Nuevos interfaces, nuevo soft, nuevas redes. Alex Galloway Hoy por hoy, un artista no puede ser ya más "simplemente un artista". Con las nuevas tecnologías, le hace falta además ser diseñador, programador, hombre de negocios y publicista. En ningún lugar es esto más cierto que en una particular franja del net.art: el minigénero de los nuevos interfaces, el nuevo soft y las nuevas redes habitadas por "obras de arte", como el proyecto de Paul Garrin "name.space" o el web stalker de IOD. De hecho, buena parte de este trabajo se parece tan poco a las tradicionales obras de arte que a uno podría pasarle desapercibido a primera vista. O quizás lo que está cambiando es la definición de arte, y no el propio arte. Si contemplamos el cambio en la red, la expansión de su compleja masa digital, podemos ver la propia red como una especie de lienzo -un lugar en el que desarrollar infinidad de proyectos. Es un espacio en que la distinción entre arte y no arte se hace más y más difícil, y un espacio que él mismo puede ofrecerse "como arte". Primero fue la concreción del interfaz como objeto -ya han sido adquiridos los de algún site como arte por algún museo- y ahora es en sí misma la red. El conjunto de servidores que participa en la red alternativa name.space -una especie de web dentro de la web, que utiliza un esquema de direcciones y dominios diferente y más flexible (además de más barato y no monopolista)- son un buen ejemplo de este tipo de nuevo arte "de redes" (véase name.space.xs2.net). El control sobre los nombres de los dominios url es crucial y romper el esquema de los sufijos "com/edu/net" es el objetivo subversivo-político de name.space. En una entrevista en nettime, Paul Garrin, el arquitecto que concibió el proyecto, declaraba: "uno de los objetivos primeros de name.space es desestabilizar las nociones de privado/público: territorialidad, seguridad, privacidad". Como una vasta red alternativa, name.space es a la vez un proyecto de dimensiones tácticas y artísticas. ¿Puede decirse que name.space es arte, teniendo en cuenta que sus objetivos prioritarios son políticos antes que estéticos? Sin duda, porque arte y política son en esta instancia inseparables. Name.space es una intervención estratégica en la estructura de la red. De hecho, Garrin defiende que name.space es una "red táctica independiente" que tiene el objetivo de asegurar que "siempre habrá lugar para medios libres y voces alternativas dentro del siempre cambiante mundo de internet". Como un escultor contempla sus materiales antes de empezar su trabajo, así name.space contempla la red: como un objeto construible y transformable. Las políticas hacker de IOD se han implementado magníficamente con su web stalker (www.backspace.org/iod/). Como una especie de nuevo browser, de navegador, el web stalker ofrece un tipo de interfaz para moverse por las páginas de la red totalmente distinto. El usuario selecciona una dirección, y puede entonces contemplar cómo el stalker genealogiza la fuente html de la página elegida. En una ventana paralela, el web stalker mapea exhaustivamente todas las páginas enlazadas a la elegida -y las enlazadas secundariamente a cada una de éstas, y así al infinito, aumentando exponencialmente el número de páginas "mapeadas" y finalmente mostrando esa cartografía abstracta de enlaces ante el usuario. Por supuesto, las páginas jamás son mostradas al usuario como en un navegador convencional netscape o explorer, quizás al único que se parece es al explorador textual Linx-; en vez de presentadas visualmente, lo que hace el stalker es diagramarlas o mapear su compleja relación intertextual. Así que el web stalker toma la idea del browser visual y la invierte. En vez de mostrar el "arte en la red" interpretando el código html y mostrando imágenes en línea, lo que 1 hace es mostrar la red "como arte" mediante la estrategia de poner en evidencia su misma estructura hipertextual latente, la trama de enlaces que subyace a cada página. Como los autores escriben*, "el web stalker es la primera aplicación de soft navegador realmente diseñada por artistas. Es un ejemplo de cómo los artistas podemos re-proyectar el espacio digital a un nivel muy profundo". Todavía estoy intentando ajustar mi web stalker. Independientemente de su aspecto artístico, todavía no está claro para mí si el web stalker es en realidad un proyecto experimental de investigación informática teórica, o una herramienta real. Sería una herramienta realmente útil si uno necesitara investigar todo el código fuente de algún site determinado ... ¡pongamos por ejemplo el site de documenta X! No obstante, es verdad que el stalker no te ofrece el tipo de información visual que puedes conseguir con un navegador norma. Así que aquí no hay un nivel añadido de información hackeada: simplemente una capacidad de "atravesar" el código de las páginas, hacer la cartografía interna de sus enlaces. Todo este enfoque artístico sobre nuevos interfaces y softwares potenciará el net.art y redefinirá su relación con lo político. Ahora bien, ¿significará eso que la red entera será tratada como arte, como política? Puede que lo que realmente esté ocurriendo es que los media tácticos -en este caso el proyecto name.space, por ejemplo- están siendo interpretados como gigantescos proyectos artísticos -lo que significaría que una cierta estetización de lo político se está produciendo en el espacio de la red. (Glup! ¿No era ese el fenómeno que Benjamin, en El arte en la era de su reproductibilidad mencánica, describía como esencia del fascismo?) Añádase el conector de la interfaz 3.0 de The Thing (www.thing.net) y el fascismo se desvanece. El nuevo aspecto de The Thing se debe a un interfaz ampliado que se concentra en favorecer la comunicación entre los usuarios. Hace falta un login, pero las cuentas en The Thing son gratuitas y el espacio no comercial (pese a las reclamacione contra quienes emplean los datos estadísticos para "dominar el mundo"). Ricardo Dominguez, de The Thing , piensa que el nuevo interfaz es una experiencia estética pura y simplemente. Su experiencia combina la del arte con la idea de comunidad -"con otras palabras: una fiesta que permite sobrepasar los marcos del arte y la vida hacia una política de la vida cotidiana"-, en su opinión. Propiciando el contacto entre los visitantes del web, The Thing te permite "ver" en tiempo real a los otros usuarios que en ese mismo momento visitan el site, identificados por los nicks que hayan dado o por lo menos como invitados numerados. Esa es mi sección favorita en el nuevo interfaz de The Thing . Muestra justamente aquello que normalmente no se vé -a los otros navegantes. Y he aquí lo que recomiendo visitar a través del nuevo interfaz: chats privados, acceso a una discusión temporal entre Blast y nettime, un grupo de discusión sobre INFOGUERRA, una mesa redonda FIKAFUTURA, una línea abierta sobre la costa oeste, una ... Bla, bla. Todavía estoy enganchado con la nueva función del interfaz de The Thing , que permite enviar mensajes instantáneamente a cualquier otro usuario online. ¡Brillante! --Este texto se publicó originalmente en Rhizome -donde puede consultarse la versión original. http://www.rhizome.org/query 2