U R Í D I C A J C T U A L I D A D A La noción de servicio público a partir de la concepción del Estado Social de Derecho Por Tomás Maldonado Gómez Estudiante de Derecho de la Universidad del Norte, editor de la revista Actualidad Jurídica. Correo electrónico: tmaldonado@uninorte.edu.co “[...] nuestra ley no se encamina a que una sola clase lo pase excepcionalmente bien en el Estado, sino que se las compone para que esto suceda en todo el Estado” Platón Resumen El servicio público es uno de los temas más importantes del derecho administrativo, y se ha convertido en la razón de ser del Estado social de derecho, pues es la materialización de éste en pro del bienestar de todos los ciudadanos. Garantizar la efectiva prestación de los servicios públicos es un deber del Estado para con sus asociados, ya sean prestados por él directamente o por particulares. La noción de servicio público se originó en Francia, y ha sido desarrollada tanto por la doctrina como por la jurisprudencia. Los servicios públicos en Colombia se concibieron como los pilares del bienestar social a partir de la Constitución de 1991, que establece, en el Capítulo 5 del Título XII, que “los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado”, y que “el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado”. A su vez, la Corte Constitucional ha dicho que los servicios públicos “constituyen un instrumento necesario para la realización de los valores y principios constitucionales fundamentales”. Palabras claves: Servicio Público, Estado social de derecho, derecho constitucional, derecho administrativo y bienestar social. 54 Comienzo este artículo explicando que, al hablar de servicio público, no me refiero sólo a los servicios públicos domiciliarios; estos últimos únicamente son una clase de servicio público que, debido a su impacto social, se le ha dado gran importancia. El concepto de servicio público, tal como lo veremos en este artículo, es amplio y abarca toda una ideología. El servicio público constituye, según Maurice Hauriou, la razón de ser de la administración pública1, convirtiéndose en uno de los temas fundamentales del Estado Moderno2; éste es, además, el tema central del derecho administrativo3. Lo anteriormente dicho da cuenta de la importancia que en la actualidad tiene esta materia para la justificación del Estado social de derecho. La concepción francesa del servicio público La mayoría de nuestras concepciones e instituciones en derecho administrativo provienen del derecho francés, y los servicios públicos no son la excepción, pues la teoría del servicio público y del bienestar social emana de Francia. La revolución francesa de 1789 produjo un gran cambio ideológico en torno a la concepción del hombre como sujeto de derecho y libertades; con ella surgieron novedosas ideas que generaron la noción del servicio público. Sin embargo, los antecedentes de este concepto no surgieron sólo a partir de la revolución francesa, pues datan de mucho más allá, cuando Luis XVI organizó un servicio real de correos 4 . Realmente, la concepción de servicio público surgió del paso del Estado gendarme (laisser faire, laisser passer)5 a un Estado providencia, donde las funciones propias del Estado gendarme se extendieron a otros asuntos, como la educación, la salud, entre otros. Dado que en Francia surgió esta concepción, fueron los pensadores franceses los primeros en hablar del tema. Un ejemplo de ello es la llamada «École du service public» o «École de Bordeaux», entre cuyos representantes se encontraban Léon Duguit, Gaston Jèze, Roger Bonnard y Louis Rolland, quienes estudiaron el tema de los servicios públicos6. Léon Duguit decía que éstos 1. Alberto Montaña Plata, El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 136. 2. Marco Antonio Velilla, Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez C. Ltda., 2005, p. 27. 3. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 17. 4. Michel Pinard, “La tradición francesa del servicio público”, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del Estado. Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez C. Ltda., 2005, p. 469. 5- La función del Estado gendarme sólo se limitaba a la justicia, servicio de policía, defensa nacional y recaudo de impuesto. 6. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 134. 