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PARTICULARIDADES DE LA REVISTA ‘CANARIAS EN CUBA’ (1946).

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EL DÍA, sábado, 8 de septiembre de 2018
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del sábado
LA VIRGEN DEL PINO de
El Paso, en La Palma: historias de
su fiesta, su ermita y el legendario
árbol que le da nombre 6/7
revista semanal de EL DÍA
PARTICULARIDADES DE LA REVISTA
‘CANARIAS EN CUBA’ (1946)
ACERCAMIENTO
Textos: Jaime García García
(doctdoctor en Historia);
Jaime Alberto García González
(máster M.B.A. y premio de
Investigación Histórica Antonio Rumeu
de Armas 2018)
anarias en Cuba (La Habana) fue una publicación
mensual, órgano oficial de
la Asociación Canaria. Su
primer número salió a la
luz el 28 de enero de 1946, finalizando
su edición en octubre de este año.
Tuvo como director-administrador a
Feliciano Jerez Veguero. La redacción
se ubicó en la calle Prado, 208, y se
encargó de su edición la Editorial Cenit,
en Belascoaín, 963. Las suscripciones se distribuían según períodos con
las siguientes cantidades: anual (3,50
dólares ), semestral (2,00), trimestral
(1,00) y número suelto (0,40 dólares).
La revista hacía constar en su portada la estructura de la misma. Al
frente, como queda dicho, el doctor Feliciano Jerez Veguero, al que
acompañaba como secretario contador Andrés F. Bethencourt.
Esta publicación disponía de un
comité ejecutivo, que servía de apoyo y estaba formado por las siguientes
personalidades: Emeterio T. Padrón
Cruz, en calidad de presidente;
Gabino Roche Ortega, que actuaba
como vicepresidente primero, acompañado por Severo Yanes González
como vicepresidente segundo; la
Tesorería de la organización se
hallaba en manos de Andrés Hernández Rodríguez y Fernando Álvarez, como tesorero y vicetsorero, respectivamente; el área de Sanidad era
llevada por Antonio Rodríguez
Suárez y Eustaquio Remedios Morales; la dirección del apartado de Propaganda recaía en manos de Antonio Navarrete de Córdoba y José León
Bethencourt; los comisionados de
Economía eran Segundo Álvarez Fernández y Francisco Solís Carrillo;
Aurelio Martínez de Arizala y Agapito Amario Rodríguez se ocupaban
de la sección de Cultura, en colaboración estrecha con Manuel Falcón Hernández y Ruperto Martín
González, que tenían a su cargo lo
concerniente al ocio y recreo; final-
C
Portada del primero número de la revista.
sábado, 8 de septiembre de 2018, EL DÍA
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EN PORTADA
mente, la Comisión de Relaciones
Exteriores era ejercida por el tándem formado por Julio A. Martel y
Rodolfo Pérez Arteche
Esta publicación constituyó la última de las impresiones periodísticas que la intelectualidad canaria
publicó antes de la revolución castrista y mantuvo posiciones antifranquistas y distantes del regionalismo
canario.
En el editorial del primer número
(La Habana, 28 de enero de 1946),
se recopila su ideario relativo al establecimiento de una vía de conexión
con Canarias y donde los isleños sirvan de eslabón con sus aportaciones, al margen de ideologías políticas (http://valentinmedinarodriguez.blogspot.com/2011/08/dietario -valentin-medina-rodriguez_5.html):
“Queremos establecer a través de
nuestra Revista una conexión sentimental entre nuestra querida tierra lejana, y nuestros isleños aquí
asentados, mediante un aporte de noticias, que al margen de toda política
y bandería, nos diga del constante
rotar de la vida en aquellos lares,
donde los nombres de personas,
sucesos, y cosas, tan gratos nos son
en el recuerdo, por sobre el tiempo
y la distancia”.
Ejemplos de la estructura de la publicación
El número 1 de la revista (28 de
enero de 1946) abría con un trabajo
que ponía en alza la importancia de
ciertos minerales como el hierro, el
fósforo o el calcio para la salud. A
éste seguía un homenaje, a manera
de editorial, sobre la figura de
Leonor Pérez en el aniversario del
nacimiento de José Martí (La
Habana, 28 de enero de 1853) y a
título de hermanamiento entre los
canarios de ambas orillas, cuyo autor
fue el propio doctor Feliciano Jerez
Veguero, adjuntando unos versos que
le dedicó: “A Dios yo pido constantemente/ para mis padres vida
inmortal,/ porque es muy grato
sobre la frente / sentir el roce de un
beso ardiente / que de otra boca nunca
es igual”.
Al presidente del Comité Ejecutivo de la Asociación Canaria de la
Habana, Emeterio Teobaldo Martín
Cruz, que llevaba a cabo una labor
de suma importancia, la revista le
tributaba un merecido homenaje por
el ejercicio de su profesión y el campo
de los negocios, donde se realzaron
sus grandes cualidades que le acreditaban como hombre de mente clara
y emprendedora.
Por su parte, María Zambrano resaltó la figura de las mujeres en la
obra de Benito Pérez Galdós, puntualizando que fue el primer gran
escritor español que introdujo a las
mujeres múltiples y diversas, a
las mujeres leales y distintas, iguales y aun superiores vitalmente al
varón, añadiendo que existen como
el hombre y tienen el mismo género
de realidad y, por tanto, de historia. Este trabajo se complementaba
con un contraste de opiniones,
donde Galdós se presenta como un
“hombre enciclopédico”, de talento
y arquitecto escénico en el relato
humano de peripecias emocionantes.
El costumbrismo y la cultura
popular quedaron reflejados en
diversos artículos sobre la figura de
la campesina canaria, el esplendor
del Valle de La Orotava, el silbo
gomero (a cargo del Dr. Bethencourt
Alfonso) o el plátano y el tomate
canarios como fuente de riqueza.
Todo ello con el apoyo, a manera de
márketing, de la distribución y
venta de la obra Historial general de
las Islas Canarias, de Agustín Millares Torres, refundida, prologada, anotada y puesta al día por los doctores Agustín Millares Carló y Antonio Fleitas Santana, con epílogo del
Dr. Tomás Felipe Camacho. Un
magnifico volumen de 545 páginas
con un mapa de las Islas, que se vendía al precio de 6 dólares y que se
podía solicitar a su autor a través
del Dr. Antonio Fleitas ( Pte. Zayas,
108, Edificio Abreu).
El administrador de la Quinta Canaria reconoce las dificultades que
encontraba en su labor sanitaria y
social, junto a un resumen de los servicios médicos y de labores complementarias por parte de los trabajadores durante el año 1945 (salas,
enfermos, enfermedades y dispositivos de apoyo).
