LA ERA DEL ESPIRITU O LOS TRES TRONOS INTRODUCCION: Trono es la sede de gobierno. El Padre tiene un trono desde el cual sujeta, gobierna y dirige todo, el Padre en el trono es el creador, la causa de todo, el Hijo tiene su trono pero hoy está en el trono del Padre. El trono del Hijo es el trono de David. En el tiempo de su visitación terrenal, vino a preparar su entronización en el trono de David. Salmo 02:06 dice …Yo empero he puesto mi rey sobre Sión monte de Santidad… Es el trono del Hijo. El trono del Hijo no es solamente el trono de David, porque el trono de David es por herencia, porque prometió que alguien se sentaría en el trono de David y que no tendría fin y Dios jamás ha prometido a un rey sin fin, pero del trono de David se dijo que su reino no tendría fin. El trono del hijo estará en el monte de Sión, trono eterno, el trono que será la antesala, será el trono milenial y después el trono eterno, perenne. EL TRONO DEL ESPIRITU SANTO ¿Dónde tiene su trono, su sede de gobierno el Espíritu Santo hoy? Indudablemente la tiene en la iglesia, en el cuerpo de Cristo, nosotros somos morada del Dios Espíritu Santo, se ha preparado un lugar de proyección visible para morada del Espíritu y es la iglesia. Había pensado usted dónde está el Espíritu Santo? Dios está en todas partes, pero su sede de gobierno, dónde está?? Ha habido ciertas etapas, por ejemplo: En un tiempo, en la era del trono del Padre, el Espíritu Santo estaba en el cielo como Dios, bajaba y ejecutaba las acciones, ungía y volvía, esa era la visitación Antiguo testamentaria. Jamás se había prometido que el Espíritu Santo vendría a quedarse en la iglesia y la gobernaría e irradiaría de su poder, por supuesto que irradió a la iglesia y sigue irradiando para otras áreas, hasta llegar el momento de su ascenso para volver a su sede eterna. La permanencia del Espíritu Santo, su sede, está en el cuerpo de Cristo. La morada de Dios Padre fue primero en el tabernáculo y descendía la gloria de Jehová en el lugar Santísimo del templo, enseguida vino la visitación del Hijo. El Hijo no habitaba en un tabernáculo exterior, sino que su cuerpo era el tabernáculo, el Espíritu estaba en El directamente, por eso cuando decía: Destruye ese templo, y yo lo levantaré, pensaban que era el otro templo, pero era el templo de su cuerpo y luego, después del Espíritu Santo, hizo su morada en otro cuerpo. Dios Padre le dio cuerpo al Hijo y el Hijo le dio cuerpo al Espíritu Santo y ese cuerpo se llama Iglesia. LOS PARENTESIS En esta era del Espíritu Santo tenemos que hablar de paréntesis, pues la escatología bíblica no se entiende sin ellos y es muy importante para entender la doctrina del Espíritu Santo. En San Juan 16:13 dice …Pero cuando viniere aquel espíritu de verdad, El os guiará a toda verdad, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere y os hará saber las cosas que han de venir… Aquí está hablando de una era. La gente no regenerada, el mundo antes de la formación de la iglesia, el mundo después de la caída, el Edén en inocencia es una época que no se sabe cuanto tiempo permaneció. Después de la caída, el hombre ya no tenía la relación directa del Espíritu Santo y el Espíritu Santo no podía morar en él, porque el espíritu del hombre murió en delitos y pecados. El Señor puso una serie de sacrificios y ellos evidenciaban que los que creyeran a Dios, en la sangre que iba a ser derramada, creían en Jesucristo. Moisés y Abraham creyeron en Cristo, podemos decir que fueron cristianos pre-iglesia pero sin los privilegios de los cristianos de la iglesia. Dice la Biblia que Abraham murió viendo y saludando el día de Cristo y Moisés se sostuvo como viendo al invisible. Los sacrificios cubrían el pecado, de manera que no hay remisión de pecado sin derramamiento de sangre, por eso es de notar que las antiguas dispensaciones tuvieran sacrificios, pensando en el cumplimiento del principio del Reino, que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Aun en América antes que llegaran los españoles, los aborígenes hacían, aunque equivocadamente, el sacrificio de sangre. Nunca se les ofreció a los que cumplían el sacrificio, que serían morada del Espíritu. Estas gentes tenían necesidad de cubrirse, de creer en el sacrificio y normar su vida con su serie de leyes que la regían y sabemos que jamás, nadie ha podido