05/11/10 onduras en resistencia Tábanos golpistas contra las y los trabajadores La burguesía parásita le ordenó al gobierno golpista aumentar solo 3 por ciento al salario mínimo; y mandó a sus diputados a aprobar la Ley del Empleo por Horas, que elimina todos los derechos conquistados por la clase trabajadora. Las centrales obreras y el pueblo se preparan para el contraataque, en defensa de sus intereses. Che qu Nº 47 os blem a h e- Los golpistas están desafiando aún más al pueblo trabajador. ¿Cómo van los preparativos para nuestro contraataque como Resistencia el próximo 11 de noviembre? Golpistas violadores de las leyes laborales Por ley, todos los años, los empresarios y el gobierno tienen que subir el salario mínimo de acuerdo al costo de la vida. El último incremento fue de más de 60 por ciento, decretado por el Presidente Manuel Zelaya, que ubicó el salario mínimo en 5 mil 500 lempiras mensuales para el área urbana y en 4 mil 55 para el área rural. La oligarquía le cobró caro ese aumento a Zelaya y a las y los trabajadores: el 28 de junio del 2009, ordenaron dar el Golpe de Estado y ahora le ordenan a Lobo y a los diputados burlarse de la clase trabajadora con ese 3 por ciento y la aprobación de la nueva Ley que elimina los derechos laborales. El 3 por ciento de incremento no corresponde con el costo de la canasta básica, que da- tos del mismo gobierno ubican en más o menos 12 mil lempiras mensuales. Legalmente, el aumento tuvo que haber sido por lo menos de 30 por ciento. La ley también establece que si el aumento se hace después de enero, entonces los patronos tienen que pagar retroactivamente el ajuste. Pero con los golpistas, no es así: el pago lo harán a partir del 1 de septiembre. Con eso, los tábanos burgueses se roban 8 meses del miserable ajuste salarial. Pero la burla más grande es que mientras a los trabajadores les aumentan 165 lempiras mensuales, los ministros se subieron 10 mil lempiras. Pasaron a ganar de 80 mil a 90 mil lempiras mensuales. En tanto los burgueses gozan de todos los privilegios: ex- plotan a los trabajadores, le roban impuestos al Estado y estafan a la población consumidora con los altos precios de sus productos. Por eso, en Honduras, 5 millones de personas viven en la pobreza, o sea que apenas alcanzan para comer; y de esos 5 millones, más de 3 millones viven en la extrema miseria, que solo comen un raquítico tiempo de comida diaria.