Aposento Alto - Traición y Gloria Juan 13:21-38 " Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces. " Este es un pasaje en muchos sentidos extraordinario. Comienza con el anuncio de la traición de Judas, termina con el anuncio de la negación de Pedro y en medio de estos dos episodios tan oscuros, tan desalentadores, Jesús habla de Su propia glorificación y ordena a sus discípulos a que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado. Este es un detalle sumamente importante para entender este pasaje en su justa dimensión; la estructura del texto: Una traición, una negación y en medio la glorificación de Jesús y el deber de amarnos como Él nos amó. Este pasaje se debe considerar como un todo para no poder el sentido del pasaje. Unas de las escusas más comunes que usan las personas que terminan aislándose de los demás y encerrándose en su propio mundo es que han sufrido algún tipo de decepción. Hay personas que con razón o sin ella, se sienten traicionados, se sienten rechazados y por eso levantan una muralla de protección a su alrededor que mantienen a todos los demás a una distancia prudente. Pero una de las lecciones que aprendemos de este pasaje, es que la traición, no es una escusa para vivir encerrados en nuestro propio mundo y dejar de amar a los demás. Judas traicionó al Señor, Pedro lo negó, y más adelante, cuando Jesús fue arrestado, todos los discípulos le dejaron y huyeron (Mt 26:56). No fue que simplemente salieron corriendo; lo que Mateo nos dice allí es que en momento cuando las cosas se pusieron más difíciles, todos ellos dejaron al Señor: manifestaron una total desconfianza en el poder de Jesús para protegerlos y lo dejaron solo cuando más necesitaba la compañía de sus amigos. Sin embargo eso no alteró en lo más mínimo Su amor por ellos; el Señor sabía de antemano que todo eso iba a suceder y aún así los amó hasta el extremo (Jn 13:1). Ahora nos ordena, en los v. 34-35, que nos amemos unos a otros con esa misma clase de amor. Ese es el cuadro general que nosotros encontramos en el capítulo 13:21-38. El anuncio de la traición de Judas. Juan 13:21 " Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. " Luego de lavado de los pies de la anterior lección, el Señor exhorta a los discípulos a seguir su ejemplo de humildad, su ejemplo de servicio sacrificial y les hace ver que la felicidad de ellos depende de que ellos asuman esa actitud: Juan 13:15-17 " Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. " La verdadera bienaventuranza, dicha, felicidad del creyente solo puede obtenerse en el contexto de la humillación y del servicio. Es precisamente aquí donde entra en escena el personaje de Judas porque esta bienaventuranza obviamente no era para él. Juan 13:18-19 " No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; más para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy. " El Señor quería que los discípulos entendieran que la traición de Judas no lo tomaría por sorpresa. Él sabía que Judas lo iba a traicionar, pero aún así, lo escogió para formar parte del grupo apostólico. ¿Para qué? Para que la escritura se cumpliera (v. 18), porque así estaba escrito. ¿Fue Judas una víctima del decreto de Dios? Por supuesto que no; Judas no fue forzado en contra de su voluntad a traicionar a Jesús. Él lo vendió a 30 piezas de plata porque eso era lo que él quería hacer. Judas era un codicioso, era un amante del dinero. Cuando Judas se dio cuenta que Jesús estaba determinado a morir en una cruz todos sus sueños de grandeza se desplomaron de repente; Jesús no era el tipo de Mesías que él había idealizado en su imaginación. Judas ya se imaginaba reinando con Jesús en Jerusalén y siendo primer ministro. Sin embargo, al hacer lo que hizo, estaba cumpliendo el plan de Dios sin saberlo. Judas es un caso típico de esa tensión que encontramos en todas las escrituras entre: la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Judas fue totalmente responsable de su actuación, pero lo que hizo estaba contemplado en el decreto de Dios. Por eso Jesús dice: Lucas 22:22 " A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado (que Jesús va a ser vendido, va a ser