarias, Azores , Madera , Salvajes) han salido del fondo de los mares , sufriendo , aun despues de su levantamiento , otros accidentes más ó ménos importantes... Las Canarias se puede decir, y las observaciones geológicas confirman esta idea, se han formado por la accion de dos fuerzas , la actividad volcánica, y la erocion por el agua, tanto salada como dulce .» T. 1.º , pag . 58. 1876 . En la Historia de la Gran-Canaria, que publicamos en 1860, consignábamos tambien nosotros lo siguiente : 147 LIBRO PRIMERO . violentas erupciones en su superficie , que alzando poderosamente numerosos cráteres , desgarrando el suelo en todas direcciones , vomitando lavas , cenizas y escorias , cegando valles , elevando cerros , entreabriendo abismos , rasgando cordilleras , pulverizando montañas, y fundiendo repulsó al Océano, primitivas rocas, dibujó el perímetro de cada isla, y despues de un titánico batallar con el furor de los vientos, con el hervi- dero de los volcanes , y con el terrible empuje de las olas , cesó , al fin, en sus secu- lares convulsiones , y modificando su tos- tada superficie edades , recibió con el transcurso de en su seno , los de la vida, convirtiendo las gérmenes sus negros flan- cos y estrechos valles en tierra productora , donde los árboles levantaron sus alegres «Entretanto la moderna ciencia , al observar los trastornos que se descubren en todas direcciones sobre su quebrantado suelo , los apagados cráteres de sus numerosOS volcanes , los torrentes de lava , que cruzan sus valles , y los nuevos respiraderos , que de vez en cuando suelen aparecer en su superficie , no duda atribuir al fuego subterráneo el origen de estas Islas . Sus montañas, dicen , revelan por su configuracion geológica , que han sido producto de ascenciones submarinas , efecto de las terribles oscilaciones que en épocas remotas han elevado gradualmente el terreno desde el fondo de los mares , para constituir el grupo bajo las condiciones fisicas en que hoy se nos presenta. » T.º 1.º, pag. 28 . 148 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. copas, y las flores derramaron su mágico perfume. La ciencia asi lo demuestra con sus eternas é inmutables leyes , y los miembros del archipiélago, dislocados ruinas de su caótico pasado , asi tambien lo revelan con su mudo é imponente aspecto . Tal ha sido, tunado . el Génesis del grupo afor- 149 LIBRO PRIMERO . II. LANZAROTE Y SUS ISLOTES. La isla de Lanzarote es la más oriental de las Canarias . Hállase situada entre los 28° 49' y 29° 14' de latitud N. y 7° 12' 30 " y 7° 40 ' 30 " de longitud O. Su mayor extensión es de 58 kilómetros , y 18 la de su en ancho medio . Corre la isla E. al S. O. , y cuenta dirección del N. 741 kilómetros cuadrados de superficie, incluyendo en esta medida la de sus islotes adyacentes . Colocándonos en el cabo Fariones, que es el punto más setentrional de la isla, para recorrer desde allí y dirigiéndonos oriental, el límite de sus costas , primero hácia la banda hallamos sucesivamente las pun- de Mojon blanco y Aguzada , las de Arrieta, Usaje y Pasito, y luego las de tas Cucharas, Ancones y Charcos . 150 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Siguiendo despues la curvatura del litoral , que se inclina rápidamente al S. E. , nos encontramos con los puertos ó fondeaderos de Naos y Arrecife, que se abren á derecha ofreciendo cómodo vientos . de é izquierda la abrigo Estos puertos villa á capital , todos serían los los mejores si su entrada presentase del archipiélago, menos dificultades , y si el movimiento de las arenas, ó la ascensión del subsuelo , no fueran visiblemente disminuyendo su fondo. Hay la certidumbre en estos últimos científica de que cien años se ha elevado una braza sobre su anterior nivel, (1) amenazando cegar, en tiempo no remoto , los charcos interiores de la Estila y San Gi- nés, y los fondeaderos comprendidos entre los islotes Francés; Cruces y Juan Rejon, que son los principales que constituyen el puerto de Naos . (2) ( 1 ) « Es indudable que á estas corrientes ( las del S. ) y á la permanencia de los vientos del 1.er cuadrantre se debe la disminucion del fondo de este puerto , cuya profundidad ha disminuido una braza en los últimos cien años y y acabará por cegarse...» Derrotero de Canarias por Mr. C. F. de Kerhallet , trad . de D. M. Lobo . Cádiz . 2.ª edición pág . 31 . (2) Dice Kerhallet en su citada obra pág . 29: «Naos está al N. y Arrecife al S. de la Villa de este último nombre, la cual se halla asentada sobre una punta redonda de terreno áspero y montuoso . Delante de esta punta existen esparcidos algunos islotes de piedra, uno de 151 LIBRO PRIMERO . Prosiguiendo la descripción del circuito de la isla, hallamos luego la ensenada de Ávila, el cabo de Punta Gorda y el del Papagayo, extremidad sur de la isla, desde la cual, hasta la punta de Pechiguera, hoy se levanta un faro de 4.º halla la famosa playa de las donde órden, se Coloradas , y el distrito de Rubicón , que sirvió de asiento á la primera población de Lanzarote, y á la fundación de su catedral . Esta parte de la costa forma con la de Fuerteventura , que le es paralela , á cuatro y seis millas de distancia, el canal de la Bocaina, en medio del cual se alza el islote desierto de Lobos , donde al presente hay tambien un faro. Doblando ahora la punta de Pechiguera, para seguir la dirección occidental, que costa, van apareciendo sucesivamente las puntas de- desde este sitio continúa la nominadas Roja, Janubio, Gabiota, el Rio , Penedo , Ginate y Salinas , hasta encontrar de nuevo el cabo Fariones, que cierra el los cuales , bastante grande, está unido á la población por medio de un puente levadizo de tres ojos , que dá paso al fuerte llamado San Gabriel . Los arrecifes que despide ese islote grande , cuya figura es la de una media luna irregular , y los de otro que está á un cuarto décimo de milla del anterior, y se llama el Quemado , forman el puerto de Arrecife... Al N. E. de la punta de San Gabriel , y á un cuarto de milla de ella, se halla el puerto de Naos , formado por los islotes Francés y las Cruces . >> 11 ΤΟΜΟ Ι. 152 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. perímetro recorrido . Enfrente de este cabo, y separado por un canal de 1800 metros de largo, que se denomina el Rio; se levanta la isla de la Gra- ciosa, que mide cinco millas de largo por dos y media de ancho, de terreno montuoso y elevado . Sobre su pequeña descuellan cuatro ó cinco superficie picos, de los cuales, el nombrado montaña amarilla mide 678 piés de altura, llegando á alcanzar el macizo que constituye su núcleo central , hasta 955 piés . (1 ) (1) D. Ramon de Silva Ferro en sus Estudios sobre la pesca en las Canarias , describe así este islote . « Al N. de la Isla de Lanzarote, un poco al O. de punta Fariones , se encuentra el islote ó pequeña Isla llamada Graciosa . Esta situada entre los 29° 12 ' 50 " y 29° 17 ' 7 " de lat. N. y entre los 7 ° 16 ' 2 " y 7° 20 ' 32 " de long . O. de San Fernando . Hállase separada de Lanzarote por el estrecho del Rio , que próximamente tiene una milla de ancho , y forma un magnífico fondeadero con 5 á 15 brazas de fondo . Tiene de largo la Graciosa en su mayor long. , desde la punta de Montaña Amarilla al S. O. , hasta la punta de Pedro Barba al N. E. 5 millas; por su mayor ancho no excede mucho de dos millas . En parte se encuentra cubierta de arena blanca mezclada con gran número de caracoles terrestres , entre los cuales dominan el Helix Sarcostoma . Helix Pisana, Bulinus decollatus, Cryptella Canariensis , y otras especies mezcladas con restos de moluscos marinos ; tambien se hallan concreciones oviformes . huecas y abiertas por una estremidad , que no son otra cosa que nidos de ciertos insectos apiarios del órden de los himenópteros , que con mucha frecuencia se encuentran tambien en los paises cálidos de América colgados de los árboles. Por la parte del S. E. la costa es pedregosa , baja y fácilmente accesible, signiendo luego el terreno hacia el N. y S. O. en una N 153 LIBRO PRIMERO . A una milla de distancia de la Graciosa aparece el islote donominado Montaña Clara, de forma abrupta y escarpada, y á me- dia milla escasa de éste, la piedra del Infierno ó Roque del Oeste, que es un arrecife de un tercio de milla de extensión aproximadamente . (1) Cinco millas mas al norte, se alza otro islote casi circular llamado Alegranza, volcan apagado, cuyo cráter tiene 1.181 piés de altura absoluta con un diámetro de dos millas . (2) planicie ligeramente ondulada, en la que abundan las plantas arborescentes de la familia Chenopodeœ , tales como el Chenopodium maritimum , el Cheno odium setigerum y el Chenopodium fruticosum . Hácia el N. O. el litoral es mucho más escarpado ; grandes masas de basalto rodean la ribera, y tres conos volcánicos colocados en fila no dejan la menor duda respecto á su origen . La Isla Graciosa despues de las lluvias de otoño se cubre de plantas herbáceas , que se desarrollan rápidamente á la sombra de grandes breñales de Atripplex y Salsola . »> L -Estudios Económicos , industriales y científicos . - Por D. Ramon de Silva Ferro . Londres. Imp . de Clayton y C." -1875, un tomo en 4.ª pág. 125 . ( 1 ) El mismo Silva Ferro en la obra precitada , dice : «Un poco al N. O , de la Graciosa , como á una milla , se encuentra el islote Montaña Clara , que se eleva del mar hasta la altura de 300 piés . Un pequeño manantial que corre en dicho islote , atraia en otro tiempo una multitud de canarios : pero los pescadores incendiaron la maleza que crecia en los contornos , y estos hermosos pájaros han desaparecido . p . 126 . (2) Hácia el norte existe el único fondeadero de esta pequeña isla , que es un ancon , célebre por asegurarse que en él se detuvo Juan de Bethencourt antes de llegar á Lanzarote , cuando por la primera vez aportó á estas islas . 154 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Por último , el Roque del Este , situado á diez millas de Montaña Clara, y casi en el límite de las sondas , completa el grupo de los cinco islotes desiertos , que rodean como satélites á Lanzarote , y con la cual aparecen ellos geológicamente enlazados . Limpias son las costas de la isla, desatracándose poco de sus orillas , y no ofreciendo por lo mismo peligros á la navegación , algunos bajos y arrecifes , de los cuales los más importantes son , los que se hallan situados respectivamente en las puntas de Pechiguera , Papagayo , la Tiñosa y Charcos . Lanzarote ha sido recientemente combatida por los volcanes , que han rasgado de nuevo su suelo , destruido sus campos, y arrasado sus caseríos, alterando profundamente sus condiciones productoras y climatológicas . Por esta causa su sistema orográfico parece envuelto en las ruinas de esas mismas revoluciones ígneas, sin que pueda seguirse con facilidad el hilo conductor, que debiera servirnos de guia en el inextricable enlace de sus dislocados grupos . Dos cordilleras se dibujan, sin embargo, sobre su accidentado suelo , que ofrecen á la vista una determinada posición . Toma su orígen la primera junto á la antigua villa de Teguise, y corre en dirección N. E. , hasta 155 LIBRO PRIMERO llegar al cabo Fariones, que le sirve de límite, enlazándose, al parecer, con el macizo submarino, de donde brotaron los cráteres de la Graciosa, Montaña Clara y Alegranza, cuya línea de alturas se prolonga, siguiendo la misma dirección . Hácia la vertiente occidental de esa misma cordillera, los son rápidos y casi verticales , por el córtes descendiendo costado opuesto en pendientes más suaves é inclinadas . Descuellan sobre esta meseta los picos de la Corona, Chache, Helechos y Famára . que son los más elevados de Lanzarote. La segunda cordillera, que tiene su nacimiento en Montaña blanca, situada en el promedio de la isla, corre en opuesta línea, y vá á concluir, dividida en dos ramales , en las puntas de Pechiguera y del Papagayo, sobre las playas meridionales de las Coloradas, y del canal de la Bocaina. Algunos montes aislados , cráteres de apagados volcanes , y las montañas del fuego, producto de las últimas erupciones de 1730 en el distrito de Timanfaya, situado hacia el S. O. , completan la configuración interior de Lanzarote, que, además , contiene exten- sas llanuras de movediza arena, llamadas Jábles en el país, y numerosos rios de petrificada y reciente lava, que se cruzan en HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 156 todas direcciones , y bajo los cuales se siente todavía hervir el fuego, que á poca profundidad sigue labrando las entrañas de la isla . Desde el siglo XV desapareció el escaso bosque que cubría sus valles , y las vertientes de sus montañas, hallándose por esta causa , ó por su situación especial, privada con frecuencia de las lluvias, que escasa- mente vienen á regar su abrasado Dos manantiales , fuentes ó suelo . llamados de Chafariz y Aguza, son los únicos que se encuentran en la isla, aunque sin ninguna utilidad para sus vecinos , por hallarse en si- tios inaccesibles , que hacen su explotación casi imposible. El agua de que se surten los habitantes se recoje en invierno , cuando llueve, en albercas ó algibes , porque en general , la que suministran los pozos , es salobre y de malas condiciones higiénicas . En la villa de Teguise existe un grande estanque ó mareta , que es un vasto receptáculo de 600 metros de circuito, socabado en tierra, y con un fondo toscamente cubierto de piedras . Se llena con las aguas flluviales, siendo éstas conducidas por acequias abiertas al aire libre, que bajan desde las alturas circunvecinas . Este depósito es comunal, teniendo todos los vecinos derecho á servirse del agua que en él se conserva. LIBRO PRIMERO . 157 III FUERTEVENTURA Y EL ISLOTE LOBOS La isla de Fuerteventura está separada de la de Lanzarote por el canal de la Bocaina, que cuenta, como ya lo hemos dicho , seis millas de ancho . Enmedio de este canal, pero más próximo á las costas de Fuerteventura, se alza el islote de Lobos , teniendo de extensión, de norte á sur, dos millas, y poco mas de una de Este á Oeste . Hállase situada Fuerteventura entre los 28° 1' 30" y 28° 45' de latitud N. , y los 7° 36' 30" y 8° 19 ' 30 " de longitud O. Mide cien kilómetros de largo y 25 de ancho , con una superficie cuadrada de 1722 kilómetros , incluyendo en esta medida la del expresado islote de Lobos , que se considera geográficamente como adyacente á ella . La isla parece dividida en dos porciones 158 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . desiguales . La mayor, que es la situada hácia la parte septentrional , es poco montuosa, y en general contiene extensas y áridas llanuras, interrumpidas por cerros de escasa elevación; y la menor, que se levanta hácia la banda meridional, y en frente de la Gran Canaria, es muy accidentada y de mayor altura, llevando el nombre de Península de Jandía, unida á la otra porción de la isla, por un istmo de cinco kilómetros de ancho , denominado de la pared ó de matas blancas, cubierto de dunas y de movibles arenales , cuya superficie apenas se alza pocos metros sobre el nivel del mar, demostrando su exámen geológico, que, en tiempos prehistóricos , debieron estar separadas ambas porciones por un estrecho brazo de mar, y constituir dos islas , que solo el movimiento ascendente del subsuelo ha podido reunir. Situándonos para recorrer su perímetro en punta Gorda, extremo norte de la Bocaina, y siguiendo la costa por su banda del N. O. , hallamos primero la punta de Tostón, rodeada de arrecifes , que forman á su abrigo el fondeadero del mismo nombre. Destácanse luego, aunque acentuándose ligeramente, las puntas de Manta , Esguinzo , Janubio, Molinos y Horadada, encontrán- donos seguidamente con el fondeadero de LIBRO PRIMERO. 159 la Peña, por donde desemboca el histórico barranco de Rio-palmas . Sucédense á continuación, puerto nuevo y punta de Guadalique ó Guadalupe, y la extensa playa de barlovento de Jandía, hasta llegar á punta Pesebre, una de las dos extremidades de aquella pequeña península, llevando el mismo nombre de Jandía la punta opuesta que se avanza hacia el S. O. , rodeada de peli- grosos bajos y de pedregosos arrecifes . Doblada esta punta nos encontramos con los mal llamados puertos de la Cruz y la Cebada, que no son más que radas desabrigadas y abiertas á los vientos que bajan furiosos desde la elevada sierra de Jandía; luego se extiende la playa llamada de Sotavento, hasta el morro de los Canarios, formando la dilatada bahia de la Pared, y más allá los fondeaderos de Tarajalejo , Toneles , Pozo negro y caleta de Fústes, que ofrecen poca seguridad al navegante. Colocados yá sobre la costa occidental , se descubre la rada de puerto de Cabras , donde toma asiento el pueblo de su nombre, capital hoy de la isla, y que hubiera podido. cambiarlo sin dificultad por otro más eufónico . (1 ) Esta rada ofrece un buen fondea(1) Podia haber adoptado el nombre de Erbania , como recuerdo del antiguo nombre indigena de la isla . 160 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dero, excepto con los vientos del S. E. , que suelen soplar con violencia en los inviernos . Desde este sitio de la costa, vamos encontrando sucesivamente las puntas de Lagos , Roja, Jáble del Moro , Pozo y Corralejo, que cierran el perimetro recorrido . El islote Lobos destaca su punta Martino hacia el norte, formando al sur un canal de media milla con la isla á que ག es adyacente, que estrechan los bajos y arresembrados cifes Una fija, cadena ocupa la ventura, ambas costas . en de cerros, parte sin central formando estas dirección de Fuerte- alturas hácia el norte, un grupo de apagados cráteres , entre los que descuellan los montes de la Muda y Cardón al sur. Corre del enseguida es- ta cordillera, entrecortada por valles y llanuras, que interrumpen istmo de la pared, no su éje , hasta sin desprender al- gunas aisladas montañas en dirección litoral S. paso E. , entre las cuales se numerosos los nombres el barrancos , del Diamante , que del abren reciben Torre, Janu- bio , Molinos y Rio-palmas . Las alturas del Cuchillo , de Tefia y de Betancuria , y montaña de Cardones , la cerca de Chilegua , son tambien notables por su relativa elevación . LIBRO PRIMERO . Salvado el istmo , la á presentarse, 161 cordillera levantándose vuelve con rapidéz , y alcanzando alturas dignas de consideración, que forman el península macizo de Jandía, en eleva el pico de Orejas de más culminante de central de la cuya sierra se asno , punto el la Isla , que llega á 844 metros de altura absoluta. Los bosques han desaparecido de Fuerteventura ( 1 ) lo mismo que de Lanzarote, produciendo en ambas islas el fenómeno de la desaparición de las lluvias , que por ésta ú veces otras causas riegan su Algunos escasos maretas, donde meteorológicas pocas suelo en los inviernos . manantiales , algibes y recoge agua, no se un siempre higiénica, suplen imperfectamente aquella falta, que se deja sentir anual- mente en las cosechas , haciendo imposible hoy todo progreso agrícola y forestal . (2) ( 1 ) Dice la Crónica de Bethencourt describiendo esta isla : «Hay grandes bosques de tarahays ... el país se halla abundantemente poblado de árboles que dan un jugo me dicinal , y de otros de gran hermosura... hay tambien palmas de dátiles y olivos » Cap . 70 , p . 120 . (2 ) Silva Ferro en su obra ya citada, dice , hablando de Lanzarote y Fuerteventura: «Las antiguas formaciones de estas dos islas , están cubiertas superficialmente de un depósito calcáreo , que parece proceder de la infiltración de carbonato de cal en las cenizas volcánicas , procediendo á su vez el carbonato de la descomposición de caracoles terrestres durante un largo pe- 162 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Ya hemos dicho que el islote Lobos divide en dos partes desiguales el estrecho de la Bocaina, siendo su extensión la de dos millas de N. á S. , y de una y un tercio de E. á O. El canal que ventura es solo de lo separa de Fuertemedia milla , y ofrece muchos peligros para la navegación por los bajos y arrecifes que se levantan , como antes tenemos indicado , en sus orillas . Hay en Lobos un faro de 6.º órden . ríodo, cuyos moluscos debieron de haberlo obtenido de la materia volcánica descompuesta en la superficie por agentes atmosféricos . Pág. 124. LIBRO PRIMERO. 163 IV . GRAN-CANARIA . La Gran-Canaria se halla situada en el centro del Archipiélago , formando parte del grupo oriental, y se extiende entre los 27° 44' y 28° 12' de latitud N. y los 9° 8' 30 " y 9° 37' 30" de longitud 0. Su figura es casi circular, teniendo 56 kilómetros en su mayor diámetro, y 1376 de superficie cuadrada . Al norte se destaca la Isleta, pequeña península unida á la isla de que forma parte por un estrecho istmo de arena, conocido con el nombre de Guanarteme . La isleta se halla formada por cinco montañas de orígen volcánico , sobre una de las cuales se levanta hoy un faro de tercer órden, siendo estas montañas antiguos conos, que en tiempos anteriores á toda tradición histórica, han visto correr torrentes de lava por 164 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . sus costados, y cuya lava se exhibe al presente con sus ennegrecidas y tostadas capas, refractarias á toda vegetación , ofreciendo en los acantilados de su litoral curiosas formaciones basálticas , y córtes verticales , que revelan la brusca ascención del subsuelo y sus profundas convulsiones . En el punto de enlace de la isleta con el istmo de Guanarteme, el recodo ó ensenada que de esta unión resulta, abraza un espacio de mar, que constituye la rada que lleva el nombre de puerto de la Luz, principal fondeadero de la isla, y el mejor del archipiélago, (1) célebre en la historia por haberlo elegido Colón en su primer viage para reparar las averías de sus tres famosas Carabelas. Hoy se levanta en aquellas mismas aguas un magnífico puerto de Refugio, que, aunque en construcción, sirve ya de abrigo á los buques de todas las naciones que cruzan es tas latitudes , dando de este modo á las Canarias una importancia marítima verdaderamente excepcional, y cuyos brillantes resultados han excedido en mucho á las esperanzas que sus más entusiastas admiradores ha(1 ) Dice Kerhallet, en su Derrotero pág. 47 .— «Esta bahia es la mejor del Archipiélago . Debe esta supremacia á la circunstancia de que siendo sumamente espaciosa , es dado fondear en ella , de modo que puede abandonarse con facilidad si carga un S. E. 165 LIBRO PRIMERO. bian concebido , al aprobarse el proyecto y dar principio á las obras. Contiguo al puerto de la Luz se abre la ensenada de Las Palmas, que se extiende enfrente de la Ciudad , capital de la isla , con su fondo aplacerado , de fácil anclage, y expuesta sólo á los vientos del segundo cuadrante . Siguiendo el litoral en la misma dirección S. E. , para recorrer luego su perímetro, encontramos primeramente la punta de Melenara, y despues la de Gando , que sirve de abrigo á la ensenada de este nombre y al Lazareto que allí se ha construido . Mas allá , y corriendo al sur, se van sucesivamente presentando las de Arinaga , Tenefe, Salinas y Mas- Palomas, donde hoy se levanta un faro de primer orden, y seguidamente las de Tauro y Arguineguin, resguardando ésta últi- ma la rada de su nombre, célebre en la historia de la isla . Corriendo hácia el oeste se destacan las puntas de Mogan, Veneguera, Tazarte y la Aldea, que ofrecen radas abiertas de poca seguridad , pasadas las cuales , y continuando la curvatura de la costa, que va rodando al norte, hallamos las puntas de las Arenas, Tamadaba y Juncal, la ensenada de las Nieves de Agaete, con su muelle, la de Sardina, donde la Villa de Gáldar tiene 166 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . tambien un desembarcadero, y la del Rio , que ofrece á la Ciudad de Guia un pequeño muelle natural. Para cerrar la circunferencia de la isla se doblan las puntas de Silva, Arúcas y Te- noya, extendiéndose entre ésta y el istmo de Guanarteme la ensenada del Confital, que, cuando no existia aún el puerto de Refugio, y soplaban con violencia los vientos del segundo cuadrante en la rada de Las Palmas, ofrecia un excelente y seguro fon- deadero . (1) La isla ofrece en su conjunto el aspecto de una pirámide, que, ocultando sus cimientos en el fondo del mar, va ascendiendo en progresivos escalones, trepando de monte en monte, hasta llegar á la meseta central, extensa terraza de 20 kilómetros de largo por diez de ancho, aproximadamente, que corre de N. E. al S. E. dividiendo en dos partes la isla. (2) Desde esta elevada meseta , salen, como radios de irregulares dimensiones , numerosas cortaduras ó barrancos , que (1) «Esta isla ofrece más fondeaderos que ninguna otra del Archipiélago , pues el banco que la rodea sale mucho en casi todo el litoral . » Derrotero pag 43 . (2 ) «En conjunto ofrece Gran-Canaria un núcleo , una inmensa columna vertebral , de la que parten , á modo de costillas , una serie de macizos separados por profundas gargantas, que descienden rápidamente. Calderon . Reseña de las rocas de la Gran-Canaria , pág. 3 . 167 LIBRO PRIMERO . surcan en direcciones opuestas las vertientes de la sierra ó cumbre, y vienen en rápido descenso unos , y otros en suave corriente á descargar el peso de sus aguas torrenciales en las playas del litoral . Esta meseta, que constituye el nudo central del sistema orográfico de la isla , presenta en su parte más elevada alturas y depresiones, que revelan la acción poderosa de las fuerzas ígneas , orígen de su primitiva formación. (1) Casi en su centro , se abre una brecha, gigantesca cortadura de flancos verticales , que recibe el nombre de Tejeda, sembrado en picios su circuito de preci- espantosos , profundas cos inaccesibles , valle de grietas y pi- descollando entre éstos el (1 ) Calderon en el opúsculo yá citado , hablando de la formación de esta isla, dice : -- «En la primera (de las tres eras ó períodos en que divide dicha formación ) aparecieron al exterior por muchas grietas las traquitas oligoclásicas y las masas tobáceas y de conglomerado que las acompañan , las cuales por su consolidación , constituyeron el cimiento , el núcleo , si vale la palabra , de todo el archipiélago . Más tarde , manaron de igual suerte y en semejantes circunstancias los depósitos de basalto , que, corriendo por su propio peso , llenaron los puntos bajos ó formaron corrientes . Por último , aún no quebrantada la energia interior , se abrieron paso en època moderna, aunque no histórica , los volcanes con cráter y corriente , que ofrecen los conos tan frecuentes en el país á lo que Buch ha prestado un gran interés científico , describiendo el de la Palma y ocupándose de varios de la Isleta- y que en el camino de Las Palmas á Telde se descubren en crecido número , colocados como en série , entre ellos la gran sima de Jinámar. » pág. 24 . 12 TOM. I. 168 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Nublo, monólito de traquita de ciento doce metros, que se eleva sobre el alto nivel de la cordillera que le sirve Otra depresión, la de aún de pedestal . más extensa Tejeda, se ofrece al sur, que interrum- piendo la gran meseta central , y constituyendo por si sola el inmenso cráter de Tirajana, circo imponente que desde las alturas de Riscos-blancos vá descendiendo hasta la cordillera de Mas-Palomas , que lo cierra por el lado opuesto, constituyendo ; segun respetables autoridades geológicas , el éje central de la evolución volcánica de la Gran Canaria. Esa inmensa caldera de cuarenta kilómetros de circunferencia, con sus elevadísi- mos flancos perpendiculares , sus cortaduras y precipicios, sus variadas anfractuosida- des, su accidentado suelo , sus indóciles barrancos y caprichosos y pequeños valles, presenta al viajero un espectáculo de indescriptible si se belleza natural, le contempla la sierra, á mil especialmente desde las metros alturas sobre cientos á que ya se encuentra de los ochoelevado el fondo de este cráter , respecto al nivel del mar. En dos porciones dirse la isla que distintas puede vamos divi- describiendo , si 169 LIBRO PRIMERO. para ello tenemos en cuenta la ción y contrafuertes dre . La lla que norte que le sión. á de la cordillera ma- porción más importante es aquese abre al naciente , cortada de sur por la série de estribaciones sirve de límite en Forma la desarrolla niendo configura- segunda, aquella hácia la por toda su exten- banda occidental , te- frontera la dirección aguas pluviales , que se inclinan otro lado de las montañas gún sea la desviación que se de las á uno y divisorias, se- y desnivel de sus planos. De estas dos porciones , la primera ofrece risueños valles, campos de flores , alegres caseríos , preciosos vergeles , llanuras , donde el maíz, la patata y los cereales alternan con el nopal, el café y oleadas de verdura, el tabaco , y cuyas que el invierno no interrumpe jamás , van á confundirse con la blanca espuma del mar en sus orillas . La porción occidental , salvo pequeños oásis, solo presenta á la vista sombrios pinares, peladas rocas , rudos acantilados , murallas inaccesibles , y tostados promontorios , que concluyen en andenes escarpados , co- mo los de Guayedra , Tirma y Veneguera, cortados á veces por brechas y hendiduras que interrumpen el paso, y asombran por 170 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. su caótica dislocación . Situados en la cordillera central, y dirigiéndonos primero al Este, se nos pre- sentan clara y distintamente cuatro extensas cuencas, que, desde el límite S. E. comprenden en vasto semicírculo la parte más feraz de la Isla. Dominan por este lado , sobre el ma- cizo de la cordillera central , los conos de los la nieve y Saucillo , Pechos , Pozo alturas de que alcanzan 1951 , 1910 y 1850 metros de elevación respectivamente . Desde esos altos picos, y principiando nuestra excursión por la cuenca del S. E. , encontraremos en primer lugar la notable Caldera de los Marteles , vado hoy, toma nacimiento el deque, profunda sus aguas desde curioso cráter culti- cuyo borde meridional barranco de Guaya- cortadura, al mar, entre las que arrastra puntas de Gando y Arinaga . Esta cuenca enlaza los pueblos de Agüimes y del Ingenio, los pagos de Temisas, Carrizal y Sardina, y las llanuras del Polvo , Aldea Blanca y Juan Grande . Al pié del Saucillo se desarrolla la segunda cuenca, que Telde, donde se tenigüada , pudiéramos llamar abren los valles Tesén y Mocanes , de de Ten- y la explén- LIBRO PRIMERO . dida vega de Telde, 171 que, cual manto de esmeralda, vá á perderse en las arenas de Melenara . La tercera al Este y cuenca, comprende corre directamente una zona no inte- rrumpida de risueños valles, desde los elevados de Cuevas Grandes, Lechuza, La- gunetas y San Mateo, hasta los centrales del Madroñal, Satautejo y Lentiscal, con sus adyacentes del Dragonal , Tafira y Ginámar, donde se alza el célebre cráter de Bandama (1 ) , terminando con aquellos que rodean y coronan la ciudad de Las Pal- mas . Estos valles aparecen como otros tantos jardines, que, en planos inclinados , descienden desde las alturas de la cumbre, y forman una corriente de perenne verdura , que vá á confundirse y morir entre las vegas de Santa Catalina y San José, á uno y otro (1 ) «El volcan de Bandama es quizá el mas notable de todos los que se observan en la superficie del globo : su inmenso cráter es mayor que el del pico de Tenerife , y recuerda por su aspecto y profundidad el lago de Nemi , ó más bien el lago de Albano . Una llanura fértil , cubierta de viñedos y de árboles frutales se extiende en el fondo de este abismo . El extremo más elevado del borde del cráter es conocido con el nombre de Pico de Bandama . Una casa construida á la orilla del camino , que serpenteando conduce á la Caldera se halla á 1343 piés de altura ; el fondo está pues á 1030 piés del borde superior. » Leopoldo de Buch . Phis , Besch etc. pág. 262 , 172 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . lado de la ciudad capital . La cuarta cuenca, que demora al N. E. , comprende las fértiles llanuras de San Lorenzo y Tamaraceite, las productoras ve- gas de Arúcas y los Bañaderos , y los aislados valles Moya, de Teror, Valleseco , Firgas y en cuya última demarcación se des- cubren aún los restos de la famosa selva de Doramas, de grato é imperecedero re- cuerdo para los canarios . (1) (1) Véase como la describe el Iltmo Cámara y Murga en sus Constituciones Sinodales , pág . 240 . «Es , pues, aquella montaña de Oramas de las grandiosas cosas de España : muy cerrada de variedad de árboles , que mirarlos á lo alto casi se pierde la vista , y puestos á trechos en unas profundidades y unas peñas , que fué singular obra de Dios criándolos allí . Hay muchos arroyos y nacimientos de frescas aguas , y están los árboles tan acopados, que el mayor Sol no baja á la tierra . A mi me espantaba lo que decian, y visto de ella lo que pude , dije me habian dicho poco . » Y el poeta Cairasco , en una comedia escrita en 1581 para solemnizar la llegada á Las Palmas del Iltmo . Sr. Obispo D. Fernando Rueda , se expresa de este modo : « Este es el bosque umbrifero Que de Doramas tiene el nombre célebre , Y aquestos son los árboles , Que frisan yá con los del monte Líbano . Y las palmas altísimas Mucho más que de Egipto las pirâmides . Que los sabrosos dátiles Producen á su tiempo dulces támaras . Aqui de varias músicas Hincheu el aire los pintados pájaros . La verde yedra errática A los troncos se enreda con sus circulòs , Y mas que el yelo frigidas Salen las fuentes de peñascos áridos . 173 LIBRO PRIMERO . Si tendemos ahora la vista á derecha izquierda de la misma cordillera observaremos , que desde é central, los últimos con- trafuertes , que al S. O. y N. O. se levantan , y son como los puntos extremos de dicha meseta, se abren, á un lado, el cráter ya descrito de Tirajana con sus pequeños valles de Tunte, Lugarejo , Fatága y Mas- Palomas, y al lado opuesto , las ricas zonas de Guía, Gáldar y Agaete, donde se agrupa una población numerosa . Colocados de nuevo sobre la cúmbre, y y examinando la isla por la banda occidental, encontramos , primero, el valle central de Tejeda, que debió ser en tiempos pre- históricos el receptáculo de un gran lago; y luego , el barranco , abierto en el cual, por su cáuce , es su flanco , extensión , profundidad el más importante de los y que tienen su orígen en la sierra, y que, atravesando los terrenos más abriéndose paso entre por escarpados, y fragosísimas Aqui de Apolo Délfico No puede penetrar el rayo cálido , Ni del profundo Océano Pueden damnificar vapores húmedos . Aqui con letras góticas. Se escriben epigramas . nombres , títulos , En árboles tan fértiles , Que parece que estuvo recreándose En ellos el artifice De la terrena y la celeste fábrica, » 174 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . montañas , desagua en la playa de la aldea de San Nicolás , despues de fertilizar su extensa vega, dejando á uno y otro lado las vertientes de Artenara, cubiertas de espe- sos pinares, y el histórico cerro de Bentaiga, refugio de los últimos isleños . Más al sur, y cruzando por entre vertiginosos precipicios y sobrepuestas y tañas , se abren algunos los nombres del dislocadas mon- valles, que llevan Juncal, Rincón, Mogán y Arguineguin, y al lado opuesto , los de Tirma, Acusa y Tamadaba. Numerosos y abundantes riegan los campos de esta manantiales isla, brotando unos en la misma Sierra-madre, otros al pié de sus primeras estribaciones , algunos en cerros inferiores, y nó pocos en los acantilados y arrecifes del mismo litoral (1) (1) «Los heredamientos más notables , y que han llamado la atención y hecho pensar mucho á los geólogos y viageros, son los de Las Palmas y de la Aldea que surgen en el barranquillo de Juan Francés , casi al pié del monolito del Nublo , y se forman ambos de una infinidad de manantiales que brotan del suelo á manera de sifones ; y para que se comprenda la legitimidad de esa extrañeza solo diré , que la gruesa del agua que termina en Las Palmas es de cinco azadas de la medida del país , cada una de las cuales llena en doce horas un depósito de 500 metros cúbicos , de modo que las cinco equivalen á 2500 metros , tambien cúbicos , que hacen un gusto de agua por segundo , por el total de la gruesa de 0'57,889 metros cúbicos ó de 57'889 litros .>> Chil. Estudios t . 1.º pag. 364 . 175 LIBRO PRIMERO . Sus progresivas mesetas , que constituyen la figura piramidal de la isla , producen en la vegetación el efecto de variados desde el subtropical ó límite de las nieves climas , africano , hasta el perpétuas . (1) Así pues , todos los árboles y plantas del Glo- bo , se aclimatan y florecen en sus flancos y planicies , viéndose en sucesiva gradación levantar sus verdes copas, la palma, el drago y la higuera, el olivo el naranjo y el plátano, el nogal , el castaño y el pino , mezclados en grato maridaje con las flores y arbustos de las más opuestas zonas . (1 ) « La grande Canarie est en general moins elevée que Teneriffe: le sol est moins tourmentè et plus susceptible de labour, aussi est il mienx cultivè . Si l'on excepte la partie centrale , les talus de l'ile son plus accessibles , les ravins plus larges et moins escarpès : les torrens , au lieu de s'y precipiter en cascades , les parcourent sans fracas, et les eaux , mieux reparties , viennent faciliter les irrigations . La nature mème des trachytes a produit d'autres aspects ; ces puissantes masses , disposeès en plateau presentent des formes plus arrondies , des pentes moins abruptes , et ce concours de circonstances geognostiques a influè ici sur les progrès de cultures , l'abondances des ressources alimen . taires , et meme sur les moeurs et le caractère des habitans . » Webb y Bert . Hist. nat. des Isles Can . t. 2.º p . 345 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS , 176 V. TENERIFE. La isla de Tenerife ocupa con la de GranCanaria el centro del archipiélago , y es la primera de las cuatro que constituyen el grupo occidental. Hállase situada entre los 28° 00' 30," y . 28° 36' 30 " Lat. N. , y los 9º 54' 30" Long. O-, teniendo y 10º 42' una figura casi triangular, cuyos ángulos están formados por la punta de Anaga al oriente , la de Teno al occidente, y la de Rasca al mediodía. Su extención es de 86 kilómetros de longitud, 44 de latitud y 1946 de superficie cuadrada. Situándonos en el cabo de Anaga, extremo N. E. de la isla, como punto de partida para recorrer su perímetro, y siguiendo la costa por la banda oriental, encontraremos primeramente la punta de Antequera, el Ro- 177 LIBRO PRIMERO. quete y el valle de San Andrés, para penetrar luego en la rada abierta y extensa, que forma la bahia de Santa Cruz , sobre cuyas playas se asienta la Ciudad de su nombre, capital hoy del archipiélago . De esta rada solo puede considerarse como fondeadero el espacio comprendido entre la enfilación del castillo de Paso-alto , y la embocadura de barranco hondo , que ofrece abrigo á los vientos del S. O. al N. N. E. por el N. estando expuesta por su escasa curvatura á los frescos del N. E. , y descubierta enteramente, como la rada de Las Palmas , á los temibles del S. E. , que suelen soplar con violencia en los inviernos , haciendo peligroso el anclaje en ambas radas. (1) El muelle, construido en la perpendicu- lar del segundo cuadrante, tiene bastante extensión y comodidad , y está alumbrado por un faro de sexto órden . Continuando la inspección de la costa , en dirección al sur, iremos descubriendo sucesivamente las puntas Larga, del Socorro y de Güimar, y el fondeadero de San Blas ó (1 ) Derrotero Kerhallet, p . 60 · El puerto de Sta. Cruz ha sido declarado de interés general por la última ley de puertos , y habiendose hecho un primer estudio que se ha adicionado despues , dándole mas amplitud se han rematado las obras, estando en ejecución el proyecto , 178 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de Candelaria . Desde allí se llega por un litoral ligeramente pronunciado , hasta la punta de Abona, erizada de basaltos ; y más allá á otra que se denomina Roja, entre las cuales se encuentran los surgideros ó caletas lla- madas de los Abrigos , las Cuevas y el Médano , sobre cuya línea se avanzan amenazadores los contrafuertes de la cordillera central, con sus escarpadas rocas, profundos cortes y torrenciales barrancos. Llegando al extremo sur de la isla, señalado por la punta Rasca, y doblando este promontorio, la costa huye hácia el Oeste, formando la ensenada de los Cristianos , la caleta de Adeje, y el surgidero de Santiago, que domina la sombra del Teide, hasta alcanzar la punta de Teno, que se avanza en figura de península, y es la más occidental de las de Tenerife . La parte de la costa que acabamos de recorrer, es aquella que conserva huellas mas profundas de la acción plutónica. El número de los fragmentos lávicos , y el campo de las sembradas escorias vá creciendo, cual si amenazara desbordarse en tumultuosas oleadas sobre el mar que baña sus playas, y pretendiera alejar sus límites , cegando el fondo del Océano con un diluvio de arenas, descompuestas rocas , y rios de LIBRO PRIMERO . 179 espesa lava . Situados en la punta de Teno, gigantesco promontorio de columnas basálticas , sobre cuyas paredes se estrella el mar sin descanso, el litoral se inclina hácia el N. O. , presentando sucesivamente la montaña de Taco, el cono volcánico de Buenavista, y el antiguo puerto de Garachico, obstruido por recientes erupciones , pero sobre cuyos terrenos adyacentes aparece dándole vida y movimiento, la vid, el nopal , la palma y el naranjo . Pasado este puerto , la costa vuelve á erguirse con salvaje majestad, y á presentar sus formidables murallas de basalto , entre las cuales se abre de vez en cuando alguna brecha, que forma los surgideros de Icod y de la Orotava, expuestos al furor de los vientos del norte, que soplan en casi todos los meses del año . Ramales que se desprenden del núcleo central, y se dirigen al N. E. , siguen lanzando sus sobrepuestos cerros sobre el litoral que vamos recorriendo , hasta llegar á la punta del Hidalgo , ofreciendo en su trayecto , entre agrestes quebradas , los pintorescos valles del Sauzal, Tacoronte y Tegina, y las inseguras caletas y ensenadas de Barranco hondo, Acentejo y Madera. Luego, 180 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . desde la punta del Hidalgo hasta los Roques de Anaga, que se hallan rodeados de rompientes, la costa continúa destacando sus negras siluetas de perpendiculares flancos y sus vertiginosas cortaduras , para enlazar- se con la punta de Anaga, que cierra el recorrido perímetro, en cuya altura se alza un faro de primer órden, que alumbra un rádio de 35 millas marítimas . La isla de Tenerife es célebre en el mundo por el pico que se levanta sobro el nudo central de su sistema orográfico . Un circo inmenso de 60 kilómetros de circunferencia y 2.009 metros de altura, conocido por el nombre de las Cañadas, ocupa la parte más elevada de esta terraza enorme, dentro de cuyo circuito se alza imponente y magestuoso el cono piramidal del Teide , á una altura absoluta de 3.711 metros. (1 ) En uua obra del célebre Balbi , que lleva por titulo : -Delle Primarie altitudine del Globo saggio d' ipsometria generale del nobile Adriano Balbi .-Milano. - 1845.- Se encuentra un cuadro de las diversas medidas que se han dado al Teide , y que reproducimos como dato curioso , advirtiendo que la altura vá reducida á toesas : 1743 Borda y Pingrè en 1771 . • Saviñon en 1815 • 1896 Borda en 1776 1905, 2213 El P. Feuillée en 1724 Heberden e Crosse en 1752 2408 Hernandez en 1742. 2658 Johnstone 1899 • Manevilette en 1749 2000 LIBRO PRIMERO. 181 Llámase vulgarmente pitón ó pan de azúcar á esta última elevación (150 metros) que es un compuesto de lavas, escorias, piedra pómez, obsidiana y otros productos volcánicos . La circunferencia del cráter mide 240 metros por treinta de profundidad , observándose en el fondo azufre cristalizado y desprendimiento de gases, que se abren paso por entre las rocas y hendiduras de su agrietada superficie. (1) Churruca en 1788 2193 1902 Lamanon en 1785 Cordier en 1803 . 1920 El Baron de Humboldt 1909 Dumoulin . • 1911 La toesa tiene 6 piés franceses y 7 aproximados de Búrgos . La medida que hemos adoptado en el texto es la que dá el Baron Von Fritsch en su Descripción geol . de Tenerife . 1868 . (1 ) Webb y Berthelot describen asi el Teide: «El Teide ó pico de Tenerife, uno de los más grandes conos volcánicos conocidos ocupa el centro de una meseta, cuya base tiene más de diez leguas de circuito , y lanza su aguja á más de 1900 toesas sobre el nivel del Océano . El cráter que ocupa la cima del pico no es hoy más que una solfatara de 300 piés de diámetro y 100 de profundidad aproximadamente . Esta chimenea volcánica tiene cerca de 500 piés de alto , y descansa sobre un cinturon de lavas , que se ha desbordado en largas corrientes por los costados de! cono >>> Hist. nat. de Canarias -Mr . C. Piazzi en su viaje de exploración al pico en 1856 se explica de este modo : < «Nos hallabamos en aquel momento entre el Malpays y el Piton , en el sitio llamado Rambleta , que algunos dicen ser llano; pero que sin embargo , apenas si nos presentó espacio que sirviera de mesa á nuestro almuerzo . La verdad es , que el Malpays, la Rambleta y el Pan de Azúcar tienen casi 182 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Desde aquella altura, cuando la atmósfera se halla despejada, se descubre todo el archipiélago , presentando un espectáculo el mismo declive ; al paso que es muy pequeño el ángulo que forma el terreno central. No obstante lo reducido del sitio , al vernos allí experimentamos verdadera satisfaccion . Durante nuestro refrigerio contemplamos , admirados , la elevada y lisa pendiente de piedra pomez , que se levanta cual mansion de cristal de gigantescas formas y figura cónica . Concluido el almuerzo , nos pusimos otra vez en movimiento; y llevando acuestas todos nuestros aparatos , emprendimos nuestra última ascension . « El ángulo medio del Pan de azúcar es 33°. Su parte oriental , que es por la que suben todos los viajeros , tiene unos 437 pies de elevacion ; mientras que por el lado opuesto cuenta 711 pies . La Rambleta , que es su base , tiene inclinación hacia el O. Al principio, como íbamos por un terreno formado de pedazos sueltos de piedra pomez , echábamos de ménos el Malpays; pero cuando llegamos á los parajes en que se destacan peñascos de una especie de lava roja (but coming to the projecting points of some red lava crags), encontramos tan buenos senderos , que bien puede decirse no ser difícil la ascension para ningun viajero . Los agujeros y grietas con que de cuando en cuando tropezábamos , expelian algun calor: y aumentando incesantemente el número y temperatura, percibimos cierto olor de azu . fre . Dimos algunos pasos más, y nos encontramos en el cráter culminante , en medio de las columnas de vapor y de las exhalaciones ácido -sulfurosas que despedia . «A aspirar la primer bocanada , nos sentimos inclinados á retroceder algunos pasos , y con infinito disgusto dirijimos la vista al monte, que consideramos como la chimenea de 13,343 pies de alto de una de las fábricas de la naturaleza ; y que, habiendo sido levantada á tanta costa, era preciso sacar partido de ella . Nosotros que , llevados de insensata curiosidad, y que con la mayor insistencia habiamos trepado por sus lados, nos quedamos atónitos , cuando al hallarnos sobre su boca , vimos que de ella salian humos mefiticos . «No tardamos en encaramarnos de nuevo sobre el borde , y al pronunciar hacia abajo algunas palabras , para expeler las mefiticas exhalaciones , vimos que la principal particula LIBRO PRIMERO. 183 que embarga el ánimo y sorprende la imaginación. (1) Las montañas que constituyen el circo de las Cañadas y sirven de pedestal al Teide, pueden considerarse como un anfiteatro de anillos concéntricos , donde se destacan alturas tan considerables como las que acusan el Pico viejo , Isaña , Chahorra, y Azulejos . Hácia el oeste y norte el de- clive de estas montañas es tan rápido, que el descenso desde su cima al mar, apenas ridad del cráter interior ( cuyo diámetro es de 328 pies y 76 su profundidad) consistia en su extremada blancura , de un blanco como nieve , cuando no se hallaba cubierto de azufre. La anchura del borde era apenas suficiente para permanecer en él dos personas : tan estrecho y afilado era el canto que separaba el declive del lado exterior de la montaña , del de su muralla interior. El terreno , en el espacio de la circunferencia que nosotros ocupábamos, estaba caliente y húmedo, al mismo tiempo que se disolvia , formando una arcilla bianca, llena de agujeros , que parecian de ratas ( “ and fuffof aparent rat-holes") De estos agujeros era de donde á cada momento salian aquellos acidulados vapores , que al caer sobre las piedras , formaban preciosas incrustaciones de azufre, figurando agujas ; y que al mezclarse y confundirse unas con otras , producian la más brillante confusión . »> (1) Humboldt, que escaló el pico el 22 de Junio de 1799 , observa , que hallándose éste á 2° 49' del punto más próximo de la Costa de Africa, y tomando como medio para la refracción de los rayos 0 , 08 , el vértice puede verse desde una altura de 202 toesas , ó sea desde las montañas negras situadas cerca del cabo Bojador . Para este cálculo supone que tiene el pico una elevación absoluta de 1904 toesas . Cosmos t. 2. , pág . 391 . 13 TOMO I. 184 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. nos dá una distancia de 13 kilómetros . (1) Varias brechas ó estrechos desfiladeros sirven de entrada al Circo, distinguiéndose entre ellos, como los más notables , de Guajara al mediodia, el paso la degollada de Ucanca al S. O. , la de las Arenas al E. y el Portillo de la Villa al N. (2) Despréndense de este núcleo dos principales cordilleras. Corre una en dirección del N. E. , y despues de aplanarse para formar las fértiles Valle de la llanuras de los Laguna , constituye una série Rodeos y se alza del de nuevo, y de contrafuertes , que en córtes rápidos y abruptos , ras considerables hasta alcanza altu- descender al pro- (1) Segun los cálculos de Humboldt el Sol brilla en la cima del Teide 11 ' 51 " 8 " antes de iluminar su base, computándola con el nivel del mar . (2) Muchos son los viages al Pico que se han publicado , entre los cuales citaremos los siguientes : -Viage al pico de la Isla de Tenerife en 1834 por D. Manuel Osuna Saviñon , Barcelona imp . de A. Gaspar y C. " 1837 . a -Viage al Pico de Tenerife por D. José M. Sili uto en 1824. Sta . Cruz de Tenerife , imp . de Bonnet . 1846 . -Sacinta noticia de una excursion al pico de Teide por D. Ramon Masferrer y Arquimbau , publicada en los Anales de la Sociedad Española de Historia Natural . MadridT. 8. 1876 . -Voyage aux iles fortunèes . Le pic de Teneriffe et les Canaries par J. Leclercq . Paris . E. Plon y C. - 1880. -Viaje al pico por D. Camilo Mojon . 1846 . 185 LIBRO PRIMERO . montorio de Anaga, dejando á uno y otro lado estrechos profundas duras ó valles , escondidos entre sus gargantas, y numerosas hendi- barrancos que al tocar en de perfiladas crestas , la orilla, dan lugar á algu- na faja de terreno , donde deja su planta el labrador, y se levantan alegres caserios , que las brisas del norte vienen diariamente á refrescar. Esta cordillera forma por si sola una elevada sierra de calcinadas montañas , que tal vez constituyera en la época ter- ciaria una isla independiente del macizo del Teide. Sepárase la segunda cordillera, ó sea la que corre en dirección del N. O. , del mismo. circo de las Cañadas, y desciende , por de- cirlo así, con tanta rapidéz, que sus flancos parecen casi verticales . Esta cordillera, que viene á morir en el promontorio de Teno, se halla sembrada de multitud de conos apagados y escorias, dejando tras sí largo surco de petrificadas lavas . Constituyen el remate de esta agrupación , crestas de agudas rocas, diques gigantescos y elevadas columnas basálticas , por entre las cuales se descubren con asombro descarnados filones, que parecen murallas ciclópeas . y calzadas de titanes, donde las fuerzas de la naturaleza han luchado con terrible energía du- 186 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . rante esos misteriosos períodos anteriores á todo recuerdo humano. (1) (1 ) La celebridad que el Teide ha dado á la isla de Tenerife, ha conducido á sus playas á muchos sabios y viageros distinguidos , entre los cuales recordaremos los siguientes : Edens 1715. Feuilleè 1724. - Lapeirousse 1791 . ― Humboldt 1799, 1804. - Cordier 1803. - Buch 1815 . Berthelot 1825 , 1827. 1828. - Webb 1828.- Deville 1848. -Lyell 1854.- Hartung 1854. — Piazzi Smyth 1856.Fritsch 1863. - Masferrer 1878. 187 LIBRO PRIMERO. VI. LA GOMERA . Un pequeño brazo de mar de 47 kilómetros separa la Gomera de la isla de Tenerife, de modo que la colosal pirámide del Teide cubre con su sombra el antiguo Condado de los Herreras y Perazas . Hállase esta 1' 40 " y 28° isla situada entre los 28° 13 ' de latitud N. y los 10° 53' 30 " y 10° 9 ' de longitud O. Su figura es elíptica, teniendo en su mayor diámetro 26 kilómetros , y de superficie cuadrada 378 . Su rada principal constituye el llamado puerto de San Sebastian (Puerto Hila) , formado por la prolongación de San la punta de Cristóbal, y la de los Farallones , que es la más oriental de la isla, hallándose resguardado de todos los vientos , excepto de los del S. E. , que son violentos y peligrosos . Esta rada es célebre por los recuerdos que des- % HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 188 pierta el nombre de Colón . Saliendo desde aquí, y principiando la descripción de su perímetro por la banda del mediodia, anotaremos primero las puntas que se denominan de los Canarios y Gabiota, y la playa de Santiago , que ofrece abrigo á los vientos del oeste. Destácase más adelante la punta del Becerro, promontorio desprendido de la escarpada montaña de San Salvador, continuando luego la rada Erese, el cabo Falcones, la ensenada de las Canteras y de la playa Negra, y las puntas del Trigo y la Calera . Desde esta última estribación sigue costa muy acantilada, hasta de Peligros , y de esa manera norte para terminar ganos , que es la rección . Junto senada de la llegar al cabo continúa al en el Cabo de los Or- más saliente en esa di- á esta punta se abre la en- Vallermoso , puntas de Agulo , de y más Mahona, allá las Pesebres y del Hocico, con la piedra ó islote sumergido de Bermejo, separado una milla es- casa del cabo de San Cristóbal , que nos ha servido de punto de partida para recorrer la circunferencia de la isla. A semejanza de la Gran- Canaria, se le- vanta la Gomera en forma piramidal , alcanzando alturas prodigiosas , si atendemos á 189 LIBRO PRIMERO . su pequeña extensión . La meseta ó éje central se halla consti- tuido por el cerro de Garajona ó Garajonay, que mide 1380 metros de altura absoluta . Desde su cima parten en radios de irregulares dimensiones en dirección á sus costas, numerosas y profundas grietas, que llevan el nombre de barrancos , entre los cuales hay algunos que se inclinan como cascadas, y otros que forman planos ménos rápidos , dejando á uno y otro lado pequeños valles de sorprendente feracidad , regados por abundantes manantiales . Aunque formada tambien por los volcanes , la Gomera no ofrece huellas recientes de trastornos en su superficie . Las fuerzas ígneas han encontrado allí un largo y no interrumpido reposo , que ha permitido al suelo convertirse en tierra vegetal . Extensos y frondosos bosques han cubierto siempre sus montañas hasta sus más elevadas cimas , y las plantas y las flores han brotado expontáneamente en el fondo de sus valles . 190 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . VII . LA PALMA. Al norte del archipiélago se descubre la isla de la Palma, última del grupo en aquella dirección . Hállase situada entre los 28° 27' y 28° 52' de latitud N. y los 10° 30' 30 " y 12° 17' 30 " de longitud O. Tiene 47 kilómetros de largo, 28 de ancho por término medio, y 726 de superficie cuadrada . Es su figura casi triangular, formando los tres vértices, punta Gorda al O. , punta Cumplida al N. E. y la de Fuencaliente al S. Situándonos para reconocer su contorno en punta Cumplida, donde se ha levantado un faro de 2.º órden, y continuando nuestra excursión por el Este, hallaremos sucesivamente las puntas de Barlovento y Llana, y la ensenada en cuyo fondo se alza la capital de la isla, sobre un terreno, que se 191 LIBRO PRIMERO . eleva rápidamente, alcanzando á poca distancia alturas considerables . Siguiendo siempre la dirección del Sur, y dejando atrás las puntas de otras de menor importancia, Tigalate y rodeadas de piedras y arrecifes, que velan y hacen peligrosa la aproximación á la costa , llegamos á la de Fuencaliente, que forma el extremo meridional de la isla, y junto á la cual se abrió paso el volcán, que en el siglo XVII desgarró su suelo . Doblada esta punta para recorrer ahora la banda occidental, sembrada tambien de roques y de peligrosas bajas , hallaremos la bahia ó fondeadero de Tazacorte, que se abre entre el cabo del mismo nombre y el elevado promontorio denominado de Juan Grage . Desde Tazacorte á punta Gorda, la costa se eleva verticalmente cortada á pico, presentando alturas de mas de mil piés , donde el mar se rompe con furioso empuje; luego oblicua al norte hasta punta Muda, que es la última tierra de las Afortunadas en esa dirección, y torciendo al E. , se doblan el cabo de Juan Adaly, el Roque Manga, y la punta de la Gabiota para encontrar de nuevo el Faro de punta Cumplida, que cierra el trayecto recorrido . ww La isla de la Palma es la que, despues de 192 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Tenerife, ofrece las más considerables elevaciones, causando verdadero asombro observar esas rápidas alturas en una superficie tan reducida . La porción situada al norte constituye por si sola un sistema de que es éje la famosa Caldera de Eceró ó de Taburiente, pues con ambos nombres es conocida , prodigioso cráter de ascensión, que es tal vez el mas notable que de su clase se encuentra en el Globo . Constituye este cráter una formidable depresión, cuyo borde superior mide una circunferencia de 12 kilómetros por 5000 piés de profundidad . Sus paredes laterales se levantan perpendicularmente entre espantosos desfiladeros , precipicios horribles y dislocaciones titánicas . Una profunda cortadura abre paso á sus aguas , dando nacimiento al barranco de las Angustias . (1 ) La Palma se presenta hoy todavia á la vista de¹ (1 ) geólogo , lo mismo que fué en su origen , es decir, socavada hasta sus cimientos por uno de los mayores cráteres conocidos . El fondo de aquel abismo se halla á 2257 pies sobre el nivel del Océano ; su diámetro es de cerca de dos leguas; el círculo de montañas que le rodea forma un poderoso macizo , que una erupcion submarina de primer orden hizo surgir del fondo de los mares; al oprimirse aquella masa hacia el centro dió origen á la Caldera . Probablemente en la época de aquella perturbacion , y en el momento de aparecer sobre la superficie de las aguas esa formacion espantosa , fué cuando las fuerzas volcánicas , girando con violencia al rededor de aquel foco rompieron por uno de los flancos de la montaña, abriéndose el barranco de las LIBRO PRIMERO 193 Desde este núcleo central se destacan los picos llamados Roque de los muchachos , de Angustias , garganta profunda que corre hasta la costa SudOeste, y divide en dos partes el gran macizo de la Isla , desde el centro hasta la playa . »> Webb y Bert . Hist . Nat . t . " 2.º pág . 122 . Leopoldo de Buch en sa Descrip . phis . des I. Can . dice: «Desde que las Islas Canarias son conocidas , siempre se ha hablado de la gran Caldera de la Isla de la Palma , como de una maravilla de la naturaleza, y no ha sido sin un motivo poderoso, pues es la que la distingue principalmente de las otras . y la hace una de las más notables é interesan. tes del Océano . « Las cimas de la Isla ( Palma) están divididas desde la Galdera hasta la mar, por un profundo barranco que desemboca cerca de Tazacorte , y permite descubrir entre sus dos bordes el interior del gran cráter . Las rocas se elevan desde el fondo hasta el borde superior ; la cumbre o alta region, en vez de formar una cadena conticua , se abre interiormente, y los bordes de la Caldera ofrecen idénticos caracteres á las gargantas de los Alpes, extendiéndose el vacio que encierra hasta las cabidades mas profundas de la Isla . El barranco que arranca de este abismo se denomina de las Angustias.... En los puntos en que las rocas están mas cercanas , corren los arroyos de Agua buena y Agua mala, salidos de la Caldera, por dos conductos diferentes , y van á engrosar mas abajo el torrente principal . Entonces.se ha llegado á la mayor profundidad del barranco , y el suelo que vuelve a elevarse rápidamente, conduce á las rocas basálticas del interior de la Caldera.... Masas inaccesibles de muchos miles de piés de elevacion la cercan por todas partes ; al pié de los repechos la acumulacion de hundimientos ha formado una pendiente mas dulce , hoy cubierta por selvas de pinos , laureles, hayas, dragos y palmeras Todo el suelo. está guarnecido de helechos . La Caldera constituye el grande eje de la Palma : los bordes de la Isla se desarrollarían casi circularmente al rededor de éste eje , si una prolongacion de la montaña hácia el lado meridional , no viniera á modificar la estructura .... Ningun volcan en el mundo presenta un hueco tan considerable, y en ninguna isla existe un cráter de levantamiento de tan gran circunferencia y de tan sorprendente profundidad .>> 194 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . la Cruz, de Tacande, de Bergoyo y otros , descendiendo sus flancos casi verticalmente hasta el mar, dentro del semicírculo com- prendido desde la punta de Juan Grage á Punta Llana, cual si todo ese macizo fuese una sola montaña de anillos concéntricos ó una pirámide de superpuestas moles. A la parte del sur se prolonga desde Cumbre-nueva la misma cordillera central, cuyo dorso sigue casi una línea recta , tendiendo á uno y otro lado sus brazos , entre los cuales se abren numerosos barrancos y se alzan conos eruptivos , unos antiguos y otros modernos, constituyendo con la acumula- ción de sus productos las alturas de Cumbre-vieja, Bergoyo, Montaña del Azufre y Quemados. En sn conjunto esta isla es la mas fragosa del archipiélago , y la que, en mas corta extensión, ofrece como hemos dicho , mayores alturas . El banco de las sondas apenas se aleja del litoral, de modo que si pudiéramos descubrir sus cimientos desde la base submarina donde se apoya, veríamos una montaña de inconmensurable altura, cuya cima rasgando las olas , se eleva 8.500 piés sobre el nivel del Océano . LIBRO PRIMERO . 195 VIII. EL HIERRO. La más occidental del grupo canario es la isla del Hierro, famosa por haberse fijado en ella desde Ptolomeo el primer me- ridiano . (1) Se encuentra situada entre los 27° 37' 33 " y 27° 51 ' latitud N. y 11 ° 40 ' 30 " y 11° 57' 30 " longitud O. , teniendo de largo 29 kilómetros y un ancho irregular, con 278 de superficie cuadrada . (4) Creyendo Ptolomeo que la región más occidental del Globo era aquella donde se sitúan las Islas Afortunadas, y entre éstas la del Hierro , hizo pasar por ella el pri mer meridiano . Despues del descubrimiento de las Américas principió á notarse cierto desórden en esta demarcación , eligiendo cada Nación el suyo , hasta que , habiendo el Cardenal Richelieu convocado en París el 25 de Abril de 1634 una asamblea de matemáticos y cosmógrafos se ratificó la designación de Ptolomeo . Postoriormente ha vuelto cada Nación á elegir su meridiano por el punto donde se hallan situados sus respectivos observatorios astronómicos . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 196 Su figura es casi triangular, hallándose los tres vértices, uno en la punta llamada del Norte, que tiene su orientación al N. E. , otro en la de la Restinga al S. , y el último en la de la Orchilla al S. O. , siendo esta punta la más occidental del archipiélago. Colocándonos ahora en la del Norte, y avanzando por la banda del Este, encontramos el fondeadero del Hierro (Puerto de la Estaca) por donde se comunica la villa de Valverde con el mar, y las puntas de Tijeretas, de Rosas y de Niebla . Doblada la de la Restinga se halla la ensenada de Naos , que no ofrece abrigo ni seguridad alguna , y corriendo luego al N. O. , vamos encontrando sucesivamente la punta de la Hoya, la de la Orchilla, el puerto de los Reyes y la punta de la Dehesa . Desde aquí hasta otra punta próxima á los Roques de Salmore forma la costa un semicírculo , que recibe el nombre del Golfo, profunda escotadura que comprende el pintoresco valle del mismo nombre . Desde Salmore, rodeado de islotes y rompientes , se llega á la punta del Norte, cerrando de este modo el breve contorno de la isla . Una cintura de lavas, que se levanta en acantilados , rodea casi todo el Hierro , y le LIBRO PRIMERO. 197 dá el aspecto de una fortaleza inexpugnable. La elevación que desde el litoral alcanzan las costas , hace peligroso el acceso á sus abiertas radas, que por ningun lado presentan cómodo anclaje, ni seguro desembarcadero . Constituye el núcleo de la isla una elevada meseta, que desde la circunferencia se alza en sobrepuestos cerros, ofreciendo alturas considerables como las de los Picos de Agando , del Malpaso y Tenerife . En direcciones inversas se abren camino algunas hondonadas, que cortan el macizo central, y abren sus bocas por entre las murallas basálticas del inhospitalario litoral . 198 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. IX. LOS SALVAJES. Unos islotes desiertos, que se sitúan entre la Madera, Puerto- Santo y las Canarias , pero más cercanos á este grupo que al primero, ha recibido el nombre de los Salvajes , olvidados roques de desolado aspecto , de cuya aproximación huyen los buques , temiendo los bajas y Tres peligros de las corrientes , arrecifes que los circuyen. islotes principales forman el gru- po , y son conocidos por los Salvaje grande, y de Piton grande y peque- ño . El primero dista de los millas, y éstos nombres segundos ocho entre sí una milla escasa . Un gran número de rompientes forman á escollos , su piedras alrededor y una especie de diminuto archipiélago , que tiene sus cimientos sobre un banco submarino de que estos islotes constituyen la parte cul- LIBRO PRIMERO. 199 minante . Tal vez llegue el dia en que, continuando su movimiento de elevación , se den la mano estos desparramados escollos , y enlazados entre sí , formen todos una sola isla. El salvaje grande demora á los 30° 7' 51 " de lat. N. y 9° 39 ' 5 " de long. O. y tiene una milla de extensión. (1) Sus costas son altas , escarpadas y muy difíciles de abordar, distinguiéndose sobre su pedregosa superficie dos alturas, de las cuales la más elevada es la que se descubre hácia la banda occidental . Entre las varias ensenadas y sinuosidades que su perímetro presenta , se halla con dificultad un buen anclaje, siendo el único sitio por donde puede desembarcarse , aun que siempre con mucho riesgo, la punta que corre en dirección del S. E. El pitón grande está formado por una montaña cónica, cuyas faldas se extienden á lo largo, apareciendo desde el mar cual si fuera otro islote . El pequeño pitón tiene menos altura y extensión que su gemelo , y ambos se consideran como casi inabordables . (1 ) Dista de Lanzarote 35 millas , y trata de levantarse en su parte mas elevada un faro por cuenta del Gobierno español . TOM. I. 14 200 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Sobre estos islotes parece que ostentan derechos de propiedad algunos vecinos de la Madera. 