SERVICIO PUBLICO EN COLOMBIA

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La noción de servicio público a partir de la
concepción del Estado Social de Derecho
Por Tomás Maldonado Gómez
Estudiante de Derecho de la Universidad del Norte, editor de la revista Actualidad Jurídica.
Correo electrónico: tmaldonado@uninorte.edu.co
“[...] nuestra ley no se encamina a que una sola clase
lo pase excepcionalmente bien en el Estado,
sino que se las compone para que
esto suceda en todo el Estado”
Platón
Resumen
El servicio público es uno de los temas más importantes
del derecho administrativo, y se ha convertido en la
razón de ser del Estado social de derecho, pues es la
materialización de éste en pro del bienestar de todos los
ciudadanos. Garantizar la efectiva prestación de los
servicios públicos es un deber del Estado para con sus
asociados, ya sean prestados por él directamente o por
particulares.
La noción de servicio público se originó en Francia, y
ha sido desarrollada tanto por la doctrina como por la
jurisprudencia. Los servicios públicos en Colombia se
concibieron como los pilares del bienestar social a partir
de la Constitución de 1991, que establece, en el Capítulo 5
del Título XII, que “los servicios públicos son inherentes a
la finalidad social del Estado”, y que “el bienestar general
y el mejoramiento de la calidad de vida de la población
son finalidades sociales del Estado”. A su vez, la Corte
Constitucional ha dicho que los servicios públicos
“constituyen un instrumento necesario para la
realización de los valores y principios constitucionales
fundamentales”.
Palabras claves:
Servicio Público, Estado social de derecho, derecho
constitucional, derecho administrativo y bienestar social.
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Comienzo este artículo explicando que, al hablar de
servicio público, no me refiero sólo a los servicios
públicos domiciliarios; estos últimos únicamente
son una clase de servicio público que, debido a su
impacto social, se le ha dado gran importancia. El
concepto de servicio público, tal como lo veremos
en este artículo, es amplio y abarca toda una
ideología.
El servicio público constituye, según Maurice
Hauriou, la razón de ser de la administración
pública1, convirtiéndose en uno de los temas
fundamentales del Estado Moderno2; éste es,
además, el tema central del derecho
administrativo3. Lo anteriormente dicho da cuenta
de la importancia que en la actualidad tiene esta
materia para la justificación del Estado social de
derecho.
La concepción francesa del servicio público
La mayoría de nuestras concepciones e
instituciones en derecho administrativo provienen
del derecho francés, y los servicios públicos no son
la excepción, pues la teoría del servicio público y del
bienestar social emana de Francia. La revolución
francesa de 1789 produjo un gran cambio
ideológico en torno a la concepción del hombre
como sujeto de derecho y libertades; con ella
surgieron novedosas ideas que generaron la
noción del servicio público. Sin embargo, los
antecedentes de este concepto no surgieron sólo
a partir de la revolución francesa, pues datan de
mucho más allá, cuando Luis XVI organizó un
servicio real de correos 4 . Realmente, la
concepción de servicio público surgió del paso
del Estado gendarme (laisser faire, laisser passer)5
a un Estado providencia, donde las funciones
propias del Estado gendarme se extendieron a
otros asuntos, como la educación, la salud, entre
otros.
Dado que en Francia surgió esta concepción,
fueron los pensadores franceses los primeros en
hablar del tema. Un ejemplo de ello es la llamada
«École du service public» o «École de Bordeaux»,
entre cuyos representantes se encontraban Léon
Duguit, Gaston Jèze, Roger Bonnard y Louis
Rolland, quienes estudiaron el tema de los
servicios públicos6. Léon Duguit decía que éstos
1. Alberto Montaña Plata, El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia,
2005, p. 136.
2. Marco Antonio Velilla, Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas
Gustavo Ibáñez C. Ltda., 2005, p. 27.
3. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 17.
4. Michel Pinard, “La tradición francesa del servicio público”, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social
del Estado. Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez C. Ltda., 2005, p. 469.
