CUIDADOS DE UN PEQUEÑO PLANTEL LECHERO PRESENTACIÓN

Anuncio
CUIDADOS DE UN PEQUEÑO
PLANTEL LECHERO
(El folleto completo se puede adquirir en CET: admcet@terra.cl )
PRESENTACIÓN
Existe en nuestro país, un grupo importante de campesinos que tienen como una de sus
actividades principales la producción de leche. Muchas veces han recibido asistencia
técnica por parte de organismos estatales o de organizaciones no gubernamentales, pero
todas ellas han seguido las corrientes tradicionales de las asesorías, adecuadas a los
empresarios industriales. Las líneas de apoyo se han realizado aislando cada actividad
productiva, que obviamente tiene su propia lógica y especialización. Sin embargo, esta
forma de asesoría técnica no corresponde con exactitud a la racionalidad del pequeño
productor quien, como primera prioridad, tiene el mejoramiento y la estabilidad de su
subsistencia. Por esto combina distintas líneas de producción tratando de integrarlas lo
mejor posible, evitando el riesgo de empobrecimiento y la pérdida de su tierra.
Por otra parte, es sabido que la contribución que hacen los productores pequeños a la
canasta alimenticia de la población nacional es de una gran significación, de modo que su
eficiencia o fracaso tienen consecuencias decisivas en el desarrollo.
Ayudar a mejorar los niveles de producción de esos campesinos, sin desequilibrar su
economías e integrando distinta actividades productivas en el conjunto de su predio, ha sido
un esfuerzo desplegado por el CET durante varios años con una comunidad de parceleros
de la Reforma Agraria de la zona central de Chile. El aprendizaje hecho en común con ellos
nos permite poner a disposición de otros productores la experiencia realizada en el
mejoramiento de su plantel lechero.
Por estas razones expuestas es que, aunque el objetivo principal del presente folleto es
el mejorar el nivel productivo lechero y su mantención durante todo el año, nos
detendremos en forma especial en algunos elementos de tipo general como la importancia
de la alimentación de los animales y la íntima relación que éstos tienen con las
producciones vegetales.
En un momento en que todo el país quiere alcanzar una democracia estable y
permanente que permita un desarrollo armónico de todos los sectores sociales, pensamos
que la información recogida y ordenada en este manual de manejo de un plantel de vacas
lecheras puede contribuir al mejoramiento de ese extenso grupo de campesinos que con su
trabajo y eficiencia aportan a la alimentación de toda la población.
NOVIEMBRE 1990
INTRODUCCIÓN
INDICE
CAPITULO I
LA ALIMETACIÓN DE LOS VACUNOS
1. El aparato digestivo de los vacunos y la digestión
2. Requerimientos nutricionales
3. Principales fuentes de alimentación
4. Formas de alimentación: Pastoreo/Sin pastoreo
5. Praderas artificiales o empastadas
6. Hojas y coronas de remolacha
7. Alimentación invernal
8. Raciones para vacas en producción
CAPITULO II
EL MANEJO REPRODUCTIVO DE LOS VACUNOS
1. El aparato reproductor de la hembra
2. El celo o calor
3. La monta
4. Inseminación artificial
5. Ejemplo de tarjeta de control reproductivo y productivo
6. La gestación
7. El parto
8. Cuidados del recién nacido y de la madre
CAPITULO III
EL MANEJO DE LOS TERNEROS
1. Tipos de alimentos
2. Métodos de alimentación
3. El destete
4. Prácticas después del destete
CAPITULO IV
EL RECICLAJE DE LOS NUTRIENTES
1. El estiércol, función y utilización
2. Datos en cuanto a composición, cantidad y producción animal
3. Elementos usados como cama
CAPITULO V
CRITERIOS UTILIZADOS EN LAS CONSTRUCCIONES ANIMALES
CAPITULO VI
ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN UN PLANTEL LECHERO
1. Prácticas Generales
2. Enfermedades:
a. Fiebre de la leche
b. Timpanismo
c. Mastitis
INTRODUCCIÓN
Todos los campesinos han combinado siempre el cultivo de vegetales, plantas y árboles,
con la crianza de algunos animales. Dependiendo de la cantidad de tierra que posean éstos
varían en cantidad y en especies. Pero las razones profundas que fundamentan esta práctica
son similares. De los animales el campesino obtiene productos para la alimentación de su
familia (leche), ingresos monetarios en momentos especiales (defunciones, casamientos,
gastos de escolaridad), fuerza para mover sus herramientas de trabajo o necesidades de
transporte (arados, carretas), la incorporación de terrenos no aptos para la agricultura en
actividades productivas (crianza de distintos tipos) y, sobre todo, le garantiza la estabilidad
de su vida de campesino.
Hay algunas especies de animales que presentan ventajas importantes sobre otras, ya
sea porque de ellas el hombre aprovecha sus subproductos mientras viven, el caso de la
leche de vacas, cabras u ovejas, ya sea porque no compiten con él en cuanto a dieta
alimenticia, pues consumen alimentos que el hombre no puede comer.
Es por esto que la convivencia del hombre con los animales herbívoros, especialmente
con los rumiantes, ha sido una constante en la historia de la humanidad. Antes que
comience la agricultura el hombre deambulaba con sus ganados de ovejas o cabras
guiándolos hacia los lugares donde había pasto y agua. Una vez establecido en los lugares
fijos mantuvo con él a los animales y se preocupó por sembrar no sólo los granos que
necesitaba para su propia alimentación, sino también los forrajes para que sus animales se
desarrollaran lo mejor posible.
A través del tiempo, tanto por la selección natural como por la intervención directa del
hombre, las razas y especies animales se han mejorado en cuanto a su capacidad de
producción de carne, leche, lana, etc.
En las siguientes páginas usted encontrará explicitadas una serie de normas y criterios
para tener un buen manejo de un plantel de hasta 15 vacas destinadas a la producción de
leche. En las líneas que siguen hemos insistido en lo necesario para mantener animales
sanos y bien desarrollados más que en las medidas curativas adecuadas a las diferentes
enfermedades que se pueden presentar.
Las prácticas aquí recomendadas tienen su fundamentación científica de la
Agroecología y han sido implementadas en los diversos programas del CET, especialmente
en la comunidad campesina de San Juan de La Sierra. (Chimbarongo, VI Región).
CAPITULO I
1. El aparato digestivo de los vacunos y la digestión.
Al igual que todos los animales, el aparato digestivo de los rumiantes está constituido
por la boca (hocico), esófago, estómago, intestino, recto y ano, pero es en la parte
correspondiente al estómago donde existen diferencias muy importantes. En comparación
con las otras partes del aparato digestivo el estómago de los rumiantes es muchísimo más
grande y está dividido en 4 compartimentos que cumplen distintas funciones y que se
llaman rumen o panza, retículo o bonete, omaso o librillo y abomaso o cuajo.
Rumen - retículo: Aunque son dos compartimentos generalmente se consideran
como uno solo, porque están separados parcialmente. En ellos se produce la mayor
actividad de fermentación de los alimentos consumidos y la elaboración de nutrientes
asimilables por el animal.
Omaso: Es el tercer compartimiento y se caracteriza por poseer un gran número de
hojas a través de las cuales se produce la absorción de algunos nutrientes y del agua.
Abomaso: Es el cuarto compartimiento y tiene la misma función que cumple el
estómago en los animales no rumiantes, es decir la digestión completa de los animales a
través de los ácidos y otras sustancias que existen en él y permitir, de esta manera, la
absorción de nutrientes por el intestino.
En los rumiantes recién nacidos el rumen, retículo y omaso (llamados también preestómagos), están mucho menos desarrollados que el abomaso. Sin embargo, esta situación
se va invirtiendo a medida que el animal va cambiando su alimentación de leche (o
sustitutos lácteos) a forraje.
Esta conformación del estómago de los rumiantes le permite aprovechar una serie
de recursos no aprovechables por otras especies de animales y además, producir vitaminas
del complejo B, hecho que realizan los microorganismos que habitan el aparato digestivo.
En efecto existe una gran población microbiana que tiene por función la fermentación y
digestión de los alimentos. Se estima que en un centímetro cúbico de líquido rumial es
posible encontrar 100.000 a 1.000.000 de protozoos y más de diez mil millones de
bacterias.
El alimento ingerido por los animales, a través de los movimientos del rumen
(peristaltismo) y de la remasticación (rumia), sufre una acción física de mezcla con el
líquido rumial. Por otro lado, la acción de las bacterias inician un proceso de fermentación
que va transformando el alimento ingerido en unidades más pequeñas. En todo este proceso
de fermentación, se producen una serie de sustancias de mucho valor nutritivo, las que son
absorbidas a través de las paredes del rumen y allí pasan a la sangre y se distribuyen por
todo el organismo. Posteriormente, las unidades no absorbidas abandonan el rumen-retículo
y pasan al omaso y abomaso.
Es importante señalar que todo el proceso que hemos descrito es afectado
negativamente por los cambios bruscos de alimentación, por lo cual, cualquier
modificación en la alimentación de nuestros animales debe ser hecha en forma gradual.