201 LIBRO PRIMERO . X. LA COSTA NOROESTE DE ÁFRICA . Extiéndese enfrente de las islas afortunadas una vasta región de desconocidas proporciones, inhospitalaria y misteriosa , que, cual un nuevo mundo, envuelto en densas nubes de arena, espera un Colón, un Cortés ó un Pizarro, que lo descubra , conquiste y colonize . Forma ese inmenso país una parte muy considerable é importante africano, porción de tierra del continente de maravillosa hermosura, que principia ya á entrar bajo el mágico poder del progreso, y de la influencia irresistible de la civilización mo- derna . La riqueza de vejetación que su seno vírgen encierra, sus ricas y variadas minas de productos naturales, la fecundidad asom- brosa de su suelo, sus mares interiores , lazo 202 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. de unión entre sus diversas zonas, sus rios caudalosos y navegables , arterias que llevan la vida de una á otra parte de su inmenso territorio, la situación privilegiada de sus costas, tocando por uno de sus lados al Mediterráneo, lago de la civilización europea , y bañadas sus playas por mares que surcan sin descanso los buques de todas las naciones , con factorías permanentes que sitian su perímetro, y misioneros incansables de la ciencia, que avanzan sin tregua á su conquista, el Africa se rendirá en breve á las reiteradas invasiones de los pueblos civilizados . El dia en que esto se verifique, la raza blanca, obedeciendo á las inmutables leyes de la naturaleza , invadirá aquellos territorios, absorviendo y asimilándose las razas inferiores , y concluirá por trasformarlas , imponiéndoles su avanzado perfeccionamiento físico y moral . ¿Quién sabe si llegará un dia en que la luz de la civilización irradie desde el lago Nianza, las fuentes del Nilo ó las elevadas mesetas de los montes de la Luna sobre los demás continentes del Globo? Enfrente, pues , del grupo que forman las islas del archipiélago canario, se extiende la costa noroeste de ese maravilloso país, comprendido entre el cabo Nun y el de Juby. LIBRO PRIMERO . 203 Más lejos , y bajando al sur, la misma costa nos presenta los célebres cabos de Bojador y Blanco , último límite de las atrevidas excursiones de los pescadores isleños , tra- yecto sin cesar recorrido por sus pequeñas embarcaciones, durante el largo trascurso de cuatro siglos . El imperio de Marruecos y el desierto de Sahara se dividen entre sí esa extensa zo- na, si bien los distritos que confinan con los cabos Nun, Bojador y Blanco , pertenecen á tribus que no reconocen dependencia alguna del Sultan. El litoral , desde el Cabo Blanco al de Bojador, ofrece á la vista, en una extensión de más de cien leguas, una constante faja de blanquecinas arenas, donde apenas rompen la monotonía del paisage algunos grupos de tabaibas y salados , y una especie de euforbio , que los naturales llaman Dagmuz , plantas todas que se arrastran raquíticas y enfermizas, sin encontrar la tierra y el agua necesarias para sostener su miserable existencia . Reinan por lo regular en esta región vientos bonancibles, por cuanto la dirección misma de la costa , modificando el ímpetu de los alisios , quebranta su violencia. Doblado el cabo, llamado por los indí- HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 204 genas Juby, y por los geógrafos Buibixa, recuerdo tal vez de Juba, el Rey explorade la isla de de la cual apenas dista el casi dor, estamos Fuerteventura, enfrente continente 19 leguas, debiéndose advertir, sin embargo, que llegando por la parte del sur, no es Fuerteventura, sino la Gran-Canaria, la que presenta más fácil abordaje . Al sui del cabo Juby, y al abrigo que proyecta el promontorio que se abre una ensenada, le dá forma, que los canarios lla- man Matas de San Bartolomé, y los Bere- beres Tarfaya (hoy Puerto Victoria de los ingleses) . El cabo se halla sembrado de tarahales , cuyos grupos se descubren desde el mar, atribuyéndose el nombre de Matas , al aspecto que estos arbustos presentan . Existe alguna agua potable . Hállase el fondeadero resguardado por una barra de rocas areniscas , que semicírculo , cubierta corre en en parte por las olas en la pleamar. La boca que le sirve de entrada mide una media milla, y tiene de tres á cuatro metros Su anclage es bueno y puerto de Cabras y de de agua en la bajamar. seguro . Dista de ciento once kilómetros, Arrecife ciento treinta , que pueden recorrerse con buenas brisas en diez ó do- ་མཆཁ་ོད་ ce horas. 205 LIBRO PRIMERO . Algunos creen que sea el este puerto mismo donde Jorge Glas estableció su desgraciada factoría. Subiendo al nordeste, llegamos al sitio que los marinos canarios denominan Boca del Rio , que es el puerto Cansado de las cartas modernas, y por los naturales Guad- fun-Naam . Hay en tierra una pequeña elevación de 120 metros , denominada mesa de Derúa. Una milla adelante principian á levantarse varios montecillos de una arena rojiza, por lo que se llama uno de ellos Gord-El- Jamar (colina roja). Paralelas á estas colinas se elevan otras en el ra, habitadas interior, á una por considerable kabilas (kabilas altuZor- gien) que se ocupan del pastoréo de numerosos ganados , cuyas colinas se llaman Mesas Taulekt. Desde este punto de la costa hasta Rio de boca grande ó Guad- Xibika, se recorren nnas 30 millas de un litoral escarpado , trás el cual siguen levantándose cordilleras empinadas , que se pierden á lo léjos en el interior del país. Algunos barrancos sin agua aparecen de en este trayecto recorri- do , entre los cuales citaremos Rio Zahar, vez en cuando HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 206 Rio Udeima Fatma, Umi-es-sebed y Sebba Jarsa . Nueve millas adelante se llega al fondeadero del Médano, que los árabes denominan la Uina, defendido por un arrecife con dos brechas que le sirven de entrada. El terreno es pedregoso, sembrado de arbustos y sin agua potable. Desde este sitio continúa la costa alternando entre arrecifes escarpados y playas accesibles , siendo digna de especial mención la playa que se extiende junto á la boca de un barranco , llamado por los pescadores canarios Médano de la Boca de los Robálos , y por los rifeños sigue una rada Uina Sequera , á la que espaciosa, enrriscada por el norte y arenosa por el sur, conocida por Rio Dráa ó Boca de los Robálos , que limita en el fondo una cordillera elevada. Cierra la boca de este barranco una barra apénas accesible á pequeñas embarcaciones , descu- briéndose hacia el sur dos colinas cónicas, aisladas, pero próximas entre sí, como de noventa metros de elevación . Algunas millas más adelante se alza un promontorio de piedra arenisca, que es el famoso cabo Nun . Los canarios le dan el nombre de los Morretes , por las cortaduras que el continuo batir de abierto en las rocas que le las olas ha sirven de base. 207 LIBRO PRIMERO. Un escarpado vertical de cincuenta metros se enlaza con este promontorio , que termina en Rio de Playa Grande ó Guad Aureora, límite, al parecer, del gran desierto . Extensas colinas de arena siguen, no obstante, hasta Rio Salado , playas blanquecinas, y hasta alternan los con riscos de las Garitas, y barranco de Guad- Assaka. Este rio, sin agua en el verano , desem boca en una ensenada, que forma dos cabos , cuya entrada se halla defendida por una barra ó dique de arena . A su espalda la cordillera se aproxima á la costa, cándose que á la Sigue una montañeta de cien destametros, derecha se levanta . luego un litoral, accidentado en parte, hasta enlazarse con el cabo Sidi-Vórzek, que se alza á una altura aproximada de cincuenta metros . Este cabo parece perforado por la acción de las olas , descubriéndose numerosas ca- vernas en su base . Desde aquí hasta Yfní se cuentan diez millas . Éste es un pequeño caserío , situado junto á la desembocadura agua dulce, en una de un arroyo de posición ventajosa, ro- deado de fértiles campos, y con una playa de peligroso acceso . El nerado Santón le sepulcro de un ve- sirve de Mezquita . Si- 208 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . guiendo la dirección del rio se descubre en segundo término un montecillo redondo , que llaman Du-Drar, y en el fondo una sierra que corre del S. al N. , llamada por los naturales Taulaxt. No creemos necesario continuar esta descripción , porque el litoral recorrido es el que se desarrolla en frente del grupo oriental del archipiélago , y es , por lo tanto , el que nos interesa conocer . Entre esos numerosos fondeaderos, que la acción combinada de los vientos , del mar y de las arenas hace cambiar de forma y de condiciones marítimas con demasiada frecuencia, se hallan los sitios por donde Diego de Herrera y sus sucesores , y el Adelantado y sus hijos, emprendieron sus famosas correrias, y fundaron fortalezas á fines del siglo XV y principios del XVI , como luego tendremos ocasión de consignar. No es fácil determinar hoy con preci- sión el lugar por donde se efectuaron esos tuvieron lugar aquellos armas, tan gloriosos para los desembarcos , hechos de y canarios ; ni tampoco es constante la tradición, respecto al emplazamiento del castillo de Mar-Pequeña, ó fortaleza de que eran castellanos los gobernadores de la Gran-Canaria; pero, sin prejuzgar nosotros 209 LIBRO PRIMERO con se- la cuestión, podemos desde ahora que fué una sola la no guridad afirmar, fortaleza construida, ni una la playa que sirvió de punto de abordaje á los isleños para emprender y asegurar el éxito de sus excursiones biendo sobre el litoral cambiado medios de ataque, expediciones, estos africano , ha- segun los sitios , puntos de salida de las situación de los aduares ene- migos, condiciones de los fondeaderos, siempre variables por el movimiento de las arenas, y otras circunstancias referentes á víveres , leña y aguada . Restos hay, en varios sitios de la costa, de edificios que los bereberes atribuyen los cristianos , segun aseguran á respetables autores y viageros . Un exámen detenido de esas ruinas tal vez resolvería la cuestión del verdadero emplazamiento de Mar-Pequeña . En dirección de N. O. á S. continente africano por O. unido al un itsmo de uno y medio á dos kilómetros de ancho , se levanta la península de mide 22 millas de Rio de Oro, que largo por 3 en su ma- yor anchura. El espacio de mar comprendido esa península y la costa, moso puerto de 17 entre forman un her- millas de extensión 210 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . desde la Isla de Herm hácia la y cinco de ancho , que en entrada, el interior au- menta hasta siete . Los arrecifes puerto, que se situados prolongan en la boca del algunas mar afuera, dejan un canal millas por once En esta millas libre de dos piés de fondo península se ha fundado re- cientemente una factoria, que se halla hoy defendida por nuestro pabellón nacional . LIBRO PRIMERO. 211 XI. SAN BORONDON . Como recuerdo de las fantásticas leyendas de la Edad media, nos ha conservado la historia el nombre de una isla incógni- situada en el que a veces se paralelo de las Canarias , aparecia á los navegantes que cruzaban por estas latitudes , y otras se descubria desde algunos pueblos del Archipiélago, desapareciendo despues intérvalo de na años , sin dejar huella algu- de su misteriosa Esas periódicas una y muchas de las existencia. apariciones, conquista , provocó de autoridades viages de exploración , ningun repetidas veces en las tres centurias que siguieron á la parte por largo isleñas algunos que, sin embargo , resultado práctico obtuvieron . La isla permanecía siempre inaccesible, apesar de las respetables declaraciones de los que 212 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. aseguraban haber abordado á sus playas y visitado su litoral . Diósele á esta isla los nombres de Aprósitus, Non Trubada, Encubierta, de San Brandan ó San Borondon, suponiendo que en ella habia residido y predicado este santo monge irlandes . Contribuia á sostener despierta la curiosidad del público , la circunstancia de su desaparición periódica, que hacia vacilar á los más incrédulos , y sostenia el entusiasmo de los que, inclinados deseaban á lo maravilloso, creer en su existencia . Desde que las Canarias figuran bosquejadas en los rudimentarios mapas de la Edad media, se encuentra en ellos , con ligeras excepciones, delineada la isla de San Brandan , situándola siempre al oeste del gru- po, como si providencialmente anunciara el descubrimiento otras en aquella dirección de ignotas y maravillosas tierras . (1) (1 ) Los mapas en que aparece la isla de San Borondon con éste , ó con algunos de los nombres que indicamos en el texto, son: 1265. Imago mundi de Robert d ' Auxerre . 1367.-El de Picigano. 1424.- El de Weimar . 1435. - El de Beccaria. 1457. - El de Fra Mauro . Siglo XVI . - El Globo de Behaim . El Atlas de Ortelio . >> El de Mercator . >> Aunque la LIBRO PRIMERO . 213 cuestión de esta supuesta isla, y las causas que explican su repetida aparición, no tienen hoy grande impor- tancia histórica ni geográfica, probado como está, que el fenómeno se verifica por un efecto de espegismo , no hemos creido , inoportuno consignar estas breves observaciones , al bosquejar la descripción general del Archipiélago, considerando el lugar que dicha cuestión ocupó entonces en la atención pública, y reservando la relación de los viages que en su busca se emprendieron, para la época en que sucesivamente se fueron aquellos realizando . (1 ) . Por último , manifestaremos , que se conservan algunos dibujos de la misma isla, en las crónicas y manuscritos que hemos consultado, de cuyos dibujos nos ofrece Viera una copia exacta en sus Noticias , y Castillo un mapa de su perímetro, en la curiosa descripción inédita que de estas islas escribió en 1686. (1 ) Ilustran esta cuestión , más de lo que ella merece , Viera en sus Noticias t. 1. pág. 78 , y el Dr. Chil en sus Estudios t . 1.º pág. 101. El célebre D. Antonio Porlier en su Disertación histórica , sobre quienes fueron los primeros pobladores de estas Islas , que se conserva inédita en la Bib . de la Academia de la Historia , cuenta la Isla de San Borondon entre las que formaban el Grupo , aunque Problemática. 214 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. XII . ASPECTO GENERAL . Puede decirse que una primavera eterna se observa constantemente en las Canarias . La graduación máxima del termómetro en sus costas no baja en Enero 10º ni sube en Agosto de 26º, salvo algunos casos raros y excepcionales . (1) Los vientos alisios ó brisas, que soplan del N. E. , son los que se dejan sentir con más frecuencia, por hallarse situado este Archipiélago en la línea que aquellos recorren, si bien en invierno se presentan los del S. E. que persisten algunas veces y alejan las lluvias . Cuando en el verano son flojas aquellas brisas , aparece el viento sur, que (1 ) La brújula de inclinación marcaba en 1878 , 48° 30', y la de declinación , que por los años de 1765 se desviaba de 14 á 15° al O. llegó á su máximun el año de 1852 declinando 22° 16' , y en 1878 solo se desviaba 20º 30 ' al O. Gonzalez. -Apuntes sobre las Canarias . La aguja avanza en dirección al N. 4' próximamente en cada año. 215 LIBRO PRIMERO. produce invariablemente un calor molesto y perjudicial á la salud y á los sembrados . Aunque las elevadas cordilleras del grupo detienen las nubes, y las deshacen en lluvia, hay años en que éstas escasean , y son insuficientes para asegurar las cosechas, observándose este fenómeno con mayor intensidad en las dos islas de Lanza- rote y Fuerteventura , que por la poca elevación de sus montañas, y la proximidad de sus costas al vecino continente, participan en más extensa escala de las condiciones climatológicas de la región del Sahara. La ausencia casi completa de lluvias en esa vasta zona, se atribuye hoy á una corriente atmosférica alísea continental y seca, que viene del Este, inclinándose al Sur, y formando á su paso la faja de desiertos que se extiende desde las altas planicies del Asia, y recorre el Turkestan , la Persia, la Arabia, la Siria, el Egipto y el Sahara, hasta alcanzar el Atlántico en el punto donde se alzan las islas de Cabo Verde . (1) La configuración misma de las Canarias dá lugar á que en un corto espacio de terreno, se encuentren reunidos los más opuestos climas del Globo, y por consiguiente los ( 1 ) Véase M. G. Rolland . Revue Scientifique . Marzo de 1881 . 15 TOMO I. 216 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . cultivos más variados, y las plantas y árboles de las zonas subtropical, mediterránea y alpina. Los eminentes geólogos y botánicos que han visitado sus valles y montañas, se hallan de acuerdo en dividir su suelo en cinco regiones , que clasifican de la manera siguiente . Primera región, subtropical ó de aspecto africano, análogo al de Egipto ó Berberia: desde las playas hasta 1.200 pies de elevación absoluta. Segunda región, mediterránea ó de cultivo europeo; clima semejante al de la Italia central ó al mediodia de la Francia: desde 1.200 á 2.500 piés . Tercera región, que es la de los bosques siempre verdes , análoga al clima de la Lombardia; desde 2.500 á 4.100 piés . Cuarta región, que es la de los pinos , semejante al clima de Escocia, al del Norte de Francia ó al de Alemania: de 4.100 á 5.900 piés . Quinta región, llamada de las retamas , que es la que se eleva desde esa altura hasta el Teide. Así, pues, en una rápida ascención de diez á veinte kilómetros se van encontrando , las palmas, las higueras y los dragos, los moca- 217 LIBRO PRIMERO . nes , los tilos y laureles , el pino canariense , único de su especie en el mundo , y la blanca retama, intrépida compañera de las nieves perpetuas, cuyos olorosos ramilletes sacuden las brisas , y vienen á servir de alfombra al Saucillo , el Nublo y las Cañadas. Raras son las tormentas en estas islas, notándose el fenómeno de que solo se presentan en la estación de invierno . Sus más grandes mareas no pasan de once á doce piés . (1) Hállanse estas islas delineadas en cási todos los mapas de los antiguos geógrafos , desde las cartas de Ptolomeo , que sitúan el archipiélago en un mismo paralelo , hasta los primeros ensayos , que en 1351 apare- cen, utilizando para ello los datos de Pli- nio y Estacio Seboso, á fin de concordar- los con los suministrados por los viageros italianos y españoles , que ya empezaban á ocuparse de estas lejanas tierras . El mapa ó carta marina de Angelino Dulcert de Mallorca en 1339 (2) de Pizzigani en 1367 , (1) Dice Kerhallet . -Las mayores mareas suben de 11 á 12 pies , y suceden dos dias despues de los novilunios y plenilunios á las 12 del dia , que es su establecimiento . Cuando crecen , y segun las localidades de las Costas , van para el N. E. y N. y para el S. O. y S. cuando bajan . - Derrotero pág. 17 . (2) Publicado por primera vez en 1887 por el Doctor Hamy.-Paris , en 8. ° 218 de HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Mésia de Viladestes en (1), de Weimar en 1424, 1436 (2) de Gabriel de Valsequa en 1439 , de Bartolomé de de 1413 Andrea Bianco en Pareto en 1456 , de Fra Mauro en 1460 (3) de Gracioso Benicasa en 1467 , de Mercator en 1479 , la primera edi- ción de Ptolomeo en 1486 (4) , y el planisferio de Martín Benhaim en 1492 (5) re- copilan las vacilantes noticias, que circula- ban yá en aquel das . siglo sobre las afortuna- En el siguiente aparecen, la carta de Juan de la Cosa en 1500 , (6) otra nueva de Ptolomeo publicada en Strasburgo en 1513, un mapa-mundi iluminado por órden de Enrique II de Francia; la carta universal espa- (1 ) Mescia o Matias de Viladestes dibujó esta carta en 1413. Conservábase en la Cartuja de Val- de - Cristo , hasta que la adquirió Libri para la Biblioteca Nacional de Francia, en 1847 , en precio de 800 francos . Aparece en ella el viage de Jaime Ferrer en 1346 á Rio de Oro , y ha sido publicada en la parte que corresponde á las Canarias, y Costa occidental de Africa en el Canarien . Rouen . 1874 . (2) Se publicó en la obra. - Saggio sulla nautica antica de Veneziani . (3) Publicado por el Cardenal Zurla en la obra . - Sulle autichi Mappe lavorate in Venezia . — 1818 . (4) Ptolomeo Geographia, Edit . princ , Venise . -1486 . (5 ) Planisferio de Martin de Bohemia, que se conserva en Nuremberg. Se ve diseñada junto á la linea equinoccial una Isla grande con la siguiente leyenda. - Año 505 : San Brandam llegó con su navío á esta Isla . (6) Es la primera carta en que aparece Mar -pequeña á la orilla derecha de un rio grande sin nombre . 219 LIBRO PRIMERO . ñola dibujada por un cosmógrafo de los V en 1527 (1); el Cár- Isolario de Bordone hecho en Venecia en 1528 ; la carta de Jaques de Vaulx en 1533; el mapa-mundi de Sebastián Cabot en 1550 ; la carta de Juan Martinez en 1567 , la de Guillermo de Testu, y el atlas de Juan Riezo á fines del mismo siglo . En el XVII pueden citarse, entre otros, el mapa de Guillermo Lavasseur en 1601 , el de Juan Gueard en 1631 , el de Alonso Pérez 1648 , el de Próspero Casola en 1636, y el de D. Pedro Agustín del Castillo en 1686. (2) En el siglo XVIII aparecen el atlas de N. de Fer en 1709 , la carta del P. Feuillée en 1724 ; la del ingeniero español D. Ma- nuel Hernández en 1746 ; Fleurieu y Borda ; la de D. las de Delisle , Tomás Lopez publicada en Madrid en 1780 , y las de D. Antonio Rivero , D. Antonio Andrés Herrera y D. Amat de Tortosa. (3) (1) Citado por Fernandez Duro en su Memoria sobre la Costa de Africa. (2) Ha sido publicado en el Boletin de Geografia. Madrid 1880 . (3) Segun Osuna , se conservan estos últimos mapas en los archivos de la dirección de fortificaciones de la Provin cia; y añade , que el de Herrera , con planos y vistas de las Islas , está grabado en Tenerife en 1786 por un fraile Domínico , y dedicado al Marqués de Branciforte , HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 220 Pero ya en este siglo encontramos delineados con mayor perfección y exactitud los contornos de las islas en el mapa publicado por Bory de S. Vincent en 1801 , en Leopoldo de Buch el de en 1815; en el de D. Domingo de Mesa en 1824 , en los de Webb y Berthelot en 1829 , en los que publicaron de órden del Almirantazgo inglés niente Arlett y el capitan Vidal, el te- que go- zan de merecida reputación científica; en el de Coello, que acompaña al Diccionario de Madoz; en los del Dr. K. von Fritsch; en los de la dirección hidrográfica en 1875 , y por los Estudios de Madrid último en los que ilustran del Dr. Chil en 1876 (1) Tales son los principales trabajos que , de esta clase se han hecho hasta hoy respecto á estas islas, aunque dejando los mapas mucho que desear, en cuanto se refiere á la topografía del terreno, ción de los pueblos , principales y verdadera posi- dirección de sus montañas y barrancos, pudien- Sabemos tambien que el canario D. Francisco Machado y Fiesco, Secretario del Vireinato de Méjico , intendente de Cuenca Ꭹ Contador General del Consejo de Indias , hizo un mapa general de estas Islas (1) Mr. Berthelot hizo en 1846 el relieve de la Isla de Tenerife , de que existen algunos ejemplares en Madrid y en París , y dos ca Sta . Cruz de Tenerife ; y algunos años despues, el de las siete islas , que posee hoy D. Justo P. Parrilla. LIBRO PRIMERO . do asegurarse, que sólo 221 existe el trazado exacto de su perímetro , y el reconocimiento escrupuloso del banco de sus sondas . LIBRO SEGUNDO . EDAD ANTIGUA . I. FILÓSOFOS Y POETAS . Entre las obras que nos ha legado la antigüedad, pocas son las que, al ocuparse de los sistemas religiosos de aquellos antiguos pueblos , de su historia civil y política, de su comercio é industria, de sus colonizaciones y de sus guerreras empresas, ó al cantar en sus poemas las maravillosas leyendas de sus teogonias ó los triunfos de sus héroes , pocas son, repetimos, las que hayan dejado de hacer especial mención de las lántidas ó esos islas At- Afortunadas , conocidas yá por nombres , desde los de la historia. primeros albores 224 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. Nacida sin duda en el Asia, y trasmitida luego á las naciones , que sirvieron de lazo de unión á la civilización griega, la idea de un paraiso, donde las almas alcanzaban una eterna bienandanza , constituyó la base de todas las religiones , que, desde Brachma á Numa subyugaron al mundo antiguo . Cuando Thales, Solón y Pitágoras visi- taron el Egipto y los florecientes del Asia Menor, yá pueblos aquel dogma formaba parte de un cuerpo de doctrina, sacerdotes como veneraban, que los fundamento de la inmortalidad del alma, y afirmación de un Ser eterno y creador. Para demostrar con más eficacia la rea- aquel paraiso , oculto lidad y existencia de á las aceptó sin esa región la tierra llegar á loso, de todos miradas los mortales , dificultad la hipótesis se de que ocupaba los últimos límites de entonces conocida, ella y que se interponia un rodeado de rio cauda- innumerables pasado el cual, se penetraba en sagrado de las almas, para peligros , el recinto donde se hallaban reunidos todos los goces, que puede soñar nuestra humana naturaleza. Fácil fué con el trascurso de las edades , convertir ese rio en mar, y ese mar en proceloso Océano , que se extendía allende las 225 LIBRO SEGUNDO columnas pantoso de Hércules , golfo obscuro, y preñado tades , que nave es- de horribles tempes- alguna se atrevia á surcar. Relaciones de desconocido orígen, rumores de extraviados navegantes , de viageros sin nombre, aventuras formaron, andan- do los tiempos, un tejido de fantásticas leyendas , que vino al fin á tomar cuerpo verdadera forma vantaban enfrente en las islas, que de se y le- las costas occiden- tales de la antigua Libia, bañadas por un mar siempre en calma , entoldadas cielo azul, y cubiertas de tropical , una vegetación donde se disfrutaba taciones de por un en todas es- una primavera eterna. Constituida de este convertida luego en modo la ficción, y dogma religioso , poetas se apoderaron de ella, y la los embe- llecieron con todas las galas de su fantasia , prestándole el encanto de una versificación armoniosa . Asi encontramos en los cantos de Homero la descripción de los Campos Elíseos (1) , en Hesiodo (2) y Pindaro (3) el recuerdo en- ( 1 ) Iliada . Lib . 18 , v . 606. - Lib . 20. v . 7 . Odisea. Lib . 4, v . 563 al 568. - Lib . 10 , v . 508. — Lib . 2 , v. 154 á 163 , 600 y 638. — Lib . 12 , v . 1 . (2) Hesiodi . Opera et Dies , v . 171 . ( 3) Pindari Olymp. 2. Ant. 4, v. 77 y 78; y Frag. t. 4.º , p . 620: 226 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . tusiasta de las Hespérides ó islas biena- venturadas, y en Teopompo de Chio (1) el nombre de un país remotísimo , de séres maravillosos, escondido poblado á todas las miradas, entre las brumas de tenebrosos y desconocidos mares. Pero , entre estas narraciones, ninguna ha llegado á adquirir la popularidad é importancia de la que se refiere á la Atlántida, isla cuya existencia y desaparición habian revelado á la Grecia los sacerdotes egipcios, allá en los primeros tiempos de su civili- zación portentosa . Según nos gados de afirma Platón (2 ) , los encar- conservar y trasmitir los mis- terios de la ciencia, en los templos que baña el Nilo , refirieron un dia á Solón , que allende ese estrecho , testigo ñas de Hércules , existía una comarca más extensa en de las hazaotro tiempo que la Libia y el Asia reunidas, rodeada por todas partes Sus palabras son : -«Aquellos que durante su vida han conservado su alma sin mancilla , demandan á Júpiter las deleitosas Islas de los Bienaventurados , donde soplan las áuras del Océano , y brillan flores de oro en árboles hermoSOS.>> (1 ) Teopompo de Chio , copiado por Eliane . (2) Diálogos .-Timeo y Cricias . No insertamos integro este Diálogo , porque hoy las obras de Platón andan en manos de todos , y seria hurtar á nuestros lectores un gran número de páginas . 227 LIBRO SEGUNDO de profundos mares , y gobernada por re- yes sábios cuya y poderosos, alcanzaba á las regiones influencia líbicas , y á una parte muy considerable de la Europa. Los territorios que compren- inmensos dian aquellos reinos , dades en que ellos y las populosas ciuse levantaban , ofre- cian al viagero tantos objetos de estudio y admiración , que palidecian á su lado las civilizaciones las de expléndidas comar- cas orientales . Los productos de la tierra, el perfeccionamiento de las artes , los adelantos de las ciencias, y cuanto constituye en la esfera del progreso humano , el brillo, poderío y nación , todo se riqueza de una reunía allí en armónico consorcio para cautivar el ánimo , seducir la imaginación , y dar honrosa muestra de la energía intelectual y moral de aquella privilegiada raza. Pero, llegó un momento, en que las virtudes de los Atlantes , que tal era el nombre de aquellos insulares , principiaron á eclipsarse, y á tan heróicas patriarcales acciones , sábias leyes y costumbres , sustituyó el lujo , el desórden y el vicio, en tales proporciones y con tal desenfreno , que Júpiter indignado decidió castigar tanta depravación , haciendo desaparecer la isla en las profundidades del Océano. En efecto , la Isla desapareció, 228 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dejando como inscripción lapidaria de su catástrofe los picos de sus más altas montañas, que después han llevado los nombres de Madera, Salvajes, Canarias, Cabo Verde y Azores . Desde la lejana época en que Platón nos dió á conocer esta extraordinaria leyenda , ha venido sin cesar reproduciéndose y co- mentándose de mil maneras , poniendo unos en duda su existencia, y afirmándola otros resuelta convicción . Muchos suponen , con que, si esa submersión tuvo lugar, debió producirse por el movimiento oscilatorio de una gran dislocación en la corteza terrestre ; otros creen, que en el momento geológico de la aparición de los Alpes y los Pirineos , el ma , que ocupaba aquella inmensa cuenca, refluyendo en sentido inverso , invadió las costas y llanuras de la Atlántida; no faltan algunos que, negando la presencia de esa isla, en la latitud que le señala Platón, afirman que la América es la verdadera y misteriosa Atlántida, y su asombrosa civilización, la que hoy yace envuelta en las indescifrables ruinas de Méjico , Yucatán y el Perú; en fin, el mayor número, refractario á toda autoridad poética, niega rotunda- mente la verdad del relato , atribuyéndolo á invenciones de los sacerdotes egipcios , á 229 LIBRO SEGUNDO credulidad de Solón , ó á equivocadas interpretaciones del filósofo de Atenas , confirmando esta opinión con argumentos científicos de innegable fuerza , aun cuando para combatirlos se hayan inventado ingeniosas teorías . Nosotros , ya lo hemos dicho , no, creemos que las Canarias sean restos de un conti- nente sumergido . El estudio geólogico de la depresión oceánica , donde toma su asienarchipiélago asi lo demuestra, y la estructura esencialmente volcánica de sus to el rocas, enérgicamente lo confirma . Esa vilización exuberante y ci- excepcional, pro- ducto de la raza Atlántica , que ningun dato histórico viene á corroborar , es inadmisible en la escala gradual del progreso humano . El argumento deducido del exámen de depósitos lacustres de la península en que la época terciaria , y el acusan la los Ibérica de las analogias fauna y flora en el mismo período geológico entre los continentes de América y Europa, solo revelan el afán de lanzar al campo de la ciencia nuevas y brillantes hipótesis , que, á ser ciertas , proba- rian únicamente, que para todas las espe- cies hubo muchos centros de creación, de tal manera, que dadas las mismas causas generadoras , y el mismo medio ambiente, 230 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. las conchas, plantas y animales que llevan el sello especial de una edad prehistórica, pudieron aparecer simultáneamente en diferentes paises , sin necesidad de acudir á forjar continentes imaginarios , que sirvieran de puente de comunicación al desarro- llo y propagación cies . (1) de esas mismas espe- Despues de Platón, el enciclopédico Aristóteles, en una obra que se le atribuye, y Diódoro de Sicilia, que escribia su biblioteca histórica en la época de César y Augusto, hacen tambien mención de las afortunadas, aunque de una manera breve, confusa y vaga, que revela falta de conocimientos y oscuridad en los datos que utilizaban. (2) El recuerdo de los campos Elíseos , de la mansión de los Justos , de las islas Afortunadas y de la Atlántida se mantuvo , sin embargo, ileso en la mente de los escritores romanos, herederos é imitadores de la cultura helénica, pero, fundiendo en una aquellas diferentes localidades . (3) (1) Roisel en su obra titulada Los Atlantes, Paris 1874, defiende con grande erudición la existencia de la Atlántida y su maravillosa cultura intelectual . (2) Aristóteles . Liber de Mirabilibus Auscultationibus , 4. c. 85, p. 172. Diódoro Siculo . -Bibli . L. 5, p . 344 . (3) Nuestro insigne poeta Cairasco, recogiendo estas LIBRO SEGUNDO 231 Virgilio en el libro sexto de su Eneida , (1) Horacio en sus Ódas , (2) Séneca en su ideas mitológicas , dice con galana frase : Otras islas se ven , que blanco velo Las ciñe en torno , menos elevadas , Llamólas por su fértil cielo Ꭹ suelo La antigüedad las islas fortunadas: Y tan amigo suyo estimó el Cielo , Que de su voluntad no cultivadas Las tierras , entendió dar nobles frutos, Y las incultas vides sus tributos . Siempre desea florecer la oliva , Destilar de las peñas miel sabrosa , Y con murmurio blando la agua viva Bajar del alto monte presurosa ; Templar el aire la calor estiva , De suerte que á ninguno sea enojosa , Y en fin, por su templanza , láuros, palmas , Ser los Campos Elíseos de las almas . (Templo Militante . ) Y Camöens en el canto 5.º de sus Lusiadas dice : Passadas tendo já as Canarias ilhas que tiveram per nome Fortunadas , entramos navegando pellas filhas do velho Hesperio , Hespérides chamadas: Terras por onde novas maravillas andaram vendo já nossas armadas ; alli tomamos porto com bom vento por tomarmos dá terra mantimento . (1 )-Devenere locos lætos et amœna vireta Fortunatorum nemorum , sedesque beatas . (Eneida, lib . 6. ) Llegaron (Eneas y la Sibila) á los alegres lugares y deliciosos vergeles de los bosques afortunados , donde los Bienaventurados residen . (2)-Nos manet Oceanus circumvagus ; arva, beata Petamus arva , divites et insulas , Reddit ubi Cererem tellus inarata quotannis , Et imputata floret usque vinea, Germinat et nunquan fallentis termes olivæ, Suamque pulla ficus ornat arborem; Mella cava manant ex ilice ; montibus altis 16 TOM . I. 232 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. Medea, Tíbulo en sus Elegias , (1 ) Plauto en sus comedias (2) , invocan con frecuencia esas nebulosas regiones , y las describen, colocando en ellas la mansión inaccesible de las almas, que un rio separa de los que viven en la tierra . Aún despues del siglo de Augusto , y durante la dominación imperial, el nombre romano se extendia allende el Estrecho , conservando los Emperadores las colonias adquiridas, sosteniendo el comercio y prote- giendo la navegación; pero sin que aque- llas fábulas perdiesen la envoltura maravillosa y sobrenatural, que los poetas le ha- Levis crepante lympha desilit pede. Illic injussæ veniunt ad mulctra capellæ, Refertque tenta grex amicus abera; Nec vespertinus circumgemnit ursus ovile Nec intumescit alta viperis humus . (Horacio . Epod . 16 á los Romanos . ) « El Océano nos llama sobre sus ondas que nos circundan . Volemos á esos campos , campos fortunados, islas fecundas y felices , donde la tierra sin cultivo prodiga cada año sus tesoros , donde florece eternamente la viña sin el auxilio de la hoz , donde el olivo no engaña , donde el rojo racimo adorna el árbol que le ha visto nacer, donde la miel se derrama del hueco tronco de las encinas, donde la onda ligera, lanzándose de lo alto de las montañas , salta en bulliciosas cascadas . Alli , las cabras se ofrecen ellas mismas á la mano que ha de ordeñarlas ; el ganado sumiso trae del prado llenos sus ubres, el oso no ronda por la noche los establos , ni en el suelo se ven venenosos reptiles . >> (1) Tibulo . Elegia 3." Sed me, quod facilis tenero sum semper amori . etc. (2 ) Plauto in Trinummo . LIBRO SEGUNDO 233 bian comunicado , y sin que la exploración de Juba, de que luego hablaremos , adquiriese confirmación por medio de nuevos datos posteriores y auténticos , que fijáran de una manera indubitada la forma indecisa y vaga con que aquella relación ha llegado hasta nosotros . (1). (1 ) Huet. Hist. del Comercio . p . 353 . -Aristides Egipt . 234 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . II. EGIPCIOS , PERSAS, ETRUSCOS . La más remota expedición marítima, que los anales de la historia nos conserva, donde el nombre de las islas afortunadas pueda lógicamente figurar, se encuentra en Herodoto, cuando nos refiere el viage emprendido por los fenicios de órden de Necos ó Nechao, que reinaba en Egipto por el año de 610 antes de nuestra Era. « La Libia (Africa), nos dice el padre de la historia , se halla rodeada de mar por todas partes , excepto por el istmo que la une al Asia . Necos, rey de Egipto , fué, según nuestras noticias, el primero que se propuso averiguarlo. Habiendo renunciado á la empresa de concluir el canal, que debia unir el Nilo con el golfo Pérsico , envió unas naves tripuladas por fenicios , á su que debian regreso entrar por las columnas de 235 LIBRO SEGUNDO Hércules en el mar septentrional, y volver de esta manera á Egipto . Embarcados los fenicios, se hicieron á la vela desde el mar Eritréo, con rumbo al mar austral, y cuentan, que, llegado el otoño, se detuvieron en un lugar de la Libia (Africa), á cuyas playas el viento los habia arrojado; sembraron trigo y esperaron su granazón . Luego que recogieron su cosecha, volvieron á hacerse á la vela, y continuaron de este modo dos años , hasta que, durante el trascurso del tercero, penetraron en el estrecho de Hércules , y regresaron por ese opuesto camino á Egipto. Decian los navegantes á su llegada, que, al rodear la Libia, habian visto el sol á su derecha, lo que no me parece digno de crédito , aunque tal vez lo parezca á otros . De este modo fué la Libia reconocida por la vez primera. » (1 ) Algunos han querido poner en duda la veracidad de este relato , pero la sencilla reflexión de Heródoto, respecto á la posición del sol , nos garantiza su exactitud . En efecto, aquellos osados navegantes, despues que atravesaron la línea equinoccial , debian encontrar el sol á su derecha, cir- cunstancia que, dudosa para Heródoto, ha (1 ) 1870 . Herodoto . Lib . 4.º par . 42 , p, 294. Larcher. Paris . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 236 venido hoy á confirmar la certeza histórica de su relación con la autoridad irrecusable de la ciencia. (1) Ahora bien, si este viaje no puede racio- nalmente ponerse en duda, y se tiene , además , en cuenta la insuficiencia de los medios, que se empleaban entonces en el arte de la navegación , no es aventurado suponer, dando por cierto el deseo de los pilotos de permanecer junto á las costas que iban recorriendo, para navegar de dia y fondear de noche, que, al doblar el cabo Juby, y penetrar en el canal, que separa la costa occi- dental de Africa del grupo oriental Canarias, de las descubriesen los marinos alguna de estas islas, y descansara la expedición en sus orillas , con preferencia á los inhos- pitalarios arenales que les ofrecía el África. Tambien Herodoto nos noticia, suministra otra que podemos sin esfuerzo relacio- (1 ) Heeren en su historia sobre la politica y comercio º de los pueblos de la antigüedad, t . 2 p. 93 , se expresa de este modo : «Indagaciones recientes han probado , que el viage al rededor de Africa , saliendo del golfo arábigo , no está sugeto á tantas dificultades , como teniendo su punto de partida de Europa . Todo favoreció a los Fenicios , asi los vientos regulares , que en aquellos mares soplan , como la direccion de las corrientes , pues de éstas depende casi exclusivamente la navegacion costera .» Véase tambien à Rennel, Geography of Herodotus , pág . 693 ; y á Humboldt- Cosmos, t . 2.º 237 LIBRO SEGUNDO nar con el mismo asunto . refiere esta Hablando de los Persas, nos aventura. «Setaspes, reconocido autor de un estu- pro en la persona de una hija hijo de Megabises , de Zopiro , y condenado por Xér- xes á morir en una cruz, fué indultado por intercesión de su madre, hermana de Dario, pero con la condición de que empren- diera un viaje al rededor de la Libia, volviendo por el Golfo Arábigo, apercibido de mayor rigor, si su empresa se malograba . Setaspes se dirigió entonces á un buque, país , lo tripuló con Egipto , fletó marineros del y habiéndose embarcado, hizo rumbo á las columnas cuales , de Hércules, pasadas dobló el promontorio Soleis (1) , las y puso la proa al sur; más, despues de surcar por muchos meses un mar inmenso , viendo . que éste no tenia límites , abandonó la empresa, y regresó á Egipto , volviendo á la Córte de Xérxes . Allí manifestó , que en los países más remotos que habia recorrido , habia visto unos hombres de pequeña estatura, vestidos con hojas bian abandonado sus de palma, que ha- caseríos , y refugiá- ( 1 ) Algunos grógrafos creen que este cabo correspon de al que hoy lleva el nombre de Espartel, si bien otros aseguran que era el de Bojador . 238 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dose en sus montañas, tan pronto reconocieron el buque, no habiéndoles hecho otro daño , que apoderarse de sus ganados . Añadió, por último, que no habia continuado fué posible conseguir su viaje, porque no que el navio avanzara . » (1) Hemos citado este curioso fragmento del célebre historiador, para que se comprenda que, en aquellas remotas edades , se intentó más de una vez la arriesgada empresa de penetrar los secretos del Atlántico , y al verificarlo , siguiendo , como era necesario, el litoral africano, sus exploradores pudieron fácilmente Canarias, conocer y visitar las llevando á otros paises la noticia de su ventajosa posición, de su bonancible clima, y de sus numerosos recursos naturales . (2) Por este tiempo los Etruscos y Pelasgos de Italia, que habian progresado en el co- mercio y la navegación , despues de ejercer la piratería en el mar mediterráneo , llevan- (1 ) Herodoto . Lib . 4.º , p . 295. Trad . de Larcher . (2) Refiere Plinio , bajo la autoridad de Cornelio Nepote , que en su edad hubo un tal Eudoxo , que huyendo de la persecución de Ptolomeo Lathiro Rey de Egipto , se cmbarcó en el golfo arábigo , dió la vuelta al Africa , y aportó á Cádiz , despues de haber encontrado la proa de una nave naufragada, con una cabeza de caballo esculpida , que se reconoció pertenecer á ios Fenicios ; ( Plinio , lib . 2.º. cap . 67) y Posidonio cuenta, que este mismo Eudoxo hizo diferentes excursiones en el Atlántico . ( Strab . lib . 17. ) 239 LIBRO SEGUNDO do el terror á todas las poblaciones ribereñas, que á su paso encontraban , se lanza- ron al Océano, llegando á fundar colonias. en una isla, cuyo nombre ha permanecido oculto á todas las investigaciones . No hay datos para asegurar, que descubrieran y colonizasen las islas canarias; pero sí, como está probado, su navegación se extendia hasta las costas del Báltico é islas Británicas, no parece inverosímil , que, su afán por en adelantar su comercio y reco- nocer nuevos paises, siguieran la costa, que sin interrupción se ofrecia á su vista, como invitándoles á continuar sus interesadas y lucrativas exploraciones . 240 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . III. FENICIA, CARTAGO, MARSELLA, En las vastas llanuras que se extienden . desde el Mediterráneo desde la punta meridional hasta el Tigris , y de la Arabia hasta el Cáucaso , se habia establecido el pueblo fenicio, tribu semítica, cuyo's habitantes eran llamados cananeos por los judios. La Fenicia comercial y marítima no ocupaba , sin embargo, sino un pequeño territorio , tendido de sur á norte en las costas de la Siria, cuya longitud no excedia de cincuenta leguas, por ocho ó diez de latitud. Favorecido por la naturaleza para las . empresas navales, presentaba este pais numerosas bahias , puertos y ensenadas y algunas pequeñas islas , que se apartaban poco del Continente, ofreciendo refugio á los buques y recursos abundantes á sus contí- LIBRO SEGUNDO 241 nuas expediciones con la fertilidad del sue- · lo y con los bosques que cubrian las altas montañas de aquella faja de terreno , donde sus industriosos habitantes se habian preparado una patria cariñosa y agradecida . Por cios muchos siglos dominaron los feni- el Mediterráneo, no habiendo guerra importante ni empresa marítima de algun peligro, en que no se solicitára su indispensable cooperación . Respecto á sus viajes allende el Estrecho , guardaban una reserva, que era tanto mas misteriosa , cuanto que de ella dependia el monopolio de su comercio y de su exclusivo dominio del mar. Como nación industriosa y colonizadora no se halla ninguna en la antigüedad , que verdaderamente la aventaje. Según asegura Estrabon, pasaron de trescientas las ciudades fundadas por estos atrevidos navegantes sobre las costas de la Libia y de la Iberia occidental, añadiendo aquel escritor, que tambien hacian mención los poetas de las islas de los Bienaventurados , sabiéndose que aparecian no muy lejos de la Mauritania, y enfrente de la populosa Gádes . Estas islas habian sido descubiertas por los Fenicios , que mucho antes de la época en que floreció Homero, ocupaban ya , una parte muy con- 242 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . siderable del Africa y España . (1) Diódoro tambien , despues de escribir las bellezas sobrenaturales de una isla, que se alzaba en el Atlántico , se expresa de este modo "Investigando los fenicios las re- giones situadas más allá del Estrecho , y costeando las playas de la Libia, fueron lanzados por la fuerza de los vientos á gran distancia en el Océano , y despues, combatidos por las tempestades durante muchos dias, aportaron á una isla distante largas jornadas del continente , en dirección hacia donde se pone el sol ." (2) Entre los objetos mas preciosos del comercio fenicio se contaba la púrpura, ex- traida, segun unos, de un molusco, segun otros, de la orchilla, planta que se produce sin cultivo y expontáneamente en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, debiéndose á esta circunstancia el nombre especial que se les daba de Purpurinas, nombre que alguna vez se hizo extensivo á todo el grupo . (3) (1 ) Estrabon . Lib 3.0, p . 224 . (2) Diodoro . Sic Bib Lib . 5.º , t . 1.º , p_344 . (3) Viera en su Diccionario de Historia natural, dice asi hablando de la Orchilla: - -Especie de musgo , que criándose sobre las peñas marítimas de nuestras Canarias, es una de sus producciones mas peculiares…….. Fué conocida desde luego por los Europeos, quienes hicieron de ella uno de los mas importantes ramos de su comercio . Pertenece al género de los Lichens . 243 LIBRO SEGUNDO Al poder marítimo de los Fenicios , suce- dió luego con el trascurso de los siglos , el de su hija primogénita Cartago, que colocada en el promedio del Mediterráneo , podia extender con mas facilidad su influencia á uno y otro lado del estrecho , realizando el vasto su de aquel mar y en mayor escala sistema de colonización , base política y fundamento de de su futura grandeza. Es indudable que sus turarse sobre las costas el Atlántico , mientras Lusitania, y se te, flotas , al aven- líbicas, que baña reconocian las de la avanzaban al mar del nor- traficando con los salvajes de las islas Británicas y del Báltico , bajaron hacia el Sus ramificaciones son tortuosas ó arqueadas , del grueso de un hilo de carreto ó bramante, casi redondas, puntiagudas, largas ordinariamente de tres pulgadas , bien que hay tambien Orchillas de ocho ó nueve , y aun la tengo en mi gabinete de más de doce , traida de la isla de la Gomera . Unas tienen el color gris , y otras , que son las mas selectas , lo tienen blanquecino , en sus hebras salpicadas de unas berrugitas algo cóncavas y pulverulentas de color de ceniza.... Redúcese esta preciosa yerba á pasta , moliéndola , cerniéndola y colocándola en una vasija de vidrio .... El color natural que comunica la orchilla es el de flor de lino , tirando á violado : pero si se tiñe antes la misma estofa de un azul más ó menos claro , sacará un color como de flor de romero, de pensamiento ó de amaranto . Preparada la estofa con zumo de limon , recibe de la orchilla un hermoso color azul . Cuaderno 9. del Diccionario de Viera, ( no publicado ) . Ms. del autor . 244 sur, HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . y recorrieron tambien que tantos objetos de las Canarias, tráfico ofrecian á su comercio . Aunque los autores algunos otros , desconocidas , se ocupan de situadas frecuentadas por los algunos de los en varias islas. el Atlántico , y cartagineses , edictos prohibia bajo las antes indicados, y en que citando el Senado más severas penas reve- lar su posición geográfica reservándose su explotación, no encontramos noticias par- ticulares ni descripción alguna, que clara y distintamente nos designe el grupo afortunado . Empero, hay entre lonizadoras de aquel las expediciones coindustrioso, pueblo, activo y emprendedor, una muy notable, que ha escapado á las injurias po, y ha sido siempre objeto para los geógrafos ferimos al ción que ciente de su rela- se conserva . Enviado más flore- poder marítimo , con el objeto de reconocer la costa cieran estudio é historiadores ; nos re- por la República, en la época occidental de Africa, colonias en los mayores emprendió de viage de Hannon, y á la del mismo y fundar del tiem- ventajas el viage, sitios que ofre- á comercio, su llevándolo á feliz tér- mino, y á su regreso consignó su resultado 245 LIBRO SEGUNDO en una nota ó extracto, que hizo inscribir en el templo de Kronos, nota que, traducida al griego, nos ha sido trasmitida por Polibio. Componíase la escuadra de Hannon de sesenta naves , que llevaban á su bordo 30 mil personas, entre hombres y mujeres , con armas, víveres, semillas y herramientas propias para todos los oficios . sar Despues de pa- el Estrecho , la escuadra navegó dos dias, y Hannon fundó, junto á una extensa llanura, una ciudad con el nombre de Thymaterium. Siguiendo luego al Oeste , en dirección al cabo Soloes, cubierto de bosques , elevó sobre este promontorio un templo á Neptuno, y partiendo de allí, á media jornada de marcha, descubrió un lago, junto al mar, rodeado de juncos, donde venian á apagar su sed muchos elefantes y otros animales hervívoros . Fundó en el litoral algunas poblaciones, y continuando el General su viage hácia adelante , llegó al rio Lixus , que baja desde las alturas de la Libia, en cuyas orillas habitaba un pueblo nómada, que vivía solo del pastoréo de sus ganados , con el cual los expedicionarios entablaron relaciones de amistad, pero nó con los que poblaban el interior del país, que eran etiopes salvages, y hombres de extrañas figuras 246 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . llamados trogloditas , ágiles en ejercicios ecuestres . Habiendo recogido intérpretes entre los habitantes del Rio Lixus, siguieron los colonos su viage en la misma dirección de la costa por dos dias más , y al tercero penetraron en un golfo , donde había una isla pequeña, á la que dieron el nombre de Cerne, calculando Hannon, que desde Cartago al Estrecho habia igual distancia, que desde el Estrecho á Cerne . Pasado el Golfo , entra- ron en un gran rio llamado Cretes , que terminaba en un lago, donde se descubrian tres islas , y en el fondo altísimas montañas pobladas de tribus feroces, con vestiduras de pieles , quienes se opusieron á su desembarco. El viage continúo hasta un rio lleno de hipopótamos y cocodrilos, que les obligó á retroceder, volviendo á la isla Cerne, donde descansaron; siguiendo despues la expedición, y limitándose á reconocer la costa por espacio de doce dias, sin entender el lenguage de los Etiopes que la poblaban , y que huian al descubrirlos . El último dia vieron alzarse unas elevadas sierras, cubiertas de olorosos bosques , y continuando la navegación por dos dias más, echaron el ancla en un extenso golfo , cuyas orillas se ilumi- 247 LIBRO SEGUNDO naban de noche con hogueras . Habiendo hecho aguada en aquel sitio, se hicieron luego á la vela, penetrando en otra profunda escotadura, á la que dieron el nombre de Cuerno del Oeste. En medio de ella se elevaba una isla de gran extensión, y á su lado otra más pequeña . De noche seguian viendo hogueras y oyendo un ruido infernal de címbalos, flautas y timbales, ame- drentándoles de tal modo, que por consejo de los agoreros abandonaron aquellas playas, y siguieron adelante, pasando junto á una tierra llamada Thimamiates , que arrojaba torrentes de llamas hácia el mar, de cuyo sitio tambien se alejaron con terror. Durante el dia tuvieron á la vista una montaña muy elevada , á la que dieron el nombre de Carro de los Dioses . Tres dias despues entraron en un golfo , denominado Cuerno del mediodia, y en uno de sus ángulos vieron una isla semejante á otra, ya nombrada, en la cual habia un lago , y luego otra isla poblada de salvajes , cuya ma- yoria era de mujeres velludas , que los intérpretes llamaban Gorillas . Habiendo intentado apoderarse de algunos de estos habitantes, no fué posible, porque los varones huyeron á los montes, defendiéndose con piedras, y aunque tres hembras cayeron en poTOM. I. 17 248 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . der de los viageros, hubo que matarlas, despojándolas de la piel, que se llevó á Cartago, á cuyo puerto volvieron las naves, siendo imposible continuar la expedición por falta de víveres . Ahora bien: ¿ algunas de las comarcas recorridas por Hannon, en el breve relato que hemos extractado, pueden racionalmente ser consideradas como parte del archipiélago canario? Los ilustrados comentadores de esta inscripción célebre, conocida en la historia con el nombre de Periplo de Hannon , no se hallan de acuerdo, respecto á la verdadera posición geográfica de los sitios que van enumerados , ni sobre la época en que tuvo lugar el viage, si bien autores , que nos merecen crédito, la fijan aproximadamente en el año 500 antes de J. C. ( 1) Por las razones que dejamos expuestas , nos parece difícil que el Jefe cartaginés, al doblar el cabo Nun, dejára de descubrir la isla de Lanzarote, ó al menos la de Fuerteventura, situada á cien kilómetros de aquella costa, cuyo litoral se iba reconociendo, y esto sin tener en cuenta las anteriores expediciones á estos mares, ni el recuerdo (1 ) Heeren. De la Politique etc. T. 4.º , p . 354 . 249 LIBRO SEGUNDO que los pilotos necesariamente conserva- rían del archipiélago . Sin embargo , los sabios , comentadores que han ilustrado este relato, colocan el Cuerno del sur en la Senegambia, y no encuentran analogía alguna entre las islas canarias y las descritas por Hannon . (1) Pudiéramos , con algun esfuerzo y buena voluntad, hallar algunas probables semejanzas entre la isla que tenia un lago , y la que posteriormente designa Juba con el nombre de Ombrios ; entre el Teide en erupción, y el terror que este fenómeno produjo en los navegantes ; pero estas analogías , y otras que omitimos , con las consecuencias que de ellas pudieran deducirse, no resolverian de ningun modo la cuestión histórica, cuya solución tantos han buscado , lanzándonos al contrario por extraviadas sendas , que llevarian la confusión y la duda al ánimo de los lectores . El mismo juicio hemos formado , respecto á las expediciones marítimas, atribuidas á Pitheas y Euthimenes de Marsella ; pues , ( 1) Véanse sobre este asunto : -Campomanes . Antigüedad maritima de la República de Cartago . -Bochart. Geographia sacra. Gosselin . Recherches sur la geographie des anciens . -Rennen , Geography of Herodotus. 250 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. si bien está probado , que recorrieron el Atlántico, en la zona bañada por las costas cantábrico-lusitanas, las británicas y el mar Báltico, no hay dato alguno, que nos autorize á afirmar, que reconocieran tambien las Canarias, aunque éstas presentasen mejores condiciones de colonización, que las peligrosas por el comarcas que mar del Norte . azotadas 251 LIBRO SEGUNDO IV. SERTORIO . Roma no principió á ser conocida como nación marítima y comercial, sino despues de la y desaparición ruina de Cartago. Heredera de las colonias fundadas por esta república sobre las playas que ofrecian ventajas de comodidad y abrigo á sus buques, y fáciles comunicaciones con el interior del país, conservó y aumentó aquellos puntos avanzados , apoyos de su política exterior , fijando con mayor empeño sus miradas en las feraces campiñas del Africa, cuyos reyezuelos dominó, haciéndolos tributarios de su poder. Durante las guerras que la ambición de Mario y Sila habia encendido dentro y fuera de Italia, Sertorio, que seguia la par- cialidad de Mario, se refugió en España, y despues de varias cerca del sitio vicisitudes, donde desemboca hallándose el Bétis, 252 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . (Guadalquivir), se le presentaron unos marineros llegados directamente de las islas atlánticas, y le hicieron de ellas la siguiente relación : « Esas islas son dos , separadas entre sí por un pequeño brazo de mar, y distantes diez mil estadios del Africa . Llámanse afortunadas, y son en y serenas . Los ellas las lluvias escasas vientos soplan sin violen- cia, derramando provechosos rocios , que dan fecundidad á la solo producir para tierra , y la preparan, no todo lo que se quiera sembrar ó plantar, sino para ofrecer espontáneos frutos á abundancia y un pueblo , que vive en la felicidad de las cosas de la tierra, exento de penas y cuidados . El clima es puro y sano, por no estar sujeto á bruscas variaciones de temperatura, que traen consigo las estaciones . Los vientos del Este y norte, que les envia nuestro Continente, debilitados por tan largo trayecto, pierden su fuerza, antes de llegar á aquellas playas . Los del sur y oeste llevan consigo á veces pequeñas lluvias; pero es más fre- cuente la produccción de vapores , que entoldan , refrescan y fecundizan el terreno . Por todas estas causas reunidas , se cree, y hasta aquellos bárbaros lo son los Campos dicen , que esas islas Elíseos cantados por Ho- 253 LIBRO SEGUNDO mero , donde habitan las almas de los Bienaventurados . » (1) Se asegura que Sertorio, seducido por la relación de aquellos marineros , intentó pasar á dichas islas , y colonizarlas ; pero sus soldados , informados de su proyecto , se opusieron tenazmente á que lo realizase, y no lo dejaron salir de la Bética. Si estudiamos la descripción que antecede, solo encontraremos en ella aplicable á las Canarias, el nombre que se les dá de Afortunadas, la bondad del clima, y la fecundidad del suelo , pudiendo racionalmente dudarse, si los marineros de Sertorio , quisieron referirse en su descripción á aquel grupo , ú á otro más ó menos lejano de las costas de Africa: Dos islas separadas por un estrecho brazo de mar, solo nos recuerda las de Lanzarote y Fuerteventura; pero, aun prescindiendo de que su suelo es el más estéril de las Canarias, y no les conviene la entusiasta descripción de Plutarco, no es verosímil, que , al ser exploradas, dejasen de descubrir los navegantes la cordillera central de GranCanaria, el promontorio de Anaga ó la elevada cima del Téide . (2) (1 ) (2) Plutarco. Vida de Sertorio. El primer vestigio de las Islas Atlántidas lo hallamos 254 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Inútil será, pues , detenernos en comentar esta aventura, que ningún dato claro y preciso añade á los ya consignados vagamente por los poetas griegos y romanos , dejándonos siempre en la misma oscuridad . Sin embargo, Lucio Floro nos afirma, que aquel General aportó á las Canarias , cuando dice: (1) « que habia penetrado hasta las is- las Afortunadas al tiempo de emprender sus navegaciones por el Océano .- >> Pero es evidente que estas navegaciones se refieren á los diversos viages que Sertorio hizo á la Mauritania, y á las evoluciones de la escuadra, que habia conseguido reunir, y con la cual se proponia combatir y vencer la de Annio su adversario . Dispersa esta escuadra por una horrorosa tempestad, sobre las costas de la Lusitania , se asegura que Sertorio aportó á dos pequeñas islas del Océano , donde descansó de sus en un fragmento de Salustio, conservado por Nonio Marcello . Dice así: -«Cujus duas insulas propinquas inter se, et decem stadium procul a Gadibus sitas, constabat suopte ingenio alimenta mortalibus gignere . » -Nonio .- De numeris et casibus . Acron , copiando tambien á Salustio , nos añade : - « Insulæ ad quas Sallustius in Historia dicit victum voluisse ire Sertorium.- >> Edición de Salustio , de Havercamp . T. 2. , p . 112 y 149. (1) Missusque in Oceanum Fortunatas Insulas penetravit. Floro . Hist . Rom. I. 3. c. 22 . * LIBRO SEGUNDO 255 fatigas y reparó las averias de sus galeras . Creen tambien algunos , que estas islas fueran las de Lanzarote y Fuerteventura ; pero la mayoria de los eruditos designan las de Madera y Porto Santo , fundándose tal vez en la latitud donde se hallan éstas colocadas. 256 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . V. JUBA. Llegamos , por fin , á una época , que ofrece al historiador un dato firme y seguro respecto á la existencia de estas islas , libre de las nebulosidades que se encuentran en todas las relaciones de que antes nos hemos ocupado . Entre los reyezuelos que contribuyeron con su presencia á realzar el triunfo de César, cuando éste entró en Roma vencedor de Pompeyo , habia un niño , heredero del trono de la Mauritania, llamado Juba, como su desheredado padre . Parece que César fijó en este niño su atención, y hallándole dotado de una imaginación viva, de un talento precoz y de una aplicación superior á sn edad, le facilitó los medios de recibir una educación científica, de que el príncipe africano supo aprove- LIBRO SEGUNDO 257 charse, antes que le faltára aquella poderosa protección . Andando el tiempo , el jóven Juba fué amigo de Octavio, y éste, vencedor de Marco Antonio, y dueño de los destinos de la República, le cedió, como recompensa de su fidelidad y servicios , la corona de Numidia, que luego le obligó á cambiar por la de la Mauritania Tingitana, cuando la Numidia fué incorporada al extenso imperio romano. Colocado Juba en el trono, continuó con igual aplicación sus estudios é investigaciones, que le inclinaban al exámen de los fenómenos de la naturaleza, y á los progresos de la Geografía, nombre que entonces abrazaba un campo dilatadísimo de las ciencias experimentales , llegando al fin á obtener una fama tan excepcional entre sus contemporáneos , que, en premio de su mérito , llegaron á levantarle estátuas . Deseando este ilustre sábio obtener la exploración de aquellos paises, hasta entonces desconocidos, ó cuyo recuerdo parecia olvidado , envió expediciones á las costas occidentales de Africa, límite por aquel punto de su vasto imperio, á fin de que fueran reconocidas por tierra y mar, fijando su posición geográfica, y tomando nota de sus re- cursos y productos naturales . 258 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Entre estas expediciones hubo una, que ha dejado honda huella en la historia de los adelantos geográficos , conservándonos una rápida noticia de ella el naturalista Plinio . Esta expedición fué la que Juba envió á las islas Afortunadas , siendo este viage el primero que reviste caracteres de indubitada autenticidad , y el que nos suministra datos irrecusables, aunque desgraciadamente breves é incompletos , sobre el estado político social del Archipiélago , en aquellas remotísimas edades . Al regreso de la misma expedición , y con las noticias , productos y objetos curiosos , que sus marinos le ofrecieron , como muestras del país recorrido , escribió Juba una relación , de la cual es solo un extracto la que nos conserva Plinio , por haberse perdido el libro original . Transcribiremos por su importancia, y como base fundamental de la historia de las Canarias, el fragmento, que, atravesando los siglos , ha llegado felizmente hasta nosotros . « Creen algunos , dice Plinio , que allende el estrecho se encuentran las Afortunadas y algunas otras islas , de las cuales Seboso ha fijado el número y la distancia , afirmando que Junonia se halla á 750.000 pasos de Gádes ; que las llamadas Pluvialia y Capra- 259 LIBRO SEGUNDO ria están á igual distancia de Junonia, en dirección al poniente; que solo hay agua de lluvia en Pluvialia; que las Afortunadas se alzan á 250.000 pasos de la costa sudoeste de la Mauritania; que una de estas islas se llama Convallis por su figura convexa, otra Planaria por su mismo aspecto ; y por último, que la circunferencia de Convallis es de 3.000 pasos , produciendo árboles de 114 piés de altura. >> « Juba averiguó, ademas , respecto de las Afortunadas, que éstas se sitúan al mediodia, corriendo hacia el ocaso, distantes 625.000 pasos de la isla Purpuraria , en esta forma: 250.000 pasos hácia el Oeste, y 375.000 al Este . » Pasando luego á describirlas, añade: < La primera, llamada Ombrios, no ofrece vestigio alguno de edificios , tiene en sus montañas una laguna, y árboles semejantes á cañahejas, de los cuales se extrae un licor amargo en los que aparecen de color negro , y agradable al paladar en los que tienen el color blanco . Llámase otra isla Junonia, y en ella se vé un pequeño templo de piedra. Junto á ésta hay otra del mismo nombre, pero de menores dimensiones . Viene guida Capraria, poblada de ense- grandes lagar- tos, y á la vista de ambas se alza Nivaria, 260 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . que lleva este nombre por sus nieblas y perpetua nieve . Sigue luego Canaria, llamada asi por sus perros de gran tamaño , de los que fueron enviados dos á Juba; en- cuentran en ella vestigios de se edificios . Abunda el Archipiélago en árboles frutales , y en diferentes especies de aves . Las palmeras y los pinos con sus dátiles y piñas , abundan tambien en Canaria. Hay mucha miel, y se hallan, además , en sus riachuelos , el pápiro y el esturion. La atmósfera de estas islas se infesta con la putrefacción animales muertos , que el mar de los arroja de continuo á sus playas. » (1) Esta relación que, como hemos dicho , es la primera legada por la antigüedad hasta nosotros con referencia á las Canarias , tiene toda la importancia, que de su lectura se desprende. De este viage se deduce indubitadamente, que las islas se hallaban ya habitadas, ha- biendo en algunas templos y edificios , cuyas ruinas se indican. La vegetación era espléndida; las frutas, las aves y los peces abundaban, y la miel se recogia en sus peñas y en el hueco de sus árboles. Mucho se ha discutido en averiguación (1 ) Plinio . Hist. nat . Lib, 6.º, cap . 37 . 261 LIBRO SEGUNDO de la verdadera correspondencia entre los nombres que los enviados de Juba dieron á las islas , y los que hoy llevan, disertación que, si bien es curiosa, no entraña esa gran importancia histórica , que despues ha querido dársele por algunos de nuestros cronistas. Indiscutible es que las dos islas principales se hallan designadas por los nombres de Canaria y Nivaria, circunstancia importante, que aleja toda sospecha de falsedad , y no permite dudas respecto á la exactitud de la narración de Plinio . Puede, no obstante, asegurarse, que las por noticias recogidas Juba , y trasmitidas hasta nosotros por Estacio Seboso y Plinio han llegado truncadas, y sin rrelación y enlace, copistas infieles, la debida co- ya sea por defecto de ó por ignorancia de sus mismos comentadores . Al ocuparse Plinio de las Afortunadas cita á Estacio , antes que á Juba , lo cual pudiera inducirnos fuente donde á error en cuanto á la aquel bebió los datos que nos suministra, muy dudosos por cierto . Algunos pretenden que Seboso recogió esas noticias durante un viaje que hizo á Cádiz, sin que hubiese llegado ción de Juba (1); (1) á conocer la rela- pero creemos más vero- Malte Brun . 1. p . 230 dice : -Statius Sebosus re- 262 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . símil, que consultase la obra de éste, y la adicionara con todo aquello , que por si mismo pudo averiguar entre los marinos gaditanos . (1) La colocación arbitraria que Plinio dá á las islas, y las repeticiones que emplea en su relato , son indicios vehementes de que habla de memoria, procurando recordar lo que ha oido ó leido muchos años antes . La confusión que tambien se advierte en las distancias, y la nota con que concluye, relativa á la insalubridad del clima, dándole por causa la putrefacción de los cadáveres, que el mar arrojaba á las playas, nos prueba asi mismo, que es preciso admitir con ciertas reservas sus observaciones . Sea como fuere, y por más vagas é ine- xactas que se juzguen esas noticias, nosotros las estimamos de grande importancia, por ser el punto de partida de la verdadera historia de las Canarias . cueillit á Gades tous les renseignemens qu' on avait sur les iles occidentales.