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ELMARQUÉSDE LOZOYA en Tenerife (1943)

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EL DÍA, domingo, 27 de julio de 2014
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ENFERMEDADES RARAS
o poco frecuentes y la necesidad
de atención psicológica, apoyo y
asesoramiento durante el proceso
de la enfermedad 8
del domingo
revista semanal de EL DÍA
EL MARQUÉS DE LOZOYA
en Tenerife (1943)
E
l marqués de Lozoya, por
entonces, director general de Cultura, decidió visitar Tenerife en 1943
para estimular el proyecto conjunto del Círculo de Bellas
Artes y el Cabildo Insular en torno
a la Exposición de Artistas de la Provincia de Tenerife, que habría de celebrarse entre el 10 de diciembre de ese
año y el 10 de enero de 1944, y que
precedería a la de la provincia de Las
Palmas (1 al 17de junio de 1944).
Detrás de este evento, a celebrar
en el Museo de Arte Moderno de Madrid, se hallaba una larga lista de personalidades. A nivel nacional, podemos citar: el ministro de Educación
Nacional (José Ibáñez Martín), el de
la Gobernación (Blas Pérez González), el subsecretario de Trabajo
(Esteban Pérez González) –estos dos
últimos, canarios–, el propio Juan de
Contreras y López de Ayala (marqués
de Lozoya), el director del Museo Nacional de Arte Moderno (Eduardo
Llonset y Marañón) y el presidente
y el vicepresidente del Patronato del
Museo Nacional de Arte Moderno
(Fernando Labrada y José Mª Alfaro,
respectivamente).
A nivel más próximo, hay que
mencionar a Francisco Aguilar y
Paz (director de la Escuela Social de
Madrid y presidente de la Comisión
Organizadora), Fernando Beautell
Meléndez (presidente del Cabildo
Insular de Tenerife), el periodista
Juan Bautista Acevedo, el pintor José
Aguiar García, Antonio Lecuona y
Hardisson (presidente del Círculo de
Bellas Artes de Tenerife), el arquitecto Pelayo López y Martín Romero
(secretario de la Comisión) y el abogado Lorenzo Valenzuela Rodríguez. Ambos colectivos conformarían la Presidencia de Honor y la
Comisión Ejecutiva del la Exposición.
Esta exposición sería el preludio de
otros eventos artísticos (las Bienales
Hispanoamericanas de Arte: Madrid,
1951; Barcelona, 1953), en la línea de
mejorar la imagen del régimen franquista alrededor de una serie de
acontecimientos culturales, económicos, sociales y políticos.
Crónica de la visita a Tenerife
Los medios de comunicación y al-
Retrato del marqués de Lozoya
Texto: Jaime García García (doctor en Geografía e Historia ULL)
Jaime Alberto García González (graduado en A.D.E. ULL)
Victoria A. González Orihuela (maestra ULL)
gunas publicaciones de interés cultural se hicieron eco de la citada exposición (Revista de Historia de la
Universidad de La Laguna), junto a
entrevistas al más alto nivel con personalidades y entidades impulsoras
del acontecimiento, que contó con
apoyo de instituciones nacionales
(Ministerio de Educación y Cultura). A la vez, el Museo Municipal
de Bellas Artes de Santa Cruz de
Tenerife obtuvo de esta visita el
envío de una serie de obras del
Museo del Prado que quedaron en
depósito (Fraga, 1980: 8), principalmente obras de los siglos XVI y
XVII, y gracias a sus buenos oficios
pudimos disfrutar de obras de José
de Ribera, Jan Brueghel y varios anónimos flamencos, italianos, y españoles (VV.AA, 1991: 14–18).
El marqués de Lozoya llegó a Tenerife el 30 de julio de 1943, en visita
que fue considerada oficial, ya que
venía en calidad de director general
de Bellas Artes. Fue recibido por las
principales autoridades insulares y
locales, junto a un nutrido número
de personajes del mundillo artístico
de Tenerife, que le rindieron una cálida acogida y le invitaron a apreciar
las manifestaciones artísticas de la
isla. Ese mismo día, se le agasajó con
un concierto de alumnos del Conservatorio Profesional de Música y
al siguiente, en el Círculo de Bellas
Artes, se organizó en su honor un acto de bienvenida con la presencia de
pintores, escultores, músicos, cantantes y poetas que leyeron algunas
de sus obras. Una semana después,
el teatro Guimerá se honró con su
presencia y le ofreció una notable
concierto de la Orquesta de Cámara
(Alonso,1943: 218–221).
Su estancia se completó con una
serie de visitas a centros de interés
(institutos de enseñanza, el Museo
de Villa Benítez, varias bibliotecas
municipales, las iglesias más destacadas de la capital y de localidades
de la isla, la Biblioteca Provincial de
La Laguna, el Jardín Botánico, el Santuario de Candelaria y la Universidad
de La Laguna), junto a excursiones
relacionadas con el paisaje y la orografía insulares (monte de Las Mercedes, Afur, monte de La Esperanza, Las Cañadas y Vilaflor).
El día 7 de agosto fue invitado a
pronunciar una conferencia en el Paraninfo del Instituto de Enseñanzas
Medias de La Laguna, en una sala
profusamente decorada con cuadros del Museo de Arte Moderno de
pasa a la pág. siguiente®
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domingo, 27 de julio de 2014, EL DÍA
EN PORTADA
Madrid –gracias a la acción de Agustín Cabrera Pinto– a la que asistieron
miembros de su claustro de profesores: Pablo Pou Fernández, Leoncio Afonso Pérez, Mariano de Cossío,
Agustín Cabrera, José Ortega, Emilio González y Díaz de Celis, Ramón
Brotons, Pablo Perera, Leopoldo
Morales, Antonio Riaño de Castro,
Conchita Martínez, Jorge Coderch,
Avelina Mata, Eduardo Sals y Antonio Naranjo (Alemán, 1997: 65 –
68). La introducción a dicha conferencia estuvo a cargo del director del
Instituto de Estudios Canarios
(Andrés de Lorenzo–Cáceres), la
cual incidía en el período de colonización en la América hispana, en
Lima, tratando de establecer las
posibles influencia del arte canario
en la arquitectura civil en Perú.
Posteriormente, el periódico La
Tarde, en su edición del 13 de agosto,
recogió algunas de sus manifestaciones en torno a su visita a la isla.
Destacó la belleza de las ciudades isleñas, su ambiente y la impresión
que le causó el entorno. Ponderó el
ambiente artístico insular, al que
calificó de muy superior al que se
creía en la Península, y deploraba,
literalmente, el que le fuera imposible hablar de ello en su obra “Historia del arte hispánico”, pues afirmaba que el arte antiguo canario era
casi desconocido y no existía ninguna obra de conjunto que hiciera
referencia a ello.
