diversidad

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“SER MADRE, SER PADRE
EN LA DIVERSIDAD”
GUIA DE APOYO PARA MADRES, PADRES y FAMILIARES DE PERSONAS
HOMOSEXUALES, BISEXUALES y TRANSEXUALES
Diversidad Sexual Incluyente, A. C.
GUIA DE APOYO PARA MADRES, PADRES
y FAMILIARES DE PERSONAS HOMOSEXUALES,
BISEXUALES y TRANSEXUALES
Esta es una publicación de Cuenta Conmigo Diversidad Sexual Incluyente A.C.
www.cuentaconmigo.org.mx
tuapoyo@cuentaconmigo.org.mx
2012. Cuenta Conmigo, Diversidad Sexual Incluyente A.C.
Guía de apoyo para madres y padres
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“Por una sexualidad libre de estigma
y discriminación en las familias”
Me llamo María del Refugio. Tengo tres hijos varones: a sus 19 años, el menor de ellos nos informó a su papá y
a mí que es homosexual. En ese momento me vi enfrentada a lo que yo sospechaba tiempo atrás. Me inquietaba,
sobre todo por mi desconocimiento sobre el tema. Me di cuenta que mi hijo me enviaba señales que yo no quería ver
y en ese momento de lo único que estaba segura era del gran amor por él.
Me angustiaba cómo iba a ser nuestra vida a partir de ese momento con familiares y compañeros de trabajo.
En fin, me di cuenta que no sabía nada sobre esta condición. Lo que necesitaba era información que me orientara.
Así empecé a buscar literatura y lugares donde pudiera recibir orientación. Por suerte encontré el grupo de madres,
padres y familiares coordinado por Cuenta Conmigo, donde un grupo de psicólogas proporcionan la orientación que
necesitamos.
En Cuenta Conmigo inicié un proceso que ahora, después de asistir cada sábado a sus reuniones, me ha permitido entender que la orientación sexual de mi hijo es tan natural como cualquier otra y que mi hijo fue la razón
para que yo superara esta ignorancia, y al mismo tiempo, mis miedos y culpas; y ahora esté en condición de vivir con
tranquilidad y orgullo junto con mi hijo.
Introdución
Enterarnos que un hijo/a o un familiar es homosexual, lesbiana, bisexual o transexual crea un gran impacto emocional. Nuestros sentimientos y emociones
son realmente muy fuertes y confusos.
En muchos casos, no sabemos qué significan estos términos y/o tenemos una serie de prejuicios
hacia ellos. Sucede entonces que las expectativas que
teníamos hacia dicho familiar se derrumban pues toca
aspectos de nuestra propia sexualidad, de lo que hemos
aprendido y entendido de ella, de nuestra forma de ver
la vida, de lo que sabemos y conocemos que es ser hombre, lo que es ser mujer; incluso cuestiona lo buen padre
o madre que somos. Si bien, cada caso es diferente y
aunque nuestras reacciones sean diversas, todas y todos
tenemos miedo, preocupaciones y preguntas básicas
acerca de qué está pasando con nuestras/os hijas/os.
Por ello, aún la mayoría de las madres y padres vivimos una crisis emocional y familiar al enterarnos, por
cualquier medio, que nuestro hijo/a es homosexual,
lesbiana, bisexual o transexual. Algunas veces reaccionamos con enojo, otras con silencio, sin saber qué decir
o hacer. Otras más, alejándonos y rechazando a nuestro
hijo/a o, peor aún, con reacciones más violentas como
golpes o correrlos de la casa porque sentimos que nos
defraudaron, que nos desilusionaron y porque no podemos entender el “cambio” en esa persona que creíamos
conocer o porque creemos que con eso pueden cambiar.
Esta guía ha sido elaborada por mamás y papás que
hemos pasado por situaciones parecidas a las tuyas, al
enterarnos que nuestras/os hijos/as son homosexuales,
lesbianas, bisexuales o transexuales. Es un primer paso
para apoyar y acompañar a madres, padres y otros familiares en este camino que emprenden y sepan que no
están solos/as y comprendan mejor la crisis que están
viviendo en la familia.
Lo que encontrarás en las siguientes páginas son las
preguntas que nosotros/as nos hicimos, más otras que,
vimos, son comunes con otros padres y madres que han
llegado a Cuenta Conmigo donde todos/as compartimos nuestras experiencias y testimonios.
De las cosas que me preocupó muchísimo, fue cómo se lo diría a mis amigos, familiares o vecinos. Pensé:“van a
decir que no soy tan buena madre como parecía”, “todos le van a hacer burla”, “nos van a tener lástima”, “cuando mi
jefe se entere, me va a correr del trabajo o me va a hacer la vida imposible”, “si es cierto y sale del clóset voy a vender
la casa y me voy a vivir con él donde nadie nos conozca”, “le voy a decir a su hermana que está en toda la libertad
de no hablarle para evitarse vergüenzas”.
Alma, 52 años
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Guía de apoyo para madres y padres
¿Por qué es homosexual?
¿Qué puedo hacer?
¿Quién tiene la culpa?
¿Se podrá curar o se le quitará algún día?
¿Se infectará de sida?, entre otras.
Además en esta guía te explicamos términos como
sexualidad, sexo, género, relaciones afectivas y eróticas,
orientaciones sexuales, homosexualidad, bisexualidad,
transexualidad, homofobia, salud sexual. Todo esto con
información científica y sin prejuicios que te ayudarán
a comprender de mejor manera por lo que nuestros/as
hijos/as o familiares y nosotros/as mismos/as estamos
pasando.
Nuestra intención es que te sientas acompañada/o
para lograr un bienestar para ti y tu familia. Siempre tendrás la opción de acudir con nosotros/as a un espacio en
el que te comprendemos, te escuchamos, no te juzgamos y te esperamos con los brazos abiertos.
¿Qué hice mal? ¿Quién tiene la
culpa?
La mayoría de las madres y padres nos sentimos culpables cuando nos enteramos que nuestro hijo/a es gay,
lesbiana, bisexual o transexual. Esto se debe a que nos
han dicho y hemos aprendido que nosotras/os debemos
ser formadores de “buenos hombres y mujeres”, y que
somos responsables de su comportamiento. Nos inquieta, asusta y perturba pensar que no les dedicamos
el tiempo suficiente, que les dejamos solos/as, que les
hizo falta la figura materna o paterna, o que fuimos una
madre o padre dominante, ausente o sobreprotector/a.
En fin, miles de ideas y teorías llegan a nuestra mente,
aunque de algo estamos claras/os: nosotras/os nos
Cuando mi hijo nos compartió su orientación
sexual fue muy difícil y doloroso. Mi esposa y yo nos
llenamos de terror y preocupación. Me desplomé y un
sentimiento de culpa se apoderó de mí. No sentí rechazo hacia él, solamente una ira contra mí, porque
pensé que era culpable de la homosexualidad de mi
hijo. De pronto llegaron a mi mente imágenes de las
agresiones, burlas y vejaciones de las que son objeto
los homosexuales y que yo mismo hacía. También me
sentí culpable al pensar que tal vez fallé como padre
y la angustia de creer que fue víctima de una violación
en su niñez. Finalmente esta noticia me golpea como
un boomerang en la cara. Mi educación fue tradicional: rechazaba a los homosexuales y festejaba los
chistes despectivos sobre ellos. Pero amo tanto a mi
hijo que pude cambiar mi forma de pensar y de ser.
Ramón 48 años
sentimos culpables de la orientación de nuestros/as hijas/os.
Puede ocurrir que en la confusión buscamos un
responsable con quién compartir la culpa; podemos concluir que seguramente el carácter o los hábitos de nuestra pareja o de alguna persona con quien nuestro hijo/a
tuvo mucha relación influyeron en su orientación sexual.
Es común que en las parejas -y peor aún en el caso
de padres divorciados- se den pleitos y acusaciones mutuas para buscar quién es él o la responsable. Por supuesto, esto lo hacemos para sentirnos menos culpables.
Las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales
o transexuales existen en todo tipo de familias, con
diferentes antecedentes y comportamientos, por lo
que no se puede afirmar que determinadas conductas o
estructuras familiares (mamás solteras, padres estrictos,
abuelitas consentidoras, matrimonios con hijos/as
únicos, ser educado/a solo por mujeres o solo por hombres, etcétera) definan o tengan influencia en la orientación sexual o en la identidad de género de los hijos/as.
La homosexualidad “no se pega”, ni nadie puede ser
educado para tener una orientación sexual específica.
Nuestros/as hijos/as no cambian al compartirnos su homosexualidad, bisexualidad o transexualidad. Lo que cambian son nuestras expectativas. Es una oportunidad para construir mejores relaciones
con nuestra familia con amor, respeto e inclusión.
Atentamente
Grupo de Madres, Padres y Familiares de Cuenta Conmigo
Guía de apoyo para madres y padres
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Si fuera el caso, no habría personas homosexuales
con padres, madres y hermanos/as heterosexuales.
Lo que hace que surjan todas estas ideas absurdas es
la poca difusión sobre lo que realmente es la sexualidad
y la poca información que nos llega es desvirtuada y está
llena de prejuicios. Así, vamos creyendo ciertas cosas
erróneas sobre nuestros comportamientos sexuales y las
vamos tomando como ciertas cuando en realidad no lo
son.
Es necesario tener claro que ningún padre, madre u
otra persona puede influir ni es responsable de la orientación sexual de las hijas/os. La orientación sexual, no
es una decisión, es una condición humana relacionada
con los afectos y el deseo erótico.
¿Por qué me lo dijo?
Algunos padres y madres consideramos que
habría sido mejor no enterarnos de la homosexualidad, lesbiandad, bisexualidad o transexualidad de nuestras hijas/os. Pero, ¿no nos hubiéramos enterado en
cualquier otro momento?
Tomemos en cuenta que las señales que reciben las
niñas y los niños durante su desarrollo magnifican y sobrevaloran el amor heterosexual (entre un hombre y una
mujer). Entonces, ser homosexual, lesbiana, bisexual o
transexual es valorado en forma negativa. Esto provoca una inmensa presión que muchas veces genera que
los niños/as o jóvenes se sientan y se crean “desviados”
llevándolos a vivir con culpa por ser quien son, a
construir una doble vida para disimular o que nadie se dé
cuenta, a establecer relaciones de riesgo; o al aislamiento, la soledad, depresión e incluso pensar, intentar o
cometer suicidio.
Al darnos esta noticia, nuestro hijo/a está compartiendo algo muy importante de su vida, está sincerándose, está abriendo su corazón y su confianza al diálogo,
seguramente, después de un proceso de años que tuvo
que atravesar para compartir su orientación sexual.
Esta es una oportunidad para acercarnos a nuestro/a
hijo/a, de conocerlo/a con mayor profundidad, de compartir y darnos la posibilidad de reconocer la diversidad
y fortalecer la relación familiar. Ya que desconocerlo/a,
ignorarlo/a o rechazarlo/a solo generará separación y
una brecha en nuestra relación afectiva que podemos,
en cambio, fortalecer y desarrollar con amor.
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Guía de apoyo para madres y padres
¿Qué es la Sexualidad?
Lo que tradicional y erróneamente nos enseñaron
sobre sexualidad es la causa de las discriminaciones
hacia la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI).
Nos dijeron cosas como que la sexualidad comienza en
la pubertad, que no está bien hablar de ello, que solo
es cosa de adultos, que solo es entre hombre y mujer, y
para la reproducción. Son una serie de mentiras con las
que nos educaron y nos enseñaron a juzgar la vida, a los
demás… incluso a nosotras/os mismos/as.
Por ello, a menudo se reduce y confunde a la
sexualidad con el sexo.
LA SEXUALIDAD expresa el conjunto de experiencias corporales, sensaciones, emociones, ideas ligadas
a nuestros genitales, a toda nuestra identidad. Es decir,
a quienes somos en los papeles, las funciones, las actitudes y las actividades que nos marca la cultura y la
sociedad en que vivimos. La sexualidad es mucho más
amplia y compleja de lo que nos enseñaron.