(1) Macedo. Memoria em que se pertende probar etc. , p . 23. Lisboa. 1844 . 263 LIBRO SEGUNDO. VI. HISTORIADORES Y GEÓGRAFOS . Durante civilización ese brillante período en que la romana impuso á los pueblos vencidos , su lenguaje, costumbres , legislación y literatura , las ciencias históricas y geográficas , adquirieron un rápido desarrollo , siendo objeto preferente de las especulaciones de los ingenios más aventajados de la República y del Imperio. Ya hemos visto que Juba, filósofo y na- turalista en la acepción universal que entonces se daba á esta palabra, fué el primero que obtuvo las noticias más exactas sobre este archipiélago , siendo evidente que desde su famosa exploración tomaron estas islas el nombre de Canarias, ya fuese por los canes, ingentis magnitudinis, de que nos habla Plinio, ya por otras diferentes causas, según otros creen con mejor criterio. TOMO I. 18 264 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS Contemporáneo de Juba era, como antes hemos indicado, Estacio Seboso , quién, al hablar sobre el mismo asunto, recopiló las noticias por el mismo adquiridas, y las que encontró en las obras del ilustrado monarca africano . Ocupábase por griego de orígen, en ese tiempo Estrabon, escribir unos estudios geográficos , obra importante por ser el resúmen de todos los conocimientos , que de esa ciencia poseian en aquella época los romanos, y hablando de las afortunadas , dice: « Los poetas hacen mención de esas islas , y sabemos que hoy se encuentran no muy lejanas de la extremidad de la Mauritania , enfrente de Gádes » ; pero sus datos eran tan vagos , que ni aún responde de su posición geográfica (1 ) Mas extenso Pomponio Mela , que escribia su compendio geográfico algunos años despues , nos habla del archipiélago en estos términos . « Cerca del monte Atlante están las Afortunadas, que abundan en producciones espontáneas , renovadas continuamente para el sustento de sus habitantes , sin que éstos tengan (1) que cuidar del cultivo de la tierra, Estrabon . L. 3.º, p. 201 y 224. 265 LIBRO SEGUNDO como sucede en todos los paises , siendo una de esas islas muy notable por la circunstancia de poseer dos fuentes , de las cuales , el agua de la una produce en los que la beben una hilaridad , terminada por la muerte, sin que esta enfermedad tenga otra cura, que beber el agua de la segunda fuente. » (1) Tal vez la leyenda tuviese su origen en las aguas dulces y amargas de las férulas ó cañalhejas, que se encontraban en la isla Ombrios de Plinio , á las cuales pudo el vulgo atribuir propiedades extraordinarias . Ptolomeo, que escribia á mediados del siglo II su célebre tratado de Geografía, con el cual tanta influencia ejerció en los estudios astronómicos , al repetir las noticias dadas por Juba, cambia sólo los nombres de algunas de las islas , cuyo número reduce á seis , colocándolas de norte á sur, y en una sola línea, sin añadir otra cosa á lo que antes dejamos mencionado . (2) Solino, autor del Polyhistor, extracto de- (1) Mela . L. 3.º. cap . 10 . Contra (Atlantem) Fortunate Insulæ abundant sua sponte genitis , et subinde aliis super aliis innascentibus nihil sollicitos alunt, beatius quam aliæ Urbes excultæ . Una singulari duorum fortium ingenio maxime insignis , alterum qui gustavere , risu solvuntur in mortem; ita adfectis remedium est ex altero bibere - )) (2) Ptolomeo . Lib . 4.º, cap . 6.º 266 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. fectuoso de Plinio el viejo; y Marciano , geógrafo griego, que compuso un Periplo, de cuya obra se han salvado algunos fragmentos , copian ó extractan á Plinio, nó siempre con fidelidad . Agathemero, autor ó compilador de una geografía, basada en la obra de Ptolomeo , que vivia á principios del siglo III, asegu- ra que la tierra más occidental conocida era el promontorio Sacro (cabo de San Vicente), pero no habla de las Canarias. (1) Eumenio en su panegírico á Constantino . duda de la existencia de las Afortunadas , tan debilitado se hallaba yá su recuerdo . (2) Á principios del siglo IV, Scilax , Dionisio Periegeta y Marciano de Heraclea hablaban con incertidumbre de la posición geográfica del Estrecho , añadiendo el último: «Se sabe que en la isla de Gádes están las columnas de Hércules , aunque según algunos , se levantan junto al monte Calpe , en el mismo estrecho , y otros dicen, que están junto á dicha isla, como el geógrafo Artemidoro . >> Pocos años despues escribia Rufo Festo Avieno, bajo el título de -Descripción de (1) Geography Græci Veteres Minores. T. 2. , p . 158 . (2 ) Panegirico de Constantino Aug. -Panegyrici Veteres. -T. 1. , p . 367. — Paris . -1643 . 4 49 LIBRO SEGUNDO 267 todo el Orbe, -una obra de geografía, en la cual afirma, que la última tierra habitada hácia el occidente de África , era la isla Cerne; y en su otra obra-Ora marítima -asegura, que el Atlántico no era navegable. (1) Esta opinión se habia generalizado tanto, que Junior (2 ) Servio , y Sulpicio Severo (3) , escritores todos del siglo IV, hablaban de las Afortunadas, como de lugares inaccesibles , donde estaba el paraiso prometido á las almas, volviendo á recordarnos la leyenda de Homero; si bien otros , como Orosio , copiando á Mela , afirman, que las Afortunadas se hallaban cerca del monte Atlas . (4) La creciente ignorancia que invadió la Europa, la desaparición de las bibliotecas , el abandono de las colonias marítimas, la ruina del comercio y la navegación, y el (1) Descriptio orbis terræ , es una traducción del griego en 42 fábulas . Y Ora maritima , un poema geográfico , que se supone traducido ó imitado de alguna obra púnica . Poetæ latini minores de Wernsdorf. (2) Junior Philosopho se expresa así : -Despues de España se dice que está el Océano , cuyas aguas nadie ha podido describir, porque todo es un yermo solitario , y segun dieen algunos está allí el fin del mundo. Vetus orbis Descriptio . Génova . 1628. p . 17 , § 35 , (3) Campi Elysii aut apud Inferos sunt , aut in insulis Fortunatis, an in lunari circulo.(4) Ultimus autem finis ejus (Africa) est mons Atlas , et insulæ quas Fortunatas vocant , --Ed . de Havercam . Lugd . Bat. 1738 , p . 12 . 268 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. eclipse total de las ciencias, acabó de extinguir la escasa luz que Juba habia conseguido derramar sobre las Canarias . Una losa de plomo cayó sobre su nombre, un velo espeso envolvió su recuerdo, y largos siglos de silencio siguieron á las maravillosas y poéticas relaciones de los atrevidos marinos del Egipto, Tiro, Fenicia, Cartago y Roma. FIN DEL TOMO PRIMERO. ACLARACIONES Y DOCUMENTOS . ACLARACIONES Y DOCUMENTOS. Número 1. ° Extensión superficial del Archipiélago. Kil. Lat. Leguas en kil. cuadrados . cuadradas . Long. en kil. 58 18 741 24'01 25 1722 55'81 Gran-Canaria . 100 57 55 1376 44'60 Tenerife 86 44 1946 63'07 Lanzarote y sus islotes. Fuerteventura y Lobos. Gomera . 26 26 378 12'25 Palma 47 28 726 23'53 Hierro 20 20 278 9'01 394 216 7167 232'28 Total. Número 2.º Distancias de las Islas entre sí, con Cádiz y con el Continente Africano LEGUAS ¡¡Cádiz, AFRICA. 195 23 Lanzarote. 210 18 5 Fuerteventura. 230 36 34 15 Canaria. 237 52 46 30 8 Tenerife . 250 60 58 45 22 4 Gomera. 259 74 67 57 40 15 10 Palma. 263 68 73 59 36 20 8 12 Hierro. 272 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. Número 3.º Latitud y Longitud de las principales poblaciones del Archipiélago contando la Longitud desde el Observatorio de San Fernando . (Lat. N. 27° 57' 25" 1.&-Arrecife Long. O. 8° 20' 24" Lat. N. 28° 29' 00" 2. Puerto de Cabras . Long. O. 7° 39 ' 10 " N. 28° 6' 24" ( Lat. 3. Las Palmas . Long . O. 4.a - Sta . Cruz de Tenerife . 9° 12 ′ 30 ” N. 28° 27' 58" (Lat. Lat. Long. O. 10° 2' 15 " Lat. 5' 35" N. 28° 5.a-San Sebastian . 6.ª—Sta . Cruz de la Palma. Long. O. 10° 54' 00" Lat. N. 28° 40' 30" Long. O. 11° 32 ' 40" N. 27° 47 ′ 45 ″ Lat. (Long. O. 11 ° 42 ' 40" 7.a-Valverde . Número 4.° Cuadro de diferencias de longitud. Punta de la orchilla (occidental de la Isla del Hierro. Oº 0' 0" Madrid . 14 28 29 San Fernando. 11 57 26 . Paris. 20 30 0 Greenwich . 18 9 46 Pulkova 48 29 31 Lisboa . 9 1 45 301 6 51 • Washington ACLARACIONES Y DOCUMENTOS 273 Número 5.° Alturas de las principales montañas, poblaciones y caseríos de las Canarias sobre el nivel del mar . LANZAROTE . MONTAÑAS . Famára. 684 metros. (1) Montaña Blanca . . 598 Cráter de la Corona . 591 Hacha grande 567 Montaña Roja . 207 Graciosa (Isla) . 266 Alegranza (Isla) . 287 94 Montaña Clara (Islote). POBLACIONES. Teguise. San Bartolomé . 261 . 249 FUERTEVENTURA. MONTAÑAS . . Orejas de asno La Muda . 844 683 747 Atalaya. 602 Pico del Castillejo Montaña Cardón. . 683 Lobos (Isleta). . 150 POBLACIONES. 520 Oliva (1 ) Altura absoluta . 274 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Antigua Tetir 270 Pájara 420 260 GRAN-CANARIA. MONTAÑAS . Atalaya (Isleta) 225 Faro (Isleta) • 243 Montaña de Agüimes . 359 Id. de Tafira . 465 Id . de Gáldar. 482 Id. de Bandama. 560 Pico de Vergara . 856 La Lechuzilla. . 1008 Pilones . . 1030 Hoya de Bravo Montaña del Brezo . Pan de azúcar 1120 . 1270 1405 Cruz de los navegantes • 1510 Cuevas del Caballero . 1620 Cráter de los Marteles 1705 Saucillo. • 1850 Nublo 1862 • Cascajales . . 1880 Pozos de la nieve . 1910 Los Pechos . 1951 POBLACIONES Y CASERÍOS . 40 Agaete . Telde 120 Arúcas . 310 metros. ACLARACIONES Y DOCUMENTOS. 275 Agüimes 368 metros. Tafira 375 Mogan 395 Moya 434 Mocanes (Vega de los) . 477 Santa Brígida. 479 Valsequillo 558 Teror • 590 Vega del Medio . 670 Temisas 674 Santa Lucia 686 San Mateo . 783 San Bartolomé 845 Lechuza 923 Техеја . Artenara 958 . 1279 1300 grandes . Cuevas Monólito del Nublo . 112 Azuaje (aguas minerales, fondo del 210 barranco) . TENERIFE . MONTAÑAS . Chavique 1053 Perejil . . 1383 Montaña negra ( Garachico) . 1417 Cañadas (apr .) Izaña • 2000 . 2247 Chahorra . 2475 Azulejos .2865 276 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Estancia de los Ingleses . 2891 metros. Pico viejo. . 3136 3711 Teide POBLACIONES Y CASERÍOS . Icod . • 235 Anaga (Faro) . Buenavista. 247 Realejo bajo . Santa Úrsula 269 Victoria. 274 257 270 Güimar. 297 Adexe • 302 Orotava (villa) 328 Arico 360 Tacoronte . 432 Sauzal • 454 Matanza 483 Guancha 488 Arafo . 495 Laguna. Guia. 558 San Miguel 589 Granadilla . 614 Arona • 632 559 Taganana 724 Santiago 962 Vilaflor. 1303 Jardin botánico 200 Agua mansa . 1064 ACLARACIONES Y DOCUMENTOS . 277 PALMA MONTAÑAS Pico de la Cruz . 2358 metros. Roque de los muchachos . . 2354 Bergoyo.. • . 2030 Pino del Cedro . 1961 Cabrito . . 2015 Tacande 1449 POBLACIONES . Los Llanos . 352 Mazo 400 El Paso. 628 San Andrés 310 Garafia . 370 Tijarafe. 823 Punta gorda . 715 GOMERA. MONTAÑAS. Alto de Garajonay 1380 Roque de Agando 1180 Ojila. Fortaleza de Chipude 1000 1245 POBLACIONES . Valle hermoso 250 Hermigua . 350 Agúlo 240 Alajeró . 940 278 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . HIERRO . MONTAÑAS . Alto de mal paso . 1415 metros. Montaña de Tenerife 1336 Paso de Jinama . 1320 de Tivataje. 750 Id. Risco de id. . 1030 Punto culminante, meseta central . 1520 POBLACIONES . Valverde 620 ÍNDICE . PÁG. AL LECTOR. Vi INTRODUCCIÓN. I. LIBRO PRIMERO. EL ARCHIPIÉLAGO CANARIO. I. Formación geológica del archipiélago. II. Lanzarote y sus islotes . • • • 149 157 III. Fuerteventura y el islote Lobos . IV. La Gran-Canaria. V. Tenerife. 129 163 • 176 VI. La Gomera . 187 VII. La Palma. 190 VIII. El Hierro . 195 IX. Los Salvages. 198 X. La Costa noroeste de África 201 XI. San Borondon . 211 XII. Aspecto general. 214 LIBRO SEGUNDO . EDAD ANTIGUA . I. Filósofos y poetas . 223 II. Egipcios , Persas, Etruscos. 234 III. Fenicia, Cartago, Marsella . IV. Sertorio . 251 V. Juba . 240 25 PÁG. VI. Historiadores y Geógrafos . 263 ACLARACIONES Y DOCUMENTOS. N.º 1.0 -Extensión superficial del archipiélago N.º 2.0 1 271 Distancias de las Islas entre si, con Cádiz y el Continente africano 271 N.º 3.0-Latitud y longitud de las principales • poblaciones del archipiélago . 272 N.º 4.0-Cuadro de diferencias de longitud . 272 N.º 5. -Alturas de las principales montañas, poblaciones y caseríos de las Canarias sobre el nivel del mar 273 HISTORIA GENERAL DE LAS ISLAS CANARIAS . HISTORIA GENERAL DE LAS ISLAS CANARIAS POR AGUSTIN MILLARES socio correspondiente de la R. Academia de la Historia . TOMO SEGUNDO LAS PALMAS IMPRENTA DE LA VERDAD DE I. MIRANDA CALLE DE LOS REMEDIOS NÚM . 10. 1893 Es propiedad del Autor. 2 77 LIBRO TERCERO. EDAD MEDIA. I. DEL SIGLO VI AL XII. Para no omitir noticia las islas alguna, que con Canarias se relacione, aun cuando ningun dato nuevo podamos añadir á los que antes hemos mencionado, vamos á seguir cronológicamente apuntando las escasas, y contradictorias notas, que en las indigestas compilaciones de la edad media se ofrecen á nuestro estudio , reanudando á veces de este modo, en medio de esa oscura noche, los rotos eslabones de la cadena histórica. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 6 El primer escritor que en el siglo VI se ocupa del archipiélago, es Julio Honorio, cuya ignorancia geográfica puede aquilatarse fácilmente, examinando el párrafo , que en su tratado de Cosmografía dedica á es- te grupo . « El Rio Malda , dice, nace enfrente de las islas Afortunadas , circuyendo la dad extremi- de la Mauritania, divide los Bárbaros de los Vacuates, y vá á desaguar por aquella parte del Océano, que llaman columnas de Hércules . » (1) Sin detenernos en comentar tan estéril pasage, ni en repetir las palabras de Marciano Capella, que copia á Plinio , pero in- troduciendo nuevas confusiones en los nombres de las islas, ni á Ethico en su Cosmografía, que recoge lo dicho por Orosio (2) , ni menos al Prisciano , que se contenta con traducir á Dionisio , adicionando y mutilando el texto (3 ) , llegamos á San Isidoro de . (1) Fluvius Malda nascitur sub insulas fortunatas circuiens extremans partem Mauritaniæ interdicens inter Barbares et Vacuates vergit in mari quod appellatur Columnne Erculis . -Julii Honorii , Oratoris . (2) Orosio en el siglo V decia: -Ultimus autem finis. ejus ( Africa ) est mons Alas, et insulæ qu´s Fortunatas vocant. - Rodriguez de Castro . Bib . Esp .. t . 2. " , p . 237. Citado ántes en esta • bra. (3) Poeta Latini Minores . —Wernsdorf, t p. 226 . 5.º, p. 1.ª , LIBRO TERCERO . Sevilla, escritor enciclopédico del siglo VII , que, en sus famosas Etimologias , teniendo á la vista las obras de Plinio, el Panegírico de Mamertino á Juliano, y las descripcio- nes mitológicas de los poetas griegos , nos habla de las Afortunadas , aunque mezclando sin crítica alguna aquellos heterogéneos datos , y sin añadir por sí mismo ninguna nueva noticia á las que iba recopilando de fuentes tan diversas . (1 ) En el siglo VIII no hallamos escritor alguno, que recuerde la existencia del grupo afortunado; y es preciso llegar hasta el IX para encontrar al geógrafo irlandés , Dicuil , que copia incorrectamente á Honorio y Solino . (2) De ese mismo siglo es el anónimo de Rá- 1 vena, que coloca las Canarias , yá en el Es- (1 ) -Fortunatæ Insulæ vocabulo suo significant omnie ferre bona, quasi felices et beatæ fructuum ubertate . Suapta enim natura pretiosiarum poma sylvarum parturiunt Fortuitis vitibus juga collium vestiuntur, ad herbarum vicem messis , et olus vulgo est: unde gentilium error, et secularium carmina Poetarum propter Soli fœcunditatem easdem esse Paradisum putaverunt Sitæ sunt autem in Oceano contra lævam Mauritaniæ . Occiduo proximæ , et inter se interjecto mari discretæ.Etymol. , t . 1.º, L. 14 , p . 361. - Madrid , 1778. Véase el Panegírico de Mamertino á Juliano , de donde esta descripción se halla copiada . Paneg. Veteres , t . 2. ", p. 736 . (2) De mensura orbis . Publicado por Walkenaer en 1807 , y por Letronne en 1814 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . trecho gaditano , ya en la Etiopía . (1) La oscuridad continuaba, pues, aumentando con la creciente ignorancia de la Europa; y para soldar los débiles eslabones de estos informes fragmentos , necesario es que penetremos en el siglo XII, y consultemos al poeta y gramático griego J. Tzetzes, que habla de las Afortunadas, aunque confundiéndolas con las islas Británicas . ( 2) La leyenda vuelve luego á imperar , y se enseñorea de los siglos XIII y XIV, imponiéndose á aquellos pocos escritores , que aun se ocupaban del estudio de la geografía. En ese período de triste recordación histórica, vienen los Santos y los misioneros con sus fantásticos milagros á ocupar el sitio de los Dioses de la mitología y el de los héroes de la fábula. Por esta rápida exposición será fácil deducir, que, despues de las noticias de Juba , bien ó mal copiadas por Seboso y Plinio, ningún otro escritor de los que han llegado hasta nosotros , durante esos oscuros siglos , utilizó dato alguno nuevo y fidedigno respecto á estas islas , pudiendo por lo tanto ase(1) Item Oceani Britanici Spano . —Guasconici , verum et Spanici , usque supra seri tum fretum quod diximus Septe . -Gaditane , ubi est mon stat ola vei Insuæ Fortunatæ Anonimy Ravenatis , Ggraphia Lugd . B. 1722 , p. 795 (2) Tzetzes . Ed . de Fiter, p . 124 . LIBRO TERCERO . 9 gurarse sin vacilación alguna, que, desde el siglo de Augusto , los autores dedicados sucesivamente á describir la tierra entonces conocida, reprodujeron á su capricho la relación de Plinio , al hablar de esta región a poco trunatlántica, relación que fué poco á cándose y confundiéndose , según se alejaba de la fuente que le habia dado orígen. 10 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS II . LEYENDA CRISTIANA. El afán de aumentar el catálogo del martirológio cristiano , y el deseo de que todas las comarcas de la probar, tierra habian recibido la luz del Evangelio , movió á gunos á dar fácil que el vulgo escritores crédito á piadosos las invenciones , recogia, sin tener en cuenta la crítica al- his- tórica, la investigación razonada de los hechos , ni á veces , el sentido común . El primer santo que en esas crónicas encontramos, es el desconocido San Avito , quien á principios del siglo II de nuestra Era, hallándose en peregrinación por varias ciudades de la Bética, llegó á orillas del Atlántico , y sabiendo se que una pequeña nave disponia á levar anclas con rumbo á las Afortunadas, lleno de cristiano celo, de- 11 LIBRO TERCERO. terminó embarcarse y Cristo, predicar la fé de en aquellas lejanas playas . Firme en su propósito , llega á la GranCanaria, y eligiéndola como teatro de su predicación, dá principio á su misión apostólica, sin que sepamos si tenia el lenguas para ser comprendido indígenas . Ello fué que, hizo muchas de de aquellos según su conversiones, don leyenda , y adquirió tan poderoso influjo en el país, que se atrajo el ódio de los principales magnates , quienes temerosos de esta influencia, amotinaron al pueblo y consiguieron darle cruel muerte, en medio de los tormentos del que sufrió el Santo martirio , con evangélica resigna- ción el 3 de las nonas de Enero del año de nuestros cronistas añaden , 106 de J. C. Algunos que su desembarco tuvo lugar por el puerto de Arguineguin , siendo una cueva, que allí todavía existe junto á la playa, donde se venera una pequeña imágen de Santa Agueda, el lugar en que dijo su primera misa, y catequizó y bautizó á los isleños . (1) (1) Marin y Cubas consagra todo el Libro 3. " de su Historia inédita á probar con numerosas citas , y una crudición tan vasta como indigesta , la verdad de este cuento . Al efecto nos recuerda el Martirologio de Don Juan Tamayo Salazar , el Cronicon de Lucio Flavio Dextro , las Crónicas de Luitprando , y otros muchos autores , que seria eno- 12 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Despues de esta devota leyenda, viene la del monje San Brendan, Brandan, Brandon , llamado tambien Brandenes y Boron- dón, que vivia al mediar del siglo VI en la Abadía de Cluainfort ó Cluainfert en Ir- Refiérese, que en una visita hecha por landa, San Barinto á San Brandan, habia aquel referido á éste las maravillas que Dios le revelara en el Océano, cuando , acompañado del monje Mernoe, se dirigió en una embarcación ligera hácia el Oriente, en demanda de la isla de promisión de los Bienaventurados . Al principiar su viage, cuenta el Santo , se vieron envueltos en densas nieblas , hasta que, pasada una hora, brotó una luz vivísima , descubrir una que les permitió tierra espaciosa y abundante en pastos y frutos. Quince dias estuvieron los expedicionarios recorriéndola sin encontrar sus límites , y sin observaron que no habia plantas flores , ni un precio bradas adelante árboles sin fruto , siendo de inestimable por el suelo . llegaron las piedras Andando por fin á sem- siempre un río, que jose repetir. Ea su afán de elogiar á San Avito , llega hasta asegurarnos, que en el año 632 , excedia en la Gran Canaria el número de los cristianos al de los gentiles; pero se guarda de citar la fuente de donde toma tan peregrina noticia. LIBRO TERCERO . 13 separaba la isla en dos partes, á cuya orilla se detuvieron, no vadearlo, porque siéndoles permitido Dios se los habia prohi- bido, viéndose por tanto obligados á retroceder, recorriendo de nuevo la parte de donde habian salido , sin sospechar siquiera que habian estado á las mismas puertas del Paraiso . Al escuchar tan estupenda relación , seido el monje vió po- de santa curiosidad, resol- emprender por si mismo un viage á aquellos codiciados lugares, y sin detenerse, se embarcó, siguiendo el rumbo designado . En efecto, despues de muchas y extraordinarias aventuras, tuvo la suerte de encon- trar la isla maravillosa , que recorrió tam- bien en toda su extensión , siendo detenido á orillas del rio, lo mismo que San Barinto, y apareciéndosele un ángel que Dios le envió con ese objeto . Durante tan maravilloso viage , San Brandan y los diez Ꭹ siete monjes que le acom- pañaban, entre los cuales se contaba el célebre San Maló ó San Maclovio , descubrieron varias islas, que la Crónica vá reseñando en esta forma , La primera era una isla escarpada , que varios riachuelos surcaban, en la cual fueron cariñosamente recibidos, renovando allí 14 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . sus provisiones. Pasaron luego á otra isla abundante en peces y ganados de cabras , entre las que habia algunas tan grandes como novillos . Desde ella avistaron un islote llano y sin playas, donde intentaron celebrar la fiesta de la Pascua de Resurrección ; pero el islote principió á moverse, y tuvie- ron que huir precipitadamente, revelándoles el Santo, que el tal islote era una Ballena. de las Cabras descubrieron Desde la isla otra más hermosa, cubierta de bosques y flores, donde los pájaros cantaban deliciosas melodias ; llamáronla el Paraiso de los Pájaros, y en ella celebraron la Pascua de Pentecostés . En la leyenda aparece despues otra isla poblada de cenobitas, en la que des- cansaron los viajeros hasta la fiesta de Navidad . Este trayecto de isla á isla fué recorrido por éllos en seis años, hasta que, al comenzar el sétimo , Dios les permitió ver otras islas , de las cuales, una estaba llena de bosques; otra producia frutas de color rojizo , y se hallaba habitada por hombres de grandes fuerzas; otra estaba perfumada con hierbas olorosas y preciosos racimos , y fertilizada con fuentes cristalinas ; y otra, que llamaron pedregosa, donde los Cíclopes tenian sus fraguas, se veia iluminada por fuegos intensos . Más al norte se les apare- 15 LIBRO TERCERO . ció una montaña alta y nebulosa, á la que dieron el nombre de Infierno ; y por último , aportaron á una mas pequeña , donde vivia un ermitaño, que les dió su bendición . Este relato nos que al demuestra claramente, forjar esta fábula se tuvo presente el recuerdo de las Afortunadas, pues creemos, que van envueltas estas islas en los nombres de isla de las Cabras (Fuerteventura) , paraiso de los pájaros (Gran-Canaria) , é infierno (Tenerife), cuyo pico en ignición , habian notado ya otros viageros . Tal vez sea cierto, que alguna embarca- ción se aventurase en esos siglos desde la Irlanda hasta los Trópicos, y se escribiera entonces una relación de este viage , expedición que habia de juzgarse como una maravilla excepcional, hasta que, reprodu cida luego por los monjes, adicionada por el vulgo, y comentada por los eruditos , llegó tras algunas centurias á aparecer en el siglo XI, copiada de un manuscrito en latin bárbaro , del cual fué traducida , y de nuevo alterada, siendo propiedad de todas las literaturas europeas, bajo las diversas formas en que hoy la conocemos . (1) ( 1 ) Esta Odisea monacal, como la llama Mr. Achyle Jubinal, ilustrando esta leyenda, fué traducida en prosa y 16 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Más adelante , en el año 714 , cuenta Martin Behain , (1 ) que huyendo los godos de la irrupción árabe, salieron de Oporto muchos cristianos , capitaneados por el arzo- bispo de aquella metrópoli con otros seis obispos lusitanos, y embarcados , á una isla, llegaron que denominaron Septte Cita- de (Siete Ciudades) ó Antilia, llevando consigo animales , semillas é instrumentos agrícolas , y en ella se fijaron. Esta leyenda ha sido mentada, muchas veces co- suponiendo algunos autores hu- biese en ella algo de cierto, pudiendo ser alguna de las Canarias, cuya existencia no fuera entonces conocida . Sin embargo, nos inclinamos á reconocer en la designación de esa isla, que aparece en las primeras cartas con un trazado igual al de la Península Ibérica, las costas de la ignorada América, ó el contorno de alguna de las grandes Antillas, verso durante la Edad Media á todos los antiguos dialectos de Europa. Véase Mr. A. Jubinal . - La Leyenda latina de S. Brandaines . 1836 , en 8.º Los Bolandistas no quisieron insertarla en su obra, y la llamaron delirios apócrifos. El célebre jesuita Henschenius , que escribió un exámen crítico de la vida de S. Brandan dice : -Cujus historia, ut fabulis referta , omittitur . (1 ) Behaim ha consignado esta leyenda en antiguo aleman sobre su famoso globo de 1492. Véase D'Avezac . Les iles d'Afrique, II parte , p . 24 . LIBRO TERCERO . 17 que el recuerdo de desconocidos viageros hubiese legado á los cronistas y geógrafos de aquella edad, perpetuándose luego su memoria, y salvándose del olvido tan solo la vaga indicación del nombre. (1) ( 1 ) Pedro de Medina asegura que en un Tolomeo pre sentado al Papa Urbano VI , se encontró la Isla Antilia con la siguiente inscripción : -Ista Insula Antilia aliquando a Lusitanis est inventa, sed modo quando quæritur, non invenitur. Quæ , tempore Regis Roderici , qui ultimas Hispaniarum , tempore Gothorum , rexit , ad hanc insulam a facie Barbarorum, qui tunc Hispaniam invaserant , fugisse credatur . Habent hinc unum Archiepiscopum cum sex aliis Episcopis, et quilibet illorum suam habet propriam civitatem , quare a multis insula septem Civitatum dicitur. Hic populus christianissime vivit, omnibus divitiis saeculi hujus plenos . Grandezas y cosas memorables de España, p . 47 . TOMO II. 2 18 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. III. ESCRITORES ÁRABES . El cultivo de las ciencias y las letras , despreciado en Europa, despues de la desaparición del Imperio de Occidente , y honrado y protegido en Bagdad y Córdoba por los ilustrados Califas musulmanes que allí reinaban, dió á conocer en aquellas florecientes academias , las obras más selectas de las literaturas hebrea, griega y romana , entre cuyas obras descollaban las de Platon, Arístóteles , Plinio y Ptolomeo . De los conocimientos que en ellas bebie- ron los escritores árabes, respecto á estas islas , y de las tradiciones que debieron recoger, mientras el Imperio musulman domi . nó sin obstáculo sobre las costas españolas , oyendo á los marinos , que de siglo en siglo se aventuraban en el Atlántico , se formó LIBRO TERCERO . con el tiempo un conjunto 19 abigarrado y oscuro, mas propio para aumentar la confusión, que para aclarar las escasas noticias que se habian conservado de las Canarias. Vamos á examinar rápidamente los fragmentos en que se consignan esas diferentes noticias, y así nos será fácil convencernos de que poco adelantan á las que yá nos habia legado la antigüedad . El primer autor árabe, que se ocupa de las Afortunadas, es El-Mas'udi's , en su obra Los prados de oro y las minas de piedras preciosas, escrita al mediar el siglo X. (1) En ella se expresa de este modo . -Se considera tierra cultivada, desde las islas eternas (Khaledat) en el Océano Occidental, islas , que es un grupo de seis floridas hasta las extremidades de la China. Ptolomeo declara en su Geografía, mar que el del Imperio Bizantino . y del Egipto principia en el de los ídolos de cobre (Columnas de Hércules) . En los límites en que se juntan estos dos mares, levantó el Rey Hirakl , columnas de cobre y piedra . Sobre estas columnas hay inscripciones y figuras , (1 ) Consúltese á Guignes . - Notices et Extraits des Mss . de la Bibliotheque du Roi.-T. 1.º y en el t. 8.º , p . 132 , donde hay otro extracto por Silvestre de Sacy . Historical Enciclopedia , t . 1º , p . 195. London . 1841 . Traducción del texto árabe por A Sprenger. 20 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . que muestran con sus manos la imposi- bilidad de seguir adelante, porque es inna- vegable el Océano, en sin encontrarse tierras cultivadas, ni gente alguna, él y sin conocerse su extensión y profundidad . Llámanle mar de oscuridad ó verde, y quien afirma, que esas columnas hay no están en el Estrecho, sino en unas islas del Océano, contándose de ellas algunas historias maravillosas, que pueden leerse en nuestro Libro Akhbar az-zemán.» -El párrafo de la obra á que hace referencia el autor árabe, y que parece no ser de su mano, dice así: « Existe en este mar atlántico la isla de Salomón, que contiene un magnífico castillo , y dentro de sus muros de ese el cuerpo Rey. Hay sitios en este mar, 1 que lanzan continuamente altura de más de llamas , hasta males de formas extrañas, y ciudades tantes una cien codos, peces y ani-. flo- sobre el agua . Tambien hay tres es- tátuas ó ídolos , hechos por Abraham, de los cuales, uno hace con el brazo señal de re- troceder, otro parece preguntar; ¿dónde vais? y X el último , que es negro , mira hácia el mar, como si quisiera advertir á los navegantes , que morirá ahogado el que se aventure en sus aguas . Lleva esta estátua LIBRO TERCERO . 21 en el pecho una inscripción que dice - Hecha por Abrahah- Zul-Menar el Himarita á su Señor el Sol para tenerle propicio . » (1 ) No es posible reconocer en este fragmento ninguna de las islas descritas por Juba y Plinio , lo cual confirma la opinión generalmente recibida, respecto á la ignorancia de los árabes sobre la verdadera situación y conocimiento de este archipiélago , en cuyo apoyo observa con mucho acierto un erudi' to escritor portugués , que ha ilustrado con gran copia de datos esta cuestión (2) , que el nombre con que los autores árabes designaban las Canarias era el de Fortunans , derivado del latin Fortunatæ , que nada significa por si mismo en lengua arábiga, y por esa razón le añadian la palabra Sahida, ó séase Felices , probando de este modo , que todas las nociones recibidas sobre estas islas se derivaban, como de una fuente comun, de los escritores griegos y romanos . Igual observación pudiéramos hacer respecto de Bekri, otro autor árabe , que escribía en el propio siglo XI , y el cual nos ha- (1 ) Recherches sur la priorité des poys situês surla cote occidentale d'Afrique etc. Por el Vizconde de Santarem . -Paris . (2) Joachim Jose da Costa Macedo en su interesante Memoria , sobre que los Arabes no conocieron las Canarias , Lisboa , 1844 , p . 42. 22 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . bla sobre el mismo asunto de la siguiente manera : -Enfrente de Tandjah (Tánger) y del monte Atlas en el Océano Occidental , están las islas Fortunadas, esto es, Felices , asi llamadas, porque los árboles producen frutos magníficos, sin necesidad de cultivo , los prados alimentan trigos en vez de hierbas, y los cardos se convierten en plantas olorosas . Estas islas , situadas al occidente del país de los Beréberes , se hallan diseminadas en el Océano á poca distancia unas de otras . » — (1) Sin embargo, encontramos en este fragmento más precisión en el texto , aunque rodeado siempre de las fábulas de eterna primavera y frutos maravillosos , que nos recuerdan los Campos Elíseos de la mitología griega . Parece, pues, fuera de duda, que el conocimiento que esos escritores árabes tuvieron de las Canarias , no salió de la limitada esfera de la tradición y de la especulación científica, sin descender al estudio práctico del grupo, que siempre quedó envuelto en las nebulosas narraciones trasmitidas por la clásica antigüedad . (1 ) Description d'Afique . --Extracto hecho por Mr. de Quatremére en la coleccon autes citada . - Notices et Extraita etc. , t . 12 p 438 y 658 y siguientes . 223 LIBRO TERCERO , IV . BEN FARROUCKH . La invasión y conquista de la Península Ibérica por los musulmanes , y la necesi- dad sentida por éstos de guardar las tadas costas dila- atlánticas y mediterráneas de saqueos de piratas, algaradas de cristianos , y sorpresas de normandos, crear y sostener que recorriese sin una les obligó poderosa á armada, descanso aquel vasto li- toral, para de este modo, al velar por defensa, sirviese de lazo de unión , que es- trechára los vínculos de raza, religión su y costumbres , debilitados por el tiempo y la distancia entre los árabes españoles y los árabes de Africa. En el mes de Febrero de 999, año 334 de la Egira, hallándose el capitán Ben Farrouckh en las costas lusitanas , vigilando 24 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. con su nave á los piratas normandos , llegó á su noticia, que hácia las regiones líbicas , donde se levanta el monte Atlas , existian unas islas, cuya fertilidad y hermosura les habia conquistado en la antigüedad el nombre de Afortunadas. Deseando conocerlas, y soplando viento favorable, hizo rumbo en aquella dirección , y á los pocos dias descubrió la isla de la Gran Canaria, en cuya rada de Gando echó el ancla , dándole su nombre . No habiéndose opuesto los isleños á su desembarco , determinó recorrer la isla , y hombres , la poniéndose al frente de 130 atravesó de sur á norte, venciendo para ello los obstáculos casi insuperables que le ofrecia el continuo y enmarañado bosque, desarrollado desde las orillas del mar hasta las más enriscadas cumbres, que cubria cual manto de verdura aquel privilegiado suelo . Parece que los indígenas , cuyo número no era sin duda muy crecido , si atendemos al estado inculto del país , se hallaban familiarizados con la presencia de extrangeros , porque los árabes españoles y africanos, solian frecuentar sus costas y dejar olvidado en ellas á alguno de sus tripularios . Esta circunstancia favo: cció al atrevido capitán, que pudo llegar sin oposición hasta las lla- LIBRO TERCERO . nuras de Gáldar, donde 25 residia entonces el Rey ó Guanarteme de la isla con sus Guaires ó consejeros , y allí les manifestó por medio de intérpretes, que, enviado por un monarca poderoso á aquellas remotas playas, arrostrando grandes peligros , para solicitar la amistad y alianza del Guanarteme, deseaba se entablasen desde aquel dia entre ambos soberanos , benévolas relaciones , que facilitasen el cambio de productos , y asegurára un lugar de refugio á los navegantes que se aventurasen en aquellos procelosos mares . Guanariga, que éste era el nombre del Jefe isleño, oyó con orgullosa satisfacción tan inesperada solicitud, árabes á su palacio, y llevando á los que estaba adornado con flores y hojas de palma , les ofreció una abundante comida de frutas , carnes y harina de cebada, que constituian su principal alimento . Desde Canaria dirigió, Ben Farrouckh su rumbo hacia el poniente, y reconoció cuatro islas, que designó con los nombres de Ningaria, Junonia, Aprósitus y Hero , de las cuales, la primera tocaba á las nubes (Tenerife) , la segunda era pequeña y se levantaba muy cerca de la anterior (Gomera), estando las dos últimas más distantes (Palma 26 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . y Hierro), entre las que ocupaba Hero la parte más occidental. Retrocediendo luego al naciente, encontró las islas Capraria (Fuerteventura) y Pluitana (Lanzarote), que se alzaban frente á las costas de la Mauritania. con lo cual dió el árabe por terminada su curiosa exploración, regresando á España en Mayo del mismo año . (1) De las observaciones que el caudillo árabe recogió durante este viage, resulta comprobado , que en las islas de Canaria y Capraria habian algunas tribus regidas por jefes independientes , que se hacian entre sí cruda guerra; que en Nivaria existian quince distritos , pero subordinados á un solo jefe, que ejercia sobre ellos un poder absoluto; y que la isla donde se presentaban mayores vestigios de civilización y cultura Gran-Canaria, lo cual se revelaba , era la tanto en la afabilidad de sus moradores , como en sus instituciones civiles y religiosas . (2) (1 ) Ya ros hemos ocupado extensamente de las dudas á que ha dado lugar este viage , citado solo por Osuna tomandola de una traducción hecha por Mr. Etienne, que nadie ha logrado ver. (2 ) Osuna. Compendio de Historia de las Canarias . (p . 21) 27 LIBRO TERCERO. √. EL EDRISI . En el mes de enero de 1154 el famoso escritor árabe el Edrisi, conocido con el nombre del Geógrafo de la Nubia, concluia un extenso tratado , en cuyas páginas procuraba compendiar todo lo que hasta entonces se conocia referente á la descripción de la tierra, su clima, producciones, habitantes y fenómenos naturales , que eso y aún más abrazaba entonces la ciencia geográfica . Describiendo en su obra las islas que estaban situadas en el mar tenebroso , decia estas palabras : « El primer clima principia al Oeste del mar occidental , llamado tambien mar de las tinieblas; nadie sabe lo que mas allá existe . Hay en él dos islas conocidas con el nombre de Afortunadas, desde las cuales principia 28 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Ptolomeo á contar las longitudes . Se dice que en cada una hay una estátua de mas de cien codos de alto . » (1) Y más adelante añade: - Hállase en el mismo mar la isla de los dos hermanos mágicos Cherham. Cuéntase que eran piratas, y atacaban á todos los navios que pasaban junto á sus playas, cautivando las tripulaciones, y apoderán- dose del cargamento; pero Dios , en castigo de sus fechorías, los transformó en dos rocas ó islotes, que se levantan á orillas de aquel mar . La isla frente del puerto se halla situada en- Azafi , á una distancia , que permite ver el humo que en ella se alza, cuando el cielo está despejado . Tambien hay en este mar otra isla, llamada de los Carneros , por los muchos que en ella se encuentran . Cerca con el de ella hay otra nombre de Raca , ó isla de los pájaros , donde se vé una especie de águilas rojas, que se alimenta con mariscos y pescados . suelo produce unos higos grandes , Su que sir- ven de antídoto contra cualquier sustancia venenosa . » El autor en éste y otros pasajes que omi- (1 ) Edrisi. Traducción del árabe al francés por Mr. Am . Jaubert Paris . 1836 . LIBRO TERCERO . 29 timos , porque no aclaran ninguna cuestión geográfica relativa á las Canarias, confunde con frecuencia este grupo con figuran en hablando los mares de Europa y Asia, con tanta vaguedad ocupan el mar atlántico , mar tenebroso, otros que que no es de las que llamado posible por él asegu- rar si le era conocida la verdadera situación de este Archipiélago . ( 1) Otro autor árabe del siglo XIII , Ibn-al- Wardi (2) en el capítulo de su obra, que titula de las Regiones , dice: En cuanto á la tierra occidental , de- be saberse que está bañada por el mar te- nebroso, y se ignora lo que haya más allá. Encuéntranse en este Océano islas grandes (1 ) Edrisi nació , segun se asegura , en Ceuta, al comenzar el siglo XII . Rugiero de Sicilia le llamó á su Corte , y le encargó la compilación de un gran tratado de Geografía universal, que terminó en 1154 . Su obra no fué conocida de la Europa, hasta que se imprimió un compendio de ella en Roma , año de 1592. Este compendio se tradujo al latin en 1619 por Gabriel Sionita y Juan Hesronita , y fué impreso eu Paris bajo el título de Geografía del Nubiense . D. José Antonio Conde vertió al castellano en 1799 la parte relativa á España; y la Sociedad Geográfica de Paris hizo imprimir por último la traducción francesa del texto completo, hecha por Ainadeo Jauber , en 2 tomos , de 1836 á 1840 . Los orientalistas Dozy y Goeje han principiado en 1866 la publicación del texto árabe. ( 2) De Guignes . Notices etc. , t. 2.º , p. 19 . Hylander. -Operis Cosmographici Ibn El Wardi Caput primum de Regionibus et Oris. - Lundæ , 1823. 30 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. y habitadas , entre las cuales hay dos que se designan con el nombre de Khaledat (eternas) , viéndose en ellas dos estátuas de cien codos de alto . » Comparando este párrafo y otros , con convencemos de que los de El Edrisi , nos Ibn-al-Wardi copió á su antecesor, añadiéndole algunas fábulas, cuya narración no copiamos por inútiles . El mismo juicio nos merece Ibn Said, escritor del mismo siglo , que cita á las Afortunadas, solo para decir, que en ellas se alzaban unas columnas ó estátuas con la inscripción- Non plus ultra.—(1 ) Abulfeda en su célebre tratado de Geo- grafía, escrito al parecer en 1321 , consigna á este propósito lo siguiente: « Entre las islas del mar occidental están las llamadas Eternas , Gezair el Khaledat, que distan diez grados del continente, y son muchas en número . Se asegura que han sido sumergidas, sin haber de ellas noticia alguna . >» -- (2) Mas exacto Ibn-Khaldun en sus Prolegó- ( 1 ) Recherches sur la priorité de la decouverte des Pays situés sur la cote occidentale d'Afrique etc. Par le Vic. de Santarem. Paris . 1842 . (2) Los más acreditados Orientalistas dicen, sin embar go, que Abulfeda , conocia las Canarias V. Macedo . Memoria etc. Lisboa . 1844. LIBRO TERCERO . 31 menos , escritos en 1377 , se expresa en estos términos : -En el primer clima, hácia la parte occidental, están las islas eternas (Khaledat) , donde Ptolomeo principia á contar las longitudes . De estas islas, las mayores y más conocidas son tres, y se asegura que se hallan habitadas . Sábese, además , que á me- diados de este siglo (XIV) algunos buques de Francos ( europeos) pasaron por ellas, se batieron con sus habitantes , aprisionaron y cautivaron algunos , y luego los vendieron por esclavos . Cuando éstos lengua de sus ción y estado de su país, cerse de hierro , donde, por care- las tierras con • alimento la cebada, y las cabras ; sistia en armas situa- labraban cuernos , siendo su sus animales aprendieron la amos, revelaron la su defensa arrojadizas ; con- adoraban el sol cuando nacia, sin tener más nociones religiosas; y por último , añadian, era poco que su isla frecuentada , · pues solo por ca- sualidad se aportaba á sus playas . » Esta descripción es notable por hallarse conforme con las noticias que nuestros Cronistas nos han trasmitido respecto á los usos y costumbres de los indígenas , especialmente de aquellos que habitaban la Gran- Canaria; lo cual indica , que en el siglo XIII , 32 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. las exploraciones de los europeos en el mar atlántico eran ya frecuentes, y las piraterías de que Azurara nos conserva una curiosa relación en su famosa Crónica, se conside- raban fáciles , lícitas y productivas . Vamos ahora á ocuparnos de otra expedición que todos los historiadores recuerdan , dándole grande importancia, la cual se equipó y salió de Lisboa con objeto de penetrar los misterios que ocultaba el Océano . El Edrisi , que es el primero que nos habla de ella , la refiere en esta forma. « Salieron los Maghruinos de Lisboa, deseosos de averiguar los arcanos del Atlántico y sus límites . Reuniéronse en número de ocho, todos primos hermanos , y despues de haber construido un buque al efecto , se embarcaron, llevando agua y víveres en abundancia, para prolongar su navegación muchos meses , dándose á la vela al primer soplo del viento del Este. De este modo navegaron once dias , poco más ó menos , hasta llegar á una parte del Océano , cuyas espesas aguas exalaban un olor fétido , tando numerosos agua. arrecifes , cási ocul á flor de Temiendo naufragar, cambiaron de rumbo, y se dirigieron al sur durante doce dias, abordando á la isla de los Carneros asi llamada por los abundantes rebaños que LIBRO TERCERO allí pastaban , sin que nadie Al desembarcar en esta isla 33 los guardase . encontraron un manantial de agua cristalina é higueras salvages . Cojieron y mataron neros , cuya algunos car- carne era tan amarga, fué imposible comerla, de modo que les que solo aprovecharon las pieles . Seguidamente navegaron doce dias, descubriendo al fin una isla, que parecia habitada y en cultivo , á la cual se aproximaron para averiguar lo que hubiese de curioso en ella; pero de pronto se vieron rodeados de lanchas , quedando todos prisioneros , y siendo luego conducidos á una población , que se levantaba á orillas del mar. Lleváronlos para mayor seguridad á una casa, donde habia hombres de alta estatura, de color rojo y caldeado y cabello laso , y mugeres de extraordinaria belleza . En aquella casa estuvieron tres dias, y llegado el cuarto, se les acercó un hombre que hablaba la lengua árabe, y les preguntó sus nombres , á que venian y de que país eran. Contáronle entonces sus aventuras, y él les dió ánimo y buenas esperanzas , añadiéndoles que era intérprete . Dos dias despues fueron presentados al Rey del país, quien les dirigió las mismas preguntas , á las que dieron igual respuesta, esto es, que se habian lanzado al mar, con el deTOMO II. 3 34 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . seo de averiguar lo que hubiese en él de raro y curioso, y conocer sus límites . Cuando el Rey oyó lo que decian, soltó á reir, y les contestó por medio del intérprete . - Díle á esa gente, que mi padre envió en otro tiempo algunos de sus esclavos á recorrer el Océano, y habiéndose embarcado , y navegado un mes , les faltó la luz de los cielos , viéndose obligados á renunciar á su inútil tentativa . - El Rey, además, previno al intérprete que respondiese á los viageros del cariño con que serian tratados , pues deseaba que formasen una buena opinión de su carácter; y asi fué hecho . Volvieron en seguida á su prisión , y allí permanecieron , hasta que, soplando vientos del oeste, se les vendó los ojos , entraron en una lancha, y les obligaron á vogar largo rato . Continuando de este modo tres dias y tres noches, llegaron á una tierra, donde fueron desembarcados con las manos ligadas á la espalda , y allí se les abandonó en la orilla . De este modo permanecieron hasta el amanecer en el más triste estado á causa de las ligaduras, que les atenaceaban los brazos ; y entonces , oyendo á su alrededor risas y voces de hombres , empezaron á gritar, y habiéndose acercado los habitantes del país , y viéndolos en tan miserable estado , los desligaron, haciéndo- 35 LIBRO TERCERO . les diferentes preguntas , á las que satisfacieron con la relación de sus desventuras , Eran Beréberes, y uno de ellos les dijo:¿Sabeis vosotros á que distancia os encontrais de vuestra patria? -y habiéndoles contestado negativamente, añadió: -Entre el lugar en que os hallais y vuestro país, hay dos meses de camino . - El que entre ellos parecia jefe, repetia sin cesar- Wasafi (ay de mi!) . Y por eso ha conservado ese nombre aquel sitio , llamándose hoy Asafi . Este puerto es el mismo que antes designamos como situado al extremo de Occidente . » (1 ) En medio de las fábulas que esta narra- ción contiene, y que no nos detendremos en refutar, se observa que la isla de los Carneros pudo haber sido la de Lanzarote ó Fuerteventura, aunque nada nos dicen los ára- bes respecto á sus habitantes , que tal vez se ( 1 ) Edrisi. T. 2.º , p . 27. Trad . de Jaubert Paris . 1836 . Véase Conde . Dominación de los Arabes . Pte . 2.*. C. 109 . Este autor añade , antes de relatar esta aventura , lo siguiente: -« En este tiempo unos vecinos de Alisbona , en número de ochenta hombres , amigos entre si , y de una alcabila , se embarcaron á buscar nuevas tierras en lo interior del Océano Atlántico ; pero , no pudieron pasar de unas islas en que fueron embestidos de una infinita multitud de azores , y se volvieron contando cosas maravillosas de su viage ; y fueron llamados los emprendedores , y dieron nombre á la calle en que moraban en Alisbona, que en adelante se llamó calle de Almogávares . » - HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 36 ocultaron al aproximarse la expedición . Dudosas pueden ser, sin embargo , nuestras congeturas por la circunstancia que se consigna relativa al agua, de que en ambas islas se carece, si bien entonces debia encontrarse en abundancia en Rio Palmas, sobre la costa norte de Fuerteventura . Sea como fuere, difícil es asegurar que los Maghruinos , si su viage es cierto, abordasen á las Canarias, y tuviesen lugar en ellas las aventuras que cuentan, pues no corresponde su descripción á este grupo, ni á ningún otro de esta parte del Atlántico . El país civilizado, que se supone gobernado por un Rey, que tantas precauciones tomaba para alejar de su suelo á los que iban á visitarle, tambien nos parece otro cuento, basado en el afán de dar interés y novedad á su narración . Algunos , comentando este viage, quieren no obstante, que la isla de los Carneros sea la desierta de la Madera y la de Raca la de puerto Santo, dejando para Lanzarote la de los hermanos mágicos con sus dos islotes Roque del Este y del Oeste (1), sin tener en cuenta, que, además de estos islotes , rodean aquella isla otros de más importan( 1 ) Consúltense D' Avezac y Berthelot en sus obras antes citadas . LIBRO TERCERO. 37 cia, y no parece convenirle bajo ningún aspecto esta designación arbitraria . Otros escritores árabes , con mayor ó menor exactitud, continúan ocupándose en sus obras del grupo afortunado . Bakui, que vivia en 1403 , se expresa de este modo : << Estas islas se hallan situadas en el Océano , á la extremidad del Magreb, en Africa . En ellas es donde los sabios principiaron á contar las longitudes . Son seis, vecinas unas de otras , y producen espontáneamente y sin cultura plantas y árboles . Todo lo que se halla en ellas es bueno y agradable. En cada isla hay una estátua de cien codos de altura, como faro, que sirve para dirigir el rumbo de las naves , y recordarles que más allá no hay camino posible. » (1 ) Schems Eddin, autor del mismo siglo, en su Cosmografía, dice, al hablar de las Ca- narias : «Abu-Obaid- el- Bekri en su libro titulado --De los viages y de los Imperios - hablan- (1 ) Bakui llama á estas islas Dgeziret al-Dgialidat . De Guignes . Notices et Extraits etc. , t. 2.º , p. 397 Parece que Bakui copió la descripción transcrita de otro árabe que escribia en el siglo XIII , llamado Cazvini ó Cazwini . Véanse Herbelot Bib . Orientale t. 1.º, p . 244 , y Casiri. Biblioteca Arabico- Hispana-Escurialensis , t . 2.º , p . 5 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 38 do de las maban Afortunadas , que los griegos lla- Fortianos ó Fortianas, que estas islas se alzaban ger, pero que manifiesta enfrente de Tán- fueron sumergidas , excepto una, que se llamó Sahida (feliz) , porque sus plantas y árboles producian sin cuidado ni cultivo excelentes frutas de diversas cualidades, naciendo tambien en ella, en lugar de cardos y espinos, hierbas aromáticas de muchas especies, de que nadie se utilizaba: que estas islas eran antes en número de seis, situadas al poniente del país de los bereberes, divididas entre sí, pero sin distar mucho unas de otras. » (1) Soyuti, otro árabe de la mitad del siglo XV, en un Diccionario Geográfico , que escribió, afirma- que las islas al Khaledat (eternas), son las islas al Shadat (afortunadas) de que hacen mención los astrónomos en sus obras , y se hallan internadas en el mar circundante hácia el poniente, cerca de doscientas farzangas; se dice que están enteramente desiertas . » ( 2) Algunos escritores persas de la misma época repiten confusamente las mismas noticias . (1 ) 581 . (2) Bibliot . Nacional de Pa.is. Fundo antiguo . Mss . n ° Bib. de Paris . Sción de Mss . árabes . 39 LIBRO TERCERO . Ali Koshgi, que floreció á mediados del mismo siglo XV, manifiesta, que hay hácia el Occidente una isla que estuvo en otro tiempo habitada, y que se halla hoy desierta, á la cual dieron el nombre de Khaledat, eterna, perenne, y dista dos grados de las pla- yas del mar atlántico .- (1) Libre la fantasia de aplicar el texto de estos diversos fragmentos á las islas que hoy conocemos con el nombre de Canarias , no hay á nuestro juicio interés histórico en comentar tan extravagantes noticias, y datos tan vagos é inverosímiles , que nunca ofrecerán al historiador una base sólida en que apoyarse , para aumentar el escaso catálogo de los conocimientos , que la Edad media nos ha legado sobre este apartado archipiélago . (1) D' Herbelot . Bib . Orientale , p . 904 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 40 VI. LOS GENOVESES . Ya entrado italianas , el siglo XIII las repúblicas que adivinaban en el comercio marítimo una fuente inagotable de verdadera riqueza, y con ella la influencia y poderio. que presta siempre á un Estado la prosperidad de su hacienda, principiaron á fomentar sus marinas respectivas, concediendo protección y auxilios á aquellos que se aventuraban á ensanchar los límites del Océano , reconociendo remotos y desconocidos pai- ses , y llevando las mercancias de la Europa para cambiarlas por los extraños y apetecidos productos naturales, que ofrecian las costas orientales y occidentales del Africa. Entre estas expediciones es digna de mencionarse, por lo que se relaciona con la historia de las Canarias, la que llevaron á 41 LIBRO TERCERO . cabo los genoveses Thedisio D ' Oria y Ugolino de Vivaldi , con el fin de explorar las nebulosas costas de la antigua Libia, allende el estrecho de Hércules . Dicen antiguas crónicas, que el año de 1291 , los dos marinos genoveses aparejaron á su costa dos galeras trirémes , y se propusieron con ellas descubrir el camino marítimo de las Indias , entrando por el Atlántico, y siguiendo su rumbo al Occidente. (1) La noticia de este viage, que se encuen- tra en algunos antiguos manuscritos de la república de Génova, no vá unida á ninguna circunstancia referente á y solo se las Canarias , conjetura, que las dos galeras se perdieron con sus tripulaciones sobre las costas africanas , allende el cabo Bojador . (2) Pretenden los que han comentado este (1 ) Giustiniani . Annali di Genoa . Ed . de 1537 , p. III . Foglieta . Hist. Genuensis , p . 110. Ed . de 1585 . Pedro d'Albano . Conciliador . Diss . 67 . Petrarca . De vita so'it . T. 2.º , sect . 6, cap . 3 . (2) Giustiniani refiere en estos términos aquel viage : «En este año de 1291 Thedisio d'Oria y Ugolino de Vivaldi con un hermano suyo y otras personas , intentaron hacer un viage nuevo y desusado , esto es , quisieron ir á la India por el poniente , y armaron dos galeras muy bien араrejadas , levando consigo dos frailes de San Francisco, y saliendo por el Estrecho de Gibraltar , navegaron hacia la India, sin que jamás se haya sabido de ellos . De este viage hace mención Cecco d'Ascoli en el Gomento de la Esfera.» Annali di Genoa . 1537 , p . 3. 42 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . suceso, que los genoveses debieron tocar en las islas Canarias, al seguir el litoral africano, derrotero obligado de su atrevida expedición. Y en efecto , sin dar grande im- portancia á este hecho, que, sin embargo, no tenemos por inverosímil , debemos re- cordar, que los marinos genoveses conocian indudablemente el archipiélago y lo visitaban, circunstancia que presta mayor fuerza á la suposición de que Thedisio y Vivaldi descansaron en algunas de las islas del grupo oriental, buscando los abrigo que no podian recursos y el encontrar sobre la inhospitalaria costa de Africa. Antes de esta expedición se habla de otra, emprendida en 1285 por los hermanos quienes llega- Vadino y Guido de Vivaldi , ron hasta el Senegal y Guinea . De ésta ó de la anterior exploración nos habla una car- ta escrita 150 años despues (12 de Diciembre de 1455) por Antonio Usodimare, noble genovés , en los asegurando haber encontrado del reino del confines Preste Juan, un descendiente de aquellos desaparecidos marinos . (1) Todo esto confirma lo que antes hemos (1) Publicó esta noticia , tomándola de un manuscrito de los archivos de Génova , Mr Graverg de Hemso . Annali de Geog. e di statist . 43 LIBRO TERCERO. dicho , esto es, que los viages con rapidez, se sucedian protegidos por todos los Esta- dos marítimos del Mediterraneo , y que , apesar del empeño de ocultar cualquier nuevo descubrimiento , el afán de lucro y el deseo de visitar paises hasta entonces desconocidos , arrastraba á todos á emprender aventuras que les brindase gloria y provecho . Aunque no existen documentos coetá- neos que lo comprueben , está hoy fuera de duda, que otro genovés, de la noble familia de los Maloxello , (1) llamado Lanciloto , visitaba en los siglos XII ó XIII la isla de Lanzarote , á la cual es probable diera su nombre, y en cuyo suelo , para mayor seguridad de su comercio, levantó un castillo ó fortaleza, cuyas ruinas se veian todavia en 1402 , cuando Juan de Bethencourt pisó por primera vez aquellas playas ; (2) pero cuyo ( 1 ) La familia de Maloxello era antiquísima en Génova , habiendo desempeñado muchos individuos cargos honori. ficos en dicha república . En junio de 1231 , uno de este apeMido mandaba una escuadra de diez galeras y cinco naves, que fué en socorro del Sultan de Marruecos para defender á Sebthah , contra un ataque del Reyezuelo moro de Murcia —Muratori . Anales de Génova . Decíase tambien , y asi lo encontramos escrito, Maloxeli , Marogelo , Maroxello , y en francés Lancelot Maloisel . Parece que su origen venia de Malus Ancellus , convertido luego en Malocellus . (2 ) La crónica de Bethencourt dice á este propósito : Si assemblerent grant cantité d'orge , et le misrent en ung vieil chastel que Lancelot Maloesel auoit jadiz fair faire , 44 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . recuerdo habia desaparecido completamente de la memoria de los isleños . En cási todos los mapas de aquella época, y aún en otros de años anteriores , aparece el escudo de Génova junto á la isla de Lanzarote, como signo de posesión , lo cual indica, al ménos , que el viage de Lanciloto no era desconocido á los marinos de aquella República, ni la posición de las Canarias extraña á sus conocimientos náuticos . (1) selon ce que l'on dit.— Edición de Rouen. 1874, p . 50 . (1 ) Por primera vez , en 1339 , figuran en un mapa dos islas de este archipiélago , que es el levantado en Mallorca por Angelino Dulcert. La situada al norte que lleva las atmas de Génova tiene por lema Insula de Lanzarotus Maro celus, y la que le sigue el de La Forte Ventura . Entre las dos se lee sobre un islote , megi marini . Da cuenta de este curioso mapa el Doctor E. T. Hamy . Paris . 1887. Bulletin de geographie historique et descriptive. Sobre la primer carta hidrográfica del Atlas Catalan de 1375 se lee : -Insula de Lanzaroto -y debajo: Maloxelo En el postulano de Viladestes de 1413 , se vé , á un lado :-Iusola de Lanzarot-y del otro : Maloxelo.— Le Canarien . -Int. , p . 2. * LIBRO TERCERO . 45 VII. ANGIOLINO DEL TEGGHIA. Reinando Alfonso IV en Portugal , y deseando este ilustrado monarca fomentar su marina , para no perder el derecho que creia asistirle á la conquista y colonización de las Canarias, aparejó una pequeña escuadra, que, saliendo de Lisboa , al mando del florentino Angiolino del Tegghia, reconociera el archipiélago , se detuviese en sus islas principales , y recogiera todos aquellos datos, que pudiesen darle cumplida noticia de los productos , recursos y ventajas que traeria su conquista y del estado del país , población y medios de resistencia de los indígenas, para en vista de este estudio preliminar, resolver lo que al interés de su Corona conviniese . Esta notabilísima expedición , que vuelve 46 HISTORIA DE LAS IŠLAS CANARIAS . á reanudar la série de los conocimientos exactos sobre las Afortunadas, interrumpída desde los tiempos de Juba, se ha encontrado hace algunos años en un diario de Bocaccio , cuya relación, tal como aparece en el manuscrito original, que se conserva en la biblioteca de los Magliabechi de Florencia, y ha publicado con eruditos comentarios el bibliografo italiano Sebastian Ciam- pi, creemos conveniente trasladar íntegra á nuestra columnas . (1 ) « De Canaria y de otras islas nuevamente descubiertas en el Océano , allende España . »> « En el año 1341 de la Encarnación llegaron á Florencia cartas de comerciantes florentinos ( 2) establecidos en Sevilla , de la España ulterior, ciudad con fecha 15 de no- viembre del mismo año, en las que se contiene lo que luego referiremos . » « Dicen, pues , que el 1.º de julio de este repetido año , dos naves provistas por el Rey de Portugal de todo lo necesario para navegar, y convoyadas por una embarcación (1 ) Monumenti d'un manoscrito autógrafo di Messer Gio . Bocacci da Certaldo, trovati ed illustrati da Sebastiano Ciampi . Firenze . Per Guseppe Galleti 1827. 8.º ( 2 ) Al margen del manuscrito , y de la misma letra , se lee la siguiente nota : «El florentino que fué de capitan de estos buques se llama Angiolino del Tegghia de Corbizzi , primo hermano de los hijos de Gherardino de Gianni . 47 LIBRO TERCERO . menor, armada en guerra, se dieron á la vela desde la ciudad de Lisboa, engolfándose en alta mar, tripuladas por Florentinos , Genoveses, Castellanos y otros Españoles (sic) , con caballos , armas y varios instrumentos bélicos para batir en brecha ciudades y castillos , en demanda de aquellas islas, que, segun opinión vulgar, se dice que han sido de nuevo descubiertas; y favorecidos por un viento propicio , llegaron á ellas en cinco dias , retornando á Lisboa en noviembre con los objetos siguientes: en primer lugar, cuatro hombres , habitantes de aquellas islas, muchas pieles de machos cabríos y de cabras, sebo, aceite de pescado , despojos de focas , palo rojo para tinte, casi igual al brasil (1) , corteza de árboles para teñir tambien de rojo, tierra bermeja, y otras cosas para el mismo fin . » « Nicolás de Recco, genovés , que era capitan de las naves, interrogado, decia: que dichas islas distaban de Sevilla 900 millas aproximadamente ; pero que, desde el lugar (1 ) Asi se llamaba en Europa, muchos siglos antes del descubrimiento de aquella región americana , que tomó de él su nombre . Edrisi que escribia à mediados del siglo XII dice : 2 In hac insula (Alrami) nascitur Bresillum cujus germen est omnino simile Oleandro , lignum rubrum.Trad. de Gabriel Sionita . Paris 1619 . 48 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . que hoy llaman cabo de San Vicente, su distancia al Continente era menor ; que la primera que abordaron tenia de circuito 150 millas , siendo pedregosa , con árboles, y abundante en cabras y otros animales ; que los hombres y las mugeres iban desnudos y eran groseros en su trato y costumbres; que en ella se proveyeron de la mayor parte del sebo y pieles que llevaban, sin atreverse á penetrar en el interior. >> << Pasando despues á otra isla, poco mayor que la precedente , vieron acercarse á ellos por la playa una gran multitud de gente, asi hombres como mugeres , casi todos desnudos . Algunos que parecian de condición más elevada, se cubrian con pieles de cabras pintadas de rojo y amarillo , la vista podia alcanzar que cuanto eran suaves y de- licadas , y cosidas artificiosamente con tripas . Adivinaron por sus movimientos que tenian un príncipe á quien rendian vasallaje . Esta gente manifestaba deseos de en- trar en relaciones comerciales con la que estaba en los buques; pero , aunque dos lanchas se aproximaron á tierra, no se atrevieron los marineros á desembarcar por no entender la lengua de los insulares , apesar de ser su idioma, según dicen, muy pulido y expedito y semejante al italiano . Viendo los 49 LIBRO TERCERO . isleños que nadie desembarcaba, procuraron llegar á nado á los buques , y de ese número fueron los cuatro que trajo consigo la expedición . Finalmente, allí ventaja alguna, las no encontrando naves levaron an- clas , y al bordear la isla, observaron que estaba mejor cultivada hácia la parte del norte que á la del sur, descubriendo por aquella banda muchas sin fruto casas, higueras, y otros árboles , palmas palmeras , hor- talizas , coles y legumbres , por todo lo cual tomaron dos , tierra hasta examinaron las 25 hombres arma- casas, y hallaron en ellas unos 30 hombres desnudos , que des- aparecieron llenos de terror al ver aquellos extrangeros . Entrando entonces en las ca- sas , observaron que estaban construidas con admirable artificio de piedras cuadradas y cubiertas còn grandes y hermosos maderos. Viendo que algunas estaban cerradas, y deseando averiguar lo que en ellas se encerraba, rompieron sus puertas con piedras , lo que dió lugar á que los fugitivos , que de léjos los observaban, atronasen el aire con sus gritos . Rotas las puertas penetraron en las casas , donde solo hallaron higos secos , tan buenos como los de Cesena, colocados en cestas de palma, y granos de trigo mas hermosos que los nuestros , porque eran mas TOM . II . 