I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Ponencia: NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera La definición de la Disfasia o Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) sigue encontrándose con diversas dificultades debido, principalmente, a que estos niños conforman un grupo muy heterogéneo, con distinta sintomatología, evolución y pronóstico. Tradicionalmente, los autores utilizan una definición “por exclusión”. De este modo, Benton (1964) formuló que la disfasia “sería una disfunción específica en el desarrollo de la expresión y/o la recepción del habla y del lenguaje, en ausencia de otras discapacidades que podrían considerarse como posibles causas, como una deficiencia auditiva, un déficit de las estructuras periféricas del habla, una deficiencia mental, un trastorno de la personalidad, una lesión cerebral o trastornos psicóticos”. Por otro lado, otros autores han intentado definir cuáles son los síntomas propios de la disfasia para, así, establecer una definición “por especificidad”. Los diferentes estudios enfocados a conseguir este tipo de definición han hecho hincapié en que estos niños “no sólo hablan menos, sino que hablan diferente”, así como en la existencia de un desfase del lenguaje respecto al resto de niveles de desarrollo del niño. Esto nos llevaría a tener la impresión general de que estos niños presentan un desempeño lingüístico anómalo similar al de los niños en etapas cronológicamente inferiores debido, quizás, a una inmadurez del sustrato neural que permite la adquisición del lenguaje. Así mismo, nos lleva a pensar que estos niños podrían obtener progresos relativamente rápidos en aquellas áreas cuyo retraso aparece como una consecuencia de la falta del lenguaje pero que no se encuentran directamente afectadas. NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 1 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Sin embargo, las últimas investigaciones neuropsicológicas muestran la existencia de pequeñas anomalías en la configuración estructural del sustrato neural del lenguaje, así como la presencia de déficits funcionales no lingüísticos. 1. RESULTADOS NEUROPSICOLÓGICOS ACTUALES EN DISFASIA Anomalías estructurales: Observaciones anatómicas: son escasas y realizadas en niños con trastornos severos del lenguaje añadidos a déficits cognitivos generalizados. Sin embargo, nos proporcionan algunos datos interesantes. Landau y cols. (1960), observaron una atrofia cortical bilateral de la región perisilviana en un niño con un trastorno severo en la expresión y la comprensión. Posteriormente, Cohen y cols. (1989) observaron una simetría atípica en los planos temporales de ambos hemisferios y una circunvolución displásica en la cara interior de la corteza frontal izquierda a lo largo de la cisura de Silvio. Neuroimagen estructural: los estudios realizados con Tomografía Computerizada (TC) y Resonancia Magnética (RMI) muestran también la existencia de una simetría de ambos planos temporales (Jernigan y cols., 1991; Plante y cols., 1991). Anomalías funcionales: Estudios con escucha dicótica y potenciales evocados auditivos: sugieren que, al menos, algunos de estos niños presentan una lateralización funcional atípica para el lenguaje, de manera que éste se encuentra presente bilateralmente o en el hemisferio derecho (Cohen y cols., 1991; Dawson y cols., 1989). Estudios con SPECT: en estos estudios se ha hallado hipometabolismo en la circunvolución frontal inferior izquierda (incluyendo el área de Broca) en niños con trastornos aislados de lenguaje expresivo (Denays y cols., 1989). NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 2 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Hipometabolismo de la región temporoparietal izquierda y regiones superiores y mediales del lóbulo frontal derecho en niños con trastornos del lenguaje comprensivo y expresivo (Denays y cols., 1989). E hipometabolismo en la región temporo-frontal izquierda en niños con trastornos del lenguaje (Lou y cols., 1990). Presencia de déficits neuropsicológicos no lingüísticos: Además de los estudios estructurales y funcionales del cerebro de estos niños, se han realizado otras investigaciones acerca de otros déficits presentes en ellos. Debido a la heterogeneidad del grupo, se han obtenido déficits de diversos