Charla con Ian Gibson sobre Luis Buñuel

Charla con Ian Gibson acerca de Luis Buñuel
Por Benito Garrido
Ian Gibson (DublÃ−n, 1939) es un hispanista mundialmente reconocido. Entre sus libros más destacados
figuran La represión nacionalista de Granada en 1936 y La muerte de Federico GarcÃ−a Lorca, la magna
biografÃ−a Federico GarcÃ−a Lorca, La vida desaforada de Salvador DalÃ−, Ligero de equipaje. La vida
de Antonio Machado, Lorca y el mundo gay y, más recientemente, la novela La berlina de Prim, ganadora
del Premio Fernando Lara 2012. Gibson vive actualmente en el popular barrio madrileño de Lavapiés,
entre otras buenas razones por estar a dos pasos de la Filmoteca Española, custodia del archivo de Luis
Buñuel.
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Luis Buñuel. La forja de un cineasta universal 1900-1938. Ian Gibson. Editorial Aguilar, 2013.Â
960 páginas. 22,00 €
Luis Buñuel (Calanda, 1900-México, 1983) es el aragonés más célebre del mundo después de
Goya y está considerado como uno de los grandes creadores del siglo XX. Ian Gibson profundiza en las
raÃ−ces de una obra cinematográfica del calandino, transida de resonancias personales, cada vez más
valorada internacionalmente. La infancia del cineasta, la intensa relación con la madre, su larga temporada
con los jesuitas, los años universitarios en Madrid al lado de Lorca y de DalÃ−, el traslado a ParÃ−s en
1925, su entrada en el surrealismo, Un perro andaluz y el escándalo de La edad de oro, la vuelta a España
bajo la República, su trabajo con la productora Filmófono, el compromiso antifascista... A finales de 1938
Buñuel embarcó con su mujer y su hijo hacia EEUU, encargado de una misión republicana en
Hollywood. A los pocos meses los sublevados ganaron la guerra. No volverÃ−a a pisar tierra española hasta
1960, ya ciudadano mexicano, para rodar Viridiana. Pero esto es otra historia.
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P.- Lorca, DalÃ−... solo le quedaba Buñuel para completar este triángulo de tres grandes creadores
del siglo XX. ¿Era necesaria esta certera aproximación al cineasta aragonés?
Para mÃ− era inevitable. Y aunque se presentaba difÃ−cil arrancar el proyecto por falta de presupuesto,
habÃ−a que afrontarlo. Para el trabajo de DalÃ−, si que hubo mucho dinero incluso a nivel internacional no
en vano estuve siete años entregado a él. Pero para Buñuel, que no es tan famoso mundialmente, no
habÃ−a anticipos que cubriesen posibles ventas. Mientras llegaba el dinero, me puse a escribir entretanto la
biografÃ−a de Machado. Finalmente fue posible poner en marcha el proyecto de biografÃ−a de Buñuel,
pero solo hasta la mitad de su vida porque tampoco llegó toda la financiación que inicialmente se habÃ−a
previsto..
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P.- ¿Por qué solo los primeros 38 años del autor? ¿Una buena biografÃ−a necesita del detalle
exhaustivo para ser eficaz?
Como te decÃ−a, ha sido básicamente problema de financiación. Este es un trabajo para el que hay que
tener vocación y oficio, y eso no necesariamente confluye en las cátedras o las aulas. Para hacer una
biografÃ−a en condiciones se exige una dedicación que hay que pagar. Un escritor que trabaja por libre
necesita de un anticipo económico importante del editor, porque afronta una obra que requiere de muchos
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años. Una buena biografÃ−a necesita del detalle exhaustivo, de la dedicación minuciosa, aparato crÃ−tico,
notas, bibliografÃ−a, buen Ã−ndice... Piensa que este es un libro que no solo se puede leer sentado en un
sofá, sino que también sirve como herramienta de trabajo. En un paÃ−s como este, que no tiene
tradición biográfica, ni lectores suficientes, una obra asÃ− se plantea como un reto bastante difÃ−cil. En
Inglaterra y Francia hay muchÃ−simos lectores de biografÃ−a, y aunque en España la cosa va
evolucionando, va despacio, poco a poco.
