30 de junio al 6 de julio de 2014 I VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE “ L A I N T E RV E N C I Ó N DE LA SOCIEDAD EN EL CAMBIO C L I M ÁT I C O : L A F U N C I Ó N DE EMPRESAS Y CIUDADANOS” 23 de junio de 2014 / MADRID CONFERENCIA DE INTRODUCCIÓN PRESENTACIÓN “La Responsabilidad Social de empresas y ciudadanos en el cambio climático. Cómo contribuir y acciones a seguir” Eduardo González Fernández, subdirector general de Coordinación en Acciones frente al Cambio Climático. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente FOTOS: FERNANDO MORENO “Las empresas saben que invertir en medio ambiente es rentable” efinir el marco dónde se mueve D la responsabilidad de empresas y ciudadanos en la lucha contra el De izda. a dcha: Clara Bazán, directora de Responsabilidad Social de Mapfre; Eduardo González Fernández, subdirector general de Coordinación en Acciones frente al Cambio Climático del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y José García Abad, editor de EL NUEVO LUNES. Clara Bazán, directora de Responsabilidad Social de Mapfre “Es hora de hacerle un guiño al medio ambiente y poner sobre la mesa el gran debate sobre el cambio climático” lara Bazán dio la bienvenida a C los asistentes a la Jornada y recordó que son ya siete años de encuentros en los que se han debatido los diferentes aspectos de la Responsabilidad Social como la Internacionalización responsable; las marcas y la reputación; o el buen gobierno. “Ahora toca hacerle un guiño al medio ambiente y poner sobre la mesa el gran debate sobre el cambio climático”. Explicó como Mapfre está comprometida con la protección y conservación del entorno. Un compromiso que forma parte de la definición del propio concepto de Responsabilidad Social: “Para nuestra compañía, la Responsabilidad Social es un compromiso voluntario y estratégico que implica procurar la consecución de sus objetivos empresariales, cumpliendo rigurosamente con sus obligaciones contractuales y legales, aplicando criterios de equidad y estabilidad en las relaciones con sus grupos de interés, contribuyendo así a la satisfacción de las necesidades presentes y futuras de la sociedad”. Añadió, además, Clara Bazán que Mapfre asume el impacto que su actividad mercantil genera en el entorno y en la sociedad. Su mode- tiene una Política Medioambiental y Energética de obligado cumplimiento en el Grupo”, apunto, “que supone la expresión de nuestro compromiso por la conservación del medio ambiente, el fomento del ahorro y la eficiencia energética, así como la voluntad de hacer frente al cambio climático”. Responsabilidad ambiental “La responsabilidad social es un compromiso voluntario y estratégico que implica conseguir objetivos empresariales” lo de actuación en Responsabilidad Social, así como su estrategia política, facilitan la integración en el negocio de los aspectos de buen gobierno, sociales y medioambientales y también el desarrollo de la parte más solidaria a través de su actividad fundacional. “MAPFRE La Dirección de Medio Ambiente de MAPFRE trabaja internamente con los empleados, promoviendo la responsabilidad ambiental, la eficiencia energética de las sedes o el consumo adecuado de los recursos, así como la huella de carbono. La compañía dispone de productos aseguradores relacionados con el desarrollo sostenible y la gestión del riesgo ambiental y participa en actividades como la Hora del Planeta. “La jornada que vamos a celebrar hoy”, anunció la directora de Responsabilidad Social y Reputación Corporativa, “aborda el tema del Cambio Climático integrando la acción de tres grupos de interés necesarios: Administración Pública, Empresas y Ciudadanía. Sin su actuación conjunta, no se podrá avanzar y aportar soluciones. Espero que disfruten de la jornada”. cambio climático, fue el objetivo de la Conferencia de Introducción que pronunció Eduardo González Fernández, subdirector general de Coordinación en Acciones frente al Cambio Climático. “El cambio climático es una realidad aunque todavía hay quien lo cuestiona a pesar de las evidencias físicas que están demostrando como aumenta la temperatura media global del planeta, también del nivel del mar a un ritmo de dos o tres milímetros por año, que la concentración de CO2 en la atmósfera está creciendo de forma ininterrumpida y ya ha alcanzado los 400 ppm, un límite psicológico que lleva camino de alcanzar los 450, frontera a no rebasar para no superar los 2ºC de calentamiento global a futuro”. Se refirió al nuevo informe del IPCC, Panel Intergubernamental de Cambio Climático, y a los tres Grupos de Trabajo que hablan sobre las evidencias, la adaptación y la mitigación que ya han sido presentados a la espera de que se publique, próximamente, el Informe de Síntesis Global. El IPCC realiza proyecciones a futuro y maneja cuatro escenarios en función de las emisiones a la atmósfera. “Hagamos lo que hagamos”, señaló González Fernández, “los combustibles fósiles se van a agotar. Si los quemamos todos, el carbono pasará a la atmósfera en forma de CO2 lo que tendrá sus efectos. Esa concentración permanecería durante cientos de años y, evidentemente, asociado a ello habría cambios de temperatura constantes del orden de los 6ºC lo que podría tener consecuencias realmente catastróficas en algunas áreas geográficas" No obstante, destacó Eduardo González, hay países que hacen un balance positivo del cambio climático ya que significaría la apertura del comercio por las zonas árticas incluso la agricultura en algunas zonas se vería favorecida. "Lo más injusto de todo es que quizá sean los países menos desarrollados los que se lle- “Los BRICs, países en desarrollo, deben interiorizar que luchar contra las emisiones no va en perjuicio de su crecimiento” ven la peor parte" dijo el ponente para preguntarse: ¿qué les queremos dejar a nuestros descendientes, un escenario irreversible o realmente queremos adoptar medidas para evitarlo? "Pues lo cierto es que, en este sentido, y en estos escenarios estaríamos rondando el límite que los científicos entienden no debiéramos sobrepasar, que son los 2ºC". En la zona mediterránea, el IPCC augura dos predicciones negativas: un aumento de la temperatura media y la disminución de las precipitaciones y por tanto de los recursos hídricos lo que es un problema ya en nuestro país. "Entrando en el tema que nos ocupa", dijo, "entendemos por responsabilidad social un equilibrio que debemos de mantener. Por una parte, preservar el medio ambiente, tratar de facilitar un desarrollo económico y garantizar los derechos fundamentales de los individuos". Lo cierto es que el cambio climático, tal y como explicó González, Pasa a página II 30 de junio al 6 de julio de 2014 II VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE Viene de página I influye en las personas, en su forma de vida y puede tener consecuencias migratorias en zonas como las islas de la Polinesia en las que, un aumento de medio metro en el nivel del mar, conduciría a la desaparición de algunos países-islas que existen en el Pacífico. Hay dos frentes sobre los que se debe actuar. "Por una parte la miti- gación que se centra en cómo podemos hacer para que el nivel de emisiones de CO2 a la atmósfera, en lugar de seguir el peor escenario, se puedan reducir de forma efectiva. La segunda parte se basa en la adaptación, es decir, cómo ser menos vulnerables tanto ciudadanos como empresas". En este punto de su intervención, se refirió a un mito que quiso desmontar y que asegura que el medio ambiente nos cuesta dinero. "Esto no es cierto. Muchas empresas ya son conscientes de que, invertir en medio ambiente, es rentable económicamente y lo es también para los ciudadanos". La Unión Europea ha crecido hasta 2011 en un 45% y al mismo tiempo ha sido capaz de reducir sus emisiones en un 18%. Se trata de un debate que se debe extender a países en desarrollo como China, India, BRICS que deben interiorizar que luchar contra las emisiones no va en detrimento de su crecimiento. La OCDE explica como mundialmente es posible en un escenario de lucha contra el cambio climático para no superar los 400 ppm, la pérdida a final de 2050 en PIB es del 5,5%, "una cantidad mínima que permitiría que, en lugar de seguir esta senda de emisiones, siguiéramos otra compatible con el objetivo previsto". MESA REDONDA “Sostenibilidad y desarrollo. Los riesgos del cambio climático según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Protocolo de Kioto y proceso de verificación de emisiones de CO2. Huella de Carbono: tipos y metodologías de cálculo. Impactos, vulnerabilidad y mitigación”. frente a los costes de la ‘acción’ que se calculan en el 1% del PIB. Incluso, los daños causados por las subidas del nivel del mar, sin adaptación, pueden ser hasta cuatro veces superiores a los costes que supone crear defensas adicionales”. También, en los nuevos documentos del IPCC se manifiesta que las emisiones siguen aumentando, “a pesar de los grandes “Un efecto de este fenómeno es la ‘mediterreanización’ del Norte y la aridificación del sur peninsular” “Es necesario reestructurar la economía, la producción y el consumo, y hacerlo con visión a largo plazo” “El cambio climático afecta de una manera especial a zonas vulnerables de Europa” “Sobre el efecto invernadero, no hacer nada sería un acto de irresponsabilidad porque afecta a la vida de millones de personas” De izda. a dcha: Luis Jiménez Herrero, presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS) y profesor honorífico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Martín Bastos, jefe de sección de Sostenibilidad Ambiental y coordinador del Observatorio de Cambio Climático de Extremadura; Miguel Ángel Noceda, corresponsal Económico de El País, y Marcel Gómez, experto de Cíclo de Vida y Declaraciones Ambientales. SOSTENIBILIDAD Luis Jiménez Herrero, presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS) y Profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) “No se puede construir la