2. Requerimientos nutricionales de los rumiantes
La alimentación es uno de los factores más importantes en la crianza o explotación
de cualquier especie animal. Sin duda que un animal bien alimentado pude ser más
productivo, crecer y desarrollarse sano y estar más protegido contra las enfermedades.
Para que un animal esté bien nutrido debemos proporcionarle una alimentación
equilibrada, es decir, que contenga todos los nutrientes que necesita para crecer y
desarrollarse en forma óptima.
1) Carbohidratos y grasas
Son los nutrientes que generan la energía y por su valor se expresa en calorías.
A la cantidad total del calor que producen los alimentos se les conoce con el nombre de
Energía Bruta (E.B.). Un parte importante del total de E.B. consumida por los animales se
va en el contenido fecal, y así la diferencia entre energía consumida y la eliminada se
denomina Energía Digestible (E.D.).
La mayor parte de los alimentos se han analizado y su composición energética se
conoce y se ha tabulado en tablas, lo que facilita su incorporación controlada en las
raciones. Hay alimentos, como los granos, que tienen mayor concentración energética y que
permiten satisfacer los altos requerimientos de energía que tienen los animales en distintas
etapas de su vida, por ejemplo, las vacas en el último tercio de la preñez o que están en
lactancia.
2) Proteínas
Son las unidades básicas, esenciales en todos los procesos que mantiene la vida y que
van a constituir parte importante de la musculatura del animal y de sus productos (leche,
carne, lana, piel).
Están formadas por elementos o unidades más pequeñas llamados aminoácidos, que
constituyen una verdadera cadena. Las proteínas forman parte de las células vegetales y con
ellas son consumidas por los rumiantes.
Las necesidades de proteínas en la ración, al igual que en el caso de la energía,
dependen de la edad y de situaciones como la preñez, la lactancia o el estado de
crecimiento.
Es importante saber que los rumiantes tienen la capacidad de modificar la calidad de la
proteína que consumen, porque ésta es ocupada por organismos que habitan en el rumen
para elaborar su propia proteína, la que posteriormente queda a disposición del rumiante.
Esta nueva proteína disponible, al pasar por el estómago verdadero es utilizada por el
organismo del animal para construir su propia proteína.
3) Vitaminas y Sales minerales
Son sustancias que el organismo necesita en pequeñas cantidades y que complementan
a los otros nutrientes. En general, cada vitamina se relaciona con alguna función dentro del
organismo animal:
o Vitamina A: Tiene funciones en la mantención de la visión y de la piel y de las
distintas cubiertas de mucosas del organismo.
o Vitamina D: Participa en la absorción del calcio y del fósforo desde el intestino.
o Vitamina E: Se le atribuyen funciones en la mantención de la fertilidad y la
reproducción.
o Vitaminas del Complejo B: Estas vitaminas participan en la utilización de los
azúcares en el interior del organismo animal, en las síntesis de proteínas y en la
producción de glóbulos rojos, previniendo la aparición de anemias.
Las bacterias que viven en el rumen de los bovinos son capaces de producir las
vitaminas del Complejo B, las cuales quedan a disposición del animal.
Existen alimentos que contienen mayor o menor cantidad de vitaminas. Por ejemplo, los
forrajes verdes son ricos en vitamina A; los granos contienen muchas vitamina E.
La deficiencia de vitaminas provoca algunas enfermedades llamadas enfermedades
carenciales o avitaminosis.
Existen dos minerales fundamentales en la nutrición de todos los animales: el calcio y el
fósforo. Estos minerales forman parte de los huesos y también participan en importantes
funciones orgánicas, tales como la coagulación de la sangre, la producción de la leche, la
acumulación y utilización de la energía. Por eso, estos minerales deben estar siempre
presentes en la alimentación de todo animal de manera de permitir un crecimiento y un
funcionamiento normal del organismo.
Las leguminosas, como el alfalfa, tréboles o vicia, hacen un gran aporte de calcio.
Existen sales minerales comerciales, tales como el carbonato de calcio (que aporta
calcio) y el difosfato de calcio (que aporta calcio y fósforo) que se pueden agregar a
cualquier dieta animal, en el caso de alimentaciones muy abundantes en gramíneas
(ballicas, avenas).
La deficiencia de calcio, por ejemplo, frena el crecimiento y disminuye la resistencia de
los huesos, origina alteraciones en la contracción muscular y la enfermedad llamada “fiebre
de leche” en las vacas en producción.
El Agua
El agua es un nutriente fundamental. El 75% del peso del animal está compuesto por
agua y la totalidad de las reacciones orgánicas que permiten la vida ocurren en presencia de
este elemento. Por lo tanto, debe estar siempre presente en la dieta de los animales.
Las vacas lecheras consumen de 6 – 11 litros de agua por cada Kg. de leche
producido.
El animal consume agua no sólo a través de la bebida, sino también de los alimentos
y especialmente de los forrajes tiernos.
Ejemplo: 1 Kg. de forraje tierno contiene aproximadamente un 85% de agua, es decir,
más de las ¾ partes.
3. Principales fuentes de alimentación
Los rumiantes obtienen sus nutrientes de cuatro fuentes principales:
• Praderas
• Pasturas, pastos artificiales o empastadas
• Rastrojos
• Alimentos concentrados
Praderas: Corresponden a los pastos naturales. Son utilizados principalmente por
vacunos de carne y ovinos, aunque en la zona sur con un manejo adecuado constituyen una
importante fuente de alimentación para el ganadero lechero.
Pasturas, pastos artificiales o empastadas: Corresponden a pastos sembrados que
tienen una duración variable, dependiendo de la vida útil de las diferentes especies que los
componen. Existen forrajes anuales o de temporadas hasta empastadas de larga duración
como por ejemplo, mezclas de ballicas, trébol, trébol subterráneo, falaris, festuca, entre
otros.
Rastrojos: Corresponden a los residuos de las cosechas, como paja de cereales u hojas
y corona de remolacha. Estos alimentos no presentan una calidad nutritiva muy alta, pero
pueden ser usados en una época del año donde existe una baja disponibilidad de otros
alimentos, y/o ser usados por especies de animales que poseen menores exigencias
nutricionales, tales como las cabras y ovejas.
Alimentos concentrados: Son alimentos que en relación a su volumen contienen un
alto contenido en proteínas y/o energía. Son mezclas de granos, subproductos de molinería
y elementos de origen animal, como la harina de pescado, harina de sangre.
4. Formas de alimentación
El forraje constituye la principal fuente de alimentación de los animales rumiantes.
El consumo de forraje puede ser bajo condiciones de pastoreo directo en los potreros o
sin pastoreo, es decir cortándolo y llevándolo a patios de alimentación o potrerillos
especialmente adecuados para esta función. Ambos sistemas presentan ventajas y
desventajas, pudiendo utilizarse en forma complementaria.
a) Pastoreo:
Es el método más económico. Los animales cosechan directamente el forraje sin
costo adicional. En este sistema es importante ajustar las necesidades de alimentación y
nutrición de los animales con las características de crecimiento, mantención y reserva de
nutrientes que tienen las plantas.
Las plantas forrajeras acumulan reservas de energía a lo largo de su período de
crecimiento, la que es utilizada para reiniciar el período de crecimientos después de cada
corte o después del período de invierno.
Cuando se está utilizando una empastada, la acumulación de energía por parte de las
plantas debe ser graduada, de manera que permita una reserva necesaria de carbohidratos
para tener un crecimiento vigoroso después de cada pastoreo o corte. Por lo tanto, hay que
evitar el sobre pastoreo que agota las reservas, retarda el crecimiento, produce una elevada
mortalidad de plantas y una drástica disminución de la vida útil de la empastada.
Por otra parte, la acumulación exagerada de forraje disminuye el crecimiento de la
planta, ya que se produce sombreamiento que impide que las hojas de la base reciban luz y
realicen el proceso de fotosíntesis, transformándose en hojas parásitas. Éstas consumen
nutrientes que son producidos sólo por las hojas de la parte superior.
El forraje que se envejece empieza a disminuir su calidad nutritiva, ya que la planta
en su conjunto se deteriora y aumenta el contenido de fibra no digerible por el animal.
También ocurre que en algunas especies de praderas, el crecimiento exagerado
conduce a un tendimiento de las plantas, produciéndose pérdidas de nutrientes aún
mayores.
Todos estos elementos se deben tener presentes cuando se realiza una empastada.
Por lo tanto, tenemos que administrar el predio en el sentido de definir las épocas de
pastoreo o corte, estimar el residuo que se debe dejar después de cada cosecha, el número y
tipo de animales que se pueden manejar en los distintos períodos del año y en los distintos
potreros, etc.
Las formas más frecuentes de pastoreo son el pastoreo continuo y el pastoreo
rotativo.
