Eugeniu Coşeriu, Omul şi limbajul său, Studii de filozofie a limbajului, teorie a limbii şi lingvistică generală. Antologie, argument, note, bibliografie şi indici de Dorel Fînaru, Iaşi, Editura Universităţii „Al. I. Cuza”, Colecţia Logos, Nº 1, 2009, 465 p. Ya llamada por algunos recensores el evento editorial del año 2009, la aparición del libro El hombre y su lenguaje, de Eugenio Coseriu, realmente constituye un momento de referencia para el conocimiento de la obra del que es considerado hoy en día uno de los mayores lingüistas y filósofos del lenguaje de todos los tiempos. De hecho, el mismo autor de la antología lo afirma desde el principio, en el Argumento: “Si tenemos que decir las cosas tal y como están, hay que afirmar de una manera muy clara que, en el período post-saussuriano, Eugenio Coseriu es la personalidad más importante y más compleja de las ciencias del lenguaje del siglo XX, y su obra, así como también lo decía Mircea Borcilă, siignificó una mutación radical de los horizontes teóricos de la lingüística contemporánea y, como tal, toda una ‘revolución’, mucho más profunda y amplia que cualquier otra, efectuada o sólo producida en este ‘campo piloto’ de las ciencias humanas. Por su conocimiento magnífico de decenas de lenguas clásicas y modernas, por la envergadura de su apertura hacia todo lo que significa cultura, por su visión integral de la lingüística y del lenguaje, visión que también abarca la perspectiva filosófica y que junta la originaridad con la originalidad, la tradición con la novedad, Coseriu no puede ser incluido en ninguna orientación, escuela o corriente que han estado sucesivamente de moda y con las que no hesitó en polemizar, su reproche más frecuente siendo el excesivo estrechamiento de la perspectiva”. A diferencia de la mayoría de los lingüistas, que “se especializan” en un campo u otro de la lingüística, Coseriu enfoca todas las dimensiones de las ciencias del lenguaje. Además, como un auténtico “uomo universale”, él sitúa su propio campo de investigación en perspectiva universal y en conexión con todos los campos del conocimiento y de la cultura: “Hoy en día, la existencia del hombre del Renacimiento ya no es posible, porque, con el tiempo, la cultura se ha desarrollado. En nuestros días, la universalidad del hombre de cultura la da más bien el hecho de que él se realiza en un cierto campo, pero con abertura universal. Se trata de situar el propio campo de conocimiento en esta perspectiva y de entender la conexión con otros campos. Entender, por ejemplo, cuál es la posición del lenguaje hacia el arte, la filosofía, el mito, etc. Si se quiere llegar a una definición del lenguaje, se tiene que investigar su relación con el arte y con la filosofía. Creo que especialmente la lingüística – cuando no se limita a información no esencial – es la disciplina que permite las más perspectivas, porque tiene las más conexiones con la manera de ser del hombre y con todas las actividades humanas, en general. Desde el punto de vista de la universalidad de la cultura, el lenguaje tiene la posición central.” Anişoara-Nina DUMITROV Ramona-Olga POHOAŢĂ El hombre y su lenguaje es la primera antología rumana de la obra de Eugenio Coseriu y también es más compleja que las antologías homónimas – pero con contenido distinto – publicadas en español, alemán, francés e italiano. Dado que Eugenio Coseriu solía colaborar efectivamente en la realización de las traducciones de su obra (mediante adiciones, explicaciones o la adaptación de los ejemplos empleados a la lengua en que se traducía el texto), el autor de la antología rumana recurre a un procedimiento traductológico menos frecuente: una traducción comparativacumulativa que consiste en integrar de manera tácita en la traducción rumana las diferencias que aparecen entre las versiones española, alemana, italiana, francesa e inglesa. Este procedimiento supuso un gran esfuerzo de parte del antólogo y de los no menos de 23 traductores, profesores y estudiantes de las Universidades de Suceava, Cluj, Iaşi