EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018 p1 CUATRO MÉDIUMS “exploran” por separado un inmueble de Tenerife y cuentan lo que perciben 6/7 del sábado revista semanal de EL DÍA EL NÚMERO 2 DE LA REVISTA ‘CANARIAS EN CUBA’ (LA HABANA, FEBRERO DE 1946): CIENCIA Y CULTURA Textos: Jaime García García (doctor en historia) Jaime Alberto García González (máster M.B.A. y premio “Rumeu de Armas” de investigación histórica, 2018) l presente trabajo es una continuación del publicado el 8 de septiembre pasado en este mismo suplemento bajo el título “Particularidades de la revista Canarias en Cuba (1946). Acercamiento”, y forma parte del material recopilado cara a la comunicación que los abajo firmantes han manejado para la presentación de la misma a los XXIII Coloquios de Historia Canario-Americana - XII Encuentro Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC), celebrados en la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria (8-12 de octubre de 2018), bajo el título genérico de Feliciano Jerez Veguero (1903-1980). La Historia tiene memoria. No olvidemos que el doctor Feliciano Jerez, como indicamos en el trabajo referido, fundó y dirigió Canarias en Cuba, catalogada como revista mensual ilustrada, órgano oficial de la Asociación Canaria, y publicada entre enero y octubre de 1946 bajo los auspicios de Editorial Cenit. E Abrimos la revista Este número 2, formado por una treintena de páginas, vio la luz el 28 de febrero del referido año 1946. Dejó constancia, en su primera página y en lugar destacado, que se trataba de una revista mensual ilustrada (con fecha, mes, año, volumen y número), acogida a la franquicia postal e inscrita como correspondencia de segunda clase en la Administración de Correos de La Habana. En su editorial, destacó la gran acogida del número 1 que, de alguna manera, no solo impulsaba la distribución y lectura de esta publicación, sino también el conocimiento y difusión de la Asociación Canaria. Ésta se relacionaba estrechamente con la Quinta de Salud (Nuestra Señora de Candelaria), institución afianzada desde inicios del siglo XX y de corte similar a las impulsadas por diversos colectivos de emigrantes en América Latina, de la que fue secretario el grancanario Jenaro Artiles (1897-1976), que resi- Portada del número 2 de la revista. dió en Cuba hasta 1947. Era una casa de salud con varios pabellones sanitarios y disponía de tecnologías avanzadas para la época. A tal fin, en la documentación de esta institución aparece la relación de hospitalizados, con diversas dolencias y procedencia, a cargo de diversos facultativos. Labor de difusión En sus inicios, se analizaba la figura de Ignacio Padrón, pilar indiscutible en la economía azucarera de la isla, con su implicación en los procesos de exportación y consumo interno, así como en lo concerniente a la recepción de mano de obra, sin olvidar el papel que desarrollaba en la revista y en la asociación. En un lugar destacado –página 29 del presente número–, se resaltó el curso (conferencias y seminarios de diversa naturaleza) impartido en la Universidad Nacional de La Habana por el referido profesor Artiles (enero de 1946), que respondió al siguiente temario: 1.- Primeros años de la vida habanera. Organización administrativa. Historia del plano. 2.- Las clases sociales de Cuba. Títulos de Castilla. 3.- Origen y evolución de la propiedad. Ciudades de señorío. 4.- Escribanías de Indias. Los escribanos de Cabildo. Categorías y fórmulas documentales del siglo XVI. Cláusulas cronológicas y cronología diplomática. 5.- Fechas de la conquista de Cuba y de la Fundación de La Habana. A ello sumaba el estudio realizado por el doctor Jenaro Artiles a través de un profundo periplo histórico y genealógico de la rama de los Díaz-Pimienta, que enlazó Portugal, Canarias (sobre todo a través de la isla de La Palma) y Cuba, partiendo del siglo XVI, desmitificando a personajes que la Historia encumbró y escondió por designio propio o ajeno. Este personaje fue paleógrafo, archivero y bibliotecario, doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Madrid. En abril de 1939 llegó a Santiago de Cuba procedente del puerto de Le Havre, vía Guadalupe, Martinica, Haití y Santo Domingo, para reunirse con su hermano Francisco Artiles, residente en Cienfuegos, estableciéndose en La Habana a finales de ese año. Desempeñó el puesto de profesor en la Escuela Libre de La Habana, en la Escuela de Bibliotecas y en la Institución Hispano-Cubana de Cultura (IHCC). Llegó a ser representante de la Comisión Ejecutiva del PSOE en México (1942) y perteneció a varias logias masónicas de La Habana (Fraternidad Española en el Exilio, Antonio de la Piedra y Realidad nº 8 de La Habana), escribiendo para la revista Minerva. Jenaro Artiles fue, además, director de la Biblioteca Municipal de La Habana, trabajando como ayudante en el Archivo Histórico Municipal y en el Archivo Histórico Nacional de sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA p2 EN PORTADA la historia de estas dolencias un eslabón intermediario, cruce de las rutas entre el Mediterráneo, la costa de África y las Antillas”, a través de las obra Estudios sobre los dípteros y los parásitos que éstos transmiten al hombre y a los animales, publicada en los Anales de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Madrid, 1904). Leoncio Rodríguez, director de La Prensa. Victoriano Darias daba cuenta en la revista de la actualidad de su isla, El Hierro. esta ciudad. En septiembre de 1947 marchó hacia Estados Unidos (Putney, Vermont), donde en 1950 le ofrecerían la dirección de la Biblioteca Wetminster College (Fulton, Missouri). En 1957 obtendría la ciudadanía norteamericana, falleciendo el 22 de septiembre de 1972. En su honor, un retrato suyo preside el aula que lleva su nombre en el Colegio Universitario San Jerónimo de La Habana. Otro personaje puesto de relieve en este número era María Zambrano Alarcón (Málaga, 1904–Madrid, 1991), acreditada pensadora, filósofa y ensayista, considerada una notable figura de claro compromiso cívico y pensamiento poético, exiliada en Méjico, Cuba, Puerto Rico y Francia, y que no sería reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX, cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias (1981) y el Cervantes (1988). Aparece aquí realizando una ampliación de su trabajo iniciado en el número 1 de la revista, relativo a “Fortunata, en la obra de Pérez Galdós”, como personaje que dejaba claros sus rasgos más notables, al considerarla