Abarca varias dimensiones: A) Sexo, B) Reproducción, C) Género (asignación, identidad, roles) D) Vinculaciones Afectivas y E) Erotismo. Conceptos que se
explican a lo largo de esta guía.
A) El SEXO, es el conjunto de características físicas
y biológicas que se heredan, incluye los cromosomas, los
genes, las hormonas, los genitales internos y externos,
entre otros. Es lo biológico: con lo que nacemos. No determina la identidad de género, ni la orientación sexual.
Se nos enseña que solo existen dos sexos:
Macho-Hembra. Sin embargo no es así, en el sexo
también hay diversidad. Existe la Intersexualidad (personas que presentan simultáneamente características
anatómicas de ambos sexos, pues el sexo es un continuo
donde macho y hembra son los extremos y entre éstos
existe una gran variedad biológica, muchas veces no visible en los órganos sexuales externos, pero presente en
los genes, las hormonas y las gónadas.
El sexo es tan solo un elemento más de la sexualidad, no es el único, ni el que la determina. El sexo tiene
que ver con el cuerpo y con sus formas.
De reducir la sexualidad a lo biológico es que hemos aprendido que está asociada primordialmente a la
B) REPRODUCCIÓN, siendo ésta, otra dimensión, muy
importante como las demás, pero es solo una dimensión
más de la sexualidad. En ella intervienen también aspectos culturales. Abarca: sentimientos, ideas, sensaciones
y decisión sobre el hecho de ser o no padre o madre.
¿Por qué es homosexual, lesbiana
o bisexual?
A los 19 años de edad mi hijo me manifestó que
es homosexual. Ya tenía cierta información respecto del tema, así que lo asumí con cierta tranquilidad.
Sin embargo existían varias dudas y temores debido a
que, con exactitud, no estaba enterado de cuáles eran
los mecanismos tal vez biológicos, psicológicos, sociales, familiares, que hubiesen producido tal efecto en su
personalidad y de alguna manera me sentía con cierta
preocupación y ansiedad debido a no saber qué decirle
y cómo actuar.
Edmundo, 54 años
Es común creer que nuestros hijos/as son homosexuales, lesbianas o bisexuales, porque fueron influenciados, siguen una moda, porque quieren castigarnos,
están confundidos, molestos/as con nosotras/os o por
simple rebeldía.
Estas ideas se basan en la falsa creencia de que
ser homosexual, lesbiana o bisexual se elige, o que
puede ser inducido. Ni las personas homosexuales,
lesbianas y bisexuales, por supuesto nuestros hijos/as,
ni nosotras/os, ni nadie elegimos nuestra orientación
sexual. Por tanto, ellos/as no se “convierten” en homosexuales, lesbianas o bisexuales. Solo pensemos por un
momento quién se levanta un día y dice “hoy quiero ser
homosexual, lesbiana o bisexual,” enfrentar a la familia,
salir a la calle y vivir ofensas, críticas, señalamientos, rechazo, golpes… y más.
Al considerar a la homosexualidad como diferente y
anormal, se hace con frecuencia la pregunta ¿qué causa
la homosexualidad? Cuando también se tendría que preguntar ¿qué causa la heterosexualidad? Pues, aún hoy
en día no se tiene una explicación científica que afirme
y sostenga el origen sobre ninguna de las tres orientaciones sexuales, ni las basadas en la genética, en lo hormonal, en lo social, en los cromosomas, por ejemplo.
Es decir, hasta el momento no se sabe bien a bien
las causas de la heterosexualidad. SÍ LEÍSTE BIEN, de
la heterosexualidad. ¿Qué hace que una mujer se sienta
atraída erótica y afectivamente por un hombre, o qué
un hombre se sienta atraído erótica y afectivamente por
una mujer? No se sabe. Tampoco se sabe qué hace que
un hombre se sienta atraído erótica y afectivamente por
otro hombre o una mujer por otra mujer. Se considera
que es la combinación de varios factores.
Lo que sí sabemos es que no siempre la homosexualidad se ha castigado, ni visto como anormal, sino
todo lo contrario. Hay muchas culturas y momentos en
la historia en la que la homosexualidad ha sido una forma
de vincularse con el conocimiento, con el cosmos y con
la vida misma.
Guía de apoyo para madres y padres
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¿Se podrá curar o se le quitará
algún día?
Muchas madres y padres albergamos la esperanza,
sobre todo si nuestros hijos e hijas se encuentran en
la adolescencia, que su “comportamiento” obedece a
problemas de identificación personal, que pueden estar
experimentando con su sexualidad o quizá sufrieron
una fuerte decepción amorosa. La realidad es que no es
posible que cambie lo que siente y hacía quién lo siente,
pues no depende de su voluntad.
Existe la conocida Terapia Reparativa o de Conversión basada en la idea errónea de que la homosexualidad es “un desorden mental” y que “pueden
cambiar la orientación sexual del o la paciente”. En 1990
y 1997 la Asociación Americana de Psicología (APA)
recomienda tener cautela con esta terapia, ya que detectaron riesgos muy grandes en quienes intentan cambiar
su orientación sexual porque puede causarles depresión,
ansiedad y autodestrucción (comportamientos suicidas)
ya que no es una enfermedad ni desorden mental.
La idea errónea de que la homosexualidad es un
desorden mental surge cuando se reduce la sexualidad a
la reproducción y por ende se le limita solo entre hombre
y mujer.
Necesitamos ser muy cuidadosos/as con el tipo
de institución o profesional que esperamos atienda a
nuestros hijos/as. Llevarlos/as con psicólogos que nos
aseguran que pueden ‘curarlo/a’, a retiros religiosos o
de vacaciones “para que se le olvide”, puede causarles
conflictos emocionales mayores.
La homosexualidad, al igual que la heterosexualidad
y la bisexualidad no son ninguna enfermedad. Las
orientaciones sexuales tienen que ver con nuestros
enamoramientos y con nuestro deseo erótico. El amor
no es una enfermedad.
Sabías que…
El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de
la Salud (OMS) reconoce que la homosexualidad no es
una enfermedad y la suprime de su lista de
enfermedades.
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Guía de apoyo para madres y padres
Las Orientaciones Sexuales
Por las ideas equivocadas que nos han enseñado sobre la sexualidad es que existen muchos prejuicios hacia
la homosexualidad. Por ejemplo: que son promiscuos,
abusadores, quieren ser de otro sexo, son muy creativos, son buenos estilistas y una serie de cosas que se les
atribuye como si la homosexualidad fuese un perchero al
que se le puede colgar cualquier cosa.
En realidad la Orientación Sexual es la atracción
erótica y afectiva de una persona hacia otra/s. Nada
más. No se elige, no se decide, así como no decidiste
ni elegiste tu orientación sexual. Recuerda ¿cuándo
fue la primera vez que sentiste atracción por una persona?, ¿qué edad tenías? ¿qué sentiste? Seguramente
te sucedió en la infancia o adolescencia y sentiste
nervios, emoción, cosquilleo, las llamadas “mariposas en
el estómago” como nos ha sucedido a los y las demás.
Ahora la pregunta más importante: ¿Decidiste sentir esa
emoción, cosquilleo, esa atracción? ¡No!, no lo decidiste,
sucedió, pues de igual manera les sucede a las personas
homosexuales y bisexuales.
Las 3 orientaciones sexuales identificadas hasta
ahora son: homosexual, heterosexual y bisexual. Dependiendo del sexo/género de ambas personas que sienten
atracción se sabe de cuál orientación sexual es. A saber:
1) La Homosexualidad: (del griego homos que significa igual o mismo) Sentir atracción erótica-afectiva
por personas de mi mismo sexo/género.
También se le llama gay a un hombre que siente
atracción erótica y afectiva por otro hombre. Y lesbiana a la mujer que se erotiza y enamora de otra mujer.
Estos términos son resultado de una forma de sentirse
orgullosas/os de quiénes son y de permitir su visibilización para la inclusión.
Sabías que...
En la antigua Grecia las prácticas homoeróticas
eran una forma de enseñar y conocer al otro (a).
2) La Bisexualidad: (del latín bi que significa dos
o ambos). Sentir atracción erótica-afectiva por los dos
sexo/géneros. Lo cual no significa que se mantengan
relaciones con un hombre y con una mujer al mismo
tiempo.
La decisión de relacionarse con dos o más personas al mismo tiempo, no tiene que ver con la
orientación sexual sino con una decisión, precisamente,
con la de relacionarse con dos personas al mismo tiempo. En nuestra sociedad lo hacen las personas de cualquier orientación sexual.
El problema no es relacionarse erótica y afectivamente con dos o más personas al mismo tiempo, sino
la falta de honestidad, el romper con los acuerdos establecidos en la relación y no tomar en cuenta los sentimientos de las personas con las que nos relacionamos.
Si esto es consensuado es una manera más de vincularse
afectivamente y es válido.
3) La Heterosexualidad: (del griego hetero que
significa ‘diferente’) Sentir atracción erótica-afectiva
por personas del sexo/género diferente al mío. La idea
de que esta orientación ‘debiera ser la única’ o que es la
‘natural’ se debe, nuevamente, a una mirada sobre la
sexualidad restringida a la reproducción. Para reproducirnos sí se requieren gametos de macho y hembra, pero
solo para reproducirnos, no para vincularnos.
Históricamente, esta mirada tan restringida deja
fuera y sanciona a todo aquello que no lleve a la reproducción, de ahí que se haya considerado a la homosexualidad y a la bisexualidad como ‘anormales’. Por eso
nuestro interés en presentar la amplitud que abarca la
sexualidad que a su vez reconoce que en el camino que
recorremos para lograr nuestro bienestar no solo está lo
físico sino también se juega lo psicológico y lo sociocultural (OMS 2000).
Sabías que...
El término homosexual se inventó apenas en el siglo
XIX y después de éste se inventó el de heterosexual.
¿Los homosexuales quieren ser mujeres y las lesbianas hombres? ¿Por
qué se visten así?
Cuando mi hijo tenía 17años me dijo que es homosexual, durante una discusión que tuvimos por unos
pantalones rojos que se compró, pues yo pienso que ese
no es un color para hombres. Los dos estábamos muy
alterados y molestos. Sentí que mi mundo se derrumbó,
pensé mil cosas: “Esto no me puede estar pasando a mí”,
“¿Por qué Dios me está castigando?”, “si es verdad y no
se compone, yo no quiero seguir viviendo”, “su vida está
destrozada”…
Alma, 52 años
Esta es una idea errónea muy difundida entre la gran
parte de la población. Así, al enterarnos que nuestro hijo
es gay o nuestra hija lesbiana, se activa en nosotros/as la
creencia de que si es lesbiana, entonces es porque quiere
ser hombre y si es homosexual quiere ser mujer. Solo así
podemos entender que a nuestra hija le guste, desee y/o
se enamore de otra mujer o que a nuestro hijo le guste,
desee y/o se enamore de otro hombre, pues es lo que
siempre se nos ha recalcado y dicho que es lo correcto
y sano.
El que un chico sea gay o una chica lesbiana, no significa que tengan que usar ropa socialmente asignada
al otro género. Si bien algunos jóvenes utilizan collares,
playeras muy sexis o maquillaje en la cara, y las mujeres
se visten con ropa masculina, lo hacen porque les gusta (como a cualquier otro chico y chica) o porque así
aprendieron que son los homosexuales y las lesbianas, y
están reproduciendo, entonces, los llamados ‘estereotipos’ (imagen o estilo adoptado por un grupo).
El uso de atuendos o ropa diferente a la del propio
género se llama Travestismo y es mal visto, debido a la
imposición social de la división de géneros, donde se nos
enseña que hay vestuarios para hombres y para mujeres,
y quien no siga la regla es señalado/a y juzgado/a.
