N° 9 (Año I) Marzo 2007 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA ÉPOCA DE LA COLONIA DE LA PROBLEMÁTICA AGRARIA EN NUESTRO PAÍS KATIA MÉNDEZ CAMPOS1 La historia del problema agrario en nuestro país es y ha sido uno de los más críticos por los que han transitado las etapas del desarrollo social, económico y político de nuestro pueblo; fenómeno que expresa formas y maneras controvertidas, desiguales e históricas de propiedad, recorridas por nuestra sociedad mexicana. En México, los problemas agrarios han sido catalogados entre los más sentidos; cuestiones que no sólo han afectado sino, en muchos momentos, determinado el curso de su historia. El problema agrario desde la época prehispánica hasta el México independiente, en la que se constató la mala distribución de la riqueza, así como las diferentes formas de tenencia de la tierra. Una de las principales causas que dieron origen a la pérdida de las propiedades indígenas a manos de los españoles conquistadores, fue tratar de destruir las arraigadas ideas que tenían los naturales por su origen; ya que anteriormente la tierra pertenecía a diferentes personas según su jerarquía o clase. 1 Maestra en Administración. Profesora por Asignatura, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Algunas de estas formas o maneras peculiares de propiedad en la sociedad azteca eran: las del señor o monarca (tlatocalli); propiedades constituidas por las tierras pertenecientes a los pueblos caídos bajo su dominio o conquistados; los (pillalli), que fueron los principales enemigos de los españoles, tenían posesiones que habían recibido por servicios prestados al rey o señor; la perteneciente a los dioses (teotlalpan) propiedad que estaba destinada a sufragar los gastos del culto; y la de los guerreros (milchimalli) tierras destinadas al ejército; dado que con ellas se cubrían los gastos de campaña. "El tipo de propiedad que sucumbió fue la de los Calpullec o tierras de barrio, misma que se le asignaba al jefe de familia para el sostenimiento de la misma, éstas fueron las principales propiedades de las que se apropiaron los españoles debido a que estaban dentro de la ciudad, apropiándose al máximo de los pueblos ya poblados y por consiguiente de sus tierras".2 La propiedad indígena quedó sensiblemente reducida, a pesar de que en aquel entonces existían leyes que establecían que el indígena legalmente era dueño, aunque en la realidad éste era objeto de las más crueles privaciones en cuanto a sus propiedades y persona misma, no importando en lo más mínimo que la ley amparara y tratara de proteger al indígena; así pues, vemos que vanamente se cumplieron las Leyes de Indias en favor de éste. En los albores de la Colonia sólo algunos sectores indígenas conservaron sus propiedades particulares, porque habían sido aliados a los españoles, habiendo sido sus seguros, pacíficos y leales vasallos, pero aún así no estaban del todo exentos en cuanto a su protección ya que prohibían que sus descendientes las heredaran, siendo así una forma insegura de tenencia de su propia tierra. Por cuyo motivo los indígenas, al contrario de los españoles, fueron 2 CHÁVEZ PADRÓN, Martha. El Derecho Agrario en México, México, Porrúa, 1988, pp. 187-188. detentadores de propiedades comunales ya que éstas eran por naturaleza intransmisibles e imprescriptibles, por lo que no se podían vender; siendo lo único que durante esta época pudieron retener amparados bajo la Ley del 18 de Enero de 1552, la cual procuró que los indios tuvieran bienes de comunidad. Cabe señalar que mientras para las propiedades de los españoles no existía límite en cuanto a su extensión en nuestro territorio conquistado, para los pueblos indígenas las propiedades comunales eran de extensión muy restringida, existiendo una gran diferencia entre unos y otros, ya que los españoles eran los privilegiados, los indígenas desposeídos de sus terrenos estaban obligados a pagar tributos y la poca tierra con que contaban no era de ellos pero sí tenían que labrarla sin obtener pago a cambio. El problema del reparto de la tierra fue el objetivo principal que llevó a los indígenas desposeídos a la guerra de independencia, ya que veían a los españoles como los principales causantes de la pérdida de sus propiedades, y debido a que el nuevo gobierno no trataba de solucionar el problema que arrastraba nuestro país desde la época colonial, consistente en la defectuosa distribución de tierras y habitantes. Esta época se caracterizó por la formación de grandes latifundios, existiendo así diferentes tipos de propiedades y propietarios; debido al acaparamiento de grandes extensiones de tierra en manos de una sola persona o institución, la propiedad se dividió en latifundista, eclesiástica e indígena: a) Los latifundios formados durante la colonia española, a manos de los conquistadores y sus descendientes, continuaron subsistiendo en el México independiente; aun reconociendo la política agraria la injusta distribución de las tierras, desvió la solución del problema hacia la colonización de terrenos baldíos, obteniendo como resultado el gran acaparamiento en manos de los que poseían el capital para la adquisición de dichos terrenos. b) La propiedad eclesiástica continuó creciendo al igual que el latifundismo, y mientras se acrecentaban estos bienes en manos del clero más empeoraba la economía nacional debido a que éste apenas sí pagaba impuestos y no cultivaba directamente sus tierras. El gobierno de esta época siguió reconociendo legalmente el poder de la iglesia, aunque existiendo ya algunas discrepancias entre ambos que posteriormente fueron irreconciliables. Culminada la guerra de Independencia, el clero se dedicó a conservar su situación de absorbente privilegio, entrando en pugna política y económica con los intereses del gobierno, siendo la causa de que este poder político y espiritual al sentir amenazados sus bienes terrenales brindara su apoyo a quien le ofreciera mantenerla en el goce de sus prerrogativas y dominio de sus propiedades. c) La mermada propiedad particular de los indígenas, fue un problema que se trató de resolver mediante la expedición de las leyes de colonización del México independiente, proporcionándoles tierras baldías en lugares despoblados bajo las condiciones más hostiles y paupérrimas; sin embargo, estas leyes fueron ineficaces porque no contemplaban la ideología del aborigen arraigado durante siglos al lugar de su nacimiento, cuestión que les impedía conocer y acogerse al beneficio que las leyes de colonización contenían, no llegando a mejorar en nada su condición, pues ni recuperaron los terrenos perdidos ni fueron a poblar tierras para resarcirse de las desposeídas. .