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PROCEDIMIENTO:
Juicio ordinario civil
MATERIA:
Declaración de nulidad
DEMANDANTE:
Centro Juvenil AGES
RUT:
74.574.200-9
PATROCINANTE Y
APODERADO:
Alejandro Romero Seguel
RUT Nº:
8.915.709-9
DEMANDADO:
Instituto de Salud Pública de Chile
RUT Nº:
Se ignora
EN LO PRINCIPAL: Demanda ordinaria de nulidad de derecho público. PRIMER OTROSI:
acredita personería. SEGUNDO OTROSI: Patrocinio y poder.
S.J.L.
Juan Enrique Jara Opazo, estudiante, en representación del Centro Juvenil Ages,
persona jurídica de derecho municipal, ambos con domicilio para estos efectos en HuaraHuara 1731, Las Condes, a US. digo:
Que en la representación que invisto, por este acto deduzco demanda ordinaria de
nulidad de derecho público, de acuerdo a lo establecido por el art. 7° inciso final de la Constitución Política de la República, en contra del Instituto de Salud Pública de Chile (en adelante
ISP), persona jurídica de derecho público, representada por su Director, don Pedro García
A., ambos con domicilio en Avenida Maratón Nº 1000, comuna de Ñuñoa, Santiago, en virtud
de los antecedentes de hecho y de derecho:
EXPLICACION PREVIA
1) El Instituto de Salud Pública de Chile ha generado una situación de manifiesta
ilegalidad, que debe ser subsanada con la declaración de nulidad de derecho público. La
antijurídica acción del ISP, está provocando un abierto desconocimiento del derecho a la
vida de los concebidos y no nacidos, garantizado en nuestro ordenamiento jurídico.
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2) De conformidad a la Constitución, nos encontramos en uno de aquellos casos que
deben ser objeto del control de juridicidad por parte de los Tribunales de Justicia, a través del
ejercicio de la potestad anuladora que se reconoce a la jurisdicción.
I.
ANTECEDENTES DE HECHO
EL ORIGEN DEL PROBLEMA
3) Por resolución administrativa del Instituto de Salud Pública se ha autorizado al
Laboratorio Grünenthal Chilena Ltda., para comercializar el producto denominado
POSTINOR-2. El registro respectivo es F-8527/01 del ISP. Lo anterior, ocurrió no obstante
estar pendiente el fallo de segunda instancia de cuatros recursos de protección, deducidos
por varias ONG, con el objeto de defender el derecho a nacer de todos los concebidos y no
nacidos, cuya vida peligraba por la venta de la denominada “píldora del día después”.
4) El Levonorgestrel 0.75, elaborado por el laboratorio aludido ha entrado hace algún
tiempo en los canales de distribución y se encuentra a la venta de las diversas cadenas de
farmacias, no obstante que la Corte Suprema, en sentencia del 30 de agosto del 2001,
declaró que el aludido principio activo amenaza el derecho a la vida del concebido y no
nacido.
5) Sin perjuicio de otros antecedentes jurídicos que se desarrollan más adelante, se
hace necesario destacar a SS. algunos considerandos de la sentencia de la Corte Suprema,
que ponen de manifiesto que estamos frente a una situación que justifica la declaración de
nulidad de derecho público, que obligue a la autoridad sanitaria demandada a garantizar el
derecho a la vida de todos los concebidos y no nacidos.
6) De un modo concreto, los considerandos de la sentencia del 30 de agosto del 2001,
a la que nos venimos refiriendo son los siguientes:
“4º.- Que el derecho para proteger la vida que tienen los seres que aún se encuentran
en etapa de desarrollo o de gestación y, que culminará en el nacimiento, también se
encuentra entre los fundamentos de la legitimación activa que reclaman los actores, puesto
que como asociaciones propenden a la defensa, protección, cuidado, preservación y
desarrollo del pleno derecho a la vida y el respecto a la dignidad humana desde el momento
mismo de la concepción. Por ello que han podido accionar para obtener, por esta vía
protección constitucional, el retiro de la autorización del fármaco uno de cuyos efectos podría
ser abortivo”;
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“5º.- Que, por otra parte, deben considerarse las disposiciones del artículo 75 del
Código Civil que obliga al juez a tomar por propia iniciativa o a petición de cualquiera
persona, “todas las providencias que parezcan convenientes para proteger la existencia del
no nacido, siempre que crea de algún modo peligra” y las del Pacto de San José de Costa
Rica, promulgado por Decreto Nº873 de 1990 del Ministerio de Relaciones Exteriores,
publicado en el Diario Oficial el 05 de Enero de 1991, que en su artículo 4,1 declara: “Toda
persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la
ley y, en general, a partir del momento de la concepción.”;
“6º.- Que, el fundamento de los recurrentes de protección para invocar la decisión de
los tribunales, es que el Poder judicial ejerza la facultad que le es propia -la jurisdicción- y
resuelva el conflicto planteado, conforme al ordenamiento jurídico vigente.
Al respecto conviene tener presente que reclamada su intervención en forma legal y
en negocios de su competencia, no podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aún por
falta de ley que resuelva la contienda o asunto sometido a su decisión”;
“7º.- Que, desde otro punto de vista, debe concluirse que no se ha recurrido por
sujetos indefinidos y faltos de concreción, seres indeterminados que no podrían
individualizarse para ser considerados titulares de la acción de protección de que se trata.
“En efecto, las acciones entabladas tienen como finalidad proteger a seres en
desarrollo después de la concepción y que en un momento determinado, acabado su
desarrollo intrauterino, surgirá a la vida legal con todos los atributos de las personas el
estatuto jurídico correspondiente les reconoce”.
“Desde esta perspectiva debe admitirse y resolverse las peticiones planteadas por los
recurrentes, pues efectivamente lo que aquí se decida, afectará a muchos no nacidos, en
actual o futura etapa de gestación o desarrollo pre-natal;
“8º.- Que a mayor abundamiento, la legitimación activa sólo requiere que haya seres
concretos existentes que pudieren ser afectados por la acción que denuncia como arbitraria
o ilegal, aún cuando no sepa dónde se encuentran ni se tenga certeza de su nombre y de
ningún otro atributo individualizador”.
“Esto no significa que el Recurso se utilice en el caso presente, como acción popular o
general a favor del orden jurídico, sino como una acción cautelar de derechos subjetivos
concretos; tal como en otros casos, los tribunales han acogido recursos de protección
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respecto de una persona actualmente afectada, pero otorgando protección también a todas
las otras personas afectadas en el presente y en el futuro”.
“Es así que en el caso de una acción ilegal o arbitraria que amenaza un derecho
fundamental, es necesario que la persona titular del derecho sea cierta o probable en el
momento de hacerse efectiva la amenaza. Si el sujeto no existe en el momento de
formularse la amenaza -lo que impide recurrir por cualquiera a su nombre-, pero ciertamente
existirá al momento previsto para el cumplimiento de la amenaza, al sujeto merece entonces
la protección adelantada del derecho prevista precisamente por este recurso de protección,
que contempla explícitamente la posibilidad de proteger contra una amenaza, acción por
definición referida a la existencia del sujeto en el futuro”;
EN CUANTO AL FONDO LA SENTENCIA SEÑALÓ:
7) Por otra parte, en cuanto al fondo de la histórica decisión de la E. Corte Suprema,
conviene transcribir los siguientes considerandos:
“9º.- Que para los recurrentes, la ilicitud constitucional de la autorización para la
fabricación, venta y distribución de la droga Levonorgestrel, radica en que en uno de sus
variados afectos, amenaza la vida del que está por nacer, y además, amenaza la integridad
física y psíquica de las mujeres a quienes se les administraría, pues podría provocarles un
aborto”;
“10º.- Que por otra parte, los recurridos han aceptado que uno de los posibles
efectos del medicamento referido, administrado después de una relación coital sin
protección, es la de evitar el proceso de implantación del óvulo fecundado en el útero
de la madre, lo que ocurre dentro de unos 5 a 7 días después de la fecundación,
puesto que su administración produce una alteración o modificación en la respuesta
del endometrio a las hormonas sexuales, haciéndolo menos apto o impidiendo su
implantación”; (Las negrillas son nuestras).
Más adelante, de un modo concluyente, allí se establece que:
“14º.- Que en consecuencia, lo que debe resolverse es desde cuándo podemos o
debemos reconocer legítima y legalmente la existencia del ser humano, o más bien desde
cuándo corresponde otorgar protección constitucional a la existencia de la vida”;
“15º.- Que el derecho a la vida es la esencia de los derechos humanos, pues sin vida,
no hay derecho.
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El ser humano tiene derecho a la vida y debe estar protegido contra la agresión
que atente contra ella y de exigir, además, de conductas positivas para conservarla”;
(El destacado es nuestro).
“16º.- Que la garantía del derecho a la vida y la protección del que está por nacer
dispuesta por el artículo 19 Nº1 de la Constitución Política de 1980, se encuentra reforzada
por otras disposiciones constitucionales entre las cuales se encuentra el Nº 26 del mismo
artículo 19 al disponer la seguridad de que los preceptos legales que por mandato de la
Constitución regulen o complementen las garantías que ésta establece o que los limiten en
los casos que ella autoriza, no podrán afectar los derechos en su esencia, ni imponer
condiciones, tributos o requisitos que impidan su libre ejercicio; y, el inciso segundo del
artículo 5º de la Constitución, que expresa que es deber de los órganos del Estado, respetar
y promover los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, garantizados por
la misma y por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes”;
“17º.- Que desde la perspectiva señalada se hace evidente que el que está por nacer cualquiera que sea la etapa de su desarrollo pre natal- pues la norma constitucional no
distingue, tiene derecho a la vida, es decir, tiene derecho a nacer y a constituirse en persona
con todos los atributos que el ordenamiento jurídico le reconoce, sin que a su respecto opere
ninguna discriminación”;
“18º.- Que el artículo 55 del Código Civil dice que son personas todos los individuos de
la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición.