En el caso de que nuestros hijos e hijas homosexuales usen ropa y accesorios destinados para el otro
género y se sientan bien con ellos; y que nosotros como
papás y mamás lo aceptemos, implica respeto a su persona, sus gustos y preferencias (éstas sí son preferencias
porque eligen la forma en la que se quieren vestir).
Guía de apoyo para madres y padres
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Las formas de vestir o comportarnos está vigilada
por una norma social que poco cuestionamos, pero que
también desafiamos, como las mujeres al vestir pantalón
y los hombres al usar cremas para la cara o vestir de rosa.
Aquí lo importante es reflexionar sobre lo que nos hace
sentir cómodos/as.
C) GÉNERO
Para entender de mejor manera lo antes
señalado, es necesario explicar primero qué es y cómo
opera el GÉNERO… otro aspecto que forma parte de la
sexualidad.
Es muy importante tener claro que Sexo y Género
no son lo mismo. Como se mencionó anteriormente, el
sexo se refiere a lo biológico; en cambio el GÉNERO es
un conjunto de ideas, sentimientos, papeles, funciones,
conductas, creencias, valores y formas de ver el mundo
que divide y clasifica a los seres humanos en dos tipos:
HOMBRES Y MUJERES, y que se aprende desde el nacimiento. Con el género no nacemos, con el sexo sí.
El proceso del género abarca: Asignación de género,
Identidad de género y Rol o Expresión social de género.
Asignación de género: a partir del sexo, se nos asigna el género y con ello inicia una educación con toda
una serie de ideas y actitudes que socialmente nos imponen cumplir. Es decir, si una persona nace con vulva
se le asigna el género femenino, se le nombra mujer y
con ello: se le viste de rosa, se le atribuye y educa como
tierna, débil, entregada, pasiva, delicada, insegura, de-
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Guía de apoyo para madres y padres
pendiente, bella, que necesita protección, etc. En cambio, si nace con pene se le asigna el género masculino,
se le nombra hombre y se le viste de azul, se le inculca
que debe ser protector, fuerte, inteligente, dominante,
seguro, con iniciativa, experiencia, ser agresivo, etc.
Todas estas ideas nos las enseñaron como “naturales”
y se afirman frases como: “su naturaleza de hombre”,
“es mujer por naturaleza”, dando por hecho que estas
características son fijas o predeterminadas. Y no es así:
en realidad ambos géneros tenemos la capacidad de todas éstas y más.
Identidad de género: es la convicción personal y subjetiva de pertenecer al género masculino o femenino, de
ser hombre o ser mujer; es inmodificable (no se puede
cambiar, es permanente) y no siempre concuerda con
el sexo (transexualidad). La identidad de género no determina la orientación sexual ni la expresión social de
género.
Rol o Expresión social de género: es el conjunto de
manifestaciones relacionadas con la vestimenta, actitudes y el comportamiento que se espera de un hombre
diferente al que se espera de una mujer, como mencionamos antes, por ejemplo: él debe ser seguro, arrojado,
jugar en la calle, saber manejar y cambiar la llanta del
auto; ella, en cambio, debe ser tranquila, cariñosa, saber cocinar, cuidar a los hijos y hacerse cargo de la casa
(aunque trabaje fuera de ella, debe llegar y atender a
su familia).
Los entornos familiar y social moldean a los seres
humanos como hombres o mujeres, van asignando
las pautas de comportamiento masculinas que se espera para los hombres y las femeninas para las mujeres; y si no cumplen con esas pautas, hay sanciones
sociales como las burlas, los juicios, las críticas, no ser
aceptado/a en determinados círculos sociales y en los
casos más extremos, la muerte.
Lamentablemente otra característica del género es
que da un valor diferenciado a los géneros. En nuestra
cultura todavía se otorga un mayor valor a lo masculino
y menor a lo femenino, lo cual nos limita como personas
no solo a las mujeres, sino también a los hombres. Es
común escuchar hoy en día: “No, las cosas ya no son así,
eso era antes, ahora hay igualdad, las mujeres hacen lo
mismo que los hombres”. Sin embargo, la división en dos
géneros y la devaluación hacia lo femenino permea todavía muchas de nuestras pautas de comportamiento.
Es cierto que se han dado diversos cambios y transformaciones sociales. Por ejemplo, desde hace tiempo
observamos que las mujeres también son jefas de familia y proveedoras, hay hombres que participan en las
tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Hay albañilas,
plomeras, operarias, ejecutivas, jefas, cocineros. Sin embargo, aunque son cambios favorables todavía no podemos hablar de una verdadera equidad. Para lo que sí
nos sirve hablar de estos cambios es para ejemplificar
que el género es aprendido, pues si unas características
fueran “naturales” para los hombres y otras para las
mujeres, tales cambios no hubiesen sido posibles. Por
ello, son muchos más los cambios que podemos hacer.
Tan no hay una verdadera equidad todavía y en
esta sociedad siguen teniendo mayor valor los hombres
que las mujeres, que aún hoy en día, una característica de la masculinidad, es que los hombres tienen que
demostrar que lo son y para ello deben demostrar que
NO son mujeres NI homosexuales, de ahí surgen frases
que son un insulto para ellos como: “Pareces niña”, “vieja el último”, “mariquita”, “gallina”, “manejas como mujer”, entre otras, prueba de que lo femenino vale menos
y por tanto los devalúa, los baja de rango. Si de verdad
hubiera igualdad no se ofenderían, ni existirían estas frases o chistes.
Esta es la base de la Homofobia. A esta discriminación por géneros se debe que las personas homosexuales, y por ende, bisexuales, transexuales, transgénero, travesti se les devalúe cuando son asociadas con
lo femenino.
¿Cambiará de sexo?
Las personas homosexuales (gay y lesbianas) no
desean cambiar de sexo. Recordemos que la homosexualidad es una orientación sexual que se refiere a la
atracción erótica y afectiva que se siente por otra persona. En este caso, de su mismo género.
La orientación sexual es diferente a la identidad o
expresión de género.
Un hombre homosexual, se sabe y se reconoce
hombre, se enamora y erotiza con otros hombres. Y su
ser hombre es independiente de su orientación sexual, es
decir, puede ser un hombre tradicional, fuerte, rudo, mal
hablado o no (al igual que un hombre heterosexual), y
relacionarse erótica y afectivamente con otros hombres.
Lo mismo sucede con las mujeres lesbianas. Se saben, se reconocen y se aceptan en su cuerpo y su identidad como mujeres, pueden ser “muy femeninas” o no,
y relacionarse erótica y afectivamente con otras mujeres
Las personas que sí desean cambiar de sexo son
las Transexuales (y no necesariamente todas). No hay
que confundir orientación sexual (homosexual, heterosexual, bisexual) con la Transexualidad que se trata de
personas cuya identidad de género no corresponde con
su sexo biológico.
La transexualidad es una condición humana que forma parte de la diversidad en la sexualidad. Está relacionada con la identidad de saberse hombre o mujer y con
su cuerpo. Una persona transexual también se enamora
y erotiza, como cualquier otra, y por lo tanto también
tiene una orientación sexual.
Como estamos viendo la sexualidad es muy amplia
y en este nuevo camino de conocer qué es la homosexualidad, lesbiandad, bisexualidad, transexualidad no
te angusties si caes en ambivalencias como: “Te acepto
que seas homosexual pero…” es parte del proceso de
compresión, lo importante es que identifiques qué es lo
que te pasa, lo que te genera confusión, miedo, angustia
e incluso rechazo y hagas lo necesario para estar bien
contigo.
La diversidad sexual nos genera mucho ruido porque
siempre se nos ha prohibido verla, pero si volteamos a
nuestro alrededor te darás cuenta que hay una gran diversidad en las flores, en las hojas, en las aves, podemos
convivir, aprender de ella y reconocer la propia.
Guía de apoyo para madres y padres
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Transexualidad, Transgénero,
Travestismo
Tuve culpa, miedo, rechazo, angustia, hice silencio,
pensé que era castigo divino. El clásico ¿porqué a mi?
En mi caso como madre todas las señales estaban tan
claras, tan obvias, no había duda, quizá el autoengaño
o el esperar que podía “cambiar” o que se le pasaría o
tal vez es “moda”, pero seguro fue por divorciarme de su
padre. ¡Eso fue! …. le faltó la figura paterna.
La lección que yo recibí de mi hijo es que todo lo
hizo él. La información y la ayuda de especialistas la
busco él, yo quedé a un lado. Mi hijo, que yo creía que
era mujer, descubrió su verdadero yo: es un hombre transexual. Pensar lo difícil que fue para mi hijo decirme todo
esto. Y lo que puedo hacer por él es estudiar y trabajar conmigo misma. Salir del clóset ahora yo. Conocer
acerca de estos temas que existen hace muchos años.
Ocuparme en lugar de “preocuparme” y dejar de esconderme y fingir.
Otra gran lección que he recibido de mi hijo es que
aprendió a sobrellevar los rechazos, las humillaciones,
las ofensas. El dolor más grande que vivió fue no sentir
el apoyo de su familia, no tener un lugar seguro donde
pueda cobijarse, sentirse querido y amado como lo que
es: un maravilloso ser humano.
Ahora se requiere de un valor increíble: una serie de
trámites, tratamiento hormonal, operación, juicio, papeleo, en fin. Y yo estoy y estaré con él.
Bertha, 51 años
Uno de los componentes del Género es la IDENTIDAD DE GÉNERO, que es la convicción íntima, psicológica, personal de pertenecer a un género, es decir,
de saberse hombre o mujer (David Barrios, 2005).
Generalmente, esta identidad coincide con el cuerpo
biológico: o sea que alguien con un cuerpo biológico
de macho se sabe hombre y una persona con cuerpo
biológico de hembra se sabe mujer. Pero no en todos
los casos ocurre esta correspondencia, ya que con el
género no nacemos. Esto nos lleva a hablar de
TRANSEXUALIDAD que es la condición humana (no
una enfermedad mental) en la que en una persona no
corresponde su sexo (condición biológica) con su iden12
Guía de apoyo para madres y padres
tidad de género (como nos enseñaron que debía ser).
También se le llama discordancia sexo-genérica.
Por ejemplo, una persona con cuerpo biológico de
macho (pene-testículos), tiene la percepción íntima y
personal de ser mujer. O bien, una persona con cuerpo de
hembra (vulva-ovarios), se sabe internamente hombre.
El problema, no es la no correspondencia, sino la
exigencia social de que todos y todas entremos a una
alineación forzosa en la que se impone que si tiene pene
y testículos solo puede ser hombre, y si tiene vulva y
vagina solo puede ser del género femenino, como si la
identidad de género viniera con el sexo.
Es importante considerar que si no nacemos con el
género, entonces existen mujeres con pene y hombres
con vulva, que son personas que no lo eligieron, aunque
sí pueden decidir cómo vestirse, cómo vivirse y cómo
nombrarse; incluso, la persona transexual puede o no
querer cambios quirúrgicos. Eso es lo importante, respetar la identidad de las personas y garantizar que, como
cualquiera, tenga los mismos derechos.
Es común escuchar sobre las personas transexuales:
“Antes era hombre y ahora es mujer” o “se transformó
en hombre”. Estas ideas son erróneas porque su identidad de género no cambió. Lo que sucede en realidad es
que la identidad de género se establece en los primeros
años de vida, pero educamos a las personas en un rol
de género en función de sus genitales, dando por hecho
la alineación pene-hombre y vulva-mujer. Así, cuando
la persona expresa su ser hombre o su ser mujer y esta
identidad no corresponde con su sexo ni con cómo la
educamos, entonces pensamos que se está ‘convirtiendo’, pero no es así. Lo que nos expresa es su decisión de
comunicarlo, su necesidad de quitarse el rol con el que
no se identifica y poder vivir de acuerdo a su verdadera
identidad.