acusado, va a ir a una cruz, va a morir; esta es la soberanía de Dios) ; pero ¡Ay de aquel hombre por quien es entregado! (Esta es la responsabilidad humana)" Cuando Judas conoció a Jesús pensó que iba a implantar un reino terrenal en Israel, que sus discípulos más cercanos ocuparían los puestos de más preeminencia y Jesús lo sabía. Sabía que tan pronto Judas percibiera que las cosas iban por otro rumbo, trataría de sacarle partido a su cercanía con Él para consumar su traición y por eso lo escogió; para que Judas siguiera la inclinación perversa de su corazón y de ese modo Cristo llegará a la cruz. Por supuesto no fue Dios el que movió a Judas a vender a Jesús; Dios no puede ser tentado por el mal, ni puede tentar a nadie (Santiago 1:13). Judas actuó por su propia voluntad, pero al hacerlo estaba llevando a cumplimiento el plan redentor de Dios. Sin embargo, cuando llego el momento de la traición, aunque Jesús sabía de antemano que eso era lo que iba a suceder, aún así se conmovió en Su Espíritu. Literalmente: eso produjo una profunda agitación en su alma. Judas había estado cerca de Señor por más de 3 años, había escuchado cada una de sus enseñanzas, había visto cada uno de sus milagros; pensemos en esto: Judas estaba allí cuando Jesús dijo la parábola del mayordomo infiel y escuchó cuando él le dijo a las multitudes: Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (Lc 16:13). Judas estaba allí cuando Jesús dijo en Mt 26:24: A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, más ¡Ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Judas tuvo oportunidades de sobra para clamarle al Señor que tenga misericordia de él, para que perdoné su iniquidad y decirle: Soy un codicioso. ¡Ten misericordia de mi! Líbrame del amor de dinero. Pero no lo hizo porque el pecado es una esclavitud que enloquece al hombre. Esa fue probablemente una de las cosas que llenó de tristeza el corazón de Jesús ese momento. Un comentarista dijo: "Aunque nuestro Dios sabe todo y tiene el control soberano de todo acontecimiento, no es un manipulador ausente y mecánico. Nuestro Dios no es un manipulador que está moviendo los hilos en la historia como si nosotros fuéramos títeres en sus manos. Judas no fue un títere en la mano de Dios, el fue totalmente responsable por lo que hizo y para Jesús fue profundamente doloroso percibir la dureza de su corazón". Imagínense el impacto de esa noticia en el grupo apostólico: Uno de ustedes me va a entregar. Juan dice en el v. 22: unos a otros comenzaron a mirarse entre sí, dudando de quien hablaba . En los otros evangelios se dice: uno por uno comenzaron a preguntarle a Jesús: ¿Acaso soy yo Señor? De repente comenzaron a dudar de su propia integridad, pero Cristo no le dio respuestas, ese no era el momento oportuno para revelar la identidad del traidor. Por supuesto estaba Pedro allí y no podía quedarse tranquilo. Así que aprovecha que Juan está sentado alado de Jesús y, conociendo la intimidad que había entre ellos, le hace señas para que le pregunte "¿Quién era el traidor?". El Señor le responde: Juan 13:26 " Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. " Es muy probable que esto fuera un gesto de honra y amistad en esa cultura y que Jesús le estuviera dando una última oportunidad. Jesús le hizo a Judas un gesto de honra y amistad, pero Judas ya estaba determinado a consumar la traición. Con una increíble arrogancia y probablemente con una actitud desafiante, Judas aceptó el bocado sabiendo que unas horas más tarde iba a consumar la traición a Jesús. Un comentarista dijo: "Judas aceptó el bocado, pero no el amor y la bondad que representaba. Aceptó el pedazo de pan, pero rechazó el amor y la bondad de Jesús". Judas acababa de cruzar la línea de no retorno. Juan 13:27-30 " Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. " Cuando Judas aceptó el bocado de la mano de Jesús, se estaba entregando voluntariamente al poder del maligno y a partir de ese momento Satanás dominó por completo su corazón. Él escogió su propio destino, no Jesús. Por eso Jesús le dice en el v.27: lo que vas a hacer, hazlo pronto . Tan pronto Judas sale del aposento alto, el tono de