4 50 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . largos , gruesos y blancos ; tambien hallaron cebada y otros cereales , que probablemente servian de alimento á los indígenas . Las casas eran hermosas y aderezadas con bellísimas maderas, estando por dentro blan- queadas, como si hubieran empleado el yeso. Hallaron tambien un oratorio ó templo , en el que no habia adorno ni pintura alguna, excepto un ídolo ó estátua de piedra, que representaba un hombre desnudo con una bola en la mano , y cubiertas sus partes pudendas con un tegido de palma á estilo del país, cuya estátua sacaron de aquel si- tio y embarcaron en sus naves , llevándola á Lisboa. La isla se encuentra muy poblada y en cultivo , recojiendo sus habitantes , grano y otros cereales, frutas y especial- mente higos . Comen el trigo y cereales á manera de las aves , ó reduciéndole á harina, que tambien les sirve de alimento , sin ha- cer panes, y beben agua. >> « Dejando los marinos esta isla , y viendo muchas que de ella distaban 5 , 10 , 20 y 40 millas , navegaron hácia una , en que hallaron árboles muy altos y derechos , que se elevaban al cielo . Navegando despues á otra, encontraron en ella muchas playas y excelentes aguas, madera abundante , y palomas que cogian á palos y pedradas para comer- 51 LIBRO TERCERO . las . Dicen que estas palomas son mayores que las nuestras , y de mejor y más sabroso gusto . Tambien vieron allí muchos halcones y otras aves de rapiña . No se detuvieron en esta isla por parecerles totalmen- te desierta . Apareció luego á su vista otra isla, en de que habia rocas excesiva al- tura, cubiertas con frecuencia de nubes , y donde caen repetidas lluvias; pero cuando aclara el tiempo parece bellísimo , y se cree esté poblada . Desde allí aportaron á otras islas hasta el número de 13 ; unas habitadas , otras desiertas, y cuanto más navegaban más islas descubrian; era en ellas el mar mucho más claro que entre nosotros , y de buen fondo para anclar, y aunque sus puertos son pequeños , tienen agua bastante. De las 13 islas visitadas encontraron cinco con muchos habitantes, aunque desiguales en población, pues unas ménos . Aseguran que manera rente, de unos y otros , tienen más y lenguaje es dife- su que otras no careciendo se entendian de todo medio de comunicación marítima , y no pudiendo pasar de una á otra isla sino á nado . » << Hallaron tambien otra isla en la que no desembarcaron, porque descubrieron en ella una cosa maravillosa , y era un monte que tiene más de 30.000 pasos de altura, y se vé 52 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . desde muy lejos , en cuya cima aparecia una cosa blanca, que por ser pedregosa la montaña se asemejaba á un castillo . Sin embargo, se asegura que no es castillo , sino un peñasco agudísimo, en cuya cúspide se levanta un mástil como el de un buque , del que pende una entena con una vela, semejante á la de una grande embarcación latina , sujeta á manera de escudo , que colocada á aquella altura , se hincha con el viento , se extiende mucho, y luego se recoje poco á poco con el mástil, como una Galera, y despues torna á elevarse, y así alternativamente . Este fenómeno lo observaron siempre al costear la isla, y suponiendo fuese cosa de brujeria, no se atrevieron á tocar en tierra . » << Otras muchas cosas encontraron , que Nicolás de Recco no quiso referir; estas islas , no obstante, parece que no son ricas , porque la expedición apenas sacó los gastos del viage. Los cuatro hombres que fueron hechos prisioneros eran imberbes y de buena presencia, y andaban desnudos, teniendo solo una especie de tonelete , que soste- nian con una cuerda en la cintura , hecho de hojas de palma ó de junco , de dos y medio á dos palmos de largo , y con el cual cubrian sus vergüenzas por uno y otro lado, de modo que no lo levantase el viento , ni por nin- 53 LIBRO TERCERO . gún otro accidente . Son incircuncisos , y tienen cabellos largos y rubios (flavos) , que les caen hasta el ombligo. Con ellos se cubren, y andan descalzos . >> « La isla á que éstos pertenecen se llama Canaria, y es la más poblada . No entienden . idioma alguno , aunque se les ha hablado en varias lenguas; son de nuestra estatura, membrudos, muy atrevidos , fuertes y de mucha inteligencia á lo que parece . Se les habla por signos y por signos responden como los mudos . Se respetan mutuamente , pero en particular consideran á uno de ellos , que lleva un tonelete de hojas de palma, al paso que el de los otros es de junco pintado de amarillo y rojo . Cantan dulcemente, danzan como los franceses , y son risueños , alegres y mas civilizados que muchos españoles . (et satis domestici, ultra quam sint multi ex hispanis .) » « Luego que entraron en las naves comieron pan é higos , siéndoles agradable el pan , que nunca habian comido; el vino lo rehusaron, y solo bebieron agua. Comen igualmente cebada y trigo á manos llenas; el queso y las carnes de que tienen gran abundancia son de excelente calidad. Carecen de bueyes , camellos y asnos, y solo tienen cabras, ovejas y cerdos salvajes . Las monedas HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 54 de plata y oro les son desconocidas , así como las armas . Los collares de oro, vasos cincelados , espadas y cuchillos , parece que jamás los habian visto ni usado . Su leal- tad es grande, porque no se daba á uno de comer, sin que antes de llevarlo á la boca no lo dividiese por partes iguales con los demás . Sus mugeres se casan , y despues de casadas usan el tonelete como los hombres ; pero mientras son doncellas andan completamente desnudas, muestren sin vergüenza que por eso de- Cuentan co- alguna . mo nosotros, haciendo preceder las unidaá las decenas , del modo siguiente: 1 Nait. 2 Smetti . 3 Amelotti . 4 Acodetti . 5 des Simusetti . 6 Sesetti . 7 Satti . Aldamorana. 10 8 Tamatti . 9 Marava. 11 Nait-Marava. 12 Smatta-Marava. 13 Amierat-Marava. 14 Acodat-Marava. 15 Simusat-Marava. 16 Sesatti-Marava etc. » Hasta aquí llega el precioso manuscrito de Bocaccio, que to, parece no estar comple- porque se vé al dorso de la página un blanco, como para continuarlo . Esta es la más completa descripción que de la época anterior á la conquista nos ha quedado del Archipiélago , siendo tanto más digna de aprecio para el historiador , cuanto viene á confirmar las noticias que nos 55 a LIBRO TERCERO . han conservado en sus memorias nuestros primeros cronistas . La claridad y precisión del relato , los pormenores que refiere, los datos que consigna, todo revela la verdad y exactitud del piloto genovés , y el crédito que merecen sus palabras . Trece son las islas que contiene el grupo ; entre pobladas y desiertas, y ese es el nú- mero que se encuentra en las notas de Bo- caceio . La primera isla que aborda ción portuguesa la expedi- es al parecer la de Fuer- teventura, como lo prueba la extensión de su perímetro ; la abundancia de ganado cabrío, y la recolección de pescado, que se hizo de aceite que, según la frase de Plinio, abundaba en sus costas y sobre el islote Lobos . (1) La segunda isla se halla tan claramente designada, que nunca hubiéramos dudado de su identidad, aunque no se la nombrase; solo nos maravilla que fuese yá tan generalmente conocida por el nombre de Canaria, sin confundirla con ninguna otra del grupo . Su estado de civilización nos demuestra, que con frecuencia tocaban en sus (1) Infestari eas belluis , quæ expellantur assidue pu trescentibus . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 56 costas buques de todas las naciones entonces comerciales, cuyo trato suavizaba sus costumbres , é introducia reformas en su agricultura é industria . En la tercera isla queremos reconocer el Hierro con sus frondosos y espesos árboles que se avecinan á las nubes, y en cuarta la Gomera, la con sus frescas aguas corrientes y sus palomas de sabrosa carne. La Palma debe ser la isla de elevadas cumbres, donde la lluvia sin cesar caia; y Tenerife, aquella en que se levantaba el monte en cuya cima estaba izado un mástil y una vela, extendiéndose y plegándose alterna- viento . Sabido tivamente á impulsos del es que el Teide se hallaba entonces en ignición, y en ese estado la columna de humo denso y negro, que se escapaba del pico , subiendo al tiempo mismo en que una nube blanca y torneada rodeaba el pan de azúcar, podia ciertamente ofrecer á la vista de los inexpertos y atemorizados marinos , el aspecto nuevo y sorprendente de que nos dan cuenta en su viage . (1) ( 1 ) Edens en la relación de su viage al pico, en 1715, dice , que con frecuencia tba cubierto de una nube blanca Berthelot, comentando " to pasage Etnog. p . 29 ) . añade ; «Estas masas de vapors flotantes pueden tomar diferens LIBRO TERCERO . 57 VIII . EL PRÍNCIPE DE LA FORTUNA . Dos años despues del reconocimiento intentado por el Rey de Portugal, se verificaba en Aviñon , Córte á la sazón de los Romanos Pontífices, una extraña y grotesca ceremonia . Don Luis de la Cerda, Conde de Clermont, biznieto de San Luis y de D. Alonso el Sabio , desheredado del trono de España , Ꭹ deseando encontrar una corono real que ceñir á sus sienes , habia solicitado del Papa Clemente VI la investidura del Reino de las Canarias, y el Papa, usando del derecho que tes formas; la mas comun es la triangular , en razón á que la nube , que cubre las vertientes del Teide , se extiende entonces hacia su base, adelgazándose en la cima . En este caso los habitantes de Tenerife dicen , que el Teide tiene sombrero, indicio cierto de viento del O. E. acompañado de lluvia.» 58 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . todos le reconocian entonces, de disponer á su antojo de los pueblos y de sus jefes temporales , accediendo á este deseo , le habia donado la soberania del archipiélago afortunado en féudo perpétuo , bajo el título de Príncipe de la Fortuna , y con la obligación de pagar anualmente á los Pontífices , el dia de San Pedro y San Pablo un censo ó tributo de 400 florines de oro, puro y bueno, con el peso y cuño de Florencia . (1) La ceremonia de esta coronación , era la fiesta que se celebraba en la nueva Córte del Papado , allá por los últimos dias de direcorriendo el Príncipe ciembre de 1344 , las calles de Aviñon con una lucida cabalgata, y llevando corona en la cabeza y cetro de oro en las manos con la inscripción Faciam Principem super Gensiguiente: magnam. — tem Una copiosa lluvia, dice Petrarca (2), testigo de esta singular escena, obligó al Príncipe á retirarse apresuradamente á su posa- ( 1 ) Labula se expidió el 15 de Noviembre de 1344 . En la fórmula del juramento , que prestó el Principe , se encuentra el nombre de las Islas en esta forma: -Ego Ludovicus de Hispania , Princeps Fortuniæ, fateor et reconosco me infrascriptas Insulas , videlicet Canariam , Ningarian, Pluviariam , Junoniam , Embroneam , Athalantican . Hesperidum , Cernen . Gorgoniden et Goletam (2) Vit. Solit lib . 2, trat. 6. c . III. LIBRO TERCERO. 59 da, juzgando todos como de fatal augurio tan inesperada interrupción . Entre los Reyes á quienes el Papa participó la creación de este nuevo Reino y el nombre del agraciado (1 ) , hubo dos que protestaron enérgicamente contra esta disposición de Clemente VI: el Rey de Inglaterra , (2) porque su embajador en Aviñon habia creido que por islas afortunadas se entendia las Británicas ; y el Rey de Portugal , por estar situados sus dominios próximos al Africa, y hallarse tan recientes sus exploraciones sobre aquel litoral, creyendo que todo esto le daba un derecho preferente á su conquista. Apoyado en estas razones escribia Alfonso IV al Pontífice , una extensa carta , de la cual copiaremos los siguientes párrafos : « Atendiendo á que las islas afortunadas están mas cerca de Nos , que de cualquiera otro Príncipe.... mandamos allí algunos de nuestros súbditos, que exploraron el país, los cuales abordaron á dichas islas, se apoderaron violentamente de algunos hombres , animales y otras cosas , y los condujeron con gran placer á nuestros Reinos . Pero, (1) Fueron éstos , los Reyes de Francia , de Sicilia , de Aragón , de Castilla y de Portugal , el Delfin y el Dux de Gènova . (Raynaldo , t . 4. °, p. 211.) (2) Heylin's Cosmography , citado por Jorge Glas. 60 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . cuando pensábamos enviar una armada, que conquistase las referidas islas, con gran número de caballeros y peones , nos lo impidió la guerra que sosteniamos con el Rey de Castilla , y despues con los príncipes sarracenos . Todo esto, por ser notorio, estamos seguros de que no lo ignoraba . S. S. , y tomándolo en consideración los embajadores que ha poco enviamos á S. S. , como nos consta de la relación literal del predicho D. Luis, juzgaron , y nó sin motivo , que se nos agraviaba con la concesión hecha al infante, y asi lo manifestaron á S. S. » (1) El infante, entretanto , habia escrito varias cartas pidiendo protección y auxilio , y se había trasladado al Reino de Aragón, donde D. Pedro IV, que deseaba tener ocasión de molestar á los reyes de Portugal y Castilla , ( 2) le tuallar y facilitó los armar medios de avi- en guerra tres carabelas , con las cuales salió de Cádiz en Abril de 1345. (3) (1 ) Publicada en las Memorias de la Academia de Ciencias de Lisboa . T. 6. " , P. 1. ' , p. 10 . (2) Aunque el Rey de Castilla en carta escrita al Pontifice en Alcalá de Henares , el 13 de marzo de 1345 , no se opone a la investidura de D Luis de la Cerda, es notorio que secretamente buscó los medios de que abortára la empresa. Véase Salazar de Mendoza , lib . 3.º (3) Zurita , Anales de Aragon, iib , 20 , c . 39 , 61 LIBRO TERCERO . Ya en el mar , Sudeste, para enderezó seguir su su rumbo al viage, llevando siempre á la vista las costas de la Mauritania y las montañas del Atlas . La navega- ción fué molesta y peligrosa por las corrientes y vientos , que sin cesar arrojaban los buques sobre la costa, amenazando con la muerte ó la esclavitud al infante y sus nuevos súbditos. Hallábase una de estas carabelas mandada por el aventurero español Alvaro Gue- 1 rra, capitan audaz, acostumbrado á desafiar diariamente los vientos , los escollos y los mares, y el cual habia tomado una parte muy activa en la expedición , con esperanza de hacer una grande y rápida fortuna en aquellas lejanas y celebradas islas . Viendo , pues, éste, que el infante estaba pesaroso de su empresa, y deseaba encontrar un pretexto para volver á Europa, apoyó su deseo , y le convenció de que era más acertado y propio de su alta dignidad , dejar que se explorase primeramente el país , y se le informára de sus recursos y medios de resistencia, antes de aventurarse en aquel suelo enemigo, y exponerse á un descalabro . En su consecuencia, brindóse Guerra á servir con su persona y carabela de precursor al príncipe, proposición que éste acogió con vi- HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 62 vísimo placer, retrocediendo á Cádiz con las dos naves restantes. Alvaro, entonces, se adelantó sólo hácia el nuevo Reino , y aportó á Lanzarote, de la cual tomó posesión al descubrirla , dándole el nombre de isla del Infante. En ella pa- rece que encontró algunos europeos , abandonados allí por expediciones anteriores, á quienes dió parte de la Bula pontificia, recibiendo á todos con cariño , lo mismo que á los insulares , muy agenos éstos del noble amo á quien el Papa los habia cedido . Su posesión no se limitó á Lanzarote, si no que se extendió á todos los paises comprendidos dentro del rádio de cien leguas; pero sin atreverse á reconocerlos . Limitóse, pues, á visitar aquella isla, y aunque la primavera cubria de flores el suelo, y una vegetación frondosa descendia desde las montañas, dando un aspecto risueño á los valles del interior, comprendió luego , que aquel pedazo de tierra africana, tostado por el sol, trastornado por los volcanes , y sitiado por las arenas , nunca llegaría á ser para el infante una tierra de promisión . Ello fué, que Alvaro Guerra abandonó la isla, y volvió á España, pudiendo sospecharse, por la relación de su viage, que D. Luis de la Cerda olvidó su improvisado rei- LIBRO TERCERO . 63 no, muriendo luego en la batalla de Crecy ( 1346) , en defensa de su patria adoptiva. (1) Algunos autores , confundiendo esta expedición con otras verificadas por españoles en el mismo siglo, suponen que dos galeras del Príncipe de la Fortuna salieron de Cádiz , y abordaron á la isla de la Gomera, donde sus tripularios sostuvieron una reñida lucha con los isleños, teniendo al fin que reembarcarse con grandes pérdidas . ( 2) Otros aseguran que la expedición se dirigió á la Gran-Canaria, en cuyas playas tuvo el mis- (1 ) Estos pormenores están tomados de las noticias que contienen unos mss . de Diego Ordoñez , depositados en la a Bib . del Escorial , y citados por Osuna . Comp . de Hist . de Canarias . (2) Véase lo que dice Benzoni en su Historia del mondo nuevo: -Si legge nell'istorie del Re don Pietro d'Aragona, cuarto di questo nome , che l'anno 1334 venne á lui un gentif' huomo Spagnuolo nominato Don Luigi dalla Corda (sic) , huomo de grande isperienza nelle cose della guerra, il quale per esserli , succeeso tutte le sue imprese prosperamente , egli stesso , arrogantemente si haveva posto per sopranome Principe della Fortuna . Costui domandó al Re aiuto et favore per conquistare l'Isole di Canaria, et proveduto di denari per armar due caravelle con quelli se parti de Calice , et in breve giunse alla Gomera ; et quivi messo in terra cento e' venti huomini , furono da gl ' Isolani con tanto ardire et ferocitá d'animo assaltati, che la magglior parte di loro restarono uccisi ; gli altri , parte si salvarono alle caravelle natando , et parte con la barche sani vi aggiunsero , et insieme col Capitano , il quale si conosceva haver perduto il principato della fortuna , tristi et dolenti in Espagna se he tornarono.Fol. 176 vto . Venecia. 1572. 64 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mo desgraciado éxito . Pero, sea lo que fuere, solo puede asegurarse, que el Príncipe de la Fortuna no llegó nunca á sus Estados y los viages emprendidos en su nombre no dejaron por tanto otro recuerdo en el pais , que el de los aventureros llegados periódicamente á sus costas , donde se llevaban prisioneros á los isleños para venderlos como bestias de carga en Europa. 65 LIBRO TERCERO. IX . CATALANES Y NORMANDOS . Al mediar el siglo XIV, las empresas ma rítimas hácia desconocidos paises se sucedian sin interrupción , en álas de la fé , de la curiosidad ó del lucro . Distinguíanse en este peligroso ejercicio los catalanes , normandos y mallorquines , y algunas ciudades del extenso litoral ibérico . En 1346 salia del puerto de Palma de Mallorca el catalán Jáime Ferrer, con destino á Rio del Oro en una Galeaza de remo y vela, como aparece del célebre mapa que lleva su nombre , sin que despues se volviera á tener noticia alguna de su expedición . Se conjetura su paso por las Canarias . (1) (1) Graverg en sus Anales de Geog. y Estad . , t . 2.º , p . 290 , dice, refiriéndose á un antiguo mss . encontrado en los archivos de Génova : -El catalan Juan Ferne (Jaime 5 TOMO II. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 66 Tan conocidas iban siendo yá las costas meridionales del África, que no es fácil enumerar las expediciones que á la fama de sus riquezas allí se dirigian . Se dice que los normandos se establecieron en rías, Guinea, fundando extensas facto- y levantando fortalezas , como consta de tratos y convenios entre los armadores y marinos de Rouen y además, que Dieppe. en noviembre navios salieron de sabe, esta última ciudad, dejando atrás las islas zaron hasta (1 ) Se de 1364 dos Canarias , se Boulombel, llamado y avan- despues en septiembre de 1365 algunos comerciantes de Rouen, aso- Sierra Leona; (2) y que ciados á otros de Dieppe, aparejaron cuatro navios para seguir explorando aquella Ferrer) , salió de la ciudad de los Mallorquines en una Galeaza , el dia de la fiesta de San Lorenzo , que es el 10 de agosto del año del Señor de 1346 , con el obgeto de ir á Rio de Oro , sin que despues se hayan recibido noticias de dicha nave . Este rio por su longitud se llama Vadamel, y tambien del Oro , porque en él se recojen pajuelas del mismo metal. Los pueblos que habitan aquellas regiones , se ocupan en recoger el oro del Rio , que tiene una legua de largo, con la profundidad necesaria para fondear los mayores buques ( 1) Véanse las obras siguientes: -Recherches sur les Voyages et deconvertes des navigateurs normands en Afrique par Mr. Estancelin , p . 7 y 14 . -Hist. des anciennes villes de France par Mr. Vitet.Dieppe , t . 2. , p.ª 1 á 36 . (2) Relation de Costes d'Afrique etc. , par Villault de Bellefond p. 410 . 67 LIBRO TERCERO costa, y buscar nuevos mercados , de cuyo viage trajeron á Europa un cargamento de marfil, y algunas cantidades no despreciables de polvo de oro. (1) Con estas ventajas las repetian, y de expediciones se este movimiento marítimo resultaba un conocimiento más exacto del archipiélago , que necesariamente servia de punto de recalada á atreverse aún á los buques , por no separarse mucho del con- tinente . Todavia podríamos aducir otra prueba ménos dudosa de que el grupo afortuna- do era perfectamente conocido en las principales naciones de Europa, estudiando el texto de la Bula que el Papa dirigió á Urbano V los Obispos de Barcelona y Tor- tosa, recomendándoles acelerasen el viage de algunos misioneros, que deseaban trasladarse á estas islas, cia el y en cuya Bula de- Pontífice :-Que sus amados hijos Beltran de Marmando y Pedro de Estrada le habian informado como en Canaria y demás islas adyacentes , llamadas Fortu- nadas , habia gente de uno y otro sexo, que no teniendo más ley ni secta que ración del (1 ) Sol y de la La misma obra , p . 415, Luna, la ado- seria muy 68 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . fácil reducirla á la fé de Cristo por medio de la predicación bra. Que algunos y clérigos seculares , de la misma de su divina encendidos en cristiana fé, y la misericordia pala- mendicantes religiosos el celo confiando en Omnipotente, de Dios taban aparejados para navegar es- á aquellas predicarla y convertir á sus islas , á fin de moradores , si fuese del agrado del Papa y de la Santa Sede .— (1 ) Se asegura que esta Bula, Vitervo el 2 de septiembre solicitada por algunos á de fechada en 1369 , fué quienes cartas ó noticias recibidas de la Gran-Canaria , presentaban como empresa fácil la sumisión de esta isla á la fé de Cristo . (1) Oder. Rayn. an. 1369, n . 14. 69 LIBRO TERCERO . X. GALLEGOS Y ANDALUCES . El viage de Alvaro Guerra, aunque poco fructuoso , despertó en algunos mercaderes el deseo de asociarse, y enviar nuevas expediciones que estudiasen mejor el país, y explotaran con ciertas precauciones sus productos . Nuestras crónicas aseguran (1) , que en el año de 1360 dos buques mallorquines aportaron á la Gran-Canaria, y entablaron pacíficos tratos con sus moradores , habiendo llegado la confianza de éstos hasta permitir que se levantasen dos humildes Ermitas, una al naciente en los arenales del puerto de las Isletas , bajo la advocación de Santa Catalina, y otra al poniente en la aldea lla( 1 ) Abreu Gal . , p . 22. - Castillo . p . 17. - Este último historiador es el que fija la fecha que damos en el texto . 70 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mada despues de San Nicolás , dedicada al Santo del mismo nombre, en cuyas Ermi- tas colocaron unas imágenes, que ellos tos- camente labraron . (1) Algunos años más adelante naufragó en la misma isla de Gran-Canaria, junto al barranco llamado Niginiguada , un buque español que iba de S. Lúcar á los puertos de Galicia, y al cual mares contrarios y vientos borrascosos arrastraron á estas latitu- des . De los treinta y seis hombres de que se componía la tripulación, perecieron ahogados veinte y tres , salvándose trece, que fueron cariñosamente recibidos por el Guanarteme ó soberano de la isla, inclinado á tratarlos favorablemente , por el grato recuer do de la expedición anterior . Capitaneaba el buque Francisco López que fué uno de los ahogados . (2) (1 ) Estas noticias no tienen ningun fundamento sério , pues si bien es cierto , que el Sr. Ob . D. Fernando Suarez de Figueroa mandó enterrar unas imágenes, que estabau en dichas ermitas , porque su mala construcción distraia la piedad de los fieles , no hay razones para creer tu viesen tan remoto origen , debiendo principalmente recordar , que ni Bethencourt, Rejon ni Vera encontraron en pić esos oratorios . (2) Castillo nos ha conservado el nombre de algunos de estos náufragos , aunque sin citar la fuente de donde toma esas noticias. Llamábanse , Andrés Suarez , Juan Romero , Andrés Galindo , Juan Hernandez , Ignacio de Fuentes , Antonio Lopez y Francisco Tellez de Sevilla , hermano del capitan . Descrip. hist , p . 30. - 1848 . 71 LIBRO TERCERO. Los náufragos despues de ser regalados con carne asada , miel y gófio (harina de cebada) , fueron puestos en libertad , y distri- buidos por toda la isla, dedicándose á la- brar cuevas, fabricar casas, doctrinar secretamente á varios jóvenes en los misterios de la religión y bautizarlos luego . Así estuvieron once años , hasta que, los Canarios con las frecuentes exasperados piraterías de que eran víctimas , y suponiendo , no sin alguna razón, que estos ataques provenian de ocultos avisos enviados por los españoles , siempre que tenian ocasión oportuna, los redujeron á prisión un día, en unión de cuatro guipuzcoanos Sevilla, y que por causas tres naturales fortuitas de estaban tambien en la isla, y reunidos en consejo deliberaron matarlos, arrojando á dos ellos, que parece eran frailes, de á la sima de Jinámar, profundidad sin fondo conocido , respiradero de algun apagado volcan . (1) (1 ) Grande es la divergencia de opiniones que se observa en nuestros cronistas al narrar este suceso . Abreu Galindo hace de las dos expediciones una . Castillo confunde là de 1380 con la de 1382 , y luego afirma , que las noticias referidas fueron las que dió á Gadifer de la Salle un muchacho que llegó á nado á su navío, segun nos refiere la Crónica de Bethencourt (cap . 32 , p . 66 ) Galindo atribuye la muerte de los cristianos á la pérdida de las cosechas y á una enfermedad pestilencial , añadiendo en seguida: « que con la conversacion habian tomado alguna licencia demasiada , odiosa y aborrecible á los Canarios , » Lo cual comenta Vie- 72 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . En 1377 un noble vizcaino llamado Mar- tin Ruiz de Avendaño, capitán de una es- cuadrilla que vigilaba las costas de Galicia y el canal de la Mancha , llegó con el navío que mandaba á Lanzarote, los temporales . Reinaba lla isla Zonzámas , arrastrado por entonces en aque- casado con la hermosa Fáina . Recibido el español con el mayor cariño por aquelles sencillos insulares , se de- algún tiempo en el país , dejando al marcharse la duda de si una blanca niña, tuvo nacida después como hija de Zonzámas, tuviese un orígen menos legítimo . (1) Llevado también por los vientos , arribó á las Canarias en 1386 otro capitán español natural de Galicia, llamado D. Fernando de Ormel, conde de Ureña , que recorria con algunos buques las costas occidentales de España . Habiendo descubierto la Gomera, ancló en el puerto de Hipare , y desembarcó con los suyos , despues de sostener una sangrienta lucha con una tropa de isleños, mandada por el hermano del Rey de la isla . Éste, que se llamaba Amalahuige, al saber la llegada á sus Estados de un buque ex- ra diciendo: « es menester sospechar, que los vicios de aque llos cristianos fueron mayores que sus virtudes . » -T . 1.º, p. 274. ( 1 ) Ab . Gal . , p . 34 . 73 LIBRO TERCERO. trangero, acudió con mayor número de gente al sitio del combate, y bloqueando el cerro de Argodey, donde se habian rado los españoles , atrinche- les obligó á rendirse. Generoso como todos los canarios , el Rey Amalahuige perdonó á sus injustos agresores , y hasta olvidó la pérdida de su hermano, muerto valerosamente en la refriega, regalando á los extrangeros durante muchos dias, permitiéndoles reembarcarse libremente, y aceptando, dicen, la ceremonia del bautismo . El Conde de Ureña obsequió al Rey con vestidos y armas , y dejó en la isla á su capellán, para que continuára la obra de conversión, inaugurada felizmente, aún en medio de una agresión tan sangrienta como injustificada . (1) En junio de 1393, refiere otro historiador (2), se apareció una escuadrilla de seis buques españoles Gran Canaria, sobre las costas de la y despues de reconocer la isla, fondeó enfrente de la entrada del barranco de Telde . Colocadas en buen órden ( 1 ) Ab . Gal , p . 43. Este autor , al referirnos ese suceso , nos habla de dos expediciones, una ejecutada por D. Fernando Orimel , Conde de Ureu , y otra por D. Fernando de Castro , ambos gallegos . Viera resuelve la cuestión , aunque sin citar otra autoridad que la de Ab . Gal . , suponiendo fueran ambas expediciones una , y dando al gefe los dos apellidos de Ormel y Castro . (2) Marin y Cubas . L. 1 , °, cap . 3.º, mss . 74 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS sus lanchas , desembarcó su gente en son de guerra sobre aquella playa, dirigiéndose al Distrito de Jinámar, para salir al encuentro de los isleños , que se habian retirado y hecho fuertes en un bosque de olivos silvestres, que cubria las faldas de las montañas por donde, hácia el valle . poniente, se cerraba el Nuestro autor añade, que buscando un soldado castellano una senda que le condujese á la playa , yendo á pié con espada y rodela, descubrió el mar desde lo alto de un collado , y vió que la escuadrilla acudia á toda vela á protejer á los suyos ; entonces , como se viera acosado de cerca por los canarios , no teniendo medio alguno de defensa, se lanzó desde una altura de mas de 400 brazas al mar, y cayendo sobre su rodela , en dos braceadas se fué á su navío . De ahí viene, añade Marin y Cubas, que refiere este cuento, el nombre que aun conserva aquel sitio , de salto del Castellano. Esa misma expedición, según dicho cronista, fué la Lanzarote, isla, Tingua-faya, de sus vasallos , bras, que, aprisionó á cayendo luego al Rey su esposa de y con gran cantidad sobre aquella á 160 de ca- cuero y sebo, y rica con esta presa regresó á Sevilla de donde los buques ha- 75 LIBRO TERCERO bian salido . (1) Otros autores colocan esta expedición en 1399 , dándole por jefe á Gonzalo Peraza Martel, señor de Almonaster, con cinco navíos tripulados por andaluces y otros aventureros de Vizcaya y Guipúzcoa, licencia y beneplácito de Enrique prévia III (2), añadiendo algunos, que los expedicionarios no se atrevieron á desembarcar en Teneri- fe, porque estaba el Teide en erupción . (1 ) En la Crónica de Don Enrique III . ( Bib . de Autores Españoles , t. 66, p . 214) se dice lo siguiente: -En este año , estando el Rey en Madrid , ovo nuevas como algunas gentes de Sevilla é de la costa de Vizcaya é de Guipúzcua armaron algunos navios en Sevilla , é levaron caballos en ellos é pasaron a las islas que son llamadas Canarias , como quier que hayan otros nombres, é anduvieron en la mar fasta que las bien sopieron . E dixeron que fallaran la isla de Lancarote , junta con otra isla que dicen la Graciosa , é que duraba esta isla en luengo doce leguas . Otrosi la isla de Forteventura , que dura veinte é cinco leguas. Otrosi la isla de Canaria la grande , que dura veinte é dos leguas en luengo é ocho en ancho . Otrosi la isla del Infierno , que dura veinte é dos leguas en luengo , é mucho ancho . Otrosi la isla de la Gomera, que dura ocho leguas , é es redonda. E á diez leguas de la Gomera ay dos islas , la una dicen del Fierro é fa otra de la Palma . E los marineros salieron en la isla de Lanzarote é tomaron el Rey é la Reina de la isla, con ciento é sesenta personas, en un lugar é trajeron otros muchos de los moradores de la dicha isla , é muchos cueros de cabrones , é cera, é ovieron muy grand pró los que allá fueron . E enviaron á decir al Rey lo que alli fallaron, é como eran aquellas islas ligeras de conquistar, si la su merced fuese , é á poca costa . » (2 ) Véase Viera, t. 1.º, p . 279. -Mariana , Hist . Gen. de España , lib . 16 , c . 14. - Gomara , Hist. G. de las Indias , c. 223. -Zurita , Anales , lib . 20 , cap . 39 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 76 Si hemos de dar crédito á Marin y Cu- bas (1), parece que los mallorquines llega- ron á poseer en la Gran-Canaria algunos puertos escogidos para su comercio . En la rada de las isletas habian conseguido levantar una casa fuerte con el nombre de Er- mita de Santa Catalina , segun timos , construida de antes adver- gruesas y altas pare- des; y en Arguineguin poseian una cueva; que la tradición consagraba al recuerdo de San Avito. Al oeste, cerca del monte ma, se alzaba tambien Tir- otra pequeña Igle- sia, parte de cueva y parte de sillería; y por último en Gaete (Agaete), que se supone recibió este nombre de los italianos , se veía otra casa fuerte, llamada por ellos mismos. Roma, defendida con fosos y saeteras , que solo por traición podia ser tomada . (2) Otras expediciones pudiéramos aun ci- tar, pero de tan incierta fecha, y con por- menores tan exiguos y contradictorios , que en vez de ilustrar la historia , la anublan y oscurecen. Cerremos , pues, aquí el estéril período del siglo XIV, y entremos de lleno (1 ) Marin y Cubas. Parte 4." , cap. 3.º ( 2) Mario y Cubas no cita las fuentes de donde tomó estas y otras peregrinas noticias que nos dá en su obra, porque la tradición que invoca , conservada cerca de siglo y medio por gentes rudas é ignorantes , no merece confianza al historiador . 77 LIBRO TERCERO . en ese otro fecundo siglo , el XV, que se abre con la conquista definitiva del archipiélago, durante cuya brillante época los documentos principian á reunir todas las condiciones de precisión y veracidad , que llevan á la mente del historiador la certeza de los hechos recogidos , bajo cuyas sólidas bases se van desarrollando mientos , y brotando ducciones lógicas , los aconteci- naturalmente las de- que de ellos se des- prenden. Pero antes de dar principio á esa narra- ción, cumple á nuestro propósito , presentar un cuadro del estado social y político país donde han de tener lugar los sos de su conquista y del suce- colonización , tarea que emprenderemos en el libro que sigue. LIBRO CUARTO . LOS ABORÍGENES I. ETIMOLOGÍA DE LOS NOMBRES DE LAS ISLAS . Ya hemos visto en el curso de esta historia, como la antigüedad , creyendo que el paraiso prometido á las almas se hallaba en algún lugar delicioso y apartado de este planeta, fijó su situación en los confines del mundo entonces conocido , aceptando las maravillosas leyendas de los navegantes, y dotándole con el significativo nombre de tierra afortunada. Las islas canarias, colocadas en una de las más favorecidas latitudes del Globo , envueltas en el misterio de lo desconocido , y rodeadas de un Océano de ignorados límites, 80 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . fueron desde luego designadas como el lugar escogido por los Dioses para que las almas de los justos gozaran de esa eterna felicidad prometida á sus virtudes. Este fué, pues, el primer nombre que se dió al archipiélago , recibiendo después el de Campos Elíseos , mansión de los Bienaventurados, Paraiso de los elegidos , Islas felices, y otros análogos . (1 ) Cuando los progresos de la navegación, rompieron el círculo en que mágicamente se ocultaba el asiento de las Afortunadas, cada isla fué designada por un que varió segun el nombre especial, capricho de los geógra- fos , ó el de los viageros que las iban dando á conocer . Atlántidas tambión se apellidaron, por el recuerdo de la fábula de las hijas del Rey Atlas ; y Hespérides , por aquellas seis don- cellas , que guardaban el jardín de las manzanas de oro, salvadas por Hércules de las piraterías de Busiris . (1) Homerus campos Elysios ad insulas Fortunatas esse testatur his versibus (563 al 568 , Lib . 4 de la Odisea) . Comentario al v . 640 del Lib . 6.º de la Eneida , en la Ed . de Virgilio de Burmanno . Amstel . 1746. Insulæ fortunatæ... quasque ait Sallustius fragm . incert. inclytas esse Homeri carminibus . Com . al v. 735 del Lib . 5 de la Eneida, p . 689 del t . 2.º de la Ed . de Burmanno . Segun afirma S. Bochart la etimologia de Eliseos , viene de la voz hebrea Alizuth , que significa placer ó alegria. 81 LIBRO CUARTO . Parece fuera de toda duda, que á la isla de Canaria se le dió siempre el nombre que hoy lleva, extendiéndose luego esta denominación á todo el grupo . Plinio y Estacio Seboso fueron los primeros que la llamaron asi , haciendo derivar su nombre de los grandes canes que en ella se encontraron , al tiempo de la famosa expedición de Juba, y de cuyos animales llevaron dos al rey de la Mauritania . (1) Esta etimología, aceptada por todos los autores que posteriormente comentaron aquel viage, ha encontrado despues sérios impugnadores . Indudable es que en Canaria no hubo perros de extraordinaria corpulencia, pues los capellanes é historiógrafos de Bethencourt, al describir esta isla, dicen expresamente :<hay en ella cerdos , cabras y ovejas , y perros salvajes, son pequeños . » que parecen lobos , aunque ( 2) Teniendo en cuenta éstas y otras juiciosas observaciones , han aparecido algunas nuevas etimologías , que vamos brevemente á exponer . (1 ) Proximam ei Canariam vocari a multitudine canum ingentis magnitudinis . Plinio, lib . 6.º , cap . 32 . (2) Le Canarien , cap . 69 , p. 129 . 6 TOM. II. 2 82 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Asegura Plinio, que en las vertientes oc- cidentales del Atlas existían unos pueblos llamados Canarios, (1) y tal vez por esta causa llamára Ptolomeo al Cabo Bojador , Caunaria extrema . Pero, ¿procedian estos nombres del que primitivamente se habia dado á la isla de Canaria , ó por el contrario , era la isla la que prestaba su nombre á aquellos pueblos y al promontorio africano? Sea como fuere, no debe olvidarse esta curiosa identidad por la correlación que entre si guardan ambas designaciones . Suponen otros, que el euforbio canariense, férula de los Latinos , ó caña amarga, conocido de Juba, que escribió un tratado sobre este vegetal , dándole aquel nombre, como recuerdo de su médico Euforbio , fué el que prestó su denominación á la Gran-Canaria, haciéndola derivar de Canna. Tomás Nichols, que escribía en 1526 , dá por verosímil esta hipótesis , y añade á este propósito : (2)- « He oido decir á sus antiguos habitantes , que era asi llamada (Canaria), por cierta caña de cuatro faces, que crece en abundancia en el país, de la cual se extrae ( 1 ) «Canarii , Africa populi sunt circa Atlantem . » > Plinio, lib . 5.º (2) Traicte de la Navigation , p . 221. París, 1629 . Hackluyt. Part . 2. , t . 2. °, p . 3. LIBRO CUARTO . 83 una leche, que es un veneno muy peligroso. >>- (1 ) Citaremos, aunque destituidas de todo (1 ) Véase en apoyo de esta opinión , lo que encontramos en la sesión de la Academia de las inscripciones y bellas artes de Francia , del viernes 3 de septiembre de 1875 . -Mr. Derembourg leyó una nota sobre una inscripcion neo-púnica de Cherchell . Esta inscripcion ha sido descubierta en febrero de 1875. en un campo , camino de Tenez , cerca de Cherchell . Indicada por Mr. Schmitter, ha sido adquirida la piedra donde se halla por el Louvre , en donde Mr. Derembourg ha podido estudiarla . La inscripcion está grabada en mármol blanco , y se compone de seis líneas muy bien conservadas , salvo un sitio del sexto renglon , en el que algunas letras han desaparecido por efecto de un choque con otra piedra . Esta inscripcion es curiosa por más de un concepto , y su traduccion hecha por Mr. Derembourg , es como sigue :«Un recuerdo durable á la muger buena é inteligente . Este monumento lo ha erigido Bosch , hija de Abdeschmoum , hijo de Azrouba'al á su madre á causa de su afliccion , despues que hubiese hecho (ya antes ) un signo para los vivos el marido de ella Azrouba ' al el jóven . Ella ha marchado , Hodba'al , hija de Schaklan , su madre, para someterse durante cincuenta años , sobre la Isla de Hoschbar , à la purificacion prescrita , y se ha guardado de ver las aguas de la Caña, y de la isla de Dara, à fin de conservarse feliz , como tambien ella lo ha sido en recompensa de la perfeccion de su obra, ella que se ha dormido á la edad de ochenta años . »— Mr. Derembourg explica cada palabra del texto original en esta forma: Hoschbar, es Kasperia , una de las islas afortunadas , y las aguas de la Caña , ó más bien aguas de Kana (Kana significa caña) indican la Isla de Canaria , que ha dado más tarde nombre al Archipiélago . Dará, á su vez , no es una Isla , sino un arroyo ó riachuelo , Doradae , que desemboca frente á la Isla de Canaria . Parece que el primitivo autor de la inscripcion ha confundido estos dos nombres . El significado de las ceremonias á que se hace alusion , solo puede conjeturarse . Supónese desde luego , que la finada se ha distinguido por una vida de piedad y buenas obras , 84 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . fundamento, las opiniones de aquellos que han pretendido encontrar la raiz de la voz Canaria en dos supuestos hijos de Noé, llamados Crano y Crana, ó en la de Cananeos , que al ser derrotados llegaron en su fuga hasta estas islas . (1) Tampoco nos detendremos en refutar la hipótesis inaceptable de suponer, que el nombre de esa misma isla proviene de la unión de las voces Cananeo y Aria, porque no creemos que estas palabras pudieran haber sido enlazadas , en la acepción que hoy pretendemos darles, por aquellos primiti vos indígenas que poblaron esta parte del archipiélago , aún suponiendo que hubiesen tenido ese común orígen . (2) Quedan, por tanto, como hipótesis pro- bables, la de aquellos que, apoyados en la autoridad de Plinio, encuentran la etimología de Canaria, en la voz latina Canis ; la que la hace derivar de los pueblos del Atlas llamados Canarii , y la que afirma que viene de Canna, por haberse denominado asi el Euforbio, que crece espontáneamente en su suelo . (1 ) Nuñez de la Peña . Lib . 1.º, cap . 2 , p. 15. Viana . Canto 1.º, P, 17 . Calmet. Disert. t. 9 0, p . 2 . (2) Los aborigenes de Canarias , por D. Cárlos Pizarroso, p. 48. - Sta. Cruz . - Imp . Isleña . - 1880 . LIBRO CUARTO . 85 La isla de Canaria era apellidada por sus primitivos habitantes Tamarán ó Tamerán , lo que parece significar en su idioma , país de valientes. (1 ) Desde las primeras entradas de Bethencourt , y aún antes , se la designaba tambien con el calificativo de Grande, que en la crónica francesa vá unido siempre al de Canaria, tal vez para no confundirla con las demás islas , á las cuales desde entónces prestaba ella su nombre. (2) No existe la misma vacilación y oscuridad respecto á la etimología de la palabra Lanzarote. Las repúblicas italianas de la Edad media, que encontraban, como ya hemos di- cho, un venero de riqueza inagotable en el comercio marítimo , enviaban con frecuencia expediciones armadas á aquellos remotos ( 1 ) Osuna . Comp . de la Hist . de Canarias , p . 49. La palabra Tamerán nos recuerda el Tamahou , voz con que los Egipcios designaban á los habitantes de la Libia . (2) La grant Canare contient XX lyeues de lonc et xij de large; et est en maniere de herche, et compte l' en douze lieues de la grant Canare iusquez en l'ille d'Erbanne , et est la plus renommée de toutes les autres illes qui y sont. Le Canarien , p . 127. A este propósito dice el P. Ab . Galindo (p . 40) , despues de referir la derrota de Bethencourt en las playas de Arguineguin: «En esra jornada, que fué año 1405 , dió Betancor á esta isla de Canaria el epiteto y nombre de grande y le dura hasta hoy. » — La Crónica nada nos diee , é ignoramos en donde recogió Galindo esta noticia . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 86 paises, apenas explorados , que la fama dotaba de aromas preciosos , de materias tintoreas y de oro en polvo , expediciones que, á su regreso, realizaban fabulosas ganancias . Debido á esta política mercantil , el grupo afortunado fué reconocido desde los siglos XII y XIII, como favorable al comercio del palo de tinte y á la orchilla, tan estimada como sustancia tintórea. Desde el año de 1275 sé asegura, como ya antes hemos consignado , que un noble genovés llamado Lanciloto Maloxeló, visi- taba con ese objeto aquella isla , la primera que viniendo de Europa se encuentra en esa latitud, y que en sus playas construyó una fortaleza. En comprobación de la autenticidad de este viage , se citan todos los mapas de los siglos XIV y XV, en los cuales se observa siempre, junto á la palabra Insula de Lanzaroto , el apelativo de Maloxelo , Maloxeli , Marogelo ó Maroxello , y debajo el escudo de armas de la república de Génova. (1) (1) Petrarca nos dice : -Eó siquidem patrum memoria Januensium armata classis penetravit . De vita sol. Lib . 2.º , sect . 6.ª , cap . 3.º , p. 277 . En la famosa Crónica de Azurara hay un capitan llamado Lanzarote . Pag. 105 . 87 LIBRO CUARTO . Los mismos capellanes de Bethencourt se encargan de desvanecer hasta la menor sombra de duda, cuando dicen en su crónica: tiguo Habia en la isla de Lanzarote un anticastillo , bia construido que Lancelot Maloesel en otro tiempo , según hase dice.-- (1) Los indígenas daban á esta isla el nombre de Tite-roigatra, palabra cuyo verdadero significado no ha sido posible averiguar (2); apesar de que Marin y Cubas afirma, . que Tite es el nombre de un pueblo situado en África, entre Mazagan y Mámora , y que de ahí se deriva aquella voz. (3) Con lo dicho desaparecen las ridículas suposiciones de los que han pretendido encontrar la etimología del nombre de esta isla en la palabra francesa Lanzot, (4) ó en la española de Lanza-rota . (5) El mismo Marin y Cubas, en su obra inédita sobre el descubrimiento y conquista de estas islas , nos afirma que tambien era llamada por sus naturales Toicusa. Los capellanes é historiadores de Bethen- (1 ) (2) (3) 13 . (4) (5) Le Canarien . Cap . 32 , p . 50. Edición de 1874 . Le Canarien , p . 134 . Hist. de las siete islas de Canaria . Ms. P. 1. * , cap . Viana . Canto 2.º , p . 38 . Nebrija . Lib . 2.º, Dec. 2. , cap . 1.º 88 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . court, al ocuparse de Fuerteventura , la designan con el nombre de Albania y Fuerteventura, constando del átlas catalan, que yá desde el siglo XIV se le conocia con este último nombre . ¿Cuál pudo ser su orígen? Natural es suponer, que algún naufragio ú otra fuerte ó temible aventura, dió lugar á que los navegantes la apellidasen de ese modo. Asegura Jorge Glass , que los franceses ? llamaban á esta isla Fortuite; pero ello es lo cierto, que en la crónica de Bethencourt no se encuentra esa palabra . Con el nombre de Erbania la designaban los indíge- nas de la Gran-Canaria, según la crónica nos refiere (1), siéndonos misma descono- cido el significado de esa voz del dialecto isleño , aunque sospechamos hiciera referen- cia al aspecto nebuloso y fantástico con que aquella se les aparecia, horizonte cuando El islote Lobos se encuentra catalan con la denominación megi mari . estaba el despejado . en el átlas de Insula de (2) En ese mismo átlas se le dá á Tenerife el nombre de Insula del Infierno por el temor que infundia la erupción casi constante del (1) (2) Le Canarien , p . 130 . Le Canarien , p . 13 . LIBRO CUARTO . Teide en aquella época . 89 Prevaleció , sin em- bargo, el de Tenerife, sobre cuya etimología no están de acuerdo nuestros historiadores. Unos aseguran que Tener significaba montaña, é Ife, blanco ; otros , al contrario, pretenden que Tener debe interpretarse por blanca nieve, é Ife por monte alto . ( 1 ) Aquellos suponen la palabra derivada del dialecto tinerfeño ; éstos del dialecto palmense. Cuando á principios del siglo XV recorría sus costas el Baron Normando , todavia, Isla del Infierno ; era apellidada (2) pero al descri- birla en su crónica (3) le da tambien el nombre de Tonerfiz, que parece una inexacta interpretación de Tener-ife. Abreu Galindo nos afirma (4) que en el año en que escribia (1632 ), la llamaban aún sus habitantes en su propia lengua y comun hablar Achinech . Achi era el prefijo que usaban los isleños antes de los nombres propios, para indicar su filiación , y nech nos recuerda el nombre de Chiner ó Tiner, indudablemente el de la Tribu que habia poblado primitivamente la isla . Asi pues , no creemos desacertado suponer, que Atchi-nech (1) (2) ( 3) (4) Viana. Canto 1.º , p . 21 -Ab . Gal…. P. 190 . Le Canarien , p . 104 . Le Canarien , p . 123 . Abreu Galindo , p . 190 . 90 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . pudiera traducirse por Pueblo ó Tribu de Chinerf. Sabido es tambien, que Guan-nech ó Guan-che significaba hijo de Tenerife , y en esta voz volvemos á encontrar los componentes de Achi-nech ó Atchi-nerfe . La Gomera se llamaba asi desde el siglo XIII , y esa denominación se le ha conservado en el mapa de Jaime Ferrer, y en la Crónica (1) ¿Quién le asignó de Bethencourt. ese nombre? Bertherlot pretende (2) , que proviene de la palabra Ghomerah ó Ghomarah con la que era conocida la tribu bereber que habia poblado aquella isla en épocas desconocidas. Viera (3) aventura la hipótesis de que se derivaba de la goma que daban sus numerosos lentiscos ; y otros historiadores pretenden , que algún navegante español, llamado Gomez, le impuso su apellido . Todas estas suposiciones parecen verosímiles , sin que hoy existan datos suficientes para resolver la cuestión en uno ú otro sentido . La etimología de la Palma es todavia más oscura. Afirman unos que los Mayorquines le impusieron este nombre, como recuerdo de la capital de las Baleares , (1 ) Le Canarien , p . 68 . (2 ) Etnografia, p . 225 . (3) Noticias , t . 1. " , p. 55 . y suponen 91 LIBRO CUARTO . otros que se deriva de la antigua Planaria de Plinio, porque mirada desde alta mar desaparecen sus numerosas quebradas , y toma la figura de una elevada planicie . Sus naturales la llamaron Benahoave , que significaba mi tierra (1) , palabra que, según nos asegura Bertherlot, trae su orígen de Beni-Haouarah (2) , esto es , de la tribu de los Haouarithas , que á su juicio poblaron aquella isla . La de las palmas, la apellidan los Capellanes de Bethencourt (3); numerosas palmeras que ¿seria por las cubrian sus va- lles? Réstanos hablar de la etimología del Hierro, denominada desde el siglo XIV isla del Fero . Suponen varios escritores que esta palabra trae terna ó fuente país, si bien que sus su de Héros , cis- en el antiguo dialecto del Abreu Galindo (4) asegura , naturales la llamaban Eceró, decir, fuerte, y que al ñol, raiz se convirtió sin traducirla al esfuerzo es espa- alguno en Hierro . (5) ww w (1 ) Abreu Galindo , p . 168 . (2) Etnografia, p . 225 . (3) Le Canarien , p . 70 . (4) Abreu Galindo , p . 46 . (5 ) Von Loeher (p . 123) asegura que Esceró viene de la voz goda eisarn- (hierro) . 92 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Viera crée que para darle este nombre se tuvo en cuenta del país (1 ), sin fijarse que en ese caso, to- el aspecto ferruginoso do el grupo hubiera merecido ese califica- Maestro Sarmiento (2) preten- tivo . El P. de, que, llamándose en griego la Diosa Juno, Hera, y en el dialecto jónico , Here , la Junonia menor de Plinio se convirtió en Hero, de donde con el tiempo se tellanizó, adoptándose el lleva . (3) cas- que actualmente (1 ) Noticias, t. 1.º, p . 58. (2) Demostración , apol . Disc . 18. (3) Expondremos á continuación los nombres que se dieron en la antigüedad á las Canarias y sus equivalencias , segun los autores que á continuación citamos : Hierro Ombrion ó Pluvialia. Palma -Junonia mayor . Gomera-- Junonia menor. Nuñez de la Peña. Tenerife- Nivaria Canaria- Canaria , Fuerteventura- Planaria. Lanzarote Capraria . San Borondon- Aprósitus . Hierro-Ombrion . Palma - Junonia mayor Gomera--Junonia menor . Fr. José de Sosa . Tenerife- Nivaria . Canaria-Canaria. Fuerteventura- Capraria. Lanzarote Pluviaria. Hierro Capraria . Palma-Onibrion . Gomera-Junonia . Tenerife- Nivaria . Berthelot. Canaria -Canaria . Fuerteventura Lanzarote -Purpurarias . LIBRO CUARTO . 93 Esto es , resumiendo tan opuestas conje- turas , lo más notable que se afirma sobre la etimología de los nombres llevados hoy por las siete islas del grupo . La cuestión no reviste á nuestro juicio una importancia con lo expuesto , se sis que parezca capital, y creemos que podrá elegir la hipóte- más verosímil, entre las diversas que dejamos indicadas. Osuna. Chil. Tenerife-Ningaria ó Nivaria. Gomera- Junonia . Palma-Aprósitus. Hierro Hero . Canaria- Canaria . Fuerteventura- Capraria ó Casperia. Lanzarote Pluitana. Hierro-Junonia minor . Palma-Ombrion . Gomera-Junonia major. Tenerife- Nivaria. Canaria- Canaria. Fuerteventura-Capraria. Lanzarote y sus islotes- Purpurarias. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 94 II. LA RAZA INDÍGENA . Numerosas son las noticias que la antigüedad nos ha conservado más ó ménos sobre las islas próximas al estrecho gadita- no, y no es posible, racionalmente juzgando , como ya lo hemos demostrado , dudar de las Canarias que fueran conocidas y las naciones , que sucesiva- visitadas por mente se enseñorearon de la gran cuenca marítima del Mediterráneo . Sin embargo, no revisten esas noticias un carácter indubitado , sino cuando Juba , deseando ensanchar los límites occidentales de su monarquía, envió la expedición ex- ploradora, de que Plinio nos Historia Natural, y que habla en su antes hemos ex- tensamente comentado. Al examinar de nuevo ese curioso frag- 95 LIBRO CUARTO . mento, de tan subido valor para la primitiva historia de estas islas, que nada observaremos , allí sobre los habitantes se dice que poblaban el grupo , al tiempo en se verificaba que aquella excursión . A pesar de tan extraño silencio , todo nos induce á suponer, que las islas estaban habitadas en aquella época, como es fácil convencerse, estudiando la citada relación . La primera isla que los enviados de Juba visitaron , se llamaba Ombrion, no ofrecia vestigio alguno de edificios, pero tenia en la cima de sus montañas un estanque. (1 ) De estas palabras se deduce claramente , que toda su extensión, recorrieron la isla en creyendo oportuno consignar, que no te- en rigor no prueba nia edificios , lo que cual careciese de habitantes, porque éstos podian vivir en cuevas, como se observó luego durante el período de la conquista . Tampoco nos dice Plinio si el estanque ó lago era natural ó artificial, circunstancia que hubiera aclarado mucho nuestras dudas . Mas adelante añade, que en mayor, nombre Junonia que daba á otra isla , exis- tia un pequeño templo fabricado de piedra (1 ) « Primam vocari Ombrion nullis aedifitiorum vesti giis : habere in montibus stagnum ………» 96 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . y que (1 ) en Canaria se descubrian restos de edificios (2), lo cual sin duda alguna resuelve afirmativamente la cuestión , porque es más lógico suponer, que aquellos que levantaron ese templo y esos edificios se re- fugiaran en los montes á la aproximación de los Mauritanos , antes de dar por cierto , que los autores de esas construcciones hubiesen abandonado el país donde habian encontrado asilo . Despues de Plinio nos hallamos á la distancia de diez siglos con el viage del árabe Ben Farrouck, en cuya relación nos habla éste con claridad y precisión de los habitantes del archipiélago, deteniéndose en describirnos el estado de cultura de la Gran-Canaria, y asegurándanos que en esta isla existia un gobierno constituido, con su Rey ó Guanarteme á la cabeza, sus Guaires ó Consejeros , como cámara consultiva, un pueblo agrupado en caseríos, una morada fastuosa, aunque rústica, para el Jefe del Estado, costumbres dulces y patriarcales , que per- mitian recibir con cariño á los extranjeros y entablar con ellos negociaciones , por decirlo asi, internacionales ; una civilización (1) «Alteram insulam Junoniam apellari , in ea aedicu . lam esse tamtum lapide exstructam .>> (2) ... apparentque ibi vestigia aedificiorum . 97 LIBRO CUARTO . relativamente avanzada , série fin, que revelaba una no interrumpida de progresos ; y en como inmediata consecuencia de esta sociabilidad , una permanencia secular en el suelo , necesaria para la realización de aquellos adelantos . Despues de este dudoso viage se nos presenta el de Angiolino del Tegghia, que es aun de mayor importancia, por las exactas observaciones que en él se consignan, res- pecto á las cualidades físicas de los isleños , y por su indubitada autenticidad . Dícenos, en efecto, que los cuatro prisioneros recogidos en las playas de la GranCanaria , tenian hermosas facciones, que sus cabellos eran largos y rojos , ó con más exactitud , de un rubio dorado , y que su estatura no excedia de la de los europeos, siendo membrudos, muy atrevidos y vigoro- sos. (1) Añade el piloto, á quien debemos estas noticias , que en su mayoria andaban desnudos los indígenas , pues solo algunos vestian toneletes de pieles de cabra ó tejidos de junco ó palma , pintados de amarillo y (1 ) Quatuor vero homines, qui portati sunt, aetate imberbes , decora facie… sunt autem incircumcisi et crines habent longos et flavos usque ad umbilicum ... magnitudinem vero nostram non excedunt ; membruti satis audaces et fortes, et magni intellectus, ut comprehendi potest. 7 TOM. II. 98 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . rojo, cuya última observación creemos debe referirse solamente á los hijos de la GranCanaria. Su lenguage era vivo y dulce co- mo el italiano , su canto suave, y su baile muy semejante al de los franceses . (1) Tales eran los canarios al mediar el siglo XIV . Veamos ahora como eran descritos por los capellanes de Bethencourt, al principio el siglo XV. « Id por dar todo el mundo, dicen éstos (2), y no encontrareis en parte alguna gente mas hermosa ni mejor formada, que la que se halla en estas islas, asi hombres como mugeres , siendo grande su entendimiento , si tuvieran enseñanza . » Y hablando de la conquista añaden: (3 ) de Erbania, « Monseñor ha encontrado en esta isla gente de gran estatura, fuertes , y muy firmes en su ley . » - Respecto de los herreños cuentan , que « hombres y muge- res eran gentes muy hermosas . »-Y lo mismo repetian de los habitantes de la Palma (4), añadiendo que alcanzaban larga vida . De Tenerife decian- « que era numerosa su población , y que los isleños eran los más (1) «Cantant dulciter, et fere more gallico tripud'ant, ridentes sunt et al acres, et satis domestici , ultra quam sint multi ex hispanis . >> (2) Le Canarien , cap . LVIII . (3 ) Le Canarien , cap . LXI. (4) Le Canarien, p. 120 C LIBRO CUARTO. 99 atrevidos del archipiélago. » (1) Respecto á los de Gran Canaria, que era entonces la isla mas visitada, manifiestan lo siguiente: - «Las gentes que la pueblan son en gran número y se llaman nobles .... andan desnudos , cubiertos solo con un tonelete de hojas de palma, y en su mayor parte tienen sus carnes labradas con diferentes dibujos , según el capricho y gusto de cada uno; llevan el cabello sujeto por la espalda á manera de trenzas ; los hombres son gallardos y bien formados , y las mugeres muy hermosas, cubriendo con pieles sus partes deshonestas . (2) man, Por último, respecto á Lanzarote afirque « sus habitantes andaban des- nudos y cubiertos solo con un delantal , que les caia de la espalda á la rodilla, sin avergonzarse de su desnudez; que las mugeres eran por el contrario muy honestas y hermosas , vestidas con una hopalanda de pieles, que les caia hasta el suelo . >> (3) Examinando ahora lo que Cadamosto y Azurara nos refieren , con relación á las cualidades físicas y morales de los isleños , observaremos que el primero, en su viage emprendido en 1455 , habla de este modo: - (1 ) Le Canarien , p . 124 . (2) Le Canarien , p . 127 . (3) Le Canarien , p . 134. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS 100 <«< Los canarios son astutos y vivos , corren y saltan en medio de rocas inaccesibles Ꭹ de peligrosos precipicios, con la ligereza de cabras, excediendo á todo lo creible .... el vigor de sus brazos es tal , que algunos golpes son suficientes para romper un escudo en mil pedazos .... tanto los hombres como las mugeres tienen la costumbre de pintarse el cuerpo con el jugo de hierbas de diversos colores , verde , rojo y amarillo .... » (1 ) Y hablando especialmente de los añade de Tenerife « Se hallan siempre en guerra, ma- tándose como fieras . Andan desnudos , exepto algunos que se cubren con pieles . Se untan el cuerpo con grasa de macho cabrío, mezclado con el jugo de ciertas hierbas . No construyen casas , sino viven en las cuevas situadas en los montes . Adoran el Sol , la Luna, las Estrellas y otros diferentes objetos . Toman cuantas mugeres quieren , pero no tocan á su esposa sino despues de pasar la primera noche con su señor . » — (2) Azurara nos refiere que « Los isleños de la Gran-Canaria son entendidos y valien- tes, aunque poco leales y defienden bien (1 ) Delle sette isole delle Canarie e delli loro costumi. Pág. 98 . (2) Op . cit . 101 LIBRO CUARTO . su tierra ( 1 ), andan desnudos , excepto algu nos que traen toneletes de palmas ... Los de la Gomera desprecian el vestido y gozan de las mugeres en común; y los de Tenerife son fuertes y atrevidos Ꭹ viven en cuevas , teniendo algún conocimiento de Dios . >> Hernando del Pulgar, en su célebre cró- nica de los Reyes Católicos, consigna á este propósito Aquellas gentes eran muy agu- das de su natura, é placíales saber y enten der las cosas de nuestra fé.- (2) Esto es lo más importante que, respecto la historia , á los indígenas , nos conserva hasta el momento en que la conquista vino á alterar radicalmente de sus condiciones existencia y sus cualidades morales y físicas, al contacto de otra raza y de otra civilización . Con ligeras diferencias , la población que ocupaba cada una de las islas , al princi- piar el siglo XV, se encontraba en el mismo grado de cultura . daban casi Todos los desnudos , canarios adornaban su anpiel con dibujos , ó la teñian de diversos colores ; solo algunos individuos , más por adorno y distintivo, que por un sentimiento de honestidad, usaban toneletes y delantales (1 ) (2) Azurara . Crónica, p . 376 y 377. Biblioteca de A. A. Españoles , t . 70 , p . 331 . 102 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. de pieles, ó de tejidos de junco ó palma, porque juzgamos que, hallándose al alcance de todos una manera tan sencilla de cu- brirse, y no siendo , sin embargo , su uso general, sino, al contrario, muy limitado , prueba que esto no era producido por ningún principio de moral, fijo y constante, si no tan solo por esa vanidad infantil , que con tanta frecuencia se manifiesta en el estado salvage de toda agrupación humana . Su lenguage, como observaremos luego, aunque al parecer diferente, tenia raices comunes, que probaban su anterior unidad . Fuertes eran todos , ágiles y valientes; todos tambien tenian jefes hereditarios que los gobernasen, y una organización político- social muy semejante entre si . Sus usos y costumbres, sus ideas religiosas , sus enterramientos , sus armas , sus utensilios, sus tradiciones , nos revelan que , nacidos de un tronco común, y aislados luego por especiales circunstancias, los indígenas canarios eran oriundos de una misma raza. Ahora bien: ¿cuál fué esa raza; de donde vino; como llegó á las Canarias? LIBRO CUARTO. 103 III. ORÍGEN DE LOS PRIMITIVOS CANARIOS . Sabido es, que, cuando llegó el momento en que el hombre apareció sobre la tierra, rudo de inteligencia, sin conciencia de sus actos, torpe de sentido moral , inexperto é ignorante, dominado por el instinto de su propia existencia y sin freno en sus apetitos, buscó abrigo en las cavernas y alimento en los bosques, asociándose momentá- neamente tan solo para la conservación de la especie, ó para mejorar y aumentar sus medios de defensa. Despues de este primer periodo , cuya duración no es posible apreciar, medió otro lápso de tiempo , tambien indefinido , en que el hombre, amaestrado yá por una dolorosa experiencia, se armó con hachas de piedra y con groseras lanzas , y osó atacar los ani- 104 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . males , que habian de servirle de alimento. Entonces fué, cuando , saliendo de las cavernas, que diariamente disputaba á las fieras , se instaló en medio de los lagos , como los castores , levantó estacadas , construyó chozas, y se aisló entre las aguas, interponiendo aquella barrera natural al ataque de sus constantes y feroces enemigos . Más adelante, favorecido el hombre por las circunstancias especiales del suelo , por una alimentación más sana, ó por condiciones atmosféricas excepcionales , se multiplicó en términos que los árboles , las plantas, las aves, los peces , y los animales de fácil caza , no bastando á la nutrición de la tribu , se desbordó ésta en todas direcciones, for- mando esas grandes corrientes emigrato- rias , cuyas huellas son tan difíciles de señalar y seguir en esos tiempos anteriores á toda tradición . Entonces , brotaron , por decirlo asi , razas diferentes, que permanecieron más ó ménos estacionarias , según el medio en que llegaron á desarrollarse , y las particulares condiciones de su desenvolvimiento . La co- loración de la piel, el matiz de los cabellos , la forma de las facciones, la capacidad cránea y el ángulo facial se fijaron , siguiendo el tronco más ó ménos puro , que habia 105 LIBRO CUARTO . dado orígen á la agrupación, ó las fusiones que en su trayecto emigratorio habia conseguido realizar con otras razas, avanzando ó retardando su progreso . Parece probable que la especie humana hiciera su aparición en las altas planicies del Asia central, porque esa parte del globo fué la que surgió primero del seno de las aguas , siendo por tanto la que, al solidificarse, recibió en su seno los gérmenes de la vida, tal como habian de desarrollarse en el planeta . Imposible es asegurar hoy, si durante el período glacial estuvo la Europa unida al África , ni si los hielos flotantes soldaron por el Estrecho los dos vecinos continentes , llevando hasta las latitudes subtropicales su baja temperatura . Si este fenómeno tuvo lugar, como todo parece acreditarlo, y la emigración de los que buscaban climas más templados pudo verificarse satisfactoriamente, huyendo sus habitantes del septentrión al mediodia, la solución del problema del orígen de la raza isleña, estaria casi resuelto , porque entonces no es violenta la hipótesis de los que aseguran, que esa raza dueña en la edad de piedra de la Europa central, y llamada de Cro-Magnon, con la cual tantas afinidades 106 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. han encontrado los antropólogos , fuera la misma que por medio de ese movimiento de traslación se trasportara de la Europa al Africa , y del África á Canarias. (1) Pero, dejando á un lado esta hipótesis , que creemos, sin embargo, muy verosímil, y abandonando la cási improbable, geológicamente hablando, piélago unido de suponer este archi- al continente , ó formándo parte de la atlántida ó de un continente terciario sumergido , la opinión que más acertada nos parece es aquella, que hace deri- var la verdadera colonización de estas islas de las exploraciones egipcias, dos mil años próximamente ántes de la Era vulgar, aún concediendo , como concedemos , que en ellas se encontrára ya establecida la raza miserable de la Edad de piedra. La existencia de un pueblo ocupando el Oeste del Egipto , extensa zona conocida con el nombre de Libia , se halla probada hoy por los anales egipcios 4000 años antes de J. C. Llamábase este pueblo Tamahou, palabra que aún, dicen, se conserva en la lengua de (1) En Canarias, y principalmente en la colección de cráncos de Barranco Hondo en Tenerife , ha encontrado M. Hamy muchos, cuyo parentesco éthnico con el de CroMagnon es verdaderamente indiscutible .»- Quatrefages.L'Espéce Humaine . -Pág . 248. 107 LIBRO CUARTO . los kábilas occidentales , con las variantes de Tamahoug y Tamehag, que nos recuerda el Tamerán de los canarios . Sabido es tambien que aquel pueblo invadió diferentes veces el Egipto , y suministró tropas mercenarias á algunas de sus dinastías . Antes de esas invasiones , el tipo líbico ó beréber estaba ya fijado por la mezcla de la raza autóctona con otra venida del norte, cuyo paso al través de la Europa central y de las islas del Mediterráneo está asimismo demostrado en la historia , siguiendo la línea de construcción de los dólmenes . De esta fusión nació el tipo rubio de que hablan las inscripciones egipcias , tipo que vemos figurar en sus grabados y pinturas , y constituye el Tamahou invasor y con- quistador del reino de los Faraones . Este pueblo , pues , dueño de las costas del Mediterráneo y del Atlántico , fué el que extendió sus excursiones hasta las Afortunadas, y las colonizó, fundiéndose con la raza primitiva, que en número muy escaso ocupaba entonces el archipiélago . En efecto , el lenguage, los usos , las costumbres, todo acusa un orígen líbico-egipcio claramente definido , como más adelante tendremos ocasión de comprobarlo con otros HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 108 datos , pudiendo remontarnos para fijar aquella época hasta la cuarta, quinta y sexta dinastias, y en el momento histórico de una civilización , que aún hoy es el asombro del mundo ilustrado . No debe, sin embargo, ser extraña esta colonización á las subsiguientes visitas de los pueblos fenicios , tirios , etruscos y cartagineses, (1) que en sus excursiones sucesivas, y á seculares distancias , dejaron bre el ménos suelo afortunado familias numerosas, más soó que se fundieron lue- go con el tipo indígena. Confirma esta hipótesis la observación de los cráneos , donde se encuentra mezclado el tipo árabe ó semita con el líbico- egipcio y el de Cro-Magnon , fusión ó mezcla que reune mayor ó (1 ) Leemos en la Revue de d' Anthropologie . (Abril de 1881 ) De la platycnemie dans les races humaines , par M. Khuff. -On sait que la platycnemie consiste dans un aplatissement transversal du tibia dans ses deux tiers superieurs avec transformation de la face posterieure de l'os en un bord plus ou moins arrondi . M. Khuff a comparè la largeur du tibia a son diamètre antèro- postérieur —100 sur un grand nombre de tibias possedès par le musée Broca et notamment sur una série de 173 tibias provenant des Grandes- Canaries et donnès par le Dr. Chil . Il conclut que la platycnemie ne parait pas etre un attribut exclusif des races prehistori ques , mais qu'a de rares exceptions près , dont la signification ne lui est pas suffisamment connue, les indices les plus faibles se sont rencontrès jusqu'à prèsent dans les races de la plus haute antiquité.