LO QUE TODOS DEBEMOS CONOCER SOBRE EL CÁNCER 1- ¿Qué es el cáncer? El cáncer ha dejado de ser un sinónimo de sufrimiento y muerte. Cada vez lo conocemos mejor y estamos aprendiendo a sortearlo, a vencerlo. Un tumor es “cualquier bulto, nódulo o masa independientemente de su aspecto, tamaño o localización” y se caracteriza por “un crecimiento exagerado de sus células que no responde a las necesidades del órgano (pulmón, mama, próstata, colon …) en el que asienta”. Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos tienen un aspecto similar al del tejido en el que se originan, están bien delimitados y no invaden, solo crecen donde se originan. Un cáncer o una neoplasia es un tumor maligno que se caracteriza por su capacidad de metastatizar, es decir, de dar lugar a implantes (metástasis) alejados del órgano donde se origina. Las células del cáncer pueden viajar a través de vasos linfáticos a los ganglios dando metástasis ganglionares (adenopatías), o a través de vasos sanguíneos a órganos muy vascularizados como el hígado o los pulmones dando metástasis hepáticas o pulmonares. Esta diseminación a distancia perjudica en gran manera la posibilidad de curación del cáncer. Los cánceres más frecuentes en nuestro país son el de mama, pulmón, colorrectal y próstata. 2- ¿Qué causa cáncer y a quién afecta? 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres desarrollarán un cáncer a lo largo de su vida. Esta enfermedad no es una epidemia pero está aumentando el número de personas afectas en relación con hábitos de vida (tabaco, dieta, exposición a radiaciones, a virus y a sustancias químicas), con la herencia y con el envejecimiento de la población. La mayoría de los cánceres aumentan con la edad. El ejemplo más claro de la relación entre aparición de cáncer y edad es el cáncer de próstata en varones cuyo riesgo se triplica por encima de los 70 años. Fumar tabaco es el mayor peligro para la salud y la primera causa de muerte por cáncer, es responsable directo de 1 de cada 3 muertes por cáncer. El humo del cigarrillo contiene cientos de sustancias carcinógenas y se relaciona con el cáncer del área otorrinolaringológica, esófago, pulmón, estómago, páncreas, vejiga, riñón, hígado y cérvix. Si se juntan tabaco y alcohol su efecto no es sumatorio sino que ambos se potencian y multiplican, sobre todo en relación con el cáncer del área otorrinolaringológica y esófago. Sin embargo, el consumo de un vaso de vino con las comidas es beneficioso para la salud. Las radiaciones solares (“tomar el sol”) producen envejecimiento y manchas cutáneas y favorecen los cánceres de piel (carcinoma baso y espinocelular), que son los tumores malignos más frecuentes del organismo pero poco agresivos y casi siempre curables mediante su extirpación. La exposición acumulada al sol se relaciona con el cáncer espino y basocelular y las quemaduras solares, sobre todo en la infancia, se relacionan con el melanoma, el cáncer de piel menos frecuente pero más agresivo. La dieta rica en frutas, verduras y productos integrales regula el hábito intestinal, previene el sobrepeso y disminuye el riesgo de cáncer colorrectal, el tumor maligno que más está aumentando en países desarrollados. El empleo de frigoríficos para conservar los alimentos en lugar del salazón ha hecho disminuir el cáncer de estómago, el más frecuente hasta los años 80. La ingesta excesiva de grasas y la obesidad favorecen el cáncer de mama, útero, próstata y colorrectal. Los alimentos con antioxidantes, entre los que destacan todos los de color anaranjado y rojizo (tomate, zanahoria, naranja, calabaza, cerezas, fresa), retardan el envejecimiento celular, directamente implicado en la formación del cáncer. El ejercicio físico fortalece el cuerpo, aumenta la sensación de bienestar, regula el peso y previene el cáncer, sobre todo el de mama en mujeres. Los virus son agentes infecciosos relacionados con el cáncer: de hígado, virus de la hepatitis B y C de cérvix (cuello de