como la España misma; incluso Fortunata encarnaría el matriarcado permanente y sustantivo, poseída por el hambre de maternidad que acabaría devorándola. Fue una pluma que hizo viajar la idea de este personaje, puesto que creía que existía comunicación entre quienes la escucharon y entendieron en diferentes épocas y en circunstancias variadas. En la siguiente estación del recorrido, Tomás F. Machado recogía la figura del viajero Agustín Millares Carlo (Las Palmas de Gran Canaria, 1893–1980). Este personaje fue reconocido como destacado paleógrafo, bibliógrafo y académico, el cual se había hecho acreedor al Premio Fastenrath (1932) por su Tratado de paleografía española. En ella se destacó la participación en el epílogo de la obra Historia General de las Islas Canarias, junto a Antonio Fleitas Santana, uno en Méjico y otro en Cuba, en colaboración alternativa. Ambos consideraron que la vinculación de las Islas Canarias con América era tan estrecha que no sólo se dibujaba nítidamente en las páginas de la Historia, sino también en las zonas nebulosas donde leyenda y tradición se perdían sutilmente en sus contornos y se transformaban en interrogantes que la investigación científica no logra contestar en un sentido u otro, permaneciendo en la penumbra de lo que Fragmento de un artículo sobre Tenerife en el nº 2 de Canarias en Cuba. puede ser “Historia recogida por la tradición” o “ leyenda recogida por la Historia”. El doctor Feliciano Jerez Veguero, director de la revista, mantenía estrechas relaciones con Gustavo Pittaluga (Florencia, 1876–La Habana, 1956), nacionalizado español en 1904 y destacado científico en el ámbito de la hematología y la parasitología, así como en la lucha nacional e internacional contra la malaria y otras protozoosis (manifestación clínica de una infección provocada por microorganismos como bacterias, hongos o virus). Esta relación quedaba reflejada en su artículo “Un hallazgo en Canarias”, en el que revivía el trayecto que llevó a cabo el doctor Pittaluga a través de las enfermedades infecciosas y su estado en Canarias, archipiélago de reciente visita, y su comparación con las peculiaridades de la isla caribeña, al afirmar que “nuestras islas representan en Leoncio Rodríguez, protagonista Con toda seguridad, el periplo más celebrado en este número representó el trabajo que sobre Tenerife firmó Leoncio Rodríguez (1881-1955), considerado por la revista Canarias en Cuba como el gran periodista y amigo en la distancia. Director de La Prensa, de Santa Cruz de Tenerife, su quehacer desbordaba la concepción historicista de los primeros pueblos en arribar al archipiélago, el papel de los conquistadores y la “conquista de un espacio en la Historia” desde la geografía, la economía y la idiosincrasia del pueblo que habita Tenerife. Santa Cruz, La Laguna Icod o La Orotava se hermanaban desde la sintaxis paisajística al análisis geomorfológico, completados con una sentencia clave, donde nuestro Jardín Botánico es definido por Jean Baptiste Genevive Marcellin Bory de Saint-Vicent (1778-1846) así: “¡Orotava, venturosa comarca donde la Europa, el África y la América se abrazan por medio de sus producciones!”, a partir de sus obras Essais sur les îles fortunées y Voyage dans les quatre principales iles des mers d’Afrique (París, 1804). Todo ello, sin dejar en el olvido a personajes ilustres que ensalzaron las particularidades de la isla de Tenerife, de la mano de importantes botánicos. Inició el recorrido con el británico Philip Barker Webb (1793-1854), conocido por su trabajo en las Islas Canarias entre 1828 y 1830, donde recolectó especímenes del lugar y colaboró con Sabino Berthelot en la elaboración de la enciclopedia Historia Natural de Canarias. Reseñó las actividades del noruego Christen Smith (1785-1816), quien en mayo de 1815, a bordo del William and Mary llegó a Tenerife, instalándose en el Puerto de la Cruz, donde durante más de un mes llevó a cabo interesantes estudios, siendo pionero en la botánica de criptógamas, briófitas y líquenes (Dagbog paa reisen til de Canariske øer, 1815). Aportó la visión André Pierre Ledru (1761-1825), quien en 1796, en una expedición a las Antillas a bordo de la Belle Angélique, arribó a Tenerife por una avería del buque, aprovechando los cuatro meses de estancia para recorrer la isla y recopilar gran número de plantas, las cuales enviaría al Museo de Historia Natural de París. Llevó a cabo la primera relación científica de Historia Natural de las Islas Canarias (minerales, rocas o avifauna insular); redactó el catálogo de plantas del Jardín de Aclimatación de La Orotava; enumeró los 50 dragos existentes en Tegueste; estudió las características del bosque de Agua García y además EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018 p3 EN PORTADA escribió una visión completísima de la vida, costumbres y características de Tenerife. Ledru escribe los resultados de esta estancia en la isla en la primera parte del tomo I de Voyage aux Iles Ténériffe, París, 1810, y ofrece con esta obra una visión completísima de la vida, las costumbres y las características físicas de Tenerife. En 1809 dedica a Canarias otro trabajo publicado en Mémoires de l’académie celtique (tomo IV), Mémoire sur les Cérémonies religieuses et le vocabulaire des guanches, premiers habitants des îles Canaries. Como apéndice, El Hierro se personalizó a través de la pluma de Dacio Darias Padrón (El Hierro, 1880–La Laguna, 1940) con un trabajo sobre la Virgen de los Reyes, donde relata anécdotas en línea con la realidad histórica y los avatares insulares, tomados de la publicación Historia de El Hierro, como el ocurrido en tiempos del beneficiado Juan Márquez de Arteaga (1621), en unión de Bernardo González, con motivo de tiempos de males climatológicos. Dacio Darias fue capitán de infantería, maestro, subdelegado de enseñanza de su isla natal, insigne investigador de nuestro pasado, antiguo socio y secretario general de esta corporación y cofrade de la Esclavitud de San Juan Evangelista de La Laguna. Además, al graduarse como profesor mercantil y maestro de primera enseñanza impartió docencia en la Escuela Profesional de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y en el Seminario Diocesano. La visión y la fuerza de la medicina Los miembros más relevantes de la Junta Directiva de Canarias en Cuba realizaban de manera relevante visitas periódicas al territorio insular cubano (San Antonio de los Baños, Florencia, Santa Clara. Morón, Ciego de Ávila, Taguasco o