5- La función del Estado gendarme sólo se limitaba a la justicia, servicio de policía, defensa nacional y recaudo de impuesto.
6. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 134.
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últimos eran el fundamento del derecho
administrativo7; para él, la teoría de los servicios
públicos es el concepto que nutre toda la idea del
Estado y la concepción de éste como un
instrumento al servicio de la colectividad8.
Pensamiento que se aparta de la idea del Estado
como puissance publique. En el pensamiento de
Léon Duguit, el Estado no sólo ejerce el llamado
poder público, sino que busca la satisfacción y
bienestar de sus asociados. Duguit definió el
servicio público como “la actividad en la cual su
cumplimiento debe estar asegurado por los
gobernantes, porque es tal su naturaleza que sólo
puede ser realizada completamente por la
intervención de la fuerza gobernante9”.
Louis Rolland agrega a lo anterior principios
como la continuidad, adaptabilidad e igualdad10.
Por su parte, André De Laubadere introduce la
neutralidad, y Maurice Hauriou moralidad y
gratuidad11. De manera general, se parte de dos
concepciones sobre el servicio público: una
subjetiva, dependiendo de quién realice la
actividad; y otra objetiva, que depende de la
actividad realizada. En la primera se excluyen las
actividades prestadas por particulares; Massimo
Giannini la define como “actividad no autoritativa
asumida por el poder público12”. La segunda
concepción está relacionada con las necesidades de
los asociados; Jean Rivero, uno de sus defensores,
dice que el servicio público es “toda actividad de
interés general” que la administración asume13.
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Dado que lo anterior es la posición de los
intelectuales de esa época, debemos estudiar esa
realidad y la de sus órganos jurisdiccionales. La
primera vez que se habló del servicio público en los
órganos jurisdiccionales franceses fue en el llamado
fallo Blanco14, donde se hizo responsable al Estado
“por el daño causado a los particulares por
personas que el Estado emplea en el servicio
público15”. Con relación a esa época en Francia, el
servicio público se prestaba directamente por la
administración, o mediante concesión a
particulares, en los siguientes casos:
1. El Consejo de Estado desarrolló una
teoría que permitía la creación de
servicios públicos industriales y
comerciales.
2. Como una medida de sanción. El
Estado sancionaba y adquiría la
potestad de prestar el servicio.
3. El Estado asumió el estudio de la
energía electro-nuclear 16.
Adicionalmente, durante el llamado “período
de oro” de los servicios públicos, el cual surgió
luego de la Segunda Guerra Mundial, el Estado de
bienestar (que hoy día se mantiene en algunos
países como prioridad) hizo fijar en países como
Francia principios en el servicio público que todavía
permanecen, como lo son, por ejemplo: igualdad,
continuidad, mutabilidad y el criterio de
rentabilidad; también se agrega, en algunos casos,
7. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 141.
8. Léon Duguit, Traité de droit constitutionnel, Paris, Ancienne Librairie Fontemoing, 1927. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El
concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 141. (“La notion de
service public est devenue le fondement du droit administratif, tandis qu'émergeait une nouvelle représentation des rapports de l'État
et du droit: un État pour qui le droit n'es pas seulement un instrument de la puissance publique, mais aussi un instrument pour mener
à bien les missions dont il est investi au service de la collectivité”).
9. Íbid., p. 142. (“Toute activité dont l'accomplissement doit être assuré, réglé et contrôlé par le gouvernants parce qu'elle est de telle
nature qu'elle ne peut être réalisée complètement que par l'intervention de la force gouvernante”).
10. Alberto Montaña Plata, op. cit., p, 146.
11. Íbid., p. 147.
12. Massimo Severo Giannini, Diritto administrativo, vol. II, Milán: Giuffré, 1993. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de
servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 165.
13. Jean Rivero; Jean Waline, Droit administrative, París: Dalloz, 1996. Citado por Alberto Montaña Plata, El concepto de servicio público
en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 168.