útero), virus papiloma humano de nasofaringe y linfoma, virus epstein bar, virus responsable de la mononucleosis sarcoma de Kaposi, cáncer que suele afectar a pacientes con SIDA, virus herpes 1 La vacuna frente al virus papiloma humano ayudará a prevenir el cáncer de cérvix, el segundo tumor maligno más común después del de mama en mujeres entre los 15 y 44 años. El desequilibrio hormonal con aumento de los estrógenos como ocurre en mujeres con menarquia precoz (primera regla a una edad temprana), menopausia tardía (última regla a una edad avanzada), nulíparas (sin hijos), a tratamiento hormonal (anticonceptivos orales, terapia hormonal sustitutiva (conocida vulgarmente como hormonas de la menopausia)) favorece el cáncer de mama y también de útero y ovario. Por el contrario, la promiscuidad, la infección por virus papiloma humano, el nivel socioeconómico bajo, la multiparidad (muchos hijos), sobre todo si son de distintas parejas sexuales, favorecen el cáncer de cérvix. Solo el 5-10% de los cánceres se heredan, el resto ocurren en personas sin historia familiar de esa enfermedad. En muchas familias con varios casos de un cáncer (por ejemplo de pulmón) la causa no es la herencia sino un factor de riesgo común como es la exposición al tabaco. En mujeres el cáncer de mama es tan frecuente, que aunque haya varias afectas en una familia puede no existir un cáncer de mama familiar y simplemente deberse al azar. Nos hace sospechar la presencia de un cáncer hereditario: Alta incidencia de cáncer en familiares Afectación de varias generaciones Edad de diagnóstico de alguno de los cánceres inferior a 40 años Cánceres bilaterales (ambas mamas) o sin/metacrónicos (varios cánceres de colon) en una misma persona Asociación con lesiones benignas características de un síndrome (múltiples pólipos en colon) Las pruebas genéticas son estudios de laboratorio que determinan si una persona porta alguna alteración en sus genes que puede haber transmitido a su descendencia y que incrementa el riesgo de desarrollar ciertos cánceres. Si se confirma que el gen está alterado esa persona y su familia pueden beneficiarse de un seguimiento más estrecho que la población general. El ser portador de un gen mutado indica un mayor riesgo pero no una certeza de que se vaya a padecer un cáncer. Gen alterado y cáncer o síndrome que predispone: BRCA 1 y 2: cáncer de mama y ovario familiar APC: poliposis colónica familiar, cientos-miles de pólipos en el colon asociado con cáncer de colon MLH1, MSH2, PMS1 Y 2, MSH6: síndrome de Lynch o cáncer de colon familiar sin poliposis asociado con cáncer de colon Menos frecuentes: MEN 1 y 2, Neoplasia endocrina múltiple tipo 2 y 1 asociada con cáncer de tiroides, páncreas, hipófisis; RB, Retinoblastoma (cáncer del ojo); VHL, síndrome de Von Hippel-Lindau asociado con cáncer de riñón y cerebro 3- Signos de alarma: sospecha de cáncer La mayoría de las personas que consultan por estos síntomas tendrán una enfermedad benigna a la vez que la mayoría de cánceres cursan con esta clínica: Disfagia (dificultad para tragar), vómitos alimenticios: cáncer de esófago, estómago o faringe Alteración del hábito intestinal, diarrea o estreñimiento asociado o no con la presencia de heces negras o restos de sangre en heces: cáncer colorrectal Afonía o cambio de tono de la voz: cáncer de laringe Tos irritativa, dolor de pecho: cáncer de pulmón Úlceras o heridas que no acaban de curar: cáncer de piel, de lengua u orofaringe Emisión de sangre: al toser (cáncer de pulmón), al orinar (cáncer de vejiga), por vagina en mujeres posmenopáusicas (cáncer de útero o endometrio) Bulto, masa, nódulo, sobre todo si es duro y no duele puede ser una adenopatía (ganglio aumentados de tamaño) en múltiples cánceres sobre todo en cuello, en relación con cáncer de del área otorrinolaringológica, esófago o pulmón; en axila, en relación con cáncer de mama. La aparición de un nódulo en mama puede tratarse de un cáncer de mama o en testículo, de un cáncer