Las notas sociales completaban
la labor de la Asociación Canaria
(actos culturales, festejos, ecos de
sociedad, deportes –en especial la
lucha canaria– o cultos religiosos),
tanto en Cuba como en diversas localidades de las Islas, con apoyo de
anuncios publicitarios.
Antonio Fleitas dedicó su sección
al poeta Tomás Morales, partiendo
de un busto del mismo realizado
por escultor Víctorio Macho, y ubicado en un parque de Las Palmas,
del cual existe una reproducción en
los salones de la Asociación Canaria de La Habana. Asimismo, analizó la fuerza y el vigor de la poe-
La inauguración
de la Casa de
Socorro de La
Orotava. Sentados,
de izquierda a
derecha: Lucio Illada
Quintero, teniente de
alcalde, Manuel
González Pérez,
alcalde, Jerónimo
Carrillo, concejal,
Feliciano Jerez
Veguero, médico,
Máximo Martín y
Martín, médico, y
Miguel Rodríguez
Vivas, también
médico. Foto:
ÁLVAREZ ABREU, B.
(http://efemerideste
nerife.blogspot.com.
es/2015/09/lainauguracion-de-lacasa-socorrode.html)
sía de Tomás Morales, que descansaba en el acento que le prestó
el uso del idioma castellano, dando
categoría universal a lo expresado
y sentido en y desde una isla del
Atlántico.
Genaro Artiles pergeñó un artículo
sobre la fuerza y el trabajo de los
isleños como fuerza de trabajo y
empuje colonizador en la isla de
Cuba, a la que ha aportado personajes de relieve.
Otro ejemplo de la labor divulgativa
de la revista la tenemos en el nº 6
(28 de junio de 1946). Abre la
publicación, a manera de editorial,
una declaración de intenciones
que va más allá de la mera cita de
los acontecimientos de las Islas y
los isleños en sendas orillas, siendo
el principal objetivo el alcance de
la verdad, en un marco de libertad
y progresismo.
María Zambrano abría las páginas
de opinión con un trabajo titulado
“Nina de Casia”, un análisis de la
mujer, sus creencias y la figura femenina en la obra de Galdós. El doctor grancanario Gerano Artiles,
con su trabajo “El misterio de la “s”
sonora castellana” recorrió las
cimas y los abismos de la pronunciación en el ámbito de la comunicación, que no separa sino que une,
que no empobrece sino que enriquece la cultura, aún en procesos
de lejanía, basándose en la obra de
Américo Castro; al igual, lengua e
historia se unen en un ensayo de A.
Fleitas.
Este trío perfecto se completaba
con Miguel de Unamuno, que escribía sobre la importancia del gofio
como “pan prehistórico”, desde la
lejanía de Fuerteventura y el
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recuerdo de Lanzarote.
Tomás F. Camacho colocaba un
“Epílogo de la Historia general de
las Islas Canarias” de Millares,
repasando la semilla canaria en América desde la conquista.
El profesor Valvuena Prat, catedrático que fue de la Universidad de La
Laguna, realizaba un extenso y
pormenorizado estudio sobre la poesía canaria, basada en los aspectos
que a su juicio la definen: aislamiento, cosmopolitismo conceptual,
intimidad y sentimiento del mar. A
manera de complemento, un poema
de Alonso Quesada dedicado a la isla
de Gran Canaria, tomado de El libro
de los sueños”.
Luis Doreste realizaba un elogio
a la mantilla canaria, donde se unían
costumbrismo, historia y literatura en las esquinas de las vidas propias y ajenas. A ello se unía un reportaje sobre el papel de los marinos
canarios, emigrantes en el mar y
marineros en tierra, en el velero
Armandito, que unía Canarias con
Buenos Aires.
También incluía el número un consultorio social donde primaba la
introspección frente a las actividades
de La Quinta y sus dolencias, curaciones y labor de la medicina y los
médicos. En este último capítulo se
detallan los enfermos, su número
y procedencia y la localización de
los doctores en su marco de actuación (publicidad, centros de curaciones, consultas particulares, rayos
X o laboratorios), que confirmaban
la extraordinaria labor sanitaria
de la institución.
Las “Notas de Dolor” o necrológicas, junto a las “Noticias varias de
Canarias (museología, arqueología, docencia o deportes, entre
otras) o las “Notas sociales de la institución” acercaron el recuerdo a las
vivencias y éstas a la contraposición
con la realidad más candente.
El “Correo de Libros” abría las páginas de la Revista de Historia o los
Cuadernos de Historia y citaban la
obra difusora del conocimiento de
personajes de la talla de María
Rosa Alonso, Peraza de Ayala o Serra
Rafols. Todo ello acompañado de un
capítulo de publicidad que sustenta
en parte la publicación.
El papel de Feliciano Jerez Veguero
El doctor Jerez Veguero (San Sebastián de La Gomera, 5 de febrero de
1903–8 de noviembre de 1980) se graduó en Medicina por la Universidad
Central de Madrid (4 de enero de
1926). Trabajó en el Servicio de Tocología del Hospital Nuestra Señora
de los Desamparados (Santa Cruz de
Tenerife, 1926-1927) y en 1927
ocupó una plaza, por oposición, en
el Hospital de la Santísima Trinidad
(La Orotava), institución sanitaria
que acogía el asilo de ancianos y se
hallaba al cuidado de las Hermanas
de la Caridad de San Vicente de Paul.
La Casa de Socorro de la Villa de
La Orotava fue inaugurada el 1 de
noviembre de 1933, ubicándose
en la entrada al Hospital de la
Santísima Trinidad y Asilo de
Ancianos. El alcalde de entonces,
Manuel González Pérez, y los concejales delegados del área sanitaria, Lucio Illada Quintero y Jerónimo
Carrillo, fueron los responsables de
la idea de cubrir el espacio sanitario de beneficencia, vital para los
habitantes de la villa y sus alrededores. Feliciano Jerez Veguero figuraba en el cuadro médico de los servicios sanitarios de esta institución.
El doctor Jerez Veguero fue
miembro del Partido Socialista
Obrero Español en Tenerife durante
el período republicano, siendo presidente de la Agrupación Socialista
en La Orotava. En los primeros meses
de 1936 fue propuesto como Hijo
Genaro Artiles
Adoptivo, por su gran labor humanitaria como médico de la Villa. Al
producirse la sublevación militar del
18 de julio fue detenido por su ideología y porque su nombre estaba asociado a la masonería, con lo que tal
hecho significaba para los levantados.
Fue deportado al penal de La Güera a bordo del vapor Viera y Clavijo
(17 de agosto de 1937), de viaje a
Villa Cisneros, en un contingente de
37 presos políticos. De aquí logró
fugarse y llegar a Senegal a bordo
de una embarcación, desde donde
partió hacia Marsella, para finalizar
en el territorio de la España republicana. Allí alcanzó el nombramiento
de jefe del Cuerpo Médico de la República en la clínica nº 4 del Hospital de Base de Valencia, en los servicios de Neurocirugía, ejerciendo
en 1938 como capitán médico en el
Hospital de Carabineros en Gerona.
