SOCIALIZACIÓN, DESVIACIÓN Y CONTROL SOCIAL LA SOCIALIZACIÓN Socialización es el proceso mediante el cual se transmite la cultura. La cultura que un individuo aprende e interioriza condiciona aspectos muy variados de su comportamiento. La socialización es un proceso que dura toda la vida. Vivimos inmersos en la cultura y actuamos de acuerdo con sus pautas. Reproducimos las pautas de relación existentes, otorgándoles permanencia y consolidando la estructura social. Las características diferenciadoras son aprendidas. El género, a diferencia del sexo, es aprendido. La diferenciación de capacidades supuestamente de naturaleza masculina y femenina, daban la idea de que esto pertenecía al dominio de los hechos naturales, cuando realmente se corresponde con una socialización diferenciadora. Durante años se creyó que los comportamientos desviados tenían una base biológica, sin embargo, podemos encontrarnos con acciones desviadas según los estándares de la cultura general, que sin embargo son entendidas como normales y adaptativas en otros contextos culturales. Cuando hablamos de sociedades o culturas más o menos tolerantes o más o menos ricas estéticamente o más o menos conflictivas, nos estamos refiriendo a resultados concretos de la socialización en tales culturas y sistemas sociales. Lo que una persona es o hace no está determinado por la cultura, pero sí condicionado. Las respuestas que damos a las acciones de otras personas y las consecuencias que tiene el actuar de una manera u otra influyen, pero no determinan, en nuestro comportamiento. La voluntad de los sujetos juega un papel esencial. LAS AGENCIAS DE SOCIALIZACIÓN Agentes (o agencias) de socialización: Grupos dentro de los cuales la socialización adquiere especial intensidad y relevancia para el individuo. Grupos de referencia: • Positivos: grupos a los que una persona quisiera pertenecer • Negativos: a los que una persona rechaza y no desea unirse 1 Funciones de los grupos de referencia: • Normativa: sirven de guía cuando no tenemos muy claro cómo actuar o qué pensar. • Comparativa: sirven para evaluar nuestras propias acciones al compararlas con las de estos referentes. Agentes de socialización más importantes 1. La familia Las formas que adopta la familia en las distintas culturas varían. En sociedades poco numerosas la socialización se lleva a cabo de forma más colectiva extendiéndose a tíos, primos, abuelos, etc. que, de alguna forma intervienen en el proceso. • Familia nuclear (monogamia estable): Contexto más reducido de la familia (padres e hijos). Esta tendencia a reducir la extensión de la familia ha introducido numerosos cambios en la composición y estructura familiares, siendo simultáneamente causa y consecuencia de transformaciones en otros ámbitos de la vida social. • Monogamia sucesiva: La introducción y aceptación social del divorcio genera vínculos matrimoniales menos duraderos, lo que altera la estructura de la familia nuclear y genera otras formas: o Familias recompuestas: fusión de restos de familias nucleares o Familias monoparentales: Son a menudo fuente de empobrecimiento. Muchos analistas coinciden en que la parte más afectada son los hijos. Para algunos la separación es beneficiosa en la medida en que evita la presencia de los hijos en las desavenencias paternas. No existe correlación entre delincuencia y hogar monoparental. La correlación existe entre pobreza y delincuencia. Según Fukuyama el declive de la familia nuclear, además de empobrecer las familias incide negativamente en la socialización de los hijos que crecen sin el modelo paterno. Además el tiempo dedicado en su conjunto por los padres a la socialización será menor. Sin embargo esto no tiene siempre un efecto negativo, pues fomenta una mayor implicación de otras personas: parientes, instituciones oficiales, etc. aunque estos 2 lazos no tendrán la fuerza y la estabilidad de los proporcionados por el vínculo paterno-filial. La violencia doméstica. Las agresiones dentro del hogar constituyen una desviación de las pautas normales de convivencia familiar. Su reciente relevancia se debe al cambio interno de roles entre los miembros del hogar y a los reconocimientos legales y sociales de los derechos de mujeres y menores. Tanto en el caso de violencia en el hogar como en el de la producida en otros ámbitos, como el laboral, la violencia se ejerce desde quienes ostentan el poder hacia los sujetos débiles de la relación. La violencia sobre los menores les lleva a ser objeto de conflictos entre los adultos, o porque éstos proyectan en los menores sus propias frustraciones. Los autores suelen ser adultos a cargo del menor. Las madres suelen hacer un uso mayor de la violencia que los padres, aunque la intervención de éstos será más drástica. Otras circunstancias: • La edad de los padres. Cuanto más jóvenes, hay más posibilidades de maltrato. • Comportamiento asocial de los padres en general. • Número de hijos superior a la media. • Bajo status socioeconómico. • Haber sido el maltratador víctima de malos tratos en su infancia • Tendencia a minimizar estos hechos por parte de víctima y agresor. Consideraciones generales: • El hogar es el lugar donde más agresiones violentas se dan, porque en el seno de la familia se combinan: o Intimidad o Intensidad emocial (amor-odio) o Mayor tolerancia a la violencia (“A mi hijo sólo le pego yo”) o En el entorno público existen normas que prohíben la agresión. 