CARMEN MARTÍN GAITE El trauma de la guerra de 1936-1939 provocó una profunda fractura en la cultura española. Los que se quedaron pasaron por unos años de miedo, carestía, hambre y cartillas de racionamiento que parecían no tener fin. Se sumaba la censura, qumayoría silenciosa” quiénes por prudencia o por temor, prefirieron no contar nada de lo acaecido. Las primeras novelas publicadas justo después del triunfo franquista exaltaban los valores de los vencedores, o bien evitaban cualquier referencia al conflicto y sus consecuencias. LA PRIMERA GENERACIÓN DE POSGUERRA. Reaccionaron contra estas novelas algunos autores más jóvenes como Camilo José Cela, quién obtuvo el premio Nobel de literatura en 1989 y premio Cervantes en 1995. Otra novela esencial fue Nada (1945) de Carmen Laforet (1921-2004), ganadora de la primera edición del premio Nadal. Nada es también la primera novela en la que aparecen personajes que Carmen Martín Gaite bautizará más adelante como “ chicas raras”: mujeres jóvenes que desafiaban abiertamente las imposiciones religiosas, morales, familiares y políticas que el franquismo imponía, se rebelaban defendiendo su derecho a estudiar y trabajar. LA NOVELA DEL EXILIO. En América un conjunto de novelistas exiliados y pertenecientes a la misma generación escribían y publicaban su propia versión de los hechos. Dos ejemplos: Ramón J. Sender y Manuel Chaves Nogales LA GENERACIÓN DE LOS 50: EL OBJETIVISMO. La generación de novelistas que vivieron la guerra cuando aún eran niños. No fueron combatientes como sus antecesores, pero habían sufrido de cerca la brutalidad, la crueldad y los desastres de la guerra, la miseria, el miedo y la falta de libertades. todos ellos comenzaron a escribir partiendo del realismo para ahondar en los conflictos y problemas de la sociedad española de su tiempo. Casi todos pertenecían a familias burguesas que soportaban la dictadura con aceptación. Pero todos ellos desarrollaron una mirada crítica y buscaban objetividad. Ya que estaban cansados de manipulaciones, así que optaron por mostrar la realidad y dejar que el lector sacase sus propias conclusiones. El objetivismo es ir más allá en su retrato de la realidad social. Los narradores son objetivistas, porque observan a sus personajes sin juzgar y cuentan los hechos sin analizarlos. no tienen acceso a pensamientos y sentimientos, se limitan a observa. Predomina el diálogo sobre la narración (reproducen con sumo cuidado las formas de hablar e idiolectos de los personajes) y la descripción apenas tiene relevancia. Sus temas más frecuentes son el estancamiento social y atraso económico y cultural de España. La falta de horizontes personales, la rutina, la falta de libertades y las imposiciones religiosas y políticas. CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DEL OBJETIVISMO O NEORREALISMO Prescinden del narrador omnisciente del realismo del siglo XIX y se atienen a un narrador que actúa como testigo de lo que ve y escucha, o bien, ceden la voz a los personajes de la historia. Renuncian en consecuencia al análisis psicológico, que sustituyen por el estudio de los comportamientos sociales. Tienden a diluir el protagonismo y a hacer que sus personajes encarnen tipos sociales, de modo que acumulan personajes y suelen recurrir al protagonista colectivo. Prestan mucha atención a las relaciones de poder y al comportamiento en sociedad de los personajes. Cuidan atentamente los diálogos, que se convierten en una herramienta esencial de caracterización: su forma de hablar dice tanto de un personaje como sus actos. Emplean casi siempre el estilo directo. Suelen ceñir el argumento a lo sucedido en unos pocos escenarios y un tiempo breve. Autores más importantes junto Carmen: Ana María Matute, Josefina Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Marsé. LAS CHICAS RARAS. Dentro de la generación destacó Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa. Con una particularidad muy