Suplemento especial de El Nuevo Lunes sobre la Jornada de Cambio Climatico de Mapfre

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30 de junio al 6 de julio de 2014
I
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
“ L A I N T E RV E N C I Ó N
DE LA SOCIEDAD EN EL CAMBIO
C L I M ÁT I C O : L A F U N C I Ó N
DE EMPRESAS Y CIUDADANOS”
23 de junio de 2014 / MADRID
CONFERENCIA DE INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN
“La Responsabilidad Social de empresas
y ciudadanos en el cambio climático.
Cómo contribuir y acciones a seguir”
Eduardo González Fernández,
subdirector general de Coordinación
en Acciones frente al Cambio Climático.
Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente
FOTOS: FERNANDO MORENO
“Las empresas saben que
invertir en medio
ambiente es rentable”
efinir el marco dónde se mueve
D
la responsabilidad de empresas
y ciudadanos en la lucha contra el
De izda. a dcha: Clara Bazán, directora de Responsabilidad Social de Mapfre; Eduardo González Fernández,
subdirector general de Coordinación en Acciones frente al Cambio Climático del Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente, y José García Abad, editor de EL NUEVO LUNES.
Clara Bazán, directora de Responsabilidad Social
de Mapfre
“Es hora de hacerle un guiño al medio
ambiente y poner sobre la mesa el gran
debate sobre el cambio climático”
lara Bazán dio la bienvenida a
C
los asistentes a la Jornada y
recordó que son ya siete años de
encuentros en los que se han debatido los diferentes aspectos de la
Responsabilidad Social como la
Internacionalización responsable;
las marcas y la reputación; o el buen
gobierno. “Ahora toca hacerle un
guiño al medio ambiente y poner
sobre la mesa el gran debate sobre
el cambio climático”.
Explicó como Mapfre está comprometida con la protección y conservación del entorno. Un compromiso que forma parte de la definición del propio concepto de Responsabilidad Social: “Para nuestra
compañía, la Responsabilidad
Social es un compromiso voluntario y estratégico que implica procurar la consecución de sus objetivos empresariales, cumpliendo
rigurosamente con sus obligaciones contractuales y legales, aplicando criterios de equidad y estabilidad en las relaciones con sus
grupos de interés, contribuyendo
así a la satisfacción de las necesidades presentes y futuras de la
sociedad”.
Añadió, además, Clara Bazán
que Mapfre asume el impacto que
su actividad mercantil genera en el
entorno y en la sociedad. Su mode-
tiene una Política Medioambiental
y Energética de obligado cumplimiento en el Grupo”, apunto, “que
supone la expresión de nuestro
compromiso por la conservación
del medio ambiente, el fomento del
ahorro y la eficiencia energética,
así como la voluntad de hacer frente al cambio climático”.
Responsabilidad ambiental
“La responsabilidad
social es un compromiso
voluntario y estratégico
que implica conseguir
objetivos empresariales”
lo de actuación en Responsabilidad Social, así como su estrategia
política, facilitan la integración en
el negocio de los aspectos de buen
gobierno, sociales y medioambientales y también el desarrollo de la
parte más solidaria a través de su
actividad fundacional. “MAPFRE
La Dirección de Medio Ambiente
de MAPFRE trabaja internamente
con los empleados, promoviendo
la responsabilidad ambiental, la eficiencia energética de las sedes o
el consumo adecuado de los recursos, así como la huella de carbono. La compañía dispone de productos aseguradores relacionados
con el desarrollo sostenible y la
gestión del riesgo ambiental y participa en actividades como la Hora
del Planeta.
“La jornada que vamos a celebrar hoy”, anunció la directora de
Responsabilidad Social y Reputación Corporativa, “aborda el tema
del Cambio Climático integrando
la acción de tres grupos de interés
necesarios: Administración Pública, Empresas y Ciudadanía. Sin su
actuación conjunta, no se podrá
avanzar y aportar soluciones. Espero que disfruten de la jornada”.
cambio climático, fue el objetivo de
la Conferencia de Introducción que
pronunció Eduardo González Fernández, subdirector general de Coordinación en Acciones frente al Cambio
Climático.
“El cambio climático es una realidad aunque todavía hay quien lo
cuestiona a pesar de las evidencias
físicas que están demostrando como
aumenta la temperatura media global del planeta, también del nivel del
mar a un ritmo de dos o tres milímetros por año, que la concentración
de CO2 en la atmósfera está creciendo de forma ininterrumpida y ya ha
alcanzado los 400 ppm, un límite psicológico que lleva camino de alcanzar los 450, frontera a no rebasar para
no superar los 2ºC de calentamiento global a futuro”.
Se refirió al nuevo informe del IPCC,
Panel Intergubernamental de Cambio Climático, y a los tres Grupos de
Trabajo que hablan sobre las evidencias, la adaptación y la mitigación que
ya han sido presentados a la espera
de que se publique, próximamente,
el Informe de Síntesis Global. El IPCC
realiza proyecciones a futuro y maneja cuatro escenarios en función de las
emisiones a la atmósfera.
“Hagamos lo que hagamos”, señaló González Fernández, “los combustibles fósiles se van a agotar. Si los
quemamos todos, el carbono pasará a la atmósfera en forma de CO2
lo que tendrá sus efectos. Esa concentración permanecería durante
cientos de años y, evidentemente,
asociado a ello habría cambios de
temperatura constantes del orden de
los 6ºC lo que podría tener consecuencias realmente catastróficas en
algunas áreas geográficas"
No obstante, destacó Eduardo
González, hay países que hacen un
balance positivo del cambio climático ya que significaría la apertura del
comercio por las zonas árticas incluso la agricultura en algunas zonas se
vería favorecida. "Lo más injusto de
todo es que quizá sean los países
menos desarrollados los que se lle-
“Los BRICs, países en
desarrollo, deben
interiorizar que luchar
contra las emisiones no
va en perjuicio de su
crecimiento”
ven la peor parte" dijo el ponente para
preguntarse: ¿qué les queremos dejar
a nuestros descendientes, un escenario irreversible o realmente queremos adoptar medidas para evitarlo?
"Pues lo cierto es que, en este sentido, y en estos escenarios estaríamos rondando el límite que los científicos entienden no debiéramos
sobrepasar, que son los 2ºC".
En la zona mediterránea, el IPCC
augura dos predicciones negativas:
un aumento de la temperatura media
y la disminución de las precipitaciones y por tanto de los recursos hídricos lo que es un problema ya en
nuestro país.
"Entrando en el tema que nos ocupa", dijo, "entendemos por responsabilidad social un equilibrio que
debemos de mantener. Por una parte, preservar el medio ambiente, tratar de facilitar un desarrollo económico y garantizar los derechos fundamentales de los individuos".
Lo cierto es que el cambio climático, tal y como explicó González,
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influye en las personas, en su forma
de vida y puede tener consecuencias
migratorias en zonas como las islas
de la Polinesia en las que, un aumento de medio metro en el nivel del mar,
conduciría a la desaparición de algunos países-islas que existen en el
Pacífico.
Hay dos frentes sobre los que se
debe actuar. "Por una parte la miti-
gación que se centra en cómo podemos hacer para que el nivel de emisiones de CO2 a la atmósfera, en
lugar de seguir el peor escenario, se
puedan reducir de forma efectiva. La
segunda parte se basa en la adaptación, es decir, cómo ser menos vulnerables tanto ciudadanos como
empresas".
En este punto de su intervención,
se refirió a un mito que quiso desmontar y que asegura que el medio
ambiente nos cuesta dinero. "Esto no
es cierto. Muchas empresas ya son
conscientes de que, invertir en medio
ambiente, es rentable económicamente y lo es también para los ciudadanos".
La Unión Europea ha crecido hasta 2011 en un 45% y al mismo tiempo ha sido capaz de reducir sus emisiones en un 18%. Se trata de un
debate que se debe extender a países en desarrollo como China, India,
BRICS que deben interiorizar que
luchar contra las emisiones no va en
detrimento de su crecimiento.
La OCDE explica como mundialmente es posible en un escenario de
lucha contra el cambio climático para
no superar los 400 ppm, la pérdida a
final de 2050 en PIB es del 5,5%, "una
cantidad mínima que permitiría que,
en lugar de seguir esta senda de emisiones, siguiéramos otra compatible
con el objetivo previsto".
MESA REDONDA
“Sostenibilidad y desarrollo. Los riesgos del cambio climático según el Panel Intergubernamental
del Cambio Climático (IPCC). Protocolo de Kioto y proceso de verificación de emisiones de CO2.
Huella de Carbono: tipos y metodologías de cálculo. Impactos,
vulnerabilidad y mitigación”.
frente a los costes de la ‘acción’
que se calculan en el 1% del PIB.
Incluso, los daños causados por
las subidas del nivel del mar, sin
adaptación, pueden ser hasta
cuatro veces superiores a los costes que supone crear defensas
adicionales”.
También, en los nuevos documentos del IPCC se manifiesta
que las emisiones siguen aumentando, “a pesar de los grandes
“Un efecto de este
fenómeno es la
‘mediterreanización’ del
Norte y la aridificación
del sur peninsular”
“Es necesario
reestructurar la
economía, la producción
y el consumo, y hacerlo
con visión a largo plazo”
“El cambio climático
afecta de una manera
especial a zonas
vulnerables de Europa”
“Sobre el efecto
invernadero, no hacer
nada sería un acto de
irresponsabilidad porque
afecta a la vida de
millones de personas”
De izda. a dcha: Luis Jiménez Herrero, presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS) y profesor honorífico de
la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Martín Bastos, jefe de sección de Sostenibilidad Ambiental y coordinador del Observatorio de Cambio
Climático de Extremadura; Miguel Ángel Noceda, corresponsal Económico de El País, y Marcel Gómez, experto de Cíclo de Vida y Declaraciones
Ambientales.