55 U R Í D I C A J C T U A L I D A D A últimos eran el fundamento del derecho administrativo7; para él, la teoría de los servicios públicos es el concepto que nutre toda la idea del Estado y la concepción de éste como un instrumento al servicio de la colectividad8. Pensamiento que se aparta de la idea del Estado como puissance publique. En el pensamiento de Léon Duguit, el Estado no sólo ejerce el llamado poder público, sino que busca la satisfacción y bienestar de sus asociados. Duguit definió el servicio público como “la actividad en la cual su cumplimiento debe estar asegurado por los gobernantes, porque es tal su naturaleza que sólo puede ser realizada completamente por la intervención de la fuerza gobernante9”. Louis Rolland agrega a lo anterior principios como la continuidad, adaptabilidad e igualdad10. Por su parte, André De Laubadere introduce la neutralidad, y Maurice Hauriou moralidad y gratuidad11. De manera general, se parte de dos concepciones sobre el servicio público: una subjetiva, dependiendo de quién realice la actividad; y otra objetiva, que depende de la actividad realizada. En la primera se excluyen las actividades prestadas por particulares; Massimo Giannini la define como “actividad no autoritativa asumida por el poder público12”. La segunda concepción está relacionada con las necesidades de los asociados; Jean Rivero, uno de sus defensores, dice que el servicio público es “toda actividad de interés general” que la administración asume13. 56 Dado que lo anterior es la posición de los intelectuales de esa época, debemos estudiar esa realidad y la de sus órganos jurisdiccionales. La primera vez que se habló del servicio público en los órganos jurisdiccionales franceses fue en el llamado fallo Blanco14, donde se hizo responsable al Estado “por el daño causado a los particulares por personas que el Estado emplea en el servicio público15”. Con relación a esa época en Francia, el servicio público se prestaba directamente por la administración, o mediante concesión a particulares, en los siguientes casos: 1. El Consejo de Estado desarrolló una teoría que permitía la creación de servicios públicos industriales y comerciales. 2. Como una medida de sanción. El Estado sancionaba y adquiría la potestad de prestar el servicio. 3. El Estado asumió el estudio de la energía electro-nuclear 16. Adicionalmente, durante el llamado “período de oro” de los servicios públicos, el cual surgió luego de la Segunda Guerra Mundial, el Estado de bienestar (que hoy día se mantiene en algunos países como prioridad) hizo fijar en países como Francia principios en el servicio público que todavía permanecen, como lo son, por ejemplo: igualdad, continuidad, mutabilidad y el criterio de rentabilidad; también se agrega, en algunos casos, 7. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 141. 8. Léon Duguit, Traité de droit constitutionnel, Paris, Ancienne Librairie Fontemoing, 1927. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 141. (“La notion de service public est devenue le fondement du droit administratif, tandis qu'émergeait une nouvelle représentation des rapports de l'État et du droit: un État pour qui le droit n'es pas seulement un instrument de la puissance publique, mais aussi un instrument pour mener à bien les missions dont il est investi au service de la collectivité”). 9. Íbid., p. 142. (“Toute activité dont l'accomplissement doit être assuré, réglé et contrôlé par le gouvernants parce qu'elle est de telle nature qu'elle ne peut être réalisée complètement que par l'intervention de la force gouvernante”). 10. Alberto Montaña Plata, op. cit., p, 146. 11. Íbid., p. 147. 12. Massimo Severo Giannini, Diritto administrativo, vol. II, Milán: Giuffré, 1993. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 165. 13. Jean Rivero; Jean Waline, Droit administrative, París: Dalloz, 1996. Citado por Alberto Montaña Plata, El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 168. 14. Este fallo, que data de 1872, resolvió el caso instaurado por el padre de Agnès Blanco, donde la menor salió lesionada después de ser arrollada por un camión del Estado. Este caso sirvió como precedente a que la responsabilidad del Estado también se extienda a las actividades realizadas por él con ocasión al servicio público y, por tanto, el Tribunal resolvió que debió regirse por las normas del derecho público y no las del código civil, como anteriormente se hacía. 15. Extracto del texto original, el cual dice: “La responsabilité, qui peut incomber à l'État pour les dommages causés aux particuliers par le fait des personnes qu'il emploi dans le service public, ne peut être régie par les principes qui son établis dans le code civil, pour les rapports de particulier à particulier”. 