-Pastoreo Continuo:
Corresponde la sistema de pastoreo en que los animales están permanentemente
sobre una empastada. En este caso, si la carga animal no está bien regulada, se producen
problemas sobre el pastoreo, agotamiento de las reservas de las plantas, pérdida de las
especies más apetecibles para el ganado, envejecimiento de las plantas menos pastoreadas,
aumento de la población de malezas y deterioro general de la empastada.
-Pastoreo Rotativo:
En esta forma de pastoreo se debe disponer de un número variable de potreros, a
través de los cuales los animales van rotando, permitiendo así que la pradera tenga períodos
de descanso y de crecimiento.
Esta forma de pastoreo se puede intensificar aún más con el uso de cerco eléctrico,
el cual permite ajustar el área de pradera que los animales van consumiendo diariamente.
La superficie diaria destinada a cada animal varía entre los 50 m2 y los 100 m2 (hay
productores que llegan a cambiar el cerco dos veces al día, dependiendo de la época del año
y la especie vegetal).
Entre las ventajas del uso del cerco eléctrico está la facilidad para cambiar el área
bajo pastoreo que se utiliza diariamente; es fácil evitar el sobre pastoreo; si se maneja con
cargas altas (un alto número de animales por superficie) durante corto tiempo de pastoreo
se evita la erosión y se produce una buena distribución del estiércol y de la orina. Además,
permite largos períodos de descanso de las superficies que ya fueron pastoreadas, regular la
altura del residuo y reducir el costo de apotreramiento.
b) Sin pastoreo:
Consiste en cortar y llevar el forraje a patios o potrerillos de alimentación. Esta forma
de alimentación es más complicada, ya que se necesita personal para realizarla con el
consiguiente gasto económico. Sin embargo, no se produce tanta pérdida de forraje por
pisoteo de los animales y se puede regular mejor el residuo que debe dejarse después de
cada corte.
5. Praderas artificiales o empastadas
Existen básicamente dos tipos de empastadas: las empastadas permanentes (que
duran varios años) y las suplementarias de temporadas (de invierno y de verano).
A) Empastadas permanente:
Las especies más usadas para el establecimiento de empastadas permanentes, en la
zona central de Chile, son la alfalfa, trébol rosado o blanco y ballicas o alguna mezcla de
ellas. Son todas especies de alto rendimiento.
Las características generales y más importantes de cada una de estas especies
forrajeras son:
La Alfalfa: Es una leguminosa que se adapta muy bien a la zona central de riego.
Desde Arica hasta Ñuble no tiene problemas para su establecimiento. Más hacia el sur tiene
dificultades, puesto que los suelos son ricos en aluminio y este elemento es tóxico para la
alfalfa.
La cantidad de reservas de que disponga la planta depende de la frecuencia de cortes
y del manejo que le demos a la pradera. Se sabe que con cortes frecuentes antes que la
planta llegue a floración, se reduce el contenido de carbohidratos y disminuye la
productividad de la pradera a largo plazo.
El reinicio del crecimiento de la alfalfa, después de un pastoreo o corte, se produce
por el rebrote de nuevos tallos desde la corona. Este crecimiento se realiza a costa de la
reserva de carbohidratos y de la fotosíntesis, proceso que permite el crecimiento de las
hojas y el desarrollo de la planta en general, por la transformación de la energía proveniente
del sol en azúcares (energía química).
La alfalfa puede ser utilizada en corte o pastoreo directo. Cuando se utiliza en
pastoreo, éste debe ser rotativo, evitando que las plantas que fueron taladas por los animales
sean consumidas inmediatamente después del rebrote, porque se agotan sus reservas.
El rezago que tengan las plantas varía a lo largo del año. En otoño y primavera, se
cortará cada vez que el rebrote tenga una altura de 5 cm o cada 50 días, aproximadamente.
En el verano, se cortará cuando empiece a florecer y en el invierno cada 60 días.
Cuando se destina a heno (pasto seco conservado generalmente en fardos), se
cortará antes de la floración (en botón) y así obtendremos un producto de alta calidad. Sin
embargo, la cantidad de heno es mayor cuando la pradera se henifica después de la
floración, dado que en ese momento la planta tiene mayor contenido de fibra.
Trébol rosado: El trébol rosado es una leguminosa que se cultiva en casi todo el país.
Es una especie de rápido establecimiento y de corta duración, lo que permite ocuparlo en
rotaciones cortas. Su período de utilización no sobrepasa los dos años.
La raíz del trébol rosado es profundizadora, por lo cual es resistente a la sequía más
que el trébol blanco, pero menos que la alfalfa.
Esta especie se presta para ser utilizada mediante cortes o pastoreo rotativo.
En otoño y primavera, el trébol se puede cortar cuando alcanza una altura de 40 –
50 cm. En invierno cuando tenga 30 – 40 cm y en verano cuando empiece a florecer. Cabe
señalar que la utilización invernal muy intensa disminuye la producción del período de
crecimiento posterior.
Del mismo modo que la alfalfa, el pastoreo rotativo debe ser en un corto tempo para
evitar los o más cortes seguidos de la misma planta. Después de un pastoreo o corte debe
quedar un residuo mínimo de 3 cm. de altura.
La utilización de la pradera debe ser oportuna, ya que el exceso de crecimiento
provoca tendidura y a consecuencia de esto, se produce una gran pérdida de hojas por
pudrición y enfermedades.
Trébol blanco: Es la leguminosa que mejor se adapta a las exigencias del pastoreo.
Crece prácticamente a lo largo de todo el país y sólo se ve limitado por la ausencia de
humedad adecuada. Aparece en forma natural en los lugares donde encuentra fertilidad y
humedad suficiente.
Este trébol tiene variedades que podemos clasificar según la altura de crecimiento
que alcanzan: trébol enano que se usa preferentemente en jardines; trébol blanco que es
usado para el pastoreo, ya que tiene un crecimiento bajo y rastrero y, por último, trébol
ladino, que tiene mayor crecimiento en altura y que a veces se puede cortar para
conservarlo como heno.
En el trébol blanco la acumulación de reservas se produce en la raíz y estolones, los
que no son dañados por el corte ni por el pastoreo.
Esta especie se adapta muy bien al pastoreo continuo. Sin embargo, siempre es más
adecuado el sistema rotativo.
En la zona sur debe utilizarse en primavera y verano, antes que alcance un 30% de
floración y en otoño e invierno, cuando alcance 50 cm. de altura o 50 días,
aproximadamente.
Siempre debe quedar un residuo de a lo menos 3 cm. después de la cosecha.
Ballicas: En Chile existen 3 tipos de ballicas: perennes (permanentes),bianuales y
anuales.
Las ballicas se adaptan muy bien a todos los suelos de riego. Sin embargo, existe
una variedad llamada Wimera que se adapta y crece bien en suelos sin riego o secano.
Estas gramíneas pueden ser cortadas o pastoreadas en forma rotativa.
Se recomienda que sean sembradas en conjunto con alguna leguminosa, como el
trébol blanco, ya que este último como toda leguminosa, tiene la capacidad de aprovechar
el nitrógeno del aire y dejarlo disponible para la ballica.
Estos pastos tienen una gran respuesta frente a la aplicación de abonos nitrogenados
y su mayor crecimiento ocurre en los meses fríos, característica que los hace
complementarios con los tréboles y con la alfalfa que no crecen en los períodos de bajas
temperaturas.
Después de cada pastoreo debe quedar, como mínimo, un residuo de 3 cm. de altura
para que la pradera se recupere adecuadamente.
B) Praderas suplementarias:
Estas praderas están constituidas por especies forrajeras que se cultivan en aquellas
épocas del año en que es difícil obtener el forraje necesario en la cantidad y calidad que los
animales requieren.
Los cultivos se establecen según la zona, con la anterioridad suficiente que permita la
obtención necesaria de forraje para ser consumido en el período crítico, generalmente en
invierno. Sin embargo también hay casos particulares en que los cultivos forrajeros se
establecen para obtener alimento fresco en el verano.
Las especies más importantes, utilizadas como praderas suplementarias son:
Avena: Esta gramínea se adapta bien a todas las condiciones climáticas del país, incluso
se desarrolla en suelos de secano que se ubican desde Aconcagua al sur.
En sectores con marcadas limitaciones de humedad, puede ser reemplazada por la
cebada y en zonas muy frías con fertilidad limitada, por el centeno.
La avena puede ser utilizada en pastoreo, soiling (pasto que se corta y se da de
comer a los animales), heno o abono verde que aporta, principalmente, nitrógeno al suelo.
El pastoreo debe realizarse teniendo en cuenta el contenido de humedad del suelo,
ya que si está excesivamente húmedo, produce compactación del terreno, daño en las
plantas e impide una buena recuperación de la pradera.
En nuestra experiencia, la avena ha sido pastoreada con cerco eléctrico, resultando
este sistema ventajoso por la economía de la cosecha, ya que la realizan las propias vacas.
También se ha utilizado en corte, con máquina de tiro animal o con guadaña, obteniéndose
una mayor producción que en el caso anterior, pero con un mayor uso de mano de obra.