satisfacer a Dios con leyes exteriores. En ese tiempo, Dios solo daba la ley no la fuerza para cumplir los requisitos, por eso se instituyeron los sacrificios. Si hubiera habido alguien, uno solo que cumpliera la ley de Dios, ese hubiera podido reclamar su salvación. Nunca ningún humano ha podido cumplir la ley de Dios. La gente salvada es la del Espíritu, se salvó porque hubo gracia divina. Hubo gracia desde el Edén, desde que se instituyeron los sacrificios, pero está claro que si Cristo no hubiera derramado sangre, ningún pecado podría ser borrado. Los pecados estaban cubiertos para que cuando El viniera, con su cuerpo y con su sangre, en la cruz del calvario, no cubriría sino borraría los pecados. Todo estaba en su cuenta Gloria a Dios!!! Este sacrificio no anula las órdenes, las leyes, y los reglamentos de Dios, no los invalida sino que a través de este sacrificio que borra, prepara el cuerpo para el Espíritu Santo, allí está la clave, entonces, jamás (y por eso se hicieron los paréntesis) se ha prometido a nadie ser morada del DiosEspíritu a excepción del cuerpo precioso de Jesucristo, la iglesia. Aleluya!!! El Señor cuando vino dejó todo preparado. Dios le dio cuerpo a Cristo porque tenía que sacrificarlo y al Espíritu Santo también se le proveyó, porque este cuerpo tenía que ser la morada perenne de Dios-Espíritu, una entidad, un compañerismo pleno, total y completo. El cuerpo místico de Cristo es la iglesia y la iglesia se constituye en morada del Espíritu en ésta era, entonces la cuestión es la siguiente: Con la sangre del Señor derramada se abre el camino al lugar Santísimo por el mismo cuerpo de Cristo y se proyecta. De acá viene el engendramiento del Espíritu, cuando somos vivificados. Nacemos muertos, no morimos en el camino sino que ya nacemos muertos, por eso el Señor tiene que hacer una obra de elección, de iniciativa celestial para venir a darnos vida. Los hijos que tenemos no pidieron ser hijos nuestros, ni se les consultó, de la misma forma, Dios no le consultó a nadie para hacer de El Hijo de Dios. EL ESPIRITU SANTO EN - CON - SOBRE El Señor resucita de entre los muertos, no es resurrección de los muertos, quiere decir que resucitará a unos y a otros los dejará fríos e inhertes, no los matará, sino que ya están muertos. Lo que el Señor hace es dar vida a los que El quiere, usted debe gozarse porque a usted lo engendraron, Cristo sopló y le dio Espíritu. Así como Adán nos da su espíritu de muerte cuando nacemos, el Espíritu Santo llega en el momento del engendramiento espiritual. Por eso dice la Biblia que los hijos de Adán, tienen la imagen del Adán terrenal, pero los hijos del postrer Adán, tienen la imagen del otro Adán. Es un nacimiento del Espíritu. En el terreno espiritual, el engendramiento es cuando el Espíritu Santo ya está dentro de las personas, pues la Biblia dice: El que no tiene el Espíritu de Cristo, que El da, no es de El (Romanos 08:09) …Mas vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros, y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El… El Espíritu Santo hace a la persona nueva creación por operación divina. Cuando no está dentro, aunque la persona sea religiosa y haga todo lo que hacen los que tienen el Espíritu dentro, si no ha sido engendrado de nuevo, está perdida. El asunto no es a que religión pertenece, sino sencillamente es si usted ya ha sido engendrado o no. …Por eso pues ahora, dice Jehová, convertíos a mi con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto. Y lacerad vuestros corazones, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios, porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo, y será que después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros viejos soñarán sueños y vuestros mancebos verán visiones… (Joel 02:12-13-28) Luego que los pecados han sido borrados y ha nacido de nuevo, viene el derramamiento del Espíritu Santo, esto es Espíritu sobre la persona o cuando esta trabajando hacia el que será miembro del cuerpo de Cristo, es el Espíritu con la persona, por ejemplo, cuando el Señor trabajaba con sus discípulos y no había soplado sobre ellos, no les había dado el espíritu pues ellos estaban siendo trabajados. Cuando el Espíritu Santo le insinúa a una persona que venga a Cristo, la está trabajando, llevando a la iglesia y a veces parece ser que es