SOSTENIBILIDAD
Luis Jiménez Herrero, presidente de la Asociación para la
Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS) y
Profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid
(UCM)
“No se puede construir la sostenibilidad
a costa de la insostenibilidad de otros”
veces me cuesta trabajo
A
hablar de sostenibilidad, a
pesar de llevar 35 años en la Universidad Complutense como profesor de economía ecológica y
desarrollo sostenible y tras una
dilatada experiencia práctica que
me gustaría trasmitirles”. Comenzaba así su intervención Luis
Jiménez Herrero, para quien el
término sostenibilidad se ha venido utilizando de una manera
complicada ya que se tergiversa,
se banaliza, se manipula. “En los
años 70 hablábamos de Ecodesarrollo, luego se habló de desarrollo ambientalmente sostenible para pasar en los ochenta ha
referirnos a lo socialmente sostenible, económicamente sostenible, etc porque se ha ido ampliando su concepción hasta tal punto que se habla de sostenibilidad
presupuestaria, financiera e incluso de deuda sostenible”.
En cualquier caso para el
ponente es importante hablar de
cambio climático y sostenibilidad
porque es dónde está la clave de
un asunto que nos sitúa frente de
un gran desafío planetario y global que pasa por gestionar de forma sostenible un mundo en per-
manente cambio y evolución con
diferentes niveles de desarrollo y
con un consumo creciente de
energía. “Las presiones ambientales ya están ahí. Somos 7.200
millones habitantes, la contaminación se ha generalizado, se
habla de la sexta gran extinción
de especies y del cambio climático, por supuesto. Todo esto configura el cambio global y lo que
se ha dado en definir como la Era
del Antropoceno donde los humanos son los que definen los designios de la biosfera”.
Explicó Jiménez Herrero como
se han sobrepasado claramente
tres umbrales críticos para operar en el espacio seguro. Uno de
ellos es la pérdida de la biodiversidad, otro es el cambio climático y el tercero es el ciclo del nitrógeno. El segundo es a su juicio el
que puede tener unas consecuencias más devastadoras. “Se
caracteriza por la aparición de
fenómenos extremos como las
sequías, inundaciones, incendios
cuyo impacto será más agresivo
en las regiones más pobres del
planeta y, sobre todo las futuras
generaciones”.
Actuar responsablemente
Sobre el efecto invernadero señaló como los científicos ya tienen un
mensaje muy nítido al mismo tiempo que advierten, desde hace tiempo, que no hacer nada sería un
acto de irresponsabilidad porque
amenaza la vida de millones de
personas lo que sería un ataque
directo hacia los más pobres.
Apuntó además como se recoge
claramente en recientes informes
que los últimos 30 años han
supuesto el periodo más cálido de
los últimos 1.400 y que todos los
escenarios dibujan un agravamiento de la situación del calentamiento global. El cambio climático afecta de una manera especial a zonas
vulnerables de Europa. “El caso de
la cuenca mediterránea, en particular, las zonas de montaña y las
costeras. También determinados
sectores en España como la sanidad, la agricultura, la pesca, el
turismo, para pasar a dejarse sentir en las aseguradoras y en el sistema financiero”.
Se refirió al informe Stern como
un hito que modifica el panorama. “Se empiezan a valorar, por
fin, los costes del cambio climático y se dice que el coste de la
‘no acción’ podría ser extremadamente grave y supondría una
reducción, para el año 2050, del
5% del PIB o, incluso, del 20%,
esfuerzos para la mitigación”, y
que los escenarios son peores de
los que reflejaba su penúltimo
informe.
“Solo un cambio institucional y
tecnológico importante haría que
las probabilidades de que el calentamiento climático no superaran
los umbrales razonables, aumentaran un 50%. Es más, si las ciudades no son sostenibles no será
posible globalmente serlo”.
De Europa y España habló el
experto y señaló como la UE se
expresó claramente al advertir
que el cambio climático afectaría
mucho más al sur del continente
y a la Cuenca Mediterránea.
“Nuestro país es uno de los más
vulnerables y, en este sentido, hay
que ser conscientes de que el
cambio global es algo más que el
climático porque incluye la pérdida de la biodiversidad, la desertificación y los cambios de uso
del suelo. Justamente esta dinámica compleja que se retroalimentan continuamente afectan negativamente a España. Un efecto
concreto de este fenómeno es la
mediterreanización del norte
peninsular y la aridificación del
sur peninsular”.
El coste que todo esto tiene
para nuestro país está cuantificado y podría suponer, en 2050,
entre el 0,5% y el 3% del PIB que
llegaría incluso al 10% a finales
de siglo, según el reciente estudio del Profesor Losada del Instituto de Hidráulica Ambiental de
Cantabria.
Apuntó a informes como los que
se han hecho en la UE, en concreto el Informe Peseta, elaborado por
la Comisión Europea que evalúa
las repercusiones económicas
anuales del cambio climático en
Europa, concretamente en las áreas de agricultura, inundaciones fluviales, sistemas costeros y turismo, sin considerar políticas de
adaptación. El informe calcula que
si el clima que se espera para la
década de 2080 aconteciera hoy,
la Unión Europea afrontaría pérdidas anuales en su producto interior bruto (PIB) de entre 20 000 y
65 000 millones de euros, depen-
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III
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
del mundo, del problema mundial.
“La necesidad es clara y pasa por
una evolución sostenible o no
estamos ante un verdadero desarrollo global. No se puede construir la sostenibilidad de unos países a costa de la insostenibilidad
de otras partes del planeta. Hace
falta hablar de un nuevo orden
económico y ecológico en un
entorno con varios mundos de
diferente nivel de desarrollo”.
Equilibrio dinámico
El público asistente siguió atentamente el debate abierto en la Jornada.
diendo de cuál fuera el incremento
de las temperaturas en Europa (entre
2,5°C y 5,4°C). Los países del Sur
de Europa son los que presentan
mayores pérdidas de bienestar debido al impacto económico del cambio climático. El documento aseguraba que habría pérdidas anuales
importantes en el sector de la agricultura de alrededor de 65.000 millones de euros.
“Por ejemplo, el viñedo en el Sur
de Europa, podría dejar de ser
escenario de producción de vinos
de alta calidad y perder muchos
denominaciones de origen”.
Todo este panorama que describió en su exposición Luis Jiménez
Herrero, lleva implícita la necesidad
de buscar soluciones para luchar
contra el cambio climático y global.
“La respuesta es única: Sostenibili-
dad para un desarrollo sostenible.
Pasar realmente por un cambio de
modelo producción y consumo en
clave sostenible. Cómo enfrentarse
a lo que está ocurriendo, también
es trascendental, porque el pasado
y el presente se viven sin conciencia de los límites y sin ética para el
futuro”.
Hay que referirse en estos términos también cuando se habla
IPCC
Martín coordinador del Observatorio de Cambio Climático
de Extremadura
“Estamos tomando medidas
de adaptación al cambio climático”
ecordó para empezar Martín
R
Bastos como el IPCC lleva una
singladura periódica con la publicación de sus informes. El primero fue en los años 90 y el último se
está presentando a lo largo de
2014 con la proyección a futuro de
un Informe de Síntesis que se
conocerá el próximo mes de octubre. “Hay algo muy importante en
el Panel Intergubernamental del
Cambio Climático y es que, los tres
grupos de científicos, los tres trabajos, coinciden claramente. Se
constata como la atmósfera y los
océanos se han calentado, que la
cantidad y la extensión de las
masas de hielo han disminuido,
que el nivel del mar está subiendo
y que las concentraciones de gas
efecto invernadero han aumentado”, explicó para señalar que las
concentraciones de CO2 en la
atmósfera se han incrementado
considerablemente por la actividad humana y, concretamente, la
que más, el uso de los combustibles fósiles y la deforestación.
“Nunca jamás se conocieron las
subidas que se han empezado a
producir en los años 50 hasta hoy.
Este ritmo no tiene precedentes
tampoco en los últimos 22.000
años”.
Al fenómeno de acidificación de
los océanos se refirió como trascendental ya que el PH ha bajado
globalmente lo que está afectando ya a la vida marítima.
“Los impactos que estamos observando por el cambio climático son
que los recursos hídricos se han alterado, han cambiado los patrones de
precipitación, hay especies vegetales y animales que están en constante migración cuando no han desapa-
“Los impactos
observados por el
cambio climático son
que los recursos hídricos
se han alterado”
“Es necesario reducir las
emisiones, cambiar los
patrones de inversión e
incrementar las
renovables”
recido, están afectadas las cosechas
y está claro, globalmente, que producciones de las que la mayoría de
los seres humanos dependemos
como el maíz, trigo o soja están disminuyendo en sus rendimientos”.
Contó en su ponencia como la
adaptación es fundamental para
reducir la vulnerabilidad y los
impactos a los que puede estar
expuesta la población. “Hay evi-
dencias de las necesidades globales de adaptación y los fondos disponibles. Las estimaciones generales elevan los costes por este
concepto, al 1% del PIB. De no
hacerlo, se incrementarán en siete u ocho veces más. Se calcula
que entre 70.000 millones de dólares y 100.000 millones hasta el año
2050”.
Recordó como el Grupo de Trabajo de Mitigación, dentro del IPCC,
concluye que es necesario reducir
sustancialmente las emisiones y
cambiar los patrones de inversión,
incrementar las renovables, además
de tratar la eficiencia energética y
reducir la extracción y el uso de
combustibles fósiles.
Martín Bastos ofreció una rápida visión de lo que la Junta de
Extremadura está haciendo en este
sentido y recordó cómo empezó a
trabajar, a mediados de la década
de los 2.000, en el cambio climático, mientras que fue a finales de
este periodo cuando se aprobó la
estrategia a seguir “para asumir la
responsabilidad que nos corresponde y empezar a tomar medidas
de mitigación y acciones de adaptación. Y aunque somos una
pequeña comunidad, estamos
decididos a seguir en esta línea.