sostenibilidad a costa de la insostenibilidad de otros” veces me cuesta trabajo A hablar de sostenibilidad, a pesar de llevar 35 años en la Universidad Complutense como profesor de economía ecológica y desarrollo sostenible y tras una dilatada experiencia práctica que me gustaría trasmitirles”. Comenzaba así su intervención Luis Jiménez Herrero, para quien el término sostenibilidad se ha venido utilizando de una manera complicada ya que se tergiversa, se banaliza, se manipula. “En los años 70 hablábamos de Ecodesarrollo, luego se habló de desarrollo ambientalmente sostenible para pasar en los ochenta ha referirnos a lo socialmente sostenible, económicamente sostenible, etc porque se ha ido ampliando su concepción hasta tal punto que se habla de sostenibilidad presupuestaria, financiera e incluso de deuda sostenible”. En cualquier caso para el ponente es importante hablar de cambio climático y sostenibilidad porque es dónde está la clave de un asunto que nos sitúa frente de un gran desafío planetario y global que pasa por gestionar de forma sostenible un mundo en per- manente cambio y evolución con diferentes niveles de desarrollo y con un consumo creciente de energía. “Las presiones ambientales ya están ahí. Somos 7.200 millones habitantes, la contaminación se ha generalizado, se habla de la sexta gran extinción de especies y del cambio climático, por supuesto. Todo esto configura el cambio global y lo que se ha dado en definir como la Era del Antropoceno donde los humanos son los que definen los designios de la biosfera”. Explicó Jiménez Herrero como se han sobrepasado claramente tres umbrales críticos para operar en el espacio seguro. Uno de ellos es la pérdida de la biodiversidad, otro es el cambio climático y el tercero es el ciclo del nitrógeno. El segundo es a su juicio el que puede tener unas consecuencias más devastadoras. “Se caracteriza por la aparición de fenómenos extremos como las sequías, inundaciones, incendios cuyo impacto será más agresivo en las regiones más pobres del planeta y, sobre todo las futuras generaciones”. Actuar responsablemente Sobre el efecto invernadero señaló como los científicos ya tienen un mensaje muy nítido al mismo tiempo que advierten, desde hace tiempo, que no hacer nada sería un acto de irresponsabilidad porque amenaza la vida de millones de personas lo que sería un ataque directo hacia los más pobres. Apuntó además como se recoge claramente en recientes informes que los últimos 30 años han supuesto el periodo más cálido de los últimos 1.400 y que todos los escenarios dibujan un agravamiento de la situación del calentamiento global. El cambio climático afecta de una manera especial a zonas vulnerables de Europa. “El caso de la cuenca mediterránea, en particular, las zonas de montaña y las costeras. También determinados sectores en España como la sanidad, la agricultura, la pesca, el turismo, para pasar a dejarse sentir en las aseguradoras y en el sistema financiero”. Se refirió al informe Stern como un hito que modifica el panorama. “Se empiezan a valorar, por fin, los costes del cambio climático y se dice que el coste de la ‘no acción’ podría ser extremadamente grave y supondría una reducción, para el año 2050, del 5% del PIB o, incluso, del 20%, esfuerzos para la mitigación”, y que los escenarios son peores de los que reflejaba su penúltimo informe. “Solo un cambio institucional y tecnológico importante haría que las probabilidades de que el calentamiento climático no superaran los umbrales razonables, aumentaran un 50%. Es más, si las ciudades no son sostenibles no será posible globalmente serlo”. De Europa y España habló el experto y señaló como la UE se expresó claramente al advertir que el cambio climático afectaría mucho más al sur del continente y a la Cuenca Mediterránea. “Nuestro país es uno de los más vulnerables y, en este sentido, hay que ser conscientes de que el cambio global es algo más que el climático porque incluye la pérdida de la biodiversidad, la desertificación y los cambios de uso del suelo. Justamente esta dinámica compleja que se retroalimentan continuamente afectan negativamente a España. Un efecto concreto de este fenómeno es la mediterreanización del norte peninsular y la aridificación del sur peninsular”. El coste que todo esto tiene para nuestro país está cuantificado y podría suponer, en 2050, entre el 0,5% y el 3% del PIB que llegaría incluso al 10% a finales de siglo, según el reciente estudio del Profesor Losada del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria. Apuntó a informes como los que se han hecho en la UE, en concreto el Informe Peseta, elaborado por la Comisión Europea que evalúa las repercusiones económicas anuales del cambio climático en Europa, concretamente en las áreas de agricultura, inundaciones fluviales, sistemas costeros y turismo, sin considerar políticas de adaptación. El informe calcula que si el clima que se espera para la década de 2080 aconteciera hoy, la Unión Europea afrontaría pérdidas anuales en su producto interior bruto (PIB) de entre 20 000 y 65 000 millones de euros, depen- 30 de junio al 6 de julio de 2014 III VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE del mundo, del problema mundial. “La necesidad es clara y pasa por una evolución sostenible o no estamos ante un verdadero desarrollo global. No se puede construir la sostenibilidad de unos países a costa de la insostenibilidad de otras partes del planeta. Hace falta hablar de un nuevo orden económico y ecológico en un entorno con varios mundos de diferente nivel de desarrollo”. Equilibrio dinámico El público asistente siguió atentamente el debate abierto en la Jornada. diendo de cuál fuera el incremento de las temperaturas en Europa (entre 2,5°C y 5,4°C). Los países del Sur de Europa son los que presentan mayores pérdidas de bienestar debido al impacto económico del cambio climático. El documento aseguraba que habría pérdidas anuales importantes en el sector de la agricultura de alrededor de 65.000 millones de euros. “Por ejemplo, el viñedo en el Sur de Europa, podría dejar de ser escenario de producción de vinos de alta calidad y perder muchos denominaciones de origen”. Todo este panorama que describió en su exposición Luis Jiménez Herrero, lleva implícita la necesidad de buscar soluciones para luchar contra el cambio climático y global. “La respuesta es única: Sostenibili- dad para un desarrollo sostenible. Pasar realmente por un cambio de modelo producción y consumo en clave sostenible. Cómo enfrentarse a lo que está ocurriendo, también es trascendental, porque el pasado y el presente se viven sin conciencia de los límites y sin ética para el futuro”. Hay que referirse en estos términos también cuando se habla IPCC Martín coordinador del Observatorio de Cambio Climático de Extremadura “Estamos tomando medidas de adaptación al cambio climático” ecordó para empezar Martín R Bastos como el IPCC lleva una singladura periódica con la publicación de sus informes. El primero fue en los años 90 y el último se está presentando a lo largo de 2014 con la proyección a futuro de un Informe de Síntesis que se conocerá el próximo mes de octubre. “Hay algo muy importante en el Panel Intergubernamental del Cambio Climático y es que, los tres grupos de científicos, los tres trabajos, coinciden claramente. Se constata como la atmósfera y los océanos se han calentado, que la cantidad y la extensión de las masas de hielo han disminuido, que el nivel del mar está subiendo y que las concentraciones de gas efecto invernadero han aumentado”, explicó para señalar que las concentraciones de CO2 en la atmósfera se han incrementado considerablemente por la actividad humana y, concretamente, la que más, el uso de los combustibles fósiles y la deforestación. “Nunca jamás se conocieron las subidas que se han empezado a producir en los años 50 hasta hoy. Este ritmo no tiene precedentes tampoco en los últimos 22.000 años”. Al fenómeno de acidificación de los océanos se refirió como trascendental ya que el PH ha bajado globalmente lo que está afectando ya a la vida marítima. “Los impactos que estamos observando por el cambio climático son que los recursos hídricos se han alterado, han cambiado los patrones de precipitación, hay especies vegetales y animales que están en constante migración cuando no han desapa- “Los impactos observados por el cambio climático son que los recursos hídricos se han alterado” “Es necesario reducir las emisiones, cambiar los patrones de inversión e incrementar las renovables” recido, están afectadas las cosechas y está claro, globalmente, que producciones de las que la mayoría de los seres humanos dependemos como el maíz, trigo o soja están disminuyendo en sus rendimientos”. Contó en su ponencia como la adaptación es fundamental para reducir la vulnerabilidad y los impactos a los que puede estar expuesta la población. “Hay evi- dencias de las necesidades globales de adaptación y los fondos disponibles. Las estimaciones generales elevan los costes por este concepto, al 1% del PIB. De no hacerlo, se incrementarán en siete u ocho veces más. Se calcula que entre 70.000 millones de dólares y 100.000 millones hasta el año 2050”. Recordó como el Grupo de Trabajo de Mitigación, dentro del IPCC, concluye que es necesario reducir sustancialmente las emisiones y cambiar los patrones de inversión, incrementar las renovables, además de tratar la eficiencia energética y reducir la extracción y el uso de combustibles fósiles. Martín Bastos ofreció una rápida visión de lo que la Junta de Extremadura está haciendo en este sentido y recordó cómo empezó a trabajar, a mediados de la década de los 2.000, en el cambio climático, mientras que fue a finales de este periodo cuando se aprobó la estrategia a seguir “para asumir la responsabilidad que nos corresponde y empezar a tomar medidas de mitigación y acciones de adaptación. Y aunque somos una pequeña comunidad, estamos decididos a seguir en esta línea. Los principios de esta estrategia