de testículo o tumor germinal 2 Cambios en verrugas o lunares (ABCD): Asimetría, Bordes mal definidos, Color cambiante, Diámetro (tamaño mayor de 6 centímetros) y picor, dolor, ulceración y sangrado nos obligan a descartar un melanoma Otras veces los pacientes muestran lo que se conoce como “síndrome general” y que es común a muchos cánceres: astenia (cansancio), anorexia (falta de apetito), adelgazamiento a lo que puede sumarse fiebre por la tarde (a veces relacionada con metástasis hepáticas), un dolor rebelde y difuso o un estado de ánimo depresivo. Este síndrome general puede ser la manifestación única del cáncer sin clínica en relación con el órgano en el que asienta la neoplasia. 4- Diagnóstico La clínica y las pruebas de imagen nos dan un diagnóstico de sospecha. Para confirmar que un paciente tiene un cáncer es necesario tomar una muestra del mismo (biopsia) y verla en un microscopio. Las células malignas tienen formas irregulares, distintas unas de otras, un núcleo grande y pierden la organización y el parecido con el resto de células del órgano en el que se originan. Una vez que se hace el diagnóstico de cáncer es necesario conocer el estadio, extensión, para decidir el mejor tratamiento. Para ello suelen emplearse estudios de imagen como el scanner (TC). En la actualidad, una nueva técnica de imagen, la tomografía por emisión de positrones (PET), permite localizar lesiones diminutas y determinar si los tratamientos contra el cáncer son eficaces desde el primer momento de su aplicación. El estadio depende del tamaño, la afectación o no de los ganglios vecinos por tumor y la existencia o no de metástasis a distancia: Estadio I: cáncer limitado o localizado en el órgano en el que se inició Estadio II y III: cáncer que se extiende a órganos o ganglios vecinos Estadio IV: cáncer que se extiende a órganos a distancia, es decir, cáncer con metástasis Cuanto menor estadio (I), mayores son las posibilidades de curación. En algunos tumores malignos existen pruebas que permiten hacer un diagnóstico precoz o screening que consiste en diagnosticar el cáncer cuando es tan pequeño que todavía no se ha manifestado clínicamente, no ha dado ningún síntomas y las posibilidades de curación son muy altas. Diagnóstico precoz o screening a toda la población: Cáncer de cérvix: Test de papanicolao, raspado vía vaginal que toma células Cáncer de mama: mamografía a partir de los 50 años. Ha logrado reducir la mortalidad por este cáncer un 30% y aumentar las posibilidades de curación al 90% de las mujeres diagnosticadas Cáncer colorrectal: el estudio de sangre oculta en heces o la colonoscopia todavía no han demostrado su eficacia fuera de grupos de alto riesgo Cáncer de próstata: aunque está muy extendida la determinación en sangre del marcador PSA su utilidad es controvertida. El tacto rectal es la prueba más adecuada por ser barata, inocua y localizar con facilidad el cáncer por su localización en la periferia de la glándula prostática El diagnóstico precoz puede lograrse mediante un seguimiento estrecho de personas con enfermedades benignas asociadas con mayor riesgo de cáncer como son: Esófago de Barret: cáncer de unión gastroesofágica Cirugía por enfermedad benigna en estómago: cáncer de estómago en el muñón quirúrgico Pólipos, enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn): cáncer colorrectal Cirrosis hepática: cáncer de hígado Mastopatía fibroquística con displasia: cáncer de mama Queratosis actínica (manchas solares en piel): cáncer cutáneo no melanoma Lunares o nevus: melanoma 5- Tratamiento La decisión del tratamiento debe tomarla un equipo que incluya cirujanos, oncólogos médicos y radioterapeutas, patólogos, radiólogos y otros especialistas según donde se localice el tumor. El tipo de tratamiento depende del tipo de tumor maligno, el estadio y el estado general del paciente. 