Siempre hay que tener cuidado con la humedad del suelo, la carga animal y dejar un
residuo aproximado de 5 a 7 cm. de altura, que permita su rápida recuperación.
La altura apropiada para cortar o pastorear la avena es de 50 cm., aproximadamente.
Si se corta a mayor altura se retarda la recuperación.
Si se quiere utilizar para ensilaje se le debe dar solo corte cuando los granos están
lechosos.
Al sembrar esta gramínea asociada alguna planta leguminosa, como trébol
alejandrino o vicia (claricillo o arvejilla), se produce una complementación nutricional,
puesto que las leguminosas aportan nutrientes que las gramíneas no poseen, y viceversa,
produciéndose así un aumento notable en el valor de la dieta. Además, este tipo de
asociación permite prolongar la producción de forraje hasta la primavera.
La forma de manejar el centeno y la cebada es similar a la descrita para la avena.
Trébol Alejandrino: Esta leguminosa de resiembra anual, se puede sembrar sola o
asociada con la avena. En Chile se adapta desde Coquimbo hasta Curicó. Se puede utilizar
en talajeo, heno, ensilaje y abono verde.
Esta planta, si cuenta con la humedad suficiente proporciona un gran número de
cortes, los que se pueden realizar a partir de los primero días de Mayo y hasta la primera
semana de Diciembre.
Otra característica importante en su manejo es que se puede dejar que semille,
produciéndose la resiembra natural sin necesidad de tener que preparar de nuevo el suelo.
Esta forrajera presenta un valor nutricional similar al de la alfalfa.
Cuando es sembrada asociada con avena, su manejo debe ser el que se recomienda
para el cereal y cuando éste último desaparece, se recomienda cortarlo cuando alcanza una
altura de 40 cm. aproximadamente. Es importante que después del pastoreo o corte quede
un residuo de a lo menos 7 cm. de altura.
Vicia: Esta leguminosa anual posee un gran valor nutritivo y permite tener forraje verde
y fresco durante los meses de invierno.
La vicia se adapta a las condiciones de riego y de secano prefiriendo para su
desarrollo, suelos bien drenados.
Al igual que el trébol alejandrino se recomienda establecerla asociada a algún cereal
lo que permite producir una mayor cantidad de forraje y de mejor calidad.
Las condiciones para manejar la vicia en pastoreo o corte son las mismas descritas
para el caso de la avena. En nuestra experiencia, el uso de vicia nos ha permitido contar con
forraje en los meses de invierno, pero no se produce un rebrote importante después del
pastoreo, por lo cual, hay que acumular la mayor cantidad de forraje en pie, teniendo
cuidado de no perder un gran número de hojas por el sombreamiento que se produce. Es
recomendable sembrarla en forma escalonada, es decir, sembrar diferentes espacios en
diferentes fechas. De esta manera, tendremos una producción estable en invierno.
La vicia puede ser usada también como abono verde en rotaciones de cultivos
exigentes de nitrógeno.
CALENDARIO SIEMBRAS
NOMBRE
FORRAJERA
Vicia
ÉPOCA SIEMBRA
Trébol
Febrero – Marzo
Avena
Febrero – Marzo
Trébol rosado
Otoño – Primavera
Trébol blanco
Otoño – Primavera
Alfalfa
Otoño – Primavera
Ballicas
Otoño
Febrero – Marzo
DOSIS SEMILLA/Ha
40 – 60 Kg. se asocia con
avena
25 Kg. se asocia con
avena
60 – 80 Kg. se asocia con
vicia o trébol alejandrino
10 Kg.
4 – 6 Kg. Se asocia con
ballicas
20 Kg.
10 – 15 Kg. se asocia con
trébol blanco
C) Variación en la cantidad y calidad del forraje producido a lo largo del
año.
Las empastadas presentan una forma característica de crecimiento a lo largo del año.
Este hecho está relacionado con las variaciones de humedad y temperatura de las distintas
estaciones. Por eso los menores crecimientos se presentan en las temporadas en que estos
factores son limitantes, es decir, otoño e invierno, produciéndose los máximos en primavera
y verano. Conjuntamente con lo anterior, la calidad de los pastos también va cambiando
produciéndose un aumento más rápido de la fibra en los meses de mayor calor y, por lo
tanto, una caída de la digestibilidad. (Esto debido a un proceso rápido de lignificación).
6. Utilización de hojas y coronas de remolacha
Aunque no es una pradera sino un subproducto de un cultivo industrial, lo incluimos
porque constituye una buena alternativa alimenticia para el invierno en la zona centro y sur
del país. Una hectárea de remolacha azucarera puede producir entre 15 y 50 toneladas de
hojas y coronas.
El rastrojo de la remolacha puede ser consumido directamente en el potrero o puede
ser administrado en comederos. En ambos casos hay que tener algunos cuidados, pues las
hojas y coronas tienen un efecto laxante debido al elevado contenido de potasio, a la
contaminación con tierra y a la presencia de compuestos químicos (como el ácido oxálico).
Este efecto se diminuye pre-marchitando las hojas y coronas durante 2 o 3 días lo que
favorece también el consumo por parte de los animales.
Si la ración alimenticia tiene un alto contenido de remolacha se la debe reforzar con
calcio, adicionándole carbonato de calcio o una mezcla de sal y harina de huesos (1 parte de
sal y 2 de harina de huesos). La cantidad diaria por animal es de 50 grs.
En la alimentación de vacas lecheras la proporción de remolacha debe ser entre 40 y
50% de la dieta y ésta debe ser administrada después de la ordeña, porque le traspasa a la
leche su olor característico.
Al utilizar las hojas y coronas de remolacha como alimento de los animales déselas
limpias de tierra, acostumbrándolos en forma gradual a consumirlos teniendo cuidado que
no tengan papas grandes o medianas, porque provocan atoramientos con mucha facilidad en
los animales.
7. El manejo de la alimentación invernal
El período que debiera considerarse para la alimentación invernal de los vacunos,
con forrajes conservados o producidos, es de 4 meses. Esta preocupación es mucho más
importante en el ganado lechero que en el de la carne, ya que este último tiene menores
exigencias nutritivas.
El consumo de alimento depende del peso del animal. Por eso, conocido éste es
posible determinar la cantidad diaria de materia seca ( lo sólido que queda de un alimento al
sacarle toda el agua) necesaria para cada animal. Esta corresponde al 3% de su peso vivo.
Cuando se tiene forraje verde, el cálculo de lo que consume un vacuno debe ser usando un
11% de su peso.
Ejemplo: Consumo alimentación de una vaca lechera de 500 Kg. de peso durante
120 días (4 meses de invierno):
Peso vivo 3% Días = Consumo materia seca
500 *3 * 120 = 1800 Kg.
En este caso, para una vaca de 500 Kg. necesitamos 1800 Kg. para el período
invernal, los cuales podemos conservar total o parcialmente.
En caso de conservar pasto seco, debemos conocer el peso promedio de los fardos
para saber cuántos fardos hay que guardar para el período.
Ejemplo: Si los fardos pesan 30 Kg., para el caso anterior se necesitarán 60 fardos.
1800: 30 = 60 fardos.
Para ser más exactos aún habría que considerar que el pasto seco o heno tiene entre
un 10 y 15% de humedad, por lo que habría que aumentar la cantidad de fardos en un 15%
(9 fardos). Entonces, se necesitarán 69 colizas de pasto seco por cada vaca de 500 Kg. para
alimentarla durante un período de 120 días.
Para calcular la superficie necesaria para ser sembrada con una forrajera de uso
invernal se debe conocer por una parte, las necesidades de forraje de los animales (párrafos
anteriores) y por otra, la producción de las especies vegetales elegidas.
Siguiendo el ejemplo anterior. Si en alguna pradera suplementaria queremos
suministrar solamente la mitad de los requerimientos de una vaca de 500 Kg., tendremos
que producir 900 Kg. de materia seca (1800: 2 = 900 Kg.). Estos 900 Kg. los podemos
aportar en la zona central de Chile, con diversas especies tales como la vena, vicia, trébol
alejandrino. Si por otro lado, por ejemplo tenemos una pradera suplementaria de invierno
compuesta de avena y vicia, que produce 8000 Kg. de materia seca por hectárea, y sabemos
también que de esta superficie se utiliza sólo el 85% (el restante 15% se pierde por
destrucción de hojas, deterioro de tallos, muerte de plantas), tendremos entonces que una
hectárea alcanza para cubrir la mitad de los requerimientos de alimentación de 7 a 8 vacas
de 500 Kg., aproximadamente.
Producción por hectárea en kilos de materia
seca por el % de uso real
Requerimientos de forraje
8000 Kg. x 85
= Nº de animales
= 7,5 animales
100 x 900 Kg.
La producción aproximada por hectárea y en materia seca de las principales de las
especies forrajeras es:
Avena
Trébol Alejandrino
Vicia
Alfalfa
8.000 Kg.
8.000 Kg.
8.000 Kg.
15.000 a 18.000
Kg.