tipos. Si bien todos no están generalmente presentes, sí es cierto que son los más frecuentemente asociados al TEL: Memoria de trabajo Atención sostenida Alteraciones de la lateralidad Déficits perceptivos (sobre todo auditivos) Alteraciones motoras (coordinación fina y gruesa) Apraxias Enlentecimiento en el procesamiento de la información Déficit en la secuenciación temporal Déficit en la función simbólica ¿Qué nos indican estos datos? Por una lado, la existencia de anomalías cerebrales (displasias, simetrías, ectopias...) sugiere un déficit en los procesos de migración, diferenciación y selección de sinapsis durante el desarrollo. Y por otro lado, la clínica neuropsicológica nos sugiere que, además de que el TEL no parece estar asociados a anormalidades estrictamente lingüísticas, la maduración del lenguaje podría depender de la maduración de otros circuitos con los que estaría relacionado. NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 3 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 2. CIRCUITO NEUROANATÓMICO DEL LENGUAJE: ESTUDIOS CON ADULTOS Los conocimientos que se tienen en la actualidad sobre las áreas y circuitos implicados en el lenguaje provienen de investigaciones con adultos (sujetos normales y pacientes afásicos). Estos datos obtenidos a largo de un siglo, nos permiten saber cómo es la configuración definitiva del circuito del lenguaje y qué ocurre cuando está dañado, lo cual nos puede ser útil a la hora de estudiar el desarrollo de estas estructuras y de comprender cómo ciertas anomalías que modifiquen este programa evolutivo pueden dar lugar a una alteración tan grave en la adquisición del lenguaje como es el TEL. Los resultados obtenidos con adultos confirman que el lenguaje se encuentra lateralizado en el hemisferio izquierdo, 99% de los diestros y en el 70% de los zurdos. Esta asimetría funcional se ha relacionado con la existencia de asimetría estructural: el plano temporal. El plano temporal es un área situada en el interior de la cisura de Silvio, detrás del giro de Heschl y que ocupa la parte superior del lóbulo temporal. En diversos estudios se ha observado que, en un elevado porcentaje de la población (cerca del 70%), el plano temporal mostraba mayor tamaño en el hemisferio izquierdo (Geschwind y Levitsky, 1968). Al igual que el plano temporal, todas las áreas que se encuentran implicadas en el circuito del lenguaje se localizan, en la mayoría de los sujetos, en el hemisferio izquierdo. Área de Broca y Circuito Perisilviano Anterior El área de Broca se localiza en el pie de la tercera circunvolución frontal y se corresponde a las áreas 44 y 45 de Brodmann. Su lesión produce tradicionalmente afasia de Broca, caracterizada por un habla poco fluida, incluso estereotipada, distorsión, desintegración fonética y alteración del uso y comprensión de las reglas gramaticales. Sin embargo, la lesión exclusiva de este área produce un déficit moderado de la producción del lenguaje con buen NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 4 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 pronóstico, que se ha denominado afasia del área de Broca. Por el contrario, la lesión y la sintomatología de la afasia de Broca implica más áreas perisilvianas anteriores: regiones prefrontales (8, 9, 10, 46), áreas motoras prerrolándicas (4, 6), lóbulo de la ínsula y ganglios de la base. Este circuito fue descrito por Pierre Marie como un cuadrilátero. De este modo, el lenguaje se integra con otras funciones a través de conexiones córtico-corticales y córtico-subcorticales (memoria de trabajo, secuenciación temporal, iniciativa, funciones motoras y premotoras...). Área de Wernicke y Circuito Perisilviano Posterior El área de Wernicke se localiza en la parte posterior de la primera circunvolución temporal, es decir, en la mitad posterior del área 22 de Brodmann, asentada sobre el plano temporal. Su lesión produce afasia de Wernicke, caracterizada por habla fluida, logorreica, con déficit en la comprensión y presencia de numerosas parafasias y neologismos que pueden dar lugar a un habla jergafásica, prácticamente ininteligible. Al igual que ocurre con el circuito anterior, la lesión exclusiva del área de Wernicke produce sordera verbal pura, que se caracteriza por una incapacidad para descodificar los sonidos