Por el cariz que tomó la contienda
civil pasó a Francia (febrero de 1939),
y desde allí partió al exilio, embarcando hacia Santiago de Cuba (abril
de 1939).
En Cuba, hacia 1940, convalidó su
título por la Universidad de La Habana, ejerciendo como facultativo
en La Quinta de Salud de la Asociación Canaria, institución impulsada en 1896 por el emigrante
asturiano Manuel Valle. A tal fin, en
la documentación de esta institución aparece la relación de hospitalizados, con diversas dolencias y
procedencia (La Habana, Morón, Placetas, Florencia o Cabaiguán) a cargo
de diversos facultativos, entre ellos
el doctor Jerez Veguero.
Tras la Segunda Guerra Mundial,
la situación económica y la llegada
de emigrantes, supusieron una
nueva rehabilitación del asociacionismo, significándose varios cana-
BIBLIOGRAFÍA
Obras de carácter general
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Artículos en revistas y capítulos de libros
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al cuidado de los siguientes facultativos (doctor Feliciano Jerez Veguero)”.
Canarias en Cuba (La Habana), nº 6, 28 de junio, pp. 19-20.
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Habana: Editorial Cénit, nº 1, 28 de enero, pp. 16-18.
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quehacer intelectual del canario Genaro Artiles Rodríguez, exiliado
en La Habana. En Casas Casañas, J. L. y Durán Alcalá, F. (Coord.). “Los
exilios en España (siglos XIX y XX)”. Ponencia presentada al III Con-
rios, como el grancanario Genaro
Artiles y el doctor Feliciano Jerez
Veguero. Este último fue elegido
(mayo de 1942) vicepresidente del
Ateneo Canario y llegó a presidir la
Alianza de Intelectuales Antifranquistas (4 de marzo de 1944), participando en el primer mitin de la
misma, llevado a cabo en el Cine
Resumen de La Habana (26 de
marzo), aspecto que quedó reflejado
en el periódico Hoy (8 de abril de
1944). Asó se convertiría en el director de Canarias en Cuba, revista
ilustrada y órgano oficial de la
Asociación Canaria, que salió en la
capital cubana entre enero y octubre de 1946.
En la década de los cincuenta, el
doctor Jerez comenzó a escribir en
el diario Tiempo en Cuba (sección
“Belvedere”) y a colaborar en el suplemento cultural Usted y su Tiempo.
Por sus relaciones con el director de
esta publicación, Rolando Masferrer Rojas, apoyatura del régimen
de Batista, fue detenido en dos ocasiones tras el triunfo de la revolución castrista de 1959. Posteriormente, retornó a Tenerife (1966) para
ejercer la medicina, hasta su fallecimiento.
Conclusiones
La revista Canarias en Cuba fue un
claro puente de unión entre la isla
caribeña y el archipiélago canario,
para que los isleños de aquí sintiesen que su entramado cultural y su
historia no se olvidaban a pesar de
la distancia. El doctor Jerez Veguero,
a la cabeza de esa misión, se rodeó
de personajes que consolidaron el
ideario de la publicación, junto a plumas de reconocida valía que proporcionaron a la revista una gran calidad literaria, a pesar de su corta vida.
greso sobre Republicanismo. El exilio en España siglos XIX y XX. Tomo
II, pp.. 215-232. Córdoba: Patronato Niceto Alcalá Zamora.
Formato electrónico
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DÍAZ LORENZO, J. C. (2004). “La mar y los barcos” en “De los correillos al Fast-Ferry”, “Al resguardo de Anaga”, Tomo 1. Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Recuperado el 1 de noviembre de 2017
de https://delamarylosbarcos.wordpress.com/2009/11/10/la-fuga-delvapor-viera-y-clavijo/
Ponencias en congresos
CABRERA DÉNIZ, A. (octubre, 1992). “La Quinta de Salud Nuestra
Señora de la Candelaria, un gran proyecto canario en Cuba”. Ponencia presentada en el X Coloquio de Historia Canario-Americana. Las
Palmas de Gran Canaria: Casa de Colón, Cabildo Insular, pág. 689.
GARCÍA GARCÍA, J, y GARCÍA GONZÁLEZ, J. A. (OCTUBRE 2015).
“Canarias en la II Bienal de Arte (La Habana, 1954): arte, historia y política. Ponencia presentada en las XVI Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. Puerto del Rosario, Fuerteventura. Pendiente de
publicación.
MEDINA RODRÍGUEZ, V. (2006, octubre). “Canarias/Cuba/ Cuba-Canarias.
Acontecimientos, economía y cultura a través de la Historia (siglos XVXXI)”. Ponencia presentada en el XVII Coloquio de Historia Canario-Americana. Las Palmas de Gran Canaria: Casa de Colón, Cabildo
Insular y ULPGC (Biblioteca Universitaria), pág. 1179.
sábado, 8 de septiembre de 2018, EL DÍA
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VIAJEROS POR LAS ISLAS CANARIAS (42)
Texto: Nicolás González Lemus
firma Fernando García
Cortázar en su libro Viaje
al corazón de España que
“Canarias, que tiene una
Ley del Cielo para controlar la contaminación lumínica, era, mucho antes de convertirse en un paraíso
para los turistas europeos, la tierra prometida de los estudiosos de la naturaleza. Humboldt y Darwin realizaron viajes a las islas en los siglos XVIII y XIX…”(1).
Con todo el respeto que se merece el
profesor Cortázar, se equivoca. Si bien
es verdad que Humboldt visita tierras
isleñas y le sirve de material de investigación –aunque lamentó no poder permanecer más tiempo en Tenerife–, Darwin no pudo pisar tierra isleña. Ojalá
hubiera podido desembarcar, pero no
se lo permitieron a los miembros del
barco Beagle por temor a que vinieran
contaminados por la epidemia de cólera que en aquellos años azotaba Gran
Bretaña.
En el siglo XIX las Islas fueron visitadas por un gran número de naturalistas británicos –futuros científicos–,
pero si hay que distinguir uno por su
importancia ese es Charles Lyell, el artífice de la geología como ciencia, íntimo
amigo de Charles Darwin desde que se
conocieron, en 1836. Precisamente, Darwin, en su viaje en el Beagle, llevaba
para leer, además de la obra de Humboldt, el primer volumen de los Principios de la Geología de Lyell, que hacía
poco que se había publicado. Cuando
Darwin desembarca, a su regreso de su
viaje, el 2 de octubre, en Falmouth, en
el condado de Davon, va directamente a Londres, donde la comunidad científica le está esperando para conocer
el resultado de su viaje y Leyll, como
presidente de la Geological Society, es
uno de los primeros en recibirle.