3 La cirugía sola o combinada con quimio y/o radioterapia logra la curación de más de la mitad de los cánceres. En muchos tumores la administración de quimio y/o radioterapia antes de la cirugía logra reducir el tamaño tumoral y que la cirugía no sea tan mutilante al preservar el órgano (mama, laringe, extremidades, vejiga). Así, hasta el 70% de las mujeres con cáncer de mama lograr salvar su pecho sin que esto perjudique su curación. Además, el estudio del ganglio centinela, primer ganglio al que llegan las células de un tumor maligno, permite evitar la extirpación de todos los ganglios si ese primero no está afectado por el cáncer. Si al estudiar el ganglio centinela en el cáncer de mama no encontramos células tumorales la mujer se evita que le extirpen los ganglios de la axila y los efectos desagradables en el brazo (inflamación, dificultad para la movilización). La quimioterapia son fármacos (agentes citostáticos o citotóxicos) capaces de destruir células en crecimiento, característica fundamental de las células tumorales, pero no específica de estas por lo que también daña otras células en división como las del intestino, la sangre o el pelo. Esto explica la toxicidad sobre todo en forma de vómitos, diarrea, aplasia (anemia (descenso de glóbulos rojos o hematíes), leucopenia o bajada de defensas (descenso de glóbulos blancos o leucocitos), trombopenia (descenso de plaquetas)) y alopecia. La quimioterapia complementaria o adyuvante a la cirugía suele consistir en 4-6 ciclos o 6 meses en el cáncer de colon de tratamiento. El número de ciclos en tumores avanzados o metastáticos depende de la respuesta del tumor al tratamiento y de la tolerancia del paciente a los fármacos. Los ensayos clínicos ayudan a conocer la eficacia de los citotóxicos en la práctica clínica habitual (pacientes normales) que cumplen los criterios de inclusión (requisitos) para participar en el estudio. El paciente que participa en el ensayo clínico se puede beneficiar de esa quimioterapia que se está estudiando y que todavía no está disponible para todos los pacientes con ese cáncer. Antes de cada ciclo de quimioterapia se realizan análisis de sangre para comprobar que el organismo está preparado para recibir un nuevo ciclo. También cada varios ciclos se hacen estudios de imagen como radiografía o scanner y determinación de marcadores tumorales para conocer el grado de respuesta del cáncer a la quimioterapia. Durante la administración de la quimioterapia se puede y debe hacer una vida normal evitando excederse en sus actividades diarias por encima de sus posibilidades. Conviene salir a pasear entre 15-30 minutos por la mañana y de nuevo por la tarde siempre que se pueda. Las dianas moleculares o anticuerpos monoclonales o tratamientos a la carta son terapias que se dirigen selectivamente contra los productos de los principales genes que trabajan mal en la célula tumoral. Se diferencian de la quimioterapia en su menor toxicidad por atacar más selectivamente a las células del tumory menos a las células sanas. Estos fármacos, combinados con la quimioterapia en dosis adecuadas para cada paciente, potencian su efectividad y tratan mejor el cáncer de cada paciente y ya son una realidad en el cáncer de mama, colon, pulmón, riñón, del área otorrinolaringológica y en linfomas. La medicina paliativa también conocida como tratamiento de soporte trata los síntomas de todos los pacientes con cáncer no solo de los pacientes terminales. El control de estos síntomas es tan importante como el tratamiento, ya que queremos curar pero también ayudar a que la calidad de vida del paciente sea la mejor posible. La radioterapia es un tratamiento basado en la administración de radiaciones dirigidas frente al tumor y a sus alrededores (margen de seguridad) con el objetivo de destruir el tumor activo o de disminuir el riesgo de que vuelva a aparecer. Con los tratamientos frente al cáncer se puede lograr: Remisión o respuesta completa: desaparición del tumor Respuesta parcial: disminución del tamaño del tumor Estabilización de la enfermedad o no cambios: la enfermedad no se modifica en tamaño Progresión tumoral: crecimiento del tumor o aparición de lesiones nuevas La recaída o recidiva es la reaparición de un cáncer que se había eliminado completamente. 