casualidad o a la fuerza, pero es como aquel que no quiere queriendo, y entonces viene el Espíritu y lo trabaja. En algunos casos el Espíritu Santo trabaja sin que la persona se de cuenta. Pablo miraba la muerte de Esteban, de ese mártir que predicaba el tremendo mensaje de Jesucristo, el gran Saulo, instruído, erudito y orador de primera se quedó con la boca abierta, oyendo al jovencito Esteban, ungido, no dijo ni entendió nada, pero el Espíritu Santo lo estaba trabajando y fue hasta en el camino de Damasco donde se rindió, ésto quiere decir que el Espíritu Santo trabaja con la persona. El Espíritu Santo trabaja, convence y engendra, eso es el Espíritu en. No puede haber engendramiento sin arrepentimiento, la operación es de arriba, pero de mutuo consentimiento, no es un atropello, el Espíritu Santo entra y engendra, no es lo mismo que cuando fue bautizado en el Jordán. Viene la persona con Espíritu en, eso es ser hijos, le dan las leyes, el piloto ya no está a control remoto sino ya está adentro. Desde que se inauguró la era del Espíritu Santo, el piloto va a en el vehículo y en la medida que el auto se da al piloto, a esa medida será manejado y puede haber descontrol pero no de parte del piloto. Todas esas personas en quienes está el Espíritu Santo están preparados para que el Espíritu esté sobre ellas. Cuando el Espíritu Santo está en, es SALVACION, y cuando viene sobre, es PODER. Desde que Dios tiene trato con los hombres, hace paréntesis, por ejemplo, el primer paréntesis el sábado de Dios, Dios creó y cuando terminó la creación hubo un paréntesis un receso, luego la creación se dañó y empezó a trabajar nuevamente. Los verdaderos paréntesis a los cuales nos queremos referir están cuando el pueblo de Israel aparece. Hemos dicho anteriormente que Israel es el reloj de Dios para la humanidad, o sea que el Señor manejará la humanidad de acuerdo al reloj, al cronómetro establecido. Todo se ha trabajado en bloque de tiempo, Dios cuenta y cronometra a Israel, y a las naciones pero siempre hace paréntesis de 490 años en todos los bloques, los bloques vienen desde Abraham al Exodo, del Exodo al templo de Salomón, del templo de Salomón a Cristo, y de allí para acá otros 490 años, siempre hay paréntesis y siempre habrán. Para que salgan los años completos se han restado los años en que Israel es dominado por los gentiles. En la primera etapa el Señor quitó trece años y en la otra 70. El Señor quita el tiempo que Israel está sojuzgado, es decir que está cronometrando, es como que si Israel estuviera corriendo, cuando se detiene, para el reloj y ya no cuenta ese tiempo y hace paréntesis, cuando dejan de ser sojuzgados, empiezan a correr, sigue cronometrando, de tal manera que hoy estamos viviendo en el paréntesis de la Era del Espíritu Santo, no sabemos cuanto tiempo durará, casi tiene 2,000 años ya, no sabemos el día ni la hora del canal, no lo sabemos con seguridad pero estamos al borde. Para ponerlo en números estamos en la semana 69 y son 70 semanas. Según la profecía de Daniel para la Era del Espíritu Santo tenía que juzgarse primero 62 semanas más 07, son 69 semanas. Después de las 62 semanas es una profecía notable, un matemático famoso de Inglaterra que era ateo y se burlaba de la Biblia, encontró la profecía de las 70 semanas de Daniel y cuando las estudió, lo hizo de una manera matemática, lo hizo a base de años bisiestos, lunares y solares e hizo la cuenta y se quedó asustado de que a las 62 semanas o sea después del bautismo del Jordán, le sería quitada la vida al Mesías y no será por mano propia. Todo está cumplido. En la semana 69, como Israel fue dispersado y los gentiles lo dominaron, se paró el reloj y no hay más conteo, es el tiempo de la iglesia y se terminará el día del rapto. El Espíritu Santo estará en su trono gobernando, con aquellos que forman parte de la iglesia del Señor, habrá sometimiento al Espíritu Santo en la vida normal del cristiano. Donde el Espíritu Santo no tiene libertad, lo limitan y hasta se burlan de El, es gente apagada y sin movimiento. La iglesia es la casa del Señor, Cómo es posible que no se pueda mover en ella?, imagínese que a usted le digan: Está en su casa y lo tengan amarrado, hay cristianos que tienen limitado al Espíritu Santo y andan como que no lo hubiera. Sabía usted que la diferencia de vivir sin el Espíritu