Charles Lyell, escocés de nacimiento
(Kinnordy, 14 de noviembre de 1797),
aunque de cultura inglesa, estudió abogacía en Oxford, pero desde joven se
le había despertado la curiosidad por
el estudio de la naturaleza, llegando a
convertirse en el gran artífice de la geología moderna. Cuando el 22 de mayo
de 1995 visité la British Library de Londres para consultar los Principles of Geology de Charles Lyell, edición de
1875(2), me quedé totalmente deslumbrado por el carácter científico de
la obra, dos volúmenes, hasta tal punto que me vi imposibilitado de tratarlo
como hice con el resto de viajeros victorianos(3).
En el capítulo 41 del tomo segundo
trata de la flora y fauna, considerada
desde el punto de vista del origen de
las especies, la relación de la flora de
las islas Británicas y las del Atlántico,
el origen volcánico y la Edad del Mioceno de las islas del Atlántico, y las erupciones volcánicas, entre otros temas.
Sobre Lyell en Canarias hay algunos
libros publicados. Uno de ellos es
Historia de las Islas Canarias, de
Anselmo Benítez (1926), y otro es
Viajeros ingleses en las Islas Canarias
CHARLES LYELL EN CANARIAS
A
Charles Lyell
y Mary Elizabeth
Horner
en el siglo XIX, de José Luis Pérez (1988),
pero ninguno de ellos trata el contenido de la obra científica. Sin embargo,
en el año 2003, la editorial Nivola, de
Madrid publicó El fin de los mitos geológicos, Lyell, de la doctora en Geología por la Universidad de Barcelona Carmina Virgili, que trata la ciencia de Lyell
de una manera magistral(4).
En diciembre de 1853, Lyell realiza
con su esposa, Mary Elizabeth Horner,
su cuñada, Frances Joanna, y el esposo
de esta, Charles James Fox Bunbury(5), un viaje a Madeira y Canarias
para estudiar los volcanes y la distribución de la vegetación de ambos archipiélagos a fin de conocer la historia vulcanológica y cómo se había producido
la emigración de las especies desde el
continente a las Islas. Había previsto
este viaje desde hacía algunos años, pues
tenía mucho interés en comparar la vulcanología del Macizo Central francés
y el sur de la península italiana –regiones que había visitado– con la de las
Islas(6). Según Virgili, los volcanes y los
terremotos eran muy importantes en
las investigaciones de Lyell, ya que eran
una prueba evidente de que la energía interna del globo no se había agotado en las primitivas eras geológicas,
sino que seguía actuando en nuestros
días.
El 18 de febrero de 1854, Charles Lyell
llegó a Santa Cruz de Tenerife procedente de Madeira, donde había estado
unos dos meses y allí conoció al alemán Friedrich Hartung, geólogo que
había visitado la isla portuguesa muchas veces por padecer de tuberculosis, la epidemia que azotaba a la Europa de entonces. Con el amigo, Osward
Heer, profesor de Filosofía y médico,
Hartung, viajó en muchas ocasiones a
Madeira por la convalecencia de su enfermedad. En abril de 1850-1851 viajó a Cádiz
vía Madeira con Heer. Precisamente Lyell
le habló del proyecto de investigación
que pretendía hacer en las islas y Hartung, admirador del científico británico,
decidió acompañarle. Lyell ya había publicado el primer tomo de los Principles
of Geology, todo un éxito sobre la teoría científica del origen de la tierra.
Cuando llegaron al puerto chicharrero,
Leyll y Hartung decidieron desplazarse
a Las Palmas de Gran Canaria, acompañados por la esposa del primero, Mary.
El resto de los acompañantes, Bunbury
y su esposa, Frances, se trasladaron al
Puerto de la Cruz. En Tenerife le dieron a Lyell una carta de recomendación
para Pedro Maffiotte, naturalista tinerfeño afincado en Las Palmas de Gran
Canaria. Maffiotte acompañó en sus
excursiones de investigación por la isla
a los científicos británico y alemán. Él
y Lyell mantuvieron correspondencia
tras abandonar las Islas. Este último permaneció en Las Palmas hasta el 10 de
marzo de 1854(7).
El 11 de marzo regresó a Tenerife desde
Gran Canaria junto con su esposa y Hartung, y fue a encontrarse con su concuño Bunbury al Puerto de la Cruz. Pero
permaneció dos días en el lugar. Lyell
estaba muy interesado en estudiar la
Caldera de Taburiente y decidió coger
el barco que comunicaba el Puerto de
la Cruz con La Palma. Sin embargo, solo
se trasladaron Lyell y Hartung y su esposa
Mary se quedó en el Puerto con su hermana y el marido de esta. Muy probablemente se hospedaron en el hotel en-
NOTAS
(1) GARCÍA CORTÁZAR, Fernando (2018). Viaje al corazón de España. Arfalia. Madrid. p. 865.
(2) LYELL, Charles (1875). Principles of Geology. 12ª Edición. 2 Vol. John Murray. London. [07109 m. 18].
(3) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás (1998). Viajeros victorianos en Canarias. Imágenes de la sociedad isleña en la prosa de
viajes. Cabildo Insular de Gran Canaria
(4) VIRGILI, Carmina (2003). El fin de los mitos geológicos. Lyell. Madrid.
(5) Sobre el viaje de Charles Bunbury ver, “Sir Charles James Fox Bunbury en Tenerife”, La Prensa, EL DÍA, 21-VII2018.
(6) VIRGILI, Carmina (2003). p.154.
(7) BUNBURY, Charles (1854). The life of Sir Charles J. F. Bunbury, with a introductory note by Joseph Hooker and edited by his Sister-in-law, Mrs. Henry Lyell. V. II. John Murray, 1906. p.28.
(8) GONZÁLEZ LEMUS, N. (1995). Las islas de la ilusión. Británicos en Tenerife 1850-1900. Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria. p. 317.
(9) BUNBURY, Charles (1854). p.30.
[x] LYELL, Charles (1875). Principles of Geology. V. II. John Murray. London. p. 64
(11) Carta de Pedro Maffiotte a Lyell, 4 de julio de 1854. [Ref. VIRGILI, Carmina (2003) ].
(12) VIRGILI, Carmina (2003). p. 155.
tonces recién inaugurado por Nicolás
Martínez en la plaza del Charco (entonces plaza de la Constitución) y dirigido
por su segunda esposa, Juana Esquivel(8), único establecimiento del lugar.
Lyell permaneció en La Palma unos
14 días. Consideró la Caldera como un
fenómeno natural muy interesante desde
la perspectiva geológica. Cuando se encontraba en el Puerto de la Cruz recibió de Pedro Maffiotte la colección de
fósiles marinos del Almendrado y de
Pastor la masa de calcáreos de los Hornos del Rey, además de otros materiales
para el examen geológico que pretendía embarcar en el vapor para Inglaterra
que se esperaba que llegara al puerto
de Santa Cruz el 4 de abril(9).