Alguien dijo (me hubiera gustado haber sido yo) que un biógrafo es un novelista bajo juramento: no puedes
inventar nada pero debes escribir como un novelista, narrar como si se tratase de una novela pero sin mentir,
ni tergiversar. En ese afán de sinceridad, decidÃ− entonces hablar con Aguilar para sacar este tomo de la
biografÃ−a de Buñuel que llega hasta sus primeros 38 años de vida. Todo lo que vendrá después ya se
adelanta en sus inicios: El perro andaluz, La edad de oro, Las Hurdes... Sus obsesiones ya se van
vislumbrando.
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P.- Buñuel, fue un hombre que en cuanto a su vida personal se caracterizó por el silencio y la
evasión. ¿Ha resultado difÃ−cil escribir este libro?     ¿Cuáles han sido las fuentes
manejadas más importantes?
Empecé por su propio libro de memorias: textos dictados en francés a Jean Claude Carrière que en
cierto modo es poco fiable, puesto que no es un libro escrito por él; se trata de una serie de conversaciones
entre los dos, pero sin grabadora, por tanto, todo está sujeto a la memoria de su amigo. Pero Mi último
suspiro además no tiene una traducción muy buena, y tampoco cuenta con Ã−ndice onomástico. De ahÃ−
que el trabajo tuviese que hacerlo sobre la edición original francesa.
Otro libro aún más clave ha sido del de Max Aub, porque este sÃ− recoge conversaciones grabadas.
Buñuel temÃ−a la grabadora y de las cosas contaba la mitad. Ambos hablaban de igual a igual, como
amigos, sin el temor mediático del periodista. Hablan sin tapujos de la vida personal como de cualquier otro
tema. Es el documento más importante sobre el director español.
Y otro libro fundamental en mi trabajo ha sido el de Pérez Turrent y José de la Colina que también
recoge entrevistas grabadas, con información importante.
Este libro que presento no es fácil de hacer. Supone siete años de trabajo verdaderamente exhaustivo y con
mucho tiempo previo de preparación.
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P.- De educación profundamente religiosa, Buñuel vivió aquellos dogmas como una carga ligada al
pecado y la obsesión que transmitió a sus pelÃ−culas. ¿Hasta el final? ¿Nunca se libró de ese
angustiosos peso?
Yo creo que nunca se libró del todo, como yo tampoco me voy a librar. à l, como yo, recibió una
formación cristiana desde el feto. Su madre era muy católica y venÃ−a de una familia carlista, y sus
primeros maestros eran del Sagrado Corazón: rezos, catecismo, misa diaria... Luego de siete años con los
jesuitas la rebeldÃ−a ya se le hizo inevitable, pero todo aquello queda por dentro pues en el fondo eres
producto de ello. Además no solo quedó marcado por aquellas creencias sino también por la formación
recibida. Buñuel llegó a ser latinista, profundamente ordenado, minucioso en todos sus trabajos. Hombre
muy divertido, llega un dÃ−a que dice, soy ateo gracias a dios... aunque hable y trate con curas o creyentes
hasta sus últimos dÃ−as.
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P.- La obsesión del cineasta también llegaba a la sexualidad. ¿Miedo, temor, represión... qué le
asustaba a Buñuel en relación a este tema?
El deseo sexual domina toda la filmografÃ−a del director español, desde à l hasta Viridiana y Ese oscuro
objeto del deseo. Era un hombre profundamente fetichista y obsesionado con el erotismo, la sexualidad y la
muerte. Algo que puede apreciarse en todas sus pelÃ−culas, desde la primera a la última. Además yo creo
que la lectura que hizo de las obras de Freud también pudo influir mucho en su actitud.
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P.- Muy especial es la relación que el artista mantuvo con su madre. ¿También obsesiva?