8. Raciones para vacas en producción
La lactancia completa dura aproximadamente 300 días y puede dividirse en tres
tercios o etapas; una inicial, otra media y otra final y cada una de ellas presenta
características bien definidas en cuanto a producción de leche y a requerimientos
nutricionales.
Etapa inicial
Durante esta fase los requerimientos nutricionales de la vaca se ven aumentados
bruscamente casi al doble de los necesitados para su mantenimiento y la gestación de la
cría. Normalmente en este período (especialmente las vacas de alta producción), el
consumo de energía es insuficiente para soportar la máxima producción y las vacas
experimentan una pérdida de peso, ocasionada principalmente por la utilización de grasas o
tejido adiposo y así proveer la energía que falta. Un kilogramo de peso corporal es capaz de
aportar la energía suficiente para producir aproximadamente 7 Kg. de leche.
Por eso, la preocupación principal durante la fase inicial de la lactancia es
proporcionar a la vaca el alimento suficiente para producir su máxima producción de leche.
Una mala alimentación durante este período afecta marcadamente la producción total de
leche, aún cuando se alimente de acuerdo a sus requerimientos en las etapas posteriores.
Esto significa que la producción total está determinada en gran medida por la capacidad de
la vaca de producir el máximo posible durante la fase inicial de la lactancia. No existe
ninguna justificación para limitar el consumo de alimentos al comienzo de la lactancia, aún
cuando sea a un precio relativamente alto. La única razón aceptable para limitar el consumo
de alimento en este período es que las vacas estén ganando peso, lo cual estaría indicando
el bajo potencial productivo de esos animales.
Etapa media
Durante la fase media de lactancia, el objetivo primordial es tratar de mantener la
producción de leche a un nivel semejante al de la etapa anterior (persistencia de la
lactancia). En esta etapa se debe alimentar a los animales para que presenten pequeñas
ganancias de peso y mantengan su persistencia, existiendo en este período el peligro de
sobrealimentarlos o subalimentarlos. Una subalimentación trae como consecuencia una
declinación de la cantidad de leche producida diariamente, especialmente hacia el final de
la lactancia. En el caso contrario, o sea, con una sobrealimentación se producirán ganancias
excesivas de peso, que no son sólo antieconómicas, sino que también están asociadas a
desórdenes y enfermedades llamadas metabólicas.
En este período se debe reducir el concentrado que se estuviere administrando y se
puede aumentar la cantidad de forraje.
Etapa final
Los objetivos en esta etapa son mantener el nivel de producción, aportar los
nutrientes necesarios para la gestación y permitir ligeros aumentos de peso. Es
prácticamente imposible subalimentar a las vacas en este período, pero es muy fácil
sobrealimentarlas.
De lo expuesto anteriormente se desprende que el manejo alimentario de las vacas
durante la lactancia consiste principalmente en dar mayor consumo de alimento a las vacas
de mayor producción. Esto se consigue dividiendo el rebaño productor, al menos en tres
grupos.
Período de descanso lácteo
Al final de la lactancia debe existir un período de descanso con una duración de 45
– 60 días en que la vaca no produzca leche. Durante este período la vaca lechera repone las
reservas de nutrientes que fueron utilizadas para la producción de leche, especialmente
calcio, fósforo y energía (grasa corporal). Para provocar el secado, generalmente se
disminuye bruscamente la alimentación por un período de una semana para que la
producción y secreción láctea se detenga.
Además de reponer las reservas de nutrientes, la vaca utiliza este período para
reponer el tejido secretor de la glándula mamaria que se ha desgastado en 8 – 10 meses de
trabajo continuado. También debe destacarse que las vacas al momento de secarse están en
los dos últimos meses de gestación, en los que el crecimiento fetal es muy acelerado y el
contenido uterino tiene las mayores ganancias de peso.
El período seco tiene una marcada influencia sobre la producción de leche en la
lactancia siguiente. Se ha estimado que la ausencia puede influir negativamente hasta en un
30% en comparación con vacas que han tenido un descanso lácteo de 45 – 60 días.
CAPITULO II
Manejo reproductivo de los vacunos
Un buen manejo reproductivo de nuestros animales permite criarlos y explotarlos en
forma óptima haciendo crecer la inversión que ellos representan.
1. El aparato reproductor de la hembra
Está compuesto por el ovario, el útero, trompa uterina, cuello uterino, vagina y
vulva.
2. El celo o calor
Es un fenómeno que ocurre en las vacas cada 21días y que dura 18 horas. En este
período le suceden cambios hormonales internos de mucha complejidad y que hacen que un
óvulo madure y pueda ser fecundado por un espermio del macho, el aparato reproductivo se
acondicione para recibir el óvulo fecundado, permitiendo su anidación y posterior
desarrollo en el útero.
Las vacas en celo o calor presentan cambios de comportamiento tales como inquietud,
búsqueda de compañía, olfateo, se dejan montar por otros animales. La vulva aumenta de
volumen y aparece una secreción parecida a la clara de huevo en los labios vulvares.
El inicio del celo en las hembras ocurre aproximadamente entre los 8 y 12 meses de
edad. Sin embargo, la primera monta de una hembra no debe realizarse hasta que tenga un
peso aproximado a los 300 Kg. Esto asegura que los animales que inician su proceso de
gestación tendrán un desarrollo corporal adecuado y una vida productiva y reproductiva
normal.
El período de celo más apropiado para cubrir a una vaca es el de la segunda mitad del
período de celo.
Período de celo:
Hora 1
NO
hora 9
SI
hora 18
3. La Monta
La monta puede ser libre o dirigida.
La libre corresponde a la que se realiza en los rebaños en los que la presencia del toro es
permanente. Aunque es la más usada por los campesinos tiene varios inconvenientes, como
por ejemplo, el que se crucen animales que no están aptos para iniciar un proceso de
gestación; es difícil de controlar lo que hace difícil llevar registros de las actividades
reproductivas de los animales y fechas en las que han sido cubiertos.
En la monta dirigida se mantiene al toro separado del rebaño de hembras las que le son
llevadas en los períodos de celos o calor. Este sistema permite conocer y manejar
ordenadamente la reproducción del ganado pero se necesita manejar al toro con cuidado y
en instalaciones especiales (establos y potrerillos) y tener una preocupación especial para
detectar los calores de las hembras. Para esto es necesario observar al rebaño en el potrero,
media hora en la mañana y media hora en la tarde, porque los animales no manifiestan su
estado de celo en las horas de intranquilidad tales como ordeña y alimentación. Los
animales que entran en calor por la mañana se deben cubrir en la tarde y aquellos que
entran en celo en la tarde, temprano al otro día.
4. Inseminación artificial
La diferencia con la monta descrita anteriormente es que el semen se aplica en el tercio
anterior del cuello del útero de la hembra mediante un inyector especial. El semen usado
proviene, generalmente, de reproductores de alta calidad que permite mejorar o variar las
características del ganado.
Este semen viene en pajuelas de 0,25 cc (centímetros cúbicos) y congelado en nitrógeno
líquido. Para aplicarlo se debe descongelar.
5. Registro Producción y Reproductivo
VACA Nº________________
PADRE: _________________
FECHA
CALOR
MONTA
(TORO)
NOMBRE:______________
MADRE: _______________
PARTO
CRIA
SEXO
PESO Nº
PROD
LECHE
DIAGNOSTICO Y
TRATAMIENTO
6. La gestación
Si la monta o la inseminación artificial tuvieron éxito se inicia un período de gestación
que dura en el caso de las vacas 9 meses.
Para tener seguridad que el proceso de gestación ha empezado es necesario que un
veterinario haga un diagnóstico entre los 45 y 60 días después de la monta o inseminación
artificial. Con la vaca que quedó preñada se debe tener especial cuidado en el especto
nutricional y el manejo de la lactancia. En el primero, a partir del sexto mes, o tercer tercio
de la preñez, los animales aumentan fuertemente sus demandas nutricionales y por ello es
necesario proporcionales la mejor alimentación posible.
Respecto a la lactancia, los animales deben secarse a los 7 meses de preñez y separarse
del resto del rebaño para evitarles posibles golpes o traumatismos en el último período de
su preñez.
Si el diagnóstico de gestación practicado por el veterinario asegura que la vaca no
quedó preñada, habrá que reiniciar su actividad sexual e intentar otra preñez. El resultado
del examen ayuda, pues, a no perder tiempo en el inicio de un nuevo período de gestación.
7. El parto
Completados los 9 meses de la preñez, se produce en la vaca una serie de cambios que
anuncian el parto: edema o aumento del volumen de la ubre, intranquilidad, dolores
abdominales (el animal se mira los costados o flancos y se trata de tocar con las patas),
dilatación de la vulva y pérdida del tapón mucoso del cuello del útero (es como una clara de
huevo que cuelga a través de la vulva).