la conversación cambia radicalmente. Un comentarista señala: "Aunque Judas y sus cómplices estaban a punto de perpetrar el acto más detestable de la historia humana, dentro de los propósitos de Dios, este mismo acto, sería el instrumento de Su gloria más esplendida". Glorificación de Jesús y el mandamiento nuevo. Juan 13:31-32 " Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús (solo con los once, sin Judas) : Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará. " En palabras más sencillas: lo que esto significa es que la glorificación de Dios el Hijo (Cristo) implica la glorificación de Dios el Padre (Jehová); cuando el Hijo es glorificado, el Padre es glorificado, y el Hijo sería glorificado muriendo en la cruz para salvar a pecadores. En ningún otro momento de la historia redentora, habían brillado con tanto esplendor: la sabiduría, el amor y la justicia de Dios. Lo que en un sentido real era una terrible tragedia (la traición de Judas), en el plan soberano de Dios sería el instrumento para que se manifieste una bondad, una compasión, un amor, una misericordia que sobrepasan todos los límites de la comprensión humana. La segunda persona de la trinidad, Dios el Hijo, hecho hombre, estaba a punto de convertirse en el objeto de la ira de Dios, recibiendo en sí mismo el castigo que cada uno de nosotros merecemos, por cada uno de nuestros pecados para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna (Jn 3:16). En la cruz del calvario Dios nos muestra Su amor hasta el extremo, pero lo hace tal manera que Su justicia queda intacta, Su justicia queda plenamente satisfecha, porque Cristo pagó nuestra deuda en la cruz del calvario. Esto nos enseña que nadie puede frustrar los planes de Dios. Satanás se adueño del corazón de Judas para que lleve a cabo el acto más despreciable que un ser humano haya hecho jamás y, de ese modo, preparó el escenario para que Dios hiciera un despliegue de bondad que no tiene límites, ni comparación. Esa cruz que parecía una derrota vergonzosa para Jesús no era otra cosa que un instrumento para su propia glorificación. Por supuesto, eso quiere decir, que el tipo de relación que los discípulos habían tenido con Jesús hasta ese momento, estaba a punto de llegar a su final. Juan 13:33 " Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. " Después de Su muerte y resurrección, Jesús regresa de vuelta al Padre, y es en ese contexto que Jesús le da el mandamiento del amor. Juan 13:34-35 " Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. " No debemos perder la conexión aquí del contexto: Jesús les está diciendo que se va a ir, que su relación iba a cambiar y, precisamente por eso, les da un mandamiento nuevo (Juan 13:34-35). Durante Su ministerio terrenal, los discípulos de Jesús, seguían literalmente a Jesús. Él estaba allí, en medio de ellos, físicamente y la gente podía reconocerlos. Ahora que Jesús se va físicamente ¿Cuál sería la marca distintiva que revelaría quienes eran suyos y quienes no? Jesús dice: el amor entre ustedes. Notemos que no se trata de una "sugerencia", sino de mandamiento. Nuestro Rey y Salvador nos ha dado un mandato, una orden: que nos amemos unos a otros y, al mismo tiempo, nos dejo el estándar que nosotros debemos tratar de alcanzar en ese deber: como yo les he amado. Ese es el aspecto nuevo del mandamiento: que Jesús llevó el concepto de lo que significa amar a otra persona, a un nivel totalmente desconocido hasta ese momento y lo estableció como la marca distintiva que habría de identificar quienes eran suyos y quienes no. Juan 13:35 " En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. " Este es un amor que habla de servicio sacrificial, que nos habla de salir de nuestra zona de seguridad, de nuestra zona de confort para hacerles bien a otros. Es un amor que nos habla de perdonar, de buscar al ofensor para eliminar cualquier barrera que no nos este permitiendo mostrarles nuestra bondad, nuestra compasión de una forma práctica. Este amor nos habla de dar todo sin esperar ninguna recompensa. Este amor nos habla de humillación, de no pagar mal por mal. Es amar como Cristo nos amó. Pablo nos dice: Efesios 4:31-32 " Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. " Si tú tienes alguna amargura en tu corazón contra algún hermano, tú no estás cumpliendo este mandamiento, no estás amando como Cristo amó, no te excuses a ti mismo. Efesios 5:1-2 " Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros …" Andad en amor ¿Cómo? Entregándote a amar a un grupo de pecadores perdonados que no siempre serán fáciles de amar. No olvidemos que este mandamiento se encuentra en el contexto de la traición de Judas y la negación de Pedro. Recuerda eso cada vez que te sientas tentado a excusar tu falta de amor por la falta de amor por los demás. No tenemos escusas: ¡Debemos amar como Cristo nos amó! Esa es la marca distintiva de nuestro cristianismo. Eso es difícil. ¡No hermano! ¿Quién te dijo que es difícil? ¡Eso es imposible! Es imposible de hacer con nuestras propias fuerzas; eso requiere que traigamos constantemente a nuestra memoria el amor con el cual Cristo nos ah amado y que le supliquemos todos los días que nos dé de su gracia para poder nadar en contra de la corriente de nuestro orgullo y de nuestro egoísmo. Los creyentes nos sentimos frustrados cuando leemos esto o leemos un pasaje como el de Juan y nos sentimos mal porque vemos lo lejos que estamos de llenar la medida del amor de Cristo. Ese sentido de frustración nosotros lo podemos transformar en una bendición. Si tú eres creyente y te sientes mal, tú puedes transformar esa frustración en una bendición ¿Cómo? Compararnos con el estándar de amor de Jesús nos ayuda a ver cuán grande es nuestro orgullo, cuan grande es nuestro egoísmo, cuan terrible es nuestra pecaminosidad; pero eso a su vez nos permite apreciar más profundamente la grandeza del amor de Jesús nos ama y la paciencia con la que nos trata cada día. De ese modo el apreciar el amor de Jesús y la paciencia a pesar de nuestra falta de amor, de nuestro orgullo, de nuestro egoísmo, de lo mezquinos que somos; todo eso nos impulsa, nos sirve de motivación para seguir avanzando hacia la meta de amar como Él nos ama a pesar de nuestras imperfecciones y que nosotros sabemos de antemano que nunca podremos llenar esa medida hasta el tope de este lado de la humanidad. Lo que no debemos de hacer de ninguna manera es dejar de intentarlo de hacer porque nos sentimos frustrados o porque somos defectuosos, porque eso acentuará nuestros defectos y nos empujará a encerrarnos más en nuestro propio mundo. Así que recuerda el evangelio y en dependencia del Espíritu de Dios esfuérzate por amar como Cristo nos ama, no solo para que puedas disfrutar de la bienaventuranza del capítulo 3, versículo 17; sino para poder dar ante los ojos del mundo un testimonio creíble de la veracidad del evangelio. Juan 13:35 " En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. " Esto solo es posible si salimos de nuestra zona de comodidad, de seguridad, para amar como Cristo nos amo. John MacArthur dijo: "La iglesia puede ser ortodoxa en su doctrina y vigorosa en su proclamación por la verdad; pero eso no persuadirá a los incrédulos a menos que los creyentes se amen uno a otros. Jesús entregó al mundo el derecho a juzgar si alguien es cristiano o no basándose en el amor sincero de esa persona hacia otros cristianos." Un comentarista dijo: "Si la gente se nos acerca y juzga que no somos cristianos porque no mostramos amor hacia los otros cristianos debemos entender que ellos solo están usando la prerrogativa que Jesús le dio." Esa es la prueba inequívoca de la autenticidad de nuestra fe. 1 Juan 3:14 " Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. " Ese versículo suena aterrador y ciertamente lo que dice es sobrio. Sin embargo, en este texto hay una verdad que resulta alentadora. Juan nos está enseñando que la transformación que Cristo produce en los que son suyos (la nueva vida que nos da por medio del evangelio) es tan radical que puede convertir a personas egoístas y orgullosas en personas que son capaces de amar. Porque es la vida de Jesús en nosotros. David Plat dice en su libro "Sígueme": "Cuando usted viene a Jesús no sólo lo limpia de pecado, sino que también lo llena de Su espíritu. Cristiano, debemos percibir