6- Toxicidad por la quimioterapia: Recuerde que no todos los esquemas de quimioterapia producen los mismos efectos adversos y que no todas las personas los padecen de la misma forma. 6.1. Fiebre (temperatura mayor de 38ºC) 4 Si los 2-3 días siguientes al tratamiento aparece un cuadro como de gripe y mal estar general este suele deberse a la quimioterapia y desaparecer en pocos días. Si la fiebre aparece a los 10-14 días de haber recibido el tratamiento hay para valorar la realización de un hemograma que descarte la existencia de una “bajada de defensas” (neutropenia). En estos casos suele ser necesario un antibiótico para el tratamiento temprano de la infección. Evite el consumo de queso azul o roquefort, de pasteles con crema, de alimentos crudos y cocine en olla exprés mientras tenga bajas las defensas. Lávese las manos con frecuencia especialmente tras acudir al baño. No esté en contacto con personas con un proceso infeccioso contagioso como personas con gripe, varicela, sarampión, tuberculosis, neumonía. Recuerde que las defensas bajan por el tratamiento y no por la cantidad de alimento ingerido. 6.2. Naúseas y vómitos Evite el empleo de ropa ajustada y de tejidos de fibra sintética y respire aire fresco. Algunas personas se benefician de beber coca cola agitada en pequeños sorbos. Evite ingerir agua si con ello aumenta la intensidad de los vómitos y sustitúyala por agua con espesantes o con sal (sopa, caldo), gelatinas u otras bebidas de mayor consistencia. Beba despacio y poca cantidad de cada vez. Coma los alimentos a temperatura ambiente y preferiblemente de consistencia blanda evitando olores fuertes y sabores muy salados, dulces o grasos. No coma una hora antes ni después de la quimioterapia y tome comidas ligeras y frecuentes en las 48 horas siguientes a la quimioterapia. Escuche música, duerma o converse durante la quimioterapia y emplee técnicas de relajación como el yoga el día antes del tratamiento. Es conveniente dormir bien la noche anterior al tratamiento siendo a veces necesarios los somníferos que requieren una prescripción médica. Cuénteselo a su oncólogo en su próxima consulta para que valore darle algún fármaco antiemético para prevenir los vómitos. Consejos dietéticos mientras se recibe quimioterapia: Fraccione las comidas en 6-8 tomas al día. Modifique la consistencia y textura evitando alimentos duros y secos, mejor dieta blanda: patatas/verduras/hortalizas cocidas caldosas, tortillas, natillas, flanes, cremas, helados, batidos y carnes y pescados acompañados de salsas, cremas o besamel. Tome los alimentos a temperatura ambiente. Evite los alimentos muy condimentados, las especias, los picantes, el café, el té y el chocolate. Beba líquidos abundantes fuera de las comidas y a pequeños sorbos. Evite la ingesta de alcohol. Aumente las calorías de los platos cocinados asociando al agua de cocción leche en polvo, nata líquida, mantequilla… en purés, sopas y cocidos; añadiendo frutos secos picados a verduras o guarniciones de patata, arroz o quesos fundidos. Si rechaza la carne y el pescado asegure el aporte proteico con productos lácteos (quesos, yogures, helados), con claras de huevo (flan, tortilla, pudines) y jamón york. Si rechaza la carne roja sustitúyala por pollo/pavo/jamón o mézclela con salsas dulces o bechamel. Si nota sabor metálico emplee cubiertos de plástico y beba infusiones de té de menta o con limón. Tome un desayuno variado, convirtiéndolo en la comida más importante del día: trozos de queso, jamón, pan, galletas, cereales, batidos, zumos … Tome un suplemento alimenticio antes de acostarse. Sirva la comida en platos pequeños en poca cantidad y repita las veces que sea necesario. Cuide la presentación de los alimentos, el ambiente donde coma y la compañía. Evite permanecer en los lugares donde se cocina e intente no ser usted quien cocine. Pasee durante 15-30 minutos antes de las comidas. Si tiene dificultad para tragar los líquidos emplee espesantes o agua gelificada. 