- 109 LIBRO CUARTO . menor suma de ejemplares, según las islas ofrecieron más ó ménos fácil acceso á las hordas inmigrantes . (1 ) El tipo rubio dominante en las Canarias al emprenderse su conquista, era el mismo que habia invadido el Egipto en la época remota antes señalada, pasando primeramente por Sicilia y las numerosas islas del archipiélago de la Grecia, para venir á fundirse con los beréberes, y constituir una disnatia poderosa , que levantó las pirámides , y llevó su avanzada civilización hasta los confines del gran desierto . Pero de todos modos, lo que nos parece fuera de toda duda, por el estudio y exámen comparado de aquellos mismos crá- neos , es que, sobre la antigua raza autóctona, cuyo parentesco con la de Cro-Magnon se halla, científicamente establecida , se su- perpuso otra, venida del litoral africano, que nos revela el tipo rubio, proveniente (1 ) Mr. Bordier en el Congreso antropológico de Nancy se expresa de este modo : - « Los kábilas ó bereberes, provenientes de la mezcla de los Libios indígenas (los antiguos Tamahous de los Egipcios) con los rubios constructores de los dólmens , que, venidos de Europa , aparecen en la Argelia por Gibraltar y Tánger, cerca de 2000 años antes de nuestra era , están siempre allí, con sus costumbres pastorales , sus antiguos vestidos , y muchas veces con los blondos cabellos de una parte de sus antepasados >> 110 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de las llanuras asiáticas por el norte de Europa, tribu que, penetrando en el litoral líbico , llevó sus conquistas hasta las últimas estribaciones del Atlas . Esta inmigración , respecto al archipiélago canario, pudo manifestarse en son de conquista, porque, en la apartada época en que debió tener lugar, habian alcanzado los reyes egipcios una dominación extensa, poseyendo una floreciente marina , que surcaba el mar rojo y el atlántico , y dominaba el Mediterráneo, y es de suponer, que , dentro de su sistema político , entrára como opor- tuno y necesario el establecimiento de colonias permanentes, para servir de punto de apoyo á su comercio , y á la extensión de su poder marítimo . De esta manera encuentra satisfactoria explicación el hecho misterioso de esa civilización, por decirlo asi , retrógrada, que ha- biendo sido reflejo de la egipcia en los albores de su importación , fué debilitándose paulatinamente con el forzado aislamiento de los indígenas, con su falta de estímulo , y tal vez por hallarse en contacto con otra raza más ruda é ignorante, dueña anterior del suelo . Las inscripciones geroglíficas, los embalsamamientos , el sistema agrícola y de irri- 4 49 111 LIBRO CUARTO. gación , el lenguage, las costumbres , y los restos de su teogonía , todo nos revela re- cuerdos de aquellas civilizaciones asiáticas, que solo la falta de movimiento estacionó , é hizo más tarde retrogradar, hasta alcan- zar la situación excepcional en que la Europa del renacimiento encontró á estos indígenas . (1) Eran ellos altos , fuertes y bien propor- cionados , de tez oscura, ojos generalmente azules , y cabello largo y rubio . Algunos esqueletos que conservan hoy nuestros Mu- acusan para unos pocos individuos una estatura gigantesca; pero suponemos seos , que ese desarrollo excepcional fuera debido á causas accidentales , como pueden señalarse para otras comarcas del Globo , donde se ha observado y observa el mismo fenó- meno . Broca figura la raza guanche , comprendiendo equivocadamente bajo este apelativo , toda la población indígena, entre las sub- dolicocéfalas , con un índice de 0,75 ; y Mr. Topinard en su tratado de Antropología (1 ) Dice el Dr. Verneau : «Todos los hechos que acabo de exponer me autorizan á afirmar, que el Archipiélago canario contenia antes de la conquista razas muy diferentes . >> De la pluralité de races anciennes de l'Archipel Canarien . Bull. de le Soc. d' Antrop . de Paris . 1878 , p . 429 . 112 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. dá á la misma raza una capacidad cránea media, en centímetros cúbicos , de 1557 para los hombres , y 1353 para las mugeres . (1) No todos los canarios eran blancos , otros tenian la tez tostada, las mugeres de (2) siendo en general extraordinaria belleza, es- pecialmente las de la Gran-Canaria. rara nos dice que habia gunos Azu- entre aquellos , al- bastante blancos, muy hermosos y dispuestos, otros morenos ó por mejor de- cir cási amarillos , y algunos negros , que creemos que éstos aun- pertenecieran á la Costa del Rio de Oro, y nó á las Canarias , porque los prisioneros llegaban á Portu- gal, y se vendian sin separación prévia y en revuelto montón . Por lo expuesto nos será fácil deducir, que, con arreglo á los datos suministrados hoy por las ciencias antropológicas, y etno- (!) «Los antiguos Canarios estuvieron en contacto con la civilizacion romana en tiempo de Juba , rey de la Mauritania.... es muy probable que la primera población de las Canarias fuese originaria del Africa septentrional , procedente las dos razas rubia y morena, llamadas Beréberes , que ocupaban y aun ocupan esta parte de Africa . »> Broca. Bol. de la Soc . de Ant. de Paris . Sesión de 18 de Marzo de 1875 . (2) Colon en su primer viage hablando de la gentileza de los indios dice-ellos son de la color de los Canarios , ni negros ni blancos . -Y luego repite―y los ojos muy fermosos y no pequeños , y ellos ninguno prieto salvo de la color de los canarios.Navarrete .-Diario de Colon p.³ 21 y 22. 113 LIBRO CUARTO. gráficas, la raza indígena canaria debió existir en el archipiélago durante ese desconocido período de la edad de piedra, revelado por la Paleontología, siendo probable que su inmigración principiara se cruelísimos en los rigores á verificarde la épo- ca glacial, que obligó á una parte de la ra- za de Cro-Magnon á huir del centro de la Europa hácia climas más templados , facilitando la misma superficie helada su trasal migración Africa y á sus islas adya- centes . Despues, sobre esta raza salvage y mise- rable, que tal vez no llegó á ocupar toda el área habitable de las siete islas, vino la invasión de los Tamahou de la Libia época de su brillante dominación en la egipcia, llevando consigo un reflejo de sus usos y costumbres, de lenguage sus creencias , é industria, á la colonia ó fundaron en cada una de las mismas islas colonias , que se del grupo . (1) ( 1 ) El Doctor Verneau en el interesante Informe sobre su misión científica en estas Islas- Paris - 1887 - se expresa de este modo : -Resulta que en las 5 islas que hemos estudiado , GranCanaria , Fuerteventura , Gomera, Palma y Hierro , la poblacion estaba ya muy mezclada antes de llegar los europeos . El primer elemento es el Guanche que ofrece un conjunto de caracteres muy marcados , alta estatura que podia alcanzar y exceder de 1,80 , piel blanca , cabellos rubios ó 10jos , TOM. II. 114 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. Olvidada luego esta lejana conquista, cuando otras dinastías de diverso orígen llegaron á dominar en Egipto, volvió el archipiélago á ser descubierto y colonizado en parte por los tirios y fenicios , hasta el momento en que, despues de varios eclipses , señalados en la historia por las alternas civilizaciones de los pueblos comerciantes del mediterráneo , Juba alcanzó la gloria de hacer su descripción, legando tante recuerdo á las edades este impor- subsiguientes. 1 craneo voluminoso ... en fin el tipo de Cro-Magnon . A su lado encontramos el Semita tan puro como suele verse hoy en el norte de Africa , de estatura mediana , cabellos negros y piel oscura . Este tipo nos presenta un craneo de un óvalo perfecto ; la cabeza hermosa , las facciones finas .... Igualmente llegó á Canarias otro tercer tipo, mal definido aún , pero que era de pequeña estatura , de craneo corto ór bitas elevadas y nariz prolongada . La raza guanche ó de Cro -Magnon ocupaba la mayor parte de Tenerife , y una menos considerable en las demas islas , siendo la autóctona. El tipo semita abunda en la Gran-Canaria, Hierro y Palma, sin encontrarse en la Gomera. El tercer tipo parece haberse desarrollado en la Gomera sin conseguir que la oscureciera el Guanche, pero apenas se revela en Gran-Canaria y Hierro . Pág. 170 y siguientes. 115 LIBRO CUARTO . IV . VICISITUDES DE LA RAZA INDÍGENA . Generalmente se ha creido que la raza primitiva isleña desapareció poco despues de la conquista, diezmada por las privaciones , los trabajos de una forzada servidumbre, y la deportación , llegando tal vez sus escasos restos á fundirse con las últimas capas sociales de la población advenediza, que vino á repoblar su este modo el tipo suelo, perdiéndose de característico de su orígen . Este error en que han incurrido escritores eminentes nacionales y extrangeros , por no haberse detenido á examinar con atención los datos , que abundantemente proporcionan los archivos públicos y privados del archipiélago , está hoy plenamente recono- cido, y se comprueba suficientemente á la 116 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . luz de la investigación histórica, siendo numerosos y fehacientes los datos y noticias sobre los cuales puede establecerse la autenticidad de nuestra afirmación . Desde luego un observador atento é ilustrado distinguirá en la raza que hoy puebla , las Canarias el tipo español, más ó ménos mezclado con la sangre árabe-ibérica ; y indígena, adulterado aquel, con la sangre el con frecuencia, como diversas de las zas bereber, judía y negra, ra- que sucesiva- mente han venido á cruzarse con ella sobre el suelo isleño. Más, apesar de esta adulteración , que ha ido siempre en progresión creciente, el tipo primitivo , siguiendo la ley de la herencia , descuella siempre como originario, apareciendo de generación en generación, los rasgos típicos de su fisonomia , el color de su piel , el de sus ojos , y el matiz especial de su cabello . Muchos son los documentos que, á raiz de la conquista, vienen á demostrar la fu- sión de las dos razas , vencida y vencedora, sus alianzas , su influencia en la colonización del pais , y las ramificaciones que , entre el pueblo y la nobleza se establecieron , como producto de esa misma unión. Los libros de Datas ó Repartimientos conservan en sus páginas auténticos com- 117 LIBRO CUARTO. probantes de estos procedimientos , y hasta en las primeras crónicas hallamos tambien numerosas indicaciones, que nos autorizan á creer, que la nobleza indígena no fué del todo relegada al olvido , por aquellos á quienes se encargó la división del suelo. En efecto, desde la remota rendición de Lanzarote podemos observar, que el desgraciado Rey Guadarfia , solicitó de Juan de Bethencourt la concesión del lugar donde habia de fijar su residencia, con algunas tierras de labor, necesarias al sustento de su familia . El Barón normando, haciendo jus- ticia á tan modesta pretensión , donó al despojado rey el castillo de Zonzamas , con la condición de no poder nunca fortificarlo , añadiendo trescientos acres de tierra y bosque, sujetos al impuesto del quinto, que habia señalado como contribución general á todos los nuevos propietarios , con reserva solo de la orchilla. Guadarfia quedó muy satisfecho con esta dádiva, añaden los capellanes de Bethencourt, porque nunca creyó obtener tanto ni tan bueno . (1 ) ( 1 ) Il luy vint le roy qui estoit sarazin , de l'ille Lancelot, qui demanda à son vrai seigneur et roy du país , monsg." de Bethencourt, qu'il lui plaisoit bailler et donner le lieu là où il demouroit, et certaine cantitè de terres pour labourer et pour vivre . Monsg. ' de Bethencourt luy octroia qu'il vou- 118 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Los dos reyes de Fuerteventura recibieron á su instancia casas y hogar, y un lote de 400 acres de terreno, con lo que ambos quedaron tambien , al parecer, dos . (1) La indemniza- historia no nos ha trasmitido el re- parto que se hiciera á los jefes subalternos de esas islas, únicas entonces conquistadas; pero debemos suponer, que recibieron algunas tierras donde apacentar sus ganados , y depositar sus semillas , porque, siendo escaso el número de colonos europeos , y considerando como hecho indubitado la tranquilidad que sucedió á la conquista , es cási evidente, que no fué vulnerado el derecho de propiedad , de que disfrutaban los isle- loit bien qu'il eut hotel et mesnage plus que nul autre des Canariens d'icelle isle , et des terres suffisaminent, mais de fortresse, il n'aroit point (ni) nul du pais . Led . seigneur lui bailla ung hostel qu'il demanda qui estoit au millieu de l'isle, et si lui bailla environ trois chens acres que bois que terre aetour de son hostel , en faysant le truage, que le dit seigneur avoit ordonnè , c'est à dire le chincquieme de toutes choses. Led . roy Canarien fut fort content : il ne cuidoit iamès avoir si bien , et à dire voir il eut tout des milleurs terres du pais pour labour, aussi il congnoissoit bien le lieu qu'il demandoit .-3 Le Canarien p . 177 . (1) Les deulx rois qul s' estoient fait batiser de l' ille de Fortaventure vindrent vers led . S. de Bethencourt; et pareillement led . seigneur leur bailla lyen et plasse . ainsi que aucunement le requeroient et leur bailla à chacum quatre chen acres que bois que terre, et furent fort content dud . seigneur.Le Canarien p . 178. 119 LIBRO CUARTO . ños , pues de lo contrario se hubieran suscitado sublevaciones , quejas y conflictos , cuyo recuerdo hubiera llegado de algún modo hasta nosotros . Despues de la rendición de la Gran- Ca- naria, el rey D. Fernando Guanarteme ob- tuvo el término de Guayedra , laderas áridas y desoladas, que se extienden más allá de Agaete; y cuando llegó el momento de la rendición de Tenerife , los reyes de aquella isla recibieron de Alonso de Lugo numerosas datas , de de que tambien participó el rey Canaria y los guerreros que le acom- pañaban, prestando relevantes servicios á aquel General. (1 ) La costumbre establecida de recibir los ( 1 ) D. Fernando Guanarteme habia sido casado con la infanta Abenehara Chambeneguer, de cuyo matrimonio hubo a Guayarmina ( D.ª Margarita) ( Romero p . * 19) ; y en segundas nupcias con Maria Vizcaino , noble isleña , hija de Juan Vizcaino y de Maria de Medina , indígenas , naturales todos de la Gran- Canaria . Juan Vizcaino habia muerto combatiendo en la costa de Berberia. Su testamento se halla en la Orotava, ante Ruiz Garcia Estrada á 24 de Julio de 1528 , y el de su viuda en el Registro notarial de 1540 , folio 853 . Maria Vizcaino alcanzó una edad avanzada , pues vemos que hizo su testamento en la misma Villa , ante Domingo Hernandez , con fecha diez de Enero de 1570 , dejando por heredera à su nieta Juana , hija de Juan Martin , que parece era hija natural del Guanarteme y de Inés Hernandez . El Adelantado no olvidó los buenos servicios de D. Fernando , concediéndole Datas en Buenavista, en cuyo pueblo se avecindó, porque tal vez su presencia en Canaria no agradára á Pedro de Vera . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 120 indígenas en el bautismo el nombre de sus padrinos y protectores , y la zar, traduciéndolos , los de castellani- sobrenombres con que se distinguian entre los suyos , dió lu- gar posteriormente á que fuese de una di- ficultad casi insuperable la investigación de sus filiaciones , y la correlación exacta de sus complicadas y numerosas alianzas . Sin embargo, el estudio más detenido de esas mismas antigüedades, ha principiado á ilustrar esta parte tan oscura de la historia isleña, porque, llos enlaces , ha sido cir la conocidos algunos de veracidad bre bases ménos de otros , aque- difícil dedu- y asentar so- más sólidas la afirmación antes enunciada, de que la raza autóctona , cons- tituyó el fondo de la población del archipiélago, despues de conquistado , sin que hubiese desaparecido total ni parcialmente, como antes habia llegado á suponerse . Ejemplos nos ofrece, desde los albores de la conquista , el primero y despótico señor de las islas menores, Maciot de Bethencourt, cuando se Teguise, hija de unió legítimamente con Guadarfia, demostrando con este enlace á normandos y españoles el raza subyugada . aprecio que le merecia la Otro pariente suyo, que bre de Maciot Perdomo de llevaba el nomBetancor , hijo LIBRO CUARTO . 121 de Arriete Perdomo y de Margarita de Bethencourt, naturales de Normandia , hallándose en Lanzarote, ejemplo , y siguiendo tan notable obtuvo por esposa á la infanta Canaria, Tenesoya Vidina, que se llamó Luisa en el bautismo , célebre por su rapto en los Bañaderos, y de cuyo den descender muchas enlace preten- hidalgas familias del archipiélago . (1 ) En la Gran-Canaria casó la hija de Guayasen el Bueno, de quién fué tutor el Guanarteme D. Fernando, con Hernando de Guzman, uno de los conquistadores , hijo de Alonso Pérez de Guzman, natural de To- ledo , señor de Batres y Alenvillet, habiendo trocado en el bautismo su nombre de Arminda por el de Catalina (2) ; y la hija (1) D. Luisa y sus dos hijos Arriete de Betancor y Juan Perdomo hicieron información de hidalgía en 1.º de Abril de 1528. Esta misma D. Luisa otorgó su testamento en Guía . (Gran-Canaria) Protocolo 13 , folio 171 . En él declara haber sido casada con Maciot , y tener por hijos á Arriete y Andrés de Betancor, á Juan Perdomo y á Maria de Betancor . Hace un legado á su nieta , hija de Arriete , y declara por yerno á Gerónimo de Pineda , Regidor. Continúa esta línea Juan Perdomo Betancor , casado con Francisca Cerezo , que tuvieron por hijos á Angel de Betancor, Marcos de Betancor, Juan de Bracamonte Betancor , y Antonio Cerezo Betancor, que casó con Catalina Guerra, de quienes fué hijo otro Arriete Betancor y Maciot de Betancor , casando éste con Ana Rengifo de Herrera. (2) D. Catalina vivia en Gáldar en 1528 , y fué uno de 122 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . legítima del Guanarteme, la infanta Guayarmina, (1 ) que llevó luego el nombre de Margarita, casó con Miguel de Trexo Carvajal, hijo de Alonso Pérez Carvajal , señor de Grimaldo y la Corchuela y de Elvira Fernandez Trexo . (2) Otra isleña de la Gran Canaria , hija hermosísima del Guaire Utindana ó Autindara, hermano éste de Tenesoya, que recibió en el bautismo el nombre de D.a Catalina Fernandez Guanarteme, casó con el capitan Francisco de conquistador Cabrejas, que extensos obtuvo como repartimientos de tierras y aguas en Gáldar, y de cuyo enlace hay numerosa descendencia. (3) los testigos en la información de su prima Tenesoya . Tuvo varios hijos, y entre otros á D.ª Luisa de Guzman que continuó la línea, y testó en Guía , protocolo 13 folio 306 . Habia casado ésta con Alonso Gutierrez Rojas . Los cronistas llamaa á D. " Catalina con el nombre iudigena de Arminda Viera sin embargo te dá el de Masquera. (1) Guayarmina ó Guan-ar- mina significaba en el dialecto canario Estrella ó , à la letra , hija dei cielo . Mss . antiguo . 2) Ya hemos citado varias veces la información de hidalguía de esta señora, que arroja mucha luz sobre algunos sucesos de la conquista (3) Véase lo que dice el P. Sosa en sa Topografia . «El Faican de Gáldar, que llamaban Guanarteme Semidan , tio de la reina , hermano de su madre , fuè padre de Utiudana , de quien proceden los Cabrejas de Gáldar , porque Francisco de Cabrejas fué casado con una bija de Útindana, hermosisima dama , y él gentil hombre y galan. »> Lib . 1. , cap . XVIII. 123 LIBRO CUARTO . Sancho de Herrera, llamado el viejo , hijo de Diego de Herrera y de D. " Inés Peraza, señor que fué de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, habia casado por el mismo tiempo en primeras nupcias con D. " Vio- lante de Sosa , hija del señor de la villa de Fernan Nuñez , de quien no tuvo sucesión, heredando su Estado y señorío una hija natural que hubo en D.a Catalina de Fia , hija de Guillen de Fia , nieto éste del rey de Lanzarote, Luis Guadarfia . Esta niña, que tal vez legitimó , según la costumbre de aquellos tiempos , aún cuando hubiera nacido `viviendo su legítima esposa , se llamó D.ª Constanza Sarmiento , que casó con su primo Pedro Fernandez de Saavedra, tronco de los Marqueses de Lanzarote y de los señores de Fuerteventura. Enlazados luego con la primera nobleza de España, son hoy sus últimos representantes los Marqueses de Belgida y los Condes de Santa Coloma . Al rendirse la isla de Tenerife , el Rey Bencomo de Taoro dejaba tambien dos hijas . Dácil, cantada por Viana en su Poema heróico, eligió el nombre de Mencia, y casó con Gaspar Hernandez (Adxoña) , Rey que Véase sobre su descendencia el Nobiliario de Canarias , t. 1.º, p . 155 . 124 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . habia sido de Abona, y Maria, que era el nombre de la segunda, se enlazó con Juan Doramas, hijo del célebre guerrero de este nombre . La princesa Dácil, ó sea D.ª Mencia hubo de su citado matrimonio una hija llamada Catalina , que fué la casada con el capitan de caballos Hernan Garcia del Castillo , (1) dando lugar con este enlace á la ficción poética de Viana. (2) ( 1) Resulta esto probado de varias informaciones , entre otras la de 2 de Octubre de 1614 ante el escribano Agustin de Mesa; las de 3 de Abril de 1618 ante los escribanos Rodrigo Hernández Lordelo y Marcos Gonzalez Bravo ; la de 12 de Marzo de 1619 ante Gerónimo Rosa ; la de 2 de Agosto de 1622 ante Cristóbal Guillen del Gastillo ; y la que se hizo en 1799 á instancia de D. Cristóbal Perez de Barrios , ante el alcalde inayor de la Laguna en juicio contradictorio con D. Ignacio Alvarez.-- « En estos autos , ( dice D. E ias Gonzalez Espinola en un curioso artículo publicado en el Museo Canario t . 2. " , p . 337 ) se encuentra certificación de un expediente ad perpetuam instruido con citación y audiencia del Síndico Personero general de la Isla de Tenerife en el año de 1611 , dia 15 de julio , de la que resulta que declararon trece testigos de 70 á 95 años, unos de ciencia propia, y otros por haberlo oido á sus mayores , y ser público y notorio que la infanta Dácil, hija de Bencomo Rey de Tagro, se lanió despues de bautizada D. Mencia Bencomo , que casó con el Rey de Abona , Adxoña ó Adichona llamado despues de su bautismo D. Gaspar Hernandez , y que de este matrimonio hubieron una bija llamada Catalina Garcia Bencomo , que casó con el capitan , comandante de la Caballeria en la isla de Tenerife , Hernando Garcia del Castillo , caballero del hábito de Santiago y natural del pueblo de Castillo , arzobispado de Burgos. )) -(2) Parece que el héroe de Viana , Gonzalo Garcia del Castillo , no asistió á la Conquista de Tenerife . LIBRO CUARTO . 125 Despues de la rendición de los reyezuelos de Tenerife, cada uno tomó un nombre especial, habiéndonos conservado la historia, algunos de estos nombres . El Rey Bencomo se llamó Cristóbal ; el de Anaga Pedro de los Santos ; el de Güimar, Juan de Candelaria; el de Tacoronte, Fernando ; el de Abona, Gaspar Hernandez ; el de Icod , Blas Martin; el de Tegueste, Antonio; el de Daute, Gonzalo ; el de Adexe, Diego . Este último casó con una señora de la familia del Adelantado , llamada D.ª Catalina de Lugo , de cuyo consorcio hubo varios hijos . Entre éstos , se cita á D.ª Maria de Adexe y Lu- go, que se unió con el príncipe guanche Pedro de Adexe, y en segundas nupcias con el isleño Andrés de Llarena , habiendo muerto ambos sucesivamente en las costas de África, combatiendo con los Adelantados por el triunfo de las armas cristianas . (1) Nuñez de la Peña llama al capitan de la Caballería Fernando , y Viera lo repite . T. 3.º , p . 107 . (1) Pelinor, Mencey de Adexe, se llamó despues de su bautismo Diego y casó con Doña Catalina de Lugo , de la casa del Adelantado . Su hijo primogénito D. Pedro casó con Maria de Adeje ó de Lugo , la cual contrajo segundas. nupcias con Andrés Llarena ( Guanche) . Consta el matrimonio de D. Pedro , señor que fué del Valle de Masca, de una escritura de venta que otorgaron sus hijos ante Anton Martin , Escribano de Daute à 19 de septiembre de 1535 . Resulta el 2. ° matrimonio , del testamento que hizo An- 126 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . El ilustre guerrero Maninidra, hermano del Guanarteme D. Fernando , conocido despues de Pedro, su nombre de bautismo con el que tanto cooperó á la conquista de Tenerife, donde obtuvo un buen repartimiento, dejó á su muerte, ocurrida glo- riosamente en las vecinas playas africanas , dos hijos llamados Pedro é Inés . Pedro casó con Maria de León , natural de Canaria, é Inés con Miguel Gonzalez , de la mis- ma procedencia, siendo de notar; que de este último enlace nació Agustin Delgado , héroe famoso en América , á quien tantas veces cantó Castellanos en sus Elegias de varones ilustres de Indias, y Herrera en sus Décadas . (1) Ibone de Armas, hijo del Rey de armas Juan Negrin , indígena de la Gomera, re- presentó tambien un brillante papel en las drés Llarena, al pasar á Berberia , ante el Escribano Alonso Gutierrez en 1528 , f.° 532 , donde declara que era casado con Maria de Lugo , y tenia cuatro hijos menores , Diego , Maria , Andréssy y Catalina. Véase tambien un poder dado por la misma viuda ante Anton de Vallejo à 12 de Octubre de 1528 , f.º 530 ; y la tutela de los hijos de su primer marido , ante Sebastian Paez en 1513 , en cuyos documentos constan estos particulares. (1 ) Tutela de Nicolás Delgado , hijo de Agustin Delgado y de su muger Ines Gonzales Maninidra. Fué el tutor Rodrigo Nuñez . Autos ante Ruiz Garcia Estrada en la Orotava, año de 1537 , f. 26 . 127 LIBRO CUARTO . guerras de la conquista, obteniendo , otros canarios , mercedes de repartimiento de tierras, con como hidalguia y escudo de ar- mas . (1 ) Guillen Castellano, casado con Maria Perdomo, intérprete de Lugo en la conquista de Tenerife, y conquistador de Gran-Ca- naria y la Palma, era tambien isleño , y fué progenitor por la línea materna del Maes- tre de Campo Gonzalo de Jaraquemada, que obtuvo el título de Regidor de la La- guna en 20 de Octubre de 1497 . Entre los guerreros naturales de la GranCanaria, que acompañaron á Alonso de Lugo á Tenerife, son de notar los cuatro hermanos Pedro Garcia, Juan Prieto (Moreno) , Alonso Perez, y Rodrigo Alvarez , inscritos en los libros de datas de aquella isla con cuantiosos donativos inmuebles , que revelan la importancia de sus servicios . cia era llamado Pedro Gar- el Comendador, y estaba casado con otra isleña de Canaria, Garcia, ennoblecidos ambos y su numerosa Isabel descendencia, con diplomas de hidalguia y brillantes escudos de armas . ( 2) (1) Véase su información de nobleza, que posee hoy D. José M. de las Casas vecino de la Laguna. (2) De este Comendador, indigena de la Gran-Canaria , se habla extensamente en el curioso manuscrito que posée 128 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Tambien entre los apellidos españoles adoptados por los bautizados isleños , encontramos los de Mena , León , Vera , Lugo , Alcubilla, Cabrera, Beltran, Magdaleno , Ramos, Camacho, Armas y otros mil que sería prolijo enumerar. Algunos, sin embargo , eran traducción de sus sobrenombres, como las Casas de Dara ó Tara (dialecto de la Gran- Canaria; ) la Sierra de Bentagaire; eligiendo otros el de la localidad donde habian nacido, ó el título de nobleza ó apodo que llevaban ántes, como Guanarteme, Bencomo, Doramas, Tahodio , Tegueste, Daute, Maninidra y Bendidagua . Es, pues, indudable, que los naturales de estas islas , cuyo valor, rango y condiciones personales les hizo distinguir del resto de la raza conquistada , despues de haber sido poderosos auxiliares de los conquistadores , formaron parte de la población isleña, obteniendo valiosas extensiones de terreno, empleos honoríficos y cartas de hidalguia , tan codiciadas en el siglo XVI, por el fuero, distinción y respeto que producía á los agraciados . D. Domingo Brito y Salazar , del Puerto de la Orotava. Parece que la Encomienda de Pedro Garcia se llamaba Chapin de la Reina , cuyo objeto era cobrar un subsidio , que al casarse los Reyes se imponia en cada jurisdicción . 129 LIBRO CUARTO . Hubo, no obstante, muchos indígenas, que, desconociendo el valor de la propiedad inmueble, ó dedicados desde su infancia á apacentar sus ganados, empleo ellos nada tenia de innoble, que para cayeron luego en el descrédito , y se confundieron con las últimas capas sociales, por haber ignorado los elementos de que se componia la nue- va sociedad en que ingresaban. Estas alternativas de buena y mala fortuna produjo múltiples alianzas , que levantaron ó hicieron descender á los representantes de la raza canaria , según la extensión é importancia de las Datas , que les habian caido en suerte . · Todavia un siglo despues de la rendición de Tenerife , decia, el P. Fr. Alonso de Espinosa hablando de los Guanches : - « Los naturales desta Isla , no exceptuando á los de las otras, pues todos creo tuvieron un principio y orígen , fueron gentiles .... hallólos el Evangelio desembarazados .... y pro- dujo varones aprobadísimos y de gran celo de religión y cristiandad , varones de ingenios delicadísimos y caudalosos , asi en las humanas, como en las divinas letras esmerados, varones que no solo con la toga, no solo con el bonete, más tambien con la espada han mostrado su valor y la virtud de 9 TOMO II. 130 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . sus antepasados . » —(1) Apesar de la autorizada opinión de Espinosa, creemos que los canarios convertidos no disfrutaban en general de los y garantias de beneficios la raza conquistadora. tristemente cierto , que Es en las pruebas de nobleza exigidas para ingresar en los colegios mayores , era necesario acreditar no ser descendiente de canario (2) , morisco ni judio, cuya disposición debió influir poderosamente en las poblaciones isleñas para ocultar su verdadera filiación , excepción hecha de esas familias antes citadas , y otras que pudiéramos recordar, descendientes de los Guanartemes y Menceyes , las cuales ha- bian sido desde luego ennoblecidas , ocupando ya por sus alianzas una posición excepcional. La Inquisición contribuyó tambien por su parte á producir aquel triste resultado , pues se apresuró á inscribir en sus secretos registros á los conversos canarios , mirán- dolos con suspicaz desconfianza . El temor de aparecer en esas odiosas listas , y sufrir las amargas decepciones, que eran su finenevitable consecuencia , contribuyó lastimosa- (1 ) Espinosa . -Origen y milagros de N. S. de Cande laria.-P . 17 . (2) Véase Viera . Noticias, t 1.º, p . 356 . 131 LIBRO CUARTO . mente á la ocultación de los apellidos notados, á la suplantación de padres y abuelos , y á la invención de árboles genealógicos, tan fantásticos como ridículos . No era, sin embargo , empresa fácil sorprender la vigilancia de los ministros del Santo Oficio, ni alterar las ocultas fuentes donde aquellos recogian tan importantes noticias , y á esta incansable persecución debemos hoy los datos mas auténticos sobre la existencia, alianzas, y filiaciones de la raza convertida . El registro donde se daba asiento á los que aquel Tribunal marcaba con su sello de reprobación, salvado milagrosamente de las injurias del tiempo , nos suministra un nuevo y curioso Nobiliario , cruzado de numerosas líneas canarias, producto de la unión de ambas razas , y extraño á todas nes oficiales de los libros las relacio- genealógicos , no- biliario que hace desviar con frecuencia, y enturbia el sereno rio de noble sangre , que corre por las venas de algunas familias del archipiélago , que debieron considerar esto como más honroso para ellas . (1 ) Otro documento , tambien de grande in- (1) Del origen de los apellidos notados por el Santo Oficio de la Inquisición de Canaria . Mss . 132 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . terés, debemos á la vigilancia del mismo Tribunal. En su afán por averiguar el orígen y descendencia de todas las familias de la monarquia, ordenaba en 1504 al Licenciado Bartolomé Lopez de Tribaldos , único Inquisidor entonces de las Canarias, la formación de un padrón general, referente á estas islas , que comprendiese con la debida separación los españoles , indígenas y moriscos, y los esclavos de Guinea y Berbería. El padrón se levantó y fué dirigido á Sevilla, sin dejar desgraciadamente copia alguna en el archivo de Las Palmas. En 1568 , siendo inquisidor Ortiz de Fú- nes , se pidió de nuevo por la Suprema, una nota de los canarios convertidos , y ces, escasos consultando los enton- antecedentes que aún se conservaban , se encontró copia de la Tribaldos carta dirigida por á la inquisición de Sevilla, acompañando el expresado padrón , en cuya carta decia, que en aquel año (1504) habia en el archipiélago 1.200 familias canarias- « fuera de otras muchas, añadía, que estaban con ellas, pues con los mexturadas conquistadores vi- nieron muy pocas mugeres , y éstas casadas , por lo que la mayor porcíón de los conquistadores habiendo casaron con las tambien, desta tierra, principalmente en las LIBRO CUARTO . 133 islas de Lanzarote y Fuerteventura muchos moriscos y descendientes de ellos . »>> (1 ) En este notabilísimo documento se aña- (1 ) La importancia de esta carta, ignorada hasta hoy de todos nuestros historiadores , nos obliga á trasladarla íntegra á nuestras columnas , dice así: «M. I. Señores : En este Santo Oficio , como á V. S. hemos hecho relacion , no hay papeles de el primer Inquisidor Bartolomé Lopez Tribaldos , ni de sus sucesores , hasta que vino á ésta el Licenciado Ortiz de Fúnez á establecer la Inquisicion conforme à las de España; estos papeles , si los habia, debieron remitirse á Sevilla por el dicho Inquisidor Fúnez , pues en correspondencia con V. S. consta , que por V. S. se le pidió nota de los padrones hechos por el Inquisidor Tribaldos , y en carta que escribió á V. S. en 21 de Mayo de 1568 , dice lo siguiente : -M . I. S. A mi ¡ legada aqui á plantificar la Inquisición , conforme las instrucciones de V. S. , de lo que tengo dado relacion , me enteré y recogi todos los papeles y causas que habia desde que empezó la Inquisición, pero no hallé el padron que V. S. pedia de los Canarios nuevamente convertidos , levantado por orden de V. S. , y solo hallé copia de una carta para la Inquisicion de Sevilla , en que decia habia remitido el padron de los Canarios nuevamente convertidos , de los cuales resultaba , que cuando se levantó el padron por órden de la Inquisicion de Sevilla, se encontraron en estas siete Islas 1.200 familias canarias , fuera de otras muchas que estaban mexturadas con ellas, pues con los conquistadores vinieron muy pocas mugeres , y éstas casadas, por lo que la mayor porcion de los conquistadores casaron con las des. ta tierra , habiendo tambien principalmente en las Islas de Lanzarote y Fuerteventura muchos moriscos y descendientes dellos .-- Cómo verá V. S. por lo que dejamos copiado éste es el único dato formal , que aqui hay sobre lo que se sirve pedirnos , sin embargo , con algun trabajo podremos formar un nuevo padron de los descendientes de los Canarios , pues aunque los naturales destas Islas , descendientes dellos , lo ocultan con cuidado, por el libro de apellidos notados , y haciendo otras averiguaciones en secreto, se podrá saber, si V. S. asi lo dispone y tiene de su agrado . Dios guarde etc. Canaria 25 de Enero de 1577 . »> Correspondencia con la Suprema. Lib. 1.º 134 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de, que los isleños , descendientes rios , ocultaban cuidadosamente de cana- su filiación por las razones que antes hemos expuesto . El célebre cronista Nuñez de la Peña , que tanto se dedicó á escudriñar las oscu- ras y alianzas enmarañadas principales conquistadores, de nuestros y sobre cuyo asunto dejó tan curiosas noticias , nos asegura, que no siempre se debia dar crédito al apellido para deducir por él , si la na era descendiente español , perso- porque suce- dia entonces, que no solo cada hijo tomaba el que, entre los de sus abuelos , le parecia más sonoro y brillante, mos canarios sino que los mis- y esclavos moriscos , al ser bautizados, adoptaban los nombres y apellidos de sus señores y padrinos . Habia además, añade , otra costumbre impuesta con frecuencia por los fundadores de vinculaciones y mayorazgos para perpetuar sus nombres y apellidos , y era la de obligar al sucesor de sus bienes , á abandonar el que tuviese, y adoptar el que la fundación le imponia. A este propósito el mismo cronista nos refiere un ejemplo curioso de estas suplantaciones . Al ocuparse del vínculo fundado por el licenciado Andrés Xuarez Gallinato , pone al pié de su arbol genealógico estas curiosas palabras . « El ca- 135 LIBRO CUARTO . pitán Andrés Xuarez Gallinato de Fonseca, regidor, que Ponte, Cuevas, antes se llamó Pedro de casó con D, a Isabel Abarca de las hija de Luis Benitez del Hoyo y de Elvira de Vergara . » — (1 ) Váyase luego á adivinar que Andrés Xuarez Gallinato se habia llamado en otro tiempo Pedro de Ponte . Demostrado queda, pues, que la raza indígena no desapareció nunca del suelo aforrazgos más característi- tunado, y que sus cos se descubren todavia en una parte muy población actual , espe- considerable de la cialmente en aquellas comarcas apartadas de las costas , donde las fusiones con extraños elementos se repiten con menos fre- cuencia . Estas islas han obedecido á la ley fisiológica del movimiento ascencional de la especie. Los adelantos de la civilización , perfec- cionando las razas, tienden á cuando á ellos son nivelarlas, y refractarias sufren la absorción completa de la una por la otra . Obedeciendo dicha ley vemos el tipo primitivo , representante de la edad de pie- (1 ) Libro de Hacienda de Mayorazgo y bienes vinculados, que instituyó y fundó el Sr. Francisco Benitez de Lugo . Arreglado por D. Juan Nuñez de la Peña . 1681. Mss . 136 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS 1 dra, tender á elevarse al contacto de la raza semítica que lo compenetra : y ésta á su vez, con su tipo mixto, producto de aque- lla fusión, envolverse en las corrientes del progreso al recibir en su seno los tos vivificadores de la raza elemen- ibérica. De aquí ha resultado una población morigerada, laboriosa é inteligente que ha dado á la España hombres eminentes en todos los ramos del saber humano. 137 LIBRO CUARTO. V DEL ANTIGUO LENGUAGE ISLEÑO Los historiadores canarios no están de acuerdo respecto á la unidad de lenguage de los primitivos habitantes de estas islas . Afirman unos , que el hablado por la población indígena, alterado y descompuesto con el transcurso de los siglos , y la inco- municación que el olvido del arte gar produjo, era sin embargo de nave- uno mismo para las siete islas . Aseguran otros , que hubo tantos dialectos diferentes, como islas contaba el archipiélago . Antes de entrar en el exámen de estas dos opuestas opiniones, veamos lo que nos dicen nuestros antiguos cronistas sobre tan debatida cuestión, y cuales sean al presente las pocas palabras han legado lenguage . auténticas , como restos de aquel que nos perdido 138 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . conocido El primer documento encontramos respecto á los en que exactas algunas indicaciones dialectos canarios , es la re- lación tantas veces citada, que nos refiere Bocaccio en su diario , del viage verificado en 1341 por Angiolino del Tegghia de ór- den del rey Don Alfonso IV de Portugal . Hablándonos de la isla de Canaria, se expresa así el piloto genovés : -Los marine- ros nada entendieron de su lenguage , y no se atrevieron á bargo, saltar en tierra. Sin em- su idioma es muy dulce , y la pro- nunciación viva y precipitada como el italiano .- (1 ) Mas adelante añade , refiriéndose á todo el archipiélago : -Se dice que su lenguage difiere de tal modo , que juntos no se entienden.— (2) Y concluye manifestando respecto á los cuatro prisioneros , naturales de la Gran Canaria, presentados que al Rey de Portugal, se les ha hablado en diferentes len- guas y ninguna han comprendido .-- (3) ( 1) ....non intelligentes aliquo modo illorum linguam , minime , descendere ausi sunt . Est quidem , ut referunt, idioma eorum satis politum et more italico expeditum.— Champi 1827. Firenze . (2) Et ultra hoc cas dicunt idiomatibus adeo inter se esse diversas ut invicem nullo modo intelligantur .... Op . cit. (3) Hi nihil penitus ex idiomate aliquo intelligunt , cum ex variis et pluribus eis locutum sit. Op . cit. 139 LIBRO CUARTO . Juan de Bethencourt, al salir de Fran- cia, llevó consigo dos intérpretes canarios, esclavos en Europa, que eran conocidos con los nombres de Alfonso é Isabel, y de los cuales solo sabemos, que el primero era sobrino de uno de los magnates , que en Lanzarote codiciaban la corona de Guadar- fia.— (1) De lamentar es que los autores de la Crónica francesa, no dedicáran algunas páginas de su curiosa obra al dialecto hablado en las tres islas, reducidas por Bethencourt á su obediencia, pues apenas encontramos ligeras y vagas indicaciones, que no dan luz alguna sobre tan importante cuestión . Al ocuparse, en el capítulo primero , del archipiélago en general, consignan que- las islas Canarias estaban habitadas por gentes infieles , de leyes diversas y de diferentes lenguages.Apesar de esto , puede deducirse de la ....ung nommé Alfonse, et une fame nomée Izabel , (1) lesquelz led . Bethencourt avait amenés pour estre leur truchemens en l'ille Lancelot.Le Canarien, p . 22 . -Durant ces choses , vint devers lui ung nommé Asche , paien de lad . ille, qui vouloit estre roy de l'ille Lancelot ... et aucuns iours aprés , il transmist son nepveu , lequel Mr. de Bethencourt avoit amené de France pour estre son truchement.. Le Canarien, p . 45 . 140 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . misma Crónica, que el dialecto hablado en Fuerteventura no era extraño al de Lanzarote, por cuanto el mismo Alfonso sirvió de intérprete á Bethencourt, al y transacción los Reyes Guize Ayoze la aceptar que aquel les ofrecia, dando por resultado la sumisión de la isla. (1 ) Pero al visitar Gadifer las costas de la Gran-Canaria , consta que llevó otro intérprete, llamado Pedro el Canario, probablemente natural de aquella isla; y despues , al dirigirse al Hierro y á la Gomera, se comunicó por medio de Augerón, esclavo adquirido por Bethen- court en España antes de venir á las Canarias , perito en islas . (2) el idioma de aquellas dos En otro lugar (3), al describir la isla de la Gomera, dicen los mismos cronistas , refiriéndose á sus habitantes : -- Hablan con los labios , como sino tuviesen lengua, y se asegura que un gran príncipe por castigarles los desterró á aquella isla, é hizo que les cortasen la lengua , lo cual parece cierto , oyéndoles hablar .- (4) (1) Le Canarien , p . 153 . (2) Le Canarien , p . 172 . (3 ) Le Canarien , p 122 . (4 ) Es curioso lo que el Doctor Verneau refiere en su viage de exploración por estas islas respecto del lenguage silbado que se usa hasta hoy en la Gomera, dice asi : LIBRO CUARTO. 141 Finalmente , Bethencourt, en su conferencia con el Rey de Castilla, al pedirle Obis- po para su nuevo Reino , se expresa de este modo: -Señor, sea quién fuere el elegido , solo deseo que sea buen clérigo y sepa el lenguage del país, porque es muy semejante al de éste el que se habla en Canaria.(1 ) A lo que el Rey le contestó : -Os daré un hombre honrado que os acompañe á Roma , que es buen clérigo, habla bien la lengua de los canarios , y los entiende bien.Esto prueba, como observa acertadamente un ilustrado escritor contemporáneo (2) , -«Al principiar mi viage por esta isla oia silbar en todas direcciones. Primero crei que se trataba de simples señales convenidas ; pero no tardé en observar que los sonidos variaban al infinito en su timbre , ritmo etc., siendo ora suaves, melodiosos, graves, agudos, desgarradores , ora cadenciosos , precipitados , imperativos , como si el hombre que los emitia comunicara órdenes , y ya por fin tristes , suplicantes . Hallábame deseoso de penetrar este misterio sin sospechar todavia la verdad , pero era indudable , que se habia establecido una conversación entre mi guía y los isleños de las cercanías, respecto á mi persona . Al emprender el viage habia recomendado al guia que no revelase mi profesión de médico para no perder mi tiempo en consultas . Desde que los isleños nos descubrian se apresuraban á preguntar silbando mi nombre , nacionalidad , profesión y objeto de mi viage . El guia a pesar de mi prohibición habia respondido à todas estas interrogaciones con sus silbos, como asi me lo confesó luego, y en prueba de que lo habian entendido encontré á mi llegada una multitud de enfermos que esperaban para consultarme . » Verneau . Cinq années etc. p . 318 . ( 1 ) Le Canarien, p . 185 . (2) Mr. G. Gravier en Le Canarien , p . 185 , 142 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. la frecuencia de las comunicaciones entre los españoles y los isleños canarios. Veamos ahora lo que nos dicen dos cronistas de Castilla , que escribian al tiempo mismo en que se realizaban los últimos actos de la conquista , y pudieron, por tanto, conocer y hablar á vencidos y . vencedores. Hernando del Pulgar asegura con relación á todo el grupo , que- La lengua era bárbara, muy cerrada é apartada de la lengua castellana . (1 ) Y Bernaldez añade: -Estas is- las tenian siete lenguages, en cada una el suyo, que no se entendian ni parecian unos á otros , los cuales ahora los de la nación dellas se retienen entre ellos.- - ( 2) Escudero , que es autoridad en la materia, habla asi en su crónica: -Siempre (los españoles) controvertieron el nombre de las cosas, y despreciaron sus vocablos (de los isleños), y cuando se reparó para rastrearles sus costumbres por más extenso , no hubo quien diera razón de ello .- (3) En la información de D.ª Margarita Guanarteme, (1526) declarando Juan Bravo, aseguraba, como testigo que D. Fernando, ( 1 ) Pulgar --Crónica de los Reyes Católicos . - Edición de Rivadeneyra , t. 3.º de las Crónicas , p . 331. (2) Bernaldez .- Historia de los Reyes Católicos . - Edición de Rivadeneyra, t. 3.º de las Crónicas , p. 612. ( 3) Escudero . Ms. , p . 45 vto . LIBRO CUARTO . 143 padre de la solicitante, habia sido enviado al Rey Bentor (Bencomo) para obtener su sumisión, y le fabló , porque sabia la len- gua de Guanches, -(1) lo cual prueba que no era muy desemejante de la suya. Tomás Nichols , que en el mismo año (1526) visitaba las Canarias , asegura que el lenguage de los indígenas era igual en todo el archipiélago. (2) Dos siglos despues , el celoso investigador de nuestras antigüedades Marin y Cubas , se expresaba en esta forma: -El lenguage común de todos los isleños, es pronunciar hiriendo la lengua al paladar, á modo de tartajosos ó impedidos de lengua; comienzan las más veces con la letra T , pronunciada en su acento sin finalizar, y en Tenerife más particularmente . Este defecto sobre la aspiración nace de las fauces, como los africa- nos, y para una cosa usaban de más de dos y tres vocablos diferentes . La lengua de todos los isleños en común es indeclinable . -(3) Antes de este escritor habia dicho el viagero Edmond Scory: - « El lenguage de los antiguos guanches, que habitan aún en 120 vto . (1 ) Información de D. Margarita, ms . (2) Leur langage estoit uniforme en tout et par tout. Bergeron . Traicte de navigation . - Paris , 1629, p . 222. (3) Marin y Cubas . Ms. P. 2. " , f. 250. 144 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. esta isla en un pueblo llamado Candelaria, se acerca mucho al de los chorros de Berberia . »- (1) No reproduciremos lo que dicen otros historiadores , porque su autoridad disminuye en razón de la distancia que de la conquista los separa, pero no concluiremos sin observar que los datos reunidos , únicos conservados por la historia, no resuelven la cuestión, y ni aún remotamente la ilustran. La vaguedad de esas apreciaciones , las pocas palabras que á tan difícil problema se consagran, y hasta las mismas contradicciones , en que incurren los cronistas , dejan en el ánimo la duda y el deseo de penetrar y esclarecer este oscuro problema . Pocas son las palabras auténticas que del lenguage hablado en cada isla se conservan, á pesar del largo catálogo que hoy de ellas. poseemos. Para convencernos de esta verdad, observaremos , tres fuentes que solo existen hoy á donde acudir para escudri- ñar el origen de esos dialectos . La primera, y la de mayor importancia, es la recopilación de las voces y frases, que se hallan diseminadas en los diversos documentos de los siglos XV y XVI, y hasta en algunos (1 ) Ed . Scory, 130 . 145 LIBRO CUARTO . del XVII , aunque cuidando de no aceptar como nuevos vocablos aquellas palabras , que, por defecto de pronunciación ó de ortografía, lo parecen , y desechando sin apelación las que se encuentran en obras posteriores, cuya filiación no se halle justifi- cada suficientemente con pruebas indubi- tadas. Otra fuente verdadera es la que nuestro lenguage actual nos suministra en algunos de sus modismos, frases y palabras adoptadas por el uso , á raiz de la conquista , é impuesta por los vencidos á la raza conquistadora, sin que el transcurso de cuatro siglos haya podido borrar su primitivo sello . Por último, la Geografía isleña, que habia dado á los caserios, cabos , montañas, barrancos y desfiladeros sus nombres propios y significativos , y la Etnografía, que dotaba á cada individuo de apellidos diferentes , tomados de sus cualidades morales ó defectos físicos , es indudablemente otra fuente segura y abundante de voces isleñas , que ha contribuido á enriquecer el vocabulario de ese muerto é interesante dialecto . Hé aquí, á nuestro juicio , los medios de recoger, si bien imperfectamente, los restos perdidos de los siete lenguages isleños , cuya investigación , aunque otra ventaja no ten10 TOM . II. 146 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . ga, puede contribuir, y contribuye en efecto , á resolver la cuestión de la unidad de raza , probada antes la unidad de idioma . (1) (1) En uno de los apéndices con que ilustraremos esta obra y publicaremos en su último tomo , se encontrará una lista de palabras y frases canarias, únicas que despues de un detenido examen juzgamos auténticas . LIBRO CUARTO . 147 VI. VOCES Y FRASES . Es indudable que cuando en el siglo XIV , los primeros exploradores de las Canarias , encontraron de nuevo este archipiélago, no les fué difícil convencerse de que en cada una de las islas se hablaba un dialecto diferente, si bien en algunas, como en Lanzarote y Fuerteventura, Gomera y Hierro la variedad era de escasa importancia. Ahora bien, si nos fijamos en la remotísima época en que las islas debieron haber sido colonizadas por las expediciones Egipcias ó Líbico-púnicas, y la incomunicación forzada, que sucedió al abandono de esas colonias , no ha de extrañarse que en ese largo período de treinta siglos , se operase la natural divergencia observada luego en cada dialecto . Recuérdese que en diez siglos sola- 148 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mente se formaron las lenguas meridionales de la Europa, hijas todas de la lengua latina, y que, entre las tribus americanas , los dialectos variaban hasta el punto de no entenderse en un radio de pocas leguas, apesar de su común orígen. Sin embargo, y aún con ese aislamiento, que contribuyó de á producir una manera poderosa mayores diferencias de leguan- ge de isla á isla , hay por decirlo esos dialectos tal asi en aire de familia, tienen razgos tan semejantes en su construcción, y raices fundamentales tan idénticas, no sólo por su forma, sino por su significado , que, no es posible, racionalmente juzgando, dudar del lazo que los une. En las siete islas, ó en la mayoría de ellas , eran de igual uso y significado , entre otras muchas, las voces siguientes : Gofio . (harina de cebada, trigo ó centeno) : Tamarco (tonelete, manto ó capa de hojas de juncos , palma ó pieles, mente de palma) : aunque más premo é invisible) : Guan, (descendiente de): exacta- Acoran (Dios , poder su- Guad ó Guay Guanil (ganado) : Magec (el Sol): Tabona (piedra cortante) : Aho che): Ahemon (agua) : Gánigo (vasija (le- de ba- rro) : Banot (arma arrojadiza) : Burgado (marisco): Verode (planta) : Mocan (árbol) : Atchi LIBRO CUARTO . 149 (hijo de) : Ben (procedente de) . Esta identidad, como antes indicamos , era más general en Lanzarote y Fuerteventura, cuyos dialectos tenian entre si semejanza, debido tal la poca distancia mayor vez á que, atendida que separa ambas islas , pudieron haber estado por más largo tiempo en comunicación. En los nombres que designaban personas y lugares, se advierte la misma homología, como puede observarse recordando las voces de Fírgas, Agana , Agando, Guia, Guancha, Temisa, Acayro , Bentagaiga y otras. La raiz de la mayoria de las voces, y especialmente su terminación final, no dá tampoco lugar á dudas respecto á su común ascendencia. Mr. Berthelot , que ha ilustrado extensamente esta parte de nuestra historia, dice , en su tratado de Etnografía : -Los antiguos habitantes de las Islas Canarias hablaban diversos dialectos , derivados todos evidentemente de una lengua madre .-(1 ) Y Mr. Ogier en su obra Las islas Afortunadas- se expresa en el mismo sentido : - < Equivoca- damente han creido algunos , dice, que el lenguage variaba entre las islas , no siendo (1) Etnografia, p . 162 . 150 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . comun su orígen; pero este error ha desaparecido al presente , pudiéndose afirmar, que más de las tres quintas partes de las palabras que se conservan, eran usadas en todo el Archipiélago . » — (1) Los autores que recientemente ocupado de filología comparada, se han creen en- contrar estrecho parentesco entre los restos del dialecto canario , y los que aún se hablan en las vertientes del Atlas por las tribus Bereberes de los Schellouks (Bereberes occidentales , ) Zenethad, Ghomerah, Hauarah y Touareks. En efecto, si se comparan los catálogos que de esos dialectos se han publicado, con las pocas voces auténticas del lenguage isleño, no será difícil reconocer cierta especie de afinidad reveladora de una común filia- ción; y si , como es de suponer, la misma raza que ahora 3000 años se extendió por las costas occidentales del Africa, despues de conquistar el Egipto y colonizar esa extensa zona de las vertientes del Átlas , llegó hasta el archipiélago, é impuso su lenguage y costumbres á la raza salvage de Cro -Magnon , que en él dominaba, esa similitud de lenguage conservada al traves de los siglos, na- (1) Les iles fortunées . -T. 2.º , p. 320. 151 LIBRO CUARTO . da tiene para el historiador de inadmisible ni de extraordinario . Ya desde el siglo XVII el atento inves- tigador de nuestras antigüedades , Marin y Cubas, habia notado (1), que eran homólogos algunos nombres canarios con Griegos, Persas sito citaba, nombres nea, otros . y Egipcios . otros A este propó- respecto á la Gran-Canaria los de Tirma, Tara, Tamara, Acusa, Cendro, Tiran- Arguin, Magoc y En cuanto á Tenerife copiaba los de Belicar, Añaterve, Tacoronte, Taoro, Teno, Adeje , Abona, Romen y Bencomo; y con referencia á la Palma, indicaba los de Azucuaje, Adirame, Guevejey, Ajentive , Mazo , Atavira y Ajenguareme . Cierto es que Marin se deja arrastrar con frecuencia por la aparente ó casual semejanza de algunas voces, esforzando sus argumentos con gran aparato de citas, que prueban su notable erudición ; pero tambien es necesario reconocer, que muchas de esas observaciones parecen verdaderamente proféticas , si se recuerda la época en que se escribieron , por cuanto la Filología ha venido despues ha decidir, sinó su certeza , al menos su probabilidad . (1) Marin y Cubas . Ms. Lib . 3.º , cap . XXIV. 152 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . En estos últimos años , estudiando los dialectos hablados por algunas tribus de la América meridional , se ha creido encontrar tambien sorprendentes semejanzas de las Canarias, y, en iguales , no sólo en su efecto , con los voces hay construcción , sino hasta en su mismo significado , lo cual sólo prueba, si es cierto , que esa misma raza conquistadora, despues de tocar en las Afortunadas , pudo casualmente llegar hasta las costas de Venezuela y del Brasil . (1) El primer historiador que se propuso de las Canarias , recoger y formar una lis- ta alfabética de voces isleñas, fué el escocés Jorge Glas, quién , en su traducción de Abreu Galindo, nos dió 13 voces del dialecto de Lanzarote y Fuerteventura , Gomera, 14 del Hierro, 26 3 de la de Canaria , de la Palma y 39 de Tenerife, 24 ó sea un to- tal de 119 voces . (2) El ilustre Viera y Clavijo en en sus Noti- cias, recogió solamente 18 de Canaria , 44 de Tenerife , 17 de la Palma, 15 del dialecto de Lanzarote y Fuerteventura , y de Hierro y Gomera, formando un grupo 13 del (1 ) Véase Berthelot . Etnog. Nota 273 . (2 ) The History of the discovery and Conquest of the Canary Island , 1767 , p . 174 . LIBRO CUARTO . 153 de 107 palabras . (1) Obsérvase , nera de tratar esta por la ma- cuestión, que la juzga con marcada indiferencia, lo que es de notar, si se atiende á su aventajada ilustra- ción . Despues de este historiador nos encontramos con Bory de St. Vincent (2) , creyendo de más el cual, importancia esta misma cuestión, aumenta el catálogo considerablemente, é introduce nuevas voces de indiscutible importancia, donde pudo pero sin descubrirlas . decirnos Resulta , que de Canaria, nos presenta nerife 48 , de la Palma 22 , de Fuerteventura 31 , y de en pues , 26 , de Te- Lanzarote y Hierro y Gomera 21 , lo que nos dá un total de 148 palabras, algunas de dudosa filiación . Más adelante Berthelot , con mayor co- . pia de datos, y conociendo mejor la historia del país, se propuso estudiar tan interesante problema, y en su tratado fía, despues de varias de Etnogra- consideraciones de elevado interés científico , nos presenta un catálago de 1.091 palabras , sin contar va- rias frases, que tambien colecciona y procura descifrar, cuyas 1.091 (1 ) (2) palabras se des- Noticias , t . 1.º, p . 116 . Essais sur les isles Fortunées . - P 49 . 154 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. componen en esta forma: Tenerife 359; Canaria 291 ; Palma 109 ; Gomera 102 ; Hierro 59; Lanzarote 106 y Fuerteventura 65. En el análisis que de ellas hace , encuen- tra mucha semejanza con algunos dialectos bereberes, deduciendo de esto , que la raza autóctona desciende de la de aquellos an- tiguos habitantes de la Libia. Mr. Ogier, posteriormente, reproduce una parte de aquellas voces en su obra ya citada, indicando que el antiguo lenguage isleño era gutural, y tenia muchos puntos de contacto con el idioma celta. (1) El escritor aleman Franz Von Loeher en su obra- Los Germanos en las islas Canarias, -se adelanta á probar , que los indígenas eran godos , y en consonancia con esta hipótesis, se empeña en deducir sas analogias entre los restos capricho- del dialecto isleño y el germánico . (2 ) Finalmente, el Dr. Chil, en sus eruditos. Estudios , recopila las voces que nacionales y extranjeros han reunido en sus diversas obras y extensos catálogos alfabéticos , dándonos una série de palabras, que asciende á la respetable cifra de 2909 distribuidas (1) Les iles fortunées , t . 2.º, p . 319 . (2) Los Germanos en las islas Canarias . Traducción española Madrid . C. X , p . 109 . 155 LIBRO CUARTO. en esta forma: Lanzarote 277 , Fuerteventura 166, Gran- Canaria 737, Tenerife 842 , Palma 239, Gomera 317 , y Hierro 241 . Este rápido aumento de voces , si se examina con atención, proviene en primer lugar del afán que cada escritor ha sentido de sobrepujar á sus antecesores en una disquisición , cuyo valor científico se juzga cada dia de mayor interés , pero sin que haya precedido en su elección y estudio el discernimiento necesario para que esos elementos contuvieran las condiciones de legalidad , que dan carta de naturaleza á esas voces nuevamente descubiertas y precipitadamente aceptadas. Repeticiones de una misma palabra, escrita con diferente ortografía, ó que solo tiene alguna desinencia, nombres de localidad de dudoso orígen , vocablos de desconocida ascendencia, voces, unas de construcción moderna, otras introducidas por los moriscos y judios conversos , por los esclavos de Berberia, ó por los negros del Senegal, elementos todos heterogéneos , que disminuyen considerablemente el nuevo contingente llevado á la historia, sino se le somete al escalpelo riguroso de una severa crítica. Sea como fuere, y cualesquiera que sean los loables esfuerzos de los filólogos , impo- " 156 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. sible será siempre reconstruir con esos diseminados restos las reglas que precedieron á la formación del lenguage canario, ni adivinar sus formas gramaticales, para deducir por su exámen las modificaciones , que las raices de las voces experimentaban al convertirse modos . en números , géneros , tiempos y LIBRO CUARTO. 157 VII ANÁLISIS FILOLÓGICO Examinando ahora con especial atención 2 la crónica de Bethencourt, primer documento auténtico que debemos consultar , solo hallamos 16 voces y una frase rigurosamente canarias, que por su indubitado orígen vamos á reproducir: Albania, -nombre con que se designaba á Fuerteventura, (p . 11) variante de Erbania. Ávago, ―nombre propio, (p . 23) . Asche, otro nombre propio (p . 45) , que despues ha sido desfigurado por nuestros cronistas , escribiendo Ache, Achien, Atche, Atchen, Atchi . Lacatif, Laratif, -nombre de localidad , (p . 47. ) (1 ) (1 ) Este nombré tambien ha sido desfigurado con frecuencia. Acatif y Acatife , dice D. P. M. Ramirez en su 158 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Alby, -nombre propio (p . 48 ) . Nuestros historiadores dicen equivocadamente Abby. Maby,-nombre de guerrero, (p . 48) . Parece el mismo anterior, pero mal copiado. Erbania,-la isla de Fuerteventura , (p . 58) . Telde y Teldes, -lugar en la Gran- CanaS ria, p . 63 y 109). Argonez, -(id . ) (p . 63) . Arguinegui, -puerto y lugar en la misma isla, (p . 109) Artamy, -rey de la Gran-Canaria, (p . 123) Tonerfiz, ―la isla de Tenerife, (p . 123) . Tharaiz, arbusto , (p . 130) . Titheroigatra, la isla de Lanzarote , (p . 134) . Higuyerez, arbusto . (p . 134). Augeron, -nombre propio en la Gomera, (p . 172). Fore troncquenay, - traidor malvado , (p . 49) , frase que vemos escrita é interpretada de manera diferente . Ramirez en su traducción (p . 31) , nos dice- Fore tronc gueve; — traducción de Bontier ( p . 30 ) ; pero Gravier en le Canarien dá la verdadera palabra del manuscrito , que es Lacatif ó Laratif. El Dr. Chil (t. 1. °, p . 418) siguiendo à Berthelot (Eng., p . 189) asegura que era tambien nombre de barranco, y el que se daba á la villa de Teguise , citando la Crónica de Bethencourt; pero en éstas pág . 47 y 72) solo se habla de puerto . Sabido es que la villa de Teguise , llamada Aldea Grande ( Castillo , p . 23) , tomó ese nombre de la hija de Guadarfia. 159 LIBRO CUARTO . Charton (Viageros antiguos y modernos , p . Marin y 21) escribe - Fore troncqueve; Cubas (ms. p . 47) -Fore tronche ve- traidor infame; Viera (t . 1.º , p . 315) nos da, Fore Tronc queue (ah malvado traidor). Y Von Loeher, por último, (p. 76) quiere encontrar su equivalente en la frase germánica- Verraeter geht weg. Según una construcción beréber, que se nos asegura exacta, parece que Fore debe significar el imperativo Sal, Tronc el adverbio pronto ó al instante, y guevay, el adjetivo infame, maldito, ó lo que es igual- Sal pronto, infame. Dudamos mucho de su exactitud . El Cura de los Palacios, en su célebre Crónica, consigna asimismo algunas pala- bras auténticas, referentes al dialecto de la Gran-Canaria . En las páginas 613 y 614 , edición de Rivadeneyra, hallamos las voces siguientes : -Toriña (casa de oración); Guardateme (Rey); Fag-zame (Sacerdote) ; Gofio (harina). Y el de las localidades ma isla: de la mis- Ventangay. - Telde . -Galda.- Araguacad. Arajines . Atrahanaca . Atairia . Themensay. Atagad . Adfata- gad. -Furic. - Artenaran.- Afaganige.- - Arecacasumaga . -Atasarti . Areaganiguí. -Aeragraca. - Arbenugania . - Arerehuy- 160 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Atirma. -Aracuzem.--- Artubrirgains .---AtaArtagude.- Aregayeda.- Aremaraseid . Areagraxa .--- Areagamasten.--- Aregaldan . — Afurgad.- Arehucas.- Aterura.achu. Atenoya.-Araremigada .---Ateribiti .--- Aran- tiagata. Entre estos nombres encontramos sin violencia los modernos de Agüimes, Utiaca, Guayedra, Acusa , Gáldar, Tamaraceite, Tasarte, Arúcas , Tenoya, Agumastel, Teror y Tirma. Creen algunos , que las sílabas ar, at, af, ad, con que principian muchos de esos nombres , y otros á'yt beréber del dialecto canario , correspondiente á es el tribu; de manera que, en ese caso . Ar-ajinez , se traduciría por tribu, pueblo ó aduar de Aji- nez, y así de los demás . El mismo escritor en su crónica nos su- ministra tambien otras palabras, que , aunque en escaso número, constituyen con las anteriores y las de Sedeño , la base fundamental de este primitivo lenguage. Escudero nos ofrece 54 voces del que se hablaba en la Gran- Canaria, deño , á las que y once Se- Marin y Cubas agregó pos- teriormente 71 , entre las cuales van incluidas algunas de las anteriores . En cuanto al dialecto de Tenerife, los es- 161 LIBRO CUARTO . critores Espinosa, de Viana, y Nuñez la Peña, autoridades que se pueden citar como fundamentales, nos dan el primero 17, el segundo 58 , y el tercero 67. Del exámen de esas voces, y de las que sucesivamente se agregaron , recogidas antiguos documentos , en y misma del país, por Abreu en la Geografía Galindo , Sosa, Castillo , Viera, Bory, Berthelot , Chil y Von Loeher, al compararlas y estudiarlas entre si , podemos consignar las siguientes de- duciones . La mayoría de las palabras, sin distinción de dialectos , principiaba · en las siete islas por las sílabas ad, ag, at, ben, gua, tag, tar y tin, notándose que hay pocas voces con P. , y siendo en número escaso las que empiezan por F. L. y Q. Habia muchas voces compuestas , como es fácil convencerse por la aquellas que nos ha significación de conservado la tradi- ción . Artemi, nombre del Rey de la Gran-Ca- naria, al verificarse la derrota de Bethen- court en 1405 , parece compuesto de las voces Arsch (tribu) emir (Jefe) , Jefe de la tribu; y Guanarteme, título con que se designó despues al soberano , significaba indudablemente, Guan (descendiente) arst-emir 11 TOM. II. 162 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. (del Jefe de la Tribu . ) Adargoma, espaldas de Risco , que era la traducción, según nuestros cronistas , nombre de este guerrero, del estaba formado con las voces Adarg (espalda) goma (risco) . Tamogan-corac, casa de Dios , venia de Tamogan, casa, y de Alcorac, Dios . Ben significaba hijo de , y hay muchos nombres propios que principian así, como Ben-taguaya, Ben-tejui, Ben-taguaire , Bentagoya, que debian significar hijo de Gua- ya, Tejui, Guaire y Tagoye. En el viage tantas veces citado del genovés Nicolás da Recco (1341 ), recogió éste una lista del modo de contar narios, desconocida de entre los Abreu ca- Galindo , que escribia en 1632 , el cual , sin embargo, nos presenta otra en su historia, que guarda grandes analogías con aquella . Véanse á continuación una y otra lista: RECCO. GALINDO . GALINDO . 1 Nait . 1 Been . 20 Linago . 2 Smetti . 2 Lini. 3 Amelotti. 3 Amiat . 21 Beni-Linago . 30 Amiago . 4 Acodetti . 4 Arba. 31 Beni-Amiago . 5 Simusetti . 32 Lini-Amiago. 6 Sesetti . 5 Cansa. 6 Sumous. 7 Satti . 7 Sat. 8 Tamatti. 8 Set. 40 Arbiago. 50 Camago. 100 Been-Maragoin 163 LIBRO CUARTO. RECCO. GALINDO. GALINDO. 9 Aldamorana. 9 Acot. 10 Marava. 10 Marago. 11 Beni-Marago. 11 Nait-Marava . 200 Limaragoin. 12 Smatta-Marava . 12 Lini-Marago . 13 Amierat- Marava 13 Amiat-Marago. 14 Acodat-Marava . 15 Simusat -Marava 16 Sesatti-Marava . ( 1 ) Aunque no hay perfecta concordancia entre ambas listas, se observa, go, un plan uniforme lazar las sin embar- en la manera de en- decenas y centenas . Desde luego el Marava de Recco y el Marago de Galindo para expresar la decena, se puede ase- gurar que es una misma palabra , adulterada por el tiempo ó por las personas que la oyeron y trasladaron al papel , y admitiendo que haya habido trasposición al reproducirlas , Sesseti , Satti , de voces se observa que Simusetti , Amelotti y Acodetti, guar- dan gran semejanza con Sumous , Sat, Set, Amiat y Acot de la segunda lista . Posteriormente el Doctor Verneau (2) nos dá cuenta de un manuscrito , encontrado por M. León de Cessac en una biblioteca de 1 (1) Champi . 1827. Firenze . (2 ) Rapport, Paris , 1887 , p . 195 . 