SEPTIMA SESIÓN. Utilización de la biodiversidad y política. 1 // INVESTIGACIÓN O PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD EN COLOMBIA » Gabriel Ricardo Nemogá Soto. Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia. Coordinador Grupo PLEBIO grnemogas@unal.edu.co Sólo después de la ratificación de Convenio de Diversidad Biológica a mediados de los noventa, Colombia expidió la primera Política sobre Biodiversidad. La política enunció como ejes estratégicos la conservación, el conocimiento y la utilización de la biodiversidad. Pero sin objetivos claros en esta materia, el gobierno simultáneamente introdujo una legislación que no facilita la investigación en diversidad biológica. Si la investigación sobre la diversidad biológica y genética del país ha continuado avanzando, ha sido desconociendo el marco jurídico e institucional impuesto equivocadamente por el Estado. Un estudio reciente liderado por el Grupo de investigación PLEBIO de la Universidad Nacional de Colombia (www.plebio.unal.edu.co) mostró que existe un complejo, ineficiente, desgastante y doble procedimiento para investigar sobre biodiversidad. Un investigador requiere primero la obtención de un permiso de estudio con fines de investigación científica (PEFIC), y segundo un contrato de acceso a recursos genéticos (ARG) para cualquier investigación que requiera acceder al ADN. También se identificó que hay unos institutos privilegiados que no deben tramitar tales permisos, mientras que el grueso de los investigadores tiene que invertir recursos y tiempo para obtener las autorizaciones. En la práctica, los investigadores e instituciones que solicitan los autorizaciones de las autoridades ambientales se enfrentan a demoras y una incertidumbre jurídica, mientras que investigadores deshonestos, nacionales y extranjeros, encuentran la forma de sacar especímenes y muestras de ADN fuera del país sin ninguna sanción. Adicionalmente, las instituciones e investigadores con resultados de investigación que pueden tener un potencial uso industrial o comercial no pueden solicitar ninguna forma de protección de propiedad industrial en el país, por carecer de las autorizaciones de acceso. En el país no se ha firmado el primer contrato de acceso a recursos genéticos para fines industriales o comerciales, y por lo tanto no ha habido ninguna distribución de beneficios monetarios derivados de la utilización de los recursos o de los resultados de investigación. Sólo 4% de la investigación científica en biodiversidad que se realiza en el país cuenta con autorización legal. A pesar de ajustes administrativos desde 2006, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) la obtención de un contrato de acceso excede los términos de convocatorias de financiación. En medio de esta crítica situación, en esta conferencia quiero ofrecer elementos de análisis para examinar a donde nos conducirán las políticas y la legislación sobre biodiversidad. Un aspecto clave es examinar el posible impacto de los tratados de libre comercio que el gobierno colombiano está empeñado en firmar, en los que diligentemente ha incluido la biodiversidad y el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas en las mesas de negociación. ¿Es la política y la legislación de Colombia coherente con el ejercicio de la soberanía sobre la biodiversidad y el respeto de los derechos de los pueblos Indígenas, afrocolombianos y comunidades locales? ¿Benefician a los investigadores en biodiversidad tales acuerdos? ¿Tales acuerdos favorecen el cumplimiento del objetivo previsto en el CDB sobre la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización industrial o comercial de los mismos? 2 // ESTRATEGIA DE BIOCOMERCIO EN COLOMBIA » John Bejarano Director Ejecutivo FONDO BIOCOMERCIO COLOMBIA jbejarano@fondobiocomercio.com El biocomercio en Colombia se está desarrollando en nuevos y estratégicos espacios desde el sector público como el sector privado. Este proceso es antecedido por el claro compromiso de Colombia en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, razón por la cual el biocomercio en el país se ha desarrollado en varias etapas: · 1993: Ley 99: Creación del Sistema Nacional Ambiental Colombiano · 1994: Ley 165: Aprobación del Convenio de Diversidad Biológica en Colombia · 1995: Política Nacional de Biodiversidad · 1995: Creación del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt · 1998: Línea de Investigación de Biocomercio Sostenible en el IAvH · 2006: Constitución del Fondo Biocomercio Colombia o Creación del Observatorio Nacional de Biocomercio – OBIO · 2008: Creación del Comité Técnico Nacional de Biodiversidad y Competitividad Como se aprecia anteriormente, el biocomercio ha evolucionado de tal forma que en el año 2008 la Alta Consejería para la Competitividad y las Regiones de la Presidencia de la República creó el Comité Técnico de Biodiversidad y Competitividad, el cual hace parte del Sistema Nacional de Competitividad y tiene como objeto fomentar el uso y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad colombiana como sector estratégico de la visión de competitividad del país. El tema de biodiversidad ha sido seleccionado como uno de los 14 temas1 estratégicos para la visión de competitividad del país a mediano y largo plazo: visión 20322. El Comité trabaja en cinco áreas estratégicas que en realidad son retos para el Biocomercio: 1) Seguridad jurídica, 2) Cadenas de valor, 3) Ciencia, Tecnología e Innovación, 4)Instrumentos de gestión y 5) Observatorio de monitoreo y evaluación. Este Comité ha mantenido la participación activa de su Secretaría Técnica a cargo del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT), el Ministerio de Comercio Industria y Turismo (MCIT), el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (COLCIENCIAS), el Instituto Alexander von Humboldt (IAvH) y el Fondo Biocomercio Colombia (FBC). El Comité ha optado como estrategia operativa la descentralización de su gestión, adoptando los esquemas de Comités Regionales de Biodiversidad y Competitividad los cuales son conformados por instituciones de orden departamental que asumen diferentes roles en este grupo de trabajo. Los Comités han iniciado la operación desde el año pasado y buscan desarrollar estrategias regionales para establecer el biocomercio como un sector estratégico de la competitividad de cada departamento. En la actualidad el Comité Nacional enfoca sus esfuerzos en el desarrollo de cadenas de valor de ingredientes naturales para la industria cosmética, farmacéutica y alimenticia. Para desarrollar estas cadenas de valor se viene siguiendo una estrategia basada en cuatro puntos fundamentales y relacionados entre sí de acuerdo a la siguiente gráfica: La finalidad de esta integración conceptual es desarrollar cadenas de valor del uso sostenible de la biodiversidad nativa con un alto grado de innovación, que sean a su vez representativas para la balanza comercial del país, pero con un esquema de distribución justa y equitativa dada por la generación de nuevas empresas o negocios inclusivos. La pobreza es uno de los problemas que enfrenta el país, es por ello que el Comité está interesado en desarrollar espacios empresariales que permitan la participación de los más pobres de forma rentable para la cadena de valor, de tal manera que esta inclusión permita mejorar su calidad de vida. La participación de los diferentes segmentos de la sociedad puede ser bajo el rol de proveedores, contratistas, empleados, accionistas o asesores externos. Esto no es simple filantropía empresarial o Responsabilidad Social Empresarial, se trata de buscar la prosperidad colectiva y desarrollar modelos de negocios sostenibles que prosperen ayudando a los demás, generando impacto positivo en lo social y también en lo ambiental del país.