16. Michel Pinard, op. cit., p. 472. un régimen jurídico particular y un estatuto específico para los trabajadores17. El servicio público es llamado en otros países de Europa servicio económico de interés general o servicio universal, debido a su impacto en la sociedad. Quiero terminar esta parte sobre la concepción de servicio público en Francia con una cita de René Chapus y otra de Jacques Chevallier, quienes nos muestran la importancia que tuvo el servicio público para los franceses, ya que para ellos era la esencia del Estado: “La administración es sumisa a un derecho que rige su organización y su actividad y, por ende, su relación con los asociados, quienes son su razón de ser y en la cual tiende a satisfacer sus necesidades mediante el ejercicio de actividades de interés general o, más precisamente, actividades de servicio público18”. Al respecto, Jacques Chevallier sostiene: “[…] pero el servicio público no es solamente una noción que, por su doble dimensión ideológica y jurídica constituye uno de los pilares de la teoría del Estado; incluye también una realidad sociopolítica concreta: el servicio público es un conjunto de actividades, de órganos y de agentes que ocupan un lugar importante en la vida social”. La concepción de Estado social de derecho: el caso colombiano El artículo 1º de la Constitución Política de 1991 dice: “Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. A su vez el artículo 2º de dicha Constitución dice: “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación”. El paso de un Estado de derecho a un Estado social de derecho no tiene de diferente el haber sido añadida la palabra “social”; esta expresión, Estado social de derecho, conlleva un contenido específico, de nivel conceptual, que propugna por que el fin del Estado sea el bienestar social de todos sus asociados. Sus antecedentes se remontan a la Ilustración Francesa en el siglo XVIII, donde se llevaron a cabo muchísimos cambios conceptuales. 17. Daniel Pecaut, La visión francesa de los servicios públicos, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 482. 18. René Chapus, Droit administratif général, París: Montchrestien, 1998. P. 1. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de servicio público en el derecho administrativo. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 52. (“L'administration est soumise à un droit qui régit son organisation et son activité et, par la même, ses rapports avec les administrés, qui sont sa raison d'être et dont elle tend à satisfaire les besoins par l'exercice d'activités d'intérêt général ou, plus précisément, par des activités de service public”). 19. Jacques Chevallier, Le service public. Paris: PUF, 1991, p. 47. Citado por Alberto Montaña Plata, en: El concepto de servicio público en el derecho administrativo, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 178. (“[…] mais le service n'est pas seulement une notion qui, de par sa double dimension idéologique et juridique, constitue un des piliers de la théorie de l'État; il recouvre aussi une réalité sociopolitique concrète: le service public, c'est encore un ensemble d'activités, d'organes, d'agents qui occupent une certaine place dans la vie sociale”). Negrilla fuera del texto. 57 U R Í D I C A J C T U A L I D A D A Entre éstos se encuentra la creación del concepto de Estado de derecho, cuyo principal exponente fue Charles Louis de Secondat, barón de Monstesquieu; él fue quien introdujo la teoría de la separación de los poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) para prevenir el despotismo vivido en la época de las monarquías, donde se hizo célebre la frase “L'état c'est moi”, culmen de toda aspiración despótica, atribuida a Luis XIV. En el Estado de derecho, un gran logro fue el principio de legalidad, el cual significó la derrota del absolutismo20. El paso de este Estado, donde prima el respeto por la legalidad (entendida como una forma razonable de prevenir el despotismo), a un Estado de bienestar, se dio en Francia con el paso del Estado gendarme al Estado providencia, como ya se mencionó anteriormente. En el primero, el Estado sólo ejercía su poder público (defensa nacional, poder de policía, entre otros), luego se transformaría en un Estado garantista del bienestar de todos los asociados. La concepción del Estado para el servicio de sus asociados data de la antigua Grecia, pionera de la idea de que la razón de ser del Estado es el bienestar social de las personas, como puede observarse en el epígrafe de este artículo. Esta idea floreció más tarde con los ilustrados franceses, entre los que sobresalen, además de Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Diderot y D'Alambert. En Alemania se le llamó Sozialstaat al Estado que inspiraran los ilustrados franceses. En Colombia se habló por primera vez del Estado social de derecho en la reforma de 1936, en la cual se menciona la función social de los derechos21, pero es en la Constitución de 1991 donde se deja claro el cambio de