5 Cocinar con gelatina permite mezclar alimentos, tomarlos fríos y enmascarar su sabor. Consulte con su médico la conveniencia de iniciar suplementos alimenticios. 6.3. Diarrea (más de 3 deposiciones líquidas al día) Tan importante como los antidiarreicos es iniciar de forma precoz una dieta astringente: Alimentos permitidos: pasta, arroz, manzana, plátano, pan blanco, queso, yogur, verduras y hortalizas cocidas (zanahoria, espinaca, calabaza, patata), huevo, ave y pescado cocinados. Se recomienda condimentar con nuez moscada que enlentece el tránsito. Alimentos a evitar: bebidas gaseosas, alcohol, café, chocolate, leche, frutas maduras, hortalizas y verduras crudas, mermelada, bollería, grasas. Asegure la ingesta de líquidos (limonada alcalina, caldos, infusiones, zumos no ácidos, batidos, comidas caldosas, bebidas isotónicas como Aquarius). Comience con dieta líquida: caldo desgrasado o de arroz o de zanahoria. Si lo tolera pase a dieta turmix: puré de manzana o de patata y zanahoria o de legumbres pasadas por el pasapurés o arroz hervido, pollo o pescado hervido y fruta cocida, plátano, yogur. Si lo tolera puede asociar: galletas maría, pan blanco, pasta, tortilla, queso. Si por la diarrea se irrita la zona anal lávela después de cada deposición con agua tibia y utilice una crema no irritante antiinflamatoria y anestésica. Tome baños de asiento con agua templada. Utilice paños sanitarios que dejen el área limpia y seca en caso de incontinencia. Si la diarrea persiste más de 3 días o aparecen vómitos, fiebre o restos de sangre o moco en las heces contacte con un médico. 6.4. Mucositis o estomatitis (“Heridas en la boca”) Lo más importante es su prevención: Higiene bucal utilizando colutorios (oraldine, agua con bicarbonato, agua de manzanilla y limón o de tomillo, suero fisiológico yodado o vigencial) y cepillado de dientes con cepillo suave después de cada comida Visite al dentista previo a inicio de la quimioterapia para que solucione los problemas de caries Si tiene una prótesis dental debe sumergirla en un vaso de agua con una cucharada o tapón de lejía y tratar de no ponérsela si aparecen heridas en la boca Si han aparecido ya algunas heridas en la boca: Haga una dieta blanda evitando alimentos ácidos (zumos de naranja o limón), irritantes (especias, salazón, picantes, café, alcohol) y consuma los alimentos a temperatura ambiente No emplee colutorios que contengan alcohol Coménteselo a su oncólogo quien le administrará productos para aliviar las molestias y curar el daño Beba sorbos de agua, zumos de frutas no ácidos con cubitos de hielo, manzanilla con limón y con sustancias que aumentan la salivación como caramelos de vitamina C o limón, trozos de piña. Si presenta lesiones blanquecinas (muguet), más frecuente si está a tratamiento con corticoides, puede tratarse de una infección por hongos por lo que debe comentárselo al médico. También debe contactar con el médico si no mejorasen las heridas o tiene dolor que le impide comer. 6.5. Alteraciones en la piel y uñas Lo más frecuente es la sequedad, por lo que es conveniente utilizar: jabones neutros suaves y cremas hidratantes corporales con lanolina, avena o aloe vera. En algunas ocasiones se produce descamación de la piel de manos y pies, requiriendo una intensa hidratación, empleo de calcetines de algodón y calzado cómodo, evitar el agua caliente y la exposición directa al sol. Otras veces cambia la coloración de la piel o aumenta la pigmentación o se endurece la vena por la que se pasó la quimioterapia pudiendo producir incluso rubor (enrojemiento) y dolor local. Coménteselo a su oncólogo y al personal de enfermería que le administra el tratamiento. Algunos de los fármacos conocidos como nuevas moléculas pueden producir acné cutáneo que puede extenderse a todo el cuerpo e incluso los granos pueden infectarse y drenar pus. Su oncólogo le instruirá en el tipo de crema a emplear según su afectación. Pueden aparecer líneas en las uñas, pus, cambios de color y pueden fragmentarse por efecto de la quimioterapia. Protéjalas empleando guantes cuando lave platos, trabaje en el jardín o realice otras actividades manuales. 