La identidad de género se instaura en las personas
(en todas) desde etapas muy tempranas del desarrollo:
su probable consolidación es entre los 18 y los 30 meses
de vida, aunque hay investigaciones que postulan que
esto acontece dentro del primer año de vida y otras que
está determinada por factores prenatales (antes del nacimiento). Esto sucede a nivel inconsciente. Entonces, la
identidad de género no se elige ni se transforma, ni con
el tiempo ni con cualquier procedimiento de intervención
profesional.
La transexualidad en mi hermano me es un tema
muy difícil de tratar, de comprenderlo del todo bien, de
explicarlo a mis amigos y a algunos familiares.
En un principio yo creí que mi hermana era lesbiana
por unas fotos que vi en una red social. Fue una impresión muy grande, pues a mis 12 años de edad, ni mi
familia, ni mucho menos ella me habló acerca del tema.
Lo único que hice, fue callarme y ya no hacer cuestionamientos acerca de las parejas de mi hermana a las
llamaba “amigas”.
Noté desde que era pequeña que ella nunca se sintió
cómoda con la ropa, juguetes y accesorios que mis papás le compraban, la forma en que la trataban, siempre
terminaba muy disgustada.
Después de algún tiempo yo empecé a notar cambios muy extraños en mi hermana, su forma de vestir,
corte de cabello, ya tenía totalmente el aspecto de un
hombre. Pensaba que era algo normal, una moda, qué
se yo.
La pareja de mi hermana, tuvo la fuerza y el valor
de poder contarme todos los cambios por los que estaba
pasando mi hermana, de explicarme cuidadosamente
algunos términos, para que pudiera comprender mejor la
transexualidad de mi hermano.
Me tomó por sorpresa, nunca imaginé que todo esto
existiera. Mi hermano por fin decidió hablar conmigo,
pero lo que era muy difícil para él, era explicarle a mi
mamá, de las operaciones, papeleos todo lo que tenía
que hacer para poder estar feliz con su cuerpo, con su
alma, con las personas que lo rodean, sentirse como lo
que él realmente esperaba ser desde que era pequeño.
Me hace muy feliz que Dante, ha sido muy fuerte,
muy tenaz en todo lo que se propone.
Lorena, 17 años
Esta condición es distinta de la TRANSGENERIDAD, entendida como la condición humana en la que
hay una vivencia cotidiana o permanente en el rol del
género diferente al suyo. En las personas transgénero sí
corresponde su identidad de género con su sexo, pero
deciden expresarse en el otro rol. Aquí sí hay una decisión. Por ejemplo una persona nacida con un cuerpo
de macho (pene-testículos), con identidad de género
hombre pero que decide vestirse y vivir en el rol de mujer.
Estas personas, por así decirlo, juegan y transitan con
toda libertad y voluntad entre lo femenino y lo masculino socialmente aceptado.
Otra condición diferente es el TRAVESTISMO, que
es otra manifestación de la diversidad sexual (D.
Barrios, 2005), caracterizada por el empleo de vestimenta, lenguaje, comportamientos, accesorios, etc., que
en el grupo social de cada persona se consideran propios
del otro género. Solo tiene que ver con la vestimenta,
no con el rol y menos con discordancia entre el sexo y
el género.
Clásicamente, la persona travestista es un hombre
que se viste de mujer o una mujer que se viste de hombre, puede ser por cuestiones de trabajo, porque le erotiza o solo por el gusto, y la afición por vestirse con ropas
del otro género y después de un tiempo de disfrutarlo
vuelve a la vestimenta de su género.
¿Debe mostrarse en público?
Yo no sabía que era homofóbica. Siempre pensé
que era una persona liberal a favor de la diversidad
sexual. Cuando mi hermano me dijo que es homosexual me di cuenta de la homofóbica que desafortunadamente habita dentro de mí. Ahora me doy cuenta que
era muy ignorante con respecto al tema de la diversidad
sexual. Todo mi miedo radicaba en estereotipos sociales
sin ningún sustento como: “Los homosexuales no tienen
parejas, son demasiado promiscuos”; “ser homosexual
es ser un perverso”, y eso me hizo pensar que mi hermano tenía que cambiar de preferencia sexual.
Katia 28, años
Probablemente hemos platicado ya con nuestro hijo
o hija sobre su homosexualidad, lesbiandad, bisexualidad
o transexualidad y parece que los/las hemos aceptado
después de un tiempo. Sin embargo, frases como: “¡No
salgas vestido así!”, “¡No me traigas a ninguna pareja!”,
“¡No se lo digas a nadie todavía!”, “¡Que no se entere la
familia!” Son frases que denotan una aceptación parcial
de la orientación y de la identidad de nuestros hijos/as
y contrario a favorecer una relación respetuosa y abierta
puede limitar los lazos y la comunicación.
Es importante que revisemos cuál es el origen de estas frases, desde dónde las decimos, cuáles son nuestros
miedos, cuáles siguen siendo nuestras fobias.
En nuestra cultura las actitudes que creemos
“afeminadas” en los hombres u “hombrunas” en las
mujeres, así como las demostraciones de afecto entre
dos personas del mismo género, hace que afloren los
Guía de apoyo para madres y padres
13
sentimientos homofóbicos de muchas personas y por
supuesto también los nuestros.
Detente, pregúntate y reflexiona si el miedo de que
nuestro hijo o hija muestre sus sentimientos o afectos
en la calle tiene que ver con nuestra propia homofobia,
por un miedo a que sean agredidos o por considerarlo y
creer, muy en nuestro interior, que su comportamiento
es anormal.
¿Qué dirán los vecinos?
Esta es una preocupación muy común, sobre todo
cuando nuestra familia vive en un ambiente agresivo y
altamente homofóbico o en una comunidad donde es
muy visible nuestra vida.
Sucede, muy a menudo, que cuando nuestros/as
hijos/as nos comparten su orientación sexual, ellos/as
se sienten liberados y se hacen más visibles, en cambio
madres y padres desearíamos que no salieran de casa
pues su salida nos expone a ser cuestionados, juzgados,
sancionados por la sociedad. Todo esto por los prejuicios
y la homofobia.
La homofobia existe en todas las colonias y municipios, en unas más que en otras pero está presente casi
todo el tiempo. Muchas personas siguen creyendo que la
homosexualidad, bisexualidad o transexualidad son enfermedades y que nuestros/as hijos/as decidieron serlo
y se creen con el derecho de juzgar y rechazar -como tal
vez lo hicimos alguna vez- y esto te puede hacer sentir
vulnerable y expuesto/a.
Al preocuparte sobre qué pensarán los vecinos,
es una buena oportunidad para detectar y trabajar los
miedos que están presentes en ti, en los prejuicios que
tienes sobre la diversidad sexual, ya que muchos de
esos pensamientos los depositamos en los vecinos, pero
en realidad son nuestros.
Entre más revises y trabajes lo que a ti te sucede
con las vivencias cotidianas con tu hijo/a, entre más
fortalezcas la relación con él o ella, menos atención
prestarás ni te “engancharás” con los comentarios, burlas o juicios de tus vecinos/as. Finalmente tú sabrás con
quién sí y con quién no hablas de esto. No tienes que
decir lo que no quieras decir.
Cuando estemos seguros/as de nuestros propios
sentimientos e informados sobre el tema, entonces,
no solo podremos hablar de lo que implicó la homo14
Guía de apoyo para madres y padres
sexualidad, lesbiandad, bisexualidad o transexualidad de
nuestros/as hijos/as en nuestras vidas y en nuestras
familias, sino que seremos capaces de hacerlo con seguridad y libertad con otras personas. Nuestro comportamiento favorecerá el que nuestros hijos/as se sientan
seguros/as, relajadas/os y sostenidos/as por el amor y
respeto que les tenemos.
¿Debemos decírselo al resto
de la familia?
Creo que el rechazo de mi familia no ha sido tajante
pues no ha cambiado la forma de convivencia entre
nosotros, en el entorno social en que me desenvuelvo
quienes lo saben no han hecho preguntas, y yo tampoco
he dicho nada. Mi llegada a Cuenta Conmigo fue por
invitación de mi hijo, pensé que no necesitaba la ayuda
que ofrece el grupo, llegué con ciertas reservas puesto
que, según yo, no tenía problemas con él. Pero me di
cuenta que otro de mis hijos era homofóbico, había un
distanciamiento entre ellos como hermanos que surgió a
raíz de enterarse de la homosexualidad de su hermano.
Fue cuando me di cuenta que su homofobia era parte
de lo que yo había construido, ahora tenía que trabajar
para quitar todos esos prejuicios y estigmas construidos.
Alfredo, 58 años
Los padres y madres que aún tenemos dificultad en
aceptar la homosexualidad, lesbiandad, bisexualidad o
transexualidad de nuestros hijos/as, nos preocupa que
el resto de la familia se entere o nos cuestionen sobre la
vida de nuestros hijos o hijas, por ejemplo: ¿Por qué no
tiene novia o novio?, ¿cuándo se casa?, ¿tu hijo/a es gay,
lesbiana?”, ¿por qué está cambiando su forma de vestir?,
etc.
Y, ¿cómo le hacemos para responder esas preguntas?
Es importante tener en cuenta que si deseamos comunicarlo a alguien de nuestra confianza, debemos contar
con el consentimiento de nuestro hijo o hija, ya que se
trata de la vida de ellos/as, más que de la nuestra.
Además, necesitamos prepararnos para que llegado
el momento de hablar con algún familiar o amigo, si así
lo queremos hacer, no terminemos a la defensiva, sintiéndonos culpables o infelices, recuerda que lo que comuniques y cómo lo comuniques va a ayudar mucho en
cómo lo tomen los demás.
Si ya decidiste decírselo al resto de tu familia y/o alguien te hace preguntas relacionadas con la orientación
sexual o expresión de género de tu hijo/a, considera los
siguientes elementos:
• Ubica si quieres responder o no.
• Evita preguntas ambiguas, solicita que sean
claras y específicas.
• Responde únicamente lo que quieras
responder y de manera concreta solo lo que te están
preguntando.
• Identifica si es una pregunta que solo tu
hija/o puede contestar y derívalo con él/ella
• Si decidiste compartirlo, que sea en un momento que estés tranquila/o. Identifica personas
aliadas en la familia o externas y apóyate en ellas.
• Identifica y apóyate en la información que
manejas sobre el tema. No uses aquella que no tengas clara.
• Procura estar atenta/o a tus emociones y si
identificas malestar como: angustia, enojo o presión,
respira profundamente y decide si deseas externar lo
que sientes o si ya no deseas continuar con el tema.
Tenemos el derecho de sentirnos como nos sentimos: con culpa, miedo, tristes, enojados, temerosos,
con vergüenza. Lleva tiempo respetar, reencontrarnos
y reconocernos con nuestros/as hijos/as. Cada persona
tiene su propio proceso y su tiempo para llevarlo.
Homofobia, lesbofobia, bifobia y
transfobia.
Homofobia es el miedo o rechazo irracional hacia la
homosexualidad o hacia las personas homosexuales, o
que parecen serlo y que se expresa mediante el rechazo,
la discriminación, agresiones verbales y físicas, la hostilidad, bromas, chistes, la ridiculización y otras formas
de violencia.
Puede ser definida como “la hostilidad general,
psicológica y social, respecto a aquéllos y aquéllas de
quienes se supone que desean a individuos de su propio
sexo o tienen prácticas sexuales con ellos” (Daniel Borillo, 2001).
No es instintiva, natural, universal, ni tampoco
inevitable, sino que es un aprendizaje cultural, es decir,
aprendemos a ser homofóbicos/as a lo largo de nuestra
vida, en la escuela, con los amigos, en los juegos, en la
familia, en la televisión, etcétera.
La homofobia es más que la violencia. Es un
mecanismo social conformado por un conjunto de
ideologías y prácticas que proponen y legitiman como
lo mismo: macho-masculino-heterosexual y hembra-femenina-heterosexual, y como las únicas opciones posibles y deseables de la sexualidad humana lo
que devalúa la diversidad sexual y afectiva existente,
desconoce y violenta a las personas, y sus derechos humanos. (Guillermo, Nuñez 2011). En este sentido la
homofobia no afecta solo a las personas homosexuales
sino a todas las personas que no cumplamos con lo socialmente establecido.
