Ahzek Ahriman es un Hechicero de un poder inimaginable, que se dedica a vagar por la galaxia en busca de comprender la verdadera naturaleza del Caos, cumpliendo la condena que Magnus el Rojo le asignó por el gran daño que hizo a su legión. Orígenes Ahriman nació en Terra durante el trigésimo milenio, en el Imperio Aqueménida, nación conformada por adineradas tribus libres de fallos genéticos y enfermedades virales, que eran padecidas por otras tribus debido a la guerra biológica y la radiación producida por las Guerras de Unificación. Gracias a sus genomas sin defectos, durante la creación de la Legión XV -los Mil Hijostodos los aspirantes fueron tomados de ésta nación. Ahriman y su hermano gemelo Ohrmuzd fueron seleccionados como neófitos, y pronto recibieron su servoarmadura, convirtiéndose en Marines de pleno derecho. Más tarde, tras sofocar los últimos reductos de resistencia tecnobárbara en Terra, la Legión recibió su flota expedicionaria, y Ahriman se embarcó en la Gran Cruzada. Gran Cruzada Poco se sabe sobre las hazañas de Ahriman durante la Gran Cruzada, además de que luchó junto con el Emperador y otras legiones en varias ocasiones. Más tarde, tras cinco años de campaña, los Mil Hijos comenzaron a manifestar habilidades psíquicas, que fueron utilizadas desmedidamente por los legionarios, lanzando hechizos e invocando los poderes de la Disformidad para conquistar fácilmente varios mundos. Sin embargo, todo se convirtió en horror cuando los poderes psíquicos se tornaron en horrendas mutaciones degenerativas, que amenazaban con convertir a cualquier honorable Marine a una vil criatura sin mente. El hermano de Ahriman, Ohrmuzd, sufrió este terrible destino, dejándole a Azhek un terror inmenso a la mutación y una voluntad de hacer lo que sea para detenerla. Magnus el Rojo Cuando la Gran Cruzada por fin llegó al mundo de Prospero, la Legión entera fue transportada hasta allí. La cantidad de Astartes activos había disminuido considerablemente, pero la situación pareció dar una vuelta de tuerca cuando el Primarca, tras pagar un gran precio y esforzarse durante décadas, encontró la presunta cura. En ese entonces, Ahriman se convirtió en su consejero más cercano, y más tarde, a través de las décadas, ascendió a los puestos de Bibliotecario Jefe de la Legión, de Capitán de la Primera Compañía y de Líder de la Escuadra Sekhmet, además de dirigir el Culto más importante de la Legión, el Corvidae, que se centraba en la premonición. Tiempo después, fue enviado por los Mil Hijos a la Legión de los Portadores de la Palabra durante cinco años, experiencia que sintió incómoda debido a la férrea adoración que éstos ejercían al Emperador. A pesar de esto, Ahriman logró hacerse amigo del Primer Capellán, Erebus. De vuelta en su Legión, Ahriman recibió la orden por parte de Magnus de introducir al Rememorador Lemuel Gaumon en la cultura y costumbres de los Mil Hijos, siendo Ahriman uno de los pocos Marines que apoyaba el uso de los Rememoradores. Dedicó una gran parte de su tiempo a enseñarle a Gaumon acerca de la Legión, y a entrenarlo para que pudiera acompañar a los Mil Hijos en misiones de combate. Durante una, la pacificación del planeta Heliosa, Ahriman revivió el terror de las mutaciones que afectaban a su Legión y observó como el propio Leman Russ concedía la Paz del Emperador a los legionarios mutados. El regreso de la terrible epidemia dejó a Ahriman profundamente dolido, debido a que su Primarca había prometido que el peligro había sido eliminado para siempre, haciendo que comenzara a desconfiar de su Primarca. Durante esa época, los Mil Hijos participaron en la Campaña de Ahgrou junto con un destacamento de los Lobos Espaciales, en una acción estándar de la época en la que asaltaban un planeta preindustrial. Ahriman conversó acerca de las habilidades psíquicas de los Mil Hijos con un Sacerdote Rúnico de los Lobos Espaciales, Ohthere Wyrdmake, en lo que el creía una conversación entre hermanos Astartes. Aunque se encontraba equivocado… Tiempo después, el Emperador convocó el Concilio de Nikaea, que tenía como objetivo discutir el uso de los poderes psíquicos en el Imperio, y en especial dentro de las Legiones Astartes. Representantes de varias Legiones asistieron, y entre ellos se encontraba el propio Ahriman. Durante el concilio, Wyrdmake utilizó la conversación que había tenido con Ahzek en su contra, y al final el Emperador termino por prohibir