Los principios de esta estrategia para el cambio climático, son
cinco: el desarrollo sostenible de
la responsabilidad, de la prevención, de la innovación, de la gobernanza y de la difusión. “Una de las
tareas que establece la propia
estrategia es la creación del Observatorio extremeño de cambio climático como un órgano trasversal
que informe de todas las políticas
y participe de todas ellas. Depen-
Los efectos de este cambio climático los están sufriendo ya las generaciones presentes y más vulnerables, aseguró el presidente de
ASYPS. “Está descrita por Naciones Unidas la muerte de una mayoría silenciosa. Como la mayoría de
la población no tiene capacidad para
hacer frente a estos desafíos humanitarios emergentes de nuestro tiempo. Hay un mapa representativo de
la mortalidad en el mundo por el
cambio climático. La vulnerabilidad
siempre se manifiesta muy claramente en los países del sur”.
El desarrollo o es sostenible o
no es desarrollo. “No son conceptos tan simples aunque se utilizan
de una manera cotidiana y, sin
embargo, esconden problemas
complejos. Hay que entenderlos
como planteamiento de procesos
abiertos, en permanente aprendizaje y cambio estructural”.
La sostenibilidad hay que buscarla, argumentó, en un conjunto
de equilibrios dinámicos, dimensio-
de directamente de la Dirección
General de Medio Ambiente y en
él participan técnicos, miembros
de las consejerías y de las dos
Diputaciones Provinciales, un grupo de expertos y la Universidad de
Extremadura”.
Observatorio extremeño
El Observatorio empezó a funcionar realizando un estudio en los
escenarios regionalizados de cambio climático y teniendo en cuenta todas las características que
podían afectar a la comunidad.
“Nos basamos en nuestros modelos de sociedad, de producción y
de consumo”, apuntó, “y hemos
elaborado escenarios para variables de precipitación, temperaturas máximas y mínimas en intervalos temporales de 30 años. Se han
analizado, además, los sumideros
de carbono de la región en los
terrenos forestales, en los cultivos,
los pastizales, los humedales, el
mundo urbano y en otros terrenos”.
Se refirió a las emisiones y captaciones medias anuales de CO2
en Extremadura, en el periodo
noventa año 2.000, que fueron de
4.978 K-Toneladas de CO2 frente
a una emisiones de 5.900, lo que
suponía un déficit de 970 K-Toneladas. “Se inició un periodo muy
intenso de reforestación lo que
supuso diferencias positivas entre
captaciones y emisiones”.
El mapa de impacto de Extremadura también fue objeto de estudio, tal y como contó Martín Bastos, para predecir las futuras situaciones y estudiar la resiliencia y los
cambios necesarios para la adaptación a partir del mapa. “Hemos
estudiado, en este sentido, los
recursos agrícolas, el sector forestal, el sector ganadero, el sector
energético, el sector seguros, la
salud, el turismo, la biodiversidad,
los recursos hídricos, la meteorología para conformar todos los
escenarios de cambio climático”.
La estrategia que mandaba elaborar los planes de adaptación en
función de los escenarios, el mapa
de impactos, han tenido una
estructura similar. “Una contextualización normativa, en todos los
marcos nacionales e internacionales, una caracterización, identifi-
nes ambientales, sociales, económicas e institucionales, dentro de
una nueva envolvente ética que
marca un nuevo sistema de valores
para definir ese futuro sostenible.
“No obstante, algunas dimensiones
son más críticas que otras. El concepto, cuando se quiere identificar
con algo más tangible, habría que
referenciarlo al término de resiliencia, es decir, la capacidad que tienen los sistemas ecológicos, humanos, para adaptarse al cambio y
vencer las fluctuaciones externas.
Hablamos de interacciones en evolución conjunta”.
Sobre la definición del tipo de sostenibilidad de la que estamos
hablando señaló que no es única:
“está la sostenibilidad fuerte frente
a una débil. La primera defiende la
perspectiva ecológica, donde realmente se plantea la necesidad de
mantener el capital natural, frente a
la débil, donde se dice que, lo que
hay que mantener es el capital total”.
En todo caso, si hay un nuevo desarrollo deberá ser ambientalmente
sano, socialmente justo, económicamente viable y éticamente responsable, es decir, lo que hemos
definido como sostenible”.
En resumen, explicó para finalizar, “es necesario reestructurar el
sistema económico, cambiar las
pautas de producción y consumo,
de hacerlo con una visión a largo
plazo y, sobre todo, reorientar la
lógica de la economía dominante
con racionalidad ética, eficiencia y
equidad”.
cación, evaluación y vulnerabilidad
de los impactos y unas medidas
de adaptación”.
Se refirió a las recientes publicaciones que recoge la página web
del Observatorio, del sector agrícola, del sector de la salud, el del
sector turismo, de los recursos
hídricos, el sector ganadero y el
sector de la energía. “Estos siete
“Hemos estudiado, en el
mapa de impacto, los
recursos agrícolas, el
sector forestal, ganadero
o el sector energético”
“La estrategia no vale en
sí misma y hay que hacer
un seguimiento anual de
todas los Planes
aprobados”
planes están en seguimiento y revisión. La estrategia no vale en sí
misma, por lo tanto, hay que hacer
un seguimiento anual y planteando a todas las actividades públicas que nos den sus ratios, sus
indicadores para analizar su cumplimiento”.
Otro tema importante y que destacó el ponente, fue la huella ecológica. “Si la huella ecológica es
mayor que la biocapacidad, hay
un déficit ecológico claramente
insostenible, si fuera menor que la
biocapacidad, habría superávit y,
por supuesto, un modelo sostenible. Estas son las necesidades globales de Extremadura que equivalen, al final, a hectáreas de
3.360.000. Nuestros cálculos de
biocapacidad per cápita, de 6 hectáreas globales frente a 3 de la
huella, lo que nos da un balance
ecológico positivo”.
Efecto invernadero
También el Gobierno extremeño
edita el Informe Anual de Gases
de Efecto Inver nadero que se
puede consultar también en el
Observatorio. “Estudiamos los
Pasa a página IV
30 de junio al 6 de julio de 2014
IV
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
Viene de página III
seis gases que determina el Protocolo de Kioto, y también lo que
se refiere al comercio de derechos de emisión y el sector difuso. La suma de todo ello es el
inventario global. En concreto,
respecto a 2010-2011 hubo una
pequeña bajada que también se
produje en 2012 respecto al año
anterior. Para 2013 también se
prevé una caída pequeña y que
se debe en gran parte a la crisis
económica”.
Estrategia
Teniendo en cuenta las proyecciones europeas del 20-20-20, el
Gobierno de Extremadura ha revisado su estrategia. “De acuerdo
con estas perspectivas hemos
elaborado un nuevo planteamiento que camina por la misma senda que el europeo. Ha sido muy
participativa, se ha sometido a
procesos de información en
muchos sectores, fue aprobada
por el Observatorio de Cambio Climático, se sometió a un proceso
de conocimiento público general
y, por fin, el 7 de enero de 2014,
le dio el visto bueno el Consejo de
Gobierno”.
En materia de mitigación, señaló como Extremadura es la primera comunidad en materia de energía termo solar aunque y como
consecuencia de la modificación
legislativa, “las previsiones de
expansión del modelo se han paralizado. Aun así, hay 850 MW en 19
plantas. En fotovoltaica hay una
potencia instalada de 560 MW, en
Biomasa de 35 MW”.
Destacó, para finalizar el jefe de
sección de Sostenibilidad del
Observatorio de Cambio Climático, la planta de residuos de la ciudad de Badajoz que aprovecha el
biogás de la materia de rechazo
que no se composta.
El tema de la Jornada atrajo a un buen número de asistentes que siguió con interes las conferencias de los ponentes.
HUELLA DE CARBONO
Marcel Gómez, experto en Ciclo de Vida y Declaraciones
Ambientales
“La huella de carbono mejora
la comunicación ambiental
de la empresa”
D
espués de darnos cuenta que,
lo del cambio climático, tiene
consecuencias serias y que Europa y el mundo no va por el buen
camino, intentaré ofrecer un rayo
de esperanza al constatar que algo
podemos hacer”. Apertura optimista de su intervención la que
ofreció Marcel Gómez para señalar que, ahora, como mínimo,
podemos cuantificar de forma
científica y verificable, el impacto
sobre el cambio climático de las
cosas que hacemos. “Cuantificar
es el primer paso para reducir. Voy
a explicar como la huella de carbono nos puede ayudar a mejorar
la comunicación ambiental de
nuestra empresa y nuestros productos y ser utilizada por el consumidor para hacer su selección
de compra”.
Dio las principales coordenadas
de la empresa a la que pertenece
que definió como un pequeña consultoría ambiental que se dedica a
dos servicios: uno es el de medir
la eficiencia energética y el otro es
el del ciclo de vida. Como análisis
del ciclo de vida definió a la metodología de base para hacer la huella de carbono.
“Como bien se ha comentado al
principio de la Jornada hay una clara relación entre empresa y medio
ambiente. Por lo tanto, coincido en
señalar que, invertir en medio
ambiente no es caro”.
Se refirió al marco regulatorio
ambiental europeo que es cada vez
más restrictivo. “Las leyes alargan
cada vez más la responsabilidad
del producto más allá de la fábrica y ahora nos fijamos en la selección de materias primas hasta el
fin de vida de ese producto. En
concreto, el reglamento de la UE
nº 305 obliga a la construcción, a
cuantificar el impacto sobre el
medio ambiente de sus productos
basándose en el análisis del ciclo
de vida”.
Por otro lado Marcel Gómez se
detuvo en el precio cada vez más
elevado de las materias primas y
la energía. “Con la electricidad lo
hemos visto todos porque ha subido más de 50% en 5 ó 6 años. El
“Fruto del análisis del
ciclo de vida, reducimos
tanto las entradas como
las salidas de nuestra
empresa o productos”
“La huella del carbono se
puede aplicar para hacer
comparativas de
ecoeficiecia a escala
industrial”
oro ha subido y el hierro también.