para el cambio climático, son cinco: el desarrollo sostenible de la responsabilidad, de la prevención, de la innovación, de la gobernanza y de la difusión. “Una de las tareas que establece la propia estrategia es la creación del Observatorio extremeño de cambio climático como un órgano trasversal que informe de todas las políticas y participe de todas ellas. Depen- Los efectos de este cambio climático los están sufriendo ya las generaciones presentes y más vulnerables, aseguró el presidente de ASYPS. “Está descrita por Naciones Unidas la muerte de una mayoría silenciosa. Como la mayoría de la población no tiene capacidad para hacer frente a estos desafíos humanitarios emergentes de nuestro tiempo. Hay un mapa representativo de la mortalidad en el mundo por el cambio climático. La vulnerabilidad siempre se manifiesta muy claramente en los países del sur”. El desarrollo o es sostenible o no es desarrollo. “No son conceptos tan simples aunque se utilizan de una manera cotidiana y, sin embargo, esconden problemas complejos. Hay que entenderlos como planteamiento de procesos abiertos, en permanente aprendizaje y cambio estructural”. La sostenibilidad hay que buscarla, argumentó, en un conjunto de equilibrios dinámicos, dimensio- de directamente de la Dirección General de Medio Ambiente y en él participan técnicos, miembros de las consejerías y de las dos Diputaciones Provinciales, un grupo de expertos y la Universidad de Extremadura”. Observatorio extremeño El Observatorio empezó a funcionar realizando un estudio en los escenarios regionalizados de cambio climático y teniendo en cuenta todas las características que podían afectar a la comunidad. “Nos basamos en nuestros modelos de sociedad, de producción y de consumo”, apuntó, “y hemos elaborado escenarios para variables de precipitación, temperaturas máximas y mínimas en intervalos temporales de 30 años. Se han analizado, además, los sumideros de carbono de la región en los terrenos forestales, en los cultivos, los pastizales, los humedales, el mundo urbano y en otros terrenos”. Se refirió a las emisiones y captaciones medias anuales de CO2 en Extremadura, en el periodo noventa año 2.000, que fueron de 4.978 K-Toneladas de CO2 frente a una emisiones de 5.900, lo que suponía un déficit de 970 K-Toneladas. “Se inició un periodo muy intenso de reforestación lo que supuso diferencias positivas entre captaciones y emisiones”. El mapa de impacto de Extremadura también fue objeto de estudio, tal y como contó Martín Bastos, para predecir las futuras situaciones y estudiar la resiliencia y los cambios necesarios para la adaptación a partir del mapa. “Hemos estudiado, en este sentido, los recursos agrícolas, el sector forestal, el sector ganadero, el sector energético, el sector seguros, la salud, el turismo, la biodiversidad, los recursos hídricos, la meteorología para conformar todos los escenarios de cambio climático”. La estrategia que mandaba elaborar los planes de adaptación en función de los escenarios, el mapa de impactos, han tenido una estructura similar. “Una contextualización normativa, en todos los marcos nacionales e internacionales, una caracterización, identifi- nes ambientales, sociales, económicas e institucionales, dentro de una nueva envolvente ética que marca un nuevo sistema de valores para definir ese futuro sostenible. “No obstante, algunas dimensiones son más críticas que otras. El concepto, cuando se quiere identificar con algo más tangible, habría que referenciarlo al término de resiliencia, es decir, la capacidad que tienen los sistemas ecológicos, humanos, para adaptarse al cambio y vencer las fluctuaciones externas. Hablamos de interacciones en evolución conjunta”. Sobre la definición del tipo de sostenibilidad de la que estamos hablando señaló que no es única: “está la sostenibilidad fuerte frente a una débil. La primera defiende la perspectiva ecológica, donde realmente se plantea la necesidad de mantener el capital natural, frente a la débil, donde se dice que, lo que hay que mantener es el capital total”. En todo caso, si hay un nuevo desarrollo deberá ser ambientalmente sano, socialmente justo, económicamente viable y éticamente responsable, es decir, lo que hemos definido como sostenible”. En resumen, explicó para finalizar, “es necesario reestructurar el sistema económico, cambiar las pautas de producción y consumo, de hacerlo con una visión a largo plazo y, sobre todo, reorientar la lógica de la economía dominante con racionalidad ética, eficiencia y equidad”. cación, evaluación y vulnerabilidad de los impactos y unas medidas de adaptación”. Se refirió a las recientes publicaciones que recoge la página web del Observatorio, del sector agrícola, del sector de la salud, el del sector turismo, de los recursos hídricos, el sector ganadero y el sector de la energía. “Estos siete “Hemos estudiado, en el mapa de impacto, los recursos agrícolas, el sector forestal, ganadero o el sector energético” “La estrategia no vale en sí misma y hay que hacer un seguimiento anual de todas los Planes aprobados” planes están en seguimiento y revisión. La estrategia no vale en sí misma, por lo tanto, hay que hacer un seguimiento anual y planteando a todas las actividades públicas que nos den sus ratios, sus indicadores para analizar su cumplimiento”. Otro tema importante y que destacó el ponente, fue la huella ecológica. “Si la huella ecológica es mayor que la biocapacidad, hay un déficit ecológico claramente insostenible, si fuera menor que la biocapacidad, habría superávit y, por supuesto, un modelo sostenible. Estas son las necesidades globales de Extremadura que equivalen, al final, a hectáreas de 3.360.000. Nuestros cálculos de biocapacidad per cápita, de 6 hectáreas globales frente a 3 de la huella, lo que nos da un balance ecológico positivo”. Efecto invernadero También el Gobierno extremeño edita el Informe Anual de Gases de Efecto Inver nadero que se puede consultar también en el Observatorio. “Estudiamos los Pasa a página IV 30 de junio al 6 de julio de 2014 IV VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE Viene de página III seis gases que determina el Protocolo de Kioto, y también lo que se refiere al comercio de derechos de emisión y el sector difuso. La suma de todo ello es el inventario global. En concreto, respecto a 2010-2011 hubo una pequeña bajada que también se produje en 2012 respecto al año anterior. Para 2013 también se prevé una caída pequeña y que se debe en gran parte a la crisis económica”. Estrategia Teniendo en cuenta las proyecciones europeas del 20-20-20, el Gobierno de Extremadura ha revisado su estrategia. “De acuerdo con estas perspectivas hemos elaborado un nuevo planteamiento que camina por la misma senda que el europeo. Ha sido muy participativa, se ha sometido a procesos de información en muchos sectores, fue aprobada por el Observatorio de Cambio Climático, se sometió a un proceso de conocimiento público general y, por fin, el 7 de enero de 2014, le dio el visto bueno el Consejo de Gobierno”. En materia de mitigación, señaló como Extremadura es la primera comunidad en materia de energía termo solar aunque y como consecuencia de la modificación legislativa, “las previsiones de expansión del modelo se han paralizado. Aun así, hay 850 MW en 19 plantas. En fotovoltaica hay una potencia instalada de 560 MW, en Biomasa de 35 MW”. Destacó, para finalizar el jefe de sección de Sostenibilidad del Observatorio de Cambio Climático, la planta de residuos de la ciudad de Badajoz que aprovecha el biogás de la materia de rechazo que no se composta. El tema de la Jornada atrajo a un buen número de asistentes que siguió con interes las conferencias de los ponentes. HUELLA DE CARBONO Marcel Gómez, experto en Ciclo de Vida y Declaraciones Ambientales “La huella de carbono mejora la comunicación ambiental de la empresa” D espués de darnos cuenta que, lo del cambio climático, tiene consecuencias serias y que Europa y el mundo no va por el buen camino, intentaré ofrecer un rayo de esperanza al constatar que algo podemos hacer”. Apertura optimista de su intervención la que ofreció Marcel Gómez para señalar que, ahora, como mínimo, podemos cuantificar de forma científica y verificable, el impacto sobre el cambio climático de las cosas que hacemos. “Cuantificar es el primer paso para reducir. Voy a explicar como la huella de carbono nos puede ayudar a mejorar la comunicación ambiental de nuestra empresa y nuestros productos y ser utilizada por el consumidor para hacer su selección de compra”. Dio las principales coordenadas de la empresa a la que pertenece que definió como un pequeña consultoría ambiental que se dedica a dos servicios: uno es el de medir la eficiencia energética y el otro es el del ciclo de vida. Como análisis del ciclo de vida definió a la metodología de base para hacer la huella de carbono. “Como bien se ha comentado al principio de la Jornada hay una clara relación entre empresa y medio ambiente. Por lo tanto, coincido en señalar que, invertir en medio ambiente no es caro”. Se refirió al marco regulatorio ambiental europeo que es cada vez más restrictivo. “Las leyes alargan cada vez más la responsabilidad del producto más allá de la fábrica y ahora nos fijamos en la selección de materias primas hasta el fin de vida de ese producto. En concreto, el reglamento de la UE nº 305 obliga a la construcción, a cuantificar el impacto sobre el medio ambiente de sus productos basándose en el análisis del ciclo de vida”. Por otro lado Marcel Gómez se detuvo en el precio cada vez más elevado de las materias primas y la energía. “Con la electricidad lo hemos visto todos porque ha subido más de 50% en 5 ó 6 años. El “Fruto del análisis del ciclo de vida, reducimos tanto las entradas como las salidas de nuestra empresa o productos” “La huella del carbono se puede aplicar para hacer comparativas de ecoeficiecia a escala industrial” oro ha subido y el hierro también. Un ejemplo de esto último es que Laponia