El 27 de marzo el geólogo británico
y sus acompañantes hicieron una excursión a las Cañadas. Pretendía subir
al Teide, pero no lo logró. Lo intentó
de nuevo el día 30 pero tampoco pudo.
Sabin Berthelot, que había ayudado mucho a Bunbury mientras él se encontraba fuera de Tenerife, lo conoció personalmente y le recomendó algunos lugares que debía visitar en la isla.
Friedrich Hartung se trasladó solo a
Fuerteventura y Lanzarote. En esta
última analizó la erupción volcánica de
1824 (conocido como el conjunto volcánico de Tao, volcán Nuevo de Fuego
y Tinguatón) y escribió un ensayo sobre
la geología de ambas islas. En el volumen segundo de los Principles of Geology, Lyell trata la erupción de los volcanes de 1730 y 1736 en Lanzarote, según
la descripción que hizo Von Buch en
su visita a la isla, y la otra erupción de
agosto de 1824 fue analizada por Hartung(10).
A mediados de abril de 1854, Lyell,
su esposa y sus acompañantes abandonaron Canarias. El 4 de julio, Pedro Maffiote le envió a su padre, residente en
Santa Cruz, un cajón con caracoles con
calcáreos muy pequeños y otros materiales geológicos para enviarlos a Inglaterra a través de la Casa Bruce and
Hamilton, con sede en Santa Cruz de
Tenerife(11).
No puedo terminar esta pequeña semblanza de Charles Lyell sin destacar el
acontecimiento de 1864. En una solemne
reunión de la Royal Society en la que
se le impone a Darwin la medalla Copley,
Lyell anunciará públicamente que está completamente de acuerdo con él.
Entre 1865 y 1868 revisa a fondo el texto
de los Principles of Geology para que en
la décima edición, próxima a aparecer,
figure la teoría de la evolución. Esta revisión es la más importante, y prácticamente la última, que hizo, pues la undécima, que se publicó en 1872, y la duodécima, en 1875, después de su muerte,
tienen solamente algunas correcciones.
Darwin valoró extraordinariamente
el cambio de opinión de Lyell, comentando a uno de sus amigos en una carta:
“Considerando su edad, su posición social
y sus pasadas opiniones pienso que su
conducta ha sido heroica”(12).
EL DÍA, sábado, 8 de septiembre de 2018
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TURISMO
Abogado y
diputado a
Cortes
Feliciano Pérez Zamora (18191900), natural del Puerto de la Cruz,
cursa sus primeros estudios en su pueblo natal con Domingo Panasco, y luego marcha al instituto de La Laguna.
Entra en la Universidad de San Fernando entre 1834 y 1843, comenzando
con Filosofía en los cursos 1834-1838;
ya en el curso 1838-1839 se matricula en la Facultad de Leyes, licenciándose
en Derecho en 1843.
Entra en la política en 1840 en el
Partido Progresista de Puerto de la Cruz
y durante mas de cuarenta años, entre 1854 y 1896, con su acta de diputado a Cortes con los partidos la Unión
Liberal, en 1854, Monárquico Democrático, en 1875, y Conservador,
hasta el final de su carrera política,
representó al Partido Judicial de La
Orotava y a la circunscripción de Tenerife.
Muchas de las obras públicas que
aún existen en la isla se le deben a este
político, a su constancia y tesón. Un
ejemplo de ello son los faros de
Punta de Teno, Punta de Anaga y Punta
de Abona, parte de los muelles de Santa
Cruz de Tenerife, Puerto de la Cruz
y Garachico, el servicio de Correos entre las islas, el cable submarino
desde Cádiz a Santa Cruz de Tenerife
(siendo la primera isla unida por este
sistema a la Península), la carretera
de La Orotava a Buenavista, la canalización del barranco de San Felipe,
del Puerto de la Cruz, la construcción
de la carretera desde Puerto de la Cruz
a Los Realejos etc.
Siempre permaneció alerta para que
no se derogasen las franquicias para
los puertos canarios, conquistadas en
el Real Decreto de 11 de julio de 1852.
Feliciano Pérez ocupó el cargo de director general de la Beneficencia desde
1863 a 1866, también el de la Dirección General de Administración
Local, desde 1868 a 1870, y fue consejero del estado desde 1874 a 1892.
Pérez Zamora fue un político que
puso a Tenerife y Canarias en camino
hacia los tiempos modernos de la
época. Fue el representante en Madrid
del Partido Conservador de las Islas
Occidentales.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de
Tenerife, el 4 de diciembre de 1883,
le nombró hijo adoptivo, y el Puerto
de la Cruz, el 10 de enero de 1885, a
la calle del Norte la renombró Pérez
Zamora.
Murió en Madrid, en su domicilio,
el día 20 de enero de 1900, y fue enterrado en uno de los antiguos cementerios de la capital, la Sacramental de
San Justo.
Feliciano Pérez Zamora
(técnica mixta sobre papel)
sábado, 8 de septiembre de 2018, EL DÍA
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LA VIRGEN DEL PINO EN EL PASO
RETAZOS HISTÓRICOS DE SU ERMITA, DE SU FIESTA…
Texto: José Guillermo Rodríguez
Escudero
a solitaria ermita de la
Virgen del Pino, situada en
el término municipal de El
Paso, aún se cobija bajo la
sombra de un inmenso
pino canariensis, considerado el ejemplar más alto de Canarias y catalogado
como uno de los mejores del archipiélago. Para algunos investigadores
y estudiosos ha quedado demostrado que este magnífico árbol ya se encontraba en aquel mismo lugar desde los
tiempos de la conquista de la isla (1493).
Hay otros reacios a creer tal aseveración, como veremos más adelante.
La narración de la aparición de la
antigua imagen de la Virgen de El Pino
ha llegado hasta nuestros días de una
manera tal que la leyenda se mezcla
con la historia. En la de René Verneau,
por ejemplo, se cuenta que “cuando
los soldados de Alonso de Lugo llegaron a este lugar, a uno se le ocurrió subirse
al árbol y cual no sería su sorpresa al
encontrar en medio de las ramas una
estatua de la Virgen. Esta tenía una predilección especial por este archipiélago,
pues en casi todas las islas se habían
encontrado imágenes que no podían haber llegado allí sino de una manera milagrosa, tal fue la unánime opinión del
ejército español en presencia de la Virgen del Pino de la Isla de La Palma”.
El pequeño oratorio se erigió junto
al transitado camino real de la Cumbre Vieja, la vía más conocida y usada por viajeros, caminantes y arrieros
desde el siglo XVI de entre todos los
senderos que recorrían la isla de La
Palma, ya que unía las comarcas del
Oeste y del Este en el llamado Paso de
la Cumbre.