Estado de derecho a Estado social de derecho, como producto, entre otras cosas, de que algunos servidores públicos justificaban la violación de derechos y libertades en pro de la protección de las instituciones jurídicas. El concepto de Estado social de derecho ordena no solamente cumplir con ciertas funciones sino también producir unos efectos dentro de la comunidad, desde el punto de vista de las necesidades concretas. Esto incluye un compromiso con la realidad en los campos: económico, político y social22. No sobra decir que es la dignidad humana el fundamento de este Estado23. La Corte Constitucional se ha referido en varias ocasiones al concepto de Estado social de derecho: “El presupuesto en el que se funda el Estado social de derecho es el de la íntima interconexión que se da entre la esfera estatal y la social. La sociedad no se presenta más como una entidad absolutamente independiente y autorregulada, dotada de un orden inmanente ajeno a toda regulación estatal que no fuera puramente adaptativa y promulgada en momento de crisis. La experiencia histórica ha demostrado la necesidad de que el Estado tenga una decidida presencia existencial y regulativa en las dimensiones más importantes de la vida social y económica, con el objeto de corregir sus disfuncionalidades y racionalizar su actividad, lo que llevado a la práctica ha contribuido a difuminar - hasta cierto punto - las fronteras entre lo estatal y lo social, reemplazándolas por una constante, fluida e interactiva relación entre lo público y lo privado24”. Un ejemplo de lo que significa este Estado nos lo muestra la Corte Constitucional al señalar que el Estado no puede obligar a ser virtuosos a sus asociados sino que debe darles los mecanismos para que éstos lleguen a serlo25. 20. Gustavo Zagrebelsky, El derecho dúctil, Madrid, Colección Estructuras y Procesos, serie de derecho, 2008, p. 24. 21. Jaime Vidal Perdomo, El renacer de la noción de servicio público, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 84. 22. José Gregorio Hernández Galindo, Los servicios públicos en la Constitución Política, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. Ltda., 2005, p. 60. 23. Corte Constitucional, Sentencia C-336 de 2006. Magistrados ponentes: Álvaro Araujo Rentería y Clara Inés Vargas. 24. Corte Constitucional, Sentencia C-566 de 1995. Magistrado ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz. 25. Corte Constitucional, Sentencia C-221 de 1994. Magistrado ponente: Carlos Gaviria Díaz. 58 Los servicios públicos en Colombia En Colombia la definición vigente sobre los servicios públicos se encuentra en el artículo 430 del Código Sustantivo del Trabajo26; allí son definidos como “toda actividad organizada que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el Estado, directa o indirectamente, o por personas privadas”. Por su parte, la Carta Magna de 1991 resalta la importancia de los servicios públicos, destinando un capítulo completo dentro del Título XII, sobre el régimen económico y de la hacienda pública, titulado De la finalidad social del Estado y de los servicios públicos. Allí, en el artículo 365, se nos dice: “Los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al régimen jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo caso, el Estado mantendrá la regulación, el control y vigilancia de dichos servicios”. Por su parte, el artículo 366 afirma que “el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado”. A su vez, la Corte Constitucional ha dicho que los servicios públicos están relacionados con la parte dogmática de la Constitución27, agregando que “estos servicios constituyen un instrumento necesario para la realización de los valores y principios constitucionales fundamentales, como se desprende del propio texto del artículo 365 de la Carta28”. También manifiesta la Corte que estos servicios deben regirse por los principios de eficiencia y universalidad, los cuales debe garantizar el Estado29. “La universalidad exige la prestación de los servicios públicos, aún cuando ello suponga una mayor carga en cabeza de quienes cumplen dicha función30”; según la Corte, este principio se encuentra relacionado con el de solidaridad, plasmado en el artículo 1º de la Carta Magna. La Corte ha señalado, además, la importancia de los servicios públicos en Colombia a partir de la concepción del Estado social de derecho, afirmando que el constituyente, al escoger esta forma de Estado elevó a deber constitucional suministrar prestaciones a la colectividad por parte del Estado31. Por tal razón, los servicios públicos son considerados como una de las más importantes funciones administrativas del Estado. De la definición de servicio público se pueden extraer las siguientes características, dadas en el Código Sustantivo del Trabajo y en la Constitución Nacional: 1) Es una actividad organizada. 