Un ejemplo de esto último es que
Laponia se están abriendo muchas
minas de este mineral”
Además el mercado presiona
para adquirir productos más sostenibles, sobre todo en los países
más avanzados. En España, como
mínimo están creciendo. “Todos
somos conscientes de que las
empresas españolas, si cuentan
únicamente con el mercado interno, lo tienen complicado, por lo
que cada vez exportan más mientras que, la huella de carbono y la
información ambiental, cada vez
son más decisivos para vender al
exterior”.
Se planteó, en este punto de su
intervención, las necesidades que
se tienen para comunicar el rendimiento ambiental tanto en empresas como por parte de los consumidores. “Por un lado”, explicó,
“necesitamos que sea objetiva e
imparcial porque tanto si nos engañan como si nos engañamos, no
sirve para nada. Es imprescindible
ser transparente, comparable y adicionable”. Desde el punto de vista de un consumidor, final o industrial, por ejemplo, un proveedor, la
información “debe de ser objetiva
e imparcial. Si por ejemplo vamos
a comprar un kilo de pasta bio o
no bio, queremos que los detalles
que nos proporcionen sean reales,
transparentes y comparables”.
Marcel Gómez explicó al público asistentes en qué consiste el
análisis del ciclo de vida al que
calificó como una herramienta que
puede parecer más complicada de
lo que es. “Se trata de cuantificar,
de forma científica y verificable, y
con metodología estandarizada de
ámbito internacional, el impacto
ambiental de todo el ciclo de vida
de un producto o servicio. Es
importante cuantificar y que el análisis sea verificado por una tercera
parte ya que, así, el cliente está
seguro de que la empresa no le
engaña. La metodología estandarizada, permite que una multinacional que fabrique en España, China o Brasil, o que exporte a estos
destinos, utilice la misma metodología y no tenga que hacer el mismo gasto diez veces, por ejemplo”.
Fruto del uso del análisis del
ciclo de vida, reducimos tanto las
entradas como las salidas de nuestra empresa o producto. Las entradas serían materias primas y ahorro, y las salidas, emisiones al
medio, es decir, contaminantes y
residuos, explicó el ponente para
quien si reducimos el consumo de
materia y energía, aumentamos la
cuenta de resultados y en algunos
países servirá para aumentar la
cuota de mercado.
“El ACV se asocia a la función
de un producto y no a un producto en sí. Por ejemplo, si nos fijamos en el transporte, lo importante es llevar una tonelada/Km de
aquí a un punto determinado, en
un tiempo determinado. Si se hace
en camión, autocar, barco o avión,
no es un hecho relevante mientras
cumpla con el objetivo previsto”.
El análisis del ciclo de vida mira
también el impacto sobre otros criterios del medio ambiente como
son la salud humana, la calidad de
los ecosistemas o el agotamiento
de los recursos naturales. “Es
importante tener una visión holística de todo el impacto sobre el
medio ambiente”.
A cerca de la huella de carbono, el experto mencionó sus dos
grandes aplicaciones. “Una es la
comunicación, es decir, que aunque no mejoremos nuestra empresa es un hecho importante decir,
informar que hemos calculado ese
impacto. Un primer paso sería la
ecoetiqueta en la que se recoge
que se ha realizado una huella de
carbono.
Nos permite, además, conocer
en profundidad nuestro producto,
que es el primer paso para mejorarlo, lo que se conoce como ecodiseño. Se puede aplicar para
hacer comparativas de ecoeficiencia, a escala industrial y, además,
unido al ciclo de vida de costes, y
al ciclo de vida social, tendríamos
un análisis del ciclo de vida de la
sostenibilidad”.
nacional, en concreto, la 14025. Se
trata, por tanto, de un conjunto de
datos ambientales agrupados en
una serie de categorías, de parámetros ambientales predeterminados, sin incluir información ambiental adicional”.
La declaración ambiental del
producto al igual que la huella de
carbono, señaló, no evalúa el rendimiento ambiental o el desempeño ambiental de ese producto, “no
es una ecoequiteca tipo 1 dónde
se dice: esta lavadora es clase A
y está entre el 10% de las más efi-
“Como bien se ha
comentado al principio
de la Jornada hay una
clara relación entre
empresa y medio
ambiente”
“El mercado presiona
para adquirir productos
más sostenibles, sobre
todo en los países más
avanzados”
Declaración ambiental
La declaración ambiental de producto fue uno de los temas que trató en su conferencia el experto en
Ciclo de Vida y Declaraciones
Ambientales. “No es más que una
huella de carbono con más indicadores o, visto desde el otro lado,
con un solo indicador que es la
propia huella de carbono.
La EPD sigue la normativa inter-
cientes del mercado, sino que una
EPD o una huella de carbono
detalla cuál es mi impacto ambiental, sin decir si es bueno o si es
malo. Es decir, no valora, solo
cuantifica”.
Se refirió para terminar a la huella hídrica que tiene en cuenta toda
el agua utilizada durante el ciclo de
vida de un producto.
MODERADOR
Miguel Ángel Noceda, corresponsal
económico de El País
iguel Ángel Noceda, corresM
ponsal económico de El País,
dio paso a la primer Mesa Redonda de la Jornada: “Sostenibilidad y
desarrollo. Los riesgos del cambio
climático según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático,
(IPCC). Protocolo de Kioto y proceso de verificación de las emisiones
de CO2. Huella de Carbono; tipos
y metodologías de cálculo. Impactos, vulneravilidad y mitagción”.
Miguel Ángel Noceda gradeció
a los ponentes su participación en
una jornada de interesante contenido y que está de gran actualidad.
“Contamos con tres expertos en
esta materia tan atractiva: Luis
Jiménez Herrero que hablará de
Sostenibilidad, Martín Bastos que
lo hará del Panel Intergubernamen-
tal de Cambio Climático y Marcel
Gómez de la Huella del Carbono”.
30 de junio al 6 de julio de 2014
V
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
MESA REDONDA
“Impactos económicos, laborales y naturales del cambio climático. Aspectos positivos: nuevos
desarrollos económicos sostenibles y de inversión derivados de las nuevas tecnologías verdes.
Rentabilidad en marca, reputación y producto de las empresas respetuosas con el impacto
medioambiental”
do a exigir un nivel de bienestar
comparable con el nuestro. Es imposible separar las curvas de crecimiento y de consumo energético.
Cuando uno tiene que estar en una
sociedad, lo hace consumiendo
energía”, expresó Garilleti.
En este entorno, evidentemente,
“las empresas se lo están haciendo
mirar. Por una parte, porque el entorno social es muy agresivo. Por otra
parte, desde el puro punto de vista
estratégico, tenemos que dar respuesta a un entorno muy complejo
con recursos muy caros. Aquí, probablemente, tendremos que empezar a aplicar mucha más tecnología,
soluciones mucho más eficientes,
porque la eficiencia y la tecnología
al final serán las que nos permitan
consumir menos y hacerlo de mejor
manera”.
Tres grandes círculos
De izda. a dcha.: Javier Garilleti, director de Cambio Climático de Ernst & Young (EY); Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) para España y presidente de Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo Sostenible); Antonio Calvo,
periodista científico y presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica; María Pablo-Romero, responsable del Área de Energía y Desarrollo
Económico de la Cátedra de Economía de la Energía y el Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla, y Víctor Viñuales, sociólogo y director de Ecología y
Desarrollo (Ecodes).
IMPACTO
Javier Garilleti, director de Cambio Climático
de Ernst &Young (EY)
“La mejor manera de reducir
el impacto en el cambio climático
es con la tecnología”
a idea de la ponencia de Javier
L
Garilleti, director de Cambio
Climático de Ernst & Young (EY),
fue hacer una referencia a cómo
todo el concepto de cambio climático impacta en la empresa. “La
empresa es un actor clave. Hay que
entender que lo que las compañías acepten va a pasar. Lo que no
acepten, no va a pasar. Por lo tanto, o somos conscientes de que
son un canal esencial de transformación económica, medioambiental, tecnológica y social o va a ser
difícil alcanzar una serie de objetivos que son esenciales.
Sir David King, que fue asesor
científico del Gobierno de Reino Unido, dijo, hace diez años, que el tema
del cambio climático es muy sencillo, que es un ‘ultimátum’ a la civilización. Esto es un tema que hace
diez años estaba en la agenda”, afirmó al respecto.
Hemos visto que la crisis ha permitido a algunos actores dar un
paso atrás. A su juicio, “las cumbres
que se han ido celebrando desde
Kioto no han sido lo satisfactorias
que se esperaban. Lo que es evidente es que esto es una tendencia, y una realidad, que está viniendo. Es una realidad esencialmente
crítica para los países y las sociedades y crítica para las empresas”.
Lo que hacen las empresas es
intentar entender, en este escenario, cómo actuar. Sabiendo que el
largo plazo de las empresas no son
20 años, sino cinco. “Por tanto, si
queremos que las empresas jue-
“Las cumbres que se han
ido celebrando desde
Kioto no han sido lo
satisfactorias que se
esperaban”
“Las grandes compañías
se plantean cómo
impacta el cambio
climático, en términos de
riesgo y de oportunidad”
guen un papel relevante, no sólo
por la vía punitiva, sino por la vía
del convencimiento, de que son un
actor clave en el cambio que se tiene que producir en el cambio climático, vamos a tener que ayudar-
las”, destacó Garilleti.
Añadió que “el primer escenario
que se hacen las empresas, y que,
hoy por hoy, en los principales comités de dirección de las grandes multinacionales se pone clarísimamente en la mesa, es que el cambio climático y su impacto potencial y real
ya forma parte de la agenda pública. Ya no es un tema de unos científicos que es debatible. Es que es
un tema real de la agenda pública”.
Todos los años, el Foro Económico
de Davos hace un estudio de riesgos, donde entrevista a un panel
muy amplio de gente del mundo de
la empresa, de la sociedad, de la
cultura, de todos los ámbitos, para
entender cuáles son los riesgos percibidos como críticos por todos
ellos. Esto se presenta en un foro
donde también están empresarios,
gente de la cultura, gente del espectáculo, gente de la política, para
debatir sobre las tendencias.