Técnicamente existe una serie de etapas, pero lo que se aprecia y se ve son las
contracciones que se hacen cada vez más intensas. Posteriormente, desde la vulva aparecen
las membranas fetales con la forma de un globo de color blanco – celeste lleno de agua que
va aumentando de tamaño a medida que las contracciones adquieren mayor intensidad y
frecuencia. Luego aparecen las manos del ternero, visibles a través de las membranas y
rodeadas del líquido fetal. Las contracciones aumentan aún más su frecuencia y el ternero
es expulsado, rompiéndose las membranas, y sale por la vulva dilatada, cortándose en ese
momento el cordón umbilical.
Nuestra intervención en el parto, si todo va normalmente, debería limitarse a entregar
condiciones de comodidad e higiene al animal, es decir ubicarlo en un lugar con abundante
cama (material absorbente como pajas de cereales, viruta, fardo de pasto etc., que se pone
sobre el piso) con la zona vulvar limpia.
El aseo de la cola, zona vulvar y ubre, se puede realizar con jabón bruto o con algún
detergente que contenga un compuesto yodado.
8. Cuidados del recién nacido y de la madre
El ternero recién nacido debe ser limpiado de las secreciones y de los anexos
embrionarios (telas) que puedan estar obstruyéndole la boca y nariz y que pueden
provocarle asfixia.
En lo posible, también se lo debe secar, porque la vaporación de los líquidos que lo
cubren provoca una baja de temperatura corporal. Esta práctica se puede realizar frotando
con energía el lomo del animal con pajas o sacos. Siempre esta acción, que estimula el flujo
o irrigación sanguínea, produce cambios positivos en los terneros, tales como pararse o
mamar.
Si un animal nace con cierta dificultad para respirar, se lo debe tomar de las patas entre
dos personas y balancearlo hacia adelante y hacia atrás. Esta maniobra ha demostrado ser
exitosa en numerosas oportunidades.
Una vez que se ha limpiado el ternero, se le debe desinfectar el cordón umbilical con
algún desinfectante yodado en un frasco de boca ancha, para evitar futuras infecciones que
afecten las articulaciones y posibiliten otras enfermedades.
Por otro lado, a la vaca se la debe dejar tranquila con su cría para que la limpie y el
ternero se estimule y anime a tomar su primera leche. La primera leche producida por la
vaca recién parida se llama calostro y aporta muchos nutrientes y una serie de sustancias
defensivas contra las enfermedades. De esta manera, en las primeras semanas de su vida, el
ternero será capaz de contrarrestar el posible ataque de alguna enfermedad.
A lo menos por una semana después del parto, a la hembra se la debe mantener
separados del resto de los animales. Hay que tener cuidado si, que en el lugar donde está,
no se contamine el ambiente con secreciones uterinas, las cuales en un primer momento
contienen muchas bacterias y microbios.
La hembra debe ser revisada por un veterinario antes de los 30 días posteriores al parto
con el fin de ver el estado de sus órganos reproductivos. Si detectara una infección del útero
o retención de placenta deberá tratarla de inmediato.
Después del parto, las hembras deben tener un reposo sexual de al menos 45 – 60 días
de modo que sus órganos reproductivos, especialmente el útero, se hayan recuperado antes
de iniciar una nueva gestación.
CAPITULO III
El manejo de los terneros
1. Los tipos de alimentos
El ternero debe separarse de la madre después de dos días de nacido.
Los alimentos disponibles para la nutrición de los terneros los podemos dividir en dos
grupos: líquidos y sólidos
a)
Los líquidos son la leche entera de vaca, el calostro fresco o
fermentado y sustitutos comerciales de la leche.
El calostro fermentado consiste en conservar el producto sobrante de los
primeros 3 o 4 días de lactancia en recipientes abiertos y en un lugar fresco,
guardándose en reposo durante 15 a 20 días hasta que se completa el período de
fermentación. De esta manera se aprovecha un buen alimento que muchas veces
se pierde por no saber como utilizarlo.
Los sustitutos comerciales de la leche son una buena alternativa de
alimentación, aunque presentan una menor asimilación de sus nutrientes por los
terneros.
b)
Los alimentos sólidos están constituidos por los forrajes y/o
concentrados, los cuales se van incorporando en forma gradual en la dieta de los
terneros. La digestibilidad de los nutrientes de estos alimentos aumenta
marcadamente a medida que el ternero avanza en edad, porque se desarrolla el
rumen y el aparato digestivo siendo capaz entonces, de digerir nutrientes de
origen no lácteo. Este cambio o “maduración” del aparato digestivo puede
lograrse a los 25 o 30 días de edad.
2. Métodos de alimentación
Existen diversos métodos de alimentación para terneros, es decir, para aquellos
animales que están en una etapa de su vida entre el nacimiento y el destete. Todos tratan de
lograr el desarrollo adecuado del animal y tienen por finalidad facilitar el desarrollo
ruminal a la brevedad.
Es por esta causa y por razones de costo, que se debe retirar lo antes posible la
alimentación en base a alimentos líquidos, tomando en cuenta que no se ponga en peligro la
salud del animal y se logre el aumento de peso deseado.
De los métodos de alimentación más cercano a las posibilidades de los productores
campesinos se pueden señalar los siguientes: dienta líquida y sólida/ forraje y concentrado.
En este caso, la cantidad de dieta líquida utilizada no debe ser mayor del 8% del peso
del animal en la primera semana de edad y del 10% a partir de la segunda (3,5 litros de
dieta líquida diaria por animal). Con el fin de lograr un mejor consumo de alimentos
líquidos es recomendable entregar la leche una temperatura uniforme hasta el destete. En el
caso de los sustitutos, es aún más recomendable entregarlos tibios.
En el caso de usar sustituto comercial de leche como alimento líquido, debe diluirse en
una proporción de 7 litros de agua por kilo de sustituto. Concentraciones mayores (sustituto
muy cargado) pueden provocar diarreas.
Una de las mayores preocupaciones que deben tenerse en cuenta en la alimentación de
terneros en los primeros 25 a 30 días es no sobrealimentarlos con dieta líquida por la
facilidad que pueden aparecer diarreas.
Es importante señalar que debe existir un horario de alimentación, tratando que sea a
intervalos regulares para evitar trastornos de tipo digestivo. La entrega de alimento se
recomienda hacerla dos veces al día, dando en cada oportunidad la mitad de la dieta que se
le aporta diariamente.
3. El destete
El destete de los ternero o suspensión de la dieta líquida, puede ser prematuro cuando
se hace entre las 3 –5 semanas de edad, o tardío, después de las 12 semanas. Se usa dieta
líquida y concentrados de alta calidad en el destete prematuro durante las primeras 3 –5
semanas.
Para el caso de las razas overo negro, hay un límite de peso corporal para los destetes
prematuros, el cual corresponde a un mínimo de 45 Kg.
Aunque los terneros estén consumiendo una cantidad adecuada de alimento, es posible
que no se observen aumentos de peso durante los 7 a 10 primeros días después del destete.
Después de este lapso debería notarse un crecimiento satisfactorio.
Una vez regularizado el crecimiento del ternero podrá limitarse el consumo de
concentrados y entregarse a libre disposición forraje de buena calidad como heno de alfalfa,
por ejemplo.
El destete prematuro puede realizarse en forma repentina o paulatina. La primera se
puede realizar puesto que el consumo de leche entregado no es muy elevado como para que
ocurran trastornos digestivos al suspender en forma abrupta la dieta líquida. En caso de
realizarse en forma paulatina, se debe entregar sólo una ración al día durante 5 a 8 días
antes de suspenderla totalmente.
El sistema de destete tardío es el sistema más comúnmente utilizado, dada su mayor
facilidad para realizarlo. El nivel de crecimiento no es tan espectacular y los costos de
alimentación no son tan exigentes como en el caso del destete prematuro.
En este sistema se aporta forraje a los terneros en forma más libre y el suministro de
dieta líquida debe reducirse a partir de la cuata semana de edad. La calidad del concentrado
puede ser la misma que utiliza en el caso de los destete prematuros.
4. Otras prácticas en el manejo de terneros
Sin duda, es necesario realizar algunas prácticas de manejo en los terneros con el fin de
tenerlos en buenas condiciones y facilitar su crianza. Algunas de ellas son:
o Descornado: Deberá realizarse en la primera o segunda semana de vida si se
utiliza pasta cáustica o en la cuarta o sexta semana, si se usa cauterizador.
o Extirpación de tetas extras: Las tetas o pezones extras deben ser extraídas
tan pronto se puedan distinguir de las normales. Estas se pueden sacar fácilmente
con unas tijeras previamente desinfectadas. Después de esta operación se debe
aplicar algún desinfectante de uso local y un cicatrizante (Merthiolate – Yodo)
o Identificación: Cualquiera que sea el método utilizado debe permitir la
identificación clara y permanente de los animales. Se pueden usar autocontroles de
plástico, tatuajes, marcas en la oreja, etc.
o Vacunación contra la brucelosis: Esta debe realizarse cuando los animales
tengan entre 4 y 6 meses de edad.
o Castración de machos: Esta operación se hace para facilitar el manejo de
los animales y se recomienda realizarla entre los 6 y 8 meses de edad.