En su conferencia y otras intervenciones durante esta visita, el
marqués hizo hincapié sobre la importancia del clasicismo y el barroquismo, así como de los diferentes
estilos del arte en esta isla, en especial al tipo de iglesia canaria, separada por arcos, tipología de techumbres y retablos barrocos que armo–
nizan con artesonados moriscos.
Aludió a personajes que le impactaron a través de sus obras, tales como Luján Pérez, Fernando Estévez,
Miranda, Luis de la Cruz, Nicolás
Alfaro o González Méndez. Al igual
que proclamaba su admiración por
el papel destacado que jugaban, en
ese momento artístico, personajes de
la talla de Bonnín, Martín González,
Enrique Sánchez, Guezala o Arencibia, en el campo de la pintura; a su
lado, los escultores Ramos o Alonso
Reyes. Repasó el impacto que le dejaron las imágenes religiosas de la isla,
entre las que resaltó el Santísimo
Cristo de La Laguna, san Diego
(Icod), san Francisco (Buenavista) o
san Pedro (Vilaflor), así como edifi-
”Jarrón con
flores”, de Enrique
Sánchez, óleo. Obra
nº 135 del catálogo
de la exposición.
1934), Gregorio Toledo (Segunda
Medalla en 1943), Francisco Bonnín
(Premio Nacional de Pintura en
1942) o Alfredo Torres Edwards.
Ese prólogo desembocaba en una
referencia a la importancia de la arquitectura religiosa como punto de
partida y posterior refugio de las riquezas artísticas, con la intención de
proponer un estudio detenido del arte isleño que venía a incorporar la
aportación canaria a la historia del
arte hispánico.
Una segunda parte del mismo se
reservaba para realzar la colección
de cuadros y esculturas de autores
nacidos en la provincia de Santa Cruz
de Tenerife, donde mar y luz representaban sus dos valores esenciales,
ya eran bastante conocidos en Madrid.
Página del
periódico ABC con
la noticia de la
exposición (columna
de la izquierda).
cios de la importancia de la Escuela
Normal de La Laguna, el patio del
Instituto de La Laguna o La Concepción, de la misma ciudad.
De esta forma, en el prólogo del catálogo de la Exposición de Artistas de
la Provincia de Tenerife, escrito por
el propio marqués de Lozoya, mencionará, dentro del estudio del arte
en España, el copioso acervo de las
iglesias tinerfeñas, su estructura
arquitectónica y la imaginería de sus
altares. A ello uniría las figuras del
momento: José de Aguiar (Primera
Medalla de Oro en la Exposición
Internacional de Barcelona de 1929
y Premio Nacional de Pintura en
¿Quién era el marqués de Lozoya?
Juan de Contreras y López de
Ayala, marqués de Lozoya (Segovia,
30 de junio de 1893–Madrid, el 23 de
abril de 1978), fue en el noveno titular de este título nobiliario, destacando como historiador, crítico de arte,
periodista, escritor, poeta, novelista, político, funcionario y literato. A
la muerte de su hermano Juan, heredó el título de marqués de Lozoya,
a la vez que contraía matrimonio
(1931) con Constanza López de Ayala
y Morenes, hija de los condes de Cedillo, prima hermana suya, con dos
hijas como descendencia.
El Marquesado de Lozoya es un título nobiliario español de gran raigambre y notoriedad histórica, que
fue concedido por el rey Carlos II, el
2 de junio de 1686, a Luis Contreras–Girón y Xuárez de la Concha, señor de Lozoya, de Santa Cruz, de
Castillejo y de Torres de Reinoso,
regidor y alférez mayor de Segovia
y caballero de la Orden de Calatrava.
En 1976, el rey Juan Carlos I le
otorgó la Grandeza de España.
Este personaje cursó los estudios
de bachillerato en el Instituto de Segovia, para pasar más tarde a la Universidad de Salamanca, donde estudió Derecho, y a Madrid, donde
concluyó Filosofía y Letras. En 1920,
se le concedió el Premio Fastenrath
de la Real Academia Española, y desde 1923 pasó a ocupar la cátedra de
Historia de España y de Historia del
Arte en las Universidades de Valencia, Madrid y Navarra.
Hacia 1936, lo hallamos formando
parte de las Cortes como diputado
electo por Segovia, en las listas de la
CEDA, y desde 1939 hasta 1951 ocupó
el cargo de director general de Bellas
Artes. Con el discurso “La teoría de
las artes plásticas en el siglo XIX”
ingresó en la Real Academia de San
Fernando (1940), y con la disertación
“La introducción a la biografía del
canciller Ayala” pasó a formar parte
de la Real Academia de la Historia
(1941).
Al término de su etapa como
director general de Bellas Artes, en
1952, fue nombrado director de la
Academia de Bellas Artes de España
en Roma, cuyo cargo desempeñó
hasta 1957. Sería en 1964 cuando resultó propuesto para el cargo de director del Instituto de España; más
tarde, en 1978, alcanzaría la dirección de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, resaltándose
su trabajo en el Museo del Pueblo
Español, cuyo Patronato presidió. En
1964 fue nombrado procurador en
Cortes, así como consejero del reino.
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EL DÍA, domingo, 27 de julio de 2014
EN PORTADA
Técnicos.
ALONSO, Mª R. (1943 a): “El marqués de
Lozoya en Tenerife. En torno a su visita”, en
Revista de Historia, tomo IX, nº 63 , julio–septiembre, La Laguna: Universidad de La
Laguna, pp. 218 – 221.
– (1943 b): “El marqués de Lozoya. Impresiones artísticas de una excursión a Canarias”, en Revista de Historia, tomo IX, nº 64,
octubre–diciembre, La Laguna: Universidad de La Laguna, pp. 337–338 y 390.
– (1944 a): “Exposición de Artistas Tinerfeños en el Museo de Arte Moderno”, en
Revista de Historia, tomo X, nº 65, enero –
marzo, La Laguna: Universidad de La Laguna,
pp. 115 –116.
– (1944 b): “El arte peruano y sus posibles
En su currículo también cabe señalar que fue vicepresidente de la
Hispanic Society of América, presidente del Centro Segoviano y de la
Asociación de Escritores y Artistas
Españoles hasta su fallecimiento
en 1978. Destacaremos la pertenencia a la Academia de Bellas Artes de
París, al Instituto Arqueológico de
Berlín, la Hispanic Society de Nueva
York, la Academia de Bellas Artes de
Lisboa, al Instituto de Coimbra, la
Real Academia de San Carlos de
Valencia, las Reales Academias de
Ciencias, Artes y Letras de Barcelona
o la Academia San Jorge de la misma
ciudad, que le hicieron merecedor a
la Medalla de Oro de Mérito al Trabajo (1967).