Es curiosa la descripción que el viajero portugués Gaspar Frutuoso en el
siglo XVI hace en su obra: “…hay de
este barranco a Los Llanos, menos de
media legua y del mismo a la Ciudad
tres, si se va por la Cumbre por el camino
recto que pasa por el Pino de Vacía Borrachas, bajo cuya sombra hacen los sedientos caminantes esta necesidad
que le dio tal nombre; desde el pino a
la Ciudad hay dos leguas fáciles de transitar hasta la Cumbre, que por esta parte
no es muy alta”. Vacíaborrachas es un
tipo de pino canario y el autor intenta
explicar este nombre en portugués:
borracha es bota y su traducción, vacía
botas. Podría referirse a vaciar las botas
de agua o de vino. El árbol al que hace
referencia, por su posición, podría ser
el pino de la Virgen que nos ocupa. No
cita la ermita porque aún no estaba construida.
Muchas leyendas se han tejido en
torno a esta zona y a esta advocación.
Una análoga historia se cuenta a pro-
L
“Allá arriba en el monte, al pie de la gran cresta que corona al Valle de Aridane, escoltada por
centenares de pinos, y vigilada siempre por otro, centinela gigante que le sirve de custodia, se alza la
pequeña ermita de Nuestra Sra. del Pino. Este santuario, que en lo alto de una vasta campiña se
encuentra emplazado, atrae todas nuestras miradas, y hace sonreír nuestras almas cuando desde
lejos le divisamos”
Carlos Díaz Herrera, 1954.
La Virgen de El
Pino de la localidad
palmera de El Paso.
pósito de la aparición de la Virgen del
Pino de Teror (Gran Canaria).
El infatigable viajero Vernau continúa diciendo que “el domicilio que
ella había elegido no pareció a estos hombres piadosos digno de la Madre de Dios.
Se pusieron manos a la obra para construirle una vivienda más confortable,
y muy pronto una pequeña capilla se
elevó al lado del pino. Se transportó con
gran pompa a la Virgen a su nuevo local,
un cura la colocó en el altar con todas
las señales del más profundo respeto
y, cuando se preparaba para oficiar la
misa, ante la estupefacción de todos los
asistentes, la Virgen cayó a tierra. Vueltos de su estupor, los fieles pensaron
que podían haberla sujetado mal. Fue
alzada piadosamente y colocada en el
sitio que le habían asignado. Esta vez,
todas las precauciones habían sido tomadas. Cuando cada uno se preparaba a
oír misa, de nuevo la milagrosa estatua se precipitó al suelo. Una tercera
y cuarta tentativas no dieron mejor resul-
tado. Había que rendirse a la evidencia: el lugar no convenía. Puesta de nuevo
en el árbol, no se cayó más. Expresaba
con demasiada claridad su voluntad para
que nadie pudiera confundirse. Sin embargo, los españoles no se dieron por
vencidos. Habían decidido no dejar a
la Virgen expuesta a las inclemencias
del tiempo, y se les ocurrió hacer, en
el mismo tronco del pino, un nicho que
fuera capaz de recibirla. La operación
tuvo un éxito maravilloso, la estatua
quedó tranquila y el árbol resistió la
mutación. Allí pude ver, en 1878, la milagrosa Virgen, que está lejos de ser una
obra de arte”.
Verneau prosigue su narración de
cómo se había colocado una alcancía
al lado de la diminuta efigie para recibir las dádivas de los fieles y cómo a
unos metros se veían las ruinas de la
pequeña capilla: “Me han afirmado hace
pocos meses que ya no queda nada de
todo esto. Un bárbaro, para poner aquellos terrenos en cultivo, descargó sobre
el pino su hacha sacrílega”. Es por ello
que se piensa que el pino original fue
cortado y, en su lugar, se plantó otro
nuevo en su recuerdo.
Así, un precioso paraje emblemático de la isla fue el elegido más tarde
para levantar la ermita y la plaza, junto
al majestuoso pino (original o no) que
sobresale desde lejos a los pies de la
subida del Reventón de la Caldera de
Taburiente.
Otras historias y leyendas cuentan
cómo estos incansables viajeros y lugareños, a través de los tiempos, encontraban cobijo y tranquilidad bajo la
inmensa sombra del gigantesco árbol.
Allí se contaban numerosas crónicas
y relatos, envueltos en la profunda devoción y la mágica leyenda que el propio lugar inspiraba. Se narraba cómo
dentro de un hueco hecho en el
tronco se hallaba la pequeña talla de
la Virgen alumbrada con un farol, que
iluminaba al perdido y agotado caminante como un faro hacía con los baje-
EL DÍA, sábado, 8 de septiembre de 2018
les en noches de tormenta. Agradecido, aquél invocaba a la Virgen con
una oración y depositaba presentes y
exvotos en prueba de su veneración.
En numerosos grabados y láminas
se conservan reproducciones de este
mítico lugar, en los aledaños del antiguamente conocido como Pino Santo. Un encantador paisaje, paso de romerías y de gentes que comerciaban, paso
de animales y paso desde la banda del
Oeste a la del Este. De ahí el nombre
de El Paso.
En 1876 se construyó una pequeña
capilla de mampostería dedicada a esta
advocación mariana (sin embargo
recordemos que Verneau decía que en
1878 había visto tan sólo ruinas de la
antigua capilla). Fue la materialización
del sueño de la devota María Magdalena Rodríguez Pérez, conocida por ello
como Magdalena del Pino, y que llegó a ser durante mucho tiempo la ermitaña de la capilla. Otros estudiosos mencionan el año de 1830 como el de inauguración de la primigenia ermita que
luego se arruinaría.
En 1927 se colocó la primera piedra
del pequeño santuario que hoy conocemos. Las autoridades religiosas y civiles estuvieron presentes en la ceremonia
al igual que una gran cantidad de vecinos. Muchos de estos hijos de El Paso
donaron sus terrenos para lograr que
el sueño fuera una realidad. La comisión creada para esta fundación dio
sus frutos y se recaudaron muchos fondos.
El 30 de agosto de 1930 se bendijo
la nueva imagen de la Virgen de El Pino,
que también fue adquirida por suscripción popular. Fueron padrinos los
hermanos Luis y Mercedes Sotomayor y Vandewalle, hijos ambos de don
Tomás Sotomayor y Pinto, Gentilhombre
de Su Majestad. La solemne ceremonia, que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de Bonanza, fue presidida
por el párroco Carlos González Estarriol.
Siguiendo con datos aportados por
Iván Rodríguez Sánchez en un trabajo
inédito, al día siguiente se procedió
a la bendición de la ermita del monte
y se llevó en procesión a la actual ima-
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gen. La solemne función religiosa fue
concelebrada y uno de los sacerdotes
fue el de la Concepción de La Laguna,
Maximiliano Montesinos, quien pronunció la homilía. Se hallaban presentes,
entre otros personajes, los padrinos
del nuevo altar: el alcalde Antonio Cordovez y Adelina Fernández; también el vicepresidente del Cabildo, así
como otras autoridades.