Totalmente envolvente. Sin entrar en psicoanálisis, existÃ−a una relación edÃ−pica. Cuando nace Luis su
madre tiene 18 años y su padre 45. Cuando su padre desde Cuba, vuelve rico a Calanda, busca la mujer
más guapa del pueblo y allÃ− estaba MarÃ−a Portolés que debe recibir un permiso especial por su
juventud para poder casarse con el indiano. Desde el nacimiento, la relación de Luis con su madre es
verdaderamente especial. Ella es muy absorbente y él queda marcado por aquella relación. Dignos de
recordar por ejemplo, son sus menciones, tanto dentro como fuera de sus pelÃ−culas, al corsé de su madre.
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P.- La residencia de estudiantes y su estrecha relación con DalÃ−, Lorca o Bello le van abriendo el
camino de la cultura. ¿Si se le hubiese dado mejor la escritura hubiese seguido quizá ese camino?
à l siempre reconoció que le hubiese gustado ser escritor, aunque le costaba mucho escribir, le resultaba
difÃ−cil. Pero tenÃ−a talento, y eso es algo que se puede ver en los textos que escribió con los ultraÃ−stas.
Era un magma muy influido por Gómez de la Serna que Luis vivió de pleno. El problema era que no se
sentÃ−a seguro escribiendo, y además tenÃ−a cerca a Lorca, que ya era un autor muy reconocido...
existÃ−a cierta timidez por su parte a no estar al nivel.
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P.- ParÃ−s y el surrealismo van de la mano en la vida de Buñuel. ¿Epstein y la técnica
cinematográfica le abrieron el camino de reafirmación personal que realmente buscaba?
El cine le dio el espaldarazo y empujón que no le habÃ−a dado la escritura. AhÃ− encontró su verdadera
vocación. Viendo la pelÃ−cula de Lang, Las tres luces, quedó definitivamente impactado, aunque ya
habÃ−a visto mucho cine tanto en Madrid como en Zaragoza. Fue entonces cuando se decidió a estudiar y
trabajar con Epstein. Siempre fue alguien con mucho talento, con una formación sólida y amplia, de ahÃ−
que cuando se volcase en el cine, todo lo que habÃ−a aprendido y observado antes le sirviese en su
evolución. Siempre se sintió privilegiado por una posición social burguesa que le permitió una buena
educación.
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P.- ¿Su entrega al surrealismo es su mejor manera de luchar contra los putrefactos o era el lenguaje
que mejor liberaba sus pasiones?
Cuando a principio de los años veinte se publica el primer manifiesto surrealista, ya empieza a hablarse en
Madrid del mismo. El hecho de que la Residencia estuviese en contacto con ParÃ−s, permitió que los
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estudiantes comenzaron a debatir sobre ese manifiesto de primera mano. Cuando llega a la capital francesa
Buñuel está totalmente preparado para entrar en la onda surrealista, algo que le va a permitir bucear en el
subconsciente. Como bien dices, el potencial surrealista se le presenta como una manera no solo de luchar
contra los putrefactos, sino de dar rienda suelta a sus pasiones.
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P.- ¿Por qué fue tan mal esposo? ¿Por qué ese desapego por la familia?
à l se casa porque ella se queda embarazada y se siente en la obligación de hacerlo. Es un tema que en el
libro trato con mucho respeto y mesura pues no es cuestión de ofender a sus descendientes. Pero lo que él
menos necesitaba en aquellos momentos era una familia. Buñuel dependÃ−a no solo emocionalmente de su
madre, sino también económicamente, de hecho, ella financia Un perro andaluz. No puede romper ni
arriesgar ese vÃ−nculo con hijos ilegÃ−timos, su madre no lo hubiera aceptado. De modo que se casa, aunque
fuese por lo civil.
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P.- ¿Por qué ser comunista y ser surrealista no casaba en una sociedad tan revolucionaria como
aquella?
En principio no debÃ−a haberse dado ningún conflicto entre ser surrealista y ser comunista, pero en aquellos
años el PCE estaba en una posición muy puritana sobre el tema y decidió que aquello no era compatible.
Entonces Buñuel decide que viendo la situación del mundo, y aunque no olvide nunca los principios
comunistas, debe abandonar la militancia para centrarse en el surrealismo. Considera que desde ahÃ− puede
afrontar mejor la revolución que cree tan necesaria.
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