Un reto “del copón”
Hay un buen número de riesgos que
tienen que ver directamente con el
cambio climático y con el impacto
del hombre en el entorno. Hace diez
años, eso no habría sido así. Según
Garilleti, “hoy, los propios empresarios, ejecutivos, comunicadores,
líderes de opinión, pensadores, son
conscientes de que éstos son riesgos críticos porque son riegos de
largo plazo, que exigen mucho compromiso y muchos actores para
cambiarse. Por lo tanto, también
perciben la dificultad que tienen de
que esos riesgos desaparezcan.
Además, nos encontramos con
que también las grandes multinacionales financieras y otras empresas empiezan a introducirlo en su
agenda. Los inversores y las grandes compañías empiezan a plantearse seriamente cómo impacta
el cambio climático, en términos
de riesgo y en términos de oportunidad”.
Hay estudios de Goldman Sachs,
de Deutsche Bank, de HSBC, donde se hace una reflexión profunda
de qué impacto y consideraciones
hay que tener en cuenta a la hora
de tomar las decisiones sobre el
cambio climático; a corto, a medio
y a largo plazo.
“¿Qué es lo que están estudiando estas compañías o los actores
empresariales? Lo primero es que
el futuro presenta un reto del copón.
Tenemos por delante un crecimiento, un impacto, demográfico salvaje. Fundamentalmente, vamos a
pasar de siete billones a diez billones, 10.000 millones de personas,
de aquí a 2050. Esos crecimientos
se van a producir fundamentalmente en clase media y en países emergentes. Esto es, países y sociedades que van a demandar un nivel de
consumo y de bienestar similar al
nuestro y eso lleva aparejado necesariamente consumo de recursos”,
consideró el ponente.
Por ende, las empresas se están
empezando a plantear: “Esto,
¿cómo me impacta?”. Para Garilleti, “el impacto es muy evidente.
Oxford Economics hizo un estudio
para evaluar la evolución de los costes de materias primas y de demanda de energía. De aquí al 2036, los
precios de las materias primas de
los alimentos, energía y metales van
a crecer entre un 166% y un 35%”.
“Eso es lo que miran las empresas. Poblaciones y sociedades que
van a demandar más, en un entorno de recursos menguantes. Las
compañías dicen que ‘o lo gestionamos o tenemos un problema’.
Desde el punto de vista puramente
de inteligencia táctica, saben que
se van a encontrar con recursos muy
caros y escasos para poblaciones
que tienen todo el derecho del mun-
Hace más de tres años; McKinsey
hizo un estudio donde analizaba qué
tendría que pasar para que hubiera
un cambio en el mix energético.
McKinsey plantea dos escenarios.
“Si vamos a un escenario de pura
satisfacción de lo que es la cadena
de producción y de demanda, va a
ser imposible cambiar el mix. De
hecho, el mix básico, más agresivo
con el medio ambiente, va a cambiar a peor. Sólo con un cambio
enfocado a respuestas de cambio
climático, podríamos ser capaces
de aquí al 2020, al 2030, de tener
un cambio en el mix que realmente
ayudase a conseguir los objetivos
de reducción de emisiones”, opinó
Garilleti.
Es una decisión política. Las
empresas también están pidiendo
que les den el marco. “Si el marco
no me está incentivando, no me está
obligando; yo no voy a poder dejar
ni un centímetro para los competidores”. En este entorno, las empresas se encuentran con tres grandes
círculos. Garilleti los desglosó. “Uno,
el marco regulatorio global, que es
o incentivo o castigo. Las compañías se van a mover en ese marco.
En un entorno de la energía que es
estratégico y donde los gobiernos
están jugando mucho, con muchos
intereses, las empresas están esperando a ver cuál va a ser el marco
global de regulación en el ámbito
energético, que va a ser el que va a
definir su capacidad de operación.
Lo segundo, cada industria. Se
miran unos actores a otros. Tienen
la capacidad de hacer cambios globales sectoriales. En tecnología, en
coinversión, en push de actividad
estratégica. Pero, según opere todo
un colectivo en el sector, ese sector va a ser capaz de moverse en
una dirección o en otra. Las empresas al final van a mirar el marco global regulatorio, van a mirar qué es
lo que están haciendo sus compañeros del sector, porque al final esto
va de pasta, y, ‘si mi compañero no
se implica, yo no me implico’. Por
lo tanto, tenemos que ser conscientes de que hay bajar a este nivel.
Hay sólo dos mecanismos, las compañías inteligentes son inteligentes
y utilizarán la tecnología y buscarán
una ventaja competitiva. Las que no
son inteligentes, tendrán que utilizar el palo y zanahoria. Habrá que
utilizar esas políticas fiscales, estrategias fiscales,… si realmente los
gobiernos son conscientes del
impacto que el cambio climático va
a tener en los próximos diez años”.
En este ámbito, ¿qué hacen las
empresas? Las empresas no ven a
20 años vista. Están pensando, los
accionistas, en cinco años vista.
Garilleti aseveró que es complejo
llevarlas a un convencimiento de que
tienen que tomar decisiones que
pueden implicar pérdidas o que pueden suponer inversiones. “¿Dónde
pueden trabajar? Buscando qué
riesgos y oportunidades tienen en
el ámbito de generación de ingrePasa a página VI
VI
30 de junio al 6 de julio de 2014
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
Viene de página V
sos. Aquí puedo encontrarme con
que una compañía sea capaz de
entender que ‘o yo entro en un nuevo ámbito de servicios y de producto o lo va a hacer mi competencia’.
Puedo ser más eficiente, más limpio. El impacto de riesgo de marca.
Hoy por hoy, ser una compañía poco
respetuosa con los retos globales
del planeta empieza a pesar en la
marca de muchas de ellas”.
Pero, desde el punto de vista regulatorio, “hay muchos consejos que
empiezan a plantearse la amenaza
que supone la regulación para un
Consejo de Administración. Y que
tienen que tomar medidas, aunque
sea sólo para protegerse”. Garilleti
sostuvo que el de arriba tiene que
entender que esto tiene que ver con
modelos de negocio que le ayudan
a generar más ingresos, a reducir
costes, a cumplir las expectativas de
los grupos de interés y a cumplir la
regulación. “O sea, que me está protegiendo y dando valor”. La conclusión fue que “la mejor manera de
reducir el impacto en el cambio climático es con la tecnología”.
El director de Cambio Climático
de EY apuntilló que, “si se han reducido en Europa las emisiones, no
“Es imposible separar las
curvas de crecimiento y
de consumo energético.
Uno está en sociedad
consumiendo energía”
“Hoy por hoy, ser una
compañía poco
respetuosa con los retos
globales del planeta
empieza a pesar en la
marca de muchas de
ellas”
LABORAL
Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) para España y presidente de
Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para
el Desarrollo Sostenible)
“Hay que ir a escenarios responsables,
desde el punto de vista social”
a Organización Internacional
L
del Trabajo (OIT) es la agencia
de las Naciones Unidas especializada en el trabajo. ¿Tiene algo que
aportar alrededor de la agenda climática? Joaquín Nieto, director de
la Oficina de la OIT para España y
presidente de Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo Sostenible), rememoró que su director
general, Guy Ryder, en el informe
que presentó el año pasado en la
Conferencia Internacional del Trabajo, decía que la prevención y
mitigación del cambio climático es
el elemento que por encima de
cualquier otro distinguirá las responsabilidades y actividades que
la OIT tendrá en el futuro de las que
ha tenido en el pasado. Es decir,
es un planteamiento de que había
un siglo XX con unas realidades de
siglo XX a las que la OIT tuvo que
responder y hay un siglo XXI con
unas realidades y problemáticas
del siglo XXI a las que tendrá que
responder. Y el cambio climático
está en el centro de ellas.
Para hablar de esto, Nieto abordó someramente cuatro aspectos.
El primero fue qué escenario, qué
acuerdo para poder tener un escenario que evite un cambio climático catastrófico, que ponga en riesgo a la civilización humana. El
segundo fue un aspecto novedoso que ha aportado el Quinto Informe del Panel Intergubernamental
de Cambio Climático (IPCC), que
es la convergencia de agendas.
“Entre la agenda de mitigación y
adaptación, por supuesto, pero
también entre la agenda sostenible, de la sostenibilidad global y
de la sostenibilidad social. La necesidad de actuar con todas las
agendas coordinadas”. El tercero
fue la transición. Cómo organizar
la transición y el rol del empleo en
la transición. Y el cuarto fue el
papel de la protección social para
tanto las políticas de mitigación
como las políticas de adaptación.
¿Sobre qué escenario? Nieto
aseguró que “el escenario tendencial, que lleva a un aumento de las
temperaturas entre 3,5-4 grados
centígrados y siete grados centígrados, es insostenible”. En la última década, a pesar de todas las
políticas contra el cambio climático, las emisiones de Gases de
Efecto Invernadero han crecido a
un 2,2% al año. En la década anterior crecieron un 1,3%. Es decir,
cada década, más.
“Si no miramos la
perspectiva social, no
habrá soluciones. Es
darle la vuelta al sistema
de producción y de
consumo”
“Según nuestros
estudios, la potencialidad
de los empleos verdes en
España es de dos
millones”
“Salvo un continente, Europa. En
el caso de Europa ha influido la crisis. Por supuesto. En España, clarísimo. Pero ya Europa llevaba una
línea de cumplimiento del protocolo de Kioto muy clara, que implicaba la reducción de un 8% en sus
emisiones. Y no sólo eso. Al inicio
de la crisis, ya había llegado al 8%
en la reducción de emisiones. Esa
tendencia seguía. Con la crisis, se
ha incrementado y ahora mismo ha
doblado los objetivos del protocolo de Kioto. La diferencia es que
era el único continente, la única
región, que tenía un compromiso
y unas políticas orientadas hacia
eso. Ésa es la diferencia fundamental. Con crisis o sin crisis, iba a
bajar”, informó Nieto.
Si bien, alertó de que el mundo,
en general, sube sus emisiones.