Por lo que respecta a su producción bibliográfica, destacaremos
que entre los años 1931 y 1934 escribió su “Historia del arte hispánico”
(que extendería en 5 volúmenes
hasta 1946), y, en 1935, publicó “El
arte gótico en España: arquitectura,
escultura y pintura”. Reseñar también entre sus obras: “Muebles de
estilo español” (1962) y su “Historia
de España” (6 volúmenes), publicada
en 1969 y editada incluso en fascículos. Llegó a publicar más de 400
trabajos de diversa naturaleza.
El IX marqués, don Juan de Contreras y López de Ayala, falleció en
1978 y le sucedió su hija, Dominica
de Contreras y López de Ayala (X
marquesa). Nacida en Madrid en
1940, es licenciada en Filosofía y
Letras y miembro de la Academia de
Historia de San Quirce de Segovia.
En 1981, el Ministerio de Cultura
creó el Premio de Investigación Cul-
tural Marqués de Lozoya, para impulsar la investigación en el ámbito
de la antropología, publicando
anualmente los trabajos distinguidos
con el primer premio. Ha experimentado diferentes denominaciones.
Inicialmente, se conoció como Premio Nacional de Artesanía Marqués
de Lozoya; en 1984 pasar a denominarse Premio Nacional de Investigación sobre Artes y Tradiciones
Populares, Marqués de Lozoya, título
que se mantendrá hasta 1994, aunque en 1987 se suprimirá el término
“Nacional”.
El Marquesado de Lozoya, su afición
por los castillos y Tenerife
Juan de Contreras y López de
Ayala, marqués de Lozoya, ya demostró su interés durante la visita a
Tenerife por castillos y fortificaciones, y posteriormente sería el fundador y primer presidente de la
Asociación Española de Amigos de
los Castillos (1952–1953). Los fines
iniciales de la asociación han ido en
la línea de contribuir a la conservación, revitalización y protección del
patrimonio monumental fortificado
español y estimular la labor investigadora. De ahí que en 1943, durante
su visita a la isla, dedicase parte de
su tiempo a la visita de diversos
recintos y fortificaciones de interés.
El 22 de diciembre de 1966, fue
declarada de Utilidad Pública por el
Consejo de Ministros y se halla ubicada en la calle Prado nº 26, 2º dcha.
28014 (Madrid), contando con 27
delegaciones –una de ellas en Canarias– y con más de 2.400 socios repartidos por todas las comunidades
Enrique Sánchez.
Instituto Cabrera
Pinto de La Laguna.
Foto esterescópica
(detalle).
autónomas (www.castillosasociacion.es/es/buscador–castillos). Organiza cursos, seminarios, conferencias
y viajes culturales, convoca anualmente un premio de investigación y
edita la Revista Castillos de España.
relaciones con Canarias”, en Revista de Historia, Tomo X, julio–septiembre de 1944, nº
67, pp. 218–221.
– (1944 c): Conferencia del marqués de
Lozoya, reproducida en “Tagoro”, La Laguna:
Consejo Superior de Investigaciones Científicas e Instituto de Estudios Canarios, 1944.
Conclusiones
La Exposición de 1943 fue un
acontecimiento artístico, por la cantidad y calidad de creadores y obras
que se dieron a conocer en el concierto nacional. Además, constituyó
un hecho social que desplazó a Madrid a una serie de personajes que
desarrollaron labores de presentación de los valores de la época y de
la isla de Tenerife.
A la vez, lo fue en el orden político,
por el acercamiento y consolidación
de personas y personajes al régimen
y a los modos y maneras del arte en
Canarias (inicialmente con este
evento y más tarde con el dedicado
a la provincia oriental). Indudablemente, significó un acontecimiento
de naturaleza económica y una
puerta abierta al conocimiento de
obras y autores.
Tan importante fue la Exposición
como los efectos y repercusiones que
se derivaron de la misma de la mano del citado marqués de Lozoya. Su
visita a Tenerife no sólo tuvo un matiz histórico, sino que supuso también un impulso hacia el conocimiento de nuestra cultura en el
ámbito nacional.
FRAGA GONZÁLEZ, M. C. (1991): Guía Didáctica del Museo Municipal de Santa Cruz de
Tenerife, Santa Cruz de Tenerife: Imp. Editorial Católica, Tenerife.
GARCÍA GARCÍA, J. (1998): Enrique Sánchez
González del Valle (1881–1967): fotógrafo y pintor. Tesis Doctoral (Formato electrónico),
Departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna (pp. 409–429). Santa
Cruz de Tenerife: Servicio de Publicaciones
de la Universidad de La Laguna.
MORALES Y MARÍN, J. L.; DOMÍNGUEZ
SÁNCHEZ, J. y RUEDA RODRÍGUEZ, F. (1993):
“Centenario del Exmo. Sr. marqués de
Lozoya, en Boletín de la Real Academia de
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historia (1900–2000).Ayuntamiento de Santa
Cruz de Tenerife.
VV.AA. (2002): Diccionario Akal de Historiadores españoles contemporáneos. Madrid:
Ediciones Akal. ISBN 84–460–1489–0.
BIBLIOGRAFÍA
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ALEMÁN DE ARMAS, A. (1991): Secuencias de
La Tarde, 13 de agosto de 1943, pág. 1.
la memoria (pp.65–68). Santa Cruz de Tene-
– “Visita del marqués de Lozoya a Tenerife,
rife: Colegio de Aparejadores y Arquitectos
ABC, 10 de octubre de 1943, pág. 37.
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domingo, 27 de julio de 2014, EL DÍA
CLAVES DEL CAMINO
UN VERANO DE MISTERIOS
Noches de terror en
Las Lagunetas
Texto: José Gregorio González
S
iempre nos dio la impresión
de que Germán de Argumosa
y Valdés, de porte aristocrático y semblante serio, maestro de la palabra y genio de
los silencios, era un hombre que vivía
atormentando por lo paranormal. La
doctora en filosofía Pilar Ramiro,
amiga y discípula de Argumosa, nos
sacó de dudas recientemente aclarando
que tal tormento no existía, ocultándose tras esa apariencia un nivel abrumador de autoexigencia permanente
con el que pretendía comprender la
naturaleza íntima de lo paranormal, así
como la manera en la que estos fenómenos que parecen ningunear nuestro modelo de existencia se integran en
el mundo que conocemos y en las leyes
que lo rigen. Fue el hombre de las psicofonías en España, y no en vano conoció y entabló amistad y colaboración
con los pioneros de este enigmas
sonoro, como fue el caso de Konstantins Raudive, Alex Schneider o Hans
Bender. No obstante, rechazaba ese término y gustaba usar el de “parafonías”,
hablando por primera vez en España
de este tema en el año 1971. Tampoco
le gustaba demasiado la palabra “parapsicología”, que sustituía cada vez que
podía por el de “Parapsicobiofísica”
A Germán de Argumosa, célebre en
sus últimos años por las varias temporadas radiofónicas que compartió
con Juan Antonio Cebrián en el mítico
programa de Onda Cero “Turno de
Noche”, le reconocieron ampliamente
su valía y conocimientos en parapsicología principalmente fuera de
España, y aquí, en nuestro país de complejos y arraigados prejuicios académicos, logró ganarse el respeto y la
admiración incluso de aquellos que
podían estar en las antípodas de sus
“MÁS ALLÁ DE LOS FENÓMENOS PARANORMALES” ES EL TÍTULO
CON EL QUE LA EDITORIAL OBERON HA DECIDIDO PUBLICAR PARTE
DEL LEGADO DE GERMÁN DE ARGUMOSA, UNO DE LOS MÁS
RECORDADOS PIONEROS DE LA PARAPSICOLOGÍA EN ESPAÑA. ESTA
OBRA ES APENAS UNA DE LAS NUMEROSAS NOVEDADES QUE EL
MUNDO DEL MISTERIO PONE A NUESTRO ALCANCE DURANTE ESTE
VERANO, DE PARTE DE LAS CUALES DAMOS CUENTA EN NUESTRAS
CLAVES DEL CAMINO DE ESTA SEMANA.