Santo y con el Espíritu Santo apagado es muy poca?? Ninguna persona puede decir que tiene vida normal en la iglesia de Jesucristo si no deja lugar al Espíritu Santo, porque la sede, su trono es la iglesia, por eso está despertando y moviendo a la gente. La novia ya se cansó de esperar y solo El tiene encargado de arreglar a la iglesia para entregarla al amado, la está adornando con los dones del Espíritu, los ministerios, es un retorno a la vida abundante del principio, del sometimiento suyo depende ésta vida plena. En un reino, el rey no está para matar gente, o para meterla a la cárcel, eso es anómalo, fuera de orden. El rey está para darle bienestar a su pueblo pero cuando la gente no camina bien, la meten a la cárcel. Los malechores mafiosos siempre están viviendo entre rejas, agitados, aprisionados, esa no es la normalidad. La vida normal de los creyentes no es andar huyendo de los demonios, en la iglesia primitiva, los cristianos perseguían al diablo no para saludarlo, para atacarlo, la iglesia estaba siempre a la ofensiva, detrás del enemigo. Cuando se limita la libertad del Espíritu Santo los creyentes andan huyendo al diablo. Después de las 69 semanas, cuando el Espíritu Santo se vaya con la Iglesia, empieza el conteo, por qué?? Porque el Señor en este paréntesis, no está tratando con Israel, está concentrando toda la operación para sacar un pueblo para la Gloria de su nombre, por eso usted nota que el Señor no interviene en el mundo para arreglar esto ni lo otro. El Señor declara en la Escritura que el mundo, el sistema, no tiene remedio, según las noticias diarias, cada día será más grave y uno se pregunta, por qué Dios no interviene?? Por qué no hace algo?? El Señor no interviene porque la operación que está haciendo es para sacar un pueblo para su gloria, por qué?? Porque Dios, así como le encomendó el Hijo pagar la cuenta, le encomendó al Espíritu santo sacar a los comprados con esa paga. El Espíritu Santo está sacando de una nación, un pueblo, y el mundo seguirá su curso y le advierto que por la presencia de ese que está sanando gente para el nombre de Cristo, es que el mundo no se ha hecho pedazos, Dios está esperando. No podemos hacer nada dijeron los ángeles en Sodoma, (el mundo parece una Sodoma) hasta que no salgan de aquí, tenían que salir los salvados y en cuanto salieron empezó a caer fuego de arriba. El Espíritu Santo, al final del paréntesis, cuando el último componente del cuerpo del Señor, sede del Espíritu Santo llegue, cuando la plenitud de los gentiles haya entrado, se llevará a la novia, cuando la totalidad de los que tienen que creer haya creído, entonces me volverá a Israel. 69…….70 Nuevamente empieza el conteo y queda solo una semana después del rapto, es decir, siete años. El día que la iglesia se vaya, le quedan al mundo siete años y son siete años de vacas flacas. En Génesis la historia de José dice que antes que viniera el primer año de las vacas flacas, José se había casado con Asenat y hasta tenía dos hijos, Asenat es tipo de la iglesia, la extraña, la extranjera casada con el juicio, José o sea nosotros, extraños, extranjeros casados con nuestro Señor Jesucristo nacido de Israel, aleluya!!! Asenat se fue a vivir al palacio antes de que viniera el primer año de las vacas flacas, o sea cuando el Señor empieza a contar la septuagésima semana de Daniel, la semana 70 la iglesia se habría ido. En esta semana serán los juicios. El paréntesis es escapatorio, la operación del Espíritu Santo tiene la siguiente razón, porque los que creyeron al evangelio, creyeron a Jesucristo, son Hijos del día, no son hijos de ira. CONCLUSIONES: El secreto está dado, el Señor sólo está cronometrando, contando y allí está el mensaje, el pregón del evangelio en el tiempo, en la era del Espíritu Santo, se le llama la era de la gracia y se le puede llamar para ponerlo en figura las siete vacas gordas, tiempo de abundancia, el tiempo en que dice: Venid comed y comprad sin precio y sin dinero. Es el tiempo de las espigas llenas. Nosotros somos de esa era y el Espíritu morando en la iglesia se ira para arriba y vendrá otra vez a hacer la misma operación que hacía antes. La operciòn actual es para hacer morada en la persona que conforma la iglesia y solo hay una esposa, una nada más y el Señor hace la selección por medio del Espíritu Santo. Amén!!!