Si entendemos que la fertilización es, como es, un proceso continuo que no resulta
separable en etapas o momentos, debemos concluir que el óvulo fecundado o embrión, es
ya un individuo de la especie humana y como tal, digno de protección constitucional y legal
para alcanzar su pleno desarrollo hasta que el nacimiento se produzca, conforme a lo que
dispone el artículo 74 del mismo cuerpo legal”;
“19º.- Que además y confirmando lo anteriormente concluido, los artículos 75 y 76 del
Código ya citado no dejan duda al respecto al disponer que la protección del que está por
nacer comienza en la concepción. El primero de los citados artículos como ya se ha dicho
precedentemente, señala que el Juez adoptará las providencias necesarias para proteger la
vida del no nacido, y el segundo de ellos, señala que esta protección debe darse desde la
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concepción, estableciendo una presunción de derecho para determinar el día u oportunidad
en que se produjo, sin hacer ningún otro cálculo ni descontar tiempo alguno, referido a la
anidación del producto de la concepción ni a ningún otro fenómeno que pudiere producirse
con posterioridad a la fertilización del ovocito por el espermatozoide”;
“20º.- Que cualquiera que hayan sido los fundamentos y consideraciones que tuvieran
en vista las autoridades recurridas para autorizar la fabricación y comercialización del
medicamento denominado “Postinal” con contenido de 0,75 mg. de la hormona de síntesis
Levonorgestrel, uno de cuyos posibles efectos es el de impedir la implantación en el
útero materno del huevo ya fecundado, esto es, del embrión, han incurrido en una
ilegalidad puesto que tal efecto es a la luz de las disposiciones constitucionales,
legales y convencionales analizadas precedentemente, sinónimo de aborto penalizado
como delito en el Código Penal y prohibido aún como terapéutico, en el Código
Sanitario”.
“Por estos fundamentos y atendido lo dispuesto en los artículos 1º, 5º inciso segundo,
19 Nº1 y 26, 20 y 73 de la Constitución Política; 55, 74, 75 y 76 del Código Civil y artículo 4.1
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, llamada Pacto de San José de
Costa y Auto Acordado sobre Tramitación y Fallo del Recurso de Protección de la Excma.
Corte Suprema, se revoca la sentencia apelada de veintiocho de mayo del año en curso,
escrita de fs. 850 y se declara que se acogen los recursos de protección deducidos a fojas
17, 319, 379 y 411, y restableciéndose el imperio del derecho a la vida se declara que se
deja sin efecto la resolución Nº2141 del 21 de marzo del año en curso, del Instituto de Salud
Pública que concedió el registro Sanitario al fármaco denominado “Postinal” y elaborado
sobre la base de la droga “Levonorgestrel”.
EL INSTITUTO DE SALUD PUBLICA Y EL POSTINOR-2
8) No obstante la clara decisión de la Corte Suprema, el Instituto de Salud Pública de
Chile, como se anticipaba, autorizó al Laboratorio Grünenthal Chilena Ltda., la
comercialización del producto denominado POSTINOR-2, que se encuentra elaborado en
base al principio activo Levonorgestrel 0.75 (LNG), tal como consta del Registro ISP F8527/01. Huelga decirlo, pero la única diferencia que existe entre el anticonceptivo de
emergencia prohibido por la sentencia de la E. Corte Suprema y el autorizado comercializar
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por el referido laboratorio es su nombre de fantasía. En ambos casos se trata de productos
cuyo principio activo es la referida sustancia o hormona de síntesis “Levonorgestrel”.
9) Para lo que interesa en esta petición, es inconcuso que la sola circunstancia que el
POSTINOR-2 sea elaborado en base al principio activo Levonorgestrel (LNG) lo convierte en
un producto peligroso, que puede conculcar el derecho a la vida de miles de concebidos y no
nacidos, como lo dejó bien en claro el fallo de la E. Corte Suprema.
10) Como se puede apreciar, el ISP, adelantándose a la sentencia de la Corte
Suprema, procedió a autorizar la comercialización de una píldora que contradice
abiertamente la declaración realizada por la Corte Suprema, fundada estrictamente en
nuestro derecho positivo. Sin embargo, como era de esperar, el ISP no modificó o
reconsideró el permiso de venta de la segunda píldora, cuando nadie discute que su
composición química es también en base al mismo principio activo (levorgestrel 0.75).
La omisión en que ha incurrido el ISP, al abstenerse de actuar en este caso, es grave,
y debe calificarse como una seria contribución al barbarismo jurídico. Resulta inaceptable, a
la luz del contenido fundamental de las garantías constitucionales, que el ISP pueda haber
mantenido durante todo este tiempo la aprobación de la venta de una sustancia que el
máximo tribunal de la República, con los antecedentes aportados por el propio ISP
reconoció como potencialmente abortiva.
11) En toda sociedad civilizada constituye una regla elemental de justicia entender que
los casos semejantes deben recibir una misma solución. Insisto, la única diferencia que
existe entre la píldora prohibida por la Corte Suprema y la autorizada por el ISP es su
nombre de fantasía. Por esto mismo, es absurdo que el ente encargado en nuestro
ordenamiento de autorizar y registrar medicamentos que sirvan para mejorar la salud de
todos los chilenos, se haya abstenido de actuar en este caso, sobre todo cuando la Corte
Suprema le representó expresamente que incurrió en una ilegalidad, al autorizar la
fabricación y comercialización de referido producto.
Resulta corrosivo para el correcto funcionamiento de nuestro sistema jurídico, que el
ISP haya abandonado la clara línea de protección al concebido y no nacido, que nuestra
Corte Suprema reconoció a la luz del ordenamiento jurídico nacional.
II. ANTECEDENTES DE DERECHO
LA PROTECCION JURÍDICA DEL CONCEBIDO Y NO NACIDO
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12) No resulta coherente con nuestro ordenamiento jurídico que, ante la contundente
declaración de la Corte Suprema sobre la peligrosidad que involucra el “levonorgestrel” para
el derecho a la vida del nasciturus, un servicio público descentralizado, como lo es el ISP, no
haya dispuesto -en forma urgente- el retiro del mercado de un producto abortivo. Es evidente
que frente al riesgo que involucra para las garantías constitucionales del embrión humano, el
Instituto de Salud Pública debió proceder a hacer cumplir la legalidad, revocando las
autorizaciones sanitarias concedidas al efecto.
13) Como bien lo sabe SS. la salud y la vida humana en nuestro ordenamiento
tienen el rango de un derecho fundamental, que los órganos del Estado están en la
obligación de respetar, en virtud de lo dispuesto en el art. 5° de la Constitución.
A diferencia de lo que ha ocurrido en las legislaciones de otros países (democráticos
y también de corte totalitario), en el derecho chileno la protección del nasciturus o “concebido
y no nacido” constituye un sello distintivo de nuestro ordenamiento jurídico, desde el
comienzo de la República. Esta opción por la tutela jurídica del concebido y no nacido se ha
visto reforzada en el último tiempo con la sentencia de la Corte Suprema, tantas veces
aludida, que de un modo claro sentó un hito en la protección de los Derechos Humanos. Esta
declaración jurisdiccional pone a nuestro país en un alto sitial, dando una señal alentadora,
frente al encarnizamiento que en otras latitudes han debido enfrentar los embriones
humanos.
14) Efectivamente, el mecanismo protector de la vida sufrió un giro radical en las
últimas tres décadas del Siglo XX. La legislación de distintos países arremetió contra el
estatuto jurídico del embrión humano, para dar paso a prácticas abortivas, llamadas también
con el eufemismo de “interrupción voluntaria del embarazo”. En este radical cambio gran
relevancia tuvo la penosa sentencia de la Corte Suprema de U.S.A., de 1973 (“Rohe v.
Wade”), que reconoció a la mujer el derecho a la libre elección para decidir entre la vida y la
muerte de la indefensa criatura que lleva en sus entrañas.
15) Actualmente, la única diferencia que se puede constatar en aquellos países pro
aborto es la existencia de un límite temporal para que resulte legítimo el ataque contra el
embrión, fijación que por cierto es absolutamente arbitraria y carente del más mínimo respeto
por la dignidad de la criatura humana. Nunca han podido explicar los partidarios de tan
injusto mecanismo por qué se limita para antes o después la agresión contra la vida humana
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que se encuentra en el seno materno.
16) Queremos enfatizar a SS. que la modificación al estatuto jurídico del embrión
humano significó en los países con aborto llevar adelante una profunda reforma a la
legislación que protegía la vida humana del nasciturus. Este cambio normativo nunca se ha
dado en Chile, tal como queda claro del tenor y alcance de las normas que pasamos a
examinar.
EL ESTATUTO JURIDICO DEL EMBRION HUMANO EN CHILE
17) Sin pretender agotar la enumeración de las normas positivas que avalan la
existencia de un estatuto jurídico del embrión humano, en el nuestro ordenamiento jurídico
los preceptos más evidentes son los siguientes:
17.1 En el ámbito del Derecho Constitucional
En la Constitución de 1980 por primera vez se consagró en una carta fundamental el
derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de las personas (art. 19 Nº 1). Lo anterior
no podía ser de otro modo, desde el minuto que la vida humana es la base de los demás
derechos y libertades.
El inciso 2º del art. 19 Nº 1, asegura que “la ley protege la vida del que está por
nacer”, esto es, la vida del nasciturus, embrión o del concebido y no nacido.
Esta norma constitucional le reconoce (no le otorga) al nasciturus la calidad de sujeto
de derecho en nuestro ordenamiento jurídico.
Complementa lo anterior la suscripción de pactos internacionales, como la
Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica,
ratificado por Chile y actualmente vigente. En el artículo 4º Nº 1 de esta Convención se
señala que, “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente”.