Zaza del Medio) para evaluar medidas de reactivación social y económica que afectarían a los canarios y sus descendientes. A la cabeza de estas delegaciones iba el presidente, Emeterio T. Padrón, acompañado del comisionado de Propaganda, Antonio Navarrete de Córdova. Este conjunto de visitas demostraba la conducta de los asociados, agradeciendo la labor que los canarios han realizado en este país de acogida, según la reseña que publicaba este número de la revista. Así, en el capítulo de noticias destacadas, aparecieron las relativas a nombramientos de relieve, como el del doctor Telesforo García Pérez como secretario de la Sociedad Cubana de Tisiología y jefe del Pabellón de Tuberculosis del Sanatorio de la Asociación Canaria, en relación con la relevante labor llevada a cabo por el doctor De Rojas, director de la Quinta de la Salud (cuadro 1). La Quinta de la Salud ofreció su potencial fuerza con la plantilla médica, formada por eminentes galenos, bajo la supervisión del comisionado de Sanidad del Comité Ejecutivo, Antonio Rodríguez Suárez. Este Cuadro 1 Cuadro 2 Cuadro 3 número del mes de febrero recopilaba las operaciones llevadas a cabo por cada médico y los datos del paciente (procedencia, edad y datos de inscripción), como indicamos en el cuadro anterior. Además, la revista acogió los datos referidos a las consultas privadas de los médicos de la Asociación Canaria, con los datos personales y de contacto precisos, reflejando con claridad las especialidades de cada uno, según el cuadro 2. Por otra parte, los datos aportados por la publicación nos permiten establecer el número de hospitalizaciones y la procedencia de los pacientes en relación con los facultativos relacionados, siendo La Habana, Cabaiguán, Pinar del Río, Santiago de las Vegas, San Antonio de los Baños, Ciego de Ávila, Matanzas, Florencia, Placetas, Unión de Reyes o Morón los centros de procedencia más asiduos. Fueron los doctores Mariano Gómez Camejo (Medicina Interna) y Aurelio Martín Jiménez (Medicina General- Digestivo) los que más enfermos atendieron (cuadro 3). Conclusiones La revista Canarias en Cuba supuso un eslabón entre las dos orillas para recordar los lazos comunes, procurando que los isleños no olvidasen sus raíces e introduciendo trabajos que pusiesen de relieve la importancia de la formación y la información. Para ello se valió de importantes plumas de reconocido prestigio, capaces de integrar ambos espacios culturales. Por otra parte, La Quinta de la Salud, como entidad médica de prestigio, protagonizó una inmensa labor médica en amplios sectores de la población cubana, a cargo de facultativos de notable reputación. En este instante es indispensable recalcar la defensa de la libertad de ideas y la difusión del conocimiento y el ímprobo trabajo de la medicina y los facultativos. Se produce, por tanto, una intensa y activa conexión entre ambas orillas, Canarias y Cuba, con nexos de unión en la figura del doctor Feliciano Jerez Veguero, director de la revista. BIBLIOGRAFÍA ARTILES RODRÍGUEZ, J. (2017). La Habana de Velázquez. Las Palmas de Gran Canaria: Ediciones del Cabildo de Gran Canaria, pp. 11-16. CUADRIELLO, J. D. (2002). Los españoles en las letras cubanas durante el siglo XX. Sevilla: Editorial Renacimiento, pág. 238. FERNÁNDEZ, D. W. (2000). Los periódicos canarios en América. Colección “La Diáspora”, 4. Madrid: Gobierno de Canarias/Viceconsejería de Relaciones Internacionales, pág. 49. PAZ SÁNCHEZ, M. (DE) (2008). Historia de la Francmasonería en Canarias (1739-1936). Santa Cruz de Tenerife: Editorial Idea, Vol.2, pág. 387. “Canarias en Cuba”: Revista mensual ilustrada - Jable. Archivo. Recuperado el 1 de octubre de 2018 de en https://www.jable.ulpgc.es/canarias-encuba, Yanes Mesa, J. A. : “Leoncio Rodríguez (18811955). Una visión progresista, ecologista y solidaria de las Islas Canarias”. Rincones del Atlántico, nº 4. Recuperado de www.rinconesdelatlantico.com/num4/06_leoncio_rodriguez.html el día 30 de octubre de 2018, “André Pierre Ledru”. Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia. fundacionorotava.org/bachillerato/expedicionescientificas/.../andre-pierre-ledru/ Recuperado el día 30 de octubre de 2018 sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA p4 MI CARPETA HERREÑA (XI) EL TAÑER DE JOAPIRA DEBE LLEGAR AL PUERTO Texto: Emiliano Guillén Rodríguez (periodista, cronista oficial, miembro del IECan) Foto: Doña Julia or lo general, la Iglesia Católica ha tenido por norma casi inquebrantable la construcción de sus templos en lugares altos, colinas y promontorios destacados sobre el paisaje, para ostentar, a través de ellos, todo el poder y toda la gloria de Dios. Por lo común, estos sagrados lugares estaban dotados de campanarios complejos o de modestas espadañas, siempre en función a las capacidades económicas de la feligresía local. En las aberturas del campanario se colocaban los avisadores de bronce, para que, con su inconfundible tañer, pudiesen convocar a sus fieles devotos, en los casos en los que se celebrase algún preceptivo ritual. Estas imprescindibles infraestructuras comunicativas se labraban formando parte del cuerpo general de los edificios o anejados al mismo. Siempre se pretendió que el son profundo de sus llamadores, aunque no alcanzaran todo el distrito parroquial, sí cubrieran la mayor distancia posible. Pero cada norma general tiene sus excepciones. Esta que ahora tratamos para la Isla Meridiana también la tiene. El visitante de La Frontera, por ejemplo, apenas puesto el pie en el valle por el camino de barlovento, pronto se percata de la existencia de un campanario construido en soledad sobre la cima de una montaña bermeja. No se fabricó para ser tímido precisamente, porque su actual ubicación y su figura esbelta delatan su arrogancia. El turista, desde la costa, por mucho que se afane, no va a descubrir templo alguno a su vera. Para satisfacer la extrañeza que le provoca esta particularidad, de inmediato se interesa por la razón. Llegando al pie de la montaña, descubre complaciente que el austero y robusto templo, dedicado a la Candelaria, se construyó en una vaguada situada entre la ladera y la montaña. La prominente mole, acopio rosáceo de ceniza y lava, impide la normal dispersión del sonido desde la cañada. Para llamar a los devotos del valle era preciso buscarle mejor ubicación. Resultaba especialmente necesario durante los tiempos de “mudada”. Cabría pensar ahora que este fenómeno de mudar de localización por dos veces al año puede considerarse