4.- Lucia se pregunta por la felicidad He leído mis escritos, y no me cabe ninguna duda, deseo tener un hijo, sólo me para la duda si seré capaz de hacerle feliz. Ojalá le encante también la idea a Marc; llega mañana de viaje, le preparé una linda cena de bienvenida y hablaremos del tema. Mi amiga Radia está embarazada, desde el primer curso del Instituto que nos hicimos amigas, hemos seguido manteniendo una relación algo más que de colegas. No sé si son todas las mujeres árabes, si es cosa de su cultura, pero Radia piensa una manera muy distinta de criar y educar a su hijo, mientras ella tiene claro que seguirá trabajando y para ello dejará al niño con su madre y no lo llevará a la guardería, a mí se me hace imposible la idea que a mi hijo lo crie mi madre. Y no es que lo haya hecho mal, pues siempre se ha preocupado por mí y por mi hermana. Pero yo feliz del todo no me siento, y a mí algo me falta que no sé lo que es, y quiero que por encima de todo mi bebé sea feliz y que no le falte de nada. Claro que el sistema de la economía ha creado objetos de consumo que nos prometen la felicidad, pero estos objetos caducan cada vez con más rapidez, de manera que lo nuevo dura menos tiempo nuevo, y nos lleva a un nuevo consumo. Conozco muchísima gente, mis padres y sus amigos que casi se han convertido en consumistas profesionales, y yo los veo tristes y solos, consumiéndose las píldoras para suprimir la tristeza, el dolor de cabeza, aunque yo creo que la tristeza no debería tratarse como una enfermedad. La tristeza debida a sucesos vitales desde la medicina, la acción es suprimirla como si fuera la tristeza antagónica de la felicidad. Hace un año murió mi primo en un accidente de moto, no pude más que quedar recluida en mi habitación, y llorar durante días y días, todavía ahora se me hace difícil pensar que no le veré nunca más. Pues tuve con mis padres un fuerte enfrentamiento, a raíz de que ellos no podían soportar mi tristeza y querían que fuera al médico y que tomara algo como tomaba mi madre y mi tía. Para mí la tristeza es una emoción tan legítima como la sonrisa de alegría muy distinta a la sonrisa del prozac. Aunque no sé exactamente lo que es la felicidad. Sé que le falta a mucha gente, pues si miro a mi alrededor en todos los anuncios se puede percibir que lo importante es ser feliz y para conseguirlo nos ofrecen una serie de objetos que la contienen: debemos comer, beber, viajar, comprar aquello que nos anuncian, e inmediatamente una imagen de placer refleja que gracias a ese objeto has conseguido lo propuesto… entonces placer i felicidad van juntos ¿acaso son sinónimos?