La gente hiba a Santa Rosa con el fin de ingresar a la fabrica, llegaban otros individuos de diferentes ocupaciones y posiciones sociales. Especialmente importante era el grupo de los comerciantes, antes de finalizar la primera década del siglo pasado ya pasaban de la veintena entre grandes y pequeños. Entre los que tenÃ−an mejor posición estaban: Victor Gancin, Jose Fuentes y Camerino Z. Mendoza. Además de estos comercios habÃ−an otros establecimientos. También llegaban zapateros, sastres, peluqueros, curtidores y fonderas. Y entre todos estos le daban forma de comunidad habitable a santa rosa, que dÃ−a a dÃ−a crecÃ−a en numero de pobladores y no solo por el importante flujo de inmigrantes. A partir de 1902 la natalidad comenzaba a jugar un papel importante en dicho crecimiento. Las autoridades de Necoxtla, que tenÃ−an colocadas en lo alto de la montaña del mismo nombre sus oficinas, habÃ−an previsto la expansión de santa rosa desde 1898 . En ese año decidieron solicitar al gobierno del estado el traslado de las oficinas de la cabecera municipal a Santa Rosa. Los polÃ−ticos de Necoxtla no aceptaron la sugerencia porque los privaban de los beneficios que recibirÃ−an una vez que la fabrica comenzara a trabajar regularmente. Año con año santa rosa comenzaba a parecer un verdadero pueblo. A partir de 1900 pudieron contar sus habitantes con un palacio municipal de cal y canto construido por la compañÃ−a industrial, dos años después con un cementerio, gracias a que el ayuntamiento compro un terreno que cercaron con alambre de púas, para evitar que el ganado interrumpiera la paz de los difuntos. Para mayo de 1904 los feligreses católicos ya tenÃ−an templo parroquial. En santa rosa como en Rió Blanco, el municipio estaba controlado por el personal de la compañÃ−a industrial y algunos comerciantes locales, durante el bienio de 1905 - 1906 el alcalde fue Enrique Lamic, empleado de la fabrica, y el sindico doctor de la compañÃ−a. La fuerza que les daba participación en la polÃ−tica local a los comerciantes provenÃ−a no solo de su dinero y de sus relaciones con los polÃ−ticos de la jefatura polÃ−tica del cantón, sino de su arraigo en Santa Rosa. De hecho los comerciantes eran los habitantes más sedentarios y, por ende, los más antiguos del pueblo que acababa de nacer. Los forasteros llegaban y sé hiban después de trabajar un tiempo en la fabrica, mas los comerciantes permanecÃ−an durante años detrás de sus largos mostradores de madera, atendiendo a sus negocios y prosperando, Camerino Z. Mendoza, procedente de real del Monte, Hidalgo, era uno de ellos, después de trabajar como escribano en la fabrica se dedico al comercio desde 1902, instalo una tienda de abarrotes que no tardo e ser uno de los establecimientos mas grandes, hombre de talento para los negocios, pronto estableció una pequeña fabrica de refrescos y otra de cervezas, y mas adelante un billar. Este arraigo contrastaba con la movilidad del resto de los pobladores de Santa Rosa. El 30 de noviembre de 1936 por decreto presidencial el pueblo de Santa Rosa fue elevado a la categorÃ−a de ciudad, siendo conocida con el nombre de ciudad Mendoza, en honor al mártir Camerino Z. Mendoza, quien murió en esta cuidad en el año de 1907. 1