Proyectos PPD del GEF/PNUD producen artículos atractivos de uso personal y general Por Alberto D. Pérez (ONU/Cuba). Fotos: Pablo Massip LA HABANA.- Una creciente variedad de artículos y productos de uso personal y hogareño se inscriben ya en los resultados de proyectos patrocinados por el Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF) en Cuba y dirigidos a la protección y conservación del medio ambiente, mediante su programa de pequeñas donaciones (PPD), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En Cuba, dice Fabio Fajardo, Coordinador Nacional del Programa PPD-GEF/PNUD, se está logrando un creciente fondo de los más diversos artículos, que serán incorporados a un Catálogo que prepara la región de América Latina y el Caribe para mostrar algunos de los resultados del trabajo de cooperación. En la mayor de las Antillas, la protección de la palma “Copernicia giga” en dos comunidades en la oriental provincia de Las Tunas ha permitido la extensión de plantaciones y la utilización de sus hojas para la fabricación artesanal de carteras, bolsos, sombreros, pajillas para asientos tradicionales, escobas y artesanías decorativas. Según Fabio Fajardo, el éxito de los proyectos para la promoción de esta palma ha permitido abrir fuentes de trabajo para la mujer y generar ingresos adicionales para las cooperativas y las comunidades donde éstas se asientan. Otros productos incluyen miel de abejas orgánica –un producto limpio sin contaminantes químicos de ningún tipo—, lograda en la comunidad de Victorino, provincia de Granma; jabones –fabricados en la Comunidad de Macambo, San Antonio del Sur (Guantánamo)--, y esponjas de mar, en la comunidad costera de Carahatas, Villa Clara, dice el funcionario del PNUD/GEF. Agrega Fabio Fajardo que se trabaja actualmente –en el marco de proyectos PPD-GEF/PNUD en curso-- en mini-industrias locales para la producción de bioinsecticidas que se logran a partir del árbol del Nim y en el envasado de frutas y vegetales obtenidos mediante la agricultura orgánica. Y no sólo la agricultura. Afirma que la “siembra” en el mar de esponjas se desarrolla con mucho éxito en la comunidad de Carahatas, costa norte de la central provincia cubana de Villa Clara. Estos invertebrados demuestran ser muy útiles para confeccionar artículos para las tareas del hogar. Todas estas actividades, dice el Coordinador Nacional, no sólo constituyen jalones en la tarea de la protección del medio ambiente, sino que, a la vez, se traducen en fuentes de empleo productivo para las comunidades, que ven así multiplicar sus ingresos y el bienestar de sus habitantes. Pub. 4 de Septiembre / 2009