14. Este fallo, que data de 1872, resolvió el caso instaurado por el padre de Agnès Blanco, donde la menor salió lesionada después de ser
arrollada por un camión del Estado. Este caso sirvió como precedente a que la responsabilidad del Estado también se extienda a las
actividades realizadas por él con ocasión al servicio público y, por tanto, el Tribunal resolvió que debió regirse por las normas del
derecho público y no las del código civil, como anteriormente se hacía.
15. Extracto del texto original, el cual dice: “La responsabilité, qui peut incomber à l'État pour les dommages causés aux particuliers par
le fait des personnes qu'il emploi dans le service public, ne peut être régie par les principes qui son établis dans le code civil, pour les
rapports de particulier à particulier”.
16. Michel Pinard, op. cit., p. 472.
un régimen jurídico particular y un estatuto
específico para los trabajadores17.
El servicio público es llamado en otros países de
Europa servicio económico de interés general o
servicio universal, debido a su impacto en la
sociedad.
Quiero terminar esta parte sobre la concepción
de servicio público en Francia con una cita de René
Chapus y otra de Jacques Chevallier, quienes nos
muestran la importancia que tuvo el servicio
público para los franceses, ya que para ellos era la
esencia del Estado:
“La administración es sumisa a un derecho
que rige su organización y su actividad y,
por ende, su relación con los asociados,
quienes son su razón de ser y en la cual
tiende a satisfacer sus necesidades
mediante el ejercicio de actividades de
interés general o, más precisamente,
actividades de servicio público18”.
Al respecto, Jacques Chevallier sostiene:
“[…] pero el servicio público no es
solamente una noción que, por su doble
dimensión ideológica y jurídica constituye
uno de los pilares de la teoría del Estado;
incluye también una realidad sociopolítica
concreta: el servicio público es un conjunto
de actividades, de órganos y de agentes
que ocupan un lugar importante en la vida
social”.
La concepción de Estado social de derecho: el
caso colombiano
El artículo 1º de la Constitución Política de 1991
dice:
“Colombia es un Estado social de derecho
organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus
entidades territoriales, democrática,
participativa y pluralista, fundada en el
respeto de la dignidad humana, en el
trabajo y la solidaridad de las personas que
la integran y en la prevalencia del interés
general”.
A su vez el artículo 2º de dicha Constitución dice:
“Son fines esenciales del Estado: servir a la
comunidad, promover la prosperidad y
garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la
Constitución; facilitar la participación de
todos en las decisiones que los afectan y en
la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación”.
El paso de un Estado de derecho a un Estado
social de derecho no tiene de diferente el haber sido
añadida la palabra “social”; esta expresión, Estado
social de derecho, conlleva un contenido específico,
de nivel conceptual, que propugna por que el fin del
Estado sea el bienestar social de todos sus
asociados. Sus antecedentes se remontan a la
Ilustración Francesa en el siglo XVIII, donde se
llevaron a cabo muchísimos cambios conceptuales.
17. Daniel Pecaut, La visión francesa de los servicios públicos, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión
social del estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 482.
18. René Chapus, Droit administratif général, París: Montchrestien, 1998. P. 1. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de
servicio público en el derecho administrativo. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 52. (“L'administration est soumise
à un droit qui régit son organisation et son activité et, par la même, ses rapports avec les administrés, qui sont sa raison d'être et dont
elle tend à satisfaire les besoins par l'exercice d'activités d'intérêt général ou, plus précisément, par des activités de service public”).
19. Jacques Chevallier, Le service public. Paris: PUF, 1991, p. 47. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de servicio público en
el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 178. (“[…] mais le service n'est pas seulement une
notion qui, de par sa double dimension idéologique et juridique, constitue un des piliers de la théorie de l'État; il recouvre aussi une
réalité sociopolitique concrète: le service public, c'est encore un ensemble d'activités, d'organes, d'agents qui occupent une certaine
place dans la vie sociale”).
Negrilla fuera del texto.
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Entre éstos se encuentra la creación del concepto de
Estado de derecho, cuyo principal exponente fue
Charles Louis de Secondat, barón de Monstesquieu;
él fue quien introdujo la teoría de la separación de
los poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) para
prevenir el despotismo vivido en la época de las
monarquías, donde se hizo célebre la frase “L'état
c'est moi”, culmen de toda aspiración despótica,
atribuida a Luis XIV.