lingüísticos con preservación de la semántica. Esto ha llevado a considerar a este área como un descodificador de los sonidos distintivos del lenguaje, previo al acceso al significado, por lo que el procesamiento semántico se produce posteriormente en otras áreas. Así pues, la lesión que produce afasia de Wernicke afecta a más regiones: áreas adyacentes temporales inferiores (20, 21, 37), giro angular y giro supramarginal en el lóbulo parietal (39, 40) y sustancia blanca subcortical. Áreas de Procesamiento Semántico Las áreas de procesamiento semántico se encuentran distribuidas en los dos hemisferios, próximas a las regiones corticales que elaboran los atributos perceptivos del elemento procesado (características motoras, sensoriales y funcionales). Por tanto, una función que tradicionalmente se atribuía al área de Wernicke, actualmente es considerada como el resultado de la activación de un amplio circuito que permitiría recuperar todas sus características distintivas (color, tamaño, uso, forma...) NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 5 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Áreas de Denominación La mayoría de las áreas de denominación se encuentran en el lóbulo temporal, relacionadas con zonas que procesan memoria y son las que permiten el acceso al léxico. Parece que están especializadas en categorías semánticas diferentes. Así, la región anterior del polo temporal (área 38) participa en el acceso a nombres propios; la región temporal inferior más anterior (área 20), participa en la categoría de los animales; y la región temporal inferior más posterior (área 21), participa en los objetos inanimados. Otras regiones están distribuidas por zonas temporo-occipitales y procesan la denominación de los colores, por lo que su lesión produce anomia al color. Y otras regiones prefrontales dorsolaterales se encuentran implicadas en la denominación de acciones (verbos). Fascículo Arqueado El área de Broca y el área de Wernicke están conectados por el Fascículo Arqueado, un largo haz de fibras que transcurre a través de la circunvolución supramarginal (área 40). La lesión de este tracto produce afasia de conducción, caracterizada por una alteración de la repetición y la denominación, junto a habla fluida y comprensión preservada. Además de estos tipos de afasia, encontramos otras afasias corticales: afasia global por lesión del circuito de Broca y Wernicke y afasias transcorticales (sensorial, motora o mixta) por lesiones parciales de dichos circuitos. También encontramos síndromes afásicos subcorticales producidos por lesiones en núcleos talámicos, ganglios de la base, así como cápsula interna (fibras corticales de paso relacionadas con el lenguaje), cuyas características son semejantes a las afasias transcorticales y en las que aparece frecuentemente disartria e hipofonía. NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 6 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 3. DESARROLLO DE ESTOS CIRCUITOS Los estudios con adultos nos permiten delimitar las áreas y circuitos que conforman la función del lenguaje, así como observar los déficits que se originan tras su lesión. Sin embargo, las mismas lesiones en un cerebro en desarrollo parecen producir síntomas y tener un pronóstico diferentes, ya que cualquier pequeña alteración que modifique el programa evolutivo de desarrollo de estas estructuras puede tener consecuencias importantes, sobre todo si incide en períodos críticos. Efectivamente el ser humano parece estar preparado biológicamente para la adquisición del lenguaje desde antes del nacimiento, siguiendo un programa genético bajo la influencia de la estimulación ambiental. De hecho, la especialización hemisférica del lenguaje ya se observa en fetos de 28-30 semanas de gestación, en los cuales el plano temporal izquierdo ya es mayor que el derecho (Wada y cols, 1975). Del mismo modo, en estudios con potenciales evocados auditivos se ha observado que el hemisferio izquierdo es significativamente más sensible al lenguaje que el derecho desde el nacimiento (Mehler y cols., 1995). Entre los 5-12 meses de desarrollo del niño, se ha observado el desarrollo de la atención, la entonación y la imitación facial (hemisferio derecho), lo cual es fundamental para el desarrollo del lenguaje ya que permite al niño