3 • Los abusos familiares están vinculados a la distribución del poder entre sus miembros. Antiguamente este poder recaía en el padre-marido, quien aportaba los ingresos económicos, todo ello avalado por una cultura machista. • Actualmente el modelo autoritario ha sido sustituido por otro que combina el control con el apoyo. Este modelo no está exento de conflictos, ya que en la actualidad el poder de negociación de los hijos supone una serie de arreglos y compensaciones que puede desembocar en un estilo de paternidad errático. 2. Los grupos de iguales Formados por personas de status similares. Resultan decisivos en la socialización del menor. Entre sus amigos aprenden a compartir, a enfrentarse a los temores, confusiones, etc. y a resistirse a los imperativos del mundo adulto. Son un elemento de socialización anticipada. Incrementan su relevancia en la adolescencia, logrando, en ocasiones, más autoridad que los propios padres. Generalmente los amigos se eligen entre personas afines, lo cual tiende a perpetuar los sistemas de valores y las cosmovisiones propias. La familia y el grupo de iguales son GRUPOS PRIMARIOS: En ellos las relaciones son personales, directas, sus componentes interactúan habitualmente. En ellos predomina la afectividad. 3. Agencias formales de socialización: la escuela y la religión La religión es una institución social, modelo estable de normas y valores y su poder socializador es muy alto. La religión busca el refuerzo de determinados valores otorgando un significado y un propósito a la vida. La escuela sirve a un objetivo similar procurando que normas y valores se transmitan entre generaciones y adecuando las cualidades personales a las demandas sociales. Ambas instituciones poseen poder de definición sobre la normalidad y la desviación. 4 4. La televisión Los medios de comunicación de masas no son agentes de socialización en sentido estricto. Su influencia en las actitudes y comportamiento de las audiencias es un hecho real. Los estudios más recientes apuestan por un efecto moderado, en el sentido de que la televisión y medios audiovisuales en general influyen en el comportamiento en la medida en que lo que presentan esté acorde con el esquema de actitudes de la audiencia. Así, incrementaría la violencia en sujetos y en contextos en los que ya está presente. Medios de comunicación y desviación social. Los medios despojan de su marco la desviación y la exhiben en un guión mediático que desconoce la trama real, indicando sólo aquellos aspectos que supuestamente suscitan el interés de la audiencia. En la mayoría de los casos utilizan la desviación para interactuar con los espectadores, consiguiendo que éstos se conformen con la versión mediática. Con ello generan un exceso de alarma social que acaba con la puesta en marcha de mecanismos formales de control difícilmente justificables de otra forma. El efecto amplificador de los medios de comunicación. Los medios, al prestar interés a determinados acontecimientos amplifican su magnitud. Los programas dedicados al mundo de los que se saltan las normas provocan en la audiencia una sensación de inseguridad que no se corresponde con su realidad cotidiana. Pronto surgirán empresarios de la moral y profesionales de la política que intentarán capitalizar esta situación en su beneficio, demandando medidas que contribuyan a la seguridad ciudadana e incrementando los otros la presencia y los efectivos policiales; con lo cual se descubrirán más delitos de los que se harán eco los medios y así se retroalimentará sucesivamente el sentimiento de inseguridad. La socialización en nuestros días Desde los años 60 se viene hablando de una cierta crisis de los modelos y roles tradicionales. Los status que vertebran la sociedad se desdibujan. Ya no está tan claro en qué consiste ser padre o alumno o trabajador con lo que la experiencia parece volverse caótica, debilitándose la sensación de seguridad. Para determinados autores, en general un incremento de la tolerancia supone un aumento de la desviación, así en las sociedades más plurales existen también mayores 5 índices de desviación que en aquellas donde el control social es férreo, pero si a su vez aumenta el grado de tolerancia respecto de lo distinto, lo que se sale de lo normal deja de parecer desviado. DESVIACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DEFICITARIA. LA RESOCIALIZACIÓN Los comportamientos desviados tienen buena parte de su origen en socializaciones deficientes o diferenciales • Socialización deficiente: Cuando las instituciones socializadoras no están suficientemente presentes en la vida de los individuos o no cumplen sus funciones eficazmente, las personas socializadas en ellas observarán una mayor tendencia a desviarse de los cánones generales de conducta. • Socialización diferencial: Los grupos que socializan lo