En el Estado de derecho, un gran logro fue el
principio de legalidad, el cual significó la derrota del
absolutismo20. El paso de este Estado, donde prima
el respeto por la legalidad (entendida como una
forma razonable de prevenir el despotismo), a un
Estado de bienestar, se dio en Francia con el paso
del Estado gendarme al Estado providencia, como
ya se mencionó anteriormente. En el primero, el
Estado sólo ejercía su poder público (defensa
nacional, poder de policía, entre otros), luego se
transformaría en un Estado garantista del bienestar
de todos los asociados.
La concepción del Estado para el servicio de sus
asociados data de la antigua Grecia, pionera de la
idea de que la razón de ser del Estado es el bienestar
social de las personas, como puede observarse en el
epígrafe de este artículo. Esta idea floreció más
tarde con los ilustrados franceses, entre los que
sobresalen, además de Montesquieu, Rousseau,
Voltaire, Diderot y D'Alambert. En Alemania se le
llamó Sozialstaat al Estado que inspiraran los
ilustrados franceses.
En Colombia se habló por primera vez del Estado
social de derecho en la reforma de 1936, en la cual
se menciona la función social de los derechos21,
pero es en la Constitución de 1991 donde se deja
claro el cambio de Estado de derecho a Estado
social de derecho, como producto, entre otras
cosas, de que algunos servidores públicos
justificaban la violación de derechos y libertades en
pro de la protección de las instituciones jurídicas. El
concepto de Estado social de derecho ordena no
solamente cumplir con ciertas funciones sino
también producir unos efectos dentro de la
comunidad, desde el punto de vista de las
necesidades concretas. Esto incluye un compromiso
con la realidad en los campos: económico, político y
social22. No sobra decir que es la dignidad humana
el fundamento de este Estado23.
La Corte Constitucional se ha referido en varias
ocasiones al concepto de Estado social de derecho:
“El presupuesto en el que se funda el
Estado social de derecho es el de la íntima
interconexión que se da entre la esfera
estatal y la social. La sociedad no se
presenta más como una entidad
absolutamente independiente y
autorregulada, dotada de un orden
inmanente ajeno a toda regulación estatal
que no fuera puramente adaptativa y
promulgada en momento de crisis. La
experiencia histórica ha demostrado la
necesidad de que el Estado tenga una
decidida presencia existencial y regulativa
en las dimensiones más importantes de la
vida social y económica, con el objeto de
corregir sus disfuncionalidades y
racionalizar su actividad, lo que llevado a la
práctica ha contribuido a difuminar - hasta
cierto punto - las fronteras entre lo estatal y
lo social, reemplazándolas por una
constante, fluida e interactiva relación
entre lo público y lo privado24”.
Un ejemplo de lo que significa este Estado nos lo
muestra la Corte Constitucional al señalar que el
Estado no puede obligar a ser virtuosos a sus
asociados sino que debe darles los mecanismos
para que éstos lleguen a serlo25.
20. Gustavo Zagrebelsky, El derecho dúctil, Madrid, Colección Estructuras y Procesos, serie de derecho, 2008, p. 24.
21. Jaime Vidal Perdomo, El renacer de la noción de servicio público, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y
cohesión social del estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 84.
22. José Gregorio Hernández Galindo, Los servicios públicos en la Constitución Política, en: Los servicios públicos como instrumento de
solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 60.
23. Corte Constitucional, Sentencia C-336 de 2006. Magistrados ponentes: Álvaro Araujo Rentería y Clara Inés Vargas.
24. Corte Constitucional, Sentencia C-566 de 1995. Magistrado ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz.
25. Corte Constitucional, Sentencia C-221 de 1994. Magistrado ponente: Carlos Gaviria Díaz.
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Los servicios públicos en Colombia
En Colombia la definición vigente sobre los servicios
públicos se encuentra en el artículo 430 del Código
Sustantivo del Trabajo26; allí son definidos como
“toda actividad organizada que tienda a satisfacer
necesidades de interés general en forma regular y
continua, de acuerdo con un régimen jurídico
especial, bien que se realice por el Estado, directa o
indirectamente, o por personas privadas”.