“El escenario tendencial no puede ser y el IPCC lo ha dicho claro. Hay que ir a otro escenario.
Cada vez que el IPCC habla, dice
dos cosas fuertes. La primera, que
el cambio climático está ahí, que
ya se están viendo las consecuencias del calentamiento global. Es
una evidencia y está provocado
por la acción humana. Eso lo dice
con muchísima claridad. Y la
segunda, plantea cuáles son los
nos engañemos, ha sido por la crisis económica. En el momento en
el que esto repunte, habrá más problemas. Veremos las curvas de crecimiento. Ha sido una bajada en los
cinco años. Y si no, vemos lo que
ha tenido que hacer España con las
subastas”. Manifestó que, “o somos
capaces de llevar a las compañías
a entender que con mejor tecnología y con un uso más eficiente de
recursos van a obtener más rentabilidad global o van a tener un problema. Si no, las compañías jugarán el partido que marquen los
gobiernos y la regulación global. Las
empresas no dejan de ser aquellas
que tienen que gestionar los intereses globales del propio accionista,
de la sociedad, del medio ambiente y de la economía. Si no consideramos su opinión y sus limitaciones,
vamos a tener problemas porque
buena parte de las presiones que
están recibiendo ahora, aparte de
lo social, vienen fundamentalmente del mundo medioambiental. Y
están avanzando mucho. En intentar ser más eficientes, en consumir
menos recursos, en ser compañías
más limpias, en concienciarse y concienciar sus cadenas de proveedores; pero es un recorrido de largo
alcance”.
escenarios para evitar un cambio
climático catastrófico. Los escenarios son cada vez más rigurosos. De hecho, dicen que en 2070
tendrá que haber cero emisiones.
Para que en 2090 pueda haber 20. Es decir, que la atmósfera pueda absorber más carbono del que
existe, no del que se emite. Para
eso, hay que ir a escenarios en los
que en 2020 se pueda reducir
entre el 25 y el 40%. Son escenarios muy rigurosos, pero son los
únicos que permiten albergar una
perspectiva de calentamiento de
dos grados centígrados”.
En ese sentido, “la OIT comparte que hay que ir a escenarios responsables, desde el punto de vista social. Porque lo que más nos
golpea a nosotros, en los estudios
que hace el IPCC, es cómo los trabajadores más vulnerables son los
que más están sufriendo ya las
consecuencias del cambio climático. Ya no se habla de qué puestos de trabajo se perderán por las
medidas de mitigación. Ahora ya
se cuentan los decenas de miles,
cientos de miles, de puestos de
trabajo que se pierden por la
sequía, por las inundaciones, por
los tifones”. Es decir, hay una pérdida neta de empleos en las consecuencias, aparte de otras
muchas cosas. Por eso, desde un
punto de vista responsable, hay
que ir a un escenario responsable.
taba porque entraran los asuntos
sociales. La repercusión social que
tiene una u otra medida y cómo se
ganan las mayorías sociales suficientes para adoptar unas u otras
medidas, que no son procesos
fáciles. Porque esas medidas
sociales son necesarias también
para cambiar las mayorías políticas”, argumentó.
Prosiguió: “Si no miramos la
perspectiva social, no habrá soluciones. De ahí el valor que le
damos a este Quinto Informe del
IPCC. Perspectiva social, ¿por
qué? Porque el cambio que hay
que hacer es espectacular. Emitimos CO2 desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y
cuando estamos durmiendo. Estamos hablando de 2070, de cero
emisiones. Estamos hablando de
darle la vuelta a todo el sistema de
producción y de consumo, pero de
una manera impresionante. Si no
es posible el desacoplamiento
entre crecimiento y consumo energético, estamos perdidos. Un
escenario de 9.000 millones de
personas con un crecimiento de
los consumos energéticos acoplados al crecimiento del PIB es absolutamente imposible. No hay recursos energéticos suficientes. Entonces, una de las primeras medidas
es el desacoplamiento. ¿Es posible el desacoplamiento? Por
supuesto que sí. El desacoplamiento en Europa ha sido del 50%
desde 1990 hasta hoy. El rango
que queda es impresionante”.
Nieto relató que, según un estudio sobre la productividad en Europa en los últimos 50 años, la productividad del trabajo ha aumentado un 300%. Un trabajador produce hoy tres veces más que
antes. La productividad de los
materiales sólo ha aumentado un
100%. Se ha doblado esa productividad. “Hacemos el doble con la
mitad, pero poco en relación con
Convergencia de agendas
De acuerdo con las palabras de
Nieto, lo interesante del IPCC ha
sido lo de la convergencia de agendas. “Se ha llegado a la conclusión
de que no es posible hacer políticas serias de mitigación ni de
adaptación si no se abordan todos
los asuntos. Primero, se abordaron los asuntos científicos. Después, se abordaron los asuntos
tecnológicos. Luego, entraron los
asuntos económicos. Al final, fal-
Las personas que fueron a las Jornadas escucharon a Nieto decir que la productividad de los trabajadores europeos ha crecido un 300% en los últimos 50 años.
30 de junio al 6 de julio de 2014
VII
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
lo que ha crecido el trabajo. La de
la energía, sólo un 20%. Algo aquí
está funcionando mal. Un trabajador produce tres veces más. Hay
muchos más habitantes, muchos
más trabajadores. Pero necesitan
muchos más materiales, porque la
productividad de los materiales es
inferior y muchísima más energía,
14 veces más. Es imposible. Tiene que haber desacoplamiento y
tendrá que haber nuevas tecnologías”, insistió.
Una economía descarbonizada
implicaría ir a las energías renovables. El cambio en tecnología es
total. Y del cambio en la energía
vienen todos los demás. Viene el
cambio en la manera de transportarse, en la movilidad, en la forma
de edificar y en cómo son los edificios, en el sistema agropecua-
rio,… Vienen los demás cambios
que no sólo son energéticos. Esto
implica que procesos, productos,
e industrias que antes existían van
a dejar de existir y que habrán
otras nuevas. “Estamos convencidos de que el saldo, desde el punto de vista del empleo, va a ser
positivo. Sin embargo, los empleos no se crean ni en el mismo
momento ni en el mismo lugar donde se van a destruir los otros. Por
lo tanto, gobernar ese cambio es
la clave. Y para gobernar ese cambio tenemos una serie de propuestas, que acaban, lógicamente, en
un lugar: en el diálogo social. Sin
diálogo social, sin que todas las
partes pongan encima de la mesa
cuáles son sus intereses, cuáles
son sus posibles aportaciones, y
se llegue a un acuerdo, y sin que
“El escenario tendencial,
con un aumento entre
3,5-4 grados centígrados
y siete grados, es
insostenible”
“Los trabajadores más
vulnerables son los que
más están sufriendo ya
las consecuencias del
cambio climático”
haya una acción política, reguladora, y sin que haya medidas fuera de la acción política, voluntarias, no se podrá hacer”, consideró Nieto.
ECONOMÍA
María Pablo-Romero, responsable del Área de Energía
y Desarrollo Económico. Cátedra de Economía de la Energía
y el Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla
“La posibilidad de crecer sin necesitar
más energía es una cuestión sectorial”
a presentación de María PabloL
Romero, responsable del Área
de Energía y Desarrollo Económico. Cátedra de Economía de la
Energía y el Medio Ambiente de la
Universidad de Sevilla, la denominó Impacto económico del cambio
climático. En primer lugar, aclaró
que, cuando se menciona el
impacto económico, básicamente
de lo que estamos hablando es de
que hay una causa, que son las
emisiones de Gases de Efecto
Invernadero, y que están haciendo subir las temperaturas medias
a lo largo de los años. “Esto, en
general, tiene varias consecuencias que ya se pusieron de manifiesto en el primer informe de
Stern, en 2006, por encargo del
Ministerio de Hacienda del Reino
Unido, acerca de lo que causa
sobre el medio ambiente, tales
como las posibilidades de inundaciones, de disminución de suministro de agua, de disminución de
rendimiento de cosechas, de incremento de muertes por desnutrición, de estrés térmico y del cambio de muchas especies que se
van a ver en extinción”, indicó.
Sobre esta base, recientes estudios muestran qué ha ocurrido a
lo largo de la historia con estos
incrementos de las temperaturas.
“Básicamente, lo que ponen de
manifiesto es que ha habido una
reducción del crecimiento económico, fundamentalmente establecida en los países más pobres, por
lo tanto son los que más sufren o
han sufrido estos incrementos de
la temperatura. Se ha ido reduciendo tanto el nivel de producción
como también el crecimiento o las
tasas de crecimiento de esa producción y los mayores efectos se
han producido tanto en el sector
agrícola como en el industrial.
Sobre todo, ha dado lugar también
a varios problemas de estabilidad
política”, comunicó.
En el futuro, ¿qué se espera que
vaya a ocurrir? “Aquí, desde el
informe de Stern, se han ido profundizando en la realización de
muchos estudios que tratan de
medir exactamente en términos
económicos cuánto vale. En principio, estos estudios empíricos, de
carácter global, establecen unas
pérdidas de renta para el conjunto mundial entre 0,2 y un 2% por
unos incrementos de temperatura
poco en cada uno de estos sectores. Es algo por lo tanto que hay que
traer de relieve. No todo el mundo
pierde por igual. Ni siquiera todo el
mundo pierde. Hay algunos que
ganan. Por lo tanto, no cabe esperar que todo el mundo nos vayamos
a comportar de igual manera. El que
va a ganar, ¿para qué quiere cambiar si le vienen bien los beneficios
que va a obtener de todo este cambio climático? Hay que ver las cosas
con un poco de perspectiva”.
Cuatro aspectos
“Los países más pobres
son los que más sufren o
han sufrido por los
incrementos de la
temperatura”
“No todo el mundo pierde
por igual, por lo que no
cabe esperar que todos
nos vayamos a
comportar de igual
manera”
de unos dos grados centígrados.
Parece que, en principio, vamos
camino hacia ellos”, informó.