La normativa de derecho internacional se debe relacionar con el artículo 5º de la
Constitución, que impone a los órganos del Estado respetar y promover los derechos que
emanan de Tratados Internacionales ratificados por Chile que se encuentran vigentes.
En este orden de cosas se debe citar el DS. Nº 830 (DO: 16 de enero de 1990,
RREE), relativo a la Convención de los Derechos del Niño. El artículo 1º establece que “niño
es todo ser humano menor de dieciocho años de edad”. Los artículos 3.2. y 6 de esta
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Convención ratifican la manifiesta ilegalidad que está incurriendo el ISP en este tema.
Desde otro punto de vista, la actuación del Instituto de Salud Pública está
desconociendo la función esencial que cumple toda Constitución, en cuanto es un límite al
poder. La historia patria más reciente nos ha demostrado –con gran dosis de dolor para
tantos- que cada vez que el Poder Ejecutivo ha conseguido que no opere el límite al poder
que va envuelta la observancia de toda garantía fundamental, el resultado no es otro que la
negación del Estado de Derecho, con secuelas de muerte y destrucción.
17.2. En ámbito del Derecho Civil
El Código Civil en este tema contiene una norma ejemplar, que demuestra
nítidamente la obligación jurídica que pesa sobre nuestros tribunales en la protección jurídica
del concebido y no nacido. El artículo 75 del Código de don Andrés Bello no deja dudas
sobre el particular, cuando dispone que “la ley protege la vida del que está por nacer. El juez,
en consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las
providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido,
siempre que de algún modo peligra”.
Esta regla jurídica es la mejor demostración que el concebido adquiere derechos
aunque todavía no se produzca su existencia civil. Al reconocerse que el concebido y no
nacido es un sujeto digno de protección jurídica, es evidente que ello apunta en forma
natural al derecho a la vida, único “patrimonio” que a esa altura tiene el embrión humano.
A la luz de lo todo anterior, constituye una manifiesta arbitrariedad que la autoridad
sanitaria no haya adoptado medidas para impedir la comercialización de todo producto
elaborado en base al Levonorgestrel 0.75, por constituir una amenaza seria al derecho a la
vida que reconoce nuestro ordenamiento al concebido y no nacido, ya que el mismo ISP
reconoce que la píldora impide o puede impedir el anidamiento del embrión.
La inconstitucionalidad e ilegalidad en que está incurriendo el Instituto de Salud
Pública se torna más grave, si se considera que su conducta va contra una tradición que
supera en centenares de años a la normativa del Código Civil sobre protección del
nasciturus. En efecto, las reglas que regulan esta cuestión ya se contenían en el derecho
romano. Veamos brevemente esta realidad.
Aunque los juristas romanos no llegaron a conocer los aportes de la teoría celular
moderna, ni pudieron contar con la tecnología que hoy día es capaz de mostrar el preciso
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momento en que el óvulo es fecundado por un espermatozoide, su normativa no limitó la
protección de la vida del nasciturus. Para los romanos el hecho de provocar la muerte del
que está por nacer, en cualquier estado de desarrollo en que éste se encontrase, estuvo
sancionado, desde la época del emperador Severo, mediante el crimen de veneficiis (
envenenamiento).
Como las complejas técnicas de aborto existentes hoy aun no se habían
desarrollado, se sancionaba la más frecuente, que era la del envenenamiento. Según nos
dice Mommsen (Dº Penal Romano, t. II, Madrid 1898, p.114 ss.), la Ley Cornelia aplicaba al
envenenamiento con resultado mortal la pena de muerte. Con la misma pena castigaba a
todo aquel que, con el propósito de causar la muerte de otro, daba o preparaba el veneno, lo
vendía o lo confeccionaba. Si el envenenamiento causaba el aborto, la pena que se imponía
era la de confiscación y destierro, salvo cuando se hubiese originado la muerte de la mujer,
en cuyo caso, se podía aplicar hasta la pena capital.
Con el sólo propósito que se cuantifique la envergadura que tiene la actuación ilegal
del Instituto de Salud Pública en la materia que nos ocupa, recordemos algunos de los
preceptos que son los antecedentes remotos de nuestra actual normativa legal sobre la
protección del embrión humano:
- D.48,8,3-Marciano, Instituta, libro XIV: En el capítulo quinto de la misma ley
Cornelia sobre los sicarios y los envenenadores, se castiga al que hubiere hecho, o vendido,
o tuviese, veneno para matar a un hombre; &1. Con la pena de la misma ley es castigado el
que en público hubiere vendido malos medicamentos, o los tuviere para matar a un
hombre. &2. Mas esta adición “veneno malo”, implica que también hay algunos venenos que
no son malos. Luego la palabra veneno es genérica, y comprende tanto lo que está
preparado para sanar como para matar, y aun también lo que se llama amatorio.
- D.48,19,38,5-Paulo, Sentencias, libro V: Los que dan bebida para abortar, o
amatoria, aunque no lo hagan con dolo, son, sin embargo, porque la cosa es de mal ejemplo,
condenados a las minas los de baja clase, y relegados a una isla con pérdida de parte de
sus bienes los de otra más elevada; pero si por ella hubiere muerto la mujer o el hombre,
son condenados al último suplicio.
- D.47,11,4-Marciano, Reglas, libro I: El Divino Severo y Antonino resolvieron por
rescripto, que la que de intento abortó ha de ser condenada por el gobernador provincial a
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destierro temporal, porque puede parecer indigno que impunemente haya defraudado en
tener hijos a su marido.
- D.48,19,39-Trifonino, Disputas, libro X: Escribió Cicerón en su Oración a favor de
Cluencio Avito, que cierta mujer llamada Milesia, estando en Asia, fue condenada como reo
de pena capital, porque habiendo recibido dinero de los segundos herederos se procuró ella
misma el aborto con medicamentos. Pero se resolvió en rescripto por nuestro óptimos
Emperadores, que también si alguna mujer se hubiere hecho violencia en sus entrañas
después del divorcio, porque estaba embarazada, para no procrear hijo a su marido, ya
enemigo suyo, fuese condenada a destierro temporal.
Es interesante observar que estas sanciones penales datan de épocas de
emperadores no cristianos. En cada uno de estos preceptos se puede observar un interés
público de conservar la vida del que está por nacer, sin distinguir, además, el estado de
gestación en que éste se halle.
Otra manifestación de la protección del nonato es aquella disposición que prohibe
aplicar la pena de muerte a la mujer embarazada ni someterla a tormento (D.1,5,18;
D.48,19,3).
Para que se constate la directa conexión entre las fuentes romanas, a que nos
venimos refiriendo, y el derecho positivo nacional en materia de protección de la vida, cabe
recordar que un precepto casi idéntico se contemplaba en el artículo 85 del Código Penal,
que por la reciente derogación de la pena de muerte ha perdido eficacia jurídica, pero no el
valor de persuasión moral, que es el móvil al que se ciñen todos los hombres de buena
voluntad. Conforme a dicho precepto, “no se ejecutará la pena de muerte en la mujer que se
halle encinta, ni se le notificará la sentencia en que se le imponga hasta que hayan pasado
cuarenta días después del alumbramiento”. Esta norma ponía de manifiesto, una vez más,
que en nuestra tradición jurídica el nasciturus constituye una realidad digna de protección,
sin que pueda ser confundido como un mero accesorio de la madre. Si fuera un accesorio,
no habría existido necesidad de esperar al nacimiento para aplicar la pena capital.
No haremos referencia aquí de una serie de textos de juristas en que se afirma una
verdadera equiparación de la condición del que está por nacer y del ya nacido, sobre todo
por lo que se refiere a sus intereses hereditarios, que parecen haber originado la formulación
de la regla CONCEPTUS PRO IAM NATO HABETUR: (Gai. Inst.1,147, D.1,5,7; D.1,5,26;
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D.27,1,2,6; D.29,2,30,1; D.38,16,7; D.50,16153; D.50,16,231).
17.3. En la doctrina de la Contraloría General de la República
La Contraloría General de la República ha dictaminado en más de una ocasión sobre
la titularidad jurídica que nuestro derecho reconoce al concebido y no nacido. En el último
tiempo es contundente lo afirmado por el Dictamen Nº 25.403, de 21 de agosto de 1995. En
dicha ocasión, a propósito del alcance sobre qué personas debían considerarse como
víctima de violación de los derechos humanos, para los efectos de la Ley Sobre
reparación y otros beneficios a los afectados por las violaciones de los DD.HH., declaró que
“la violencia ejercida contra una mujer embarazada en los términos de la Ley Nº 19.123 tuvo
como consecuencia la interrupción de la vida intrauterina, ello constituye a la criatura en
víctima de violación de los derechos humanos y su madre en beneficiaria de las
franquicias de esa ley”.
También debemos recordar la existencia del Dictamen Nº 14.525, del 15 de junio de
1992. En dicha ocasión, frente a una petición del SENAME, apoyándose en el contexto del
ordenamiento jurídico, la Contraloría declaró que el aludido Servicio estaba facultado para
concurrir a la celebración de convenios con el propósito de apoyar o financiar acciones de
protección de los que están por nacer.
LA MANIFIESTA NULIDAD DE DERECHO PUBLICO
EL DECRETO N° 1.222 DE 27 DE DICIEMBRE DE 1996
18) Todas las normas sobre protección de la vida del embrión están en estrecha
vinculación con el artículo 5º de la Ley Orgánica del ISP, que dispone: “Las funciones
señaladas en el artículo anterior deberán ejercerse con estricta sujeción a las
disposiciones legales y reglamentarias relativas a las materias a que se refieren, y de
acuerdo con las políticas, normas, planes y programas generales aprobados por el Ministerio
de Salud.
19) Es evidente que la autorización administrativa de comercialización de un
producto que amenaza la vida de los embriones humanos está viciada de nulidad de derecho
público, ya que deja sin eficacia los derechos constitucionales y legales de todo concebido y
no nacido.