Por su parte, la Carta Magna de 1991 resalta la
importancia de los servicios públicos, destinando
un capítulo completo dentro del Título XII, sobre el
régimen económico y de la hacienda pública,
titulado De la finalidad social del Estado y de los
servicios públicos. Allí, en el artículo 365, se nos
dice:
“Los servicios públicos son inherentes a la
finalidad social del Estado. Es deber del
Estado asegurar su prestación eficiente a
todos los habitantes del territorio nacional.
Los servicios públicos estarán sometidos al
régimen jurídico que fije la ley, podrán ser
prestados por el Estado, directa o
indirectamente, por comunidades
organizadas, o por particulares. En todo
caso, el Estado mantendrá la regulación, el
control y vigilancia de dichos servicios”.
Por su parte, el artículo 366 afirma que “el
bienestar general y el mejoramiento de la calidad de
vida de la población son finalidades sociales del
Estado”. A su vez, la Corte Constitucional ha dicho
que los servicios públicos están relacionados con la
parte dogmática de la Constitución27, agregando
que “estos servicios constituyen un instrumento
necesario para la realización de los valores y
principios constitucionales fundamentales, como
se desprende del propio texto del artículo 365 de la
Carta28”. También manifiesta la Corte que estos
servicios deben regirse por los principios de
eficiencia y universalidad, los cuales debe
garantizar el Estado29. “La universalidad exige la
prestación de los servicios públicos, aún cuando ello
suponga una mayor carga en cabeza de quienes
cumplen dicha función30”; según la Corte, este
principio se encuentra relacionado con el de
solidaridad, plasmado en el artículo 1º de la Carta
Magna.
La Corte ha señalado, además, la importancia de
los servicios públicos en Colombia a partir de la
concepción del Estado social de derecho, afirmando
que el constituyente, al escoger esta forma de
Estado elevó a deber constitucional suministrar
prestaciones a la colectividad por parte del Estado31.
Por tal razón, los servicios públicos son
considerados como una de las más importantes
funciones administrativas del Estado.
De la definición de servicio público se pueden
extraer las siguientes características, dadas en el
Código Sustantivo del Trabajo y en la Constitución
Nacional:
1) Es una actividad organizada.
2) Su fin es satisfacer necesidades de interés
general.
3) Debe ser prestado en forma regular y
continua.
4) Puede ser prestado por el Estado
directamente, o por particulares.
5) Debe hacerse bajo la regulación,
vigilancia y control del Estado.
6) Debe estar sometido a un régimen
especial.
Dado que la Constitución ha sido muy amplia
en la determinación de la condición de servicio
público, se usan dos maneras para catalogar un
servicio de público o no. La primera es cuando la
Constitución o la ley lo dicen expresamente; la
segunda, mediante indicios que conjuntamente
dan certeza al respecto; tales indicios son:
1) Si hay presencia del Estado.
2) Si hay un interés general.
26. Corte Constitucional, Sentencia T-520 de 2003. Magistrado ponente: Rodrigo Escobar Gil.
27. Íbid.
28. Íbid.
29. Íbid.
30. Íbid.
31. Corte Constitucional, Sentencia T-540 de 1992. Magistrado ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz.
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3) Si está rodeado de privilegios,
prerrogativas, exorbitancia y excepciones
con fin al interés general.
4) Si tiene una legislación especial, y hay un
sometimiento de las diferencias a la
jurisdicción de lo contencioso
administrativo32.
La principal característica que tienen los servicios
públicos, y que los diferencia de los otros es la
necesidad del interés general que se busca
satisfacer; el ejercicio de este servicio conlleva
prerrogativas públicas por parte de los prestadores.
Esto debe permitirlo el legislador33.