CUIDADOS DE LOS TERNEROS
Limpieza de ombligo
Corte tetillas en formación
Descorne
Vacunación
Castración
al nacer
1ª a 2ª semana
2ª semana
4 a 6 meses
6 a 8 meses
CAPITULO IV
El reciclaje de los nutrientes
1. El estiércol, su función y utilización
Una de las principales ventajas de la explotación mixta, es decir, agrícola y ganadera, es
que se puede aprovechar el estiércol (fecas y orina de los animales), el cual permite
mantener y restaurar la fertilidad del suelo sin costos adicionales. Por otra parte la
mantención de praderas en las rotaciones de los cultivos permite la acumulación de
nutrientes y el mejoramiento de la estructura del suelo.
Al hacer un uso racional del estiércol, se devuelve al suelo la mayoría de los elementos
nutritivos que contenían los forrajes que fueron suministrados al ganado. Si además se
incluyen regularmente dentro de las rotaciones de cultivo plantas leguminosas que
contribuyen a la fijación en le suelo del nitrógeno atmosférico, estaremos restableciendo el
nivel de fertilidad con una aplicación mínima de fertilizantes comerciales o sin ninguna.
El estiércol, además de los elementos nutritivos que proporciona(fósforo (P), nitrógeno
(N), potasio (K) y microelementos), aporta materia orgánica que permite aumentar el
contenido de humus (tierra de la mejor calidad) con lo que se acrecienta la calidad del suelo
de retener agua, de mejorar su textura o porosidad y lo hace más resistente a la acción del
viento.
El estiércol ejerce también un efecto favorable en el suelo por el gran y variado número
de bacterias que posee. Éstas producen transformaciones químicas no sólo en el estiércol
mismo sino también en el suelo, haciendo que muchos elementos no aprovechables por las
plantas puedan ser asimilados por ellas.
Los elementos fertilizantes contenidos en el estiércol se originan totalmente en los
alimentos consumidos por los animales, pues estos no crean nutrientes adicionales a los ya
consumidos. De esa manera, los animales expulsan por las fecas y la orina, una cantidad de
nitrógeno, fósforo y potasio, contenidos en los alimentos ingeridos.
El valor del estiércol depende, pues, directamente de la clase de alimento que el animal
consume. Si el alimento tiene una composición nutricional adecuada proporcionará un
estiércol de buena calidad.
Por otra parte, la retención de nutrientes por el animal y su posterior expulsión por las
fecas y orina, depende de la edad y el estado reproductivo en que se encuentre: animales
jóvenes, reproductores, hembras preñadas o hembras secas. Por ejemplo, un animal, en
crecimiento, que está depositando o agregando en su cuerpo músculos y grasas en
proporciones importantes, almacena una proporción considerable de los nutrientes de las
plantas que se le dan como forraje. En cambio, un animal adulto retendrá menos cantidad y
eliminará en el estiércol un mayor número de ellos como fertilizante natural.
Si se compran alimentos fuera de la parcela, se estará incorporando en la propiedad una
cantidad de nutrientes que quedarán disponibles como fertilizantes.
Otra manera de aportar materia orgánica al suelo es establecer cultivos y enterrarlos en
verde.
2. Composición, cantidad y producción anual de estiércol
bovino
Una tonelada de estiércol de explotaciones lecheras incluyendo el material usado como
cama, contiene aproximadamente: 5 a 6 Kg. de nitrógeno, 2,5 Kg. de fósforo, 5 Kg. de
potasio.
Cantidad diaria de fecas producidas por los vacunos
Vaca lechera de 400 Kg.:
Buey en mantención:
Buey en engorda:
Producción de orina de una vaca de 400 Kg.
:
24 Kg.
14 a 34 Kg.
35 a 50 Kg.
6,8 a 18 litros
Producción anual por animal de estiércol y cama recogido donde los
animales se alojan
TIPO DE ANIMAL
Vacas lecheras
Caballos de trabajo
Novillos en engorda
Ovejas
Cerdos
Kg.
6.000
4.500 a 5.5000
7.000
681
1.500
Uno de los métodos más importantes para evitar pérdida de elementos fertilizantes en
el estiércol consiste en emplear suficiente cantidad de cama para absorber la orina. Los
elementos de valor nutricional para las plantas que están presentes en la orina se encuentran
en solución (disueltos en agua), y son asimilados por las plantas con mayor facilidad que
los presentes en las fecas.
La orina del ganado vacuno puede contener hasta la mitad de todo el nitrógeno
excretado o expulsado por el animal y las tres cuartas partes de potasio.
3. Elementos usados como cama
La paja de trigo es el material que se emplea con mayor frecuencia como cama. Si no
está demasiado entera puede retener hasta 2 o 3 veces su peso en agua, o aún más. El hecho
de picarla en trozos pequeños no aumenta mucho su capacidad de absorción de líquido.
Para las vacas lecheras mantenidas en estabulación (que permanecen en establos cerrados)
se recomienda usar entre 2 a 5 Kg. de paja por animal y por día.
Cuando el ganado se alimenta con rastrojos de maíz, las partes más duras y enteras
(cañas y partes de las chalas) que no son aprovechadas por los animales, pueden ser
utilizados como cama. Si no se ocupa para alimento, el rastrojo picado de maíz puede servir
como cama, ya que absorbe cantidades similares de humedad a la paja de trigo.
También puede usarse la viruta de madera o el aserrín, aunque tienen una menor
capacidad de absorber líquido que la paja. Las virutas o el aserrín aportan pocos elementos
fertilizantes adicionales al estiércol y no se descomponen con tanta facilidad en el suelo.
Si el estiércol contiene una gran cantidad de viruta, aserrín o paja, puede registrarse una
escasez temporal de nitrógeno asimilable en el suelo. La causa de esa disminución se debe,
en gran parte, a que ese nitrógeno es utilizado por las bacterias del suelo para descomponer
estos mismos materiales y transformarlos en compuestos que la planta puede utilizar.
CAPITULO V
Criterios en construcciones para animales
Existen varios aspectos que hay que considerar para tener un buen ambiente a los
animales. Muchos de ellos van a incidir directamente en el resultado productivo que
obtengamos como también en los beneficios económicos. Es por ello que a continuación
analizaremos los aspectos más importantes que hay que tomar en cuenta al diseñar o hacer
cualquier construcción para animales, sean establos cerrados, semicerrados, de cementos,
madera, cobertizos abiertos, etc.
En forma muy resumida los principales criterios son:
• Protección del viento dominante
Es necesario conocer el sentido del viento dominante para proteger a los animales
de su impacto directo. Con este fin, se debe tratar de aprovechar alguna barrera natural,
como colinas, cerros, bosques, arboledas o edificio ya construidos. En caso necesario, se
debe construir una barrera para evitar el impacto directo del viento en los animales.
• Exposición adecuada a la luz
Las construcciones se deben construir de manera tal, que a los animales se les
permita asolearse evitando zonas húmedas y frías.
• Buena pendiente o inclinación del terreno
El terreno elegido para construir un establo o una sala de ordeña, por ejemplo, debe
tener en lo posible una leve inclinación (del 3 al 5%) para facilitar el escurrimiento de
líquidos en los períodos de mayor humedad (invierno) y del agua que se ocupa en la
limpieza de los pisos en las lecherías.
• Buena circulación de animales y del personal
Al diseñar las instalaciones se deben evitar los pasillos y accesos sin salida, ya que
siempre provocarán congestionamiento y difícil circulación de los animales y de los
trabajadores.
Se deberán programar los accesos de vehículos (colosos, carretas, carros de arrastre)
y flujos de ganado en vías independientes para que puedan desplazarse con facilidad.
CAPITULO VI
Enfermedades más comunes en un plantel lechero
1. Prácticas generales de prevención
La presentación de enfermedades en las vacas se puede reducir mucho si son bien
alimentadas y cuidadas en cada etapa de su desarrollo. En su cuidado es bueno tener
presente algunas prácticas generales de manejo:
• No poner muchos animales juntos en espacios pequeños;
• Evitar las corrientes de aire, la humedad, el frío y el calor excesivo;
• Evitar el exceso de barro en los corrales;
• Hacer los cambios de alimentación siempre en forma gradual;
• Proporcionar diariamente alimento en cantidad y calidad adecuadas;
• Proporcionar diariamente agua limpia y fresca para la bebida.
Es necesario también preocuparse de manejos higiénicos y sanitarios básicos como, por
ejemplo, los siguientes:
• Vacunar a los animales contra las enfermedades más frecuentes de la zona, en épocas
y con la frecuencia adecuada:
• Desparasitar, al menos 2 veces al año, a todos los animales mayores de 6 meses tanto
de parásitos internos como externos;
• Lavar los comederos, bebederos y otros implementos una vez a la semana para
impedir el desarrollo de bichos y bacterias nocivas;
• Los animales enfermos deben separarse del rebaño para que no lo contagien y se les
pueda realizar el tratamiento adecuado;
• Los animales muertos deben enterrarse en un hoyo profundo y quemarlos para que no
contaminen el suelo ni contagien a otros.