Estas pérdidas, sin embargo, no
son iguales para todos los países, ni
siquiera para todo el nivel global”, sostuvo Pablo-Romero. Se concentran
en determinadas regiones. Las zonas
más pobres serán las que sufran estas
consecuencias antes y con mayor
intensidad, dadas sus características
geográficas y económicas.
Unos 20.000 millones
Pablo-Romero explicó que, “en el
ámbito de Europa, las pérdidas, si
las temperaturas aumentan los 2,5
grados, se situarían en torno a los
20.000 millones de euros para el año
2080”.
Entre las pérdidas más destacadas, y en general para Europa, “nos
encontraríamos también todas las
derivadas de los desbordamientos
de ríos, todos los efectos negativos
que van a surgir sobre las costas y
sobre el turismo. No se comportan
de igual manera para todos ni tam-
Y cuatro son los aspectos que quiso destacar Pablo-Romero de estas
relaciones. En primer lugar, el diferente comportamiento sectorial que
existe entre las energías y las emisiones y el crecimiento económico.
No todos los sectores se comportan
de igual manera. En segundo lugar,
qué pasa con el crecimiento económico y del consumo de energía de
los países que están todavía en desarrollo. En tercer lugar, cómo se puede reducir ese desacoplamiento
energético con unos países a costa
de que haya un mayor acoplamiento energético de otros países. Y por
otro lado, también se están haciendo una serie de cosas, una serie de
cambios, se están tomando políticas
eficientes para disminuir el consumo
energético. Se están poniendo en
marcha nuevas industrias. Por ejemplo, las renovables. Eso también tiene un efecto económico positivo
sobre la sociedad.
Hay una relación entre la elasticidad del consumo de energía y el
crecimiento de producción de los
distintos sectores. Pablo-Romero
mostró gráficos de cómo crecería
el consumo energético si aumentara en un 1% la producción de cada
uno de los sectores. “En general,
para todos los sectores, se observa que el comportamiento que ha
tenido desde 1995 hasta 2009 ha
sido plano en su evolución. Es decir,
pocos cambios. Podemos decir que
se sigue consumiendo la misma
cantidad de energía para la producción que se ha venido consumiendo en el pasado. Sí que hay un distinto comportamiento muy claro
entre los distintos países. Hay países que están muy por encima del
consumo energético de cada uno
de los sectores y algunos otros países que están muy por debajo”,
expuso.
“En Europa, incluso en período
de crisis, el único sector de empleo
que ha crecido es el verde. En
2005, había tres millones. Ahora,
hay casi seis millones. En España,
había habido un ascenso impresionante. Había crecido un 300% en
los últimos años. No con la crisis.
Porque la crisis inicialmente aguantó. Con determinadas políticas, eso
se ha paralizado. Pero, según
nuestros estudios, la potencialidad
de los empleos verdes en España
es de dos millones. ¡Dos millones
de empleos! No está mal, con la
perspectiva que hay. Eso requiere
gobernar esa transición”, subrayó.
Desde el punto de vista de la
mitigación, es decir, de esa transformación de unas industrias a
otras para emitir menos CO2 y
unas maneras de transportar y de
hacer energías para emitir menos
CO2, y desde el punto de vista de
la adaptación, porque algo de cambio climático ya está habiendo y
algo de cambio climático va a
haber, son muy duras las consecuencias. “La clave de que las
poblaciones puedan soportarlo es
la protección social. O hay sistemas de protección social y se
extiende una protección básica,
mínima en todo el mundo, o no va
a ser posible esa transición. Si la
gente pierde el empleo y no tiene
nada, va a hacer revoluciones
antes de perder el empleo y se va
a jugar la vida antes de perder el
empleo”, concluyó Nieto. De ahí,
que la clave sea el que la agenda
introduzca la protección social y el
empleo en la perspectiva del cambio climático.
Es decir, “hay un comportamiento muy diferente entre los sectores.
En el caso de alimentos y bebidas,
sí que tiene un comportamiento descendiente pero muy leve. Y con signo negativo nos encontramos en el
sector de la piel, el cuero y zapatos.
Significa que somos capaces de
producir consumiendo cada vez
menos cantidad de energía en términos proporcionales. Si nos vamos
al de pasta de papel, estaríamos
cercanos al 0,2. Lo que significa que
tendemos a consumir más energía
en ese sector”.
Pablo-Romero no quiso analizar
cada uno de los sectores en sí. Su
idea fue simplemente reflejar el
hecho de que “la posibilidad de
crecer sin necesitar más energía
es una cuestión sectorial”, está
ligada al sector económico del que
se hable. “Para algunos sectores,
el desacoplamiento ya existe, ya
se produce, y en algunos países
ya existe. Para esos sectores, pero
no es así para todos los sectores.
Para algunos, ese desacoplamiento va a ser especialmente complicado. Por tanto, si la economía
tiende hacia ese tipo de sectores,
pues nos veremos beneficiados y
tintas técnicas de estimación econométrica, que la elasticidad de uso
de energía es siempre positiva, creciente para los niveles actuales de
producción y exponencialmente creciente para niveles de renta per cápita aún más bajos que los actuales
en países como de la UE-27. Ello
viene a decir, claramente, que el crecimiento de estos países pasa
actualmente por el incremento del
uso de energía. En resumen, el consumo de energía no va a ser, tal y
como se había puesto de manifiesto, un consumo tendencial creciente sino un consumo exponencial creciente de energía.
En tercer lugar, Pablo-Romero
recordó que “el desacoplamiento en
algunos países está siendo posible
gracias a que estamos dejando de
producir algunos de los productos
que tradicionalmente veníamos produciendo”. Los países desarrollados tienden a comprar productos
fabricados en los países en desarrollo, y los productos que compran
han sido fabricados emitiendo altas
dosis de carbono a la atmósfera. El
comercio entre los países puede
estar haciendo que se fabriquen los
productos en zonas de menor control medioambiental, lo que conduce a generar mayor contaminación.
El desarrollo de numerosos estudios
de la Huella de Carbono y el comercio entre países pone esta cuestión
en relieve. “Por lo tanto, las emisiones acaban creciendo”, sentenció.
Por último, “ya incluyendo dentro
del impacto no sólo las cuestiones
catastróficas y las pérdidas que
habíamos visto al principio, sino
también los cambios de introducción de nuevas tecnologías, el cambio de producción en definitiva de
otras industrias, el conjunto de los
impactos va a ser para 2050 negativo. Con las nuevas industrias que
estamos metiendo no se cumplen
o no tenemos suficiente para ir en
contra de los impactos negativos
por el crecimiento de las temperaturas. Pero no es así para toda las
regiones. Para Japon, por ejemplo,
y para la Unión Europea, el impacto global, hoy en día, teniendo en
cuenta las nuevas industrias que se
están poniendo en marcha, sería
positivo”.
Para el año 2100, los resultados
son bastante parecidos. “Al final,
en todo este proceso de transformación, el sector energético va a
tener una producción y un peso
mayor dentro de la economía. También, en temas de salud, ese sector va a salir mejorado”, comentó
Pablo-Romero.
“En definitiva, cuando se aborden
las cuestiones medioambientales y
del cambio climático, hay que decir
que no nos podemos ceñir ni a un
sector ni a un país en concreto. Si
no, nos tenemos que ceñir a cuestiones muy amplias, puesto que al
fin y al cabo aumenta la temperatura para todos. Las políticas deben
ser muy amplias”, destacó.
“Se sigue consumiendo
la misma cantidad de
energía para la
producción que se ha
venido consumiendo en
el pasado”
“En todo este proceso de
transformación, el sector
energético va a tener una
producción y un peso
mayor dentro de la
economía”
los desacoplamientos serán más
posibles. Pero si en las economías nos metemos a demandar productos que estén relacionados con
otros de los sectores, el desacoplamiento va a ser claramente difícil”, aseveró.
Otra de las cuestiones que resaltó fue el ámbito de los países que
están en desarrollo. Hablar de contención de uso energético en los países desarrollados puede ser una
cuestión relativamente sencilla, en
el sentido de que la población de
estos lugares ya tiene unos niveles
de vida y bienestar bastante elevados. Pero, en los países en vías de
desarrollo, el crecimiento económico es necesario para aumentar el
bienestar.
Recientes estudios, están poniendo de manifiesto que el crecimiento de países en desarrollo tenderá
a generar un importante crecimiento del consumo de la energía. Para
los países de América Latina, por
ejemplo, se observa, mediante dis-
30 de junio al 6 de julio de 2014
VIII
VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE
RENTABILIDAD
Víctor Viñuales, sociólogo y director de Ecología
y Desarrollo (Ecodes)
“Lo que se necesita en este momento
en este planeta es una revolución”
íctor Viñuales, sociólogo y
V
director de Ecología y Desarrollo (Ecodes), trató la rentabilidad y
la reputación. “Cuando se habla de
la rentabilidad, normalmente se
habla sólo en clave de rentabilidad
con un enfoque particular. Yo invierto y dirimo cuál es la rentabilidad
que voy a tener. Yo quiero hablar de
esto, pero también de la rentabilidad global, para todos. No sólo para
mí, sino para el conjunto de la sociedad. Esta relación de empresas y
ciudadanos en relación con el cambio climático va sobre todo de esto.
Quiero hablar de la rentabilidad particular y de la rentabilidad general”,
adelantó.
Ecodes es socio para España y
para Portugal en la elaboración de
un informe, del Carbon Disclosure
Project, en el que el año pasado y
en este también MAPFRE colabora. “Esta iniciativa, que puso en marcha una gente en Reino Unido hace
14 años, es muy relevante. Porque
722 fondos de inversión, planes de
pensiones y entidades financieras,
que suman 90 billones de dólares,
o sea unos 75-80 veces el PIB de
España, son socios de esta iniciativa y unas 3.500 empresas se dejan
examinar, se dejan desnudar, sin que
medie regulación pública ninguna.