se están abriendo muchas minas de este mineral” Además el mercado presiona para adquirir productos más sostenibles, sobre todo en los países más avanzados. En España, como mínimo están creciendo. “Todos somos conscientes de que las empresas españolas, si cuentan únicamente con el mercado interno, lo tienen complicado, por lo que cada vez exportan más mientras que, la huella de carbono y la información ambiental, cada vez son más decisivos para vender al exterior”. Se planteó, en este punto de su intervención, las necesidades que se tienen para comunicar el rendimiento ambiental tanto en empresas como por parte de los consumidores. “Por un lado”, explicó, “necesitamos que sea objetiva e imparcial porque tanto si nos engañan como si nos engañamos, no sirve para nada. Es imprescindible ser transparente, comparable y adicionable”. Desde el punto de vista de un consumidor, final o industrial, por ejemplo, un proveedor, la información “debe de ser objetiva e imparcial. Si por ejemplo vamos a comprar un kilo de pasta bio o no bio, queremos que los detalles que nos proporcionen sean reales, transparentes y comparables”. Marcel Gómez explicó al público asistentes en qué consiste el análisis del ciclo de vida al que calificó como una herramienta que puede parecer más complicada de lo que es. “Se trata de cuantificar, de forma científica y verificable, y con metodología estandarizada de ámbito internacional, el impacto ambiental de todo el ciclo de vida de un producto o servicio. Es importante cuantificar y que el análisis sea verificado por una tercera parte ya que, así, el cliente está seguro de que la empresa no le engaña. La metodología estandarizada, permite que una multinacional que fabrique en España, China o Brasil, o que exporte a estos destinos, utilice la misma metodología y no tenga que hacer el mismo gasto diez veces, por ejemplo”. Fruto del uso del análisis del ciclo de vida, reducimos tanto las entradas como las salidas de nuestra empresa o producto. Las entradas serían materias primas y ahorro, y las salidas, emisiones al medio, es decir, contaminantes y residuos, explicó el ponente para quien si reducimos el consumo de materia y energía, aumentamos la cuenta de resultados y en algunos países servirá para aumentar la cuota de mercado. “El ACV se asocia a la función de un producto y no a un producto en sí. Por ejemplo, si nos fijamos en el transporte, lo importante es llevar una tonelada/Km de aquí a un punto determinado, en un tiempo determinado. Si se hace en camión, autocar, barco o avión, no es un hecho relevante mientras cumpla con el objetivo previsto”. El análisis del ciclo de vida mira también el impacto sobre otros criterios del medio ambiente como son la salud humana, la calidad de los ecosistemas o el agotamiento de los recursos naturales. “Es importante tener una visión holística de todo el impacto sobre el medio ambiente”. A cerca de la huella de carbono, el experto mencionó sus dos grandes aplicaciones. “Una es la comunicación, es decir, que aunque no mejoremos nuestra empresa es un hecho importante decir, informar que hemos calculado ese impacto. Un primer paso sería la ecoetiqueta en la que se recoge que se ha realizado una huella de carbono. Nos permite, además, conocer en profundidad nuestro producto, que es el primer paso para mejorarlo, lo que se conoce como ecodiseño. Se puede aplicar para hacer comparativas de ecoeficiencia, a escala industrial y, además, unido al ciclo de vida de costes, y al ciclo de vida social, tendríamos un análisis del ciclo de vida de la sostenibilidad”. nacional, en concreto, la 14025. Se trata, por tanto, de un conjunto de datos ambientales agrupados en una serie de categorías, de parámetros ambientales predeterminados, sin incluir información ambiental adicional”. La declaración ambiental del producto al igual que la huella de carbono, señaló, no evalúa el rendimiento ambiental o el desempeño ambiental de ese producto, “no es una ecoequiteca tipo 1 dónde se dice: esta lavadora es clase A y está entre el 10% de las más efi- “Como bien se ha comentado al principio de la Jornada hay una clara relación entre empresa y medio ambiente” “El mercado presiona para adquirir productos más sostenibles, sobre todo en los países más avanzados” Declaración ambiental La declaración ambiental de producto fue uno de los temas que trató en su conferencia el experto en Ciclo de Vida y Declaraciones Ambientales. “No es más que una huella de carbono con más indicadores o, visto desde el otro lado, con un solo indicador que es la propia huella de carbono. La EPD sigue la normativa inter- cientes del mercado, sino que una EPD o una huella de carbono detalla cuál es mi impacto ambiental, sin decir si es bueno o si es malo. Es decir, no valora, solo cuantifica”. Se refirió para terminar a la huella hídrica que tiene en cuenta toda el agua utilizada durante el ciclo de vida de un producto. MODERADOR Miguel Ángel Noceda, corresponsal económico de El País iguel Ángel Noceda, corresM ponsal económico de El País, dio paso a la primer Mesa Redonda de la Jornada: “Sostenibilidad y desarrollo. Los riesgos del cambio climático según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, (IPCC). Protocolo de Kioto y proceso de verificación de las emisiones de CO2. Huella de Carbono; tipos y metodologías de cálculo. Impactos, vulneravilidad y mitagción”. Miguel Ángel Noceda gradeció a los ponentes su participación en una jornada de interesante contenido y que está de gran actualidad. “Contamos con tres expertos en esta materia tan atractiva: Luis Jiménez Herrero que hablará de Sostenibilidad, Martín Bastos que lo hará del Panel Intergubernamen- tal de Cambio Climático y Marcel Gómez de la Huella del Carbono”. 30 de junio al 6 de julio de 2014 V VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE MESA REDONDA “Impactos económicos, laborales y naturales del cambio climático. Aspectos positivos: nuevos desarrollos económicos sostenibles y de inversión derivados de las nuevas tecnologías verdes. Rentabilidad en marca, reputación y producto de las empresas respetuosas con el impacto medioambiental” do a exigir un nivel de bienestar comparable con el nuestro. Es imposible separar las curvas de crecimiento y de consumo energético. Cuando uno tiene que estar en una sociedad, lo hace consumiendo energía”, expresó Garilleti. En este entorno, evidentemente, “las empresas se lo están haciendo mirar. Por una parte, porque el entorno social es muy agresivo. Por otra parte, desde el puro punto de vista estratégico, tenemos que dar respuesta a un entorno muy complejo con recursos muy caros. Aquí, probablemente, tendremos que empezar a aplicar mucha más tecnología, soluciones mucho más eficientes, porque la eficiencia y la tecnología al final serán las que nos permitan consumir menos y hacerlo de mejor manera”. Tres grandes círculos De izda. a dcha.: Javier Garilleti, director de Cambio Climático de Ernst & Young (EY); Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España y presidente de Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo Sostenible); Antonio Calvo, periodista científico y presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica; María Pablo-Romero, responsable del Área de Energía y Desarrollo Económico de la Cátedra de Economía de la Energía y el Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla, y Víctor Viñuales, sociólogo y director de Ecología y Desarrollo (Ecodes). IMPACTO Javier Garilleti, director de Cambio Climático de Ernst &Young (EY) “La mejor manera de reducir el impacto en el cambio climático es con la tecnología” a idea de la ponencia de Javier L Garilleti, director de Cambio Climático de Ernst & Young (EY), fue hacer una referencia a cómo todo el concepto de cambio climático impacta en la empresa. “La empresa es un actor clave. Hay que entender que lo que las compañías acepten va a pasar. Lo que no acepten, no va a pasar. Por lo tanto, o somos conscientes de que son un canal esencial de transformación económica, medioambiental, tecnológica y social o va a ser difícil alcanzar una serie de objetivos que son esenciales. Sir David King, que fue asesor científico del Gobierno de Reino Unido, dijo, hace diez años, que el tema del cambio climático es muy sencillo, que es un ‘ultimátum’ a la civilización. Esto es un tema que hace diez años estaba en la agenda”, afirmó al respecto. Hemos visto que la crisis ha permitido a algunos actores dar un paso atrás. A su juicio, “las cumbres que se han ido celebrando desde Kioto no han sido lo satisfactorias que se esperaban. Lo que es evidente es que esto es una tendencia, y una realidad, que está viniendo. Es una realidad esencialmente crítica para los países y las sociedades y crítica para las empresas”. Lo que hacen las empresas es intentar entender, en este escenario, cómo actuar. Sabiendo que el largo plazo de las empresas no son 20 años, sino cinco. “Por tanto, si queremos que las empresas jue- “Las cumbres que se han ido celebrando desde Kioto no han sido lo satisfactorias que se esperaban” “Las grandes compañías se plantean cómo impacta el cambio climático, en términos de riesgo y de oportunidad” guen un papel relevante, no sólo por la vía punitiva, sino por la vía del convencimiento, de que son un actor clave en el cambio que se tiene que producir en el cambio climático, vamos a tener que ayudar- las”, destacó Garilleti. Añadió que “el primer escenario que se hacen las empresas, y que, hoy por hoy, en los principales comités de dirección de las grandes multinacionales se pone clarísimamente en la mesa, es que el cambio climático y su impacto potencial y real ya forma parte de la agenda pública. Ya no es un tema de unos científicos que es debatible. Es que es un tema real de la agenda pública”. Todos los años, el Foro Económico de Davos hace un estudio de riesgos, donde entrevista a un panel muy amplio de gente del mundo de la empresa, de la sociedad, de la cultura, de todos los ámbitos, para