164 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Lisboa que contiene varios dibujos de los habitantes primitivos de Canaria y Hierro y donde, á la vez, se reproducen dos poesias de una y otra isla con su correspondiente traducción en portugués . Respecto á la cuestión filológica , que vamos tratando , este documento es de una grande importancia histórica . Véanse aquellas poesias. 1.a GRAN CANARIA. Aicá maragá, aititu aguahal Maicá guere, demacihani Neigá, haruvici alemalai. 2.a HIERRO . Mimerahaná ? ziná zinuhá ? Ahemen aten , haran, huá , Zu Agarfa fenere nuzá. Las palabras de estos dos cantos se descomponen en portugués y español en la forma siguiente : LIBRO CUARTO . 165 CANTO CANARIO. CANARIO . Aicá . PORTUGUÉS . ESPAÑOL. Seas Sejais bem venido bienvenido maragá . aititu • aguahal . Maicá · nossa mai esta gente esta gente guere demacihani . forasteira extrangera mas ja que estamos juntos irmao ahora que estamos juntos hermano mataraô . Neigá haruvici. alemalai. matarán • quero me casar . nuestra madre • poisque estamos perdidos quiérome casar ya que estamos perdidos CANTO HERREÑO. CANARIO . PORTUGUÉS . ESPAÑOL . Mimerahaná ziná . Quetragaopara cá. Que traeis ahí? Que por aqui conduzaô Que llevais acá? aten Que importa leite . que importa Leche haran agua agua huá . epao . se pan si Agarfa . nao quer nombre propio zinuhá • Ahemen Zu Agarfa . fenere nuzá. olhar para mim no quiere mirarme 166 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Los dos cantos pueden traducirse libremente así: Canto canario . -Bienvenido seas . Esos extrangeros desean matar á nuestra madre, ahora que nos ven juntos . Hermano, quiero casarme, ya que estamos perdidos . Canto herreño .-Que traes? Que conduces ahí? Pero, ¿qué me importa la leche, el agua y el pan, si Agarfa no quiere mirarme? Suponemos que este manuscrito perteneciera á alguno de los de la expedición de Angiolino, de que nos habla Bocaccio, aunque pudo tambien ser posterior , porque sabido es, que los portugueses siguieron visitando las Canarias durante todo el si- glo XV. Varias son las raices , que los autores dan á las principales voces del vocabulario isleño, acomodándolas cada uno á la hipótesis que sostiene. Asi vemos que á Alcorac (Dios) , le dán un orígen beréber; á Magec ( Sol) , orígen celta; á Altahay (valiente) , orígen griego; á Ecero (fuerte) , orígen celtibero; á Quehebi (señor), orígen árabe, daman (rebaño) , (al-kebir); á Ari- orígen egipcio ; y asi de otras . El estudio de los dialectos , que aún se ha- LIBRO CUARTO . 167 blan por algunas tribus en las faldas del Atlas , dará al fin la clave de ese antiguo lenguage . Las escasas tentativas , emprendidas en ese sentido, suministran yá una gran copia de preciosos datos, autorizándonos para asegurar, que alli se encuentra la raiz común de ese perdido idioma. Mr. de Quatremére decia: -La lengua beréber no ha sido importada en el África septentrional por ninguno de los pueblos , que han hecho ó intentado su conquista.- Y el laborioso Berthelot, añadia : -Puede creerse con toda apariencia de verdad , que esta lengua se hablaba, desde los tiempos más remotos , por los pueblos nómadas esparcidos en esa parte del continente africano . Esa lengua es la misma que hoy se habla en esos sitios , y probablemente la que hablaban los Númidas antes de la invasión romana..— (1) La raza fundamental que puebla el norte de África es la beréber, (2) y su lengua. la que se habla hoy , desde el Egipto hasta el Atlántico , desde el Mediterráneo hasta el Soudan; allí debe encontrarse la raiz del dia- (1 ) Etnografía, p . 219 . (2) « On ne la retrouve pas ailleurs , que dans les Canaries , où les anciens noms de lieux et de populations sont berbers . >> M. Manouvrier. Revue scientifique . 1881 , 168 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . lecto isleño , y cuando se pruebe por los filólogos la certeza de nuestra hipótesis , que- dará asimismo probada con mayor autoridad, según tantas veces hemos repetido en el curso de esta obra, la unidad de la raza que poblaba primitivamente el archipiélago . LIBRO CUARTO . 169 IX. ORGANIZACIÓN POLÍTICA . GRUPO ORIENTAL . En las siete islas , únicas habitadas , existia, al tiempo de su conquista , como forma de gobierno establecida , la monarquia hereditaria absoluta, más ó menos templada por un cuerpo organizado de sacerdotes y nobles , que tenian el derecho de aconsejar al soberano, y en ciertas ocasiones de compartir con él su autoridad. La división en castas de nobles y plebeyos, se hallaba tambien universalmente admitida, existiendo signos exteriores , que daban á conocer desde luego su procedencia. El límite entre ambas castas no era, sin embargo, difícil de salvar; se ascendia á noble ó se descendia á villano, según la aprecia- 170 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS ción de ciertos actos, ó la calificación de otros examinados por un tribunal , que en- tendia especialmente en estos asuntos . Es probable que en remotas edades cada isla estuviera dividida en varios distritos, tribus ó familias, de que eran jefes los más ancianos , los más valientes , ó los más astutos , hasta que, las guerras de tribu á tribu, provocadas por celos, ódios ó ambiciones , dieron á la más afortunada la supremacia sobre las demás . De este modo, el reyezuelo que en ella imperaba, se erigió en jefe absoluto del Estado , fundiendo en una aquellas diversas tribus , y echando asi los cimientos de una monarquia, que luego se cambió sin esfuerzo en absoluta y hereditaria. Para recoger y apreciar con mayor exactitud los pocos recuerdos , que de esta organización nos restan , vamos á ocuparnos separadamente de cada una de las islas , y de lo que, respecto á su gobierno, ha llegado hasta nosotros , concluyendo esta reseña con la sucesión histórica de sus jefes ó reyezuelos, según se refiere en nuestras crónicas . LANZAROTE . - Tradición histórica . — Esta isla , la do primera que se encuentra llegan- de Europa , fué, por esta circunstan- cia, la más azotada de los piratas nacionales y extrangeros, que iban allí á buscar escla- LIBRO CUARTO . 171 vos, para satisfacer las repetidas demandas de una mercancia, tan codiciada en aquellos tiempos . Ya hemos visto en el curso de esta historia, la ocupación momentánea de Lanciloto. Maloxello ( 1275?) (1 ) ; la expedición de Angiolino (1341) cuya relación nos ha conservado Bocaccio; el pacífico reconocimiento de Alvaro Guerra (1345) , como delegado del Príncipe de la Fortuna ; y el abandono definitivo que hizo luego el Infante de su efímero Principado . (2) En ninguna de estas expediciones se hace mención de la forma de gobierno que regia en la isla, ni del nombre de sus jefes , siendo preciso llegar hasta el último tercio del siglo XIV, para encontrar el primer dato auténtico sobre la cronologia histórica de sus reyes . En 1377 , ó quizas algunos años despues (1 ) La fecha de esta expedición se deduce de esta frase de Petrarca : Eó siquidem patrum memoria.-Vita Solit. Lib . II . Sect . VI . Cap . III , p . 277. Basilea . (2 ) Dice Osuna, pág. 29 : «Las noticias que Alvaro Guerra dió al Infante en las que se pintaban con vivos colores las pocas ventajas que podia reportar de la conquista de las Islas, los gastos que ésta ocasionaba , y los peligros á que se exponian los Europeos , tanto por causa de la navegación , cuanto por la falta de alimentos, que habia en estos paises y la barbarie de sus moradores, fueron sin duda los motivos que decidieron al principe á abandonar su proyecto . >> 172 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . (1) cuando el Rey de Portugal y el Duque de Lancaster (Alencastre de nuestras crónicas) pretendian hacer valer sus derechos sobre la corona de Castilla , en nombre de los desheredados hijos del asesinado en Montiel , vigilaban las costas lusitanas , una ar- mada, bajo la bandera de D. Juan el primero de Castilla, con el intento de impedir el desembarco de los refuerzos , que habia ofrecido el Rey de Inglaterra á su hermano el de Lancaster, casado con la Infanta D.a Constanza, primogénita del Rey D. Pedro . (2) Era capitán de una de esas naves un noble vizcaino llamado Martin Ruiz de Avendaño, jóven y apuesto caballero , de gentil presencia, quién , sorprendido por un recio temporal, y sin serle posible resistir el empuje de los vientos y las olas, se vió separado de las costas de España , y arrastrado (4) Abreu Galindo , de quién tomamos esta noticia , dice: « reinando en Castilla D. Juan el primero, » en cuyo caso no puede aceptarse la fecha de 1377 que fija Viera (t. 1.º , p. 173 ) por cuanto es sabido que D. Juan principió á reinar en 1379 . (2 ) Dice Mariana en su Historia de España, t . 1.º, p . 585 ed . de 1852 .... «diez y seis galeras de Castilla se encontraron con veinte y tres de Portugal . Dióse la batalla naval, que fue muy memorable . Vencieron los Castellanos ; tomaron las veinte galeras contrarias y en ellas gran número de portugueses con el mismo General D. Alfonso Telez Conde de Barcelos >>> El almirante castellano era Fernán Sanchez de Tobar . 173 LIBRO CUARTO . á las de Lanzarote , en cuyo puerto principal buscó abrigo , y descanso á su combatida nave, y refrescos y mantenimientos para sus atribulados compañeros . Aunque no era aquella la primera vez, que los isleños eran visitados por los europeos , sorprendióles sin duda el órden , aseo y compostura de una nao de guerra, y el tra+ to afable y cortés del capitán Avendaño . Ello fué, que, el Rey de la isla , llama- do Zonzámas , recibió á los españoles con cariñosa solicitud, les obsequió generosamente con carne, harina de cebada y leche, y hospedó en su misma casa al comandante del buque . Estaba Fáina, casado Zonzámas con la noble isleña jóven y agraciada, que supo apreciar, más de lo que sus deberes le permitian, las galantes frases del capitán vizcaino , dándole pruebas de su rendida voluntad . La nave retornó á España con su jefe y tripularios , y la reina Fáina, nueve meses despues, dió á luz una hermosa niña, de tez blanca y sonrosada , á quién se le puso por nombre Ico. Zonzámas á su muerte dejó dos hijos llamados Tingua- Fáya y Guanarame, además de la infanta Ico . De éstos , el primero suce- 174 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dió en el trono á su padre, y fué hecho prisionero con su esposa y 160 de sus vasallos, en la expedición de Andaluces y Guipuzcoanos , acaudillada por Gonzalo Peraza Martel, llevando , además, como trofeos de su fácil victoria , cera , cueros, sebo y ganado . Algunos autores colocan la fecha de esta invasión en 1393 , y otros en 1399. Vacante el trono por la prisión de Tin. gua-faya, entró á sucederle Guanarame, que habia casado, según la costumbre de los antiguos reyes persas y egipcios , con su hermana la princesa Ico , de cuyo enlace nació Guadarfia, que reinaba en 1402 , cuando se presentó en la isla Bethencourt , hallándose aquel casado con la reina Artiaga. Pero sucedió, que, antes de aclamarlo Rey, se levantó una facción , capitaneada por algunos nobles descontentos , que negó á Gua- darfia su cualidad de hijo legítimo , declarando , sin ambages, que su madre Ico era fruto de un adulterio, y citando como prueba el nombre nunca olvidado de Avendaño . Cuenta la tradición , que, entonces, el tri bunal nombrado para conocer de tan espinoso asunto, resolvió encerrar á la reina viuda con tres criadas suyas , de orígen plebeyo, en un aposento tapiado y lleno de humo, entendiendo, que, si salia viva de esta 175 LIBRO CUARTO . prueba y ahogadas sus doncellas , seria que Dios habia decidido manifestar por este medio su inocencia . Habia por aquel tiempo en Lanzarote una vieja, con sus ribetes de hechicera, que condolida de la angustiosa posición de la viuda, la aconsejó, que debia ayudar á Dios en la ejecución de aquel fallo , para lo cual solo era preciso que llevase oculta una esponja llena de agua, y la aplicase á la nariz cuando le dieran humo . Hízolo asi la reina, y consiguió respirar fácilmente , saliendo viva de tan hórrible suplicio, y ahogadas sus compañeras las tres villanas . Quedó , pues , probado que Ico era noble é hija de Zonzámas, y limpia y sin mancha la honra de la hermosa Fáina. Después de esta prueba decisiva, la facción contraria enmudeció, y Guadarfia fué proclamado sin obstáculo , rey de Tite-roygatra, colocando sobre sus sienes la antigua corona de pieles , adornada de conchas marinas . (1) Este Jefe, el mismo que encontró Bethencourt reinando en Lanzarote , recibió en el bautismo el nombre de Luis , é hizo entrega de su corona en manos del Barón norman- (1) Abreu Galindo , p . 31 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 176 do. Sabemos que su hija la princesa Teguise casó con Maciot de Bethencourt, y qué de un hijo ó nieto suyo llamado Guillen de Fia nació doña Catalina Dar-fia , manceba de Sancho de Herrera el viejo , de quienes desciende la noble familia de los Marqueses de Lanzarote. FUERTEVENTURA . - Tradición Histórica.En dos reinos cuando la estaba dividida esta isla, crónica de Bethencourt nos dá las primeras noticias sobre su organización política. De una á otra orilla del mar corría una pared, que aislaba completamente ambas porciones del territorio , siendo llamada la del norte Maxorata, y Jandía la del En cada uno habia un jefe, de sur . estos pequeños Estados que disponia del poder su- premo, sin que sepamos si electivo ó hereditario . este poder era De presumir es que su autoridad fuese compartida con los guerreros , que habian adquirido mayor fama por su prudencia y valor, y con la tribu sacerdotal, de la que solo ha llegado hasta nosotros los nombres de dos mugeres, que ejercian el oficio de agoreras ó sibilas . Guize y Ayoze se llamaban los reyes que gobernaban aquellos estados , la se rindió á Juan de cuando la is- Bethencourt, des- pues de algunas ligeras escaramuzas, repe- 7 47 LIBRO CUARTO . tidas en diferentes 177 ocasiones , indignas del patriotismo de aquellos isleños , y de lo que podia esperarse de las fortificaciones que defendian el país . Guize rey de Maxorota tomó de Luis, y Ayoze rey de fonso . Desde entonces el nombre Jandía el desaparecen de Al- ambos la historia, sin que se conserve el me- de nor recuerdo de su vida posterior ni el de su descendencia . GRAN-CANARIA- Tradición histórica. — En el siglo XIV, dicen nuestras hallaba dividida la crónicas , se Gran-Canaria en diez cantones , llamados Agáldad (Gáldar) , Tel- de, Araginéz (Agüimes), Texeda, Aquexata, Agaete, Atamaraseid (Tamaraceite) , brirgains (Artebirgo) , Artiacar, Artu- y Arehu- cas, (Arúcas), mandado cada uno por un jefe independiente . Vivia entonces en el distrito de Agáldad, el más populoso y rico de la isla , una jóven de singular hermosura y de un talento excepcional , cia decisiva en todos los que egercia una influennegocios públi- cos y privados que se le consultaban . Llamábase Andamana ó Atidamanan , y la suponian todos inspirada y en comunicación con espíritus superiores, creencia que ella misma se complacia en difundir y afirmar, su12 TOMO II. 178 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . poniendo misteriosos éxtasis y formulando sibilíticas respuestas . Levantóse contra ella un partido numeroso, que, envidiando su influjo y su talento, pretendió calumniarla y envilecerla, lo cual dió ocasión á que, despertándose en ella el deseo de vengarse de tan injustos adversarios , concibiera el proyecto de avasallar la isla, reduciéndola á su obediencia . Para ello se enlazó ántes con Gumidafe, jefe del cantón de Agáldad , y juntos , despues de reunir una tropa adicta y aguerrida , que secundára sus planes, valiéndose de los me- dios de declarar á unos Cantones la guerra, de seducir á otros con promesas, y de atemorizar á los demás con el poder de sus armas y la protección invisible de su Dios, consiguieron en poco tiempo someter los diez distritos á su voluntad, echando los cimientos de una monarquia hereditaria, cuya corte fijaron en el pueblo de Agáldad . Hijo de esta unión fué el valiente Artemis, que habia sucedido ya á sus padres en 1405 , año en que obtuvo en las playas de Arguineguin una señalada victoria sobre las tropas de Bethencourt , muriendo á manos de sus valientes isleños veinte y dos franceses, entre los cuales se contaban los distinguidos oficiales Juan le Courtois y An- LIBRO CUARTO . 179 nibal, bastardo de Gadifer . Ignoramos la fecha de la muerte de este intrépido guerrero, y solo sabemos , que le sucedió Taghoter Semidan, que otros escriben Tago-horcer, (2) el cual, despues de un reinado, cuya duración no es posible hoy fijar, dejó dos hijos llamados Guanache Semidan, y Bentagache. Fué el primero aclamado rey de Agáldad , y el segundo de Telde, división que debió tener lugar de 1455 á 1460 (3) , arreglada tal vez por los Guaires (consejeros) y Faicanes (sacerdotes) de ambas localidades, que desearian conciliar de este modo las opuestas pretensiones de los dos hermanos á fin de dividirse mejor su autoridad . Guanache , llamado por los españoles el Bueno, fué casado con Guanuriragua, hermana del Faican de Telde Guanariragua el tuerto , jefe de las tropas que se apodera(1 ) Le Canarien , p . 170. Aunque algunos historiadores creen que Artemis murió en esta refriega , la Crónica de Bethencourt, única autoridad en tal asunto , nada nos dice sobre ello . (2) Véase una escritura de transacción entre varios descendientes de canarios, otorgada ante el escribano de Gáldar Diego de Flores en 1565 , donde constan estos nombres . (3) Azurara en su Crónica escrita en 1458 , dice , hablando de Canaria : -E teem antre si dous , que nomean por rex.-P. 376 . Consta tambien , que cuando por ese tiempo Diego de Herrera levantó la Torre de Gando , habia ya un Rey o Guanarteme en Telde .-- Abreu Galindo , p . 74 . 180 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . ron de la fortaleza de Gando , teniendo aquel una sola hija legítima que se llamó Arminda, nacida en 1464, si bien es fama, que sus hijos naturales pasaban de cuarenta . (1) La muerte de este Guanarteme la fijan nues- tros cronistas , en 1472 , dejando de ocho años á la jóven heredera (2), por lo cual se confirió el gobierno de sus Estados á su sobrino Thenesor Semidan, que algunos llaman Guayedra (3) (D. Fernando Guanarteme), hijo de su hermano Soront- Semidan , de edad entónces de 24 años . Thenesor, último Rey de Gáldar, y luego de toda la isla á la muerte del Rey de Telde Bentagache (4) dejó de su matrimonio con Abenehara á la infanta Guayarmina, que tomó, como es sabido , el nombre de Margarita (5) , y en se- ( 1 ) Véanse Marin y Cubas, ms. p. 232, y el P. Sosa , p. 182 . (2) Sosa, p . 69. (3) Guayedra lo llama Marin y Cubas. Lib . 1.º, cap . 18 . (4) Aunque se dice que el Rey de Telde habia dejado hijos menores, es lo cierto , que éstos nunca llegaron á heredar, siendo para nosotros una fábula la elevación de Doramas á dicho trono , despues que hemos estudiado mejor esta cuestión . (5) Del matrimonio de ésta con Miguel de Trejo Carvajal nacieron cuatro hijos: 1. Bernardino de Carvajal , que casó con Melchora de Cabrejas . 2.º D. Maria Carvajal que casó con Bartolomé de Aguilar, vecino de Galdar é hijo de Gonzalo de Aguilar . 3. Alonso Gonzalez Carvajal ; y 4.° Hernando de Trejo . Estos dos últimos pasaron á las Américas. LIBRO CUARTO . 181 gundas nupcias con Maria Vizcaina, natural de la Gran-Canaria, familia que tuvo grandes repartimientos de tierras y aguas en la Orotava . De todos estos enlaces se conserva numerosa descendencia . Es dudoso si la división en dos reinos independientes existiera al tiempo de la conquista, por la menor edad de los hijos de Bentagache, que parece dió ocasión á una anarquia, durante la cual nuestros cronistas no dicen con claridad quien gobernaba aquel distrito; pero es indudable, que el Guanarteme de Gáldar ejercia entonces un poder supremo, extensivo á toda la isla , por cuanto antes y despues de caer prisionero se le consideró como Rey de la Gran-Canaria, y en ese concepto fué enviado á España, y regresó cristiano y sometido, con el empeño de reducir á la obediencia al resto de sus vasallos . Cada distrito ó señorio tenia seis capitanes ó Guaires , que constituian una asamblea consultiva ó Sábor, en un lugar que denominaban Tagóror, y á cuyos individuos se les encomendaba el mando de las tropas ó el gobierno de las comarcas más ricas y pobladas . En Gáldar se llamaban estos jefes Adargoma, Tazarte, Doramas , Tijama, 182 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Gáifa, y Gaitafa; y en Telde, Maninidra, Nenedan, Bentohey, Bentagay, Guanhaben y Autindara . (1) En cierta época del año se juntaban los dos reyes con sus consejeros en las cuevas de Farácas en Gáldar, para tratar de asuntos de general utilidad , ó tal vez á dirimir las discordias , que habian de ser frecuentes sobre límites y pastos . (2) Aunque el cuerpo de la nobleza era numeroso , distinguiéndose por lo largo del ca bello, cualquiera tenia el derecho de ingresar en esa clase, siempre que fuera valiente, y no hubiese cometido acción alguna deshonrosa . Los hijos de los nobles , no lo eran sólo por haber nacido de ellos , sino cuando el Faican les conferia el cargo en una especie de juicio público y contradictorio , ( 3 ) ó (1 ) Abreu Galindo , P. 108 . (2) Marin y Cubas . Parte 2 * , cap . XVIII . La manera que tenian en hacer los nobles é hi(3) dalgos era, que desde cierta edad , que tenian determinada, criaban o dejaban criar el cabello largo , y cuando te nian edad , y fuerza para poder ejercitar las armas y cosas de la guerra, y sufrir los trabajos de ella , ibase al Faycag y deciale, yo soy fulano , hijo de fulano noble , y que él lo queria tambien ser . El Faycag convocaba los nobles y á los demas del pueblo , donde e! mozo nacia y habitaba , y perjurábalos por Acoran , que era su Dios , dijesen si ha bian visto á fulano entrar en corral á ordeñar cabras ó matar cabras ó guisar de comer ó lo habian visto hurtar en tiempo de paz ó ser descortés y mal hablado y mal mirado principalmente con las mugeres , porque estas cosas impe dian el ser noble ; y sí decian que no , el Faycag le cortaba 183 LIBRO CUARTO . si por gracia especial el Guanarteme les tomaba de la mano, y les conferia de este modo el rango de caballeros . A los villanos se les daba el nombre de trasquilados , porque no podian dejarse crecer el cabello, siendo éste el distintivo entre ambas clases . Cada aldea ó distrito tenia un Fayacan para el gobierno y buena administración de justicia de su circunscripción, con cierto número de coadyutores ó auxiliares llamados Guafayacanes . A los que acaudillaban las tropas se les denominaba Faya-rahucanes y eran escogidos entre los más valientes, y elegidos por el Guanarteme en junta anual con sus Guaires . (1) Cuando salia el Guanarteme le acompa- ñaba una lucida escolta, precediéndole un guerrero con una lanza en alto llamada Anepa, á cuya vista se arrodillaban besándole el tamarco y limpiándole los piés . (2) el cabello redondo por debajo de las orejas, y le daba una vara que llamaban Magado , con que peleaban , que era cierta arma, y quedaba hecho noble , sentándolo entre los nobles . Y si decian que sí y daban razon , dónde y cuando , trasquilábale el Faycag todo el cabello , y quedaba villano y inhabilitado para ser noble ni podia pedirlo Abreu Galindo ,. p . 89 . (1) Castillo p. 61 llama á los Consejeros Hecheres - Hamenatos , y establece la división que vá consignada en el texto , noticia que solo haltamos en este autor. (2) Castillo, p . 63 . 184 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . X. ORGANIZACIÓN POLÍTICA . GRUPO OCCIDENTAL . TENERIFE . — Tradición histórica .-- Asegu- ran nuestras más antiguas crónicas (1) que la isla de Tenerife , se hallaba sujeta á la dominación de un solo Rey ó Mencey, cuyo último representante se llamó Tinerfe el Grande; pero que éste en su vejez, hallándose padre de nueve hijos, vió atacada su autoridad por el primogénito , conocido con el nombre de Betzenuya, quién, devorado por una impaciente ambición , se enseñoreó del hermoso distrito de Taoro, donde estableció su capital, siguiendo luego su ejemplo los demás hermanos, que se dividieron (1 ) Espinosa, p . 13 . LIBRO TERCERO. 185 entre sí el resto de la isla. (1) Ello es lo cierto que en 1464 , cuando Diego de Herrera visitó las playas de Añaza , y tomó la ridícula posesión de que nos dá cuenta el documento de Fernando de Pá- rraga, habia nueve Reyes en la isla, cuyos distritos ó señorios llevaban los nombres de Taoro, Güimar, Anaga, Abona, Tacoronte , Ben-Icod , Adexe, Tegueste y Daute. (2) Algunos años antes (1455) el célebre viagero Cadamosto, que visitaba las cuatro islas conquistadas , afirma, respecto de la de Tenerife, que se hallaba gobernada por nueve señores, llamados Duques , los cuales no eran elegidos por derecho de sucesión ó de herencia, sino por el derecho del más fuerte. (3) En esta apreciación puede haber inexactitud, (1) Marin Ꭹ Cubas dice á este propósito : «Hubo noticia en Levante, llevada de esta Isla llamada Infierno , por los Aragoneses llegados á la parte del Sur, donde es Adexe , á tratar de paz , por los años del Señor 1347 , y vino alli un Rey solo , que dice tenia la Isla , llamado Betzenusiga , con muchos capitanes, supieron el temple de toda ella, y cómo eran idolatras , teniendo un Dios llamádo Jucanche , y como no admitieron tener con ellos paz , diciendo, que si alli volviesen otra vez á ese fin no saldrian vivos . » -Lib . 2.º, cap . XX , Ms. (2) Véase un traslado en pergamino , que se halla en la información de nobleza del Rey de armas Juan Negrin , citado por Nuñez de la Peña , p . 67. (3) «Non sono signori per natura , che succeda il figluolo al padre , ma chi piu puote é signori . »> Cadamosto, p . 98. 186 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. porque todos los historiadores están de acuerdo en asegurar, que la sucesión no era electiva sino hereditaria ; pero queda, sin embargo, probado, que la división en nueve señorios se hallaba establecida desde principios del siglo XV. Esta misma división subsistia cuando Alonso Fernández de Lugo redujo la isla á la obediencia de Castilla. La historia nos ha conservado los nombres de sus reyes y los de sus hijos y sucesores, hasta el momento en que tuvo lugar la invasión castellana. El primogénito del Gran Tinerfe, ya hemos dicho que se llamaba Betzenhuya, que otros escriben Bentinerfe y Bentenuhya . Este se reservó el distrito tápala, el isla, conservó de y más fértil y de Taoro ó Araupopuloso de la este modo cierto ran- go y predominio sobre los demás Estados. Su hijo tomó el nombre de Imobach Quehevi (señor, alteza ó magestad) , siendo el Mencey , que , al parecer, reinaba en tiempo de Diego Garcia de Herrera , sucediéndole luego Bencomo , que en algunos manuscritos antiguos se denomina Bentor , célebre por su gloriosa defensa contra las armas españolas, su valor , prudencia y suerte desgraciada. Acaymo, segundo hijo del gran Tinerfe, 187 LIBRO CUARTO . reinó en el distrito de Güimar, sitio escogido para la aparición de la Vírgen de Candelaria, y fué llamado Rey de las Lanzadas . Añaterve el Bueno le sucedió , siendo durante la conquista un traidor á su patria, como lo fué el Guanarteme D. Fernando en la Gran-Canaria. Atguaxoña ocupó el distrito de Abona, y sólo se sabe, que su hijo y heredero se llamó Atxoña . Arbitocazpe entró á poseer el reino de Adeje, á la muerte del Gran Tinerfe su padre. Su hijo llamado Pelinor le sucedió el trono . en A Caconáimo, quinto hijo de Tinerfe, le tocó el señorio de Daute, y sólo sabemos que su hijo Romen se rindió, sin defenderse , á Alonso de Lugo. En el distrito de Icod ó Ben-icod, entró á reinar Chincanáico , sexto hijo de Tinerfe, sucediéndole Pelicar, que tambien se rindió á las armas castellanas, sin haber contribuido á la defensa del pasí. El séptimo hijo, llamado Rumen , reinó en Tacoronte, y tuvo por sucesor á Acáymo, que tambien combatió valerosamente por la independencia de su patria. Tegueste , Mencey del Estado del mismo nombre, hubo por hijo á Tegueste II, que 188 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . asimismo tomó las armas en defensa de la isla. Y por último, el noveno hijo, señor de Naga ó Anaga, llamado Beneharo, que vivió siempre asediado por las entradas de los normandos y castellanos , dejó el trono á su hijo Beneharo II, padre de la infanta Guacimara, de quien nos habla Viana en su poema. (1) Además de estos nueve hijos, habia dejado Tirerfe otro ilegítimo , llamado Aguahuco, que se apoderó de un pequeño territorio, conocido hoy con el nombre de Punta del Hidalgo , señorio, que supo conservar y legar á su hijo Zebenzui ó Zebenzayas, á quien daban los nombres de Atchi-mencey, ó hijo del Rey, y el de Hidalgo pobre. (2) (1) Nuñez de la Peña, p . 34. (2) Nuñez de la Peña , que nos merece mucho crédito en todo lo que se refiere á Tenerife , cuenta á este propósito lo siguiente: «Este Zeb ensui era un valiente guanche , señor de aquel término; era primo de los reyes de la isla, y descendiente de Guahuco, hijo bastardo del Rey Thinerfe, á quien cupo aquel señorío , como dije en el capítulo V. Llamábanlo los naturales Archimenceu , que quiere decir Hidalgo pobre, por ser de poca hacienda ; y de aqui se le quedó á aquel término llamarse la punta del Hidalgo; los reyes le acudian con algo, y en particular el de Anaga le daba en cada año cantidad de gofio de regalo , por la fama que de valiente tenia ; era grande robador de ganado ajeno , que à los de Anaga destruia por estar allí cerca; y á los pastores de los términos comarcanos . Algunos dieron quejas al Rey Bencomo, de los daños que Zebensui hacia; el noble Rey procuró el LIBRO CUARTO . 189 Aunque la sucesión era hereditaria y nó electiva, creen algunos , que los hermanos eran preferidos á los hijos , lo cual está en remedio, y sin dar cuenta á persona alguna , salió de su palacio, y sin acompañamiento se fué à la Punta, y término de Zebensui para con secreto reprehenderle ; llegó cerca de la cueva, y morada de Zebensui, y para entrar aguardó á ocasión que estuviese comiendo Zebensui ; siendo hora, de repente se entró en ella , y halló á Zebensui comiendo de un tierno y grueso cabrito , y de otras frutas , que habia adqui . rido con su mala industria; con la entrada del Rey, quedó Zebensui turbado con el bocado en la boca, y como confuso le vió el Rey , le dijo : bien creo Zebensui, cuan vicioso vives , y descuidado , de que no tendrás castigo por tus malos hechos, y que no tienes Rey á quien obedecer, y que en tus desaciertos ponga remedio, si tuvieras conocimiento de lo que te digo, vivieras en paz, y con reposo ; el hidalgo con el color demudado , le respondió : «Gran Rey y señor, seais bien llegado , he quedado suspenso de veros entrar en mi pobre cueva, solo, sin acompañamiento , y gozoso de que en mi cueva hayais entrado , de que me haceis mucha honra; juzgo no habreis comido , con vuestra licencia voy á prevenir que poneros en la mesa: suplicoos que descanseis en el interin; al salir de la cueva le detuvo el Rey y le dijo: «Zebensui detente, si piensas darme de comer de lo ageno , no tomes ese cuidado , que el Rey no quiere sustentarse de la sangre del pobre , antes darle de la suya: replicóle Zebensui : « señor , un cabrito de los mios iba á buscar , no ageno ; solo gofio y agua en mi cueva tengo, pésame no tener con que regalaros : » el gofio pidió , y con una poca de agua el Rey con sus manos desleyó; pidióle sal para echarle, no se la dió por no tenerla: comiólo y despues le dijo el rey: « Primo Zebensui ; muy sabroso me ha parecido este gofio aunque sin sal . El pobre con gofio, y agua se alimenta, y para él es el mayor regalo , pues no tiene rentas ni ganados con que regalarse . Tú sin ellos te regala, con lo que Dios te ha dado te contenta, que el gofio y agua á nadie mata ; el que has dado, bien has visto , que sin sal lo he comido, y me ha parecido sabroso ; el manjar ageno es desabrido, el propio con sabor siempre se halla; en lo que te he dicho advierte, que si te enmiendas , cuando te pienses pobre, te hallarás rico; » con esto se salió el Rey 190 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . contradicción con lo que nuestros mismos cronistas nos refieren respecto del Gran Tinerfe y sus sucesores. Tal vez fuera aquella una costumbre tradicional , caida luego en desuso, por el poderoso estímulo del cariño paternal, que necesariamente habia de contribuir al olvido de una práctica tan expuesta á usurpaciones, aunque siendo desde luego anterior á la relación histórica que dejamos consignada . (1) La coronación y juramento del nuevo Rey se verificaba en el Tagóror ó lugar del Consejo, á presencia de los nobles (Atchimencey) , de los pecheros (Cichiciquitzo) , y de los hijos del pueblo (Atchi - caxna) . El раriente más cercano del nuevo Rey, llevando en la mano un hueso , que, como reliquia sagrada se guardaba en cada Estado , perteneciente á uno de sus antiguos Reyes, lo daba de la cueva sin esperar satisfaccion . El hidalgo se quedó confuso é imaginativo de lo que el Rey le decia , y el estilo con que le reprendió . Salió en su seguimiento para pedirle perdon, y darle las gracias por la oculta reprehension , y no le pudo alcanzar por llevar mucha ventaja en haber salido antes y caminar aprisa ; llegó hasta Tegueste, contóle al Rey su primo lo que le habia sucedido con el Rey de Taoro; echole por tercero prometiendo la enmienda, y por este medio consiguió su amistad . El Rey de Tegueste se ale . gró de la promesa de Zebensui : hizole muchos agasajos , nombróle mayoral de su hacienda y ganados, que eran tantos con sus señas , que cien pastores los guardaban, y el hidalgo Zebensui los gobernaba . » Pág. 144 . (1 ) Espinosa, p . 13 . 191 LIBRO CUARTO . á besar al electo monarca, el cual , despues de esta ceremonia, lo ponia sobre su cabeza , repitiendo los principales asistentes la misma fórmula, aunque colocando el hueso sobre el hombro, y cada uno decia: -Juro por Dios que me hizo grande.— (1 ) Con lo que era respetado como Rey, entregándose el pueblo á los festejos y regocijos consagra- dos por el uso en tales ocasiones . PALMA. -Tradición histórica . Ninguna noticia se conserva relativa á los jefes que esta isla antes de su con- dominaron en quista. Azurara en su crónica (2) , sólo nos dice que tenian reyes, sin añadir otras explicaciones . La crónica de Bethencourt nada adelanta sobre su gobierno interior; de modo que, es preciso llegar hasta el P. Abreu Galindo, curioso investigador de las anti- güedades de esta isla, para encontrar una descripción exacta de los señorios en que estaba dividida, los nombres de sus jefes , y ( 1 ) El P. Espinosa ( p . 14 ) , trae la fórmula de este juramento en idioma guanche : -Agoñe Yacoron Iñat- zahaña Chaco ñamet. -A cuya frase damos la traducción consignada en el texto, que sin duda debe ser su genuina interpretación . Esta frase ha sido diversamente escrita y traducida por nuestros historiadores ; pero nosotros hemos preferido seguir la versión de Espinosa en cuanto al texto isleño , porque él oyó pronunciar dicha frase á los viejos guanches. (2) <.... e dizem que teem certos que se chamam reis .»> Azurara, p . 384 . 192 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de estos los límites ó fronteras pequeños Estados . Primer Reino. Llamábase Adirane, y jefe ó Rey, Mayanfigo , que al en su lengua significaba pedazo de cielo , á causa de la gentileza de su persona. Segundo Reino . montaña de distrito Desde Tihuya hasta la Tamanca. Era señor de este Echedey, célebre muerto á mano de sus por haber sido vasallos en las pla- yas de su mando el noble Guillen Peraza . Tercer Reino . Desde la montaña de Ta- manca hasta el Charco, y se donominaba este distrito Guehebey, siendo su jefe Tamanca , de quien tomó el nombre la misma montaña . Cuarto Reino. Desde el Charco hasta el término de Tigalate . Llamábase este distrito Ahenguareme, y eran sus jefes dos hermanos llamados Echentire y Azuquahe. (Mo reno) . Quinto Reino . Desde Tigalate y Mazo , hasta Tedote. Eran sus jefes otros dos hermanos , que se llamaban Jugiero y Gare- hagua. Sexto Reino. Desde Tedote y Tenibucar hasta Tenagua. Dividíanse el gobierno de este distrito tres hermanos, denominados Tinisuaga, Agacencie y Bentacayse, de los 193 LIBRO CUARTO. cuales, los dos primeros perecieron ahogados en la repentina avenida de un barranco , que está en el término de Tedote, salvándose solo Bentacayse , por haber logrado asirse á las ramas de un árbol , de cuya aventura quedó cojo el resto de sus dias. Septimo Reino . Desde Tenagua hasta Adeyámen, siendo su jefe el guerrero Atabara. Octavo Reino. Desde Adeyámen hasta Tagarágre, de que era señor el isleño Bediesta. Noveno Reino . Desde Tagarágre (hoy Barlovento) hasta Tagálgen de cuyo distrito era jefe Temiaba, á quién, por su ineptitud, gobernaba el capitán Autinmara. Décimo Reino . Desde Tagálgen (hoy Garafia) hasta el barranco de Hiscaguan . Mandaba este distrito otro jefe llamado tambien Bediesta. Undécimo Reino . Desde Hiscaguan has- ta Tijarafe, que abarcaba la parte más considerable y populosa de la isla, de que era señor Atogmatoma. Duodécimo . Este señorio comprendia el fragoso distrito de la Caldera ó Eceró, (lugar fuerte en el dialecto palmense ) de que era rey el valiente é intrépido Tanausú. Tales eran las TOM. II . circunscripciones en que 13 194 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. estaba dividida la isla , siendo por esta circunstancia muy frecuentes las guerras entre esos diversos caudillos . (1 ) Antes de la conquista, y reinando los Jefes que hemos enumerado, hubo reñidas contiendas entre Echentire y Mayantigo, en las cuales, habiendo salido éste mal herido en el brazo izquierdo , él mismo se lo amputó, torciéndolo por el codo , llamándosele desde entonces por esta bárbara hazaña Mayantigo Aganeye, que significaba brazo cortado . Tambien hubo cruda guerra entre Atogmatoma y Tanausú , su sobrino , durante la cual se aliaron los Jefes circunvecinos á uno y otro bando, resultando alternativamente varias victorias y derrotas, hasta que al fin se afirmó la paz con el casamiento de Tinabana, hija de Atogmatoma , con el hermoso Aganaye señor de Adirame . (2) Estos reyezuelos eran todos parientes en grado muy cercano, como lo afirma Abreu Galindo, lo cual nos induce é creer, que, en tiempo no lejano , debió estar la isla sujeta á un solo rey, dividiéndose á su muerte distritos , entre los hijos que en dejára, y des- pues entre sus nietos, que eran los ya refe(1 ) (2 ) Abreu Galindo , p. 174 y siguientes . Abreu Galindo , p . 178 . 195 LIBRO CUARTO . ridos , y cuyos nombres nos ha conservado la historia. De se aquí deduce necesaria- mente, que el régimen de sucesión era he- reditario , sin que la elección pudiera rar esta costumbre, pues de seguro, alte- modo otro es que Autinmara hubiera despojado del trono al imbécil Temiaba, que no tenia en su favor más cualidad , que la reconocida por su nacimiento. Tambien sostuvieron guerras los palmenses con los naturales del Hierro , y se cuenta que, en una de estas correrias, desembarcaron los hereños por el sitio man Puntallana , que y cautivaron hoy lla- al capitán Echentire, quién, apesar de no tener más que un brazo, se defendió con tal brio, que pudo escapar á sus enemigos . Estos se apresuraron á dejar aquellas playas , temien- do que los isleños , ya avisados , cayeran en mayor número sobre ellos , y los derrotasen, dirigiendo su rumbo hácia el señorío de Tigalate, donde mandaban los hermanos Juguiro y Garehagua . Una hermana de éstos , que casualmente se hallaba en la ribera, cayó en poder del herreño Jacomar; pero con tal fiereza se resistió, y en tanto apuro puso á su raptor, que éste, no encontrando otro medio de defensa , le dió muerte á puñaladas . 196 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Algunos años despues , y habiendo paz entre ambas islas, vino á la Palma Jacomar, y contó el suceso á Garehagua, sin saber que era hermano de la valiente isleña . Más tan pronto se convenció el Jefe de que se trataba de ella, volvióse airado hácia el herreño, y le hirió mortalmente con una lanza, armada de un agudo cuerno de cabra, diciéndole asi se vengan los palmeros .- (1) GOMERA. - Tradición histórica . -A fines del siglo XVI reinaba en esta isla el Príncipe Amaluyge, siendo testigo , durante reinado , de los frecuentes robos , su que los pi- ratas europeos ejercian en sus costas . Cuando el Conde de Ureña se detuvo en la rada de Hipara con los buques de tuvo la desgracia de que un su mando , hermano de este rey cayese mortalmente herido en la sangrienta refriega, que tuvo lugar al verificarse su desembarco . Habiendo acudido Amaluyge con gran número de guerreros á vengar la muerte de su hermano , acorraló á los españoles en un cerro llamado Argodey, donde hubieran todos perecido de hambre y sed , el rey isleño no les hubiese generoso perdón. (1) Abreu Galindo , p . 182 . si piadoso otorgado un LIBRO CUARTO . 197 Es fama que recibió el bautismo , tomando el nombre de Fernando, y que el clérigo catequista se quedó en aquella isla para continuar su obra de conversión . A la muerte de Amalahuyge se levantaron cuatro bandos en la Gomera, acaudillados por Aberbequeye, Alguabozegue , Halhagal y Masegue, quienes, al fin, despues de reñidas luchas se dividieron entre si el país (1) , tocándole el distrito de Mulágua á Aberbequeye, el de Aganá á Alguabozegue , el de Ipalan á Halhagal, y el de Orone á Mazegue. (2) Divididos de esta manera los encontró Bethencourt, siendo fácil empresa apode- rarse del país y someterlo , como lo verifi- (1) Dice Abreu Galindo (p . 45) que-«hubo en esta Isla hombres valientes cuya memoria en sus cantares dura hasta hoy, como era Aguacoroncos, Aguanahuche , Amanluy, Gualhegueya , que murieron en sus cuestiones ; principalmente se cuenta deste Gualhegueya , que yendo un dia á mariscar , que éste era su mantenimiento , entraron á una peña dentro en la mar nadando , y crecida la mar , vino un bando de marrajos, que por aquella costa los hay grandes , que no los dejaban salir á tierra, y que este Gualhegueya era de grande cuerpo y fuerza, y determinado se echó al agua y se abrazó con uno de los marrajos , y ambos se fueron al fondo dando vueltas, y que lo tuvo fuertemente abrazado , y con los zapatazos que el marrajo con la cola daba espantó á los demás marrajos , y huyeron , y los gomeros tuvieron lugar de salir á tierra , y desasiéndose dél , salió tambien à tierra . Dura la memoria desto hasta hoy . >» ( 2) Masegue Conche lo llama Abreu Galindo , Metegnanchepe , Viera; y Masaque Conche el Dr. Chil . Nosotros en este caso , como en todos los de igual indole , seguiremos siempre la versión del autor más antiguo . 198 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. caron Maciot y sus sucesores en los años que siguieron á la ausencia y muerte del Barón. HIERRO .- Tradición histórica.— En esta pequeña isla sólo habia un rey llamado Armiche, cuando Bethencourt se presentó en sus costas, y se apoderó del país sin dificultad ni oposición alguna. La tradición solo conserva el vago recuerdo de las invasiones y correrias de los corsarios, que con frecuencia desvastaban la isla, llevándose prisioneros á sus indefensos habitantes . LIBRO CUARTO. 199 6 XI. RELIGIÓN, RITOS , CEREMONIAS . GRUPO ORIENTAL. Aunque vagas y confusas , poseian los canarios algunas ideas religiosas , restos de antiguas creencias , ó producto natural y progresivo de su misma inteligencia. Sujeto el hombre á idénticas impresiones y á igual desarrollo físico y moral , el sentimiento religioso, que es una de las condiciones de su propia naturaleza, ha dado orígen en todos tiempos y bajo todos los cli mas á la formación de sistemas más ó menos complicados, donde la idea de un Ser superior, omnipotente, creador , justiciero y dispensador de los bienes y los males , Juez que se aplaca con súplicas y dádivas , ó envia á su antojo , asi la lluvia y el buen tiem- 200 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS po , como los huracanes, las pestes y los terremotos , ha ido siempre enlazada con el pensamiento , mas filosófico y elevado de una vida ultra-terrestre, mansión de premio ó castigo ó de progreso indefinido para la Humanidad. Pueblos hubo y hay todavia, que nunca han llegado á elevarse á esta última concepción; pero casi puede asegurarse , que ninguno ha existido sin sentir algún presenti- miento de ese poder supremo y moderador, en cuyas manos está la vida y la muerte del hombre, su desgracia ó su felicidad . Los primitivos canarios reconocian y adoraban ese principio eterno y creador, y le rendian culto por medio de ministros , que ejercian en el Estado una influencia poderosa y permanente , habiendo suficientes datos para creer, que no les era desconocida la idea altamente moral y consoladora de la inmortalidad del alma. Vamos á examinar separadamente sus creencias religiosas, que, aunque iguales en el fondo para todo el Archipiélago , tenian , sin embargo, la variedad, que el trascurso de los siglos habia necesariamente introducido en cada localidad . LANZAROTE. -Los habitantes de esta isla adoraban á Dios en la cima de sus mas LIBRO CUARTO . altas montañas, 201 como si de esta manera creyeran estar más cerca de él. Su oración consistia en implorarle, elevando sus manos al Cielo , y derramar como ofrenda la leche de sus cabras , que llevaban en vasijas de barro , llamadas gánigos. (1) FUERTEVENTURA . - En esta isla se daba culto á Dios en unas casas denominadas Efequenes, de figura redonda, formando sus paredes dos círculos concéntricos , que dejaban abierto entre si un pasadizo ó galeria circundante. La entrada era pequeña , y su construcción de grandes y pesadas piedras . (2) Lo mismo que los lanzaroteños ofrecian en esta isla sus habitantes ofrendas de manteca y leche, como lo más precioso que poseian, rito común á todo el archipiélago . Los capellanes isleños de Bethencourt dicen de estos que eran duros de entendimiento, muy firmes en su ley, y con templos donde hacian sus sacrificios .—( 3 ) Indudable es que, en una y otra isla, hubiese una tribu sacerdotal, dedicada esclusivamente á recibir y ofrecer estos sacrificios é interpretar la voluntad divina, frecuentemente consultada por las diarias ne- (1 ) Abreu Galindo, p. 31 . (2) Abreu Galindo , p . 31 . (3) Le Canarien , p . 132. 202 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . cesidades de ambos pueblos , pero la historia solo nos conserva los nombres de dos sacerdotisas de Fuerteventura, especie de sibilas inspiradas, que profetizaban lo futuro . Llamábase la una Tibiabin , hábil en apaciguar las disensiones y cuestiones sus- citadas entre los jefes y sus caudillos ; y la otra, apellidada Tamonante, hija de aque- lla, que tenia á su cargo los ritos y ceremonias del culto . (1) GRAN-CANARIA. - En esta isla , la más ci- vilizada entonces del archipiélago , es donde se encuentran vestigios más numerosos de las creencias religiosas de los aborígenes . Designaban estos isleños al Ser supremo con el nombre de Acoran (2) , Dios sólo , eterno y omnipotente, señor de cielo y tierra y dispensador de recompensas á los buenos y de castigos á los malos . (3) (1) Abreu Galindo , p . 33 . ( 2) A Dios llamaban acoran, reverenciabanle por solo y eterno y omnipotente , señor de cielo y tierra , criador y hacedor de todo Escudero , cap. XIX . Y creian que de Dios les venia todo el bien , que les enviaba desde el cielo que era su morada.— Sedeño, cap. XV. -Conocian que habia un Dios solo, señor de cielo y tierra.Jaimez , cap . XXII Algunos autores escriben Alcoran, Achoran y Alcorac (3) Dice Azurara , p . 376 : E conhecem que ha Deus , do qual aquelles que bem fezerem averam bem , e os contrairos averam mal.- 203 LIBRO CUARTO . El cuidado con que procuraban conservar los cuerpos de mando los los que fallecian , embalsa- más ilustres , dejando á su lado vasijas con miel, higos y leche, y colocando sus armas predilectas en las cuevas, donde los encerraban , nos prueba, que tenian al- guna noción de otra existencia despues de la muerte . Adoraban al Sol, como un ser benéfico , llamándole Magec y creyendo que su espíritu provenia de aquel nombre astro, y daban el de Magios, fantasmas ó hijas del Sol, á las almas . El mal estaba personifi- cado en un ser denominado Gabiot, que los perseguia, tomando diferentes animales , á cuyas figuras figuras de en general ape- llidaban Tibicenes . Ministros consagrados al culto, y llama- dos Faicanes (1) cuidaban de las ceremo- nias, ordenaban los sacrificios, recibían las ofrendas, y ejercian un poder extenso , no sólo en el en el órden religioso sino Habia un Faican en Gáldar y civil . otro en Tel- de, cargos que desempeñaban siempre los parientes más cercanos de los Guanartemes, ( 1 ) Esta palabra se encuentra escrita de diversas maneras en nuestras crónicas , á saber, Fagzam , Faysage , Faicag, Faicas , y parece tener por raiz la voz Fag, que significaba hombre poderoso . 204 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . y otros Faicanes subalternos , dependientes suyos , que residian en los santuarios consagrados á la Divinidad . Dos adoratorios tenian, como sitios privilegiados para este objeto , el uno estaba situado en la montaña de Tirma, hácia la parte oeste de la isla, junto al mar; y el otro , en uno de los riscos más escarpados , que circuyen la Caldera de Tirajana, donde llaman hoy Riscos blancos, que ellos decian Umiaya. (1) Allí derramaban diariamente leche de cabras, y quemaban ofrendas de toda clase de frutos , adivinando lo próspero ó adverso de los sucesos futuros por la dirección del humo . A estas casas santas llamaban Almogaren, y servian de asilo á los jóvenes , que deseaban adquirir algunos conocimientos en la administración y gobierno de la república , ó en los ejercicios corporales propios para el estado de contínua gue(1 ) Véase como Marin y Cubas describe este sitio : -El mayor adoratorio donde hacian romerías era Almogaren de Umiaya , que es una casa de piedra sobre un alto risco en Tiraxana , llamado Riscos Blancos , que fueron de Anton de la Santidad , conquistador. Aun alli hay tres braseros de cantos grandes, donde quemaban de todos frutos , menos carne, y por el humo, si iba derecho ó ladeado , hacian su agüero, puestos sobre un paredon á modo de altar de grandes piedras , y enlosado lo alto del monte , y ha quedado una como capilla y zancarrones dentro todo de una gran cerca de piedras muy grande, y el Risco es el más descolado de todos aquellos sitios.Lib 1.º , cap . XVIII . LIBRO CUARTO . 205 rra en que vivian; mas, si ellos observaban que eran débiles ó enfermizos , entonces los ádoctrinaban en la ciencia sacerdotal ; que, además de los ritos, comprendia la relación de las tradiciones populares , la historia del país , y algunos cantos rimados , que, sin duda, recitaban en todas sus fiestas públicas. (1) Tambien existia una comunidad de mugeres consagradas al culto , que guardaban continencia , y vivian recogidas en apartados sitios , dedicándose á la enseñanza y á la oración . Estos sitios eran sagrados y se denominaban Tamogante. (2) Llamábanse estas mugeres Maguas , Hari-maguas ó Hari-magadas, y tenian, entre otros , dos asilos principales cercados de mu- (1 ) -Habia hombres que vivian en clausura, á modo de religiosos, vestian de pieles , largo de ropon hasta el suelo : barruntaban lo porvenir y eran Faisages . Observaban algunas moralidades , y en corrida sabian de memoria las historias de sus antepasados , que entre ellos se quedaban . Contaban consejas de los montes de Atlante en Africa, en metáforas de palomas , aguilas Éstos eran maestros que iban á enseñar muchachos á los lugares . Habian nobles para nobles, y villanos para enseñar lo que conviniese á los villanos ; y si habian niños hábiles los enviaban á Umiaga como á mayor Universidad ...» Marin y Cubas , cap . XVIII . -No tenian libros ni historias , solo mandaban á la memoria cantares y corridos de hazañas de sus antepasados , y sabian los de aquellas familias ... Escudero , cap. XIX . (2) Las casas de mugeres religiosas eran sagradas para el delincuente , llamábanlas Tamogante Alcorac o casa de Dios . Escudero, cap . XIX . 206 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . ros , de cuyo recinto no salian sino en dias determinados para bañarse en el mar, estando prohibido bajo pena de la vida, que ningún hombre las encontrase . Una de estas casas estaba en Agaete , junto al fuerte que los Mayorquines habian construido con el nombre de Roma, y otra en el Distrito de Telde, donde hoy llaman montaña de las Cuatro puertas ó montaña bermeja. La clausura de estas Maguas no les impedia salir á cierta edad y casarse con beneplácito del Rey, que tenia el derecho de prelibación; pero, entre tanto , se ocupaban de rogar á Dios , haciendo para ello ciertos grotescos movimientos con ojos, cabeza y cuerpo, cruzando los brazos, abriéndolos y levantándolos al Cielo, mientras repetian en coro: -Almene- Coran- Válame Dios . (1) Solo en las calamidades públicas, como peste, sequía ó hambre les era permitido salir en procesión con palmas y ramas de otros árboles en las manos , y dirigirse al mar para azotarlo con unas varas, cantando siempre el Almene-Coran, que pudiera mejor traducirse por esta frase- Misericordia, Señor.En las casas de estas sacerdotisas apren- (1 ) Escudero , cap . XIX . Jaimez, cap. XXII . Marin y Cubas, cap . XVIII , 207 LIBRO CUARTO . dian las jóvenes á cortar pieles y adobarlas , tejer juncos y hojas de palma, coser tamarcos y hopalandas, fabricar vasijas de barro, y collares de conchas , moler cebada y com binar los colores para sus adornos y pinturas . Entre esas obligaciones parece que tenian la de lavar los niños recien nacidos con un ceremonial, que recordaba el bautismo de los cristianos . Si alguna jóven era indócil, se la reprendia por la Harimaguada de una manera indirecta, para lo cual llamaba á todas las educandas , y sentándolas en semicírculo les decia : Si yo fuera fulana, hija de tales pa- dres (y los nombraba), y hubiera cometido tal falta (y la decia) , mereciera este castigo . -Y azotaba el suelo con unas varas . ( 1 ) Esto avergonzaba á la culpable y la corregia. Juraban por Tirma y Umiaya , aunque algunos autores sustituyen este último juramento por el de Atis -Tirma, Atis-magro. En las solemnidades consagradas á implorar la clemencia del Cielo , juntaban los ganados y apartaban las hembras de los machos , y luego ayunaban todos , hombres , mugeres, niños y animales durante tres dias , lanzando terribles gritos , ahullidos y ( 1) Sedeño . - Orden en que vivian . 208 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . vociferaciones al rededor de Tirma ó Umiaya, y desde allí bajaban en procesión al mar para azotar sus olas, como antes hemos dicho . Angiolino, en su célebre viage, nos refiere, que habia encontrado sobre la costa norte de la Gran-Canaria una capilla ó templo, en el cual no habia pintura alguna, ni ningun otro ornamento, sino una estátua esculpida en piedra, representando un hombre con una bola en la mano. Este ídolo se hallaba desnudo , excepto un delantal de hojas de palma, que le cubria por delante. (1) Esta noticia se halla confirmada, por lo que nos asegura Andrés Bernaldez en su crónica de los Reyes Católicos (2) , cuando dice, que en la Gran-Canaria habia una casa de oración llamada Toriña, y que allí tenian— « una imágen de palo tan luenga como media lanza , entallada, con todos sus niervos, de muger desnuda , con sus miembros de fuera, y delante de ella una cabra de un madero entallada , con sus figuras de hembra, que queria concebir, y trás de ella un cabrón entallado de otro madero , puesto como que queria subir á enjendrar sobre (1) Champi . - Diario de Bocacio. (2) Bernaldez . -Historia de los Reyes Católicos , Cap . 64 , p . 613. Edición de Rivadeneyra . LIBRO CUARTO . 209 la cabra . Allí derramaban leche y manteca , parece que en ofrenda, ó diezmo ó primicia, é olia aquello alli mal manteca . » á la leche é Despues de estos documentos contemporáneos , no sabemos como puede haberse negado la existencia de ídolos en Canaria, aún cuando se alegue, que no han quedado objetos de escultura para probarlo . Debe recordarse el horror profundo , que á los conquistadores inspiraba la idolatria , y el placer con que, sin duda , destruyeron las imágenes de madera, barro ó piedra, veneradas por los isleños en sus santuarios . Nos inclinamos á creer, que los numerosos sellos de barro cocido , encontrados en esta isla, eran amuletos llevados por sus habitantes al cuello, sirviéndoles al mismo tiempo de adorno. En todos los sellos se observa un pequeño mango perforado , que parece no haber tenido otro objeto . Sus for- mas son redondas ó triangulares , y muy variadas las líneas y figuras trazadas en su superficie . (1) Creen muchos , que estos sellos , llamados hoy pintaderas , sirviesen exclusivamente para reproducir en la piel sus dibujos, apoyan(1 ) Existe en los salones del Musco Canario de Las Palmas una abundante colección . TOM . II. 14 210 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. do esta opinión en objetos de igual clase encontrados recientemente en Méjico, y á los cuales se atribuye el mismo empleo . (1) Investigaciones recientes respecto al lugar que ocupaban los adoratorios ó almogarenes en la Gran-Canaria, han venido á derramar alguna luz sobre tan interesante asunto . Hay al borde de la gran cuenca ó cráter de Tirajana, un macizo basáltico , que se eleva en la meseta central de la isla, consti- tuyendo su mayor altura. Llámasele en los mapas Los Pechos, y entre los isleños campanario, acusando una altura El total de 1951 metros . (2) Este elevado grupo de rocas, se cree que constituya el célebre adoratorio de Umiaga, ó sea el sitio donde tenian lugar las ofrendas religiosas . Despues de una ascención llena de peligros , se llega á una escavación de diez á quince metros de altura, terminada por dos esplanadas oblicuas , formando ángulo obtuso , y abiertas al sudeste . En la esplanada superior existen cinco pilas abiertas en la roca, que es de un basalto muy duro, de las cuales , tres son de figura circular, y dos elípticas, ordenadas de modo, que las tres circulares se encuentran en el centro, y las dos elípticas á los extre(1) Verneau. Las pintaderas . - Broch . El Saucillo tiene 1850 y el Nublo 1862 . 211 LIBRO CUARTO . mos, hallándose estas últimas en comunicación cada una con otra circular, y quedando la del centro aislada de las demás . Al pié de la roca gotea un agua pura y cristalina, que recojen las pilas redondas, y cuando éstas se desbordan, pasa el sobrante á las elípticas . Tienen las pilas 26 centímetros de profundidad, con un diámetro , las primeras de 33 centímetros y un semidiámetro las segundas de 50 . Hállanse labradas con tan rara perfec- ción, que al examinarlas se duda con que clase de cincel se hayan podido abrir. La segunda esplanada forma un ángulo de treinta grados con el horizonte, y hay en el borde vestigios de una pared, siguiendo ' luego un corte vertical, que podrá tener más de 800 metros de elevación, precipicio espantoso, cuya vista produce vértigos . Desde este sitio, que es el culminante de la isla, se domina completamente toda parte sur y oeste, presentando un su espec- táculo tan grandioso como imponente. En otro de los bordes del mismo cráter de Tirajana, que mira hácia el sudoeste, se levanta una montaña llamada la Fortaleza , que tiene sobre el nivel del valle unos 250 metros de altura . Hállase perforada en su 212 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . base por un túnel natural, que la atravieza de naciente á poniente . Esta curiosa tura tiene 30 metros de longitud ancho con una aber- por 8 de cómoda y propor- altura cionada, y rampas artificiales para su entra- da y salida. En esta montaña coloca la tradición otro almogaren, y aunque es hoy de difícil ac- ceso , ha sido sin embargo explorada, encontrándose en ella una multitud de cuevas, que se supone los Faicanes, estuvieron encargados ofrendas expiatorias . habitadas por de las recibir El lugar consagrado especialmente á este uso, parece haber sido una concavidad en figura de brasero , abierto en piedra de tres diámetro metros de que se eleva en lo más alto á cuatro de una de las estribaciones de la montaña. (1) Réstanos hablar de Tirma, en cuya lo- calidad, hoy árida y desolada , no se han encontrado vestigios de almogarenes . Constituye la planicie bre, una meseta de 200 que lleva su nommetros sobre el nivel del mar, donde no se vé la menor vegetación, aunque pudiera haber estado en otros siglos cubierta de pinares . En el centro del valle aparecen todavia (1 ) En el célebre Roque de Bentaiga , en Tejeda , hay otro tunel y un brasero de parecidas formas . LIBRO CUARTO . 213 las ruinas de dos casas de construcción canaria, y en la falda de la montaña hay restos de otras viviendas, que revelan el mismo orígen. Tal vez el sitio del almogaren se halle oculto en las fragosidades de la vecina sierra, ó quizá, con el trascurso del tiempo , haya cambiado de nombre aquella localidad. HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 214 XII . RELIGIÓN, RITOS , CEREMÓNIAS . GRUPO OCCIDENTAL TENERIFE. La creencia en un solo Dios estaba asimismo arraigada en esta designando con diversos al Ser supremo isla , (1) nombres , según los diferentes atributos que le concedian; así es que se le llamaba Achuhurahan, grande; Achahucanac , sublime; Achguayageraxi , espíritu del Cielo , de guaya, espíritu, y geraxi ó hiraxi, Cielo; ceito , rey de Acoran, Dios; Men- todo lo existente ; Acoron ó Acaman, nombre con que tambien designaban al Sol (2) , ó á la Luna, (1 ) -E creem que ha hi Deos.a Dice Azurara en su Crónica . p . 383 , hablando de los habitantes de esta isla. (2) Espinosa , p . 8 . Nuñez de la Peña , p . 25 . LIBRO CUARTO. 215 y At-guaichafan, el que sostiene el Cielo . (1) El dogma de la inmortalidad manifestán- estaba generalmente admitido, dose, lo mismo que en del alma Canaria , en el cui- dado con que guardaban y conservaban los proporcionán- cuerpos de los que morian, doles armas y alimentos para continuar la vida ultra-terrestre que les reser- estaba vada. El espíritu del mal , personificado en un ser llamado Guayota, lo encerraban en las entrañas del Téide , que con frecuencia estaba en erupción , inspirándoles un terror invencible . Por eso tal vez denominaban al infierno Echeyde. Sus ofrendas consistian tambien en frutos y leche, y tenian muge- res , que como las Maguas, vivian en comunidad y clausura . Los encargados del culto eran los Guañames ó consejeros , que cian tambien el cargo de ejer- agoreros , adivi- nando lo futuro por medio de la dirección del humo y del balido de las ovejas . Era Marin y Cubas , Lib . 1.º, cap . XX . Este autor le da tam. bien el nombre de Zucancha. ( 1 ) En todas estas interpretaciones hay una confusión lamentable . Si Hiraxi significaba Cielo , no es probable que Ataman sirviese para expresar la misma idea ; nosotros nos inclinamos á creer que Ataman y Acaman eran una misma voz, y servia para designar al Sol ó á la Luna, en cuyo caso Atguai-chafan- ataman , se traduciria por Aquel que dá vida al Sol. 216 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . doctrina entre ellos, que Dios habia formado al hombre y la muger con agua y tierra, dándoles ganados para su alimento , y que despues, habiendo determinado dar vida á mayor número de hombres , sin aumentar el ganado, Dios habia dicho á éstos : « Servid á esotros y dáros han de comer. » Y de ahí provienen los Achicaxna ó villanos . (1 ) Las sacerdotisas vivian en grandes vas, y administraban á los recien una especie de bautismo , lo cue- nacidos mismo que en Canaria, ocupándose además en la enseñanza de la juventud . (2) Otros ran, que si el nacido era autores asegu varón, correspon- dia á los Guañames esta ceremonia . Es de presumir, que los guanches ó tinerfeños tuviesen objetos para Ser que adoraban, tanto representar al más , cuanto que Nuñez de la Peña asegura (3)—que hacian retratos de los reyes ó de los hidalgos , en tabla .... y aunque los matices eran era curiosa la obra.-(4) toscos , Asimismo es pro- ( 1 ) Espinosa , p . 14 . (2) Viana . Poema Canto . 1.º p . 25 . Nuñez de la Peña , p . 26 . (3) Nuñez de la Peña , p . 31 . Son idólatras , y adoran al sol, la luna, las estre(4) llas y otros diferentes objetos . - Cadamosto . El Dr. Chil dice en sus Estudios , t . 2.º , P. 33 : «...en la exposición universal de Paris , y en los salones del Arte retrospectivo , pude ver, entre varios objetos lleva- LIBRO CUARTO. 217 bable, que el culto externo estuviese sujeto á ritos y ceremonias no vencidos guanches , ó reveladas por los que los vencedores cristianos no se cuidaron de inquirir. PALMA. Se niega generalmente á los in- dígenas palmeros el conocimiento (1); pero es indudable, que de Dios. tenian alguna idea de un poder superior y absoluto , al cual acudian en sus aflicciones y necesidades . En cada distrito ó señorío habia una especie de obelisco ó pirámide de piedra suelta, que era objeto de una veneración especial, y en donde se reunian en ciertos días del mes á implorar la clemencia divina . Estas romerías ó procesiones eran celebradas con bai- les , juegos y banquetes, dando lugar á luchas y otros ejercicios corporales , y aún á los de la inteligencia, si hemos de creer á aquellos, que nos hablan de endechas y romances allí recitados, conmemorando las hazañas y virtudes de sus abuelos . (2) En el dos de las islas por mi digno compañero el Dr. Verneau, una figura que representaba un ídolo , y que decia haber sido encontrado en Tenerife. A la verdad , no me fué posible examinarlo con detención por hallarse en un lugar elevado , más siempre me ha quedado la duda de si verdaderamente era un ídolo ó un símbolo.(1 ) Dice Azurara al ocuparse de esta isla, p . 384: ...non sabem conhecer Deos , nem fe nhua , senom pensam que creem . (2) Abreu Galindo p . 175. - Marin y Cubas . Ms. P. 2.ª, cap . XIX . 218 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . territorio de Eceró ó la Caldera habia un roque llamado Idafe, muy elevado, que servia de pirámide á los habitantes de este distrito, y al cual rendian cianle las entrañas homenaje . Ofre- de los animales sacri- ficados , y temiendo su caida, cantaban en son de rogativa estas palabras : Iguida Iguan Idafe; que significaba :-Dicen , Idafe . que caerá Y respondia el que llevaba la ofren- da:-Que guerte Iguan taro. - Dále lo que traes y no caerá . -Diciendo esto arrojaba las entrañas , dejándolas al pié del roque para que sirvieran de pasto á los cuervos . Veneraban tambien al Sol y á la Luna, y parece que reconocian un poder maléfico llamado Irnene, opuesto al benéfico , que recibia el nombre de Abora. (1) Es verosímil la existencia de una clase sacerdotal, que sirviera de intérprete á la voluntad divina; pero los historiadores nada nos han dejado respecto á este particular, consignando sólo lo que llevamos expuesto. GOMERA . No hay noticia alguna sobre la religión de los Gomeros , dudando nuestros cronistas si tenian alguna noción de un Ser Supremo, apesar de lo que nos dice Azura- (1) Abreu Galindo p 175. - Marin y Cubas . Ms. P. 2. ' , cap. XIX . LIBRO CUARTO. 219 ra. (1) Las frecuentes entradas de los corsarios europeos , la despoblación creciente de la isla, y la introducción de nuevas creencias entre los escasos isleños que componian los cuatro bandos de Mulagua, Agana, Hipalan y Orone, fueron causa de que se borrasen al fin los recuerdos de sus ceremonias religio- sas, y aceptasen el bautismo, mezclando los nuevos ritos con el culto idólatra de sus mayores. Sin embargo , recientes exploraciones en esta isla, tan interesante como injustamente olvidada por viajeros y cronistas , nos autotorizan á creer, que en ella existia el mismo elemento religioso , y las mismas creencias y ceremonias , que hemos señalado respecto á las demas islas del grupo . En la Fortaleza de Chipude, meseta de basalto de superficie elíptica y de flancos verticales, se han descubierto, entre otros curiosos vestigios de la existencia del hombre en aquella áspera é inexpugnable localidad, edificios que parecen haber servido de vivienda á los indígenas ; corrales para encerrar ganado menor; pequeños círculos de piedra de cuatro, seis y más decímetros de luz, (1) .....ca nom teem ensinança de ley , soomente creem que ha hi Deos .» Azurara. Crónica p . 381 . 