Es una iniciativa de una fundación
que nace en Reino Unido y que sin
mediar regulación pública ha puesto en marcha esta palanca de cambio que invita a las entidades financieras a que tengan en cuenta los
riesgos y cómo trabajan las oportunidades las empresas y a las empresas es un ejercicio de transparencia
de información sobre qué están
haciendo para contemplar estos
riesgos y oportunidades”, precisó.
Tres oportunidades
Estas empresas, en el último informe de España, hablaban de que
había tres oportunidades que veían. Una tiene que ver con los cambios en las temperaturas extremas,
con la reputación y con los cambios en los hábitos de los consumidores. Lo veían como un riesgo,
porque también comporta muchos
riesgos reputacionales el qué
hacen o no hacen en relación con
el cambio climático.
“Nosotros, para EIRIS, hacemos
el análisis extrafinanciero de las
grandes empresas que cotizan en
bolsa. En este momento, de unas
140 empresas de 19 países. Dentro de ese análisis, está qué están
haciendo en relación con el cambio
climático. En cuanto a riesgos y
oportunidades. Este análisis que
hacemos para EIRIS es utilizado por
el Fondo Noruego, por el Fondo de
Reservas del Estado Francés y por
el Banco Europeo de Inversiones,
entre otros. Es decir, cada vez más
inversores se lo plantean, por convicción o por conveniencia. Antes
se decía que hay que hacer una
gran revolución en el tema de la
inversión y el inversor tiene que
invertir con seguridad, ése es un
tema crítico, y si quiere invertir con
seguridad tiene que atender a cuál
es la política de tal o cual empresa
en relación con el cambio climático. Si no, es un imprudente. De
hecho, fueron ya hace años las
compañías de seguros de Reino
Unido las que se plantearon hacer
este análisis extrafinanciero porque
querían invertir con seguridad. Un
“Un inversor prudente es
un inversor que atiende al
cambio climático. Lo otro
es un ignorante, un
imprudente y un frívolo”
“Si una empresa quiere
ser rentable, tiene que
gestionar los riesgos y
las oportunidades del
cambio climático”
inversor prudente es un inversor que
atiende al cambio climático. Lo otro
es un ignorante y un imprudente. Y
un frívolo”, declaró.
Entonces, cada vez hay más entidades financieras que van a castigar por omisión a las empresas que
no inviertan, que no tengan políticas frente al cambio climático y que
van a recompensar a aquellas que
sí las tengan.
Con todo, “si una empresa quiere ser rentable a largo plazo, otra
cosa es que se plantee el pelotazo
que hemos conocido tan bien en
nuestro país, tiene que atender y
gestionar bien los riesgos y las oportunidades del cambio climático. Si
no lo hace, va a tener problemas
económicos graves”. Algo que Ecodes ha visto con el informe del Car-
“Ahora tenemos mal
pronóstico y poco
tiempo. Tenemos que
realizar cambios
disruptivos”
“No sólo es un tema de
tecnología. El cambio de
la economía del
propietario a la economía
compartida es cultural”
bon Disclosure Project para España es que “ninguna de las grandes
empresas de la NBA ha dejado de
complementar el cuestionario del
Carbon Disclosure Project. Porque
sabe que si quiere tener una actividad internacional, no puede apearse de ese compromiso frente al
cambio climático”.
Despilfarro
Viñuales mostró a los presentes la
imagen de un taladro. “¿Cuánta
gente tiene taladro en casa como
éste? En EE UU identificaron que
había unos 50 millones de este tipo
de taladro eléctrico, en 50 millones
de viviendas, que se utilizaban como
media en su vida útil 13 minutos.
Quiero decir que con este nivel de
despilfarro, con 7.000 millones de
personas en el mundo, incluso
menos, no hay planeta suficiente
para que todos tengamos unos taladros en casa que no nos reportan
ninguna felicidad ni ninguna satisfacción. Tenemos que hacer un
cambio profundo, masivo y además
rápido si queremos de verdad cambiar las cosas”, avisó.
Puso otro ejemplo con el coche
Toyota Prius, que es híbrido. “Estamos ante una tesitura en que no
basta con una mera evolución para
cambiar. Efectivamente, el Toyota
Prius respecto a los coches convencionales supone una mejora importante. Pero, eso es una evolución.
Lo que se necesita en este momento, en el siglo XXI, en este planeta
es una revolución. En la revolución,
no sólo cambiamos las respuestas.
Estando 7.000 millones de seres
humanos y con las concentraciones
de carbono que se han comentado,
ya no vale esta mejora que ofrece
el Toyota Prius. No llegamos a tiempo. Si hubiéramos comenzado
antes, a lo mejor. Puede ser. Pero
como dicen a algunas personas
cuando van al médico tarde, “si
hubiera usted venido antes, su pronóstico sería mucho mejor”, afirmó.
“Ahora tenemos mal pronóstico y
poco tiempo. Por eso, tenemos que
actuar de una forma mucho más
rápida y más traumática y tenemos
que realizar cambios disruptivos.
Tenemos que hacer revolución y no
evolución. Cuando cambiamos las
respuestas, es una evolución. Cuando cambiamos las preguntas, es una
revolución. Si a ese amigo que viene a preguntar sobre un coche, en
vez de decirle que tiene tal modelo,
le formulamos la pregunta de si de
verdad necesita coche. Pues ahí se
puede producir una revolución”,
sentenció Viñuales.
Lanzó otro mensaje: “No sólo es
un tema de tecnología, porque este
tema del cambio de la economía del
propietario a la economía compartida es sobre todo un cambio cultural, un cambio de valores. Es un
cambio de si realmente nos sentimos más felices poseyendo las
cosas o disfrutando de las cosas.
Ése es un cambio que sobre todo
es cultural”.
Para ese cambio disruptivo, insistió, tienen que sumarse las empresas y los ciudadanos. “Y si antes
hablaba de rentabilidad particular,
aquí meto un tema más disruptivo
para las empresas. Desde mi punto de vista, las empresas, en el siglo
XXI, o también tienen la licencia
social o tendrán muchos problemas.
No sólo la licencia gubernamental
para operar. Sino también necesitan, y van a necesitar más, una licencia social”.
Viñuales siguió con los ejemplos.
“Arthur Andersen no desapareció
porque alguien le quitara la licencia
para operar. Desapareció porque la
sociedad le quitó la licencia para
operar. Y Endesa tenía una licencia
gubernamental para construir cinco represas en Patagonia. Lo que
parecía es que no tenía del todo la
licencia social y finalmente, como
no tenía la licencia social, esas cinco represas no se van a construir”.
Por ende, “aquí estamos hablando no ya sólo de un porcentaje mayor
o menor de rentabilidad particular,
sino del riesgo. Si la gente percibe
que las empresas sólo van a lo suyo,
y no comparten lo de todos y no ayudan a lo de todos; entrarán en problemas. Y el cambio climático seguramente es lo más obvio. Porque el
cambio climático es de todos y la
gente percibe que sólo lo podemos
arreglar si entre todos nos ponemos
manos a la obra”.
Con la crisis, a partir del año 2008,
la sociedad mundial ha sido muy
consciente, y cada vez más consciente, de que además de los
gobiernos, están las grandes empresas. “Eso ha incrementado la lupa
que pone la sociedad sobre las
empresas. The Guardian, este año,
relacionaba un informe donde habían metido de las emisiones de Carbono de 1751 a 2010, qué porcentaje era responsabilidad de las grandes empresas. En total, 90 grandes
empresas tenían la responsabilidad
del 63,7% del total de las emisiones globales en esos años. ¿Por
qué? Porque ya se está poniendo el
foco no sólo en lo que hace EE UU,
China o Europa, sino “¿y esta
empresa?, ¿y esta otra?”. Y ese
escrutinio va a continuar”.
Viñuales opinó que tenemos que
crear una interdependencia recíproca, no maléfica, sino benéfica, entre
empresas y ciudadanos para que
cada cual, en el trozo de responsabilidad que le toca, impulse ese
cambio y cree esta política de valor
compartido. “De alguna forma, también es una responsabilidad de los
ciudadanos. Porque muchos de los
ciudadanos nos hemos adormecido simplemente creyendo en un
mundo mejor. Aquí no se trata ya de
esto. Nada de creer en un mundo
mejor, sino crear un mundo mejor.
Y en esa tarea los ciudadanos, y por
supuesto las empresas, tienen que,
mancomunadamente, indicárselo”,
terminó.
El público vio que no se trata de creer en un mundo mejor, sino de crearlo.
MODERADOR
Antonio Calvo, periodista científico y presidente
de la Asociación Española de Comunicación Científica
a segunda mesa de las JornaL
das estuvo moderada por Antonio Calvo, periodista científico y
presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica.
Entre 1982 y 1992 trabajó como
colaborador en diferentes revistas
y periódicos, casi siempre escribiendo de política científica, ciencia y salud, aunque también de
temas culturales no científicos. Desde 1992 hasta 1999, trabajó en los
gabinetes de prensa del Ministerio
de Agricultura, de la Secretaría
General de Seguridad Nuclear. En
el año 2000, creó la empresa de
comunicación científica y ambiental Divulga, desde la que colaboró
con artículos científicos para periódicos y revistas y otros proyectos
de difusión de la ciencia, como la
redacción de guiones para exposiciones de museos de ciencia y
documentales de televisión y dando cursos y talleres sobre periodismo científico en diversas universidades de España. Entre septiembre de 2004 y abril de 2012, fue
director de Comunicación de Red
Eléctrica de España. Además, es
autor de diversos libros.
En el debate se interesó por el
papel de Europa en la batalla contra el cambio climático. “Hemos visto que había que llegar a acuerdos,
que había que cambiar, que hay
que dar la vuelta al sistema de desarrollo y hay que desacoplar el crecimiento y la energía. Para eso,
vamos a contar con algunas necesidades. Tenemos que ser más eficientes. Tenemos que utilizar tecnología, las renovables. Tenemos
que cambiar el patrón de comercio
en general y conseguir que finalmente cambiemos de creer en un
mundo distinto a crear un mundo
distinto y, mejorando a Darwin,
pasemos de la evolución a la revolución”, resumió.
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