planteamientos. Pilar Ramiro, que le
conoció y trató desde su infancia, ha
dedicado los últimos siete años de su
vida a recopilar, ordenar, transcribir y
comentar de forma contextualizada las
notas que Argumosa dejó sobre sus
investigaciones y reflexiones filosóficas sobre parapsicología, temática
para la que nunca tuvo tiempo de escribir un libro. El libro “Más Allá de los
fenómenos paranormales” no sólo es
un merecido homenaje póstumo a uno
de los padres de la parapsicología en
España, sino un regalo para quienes le
conocieron y para quienes a través de
sus páginas tienen la ocasión de descubrir su agudo pensamiento, su tenacidad por racionalizar lo inexplicable…
Ramiro nos contaba que Argumosa
vivió feliz, que tenía un increíble sentido del humor y que el fenómeno paranormal que más le apasionaba, por lo
desestabilizante que le resultaba, era
la precognición. Y como estas otras
muchas sorpresas y revelaciones que
sólo un libro y un personaje como el
que lo centra pueden ofrecernos.
Las “Resurrecciones” de Parnia
Otra esperada novedad editorial
que ha llegado a la librerías en estos
días es “Resurrecciones”, del profesor
y médico especialista en resucitación
y cuidados intensivos Sam Parnia.
Esta editada por La Esfera de los
Libros- Palmyra y en sus páginas
encontramos un metódico estudio
multidisciplinar sobre la resucitación
artificial hospitalaria, y una valiente reivindicación de mejoras, desde una
reinterpretación y mayor comprensión
del fenómeno y proceso de la muerte,
de mejoras en los protocolos y tratamientos que se aplican por parte de los
profesionales. Parnia defiende que
cambiando el modelo imperante es
posible rescatar a más gente de las
garras de la muerte, y conseguir al
mismo tiempo aminorar sustancialmente los daños cerebrales provocados
por la falta de oxígeno, daños que con
Algunas de las
obras que los
interesados en el
mundo del misterio
pueden consultar
este verano y que
están al alcance de
los lectores en la
mayoría de las
librerías de las Islas.
frecuencia terminan incapacitando
de forma irreversible y dolorosa a
quienes son resucitados. Su cercanía
al proceso de la muerte en el ámbito
hospitalario le ha llevado a tomar
contacto, como a tantos otros profesionales de todo el mundo, con las
narraciones de algunos retornados, las
célebres experiencias cercanas a la
muerte que tanto nos interesan. La
aportación de información completamente desconocida y objetiva por
parte de algunos de esos retornados,
información a la que en principio solo
podían haber tenido acceso en estado
incorpóreo, es decir, flotando sobre su
cuerpo y habitación en el momento de
su muerte clínica, terminó por fascinar
intelectualmente a Parnia. Ese fenómeno es incompatible con un cuerpo
cuyo corazón y cerebro no funcionan
al menos en apariencia, aunque sin
embargo los sujetos manifiestan un
grado extremo de conciencia y lucidez
desde fuera de su cuerpo. Por ello,
entendiendo que sólo ese aspecto de
las Experiencias Cercanas a la Muerte
contaba con una anclaje objetivo susceptible de ser investigado, diseñó el
proyecto Aware, consistente en colocar en salas de urgencia y de cardiología
de una treintena de hospitales principalmente de Reino Unido y Estados
Unidos, fotografías boca arriba sobre
estanterías colocadas a más de dos
metros de altura sobre las camas de las
habitaciones. La idea es sencilla, al
menos en principio. Llegado el caso de
que un paciente sufra una parada
cardiaca y experimente una ECM, al
verse desde arriba podría contemplar
la citada fotografía y describirla al personal médico cuando haya superado
la crisis. Si su descripción coincide,
habría una prueba objetiva en apoyo
de su “proyección astral” durante la
experiencia cercana a la muerte. Obviamente el experimento se enfrenta a
muchos retos y problemas que se
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EL DÍA, domingo, 27 de julio de 2014
CLAVES DEL CAMINO
explica en detalle en el libro del que
hablamos. Hay que trabajar con un tipo
de patología y situación que es impredecible, con un grado de supervivencia reducido, con un porcentaje elevado
de sujetos que se recuperan con graves daños cerebrales, con frecuentes
pérdidas de memoria… Teniendo en
cuenta todo ello, obviamente no todo
el que sufre una muerte clínica experimenta una ECM, y no todas las ECM
incluyen salidas extracorpóreas. Junto
a otros factores al final de la cadena
encontramos otro… ¿qué interés puede
tener una persona que está observando
cómo le reaniman en contemplar una
foto que está sobre la cama? El proyecto
Aware está en marcha y para finales de
este año 2014 esperan publicar un artículo científicos sobre la primera fase,
aunque en el libro se narran algunos
de los casos con los que se han encontrado hasta la fecha.
Lugares encantados
Otras novedades editoriales que
queremos destacar y recomendar de
forma especial esta semana viene bajo
el sello de Cúpula, editorial que ha logrado
configurar en el último año una nutrida
nómina de autores de calidad que además son referentes nacionales dentro
de sus respectivas temáticas de misterio
y temas fronterizos. Es el caso de Lorenzo
Fernández Bueno, director de la revista
Enigmas, que ha visto como prácticamente ha tenido que simultanear las
presentaciones de su exitosa novela “El
vampiro de Silencia” con la publicación
de su más reciente ensayo, “99 Lugares Encantados en los que pasar una
noche en vela” El título de este trabajo
dinámico y ampliamente ilustrado no
lleva a engaños, ofreciéndonos un itinerario a lo largo y ancho del mundo
por castillos, palacios, jardines, hoteles, islas, cementerios, etc… que despuntan por el protagonismo que lo inexplicable, una leyenda o bien una tradición, tienen sobre su historia. Canarias tiene presencia con la Casa del Alma
de Tacande, pero el lector podrá asomarse a destinos tan dispares como La
Calzada de los Gigantes en Irlanda, el
jardín italiano de los monstruos de
Bomarzo o el Hotel Salto de Tequendama en Colombia.