algo así como la materialización representativa de una perspicaz iniciativa humana, utilizada en beneficio de la supervivencia. Un fenómeno atrevido y arriesgado, multitudinario y espectacular, vivido antaño por el pueblo herreño, sencillamente para subsistir. Durante estos tiempos de “mudadas”, la mayor parte de la población isleña moraba en este magnífico valle, orientado en su totalidad de cara a los vientos dominantes. La elevada convicción religiosa que esta notable comunidad ha venido practicando desde los inicios de su asentamiento en esta isla obligaba a los representantes de Dios sobre la Tierra a com- P Iglesia y campanario de La Candelaria, en La Frontera (El Hierro). placerles en su justa medida. Cualquier celebración a realizar se les comunicaba previamente a todos los parroquianos mediante el ronco sonar de sus campanas. Este mensaje estaba compuesto por todo un código descifrable. Los correligionarios sólo por los toques sabían la finalidad para la que se les convocaba. Sus ritmos y cadencias eran distintos según el ritual: alegría, gozo, rebato o dolor, por ejemplo. Un campanario atorado en la hondonada no cumpliría adecuadamente con el fin perseguido. Era necesario optimizar el mensaje. Había que liberar el sonido de aquel atolladero. Nada mejor para ello que colocar la espadaña en un lugar alto. La montaña de Joapira, tal vez sin quererlo, se ofreció como la mejor opción para resolver adecuadamente este curioso dilema. En 1876 se concluye el primer campanario en su cima. Como se ha visto, no nace precisamente para contemplar la hermosa estampa que al caminante le ofrece el Valle del Golfo. Una belleza siempre acurrucada entre los vapores de sus esponjosas nubes, estratos frescos criados por el alisio, tras los cuales, allá arriba, apenas retirado algunos metros del cantil, declina la verdura. Los campos secos regresan al paisaje. A sus plantas, la espuma fragante de sus olas, siempre abiertas a un Atlántico huérfano de horizontes. El encanto de este peculiar rincón insular en todo tiempo resulta atractivo, innegable y manifiesto. El campanario nace, y se hace, para cumplir con un fin necesario para muchos como lo es la divulgación de cualquier mensaje a la mayor distancia posible, bien fuese este de carácter religioso o civil. Para la edificación de semejante curiosidad,elmismoañodesuconstrucción, el prócer herreño Gaspar Jerónimo Quintero dona tres onzas de oro para financiar la obra (ver suplemento La Prensa, del 9 de diciembre de 2017). Este primitivo campanario erigido en la cima de Joapira, cimentado sobre huidizo picón rojo, tenía un aspecto sólido, rústico y rechoncho. Constaba de un primer bloque en forma de cubo macizo, con escalera de acceso al segundo cuerpo. Este segundo bloque, de forma octogonal –quizás recordando el bulbo de la torre de la iglesia de Valverde, con remate en forma de cruz–, era el que sostenía las campanas. En este sentido, nos comenta Whiltford que en lo alto de la montaña descansa el campanario, un sólido edificio de piedra que forma un curioso apéndice de la iglesia. Añade este autor que su función dominante en el paisaje busca que el repicar de sus campanas se escuche a gran distancia. Asevera, de otra parte, que su música llega a los altos de la ladera. Una afirmación seguramente vivida en su camino sobre lomos de ganado mular, orientado a conocer esta banda insular. Ante su llamada, asegura, los vecinos se aderezan y se dirigen al sagrado lugar para compartir los oficios religiosos. En similar sentido recoge que las iglesias no eran sólo lugares de oración. Lo eran también para “reunión y debate”. Esta afirmación nos conduce a pensar que, ante la carencia de adecuados lugares públicos en los que reunirse para discutir ideas sobre asuntos de utilidad para el común, estos sagrados lugares, por turnos, se transformaban en foros asamblearios para organizar tareas, ciclos de regadío o cualquier otro aspecto relacionado con el interés general. También fue costumbre muy usada en algunos lugares de Canarias que, frente a sus sagrados altares, los asistentes a las fiestas durmiesen todos juntos, amasijados los hombres y las mujeres, al amparo de sus cubiertas. Con sus actos impuros, por lo general, profanaban escandalosamente aquellos recintos, levantados para la honra del Señor y para el descanso eterno de sus feligreses. Sobreestelibertinoasunto,losobispostomaron buena cuenta, prohibiéndolos y ordenando a los mayordomos de las iglesias que fuesen “muy cuidadosos” con las llaves de los templos, especialmente en los días de celebración del Santo patrón del lugar, “fechando” la entrada a una hora prudencial. Aquí, en la iglesia de La Candelaria, las herreñas y los herreños, sin embargo, mantenían una costumbre mucho más sana. En sus instalaciones se reunían para tocar la guitarra, bailar y cantar, como una muestra más de su espíritu alegre y dicharachero. En todo caso, guardando el pudor que se le debe a un lugar venerado, refugio, además de los restos mortales de sus antepasados. En algunos casos, estas reuniones no tenían otra finalidad mayor que la de charlar. De todos modos, estos desinhibidos encuentros acostumbraban a durar hasta ya bien entrado el anochecer. Para un pueblo dedicado al trabajo continuado, tales desahogos psicológicos serían más frecuentes cuando el apremio de las tareas laborales no les agobiase en demasía. Por culpa de las inclemencias de los tiempos adversos, bajo los efectos de las muchas décadas vividas, aquella atalaya primigenia, tosca y rudimentaria que presidiera inicialmente el entorno, el 22 de enero de 1881, luego de sufrir la saña de un violento temporal, cayó rendida sobre sus propias plantas en un estado ruinoso. Para continuar manteniendo esta incuestionable rareza, fue necesario acometer una nueva obra, más sólida, más elegante, más esbelta y, previsiblemente, más digna del lugar. En todo caso, acomodada a los nuevos tiempos. Según consta en leyenda adjunta, por el año de 1952 viajó desde Cuba hasta esta Isla Meridiana Matías Castañeda Padrón. A este afortunado emigrante se le solicitó ayuda para levantar un nuevo campanario, el actual, puesto que el anterior se hallaba en ruinas. Su respuesta fue positiva. El moderno templete, airoso y gallardo, fue diseñado altruistamente por el aparejador herreño Federico Padrón Padrón. También su autor llevó la responsabilidad de la dirección de obras, todo con carácter gratuito. Nuestro técnico siempre aseguró que lo hizo como obsequio al municipio. Pronto