entender cuáles son los riesgos percibidos como críticos por todos ellos. Esto se presenta en un foro donde también están empresarios, gente de la cultura, gente del espectáculo, gente de la política, para debatir sobre las tendencias. Un reto “del copón” Hay un buen número de riesgos que tienen que ver directamente con el cambio climático y con el impacto del hombre en el entorno. Hace diez años, eso no habría sido así. Según Garilleti, “hoy, los propios empresarios, ejecutivos, comunicadores, líderes de opinión, pensadores, son conscientes de que éstos son riesgos críticos porque son riegos de largo plazo, que exigen mucho compromiso y muchos actores para cambiarse. Por lo tanto, también perciben la dificultad que tienen de que esos riesgos desaparezcan. Además, nos encontramos con que también las grandes multinacionales financieras y otras empresas empiezan a introducirlo en su agenda. Los inversores y las grandes compañías empiezan a plantearse seriamente cómo impacta el cambio climático, en términos de riesgo y en términos de oportunidad”. Hay estudios de Goldman Sachs, de Deutsche Bank, de HSBC, donde se hace una reflexión profunda de qué impacto y consideraciones hay que tener en cuenta a la hora de tomar las decisiones sobre el cambio climático; a corto, a medio y a largo plazo. “¿Qué es lo que están estudiando estas compañías o los actores empresariales? Lo primero es que el futuro presenta un reto del copón. Tenemos por delante un crecimiento, un impacto, demográfico salvaje. Fundamentalmente, vamos a pasar de siete billones a diez billones, 10.000 millones de personas, de aquí a 2050. Esos crecimientos se van a producir fundamentalmente en clase media y en países emergentes. Esto es, países y sociedades que van a demandar un nivel de consumo y de bienestar similar al nuestro y eso lleva aparejado necesariamente consumo de recursos”, consideró el ponente. Por ende, las empresas se están empezando a plantear: “Esto, ¿cómo me impacta?”. Para Garilleti, “el impacto es muy evidente. Oxford Economics hizo un estudio para evaluar la evolución de los costes de materias primas y de demanda de energía. De aquí al 2036, los precios de las materias primas de los alimentos, energía y metales van a crecer entre un 166% y un 35%”. “Eso es lo que miran las empresas. Poblaciones y sociedades que van a demandar más, en un entorno de recursos menguantes. Las compañías dicen que ‘o lo gestionamos o tenemos un problema’. Desde el punto de vista puramente de inteligencia táctica, saben que se van a encontrar con recursos muy caros y escasos para poblaciones que tienen todo el derecho del mun- Hace más de tres años; McKinsey hizo un estudio donde analizaba qué tendría que pasar para que hubiera un cambio en el mix energético. McKinsey plantea dos escenarios. “Si vamos a un escenario de pura satisfacción de lo que es la cadena de producción y de demanda, va a ser imposible cambiar el mix. De hecho, el mix básico, más agresivo con el medio ambiente, va a cambiar a peor. Sólo con un cambio enfocado a respuestas de cambio climático, podríamos ser capaces de aquí al 2020, al 2030, de tener un cambio en el mix que realmente ayudase a conseguir los objetivos de reducción de emisiones”, opinó Garilleti. Es una decisión política. Las empresas también están pidiendo que les den el marco. “Si el marco no me está incentivando, no me está obligando; yo no voy a poder dejar ni un centímetro para los competidores”. En este entorno, las empresas se encuentran con tres grandes círculos. Garilleti los desglosó. “Uno, el marco regulatorio global, que es o incentivo o castigo. Las compañías se van a mover en ese marco. En un entorno de la energía que es estratégico y donde los gobiernos están jugando mucho, con muchos intereses, las empresas están esperando a ver cuál va a ser el marco global de regulación en el ámbito energético, que va a ser el que va a definir su capacidad de operación. Lo segundo, cada industria. Se miran unos actores a otros. Tienen la capacidad de hacer cambios globales sectoriales. En tecnología, en coinversión, en push de actividad estratégica. Pero, según opere todo un colectivo en el sector, ese sector va a ser capaz de moverse en una dirección o en otra. Las empresas al final van a mirar el marco global regulatorio, van a mirar qué es lo que están haciendo sus compañeros del sector, porque al final esto va de pasta, y, ‘si mi compañero no se implica, yo no me implico’. Por lo tanto, tenemos que ser conscientes de que hay bajar a este nivel. Hay sólo dos mecanismos, las compañías inteligentes son inteligentes y utilizarán la tecnología y buscarán una ventaja competitiva. Las que no son inteligentes, tendrán que utilizar el palo y zanahoria. Habrá que utilizar esas políticas fiscales, estrategias fiscales,… si realmente los gobiernos son conscientes del impacto que el cambio climático va a tener en los próximos diez años”. En este ámbito, ¿qué hacen las empresas? Las empresas no ven a 20 años vista. Están pensando, los accionistas, en cinco años vista. Garilleti aseveró que es complejo llevarlas a un convencimiento de que tienen que tomar decisiones que pueden implicar pérdidas o que pueden suponer inversiones. “¿Dónde pueden trabajar? Buscando qué riesgos y oportunidades tienen en el ámbito de generación de ingrePasa a página VI VI 30 de junio al 6 de julio de 2014 VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE Viene de página V sos. Aquí puedo encontrarme con que una compañía sea capaz de entender que ‘o yo entro en un nuevo ámbito de servicios y de producto o lo va a hacer mi competencia’. Puedo ser más eficiente, más limpio. El impacto de riesgo de marca. Hoy por hoy, ser una compañía poco respetuosa con los retos globales del planeta empieza a pesar en la marca de muchas de ellas”. Pero, desde el punto de vista regulatorio, “hay muchos consejos que empiezan a plantearse la amenaza que supone la regulación para un Consejo de Administración. Y que tienen que tomar medidas, aunque sea sólo para protegerse”. Garilleti sostuvo que el de arriba tiene que entender que esto tiene que ver con modelos de negocio que le ayudan a generar más ingresos, a reducir costes, a cumplir las expectativas de los grupos de interés y a cumplir la regulación. “O sea, que me está protegiendo y dando valor”. La conclusión fue que “la mejor manera de reducir el impacto en el cambio climático es con la tecnología”. El director de Cambio Climático de EY apuntilló que, “si se han reducido en Europa las emisiones, no “Es imposible separar las curvas de crecimiento y de consumo energético. Uno está en sociedad consumiendo energía” “Hoy por hoy, ser una compañía poco respetuosa con los retos globales del planeta empieza a pesar en la marca de muchas de ellas” LABORAL Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España y presidente de Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo Sostenible) “Hay que ir a escenarios responsables, desde el punto de vista social” a Organización Internacional L del Trabajo (OIT) es la agencia de las Naciones Unidas especializada en el trabajo. ¿Tiene algo que aportar alrededor de la agenda climática? Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España y presidente de Honor de Sustainlabour (Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo Sostenible), rememoró que su director general, Guy Ryder, en el informe que presentó el año pasado en la Conferencia Internacional del Trabajo, decía que la prevención y mitigación del cambio climático es el elemento que por encima de cualquier otro distinguirá las responsabilidades y actividades que la OIT tendrá en el futuro de las que ha tenido en el pasado. Es decir, es un planteamiento de que había un siglo XX con unas realidades de siglo XX a las que la OIT tuvo que responder y hay un siglo XXI con unas realidades y problemáticas del siglo XXI a las que tendrá que responder. Y el cambio climático está en el centro de ellas. Para hablar de esto, Nieto abordó someramente cuatro aspectos. El primero fue qué escenario, qué acuerdo para poder tener un escenario que evite un cambio climático catastrófico, que ponga en riesgo a la civilización humana. El segundo fue un aspecto novedoso que ha aportado el Quinto Informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que es la convergencia de agendas. “Entre la agenda de mitigación y adaptación, por supuesto, pero también entre la agenda sostenible, de la sostenibilidad global y de la sostenibilidad social. La necesidad de actuar con todas las agendas coordinadas”. El tercero fue la transición. Cómo organizar la transición y el rol del empleo en la transición. Y el cuarto fue el papel de la protección social para tanto las políticas de mitigación como las políticas de adaptación. ¿Sobre qué escenario? Nieto aseguró que “el escenario tendencial, que lleva a un aumento de las temperaturas entre 3,5-4 grados centígrados y siete grados centígrados, es insostenible”. En la última década, a pesar de todas las políticas contra el cambio climático, las emisiones de Gases de Efecto Invernadero han crecido a un 2,2% al año. En la década anterior crecieron un 1,3%. Es decir, cada década, más. “Si no miramos la perspectiva social, no habrá soluciones. Es darle la vuelta al sistema de producción y de consumo” “Según nuestros estudios, la potencialidad de los empleos verdes en España es de dos millones” “Salvo un continente, Europa. En el caso de Europa ha influido la crisis. Por supuesto. En España, clarísimo. Pero ya Europa llevaba una línea de cumplimiento del protocolo de Kioto muy clara, que implicaba la reducción de un 8% en sus emisiones. Y no sólo eso. Al inicio de la crisis, ya había llegado al 8% en la reducción de emisiones. Esa tendencia seguía. Con la crisis, se ha incrementado y ahora mismo ha doblado los objetivos del protocolo de Kioto. La diferencia es que era el único continente, la única región, que tenía un compromiso y unas políticas orientadas hacia eso. Ésa es la