TRADICIONES Y COSTUMBRES DE NUESTRA CALI CALI Se destacan el pandebono, el champús, el aborrajado, la lulada, las tostadas de plátano, las marranitas y la venta callejera de mango viche y chontaduro. Marzo: Mercado Artesanal Abrazarte Mayo: Boleros (Parque de la Música) Julio: Celebración de la Independencia, el 3 de Julio Julio: Celebración de la Fundación, el 25 de Julio Agosto: Festival de Música del Pacífico "Petronio Alvarez" Septiembre: Festival del Arte Junio: Fiesta de las Macetas, el 29 de Junio. Se realiza en la colina de San Antonio con el fin de deleitar al publico asistente, con el dulce sabor y el colorido de figuras en azúcar que son sostenidas en varitas de maguey. Agosto: Día Nacional del Tendero (Ultima semana del mes) Diciembre: Feria de Cali, del 25 al 30 de Diciembre. Las mejores orquestas de salsa, en las tardes corridas de toros en la plaza de cañaveralejo, desfiles y cabalgatas por toda la ciudad. Fiestas Tradicionales ( Barrio San Antonio) -Festival de Cometas Echa A Volar Tu FantasíaMarzo-Abril: Fiestas Patronales Semana Santa Junio: Día de San Antonio, el 13 de Junio Octubre: Festival Del Maíz Diciembre: Novena Navideña del 16 al 24 de Diciembre La Ermita Iglesia de estilo gótico que se encuentra en el centro, donde todos los turistas van a tomarse fotos. Por cuatrocientos veinte años La Ermita del Río, de Nuestra Señora de la Soledad y los Dolores, ha estado ahí, a la orilla del río -hoy hermosamente arborizada y convertida en una avenida con elegantes toques europeos- como símbolo de una de las ciudades más bellas, alegres y acogedoras de Colombia. El Palacio del Colesterol Típico lugar al que se puede arribar a comerse una buena papa rellena, empanadita, chicharrón peludo o chunchullo valluno. Goza de amplia aceptación por la alcaldía, puesto que aumenta la gula y la sensación de felicidad de los caleños. Sus visitantes sufren, como es de esperar, de alta tendencia al infarto. La Tertulia Museo de arte moderno, en su teatrino suelen presentarse obras, cuenteros y otros tipos de actos seudo-culturales, que justifican la cantidad de dinero invertido y robado por sus burócratas directivos. Loma de la Cruz Segundo aeropuerto de la ciudad. Conocido por sus artesanías y las trifulcas de borrachos a media noche. También se pueden encontrar las tardes de viernes, gran número de rockeros mechudos anacrónicos, cantando viejas tonadas desafinadas, torturando a los presentes que soportar estoicos, esta seudo diversión en vista de la poca oferta cultural de la ciudad. Museo arqueológico La Merced Iglesia de la época colonial, ahora es un sitio dedicado a la exhibición de restos arqueológicos de las culturas precolombinas de la región. Puerto Rellena Emblemático cruce de la ciudad, famoso por las que otrora fuesen, las rellenas más sabrosas de la ciudad; ahora en decadencia, las rellenas siguen siendo exquisitas pero los compradores se han desplazado a otras partes de Cali. Es el puerto de paso para media ciudad en tránsito hasta el “exclusivo” sector de agua blanca, al sur oriente de la ciudad. Aquí podemos encontrar la antigua estación de bomberos y gran número de vendedores ambulantes que inundan sus semáforos. También se puede conseguir en sus tiendas además de rellena, chunchullo, longaniza y mondongo bien grasoso. Museo del Oro del Banco de la República Exhibe muestras arqueológicas de las culturas de la región realizadas en oro; también presenta una biblioteca pública y posee un sala de música. La Avenida Sexta Una de las calles famosas de la ciudad. En un tiempo fue popular por sus discotecas y la zona comercial. Cerro de las tres cruces Cerro que se encuentra coronado por tres enormes cruces, desde el cual se puede observar todo el panorama de la ciudad. Iglesia de San Antonio Iglesia colonial en la cima de la colina del mismo nombre, en el tradicional barrio de San Antonio, uno de los pocos de la ciudad en el que aún se puede ver los restos de arquitectura colonial. Cerro de Cristo Rey Otro mirador un poco más alejado de la ciudad, adornado por una enorme estatua. Canchas Panamericanas Complejo deportivo que abarca el Estadio olímpico Pascual Guerrero, el gimnasio Evangelista Mora, numerosas canchas deportivas, piscinas y demás escenarios deportivos. Es concurrido además por la venta en sus alrededores de cholado, granizado típico de la región. Pance Amplia zona rural al sur de la ciudad visitada frecuentemente como lugar de diversión, rodeado de abundante vegetación y bañado por las aguas del Río Pance. Nace en los farallones de Cali y desemboca en el río Cauca. Su agua es cristalina y fría, usada para el riego de las zonas altas de la comunidad de pueblo de Pance. A la altura del sector conocido como La Vorágine, está poblado por gran cantidad de negocios recreacionales que le han generado un grave problema de contaminación. En sus riveras se encuentra el famoso Parque de la Salud, que en fines de