La talla original, de menos de 30 cms.,
fue guardada en la sacristía, donde aún
se encuentra, dentro de una urna de
cristal y arropada por un pequeño manto
de terciopelo verde. El paso del tiempo ha hecho mella en esta efigie y también se ha deteriorado por los constantes y burdos repintes a los que ha
sido sometida. Se cree que se trata de
la antigua imagen que también visitaba las casas particulares de aquellos
feligreses que así lo solicitaban.
La actual escultura, de inspiración
clásica y de aproximadamente 90 cms.
de altura, fue comprada en Valencia
en los años 30 del pasado siglo. Porta
al Niño Jesús en su mano izquierda,
mientras que en la derecha sostiene
una rama de pino verde recién cortada.
Una vez seca es entregada a los devotos que la guardan con respeto y veneración en sus domicilios, como si de
una reliquia se tratase. El Niño sostiene
una piña en la mano izquierda, atributo de la advocación mariana.
Son numerosos los actos festivos que,
en su honor, tienen lugar anualmente en septiembre. Muchos vecinos de
todo el Valle, e incluso del resto de La
Palma, acuden a los aledaños de la ermita del monte. Son tan numerosos
que en las últimas ediciones se ha tenido
que celebrar la solemne función religiosa con la presencia de la Virgen fuera
del templo, en la plaza. Esta fiesta se
celebra en aquellos años en los que no
tiene lugar la romería trienal de la bajada
al casco de la ciudad.
El primer domingo de septiembre
ya se celebraba, con anterioridad a 1955,
la fiesta de la Virgen con misa y procesión. La prensa local de esas fechas
detallaba los festejos de la entonces
reconocida como la “Patrona del Valle de Aridane”. Así, en el Diario de Avisos el 13 de agosto de 1955 se leía: “…
Carretas y carrozas
en la romería. A la
derecha, la ermita de
El Pino.
28 de agosto- Bajada de la Virgen de
su Santuario del Monte al Templo Parroquial… 4 de septiembre- Subida de la
venerada Imagen Patrona del Valle a
su Santuario y tradicional romería…
“…subimos, ascendemos en esta
Romería, que es peregrinación devota
y homenaje filial a la Santísima Virgen del Pino, nuestra excelsa Patrona,
y Patrona así mismo de los pueblos tendidos a sus divinas plantas, que también suben –porque en la vida es necesario subir siempre- a rendirle el homenaje de su acatamiento y a testimoniarle su fe, la fe inextinguible que
heredamos como patrimonio de nuestros mayores, que la adoraron en
estas soledades del bosque, contándole
sus cuitas más íntimas y recónditas y
confiándole sus tormentos y sus dolores”.
Poco a poco se le fue añadiendo una
comida de romeros, carrera de caballos (que llegó a ser considerada como una de las mejores de la isla), un
recital de verseadores (que se perdió
y luego se recuperó en 1975), etc.
La imagen comienza a salir procesionalmente al núcleo poblacional de
El Paso en 1955 de forma regular, aunque ya lo había hecho en alguna ocasión anterior. Ésta es la fecha que viene
marcando su descenso trienal hasta
el casco urbano. Una anterior bajada
que se recuerda fue la de 1951, donde
hubo numerosos festejos recogidos por
la prensa insular, como “bailes típicos,
parrandas y comparsas”.
A pesar de su reciente creación, son
numerosos los romeros llegados desde todos los puntos de la geografía insular que se dan cita en esta festiva procesión. Es el acto más multitudinario
de las completas fiestas trienales, en
las que no faltan otros de todo tipo:
culturales, deportivos, tradicionales, etc. Los festejos tienen lugar durante
el mes de agosto y concluyen con el
regreso de la Virgen a su ermita.
En los últimos años, la alegre romería se inicia a mediodía de un domingo
de agosto (generalmente el último, pero
hay ediciones, como en la de 2009, que
es en el tercero). Sin embargo, en la
edición de 2018 tuvo lugar en el tercer sábado de agosto. Es entonces cuan-
do da comienzo la bajada de la sagrada
efigie acompañada por una multitud
de devotos y romeros por todo el itinerario tradicional –de aproximadamente seis kilómetros– hasta su llegada a la parroquia de Nuestra Señora
de Bonanza, en el casco urbano de El
Paso.
La romería trienal –la segunda de
la isla en importancia tras la Bajada
Lustral del Trono de la Virgen de las
Nieves, y la fiesta más esperada del
municipio pasense– es presidida por
la venerada imagen. Detrás de sus andas
–que son cargadas a hombros por cuatro romeros–, le siguen los grupos folclóricos y las parrandas que bailan y cantan, así como numerosas carrozas y
carretas. Aquí están representados los
barrios del municipio y asociaciones
de vecinos, así como multitud de amigos –ataviados en su gran mayoría con
los trajes típicos– que se reúnen a pasar
una alegre jornada, a pesar del calor
que, por regla general, acompaña en
todo el camino. A lo largo del recorrido
se realizan paradas para descansar y
éstas se amenizan con bailes ancestrales, mientras se comen y beben las
interminables viandas que se transportan en las carretas, ricamente
adornadas. Esta concurrida romería
transcurre por hermosos caminos
flanqueados por pequeñas casas tradicionales que se pintan y embellecen
para la ocasión.
BIBLIOGRAFÍA
DIAZ HERRERA, Carlos. “Plegaria a la
Stma. Virgen del Pino”, Diario de Avisos, Santa
Cruz de La Palma (4 de septiembre de 1954)
“Fiestas en honor de la Stma. Virgen del Pino”,
Diario de Avisos, Santa Cruz de La Palma (13
de agosto de 1955)
FRUTOSO, Gaspar. “Descripción de las
Islas Canarias de Saudades da Terra”, C.C.P.C.,
2004.
HERNÁNDEZ PÉREZ, María Victoria. La isla
de La Palma. Las fiestas y tradiciones, C.C.P.C.,
2001.
RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, Iván. La Virgen del
Pino de El Paso. Apuntes de interés, [inédito],
Santa Cruz de La Palma, 2008
“Romería del Pino”, Diario de Avisos, Santa
Cruz de La Palma (4 de septiembre de 1954).
VERNEAU, R. Cinco años de estancia en las
Islas Canarias, La Laguna, 1981.
sábado, 8 de septiembre de 2018, EL DÍA
p8
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.153
PUERTO DE LA CRUZ Y
SU FESTIVAL DE LA
CANCIÓN
LA SORPRENDENTE DESAPARICIÓN DE
UN HITO EN LA PROMOCIÓN TURÍSTICA
El turismo mundial está lleno de ejemplos, realidades y leyendas que
marcan la ruta que deben seguir los gestores que se inician en los
destinos emergentes, cuya inteligencia honestidad, honradez y
conocimiento en todos sus actos suponen una seria responsabilidad
ante su comunidad y la del mundo entero.
Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes
(del Grupo de Expertos de la
Organización Mundial Turismo,
UNTWO)
Monumento a la pescadora, todo un
símbolo histórico de ciudad marinera, falto
necesariamente del pedestal y la leyenda
que le darían la categoría a la obra,
colocando de forma destacada su
emblemática silueta, con el fondo de la Casa
de la Aduana, otro hito histórico de la
ciudad, y al otro lado, el espigón del muelle
nativo.
gen que Puerto de la Cruz acuñó a niveles nacionales, e incluso internacionales,
fue su Festival de la Canción del
Atlántico. Este adquirió fama y prestigio y fue un auténtico acontecimiento
de muy alta categoría que colocó
durante algunos años a la isla de Tenerife completa en el podium de la atracción mundial turística, con una proyección en los medios de comunicación de muy alto significado.
¿Por qué se suspendió? Hemos oído
muchas versiones y habladurías, pero
la realidad es que quien tenga la responsabilidad debería hoy, y no mañana,
volver a recobrar este acontecimiento
para beneficio no solo de Puerto de la
Cruz, sino también de la isla de entera
de Tenerife, pues el turismo – aunque
haya mentes obsoletas que todavía no
lo entiendan– es un negocio de todos,
y los turistas no viene exclusivamente
al norte o al sur. Lecciones gratis.
El Festival de la Canción del Atlántico
El Festival de la Canción del Atlántico,
en Puerto de la Cruz, tiene que ser recuargados de recuerdos del
perado. Es una exigencia de su cadena
nacimiento del turismo en
de valor turístico, que como una innoel núcleo pesquero de
vación tiene que irrumpir nuevamente
Puerto de la Cruz, en la isla
en los medios de comunicación naciode Tenerife, la mayor de
nales e internacionales para atraer
las Canarias, hoy uno de los destinos
una actividad turística de calidad culturísticos mejor consolidados dentro
tural moderna, que se hace necesaria.
del ámbito mundial, gracias –todo hay
No vamos entrar en más comentaque decirlo– al Loro Parque, el mejor
rios porque queremos ser breves y conparque zoológico mundial en 2017,
tundentes en esta necesidad, que
según “la mayor comunidad de viavalorará en su justa medida un destino
jes del mundo”, TripAvisor.
consolidado que necesita revivir sus
La historia de Loro Parque ha sido
mejores momentos históricos de aqueya motivo de nuestras publicaciones
llos pasados años gloriosos, donde las
en muchas oportunidades, en varios
camas se contrataban y pagaban por
medios impresos y digitales, por lo cual
adelantado, y donde el famoso Manoel obvio que no nos extendamos en
lito Rojas llevaba una estadística de los
ella. Sin embargo, es de justicia que
turistas que visitaban las oficinas de
señalemos su valor como empresa
turismo, donde anotaba por nacionaestratégica en la cadena de valores que
lidades las visitas diarias. Tres alemanes,
Puerto de la Cruz ofrece, considerando
diez holandeses, veinticuatro ingleses,
Las ilusiones perdidas
que se trata del núcleo representativo
damente tanto a la hora de invertir
etc. Algo rudimentario que sirvió
Los rincones
De aquellos años de prosperidad se
del nacimiento del turismo en las Islas
como a la de gestionar sus negocios.
para el progreso de Puerto de la Cruz,
clásicos donde se
ha perdido el prestigioso Casino TaoCanarias. 16 millones de turistas
Esta incapacidad de gestión políque vivió sus mejores jornadas, lejos
pueden apreciar las
ro,
con
su
bello
marco
histórico,
sin
que
visitantes el pasado año 2017.
tica ha permitido que hombres con
de la indolencia y la falta del conocicaracterísticas
nadie
hable
de
recuperarlo
cuando
es
No podemos ofrecer aquí una guía
fuerzas y empeño hayan superado
miento que más tarde hizo su aparihistóricas de la
arquitectura
una pieza de museo de un valor
turística actual de este encantador lugar,
situaciones difíciles y que hoy Puerto
ción, para darle un valor excepcional
tradicional canaria
extraordinario como atracción turísturístico motivo de decenas de reporde la Cruz pueda gozar de una relaa aquellos que supieron por dónde se
abundan en Puerto
tica y de promoción, que además, debitajes y publicaciones nuestras desde
tiva tranquilidad en su status turísandaba cuando proyectaron toda esa
de la Cruz, como
damente
gestionado
con
su
hotel
el año 1959, casi desde que comenzó
tico, con una alta ocupación en sus
gran obra de su litoral, modelo de desapuede verse en esta
anexo, sería altamente rentable. A los
a vislumbrarse el turismo de masas que
hoteles y una actividad que se palpa
rrollo turístico donde los haya que tamestampa de la calle
San Juan, en el
modelos mundiales nos remitimos.
más tarde invadiría el archipiélago. Pero
en la zona, donde se ven turistas por
poco se ha sabido explotar debidamente
centro de la ciudad.
Pero la pieza fundamental en esa imaqueremos hacer referencia a muchas
todas partes.
–todo hay que decirlo, repetimos– salvo
de las variables que el desarrollo
en sus inicios, con su
de esta destino singular del
espectacular sala de fiestas
turismo mundial ha padecido
Andrómeda, desaparecida
–nunca mejor empleada la palapor eso de la ignorancia.
bra– desde aquella memorable
Puerto de la Cruz necefecha (1961) en que publicamos
sita muchas cosas que
la guía Puerto de la Cruz, perla
están a su alcance solo con
de Tenerife.
el debido conocimiento de
Son muchas las muestras
su gestión. Las filigranas
del desconocimiento de los
de sus comisiones, conactores políticos que han regido
sorcios, etc. nos son de
Puerto de la Cruz, muchas las
sobra conocidas. Llevamos
situaciones de crisis que sus habimuchos años en eso y
tantes han tenido que soportar,
hemos padecido mucho.
con empresarios luchadores
El Festival de la Canción,
que han tenido que cerrar sus
ya. Es una necesidad
empresas por falta de una
imperiosa. Menos proEl espectacular Lago Martiánez, la genial obra del famoso e inmortal artista canario César Manrique y los ingenieros Juan Alfredo Amigó y
orientación capaz y consecuente José Luis Olcina. Todo un símbolo de la naturaleza aprovechada para el disfrute humano, marca gloriosa del desarrollo turístico de Puerto de yectos y más efectividad.
que les hubiese asesorado debi- la Cruz, un modelo imponente del conocimiento y la creación en el desarrollo turístico mundial.
Amén.
C
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