Editorial Cúpula también ha lanzado
hace apenas un mes el libro de Sol
Blanco Soler “Casas encantadas, tesoros y niños perdidos”, una recopilación
de casos inéditos investigados por el
célebre Grupo Hepta.
Finalmente y también por Cúpula ha
visto la luz “Los Magos de la Guerra”,
del periodista Oscar Herradón, uno de
los más notables expertos en las claves
esotéricas y heterodoxas que rodearon
a la Segunda Guerra Mundial. Este es
su segundo libro sobre el tema, revelándose en sus páginas una investigación rigurosa narrada con maestría en
la que se pone al descubierto la identidad, personalidad e influencia que
tuvieron sobre Hitler, Himmler, Hess
y otros hombres clave del nazismo,
toda una serie de personajes que
manejaban la astrología, la numerología, el ocultismo y otras materias
Hace dos décadas
la prensa canaria y
nacional se hizo eco,
dándole un
destacado
protagonismo, al
supuesto
descubrimiento de la
Cueva de los
Menceyes y/o Cueva
de las Mil Momias en
Güímar.
“malditas” El lector descubrirá las
operaciones en las que participaron
estos sujetos, las decisiones trascendentales que se tomaron a partir de
revelaciones místicas o cartas astrales,
la manipulación que nazis y aliados realizaron a partir de las creencias en estas
materias… un sin fin de asuntos bien
documentados que nos asombrarán y
nos harán replantearnos el peso específico que lo esotérico ha podido ejercer entre bambalinas a lo largo de la historia.
Las momias de la discordia
Hace casi dos décadas la prensa
canaria y nacional se hizo eco, dándole
un destacado protagonismo, al
supuesto descubrimiento de la Cueva
de los Menceyes y/o Cueva de las Mil
Momias en Güímar, concretamente en
el Barranco de Badajoz, enclave que ya
por entonces canalizaba muchas de las
historias de misterio de Tenerife. Emillano Bethencour, presidente del recor-
dado colectivo de investigadores heterodoxos de la historia “Confederación
Atlántida”, anunció y defendió la realidad del hallazgo de esa enorme
cueva sepulcral, un hallazgo inexistente que tuvo una vida informativa
muy efímera, aunque contó con la
espectacularidad propia de un gran
fuego artificial. A los pocos días una inspección ordenada por Patrimonio Histórico del lugar del supuesto hallazgo
desbarató el invento, quedando la
duda a cerca del grado de culpabilidad
de unos y de otros en todo el asunto,
ya que se cruzaron acusaciones entre
los implicados y no quedó del todo
claro, al menos de puertas para afuera,
quien engañó a quien y que elementos se utilizaron para convencer a los
que dieron la cara de la verosimilitud
de lo anunciado. Años después un
libro, “La Cueva de las Mil Momias”,
abordaría el asunto desde el punto de
vista histórico incorporando una parte
novelada claramente diferenciada,
aunque también cierto que como
parte de su lícita estrategia publicitaria, manejarían mensajes con cierta
ambigüedad relativos a la supuesta
localización de la gruta.
Pues bien, en los últimos meses se
ha venido viviendo en las redes sociales un episodio que recuerda, en parte
y con diferencias sustanciales, aquel
incidente. Desde un perfil de facebook
una mujer que no oculta su identidad
ha venido anunciando el hallazgo de
una gigantesca cueva sepulcral guanche en el Sur de Tenerife, con cientos
de momias, miles de pieles inscritas y
EXPERIMENTANDO MIEDO Y MISTERIO
El programa radiofónico Crónicas de San Borondón
dedicado al periodismo de misterios, que emite desde
hace varias temporadas Canarias Radio La Autonómica,
siempre ha tenido una existencia más allá de las ondas,
al entender que en el mundo moderno de posibilidades en el que vivimos vivimos, la tecnología y las relaciones con los oyentes permiten
ramificar contenidos y desarrollar
actividades interactivas que diluyen
las fronteras de la radio clásica.
Muchas veces los oyentes demandan
este tipo de actividades cercanas,
iniciativas capaces de facilitar que
los oyentes se conozcan en sí, que
se generen conversaciones cercanas
con quienes conducen los programas y quienes dan contenido a los
mismos. Es por eso que en Crónicas
de San Borondón se han implicado
en alertas OVNI, en congresos, jornadas, presentaciones, tertulias de
café y té, veladas alternativas, excursiones y otros formatos participativos. Ahora, cerrando temporada, el
programa sume planteado por el
colectivo AL ANOCHECER CASA
RURAL y se suma a un evento diferente previsto para el próximo 9 de
agosto. Una cita con el misterio real
y el miedo generado a través de la
ficción que se desarrollará en Las
Lagunetas. Allí, José Gregorio González y Juanca Romero compartirán con quienes se
sumen a la iniciativa historias reales ocurridas en las
otros varios miles de vasijas y utensilios diversos. Un hallazgo que de
forma reiterada asegura que es real, que
nos es único, y que mantiene oculto por
no fiarse de las autoridades. La información que aporta es dispar, tremendamente espectacular y especulativa
hasta niveles casi salvajes, todo ello
desarrollado en un tono y contexto que
suele ser muy combativo, no sólo en
sus narraciones y sino en la relación
que mantiene con algunos de los lectores que cuestionan la veracidad de
lo que cuenta. Públicamente se ha
informado que tanto la Guardia Civil
como el Cabildo de Tenerife siguen,
desde la distancia, el desarrollo de la
novelesca aventura, sin dar crédito al
hallazgo pero cautos ante la posibilidad de que los coloristas relatos se conviertan en un reclamo que echen a la
gente a los barrancos a ejercer de
Indiana Jones. En estos momentos la
responsable de toda esta controversia
asegura estar trabajando en la zona con
especialistas extranjeros, tener un
inventario preciso de lo que contiene
la cueva, haber descifrado escritura y
pinturas diversas, saber de la localización exacta de otras cuevas en
Tenerife y otras islas…. y contar a partir de la comprensión de todo lo
expuesto, con una versión alternativa
del pasado de los guanches. Al ritmo
que evoluciona el affaire es imposible
saber que giros podrá dar la historia y
cual será su desenlace, aunque lo que
parece seguro y desde ya es descartable, es que la historia acabe con un
hallazgo real.
inmediaciones de este lugar en las que lo inexplicable
y el misterio potencial desempeñó un papel protagonista. Apenas será el aperitivo de una noche que promete emociones. A partir de ese momento, de ese posicionamiento en la realidad del lugar, se pasará a un
territorio interactivo de ficción, formando parte con
excelentes actores de una historia pensada para atrapar, que buscará hacer sentir
miedo, inquietud, curiosidad…una aventura de más de
tres horas en la que también
estará presente la risa. Se trata
de una actividad organizada de
forma innovadora por la entidad
AL ANOCHECER CASA RURAL,
nuevos gestores y responsables
del Hotel Finca Rural Don Leandro, establecimiento al que su
gerente Marcos González ha
decidido darle un giro temático,
con un enfoque lúdico y artístico. Han trabajado sobre un
buen guión, con actores que
convencen y el apoyo de algunos
efectos especiales, todo ello en
un entorno natural que invitar a
dar credibilidad a la historia de
crímenes y maldiciones que vertebran la actividad. Los interesados en esta cita del día 9 de
agosto o en conocer en cualquier
otro momento la iniciativa,
puede recabar más información a través del correo alanochecercasarural@gmail.com o del teléfono 609338242.
