Estudio de caso Ejercicios 1. A partir de la siguiente información, describe por qué el caso de “Chrysler se reinventa a través de la investigación primaria” es un buen tema para el estudio de caso. “Después de casi 20 años de tiempos difíciles en manos de una competencia extranjera, agresiva y aguda, los fabricantes de automóviles de los Estados Unidos entraron en una estrepitosa disputa a comienzos de la década de los años noventa. En forma sorprendente, Chrysler Corp. Lideró este resurgimiento. Durante muchos años Chrysler se había mostrado, entre los Tres Grandes – General Motors, Ford y Chrysler-, como el poseedor de menos posibilidades para sobrevivir a los duros años de las décadas de los setenta y ochenta” (Dennstedt, 22). 2. En El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, lord Henry realiza una suerte de estudio de caso, con respecto a Dorian Gray. Identifica con rojo, en la conversación con lord Fermor, la información que podría ser útil para tal caso. - Bueno, Harry- dijo el viejo gentleman-, ¿qué te trae tan temprano? Creía que vosotros, los elegantes, no estabais nunca levantados antes de las dos, ni visibles antes de las cinco. - Puro afecto familiar, se lo aseguro, tío Jorge. Necesito pedirle a usted una cosa. - Supongo que será dinero- dijo lord Fermor, torciendo el gesto-. Bueno, toma asiento y dime de lo que se trata. Los jóvenes de hoy se imaginan que el dinero lo es todo. -Sí- murmuró lord Henry-; y cuando se hacen viejos lo comprueban. Pero no es dinero lo que necesito. Sólo los que pagan sus deudas lo necesitan, tío Jorge, y yo nunca pago las mías. El crédito es el capital de un joven, y se vive de él 1 encantadoramente. Por otro lado, me dirijo siempre a los proveedores de Dartmoor y, por consiguiente, no me molestan nunca. Lo que busco es un dato; no es un dato útil, sino un dato inútil. - Bueno, puedo decir todo lo que contiene un Libro Azul inglés, Harry, aun cuando hoy todos esos muchachos no escriben más que tonterías. Cuando yo era diplomático, las cosas marchaban mucho mejor. Pero he oído decir que hoy los eligen por medio de un examen. ¿Qué puede esperarse? Los exámenes, señor mío, son, desde el principio hasta el fin, una pura farsa. Si un hombre es un caballero, ya sabe todo lo suficiente; si no lo es, su sabiduría le será perjudicial. - El señor Dorian Gray no figura en los libros azules, tío Jorge.- dijo lánguidamente lord Henry. - ¿El señor Dorian Gray? ¿Quién es?- preguntó lord Fermor frunciendo sus espesas y blancas cejas. - Eso es lo que quiero saber, tío Jorge. Mejor dicho, sé quién es. Es el último nieto de lord Kelso. Su madre era un Devereux: señora Margarita Devereux. Querría que me hablase de su madre. ¿Cómo era? ¿Con quién se casó? Usted ha tratado a casi todo el mundo en su tiempo, así que puede haberla conocido. Me intereso mucho por el señor Gray en este momento. Acabamos de conocernos. - ¡El nieto de Kelso!- repetía el viejo gentleman-. ¡El nieto de Kelso…! Naturalmente…, conocí íntimamente a su madre. Creo que asistí a su bautizo. Era un muchacha extraordinariamente bonita Margarita Devereux; y volvió locos a todos los hombres, cuando se fugó con un jovenzuelo sin ningún real; un don nadie, señor mío; subalterno en un regimiento de infantería, o algo parecido. Recuerdo la historia como si hubiese ocurrido ayer. El pobre diablo fue muerto en un desafío en Spa, pocos meses después del casamiento. Corrió una fea historia sobre ello. Se dijo que Kelso pagó a un bellaco aventurero, algún belga bruto, para que insultase a su yerno; le pagó, señor mío, le pagó para eso; y el individuo ensartó a su hombre como a un pichón. Se echó tierra sobre el asunto; pero, a fe mía, Kelso comió solo en el club, algún tiempo después. Llevó nuevamente con él a su hija, según me dijeron, y ella jamás volvió a dirigirle la palabra. ¡Oh, sí! Fue un feo asunto. La muchacha murió también al cabo de un año. ¿Así es que dejó un hijo? Lo había olvidado. ¿Qué clase de muchacho es? Si se parece a su madre, debe de ser muy guapo. - Sí, lo es mucho- asintió lord Henry. -Espera, que caerá en buenas manos- continuó el viejo-. Debe de tener una bonita suma esperándole si Kelso ha hecho bien las cosas respecto a él. Su madre también poseía una fortuna. Todas las propiedades de Selby fueron a poder suyo. Este odiaba a Kelso, creyéndole un mezquino tacaño. Y lo era demasiado. Estuvo en Madrid una vez cuando yo residía allí. A fe mía, me avergonzó. La reina solía preguntarme quién era aquel noble inglés que disputaba siempre con los cocheros por su tarifa. Fue toda una historia. Lo menos durante un mes no me atreví a asomar por la Corte. Espero que habrá tratado mejor a su nieto que a aquellos cocheros. - Lo ignoro- respondió lord Henry-. Me imagino que el joven estará muy bien. No es mayor de edad. Sé que Selby es suyo. Me lo ha dicho. ¿Y… su madre era muy bella? - Margarita Devereux era una de las criaturas más adorables que he visto, Harry. No he llegado a comprender nunca qué motivo la indujo a portarse así. Pudo casarse 2 con quien hubiese elegido. Carlington estaba loco por ella. Era demasiado romántica. Pero todas las mujeres de esa familia lo fueron. Los hombres eran insignificantes, per, ¡a fe mía!, las mujeres, maravillosas. Carlington se arrastraba a sus plantas. Me lo dijo él mismo. Se rió de él y, sin embargo, no había muchacha en Londres que no le persiguiese (Gray, 55). 3. Elabora un pequeño estudio de caso sobre un tema de tu interés. Bibliografía Dennstedt, Francesca. Apuntes de clase de fundamentos de mercadotecnia. Dr. Rafael Idoyagabeitia García. UDLAP. Periodo mayo-junio de 2009. Pp. 1-35. Wilde, Oscar. El retrato de Dorian Gray. Trans. Francisco Sallés. México D.F.: Bruguera Mexicana, 1977. Pp. 52-55. 3