Energía Eléctrica - La planificación, la operación y los modelos En el Reglamento del Mercado Mayorista de Energía, Sección III, ADME, el TITULO V se refiere a MODELOS. El Artículo 34 expresa “El DNC deberá contar con modelos objetivos y auditables para la Programación a Largo Plazo, la Programación Semanal, el despacho diario, el cálculo de precios y el cálculo de transacciones económicas fuera de contratos y liquidaciones. El DNC formulará en Anexos que serán aprobados por el Regulador, la descripción de dichos modelos, datos y características, identificando el o los modelos vigentes a la puesta en marcha del MMEE que serán considerados como modelos aprobados. La ADME deberá suministrar a los Participantes y Agentes del Mercado del Mercado la descripción de los modelos aprobados, garantizando el acceso a una versión ejecutable de los mismos al mínimo costo.” (El subrayado es nuestro) Los modelos aprobados se publican en el Diario Oficial No 26.097 del 20 de setiembre de 2002. Esos modelos son descriptos suficientemente, tomando en cuenta la complejidad de los mismos. Los informes sobre la Programación Estacional, así como las semanales y diarias, etc. se presentan basados en estos modelos aprobados. Desconocemos si se ha puesto a disposición de los Participantes y Agentes versiones ejecutables de los mismos. Llama la atención que en página web de la ADME se incluya el modelo denominado SimSEE que se define como: “Software de Simulación de la Operación del Sistema” y se dispone también de una versión ejecutable. Nada se dice si este es un modelo aprobado por el Regulador. El concepto de Modelo Aprobado es fundamental. Los modelos que, de acuerdo a la reglamentación aplica el DNCU, fijan las reglas de operación del recurso hidroeléctrico que intentan optimizar el uso del recurso aleatorio de los aportes de agua a los lagos y por lo tanto intentan minimizar el costo global de utilización de los recursos de generación. Estas reglas son fundamentales para los participantes y agentes del mercado, tanto actuales como futuros porque es la única manera de contar con reglas transparentes. Además los modelos deben garantizar o por lo menos “transmitir la confianza” de que el recurso más importante de costo variable cero es utilizado de la mejor forma. Nos parece oportuno, sin entrar en detalles, recordar el proceso de los modelos aplicados a la operación y planificación del sistema eléctrico. El primer modelo de simulación se empieza a desarrollar en el año 1965, a partir de una regla sencilla que buscaba la cota de cambio de régimen de hidraúlico a térmico. Se introduce la representación trimestral de la demanda, la representación de la fallas, la representación cada 10 días de los aportes a G.Terra, etc. Este modelo se desarrolla en el centro de cómputos de la FIA y luego se pasa a recursos de computación de UTE, introduciendo, entre otras actualizaciones, los regímenes intermedios de cambios de cota para la operación hidrotérmica y distintas potencias de base térmicas. A mediados de los años setenta se presentan nuevos problemas a encarar: las entradas de Salto Grande y Palmar, intentar reducir las incertidumbres de los costos futuros de generación y responder de esa forma a los requerimientos planteados por la planificación de inversiones, requerimiento que también planteaban los organismos internacionales de financiamiento. Se inician los primeros estudios sobre herramientas de optimización de variables aleatorias. Se contaba con escasos recursos tanto humanos como materiales ya que la capacidad de procesamiento instalada no respondía a las necesidades de estudios de este tipo. Se contrata dentro de uno de los préstamos de un organismo de financiamiento la participación de una empresa consultora de renombre internacional, que entre sus objetivos tenía la responsabilidad de elaborar un programa para la operación y planificación del sistema de generación. A pesar de que objetamos la concepción teórica del modelo que se planteaba por no responder a las condiciones del problema que representa la aleatoridad de los aportes en nuestra región la empresa decidió seguir con el modelo propuesto. Elaboramos entonces, un estudio de planificación con nuestros recursos y se llegó a la conclusión de que con el mismo nivel de incertidumbre y probabilidades de falla las inversiones requeridas según nuestras herramientas representaban un costo 50% menor al plan propuesto por la consultora. Los estudios se retoman a mediados de la década de los ochenta, con términos de referencia más precisos definidos por los técnicos de UTE. Se cuenta además con una capacidad de procesamiento mayor a través del equipamiento del centro de control del DNCU. Resulta entonces el programa realizado en conjunto con EDF a que se hace referencia en la reglamentación. Pero se obtiene un resultado quizás tan o más importante, la formación de una masa crítica de personal capacitado en la problemática que permite seguir con una evolución y mejoramiento continuo, y la elaboración de los programas de mediano y corto plazo que se desarrollaron a continuación, los cuales se encuentran también dentro de los modelos aprobados. Con lo anterior no queremos expresar que no existan o puedan desarrollarse mejores herramientas, de hecho entendemos que, debido a la incorporación de nuevas formas de producción, fundamentalmente el recurso eólico se requiere una reformulación de los programas. Sin embargo no nos parece prudente seguir exponiendo en la página de ADME, un programa que se presenta como capaz de permitir la “optimización del uso de los recursos de generación”, “el manejo de la incertidumbre hidrológica”, “cálculos de precios spot”, cálculos de ingresos de un generador independiente”, etc. a menos que el modelo SimSEE sea aprobado por el Regulador y sea el que se aplique en la planificación y operación del DNCU. No cuestionamos, la validez o calidad del referido programa. Tampoco cuestionamos su difusión y comercialización como producto intelectual. El Regulador debe tener presente que las reglas del mercado eléctrico deben ser transparentes y conocidas no sólo por los participantes del mercado eléctrico, deben también ser conocidas por otros actores como ser políticos, economistas, inversores, etc. y todos aquellos interesados por el tema. Ing. Miguel Oronoz Sirighelli 1 de marzo de 2011