adquirir antes el lenguaje y adquirir más vocabulario. También durante el primer año se observa el desarrollo inicial del área de Wernicke que permite el análisis fonémico de las consonantes y vocales. Así como el desarrollo del área de Broca, fascículo arqueado y circunvolución supramarginal, que permiten la repetición ecolálica del niño y el posterior desarrollo de la fonología. La memoria de trabajo, fundamental para posibilitar el procesamiento de mayor información y la creación posterior de estructuras sintácticas cada vez NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 7 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 más prolongadas, comienza su desarrollo alrededor de los 7-10 meses (coincidiendo con la maduración de las áreas prefrontales). Durante el segundo año, se desarrollan las zonas premotoras y prefrontales que permiten la expresión espontánea y la combinación de palabras en secuencias sintácticas. También se desarrollan durante este segundo año las zonas témporo-parietooccipitales que permiten la unión entre sonido e imagen, lo cual facilita los procesos de denominación y la adquisición de vocabulario. De este modo, el desarrollo del sustrato neuroanatómico del lenguaje es un proceso dinámico que comienza en etapas prenatales, continúa hasta la adolescencia y pasa por diferentes períodos críticos donde la estimulación sensorial es fundamental y cada componente del circuito llevaría un ritmo madurativo diferente. De hecho, estudios realizados con niños que perdieron la audición en distintas etapas evolutivas, parecen indicar que el hemisferio izquierdo necesita un período crítico de, aproximadamente, tres años para especializarse definitivamente en el lenguaje (Neville y Bavelier, 1998). Otros estudios han demostrado, también, las repercusiones que tiene sobre la adquisición del lenguaje la interferencia de estos períodos críticos. Niños “ferales” Estos niños han sido privados de contacto humano durante su infancia. La revisión realizada por Skuse (1984) retomaba los casos de 9 niños de estas características. Tras ser encontrados, todos fueron entrenados en habilidades lingüísticas y sólo los más pequeños (≤ 5-6 años) consiguieron un nivel de lenguaje cercano a la normalidad. Dos de ellos, aun siendo pequeños, no obtuvieron mejoría debido a la existencia de lesiones cerebrales añadidas y una tercera niña (Genie) tampoco lo consiguió debido a que ya tenía 14 años. NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 8 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Niños con implantes cocleares En estos estudios se ha observado que en los niños sordos de nacimiento que aprenden el lenguaje de signos, su circuito neuroanatómico destinado al lenguaje oral se termina especializando en el lenguaje alternativo (área de Wernicke y área auditiva secundaria, 42). Tras los implantes cocleares no adquieren el lenguaje y son incapaces de comprender las palabras: la estimulación lingüística auditiva sólo estimula el área auditiva primaria (41), ya que las áreas tradicionalmente implicadas en el procesamiento del lenguaje oral siguen activándose sólo ante el lenguaje de signos. Para estos niños, el lenguaje es un sonido más. Al contrario de lo que ocurre con estos niños, aquellos con implantes cocleares que aprendieron el lenguaje oral antes de perder la audición, no presentan problemas en comprender el lenguaje oral tras el implante y, tanto Wernicke como las áreas adyacentes vuelven a procesar el lenguaje oral como lo hicieron originalmente (Nishimura y cols., 1999). Bilingüismo Los adultos bilingües parecen tener dos circuitos “paralelos”, no solapados, para cada idioma, ya que se han descrito casos de lesiones cerebrales en bilingües en los que un idioma se ha perdido y el otro ha quedado preservado (afasia de los políglotas). Sin embargo, los estudios en niños que aprenden un segundo idioma dentro de los primeros 7 años, han mostrado que en estos casos ambos idiomas están organizados dentro del mismo sistema neural, como si estuvieran solapados (Neville y Bavelier, 1998). NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 9 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 4. IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA Podemos concluir que el desarrollo del lenguaje es un proceso evolutivo