En el caso de la "píldora del día después", hay varios antecedentes de hecho que
revelan de parte del ISP una suerte de ensañamiento con el derecho a la vida del embrión.
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Por citar un dato concreto, SS. debe reparar, entre otros antecedentes, que en el Acta N° 9
de la Comisión de Evaluación de Productos Farmacéuticos, en la sesión del 15 de diciembre
del 2000, cuatro especialistas informaron al Instituto de Salud Pública que no se debía dar
aprobación a la “píldora del día después” (postinal), puesto que dicho producto impediría la
anidación del óvulo fecundado, situación que los facultativos concurrentes con su voto
"estimaban contraria a la legislación chilena, que no permite la interrupción del
embarazo".
A esa negativa se debe sumar una anterior, dada en la década de los noventa, y
firmada por un médico que detentó el cargo de Ministro de Salud de la administración del
Presidente don Patricio Aylwin Azócar, que tampoco permitió la venta de la píldora de
marras, por su comportamiento abortivo, al impedir la anidación del embrión.
LA DOCTRINA DE LOS ACTOS PROPIOS
20) No debe SS. dejar analizar que el ISP autorizó el denominado POSTINOR-2,
contradiciendo sus anteriores decisiones, que habían llevado a no dar el registro por el
comportamiento abortivo. Sin mediar cambio alguno, ha procedido a consumar una abierta
infracción a la doctrina de los actos propios.
21) En un Estado de Derecho los órganos de la administración deben ajustar su
conducta a la buena fe, esto es, deben ajustar su actuación a la regla de conducta jurídica
graficada en la formula latina venire contra factum propium non valet, esto es, “a nadie es lícito hacer valer un derecho en contradicción con su anterior conducta”.
22) Como se sabe, la doctrina de los actos propios es muy antigua, y resulta plenamente aplicable a esta anómala situación. Como lo explica Enneccerus, “a nadie es lícito
hacer valer un derecho en contradicción con su anterior conducta, cuando esta conducta, interpretada objetivamente, según la ley, las buenas costumbres o la buena fe, justifica la conclusión que no se hará valer el derecho, o cuando el ejercicio posterior choque contra la ley,
las buenas costumbres o la buena fe”. (Tratado de Derecho Civil Alemán, tr. 1950, p. 415).
Asimismo, la doctrina comparada sostiene que “El ejercicio de un derecho subjetivo es contrario a la buena fe no sólo cuando no se utiliza para la finalidad objetiva o función económica social para la cual ha sido atribuido a su titular, sino también cuando se ejercita de una
manera o en unas circunstancias que lo hacen desleal, según las reglas que la conciencia
social impone al tráfico jurídico.” (Diez-Picazo, Luis, La doctrina De Los Actos Propios…
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1963, p. 14).
23) La doctrina de los actos propios es una expresión del principio general de buena
fe, y ello obliga a una conducta leal, honesta y con apoyo en la moral. En su dimensión positiva, esto tiene su fuente en el principio de buena fe que informa nuestro derecho. Esta regla
es de aplicación en todos los ordenamientos jurídicos, al ser una emanación del principio
general del derecho que es la buena fe. Así, por ejemplo, en el mundo anglosajón o del
common law, según lo explica el jurista español José Puig Brutau, la doctrina del estoppel es
la regla del derecho anglosajón que por virtud de una presunción iuris et de iure, impide
jurídicamente que una persona afirme o niegue la existencia de un hecho determinado, por
haber antes ejecutado un acto, hecho una afirmación o formulado una negativa en el sentido
precisamente opuesto; pues conforme a este principio, nadie puede contradecir lo dicho o
hecho por el mismo o por aquel de quien se derive su derecho, de un modo aparente y
ostensible, con perjuicio de un tercero que fiado de esas apariencias, producidas intencional
o negligentemente por el responsable de ellas, contrae una obligación o sufre un perjuicio en
su persona o en su patrimonio. (PUIG BRUTAU, José, Estudios de Derecho Comparado. La
doctrina de los actos propios, Barcelona, Ariel, 1951, pp. 104-105).
24) A estas alturas, queremos insistir en que el infundado cambio de criterio del ISP,
no obstante tener pleno conocimiento de su efecto abortivo del levonorgestrel es contraria a
la buena fe, anulando de derecho público el Registro ISP F-8527/01, dado al Laboratorio
Grünenthal Chilena Ltda., para comercializar el producto denominado POSTINOR-2.
25) En el plano de las exigencias particulares, la doctrina de los actos propios tiene
los siguientes requisitos: a) Una conducta anterior relevante y eficaz (conducta vinculante);
b) El ejercicio de una facultad o de un derecho subjetivo por la misma persona, quien al
actuar, crea una situación litigiosa por aparecer una contradicción entre ambas conductas,
atentándose de ese modo contra la buena fe; y c) Una pretensión nacida de la segunda
conducta que, de admitirse repercutiría en los derechos adquiridos por terceros o
causaría daño.
26) No se entiende cómo la autoridad sanitaria pudo cambiar su doctrina, por una
que desconoce el derecho a la vida de los embriones humanos. Una actuación de buena fe,
exigía un mínimo de coherencia, que en este caso no se aprecia donde puede estar. No era
lícito ni jurídico que el servicio público demandado, con pleno conocimiento de las conseC1111-15.ja8 N
pág. 15
cuencias del tantas veces aludido producto, haya dado su autorización de comercialización,
sobre todo cuando se encontraba pendiente ante la Corte Suprema una discusión tan relevante sobre el alcance de las garantías constitucionales de los embriones humanos en Chile.
EL “PRINCIPIO PRO VIDA”, FRENTE A LA PILDORA DEL DIA DESPUES
27) En el ámbito médico científico a la droga en cuestión se le imputan graves repercusiones, especialmente en un país como Chile, que no reconoce ni mínimamente la figura
del “aborto legal”.
Si SS. recuerda la controversia suscitada en nuestro medio sobre este tema, debe
tomar nota que los partidarios de la píldora, para que se autorizara su comercialización, se
limitaban a enarbolar argumentos relacionados exclusivamente con el inicio de la vida humana, es decir, si ésta comienza al momento de la concepción o al producirse la anidación del
óvulo fecundado. El mismo ISP, al informar los recursos de protección, después de admitir el
mecanismo de acción anti-anidatorio de la píldora, trató de justificar su actuación administrativa que en la etapa previa a la implantación del ovocito “no habría vida”.
28) En un Estado de Derecho existe un principio de ética pública que siempre debe
ser aplicado, sobre todo en un caso como éste: ante la posible duda sobre la amenaza de
muerte por utilización de una droga, el Estado debe actuar a favor de la vida. Afortunadamente la Corte Suprema ya acogió el principio, pero el ISP pretende contradecirlo. La ética “del
resultado” ha demostrado que una política pública, cualquiera que sea el fin público que busque la autoridad, no puede hacerse a costa del derecho a la vida del embrión humano. Nuestra historia más reciente en materia de la violación de los Derechos Humanos ha demostrado
las nefastas consecuencias que tiene para tantos inocentes, que los detentadores del poder
se propongan eliminar a un determinado grupo, por razones que a su juicio son de “conveniencia social”. En este caso, se trataría de la actuación más brutal que se puede practicar en
una sociedad civilizada, ya que los embriones humanos no tienen como defenderse por sí
mismos de los ataques químicos abortivos.
29) Desde una perspectiva jurídica, si en la actuación administrativa desplegada para
aprobar la píldora, el ISP tuviera dudas sobre su posible efecto abortivo, es lógico que se
aplique a favor de todos los concebidos y no nacidos un principio “pro vida”. No son los titulares del derecho a la vida (ni sus defensores) los llamados a probar frente que el referido producto no genera un ilícito constitucional. Es el órgano encargado de aprobar el fármaco el
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pág. 16
que, frente a la más mínima duda, debe abstenerse de actuar. Resultaría jurídicamente desproporcionado que se pretenda destruir la presunción “pro vida” que favorece a todos los embriones en nuestro derecho, sobre todo cuando el propio ISP y facultativos vinculados a sus
actuaciones han reconocido posible el efecto abortivo de la píldora. Avala lo anterior las erferencias científicas a que aludiremos más adelante.
30) Dicho de otra forma, no sería admisible que se puedan generar condiciones
inseguras para el derecho a la vida de los embriones, bajo pretexto que algunos científicos
tienen “dudas” sobre las consecuencias de la píldora del día después. Cualquier
cuestionamiento científico debe ser interpretado con un criterio que favorezcan los derechos
humanos, esto es, un principio “pro vida” del embrión humano”. Si para proteger
jurídicamente a los que se estima más débiles el Derecho se reconocido la existencia de los
principios “pro reo” o “pro operario”, no vemos porque en este inédito caso SS. no puede
agregar al catalogo de protección jurídica otro criterio de interpretación, que tutele a la parte
más débil en un procedimiento administrativo de aprobación de una droga.
31) Tal como lo comprobará SS., el ISP ha procedido livianamente en este caso, sin
exigir a los laboratorios que han tratado de comercializar la píldora en Chile antecedentes
técnicos que comprueben que ella no afecta al embrión en su derecho más esencial. Esta insuficiencia tiene una explicación básica: como en la mayor parte de los países donde se realiza la investigación científica de punta el aborto está legalizado, allí los laboratorios que quieren aprobar un producto no necesitan acreditar que este no afectará al embrión. En efecto, al
haber dejado ser el embrión humano en el derecho comparado un sujeto de derecho, a la autoridad sanitaria le da lo mismo que se pueda comercializar una sustancia que prive a nasciturus de su derecho a nacer. Sin embargo, la realidad normativa chilena es otra, y el ISP está
legal y constitucionalmente impedido de dar su beneplácito a cualquier droga que signifique
siquiera una amenaza al derecho a la vida de los embriones. Sólo si existiera el “aborto legal”
se podría liberar a dicho organismo de desplegar una celosa actuación en la protección jurídica del derecho a la vida del que está por nacer.