Como dice la Constitución Nacional, los servicios
públicos pueden ser prestados por el Estado o por
particulares; respecto a lo último, la Corte ha dicho:
“El servicio público de interés general prestado por
un particular hace que éste adquiera el carácter de
autoridad, pues existe un ejercicio del poder
público, y la característica fundamental del servicio
público, como se mencionó anteriormente, es que
tiene un régimen especial en atención al servicio34”
Por su parte, la ley consagra los servicios
públicos como derecho colectivo, en su artículo 4°,
literal j, “El acceso a los servicios públicos”, y que su
prestación sea “eficiente y oportuna”, por tanto, es
susceptible de acción popular; materializando de
esta forma el texto constitucional.
Servicio público esencial
Esta es, quizás, la clasificación más importante que
hace la Constitución de los servicios públicos, y su
importancia se debe a que en el artículo 56 de la
Constitución Nacional se nos dice que “se garantiza
el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos
esenciales definidos por el legislador. La ley
reglamentará este derecho”. Como puede verse, el
principio de continuidad restringe en los servicios
públicos esenciales el derecho de huelga que gozan
los servicios públicos en general.
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Respecto a la definición de los servicios públicos
esenciales, la Corte Constitucional ha dicho que
“El carácter esencial de un servicio público
se predica cuando las actividades que lo
conforman contribuyen de modo directo y
concreto a la protección de bienes, a la
satisfacción de intereses o a la realización
de valores ligados con el respeto, vigencia,
ejercicio y efectividad de los derechos y
libertades fundamentales35”.
Al restringir ese derecho, la Corte ha sido
cautelosa respecto a la facultad para determinar si
se trata de un servicio público esencial, y si se
restringe el derecho a la huelga; dice la Corte:
“La Constitución ha establecido dos
requisitos diferentes para que se pueda
excluir el derecho de huelga de una
determinada actividad. En primer término,
es necesario que ésta sea materialmente un
servicio público esencial. Y, en segundo
término, desde el punto de vista formal, es
necesario que el Legislador haya
expresamente definido la actividad como
servicio público esencial y restringido el
derecho de huelga en ella36".
El estudio de si es materialmente un servicio
público esencial lo realiza la Corte Constitucional37,
dentro de la función de control de
constitucionalidad, basándose en la definición de
servicio público esencial que ella misma establece.
Servicios públicos domiciliarios
La ley 142 de 1994, en su artículo primero, define
como servicios públicos domiciliarios: acueducto,
alcantarillado, aseo, energía eléctrica, distribución
de gas combustible, telefonía [fija] pública básica
conmutada y la telefonía local móvil en el sector
32. Aleksey Herrera Robles, Aspectos generales de derecho administrativo colombiano, Barranquilla, Ediciones
Uninorte, 2006, p. 33.
33. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 216.
34. Corte Constitucional, Sentencia T-507 de 1993. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero.
35. Corte Constitucional, Sentencia C-663 de 2000. Magistrado ponente: Antonio Barrera Carbonell.
36. Corte Constitucional, Sentencia C-473 de 1994. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero.
37. Íbid.
rural. Se trata de una clase de servicios públicos, que
son los más cotidianos, y a los cuales la Constitución
les dio una categoría especial, regulándolos en los
artículos 367, 369 y 370 de la Carta Magna y la ley
142 de 1994. Dicha ley, en su artículo 4º, le da
categoría de servicios públicos esenciales38, con un
órgano especial para su vigilancia, que es la
Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios.
Conclusiones
Basándonos en la noción de servicio público a partir
de la concepción de Estado social de derecho, se
hacen las siguientes consideraciones:
El paso del Estado-absolutista a un Estado de
bienestar, es uno de los mayores logros que ha
tenido la humanidad; considerar al Estado no como
dios, sino como un instrumento creado por los
hombres para la satisfacción total de sus intereses
es un gran avance en la concepción del Estado.
El respeto a la dignidad humana en tanto
fundamento principal del Estado Social de Derecho
significa que el ser humano no puede ser utilizado
como un instrumento para el fin del Estado, sino
que este último es el instrumento para lograr la
satisfacción de las necesidades de sus asociados.