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domingo, 27 de julio de 2014, EL DÍA
HISTORIA
EL CASTILLO FORTALEZA
DE GARACHICO,
según el capitán general de
Canarias, en 1590
L
La bahía de Daute, muy próxima al roque marítimo de
Garachico, fue durante el
siglo XV un lugar muy solicitado por los navegantes,
tanto porque ofrecía abrigo seguro a
sus naves, como por facilitarles aguada
gratuita e inmediata. En los dos siglos
siguientes, a estos atractivos se le sumó
que su puerto encerraba continuamente infinidad de mercancías valiosas
procedentes de América y Europa, además de ser bodega flotante de afamados vinos isleños destinados a la
exportación. Todo ello era muy apetecible para los amigos de lo ajeno:
piratas y corsarios, entre otros.
Para mantener a buen recaudo esta
riqueza, a principios del siglo XVI se
construyó un fortín a la entrada del
puerto, citándose en el Cabildo tinerfeño (año 1540) la licitación para proceder a su restauración: “que se ponga
a pregón el baluarte de Garachico”.
En febrero de 1559 visitó el lugar el
inspector militar Alonso Pacheco,
acompañado de algunos regidores,
donde encontraron un baluarte que se
había comenzado a levantar; se acordó
que sobre el mismo lugar se debía
hacer un castillete de argamasa de 40
pies de largo por 25 de ancho.
Pasaron los años y nada se hizo,
hasta que, el 14 de junio de 1571, el
coronel, regidor y proveedor de carnes
del puerto y sus aledaños, Fabián
Viña Negrón, se ofreció a hacer la tan
anhelada obra de defensa, con tal de
que la Corporación Insular le facilitase
la cal necesaria para ello, y le nombrase
castellano perpetuo del dicho castillete.
Promesa de suministro de cal que el
Cabildo no cumplió.
Por el año de 1573, gira visita a la isla
el ingeniero militar Juan Alonso
Rubián, quien se interesa vivamente
por las obras de fortificación de Garachico, solicitando el permiso a la Corte
para que autorizase la construcción.
Autorización que el rey Felipe II concedió por Real Cédula dada en Madrid
el 25 de julio de 1575, donde concede
la licencia y adjunta a la misma las instrucciones y planos para la obra, debidamente autorizados por el ingeniero
y capitán general de artillería Francés
de Álava.
Según las instrucciones recibidas, la
fortificación tendría cuarenta pies en
cuadro y en las dos esquinas dos garitas, y dentro sus aposentos con bóvedas, sobre las cuales estaría la artillería que tiraría en dirección al mar, y que
tuviese aljibe; “la cual podrá hacer el
regidor Fabián Viña, que se obligó a
Texto: José
Velázquez
Méndez
(Cronista oficial de
Garachico)
ello”. Además de dos gruesas paredes
que partiendo del castillo llegasen, una,
hasta la casa de Fabián Viña y, la otra,
hasta la casa del beneficiado Torres. A
finales de octubre de 1575, el castillo
que construía Viña disponía de las
siguientes piezas de artillería: tres cañones de hierro colado y tres versos,
servidos por una guarnición de milicianos.
En 1577, a una información solicitada
por la Corte madrileña, el gobernador
de la Isla informa de que están empezados a hacer sus cimientos con un
grueso de muralla de más de siete pies,
el cual se ha de hacer a costa de Fabián
Viña Negrón, dándole la ciudad (La Laguna) la cal. Y la causa de no haberlo
acabado era la de estar los oficiales ocupados en la fortaleza principal de
Santa Cruz de Tenerife (castillo de San
Cristóbal).
Como datos orientativos para proseguir, diremos que el regidor, coronel
de milicias y activo mercader agropecuario, Fabián Viña Negrón, falleció en
1584; y Luis de la Cueva Benavides fue
nombrado gobernador, capitán general y presidente de la Real Audiencia
de Canarias el 11 de enero de 1589,
desembarcando en Las Palmas de
Gran Canaria el 19 de julio del mismo
año, para efectuar su primera visita a
Tenerife en marzo del siguiente.
El primer capitán general de Canarias, Luis de la Cueva, recorrió e inspeccionó las fortalezas de Tenerife en
marzo de 1590, entre ellas la de Garachico. De vuelta a Las Palmas, donde
tenía fijada su residencia, redactó un
memorial para el rey, fechado el 28 de
abril, que le hacía llegar a través de
Andrés de Prada, secretario del Consejo de la Guerra. En dicho documento
le manifestaba que había llegado al
lugar y puerto de Garachico con una
relación oficial que le había entregado
allá (en Madrid) el secretario Prada,
donde constaba que su fortaleza tenía
tantas piezas de artillería como la de
Santa Cruz, y de la misma calidad; y
él sólo había visto en ella seis piezas
de hierro colado y podridas. Y por ser
el puerto de tanta importancia, al
hacerse en él todas las cargas y descargas de la Isla, convenía ponerle
remedio a su seguridad: “Agrandando
la fortaleza, para que puedan estar en
ella dos o tres piezas de alcance, así como
para que pueda vivir el alcaide que ha
de asistir en ellas; lo que ahora es imposible porque solamente tiene dos bóvedas pequeñas. La una que sirve de
entrada y la otra donde tiene la poca
munición que les ha proporcionado el
Cabildo. Yo voy dando orden –dice Luis, para que se haga a costa de los herederos de Fabián Viña, que ofreció
hacerla dándole la cal el Cabildo. Mientras, será menester que Vuestra Majestad mande proveer para ella dos medias
culebrinas y un par de sacres, que con
esto podrá pasar por ahora”.
Y sigue: “Sobre este puerto hay una
montaña que se llama de San Pedro
Mártir [se refiere a San Pedro de
Daute, que siempre ha sido su nombre], donde se ha comenzado a fabricar un monasterio de la orden de Santo
Domingo, cuya fundación hará seis u
ocho meses que se ha hecho. Este sitio
es muy peligroso si el enemigo se pusiese
en él, porque con cuatro piezas medianas [de artillería] podría destruir este
puerto, sin que los de él puedan tomar
sitio para quitarlos de allí, y el mismo
daño recibiría la fortaleza, porque está
este sitio a caballo de lo uno y de lo otro.