la obra se materializa. Sería inaugurada el 25 de agosto de 1957, día de San Luis Rey de Francia. Había sido financiada por la colonia canaria de Cuba. Toda la acción para consolidar el proyecto fue coordinada en aquella isla caribeña por el propio Matías Castañeda. En el lugar, los vecinos de El Golfo aportaron todas las jornadas de trabajo que fueron precisas para culminar esta loable meta. Igualmente, prestaron sus bestias para el acarreo de los materiales. Todo ello de manera desinteresada. En la fecha de la inauguración oficial regía los destinos municipales, en calidad de alcalde, Mauro León Padrón. Los espirituales, como sacerdote, José Segura Ojeda. Este elemento arquitectónico, basamentado en la cima de la montaña de Joapira, separado de su templo parroquial por un empinado sendero escalonado, en la actualidad cumple con sus principales cometidos para los que se construyó. Por su extrañeza, y por la atención que le prestan los visitantes, sin pretenderlo, lo han transformado, juntoconelCaseríodeGuinea,enelicono, en la representación más popular y genuina de este municipio frontero. EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018 p5 TURISMO Gran figura de la Pediatría en Tenerife Diego Matías Guigou Costa (19011986), hijo del fundador del Hospital de Niños, “el Hospitalito”, fue director de este centro de la capital tinerfeña durante el periodo de máximo apogeo y reconocimiento del mismo. Anótese, por ejemplo, que a mediados de los años 40 trabajaban allí ocho médicos, nómina que se amplió a 14 en los años 50, momento en el que se esbozaron, incluso, algunas subespecialidades pediátricas médicas (sistema nervioso) y quirúrgicas (cirugía, otorrinolaringología, oftalmología...). A finales de los años 60 y principios de los 70 se crearon en Tenerife dos hospitales generales que fueron dotados con sendos servicios de Pediatría que iban a complementar y, más tarde, sustituir al Hospitalito. Son los que entonces se denominaron Residencia Sanitaria de la Seguridad Social y Hospital General y Clínico de Tenerife, hoy, Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria y Hospital Universitario de Canarias (HUC), respectivamente. Diego Guigou y Diego Matías Guigou, padre e hijo, actuaron como cirujanos pediátricos en los albores de la especialidad en nuestro país. El hijo cursó sus estudios primarios en el colegio de San Ildefonso de su ciudad natal y el bachillerato en el instituto de Canarias, de La Laguna. También estudió en Cádiz, donde obtuvo por oposición una plaza de alumno interno en las cátedras de Anatomía y Técnica Anatómica. Al finalizar su época universitaria, volvió a Tenerife, donde sería nombrado médico “gratuito” de la Beneficencia. Fue un incansable divulgador quirúrgico, a tenor de las publicaciones localizadas por García Nieto –Dos raros casos de clínica quirúrgica infantil: macroquilia y tumor congénito sacrocoxígeo (1929), Invaginación intestinal íleo-cólica (1931)–. Participó en las Primeras Jornadas Médicas Canarias, celebradas en Tenerife (1932), en las que presentó dos ponencias: “La fimosis en los niños” y “Estudio sobre la mortalidad infantil en Santa Cruz de Tenerife” y “Consideraciones sobre la atresia ano-rectal congénita” (1934), entre muchas otras. Ese mismo año ingresó como miembro de la Real Academia de Medicina de Tenerife. A continuación, perfeccionó sus conocimientos quirúrgicos en la clínica del doctor Louis Ombrédanne, en el Hôpital des Enfants Malades de París, con especial interés en la cirugía ortopédica. En 1935 relevaría a su padre como director del Hospital de Niños. Diego Matías Guigou Costa (técnica mixta sobre papel) sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA p6 CLAVES DEL CAMINO CUATRO MÉDIUMS Y UN OBJETIVO Una experiencia de exploración psíquica en Canarias Semanas atrás tuvimos la oportunidad de convocar a cuatro personas que manifiestan tener habilidades como sensitivos y médiums en un inmueble de la isla de Tenerife sobre el que habíamos recopilado informes relativos a su presunta actividad paranormal. Compartimos en Claves del Camino la primera crónica de una experiencia nunca antes llevada a cabo en Canarias y España. ¿Sintieron y vieron lo mismo estos cuatro invitados? ¿Se corresponde con lo descrito por los testigos? ¿Se pueden establecer conexiones con lo que sabemos del inmueble? Texto: José Gregorio González abe advertir que el experimento de mediumnidad que dimos en llamar “Cuatro médiums. Un objetivo” no contó con una planificación exhaustiva. En gran medida surgió fruto de la oportunidad que supuso contar en Tenerife con varios médiums dispuestos a participar y de nuestra disposición a dedicarle tiempo e improvisar con un mínimo de criterio para hacer interesante la vivencia y sacarle el máximo provecho posible. Por ello, más que experimento nos gusta etiquetarlo de experiencia o vivencia, y quien quiera hacerlo de anécdota o mero entretenimiento es libre pues no había mayor pretensión que la de vivir la oportunidad y aproximarnos a la misma con la mayor curiosidad posible. Sobre el terreno nos dimos cuenta de que algo así, al menos que conozcamos, nunca se había llevado a cabo en Canarias, y posiblemente en toda España. Mikel Lizarralde, Aldo Linares, Macu San Gil y Sergio Gozzi fueron los sensitivos que amablemente participaron de la experiencia. Sin duda, es una realidad conocida que durante décadas la investigación de presuntos fenómenos paranormales que acontecen en viviendas o inmuebles de todo tipo ha echado mano de las aportaciones de psíquicos, de sujetos que afirman percibir lo invisible de maneras muy diversas. Esa percepción del comúnmente llamado “más allá” se realiza viendo, escuchando, recibiendo telepáticamente o en sueños, experimentando sensaciones corporales o ejercitando la mediúmnidad clásica, en la que el sujeto deja que su cuerpo sea usado por los presuntos espíritus para que hablen, escriban o realicen otras acciones que requieren de un vehículo y medio corporal. En ocasiones este tipo de acciones cuentan con el apoyo tecnológico de sistemas de captación y grabación audiovisual, o los sensitivos se valen de herramientas que, desde su punto de vista, les permiten canalizar, aportar claridad o amplificar lo que captan, como puede ser un péndulo. Este tipo de intervenciones se han hecho y se hacen, generalmente, con uno o varios psíquicos formando parte de los equipos de investigación. C Arriba, Mikel Lizarralde, Sergio Gozzi y Macu San Gil. Debajo, Aldo Linares. Aunque