Los gobiernos democráticos (16.2)

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16.2. Los gobiernos democráticos: legislaturas del PSOE y PP. Los desafíos del golpismo y del
terrorismo. Cambios políticos y económicos. Cultura y mentalidades.
1. LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS: LEGISLATURAS DEL PSOE Y PP
Los gobiernos del PSOE (1982-1996).
a) La primera legislatura socialista (1982-1986).
Las elecciones del 28 de octubre de 1982 dieron el triunfo al P.S.O.E. y a su líder Felipe González
Márquez, con mayoría absoluta en las Cortes Generales (202 de 350 diputados). Esta mayoría
absoluta, repetida en las elecciones de 1986 y de 1989, permitió al P.S.O.E. gobernar en solitario a lo
largo de una década (1982-1992).
 Medidas económicas: El primer problema que tuvo que tratar el nuevo gobierno, y que no había
sido abordado durante toda la transición, era el de la grave situación económica que necesitaba
medidas urgentes. En 1979 se inició una nueva crisis del petróleo que conllevó un encarecimiento de
los productos. Para solucionar la crisis económica se llevó a cabo un Plan de Estabilización:
devaluación de la peseta, subida de los tipos de interés, aumento de los impuestos… La medida más
espectacular fue el proceso de reconversión industrial que llevó al cierre de muchas empresas
siderometalúrgicas que no eran rentables. A partir de 1985 la economía empezó a recuperarse.
 Reformas políticas y sociales: Podemos calificar estos años como los años de las reformas.
- se reformaron las Fuerzas Armadas para evitar nuevos golpes de Estado
- se reformaron los cuerpos de seguridad del Estado para que fueran eficaces en la lucha contra ETA
que se mantenía implacable con atentados diarios.
- se aprobó la LODE, la nueva ley educativa que creaba los consejos escolares en los centros, se
reformó también el funcionamiento de las universidades.
- se reformó la justicia. La reforma más polémica de esta etapa fue la ley de despenalización del
aborto.
-se estableció un sistema nacional de salud gratuito y de carácter universal.
- se cerró el mapa autonómico: se aprobaron los últimos estatutos de autonomía, excepto los de
Ceuta y Melilla.
 Política exterior: En cuanto a la política exterior el éxito más notable de esta etapa fue la
incorporación de España a la CEE en 1985. Sin embargo, el PSOE dio un gran viraje político en el
asunto de la permanencia o no en la OTAN, uno de los ejes de su campaña electoral; Felipe González
pasó del NO a la OTAN a apoyar la permanencia en ese organismo. España se mantuvo en la estructura
política de la OTAN tras el referendum de 1986.
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b) La segunda legislatura socialista (1986-1989).
El Partido Socialista repitió mayoría absoluta en las elecciones de 1986
El hecho más trascendente del periodo es el espectacular crecimiento económico motivado por las
medidas llevadas a cabo en la anterior legislatura y la etapa de prosperidad a nivel internacional. El
aumento de la recaudación y la llegada de fondos europeos permitieron llevar a cabo una política de
inversiones públicas sin precedentes: construcción de autovías, modernización de vías férreas,
mejora de los servicios sanitarios y educativos… Sin embargo, la otra cara de la moneda fue el
aumento de las desigualdades sociales y el crecimiento del paro. Estos hechos fueron denunciados
por los sindicatos que el día 14 de diciembre de 1988 convocaron una huelga general que fue seguida
por cerca del 90% de la población.
c) La tercera legislatura socialista (1989-1993).
Esta legislatura estuvo marcada por los acontecimientos de 1992: la Exposición Universal de Sevilla
y los Juegos Olímpicos de Barcelona. En ambos acontecimientos se realizaron enormes inversiones
económicas para mostrar al exterior la modernización de España (por ejemplo la construcción del
AVE Madrid-Sevilla).
Pero a partir de 1993 se inició una crisis económica a nivel internacional que afectó profundamente a
España por las enormes inversiones realizadas en 1992. En pocos meses se hundió el consumo, se
disparó la inflación, quebraron muchas empresas y creció el paro.