diferencia fundamental. Con crisis o sin crisis, iba a bajar”, informó Nieto. Si bien, alertó de que el mundo, en general, sube sus emisiones. “El escenario tendencial no puede ser y el IPCC lo ha dicho claro. Hay que ir a otro escenario. Cada vez que el IPCC habla, dice dos cosas fuertes. La primera, que el cambio climático está ahí, que ya se están viendo las consecuencias del calentamiento global. Es una evidencia y está provocado por la acción humana. Eso lo dice con muchísima claridad. Y la segunda, plantea cuáles son los nos engañemos, ha sido por la crisis económica. En el momento en el que esto repunte, habrá más problemas. Veremos las curvas de crecimiento. Ha sido una bajada en los cinco años. Y si no, vemos lo que ha tenido que hacer España con las subastas”. Manifestó que, “o somos capaces de llevar a las compañías a entender que con mejor tecnología y con un uso más eficiente de recursos van a obtener más rentabilidad global o van a tener un problema. Si no, las compañías jugarán el partido que marquen los gobiernos y la regulación global. Las empresas no dejan de ser aquellas que tienen que gestionar los intereses globales del propio accionista, de la sociedad, del medio ambiente y de la economía. Si no consideramos su opinión y sus limitaciones, vamos a tener problemas porque buena parte de las presiones que están recibiendo ahora, aparte de lo social, vienen fundamentalmente del mundo medioambiental. Y están avanzando mucho. En intentar ser más eficientes, en consumir menos recursos, en ser compañías más limpias, en concienciarse y concienciar sus cadenas de proveedores; pero es un recorrido de largo alcance”. escenarios para evitar un cambio climático catastrófico. Los escenarios son cada vez más rigurosos. De hecho, dicen que en 2070 tendrá que haber cero emisiones. Para que en 2090 pueda haber 20. Es decir, que la atmósfera pueda absorber más carbono del que existe, no del que se emite. Para eso, hay que ir a escenarios en los que en 2020 se pueda reducir entre el 25 y el 40%. Son escenarios muy rigurosos, pero son los únicos que permiten albergar una perspectiva de calentamiento de dos grados centígrados”. En ese sentido, “la OIT comparte que hay que ir a escenarios responsables, desde el punto de vista social. Porque lo que más nos golpea a nosotros, en los estudios que hace el IPCC, es cómo los trabajadores más vulnerables son los que más están sufriendo ya las consecuencias del cambio climático. Ya no se habla de qué puestos de trabajo se perderán por las medidas de mitigación. Ahora ya se cuentan los decenas de miles, cientos de miles, de puestos de trabajo que se pierden por la sequía, por las inundaciones, por los tifones”. Es decir, hay una pérdida neta de empleos en las consecuencias, aparte de otras muchas cosas. Por eso, desde un punto de vista responsable, hay que ir a un escenario responsable. taba porque entraran los asuntos sociales. La repercusión social que tiene una u otra medida y cómo se ganan las mayorías sociales suficientes para adoptar unas u otras medidas, que no son procesos fáciles. Porque esas medidas sociales son necesarias también para cambiar las mayorías políticas”, argumentó. Prosiguió: “Si no miramos la perspectiva social, no habrá soluciones. De ahí el valor que le damos a este Quinto Informe del IPCC. Perspectiva social, ¿por qué? Porque el cambio que hay que hacer es espectacular. Emitimos CO2 desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y cuando estamos durmiendo. Estamos hablando de 2070, de cero emisiones. Estamos hablando de darle la vuelta a todo el sistema de producción y de consumo, pero de una manera impresionante. Si no es posible el desacoplamiento entre crecimiento y consumo energético, estamos perdidos. Un escenario de 9.000 millones de personas con un crecimiento de los consumos energéticos acoplados al crecimiento del PIB es absolutamente imposible. No hay recursos energéticos suficientes. Entonces, una de las primeras medidas es el desacoplamiento. ¿Es posible el desacoplamiento? Por supuesto que sí. El desacoplamiento en Europa ha sido del 50% desde 1990 hasta hoy. El rango que queda es impresionante”. Nieto relató que, según un estudio sobre la productividad en Europa en los últimos 50 años, la productividad del trabajo ha aumentado un 300%. Un trabajador produce hoy tres veces más que antes. La productividad de los materiales sólo ha aumentado un 100%. Se ha doblado esa productividad. “Hacemos el doble con la mitad, pero poco en relación con Convergencia de agendas De acuerdo con las palabras de Nieto, lo interesante del IPCC ha sido lo de la convergencia de agendas. “Se ha llegado a la conclusión de que no es posible hacer políticas serias de mitigación ni de adaptación si no se abordan todos los asuntos. Primero, se abordaron los asuntos científicos. Después, se abordaron los asuntos tecnológicos. Luego, entraron los asuntos económicos. Al final, fal- Las personas que fueron a las Jornadas escucharon a Nieto decir que la productividad de los trabajadores europeos ha crecido un 300% en los últimos 50 años. 30 de junio al 6 de julio de 2014 VII VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE lo que ha crecido el trabajo. La de la energía, sólo un 20%. Algo aquí está funcionando mal. Un trabajador produce tres veces más. Hay muchos más habitantes, muchos más trabajadores. Pero necesitan muchos más materiales, porque la productividad de los materiales es inferior y muchísima más energía, 14 veces más. Es imposible. Tiene que haber desacoplamiento y tendrá que haber nuevas tecnologías”, insistió. Una economía descarbonizada implicaría ir a las energías renovables. El cambio en tecnología es total. Y del cambio en la energía vienen todos los demás. Viene el cambio en la manera de transportarse, en la movilidad, en la forma de edificar y en cómo son los edificios, en el sistema agropecua- rio,… Vienen los demás cambios que no sólo son energéticos. Esto implica que procesos, productos, e industrias que antes existían van a dejar de existir y que habrán otras nuevas. “Estamos convencidos de que el saldo, desde el punto de vista del empleo, va a ser positivo. Sin embargo, los empleos no se crean ni en el mismo momento ni en el mismo lugar donde se van a destruir los otros. Por lo tanto, gobernar ese cambio es la clave. Y para gobernar ese cambio tenemos una serie de propuestas, que acaban, lógicamente, en un lugar: en el diálogo social. Sin diálogo social, sin que todas las partes pongan encima de la mesa cuáles son sus intereses, cuáles son sus posibles aportaciones, y se llegue a un acuerdo, y sin que “El escenario tendencial, con un aumento entre 3,5-4 grados centígrados y siete grados, es insostenible” “Los trabajadores más vulnerables son los que más están sufriendo ya las consecuencias del cambio climático” haya una acción política, reguladora, y sin que haya medidas fuera de la acción política, voluntarias, no se podrá hacer”, consideró Nieto. ECONOMÍA María Pablo-Romero, responsable del Área de Energía y Desarrollo Económico. Cátedra de Economía de la Energía y el Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla “La posibilidad de crecer sin necesitar más energía es una cuestión sectorial” a presentación de María PabloL Romero, responsable del Área de Energía y Desarrollo Económico. Cátedra de Economía de la Energía y el Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla, la denominó Impacto económico del cambio climático. En primer lugar, aclaró que, cuando se menciona el impacto económico, básicamente de lo que estamos hablando es de que hay una causa, que son las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, y que están haciendo subir las temperaturas medias a lo largo de los años. “Esto, en general, tiene varias consecuencias que ya se pusieron de manifiesto en el primer informe de Stern, en 2006, por encargo del Ministerio de Hacienda del Reino Unido, acerca de lo que causa sobre el medio ambiente, tales como las posibilidades de inundaciones, de disminución de suministro de agua, de disminución de rendimiento de cosechas, de incremento de muertes por desnutrición, de estrés térmico y del cambio de muchas especies que se van a ver en extinción”, indicó. Sobre esta base, recientes estudios muestran qué ha ocurrido a lo largo de la historia con estos incrementos de las temperaturas. “Básicamente, lo que ponen de manifiesto es que ha habido una reducción del crecimiento económico, fundamentalmente establecida en los países más pobres, por lo tanto son los que más sufren o han sufrido estos incrementos de la temperatura. Se ha ido reduciendo tanto el nivel de producción como también el crecimiento o las tasas de crecimiento de esa producción y los mayores efectos se han producido tanto en el sector agrícola como en el industrial. Sobre todo, ha dado lugar también a varios problemas de estabilidad política”, comunicó. En el futuro, ¿qué se espera que vaya a ocurrir? “Aquí, desde el informe de Stern, se han ido profundizando en la realización de muchos estudios que tratan de medir exactamente en términos económicos cuánto vale. En principio, estos estudios empíricos, de carácter global, establecen unas pérdidas de renta para el conjunto mundial entre 0,2 y un 2% por unos incrementos de temperatura poco en cada uno de estos sectores. Es algo por lo tanto que hay que traer de relieve. No todo el mundo pierde por igual. Ni siquiera todo el mundo pierde. Hay algunos que ganan. Por lo tanto, no cabe esperar que todo el mundo nos vayamos a comportar de igual manera. El que va a ganar, ¿para qué quiere cambiar si le vienen bien los beneficios que va a obtener de todo este cambio climático? Hay que ver las cosas con un poco de perspectiva”. Cuatro aspectos “Los países más pobres son los que más sufren o han sufrido por los incrementos de la temperatura” “No todo el mundo pierde por igual, por lo que no cabe esperar que todos nos vayamos a comportar de igual manera” de unos dos grados