LOS NUEVOS DELITOS EN LA ERA GLOBAL Joaquín Aguirre Facundo Estudiante de Derecho en la Universidad Veracruzana El dinamismo que caracteriza al mundo en el que vivimos, ha propiciado trascendentales transformaciones, en aspectos diversos, como lo son lo económico, lo político, lo social y por su puesto que también en lo concerniente al ámbito jurídico. A lo largo de la historia hemos sido testigos de grandes acontecimientos que cambian no sólo el presente sino el futuro, de forma tal que resultan ser considerados como parte aguas en la historia de la humanidad, por citar un ejemplo recordaremos el derrumbe de la ex Unión Soviética, lo cual dio lugar a la consolidación del capitalismo, sistema económico por excelencia en nuestros tiempos. Es cierto que desde la aparición del hombre en la tierra ha sufrido ésta grandes modificaciones, propiciadas en algunos casos por el hombre mismo y otros por causa de la naturaleza. Lo que resulta verdaderamente indudable es el hecho de que actualmente nos encontramos viviendo un mundo total y radicalmente cambiante, conocido como la era global, lo cual trae como consecuencia que los Estados nacionales tengan que realizar ciertas adecuaciones, tanto en su estructura como en su funcionamiento, para poder con ello incorporarse a dicha era, evitando así el rezago. El derrumbe de barreras fronterizas que viene aunado al fenómeno global, así como los incesantes avances tecnológicos, en especial de los medios de comunicación, han propiciado innegablemente nuevas formas de pensar, de actuar, pues resulta cada vez más claro observar que en cualquiera que sea el campo de acción, se necesita una mayor eficiencia para poder ser competente. Todo lo anterior ha generado el surgimiento de nuevas figuras delictivas, delitos que años atrás no hubieran sido preocupación para ningún Estado nación, hoy en día estas nuevas formas de delinquir se han convertido en una verdadera amenaza, no sólo para un Estado en particular, sino para una región continental y en algunos otros casos, para todo los Estados del mundo, o al menos, para muchos de ellos. La diversificación de las conductas delictivas, al parecer han superado y por mucho, a las políticas establecidas por los países de la comunidad internacional para lograr su control. Como prueba de lo anteriormente mencionado, expondremos un caso en particular: El lavado de dinero: Este fenómeno ha crecido en forma abismal en los últimos años, actualmente la práctica de blanquear capitales, como también se le conoce a este delito, es una de las más grandes preocupaciones a nivel mundial, ha quedado demostrado en la práctica que el crecimiento y la forma de operar de los sujetos que se dedican a esta actividad ha superado por mucho las barreras fronterizas de los Estados nacionales. Preocupante resulta el hecho de que cada vez es más complicado detectar cómo opera esta nueva clase de delincuente, pues sin duda, como lo mencionábamos en párrafos anteriores, se valen de múltiples medios para lograr su finalidad, la cual es colocar el recurso obtenido de forma ilícita dentro de una economía legitima. Si bien es cierto que la práctica de lavar dinero a aumentado de forma alarmante, también debemos señalar que los Estados en su conjunto han realizado grandes esfuerzos para tratar de frenar dicho crecimiento, creando incluso, organismos internacionales que se dedican a dar recomendaciones a los países para erradicar o al menos tratar de frenar la multicitada práctica delictiva. No podemos dejar de lado el hecho de que el lavado de dinero se relaciona en forma directa con otras prácticas delictivas, tales como: el narcotráfico, delitos cometidos por servidores públicos, el tráfico de personas; por citar algunos. Una vez planteado a grandes rasgos un ejemplo de una actividad delictiva que ha dejado de ver a los limites territoriales como una barrea para su forma de operar, sólo nos resta establecer algunas consideraciones, como las que citamos a continuación: ¿Ha influido la tendencia globalizadora, para el surgimiento de nuevos tipos delictivos? ¿Deben? Y si es así, ¿de qué forma y hasta que punto ser modificadas las políticas, tanto nacionales como internacionales para combatir a prácticas delictivas que han superado los medios de control establecidos? ¿Hemos sido rebasados jurídicamente hablando por nuevas formas criminales de operación? Y enfocando esta misma situación, pero desde otra vertiente, cabe cuestionarnos respecto: ¿Esta idea del delincuente internacional, ¿no trae consigo transgresiones en las los derechos mismos de los ciudadanos? Esta última consideración la hemos traído a colación porque en diversos países han surgido diversas teorías, que lo ven de esta manera, entre éstas tenemos la del Derecho Penal del Enemigo, dicha teoría nos plantea la idea de que los Estados nación por temor fundado en la aparición de nuevas y más complejas formas de delinquir, han llegado a considerar a los sujetos activos de estos delitos como cosas, negándoles el carácter de personas, lo cual trae implícito un sin número de violaciones a los derechos de éstos. Por último sólo diremos que a nuestro muy particular punto de vista resulta claro la necesidad de abundar en diversas líneas de investigación que nos permitan comprender de forma a tinada el funcionamiento de estos nuevos delitos, para poder con ello contribuir de alguna medida a su control.