El origen de la homofobia está en el Machismo: esa
división en dos géneros y la supremacía del masculino
sobre el femenino. Nuestra cultura es machista y nos
ha enseñado que lo femenino vale menos, entonces, ser
delicada, débil, cariñosa, hogareña, por ejemplo, vale
menos que ser fuerte, protector, no mostrar sentimientos, ser osco y andar en la calle. A la homosexualidad
se le ha mal entendido como hombres que quieren ser
mujeres y mujeres que quieren ser hombres. De ahí los
calificativos de “mariquita” o “marimacha”, sin embargo, si una mujer adopta actitudes y realiza actividades
conferidas para los hombres pueden suceder dos situaciones: o se les agrede o se les admira considerándolas
fuertes, seguras, dominantes porque estas características son más valoradas socialmente.
En cambio, si un hombre es delicado, cariñoso,
débil, hogareño y sentimental aumentan considerablemente las probabilidades de que sea objeto de burlas,
no de halagos. Tanto por parte de los mismos hombres,
que diciéndole a otro hombre que parece mujer o “joto”
reafirma su masculinidad porque está diciendo “yo sí
soy hombre, tú no”. Así como por parte de las mujeres,
que aprendieron que como son débiles y delicadas deben
tener a su lado a “todo un hombre” que las proteja, por
lo que ellas también les exigen que cumplan con esas
características.
Así, a la homosexualidad masculina erróneamente
se le ha asociado con lo femenino, pues desde la mirada de la heteronormatividad, al ver a un hombre relacionándose con otro hombre, se le transfiere al papel de
subordinación y sometimiento atribuido a la mujer. Pero
Guía de apoyo para madres y padres
15
ese no sería el problema, sino que como ser mujer vale
menos. Ser hombre homosexual también tiene menor
valor.
La homosexualidad femenina o lesbiandad es más
invisibilizada. Finalmente, también es homofobia o, en
este caso, lesbofobia. Pareciera que existe más aceptación a la lesbiandad, sin embargo, ésta es una percepción errónea, ya que culturalmente a la mujeres no se les
considera capaces de vivir placer, pues en esta creencia
de que el pene es el que proporciona el placer, se asume
que las mujeres lesbianas solo están juntas como hermanas, sin deseo ni interacción sexual y esto las
invisibiliza.
La homofobia se expresa también en las
representaciones caricaturescas, al retratar a los homosexuales, lesbianas y bisexuales como personas
grotescas al exagerar conductas y estilos, incluso con el
silencio. También es homofobia, aunque más sutil, comentarios como: “Yo los respeto, pero que no se metan
conmigo”, “que no se exhiban”.
La homofobia es, pues, como el policía que vigila
que todo lo hagamos como la sociedad dice que debe
ser, aunque nosotros como parte de la sociedad no
hayamos opinando al respecto.
Buscar tan ansiosamente las causas de la homosexualidad y bisexualidad, es homofobia y bifobia, pues
se está tratando a la homosexualidad y bisexualidad
como un problema derivado del prejuicio que existe una
“sexualidad normal, acabada y completa”, es decir, la
heterosexualidad monogámica, en función de la cual
todas las demás sexualidades deben ser interpretadas y juzgadas. Encontrar las causas de la heterosexualidad ayudará a entender el proceso de cualquiera de las orientaciones sexuales. En una sociedad sin
homofobia se ve a la homosexualidad y bisexualidad
como dos orientaciones válidas que no necesitan ser
explicadas, como sucede con la heterosexualidad. Aún
no se conoce a nadie que se pregunte por qué su hijo o
hija es heterosexual. La transfobia es el miedo y rechazo
a las personas transexuales, transgénero, travesti, pues
existe mucha confusión hacia estas expresiones de la
sexualidad, la identidad y el rol de género.
16
Guía de apoyo para madres y padres
Homofobia, lesbofobia, bifobia,
transfobia Internalizadas
Los aprendizajes discriminatorios hacia lo femenino, de sobrevaloración de lo masculino y centrado en
la heterosexualidad, nos los transmiten desde que
nacemos. Homosexuales y bisexuales aprendieron a
ser hombres y mujeres de la misma manera que lo
aprendieron las personas heterosexuales.
Cuando alguien se siente atraída por una persona
del otro género no siente angustia o miedo, pues es lo
esperado. En cambio, si siente atracción por una persona
de su mismo género, piensa que tiene un problema, que
está mal.
La causante de este temor y angustia es la homofobia que aprendió desde pequeño/a (como cualquiera)
y la fue registrando en su memoria, en sus ideas y en
su cuerpo. Es decir, la introyectó, la adoptó de manera
inconsciente. Se puede expresar por el rechazo hacia sí
mismo/a: “Por qué resulté ser así”. O bien, se expresa
en el rechazo hacia otras personas homosexuales, bisexuales o transexuales con expresiones que se consideran afeminadas, demasiado evidentes y, por ello,
las evalúan denigrantes. Por eso no es extraño que
entre los/as mismos/as gay, lesbianas, bisexuales y
transexuales se discriminen.
Tengo miedo de quedarme solo, que me rechacen
por mi preferencia sexual, que me rechacen por ser quien
soy.
Alfredo, 19 años
Me siento muy solo. Cuando me veo en el espejo
veo todos mis defectos. Mi mundo es un desorden, dejo
que me pisoteen, me siento muy abajo.
Jorge, 22 años.
Yo agredo a los homosexuales en la escuela. Los insulto a pesar de que yo también lo soy, pero tengo que
aparentar con mis amigos que soy como ellos para que
no me rechacen.
Javier, 20 años.
Por ser la homofobia un aprendizaje social, todas y
todos podemos tenerla interiorizada. La buena noticia
es que podemos desaprenderlo no reproduciendo los estereotipos ni la devaluación por género, atreviéndonos a
revisar los prejuicios que aún tenemos y a construirnos
como personas. La mejor manera de acabar con estas
fobias es, trabajando la propia.
Ni la orientación sexual, ni la identidad de género
se eligen, ser homofóbico/a, lesbofóbico/a, bifóbico/a y transfóbico/a, sí.
Test sobre homofobia, bifobia, lesbofobia, transfobia
1. La sola idea de sentirme atraído/a físicamente
por personas de mi propio sexo me repugna.
2. Los gay, las lesbianas y bisexuales deberían
mantenerse lejos de las demás personas.
3. Me avergonzaría tener un hermano homosexual, una hermana lesbiana o bisexual.
4. Las personas bisexuales no saben lo que quieren o son homosexuales encubiertos.
5. Respeto a los gay, siempre y cuando no se
exhiban.
6. Una cosa es la homosexualidad, pero vestirse
de mujer o cambiarse de sexo está en contra
de la naturaleza.
7. Agrediría físicamente a una persona de mi mismo sexo si intentara “ligarme”.
8. Si tuviera sueños eróticos con personas de mi
mismo sexo no se lo contaría a nadie.
9. Si un amigo o amiga me confesara que es
homosexual o bisexual me alejaría.
10. No estoy de acuerdo que las parejas homosexuales adopten y eduquen a niños/as.
Si te identificas con alguna o más de estas frases,
revisa internamente qué te sucede pues manifiestas homofobia, lesbofobia, bifobia y/o transfobia.
Basado en test original realizado por la
Red Democracia y Sexualidad DEMYSEX
¿Podrá ser feliz?, ¿Se quedará
solo/a para siempre?
No creo que la homosexualidad sea un problema
que requiera de intervención psicoterapéutica, ni que por
eso mi hijo se vaya a quedar solo en la vejez, más bien
eso depende de cada quien independientemente de su
orientación sexual.
Es cierto que mi hijo puede sufrir discriminación, en
el trabajo y en la calle, afortunadamente existe una chispa de esperanza, y cuando los humanos nos quitemos la
venda de los ojos y construyamos una nueva cultura de
respeto, procurando que todas las personas tengamos
una nueva forma de vida, el mundo cambiará.
Alberta, 53 años
La felicidad no tiene que ver con ser homosexual,
lesbiana o bisexual; transexual, transgénero o travesti.
Muchas personas heterosexuales podemos ser muy infelices por infinidad de razones; mientras que las personas homosexuales, lesbianas o bisexuales, transexuales,
transgénero o travestis pueden lograr una pareja con la
que realmente se sientan bien, un trabajo productivo, familiares y amistades que los quieran y respeten.
Es difícil saber si se quedará solo/a, pero debemos recordar que esto sucede muy a menudo con cualquier persona. Muchos de nosotros/as nos tendremos
que adaptar a la soledad en nuestra vejez. Y también es
muy posible que muchas personas bisexuales, lesbianas
y homosexuales; transexuales, transgénero o travestis
desarrollen relaciones duraderas y puedan vivir muchos
años juntos/as como lo hacen muchas parejas heterosexuales.
Cuanto más ayuda e información tengamos como
madres y padres, mejor les facilitaremos el camino a su
propio reconocimiento y más oportunidades tendrán
de elegir la forma de vida más adecuada que ellos/as
quieran, en la que si encuentren bienestar.
Nuestro compromiso como madres y padres es enseñarles que la felicidad depende de ellos/as y acompañarles brindándoles herramientas, ideas y actitudes
para que aprendan a tomar decisiones en caminadas a su
bienestar. La felicidad de nuestros hijos e hijas empieza
en nuestra propia casa. Cada persona forja una concepción particular de la felicidad, en muchas coincide, en
Guía de apoyo para madres y padres
17
otras tantas es diferente. Valdría la pena preguntarle a tu
hijo/a ¿qué es ser feliz para él o ella? Y también pregúntate ¿cuál es tu concepto de felicidad?
Nadie puede garantizar una vida feliz a los demás,
sean transexuales, homosexuales, heterosexuales,
bisexuales o lesbianas”. Es una labor personal.
D) VINCULACIONES O RELACIONES AFECTIVAS
Las Relaciones Afectivas es otra dimensión de la
Sexualidad. Es nuestra capacidad de vincularnos con las
personas que queremos. Comúnmente se le asocia con
el amor, con esas sensaciones que denotan el interés de
estar con esa persona y transmitirle nuestras emociones.
Sin embargo, con el amor no viene la forma de
relacionarnos. Los vínculos se construyen, es decir, las
personas que intervienen en esa red afectiva imprimen
su propio estilo para diseñarla. Así la relación que establecen una madre y su hijo no se define por esos roles,
sino por ser las personas que son y la relación que
construyen.
Lo mismo opera para cualquier tipo de vinculación
afectiva de pareja o de amistad. Las RELACIONES
AFECTIVAS es nuestra capacidad de dar y recibir afecto, es otra manera que tenemos para expresar nuestra
sexualidad.
Cuando una madre, un padre, hermana/o,
tío/a abuelo/a se enteran de la homosexualidad,
18
Guía de apoyo para madres y padres
bisexualidad o transexualidad de su familiar, sea cual
sea el impacto que les genere, sigue coexistiendo el amor
que sienten por él o ella. Depende de la vinculación que
han construido podrán o no poner ese amor por delante
y se mantengan unidos/as para acompañarse en esta
nueva situación para ellos/ellas y para toda la familia.
Incluso, en muchos casos en que la vinculación no es
tan cercana o afable, esta noticia les ha servido para
acercarse más y construir una mejor relación. Lamentablemente, también hay quienes deciden romperla y los
corren de la casa por una orientación sexual o una identidad de género que no decidieron.
¿Se infectará de VIH/SIDA?
A veces, cuando tenemos un familiar gay, lesbiana
o bisexual creemos que por su orientación está más
propenso a infecciones de transmisión sexual, específicamente del VIH/Sida. Nos preocupa que se ponga en
riesgo.
La realidad es que el VIH-SIDA es una infección que
se transmite principalmente por la vía sexual y puede ser
adquirida por cualquier persona (independientemente
de su orientación sexual) que tenga relaciones sexuales
sin la protección adecuada, como un condón.