es lo deseable, no siempre es posible que los médiums que van a escanear psíquicamente los lugares desconozcan la historia general y la de los fenómenos anómalos específicos que acontecen en los mismos. Cada vez es más complicado como consecuencia de constante flujo de información potenciado por las redes sociales, capaces de convertir en noticias de gran alcance los más mínimos rumores. Territorio inexplorado En este caso contamos con varias ventajas. Las historias de actividad paranormal del edificio no habían trascendido. Las conocemos desde hace al menos dos años y hemos entrevistado a testigos directos y recogido relatos de otros de forma indirecta. Por diversas razones –entre ellas el uso diario que tiene el inmueble–, hemos sido discretos con la ubicación y totalmente reservados con las experiencias allí vividas. Una segunda ventaja, también distintiva de lo habitual, es que ninguno de los médiums tenía conocimiento de la historia, ubicación y usos del edificio, y menos aun de la citada casuística anómala que allí presuntamente acontece. La tercera ventaja es que cada uno intervino por separado en días dife- rentes. Y la cuarta que ninguno supo de la intervención de los otros psíquicos hasta terminada su propia visita. En este punto hay una salvedad. El orden de visitas fue Macu San Gil, Mikel Lizarralde, Aldo Linares y Sergio Gozzi. Sólo Linares supo, tras cerrar su experiencia, de la visita de Lizarralde una semana antes. Y Gozzi, al trabajar a distancia con sus ilustraciones, requirió de una localización para conectar. En este caso, una fotografía de la fachada remitida por el autor de estas líneas. ¿Qué cuentan los testigos fortuitos sobre el lugar? De acuerdo con nuestros informes la actividad se resumen en: cambios bruscos de temperatura, ruidos rotundos que no pueden ser explicados, sombras en movimiento, sensación de malestar y acompañamiento, desplazamiento puntual de determinados muebles muy pesados y observación directa de presencias. Concretamente, una mujer de aspecto severo y elegantemente vestida de época, que en ocasiones parece airada o contrariada, y que ha llegado a ser tomada por algunos testigos como alguien real, de carne y hueso, dirigiéndole la palabra sin obtener respuesta. También se ha comunicado de forma muy excepcional el caso de una trabajadora que intentó auxiliar a una niña que escu- chaba llorando dentro de un baño pequeño, y que terminó en estado de shock cuando al abrir las dos puertas encontró que el lavabo estaba vació a pesar de la nitidez e interacción que mantuvo con alguien que no existía. Repasemos a continuación lo que individualmente percibieron los médiums durante sus respectivas visitas al lugar, y que los oyentes del nuestro programa “Crónicas de San Borondón” pudieron escuchar hace una semana: Macu San Gil. Sensitiva tinerfeña. Esta médium, autora de un reciente libro Mis experiencias como médium, a diferencia del resto de sensitivos, sí parece interactuar con las presencias del lugar, revelándoles su situación de “entremundos” y aconsejándoles que abandonen el lugar y vayan al otro lado, con sus seres queridos hacia la luz. Durante su visita interactúa con un total de siete entes espirituales y va comunicando en tiempo real algunas de sus impresiones: –Comienza observando a una mujer asomada a la balconada que parece estar esperando su visita. Viste de negro, es bastante mayor y se muestra asustadiza y enfadada con sus hijos por la falta de visitas. Parece estar al tanto de la actividad diaria del inmueble, EL DÍA, sábado, 3 de noviembre de 2018 p7 CLAVES DEL CAMINO mostrándose ligeramente molesta con el ajetreo de las tardes. –En otra zona, también con la balconada como escenario, aparece otra mujer, de edad algo más joven que la primera, que la sensitiva deduce que puede ser de principios del siglo XX, quizá 1910. Destaca por su porte firme y esbelto, muy bien peinada, vistiendo traje largo, cinturón ancho y camisa de manga con visibles encajes. Esta mujer mira con determinación hacia la puerta de entrada del inmueble. Asegura ser maestra, una buena maestra renombrada de su tiempo y de la que, asevera, se pueden encontrar referencias si se buscan. Indica que su esposo está fallecido y habitualmente se dedica a observar la actividad del lugar. –Un niño rubio, pequeño y juguetón, corretea de un lado para otro en otra zona del edificio. Está muy nervioso, ronda los 5 años pero su tamaño parece reducido para esa edad. El pequeño advierte de la presencia de otros niños en la zona alta a los que culpa de los ruidos. –En la zona alta la médium interactúa en una misma habitación con otros tres niños, dos hermanos de 8 y 6 años y un primo de 10. Su aspecto es triste y asustadizo; evidentemente son pobres, puede que huérfanos y parecen haber sido maltratados ya que uno de ellos manifiesta con un gesto defensivo “no me castigues”. –Finalmente, en otra habitación, donde hay libros, se esconde otra niña de unos 6 o 7 años, de pelo castaño y rizos, cabizbaja y callada, que también parece muy temerosa. Mikel Lizarralde. Médium vasco. Lizarralde no interactúa con ningún ente estableciendo un diálogo. No hace preguntas a viva voz. Comparte sus impresiones al finalizar el recorrido: –Detecta que el lugar está transformado, que es una estructura a la que le falta una parte. Lo interpreta como parte de un claustro, y conecta con la idea, que reconoce como dudosa, de un posible convento tras escucharse unas campañas en la lejanía. –Siente de forma muy intensa a niños jugando, en corro, que hacen ruido, interpretando el lugar como guardería u orfanato. –Hay una señora elegante, con moño y sombrero, de cierto estatus, quizá una profesora. La vincula a los niños que ha visto jugando. –Presiente que el lugar es un espacio de toma de decisiones, de gobierno, de crear cosas o planificar conflictos o complots. Percibe que también se hablan diferentes idiomas; lo interpreta como algo parecido a una embajada. –Siente tumbas, enterramientos en el lugar. –Finalmente ve un señor muy mayor y una joven novia que, según siente, sería obligada a noviciar. Aldo Linares. Integrante del Grupo Hepta. Linares comparte a tiempo real sus impresiones. Habla de impregnaciones, es decir, de escenas y personajes con los que no interactúa, que parecen estar congelados en el tiempo. –En la zona sótano percibe a un señor de aspecto bonachón y modesto, una especie de encargado, recadero, o cuidador del lugar. Poco pelo y calvo en el centro, de los años cincuenta. Camisa de