Y la llegada del enemigo hasta él no sería
dificultosa, porque en unas caletas que
hay detrás, podrían desembarcar y subir
la artillería, sin que se les pueda estorbar con sólo enviar de noche cien arcabuceros y mosqueteros que ocupen
aquel sitio, porque la subida de este lugar
y puerto a él es tan áspera, que veinte
hombres lo defenderían ante muchos.
Habiéndolo visto, junto conmigo, el ingeniero de V.M. Leonardo Turriano
[Torriani] y las caletas y desembarcaderos por donde se puede saltar en tierra para tomar este sitio, nos ha parecido que conviene mucho hacer algún
reparo en aquella montañuela de San
Pedro para que la pueda defender
poca gente en ocasión de algún ataque
repentino y para que también la gente
del lugar de Garachico tenga tiempo de
acudir a la defensa de aquel paso. Se
está haciendo el trazado de este punto
defensivo, considerando que es menester se gaste en la obra el menos tiempo
y dinero posible, pero con todo esto, es
forzoso que sea de piedra y cal, porque
en esta isla hay muy poca tierra para
aprovecharla y hacerla con fajina
[parapeto de tierra, árboles y arbustos], que costaría menos construirla que con piedra. Entiendo que el puesto defensivo se podrá acomodar de
manera que se defienda y ataque con
mosquetes y falcones, no creo menester
más artillería para su defensa; aunque
para guardar el surgidero de algunos
corsarios, que de hecho se ha visto que
han tomado la boca del puerto, importará mucho que allí [en San Pedro]
haya una culebrina o dos”.
El 30 de agosto del mismo año, 1590,
Luis de la Cueva Benavides se dirige
nuevamente al rey, por mediación del
mismo consejero de la Guerra, Andrés
de Prada, para hacerle llegar nueva información respecto a la montaña de
San Pedro Mártir y fuerte defensivoofensivo de Garachico: “Una traza de
la montaña de San Pedro Mártir que cae
sobre Garachico tengo enviada a V. M.
y del crecimiento que conviene se haga
en la fortaleza que comenzó a hacer
Fabián Viña, regidor de aquella isla, que
también he enviado a su heredero y a
la Ciudad. He ordenado que acudan con
lo que es menester para fabricarlo, como
están obligados. Y se excusan con decir
que Francés de Álava les ordenó que
hiciese un torreón de cuarenta pies, pero
yo no puedo creer que tal orden diese
siendo tan soldado, porque no hay lugar
en 40 pies para que puedan gobernarse
y tener retirada cuatro piezas de artillería razonables y en aquel puesto, por
lo menos, conviene que tenga seis: dos
culebrinas, dos medias culebrinas y dos
pedreros, que guarden la boca del
puerto, y que haya gente, la que convenga, para el manejo de estas piezas.
Y por esta razón ordené a Leonardo
Turriano hiciese la traza que a V.M. se
envió, que es lo que menos se puede
hacer, aunque el Fabián Viña se ofreció a hacer fortaleza bastante para la
defensa y para hacer ofensa (…), justo
es que desde ella se pueda hacer ofensa
a los navíos que llegasen a surgir cerca
de la boca del puerto y la falda de la
montaña de San Pedro, que por través
se puede limpiar de enemigos desde la
fortaleza”.
El castillo fortaleza de San Miguel,
como se le denomina en la actualidad,
continúa tal y como lo describió el primer capitán general de Canarias, Luis
de la Cueva Benavides: una puerta,
cuarenta pies en cuadro en su interior,
dos bóvedas, un aljibe bajo el piso de
la segunda bóveda, una escalera de piedra para subir a la terraza almenada,
un cañón de hierro colado, que apunta
a la bocana del viejo puerto y a la falda
de la montaña de San Pedro; dos garitas de guardia, una de ellas con espadaña, campana y cruz en lo alto, y la
otra con un retrete seco a su lado, que
mira al sur y al pueblo de Garachico.
FUENTES DOCUMENTALES
Archivo General de Simancas (Valladolid). Guerra Antigua, legajo 283-326.
Iden. Legajo 287-297.
Archivo Municipal de Garachico, Fondo
Histórico, Patrimonio Municipal.
GONZÁLEZ REGALADO, Pascual: Castillo Fortaleza de San Miguel, Garachico,
año 1985.
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EL DÍA, domingo, 27 de julio de 2014
EN PORTADA
TURISMO
El largo y
primer
viaje al Teide
En pocas, muy pocas ocasiones, el pintor se ha atrevido a pintar
a los protagonistas de su lienzo de espaldas a quien ve la pintura, más en
esta ocasión, José Carlos, trabajando
en plasmar una bella secuencia de la
mitología guanche, nos invita a seguir,
acompañar, la primera visita que se realizó al temido volcán Teide.
Desde que estos llegaron a Nivaria,
primer nombre de la isla de Tenerife,
los guanches tardaron años en atreverse
a realizar esta peligrosísima expedición.
Tengamos en cuenta que en aquella época el volcán no estaba dormido
y sus erupciones de fuego y lava eran
frecuentes. Tan frecuentes que los primeros habitantes denominaban a la
inmensa montaña con la denominación de Echeide y la concebían como
el lugar que albergaba todas las fuerzas del mal.
Ellos tenían conocimiento de un dios
maligno denominado Guayota y este
vivía en el interior del Teide arrojando
sus poderes al exterior cuando se sentía por alguna causa incomodado.
Los terribles “enfados” de Guayota no estaban provocados por los hombres, que respetaban tanto su cueva
vivienda que tardaron mucho tiempo
en atreverse a formar la primera
expedición a esta especie de Axis Mundi
que hoy nos muestra el cuadro, sino
por los cambios climáticos que otros
dioses del firmamento desataban
como las tormentas, el envío de rayos
o simplemente la lluvia, a la que se llegó
a considerar como lágrimas de prisioneros capturados por las estrellas
que cumplían condenas más allá de las
nubes.
La travesía en la que hoy nos hemos
embarcado al introducirnos en el
lienzo y seguir el camino que abrían estos
valientes guanches duró muchísimo
tiempo, infinidad de días y noches debido
a que con harta frecuencia se hacía preciso una larga parada para realizar determinados rituales que aplacaran los
estruendosos rugidos que casi hacían
temblar las enormes rocas del camino.
De hecho, en numerosos escondrijos
hallados por los investigadores y
narrados por los historiadores, se
encontraron restos arqueológicos de instrumentos líticos y cerámicos, que hoy
se conservan en el museo, y han sido
interpretados como depósitos rituales
para poder contrarrestar la temida
influencia de los genios maléficos.