En política internacional España participó en la guerra del Golfo en 1991
d) La cuarta legislatura socialista (1993-1996).
Las nuevas elecciones dieron nuevamente el mayor número de votos al PSOE, pero esta vez los
socialistas no tenían la mayoría absoluta y tuvieron que pactar con Convergencia i Unió (CIU)
En esta legislatura se firmó el Pacto de Toledo que garantizaba y estabilizaba el sistema público de
pensiones. Pero si algo designa esta etapa son los numerosos casos de corrupción que aparecieron:
financieros (donde se vieron implicados los máximos responsables del Banco de España), en la
Guardia Civil (Luis Roldán, director general, acusado de una estafa millonaria al cobrar comisiones
ilegales) y la guerra sucia contra ETA (caso GAL, un grupo armado contra ETA integrado por un
grupo de policías y en el que se vio envuelto el ministro del Interior). Debido a todos estos
escándalos la oposición y parte de la prensa pidieron incesantemente la dimisión del presidente de
gobierno. En 1995 CIU, aliado indispensable para el Gobierno, retiró su apoyo al PSOE y Felipe
González convocó elecciones anticipadas para mayo de 1996.
Los gobiernos del Partido Popular (1996-2004).
En las elecciones de mayo de 1996 el PP ganó las elecciones por mayoría simple, por lo que José
María Aznar, presidente del gobierno necesitó el apoyo parlamentario de los catalanistas de CiU y
de los regionalistas canarios.
El gobierno del PP aplicó un amplio programa de política económica liberal: reducción del gasto
público, reducción de impuestos y privatización de grandes empresas públicas (entre otras, la
petrolera Repsol y la compañía de telecomunicaciones Telefónica). El resultado fue el crecimiento
de la economía, la creación de empleo, la disminución del déficit público y el aumento de la renta
per cápita. Esta política liberal se llevó a cabo por la necesidad de cumplir con los criterios de
convergencia económica europea marcados por el tratado de Maastricht con el objetivo de avanzar
hacia la moneda única europea (el euro).
Otras medida de esta primera legislatura fueron la supresión del servicio militar obligatorio y la
profesionalización de las Fuerzas Armadas.
En el año 2000 el PP vuelve a ganar las elecciones, esta vez por mayoría absoluta, lo que le permite
gobernar en solitario hasta el año 2004. En esta legislatura destaca el apoyo a EE UU en la guerra de
Irak y la puesta en circulación del euro (enero de 2002)
En las elecciones de marzo de 2004, y tras un brutal atentado terrorista de Al Qaeda en Madrid, el
PSOE volvía a obtener la victoria con José Luis Rodríguez Zapatero.
2. LOS DESAFÍOS DEL GOLPISMO Y DEL TERRORISMO
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El golpismo: La extrema derecha, nostálgica del franquismo, intentó crear un clima de
inestabilidad que truncara la transición a la democracia (Matanza de Atocha en 1977). Cuando
esta estrategia fracasó, buscó acabar con la democracia mediante el intento de golpe de Estado del
23 de febrero de 1981, durante la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente.
La actitud del rey en defensa de la democracia y la falta de respaldo a los golpistas impidieron
que el golpe de estado tuviera éxito.
El terrorismo: Tras la desarticulación de los GRAPO, la ETA se convirtió en la protagonista de
los actos terroristas contra la democracia (solo en el año 1980 cometió 95 asesinatos). A pesar de
que desde mediados de los años ochenta disminuyó el número de atentados por la implicación del
gobierno francés y la eficacia de los servicios de seguridad españoles, las acciones de ETA se
volvieron más indiscriminadas, extendiéndose a todos los sectores sociales y políticos (atentado
de Hipercor de 1987).
La respuesta de los partidos democráticos vascos fue la firma del Pacto de Ajuria Enea en 1988.
Y en 1997, el secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, provocó la
movilización de la sociedad vasca que aisló a los terroristas y su entorno (es el conocido Espíritu
de Ermua).