significativa: en sus obras presentan protagonistas peculiares para la época y que son tildadas de “ chicas raras ”. Son niñas, adolescentes o jóvenes con independencia de carácter, defensoras de su libertad personal, que quieren estudiar y huir del rol de amas de casa, esposas y madres. En estas novelas los personajes están marcados por la Guerra Civil y la posguerra, sobre todo niños y adolescentes en situaciones de pobreza y miseria. Otro punto que las une es su oposición al franquismo, algo que en algunos casos les trajo problemas con la censura. Varias de ellas recibieron el Nadal, que era en aquellos años el galardón literario más prestigioso, cosa que no acabó de gustar a todos. NOVELA EXPERIMENTAL/RENOVADORA DE LOS AÑOS 60. En los años 60 se produce un cambio radical de rumbo, la novela experimental quiso abrirse a lo que se escribía en el resto de Europa y en América en las décadas anteriores. Eliminación del punto de vista único, relativismo, narrador múltiple. Uso del monólogo interior más o menos organizado como método de introspección psicológica. Ruptura del tiempo cronológico, que salta por los aires: constantes saltos temporales y de escenario. Uso del collage textual y fusión de géneros literarios: Cuentos, ensayos y poemas se incrustan frecuentemente en la narración. Mezcla de lo real o realista con el absurdo y la fantasía onírica. Subjetivismo reflejado en el empleo de la sátira y la ironía y en el perspectivismo de los hechos narrados. Experimentación con los diversos registros de la lengua. TRAYECTORIA BIOGRÁFICA DE CARMEN MARTÍN GAITE. Carmen nació en Salamanca, su madre era de Orense, por ellos plasmó el amor por la cultura gallega, sobre todo en lo que se refiere a los fantástico y lo maravilloso, en novelas como Las ataduras y Retahílas. Su padre era notorio y no era partidario de la educación religiosa, por lo que ella y su hermana fueron educadas en casa hasta los 10 años. Su padre destacó por su feminismo, denunció la situación de la educación de las mujeres en España. Carmen comenzó la educación secundaria en un instituto femenino y recreó más tarde Entre visillos. Gracias a sendas becas viajó a Portugal y Cannes en 1946. durante su etapa universitaria publicó sus primeros relatos y poemas en una revista. Se graduó en Filología Románica en 1948 y decidió trasladarse a Madrid para preparar allí su doctorado. En Madrid, Ignacio Aldecoa la puso en contacto con el ambiente literario de la capital y con un grupo de escritores, conocidos como generación del 50, entre ellos estaban Rafael Sánchez Ferlosio, Alfonso Sastre, Ana María Matute, Josefina Aldecoa... Carmen no se pudo examinar del primer curso de doctorado porque había contraído el tifus y tuvo que permanecer cuarenta días en cama, estuvo a punto de morir, situación que describió en el Libro de la fiebre. En 1953 se casó con Rafael Sánchez Ferlosio. En 1957 fue Carmen quien ganó el entonces prestigiosa galardón por Entre visillos. Tres años antes de su primera novela corta El balneario. En 1954 nació su hijo Miguel que falleció a los siete meses, y en 1956 nació su hija Marta. En 1970, se separó de Rafael Sánchez Ferlosio. Marta falleció en 1985 con apenas 29 años. En 1988 recibió en Premio Príncipe de Asturias de las Letras Españolas. En los 90 escribió sus mayores éxitos literarios: Caperucita de Manhattan (1990, inspirada en su hija Marta), Nubosidad variable (1992), La reina de las nieves (1994), Lo raro es vivir (1997) e Irse de casa (1998). Además Carmen también escribió poemas, relatos y varias obras de teatro, colaboró en distintos periódicos y revistas, hizo traducciones y participó en guiones de series para RTVE. También tuvo una faceta de ensayista, sobresaltan El cuento de nunca acabar (1982) y Usos amorosos de posguerra española (1981). Murió en Madrid en julio del año 2000, lo hizo agarrada al inicio de un capítulo de un manuscrito que no llegó a terminar.e desembocó en una “