manga corta, pantalón marrón, lona de rejilla. –También, en una instancia cercana donde se guardan ropajes detecta la zona más potente. Allí ve a una señora mayor, algo encorvada, vestida de azul claro celeste, que parece llevar en las manos una bolsa de tela con una especie de panecillos o bollos, y en otra escena corta con una taza una masa verde comestible. Pelo recogido. Pregunta “por los chicos”, menciona a “los canillas”. Allí escucha también la expresión “cabildo chico”. Asegura que no es la madre de los chicos por los que pregunta, ni es familia. Tampoco es monja; quizá es tutora o maestra. –Siente claramente enterramientos, más hombres que mujeres, y ordenados, como un pequeño cementerio o cripta. –Siente de forma notable un muro que cae tras un golpe o mazazo. –En la planta superior, en una habitación ve a un señor mayor enfermo de pulmón encamado, junto ¿QUÉ SABEMOS DEL INMUEBLE? La información compartida nos permite establecer vínculos y diferencias entre lo percibido por los médiums y las vivencias de los testigos fortuitos. El hecho de no poder desvelar la ubicación del inmueble dificulta el acceso a datos complementarios sobre el mismo que puedan ser aportados por otras personas, y que enriquezcan el retrato del mismo y permitan ampliar posibles conexiones. En todo caso, lo que sabemos es que el solar pudo estar ocupado por una vivienda primitiva hacia el siglo XVII, con más certeza en el XVIII. Por ampliación o nueva construcción tendríamos una vivienda dispuesta en “L” durante el siglo XIX que se mantendría vigente con diferentes modificaciones hasta hace unas décadas. En algún momento pasa a ser de propiedad municipal. El edificio actual surge del derribo del anterior inmueble y cuenta con varias plantas, teniendo uso diario. Ha sido escuela y en parte continúa siéndolo. Fue sede de diferentes organizaciones durante el régimen franquista emanadas del Movimiento Nacional, como es el caso conocido del Frente de Juventudes y la Sección Femenina con sus Coros y Danzas. Núcleo de actividad cultural, artística, formativa y espacio de toma de decisiones. De momento las indagaciones no han permitido identificar conexiones con los nombres y algunas expresiones antes citadas percibidas por Aldo Linares. Con los datos disponibles el lector puede juzgar. La investigación sigue abierta. Si algún lector reconoce la identidad de los dibujos, le animamos a compartirla en info@cronicasdesanborondon.es Dibujos de Sergio Gozzi sobre tres entidades que él percibe en el edificio. a su esposa autoritaria, que parece tener un mejor posicionamiento económico y social. Está vestida elegantemente y en pose regia. Viste de negro con pechera roja y está relacionada por amistad con un grupo de mujeres que canturrean y dan palmadas, subordinadas de cierta forma a la mujer. El grupo de mujeres calza zapatos negros acordonados y unas piezas como de tela. Mencionan hilos. –En ese mismo nivel hay un señor, en otra habitación, claramente un maestro que coloca libros y lleva una taza de lata esmaltada en blanco con el borde de otro color, azul. “Mostajo” o “Mosquera” son nombres que escucha. Sergio Gozzi. Médium especializado en dibujar a los entes espirituales. Gozzi interviene a distancia, desde tierras peninsulares, cuando el experimento está cerrado. Al contar con descripciones físicas nos parece curioso que pruebe a dibujar los entes que perciba. Realiza tres dibujos a lápiz y nos envía sus sensaciones. Literalmente es lo siguente: “Lo que siento con mucha fuerza son tres seres, una pareja, hombre y mujer y una niña. La niña está enferma y no estoy seguro si es hija de ellos, o adoptada de aquellos tiempos, pero algún problema hay con la niña aparte de su salud muy débil. Algún problema pulmonar, tuberculosis seguramente. El hombre es alto, delgado, bien vestido. Su mirada es muy seria. Ella también va bien vestida. Se ve que son de buena familia por la ropa que llevan. Ella está muy triste. Llora todo el tiempo, como si hubieran entrado en desgracia. Ella es muy religiosa y cree que una maldición ha caído sobre ellos. La niña es muy frágil, blanquecina. Se nota en su cara que está enferma. No se puede hacer nada por ella. “Aparte de ellos tres, hay dos mujeres más, del servicio. La cocinera y una chica joven del servicio también. “El hombre era un hombre conocido, médico, o alguien a quien la gente acudía cuando necesitaba ayuda”. sábado, 3 de noviembre de 2018, EL DÍA p8 www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.161 LA PLANIFICACIÓN DEL TERRITORIO TURÍSTICO (VI) LA ESTRATEGIA Y EL MÁRKETING “En la planificación del territorio turístico se tendrá presente que los recursos turísticos pertenecen al patrimonio común de la Humanidad. Las comunidades en cuyo territorio se encuentran tienen con respecto a ellos derechos y obligaciones particulares” (del Código Ético Mundial para el Turismo, de la OMT) Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial Turismo, UNTWO) orría el año 1974 cuando en las Islas Canarias se desarrolló durante 22 días el “I Seminario Internacional de Canarias. La planificación del territorio turístico”, con amplias sesiones en Tenerife y Gran Canaria. Los antecedentes de este importante acontecimiento estaban fundados en los célebres cursos que anualmente se celebraban en el CIESTT (Centro Internacional de Estudios Turísticos, de Torino, Italia, promovidos por la UIOOT, organismo internacional que en 1975 se transformó en la Organización Mundial del Turismo (OMT), así como en los que también se organizaban en España –en varias regiones turísticas– por el Instituto de Estudios Turísticos, del Ministerio de Información y Turismo, en la época del recordado ministro Manuel Fraga Iribarne, de cuya ilustre personalidad hacemos nuestra su máxima: instar, presionar, insistir. C La estrategia y el marketing turístico necesarios Siguiendo con nuestros comentarios sobre el mencionado acontecimiento de este curso sobre la planificación del territorio turístico, nos detenemos en los párrafos más signifi-cativos sobre la valoración y estrategia necesarias para optimizar un plan de desarrollo del turismo en una determinada zona sobre la que se actuaría, y los condicionantes que fueron exhaustivamente analizados y estudiados durante varios días en el referido encuentro en las Islas Canarias, convertidas ya desde entonces en el laboratorio de experiencias que nos diera oportunidad de llegar a la cúspide de los organismos donde el movimiento del turismo mundial se calibraba