CONSEJOS BASICOS PARA GUIONISTAS POR CUENTA PROPIA 1º.- Un trabajador por cuenta ajena es el que voluntariamente presta sus servicios retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o empresario. Un trabajador autónomo es la persona que realiza de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección y organización de otra persona, una actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores por cuenta ajena. La escritura de guiones puede desarrollarse, por tanto, como trabajador por cuenta ajena o como trabajador por cuenta propia, o autónomo. Que un guionista lo sea por cuenta ajena o autónomo depende no sólo de su contrato, (que también es importante, pues constituye una prueba por escrito) sino de que se ajusten sus condiciones laborales a las arriba descritas. Aunque tengas un contrato mercantil, si trabajas dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, -productor, T.V., etc...- (con una jornada laboral predeterminada por la empresa, cumpliendo ordenes de trabajo, cobrando un salario regular…) eres un trabajador por cuenta ajena, y si puedes probarlo, así lo declarará el Juzgado de lo Social. 2º.- Si trabajas por cuenta propia por encargo de una productora, es importante que tengas un contrato firmado por la productora antes de empezar a trabajar, donde se determine el trabajo encargado, la remuneración a percibir, el plazo de entrega, los derechos de explotación que cedes, y la remuneración proporcional a la explotación de la obra que obtendrás. Dada la complejidad de esta materia, es aconsejable que el contrato lo negocie, o al menos lo redacte, un abogado especializado de tu confianza. La Asesoría Jurídica de ALMA cobra honorarios muy bonificados a los afiliados por desarrollar este trabajo: hay muchísimas opciones que pueden presentarse a la hora de formular un contrato, y no es fácil determinar la idónea sin tener conocimientos especializados y conocer los detalles de cada caso. 3º.- Es muy poco recomendable aceptar contractualmente la obligación de reescribir tus trabajos hasta que la productora los acepte. Se recomienda exigir un pago anticipado a la firma del contrato, y los sucesivos plazos a la entrega de las sucesivas fases de desarrollo o versiones del trabajo. Es igualmente recomendable condicionar la cesión de los derechos de explotación al cobro efectivo de las cantidades acordadas. 4º.- El contrato ha de determinar en que medida cedes tus derechos de propiedad intelectual y a cambio de qué: por ejemplo, independientemente del pago de tus honorarios ¿Puede la productora producir series derivadas de otra original de la que tu eres autor sin pedirte permiso, o sin pagarte; puede hacer remakes de las películas que escribes; puede vender la obra a productoras de otros paises para que la adapten allí; puede editar los guiones en formato libro, o adaptarlos a una novela o una obra teatral? ¿y lo puede hacer sin pagarte nada?. Conviene negociarlo antes de firmar el contrato. En la web de ALMA encontratrás un modelo de contrato de encargo de guión para una obra cinematográfica: considéralo un ejemplo de buen contrato, y fíjate en que trata de aplicar a ese supuesto lo expuesto en los puntos precedentes, pero no pretendas imponerlo en cualquier situación, pues seguramente no se ajuste a tu caso. Los casos posibles son innumerables (encargo de adaptación de obras literarias preexistentes, en dominio público, o protegidas; cesión de derechos sobre guiones originales ya escritos, o sólo escrito su tratamiento, o su argumento sin desarrollar; constitución de una opción de adquisición de derechos sobre guión, tratamiento o argumento originales; y otras muchas posibilidades), y en función de diversos factores, tu posición negociadora no será la misma. 5º.- Si trabajas por cuenta propia en colaboración con otros guionistas, es importante tener claro y por escrito el régimen de vuestra coautoría: quien puede ceder la idea original y para que usos, que porcentajes de autoría tendréis en los desarrollos futuros de vuestro trabajo en común, quien puede utilizar los trabajos o las ideas prexistentes si vuestra colaboración no llega a buen puerto, etc. 6º.- Si creas por cuenta propia proyectos audiovisuales, (como formatos, proyectos de series, argumentos para peliculas películas), es peligroso ponerlos en conocimiento de productores o de terceros sin protegerlos adecuadamente, no sólo a través del Registro de Propiedad Intelectual, sino también mediante la firma previa a la entrega del proyecto de un documento de depósito confidencial: en la web de ALMA encontrarás un modelo, que tienes que adaptar a tu caso particular. Las ideas no son protegibles si no las tratas como información confidencial de tu actividad profesional. El Registro de Propiedad Intelectual solo protege formas, no ideas.