Estoy seguro que para la mayoría que tenga esta
mentalidad, una de las grandes responsabilidades
del Estado es la prestación de los servicios públicos,
ya sean brindados directa o indirectamente por él.
Por tanto, no puede pensarse en un Estado social de
derecho sin la efectiva prestación de dichos
servicios.
El hecho de que la Constitución le destine un
capítulo completo y la ley 472 de 1998 consagre
como derecho colectivo, en su artículo 4°, literal j,
“El acceso a los servicios públicos”, y que su
prestación sea “eficiente y oportuna”, muestra la
importancia que la Constitución y el legislador han
dado a estos servicios. No puede pensarse en un
Estado legítimo si no es para el goce y protección de
todos sus ciudadanos, con garantía para este tipo
de servicios, que son tan decisivos para la
constitución de una vida digna. El Estado debe
ejercer su potestad de Estado garante de los
derechos humanos y de las libertades individuales;
es la tarea que la civilización le encomendó al
Estado social de derecho. Un ejemplo de estos
servicios es la educación tan importante en el
crecimiento de una sociedad.
En los servicios públicos el Estado prescinde del
ejercicio de la autoridad, y se convierte en el
“padre” razonable que les da las herramientas a sus
hijos para que, al soltarlos, sean personas inclinadas
a obrar de conformidad con el bien común; por
ende, a mi parecer los servicios públicos constituyen
el objeto principal del derecho administrativo.
Existen innumerables servicios públicos,
dependiendo de las prioridades definidas por el
Estado; pero, servicios como la salud y la educación,
por su condición de estar ligados de manera
estrecha con el derecho a vivir dignamente,
constituyen prioridades del Estado social de
derecho.
Se puede decir, entonces, que la noción de
servicio público a partir de la concepción de Estado
social de derecho tiene una connotación muy
importante, ya que se trata de la materialización del
llamado “bienestar de los asociados”; porque de
nada sirve que la Constitución lo proclame si no se
materializa. Todas las actividades encaminadas al
bienestar de las personas están catalogadas como
servicios públicos, y el Estado, en cabeza de la
administración pública debe garantizar que éstos se
creen y se materialicen de manera eficiente y
continua sin ser una carga para los asociados.
Concluyo este artículo expresando que la
noción de servicio público en el Estado social de
derecho es la materialización de éste con miras al
bienestar social de todos los ciudadanos; bienestar
al cual todos tenemos derecho, sin distingos de
raza, sexo, condición social o de ningún otro tipo.
De este modo, la noción de servicio público se
constituye en la más clara indicación del paso del
Estado de derecho al Estado social de derecho.
38. La Corte Constitucional declaró exequible este artículo en la sentencia C-663 de 2000. Magistrado ponente:
Antonio Barrera Carbonell.
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Referencias
A
-HERNÁNDEZ GALINDO, José Gregorio, “Los
servicios públicos en la Constitución Política”, en:
Los servicios públicos como instrumento de
solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá,
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de servicio público”, en: Los servicios públicos
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social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas
Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005.
-ZAGREBELSKY, Gustavo, El derecho dúctil,
Madrid, Colección Estructuras y Procesos, serie
de derecho, 2008.
Sentencias
-CORTE CONSTITUCIONAL,
Sentencia T-540 de 1992. Magistrado
ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz.
, Sentencia T-507 de 1993. Magistrado
ponente: Alejandro Martínez Caballero.
, Sentencia C-221 de 1994. Magistrado
ponente: Carlos Gaviria Díaz.
, Sentencia C-473 de 1994. Magistrado
ponente: Alejandro Martínez Caballero.
, Sentencia C-566 de 1995. Magistrado
ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz.
, Sentencia C-663 de 2000. Magistrado
ponente: Antonio Barrera Carbonell.
, Sentencia T-520 de 2003. Magistrado
ponente: Rodrigo Escobar Gil
, Sentencia C-336 de 2006. Magistrados
ponentes: Álvaro Araujo Rentería y Clara
Inés Vargas.
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