El VIH/SIDA no es necesariamente el resultado de
haber llevado una vida promiscua, o de un “estilo de
vida” asociado a alguna orientación sexual, sino a la falta de cuidado, prevención y protección en las relaciones
sexuales.
Pero es cierto que la infección se sigue presentando en mayor medida en Hombres que tienen Sexo
con Hombres (HSH), incluyendo a homosexuales,
bisexuales y heterosexuales. Esto tiene que ver principalmente con dos aspectos:
• La educación por géneros, donde la masculinidad dominante reta, todo el tiempo, a los hombres a que demuestren su valía, valentía, dominio
y seguridad, especialmente a través de su potencia
sexual, que son capaces de tener sexo con quien sea,
cuando sea y a como dé lugar; por ello, es común
que los hombres tengan encuentros ocasionales
(independientemente de su orientación sexual) sin
reparar e identificar si en verdad lo desean o están
respondiendo a las exigencias de demostrar que son
hombres aunque se pongan en riesgo. Incluso, para
muchos es mejor si se ponen en riesgo, pues consideran que son más hombres. Asimismo, tanto con
heterosexuales como en homosexuales, bisexuales
y transexuales, contribuye que en las relaciones de
pareja sigan reproduciendo la división de roles masculino-femenina, activo-pasiva, protector-protegida; lo cual las coloca en una relación de dominio-sumisión, es decir, una relación de poder en la
que son más propensos los abusos emocionales y las
prácticas de riesgo.
• El rechazo y discriminación que viven las personas homosexuales y bisexuales los puede llevar
a sostener prácticas sexuales en forma clandestina,
porque no sienten la libertad y confianza de tener
una pareja de su mismo sexo y mostrarse públicamente por miedo a ser agredidos/as. Otras veces,
muestran una búsqueda impulsiva de ligues, relacionada con la necesidad desesperada de afecto, de ser
aceptados y reconocidos, lo cual, puede llevarlos a
aceptar encuentros con alto nivel de riesgo… riesgo
por estar a merced emocional de otra persona, que
los lleva a un autodescuido, a no usar condón. Esto
se incrementa si en su familia ha vivido rechazo.
Se piensa que la mejor forma para prevenir que
nuestros hijos/as adquieran el VIH, es que no tengan
relaciones sexuales, pero como esto no va a ocurrir, es
necesario proporcionarles educación sobre salud sexual,
para que eviten tener prácticas de riesgo.
Es muy importante la aceptación en la familia, pues
les ayudará a crearse un autoconcepto favorable y
mayor seguridad personal. La información sustentada, la
educación y confianza brindada por profesionales y por
nosotras/os como madres y padres, pero sobretodo la
confianza que se tengan ellos/as mismos/as, evitará en
buena medida, que realicen prácticas sexuales de riesgo.
Revisa qué conoces acerca del VIH/SIDA e identifica que más necesitas para conversar y apoyar a tu hijo/a
e incluso a los/as demás miembros de la familia. En esta
guía te ofrecemos información básica sobre el tema.
VIH/SIDA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
infecta a las células del sistema inmunitario, alterando
o anulando su función de lucha contra las infecciones y
enfermedades, su deterioro es progresivo.
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)
es un término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia
de alguna/s de las más de 20 infecciones oportunistas
o de cánceres relacionados con el VIH.
Transmisión
El VIH puede transmitirse por tres vías:
1. Sexual: a través de relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección con persona
infectada.
2. Sanguínea: por contacto directo con sangre
contaminada a través de transfusiones o el uso
compartido de agujas, jeringas u otros instrumentos punzantes.
3. Perinatal: de la madre (infectada con VIH) al
hijo/a y puede presentarse en tres momentos,
durante: el embarazo, el parto y la lactancia.
El Centro Nacional para la Prevención y Control del
VIH/SIDA (CENSIDA), refiere que la epidemia del VIH
en México es predominantemente por la vía sexual, ya
que este tipo de transmisión ha sido la causante de más
del 90% de los casos acumulados de SIDA, concentrándose principalmente en los Hombres que tienen Sexo
Guía de apoyo para madres y padres
19
con Hombres (HSH), ya sean homosexuales, bisexuales
o heterosexuales y mujeres parejas de HSH, cabe
destacar que muchos hombres que tienen sexo con otros
hombres no se asumen como homosexuales o bisexuales, y que sus parejas sexuales femeninas desconocen este comportamiento.
Detección
Si el VIH se detecta a tiempo, se puede dar atención
oportuna y lograr fortalecer el sistema inmunológico,
con esto conseguir que la persona que vive con el virus,
un buen estado de salud y calidad de vida.
Hoy en día se puede detectar el VIH con pruebas
de laboratorio y pruebas rápidas donde el resultado
se obtiene de manera casi inmediata. Sin embargo, es
muy importante que al realizarse estas pruebas siempre
exista una consejería, donde una persona capacitada dé
información verídica y todo el acompañamiento necesario. Al final de esta guía encontrarás algunas organizaciones que brindan estos servicios.
Para aplicar cualquiera de las pruebas se tiene que
dejar pasar un periodo mínimo de tres meses después de
que se tuvo la última práctica de riesgo. A este periodo
se le llama “de ventana” tiempo necesario para poder
detectar anticuerpos. En caso de ser un resultado
positivo (es decir que si se encuentra la presencia de anticuerpos al VIH) es necesario corroborar con una última
prueba llamada Western blot, que es otra prueba de
laboratorio más específica y que confirmará el resultado
o lo descartará.
Se dice que alguien es seropositivo, cuando ha dado
positivo a la prueba de detección pues se han localizado anticuerpos al VIH en el suero de su sangre. Sin embargo, se reserva hablar de que una persona tiene SIDA
para cuando su sistema inmunológico (CD4) está por
debajo de 200, es cuando le sobreviene el SIDA, con las
enfermedades asociadas que esto conlleva. Por lo tanto,
se puede decir que toda persona con SIDA es seropositiva, pero no todas las seropositivas desarrollarán SIDA.
Tratamiento
Una persona que vive con VIH puede controlar la infección a través del Tratamiento Antirretroviral (ARV).
Desde su aparición en 1996, las personas que viven con
20
Guía de apoyo para madres y padres
VIH (PVVI) han experimentado mejoras en su estado
de salud general y en su calidad de vida. De hecho, ha
aumentado la esperanza de vida en aquellos países en
los que el uso del ARV está extendido.
Prevención por VÍA SEXUAL
El VIH se puede prevenir. Abordamos aquí la prevención por la vía sexual ya que, como vimos anteriormente, ésta es la más común y es necesario conocer y
manejar adecuadamente métodos que eviten el intercambio de fluidos. Para esto en los últimos años se ha
encontrado una alta efectividad en los siguientes dos
métodos de prevención:
1) Prácticas de Sexo Más Seguro
Las prácticas sexuales que no implican penetración,
permiten una actividad sexual segura. Entre ellas podemos mencionar los besos, caricias y masturbaciones
mutuas. Estas opciones previenen la transmisión sexual
del VIH porque no hay intercambio de fluidos.
2) Prácticas de Sexo Protegido: Relaciones sexuales
con penetración anal, vaginal u oral que para evitar el
intercambio de fluidos, usar correctamente el condón
(masculino o femenino) en cada relación sexual es, hasta ahora, la forma más segura de protegerse de adquirir
el VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual.
Estas dos formas de prevención han demostrado una alta efectividad para frenar la epidemia. En
cambio los siguientes dos métodos tienen un índice de
efectividad muy bajo.
3) Pareja sexual exclusiva: Acordar ser pareja
mutuamente exclusiva, o sea, comprometerse ambos
miembros a mantener relaciones sexuales exclusivamente con el otro. Es seguro, siempre que ambas personas comprueben a través de la prueba (tomando en
cuenta el periodo de ventana) que no viven con VIH, y
respeten el acuerdo.
4) Ausencia de actividad sexual (Abstinencia): La
ausencia de relaciones sexuales, representa la seguridad
total de no adquirir el virus por vía sexual. Esta medida
de prevención puede ser temporal o definitiva, pero es la
más difícil de llevar a cabo.
Como podrás darte cuenta el uso del condón (masculino o femenino) es el método de prevención más sencillo, económico y eficaz.
¿Es conveniente hablar sobre su
sexualidad con mi hijo/a?
Si él/ella está de acuerdo, siempre será mejor hablarlo que guardar silencios que a la larga nos perjudican más.
En nuestra cultura, debido a la forma en que hemos
recibido información sobre sexualidad, a través de la familia, la escuela, amigos, el barrio, los libros y revistas,
aprendimos a vivirla con cierta discreción o de plano reducida al silencio, convirtiéndose en un campo minado
de mitos, dogmas y mentiras que al sentir deseo y expresarlo en nuestro cuerpo o con alguna pareja, nos puede
generar culpa, miedo, incertidumbre o confusión.
La gran mayoría de madres y padres fuimos educados/as con muchos prejuicios que seguimos reproduciendo con nuestros hijos/as y tal vez más, si son
homosexuales, bisexuales o transexuales. Por ello es
necesario contar con información veraz y libre de prejuicios, que nos dote de seguridad, de conocimientos
sobre el tema y sobre lo que sucede en nuestro cuerpo
para que nos apropiemos de él, aprendiendo a vivirlo con
responsabilidad y libertad, y así disfrutar más nuestra
sexualidad.
De esta manera comprenderemos y aceptaremos
mejor la sexualidad de nuestros/as hijos/as, incluyendo
a los/as heterosexuales. Una sexualidad libre de prejuicios y responsable garantiza que, lejos de coexistir con
factores de riesgo, esté basada en un poder personal que
genera un autocuidado y un disfrute pleno decidido por
nosotros/as mismos/as.
La Salud Sexual es definida por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) como: “Un estado de
bienestar físico, emocional, mental y social relacionado
con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia
de enfermedad, disfunción o incapacidad. Requiere de
un enfoque positivo y respetuoso de las distintas formas
de expresión de la sexualidad y las relaciones sexuales,
así como de la posibilidad de tener experiencias sexuales
placenteras, seguras, dignas, libres de coerción, de discriminación y de violencia”.
Por su parte, la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) ha definido la salud sexual como “la experiencia del proceso permanente de consecución de
bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado
con la sexualidad”.
Ambos organismos consideran que, para que pueda
lograrse y mantenerse la salud sexual de todas las personas, los derechos sexuales deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.
Como podemos ver, la salud sexual no reduce las
relaciones sexuales a lo coital pues abarca también un
bienestar emocional y reconoce el derecho al placer.
E) Erotismo:
Es la capacidad humana de dar y recibir placer.
Es muy importante reconocer que tenemos derecho a
conocer y expresar nuestra capacidad erótica y tener las herramientas para saber con quién/es deseamos
compartirla. Podemos decir que tener salud sexual es saberme atender y cuidar física y emocionalmente.
Y tú ¿Cómo estás con tu autoestima y el placer?
La autoestima es la valoración que tenemos de
nosotros/as mismos/as, la opinión y el sentimiento que
cada uno/a tiene acerca de sí mismo/a de los propios
actos, valores y conductas (Rogers, 1961). Y es la
autoestima y la capacidad de vivir el placer los principales elementos que nos hacen cuidarnos o exponernos
en nuestros encuentros eróticos y afectivos.
Algunas formas de integrar el placer, la
responsabilidad y la libertad a tu sexualidad.
• Busca información confiable, científica y libre de prejuicios. La información te permite quitar
telarañas sociales y te da la posibilidad de actuar en
libertad responsablemente.
• Comienza a reconocer tu cuerpo. Explóralo
para que te conozcas mejor, reconoce tu singularidad y aprópiate de él. Cuida tu cuerpo, la salud sexual comienza desde la procuración propia,
atención médica y enriquecimiento emocional. Tú
eres tu única/o dueño/a.