A pesar de ello, los partidos nacionalistas vascos firmaron en 1998 el Pacto de Estella-Lizarra por
el que reivindicaban la autodeterminación; en respuesta, ETA declaraba una tregua. El Gobierno
del PP se mostró dispuesto al diálogo, pero éste no fructificó y ETA reanudó las acciones
terroristas una año más tarde.
En el año 2000 PP y PSOE reforzaron la unidad antiterrorista con la firma del Acuerdo por las
libertades y contra el terrorismo iniciando los procesos de ilegalización de partidos políticos y
organizaciones sociales afines a ETA.
3. CAMBIOS POLÍTICOS, SOCIALES Y ECONÓMICOS
Durante este período España ha experimentado profundos cambios sociales y económicos. Los más
significativos fueron:
- En el ámbito político el dato más importante es la instauración de la democracia. A pesar
de la presión antisistema (golpismo, terrorismo, separatismo) España consiguió afianzar las bases
democráticas; las distintas ideologías y posturas políticas se han canalizado dentro de los cauces del
sistema democrático.
- En el ámbito social destacan el descenso de la natalidad y envejecimiento progresivo de la
población, la llegada masiva de inmigrantes, la incorporación de la mujer al mundo laboral, el
predominio de la clase media, la incorporación a los nuevos usos sociales en la información, ocio y
comunicación (internet) y el desarrollo del estado del bienestar.
- En el ámbito económico el cambio más importante fue la “liberalización de la economía”
que supuso la privatización de empresas públicas y el fin aparente de algunos monopolios. También
hay que destacar la reconversión industrial de los sectores tradicionales y la terciarización de la
actividad productiva (63% de la población activa). Por último, el crecimiento de grupos
empresariales de proyección mundial: Telefónica, Inditex, Banco Santander,…
5. CULTURA Y MENTALIDADES.
En el campo educativo, la escolaridad obligatoria pasó de los 14 a los 16 años, a través de
dos leyes, la LODE y la LOGSE. Los estudios universitarios aumentaron considerablemente: si en
1977el 15% de la población cursaba estudios medios o superiores, veinte años después superaba el
50%.
Por otro lado, el acceso a la sociedad del bienestar acentuó el consumismo y la llamada
“cultura del ocio”, y, como contraste, se produjeron bolsas de miseria en las ciudades (Cuarto
Mundo) debido principalmente a la aparición de parados de larga duración e inmigrantes.
Esta época vino acompañada de un cambio de mentalidades: por un lado se desarrollo un
programa de igualdad entre los sexos, elevándose los porcentajes de población laboral femenina,
aunque no se ha logrado superar del todo la desigualdad (salarios más bajos, escasa presencia de la
mujer en altos cargos, dificultades para acceder al mundo laboral); de otro lado, la sociedad se
secularizó y el modelo de familia tradicional empezó a convivir con otros nuevos.
La democracia trajo consigo el incremento de la oferta cultural. Se incrementó la pluralidad
ideológica con la aparición de nuevos medios de comunicación escritos (El País, El Mundo,…) y
audiovisuales, con las televisiones privadas (Antena 3, Tele 5, Canal Plus,…). La libertad de
expresión favoreció nuevas formas de cultura popular relacionadas con el ocio, la comunicación y el
espectáculo; en los años ochenta, por ejemplo, destacó la famosa movida madrileña.
Merece destacar el papel realizado por los sectores intelectuales en el impulso democrático:
manifestaciones, exposiciones, obras literarias y cinematográficas. La expansión económica vino
acompañada de un fenómeno de acceso de masas a la cultura través de la construcción o
remodelación de grandes centros como el Reina Sofía, El Prado, el Guggenheim y la puesta en
marcha de exposiciones antológicas, alcanzando al resto de países del mundo.
Por todo ello, la cultura española se reconoció internacionalmente: premios Nobel de
literatura a Vicente Aleixandre y Camilo José Cela, o el Pritzker de arquitectura a Rafael Moneo.
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