2) Su fin es satisfacer necesidades de interés general. 3) Debe ser prestado en forma regular y continua. 4) Puede ser prestado por el Estado directamente, o por particulares. 5) Debe hacerse bajo la regulación, vigilancia y control del Estado. 6) Debe estar sometido a un régimen especial. Dado que la Constitución ha sido muy amplia en la determinación de la condición de servicio público, se usan dos maneras para catalogar un servicio de público o no. La primera es cuando la Constitución o la ley lo dicen expresamente; la segunda, mediante indicios que conjuntamente dan certeza al respecto; tales indicios son: 1) Si hay presencia del Estado. 2) Si hay un interés general. 26. Corte Constitucional, Sentencia T-520 de 2003. Magistrado ponente: Rodrigo Escobar Gil. 27. Íbid. 28. Íbid. 29. Íbid. 30. Íbid. 31. Corte Constitucional, Sentencia T-540 de 1992. Magistrado ponente: Eduardo Cifuentes Muñoz. 59 U R Í D I C A J C T U A L I D A D A 3) Si está rodeado de privilegios, prerrogativas, exorbitancia y excepciones con fin al interés general. 4) Si tiene una legislación especial, y hay un sometimiento de las diferencias a la jurisdicción de lo contencioso administrativo32. La principal característica que tienen los servicios públicos, y que los diferencia de los otros es la necesidad del interés general que se busca satisfacer; el ejercicio de este servicio conlleva prerrogativas públicas por parte de los prestadores. Esto debe permitirlo el legislador33. Como dice la Constitución Nacional, los servicios públicos pueden ser prestados por el Estado o por particulares; respecto a lo último, la Corte ha dicho: “El servicio público de interés general prestado por un particular hace que éste adquiera el carácter de autoridad, pues existe un ejercicio del poder público, y la característica fundamental del servicio público, como se mencionó anteriormente, es que tiene un régimen especial en atención al servicio34” Por su parte, la ley consagra los servicios públicos como derecho colectivo, en su artículo 4°, literal j, “El acceso a los servicios públicos”, y que su prestación sea “eficiente y oportuna”, por tanto, es susceptible de acción popular; materializando de esta forma el texto constitucional. Servicio público esencial Esta es, quizás, la clasificación más importante que hace la Constitución de los servicios públicos, y su importancia se debe a que en el artículo 56 de la Constitución Nacional se nos dice que “se garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos esenciales definidos por el legislador. La ley reglamentará este derecho”. Como puede verse, el principio de continuidad restringe en los servicios públicos esenciales el derecho de huelga que gozan los servicios públicos en general. 60 Respecto a la definición de los servicios públicos esenciales, la Corte Constitucional ha dicho que “El carácter esencial de un servicio público se predica cuando las actividades que lo conforman contribuyen de modo directo y concreto a la protección de bienes, a la satisfacción de intereses o a la realización de valores ligados con el respeto, vigencia, ejercicio y efectividad de los derechos y libertades fundamentales35”. Al restringir ese derecho, la Corte ha sido cautelosa respecto a la facultad para determinar si se trata de un servicio público esencial, y si se restringe el derecho a la huelga; dice la Corte: “La Constitución ha establecido dos requisitos diferentes para que se pueda excluir el derecho de huelga de una determinada actividad. En primer término, es necesario que ésta sea materialmente un servicio público esencial. Y, en segundo término, desde el punto de vista formal, es necesario que el Legislador haya expresamente definido la actividad como servicio público esencial y restringido el derecho de huelga en ella36". El estudio de si es materialmente un servicio público esencial lo realiza la Corte Constitucional37, dentro de la función de control de constitucionalidad, basándose en la definición de servicio público esencial que ella misma establece. Servicios públicos domiciliarios La ley 142 de 1994, en su artículo primero, define como servicios públicos domiciliarios: acueducto, alcantarillado, aseo, energía eléctrica, distribución de gas combustible, telefonía [fija] pública básica conmutada y la telefonía local móvil en el sector 32. Aleksey Herrera Robles, Aspectos generales de derecho administrativo colombiano, Barranquilla, Ediciones Uninorte, 2006, p. 33. 33. Alberto Montaña Plata, op. cit., p. 216. 34. Corte Constitucional, Sentencia T-507 de 1993. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero. 35. Corte Constitucional, Sentencia C-663 de 2000. Magistrado ponente: Antonio Barrera Carbonell. 36. Corte Constitucional, Sentencia C-473 de 1994. Magistrado ponente: Alejandro Martínez Caballero. 37. Íbid. rural. Se trata de una clase de servicios públicos, que son los más cotidianos, y a los cuales la Constitución les dio una categoría especial, regulándolos en los artículos 367, 369 y 370 de la Carta Magna y la ley 142 de 1994. Dicha ley, en su artículo 4º, le da categoría de servicios públicos esenciales38, con un órgano especial para su vigilancia, que es la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Conclusiones Basándonos en la noción de servicio público a partir de la concepción de Estado social de derecho, se hacen las siguientes consideraciones: El paso del Estado-absolutista a un Estado de bienestar, es uno de los mayores logros que ha tenido la humanidad; considerar al Estado no como dios, sino como un instrumento creado por los hombres para la satisfacción total de sus intereses es un gran avance en la concepción del Estado. El respeto a la dignidad humana en tanto fundamento principal del Estado Social de Derecho significa que el ser humano no puede ser utilizado como un instrumento para el fin del Estado, sino que este último es el instrumento para lograr la satisfacción de las necesidades de sus asociados. Estoy seguro que para la mayoría que tenga esta mentalidad, una de las grandes responsabilidades del Estado es la prestación de los servicios públicos, ya sean brindados directa o indirectamente por él. Por tanto, no puede pensarse en un Estado social de derecho sin la efectiva prestación de dichos servicios. El hecho de que la Constitución le destine un capítulo completo y la ley 472 de 1998 consagre como derecho colectivo, en su artículo 4°, literal j, “El acceso a los servicios públicos”, y que su prestación sea “eficiente y oportuna”, muestra la importancia que la Constitución y el legislador han dado a estos servicios. No puede pensarse en un Estado legítimo si no es para el goce y protección de todos sus ciudadanos, con garantía para este tipo de servicios, que son tan decisivos para la constitución de una vida digna. El Estado debe ejercer su potestad de Estado garante de los derechos humanos y de las libertades individuales; es la tarea que la civilización le encomendó al Estado social de derecho. Un ejemplo de estos servicios es la educación tan importante en el crecimiento de una sociedad. En los servicios públicos el Estado prescinde del ejercicio de la autoridad, y se convierte en el “padre” razonable que les da las herramientas a sus hijos para que, al soltarlos, sean personas inclinadas a obrar de conformidad con el bien común; por ende, a mi parecer los servicios públicos constituyen el objeto principal del derecho administrativo. Existen innumerables servicios públicos, dependiendo de las prioridades definidas por el Estado; pero, servicios como la salud y la educación, por su condición de estar ligados de manera estrecha con el derecho a vivir dignamente, constituyen prioridades del Estado social de derecho. Se puede decir, entonces, que la noción de servicio público a partir de la concepción de Estado social de derecho tiene una connotación muy importante, ya que se trata de la materialización del llamado “bienestar de los asociados”; porque de nada sirve que la Constitución lo proclame si no se materializa. Todas las actividades encaminadas al bienestar de las personas están catalogadas como servicios públicos, y el Estado, en cabeza de la administración pública debe garantizar que éstos se creen y se materialicen de manera eficiente y continua sin ser una carga para los asociados. Concluyo este artículo expresando que la noción de servicio público en el Estado social de derecho es la materialización de éste con miras al bienestar social de todos los ciudadanos; bienestar al cual todos tenemos derecho, sin distingos de raza, sexo, condición social o de ningún otro tipo. De este modo, la noción de servicio público se constituye en la más clara indicación del paso del Estado de derecho al Estado social de derecho. 38. La Corte Constitucional declaró exequible este artículo en la sentencia C-663 de 2000. Magistrado ponente: Antonio Barrera Carbonell. 61 U R Í D I C A J C T U A L I D A D Referencias A -HERNÁNDEZ GALINDO, José Gregorio, “Los servicios públicos en la Constitución Política”, en: Los servicios públicos como instrumento de solidaridad y cohesión social del Estado, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. C. 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