• El placer son vivencias que abarcan todo el
cuerpo. No hay zonas erógenas, que el coito sea
una caricia más. Incorpora menús eróticos variados y
creativos que enriquezcan la estimulación sensorial.
Guía de apoyo para madres y padres
21
• Pon atención a tus necesidades, no te abandones. Esa es la brújula hacia tu propia valía.
• Conoce tus derechos sexuales y reproductivos, ejércelos y defiéndelos.
• Toma decisiones en libertad, que nadie
te presione para hacer algo de lo que no estás
convencido/a.
• Evita poner tu sexualidad en riesgos. No vivas en el miedo, el ocultamiento o la clandestinidad.
Busca ayuda.
• Vive tu erotismo en el placer y la protección.
Usa condón en cada práctica sexual.
• Construye tus redes de apoyo. Asiste a
talleres, grupos de crecimiento, pláticas informativas, o apoyo emocional si lo necesitas.
• Acércate con especialistas en salud y
sexualidad. La información te da poder y habilidades
para ejercer plenamente tu sexualidad.
¿Sufrirá hostigamiento, agresiones,
discriminación, homofobia?
Cuando mi hermano me habló de su homosexualidad, lloré y lloré y deseé que alguien me dijera que era
muy joven y solo estaba pasando por una etapa adolescente de confusión. También me hubiera gustado escuchar que no era culpa de mis papás porque yo sentí
mucho rencor hacia ellos. Esto lo sentí porque pensaba
que la vida gay era un camino oscuro y complicado, sobre todo por la discriminación que se vive en una sociedad tan cerrada, machista y privada de información
como la nuestra.
Katia, 28 años
Como padres, madres, hermanos/as queremos
que nuestros hijos/as destaquen que logren ser exitosos, aceptados, felices, que encuentren una pareja y
formen una familia en amor y bienestar. Deseamos que
sepan enfrontar la vida y, sobre todo, que no sean agredidos. Pero vivimos en una sociedad con homofobia y
es muy posible que nuestros hijos/as sufran algún tipo
de agresión en alguna etapa de su vida, dependerá de
muchos factores, entre ellos las ideas y actitudes que
tengamos las personas que los rodeamos hacia la homosexualidad, bisexualidad, lesbiandad y transexualidad.
22
Guía de apoyo para madres y padres
Pero lo más importante es la manera que nuestro
hijo/a viva su homosexualidad, lesbiandad, bisexualidad
o transexualidad, pues si se sienten vulnerables, tienen
y muestran miedo o inseguridad posiblemente serán un
blanco más fácil para los agresores. Por ello es muy importante que conozcan y ejerzan sus derechos, así como
saber qué hacer en caso de agresión. Aquí es donde entramos en juego de manera muy significativa madres,
padres, la familia; el que se sientan amadas, respetadas
y aceptados en el interior de su familia les permitirá fortalecerse, tomar decisiones y valorarse como persona.
Y si así lo requerimos y decidimos en familia podemos
proceder legalmente, pues existe la Ley Federal para
Prevenir y Eliminar la Discriminación y en la Ciudad de
México está tipificada la discriminación por orientación
sexual como un delito en el Código Penal.
Es importante reconocer que cuando los derechos
de nuestros hijo/as están siendo violentados, los nuestros también. Los derechos nos pertenecen a todas las
personas y podemos vigilar que se reconozcan y ejercerlos adecuadamente.
DERECHOS HUMANOS DE IGUALDAD Y DIVERSIDAD SEXUAL
Todas las personas sin importar su raza, condición
social, género, u orientación sexual tienen derecho a:
• Ser respetadas como personas
• A una identidad propia
• La igualdad y la no discriminación
• Ejercer su sexualidad
• A asumir públicamente su orientación sexual
• La libre elección de cónyuge o pareja
• Decidir sobre el número y espaciamiento de
sus hijas e hijos
• Acceso y libre elección del trabajo, su permanencia y oportunidades de ascenso
• Acceso a programas de capacitación y de formación profesional.
• Vivir sin violencia en casa, en la calle y en
cualquier lugar público
• Acceso a la educación y el conocimiento
• No recibir maltrato por su apariencia física y
forma de vestir
• No vivir violencia, rechazo, burla, difamación,
injuria, persecución o exclusión
Estos elementos están basados en la “Ley
Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación” (abril
2003), la cual señala que para denunciar presuntos actos discriminatorios se acuda al Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación (CONAPRED) presentando
Quejas cuando se trate de particulares y Reclamaciones
para el caso de servidores públicos.
Las quejas y reclamaciones no requieren más formalidad que presentarse por escrito con firma o huella
digital y datos de identificación del interesado. También
pueden ser verbales, por vía telefónica o por cualquier otro medio electrónico, señalando claramente los
hechos que denuncian y los datos generales de quien la
presente, debiendo ratificarse formalmente dentro de los
cinco días hábiles siguientes, de lo contrario se consideraran como no presentadas.
El CONAPRED proporciona a las personas que presuntamente hayan sido discriminadas, asesoría respecto
a los derechos que les asisten y los medios para hacerlos
valer y, en su caso, orienta en la defensa de los citados
derechos ante las instancias correspondientes.
Y ahora ¿qué sigue?
El grupo de madres y padres de Cuenta Conmigo
me ayudó a entender a la homosexualidad como algo
normal y natural en los seres humanos. Me ayudó a colocarme del otro lado y ver cuánto estaba sufriendo mi
hijo y realmente pienso que no tardé mucho en entender,
comprender y apoyarlo. En verdad a mí el taller y todos
sus ejercicios de reflexión y análisis fueron la pauta para
entender la homosexualidad. La relación con mi hijo,
bueno, que puedo decir, es maravillosa pues él al igual
que yo acudió al taller de jóvenes y a la par nos entendimos y ayudamos. Ahora tenemos herramientas para
platicar y esté consciente de lo que hace y se cuide.
Mis otros dos hijos, una niña de 10 años y un adolescente de 18, lo ven tan normal y en casa se habla de
todo sin tener miedo a expresarse.
En verdad yo con el grupo estoy inmensamente
agradecida porque gracias a las personas que intervinieron me ayudaron a ser mejor mamá y mejor persona.
América, 47 años.
Deseamos que la información que te compartimos
en esta guía te haya permitido resolver algunas dudas y
darte cuenta de tus emociones y sentimientos. Sabemos
que podrás tener más dudas y seguir con sentimientos
encontrados. Recuerda que la educación que hemos
recibido, como hombres y mujeres, mamás y papás, no
nos enseña acerca de las orientaciones sexuales, ni de la
identidad de género, solo conocemos una única forma
de amar y de relacionarnos. Cambiar nuestras ideas y
actitudes es un proceso que requiere constancia, compromiso, paciencia, desechando prejuicios y validando lo
que vayas sintiendo.
Es muy importante que como madres, padres y familiares busquemos lo antes posible apoyo individual,
grupal, información confiable para aclarar nuestras dudas, prejuicios y con estas herramientas iniciar una mejor
comunicación con nuestros/as hijos/as y apoyarlos/as
para que continúen su propio descubrimiento.
Una opción es acudir a una organización como
Cuenta Conmigo para obtener el apoyo, la información
y orientación necesarios como la recibimos nosotras/os.
En Cuenta Conmigo, tengo la oportunidad de
conocer más situaciones como la mía. Qué importante
es saber que no estamos solos, que la experiencias de
otros ayudan a fortalecernos; que la guía de psicólogas
y personas con experiencia, nos mantienen informados,
con argumentos sólidos y bien fundamentados sobre la
diversidad sexual y la tolerancia.
Me queda claro que la ignorancia sobre el tema nos
lleva a no entender, a juzgar y a rechazar, en cambio,
con el conocimiento e intercambio de vivencias, comprendo más a mi hijo, tengo más apertura y me he observado más incluyente.
En el taller aprendí que nadie tiene derecho a
prohibir la libre manifestación de las ideas, ni a imponer
su propia “moral sexual”
Elena, 56 años
En Cuenta Conmigo nos ofrecen Talleres de Crecimiento, donde las madres, padres y otros familiares de
personas bisexuales, lesbianas, homosexuales y transexuales podemos resolver nuestras dudas, pues nos
dan información sustentada. Podemos revisar lo que nos
sucede con ser padre, ser madre, hermana, tía… Revisar
los enojos, miedos, y encontrar alternativas apoyados/as
por psicólogas/os, pedagogos/as, sexólogas/os especializados en el tema. Y lo más importante, aquí no hay
Guía de apoyo para madres y padres
23
juicios. Todas las personas somos respetadas, pensemos
lo que pensemos, sintamos lo que sintamos: es válido.
Me siento comprometido en poner mi granito de
arena para tratar de erradicar la homofobia que hay en
nuestra sociedad, en nuestra familia y sobre todo en nosotros como papás, porque cuando nuestros hijos salen
del closet nosotros nos metemos.
Esto lo vamos a lograr teniendo los conocimientos
necesarios para transmitirlos a los demás papás, mamás
y familiares de toda la diversidad sexual. Entender que
todos formamos parte de ella y que sin la cual el mundo
sería muy aburrido.
Alfredo, 58 años
Hay mamás y papás que, como Alfredo, después de
vivir el Taller de Crecimiento, deseamos apoyar a otras
mamás, papás y familiares para que su camino sea más
cordial. Cuenta Conmigo nos brinda capacitación para
coordinar y apoyar los Grupos de Acompañamiento entre Pares donde nos compartimos desde nuestras experiencias y vivencias lo que hemos hecho y cómo hemos
vivido determinadas situaciones, nos compartimos como
personas hombres y mujeres, madres y padres.
También existen estos grupos y talleres para gays,
lesbianas, bisexuales, transexuales, donde toman en
cuenta las circunstancias específicas que hoy en día vive
la población LGBTTTI en esta sociedad. Así que puedes
invitar a tu hijo/a, hermana/o a que también acuda estos grupos, si te dice que no, no te preocupes él o ella
sabrán cuál es su mejor momento y cuando vea los
beneficios en ti se animará ¡Ya lo verás!
La participación en los grupos de Cuenta Conmigo
puede hacer que algunos gays, lesbianas, bisexuales o
transexuales así como sus familiares se cuestionen los
lineamientos de género y construyan una forma de ser
más auténtica, más personal y más propia.
Antes de saber que mi hijo era homosexual mi mundo era muy chiquito, la dimensión en mi mente sobre
sexualidad era muy reducida, gracias al grupo de madres
y padres de Cuenta Conmigo puedo ver a la sexualidad
como amplia y diversa.
Alberta, 53 años
Los padres y madres que hemos transitado este
camino junto con nuestros hijos/as homosexuales,
24
Guía de apoyo para madres y padres
lesbianas, bisexuales o transexuales, hemos ampliado
nuestros conocimientos. La palabra respeto adquirió
un nuevo significado y aprendimos a observar y acompañar a nuestros hijos/as como personas. Confrontamos
los temas más importantes de nuestra propia vida: la
sexualidad, el amor a los hijos/as, el amor a la vida, a la
pareja, nuestra maternidad y paternidad.
El beneficio que he recibido al acudir al grupo de
Cuenta Conmigo ha sido muy importante porque he
aprendido a conocer mi sexualidad, que formo parte
de la diversidad sexual y sobre todo a liberarme de prejuicios y culpas. Ahora me siento más segura, más tranquila y con el valor suficiente para poder decir que mi
hijo es homosexual. La relación con él siempre ha sido
muy buena y ahora lo amo más.
Teresa, 54 años
El desarrollo personal se vuelve consciente. Las
manifestaciones de solidaridad dejan de ser palabras
vacías y se sienten en la piel. Personas con características distintas a las nuestras repentinamente adquieren
importancia. Buscamos información, mantenemos conversaciones, adquirimos nuevos conceptos.
Los valores y creencias que creíamos inamovibles se
tambalean y exigen una nueva definición concreta.
En “Cuenta conmigo”, he aprendido muchas cosas,
poco a poco han desaparecido vergüenzas, miedos que
en algún tiempo nunca pude expresar abiertamente.