el uso de poderes psíquicos dentro de las Legiones. En ese momento, Ahriman se sintió traicionado por todos los frentes: por Wyrdmake, a quien creía un amigo; por el Emperador, debido a la decisión que tomó en el concilio: y por su Primarca, al descubrir que había tenido tratos con los Poderes Ruinosos para detener las mutaciones, dando razón en parte a las acusaciones recibidas y a las determinaciones tomadas en el Concilio. Herejía de Horus Antes de los hechos de la Herejía, Magnus se enteró de la traición de Horus, y junto a Ahriman y a sus hechiceros más poderosos envió un mensaje psíquico al Emperador, que se negó a creer que su hijo preferido había traicionado su confianza y asumió que Magnus era el corrupto. Luego, ordenó a Leman Russ, que guardaba rencor a Magnus y a su Legión por el uso de la hechicería, traerlo a Terra para que pudiese rendir cuentas sobre sus actos. Pero Horus interceptó la comunicación, y convenció a su hermano Leman Russ de que el Emperador deseaba la destrucción de los Mil Hijos y de su Primarca. Quema de Prospero Así fue que los Lobos Espaciales, apoyados por tropas imperiales, asaltaron y destruyeron Prospero, obligando a Magnus cerrar un trato con Tzeentch para huir al Planeta de los Hechiceros, el mundo que el Dios Ruinoso les había preparado en el Ojo del Terror. Rúbrica de Ahriman Ahriman sobrevivió al asalto, y luego de un tiempo, pudo observar como la mutación comenzaba a afectar una vez más a los Mil Hijos. Decidido a detener de una vez por todas lo que ya parecía una maldición sobre la Legión, reunió a un cónclave de poderosos hechiceros, y lanzó el hechizo conocido como la Rúbrica de Ahriman, que fue tan grande y poderoso que barrió el Planeta de los Hechiceros con huracanes de energía mágica que alcanzaron a todos los miembros de la Legión. Al final, fue el propio Magnus, con su inmenso poder, quien tuvo que poner fin al hechizo. Se podría decir que el hechizo fue un éxito, o que por lo menos, sus resultados satisficieron a Ahriman. Las mutaciones se detuvieron de inmediato, aunque a un gran coste. Las armaduras de los legionarios que poseían poco o ningún poder psíquico se habían sellado herméticamente y dentro de ellas ya no quedaban cuerpos, sino las almas de los marines, que animaban la armadura. Por haber prácticamente destruido a su legión, Magnus tentó con destruir a Ahriman y su cónclave, pero tras la intervención de Tzeentch, en vez de eso decidió expulsarlos del Planeta de los Hechiceros, y condenarlos a vagar por la galaxia en una empresa sin muchas esperanzas, comprender el verdadero significado y naturaleza del Caos. Actualidad Por su parte, Ahriman se niega a reconocer a Tzeentch o al propio Caos como su amo, y a partir del momento de su expulsión se ha convertido en un azote para el Imperio, saqueando diferentes y antiguos museos e instituciones, con el objetivo de encontrar poderosos y sagrados artefactos y tomos que le ayuden en su búsqueda. A pesar de la fuerte oposición de la Inquisición, Ahriman ha recorrido libremente la galaxia, haciendo que el Imperio prefiera incluso destruir los artefactos a dejar que sean capturados por él. Últimamente, se encuentra al acecho de la Biblioteca Negra Eldar, ya que está seguro de que todos los secretos del Inmaterium y del Caos se encuentran allí. En su intento por alcanzarla, ha logrado entrar dos veces en la Telaraña: En la primera, logró entrar gracias a los conocimientos de su prisionero, el Inquisidor Czevak, que fue el único humano que logró entrar en la Biblioteca Negra y volver, aunque solo gracias a que fue utilizado como un cebo por los Eldar para el propio Ahriman. Finalmente, aunque atacó tomando desprevenidos a los Eldar, fue expulsado de la Telaraña por los ejércitos Ulthwé. La segunda fue poco tiempo después, cuando gracias a sus poderes psíquicos logró prever un desgarro en la Telaraña, e infiltrarse en el planeta Arcadia, el Planeta Eldar de la Ley, que se encuentra poblado únicamente por Arlequines. En aquella visita logró algunos botines, pero no encontró la entrada a la Biblioteca Negra, y al final fue expulsado nuevamente. Conclusión Ahzek Ahriman es, sin duda, el Hechicero más poderoso de la galaxia, superado tan solo por el Primarca Demonio Magnus. Siempre se encuentra activo, trabajando y esperando el momento oportuno en el que el camino a la Biblioteca Negra le sea revelado, momento en el cual nadie sabe de que será capaz.