la magnitud de esto. Cuando venimos a Jesús, el pone la fuente de su vida en el centro de la nuestra. Este es el asombroso mensaje del cristianismo: Cristo murió por nosotros, para poder vivir en nosotros. No se trata de que Jesús simplemente mejora nuestra vieja naturaleza, sino que nos da una naturaleza totalmente nueva, totalmente unida a la de Él." Él nos amó al punto del sacrificio de Su vida. 1 Pedro 1:22-23 " Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido " Osea: Cristo purificó nuestras almas por medio de la verdad ¿Para qué? Para el amor fraternal no fingido. Por lo tanto: " … amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. " Fuimos transformados para poder amar. Cristo nos dio una nueva vida para poder amar. Hemos pasado de muerte a vida por el poder del evangelio. No se trata de un simple limpiamiento externo, es una resurrección espiritual. Ahora debemos mostrar la realidad de esa obra tan extraordinaria en nosotros amándonos unos a otros como Cristo nos amó. La negación de Pedro Juan 13:36 " Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. " Jesús anuncia en el (v. 33) que está a punto de irse a un lugar a donde los discípulos no lo pueden seguir inmediatamente. Luego les da el mandamiento de amarse unos a otro como Jesús nos ha amado, pero parece que esa parte Pedro no lo oyó. Pedro se quedo conectado en el v. 33. La pregunta de Pedro no tuvo nada que ver con el asunto amor; la pregunta de Pedro tuvo que ver con la partida de Señor. Indudablemente nosotros vemos la devoción de Pedro por Jesús. Pedro no quería apartarse de Jesús. Juan 13:37 " Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. " Esta palabra de Pedro revela también que muchas veces estamos tan aturdidos en nuestra propia problemática que fácilmente podemos pasar por alto lo que Dios nos dice en su palabra. El mandamiento nuevo en los v. 34-35 era extremadamente importante para Jesús, pero en ese momento no fue para Pedro porque tenía otras preocupaciones en mente, otras cosas en que pensar. Debemos suplicarle al Dios que nos ayude a sobreponernos a cualquier experiencia del pasado o cualquier circunstancia del presente, que nos esté impidiendo mostrarle a un mundo fracturado, egocéntrico, orgulloso, la realidad del poder del cristianismo. El amor de Pedro por Cristo era real, pero esa noche actuó como un hombre insensato. No puso atención, estaba demasiado ocupado en su propia agenda: "¿Cómo que no te puedo seguir ahora? ¿Acaso no sabes que estoy dispuesto a permanecer alado tuyo? Aunque eso implique dar mi vida por ti." La respuesta de Jesús tiene un acento de ironía pero también de ternura. Juan 13:38 " Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? " Pedro no sabía que las cosas iban a suceder de un modo muy diferente. Era Jesús quien pondría su vida por Pedro aunque esa misma noche le negaría tres veces. En el relato del evangelio de Lucas encontramos el detalle en que Jesús le dice a Él que había orado por él para que su caída no fuera definitiva. A pesar de que todos nosotros hemos negado el Jesús, cada vez que sentimos vergüenza en compartir el evangelio, es una traición a Cristo. Jesús está orando al Padre por nosotros para que nos guarde. Si todavía estamos de pie corriendo la carrera, a pesar de nuestras muchas debilidades, es porque el amor de Cristo es invencible. Es una clase de amor que no depende de la reacción del otro. Pedro negó a Jesús, sin embargo, Jesús lo siguió amando, a tal punto que después de la resurrección se le aparece y en vez de reprocharlo lo restaura y le encomienda a ser uno de los líderes más prominente de la iglesia en sus primeros años y esa es la clase de amor con la que Jesús quiere y demanda que nos amemos unos a otros. Es un amor que perdona, que restaura, que se humilla, que sirve hasta el sacrificio de nuestra propia vida si fuera necesario. Que Dios bendiga Su palabra de tal manera que tengamos la determinación para ser personas con el amor de Cristo para hacer más evidente, más atractivo, para un mundo que no conoce ni en sombras esa clase de amor. Filipenses 4:9-10 " Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más. "