centígrados. Parece que, en principio, vamos camino hacia ellos”, informó. Estas pérdidas, sin embargo, no son iguales para todos los países, ni siquiera para todo el nivel global”, sostuvo Pablo-Romero. Se concentran en determinadas regiones. Las zonas más pobres serán las que sufran estas consecuencias antes y con mayor intensidad, dadas sus características geográficas y económicas. Unos 20.000 millones Pablo-Romero explicó que, “en el ámbito de Europa, las pérdidas, si las temperaturas aumentan los 2,5 grados, se situarían en torno a los 20.000 millones de euros para el año 2080”. Entre las pérdidas más destacadas, y en general para Europa, “nos encontraríamos también todas las derivadas de los desbordamientos de ríos, todos los efectos negativos que van a surgir sobre las costas y sobre el turismo. No se comportan de igual manera para todos ni tam- Y cuatro son los aspectos que quiso destacar Pablo-Romero de estas relaciones. En primer lugar, el diferente comportamiento sectorial que existe entre las energías y las emisiones y el crecimiento económico. No todos los sectores se comportan de igual manera. En segundo lugar, qué pasa con el crecimiento económico y del consumo de energía de los países que están todavía en desarrollo. En tercer lugar, cómo se puede reducir ese desacoplamiento energético con unos países a costa de que haya un mayor acoplamiento energético de otros países. Y por otro lado, también se están haciendo una serie de cosas, una serie de cambios, se están tomando políticas eficientes para disminuir el consumo energético. Se están poniendo en marcha nuevas industrias. Por ejemplo, las renovables. Eso también tiene un efecto económico positivo sobre la sociedad. Hay una relación entre la elasticidad del consumo de energía y el crecimiento de producción de los distintos sectores. Pablo-Romero mostró gráficos de cómo crecería el consumo energético si aumentara en un 1% la producción de cada uno de los sectores. “En general, para todos los sectores, se observa que el comportamiento que ha tenido desde 1995 hasta 2009 ha sido plano en su evolución. Es decir, pocos cambios. Podemos decir que se sigue consumiendo la misma cantidad de energía para la producción que se ha venido consumiendo en el pasado. Sí que hay un distinto comportamiento muy claro entre los distintos países. Hay países que están muy por encima del consumo energético de cada uno de los sectores y algunos otros países que están muy por debajo”, expuso. “En Europa, incluso en período de crisis, el único sector de empleo que ha crecido es el verde. En 2005, había tres millones. Ahora, hay casi seis millones. En España, había habido un ascenso impresionante. Había crecido un 300% en los últimos años. No con la crisis. Porque la crisis inicialmente aguantó. Con determinadas políticas, eso se ha paralizado. Pero, según nuestros estudios, la potencialidad de los empleos verdes en España es de dos millones. ¡Dos millones de empleos! No está mal, con la perspectiva que hay. Eso requiere gobernar esa transición”, subrayó. Desde el punto de vista de la mitigación, es decir, de esa transformación de unas industrias a otras para emitir menos CO2 y unas maneras de transportar y de hacer energías para emitir menos CO2, y desde el punto de vista de la adaptación, porque algo de cambio climático ya está habiendo y algo de cambio climático va a haber, son muy duras las consecuencias. “La clave de que las poblaciones puedan soportarlo es la protección social. O hay sistemas de protección social y se extiende una protección básica, mínima en todo el mundo, o no va a ser posible esa transición. Si la gente pierde el empleo y no tiene nada, va a hacer revoluciones antes de perder el empleo y se va a jugar la vida antes de perder el empleo”, concluyó Nieto. De ahí, que la clave sea el que la agenda introduzca la protección social y el empleo en la perspectiva del cambio climático. Es decir, “hay un comportamiento muy diferente entre los sectores. En el caso de alimentos y bebidas, sí que tiene un comportamiento descendiente pero muy leve. Y con signo negativo nos encontramos en el sector de la piel, el cuero y zapatos. Significa que somos capaces de producir consumiendo cada vez menos cantidad de energía en términos proporcionales. Si nos vamos al de pasta de papel, estaríamos cercanos al 0,2. Lo que significa que tendemos a consumir más energía en ese sector”. Pablo-Romero no quiso analizar cada uno de los sectores en sí. Su idea fue simplemente reflejar el hecho de que “la posibilidad de crecer sin necesitar más energía es una cuestión sectorial”, está ligada al sector económico del que se hable. “Para algunos sectores, el desacoplamiento ya existe, ya se produce, y en algunos países ya existe. Para esos sectores, pero no es así para todos los sectores. Para algunos, ese desacoplamiento va a ser especialmente complicado. Por tanto, si la economía tiende hacia ese tipo de sectores, pues nos veremos beneficiados y tintas técnicas de estimación econométrica, que la elasticidad de uso de energía es siempre positiva, creciente para los niveles actuales de producción y exponencialmente creciente para niveles de renta per cápita aún más bajos que los actuales en países como de la UE-27. Ello viene a decir, claramente, que el crecimiento de estos países pasa actualmente por el incremento del uso de energía. En resumen, el consumo de energía no va a ser, tal y como se había puesto de manifiesto, un consumo tendencial creciente sino un consumo exponencial creciente de energía. En tercer lugar, Pablo-Romero recordó que “el desacoplamiento en algunos países está siendo posible gracias a que estamos dejando de producir algunos de los productos que tradicionalmente veníamos produciendo”. Los países desarrollados tienden a comprar productos fabricados en los países en desarrollo, y los productos que compran han sido fabricados emitiendo altas dosis de carbono a la atmósfera. El comercio entre los países puede estar haciendo que se fabriquen los productos en zonas de menor control medioambiental, lo que conduce a generar mayor contaminación. El desarrollo de numerosos estudios de la Huella de Carbono y el comercio entre países pone esta cuestión en relieve. “Por lo tanto, las emisiones acaban creciendo”, sentenció. Por último, “ya incluyendo dentro del impacto no sólo las cuestiones catastróficas y las pérdidas que habíamos visto al principio, sino también los cambios de introducción de nuevas tecnologías, el cambio de producción en definitiva de otras industrias, el conjunto de los impactos va a ser para 2050 negativo. Con las nuevas industrias que estamos metiendo no se cumplen o no tenemos suficiente para ir en contra de los impactos negativos por el crecimiento de las temperaturas. Pero no es así para toda las regiones. Para Japon, por ejemplo, y para la Unión Europea, el impacto global, hoy en día, teniendo en cuenta las nuevas industrias que se están poniendo en marcha, sería positivo”. Para el año 2100, los resultados son bastante parecidos. “Al final, en todo este proceso de transformación, el sector energético va a tener una producción y un peso mayor dentro de la economía. También, en temas de salud, ese sector va a salir mejorado”, comentó Pablo-Romero. “En definitiva, cuando se aborden las cuestiones medioambientales y del cambio climático, hay que decir que no nos podemos ceñir ni a un sector ni a un país en concreto. Si no, nos tenemos que ceñir a cuestiones muy amplias, puesto que al fin y al cabo aumenta la temperatura para todos. Las políticas deben ser muy amplias”, destacó. “Se sigue consumiendo la misma cantidad de energía para la producción que se ha venido consumiendo en el pasado” “En todo este proceso de transformación, el sector energético va a tener una producción y un peso mayor dentro de la economía” los desacoplamientos serán más posibles. Pero si en las economías nos metemos a demandar productos que estén relacionados con otros de los sectores, el desacoplamiento va a ser claramente difícil”, aseveró. Otra de las cuestiones que resaltó fue el ámbito de los países que están en desarrollo. Hablar de contención de uso energético en los países desarrollados puede ser una cuestión relativamente sencilla, en el sentido de que la población de estos lugares ya tiene unos niveles de vida y bienestar bastante elevados. Pero, en los países en vías de desarrollo, el crecimiento económico es necesario para aumentar el bienestar. Recientes estudios, están poniendo de manifiesto que el crecimiento de países en desarrollo tenderá a generar un importante crecimiento del consumo de la energía. Para los países de América Latina, por ejemplo, se observa, mediante dis- 30 de junio al 6 de julio de 2014 VIII VII JORNADAS EL NUEVO LUNES—MAPFRE RENTABILIDAD Víctor Viñuales, sociólogo y director de Ecología y Desarrollo (Ecodes) “Lo que se necesita en este momento en este planeta es una revolución” íctor Viñuales, sociólogo y V director de Ecología y Desarrollo (Ecodes), trató la rentabilidad y la reputación. “Cuando se habla de la rentabilidad, normalmente se habla sólo en clave de rentabilidad con un enfoque particular. Yo invierto y dirimo cuál es la rentabilidad que voy a tener. Yo quiero hablar de esto, pero también de la rentabilidad global, para todos. No sólo para mí, sino para el conjunto de la sociedad. Esta relación de empresas y ciudadanos en relación con el cambio climático va sobre todo de esto. Quiero hablar de la rentabilidad particular y de la rentabilidad general”, adelantó. Ecodes es socio para España y para Portugal en la elaboración de un informe, del Carbon Disclosure Project, en el que el año pasado y en este también MAPFRE colabora. “Esta iniciativa, que puso en marcha una gente en Reino Unido hace 14 años, es muy relevante. Porque 722 fondos de inversión, planes de pensiones y entidades financieras, que suman 90 billones de dólares, o sea unos 75-80 veces el PIB de España, son socios de esta iniciativa y unas 3.500 