BREVES ANTECEDENTES SOBRE LA NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO
32) Al enunciar el basamento jurídico de la presente demanda, es necesario referirse
a dos temas de suma relevancia en nuestro derecho público: el principio de juridicidad y uno
de los efectos que derivan de su infracción, la nulidad de derecho público.
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En relación al principio de juridicidad, y sin ignorar los numerosos conceptos elaborados por la doctrina, estimamos acertado citar al profesor Eduardo Soto Kloss, quien define tal
principio señalando -en forma breve pero exacta- que es "la sujeción integral a Derecho de los
órganos del Estado tanto en su ser como en su obrar" (Derecho Administrativo, Bases Fundamentales, Tomo II, pág. 24. Editorial Jurídica de Chile, año 1996). Son múltiples las derivaciones de la idea recién expuesta; una de las más importantes, para el caso que nos ocupa,
es el rol que cumple el principio de juridicidad en el respeto de la supremacía constitucional y,
por ende, de los derechos que la ley suprema garantiza.
33) Uno de los ámbitos en que el principio de juridicidad adquiere enorme proyección
práctica, es el de los actos de la administración. En este sentido, la juridicidad exige que la actuación de los órganos del Estado se sustente en una autorización o habilitación jurídica previa y expresa y, por otra parte, que dicha actuación se ajuste a la forma prescrita por la ley, al
procedimiento -justo y racional- que ésta contempla. Si alguna de estas exigencias es incumplida, el ordenamiento asegura el respeto al principio de juridicidad a través de una sanción:
la nulidad de derecho público.
34) La nulidad de derecho público presenta las siguientes características: opera de
pleno derecho, vale decir, el acto viciado no adquiere existencia alguna en el ordenamiento jurídico, carece de toda validez, aun provisoria. Además, dicha nulidad no puede ser convalidada o ratificada, pues resulta imposible sanear o convalidar algo que jamás tuvo existencia en
el ordenamiento jurídico. Finalmente, la nulidad de derecho público es imprescriptible, pues el
mero paso del tiempo no tiene la aptitud de dar vida a algo que desde un inicio careció de
ella.
35) Como ya se dijo, el fundamento último de la nulidad de derecho público radica en
el respeto a la supremacía de la Constitución, y por consecuencia, de los derechos fundamentales que ella asegura, en este caso para todos los concebidos y no nacidos. De ahí la necesidad de declarar que todo órgano que ejerza potestades públicas se encuentra sometido al
derecho, y de establecer las consecuencias jurídicas que derivan del desacato a ese imperativo. Esta idea encuentra expresa consagración en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política. El artículo 6 de la Constitución establece: “Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella./Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona, instiC1111-15.ja8 N
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tución o grupo./La infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que
determine la ley”. Por su parte, el artículo 7 dispone: “Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma
que prescriba la ley./ Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas puede
atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que
los que expresamente se les haya conferido en virtud de la Constitución o las leyes/ Todo acto en contravención a este artículo es nulo y origina las responsabilidades y sanciones que la
ley señale”.
36) Conforme lo previene el artículo 7 de la Constitución, el vicio del acto administrativo puede originarse en la falta de investidura regular de su autor; en la falta de competencia;
o bien, el vicio puede afectar a la forma del acto (ej. alteración u omisión de trámites, requerir
los que no estén previstos en la ley, etc.). Es evidente que la autorización administrativa de un
producto que amenaza la vida del embrión constituye una desviación de poder que solo es
subsanable con la declaración de nulidad de derecho público.
37) Dicho de otra forma, el ISP no tiene competencia legal para haber autorizado el
registro de productos que amenacen y atenten contra el derecho a la vida de todo concebido
y no nacido. En este punto, el profesor Soto Kloss señala que la falta de competencia se da
en una variada gama de vicios, por ejemplo: ausencia de atribución, ausencia de motivo
(hecho/necesidad pública que mueve a actuar para satisfacerla), errada calificación jurídica
del hecho, error en la apreciación de los hechos, ausencia de razonabilidad en el ejercicio de
la potestad, desviación de fin, etc) ... (op. cit., Tomo II, pág. 24.)
38) Por otra parte, la admisibilidad de la acción de nulidad de derecho público y su
éxito en vía judicial ordinaria es ya cuestión resuelta por nuestra suprema judicatura. Entre
otros casos ya publicados, y con amplísimos comentarios a pie de página que remiten a una
numerosísima jurisprudencia sobre la materia, pueden citarse aquí, a título meramente
ejemplar la sentencia del caso “Sánchez Michea, Luis Humberto con Fisco”, en Revista de
Derecho y Jurisprudencia t. XCV, (1998), 2.5, 114-126; y del caso “Baltra Moreno, Mireya
con Fisco”, t. XCIII, (1996), 2.5, 284-299. Especial mención merece la sentencia del caso
“Inmobiliaria General S.A. con Director Regional de Vialidad VI Región”, contenido en Revista de Derecho y Jurisprudencia t. XC (1993), 2.5, 111–115).
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No hay que olvidar que nuestro ordenamiento constitucional garantiza y ampara de
manera muy clara el derecho a la vida del que está por nacer (art. 19 Nº 1), tal como lo estableció por lo demás la Corte Suprema en la sentencia arriba transcrita.
39) La acción de nulidad de derecho público impetrada mantiene toda su vigencia y
aplicabilidad, tal como lo sostiene el profesor Eduardo Soto Kloss, quien señala: “Pero la
Constitución no se ha contentado sólo con ello; ha ido mucho más lejos en su afán de vincular positivamente a derecho a todos los órganos del Estado y, obviamente, al Estado mismo”.
“En efecto, ha establecido –y es su originalidad, ya desde 1833- una sanción específica para
aquellos actos que contravengan los requisitos de validez que estipulan los incisos 1º y 2º
del art. 7º. Esa sanción es la nulidad, sanción que les afecta ipso iure, de pleno derecho y, consecuencialmente, de modo insanable e imprescriptible”. “Todo acto en su
contravención es nulo; es la propia Constitución la que ha dispuesto esta sanción, sanción
que se produce y opera en el mismísimo instante en que se da en la realidad esa contravención.” “Que sea nulo un acto (“es nulo”) significa que no es tal acto, y no es tal acto porque
ha violado la Constitución al carecer de los requisitos o exigencias dispuestos por ésta para
que exista como acto y acto válido en el Derecho. Es nulo porque se encuentra privado de
aquello que era exigido para su existencia como acto válido jurídicamente hablando, y al
hallarse privado de ello no es algo real, ni activo ni eficiente como acto; a lo sumo será un
hecho, una vía de hecho proprie loquendo. Lo nulo, el acto nulo –como dice el art. 7º inc. 3º
de la Carta Fundamental- es una carencia, algo a la lo cual le falta algo, un defecto, una deficiencia, una ausencia de ser, un no-ser, una ausencia de algo que debía existir y que no
existe, una nada, nullus/nulidad.” (E. Soto Kloss, “Derecho Administrativo. Bases Fundamentales”, Editorial Jurídica de Chile, Tomo II, 1996, p. 182).
40) A mayor abundamiento, ha sostenido la jurisprudencia de los tribunales superiores del país: “Que cualesquiera de los modos en que los decretos se revelaron incompatibles
con la juridicidad –atentado a garantía constitucional y al principio de legalidad (jerarquía
normativa y reserva legal), desvío de poder, vulneración del objeto del acto administrativo, y
prescindencia de la capacidad de los órganos actuantes- trae por sí solo aparejada la nulidad
que la Ley Primera prevé y que a esta judicatura no queda más acatar, descubriéndola con
la fuerza de su irrenunciable imperio.” (Vid. considerando 37° en “Sánchez Michea, Luis
Humberto con Fisco”, Revista de Derecho y Jurisprudencia t. XCV, (1998), 2.5, 123).
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Nótese que esta parte no está ejerciendo acción alguna de carácter patrimonial, ya
que no está exigiendo ni restitución de sumas de dinero, ni reivindicación de bienes inmuebles. Lisa y llanamente se está solicitando la nulidad de un acto administrativo que a lo menos amenaza el derecho a la vida de los concebidos y no nacidos.
VULNERACIÓN DE LA GARANTÍA CONSTITUCIONAL DE IGUALDAD ANTE LA LEY
41) Por otra parte, la situación creada por el ISP, al autorizar la comercialización del
producto tantas veces, ha generado además otra causal de nulidad de derecho público, fundada en la infracción a la garantía de igualdad que reconoce la Constitución en el art. 19 Nº 2.
42) Según el ISP, después del fallo de la Corte Suprema sólo se encontraría prohibido el “postinal”, y no otros productos producidos en base al lovonorgestrel 0.75., como lo es el
POSTINOR-2. Sin embargo, esta tesis no se ajusta a la correcta interpretación que cabe
asignar al art. 19 N° 2 de la Constitución, resultando una exégesis no razonable, excesiva y
antijurídica, además de abiertamente discriminatoria en contra de los embriones humanos,
que han podido ser impunemente afectados en su derecho a la vida por la “segunda píldora
del día después” aprobada por el ISP.
Como se ha señalado aquí reiterativamente, nunca ha estado en discusión que la segunda píldora aprobada está elaborada en base al mismo principio activo: levonorgestrel 0.75.
Pues bien, partiendo de esta realidad, una correcta exégesis constitucional pasa por reconocer que la garantía de igualdad ante la ley (artículo 19 N° 2 de la CPR), no admite la discriminación que el ISP pretende hacer, fundada precariamente en una diferencia de nombre de un
mismo producto químico.