hacen de forma distinta según sus específicas configuraciones socioculturales. Lo que en ocasiones se entiende como desviación no es más que diversidad (vg.: etnia gitana). • Resocialización: Supone la ruptura con valores y modelos de acción previamente aceptados, que son sustituidos por otros de signo distinto e incluso opuesto. La resocialización suele tener lugar en Instituciones Totales como centros penitenciarios o de salud mental. El Ciclo Vital es otra cuestión relevante de la socialización. La vida está dividida socialmente en tramos que se corresponden con etapas del desarrollo biológico. Existen reglas institucionalizadas que definen el comportamiento apropiado para cada edad. El ciclo vital y las expectativas asociadas a cada tramo de edad inciden en la delincuencia: a medida que los individuos superan las etapas de juventud sus conductas tienden a sujetarse a las convenciones sociales. SOCIALIZACIÓN, DESVIACIÓN Y CONTROL SOCIAL Mecanismos de control social: Mecanismos establecidos por las sociedades para prevenir y corregir la desviación. Pueden ser: • Mecanismos internos: El principal es la socialización, ya que al haber interiorizado el individuo las normas, ajusta automáticamente su comportamiento respecto de éstas de una forma espontánea. Una vez 6 interiorizada, la norma deja de verse como una imposición externa y pasa a ser una disposición del propio individuo. • Mecanismos externos: Cada una de nuestras acciones está sujeta a control en distintos niveles que van desde la mirada de desaprobación hasta la intervención policial-judicial. Tipos: o De carácter informal: Gestos de desaprobación, chismorreos… o De carácter formal: mecanismos públicos, institucionalizados y codificados. Las teorías del control Las personas nos sentimos básicamente vinculadas con el orden social y sólo cuando tales vínculos se debilitan o se rompen las personas cometerían actos delictivos. Factores de esa vinculación social: • Presencia o no de creencias firmes y códigos morales compartidos • Mayor o menor participación en actividades sociales • Existencia de sentimientos de afecto hacia los otros • Identificación y compromiso con los valores y con la cultura general Cuanto mejor funcionen las agencias de socialización y las de control, sobre todo informal, menos desviación habrá. Por otra parte, cuanto más tiempo dedique una persona a actividades constructivas, menos tendrá para emplearlo en acciones desviadas. El autocontrol se logra en el seno familiar y permanece estable a lo largo de la vida. Por eso es necesario que las familias ejerzan funciones de control, dedicando atención, afecto y vigilancia. El poder, el control y la desviación. La perspectiva de M. Foucault M. Foucault indaga en la historia para mostrar cómo los distintos contextos socioculturales otorgan significados distintos a determinados conceptos. Estos significados están generalmente relacionados con las luchas de poder. La cultura no es neutral ni coherente: los diversos significados atribuidos a los hechos responden a intereses, no necesariamente de los poderosos. 7 El poder forma parte de las relaciones sociales, es una estrategia de relación por la que se induce/obliga a una de las partes a realizar algo de otra forma no hubieran hecho. Toda relación de poder siempre lleva implícita una posibilidad de resistencia. Es por ello que el poder es siempre inestable. En su obra Vigilar y Castigar desvela como los procesos de control social derivan desde los castigos físicos hacia las formas basadas en la vigilancia, la observación y la normalización. El motivo de este cambio no se halla en la humanización de los castigos sino en el hecho de que los castigos físicos resultan contraproducentes ya que el público acababa situándose del lado del reo. Se impone una nueva manera de concebir el control social: la disciplina. • La vigilancia: El panóptico de Jeremías Bentham es una construcción penitenciaria que permite vigilar a un gran número de internos desde un único puesto de vigilancia gracias a la disposición circular de las celdas. Presenta ante el pueblo una cara más humanitaria de la justicia y facilita que sea el propio desviado quien se auto controle al sentirse siempre vigilado. • La normalización: Todas las actividades que realice el encarcelado deberán estar reglamentadas. Con ello el preso no sólo interiorizará las normas y se ajustará a ellas automáticamente, sino que además se adaptará en el futuro, ya en libertad, a los ritmos de trabajo impuestos por la máquina. • La observación: Para disciplinar los cuerpos es necesario saber cómo funcionan y cuáles son aquellas tendencias que les apartan de los objetivos sociales. Las cárceles constituyen magníficos laboratorios desde los que desarrollar técnicas de control eficaces. La medicina contribuye al orden social en aras de la salud y la vida y lo dota de argumentos racionales-científicos. Además la posibilidad de aglutinar a los desviados permite al Estado utilizarlos en su beneficio: conseguir confidentes, disponer de elementos para-policiales, justificar ante la población el incremento de efectivos policiales, etc. 8