Desde que llegamos, la relación entre mi hermano y yo
cada vez es más fuerte. La diversidad sexual es muy
grande, me encantaría poder aprender muchas cosas
sobre ella, pero más aún que las demás personas se interesen por estos temas y así poco a poco terminar con
la discriminación.
Lorena, 17 años
Adquieren importancia la libertad, el amor y el respeto a los demás. Observamos, escuchamos y respetamos
no solo a nuestros hijos/as homosexuales, lesbianas, bisexuales o transexuales, sino también a nuestra pareja, a
nuestras hijas/os heterosexuales, apoyamos la búsqueda de la felicidad de nuestros hijos/as sin importar a
quien amen o con quien se relacionen y buscamos día a
día nuestra propia paz interior.
En este nuevo proceso se ponen de manifiesto el amor, el valor, la sensibilidad,
la paciencia, la comprensión y la honestidad. Estas cualidades modifican
a una persona, y, ante todo, nos hacen más humanas/os.
En Cuenta Conmigo empecé a crecer junto con mis
hijos, recuperé la comunicación con ellos y su confianza
en mí. Con mi hija, heterosexual había tenido muchos
enfrentamientos por mi manera de ver las cosas tan
cuadradas, con ella no podía hablar sin pelear, no había
comunicación y empezó a fluir, ella me miró de diferente manera y crecí para sus ojos, se acercó a mí como
nunca, me valoró y sin darnos cuenta ahora ya tengo
su confianza y por fin hemos podido comunicarnos sin
pelear, ahora me escucha y me plática todas sus cosas.
Minerva, 49 años
Al ir a Cuenta Conmigo hice conciencia de que
tenía que desaprender todos estos esquemas erróneos.
Entendí que la homosexualidad no se prefiere, no se
escoge, ni se induce, así como yo no escogí ser heterosexual, simplemente se dio así. Entendí que no se sabe
qué causa la homosexualidad, pero tampoco me había
preguntado cuál es la causa de la heterosexualidad. Me
di cuenta de que es cuestión de que las personas se
enamoren de personas y no hay una causa para ser
heterosexual u homosexual, simplemente es una
orientación.
Gracias a Cuenta Conmigo esa homofóbica interior
se está desvaneciendo y tengo la esperanza de que algún día desaparezca. Cuenta Conmigo ha sido un espacio alentador que me genera confianza, un lugar donde
he encontrado personas diversas que me han ayudado
a reintegrar a mi familia, conocer mi propia sexualidad y
descubrir que mi hermano no va a ser infeliz por el hecho
de ser homosexual.
Katia, 28 años
¡Atrévete como persona y como mamá, papá, hermana/o a vivir este cambio!
Cuenta Con nuestro apoyo.
El camino por seguir es muy amplio,
y puede incluir la exploración de espacios
especializados en salud, VIH e ITS, género,
diversidad sexual y derechos humanos,
como los que aquí te compartimos.
Esperamos que esta guía te haya servido para reflexionar y tomar decisiones
para tu bienestar, el de tus hijos/as, pareja y demás familia.
El camino por seguir es muy amplio y recuerda que en los grupos de madres,
padres y familiares de Cuenta Conmigo te podemos acompañar.
Guía de apoyo para madres y padres
25
In s t i t u c i o n e s d e g o b i e r n o
CENSIDA
Centro Nacional para la
Prevención y el Control
del vih/sida
censida.salud.gob.mx
Herschel 119, Anzures,
Miguel Hidalgo, df
CAPASITS
Centros Ambulatorios de
Prevención y Atención
en sida e its
censida.salud.gob.mx/
interior/capasits.html
Varias ciudades del país
TELSIDA
5207 4077, 01800 712 0886
Lunes a viernes de 8:30 a 21:30
CNDH
Comisión Nacional
de Derechos Humanos
cndh.org.mx
Periférico Sur 346 9,
San Jerónimo Lídice,
Magdalena Contreras, df
5681 8125, 01800 715 2000
Programa de vih/sida
y Derechos Humanos
programavih@cndh.org.mx
conapred
Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación
conapred.org.mx
Dante 14, Anzures,
Miguel Hidalgo, df
Clínica Especializada Condesa
condesadf.mx
Benjamin Hill 24 , Hipódromo
Condesa, Cuauhtémoc, df
26
Guía de apoyo para madres y padres
CDHDF
Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal
cdhdf.org.mx
Avenida Universidad 144 9,
Florida, Álvaro Obregón, df
5229 5600
Centro Comunitario de Atención
a la Diversidad Sexual del df
centrocomunitariolgbtdf@
gmail.com
Génova 30-h, Zona Rosa,
Juárez, Cuauhtémoc, df
Organizaciones de la sociedad civil.
Letra S
Sida, Cultura y Vida Cotidiana ac
letraese.org.mx
Canarias 45 , San Simón
Ticumac, Benito Juárez, df
NotieSe. Agencia de noticias
notiese.org
Colectivo Sol ac
colectivosol.org
Cuauhnochtli 11, Pueblo
Quieto, Tlalpan, df
Ave de México
Acciones Voluntarias sobre
Educación en México ac
avedemexico.org.mx
Querétaro 246 , piso 3, Roma,
Cuauhtémoc, df
Equidad
Equidad de género,
ciudadanía, trabajo
y familia ac
equidad.org.mx
Abasolo 201, Del Carmen,
Coyoacán, df
Hombres por la Equidad ac
hombresporlaequidad.org.mx
Nicolás San Juan 525 -9,
Del Valle, Cuauhtémoc, df
ASILEGAL
Asistencia Legal por los
Derechos Humanos
asilegal.org.mx
Palenque 26 9, Narvarte,
Benito Juárez, df
Red Mexicana de Personas
que Viven con vih/sida ac
redvihsida@prodigy.net.mx
Francisco Ayala 59,
Vista Alegre, Cuauhtémoc, df
Asociación Internacional de
Familias por la Diversidad Sexual
familiasporladiversidad.org
CAPPSIDA
Centro de Atención
Profesional a Personas
con sida ac
cappsida.org.mx
Gumersindo Esquer 34 ,
Asturias, Cuauhtémoc, df
PUEG
Programa Universitario de
Estudios de Género, unam
pueg.unam.mx
Torre II de Humanidades,
piso 7, Ciudad Univeritaria, df
Voces en Tinta Foro Cultural
vocesentinta.com
Niza 23 -a, Zona Rosa, Juárez,
Cuauhtémoc, df
El Armario Abierto
Libros, juegos y asesorías
en sexualidad
elarmarioabierto.com
Agustín Melgar 25 , Condesa,
Cuauhtémoc, df
COJESS
Coalición de Jóvenes
por la Educación
y la Salud Sexual
facebook.com/cojess
CECASH
Centro de Capacitación
y Apoyo Sexológico
Humanista ac
cecash.org.mx
Niza 74 , interior 201, Juárez,
Cuauhtémoc, df
Elige
Red de Jóvenes por
los Derechos Sexuales
y Reproductivos
elige.net
Calzada de Tlalpan 75 1-7,
Álamos, Benito Juárez, df
Guía de apoyo para madres y padres
27
Cuenta Conmigo Diversidad Sexual Incluyente A.C.
Somos una asociación civil sin fines de lucro que trabaja a favor del desarrollo psicoafectivo y sexual de personas
lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y de sus familiares.
Consideramos que la diversidad es un valor a reivindicar: nutre y enriquece a las sociedades y a los individuos;
para vivirla plenamente la entendemos y promovemos desde la equidad de género, la educación sin prejucios, la
información verídica sobre la sexualidad y la promoción del autocuidado.
Somos un espacio para personas que buscan aumentar conocimientos sobre sexualidad y su autoconocimiento.
Integrado por terapeutas sexuales, psicólogas, investigadores, pedagogas, jóvenes, madres y padres.
Contamos con una experiencia de más de 10 años que inició en 1999 con el grupo Jóvenes Gays y Familias
por una Comunicación Asertiva, creado por Arturo Díaz Betancourt dentro de Letra S: sida, cultura y vida cotidiana.
En 2008 decidimos conformarnos como asociación civil para continuar y mejorar la atención a jóvenes y
familias para promover una sexualidad diversa, libre de estigma y discriminación.
A través de nuestros diferentes servicios
Promovemos el respeto a la diversidad sexual como parte importante del reconocimiento de los derechos humanos, sexuales y reproductivos.
Brindamos herramientas para el autocuidado, y el crecimiento personal a lo largo de la vida en el marco de una
cultura del cuidado de la salud sexual, el bienestar emocional y relaciones de buen trato.
Proporcionamos una educación sexual libre de prejuicios, basada en información confiable y actualizada.
Fomentamos prácticas sexuales responsables, placenteras, seguras y protegidas para prevenir el VIH y otras
Infecciones de transmisión sexual.
Capacitamos en temas de educación sexual, diversidad, perspectiva de género, prevención del VIH e ITS a profesionales y promotores de la salud, servidores públicos, líderes comunitarios y personas interesadas.
Servicios
-Grupo de apoyo para madres, padres y familiares de jóvenes gays, lesbianas y bisexuales
-Grupo de apoyo para jóvenes gays, lesbianas y bisexuales
-Talleres para el crecimiento Personal.
-Capacitación, seminarios y cursos
-Pláticas de sensibilización
-Terapia individual y de pareja
-Asesorías en sexualidad
De esta guía:
Realización
Grupo de madres, padres y familiares de Cuenta Conmigo.
Corrección de estilo: Alfonso Martínez Castañeda
Las fotografías que aparecen están autorizadas por las familias participantes.
Agradecemos la colaboración de todas las personas que compartieron su testimonio para los textos de esta guía.
28
Guía de apoyo para madres y padres
www.cuentaconmigo.org.mx · Tel.: 5601 5695
/diversidadconmigo.com
@Cuenta_Conmigo
CuentaConmigodiversi
Guía de apoyo para madres y padres
29
A los 19 años mi hijo me manifestó que era homosexual.
Yo ya tenía cierta información respecto del tema por lo cual
lo asumí con cierta tranquilidad. Sin embargo, existían varias
dudas y temores debido a que con exactitud no estaba
enterado de cuáles eran los mecanismos biológicos,
psicológicos, sociales, familiares, que hubiesen producido tal
efecto en su personalidad. Me sentía con cierta preocupación
y ansiedad debido a no saber qué decirle o cómo actuar.
Me preocupaba el hecho de que mis familiares o mis
vecinos se enteraran y no tenía idea de cómo afrontar
este escenario. Encontré a un grupo llamado Cuenta Conmigo,
conocerlo fue muy alentador debido que al llegar encontré
otros padres y madres que estaban en la misma condición
que yo. A partir de ese momento ya no me sentí tan solo
debido a las explicaciones que del tema se abordan y poco a
poco se fueron aclarando mis dudas y fui adquiriendo más
seguridad. En la actualidad pienso que me he superado en
varios aspectos de mi vida no solo el aceptar la homosexualidad
de mi hijo, sino lo que ahí se comenta sábado a sábado incide
en el trato que tengo con mi familia, en el desempeño de mi
trabajo, en el trato con todas las personas. Siento que he
avanzado mucho pero no dejo de asistir porque siempre llegan padres o madres sufriendo por no saber
cómo hablar y relacionarse con su hijo o hija por ser homosexual, bisexual o transexual a los que me
gusta apoyar.
Testimonio de Edmundo Hernández, padre de un joven homosexual.
Grupos de Madres, Padres y otros Familiares de Gays, Lesbianas y
Bisexuales
www.cuentaconmigo.org.mx
“Este material se realizó con recursos de la CDHDF y del Programa Coinversión Social,
perteneciente a la Secretaria de Desarrollo Social. Empero, la SEDESOL y la CDHDF no
necesariamente comparten los puntos de vista expresados por los autores del
presente trabajo”
30
Diversidad Sexual Incluyente, A. C.
Guía de apoyo para madres y padres
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