43) Desde otro punto de vista, no es la Constitución, sino el intérprete constitucional,
el llamado a buscar el criterio racional sobre la licitud o ilicitud de las diferencias que en determinadas situaciones se puedan establecer. Corresponde al intérprete constitucional corregir y denunciar lo irracional y arbitrario en materia de reconocimiento de derechos constitucionales, pero sabiendo de antemano que no toda discriminación constatable en la vida jurídica
puede causar un gravamen constitucional. Siguiendo dicha pauta, SS. deberá declarar la nulidad de derecho público, ya que la distinción en que se ha fundado el ISP para seguir manteniendo en el mercado la píldora, no está justificada en ninguna de las consideraciones que
permiten dar un trato diferente a situaciones de hecho. No se entiende como unos embriones
fueron amparados en su derecho a nacer, al prohibirse el “postinal”, y no lo han sido otros de
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la misma naturaleza humana, frente al POSTINOR- 2 del Laboratorio Grünenthal.
CRITERIOS IMPERANTES SOBRE LA GARANTÍA DE IGUALDAD ANTE LA LEY
44) La discriminación que está realizando el ISP, al no proteger a los embriones
humanos frente a la “segunda píldora del día después”, está en abierta contradicción con el
criterio que sobre la igualdad ante la ley mantienen nuestros órganos de control de la constitucionalidad, configurando una hipótesis de nulidad de derecho público.
A modo de ejemplo, en el ámbito del Tribunal Constitucional se ha establecido que,
"la igualdad ante la ley consiste en que las normas jurídicas deben ser iguales para todas las
personas que se encuentran en las mismas circunstancias y, consecuencialmente, diversas
para aquellas que se encuentren en situaciones diferentes: No se trata por consiguiente, de
una igualdad absoluta, sino que ha de aplicarse la ley en cada caso conforme a las diferencias constitutivas del mismo. La igualdad supone, por lo tanto, la distinción razonable entre
quienes no se encuentran en la misma condición...". (Sentencia Tribunal Constitucional, de 5
de abril de 1988, Rol N° 53, publicada en el Diario Oficial de 13 de abril de 1988).
45) Por su parte la Corte Suprema, en reiteradas ocasiones, ha interpretado la garantía constitucional de igualdad ante la ley, consolidando desde hace varias décadas -incluso
bajo la Constitución de 1925- un principio interpretativo que abiertamente riñe con la tesis del
ISP, que no quiere reconocer que está discriminando en el trato a los embriones humanos
frente a la píldora del día después.
46) Por otra parte, la Corte Suprema en el tema de la igualdad ante la ley (artículo 19
N° 2 CPR), ha sostenido la siguiente doctrina: La igualdad ante la ley consiste en que las
normas jurídicas deben ser iguales para todas las personas que se encuentran en las mismas
circunstancias, y que es inconstitucional conceder privilegios o imponer obligaciones a ciertos
sujetos si ello no beneficia o grava a otros que se hallen en condiciones iguales. O sea, la
igualdad supone la distinción razonable entre quienes no se encuentren en la misma condición, lo que no impide que la legislación establezca tratamientos diferenciados para situaciones diversas, siempre que tal discriminación no sea arbitraria ni responda a un propósito de
hostilidad contra determinadas personas o grupos de personas, o importe indebido favor o
privilegio personal o de grupo.
En el mismo sentido anterior, la Corte Suprema ha manifestado: "la igualdad ante la
ley, reconocida en la disposición del N°1, del artículo 10 de la Constitución Política (de 1925),
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significa que toda persona que habite en el territorio nacional está sujeta, en idénticas condiciones, a unas mismas normas jurídicas, para disfrutar de unos mismos derechos, acatando
idénticas obligaciones.
“Esta igualdad jurídica y legal a que alude también el artículo 57 del Código Civil, y
que constatan expresamente otros diversos cuerpos de leyes, no significa que el Poder Legislativo no pueda dictar normas de excepción que, no obstante alterar la regla general establecida para una determinada situación, no vulnera el principio de la igualdad ante la ley, si tal
legislación diferente está llamada a que esas disposiciones sean aplicables a todos aquellos
que se encuentran en condiciones similares". (15 de julio de 1970, RDJ, t. LXVIII, Secc. 2a, p.
253; 25 de noviembre de 1970, RDJ, t. LXVII, secc. 1a., p. 530).
47) Esta doctrina, que es conocida por el órgano público sanitario demandado en autos, ponen al descubierto la tremenda discriminación con que ha tratado por el ISP la vida del
que está por nacer, sobre todo desde que la sentencia de la Corte Suprema protegió la vida
de todo concebido que está por nacer. No hay razón alguna para admitir que el POSTINOR-2 pueda hacer lo que la Corte Suprema impidió para el postinol. Admitir lo contrario, significaría aceptar una discriminación en la igualdad de trato que la autoridad debe perentoriamente a todos los concebidos y no nacidos frente a una misma amenaza a su derecho a nacer.
LAS FACULTADES INVALIDATORIAS DEL ISP
48) Sin perjuicio de manifiesta antijuridicidad en que se ha situado el ISP, se debe
considerar que la nulidad de derecho público que demandamos se hace más evidente si se
repara que el Instituto de Salud Pública no ha procedido a dejar sin efecto la autorización
dada para el POSTINOR-2, haciendo uso de la potestad anuladora o invalidatoria que, para
un caso de esta naturaleza, está facultada y obligada a ejercitar por la jurisprudencia de la
Contraloría General de la República.
49) Tal como lo describe en el Dictamen 44.492, de 20 de julio de 2000, “No es sólo
facultad sino deber de todo Órgano Administrativo el de invalidar sus actos administrativos contrarios al principio de juridicidad. Así resulta de lo expresamente previsto en
los incisos 1° y 2° del art. 6 de la Constitución Política y más aún si se le relaciona con las
normas de los artículos 32 N° 8 y 88 de la Ley Fundamental. Por otra parte, también la consagra, dando aplicación concreta a esas normas, lo prescrito en los arts. 2, 9 y 10 de la Ley
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Orgánica de Bases Generales de la Administración del Estado, todo lo cual condice con gran
parte de la doctrina, como ocurre con la que señala autores tales como Fernando Garrido
Falla, Luis Coscullela Montaner y Ramón Parada y que enfatiza: “Es obvio que el principio de
legalidad obliga a la Administración a reaccionar frente a cualquier de sus actos o actuaciones que contradigan el ordenamiento, acomodándolo a aquél”.
50) Aunque el Dictamen anterior se basta a sí mismo, vale la pena señalar que este
mismo criterio jurisprudencial de la Contraloría se ha venido enunciando de un modo reiterado en el tiempo y algunos de los ejemplos que se pueden citar son los siguiente dictámenes:
14672/ 1961, 2224 / 1967, 16013 /1969, 13592 / 1971, 92080 /1971, 8099 / 1973, 30885/
1992, 10230/1983, 17799 /1990, 3688 / 1992, 16820 / 1993, 2196 /1993, 4922 / 1994, 33926
/ 1995, 19996/1995, 31493/1995, 10819/1997, 35884/1997, 40267/1997, y 46234 /2001.
A la luz de esta doctrina, es inexplicable que el ISP no haya actuado en defensa de
la vida de los embriones humanos, anulando por sí la resolución que ha permitido la venta de
la píldora del día después.
51) De ninguna forma se ajusta a Derecho, que amparado bajo la excusa formal de
una falta de identidad en los nombres de un determinado producto (Postinol/Postinor-2), no
se hayan adoptado por el ISP las medidas para impedir comercializar todo producto que
contiene el principio activo “levonorgestrel” 0.75, resultando nula de derecho público la
autorización concedida en tal sentido al Laboratorio Grünenthal.
El respeto por los Derechos Humanos debió llevar al Instituto de Salud Pública a
adoptar, con celeridad, todas las medidas para dar eficacia a la normativa que protege la
vida desde la concepción, impidiendo que continúe la venta de la “píldora del día después”.
Tal como lo señaló la E. Corte Suprema, “para la tutela de los derechos del embrión humano
no es necesario esperar que existan casos puntuales para que se puedan adoptar las
medidas del caso”.
LA NECESIDAD DE LA NULIDAD DE DERECHO PUBLICO
52) Frente a la triste actuación de la autoridad sanitaria, les corresponde a los
tribunales de justicia hacer prevalecer la legalidad vigente en materia de protección de los
derechos del embrión humano, obligando al Instituto de Salud Publica de Chile a enmendar
el manifiesto error jurídico en que está incurriendo.
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La necesidad de la nulidad de derecho público parece la única solución razonable,
sobre todo cuando existe un corpus normativo que no deja dudas que nuestro ordenamiento
jurídico se concede a la vida, desde el instante mismo de la concepción, sin discriminar si el
embrión se implantó en el útero.
La autoridad sanitaria se ha puesto en una situación límite en la interpretación y
aplicación de la legalidad vigente, con clara repercusión en la protección de los Derechos
Humanos. Su error radica en no querer entender que la Constitución y demás normas
citadas protegen el derecho a la vida de todo embrión, sin limitación alguna.
Para no caer en un absurdo jurídico, evitando la pérdida de la vida de tantos
inocentes, se hace necesario una declaración de nulidad de derecho público, que señale
prontamente al Instituto de Salud Pública de Chile el correcto sentido de las normas
jurídicas, que de facto está desconociendo, a través de una serie de acciones y omisiones
que han permitido la comercialización de la “píldora del día después”.
*************************o**********************
III. REFERENCIAS CIENTIFICAS
53) Sólo con el objeto de ilustrar a SS. en la terminología científica que surge en este
tema, conviene hacer referencia a los conceptos elementales.
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Definiciones
• Anticoncepción: impedimento a la fecundación
del óvulo
• Aborto: interrupción del embarazo o del
proceso de desarrollo del huevo fecundado,
embrión o feto
• Contracepción: termino que incluye además del
efecto anticonceptivo la prevención del
embarazo antes de la implantación (“ventana
de 7 días”)
• Glasier, New Engl. J of Med. , 1997
El término Contracepción es de extraordinaria importancia para comprender qué son
los anticonceptivos de emergencia ( en lo sucesivo AE). Es un término muy usado en la literatura anglosajona con un significado que va desde ANTICONCEPCIÓN originalmente y últimamente incluye también el aborto de preimplantación.
