CALERAS EN MONTEMAYOR DE PILILLA Llamábamos calera a la cantera que da la piedra caliza, y al horno donde se calcinaba dicha piedra caliza. Hoy sigue usándose este doble significado. ¿Has visto u oído hablar de los hornos caleras? Actualmente están abandonados. Han sido utilizados desde la antigüedad. En el poblado El anexionado a Montemayor de Pililla en el Caño, Año 143, ya había esta calera: Todas todas tienen esta forma: Fue la primera argamasa que se empleó, después del simple barro naturalmente. Y siempre se ha obtenido en hornos calcinadores. Según sea la clase de mineral empleado en el horno, la materia resultante se llama: Nombre Cal grasa................................. % de cal % de arcilla 100 0 Cal fuerte................................ 95 5 Cal hidráulica........................ Cal eminentemente hidráulica Cemento lento (Pórtland)......... Cemento rápido...................... Puzolana................................. 90 78 75 65 20 10 22 25 35 80 Cal dolomítica....................... 55 45% de magnesia. Vamos a analizar la obtenida en los tres cerrales que hay en los alrededores de Montemayor: Aquí se fabricaba la CAL GRASA y era reconocida y cotizada como de muy buena calidad. En esta zona, había entre una y cinco caleras en funcionamiento, en cada uno de términos de: Montemayor y San Miguel del Arroyo, con cantera y caleras, y en La Parrilla y Camporredondo solo caleras. En Portillo y Quintanilla los hornos eran para obtener yeso cuya técnica es distinta. En Portillo primaban los hornos alfareros. Observemos nuestra zona de Montemayor: Está formada por Páramos y laderas de monte bajo, con Pino albar cuyo fruto comestible es el piñón. Pino negral, que sangrándole obtenemos resina. Quejigos, carrascas, sabinas y enebros. De su olivación, limpieza y entresaque se obtiene mucha ramera. La piedra caliza aparece en Riscales, sin otros minerales sobre ella, A pocos centímetros de profundidad. Y la tercera capa son tobizas Donde aparece yeso cristalizado. ¿Cómo eran las caleras? Proporcionan información, Félix Sanz Toral (uno de los caleros de Camporredondo), y Francisco Pérez (El Pito) calero en Montemayor. Se construyen con piedra unos hornos en forma cilíndrica de unos tres metros de alto por dos metros y ochenta centímetros de ancho, y exteriormente se recebará con tierra para facilitar la carga final. Interiormente constan de tres partes bien diferenciadas: Caldera, Encañe y Panera. CALDERA: tiene unos setenta centímetros de hondo (altura), es el lugar donde se quema la leña que ha de oxidar la piedra. ENCAÑE O CIMIENTO: a unos setenta centímetros de alto, hay una repisa de unos diez o quince centímetros de ancho. Es el lugar donde empezarán a colocar las piedras para ENCAÑAR la caldera, y que al finalizar, vista de abajo hacia arriba, tendrá forma cónica, ya que la totalidad conservará la forma cilíndrica que llamaban: PANERA: Se denomina así a todo el borde de la calera. Hoy sólo seguimos viendo su armazón de piedra. Para quemar en ella primero hay que revestirla con tierra refractaria. ¿Como encañaban una calera? Labor artesanal ... Se coloca sobre el encañe o cimiento piedras del tamaño de la mano, llamadas lanchas por ser planas, que van cerrando la bóveda del horno. Es fundamental dejar huecos, pequeños espacios, entre lancha y lancha, por donde pasará la llama del fuego, ya que todo ello hace de chimenea. A partir de la segunda fila las lanchas irán cerrando bóveda, y para lograrlo, junto a la pared del horno, se pondrán piedras de forma especial, llamadas calzos que reduce el diámetro de la calera donde colocar las lanchas y así va cerrando bóveda. Sobre los calzos se colocarán los riscos que deben ser finos y alargados desde el borde de la calera. A medida que vamos superponiendo y cerrando capas, excepto las lanchas, las piedras irán aumentando de tamaño, hasta cerrar plenamente la bóveda, cuyas últimas capas estarán formadas por piedras de cincuenta o más kilos. Y sobre ellas, piedras menudas hasta dar la altura deseada, siendo las últimas del tamaño de nueces o avellanas (dicen los caleros, yo las llamo "menudas") Hay unas cosas que interesa resaltar: 1º. - Toda piedra tiene que "sujetar" para formar el encañado de la calera, y además recibir directamente llama del horno para oxidarse por incandescencia. Para recibir llama es necesario que entre piedra y piedra haya un hueco por donde primero saldrá el humo de la ramera al arder y después pasará la llama, subiendo cada vez más y poniendo incandescentes las piedras. 2º . - La boca de servicio de la calera (puerta de entrada), que tiene aproximadamente metro y medio de altura, a medida que se va encañando, se va tapando y quedando solamente la boca de enroje, que se iniciará con cuatro piedras rectangulares de aproximadamente 30X20X10 centímetros. 3º . - Por la boca de enroje se meterá hornija unas veinticinco o treinta horas, consumiéndose por tanto unas cien o ciento diez cargas de hornija (la carga tiene cinco haces y cada haz venía pesando de 12 a 15 kilos. 4º . - Una calera lleva entre doce y quince mil kilos de piedra, para obtener unos doscientos quintales de cal gruesa (el quintal pesa cuarenta y seis kilos). 5º . - La cal obtenida es el 80 % en peso de la piedra colocada. 6º . - Cada quintal de cal se vendía a pie de calera, por la década de 1930 a 6 Ptas., y en los años 50 a 12 Ptas., y ya a partir de la década de los sesenta no era rentable el oficio de calero, influyendo por un lado la automoción, y la industrialización por otro. Se industrializa esta actividad y se usan hornos con otros tipos de combustión. 7º . - Hay que resaltar que en cada localidad cuatro o seis familias vivían de la calera e indirectamente proporcionaba ingresos a: los carreteros para el transporte de material (años 30 a doce Ptas. por carro; años 50 a 75 Ptas.), y a los olivareros del pinar que hacían gavillas de leña. Las herramientas que usaba el calero eran: Pico, montero, marra, martillo, porrilla, horcón, azadón, orgunero y canastas. Si la mecanización e industrialización han acabado con esta actividad artesanal, y creado nuevas fábricas, Montemayor debiera haber continuado ubicando alguna de ellas. Pero ha sido Portillo con su calera y La Parrilla con la cementera quienes se benefician actualmente de esta actividad. Debemos recuperar tradiciones, sin pretender declarar monumentos a las caleras, pero sí fomentar su conservación y visita turística. Ayúdame a conservar y visitar estos hornos caleras esparcidos por el término. Recopilado para el Concurso Pueblos de Valladolid, organizado por El Norte de Castilla. Autor (texto, fotografía y dibujo): Félix Sanz Guadarrama.