complejo donde están implicados códigos genéticos que permiten la migración, diferenciación y selección de las sinapsis neuronales, así como una estimulación sensorial que es clave en determinados períodos críticos (principalmente los tres primeros años). Pero parece que este proceso no es tan específico como se ha considerado en la definición del TEL, y más bien es el resultado de la maduración de este circuito neuroanatómico junto a la maduración de otros circuitos y estructuras que se encuentran implicados en la maduración del lenguaje (y viceversa). Por tanto, este retraso madurativo presente en los niños disfásicos, parece estar afectando al lenguaje y al sistema motor (que es lo más llamativo) pero probablemente esté afectando a otras funciones cognitivas. Por otro lado, la clínica que muestran estos niños hace necesaria una evaluación neuropsicológica que incluya aquellas funciones cerebrales que están relacionadas con el lenguaje, ya que una intervención sobre estas funciones puede repercutir en una mejoría en el desarrollo lingüístico. Tanto la evaluación como la intervención deben ser individualizadas. Para ello se pueden utilizar pruebas estandarizadas: Atención sostenida: prueba de Dígitos (WISC-R), Test auditivo de la “A”, Trail Making Test (parte A). Atención dividida: Trail Making Test (parte B). Interferencia: Test de Stroop. Memoria de Trabajo: prueba de Dígitos (WISC-R). Aprendizaje verbal: Test de Aprendizaje Verbal de Rey, TAVEC, Índice de Memoria de la Escala McCarthy (MSCA). NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 10 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 Aprendizaje visual: Test de la Copia de una Figura de Rey, Memoria Secuencial visual del ITPA, Índice de Memoria de la Escala McCarthy (MSCA). Retención verbal y visual: Test de Aprendizaje Verbal de Rey y Test de la Copia de una Figura de Rey, respectivamente. Praxia Constructiva: Test de la Copia de una Figura de Rey, Cubos (WISC-R), Copia de dibujos y Construcción de cubos (MSCA). Praxia Ideomotora: Imitación de gestos (TIG), Expresión gestual (ITPA), Coordinación de brazos y piernas (MSCA). Gnosia Visuo-espacial: las mismas pruebas que evalúan la praxia constructiva. Gnosia Tactil: Identificación táctil (SBM). Gnosia Auditiva: Secuencia de golpeteo (MSCA), Gnosias auditivo-fonéticas (GAP). Gnosia Digital y Orientación derecha-izquierda: Test GD. Estas son algunas de las numerosas pruebas que pueden ser utilizadas. Sin embargo, habrá ocasiones en las que debido a la corta edad del niño o a la severidad del trastorno, no podrán ser administradas. En estos casos, existen escalas de desarrollo que permiten la observación y puntuación estandarizada de aspectos cognitivos no lingüísticos (Inventario de Desarrollo Battelle, Guía Portage, Batería de evaluación de Kaufman para niños, WPPSI, WISC-R, Escala Bayley de Desarrollo Infantil, Escala de Madurez Mental de Columbia (CMMS), etc.). Aún así, es posible que no pueda realizarse una evaluación completa, por lo que el conocimiento por parte del terapeuta de todas estas escalas, inventarios, tests y pruebas, le permitirá adaptarlas a la circunstancia concreta del niño realizando una observación exhaustiva y un seguimiento de su conducta. NEUROPSICOLOGÍA DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE Mónica Triviño Mosquera Pág. 11 I JORNADAS DE LOGOPEDIA : Trastorno Específico del Lenguaje (Disfasia) Granada, 20 al 23 de Noviembre de 2002 5. BIBLIOGRAFÍA ARNEDO, ML.(2001) “Neuropsicología evolutiva de los trastornos del lenguaje”. En E. Mendoza (Coord.) Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), págs. 67-81. Madrid: Pirámide. CAMBIER, J., MASSON, M. y DEHEN, H. (1996). Manual de Neurología. (6ª Ed.). Barcelona: MASSON. GIL, R. (2001). Neuropsicología. Barcelona: MASSON. HELM-ESTABROOKS, N. Y ALBERT, M. (1994) Manual de terapia de la afasia. Madrid: Editorial Panamericana. LOCKE, J. (1997) “A theory of neurolinguistic development”. Brain and Language, 58, 265-326. MARCOTTE, A. (1990) “Speech lateralization in deaf populations: evidence for a developmental critical period”. Journal of Brain and Language, 39, 134-152. MONFORT, M. y JUÁREZ, A. (1993) Los niños disfásicos. Madrid: CEPE. NARBONA, J. y CHEVRIE-MULLER, C. (2001). 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