semana, es visitado por gran cantidad de caleños. Este río está muy cerca del corazón de los caleños, y de hecho, aparece en gran número de publicaciones. El escritor caleño Andrés Caicedo, por ejemplo, dedica varios capítulos de su novela "Qué viva la Música" a los viajes que hacían jóvenes a este sector de la ciudad, especialmente a encontrar un sitio tranquilo, natural y solitario (El valle de Alicia), para fumar marihuana o buscar hongos alucinógenos que abundan en las riveras del río. La orquesta de salsa, El grupo Niche, también lo menciona en varias de sus canciones. Alfonso López Populoso barrio al nororiente de la ciudad, compuesto por tres etapas, fundado por el presidente homónimo en la década de los 70. Es ampliamente conocido por sus peligrosas calles y por las famosas grescas de pandilleros locales, enfrentados normalmente con pares de comunas vecinas, como San Marino o Petecuy. Es metódicamente olvidado por los gobiernos locales, a pesar de su cercanía con la base aérea militar Marco Fidel Suárez. Cuna del escritor caleño, Jaime Salazar. En el se encuentra el tristemente célebre Hospital Juaquín Paz Borrero, varios colegios, mataderos y carnicerías. Parque de la Caña Parque recreativo con museo que explica la historia de la cañicultura y el proceso de producir azúcar. Además tiene piscinas, juegos y todos los domingos la famosísima "Familioteca" donde grandes y chicos se deleitan de los ritmos de la salsa clásica. Santiago de Cali "En el recetario tradicional vallecaucano se incluye con excepcional propiedad el champús, que se ofrece especialmente en los días domingos o fiestas regionales... Que también está la cocina del Cauca, y la de Popayán en particular, de hondas tradiciones y matizada, como tantas otras nuestras, por la influencia o contagio del mestizaje vernáculo, hecha de levadura indígena, del toque negro o mulato, y los escrúpulos europeizantes..." * No muchos saben el origen de esta palabra, que en Colombia, pero también en Ecuador y Perú, designa a una bebida por la que durante siglos han suspirado quienes han llegado a probarla. La Real Academia de la Lengua habla de ella como un colombianismo, y aunque algunos puedan creer que se origina de la palabra inglesa shampoo (friccionar) y ésta a su vez del hindi chāmpnā, que significa sobar (por aquello del modo en que se amasa el maíz en su preparación), lo cierto es que es de origen quechua (lo mismo que la palabra chontaduro), lo que nos recuerda que ese gran imperio llegó desde lo que conocemos como Perú hasta el sur de nuestro país, por lo que compartimos una tradición culinaria ancestral. Tomar el champús con pandebono, empanada, chorizo o solo, siempre refresca el cuerpo, el alma y el corazón. Se trata de una bebida que ha estado siempre presente en tradiciones importantes de la región. Quien venga a Colombia y al Valle no puede irse sin probar esa mezcla exótica de melao de panela, maíz, lulo, piña, canela, clavos de olor y las infaltables hojitas de naranjo agrio, toda una experiencia gastronómica que conjuga en sí misma la tradición española, indígena y africana. En su variedad peruana, el champús es una bebida caliente y en vez de lulo se le agrega guanábana y membrillo, y es vendida por la champusera, una figura emblemática del paisaje urbano limeño, casi siempre de raza negra, que transmite la receta por generaciones. En el Ecuador, es el champús una bebida que acompaña a ritos funerarios de gran relevancia; es de hecho, junto con el pan amasado en casa, el alimento principal para "dialogar" con los muertos el día de los difuntos, hacia finales de octubre. Aquí en el Valle del Cauca, como en Perú, ha sido la raza negra la que ha perpetuado la receta; nuestra tradición de zona azucarera ha permitido que el champús se instale en nuestras mesas para celebrar la navidad o las fiestas populares. O si no que lo diga Lola, la del Champús de Lola, uno de los establecimientos más tradicionales de Cali, donde generaciones enteras hemos probado esta bebida. Desde hace 30 años Lola Carabalí, abuela de la actual Lola puso su "chuzo" cerca a la Plaza de Toros, lugar al que llegaba gente de todos los rincones de la ciudad, en ese entonces más pequeña y menos caótica que hoy. Su hija y sus nietos (Lola, Noralba y Antonio) han mantenido la receta intacta, y de aquel desaparecido puesto en la Plaza, hoy sobreviven dos: uno en la loma de San Antonio y otro en Juanambú. Así como el Champús de Lola, otros lugares son reconocidos por esta exquisita bebida, aunque muchos afirman que el preparado en casa, aquel que resulta de la verbenas para recoger fondos, en los barrios o el que se pasa vendiendo en las calles, ese, siempre será el mejor, pues nos recuerda que nació de abajo, bebida humilde que recibe la energía del maíz, la dulzura de la caña y la piña, la fuerza y el carácter del lulo, el olor de los clavos y la canela, y el toque secreto de las hojas de naranjo.