POSIBLES MECANISMOS
DE ACCIÓN DE LA AE
•
•
•
•
IMPEDIR OVULACIÓN
IMPEDIR ESPERMIGRACIÓN
IMPEDIR FECUNDACIÓN
IMPEDIR TRASPORTE
OVULAR
• IMPEDIR IMPLANTACIÓN
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Si examinamos el Gráfico de Tasas espontáneas de Concepción de Wilcox Observaremos que de los embarazos que se producen en relaciones sexuales realizadas en los 5 días que anteceden a la ovulación, el 83% ocurren ya sea en el día de la ovulación o en los 2
días previos, siendo esos 3 días los de más alta probabilidad de fecundar en el ciclo femenino. Cada uno de esos 3 días de alta fecundidad tiene una probabilidad cercana al 30% de
que se produzca un embarazo en caso de una relación sexual. Sólo el 17% de los embarazos restantes ocurren por relaciones sexuales realizadas con anterioridad a esos 3 días.
Tasa de Concepción diaria desde 5 días antes de la
Ovulación
0,4
Tasa diaria de Concepción
0,35
Wilcox: N Engl J Med. 333(23), 1995.1517-1521
0,3
0,25
0,2
0,15
0,1
0,05
0
-5
-4
-3
-2
Dias ante s de la Ovulación
-1
0
Otra información sobre la fertilidad de los distintos momentos del ciclo femenino se
encuentra en un estudio de fertilidad espontánea realizada por la OMS en 5 naciones. Ahí
observamos con más detalle el mismo fenómeno de alta concentración de embarazos en los
días periovulatorios.
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PROBABILIDAD DE EMBARAZO POR FASE DEL CICLO Y DÍAS DESDE EL “DÍA PEAK”
Fase del Ciclo
Días en Relación No de Ciclos No de
Probabilidad de
al Dia Peak
con R. Sex Embarazos Embarazo
PREPEAK
Moco Adherente
Moco Adherente
DP–4 o antes
DP–3 a DP-1
81
6
2
3
0.024
0.500
Moco Lubricativo DP–4 o antes
Moco Lubricativo DP–3 a DP-1
17
22
6
12
0.353
0.546
DIA PEAK
DP= 0
9
6
0.667
POSTPEAK
POSTPEAK
POSTPEAK
DP+1
DP+2
DP+3
18
44
112
8
9
10
0.444
0.205
0.089
Fuera Período
Fértil
6158
22
0.004
TODOS
6167
78
0.012
World Health Organization, Task Force on Methods for the Determination of the Fertile
Period A prospective multicentre trial of the ovulation method of natural family planning. III.
Characterisctics of the menstrual cycle and of the fertile phase Fertility and Sterility, 40 (6),
1983. 773-778
Para comprender la amplitud del término “Contracepción Postcoital de Emergencia”
leamos lo que dice Glasier:
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Definición de (Contracepción)
Postcoital de Emergencia
• “Uso de una droga o dispositivo para
evitar el embarazo después de una
relación sexual”
A. Glasier (New England Journal of
Medicine, 1997)
“Anticoncepción” Postcoital de
Emergencia
• Método Yuzpe (Levonorgestrel + Etinil Estradiol)
• Levonorgestrel sólo (LNG 0.75) *
• Inserción de DIU durante 5 días siguientes a
R.Sexual no protejida
• RU 486 (Mifepristone)
• Danazol
* El más usado en la actualidad
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ADMINISTRACIÓN
de LEVONORGESTREL
1 TABLETA ORAL de 0,75 mg. cada
12 horas dentro de las 72 Horas
siguientes a la Relación Sexual no
protegida hasta completar 2 tabletas
Landgren, (1989):
Farmacodinamia
• N= 10
• Peak: (16 nmol/ml): 2 horas
• T1: 14.5 horas (8.5 – 18.5)
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Mecanismos de acción LNG
• Efecto supresor de espermigración
• Efecto anovulatorio
• Efecto anti implantación
• Efecto post implantación
J. Lavalleur Obstetrics and Gynecolog Clinics of North America, 2000
G. Hewitt Obstetrics and Gynecology Clinics of North America, 2000
C. Wellbery Arch Fam Med, 2000
R. Rivera Am J Obstet Gynecol, 1999
A. Glasier N Eng J Medicine, 1997
L. Speroff Clin Gynec Endocrin and Infert. Fifth Edit, 1994
Opinión de los expertos
A Glasier NEJM 1997
V Hanson Cont Ob Gyn 1996
L Cheng Cochrane Database (2001)
R Rivera AJOG 1999
J Lavalleur O G Clin N Am, 2000
• Mecanismo de acción de LNG 0.75 “Day after
Pill”:
– Supresión de la migración espermática
– Efecto anovulador
- Supresión de la función del cuerpo lúteo
– Evita la implantación
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LNG: INTERFERENCIA EN EL
TRANSPORTE ESPERMÁTICO
LNG potente actividad inhibitoria de fusión
óvulo-espermatozoide mediante Glycodelina A
(GdA). Se presume intervenga en transporte
espermático
Mandelin E, Koistinen H, Koistinen R et al. En
Hum Reprod 1997 Dec; 12(12):2671-5
•Implante LNG (NORPLANT) demora 3 ds en
alterar el 73% del moco cervical, a los 7 días lo
altera en 90%
Dunson Tr, Blumenthal PD, Alvarez F et al.
En Fertil Steril 1998 Feb;69(2):258-66
ANALISIS DEL EFECTO ANTI IMPLANTACIÓN DEL LNG
54) Los trabajos de Wu y cols. sobre el efecto del LNG en el endometrio de preimplantación sugieren impedimento de la receptividad endometrial a la implantación ovular. Posiblemente este efecto se logra por disminución de las proteínas de reconocimiento intercelular presentes en la ventana de implantación. La disminución afecta a las subunidades de expresión de Integrinas alfa 1 y 4.
Mifepristone and LNG on Human
Endometrium (Preimplantation)
Wu J, Chen J, Xu R et al.
Sexuality and Reproductive Health. Recent Advances ,
Future directions. Chander PP, Van Look PFA edit. New
Delhi, New Age International Publishers, 2001, 143 - 148
LNG disminuyó subunidades de expresión de
Integrinas alfa 1 y 4 (proteinas de
reconocimiento intercelular en ventana
implantación)
Sugieren impedimento receptividad
endometrial a la implantación ovular
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55) La ciencia, desde hace más de una década, dispone de los elementos diagnósticos que permiten demostrar la existencia de un embrión humano en su etapa de preimplantación, en la ventana de 7 días que va entre fecundación e implantación. Una sustancia inmunosupresiva, el Early Pregnancy Factor (EPF) (tipo de proteína específica del embarazo producida por el huevo fecundado), aparece en el suero de la mujer embarazada
48 horas después de la fertilización. La función de esta notable sustancia es “avisar” al
endometrio que no rechace la implantación del huevo, lo que debería ocurrir ya que la composición genética de las células del embrión es diferente a la de la madre.
56) Además de producir precozmente sustancias que le son propias como el EPF,
actualmente sabemos que el Genoma humano ya está activado en etapas anteriores a lo
previamente conocido por la ciencia. Así se detectan diferencias en la tasa de crecimiento
entre zigotos XX y XY inmediatamente después de la fertilización como expresión de genes
ligados al cromosoma Y. Ha sido posible detectar transcriptos SRY en embriones humanos
desde la etapa de una célula, lo que confirma que desde el momento de la fecundación el
embrión humano se expresa biológicamente como un nuevo ser vivo, diferente de sus padres para siempre.
57) Demostrar que el LNG incluye un efecto anti anidatorio del huevo humano fecundado no es asunto que ofrezca mayor dificultad. De hecho, basta con preguntarse qué
sucede cuando el LNG se administra después que el óvulo ha sido fecundado. Ya no cabe
acción anticonceptiva, puesto que la concepción se realizó. Aunque bastaría que se privara
de la posibilidad de implantación a un solo embrión para considerar el LNG 0.75mg. como
abortivo, y por ende, se trataría de un producto que viciaría de nulidad de derecho público el
registro dado por el ISP, como ocurre en este caso. Como se explicaba, el comportamiento
anti anidatorio ya ha sido reconocido por la autoridad sanitaria en Chile, desde el gobierno
del Presidente Aylwin en adelante. En el últimos tiempo prueba esta realidad el acta Nº 9 de
la Comisión de Evaluación de Productos Farmacéuticos, que obra el poder en Instituto de
Salud Pública de Chile (Sesión del 15 de diciembre del 2000). También fue reconocido tal
circunstancia por el ISP en los informes a los recursos de protección (Fojas 124 de los autos,
en relación al considerando 10º de la sentencia de la Corte Suprema, transcrito en el
punto 7) de esta demanda).
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58) Veamos un ejemplo de lo anterior. Suponiendo una relación sexual en el día de
la ovulación, la fecundación se podrá realizar unas 7 horas después del acto. Se necesita sólo 1 minuto para que los espermatozoides alcancen el lugar de la trompa uterina donde se
encuentre el óvulo y unas 7 horas de capacitación de los espermatozoides para que uno de
ellos quede en condiciones de penetrar hasta el óvulo y fusionarse con él. A su vez, una vez
administrado el LNG se necesita de unas 2 horas para que llegue a su concentración sanguínea máxima, lo que no significa que su plena acción tisular se alcance necesariamente en
ese mismo tiempo. El tiempo transcurrido entre la relación sexual y la administración del
LNG 0.75mg. determina la eficacia con que esta hormona impide la fecundación o la implantación de un huevo humano fecundado. Antes de 24 hrs. = 95%, 24 - 48 hrs. = 85% y 48 72 hrs. = 58%. Hipotéticamente, de acuerdo a lo anterior, para lograr una potencial acción
anticonceptiva que impidiera la continuación del proceso de capacitación y fertilización se
necesitaría que la mujer ingiriera la droga en las horas inmediatas a su relación sexual,
siempre que esto ocurriera antes de la fecundación. Al menos, en las mujeres violadas y particularmente en las adolescentes con relaciones sexuales ocasionales, esto sería casi imposible de obtener.