empresas se dejan examinar, se dejan desnudar, sin que medie regulación pública ninguna. Es una iniciativa de una fundación que nace en Reino Unido y que sin mediar regulación pública ha puesto en marcha esta palanca de cambio que invita a las entidades financieras a que tengan en cuenta los riesgos y cómo trabajan las oportunidades las empresas y a las empresas es un ejercicio de transparencia de información sobre qué están haciendo para contemplar estos riesgos y oportunidades”, precisó. Tres oportunidades Estas empresas, en el último informe de España, hablaban de que había tres oportunidades que veían. Una tiene que ver con los cambios en las temperaturas extremas, con la reputación y con los cambios en los hábitos de los consumidores. Lo veían como un riesgo, porque también comporta muchos riesgos reputacionales el qué hacen o no hacen en relación con el cambio climático. “Nosotros, para EIRIS, hacemos el análisis extrafinanciero de las grandes empresas que cotizan en bolsa. En este momento, de unas 140 empresas de 19 países. Dentro de ese análisis, está qué están haciendo en relación con el cambio climático. En cuanto a riesgos y oportunidades. Este análisis que hacemos para EIRIS es utilizado por el Fondo Noruego, por el Fondo de Reservas del Estado Francés y por el Banco Europeo de Inversiones, entre otros. Es decir, cada vez más inversores se lo plantean, por convicción o por conveniencia. Antes se decía que hay que hacer una gran revolución en el tema de la inversión y el inversor tiene que invertir con seguridad, ése es un tema crítico, y si quiere invertir con seguridad tiene que atender a cuál es la política de tal o cual empresa en relación con el cambio climático. Si no, es un imprudente. De hecho, fueron ya hace años las compañías de seguros de Reino Unido las que se plantearon hacer este análisis extrafinanciero porque querían invertir con seguridad. Un “Un inversor prudente es un inversor que atiende al cambio climático. Lo otro es un ignorante, un imprudente y un frívolo” “Si una empresa quiere ser rentable, tiene que gestionar los riesgos y las oportunidades del cambio climático” inversor prudente es un inversor que atiende al cambio climático. Lo otro es un ignorante y un imprudente. Y un frívolo”, declaró. Entonces, cada vez hay más entidades financieras que van a castigar por omisión a las empresas que no inviertan, que no tengan políticas frente al cambio climático y que van a recompensar a aquellas que sí las tengan. Con todo, “si una empresa quiere ser rentable a largo plazo, otra cosa es que se plantee el pelotazo que hemos conocido tan bien en nuestro país, tiene que atender y gestionar bien los riesgos y las oportunidades del cambio climático. Si no lo hace, va a tener problemas económicos graves”. Algo que Ecodes ha visto con el informe del Car- “Ahora tenemos mal pronóstico y poco tiempo. Tenemos que realizar cambios disruptivos” “No sólo es un tema de tecnología. El cambio de la economía del propietario a la economía compartida es cultural” bon Disclosure Project para España es que “ninguna de las grandes empresas de la NBA ha dejado de complementar el cuestionario del Carbon Disclosure Project. Porque sabe que si quiere tener una actividad internacional, no puede apearse de ese compromiso frente al cambio climático”. Despilfarro Viñuales mostró a los presentes la imagen de un taladro. “¿Cuánta gente tiene taladro en casa como éste? En EE UU identificaron que había unos 50 millones de este tipo de taladro eléctrico, en 50 millones de viviendas, que se utilizaban como media en su vida útil 13 minutos. Quiero decir que con este nivel de despilfarro, con 7.000 millones de personas en el mundo, incluso menos, no hay planeta suficiente para que todos tengamos unos taladros en casa que no nos reportan ninguna felicidad ni ninguna satisfacción. Tenemos que hacer un cambio profundo, masivo y además rápido si queremos de verdad cambiar las cosas”, avisó. Puso otro ejemplo con el coche Toyota Prius, que es híbrido. “Estamos ante una tesitura en que no basta con una mera evolución para cambiar. Efectivamente, el Toyota Prius respecto a los coches convencionales supone una mejora importante. Pero, eso es una evolución. Lo que se necesita en este momento, en el siglo XXI, en este planeta es una revolución. En la revolución, no sólo cambiamos las respuestas. Estando 7.000 millones de seres humanos y con las concentraciones de carbono que se han comentado, ya no vale esta mejora que ofrece el Toyota Prius. No llegamos a tiempo. Si hubiéramos comenzado antes, a lo mejor. Puede ser. Pero como dicen a algunas personas cuando van al médico tarde, “si hubiera usted venido antes, su pronóstico sería mucho mejor”, afirmó. “Ahora tenemos mal pronóstico y poco tiempo. Por eso, tenemos que actuar de una forma mucho más rápida y más traumática y tenemos que realizar cambios disruptivos. Tenemos que hacer revolución y no evolución. Cuando cambiamos las respuestas, es una evolución. Cuando cambiamos las preguntas, es una revolución. Si a ese amigo que viene a preguntar sobre un coche, en vez de decirle que tiene tal modelo, le formulamos la pregunta de si de verdad necesita coche. Pues ahí se puede producir una revolución”, sentenció Viñuales. Lanzó otro mensaje: “No sólo es un tema de tecnología, porque este tema del cambio de la economía del propietario a la economía compartida es sobre todo un cambio cultural, un cambio de valores. Es un cambio de si realmente nos sentimos más felices poseyendo las cosas o disfrutando de las cosas. Ése es un cambio que sobre todo es cultural”. Para ese cambio disruptivo, insistió, tienen que sumarse las empresas y los ciudadanos. “Y si antes hablaba de rentabilidad particular, aquí meto un tema más disruptivo para las empresas. Desde mi punto de vista, las empresas, en el siglo XXI, o también tienen la licencia social o tendrán muchos problemas. No sólo la licencia gubernamental para operar. Sino también necesitan, y van a necesitar más, una licencia social”. Viñuales siguió con los ejemplos. “Arthur Andersen no desapareció porque alguien le quitara la licencia para operar. Desapareció porque la sociedad le quitó la licencia para operar. Y Endesa tenía una licencia gubernamental para construir cinco represas en Patagonia. Lo que parecía es que no tenía del todo la licencia social y finalmente, como no tenía la licencia social, esas cinco represas no se van a construir”. Por ende, “aquí estamos hablando no ya sólo de un porcentaje mayor o menor de rentabilidad particular, sino del riesgo. Si la gente percibe que las empresas sólo van a lo suyo, y no comparten lo de todos y no ayudan a lo de todos; entrarán en problemas. Y el cambio climático seguramente es lo más obvio. Porque el cambio climático es de todos y la gente percibe que sólo lo podemos arreglar si entre todos nos ponemos manos a la obra”. Con la crisis, a partir del año 2008, la sociedad mundial ha sido muy consciente, y cada vez más consciente, de que además de los gobiernos, están las grandes empresas. “Eso ha incrementado la lupa que pone la sociedad sobre las empresas. The Guardian, este año, relacionaba un informe donde habían metido de las emisiones de Carbono de 1751 a 2010, qué porcentaje era responsabilidad de las grandes empresas. En total, 90 grandes empresas tenían la responsabilidad del 63,7% del total de las emisiones globales en esos años. ¿Por qué? Porque ya se está poniendo el foco no sólo en lo que hace EE UU, China o Europa, sino “¿y esta empresa?, ¿y esta otra?”. Y ese escrutinio va a continuar”. Viñuales opinó que tenemos que crear una interdependencia recíproca, no maléfica, sino benéfica, entre empresas y ciudadanos para que cada cual, en el trozo de responsabilidad que le toca, impulse ese cambio y cree esta política de valor compartido. “De alguna forma, también es una responsabilidad de los ciudadanos. Porque muchos de los ciudadanos nos hemos adormecido simplemente creyendo en un mundo mejor. Aquí no se trata ya de esto. Nada de creer en un mundo mejor, sino crear un mundo mejor. Y en esa tarea los ciudadanos, y por supuesto las empresas, tienen que, mancomunadamente, indicárselo”, terminó. El público vio que no se trata de creer en un mundo mejor, sino de crearlo. MODERADOR Antonio Calvo, periodista científico y presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica a segunda mesa de las JornaL das estuvo moderada por Antonio Calvo, periodista científico y presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica. Entre 1982 y 1992 trabajó como colaborador en diferentes revistas y periódicos, casi siempre escribiendo de política científica, ciencia y salud, aunque también de temas culturales no científicos. Desde 1992 hasta 1999, trabajó en los gabinetes de prensa del Ministerio de Agricultura, de la Secretaría General de Seguridad Nuclear. En el año 2000, creó la empresa de comunicación científica y ambiental Divulga, desde la que colaboró con artículos científicos para periódicos y revistas y otros proyectos de difusión de la ciencia, como la redacción de guiones para exposiciones de museos de ciencia y documentales de televisión y dando cursos y talleres sobre periodismo científico en diversas universidades de España. Entre septiembre de 2004 y abril de 2012, fue director de Comunicación de Red Eléctrica de España. Además, es autor de diversos libros. En el debate se interesó por el papel de Europa en la batalla contra el cambio climático. “Hemos visto que había que llegar a acuerdos, que había que cambiar, que hay que dar la vuelta al sistema de desarrollo y hay que desacoplar el crecimiento y la energía. Para eso, vamos a contar con algunas necesidades. Tenemos que ser más eficientes. Tenemos que utilizar tecnología, las renovables. Tenemos que cambiar el patrón de comercio en general y conseguir que finalmente cambiemos de creer en un mundo distinto a crear un mundo distinto y, mejorando a Darwin, pasemos de la evolución a la revolución”, resumió.