6 6.6. Alopecia Al comenzar la caída del cabello se recomienda el afeitado precoz. El uso de pelucas, pañuelos, gorras o sombreros no daña el cuero cabelludo, aunque es conveniente dejar la cabeza descubierta varias horas al día. Si ha oído hablar de gorros frigoríficos u otros preparados para prevenir la caída del pelo sepa que ninguno ha mostrado eficacia en la alopecia debida a quimioterapia. El cabello suele comenzar a caer a los 30 días de la primera dosis de quimioterapia y suele recuperarse a los 30 días después de haber finalizado del tratamiento, aunque los primeros meses puede notarlo algo más débil, rizado y con menos color. Por ello, conviene extremar el cuidado con champús para cabellos débiles, cremas fortalecedoras, empleando tintes naturales y evitando estirar el pelo con peines y secador con mucho calor que queme el cabello. 6.7. Efectos sobre riñón y vejiga Algunos citotóxicos pueden irritar la vejiga o producir daño temporal o permanente en los riñones. Puede notar quemazón, sensación de “urgencia” al orinar o comprobar que la orina es rojiza o sanguinolenta. Para prevenir estos efectos, es importante mantener una ingesta de líquidos abundante: agua, zumos, infusiones, refrescos, caldos… Algunos fármacos pueden colorear la orina naranja o rojo o hacer que tenga un olor fuerte. Estos efectos disminuyen con una buena hidratación (líquidos). 6.8. Efectos sobre el sistema nervioso Los efectos sobre el sistema nervioso no sólo se producen como efecto del tratamiento sino también por la propia enfermedad. Por ello siempre deben ser comentados al oncólogo. La toxicidad más frecuente en el sistema nervioso es la neuropatía periférica también llamada en guante y calcetín por afectar principalmente a las manos y los pies. Consiste en la pérdida de sensibilidad, hormigueos, calambres o quemazón que puede mantenerse varios meses después de finalizado el tratamiento. La neuropatía autónoma produce estreñimiento o retención urinaria. La neuropatía central es más rara y se asocia con agitación, desorientación o ataxia (inestabilidad de la marcha, falta de coordinación, pérdida del equilibrio, mareo). Deben evitarse actividades que requieran gran atención o de riesgo como conducir, manejar objetos afilados o cortantes o subir y bajar escaleras. Se debe tener especial cuidado al salir de la ducha o baño. Recuerde que los tratamientos también pueden afectar a su capacidad de concentración, atención y de realizar cálculos. 6.9. Efectos sobre la sexualidad Los temores sobre la enfermedad que padece pueden afectar a su relación de pareja tanto emocional como sexualmente. Recuerde que las relaciones íntimas no le dañan ni a usted ni a su pareja porque el cáncer no es una enfermedad contagiosa. El agotamiento físico por los tratamientos puede afectar a la potencia y el deseo sexual pero se recupera al finalizar dicho tratamiento. Si le es difícil hablar con su pareja de sexo y/o del cáncer debe contactar con un psicooncólogo que le ayude a comunicarse más abiertamente y a vencer sus miedos. Algunos fármacos producen esterilidad pasajera o definitiva por lo que si existen deseos de procreación debe consultarse con el oncólogo la posibilidad de preservación de esperma. Durante el tratamiento no es conveniente tener descendencia ya que pueden producirse alteraciones en el feto. Su oncólogo podrá indicarle el tiempo óptimo que debe transcurrir si desea quedarse embarazada, habitualmente 2 años después de finalizar el tratamiento con quimioterapia. 