y estudiaba, para conseguir su integración en el desarrollo ideal de la sociedad. La Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo (UIOOT) y ahora la Organización Mundial del Turismo (OMT) han sido y son fuentes inspiradoras y generadoras del conocimiento que van transformado al mundo en el lugar habitable que todos deseamos. El escenario en el cual nos movemos nos obliga a considerar lo que ya en aquellos años setenta del pasado siglo llevábamos a la discusión: la confec- ción del producto turístico es sumamente difícil si consideramos que la oferta se compone de una serie de servicios como transporte, alojamiento, alimentación, útiles complementarios, etc., que están unidos con factores que no pueden valorarse en precios fijos como lo son las paisajes, monumentos históricos-culturales, el aire, el ambiente, y otros tantos más, lo que nos dará unos resultados que constituyen un conglomerado entre precios claramente calificables y complementos que son indispensables valorizar a los efecto de la aplicación de la estrategia de la aplicación de un márketing adecuado. Esta escenario nos lleva a lo que el experto hombre del turismo Oskar A. Dignoes bautizó como “turmarketing”, que, “con sus amplios conceptos y ramificada instrumentación, constituye un elemento insustituible en la moderna y futura economía del turismo, y por consecuencia en la ordenación de un territorio para el desarrollo del mismo”. Valor del turismo y sus necesidades En aquellas circunstancias, con un panorama en crecimiento continuo del turismo en casi todos los destinos emergentes, la acertada visión de los estudiosos componentes del grupo que componían el recordado curso-taller-seminario –descripción adecuada para este encuentro– es hoy una irrepetible historia, por sus conclusiones y recomendaciones, producto de una señalada profesionalidad y experiencia que les daba la suficiente capacidad de visión para adivinar lo que el turismo significa hoy para el mundo entero: “El turismo es –sin la más mínima duda– el motor que está moviendo al mundo en todos los sentidos. La difusión del valor del movimiento turístico en el mundo ha pasado de ser una actividad económica a convertirse en el instrumento fundamental para el desarrollo ideal del planeta Tierra”. Seguimos las líneas trazadas en aquellas memorables conclusiones y recomendaciones: “Los contingentes turísticos se desplazan en mayor número al campo y a las costas. Recorren mayores distancias sobre un espacio más vasto con estancias más grandes, al mismo tiempo que buscan una mayor cantidad de loisirs* posibles. También, cada vez más, buscan una mayor calidad en la salvaguarda –en los países visitados– del paisaje, la fauna, la flora sus rincones salvajes, las instalaciones de acogida, etc. etc. San José de Costa Rica, X Congreso Mundial de la AMFORHT (Associatión Mundiale pour la Formation Hoteliere et Turistique). Aquí, junto al fallecido ex presidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, promotor de la Universidad para La Paz, situada en su país, un punto de atracción para el turismo senior de EE.UU. A estas necesidades hay que aplicar la adecuación de los terrenos en su urbanización e industrialización, para asegurar el avituallamiento de los productos necesarios para el confort que supone la calidad de la vida moderna. “El crecimiento de los loisirs no tiene solamente efectos inmediatos y evidentes, tales como la superpoblación, también afecta bajo las más diversas formas y, a menudo, casi todos los intereses económicos, ecológicos, estéticos, sociológicos y hasta políticos” [*loisirs: término francés que significa actividades del ocio, los elementos complementarios que producen el bienestar y la estancia placentera del turista: parques temáticos, atracciones culturales, instalaciones deportivas, espectáculos, etc.] Mercados turísticos “Los mercados turísticos son creación puramente humana, de manera que su estructura, desarrollo y resultados dependen de la investigación, planificación y manejo impecable de todos los instrumentos que sirven para confeccionar el producto, su presentación y su puesta en escena”. Intencionadamente –instar, presionar, insistir–, hemos reproducido este párrafo anterior para seguir con la aplicación de las conclusiones comentada en este VI análisis de lo que en 1974 se sentía y se estudiaba en nuestros centros de enseñanzas turísticas. “De manera evidente –más de cuarenta años atrás– el turismo ha sido para muchos países europeos la llave de su despegue económico, y las medidas adoptadas para aumentar su renta –tanto en volumen como en valor– han conseguido felices resultados en su desarrollo económico y social, en especial en sus zonas rurales. “El turismo ha dado lugar a la rea- nimación de esas zonas, con numerosas actividades, ofreciendo nuevos puestos de trabajo, manteniendo con vida la artesanía tradicional, hechos y costumbres, así como ha tenido fuerte repercusión en la mejora de los servicios sanitarios y sociales de colectividades, otrora demasiado pequeñas que por su estructura que no podían soportar su costo. “El incremento del turismo seguirá su línea ascendente –pese a todos los inconvenientes coyunturales que se le presenten–, especialmente en las zonas ribereñas de los países de climas cálidos, y en razón de la elevación del nivel de vida de la población mundial, el aumento del tiempo reservado a las vacaciones laborables, la extensión de las redes de comunicación –tierra, mar y aire– y la desaparición de las fronteras”. Impactantes previsiones que avalan la trayectoria de personas e instituciones, donde el estudio, el conocimiento y las experiencias vividas se unen a la percepción sociológica que, años más tarde, nos fuesen concretadas con la certera visión de unos expertos estudiosos de la actividad humana, en aquel reducto histórico ubicado en Costa Rica –el país que no tiene ejercito militarizado–, la Universidad para la Paz, UPAZ, creación de las Naciones Unidas, gracias la pertinaz insistencia y calidad humana de un hombre imitable, Rodrigo Carazo Odio –tristemente fallecido ex presidente de Costa Rica–, a quien tuvimos el honor de conocer e intercambiar comentarios y resultados de nuestros constantes exitosos trabajos. “Servir es mi vocación”, como acaba de señalarme acertadamente mi querida Elenita Villar, la magíster en Turismo, directora de la revista Turista Magazine Destinos, y presidenta de la Federación Internacional de la Prensa Turística Digital. “Servir es mi vocación”. Así es.