220 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . que debieron servir para recojer líquidos ; y restos de algunos pireos, entre los cuales se conserva uno de forma elíptica de metro y medio de largo por noventa y cinco centí- metros de ancho , orientado su eje mayor de N. á S. y de paredes de un metro de alto , formadas con piedras largas , gruesas y quemadas por el fuego . En el fondo de este curioso y rústico monumento se han descu bierto huesos de cabra y cabrito calcinados, y cuchillos de piedra , al parecer de fonolita, con los que sin duda hacian sus sacrifi- cios . (1) Todo esto nos prueba evidentemente, que teniendo los pobladores de las Canarias un mismo orígen, sus creencias debieron ser iguales, como repetidas veces lo hemos consignado en esta obra, y aunque el tiempo y (1 ) Tomamos estas interesantes notas de unos articulos que publicó en la acreditada Revista de Canarias, nuestro erudito amigo D. Juan Bethencourt Alfonso (T. 3.º, p . 355), el cual termina diciendo : «Cuando concluimos de recorrer la meseta , que bautiza- ríamos con el nombre de montaña sagrada , si tuviéramos autoridad para ello , á duras penas podiamos contener nuestra emoción , al contemplar desde aquellas alturas el singular paisaje que por todas partes se descubre , y al trasladarnos con la imaginación á aquellos tiempos remotos en que los antiguos Gomeros , á semejanza de los primitivos Persas, tenian por Dios á las sorprendentes y poderosas manifestaciones de vitalidad de la Naturaleza, por templo una montaña, por altar un tosco Pireo, y por ofrendas cabritos y libaciones de leche . >> 221 LIBRO CUARTO . nuevas invasiones alteraron con frecuencia las principales ceremonias, y hasta consi- guieron en algunas localidades , que fuesen olvidadas , los monumentos encontrados van revelando la unidad de religión, como asi las de lenguage y raza, y demostrando la insuficiencia de nuestros datos históricos, y el descuido é inexactitud de nuestros primeros cronistas . HIERRO. - Tambien los herreños conser- vaban la idea de un ser superior, que les protegia en sus adversidades , dotándole de sexo, pues habia un Dios para los hombres, llamado Eraoranhan, y una Diosa para las mujeres, á la que daban el nombre de Mo- neiba . Suponian ellos que estos Dioses descendian desde las alturas, donde era su morada, y se detenian para oir sus en dos roques, que hoy peticiones llaman por eso los Santillos , situados en los riscos de Bentaiga . Lo mismo que en las demás islas , ban la montaña , dando grandes despues de un forzoso ayuno rodea- alaridos , de tres dias, y pedian agua para sus sementeras, acompañando sus gritos con lágrimas y sollozos , y con los balidos del ganado , hambriento tambien en tales ocasiones . Si la ceremonia era ineficáz , iba el ago- rero ó Sacerdote al Distrito de Tacuitunta, 222 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . donde habia una cueva llamada Asteheita, y entrando en ella, permanecia algún tiempo en oración, hasta que hacia salir un cerdo, que los isleños llamaban Aranfáibo, creyendo que dentro del animal iba un espíritu conocedor de sus necesidades , y mediador con la Divinidad para alcanzarles el agua que deseaban . Cuando el cerdo salia de la cueva, era inmediatamente recogido y envuelto en un tamarco, y asi lo llevaban á Bentaiga, paseándolo al rededor de la montaña, con gran veneración . Si llovia, soltaban el cerdo , que se volvia á su cueva, ó era conducido á ella para que el faican ó sacerdote pudiese repetir la escena. (1) Estos agoreros ó faicanes eran hombres que ejercian una poderosa influencia en la isla, pues se cuenta que uno de ellos lla- mado Yone, muchos siglos antes de la gada de los primeros habia vaticinado , que, estuviese reducido á buques cuando su cuerpo polvo , vendría mar en una casa blanca han, para que lle- europeos , por su Dios Eraoran- le reconocieran y adorasen , en cuyo dia seria inútil toda debiendo someterse sin reñir. resistencia , Esta tradi- (1 ) Abreu Galindo es el historiador que nos refiere estos sucesos, p . 52 . LIBRO CUARTO . 223 ción parece que influyó eficazmente en la rápida rendición de la isla á las armas de Bethencourt . (1) De todo lo expuesto deducimos , que habia en las siete islas ritos comunes sus habitantes , orígen. Las á todos reveladores de un común de Dios , de un espíritu ideas del mal, y del alma, y aún aquellas que se referian á recompensas y castigos , despues de la muerte, se muestran con evidencia en esos ritos, apesar de las escasas noticias que los conquistadores y viajeros nos han suministrado . Adoratorios en lugares determinados, personas de ambos sexos consa- gradas al culto , signos externos de la Divinidad, ofrendas de miel y leche, y sacrificios de animales escogidos , iguales procedimientos para implorar la clemencia del cielo , ayunos , maceraciones, y penitencias , una influencia todo esto se sacerdotal preponderante; hallaba establecido en el Ar- chipiélago, aunque con las alteraciones que el aislamiento habia introducido en el tras- · curso de los siglos , modificando , omitiendo Ꭹ adicionando en su forma, más no en su fondo, la mayor parte de aquellas tradicio- nes , ceremonias y ritos . (1) Abreu Galindo , p . 54 . 224 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . XIII . LA FAMILIA . -USOS Y COSTUMBRES GRUPO ORIENTAL. LANZAROTE . -En esta isla existia , antes de su conquista por los normandos , el matrimonio, base de la familia. Si hemos de creer la crónica de Bethencourt, cada mujer tenia tres maridos , que usaban de sus derechos, alternando por lunaciones , única manera de medir por ellos el tiempo , añadiendo , que nunca se alteraba la paz en tan extraño consorcio . (1) Por muy respetable que sea para nos- otros la autoridad de Bontier y Le Verrier, parécenos dudoso que esa costumbre fuese constante y general, porque la encontramos (1) Le Canarien , p . 135 . 225 LIBRO CUARTO . en oposición con los instintos naturales de nuestra especie . No sabemos si el parentesco era respetado al contraer esos enlaces , si bien podemos asegurar, que los reyes se casaban con sus hermanas , recuerdo egipcio ó persa, como lo hizo Guanarame con su hermana Ico . Las mugeres eran graciosas y honestas, y vestian unas hopalandas, que llegaban á los piés ( 1); el vestido de los hombres consistia en un hábito de cuero de cabras hasta las rodillas , llamado tam arco, con sandalias que denominaban maho . Usaban la barba en punta, y el cabello largo . Al toca- do decian guapil , llevando los hombres un bonete de pieles con tres plumas largas de frente, y las mugeres una faja de cuero de cabrito teñida de colorado , ceñida á la cabeza, y adornada con las mismas plumas . (2) Sin embargo , los capellanes de Bethencourt aseguran, que los hombres andaban desnu. dos sin avergonzarse de ello , con solo un manto á las espaldas para abrigarse. ( 3) El rey tenia un vestido especial, cuya descripción no ha llegado hasta nosotros (4); y, se. (1) (2) (3 ) (4) Le Canarien , cap . LXXI , p . 135 . Abreu Galindo . Cap . X. p . 91 . Le Canarien . Cap . LXXI p . 135 . Parece indudable que existia ese vestido , por lo que TOMO II. 15 226 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . gún Abreu Galindo , llevaba por corona una mitra como de obispo , hecha de cuero de cabrón, sembradas por ella conchas de la mar. (1) Según el mismo autor eran los Lanzaroteños caritativos, alegres y muy aficionados al canto y baile . La sonada que hacian era con piés , manos y boca, muy á compás y graciosa. (2) Se ejercitaban ligrosos saltos , con frecuencia en dar pelevantar pesadas piedras , jugar con sus tesseses (varas de acebuche) , arrojar piedras, y luchar brazo á brazo . Al delincuente castigaban colocándole junto á la orilla del mar sobre una losa, y luego el ejecutor dejaba caer sobre su cabeza una piedra redonda, haciéndole pedazos el cráneo . Tambien parece que, para ciertos delitos muy graves , estaba en uso , como en algunos pueblos antiguos , ser apedreado . Así vemos que el traidor Asche murió de esa manera. (3) Su común alimento era carne de cabra dicen Bontier y Leverrier. - Et ainssi se parti Asche de Gadiffer et se vesti comme Roy . - Le Canarien p . 49 . (1 ) Abreu Galindo , p . 31 . (2) Id p . 30. Hablando los Capellanes de Bethencourt del efecto que en los isleños produjo el sonido de los instrumentos de los Normandos , dicen --et les Canariens en estoient toulz esbahis et leur plaisoit terriblement . - Cap . 83 . (3) Le Canarien , p . 51 . 227 LIBRO CUARTO. cocida ó asada , leche , manteca y especial- mente gofio, ó sea harina de cebada, tostada y molida en molinillos de piedra , que con ese objeto construian . (1) Para obtener fuego , usaban de un palo de espino que batian con fuerza dentro de un cardón seco y esponjoso , hasta que brotase llama. Sus sembrados consistian en campos de cebada, y rompian la tierra con cuernos de cabra, recogiendo el grano , despues de maduro, para reducirlo á harina. La pesca les suministraba tambien un alimento sano, fácil y abundante , asi como el marisco, que sin trabajo encontraban en sus playas . Habitaban generalmente en cuevas, que las habia grandes, frescas y bien labradas, habiéndose conservado hasta hoy la que sirvió de palacio á Zonzamas y á Guadarfia, y la famosa de los Verdes , extenso cañón de más de dos millas de longitud, que parece un barranco subterráneo cubierto con una bóveda de lava . (2) ( 1) Abreu Galindo , p . 32 . ( 2) Las ruinas del palacio de Zonzamas se encuentran á poco más de una legua al N. de Arrecife : «En una pequeña eminencia á 160 metros sobre el nivel del mar, existen aun los vestigios de este castillo . Unas grandes piedras , algunas de 1.300 á 1.800 kilogramos es- 228 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. El uso de embalsamar los cadáveres no se habia olvidado en la tribu lanzaroteña . Para conservar mejor los cuerpos eran envueltos en pieles de cabras preparadas al efecto , y despues se depositaban en cuevas . Creemos que esta ceremonia solo tenia lugar respecto á muy elevados personajes , pues en los tiempos cercanos á la conquista estaba casi en desuso aun para los mismos reyes . (1) Contaban el tiempo por lunaciones , em- tán indicando los cimientos de una muralla ciclópea , que en forma de óvalo coronaba aquella altura . Hácia el centro de este recinto aparece , à manera de enbudo , la boca ó puerta que dá paso á una ancha caverna , la cual se ramifica en varias direcciones ... desde estas ruinas se descubre al norte, mas acá de Nazaret y de Teguise, un ancho rio de lava , que ahora 147 á 149 años corrió hasta el mar; al sur se encuentran unas colinas que forman un pequeño valle ; se levanta al S. S. E. la cónica montaña de Maneje , de ancha base y esbelta forma, desde cuya base hasta el este , asoma un trozo del horizonte del mar, interrumpiendo su vista la montaña de Tahiche y por el O. y N. O. se extiende una llanura, perdiéndose allá á lo lejos , en donde se elevan algunas montañas pequeñas ... Desde éstas ruinas se descubre el territorio adyacente de 300 fanegadas , que constituia la merced que Juan de Bethencourt hizo al último Rey de Lanzarote.... » Manrique.-Museo Canario . T. 1.º p . 326 . ( 1 ) Abreu Galindo dice à este propósito.— « Si alguno moria , metianlo en cuevas, que tenian como entierros y tendianlos echando debajo del cuerpo y encima muchos pellejos de cabras que mataban . » Cap . X, p . 32. Marin y Cubas añade Lib . 1. Cap . XIX . «Sus difuntos les mirlan , de que tienen cuevas de ellos de grandes rumazones , sin estar apolillados y envueltos en pieles .>> 229 LIBRO CUARTO . pezando en junio; y cuando estaban enfermos se curaban con hierbas , cuyo valor medicinal conocian por tradición , sangrándose con agudos pedernales, y aplicándose á sus dolores y heridas la manteca de ganado , que conservaban con este objeto en grandes tinajas ocultas bajo tierra. (1) Nobles y plebeyos esta pequeña isla, habian tambien en removida por los volca- nes, y abrasada por el viento del desierto ; la facción que se levantó contra la reina Ico, poniendo en la que despues acaudilló duda su legitimidad , y Asche para des- tronar á Guadarfia, eran dirijidas por jefes pertenecientes á las familias nobles de Lanzarote. Es de presumir se ocupasen los villanos en los pocos oficios que en aquella sociedad existian ; villanos, pues, serian los. alfareros , albañiles , pescadores , tintoreros, embalsamadores , carniceros y ejecutores de justicia. Los escasos datos que dejamos expuestos , son los únicos encontrados en nuestros antiguos autores , hallándose con frecuencia confundidos con los que nos refieren respecto á Fuerteventura, siendo hoy imposi- (1 ) Encuéntranse todavia estos depósitos , de los cuales hay muestras curiosas en los Museos de Santa Cruz y Las Palmas . 230 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . ble distinguir y separar convenientemente lo que corresponde á una y otra locali- dad . (1) FUERTEVENTURA . -Nuestros historiadores al reproducir lo concerniente á los indíge- nas de esta isla , se han visto obligados á seguir una tradición vaga , oscura y á veces contradictoria, porque, despues de los capellanes de Bethencourt, que escribieron al comenzar el siglo XV, hasta el P. Abreu Galindo, que recogia sus noticias á mediados del siglo XVII, hay una laguna de más de dos siglos , que siempre dejará un vacio en el estudio de esas antigüedades . Parece indudable que Fuerteventura estaba más poblada que Lanzarote , no solo por su mayor extensión , sino por hallarse hasta cierto punto á cubierto de las requisi- (1 ) Los autores que nos han servido de guia en estas noticias sobre Lanzarote , han sido Le Canarien , y las Historias de Abreu Galindo y Marin y Cubas , pues los cronistas Sedeño , Jaimez , y Escudero no se ocupan de las islas de Señorío . No nos hemos atrevido á seguir á nuestro ilustrado amigo el Doctor Chil en el extenso capítulo.que en Sus Estudios consagra á Lanzarote , por que si bien muchas de sus apre ciaciones y noticias son peregrinas , no cita la fuente histórica donde las haya recogido , á excepción de aquellas que , como nosotros , ha extractado de los autores que acabamos de nombrar . Por tanto , y no queriendo en esta obra adelantar dato alguno , siu su correspondiente justificación , nos he mos ceñido á lo que vá a el texto , único auténtico que hasta ahora conocemos , LIBRO CUARTO. 231 ciones de los corsarios con sus numerosas fortalezas y lo apartado de sus centros de población. En general , hombres y mugeres , eran de elevada estatura y fuertes en la pelea, prefiriendo la muerte á caer prisioneros; (1 ) por eso el ánimo esforzado y la valentia y destreza del cuerpo se tenia entre ellos en mucha estimación , designando á los valientes con el calificativo de altahay. Se asegura que eran tambien caritativos , alegres y aficionados á la danza y al canto , y que sus juegos consistian en el salto , la lucha , la carrera y el pugilato . Su alimento principal era como en Lanzarote el gofio , la carne sin sal, y el sebo de sus cabras, que comian crudo , leche, manteca , dátiles y zarzamora, pescado y ma- risco (2) El vestido de estos insulares , tal como lo describe Abreu Galindo , se reducia á pieles de carnero , ropilla con mangas hasta el codo , calzon angosto hasta la rodilla , desnuda ésta, y de allí hasta el tobillo cubierta la pierna (1 ) Marin y Cubas . P. 1. * Cap . XIX . (2) « El ganado desta isla de Fuerteventura es el más sabroso de todas las islas , el cual anda suelto por toda la isla , y cuando querian tomar algun ganado se juntaban y hacian apañadas que llamaban gambüesas. »> Abreu Galindo , p . 33 . 232 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . con otra piel; por calzado llevaban unos cueros de cerdo llamados mahos . Traian el cabello corto , y la cabeza cubierta con un bonete alto de piel . Sus armas ofensivas eran unos grandes palos de acebuche , que maban como en Lanzarote teseses . Las mu- lla- geres se vestian con unos tamarcos de cuero de cabras (harhuy), y encima un pellico ó ropilla de piel de carnero . (1) Sus construcciones eran muy notables revelando un grado de cultura superior á la de sus vecinos de Lanzarote . Una gran muralla de piedra separaba la península de Jandia de la otra parte de la isla llamada Maxorata, y grandes casas fortificadas, que los normandos llamaron castillos , se levantaban en algunos distritos , y ofrecian pro- tección á sus moradores . (2) Por las ruinas que aún se descubren en algunos sitios , se puede deducir la existencia de centros predilectos de población, donde se agrupaban las familias, atraidas tal vez por alguna fuente ó por la posición inexpugnable del terreno . La montaña de Cardones, situada en los (1 ) Véase Abreu Galindo , p . 33 y 34. Poséen los más fuertes castillos que pueden verse ; (2) y tienen en medio de la isla una gran muralla de piedra . que corre de una á otra mar.» L Canarien . Cap . LXXVIII , p. 152 . 233 LIBRO CUARTO . confines Adel itsmo de la Pared , es indudablemente una de esas localidades privilegiadas . En su cima se descubren todavia ruinas de recintos cubiertos , bóvedas circulares de piedras ciclópeas , grutas labradas en las vertientes de la montaña, donde, restos humanos y objetos curiosos de alfareria, demuestran evidentemente su antigua importancia . (1) En el distrito de Jandia , que, por su aspereza natural, ofrecia más ventajas para el ataque y la defensa , se encuentran hoy repetidos vestigios de la misma raza indígena. En el sitio llamado Pedro Afonso se descubre una plataforma ovalada de metros de circunferencia con cuarenta asientos de piedra al rededor, que revela un tagóror ó local del consejo, igual al que existia en las demás islas con el propio objeto . En otros sitios de la misma península hay grutas, casas de piedra, y recintos circulares, que acusan una población numerosa y sociable . (1 ) Sobre la parte más alta de esta montaña se cleva un cerro, que llaman por su figura el Castillo, debajo del cual, y en su flanco más enriscado , se abre una cueva de seis metros de profundidad. En el punto designado con el nombre de cuevas labradas, hay otra gruta muy notable, dividida en cuatro departamentos, teniendo el que ocupa el centro cuarenta metros de circuferencia . Los isleños llaman á las antiguas viviendas de esta curio sa montaña , Las habitanzas de los maxos . 234 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . (1) En fin , en el barranco de la Torre, á 23 kilómetros de Puerto de Cabras, hay ruinas de edificios , de construcción ciclópea, y una plazoleta, que acusa también la forma de un Tagóror, habiéndose encontrado en este recinto una piedra con algunes signos desconocidos , pertenecientes al parecer á ese alfabeto púnico , de que hay otros ejemplos en el archipiélago . GRAN- CANARIA .---La organización de la familia existia de un modo regular en esta isla . Concertado el matrimonio por la libre elección de las partes , se recogia la novia en la casa de sus padres, donde permanecia acostada veinte ó treinta dias, regalándose con toda clase de manjares, especialmente carne asada, leche y gofio , hasta que sus formas se redondeaban, y su vientre adquiria el mayor desarrollo posible , consistiendo la principal belleza de la muger en la ro- (1) En unos apuntes del laborioso isleño D. Ramon Castiñeira , encontramos los siguientes datos : «Al pié de la Cañada de la Cueva hay grutas labradas en la roca; en el valle de Pesenescal, recintos circulares y bóvedas; en la boca de los Canarios, al pié de la montaña del inoro, ruinas de viviendas y recintos circulares; en el Cuchillo de Esquinzo, recintos circulares y casas de piedras tapadas con piedras ; en el Cuchillo de Binama, recintos circulares , y cimientos de casas ; en el valle del mismo nombre , vestigios de viviendas , en Munguia, recintos circulares y casas; en Cofete, ruinas de Tagóror y casas, habiéndose eucontrado en éstas, muchas veces , restos humanos .>> Investigaciones de antigüedades canarias, Mss . LIBRO CUARTO. 235 bustéz de su cuerpo, pues creian que un vientre estrecho no podia concebir hijos de grandes fuerzas ni de ánimo esforzado. El matrimonio se festejaba con banquetes y bailes , asistiendo con frecuencia el Rey ó Guanarteme, quién tenia el derecho de prelibación, pudiéndolo delegar en uno de sus Guaires, y usando de ese derecho uno ú otro con perfecto consentimiento del novio . (1) Los recien nacidos eran lavados con ciertas ceremonias religiosas , que nuestros cronistas asimilan al bautismo , no habiendo sido más que una fórmula impuesta por la higiene . La nobleza formaba un cuerpo separado , con sus fueros , exenciones y preeminencias , que se extendian hasta el vestido . << Los villanos , dice Marin y Cubas (2), vestian el tamarco ó capotillo de cuero á modo de un zamarrón, y unas braguillas de junco para la cintura ; y ellas una sayuela á media pierna, de hechura de faldellin de pieles , y en la cabeza un zurrón de cabrito . Los nobles calzaban zapatos de pedazos de cuero de puerco envueltos en los piés, y el (1) Crónica de Azurara, p . 377. Abreu Galindo , p. 97 . Marin y Cubas . Parte 2. * , cap . XVIII (2) Marin y Cubas , parte 2. cap . XVIII . 236 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS guapilete de junco á la cintura, y el tamarco más largo . El Rey y Faisajes (Faicanes) , criaban en lo alto de la cabeza un mechón de cabellos . Ponian un bonete, sobre el cabello recojido, de cuero de cabrón ó de cochino, hecho de cuatro pedazos á moda de montera. Vestian un justillo con media manguilla á la sangradera, y la falda sobre la rodilla, y medio borceguí á la pantorrilla; y ellas vestian el justillo más corto de falda, y ponían faldellin hasta los piés, y trenzado el cabe- llo, largo y recogido ; y la Reyna ponia otro ropón desde los hombros á los piés . La cabeza apretaban con faja de cuero, y un capillo de cuero de cabrito, y las costuras hechas con gran primor. » (1) (1) Abreu Galindo describe el vestido en esta otra forma : «El vestido de los Canarios eran unos toneletes hechos de juncos maj dos muy juntos al cuerpo , y tejidos que llegaban a la rodilla , y ceñianlo por la cintura , y despues se echaban encima unos pellejos cocidos muy primorosamente, que llamaban tamarcos , en verano el pelo afuera , y en invierno adentro , muy galanos , y pulidos , y en las cabezas , tocados de pellejos de cabritos , que desollaban enteros , y las garras caian por las orejas , amarrados al pescuezo, y algunos traian unos como sombreros con plumas en ellos ; y los tamarcos y toneletes y los demás vestidos eran pintados de diversos colores de tintas que hacian de flores y yerbas . Y del mismo hábito usaban las mugeres, de pellejos como refajos altos del suelo . Criaban cabello , y cojíanlos atrás, como trenzados , con juncos majados . Hacian las costuras de los tamarcos y cueros con tanto primor y delicadeza , que no hubiera persona que su vista no engañara para afirmar que se hicieron con agujas muy delgadas y hilo pre- 237 LIBRO CUARTO. Todos los cronistas están de acuerdo en conceder á los isleños de la Gran-Canaria una inteligencia desarrollada , un carácter belicoso, gran respeto á la mujer y odio profundo á la mentira. La nobleza no era hereditaria , pues se perdia por acciones deshonrosas , y se adquiria por actos heróicos de bravura, arrojo é intrepidéz, prévio un juicio público y contradictorio , en el cual se oia á todo el que se encontraba con datos para acusar al pretendiente . Las armas con que los canarios peleaban , eran palos endurecidos al fuego, terminados unos en bola (magados) y otros en punta (amodágas) espadas de pino, cortantes como acero, y piedras que lanzaban con una fuerza y destreza incomparables . Defendianse con rodelas de drago llamadas Tarjas. Eran muy aficionados á desafios , que verificaban en sitios públicos , y á presencia de un concurso numeroso , como los torneos de la Europa feudal . Concedida la licencia de los Guaires, ra- ciado portugués , y los repulgos de muy pulidas labranderas. Traian calzados unos pedazos de cueros de cabras, atados con correas del mismo cuero crudo . >> Lib . 2. cap. III , p . 98 . 238 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. tificada por el Faican ó Gran Sacerdote , iba cada uno de los sostenedores acompa- do de sus deudos y amigos al sitio destinado á estas fiestas, que era una plaza circular cerrada de paredes . El lugar ocupado por los combatientes consistia en dos piedras un poco elevadas, de media vara de circuito , una para cada uno de los dos guerreros , á cuyas piedras subian sin serles permitido abandonar tan estrecho campo, llevando como armas ofensivas tres piedras, un magado y algunos cuchillos (tabonas) fabricados de pedernal ú obsidiana . Consistia la habilidad en evitar las piedras lanzadas por su adversario, jugar con destreza el palo , y darse de cuchilladas , resultando con frecuencia víctima de las heridas alguno de los contendientes . Era la lucha otro de los ejercicios á que se entregaban con mayor entusiasmo, dando pruebas de una agilidad , fuerza y ligereza extraordinarias. Cuéntase que en una de éstas entre Adargoma y Garirágua para decidir ciertos agravios sobre límites , habiendo caido el pri- mero bajo el cuerpo del segundo , lo estre- chó aquel de tal manera, que el vencedor Gariragua se confesó vencido, por no ver se ahogado en los brazos hercúleos de su LIBRO CUARTO . 239 contrario. (1) Desafiados en otra ocasión los guerreros Guanháven y Caytafa, y no habiendo conseguido uno ni otro derribarse en la lucha , Guanháven dijo á Caytáfa: -¿Serás tú para hacer lo que yó? --Y habiendo éste contestado afirmativamente, subió Guanháven á un risco elevado , y sin vacilar se arrojó desde lo más alto , diciéndo á gueme. Lo que no dudó su enemigo : -Síhacer Caytafa, despeñándose en seguida sin ninguna vacilación . (2) Contaban también el tiempo estos isleños por lunaciones , dando principio al año por el mes de junio , sus sementeras, en que recogian celebrando este aconteci- época miento anual, que llamaban Beñesmen, con • grandes festejos consistian públicos . principalmente Estos festejos en bailes , jue- gos bélicos , luchas, saltos y banquetes . Sus convites eran de noche á la luz de la luna ó de las hogueras . Asaban la carne de diferentes modos , y cási cruda la comian , sazonándola con el zumo fermentado de la palma ó del mocan , á cuya bebida llamaban Teserquen . Tenian miel de abejas, man- (1) (2) Abreu Galindo, p . 109 . Abreu Galindo, p . 111 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 240 teca, leche, harina de cebada (gofio) , dáti- les , higos y zarzamoras , y abundancia de peces y marisco . Conocian algunos procedimientos agrícola tierra con cuernos las : rompian bra, sembraban guardando rráneas los y regaban sus granos abiertas en en piedra, de ca- campos , cuevas subte- curiosamente labradas y á cubierto de toda humedad . El agua de lluvia para el riego la conservaban en grandes albercas y represas, con- duciéndola despues por medio de acequias al sitio destinado á su labranza . (1) La industria era limitada á sus escasas 4 necesidades . Las mugeres se dedicaban á tejer tamarcos y hopalandas con juncos ú hojas de palma, siendo más ó menos deli- cado su tejido , segun el rango de la persona á quien vasijas se destinaba. Otras fabricaban de barro para diferentes usos , que bruñian curiosamente, dándoles airosas fi- (1 ) «La manera de cultivar la tierra para su sementera eran juntarse veinte y más canarios, cada uno con una casporra de cinco ú seis palmos, y junto à la porra tenian un diente en que metian un cuerno de cabra yendo uno tras otro surcaban la tierra, la cual regaban con acequias que tenian por donde traian el agua largo camino, y cuando estaban en sazon las cementeras, las mugeres las cogian , llevando un zurron colgado al cuello, y cogian solamente la espiga, y despues apalcaban ó pisaban con los piés, y con las manos la aventaban Abreu Galindo, p . 100 . LIBRO CUARTO . 241 guras , y adornándolas con festones capri- chosos . (1 ) Además , ayudaban á los hombres en las faenas del campo , molian el grano, lo tostaban, cernian la harina en cedazos de junco con fondo agujereado de cuero de cabra, cortaban los vestidos , y los cosian con hebras de tripa tan finas y delicadas , que son hoy el asombro de cuantos han tenido ocasión de examinarlos . (2) La cerámica se hallaba muy adelantada en esta isla. Curiosos y variados ejemplares de formas elegantes se conservan en nues- ( 1 ) En el Museo de Las Palmas hay una variada colección de objetos cerámicos , que revelan el adelanto de este arte en la Gran-Canaria . También los hay de madera, que les servian para sus comidas . El ocre con que pintaban las vasijas se ha encontrado preparado y desleido en piedras de superficie plana, y hasta las paletas de madera con que verificaban la operación . (2) Dice Escudero, Cap . XIX : «Tejen esteras de juncos , majados y curados , para mantas y colchones, y éste era el ordinario ejercicio de todas, todos los dias, y empleitas de palmas no sabian bien ; hacian ollas y cazuelas de barro y tostadores de greda parda con arena, y molinitos que labraban con piedras vivas. >> Sedeño, ocupándose del mismo asunto, dice : «Tenian mugeres dedicadas para sastres, como para hacer loza de que usaban, que eran tallas como tinajuelas para agua ; hacíanlas á mano y almagrábanlas , y estando enjutas las bruñian con piedras lisas, y tomaban lustre muy bueno y durable ; hacian grandes y pequeñas tazas y platos, todo muy tosco y mal pulido ; á las ollas para el fuego y cazalones no daban almagre , despues de esto hacian un hoyo en la tierra , y encima hacian lumbre por un dia ó el tiempo necesario para cocer la loza y servia muy bien . »> TOM. II. 16 242 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. tros Museos , que atestiguan el progreso realizado en este arte por los indígenas canarios . Desde las toscas vasijas en figura de ánforas, destinadas á conservar harina de cebada ó higos secos , hasta las que solo tenian dos ó tres centímetros de altura, y probablemente servian de juguete á los niños , habia una escala en formas y dimensiones de tan rica variedad , que su exámen produce una verdadera sorpresa á los inteligentes . Vasijas hay con asas y de fondo redondo ó cuadrado, sin ellas , convexo ó cóncavo, con caño ó sin él; algunas imitando figuras caprichosas y en su mayoria pintadas de rojo con fajas circulares , ondulantes ó festoneadas . Líneas curvas , rectas ó interrumpidas por puntos , espirales ú otros adornos se observan en su parte exterior , que revelan una notable perfección en este arte, colocando al pueblo donde se ejercia, en un grado de cultura muy superior al que pudieran ostentar otras islas del grupo . Era reputado vil el oficio de carnicero, y siempre procuraban se ejerciera por la clase más abyecta y miserable ción . A los que á de la pobla- tal oficio se dedicaban , no les era permitido entrar en las casas , ni tocar persona alguna, no siendo de su misma condición; por esta causa los europeos 243 LIBRO CUARTO. que con frecuencia caian prisioneros , eran obligados á matar reses , este creyendo de modo envilecerlos , imponiéndoles el mayor castigo corporal por ellos conocido . Ignoraban el uso de la navegación, pero eran muy industriosos en el egercicio de la pesca, proveyéndose de pescado, ya con redes de juncos, que dejaban á largas distancias en el mar, ya acorralando los peces en charcos ó maretas preparadas al efecto , ó bien cogiéndolos si zuelos que eran grandes , con an- primorosamente labraban con huesos y cuernos de cabra. (1) Era costumbre vivir durante el estio en cuevas abiertas en medio de los bosques ó en lo alto de las sierras, y el invierno en las costas y lugares abrigados del litoral. Desde que se verificó el viaje de Angiolino del Tegghia hemos visto , que al recorrer la costa norte de la Gran-Canaria encontró la expedición numerosas habitacio- (1) «Tenian redes para pescar de hilos de junco y juncia, y nasas de juncos marinos sobre maderos puestos en la mar....Tenian corrales y charcos en que se recojia mucha pesca . Fchábanse á nado muchos, asi mugeres, muchachos y hombres, y venian hácia tierra desde una punta á la mar afuera, trayendo el pescado á acorralar y á las redes, repartiéndolo muy bien, y á la preñada la daban dos partes, la una para la criatura . Labraban anzuelos de cuerno tan fuertes y aún mejores que los de acero , que se han visto algunos , y hay quien tenga dos de ellos guardados . >> Marin y Cubas. P. 2. , cap . 18 . 244 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . nes fabricadas con piedras rectangulares, labradas con mucho artificio, y cubiertas de grandes y bruñidas maderas . tenian puertas, Estas casas que los marineros halla- ron cerradas y rompieron á viva fuerza, penetrando en su interior, blanqueado y de hermoso aspecto . En medio de ese caserio habia también un templo ú oratorio, donde se adoraba una estátua, que llevaron los portugueses á Lisboa . (1) En varios sitios de la isla se encontraron también, despues de la conquista , algunas casas de piedra, que, según la tradición , habian'sido construidas por los prisioneros mallorquines y habitadas luego por los Guanartemes y Harimaguadas. La más famosa de estas casas era la que se levantaba en Agaete, y llevaba el significativo nombre de Roma, dado quizá por sus mismos constructores . El palacio del Guanarteme existia en Gáldar hasta fines del siglo XVIII , en que, con barbarie inaudita , fué derribado para apro- (1 ) .... videntes ibidem casas plurimas..... hi veró intrantes domos eas videre ex lapidibus quadris compositas mirabili artificio , et lignis ingentibus ac pulcherrimis tectas ... Domus veró cum essent pulcherrimo , et lignis pulcherrimo contectæ, introrsum omnes erant albissimæ , tanquan ex gypso viderentur albatæ . Invenerunt et insuper oratorium unum seu templum . S. Ciampi. Firenze . 1827 . LIBRO CUARTO . 245 vechar sus maderas. (1) Las paredes tenian tres varas de grueso , y las piedras perfectamente ajustadas sin cal, barro ni yeso, se hallaban revestidas con tablones de tea curiosamente pintados, y de una tersura no- table. (2) (1 ) Hermosilla . Descripción de Gran -Canaria . P. 1.ª C. 1.º $ 19. (2) Dice Sedeño . C. XVII : Los mejores edificios de Canaria habia en Gáldar, que era cabeza de la isla y asiento del Guanarteme . Edificaban sus casas bajas y de paredes muy anchas y de grandes piedras sin mezcla de barro , sino tierra pisada . Cubríanlas con vigas y tablones de tea fina y otras maderas perpetuas, las cuales labraban con pedernales puestos en cuernos á manera de azuelas . Sobre las vigas y tablones ponian piedras llanas y delgadas, con masaigo por arriba, que es una rama como caña que dura mucho . Guardábanse que no llegase la tierra á la madera, y sobre estas lajas dejaban tierra mojada y pisábanla mucho , de tal manera, que aunque llueva muchos dias corre por encima y no cala dentro . La casa del Guanarteme era toda aforrada de tablones de tea puestos éstos muy juntos y pintados por encima, que parecia todo una pieza , y solo esta casa era atorrada . Hay otra casa fuerte, que llaman los Canarios Roma. Sobre ésta hicieron los cristianos un torrejon en que se hicieron fuertes . Otra casa está junto á ésta , muy pintada y grande que servia de recogimiento de hijas de hombres principales ....>> Añade el P. Sosa , p . 174 , ocupándose del mismo asunto : «Fabricaban sus moradas los canarios de paredes muy anchas y de muy grandes piedras, sin mezcla alguna de cal ni barro , sino de tierra pisada y todas eran bajas ; techábanlas con tablones que ponian de tea finísima , ó sobre vigas de la misma materia, y otras maderas perpetuas é incorruptibles , las cuales labraban y pulian con pedernales , que ponian en cuernos gruesos á manera de azuelas , y todo á fuerza de brazos, cosa que parece increible….. estando en dicha vila de Gáldar en mision (año de 1675 ) , fuí á ver una casa canaria, que hasta hoy por via de estado se conserva cerca de la Iglesia parroquial del Señor Santiago, y reparando en 246 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. Si hemos de creer á Marín y Cubas no solamente habia en la Gran-Canaria casas numerosas, de piedra , bajas, cubiertas de terrado, con puertas muy angostas, todo á modo de hornos, sin corral ni patio, ni ventana para humbrera , sino que estas casas se agrupaban formando pueblo, con calles muy angostas, y empedradas con guijarrillo muy menudo . (1) Todo esto indica una civilización relativamente avanzada, y prueba el carácter sociable de aquellos isleños . En el extenso cráter de Tirajana , que forma hoy un amenísimo valle de muchos kilómetros de circuito , dentro del cual se levantan los pueblos de San Bartolomé y Santa Lucia, rodeados de numerosos caserios, escondidos en los pliegues de aquellas gigantescas fragosidades y de aquellos profundísimos barrancos , existen todavia numerosos vestigios de la antigua familia indígena. Allí se ven aún casas canarias construidas de enormes piedras sin labrar y unidas sin cemento . Gruesas vigas ó tron- lo pulido y labrado de sus maderos y en el ajuste de sus tablones y vigas , quedé fuera de mi . »> (1 ) Y añade ::-como yó conoci la antigua ciudad de Cendro, frontero a Telde, donde habitó el Rey hasta la conquista.Historia de las siete Islas de Canaria P. 2.^ , cap . XVIII . 247 LIBRO CUARTO . cos de pino, ostentando su rugosa corteza cubren el techo, cruzándose otras ramas mas delgadas en opuesta dirección para formar dos planos de suave declive . Generalmente la casa busca el apoyo de alguna roca, que le sirve por uno de sus lados ó por el fondo de sostén . Dos alcobas ó dormitorios á derecha é izquierda constituyen con la sala de entrada toda su distribución interior . (1) También se observa en este montañoso distrito , que las escarpadas vertientes de la elevada cordillera , que cierra el cráter, se hallan perforadas por multitud de cuevas por todas partes de difícil acceso , unas abiertas y otras aún tapiadas. En las que se han podido examinar se encuentran huesos humanos en abundancia , fragmentos de objetos tamarco , loza y otros curiosos del uso de los antiguos insulares. Allí se descubre el Sitio, último campamento de los españoles , donde tuvo lugar la rendición de la isla; allí se vé la fortaleza, enriscada montaña, postrer baluarte de la libertad isleña , cubierta de cuevas sepul- (1) Hemos tenido ocasión de ver una de estas casas, que existe aún en el pueblo de S. Bartolomé . Seria de desear que aquel Municipio la adquiriese para conservarla como un curioso monumento de arquitectura indígena . 248 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . crales ; allí.hay concavidades que se llaman de la Audiencia; allí en fin existe una montaña que conserva todavia el nombre del General Vera, llena de numerosos agujeros , que le dan el aspecto de una colmena, y revelan un centro importante de población . En Arguineguín se encuentran también restos numerosos de las casas , que constituian aquel poblado distrito . Las habitaciones están agrupadas al rededor de un gran circo, en cuyo centro debió existir un edificio de mayores dimensiones . En la puerta de entrada se levanta un banco de piedra semicircular, que parece haber servido de sala de Consejo ó Tagóror. Las casas, de figura elíptica, tenian la misma distribución interior antes reseñada . Piedras sin cemento , techos de pino ó barbusano sin labrar, alcobas á los lados, hogar á la entrada, y una superficie de tres ó cuatro metros de largo por igual dimensión á lo ancho . (1) La población no excedia á nuestro juicio de diez mil almas, que suministraba, conocidas sus aficiones guerreras , un contingente de dos á tres mil hombres de pelea. (2) (1 ) Webb y Berthelot. -Historia natural de Canarias. -T . 1. P. 1. " págs . 158 y 159. (2) Algunos autores dan de población a esta isla 14.000 familias, cuyo dato no necesitamos refutar . LIBRO CUARTO. En general 249 era siempre mayor el número de las mugeres que el de hombres , de donde provino el absurdo rumor, recogido por nuestros cronistas , de que estaba en vigor entre los indígenas una ley, que les impo- nia la dura obligación de sacrificar al nacer todas las hembras, excepto la primogénita, sin observar que la dulzura de sus costumbres infunde vehementes sospechas de falsedad , pues no encontramos vestigios de esta costumbre en la crónica de Bethencourt ni en la de Azurara. Parece que se trasmitia á los jóvenes cierta instrucción literaria, reservada por los Faicanes para los que se educaban en Umiaga, cuyos funcionarios , además de las ceremonias del culto , de que estaban especialmente encargados , de leyendas conservaban en forma algunos hechos gloriosos de sus antepasados, para recitarlos en ciertos dias solemnes , en medio de los juegos , las luchas y los banquetes . (1 ) Algunos han Azurara le dá en su Crónica 5.000 guerreros , pero Marin y Cubas acepta el número que nosotros damos en el texto . (1 ) En la obra de Bory de Saint Vincent, publicada á principios de este siglo, encontramos el siguiente canto , que se supone compuesto por los indígenas de la Gran- Canaria. CANTO DE DOLOR. «Compadeced á Atrabaya , que con sus ardientes lágri- 250 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. creido que los collares de barro cocido, encontrados con frecuencia entre otros diversos objetos, pudieron haber servido de escritura, como los quipos del Perú, no hay dato alguno en que pueda pero apoyar- se esta conjetura, y es de presumir, que los collares , asi como los sellos ó dijes de rro, solo sirvieron de adorno á los ba- indíge- nas de uno y otro sexo. (1) mas aumenta el raudal de las solitarias fuentes . Léjos del florido valle que la vió nacer, en donde cantó la fecundidad de sus ganados, que dan una leche tan perfumada , lejos de sus compañeras y de su familia, ha escojido el desierto por sepultura , sin que haya un lugar en su corazon , que no esté lleno de la imagen de Trayoba . Ella le amó desde sus mas tiernos años, y al encontrarse sus ojos por la vez primera , el rubor encendió sus mejillas, fundiéronse sus almas, y la felicidad fué el primer fruto de su amor . Pero Trayoba ha recogido su magado y dos redondas piedras para salir al combate, y le habla de este modo: -Una la destino á Gahuaco, que ha manchado sus manos en la sangre de mi padre.Los ruegos de Atrabaya no han podido detenerle . -Presienio una desgracia, exclama ella, prodigándole las mas dulces caricias, haz que el amor imponga silencio á la venganza , y no te alejes de quien tanto te ama. ¿ No sientes el eco de nuestros besos en el fondo de tu corazon? ¿Acaso su blando murmullo te es menos grato , que el ruido atronador de las batallas?El jóven héroe la oye, y se aleja sin embargo , con los ojos llenos de lágrimas . Ah! los presentimientos de Atrabaya no la engañaban ; su amante jamás volvió . >> Essais sur les iles fortunées. Par J. Bory de Saint Vincent, p . 87 . Este mismo Canto lo copia Mr. Ogier. - Les iles Fortunées -Paris . - 1869. -Tomo 2.º, p. 333. Ya hemos visto el que publica el Doctor Verneau procedente de un ms . , que se dice encontrado en Portugal. (1) Mr. Verneau cree que estos sellos scrvian para pin- 251 LIBRO CUARTO. Gomez Escudero dice á este propósito :« No tenian libros ni historia , solo manda- ban á la memoria cantares y corridos de hazañas de sus antepasados . » Y Sedeño aña- ' de: - « No conocian letras ni aunque se valian de pintura trina era como historias , ó caracteres , tosca; la doc- como corridos y jácaras de valientes de sus reyes y hombres señalados , linajes y otras cosas de campo, de plantar, sembrar, y lluvias y señales de los tiempos , como pronósticos y refran- citos . >> En sus enfermedades hacian uso frecuente de la sangría, sirviéndose para ello de un pedazo agudo de pedernal . Sus heridas las curaban con manteca de cabras añeja, que conservaban, para darle más fuerza , debajo de tierra en grandes jarras de barro fabri- cadas con este objeto . Sus refrescos eran de leche y miel , sus astringentes pastas de sangre de drago, y como vomitivos se administraban arrope de mocán. (1) tarse los canarios la piel, asegurando , que muchos conser van aún la tinta roja que para ello les servia . Nosotros hemos examinado un número considerable de estos sellos , y jamás hemos observado restos de tinta entre sus caprichosas figuras, pero no nos parece imposible que se encuen tren . El Museo Canario de Las Palmas posée la más completa colección de estos curiosos objetos , de problemático uso . (1 ) ....la corteza de este árbol mocán es el verdadero 252 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Hasta hace pocos años se dudaba que en la Gran Canaria estuviera en práctica arte de embalsamar los cadáveres , general era en Tenerife (1 ); brimiento de algunas el que tan pero el descu- momias en perfecto estado de conservación, ha venido á confirmar con este nuevo dato la unidad de orígen del pueblo isleño y su afinidad con las razas egipcias . Ya nuestros cronistas habían descrito detalladamente la manera de practicar los embalsamamientos en la Gran-Canaria. Gomez Escudero afirma, que los indígenas guardaban la manteca y el sebo para estas ope- raciones , practicadas con hierbas olorosas, dejando los entre arena calcina- cuerpos da . (2) masis de Dioscórides , el dolor de gota ó sciática labraban con fuego . Al dolor de cabeza apretaban , tiraban de orejas y cabello , hasta que el cutis se estallase . Usaban mucho de la dieta ; no supieron de purga. salvo de leche y suero.»> Marin y Gubas , p . 2 , cap. XVIII . Según Gomez Escudero , cap . XIX - usaban de purgas de titímalo , tabaiba y cardón , y añade : -« no les dí crédito porque donde cae una gota alza una ampolla que labra como fuego , y no nace más allí el pelo . » — (1) Berthelot . Etnog. p 148. (2) < ...... la manteca y el sebo los guardan en ollas y leñas olorosas para exequias de los difuntos, untándolos y ahumándolos y poniéndolos en arena quemada los dejaban mirlados, y en quince ó veinte dias los metian en las cuevas , y éstos eran los mas nobles; que á los demás ponian en los malpaises ó piedras de volcán , haciendo hoyos en las piedras y cubríanlos con unos montes de ellos , como 253 LIBRO CUARTO. Sedeño asegura que los plebeyos eran sepultados en tierra, formando cuatro pare- des de piedra, rematadas en pirámide; los que tenían derecho á mayor distinción descansaban en un lecho de tablones en forma de ataud , que rodeaban también de pie- dras, artísticamente colocadas ; y los nobles eran embalsamados , depositándolos en cuevas destinadas á este fin. (1) Los embalsamadores formaban gremio, y había cuadrillas para el entierro de cada sexo . (2) Los historiadores Marin y Cubas , Abreu Galindo Ꭹ Castillo se detienen á describir el procedimiento que usaban los canarios para conservar las momias en el estado de incorruptibilidad en que se han encontrado algunas (3); pero sus relaciones no están de acuerdo con la observación de los restos examinados , lo que conduce al Dr. Chil á afirmar, que para proceder al embalsam n- torreoncillo , que hoy se hallan y hallarán siempre, porque no se van á buscar, aunque por codicia de palos de buena madera en las isletas han descubierto muchas casas y sepulcros de estos mirlados . »> Gomez Escudero . Ms., cap . XIX . (1 ) Sedeño . Ms. , c , XVII . (2) Castillo , p . 64. (3) Abreu Galindo , p . 102 Marin y Cubas , ms . c . XVIII . Castillo, p . 64 . 254 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. to de las momias no se extraia del cadáver ninguno de los órganos contenidos en las tres cavidades cefálica, toráxica y abdomi nal . (1) Es de suponer que los encargados de estos trabajos de disecación , cuya importancia es grande en la sencilla teogonia de este pueblo, poseian un secreto , que nuestros cronistas no pudieron penetrar. (2) Por ese medio llegaban á conservar perfectamente todas las partes del cuerpo, como puede observarse en algunas momias, que felizmente han llegado hasta nosotros . (3) (1) Chil. - Estudios . - T. 1.º , p . 483. (2) Copiaremos la descripción que del método de disecar trae Marin y Cubas en su Historia manuscrita , para que nuestros lectores comprendan lo que aquel historiador médico habia penetrado en el secreto . « Al difunto, dice, lavaban todo con agua caliente, coci das yerbas y con ellas lo estregaban ; abríanle el vientre por la parte derecha debajo de las costillas á modo de media luna , sacaban todo lo de dentro , y por lo alto de la cabeza sacaban los sesos, y quitado todo hasta la lengua , llenaban los huecos de mezcla de arena, cáscaras de pino molidas y orujo de yoya ó mocanes, y volvian á coserle muy curiosamente; lo ungian con manteca y ponian al sol de dia y de noche al humo y por quince dias le lloraban haciendo exequias , y estando enjuto lo ponian en las cuevas con otros mirlados . » (3) En nuestra Historia de la Gran- Canaria, t . 1.º p . 139 deciamos: «<.... en 1855 se hizo por casualidad un descubrimiento de más importancia ; unos pastores encontraron una cueva situada en la escarpada vertiente de una montaña de las bandas del sur, donde, despues de penetrar con gran peligro , vieron una multitud de momias encerradas alli desde LIBRO CUARTO . 255 Pero, en general, los canarios no obtenían el privilegio de conservarse de esta suerte, privilegio que sin duda estaba reservado tiempo inmemorial ... hallábanse las momias sin órden ni simetria.... felizmente á la entrada de la cueva, y en un si tio donde era menor la humedad, se encontró una perfectamente conservada .... estaba el cuerpo envuelto en doce pieles . De éstas las siete interiores, extraidas de corderos nonatos se hallaban tan perfectamente conservadas, que aun podia verse el brillo del pelo , y tan elásticas como si estuvieran acabadas de curtir . De las cinco exteriores , como mas expuestas al contacto del aire solo quedaban fragmentos . Encontróse asimismo el rastro de una sustancia viscosa , fusible al calor de la mano , de gusto y olor semejantes en un todo al de la miel de abejas, pero de color rojo oscuro, debido tal vez á la mezcla de algunos ingredientes, que empleaban para obtener el bálsamo con que ungian las mismas momias . Las pieles de que hemos hablado no eran todas de la misma clase ; las mas finas y delicadas se encontraban inmediatas al cuerpo , con el pelo hácia adentro, observándose mezclados en algunas de ellas los colores blanco y negro, formando sencillos dibujos . Cada dos ó tres de estas pieles estaban sujetas al cuerpo por algunas tiras de cuero colocadas á media vara de distancia y cosidas en sus extremos ; la última presentaba el aspecto de un saco cerrado por la boca. La momia se hallaba en un estado de regular conservación. El rostro habia perdido la piel , y solo la mandíbula interior se veia aún cubierta de una barba negra y corta ; el cráneo tenia asimismo algunos mechones de pelo castaño en su parte posterior. El pecho y el abdomen, aunque hundidos , se descubrian distintamente , del mismo modo que los muslos y piernas; no asi las manos y los pies, que solo tenian las falanges , desnudas enteramente de la piel que las cubria. Por la inspección de los dientes y el color del pelo de la barba parecia pertenecer la momia á un hombre de mediana edad. La posición de los brazos y las piernas era perfectamente horizontal, sin que se advirtiera en sus miembros ninguna contracción . Halláronse junto á ella dos fragmentos de una vasija hecha de madera de drago , que aún conservaba el olor de la miel , que en ella se habia depositado . >> HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 256 para algunos pocos individuos de la clase más elevada . Los sitios donde la lava porosa de los volcanes (malpaises) abundaba , como sucede en la Isleta , en Agaete y en Tirajana, eran con preferencia elegidos para ce- menterio de la clase humilde . Aún se descubren en aquellos sitios numerosos sepulcros formados de bóvedas de piedra volcánica en donde, apesar de las filtraciones , se conservan cráneos , fémures y tibias, mezclados con arenas , tobas, puzolanas y vitrificaciones, y una gran cantidad de semillas de Leña buena (Ilex augustifolia ) diseminadas por todo el lecho de la sepultura , tal vez con el objeto de neutralizar la infección atmosférica . Se ha asegurado que la colocación de la cabeza estaba constantemente en dirección al norte, pero esta disposición era arbitraria, pues hay esqueletos cuyo cráneo se encuentra al sur, sin que falten algunos que miran al este y al oeste indistintamente, si bien la posición más general es la del norte. Algunas familias que no tenian cuevas, abrian bóvedas en el suelo ó sobre la cima de las montañas , y las cubrian cuidadosamente con lajas . Cuando se allanó en 1704 el cerro de Santa Catalina, frente á las isletas, para construir la bateria de San Felipe , se descu- 79 47 LIBRO CUARTO . 257 brieron tres sepulcros en esa forma, donde no habia llegado á penetrar tierra ni piedra . (1) En Tara, cerca de Teide, y en otras localidades, se hallan también en los sepulcros unos pequeños cilindros de tierra cocida, enhebrados como rosarios, (2) objetos que , sin duda habían servido de adorno . En los depósitos de momias encontrados posteriormente en el barranco de Guayadeque, se ha visto, que unas estaban sostenidas en pié por medio de palos ahorquillados , y otras tendidas sobre tablones de tea. Descúbrense siempre en estas grutas algunas vasijas de barro y de madera con restos de miel y otras sustancias, consumidas por el tiempo . Junto á algunos cadáveres hay magados y pedernales cortantes , y bastones de mando . (3) También se ha encontrado en una cueva del distrito de Telde una gran vasija de barro llena de discos de diferentes tamaños , atravesados todos por un agujero en el centro, y formados con las espirales de una ( 1 ) Castillo, p . 64 . (2) Chil .-Estudios . -T. 1.º, p. 491 . 3) Es digno de ser examinado el bastón que se encontró con la momia descrita en la nota de la página 254. Puede verse en el Museo de Las Palmas, donde se halla de positado. 17 TOMO II. 258 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . concha. (1 ) Algunos han supuesto que estas conchas servian de moneda á los isleños; pero como todo su comercio se reducia al cambio de objetos , muebles y ganado , y al de los frutos recogidos sobre el terreno ó en los árboles , no es admisible esta suposición, que ningún dato histórico confirma. En cuanto á la propiedad territorial , si hemos de dar crédito á lo que nos aseguran Sedeño y Escudero , no era conocida en la Gran-Canaria . Dividíanse los terrenos anualmente por distritos , y los trabajos de siembra y recolección se hacian en común . ( 2) Sin embargo, debemos observar, que con frecuencia había sangrientas colisiones por de. marcación de límites , lo que prueba , á lo menos , que la subdivisión en distritos no era tan arbitraria como nuestros cronistas suponen. Hánse encontrado grandes rollos (1) Berthelot. Etnog p . 150 En una cueva de Tamaraceite hemos visto nosotros uno de esos discos, que parece haber servido de adorno de mucho valor entre aquellos insulares . (2) Dice Sedeño : Los bienes y haciendas eran comunes , repartiéndose cada año por Cabildos, los ganados andaban juntos , menos las cabras mansas, que las cuidaban sus dueños . » Y Escudero añade : ... .ayudábanse unos á otros á sus sementeras , las tierras eran concejiles, que eran suyas mientras duraba el fruto, cada año se repartian . »> LIBRO CUARTO . 259 de delgadas cuerdas de pita y palma con nudos de veinte en veinte centímetros , ( 1) cuyo empleo no podia ser otro sino la medición de terrenos . Si es exacta nuestra conjetura, el derecho de propiedad existia, aún cuando en vez de ser personal , fuese de tribu ó casta, y estuviera circunscrito á una determinada extensión de territorio ó á una clase privilegiada de la sociedad . Eran los naturales de la Gran-Canaria de hermosa presencia (2) , de estatura más que mediana, bien dispuestos y de suma ligerereza ( 3) , belicosos, de ánimo generoso y esforzado , y fieles á su palabra, teniendo por grande afrenta faltar á la verdad . (4) Las mugeres eran de singular belleza , circunstancia en que están de acuerdo todos los historiadores del archipiélago . (5) (1 ) Poseemos un fragmento de una de estas cuerdas. Es curioso su tejido , y aún más la distribución métrica de sus nudos . (2) Le Canarien . Cap . LXIX , p . 128 . (3 ) Sedeño . Ms. (4) Abreu Galindo , p . 88 . ( 5) Ils sont belles gens et bien formés , et leurs femmes sont bien belles . Le Canarien, p . 128 . « El color trigueño , mayormente los hombres, que las HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. 260 XIV . LA FAMILIA.-USOS Y COSTUMBRES . GRUPO OCCIDENTAL TENERIFE.- Existía en esta isla el matrimonio, constituido por el mútuo y libre consentimiento de las partes . El P. Espinosa dice á este propósito: « En agradando al varón alguna muger, fuese doncella, viuda ó repudiada de otro, pedida á sus padres , si los tenia, y si ellos consentían, sin otra ce- remonia ni concierto , quedaban casados con el consentimiento de ambos; y tenían las mu- mugeres las mas eran muy blancas, muy pulidas y hermosas....)) Sosa, p . 158 . Y Cairasco en su Templo Militante dice: Eran de mucha gracia las mugeres , Algo morenas , bellas y piadosas , Honestos ojos , negros y rasgados . (Canto de S. Pedro mártir .) LIBRO CUARTO. 261 geres que querían y podian sustentar . » (1 ) De estas palabras, y de otras análogas que consigna Cadamosto en su viage (2) , parece deducirse que en Tenerife existía la poligamia, aunque ningún otro autor lo afirma, por lo que podemos considerar dudosa esta noticia, mientras nuevos datos no vengan á confirmarla. (3) También parece que existía el divorcio , tantas cuantas veces lo solicitaban los esposos , quedando luego en libertad de contraer nuevos lazos , pero los hijos de esta unión se consideraban como ilegítimos , llamándose Achicuca á los varones y Cucaha á las hembras . (4) Para los reyes no parentesco había limitación respecto al matrimonio , de cuya ley ó costumbre puede juzgarse común á todas las islas . Muchas y variadas eran las fiestas públicas , que se celebraban en Tenerife , siendo las (1 ) Espinosa , p . 12. (2) «Toman tantas mugeres como quieren , pero no tocan á sus esposas virgenes, sino despues que han pasado una noche con su señor, lo que consideran como un insigne honor.>> Cadamosto en Ramusio , p . 98 . (3) Sin embargo , el P. Espinosa, que escribia su apreciable obra á fines del siglo XVI , dice, que habia tenido ocasión de hablar con algunos guanches, y saber por ellos los usos y costumbres que describe . (4) Espinosa, p . 12 . 262 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mas notables , aquellas que tenían lugar en la coronación de sus reyes . Juegos , bailes , banquetes, pugilato y lucha constituian el programa de estos festejos, que se repetían al tiempo de la siembra y de la recolección de los frutos . (1 ) Los habitantes de esta isla estaban divididos en diversas clases ó categorias . Los nobles eran llamados Achi-mencey (parien- te del soberano) , los pecheros Cichisiquitso , y los plebeyos Achi-caxna. A semejanza de la organización política de la Gran-Canaria , cada Rey ó Mencey tenía seis capitanes ó Sigoñes, y cuatro Consejeros , sacerdotes ó agoreros , y con ellos celebraban sus juntas ó asambleas en un sitio, que designaban con el nombre de Tagóror ó lugar del Consejo, lo cual nos autoriza á creer, que no era absoluto el gobierno de estos pequeños Señorios , por hallarse sometidas sus deliberaciones á los acuerdos de cierto número de personas, aunque ignoremos si esta asamblea era sólo consultiva ó tenía voto ejecutivo . (1) «Cuando hacian su agosto y recogian los panes, hacian juntas y fiestas en cada reino, como en agradecimiento del bien recibido, y eran estas fiestas tan privilegiadas, que, aunque hubiese guerra, se podia pasar de un reino á otro seguramente á ellas . » Espinosa , p . 12 . LIBRO CUARTO. 263 El Rey salía en ocasiones solemnes , acompañado de un numeroso cortejo de Sigoñes y Consejeros, precedido de una lanza ó banot, llamada Anepa , que servía para anunciar su presencia. A su vista se postraban todos en el suelo , le limpiaban con el Tamarco el polvo de sus piés , y luego se los besaban humildemente . (1 ) La tierra era propiedad del Soberano , y dentro de sus límites, pastaban los ganados de todos sus vasallos , dando lugar la de- marcación de estos límites y pastos , á frecuentes guerras y cuestiones entre los reyes circunvecinos , como yá lo hemos indicado , respecto á las islas del grupo oriental . Respecto á la administración de justicia é imposición de penas, no están de acuerdo nuestros cronistas . Unos dicen que se hallaba abolida la pena de muerte, y sólo se imponía la de azotes ó varas, y el despojo de los bienes del reo para indemnizar con ellos á la familia del ofendido . (2) Otros pretenden que el hijo inobediente era apedreado ; el homicida ahorcado; el deshonesto , lascivo ó irrespetuoso con las mugeres , privado de la (1 ) Espinosa , p . 14 . (2) «No mataban por justicia á ninguno, porque decian que sólo al que estaba en lo alto pertenecia aquel castigo .» > Abreu Galindo , p . 196 . 264 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . vida por decapitación ; la doncella liviana encerrada en cárcel perpetua , y el adúltero enterrado vivo . (1) Viana en su poema confirma este extraño código , mientras Marin y Cubas sigue al P. Espinosa, (2) de modo , que es imposible averiguar hoy la verdad . Creemos , sin embargo, que el código no era tan severo como aseguran Nuñez de la Peña y Viana, si tenemos en cuenta lo que en semejantes casos estaba en uso en las demás islas . Llamábanse los naturales de Tenerife Guan-ches , voz compuesta de hijo ó descendiente de Chiner ó Tinerfe . Su vestido consistia en una hopalanda de pieles de cordero ó de oveja, á manera de saco , sin pliegues , collar ni mangas, primorosamente adobado , y tan sutilmente cosido , que no era fácil adivinar el lugar de la costura . Cerraban este vestido por delante , dejando aberturas á los lados para sacar los brazos , y le daban el nombre de tamarco, usándolo indistintamente hombres y mugeres, aunque éstas llevasen además , debajo de aquel saco , unas sayas de cuero gamuzado , que les caian hasta los piés. (3) ( 1 ) Nuñez de la Peña , p . 26 . (2) Viana. Canto I, p . 33 . Marin y Cubas . Ms. Lib . 2.º, c XX . (3) Espinosa, p . 19 . 265 LIBRO CUARTO. Azurara en su crónica, tantas veces citada, nos dice que los Guanches se cubrian con pieles (1); pero Cadamosto asegura que iban siempre desnudos , si bien algunos usaban una piel de cabra por delante y otra por detrás . (2) Los nobles llevaban también unas calzas llamadas huirmas, y unas abarcas con el nombre de xercos . No consta que usaran tegidos de junco , pita ó palma , como los indígenas de Gran-Canaria, pues no se han encontrado hasta ahora vestigios de ellas en sus cuevas y sepulcros, en cambio las pieles de sus tamarcos se hallan admirablemente gamuzadas y teñidas de varios colores . (3) Sus principales alimentos eran : la harina de cebada, de habas ó de helecho , que llamaban gofio, como en Canaria, y trituraban por el mismo procedimiento ; carnes de ca- bras , de ovejas y de puerco , casi crudas; dátiles , frutas de zarza , y piñones . Hacian arrope de la fruta del mocán, y les servia como laxante en sus enfermedades . (4) (1 ) Azurara, p . 382. (2) Están desnudos del todo, excepto algunos que se hallan vestidos de pieles de cabra por delante y por detras . >> Cadamosto en Ramusio , p . 98 . (3) Chil . - Estudios . -T. 2.º , P. 82 . (4) «Tambien tenian miel de unas frutas , que llaman Mocán, que son del tamaño y hechura de garbanzos : antes 266 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS El uso de la sangría en brazos , cabeza ó frente con una lanceta de pedernal ó tabona, se practicaba en los mismos casos que en la Gran Canaria . (1) Los trabajos agrícolas se reducian á la siembra de la cebada y habas , arando la tierra con palos de tea y cuernos de cabra, y á la conservación de los pastos , teniendo especial vigilancia en no dejar crecer hierba , que no fuese provechosa al ganado . (2) El tiempo lo dividían por lunas , y en el mes de agosto recogian el grano, celebrando entonces fiestas públicas , que eran muy concurridas. Preferian las cuevas, como habitaciones más frescas y saludables , y no vivian formando agrupaciones , deseando el aislamiento y la independencia . (3) Algunas veces construian que maduren son muy verdes : cuando comienzan á madurar se tornan coloradas , y cuando del todo están maduras están muy negras, son dulces, y no se come dellas más del zumo ; á éstos llaman los naturales Yoyo, y la miel dellos Chacerquen Hacíanla desta manera, cogian los mocanes muy maduros, y ponianlos al sol tres ó cuatro dias, y matahajábanlos ó quebrábanlos desmenuzándolos, y echában• los á cocer en agua , hasta que se embebia y quedaba como arrope.» Espinosa , p. 11 . (1) Espinosa, p . 11 . (2 ) Espinosa, p. 12. (3) «Los guanches construian sus cuevas en toba. Las mas hermosas son las de! distrito de Güimar, conocidas con el nombre de Cuevas de los Reyes . Se encuentran á la salida 267 LIBRO CUARTO. casas de piedra cubiertas con techos de paja aunque esto no era muy frecuente. (1) Las armas ofensivas de que usaban , eran unas varas tostadas y aguzadas en forma de lanza , llamadas banotes, y piedras que lanzaban con ojo certero al punto adonde iban dirigidas . Las defensivas se reducian á rodelas de drago y al tamarco , que llevaban revuelto en el brazo izquierdo . Acostumbraban entrar desnudos en la batalla , salvo las partes deshonestas, y daban principio á la refriega por las piedras, hiriéndose después con el banot y luchando cuerpo á cuerpo . Las mugeres seguian las cuadrillas de guerreros para preparar el alimento , curar los heridos y dar sepultura á los muertos . (2) del pueblo, bajando hacia el barranco de Chimisay . Se haIlan todas situadas á lo largo del mismo ribazo ; algunas ofrecen en sus divisiones varios cuartos cuadrados, de los cuales el principal recibe la claridad por la puerta de la entrada ; los demás no debian servir sino para dormir ó guardar provisiones. Asientos cortados en el macizo de las ro cas , han sido construidos á lo largo del basamento del primer cuarto, en donde aún se vé una especie de nichos cortados en el espesor de las paredes , y destinados sin duda á colocar en ellos los vasos de agua ó de leche .» > Berthelot . Etnog , p . 120 . (1) <<mas nom teem casas, soomente choças e covas em que passam sua vida .» A fara, p . 382. (2) Espinosa describe asi el Banot: (p . 15. ) «Eran unas varas tostadas y aguzadas con ciertas muesquesitas á trechos, y con dos manzanas en medio , en que encajaban la mano, para que no desdijese , y para que fue- 268 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . También se practicaba en Tenerife el embalsamamiento y conservación de los cadáveres por el mismo método que en Canaria, estando reservado este privilegio á más elevadas . Nuestros las clases cronistas explican el procedimiento de que hacían uso los que ejercían este oficio, calificado de inmundo entre los guanches , explicación que no sa- tisface hoy la curiosidad de los sabios , (1) , se con mas fuerza el golpe .... con estas peleaban á manteniente, despues que habian cerrado los unos con los otros , y en dando el golpe quebraban la muesquesita para que la punta quedase cu la herida .»> (1 ) Espinosa, p . 16, se expresa de este modo : «Los naturales desta isla , piadosos para con sus difuntos , tenian por costumbre que cuando moria algunos dellos, llamaban ciertos hombres (si era varón el difunto) , ó mujeres (si era mujer) , que tenian esto por oficio Ꭹ desto vivian y se sustentaban, los cuales tomando el cuerpo del difunto , despues de lavado , echándole por la boca ciertas confecciones hechas de manteca de ganado derretida , polvos de brezo y de piedra tosca , cáscara de pipo y de otras no sé que yerbas , y embutianle con esto cada dia , ponién. dolo al sol, cuando de un lado, cuando de otro, por espacio de quince dias, hasta que quedaba seco y mirlado , que llamaban Axo . En este tiempo tenian lugar sus parientes de llorarle y plantearle , que otros obsequios no se usaban , al cabo del cual término , lo cosian ó envolvian en un cuero de algunas reses de su ganado , que para este efecto tenian señaladas y guardadas, y así por la señal y pinta de la piel se conocia despues el cuerpo del difunto . Estos cueros los adobaban con mucha curiosidad gamuzados, y los teñian con cáscara de pino y con mucha sutileza los cosian con correas del mismo cuero , que casi no se parecia la costura . En estas pieles adobadas cosian y envolvian el cuerpo del difunto , despues de mirlado , poniéndole muchos cueros destos encima , y algunas ponian en ataud de madera incorruptible, como es tea, hecho todo de una pieza y calzado no sé con qué à la forma del cuerpo , y desta suer- LIBRO CUARTO. 