e investigadores del Instituto de Lingüística de Bucarest. Comparando las traducciones, Dorel Fînaru ha establecido la versión final de cada variante en rumano, también operando la unificación terminológica necesaria de los textos. El aparato crítico del tomo es amplio e incluye, además del prefacio, una Nota acerca de la edición donde se mencionan: la primera edición de cada estudio, la lista de los trabajos utilizados para la traducción rumana, el tipo de la traducción y los nombres de los traductores. Al final del libro hay una Bibliografía completa Eugenio Coseriu, una Lista de los estudios citados por el autor, un Índice de nombres propios y un Índice temático extenso y detallado, muy útil para los investigadores que enfocan un tema u otro de la creación de Eugenio Coseriu. Hay también muchas notas al pie de página del antólogo, notas que aportan más explicaciones, que indican la bibliografía, que definen ciertos términos y conceptos u ofrecen ejemplos similares del rumano para ilustrar el contenido. La antología incluye 16 textos fundamentales de la obra de Eugenio Coseriu, y su contenido fue establecido junto con el autor en la última edición del Coloquio Internacional de las Ciencias del Lenguaje en la que éste participó (Suceava, 2001). Éste no es el contexto para analizar cada estudio, pero se deben mencionar sus títulos: Lingüística general, teoría del lenguaje, filosofía del lenguaje – págs. 28-35; El hombre y su lenguaje – págs. 36-53; El lenguaje entre physei y thesei – págs. 54-72; Los universales del lenguaje y los universales de la lingüística – págs. 73-111; Signo, símbolo, palabra – págs. 112-134; El lenguaje y el entendimiento existencial del hombre actual – págs. 135-160; Tesis sobre el tema “lenguaje y poesía” – págs. 161166; La creación metafórica en el lenguaje – págs. 167-197; Determinación y entorno – págs. 198-233; Logicismo y antilogicismo en la gramática – págs. 234-254; La lógica del lenguaje y la lógica de la gramática – págs. 255-281; Semántica, forma interior del lenguaje y estructura profunda – págs. 282-293; Más allá del estructuralismo – págs. 294-300; Competencia lingüística – págs. 301-316; No existe el cambio lingüístico – págs. 317-332; Tiempo y lenguaje – págs. 333-354. La Anexa – p. 355) contiene una emocionante Carta de Tübingen, que Eugenio Coseriu envió a Dumitru Irimia con la ocasión de la entrega del título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Iaşi, la primera universidad en la que Eugenio Coseriu estudió. Eugeniu Coşeriu, Omul şi limbajul său, Studii de filozofie a limbajului, teorie a limbii şi lingvistică generală. Antologie, argument, note, bibliografie şi indici de Dorel Fînaru, Iaşi, Editura Universităţii „Al. I. Cuza”, Colecţia Logos, Nº 1, 2009, 465 p. También deben mencionarse los nombres de los 23 traductores del español (Mihaela Pohoaţă, Ramona Pohoaţă, Angela Petriuc, Lavinia Seiciuc, Cătălina Pînzariu, Eugenia Bojoga, Lucian Lazăr, Constantin Dominte, Nicolae Saramandu, Dorel Fînaru), del alemán (Laura Mihăileasa, Ioana Rostoş, Ana-Maria Prisăcaru, Eugen Munteanu), del italiano (Ana Covaciu, Ciprian Popa, Dumitru Irimia), del francés (Nicoleta Moroşan, Dan Stoica, Dorel Fînaru, Florian Bratu, Vasile Dospinescu) y del inglés (Georgeta Raţă, Emma Tămâianu). El autor de la antología lamenta el hecho de que el gran lingüista y filósofo del lenguaje es más conocido en Alemania, España, Italia o el Japón que en Rumanía, donde no se ha traducido ni siquiera un cuarto de su obra. Una solución necesaria sería la acción coordinada de traducir y editar su obra integral en rumano. Ésta antología quiere representar un paso hacia el conocimiento del lector rumano de una obra realmente genial y de impresionante tamaño. La lingüística integral de Coseriu se fundamenta en la propia filosofía del lenguaje, en especial en el concepto de “función significativa”, mediante el que se afirman tanto la autonomía funcional del lenguaje, como sus rasgos primarios: creatividad, semanticidad y alteridad. En este