VACUNAS
NOMBRE DE LA
ENFERMEDAD
Brucelosis
Aborto contagioso
EPOCA DE
APLICACIÓN
Hembras 4- 6 meses
de edad, 1 vez en la
vida
Carbunclo Sintomático Primavera y Verano.
(Mancha)
La primera vez a los
4 – 6 meses
Carbuncio
Primavera (Octubre)
Bacteridiano
(“Picá”)
Hemoglobinuria
Primavera y Verano.
Infecciosa
La primera vez a los
(Meada de sangre)
4 – 6 meses
DOSIS
Vacunación que
realiza el SAG
LUGAR DE
APLICACION
5 cc. Vía
subcutánea
Detrás de la paleta
1 cc. Vía
subcutánea
Detrás de la paleta
5 cc. Vía
subcutánea
Detrás de la paleta
Nota: Hay vacunas como la “mixta” que trae dos o tres vacunas incluidas en una dosis,
se aplican 5 cc. subcutáneos y se está previniendo a los animales contra la “mancha”,
“meada de Sangre” y “edema maligno”.
2. Las enfermedades más comunes
a) Fiebre de leche
Es una enfermedad afebril de las vacas lecheras que produce una parálisis generalizada,
depresión de la conciencia y puede terminar con la muerte del animal al poco tiempo que se
presenta.
Aparece en vacas maduras, en general, a los 3 días después del parto, pero
ocasionalmente antes, durante o bastante tiempo después.
Los síntomas son:
•
Cierta inestabilidad de las vacas al caminar
•
Al estar echada, la cabeza la tiene desplazada hacia un lado originando un
acomodamiento del cuello o vuelta sobre un costado;
•
La mirada está fija y las pupilas dilatadas;
•
Ausencia completa de apetito;
•
El hocico tiende a secarse y las extremidades están frías;
•
El pulso es de 50 – 85 pulsaciones por minuto y la temperatura es normal o
más baja que lo normal;
•
El aparato digestivo está sin los movimientos normales, no hay defecación y
el ano se encuentra relajado.
En la etapa más grave, el animal se tiende de lado lo que contribuye a que se timpanice
(se hinche) y se produzca regurgitación, y con mucha frecuencia neumonía debido a la
aspiración del contenido ruminal (líquido verde que proviene del aparato digestivo).
Prevención de la enfermedad
La forma de prevenir es aportándole a los animales dietas alimenticias ricas en fósforo y
pobres de calcio al final de la preñez, es decir, dándole heno de gramíneas (cereales) y
evitando el consumo de leguminosas (tréboles, alfalfa) que son ricas en calcio.
También es posible disminuir la aparición de esta enfermedad dándole a los animales
sales de calcio un día antes del parto, el mismo día y un día después (150 gr. cada vez).
Tratamiento del animal enfermo
El tratamiento consiste en inyectarle en forma intravenosa, subcutánea o intraperitonal,
una dosis de Borogluconato de Calcio y Magnesio (250 – 500 centímetros cúbicos)
inmediatamente detectada la enfermedad.
b) Hinchazón (Timpanismos - Meteorismos – Timpanitis – “Empastadura”).
Esta enfermedad consiste en la acumulación excesiva de gas en los dos primeros
compartimentos del estómago de los vacunos (el rumen y el retículo).
Aún cuando este problema se puede presentar en cualquier época del año, el mayor
número de casos aparece en los períodos en que las praderas con una importante cantidad
de leguminosas están en activo crecimiento.
Las plantas tiernas de la mayoría de las leguminosas tienen un alto contenido de agua,
son ricas en proteínas y pobres en fibra. Esta composición estaría contribuyendo
fuertemente para que sean rápidamente fermentadas por el rumen, con una producción
acelerada de gas, de espuma en muchos casos, además de una baja en el número de
movimientos ruminales por la disminución del contenido de fibra. Esto hace que se
acumule gran cantidad de gas en forma muy rápida con lo cual el eructo se inactiva.
El gas acumulado en el rumen y retículo empuja las vísceras hacia delante frenando la
actividad del diafragma y comprimiendo los pulmones, produciéndose la muerte en el
animal por asfixia.
La enfermedad presenta los siguientes síntomas:
• Abultamiento de la fosa del hijar izquierdo;
• Respiración dificultosa;
• Los animales se ven inquietos y separados del rebaño;
• Eructo ausente o disminuido;
• Membranas mucosas azuladas;
• Andar vacilante.
La hinchazón y la muerte pueden producirse en un lapso de 30 a 40 minutos después de
haber entrado el animal a la pradera en que se dan las condiciones que favorecen la
enfermedad (abundancia de leguminosas tiernas, presencia de rocío, pastoreo incontrolado,
animales con hambre).
Prevención de la enfermedad
• Prevenir totalmente esta enfermedad es difícil, pero se puede disminuir su presencia
teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
• Evitar la mantención de pastizales que tengan más de un 50% de leguminosas;
• Practicar un pastoreo controlado que obligue al animal a consumir toda la planta;
• Entregar por lo menos 5 Kg. de pasto seco por animal y por día, antes de permitirles
pastar en campo rico en leguminosas;
• En épocas muy críticas se podría administrar compuestos antiespumosos, como
aceites no tóxicos o poloxaleno.
Tratamiento de la enfermedad
La presión que se ha producido en el interior del rumen debe reducirse lo más rápido
posible y esto se puede hacer introduciendo una sonda gástrica ancha, que luego es
manipulada para encontrar las bolsas de gas. Cuando el gas está encerrado en las burbujas
propias de la espuma este método es ineficaz.
Una forma más eficaz es introducir un troncar en la fosa del hijar izquierdo dejando la
cánula que lo cubre en ese lugar hasta que el peligro haya pasado.
c) Mastitis
El término “mastitis” se refiere la inflamación de la glándula mamaria cualquiera sea la
causa. Puede ser producida por muchos tipos de bacterias, siendo las más importantes los
microorganismos del género streptococcus y stafilococcus.
Esta enfermedad es la más importante que debe enfrentar la industria lechera ya que es
la leche la que es contaminada. La presencia de la mastitis se manifiesta con alteraciones de
la leche y en modificaciones en el tejido de la glándula mamaria.
Los cambios en la leche son:
• Aparece aguada o salada;
• Teñida de sangre;
• Con coágulos o copos de pus.
Las modificaciones del tejido glandular se notan en el aumento de tamaño de los
cuartos o cuartos asimétricos de la ubre; durezas que pueden presentarse tanto en el tejido
glandular como a nivel de la cisterna de la glándula o del pezón; cambios en el color y
consistencia de la ubre.
Según el tipo y gravedad de la infección aparecen síntomas generales como fiebre,
depresión general del animal, ausencia de apetito y dolor en la glándula.
Las fuentes más comunes de la enfermedad son las ubres infectadas, el ambiente (por
ejemplo, establos) contaminado, las manos del ordeñador o las ropas contaminadas con
bacterias.
Las úlceras de los pezones y ubres predisponen a adquirir esta enfermedad. También
hay predisposición por herencia manifestada en la conformación del pezón y de la ubre.
Tratamientos de la enfermedad.
•
Por vía general. Si hay una reacción general en el organismo del animal,
manifestada en fiebre, decaimiento y falta de apetito, conviene hacer un tratamiento con
inyecciones intramusculares o intravenosas del medicamento más adecuado para evitar la
aparición de una posible septicemia y ayudar al control de la infección glandular. Estos
medicamentos pueden ser sulfas o antibióticos.
•
Infusiones en las ubres. Las infusiones pueden ser acuosas o ungüentos preparados y
su aplicación es intramamaria.
Durante este tipo de tratamiento es necesario una higiene muy estricta para evitar la
introducción de hongos o bacterias en los cuartos de la glándula tratados.
Antes de la aplicación intramamaria es muy importante el secado del cuarto mediante
su ordeña completa y la desinfección de la punta del pezón con un algodón con alcohol
puro.
Después de la aplicación del antibiótico debe evitarse el vaciamiento del cuarto tratado.
La leche de los cuartos tratados no debe ser consumida por ninguna persona ni
comercializada hasta después de 72 horas del tratamiento (3 días).
Los remedios antimastíticos son:
• NIMAN- 100: El tratamiento recomendado es de dos infusiones intramamarias con un
intervalo de 12 horas. En caso de mastitis crónica se puede aplicar una tercera.
El NIMAN – 100 viene en cajas de cuatro jeringuillas para aplicación intramamaria y
se puede usar en la mastitis aguda o crónica durante la lactancia.
• VETIMAST: Es un antibiótico perteneciente a la familia de la cefalosporinas y tiene
un gran espectro de acción.
Este remedio se presenta en envases de cuatro jeringuillas para aplicación
intramamaria. Se aplica una jeringuilla cada 36 horas.
• PATHOZONE: Es un antibiótico que se utiliza en dosis única para lo cual se
introduce una sola dosis en el cuarto afectado.
Descargar