59) El total de embarazos que se producen espontáneamente se podrían ordenar
arbitrariamente en cuatro grupos, cada uno de ellos con aproximadamente 25% de las gestaciones totales. Según el momento del ciclo femenino en que se produjo la relación sexual
estos 4 grupos serían los siguientes: embarazos del día de la ovulación, de 1 día antes de la
ovulación, de 2 días antes de la ovulación y de más de 2 días previos a la ovulación.
La posibilidad de que el LNG actúe como anti anidatorio se dará con mayores probabilidades en las siguientes circunstancias:
a) Grupo en que la relación sexual ocurre en el día de la ovulación (25% de los embarazos) y el LNG se administra después de 7 horas;
b) Grupo en que la relación sexual ocurre en el día previo a la ovulación y el LNG se
administra después de 24 horas;
c) Grupo en que la relación sexual ocurre 2 días antes de la ovulación y el LNG se
administra después de 48 horas;
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d) Grupo en que la relación sexual ocurre antes de la ovulación y el LNG no logra un
efecto anticonceptivo sobre la ovulación o la fertilización del óvulo estando a tiempo
para ello.
60) Conviene a SS. considerar que el LNG 0.75 mg. contiene 50 veces la cantidad de
LNG de una píldora “anticonceptiva” de uso diario (minipíldora) y varias veces la dosis
de los “anticonceptivos” de uso cíclico. Es una dosis muy poderosa, que como cabe esperar
produce síntomas de importancia: cefalea intensa, vómitos, mareo, etc.
Parece significativo que el grupo de trabajo de la OMS que se preocupa del LNG como
AE se llame Task Force on Postovulatory Methods. Con esta denominación está expresando claramente que la intención es que esta droga ejerza su acción cuando la fecundación
ya se haya realizado, y por consiguiente se realice su efecto anti anidatorio, que sabemos en
Chile esta tajantemente prohibido.
61) De los párrafos anteriores podemos concluir que el LNG administrado como AE posee un mecanismo múltiple de acción: efecto anovulatorio parcial, efecto supresor parcial de
la migración espermática y de la capacidad fertilizante de los espermatozoides, efecto supresor parcial de la función del cuerpo lúteo (anti nidatorio indirecto) y efecto anti anidatorio directo. Todo lo cual está respaldado por los análisis realizados sobre la literatura científica
disponible realizados por Glasier, Rivera, Lavalleur, Hewitt, Wellbery y el importante texto de
Endocrinología Ginecológica Clínica de Speroff.
62) El efecto anti anidatorio del LNG 0.75mg. en la AE, por lo anteriormente expuesto
está definitivamente reconocido. Esa acción constituye un aborto. Sin embargo, diversas autoridades del campo de la salud han declarado que para ellos el aborto se produce cuando
se atenta contra la vida del embrión ya implantado en el útero, situación que en Chile sabemos no puede ocurrir, desde la vida humana se protege desde la concepción, y no desde la
implantación. El considerando 17º de la sentencia de la E. Corte Suprema del 30 de agosto
del 2001 no pudo ser más elocuente: “17º.- Que desde la perspectiva señalada se hace evidente que el que está por nacer -cualquiera que sea la etapa de su desarrollo pre natalpues la norma constitucional no distingue, tiene derecho a la vida, es decir, tiene derecho a
nacer y a constituirse en persona con todos los atributos que el ordenamiento jurídico le reconoce, sin que a su respecto opere ninguna discriminación”.
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Por lo anterior, en nuestro derecho no es lícito dejar sin protección al embrión durante un lapso de 7 días, que se extiende desde el momento en que se funden las membranas
del ovocito con el espermatozoide fecundante (iniciando una nueva vida humana).
SEMÁNTICA CIENTIFICA EN RELACIÓN AL TERMINO ABORTO
63) Debemos advertir a SS. que por intereses de todo tipo, se ha buscado modificar
jurídica y culturalmente el concepto de aborto, para crear artificialmente una zona de desprotección para los embriones humanos. Esta realidad explica porque en la literatura científica
no es infrecuente que para referirse a la muerte de un embrión humano no siempre se califique tal acto de aborto. Aunque la literatura es abundante en esta presentación semántica de
las cosas, un buen ejemplo de ello se encuentra en el trabajo de Glasier, que ha llegado a
decir que “la prevención del embarazo antes de la implantación es contracepción y no aborto. La intervención dentro de 72 horas después de la relación sexual no puede ser considerada aborto porque la implantación no se realiza hasta por lo menos 7 días después de la
ovulación y el huevo sólo es capaz de ser fecundado por 24 horas”. Sin embargo, es útil reparar que Glasier no oculta que la Contracepción de Emergencia incluye no sólo la anticoncepción sino que también el impedimento de la implantación.
64) La desinformación sistemática y el reduccionismo semántico que interesadamente algunos han querido sembrar, han permitido que en otros países los embriones humanos
sean privados de sus derechos fundamentales, sosteniendo los precursores de la “cultura de
la muerte” que “según la literatura científica los AE no son abortivos”. Esta argumentación
constituye una falacia, construida arbitrariamente para que los enemigos del género humano
cuenten con una zona de impunidad que les permite realizar todo tipo de acciones contra el
embrión, sosteniendo que antes de su implantación “no habría nada”.
Afortunadamente este intento fue rechazado por la Corte Suprema, dejando en claro
que en nuestro ordenamiento la protección de la vida del embrión opera desde el instante
mismo de la concepción, tal como lo expone con todo vigor el considerando 17º de la sentencia de la E. Corte Suprema, del 30 de agosto del 2001.
Por último, para la suerte de tantos embriones humanos, en Chile no se ha dado un
cambio legal que en otras latitudes ha permitido dar rienda suelta a una auténtica carnicería
humana y de brutal atropello al derecho más esencial de todo ser humano. Seria lamentable
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que por la vía de una simple resolución administrativa en nuestro país se deje sin eficacia el
estatuto legal y constitucional ya explicado, frente a la “píldora del día después”.
Conclusiones (1)
• LNG usado en período fértil inhibe la ovulación
en 18% - 28% y altera la ovulación en 33% 41%
Diámetro Folicular =o > 18mm. (día O o –1) sin
efecto Anovulatorio
• LNG alcaliniza flujo endouterino desde 7 hrs.
post ingestión. Efecto dura 48 hrs.
SUPRIME ESPERMIGRACIÓN
• LNG : desde < 7 hrs. a 14 hrs. postovulatorio
INEFECTIVO
Conclusiones (2)
• La acción anticonceptiva del LNG dependerá
del momento del ciclo femenino y del tiempo
trascurrido entre la R. Sexual y la ingestión
del LNG
• Existen circunstancias en que el LNG actuará
necesariamente evitando la implantación del
huevo fecundado
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Conclusiones (3)
• LNG produce importantes alteraciones en
endometrio que impiden la implantación en
caso de que se haya fecundado el óvulo antes
de administrarlo
• LNG disminuye proteínas de reconocimiento
intercelular en ventana de implantación
• La administración de LNG postfecundación
del óvulo es indiscutiblemente abortiva
• La evidencia médica y bioestadística sugiere
fuertemente que el efecto anti implantación
existe y es importante
LNG: MECANISMO DE
ACCIÓN
• Efectos múltiples anticonceptivos y
antinidatorios
• Si fracasa el mecanismo anticonceptivo o si
se aplica después de la fecundación se
impide la implantación del huevo
fecundado:
ABORTO de PREIMPLANTACIÓN
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BATALLA SEMANTICA
• DESDE 1964: EMBARAZO SE DEFINE
ARBITRARIAMENTE A PARTIR DE LA
IMPLANTACIÓN DEL HUEVO FECUNDADO
• DEFINICIÓN DE ABORTO IDEM.
• TERMINO CONTRACEPCIÓN DEJA DE SER
SINÓNIMO DE ANTICONCEPIÓN, AHORA
COMENZARÁ A SER ANTICONCEPTIVO +
ABORTIVO EN SEMANA DE
PREIMPLANTACIÓN
AHORA PODEMOS
COMPRENDER:
• QUE SE DIGA EN LAS PUBLICACIONES
SOBRE LNG QUE SU MECANISMO DE
ACCIÓN ES CONTRACEPTIVO PERO NO
ABORTIVO
• QUE: “En teoría, el método post coital más
efectivo para Contracepción de Emergencia
sería aquél que inhibe la implantación,
porque evitaría el embarazo en cualquier
etapa del ciclo que se use, incluso después
de la ovulación.” A. Glasier NEJM, 1997
POR TANTO;
A US. SOLICITO: Tener por deducida en juicio ordinario acción de nulidad de derecho
público, en contra del Instituto de salud Pública de Chile, acogerla a tramitación y en definitiva
declarar:
1°) Que son nulos de derecho público los permisos o resoluciones dictadas por el InsC1111-15.ja8 N
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tituto Público de Chile, materializadas en el registro ISP F-8527/01, que ha permitido la venta
o comercialización de la “píldora del día después”, elaborada en base al principio activo
Levonorgestrel 0.75 (LNG).
2º) Que los actos administrativos que aprobaron la comercialización de la “píldora del
día después” son nulos de derecho público, por contravenir el derecho a la vida del que está
por nacer.
3°) Que se condena en costas a la parte demandada.
PRIMER OTROSI: Sírvase SS. tener por acompañada la documentación que acredita mi personería para actuar en representación del Centro Juvenil AGES.
SEGUNDO OTROSI: Sírvase tener presente que designo patrocinante y confiero poder al
abogado don Alejandro Romero Seguel, patente al día, domiciliado en Santiago, calle Isidora
Goyenechea N° 3250, piso 12, comuna de Las Condes.
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