sentido, el Argumento también incluye un microtexto de Coseriu, en su primera versión rumana, llamado Diez tesis a propósito de la esencia del lenguaje y del significado del que citamos algunos párrafos: “El ser humano es el único individuo que trabaja y habla, en el sentido propio de estos términos. Por medio del trabajo, el hombre se construye constantemente un mundo apropiado a su ser físico. En cambio, mediante el lenguaje, se construye un mundo adecuado a su ser espiritual: un mundo pensable (el mundo de la experiencia sensible es representable, pero no es pensable). De este modo, el lenguaje es la apertura de todas las posibilidades culturales del hombre (incluso, el pensamiento discursivo, la ciencia, la filosofía, la poesía). […] El lenguaje se caracteriza por cinco universales, entre los cuales se distinguen tres universales primarios: creatividad, semanticidad, alteridad y dos universales secundarios o derivados: historicidad y materialidad. La creatividad (enérgeia) caracteriza a todas las formas de la cultura. Entre éstas, el lenguaje es la actividad que crea significados, es decir, crea signos con significaciones, y en esto consiste su semanticidad. Estos signos son siempre creados para el otro o, mejor dicho, como perteneciendo desde el principio también al otro, y en esto radica su alteridad. En este sentido, el lenguaje es la manifestación primaria de la alteridad, del ser con el otro característico del hombre. La historicidad resulta de la creatividad y de la alteridad. Esto significa que la técnica de la actividad lingüística se presenta siempre bajo la forma de sistemas tradicionales propios de las comunidades históricas, sistemas que se llaman lenguas: incluso lo que se crea en el lenguaje se crea siempre en una lengua. La materialidad resulta de la semanticidad y de la alteridad. En efecto, la semanticidad es un hecho de la conciencia, pero que no sale de ella. Es decir, para que la conciencia sea realmente para el otro debe estar representada en el mundo sensible por los significantes Anişoara-Nina DUMITROV Ramona-Olga POHOAŢĂ materiales. Es el mismo caso para las otras actividades culturales, cuyos contenidos, se sabe, se constituyen únicamente en la conciencia y deben estar representados en el mundo sensible. Sin embargo, la materialidad del lenguaje es diferente de las otras actividades culturales, puesto que es siempre materialidad específica de una lengua. Lo mismo ocurre en lo que concierne a la especificidad de la historicidad lingüística frente a la de las otras actividades culturales; en este sentido, los estilos, en el arte, no son análogos a las lenguas. Se observará también que el lenguaje es la única actividad cultural definida por dos universales (semanticidad y alteridad), y no por uno solo, y que la alteridad se presenta allí tres veces, por cuanto condiciona la historicidad y la materialidad. […] En el contenido expresado y comunicado por el decir, hay que distinguir designación, significado y sentido. La designación es la referencia a las cosas (estados de cosas, sucesos, procesos) extralingüísticas (o, mejor aún, exteriores a los signos). El significado es la posibilidad objetiva de designación dada en los signos de una lengua. El sentido es la finalidad de cada decir, el contenido propio de un discurso como tal (o de un fragmento de un discurso) […] Es el lenguaje que confiere el ser a las cosas: no es una nomenclatura para clases de cosas reconocidas de antemano como tales. Entendido bien, el lenguaje no crea los entes, sino su ser: los hace ser esto o aquello. Así, el lenguaje no crea los árboles, sino crea su ser árboles”). Finalizamos la presentación de esta antología remarcable con una observación “intertextual” de Dorel Fînaru: “Al estar más allá de moda y tiempo, Eugenio Coseriu es el autor de una obra realmente genial que, según se puede prever, influirá decisivamente y para siempre en la lingüística y en todas la ciencias del lenguaje”. Anişoara-Nina DUMITROV Ramona-Olga POHOAŢĂ Universidad „Ştefan cel Mare”, Suceava