Asegura la mitología guanche que
esta primera expedición hasta las
puertas del temido habitáculo de
Guayota no llegó a consumarse, debido
a que enormes lenguas de fuego que
salieron desde el interior abrasaron por
completo a los hombres que lo intentaban dejando la totalidad del paraje
completamente calcinado y fue necesario, años después, formar el nuevo
viaje.
Guanches caminando al Teide
(técnica mixta sobre papel de dibujo de 70 cm x 50 cm)
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domingo, 27 de julio de 2014, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 938
S
e entiende por enfermedades raras, o poco frecuentes
o enfermedad huérfana, a la
enfermedad que afecta a un
bajo porcentaje de la población. En Europa estaríamos hablando
de entre el 6 y el 8 % de la población.
En Canarias se estima que 140.000 personas están aquejadas de algún tipo de
las más de 8.000 de enfermedades
raras detectadas hasta el momento.
El Consejo de la Unión Europea en
2008, insta a: “Elaborar planes nacionales de enfermedades raras para
garantizar a los afectados por tales
enfermedades el acceso universal a una
asistencia sanitaria, que incluya diagnóstico, tratamiento y medicamentos
huérfano de elevada calidad en todo
su territorio nacional de manera justa
y solidaria en toda la UE”.
En 2009, la Estrategia para las Enfermedades Raras del Sistema Nacional
de Salud recoge siete líneas de actuación, tales como, la prevención y
detección precoz, la atención sanitaria y sociosanitaria, el impulso a la
investigación, formación e información
a profesionales y personas afectadas y
sus familias. En uno de sus objetivos
se insta a: “Ofrecer atención psicológica,
apoyo y asesoramiento durante el proceso de la enfermedad así como en el
momento del diagnóstico y durante el
consejo genético.”
La falta de acceso a un diagnóstico
correcto, la falta de información, la falta
de un conocimiento científico, los
problemas de integración social, escolar y laboral, la poca calidad del cuidado de la salud, el alto coste en medicamentos, cuidados y traslados son
alguna de las problemáticas asociadas
a la enfermedad poco frecuente. A lo
que se suma un padecimiento físico y
psicológico en la persona afectada, sus
familiares y cuidadores, afectando a la
calidad de vida y autonomía.
El impacto psicológico
El impacto psicológico de las enfermedades raras es amplio, ya que
afecta a la autonomía y autoestima del
enfermo, así como a los familiares y
cuidadores primarios. Se produce una
sobrecarga emocional que puede generar frustración, ansiedad, temor, culpa,
aislamiento, tristeza, irritabilidad,
estrés crónico, depresión y angustia.
Socialmente se produce una estigmatización que desencadena en aislamiento y sufrimiento, que a su vez
genera y retroalimenta el autoestigma, envolviendo a la persona afectada y a sus familiares en un círculo que
parece no tener fin, y produciendo un
agotamiento físico y psíquico de los
implicados.
Proceso de duelo
Cuando a una persona se le diagnostica una enfermedad crónica, se
produce un proceso de duelo que suele
pasar por fases como la negación, la ira,
la culpa y que suele terminar con la
aceptación del proceso. Pues bien, a
una persona que se le diagnostica una
enfermedad rara, este proceso es más
largo, doloroso y recurrente. Primero,
ENFERMEDADES RARAS O POCO
FRECUENTES
Atención psicológica, apoyo y asesoramiento
durante el proceso de la enfermedad
Texto: AnastasioPabloGonzálezBáez
Colegiado T-1589
(Coordinador del Grupo de Trabajo de Psicooncología del Colegio Oficial de
Psicología de Santa Cruz de Tenerife
no se suele conocer la enfermedad, por
lo que no hay un diagnóstico de enfermedad rara. El proceso de duelo de la
enfermedad comienza su curso. Tras
años de espera y aceptar que algo pasa
y no se sabe qué es, suele aparecer el
diagnóstico. En ese momento se le
pone nombre a la enfermedad y
comienza la recidiva del proceso de
duelo que ya se había superado. En el
mejor de los casos suele existir un centro de referencia en el que se informe
a la persona afectada y sus familiares
o cuidadores sobre lo que sucederá. De
nuevo hay que adaptarse a la nueva
situación.
Para una persona en Tenerife, el proceso sería similar, con la diferencia de
que en la Comunidad Autónoma no
existen centros o unidades de referencia en enfermedades raras. La
insularidad hace que, al desgaste
antes mencionado, tengamos que
sumar los desplazamientos a la península; y no sólo hablamos de un gasto
económico extra, también debemos
sumar el impacto psicológico que volverá a repercutir sobre la persona
afectada, familiares o cuidadores.
Poco a poco se avanza en las inves-
Símbología
utilizada para señalar
las enfermedades
raras
tigaciones sobre enfermedades raras,
aunque con la situación actual de crisis se ven mermadas, en detrimento de
las personas más débiles. Ante esta
situación se puede actuar en otros
aspectos de la enfermedad, como es la
figura del familiar y del cuidador o cuidadora principal.
Intervención sobre los cuidadores
La intervención psicológica sobre los
cuidadores y cuidadoras de personas
dependientes, teniendo en cuenta los
beneficios que se pueden obtener
sobre éstos y para la persona afectada,
al ganar en calidad de vida, ajuste emocional y afrontamiento de la enfermedad, hace necesario marcar como objetivo prioritario esta intervención, pues
se refiere a una acción inmediata que
redundaría en beneficios a corto plazo.
Hablamos de una intervención basada
en el asesoramiento a los familiares y
a cuidadores y cuidadoras, así como en
un programa psicoeducativo que permita reducir la carga percibida, los síntomas de depresión, el estrés y la
mejora del ajuste emocional de los cuidadores y cuidadoras por medio del
aprendizaje de habilidades y estrategias
para un mejor afrontamiento de las
situaciones relacionadas con el cuidado.
En nuestra isla, la voz de las personas afectadas por las enfermedades
raras, de sus familiares y de sus cuidadores y cuidadoras, parece que
poco a poco se va oyendo. De pasar a
ser enfermedades poco frecuentes y
casi inadvertidas por la sociedad, gracias a las acciones realizadas desde el
ámbito local cada día se están haciendo
más visibles. Y es esto último lo que
puede generar un cambio positivo. Es
el conocimiento de lo que sucede alrededor de nosotros lo que hace que se
tenga en cuenta y se puedan realizar
acciones para paliar los efectos y
lograr que pacientes y familiares afronten de forma diferente el proceso.
Destacar por ello que el municipio
de Granadilla ha realizado, incluidas las
de este año, seis jornadas sobre enfermedades raras, posibilitando así la visibilidad social y política, así como que
el Cabildo de Tenerife, desde la Consejería Insular de Bienestar, Sanidad y
Dependencia, se acercara esta problemática y haya propuesto ya actuaciones a favor de este colectivo vulnerable.
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