269 siendo todavía un secreto los medios de que se valían para obtener un resultado tan com pleto en la disecación de los cadáveres. Generalmente envolvian las mómias en una sola piel de cabra, pero según era el rango de la persona, así se aumentaba ó disminuía el número de las pieles , habiendo envolturas de seis piezas primorosamente adobadas y cosidas con una delicadeza admirable. Distínguese el sexo á primera vista por la colocación de los brazos, que en los hombres se tendian horizontalmente, y en las mugeres se colocaban cruzados sobre el vien tre. te lo llevaban á alguna inaccesible cueva puesta en algun risco tajado, donde nadie pudiese llegar, y allí lo ponian y dejaban, habiéndole hecho en esto el último beneficio y honra. Mas, los hombres y mugeres que los mirlaban, que ya eran conocidos, no tenian trato ni conversación con persona alguna, ni nadie osaba llegarse á ellos , porque los tenian por contaminados é inmundos . >> Abreu Galindo, p . 195 , se explica de este modo: «La manera de mirka los cuerpos era, que llevaban los cuerpos á una cueva y s tendian sobre lajas , y les vaciaban los vientres, y cad ia los lavaban dos veces con agua fria las partes débiles, subacos, tras las orejas , las ingles , entre los dedos , las narices, cuello y pulso, y despues de lavados los untaban con manteca de ganado, y echábanles carcoma de pino y de brezo , y polvos que hacian de piedra pómez , porque no se dañasen , y estando el cuerpo enjuto , sin ponerle otra cosa, venian los parientes del muerto y con cueros de cabras ó de ovejas sobados los envolvian y ⚫los liaban con correas muy luengas , y los ponian en las cuevas que tenian dedicadas para ello , cada uno para su entierro . >> 270 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Las catacumbas de los Guanches eran siempre unas cuevas altas, anchas y ventiladas, abiertas en los sitios más solitarios y escarpados, cuyas aberturas cerraban cuidadosamente, procurando que no se sospechase su existencia . Ha habido cuevas que contenían hasta mil momias, colocadas en nichos ó sobre andamios sostenidos por horquillas y tablones de madera de tea y sabina. En estas cuevas se hallan vasijas con residuos de líquidos, que tal vez fueran de leche , miel ó arrope, y unos collares de cuentas de barro de figura cilíndrica, como recuerdo del nombre ó hazañas de los difuntos , si admitimos la hipótesis antes indicada, de que esos collares por su forma y colocación fueran signos convencionales de escritura. (1) La industria de los guanches se limitaba á sus diarias necesidades; la construcción de 1 ( 1 ) «Las momias guanches se encuentran generalmente en un estado perfecto de conservación ; las carnes solamente han adquirido un color moreno , pero sin una grande alteración en las formas; los dientes son siempre de una extremada blancura ; las cejas existen aún , la cara conserva las facciones principales ; y la barba y la cabeza sin cabellos ; en varios individuos la cabellera es bastante larga, y de un castaño claro tirando á rojo ... en las cuevas que han servido de catacumbas se encuentra un gran número de pequeños granos cilindricos de tierra cocida , con los cuales los guanches hacian collares , y que falsamente se les ha querido asemejar á los quipos de los Peruanos .>> Berthelot. Etnog. , p . 131 . LIBRO CUARTO. 271 cañizos , redes de juncos, esteras y espuertas; vasijas de barro ó madera, molinos de piedra, anzuelos de hueso, cuerdas , agujas, collares , y la preparación de las pieles, que les servian de calzado y vestido , constituian su principal ocupación. (1) También en Tenerife se ignoraba el arte de la navegación , y nunca concibieron sus habitantes la idea de pasar de una á otra isla, aún cuando en el horizonte se dibujasen los contornos de Canaria, Gomera y Palma . Eran , sin embargo, grandes pescadores, y utilizaban como un don del cielo las inagotables riquezas con que la naturaleza les brindaba sobre sus extensas costas ; y unas veces con el anzuelo , otras con re- des, ora armados de arpones, ora auxiliados con el resplandor de hachas de resinoso pino, yá, por último , adormeciendo el pescado con el jugo del euforbio , en grandes recipientes , preparados al efecto , proporcionaban á sus familias un abundante y fácil alimento, que no siempre les ofrecia la abrasada tierra. No se ha encontrado en Tenerife vesti- (1 ) En el Museo de Santa Cruz de Tenerife , y en el que fué de Casilda en Tacoronte, que ya ha desaparecido , se conservaban preciosos ejemplares de la industria de los guanches . 272 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. gio alguno de escritura, (1) pero es fama que en sus fiestas y juegos se recitaban leyendas, que recordaban al pueblo los hechos heróicos de sus Reyes y Guerreros . (2) Al(1 ) Recientemente ha publicado D. Manuel Osuna un erudito folleto , bajo el epígrafe de Inscripción de Anaga, donde da cuenta del hallazgo de una pequeña piedra con varios signos desconocidos grabados en ella. Tal vez esa escritura debe pertenecer á alguna de las naciones que dominaban con sus flotas en el Mediterráneo , llegando casualmente á las Canarias . (2 ) Bory de Saint Vincent, en sus Ensayos, tantas veces citados, copia algunas canciones , que asegura haber recogido en estas islas, y de las cuales, al ocuparnos de Canaria, hemos dado á conocer la referente á aquella localidad . Aunque dudamos de la autenticidad de estos documentos , porque ningun autor canario antiguo ni moderno los cita, ni en nuestros archivos y bibliotecas se conserva nin . guno análogo, copiamos á continuación uno de los que se refieren á Tenerife, como objeto de curiosidad literaria. «La insensible Amarca despreciaba hacia largo tiempo el amor de Gariraiga, que apacentaba un numeroso rebaño de cabras en el valle de Icod , pero, ¿era ella culpable si no podia darle su corazón? Compadezcamos al infortunado amante, que no habia logrado hacerse amar. ¡ Cuantos esfuerzos hechos para olvidarla, como si el primer cariño no durase la vida entera ! Para calmar su pasión ha recorrido los campos de batalla, subido á las mas altas montañas, atravesado el mar que separa las islas, buscando los mayores peligros . Un dia que se hallaba lleno de dolor, exclamaba : Mi pecho está en ignición como el Teide, cuya cabeza toca al cielo, y se vé de todas partes. ¿De que sirven mis amargas quejas? Ah, cruel Amarca ! Tiembla que tu insensibilidad y desprecios me arrastren á los mas dolorosos excesos!>> Bory llama á estos cantos poesias históricas y Ogier los copia en su obra Las islas Afortunadas . Como prueba indubitada de su falsedad, recordaremos la frase de haber Gariraiga atravesado el mar, cuando nadie ignora que los Guanches desconocian el arte de la navegación , y hasta se asegura que ni aún sabian nadar. 273 LIBRO CUARTO . gunos han pretendido , que tenian nociones de dibujo y pintura , pero creemos, que sólo se extendia al uso del ocre con que los alfareros trazaban algunas toscas líneas en los productos de su industria. La población era á no dudarlo , tan densa como en Canaria , porque ni en una ni en otra isla habian conseguido los corsarios europeos ejercitar con facilidad su infame tráfico . Respecto á su cuerpo puede afirmarse que hombres y mujeres presentaban un conjunto bien desarrollado , de hercúleas fuerzas, de agilidad asombrosa, y de agradable fiso- nomia. Según Espinosa, los guanches del sur tenian la piel algo tostada y morena, pero los del norte eran de color blanco , siendo las mujeres rubias, hermosas y de lindos cabellos . GOMERA . - Escasas son las noticias que nos han quedado respecto á los habitantes de la Gomera. Los capellanes de Bethencourt, que visitaron las costas de esta isla á principios del siglo XV , solo dicen, que estaba cubierta de bosques, pantanos y profundas hondonadas. Pocos años despues recopilaba Azurara en su crónica todo lo que se sabia con relación á esta isla, TOM. II . que no habia podido ser 18 274 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . conquistada por el Barón normando, consignando, que hombres y mugeres andaban desnudos , sin avergonzarse de su estado ; que la familia apenas existia, pues el lazo del amor conyugal se hallaba tan que la unión debilitado , de los sexos solo obedecia al capricho, siendo comunes las mugeres , y cediéndoselas los hombres entre sí, sin despertarse en ellos el aguijón de los celos ; por lo cual, añade Azurara, los hijos no heredan, sino los sobrinos , hijos de hermanas; que en los alimentos eran tan poco escrupulosos , que comían hierbas y raices de juncos , como las bestias, y hasta hacian pasto de los ani- males más inmundos: y que su tiempo lo empleaban en cantar, bailar y entregarse á la holganza, y á los más vergonzosos placeres ; y creyendo en Dios , pero sin obedecer á ley alguna. (1 ) Tambien añade este autor, que la pobla- ción contaba setecientos hombres de pelea, mandados por un Duque y otros jefes , siendo sus armas unas varas pequeñas á manera de flechas agudas y tostadas al fuego , y produciendo la isla poca cebada, y un nú- mero escaso de cabras y puercos . El diligente cronista Abreu Galindo , que (1) Azurara, p . 380 . 275 LIBRO CUARTO . procuró investigar escrupulosamente los usos y costumbres de los indígenas , nos dice , al ocuparse de los gomeros , que era gente de mediana estatura, animosos , ligeros , y diestros en ofender y defenderse. Cuando estaban en guerra, llevaban atados al rededor de la frente unos tegidos de juncos teñidos de colorado y azul, y, aunque Azura- ra afirma que andaban desnudos , Galindo nos dice que se cubrian con Tamarcos de cuero de cabra ó de oveja, atados al cuello , pintados, y cayéndoles hasta la rodilla , vistiendo las mugeres unas faldas de la misma clase llamadas Tahuyan, y llevando en la cabeza unos capillos de piel de cabrito , y ca- potes, y calzado de cuero de cerdo . (1) Tal vez sucediera en esta isla, como en las de Canaria y Tenerife , que en general anduviesen los isleños desnudos , do uso los jefes de aquellas adornos, tan solo hacien- vestiduras y como señal de distin- ción . Tambien puede suponerse , que, despues de la rendición de la isla, los indíge- nas adoptasen el vestido de pieles usado por los naturales de Lanzarote y Fuerteventura, muchos años despues de su conquista, hasta que fueron lentamente (1) Abreu Galindo , p . 42 . introduciéndose 276 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS las telas europeas , tejidas toscamente en el país . Ignoramos si existia el derecho de pro- piedad, si bien dá lugar á sospecharlo , lo que nos dice Azurara respecto al órden de heredar, pues allí donde no hay propiedad no puede existir herencia. En sus fiestas y cantos se conservaba la memoria de los hechos de sus mayores , asegurando los capellanes de Bethencourt, que hablaban con los labios , como sino tuvieran lengua. Conocian el uso del fuego (1), y es de su- poner que supieran cocer la carne, y tuviesen algunas rudimentarias prácticas de agricultura; pero lo expuesto es lo que ha podido con certeza averiguarse , consignaron en las crónicas y lo del archipiéla- go , los que se han ocupado de sus dades. PALMA. -La división de que antigüe- esta isla en do- ce señoríos, el derecho de sucesión directa que en ellos se observaba, y la especie de gobierno despótico ejercido por sus jefes , indica, aunque otros datos no se conserven ( 1 ) Dice Marin y Cubas, lib . I, cap . XX, al hablar del Hierro: «por muchos años no supieron hacer fuego ; enseñoles el fuego, ludiendo entre dos palos secos una muger gomera, que vino al Hierro nadando sobre dos odres llenos de aire , y enseñó otras muchas cosas que ellos dicen . »> 277 LIBRO CUARTO . que la familia se hallaba organizada en cada distrito , descansando sobre esta base el derecho de división y gobierno de cada departamento. El matrimonio era también una institución reconocida , pues sabemos que Atogmatoma, uno de los más poderosos caudillos de la isla, deseando contraer alianzas que le asegurasen el apoyo de otros distritos , casó á su hija Tinahuna con el príncipe Aganaye señor de Adirane, lo cual prueba, que estos enlaces eran respetados , y constituian el fundamento de sus relaciones sociales . (1 ) Es de creer hubiese yá en esta sociedad la separación en castas , porque sabemos que algunos Jefes tenian consejeros favoritos; y es de presumir también , sus que éstos y familias ocupáran una posición inter- media entre el trono y el pueblo . (2) El vestido de los palmeros era como en Tenerife , de de pieles adobadas, y su calzado cuero de cerdo ; vivian en cuevas, sin (1) Abreu Galindo , p . 179 . El noveno término y señorio era Tagaragre , que (2) llaman hoy Barlovento, y era señor Temiaba, que por ser hombre de poco ánimo tenia un palmero consigo , llamado Autinmara, valiente, y de quién se hacia tanto y más caudal que del mismo señor, y éste lo gobernaba todo....>> Abreu Galindo , p. 147 . 278 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . formar agrupaciones ni caserios , aseguran- do Azurara, que no pasaba de 500 el número de los hombres de pelea residentes en la isla. El alimento principal de estos isleños era la carne y la leche de sus ganados , el marisco, la pesca, la harina de la raiz del helecho y las frutas silvestres de sus bosques (1 ) , porque es fama que no conocieron el trigo, la cebada ni el centeno . Sus armas , según el mismo Azurara (2) , eran unas lanzas ó astas largas con cuernos agudos en las puntas , que les servian para el ataque y la defensa, y á las cuales, como dice Abreu Galindo , llamaban mocas, estando destituido de todo fundamento la tradición que los juzgaba pusilánimes . (1 ) El mantenimiento que usaban en lugar del pan eran raices de helechos y grano de amagante, que es un arbol como jara, salvo que tiene la hoja más ancha . Este grano cogian á su tiempo, y lo secaban y molian en unos molinillos de mano , y lo guardaban para comer con caldo de carne ó con leche, y asimismo se mantenian con carne de ovejas y cabras, á que llamaban Teguevite, y con carne de puerco que llamaban Asinavina, y con leche de cabras que decian Adago, y para comer la leche usaban de las raices de las malvas en lugar de cucharas .....» Abreu Galindo , p . 174 . (2) «sua pelleja he com astes como os da Tenerife , senom que The poneni, onde avya dan dar o ferro, hun corno agudo, e no conto outr • , empero nom tam agudo comno o outro, da porta >> Azurara, p . 384 . LIBRO CUARTO. 279 En sus enfermedades graves llevaban su estoicismo á un grado de indiferencia, de que no faltan ejemplos entre las tríbus salvajes . Cuando conocian que era imposible toda esperanza de vida, llamaba el enfermo á su familia , y le decia vacaguaré, quiero morir. Y á su ruego le llevaban á la cueva donde debian reposar sus restos , le tendian sobre una cama de pieles con la cabeza hácia el norte , colocaban á su lado una vasija con leche, y tapiaban la entrada , dejándole allí morir . (1) Se dudaba, como en Canaria, si en esta isla era conocido el arte de embalsamar los cuerpos , pero recientes descubrimientos han desvanecido toda duda sobre este particular. Hubo en efecto momias en la Palma, si bien hasta ahora habian escapado á la investigación de los curiosos, unas por estar ocultas en puntos desconocidos ó inaccesibles , y otras por la ignorancia de los pastores , que las han destruido al encontrarlas , sin comprender su valor histórico . ( 2) (1) Abreu Galindo, p . 176 . Yañade: -«todos se enterraban en cuevas y sobre pellejos, porque decian que la tierra ni cosa de ella , no habia de tocar al cuerpo muerto. >> (2) Dice el Dr. Chil en sus estudios , t. 2.º, p . 91 : «...sé que se han encontrado momias perfectamente con- 280 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Se asegura que eran vengativos , y no perdonaban una injuria, ellos delito el robo; no siendo entre pero suponemos que servadas por el embalsamamiento, mas como la ignorancia se ha encargado de hacer desaparecer todo aquello que pudiera ser útil para la historia, no me ha sido posible conseguir ninguna de ellas , porque inmediatamente las han destruido los que las encontraron .» El Iris, periódico de la Palma, anunciaba hace poco el descubrimiento de una cueva llamada de los Bermejales, situada en la punta sur de aquella isla á 500 metros de la orilla del mar . Los expedicionarios, dicen , que hallaron en una abertura ó nicho natural de la citada cueva «tres cráneos ó calaveras introducidas en tres palos delgados de tea toscamente labrados, de unos dos metros de alto : al pić de cada uno de ellos los huesos de las piernas y brazos, atados con yerbas y cortezas de árbol, al parecer palma ó pita, y en forma de ramo ; y cada palo unido á los otros por un enlace ó enramada de yerbas , hojas ó cortezas de árboles , todo hecho con arte y sumo cuidado , cuya enramada seguia en todos los palos hasta cerca dei cráneo ; de un palo á otro habia como cuatro decímetros ... Todos los cráneos están horadados por encima con mucho cuidado y arte, especialmente el que estaba al centro , y parece fué agujereado con instrumento candente . »> En el mismo periódico se publicaba asimismo la siguiente noticia: «En la costa del mar , jurisdicción de la Villa de Mazo, haciendo escavaciones en el interior de una cueva, que se encuentra en el punto denominado Goteras, se han descubierto en estos últimos dias (setiembre de 1881 ) restos de los aborigenes palmeros, colocados de un modo particular.>> «Halláronse en dicha cueva varios esqueletos de guanches extendidos sobre el antiguo suelo de la caverna , y sobre ellos formada con travesaños de madera, como una especie de cubierta sepulcral tapizada con ramas de culantrillo , y sobre ésta la tierra , que , apesar de lo frecuentada que era aquella concavidad , no permitia se descubriese lo que debajo de la cap de tierra se guardaba . Encontrándose en el mismo sitio fragmentos de vasos de barro , 281 LIBRO CUARTO . estos rasgos especiales de carácter necesitan otras pruebas , que las adquiridas por nuestros historiadores . Hay la tradición de que los Palmenses eran de mayor estatura y corpulencia que los habitantes de las demás islas , en lo cual creemos haya también alguna exageración . Aficionados como todos los isleños á los ejercicios corporales, al canto y al baile, reproducian en sus fiestas las leyendas de sus guerreros ó las plegarias dirigidas á sus ídolos, (1) sin que haya otro recuerdo literario referente á ellos en nuestros anales , si exceptuamos la inscripción de Belmaco , de que nos ocuparemos en otro lugar. HIERRO. -Conocida era en esta isla la institución del matrimonio . El hombre casaba con la muger que era de su gusto , á excepción de madre y hermana, dando á los padres de la moza cierta cantidad de cabezas que se ignora si estarian intactos, y se rompieron al hacer la escavación , ó si habia sido antes removida la parte del suelo en que se hallaban los vasos, sufriendo éstos la destrucción en que se encontraron . De todos modos , la colocación de los esqueletos, y los fragmentos de los gánigos indican haber sido aquella concavidad destinada por los guanches para panteón , pues sabido es que á la cabecera de los que iban a morir se colocaban cántaros de leche . >> (1 ) «venian todos allí alrededor de aquel montón de piedra y bailaban y cantaban endechas ... » Abreu Galindo , p . 175 , 282 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de ganado . (1) Tambien era costumbre alimentar á los niños desde que nacian con raices de helecho trituradas y asadas con manteca, llamadas aguamanes, ó con harina de cebada y leche. Construian sus casas levantando un cerco de piedra suelta , grande y redondo , que cubrian con helechos y ramas de árboles , viviendo en cada chas familias, una de estas casas mu- sirviéndoles solo para dor- mir, y pasando el resto del dia fuera de su recinto . Así no era extraño ver dentro de aquellas habitaciones hasta veinte familias, durmiendo sobre lechos formados con hojas secas y zaleas . Usaban, dice el Padre Abreu Galindo , (2) - «unos capotes de cuero de carnero sin mangas, y encima unos como capotillos hechos de tres pieles de ovejas , la lana para dentro en invierno , y de verano á fuera, plegados á la garganta , donde los amarraban con dos correas . Las mugeres traian á manera de saya de los mismos pellejos , hasta media pierna plegadas á la cintura, y encima otro como capotillo , y estas vestiduras traian sin otra cosa debajo . Cosíanlas con (1 ) (2) Abreu Galindo , p . 51 . Abreu Galindo, p . 50 . LIBRO CUARTO. 283 los nervios que sacaban de los lomos de las reses cabrunas que mataban , y deshacian en hebras de hilo como querian, y tan delgadas como hilo portugués muy delgado . Las agujas eran de huesos adelgazados ; no traian tocado sino el cabello largo y hecho crinejas . Su calzado era de pellejos crudos , que revolvian á los piés , y algunos eran de cuero de puerco que desollaban . >> Dice la Crónica de Bethencourt, que los habitantes de esta isla eran gallardos , y la isla muy hermosa, cubierta de frondosos bosques de pinos y laureles . (1) Los herreños tenian gran afición al baile, (2) al canto (3 ) y á toda clase de diversiones . En sus festejos, que llamaban guatativoa, mataban una, dos ó más ovejas , las asaban enteras , mian, y sentados en círculo entregándose despues se las co- á sus juegos predilectos . (1) «et dit que é est une moult belle isle ..... les habitans d'ilesquez sont moult belles gens , homes et femmes ...>> Le Canarien , p . 115 y 116 . (2) «bailaban en rueda y en folia , los unos contra los otros para delante, y tornando para atrás asidos de las manos, dando grandes saltos para arriba juntos y parejos , que parecen pegados unos con otros y muchos , y en estos bailes eran sus cantares, los cuales, ni los bailes hasta hoy no los han dejado . >> A. Galindo , p . 50 . (3) «cantan endechas llorando amargamente de sentimiento de la historia. >>> A. Galindo, p. 51. 284 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Carecian de granos , no conociendo trigo ni cebada, y se mantenian de raices de helecho (haran) , carne de sus ganados , leche (achemen), manteca (mulan) y frutas de los mocanes , de las que hacian una bebida espirituosa, llamada por ellos ahemon . El marisco y el pescado contribuian también á variar sus alimentos. Las armas de que se servian eran unas grandes lanzas sin hierro, llamadas banodes y tomasaques. Castigaban al homicida y al ladrón, imponiéndole al primero la pena de muerte, y al segundo la pérdida de un ojo por el primer hurto, y la del otro por el segundo . Tenian verdugo para ejecutar estas penas . (1 ) Tal vez el juicio fuera público , y se lle- vára á efecto en asambleas periódicas , pues es sabido, que tambien en el Hierro existia el Tagóror con los mismos asientos circulares que se ven en las demás islas . (2) Es probable fuera desconocido el derecho (1) A Galindo, p . 52 . (2) (( Entre Naos y Orchilla hay un paraje en medio de un volcán , apenas transitable á pastores y orchilleros , en que se encuentran varios asientos con espaldares en forma de silla en tal colocación, como si hubiera sido Tribunal destinado pera hacer justicia ....) Viaje al Hierro por D. D. J. A. Urtusáustegui . Ms. del autor. 285 LIBRO CUARTO . de propiedad inmueble, pues no sembrando granos, el terreno no representaba para ellos valor alguno, constituyendo por lo tanto sus verdaderas riquezas el ganado de cabras , ovejas y puercos, únicos animales domésticos que habia en la isla . Sus medicinas consistian en frotaciones con tuétano de cabra y manteca, sudores y cauterizaciones con fuego en el caso de haber heridas . Respecto al enterramiento de sus cadáveres , llegaron á practicar el embalsamamiento en la misma forma que en Tenerife y Canaria, si bien suponemos que en general no se adoptase ese procedimiento sino para los Jefes principales y sus familias. (1) En 1870 se descubrió hácia la costa occidental de la isla una cueva , donde se encontró bajo una gran capa de polvo , una veintena de cadáveres en posición supina, co- (1 ) El Dr. Chil en sus estudios . T. 2.º, p . 138 dice: che visto comprobada ( la afirmación de embalsamar los cuerpos) con el fragmento de una momia perfectamente conservada, de la misma manera que se practicaba en GranCanaria y Fuerteventura....>> A. Galindo dice á este propósito , p . 52: «La forma de sus entierros era, que si el difunto tenia mucho ganado , lo metian con sus vestidos en cuevas , y lo arrimaban á un lado , á los pies un tablon , y su bordon arrimado á un lado , y cerraban la cueva con piedras para que los cuervos no lo comiesen .»> 286 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mo las estátuas yacentes de las antiguas abadías . (1) La isla carece de agua potable , excepto la que suministran algunos pozos , salobre y de mal gusto, y la que se recoje en algunos escasos manantiales que brotan, yá en las playas, confundiendo sus aguas con el mar, ó en sitios enriscados y peligrosos de imposible explotación . (2) Por estas circunstancias los antiguos herreños habian abierto en la roca numerosas albercas, donde recogian el agua de lluvia, conservándola á veces por muchos años , cuyos depósitos todavia existen en varios distritos de la isla. (3) Célebre es en todo el mundo el árbol santo, que hasta los primeros años del siglo XVII se levantaba en el término de Tigulae, hácia lo alto de una cañada, y al pié de un risco elevado frente al mar. Este árbol llamado Garoe por los insulares, parecido á un laurel ó tilo, destilaba de sus hojas arroyos de agua cristalina, que caian en dos es(1 ) Opúsculo de D. Aquilino Padrón sobre los letreros del Hierro . (2) Podemos citar las fuentes ó manantiales del Fraile , de Rodrigo, de Binto , de Azofa y de Tincosa, todos muy escasos . (3) «parece que estos charcos los encontraron los conquistadores .>> Urtusáustegui. Ms. 287 LIBRO CUARTO. tanques de piedra, de donde se surtia el vecindario y bebia el ganado. La crónica de Bethencourt, es la primera donde se habla de árboles situados en lo más alto del país, que destilaban un agua clara y hermosa, recogida en unos fosos inmediatos , siendo la mejor que podia hallarse para beber, y de tal condición , que se comiera todo lo posible , que aun si se bebia de ella, se digeria la comida una hora despues, y sobrevenian nuevos estímulos de hambre . (1) El Padre Abreu Galindo nos habla del ! Garoe, como persona que le habia visto y examinado , dándonos en su historia minuciosos detalles , sobre las prodigiosas cualidades de un vegetal tan maravilloso . (2) (1) « Et au plus hault du pais sont arbres qui tousiours degoutent yaue belle et clere gui chiet en foces au prés des arbres , la miller pour boire que יen saroit trouuer ; et est y celle yaue de telle condicion que quant on a tant mengé que on ne peut plus, si on boit d'icelle yaue, anchois qu'il soit une heure, la viande est toute digerée, tant , que on a aussi grant voulenté de manger que on auoit eu par aduant que on auoit beu. »> Le Canarien , p . 117 . (2) «El lugar y término donde está ese arbol se llama Tigulae, y es una cañada que vá por un valle arriba desde la mar, á dar á un fronton de risco , donde está nacido el arbol santo, que dicen llamarse en su lengua Garoe, el cual por tantos años se ha conservado sano , entero y fresco, cuyas hojas destilan tanta y tan continua agua , que dá de beber á la isla toda : habiendo proveido naturaleza esta milagrosa fuente á la sequedad y necesidad de la misma tierra . 288 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. El poeta D. Bartolomé Cairasco, que escribia en el año de 1600 , dice , hablando de las Islas: Está de la mar como legua y media, y no se sabe que especie de arbol sea, mas que quieren decir el Tilo sin que de su especie haya otro arbol alli . El tronco tiene de circuito y grosor doce palmos , y de ancho cuatro palmos y de alto tiene cuarenta desde el pié hasta lo mas alto, y la copa en redondo ciento y veinte pies de torno . Las ramas muy extendidas y coposas, muy altas de la tierra. Su fruta es como bellota con su capillo y fruto como piñon, gustoso al comer, aromático, aunque mas blando . Jamas pierde este arbol la hoja, la cual es como la hoja de laurel, aunque mas grande, ancha y encorvada, con verdor perpetuo, porque la hoja que se seca se cae luego y queda siempre la verde . Está abrazada á este arbol una zarza, que coge y cierra muchos de sus ramos. Cerca de este arbol en su contorno hay algunas hayas, brezos y zarzas. Desde su tronco ó planta á la parte del norte están dos tanques ó pilas grandes, cada una de ellas de veinte piés de cuadrado, y de hondura de diez y seis palmos hechas de piedra tosca que las divide, para que gastada el agua del uno se pueda limpiar, sin que lo estorbe el agua del otro .>> «La manera que tiene de destilar el agua de este arbol santo ó Garoe es, que todos los dias por la mañana se levanta una nube ó niebla de la mar cerca de este valle , la cual vá subiendo con el viento sur ó levante por la cañada arriba hasta dar en el fronton, y como halla alli á este arbol espeso, de muchas hojas , asiéntase en él la nube ó niebla, y recógela en sí y vase deshaciendo y destilando el agua que recogió, y lo mismo hacen los brezos que están en aquel contorno cerca del arbol ; sino que , como tienen la hoja mas disminuida , no recojen tanta agua como el tilo , que es muy ancha, y esa que recogen tambien la aprovechan , aunque es poca , que solo se hace caudal del agua que destila el Garoe, la cual es bastante á dar agua para los vecinos y ganados, juntamente con la que queda del invierno, recogida por los charcos de los barrancos ; y cuando el año es de muchos levantes, hay aquel año mayor copia de agua , porque con este viento levante son mayores las nieblas y las destilaciones mas abundantes . Cógense cada dia mas de veinte botas de agua. »> LIBRO CUARTO. 289 Y el Hierro la postrera, Donde destila hoy dia el Arbol Santo, Que los antiguos veneraron tanto . (1) Benzoni en su Historia del Mondo Nuovo, publicada en el siglo XVI, dice: « réstame hablar del árbol de la isla del Hierro , que destila siempre agua por sus hojas , y con tanta abundancia, que no sólo provée á sus · habitantes, sino á mayor número de personas , si las hubiese . Este árbol es de regular altura, y sus hojas se asemejan á las del nogal , aunque son un poco mayores; hállase cercado como fuente , y allí cáe y se recoje el agua. Causa verdadera admiración , y es un misterio notable de la naturaleza, pensar que no hay más agua en la isla, que la destilada por este árbol . Siempre se le vé cubierto de niebla, que se deshace poco á poco cuando el sol asciende . » (2) «Está junto á este arbol una guarda , que tiene puesto el consejo con casa y salario , el cual dá á cada vecino siete botijas de agua , sin la que se dá á los señores de la Isla y gente principal, que es otra mucha cantidad . Serán los vecinos de esta Isla del Hierro como 230 , y en ellos mas de 1.000 personas , y á todas sustenta de beber este arbol ; y porque junto al pueblo , que antiguamente llamaban Amoco y al presente Valverde, no habia otra agua de que proveer, la llamaron los antiguos que escribieron Ombrios, dando á entender que de sola agua llovediza se sustentaban . »> A. Galindo , p . 49 . (1 ) Cairasco . Templo Milit . Dia 2 de febrero . (2) Benzoni. La historia del mondo nuovo . Venecia, 1572 , p . 179 . TOM. II. 19 290 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . Leopoldo de Buch crée que este árbol fuese un tilo, (Laurus foetens) y no juzga imposible que, condensada el agua en su frondosa copa, la destilára luego por sus hojas . (1) Un huracán derribó en 1610 tan notable vegetal, como consta de un acuerdo del ayuntamiento de Valverde , de 12 de junio de 1612 , citado por D. Bartolomé Garcia del Castillo en sus Noticias del Hierro, y redactado en los términos siguientes : « Por cuanto el árbol santo se cayó, y con la madera dél y rama tiene ocupadas las charcas donde se recogia la agua, y es necesario que todo se saque, y se limpie la tierra que asi mismo cayó, se ordena y manda .... » ( 2 ) En el siglo pasado se dudó de la existencia de este árbol, y hubo entre los sabios largas y curiosas disertaciones para demostrar, que estos maravillosos vegetales pertenecian al dominio de la fábula; (3) sin em- En el ejemplar que poseemos , hay uua viñeta en ma. dera , que representa el arbol y la alberca . (1 ) D. Domingo Bello y Espinosa , distinguido botánico isleño, supone qne este arbol fuera el laurel llamado Meśpilodapne moschata, ó falsa nuez moscada de las Antillas . (2) Not. del Hierro . P. 5 Not . 22 , p . 122 . (3) Véanse el P. Feijóo Teatro critico T.2 . Disc . 2. Y Viera. Noticias . T. 1.º , p . 126 . Hablan tambien de este famoso arbol: Bacon. Nov. Org . p . 412. Le Maire . Voy. á Can . 1628 , p . 28. Corneille . Dicc . Ver , Ferro . LIBRO CUARTO . 291 bargo , preciso es rectificar este juicio , y dar crédito al testimonio unánime de los que aseguran haberlo visto , y nos refieren con una sencillez , fráude, que aleja toda sospecha de sus extraordinarias condiciones y benéficos resultados . Si despojamos al árbol santo de la aureola milagrosa con que luego la tradición lo rodeó, es evidente que puede sin dificultad admitirse su existencia, como un hecho natural, de que hay yá muchos ejemplos conocidos y comprobados en la historia de los vegetales . (1 ) Urtusáustegui , que visitó el Hierro en 1786, y examinó con atención sus diferentes localidades , nos dice en el Diario que de su viaje escribió : - « Estuve en donde se crió aquel árbol, que ha motivado tantas cuestiones, y de que trata el P. Feijóo . Ya no existen más que cortos vestigios dé raices entre piedra , como tosca . Yó que estoy cansado Taillandier. Cart. Edif. T. 7.º, p. 280 . Gonzalo de Oviedo . Lib . 2.º, cap . 9 . Viana. Canto 1.º (1 ) En el Departamento de Loreto , República del Perú, hay un arbol que llaman los naturales Tamai Caspi ó arbol de lluvia. Este arbol absorve y condensa con asombrosa energia, la humedad de la atmósfera , y se le vé constantemente destilar agua por sus ramas con tal abundancia, que el terreno se convierte en una laguna . 292 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . de pasar por los pinares de esta isla, y ver las nieblas en ellos , y echando aguas las hojas, estando más arriba ó más abajo el sol , hice juicio, que, aquel árbol de continua hoja, atraia el agua como otro cualquiera . Era grande, muy frondoso, y le acompañaban otros por aquellas inmediaciones , y todos atraian las nieblas, cayendo el agua en una especie de posetas de tosca. » (1) (1) Colección de documentos inéditos para la Hist. de las Canarias . Ms. del autor. T. 4.° LIBRO CUARTO. 293 XV . INSCRIPCIONES LAPIDARIAS . ¿Llegaron á conocer los Canarios algunos signos , que les sirvieran para representar y fijar la palabra? Es indudable que, en la época de la conquista, el uso de la escritura era completamente desconocido de los isleños . ¿Cómo explicar entonces las inscripciones que se encuentran en algunas de sus localidades , signos que, si bien indescifrables al presente, pertenecen sin duda alguna á los alfabetos líbico - púnicos , de que hay tantos ejemplares sembrados , desde las costas del Egipto á las del Magreb? Dos hipótesis se presentan naturalmente para resolver esta cuestión; ó esas inscripciones datan de las primeras invasiones líbico -egipcias , y grabadas por los jefes ó sacer- 294 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dotes de las tribus invasoras , se quiso perpetuar en ellas el acontecimiento de su conquista; ó bien las expediciones fenicias , tirias ó púnicas , al tocar posteriormente en sus playas , inscribieron aquellos signos, como señal de su paso por tan lejano país . La primera noticia que se tuvo de la existencia de esos signos , fué debida al exámen de unas extrañas líneas, encontradas en una piedra de la cueva de Belmaco en la isla de la Palma. Yá desde la época en que escribia sus Noticias el ilustre Viera, se hablaba con interés de esos signos; pero , no habiéndolos podido observar por si mismo este perspicuo historiador, tuvo que someter su juicio al de otra persona , que los examinara en su nombre, calificándolos ésta de juegos de casualidad ó de la fantasia de los antiguos bárbaros . (1) La piedra en que se hallan grabados esos signos , está dividida en dos trozos desiguales ; el primero, donde al parecer comienza la inscripción, se encuentra lleno de figuras desconocidas; y el segundo , que sin duda es la parte por donde debió estar unido al anterior, continúan los mismos signos , pero en (1 ) Viera . Noticias. T. 1. , p. 143. 295 LIBRO CUARTO . un corto espacio , quedando libre de ellos el resto de la lápida . Ambos trozos ocupan la entrada de la cueva, y han sido examinados recientemente por el sabio geólogo alemán , Barón K. von Fristsch , en una de sus excursiones por este archipiélago . (1) Según un documento que se conserva en el rico archivo de la casa del Marqués de Guisla (2) resulta, que en 1752 el Gobernador militar de aquella isla, Vandewalle, habiendo to de Mazo , D. Domingo atravesado el distri- para reconocer el sitio donde habia muerto un hombre , visitó la expresada cueva y la piedra donde se halla la inscripción, y observó , que el pedazo mayor tenia cuatro varas de largo y tres de ancho, y el menor una vara y tres cuartas de largo por una cuarta de ancho, hallándose el pri- (1) El Doctor Carlos von Fritsch, geológo distinguido , y catedrático de la Universidad de Francfort, dice asi en su obra Reisebilder von den Canarischen Inselm- Gotha 1867 . «Visité muchas grutas curiosas, y entre otras la de Belmaco , que sirve hoy de establo . Los antiguos autores españoles han hablado de ella . Obsérvase á su entrada dos grandes rocas basálticas de superficie plana, sobre las cuales hay grabados caracteres particulares, imitando arabescos y espirales , especie de geroglificos de tres á cuatro milimetros de profundidad, y de un centimetro de longitud , que no pueden haber sido hechos sin una herramienta de metal, que solo á los aborigenes puede atribuirse. » (2) Protocolo 41 de noticias varias , fol. 388 . 296 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . mero roto en el sitio que ocupa una de las figuras del centro . (1) Aquel descubrimiento , comentado en este siglo bajo otro criterio del que sirvió al encargado del historiador Viera, suscitó la du da de si en alguna otra localidad de aquella ó de las otras islas , pudieran encontrarse inscripciones, que confirmaran la hipótesis de la existencia de una tribu, dueña de tan poderoso elemento de civilización . Algunos viageros que habian tenido ocasión de visitar la isla del Hierro , oian á los pastores de aquellas montañas , que en cierta localidad , al Oeste del pago del Pinar, habia un sitio llamado de los Letreros , á causa de unos signos ó caracteres desconocidos grabados en la piedra; pero esta noticia, vaga é incierta en su orígen, no habia conse- guido decidir á los que en ello pudieran tener un interés científico . (1 ) Cuando llegó á la Palma en pastoral visita el eru . dito Obispo D. Antonio Tavira y Almaraz (Agosto de 1794) , le enseñaron un dibujo, reproduciendo estos signos, que le llamó poderosamente la atención , reconociéndolos como caracteres de una verdadera escritura, pero desconocida. El Doctor Verneau cree que los rasgos y líneas de esta piedra son debidos á un juego caprichoso de los isleñosRapport 241Pero es extraño que este juego no se reprodujera sobre otras piedras, LIBRO CUARTO. 297 . Transcurrieron así muchos años , que, en hasta 1870 , el laborioso presbítero, bene- ficiado de la Catedral de Canarias , D. Aquilino Padrón , hallándose de temporada en Valverde, y oyendo hablar con frecuencia de esos letreros , determinó trasladarse á aquel punto, y confirmar por sí mismo la exactitud de un hecho tan importante. Infructuosa fué su primera tentativa , pero en la segunda, emprendida en 1873 , re- cibió su perseverancia el merecido premio. Veamos como describe aquel ilustrado isleño su feliz hallazgo : « Del borde de la esplanada en que estuvimos la vez primera, dónde el terreno se deprime con rápido de clive , hasta el mar, parte una corriente ó convexidad de escorias basálticas , que se prolonga como unos cuatrocientos metros en la misma dirección, hasta perderse, uniformándose con el suelo pedregoso é irregular que le subsigue . En toda su longitud, á distancias más ó ménos cortas, como sin guardar relación entre sí, y solo donde la lava presenta algunas facetas planas y lustrosas con un ligero barniz , producido por el enfriamiento que sobrevino á su formación plutónica, se ven grupos de dos , tres y más caracteres de extraña apariencia , que, en mi poco saber, los reputé como signos 298 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . primitivos escriturales ó numéricos de una época remota. A primera vista me parecieron geroglíficos egipcios ; pero en vano busqué las figuras humanas sedentes y mitradas, el buey Apis y el Ibis del Nilo , que cubren los obeliscos que caracterizan aquella antigua civilización, ni la de peces y cuadrúpedos que he visto diseñados , representando los calendarios íncas ó megicanos . Parte de estos caracteres parece haber sido impresa con un punzón metálico de punta obtusa, ó que tal vez se gastó en la misma operación; y otra, con un cincel de una á tres líneas de boca, aunque por no dar nada de decisivo á mis afirmaciones , y no salir del terreno de la hipótesis , digo que no creo improbable lo hubiesen sido con alguna especie de pedernal ú otro objeto desconocido, dirigidos con admirable paciencia y exquisito tacto, que á veces sugiere la misma falta de recursos y medios proporcionados al fin intencional del agente . Aunque algunos de ellos están muy apagados por la acción destructora del tiempo, y en otros es fácil confundir sus contornos y extremidades con las grietas y hendiduras de la roca, creo, sin embargo, que con algunos de esos ingeniosos procedimientos de la industria moderna, y la perseverancia de un 299 LIBRO CUARTO . anticuario pudieran recogerse cási todos , que, contando con los de forma más sencilla y oval repetidos, y los simples rasgos á la manera de los palotes de nuestros niños de escuela, me parece que ascenderán á cuatrocientos más ó ménos . » (1) Lanzado á la publicidad tan notoble descubrimiento fué comentado por la prensa literaria isleña, y traspasando los límites de la provincia, llegó hasta los centros ilustrados de Europa, que tuvieron ocasión de comparar los signos del Hierro , con los que el General Faidherbe ha publicado en su notabilísima colección de inscripciones líbicas , de cuya semejanza extraordinaria dá razón su simple exámen. (2) Otra consideración importante se des prendia también de su estudio . Observábase una perfecta identidad en muchas de las figuras que aparecen en las piedras de Belmaco, al compararlas con las del pues muchos signos eran Hierro , evidentemente iguales y otros análogos, llevando al ánimo la convicción de que en su orígen debieron pertenecer al mismo sistema de escritura; ( 1) Opúsculo publicado en los periódicos isleños . (2) Collection complète des Inscriptions Numidiques (Libiques) par le General Faidherbe . Paris 1870. Librairie A. Franck . 300 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS resultando que abrió ancho campo á las congeturas , sobre el orígen y significación de aquellos extraños caracteres. (1) En 1874 , D. Gumersindo Padrón vino á aumentar el caudal de estos conocimientos , descubriendo en la misma isla del Hierro, y á poca distancia de la anterior inscripción , otra corriente de lava, sobre la cual aparecian grabados una multitud de signos , semejantes á los que llevamos descritos . (2) Posteriormente, en 1875 , el mismo presbítero D. Aquilino Padrón , llevado de su afición á las exploraciones prehistóricas, y continuando en el Hierro sus interesantes excursiones , llegó á descubrir otra nueva série de inscripciones á una legua escasa de Val- verde . Veamos como el mismo nos describe esta nueva é interesante colección . ( 1 ) D. Carlos Pizarroso en su curiosa obra « Los Aborigenes de Canarias » se expresa asi , hablando de Los Letreros: «Nosotros hemos visto facsimiles de parte de los mencionados letreros, hemos visto tambien en colecciones paleográficas escrituras fenicias , y hemos observado , que los caracteres que se muestran grabados á golpe de martillo sobie las lavas del Hierro semejan , es cierto , verdadera escritura geroglífica, pero sin valor fonético, mientras que los caracteres libico - púnicos, que se corresponden todos del fenicio , son alfabéticos , y además de esto afectan con regularidad los trazos cuneiformes, como puede tambien notarse en las monedas fenicias de la antigua Gadir. - P. 9. (2) Antiquités Canariennes par S. Berthelot, p . 138. 301 LIBRO CUARTO. « En el barranco de Candia, situado á una legua corta al oriente de Valverde , y á los alrededores de unas grutas naturales, que parecen haber sido antiguamente habitadas , las rocas volcánicas vecinas ofrecen caracteres grabados de una forma particular, los cuales por su aspecto dan á entender que fueron trazados en épocas remotísimas. Aunque algunos de esos signos son análogos á muchos de los que anteriormente he descubierto, presentan en general un género de escritura más perfeccionado . El trabajo perseverante del artista, ó si se tiene en cuenta el número de signos grabados , la regularidad del trazado, y hasta la elección inteligente de la roca donde están insertos , revelan una mano ejercitada, de modo que es preciso creer, que estas inscripciones se apartan de los caracteres puramente geroglíficos, y representan verdaderas apartándose de los Letreros letras, por su alinea- ción en sentido vertical, según las reglas de una lengua desconocida . » (1) La más importante de estas inscripciones es aquella que se halla junto á las cuevas , (1 ) El General Faidherbe , despues de haber estudiado estos nuevos signos , asegura, que son incontestablemente libicos . Bull . de la Soc . de geographie de Paris . Novembre 1876. 302 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. compuesta de doce líneas verticales , colocadas con cierta regularidad , reuniendo aproximadamente unos ochenta signos en buen estado de conservación. (1) Creemos que con el tiempo han de aparecer nuevas inscripciones en esta isla, que, estudiadas por personas competentes, han de arrojar vivísima luz sobre los orígenes del archipiélago . (2) La isla de Fuerteventura , abundante en restos curiosos de antigüedades prehistóricas, casi todas desgraciadamente inexploradas , ha suministrado también su contingente en signos geroglíficos . De 1871 , data la primera noticia que se tuvo de este nuevo hallazgo . El Marqués de la Florida, D. Luis Benitez de Lugo, hallándose sobre la costa oriental de aquella isla, dirigiendo varios trabajos agrícolas , descubrió en medio de algunas ruinas de construcciones, anteriores á toda tradición, un fragmento de inscripción lapidaria, con ( 1 ) Antiquités Canariennes par S. Berthelot, p. 143 . (2) J'avais pensé d'abord, lorsque je m'empressai de renseigner la Societè de geographie sur cette nouvelle dècouverte, que ses inscriptions pouvaient etre liby-puniques; mais aprés un examen plus oproffondi , je n'ose maintenant rien assurer de positif, et je crois qu'on ne peut encore résoudre cette question avee les èlèmens qu'on possède .» > Berthelot. Obra citada. Pag. 143 . LIBRO CUARTO. 303 signos muy semejantes á los de los Letreros herreños . En esas mismas escavaciones halló tambien el hueso de una fruta desconocida, del tamaño de un huevo de paloma, dividido en dos, y conteniendo en una de sus concavidades una flor caprichosa con signos geroglíficos muy bien ejecutados . (1) En otro distrito de Fuerteventura, donde llaman el barranco de la Torre , distante de la capital de la isla 23 kilómetros , en dirección al sur, se hallaron asi mismo, como antes tuvimos ocasión de advertir en esta obra, numerosas ruinas de edificios, que revelan la gran importancia de aquel centro de población . Enormes piedras forman sus cimientos , que se extienden á 400 metros del barranco, constituyendo habitaciones abiertas con calles de comunicación , y en la parte más elevada una plaza ó tagóror, de cuarenta metros de circunferencia, con su entrada hácia el lado oriental. A ochenta metros de aquel circo ó plaza se descubrió una piedra, al parecer granítica, de un metro tres centímetros de largo por cuarenta y cuatro centímetros de ancho y ocho de espesor, que, por el lado donde aparecen los signos, presenta una superficie ( 1) Antiquités Canariennes, p . 220 . 304 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . tersa, como si se hubiera preparado al efecto para grabar en ella aquellos caracteres . Estos son diez, de nueve á diez centímetros de longitud cada uno, pues, aunque es pro- bable fuese mayor su número, el tiempo los ha hecho desaparecer . Estos signos acusan tambien por su forma una procedencia líbico púnica para aquellos que, con los conocimientos necesarios , han podido estudiarlos . (1) Largos años hace que se habian asi mismo señalado en la Gran-Canaria algunos caracteres grabados en piedra, los cuales , despues de examinados , se ha visto que guardan perfecta semejanza con los descubiertos en el Hierro . En efecto, con este mismo nombre de Letreros se designaba una especie de hondonada, que en el cáuce del barranco del Balo , antes de entrar en el desfiladero de los Cuchillos, y á la derecha del camino que conduce de Agüimes al valle de Sta . Lucia, se abre entre muralla de dos montañas, formando una basalto. Olvidada primero, y examinada despues con el interés que merece, se han hallado signos grabados en la (1 ) Esta piedra encontrada por el laborioso é ilustrado isleño D. Ramon F. Castañeyra se halla hoy en el Gabinete Científico de Sta . Cruz de Tenerife . LIBRO CUARTO . 305 piedra, formando renglones desiguales , unos en línea zontal, vertical , otros en dirección hori- cuya figura nos recuerda la de los caracteres líbico-púnicos de la célebre ins- cripción de Tugga . En la curiosa montaña de las Cuatro- puertas, entre Telde y Agüimes , santuario tal vez de las sacerdotisas isleñas, y en su parte más elevada, se abre un semi -círculo , resguardado por un córte vertical de uno á dos metros de altura, en cuyas rocas están inscritos unos signos, cuyas principales lí- neas el tiempo ha borrado , pero que no dudamos en señalar como el recuerdo de algún nombre venerado y santo , expuesto alli al respeto y á la adoración de los canarios . (1) El exámen detenido y circunspecto de estos curiosos monumentos , diseminados en el Hierro , Palma, Fuerteventura y Canaria, y de los cuales es probable se encuentren otros en las tres islas de Tenerife, Gomera y Lanzarote , el dia en que el interés científico organice expediciones, que recorran la parte central de cada isla, é investigue sus tesoros históricos y geológicos , nos induce á (1) El Doctor Verneau, que por indicación nuestra visitó el Barranco del Balo y esta montaña , duda que los dibujos de las Cuatro Puertas , sean verdaderos signos de escritura, pero reconoce los primeros como líbicos . 20 TOM. II. 306 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . creer, que esos signos se hallan grabados por aventureros salidos de las costas líbicas del Mediterráneo, para perpetuar el hecho glorioso de su atrevida navegación , signos que habian sido ya adoptados por los descendientes de los Tamehou en la época de sus sangrientas luchas con los Egipcios . Al recorrer la Berberia se encuentran, lejos de todo centro de población, numerosos sepulcros megalíticos ó dolmens, que se reconocen fácilmente por las piedras brutas ó sin labrar que los forman. Estos sepulcros encierran las cenizas de un pueblo, que viniendo del norte, é invadiendo el Africa por las tres penínsulas europeas del Mediterráneo, fué conocido de los Egipcios bajo el nombre ya indicado de Tamehou . Él color azul de sus ojos y lo rubio de sus cabellos , los distinguian de otras razas , elevándose la fecha de su aparición á 2000 años antes de nuestra Era. Ya dejamos expuesta la hipótesis , para nosotros admisible , de que esta invasión se extendió hasta las islas Afortunadas ; y en efecto, las inscripciones , reconociendo el mismo orígen, parece que vienen á comprobar la verdad de nuestro aserto . Tal vez, y esto lo consideramos más probable, la colonización del Archipiélago fué LIBRO CUARTO . 307 posterior á la invasión de la raza rubia en el Egipto , teniendo lugar en tal caso durante ese período , que señaló el apogeo de su grandeza en el valle del Nilo, y el de sus empresas marítimas allende el Estrecho . Encuéntranse hoy, á 4000 años de distancia, entre los habitantes de esa extensa zona africana, algunas tríbus , que hablan el dialecto más puro de la Berberia, y han conservado el uso de los signos numídicos, como puede verse en las inscripciones rupestres (rocosas) del Sahara, y en otras recogidas y publicadas por el mismo General Faidherbe . (1) Entre esas tribus, las que llevan la denominación de Touaregs , se distinguen por la pureza de su tipo, que recuerda el de los Tamuhoe de los Egipcios , teniendo sus inscripciones mucha semejanza con las del Hierro, Canaria y Palma, y en ellas se habla todavia, según se asegura, un dialecto , que en sus raices y en muchos de sus giros y modismos , recuerda el antiguo lenguage isleño . Estos antecedentes no resuelven , sin embargo, la compleja cuestión de raza y lenguaje, pero suministran datos para aventurar conjeturas , (1 ) que solo esperan del tiem- Faidherbe, op . cit . , plancha V. 308 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . po la sanción de su certeza histórica. Reuniendo lo antes dicho sobre las inscripciones lapidarias del archipiélago, nos es lícito conjeturar, que no fueron grabadas por sus mismos habitantes , porque enton- ces serian más numerosos los ejemplares , encontrados , no siendo lógico suponer, que un arte regulador siempre de una civiliza- ción avanzada, pudiera olvidarse tan completamente, dejando solo escasas huellas de su existencia. Repetimos , pues , que esas inscripciones fueron grabadas por viageros célebres , deseosos de perpetuar de ese modo el nombre, objeto y fin de su expedición , legando al porvenir el recuerdo de su breve tránsito por estas islas . Pretenden algunos que los signos del Hierro, primeramente descubiertos, son diferentes de los del barranco de Candia en la misma localidad, fundándose en su desórden aparente, y en la multiplicidad de sus signos , que revelan una escritura geroglífica y nó alfabética. Difícil es admitir esta suposición en uno ó en otro sentido , y asegurar que en diferentes épocas llegaron á aquella isla personas bastante instruidas , para grabar signos pertenecientes á estados sociales de tan diversa cultura . Ni ese desórden se puede prejuzgar, porque la clave de los signos nos LIBRO CUARTO . · 309 es desconocida, ni afirmar que sean diferentes entre sí, por la simple inspección de su forma. Entretanto , la inscripción del barranco del Balo en la Gran-Canaria, no ofrece duda alguna respecto á su autenticidad , pues está reconocida por todos los que la han estudiado , como perteneciente á la escritura líbico -púnica , contemporánea de la que, con tanta abundancia, se encuentran restos sobre la costa africana del Mediterráneo . Su importancia aumenta en razón de la probabilidad de llegar algún dia á descifrar esos signos , objeto de paciente estudio de los sábios , que á tal objeto consagran sus vigilias, y sería de desear se pusiera á cubierto de las injurias del tiempo, como un recuerdo de inestimable precio . 310 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . XVI . CONSIDERACIONES GENERALES . Al estudiar los usos y costumbres de los indígenas canarios, se observa desde luego, que, si bien separados durante largos siglos por una incomunicación forzada, y apesar de los cambios que el tiempo , el clima y las influencias de personas extrañas , llegadas accidentalmente á sus playas, hubieran introducido en sus elementos de vida, el tipo de su raza original, las formas de su lenguage, los contornos, por decirlo así, de su carácter é inclinaciones, que constituyen el molde social de los pueblos , cualquiera que por otra parte sea adquirido, el adelanto intelectual aparecen de una uniformidad constante é invariable á la observación y estudio del antropólogo , del filólogo y del historiador. No necesitamos esforzar mucho nuestros argumentos respecto á una conclusión , que resulta por si misma demostrada del exá- 311 LIBRO CUARTO . men atento de los usos, costumbres, dialecto y elementos típicos de la raza autóctona . General era en todo el archipiélago la idea de un Ser Omnipotente á quién acudian los isleños en todas sus adversidades , consagrándole oraciones, ofrendas y sacrificios por la intervención de personas , que les servian de mediadores . Espíritus del bien y del mal, se dividian en algunas localidades la influencia divina, obligando á ésta á mostrarse medio de procesiones propicia y romerias , por cantos , bailes, ayunos y festejos públicos . La costumbre de embalsamar los cadáveres , el respeto de que rodeaban los cros, y el uso constante de sepul- colocar junto á sus momias algunas vasijas con leche, miel, granos , higos y otros alimentos , demuestra evidentemente, que se hallaba arraigada la idea de una existencia ultra-terrestre, para cuya peregrinación , necesitaban , los que dejaban este mundo , de las ofrendas que el cariño de sus parientes colocaba junto á sus sepulturas con tan solícita previsión . Reconocido está ya por todos los ilustrados investigadores de nuestras antigüeda- des , que el embalsamamiento era una práctica usada en todo el Archipiélago , aunque en desuso yá respecto á algunas localida- 312 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . des, y limitada á la clase otras . más ilustre en La forma de gobierno y la división en castas era también uniforme en cada una de las siete islas; y si bien la esclavitud no se hallaba establecida de una manera per- manente, es indudable que la clase proletaria vivia sujeta al terruño y dependiente de la nobleza, á quién pertenecia, por delegación del Soberano, el dominio y usufruto de la tierra. Cuando sobre la costa naufragaba un buque, y sus tripularios lograban salvarse , eran siempre distribuidos entre los jefes principales , utilizándolos en los oficios más viles , como los de embalsamadores y carniceros, que constituia una especie de esclavitud . (1) El respeto á la muger, y los terribles castigos impuestos á los que, penetrando en el lugar destinado á sus abluciones , ó encon- trándolas al paso, faltaban de este modo al decoro establecido; y la muerte ignominiosa que esperaba á las vestales de Tenerife y ( 1) «En estas correrias , dice Cadamosto , han caido prisioneros varios cristianos, y los idólatras en vez de matarlos, se han contentado para probarles su desprecio , con emplearlos en los trabajos nis humillantes; asi pues les han hecho matar, desollar y descuartizar las cabras, y desempeñar otros cuidados aún más viles. D 313 LIBRO CUARTO. Canaria, cuando quebrantaban el voto de castidad á que estaban obligadas , eran cos- tumbres de un mismo orígen , fundadas en un sistema religioso , anterior á la coloniza- ción del país . Nada añadiremos á lo que antes extensa- mente hemos consignado, respecto al lenguage . El estudio de las pocas palabras que la tradición y las crónicas nos han legado , nos demuestra yá con la mayor evidencia la unidad primitiva de los dialectos hablados en el Archipiélago . Las armas ofensivas y defensivas , el pugilato , la lucha, la carrera, los desafios y demás juegos belicosos, iguales eran grupos oriental y occidental . La en los industria cerámica, se presentaba con algunas ventajas en Fuerteventura, Tenerife y Canaria, y especialmente en esta última isla , respecto á las demás ; pero en todas se construian vasijas de barro de diferentes formas y di- mensiones para los usos domésticos . También la madera y el cuerno se trabajaban y utilizaban para instrumentos de guerra, de pesca y de agricultura, labrándolos con cuchillos de pedernal y obsidiana , pues si acaso llegaron á conocer el hierro, fué solo desde el siglo XIV en adelante , época en que los buques europeos principiaron á traer 314 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS. agujas, hachas y anzuelos para cambiarlos por las pieles , sebo y productos tintóreos del país, no habiéndose, sin embargo , generalizado su uso , apesar de las ventajas que les ofrecia, tal vez por el desprecio que les inspiraba todo objeto de procedencia extran- gera . Entre los juegos y diversiones que en todos sus festejos públicos y privados tenian lugar con marcada preferencia, se cuenta el baile, que luego adquirió fama europea con el nombre especial de baile canario. Nuestras crónicas están llenas de observaciones relativas á esta clase de diversión , que era general en todo el archipiélago, así como la manera de ejecutarlo , muy semejante en sus actitudes Ꭹ mudanzas . Entre los lanzaroteños , dice un autor (1 ) < la sonada que hacian era con piés , manos y boca, muy á compás y graciosa . >> En la Gran-Canaria el baile constituía uno de los principales ejercicios de la juventud. Véase lo que dicen á este propósito todos nuestros cronistas . Escudero consigna que... « á las casas de juegos iban los Reyes y asistían á los bailes , que los hacian con varas pintadas de drago (1) Abreu Galindo , p . 30 . LIBRO CUARTO . 315 y zapateados y cabriolas, en que eran diestrísimos , cantaban canciones sentidas y lastimeras, y repetian una cosa muchas veces á modo de estribillo . » (1) Sedeño añade: « el baile era muy polido y de gran cuenta, hacian un general torneo con unos palillos ó varillas pintadas de colorado con sangre de drago; habia un circo ó plaza redonda, donde hacian otro; en medio tenian un torreon, y unos lo defendian y otros lo pugnaban , y los que alcanzaban esta victoria tenian premios ; eran diestrísimos en las mudanzas y zapateos . » (2) Abreu Galindo consigna, que; « tenian casas donde se juntaban á bailar y cantar; su baile era menudico y agudo, el mismo que hoy llaman Canario . » (3) El Doctor Marin y Cubas, en su historia inédita, nos asegura, que: « usaban el zapa- teado á modo de villano , que usan en España , llamado el canario, á un tiempo con piés y manos, palmeando el suelo y rodilla y saltando . Otro usan muy acelerado de piés , por derecho caminando , y éste es de mugeres , y también de ellos , caminando unos hácia otros al son de muchos silbos , que no hay (1 ) (2) (3) Gomez Escudero . Ms cap . XIX . Sedeño . Ms. Ab . Gal . pág . 98 . HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . 316 otro instrumento que la boca. >> En la isla de Tenerife existia la misma di- versión, afirmando Espinosa (1 ) que hacian << alarde de sus gracias en saltar, correr, baiCanario con mu- lar aquel són que llaman cha ligereza y mudanzas ....» Respecto de los herreños afirma el mismo Marin, que « los bailes se hacen de muchos juntos , dadas las manos , saltando á com- pás . » (2) Era tan general esta diversión en el Archipiélago , y tan agradables sus cambios y mudanzas, que bajo el nombre de baile canario pasó á Europa con los conquistadores , donde fué conocido , aprendido y usado con mucho aplauso, no tan solo dentro de los vastos dominios de España , sino también en Francia é Italia. « Dos cosas dice Francisco de Gómara, (3) andan por el mundo, que han ennoblecido á esas islas; los pájaros canarios tan estimados por su canto, y el Canario , baile gentil y artificioso . » Este es un tañido músico , añade Viera (4) , de cuatro compases, que se danza, haciendo (1) (2) (3) 287. (4) Del Origen y milagros de N. S. de Candelaria , p . 11 Marin y Cubas. Lib. 2. cap . XX. Gómara. Hist . Gen. de las Indias, cap. 224. pág. 0 Viera . T. 1. p . 146 317 LIBRO CUARTO . el són con los piés, con violentos y cortos movimientos. El P. Fr. Juan de la Puente , en el Epítome de D. Juan el Segundo , manifiesta , que: « Gustaban mucho, aún hoy, de cierto baile ó saltarelo muy gracioso, que llamamos en España Canario, por haber venido su uso de aquellas islas . » (1) Cuando en España alcanzó este baile carta de naturaleza , llegó á ser colocado entre los bailes de salón , como la Gallarda, la Pavana, la Alta, la Baja y la Hacha; (2) luego fué descendiendo hasta el pueblo , quién lo arrastró por las tabernas y ferias, y haciéndole tomar posiciones truhanescas, y exajerando sus movimientos , lo convirtió en baile picaresco como las Folías, el la Capona y el Escarramán. Villano, (3) No debemos pasar en silencio, como otra prueba de la unidad de orígen de la raza in- (1 ) Fr. Juan de la Puente . Lib . 1. ° cap 23. ( 2) Esquivel Navarro . Del estilo de danzar . Cap . IV 1642. Covarrubias en su Tesoro, publicado en 1611 , define el Canario , siguiendo al P. la Puente, «un género de saltarelo gracioso . »> (3) Quevedo en su romauce Lindo gusto tiene el tiempo, dice: Con un rabel un barbudo , Con una dueña danzaba, Y acoceando el Canario, Hacia hablar una sala. Tomo 3.º, p . 216. Edición de Rivadeneyra . 318 HISTORIA DE LAS ISLAS CANARIAS . dígena, la manera de contar el tiempo. Observóse en la época de la conquista, que el año lo principiaban siempre por el mes de junio, cuando recojian sus granos y concluian sus trabajos agrícolas , celebrando entonces fiestas públicas en acción de gracias por la seguridad y abundancia de la cosecha . La costumbre de administrar justicia en circos ó plazas al aire libre , y la de convocar sus asambleas en lugares determinados , le- vantando un estrado en forma de herradura con asientos labrados en piedra, para lo cual elegian sitios de mucha elevación , desde los cuales pudiera dominarse una extensa zo- na, era también común á las siete islas , bajo el nombre general de Tagóror. se encuentran estas Todavia esplanadas semicircu- lares en los collados y montañas , donde, tal vez, se vió caer bajo la piedra del verdugo la cabeza del delincuente , ó se oyeron las aca- « loradas discusiones de los Guaires y Menceyes sobre cuestiones de límites , robo de ganados , pastos ó invasiones . Los hechos que hemos agrupado, y otros que nos suministra costumbres isleñas , el estudio de las prueban evidentemen- te, que aquellos usos y procedimientos, que por su importancia social constituyen, la fi- LIBRO CUARTO. 319 sonomia de un pueblo , se encontraban en cada una de las siete fracciones en que se hallaba distribuida la población, sin que los siglos de aislamiento transcurridos , hubieran conseguido borrar del todo los lineamientos y perfiles, que, al dejar las costas líbicas, les habia impreso el sello característico de común orígen . FIN DEL TOMO SEGUNDO. su ÍNDICE PÁG. LIBRO TERCERO. EDAD MEDIA . I. Del siglo VI al XII 5 II. Leyenda cristiana . 10 III. Escritores árabes 18 IV. Ben Farroukh 23 V. El Edrisi . 27 VI. Los Genoveses 40 VII. Angiolino del Tegghia. 45 VIII. El Príncipe de la Fortuna. 57 IX. Catalanes y Normandos 65 X. Gallegos y Andaluces . 69 LIBRO CUARTO . LOS ABORÍGENES . I. Etimologia de los nombres de las islas 79 II. La raza indígena 94 III. Orígen de los primitivos canarios IV. Vicisitudes de la raza indígena. 103 V. Del antiguo lenguaje isleño . VI. Voces y frases 137 VII.- VIII.-Analisis filológico 157 IX. Organización política . Grupo oriental. 169 115 147 PÁG. X. Organización política. Grupo occidental. XI. Religión. Grupo oriental. 184 199 XII. Religión . Grupo occidental . 214 XIII. La familia. Grupo oriental 224 XIV . La familia . Grupo occidental 260 XV . Inscripciones lapidarias . XVI. Consideraciones generales 293 310 3 2044 035 965 581 6 35 + JUL 21 1914 BUT JUL -34? JAN 163 H Widener Library 3 2044 110 043 858 HD IS