7- Comunicación del diagnóstico de cáncer Se debe informar al paciente y solo si este lo autoriza a sus familiares más cercanos. Es importante que todo oncólogo se oponga a la “conspiración del silencio”, es decir, a la petición de los familiares de negar al enfermo la información sobre su enfermedad sobre todo si este la solicita. Puede ocurrir que en alguna ocasión se proteja al enfermo y se reduzca su sufrimiento pero lo más habitual es que el secretismo pueda suscitar en el paciente sentimientos de soledad, aislamiento y que pierda la confianza en el oncólogo. Así mismo, también se debe de 7 evitar causar daño psicológico a pacientes frágiles dándoles información que no son capaces de asimilar y les llene de frustración. El modo en que el médico transmite la información sobre el cáncer condiciona las respuestas del paciente. Se debe mostrar sensibilidad y ayudar a la aceptación de la enfermedad reduciendo el estrés y la incertidumbre. 8- Futuro Tener cáncer hoy ya no es lo mismo que hace 5 años como tampoco lo será dentro de otros 5 años puesto que los avances están aumentando las posibilidades de curación y de prevención. El conocer cómo se produce el cáncer nos permitirá cada vez más evitarlo y evitar los agentes carcinógenos. La concienciación social logrará que los cánceres se diagnostiquen en estadios iniciales cuando su pequeño tamaño facilite la posibilidad de curación. Los oncochip y los microarrays, dispositivos minúsculos que analizan a la vez miles de genes de un tumor, comienzan a permitirnos conocer las características moleculares de cada cáncer. Esto permitirá diseñar tratamientos mucho más específicos y eficaces y seleccionar a qué pacientes tratar y con qué, personalizando así e individualizando los tratamientos. 8- Organizaciones de interés: 8.1. Fundeso: fundación para el desarrollo de la oncología: Correo electrónico: fda@telecable.es, tlfno: 985080441 8.2. Asociación Española contra el cáncer: Página web: www.todocancer.com/esp, tlfno: 985203245 8.3. Sociedad Española de oncología médica (SEOM): Página web: www.seom.org, tlfno: 91-577-52-81 Curriculum de la autora Paula Jiménez Fonseca es especialista en oncología médica y trabaja en el servicio de oncología médica del Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo). Licenciada en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo (1996-2002) obtuvo la calificación de Premio Extraordinario Fin de Carrera y Premio Extraordinario de Licenciatura. Premio Santa Catalina de la universidad de Oviedo al mejor expediente académico de medicina del año 2002. Suficiencia investigadora basada en el tratamiento del cáncer de estómago calificada con sobresaliente, año 2006. Rotación en la unidad de Consejo Genético en cáncer del Hospital Clínico de Madrid y en el servicio de Radioterapia, en el laboratorio de biotecnología y en la sección de tumores digestivos del servicio de Oncología médica de la Clínica Universitaria de Navarra (Pamplona) y en el laboratorio básico de oncología del CIMA. Colaboradora como ponente en varios cursos de cuidados paliativos del Hospital de Jarrio (Asturias) dirigidos por el Dr. Juan Navarro. Colaboradora como ponente en varios cursos de verano de la Universidad de Oviedo sobre “Estilos de vida y riesgo de cáncer” y “Ocupación y cáncer” dirigidos por la Dra. Adonina Tardón. Colaboradora impartiendo la ponencia “Tratamiento neoadyuvante del cáncer gástrico” en la Jornada de actualización del cáncer gástrico del Hospital Alvarez Buylla de Mieres dirigido por Dr F Pozo (Sº Cirugía, Hospital Alvarez Buylla, Mieres). Participación en 11 capítulos de libros, 12 publicaciones nacionales, 2 publicaciones internacionales, 13 presentaciones a congresos (9 posters y 4 comunicaciones orales). Dedicación principal de la labor asistencial a pacientes con cánceres digestivos, urológicos y de sistema nervioso central. Formación ampliada en cuidados paliativos y consejo genético en cáncer hereditario. Coordinadora general del Curso MIR Asturias desde 2006 y profesora de la asignatura de oncología en dichos cursos desde 2005. 8