LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL DESARROLLO ECONÓMICO DE JAPÓN: LECCIONES PARA MÉJICO La educación superior ha sido uno de los pilares que ha posibilitado a Japón alcanzar alguna de sus metas de desarrollo económico. Si bien en un principio (s. XIX) sus sistema educativo universitario se construyó a partir del modelo de la universidades europeas, en la actualidad ha adquirido su propia identidad. En Méjico, sin embargo, con un sistema educativo y de educación superior inmaduro, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XX (verdaderamente no empezó a despegar hasta la década de los cuarenta), las metas de desarrollo económico no se han podido alcanzar, después de decenios de ensayos tanto en el modelo de desarrollo económico como en política educativa. Al igual que Japón, el sistema educativo mejicano, en particular el del nivel superior, que tomó por ejemplo a las universidades europeas y en algunos casos a las estadounidenses, habrá de definir el papel que ha de desempeñar en la consecución de las metas socioeconómicas del país. Si bien en ambos países se realza el papel de las universidades, éstas no habrán de enfrentar los mismos problemas. Así, en Japón, la finalidad política educativa es coadyuvar las metas económicas del gobierno para superar en definitiva la recesión económica y recuperar el lado humano del desarrollo. En Méjico, por contra, se persigue vincular a toda costa a las universidades con el sector privado, a fin de que contribuyan a alcanzar las metas de productividad, competitividad y eficiencia, las cuales coadyuvarán a que el desarrollo económico muestre un rostro más humano y permita obtener los mejores dividendos de la participación de Méjico en los diversos mercados del mundo: Se busca la corresposabilidad Estado−Empresas y la mejora de los individuos y las familias. 1